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Chapter Text

Presentación de los personajes:

La Academia privada Kunst era vista como un lugar donde la gente de elite depositaba su confianza para que estuvieran sus hijos allí, una escuela con modalidad de internado, que contaba con instalaciones para la clase diurna, y la clase nocturna… Pero aquel lugar contaba con un secreto, los alumnos de la clase nocturna… Eran vampiros.

La existencia de los vampiros era algo que tenían bien en claro en Alemania, el cómo existían seres que bebían sangre, de hecho, formaban su propia sociedad, en una constante lucha con los humanos, porque no sólo estaban los vampiros que nacieron así, sino también por la guerra existían los que fueron convertidos, aquellos que solamente eran esclavos de su sed de sangre, sin poder discernir, matando a diestra y siniestra cuando perdían su humanidad, siendo tal cual animales, por lo tanto, eran la vergüenza de los vampiros que venían de la nobleza o casas ancestrales. 

Por lo mismo es que Georg Listing, director de la Academia Kunst, tenía un espacio donde los vampiros estudiaban en las noches, pero… Como también era algo peligroso tenerlos cerca de humanos, ya que algunos no eran convertidos, sin embargo, igualmente no conocían los límites, es que la academia poseía un toque de queda, y diferentes instalaciones para que no siempre tuvieran que convivir con la clase nocturna.

Aunque en realidad la clase diurna, principalmente las chicas, pero no exclusivamente, ya que existían otros muchachos muy interesados, estaban embelesados con los alumnos de la clase nocturna. Para mantener el orden, es que el director Georg le había pedido a su hijo adoptivo, Tom Listing, y también a su otro hijo adoptivo, que nunca iba a admitir aquel título por simplemente estar acogido en el hogar del peculiar director, William Trümper, los dos habían sido escogidos para ser los guardianes de la clase diurna.

En ese momento estaban haciendo rondas precisamente porque el alumnado estaba enloqueciendo por querer ir donde los alumnos que parecían pulidos en mármol por el mismísimo Miguel Ángel Buonarroti de lo bellísimos que eran. Y Tom chasqueó la lengua, frunciendo el ceño al mirar a las chicas que casi se arrancaban los cabellos por querer ver a los muchachos.

ㅡPero, chicas, escúchenme, por favor. Estamos que les decimos que deben recordar el toque de queda para que… ㅡempezó a hablar Tom, el adolescente de diecisiete años, cabello lacio rubio oscuro, corto pero no tanto, siempre manteniendo una sonrisa amable y buena disposición para el resto, con su uniforme y… Que evidentemente estaba siendo ignorado en lo que intentaba calmar a las adolescentes hormonales.

ㅡ¡QUÉ SE CALMEN DE UNA BUENA VEZ! ㅡladró William, y las muchachas se estremecieron, haciendo silencio, porque el pelinegro, de cabello algo más largo que Tom, pero igualmente con ello no suavizaba su perenne expresión de enojo o sus ojos carentes de felicidad, como si él solamente pudiera sentir rabia e indiferencia, se caracterizaba por ser más agresivo y ser completamente diferente a Tom, que era más bien dulce y siempre buscando el bienestar del resto, pero también era porque William, o Bill, como sólo permitía que lo llamase así Tom, hacía esto porque sabía que no le iban a hacer caso por las buenas.

ㅡBueno, ya que ahora sí me están escuchando ㅡcontinuó hablando Tom, en lo que los alumnos ahora sí observaban al joven, teniendo a William a su costado como un perro guardián cruzados de brazos, con advertencia en los ojos, como instándoles a que le hicieran algo a Tom para lanzarse contra ellosㅡ. Tienen que irse a sus recámaras, y mantener una distancia prudencial de los alumnos de las clases nocturnas, y recordar que es de vital importancia el respetar el toque de queda ㅡsoltó el muchacho, con una sonrisa feliz.

ㅡSí, sí, pero queremos ver a los chicos sexys ㅡsoltó una de las muchachas, y Tom puso los ojos en blanco.

ㅡAy, no sé qué les ven ㅡmasculló Tom mirando a Billㅡ. Es decir, sí, entiendo, son guapos, pero, ¿no es para tanto, no crees? ㅡinquirió en que notó cómo Bill bufaba.

ㅡAy, por favor, Tom ㅡfarfulló Bill, evidentemente no creyendo nada de lo que decía Tom, con quien básicamente era el único que tenía conversaciones más… Civilizadas, al menos dentro de lo que cabía, ya que si bien no eran hermanos, sí habían compartido espacio, cuando William, privado al haber recibido un ataque, fue acogido en casa del director Listing, y Tom rememoraba cómo es que atendió a Bill, que parecía un cadáver porque estaba paralizado, ensangrentado y no hablaba. 

Tom veía aún esa expresión de miedo en los ojos de Bill, ese rastro de humanidad que decían que carecía, para Tom, Bill era frágil, y esa máscara de agresividad y odio al mundo, haciendo que todos se alejaran, sólo eran apariencias, él también tenía diecisiete años, y Tom quería protegerlo, ya que esa era su forma de demostrar afecto, y Tom quería a Bill.

ㅡ¿Ah? ㅡincrepó Tom, haciéndose el desentendido.

ㅡ¿Qué no es para tanto? Repítelo hasta que te lo creas ㅡarguyó William.

ㅡ¡Sí, tiene razón tu perro, Listing! ¡Si en toda la Academia sabemos que te la jalas por Kaulitz! ㅡvociferó Harry Müller desde el gentío.

Tom boqueó indignado, sonrojándose hasta las raíces del cabello por aquella acusación.

ㅡTe lo dije ㅡsoltó William, sin inmutarse frente al insulto hacia su persona, ya que en realidad sabía que le decían perro por cómo gritaba, golpeaba, y que parecía que iba a morder tal cual can, lo cual lo consideraba algo irónico dadas sus circunstancias.

ㅡPues… No me parece que digas esas cosas de mí, Müller. Simplemente no entiendo el alboroto ㅡse quejó Tom, intentando disimular su pérdida pública de dignidad.

ㅡ¡Qué no seas doble moral, no es a fuerzas mentir por convivir! ¡Al menos nosotros somos honestos con que les tenemos ganas a los guapotes! ㅡmasculló Bernadette Miller. 

ㅡ¡YA FUE SUFICIENTE! ㅡbramó William, porque sí, tenían razón en lo que decían de Tom, pero no era el punto de aquella charla, y otra vez se desviaban del tema.

ㅡ¡Pónganle un bozal al perro! ㅡcoreó alguien entre la gente, con Bernadette riéndose en lo que susurraba que ya escribió eso en una de sus historias.

ㅡYa, vayan a sus habitaciones, chicos, por favor ㅡpidió Tom, soltando un suspiro.

ㅡSólo porque te quieres quedar con todos, atascado… ㅡdijo otra alumna.

Tom frunció el ceño, sonrojándose de nuevo. ㅡDejen de decir esas cosas que no son verdad.

ㅡ¡Mira, Listing, ahí está Kaulitz! ㅡgritó Harry, señalando en otra dirección, que Tom de inmediato se giró.

ㅡ¿Dónde? ㅡpreguntó Tom, y William se tocó el puente de la nariz, soltando un suspiro, porque era obvio que Müller le había hecho una broma, en lo que el resto reía. Tom aclaró su garganta, cuando notó que no había nadie.ㅡSólo volteé porque no deberían estar en las instalaciones todavía. Nada más. Pero ya, vayan a sus cuartos ㅡinstó nuevamente.

El alumnado se quejó pero a regañadientes obedecieron, mientras Tom y William se fijaban que ninguno se escapase.

Después de terminar, es que ambos se vieron. ㅡBuenas noches, Bill ㅡse despidió Tom, con una sonrisa.

ㅡBuenas noches, Tom ㅡrespondió el de cabello azabache, mirándolo con un brillo en sus orbes que Tom pensaba que lo hacía lucir más lindo, que siempre debería tener ese brillo en sus ojos color chocolate, sin percatarse que sólo Tom notaba esa luz en la mirada de William porque era por él…

Tom estaba pensando en lo que habían dicho sobre él, soltando un suspiro, en lo que llegaba a su habitación, quitándose el uniforme para ponerse el pijama, luego apoyándose contra el alféizar de su ventana, observando a lo lejos las instalaciones de los alumnos del turno nocturno, y volviendo a soltar un suspiro al pensar en Kaulitz… Nicholas Kaulitz, el líder de la clase nocturna, el muchacho de veinte años, de cabello negro largo ondulado, un rostro realmente hermoso, con su uniforme blanco tan elegante y entallado que sólo acentuaba todo lo bello que era Nicholas…

Pero Tom no es que no supiera del líder recién ahora, en realidad lo conoció a sus cinco años, cuando Tom estuvo a punto de ser atacado por un vampiro, y Nicholas lo salvó, luciendo como un caballero en brillante armadura… Al menos para su versión de cinco años, que de algún modo, lo recordaba tal cual era ahora, sin embargo, aquello era imposible, no obstante, su mente no era de fiar. No recordaba su vida antes de estar bajo el cuidado de Georg, sólo a Nicholas protegiéndolo, y siendo una constante en su vida, como un ángel guardián, o algo así de etéreo. 

Por lo mismo es que Tom en realidad sabía que lo que le habían dicho sus compañeros era cierto. A Tom le gustaba Nicholas Kaulitz, el joven mayor era tan frío y temido por todos, deseado por muchos, incluyéndolo, pero es que Nicholas era diferente con él, mostrando una faceta dulce y protectora que hacía que Tom se derritiera. Sabía que era un tonto por pensarlo, sin embargo, muchas veces su inconsciente le jugaba en contra, y tenía fantasías donde Nicholas lo besaba, y… Así jamás lo dijera en voz alta, es plenamente consciente de que apenas empezó a sentir deseos sexuales, conociendo la masturbación, sí la hacía soñando en Nicholas, pensando lo que sería tenerlo encima suyo, presionándolo… Se estremeció al recordar los pensamientos inapropiados que tenía. 

Tom sólo era un adolescente con las hormonas alborotadas, y Nicholas era completamente ajeno al discurrir de sus pensamientos, jamás se lo diría. Aunque sabía que no sólo soñaba con eso, que también tenía otras ideas, Tom pensaba en cómo sería ser como ellos, es decir, vampiros, no por el poder ni ser inalcanzable, no, por el tener una vida larga a su lado, pero, ¿por qué soñaba con ello? Él sólo era un simple humano, al que sí, Nicholas tenía consideración, y afecto, pero no estaba a la altura del mayor.

Añoraba tener algo que no podría poseer jamás. Incluso si fuera convertido en vampiro, no era lo mismo que ser uno de nacimiento. Y aún así… Nicholas no lo veía de aquella manera.

Tom sólo era un chico sencillo, muy simple, que no tenía el garbo, elegancia o atractivo que ellos tenían, ¿cómo podría esperar ser notado? Ni siquiera lo respetaban como guardián. Era un humano, uno que… No recordaba ni a sus padres, ni gran parte de su vida. Como si su despertar hubiera sido al ver a Nicholas salvarlo, y después llevarlo donde Georg. Ni siquiera poseía una identidad, ¿cuál era su apellido? Él no lo sabía y nadie se lo decía. 

Tom quería a Georg, no viéndolo como un padre, por más que el mayor era protector aunque un tanto peculiar con su manera de ser, pero sí agradeciéndole todo lo que hizo por él, y a Bill tampoco lo veía como un hermano como tal, es decir, sí sentía mucho cariño por Bill, ya que recordaba con afecto cómo es que luchó por hacer que Bill volviera a hablar, hasta que supongo que fue tanta su insistencia y continuos monólogos, que hizo que finalmente Bill recuperara el habla. Bill no era el más demostrativo con sus emociones, ni siquiera sabía el por qué llegó ensangrentado a su casa, nunca le contó de su pasado ni nada, sólo sabía que ambos eran huérfanos, y que por lo mismo estaban con Georg, la única diferencia es que Bill no sintió un apego como él con Georg, Bill sólo demostraba un lado “más vulnerable” y “humano” con Tom. 

Por lo mismo es que Tom sentía que era unido a Bill, que ambos compartían mucho al haber crecido juntos, ser huérfanos y… Haber tenido un accidente traumático. Pero no pensaba que eran hermanos, lo quería muchísimo, sin embargo, no tenían la misma sangre, y aquello era absurdo, no obstante, Tom tenía la idea de que necesitaba sí o sí compartir sangre con alguien para sentir que era familia. A veces se consideraba malagradecido por ello, ya que Georg había cuidado muy bien de él, pero jamás podría verlo como un padre.

Tom volvió a suspirar. Anhelando, sí… No podía mentirse a sí mismo, quería ser parte del clan de Nicholas y el turno diurno, pero no por los mismos motivos que tenían sus compañeros, no sólo veía el poder, riqueza y belleza, Tom sólo quería encajar. Ser parte de algo, porque él mismo sentía que no pertenecía a los humanos, ni mucho menos a los vampiros. 

Era como si él no tuviera nada, y eso lo hacía sentirse triste. Tom siempre mantenía una sonrisa, el querer ayudar al resto, y siendo un chico “feliz”, al menos a simple vista, sin embargo, no era así. Había aprendido a valorar las pequeñas cosas, cada muestra de afecto, cada detalle, tratando de buscar lo positivo a las situaciones precisamente porque sentía que tenía que hacerlo o sino caería en un estado depresivo al ser consciente de que no tenía nada.

Sabía que tenía un enamoramiento muy fuerte con Nicholas, porque era hermoso sí, muy guapo, galante y lo trataba como nadie, siendo alguien sumamente protector con él, recordando cuando jugaban ajedrez cuando era un niño. Pero también porque Nicholas era el primer recuerdo que tenía, y se aferraba a ello, al relacionarlo como si fuera su principio, y su final, que por ello quería ser suyo.

Pocas personas demostraban ese nivel de protección, lo mismo era con Bill, él le demostraba su cariño protegiéndolo, era más fácil que Bill golpeara o gritara a alguien a recibir un te quiero de su parte, o un abrazo, no se negaba tampoco, al menos cuando eran niños. Tom lo abrazaba y Bill no hacía nada, pero el no corresponderle el gesto también le dolía un poco, por lo mismo es que ya no insistía tanto con ello, igualmente Tom estaba muy dispuesto a apoyarlo en todo lo posible, lo mismo pasaba con Bill, que ayudaba a Tom.

Tom, al ponerse a analizar en la protección, es que nuevamente volvía Nicholas a su mente, mezclando el afecto que le tenía, relacionándolo con algo sexual, y era irrisorio que Tom considerase aquello, el sentirse protegido por alguien con el deseo sexual, ya que en sí él era virgen. Ni siquiera había dado su primer beso a sus diecisiete años, por más pensamientos subidos de tono que tuvo, Tom no había tenido ni una relación de esas que tenía uno de niño y se mantenían con besos o agarradas de mano.

Tom tenía claro que le gustaban los chicos, eso sí. Y pues al fantasear siempre imaginaba el peso de Nicholas sobre él. Porque sabía la dinámica del sexo gay, que uno recibía y otro daba, pero… Su necesidad de ser protegido, pero al mismo tiempo proteger, hacía que se viera a sí mismo como el receptor, anhelando sentir ese dominio que demostraba Nicholas.

De algún modo, en la mente de Tom, tenía sentido que Nicholas guiara, que él lo manejara… Y Tom lo protegería con sus piernas, abrazándolo con ellas en lo que Nicholas le respiraba contra su cuello o lo besaba con amor. 

Pero sólo eran sus ideas adolescentes hormonales, que en vez de fantasear con algunos chicos de una banda músical, o algún actor famoso, personaje de libro o algo así, Tom fantaseaba con su crush de infancia. Tom volvió a suspirar por cuarta vez en el día. Mejor se iba a dormir para apagar su cabeza que seguro tendría el cerebro fundido de tanto pensar sin sentidos, mezclados con melancolía y la necesidad de sentirse amado. 

Curiosamente pronto sería San Valentín. 

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Tom, con todo y la vergüenza que tenía, había decidido hacerle un detalle a Nicholas por el día de San Valentín, sabía que él no sería el único, que en realidad el resto estaba armando un sinfín de manualidades, o comprando ostentosos regalos para sorprender a los del turno nocturno. 

Tom… Bueno, decidió que, ya que él no era el mejor con manualidades, sólo le gustaba tocar la guitarra y el piano en la clase de música, pues… Pensó que tal vez podría hacerle chocolates. Según la receta que encontró en un libro de la biblioteca, en realidad no sonaban tan complicados de hacer, los ingredientes no eran tan caros, y bueno, podría emplear la cocina para hacerlo. Pensaba que la carga emocional de unos bombones artesanales serían algo lindo, aunque nunca hubiera cocinado nada en su vida. 

Pero Tom, en búsqueda de pasar desapercibido, había propuesto que el resto también hiciera aquello, y muchas personas, principalmente chicas de clase diurna, habían considerado que sí, que era grandioso.

Georg le había pedido a William y Tom que estén en su oficina.

ㅡYo no voy a participar en esta celebración, es una burla. Un total desperdicio. No deberíamos relacionarnos con los vampiros ㅡexclamó William, cruzado de brazos, totalmente enojado.

ㅡCon ello podríamos establecer una convivencia amable entre todos, William, ¿no ves que esto es una oportunidad de tener paz entre todos? Deja ya tu pasado atrás, ese odio hacia los vampiros que no te deja vivir. Sólo te la pasas enojado como si aquello pudiera traer a la vida a tus padres ㅡse quejó Georg mirándolo con dureza.

Tom se quedó paralizado, observando de inmediato a Bill, notando cómo éste frunció el ceño, y tensó la mandíbula, por lo que Tom le pasó la mano por el brazo, buscando reconfortarlo.

ㅡSeñor Listing… ㅡhabló Tom.

ㅡLlámame papá, cariño ㅡcorrigió Georg.

Tom frunció el ceño y negó con la cabeza. ㅡGeorg, bueno. No creo que esté bien que le hable así a Bill ㅡacotó el rubio, pasando la mano por la espalda tensa Bill, que sí notaba que este día había lucido algo más demacrado, sin entender el por quéㅡ. Yo sé que a Bill le cuesta relacionarse con los vampiros, y claro, no tiene  por qué darles un regalo, si bien esto sirve para convivir, también pues no sería lo mejor que sea algo obligado, ¿no? ㅡSe giró a ver a Bill.ㅡYo podría darte un regalo también, porque no sólo es día del amor, sino también de la amistad ㅡbuscó animar el muchacho, y Bill lo miró, suavizando su mirada levemente, aún con los recuerdos de su pasado martilleándole la cabeza.

Tom mismo había entendido que con aquella declaración es que la muerte de los padres de Bill había sido a manos de vampiros, por lo que tenía sentido el odio que Bill tenía hacia los vampiros, y le dolía mucho, porque consideraba que Georg había sido cruel al decirlo de aquella forma.

ㅡBueno, ya, ustedes vean qué hacen. Sólo que no quiero que tampoco expongan tanto al turno diurno o podría haber una desgracia. Tiene que existir un equilibrio ㅡarguyó Georg, acomodándose su chalina en un gesto dramático.

Tom asintió, y salió con Bill, sujetándolo por la cintura, y viendo cómo es que el pelinegro lucía con la mirada apagada.

ㅡ¿Estás bien, Bill? Te noto mal. Y sí, entiendo que Georg se excedió, lo lamento mucho, pero siento que estás enfermo, ¿no quieres que te lleve a la enfermería? ㅡcuestionó Tom con preocupación, tocándole la frente a Bill, percibiendo cómo estaba caliente.ㅡBill… Creo que tienes fiebre, debemos ir.

ㅡ¡No! ㅡgritó Bill, alejando la mano de Tom sobre él, el cual acercó abrió los ojos sorprendido por el rechazo.

ㅡSólo quiero ayudarte, Bill, me preocupas. No quiero hacerte daño ㅡmusitó Tom, con una expresión dolida.

Bill apretó la mandíbula, sintiéndose terrible por ver la tristeza en los ojos miel del rubio oscuro, pero negó con la cabeza y se fue de allí, sintiendo cómo su cuerpo estaba temblando y el aroma de Tom sólo lo aturdía más…

Tom se quedó confundido, pensando en seguirlo, pero desistiendo al instante, al percatarse que quizá Bill necesitaría tiempo para lo que sea que estuviera atravesando. 

Con un suspiro, es que Tom decidió hacer sus rondas.

…

En la noche, algunas chicas querían escaparse para llevarle los chocolates y regalos a los del turno nocturno, por lo que William y Tom estaban deteniéndolas.

ㅡ¡Ya estoy harto! ¡Voy a cancelar toda esta estupidez! ㅡexclamó William totalmente enajenado.

Las muchachas iban a replicar cuando se abrieron las puertas, dejando pasar al desfile de caballeros del turno nocturno, por lo que Tom intentó detener a las alumnas que lo tumbaron al piso empujándolo para pasar a darle regalos a los recién llegados. 

Tom siseó por el dolor de haber caído sobre su trasero.

ㅡDéjame ayudarte, Tom ㅡescuchó que le decían, y Tom levantó la vista, fijándose en aquel hombre alto de cabello negro en ondas, que le extendía una mano elegante en su dirección, aquel bello vampiro de uniforme blanco: Nicholas Kaulitz.

Tom se sonrojó pero tomó la mano de Nicholas, siendo jalado y sosteniendo por el mayor la cintura con facilidad, y el sonrojo del rubio oscuro se acentuó cuando sintió cómo la palma de Nicholas, que en realidad lo sostuvo de allí para que estuviera estable, hacía que un revoloteo serpentease dentro del menor, aún hipnotizado por sus ojos y rostro, que lucía frío pero había un calor en sus orbes que podría derretir el polo norte con ellos.

ㅡGracias, Nicholas ㅡfarfulló Tom, aún sonrojado y con Nicholas sujetándolo, el cual acercó la mano de Tom hacia su rostro, dejándole un beso en el dorso de la mano, haciendo que Tom sintiera temblar sus piernas por aquel gesto galante.

ㅡFue un placer, Tom ㅡmusitó Nicholas, separándose levemente al ver a William, viéndole con fingida amabilidadㅡ. ¿Cómo estás, Trümper? ¿Te estás cuidando bien? ㅡinquirió el mayor, con un tono que dejó confundido a Tom, fijándose cómo Bill se enojaba.

ㅡVete a la mierda, Kaulitz ㅡbarbotó Bill, totalmente harto del mayor.

Nicholas sonrió de medio lado. ㅡSiempre tan refinado, Trümper. Pero ten cuidado ㅡsoltó en un tono de advertencia que no pasó desapercibido para Tom.

Bill gruñó, detestando por completo a Nicholas no sólo por ser el interés amoroso de Tom, sino… Por cómo es que sabía muchas cosas aquel maldito vampiro.

ㅡTú eres quien debe tener cuidado, Kaulitz ㅡmasculló William en el mismo tono amenazante que usaba con el resto.

Nicholas sólo siguió riéndose de medio lado. Mientras que Tom sentía que se estaba perdiendo muchas cosas en aquella interacción.

ㅡNos vemos, Tom ㅡsoltó Nicholas, volviendo a dejarle un beso en el dorso de la mano, observándolo con aquel brillo en sus ojos para luego alejarse, dejando a Tom entre emocionado, intrigado y pensando internamente si era saludable masturbarse pensando en los besos que recibió en el dorso de la mano, aunque notó cómo Andreas Gühne, uno de los del turno nocturno, que siempre se la pasaba al lado de Nicholas, lo tomaba del brazo, sonriéndole mientras Nicholas no rechazaba su contacto pero tampoco veía más interés de su parte.

A veces Tom creía que tanto Andreas, el rubio platinado elegante, era pareja de Nicholas, aunque no fuera el más demostrativo, sintiéndose que él era poca cosa, o una nada en comparación, él no tenía esa piel de porcelana, ojos azules de muñeca ni cabello rubio largo hasta los hombros que parecía hilos de plata.

Pero aún había algo que no entendía en lo que sea que hubiera sido la interacción entre Bill y Nicholas, como si tuviera algún tipo de mensaje oculto, algo que Tom desconocía.

Después de que el alboroto se solucionara, es que Tom decidió a hacer sus chocolates, claro, era de noche, pero pensaba que era mejor hacerlo ahora meterlos a la refrigeradora y estén listos para entregárselos a Nicholas. 

Tom le puso mucho empeño a la receta, sin embargo, igualmente se percató que salieron chocolates que… Sabían pésimo, haciendo que Tom se sintiera inútil, pero sólo eso tenía para dar, esperando que su regalo se perdiera entre todos los presentes que recibiría Nicholas.

Cuando Tom se fue a dormir, es que empezó a sentirse inquieto, no pensando en el chocolate que hizo, pero… Sí soñando que se los daba a Nicholas, poniéndoselo en la boca, haciéndolo estremecer al imaginar la lengua del mayor chupando sus dedos después de darle los bombones en la boca… Un mundo donde estaría Andreas colgado de su brazo, dónde Tom sí pudiera ser quien resalte para el mayor.

Nicholas observaba complacido cómo es que Tom soñaba con él, cómo es que se removía en su cama, sudando y anhelando, con el menor siendo por completo ajeno a que él mismo es quien manejaba los sueños de Tom, descubriendo lo que tenía en el inconsciente y disfrutando, aunque sea de lejos, cómo es sentía alguna clase de alivio a la espera de que Tom estuviera listo para él…

Tom iba a ser suyo, aquello estaba escrito en el designio, por lo que Nicholas era quien le daba un aliciente a su cabeza, metiéndose en ella y disfrutando cómo es que el cuerpo de Tom se removía ansioso y excitado, con el menor empezando a tocarse por debajo de la pijama, en lo que Nicholas se relamía los labios, viendo cómo Tom se empezaba a masturbar sin dejar de pensar en él.

Para Nicholas el observar al menor tocarse mientras soñaba que Nicholas lo poseía… Era una delicia, un placer que sólo podría verse superado cuando por fin consumaran su unión. Tom no tenía que saber que él así como era muy bueno jugando ajedrez, sabía de estrategia… Y en realidad Nicholas sabía del enamoramiento que Tom tenía por él, sino que no podía decírselo, no aún. Y que Nicholas era quien alentaba a que soñara más con él… 

“Lo que Tom no sabe, no puede lastimarlo. Igualmente lo disfrutará”, se decía Nicholas, sin importarle el que Tom fuera un títere que se movía por sus hilos… Nicholas tenía pleno conocimiento de que no era lo más honorable, pero simplemente lo consideraba cómo el regar una planta para que creciera, el amor que tenía Tom por él, ya estaba allí, y Nicholas sólo le brindaba un empujón, en lo que encontraba su propia satisfacción de paso.

…

Al día siguiente, Tom se fijó que habían chicas que le daban chocolates a Bill, el cual las rechazaba, aún con esa expresión de asco en el rostro, o dolor, no tenía del todo claro qué era lo que sucedía a su amigo, pero él lo estaba evitando… Como si estar cerca de Tom le provocara algún tipo de dolor.

Llegada la noche es que vio a Nicholas, siendo asediado por varios muchachos, entre chicas y chicos, que le dejaban un montón de regalos, pero el hombre vestido de uniforme blanco, declinó elegantemente de sus avances para dirigirse hacia Tom, tomándolo posesivamente por la cintura, en lo que él tenía en la mano trémulas los chocolates que había hecho, sintiéndose nervioso al tenerlo tan cerca, con su corazón latiendo desbocado y lamentándose el que Nicholas no hubiera querido aceptar ningún regalo, más que el suyo, clisando sus ojos sobre él.

ㅡ¿Son para mí? ㅡinquirió Nicholas, con su mano libre observando los bombones caseros y Tom asintió.

ㅡFeliz San Valentín ㅡmusitó Tom con la voz quebrada saliéndosele un gallo vergonzoso, e igualmente ofreciendo una sonrisa nerviosa.

Nicholas lo soltó con delicadeza, quitando el envoltorio de uno de los bombones, sujetando a Tom por la muñeca con suavidad, y poniendo el chocolate en su palma.

ㅡFeliz San Valentín, Tom. Pónmelo en la boca ㅡordenó Nicholas, abriendo levemente sus labios, y Tom tragó duro en lo que ponía con la mano temblorosa el bombón entre los labios de Nicholas, quién masticó con gusto, rozando “sin querer” sus labios con los dedos de Tom, que sólo acentuó el nerviosismo del menor, y su sonrojo, como si de algún modo el mayor hubiera leído sus pensamientos por el sueño que tuvo anoche.

Nicholas se daba cuenta que sabía mal el chocolate, pero igual se lo comió, considerando que el dulce era quien lo hizo. Hasta que notó la mirada de William, frunciendo el ceño.

ㅡTe ves cada vez peor, Trümper ㅡarrastró más palabras Nicholas, ahora sí sujetando nuevamente a Tom por la cintura, el cual se giró notando que sí, Bill lucía como si tuviera fiebre, por lo que el joven puso una expresión de preocupación soltándose del agarre de Nicholas al moverse en dirección hacia Bill.

ㅡ¡Bill! ㅡlo llamó Tom, pero Bill hizo un gesto de desagrado comenzando a huir.

Tom lo siguió con desesperación, Nicholas yendo detrás de ambos, fijándose cómo es que ingresaban al establecimiento, con Bill subiendo las escaleras y deteniéndose en el descanso, luciendo acezado, pero no era por cansancio, Tom se acercó a él, y Bill lo tomó por los hombros.

ㅡ¡Carajo, aléjate! ㅡgritó Bill, sintiendo que veía borroso, obnubilado por el aroma de Tom… Sintiendo cómo podía oír la sangre bullir por su vena carótida.

ㅡ¡No me voy a ir! ¡Estás mal, tenemos que ir a la enfermería, Bill! ㅡinstó Tom, queriendo que su amigo entre en razón, de lo contrario, él mismo lo llevaría a rastras a la enfermería aunque le costara cargarlo.

Bill sintió cómo se apagaba su mente… Todo pasó muy rápido.

Tom estaba casi pegado a Bill, forcejeando para llevarlo con él y el pelinegro acercó su rostro hacia el cuello de Tom, el cual sintió que quizá Bill iba a desmayarse, pero no… Tom sintió cómo Bill… Lo mordía en el cuello, cómo es que percibía unos dientes incrustrándose en su carne y… Succionando, aquello dejó paralizado a Tom, en lo que sentía cómo Bill se alimentaba de él.

Aquella cercanía, el tener los labios de Bill sobre su carne, el sentir sus dientes y cómo es de que algún modo estaban conectados, en vez de asustar a Tom y empujar a su amigo, se quedó ahí, quieto, sonrojándose ante el nivel de intimidad que estaba haciendo que su estómago se apretara. Aún conflictuado consigo mismo, ¿Bill era un vampiro? Pero si él los odiaba…No, no tenía sentido. ¿Tendría algún otro tipo de enfermedad?

ㅡVas a tener que cambiarte a la clase nocturna, Trümper ㅡsoltó Nicholas, jalando a Tom, haciendo que Bill despertara de su trance, fijándose cómo es que tenía el sabor a óxido en boca, y Tom tenía dos marcas de colmillos en el cuello, con un hilillo emanando de allí.

ㅡ¡No! ㅡdijo Tom mirando a Nicholas, sintiéndose aterrado a la perspectiva de que Bill se fuera.ㅡBill odia a los vampiros, y si está enfermo, ¿quién verá por él? ㅡinquirió bajando el tono de su voz al recordar que le hablaba de Nicholas, el cual lo miró.

ㅡTrümper es un peligro para los estudiantes diurnos, mira lo que te hizo… ㅡacotó Nicholas, acariciando con suavidad el cuello de Tom, en la zona de las marcas, sintiendo odio porque aquel perro hubiera mordido lo suyo, pero sin vocalizarlo. Tom se estremeció ante el roce tenue en aquella zona que quedó sensible luego de que Bill lo hubiera mordidoㅡ. Cómo es un vampiro convertido ni siquiera tiene control sobre sí mismo. Es un peligro para todo humano que tenga cerca, y llegará el punto donde será capaz de matar ㅡterminó por decir, poniendo una expresión funesta, él mismo no había querido morder a Tom todavía, no era tiempo… Y Trümper había saboreado su sangre antes de que él mismo lo hubiera hecho, por lo que la rabia estaba recorriéndole el sistema, deseando desaparecer a Trümper, pero no, no podía. Tom tenía aprecio por aquel inservible ser, y aparte, sabía que Trümper había protegido a Tom en diferentes situaciones, ¿por qué? Era más que obvio que William estaba enamorado de Tom, ¿cómo no estarlo? Tom era hermoso… Nicholas era plenamente consciente de ello, y él mismo había querido que Tom viviera su vida como todo mortal, teniendo el poder de decisión sobre sí mismo, su libre albedrío…

Aunque claro, Nicholas también sabía que Tom estaba enamorado de él, por ello los detalles, la forma en que lo miraba, los pensamientos que tenía. Nicholas no había forzado a Tom a nada, sí, no podía mentir, saciaba la sed de su hambre por Tom mediante sueños, donde él disfrutaba de explotar las fantasías ocultas dentro de la mente del menor, pero no estaba sometiéndolo o creando algo de la nada, ¿podría hacerlo? Sí, pero no quería. Nicholas disfrutaba de cómo Tom tenía sentimientos por él, que habían nacido naturalmente, por lo mismo es que ideó sus planes en base a ello, aunque sabía que nada estaba escrito sobre piedra, por más que Nicholas mismo tenía un designio al cual iba ceñido, una parte suya, sabía que Tom era libre para enamorarse de alguien más y él… Incluso sin nunca haberlo poseído, por el amor que le profesaba, sería capaz de dejarlo ir, aunque aquello lo destrozara por completo. Y William Trümper… Era una continua piedra en su camino, aunque no percibiera atracción de parte de Tom, el cual no notaba que su amigo estaba perdidamente enamorado de él.

Tom parpadeó y vio a Bill, que estaba con la boca torcida y apretando fuertemente los puños. Entonces era verdad, Bill era un vampiro, pero uno convertido. ¿Cuánto tiempo habría estado guardando aquello? ¿Por qué no se lo había dicho? 

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Bill sabía que haberlo probado le había calmado la ansiedad, el dolor, y él se detestaba a sí mismo, recordando cómo fue la primera noche que lo llevaron donde Georg, cómo es que aquella vampira rubia… De la cual sólo sabía que se llamaba Natalie, había asesinado a sus padres, a sabiendas de que también había hecho lo mismo con Liam, su gemelo idéntico, ya que si bien no lo había visto morir, todo fue difuso luego de que fuera mordido por aquella mujer tan detestable…

Y es que Bill venía de una familia de cazadores de vampiros, donde tenían la creencia de que si nacían gemelos era porque la desgracia perecería sobre ellos. Y de algún modo así había sido. Luego del trauma de perder a toda su familia, su mentor, quien evitó que muriera a manos de Natalie, lo llevó donde Georg Listing, y Bill se quedó paralizado al ingresar, comenzando a rascarse compulsivamente el cuello donde habían quedado las marcas de aquellos colmillos, sintiéndose que se había convertido en lo mismo que le habían enseñado a odiar, se iba a convertir en un ser detestable como lo eran los chupasangres. Y Bill sólo quería morir, en lo que seguía autolesionándose sin ser consciente de cómo es que ya estaba sangrando de tanto que se rascaba.

Tom le sujetó la mano, deteniéndolo, en lo que le hablaba, mostrando preocupación en sus ojos, y llevándolo a la ducha, ayudándole a asearse, en lo que Bill no podía ni decir una palabra aún lidiando con sus propios conflictos. Sin embargo, Tom que también era un niño como él, demostraba genuina preocupación, interés en él, ¿por qué? ¿Por qué le interesaba? Si él estaba roto, no tenía a nadie, había perdido todo el valor que podría poseer al volverse lo que le habían enseñado a odiar, a cazar, lo que sería su deber destruir… Pero Tom, él tenía bondad dentro suyo, y sin esperar nada a cambio, es que Bill se aferró a aquel rastro de humanidad. 

Bill es que decidió no matarse porque tenía a Tom, prometiéndose protegerlo, tal cual él lo salvó de sí mismo aquella noche. Pero el tiempo pasaba… Y las molestias iniciales pasaron a ser más incómodas, las pastillas de sangre habían dejado de funcionar, provocándole una sed de sangre real, y cada que veía a Tom, le llamaba su sangre, morderlo, y se había sentido bien al hacerlo, dándole una calma momentánea para el incesante dolor y sufrimiento que estaba atravesando. No obstante, había mordido a Tom, había sido un monstruo que se dejó llevar por sus impulsos, aún paladeando en sus papilas gustativas el sabor dulce de la sangre de Tom, ¿y si no se detenía? 

ㅡPero… Bill sólo necesita ayuda, seguro debe haber una manera de retardar la transformación, conversión, lo que sea. Yo puedo ayudarle, podría vigilarlo para que no le haga daño a nadie ㅡse ofreció Tom, con la expresión preocupada, Bill no podía irse, no cuando no encajaría con los vampiros, de por sí le era difícil estar aquí, no quería ni imaginarse lo que pasaría, si los vampiros podrían lastimarlo por ser impulsivo o agresivo, le aterraba pensar en ello. Sin contar que se alejaría de él… Bill era su mejor amigo, y no lo quería lejos.

Tom miró a Bill, y él hizo lo mismo, Bill no podía creer lo que decía Tom, realmente no lo odiaba por lo que había hecho, sólo quería protegerlo.

ㅡ¿Y quién te protegerá a ti, Tom? Tú vigilarías que Trümper no le haga daño a nadie, ¿pero quién vigilaría que él no te haga daño? ㅡinquirió Nicholas, y Tom se giró a verlo.

Todos eran ajenos a que alguien estaba observando toda la escena en silencio para luego retirarse de la misma forma que apareció.

…

Georg estaba tenso en la oficina, observando a William, Tom y hasta Nicholas, este último queriendo asegurarse de que se llevara a cabo alguna solución para el asunto de Trümper, o él mismo lo llevaría a las instalaciones del turno nocturno para evitar que provocara más daño. Por lo que el director mencionó que tenía una solución temporal ligada a su tatuaje, sorprendiendo a Tom cuando entendió que el símbolo que tenía Bill tatuado en su cuello no era sólo algo que se había hecho y ya, sino que era un sello para suprimir su lado vampírico, intentando que aquello retrasase el que que Bill llegara a ser un vampiro nivel E, que era básicamente un ser sin razón que sólo se comportaba como un salvaje, comparable con un animal.

En este caso, necesitaron que un portador de un brazalete, que sacó Georg del cajón, aquella pulsera tenía el mismo símbolo que estaba tatuado en el lado izquierdo del cuello de Bill, y Tom se ofreció a ser el portado, donde Georg le explicó que tanto el tatuaje como el brazalete estaban vinculados y sólo serviría para ganar tiempo, ya que si Bill quería lastimar a alguien, al Tom activar la pulsera, Bill se paralizaría, dándole tiempo para escapar o buscar ayuda. Nicholas no estuvo del todo de acuerdo, pero terminó por aceptar.

Tom estaba totalmente comprometido a ayudar a Bill a como diera lugar, para que no fuera a la clase nocturna, para que no se alejara de él… Sin contar que sí, estaba sintiendo un pesar al saber todo lo que había estado luchando Bill sin pedirle ayuda a nadie. Antes de que se fueran a sus habitaciones, Tom sacó uno de los bombones que le quedaban de su bolsillo, extendiéndoselo a Bill.

ㅡTen, toma uno. Sé que no saben tan ricos, pero tiene al menos un poquito de dulzor, feliz San Valentín, Bill, y voy a protegerte y ayudarte siempre, lo prometo ㅡsoltó determinado Tom, para luego abrazar a Bill, dejándolo sorprendido cuando el más bajo le dio un beso en la mejilla, y luego se alejó, sonriéndole de medio lado y yéndose a su cuarto.

Bill nunca le había confesado sus sentimientos a Tom, para él era difícil demostrar algo que no fuera rabia, burlas o algo así. Y aparte no le hallaba el sentido a decírselo cuando Tom estaba enamorado de Kaulitz, pero Bill realmente se sintió tan… Querido por Tom, al saber que realmente no le interesaba que le hubiera hecho daño, aunque él mismo se culpase, Tom igualmente estaba viendo la forma de ayudarle, de estar para él, sin que tuviera que irse con el resto de vampiros. Incluso si él mismo sabía que era una causa perdida, que sólo era cuestión de tiempo para que terminara siendo un monstruo al que prefería que asesinaran… Tom estaba dándole un motivo para sonreír, aunque lo hiciera solo, cuando Tom ya se había ido, acariciándose la mejilla, sintiendo aún el tenue roce de sus labios allí, y cerrando los ojos, sintiéndose enfermo al recordar con algo parecido al deseo el cómo había sido morder a Tom. Había no sólo una calma por hacerlo, sino una saciedad ligada a un placer… El olor de Tom le llamaba, y su sangre también. Estaba mal, lo sabía, pero no podía evitarlo.

Bill aún sintió el dolor dentro suyo, y se metió en su habitación. Pensando lo que sería tener una vida normal, donde no fuera un vampiro convertido, donde pudiera expresar sus sentimientos con normalidad… Donde podría ser feliz con Tom, haciendo que se enamorase de él. En vez de ser quien siempre escuchaba a Tom hablar de Kaulitz, sabiendo que lo que sentía, incluso si Bill mismo no tuviera los días contados, nunca tuvo oportunidad de darse. Los sueños absurdos donde vivía con Tom, teniendo una familia… Eran eso, simples sueños que evocaba su mente en su afán de darle algún tipo de calma a su cabeza para aquel infierno que estaba viviendo cuando estaba despierto.

Bill se detestaba a sí mismo, y sólo pensaba que a veces sería mejor dormirse para ya no despertar jamás.

“Pero eso significaría no volver a ver su sonrisa”, le atravesó el pensamiento antes de dormir.

…

Al día siguiente, un nuevo profesor había llegado a la clase diurna, haciendo que Bill se retirara de clase apenas lo vio presentarse. Tom se sentía confundido, en lo que el rubio le sonreía a todos.

ㅡBuenos días, soy su nuevo profesor, mi nombre es Gustav Schäfer ㅡse presentó el mayor, que usaba un parche en el ojo, y… Realmente no tenía la apariencia de un maestro para nada, pero Tom en realidad estaba más preocupado porque Bill se había ido que por el profesor peculiar.

…

Tom estuvo buscando a Bill por todas partes, temiendo por él, sí, por más que era más probable que Bill fuera el que podría lastimar a alguien, Tom no podía evitar preocuparse, porque pensaba en los problemas que podría tener si es que alguien salía herido, y Tom no estaba cerca para detenerlo, hasta que lo notó caminando cerca del puente, por lo que corrió en su dirección.

ㅡ¡Bill! ㅡlo llamó Tom, acortando la distancia entre ambos, y tomándolo por el brazo.

ㅡTom, déjame. Te voy a hacer daño ㅡdijo Bill, no como amenaza, sino como un hecho, pero Tom no lo soltó.

ㅡNo, Bill. No puedo dejarte, eres mi amigo, casi un hermano ㅡarguyó Tom, y Bill se giró a verle, luciendo conflictuado todavía.

ㅡTengo sed de sangre, Tom. Ayer te mordí. Yo… Aún siento esos deseos ㅡcomentó Bill, sintiéndose frustrado en ese instante, teniendo el aroma de Tom invadiéndole, percibiendo aún cómo es que podía hasta oír la sangre bullendo por sus venasㅡ. Esto… Duele, y no quiero hacerle daño a nadie ㅡacotó el pelinegro, porque una cosa era unos golpes, y otra tener la oportunidad de lastimar en serio al punto de matar por comerse a alguien, dejándolo por completo drenado.

Tom lo tomó por el rostro, haciendo que lo viera, mostrándole sus ojos chocolate totalmente fijos en él.

ㅡBill, tú no eres malo. Yo estoy aquí para ayudarte, activaré la pulsera para evitar que hagas algo ㅡle aseguró Tom, totalmente determinado.

Bill se acercó un poco hacia Tom, haciendo que muchacho se sonroja ante la cercanía, en lo que Bill se situaba cerca a su oído, olisqueando el aroma de su cuello.

ㅡPodría hacerte daño. Podría comerte, Tom ㅡmasculló Bill, luchando consigo mismoㅡ. Beber tu sangre me dio… Algo de calma, y no me detuve de no ser por Kaulitz. La comida no me es suficiente.

ㅡYo… Podrías chuparme, Bill ㅡfarfulló Tom, sintiendo su voz trémula ante aquella declaración, en lo que Bill lo escuchaba, con sus labios cerca a su cuello, sin rozarlos, pero lo suficientemente cerca para respirarle encima, poniendo nervioso a Tom, que trataba de mantenerse racional en aquel instante, con el estómago apretado en lo que su corazón latía con fuerza.

ㅡ¿Qué? ㅡpreguntó Bill, pensando que había oído mal.

ㅡQue si calma tu sed de sangre beber la mía… Hazlo, chúpame ㅡle repitió Tom, tragando saliva con dificultad, porque prefería sacrificarse 

Bill no comprendía cómo es que Tom estaba dispuesto a ello, pero tenerlo así, tan cerca suyo, oliendo su aroma, y él pidiéndoselo, es que hizo que abriera la boca, dirigiéndosela hacia su cuello.

Tom cerró los ojos, esperando sentir los colmillos atravesándole la piel, sin embargo, sonó un ruido fuerte, y Bill cayó sobre él, haciendo que se cayeran del puente, y mojaran en el agua, pero Tom se giró, fijándose cómo el estruendo que sonó fue un disparo que impactó contra el hombro de Bill, el cual tenía el rostro desencajado por el dolor, Tom abrió los ojos grandemente y subió la vista, observando al profesor Schäfer allí, con el arma.

ㅡNo pensé que alguna vez tendría que dispararle a mi propio pupilo ㅡbarbotó Gustav, juzgándolo con la mirada.

Bill gruñó, y Tom se sintió confundido.

ㅡProfesor Schäfer, ¿qué le sucede? No puede dispararle a un alumno ㅡacotó Tom, en lo que ayudaba a Bill al salir del agua.

Gustav mostró una sonrisa torcida. ㅡSoy un cazador de vampiros, puedo disparar al vampiro que atente con la vida un humano, ¿o qué? ¿No te dijo William que fui su mentor? ㅡinquirió el rubio. ㅡY eres una vergüenza, William. Vine porque me informaron de ello, que ayer mordiste a un alumno, y hoy te veo queriendo hacer lo mismo. ¿Sabes lo que significa, no? Que tendré que matarte.

ㅡ¡No se lo permitiré, profesor Schäfer! Bill no le ha hecho daño a nadie. Sí, ayer me mordió, y hoy… Yo se lo pedí con la finalidad de ayudarlo. No soy ninguna víctima en esta situación y Bill no es ninguna amenaza, incluso tengo la pulsera para controlarlo en caso le quiera hacer algo a alguien que no sea yo ㅡarguyó Tom, señalando la pulsera en su muñeca, con el ceño fruncido. No iba a permitir que alguien lastimara a Bill.

Gustav chasqueó la lengua. ㅡMe mantendré cerca, William ㅡle habló a su pupiloㅡ. Y si tu “héroe” no te detiene a tiempo, no tendré miramientos y te asesinaré ㅡamenazó el rubio con parche en el ojo, acomodándose su gorro para luego dejar la escena.

Tom ayudó a Bill poniéndole el brazo que no estaba herido sobre sus hombros, tomándolo por la cintura, haciendo que caminaran en dirección a la enfermería.

ㅡAy, Bill, ¿por eso te fuiste cuando lo viste ingresar? Es un salvaje… No había necesidad de que te lastimara. Vas a ver que te curarás ㅡle aseguró Tom, en lo que Bill siseaba.

ㅡMe lo merezco, iba a morderte, soy un monstruo ㅡescupió las palabras Bill, sintiéndose una basura.

ㅡNo digas eso, yo te lo pedí, y lo mantengo. Si te hace sentir mejor, muérdeme para calmar tu sed ㅡle repitió Tom, aún sintiéndose un poco nervioso por la cercanía con Bill, porque claro, quería llevarlo a la enfermería, sin embargo, también sabía que su cuerpo reaccionaba de una forma peculiar frente a las mordidas de Bill, lo cual lo hacía sentir conflictuado, pero estaba dispuesto a ayudar a su mejor amigo como pudiera.

Bill se mantuvo en silencio incluso cuando ya lo habían curado y vendado, donde Tom fue con él a su habitación, por más que Bill se negó, en lo que el pelinegro se sentaba en la cama con expresión decaída, Tom se ubicó a su costado.

ㅡSé que estás enojado, frustrado y dolorido, pero debes entender, Bill. Esto está fuera de tu control, tú no eres malo. Y yo estaré para apoyarte siempre ㅡmasculló Tom mirándole con seriedad y determinación.

Bill siseó, y sacó un arma del cajón, sorprendiendo a Tom, pero en vez de apuntarle, la puso sobre la mano del rubio oscuro. ㅡQuien tiene que entender eres tú, que si no es suficiente con la pulsera, deberás matarme. Prométemelo, Tom, ¡promete que me matarás de ser necesario! No podría soportar estar vivo sabiendo que te maté o lo hice con alguien más ㅡordenó el pelinegro con una expresión de desesperación.

ㅡNo… No puedo, Bill. No puedo hacerte daño ㅡsoltó Tom, sintiendo un nudo en la garganta, junto con el peso del arma sobre su mano.

Bill soltó un gruñido de frustración, abriendo sus fosas, sintiendo el olor de Tom… De su sangre dulce, relamiéndose los labios ante ello. 

ㅡAhora mismo te huelo… Y me da una sed tan grande, ¡soy una basura sin valor! ㅡgritó Bill, apretando sus puños, cerrando sus ojos con fuerza, golpéandose el rostro, sintiéndose desesperado por cómo le costaba no abrir la boca para morder y beberse la sangre de Tom que no había hecho más que estar apoyándolo, a costa de sí mismo.

Tom se quitó el saco del uniforme, desabotonándose el primer botón de su camisa, para luego superar las manos de Bill, haciendo que se detuviera.

ㅡ¡Mírame, Bill, basta! ¡No puedes solucionarlo golpeándote! ㅡle gritó Tom, buscando que su mejor amigo entrara en razón, y el muchacho abrió los ojos, viéndole, dejando de moverse entre su agarre.ㅡYo… En serio, es la única forma, Bill. Si esto te calma, así sea momentánea, déjame ser tu alimento… Bébeme, Bill ㅡpidió el muchacho con los ojos suplicándolo, dispuesto a sacrificarse por Bill, giró levemente su cuello, como dejándolo a plena vista para Bill, cerrando ahora los párpados esperando que Bill lo mordiera, le soltó las manos, con el arma en la cama dejada de lado.

Bill observó el cuello con lunares de Tom, sintiendo la sed nuevamente acuciante en su interior, haciéndolo sudar, con la boca abriéndose, sus colmillos dispuestos a encajarse en aquella carne tan deliciosa, para saborear aquel elixir que le ofrecía Tom… Pero no podía, se acercó, olisqueando el aroma del cuello de Tom, sintiendo cómo es que aturdía sus sentidos el tenerlo así, escuchando el bullir de la sangre de Tom en sus venas… Nuevamente Bill se acercó, casi posando los labios sobre el cuello de Tom, y, en vez de morder, Bill… Sacó la lengua, saboreando el sudor en aquella carne expuesta, y Tom se estremeció, no esperándose aquel roce que se percibía tan íntimo, el cómo Bill lo lamía.

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Pero seguro era porque de ahí Bill lo mordería, haciendo que Tom mismo se mordiera su labio inferior, tratando de acallar ese jadeo que quiso escapársele por aquel contacto, y cómo su pantalón estaba más apretado. “No puede ser, Bill es mi amigo, él no es Nicholas”, se regañó a sí mismo, pero Bill volvió a lamerlo y Tom se mordió con más fuerza el labio inferior, iba a decirle algo, cuando sintió que Bill giró el rostro de Tom, y lo besó.

Tom abrió la boca de la impresión, con los ojos abiertos, fijándose cómo Bill los tenía cerrados, y le metía la lengua dentro de su cavidad, en lo que la movía sinuosa, sintiendo a Tom por dentro… Tratando de canalizar toda aquella sed en… Un beso, uno donde chupó la lengua de Tom, que no le correspondía ni nada al inicio, hasta que con movimientos torpes le siguió el ritmo, sintiéndose por completo sorprendido de cómo es que estaba besándose a su mejor amigo, con Nicholas en la cabeza, no porque pensara que se besara a él, sino porque sentía que traicionaba a su amor platónico.

Pero no pudo detenerse, no hasta que Bill mismo se separó de él, apoyando su frente con la suya, en lo que estaba acezado, no por el beso reciente de por sí, sino por el sentirse drenado al no poder beber la sangre aunque sí, de algún modo aquel beso intenso había hecho que menguara para de su sed. ¿Sería el libido? Porque a Bill le costaba pensar que el amor era lo que lo estaba cambiando, no podía ser. 

Tom tenía los ojos brillantes, pensando cómo es que primer beso había sido con Bill, y él siempre soñó que sería con Nicholas. Pero de algún modo, le había gustado, se quedó mirando a Bill. ¿Bill estaba enamorado de él? Veía los ojos del pelinegro fijos en los suyos.

Bill sabía que estaba enamorado de Tom, y si bien no pensó confesarse, ahora mismo se había atrevido a besarlo, encontrando un remanso de paz al hacerlo, porque la ansiedad por la sangre no desaparecía, pero besarlo… Había hecho que pudiera perder la concentración en su sufrimiento, canalizándola en algo más, teniendo de paso la realización de probar aquellos labios con los que había fantaseado tantas veces.

Tom se fijó cómo es que ambos estaban sonrojados, abrió la boca para hablar, pero luego la cerró, sintiendo que no se estaba listo para preguntar lo que pasaba por su mente confundida. Por lo que se levantó de la cama y se fue del cuarto de su amigo. 

Bill cerró los ojos cuando lo vio marcharse, porque si bien Tom le correspondió al beso, sabía que su amigo tenía en su corazón al maldito chupasangre de Nicholas, y era irónico que él pensara así de Kaulitz, cuando él mismo era un vampiro, la única diferencia radicaba en que al menos Kaulitz estaba en control de sí mismo, mientras que él… Bill era esclavo de su sed por la sangre, hasta que en un punto dejaría de ser un humano racional, convirtiéndose en un monstruo. Él mismo detestaba a los vampiros, porque incluso los que eran como Kaulitz, o Natalie quien asesinó a toda su familia, si bien tenían aquella sed, era ya cuestión de ellos ceder o no al impulso, y aún así Natalie había sido una bastarda que a consciencia mató a toda su familia. Los humanos eran ganado para ellos, sólo eran vistos como alimento. 

Bill prefería suicidarse a soportar volverse por completo así. Se fijó cómo el arma seguía en la cama. Igualmente se la pondría a Tom en su cuarto, porque sabía que esa parálisis que sentiría no sería suficiente, y podría hacerle daño a Tom o alguien más. 

…

Tom al estar echado en su cama, luego de haberse bañado, y puesto su pijama, es que no podía conciliar el sueño, procesando lo que había pasado, el cómo Bill le había besado, y no sólo eso, sino que él mismo le correspondió, y era consciente de que esto tendría que hablarse, porque claro, ellos eran amigos, y Tom por ayudarle le ofreció el que lo chupara calmando así su sed sin lastimar a nadie. 

No se esperó que Bill lo besara, pero tampoco le desagradaba y eso lo hacía sentirse tan confundido, porque se supone que todo el tiempo había visto a Bill como eso, un amigo, con quien casi eran hermanos, incluso casi legalmente, aunque Bill en realidad se había negado a que Georg le diera su apellido, nunca entendiendo el por qué, pero ahora se habían besado, y se había sentido bien, haciendo que se apretase su vientre, como cuando le mordía, haciendo que Tom lo notara, era similar la sensación, ese dejo de… Excitación, por lo que se mordió el labio inferior. 

No era posible, ¿verdad? Si Tom estaba enamorado de Nicholas, lo que hizo que soltara un suspiro. ¿Quizá no era amor? Es decir, claro que quería e incluso amaba a Bill, pero algo sin tinte romántico, ¿no? Sólo… Era difícil catalogarlo, pero Tom sabía que incluso desde que lo mordió por primera vez, algo dentro suyo despertó, y que distaba del sólo verse como amistad, sin embargo, negó con la cabeza. Él amaba a Nicholas, por lo mismo es que pensó que si la vida le diera la oportunidad de tener su primer beso, habría deseado que fuera con él… 

Pero Tom pensaba que quizá sólo era porque no había recibido un beso nunca antes, por lo mismo es que Tom se sentía así, ¿no? Tal vez con Nicholas sucedería algo diferente, ¿o se sentiría lo mismo que sintió con los labios y la lengua de Bill? Porque aquello hizo que se estremeciera de sólo recordarlo, pero Tom amaba a Nicholas, entonces, ¿tendría que ser más especial, no? No tal vez los fuegos artificiales alrededor que se describía en los libros, pero… Quería besar a Nicholas, sólo para comparar. 

Sin embargo, ¿cómo es que Tom podría besarlo así como si nada? Nicholas no lo veía de aquella manera. Soltó un suspiro de frustración, y decidió que mejor se iría a dormir, aunque una parte suya le decía que tal vez debería volver a besar a Bill para entender si sólo fue cosa de una vez, si quizá fue porque era su primer beso y no por la persona en sí. Aunque Tom mismo no sabía si sería aquello posible, porque si Bill estaba enamorado de él, se sentiría utilizado. Pero Bill tampoco había considerado sus sentimientos al besarlo, ¿no? Porque Tom todo el tiempo le dijo que estaba enamorado de Nicholas, claro, quizá no siendo el más explícito al respecto, pero igualmente Bill lo sabía. 

Tom tenía que dormir, porque ya su cabeza sentía que iba a explotar por todo lo que estaba pensando. Aparte Bill mismo estaba con una lucha interna, que por ello fue que tuvo la intención de ayudarle, no sólo para ser la contención en caso quisiera atacar a alguien, sino también ser su desfogue… Aunque ahora sonaba mal aquel término para describirlo, pero es que prefería que lo mordiera, en un ambiente controlado, a que se desquitase con alguien más.

Tom cerró los ojos, aferrándose a las sábanas en lo que buscaba apagar su mente.

…

Nicholas se sorprendió de que Tom no lo pensara como todas las noches, por lo decidió no meterse en sus sueños. Tal vez Tom estaba muy estresado con la situación de Trümper, que lo que supo recibió un disparo, así que seguro por ello no tenía sus típicos sueños húmedos adolescentes. 

Sin embargo, cuando Nicholas se encontró con Tom, se percató que el menor estaba distante, no fijándose su entera atención a él como siempre, por lo que Nicholas se inquietó frente a ello. Ya que se percataba que no tenía el mismo efecto en él sus avances o seducción sutil, con roces que lo estremecían o hacían que Tom se sonroje, pero no, lo notaba muy distraído. ¿En serio la situación de ese perro insufrible estaba perjudicándole a ese punto? 

Nicholas se mantuvo inexpresivo, no queriendo demostrar que aquello le afectaba, prefería que Tom estuviera ajeno al discurrir de sus pensamientos, al menos hasta que fuera el tiempo suficiente. Él mismo ahora no estaba del todo entregado a disfrutar del momento con el menor, ¿por qué? Porque el peligro estaba acechándolos, y Nicholas tenía un papel que cumplir…

Sin embargo, Nicholas se daría tiempo para meterse en el sueño de Tom esta noche, incluso si no sintiera que lo llamaba, lo haría para saber qué era lo que estaba cambiando tanto al menor, porque sí, se fijó que pese a todo, Tom estaba mirándole los labios cada cierto tiempo, haciendo que Nicholas se cuestionase si quería besarlo o algo, porque era demasiado evidente, pero también Tom apretaba los puños y desviaba la vista. 

Nicholas quería besarlo desde siempre, sólo que siempre mantenía la sutilezas, el besarle el dorso de la mano, o la mejilla, muy cerca de los labios, disfrutando de cómo desestabilizaba a Tom, haciendo que sus rodillas chocaran, sonriera nervioso y se sonrojara profusamente. Pero… No se había atrevido a besarlo directamente, esperando… No queriendo tomarlo por la fuerza. Sin embargo, si Tom ya estaba listo, tal vez tendría que darle el gusto. Primero se fijaría qué era lo que estaba alterando tanto al menor y luego es que vería cómo darle su primer beso.

…

Bill lo notaba, tenía que apretar los puños, torciendo la boca levemente por el dolor, se mantenía sudando copiosamente, porque no sólo el olor de la sangre de Tom le atraía, y era como si la comida no fuera suficiente para saciarlo, a veces vomitando la comida por la tensión constante a la que sometía su cuerpo. 

Pero esto no sólo era notado por Bill, sino que continuamente tenía ojos sobre él, no sólo de Gustav, que ese maldito lo miraba siempre con amenaza retratada en la mirada, no, también otras personas, que suponía eran los que estaban encubiertos y eran cazadores de vampiros, dispuestos a informar de cualquier situación que se diera con respecto a él.

Bill se sentía enfermo con ello, atrapado y juzgado, y ya era de por sí difícil cuando él mismo se recriminaba su situación, por lo que fue a su habitación, juntando las ropas que pudiera en una mochila, poniendo su arma allí, y decidió escapar. No podía mantenerse en aquel espacio cuando era un peligro para el resto, principalmente para Tom.

Pero no sólo lo miraba el resto, sino Tom se fijó que se estaba yendo con su mochila, sin el uniforme puesto, por lo que lo siguió, tomándolo por la mano para detenerlo.

ㅡBill, ¿a dónde te vas? ㅡinquirió Tom, y el más alto se giró.

ㅡTengo que irme, Tom, soy un jodido peligro para todos. ¿No te das cuenta cómo se me quedan viendo? Lo saben, todos lo saben ㅡsoltó Bill su frustración sin alejar la mano de Tom.

ㅡNo te puedes ir, Bill. ¿Dónde más irías? Yo soy tu familia, Bill. Incluso sin tener la misma sangre, yo he estado para ti siempre, y lo seguiré estando. Se puede encontrar la manera, Bill ㅡle aseguró Tom, incluso sin él tener la certeza de nada, apretándole la mano a Bill, temiendo perderlo.

ㅡTengo que morir para que esto acabe, Tom… Sólo es cuestión de tiempo, cuando deje de ser un maldito cobarde, tengo el arma en la mochila para usarla y acabar con mi miserable existencia ㅡescupió las palabras Bill con el odio que sentía por sí mismo.

ㅡ¡No, Bill! Matarte no es la solución, por favor. No lo hagas ㅡrogó Tom con el pecho apretado pensando que Bill pudiera suicidarse, no, no podría soportarlo.

Bill sacó el arma de la mochila y se la puso en la mano a Tom.

ㅡEntonces tómala y promete que acabaras conmigo, que lo harás antes de que te lastime o a alguien más, Tom. Tengo que saber que puedo confiar en ti para que lo hagas ㅡordenó Bill, y Tom miró espantado a los lados, jalando a Bill de regreso al edificio, escondiéndose en un almacén.

ㅡBill, por favor. No puedes estar mostrando el arma en cualquier lado. Y ya te dije que no puedo, yo sé, tengo fe de que habrá una solución, que podremos salvarte antes de que sea demasiado tarde ㅡmasculló Tom, poniendo el arma sobre una mesa polvorienta.

ㅡNo puedo vivir de fe, Tom. Necesito saber que serás capaz. ¡No sólo quiero morderte a ti! La sangre me llama incluso con otras personas… ㅡbarbotó Bill, haciendo un mohín por lo frustrado que se sentía. 

ㅡYa te dije que podrías chuparme, que si yo lo acepto y se hace de forma controlada, yo podré con ello ㅡle recordó Tom, sonrojándose al pensar que Bill lo besó cuando le pidió que lo chupara.

Bill lo miró con fijeza y vio cómo Tom se dio la vuelta, no resistiendo verle a los ojos, cómo se notaba el fuego en la mirada de su amigo, podía hablarle pero sin verle, al menos sobre ese tema, en lo caminaba por la ansiedad, poniéndose casi al extremo de la habitación.

ㅡNo sé lo que pasó ayer… No sé si quiero saberlo. Pero si también eso te sirve, si hacer eso te ayuda a bajar esa ansiedad por sangre, yo… También puedo aceptarlo ㅡmasculló Tom con el labio temblándole al decirlo, sintiendo su corazón latir acelerado.

Bill abrió los ojos, sorprendido frente a lo que le estaba diciendo Tom, incluso sin decirlo con todas sus letras, estaba dispuesto a besarse con él, a… Que Bill calmara su sed con su lujuria. El más alto se acercó hacia Tom, viéndolo de espaldas, y empotrándolo contra la pared, sintiendo cómo Tom se arqueaba y soltaba un jadeo por la sorpresa.

Bill posó sus labios contra el cuello de Tom, abriendo sus fosas, olisqueándole y el rubio oscuro sintió cómo sus vellos se erizaron frente al aliento de Bill.

ㅡTambién me sirve no sólo… Chuparte ㅡsusurró Bill contra el cuello de Tom, presionando la dureza que tenía en los pantalones frente al aroma de Tom, y su disposición de besarse de nuevoㅡ. Sino… Sentirte de otras formas calma mi hambre ㅡacotó, pasando una mano por en medio de la pared y el cuerpo de Tom, levantándole la camisa, sintiendo la piel de gallina del más bajo que jadeó frente al contacto, cerrando los ojos fuertemente, Tom percibiendo cómo Bill se movía detrás suyo, cómo es que esto había escalado a más pero tampoco lo podía detener… No quería hacerlo.

Bill lamió el costado de su cuello, en lo que la respiración de Tom se volvía más errática, y abrió el botón del pantalón de Tom, bajándole el cierre para colar una mano, haciendo que Tom se mordiera el labio inferior cuando sintió aquella mano envolverle el miembro, que estaba excitado, que Tom, incluso pese a su juicio, y con el deje de culpa del rostro de Nicholas en su mente, intentando justificar que esto sólo era con el fin de ayudar a Bill, tenía una erección al sentir a su amigo friccionándose contra su trasero.

Bill siguió acariciándole el pene dentro de su pantalón, usando el preseminal de Tom para facilitar el bamboleo, girando la muñeca fascinada por la carne sensible y caliente que latía contra su mano, en lo que él mismo no dejaba de empujar sus caderas contra las nalgas de Tom, sin morderlo, pero sí besando la zona de su cuello, lamiendo el sudor de Tom.

Ambos eran vírgenes, pero también hombres que se habían masturbado más de una vez, y por lo mismo Bill quería que Tom disfrutara, que sí, por más que su amigo estuviera enamorado de Kaulitz, y no le hubiera dicho que correspondía a sus sentimientos, que siendo honesto, ni Bill mismo se había confesado como tal, pero igualmente no rechazaba sus avances ni le pedía que parase, estando excitado frente a la expectativa y roces.

Por ello es que Bill siguió jalándosela, al mismo tiempo que buscaba su propia culminación al sentir los firmes glúteos de Tom, incluso con ropa, tensándose por momentos por su propio deleite del orgasmo que estaba anidándose desde el centro de su cuerpo, conforme Bill mantenía ese ritmo sobre su virilidad.

Tom sabía que esto era completamente distinto a cuando él se tocaba. Que… No le generaba ningún rechazo, y que sentir a Bill respirándole la nuca mientras seguía friccionándose detrás suyo sólo acentuaba el placer en su interior.

Tom se corrió contra la mano de Bill, soltando un gemido que no pudo retener y Bill se vino en sus pantalones por la intensidad de aquel momento. 

Bill se separó de Tom, y él se giró, teniendo el rostro sonrojado, los ojos brillantes y los labios rojizos por tanto mordisquearlos.

Tom se acomodó la ropa, tragando saliva.

ㅡ¿Entonces no te irás? ㅡpreguntó Tom, dificultándosele el retenerle la mirada a Bill.

ㅡNo me iré ㅡrespondió Bill, nuevamente cerca a él, respirándole ahora en los labios, dejándole un beso corto en ellos para luego separarse e irse.

Tom se quedó paralizado en el almacén, pensando que tenía que tomar una ducha, y tratando de analizar qué es lo que acababa de pasar.

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Nicholas llegada la noche se sorprendió cuando nuevamente Tom no lo pensó, sin embargo, dispuesto a sacarse de la duda, es que se infiltró en los sueños de Tom, quien dormía sí, no obstante, lucía inquieto, señal inequívoca de que estaba teniendo o bien una pesadilla o bien un sueño húmedo, lo cual le daba un deje de recelo en el interior del vampiro, porque una idea estaba asentándose dentro suyo, un presentimiento que tenía nombre y apellido.

Cuando Nicholas se metió dentro del sueño de Tom, apretó fuertemente la mandíbula ante la escena que se desenvolvía frente a él. 

Tom estaba excitado, sí, no era una pesadilla, ojalá lo hubiera sido… Pero sí era una para Nicholas.

Tom estaba siendo besado contra la pared… Y quien se frotaba con gozo y presionaba a Tom en aquella superficie era William Trümper, el maldito perro sarnoso que lo había mordido a Tom.

¿Lo peor de ello? Era que esto no sólo era una fantasía, que sí, lo era, notaba que el inconsciente de Tom había creado este escenario en el palacio mental de Tom pero…

Los pensamientos de Tom… El cómo se estaba cuestionando si se sentiría así de bien besar y ser tocado por Nicholas, es decir, implicaba que ya había sido besado y tocado por el chucho de Trümper.

“Aquel bastardo me arrebató el morderlo por primera vez y también su primer beso en toda regla”, pensó con rabia Nicholas, viendo con ojos inyectados en sangre aquella maldita escena, cómo es que Trümper colaba una mano dentro del pantalón de Tom, masajeándolo, haciéndolo estremecer con su tacto, y gemir contra su boca…

Tom tenía flashes de cómo tuvieron un momento en el almacén, y Nicholas se sentía aún peor, al fijarse cómo es que había pasado en realidad, que el perro lo había empotrado contra la pared, frotándose como un animal en celo contra el trasero de su Tom… Masturbándolo y lamiéndole el cuello.

Nicholas veía rojo, deseaba matar a Trümper, por más que sabía que aún no salía de la mente de Tom, porque el menor estaba pensando en lo que sería sentirlo, y Nicholas sabía que Tom podía decidir quedarse o no con él, por más que aquello lo destrozara por dentro, pero ni siquiera veía el amor o devoción que notaba en los pensamientos de Tom hacia él, no. William no era dueño de su corazón, aunque le había arrebatado dos de sus primeras veces que le pertenecían desde la cuna… Nicholas se apareció frente a Tom en su sueño, pero no como era…

Tom se percató cómo es que su sueño tenía un toro embravecido botando humo por sus fosas, con los ojos rojos y en posición de ataque, dejándolo confundido en lo que seguía besándose con Bill en su fantasía.

…

¿Qué si Nicholas estuvo como si nada luego de lo que sucedió? No, evidentemente no. Pero tampoco podía decir abiertamente el conocimiento que tenía de aquella situación, porque Tom desconocía que él se metía a sus sueños, y todos los momento que compartieron con ese perro sarnoso fue en lugares cerrados como para que hubiera testigos. 

Así que el mayor tenía que ser más inteligente que eso, por lo que cuando la ira menguó, dio paso a las ideas… El plan que estaba elucubrando para contraatacar, porque el amor era como un campo de batalla, y Trümper estaba jugando sucio, sí, y Nicholas era muy competitivo, así que no se dejaría vencer así como así, no cuando sabía que aún tenía posibilidades, porque Tom lo tenía en mente… El sólo atisbo de duda, de que buscara comparar sus besos y roces de aquel animal con él… Le daba el aliciente para seguir en la lucha por Tom. Nicholas no se iba a rendir.

…

Al día siguiente, Tom se mantenía besándose y frotándose a escondidas con Bill, calmando el ansía por sed de sangre que tenía… Algo que supo por una mención entre algunos de su clase, es que decían que los vampiros eran seres muy lujuriosos por naturaleza, por lo mismo es que Tom empezó a racionalizarlo, comprendiendo que aquello era “normal”, el que él mismo viera que sí, que Bill estaba sufriendo, cómo es que incluso le había metido el arma en el cajón de su cuarto, sin Tom aceptarlo, pero en parte prefiriendo tenerla en su poder a dejársela a Bill, que por momentos insistía con aquellos pensamientos suicidas.

Había muchos puntos del pasado de Bill que Tom no comprendía, porque su mejor amigo no era el mejor expresando sus sentimientos, y por lo mismo es que tampoco habían definido lo que tenían, porque sí, Tom sentía mucha empatía, dolor, y preocupación por Bill, al saber que estuvo por años luchando consigo mismo, cómo es que esto había terminado por desencadenarse… La manera en que notó cómo Bill estaba desesperado cuando fueron a una fiesta nocturna de los vampiros, dejando también sorprendido a Tom por la naturalidad con la que se desenvolvían y bebían sangre, siendo Tom mismo humano se fijaba que algunos eran muy… Fríos, porque una cosa era cómo notaba que tenían interacciones con los del turno diurno, y otra realmente verlos allí, de algún modo los consideraban inferiores, y aquello hacía que Tom se sintiera un poco afectado, aunque también notaba cómo muchos querían acercársele con la intención de morderlo, como si por el hecho de saber que Bill lo mordió, les daba la venia para intentar hacerlo con él.

Bill no disfrutó para nada estar en aquel lugar, sólo le dio más sed, huyendo, y Tom siguiéndolo para compartir besos en lo que calmaba su ansía de aquella forma. 

Tom sabía que lucía mal, sin embargo, Bill era valiente, y así no fueran novios, ni tampoco amantes, porque más allá de masturbarse no se desnudaban por completo, ni buscaban ir a más, comprendiendo que era un acuerdo tácito de darse placer mutuamente… Tom se mantenía diciéndose a sí mismo que sólo era por ayudar a Bill, porque hacerle más tolerable todo aquel sufrimiento que atravesaba, no obstante, la verdad es que por momentos se desdibujaba la línea entre el amor entre amigos a… Realmente tener sentimientos por Bill, porque le aterraba que se fuera, no sólo por el miedo de que Bill se suicide, porque incluso cuando tenía la opción de irse a la clase nocturna, Tom no quería… Porque significaba tenerlo lejos. Así que sí habían momentos donde se descubría a sí mismo anhelando que Bill quisiera “desfogarse” con él. 

Pero no por ello dejaba de amar a Nicholas, no, incluso si el vampiro fuera totalmente ajeno a sus sentimientos, para Tom el mayor era definitivamente alguien que no se iba de su mente ni corazón, así fuera tan inalcanzable y sólo se derritiera frente al afecto que tenía Nicholas por él… Todo era algo platónico y unilateral, ya que seguía viendo a Andreas siempre sobre Nicholas, quien no le sonreía pero tampoco rehuía de su contacto, haciendo que Tom se sintiera muchísimo más inseguro, por lo mismo es que su propia frustración y deseo por Nicholas es que a veces la desquitaba con Bill, pensando no sólo en su amigo, sino en Nicholas, y sabía que aquello era algo ruin y bajo, pero tampoco se lo decía a Bill porque no quería herirlo, al final de cuentas no es que fuera una novedad de su afecto por Nicholas Kaulitz, y no es que Tom tampoco estuviera en una relación con Bill.

Sin embargo, cuando Nicholas pidió hablarle a Tom en privado, lo dejó sorprendido, ¿qué es lo que querría decirle el mayor a solas? Entró a la sala donde Nicholas lo esperaba echado en el sillón, echado mirando hacia el techo.

Tom se acercó a él, observando cómo es que el mayor era también pelinegro como Bill, aunque tan distintos, con los cabellos en ondas, la mirada más fría, y algo en su expresión circunspecta que le hacía estremecer, también cómo tenía un perfil hermoso, y labios llenos con los que había fantaseado. Nicholas se sentó en el sillón, observando al recién llegado y palmeando al costado instándolo a que se sentara, con la mirada algo oscurecida que hizo que el rubio oscuro tragara saliva nervioso, situándose a su costado.

ㅡHola, Nicholas, ¿para qué me necesitabas? ㅡinquirió Tom, girándose levemente para ver al mayor, que subió levemente la comisura de su labio, en una sonrisa tenue y discreta, inclinándose más en dirección al menor, haciendo que Tom sintiera su corazón latir desbocado. 

ㅡBuenas noches, Tom. Siempre es un deleite verte ㅡsusurró Nicholas contra sus labios, apoyando los brazos a cada extremo de Tom, obligándolo a ir empujándose contra el sillónㅡ. ¿Tiene que haber una razón para necesitar su presencia? Porque el simple hecho de admirarte debería bastar, ¿no? ㅡcuestionó el pelinegro con mirada predatoria, haciendo que Tom boqueara nervioso, ¿acaso esto era una de sus fantasías? ¿Se estaba imaginando que Nicholas estaba halagándolo? ¿Esto era real?

Tom rió con nerviosismo, sonrojándose de inmediato, y sintiendo cómo aquel calor que inundaba sus mejillas, en realidad estaba recorriéndole el cuerpo entero.

ㅡ¿Entonces me pediste que viniera para verme? ㅡinterrogó Tom, sin estar seguro de dónde sacaba fuerzas para no morirse por combustión espontánea con casi Nicholas encima suyo, porque ya estaba con la espalda apoyada contra el sillón, en lo que el más alto ubicaba una pierna en medio de las suyas, bajando sus labios en dirección al cuello del menor, el cual soltó un jadeo poco digno.

“¿Nicholas me va a morder como Bill?”, pensó Tom, encontrando la idea excitante…

ㅡSería tan fácil para mí chuparte, Tom… ㅡmasculló Nicholas con sus labios acariciando la piel sensible del cuello del menor, haciéndolo estremecer nuevamente, como si realmente el mayor fuera un lobo que se comería a Tom y sólo dejaría los huesos, y una parte suya quería que eso pasara, realmente las hormonas estaban fundiéndole el cerebroㅡ. Pero no lo haré… Aún ㅡacotó el de cabello largo, dejándole un beso corto justo en la zona donde latía su vena carótida.

Tom sintió cómo el ramalazo de excitación le azotaba desde la columna hasta su miembro, haciendo que se abultara su pantalón por ello, tragando saliva con nerviosismo, procesando lo que estaba pasando. ¿Nicholas le correspondía? Aunque en sí nunca le había confesado sus sentimientos.

Nicholas se separó levemente, mirándolo desde arriba.

ㅡYo… ¿Yo te gusto? ㅡcuestionó Tom con los ojos brillantes, teniendo miedo de que el mayor le dijera que no.

ㅡCreí que mis afectos por ti eran evidentes, Tom. Gustarme no abarca todo lo que provocas en mí ㅡmusitó Nicholas con su voz aterciopelada, aún sobre Tom, con su pierna acomodada que ejercía cierta presión contra la entrepierna del menor, que estaba sintiéndose como ebrio frente a las palabras de Nicholas, consiguiendo que le faltara el aire porque se le había olvidado cómo respirar al ver la realización de sus sueños de años atrás en aquel instante.

ㅡSiempre me gustaste, Nicholas ㅡconfesó Tom, aún con sus brazos acomodados a los costados de su cuerpo, sin atreverse a tocarlo, como si aquello rompiera esa belleza etérea de aquel instante, como si no fuera merecedor de acariciar al mayor que era el hombre más hermoso que había visto en toda su existencia, y que todavía le estaba diciendo que le gustaba muchoㅡ. Aunque pensé que Andreas era tu novio.

ㅡAndreas es sólo un amigo, uno que posee interés en mí aunque no le correspondo ni lo haré jamas. Pues el que me gustes, y yo te guste, debería ser suficiente para poder proponerte algo, Tom ㅡacotó Nicholas, aún sin levantarse de todo, teniéndolo contra el sillón.

ㅡ¿Qué cosa? ㅡinquirió Tom, aún sin poder concentrarse del todo porque estaba deleitándose con el peso de Nicholas sobre él, y sus labios tan cerca que sería fácil probarlos, y comparar si realmente era distinto con él que con Bill.

ㅡPues quisiera pedirte que fueras mi compañía, Tom. Que me complazcas con que seas mío… Mi novio, mi amante, mi todo, ¿aceptarías este ofrecimiento? ㅡcuestionó Nicholas, gozando de cómo sentía la dureza de Tom contra su rodilla en medio de las piernas del menor.

Tom abrió grandemente los ojos, ¿había oído bien? No podía créerselo, permaneció allí parpadeando con la confusión en su semblante.

ㅡPuedo ser muy persuasivo si es que no te sientes seguro de aceptar ㅡarguyó Nicholas, relamiéndose los labios, casi rozando con su lengua los de Tom por la cercanía.

ㅡNo, no… Yo entiendo. Es decir, sí quiero ser tu novio, Nicholas, siempre… Lo he querido, lo siento si esto suena mal o humillante porque me salvaste de niño, pero sí ㅡrespondió Tom, aterrado al escucharlo decir que si él no estaba seguro, porque evidentemente estaba más que seguro de aceptar ser el novio de su crush.

Nicholas sonrió de medio lado, y terminó por acortar la distancia entre ambos, besando a Tom, quien al cerrar los ojos por inercia, se sintió más envalentonado, posando sus manos alrededor del cuello del mayor, en lo que Tom percibía aquella lengua serpentear en su cavidad, siguiéndole el ritmo, y notando que sí, que su corazón latía aún más acelerado, la forma en que disfrutaba de enredar sus dedos entre los cabellos largos de Nicholas, gimiendo de gusto contra su boca.

Ya que Tom había anhelado por mucho tiempo el poder besarlo, y claro, ya Nicholas no era su primer beso, pero no por ello dejaba de ser así de intenso, más porque si bien Bill era impulsivo, Nicholas con aquel beso demandante lo estaba excitando mucho. 

Tom empleaba el jugueteo entre lenguas, recordando cómo es que Nicholas fue su héroe, y claro, con el paso del tiempo, la manera en que tenían de jugar ajedrez, con Nicholas dándole regalos también de vez en cuando, como el traje elegante que le dio en una ocasión, diciéndole que se vería magnífico en él, y habiendo dado con la talla adecuada incluso sin Tom habérselo mencionado. Y ahora lo cumplía… Cumplía el sueño que tuvo desde niño, el poder ser novio de Nicholas Kaulitz.

El mayor se separó levemente, aún con los cabellos rodeándole el rostro, cayéndole a cascadas que sólo acentuaba la belleza de Nicholas, haciendo que Tom pensara que nunca había visto a alguien así de hermoso, que claro, Bill mismo era un hombre atractivo, pero… Suponía que la importancia de Nicholas en su vida lo había trastocado tanto al punto de creer que nadie podía ser como él.

ㅡQuiero probarte de tantas maneras, Tom… ㅡmusitó Nicholas, volviendo a situar sus labios contra el cuello de Tom, sacando la lengua para delinear la zona erógena del menor, que soltó un gemido ante aquel estímulo, considerando tan sensual aquello, recordándole a Bill, pero Nicholas era más… Sutil.

Nicholas succionó la piel sin la intención de dejarle marca, simplemente por chuparlo, por disfrutar cómo podía olisquear la excitación del menor sólo por aquello, y sabía que Tom había sido un chico malo por meterse con el perro sarnoso de Trümper, sin embargo, su castigo sería expresado de otra forma.

Tom se aferró a los hombros de Nicholas, en lo que sentía la mano gélida del mayor colarse por su camisa, con su vientre tensándose al sentir esas yemas sobre su cuerpo caliente, no porque le desagradara, sino por cómo aquellos roces hacían que se desconociera a ese nivel de estar durísimo en el pantalón de su uniforme.

Nicholas volvió a besarlo, sólo para dejarle en claro que era mucho mejor que Bill, porque sí, ¿qué tendría que hacer? ¿Ponerse al nivel de aquel chucho? Pues no, él tenía un mejor plan, asegurándose de ser el novio de Tom, consiguiendo que con ello Tom dejara su obsesión por Trümper, o al menos ese era su plan.

Nicholas siguió delineando el torso de Tom con sus dedos, de arriba a abajo, regodeándose al toque con el cuerpo del menor, no sólo por el afán de explorar y ya, sino también observando el rictus descompuesto de Tom, que tenía el deseo tatuado en su expresión.

Pero luego Tom se estremeció cuando sintió cómo Nicholas le bajaba los pantalones, haciendo que rubio oscuro se diera cuenta que esto no iba a ser como los “juegos” que tenía con Bill, no… Nicholas era directo, y así su primer impulso hubiera sido cerrar las piernas ante el miedo del rechazo es que las mantuvo abiertas, en lo que Nicholas se separaba para ubicar dedos sobre los labios de Tom, primero por fuera, sin Tom saber qué hacer.

ㅡChúpalos ㅡordenó Nicholas con ese jodido tono demandante que hacía que Tom obedeciera sin chistar, abriendo sus labios, para luego al sentir esos dígitos  su boca, comenzó a chuparlos, saboreando la sal de ellos, en lo que notaba que disfrutaba de tener algo en la boca, haciendo que irremisiblemente Tom entendiera que chupar los dedos era demostrarle su capacidad en hacer mamadas para que luego se lo hiciera.

Tom, sin embargo, en serio estaba gozando chupándolos, y viendo cómo la sonrisa de Nicholas se ensanchaba al penetrar su boca con ellos, aún con Tom sintiendo la brisa por estar con los pantalones y ropa interior bajados, a la expectativa de que tal vez Nicholas lo tocase como hacía Bill, anhelando que sí lo hiciera, excitándose más por ello, pensando en cómo sería que lo tocara… Porque por lo que sabía Nicholas debía tener experiencia, por su edad, y también por lo lujuriosos que eran los vampiros… Si Bill sin experiencia le había dado tanto placer, ¿qué cosas sería capaz de hacer Nicholas? Que de por sí lo tenía salivando contra sus dedos, sin ni siquiera dudar un instante al recibirlo con su boca, excitándose demasiado por ello, aunque quería más, por lo que imitaba la succión que se hacía a una paleta con sus dedos, hasta que Nicholas los alejó de él… Dejando un hilillo de saliva entre sus dedos y la boca de Tom, que no entendió por qué lo alejó, pensando que tal vez había hecho algo mal, sin embargo, Nicholas tenía fuego en su mirada, y bajó aquellos dedos…

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Tom esperó a que aquellos dedos rodearan su pene, sintiendo cómo los pasó por su dureza… Pero siguió bajando, presionando sus testículos tenuemente para finalmente ubicarse contra la hendidura de su trasero, por lo que Tom jadeó, y Nicholas lo besó en los labios, como buscando acallar los ruidos que se les escapaban, en lo que el menor sintió a Nicholas acariciar por fuera de su trasero, consiguiendo que se espigase por ello, ya que nadie lo había tocado allí, ni siquiera Bill.

ㅡAquí es donde quiero estar ㅡsusurró Nicholas contra el oído de Tom, para empujar los dígitos ensalivados dentro del trasero del menor, quien se mordió el labio inferior ante la intromisión, frunciendo el ceño, no por dolor, sino por el placer… Jadeando ante ello, conforme el mayor seguía girando sus dedos dentro suyoㅡ. Te prepararé para recibirme… Para fundir mi cuerpo con el tuyo, y permanecer con mi hombría donde nunca nadie ha estado… Quiero unirme a ti, Tom, que seas mío para siempre ㅡdictaminó el mayor y Tom se estremecía tanto por la sensación, al inicio extraña, pero no desagradable, porque era Nicholas, y nada que viniera de él podría provocarle rechazo, sin embargo, también la forma en que le hablaba sólo hacía que se le escarapelase la piel, al mismo tiempo que el mayor giraba sus dedos, curvándolos, hasta que las piernas de Tom temblaron porque tocó algo dentro suyo que se sintió correcto… Por cómo le pasó corrientes de placer desde su interior por todo su cuerpo.

ㅡYo quiero ser tuyo… Por siempre, Nicholas ㅡsoltó Tom una correspondencia ante las palabras de su amor, de su novio, de su todo… Tom siempre tuvo la idea de casarse con Nicholas, así el mayor fuera inmortal, no le interesaba, él era un mortal, y podría vivir al menos su corta existencia, a comparación con la de su novio, a su lado si se lo permitía.

Nicholas le lamió el cuello, en lo que volvió a estimular la próstata de Tom, sintiéndolo temblar y gritar bajo suyo aferrado por completo a sus hombros, y Nicholas mismo sentía muchas ganas de hacerlo suyo, de desvestirse y poseerlo, pero también sabía que Tom había sido un chico malo que merecía un castigo, por lo mismo que es que siguió presionándole la próstata, pero luego bajando la intensidad, sólo girando los dedos, no tocando de forma intencional el punto de placer del menor, que en sí de todas formas disfrutaba de sólo sentir esos dedos llenándole, sacando una mano de uno de los hombros de Nicholas para masturbarse, pero el mayor quitó su mano con suavidad de miembro.

ㅡNo… No quiero que te corras, sólo retén tu orgasmo, mi amor… ㅡdictaminó Nicholas, y Tom cerró los ojos con fuerza, aferrándose de nuevo con ambas manos en los hombros del mayor, sintiendo cómo su pecho latía con fuerza ante el “mi amor” que usó Nicholas para referirse a él, siendo algo dulce, aunque sintiéndose frustrado por no poder encontrar su culminación, sin embargo, entendía que debía obedecerlo.

ㅡ¿Me podré correr cuando estés en mí? ㅡpreguntó Tom, cuando Nicholas lo vio, sin dejar de dedearlo, haciendo que el menor se arqueara por momentos donde el mayor le estaba tocando la próstata, teniéndolo en un ir y venir de su clímax, paladeándolo con la punta de la lengua para que luego se lo arrebatasen… 

Nicholas siguió con aquella sonrisa de medio lado, besándole la quijada con cariño, para después sacarle los dedos, subiéndolos en dirección a su rostro, lamiéndolo con lascivia frente a Tom, el cual sintió cómo si su miembro pudiera ponerse aún más duro por observar a Nicholas lamiendo sus dedos que estuvieron dentro del culo de Tom.

ㅡTu almizcle sabe muy bien ㅡhalagó Nicholas, para luego levantarse por completo del sofá, luciendo una erección enfundada en sus pantalones, en lo que Tom lo miraba echado confundidoㅡ. Vístete, amor mío. Tienes que ir a descansar, y yo mañana también haré un viaje, que espero que este adelanto te prepare para todo lo que tendremos cuando regrese. Eres mío, Tom, ¿lo entiendes? Sólo yo puedo tocarte de aquella forma… Eres mi novio ahora ㅡacotó, y Tom tembloroso, y con una erección sensible, es que se volvió a subir la ropa interior y pantalonesㅡ. Ahora ve a dormir, amor mío ㅡterminó por decir, dejándole un beso corto en los labios y girándose.

Tom salió de la habitación de Nicholas sintiéndose totalmente frustrado sexualmente pero, a la par, agradecido de ser novio del mayor y que al menos hubiera tenido una probada de lo que viviría más adelante con él, aunque se moría por verlo sin ropa, por… Tratar de pensar cómo luciría el pene de Nicholas, ya que notó que estaba excitado pero aún con la ropa puesta. ¿Aquello no torturaba también a Nicholas?

Tom se la pasó soltando suspiros en lo que iba en dirección a su propia habitación, pensando que tendría que jalársela apenas llegara a su cuarto, pensando si podría hacerle un oral a Nicholas alguna vez, y a dónde es que se iría de viaje, y luego recordó a Bill… El que fuera novio de Nicholas hacía que Tom tuviera que cortar aquellos momentos con su amigo, ¿verdad? ¿O sólo besarse? ¿Aquello contaría como infidelidad? Tom se mordió el labio inferior, aún con sus bolas azules por el placer que seguía haciendo eco en su interior. 

Tom se sentía muy conflictuado apenas llegó a su cuarto, quitándose la ropa con rapidez para empezar a acariciarse… Chupando sus dedos, para volver a situarlos en su trasero, intentando imitar los movimientos de Nicholas, jadeando al masturbarse de aquella forma doble pensando en Nicholas… 

Sí, ellos tendrían que retomar dónde se habían quedado aquella noche. Sólo esperaba que Nicholas no se demorara tantos días… 

¿Y Bill? Tal vez… Quizá sólo era algo físico no podría importar, ¿no? Porque los sentimientos que se tenían eran de amigos. ¿O no? Tom dejó que la idea se apagara en su mente al seguir masturbándose para correrse con intensidad en su colchón, agitado y satisfecho… Al menos en parte, ya que en sí hubiera querido que Nicholas fuera quien lo hiciera correrse.

…

Al día siguiente Nicholas había realizado ese “viaje”, que más bien era buscar corroborar las sospechas que poseía. Porque Nicholas sabía que él era quien, a la visión del resto, era el elegido para ser el próximo líder de los vampiros, y que por lo mismo, buscaban derrocarlo, incluso sin haber llegado al puesto todavía. Sabía de alguien… De muchos que lo deseaban muerto, que querían tener control sobre sus debilidades para destruirlo, que Nicholas Kaulitz representaba una amenaza para las aspiraciones de muchos. 

Pero tenía a alguien en mente, y quería asegurarse de que lo que pensaba era cierto, porque de ser así, tendría que ver cómo asegurarse de que aquella basura del pasado no regresara con él… No, Nicholas sabía que tendría que exterminarlo de ser necesario.

Por otro lado, en la academia Kunst, habían llegado nuevos alumnos, lo cual era inusual porque el año ya estaba empezado. Para el turno nocturno es que llegó Nathaniel, una alumna rubia, con una expresión circunspecta, y que sus ojos tenían la carga de miles de vida, que ofrecía palabras dulces que no sonaban para nada sinceras, mientras que el turno diurno contó con la presencia de un pelinegro de cabello hasta los hombros en una media cola y manteniendo una sonrisa esplendorosa ante todos, sin embargo, su rostro… Dejaba a todos asombrados, porque tenía el mismo rostro de William Trümper. Cuando Tom lo vio se quedó también sorprendido.

ㅡHola, ¿Liam Trümper es tu nombre? ㅡinquirió Tom viéndolo, y el joven asintió con esa misma sonrisa que encantaba al resto.ㅡ¿Eres hermano de Bill?

ㅡSí, soy su gemelo ㅡrespondió Liam, en lo que las chicas lo asediaban por ser tan encantadorㅡ. ¿Has visto a mi hermano? ㅡinterrogó, en lo que miraba detrás de Tom, como si pudiera aparecer Bill de pronto.

ㅡHoy no, pero es mi mejor amigo ㅡcontó Tom, preguntándose por qué Bill no había aparecido hoy precisamente.

ㅡPues un amigo de mi hermano definitivamente es amigo mío también ㅡcomentó Liam, pero su sonrisa no era sincera, aunque igualmente Tom le sonrió de vuelta, sin entender que el hermano de Bill no era una versión feliz y encantadora de su mejor amigo, sino algo más.

Bill sí estaba mirándolo a lo lejos, sintiéndose conflictuado al fijarse que su gemelo estaba vivo como si nada. No es que deseara su muerte, pero, ¿dónde había estado todos estos años? Y justo cuando Liam ingresó, es que también supo que había otra alumna en el turno nocturno, ¿aquello estaría relacionado?

Tendría que hablar con su gemelo, pero en el receso, porque no se sentía del todo bien, sin contar que le enfermaba el ver cómo todas las muchachas que estaban obsesionadas con él ahora mostraban interés en Liam, no era por celos, no, más bien porque sabía que no tendrían ni pizca de sinceridad.

Aunque había algo en la expresión de su gemelo, tenía la misma sonrisa que hacía cuando mentía, lo conocía lo suficientemente bien para saber que ese no era el verdadero rostro de Liam, que sólo estaba siendo así por hipocresía. Por lo mismo es que tampoco lo quería cerca de Tom, le daba desconfianza su actitud.

En el receso sujetó a Tom por el brazo, jalándolo en otra dirección.

ㅡNo confíes en mi hermano ㅡadvirtió Bill al oído de Tom, en lo que notaba cómo Liam se acercaba a ellos mirando la cercanía que tenía su gemelo con aquel muchacho, haciendo que su expresión fingida se rompiera, así que Bill estaba con ese chico de sonrisa bobalicona.

ㅡ¿Los interrumpo, tortolitos? ㅡinquirió Liam.ㅡQué mal que siendo tú el mayor tenga que ir a buscarte, Billy, ¿no lo consideras muy descortés? Así no nos criaron nuestros padres, hermanito ㅡterminó por decir el pelinegro con tono de retintín.

Bill alejó su rostro del oído de Tom, pero no le soltó el brazo. ㅡNo me digas Billy, Liam. Después de muchos años me entero que estás vivo como si nada, así que no esperes que te dé felicitaciones o algo ㅡarguyó el mayorㅡ. Me alegro que no hubieras muerto, no me malentiendas, pero no sé dónde estuviste o qué haces aquí.

ㅡVengo a terminar mi educación aquí, tal cual tú lo haces, hermanito ㅡrespondió Liam, mirando despectivamente a Tomㅡ. Sólo que no sabía que tenías novio ㅡsoltó desdeñosamente.

ㅡOh, no, sí te conté que Bill es mi mejor amigo, sólo somos amigos, mi novio es otro ㅡarguyó Tom, que no había tenido oportunidad de decírselo a Bill, el cual se giró de inmediato, con expresión sorprendida, que su gemelo disfrutó, saboreando casi el dolor de desamor en el rostro de Bill.

ㅡ¿Quién es el afortunado, dulzura? ㅡcuestionó Liam sonriéndole a Tom, igualmente lo detestaba por ser el objeto del afecto de su gemelo pero le gustaba fingir amabilidad y buen trato.

ㅡBueno, es que no lo conoces porque eres nuevo pero se llama Nicholas Kaulitz ㅡcontó Tom, sonriendo ante ello, porque sí, Nicholas ahora era su novio, formalmente por fin.

Un brillo atravesó los ojos de Liam, porque claro que conocía a quién se refería, y Bill se sintió destrozado, porque si bien sabía que Tom estaba enamorado del vampiro, no sabía en qué momento es que habían formalizado, si incluso Kaulitz no estaba aquí, había viajado o algo así tenía entendido, ni siquiera podría enfrentar a Tom en aquel momento, no frente a su gemelo.

Liam se estaba regodeando al notar el sufrimiento en Bill, recordando cómo es que de niños, si bien eran unidos, Liam quería más de Bill, pidiéndole un beso o que le diera atenciones que transgredían lo fraterno, pero Bill, si bien era un hermano protector que velaba por su bienestar, siempre le rechazó frente a sus avances.

Era duro ser gemelos siendo de una familia de Cazavampiros, porque tenían la creencia de que sí o sí la familia caería en desgracia si nacían gemelos, como una maldición, teniendo el pensamiento de que para restablecer el orden natural, uno de los gemelos tendría que morir para el otro fuera quien pudiera tener una vida sin desgracias. Entonces… Siempre uno resaltaba, y ese era Bill, mientras que Liam, era el gemelo más débil, quien tenía las defensas arruinadas al punto de enfermarse seguido, sí, teniendo a Bill acompañándole y atendiéndole todo el tiempo, pero sólo hacía que Liam se pusiera peor, porque quería resaltar… Pero también que Bill lo viera como él lo hacía. Deseaba ser Bill y tener a Bill. Pensando en sí mismo que hubiera sido mejor que fueran como esos gemelos quimeras, donde él hubiera absorbido a Bill en su cuerpo, teniéndolo siempre dentro suyo, para ser él quien brillara siempre.

Por lo mismo ahora disfrutaba de cómo le rompían el corazón a Bill, aunque igualmente quería destruir a Tom, ¿por qué? Por ser algo que amaba Bill, y también mataría dos pájaros de un sólo tiro al saber quién era ese muchacho.

Liam quería que Bill sufriera mucho, que así como le negó los besos, y caricias que quisiera recibir por su gemelo, así también la pasaba terriblemente en el aspecto amoroso. Porque Bill no merecía ser feliz, no.

Bill se quedó sujetando el brazo de Tom, pensando en que en sí ni siquiera tenía algún derecho a reclamarle algo a Tom porque ellos no eran nada, ni siquiera había sido capaz de decirle que le gustaba, simplemente le había bastado el que se besaran o compartieran aquellos instantes efímeros de intimidad, a sabiendas de que Tom no le había dicho que lo quería, al menos no como amantes, sólo como mejores amigos, sin embargo, para Bill sí eran importantes esos momentos con Tom, sí había algo más allá del placer y desfogue físico, era por Tom… Por todo lo que le hacía sentir, porque Bill sabía que no sería lo mismo con alguien más.

Incluso al Bill morderlo, no sólo probaba la sangre de Tom, también le daba un acceso a lo que estaba pasando por su cabeza, y sí notó cómo es que Tom tenía conflicto dentro de sí mismo, sabía que él mismo siempre había estado bajo la sombra de Nicholas, pero ahora… No sabía en qué momento es que Tom ya era novio de él, tenía el impulso de gritarle, de morderlo, de hacerlo suyo… Pero no iba a hacerlo, él no era nadie. Tom… Sólo le estaba haciendo un favor al complacerlo para que fuera más tolerable lo que atravesaba por ser vampiro.

ㅡ¿Quieres que hablemos? ㅡcuestionó Tom, notando cómo quemaba la mirada de Bill sobre él, con un deje de culpa dentro suyo.

Liam se quedó mirando a ambos, mordiéndose el labio inferior disfrutando aquella interacción.

ㅡSí ㅡdijo Bill, aún teniéndolo sujeto del brazo, Tom asintió y se fueron juntos.

Liam tuvo las ganas de seguirlos para escuchar la conversación que definitivamente sería humillante para su gemelo, sin embargo, debía ir al edificio del turno nocturno, porque tenía que dejar un mensaje importante.

…

Se metieron al almacén nuevamente, donde tuvieron su primer encuentro de aquella naturaleza, pero esta vez estaban viéndose con fijeza.

ㅡ¿Cuándo te pidió Kaulitz que fueras su novio? ㅡcuestionó directo Bill.

ㅡAyer, antes de irse. Yo siempre te dije que estaba enamorado de Nicholas, Bill ㅡmencionó Tom, sintiendo un deje de culpa, sí, pero sabía que había sido claro con su amigo desde el inicio, y claro, Bill no sabía de que también sentía cosas por él, pero aquello sólo era por las interacciones que compartían, que no era amor, al menos no del romántico, ¿verdad? Sólo era porque Tom quería ayudarlo, y al haber pasado esas primeras experiencias con Bill, irremisiblemente había un lazo, una conexión que hacía cortocircuito en su cabeza, pero su corazón tenía dueño desde que era un niño, e incluso si no había su primer beso, o quien lo tocó primero, sí sería era a quien más amaba, y ya Nicholas le había dicho que él lo desvirgaría, después de dejarlo jadeante cuando lo tuvo casi corriéndose al sentir cómo le estimulaba la próstata, porque Bill le tocó el miembro, y sí se frotó contra su culo, sin embargo, no le metió los dedos.

Y claro, Tom mismo pensó pedírselo a Bill, en medio de su frustración sexual por lo que tuvo con Nicholas quedando con ansías de más, pero luego recapacitó, notando que no, que por algo le había dicho Nicholas que nadie más estaría con él porque era suyo, así que le debía fidelidad a su novio.

Bill se acercó a Tom, olisqueándole el cuello. ㅡ¿Entonces ya no podré…? ㅡdejó la pregunta en el aire, con sus labios casi cepillándole la piel sensible que tenía las marcas de los dientes del pelinegro, haciendo que un estremecimiento le recorriera la espina dorsal a Tom, reaccionando en automático frente a la cercanía y los labios de Bill, pero no, negó con la cabeza, buscando alejar esas sensaciones y pensamientos.

ㅡBuscaré la forma… De ayudarte, una que no sea así ㅡmusitó Tom, sin alejarse de Bill, a pesar de que le estaba diciendo que ya no podrían besarse ni tener aquella clase de contacto.

Bill se separó de su cuello, ahora mirándolo, casi respirándole en el rostro, relamiéndose los labios por inercia al tener casi rozando los de Tom contra los suyos, notaba la inquietud y los nervios en Tom, como si no se sintiera seguro de lo que sentía, o de lo que debía hacer, y Bill sentía rabia dentro suyo.

ㅡ¿Qué otra forma habría? ¿Buscar alguien que se ofrezca a ser mordido por mí? No sería lo mismo, Tom. Y si no son mordidas… Pues peor aún, son cosas que accedí porque eras tú ㅡacotó Bill, sintiendo el deje de dolor en su interior al decirlo, porque sabía que en ese momento tampoco estaba diciéndole directamente que lo quería como más que un amigo, más bien era un mensaje entre líneas, de que no podría hacer eso con alguien más, y Tom sí lo percibió, pero decidió pensar que era más bien porque había la suficiente confianza entre ambos para que Bill pudiera hacer eso y que con otra persona no sería posible.

ㅡHabrá una salida, yo lo sé, Bill ㅡmasculló Tom, aún con esa fe de poder ayudar a Bill, de hecho habían rumores de que la recién llegaba del turno nocturno poseía un gran poder, y tal vez podía acudir ante ella para ver la forma de hallar la cura para Bill, para que no llegara a ser un vampiro nivel E.

ㅡYa sabes cuál es la otra opción, Tom ㅡle recordó Bill, fijándose en cómo temblaban sus labios, estando tan cerca que podría besar a Tom, tocarle los brazos y empotrarlo contra la pared, frotándose con insistencia, para sí de esa manera podría borrar a Nicholas de su mente y corazón…

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Pero Bill no lo haría, por más que se moría de ganas por hacerlo, no podía forzar a Tom a nada, y él… Bill simplemente tendría que rendirse, y desaparecer para siempre, aunque por ahora se mantendría allí, principalmente porque no confiaba en su gemelo y si él se mataba y ni siquiera estaba Kaulitz para salvar a Tom, pues no, Bill no se lo perdonaría si le sucedía algo a Tom, porque no es que su mejor amigo fuera una damisela en apuros, no, Tom mismo tenía aún el arma, y devolvía golpes en caso de defensa, sin embargo, Bill poseía más fuerza porque no era humano, y Kaulitz de igual manera, aunque obviamente el vampiro sangrepura era más poderoso, sin contar que Kaulitz sí estaba en dominio de sí mismo, a diferencia suya.

ㅡNo te mataré, Bill. Jamás me atrevería a hacerte daño. Dame un poco de tiempo, de hecho tengo una idea ㅡmasculló Tom, sintiéndose nervioso por la cercanía, con las ganas de besarlo metiéndose como pensamientos intrusivos en su mente, pero no podía, no debía . 

Bill apretó sus labios en una fina línea, sintiendo cómo se aturdía por el aroma de Tom, por lo que decidió salir de aquel almacén, yéndose a su habitación o caminar, lo que fuera para interrumpir el discurrir de sus cavilaciones y hacer que todo esto no lo superara.

Tom se dio cuenta que tenía el aire contenido cuando se fue Bill, una parte suya quería correr detrás de él, pero no se atrevía, no, porque si bien en esta charla no habían aclarado del todo las cosas, se fijaba que Bill no estaba de acuerdo con la relación que tenía con Nicholas. 

…

La rubia sonrió al escuchar hablar a Liam.

ㅡEntiendo, entonces Tom Listing es pareja de Nicholas Kaulitz… Y también William está enamorado de Listing, qué curioso cómo el mundo es como un pañuelo ㅡcomentó Nathaniel.

ㅡSí, el hijo del director, adoptado de hecho… ㅡacotó Liam. 

ㅡSí, sé perfectamente quién es… Y cuál es su verdadero apellido también ㅡcortó Nathaniel mirando al pelinegro, con una expresión crípticaㅡ. Es el punto débil de Nicholas… ㅡrió ante elloㅡ, y también es importante para William. ¿Debo suponer que este amor no es correspondido, cierto? ¿Pero sí hay tal vez afecto que sienta Listing por William?

ㅡSí, son unidos. No sé si antes tuvieron algo o no, pero me fui enterando que mi hermano lo mordió, y que al parecer es algo que Listing acepta para ayudarlo a calmar su sed ㅡmusitó Liam, sintiendo envidia de cómo su hermano era vampiro, y él no.

Nathaniel acentuó su sonrisa. ㅡEntonces Listing se preocupa por William, es cuestión de tiempo que acuda a mí.

ㅡ¿Ayudarás a Bill? ㅡinquirió Liam, apretando sus puños, intentando contener la rabia que sentía porque su señora le brindaría apoyo al inútil de su gemelo, pero sin atreverse a faltarle el respeto a la rubia.

Nathaniel rió más. ㅡEs lo que tiene que parecer, Liam, no comas ansías ㅡle tranquilizó la rubia, acariciándole la mejilla al más alto, y él asintió con aire de sumisión.

Liam tenía que ser paciente, porque su señora se lo había prometido, que si él seguía siendo un buen sirviente iría a convertirlo para que fuera su compañía para siempre. Aunque detestaba a Bill… Porque él ya había sido convertido antes, siempre su estúpido gemelo tenía todas las posibilidades a su favor. 

…

Tom estuvo tras los pasos de Nathaniel Kuhn, la nueva vampira que estaba en el turno nocturno, en realidad era difícil dar con ella, porque tenía que estar en constante ajetreo preocupándose por Bill, y cómo es que parecía tener una pésima relación con su gemelo, sin contar cómo es que Liam se llevaba con todos bien, siendo asediado por el resto de personas… Eso sin hablar que parecía que habían murmullos entre los pasillos, que decían algo sobre que se avecinaba una guerra, que Nicholas se había ido en el peor momento, y Tom no comprendía, ni tenía forma de comunicarse con su novio, que tampoco sabía cuándo es que regresaría.

Había ido detrás de Bill también, pero terminaba alejándose cuando Bill insistía en querer besarlo, o tocarlo, y claro, una parte suya le decía que podrían hacerlo, que eso no implicaría sentimientos de por medio, sólo para darle calma, sin embargo, aún resonaban las palabras de Nicholas en su mente… Y también había algo que Tom no le contó a nadie, pero desde la primera vez que Bill le mordió, tuvo unos dolores de cabezas que lo aturdían, como si su mente se nublara y tuviera recuerdos inconexos. 

Tom no entendía a qué se debía, a veces veía una sonrisa, o una mujer de cabello parecido al suyo, un rubio oscuro, con ojos miel llorosos pero pese a ello sonriendo, ¿sería ella su madre? También había una figura masculina de cabello negro ondulado y corto, ¿sería su padre? Es que lo tenían confundido porque Tom no poseía fotos de sus progenitores, ni siquiera sabía cuáles eran sus nombres o su apellido real, ya que Georg lo adoptó y puso Listing, pero no sabía más.

Y a cada mordida, regresaban esos dolores de cabeza, con escenas que no sabía discernir, en muchas veía nuevamente a Nicholas, sonriéndole o abrazándole, cuando ambos eran niños. Quizá por ello es que correspondía a sus sentimientos, tal vez él también se había fijado en él desde eran niños, aunque se llevaran tres años, no era mucha diferencia.

Cuando finalmente dio con la rubia pálida ella le sonrió.

ㅡTom Listing, qué gusto verte. Esperaba tu visita desde antes ㅡcomentó Nathaniel a modo de saludo.

ㅡHola, Nathaniel, ¿en serio? ㅡinquirió Tom, sonriendo.

ㅡSí, ven por favor a mis aposentos para conversar en privado ㅡofreció Nathaniel, sujetándolo por el brazo.

Bill, que había estado siguiendo a Tom en las sombras, se tensó al notar cómo su amigo era guiado por aquella rubia… Que le daba incomodidad, un resquemor dentro suyo, una sospecha, no era de fiar, iba a interrumpirlos para llevarse a Tom cuando Liam se apareció frente a él, sonriéndole.

ㅡHermanito, no hemos tenido más tiempo de hablar, ¿no? ㅡcuestionó Liam, y Bill gruñó.

ㅡDéjame pasar, no quiero hablar contigo, Liam ㅡmusitó Bill, con intención de empujarlo, pero el de cabello más largo le sujetó el brazo, ahora Liam empujándolo contra la pared, respirándole sobre el rostro.

ㅡPues no te estaba preguntando, Bill ㅡvociferó Liam con fiereza en la mirada, y Bill frunció el ceño, zafándose de su agarre.

ㅡ¿Qué mierda quieres? ㅡcuestionó Bill, y vio cómo su gemelo sacó una katana, poniéndose en posición de combate. Y Bill lo sabía, que Liam no quería nada bueno.ㅡ¿Quieres pelear? ¿Es por eso que viniste? ¿Quieres matarme?

Liam sonrió maleficamente. ㅡPues siempre dijeron eso, ¿no? Que uno de nosotros tenía que morir para que el otro tuviera una vida sin desgracias, ya estás perdiendo tu humanidad ㅡrió con ganasㅡ, así que, ¿quién mejor que yo para destruirte y poder vivir como se debe? Tú no te mereces nada de lo que tienes, William. Y eres mío… Nacimos juntos, tu vida me pertenece, déjame aliviar tu sufrimiento, hermanito… Déjame matarte y que siempre vivas dentro de mí ㅡterminó por decir con expresión maníaca. 

Bill le enseñó los colmillos, en lo que Liam mantenía sujeta la katana, y Bill sabía que él podría atravesarlo con ella, por lo que tenía que ser rápido, pese al dolor, pese a todo… Detestando tanto que Liam siguiera obsesionado con él, que no hubiera dejado esos pensamientos de amarlo y odiarlo al mismo tiempo, a sabiendas de que sí, Bill lo cuidaba y amaba como su hermano cuando eran niños, sin embargo, Liam no estaba bien, él quería besarlo, y cuando se enfermaba y dormían juntos con Bill cuidando su sueño, quería frotarse con él, o a veces empujaba su trasero contra su entrepierna, y no.

Eran hermanos, su amor no era a ese nivel, no a ese punto. Por lo mismo algo dentro suyo le hacía temer por Tom, porque si Liam notaba que Bill sentía algo por Tom, era capaz de tomar represalias, tal cual ahora que le impedía ir detrás de él.

…

Nathaniel se sentó junto a Tom en el sillón, viendo las marcas de los dientes en el cuello del rubio oscuro.

ㅡAlguien ya te mordió, ¿cierto? ¿Fue William? ㅡinterrogó Nathaniel.

Tom se sonrojó. ㅡSí, precisamente por él quería hablarte. Me dijeron que eras muy poderosa, y Bill… Él está luchando consigo mismo, lo mordió un vampiro cuando era niño, y teme llevar al nivel E, ¿sería posible que conozcas alguna forma de ayudarlo? ㅡcuestionó con el rostro preocupado.

ㅡClaro… Vengo de las familias más antiguas de vampiros, puedo hacer que William deje de sufrir, que no pierda su lado racional, con mi sangre ㅡcomentó Nathaniel, y los ojos de Tom brillaron.

ㅡ¿Entonces existe la cura? ㅡinquirió Tom, sintiendo cómo la emoción lo embargaba, podría haber una solución para Bill.

Nathaniel asintió. ㅡSí, se puede realizar, Tom. Sólo que todo tiene un precio, mi sangre es muy valorada, a cambio necesitaría algo… De ti ㅡmasculló la rubia.

Tom se señaló a sí mismo, confundido por aquella declaración. ㅡ¿De mí? Es decir, puedo hacer lo que sea, sólo que soy un humano ordinario, no sé qué podría ofrecerte a cambio ㅡsoltó el muchacho.

ㅡTu sangre, Tom… Ya William te probó más de una vez, ¿no te será difícil hacerlo, cierto? Es un intercambio justo y equivalente, mi sangre por la tuya ㅡfarfulló Nathaniel con esa misma sonrisa gélida en su expresión.

Tom abrió los ojos grandemente, porque en sí, si había aceptado que Bill lo mordiera era para ayudarlo, pero… Asintió con firmeza, tenía que hacerlo, tenía que ayudar como fuera a Bill, se lo había prometido, y de aquella forma es que Bill estaría bien, le daría la cura con la sangre de Nathaniel, y ya no sufriría más. Incluso si él no se sintiera el más emocionado ante la idea de aquella rubia lo mordiera, la cual mostró sus colmillos ante su asentimientos, tomándolo por la quijada, girándola levemente para descubrir el cuello de Tom, quien sentía su corazón latir acelerado, pero no por anhelo, sino por nervios, manteniendo cerrados sus ojos, esto no podría disfrutarlo, esto era un sacrificio por un bien mayor, por Bill… Ya que Tom no podría volver a besarlo o acostarse con él, al menos le ofrecería la salvación, el no convertirse en un vampiro nivel E.

Nathaniel pese a ser consciente de que Tom estaba cediendo, es que empleó sus poderes de control mental, aturdiendo a Tom, que empezaba a tener una respiración errático, sumido en un trance, para que no pudiera alejarse cuando ella lo mordiera, porque quería beberse su sangre con otro propósito… Y no pararía.

Tom se sentía tan confundido, como si estuviera dentro de una nube, con la cabeza difusa, y paralizado, mientras que la rubia casi posaba sus colmillos en su cuello, cuando la puerta se abrió por completo.

ㅡ¡Tom, no! ㅡgritó Bill, acercándose a ellos, interrumpiéndolos, fijándose cómo es que Nathaniel había adoptado su verdadera forma al momento de aturdir a Tom, y apretó su puño, mostrando sus dientes.

Había golpeado a Liam, y evadido sus ataques para correr a detener lo que fuera que iba a pasar.

ㅡ¡Bill, Nathaniel me va a ayudar a salvarte, ella tiene la cura! ㅡmencionó Tom, aún aturdido, sin poder ver de hecho, por lo mismo es que no notaba que la alumna había cambiado frente a él.

ㅡSu nombre no es Nathaniel, es Natalie Franz, y es una maldita mentirosa, ¡suéltalo o te mataré! ㅡamenazó Bill, viendo cómo la rubia se ponía de pie con una sonrisa de medio lado, luciendo más alta y con apariencia de una mujer de muchos más años.

ㅡQué gusto volver a verte, William ㅡmusitó Natalie.

ㅡ¿Gusto? ¡Me convertiste en este monstruo y mataste a mis padres! ㅡexclamó Bill, sintiéndose totalmente alterado al tener a aquella maldita frente a él.

ㅡ¿Qué? ㅡpreguntó Tom, sintiéndose confundido, y aún aturdido.

Liam entró a la habitación con su katana y el rostro con golpes.

ㅡMi señora, intenté detenerlo pero el bastardo de mi hermano se resistió ㅡse quejó Liam mirando a la rubia.

ㅡDebí saberlo… Te llevaste a mi hermano, y por eso no querías que esté aquí. Son cómplices, ¿cómo puedes ayudar a quien mató a nuestros padres, Liam? ㅡinquirió Bill, mirando a su hermano.

ㅡ¿Nuestros padres que sólo tenían ojos para ti? ¡JÁ! No me interesa el destino que tuvieron nuestros progenitores, Billy ㅡescupió las palabras Liamㅡ. Esa noche Natalie me iba convertir, y tú arruinaste todo… Ella te mordió por sobre mí, pero ahora, le juré lealtad y siempre estaré para ella, Natalie me convertirá y podré reinar a su lado, destruyéndote a ti y tu noviecito en el camino ㅡsoltó Liam con expresión de asco, mientras Natalie se mantenía en silencio, porque ella no iba a convertir a Liam, simplemente era un buen sirviente que le era devoto, y por lo mismo lo utilizaba con engaños, haciéndolo sentir algo de afecto y fijándose que con poco el gemelo de William se conformaba, aunque sólo fuera un títere más bajo sus hilos.

Tom retrocedió unos pasos, sintiéndose tenso, porque si bien su cabeza estaba confundida, escuchaba parte de las conversaciones y lo ponían peor, haciendo como si no pudiera entender del todo, sintiéndose tan obnubilado…

Aunque en su cabeza había más remembranzas… El ver a Nicholas muchísimo más pequeño, ¿cómo era posible eso? ¿Lo había conocido antes de que lo salvara? 

Aparecían esas figuras femeninas y masculinas alrededor suyo, abrazándolos a los dos, a Nicholas y a él, llamándolos “hijos”, ¿qué? ¿Cómo que hijos? No tenía sentido. Seguro Nicholas habría sido un amigo de infancia y por ello le decían así, ya que no sabía nada de los padres de Nicholas, más que estaban muertos, y que los Kaulitz era una familia de vampiros que venía desde años atrás.

La lluvia de recuerdos siguió llenando su cabeza… Sus padres Simone y Jörg. Su madre… Cómo es que ella había hecho un sacrificio por él… Vio a su madre, identifica a él, pero con cabello largo, y una sonrisa amable. ¿Cuál había sido su sacrificio? Una despedida y la vio llena de sangre. 

Tom se sujetó la cabeza, no soportando el terrible dolor que le invadió, ni las imágenes de su madre muriendo frente a él. Cayó sobre sus rodillas, sintiendo las lágrimas agolparse en sus cuencas, siendo ajeno a lo que se suscitaba alrededor suyo.

Nicholas había llegado a unirse a Bill, quien estaba dispuesto a morir por intentar matar a Natalie, mientras que Liam intentaba defenderla.

ㅡLlévate a Tom de aquí, no está bien, ¡hazlo ahora, protégelo! ㅡordenó Nicholas a Bill.

ㅡ¡Yo necesito matar a Natalie, ella asesinó a mis padres y arruinó mi vida! ¡Debo hacerlo! ㅡrefutó Bill, sintiéndose preocupado por Tom, pero necesitando vengarse de aquella maldita.

ㅡNo van a poder destruirme… Nicholas mismo no tiene el suficiente poder, por algo su tío aún sigue vivo y quiere hacerte pedazos, ¿no es así, Nick? ㅡincrepó en tono burlesco Natalie.

ㅡTrümper, yo vengaré a tus padres, ¡pero Tom está en peligro, Natalie quiere matarlo! Hazlo ahora ㅡdictaminó Nicholas, y Bill se aterró ante la idea de que Natalie también tomara la vida de Tom, por lo que lo ayudó a levantarse, cargándolo en sus brazos porque era como si su amigo no pudiera sostenerse estando muy aturdido.

Liam quiso ir detrás suyo, pero Nicholas cerró la puerta con un movimiento de manos cuando William se fue.

ㅡTú no vas a salir de aquí, puedo con ambos ㅡadvirtió Nicholas con los ojos rojos brillantes más que antes, haciendo que sus brazos se transmutaran en armas.

Dejando a Natalie y Liam sorprendidos, porque si bien Natalie sabía que Nicholas Kaulitz era poderoso… Pero no a ese nivel.

¿Acaso sería un imitador o quién era ese hombre con la mirada feroz que lucía como un contrincante digno? ¿Acaso era momento de huir? ¿O esta sería una muerte inminente tal cual decía Nicholas? Ella había sido una vampiresa poderosa por siglos… Y Nicholas Kaulitz apenas tenía veinte años, tal vez sólo eran trucos, algún tipo de magia que en realidad no tendría un propósito más que asustar, sí… Natalie iba a ganar, aunque probable primero usaría como escudo humano a Liam, el cual le era tan devoto y con carente de amor propio, que era capaz de dar la vida por ella, pensando que podría salvarlo al estar herido con una mordida volviéndolo su amante y compañero inmortal. Pobre iluso.

Sería una batalla para recordar, y después iría detrás de Tom… Para acabar con todo ese linaje de una buena vez por todas. Ella sería la próxima al mando, lo sabía, incluso se encargaría del tío de Nicholas, o se ganaría su beneficio, la rubia podía aseverarlo.

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Bill se metió en la habitación de Tom, donde lo echó en su cama, quitándole los zapatos, fijándose cómo es que su amigo estaba con el rostro caliente, luciendo desorientado, y él mismo estaba aturdido porque con el sudor de Tom, su aroma se acrecentaba, y su sed iba en aumento, buscando ser aplacada con una mordida, o… Besarlo, tocarlo, Tom en este punto sonrojado aunque con el rictus descompuesto, Bill le sujetó las mejillas.

ㅡ¿Tom, qué es lo que sientes? ㅡpreguntó Bill, casi respirándole encima, lidiando con su propia pelea interna, y cómo es que sabía que Kaulitz estaba luchando una batalla que él quería tener, pero… Tom era más importante.

Tom al escuchar la voz de Bill, y sentir el olor de su amigo, es que se dio cuenta que ya podía ver, aferrándose de inmediato a sus hombros, como si el poder verlo y tenerlo frente a él fuera como un cable a tierra, mirándolo con necesidad, como si fuera una tabla de salvación en aquel mar de desolación por esos recuerdos que lo aturdían en demasía, aún con el dolor incesante martilleándole en la cabeza, era una migraña que lo tenía casi incapacitado.

ㅡDolor… Una migraña horrible y recuerdos… No sé bien lo que me está pasando, Bill. ¿Dónde está Nicholas? Creo que escuché su voz ㅡpreguntó Tom, teniendo breves momentos de lucidez de lo que pasó en la habitación con Nathaniel… O Natalie, lo que había escuchado escasamente.

ㅡÉl está luchando con Natalie y Liam ㅡsoltó Bill, con expresión funesta, porque entendía que su primer pensamiento estuviera relacionado con su novio, aunque no por ello dejaba de doler.

ㅡ¡Pero le puede pasar algo, tenemos que ayudarlo! ㅡpidió Tom con desespero, buscando levantarse de la cama, pero Bill se mantuvo encima suyo, ahora presionándolo con sus palmas sobre el pecho del rubio.

ㅡNo, Tom. Kaulitz… Así me caiga pésimo, es muy poderoso, y podrá con ellos. Él me pidió que te traiga aquí, porque tú estabas en peligro, al parecer Natalie también quería destruirte, no entiendo por qué, pero por lo mismo es que estás así todo atontado ㅡexplicó Bill, y Tom boqueó para buscar refutarㅡ. Los ayudamos más aquí, manteniéndote a salvo, que allá, donde Liam o Natalie pueden seguir buscando lastimarte. Casi te mata por creerle su mentira, Tom. Ella nunca tuvo la intención de ayudarme, ella es quien me convirtió, sólo quería matarte también ㅡacotó el pelinegro, poniendo una expresión de dolor al sentir la sed azotándole el cuerpo, junto con el malestar, gesto que no pasó desapercibido por Tom.

ㅡ¿Qué pasa, Bill? ¿Por qué pones esa cara? ㅡcuestionó Tom, aún teniéndolo agarrado por los hombros.

ㅡSabes que me cuesta tenerte cerca… Por mi sed ㅡmencionó Bill.

Tom sintió el nudo en su estómago ante aquella declaración, era cierto, incluso ahora la posibilidad de ayudarlo con Natalie había desaparecido por completo, por lo que Bill seguía lidiando con todo el dolor, mientras Tom mismo también tenía su propio conflicto, no sólo por Nicholas y esos recuerdos… Sino su propio dolor. 

ㅡLo siento, Bill, sé que prometí ayudarte y te fallé ㅡdijo Tom, acariciando los hombros de Bill, el cual dejó de presionarlo sobre sus pectorales para tomarlo por el rostro nuevamente, acercándose a él, sin besarlo ni nada, pero sí estando tan cerca que casi compartían aliento, con los corazones latiendo con fuerza.

ㅡEs que nunca fue tu deber, Tom. No es tu culpa el que yo esté así ㅡrespondió Bill, en aquella burbuja íntima que compartían con su amigo.

Tom tragó saliva, mirando por momentos los labios de Bill, pensando en lo que sería besarlo justo ahora, para olvidarse de esos recuerdos que lo estaban atormentando… De la sangre, de cómo es que él no tenía idea alguna de qué es lo que pasaba, o por qué su mente quería hacerle esto justo ahora. ¿Por qué? No había a quién preguntarle, fuera de Nicholas, que de algún modo estaba involucrado, aunque no tuviera certeza de qué tanto, ¿por qué nunca le habló sobre sus padres? Que se habían conocido desde mucho tiempo atrás, tenía tantas interrogantes en su mente atormentándolo, y ese dolor… Se relamió los labios por inercia, volviendo a ver los ojos de Bill.

ㅡIgualmente siempre quise protegerte desde niños… Y siento que así no sea mi deber, quiero hacerlo, porque eres importante para mí, Bill. Dios… Me duele tanto la cabeza… Nunca me había pesado tanto mi pasado como ahora, Bill. De hecho desde que me mordiste, es que empezaron esos dolores… Y mi cabeza confundida, aunque ahora es peor, quisiera dejar de sentir esto ㅡmasculló Tom, frunciendo el ceño por el malestar, y vio a su amigoㅡ. Tú necesitas calmar tu sed, Bill… ㅡmusitó el rubio oscuro, sintiendo cómo sus mejillas acentuaban su sonrojo, con la culpa por Nicholas en su cabeza, pero ni siquiera pensaba del todo racional en este punto, ¿cómo hacerlo? Si aún sentía su cerebro latiéndole con fuerza en su cráneoㅡ. Hazme olvidar, Bill ㅡsoltó un ruego, poniendo sus manos ahora en el cuello de la camisa de Bill, jalándolo en dirección a su rostro, porque si bien Tom siempre había sentido curiosidad por su pasado, algo dentro suyo le estaba haciendo tener miedo de lo que podría significar aquellas remembranzas, que quizá precisamente había olvidado como mecanismo de defensa… Tom no sabía si quería saber su pasado en este punto.

“Sólo unos besos o roces que me ayuden a relajarme y también le sirvan a Bill para calmar su ansia por sangre, se lo debo”, caviló Tom, en lo que Bill impactaba sus labios contra los suyos, aún encima de su cuerpo. 

Bill lo besaba con hambre, porque tenía la sed de sangre en su sistema, y Tom le había negado sus labios, su cuerpo, pero ahora lo tenía bajo suyo, de hecho abriéndole las piernas, en lo que sus miembros empezaban a despertar en ambos, sintiéndose apretados en sus pantalones, y con los dos comenzando a empujar sus pelvis contra la contraria, con Tom presionando sus talones contra el trasero de Bill, gruñendo contra sus labios, el dolor menguaba un poco, dando paso a la excitación, aquella lascivia le daba un respiro momentáneo, sintiendo los dientes y lengua de Bill contra los suyos, mientras empujaba su entrepierna, chocando contra la dureza contraria, aquella carne sensible que se estimulaba por sus movimientos incesantes.

Tanto Bill como Tom estaban duros, sin parar de moverse, con Tom aferrado a la nuca de Bill, mordiéndole los labios por momentos, sintiéndose, para luego sentir a Bill pasándole la lengua por su cuello, haciéndolo gemir, y arquearse. 

Bill coló una mano entre sus cuerpos, para sacarle la camisa que tenía metida en los pantalones, acariciando el vientre plano de Tom, que se sentía caliente y erizaba bajo su contacto, besándolo nuevamente, sin dejar de tocar aquella piel disponible, tan suave… Que lo tenía tan perdido, siendo capaz de morderlo por todos lados, sólo por hacerlo, porque Kaulitz lo viera en su cuerpo, siendo mancillado por él… Marcándolo como suyo aunque fuera por sólo un momento, por más que Kaulitz podría tener su corazón, Bill… Tendría su cuerpo, sólo por unos instantes que le sabrían a gloria eterna, para decir que al menos en aquellos efímeros momentos ya que Bill estaba perdido, tenía el tiempo en contra para terminar por matarse o huir buscando que alguien lo cace, tal vez pidiéndoselo él mismo a su ex-mentor.

Bill chupó con necesidad la lengua de Tom, haciendo que él soltara un ruido ahogado desde su garganta, cuando dejó de hacerlo, Tom succionó los labios de Bill, notando cómo es que había extrañado besarlo, incluso si esto no fuera amor, si sólo fuera para que Bill se sintiera mejor y él mismo encontrar un desfogue a este punto álgido de su vida dónde se hallaba… Pues igualmente sentía amor por Bill, no romántico (o al menos de ello trataba de convencerse), sintiendo los nubarrones de su mente aturdirlo de nuevo, en lo que Bill mantenía sus manos debajo de su prenda y Tom lo dejaba, pero estorbándole la ropa estando demasiado caliente, por lo que se separó levemente de él, empujándolo con suavidad, para que no sintiera que lo estaba rechazando o que se estaba echando para atrás, sin embargo, Tom, con la mirada vidriosa, es que se quitó el saco del uniforme, viendo cómo Bill lo miraba, para luego imitarlo.

Bill se abrió los pantalones, sacando su erección de aquella prisión, en lo que observó cómo Tom lo miró directamente a la zona, tragando saliva, porque sí lo había sentido , pero no visto directamente, y sentía su excitación crecía aún más al verlo, por lo que también se abrió el pantalón, pero Bill ubicó sus manos sobre las suyas, pensando que iba a detenerlo, pero el pelinegro en realidad lo hizo para bajárselos por completo junto a su ropa interior, haciendo que Tom abriera los ojos por la sorpresa, porque casi se los arranca, pero Bill no le dio tiempo a seguir cavilando en ello, porque se lanzó sobre él, presionando su dureza contra su cadera, en lo sujetaba su erección, acariciándosela con algo de rudeza, mientras lo volvía a besar y Tom lo dejó porque, si bien era algo tosco… 

La necesidad que notaba en aquel gesto, más que provocarle dolor, lo estaba excitando más, pensando también en Nicholas… Cómo es que lo tocó con sus dedos, preguntándose lo que sería que Bill hiciera lo mismo en este instante, que Bill seguía esparciendo su preseminal mientras subía su mano de arriba abajo sobre su virilidad, ahora chupándole el cuello, haciendo que Tom soltara jadeos necesitados, ansiosos por más, percibiendo cómo Bill seguía friccionándose contra su cadera, y eso le llenaba de más fruición, del deseo atravesándole el cuerpo entero, manteniéndolo enfocado en cómo se sentía la hombría de Bill contra su piel directamente, y cómo su mano lo tocaba diestramente, tal cual lo hacía contra la pared, sin embargo ahora teniéndose frente a frente, con los músculos de sus piernas tensándose ante cada ramalazo de excitación.

Bill lo tomó del cabello corto, jalándoselo hacia atrás, simplemente para pasarle los colmillos por encima de la piel disponible de su cuello, y una voz en la cabeza de Tom le decía “chúpame, muérdeme, cómeme” sin distinguir qué parte suya era la que tenía esos delirios en ese punto de desenfreno y ansia, Tom, sin reconocerse a sí mismo, dejando salir a flote su lado salvaje, es que sujetó la mano de Bill que estaba masajeándolo, deteniendo abruptamente los movimientos, haciendo que Bill pensara que ya no quería más, pero no, acercó la mano del pelinegro hacia sus labios, saboreándose a sí mismo, los fluidos de su preseminal en los dedos de Bill, al momento de chuparlos, tal cual había hecho por órdenes de Nicholas, y Bill sintió más hambre al verlo engullir sus propios dígitos.

Había una orden tácita en aquel gesto… Que Tom no vocalizó y Bill captó a la perfección, sintiendo cómo su erección se ponía tan dura y dolorosa, que la fricción no sería suficiente, y la forma en que esa lengua se arremolinaba contra sus dedos, sólo aumentaba su deseo, empezando a meterlos en la boca de Tom, penetrándolos con ellos, viendo cómo el rubio oscuro succionaba y jugaba más con ellos, ensalivándolos para un propósito, perdido en su propio placer.

Bill los sacó de su boca, observando los labios de Tom entreabiertos al dejarlos vacíos, y notaba un brillo en sus orbes, junto con su rostro enrojecido, volviendo a besarlo, colando su lengua dentro suyo, saboreándolo de nuevo, en lo que dirigía sus dedos hacia el sur… Con Tom apoyando sus pies sobre el colchón por inercia, y Bill, sin dejar de besarlo, rozó sus dedos por encima del pliegue de su trasero, haciendo que la garganta de Tom vibrara y él mismo apretara su interior, queriendo sentirlos dentro… Anhelando que Bill le hiciera repetir la experiencia de percibir algo en su interior, de estimulándolo por dentro y haciéndolo estremecer, dónde sí pudiera lograr su clímax de aquella forma sin quedarse a medias.

Entrecruzó sus brazos en la nuca de Bill, empujando su trasero contra los dedos, y Bill le mordió el labio inferior, metiéndoselos, y Tom soltó un jadeo, haciendo la cabeza para atrás, entre extasiado y adolorido por la forma en que Bill lo hizo, pero él no se mantuvo allí quieto, tentándolo, no, incluso si Bill no contara con experiencia previa, el pelinegro volvió a besarlo, jugando con su lengua, dominando el ósculo, en lo que empezaba a girar sus dedos, buscando abrir a Tom.

Bill tenía la torpeza cargada en sus movimientos, pero de todas formas se mantenía allí, curvándolos, buscando dar con ese punto de placer que sabía que existía dentro de los hombres, con Tom sujetándose el miembro, dándose caricias descoordinadas por la excitación, mientras Bill seguía tocándolo, hasta que Tom gritó contra los labios de Bill cuando sus dedos rozaron su próstata, y el pelinegro chupó su cuello, sin morderlo, sin succionar su sangre, en tanto volvía a presionar ese punto, una y otra vez, al mismo tiempo que abría sus dedos en el interior de Tom, haciendo que este se arqueara sobrepasado por las sensaciones en su cuerpo, poniéndolo tembloroso, sintiendo que iba a correrse en algún momento.

Bill sabía que iba a dejarle marca en el cuello de tanto chupárselo, y era intencional, sacó los dedos de dentro de Tom, dejándolo jadeante y confundido porque se detuvo, pero el rubio oscuro se fijó cómo Bill lamía la palma de la misma mano que estaba tocándolo para bajarla, haciendo que Tom creyera que iba a masturbarlo, aunque él mismo seguía acariciándose, pero no, Bill ensalivó su mano para acariciarse a sí mismo, y…

Bill se ubicó entre las piernas de Tom, aún sujetándose el pene, inclinándose sobre él, besándolo de nuevo, con su erección presionando sobre su agujero, estimulando por fuera la hendidura que latía por más contacto, y Tom… Lo abrazó con sus piernas, dejándose llevar, dándole el permiso, y Bill siseó, comenzando a introducirse en su interior.

Tom apagó las voces en su cabeza, el recuerdo de Nicholas, todo el deje de culpa, porque sólo era por ayudarse mutuamente… No podía contar como infidelidad si sólo era algo carnal sin sentimientos románticos, y se arqueó, echando la cabeza para atrás cuando Bill se metió por completo dentro suyo…

Nicholas lo sintió… Tenía Liam frente a él, escupiendo sangre con cara de rabia, dispuesto a contratar, pero percibió cuando Tom perdió su pureza… Tom lo había traicionado, y con la rabia de pensar que había sido con Trümper, vio el mismo rostro de su gemelo en Liam, por lo que lo atravesó con su diestra en su estómago, sacando su mano por su espalda, asesinándolo en el acto, observando cómo le salían sangre por los lagrimales y el líquido cruento también se escurría a borbotones por sus labios. Nicholas sentía dolor por la traición de Tom, juntamente con rabia, porque él se lo pidió, se lo ordenó… Aunque también detestaba al perro pulgoso, sólo que él no era su pareja, no le debía respeto alguno, por ello se desquitó con su gemelo. Viendo a Natalie con la mirada alterada levemente, no por sufrir por la muerte de Liam, sino… Porque sabía que ella sería la próxima. Había subestimado a Nicholas Kaulitz, su soberbia le costaría su propia vida.

Bill estaba sumamente entregado en ese instante, que se sentía algo casi animal, por los movimientos erráticos al embestir a Tom, masturbándolo al mismo ritmo, besándolo… Haciendo varias cosas al mismo tiempo mientras sonaban las pieles chocando, respiraban el mismo aire, se saboreaban y estaban unidos… 

Lucía como sólo sexo, pero no, para Bill no era así, era su primera vez con quién amaba, y por lo mismo, incluso si estuviera siendo más salvaje que delicado, arremetiendo con torpeza propia de quién se entrega por primera vez, pero igualmente besando a Tom, con dientes, lengua y ganas, sí, en lo que sentía el calor, la estrechez que envolvía su miembro, cómo es que cada vez que se hundía en Tom, este lo recibía gustoso, gruñendo o gimiendo contra su boca, y Bill sabía que así fuera este momento una cosa de una sola vez que lo atesoraría por siempre en su palacio mental…

A Tom le dolía sí, había un deje de dolor, sin embargo, el placer iba en aumento, en un crescendo que no dependía de él, la forma en que notaba cómo Bill lo acariciaba un poco más descoordinado por estar buscando mantener un ritmo dentro suyo, haciendo que Tom mismo empujara sus caderas, disfrutando la profundidad, el cómo le rozaba en aquel punto dulce dentro suyo, haciendo que todo un mundo inexplorado se despertara en su cuerpo… Tom enredó sus dedos entre los cabellos cortos de Bill, aún abrazándolo con sus piernas, con el pelinegro sin bajarse por completo los pantalones, pero no interesaba, ese momento era suyo, y Bill hallaba su calma, mientras Tom mismo buscaba apagar su mente, enfocándose sólo en el gozo al ser llenado por alguien a quién le tenía suficiente confianza y afecto para permitírselo.

Bill sentía cómo Tom lo apretaba más, y gruñó desde lo profundo de su garganta, haciendo un jalón un tanto fuerte en el miembro de Tom, para dejar de besarlo, posando sus labios sobre el cuello, lamiéndolo, antes de morderlo… Succionándole la sangre, dejándole su veneno, sintiendo cómo Tom se arqueaba con fuerza, corriéndose entre ambos, mientras que arrastraba a Bill dentro de aquel espiral de éxtasis.

Pero el que Bill mordiera a Tom también le daba acceso a sus pensamientos… 

Y en el instante dónde lo mordió, como si su mente hubiera esperado recibir el veneno nuevamente para explotar es que Tom, y Bill, lo vieron todo…

Chapter Text

Los recuerdos de Tom regresaron de golpe, Simone y Jörg Kaulitz eran los padres de Tom y…Nicholas.

Su tío Gordon Kaulitz había sido el vampiro que había intentado matar a Tom cuando era un niño, siendo salvado por su hermano mayor Nicholas. El apellido real de Tom era ese.

Tom era un vampiro, que su madre se había sacrificado en un ritual donde ella se suicidó, bloqueando los recuerdos de Tom, junto con su sangre de vampiro, haciéndolo humano. El veneno de Bill, juntamente con el que Natalie hubiera estado en su mente, había desbloqueado todo ello.

De hecho los padres de Tom y Nicholas eran hermanos, y… Tom no supo cómo sentirse en ese punto.

Tom volvió en sí, con lágrimas en los ojos al ser consciente de todo su pasado, con Bill aún dentro suyo, el cual lo estaba viendo fijamente.

Bill se salió con suavidad, observando cómo Tom lucía alterado.

ㅡTom ㅡllamó Bill, limpiándole las lágrimas, y el rubio oscuro lo miró.

ㅡYo… ㅡTom no supo qué decir, no sabía cómo explicarle a Bill todo lo que había pasado por su mente, siendo ajeno a qué Bill ya lo sabía al haberlo mordido.

ㅡQuiero decirte que te amo, que… Quisiera que me elijas, que aceptes que estemos juntos como novios. Porque he estado enamorado de ti todos estos años, y que ya no me es suficiente con sólo tener algo físico contigo, incluso si muera pronto, al menos quiero que estés conmigo hasta que me vaya ㅡconfesó Bill con determinación, considerando que si bien no había planeado hacerlo antes, era el mejor momento, ya que hicieron el amor por primera vez y Nicholas… Era su hermano, no le importaba que hubiera sido un vampiro antes, por más que era algo que Bill había crecido odiando, y detestándose a sí mismo al ser mordido, no podía no amar a Tom, no cambiaba nada dentro suyo por saber su origen o… Lo que hubiera hecho con su hermano, aunque sin saberlo, pero Bill había notado que los padres de Tom también eran hermanos, y eso era algo que él sabía, que los vampiros para mantener la pureza de sangre practicaban la endogamia sin verse afectada en su progenie.

Tom boqueó, trabándose al querer decir algo, porque… Aquello le apretó el pecho, el saber que si bien en un punto lo sospechó, en realidad al no estar seguro de ello no lo consideró algo algo cierto, pero… Bill sí tenía sentimientos por él, no era sólo sexo, y quería estar con él como pareja. Se sentía pésimo porque la culpa que intentaba camuflar en ayuda mutua salió a flote como que todo este tiempo había sido algo donde Bill le dio más que su cuerpo, y Tom, dentro de sí lo sabía, pero se negaba a admitirlo, para hacerlo más llevadero, siendo egoísta sí, sin embargo, ahora era una realidad que no podía eludir más.

ㅡBill, pero yo estoy con Nicholas ㅡle recordó Tom, incluso todavía conflictuado con el hecho de que estaba enamorado de su hermano mayor, quién era su novio, y que él mismo era fruto del incesto de dos hermanos.

Bill frunció el ceño e hizo un mohín con la boca.

ㅡTom, cuando te muerdo también tengo acceso a tu mente. Vi todo lo que tú, Kaulitz… ㅡempezó a hablar, siendo consciente de que ahora el apellido de Tom era el mismo, que de hecho siempre lo fueㅡ, Nicholas ㅡse corrigióㅡ, es tu hermano, y fuiste un vampiro. Lo sé todo ㅡterminó por decir Bill, como buscándole entrar en razón.

Tom apretó sus puños, sintiendo muchísima vergüenza, porque él no sabía que Bill había estado también en su mente… Se cubrió con la sábana, siendo muy consciente de que seguía desnudo bajo la mirada de Bill, y que de algún modo, al Bill haber leído su mente, también su desnudez era total, de cuerpo y alma. 

ㅡYo…No sabía eso. Y sobre Nicholas, sí… Lo sé, todavía estoy procesándolo, el que él si supiera de esto y no me lo hubiera dicho antes, pero, Bill ㅡdijo Tom, mirándolo, sonrojado, sintiéndose terrible porque de algún modo había utilizado a Bill, el cual estaba enamorado de élㅡ. Yo te amo mucho, sólo que… No puedo aceptar… No puedo decidirme así como así… Yo ya estoy con Nicholas, con quien debo aclarar este asunto, pero cuando estuvimos juntos, fue por ayudarte con tu sed, no por algo más. Y sí, entiendo que estés enamorado de mí, y yo también te amo como amigos que hemos sido por tanto tiempo, pero no estoy seguro de que te vea como tú lo haces conmigo. Porque mi corazón le pertenece a Nicholas ㅡterminó por decir con honestidad, aunque Tom mismo sabía que en realidad tenía un conflicto dentro suyo donde amaba a ambos, con notoria preferencia hacia Nicholas, por más que fuera su hermano, pero… 

¿No era posible amar a dos personas al mismo tiempo con la misma intensidad y mucho menos tener una relación, cierto? No, aparte ya le había fallado a Nicholas para este punto, porque sí, él mismo le mintió, omitiendo que Tom era vampiro, que eran hermanos… Pero si bien era difícil de entender, no sentía un rechazo como tal, y Nicholas mismo le insistió que nadie lo tocara ni estuviera dentro suyo, que su virginidad le pertenecía, lo había proclamado suyo para siempre, con la intención de casarse o tener alguna unión sagrada como vampiros y ahora, ¿siquiera aquello sería posible? ¿Por qué Nicholas le había mentido de aquella forma?

Y ahora que se fijaba en los recuerdos nítidos de su mente era cierto… Incluso había similitudes entre ambos, si bien las facciones de Nicholas eran más afiladas, en realidad, la diferencia más notoria era el cabello, porque él lo tenía negro ondulado, mientras que Tom lo tenía más lacio en un rubio oscuro, aunque él sabía que durante su infancia lo tenía largo, muy largo, y que se lo cortó compulsivamente a modo de reprimir algo dentro suyo, y era eso, que él se parecía más a su mamá así, mientras que Nicholas era más parecido a su papá.

Su mamá que había muerto desangrada frente a él, con una sonrisa porque era un sacrificio para que él estuviera bien… Nicholas lo había protegido desde entonces, sí, siempre había estado ahí, aunque no viviendo a su lado, pero sí dejándolo con Georg para que esté bajo su cuidado.

Incluso tenía recuerdos de ambos siendo niños, prometiendo que como se amaban mucho, se casarían de grandes como sus padres. Que en sí… Su primer beso sí lo dio con Nicholas, pero cuando eran muy pequeños, un roce tenue de labios, que acentuaba el juramento de que como se amaban tanto, siempre estarían juntos.

Bill lo miraba descorazonado, sintiendo un nudo en la boca del estómago, en lo que se acomodaba el pantalón, considerando lo irónica que era la vida, porque él mismo había considerado a su hermano enfermo por querer que ellos tuvieran algo, y que ahora… Se enamoró de alguien que no sólo era vampiro, sino que también estaba enamorado de su hermano, a pesar de que se había criado como humano, de mantenía sus poderes dormidos por aquel pacto hecho por su madre, sí, pero igualmente pensó que entraría en razón, al menos porque Tom no era del todo vampiro, porque Nicholas le mintió, pero no, igualmente seguía viéndolo como un amigo, no eligiéndolo, prefiriendo estar con su hermano. 

Hasta le daban ganas de reír pero de amargura, y Bill ni siquiera podía odiarlo, porque lo amaba, y entendía que él mismo no había sido claro desde el inicio, así que no podía culpar a Tom por no corresponderle cuando él sabía que Tom había estado enamorado de Nicholas desde siempre, sólo que una parte suya mantenía la esperanza de que hubiera tenido una oportunidad alguna al descubrirse el asunto de que Nicholas había sido su hermano, sabiéndolo y manteniéndolo en secreto para Tom.

El ambiente se sentía incómodo luego de ello, con Bill teniendo ganas de gritarle, de reclamarle, de buscar “hacerle entrar en razón”, cuando en realidad era consciente de que aquello era una batalla perdida. Por lo que Bill se guardó la ira dentro suyo, y se quedó en silencio. ¿Por qué no se iba a su habitación? Porque Bill no sabía si Tom estaba a salvo, porque no tenía certeza de si Liam o Natalie hubieran huido.

Porque Bill no creía que Nicholas hubiera muerto, podía caerle pésimo, detestar que él fuera a quien Tom prefiriera, sin embargo, sabía que el vampiro era poderoso, y por lo mismo es que no creía que era capaz de morir a manos de esa maldita arpía y la perra de su hermano.

Tom se vistió incómodo, y volvió a sentar, también permaneciendo en silencio, sin querer pedirle a Bill que se fuera o algo. Porque igualmente todavía se preocupaba por él, y aún tenía la tensión por no haber podido salvarlo, que claro, nunca tuvo oportunidad alguna con la opción de Natalie, sin embargo, de todas formas pensaba que tenía que ayudarlo, que debía existir alguna manera.

Tom igualmente se sentía muy tenso en aquel instante, con demasiadas cosas en las cuales pensar, que su cabeza parecía que iba a explotar, que ni siquiera pudo disfrutar del todo su orgasmo por los recuerdos que le invadieron. 

La puerta de Tom fue abierta, mostrando a Nicholas manchado en manos, rostro y uniforme en sangre, que no era suya, con el rostro circunspecto viéndolos a los dos.

ㅡEstás bien, es lo importante ㅡsoltó Nicholas, aunque con la decepción cargada en los ojos. 

ㅡNicholas, tenemos que hablar ㅡpidió Tom, sin entender el tinte de aquellos ojos, ¿o es que él sabría lo que pasó con Bill? ¿No podía saberlo no?

ㅡ¿Los mataste? ㅡinquirió Bill directo con Nicholas, el cual se giró en su dirección.

ㅡSí, soy un hombre de palabra, maté a ambos. Absorbiendo los poderes de Natalie al acabar con su vida ㅡbarbotó Nicholas con total frialdad, que detestaba al chucho, pero igualmente estaba agradecido porque haya sacado a Tom de aquel peligro, aunque… Era evidente que se había aprovechado de aquella soledad, no, Nicholas no podía mentirse a sí mismo y subestimar así a Tom, como si él fuera una damisela en peligro, no, su hermano… Él era fuerte y plenamente consciente, había sido consensuado, Trümper no se había aprovechado de él.

ㅡNathaniel… ㅡempezó a hablar Tom y recordó que así no era su verdadero nombreㅡ, Natalie, ella me dijo que podría evitar que Bill llegue al nivel E, pero me pidió que le diera mi sangre para que ella le diera la suya, y al final todo era mentira, porque en su verdadera forma es que se mostró que Natalie fue quien mató a los padres de Bill, pero ahora él sigue sufriendo los cambios y no sé qué más hacer, Nicholas, ¿existe alguna manera de retrasarlo, de salvarlo? ㅡrogó con desespero el rubio oscuro, que sí, quería que aclararan todo el asunto de su pasado, pero también ver una solución para Bill.

Nicholas se quedó mirando a Tom, que después de haberlo traicionado, acostándose con Trümper, por más que le pidió que lo esperase, que sólo él podría poseerlo como su novio, ahora le pedía… No, le rogaba que Nicholas buscara la forma de ayudar al perro, y… ¿Lo peor? Es que al notar la expresión dolida en Tom, poder percibir que genuinamente esto lo afectaba, y que así detestara a Trümper… Cabía la posibilidad de que realmente Tom lo dejara por él, lo cual significaba que aquel incordio sería la felicidad de Tom.

“Qué curiosa es la vida cuando uno decide amar, siendo capaz de hacerse a un lado y permitir que a quien amas, sea feliz, aunque no sea contigo”, pensó Nicholas, y miró a Bill.

ㅡLo que dijo Natalie no es del todo falso. No puedo volverlo humano, ni detener la conversión. Pero sí darle tiempo, y parte de mi poder con mi sangre que le ayudaría a resistir ㅡarguyó Nicholas viendo a Tom. 

Bill frunció el ceño, mirándolo desdeñosamente. ㅡNo necesito tu ayuda.

Nicholas se giró a verle. ㅡNo lo haría por ti, Trümper, ya maté a tu gemelo que fue como asesinarte en cierta medida, créeme que estaría complacido de hacer lo mismo contigo si te vuelves un estorbo ㅡsoltó directo, viendo a Bill gruñir y enseñarle los colmillos, manteniéndose inexpresivo, no iba a rebajarse al nivel de aquella basura, sólo era por Tom.

Tom se sintió en medio de ambos, incluso si físicamente no lo estuviera.

ㅡBill, por favor, bebe la sangre de Nicholas. Es una ayuda aunque sea temporal ㅡsuplicó Tom, tomando a Bill por el brazo, el cual vio a Tom, cómo es que él se desvivía por ayudarlo, aunque sólo fuera por cariño de una amistad, y asintió de mala gana.

ㅡEstá bien, Kaulitz, lo haré ㅡdijo Bill, con el ceño fruncido viendo al recién llegado.

Nicholas rió. ㅡLo haces ver como si me estuvieras haciendo un favor, Trümper. Pero, en fin. No puedo hacer nada frente a tu carencia de modales. Encuéntrame en el almacén viejo en una hora, necesito limpiarme de este desastre, y… Tom, tenías razón sobre lo otro, tenemos que hablar, luego de hacerme cargo de tu perro lo haremos ㅡordenó el de cabello largo, y Tom se estremeció ante el tono que empleó, pero asintió.

Nicholas se retiró a su propio cuarto, Bill hizo lo mismo al suyo, también bañándose, no por la sangre, sino porque por el sexo se sentía pegajoso, y si bien no se había quejado, era porque sabía que debía quedarse ahí velando por el bienestar de Tom, pero él ahora estaba bien y… Necesitaba una ducha, pensando que también tendría que morder a Nicholas, lo cual no lo entusiasmaba, y le daba rabia deberle algo, aunque de por sí él ya había matado a Natalie, haciéndole… Un favor con ello, y su gemelo estaba muerto, lo cual le provocaba un dolor, sí, pero no al punto de desear vengarse por su muerte, no cuando Bill por años pensó que Liam había sido asesinado, y en este punto, a sabiendas de que su propio gemelo quería matarlo… Pues era un poco más fácil dejarlo ir.

Tom al quedarse solo también fue a bañarse, a sabiendas que tendría una charla pendiente con Nicholas, y pues el semen seco en su trasero, y el sudor que sentía no era del todo agradable, sólo que se mantuvo ahí porque estaba acompañado. Aún habían varios asuntos por resolver, y esperaba que pudieran convivir en paz entre todos. Tratando de ver cómo es que Nicholas y él iban a llevar su… Relación, que le respondiera todas las preguntas que tenía, y que… Tom sentía que debía decirle la verdad, el que se acostó con Bill, pero que Nicholas también comprendiera que si bien le falló, fue porque no pensó que habían sentimientos de por medio.

Aunque Tom sabía que aquello sería mentir, porque incluso él mismo tenía dudas, porque era consciente de que no veía del todo a Bill como un amigo. Que el afecto que sentía por Bill, el cómo lo veía luchando contra sí mismo, la protección que le nacía, sí, era parte de cómo era Tom, de cómo demostraba su cariño, pero también había algo instalado en su pecho, porque Bill era especial para él, sólo que siempre estuvo Nicholas, con quien tenían un amor desde niños, y que ahora no sabía cómo sentirse con ello. Tom era egoísta, el omitir y sólo hacerlo lucir como “lo hago por ayudarle”, a sabiendas de que Bill podría estar enamorado, es que… Lo había terminado por lastimar, y a pesar de que Nicholas le dijo que no lo engañara, no quizá con esas palabras, pero sí pidiéndole exclusividad, que nadie lo tocara… 

Y Tom nuevamente falló, por dejarse llevar, por estar sumido en ese estado confuso, que sí, lo estaba, sin embargo, sabía que podía buscar otra opción o sólo permitirle que le mordiera pero no, Tom quería sentir a Bill, desfogarse y hacer que el estar con su amigo le permitiera olvidar… Olvidar los recuerdos que venían a su mente y… Olvidar también las promesas que hizo con Nicholas, olvidar que se estaba diciendo a sí mismo que tenía que ser fiel y respetar su relación. Tom se dejó llevar por el impulso, pero sabía que aquello no sería con cualquiera, que si bien Bill tomó la iniciativa desde la primera vez que lo mordió… No sólo inyectándole su veneno, sino también aquella ansía por más , ese deseo, se cambió de perspectiva de sólo ver a Bill como un amigo, a alguien por quién podía sentir otra clase de afecto .

Porque era duro, el pensar en decidir entre ambos… Porque Tom si bien le había dicho a Bill aquella respuesta, sobre su relación con Nicholas, tratando de usarlo como escudo, sin saber que él había estado en su mente, es que le costaba dejar a uno para estar sólo con el otro. Por lo mismo es que su determinación de respetar su relación con Nicholas sólo había durado poco tiempo para perder la virginidad con Bill. 

Cuando se estaba bañando, frotándose el cuerpo, estremeciéndose al limpiarse el trasero, por el semen seco de Bill, había sido algo brusco, sí, suponía también porque por lo que Tom sabía se necesitaba lubricante para relaciones homosexuales, sólo que no es que él lo tuviera, y mucho menos Bill, aquello no fue planeado sino en el calor del momento. Aunque si bien había un dolor, en realidad era una experiencia que sí le gustaría repetir, no queriendo cuestionarse si con Bill o con Nicholas. Se sentía muy saturado en lo que el agua fría le recorría el cuerpo desnudo, haciendo que en un punto se quebrara y comenzara a llorar, pensando a quienes había lastimado por su indecisión, a las dos personas que más amaba.

Chapter Text

Nicholas había elegido el viejo almacén porque tenía carga significativa al ser el sitio donde Trümper había tocado a Tom por primera vez, aún tenía las imágenes grabadas en su mente, haciendo que lo detestara por mucho, y pensara en usar sus poderes solamente para olvidarlo… ¿Pero qué sentido tenía? Si se había vuelto a repetir en la habitación de Tom, en cómo incluso antes de ir sabía que había pasado, y cómo olisqueó el ambiente cargado de sexo al verlos. 

Cuando vio cómo Bill entró al almacén, Nicholas estaba apoyado contra la misma pared que estuvo Tom, pero no dándole la espalda, sino de frente de brazos cruzados con una expresión de circunstancia. 

Bill se acercó hacia él. ㅡBueno, hagámoslo ㅡdijo el menor.

ㅡLo sé, sé todo lo que hiciste con Tom ㅡmasculló Nicholas, y Bill se quedó a medio camino, ¿sentía vergüenza por verse descubierto? ¿Se arrepentía? No, sólo que sí le sorprendía que lo supiera no creyendo que Tom se lo hubiera dicho.

ㅡY lo volvería a hacer ㅡsoltó Bill con descaro.

Nicholas rió con amargura. ㅡLo sé. No tienes respeto por lo ajeno ni educación, ni nada de lo que se parezca, Trümper. Pero ni siquiera con ese descaro que destilan tus palabras, con ese pasotismo fingido logras encubrir la verdad, que no te basta con ser el otro, ¿verdad? Que estás enamorado de Tom ㅡsoltó el de cabello largo, no preguntaba, lo afirmaba.

Bill frunció el ceño. ㅡ¿Y a ti qué te importa? Eres su hermano, e igualmente Tom te prefiere pese a todo ㅡdijo con enojo, aunque fuera cierto no dejaba de doler.

ㅡSiempre se notó tu amor por Tom. Cómo estabas detrás de él como un perro faldero, siendo agresivo con el resto, rechazándolos, porque eres guapo aunque seas una bestia torpe para lo demás. Pero no, con Tom eras diferente, y se notaba tu preferencia. ¿Serías capaz de cuidarlo con tu vida si es que él te diera una oportunidad? ㅡinquirió Nicholas, sintiendo la presión al preguntar aquello, pero debía saberlo, que si Tom iba a elegir a alguien más… Que si iba a buscar ser feliz, si Trümper pudiera dar la talla.

ㅡSólo me estás dando tiempo, Kaulitz, no tengo salvación, estoy en una carrera contra el reloj. Pero… Si tuviera la oportunidad de que Tom me viera … O sintiera sólo una parte del amor que le tengo, sí, daría todo por él, incluyendo mi vida, el tiempo que me quedara a su lado ㅡse sinceró Bill, aunque no fueran amigos, sino más bien se odiaran, Nicholas le había preguntado sin esa acostumbrada mal intención en su semblante.

Nicholas lo odiaba, sí, lo detestaba más que a nadie, pero tenía que admitir, que si bien no tenía ni educación ni respeto, era alguien con la convicción y determinación suficiente para dar la vida por Tom. 

ㅡEspero que al menos en eso seas un hombre palabra, Trümper ㅡacotó Nicholas, echando la cabeza para atrás levemente, en lo que se quitaba el cabello del cuello, mostrándole la piel pálida y lozana disponibleㅡ. Ahora bebe ㅡordenó sin verle.

Bill no comprendió a lo que se refería con ello, ¿por qué le pedía que fuera un hombre de palabra si Tom lo había rechazado? Y él mismo se lo acababa de decir, que Tom lo prefirió a él, pero igualmente se terminó de acercar al mayor, abriendo la boca en lo que la situaba sobre la piel de Nicholas, incrustándole los dientes, posando sus labios sobre el cuello del mayor al hacerlo… 

Bill se apoyó de palmas contra la pared, en lo que succionaba la sangre de Nicholas, sintiendo que sí, incluso si lo detestara, de algún modo sentía algo calentarse en su interior por el aroma del mayor, y tal vez la asociación porque esos momentos compartía con Tom, o quizá el leve parecido, la familiaridad, dándose cuenta que Nicholas le bloqueaba el acceso a su mente, y ni siquiera lo miraba, pero sí sentía algo distinto conforme bebía el líquido vital… Como sintiéndose más calmado pero fuerte, ansioso por probar más…

Era adictivo, aquella sangre realmente era poderosa, y pensar que provenía de su más grande enemigo, que detestaba porque Tom siempre lo había querido, y él, incluso amándolo, siendo su primer beso, no… Nicholas lo había besado primero de niño, pero siendo su primera vez… E igualmente Tom lo prefería, incluso siendo su hermano… Detestaba a Nicholas, aunque no podía negar que olerlo, saborearlo y sentir la piel tersa contra sus labios le daba una sensación placentera que lo conflictuaba.

ㅡDetente ㅡordenó Nicholas, haciendo que Bill obedeciera, tal cual perro amaestrado, pero era más por el control mental ejercido por el mayor.

Bill tenía los labios ensangrentados, relamiéndoselos, en lo que miraba fijamente a Nicholas, quien tenía la marca de sus dientes en su cuello y se la cubrió con su cabello, correspondiéndole la mirada, estando frente a frente, aún con Bill arrinconándolo contra la pared, pero Nicholas no estaba temeroso ni sintiéndose amenazado, cualquiera que viera la escena podría malinterpretar aquella tensión entre ambos como algo sexual, y que por la cercanía podrían besarse en cualquier momento, pero no, ambos se odiaban.

ㅡRecuerda que esto no lo hice por ti, Trümper ㅡbarbotó Nicholas, con el odio reflejado en sus propios ojos.

Bill arrugó levemente la nariz. ㅡLo sé, y no pienses que te lo voy a agradecer. Sigo detestándote ㅡacotó el menor.

ㅡAún así, posees mi sangre dentro tuyo, una parte mía vive dentro de ti, y mi poder es el que te hará controlarte y contar con más tiempo, Trümper ㅡmasculló Nicholasㅡ. Así que igualmente de nada, canino gaznápiro ㅡterminó por decir términos que Bill no comprendió, el de cabello largo con una sonrisa de medio lado, haciendo un gesto con su mano, con el que Bill se alejó como si una fuerza lo empujara fuertemente contra la otra pared, viendo al mayor irse, y aquello sólo había sido una mínima muestra de su poder…

Nicholas Kaulitz podía vengarse matándolo… Pero no quería hacerlo, y Bill se sentía confundido por aquello, observando cómo Kaulitz cerraba la puerta tras de sí.

…

Tom iba a aporrear la puerta del cuarto de Nicholas, cuando éste, sintiendo su presencia, le vociferó un “adelante, está abierto, Tom”, y el menor sintió su corazón latir fuertemente porque sabría que esta charla implicaría mucho.

Tom se acercó hacia Nicholas, que estaba sobre el mismo sillón donde lo besó y tocó, luciendo serio, y el menor se acercó hacia él, sentándose a su lado, sin esperar invitación en esta oportunidad.

ㅡHay muchas cosas que debemos hablar, Tom. Pero empieza diciendo con qué quieres comenzar ㅡinstó Nicholas.

ㅡDesde que Bill me mordió es que me daban dolores de cabeza, y recuerdos difusos, hasta que hoy… Todo mi pasado vino de golpe. Sé que somos hermanos, Nicholas, que de niños te decía Nick, que… Mi apellido es Kaulitz en realidad, que nuestros padres también eran hermanos y vampiros. Todo esto lo sabías, ¿cierto? Del ritual que hizo nuestra madre para convertirme en humano, y perder la memoria. Me dejaste donde Georg, y te mantenías como una visita y el héroe que me rescató… Me pediste que fuéramos novios, me tocaste y hablaste de estar unidos siempre, aunque sabías que eras mi hermano, y nunca me desalentaste incluso sabiendo que fuiste mi primer amor sin saber quién eras, ni que compartíamos sangre, tú no perdiste la memoria, Nick. Tú… Hiciste todo a consciencia ㅡsoltó su verborrea Tom, sintiéndose frustrado al hacerlo, pero tenía que dejarlo ir.

ㅡEn tus recuerdos podrás observar que esto no es un chantaje o que te condicioné o manipulé para que te fijaras en mí, Tom. El amor que nos tenemos estuvo desde antes de que te convirtieras en humano. Igualmente me mantuve al margen, sin presionarte, sabiendo que serías libre de enamorarte de alguien más, sin embargo, te mantenías obsesionado conmigo, viéndome como tu salvador, y sí. Te salvé de nuestro tío, esa escoria que no ha podido desaparecer todavía, y motivo por el cual viajé. Gordon Kaulitz, él fue quien intentó matarte aquella fatídica noche, y por lo mismo es que preferí que estuvieras bajo el resguardo de Listing, que su apellido real es Van Listing, perteneciente al linaje antiguo de cazadores de monstruos, incluyendo vampiros, y quien veló por tu bienestar todos estos años. Yo tenía un plan, seguir el que nos prometidos desde niños, esperando que estuvieras listo para poder hacerte mi consorte y reinar juntos, Tom. Y sobre ser hermanos… ㅡse interrumpió para sonreír en un gesto carente de humorㅡ. Nuestros padres lo eran, y ni siquiera eso te desalentó del todo, ¿cierto? Porque una parte tuya la sabe, que siempre has tenido esa sensación de no pertenecer a ningún lado, que no tienes familia, que ni siquiera por Georg te crió lo ves como a un padre, buscabas… Algo familiar, y míranos, Tom, nos parecemos, sólo hay diferencias tenues como el color de nuestro cabello, y que tú eres más como nuestra madre y yo como nuestro padre, pero ellos mismos se parecían entre sí ㅡterminó por decir, viéndole con fijeza.

Tom boqueó, queriendo refutarle, sonrojándose ante lo dicho, era cierto, ahora que lo veía en retrospectiva… Nick no sólo le atrajo por ser quien lo salvó, fue… Porque había dentro suyo que le llamaba, que le hacía recordar la sensación de hogar y familiaridad, sólo que nunca había sido capaz de decirlo en voz alta, al considerarlo sólo una coincidencia el parecido, y que incluso no se arrepentía de que se besaran y Nick lo tocara de aquella forma, que siempre deseó más. 

ㅡNo tiene sentido que te engañes con eso de los hermanos no son pareja o algo de aquella clase moralista y mundana, eso déjaselo a los humanos, y aún así, me parece un límite estúpido, ¿por qué limitar a quiénes debes amar? ¿Por qué? ¿Por qué compartes tu sangre? Es algo tan absurdo, mientras sea aceptado de ambas partes nadie tendría por qué meterse. Salvo que nosotros los vampiros lo tenemos más normalizado porque no representa alguna alteración en nuestra sangre, deformidad o tara genético, sólo el mantener la pureza de sangre… Sin embargo, tanto nuestros padres, como nosotros mismos, no lo hemos hecho por algo que esté escrito, porque fuera forzado. Sentimos amor, Tom. Aquella devoción que te he profesado desde hace años, manteniéndome a la espera del momento adecuado ㅡmasculló Nicholas, con esos ojos rojos viéndole con fijeza, y había un tinte de tristeza en ellos, mientras que la culpa se acrecentaba en Tom porque le había falladoㅡ. Y… Si aquello no te es suficiente, hay algo más que debo mostrarte … ㅡarguyó, sujetando la mano del menor, ubicándola en el costado de su cabeza, cerrando los ojos y…

Tom lo vio , entró en la mente de Nick, percatándose que poseía recuerdos de otros tiempos muy antiguos, de otra vida… ¿Cómo era posible? Klaus Kaulitz… 

¿Quién era aquel hombre? Uno… De sus ancestros, que fue parte de la nobleza, de los primeros Kaulitz, protector, un monarca, un vampiro de época muy poderoso… Que había muerto hacia muchos siglos atrás. 

Notó cómo Nick también le mostró cómo es que Gordon Kaulitz, su tío, había realizado un hechizo antiguo, profanando sus restos, y necesitaba un recipiente, un sacrificio… Un pequeño niño de cabellos rizados negros y rostro pálido, al cual asesinó para que el alma de Klaus Kaulitz, ligada con su sangre y poder, ingresara en aquel cuerpo inocente… Ese niño era su hermano. Gordon quería tener una víctima fácil, para que al traer de vuelta a la vida a Klaus Kaulitz, con su poder inmenso y su sangre, pudiera absorber todos los poderes de éste, no obstante, se fijó cómo es que Nick, incluso siendo un infante, lo atacó de vuelta, mordiéndole y chupándole él su sangre, por haber sido despertado de su sueño eterno para querer ser utilizado.

Nick no era su hermano, sí era un ancestro antiguo, pero no un familiar directo, y si bien estaba en el cuerpo de su hermano, su sangre era la de su ancestro, al igual que su alma. 

Tom se despertó de aquel trance cuando Nick le quitó la mano de su cabeza.

ㅡ¿Ahora lo ves? ㅡinquirió Nick, que sabía que sí, eran hermanos, al menos por fuera, pero su sangre era distinta.ㅡÉl mismo fue quien intentó absorber tu sangre, quiere lastimarnos a ambos. A mí… Porque soy el vampiro más poderoso, porque anhela mi poder, y a ti… Porque eres el heredero de los Kaulitz, un sangre pura, y también mi punto débil ㅡterminó por explicar Nicholas con deje de dolor cargado en sus palabras y expresión.

ㅡYo… No sé cómo sentirme, Nick. Yo te amo, siempre te he amado, sólo que todo esto me tomó por sorpresa, y fue difícil de procesar. No sabía lo que habías atravesado, ni que… Mi verdadero hermano murió, aunque contigo viví todo lo demás y… Juraste protegerme de él desde siempre ㅡcomentó Tom, sintiéndose embargado por las emociones.

Nick lo sujetó por la quijada, acercándose a él, respirándole sobre el rostro.

ㅡSí, juré protegerte por siempre. Y lo he hecho, incluso desde lejos… Ahora te estoy siendo por completo sincero, Tom. Mientras que tú no, ¿cierto? ㅡinquirió Nick arqueando una ceja.

ㅡ¿Yo…? ㅡtitubeó Tom, tragando saliva con nerviosismo, y más porque le aturdía el olor de Nick, observó cómo éste tenía una sonrisa torcida.

ㅡSí, Tom. ¿Qué es lo que te dije antes de que me fuera? ㅡinterrogó Nicholas, con la mano libre rodeando la cintura del menor, pegándolo hacia él, haciendo que Tom se estremeciera por ello, mientras que el de cabello largo estaba relamiendo sus labios viéndole.ㅡQue eres mío… ㅡsiguió hablando el de cabello largo, soltando su quijada para acercar su nariz contra el costado de su cuello, y bajar esa mano hacia su trasero, apretándolo con ganas, en que Tom daba un respingo, porque Nick posaba sus dedos, incluso por encima de la ropa, a la altura de su hendiduraㅡ. Que aquí era donde quería estar… Que nadie tocara lo que es mío… ¿Y qué hiciste, Tom? ㅡsusurró con voz aterciopelada contra el cuello de Tom, haciendo que se sintiera una agua hirviendo por cómo su corazón latió acelerado y la forma en que su cuerpo iba reaccionando ante la seducción, roces y la manera en que Nick le hablaba.ㅡEstuviste con Trümper… Dejaste que él mancillara tu cuerpo, que se apropiara de tu primera vez, aquella que era mía… Porque me pertenecía, Tom, y ese perro me la arrebató. Yo detesto compartirte, Tom ㅡacotó el de cabello largo, dejándole una lamida sobre la piel caliente y erógena que tenía allí, justo donde le latía el pulsoㅡ. Pero igualmente te haré mío… Porque sigues siendo mi novio, aunque te hayas acostado con alguien más. La diferencia es que… Como fuiste desobediente, no mereces un buen trato ni la idea que tenía para mi regreso al ser tu primera vez. No, los chicos malos merecen ser castigados, Tom ㅡterminó por decir contra sus labios, para luego separarse, quitándole las manos de encima.

Tom iba a tener relaciones con Nick, y él de algún había sabido que lo engañó con Bill, por lo que ni siquiera tenía el descaro para negarlo o algo así, sonrojándose profusamente por ello, aunque aún sintiéndose excitado por la forma en que lo había tocado por encima de la ropa, cómo le había lamido el cuello y respirado sobre los labios, sin besarlo, y aquello era una forma de tortura, el que estuviera tan cerca de los labios de Nick sin poder besarlos…

Observó cómo el mayor se quitó el saco con gracilidad, colgándolo sobre el perchero, y girándose para ver a Tom con el brillo del deseo en sus orbes, porque ni aquella vez donde le metió los dedos se desnudo, así que Nick sonreía de medio lado mientras desabotonaba uno a uno de los botones de su camisa.

ㅡDesvístete ㅡordenó Nicholasㅡ. Hubiera preferido abrirte tal cual regalo, quitándole el envoltorio yo mismo, pero no es lo que mereces precisamente ahora, Tom ㅡacotó el de cabello largo, quitándose la camiseta, mostrando su cuerpo fibroso marcado debajo de la prenda, no es que el mayor fuera musculoso, pero sí lucía como una escultura finalmente esculpida en mármol, pero Tom intentó concentrarse en quitarse las prendas, porque ya le había dicho Nick que se quitara la ropa, por lo que internamente agradeció el haberse bañado al menos después de acostarse con Bill.

Tom tragó saliva, en lo que se sacaba el saco del uniforme, junto con la camisa, que claro, él era más bien delgado a diferencia de Nick, que se notaba que tenía más formada la musculatura, pero Nick no lo veía al quitarse la ropa, lo cual lo desanimaba un poco, porque mientras él estaba casi salivando al verlo desprenderse de su ropa, el rubio oscuro no era observado como pensó que lo sería, aunque en realidad Nicholas sí lo estaba viendo, sólo que de forma sutil, por lo tanto Tom no era consciente de ello, ya que el mayor admiraba cada parte del cuerpo del menor, pliegue de su piel, cicatrices de la infancia, lunares… Cada tramo de Tom era algo que Nicholas hubiera querido venerar a consciencia la primera vez que lo poseyera, sólo que ahora no podía ser así, sólo quería tenerlo… Castigarlo al tener sexo, no hacerle el amor como hubiera querido, sólo para gozar su cuerpo, así Tom prefiera estar con alguien más, no iba a quedarse con las malditas ganas luego de tantos años esperándolo. 

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Nicholas notaba cómo Tom se abrazaba a sí mismo al estar por completo desnudo, sintiéndose inseguro sobre sí mismo, y eso apretaba el pecho del mayor, ¿cómo es que no notaba el poder que Tom tenía sobre él? Lo hermoso que era, incluso así, cómo había sido siempre el más bello, que no necesitaba nada, que cada faceta suya le encantaba. 

El mayor se acercó a su cajón, sacando unas cuerdas que sostuvo mientras se acercaba en dirección a Tom.

ㅡTe dije que sería un castigo ㅡmusitó Nicholas con el rojo centelleando en sus ojos, y Tom parpadeó confundidoㅡ. Voy a atarte, y tú vas a dejarte, Tom… ㅡdictaminó el mayor, haciendo un gesto con la mano que hizo que Tom se arrodillara enderazándose con las manos detrás de su espalda, sin estar en control sobre su cuerpo, y Tom se sorprendió porque no sabía que él podía hacer esoㅡ. Buen chico ㅡhalagó detrás de su oreja, dejándole una lamida que envió electricidad a través del cuerpo de Tom, consiguiendo que se tensara como cuerdas de guitarra, para que luego Nick se sentara sobre sus rodillas, pasando la cuerda por el cuello de Tom, cruzándola, para después hacer que la soga amarrara los brazos de Tom detrás de su espalda, con sus manos encima de las plantas de sus pies por la posición, haciendo unos nudos ajustados que comprometían parte del torso del menor, el cual se dejaba hacer, incluso aunque el estar inmovilizado era una sensación extraña, pero aún así, excitante.

Nicholas lo sujetó del cabello, echándolo levemente hacia adelante, en lo que Tom quedaba con el culo alzado, haciendo que el menor se sonrojara, ¿se lo metería así? Pero no, Nick sujetó otra cuerda, amarrando también sus piernas, para mantenerlas juntas en esta posición arrodillada.

El mayor volvió a jalarlo por su cabellos haciendo que se enderezara nuevamente en aquella posición de sumisión absoluta. 

Tom se quedó ahí de rodillas sobre la alfombra, con una erección que era vergonzosa porque había disfrutado el que Nick lo jalara del cabello, y lo amarrara de aquella manera, incluso sin que fueran besos o afecto… Estaba despertado un hambre ese placer inexplorado, porque sí, Bill fue salvaje, torpe, pero Nicholas estaba ejerciendo esta dominación controlada en alguna medida.

Nick tenía ahora una fusta, de las mismas que se usaban para arrear a los caballos, moviéndose alrededor de Tom, observándolo y poniéndolo más nervioso. ¿Acaso Nick lo golpearía con ello?

ㅡ¿Vas a golpearme con eso? ㅡpreguntó Tom, removiéndose nervioso sin poder liberarse por los nudos firmes sobre su cuerpo.

Nicholas soltó una risa cantarina, acercándose hacia él, poniéndole el pulgar sobre los labios llenos. ㅡEl castigo también implica lo corporal, Tom ㅡmasculló el de pelo largo, hundiendo su pulgar en la boca del menor, el cual por inercia comenzó a chuparla, tal cual había hecho con sus dedos antes de que lo penetrara con ellos, y el de cabello largo observaba con lascivia, penetrándolo con ese dígito, viéndolo succionar, pero luego sacándolo de la boca dejándolo con los labios entreabiertosㅡ. No será tan fácil de evitar lo demás, Tom. Fui complaciente y paciente contigo, tal vez demasiado, por lo mismo te aprovechaste de ello ㅡbarbotó, comenzando a pasar la punta de la fusta por el cuerpo del menor, tentativamente, haciendo que piel comenzara a calentarse por el tenue roce del cuero, haciendo que Tom tragara saliva cuando lo pasó por sus pezones pequeños que se habían endurecido por sólo aquel pedazo de cuero…

Pero Nick seguía tentándolo, bajándolo por su vientre, por sobre sus muslos… Ignorando de forma intencional su miembro erecto, sólo rodeándolo, haciendo que Tom se mordiera el labio inferior.

ㅡNo te muerdas el labio ㅡordenó Nick, soltándole un azote sobre el pectoral en la zona del pezón, por lo que el ardor por el golpe hizo que Tom soltara un grito, había dolido el cuero sobre su piel sensible en un golpe firme sin titubeo, sí, pero como estaba erecto también le había encendidoㅡ. Debes aprender sobre obediencia, te falta disciplina, Tom. Mucha disciplina ㅡarguyó con la voz autoritaria, que sólo hizo que Tom se estremeciera más en su posición, jadeando y sintiendo cómo su pene goteaba preseminal.

Nicholas volvió a pasar la fusta con cadencia por el cuerpo de Tom, con la misma suavidad de antes, haciendo que el menor se pusiera más ansioso, ante la expectativa porque sabía que Nick no sólo iba a darle un azote, y no tenía idea de dónde serían los otros. El mayor pasó ahora la fusta por los hombros de Tom, por sus omóplatos, su espalda… Y ahí soltó otro azote que hizo que Tom se volviera a arquear, soltando un alarido, había ardido con fuerza, que incluso se le escapó un par de lágrimas por el dolor.

ㅡDebería borrar con cada azote todas las partes profanas por Trümper, todo lo que era mío y fue tocada por sus sucias manos ㅡarguyó Nicholas, jalándolo por el cabello hacia atrás, viendo cómo Tom tenía los ojos llorosos pero seguía con la erección parada, señal de que se mantenía en excitación constanteㅡ. Así tendré que prestar atención a una zona en especial, ¿no lo crees así, Tom? ㅡinquirió el mayor con la mirada oscurecida, pero el menor no respondió nada sólo se quedó mirándole, por lo que Nick soltó un azote con la fusta sobre el muslo interno de Tom, haciendo que el menor asintiera, y Nick volvió a darle otro azote en el otro muslo, haciéndolo sisear.ㅡCuando se le habla, respondes con la boca, sólo te permito asentimiento si tus labios están ocupados en otros menesteres ㅡfarfulló con un doble sentido en aquella frase que sólo aumentó el hambre de Tom.

ㅡSí, Nicholas, debes prestar atención a una zona en especial ㅡrepitió Tom las palabras que le había dicho el mayor, aunque con la voz quebrada por las emociones de lo que estaba recibiendo, ya que nunca había recibido castigo corporal, así que esto lo agarraba de improviso, porque le excitaba pero también dolía.

ㅡBuen chico ㅡhalagó Nicholas y empujó su cabeza hacia adelante haciendo que nuevamente su culo quedara alzado y su rostro casi sobre la alfombra, sin poder moverse por las cuerdas, y sintiéndose sonrojado por lo expuesto que estaba en aquella posición, y sin poder mirar nada de lo que hacía Nick.

El mayor pasó la fusta por los brazos del rubio oscuro, por la espalda baja de Tom, hasta seguir sobre las nalgas redondeadas del menor, consiguiendo que la piel se erizara bajo el roce del objeto de cuero… Nick incluso lo por en medio del trasero de Tom, quien no pudo no morderse los labios por temor a que Nick lo supiera y se enojara, así que empezó a jadear acezado por cómo su entrada se contraía ante el tenue roce de la fusta en medio de sus nalgas, pero delineó la otra con el mismo cuero… Haciendo que Tom se estremeciera, todavía esperando que llegara el sonido del golpe o el dolor, y el sólo esperando, sin sentirlo, y no saber en qué momento llegaría lo tenía más excitado, la jodida expectativa…

ㅡVamos a borrar el rastro de Trümper para que estés listo para mí, Tom ㅡbarbotó Nick, antes de soltar otro azote sobre la nalga del menor, haciéndolo arquearse, tensando cuerpo, mientras el mayor disfrutaba de ver cómo la blancura de su piel se enrojecía, y la forma en que esto lo estaba excitando, incluso el dolor, evidentemente eso no le ofreció el perro sarnoso al haber sido otro virgen, carecía experiencia, temple, sólo era esclavo de sus impulsos… Nicholas no, él tenía experiencia de más de una vida, y sabía cómo volver una masa de nervio puro a su amante, incluso aunque Tom sólo hubiera estado con Trümper, ya sabía el trato que le daría.

Antes de que Tom pudiera recomponerse del primer azote, Nick le volvió a dar otro sobre la misma nalga, dejándole otra marca, haciéndolo gritar de nuevo, y sobre la piel sensible y magullada, volvió a dejar otro azote que hizo que Tom sintiera el trasero en carne viva, gimiendo esta vez, porque incluso había sentido el dolor en la punta de su nariz, pero su miembro sin ser tocado estaba que pulsaba por ser atendido, y Nick siguió… Ahora con la otra nalga, turnándose de una a otra, dejándole golpe tras golpe, hasta fijarse la hinchazón de la carne, cómo se generaban ciertas quemaduras por la rozadura, en lo que Tom se volvía a espigar, aún en aquella posición tensa e inmovilizando mientras Nick seguía sadiqueándose con su trasero.

ㅡ¡Nick…! ㅡsoltó Tom en un grito ahogado, queriendo pedirle que se detuviera.

Nick le azotó los omóplatos. ㅡNo hables cuando no se te ordene, Tom ㅡordenó tajante el mayor, y Tom estaba salivando en lo que el de cabello largo nuevamente le dio más azotes en el culo, con su erección dando botes.

No estaba bien… ¿Por qué estaba disfrutándolo? Tom estaba jadeante conforme recibía más dolor, sintiendo que en parte lo merecía por haberse portado mal, tal cual le había dicho Nicholas, el cual sólo se detuvo cuando dejó rastros de sangre en sus nalgas, volviendo a jalarlo del cabello para que se enderezara, y se ubicó delante suyo, sujetándose la erección en una mano, mientras que con la otra la posaba sobre la quijada de Tom.

ㅡ¿Ahora vas a ser un buen chico y complacerme? ㅡinquirió Nicholas pasando su pulgar por encima de su labio inferior lleno y húmedo por haber salivado.

ㅡSí ㅡrespondió Tom, recordando vocalizar su respuesta cuando se la solicitaba Nick, y el mayor abrió la boca del de cabello corto, posando su virilidad contra sus labios, ahora sujetándolo por el cabello, en lo que se empujaba dentro de su garganta, abriendo sus fosas al sentir cómo su carne palpitante era envuelta por el interior de la boca de Tom, el cual no había realizado aquello antes, por lo que se atragantaba un poco, principalmente porque Nick no le daba tiempo para que se adaptara, saliéndose y volviendo a entrar.

ㅡRelaja la garganta… Retrae los dientes pero aprieta los labios, jugando con tu lengua… Respira por la nariz ㅡordenó Nick, sin dejar de mecerse contra la boca del menor, relamiéndose los labios al verlo engullirse su virilidad, obedeciéndole con torpeza, en lo que seguía buscando su propio placer, siendo igual de egoísta de lo que había sido Tom, una venganza, sí… A su forma, pero sólo era el inicio.

Tom saboreaba a Nick, no con calma, porque el mayor mantenía un ritmo que lo aturdía, mientras seguía jalándole del cabello, en lo que seguía penetrándole la boca, pero sí, ese leve amargor en su boca le era agradable, y, aunque le faltara el aire, tratando de recordar respirar por la nariz, es que se sentía tan… Utilizado, de una forma que sí era denigrante pero no le desagradaba. Sólo que no había fantaseado algo así antes, aunque ciertamente el verlo desde abajo a Nick, el rictus de placer que ponía al estar guiándolo para su propio placer le daba una excitación nunca antes sentida, porque sí, había visto su pene, que lucía hermoso, pero ahora lo tenía dentro de sus labios, los cuales apretaba para que siguiera complaciendo al mayor, buscando expiar sus culpas con aquel nivel de entrega total en manos de Nick.

El vampiro sentía cómo sus testículos se estaban apretando, y su miembro vibró contra la garganta de Tom, iba a correrse pronto, pero no quería hacerlo allí, por lo que lo volvió a jalar del cabello, en lo que salía de su boca, viendo cómo quedaba un hilillo de saliva entre sus labios y su hombría, con un “por favor”, en la mirada del menor, uno que implicaba que quería seguir comiéndoselo, incluso aunque estuviera con lágrimas en los ojos por cómo se atragantaba con su erección en la garganta.

ㅡNo me correré en tu boca, Tom. Sólo era una antesala ㅡavisó Nicholas, metiéndole los dedos en la boca, sintiendo cómo su miembro daba otro tirón al Tom comenzar a chupárselos, tal cual había hecho con su hombría, porque ya sabía para qué serían, pero Tom lo miraba todo el tiempo al hacerlo, apretando más sus labios, ensalivándolos con más ganas, moviéndose de arriba abajo contra ellos, haciendo que Nicholas sonriera de medio ladoㅡ. Estás siendo travieso nuevamente, pero para bien esta vez… ㅡacotó el de pelo largo, sacándoselos luego de un momento y yendo detrás de Tom, empujándolo contra la alfombra, con el culo alzado separando sus nalgas, que tenían la sangre seca en ellas, introduciéndole dos dedos ensalivados, en lo que comenzaba a girarlos, abriéndolo por dentro y Tom otra vez tuvo que recordarse cómo respirar, y no morderse los labios, en lo que soltaba gemidos mientras Nick seguía girando los dedos diestramente, mostrándole la experiencia con aquel gesto, porque estaba poniendo su piel de gallina en lo que estimulaba su próstata, intencionalmente en un leve roce, para seguir ensanchándolo, con Tom que ni podía morder la alfombra porque así de atado no llegaba del todo su rostro al suelo.

Nicholas seguía dedeándolo, chupándose sus dedos un momento para aumentar otro más, y escuchando los gemidos de Tom invadir la habitación, oliendo su excitación y su preseminal, incluso con una mano apretando una de sus nalgas heridas, aquello no menguaba el deseo de Tom, que se mantenía quieto, aunque trémulo por el placer recorriéndole, por más que Tom quería empujarse contra esos dedos, sabía que no podía si Nick no le daba una orden para hacerlo, y cuando el mayor lo sintió lo suficientemente dilatado, es que guió su erección hacia su agujero distendido, metiendo la punta y Tom boqueando, en lo que el mayor seguía avanzando hasta meterse de golpe, con sus testículos chocando contra las suaves nalgas del menor, abriendo sus fosas al sentir aquella caverna caliente devolviéndole la verga, con la cual había soñado tantos años, deseando profanar y por fin estaba allí.

Tom hubiera querido verlo, tenerlo sobre él, tal cual sus fantasías, pero igualmente al sentirlo dentro suyo se excitaba demasiado, por más que se hubiera metido de golpe, y Nick lo jaló del cabello, haciendo que su cabeza se hiciera para atrás, en lo que empezaba a montarlo diestramente, saliéndose y volviendo a entrar, sin dejar de tomarlo por el cabello.

Nick observaba cómo entraba dentro de Tom, el cual gemía sin césar ante la forma que estaba rozando la próstata al penetrarlo, sí… Era rudo, era salvaje, pero sabía dónde estaba su punto mágico, rozándolo con su glande para volver a salirse y entrar de nuevo, abriéndolo desde adentro, concentrado también en su propio placer, cómo su miembro latía dentro del canal de Tom, batiendo sus caderas al seguir arremetiendo en su interior con una mano jalándole el cabello y con la otra aferrada a la cadera estrecha del menor, que seguía deshaciéndose en gemidos. 

Nick no aguantaría mucho más, era consciente de ello, con el oral ya había estado cerca y dentro de aquella calidez, de ese lugar tan perfecto, tan apretado, tan… Listo, dispuesto para él, Tom estaba receptivo ante cada embestida en su interior, apretándolo sin querer, por espasmos de su propio placer, estaba gozándolo, y Nick sabía que él podría correrse si seguía dándole en la próstata, incluso sin tocarle el pene, por lo que, intencionalmente, rozaba sólo lo suficiente para enloquecerlo más, sin darle de lleno en la próstata, escuchando un lloriqueo de Tom, sin ser capaz de quejarse como tal porque sabía que lo castigaría, y se empujó un par de veces más para finalmente correrse dentro de Tom, negándole su orgasmo cuando se salió de su interior, observando su simiente salir.

El castigo había terminado, por lo que Nicholas, aún sumido en su placer, desató a Tom, ayudándole a ponerse de pie para que se ubicaran en el sillón nuevamente, por más que la cama estaba cerca, Nick prefería mantenerlo allí, notaba su erección rígida contra el vientre de Tom, pero no haría nada por complacerlo.

ㅡNo puedes tocarte, debemos hablar ㅡexigió Nick, y Tom alejó la mano que quería tocarse a sí mismo, asintiendo con sumisiónㅡ. El castigo ya está hecho, Tom. Ahora tenemos que aclarar unos puntos… Tienes que decidir, si deseas quedarte conmigo, olvidándote de volver a estar con Trümper o quedarte con él y dejarme para siempre. Porque te amo, pero no te compartiré más. Necesito que me ofrezcas una seguridad, que tengas certeza de tu decisión. Porque sino tendremos un lío eterno en este triángulo amoroso que nos llevará a la infelicidad para siempre. Si me aceptas es que serás mi consorte, mi compañía para toda nuestra existencia, volviendo a tus orígenes, siendo el vampiro que eres realmente, pero si eliges a Trümper… Que soy capaz de hacerme a un costado si él te hace más feliz, pues seguirás siendo humano. Tienes que tomar una decisión ahora, Tom ㅡordenó el de cabello largo, mirándole con seriedad.

Tom lo sabía, que amaba a ambos, que en realidad, si bien había usado de excusa su relación para decirle que no a Bill, la idea de no tenerlo como amante, no volver a besarlo… Le pesaba, porque no sólo era lo físico, sino guardar ese amor que sentía por Bill, el cual nunca decía en voz alta, pero miró a Nick, y lo supo, que si bien los amaba a ambos, si tenía que elegir, su hermano era el amor de su vida, no porque no amara a Bill, sino porque el mayor fue desde siempre el dueño de su corazón, y si bien Bill se había hecho campo, siendo su primera vez, prefería atesorar todo lo lindo que tuvo con Bill, y sólo mantenerlo en una amistad, así le costara, así le doliera, porque no podía tener a ambos, o sólo sería más sufrimiento para los tres. Por lo que Tom ya había tomado una decisión.

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No, así Tom sintiera que era duro, Nick era donde pertenecía su corazón.

ㅡTú, Nick, te elijo a ti ㅡrespondió Tom, sintiéndose dolorido en las zonas donde estuvo la presión por el amarre, las nalgas igual pero igualmente mirándole con amor al decírselo, y la expresión de Nick se suavizó, metiéndose en su mente, notando que era sincero, que sería un sacrificio sí, pero que Tom estaba dispuesto a dejar a Trümper para siempre.

Nicholas lo sujetó por las manos, acercándolas a su rostro y besándolas con afecto, con el cariño que le profesaba desde siempre, ya no con la ira recorriéndole ni la sed de venganza o castigarlo, no… Era capaz de olvidar y perdonar, si Tom lo estaba eligiendo. 

El mayor pasó las manos de Tom contra su rostro, y luego las puso sobre sus muslos, y lo tomó por las mejillas para besarlo, con suavidad, con cariño, jugando con sus labios, haciendo que Tom gimiera ante aquel dulce contacto que contrastaba con el comportamiento previo de Nick.

ㅡTenemos que sellar esta promesa y unión, amor mío ㅡmasculló Nick, cuando se separó de él, aún acariciándole las mejillas y Tom asintiendo, sintiendo su pecho henchirse cuando Nick había vuelto a decirle amor mío en vez de sólo Tom.

Nick se mordió su propia muñeca, dejando que su sangre brotase de aquella herida y lo acercó a los labios de Tom.

ㅡBébeme, amor, sé mío para siempre ㅡofreció Nick y Tom acercó sus labios contra la herida de la muñeca del mayor, comenzando a saborear su sangre, chupando aquella zona con Nick observándole, cómo la apariencia de Tom cambiaba por completo.

El menor se separó de la muñeca de Nick, sintiéndose diferente, se percató que estaba más pálido y… Tenía el cabello largo colgando lacio sobre sus hombros, se fijó en los ojos de Nick, notando cómo también tenía los ojos rojizos como él, mientras que el mayor le sonreía de medio lado.

ㅡHermoso en todas tus presentaciones, mi amor ㅡhalagó Nick, poniéndose de pie, extendiéndole la mano en un gesto galante, que Tom sujetó la mano de su hermano, quien lo guió a la cama, para después echarlo de espaldas con suma delicadeza, y Tom sentía cómo brotaba el amor en cada gesto del amor, desde sus ojos que ya no destilaban odio o rencor, hasta la forma en que se ubicaba su costado, acariciándole la mejilla, posando su pulgar sobre su labio lleno pero con suavidad y besándolo nuevamenteㅡ. Ahora sí te haré el amor, Tomi ㅡavisó el pelinegro, dejándole un beso en la quijada que hizo que a Tom se le escapara un suspiro, en lo que Nick seguía bajando, ahora por su cuello… Besando cada trama de piel, venerando cada parte de su cuerpo, acariciándolo por los brazos rojizos por las sogas, dejando suaves caricias que le seguían sus labios y su lengua, haciendo que Tom siguiera gimiendo ante las atenciones.

Después Nick bajó hacia su pezón, lamiéndolo y chupándolo, con Tom arqueándose bajo suyo, mientras que Nick presionaba su pulgar contra el otro pezón, endureciéndolo bajo su roce, y siguiendo aquel caminillo de besos, posando su mano sobre el vientre de Tom, susurrando unas palabras en una lengua que no reconoció Tom, con un leve brillo que iluminó su piel unos instantes, luego Nick lo volvió a besar en aquella extensión de piel… Sabía los poderes que poseían la unión de su sangre, el mismo que había decidido emplear si Tom lo elegía, decidiéndose por él para estar juntos para toda la eternidad. Y eso quería… Que Tom fuera suyo para siempre, que Nick con su sangre ancestral unida a la de Tom, fueran los más poderosos de toda la tierra, y que él fuera el aliciente para seguir. Aquello los estaba uniendo en un rito ancestral, que era similar a un matrimonio, incluso aunque no hubiera alguien oficiándolo, no hacía falta, él era Klaus Kaulitz, ahora Nicholas Kaulitz… Quien era tan poderoso que podía hacer un juramento donde ambos fueron uno en más de un sentido, donde la consumación de su unión significaría algo más, porque si bien tuvieron sexo antes, ahora harían el amor.

Nick levantó las piernas de Tom, besando sus muslos internos, sintiendo cómo se ponía la piel de gallina del menor, besando con cariño sus nalgas magulladas, lamiendo la sangre seca sobre ella, en lo que Tom estaba gimiendo con su erección renovaba latiendo contra su vientre, Nick siguió lamiendo el trasero lastimado, para después hundir su lengua en el interior de Tom, quien se arqueó al percibir aquella lengua, donde Nick mismo estaba comiendo su escencia al hurgar dentro del menor, sólo un poco, haciendo que las piernas de Tom temblaran, consiguiendo que se aferrara a las sábanas.

De algún modo esto era más intenso que la sesión de sexo rudo que tuvieron antes… Tom sentía que iba desfallecer y Nick lo soltó, para dirigirse a su miembro, lamiéndolo por fuera, en lo que Tom lo veía, hermosamente al mayor engullirse su verga, ahuecando la mejilla, sin dejar de verlo con adoración, porque ahora no había sed de venganza, sino ganas de complacerlo, haciéndolo suyo y probando cada extensión de su piel, con Tom empujando levemente su pelvis, y Nick chupó un poco más fuerte, recibiéndolo más profundo, para después sacárselo, ya que sentía que el orgasmo de Tom se había frustrado demasiado, que mejor sería darle un orgasmo los dos juntos.

ㅡMe detengo porque quiero que lleguemos los dos, amor mío ㅡexclamó Nick, acariciando su pene que lo tenía contra su mejilla.

ㅡTe amo, Nick ㅡmasculló Tom, sintiéndose tan frágil en ese punto. 

Nick se levantó para besarlo en sus labios nuevamente colando su lengua en su interior, pero transmitiéndole todo su amor en aquel gesto que hizo que todo el cuerpo de Tom se estremeciera bajo suyo, al sentir el sumo cuidado y afecto que le estaba dando, que incluso quería llorar de lo amado que se sentía.

Nick dejó de besarlo, acercándose a la mesa de noche, sacando un frasco de aceite que tenía para aquella ocasión de poder realizarse, que aquello sería mejor que la saliva, provocando menos fricción sin secarse con facilidad, por lo que esparció aquel líquido entre sus dedos, guiándolos hacia su entrada, en lo que seguía viéndolo con adoración.

ㅡTambién te amo, Tom. Siempre lo he hecho ㅡrespondió Nick, mientras abría los dedos dentro de Tom el cual sujetó a Nick por la nuca, acercándolo a su rostro, besándolo, en lo que mecía sus caderas, mientras aquel líquido poseía como efectos curativos como menguaba el ardor, y sólo hacía más resbaloso la intromisión, era… Diferente, único, especial.

Estaban labio contra labio, respirándose uno sobre la boca del contrario, viéndose mutuamente, con el peso de Nick sobre el suyo, tal cual sus fantasías, cómo es que Nick ahora sí tenía más cuidado al abrirlo, que fue más fácil relajarse, cuando sacó sus dedos, poniendo más de aquel líquido sobre su miembro, es que se ubicó entre las piernas de Tom, apoyándose sobre sus muslos, y metiéndose, esta vez sí poco a poco, ciñéndose sobre su cuerpo para besarlo, en lo que Tom se relajaba, hasta él mismo empujarse sobre la virilidad de Nick, abrazándolo con sus piernas, hasta que encajaron como piezas de rompecabezas que nacieron para ello.

Tom volvió a entrelazar sus manos en el cuello del mayor, quien seguía viéndolo enamorado, con sus cabellos extendidos en la almohada y cómo es que Tom era tan hermoso… Que sentía que la espera había valido del todo la pena, si bien ya se lo había hecho antes, ahora, al estar dentro suyo, con su expresión enamorada, besándolo, en lo que lo apretaba por los muslos, sabía que era diferente que el nivel de entrega era en cuerpo y alma, y que esto era el comienzo oficial de ellos como la pareja Kaulitz.

Nick empezó el vaivén cuidadoso dentro de Tom, quien jadeaba, chupándose el labio inferior o abriendo la boca en una “o”, conforme Nick buscaba el ángulo para no tentarlo, sino para orillarlo a su orgasmo, arrastrándolo luego de todo lo que pasó, por fin no negándoselo, sino anhelando llevarlo allí.

Nick disfrutaba del calor alrededor suyo, y cómo Tom sería sólo para él… Siguió empujándose dentro suyo, ahora tomándolo por la cintura, pero liberando una mano para acariciarle el miembro, sintiendo cómo Tom lo apretaba más, y se arqueaba ante el roce firme y raudo sobre su dureza.

ㅡVoy a venirme, Nick… ㅡsoltó en un jadeo Tom, aún abrazado a su cuello, empujando su pelvis hacia el puño de Nick, en lo después apretaba más su trasero ante el ramalazo de excitación que le atravesaba.

ㅡLo haremos juntos, mi amor ㅡexclamó Nick, soltando su cintura para agarrar una de sus manos que estaba su cuello, entrelazando sus dedos, viéndole con fijeza en lo que seguía el vaivén con cadencia, hasta que Tom se quebró con fuerza, corriéndose contra la palma de Nick y este se vino dentro de Tom, dejándole su simiente, pero aún manteniéndose dentro de él.

Tom estaba jadeando sintiéndose tan sobreestimulado por la intensidad de aquello, Nick se salió con delicadeza y abrazó a Tom, respirando su aroma, embriagándose con su cuerpo, apretándolo por la cintura.

ㅡEres el amor de mi vida, Tom ㅡsusurró Nick contra su labios, y Tom sonrió.

ㅡY tú el mío, Nick, para toda la eternidad ㅡcedió el menor, volviendo a besarse.

…

A pesar de que Tom se transformó en vampiro, no pasó a la clase nocturna, porque quería asegurarse de que Bill estuviera bien, de todos modos, no era como un vampiro que “se convertía” del todo, era más bien como alguien que ya fue vampiro antes y tenía control de sí mismo, aunque sí atrapó las miradas del resto porque se percataron cómo es que su piel se aclaró más, sus ojos cambiaron de color y… Su cabello lacio y largo, llamaba la atención por mucho, y más ahora que sus facciones se acentuaban más, haciéndolo más atractivo frente al resto, aunque Tom sólo pudiera pensar en Nick, y también en Bill, que básicamente se había rendido ante que debía hacerse a un lado, doliéndole al saber que públicamente ambos eran visto como la pareja comprometida de toda la academia Kunst.

Y Tom… Él cuando tomaba de la mano a Nick, o lo veía sonreírle a lo lejos, no quizá con el gesto más expresivo, pero sí una sonrisa que le llegaba hasta los ojos incluso en lo más tenue y elegante, es que Tom pensaba en un futuro juntos, siendo inmortales, que quizá podrían adoptar hijos en algún punto, reinando a su lado tal cual le había dicho Nick, envejeciendo juntos… Tantas cosas, planes y demás, con formar un hogar fuera de la academia, una casa con un patio grande y con mecedoras afuera.

Nick le confesó que se metía en sus sueños, y por lo mismo a veces se sentían tan reales, entonces ahora cuando soñaba en un futuro juntos, ambos lo veían y disfrutaban en ese paraíso mental. Donde el tiempo sería eterno con su longevidad. Para Nick también era maravilloso el sentir que tendría la oportunidad de tener una familia, que ya que Tom lo había elegido, realmente podrían ser felices… Después de años de espera, y también a sabiendas de que él no tuvo su descanso al morir, sino que fue despertado, y en su vida pasada… Ni siquiera tuvo la alegría que sentía al estar con Tom, que era lo único por lo que no se arrepentía que lo hubieran llamado del más allá, porque nunca amó tanto a nadie como lo hacía con Tom, que lo suyo era un amor a través de los mares del tiempo y espacio, que si bien eran de épocas distintas, y ahora estaba en el cuerpo de su hermano, Tom era su alma gemela. 

El mayor le había mencionado que también Tom era el verdadero príncipe, y que si bien Nick mismo tenía sangre ancestral, Tom era el heredero de los Kaulitz, y él se sentía tan extraño con ello, pero no se lo cuestionaba, porque Nick era quien sabía más de ese asunto, aunque sí le mencionó que tenía que cuidarse, porque su tío aún estaba al acecho, que por ese motivo es que viajó, que Gordon Kaulitz aún tenía la sed de venganza y el ansía de poder.

…

Pero las cosas no iban a mantenerse en paz para siempre… Sólo que sí los tomó de sorpresa, cómo es que alguien se había adentrado en la academia Kunst.

Georg Van Listing, quitándose los lentes, y empleando sus armas, con un look totalmente diferente a como solía lucir como director delicado, no, ahora tenía ropa de cuero, y armado hasta los dientes, porque sí o sí iba a defender a sus alumnos, principalmente luego de saber el asunto de Nathaniel que fingió ser una vampira joven siendo aquella vampiresa tan terrible llamada Natalie Franz.

Gustav Schäfer, el mentor de William, también se puso toda su indumentaria, disponible para matar a vampiros, porque amaba hacerlo, era un sádico que si bien hacía un bien al salvar a la gente, también se regodeaba al asesinar vampiros, por lo que preparó todas sus armas, sin importarle que fuera luchar junto a otros vampiros como Nicholas Kaulitz.

Pero quién descubrió al infiltrado fue Tom, o más bien, él lo estaba buscando, ya que Gordon Kaulitz apenas lo vio, lo sujetó por detrás, tomándolo por el cuello.

ㅡSobrino… Cuánto tiempo, de niño te pudiste salvar, pero ahora no. No hay nadie quien vea por ti ㅡmusitó Gordon con voz desagradable contra el oído del menor, Tom al inicio estaba forcejeando por encima del brazo, sin hacer que lo soltara, hasta recordó que tenía la pistola pequeña que le dio Bill en el bolsillo, por lo que quiso agarrarla, palpándola por encima.

ㅡ¡Suéltalo, escoria! ㅡordenó Bill, apuntándolo con otra arma.

Gordon se carcajeó. ㅡ¿En serio crees que tu arma es una amenaza real para mí? ¿Qué un vampiro de tu nivel siquiera osará hacerme daño? ㅡinquirió con sorna.

ㅡPonme a prueba y te demostraré qué tanto daño puedo hacerte. Suéltalo ahora mismo ㅡrepitió la orden Bill, sacándole el seguro al arma, demostrándole que iba a en serio.

Gordon rió con más ganas en lo que seguía apretando la garganta de Tom, quien aprovechó que el mayor se estaba riendo para sacar el arma de su bolsillo, disparándole en el pie, haciendo que lo soltara, sintiéndose nervioso porque nunca antes había usado el arma, pero era necesario ahora, se acercó hacia Bill, en lo que el mayor soltaba maldiciones y Bill, sin hesitar le disparó en el pecho varias veces, y el mayor se rió…

ㅡMi cuerpo se regenera… Pero ustedes, ustedes morirán bastardos ㅡamenazó Gordon con los ojos centelleantes.

ㅡ¿Meterte con adolescentes de diecisiete años, Gordon? Bueno, no me sorprende si lo hiciste hasta con un bebé, ¿cierto? ㅡescuchó que decían a sus espaldas, y el vampiro se giró, encontrándose a Nicholas Kaulitz ahí.

ㅡPero justo al vampiro que quería ver, me ahorraste el trabajo de irte a buscar, Nick, ¿o debería decir Klaus? ㅡinterrogó Gordon.ㅡPero no te preocupes, primero acabaré contigo y luego con tu hermanito y ese vampiro que cree que podrá matarme con unas balas insulsas ㅡescupió las palabras.

“Trümper, llévate a Tom de aquí”, ordenó Nick con telequinesis, y Bill, jaloneó a Tom, que quería quedarse con Nick.

ㅡÉl va a estar bien, entiende ㅡmasculló Bill, enojado por la insistencia de Tom.

ㅡPero Gordon es mayor, y nos viene siguiendo desde hace años ㅡacotó Tom con preocupación.

ㅡY tu hermano es el vampiro más poderoso que existe, así que deja que se haga cargo ㅡrefutó Bill, sentándose en el suelo en lo que Tom caminaba como león enjaulado, escuchando disparos porque Georg y Gustav también habían salido al encuentro, tensándose aún más.

…

Nicholas se percataba en su lucha, mientras veía cómo Gordon intentaba atravesarlo, incluso con Georg y Gustav apoyándolo, aunque en realidad, Nicholas estaba seguro de que tenía que matar a Gordon ahora sí o sí, ya cansado de haberlo soportado desde que lo trajo al mundo de los vivos, creyendo estúpidamente que como estaba de huésped en el cuerpo de niño sería frágil y vulnerable para que absorbiera sus poderes, pero no, él lo atacó, mordiéndolo desde bebé, siendo capaz de arrancarle un trozo de carne por la ira contenida, no por nada había sido un vampiro muy poderoso en el pasado.

Sólo que… Mientras veía cómo la basura de Gordon se regeneraba, sabiendo que tendría que destrozarlo en mil pedazos para acabar con su miserable vida de cucaracha pero… Notaba cómo es que Gordon sólo era una parte de todo el escenario, de que así como él ansiaba su sangre, matándolo, y también a Tom, cómo es que muchos querían lo mismo.

Tener la sangre Kaulitz, el poderío… 

Cómo es que incluso si el chucho no hubiera estado ahí, al menos disparándole para hacerlo enojar, distrayéndolo de que matara a Tom, es que realmente el amor de su vida estuvo en peligro, que siempre lo estaría, que él mismo no podría estar a su lado protegiéndolo, y que si bien Tom podía tener fuerza para atacar o algo, no era lo suficientemente aguerrido para matar a alguien, y a veces pecaba de ingenuo como con Natalie. 

Al verse extinguir la vida de los ojos de Gordon, fijándose cómo explotaba como una masa sanguinolenta por todos lados, manchándolo, es que Nicholas lo supo, había ganado una batalla más pero no la guerra, que mientras la sangre Kaulitz siguiera no tendrían descanso, que Tom nunca estaría a salvo, Tom, quien ahora mismo estaba más frágil que nunca, que necesitaba protegerlo con su vida entera…

Y en aquello radicaba el asunto, que tenía que hacer precisamente, protegerlo con su vida. Nicholas lo sabía, no habría un final feliz para él, no el que vivían en los sueños de Tom. Que si Nicholas quería que Tom viviera, tendría que hacer un sacrificio grande para que se cortara de raíz el problema. 

Por lo que sabía lo que tenía que hacer luego de tomar una ducha para quitarse los restos de Gordon de encima.

Chapter Text

Nicholas los reunió a ambos en su habitación, recibiendo un abrazo apretado de Tom apenas lo vio, sollozando porque tuvo miedo de perderlo, de que Gordon ganara.

ㅡGordon está muerto, Tom. Ya no nos hará daño nunca más ㅡsoltó Nick, alejándolo con suavidad de su cuerpo, para tomarlo por el rostro y besarlo con cariño, en lo que Bill miraba a un costado, odiando estar allí, y mucho menos para ver cómo Tom era besado de aquella manera tan profunda e íntima por otro hombre, uno que no era élㅡ. Quería decirles unas cosas, a ambos ㅡmusitó, viendo a Bill también, el cual se giró arqueando una cejaㅡ. Acércate, Trümper ㅡpidió el de cabello negro rizado.

Bill lo hizo, no por obedecer órdenes, sino que había algo inusual en el mayor.

ㅡ¿Qué pasó? ㅡpreguntó Tom, parpadeando confundido.

Nicholas tomó por las manos a Tom, besándole los nudillos, y luego soltando un suspiro.

ㅡTengo que despedirme, de ambos ㅡexpresó Nick, y Bill frunció el ceño sin entender, y Tom boqueó nervioso.

ㅡ¿A dónde irás? ㅡinquirió Tom, sintiendo cómo se le apretaba la garganta ante las palabras del mayor.

ㅡGordon sólo es uno de los muchos que desean la sangre Kaulitz, Tom. Si esta no desaparece, siempre estarás en peligro, y, como lo habrás notado, hay ocasiones donde no puedo protegerte de inmediato, sino hubiera sido por Trümper… Gordon habría logrado su cometido, matándote, Tom. Cuando eres lo más sagrado que tengo, tú y… ㅡse interrumpió, y aclaró la garganta, mirando a Tomㅡ. No puedo permitir que sigas en ese peligro constante.

ㅡPero los dos tenemos la sangre Kaulitz, ¿por qué quieres desaparecer? ㅡcuestionó Tom.ㅡNo puedes dejarme, prometimos quedarnos juntos para siempre.

ㅡSoy un hombre de palabra, amor mío. Y por ello siempre estaré a tu lado, sólo que no de la forma en que me hubiera gustado ㅡmasculló Nicholas.

ㅡ¿A qué te refieres? ㅡinterrogó Tom, sintiéndose cada vez más alterado con las manos temblorosas. Bill no comprendía a qué quería llegar el mayor.

ㅡ¿Recuerdas lo que hizo nuestra madre, cierto? ㅡinterrogó Nicholas viendo con fijeza a Tom.

ㅡUn sacrificio de sangre, sí, ¿y eso qué tiene que ver?... ㅡcuestionó Tom, y luego abrió los ojos grandemente.ㅡNo, no, ¡no! ¿Por qué quieres hacer eso? ¿Por qué me quieres volver humano y morirte? Nick, por favor, no… ㅡsollozó el de cabello rubio oscuro, con las lágrimas comenzando a salírsele por las cuencas al tener los vívidos recuerdos de la sonrisa de su madre antes de que toda la sangre se escapara por sus ojos para poder volverlo humanoㅡ. No me interesa ser humano, no me interesa seguir sin ti, por favor, Nick ㅡpidió nuevamente, ahora Tom tomándolo por las manos.

Bill se quedó sorprendido, recordando la muerte de Simone Kaulitz a través de las memorias de Tom, ¿Nick quería hacer eso? ¿Y eso en qué le competía a él? 

ㅡTom, necesitas volver a ser humano para que tu sangre ya no tenga la potencia de la sangre Kaulitz, y este sacrificio no sólo implicaría que te vuelvas humano, sino también que yo al morir, ya no vayan detrás de ti o de mí. Te dejarían en paz para siempre, podrías tener una vida humana… Al lado de Trümper, quien te protegería todo el tiempo, Tom. Porque bajo este ritual, podría sellar su sangre para siempre, haciendo que tú te vuelvas humano, y él un vampiro nivel C en dominio de su cuerpo y razón, pero igualmente con fuerza sobrehumana para tu protección ㅡsoltó Nick, mirando a Tom, aunque por un instante vio a Bill, diciéndole un mensaje que captó por telequinesis y se quedó impávido ante ello.

Tom sabía que amaba a Bill también, pero el pensar que Nick tendría que morir, el que todos los sueños que tuvieron juntos se acabaran, se quedaran truncos… ¿Por qué? ¿Por qué tenía para pasarle esto ahora que por fin tenía la oportunidad de estar con el hombre al que más amó en su vida? Las lágrimas seguían cayendo sendas por sus mejillas, con la mandíbula tensándole. 

ㅡTienes que entender, Tom, que esto me duele, pero prefiero que vivas libre a que corras el riesgo constante de ser capaz de morir por un ataque. No, Tom. Te mereces una vida feliz, una vida tranquila. Recuerda, amor mío, que en mi caso esta es mi segunda vida, y que así me destroce alejarme de ti, siempre viviré contigo, y que te estaré esperando del otro lado ㅡfarfulló Nick, apoyando su frente contra la suya, secando sus lágrimas con sus dedos.

ㅡNo es justo, Nick, recién estábamos viviendo… Recién… Yo… ㅡbarbotó Tom, sujetándolo por las solapas de su uniforme blanco, apretando los puños, arrugando la tela, sintiendo cómo su pecho se apretaba de forma dolorosa, cómo su historia se reprodujo en su mente… Desde que eran niños, su primer beso, cómo es que siempre Nick estuvo tras sus pasos, cuidándolo entre las sombras…

Cómo es que fue la segunda ocasión que se besaron, con Tom aún no recordando, o la forma en que Nick lo tocó por primera vez… Cuando “lo castigó”, y luego de todo ese dolor que le gustó despertando un placer inexplorado del verse sumergido en sumisión absoluta, cuando le hizo el amor dulcemente, haciéndolo estremecer y llevándolo al clímax en una burbuja donde el mundo se extinguió y sólo estaban los dos unidos en un sólo ser, que tenían una clase de unión sagrada parecida a un matrimonio, ¿cómo es que Tom tenía que olvidarse de ello? ¿Cómo podría ser vida si ya no tendría a su Nick?

ㅡEs por un bien mayor, amor mío, mi Tomi ㅡmasculló Nick, acariciándole las mejillasㅡ. Esto es un acto de amor, entiéndelo, por favor. Yo no planeé esto hasta cuando estaba matando a Gordon, en verdad quería vivir a tu lado, formar esa familia que pensamos, Tom. Sólo que esto es necesario. Es la única forma de que esta lucha de poderes se acabe, este derramamiento de sangre innecesario, y tú… No quiero ponerte en peligro nunca más ㅡfarfulló con determinación.

ㅡNick, pero te amo ㅡsusurró Tom contra sus labios.

ㅡY yo a ti, Tom ㅡmusitó Nick, dejándole un beso corto en los labiosㅡ. Te amaré en esta vida y lo seguiré haciendo del otro lado ㅡmencionó el pelinegro, para alejarse suavemente del menor, viéndolo con fijeza, en lo que su cuerpo se elevaba, con la sangre emanando de sus ojos y boca, pero sin llegar a tocar el suelo, era como si se acumulara en un punto frente a Tom, mientras que Bill lo sujetaba por los hombros, observando cómo un brillo blanco se salía también de los labios del mayor, y que un aura los rodeaba.

Cuando el cuerpo de Nick cayó inerte al suelo, ya sin rastro de sangre, una joya carmesí, que era la concentración del alma y sangre del mayor, bajó con suavidad sobre las manos de Tom, el cual la sujetó contra su pecho, en lo que agachaba para llorar encima del cadáver de Nick, que de no ser por sus ojos vacíos, sólo luciría como si estuviera dormido.

ㅡNos dejó una carta en la mesa de noche ㅡmencionó Bill, recordando parte de lo oído en su cabeza, ahora sintiéndose por completo mejor, al ya ser un nivel C, aunque sí sentía algo de lástima por Nicholas.

Tom no se alejó de Nick, en lo que Bill se acercaba a la mesita, sujetando la carta, y poniéndosela frente a Tom, el cual seguía con el cabello largo, pero ya con menos palidez, y sus ojos chocolate nuevamente.

Tom, controlando su respiración, sujetó la misiva, decidido a que tendría que abrirla para sentirlo cerca, aunque ahora sólo lo tuviera como una joya carmesí. Tom esnifó por la nariz, y abrió la carta.

ㅡ“Querido Tom: Si estás leyendo esta carta es porque ya no estoy en el plano terrenal, al menos no con un cuerpo como tal, mi sangre y alma están dentro de la joya que debes tener en tus manos ahora mismo. Esta decisión es más complicada de lo que parece, porque te amo, y quería tener una existencia a tu lado, para que entiendas más el nivel de pensar un futuro contigo, quiero explicarte algo más, algo por lo cual me aterraba pensar en ponerte en riesgo en este momento. Al yo ser Klaus Kaulitz, al menos en mi otra vida, y mi sangre todavía tiene ese poder, legendario y ancestral, al haber sido traído de vuelta, tengo más de una capacidad, entre tantas, que mi sangre ancestral y la tuya, siendo del mismo linaje, esa fusión me permitió hacer crecer dentro de ti un útero al momento de convertirse y bajo el hechizo que realicé frente a tu vientre, con la intención de que quedaras embarazado y poder tener hijos tú y yo, pensando precisamente en vivir para siempre a tu lado. Actualmente estás embarazado, Tom, esperas al heredero de los Kaulitz, un híbrido, porque ahora eres humano. No es como que cualquiera pueda embarazarte, ni esto te hace menos hombre, amor mío. Sólo mi sangre es que activa esta capacidad en ti, por lo mismo es que William al haber bebido de mi sangre, también tiene ese poder porque si quieren tener hijos más adelante. Sé que él cuidará de ti y nuestro hijo, que ya hablamos antes sobre que William sería capaz de dar la vida por ti, y por ello también lo salvé. William siempre te cuidará, y también al legado de los Kaulitz que seguirá nuestro hijo no nacido al ser un híbrido de vampiro. Nuestro hijo puede mantener su naturaleza vampírica escondida para protegerse, eligiendo vivir como humano, ten en cuenta que esto será mejor a futuro. Por ello es que te insistía tanto, porque debes vivir, Tom, por ti y el fruto de nuestro amor. Por siempre tuyo, Nicholas Kaulitz” ㅡterminó de leer Tom en voz alta,  estando asombrado por las palabras de Nick, él… Estaba embarazado, inmediatamente se tocó el vientre, no sentía nada distinto, pero había vida en su interior.

Vida después de la muerte, vio nuevamente a Nick, cerrándole los párpados con sus dedos. Tom pensaba que dentro de sí tenía una parte de Nick, la fusión de su amor en una personita que se iría abriendo campo en su interior.

Bill se sentó en el suelo junto a Tom, manteniéndose en silencio, y el de cabello largo apoyó su cabeza contra el hombro de Bill, a sabiendas de que todo lo que hizo el mayor estaba plenamente justificado, así le doliera.

…

El funeral de Nick fue muy concurrido, principalmente por los alumnos de la academia Kunst, siendo la gran mayoría del turno diurno.

Tom tenía los ojos hinchados y rojizos pero ya no salían más lágrimas por haber llorado tanto, no, amaba a Nick, sí, pero él estaría para siempre con él, por lo mismo es que tenía la joya carmesí siempre con él. Bill estaba a su costado, tomándolo por la cintura en gesto protector, y haciéndole notar que estaría para él.

Entre los asistentes de la ceremonia estaba Andreas, quien lloraba porque sentía que todo esto era culpa de Tom, porque si Nicholas lo hubiera elegido, no habría muerto pero también estaba Harry, quien constantemente se burlaba de Tom con su crush por Nicholas Kaulitz, sin embargo, ahora mismo, el adolescente alto, de rizos negros y cabello corto estaba deshaciéndose en llanto, al ver cómo es que el mayor estaba muerto. Harry… Él se burlaba de Tom porque era como él, porque vivía enamorado de Nicholas Kaulitz, soñando con besarlo, con que lo volteara a ver, con poder estrujarlo entre sus brazos, haciendo al mayor gemir bajo su cuerpo… Todas las fantasías que había tenido con él, donde Nicholas era suyo para siempre, ni siquiera era por sólo sexo y morbo, no, él realmente sentía amor profundo por el mayor, pensando en que si él lo eligiera, podrían adoptar dos niños a los que llamarían Hana y Harry Junior, cómo es que realmente serían felices por siempre, pero no… Primero había sufrido al saber que Tom era su novio, ¡él seguro ni siquiera podía complacerlo! Y luego… Cuando supo que murió, se le rompió el corazón en mil pedazos. No podía evitarlo, por más que él no era el novio de Nicholas, sino más bien era Tom, quien de algún modo estaba quedando viudo, el verdadero viudo parecía Harry, que mascullaba “mi conejito”, porque así lo llamaba en sus sueños donde Nick se montaba sobre su verga, saltando como un lindo conejito.

“Tal vez en otro universo, sí fuimos felices, mi amor”, pensó Harry hacia Nick.

…

Conforme pasaron los meses, es que William y Tom se enteraron que esperaban una niña, una pequeña a la que Tom dijo que se llamaría “Colette”, y a quien esperaban con mucho amor. 

Colette nació cuando Tom tenía dieciocho años, siendo la viva imagen de Nick, por lo que Tom la abrazó con cariño contra su pecho, llorando entre felicidad y tristeza, porque realmente la bebé era un mini Nick en niña, y aquello le daba un gozo tremendo, el saber que podía ver al amor de su vida en el rostro de su pequeña siempre.

Bill y Tom se llegaron a casar cuando nació Colette, porque siempre se amaron, y seguían haciéndolo, en lo que se habituaban a la vida de padres, con Bill nunca quejándose de que Colette no fuera su hija, porque si bien no tenía su sangre, era hija de Tom, y por lo mismo era también suya.

Colette era una niña consentida e impetuosa, aunque sumamente feliz, siendo la más cariñosa con sus padres, en lo que aprendía a dar sus primeros pasos, y bailar en la misma posición. Una bebé risueña con rizos oscuros, tal cual Nick.

Cuando Colette cumplió tres años, es que Bill y Tom decidieron darle un hermanito, para que no se llevaran mucho tiempo. De aquella forma es que nació Julian, un bebé que era idéntico a Bill.

ㅡ¡Mío, mío, mío! ㅡmascullaba Colette la primera vez que vio a su hermano, híbrido también, dormir plácidamente en brazos de su papi Tom, comenzando a darle besos sonoros en las mejillas del recién nacido.

Bill y Tom lo consideraron muy tierno, cómo es que Colette era una linda hermana mayor.

Sin embargo, con el paso del tiempo, es que notaron que en realidad Colette y Julian tenían una relación que no era del todo fraterna, principalmente cuando fueron adolescentes. Por lo que no fue un secreto para nadie cuando ambos dijeron que estaban en una relación, donde Colette, con el temperamento de Nicholas, y la presunción al ser una heredera, solía despreciar a todos… Menos a su hermano, Julian, que así su hermana mayor fuera muchas veces molesta, él no era ningún santo que soportaba todo agachando la cabeza, no, claro que la amaba, y daba todo por ella, sin embargo, también le ponía límites, y lo cual sólo hizo que Colette lo amara más.

Eran híbridos y en realidad medios hermanos, así que su unión no era algo que hiciera que Bill y Tom se escandalicen, no cuando Tom era hermano de Nick, y sus propios padres fueron hermanos. 

Bill no podía decir nada al respecto porque sabía que como eran parte vampiro la endogamia era lo normal sin afecciones de ninguna clase en la progenie que tuvieran más adelante, pensando lo irónico que era que el incesto entre hermanos siempre había sido una constante en su vida, desde su gemelo, al cual rechazó, hasta Tom con Nick, que bueno, si bien luego supo que Nick no era tal cual el hermano de Tom, sino más bien un ancestro en el cuerpo de su hermano, igualmente el asunto era algo turbio, y ahora sus hijos.

Bill siempre cuidó a Tom, y a sus hijos, manteniéndose una vida feliz, siendo padres, y Bill doliéndole al notar cómo es que su gran amor envejecía al ritmo humano, mientras que él sabía que estaba destinado a tener una vida inmortal, protegiendo a sus hijos, y sus nietos, haciendo que el legado Kaulitz prevaleciera. Porque incluso si ellos se habían casado, y Tom había sido quien dio a luz a sus hijos, el apellido compuesto que tenían era Kaulitz-Trümper, debido a que Bill lo sabía, que el legado Kaulitz debía seguir.

Igualmente Bill disfrutó a su esposo todo el tiempo que pudo, dándole todo el amor que sentía por Tom, porque siempre fue su amor platónico, ahora podían corresponderse y amarse, estando sólo los dos, haciendo que Tom gozara de sentir a Bill sobre él, haciéndole el amor tantas veces que luego Tom no podía ni caminar. 

Conforme siguió pasando el tiempo, con los cabellos de Tom volviéndose platinados largos y hermosos y él luciendo una barba del mismo color, es que una noche se fue a dormir, con Bill abrazándolo por detrás, y fue consciente de cómo Tom dejó de respirar entre sus brazos.

Tom murió dormido.

Tom había sido muy específico con los preparativos que se darían para su muerte, que lo enterrarían con su joya carmesí. Y Bill respetó su voluntad.

Observando Bill cómo el ataúd se metía bajo tierra, en lo que Colette y Julian miraban entre lágrimas aquel momento, con sus propios hijos también allí, sus gemelos mayores William II y Wilhelm, que eran idénticos a Julian, y el menor llamado Thomas, que era idéntico al abuelo Tom, los gemelos eran muy protectores con su hermanito menor, por lo que lo tenían abrazado entre ambos en lo que lloraba con fuerza porque amaba a su abuelito Tom.

Bill se despedía del amor de vida, sabiendo que lo hizo feliz por muchos años, pero también siendo consciente de que Tom estaba bien dónde fuera que esté, porque él lo disfrutó en vida y Nicholas, a quien le debía todo, lo disfrutaría en la muerte.

…

Tom se sintió cómo despertando de un sueño, viendo a un espejo cerca, notando que lucía joven otra vez, sin barba y con el mismo uniforme negro, cabello largo y sonrió al notar que en su reflejo no estaba sólo él, girándose a ver al hombre.

ㅡNick estás aquí ㅡfarfulló Tom, observando al mayor con su uniforme blanco, cabello rizado largo negro, con una sonrisa.

ㅡTe dije que te esperaría del otro lado, amor mío, y soy un hombre de palabra ㅡmasculló Nick, dándole un beso en los labios que hizo que Tom llorara de felicidad porque si bien amaba a Bill, y fue quien estuvo con él toda su vida, nunca pudo olvidar a Nick, ya que los dos eran el amor de su vida, sólo que Nick era también el amor de su muerte.

Se abrazaron con la fuerza del reencuentro de años de anhelo, para luego sujetarse de las manos, mientras iban camino a la casa de sus sueños, dónde serían felices para toda la eternidad.

FIN