Chapter 1: Restaurante
Summary:
Deimos recuerda que tenía que comprar su dichoso restaurante
Notes:
Cada capítulo no es exactamente lineal con el anterior, son varias historias ya sea de Doc o de Deimos y Sanford
No leer esta colección hasta haber leído el capítulo 16 de Madness City: Liberty Chaos
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Chapter Text
Después de su ardua investigación, Deimos fue felicitado por Doc, lo que lo llenó de felicidad, pero durante la noche sintió que le faltaba algo.
Dió vueltas por toda la cama, Sanford incluso lo regañó por no poder dormirse. Deimos se pegó con la almohada en la cara, frustrado por no poder recordar esa cosa tan importante
Hurgó entre todos sus recuerdos hasta que por fin hizo clic.
- ¡Mi restaurante!
- Deimos, ya duérmete - le regañó de nuevo, esta vez bastante molesto en su tono de voz
- ¡Sanford, acompáñame a ver mi restaurante mañana! - pero el contrario ni siquiera le tomó importancia
- Si... Si... Cómo digas - balbuceó el moreno, dejando caer su cabeza sobre la almohada.
Deimos al menos con eso ya pudo dormir más tranquilo, lo peor fue a la mañana siguiente, en donde él no dejaba de molestar a Sanford
- Tu dijiste que iríamos
- Estaba dormido
- ¡Por favor, Sanford!
- Pero Auditor todavía está allá afuera
- ¡No importa! No iremos a espiarlo
- Deimos...
- ¡Sanford te lo pido por favor, por fis! Es muy importante
Sanford suspiró
- Está bien
El más bajo saltó de la emoción
- Pero será rápido - advirtió el moreno
- ¡Sí! Será muy rápido, Doc ni siquiera va a notar que no estamos
- ¿No le vas a avisar? - levantó una ceja - Nos va a regañar si no nos ve
- Solo por hoy, Fordy
Sanford se sobó las sienes
- No puedo contigo. Vamos antes de que me arrepienta
Deimos mostró sus dientes además de una sonrisa y sacó del departamento a Sanford como un rayo
- ¿Una carrera? El que pierda cocina - dijo al bajar las escaleras y salir por la puerta principal del bloque de apartamentos
- Yo siempre cocino - Sanford sentía que se convertía en un clon de Doc
- Exactamente - y le guiñó un ojo
Deimos empezó a correr, Sanford iba detrás de él siendo más precavido, pero no podía negar que era divertido.
Le recordaba a esas persecusiones ocasionales contra delincuentes y le dió más gracia el hecho de que uno de ellos ahora era un buen amigo suyo
Deimos ganó solo porque cruzó el boulevard sin cuidado, a Sanford casi se le sale el corazón por sus imprudencias, luego tardó algunos minutos antes de poder cruzar la calle.
Ahí, Deimos no había notado que cierto payaso estaba sentado a un lado de la vieja puerta, hasta que Sanford llegó con él y tuvo que darse la vuelta
El joven chino casi salta del susto.
- Hola - saludó el payaso con una sonrisa, sus cicatrices se notaban aún si estaba maquillado
Sanford se burló y saludó de vuelta al hombre peculiar
- Buen día
Cuando Deimos recuperó el aliento, se rió también
- Lo siento, ah, hola ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
- No sé, uhm... Llevo esperando desde el día que me citaste - se rascó la barbilla
Deimos se quedó mudo, Sanford intervino
- ¿Te quedaste aquí incluso con lluvia?
- Ah, dormir aquí no, tengo un departamento en Harwood
A Deimos le regresó el alma al cuerpo, no se perdonaría tratar así a su ídolo
- Gracias por esperarme, no creí que de verdad vendrías
- No tengo mucho que hacer - ahora se pasó los dedos por la cabeza sin cabello - creo que pronto me echarán... No me acuerdo - se encogió de hombros, restándole importancia
Sanford veía un cierto patrón muy parecido a Deimos en el payaso
- De todas maneras - se aclaró la garganta el chino - voy a remodelar este vejestorio y luego podremos empezar a trabajar
El payaso se rió de una manera casi macabra
- Entonces tengo más días libres, bien, llámame cuando todo esté listo
Cualquiera se habría molestado por ser estafado de esta manera, pero el payaso era demasiado despreocupado, por poco y a Sanford le da un derrame cerebral.
Deimos y Tricky intercambiaron números. Los chicos volvieron al departamento y Sanford aún seguía petrificado por la reacción del hombre
"¿Será que padece demencia senil o algo parecido?" Fue lo único que pensó, pero el viejo payaso todavía parecía, de cierta forma, que sabía de lo que hablaba y que lo decía en serio.
Durante los días siguientes, Sanford consiguió trabajo ahí en Hepburn Heights, muy cerca de la guarida, por lo que podía ir y venir sin necesidad de un automóvil. Se acostumbró bastante rápido debido a que ya tenía experiencia en esa rama y luego cuando tomó confianza, empezó a hablar con sus compañeros del proyecto de su buen amigo.
Tricky tenía contactos de arquitectos de bajo presupuesto. Algunos colegas de Sanford se unieron a la causa con la condición de que se les dieran comidas gratis por cierta cantidad de tiempo.
Deimos aceptó estas condiciones y en 3 semanas, el restaurante ya estaba listo para abrirse al público. Así, también el hombre gastó todos sus ahorros y el dinero que le había dado su jefe, parte de lo que había en el maletín que dejó Hank para el equipo.
Ni siquiera hubo que preocuparse por la vestimenta, Tricky hizo sus propios pedidos y ya que Deimos era un jefe tan joven y despreocupado, le dejó al payaso hacer lo que quisiera
Entonces, se invitó a todos a la inauguración.
Tricky estaba a cargo de la caja, Sanford se encargó ese día especialmente de la cocina y Deimos puso su mejor cara.
Aunque... Extrañamente nadie estaba llegando
Además de los trabajadores que ayudaron con el restaurante, no había nadie nuevo.
El anfitrión se estaba impacientando, cada segundo que pasaba sentía que al final, su restaurante no estaba rindiendo frutos. Cada momento, sentía que su cuerpo se hacía bolita y quería esconderse de todo.
Antes de caer en un abismo de pensamientos oscuros, Sanford salió de la cocina y le dió una palmadita en la espalda
- Hey... ¿Todo bien?
Deimos, que estaba en la esquina del restaurante con sus piernas arriba del asiento, se abrazó más a si mismo, evitando la mirada de su amigo
- Ah... Parece que no - sonrió, triste, su labio inferior temblaba
Si Sanford seguía viéndolo, sabía que lloraría en cualquier momento
- Oye... - le acarició el cabello - el día todavía no acaba, además quién sabe, puede que todavía estén trabajando otros, mejor ¿por qué no hablas con Tricky? Tú y él parece que se llevan muy bien y el hombre está aburrido a muerte
Deimos sonrió, se limpió una lágrima que todavía permanecía en su ojo, negándose a que su amigo lo viera así de débil
- Tienes razón, bud, gracias
- No hay de qué, Dei, seguiré en la cocina, no dudes en visitarme si necesitas algo - le apretó el hombro y luego se dió la vuelta
Deimos se paró, limpió el asiento y luego se encontró con Tricky, que jugaba con algunos cables que habían sobrado de la construcción
- Oh, ahí estás - le dijo el payaso para luego tirar los cables detrás de sí
- Esto no está yendo tan bien como esperaba
- Bueno es comprensible si no haces volantes y los repartes
- ¿Tenía que hacerlos?
Tricky se rió
- Eso es básico, compañero, se le llama difusión, además es algo que se aprende cuando trabajas tanto tiempo en la radio
- ¿Dices que tengo que anunciarme en la radio?
- Tú encárgate de los alrededores, déjame lo demás
Con solo apretar algunos botones, Tricky llamó a su anterior trabajo para que hicieran un pequeño anuncio del nuevo restaurante en Chinatown, frente al hospital
Deimos pidió ayuda a Sanford para que le ayudará a escribir volantes con sus propias manos, además de que al parecer tenía mejor caligrafía y ortografía que él. Incluyeron el nombre del restaurante, la hora de atención y algunos de los platillos que se servirán, sin olvidar un gran texto que decía "Gran inauguración hoy" y la dirección
Antes de que Deimos saliera a repartirlos, frente a la puerta se encontró con otro hombre
- ¿Gil?
El mencionado asintió con una cara neutra
- Escuché de este lugar, ¿necesitan personal?
- ¡Ah! Sí, sí, necesitamos mucho personal
- Déjame la cocina
- Por supuesto
Respondió, aunque no esperaba que un antiguo compañero de la Triada estuviera tan cerca. Supuso que tal vez también huyó de la mafia o algo por el estilo.
Deimos se apresuró a presentarlo y Gil casi sacó a patadas de la cocina a Sanford con una cara que decía "este es mi territorio"
Deimos salió corriendo a repartir los volantes improvisados, eran pocos así que algunos los pegó en paredes y otros se los dio a grupos de personas para luego, cuando volvió a su restaurante, ya había más personas en el lugar
Su amigo hasta ayudó como mesero y Tricky se estaba divirtiendo con las caras que ponían los clientes al ver su cara cicatrizada
Algunos se asustaban, otros les daba igual, pero al menos ya tenían clientes, lo que alegraba mucho a Deimos.
La noche cayó pronto, todos quedaron exhaustos y con algo de nervios, Deimos felicitó a su pequeño equipo por la ayuda.
Cuando la mayoría se fue, Tricky habló de nuevo
- Oye, puedo vivir aquí?
- En el restaurante?
- Sí, olvidé que hoy me echaban del departamento, no utilizo mucho espacio
Deimos se encogió de hombros
- No hay problema
Sanford ya esperaba ese tipo de escenario, solo le quedaba borrarlo de su memoria y empezar a acostumbrarse. Al menos le hacía feliz que Deimos obtuvo lo que quería, aún si fuera un jefe pésimo y de administración horrible, solo esperaba que el lugar durara
-0-0
Así, Tricky empezó a experimentar en el lugar con el permiso de Deimos.
Primero se ponía máscaras para no asustar a los clientes. Luego se pintaba de payaso feliz, lo que espantaba más a las personas
Y al final, se optó por la opción de que el restaurante tuviera una temática más de Halloween, para que Tricky no tuviera que cambiar su forma de ser, a Gil no le importó, a Deimos tampoco, de hecho le pareció genial y Sanford solo rezaba para que siguiera teniendo éxito.
Fin.
Notes:
No hablemos de permisos y espacios pedidos al gobierno porque estoy harta de eso en la vida real xd
Chapter 2: La moto
Summary:
Rescatando la moto de Hank que dejó olvidada en el cap 7
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Después de aquellos sucesos, Auditor se retiró de Portland, empezó una larga espera y con ello, varias aventuras mientras Hank no estaba. Deimos apenas tenía planes de construir su restaurante, pero sin mano de obra, solo le quedó pasarla con Sanford ese día.
Ya que ahora no había el mismo trabajo de siempre, Sanford y Deimos pasearon por el barrio de Red Light District, conocido muy bien por ser el lugar donde se encontraban a prostitutas, vendedores de drogas y otros negocios relacionados a esas actividades.
- ¡Ah! Ahora que me acuerdo, el otro día encontré un callejón con unas escaleras, deberíamos subirlas y ver desde los techos - empezó Deimos
- Eso no es propiedad privada?
- Nah - bufó, le dió unas caladas a su cigarrillo y luego lo botó al suelo
- Además, tenemos nuestro propio techo
- Diviértete un poco, anciano, además no hay nada interesante en Saint Mark's, a diferencia de aquí donde podemos ver algunas tetas
Sanford lo miró con seriedad, estaba decidido a darse la vuelta y regresar al refugio
- Ya, ¡perdón! No lo decía en serio, pero ven conmigo, ¿si?
- Ya qué, no quiero que arriesgues tu trasero con alguna estupidez
Ambos se metieron al callejón, que más bien era un patio trasero sin otra salida entre todos los edificios, habían cajas mojadas por las recientes lluvias, basura y periódicos tirados, además de las dichosas escaleras que Deimos tanto quería subir, debajo de ellas había una moto singular
- ¡Hey! - golpeó el brazo de Sanford con el dorso de su mano, con la otra apuntó hacia el vehículo - Mira eso, ¿no es la de Hank?
Sanford volteó a ver
- Oye, tienes razón
- Llevémosla con Doc, seguro lo hará muy feliz tener algo de su novio
Sanford le dió un codazo
- Más te vale no burlarte de eso frente a él
- Lo sé, lo sé, me ahorcaría hasta matarme y luego me despide ¿O es al revés?
- Ya cállate, vamos a rescatar esa moto
Se acercaron al vehículo
- Mierda, ¿habrá dejado las llaves? - Deimos quitó la prenda que milagrosamente no estaba mojada
- Si pensaba escapar rápidamente, entonces si, busca debajo del asiento o en otro lugar extraño
Las llaves estaban debajo de la salpicadera de la llanta trasera, el moreno abrió los ojos cuando sintió el metal
- Gracias, Hank, por dejar las llaves aquí - Sanford casi rezaba
- Agradezcamos que nadie se robó las llaves - Deimos las tomó y las puso en la ranura
- Bueno, también agradece que nadie se robó su gabardina, está aquí, intacta - señaló el moreno
- Parece como si le hubiera puesto una maldición, aunque también a mí me daría miedo robar esta moto
Deimos iba a ponerse la gabardina pero Sanford le pegó en el brazo
- Deja eso
- ¡Au! No hará daño probarmela y ya deja de golpearme, me harás moretones
- A Doc no le gustaría oler "Deimos" en las cosas de Hank
Deimos hizo una mueca rara y se contuvo
- Bien, bien, pero me comprarás una igual
- Como digas
Deimos se rió, mostrando sus dientes
Encendieron la moto, Sanford iba enfrente y Deimos detrás, poniendo la prenda debajo de su axila y agarrándose del conductor con un brazo.
- Supongo que la aventura de subir esas escaleras se hará otro día
- No te pongas así, solo son unas simples escaleras
- Pero son "Las escaleras" y tengo curiosidad
- Te traeré mañana
Sanford condujo con cuidado, aunque tardaron más y Deimos se quejó de que hubiera llegado más rápido caminando, pronto ya estaban estacionando la moto justo al lado del auto de Doc en el pequeño garaje, se podía notar fácilmente el estilo de cada uno.
Subieron las escaleras y abrieron la puerta del departamento, sin embargo, no había nadie ahí.
- No está - Sanford recorrió cada cuarto rápidamente
- ¿Crees que salió?
Sanford lo miró con seriedad, estaba entre responder sarcásticamente y dejarlo pasar, eligió la segunda
- Quizás está en la azotea
- Hace mucho calor para eso - respondió Deimos, sacando la lengua exageradamente
- De todas maneras volverá, estoy seguro
Deimos se aventó a la cama, Sanford lo siguió sentándose en la orilla
- Si fuiste a esas escaleras, ¿por qué no viste la moto de Hank?
- Dije el otro día
- Eso es lo que estoy diciendo
- "El otro día" significa un día entre mi nacimiento y ayer, así que no me culpes por eso
- No la viste, ¿verdad?
- no...
Sanford se carcajeó por varios minutos
Cuando se hizo de noche, Doc salió del departamento de Hank y volvió al suyo, tocó la puerta, esperando que los chicos ya estuvieran ahí
Deimos abrió
- Oh, hola, Doc, ¿Donde estuviste?
- Paseando por ahí, solo quería despejarme - mintió
Deimos lo dejó pasar al departamento
- Fordy y yo te tenemos una sorpresa
Doc abrió sus ojos cansados un poco más, levantó la ceja con intriga
- ¿uhm? Ya sabes que no me gustan las sorpresas
- Estoy seguro de que esto le gustará, pero primero coma algo, Sanford hizo unas albóndigas asombrosas
Doc asintió, bostezó y luego se dió el lujo de oler la deliciosa comida, se acercó a la cocina y le dió una leve palmada a Sanford
- Huele bien
El hombre sonrió
- Siéntese, jefe, en un momento le llevo todo a la mesa
- Me gustaría ayudar
Sanford asintió
- Entonces puede llevar estos platos a la mesa
Silencioso, Doc entendió y llevó los platos.
Los chicos se veían uno al otro preocupados.
Después, empezaron a comer, hablando de cosas al azar, al menos escuchándolos, Doc los conocía un poco más y podía despejarse de pensar siempre en la misma persona
Cuando terminaron, se tomaron un momento y ahora, Doc comenzó
- Entonces, ¿Qué es esa sorpresa que me tenían?
- Encontramos algo para usted - Deimos mostró sus dientes en una sonrisa
- Está en el estacionamiento, ¿Quiere que lo acompañemos?
- Iré, gracias, por cualquier cosa que hayan hecho
Los chicos se miraron orgullosos
Doc tomó agua y luego salió del departamento.
Con cada paso que daba, pensaba en cada posibilidad, si es que podía acertar
Abrió la puerta automática de la cochera, solo esperaba que estos idiotas no hubieran modificado su magnífico auto viejo
Después divisó una llanta y mientras más veía aquel vehículo, más se sorprendía
"Por qué siempre tienes que aparecer?" Se dijo a si mismo
Era la moto de Hank, junto a su gabardina.
Se acercó poco a poco y tocó el material tanto del vehículo como de la prenda pasando sus dedos por todo lo que pudo.
El metal, el cuero, el plástico, todo.
Se encerró un momento en la cochera y abrazó la gabardina con todas sus fuerzas, sintiendo que él todavía estaba ahí
Notes:
Este corto llevaba muchísimo tiempo guardado, me alegra poder publicarla al fin 🙏
Chapter 3: Extrañando a alguien
Summary:
Doc no se puede acostumbrar a la ausencia de Hank
Notes:
Después de recoger la moto, pero antes de que Deimos complete la construcción de su restaurante
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Chapter Text
Doc despertó poco a poco.
Se había quedado dormido en la mesa otra vez y después de varios segundos, pudo recordar el estado en el que estaba
Parecía una pesadilla.
Primero no estaba Hank, su computadora no hacía ruido, desapareció también.
La casa estaba extrañamente en silencio y no había armas tiradas o desorden en la sala
Después empezó a escuchar el ruido de los autos moverse, las motos, los autobuses y las personas al caminar
Ya pasaba del mediodía
¿Cómo es que había dormido tanto?
Su espalda dolía por dormir en esa posición, también su cuello se había quedado atascado.
Ya no podía darse el lujo de dormir en lugares extraños como siempre.
Se levantó como pudo y revisó la habitación.
Los chicos no estaban.
Aunque no quisiera, la ansiedad empezaba a jugarle mal.
¿También se los habían llevado?
Revisó cada rincón, dándose cuenta de que ahí seguían muchas de sus pertenencias.
No se habían ido.
Después se golpeó la cabeza, por supuesto, ellos estaban trabajando, habian empezado desde hacía unas semanas.
Volverían después, de eso estaba seguro, ellos no se pondrían en peligro.
No son Hank.
Ellos no tienen problemas como Hank o como él.
Ellos apenas son niños inocentes comparado con lo que ambos han vivido.
No necesita protegerlos, por ahora, nadie lo necesita.
Empezó a reírse
¿Pero qué estaba pensando?
Toda esa melancolía, toda está depresión, ¿se debe a Hank?
Su cabeza ya no podía más
Necesitaba dejar de pensar en él, ni siquiera sabía qué tipo de relación llevaban y de todos modos le dolía
Él se había ido hace 3 semanas y aún así, la herida invisible dolía como la muerte.
¿Qué estará haciendo?
¿Está bien?
¿Llegó a un buen escondite?
¿Jebus está con él?
Se puso la gabardina negra que le habían traído los chicos, esa que era de Hank y empezó a vagar por las calles, encontrando un nuevo propósito, pero nada le satisfacía.
Por inercia, llegó a una tienda de tecnología, pero no tenía mucho dinero encima
"imbécil" se dijo a sí mismo por haber olvidado ese detalle
Salió y siguió caminando, encontrando otra tienda con material de papelería.
Se dejó llevar, compró algunos post-its, plumones y una libreta con bolígrafo que estaba en oferta.
Siguió caminando, pasando por el distrito Red Light, el sonido de las máquinas de construcción se oía a lo lejos
Después vió un local en renta.
"Puede servir"
Pensó en qué podría hacer ahí, quizás un pequeño negocio.
Cruzó la calle y se metió por un pequeño túnel que llevaba a Red Light District, la construcción se oía más cerca.
Sus pies lo guiaron hasta el lugar, bajando a Hepburn Heights, viendo desde la otra acera a los hombres que trabajaban.
Había uno con un corte de pelo parecido a Hank. Se rió cuando el hombre se dió la vuelta y supo que realmente no era él.
Después otro le saludó, era Sanford que le sonreía y levantaba la mano.
Doc saludó de vuelta y siguió caminando, ahora de regreso al departamento
Intentó abrir la puerta del departamento, pero la llave no era la correcta, golpeó su cabeza contra la madera y a regañadientes entró en el otro departamento ese que estaba lleno con las cosas de Hank.
Tiró lo que había comprado en la cocina y se sentó en la cama.
Su mirada se posó en cada arma, cada repisa y caja. Todo lleno de armas, podía decir con seguridad donde había usado cada una, cuáles eran sus favoritas y cuáles eran meros trofeos que coleccionaba por sus trabajos.
Hank estaba loco.
Doc estaba loco por quererlo.
Aún así se negaba a aceptar el cariño que le tenía.
Recordó cómo peleaban en Staunton porque él siempre dejaba sus armas tiradas por el piso y Hank le decía que no tenía donde ponerlas.
También recordaba cómo habían trabajado juntos al inicio, cuando solo eran ellos dos, cuando simplemente era una relación de negocios.
Ahora Hank tenía la rara manía de abrazarlo y ni siquiera sabía desde cuándo empezó, solo que no le molestaba.
¿Eso también debería ser extraño?
De todas maneras, la relación de ambos nunca fue ordinaria.
Doc le daría un lugar en donde vivir a Hank y Hank se encargaría de darle protección.
Así de simple, así de fácil...
Se quedó dormido en la cama, no tenía nada más que hacer.
El olor de aquel hombre que extrañaba lo llenó de paz, dejándose llevar por las garras de Morfeo a sueños extraños, llenos de recuerdos, muerte y tristezas.
Notes:
Espero que les haya gustado, también tenía guardado este corto desde enero xd
Chapter 4: Nueva rutina
Summary:
De Doc haciendo sus deberes como adulto y jefe responsable.
Notes:
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Chapter Text
Fue un gran respiro para Doc saber que Auditor se fue, por lo que era momento de recuperar su computadora, que significaba, armar la suya y de paso, comprar un nuevo teléfono de pared.
Aún se avergonzaba de haber perdido los estribos ese día, más teniendo en cuenta que entorpeció algunas de las investigaciones pasadas y tuvo que hacerlo de manera primitiva.
Ahora, por la falta de trabajo, se sentía ansioso y sus dedos ya acostumbrados a las teclas necesitaban de esa zona de comfort, además de que sentía que un día más de esta manera y su cerebro explotaría por la cantidad inhumana de información que tenía que retener sobre las últimas semanas.
Esta vez, se llevó las llaves correctas, suficiente dinero, incluso un poco más y se dispuso a caminar por las calles
No solo con el objetivo de comprar los artículos, que sí, le gustaría encerrarse en ese departamento para siempre, pero sabía que no era saludable.
Ahí por Saint Mark's siempre había muchos negocios, pero solían ser más "caseros".
Compra y venta de libros, barbería, perfumes, tiendas de conveniencia, cosméticos, tiendas de segunda mano, entre otras.
También miraba los negocios italianos, que se encontraban del otro lado de la calle y subiendola, los Sindacco eran muy conocidos por esta parte de la ciudad, pero no hacían mucho ruido, de alguna manera parecían los más tranquilos en el aspecto de mafia. Tenían en su mayoría, negocios de comida.
En su juventud llegó a escuchar de ellos, su padre le había dicho que ellos eran excelentes negociantes. Sonrió por el recuerdo y luego sacudió la cabeza, para seguir caminando
Con su mano palmeaba en su bolsillo el celular que solía pertenecer a Hank y que ahora usaba como artículo personal.
El cielo estaba nublado, pero solo gris, aún sin señales de que lloviera.
Luego cruzó la calle para llegar al barrio de Portland View, ahí en frente podía ver el restaurante del que Deimos hacía alarde cada vez que llegaba al departamento.
No iba a entrar ahí, ya que no quería asfixiarlo con su presencia y simplemente llegó hasta la tienda de tecnología.
Se dió vueltas por el negocio y parecía muy profesional, aún si la encargada solo se veía como una viejita amable
"Tal vez le esté ayudando a su hijo" pensó
Compró todo lo necesario así como un teléfono de pared, la mujer mayor le sonrió y empezó a empacar todo en una caja grande
- ¿Necesita algo más?
- Es todo.
Doc revisó su muñeca, viendo la hora
- ¿Qué día es hoy?
- Jueves, 16 de junio - respondió la señora con amabilidad, terminando de encintar la caja con cuidado
"Hoy es día de cobrar la renta" pensó
- ¿Necesita que se lo instalemos? - preguntó ahora ella, mirando hacia el teléfono de pared que estaba en el mostrador
- No hace falta, gracias
La vendedora asintió y siguió con lo suyo, generando el ticket de compra y dándole su cambio al médico.
De regreso al departamento, Doc notó de nuevo el cartel de renta en el local, ese que había visto la última vez cuando se dió la vuelta por el barrio. Con una mano se llevó la caja y con la otra sacó el celular para llamar al número que estaba debajo del cartel, en unos pocos minutos se pusieron de acuerdo para negociar el trato al siguiente día.
Siguió caminando hasta llegar a casa, miró hacia arriba, aunque el edificio era pequeño, le daba flojera pensar en todas las escaleras que debía subir, así que, para evitar la fatiga, al entrar en el edificio, empezó a pedir la renta tocando cada puerta.
Una familia con niños, drogadictos, un hombre chino solitario, adolescentes que usaban el espacio para escapar de sus padres, ancianos, etc. No le importaba la historia de cada uno, solo que pagaran a tiempo y que no se metieran en sus asuntos.
Con eso, volvió a su departamento y se tiró en el sillón, no sin antes dejar sus cosas en la mesa, cerró los ojos un rato, empezó a soñar despierto y luego se levantó de repente.
"No es momento de descansar"
Parándose del asiento para prepararse una comida rápida
Cuando tuvo algo en el estómago, empezó a conectar el teléfono de pared, haciendo algunas pruebas, llamando a Deimos y Sanford, solo para decirles que ya había teléfono de nuevo y luego guardó el dinero de la renta en el maletín para, al fin, sentarse en la silla para empezar a armar su propia computadora.
Lo habría hecho antes si se lo hubiera pedido a los chicos, pero Doc solía ser una persona que prefería hacer las cosas por su cuenta
"si quieres que algo se haga bien, hazlo tú mismo" aunque eso no contara para hacer las misiones a las que mandaba a los demás
Lo más difícil era armar el gabinete, lo que le valió unas cuantas horas.
Cuando iba a la mitad, Deimos llegó y se puso a su lado
- ¿Qué hace?
- Armo mi computadora
- ¿Puedo ayudar?
- No
Deimos hizo una mueca triste al instante. Doc suspiró
- Está bien, pero tienes que seguir mis órdenes
- Entendido, jefe
Deimos se alegró y al menos terminaron más rápido.
Sanford fue mandado a comprar el monitor y el teclado ya que eran más grandes y pesados.
Al anochecer, la computadora estuvo terminada y trabajaba mejor que la anterior que había destruido, por lo que fue un éxito rotundo.
Al día siguiente se reunió con el dueño del local y acordaron que Doc compraría la propiedad. Incluso pagando de contado, el dueño se fue feliz con su dinero. Doc recuperaría la inversión usando el local como tienda de armas, vendiendo todas aquellas que sabía que Hank no utilizaba y al menos hasta ese momento, todo estaba yendo bien
Solo esperaba que todo siguiera de esa manera.
Notes:
Doc hace de todo menos cuidar de sí mismo xd.
Chapter 5: Añoranzas
Chapter Text
"¿Quién es Ariadna?"
Preguntó Deimos un día, recordando a aquella agente de policía que Sanford había saludado con tanta naturalidad
- Era mi compañera - sonrió con gusto y nostalgia - De mi tiempo cuando era policía, recuerdo una vez en la que Ariadna y yo atrapamos a un par de delincuentes en una cafetería, fue un buen día"
Desde ese momento, cada vez que Sanford recordaba algo de esos años en el Departamento de policía, sonreía y se lo contaba a Deimos. Pequeños fragmentos no muy invasivos en su día a día, tan solo era algo que recordaba con cariño
Para nadie era sorpresa que la academia reclutaba jóvenes, incluso de 16 años, con la promesa de que dispararían a personas en nombre de la ley.
"Conviértete en la ley" decía
Pero esos ya eran viejos cuentos para el moreno.
Hepburn Heights siempre era bonito de ver, por lo que se pasearon por ahí, caminando por otras rutas en lugar de ir cerca de Red Light District como ya era costumbre
- Entonces este hombre, Gil, se ha acostumbrado a ser el chef, no sabía que le gustaba tanto cocinar y ahora no deja entrar a nadie a la cocina, creo que un día me tirará un cuchillo directo al cerebro.
- Bueno, si era de la Triada como tú y sabe mil maneras de utilizar esos cuchillos, yo no me acercaría a su zona
- Eso es lo mejor, tiene tan buena sazón que, oh viejo, seguramente estaremos nadando en dinero muy pronto
- Si no piensas en pagar el agua, la luz, el gas, comprar ingredientes y pagar a tus empleados, entonces sí, nadarás en dinero
Deimos bajó los hombros entristecido
- No lo digas así, Fordy, me deprimes
Sanford le dió un palmeo en el brazo con el dorso de su mano
- No exageres
Entrando más en Hepburn Heights, había una zona de edificios que estaban rodeados por una pared de piedra
- Estos son muy parecidos a los que quieren hacer en la construcción en la que estoy - Mencionó Sanford
- Hay que meternos para ver qué nos encontramos
- Deimos, no
- Sanford, sí
Antes de siquiera poner un pie en el lugar, un grupo de hombres los interceptaron, cortandoles el camino
- Eh, ¿qué pasa amigo? ¿se les perdió algo?
Preguntó un hombre lleno de tatuajes, los que estaban detrás de él vestían de la misma manera, camisa roja de manga larga a cuadros, camiseta blanca y pantalones cafés
Algunos hacían rodar sus cuchillos, mientras que otros golpeaban unos bates de béisbol en el asfalto
- No, nada, amigo, no queremos problemas - Sanford reconoció el acento y el español, por lo que para evitarse un altercado, tomó de la muñeca a Deimos, haciéndose ambos para atrás
- Ah, mi negro, ya imaginaba que tú no eras como los gringos
- Solo estábamos de pasada, respetamos su territorio
- No, qué va, me caes bien, ¿por qué no entran a ver la merca'?
Deimos se estaba impacientando, no sabía si era momento de correr, de disparar o de seguir esperando alguna señal de Sanford pues no sabía de qué estaba hablando con estos hombres
- No se preocupen por eso, tenemos que irnos, nos esperan en casa
- ¿Una morrita te espera? Pensé que tu novio era este pinche chino
Por supuesto, Sanford no iba a dejar que insultaran así a su amigo, apretó más su muñeca
- Dei, ten cuidado - se puso frente a el, su mueca tambien se endureció
El jefe movió la cabeza, sus compañeros corrieron para atacar a Sanford y Deimos por igual. El moreno sacó su pistola pero aún no disparaba, Deimos tampoco lo hizo
Sabiendo que ninguno desistió con la amenaza de las armas, Sanford disparó al piso. Los enemigos se rieron pensando que tenía mala puntería
Deimos disparó en un brazo y en una pierna a un tipo, no quería matarlo y pensaba que se le estaba pegando lo buena gente que era Sanford
Con eso, varios se echaron para atrás
- No mames, yo no quiero que me maten - dijo uno de los pandilleros mientras soltaba su bate y se iba corriendo. Pero no duró mucho, pues él mismo jefe sacó su pistola y le disparó varias veces hasta matarlo
Sanford sabía que esto empezaba a ser serio, por lo que ya no podía dejar más amenazas
Otros pandilleros también sacaron sus pistolas.
- Tendremos que dejarlos fuera a algunos, dale al jefe y nos largamos - Le dijo Deimos
Pero el jefe logró escabullirse para esconderse en la pared de piedra, Sanford y Deimos apenas tuvieron tiempo para esconderse y disparar desde ese lugar
Aunque dieron en varias piernas y lamentablemente murieron otros, 3 patrullas de policía se hicieron presentes en la escena
Los pandilleros salieron corriendo, dejando armas en el suelo, Sanford guardó su pistola y ahora se preparaba para pensar en un plan de escape
- Departamento de policía de Liberty City, ¡manos arriba! Quedan bajo arresto por el delito de portar armas, desequilibrar el orden público y disparo hacia civiles - una mujer gritó con fiereza, los otros policias salían de las patrullas y tambien preparaban sus pistolas
Pero Sanford no escuchó nada de lo que le habían dicho, esa voz sabía de quién era y se quedó sorprendido al ver a su ex compañera Ariadna, apuntándole con un arma
Cómo si la cámara se moviera lentamente, Deimos los vió a ambos, la mirada de cada uno no era la de un simple policía y un criminal. Sabiendo lo que le había contado Sanford con los meses, entendía que había un cariño más allá de su comprensión.
Pero a pesar de que quería indagar más sobre ello, Sanford se lo llevó corriendo, arrastrándolo por las calles y esquivando las balas de los policías que se volvían a meter en sus automóviles
Deimos corrió más rápido
- Tenemos que robar un auto, nos van a atrapar así
- ¿Cuál? Estamos en plena carretera
- Así
Se paró frente a un coche al que le detuvo el paso, abrió la puerta del conductor y lo sacó a la fuerza. El conductor, asustado, solo corrió pidiendo ayuda. Sanford que no tenía muchas opciones, simplemente se lamentó por el hecho y se metió en el asiento del copiloto
Deimos arrancó y pisó el acelerador sin importar si su vida estaba en riesgo. Sanford por pura preocupación le puso el cinturón de seguridad y luego amarró el propio, rezando a cualquier santo que lo dejaran salir de esta.
Otros policías habrían dejado pasar el asunto, pero sabiendo que la misma Ariadna estaba ahí, era casi un hecho que los atraparian. Por más vueltas que dieron, ninguna resultaba, todavía se escuchaban las sirenas de policía detrás de ellos.
Teniendo en cuenta que el auto no era el mejor, había muchas calles estrechas y que tuvo que chocar el auto contra una pared antes de atropellar a una persona, las posibilidades de escape bajaban más y más.
Dando la vuelta hacia Portland View, pasando justo por enfrente de la estación de policía, Deimos dió la vuelta hacia el bosque, pisó el acelerador más fuerte mientras más se acercaba al barrio de Trenton, justo hacía una rampa que daba a un techo
- Deimos, ¡nos vas a matar!
- Estos saltos son lo mío, no te preocupes - se echó a reir, pero estaba sudando con toda la presión que sentía
Deimos piso el acelerador hasta donde pudo, la rampa estaba ahí y se veía demasiado débil pero no había de otra
Sanford se agarró a cualquiera cosa que tuvo cerca y siguió rezando
El vehículo apenas voló y tocó el techo del edificio, por suerte era pequeño, pero era tan pequeño que se descontroló y cayó por el otro lado del edificio, yéndose recto, chocando contra el piso, el golpe dejó sin poder manejar el auto, este avanzó automaticamente hasta caer en una zanja que quedaba cerca del muelle de Portland.
La policía los encontró no mucho despues y ambos tuvieron que ir a la cárcel en la misma celda, la mirada que le dio Ariadna fue una que cortaba el alma, que estaba llena de decepción y se encargó personalmente de encerrar a su ex compañero, no sin antes decirle con la voz más baja
- ¿En esto te convertiste? Veía más grandeza en ti, Sanford
Desde eso, el moreno no habló demasiado. Deimos se quedó a su lado sin saber muy bien cómo levantarle el ánimo
Otro policía había llegado diciendo que por la mañana harían todo el papeleo
Sanford jamás pensó que estaría del otro lado de la celda
- La última vez que vi a Ariadna también estaba así, enojada conmigo
Deimos que no sabía dónde poner sus manos, las puso en sus propias piernas. Sanford tomó su mano y la apretó, necesitando estabilidad.
- Habíamos peleado, la habían reclutado para una sede especial, le dije que eso era una estafa y que caería en las manos de la mafia pero no me quiso escuchar, más bien ni siquiera le importó - suspiró con pesadez, los recuerdos de ese día le destrozaban el alma - dijo que la siguiera, que tendríamos una mejor vida, pero yo no quería eso, no quería decepcionar a mi madre y entonces me gritó que no era ambicioso, que era un estupido. Nuestra amistad de 6 años murió ese día.
Deimos al menos lo escuchó, pero no podía empatizar con los sentimientos de Sanford, por lo que solo se quedó ahí, su mano seguía apretada. Debido a los hechos recientes, pensó que quizás Sanford solía estar enamorado, más aún cuando pensaba en lo mucho que sonreía cuando hablaba de ella
- Entonces... ¿Te gustaba?
Sanford se rió
- ¿Qué dices? Claro que no, ella era mi hermana, mi compañera de aventuras
Deimos se sintió extrañamente aliviado
- Entonces no te lamentes, yo estoy de tu lado, compañero - volteó su mano hacia la de Sanford y la apretó de vuelta, sonriendo mostrando sus dientes
Sanford levantó la cabeza y lo miró, reconocería ese tipo de sonrisa donde fuera
El chino se levantó de la banca de metal y estiró sus brazos como si estuviera levantándose de su propia cama
- Y no sé tú, pero yo no les voy a dar ni un centavo de mi dinero
Sacó un par de pasadores para el cabello y unos minutos despues ya tenian la celda sin seguro, se reian uno y otro sin saber muy bien por qué, fueron regañados por el ruido y luego, al anochecer, cuando nadie les hacía caso, se escaparon
Deimos y Sanford no fueron más buscados, ni por la policía ni por Ariadna, pero sí se sintieron más conectados uno con el otro.
Chapter Text
Despertó de golpe en el sofá, con las manos en su pecho, de repente apretó su ropa, sin embargo, no había ningún peligro
El sonido propio del refrigerador, los autos pasando a altas horas de la noche, algún que otro mosquito molestando en la oscuridad
Con esos ruidos a su alrededor, Doc ya no podía dormir. Se levantó poco a poco hasta quedar sentado, apoyó sus brazos en sus piernas suspirando con pesadez
Entonces empezó su día, resignandose a que el dios de los sueños ya no lo dejaría entrar en su reino
Estiró sus músculos deslizó sus pies por el piso de madera hasta la cocina y preparó su café instantáneo, comió algo de pan tostado con mermelada y mientras seguía tomando de la taza humeante, se dirigió hacia la mesa, donde estaba su computadora
Dispuesto a prenderla, pero se quedó ahí, no se movió, solo faltaba un pequeño empujon de su dedo para hacer click en el botón de encendido, pero no lo hizo
La pantalla y el gabinete se quedaron apagados, pues por un momento, sus ojos se quedaron viendo a la gabardina colgada en la entrada
Dejó caer su brazo, dejó su taza de café a medio tomar, se puso unos mejores zapatos, tomó las llaves de cierta motocicleta y la gabardina, poniéndosela mientras bajaba las escaleras
Al abrir el garaje, sonrió sin darse cuenta, para luego convertirlo en una mueca nostálgica y triste.
Se subió a la moto, pero no la encendió por un rato, se quedó sintiendo el material, pensando en esa persona
Era la única posesión que Hank tenía, antes de todo, antes de Doc y ahora la tenía él
Negó con la cabeza y poco a poco la sacó del pequeño garaje y luego se fue sin dejar una nota ni nada, solo se fue porque así se lo decía su instinto
Subiendo la calle inclinada de Saint Mark's, en la cima, apenas en un camino de tierra entre la pared de piedra y otros edificios, estaba una mansión solitaria
A Doc le importó poco meterse aquí, simplemente se fue por un lado de la mansión hasta llegar a la parte trasera, donde, a lo lejos, había un par de bancas de madera que daban una vista preciosa al mar abierto
Dejó la moto a un lado y pasó a sentarse en la madera, mirando hacia la lejanía, recordando aquel barco que se hacía más y más pequeño
Un suceso de hace 2 años, uno de los peores errores en la historia de Doc
Cargando con ese peso, suspiró y pasó a acostarse en la superficie fría, mirando las estrellas y dejando que el viento de la madrugada se llevase su cabello, ahora largo y rebelde, con algunas canas por el constante estrés
"Ya va siendo hora de que lo cortes, eh?"
Dijo, mientras tomaba un pequeño mechón que levantaba el aire
Lo apretó cuando recordó esas manos llenas de cortes, que le decían un breve "Listo" y luego sus labios le daban un beso en la frente
Gruñó ahora y tapó su cara con sus propias manos como si alguien más lo estuviera viendo
"Eso no quiso decir nada, solo era Hank siendo... Hank"
Intentó convencerse, tapando mejor su cuerpo con la gabardina negra y arrastrando sus pies para levantarse y subirse de nuevo a la moto
Al salir del terreno y sabiendo que eran altas horas de la noche, aceleró lo más que pudo
Siendo libre por una vez en su vida, se pasó semáforos, esquivó los pocos autos que pasaban por ahí
El frío que sentía en su cara no se podía comparar con el vacío que sentía en su corazón
Sus manos apretaban más el manubrio, acelerando con todo lo que tenía para dar el vehículo
No tenía un destino en específico, solo era la forma más sana que conocía para liberar el estrés y la ira que sentía
La tristeza también, pero no es algo que se atreva a admitir el jefe del equipo
No encendió la radio, solo quería escuchar el rugido de la máquina que tenía en sus manos
Y no le importaba si molestaba a otros con su ruido, pues en este momento, solo era Doc y el recuerdo de alguien que poco a poco y a través de los años logró quedarse en su corazón
Saint Mark's, Harwood, Hepburn Heights, Red Light District, Chinatown, Portland View, Trenton, Callahan Point
Y al final Atlantic Quays, con sus grandes puertos de madera que ya no se usaban, llevó la moto a la orilla con él, viendo hacia el mar por unos momentos
Ahí, encendió la radio sin fijarse en la estación
"What a wonderful feeling" empezó a reproducirse y sonrió por la ironía de la situación, se sentó en el muelle y dejó sus piernas colgando para después acostarse en la madera por segunda vez, ahora con sus brazos abiertos.
Nunca había disfrutado ese tipo de música, pero la tranquilidad de la misma parecía la perfecta para el momento.
El sol ya empezaba a salir y sabía que tenía que regresar pronto, no quería asustar a Sanford y Deimos. No quería perderlos por una estupidez.
Pero no se movió ni un centímetro, cerró los ojos y se concentró en los sonidos que le rodeaban... En las olas, en la melodía, en los autos pasando, en los aviones sobrevolando, en los sonidos de su propia cabeza...
16 años de su vida se escondió al lado de Hank, no hubo mucho movimiento, solo pequeñas misiones, pequeños atracos que desestabilizaran de alguna forma a Auditor.
16 años de aguantar a un Hank extraño, que primero parecía un perro maltratado y sin dueño. Desconfiado, alejado, herido de mil maneras que no podía entender, porque Hank nunca hablaba de sí mismo y él tampoco
Para que repentinamente se volviera cariñoso, como si de alguna forma lo hubiera domesticado o eso es lo que quiso creer.
Hank pedía abrazos y algunos besos, Doc lo negaba. Hank seguía insistiendo hasta que lo conseguía y Doc solamente renegaba por lo bajo
Doc no amaba a nadie, no tenía familia, no podía dejarse llevar por sentimentalismos inútiles
Y aún así se sintió amargo dentro de sí
"Te odio"
Soltó antes de volver a subirse a la motocicleta y regresar a su departamento
Dejó la motocicleta, las llaves y la gabardina en el mismo lugar.
Encendió la computadora como si nada hubiera pasado.
Solo que esta vez, tomaba su café frío
Notes:
"A ver es que no te puedo creer que se haya tomado el café frío" dijo mi beta
Y yo dije que el café frío está buenardo, pero nunca sabremos qué le gusta más a Doc xd
Y si, ese final terminó en una discusión sobre si el café frío esta bueno o no 🤷♀️
Si lees esto, tqm mi beta reader, no te vayas a enojar conmigo xddd
Chapter Text
Una vez al año, Deimos se ponía pensativo, no siendo él mismo.
Cada 7 de septiembre, no decía mucho, no hablaba con Sanford ni con nadie del equipo
Si era una misión, la hacia rápidamente y luego volvía a esconderse para luego, al siguiente día, volver con toda la actitud, como si ese 7 de septiembre no existiera
Pero después de haber convivido con Sanford al menos 3 años, se dió la oportunidad de hablar con él
- Oye Sanford... Uh... ¿Podrías acompañarme a Staunton?
Normalmente Sanford le diría que está loco y que no irían a Staunton por ningún medio, pero con esa cara que Deimos cargaba, Sanford no podía decir que no
- Claro, bud, es algo importante, ¿verdad?
Deimos asintió con una leve sonrisa apenada
Avisaron a Doc de su salida y se subieron en la camioneta de Sanford, le hubiera gustado elegir un carro menos llamativo, pero el momento no dejaba tiempo para comprar otro auto y menos para robar uno así sin más.
Sanford puso Radio Del Mundo a un volumen bajo y manejó con cuidado, bajando por las calles de Harwood hasta subirse al ferry
- Entonces... ¿Debo esperar algo sobre esto o...?
- Te lo contaré cuando lleguemos - jugó con sus dedos y miró por la ventana
- Bien, solo dime hasta donde tenemos que ir
- ¿Reconoces el Liberty Campus?
- Sí, es un lugar bonito
- Es por ahí, cerca de Aspatria, yo te diré a dónde vayas cuando estemos cerca
- Bien, Bud.
Así, ninguno habló durante el viaje. Sanford se lo tomó con calma y cuando llegaron de nuevo a tierra, manejó con cuidado.
Gracias al Ferry, llegar al lugar que decía Deimos no era tan lejano
Deimos se rió
- Ah, mira, es justo aquí derecho
- Pensé que sería más lejos
- Hace mucho que no estaba en Staunton
- Ya somos dos
Sonrieron ambos con nostalgia en sus miradas
Deimos le indicó que aparcara justo frente a un gran edificio, al lado del Liberty Campus, parecía un lugar solo para que los estudiantes rentaran los departamentos
- Es aquí? - apagó el motor de la camioneta
- Sí, justo aquí, solo sígueme, ¿sí?
Sanford asintió, ambos salieron del automóvil y con cuidado, cruzaron la calle, que para su suerte, nunca había demasiados coches a pesar de que era un boulevard grande
Deimos entró y detrás de él le seguía Sanford, que se quitó los lentes para no causar malas impresiones en los estudiantes y la señora que atendía como recepcionista
- Oh, eres tú, Jo-
- Buenos días, señora Marylle - la interrumpió - tengo un poco de prisa, ¿todavía está disponible?
La señora suspiró pero de igual manera, asintió con una sonrisa amable
- Sabes que sí, siempre va a estar disponible para ti
Deimos asintió, Sanford saludó con un breve "buenos días" y siguió a su compañero
Subieron varios pisos de escaleras, Sanford sentía el cansancio ya en sus muslos y pantorrillas, pero Deimos seguía subiendo y subiendo como si no fuera nada
Llegaron casi hasta arriba y luego caminaron otro poco en los pasillos hasta llegar a una habitación.
Ahí, Deimos empezó a forzar la cerradura
- ¿Qué haces?
- Perdí la llave hace años
- ¿Y por qué no le dices a la señora?
- Ya es muy vieja, no quiero preocuparla
Con eso, Sanford no dijo más
La puerta se abrió y reveló una habitación con pocas cosas, la mayoría empolvadas y en mal estado
La ventana estaba abierta
- Maldita sea, olvidé cerrar la ventana ese día
Rascándose la cabeza, Sanford lo miró con preocupación
- ¿Que es este lugar?
- Bienvenido a mi hogar
El moreno no sabía si estaba jugando, pero esa sonrisa en Deimos no era la misma de siempre
- Déjame limpiar un poco, te contaré todo - se rascó la cabeza y tomo un trapo que estaba por ahi, comenzando con el sofá
- Te ayudaré - respondió
- No, no, tu eres el invitado - se apresuro a decir
- y yo quiero ayudar, no acabarás tu solo en 15 minutos - regaño con un tono de madre, Deimos no podía negarse
Así, ambos hombres empezaron a desempolvar el lugar. Sanford estornudó unas cuantas veces mientras el polvo se levantaba, pero pronto pudieron sentirse más cómodos en el departamento
Se sentaron en el sofá y Deimos bajó la cabeza todavía sin saber muy bien qué decir al respecto
Sanford se acercó a él y acarició su espalda
- Bud... ¿Por qué me trajiste aquí?
- Yo... Quería que me conocieras mejor
- No tienes que obligarte a hacerlo
- Yo quiero hacerlo, hemos sido amigos cercanos por un tiempo y apenas sabes sobre mí mientras que yo sé muchas cosas sobre ti, no es justo
- Podría ser otro día, no hay prisa - apretó su hombro con cariño
- Tenía que ser hoy, exactamente - Deimos tomó su mano y la hizo deslizar hasta tener sus dos manos en la de Sanford, sin querer, jugando con sus dedos - Hoy es el aniversario en el que mis padres me abandonaron
Sanford se tensó visiblemente, Deimos sonrió por el pánico
- Te gustaría escuchar la historia? - preguntó mirándolo a los ojos
Sanford asintió
Deimos entonces dejó de agarrar su mano y se acomodó con la espalda completa en el respaldo del sillón, sus piernas subiéndose sin cuidado en la pequeña mesa que había en frente
- La señora que viste, ella siempre me dio este lugar, fue mi tutora por algunos años, pero tuvo problemas con la ley ya que un menor no debía estar en un lugar así, debía estar en un orfanato, y tenían razón, ¿qué hacía un niño estando solo en un lugar tan grande? ¿Sin padres, sin hermanos ni ningún familiar directo? No sé que pensaban mis padres.
Miró de nuevo hacia abajo, de repente las arrugas de su pantalón eran más interesantes
- Su hijo, Thomas, se metió con la Triada y al parecer abrió la boca sobre mi situación, esto le interesó al anciano y básicamente me adoptó. No me dijo que sería mi padre, de alguna manera solo me dio dinero para que no muriera de hambre ni tuviera problemas con el alquiler - miró los muebles, solo los que más se habían usado era su cama, el ropero y el sofá donde estaban sentados. Un pequeño pato de peluche apenas se asomaba por debajo de la cama.
- Yo veía todos los días a los estudiantes que pasaban por aquí, la señora a veces se paseaba por este departamento y ambos veíamos el Campus, le gustaba decirme que un día yo estaría ahí, que sería grande
Arrugó las cejas, las lágrimas amenazaban con salir, pero no dejó que Sanford las viera, restregandose el agua salada hasta secarla
- Algún día sería como ellos, pero ellos tenían familia, tenían padres que los visitaban, tenían hermanos y amigos. Yo no tenía ni un hombro en el que pudiera llorar.
Sus puños se apretaron
- Creo que era un bebé cuando llegué aquí, Marylle se encargó de que no tuviera hambre ni frío, pero nunca quiso actuar como una madre para mí. Cuando crecí y me volví rebelde, el anciano me aceptó en la Triada, pensé que sería como una verdadera familia, que todos me entenderian, pero extrañamente me sentí más perdido
- Apenas llegué al 8tavo grado y solo porque hice trampas, no soy mejor que cualquier otro mocoso
Sanford le tomó la mano de nuevo, cuando Deimos lo vio, Sanford negó con la cabeza mientras le sonreía, una respuesta silenciosa que le decía "eres mejor que eso"
Deimos suspiro y cerró los ojos un momento, para luego volverlos a abrir
- De todas maneras, deje por meses este lugar y lo olvidé, llegué a quedarme en muchas casas, a los 12 aprendí cosas de revistas que los adultos apenas conocían y bueno, también gracias a más idioteces, tengo estos dientes de tiburón. Tuve novias que solo me querían por mis influencias, decian que era el nieto de ese anciano y se sentia bien, me sentia importante aunque solo por momentos.
Sanford podía ver en ese departamento solo abandono, no por el estado en el que lo habia dejado Deimos, sino por el contexto que ahora estaba escuchando, era un sentimiento extraño. Un abandono que no se siente como si alguien hubiera vivido ahí, mas bien, como si nadie hubiera estado ahí. Apenas tenia los muebloes necesarios y la personalidad de Deimos no se reflejaba en esto.
- Jamás entendí por qué el anciano me adoptó, nunca me vió, nunca me crío ni habló conmigo más que para ciertos regaños y luego, aunque estaba rodeado de gente, seguía solo
Calló, solo el sonido de los autos afuera rompía el silencio, Sanford acariciaba los dedos de Deimos de forma automática, su atención volvio a la de su compañero cuando este se rio de la nada.
- Después, encontré a cierto policía imbecil que me quitaba mis cigarrillos y luego se hizo mi mejor amigo
Sanford tambien se rió y lo abrazó por los hombros, quedándose ahí, Deimos recargo su cabeza hacia Sanford
- Después de que Doc me aceptara en su grupo, me invitó a su departamento para el reclutamiento y vaya! Fue una sorpresa encontrar que estaba muy cerca de aquí"
Se rió de nuevo, nervioso, las lágrimas ya empezaban a salir
- Tú, Doc y Hank son mi única familia, así que, gracias por todo, Ford
Cuando lo volteó a ver, Sanford también estaba llorando a mares, el grandulón lo abrazó con fuerza y no lo soltó
- Gracias por contarmelo, Deimos
- Tenía que hacerlo
- No, no tenías por qué, pero lo aprecio
Deimos también lo abrazó con fuerza y así se quedaron un rato para después burlarse de lo feos que se veían por haber llorado
Luego de eso, salieron a pasear por Staunton con cuidado, sin que ningún enemigo los viera. Comieron pizza, pasearon por el parque, entraron a un arcade y luego, cuando se hizo de noche, volvieron a Portland para dormir abrazados como ya era costumbre, aunque esta vez, más cerca de lo normal.
Notes:
3 actualizaciones? omg! espero les gusten
por cierto, si encuentran faltas ortográficas o de puntuación, haganmelo saber, muchas veces no me doy cuenta
LIVEN3RVE_369 on Chapter 3 Tue 09 Sep 2025 04:54AM UTC
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RogueAgate843 on Chapter 3 Tue 09 Sep 2025 05:27AM UTC
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LIVEN3RVE_369 on Chapter 3 Thu 02 Oct 2025 06:18AM UTC
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RogueAgate843 on Chapter 3 Thu 02 Oct 2025 06:25AM UTC
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Texoriwa on Chapter 6 Tue 07 Oct 2025 05:23PM UTC
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RogueAgate843 on Chapter 6 Tue 07 Oct 2025 05:32PM UTC
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