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Chapter Text

La doctora la veía con una ceja levanta y la sonrisa a un lado, ella no puede hacer más que fascinarse con su expresión.

- ¿No estas bromeando? - Rose preguntó

- No, ¿por qué lo estaría? - la doctora cuestionó saliendo de la consola de la Tardis.

-Eso es todo - declaró Rose - anda y date una ducha, cuando salgas vas a mi habitación.

La doctora se paro y limpio sus manos en los pantalones, estaba sucia, con su cabello negro en un moño desordenado. Era lógico tomar una ducha pero no tenía idea de porque Rose querría que después de la ducha fuera a su habitacional.

-¿Por qué? - cuestionó, Rose sonrió, una sonrisa suave y brillante; hermosa.

-Porque - Rose dijo balanceados sobre sus puntas - te voy a maquillar

Esa no era la respuesta que esperaba la doctora pero no podía dejar de ver la sonrisa orgullosa de Rose.

-No aceptó objeciones señorita - Rose sonreía tanto mientras lo decía

Ella no podía negarse, ¿Cómo podría negarle algo a Rose?

Luego de la ducha se había vestido, supuso que Rose la quería vestida para maquillarla. La habitación de Rose en la Tardis tiene una puerta bonita que la chica se ha encargado de llenar d e pegatinas y marcadores, le gusta pero nunca ah entrado. Con el tiempo a aprendido a respetar la intimidad de sus compañeros.

Toca la puerta, puede seguir normas de comportamiento de vez en cuando.

-!Pasa¡ - Rose grita con alegría

Abre la puerta y entra con un poco de emoción y nerviosismo, que interesante sensación. La habitación es linda, con paredes llenas de fotos y posters, abundando vitalidad que caracteriza a Rose. La cama es grande con sabana rosas y sentada allí está Rose con ropa holgada y una gran sonrisa.

-Ven - invita la rubia golpeando con su palma la cama.

Se sienta en la cama donde hay varias cajas con labiales, paletas y otros maquillajes, supone; nunca aprendió los nombres.

-¿Entonces? - Rose señala las cajas

-¿Entonces? - le sonríe

-¿Qué quieres que te haga? - Rose dice con emoción - No te puedo poner base porque no somos del mismo tono pero lo demás se puede

Ella no sabe qué quiere, realmente no presto tanta atención al maquillaje en sus viajes, Sara Jane se ponía maquillaje a veces, Peri, Ace, la mayoría pero no era tan notable o al menos ella no lo notó.

-¿Labial? - pregunta

Rose la ve con una ceja levantada y una sonrisa curiosa.

-¿Sabes algo sobre maquillaje? - pregunta Rose acercándose. La cama se mueve.

-No realmente – no hay vergüenza en ello pero ve la sonrisa burlona de la humana - nunca le preste tanta atención al maquillaje de mis otras acompañantes

La sonrisa burlona de Rose se borra al instante, su rostro se vuelve algo complicado de entender.

-¿Otras acompañantes?

-Si, Sara Jane no se maquillaba tanto y Peri se vestía como quería, a Mel le importaba su cabello aunque si sabía que utilizaba maquillaje y Ace realmente no lo hacía, el maquillaje de los sesenta no es como el de ahora y claro nunca les pregunte mucho del asunto después de que Susan dijera que es grosero preguntar sobre el maquillaje, ropa, peso a otros – sonrió recordando a su nieta - no puedo no hacerle caso a Susan...

- Haz tenido muchos acompañantes... - Rose interrumpe, su mirada triste

-Si - responde, no le gusta esa expresión en Rose - ¿Pasa algo? - pregunta acercándose

-¿Qué les pasó?, ¿Dónde están ahora? - Rose pregunta y su voz se le escapa

Le había dicho a Rose que era buena hablando y ahora se encontraba sin una palabra, realmente no quería hablar de ello.

- Lejos

-¿Por qué? - Rose le ve y sus ojos son un mar de tristeza. La doctora sabe que la va dejar; conoce esa mirada.

-Algunos se fueron, tenían vidas, a otros los deje por las circunstancias y otros.. - recuerda a Adric, le recuerda tan bien, recuerda a Romana, recuerda cada cara incluso los que ya no le recuerdan, los extraña a todos - ya no están

-¿Soy su remplazo?

-¿Qué?

Rose la mira fijamente, una mirada penetrante, ira y tristeza. Esa mirada en el rostro de su Rose le hace retroceder, le eriza la piel. Es demasiado humana.

Ella le ve como si supiera la verdad, que ella es mala.

-¿Qué si soy su remplazo - ella grita, la caja suena mientras el maquillaje se mueve - me hiciste pensar que era única porque me elegiste pero siempre eliges a alguien

-Pero eres especial, eres brillante Rose Tyler - se acerca y la intenta tocar, la rubia retrocede

-Eso le dices a todos - ella se burla – ¿se lo dices a todos?

-Si - no piensa mentirle, incluso si el rostro de la chica se vuelve con ira - Porque lo son, porque son brillantes pero no reemplazables

Rose no se mueve y acerca su mano a la cara de Rose y ella no se mueve, toca el rostro con suavidad

-Cada uno de ustedes es hermosos y brillante y ninguna o ninguno es reemplazable, los extraño a todos

-¿No mientes? – Rose toma su mano

-Nunca sobre esto

Su mano se siente cálida contra la mano de Rose, un calor humano pero es más, Rose cálida, es luz.
Ella le sonríe, suave y hacia un lado, y no puede evitar imitar el gesto. Rose se acerca más y cuando se da cuneta Rose la ha rodeado con sus brazos, la esta abrazando.

-Cuéntame sobre ellos y ellas - le susurra

Quiere pero no siente que pueda, no realmente, ¿Qué podría decirle antes de recordar que ellos ya no están?

-No sé con cual comenzar - le responde

-¿Quién fue la primera persona con la que viajaste? - lo susurra a su oído.

-Susan, mi nieta - su voz se siente débil

-¿Nieta? - lo dice con sorpresa

-Si, ella en realidad le puso nombre a la Tardis - sonríe

-¿Tienes hijos? - pregunta insegura la joven

-Tenía - lo responde suave

-¿Estuviste casada? - Rose se va apartando lentamente

-Si

-¿Le amabas?

-Es complicado, mi gente no tiene los mismo conceptos que ustedes

- Oh, claro - ella le sonríe torpemente - entiendo – La doctora no cree que lo haga

-Soy vieja Rose, mucho

-no lo pareces – Rose lo dice sonriendo y saca un labial - además te voy enseñar como maquillarte, eso es de chicas jóvenes

Ella ríe, supone que tiene razón.

-Eres brillante Rose Tyler, nunca lo olvides

-Nunca lo haré - le chica le sonríe -Ahora abre un poco la boca

Rose abre el labial y se acerca mucho a su rostro; tan cerca. El labial, algún material ceroso pero suave pasa por sus labios con delicadeza guiada por la mano de Rose. Ella solo puede ver los ojos y sonrisa de Rose, nada más existe.

-¡Ya esta! - la joven dice victoriosa

La chica toma un espejo y se lo pasa. La doctora se ve en el y le queda bien, no espectacular, bien, resalta sus labios, la función que debe cumplir.

Entonces ve a Rose aun con esa sonrisa radiante

-¿Qué te aparece?

Solo hay una respuesta correcta.

-Fantástico

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Se veía rara con ese tono en sus labios, pero era su tono favorito así que simplemente volvió a pintar. Esta era su nueva cara, tenía unos diente peculiares y orejas más pequeñas sin un solo hueco para poner sus queridos aretes, su piel era de otro tono y su cabello café no totalmente lacio formaba extrañas formas a diferencia de su cabello negro totalmente lacio.

Era normal cambiar de cara, pero simplemente le molestaba esta vez no poder ponerse su labial sin sentir que algo no cuadraba.

-¿Qué haces? - la voz juguetona le pregunta

Viró y oculto el labial detrás de su espalda donde con una sonrisa. Los músculos que sonreían eran similares pero no los mismos. Aún no estaba segura de como era su sonrisa.

-Conociendo la nueva cara - le dijó a Rose

Rose miro detrás de su espalda alzándose en puntillas y ella hizo poco esfuerzo en ocultar el labial. No fue sorpresa que Rose lo tomará.

-¡Te estas maquillando! - su tono victorioso le arrancó una sonrisa sincera a la doctora

-Si - ella respondió simple

Rose entonces frunció los labios y se acercó, como si pudiera saber que pensara.

- Te pasa algo más - la rubia dice segura

-¿Qué? - finge ignorancia la nueva castaña – No

-Te conozco - insiste

Ambas se ven por un rato y entonces Rose se queda viendo sus labios, ella se sonroja y ni siquiera está segura del porque, este rostro se sonroja un poco más rápido que el anterior.

-Ese ya no es tu tono – la chica lo dice suave al llegar a la conclusión

-Es mi labia favorito - ella intenta fingir que no le molesta como le queda el color en esta nueva cara

-Eres un poco vanidosa , más con esta cara - Rose acerca - no creo que puedas ignorarlo

-Pero es mi labial favorito - dice triste

-Podemos conseguir uno nuevo - Rose le sonríe - ir de compras es divertido, habrán frituras - Rose dice con ánimo

No funciona lo que dice Rose para animarla, le gusta la idea pero no será útil, no realmente.

-¿Cual es el punto?

-¿Cual es el punto? - repite desconcertada la muchacha - conseguirte un nuevo labial favorito, yo uso múltiples labiales pero si solo quieres uno con un tono específico para la eternidad lo conseguiremos

-Si cambio de cara tendré que encontrar uno nuevo

Allí estaba la base del problema supone. Podría aprender a ponerse sombras, conseguir una base, ponerse rubor y labial pero si se regenera eso ya no serviría, solo le recuerda cuanto a cambiado su cara y no le gusta.

-No vas a volver a cambiar - Rose lo dice, no, lo declara

-Pero

-No te dejaré volver a morir - Rose le sujeta los hombros, su mirada de fuego y el alien no se ríe, no importa cuanto quiera.
Es gracioso como piensa Rose, tan ingenua y humana, es cómico. No responde porque sabe que incluso si por milagro logra morir de vieja Rose no podrá evitarlo, es natural, ella tampoco podrá evitar la muerte de Rose.

-Doctora - Rose insiste y vuelve a ver lo ojos de Rose - yo... Creo

La rubia se queda sin palabras y mira sus labios y luego ojos pero ella no puede dejar de ver los ojos de Rose. Rose sonríe y sale de la sala de consola.

-¡No te muevas! - grita la humana adentrándose a los pasillos de la Tardis

Y eso hace se quede quieta, no un solo movimiento. Cuando Rose vuelve con su sonrisa brillante sonríe de regreso.

-Rimel - Rose dice mostrando el paquete de un rimen morado - tus ojos no han cambiado, son enormes y brillantes así que el rimel solo hará que se vean mejores, no importa cuanto cambie tu rostro

Ella no debería sentir a sus dos corazones detenerse por un segundo, no debería sentir calor ni sus musculo de los labios moviéndose, no debería sentir un pequeño escozor en sus lagrimares, mucho menos quedarse sin palabras y aun así.

-¿Qué te parece - Rose sonríe, su maravillosa Rose sonríe - ¿Probamos el rimel?

Rassilom, ama a esta humana, ama a Rose.

-Si

Rose sonríe aun más alegre y le dice como abrir los ojos, se acerca a su rostro tanto como la última vez.

Cuando termina y Rose le pone un espejo al frente no ve su reflejo, sino a Rose.

-Tus ojos se ven hermosos – Rose declara

Mira su reflejo y no sabe porque, se siente un poco más como ella

-Ahora solo falta volver a perforar las orejas

Lo dice sonriendo, ella, la doctora, la tormenta qué se aproxima lo dice sonriendo y siente que tal vez todo esté bien

-¡Si! - rose apoya la idea - vamos a vernos hermosas

Ella ríe y en su mente responde : pero Rose ya eres el ser más hermoso del universo.

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Esta en el suelo, la Tardis suena de fondo en su mente, intentando tranquilizarla. Ella no puede estar tranquila, quiere a Rose, quiere a Rose, la quiere aquí, la quiere ahora; La ama.

La ama.

Esta quemando una estrella para llegar a Rose, para poder decirle adiós, decirle que la ama.
Ella está en el suelo intentando con sus manos temblorosas tomar el labial porque quiere verse linda para Rose.

El labial es su tono, Rose lo consiguió para ella y apenas el labial toca sus labios su mano tiembla pero sigue, se limpia lo que quedo mal y toma el rimel. Termina limpiándose con una toallita húmeda.

Solo tiene labial cuando ve a Rose y cuando la ve ni siquiera explica como llegó, no le importa, solo le importa verla:

Rose Tyler, el ser más hermoso del universo

-Te amo - ella dice entre lágrimas, su Rose llora

Ambas en la playa, tan cerca, tan lejos.

-Rose Tyler, te amo - ella dice mientras se desvanece y escucha a Rose rogar - se feliz sin mi, por

Se fue, Rose se ha ido y la doctora esta sola. Limpia su boca y se quita los aretes, no queda nada más que el recuerdo de Rose.

Hay un ruido extraño, vira al escuchar una voz

-¿Qué?

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- Lindo labial - es lo único que se le ocurre.

Donna, esta mujer molesta y fuerte la ve como si le hubiera salido otra cabeza.

-¿Estas intentando compensar por lo que dijiste sobre mi?

-Un poco - ella acepta - pero me gusta tu labial, lindo color -agrega torpemente.

- Bueno, gracias, tal vez si me devuelves a mi boda te lo regale

La doctora niega,no sabe porque sonríe si la felicidad es lo más lejano a lo que siente.

-No, no uso maquillaje – mira a Donna que parece a punto de preguntar algo luego cierra la boca, la doctora rie sin gracia - ya no más

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Ella no sabe como pasó esto. Se mira la espejo y se da cuenta que no le gusta nada, en realidad lo detesta.

-Entonces, ¿A donde podemos ir? - escucha a Martha emocionada

Debería quitar este espejo piensa molesta.

-¿Qué? - Martha se acerca y su reflejo queda a su laod

Ella vuelve a tocar las puntas quemadas de su cabello, se ve mal y quebrado hasta la mitad, Rose le dijo como peinarlo lindo, no cree que cepillarlo lo arregle.

-Cada vez que veo este espejo me veo... Incorrecta

Martha frunce le ceño un rato pensando antes de decidir sus palabras.

-¿Quieres cortarlo?

-¿Qué?

Martha es directa, amable, fuerte y no cree que le caiga muy bien a la humana, pero a la doctora le cae bien, le agrada Martha.

-Parece que lo quemado te molesta, si te lo cortas no abra más quemado - Martha es mucho más práctica que ella

Ella toma el espejo dispuesta a tirarlo por fin, debería sacarlo de aquí de una vez por todas. No lo hace porque en el reflejo ve la mirada de duda de Martha. Le agrada Martha, quiere agradarle a Martha.

Endereza el espejo como si fuera su plan desde el inicio

-¿Sabes cortar cabello? - le pregunta con una sonrisa

-Un poco - Martha dice insegura, no cree que sea duda de sus capacidades sino de cortarselo a ella

-Genial, porque yo no se hacerlo - dice sonriendo y toma la mano de Martha lista para guiarla por los pasillos de la Tardis.

Martha no se mueve con ella y ve a Martha, claro, la chica sigue molesta por lo del beso, lo había hecho antes y no entiende aun porque Martha lo tomo tan mal.

Suelta la mano

-Te puedo guiar a la sala de belleza, deben haber tijeras.. - ofrece la mano

-¿Sala de belleza?

-iSi! - sonríe ampliamente - eh viajado con mucha gente, muchas mujeres, entonces la Tardis hizo una sala con todos los implementó de belleza necesarios, a Mel le encantaba arreglarse el cabello allí y Rose me mostró como funcionaban varias máquinas y maquillaje

-Pero tu no usas maquillaje

Mira a Martha y traga, Martha es muy perspectiva. Martha la ve con una sonrisa pero lo sabe, para ella en este momento es un boleto de ida por el universo y tiempo. La doctora no una amiga y esta bien, solo quiere compañía.

-No, ya no

Martha la mira y debe ver algo en su rostro porque suspira y niega con una sonrisa ligera. Esa sonrisa que puso cuando ella explicaba qué era un alien. Esa sonrisa de sus primeras conversaciones.

-Vamos, quiero ver si tienes una secadora qué valga la pena

Toma su mano y ella sonríe como idiota supone. Es un poco idiota en realidad.

-Genial - comienza a guiar

Llegan a la sala y la humana mira todo con fascinación y una sonrisa. Un salón entero de belleza con estilos, supone la doctora, futurista para Martha. Se sienta en una silla de estilista y mira el espejo, se mira a ella.

-¿Me vas a cortar el cabello?

Sincerandose con ella no quiere, quiere que se quede dañado, no quiere ser aun más diferente, pero Martha esta sonriéndole y quiere agradarle a Martha. Tal vez esto se vuelva lo suyo, cabello.

Intenta no pensar como maquillarse era lo de Rose, como ahora no puede hacerlo.

-Si

Se sienta en una silla y Martha le sonríe

-¿Como lo quieres? - Marta pregunta mientras desenreda con un peine que encontró

Siente que el cabello se jala por las puntas quemadas pero no se queja, sabe que Martha está siendo amable, así que no se queja de las molestias

-Solo corta lo quemado

Escucha la tijera cortar, ve como este cabello deja de ser largo, ve el reflejo de Martha concentrada cortando su cabello y cuando Martha ve al espejo y no al cabello castaño sabe que ha terminado.

Se ve al espejo y no le gusta, no lo odia pero no le gusta el cambio y aun así

-¿Qué te parece? - Martha sonríe orgullosa de si

No le gusta aun así es mejor que los cabellos quemados, no le gusta el cambio pero no puede correr de el.

-Me encanta

Martha le sonríe y le revuelve el cabello y ella se queja con diversión. Toca las puntas qué ahora están a la altura de su cuello y no media espalda.

-Ahora Martha Jones - dice mientra se para y se sacude los cabellos que han caído en sus hombros - ¿A donde quiere ir?

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Es ridículo, no debería molestarle tanto comparado con todo lo demás.

Tiene moretones en su piel, su labio está rojo de tantas veces que ha sangrado, su espalda y pecho tiene tanto morado como amarillos y rojo que bien podría ser una pintura abstracta. Su cuerpo duele tanto cuando se ve joven como cuando envejece por el doloroso estiramiento del cambio de edad hasta un punto que no sabe si dejará de doler.

El mundo arde, Jack muere y muere y muere y siente como el tiempo mismo se rompe para repararlo y el maestro ríe y ríe y llora y grita.

Con todo eso es ridículo que esto le haga llorar, es ridículo que esto la moleste. Su cuerpo es joven pero duele con cada moretón y cortadora. Jack la ve desde su lugar encadenado y la familia de Martha esta allí parada.

Nadie habla, nadie se atreve ha hacer un sonido, pero esta llorando, ella esta llorando.

-¿En serio eres tan patética? – el maestro se acerca, con genuino desconcierto - esto te rompe

Ella no responde

-¡¿Esto te rompe?! - le grita y ella sigue en silencio - ¡contestame!

Ella no alza la mirada, esta cansada, muy cansada, debe mantener su cordura para poder fingir que todo está bien cuando Martha le de fuerzas.

-¡Habla!

Alza la mirada, no habla.

-Bien, quieres jugar - se burla el maestro - ¡Juguemos!

Le dispara a Jack y ella intenta levantarse, sus piernas se doblan, claro, se había olvidado de las heridas.

-Humanos, salgan hoy no van a comer por culpa de la llorona

La familia de Martha sale sin palabras, siente las miradas en su espalda, ella no le importa. Mira a Jack, Jack le sonríe.

-Ahora, quedate a ver su muerte, tal vez así vuelvas a hablar.

El maestro la deja. Su cabello en grandes mechones dispersos en el suelo.

-No duele tanto - Jack asegura

-Mentiroso - ella susurra

Mira al suelo, su cabello en el suelo, toca su cabeza que penas tiene cabello exepto por parches desiguales que pican.

-Es ridículo - ella susurra.

-¿El maestro? - Jack dice sonriendo, ella lo ve - todo el tiempo cariño

-Llorar por mi cabello - ella toma los mechones y los aprieta, sus manos sangran.

-Era lindo, me gustaba - Jack dice - tanto el negro como el castaño

-Rose me enseñó como peinarlo para que sea lindo - ella sonríe aunque no tiene fuerzas.

Escucha un ruido de queja de Jack. Jack esta sangrando, el maestro le disparó. Ella se levanta incluso si eso la hace sangrar y temblar.

-¿Qué haces? - el inmortal pregunta

-Llegando a ti - lo dice sin aliento y se derrumba en el cuerpo de Jack. Ambos gritan pro el impacto

-Lo siento – Ella susurra

-No te disculpes, el maestro es…

-Por dejarte

Silencio

-¿Por qué crees que nos deja solos?

-Sabe que no podremos escapar - ella responde

-Creo que lo hace para que duela más cada vez que nos separan - el responde - pero es tonto, hasta ahora solo en da esperanza de que va a funcionar, seguimos llegando al otro a pesar de todo

Ella sonríe a Jack

-Eres tan humano

-Ya no sé si lo soy

-Lo eres, eres muy humano, un buen humano - ella susurra el final

Se acurruca contra Jack y la sangre comienza a manchar su cabeza, la siente caer por ella y altera sus partículas que gritan por la paradoja. Ella no hace ruido.

-Es para humillarte. Por eso te rapo - Jack suave

-Lo sé

-Pero no lo hizo - Jack le dice sonriendo, ella solo lo ve confundida

-Jack, lloré por esa tontería - responde molesta consigo misma

-Si - Jack se mueve y ella vuelve a verlo - pero te sigues viendo hermosa

Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas, esta llorando mucho más que antes y hay sangre en su cabeza. Con sus pocas fuerzas se levanta y abraza a Jack quedándose un poco colgada en el aire.

-Hey, Doc - la voz de Jack tiembla - ¿cómo me veo? - intenta hacer un tono coqueto, el falla.

- Te ves.. Te ves ardiente, totalmente sexy - dice sonriéndole incluso si puede sentir que la fuerza deja a Jack

-Si que lo soy - susurra - Doctora - suena débil -¿me regalas un beso de buenas noches?

Ella sabe que Jack esta a nada de volver a morir, Jack también lo sabe

-A un hombre tan guapo y amable - ella está llorando – claro

Los labios de manos están ensangrentados pero el beso es cálido. Él muere, ella grita.

El tiempo se destroza para que él vuelva y ella está muy cansada para fingir que no le duele como si le abrieran la cabeza.