Archive of Our Own ^beta

Kazuha olvidó lo que estaba haciendo.

Estaba corriendo y tenía prisa por volver a casa para recoger el libro que había olvidado-- o ¿era que no quería estar en una clase en particular ese día y pensaba volver a dormir? No podía recordarlo.

Pero su cuerpo chocó contra el de alguien más, alguien más bajo que él y con una complexión aparentemente más delicada que la suya que, a pesar de las apariencias, lo mandó directamente al suelo en cuanto hicieron colisión. Este alguien maldijo en voz baja en cuanto se dio el impacto. Kazuha, desde su posición en el suelo, gruñó por el dolor de la caída y levantó su cabeza con el ceño fruncido.

Entonces, su corazón se detuvo.

—¿Eres sordo o solamente estúpido? Te dije que te quitaras de enmedio —una voz agresiva trata de sacarlo de su mente. Kazuha solo podía mirarlo con los labios entreabiertos y los ojos como platos, sus pupilas rojas temblando mientras se veía reflejado en los ojos color índigo del chico que estaba de pie frente a él. 

¿Por qué se sentía tan familiar? ¿Por qué se sentía tan bien y tan mal estar cerca de él en este momento? ¿Por qué--?

El otro rueda los ojos y simplemente pasa, literalmente, por encima de él, sacudiendo su cabeza de lado a lado, y murmurando algo entre las líneas de “patético, mente débil que se pone a llorar a la mínima.”

Kazuha sintió que su garganta se secaba. Alzando la mano para tocar sus mejillas, notó que no podía dejar de llorar. Y no era para menos.

Lo que vio una vez que hizo contacto visual con ese chico sin nombre (Fu… no… deer…? Scar...?) era aterrador, al punto en que no podía dejar de temblar mientras se levantaba.

Espadas, flechas y astas cortando y atravesando a alguien, a muchos alguien, a miles de personas. Fuego, hielo, electricidad, viento, agua, tierra, naturaleza, todo utilizado para lastimar a otros. La electricidad- oh, dios, la electricidad--

Despiadados rayos morados lloviendo sobre los campos de Inazuma, poseedores de visiones a quienes se les arrebataba las mismas y en los peores casos eran ejecutados , esconderse de los soldados de la Shogun en templos abandonados, peleas entre señores de guerra en busca de una posición importante bajo el gobierno de la Shogun, Raiden, Baal, Arconte de Electro--- Electro, electricidad, la electricidad quema, quema y lastima demasiado ¿Por qué duele tanto y por qué duele más cuando es él quien inflige el daño?

Caminar bajo la luz de la luna como un niño pequeño,  sujetando la manga de su kimono,  de camino a la playa. Jugar en la arena con él , soñar con viajar junto a él, reír junto a él. Dejarlo acariciar su cabello, dormir lado a lado en el bosque, alejados del pueblo, alejados de todos, alejados de ella, alejados de---

Alejándose de él.

Alejándose de él.

Le está dando la espalda, está alejándose de él.

—...jin… ¡Fujin! ¡Espera, Fujin! —Desesperado, Kazuha extiende su mano para sujetarlo del brazo.

Fujin  se suelta con brusquedad, empujándolo al suelo en el proceso.

Volteando a verlo por encima del hombro con desdén y enfado, frunciendo las cejas, él escupió sus palabras. Habría dolido mucho menos si tan solo lo hubiera acabado ahí con un rayo, habría dolido mucho menos si tan solo lo hubiera matado ahí mismo.

—Solo porque tu eres tan débil que no puedes dejar esta pequeña isla no significa que yo también lo sea —Kazuha siente que el tiempo se detiene cuando de sus ojos parecen brotar chispas de Electro, mientras dice las palabras que lo cortan por la mitad sin siquiera tener que tocarlo—. ...Y es Lord Scaramouche para ti, imbécil.

Su nombre ya no es Fujin su nombre ya no es Fujin su nombre ya no es Fujin su nombre ya no es Fujin su nombre ya no es Fujin por qué negarías tu nombre por qué negarías que exististe por qué negarías que estuviste aquí antes por qué por qué por qué por qué---

Kazuha se despierta de golpe, gritando y sudando.

Un suspiro tembloroso sale de sus labios mientras se sienta en su cama. Kazuha voltea a ver sus manos, suaves, libres de vendas y heridas; las manos de una persona que nunca tuvo ni tendrá la necesidad de utilizar un arma para pelear esta vida.

Kazuha llora, enterrando su rostro en sus manos (manos que esta vez no están manchadas de sangre pero que esta vez no han sujetado las suyas ni una sola vez --).

Pero… 

Tal vez…

—¿...Huh? —Scaramouche (no, no, Haru, Haru,  su nombre esta vez es Haru) levanta la mirada de su teléfono en el salón de clase para mirarlo, hasta que nota el paquete que deja sobre su pupitre—. ¿Qué es esto?

Kazuha desvía la mirada por un segundo ocultando sus manos dentro de los bolsillos del saco de su uniforme, entonces comienza a hablar mientras se balancea suavemente sobre sus talones.

Tal vez… tal vez, en esta vida, tal vez…

—...Te hice el almuerzo, Haru —Kazuha deja que una pequeña, pequeñísima sonrisa se pinte en su rostro, sonrojado y con los ojos brillando, solo un poquito—. Porque me ayudaste con el proyecto el otro día.

Tal vez… tal vez pueda sujetar su mano, y no  dejarla ir.

Scaramouche (Haru, se recuerda Kazuha una vez más) frunce las cejas y voltea en sentido contrario a su compañero volviendo su mirada al celular, no sin antes jalar la cajita de almuerzo más cerca de él, tratando de actuar normal.

Como si el suave rojo que teñía las puntas de sus orejas no lo hiciera obvio.

—Solo estaba haciendo lo que tenía que hacer, no lo pienses con profundidad, Kazu.

Kazuha ríe. 

—Pero no rechazaste el regalo —Kazuha siente como si su corazón saltara en cuanto su mejor amigo (no, su compañero de clase, esta vez no son tan cercanos) voltea a verlo con un pequeño mohín en su rostro antes de que su expresión se distorsionara a una sonrisita traviesa.

—¿Por qué rechazaría algo viniendo de ti, Kazu? Eres muy ingenuo, a veces me das pena.

(No quiero que te alejes de nuevo).

Kazuha no se molesta en intentar ocultar el rosa que pinta sus mejillas mientras toma su lugar detrás de él, quien cambia el tema de conversación a algo diferente.

Su cabello, su rostro, su voz y sus ojos, todo sigue igual que la primera vez que lo conoció. Su cabello sigue siendo tan suave como antes, sigue dándole forma y un aire de inocencia a su rostro, su voz sigue siendo suave y melódica, sigue siendo un contraste increíble cuando la combina con sus palabras cortantes que siempre llegan a apuñalar a quien sea el objetivo de sus comentarios ambiguos. 

Sigue siendo igual que antes. Igual que la última vez que lo consideró un amigo.

Incluso sus tendencias narcisistas seguían siendo las mismas.

—No es que me interese mi apariencia… Pero —le dijo alguna vez—, ¡No es mi culpa tener un rostro tan hermoso, Kazuha! Mal para quienes me odian, bien para mi. Que se ahoguen en envidia, muerdan sus lenguas y se mueran por ahí.

Incluso sus complejos de inferioridad seguían siendo los mismos.

—¿Quién dice que yo necesito de la ayuda de Ajax? ¡Ja! Ese mocoso de primer año debería pensar en sí mismo antes de preocuparse por los demás. —En algún punto de su segundo año juntos lo escuchó vociferar mientras limpiaban el salón, aunque para ese punto de su monólogo, Scaramouche estaba recargándose contra los cristales de la ventana que daba al patio, su puño cerrado cerca de sus labios como si tratara de resistir morderse las uñas, ignorando la presencia de Kazuha en el aula, perdido en sus pensamientos—. ...Puedo superar a cualquiera, a cualquiera…

—Ah, se acerca el viaje escolar…  —mientras caminaban de regreso a casa, el más bajo de los dos le comentó a Kazuha, quien inclinó su cabeza y tomó la oportunidad para preguntar:

—¿Te gustaría estar conmigo durante el  viaje? Podemos salir a donde queramos el segundo día… 

El de cabello azul bufó, mirando hacia otra parte con los brazos cruzados.

—Tu realmente estarías perdido sin mi, ¿o no? —Kazuha ríe ante sus palabras.

—De cierta forma, si. ¿Vendrás conmigo, entonces? —su amigo voltea a verlo, suspirando, como si estuviera haciendo un sacrificio enorme al aceptar su invitación.

—Ya que me daría pena dejarte solo, iré contigo. En serio, ¡pareciera que no puedes vivir sin mi, aunque solo nos conocimos hace un año!

—Lo sé, ¿no es gracioso? 

La verdad era que no solo sus apariencias eran iguales que en sus vidas pasadas, sino también sus personalidades y, por consiguiente, sus vidas sociales.

En ese entonces Scaramouche era temido en su vida pasada por su alta posición y poder; y ahora, Haru era… complicado. 

—¡Es un doble cara sin sentimientos! No entiendo cómo puedes llevarte tan bien con él…

—¡Pero si es super adorable! La definición gráfica de gap-moe…~

—Eh, está bien, supongo. No le hablo mucho, pero siempre está en el top de calificaciones, entonces...

—Es lindo… ¿Crees que puedas presentarnos?   

Algunos lo alaban por sus notas y desempeño escolar, otros, que han tenido el (dis)gusto de interactuar con él por más tiempo fuera de las aulas, están de acuerdo en que es demasiado difícil llevarse bien con él, que quizás debería aprender a callarse de vez en cuando, mientras que otros solamente preferían quedarse con su lindo rostro, ignorando todo lo demás, incluyendo sus buenas cualidades.

Como resultado, el Haru  de esta vez estaba tan solo como el Fujin-- el Scaramouche del pasado había estado.

Y Kazuha, Kazuha seguía siendo Kazuha.

—¿Qué quieres hacer después de la graduación? —le preguntó Haru, durante uno de sus últimos días de tercer año.

Kazuha parpadea.

Para ser honesto…

—...Nunca lo pensé con detalles, honestamente — Haru frunce el ceño, volteando a ver por la ventana del salón vacío.

—Kazu… Kiryu Kazuha siempre es así, ¿no? Siempre estás atado a un solo lugar y no piensas más allá del mismo —el mencionado abre la boca para responder, pero es interrumpido cuando Haru se levanta de su sitio sobre el pupitre y toma su mochila consigo—. Me preocupas, Kazu. Siento que solo intentas quedarte atrás.

Kazuha siente su aliento quedarse atascado en su garganta, antes de lograr articular unas palabras nuevamente.

—…¿Vas a dejarme atrás, Haru?

Haru se encoge de hombros.

—Yo qué sé. Eres mi único amigo, no es que yo quiera hacerlo —comienza a caminar hacia la puerta del aula, deteniéndose ahí para voltear a verlo sobre su hombro, una expresión indescifrable adornando su rostro mientras lo analizaba con su mirada— , pero si no sabes siquiera lo que harás cuando salgamos de aquí no creo que pueda esperarte para siempre.

—Solo porque tu eres tan débil que no puedes dejar esta pequeña isla no significa que yo también lo sea —dice el Scaramouche que recuerda Kazuha mientras ve a Haru salir del salón por su cuenta.

...Kazuha no sabe cómo sentirse.

Kazuha sabe que Haru luce exactamente igual que en esa vida pasada, que su personalidad e inseguridades son las mismas. Y aún así… Haru , en comparación a Scaramouche , era bastante más parecido al pequeño Fujin de lo que pensaba al inicio. 

La preocupación en sus ojos al pensar en separarse de nuevo, además de haber admitido que era el único amigo, la única persona cercana a él, era algo que el Scaramouche que lo dejó atrás jamás habría podido admitir en voz alta con tanta tranquilidad y naturalidad como había hecho Haru en ese momento.

Es entonces cuando Kazuha se pregunta si realmente todo esto que ha hecho y está haciendo aún en este momento es verdaderamente lo correcto.

Podía recordar con claridad todo lo que ocurrió en Teyvat, en esa vida pasada en la que fueron amigos de la infancia que se separaron cuando uno de ellos obtuvo la oportunidad de hacer algo más interesante, más significativo que simplemente ocultarse y vivir sin un objetivo en un país aislado mientras que el otro no podía encontrar la fuerza ni la determinación para siquiera pensar en salir de la nación.

Pero solo él lo recordaba.

Había leído historias  sobre como recordarías tu vida pasada en el momento en que vieras los ojos de tu alma gemela, y siempre asumió que ese era el caso con él, con ellos dos. Pero él nunca dio indicios de recordar nada.

¿Acaso Kazuha estaba solo… imponiéndose a Haru? ¿Estaba realmente viendo a Haru, sabiendo que cada vez que estaba con él no podía hacer nada además de recordar su pasado, recordar a Scaramouche?

Quizás… quizás Kazuha estaba siendo egoísta.

Kazuha era egoísta porque quería pasar tiempo con él. ¿O acaso quería pasar tiempo no con él, sino con “él”, a quien recordaba?

Kazuha recarga la cabeza en su pupitre y suspira.

— ¿Alguna vez escuchaste de las almas gemelas? — alguna vez le preguntó a Haru , quien rueda los ojos ante sus palabras.

— Si, si, Kazu. Eres totalmente mi alma gemela pero no voy a pasarte mi tarea, no es mi problema que la hayas olvidado — le respondió, ignorando completamente la seriedad de su pregunta.

— Si él no puede recordarlo —pensó, enterrando su cabeza en sus brazos—, ¿por qué sigo pensando que podemos ser igual que antes?

¿Acaso no estamos mejor ahora?

—...ha…

¿Acaso no es mejor olvidar todo acerca de Inazuma, acerca de la Shogun Raiden, acerca de cómo él lo abandonó y como Kazuha fue tan débil que no pudo pararlo?

—...azu…

¿No sería mejor dejar de pensar en ese pasado que bien podría ser un invento de su imaginación? Se sentía real… estaba seguro de que lo era, pero si él no podía recordarlo, ¿qué valor tenía?

—Kazuha…

Quizás… quizás debería....

—¡KIRYU KAZUHA! —la voz de Haru y el flash de una cámara lo sacan del fondo de su crisis existencial.

Kazuha parpadea para desaturdirse y se encuentra frente a frente con el celular de Haru, con el que acababa de tomarle una foto. Una sonrisa traviesa se forma en el rostro del más bajito mientras entrecierra sus ojos, moviendo el celular frente a él.

—Me quedaré con tu cara de gatito triste como recuerdo de graduación —rió, acercándose a él y tomándolo por los hombros con un brazo—. ...Pero… realmente quiero una foto de nosotros dos hoy, ¡así que tómala antes de que me arrepienta!

Kazuha parpadea una vez más mientras Haru lo fuerza a tomar su celular para que tome la foto. En su estado de confusión, no registra el momento en que el chico a su lado se movía un poco más cerca de él.

—¿Qué esperas, Kazu? ¡Solo toma la foto ya!

Una pequeña sonrisa aparece en el rostro de Kazuha.

Si, esto estaba bien.

—Vale, vale, ahora la tomo, Haru —con su brazo libre, Kazuha lo abrazó mientras acomodaba el ángulo de la cámara para tomar la foto.

—¡¿Q-qué--?! —Haru, quien no esperaba que Kazuha iniciara contacto físico, no pudo evitar sorprenderse y sentirse avergonzado, más aún cuando vio en la pantalla del celular que sus mejillas tomaron un tono rojo carmín—. S-solo… ¡Solo toma la foto de una vez!

—¡Un, dos….!

Esto está bien, concluye Kazuha cuando voltea su rostro para dejar un suave beso sobre la mejilla del que estaba a su lado a la vez que presionaba el botón para tomar la fotografía.

— ¿Qué importa cuál sea mi nombre? — Kazuha recuerda a Scaramouche, sentado a su lado en una playa vacía de Inazuma, ajenos al caos que ocurría en la capital —. A final de cuentas, sigo siendo yo.

—¡...! ...Kiryu Kazuha, tú… —Kazuha rió ante la mirada amenazante de Haru, que no era tan intimidante como podría ser por la manera en que su rostro estaba completamente sonrojado. 

—Eres adorable, Haru —cuando Kazuha le sonrió, Haru tomó un paso atrás y le dio la espalda en pánico, maldiciendo en voz baja antes de suspirar y voltear a verlo una vez más.

—¿Ah, si? —Tomando un paso adelante, Haru lo tomó bruscamente del cuello de su uniforme y lo forzó a inclinar la cabeza lo suficiente para estar a su altura sin tener que pararse de puntillas, y en un momento de valentía, cerró la pequeña distancia que quedaba entre los dos; presionando suavemente sus labios contra los de él, en un beso dulce e inocente que contrastaba con la audacia y agresividad de sus acciones previas.

Un instante después, se separó de Kazuha y lo aventó juguetonamente.

—¿Quién es el adorable ahora, Kazu? —La sonrisa descarada de Haru lo hizo parpadear, y aunque apenas estaba registrando lo que acababa de pasar, Kazuha fue veloz; sacando su celular y tomando una foto de él—. ¡¿Qué?! Eso qué, Kazu…

—Sigues siendo tu, Haru —le dice con una sonrisa que alcanza sus ojos, mostrándole la foto que lo retrataba con esa estúpida sonrisa con aires de superioridad y las mejillas completamente rojas.

—¡Ah…! ¡B-bórrala, Kazu, bórrala!

—No~ Me quedaré con nuestro primer beso y tu foto de gatito orgulloso como recuerdo de graduación~

—Ah, así que ahora vas a usar mis palabras contra mí, ya veo que soy una mala influencia para ti. Escucha bien, tu…

Kazuha sonríe mientras deja que su… ¿novio? comience a hablar sin parar, yendo en una tangente acerca de cómo Kazuha es muy fácil de influenciar y cómo Kazuha es el adorable de los dos y él es el genial de los dos.

Kazuha no puede evitar suspirar con alivio, llegando a su conclusión.

Esto está bien.

Kazuha sigue siendo Kazuha, y lo será siempre sin importar donde vaya o no, sin importar cuantas vidas pasen y vuelva a encontrarlo, Kazuha seguirá siendo Kazuha.

Tal como Fujin siempre fue Scaramouche, como Scaramouche y Fujin seguían siendo Haru, y Haru seguía siendo Scaramouche.

En algún punto de la declamación de Haru, Kazuha lo interrumpió casi aplastandolo con un abrazo.

—¿Y a-ahora qué…? —sorprendido y avergonzado, lentamente lo envuelve en sus brazos devolviéndole el gesto de afecto.

—...Eres tú, siempre has sido tú y siempre serás tú —Kazuha murmura suavemente, ocultando su rostro en el hombro de Haru, quien, sin molestarse por ocultar su preocupación ante el repentino cambio de actitud del otro, acarició su cabello con una mano.

—¿De qué estás hablando, Kazu…? 

Kazuha sonríe, dejándose ahogar por las muestras de afecto de su alma gemela.

—De que te amo, Haru —el mencionado detiene sus movimientos por un segundo, antes de continuar, abrazándolo tan solo un poco más fuerte.

—...Tienes que dejar de ver tantos K-dramas, son una mala influencia para mi tierno e inocente Kazuha… —murmura él, con una sonrisa en su rostro.

—Si tan solo los vieras entenderías porqué me gustan… —le reclama al más bajito con un mohín. Haru solo se ríe y se separa de Kazuha, tomándolo del brazo y comenzando a caminar, alejándose de la escuela.

—Bueno, que sea una cita entonces. Pero tendrá que esperar, ¿no te acuerdas que no planeamos nuestro viaje de graduación antes? ¡Tenemos que hacerlo ahora mismo! Estaba pensando que podríamos…

Mientras los dos hablan acerca de sus planes para el futuro a corto plazo, un viaje solo para los dos, para celebrar que finalmente se han graduado, Kazuha entrelaza sus dedos con los de Haru. 

— Te amo, ahora y siempre, sin importar el nombre que decidas usar.