Actions

Work Header

Dos idiotas y un bebe

Summary:

Un pov de sasuke, esta historia esta ubicada pocos meses despues de lo ocurrido en the last para ser mas exactos al final del verano de ese mismo año.

Sasuke basicamente esta huyendo de un amor no correspondio pero ahora tiene que volver a estas cerca con sus emociones aun recueltas para criar a un bebe/clon/experimeto junto a naruto
Naruto siempre sacaba lo peor de el...igual que orochimaru.

Sasuke no planeaba regresar a Konoha tan pronto.
Su viaje de redención había sido largo, agotador, y en algunos momentos, incluso útil.

Pero al cumplir diecinueve, la carta urgente del Hokage lo obligó a volver, justo cuando el verano comenzaba a apagarse. No esperaba que el final de la estación trajera algo más que calor... y definitivamente no esperaba esto.
Encontrarse con Naruto después de tanto tiempo no fue lo raro.

Lo raro fue lo que Naruto tenía entre los brazos.

—¡Orochimaru! —gruñó Sasuke—. ¿Qué demonios hiciste esta vez?

—Solo trataba de crear un recipiente adecuado... de la manera más legal posible. Después de todo, mis crímenes fueron absueltos. Ya no puedo andar engañando ni secuestrando personas

—Eso incluye clonar gente, Orochimaru.

Notes:

Un pov de sasuke, esta historia esta ubicada pocos meses antes de lo ocurrido en the last para ser mas exactos al final del verano de ese mismo año.

Sasuke basicamente esta huyendo de un amor no correspondio pero ahora tiene que volver a estas cerca con sus emociones aun recueltas para criar a un bebe/clon/experimeto junto a naruto

Chapter 1: el final del verano.

Chapter Text

Sasuke no planeaba regresar a Konoha tan pronto.
Su viaje de redención había sido largo, agotador, y en algunos momentos, incluso útil.

Pero al cumplir diecinueve, la carta urgente del Hokage lo obligó a volver, justo cuando el verano comenzaba a apagarse. No esperaba que el final de la estación trajera algo más que calor... y definitivamente no esperaba esto.
Encontrarse con Naruto después de tanto tiempo no fue lo raro.

Lo raro fue lo que Naruto tenía entre los brazos.

—¡Orochimaru! —gruñó Sasuke—. ¿Qué demonios hiciste esta vez?
El aludido levantó ambas manos, como si eso bastara para limpiarle el historial criminal.

—Solo trataba de crear un recipiente adecuado... de la manera más legal posible. Después de todo, mis crímenes fueron absueltos. Ya no puedo andar engañando ni secuestrando personas —dijo con una sonrisa irritantemente tranquila.
Kakashi suspiró.

—Eso incluye clonar gente, Orochimaru.

—Técnicamente —replicó el Sannin—, esto no es clonación. La clonación se refiere a replicar genéticamente a un organismo de forma exacta. El sujeto en cuestión... no es un clon. Solo mírenle los ojos.
Sasuke, impulsado por una mezcla de incomodidad y sospecha, clavó la mirada en el ser que Naruto cargaba. Se parecía a él. Demasiado. Pero cuando el niño abrió los ojos —esos brillantes, grandes y azules ojos—, una oleada de incomodidad lo recorrió. Y entonces empezó a moverse, agitándose inquieto en los brazos del rubio.

—Shh, shhh. ¡Oigan! ¿Pueden dejar de gritar? Estan alterando a sarusa —protestó Naruto con voz suave mientras mecía al bebé.
Sasuke apenas podía procesar lo que veía.

—¿Acabas de llamarlo… salsa de tomate picante?

—¿Cómo querías que le dijera? ¿"Mini Sasuke"? Suena ridículo.
Sasuke lo fulminó con su único ojo propio. ¿Eso le parecía ridículo? ¡Él era ridículo!

—Deja de nombrar a mi clon —escupió.
Aun sin entenderlo del todo, Sasuke lo sabía. Esa criatura... tenía los rasgos de su clan. Estaba casi seguro de que en la casa ancestral de los Uchiha había una foto idéntica a ese bebé.

—Que no es un clon... —intervino Orochimaru de nuevo, casi ofendido—. Es una recombinación genética.
Sasuke palideció. Su voz se tornó peligrosa.

—¿Mía y de quién más?
Orochimaru sonrió como quien revela el final de una gran obra.
—Quería un recipiente fuerte. Pensé que una combinación genética con mucho chakra no estaría mal... y bueno, este chico —señaló a Naruto— deja regadas sus muestras por todos lados.

—¿¡QUÉ!? —gritó Naruto—. ¡Viejo, soy demasiado joven para ser padre!

Sasuke se llevó una mano a la cara. ¿Muestras? ¿Qué demonios significa eso?

—Kakashi... —dijo con el hilo de paciencia que le quedaba—. ¿Qué vamos a hacer con esto?

El Hokage suspiró, sacando un pequeño libro del bolsillo interior de su chaqueta.

—Sabes, podrías decirme “sexto” o incluso “Hokage”. Pero al grano: por eso te llamamos de urgencia. Necesitamos que tú —o ustedes— cuiden del pequeño Sarusa mientras el nuevo consejo decide qué hacer con él. No se lo devolveremos a Orochimaru, pero deshacernos de él tampoco parece correcto.

Sasuke lo miró en completo silencio. Él, Naruto, y un niño de laboratorio. El criminal de guerra y el jinchūriki criando juntos. Kakashi claramente no tenía madera de líder.
Como si pudiera leerle la mente, Kakashi sonrió tras su máscara.

—Lo pensé bien. Si esta información se hace pública, podría poner en riesgo a la aldea. La alianza entre naciones aún es muy reciente. Si las otras aldeas descubren que tenemos un “arma potencial”, podrían exigir que lo eliminemos… y a Orochimaru con él.

—Y no quieres que la serpiente suelte la lengua para salvarse... o para vengarse —resumió Sasuke con amargura—. Así que tu solución es… obligarme a jugar a la familia con el dobe.

—Me alegra que lo entiendas —dijo Kakashi, como si acabara de darle un ascenso—. Ahora vayan discretamente al departamento de Naruto. Nadie debe ver al niño. Si los descubren… tendrán que inventar una buena excusa para su existencia. ¡Adiós!

Sasuke no tenía palabras.
Ni voluntad.
Ni esperanza.

Cuando la puerta de la oficina del Hokage se cerró frente a él… simplemente se sentía más indignado, pero no sorprendido por las acciones de Kakashi.

El hombre de cabello plateado siempre conseguía fastidiarlo de alguna manera.

Aunque ya no era su alumno, seguía obligándolo a hacer cosas que no quería, como pasar más de cinco minutos en la misma habitación con Naruto… Porque después de todo, su razón principal para elegir el destierro y su viaje de redención para el resto de su vida, en lugar de la prisión, era precisamente alejarse lo más posible de Naruto y su cabeza totalmente hueca que no terminaba de entender sus sentimientos.

De solo recordarlo, se deprimía un poco más.

 

—¿Por qué estás tan obsesionado… con interponerte en mi camino? Obtuve esta fuerza para poder cortar con todo y entrar en la oscuridad. Lógicamente, todos intentaron cortar su conexión conmigo al menos una vez.

Pero tú… ni siquiera lo intentaste. ¿Por qué te empeñas en seguir involucrado conmigo?
El rubio básicamente se rió en su cara.

—Hm, ¿cuántas veces tengo que repetírtelo? ¿No lo entiendes?
¿Qué debía entender? Sasuke solo quería una respuesta clara para poder entender sus propios sentimientos.

—¡Respóndeme!
El silencio fue eterno para él, aunque seguro solo fue un instante.
—Porque somos amigos.

Fueron las palabras que más ira provocaban en el pelinegro.
—Quiero saber qué es un amigo para ti…
¿Qué significaba exactamente ser un amigo para Naruto?

—No puedo explicar algo así con palabras, pero cuando te veo tratar de cargar todo sobre tus hombros… me duele.
Entonces una verdad… esa verdad simplemente lo golpeó como una revelación.
—Me duele tanto que no puedo ignorarte.

Naruto… estaba solo, era un marginado que buscaba llamar la atención, pero él siempre estuvo interesado en él. Su vínculo creció: un constante sentimiento de querer luchar con él, un equipo, una familia… le dolía cuando Naruto sufría.

Puede que durante muchos años Naruto lo persiguiera físicamente, pero… la verdad es que era él quien siempre estuvo detrás de Naruto.

Él siempre pensó en Naruto… siempre pensó diferente de Naruto.
Él… tenía mucho tiempo que había perdido.

 

Para Naruto, él era un hermano. Pero para él, Naruto… Naruto era otra cosa. Algo diferente. Entonces se dio cuenta de la verdad.

Ahora entendía a Naruto. Nunca lo había hecho antes. Y aunque lo entendía, eso no quitaba lo doloroso que era el no ser correspondido.

Así que aceptó todo. Todo con la intención de poder alejarse lo más que pudiera de Naruto. Quería que fuera libre y feliz, sin él para arruinarlo… quería estar lejos, para no sentirse peor consigo mismo.

Pero las personas que fueron sus maestros en el pasado no parecían tener la intención de permitírselo.

Así que no quedaba más que tratar de ignorar la presión molesta en su pecho mientras ambos avanzaban por los tejados de la aldea, a una estúpidamente lenta velocidad, para mantener a ese híbrido extraño a salvo.