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Una leve brisa recorría los afueras de la finca de Shinobu.
La noche ya había caído, trayendo consigo un cielo totalmente oscuro adornado por pequeños puntos brillantes.
Todos se encontraban durmiendo y algunos se habían ido hacia algunas horas atrás a alguna misión que les fue encomendada.
Bueno, casi todos estaban dormidos...
🦋
Soltó un jadeo al despertarse por la creciente incomodidad que atacaba su cuerpo.
Zenitsu sintió su cuerpo caliente, le ardía demasiado, a tal punto de dolerle. Él no quería pasar por esto, realmente que no lo quería, se sentía incómodo; con cada movimiento que hacía, su piel sensible se rozaba con la tela de la yukata, enviándole leves corrientes eléctricas a través de su columna.
No sabía el cómo ni el porque, pero su celo se había adelantado una semana antes, agradecía por lo menos estar en aquel lugar y también el hecho de que tanto Inosuke como Tanjiro se encontraban dormidos en otra habitación.
Soltó un suave gemido al sentir como su entrada empezaba a lubricar más, haciendo que sus muslos y glúteos estén totalmente mojados por el lubricante natural que salía de él.
— Maldición... — pensó jadeando, cada vez perdía más la razón y sus bajos instintos salían a flote, no quería eso, no quería oler ese olor a alfa, un olor suave que siempre estaba cerca de el...
Se sobresalto al escuchar la puerta cerrarse y escucho perfectamente como le ponían el seguro para que nadie más la abriese.
— ¿ Ze-Zenitsu?..— abrió los ojos con sorpresa mientras que se incorporaba lentamente en la cama viendo al menor a unos pasos de donde se encontraba.
Su omega interior empezó a revolcarse y a ponerse inquieto al sentir el aroma de aquel alfa.
Un alfa joven y fuerte que podría anudarlo y darle la satisfacción que tanto deseaba...
Sacudió la cabeza tratando de que aquellos pensamientos lo abandonarán de una vez, no te vayas por ahí, pensó.
Vio como el Kamado tenía su mano en el rostro, seguramente era para que sus feromonas no golpearan tan fuerte al buen olfato del chico.
Miró detenidamente a su amigo y se dio cuenta de cómo los ojos del contrario tenía las pupilas dilatadas y opacos, fijos en su persona y a cualquier movimiento que hiciese, al mismo tiempo que su respiración era lenta y profunda.
— T-Tanjiro, sa-al de a-aquí, por fav-ugh~...— por favor, enserio quería que saliera, su celo estaba cada vez peor y si su amigo seguía en aquella habitación, no sabría lo que podría pasar después — agh, no, ¡¿Q-qué haces?! — pregunto alterado al sentir como la mano derecha del menor tocaba su cuello, deslizándose suavemente por este metiéndose bajo la tela que cubría su hombro izquierdo, el alfa empujó con cuidado el cuerpo del contrario con el suyo, quedando arriba de este, entre las piernas del rubio.
— Estás muy alterado, cálmate, Omega — hablo con delicadeza, al mismo tiempo que su rostro se enterraba en el cuello de Agatsuma, su nariz rozaba con este, de forma leve, como si fuera una suave caricia, pero se detuvo en la unión de su cuello y hombro, justo en esa curvatura, el olor se hacía más fuerte, adictivo y tentador, realmente se le estaba haciendo agua la boca.
Tanjiro quería a ese omega, estaba seguro de querer marcarlo y hacerlo suyo, pero no solamente era el, su alfa interior, aquel que permanecía en absoluto silencio y que rara vez se hacía presente, ahora mismo se encontraba gruñendo a gustó por la pequeña presa que tenía delante de sus ojos.
Siguió oliendo el cuello del rubio, embriagandose del aroma del contrario, un suave olor a durazno, nada empalagoso ni de mal gusto, todo lo contrario, era suave y tranquilizador para el.
Lamió lentamente la piel expuesta, su lengua recogió las pequeñas gotas saladas del sudor debido al calor del celo.
— A-agh..— gimió bajito ante la sensación tan placentera que sintió, ladeó el rostro un poco más para dejar más expuesto su cuello.
Tanjiro siguió dando pequeñas lamidas, intercalando mordidas leves y succionando de vez en cuando, dejando marcas rojizas que en un rato más se volverían más notorias.
Sus manos se dirigieron a abrir la yukata de forma lenta, sin ninguna prisa para no asustar al omega que estaba con el, rozando suavemente el pecho, la cintura y el abdomen del rubio.
Se alejó un poco de él disfrutando de la vista que le mostraba, sus ojos se fueron a los muslos del contrario viendo lo mojados que estos se encontraban por el lubricante natural, sintió una punzada en su miembro, dándose cuenta que se encontraba completamente duro, tenía unas ganas enormes de meterlo hasta saciarse, pero el mismo sabía que era la primera vez del omega y suya, así que no podía ser muy duro con el ya que podría lastimarlo y eso era algo que el definitivamente no quería hacer.
Dirigió su boca hacia el pecho del omega, lamiendo los pezones de este de forma lenta, los mordió y succión a gusto, dejándolos rojos y duros, haciendo que se vean más llamativos para sus ojos.
Siguió su camino por el abdomen blanco aprovechando de dejar marcas esparcidas al azar; se saltó hacia las piernas del rubio, con sus manos tomo las rodillas e hizo que este las abriera mas, se dedicó a lamer el lubricante que se encontraba en los suaves muslos.
Se incorporó de nuevo sobre el cuerpo de Zenitsu, se acercó a la boca del contrario y unió los labios de ambos en un suave roce, el cual, poco a poco, se convirtió en un beso lleno de pasión por parte de los dos; Tanjiro saboreó la boca de este mientras que el rubio pudo degustar un poco de su propio lubricante que se encontraba en la boca del menor. Se separó del rubio y lo jalo del brazo, haciendo que se incorporará de la cama y con un poco de fuerza volteó el cuerpo de Agatsuma dejándolo boca abajo;
Zenitsu iba a preguntar que estaba haciendo, pero en el momento de abrir su boca, no pudo articular nada ya que dos dedos del contrario se encontraban dentro de esta, recorriendo toda la cavidad del rubio.
El Kamado quito con suavidad la yukata del mayor, dejando la espalda descubierta además de tener el cuerpo desnudo para su deleite visual.
Repartió besos por la espalda, además de dejar otros chupetones y mordidas. Dejaría marcada toda esa blanca y suave piel, pero el lugar más importante que tenía que dejar su marca tendría que esperar hasta el final, para finalizar con el reclamo de ese cuerpo para hacerlo finalmente suyo.
Retiro los dedos de la boca del contrario y los dirigió a la virgen entrada de Agatsuma, metió uno de forma lenta y embistió suave pero profundamente al mismo tiempo.
Zenitsu sintió el dedo en su interior, todo su cuerpo se tensó por la intromisión, pero tampoco se iba a mentir a el mismo, a pesar de doler un poco, el sentimiento placentero que lo invadió fue superior a la incomodidad haciendo que soltara un leve gemido pidiendo por más.
El menor sonrío levemente al escuchar al contrario, añadió otro dedo más y los abrió como si fueran tijeras, buscaba expandir el orificio del contrario para que no le doliera tanto la penetración.
— T-Tanjiro..— el Kamado lo miró— tus de-dedos saca-los.. t-te quiero a ti...
— No puedo hacerlo todavía, si no te preparo bien, te puede doler en cuanto lo haga o te puedo lastimar— le respondió, tratando de que el omega cambiará de parecer, pero lo que se ganó por su respuesta, fue el ceño fruncido más un puchero del contrario.
— Ha-azlo agh, p-por favor, alfa, mi c-cuerpo quema — dijo con los ojos llorosos, soltando más feromonas para tratar de convencerlo.
El menor lo miro; el omega le estaba suplicando para que lo metiera y que decir de el, las ganas de hacerlo no le faltaban.
Tanjiro finalmente se rindió y dejó que sus deseos más bajos salieran a flote; el omega estaba pidiendo y el le daría lo que necesitaba.
Saco los dedos del interior del rubio, haciendo que este soltara un quejido al sentirse vacío, pero se sobresalto al sentir como el miembro del contrario estaba entremedio de sus glúteos en un claro intento de incitación.
Tanjiro finalmente tomo su miembro, haciendo presión en la entrada del rubio, metiendo la punta primero para después seguir hasta la mitad.
— E-espera ¡agh!.
— Cálmate, omega — utilizó la voz de alfa soltando un gruñido bajo al final.
Lo metió todo, llenando el interior del rubio, este se sintió abrumado por las sensaciones que en ese momento sentía, haciendo que a sus brazos se les fuera toda la fuerza, dejando su rostro y pecho apegado a la cama y sus caderas levantadas.
Zenitsu sintió el pecho del contrario en su espalda y el cómo repartía suaves besos en sus hombros tratando de calmarlo.
Movió sus caderas, dándole a entender al menor que ya podía moverse.
Y este no se hizo de rogar, se incorporó y empezó a embestir el cuerpo del contrario de forma lenta, la cual después de un rato se convirtió en una forma errática.
Aferró sus dedos a la cadera del rubio, sabiendo perfectamente que dejaría marcas, pero eso no le importaba ahora.
— ¡AHH! — grito Zenitsu al sentir otro tipo de placer cuando el menor golpeó un punto dentro de él.
— Lo encontré — dijo con una sonrisa de lado mientras arremetía con más fuerza en ese punto que hacia gritar y delirar de placer al rubio.
Ambos iban a llegar al orgasmo dentro de poco, Tanjiro se inclinó hacia delante mientras seguía embistiendo, lamió la nuca del rubio, ahí en donde iría su marca dentro de poco, por otro lado, Zenitsu sentía que se correría en cualquier momento.
Y sucedió lo que tenía que pasar, el rubio se corrió encima de las sábanas, haciendo que su interior se contraiga, apretando en miembro del contrario, mientras que el Kamado, al sentir la estrechez de este, no pudo evitar venirse dentro, haciendo que se formará el nudo; inmediatamente incrustó sus dientes en la nuca del omega, formando el lazo.
Ambos respiraban de forma agitada por toda la acción previa, se recostaron de lado en la cama, Tanjiro detrás de Zenitsu, el alfa tenía cuidado con que el nudo no le hiciera daño a su pareja.
Se quedaron dormidos al instante, el alfa sin darse cuenta que no salió del omega, estaban agotados.
A la mañana siguiente, cuando recién unos pequeños rayos de sol se dejaban ver, el rubio fue el primero en despertar.
Abrió los ojos de forma lenta y perezosa, parpadeando un par de veces para quitarse la nube de sueño que todavía tenía sobre el.
Se removió incómodo, sentía su cuerpo adolorido, ¿porqué?, no recuerda haber entrenado o hacer algún sobre esfuerzo.
Trato de moverse, pero sus intentos fueron en vano, ya que sintió algo que envolvía su cintura, apretándola fuertemente.
Levantó un poco la manta que lo tenía cubierto e inmediatamente sus mejillas y orejas se pusieron de un intenso color rojo. Vio como un fuerte brazo envolvía su cintura, giro el rostro hacia atrás, viendo unos cabellos rojizos oscuro que él conocía perfectamente.
Unas ráfagas de imagines y recuerdos de la noche anterior azotaron su cabeza, haciendo que su rostro se pusiera más rojo de lo que ya se encontraba.
— Y-yo lo hice... — pensó avergonzado, mientras regresaba a la cama — ¿Tanjiro habrá reaccionado solo por el celo?¿Va a romper el lazo?... — un poco de tristeza embargo sus pensamientos.
— Tu olor se volvió amargó — se sobresalto levemente al escuchar al contrario hablar — hueles a tristeza, ¿sucede algo?¿te lastime?.
— T-Tanjiro -—tartamudeo al sentir unas lamidas en su cuello, justo en donde estaba la marca — ¿vas a romper el lazo? — pregunto en voz baja, casi como un susurro. Escucho al contrario suspirar.
— Sabes, cuando veníamos de la misión, sentí el olor a un omega en celo, pero mi cuerpo no reaccionó, tú olor era más intenso que cualquier omega que estuviera cerca mío. Reaccione a tu olor, en cuanto llegó tu celo, mi alfa solo relaciona contigo, ¿sabes porqué?— vio al rubio negar, sonrío levemente al ver las orejas rojas de este — eres mi omega destinado, estoy seguro, me alegra que seas tú... — atrajo el cuerpo contrario hacia el suyo, apretándolo entre sus brazos.
Zenitsu estaba muy avergonzado, pero se encontraba más tranquilo que antes, estaba contento con las palabras del menor y su omega se encontraba de igual forma.
Iba respondle, pero se quedó callado y soltó un jadeo ahogado, sus ojos se abrieron debido a la sorpresa que lo invadió...
¡Tanjiro todavía se encontraba dentro de suyo!
¿Porqué no lo saco?, pensó nervioso, movió un poco las caderas, confirmando que el contrario se encontraba dentro de él.
— ¿Enserio quieres hacerlo de nuevo?
...¿Qué?..
—Por mi no hay problema..
¡¿Qué?!
— E-espera Tanjiro, eso no era a-ahh—
A pesar de estar recién despiertos, no tuvieron ninguna complicación en tener otra ronda por la mañana.
🦋
Inosuke se acercó al rubio, inclinándose al cuello de este, olfateando aquel lugar.
— ¿Que se supone que haces?— pregunto, ya que el contrario se había acercado de repente, invadiendo su espacio personal.
— Hueles a Monjiro — respondió simplemente mientas se alejaba, pero su rostro se llenó de confusión al ver al contrario sonrojarse, iba a preguntar algo pero el rubio se alejó corriendo de el.
— Inosuke — volteo al escuchar su nombre y vio al pelirojizo oscuro sonriendole, pero él no noto que era una sonrisa que no alcanzaba sus ojos, era completamente falsa — no te acerques de esa forma a Zenitsu, por favor — fue lo único que dijo para irse caminando, alejándose del otro chico.
— ¿Que les pasa a esos dos? — pensó, mirando como el contrario se alejaba de él, levantó los hombros y luego los bajo, después le preguntaría a ambos que pasaba, por ahora iba a entrenar.
Chapter 2: Antes
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Inosuke, Tanjiro y Zenitsu estaban en una misión en un pueblo.
Su trabajo ya estaba terminado, el demonio ya había sido eliminado y ahora se encontraban encaminándose de nuevo hacia la finca mariposa.
— Tanjiro, podemos descansar un poco, me siento agotado, me voy a morir— hablo el rubio mientras en sus ojos se formaban pequeñas lágrimas, en ese momento iba de los últimos a unos pasos de los dos.
— Débil — dijo el de la máscara de jabalí, mientras lo volteaba a ver sobre su hombro.
— Zenitsu, no nos queda mucho por caminar para llegar, además ya esta anocheciendo — se detuvo para ver a Agatsuma — pero creo que detenernos un poco no nos hará daño — dijo con una sonrisa amable.
— Tanjiro... — lo miro como si fuera el ser más importante de su vida.
Ahora ambos se encontraban a un lado del camino, bajo un árbol, no faltaba mucho para que se hiciera de noche.
Zenitsu agradecía que el contrario aceptara el pequeño descanso, por otro lado, Inosuke se había ido corriendo hacia la finca, dejándolos completamente solo a los dos.
El mayor escucho como los latidos del contrario aumentaron durante un rato y después como volvían a la normalidad.
— ¿Sucede algo? — le pregunto un poco preocupado, el menor lo miro — tus latidos acaban de acelerarse.
— No es nada — le respondió dándole una pequeña sonrisa para tranquilizarlo, el mayor solo asintió aunque no le creyó para nada lo que decía.
El Kamado con su buen olfato, había sentido las feromonas de un omega en celo, sus latidos se aceleraron debido a que pensaba que su cuerpo iba actuar de forma inconsciente, pero no fue así.
Su cuerpo no reaccionó, debido a que sentía un aroma a durazno mucho más fuerte y atrayente para él, que provenía ni más ni menos que de su rubio compañero.
No necesita otro aroma, aquel olor de Zenitsu era suficiente para tenerlo quieto y sin intenciones de alejarse.
Estaba prendado del rubio.
NissyBitsySpider on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 02:53AM UTC
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Isasanwrite on Chapter 2 Thu 14 Aug 2025 12:58PM UTC
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