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Language:
Español
Stats:
Published:
2025-02-28
Completed:
2025-03-09
Words:
10,106
Chapters:
4/4
Comments:
25
Kudos:
23
Hits:
226

Obsesivo

Summary:

Si, definitivamente Sasuke Uchiha era una persona obsesiva y ahora su centro de atencion era ella.

Notes:

Chapter Text

Capítulo 1

 


Era parte de su personalidad ser obsesivo. No era su intención serlo pero lo era, no tenía ningún remedio pues ya a estas alturas de su vida ese rasgo de su personalidad estaba sumamente arraigado y aferrado a todo lo que él es, era y sería en el futuro.

No es que le sorprendiera enfrentar esa realidad, después de todo vivió años obsesionado con su hermano desde que tenía memoria consciente de lo que Itachi representaba para su familia y su clan; se había ofuscado en ser como él, ser un ninja como él e incluso llegar a ser un hombre como él.

En la academia consiguió ser el mejor de su clase y aún así no estuvo ni cerca de acercarse a los logros que su hermano ya había alcanzado a la misma edad que Sasuke tenía en aquel momento. Pero, ¿Llegar a ser como Itachi? Un imposible, era el sueño de un niño. Aún así la admiración de un pequeño de siete años se convirtió en una meta que debía alcanzar obligatoriamente, sin importar lo que costara.

Le gustaba consolarse a sí mismo pensando que ya había superado parte de las consecuencias de su personalidad obsesiva. Había trabajado mucho en su autoexigencia y rigidez psicológica porque cuando sus pensamientos se quedaban estancados en una idea todo se tornaba un bucle eterno de obsesión alrededor de la misma.

Maldita sea, hasta había logrado estar en paz con su padre, con Itachi, un poco con Danzo aunque a éste nunca le perdonaría; había hecho las paces con la Aldea de la Hoja. Diablos, incluso había superado a Orochimaru y en cierto punto al mismo Naruto; Dios sabía de cada vez que fracasaron sus intentos por ser mejor que el rubio, y como siempre intervenía algún evento fantástico o milagroso que se transformaba en un trampolín que impulsaba al idiota más lejos del límite de su capacidad, dejando como consecuencia a un supuesto genio prodigio tras su estela de poder inalcanzable. Irónicamente ni siquiera ser poseedor del Rinnegan le sirvió para nada. No tenía remedio y lo aceptó.

Su sorpresa fue que cuando finalmente lo dejó ir, descubrió la magnificencia de su propio poder y pudo valorar sus capacidades sin necesidad de estar atrapado en un bucle de eterna competencia con el fantasma de su hermano, ni con la constante presencia actual del Uzumaki.

En fin, había logrado llegar a tener una relación saludable con aquellos que no estaban muertos. Que gracioso, por un periodo de tiempo pensó que había superado su rasgo de personalidad más dañino. Que iluso. Ahora resultaba que no solo era obsesivo; no era suficiente con eso sino que además era posesivo y celoso. Toda una cajita de virtudes, ¿No?

Sonrió para sí mismo.

Viéndolo de manera retrospectiva, su yo adulto podía entender que no tenía ningún remedio. Si, era obsesivo. ¿Y qué con eso? No es que estuviera orgulloso de ello pero ¿Cuál era el problema con serlo?

Bien, el problema actual era el "objeto" de su obsesión.

Esa mujer de cabello castaño que se había metido en su mente permanentemente.

Quería llamarle obsesión por capricho, ya que era más fácil usar esa palabra al hecho de admitir que quizás estaba un poco enamorado de ella. Tenía un serio problema con esa palabra, "enamorado"; simplemente no era capaz de decirla, por eso se aferraba a cualquier otra palabra que se pareciera a ella.

Obsesión se parecía más a algo que él sentiría. Si. Esa palabra si.

Rememoraba las circunstancias que lo llevaron a desarrollar esos sentimientos por ella; eran tan traumáticas e incluso tan vergonzosas que su orgullo no le permitía aceptar que de esa tragedia había surgido esa sensación de desesperación por ella que sería con la intensidad de una llama que lo consumía y le quemaba por dentro.

No sería tan sorprendente siendo que ella había sido la única razón de su existencia por mil cuatrocientos catorce días.

Si, así fué.

Durante sesenta meses la única razón de vivir para Sasuke Uchiha había sido mantener viva a Tenten. Nadie más que ellos dos fueron testigos de lo que aconteció en esos cinco años.

Hablando estrictamente habría que referirse a esos cinco años entre comillas. Ya que en el mundo real solo habían pasado tres días, aproximadamente.

Un segundo equivalía a siete días.

Esa fue la prerrogativa de esa especie de genjutsu científico que atrapó a la castaña por casi una semana. Tres días reales le había tomado a Sasuke sacar la mente de Tenten de ese limbo que consistía en una especie de dimensión fabricada por un grupo de muy astutos científicos, barra, alquimistas inspirada en el Tsukiyomi Infinito.

Las grandes naciones ninja debieron suponer que los traumas de la Cuarta Guerra no afectaron solamente al mundo ninja, definitivamente no.

Más tarde se había enterado que esa sociedad de eruditos se preparó por tres años desarrollando esa especie de arma para atrapar al Biju de la Hoja, pues evidentemente no iban a desperdiciar ese recurso en una ninja promedio de la Hoja, por muy talentosa que fuese. Sin embargo, el plan para capturar a Naruto salió mal.

~ Tenten era parte de su escolta pues se estaban trasladando desde la Arena hasta la Hoja cuando fueron emboscados por ese grupo de psicópatas. Nadie jamás habría podido llegar a imaginarse que un grupo de alquimistas sería tan audaz como para llegar a replicar algo tan sofisticado como el Tsuki no me.

Sasuke pudo imaginarse que Obito Uchiha subestimó al grupo de alquimistas que llegó a consultar cuando quiso hacer algunas pruebas temporales a menor escala del Tsukiyomi para detectar la efectividad que el jutsu podría llegar a tener, y si esa técnica era en verdad factible para aplicarla en toda la población mundial usando el poder el Monstruo de Díez Colas.

El ingenio humano es ilimitado cuando tienes un propósito y nada que perder.

La persona a cargo de ese proyecto quería ser reconocido como el siguiente dueño del mundo. No era difícil imaginar porque quería capturar a Naruto. Un poder de chakra ilimitado siempre tenía un uso adecuado que se adecuaba según las necesidades de cada persona y sus propósitos. Especialmente si estos eran retorcidos.

Gracias a Tenten no pudieron estar ni cerca de acercarse al Uzumaki. Ella en compañía de Sai detectó a tiempo la emboscada y se sacrificó para que Naruto no se viera afectado por la toxina que pretendían aplicarle.

Sasuke supuso que éstas personas vieron el vaso medio lleno en vez de medio vacío. Pues no desaprovecharon la oportunidad para secuestrar a la chica castaña y llevarla a su laboratorio para experimentar, explorar y perfeccionar esa toxina ilusoria que, si bien había fracasado en lograr el propósito para el que había sido creada, podría llegar a ser muy lucrativa en el mercado negro.

A pesar de la rápida respuesta de Sai para comunicar el secuestro tardaron dos días en encontrarla en un antiguo templo en la superficie y tecnológicamente moderno en su geografía subterránea. Sai tuvo el suficiente sentido común para enviar un mensaje al Uchiha, pues había determinado la dirección que tomaron los secuestradores y afortunadamente iban en dirección a Sasuke.

Como parte de su convenio con la Aldea de la Hoja y el País del Fuego para poder expiar sus antiguos pecados, se había puesto al servicio del país, recorriendo toda la geografía de la Tierra del Fuego para ocuparse de asuntos problemáticos que él podía ayudar a resolver a cambio del perdón de sus superiores; debido a su propósito de vida llegó ese mensaje a sus manos.

Pues el Hokage exigió a Sasuke reportar su ubicación constantemente al equipo siete para el monitoreo de sus movimientos a lo largo del país. De esta manera Sasuke mantenía comunicación indirecta con Sai y el equipo siete desde que se había ido de la Aldea. Cada mensaje que enviaba era un escueto resumen de algún asunto en el que se había involucrado, firmado al final de la hora con las coordenadas de su ubicación actual.

Así, Sasuke los encontró primero, se le hizo sencillo interceptar la ruta que habían tomado; no obstante ya habían transcurrido tres días desde la captura de Tenten. Tres días de los cuales tenía total desconocimiento sobre que le hicieron; podía imaginar las cosas perturbadoras que tuvieron que hacerle para doblegar su voluntad pues no solo habían dañado su mente sino que también su cuerpo presentaba muchos traumas, algunos claramente visibles y otros no.

No necesitaba tener un lazo profundo con ella para desatar su furia y tomar venganza por lo que le habían hecho. Fue lo suficientemente cuidadoso para hacer tanto daño posible sin llegar a asesinar.

Por otro lado, la captura del cerebro de la operación fue sencilla. Sasuke mandó un mensaje al escuadrón ninja para que encontraran al alquimista pues él tenía que encargarse de algo más apremiante.

No era necesario ser ninja médico ni usar su Rinnegan para detectar que el estado de la chica era crítico, no iba a llegar a la Aldea de la Hoja. Por lo que tomó el rumbo hacia una de las guaridas de Orochimaru más cercana. Envió un águila mensajera a Karin pues el equipo médico de la Hoja seguramente llegaría demasiado tarde.

Su rápido razonamiento fue asertivo. A pesar de que Sakura logró alcanzarlos más rápido de lo que había previsto, sin la intervención de Karin, Tenten no lo habría logrado. Su estado era crítico a pesar de estar despierta. Si se le podía llamar así.

Los tres días que la chica estuvo en ese lugar permaneció despierta y sin alimentos. Pues el genjutsu se activaba cada vez que perdía la conciencia y trasladaba su psiquis a una dimensión diseñada especialmente para dañar al usuario que entraba en ella. ~

Así pues, un segundo de inconsciencia en el mundo real equivalía a horas encerrada en una ilusión diseñada para torturarla.

Sasuke tuvo que ser testigo en primera fila de las consecuencias de ese experimento para llegar a la conclusión que la mejor manera de salvarla era que él mismo entrara en su mente y de alguna manera lograra intervenir el genjutsu con el suyo propio, pero para ese momento ya Tenten estaba muy mal. Su cuerpo estaba colapsando.

El Uchiha era el único usuario del Sharingan existente en el mundo. Aún mejor, tenía un Rinnegan, era la mejor esperanza que tenían para romper el hechizo por lo que no se le hizo difícil convencer a los demás de aceptar su sugerencia.

Ciertamente ella estuvo sola atrapada allí y largo período antes de que él lograra entrar para rescatarla. No quería ni tomarse el atrevimiento de calcular todo el tiempo que tuvo que sufrir ella sola atrapada en esa dimensión antes de que él la alcanzara. Había visto leves pinceladas de horror en el reflejo de sus ojos castaños cada vez que se desvanecía y regresaba ante su presencia.

~ Recordaba una vez en la armería de la guarida cuando Tenten se desmayó mientras intentaba armar una ballesta, aunque su mente permanecía alerta, las fuerzas de su cuerpo le fallaban. A la castaña le gustaba ir a ese sitio a entretenerse para evitar quedarse dormida. Solo la habían dejado salir de la enfermería porque ya nadie sabía que hacer y la dejaron ir porque Karin se lo sugirió, ella misma se encargó de acompañarla.

Sasuke las encontró por el camino y decidió seguirlas. No pasó mucho tiempo para que Tenten colapsara por unos segundos y al regresar su conciencia, notó como se aferraba a su propio cuerpo con desesperación, comportándose como si su grito hubiese estado retenido en su garganta sin ser capaz de soltarlo.

El Uchiha vio el trauma en sus ojos, pero fue Karin quien entendió la escena por la que la Kunoichi había pasado. Ella la entendió como sólo una mujer podría entender y se encargó de la situación en aquel entonces. ~

Al pelinegro le daba asco pensar en todas las cosas que tuvo que padecer la mujer antes de que él la alcanzara. Le tomó demasiado tiempo encontrar la dimensión correcta. Si tuviese la capacidad de regresar el tiempo lo habría intentado con mayor esfuerzo.

Quedaba claro para él que nadie podría saberlo. Nadie tendría la capacidad de entender la magnitud de las cosas que padecieron juntos.

Ella no lo dirá, él tampoco. Esas cosas simplemente no se pueden olvidar.

A pesar del horror ellos lo superaron juntos. Solo ellos dos, nadie más podría ser parte de ello. Ese tiempo trágico les pertenecía.

Esa era la razón de porque la existencia de esos sentimientos era inexplicable. Sería incomprensible para el resto de las personas el hecho de que Sasuke Uchiha estuviera enamorado de una persona que acaba de conocer. Para ellos era cuestión de, ¿Cuántos?, ¿Díez o tal vez quince días en total?

Sería risible la cantidad de tiempo real que le tomó enamorarse de ella si no se tenía conocimiento de todo el tiempo que pasaron juntos, ilusión o no.

Definitivamente no fueron sentimientos que se desarrollaron de la noche a la mañana. Especialmente por las circunstancias en que se conocieron, estrictamente hablando.

Ella lo conocía. Le había contado las cosas que sabía de él a causa de Naruto y Sakura. Misiones de búsqueda que compartieron ella y su equipo con Naruto cuando trataron de encontrarlo años atrás cuando se había ido de la Aldea por primera vez. Ella sabía de su existencia y su historia. Pero Sasuke no sabía quién era Tenten.

Había forzado su cerebro a recordar cuando la había visto por primera vez y vagamente había logrado recordar haberla visto durante los exámenes chunin, hacía toda una vida de aquello, o al menos así se sentía para él. La recordaba como una silueta borrosa que acompañaba a personajes más interesantes como Rock Lee o Neji Hyuga a quienes marcó como objetivos a derrotar inmediatamente luego de conocerlos. Sentía vergüenza de no haberla notado antes. Y es que ¿Quien iba a pensar que esa silueta borrosa llegaría a ser prácticamente su razón de vivir por cinco años?

No lo habría creído si hubiera podido echar un vistazo al futuro en aquel momento. No podía decir que había sido un idiota con ella porque ni siquiera la había notado. Pero eso ya no importaba.

No podía enumerar cuantas cosas de su pasado ya no tenían importancia.

Se esforzaba por vivir en el presente.

Su presente ahora era tan confuso. No sabía cómo empezar a enfrentar su vida ahora. No podía simplemente ignorar esos más de mil ochocientos días con ella. Nadie podía entender la trascendencia de ese tiempo para él. Solo ella lo comprendía.

Y en éste presente aparecía esa mujer de un metro sesenta y seis parada en el umbral de la puerta de su habitación, observándolo detenidamente.

...

Para @DuchessSunset

Chapter Text

Capítulo 2

 

Se había quedado absorto observando los dedos blanquecinos de su brazo protésico. Habían trabajado en el con más meticulosidad que el que tenía Naruto; después de todo tardó más de dos años en acceder a recibir el implante; debía admitir que había quedado bastante bien, al menos en su aspecto visual. Al detallar la pálida piel blanquecina no le recordaba al clon del Primer Hokage sino más bien a la delicada piel lechosa de un recién nacido.

Divagaba.

La escuchó suspirar sonoramente. Se distraía a propósito para evitar mirarla a los ojos. Sabía muy bien por qué había venido, conocía su razón de estar ahí. 

Sasuke sabía la respuesta que esa mirada interrogante necesitaba escuchar. Más que necesitar, admitía que se merecía una explicación. Tenten tenía el derecho a saber que él estaba obsesionado con ella. Tanto que no soportaba la distancia que los separaba.

Lo veía en su mirada castaña. Esa melancolía en sus ojos era cada vez más irresistible para él. Y eso que había visto un sin fin de sentimientos reflejados en esos ojos de chocolate. Tantas sensaciones diferentes entre sí. Dolor, incertidumbre, odio, desesperación, resignación, esperanza, miedo, vergüenza y un sin fin de cosas más.

Su cuerpo reaccionó cuando recordó la vez que los vió nublados por el placer que él le había proporcionado. Intentó ocultar sus perversos pensamientos pero a esas alturas estaba tan seriamente reprimido que parecía haber perdido toda la capacidad de dominio.

Le pareció notar que ella vió ese pequeño fuego que se entendió en su oscura mirada. Ella sabía leerlo perfectamente; cada expresión reflejada en su rostro ella lograba interpretarlo al igual que él sabía todo lo que ella podría estar pensando sin tener que soltar una sola palabra.

Diablos, por eso se estaba comportando de esa manera con ella, esa peculiar sensación se había vuelto habitual para él. No podía estar cerca de la kunoichi sin tener que controlar sus ansias de poseerla otra vez. Si es que cabría mencionar la frase "otra vez", después de todo en el mundo real apenas se habían tocado más allá del contacto común entre dos personas que poco se conocen.

Tenten suspiró y entró en la habitación, tal vez consciente de su presencia física en ese lugar. Nadie entraba a la habitación de Sasuke más que él mismo. El silencio que descendía sobre ellos siempre era de alguna manera cómodo.

La mujer se armó de valor para enfrentarlo. Dos días habían pasado desde que él empezó a evitarla.

Durante ese tiempo su incertidumbre y desesperación por la separación casi la había enloquecido. Después de todo su cabeza seguía siendo un caos, se había esforzado por tratar de organizar sus pensamientos para determinar qué le estaba pasando al Uchiha. Aunque ya tenía una ligera idea de sus razones para evitarla. 

Antes de tomar la decisión de buscarlo rememoraba la vez que le dijeron que había despertado del genjutsu pocos segundos después de Sasuke. Sin embargo sus recuerdos sobre ese momento eran sumamente confusos.

~ En el instante en el que recuperó la consciencia su cerebro colapsó; el hipocampo y la corteza cerebral sufrieron un gran derrame a causa de tener que almacenar cinco años de recuerdos, experiencias y aprendizajes en los pocos segundos que apenas llevaba despierta.

El choque fue tal que incluso perdió la vida por algunos minutos. Requirieron todos los esfuerzos posibles de la talentosa pelirosa para alejarla de los brazos de Hades.

Su siguiente recuerdo después de aquel acontecimiento había sido el despertar en una especie de laboratorio o enfermería.

Percibía los movimientos de una persona a su alrededor, yendo y viniendo, emitiendo palabras que no podía comprender, tocándola y obligándola a sentarse.

Todo su cuerpo se puso en alerta, su instinto de supervivencia se agudizó. 

Debía ser otra escena del genjutsu fabricada para matarla. Ni siquiera miró el rostro de su posible torturador.

Si la localización de la escena era en un laboratorio seguramente debía haber cerca algo filoso que pudiera usar para defenderse ya que no podía confiar en las fuerzas de sus propias manos. 

Allí estaba, una inyectadora; eso sería más que suficiente para ella. 

Sigilosamente tomó la jeringa y esperó pacientemente la oportunidad.

Cuando la persona se acercó a Tenten, la castaña recogió todas sus fuerzas para golpear la garganta del desconocido con su puño, usó el peso de su propio cuerpo para empujarle, haciéndoles chocar contra una mesa llena de instrumentos médicos, Tenten sostuvo la jeringa en sus labios para aferrarse con ambas manos al cuello de la persona sin rostro y le derribo contra la camilla cayendo los dos cuerpos en el proceso. 

El asesinato era algo a lo que se había visto obligada a habituarse. Se trataba de matar o morir. Simple.

El golpe seco contra el suelo la puso en alerta y antes que su contrincante pudiera ponerse de pie, Tenten usó su rodilla para aprisionar el cuerpo con su peso, recuperó el objeto filoso de sus labios y cuando estaba a punto de clavarla en la cuenca ocular de su víctima un fuerte agarre la detuvo.

Maldición, debió prever que habría más de un enemigo, pero ella estaba lista para enfrentarse a dos enemigos o mil si era necesario.

Cuando estuvo lista para atacar al segundo ignoto pudo reconocer ese pálido rostro.

- ¿Sasuke?

- Aquí estoy - Dijo con su voz tranquilizadora - Tranquila, todo estará bien ahora.

Su rostro era claro y hermoso, tal y como lo recordaba. Fue como si su alma le regresara al cuerpo. Siempre era así. Cada vez que se separaban por alguna circunstancia que se escapaba de sus manos ella perdía la esperanza, súbitamente él aparecía para devolvérsela y sacarla de algún aprieto, generalmente.

Dejó caer la jeringa y se aferró al cuello del chico. Necesitaba sentir su piel para estar segura de que era realmente él. Recorrió con sus manos su rostro y se aferró a su cabello desesperadamente.

Súbitamente comprendió sus palabras y casi se sintió desfallecer.

- ¿Qué?, ¿Quieres decir que...? - Tenten no era capaz de terminar la oración. - ¿Acaso... Lo logramos? - Se estaba sofocando.

Balbuceaba, pero simplemente las palabras se quedaban atoradas en su garganta. Tragando aire como si se tratase de una masa pesada que atravesaba su sistema respiratorio, Tenten se esforzó para que las palabras salieran de sus labios.

- Si.

La comprensión fue completa en ese instante. Lo había logrado.

Había sobrevivido al horror.

- Yo... Sasuke, yo. - Respiraba con dificultad - Necesito verlo, por favor.

Tenten sentía que su corazón iba a reventar.

Sasuke asintió entendiendo lo que ella le pedía sin que tuviera que exponerlo claramente. Después de todo, en la última conversación que habían tenido antes de escapar de la dimensión ilusoria ella le había hecho prometer que si sobrevivía al despertar debía llevarla a ver el cielo.

Amanecer, medio día, noche, madrugada, no importaba la hora que fuera quería ver el cielo. Si veía el cielo real estaría cien por ciento segura de que lo había logrado y que no estaba muerta.

Que suerte la suya, estaba lloviendo. 

La gotas de la fría precipitación empapaba el cuerpo de la mujer mientras admiraba el cielo gris, a su vez Sasuke la contemplaba a lo lejos. Dándole espacio para comprender la realidad y aliviado de que hubiera superado el coma en el que había quedado atrapada luego del derrame. 

Tenten tuvo un ataque de pánico en medio de la lluvia y se desvaneció. 

La siguiente vez que recuperó la consciencia estaba en mejores condiciones y fue capaz de reconocer a las personas a su alrededor.

Pidió perdón a Sakura pues a ella había atacado anteriormente y ésta fue lo suficientemente comprensiva.

Tenten se sentía un poco rebelde, después de todo lo que había pasado no necesitaba disculparse por ser cautelosa ante lo desconocido. ~

Desde entonces los acontecimientos habían sido aún más confusos para Tenten.

Algunas veces estaba ahí, otras veces su mente divagaba en los recuerdos y se perdía de la realidad por unos minutos.

Varias veces fue Sasuke quien la sacaba de su ensimismamiento golpeándola en la frente con sus dedos. Era una extraña costumbre que no le era desagradable.

Un suave toque que la traía de vuelta a la realidad.

~ Supuso que era normal estar traumatizada. Los primeros días no podía dormir en absoluto. El miedo a no poder despertar o quedarse atrapada en alguna pesadilla era demasiado abrumador.

No tardó en descubrir que Sasuke pasaba por lo mismo, a su manera. 

En el pasado, es decir, dentro de la ilusión, habían creado la costumbre en la que uno descansaba mientras el otro permanecía vigilante. Ahora que no necesitaban estar alertas ante cualquier tragedia posible ninguno de los dos sabía cómo continuar.

Ella tomó la iniciativa para resolver ese problemilla y simplemente le pidió a Sasuke que se quedara en el cuarto que le habían asignado, de esa manera podrían dormir por turnos hasta que se sintiera lo suficientemente segura para dormir sola. Lo consideraba otro de sus actos rebeldes que se había convertido en su secreto. 

Era vergonzoso pero para ese momento estaba demasiado agotada como para pensar en una idea mejor. Le urgía descansar verdaderamente por un par de horas.

No fue fácil encontrar la oportunidad para sugerir aquello con tantos testigos pululando a su alrededor. 

Su cercanía mutua era casi un sacrilegio para el resto de las personas que los acompañaban.

Varias veces notó las miradas interrogantes, incluso parecía que la juzgaban por atreverse a hablar con Sasuke Uchiha. Como si el chico fuese una especie de celebridad inalcanzable para ella.

Si así era en aquel recinto vigilado por personal médico necesario para estudiarla hasta que le dieran el alta, los ninjas AMBU que cuidaban la guarida y algunas pocas personas desconocidas para ella entonces ¿Cómo sería cuando regresaran a la Aldea?

Tenten decidió ignorarlos a todos, sus opiniones no tenían ningún poder sobre ella; después de todo había pasado mucho tiempo desde que había tenido que dar explicaciones sobre lo que quería hacer o la razón de sus acciones.

Lo necesitaba cerca y punto.

No le sorprendió para nada que Sasuke no fuese indiferente a su petición, de hecho se percató que el chico había estado rondando por su habitación esas noches previas a su acuerdo secreto.

El Uchiha no se sentía particularmente orgulloso de ese acto pero tampoco podía dormir sin que ella estuviera cerca. Tenía una necesidad patológica por saber que ella seguía viva, comprobar su pulso, sus latidos, su temperatura se había vuelto algo habitual para él.

Sasuke recordaba con pesadumbre todas esas veces en que no pudo salvarla y tuvo que verla morir en sus brazos, así que el hecho que se le quedara arraigada la costumbre de comprobar cada cierto tiempo que ella seguía respirando, no le sorprendía para nada. ~

Así transcurrieron algunos días, ambos solo existiendo y tratando de recuperar la costumbre de vivir en ese mundo, Tenten bromeaba algunas veces sobre el hecho de que sus cuidadores creerían que a causa del estrés post traumático terminaría suicidándose. 

Nadie se podía imaginar que su cura era la simple presencia de su compañero de batallas.

Ambos buscaban cualquier momento de privacidad para poder sentirse a gusto el uno con el otro.

Solo acompañándose.

Cosa que no pasaba muy a menudo ya que nadie la dejaba sola por demasiado tiempo.

~ El problema surgió cuando Naruto empezó a rondar muy seguido alrededor de Tenten. Sasuke comprendía bien las razones.

El Uzumaki sentía culpa por lo que le había ocurrido a Tenten, de cierto modo se veía responsable por la tragedia acontecida, así que redoblaba sus esfuerzos por hacerla sentir a gusto y cómoda con ellos otra vez.

El chakra de Naruto había sido esencial para salir del genjutsu.

Sasuke le había advertido que estuviera alerta a sus reservas de chakra mientras estaba él también dentro de la ilusión. Así que el último día antes de regresar del limbo, Naruto había ayudado inundando de chakra sus cuerpos inconscientes para fortalecerlos y que pudieran cruzar a esta dimensión exitosamente. Seguramente sin su ayuda no habría superado la travesía final.

Y Sasuke estaba agradecido por ello; sin embargo llegó a su límite un día que apareció en el comedor de la guarida y descubrió a Naruto peligrosamente cerca de Tenten.

No solo estaba cerca, la castaña no se veía incómoda por su proximidad. No entendía porque diablos el idiota tenía que hablarle al oído. Y no solo eso, el muy vulgar se había atrevido a pasar su mano por toda la extensión del brazo de Tenten,  y no solo eso, lo peor, lo que más le había herido era que ella no se había alejado ni lo había rechazado.

Era más de lo que podía tolerar. ~

Esa fue la principal razón por la que decidió alejarse.

Sentir celos era su límite.

Podía aceptar estar obsesionado con ella pero ¿Celos? Aún peor ¿Celoso por causa de Naruto otra vez?

Definitivamente no, ya había superado eso antes. Si Tenten prefería la compañía de Naruto, bien por ella.

Aunque evidentemente no estaba bien para él. 

Esos dos días que pasó alejado de ella no fueron más que una tortura. No podía dormir, no podía pensar con claridad, no podía comer, requirió de todo su autocontrol para no espiarla como un pervertido. 

El Uchiha casi había empezado a insultarla telepáticamente por no haber ido a buscarlo cuando ella apareció en su puerta.

El alivio fue inmediato.

Era increíble como su sola presencia disipara todo su descontento. Incluso había olvidado porque se había enojado.

No importaba nada.

Solo ella.

...

Chapter Text

Capitulo 3

 

Tenten atravesó la habitación y tomó asiento al lado del Uchiha en el catre. Ambos con la espalda recostada en la pared mirando hacia el umbral de la puerta uno sentado al lado del otro.

 

Solo acompañándose.

 

La castaña también había extrañado la presencia del pelinegro. No había podido dormir en esos dos días porque, aunque le costara aceptarlo, ya no se sentía cómoda si él no estaba cerca.

 

Su necesidad por él la incomodaba y a su vez le agradaba. La bipolaridad de sus sentimientos era algo con lo que también estaba luchando constantemente. Por eso cuando él se alejó, sus ansias por verlo solo se incrementaron.


- ¿Está todo bien? - Preguntó intentando sonar casual. Tratando que sus ansias no se notaran en su tono de voz.

El azabache se limitó a suspirar.

- ¿Entonces? - Interrogó ella con paciencia - ¿Finalmente vas a decirme por qué diablos te comportas como un ermitaño? Fue muy egoísta de tu parte simplemente desaparecer. - Concluyó herida.

Su comentario lo hizo sonreír. 

Si, sabía que era un maldito por haberse ido sin explicarle nada. Y es que, ¿Cómo podría excusarse?, ¿Cuál era la manera más adecuada de confesarle que estaba obsesionado con ella y que la quería solo para él? Era enfermizo.

Simplemente llegué al límite de mi tolerancia, necesitaba un respiro. - Se limitó a decir.

Tenten lo miró incrédula.

- ¿Necesitabas un respiro de mi?

Tenten se levantó ofendida. Había llegado a pensar que eran amigos. ¿Tal vez regresar al mundo real le había hecho reflexionar en el hecho de que él era demasiado como para relacionarse con ella? ¡Qué maldito! Se iría si era eso lo que tanto quería. Ya se las arreglaría sola.

No es eso a lo que me refiero.

Era como si le hubiese leído la mente. La Kunoichi se detuvo fuera de la habitación cuando estaba apunto de dar un dramático portazo. Pese a su enfado todavía esa voz tenía un encanto casi mágico para tranquilizarla súbitamente.

Sasuke Uchiha ya había admitido solo una parte del problema. Era el momento de confesar y concretar cuál sería el siguiente paso en su relación.

Era la primera vez en mucho tiempo que estaban completamente solos así que aprovecharía la oportunidad de la privacidad para hablar con sinceridad. Sin importar lo ridículo que pudiera sonar.

Simplemente me exaspera no saber cómo actuar o comportarme cuando estás cerca. - Confesó atravesandola con su mirada.

El corazón de la castaña se encogió ante sus palabras.

¿Y qué te hace pensar que es más fácil para mí?

Ella tenía razón y él lo sabía. Pero quizás ella no era capaz de dimensionar la profundidad de sus sentimientos. Fingir que no se conocían simplemente para no incomodar a los demás era una porquería.

~ Sasuke despertó primero que ella, tal vez un minuto más. El minuto más largo de su vida.

El tiempo transcurrido en el genjutsu no había afectado demasiado físicamente a su cuerpo pues su genética Uchiha estaba diseñada precisamente para ello. Podría haber estado cinco o veinticinco años dentro del genjutsu y al despertar solamente se sentiría ligeramente desconcertado. Pero esta vez estaba más que alerta.

Recordaba la última escena dentro de la ilusión perfectamente y como Tenten se había despedido de él en caso de que su cuerpo colapsara al despertar.

No era un temor infundado. Ella ya había sufrido antes los efectos en su cerebro cuando se desvanecía y quedaba atrapada por días, al regresar siempre sufría derrames nasales.

Rememoró la vez que la ilusión duró más de un mes, el cuerpo de la fémina experimentó espasmos convulsivos. Fue un mes solamente, esta vez serían más de sesenta meses, pues ella estuvo un tiempo sola antes de que Sasuke lograra localizarla.

El pelinegro se levantó de la camilla precipitadamente y advirtió a Sakura que estuviera alerta. Ella intentó sostenerlo pues había perdido el equilibrio al levantarse tan frenéticamente. La rechazó, no tenía que preocuparse por él. Había otros ninjas médicos apoyándola pero no conocía sus nombres además, solo Sakura sería capaz de salvarla, si era posible.

Se quedó mirando fijamente el cuerpo entubado de Tenten mientras limpiaba su nariz pues un par de gotas de sangre se habían asomado. Supuso que al no ser un jutsu estrictamente hablando debía tener más efectos secundarios que un Tsukiyomi normal. Esa idea era demasiado fatalista.

Sakura reaccionó rápidamente cuando la castaña abrió los ojos, se estaba ahogando con el aparato que atravesaba su garganta.

Por unos segundos Tenten parecía estar bien, sus grandes ojos castaños recorrieron los rostros que la rodeaban tratando de reconocerlos. Apenas sus orbes oculares tuvieron contacto con los de él, ella colapsó. 

Fué como una eterna tortura ser testigo de los espasmos violentos que azotaban su delgado cuerpo y su rostro surcado en sangre.

Por un momento temió que no lo lograría pues incluso su corazón había dejado de palpitar, así como el suyo propio se había ido al abismo con ella.

La pelirosa no se rindió y logró traerla de vuelta; la había sacado del Seol, y a él con ella, aunque esa parte nunca lo sabría. ~

Le parecía lejano ese momento en que pensó que la había perdido. Había comenzado a vivir y respirar a la espera del momento en que podría escuchar el nuevamente sonido de su voz. 

Pero no la había perdido, ella estaba ahí ahora, a su alcance, solo tenía que atreverse a tomarla.

Su mirada lo atravesaba con intensidad. Ya se habían observado así antes. Muchas veces.

La anticipación de lo que pasaría lo tenía en llamas. Su instinto posesivo pudo más que su razón.

Cierra la puerta - Ordenó - Con seguro.

Tenten obedeció fingiéndose sumisa, le gustaba jugar a cederle el control. Hacerle creer que tenía poder sobre ella. 

Había aprendido a leerlo, sabía que le costaba deshacerse de su orgullo. Se requería de cierta inversión de tiempo para doblegarlo, pero los resultados hacían que esa espera valiera la pena.

Además le encantaba ese juego en el que ella “accidentalmente” le provocaba, le hacía enojar, planificaba un acercamiento y luego lo dejaba expectante. Solo tenía que llevar la resistencia de Uchiha al límite y entonces él se rendiría ante ella como un cervatillo sediento listo para saciarse de su manantial. 

Después de todo así lo había logrado la primera vez.

~ Los últimos meses atrapados en la ilusión, cuando habían encontrado el camino de regreso a la realidad, Tenten sintió que su inseguridad crecía.

Ella tenía serias dudas sobre sus probabilidades de sobrevivir y no quería morir sin antes confesarle a Sasuke lo que había llegado a sentir por él. Para su fortuna habían encontrado el camino, si, pero llegar a él no sería fácil ni rápido. 

Así que se dispuso a buscar la oportunidad para acercarse al Uchiha antes que llegaran a su destino final. Quería dejarle claro que no era un sentimiento vano motivado simplemente por su atractivo físico.

Era mucho más.

Que él se hubiese esforzado hasta sus límites para rescatarla lo había significado todo y fue inevitable que terminara enamorándose de él.

Tenten tenía ese leve presentimiento de que no le era indiferente, pero ella no tenía experiencia en el arte de la seducción así que le tomó mucho tiempo determinar si su acercamiento no sería rechazado.

Al llegar a la base de la montaña final el ritmo al que se trasladaban era el más lento que podían llevar. Tenten había hecho pequeños movimientos que parecían ser insignificantes pero habían arrojado resultados exitosos, lo que la llenó de esperanza. Sabía que cuando finalmente se atreviera a forzar el acercamiento definitivo él estaría dispuesto para ella

Y así fue, cuando finalmente se armó de valor para insinuarse más explícitamente en aquellas paradisíacas cataratas que encontraron en su ascenso, se consumó su deseo y desde la falda de la montaña hasta la cima no pararon de amarse. 

Sasuke era lo suficientemente listo para descubrir el juego que ella había iniciado y no pudo estar más que encantado con ello.

Todo de ella lo seducía. Su cabello salvaje, la tersura de su piel de seda que había palpado con sus manos tantas veces sin malas intenciones.

Muchas veces tuvo que cubrir su desnudez con su propio manto, supuso que era parte del hechizo llevarla hasta su punto más vulnerable. ¿Y qué es más indefenso que un ser desprovisto de prendas que cubran su vergüenza?

Era tan habitual para él ver su desnudez que no se había dado cuenta de cuando había empezado a admirarla, a desearla. Su belleza completamente natural lo hipnotizaba. Cuando ella empezó a mirarlo de la misma manera que él a ella se sintió pleno. Incapaz de negarse a hacerla suya.

Ambos se dejaban seducir por el otro fingiendo demencia cuando realmente era lo que estaban anhelando fervientemente. ~

No era diferente a la dinámica que habían llevado a su regreso. Estaba tan habituado a su presencia que Sakura tuvo que expulsarlo una vez de la habitación cuando iba a hacer un examen físico de Tenten y la castaña había empezado a desnudarse sin inmutarse por la presencia de Uchiha. El horror de la Haruno les recordó que la dinámica que habían mantenido por cinco años ya no sería igual jamás, ni tampoco sería bien recibida.

Luego de superar el tiempo prudencial de trauma, confusión y estudios médicos exhaustivos, el personal encargado se había relajado. Incluso Sakura y Naruto habían sido convocados de regreso a la Aldea de la Hoja, acababan de irse. No era adecuado para el futuro Hokage estar lejos demasiado tiempo y el estado de salud de los afectados era óptimo. Ya no era requerida la presencia del equipo siete.

Para ambos había llegado el momento definitivo para evaluar su relación seriamente.

Al igual que sus ex compañeros de equipo, Tenten sería convocada a regresar a la Hoja en cualquier momento pero Sasuke no estaba preparado para dejarla ir, no quería dejarla ir. 

Tenten tampoco quería irse pero no se quedaría si él no se lo pedía. Podría estar muy enamorada pero tenía su propio orgullo.

Así que, aquí y ahora se iba a enterar de una vez por todas que quería él de ella.

Cuando se trataba de expresar sus sentimientos Sasuke confiaba más en sus actos que en su elocuencia. Así que al escuchar el cerrojo de la puerta se puso manos a la obra.

La violencia de su beso la dejó perpleja por un momento. 

Si, así era como lo recordaba. 

Y pensar que en sus cuerpos físicos era la primera vez que se besaban. Pero era más que evidente que sus labios se reconocían mutuamente.

Al instante la familiaridad del tacto y sensaciones disiparon cualquier tensión en sus músculos; abrió su boca para recibir su lengua y devolverle el beso febrilmente. 

Sasuke no quería apresurarse demasiado así que bajó la velocidad de sus besos sin disminuir la intensidad, deleitándose con la suavidad de la húmeda cavidad. Le parecía que su cuerpo perdía todo resquicio de fuerza, el escaso vigor que le quedaba lo acaparaba su órgano. Su miembro se agitaba espasmódicamente y todo su cuerpo palpitaba con renovado ardor.

Los fuertes suspiros reverberaban en las paredes de la habitación. Deslizó sus brazos por los costados de la figura para abrazarla. El tejido de la ropa que usaba le parecía delicado y el suave terciopelo de su cabello era casi el éxtasis.

Tenten sonrió en medio del beso. Si, así le gustaba. Lento e intenso, disfrutando de cada movimiento de su lengua.

Le enloquecía la manera como él la tomaba por el cuello y la aprisionaba contra la pared con su propio cuerpo mientras devoraba sus labios. La mano de Sasuke enroscada en torno a su nuca provocaba un delicioso hormigueo en todo su cuerpo. El nudo que constreñía su sexo se comprimió como un dolor persistente, las caricias dejaban un rastro ardiente ahí donde la había tocado mientras su mano se aproximaba más al sur de su cuerpo.

No debiste tardar tanto en venir - Le susurró él al oído con desesperación contenida.

Tenten le sonrió perversa - Me gusta hacerte esperar.

Sasuke siseó de placer cuando sus dedos llegaron a los suaves y húmedos pliegues de su sexo. Así recordaba aquel pequeño nódulo bajo el capuchón de piel húmeda, la sensación de su estremecimiento ante sus caricias circulares lo extasiaba.

A Tenten le gustaba contener sus suspiros y a Sasuke le encanta hacerla llegar al límite de sus resistencia hasta que tenía que gritar. Separó los rollizos labios con cierta rudeza y cuando pellizcó el clítoris recibió un penetrante grito de agradecimiento.

Las caricias y sus besos se sincronizaron en el mismo ritmo, con un movimiento preciso e impetuoso. Tenten estaba en la nebulosa, al borde del abismo, su delicada zona íntima estaba en llamas. Se aferró con fuerza al cuello de la camisa del hombre instándole a ir más rápido con una orden silenciosa en su ardiente mirada.

- Hey, Sasuke.

Toc, toc.

- ¿Cuándo vas a subir? La cena está lista.

Tenten dió en respingo e intentó apartarse pero el Uchiha se lo impidió.

Dentro del calor ardiente de la habitación sus miradas conectadas produjeron un momento de extraña intensidad. Esa mirada oscura la hizo sentir indefensa; entonces el muy maldito aumentó la velocidad de sus caricias y la castaña tuvo que llevarse una mano a la boca para evitar gritar.

Que inoportuno momento para estar cerca de su clímax. La tensión era inaguantable. Casi mandaba todo al diablo y se dejaba ir ahí mismo. Casi.

No - Respondió Sasuke al intruso. Con una voz tan monótona que nadie podría adivinar que realmente estaba consumiéndose poco a poco de placer como un carbón encendido. 

Bien, como quieras - Le respondió apático el desconocido.

Suigetsu - Lo detuvo Sasuke cuando ya había escuchado varios pasos alejarse - No quiero que me molesten.

El peliblanco sonrió perverso mientras cruzaba la esquina del pasillo.

Sasuke retiró la mano de la castaña que silenciaba sus gemidos y la besó con violencia - Quiero escucharte - Le susurró al oído.

Había esperado demasiado tiempo para poseerla como para dejar que se le negara el placer de escucharla a plenitud.

Bajó hasta su pecho izquierdo para torturarlo mientras se deleitaba con los agudos y penetrantes chillidos de su amante, pese a que apretaba los dientes con fuerza Tenten era incapaz de contenerlos.

La castaña estaba enloquecida cuando centró su atención en el pecho derecho mortificándolo del mismo modo. El pezón estaba duro como una roca bajo el aluvión de besos húmedos aún por encima de la tela.

Todo su cuerpo se concentró en la sensación de sus pechos torturados mientras los dedos de Sasuke alimentaban su deseo hasta su límite como si fuera la llama de una antorcha.

El hombre recibió gustoso la fuente de su manantial. Qué extasiante era la hinchazón de esos labios y la humedad que rezumaba a chorros por sus dedos.

Tenten arqueaba la espalda y volvía su cabeza de un lado a otro con tal impetuosidad que su cabello quedaba desparramado sobre su rostro mientras el orgasmo recorría todas sus extremidades. Sus pechos y su sexo hervían de calor.

Tuvo que hacer acopio de todas las fuerzas que le quedaban para empujarlo pues él no paraba de tocarla y su sexo iba a estallar de nuevo en una explosión de fuego interior, era una sensación desesperante.

Había estado atormentada demasiado tiempo como para quedar satisfecha tan fácilmente. El estallido la había dejado agotada, la recuperación sería atroz pero sus quejas se parecían demasiado a suspiros de placer.

El Uchiha la miró como poseído mientras ella disfrutaba de las sensaciones remanentes de su primer orgasmo. Su cabello suelto y desordenado por la fogosidad de su contacto, sus labios hinchados y su mirada nublada.

Simplemente hermosa. 

Sasuke se aproximó nuevamente y ella le estaba esperando pero él rehuyó de sus labios ansiosos.

Ella lo miró desconcertada, con la tempestad de su interior completamente desatada.

Sígueme - Le dijo con su mirada encendida.

Abrió la puerta y ella le siguió.

...

Chapter 4

Notes:

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Capítulo 4

 

Las palabras de su previa conversación aún reverberaban en su cabeza cuando entraron en una nueva estancia. Las sensaciones aún seguían vivas en su piel. Respiraba con exhalaciones prolongadas y graves mientras él sostenía su mano.

El Uchiha la guiaba por los laberintos serpenteantes de la guarida subterránea con agilidad por un camino continuaba a través de una densa oscuridad donde nada le era familiar. Dejarse guiar por él a ciegas y sentir esa vulnerabilidad de la incertidumbre hacía que su corazón latiera con violencia.

Caminaron un largo rato  y siguieron el descenso hasta que le pareció que llegarían al mismísimo centro de la tierra. La intimidad de su soledad la llenaba, le hacía sentir plena.

Le gustaba la frialdad y serenidad de Sasuke, el silencio del pelinegro solo lograba que la palpitación que persistía entre sus piernas se intensificara con más violencia, con anhelo y frenesí. ¿A dónde la llevaba? La anticipación la estaba carcomiendo.

Como si hubiera leído sus pensamientos oyó la voz que decía con suavidad:

- Ya casi llegamos.

Le pareció ver el reflejo brillante de sus enigmáticos ojos bicolores en la oscuridad. Dios, era descaradamente guapo.

Llegaron al final de un pasillo, el marco era un hermoso accidente natural, al cruzarlo Tenten observó en la oscuridad un techo amplio que los cubría lleno de estalactitas con sus bordes humedecidos. El rítmico sonido de una corriente de agua llamó su atención.

Con sus ojos adaptados a la oscuridad contempló el agua clara que parecía tener una especie de cristales que brillaban en el fondo tenuemente. El vapor que manaba de la fuente acuática se le hacía sumamente atrayente.

Tenten comprendió que en el pasado alguien había construido un muy conveniente dique en el que el agua reposaba pacíficamente, esperando por ella.

La sofisticada presa provisional que guiaba el agua del río al nuevo cauce se convertía en una ligera fuente de agua caliente que mantenía lleno el estanque.

La castaña no podía esperar para sumergirse, adoraba las aguas termales y el efecto que provocaba sobre sus músculos. Aunque, solo por esta vez, si podría esperar un poco; sabía que la espera valdría la pena.

La mujer ladeó su rostro ligeramente para observar al hombre que estaba tras ella, sentía como su mirada la atravesaba.

- Hermoso lugar - Expresó con voz queda.

- Lo descubrí la primera vez que estuve aquí y lo reclamé para mí, construí el estanque - Informó el pelinegro - Me gustaba venir aquí para estar solo.

Oh sí, el sonido de esa voz calaba en cada rincón de su cuerpo. No quería sucumbir tan rápido ante la atmósfera seductora pero la realidad era que se la había puesto difícil.

- Qué interesante. Fuerte, ágil, guapo, ingeniero, ... - Enumeró Tenten juguetona - Supongo que era también tu ruta de escape en caso de que llegaras a necesitarla. Asumo que si sigues el curso del río original vas a llegar a cierto lugar, tal vez lejos de aquí.

Sasuke adoraba su comprensión mutua. Definitivamente cinco años era demasiado tiempo para compartir con alguien. Era mucho más tiempo de lo que había pasado con nadie más, excepto tal vez con su familia antes de la tragedia.

- Quítale la ropa. Lentamente, si lo deseas.

Escuchar su voz la hizo experimentar una sensación de caída libre. La orden era el ingrediente que estaba esperando para potenciar su excitación.

La muchacha obedeció al instante pero tomándose su tiempo, sin romper el contacto visual con esa figura enigmática en la oscuridad, sus ojos ardían con un resplandor iridiscente. Sentía una pasión tan feroz que le resultaba casi imposible controlar el temblor de sus manos.

Tenten terminó de girar su cuerpo para enfrentar plenamente su mirada observadora, más que eso, notó que estaba estudiándola. Tal vez porque sería la primera vez que la vería despojada de toda prenda con sus ojos reales.

- ¿No prefieres encender una antorcha primero? - Le contestó retadoramente. Mientras jugaba con el tirante de su yukata.

El Haori había quedado olvidado en alguna parte del suelo de la caverna, se lo había quitado al aproximarse hacia el riachuelo hirviente.

- No te preocupes, éstos ojos pueden ver muy bien en la oscuridad.

La serenidad en el rostro de Sasuke y la calidez de su voz no coincidía con la tormenta que se negaba a amainar en su interior. Su miembro palpitaba dolorosamente, el breve encuentro en su habitación no había sido más que un entremés y el mero acto de entrar en la cueva solo intensificó su hambre.

A pesar del vehemente deseo que sentía se esforzaba por aparentar estar sereno. Aunque no por mucho tiempo, sospechaba que pronto se desataría como un huracán.

La visión de sus pechos era asombrosa. Estaba embelesado, intentando controlarse. Su pálido rostro se vió encendido por un nuevo sonrojo al vislumbrar el suave y rizado vello castaño del pubis. La contemplación de esa mujer desprovista de ropa lo deslumbraba.

- Tu turno - Respondió la diosa frente a él.

Ella lo miró descaradamente sin ningún pudor, maravillada mientras el hombre se desprendía de todo lo que llevaba puesto. Su cabello relucía radiante y su cuerpo parecía pulido en mármol. Ese tórax fuerte y delgado era perfecto, su abdomen firme y marcado, su sexo vivo y duro. Sus piernas imponían poderío. Era un espécimen masculino perfecto.

Parecía etéreo iluminado por la tenue luz que desprendían las piedras luminosas del estanque. Su corazón se estremeció. Sus poderosos brazos y aquellos hombros parecían tener un lustre magnífico; se veía espléndido, como recién salido de lo mas profundo de sus más inconfesables sueños.

Él se movió silenciosamente hacia ella para tomarla entre sus brazos y besarla. Tenten abrió la boca ampliamente para responder con avidez pero él se puso de rodillas y se inclinó para tomar su sexo con sus labios.

Lamió toda la costura de su longitud de un modo casi salvaje, abriéndola con la ardorosa presión de su húmeda lengua mientras sus dedos la dilataban completamente.

El Uchiha apretó espontáneamente la boca contra el brillante vello y los labios púbicos que despuntaban en el centro, los sentía tan suaves y flexibles como nunca antes. Era como si se hubiese acercado a unas brasas ardientes.

Pasó la lengua bajo el grueso abombamiento de pliegues rojos. Estaba perdido en lo que tenía delante. La cálida seda, los rollizos labios mojados, la humedad salada y almizclera que inundaba su lengua, era una mezcla esplendorosa que provocaba un frenesí incontrolable en su ser.

Los suaves suspiros de la muchacha que escuchaba, aquellos jadeos de indefensión encendieron una nueva chispa en Sasuke. Empezó a lamer como loco, lanzando puñaladas con la lengua, como si la deliciosa carne salada fuera su único alimento. Atrapó el duro y redondo clítoris con la punta de su lengua y lo succionó con vigor, casi mordiéndola hasta que la muchacha gemía sonoramente mientras movía sus caderas rítmicamente.

Tenten sintió como su mente se aclaró por un momento y susurró con voz lastimera:

- No puedo contenerme. - Dijo suplicante.

Pero él siguió todavía con más fuerza, con lametones más violentos. Ella sujetó firmemente su cabeza con ambas manos y se liberó sumida en un paroxismo intenso. Aquella succión parecía querer vaciarla, la hizo jadear con ritmo entrecortado. Finalmente, Tenten gritó a pleno pulmón y sus caderas se congelaron en el aire a la vez que todo su cuerpo se paralizó.

Tenten intentó apartarlo pues él seguía sorbiendo y ahondando en su sexo con la lengua, ella ya no podía aguantar la intensidad de las sensaciones remanentes. La oleada de lametazos hizo que el orgasmo abrasador se propagara por todo su cuerpo mientras se iba dispersando en oleadas radiantes que casi la hicieron caer lánguidamente.

Sasuke se incorporó y la echó boca abajo sobre el suelo, Tenten sintió como le apartaba cuidadosamente el cabello de su rostro antes de separar sus muslos de un empujón para después posarse sobre ella y hundirse con fuerza en su interior. Era dulce y violento. Su peso la comprimía deliciosamente y sentía su boca abierta ligeramente sobre la delicada piel de su nuca.

Así era como Sasuke quería poseerla, desde atrás, perforando su apretado sexo hacia arriba, casi levantándola.

La mujer soltó fuertes gritos sofocados mientras él se abría camino a través de sus ardientes y húmedas profundidades. La penetraba adecuadamente, aunque su miembro no tocaba su pequeño clítoris. Él lo sabía, pero no tenía intención de decepcionarla. Estiró su brazo por debajo de su cuerpo y encontró su centro de placer sin dejar de balancearse sobre ella.

Su abrazo era rudo y protector a la vez, aún así no parecía posible superar tanta pasión. La sola visión de su perfil en la oscuridad, la apagada luminosidad que se reflejaba en su negro cabello la exitaba. Toda la situación la hacía sentir una fascinación demencial.

Sasuke disfrutó del vals erótico hasta que su miembro estalló, con los dientes apretados y el rostro al rojo vivo sus caderas continuaron fluctuando irremediablemente. El éxtasis le arrancó un gruñido largo y grave de su pecho. La respiración le surgía con fuertes jadeos de alivio, mientras su amante gritaba con el mismo delirio.

El pelo castaño de Tenten estaba amontonado en lo alto de su cabeza. Su esbelto cuerpo de volúmenes sensuales no paraba de estremecerse bajo su peso. Su sexo se abría con silenciosas y voraces convulsiones. Tenía un aspecto espléndido con sus hermosos ojos de chocolate entrecerrados y humedecidos, y la boca abierta incapaz de contener los gritos.

Absolutamente entregada.

Sasuke la obligó a volverse de cara a él y en ese intenso y exaltado momento de agotamiento comenzó a besarla otra vez.

Tenten se rió mientras lo miraba fijamente y volvió a besarlo con pasión. Estaba envuelta en un sopor agradable potenciado por sus besos pero la verdad era que apenas podía mantener los ojos abiertos.

Se dejó caer suavemente a su lado y cerró los ojos, sus pestañas arrojaban una sombra oscura sobre sus mejillas. El Uchiha recibió parte de su peso abrazándola mientras ella reposaba su mano derecha sobre su pecho, ya lejos del él en el país de los sueños.

El sonido de la fuente fluvial la arrullaba. Oh, pensó, he olvidado meterme al estanque.

.

Tenten despertó de su sueño estirándose como un felino para activar sus músculos. Estaba acostumbrada a dormir en el suelo así que no le molestaba el frío y húmedo colchón que había guardado su descanso.
Notó que el Uchiha había usado su capa para cubrir su desnudez, ignoraba cuánto rato había dormido pero se sentía sumamente revitalizada.

Él no estaba a su lado así que lo buscó en la tenue oscuridad hasta que vió su figura sumergida en el estanque termal y se aproximó para acompañarlo.

- Ah, esto es vida.

Expresó complacida cuando su cuerpo estuvo completamente sumergido. Sasuke sonrió coincidiendo con ella.

Tenten se entregó a la suave corriente que la mecía disfrutando del efecto depurativo que provocaba el agua sobre su piel, huesos y músculos.

- Lo único que no te perdono es que no me hayas traído antes - Continuó - Esto es exactamente lo que necesitaba. Además de otras cosas - Concluyó con una mirada cómplice.

La afirmación de la castaña se robó otra sonrisa. Estaban perdidos el uno en el otro.

- ¿Vendrás conmigo? - Preguntó el hombre.

- Solo si me lo pides.

- Lo estoy haciendo ahora.

Sasuke sabía que era su destino permanecer unidos. No podía imaginar su vida sin ella haciéndole compañía. Nunca antes había necesitado tanto de una presencia física que lo acompañara.

Tenten reflexionó de nuevo en la decisión que había tomado. Solo estaba segura de una cosa y era que no volvería a la Aldea. No todavía. No sabía cuánto tiempo le tomaría descubrirse a sí misma otra vez pero estaba segura de que necesitaba lograr una sinergia entre lo que había sido y lo que era ahora.

- Gracias por pedirlo; yo, simplemente no me siento capaz de enfrentarme a mi pasado. Solo necesite un pequeño contacto con Sakura para darme cuenta de que ya no soy la persona que ellos conocían. Así que no puedo volver - Reflexionó la castaña.

- Solo tengo un arrepentimiento por haber tomado esa decisión. - Completó.

- Rock Lee - Respondió Sasuke comprensivo.

Tenten nunca iba a dejar de sorprenderse con el hecho de que él casi pudiera leer su mente. La manera en la que él podía entenderla hacía sentir completa, segura, comprendida.

- Si - Admitió con pesadumbre y una sonrisa triste - Lo extraño, pero no me siento capaz de enfrentarlo, no quiero que me mire y no me reconozca; preferiría que me recuerde como solía ser antes. Fue muy duro para mí enfrentar a Naruto, estoy segura de que no soportaré que Lee me mire así también, como si no reconociera a la persona que soy ahora.

Tenten casi nunca lloraba, era una de las características que más le encantaba de ella. Las lágrimas siempre permanecían contenidas en su mirada cristalina sin llegar a derramarse más que un par de ellas. Sin embargo el hecho de que no derramara lágrimas no implicaba que su sufrimiento no era real.

- Naruto asegura que Lee entenderá por qué yo no seré capaz de regresar durante un tiempo - Admitió la castaña - Es solo que me está consumiendo la idea de que pueda pensar que lo he abandonado también. Creo que de cierta manera una parte de mi se ha ido con Neji y Gai-sensei.

- Rock Lee es muy fuerte. Su voluntad es la más poderosa que recuerdo. Estará bien, sabrá esperar. - Dijo Sasuke consolador.

- Lo sé. - Coincidió con sus palabras.

Dió por concluido el asunto. La verdad era que no quería pensar demasiado en aquello en esos momentos.

Ella prefería perderse en su mirada azabache. Solo necesitaba su presencia para disipar toda su incertidumbre. Había algo en él, algo palpable, imposible de definir. Podía sentir como su aura emitía vibraciones, como si se tratara de un sonido muy débil como para ser captado. La subyugaba, la llenaba, la hacía sentir segura.

Ambos se miraron de hito en hito. Habría jurado que en aquel momento sucedió algo íntimo y secreto. No pudo resistir más la distancia y la acortó.

Ella se sentó a horcajadas sobre su regazo y él sintió como su cabello rozaba sus hombros desnudos cuando se inclinó para besarlo, era una sensación deliciosa. Sentir sus labios aprisionando los suyos le produjo una descarga de alto voltaje.

Sus voluminosos senos le provocaban un agradable cosquilleo en las clavículas y su miembro acariciaba suavemente la parte interna de sus muslos.

El sonoro gruñido de su estómago la hizo reir a carcajadas. Escuchar su risa era tan placentero como oírla gemir.

Siempre descubría nuevas cosas sobre ella que lo fascinaba y estaba decidido a seguir encontrando cada una de ellas el resto de su vida si le era posible.

Definitivamente la palabra obsesión no era una palabra suficientemente significativa como para definir lo que sentía por ella, estaba perdidamente enamorado. Nunca había reflexionado sobre lo que esperaba de una mujer pero ella lo tenía todo, era inteligente, sincera, sencilla, seria, sensual y extraordinariamente simpática. Además, no había conocido a una mujer más fuerte que ella. Lo tenía completamente cautivado.

- ¿Estás pensando en comida?, ¿Justo ahora Uchiha?

- No te pongas celosa - Contestó divertido - En estos momentos, tu eres la única cosa en el mundo que amo más que la comida.

El corazón brincó de dicha dentro de su pecho. La emoción y el nerviosismo por la confesión se mezclaban con otro sentimiento, tan intenso y exquisito que solo podía ser amor. No podía creer sentir tanta pasión por una mujer.

¿Qué lugar ocupaba la pasión en su vida?

¿Pasión? ¿Qué era eso?

Apenas acababa de descubrir el combustible de su pasión y había decidido que nunca se permitiría quedarse sin éste.

- Me perteneces - Dijo ella con un murmullo casi inaudible - Eres mío.

Llegó a pensar que el vapor no era producto de las aguas termales si no que mandaba de su cuerpo. Ardía por ella.

- Quiero preguntarte otra cosa. - Susurró el Uchiha a su oído.

Sus labios rozaron sus labios suavemente y luego se posaron sobre su cuello para lamerlo con avidez.

- Si - Respondió la castaña.

Él solo pudo responderle con una sonrisa, mostrando como nunca hacía toda su dentadura blanca.

- Aún no he preguntado nada. - Afirmó divertido.

Ella le regaló una radiante sonrisa - Lo sé - Dijo entre carcajadas - No importa, la respuesta es sí.

No podía imaginarla de otra forma más que en sus brazos. Se inclinó hacia adelante y la besó con fuerza, agradecido por su respuesta.

- Vamos - Dijo sujetándole por la muñeca - Larguémonos de aquí.

...

 

Fin

 

 

...

 

Notes:

Esta historia estaba pensada originalmente para tener muchos capítulos más. Incluso he pesando en muchas escenas de esos "cinco años" pero la verdad es que no tengo tanto tiempo. Intenté explicar lo mejor que pude para que fuese comprensible. Gracias por leer!