Archive of Our Own ^beta

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—Buenos días bebé, te he dicho lo hermoso que eres—Louis movió de un lado a otro su cabeza con una pequeña sonrisa.

—Ve directo al grano, H. Estoy manejando—sentenció.

—¡Dios, no se puede ser amable en este mundo!—gruñó.

—Acosar...

—¡Dejé la carpeta del proyecto en tu casa!— habló tan rápido que apenas le entendió.

—Y apenas se te ocurrió decirme?- Louis dió vuelta en la primera oportunidad que tuvo para solucionar las idioteces de su amigo.

—Sí, bueno, yo apenas me percaté que no la tenía, pero fue la culpa de tu noviecito. Él nos interrumpió y me corrió de tu casa, que ni tiempo me dió de agarrar todas mis cosas— se quejó como niño chiquito. 

Louis puso los ojos en blanco, odiaba que Zayn y Harry no se llevaran bien, pero sus celos tontos de ambos hacía el otro, arruinaba todo lo que hacía para que fueran amigos, pues eran los dos hombres más importantes de su vida. 

—¡Cállate, Harry! Eres una pequeña mierda distraída —carcajeo cuando escuchó quejas al otro lado de la línea —Más te vale tener mi té caliente cuando llegue. ¡Me debes una Styles! —colgó.

Louis se estacionó enfrente de su casa y frunció el ceño al ver la moto de Zee estacionada. Él se había ido a antes a su estudio de artes, creyó que a lo mejor se le había olvidado algo como a él. Tomó la carpeta del sillón y subió a su habitación ya que Zayn no estaba en ninguna parte de la planta baja. No podía creer lo que estaba viendo, no podía ser verdad. Zayn follando a su mejor amigo. Louis presionó la carpeta contra su pecho cuando vio a Li montar a su novio de cinco años en su propia casa. Ambos gimiendo, sonriendo con tanta naturalidad, hasta que se percataron de su presencia, con cara de póquer cerró la puerta del cuarto con tranquilidad y sin más se fue a su trabajo. 

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— Buenos días, Lou— saludo Niall, el socio de Harry, ambos estaban afuera de la oficina de este último. 

Chocó contra el pecho de su mejor amigo, soltando por fin el dolor a través de sus lágrimas. Sintió las manos alrededor de sus muslos cuando fue cargado, escuchó muy poco las instrucciones que H daba a Ni, pues su llanto apenas lo dejaba oír. 

—Cariño, me estás asustando. Dime que pasó Lou. ¿Qué te hicieron?—se aferró a los enormes hombros de Harry, llorando sin parar hasta que se quedó dormido. 

H subió la mirada cuando escuchó un pequeño toque en la puerta, Niall estaba pálido igual que él, aún no sabía que había pasado. 

—El proyecto fue entregado— susurró—  Revisamos las cámaras de seguridad y no hay indicios de nada malo, tampoco hay noticias sobre algún accidente en el trayecto de su casa a la empresa. El carro está intacto, solo mal estacionado y cerrado. Estaba tirado en los asientos de atrás, no deja de sonar— En ese instante la pantalla del celular de Louis prendió, mostrando la llamada entrante de Zayn: 30 llamadas perdidas y un montón de mensajes. Harry presionó más el cuerpo de Louis, iba a matar a ese bastardo. 

Había pasado dos horas y aún tenía a su sol en el regazo, teniendo pequeños espasmos por el llanto, nunca dejó de acariciar su pequeña espalda para consolarlo. Harry quería golpear a Malik, sabía que era el responsable del estado de su amigo, sino fuera por la prohibición que tenía para entrar a su panadería, el idiota ya estaría aquí. 

—Hola, bebé. Ven cariño tienes que comer, ni siquiera has desayunado. Te compré helado de menta con chispas de chocolate— Louis se paró al escuchar las últimas palabras de H— 

—¡Ah, no! Primero el té. — le arrebató el bote de nieve. 

—Encontré a Zayn con Liam en casa. No lo entiendo sabes. Él fue el que me lo presentó, el me insistió tanto en salir con Zayn. 

H miró a su amigo, su pequeña nariz de botón roja, así como sus ojos, cabello despeinado. Ambos estaban sentados en el suelo, descalzos escuchando por fin que sucedió. Larry, era el apodo que inventaron de niños para su amistad. Sus padres eran mejores amigos, por lo tanto su unión fue al instante. Cómplices, socios, almas gemelas, ambos crecieron juntos, estudiaron juntos, trabajan juntos, todo lo hacen juntos, como muéganos. Siendo así, la máxima prioridad del otro.

Louis Tomlinson, el pequeño chico de ojos azules, travieso, bromista, el ser más amable que H conoció. El hombre que ayudaba a todos sin pedir nada a cambio, nunca juzgaba, simplemente escuchaba y era el primero en darte la mano. La mayor adoración de la familia Styles, antes y después de la muerte de sus padres en aquel accidente automovilístico, H lo vió, vió como se iba desvaneciendo y apartir de ese día juró que nadie volvería a apagar a su sol. 

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—Amor— Zayn se volvió a rogar —Dejáme explicarte, por favor. — Louis no se inmutó, sacando sus maletas con elegancia salió de su ex casa. Harry lo empujó a Malik cuando agarro la mano de Louis, con un golpe certero en la cara cayó al suelo.

—En tu vida lo vuelves a tocar, a mirar y dile lo mismo a tu amante. No los quiero ver cerca de Louis—aviso. 

Había pasado tres meses desde la separación, Louis estaba acostado en el sofá del rizado comiendo un montón de chucherías pues se había ido a vivir con él mientras encontraba un nuevo lugar. Harry tiró todo a la basura. 

-¡Oye! ¿Qué te pasa idiota?— lo siguió a la cocina.

—Se terminó Louis, estoy arto de escucharte vomitar todas las noches. Apartir de hoy, comerás más sano. 

—Vete al carajo —cerro la puerta de su habitación de un portazo. 

—Pequeña mierda— Harry se abalanzó hacia Louis cuando vio todas las envolturas de chocolate que tenía escondidas abajo de la cama. Louis se hecho a correr, gritó, arañó, pataleo mordió, hizo todo lo necesario para que no le quitará su bolsa de dulces que tenía escondida. 

Harry amaba tenerlo en casa. 

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Styles bajó del carro con dos grandes maletas, cargado una en cada mano caminó hacia la casa de sus padres. Miró a Louis correr para abrazar a su madre, puso los ojos en blanco al ver la sudadera amarilla de su sol arriba de una de las bolsas, pues tenía la manía de dejar que Harry cargará sus cosas. En todos sus viajes juntos, Louis salía de los aeropuertos con las manos vacías, mientras él llevaba en cada hombro las maletas a juego que tenían. 

—Tu otro hijo también llegó, madre —hizo puchero. 

Anne jaló a H para abrazar a sus bebés, pues Louis no hizo ningún esfuerzo para dejarla ir. 

—Yo también quiero —gritó Gemma. 

—Y yo— Robin se unió al abrazo familiar. 

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— ¿Qué tiene Lou? Se ve raro —preguntó su hermana menor mientras le trenzaba su larga cabellera. Gemma tenía dieciséis años, era la más pequeña de la familia.

—Sólo está cansado, hemos tenido mucho trabajo.

—No me mientas, si no quieres decirme, lo descubriré yo misma—Harry la ignoró, se levantó y se acercó a Louis, estaba recostado en el pasto leyendo un libro, con el pecho descubierto y shorts pequeños, asoleádose. 

—¡No te atrevas!—H se mordió el labio con picardía —¡MAMÁ! ¡MAMÁ¡ MAMAAAÁ!— alzó la voz cuando lo cargó como costal de papá y ambos cayeron a la alberca. Toda la tarde se la pasarán jugando, conviviendo en familia. 

—¿Dónde está todo el mundo?— Lou besó a su mamá, aceptando el cóctel de frutas que le hizo.

—Fueron al pueblo, cariño. Quisieron esperarte, pero les dije que te dejarán descansar, espero no te molestes—en los últimos días estaba más cansado de lo normal, se la pasaba durmiendo todo el día. 

—Hubieras ido con ellos— se levantó a sevirse más fruta. 

—Y dejar solo a mi bebé?— le pellizco la mejilla— ¿Sabes? Cuando estaba embarazada de Harry me la pasaba, durmiendo y que decir de Gemma, no me dejaba dormir con tantas náuseas que me provocaba. Y tú también fuiste un dolor de cabeza para Jay, te contamos cuando nos escapamos de su boda porque se le había antojado un helado con gomitas de chile y tú papá pensó que se había arrepentido de casarse con él...

Louis dejó de escuchar, estaba paralizado. ¡No podía ser posible!

Unas horas después. 

—¡Mierda! Yo,mm mm, se me olvidó comprar las pastillas para la migraña, las veo en el carro. 

—Te acompaña —dijo su hermana.

—¡NOO!— le entregó las bolsas de compras con nerviosismo— Mejor ayuda a mamá.

Encerrado en el baño, Louis lloraba viendo las dos pruebas de embarazo que compró a escondidas, ambas con resultados positivos. 

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Todos estaban preocupados, ya no sabían que hacer con Louis, estaba actuando muy extraño. 

—Lou—Gemm siguió hablando cuando escuchó el "mmm"— Puedo tomar un bloqueador de tu baño, los míos se acabaron—entró a la habitación al escuchar el "sí ". Gemms miró al pequeño bulto que estaba en la cama, tapado de pies a cabeza. Con sigilo tomó el producto, pero no fue lo único que encontró...

—No puedo esperar más —interrumpió la cena después de lo que había encontrado en el baño—No puedo creer que vaya a ser tía. ¿Cuándo planeabas decírnoslo? ¿Por eso es qué estás actuando raro en los últimos días? ¿Te sientes mal? ¿Te llevamos al doctor? ¿Cuántos meses tienes? ¿Zayn lo sabe?— provocó un silencio sepulcral. 

Louis salió corriendo ante el cuestionamiento de su hermana, fue directamente a la habitación que compartía con Hazz y se recostó. Unos minutos después sintió pequeñas caricias en su espalda, recibiendo palabras de consuelo de su mejor amigo.

—Estoy embarazado Hazz— jugando con sus pequeñas manos, dijo Louis. 

—¿Tú quieres tenerlo?—H preguntó con nerviosismo, él sabía que su pequeño sol anhelaba una familia, un bebé era lo que más deseaba, pero después de lo sucedido con Zayn, tenía miedo de que el bastardo destruyera todos sus sueños.

—Tengo miedo, H, tengo miedo que me lo quiten—suspiró — Hay algo que no le he dicho a nadie.

Louis fue directamente al estudio de Zayn que tenía en casa, con cuidado abrió la caja fuerte y sacó el collar y reloj que le pertenecían a sus padres, era lo único que le faltaba de llevarse. Louis miró la caja que estaba sobre el escritorio, al abrirla encontró los cuadros que Zee había pintado de él y sus padres, una caja de madera llena de fotografías de ellos, cartas que su ex novio le había escrito, poemas, canciones. 

—Dejálo ir Louis — se sobresaltó cuando escucho a Liam— Siempre fuimos y seremos nosotros, Zayn sueña con tener hijos propios, simplemente te estaba utilizando como su futura incubadora. Ya que no soy portador como tú, le hable de ti y lo fácil que eres con un par de caricias y palabras bonitas, lo demás es historia. 

Louis Carcajeo, no quería que Liam supiera cuando le dolía saber la verdad. Con firmeza lo encaró

— Sí fuera tan fácil como dices. ¿Por qué se tardó más de cinco años en planear embarazarme? ¿Por qué se molestó en llenarme de obsequios ? ¿De enamorarme? ¿Sí podría haberme follado sin preservativo en la primera cita? ¿No te ha contado qué en todos estos años de relación el fue él que insistía en utilizar métodos anticonceptivos y condones? — Louis señalo con la cabeza todo lo que había hecho Zayn para él, pues Zee demostraba su amor a través del arte. — Me fuí hace tres meses y aún me sigue rogando para que le dé otra oportunidad. ¿Eso también es parte del plan? ¡Oh querido, Li! Si en este momento le hablará a Malik y le diera a elegir entre tú y yo. ¿A quién crees qué elegiría? —Liam titubeó. 

Harry quería matarlos. ¿Cómo alguien podría atreverse a dañar al ser más hermoso del universo? ¿Cómo podrían haber utilizado de esa forma a su mejor amigo? Iba a matarlos, pero primero tenía que ayudar a su Boo Bear.

—Quieres tenerlo?— volvió a preguntar, lo abrazo con todas sus fuerzas al verlo asentir y ver las pequeñas lágrimas que caían de sus bonitos ojos. Mirándolo directamente a los ojos, prometió—Te ayudaré. No dejaré que nadie los lastime, yo será su padre.

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Louis acarició la mano que tenía en su abdomen, recordó la conversación que tuvieron sobre la propuesta de Harry. Tenía miedo, sí, pero confiaba en las promesas de su mejor amigo, hasta la fecha jamás había roto ninguna. Como sí leyera sus pensamientos, Harry lo atrajó a su pecho. 

—Buenos días, amor. ¿Listo para darle la noticia a los nuevos abuelos?— Louis sintió mariposas en el estómago, amaba la voz mañanera de H, su tono era mucho más grave de lo normal y más lenta. 

Ambos se arreglaron y bajaron a desayunar. Louis fue emboscado por Gemma, su pequeña hermana no paraba de llorar y disculparse. 

—Quiero pedirles disculpas por mi mala actitud todos estos últimos días. He pasado por mucho, terminé con Zayn y me mudé con Harry—observé la mirada de asombro de su familia, todos sabían lo mucho que amaba a su ex—He pasado por grandes cambios y nunca asocié lo que me pasaba con un embarazo, hasta que mamá habló sobre el tema. —Anne le guiño el ojo. Lo sabía, sabía su condición antes que él, su mamá lo conocía mejor que nadie— Gemms encontró las pruebas que me hice hace unos días. Siento no haber dicho nada antes. 

—¿Le dirás a Zayn?— preguntó Robin con tono protector. 

—No, queremos mantener nuestro embarazo privado —hablo Styles, provocando ceños fruncidos— Lo que más quiero es la tranquilidad para Louis y mi bebé, yo soy el padre. 

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—Estoy agotado— Lou suspiro dramáticamente. Harry le quitó los calcetines y comenzó a masajear sus pies.

—Si como padres son empalagosos, no me imagino cómo serán como abuelos, no espera sí que lo sé: INSOPORTABLES. ¡Ey!— recibió una patada.

—No,no, espera Haz, espera —Lou comenzó a moverse por las cosquillas que le hacía. Minutos después fueron reemplazados por besos en su pancita—Estaré toda mi vida en deuda contigo.

—Eres mi confidente, mi alma gemela, fuiste mi primer beso, fuiste el primer en probar todos mis panes crudos y quemados. ¿Recuerdas nuestra primera vez?

—O sí, los mejores dos minutos de mi vida —la habitación se llenó de risas. 

—¡Vete a la mierda —le dió una pequeña mordida en su abdomen. — Y ahora será el primer papá de tu hijo, nuestro hijo. 

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Louis acaricia su barriga redondeada, haciendo pequeños pucheros se sentó en el regazo de Harry. Ha estado mucho más sensible de lo normal y mucho más hormonal. Acercó su pequeña boca al cuello de H, empezando a dejar marcas ahí, con sigilo mueve sus grandes caderas. 

—Te vas a lastimar —agarró con sus grandes manos la cintura de su amigo. 

—No es verdad, la doctora dijo que podíamos tener sexo, eso me ayudará— lo bajaron con mucho cuidado, enojado se levantó y comenzó a despotricar— Iré a la habitación me follare con mi consolador favorito y no quiero que te atrevas a cruzar esa puerta. 

—Eres un maldito caprichoso— Haz le tomó su pequeña cara con sus dos enormes manos, se besaron hasta llegar a la cama. Ya desnudos, Harry se llevó su pene a la boca, gimió, después de que se corriera lo acostó de lado, penetrándolo lentamente. Siempre buscaba su seguridad, priorizando su comodidad y evitando presionar su abdomen.

H se puso en cuclillas, levantó a Louis y lo sentó en su pene para que lo montará, cochando su pelvis cuando bajaba sus caderas. Amaba esa sensación, amaba sentir la enorme pancita de Louis con su abdomen tonificado, amaba verlo sonrojado, con las pupilas dilatadas, labios mordidos. Su sol jalaba su cabello, susurraba lo bueno que lo hacía sentir, lo mucho que soñaba con carga a su bebé, provocando así su más deseado orgasmo. 

Después de una tarde llena de sexo ambos contemplaron los movimientos de su bebé, sintiéndo las pequeñas patadas que le daba a papi, hablándole y cantándole las canciones de cuna que se sabían. 

—¿Qué haces?— Lou abrazo a su luna por detrás, quiso llorar al ver que su barriguita no dejaba recargar su cabeza en la espalda de H. 

—Acomodando los obsequios — estaban en el cuarto de su hijo, un espacio hecho por su papá Hazz, doblando la pequeña ropa la guardó en su pequeño armario. Lou se quejo cuando el enorme cuerpo de su amigo se fue, observó la pequeña cuna, adornadas con calcomanías de animales animados, el sofá y la silla movible para amamantar a su hijo, una habitación pintada de azul y verde. Se acercó a la fotografía de sus padres, con pequeñas lágrimas la acarició, tristeza le provocaba saber que no estarían físicamente con él, pero estaba agradecida con ellos por dejar en su vida a la familia Styles. Se le llenó el pecho de amor, cuando fue abrazado por dos grandes brazos.

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Harry ya se había cansando de decirle a su Lou Lou que deja de correr, pero estaba tan emocionada de saber que todo iba bien con el embarazo y ya tenían fecha para el parto, habían tenido su último chequeo médico. Le abrió la puerta de su panadería, pues le había prometido cocinar sus galletas favoritas para recompensar el gran esfuerzo que hacía para que su hijo estuviera sano. 

—Así que es verdad, nuestro querido Boo Bear está embarazado— ambos se tensaron al ver el brillo en los ojos de Liam. Se puso adelante de Louis, siendo su escudo. ¿Qué carajo hacían esos idiotas en su trabajo?

—Largo, no me hagan hacer una escena aquí. 

—Tranquilo,sólo venimos a comprar pan—mentiroso. Sabían que quería comprobar la futura maternidad de Louis, así podrían comenzar el proceso legal para solicitar la custodia compartida o si eran ambiciosos, la custodia total.

—Está de más decir que tienen prohibido venir a mi panadería —miró directamente a Zayn.

—Da igual. Entonces querido, Louis. ¿Cuántos meses tienes?—preguntó su ex mejor amigo. 

—Es algo que no te interesa, así que pueden irse ahora mismo —sentencia Louis. 

—Ya lo escucharon. ¡Largo! Y que sea la última vez que se acercan a nosotros. No permitiré que le hagan daño a MI NOVIO Y A MI HIJO. 

—¿Qué?— se le borró la sonrisa a Payne. 

—Lo que oíste, al parecer Malik no fue el único en hacer trampa en esa relación— dijo mirándolo directamente.

—¿Es verdad? Por eso me dejaste sin más, por eso me has estado ignorando— ningunó respondió, con enojo y nostalgia, Zee tomó la mano de Liam —Bueno, felicitaciones para ustedes. ¡Ten una buena vida Louis! 

—Voy a matar a esos hijos de puta. ¿Louis, cariño, estás bien?— su ángel estaba llorando y después se puso a brincar por toda la oficina. 

—¡NOS CREYÓ! ¡NOS CREYÓ HAZ!— con sus pequeñas manos tomó las suyas para dar vueltas —¡ZEE NOS CREYÓ! ¡ESTAMOS A SALVO GRACIAS A TI! ¡TE AMO! ¡LOS AMO! 

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Llevaba sentado en el suelo más de una hora, volvió a tocar la puerta. 

—Vamos, Lou, abre la puerta, déjame ve esos hermosos ojos— se le había ocurrido cortarse su cabello que le llegaba abajo de los hombros, quería dar una impresión más seria ahora que sería papá primerizo.

—¡No me molestes Edward! ¡Déjanos en paz! ¡Mi bebé y yo no queremos verte por el resto de nuestras vidas! 

—No digas eso cariño, además el cabello crece, amor. Te juro que no volveré a cortarlo sin antes preguntarte. Ven, te traje tu postre favorito—se levantó al escuchar el seguro de la puerta. 

—¿Lo prometes?— susurró Louis, sorbiendo su nariz de botón.  Ambos se abrazaron cuando H lo prometió, el hombre más grande tenía mucha paciencia a los cambios de humor que provocaba el embarazo— ¡Te extrañamos!... Harold. ¿Cuántas rebanadas de pay de limón trajiste? 

Harry vio a su mejor amigo acostado en el sofá, comiendo su tercera rebanada de pay. Ellos habían sido uno mismo desde que se conocieron, durante su vida muchos creyeron que eran pareja, sin embargo hacían hasta lo imposible por negarlo, ninguno quería caer en el cliché del "enamoramiento entre mejores amigos". Tal vez esa ocasión que eclipsarán sus verdaderos sentimientos, más allá de una amistad, más allá de una hermandad. Siempre trato de engañar al destino, buscando parejas con pequeñas similitudes físicas de Tomlinson, con pequeños destellos de su personalidad.

En estos últimos meses la neblina se esfumó, su mente se despejó, sabía que Louis era la cuerda que sotenia su alcla, una conexión inquebrantable. H pelearía por su sol, comenzaría una guerra por ellos, simplemente protegería lo que es suyo. 

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—Sabes que no soporta el frío, H. 

—Lo sé cariño, pero Gemma quiere tomar una foto familiar en el quiosco.

—No podemos hacerlo allá adentro, tengo que caminar mu... ¡Oh por Dios! ¡Es hermoso! ¿No es verdad Hazza!— Louis se llevó las manos a la boca cuando vio a Harry de rodillas con una pequeña caja. Vió el hermoso anillo con un diminuto zafiro con el verde y azúl mezclado. 

—Han pasado años desde que nuestras risas que llenan el aire, décadas compartiendo secretos y sueños sin miedo. Eres mi sol en mis días grises, tus brazos son mi refugio en noches solitarias. Estoy enamorado de ti y estoy tan agradecido que de nuestro amor estamos creando una nueva vida, un pedacito de ti y de mí. Te amo, siempre te he amado y te amaré por el resto de mis días. ¿Louis William Tomlinson, aceptarías casarte conmigo?

—¡No!— Louis se limpio las lágrimas que caían en sus mejillas— Ni si quiera somos novios. ¿Cómo quieres ser mi esposo sin antes ser mi novio?— se escucharon pequeñas risas de su familia. 

—Eres insoportable. ¿William quiere ser mi novio? 

-Si.

Con nerviosismo y lágrimas a punto de caer, volvió a preguntar. 

—Louis William Tomlinson ¿quieres ser mi esposo?

—Te amamos, H. Sí, quiero que seas mi esposo. 

Una semana después nació Harry Tomlinson Styles, convirtiéndose en la luz que iluminaría a Larry por la eternidad. 

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—Hola, cariño. ¿Qué haces? —Harry besó las pequeñas mejillas de su hijo. 

—Estoy dibujando, papi Haz— respondió su pequeño osito. Seis años, habían pasado seis años desde el nacimiento de su rayo de sol. Era su adoración, un niño pequeño, ojos azules brillantes y expresivos, pestañas largas y cabello negro. Mejillas suaves y nariz de botón, sonrisa tímida pero encantadora, labios delgados y piel morena clara. Tenía un aura misteriosa, tranquila, su niño era todo lo contrario a Louis, travieso y bromista, era mucho más serio, reservado. 

—Son hermosos amor, mira, te comprende estos plumones —unos pequeños brazos rodearon su cuello y recibieron un pequeño beso. 

—Gracias, me van a servir mucho, ya casi me acabo los otros colores— Harry miró como su bebé los abría uno por uno, pasándolos por sus hojas para ver los tonos de color. Había heredado el don artístico de su padre biológico, tenía un gran talento, él y su esposo se encargaron de apoyarlo y hacer lo mejor posible para que siguiera desarrollando sus habilidades y amor por el arte. 

—Lo sé, cariño. ¿Dónde está papá Lou?

—En la habitación, pero shhhhh!— se llevó su pequeño dedo a los labios— dijo que no hicieras mucho ruido. 

—Shhhh— repitió el mismo movimiento— ¡Entendido! Voy a saludarlo, pero regreso para que me sigas enseñando tus dibujos.

Harry sonriendo al ver a su esposo amamantando a su pequeña Darcy. Se acercó a Louis y le dio muchos besos de piquito, después le dio uno en la cabeza de su pequeña nena de 6 meses. Se sentó junto a él y recostó su cabeza en el hombro de Louis. Segundos después un diminuto cuerpo caminaba con pasos silenciosos hacia ellos, lo ayudó a subirse a su regazo, tres voces se escucharon al unísono cuando comenzaron a cantar una nana para la más pequeña de los Tomlinson Styles. 

El amor de Harry y Louis siguió siendo una brújula que guiaba a su familia hacia la felicidad.