Chapter 1: Génesis
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Sand sentía el cuerpo entumecido, no sabía qué pasaba a su alrededor, su cabeza giraba hacia todas partes y le costaba centrar la atención en algo que lo sujetara al mundo real.
Era como las pesadillas que había comenzado a tener hace tiempo, como si su cuerpo estuviera paralizado, pero su mente seguía funcionando. Quería intentar gritar, pero esta vez había algo diferente.
No había algo fuera de lugar que lo asustara, no había nadie que estuviera gritando hasta hacerle doler los tímpanos, no había ninguna sombra que lo estuviera observando a lo lejos. Tampoco la duración era la misma, si bien, siempre se sentían eternas, esta vez podría jurar que llevaba horas así.
A lo lejos escuchó una voz.
¿Alguien?
¿Nick?
Llamaba hacia algún lado y parecía una emergencia. Una gran emergencia. Quería escucharlo, quería preguntarle qué pasaba, quien se encontraba mal, pero estaba demasiado cansado.
Necesitaba que lo despertaran...
Cuando despertó su cabeza se sentía más tranquila, su espalda estaba cómoda en lo que parecía ser una camilla. Al abrir los ojos se encontró con un panorama que sin duda, no esperaba.
Nick estaba sentado a su lado, con la cabeza entre sus manos, parecía que algo le dolía, no pudo descifrar qué.
Quiso levantar su mano para llamarlo ya que su garganta se encontraba seca, pero sus brazos fueron detenidos al instante por cables que estaban arraigados en sus venas. Al mirarlos comenzaron a hacer un ruido estridente debido a su estúpido intento de arrancarlos y sus brazos fueron sujetados por un Nick con los ojos llorosos.
Sand no entendía nada.
¿La emergencia había sido él?
-Sand, estás en el hospital. ¿Sabes quién soy?
Un silencio ruidoso se adueñó de toda la habitación. Asintió y dejó que Nick continuara, quiso hacer un chiste sobre no reconocerlo, pero la mirada de Nick demostraba que se esta conteniendo de golpearlo y de gritarle.
Disputando si elegir la ira o la preocupación.
-Te encontré desvanecido en el hotel y no te podía despertar. ¿Qué carajos tomaste?- ganó la ira.
Su primer instinto fue mentir.
-Me quedé dormido, no hace falta exagerar. Tomé demasiado alcohol y ya. - Su voz no sonó para nada como él, parecía que no hablaba hace semanas y por mucho que pretendiera hacer que no pasó nada. ALGO había pasado.
-Sand, te tiré agua, te sacudí y... estabas frío...
Quiso discutir, pero él no sabía del estado en el que lo habían encontrado.
No recordaba nada y tampoco se animó a intentarlo. Era un cabeza dura, pero tenía sus límites.
-Pensé que estabas muerto y ..
-Tranquilo, yerba mala nunca muere.. -dijo con una leve sonrisa que su cuerpo apenas le permitió.
-¿Sos imbécil?
Entonces se dio cuenta de que la cosa venía en serio. Nick jamás lo insultaba, por muy imbécil que fuera, jamás se lo decía de verdad. Hasta ahora.
-Vas a ir a un centro a rehabilitarte. Vas a volver a ser mi amigo, el de siempre, y vamos a superar esto juntos. -le dijo mientras lo señalaba con su mano derecha, dando a entender que no le estaba dando otras opciones.
-Yo no soy un alcohólico.
Nadie había hablado de alcohol, sólo él. Sin embargo, su amigo le siguió la corriente sabiendo de lo que hablaba.
-Que yo sepa la gente que no es alcohólica, no toma hasta matars…
-Nick, fue una mala mezcla... Hace días no podía dormir y me tomé un par de pastillas y las mezclé con alcohol. No lo voy a volver a hacer, por favor. Los dos sabemos que la gente sale peor de esos lugares y no es un lugar para mí. ¿Qué va a pensar la gente que me sigue? Estoy retocando los deluxe, no me podes hacer esto, Nick…- Su amigo permaneció estoico.- No te lo digo como mi amigo, sino como mi representante. Internarme va a enterrar mi carrera y la de los chicos. No les podemos hacer esto, sólo fue un simple error.
-No me estás entendiendo, es mi condición. Como amigo. Vos y yo sabemos que lo que menos importa ahora, es tu carrera. Tenes que estar vivo para poder seguir haciendo música.
-Tenemos una agenda que cumplir.
Pensó que eso lo iba a convencer, pero Nick simplemente se quedó mudo tratando de que pensara y lo escuchara.
-La gente no entra a esos lugares en contra de su voluntad. -soltó cediendo a tener esa estúpida charla.
-¿Te pensas que la mayoría de ellos fue simplemente a entregarse a hacer el tratamiento? Lo hacen por sus familias, por sus amigos, por sus amores... hasta que se encuentran y lo hacen por ellos mismos. Para vivir.
-Sabes demasiado para sólo unas horas.
Le comenzó a doler la cabeza y no podía creer que Nick quisiera hablar del giro de su vida en ese instante.
Quería silencio, cigarrillos, un trago de whisky y quizás un baño. Sabía que discutir no desviaría el objetivo de su amigo, pero no sabía qué otra cosa hacer, no quería saber nada, con nada ni nadie. No era la primera vez que se emborrachaba hasta desmayarse, no era tonto, siempre lo hizo en la seguridad de su casa. Jamás lo vieron en la calle borracho, perdido y miserable.
Tuvo la suerte de saber embriagarse en la soledad de su casa y reservar esos sentimientos sólo para sí mismo.
Quizás era una de las pocas cosas que todavía quedaban en su privacidad.
-Estuviste tres días dormido, idiota.
Entonces, sí. De verdad había estado cerca de terminar con todo. No era como si lo hubiera buscado, pero había tenido tres días de paz...
- Sand, no sé qué está pasando ni por qué no querés hablar conmigo cuando siempre nos contamos todo. Pero si necesitas a otra persona para hablar, lo voy a hacer. Si tengo que confiar tu seguridad a otras personas, que de hecho son las mejores en su trabajo, lo voy a hacer. Es mi oferta. Quiero que mi amigo mejore, quiero que seas feliz, no este trapo que cuando no está arriba del escenario no es una persona confiable. Así que por favor…- su voz comenzó a flaquear- Tuve tanto miedo…
Cuando dijo la última frase finalmente se quebró, había visto llorar muchas veces a Nick, de emoción, por decepciones amorosas, porque se lastimó, porque alguien más lo lastimó, pero esta vez fue diferente. Se veía devastado, sus ojeras, sus ojos rojos… No se había dado cuenta, pero parecía que él tampoco descansaba hace mucho.
Le sujetó la mano tratando de traerlo de vuelta de esos flashbacks de su cabeza, que aunque no podía ver, sabía que tenía que ver con la última vez que lo vio y sobre todo se relacionaban con el estado en que lo encontró.
-Nick, yo no soy... Voy a ir a donde me digas, voy a terminar el tratamiento y demostrarte que soy el mismo de siempre. Lo de recién - lo de hace días, se escuchó, pero no se corrigió- fue un error, lo voy a enmendar, te lo prometo.
Su amigo y representante dejó que las enfermeras lo terminaran de revisar cuando pudo recostar su cabeza sobre sus piernas.
Le había hecho daño, sin duda lo había lastimado. No creyó que un error pequeño tuviera grandes consecuencias.
Mientras le acariciaba el pelo y Nick babeaba sobre la sábana después de quedarse dormido luego de tanto estrés, no pudo evitar sentir el pánico de lo que acababa de acontecer. Pensó en su madre, en April y los chicos de la banda, en sus fans, en los medios… comenzó a sentir sus palpitaciones subir y sus manos sudar, comenzó a revolear los ojos en busca de ayuda cuando una enferma miró la pantalla y lo ayudó a respirar mientras le hablaba de su alrededor. Eran preguntas sencillas. Supo que quería distraerlo y se lo agradeció como pudo. Nick, por su parte, seguía desmayado junto a sus piernas.
No sabía cómo había llegado a este punto, pero los ataques de pánico llevaban un tiempo en su vida. Le hubiera gustado decir que ya se había acostumbrado, pero no era cierto. Cada vez se sentía peor, la amenaza era inminente y no sabía cómo detener semejante tormenta sin pastillas ni alcohol, estas por lo menos le daban unas horas libres..
Casi había muerto por una estupidez.
Quizás, todo comenzó por esa maldita llamada… Por su aparición.. Por los chantajes... No le podía contarle a Nick todo lo que estaba pasando. Tenía que manejarlo por su cuenta, no quería que lo que ocurría con él afectara a la banda por completo.
Mientras tanto, pretendería hacer lo que Nick le dijera. Iría a ese estúpido lugar, contaría alguna de sus historias y se largaría.
Era simple.
Ray mira las cortinas de la clínica, ya hace un tiempo que está despierto y sabe que cuando se de vuelta se tendrá que enfrentar a su padre.
No quiere.
No quiere escuchar reproches, no quiere charlas. Sólo quiere seguir bajo el efecto de los calmantes.
Todo lo que sabe es que manejó borracho, otra vez, aunque ahora terminó estampillado contra un árbol, con un golpe en la cabeza y una lesión en el brazo izquierdo.
El aire que provenía del ventilador de la clínica privada hacía que las cortinas se deslicen ligeramente, dando la sensación de frescura. Le dio ganas de estar en su cama, con sus sábanas, con olor a jazmín y con la certeza de que nadie entraría, ya que el último tiempo sólo supo estar solo.
Siempre estuvo solo. Había crecido así y lo odiaba.
Cuando su padre quiso incluirse en su vida, él ya había desarrollado toda esta soledad.
No es como si fuera un solitario que se aislaba del mundo, más bien era consciente de que no podía estar solo. Constantemente, insistía en estar rodeado de gente, pero nunca terminaba de encajar. Nunca terminaba de sentirse correcto o acompañado de la manera que le gustaría. De hecho, el dinero era su gran consuelo ya que le permitía invitar a sus amigos de la infancia a salir, almorzar, cenar, lo que sea, cualquier cosa que implicara tener una charla y no escuchar a su mente.
La primera vez que salió de rehabilitación eso mejoró, pero con el tiempo la sensación volvió a ser la misma.
Sentía que la mala relación con la soledad era una gripe mal curada, que iba y volvía de vez en cuando. Un problema que le respiraba en la nuca.
Quizás todo empezó a flaquear cuando muchos de sus amigos comenzaron a tener su propia vida, una que no lo incluía.
Ray era rico, no tenía problemas económicos por los que preocuparse, sus amigos tampoco. Sin embargo, ellos tenían otros planes, otros problemas, otras visiones de vida.
Por mucho tiempo intentó forzar su permanencia en sus vidas hasta que sus propios amigos le insistían en que los tiempos ya no eran los mismos, ya no eran adolescentes con tiempo libre. Algunos eran padres/ madres de familia y otros simplemente, se iban a explorar el mundo. Y lo entendía, de verdad. Pero no podía evitar que le duela que lo dejaran.
Una y otra vez. Una y otra vez.
A excepción de Boston, todos se habían ido. Incluso Margaret.
Quiso llorar, pero ya no le quedaban lágrimas, ni tampoco ganas de tener autocompasión consigo mismo.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz.
-¿Qué pasó esta vez?
-Margaret.
- ¿Siempre tiene una excusa para todo?- habló su hermano mayor con el desprecio de siempre.
No fue como si esperaba otra cosa, rodó los ojos.
-Sé que me escuchas hermanito, haces que el quererte sea imposible.
Lejos de responder con la violencia que quería, sólo pudo responder calmo, abatido.
-Nunca te pedí que me quieras.
-Basta, compórtense. Estamos en una clínica.- Su padre suaviza su mirada para intentar hablar con él.
-¿Sabes lo que sigue, no? Ya hablamos de esto.
-Me vas a despachar. -No era una pregunta, su padre lo sabía.
Odió lo roto que sonó.
-No, te vas a tomar un descanso de la empresa, te vas a recuperar.
-No quiero estar solo. Quizás podría ir a Chiang Mai, puedo.. puedo pedirle a Boston que me acompañe una semana y…
-Ray, no vas a ir a Chiang Mai. Vas a ir a Daylight, ya lo charlamos.
- No lo decís de verdad. No puedo volver a un lugar así.
-Sé perfectamente cuando miento y este no es el caso.
-No podes hacerme esto. -mientras más hablaba con su padre, más fuerte agarraba las sábanas que lo cubrían.
-Ray ya hablamos. No vas a volver al trabajo hasta que tu mente y los excesos estén en su lugar. Las recaídas son normales…el centro anterior dijo que esto podía pasar.
-¿Qué tiene que ver el trabajo con todo esto? Sabes que soy profesional, me tomé una semana por un mal momento, pero están dentro de mis vacaciones, las entregas fueron enviadas en tiempo y forma…
-Es mi condición. Te va a tomar tiempo recuperarte del golpe y de la mente mucho más. Si tanto te gusta hablar del trabajo, te lo ejemplifico en hechos: necesitamos que estés bien para que tus diseños sigan existiendo sino es dinero perdido para la empresa.
-Pero mi mano está bien..
-Si querés tu trabajo de vuelta, es mi condición. Te quiero vivo, Ray.
En un momento como éste, de verdad necesitaba volver a trabajar o se volvería loco.
Había planeado todo, el tiempo que se pasaría sin hacer nada, solo, triste y ebrio. Chocar estaba fuera de sus planes, se sintió un imbécil por interrumpir su agenda, pero sobre todo porque había roto la promesa que le había hecho a Marga ni bien se había ido.
Increíble.
Chapter 2: Rizoma
Notes:
Espero que lo disfruten :)
Canciones que aparecen:
Color, The Maine.
I knew it, i know you, Gracie Abrams.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
She said "Let it slide"
All the things that I
Have running through my mind
Will all be gone in time
Remember son
All the things you've done
And all the things you've lost
And all the things you've won
We're just trying to find some color in this
black and white world
''Spotligh kids'' estaba en el último recital de la gira, después de años de trabajo, lanzando sencillos, ep's y establecer una sólida base de fans, consiguieron una agencia que los respalde logrando así consolidar su segundo disco 'Back and White' entre los más escuchados de Asia y Estados Unidos.
Sand empezó la banda junto a April.
Eran amigos desde pequeños y compartían un sueño, pero necesitaban más personas para llevarlo a cabo. Así que se presentaban a castings junto con su proyecto musical pidiendo ayuda para encontrar dos integrantes más. Muchos los trataban de pedantes, mientras que otros no terminaban de definir si eran más estúpidos que codiciosos.
Al cumplir los dieciocho años ambos fueron contactados por el asistente de un cazatalentos que los guió: Nick, un joven dos años más grande que ellos, convirtiéndose en una pieza clave para tomar el camino adecuado. Incluso, con el tiempo, llegó a convertirse en amigo y hermano de ambos.
Todo se dio de manera rápida desde entonces.
Encontrar a sus compañeros de banda implicó unas llamadas, revisar objetivos, responsabilidades y obligaciones de cada postulante. Pat (su baterista) y Kennedy (guitarrista) fueron los que más destacaron. Simplemente debían estar ahí, con ellos.
El viaje a Estados Unidos a los meses de cumplir dieciocho no fue cosa fácil de similar para su madre, lo sabía, sin embargo, también fue la primera en armar las valijas y organizar una lista de cosas necesarias para viajar. Lloraron y concluyeron en que siempre era mejor intentarlo.
Todo resultaba demasiado bueno para ser real, pero lo fue.
Las llamadas a Tailandia nunca dejaron de aparecer con los años, por lo menos las de su madre. Sus otros amigos sólo enviaban mensajes para cumpleaños o cuando los veían en la televisión. Le dio miedo lo fácil que se acomodó a esa vida.
El idioma al principio le resultaba demasiado exagerado para su gusto, pero pronto pudo salir de su órbita de vergüenza y recibir de a poco esa nueva cultura americana.
Junto con el reconocimiento del público llegó la fama y aunque siempre fueron bastante reservados, los paparazis no se cansaron rápido de seguirlos, ni siquiera cuando sus rutinas no se modificaban mucho. Hacían amigos y se escapaban a fiestas, a menudo supieron burlar a los medios, no evitándolos, sino justamente moviéndose delante de ellos. Al principio le parecía divertido, a sus compañeros todavía les encantaba jugar al gato y al ratón cuando salían de fiesta, por su parte, ahora prefería gastar su tiempo en otra cosa.
De los cuatro, Sand y April eran los más tranquilos, no es como si Ken y Pat fueran unos alborotadores, pero salían mucho más que los dos primeros. Por suerte, ninguno olvidaba que estaban allí por y para la música.
Sand estaba bien con la vida que llegaba, se ganó buenos compañeros y amigos de banda, había conocido lugares y a gente con la que jamás imaginó compartir aire. Se dedicaba a escribir, a hacer melodías, a investigar y probar nuevos sonidos… Ganaba premios, mucho dinero y su madre podía trabajar tranquila. Aunque ella había decidido no mudarse y conservar su lugar en Tailandia, la entendía, siempre lo podía visitar de vez en cuando y confirmar que habían tomado la decisión correcta.
Quizás de la misma manera que todo fue un éxito, todo comenzó a desmoronarse no porque les empezara a ir mal, sino todo lo contrario.
El empezar a ser conocidos hizo que mucha gente quisiera acercarse a ellos y, a veces, era difícil identificar quiénes eran los buenos y quiénes los malos.
En el caso de Sand, los malos aparecieron de a poco, mejor dicho, EL malo.
Comenzó con una nota sencilla:
Hola Sand, soy papá. Mi nombre es Paul.
Sabía que cualquiera podía hacerse pasar por su padre conociendo su historia y averiguando un par de datos. Pero ese nombre, era el correcto, ni él ni su madre lo habían dicho jamás en voz alta delante de nadie.
Su madre nunca le ocultó su historia, desde cómo se conocieron hasta cómo, y citaba, Sand había sido el mejor ''accidente'' de su vida. Lo entendió, le gustó la sinceridad y la simpleza con la que su historia fue contada, jamás lo buscó, no lo necesitaba.
Comenzó a recibir esas notas que llegaban al correo de su casa como si tuviera la posibilidad de acercarse a su vida, pero mantenía la distancia por respeto a Sand, o eso quería creer.
Pocas eran las palabras que aparecían, creía que simplemente podía reunirse algún día, pero quería mantener lo más oculto de su madre posible, por lo menos hasta que supiera que estaba todo bien.
Los primeros meses le mandaba anécdotas o datos de su vida como si quisiera que lo conociera, una vida dura, pocos recursos, pocas posibilidades, historia de vida violenta. Todo aquello era una antítesis de la vida de Sand y ambos lo sabían. Entonces comenzó a hablar de problemas, de deudas y cosas terribles que jamás respondió. No porque no quisiera sino porque de alguna manera no se sentía correcto, natural.
Pensó que se cansaría luego de un silencio de una semana.
Y fue en ese instante en el que las amenazas comenzaron, números de cuentas, fotos viejas de su madre en Tailandia, pedidos de transacciones de dinero, lugares donde dejar dinero en efectivo.
Sand se volvió loco, contactó guardias que vigilaban a su madre a lo lejos, sin asustarla. Una vez que amenazó con meter a la justicia, hubo un último pedido, una cantidad de dinero considerable, pero posible para él, pensó que incluso si no lo fuera, pagaría cada centavo si eso le daba seguridad a su madre.
Esta vez, prometió desaparecer.
Necesitaba confiar en ello y evitar cualquier controversia, que más allá de su lugar y el de la banda, necesitaba que su madre siguiera caminando sin preocupaciones.
Quizás si hubiera soportado un poco más toda esa tortura, sabría qué fue lo que sucedió después de esa transacción, pero la realidad le exigía obligaciones mientras se encargaba de terminar la gira.
Por una cuestión de suerte o azar, la gira terminaba en Estados Unidos y las fechas eran lo suficientemente cómodas para que todos pudieran volver a casa o permanecer tranquilos en un hotel.
Por supuesto, Sand la mayoría de veces elegía su casa.
El último concierto fue un alivio, todos estaban emocionados por terminar este ciclo, a Sand le hubiera encantado olvidarse del loco suelto que lo perseguía, pero intentaba mostrarse lo más tranquilo posible, aunque fingir ante sus amigos lo dejaba exhausto.
Esa noche fue como si su mente y su cuerpo supieran que ese día era el cierre de un ciclo.
Intentó permanecer en el festejo de fin de tour hasta las 5 de la mañana, luego se escapó como una rata hacia su departamento. No tenía ni una gota de sueño, así que tomó otra botella para continuar la fiesta que había dejado atrás, mientras retocaba y pensaba arreglos para los deluxe.
Recordó la publicación que tenía pensado hacer desde hace días con varias fotos y un texto que había preparado para despedir a toda la gente que era parte de esa gran aventura, desde los fans hasta aquellos que permanecían detrás de escena.
En el post hacía un viaje por toda su vida, desde su madre, los primeros fans, sus compañeros y ahora amigos, la importancia de April, de los primeros aplausos, los primeros bares a los que fueron, los estadios, sus primeras ventas, la primera vez que se escuchó en la radio. Cada emoción que había transitado en la gira, por supuesto, sin agregar nada con respecto a los mensajes de amenaza de su padre.
No se imaginó jamás que esa publicación sería lo último que publicara por cuenta propia hacia sus fans en meses.
El tiempo pasó y él seguía allí arreglando, componiendo frases sueltas sin una idea clara.
Pudo observar las 19 horas marcando el reloj y creyó que ya era hora de parar.
No tenía recuerdos de lo último que había comido, pero mientras se mantuviera hidratado todo estaría bien. Así que se obligó a dormir un tiempo para recargarse y cuando despertara comería al menos algo que lo ayude a seguir funcionando.
Miró su correo y las notas habían dejado de venir, habían pasado apenas dos días y se aferró a la idea de que simplemente había funcionado.
Se acercó a la mesita llena de medicamentos que guardaba en su estudio y agarró dos somníferos haciendo bajar por su garganta con whisky.
Olvidando por completo que antes había tomado otro par.
Se dio cuenta que su estudio era un desastre y no se sentía para nada como él, sin embargo, ya hacía tiempo que nada se sentía como él, como debía ser.
Todo era demasiado o todo le causaba desinterés, se sentía solo, sin poder compartir nada de lo que le pasaba, sin quien entendiera lo que le pasaba, lo que ganaba y lo que perdía. No es como si sus compañeros de banda no hablaran con él, de hecho, se preocupaban, lo buscaban, hablaban. Pero las amenazas habían roto algo dentro de él, algo que le demostró cuán cruel podía ser el mundo.
No era ingenuo, sabía que pasaban cosas terribles, pero fue como si de repente, le dieran la pelota en un juego de fútbol y no supiera qué hacer. Era como si todo lo que pudiera pensar eran preguntas ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué debería hacer? Y cuando miraba hacia adelante había gente mirándolo, algunos lo seguían para quitarle la pelota, pero en vez de mirarla, lo miraban a los ojos, profundamente. Otros, simplemente, en vez de seguir el juego se quedaban allí, esperando demasiado de él, que fuera ALGO.
Así que su mente repetía esta pesadilla y otras para entretenerlo de su vida diaria. Teniendo como consecuencia un gran pánico a tener un mínimo de conciencia una vez que apoyara la cabeza sobre la almohada.
Sabía que llevaba teniendo pesadillas desde que apareció su padre y ante el mínimo descanso estaban allí. No importaba si sólo descansaba veinte minutos o seis horas en la noche, ellas lo seguían, latentes.
Cuando comenzó a tomar los somníferos primero recetados por un médico recomendado por Nick, le pareció que necesitaba más. Así que con un par de contactos y dinero de por medio, todo se conseguía, los usaban con cuidado, jamás tomó más de lo que le recetaron.
Sin embargo, olvidó que llevaba días tomando, desvelado y sin un gramo de comida en el estómago. Había otras cosas que hacer, otras cosas más importantes para Sand.
Cualquier cosa, menos él mismo.
''And all I did was right by me, I heard that almost killed you
Well, I knew it, I know you, I called it
And I think that you earnestly have waited on apologies
But I can't pretend that I'm sorry
When I'm not sorry''
Ray no estaba sorprendido cuando llegó, si bien había estado en un lugar así hace unos años, todos parecían querer transmitir lo mismo: calma.
Se rió entre dientes pensando lo que le esperaba allí adentro.
El centro estaba destinado a gente con buenos recursos, prometían confidencialidad, actividades variadas, sesiones de terapia constante, atención médica y un seguimiento al salir.
Lo mismo que la mayoría de este tipo de lugares.
Por supuesto podría destacar su cercana vista al lago, su sala de música, su establo lleno de caballos, su gran jardín y una pequeña huerta. Sumado a todo eso, muchas veces debieron atravesar su tratamiento con alguna estrella famosa. Y obviamente, no era eso lo que decían los folletos que tenía su padre en la mesa, pero Boston se había informado.
Ir a estos lugares los obligaba a ver realidades diferentes.
La mayoría de la gente que se internaba era hija de gente rica y eran pocos los que se animaban a pedir becas para entrar. Ya que aunque éstas se abrían ni bien un chico rico se escapaba y/o arruinaba su tratamiento ya abonado, se imaginaba que debía ser difícil integrarse a gente que no sólo estaba pasando por una adicción, sino que contaba con muchos caprichos y comodidades que no todo el mundo tenía.
El chico rico sabía que cuando era joven siempre había destacado por ser ruidoso en la vida cotidiana. Le gustaba socializar, las cenas y las charlas.
El problema siempre era cuándo parar.
Podía estar horas y horas divirtiéndose con desconocidos.
En su primera rehabilitación, eso cambió. Le ayudaron a controlarse, a ser mejor y cuando los días pasaron y todo estaba bien, le pareció que ya estaba curado.
Dejó de ir a las reuniones y todo había vuelto a ser como antes, pero más organizado. De alguna manera, su mente había designado el alcohol a sus a sus días libres.
No sólo le daba la tranquilidad de no volver a internarse, sino que podía tener ambas cosas en su vida.
Recordaba que dentro del centro su actitud era tranquila, suponía que tenía que ver con estar en terreno desconocido, con gente extraña y claro, por supuesto, con el alma rota.
Muy al contrario de lo que todos pensaban, su proceso fue silencioso.
Una vez terminaron de darle el alta, volvió al cuidado de su padre, quien ahora sí estaba más involucrado con su vida luego de la pérdida de su madre. Antes de darse el alta él mismo, lo habían hecho bien. Nada demasiado pretencioso, hablaban, alguna tenían que otra discusión, pero podían llamarle buena a su relación padre e hijo. Incluso, había tomado el gusto del dibujo que futuramente le abriría paso al diseño de joyas, como su padre.
Pero otro conflicto que lo atormentaba era la presencia de su hermano.
Inevitablemente, a menudo no podía evitar compararse con él, creía que ya había dado suficientes problemas en el pasado, nada serio, hasta bueno… el choque.
Había sido demasiado para todos.
Su chofer finalmente se detuvo.
Esta vez su padre no lo acompañó hasta la entrada, ya que era mayor y sería el primer paso de hacerse cargo de su problema como el adulto que era.
Inspeccionó cada detalle del lugar, mucha gente caminando o charlando entre sí, otros se encontraban sentados en círculo repitiendo algún tipo de oración en voz alta. Más adelante estaban los más solitarios, descansando en algún árbol o sobre los asientos que rodeaban el jardín.
Recordó que había quedado hablando con Boston cuando estaba a punto de entrar, sacó su celular y al segundo tono, su amigo le respondió.
-Pakorn.
-Boston este lugar está tan ordenado que te haría enojar mucho.
Se levantaron.
No habían hecho ninguna despedida, Ray no sabía cómo despedirse, no es como si se fuera para siempre y Boston, bueno, no es como si hubiera algo que se tomara con seriedad.
- ¿Ya te encontraste con algún famoso?
-Estoy justamente parado en la puerta, supongo que en el próximo llamado lo sabremos… Hay un par de personas jodidas cantando una especie de oración, te hubiera encantado verlas… ¿Cantan, entendes? Cantan.
Sintió una mirada que intentaba atravesarlo y se dio vuelta para mirar a la culpable.
Cortó la llamada y se despidió rápidamente.
Empezaba el juego.
- ¿Vas a seguir inspeccionando o vas a pasar? - le dijo una mujer a su lado. - Acordate de llevar tu equipaje, esto no es el Sheraton. Mi nombre es Becky.
No le respondió y la siguió para evitar pelearse con la primera persona que le hablaba.
Al entrar a la oficina la señora le pidió que apoyara su bolso sobre la mesa. Mientras jugaba con la tapa de su teléfono, ella le arrancó el artefacto de las manos.
-Ray ¿Verdad? - él ascendió. - No podes usar teléfonos en la institución.
Se lo imaginó.
Sería demasiado fácil aislarse teniendo su celular en la mano.
-No hace falta que revises todo, no vas a encontrar botellas de nada.- dijo en tono de broma para airear el ambiente.
-No es sólo eso lo que busco.
De su valija sacó un cinturón, su gillette para depilarse, tijeras para emparejar su cabello, un espejo pequeño, su maquillaje.
-Oh, claro, por si me corto las venas -dijo entre risas- Oh, ¿Vamos qué puedo hacer con un gloss? ¿Beberlo hasta morir?
Becky lo miró y siguió con su trabajo.
-Ok, ya que vos estás revisando mis cosas, yo revisar podría las tuyas… ¿Qué tenemos por acá?
Se acercó al escritorio y todos los cajones se encontraban con llave, como si muchas de las personas que estaban allí hubieran hecho la misma estupidez que estaba haciendo. Sabía que era infantil, pero tenía miedo. No podía dejar sus manos quietas mientras planeaban encerrarlo otra vez.
Cuando levantó la vista vio que Becky tenía en sus manos sus frascos de pastillas. Sus repuestos.
Se cruzó de brazos.
- ¿Qué? Es para la espalda- tratado de sonar lo más creíble posible. - Recuerda que tuve un accidente antes de entrar aquí, el dolor es insoportable. –estaba exagerando y los dos lo sabían.
-Todo te será devuelto cuando salgas de aquí, excepto el vicodin que será desechado. Sonríe. - la calma en su voz lo exasperaba.
Sonrió por inercia cuando la vio levantar una cámara instantánea y tomarle una fotografía.
Mientras lo guiaba hacia su cuarto comenzó a explicarle las reglas.
-No hay llamadas, salvo en los horarios autorizados y cada una, no debe durar más de diez minutos. No fraternización, no romance, ni sexo entre pacientes. - lo decía de memoria, lo había dicho miles de veces más antes de hablar con él.
Ray estaba concentrado en no tropezar mientras llevaba su valija a rastras. Estaba seguro de que alguien lo ayudaría, así que no se molestó en acotar sus elecciones de vestuario.
Becky se detuvo de arrepentirse haciendo que casi la chocara.
-Ray, acá cantamos, espero que no te moleste. Otros prefieren rezar, pero bueno, ya elegirás tu pasatiempo.
Al cruzar la puerta oficial del edificio en el que tendrá que convivir con desconocidos, vio un grupo de gente que se encontraba en círculo abrazando a un señor mayor, supuso que lo despedían, había terminado su tratamiento. Vio que muchos lloraban y cantaban a la vez.
Trató de apartar la vista, pero le fue inevitable, todo esto era un flashback constante de su primera rehabilitación.
Al entrar al cuarto vio a un chico muy joven, quizás de dieciocho, diecisiete años. Pelo muy negro, lacio y ojos celestes como el cielo, estaba acostado boca arriba y su cabeza colgaba sobre el borde de la cama mientras comía un chupetín. Se preguntó cómo una persona podía aguantar tanto tiempo en esa posición y cuando comenzó a ponerse rojo se levantó rápidamente.
-Clay, él es Ray. Explícale las reglas. Toma. - le dio un cuaderno y una lapicera. - Escribe lo que sientas, es parte de tu terapia.
No le dio tiempo de revolear los ojos cuando Becky cerró la puerta de la habitación y se fue, dejándolos solos.
Observó el cuarto y pensó en que este lugar no llegaba, ni siquiera, al tamaño de su baño personal y pensó a dónde iba todo el dinero que invierten en él. Claramente, los lujos iban a ser cosa del pasado.
- ¿Miras Santa Cruz? - sonó relajado, tenía la voz de un niño y pensó en qué tipo de daño se realizaba ese chico a diario. No lo imaginaba bebiendo hasta desmayarse, pero ya había aprendido que las apariencias engañan.
- ¿De qué hablas? - Soltó sin más.
-La novela. Sólo nos dejan ver películas o telenovelas de noche.
-Oh, intelectual.
- Supongo que estar aquí te hace brillante.
Touché.
Clay lo llevó hasta el salón principal en el que todos almorzaban. Había varias mesas circulares, parecía una cafetería común a la que los empleados de su padre iban con frecuencia. Observó las sillas de color rojo chillón y le hizo mal a la vista. Debería demandarlos por mal gusto.
Llevaba una bandeja consigo mientras seguía a Clay. Tenía una especie de cereal con leche que tenía aspecto a todo menos a algo saludable.
Ja, saludable.
-Buen día a todos, este es Ray, acaba de llegar y es mi compañero de habitación.
Uno de los chicos se acercó a una silla y ahora su mesa estaba integrada por ocho personas, nadie pareció molestarse por estar un poco apretados.
-Hola, Ray…- le dijo un chico rubio con lentes, tenía un aspecto agradable.
-Yo creo que alcohol. - Soltó un chico con ojos verdes y al parecer un par de años más grande que él.
-Cocaína- dijo el rubio que había hablado antes.
-Analgésicos. - dijo una muchacha morena, con los ojos cafés y un pequeño tatuaje gótico en el brazo derecho.
-No es justo ese juego- dijo la señora más grande de la mesa, tenía un cartel rectangular que tenía dos hilos en cada punta y decía en tinta negra ''Confróntame, si no pido ayuda ''.
- ¿Entonces? -Volvió a hablar el primero.
-Entonces ¿Qué?
-Ellos… Se refieren a cuál fue tu primera elección para entrar a este mundo: alcohol, cocaína, heroína, pegamento…- dijo Clay con un tono inseguro, como si quisiera ser relajado, pero todavía con temor a que se ofenda.
- ¿Sólo puedo elegir uno? - soltó luego de obtener toda la atención de la mesa.
-Tenés que pensar un poco más ¿Qué usaste primero para huir? - dijo la morena.
Huir.
Así que todos usaban lo que fuera para huir. Trató de no darle tantas vueltas y contestó.
-Supongo que… la bebida.
- ¡Sí! Páguenle al genio de Vicent, conozco a los míos.
Varios de la mesa comenzaron a pasarle una parte de su almuerzo al chico, como si fuera un trato justo en el que todos estaban de acuerdo.
Miró al otro lado de la mesa a aquellos que no habían dicho nada.
Había un joven que parecía estar en su mundo, era alto y muy delgado, tenía unos grandes ojos marrones y una piel que más que envidiarlo, le dio ganas de acariciarla. Cuando pasó a la persona a su lado vio a un señor mucho más grande, con lentes, su aspecto era serio y parecía estar enojado.
- ¿Qué te pasa? ¿Nunca habías visto una cicatriz traqueal? Es una traqueotomía, no es una verruga, no es una deformidad. Deja de mirarla.
-Está bien, está bien. Gracias por la explicación. - dijo con total calma.
El chico que había ganado la apuesta hizo un comentario para calmar los aires.
-Creo que no la veía hasta que lo dijiste, Greg.
- ¿Cómo lo sabes?
-Soy perceptivo, doctor.
- No los soporto. - dijo punto dando final a la charla levantándose de su lugar, yéndose a quién sabe dónde.
- ¿Y qué te pasó en el brazo? Perdónalos, cariño, no tenemos muchas noticias últimamente, juegan con pavadas para divertirse. Mi nombre es Meghan- preguntó la señora más grande con una sonrisa.
-Soy Vicent. - dijo el chico de ojos verdes.
-Yo soy Faith. -dijo la chica del tatuaje.
-Dominic- dijo el rubio.
-El que se acaba de ir es Greg, los lunes son sus días difíciles, discúlpalo. Él es Sand. - añadió Clay amablemente- Entró la semana anterior.
El chico que había estado en su mundo al escuchar su nombre levantó la vista como si hubiera escuchado toda la conversación, pero prefería ignorarlos.
Al encontrarse con los ojos de Ray, sólo hizo una señal de bienvenida y continuó con la agenda que tenía entre las manos.
-Bonito abrigo- le dijo Vicent.
-Gracias.
-¿Es de piel?
-Sí.- (No lo era).
- ¿Crees en matar animales?
-Si. -Ni por un segundo, todas las veces que entró a la cocina y vio a su chef cortando alguno para preparar algún plato, terminó con él dejando de comer animales por un par de semanas. Reconocía que la industria animal era injusta, pero todavía tenía problemas para dejarla.
-Yo también.
Respiró y se dio vuelta para mirarlo directamente.
- ¿Adicto al sexo? - preguntó sin descaro alguno.
- ¿Te interesa? - el otro no pareció flaquear ni un segundo.
Pero al ver la mirada de Ray, tan inquebrantable, simplemente se dio vuelta y siguió con sus cosas.
Vio como Sand sonreía muy levemente como si se quisiera reír por su contestación, pero se abstuvo.
- ¿Entonces qué te pasó en el brazo? - retomó Clay.
Ray ya había superado la etapa de conocer a sus compañeros, ahora quedaba otra sección clave: vencer la noche.
Mientras se lavaba los dientes oía cómo su compañero de habitación lleno de energía no dejaba de hablarle, intentó que no se tomara a pecho ninguno de los dichos de sus compañeros.
Le pareció dulce.
-No tomes en serio a Gregory, es muy...ÉL... Sobre la cicatriz, él mismo se la hizo.
Su mano se detuvo para escuchar bien.
- Creo que se nota eso, es doctor. O bueno, lo era... Le quitaron su licencia luego de matar a un paciente y hay un gran rumor sobre que era su mejor amigo. Y ¿Sabes? Creo que fue una de las noches en las que se limpiaba el estómago para no tener resaca se equivocó y no logró respirar. Él mismo tuvo que hacerse esa traqueotomía.
Su cabeza comenzó a sentirse mareada como si le faltase algo.
Al acostarse, se dio cuenta de que no podía dejar de moverse mientras se comía las uñas y escribió en el diario que le dio Becky.
Boston, necesito vicodin.- Escribió como primera entrada.
Más abajo decidió anotar lo que había sucedido en el día. Los locos de la entrada, los cantos, el desequilibrio emocional que se notaba que cargaban muchos de allí…
Es mi primera noche y ya sé que no soy como ellos. Estas personas se lastiman en gravedad, sé que ahora mismo sólo tengo un brazo bueno, pero...YO NO ME ABRÍ LA GARGANTA, ni mate a nadie. Un mes de alcohol en exceso no lastima a nadie.
Creo que resultará más fácil de lo que creí. A comparación de estas personas tengo una rutina organizada, mis vicios sólo salen a flote los fines de semana y los días libres o motivados por situaciones extraordinarias, ¿no?
-Buenas noches, Ray.
-Buenas noches.
Ray apagó las luces y al instante comenzó a escuchar un sonido en toda la habitación, como una especie de papel de golosina. Subió la luz y se encontró con Clay.
Su boca estaba cubierta de chocolate y se reía como si fuese un niño atrapado haciendo una travesura.
- ¿Qué haces?
-Como chocolate. Soy heroinómana.
- ¿Qué edad tenés? ¿Doce o algo así? - No quiso sonar despectivo, pero siempre cometía el error de ser impulsivo cuando era de noche.
-Diecisiete. -le contestó el chico como si no lo hubiera afectado para nada.
-Genial. - Se instaló un silencio en toda la habitación y decidió dejarlo en paz. -Buenas noches.
Se acomodó en su cama mientras miraba el techo, seguía sintiendo el ruido de la bolsa así que decidió apoyar su propia almohada sobre su cabeza.
Al mismo tiempo, Clay se quedó dormido.
Sin embargo, Ray parecía tener un botón de alerta encendido en el cuerpo.
Se levantó desesperado hacia el baño. El vómito aumentó por su garganta como una especie de veneno.
No tiene idea de cuánto tiempo estuvo repitiendo este proceso: vomitar, lavarse, respirar, calmarse; vomitar, lavarse, respirar, calmarse, vomitar…
Su cuerpo ya no se sentía como propio, tenía frío y sus extremidades se sentían como gelatina. Intentó levantarse y volver a la cama, pero le fue imposible.
Cuando volvió en sí, se dio cuenta que había agarrado la toalla para ponerla debajo de su cabeza y descansar en el suelo.
Su mente insistía en traer recuerdos que no dejaran de aturdirlo.
Él está vestido de traje como si fuese un jurado importante. Su madre, ebria y eufórica, actuando y citando partes de sus obras de teatro favoritas en el salón que tenían dentro de su casa: Hamlet, Romeo y Julieta, El rey Lear, Segismundo, Antígona, Las troyanas...
Todas las imágenes pasaban demasiado rápido y no podía terminar de captarlas. También aparecen fragmentos de sus noches junto a Boston en bares, clubes e incluso de fiestas en hoteles alquilados en el momento, para pasar su noche con extraños. La palabra descontrol les quedaba a ambos, chica. Luego llegó el turno de su hermano.
Él está caminando con sus amigos.
Él dejándolo solo en su cuarto.
Ellos de pequeños observando las obras de su madre y repitiendo sin parar ''Si no hay diversión, la vida ¿Para qué sirve? ''.
Las voces de su pequeño yo del pasado y la de su hermano le retumbaban los oídos. Por más que se los tapara era como si niños estuvieran esosn allí gritando, dentro de él, en sus entrañas.
La puerta se abrió y una luz le quemó la vista, levantó su mano y cuando logró enfocarse pudo ver a un Clay sonriendo amablemente, sabiendo exactamente lo que le ocurría.
Notes:
Muchas gracias por leer.
Como siempre, los comentarios son más que bienvenidos, siempre es lindo saber si les gusta o si tienen ideas de lo que viene..
Un besito.
Chapter 3: Primeras conexiones
Notes:
Hola a todxs, nuevo capítulo de esta historia que me entusiasma mucho.
Espero que lo disfruten :)
Canciones que aparecen:
Gracie Abrams- Block me out
Gracie Abrams- Painkiller
Gracie Abrams- Full machine.
Gracie Abrams- Mess it out.Todavía no sé si armar una lista de lectura, pero mientras tanto les dejo los nombres de las canciones que guían el camino de los personajes.
pd: Por si había sospechas de quien era una de mis cantantes favoritas.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
‘’I'll say whatever you want, but I've become such a liar
I used to follow my gut, but now I'm just gettin' higher
It's been a couple of months since I turned to something violent
I should be happier now, so why do I feel this quiet?’’
Ray bajaba las escaleras hacia el comedor en el que estaban todos.
Necesitaba respirar otro aire que no fuera el de su habitación y la de Clay.
La tormenta de recuerdos o delirios- no sabía definirlos aún- todavía rondaban en su mente.
Sus manos no dejaban de temblar y sacudirse no las despertaba del shock que estaban transitando, le parecía ridícula la manera en la que el frío no dejaba de calar sus huesos.
La férula que llevaba en su brazo izquierdo todavía le molestaba, con un poco de suerte se lo sacarían en dos semanas. El doctor dijo algo sobre un daño leve, pero necesitaban que el brazo se mantuviera quieto, y eso para alguien como Ray, era imposible.
Así que, el cabestrillo era la mejor opción para él.
De todas maneras, no es como si le hubieran preguntado algo a alguien que todavía parecía ebrio.
Mientras tanto, debía encontrar la manera de calentar su mano como le fuera posible, sino creía que su brazo se congelaría para siempre.
Sabía que no estaba científicamente comprobado, pero siempre había un primer caso para todo ¿No?.
Si hubiera estado de mejor humor le hubiera causado gracia las vueltas del destino y cómo su padre tuvo razón desde el primer instante cuando le dijo que lo mantuviera simple.
Su relación había sido complicada y si bien había querido hacer buena letra por bastante tiempo, desde lo de Marga, su espíritu volvió a tomar los mismos comportamientos de cuando era adolescente.
Fue gradual, primero el accidente de Magda mientras él no estaba en casa, después todo el tiempo que estuvo internada y por último el golpe final, su pérdida.
Fue intuitivo para él volver a comportarse como un idiota, su padre diría a y el b. Entonces ahora mismo debía lidiar con las camperas diminutas de diseñadores de alta gama para llevarle la contra olvidándose de considerar que ninguna de ellas se adaptaría a su brazo izquierdo.
En consecuencia de su estupidez debía seguir usando sus camperas diminutas enlazadas, dejando la mitad de su cuerpo descubierto.
Había olvidado el frío que la recuperación traía.
Había olvidado el golpe de realidad.
Había olvidado los temblores.
Y es que no había tenido tiempo de pensar.
Salió del hospital y tuvo que armar su maleta en instantes, como si su padre todavía tuviera miedo de que cambiara de opinión.
Al pasar por la cartelera general en el que se encontraba el cronograma de la semana, se dio cuenta de que tendría que ir a la primera sesión grupal.
Luego, tendrían una tarde de pintura para relajarse.
Sonaba simple, pero por lo poco que llevaba allí sabía que de alguna manera terminaría siendo un día intenso.
-No viniste a desayunar. -le dijo Faith.
-No me sentía bien.
-Toma. Guardé esto para que no te quedaras con el estómago vacío. -era un muffin y un jugo de naranja- Sé que la primera semana es dura.
Ray no sabía si debía agarrarlos, temía que tuvieran algo y sea alguna broma de mal gusto.
Tampoco le pareció educado decir que no estaba acostumbrado a desayunar.
-Tranquilo, principito, si querés lo pruebo para que te asegures de que no tiene nada.
Cuando estuvo a punto de morderlo, Ray la detuvo.
-Te creo, te creo. Gracias.
Faith sonrió.
-¿Estás hace mucho acá?- creyó que generar una charla era lo más sensato mientras se sentaban en unos sillones.
-Llegué unos días antes que Sand. -mientras hablaban lo observaban.- No tuve una entrada triunfal, pero dejaremos los detalles para más adelante, así no rompemos el misterio.
Sabía que era demasiado pronto para indagar en la vida de los demás, sin embargo el misterio no duraría mucho, las terapias requerían que cada paciente analice en voz alta su propia vida.
Demasiado doloroso , si le preguntan.
Frente a ellos el chico de ojos marrones, seguía solo. Tenía una guitarra sobre su falda y su agenda sobre una silla cercana. Parecía intentar escribir una canción.
Llevaba una remera de Queen vieja, unos jeans gastados y unas botas all star negras, todo en él, gritaba música.
Nunca habían sido su tipo, pero pensó ¿Quién podría resistirse a alguien que tocara la guitarra, use camperas de cuero y quizás tachas?
¿Cuál habrá sido su primer consumo para escapar?¿Habrá tenido compañía? ¿Qué lo atormentaba?
Una voz rompió su ensoñación.
- ¿Cómo pasaste tu primera noche?
Dejó el jugo y el muffin a medio terminar sobre la mesa para simplemente mostrarle sus manos.
-Supongo que esta imagen puede decir un poco cómo la pase.
-Los primeros días y semanas van a ser así, después ya vas a empezar a sentirte como una persona normal.
-¿Crees que alguno de nosotros pueda volver a ser normal? No estoy seguro de haberlo sido nunca.
-Bueno, a ver, normal es una palabra asquerosa. Digamos que la idea es que cada uno de nosotros pueda ser…
Ray levantó una ceja esperando una respuesta.
Se dio cuenta que ninguno podía llegar a una palabra.
-Ok, ¿Qué te parece si lo descubrimos en el camino? Llevo unas semanas y todavía no sé nada.
Se rieron y miraron a su alrededor.
Se preguntó cómo era la vida de la gente que vivía allí, si tenían familia, hijos, hermanos, novios, novias. Pensó si habían lastimado a mucha gente, si los habían decepcionado, si tenían un dolor en el pecho…
Se preguntó si también sentían que el dolor que tenían duraría para siempre.
‘’In my head, I make a mess of it
I'm gettin' tired of feelin' delicate
I look around to find it desolate
I used to try, but nothing's helpin' it’’
Antes de entrar a la sesión grupal, Ray pasó por el kiosco de la sala para comprar cigarrillos. Se dio cuenta demasiado tarde de que no fue el único que tuvo esa gran idea.
-No podes quedarte sin cigarrillos en un lugar lleno de adictos, los necesitan como al aire.- se cruzó de brazos como pudo mientras discutía con la dueña.
- Supongo que eso lo explica todo, lindo. ¿Qué te parece algo dulce?
Quiso pelear, pero los reclamos detrás de él comenzaron a hacerse más grandes.
Así que, tal y como le había recomendado Clay, tuvo que reemplazar su adicción y su necesidad de hacer algo con las manos, con chupetines y caramelos.
Recordó cómo se había burlado de su compañero al comer chocolate y pensó cómo una vez más la vida le daba una cachetada por idiota.
Al sentarse pudo ver a su grupo de mesa juntos en terapia.
Al parecer la mecánica funcionaba de esa manera.
Los acomodan en grupos reducidos en sus terapias para que sus vínculos sean constantes y no deban conectar con todos los del centro, sino con sus compañeros de habitación. Faith compartía cuarto con Meghan, Vicent con Greg, Clay con Ray y Sand con Dom.
-Bien, voy a explicar las reglas para Ray y luego comenzaremos esto. Soy Olivia la encargada de estos encuentros, aquí se desarrollarán las terapias grupales en las que intentarán decir las cosas que sienten, analizaremos patrones que repiten, intentaremos encontrar detonantes, desahogarse y lo que surja. Para ayudarlos a hablar, a veces, instalamos preguntas simples para desarrollar. Cada uno de ustedes, el que quiera, levanta la mano y habla, algunas veces muchos van a querer empezar y otras veces nadie va a querer hacerlo. Todos tienen la oportunidad de no hablar, pero creo que será más fructífero para ustedes poder compartir sus experiencias. Piensen que todos pueden hablar y debemos respetar cada opinión y postura. Los debates son buenos. Recuerden que siempre intentamos comenzar a hablar desde nuestros sentimientos. ¿Quedó claro, Ray?
El chico rico asistió.
-Bien ¿Qué les parece si instalamos una pregunta para que cada uno de ustedes piense una respuesta?
¿Cuándo fue el momento en el que se dieron cuenta que su problema era más grande de lo que pensaron?
Vio como todos comenzaron a mirar hacia la nada, repasando sus vidas lentamente.
A su lado estaban Faith y Meghan, justo en frente, Sand. El chico miró hacia un costado cuando vio que lo miraba a los ojos, como si el chocarse con él le recordara lo que debían hacer.
Ray no tenía ganas de pensar qué lo había llevado hasta allí, sólo quería irse. Además estaba demasiado ocupado intentando detener el frío. Subió sus piernas sobre la silla y decidió esperar a que alguno de sus compañeros hablara.
Meghan levantó la mano, siendo la primera valiente.
-Creo que fue cuando vi que Andrew se había llevado a las niñas. Yo… la noche anterior me había excedido… Llevaba unos días limpia y un amigo me invitó a una fiesta, una cosa llevó a la otra y la cocaína volvió a mi, en un abrir y cerrar de ojos. No recuerdo qué hice. Cuando volví a casa, vi que el televisor por el que había trabajado tanto estaba tirado en el piso, vi un poco de sangre y descubrí que no era sólo la mía.
Todos estaban en silencio, escuchando lo que decía Meghan, no se parecía en nada a la persona que vivía con ellos. Ella era cuidadosa, siempre atenta a que todos estuvieran bien.
-Cuando conseguí localizar a mi familia, ellos…Mis hijas me miraron con miedo- su voz era un reflejo claro de la angustia que sentía.- Le rogué a mi esposo que regrese a casa, pero no era la primera vez que lo hacía y Amy apareció con un pie vendado. Andrew me dijo que ella intentó agarrarme cuando comencé a sacudir el televisor porque no funcionaba y me caí sobre su pie, haciendo que tuviera un esguince. Les prometí cambiar y … -se dio cuenta que estaba diciendo demasiado y todos debían hablar- Esa fue mi epifanía, cuando no sólo tuve que ver a mis hijas y a mi esposo mirarme con dolor, sino cuando volví a casa, sola, en ese desastre que yo misma había creado.
- ¿Cómo te hizo sentir?
- Abandonada.
-¿Nunca te habías sentido así?
-Cuando tenía doce años.
-¿Qué pasó?
-Mi padre… Él había tenido un accidente. Él era alcohólico y murió en un accidente, salió a comprar más alcohol y se confundió de carril, un camión…- quiso terminar su relato, pero sentía que se le revolvía el estómago.
-Muchas gracias por compartir, Meghan.
Muchos repitieron en voz alta junto a Olivia el agradecimiento.
Le pareció patético y doloroso a la vez.
- ¿Alguien más quiere decir algo?
Giró su vista y vio como Dominic luchaba por decir algo.
-Creo que… es triste.
Se notaba que las palabras de Meghan lo habían afectado y ya se encontraba moqueando en un pañuelo.
Vio como Vicent y Greg ponían los ojos en blanco, como si estuvieran hartos de presenciar siempre la misma escena.
-Recuerda comenzar diciendo cómo te sientes. Puedes empezar con un ‘’yo me siento’’...
- Yo… siento… Me siento… - Faith le dio la mano en señal de apoyo y Dominic simplemente lloró más fuerte.
-¿Qué te parece si la próxima sesión continuamos con esto y buscas las palabras para definir exactamente qué te removió? Es un buen inicio, no te desanimes. Tranquilo.
-Gracias, Olivia.
-¿Alguien más quiere hablar? - recorrió la sala mirando a cada uno y se detuvo en Sand. El chico de ojos marrones simplemente la miró negando con la cabeza.
-La estrellita no habla hace semanas. ¿Sólo sabes cantar música basura?- soltó Vicent de repente.
-No me interesa lo que pienses de mí, idiota. Metete en tus cosas.
-AsÍ que, al final si hablabas.
-Imbécil.
-Recuerden no agredirse, venimos a contar cómo nos sentimos y a ser compasivos con los demás. ¿De acuerdo? Terminemos por hoy con una oración. Agarrense de las manos y repitan conmigo.
Ray quiso resistirse, pero necesitaba salir de allí lo antes posible.
- Universo, brindanos la serenidad para aceptar aquellas cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar aquellas cosas que sí puedo y la sabiduría para afrontar la diferencia. Vale la pena, si nos esforzamos. Todo es posible. Juntos.
Necesitaba fumar urgentemente.
‘’Hold me Slowly
you don't even know me
home now
lights out
pictures just destroy me’’
Las clases de pintura tenían un ambiente extraño.
Debían estar enfrentados formando dos filas: por un lado Meghan junto a Ray, a su lado Sand y Faith. En la fila contraria, Dom junto a Clay, Greg y Vicent.
Sabía que de ahora en adelante, compartirían todas las actividades juntos, pero de alguna manera lo que dejaba a Sand más tranquilo era no estar rodeado de idiotas, por lo menos hasta que demostraran lo contrario.
Obviando al imbécil de Vicent.
El ejercicio requería que dibujaran lo que quisieran y suponía que al terminar cada uno debía dar el por qué de su elección.
Sand se encontraba mirando su lienzo hace varios minutos, no tenía idea de lo que quería pintar. No sólo que no estaba dentro de las cosas que sabía hacer, sino por el hecho de que Ray, claramente sabía lo que estaba haciendo, y eso lo estaba intimidando un poco.
Al comienzo el chico manejó la esponja con diversos colores, azul, violeta, rosa, amarillo… Terminó haciendo una galaxia de colores explosiva y Sand simplemente no podía dejar de mirarlo, el chico tenía talento.
No sabía a qué se dedicaba, pero sin duda, la imaginación estaba allí.
Cuando miró la suya vio un intento fallido de hacer algo certero.
No había hecho mucho y ya lo odiaba.
Quiso hacer algo simple, una puerta parecía algo fácil, decidió que era demasiado vaga, así que intentó agregar un poco de luz, pero en vez de iluminar parecía una imagen de alguien torturado. Al alejarse vio que era muy similar a la puerta de su hogar y no pudo evitar añadir cartas y notas tiradas.
Las mismas que lo venían persiguiendo todo este tiempo.
-Un arte bastante particular y un artista misterioso. Me gusta.
Así que el chico nuevo finalmente le habló.
Miró su pintura y vio que Ray le había agregado un gatito naranja volando, con un casco de astronauta.
Al verlo se rió y le dijo completamente divertido por la imagen.
-Un gatito pintando otro gatito. Me gusta.
Ambos rieron y olvidaron por un momento el lugar en el que estaban.
Los demás también estaban terminando sus cuadros.
Meghan pintó un clásico florero sobre una mesa y unas cortinas blancas siendo levantadas por el viento. Sin embargo no estaban centradas, más bien, parecían un recuerdo de alguien que se encontraba acostado, ya que cerca había una mesa llena de cosas, desde botellas hasta cosas que no se podían distinguir. No era buena pintando, pero todos podían entender qué había allí.
Por otro lado, Faith pintó trece girasoles que ocupaban todo el cuadro, todos en diferentes tamaños, casi todos miraban el cielo y uno de ellos se encontraba marchito.
Les ordenaron que se alejaran de sus cuadros y les pidieron que intercambiaran lugares entre sí.
La tarea requería que cada uno de ellos bautizara la obra del otro y comentara sobre ella, mientras que, el artista original podría compartir qué pensó a la hora de comenzarlo.
La fila de enfrente debía hacer lo mismo entre ellos, aunque para ese entonces los primeros ya se encontraban demasiado cansados para escuchar.
Faith había bautizado la obra de Ray como ‘El gatito extranjero’. Dijo que parecía como si el gatito no perteneciera a ese lugar y sin embargo no tuviera otro lugar a donde ir, además su única protección ante ese mundo era su casco.
Al principio el plan se sintió divertido, pero terminó siendo un ataque personal para todos o por lo menos, para aquellos que se habían tomado su trabajo en serio. Ya sea porque no tenían otra cosa para hacer o porque les interesaba la actividad.
Sand por su parte, había bautizado la obra de Meghan como ‘Otro gran día’ su sarcasmo se notaba en el título, extrañamente había acotado algunas breves palabras.
-Parece un recuerdo, como una rutina de alguien atrapado en ese instante.
El músico no quiso ser tan profundo, pero no pudo evitarlo, incluso se dio cuenta de que ese aspecto podría ser aplicado a todas las obras.
Ray decidió tomar el lienzo de Sand y lo designó ‘El correo maldito’ dijo que era como si la persona que recibía esas cartas no estuviera en casa o simplemente leerlas lo torturaba.
Creyó que estaba siendo creativo con la historia, pero cuando Sand lo miró, enseguida se arrepintió de abrir la boca.
Le gustaba más cuando sonreía. El chico de ojos marrones no quiso hacer ningún comentario y continuó Meghan.
‘La soledad en compañía’ les pareció poética su lectura y todos pudieron ver cómo algo dentro de Faith se rompió. A diferencia de Sand, ella sí quiso hablar.
-Son treces…- miró a todos como si acabara de descubrir el por qué del número.. Las flores… mi familia, más bien… Hubo un ataque, íbamos a una excursión con dos maestras más y diez niños…
El silencio los atravesó a todos.
Faith era amable con todos y hasta podían decir que divertida, no se negaba a hablar de sus adicciones, pero nunca habló de cómo comenzó todo.
-Yo…- (fui la sobreviviente) todos sabían que lo quería decir, pero no podía.- Ellos se fueron y yo me quedé acá, estancada. -hablaba sonriendoles a todos como si todavía se resistiera a admitir que le dolía más de lo que parecía.
Meghan se levantó y la abrazó, Sand le pasó la mano detrás de su espalda dándole consuelo, mientras que Greg se levantó para darle un pañuelo. Ray por su parte, le tomó la mano.
Del otro lado, las otras parejas se quedaron estáticas en sus asientos sin saber muy bien qué hacer, Vicent estaba muy incómodo y Clay permaneció en su asiento abrazando sus piernas con Dom tomando su mano.
Olivia decidió que debían tomarse un descanso mientras le aclaraban que luego de este encuentro Faith debía ir con la Dra. Andersen.
Las clases de pintura terminaron poco tiempo después.
Sand fue el encargado de llevar el control de la limpieza, todavía seguía siendo relativamente nuevo, pero el sistema que tenía el centro era simple. Decidió buscar a Ray para explicarle las reglas.
-Pakorn. Tu cama no está hecha y tu cuarto es un desastre. Sólo por ser nuevo te voy a multar con 5 dólares y tendrás una F en la inspección diaria. Tenés que trabajar como todos.
Ray lo miraba como si no se pudiera concentrar en lo que le decía, pero se recuperó luego de que Sand le pasara las manos por delante, como si quisiera quitarle una especie de hechizo.
Sus brazos seguían abrazando su cuerpo, luchando contra los síntomas de abstinencia.
-¿Te sentís bien?-dijo con compasión el músico.
Ray asintió pensando a dónde escapar.
-Paga o trabaja.- dijo Sand, cansado, ya tenía muchas cosas con las que lidiar así que estiró el frasco en el que debían poner las multas.
-¿Sabes qué? Te doy 35 para toda la semana. No pienso mover un dedo.- Ray no quiso hablarle mal, pero la sesión lo había dejado de malhumor.
Dominic, que se encontraba trapeando, se dio vuelta para mirarlo con las cejas levantadas.
Su mirada gritaba imbécil en varios idiomas.
Probablemente la de todos.
No es como si antes no hubiera recibido una de esas, no le importaba.
No quería hacer enemigos ahí adentro, pero las emociones de todos estaban siendo demasiado para él.
Suficiente tenía con las propias.
Entonces Ray recordó el lago.
En el transcurso se tropezó tres veces, se manchó la musculosa blanca e insultó silenciosamente a su padre por meterlo en un lugar como ese.
Para colmo no dejaba de temblar.
Estaba desesperado, sabía que no hacía precisamente calor, pero el río parecía un lugar tranquilo. Así que, sin pensar mucho, se quitó la ropa quedando simplemente en ropa interior, revoleó el cabestrillo y se lanzó.
El agua no era profunda y estaba tibia. Su cuerpo se sintió más ligero, el sol le daba de lleno en la cara y temía que el sol le quemara la piel, pero ya era demasiado tarde para pensar en las consecuencias.
Luego de nadar un largo rato sacudió la cabeza como un perro y vio una larga figura en la orilla.
''I'm a rollercoaster
You’re a dead-end street
But won't you stay for a while?’’
El músico salió a fumar luego del estúpido altercado con Ray.
No es como si no hubiera visto a otros hacer lo mismo, pero sabía que dentro de esas paredes cualquier cosa podría ser motivo de pelea mortal.
Sand no hablaba con todos, de hecho eran pocos los que conocían su voz, durante todo ese tiempo estuvo observando las dinámicas de los grupos, viendo en quien podía confiar.
Temía que alguien lo reconociera y le hiciera la vida imposible o peor, temía estar ante algún informante.
No era paranoico, pero el último tiempo de su vida le había enseñado a serlo.
El hecho de que justo el imbécil de Vicent lo reconociera no cambió mucho, los demás se dieron cuenta de quién era luego de que el chico de ojos azules lo expusiera en una clase tratándolo de estrellita, pero los demás lo callaron.
Le consoló que de alguna forma a nadie le importe.
Dom, su compañero de cuarto, los había presentado a todos. En ese entonces, Meghan había dicho que Faith también era nueva en el grupo.
Se dio cuenta que la chica de los tatuajes lo conocía, pero no dijo nada.
Lo apreció mucho.
Y desde entonces sólo estaba tratando de acomodarse, hablaba poco e intervenía de vez en cuanto, todavía con pánico a abrirse y que cualquier cosa que dijera saliera en los medios.
Su horario de sueño seguía irregular, pero se sentía mejor que cuando estaba en su casa.
En el centro, le habían instaurado una rutina como a todos. Allí, lo más importante era respetar las reglas de autocuidado. No había excusas, todos debían comer, caminar, trabajar, tomar aire libre, charlar, volver a comer e ir a terapia.
Le parecía extraño todavía vivir de día, se había malacostumbrado a andar de noche y aunque a veces deambulaba por los pasillos con su agenda y se quedaba dormido en algún sillón de la sala, su vida era más sencilla.
Al principio, cuando empezó a desintoxicarse, comenzó a dormir más, ya no pasaba días despierto y sin comida.
Se dio cuenta de que su cuerpo estaba exhausto. Sin la presión de la gira, de los eventos y de ser amenazado, el sueño comenzó a aparecer de a poco.
La comida también ayudó bastante, se dio cuenta de que, a menudo, olvidaba hacerlo.
Los vómitos y las pesadillas eran insoportables, pero fueron desapareciendo, por lo menos los primeros.
Habían pasado apenas unas dos semanas y su vida había dado un vuelco necesario.
Todavía no se había comunicado con su madre, ni con sus compañeros de banda. Estaban a una llamada de distancia, pero todavía seguía sin saber con qué tono encararlos.
Le daba vergüenza lo poco que había soportado la presión.
El líder de la banda había desaparecido y ni siquiera podía explicarles a sus compañeros.
Sabía que probablemente Nick se estuviera haciendo cargo de todo, informando a su familia y a sus compañeros. Le hubiera gustado que fuera de otra forma, pero no tenía más opción, mientras más tiempo pasara, más oportunidades tenía de cambiar de opinión y Nick no quería eso.
Su plan había sido fingir.
Pretender que le importaba lo que hacían ahí adentro.
Pretender que quería cambiar.
Pretender no estar enfermo.
Pero las cosas se habían desviado demasiado para su gusto.
A medida que comenzó la desintoxicación se sintió horrible, enfermo hasta la médula, no tenía control de su cuerpo, sudaba, temblaba y vomitaba sin parar. Incluso Becky tuvo que darle de comer los primeros días.
Hasta que un día comenzó a sentirse mejor.
Fue inevitable preguntarse si era él mismo el que se complicaba la vida.
Sabía que no.
Se lo habían explicado.
Sabía lo complicado de las adicciones, lo veía en sus compañeros de manera tan clara que, cuando vio que los patrones de sus comportamientos eran similares a los suyos, simplemente se sintió como una cachetada a lo que creía.
Así que comenzó a anotar.
Anotar sus sueños, sus recuerdos, todo.
Anotaba frases aleatorias sin parar, conceptos, ideas para canciones.
Fue como si se hubiera desbloqueado algo dentro de él que necesitaba crear.
Sabía que estaba dando pasos muy pequeños y muy lentos, pero su analista le dijo que tuviera paciencia, que el diálogo en las charlas grupales ya comenzaría a fluir, nadie lo juzgaría.
Por momentos sus pesadillas incluían a personas dentro del centro sentadas en programas despotricando contra él, contando su historia, hablando de él, de su banda, de su madre.
Todavía las tenía, sus músculos se tensaban y los calambres lo hacían despertar mordiéndose los labios. Sólo había pasado una semana y su cerebro simplemente se las ingeniaba para traer nuevos escenarios y aunque dormía muchísimo más, se sentían diferentes a las parálisis de sueño que sufría continuamente cuando estaba fuera de allí.
Dio otra pitada a su cigarro cuando notó una figura en el río.
Se desesperó al pensar que alguien se estaba ahogando o peor estuviera intentando terminar con su vida, pero cuando comenzó a andar vio que era Ray.
Nadando.
Estaba loco.
Se dio vuelta para volver a su lugar cuando escuchó.
-¿Vas a dejar que me ahogue?
-No te ves como alguien que se está ahogando.
-¿Y cómo me veo?
- Como un idiota.
-Creí que antes dijiste que era un lindo gatito.
-No dije que eras lindo.
-¿No lo soy?
-¿Qué querés, Ray?- dijo cansado, no olvidando cómo le había hablado.
- Tengo frío.- le dijo mientras sus labios tiritaban.
-¿Y eso me importa… por qué?
- ¿Querés que me enferme?
-¿Quién te obligó a meterte? Además, ¿No tenías un cabestrillo?
-Oh, te preocupas por mí.- le dijo mientras le hacía ojitos.
Sand puso los ojos en blanco, pero no se fue.
-Idiota.
Ray salió a la superficie y no pudo evitar inspeccionar su cuerpo. Era pequeño, tenía algunas heridas no tan profundas a causa del accidente que había tenido (según escuchó), junto a ellas un par de moretones.
Inevitablemente, su visión se detuvo en su cadera.
Un tatuaje.
-¿Te gusta lo que ves?
-¿Es todo lo que tenés?
-¿Te gustaría ver más?
Sand rodó los ojos, no tenía la paciencia para lidiar con este chico mimado, así que se sacó la campera que tenía y se la tiró encima.
-Vestite o morite de frío, me da igual.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar mientras sacaba otro cigarrillo.
-Espera, Sand. Por favor.
Ray gritó cuando se pinchó el pie con una piedra y cayó.
Sand se dio vuelta por instinto y lo vio en el suelo maldiciendo.
Siguió caminando hasta la entrada donde estaba el carrito de toallas, tomó una y volvió a salir.
-Deberías tener más cuidado, gatito. Quizás el destino te castigue por hablarle mal a la gente- Le dijo mientras le revoleaba un toallón para secarse.
Vio como Ray lo miró enojado y haciendo puchero.
Era lindo, demasiado mimado para su gusto.
Sus ojos se fueron hacia su boca y supuso que quería un cigarrillo.
-¿Cuánto por un cigarrillo? Sólo di un número.
-¿Qué tal diez minutos sin decir estupideces?- le dijo mientras estiraba su mano y lo miraba con sarcasmo.
Ray abrazó la toalla y abrió la boca para que Sand le pusiera el tabaco en la boca.
Sacudió la cabeza pensando en lo desvergonzado que era, pero sin embargo lo hizo.
-Pedís cosas imposibles.
Un silencio los abrazó y sólo había humor.
Ray se secó y se puso la campera como pudo y contempló el río. Ignoró completamente su ropa para usar la de Sand.
Su brazo le molestaba.
-¿Cómo llegaste acá? No hablaste en la terapia grupal.
-Supongo que de la misma manera que vos. - Sand levantó el cabestrillo, lo sacudió y estiró su mano para ayudar a Ray a ponérselo.
-¿Crees que esto funciona?
-¿Lo de la rehabilitación o lo del brazo?
Ray levantó los hombros como si estuviera tímido de repente, como si esta vez quisiera hablar de verdad.
-No lo sé, todavía estoy tratando de descubrirlo.
-¿Qué tengo que hacer para conseguir algo?
-¿Conseguir qué?
-Ya sabes. Lo que sea. ¿Es posible? .
-Supongo que sí. Sólo pasó una noche y ya estás pensando en abandonar?- vio que Ray estaba mirando hacia abajo, sus manos temblaban.
Le recordó a sus primeros días, apenas podía sujetar sus cosas y la letra de su cuaderno era una prueba clara.
Decidió mostrarle las suyas, él también seguía temblando.
-Supongo que bienvenido.- el chico más pequeño se quedó observando sus manos.- Si tu consejero se entera, te echarán.- volviendo a la pregunta del inicio.
-No planeo que se entere. Necesito aliviarme.
-Ya lo sabe.
Ambos se dieron vuelta sorprendidos mientras daban un paso atrás para alejarse del otro, se encontraron con un hombre que Ray no conocía.
Sand cerró los ojos mientras suspiró y jugó con la tierra en sus pies.
-Will.- dijo el chico de ojos marrones mientras devolvía su mirada al más bajito.
-Soy tu tutor.- dijo el desconocido.- Vamos. A mi oficina.
Ray lo siguió sin molestarse en cambiarse dejando su ropa a un costado del lago.
Le dio el cigarrillo a Sand y se despidió con una mirada.
‘''Typical, pretty sure I could grow up
Probably chemical
I took up walking to turn it all off
Doesn't feel bearable
Guess I thought when I left it would all stop’’
La oficina del consejero se veía típica, una biblioteca, un escritorio y unos sillones individuales. Los colores eran aburridos y se notaba que no habían contratado un diseñador.
Creyó que Chris, su compañero de diseño, estaría encantado de remodelar este lugar.
-Se supone que venís a recuperarte, Ray.- sonaba tan crudo, sin tratarlo mal que no sabía si hubiera preferido que le griten.
- Supongo que mi proceso es diferente. Lento.
-No es la primera vez que haces esto… Ir a rehabilitación.
Tenía una carpeta en sus manos, estaba leyendo su historial en su cara sin ningún decoro.
-No, no lo es. Pero yo no soy como ellos, yo puedo controlarme
-Así que, supongo que no sos igual de original que todos al usar sustancias y alcohol para escapar.
Ray no contestó. No sabía qué era mejor, si contestar, pelear o reaccionar. Sabía que estaba en ese lugar por voluntad propia hacer un escándalo, sería una estupidez.
- Lo que te dijo tu compañero es real, si te encuentran usando drogas o lo que sea, te echarán.
-Es justo ¿Terminamos?
-¿Cómo sé que no estás usando nada?
-¿Siempre sos tan encantador?
-¿Siempre usas el humor para desviar lo que haces mal?
- ¿Siempre te convertís en psicólogo para desaminar a los reclutas nuevos?
- Llevate esto. - le tiró unos libros y fotocopias a los brazos.- Literatura sobre tu caso. Diarios, ensayos, cartas.
-¿Se supone que debo leerlas?
-¿Tenés algo mejor que hacer con tu tiempo?
Ray rodó los ojos.
-Antes de que te vayas, hoy no va a ser el único día malo que tengas acá. Tenes que ser fuerte.
-¿Debo repetirme eso como mantra?
Cerró la puerta.
Dios, era tan difícil cerrar la boca.
Se dirigió hasta el ascensor para ir hasta su cuarto, pero al abrirse las puertas encontró a Vicent con una paciente desnuda.
-Sigan, sigan. Yo no vi nada.
Se dio media vuelta y decidió usar las escaleras.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos, déjenme saber si les gusta, quienes les caen bien, a quienes odian, qué creen que va a pasar y sus momentos favoritos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.♡Un besito. ♡
Chapter 4: Hasta que puedas quererte solo
Summary:
Ray y Sand tienen una visita.
El primero toma una decisión importante, el segundo se deja consolar.
Notes:
Holaaa, tenemos nuevo capítulo.
Estuve muy estancada con esta parte, sentía que no pasaba nada, pero luego de algunas modificaciones lo sentí un poco mejor.
Es una historia lenta, pero cada encuentro va a ser intenso. Quiero que quede claro qué pasa por la mente de cada uno. Espero que les guste.
Por otro lado, los temas que aparecen en los inicios de cada parte:
Best, Gracie Abrams
Fault Line, Gracie Abrams
Packing Up, Gracie Abrams
Right now, Gracie Abrams
Hard to sleep, Gracie AbramsPor último, a lo largo de la historia Sand va a escribir canciones que pertenecen a la autoría de la banda The maine. En este caso: Time.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
‘’Used to lie to your face
Twenty times in a day
It was my little strange addiction
But you still tried to stay
While I'd self-isolate
And I knew, but I stayed hidden
I never was the best to you
I never was the best to you, I never was’’
Sand se había levantado con una sensación de ahogo en el pecho más fuerte de lo común.
La primera semana todo había avanzado de manera lenta. Se había rehusado a hablar con sus compañeros de manera profunda y evitó con todas sus fuerzas evitar crear lazos. No fue nada fácil ya que existían personas tan dulces como Meghan, tan curiosas como Dom y tan graciosas como Faith, pero se resistió.
Las sesiones de terapia seguían tomando demasiado de él.
Olivia seguía mirándolo con esperanza. Una que intentaba creer en que dijera algo más que NADA, pero no estaba listo. Necesitaba más tiempo.
Cuando entró a ese lugar, se convenció de que mientras más tiempo pasara desapercibido mejor lo lograría, pero no tuvo la misma suerte con su terapeuta personal. Amanda seguía haciendo preguntas demasiado personales, demasiado dolorosas.
Cada revelación, le dolía.
Hoy era día de visitas y cuando habló con Nick los días anteriores, le avisó que iría April.
Todavía no habían hablado de manera seria con respecto a cómo lo encontró y todo lo que pasó en la clínica.
Pensó que su amigo había elegido ignorar la situación para no molestarlo y de alguna manera lo agradece, pero se sentía extraño tener una conversación pendiente con Nick. Ellos no eran así.
No sabía cómo encarar la situación.
Y con April todo se potenciaba, era su amiga de la infancia, le daba vergüenza estar cerca de ella, que lo viera en ese lugar, rodeado de gente desconocida, con adictos que tenían un problema más grave que el suyo.
En esos días pensó que él era lo que ellos habían designado en algunos casos un ‘’alcohólico funcional’’.
Pese a que ese descubrimiento podría consolarlo, sólo lo hizo sentir un idiota, porque la vida no había sido tan injusta con él. Tenía una carrera, objetivos que cumplir, sueños que pudo tachar de su lista, una madre que lo amaba y amigos que eran sus hermanos. Se sintió débil por trastabillar su vida por cartas que a la larga, provenían de alguien que no conocía.
Todavía no sabía qué pensaban todos ellos. No quería pensarlo.
Dom se había ido antes de su habitación, dijo que estaba inquieto por la visita de su hermano menor.
Se había arreglado y le había consultado diferentes outfits para sorprenderlo.
Sand había elegido todo con la seriedad que Dom se lo pedía, pero tenía que pretender que no lo estaba tomando en serio. Cada gramo de espontaneidad se sentía incorrecto, pero lo estaba agotando.
Incluso con la presencia del nuevo chico.
Ray desde el primer momento lo descolocó de tal manera, que toda la fachada de permanecer en silencio le pareció imposible. Era descarado, insistente y coqueto.
Exactamente su tipo y aunque hasta ahora, había salido bien, el chico rico se veía como alguien demasiado inestable para su gusto, demasiado peligroso.
Miró el reloj y ya debía levantarse para encontrarse con April.
Observó las últimas frases sueltas que había escrito en su agenda:
Well we're trapped in this human body
Yes i'm trapped
I've got no place else to go
And I can't even help my brothers
Cause there's still so much that I don't know
I just need some time
To figure out
Cerró la agenda y la guardó debajo de su almohada, esperaba pronto poder terminar de componer alguna de todas las cosas que escribía sin parar y terminaban en ninguna parte.
El centro insistía en que las visitas debían ser al aire libre.
Siempre con gente observando a lo lejos, Sand creía que no les importaba revisarlos, ni inspeccionarlos constantemente para descubrir sustancias ni cualquier tipo de droga, porque lo sabían.
Ellos los conocían, no por nada se decía que eran los mejores.
Además cada persona que estaba allí era demasiado voluble, las terapias y las continuas charlas delataban la mínima recaída.
Sabía de casos en los que dejaban volver a pacientes, pero siempre y cuando demostraran estar listos para volver a empezar.
Muy pocos valientes volvían a intentarlo, al tener el primer traspié todos se consideraban casos perdidos.
O eso había dicho Meghan.
Sus manos no dejaban de sudar y sentía cómo su corazón retumbaba en sus oídos, habían pasado cinco minutos desde que se sentó en el jardín a esperar a April y no aparecía. Quizá su mente había dicho la verdad cuando pensó que ella lo odiaría con respecto a todo lo que le pasó. Quizá se había dado cuenta que no era un buen líder, una buena persona, un buen amigo, quizá…
-Hola.
April.
Se levantó de un salto.
Cuando la miró se dio cuenta de que llevaba el cabello recogido, los colores de su cabello se veían desgastados y su mirada dura apenas dejaba ver a Sand que había llorado. Mucho.
Si no la hubiera conocido tanto, no lo sabría. April le escapaba a todo sentimentalismo.
Se preguntó si había sido su culpa.
-Creí que no vendrías..
-Deberías dejar de suponer cosas ¿No te parece, Sand?- dejó su bolso a un costado del banco para sentarse. Sin embargo, el músico la sintió a kilómetros.
-Lo lamento, Pri.
-¿Qué parte lamentas?
-Todo.
April miró hacia adelante intentando respirar, soltó un suspiro y preguntó.
-¿Cómo estás? ¿Te tratan bien?
Se sentó.
-Sé que me veo como la mierda, pero de alguna manera, estoy mejor.
Cuando se dio vuelta para dejar de mirar el jardín y mirarlo a él pudo ver que ella tenía los ojos llenos de lágrimas.
Culpa.
-Yo sabía que estaba pasando algo, debí haberte seguido más, debí haber insistido. Yo… estaba tan enfocada en mi ruptura con Chaeum que no te ví. Lo lamento… Yo debí…
-Nada de lo que pasó es tu culpa, yo… me encerré en mi cabeza y pasaron muchas cosas. Yo… no supe resolverlo.
Se acercó a April e ignoró el espacio que había entre ellos para abrazarla.
Sabía que su amiga se estaba resistiendo a llorar delante de él, como si al hacerlo le quitara fuerzas.
Pensó que en otro momento, hubiera odiado verla llorar por su culpa, pero hoy le dio ternura que lo quisiera cuidar.
-¿Los chicos me odian?
-Nadie te odia, Sandy. Todos odiamos no haberte insistido para que hablaras con nosotros. Querían venir, pero ya sabes, la cantidad de gente que puede entrar es reducida.
Sand quiso preguntar si al salir de este desastre esperarían a que se recupere para seguir con la banda, pero era demasiado egoísta de su parte.
-Estuve pensando… Creo que podrían contratar a alguien para que me reemplace. Yo puedo seguir con la música en solitario, no hace falta que tengan que ser la sombra de lo que me pasó.
-¿De qué hablas? -lo miró como si le hubiera crecido una segunda cabeza.
-No me voy a enojar porque lo consideren. Es justo, lo arruiné y me tengo que hacer cargo. Yo…
-Estas loco si pensas que alguno de nosotros te va a dejar solo. Ni por esto, ni por nada.
-April, no estás pensando bien.
-¿Vos me soltarías la mano? Si fuera yo la que estuviese en rehabilitación ¿Te irías?
-No, ¿Estás loca? Nunca, sólo digo que…
-Sand, no.
-No quiero que se hundan conmigo, April.- soltó más alto de lo que quería.
-Somos un equipo, se cae uno y lo levantamos entre todos. Siempre fue así, no quieras cambiar las reglas ahora, Sand.
Quiso seguir discutiendo, pero se dio cuenta que si él era obstinado, April lo era tres veces más.
Se mordió el labio y sacudió la cabeza para respirar y mirar hacia el lago.
-¿Te hiciste amigos?
Volvió a hablar April tratando de pedir una tregua.
-Esto no es como en la escuela, sabes? - le dijo sonriendo tratando de recuperar un poco de normalidad.
-Apuesto a que te la pasas sentado solo, tenes que ser amable, Sandy.
-Soy el favorito de todos si querés saber.
-Eso es una gran mentira. Estuviste demasiado tiempo sentado en este banco y sólo levantaste el mentón para saludar a los que te llamaron.
-¿Llegaste tarde a propósito?- la miró tratando de que no suene como un reclamo.
-No, sólo tenía miedo…-suspiró y no se permitió ponerse triste.- No quería entrar a las patadas y gritar como la hermana mayor que llevo dentro.
-Naciste cinco meses antes que yo, nada más.
-Cinco meses es una vida, Sandy. - se dio vuelta para mirar la zona de las mesas- ¿Y ese chico que nos está mirando allá?
- No me voy a dar vuelta.
-Es lindo. Parece un gatito.
Ray.
-Podría ser tu tipo…- Sand suspiró- Definitivamente es tu tipo.
-No fraternizar, ni tener sexo entre pacientes. Primera regla que nos aclaran al llegar, Pri.- repitió de memoria.
-Las reglas están para romperlas.
-Mira hasta dónde me trajo eso.
April se tensó.
-Tenés razón. Nos encargamos del chiquito más tarde. Primero lo primero.
Hubo un silencio y ambos respiraron mientras se recostaban en el banco mirando el cielo.
-Nick fue a hacer la denuncia.
¿Que?
-Encontramos las cartas que te enviaba Paul.
Lo iban a arruinar.
Sonrió en un estado frenético puro y mientras vio como los asistentes le avisaron que debía ir cerrando el encuentro. Abrazó a su amiga.
Ella seguía hablando pero no escuchaba nada.
Se sentía como si lo hubieran puesto bajo el agua.
You're a bad holiday, you're the drug that I take
When I want to forget how I'm feelin'
I know you're a fault line, but I'll break too
Crackin' at the same time, does it shock you?
Ray estaba ansioso por las visitas, tanta seriedad lo estaba empezando a asfixiar. Sus manos seguían temblando y sólo hacían que quisiera arrancarse el cabestrillo.
Quiso tirarse al lago otra vez.
Encendió un cigarrillo y recordó que se había quedado la noche leyendo ligeramente los libros que le había dado Will.
Honestamente había estado aburrido, no tenía nada más que hacer y sus manos no lo dejaban hacer otra cosa.
Los títulos que le habían llamado la atención fueron ‘Leaving Las Vegas’ que por lo que pudo leer terminó siendo una película protagonizada por Nicolas Cage. Era una autobiografía del guionista John O’Brien, quien se terminó suicidando pocos meses después de que comenzaran a filmar la película. Le pareció gracioso que le den un libro tan triste.
¿Querían que se deprimiera?
La esposa del protagonista lo había abandonado y éste decide mudarse a las Vegas para suicidarse lentamente. Le pareció demasiado oscuro para ser sólo la contratapa, ni siquiera su premio Oscar lo iba a hacer pasar sus tardes leyéndolo.
Pero entonces, apareció el segundo libro: ‘Hasta que puedas quererte solo’ de Pablo Ramos, un autor argentino. Se sintió completamente atacado por el título, así que lo abrió.
Trataba de un joven en sus treinta años, el cual comenzó su tratamiento en una iglesia, su esposa lo había acompañado. Según contaba en la primera página, había pasado por muchos hospitales y cárceles, y por ahora había tenido la suerte de no pasar por un cementerio.
A Ray le gustaba su humor ácido y tranquilo.
El protagonista había cumplido un año limpio de cocaína desde que entró, pero tuvo varias recaídas.
Después de cumplir un año limpio, primera recaída.
Seis meses limpio, segunda recaída.
Luego una internación letal y desde entonces no lograba juntar más de seis o siete meses sin volver a consumir alcohol.
Contó que sus compañeros siempre lo recibieron con respeto y sintió que la frase que le dijo uno de ellos se grabó en su pecho ‘’No importa lo que pase, vos vení, que acá nosotros te vamos a querer hasta que puedas quererte solo’’.
Sólo fueron unas diez páginas las que había leído y sin embargo habían movilizado su mundo.
Se sintió identificado, se rió y sintió que más allá de todo el dramatismo, estaba contando la dureza que implicaba tener ese problema, esa enfermedad.
Miró sus manos seguían molestando junto con su brazo.
Sabía que tenía un problema e incluso pensarlo como una enfermedad que requería un tratamiento, lo calmó. Pero, ¿era así? ¿La culpa no era simplemente suya?
Sacudió la cabeza para dejar esos pensamientos para más tarde, no quería mostrarse deprimido ante Boston.
A lo lejos vio a Sand sentado con una chica, sonreía como nunca lo había hecho ahí adentro, con ellos.
Era lindo.
-¿A quién tenés que conocer para conseguir una copa acá?
Boston.
Él no controló su fuerza y simplemente saltó sobre él tomándolo en brazos y giraron hasta que ambos cayeron al suelo haciendo un espectáculo.
Vio como Dominic los miró y se llevó a la persona con la que estaba, lejos de ellos, como si fueran una mala influencia.
Sin duda, desencajaban.
En ese momento, se dio cuenta de que Boston aprovechó para meterle medicamentos en el pantalón, tapándolo con el cardigan que llevaba puesto.
-¿Y las celebridades?- le dijo en tono burlón.
-No hay ninguna. ¿Podes creerlo?
Por alguna razón no quiso contarle a Boston de Sand, se sentía incorrecto.
No tenía idea de cuán conocido era el músico, de hecho si no hubiera sido por el comentario de Vicent, no lo hubiera sabido. Le pareció que no era asunto suyo decirlo, no quería arruinar el tratamiento de nadie.
De todos modos, tampoco estaba seguro de que Boston lo conociera, por su parte, él no lo hacía, se la pasaba escuchando música tailandesa de los ’80 de los discos de su madre.
-¿Acaso no saben que es necesaria una rehabilitación para tener buenas historias que contar?
De alguna manera, ese comentario no le pareció gracioso.
No tenía ninguna historia buena para contar.
Desde que cruzó esa puerta, lo único que sentía era que todo se había maximizado para él.
La abstinencia era insoportable, le hacía querer salir de sí mismo, sus manos no dejaban de temblar y se daba cuenta que estaba más irritable que de costumbre.
No se dio cuenta de que Boston lo fue alejando de los demás hasta llegar a la salida.
Había estado tan ensimismado que tampoco notó que Boston apestaba a un perfume demasiado fuerte que pretendía tapar litros y litros de alcohol.
Antes le encantaba, incluso lo hacía reír por el intento de ser como los demás, pero ahora hizo que su estómago se revuelva.
Claramente, no eran como los demás.
-Vamos.
-Yo no puedo salir.
-Por supuesto que podes, Ray.
Estuvo a punto de subir al auto, pero se detuvo y le soltó la mano a Boston.
-Boston, tenemos que volver. Esto no está bien.
-¿Desde cuando pensas tanto? Vamos, demos una vuelta y volvemos.
-No lo hago, es sólo que tengo que terminar este tratamiento y convencer a mi padre de que me curé para volver a trabajar.
Tratamiento.
Cura.
Recordó las primeras veces que escuchó de sí mismo esas palabras cuando era apenas un niño.
No quiso decirle que estaba dudando de todo lo que había charlado consigo mismo hace menos de dos noches.
No quiso decirle que estaba comenzando a creer la idea de que estaba enfermo, sobre todo porque sus manos no lo dejaban en paz.
No quería hablar seriamente.
Boston nunca hablaba de verdad, odiaba el drama y quizás si lograba encontrar un equilibrio entre la rehabilitación y su amistad podrían seguir siendo amigos…
-Los dos sabemos que no lo necesitamos, somos ricos. Además, te podes controlar.
¿Y cómo ocurrió el accidente si me puedo controlar? Esa pregunta apareció como una revelación en su mente, pero la ignoró, su amigo parecía ignorar ese hecho.
-Necesito trabajar, Boston. Las joyas son lo mío. Diseñar… me importa.
-¿Unos días y ya te convertiste en alguien aburrido?- le dijo riendo.
No es como si esperara otra cosa pero esta vez, este intercambio se sintió diferente, como si fuera un momento decisivo.
-Lo lamento.- en realidad no lo lamentaba.
Era la única cosa en la que se sentía bueno de verdad. Diseñar para él era ser responsable, ser amoroso con sus diseños, ambicioso, codicioso. Lo hacía sentir vivo y si quería volver a hacerlo debía ceder un poco.
¿Lo iba a dejar solo?
-Debo irme.
Sintió las pastillas en su bolsillo y se sentó en un banco del parque cerca del lago.
Muchas personas estaban con su familia hablando animados, otros se notaban más melancólicos o en silencio.
Se dio vuelta y miró sus manos temblando demasiado.
Tomó el frasco de pastillas y se metió una en la lengua, pero no la tragó.
Al instante sus dedos la quitaron y la devolvieron a donde pertenecía.
Miró el frasco y pensó en cuántos de esos había tomado el último tiempo desde la muerte de Marga y recordó cómo cuando era joven solía ser su mezcla favorita.
Ella lo hubiera regañado si lo veía con esta mierda en la boca otra vez.
Se levantó y mientras caminaba de espaldas al lago, decidió lanzarlas.
No las quería.
‘’I swear that I wasn't looking for much
But that's just when you happened
That's right when you happened
Got so damn close to packing it up
But that's just when you happened’’
Se dio cuenta de que las visitas ya habían terminado y decidió ir al parque donde se conservaban unas viejas hamacas.
Sacó uno de los chupetines de la bolsa que llevaba consigo como si fuese una cartera y se quedó observando el jardín.
Vio que al costado del edificio central Sand se encontraba caminando nervioso, se estaba arañando los bolsillos como si le picaran las manos. Sus ojos se movían demasiado rápido como si quisiera encontrar la resolución a un problema.
Cuando se acercó el músico no lo miró.
-¿Estás bien?
-No puedo lidiar con vos ahora, Ray.
Ray suspiró, no le gustaba que le hablaran mal, pero creyó que era justo, él le había hecho lo mismo antes.
Recordó otro fragmento del libro de anoche:
‘La ayuda no llega si uno no la pide. Y la única manera de pedir ayuda antes de que algo pase es pedirla todo el tiempo, cada vez, cada día. La otra, más efectiva y sublime, es estar dispuesto a dársela a otro que lleve en el alma la misma condición, el mismo karma’
Creyó que Sand no era de los que pedían ayuda, así que se acercó a él, siempre mirándolo a los ojos y le extendió la mano.
-Dame tu mano.
-Ray…
-Dame tu mano.
No tenía idea de si iba a funcionar, pero Margaret le había enseñado y llegó el momento de ponerlo en práctica. Se deslizaron hacia el piso mientras se acomodaban uno frente al otro.
Puso la mano del artista con la palma hacia abajo y presionó un punto entre su dedo índice y su dedo pulgar. Respiró profundamente, haciendo que Sand repitiera su acción.
Trató de usar el tono más amable que tenía en su ser.
-Necesito que me mires a los ojos y que respires conmigo, si?
Sand asistió.
No tenía idea de cuánto tiempo estuvieron así, simplemente respirando y mirándose. Hasta que escucharon un portazo de la sala que los sacó de la burbuja en la que se habían metido.
Ray soltó sus manos lentamente, no quería, pero sabía que sería raro si permanecían más tiempo entrelazados.
-¿Qué hiciste?
-Acupresión. ¿Te sentís mejor?
-Si…- se recostó sobre la pared - Gracias.
Un gran silencio los rodeó, pero Ray no se sintió incómodo, por lo contrario, si pensaba en lo que había sido hace unas horas. Todo lo que podía sentir, era calma.
Era la primera vez que ayudaba a alguien.
-Deberíamos ir a la sala de conferencias, hoy los tutores comienzan a contar sus historias.- Sand lo dijo suavemente, pero no se levantó.
-Preferiría un show de stand up, no historias deprimentes.
-Supongo que es un castigo necesario… Revolvernos en nuestra miseria.- se levantó y le tendió la mano al más pequeño para ir a la sala.
-Preferiría retorcerme en otra cosa.- le dijo sonriendo coquetamente tratando de volver a su típica dinámica.
Sand sonrió levemente.
Ray sintió que había elegido bien cuando no subió al auto.
Y el más chico no lo sabía, pero mientras caminaba, Sand bajó un nivel todas esas barreras con las que inició.
‘’ I'm so high, but can't look down
Left my past life on the ground
Think I'm more alive somehow
I feel like myself right now
I'm so tired, but can't sit down
What if this is it for now?
Think I'm more alive somehow
I feel like myself right now’’
Ambos se acomodaron en la sala, Dom les había guardado lugar a los dos junto con Faith y Clay.
Ray tenía entendido que estas charlas las daban los tutores para motivarlos, para demostrarles que era un proceso lento y que cada persona que estaba allí tenía una larga lista de pecados con las que lidiar.
Todavía seguía pensando en las manos de Sand.
El ejercicio que habían hecho no debía durar mucho, pero se había encargado de extenderlo lo máximo posible. Sus manos estaban calientes y pese a que los dos estaban temblando, lo único que pudo hacer fue sentir.
Sabía que estos ejercicios tranquilizaba a ambos participantes por las respiraciones en conjunto. Nunca los había hecho con alguien que no fuera Marga y sin embargo se sentía como si la espera hubiera valido la pena.
Ningún pensamiento se había cruzado por su cabeza.
Ninguno.
Y ahora, después de semejante momento, tenía miedo.
Porque le había gustado y quería más.
El chico rico sabía las reglas del centro y de verdad quería hacerlo bien.
Esta vez, de verdad.
No quería arruinar nada.
Debía intentar ser un buen amigo y no sentir demasiado, eso era todo.
Se preguntó si podría hacerlo bien, nunca había sido amigo de nadie más que de Boston y si era honesto, Boston era un idiota que no exigía demasiada atención. Por lo contrario a él, que también era un idiota, pero le gustaba sentirse apreciado, cuidado. Aunque si le preguntaran no estaba seguro de tener alguna persona que lo mimara.
Su línea de pensamiento se vio interrumpida por una persona arriba del escenario que lo miró fijamente.
Era Will.
-Y esa noche me drogaba porque pasaba algo o porque no pasaba nada y era un círculo interminable del que no podía salir. Entonces en algún momento de lucidez venimos a este lugar- hizo una pausa escaneando todo el lugar- y cuando comenzamos a limpiar toda la porquería que nos metimos, nuestra piel grita, ustedes lo saben. Te tiemblan las manos, el estómago te pide salir por la garganta… Y es tan difícil explicarle eso a alguien que no lo sintió aunque sea una vez… ¿Y saben qué cambió para mí? Una noche, algo pasó. Desperté y no tenía idea de donde estaba. Mi camisa estaba manchada de sangre y pensé… ¿Qué sigue?…
Me di cuenta, que esta no era una manera de vivir, sino de morir.
Todos en la sala miraban a Will, algunos tenían un pañuelo que ayudaba a guardar esas lágrimas silenciosas, otros tenían la mirada perdida como si estuvieran recordando ese momento en el que comenzaron a elegir ese camino en vez de vivir.
Ray pensó en las veces que Marga lo había visto así siendo un pequeño.
Recordó la estúpida seguridad con la que creyó que existía una cura.
Era obvio que el detonante de la muerte de Marga había traído de vuelta su descontrol.
La mirada de terror de su padre en la clínica y la excelente memoria de su hermano Thomas, que le recordaba continuamente su problema, como si lo odiara por ser tan débil.
Se dio cuenta de que la reunión había terminado cuando Sand se levantó de su lado.
Clay le preguntó si quería ir a su habitación y lo siguió sin dejar de seguir al músico con la mirada.
Una vez con la ropa de pijama puesta y un chupetín en la boca Clay habló.
-¿Cómo fue tu visita?
-Bien.
La verdad es que no le parecía correcto decirle al niño que su mejor amigo le había traído pastillas en plena rehabilitación.
Sabía que estaba siendo demasiado breve así que agregó.
-Es raro verlo acá adentro.
-¿Llegó borracho?
Los había visto.
-Él … sí, no es como si lo hiciera siempre. Supongo que habrá sido algo fuerte de procesar para él.
-Claro.
Clay no lo juzgó, pero ambos sabían que ningún buen amigo llegaba borracho en pleno proceso de rehabilitación del otro.
-¿ Y tu visita?
Su compañero comenzó a masticar el chocolate que tenía en la boca como si fuera chicle.
-No vino nadie.
Oh.
-¿Suelen venir?
-No. Están ocupados haciendo negocios.
Le sonaba.
-Bueno, no los necesitas. Cuando salgamos de acá te haré compañía. ¿Qué te parece?
-No crees que vamos a estar hartos del otro al salir de acá.
- ¿Estás harto de mi?
-No- gritó como si lo hubiera ofendido- sólo digo… Pueden pasar muchas cosas.
-Intentemos de que por lo menos eso permanezca, está bien? Apoyemos al otro al salir de acá.
-De acuerdo.
‘‘I only thought it for a moment but it's crippling
I guess the gravity of going out is sinking in
What if I'm missing the capacity for all of it
This isn't me, me, me
And I'm so scared of losin' all control
Don't you tell me it's better to let go
When the weight of the world feels so close
It's only me?’’
Sand había vuelto a la sala luego de intentar dormir por quinta vez.
Estaba cansado, si bien la charla con April le había dado la tranquilidad de que no lo odiaban, le había dejado una incertidumbre, un miedo y una ansiedad que no esperó.
Tenía miedo de lo que sucedería con Paul .
No quería hacer todo esto más grande.
Sabía que tenía todo el sentido denunciarlo, pero saber toda esta información estando lejos de madre hacía que su cabeza imagine escenarios que nunca terminaban bien.
Recordó que debía respirar.
Ray le había enseñado hace unas horas y todavía le sorprendía.
Si bien, entre todos solían ayudarse entre sí, se sorprendió del chico nuevo.
Lo había prejuzgado mal.
Miró su hoja y decidió seguir con la melodía que tenía en la cabeza.
Estaba usando una guitarra vieja que había encontrado en la de música, no era nada parecida al que tenía en su estudio, pero era algo.
Tocó unos acordes mientras intentaba encajar la letra.
Había sumado unos versos más a los anteriores. No sabía dónde terminaría esta canción, pero era la primera que lograba tener una forma, un camino, una visión.
Comenzó a cantar:
Well we're trapped in this human body
Yes i'm trapped I've got no place else to go
And I can't even help my brothers
Cause there's still so much that I don't know
I just need some time
To figure out
time to figure out
time to figure this thing out
I just needed some time
Well we're trapped
in this modern city
yes i'm trapped
with this fancy drugs
And I can't even please my mother
cause there's still so much that she don't know
I just need some time
To figure out
Time to figure out
Time to figure this thing out
I just needed some time
Había estado tan concentrado en lo que estaba cantando que no se dio cuenta de que una cabecita lo estuvo observando todo ese tiempo.
Cuando los abrió, se asustó como si lo hubieran descubierto haciendo algo malo.
-¿Inspirado?- la voz de Ray sonó tranquila.
-Un poco.
-¿Querés un poco de té?
Sand lo tomó, pero se dio cuenta de que tenía demasiada azúcar.
Inevitablemente hizo cara de asco.
-Ey! Me costó mucho hacerlo.
-Es literalmente, sólo ponerle agua.- dijo el músico poniendo los ojos en blanco.
-Ya voy a mejorar y te vas a tener que tragar tus palabras.
Ray acercó el puff del costado hacia la dirección de Sand.
-¿Planeas quedarte acá?
-¿La sala de música es tuya?
Sand sabía que tenía razón, pero subió los hombros como si no le importara.
En realidad, le daba vergüenza que Ray lo escuchara.
-Seguí, tu voz es linda. Prometo no molestar.
Sand lo miró preguntado con la mirada si era posible que se quedara quieto.
Ignoró completamente el halago.
Pero Ray también era testarudo, por lo que insistió.
-Estoy siendo honesto. Fue lindo lo que escuché, si queres seguir tocando, hacelo. Me voy a quedar acá hasta terminar el té.
Sand siguió escribiendo frases sueltas en su libreta y practicando melodías en la guitarra, mientras Ray lo miraba.
Creyó que debía bajar la intensidad de su mirada si quería ser el amigo de Sand, así que intentó ir variando entre el espacio y el músico.
Sand siguió tocando y Ray terminó su té, pero ninguno dijo nada.
Ambos disfrutaban de la presencia del otro.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos, déjenme saber si les gusta, quienes les caen bien, a quienes odian, qué creen que va a pasar y sus momentos favoritos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.♡Un besito. ♡
Chapter 5: Algo que nos sostenga
Summary:
Una charla sobre los recuerdos a través de la comida.
Un pedido de ayuda.
Un golpe para liberar tensión.
Notes:
Holaaaa, tenemos nueva actualización.
Espero que les guste.
Hubo mucha investigación de por medio, espero que los errores que hayan no sean graves.
Como siempre, ante cualquier circunstancia similar a la historia, siempre es mejor pedir la ayuda de un profesional.
Lista de temas:
How do you feel? de The maine.
Breathe me de Sia.
I'm in here de Sia.Se vienen capítulos intensitos. Como dije, Sand y Ray tienen encuentros breves, pero significativos.
Espero que lo disfruten.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
“Are you free or are you in sorrow?
Are you free or are you being borrowed?
How do you feel?
What's your condition?
You are alive but are you living?
Give me your voice and I'll give it a listen
Are you complete or is something missing?
So tell me
Do your hands shake?
Does your heart break?”
Faltaban treinta minutos para el concierto y Nick ya lo había guiado para la zona de Meet & Greet.
Habían decidido que los boletos se repartirían al azar a lo largo de la fila previa al show, para que los fans no tuvieran que gastar dinero para conocerlos.
Detrás de él, caminaba el resto de la banda, siguiéndolo como si él fuera su faro, su líder. Ese día le habían hecho una ¿Intervención?
Lo rodearon y habían insistido en que esa noche pasarían la velada juntos.
Sand amaba esas veladas, el problema era que hacía más de tres meses que no podía evitar querer alejarse de todos.
Su aislamiento sucedió de a poco, pero fue sumamente notable para todos. De juntarse toda la semana y continuar sus reuniones fuera del trabajo, el cantante comenzó simplemente a hacer lo que le correspondía e irse, insistiendo en que estaba cansado, tenía sesiones de masajes o cualquier excusa mediocre que se le ocurriera.
Era obvio que algo pasaba, el olor a alcohol ya no era leve sino constante, pero sabía que todos lo respetaban demasiado como para obligarlo a hablar.
Sin embargo, algo cambió ese día.
Fingió lo mejor que pudo, dijo la verdad, que los extrañaba, que se sentía agobiado con toda la fama y prometió no alejarse demasiado. No salió ninguna palabra acerca de su padre y esperaba que nadie preguntara más.
Los abrazos se hicieron presentes, los te quieros y de alguna manera se sintió mejor, más acompañado. Pero sabía que en algún momento debía volver a casa y encontrar esa pila de chantajes y amenazas de su padre.
Vio como la fila comenzaba a alborotarse cuando pasaron la puerta de la entrada que los mandaba directo a sus fans.
Todos eran muy respetuosos, de alguna manera conocían sus límites, lo que podían preguntar, las bromas que podían hacer, los comentarios y consejos. Era raro para ellos, sus fans siempre los hacían sentir en casa, como si fuesen amigos de toda la vida. Preguntaban si dormían bien, si habían comido y preguntas que sólo se les hace a personas que te interesan mucho. Le agradaban demasiado.
Fue entonces cuando quedaba el último grupito de chicas y chicos, todos parecían ser mejores amigos.
Vio que todos compartían un tatuaje en común una frase de la banda: ‘’ are you alive but are you living ?’’, era una canción que no fue lanzada porque no iba con la temática del álbum, pero Sand pidió lanzarla como sencillo de regalo a los fans. Muchos de ellos a veces les contaban sus vidas y eso lo ayudó a escribir en la calidez de su casa, pensando en cuánto le gustaría que esa canción los ayudará a regularse, a preguntarse aquello que por la vida moderna olvidan responderse a sí mismos.
En ese momento, tenía sentido.
Sand los miró sonriendo olvidando por completo el lanzamiento de ese tema hace unos meses. Ellos le explicaron que se conocieron gracias a la banda y cómo no sólo los había ayudado en sus momentos difíciles, sino que los había ayudado a crear lazos, vínculos.
Encontraron a través de la banda, una nueva familia a la que recurrir.
Todos se sintieron sumamente conmovidos y Sand sintió como la bilis subía por su garganta.
Quería llorar, pero no podía mostrarse así, estaba tan cansado de aguantar que quiso simplemente quedarse allí con ellos.
Su cabeza no pudo evitar recordar cada fragmento que había escrito en un momento de optimismo total, lejos de que todas esas palabras lo pudieran tocar de la manera horrenda que hoy lo hacían:
Dearly depressed and broken hearted
I'd like to let you know that boys cry too
Don't let them tell you how you're feeling
I wonder why nobody is asking you
Are you free or are you in sorrow?
Are you free or are you being borrowed?
How do you feel?
What's your condition?
You are alive but are you living?
Hoy, esa canción lo arrasó.
Dom lo sacudió y le recordó que debían presentarse en la sala central.
Se había quedado divagando con los ojos cerrados esperando que se cumpliera la hora para bajar.
‘'Nos salvaste la vida’’ se repetía una y otra vez las distintas voces que a lo largo de su vida le habían repetido sin parar y que s iempre habían sido su motor.
Hoy creía que esa gente se quitaba mérito propio, casi había terminado con su vida
¿Cómo sería capaz de ayudar a otras personas?…
La sala estaba llena, se notaba que habían salido a hacer las compras con cosas que les habían pedido el día de ayer para armar la jornada del día de hoy.
La consigna: El estómago con memoria.
El cartel colgaba sobre la sala dándole nombre a la actividad.
Pudo ver cómo todos se ordenaban donde les explicaba Olivia.
-Buen día a todos, les voy a pedir que para la actividad de hoy, cocinemos.
Escuchó un bufido por parte de la mayoría, entre ellos, Ray.
-Trajimos todos los productos que nos pidieron, así que les voy a pedir que aquellos que tengan que cocinar comiencen su plato. Tienen una hora para llevar a cabo su trabajo, los que terminen antes pueden ayudar a sus compañeros o simplemente esperar.
Sand había elegido arroz frito, simple, nada demasiado elaborado. Comenzó a preparar todo cuando vio que Ray se quedaba mirando fijamente una bandeja con frutas.
Los demás parecían inmersos en sus platos.
Meghan había elegido unas alitas de pollo con una salsa especial, se notaba que tenía mano para hacerlo de manera rápida. Faith estaba esperando que hirviera el agua para hacer unas pastas con salsa y albóndigas. Mientras que Greg preparaba un simple sándwich, Vicent hacía una comida ¿Fitness?. Por otro lado, Dom abrió un yogurt para agregarle cereales y Clay hervía salchichas para mezclarlas con fideos.
Todos parecían haberse puesto de acuerdo para cocinar cosas completamente diferentes.
Sand ya había terminado de picar la cebolla y comenzó con los pimientos, el jengibre y el ajo mientras mezclaba juntaba todo de a poco, llevaba unos minutos ablandarse así que se quedó ordenando los siguientes ingredientes para agregarlos luego. Una vez hechos debía esperar de 20 a 25 minutos.
Ray seguía mirando la bandeja, tenía un brazo malo y eso limitaba bastante sus movimientos. O eso creía Sand.
Iba a hablarle, pero se limitó a esperar su trabajo.
De alguna tonta manera, el chico rico se dio cuenta que el músico lo había mirado más de lo debido.
-¿Puedo pedirte ayuda? Mi mano no me deja pelar la manzana.
-Algo me dice que incluso con la mano sana no lo harías.
-No soy un holgazán.
-Tu historial no dice lo mismo.
-Por favor.
Sand quiso preguntarle por qué había elegido esto como plato, pero se limitó.
-Gracias.
-No es nada.
-Lo sé, quiero decir. Te traté mal y seguís ayudando.
-Yo también te hablé mal. - su tono había salido seco y se sintió incorrecto, el chico recién se estaba acostumbrando a este nuevo mundo- No te preocupes, sé que los primeros días son difíciles. Además vos también me ayudas.
La última frase le costó más que las primeras, sin embargo se sintió bien reconocerle algo bueno a Ray.
- Creo que tu arroz te necesita.
Sand le devolvió la manzana que peló por él y vio cómo comenzó a cortar con su mano buena unos trozos de banana, arándanos y ananá.
El músico terminó los últimos detalles mientras veía cómo Olivia recorría todos los lugares.
Ray se quedó sentado cerca de él como un niño perdido.
-Bien. Creo que todos ya terminaron sus platos.
Cada uno de ellos observó con curiosidad cada comida elegida.
-Quiero que piensen ¿Por qué eligieron ese plato en particular para comer?
- Empezamos por Greg ¿Qué me decís? ¿Por qué un sandwich?
El anciano parecía querer meterse dentro de sí mismo. Cualquiera hubiera pensado que era un plato bastante impersonal, pero su cuerpo parecía sentir una larga lista de recuerdos.
-Los comía en los minutos de descanso del hospital.
-Entonces ese plato habla de tu vida en el hospital… y solías tener compañía?
-Si.
Greg miró a todos esperando a que siga la ronda, pero un silencio abrumador le hizo entender que lo estaban esperando. Querían escuchar su historia.
-En los descansos, solíamos ser los mismos para almorzar, pero mi compañía siempre solía ser mi mejor amigo.
-¿Cómo se llama?
-Wilson, se llamaba… Wilson.
Olivia sonrió y todos repitieron ‘’Gracias, Gregory’’ en conjunto. Como cada vez que alguien compartía algo.
Faith habló de la última cena con sus hermanas, Clay de lo que le cocinaba a su hermano, Vicent de sus comidas en solitario y de su obsesión con el físico.
En el momento de Dom todos se quedaron expectantes para ver qué implicaba ese simple yogurt.
-Dominic, entonces ¿Por qué elegiste ese yogurt?
-Yo.. es lo que comía cuando me sentaba a ver películas. Mi madre solía preparar unos yogures naturales con mucho amor, hasta que se enteró que era gay y tuve que reemplazarlos por estos…
El tono aniñado de Dom hizo que a Sand se le revolviera el estómago, pensó en cómo no importaba si seguía en Tailandia o en la otra punta del mundo, los prejuicios y la discriminación, estaban en todos lados.
Dominic se veía como alguien indefenso, a la deriva, se notaba que nadie lo había resguardado del mundo o por lo menos, que la falta de seguridad en la niñez había dejado sus secuelas en el adulto que era hoy en día.
Siempre había apreciado demasiado a su madre, pero en momentos como éstos le recordaban que era un afortunado.
-¿Sand?
Se había quedado demasiado tiempo en su cabeza, como siempre. Lo estaban llamando y parecía que fueron varias las veces en las que su nombre fue dicho.
-El arroz frito es lo primero que aprendí a cocinar.- dijo respondiendo mecánicamente a una pregunta que no escuchó, pero que intuyó.
-¿Debías cocinarte solo?
Sintió los ojos de todos gigantes, pero intentó olvidarlos.
-Si, siempre fuimos mi mae y yo, así que aprendí a hacer este con otros platos simples. Solía tener los platos listos para cuando ella llegara, así ella no tendría que seguir haciendo cosas al llegar a nuestra casa.
-¿Recuerdas la edad que tenías?
Trató de navegar dentro de su mente, buscando una fecha exacta. Había tenido su primera bicicleta a los doce y para ese entonces ya sabía qué hacer.
-¿Quizás tenía diez años?
-Muy joven.- dijo tranquila.
-Ella hizo lo que pudo. -levantó el tono y se dio cuenta de que la defendió como si alguien hubiera asumido que era una mala madre.
-Por supuesto que si, tu madre te cuidó siempre; incluso cuando no estaba, Sand.
Bajó la vista para evitar enojarse consigo mismo por algo que no tenía sentido. Guardó sus manos en el bolsillo mientras veía quién seguía en la ronda.
-Ray… Elegiste frutas ¿Quieres hablar de ello?
-Mhhmm sólo es lo que solía comer a menudo.
-¿Y de alimentos sólidos?
-Yo… si, los comía, sólo que… Esto es más sencillo de hacer, además solía comerlas con Marga luego del almuerzo.
-Y ¿Qué te gustaba más?
-Por supuesto que las frutas, salíamos al parque y…
Ray hizo silencio como si hubiera hablado demasiado.
-Continúa, Ray.
Vio que todos lo miraban, incluso Sand.
-Era el momento en el que Margaret, la ama de llaves de mi casa y la persona que me crió, me preguntaba por mi día.
-Suena lindo.
Todos sonreían encontrando una ternura que habían considerado enterrada.
Sintió que ese recuerdo había traído a la mente a las personas más importantes de cada uno.
Porque al final del día esas anécdotas no hablaban de nadie en particular, pero hablaban de todos y en ese punto de encuentro podían encontrar algo de luz dentro de ese túnel interminable en el que estaban metidos.
''Help, I have done it again
I have been here many times before
Hurt myself again today
And, the worst part is there's no-one else to blame
Be my friend, hold me, wrap me up
Unfold me, I am small
I'm needy, warm me up
And breathe me’’
La próxima hora tenían una clase en el auditorio, según le dijo Faith les solían dar información acerca de las distintas enfermedades que les causaban los consumos.
A veces les mostraban videos explicativos, documentales y ÓRGANOS.
Se repartieron a lo largo de la sala, pero el grupo permanecía cerca.
Las clases eran abiertas y la mayoría de los pacientes iban algunos obligados y otros interesados, como señal del compromiso con la resistencia.
Ray había quedado cerca de Sand, lo había hecho conscientemente, desde que habían pasado todas esas cosas, sólo buscaba consuelo en el chico más alto.
No le pedía nada, sólo compartir espacio, pensó que el músico daría alguna queja, pero sólo hubo silencio.
Uno de los consejeros se paró en el atril mientras pasaban de mano en mano un frasco con hígado sano y uno con los efectos de la cirrosis.
El colorado parecía ser el sano, al contrario del otro que además de tener textura, tenía un color marrón, señalando una clara pudrición o eso pensaba Ray. Lo pasó rápidamente a Sand quien lo observó brevemente y lo pasó a Faith.
No le sorprendía que el músico tuviera buen estómago, él se sintió con nauseas desde que comenzaron a circular los frascos.
-Bien, sé que puede ser un poco o bastante impresionante para algunos ver estos órganos fuera de su cuerpo. -Algunas risas saltaron mientras que otros como Meghan mantenían un pañuelo sobre su boca, como si intentara contener las náuseas del momento. -Pero creo que es la forma más clara de ver los efectos de lo que nos hace el consumo.
Piensen que la cirrosis es una de las tantas enfermedades que podemos tener a causa del consumo de sustancias y alcohol. ¿Quieren escuchar una lista?
Enfermedades hepáticas como el hígado graso, la hepatitis alcohólica, fibrosis, cirrosis.
Enfermedades cardíacas, problemas de circulación sanguínea. También trastornos neurológicos, demencia alcohólica, síndrome de Wernicke-Korsakoff, atrofia cerebral, hidrocefalia comunicante.
Trastornos mentales como depresión, ansiedad; otros problemas como dificultades con la memoria, cambios en la conducta, alucinaciones, celos patológicos, Delirium tremens.
El alcohol también puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, muerte por accidentes automovilísticos, lesiones, homicidios, suicidios, etc.
¿Les suena esto conocido? Como verán hay para elegir… Alguno de ustedes habrá tenido la desgracia de toparse con alguna de ellas, espero que sólo con las lesiones físicas, pero sabemos que no es verdad.
Muchos de los pacientes se veían preocupados, mientras que los de ''mejor ánimo'' hacían un gesto con la mano a manera de check-list.
Ray sentía que el vómito lo estaba por matar y sus manos comenzaron a temblar más fuerte de lo normal.
El encuentro de antes junto con esta lista interminable de cosas, sólo lo hacía sentir más cansado de lo que ya estaba.
Apoyó la mano en su frente y una serie de recuerdos lo atravesaron.
Él siendo un niño de dieciséis años, pagando tragos a toda una fiesta.
Él rodeado de humo sobre una mesa, Boston con la camisa manchada de alcohol cantando una canción que no podía seguir.
Él, cayendo de la mesa sobre una pareja de jóvenes un poco más grandes que él.
Su hermano agarrando del codo, gritándole por ser tan descuidado. Echando a todos los del lugar, pidiéndole que madure, que deje de ser una carga para todos.
Él, acostado en la ducha, mirando fotos viejas de su madre fallecida. Marga llorando a su costado, pidiéndo que no se rinda, que no la abandone…
-¿Venís, Ray? Vamos a ver Santa Cruz. -Clay le sonrió, siendo completamente ajeno al lío que tenía en la cabeza.
-Voy a hablar con Will y luego voy.
Sand lo miró, revisando que no tuviera nada, escondió sus manos como si eso pudiera ocultar el desastre que era. Sin embargo, el músico no le dijo nada, lo miró y se fue con los demás a la sala.
Ray estaba apoyado contra la pared de la oficina de Will, su brazo le picaba y no sabía si tenía que ver con la humedad del tiempo o con su abstinencia, pero necesitaba algo.
Cualquier cosa que calmara lo que le ardía.
Las náuseas pasaron con un poco de agua y aire, pero sentía que algo estaba mal dentro de él.
Sus manos recorrían el piso cuando llegó su mentor. Se levantó y le dijo.
-La alfombra está demasiado sucia…
Will iba a responder, pero no le dio oportunidad.
-Lo digo porque el polvo es responsable de muchos problemas de salud y… Escuche, acerca de la rehabilitación… Yo no es que no quiera hacerla… es que … Mis manos no dejan de temblar y… Yo no puedo evitarlo y no es normal…- le mostró sus manos como si esa parte de su cuerpo no fuera suya sino como algo que estaba siendo controlado por alguien más, por ALGO más.- Hay algo malo en mis manos o bueno, en mí. Porque… ¿Qué clase de persona salta a un lago porque no puede quedarse quieta? o ¿Estar solo en un cuarto que…
Sabía que estaba divagando y desarrollando una línea de pensamiento demasiado dudosa, pero no es como si pensar fuera su mayor fortaleza en este momento.
-Una persona puede… no… Debe ser capaz de estar a solas… Los seres humanos pueden respirar por sí mismos y… Yo no puedo. No puedo respirar. Yo no quiero que este sea mi fin. No de esta forma. No como mi mamá.
Se sentó en el sillón de la oficina de Will.
Éste le hablaba de los pasos importantes en la rehabilitación, de darse cuenta, de aprovechar las oportunidades, de hablar.
Sabía que probablemente, el mentor se daba una idea de que no lo estaba escuchando, pero su voz de fondo se sentía bien. Ser felicitado y valorado era bueno. Quizás esa fue una de las razones por las que no se levantó.
-Va a haber días malos y no tan malos, Ray.
- ¿Y buenos?-dijo con esperanza.
-Eso lo decidís vos, no?
-Podrías ser generoso y mentirme.
-Estoy siendo generoso con la verdad.
- ¿Qué hago con mis manos?- las sacudió como si pudiera quitar el temblor con movimientos bruscos.
-Aguantar. No puedo darte ningún medicamento, va contra el tratamiento, así que te toca aguantar.
-El agua no me sirve.
-Intenta con otras cosas, con el correr de los días va a dejar de ser tan invasivo. Dibuja, sos diseñador, no?
-¿De verdad me vas a pedir que dibuje?
-¿Porqué empezaste a dibujar?
-No lo sé, fue por hobbie, luego se convirtió en mi trabajo y… No lo sé.
-¿Cual fue tu primer dibujo?
-No lo sé… ¿Un parque?
-Pensa.
-Creo.. creo que lo primero que dibujé fue a Marga o a mi padre.- se rió.
-Dibujaste con el corazón.
-De hecho fue con mi mano. -bromeando inevitablemente para que no llegue a dejarlo expuesto.
-Quizás te ayude a olvidar que estás pasando por un proceso duro. Quizás debas volver a maravillarte con lo que te rodea para poder olvidarte de tu interior por un rato.
-¿No es que debemos mirar primero dentro y después afuera?
-No todos tenemos los mismos procesos. Algunos necesitamos estar seguros con lo que hay afuera para poder arreglar lo que hay adentro.
''Can you hear my call?
Are you coming to get me now?
I've been waiting for
You to come rescue me
I need you to hold
All of the sadness
I can not live with inside of me’’
-Sand, el teléfono es tuyo.- dijo Faith desde el marco de la sala.
-¿Cómo te fue?- se animó a preguntar.
-Bien, esta vez pude escuchar a mis sobrinas y mi sobrino.. ¡Empezaron a cambiar la voz!
Se rió mientras corría por el pasillo, seguramente a buscar a Meghan.
Extendió el papel en el que Nick le había dejado su número.
Era la primera vez que llamaba por cuenta propia.
Toda esta performance de teléfonos y televisores con cable, lo llevaba a un viejo tiempo, uno en el que no había prisa y en el caso de haberlo, debía esperar, tener paciencia.
El tiempo moderno te educaba para no esperar, para que todo sea rápido, para que las dudas no vivan en tus entrañas, sino que todo sea de fácil acceso, de fácil resolución.
O por lo menos, eso era lo que todos imaginaban cuando pensaban en ello.
Creía que la paciencia, el aburrimiento y la incertidumbre de no saber qué pasaba afuera lo estaba ayudando más de lo que imaginó.
Rendirte a la poca información hacía que ese aburrimiento sea invertido en otra cosa, a relacionarte con los demás, a pensar, a escribir, a leer.
No recordaba la última vez que había escrito una canción desde un bloc de notas.
Su celular siempre se encontraba en su mano, la búsqueda de palabras y de rimas en Google fueron reemplazadas por el diccionario y debía preservar con mayor atención aquellas melodías que surgieran en su mente.
Era difícil, pero lo mantenían entretenido.
Muchas veces miró su agenda sin tener idea de qué clase de sonidos habían existido el día anterior.
Lo distraía de su miseria, por lo menos por unos minutos.
Y es cierto que escribía muchísimo menos de lo que hacía en su estudio, pero se sentía más concentrado en lo que hacía, debía mantener un compromiso, una idea y aferrarse a ella.
-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ¿Sand?
Sus pensamientos se difuminaron para volver a su presente.
Debía concentrarse en lo que importaba.
-Hola, Nick.
-¿Cómo estás? ¿Necesitas algo? ¿Estas bien?
-¿Es verdad que lo vas a demandar?
Debía aprovechar esos pocos minutos.
-Si.
Sus ojos no pudieron evitar chequear a su alrededor como si ya comenzara a sentir una amenaza cerca.
El pánico entraba a su cuerpo, otra vez.
- Perdón.
¿Qué?
-¿Por qué me pedís perdón?
-Debí cuidarte más, era tan simple ir a tu casa y chequear tu correo, no se me ocurrió jamás este tipo de situación. Debería haberlo considerado una opción, no sos un ciudadano más, sos famoso Sand.
-Nick, no. Soy un adulto, no hace falta que me cuides como un sabueso. Yo... me metí en esto.
Sabía que Nick quería discutir más sobre aquello, pero el tiempo era leve.
Tenía que preguntar. ¿Qué pasó con su madre? ¿Lo encontraron? ¿Es una amenaza para todos aquellos que estén cerca suyo?
Como si le leyera la mente Nick respondió.
-Tu mamá está bien. Vino a Los Ángeles y se está quedando conmigo, no tenés que preocuparte por nada.
-Ella.. ¿Sabe todo?
Sabía que reprocharle a Nick decirle toda la verdad sería muy idiota de su parte, pero el morderse la boca para no decir ninguna estupidez le estaba lastimando el labio, tanto que fue sintiendo el gusto a hierro entrar en su boca.
-Si, necesitaba encontrar toda la información para que sea un juicio sólido. Yo… es lo mejor, Sand. Ese tipo podía hacerte daño en cualquier momento.
Le dio vergüenza tener que contarle la verdad a Nick por teléfono, pero sentía que cara a cara omitiría más cosas que no debía.
-Hicimos un trato. El último envío de dinero aseguraría no acercarse más ni a mí, ni a mi mae y… dijo que dejaría de molestar.
Se sintió más idiota diciéndolo en voz alta, como un niño que cayó en un cuento de un adulto.
- ¿Y le creíste?
- Desapareció dos días después de eso y luego - llegué a este lugar -… ¿Lo encontraron?
-El teléfono, estrellita. No estás en tu mansión. -Escuchó la voz de Vicent.
-¿Podes esperar un segundo, imbécil?
Vicent apretó el interruptor cortando directamente la llamada.
Sand lo miró.
Dejó el tubo en su lugar y le dio una piña en la nariz.
Vicent era mucho más alto que él y sin duda contaba con mucha masa corporal que él no tenía.
No logró tirarlo al suelo pero el de ojos azules se inclinó para tomarse la nariz, ya con un charco de sangre corriendo.
Becky que observaba el intercambio corrió hasta ellos y dijo.
-¿Debo suspender las llamadas para todos, muchachos?
Quiso empezar una pelea, pero sabía que no le convenía a ninguno de los dos. Ambos querían quedarse.
-No, señora.
La enfermera le tendió un pañuelo a Vicent mientras lo miraba con odio. Sand sintió su mano arder, pero intentó enfocar su vista en el chico que tenía más adelante.
Becky esperó pacientemente a que alguien se moviera. Eran como perros esperando un mal movimiento para empezar una pelea callejera.
Vicent escupió sangre que le había llegado a la boca y le sonrió.
-Nos vemos después, estrellita.
Sand apretó los dientes para no seguir una pelea interminable, caminó hacia el baño para no sólo lavar sus manos, sino para recuperar su respiración.
Sujetó el punto en su mano que Ray antes había presionado, pero no funcionó. Le dolía.
Salió de camino a la sala cuando vio que todos se volvían a acomodar en el sillón fingiendo mirar la televisión.
Iba a ir a la sala de música para seguir tocando, pero estaba demasiado enojado. Antes hubiera sido una buena motivación.
-Vení, rockstar, queremos que veas con nosotros esta obra de arte.- dijo Faith con una sonrisa.
Nunca había accedido a las noches de Santa Cruz, pero hoy lo necesitó.
Necesitaba sentarse y mirar cualquier cosa para calmarse.
Se acomodó a lado de Dom, quien lo miró con una sonrisa y sujetó su brazo mientras apoyaba su cabeza y reía al decir un famoso dicho ‘El pez por la boca muere’.
Las carcajadas de todos explotaron a su alrededor haciendo que aquellos que se encontraba leyendo les pidan silencio con cara amargada.
Clay buscó el canal para ver el programa que debía comenzar en unos minutos. Mientras sintió como una persona se acercaba a su lado.
-Se lo merecía, alguien tenía que cerrarle la boca.- dijo Ray mientras le acercaba un trapo con cubitos dentro.
El músico lo tomó mientras se arrinconaba para hacerle espacio a Ray. Le pareció gracioso cómo teniendo tanto espacio, el más chico había elegido sentarse donde quedaba poco espacio.
Todos se corrieron de lugar como si tuviera toda la lógica del mundo, incluso Greg.
No podía decidir si su mano temblaba de la ira, de la abstinencia o de los nervios.
Quizás todas las opciones eran correctas.
Al elevar la mano izquierda que quedó libre tras hacerlos mover a todos, Dom quedó apoyado sobre su brazo izquierdo y Ray ni lento ni perezoso sujetó su mano para luego presionar el punto que ambos sabían que lo relajaría, pudo sentir otro temblor que no supo si era suyo o del más bajito.
En su mano derecha seguía apoyado el trapo con hielo esperando a que bajara la hinchazón del golpe.
Cuando comenzó la introducción de la novela sintieron como Vicent se sentaba del lado contrario, junto a Greg.
-Es tu día de suerte estrellita, volví de buen humor. Sin rencores. Al fin demostras que estás vivo.
Sand lo miró marcando sus ojos en blanco para que lo note. Quiso hacerle una señal obscena, pero estaba sumamente agarrado por Dom, Ray y el hielo.
Los demás miraban la escena divertidos disfrutando que no haya ido a mayores.
Ray ya no presionaba ningún punto de su mano, pero masajeaba su palma con si estuviera sumamente comprometido a hacerlo sentir mejor.
-¿Esta bien si hago est…
- Está perfecto, chico rico.- se acercó a su oído para que los demás no escucharan- Gracias.
Ray lo miró con los ojos brillando y a Sand le hubiera encantado decir con certeza que se sonrojó, pero la sala sólo contaba con la iluminación de la televisión.
-Y decías que yo era el mimado…
Ambos sonrieron.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos, déjenme saber si les gusta, quienes les caen bien, a quienes odian, qué creen que va a pasar y sus momentos favoritos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.♡Un besito. ♡
Chapter 6: La calma previa a la tormenta
Notes:
Holaaa, volví después de un tiempo de idas y vueltas con este capítulo.
Para bien o para mal, tenemos una actualización más larga de lo que acostumbro. Ojalá les guste.
Sé que es una historia bastante sombría, pero ya vendrán los momentos de luz. Creo que estos personajes nos dan la excusa para hablar de otras cosas además del amor y lo digo como fanática del amor jajaja
Gracias por seguir leyendo pese a los largos tiempos de actualización, la vida se está poniendo difícil.
Un besito.
Nombres de los temas que aparecen:
5 seconds of summers, Jet black heart.
X ambassadors, Don't stay.
Miley Cyrus, Slide away.
Gracie Abrams, Unsteady.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
The blood in my veins
Is made up of mistakes
Let’s forget who we are
And dive into the dark
As we burst into color
We turn into life
Ray seguía garabateando en su libro.
Había dividido su cuaderno en dos partes: la primera cumplía el rol de diario, que fue la que le habían asignado en un principio y la otra para los dibujos. Y aunque sabía que probablemente dibujaría más de lo que escribiría, quiso intentarlo.
Miró con atención el parque, había muchos bancos en los que descansar y apreciar la brisa que movía los árboles.
Observó a Meghan a lo lejos. Tenía la mirada perdida y en sus manos había un tejido de lana; no pudo distinguir qué prenda precisamente era, pero se notaba que pertenecía a alguien que quería.
Nadie se acercó a ella, como si supieran que era un momento que necesitaba transitar a solas.
Recordar a solas.
El ambiente de ese día era particular, parecía como si cayeran por etapas, Meghan, Clay y Greg parecían especialmente tranquilos, pero en el mal sentido. Como esa especie de calma previa a la tormenta.
No quería imaginar lo que estarían pensando y tampoco se atrevía a preguntar.
Seguía siendo el nuevo en el grupo después de todo.
Mientras más pasaba el tiempo, se dio cuenta de que había batallas en las que podía interferir y otras en las que no. Por mucho que le hubiera gustado aliviar a sus compañeros, había lugares que debían atravesar solos y lo mismo ocurriría con él.
Decidió dibujar a Meghan, el banco en el que se encontraba, iluminada por los rayos del sol que atravesaban las hojas de los árboles, era digna de un cuadro.
Su tristeza hablaba mucho, decidió no ponerle rostro y dibujarla de perfil aferrada a la prenda. Insistió en mostrar un alrededor bello, más ornamental del que en realidad existía, pero que justamente servía para resaltar la añoranza, haciendo de ésta el corazón del cuadro o bueno, del dibujo en su cuaderno.
Pensó en cómo eso podía ser una simbología clara de lo que antes era su día a día.
Lujos, autos, una mansión, ropa de diseñador y sin embargo la tristeza, ese vacío inmenso seguía ahí, aferrado a su pecho.
No recordaba cuándo fue el día que había comenzado a sentir, otra vez, que la vida no tenía sentido, quizás el mentor tenía razón. No hacía falta que pasara algo o nada, tenían un problema.
Y aunque por dentro todavía sentía que caminaba por la vida como si se le hubiera perdido algo, le gustó tener dudas.
Le gustó pensar que esta vez, no era su culpa.
-Si, hay talento.- La voz de Faith interrumpió el flujo de pensamientos que estaba teniendo mientras observaba su dibujo atentamente.
-Gracias.- contestó extrañamente tímido. Ya había pasado un tiempo desde que alguien lo observó dibujando.
-Pero es triste -dijo inclinando la cabeza como si hubiera algo con lo que no estaba de acuerdo- Deberíamos distraernos de tanta tristeza. ¿No te parece, Pakorn?
-¿Qué tenés en mente?- sonrió sabiendo exactamente de lo que hablaba.
-Animalitos.
-¿Qué?
-Los animalitos son tiernos. Concentrémonos en la ternura.
También le gustó como sonó eso.
Sand estaba escribiendo frases sueltas en su cuaderno, debajo de un árbol con Dom, a lo lejos veía a Ray dibujar con la lengua afuera. Le dio ternura verlo en una faceta nueva, no es como si pudiera decir con seguridad que conocía a todos, pero sentía que cada día, estaban obligados a resetear todo lo que creían conocer de sus compañeros.
Hoy el chico rico parecía más introspectivo, no habían hablado mucho desde el desayuno y a diferencia de los demás días no intentó molestarlo con chistes ni insinuaciones, sino que fue amigable y considerado. Todavía estaba sorprendido de que haya querido intercambiar postres, ya que por error agarró uno que le caía mal.
Ray deslizó el suyo por la bandeja sin dudarlo y comenzó a comer el postre de Sand sin dudarlo, dejándolo sin tiempo a quejarse; el guitarrista decidió ser adulto y agradecer simulando su sonrojo lo máximo posible.
Y aunque a menudo era halagado por la gente que estaba a su alrededor de manera directa, siempre eran las demostraciones indirectas, ligeras y sutiles las que le hacían latir el corazón.
Por otro lado, los demás también se encontraban con un ánimo especial.
Las anécdotas los acercaban y cada vez eran más complicadas de escuchar.
Sin embargo, eran tan necesarias…
Pensó en cuando sería el día que podría hablar de ello en el grupo sin sentirse un idiota afortunado.
Porque era cierto.
Su vida no había sido como la de los demás. Sentía que aquellas cosas que le dolían no se comparan en nada a los dolores de los demás. No tenía hijos a los que había lastimado de manera irreversible, no le habían hecho un daño irreparable, ni tampoco estaría solo al salir de allí. Entonces ¿Por qué el dolor que sentía parecía tan grande?
Escuchar a los demás aún lo hacían sentir ridículo y no sabía cómo deshacerse de esa idea por mucho que lo intentara.
-Esta camiseta amarilla la diseñó mi madre. - soltó su compañero de cuarto mientras miraba la prenda.
Era una camiseta con la figura de Dom con varios años menos, sabía que había sido una estrella cuando era joven y que había grabado un par de comerciales. Le parecía trillado comprobar que había gente que seguía usando a sus hijos para resolver su vida.
No sabía si lo que dijo Dom fue un comentario para comenzar una charla con él, pero fue valiente y contestó.
-¿Es tu favorita?- soltó suavemente.
Dom lo miró como si nunca le hubieran hecho esa pregunta.
-No lo sé… -miró la remera con más fuerza, como si eso lo ayudase a viajar en el tiempo. - Creo que antes esto, me llenaba de orgullo. Ahora no estoy seguro de por qué. Nunca fue mi sueño hacer publicidades, lo mío era el teatro, los musicales… Mamá jamás lo hubiera aprobado.
- ¿Y qué aprobaría tu madre?
Sabía que el tema de los padres era un terreno complicado para todos los que estaban allí, pero por primera vez quiso darle a Dom una charla real.
-La vida de Sophie.
- ¿Quién es Sophie?
-Mi hermana mayor. Todo lo que aspiraba cuando era joven. Ahora está casada, con hijos y es abogada.
-Oh. - pensó que definitivamente era una competencia dura.
-Es una buena persona. Me dio muchas oportunidades…
- ¿Hace mucho que no la ves?
-Antes de entrar acá. Me pidió que cuando volviera la visitara, quería que Tom y Eva tuvieran un tío.
-Ya lo tienen.
-Lo sé, pero… Ya sabes, sin todos estos vicios rondando.
Dom no lo dijo, pero Sand sabía lo que quiso decir ‘’ Estos vicios no sólo incomodan a la gente también los lastiman, sobre todo si son tu familia’’
- ¿Vos tenes hermanos?
-No. Hijo único.
-Eso explica muchas cosas.
- ¿Qué querés decir?
-Sos una estrella de rock, pero sos ordenado, atento y te gusta cuidar a la gente.
- ¿Y cuándo llegaste a esa conclusión? - dijo levantando las cejas divertido con la situación.
-Soy perceptivo.
El músico no se atrevió a discutir.
- Me caes bien, pese a que no confías en nadie y querés alejar a todos, te esforzaste para no hacerme sentir incómodo. Además, todo el tiempo estas vigilando que no me molesten. Es dulce, siento que tengo un hermano mayor de repente.
Sand se rió.
Sabía que tenía razón, no podía evitar querer cuidarlo, sobre todo cuando vio como varios pacientes se querían propasar con él por ser gay. Querían experimentar y probar otras cosas ahora que estaban lejos de casa y aunque al músico no le gustaba meterse donde no lo llamaban, creía que era su deber intervenir como ser humano cuando alguien molestaba a otro.
Habían hablado sobre eso, pocas palabras, pero cuando Dom supo que a Sand también le gustaban los chicos, sintió alivio de encontrar un compañero que lo entendiera.
-No soy de los que dan consejos si no se los piden…- Dijo mirando al guitarrista pidiéndole permiso para decir lo que seguía.
-Hablá.- soltó con una sonrisa.
Antes hubiera rodado los ojos o le hubiera pedido que se ahorre la terapia gratuita, pero Dom era demasiado bueno para si quiera querer contestarle de tal manera.
-Creo que deberías dejarte cuidar más. Yo soy de los que deja en claro que necesito atención y cuidado desde el principio, pero creo firmemente que todos necesitamos que nos cuiden. Incluso vos.
Nuevamente, no quiso desacreditar lo que dijo.
Se limitó a respirar y apretar los labios antes de emocionarse.
- Creí que no hablarías nunca, estaba cansado de mis monólogos. - La voz de Dom sonó tranquila, intentando que no suene como reclamo, sino como una observación.
- ¿Es difícil hablar para mí, sabes? - soltó por lo bajo.
- ¿Es algo de hijos únicos?
Sand sonrió porque las líneas de pensamiento de su compañero le parecían graciosas, pero coherentes.
-Es como si doliera. - soltó con la máxima seguridad que pudo. Necesitaba comenzar a dar los primeros pasos.
-La soledad también duele, supongo que lo sabes...
-De alguna manera ya me acostumbré. Es más fácil estar solo que hacerse cargo de lo que uno es delante de otros.
-Aunque insistan en esta estupidez de la no fraternización, estamos acá para apoyarnos entre todos. Ninguno de nosotros es un ciudadano ejemplar, todos tenemos demasiado con lo que cargar, Sand. Sé que es difícil, de verdad… Si yo hubiera elegido el voto de silencio como vos el primer mes, me hubiera vuelto loco. Hago de mi vida un podcast constante.
Soltó una carcajada ante la ocurrencia de Dom.
- ¿Qué te preocupa? - Su compañero también había decidido ser valiente y hacer las preguntas que no había hecho antes.
-Todavía no vi a mi madre. - suspiró pesadamente, intentando encontrar un poco de alivio para su pecho. - Ella nunca supo de todos mis problemas con el alcohol. De hecho, es la primera vez que le doy problemas.
-Un poco extremo para ser la primera vez que te portas mal, Sandy.
El músico sonrió levemente.
Dom no se cansaba de ponerle apodos y pese a su poca amabilidad del comienzo no se atrevió jamás a pedirle que pare.
- Deberías aprovechar que todavía es nueva en esto. Es el quinto disgusto de mi padre y todavía sigue acá. No quiero decir que le sigas dando disgustos, sino que es todo nuevo tanto para ella como para vos. Los dos deben ayudarse a superar esto, las veces que sean necesarias.
-Hace un año que no la veía por las giras, hacíamos videollamadas constantemente, pero siempre surgía algún evento del que no podía escapar. Odio que esta sea la razón por la que nos volvamos a ver. Ni siquiera sé si quiere verme…
Dom se acercó a abrazar a Sand. No era la primera vez que se abrazaban, pero el músico sintió un quiebre.
-Estoy seguro de que sí. Sabe que la necesitas y no se va a ir por esto. No le diste ninguna razón para irse.
Sand sabía que la última frase la soltó pensando más en su madre que en la de él.
Vio a lo lejos a Faith, Clay y Ray dibujando.
-Estoy listo para cambiar de escenario, demasiado por hoy.
Se levantaron y se acercaron a los demás.
-Entonces tenés que elegir desde la piedra, los diseños exactos de lo que querés y luego buscar de qué manera es posible el armado, ya sea con moldes, con resina, micro fusión o soldaduras…
- ¿Resina? ¿No es demasiado hippie para vos, niño rico?
Ray soltó una carcajada como si nada de lo que le dijeran en medio de su explicación pudiera afectarle.
-De hecho, mi querida Faith, así empecé yo. Mi padre la odia, pero es un estilo muy particular, ligado a la naturaleza, a lo artesanal. Nosotros hacemos joyas de alta gama, pero esas son más… mundanas por así decirlo.
Todos estaban escuchando al chico hablar de la empresa como si fuera un simple proyecto familiar hecho de cero y no como la empresa multinacional que era.
A Sand le gustó cómo le brillaban los ojos mientras describía los procesos del acabado.
- ¿Qué joyas nos harías? -Soltó Dom.
Ray miró detenidamente a todos como si se estuviera tomando muy en serio la pregunta.
-Para vos… brazaletes, a Faith le haría chokers o collares largos que le hagan lucir el pecho y la espalda. - Giró su cuerpo para mirar a su compañero de cuarto. - Aros para Clay y… - se detuvo en Sand como si le diera vueltas una idea en la cabeza. - Definitivamente cadenas para los pantalones del músico o para la cintura…
La última frase sonó coqueta, pero a diferencia de las demás veces esta vez, Ray se sonrojó. Como si se hubiera dado cuenta de lo que dijo demasiado tarde.
-Estoy de acuerdo con el pequeño Ray, las cadenas te quedarían bien, Sandy. Aunque no creo que exista algún accesorio que te quede mal -dijo Dom para molestarlo.
Sand dio vuelta los ojos mientras intentaba no generar una discusión tonta.
-Espero que comiences a dibujar mis joyas, Ray. ¿Qué les parece si dibujamos animalitos? dijo la morena otra vez.
Ray torció los ojos como si ya lo hubiera escuchado antes. Dio vuelta la hoja de su cuaderno para comenzar a diseñar en una en blanco.
Sand se puso a hacer origamis como cuando era niño.
Faith hizo dibujos similares a los que hacía en sus salas de infantes, le parecían tiernos. No satisfecha con la fantasía le inventaba una voz a cada uno. Mientras que, por otro lado, Clay intentaba calcar la imagen de Tom y Jerry de su camiseta.
Del otro lado, Greg miraba atento los dibujos como si evaluara cual sería el mejor, no quiso dibujar con los demás. Sin embargo, hacía correcciones como si fuera el encargado de elegir al mejor de un concurso.
Vicent ya se había levantado hace rato después de llamarlos patéticos entre dientes y buscando una nueva persona con quien olvidarse de lo solo que se encontraba allí adentro.
Lately I've been thinking
You've seen the worst and you've seen it in me
I gave you every reason
Every reason to get up and leave
I know that there's times
That you get so tired
And you know I want you to stay
Olivia los llamó para su terapia grupal.
-Bien, Hope. Quiero que le digas a tu hermana ‘’Cuando usas drogas… esto es lo que sucede’’...
La niña no parecía tener más de doce años y Ray se preguntó si él hubiera hecho lo mismo por su madre.
-Cuando usas drogas no haces cosas divertidas como antes. - la niña miraba a Faith sabiendo que lo que le diría le dolería.
-Sé específica, ¿Qué cosas, Hope? - le dijo con dulzura pese a la seriedad del pedido.
-Bueno… Cuando jugabas con nosotras y hacíamos rompecabezas, eso sí era divertido. O las veces que nos disfrazamos para realizar nuestro propio concierto. - la niña sonrió recordando los viejos tiempos.
Ray no pudo evitar viajar a su mente.
¿Qué hacía su madre que no era divertido?
La recordó tirando todo lo que estaba sobre la mesa pequeña de su cuarto, con la que Ray jugaba. Sólo tenía ocho, nueve años ¿Quizás?
Recordaba que esa noche hacía frío y, sin embargo, su madre seguía en camiseta, como si las temperaturas no pudieran tocarla o como si el alcohol que llevaba en la sangre la hiciera invencible.
Dio vuelta la mesa e hizo que ella y Ray se sentaran sobre ésta para cruzar la pequeña colina del jardín que desembocaba en la calle.
Ambos fueron empujados con fuerza hacia la calle. Mientras su madre reía, Ray estaba aterrado, tenía frío, pero su madre insistió que sería divertido.
Y fue cuando estaban llegando al final de la bajada que vio cómo un auto pasaba por el borde de la calle tocando bocina.
Esa noche, casi los chocaron.
Ray quiso llorar, pero sabía que su madre lo regañaba cuando lo hacía. Así que aguanto lo máximo que pudo, sabiendo que, aunque fuera un niño, el encargado de ambos en esta situación era él.
La hermana pequeña de Faith mostraba un dibujo que había hecho recientemente.
-Habla de tu dibujo, Hope.
-Somos mamá, Love, Joy, Grace y yo en casa, pero Faith no está allí.
- ¿Y cómo te sentís con eso?
-Preocupada.
Le pareció una palabra muy grande para una niña.
Ray nuevamente viajó a su mente.
Él subió corriendo las escaleras para entrar al cuarto de su madre, Margaret lo había mandado a llamarla a comer como todos los días, siempre lo ignoraba, pero esta vez, había dejado la puerta abierta, como si lo estuviera invitando a pasar.
Entró y la encontró tirada, había un vaso tirado con poco líquido y un olor que le pareció asqueroso. Le llamó la atención encontrar un frasco de pastillas vacío. ¿Ya había tomado todas?
Sabía que eran las pastillas que tomaba cuando estaba estresada. Ray se preguntó por qué estaría tan estresada ese día.
- ¿Otra vez? - dijo un joven Ray de 12 años- ¿Por qué no haces esto cuando está Thomas?
-Vamos, despierta- comenzó a darle cachetadas como hacía desde que era niño y como le había enseñado su hermano desde que comenzó a presenciar cómo su madre bebía hasta dormirse.
Era cuestión de minutos que despertara.
Su madre se levantó aturdida y se acomodó la ropa para levantarse mientras Ray le dijo que la comida ya estaba lista y cerró la puerta para volver con Margaret.
La sesión terminó y Olivia les pidió a todos que se acercaran para formar una ronda tomados de las manos todos repitieron en coro ‘‘Hey, hey, está bien. Estar sobrio es lo mejor’’
Ray que se había resistido los primeros días cantaba con timidez, pero los acompañó.
Esa noche, Ray no podía dejar de tener recuerdos de su vida, como una especie de película que no dejaba de mostrarle los momentos más dolorosos. Algunos que recordaba con frecuencia y otros que volvían a la luz después de tanto tiempo. Sus manos temblaban y le picaba el cuerpo como si se sintiera incómodo en su propia piel.
Recuerdos y más recuerdos.
Primero, su hermano entró corriendo a la casa y Ray lo siguió como pudo, le costaba seguirle el ritmo. Como siempre.
Su padre los había llamado para reunirlos y decirles algo importante.
A veces, olvidaba que vivía con él, ya que nunca estaba por su trabajo y supuso que estaba acostumbrado a tener reuniones y hacía lo mismo con sus hijos.
Salvo que esta vez no se trataba de una reunión más.
Thomas lo miraba como si ya supiera lo que iba a decir y Ray se sentía perdido.
-Voy a ser directo, su mamá falleció.
-No, no es verdad. No está muerta, tenés que darle unos golpes en la cara para que se despierte, a veces funciona con pellizcos. - dijo inocentemente.
Thomas lo miró como si fuera un gran estúpido y Ray se sintió más pequeño que de costumbre.
-Chicos, lo lamento. Ahora sólo seremos nosotros tres… Debo irme a una reunión, pero cuando vuelva cenaremos juntos…
Ray había dejado de escuchar mientras observaba cómo la puerta del cuarto de su madre estaba abierta, mucha gente se encontraba dentro, limpiando y acomodando todo lo que había. Cuando volvió a mirar hacia adelante su padre ya no estaba y Margaret se paró a su lado para sujetarle la mano y brindarle una sonrisa penosa.
Su hermano había ido a su cuarto y sólo eran él y Marga en el centro de la sala.
No supo qué hacer.
No sabía por qué razón lloraría a alguien que jamás lo había querido sin embargo tampoco aprendió a odiarla. Era su madre.
Pero sin duda no se alegraba de que se hubiera ido de esta manera.
A la mañana Ray decidió llamar a su hermano.
Esta vez, la sesión grupal le tocaba a él. No es como si esperara que Thomas se apareciera, pero debía intentarlo. De eso se trataba todo esto, intentar y rezar para que funcione.
-Hola.
-Hola, soy yo. Ray.
- ¿Qué pasa? Dejame adivinar, ¿Necesitas dinero? Porque ya no te daré más.
-No, Thomas. No necesito dinero, esta vez es diferente.
-Perfecto, me alegra oírlo.
- ¿Qué pasó con el hermano amigable?
-No sé, decime vos.
El silencio lo golpeó fuertemente.
-Ok. Escúchame, ellos… Va a haber una sesión familiar. Ellos trabajan con nosotros y nos enseñan a comunicarnos y luego supervisan una conversación real.
Ray se escuchó y todo sonaba mejor en su cabeza, que ahora, que lo decía en voz alta.
- ¿Querés que vaya? ¿Eso querés decir?
-Nos hacen invitar a alguien.
- Dejame ver si lo entiendo. Vos estas mal y se supone que yo tengo que dejar todo en mi vida sólo porque vos…
-Podes venir si querés…
Silencio.
Otra vez.
- ¿Hola?
-Estoy… cocinando. Voy a tener invitados y no puedo…
-Oh, lo siento. Yo no quería...
-No, claro, Ray. Vos nunca querés nada... Tengo que colgar.
Y cortó como si apagar la llamada pudiera borrar todo lo que lo unía a su hermano.
Apretó la mandíbula e intentó respirar lo mejor que pudo. Sabía que se lo merecía, no es como si esperara que ocurriera otra cosa, pero no podía evitar sentirse decepcionado.
Así que, esta es la parte a la que se referían cuando hablaban que no bastaba sólo con intentar.
Debían ser fuertes para soportar cuando no funcionara… Necesitaban estar preparados para fallar.
Una y otra vez.
Once a upon a time it was paradise
Once a upon a time I was paralyzed
Think I'm gonna miss these harbour lights
But it's time to let it go
Once a upon a time, it was made for us
Woke up one day and it turned to dust
Baby, we were found, but now we're lost
So it's time to let it go
Sand tuvo demasiadas pesadillas.
Era otra de esas noches en las que despertaba sudando y temblando.
En sus sueños su madre estaba muerta, siguiéndolo como una sombra que le reclamaba atención, amor, mejores decisiones. En otro escenario de sus pesadillas, el teléfono sonaba en medio de la noche avisando que April fue secuestrada por su padre. Sus amigos lo odiaban por poner a todos en peligro.
Luego, sin previo aviso, estaba dando un concierto y sus fans pedían a gritos que se fuera. Lo abuchean con odio. Podía ver en sus ojos la vergüenza que sentían de haber seguido a alguien como él.
Entonces despertó.
Sintió que su corazón saldría por sus oídos, sus manos temblaban y tenía la sensación de qué debía correr hacia algún lado.
Presionó un punto en su mano tratando de respirar lentamente como le había enseñado Ray.
Respiró y respiró y respiró.
Trató de detener la ola de pensamientos que le decían que nadie lo iba a aceptaría cuando volviera.
Con mucha fuerza trató de convencerse de que las personas que amaba todavía lo querían. Quiso creer que le darían una segunda oportunidad por arruinar su confianza, aun cuando gracias a él, la banda tuviera que sufrir comentarios maliciosos. Rezó para que sus fans no lo consideren un farsante y un mal ejemplo a seguir.
Dom soltó un ronquido que lo trajo de vuelta a la realidad.
Debía salir de la cama si no quería volver a esos círculos interminables.
Debía caminar, respirar aire libre. Mover su cuerpo para ver si en uno de esos milagros lograba que sus pensamientos caminaran con él y no decidieran quedarse aferrados a esa cama.
Su analista le había aconsejado anotar sus pesadillas para hablar sobre ellas, pero esta vez sentía que no quería analizar más, no quería recordar cada detalle.
Sabía que, si dejaba pasar unos diez minutos pensando en la nada, su sueño sólo sería un recuerdo al que jamás volvería a tener acceso. Y para sobrevivir, necesitaba olvidar el peso que venía con ellos.
Por lo menos hoy, necesita olvidar lo que su mente le repetía dormido.
Mientras avanzaba en la sala compartida vio que algunos se encontraban mirando en la televisión alguna película vieja, mientras en el sillón viejo de la esquina notó como Ray estaba aferrado a su agenda. No sabía si estaba despierto hasta que estuvo lo suficientemente cerca.
Parecía haberse quedado dormido dibujando.
Se sentó en el sillón de enfrente intentando hacer el menor ruido posible.
Sabía que Ray no había tenido un mejor día que él.
Luego de hablar por teléfono sintió que las chispas que el chico había logrado encender en sus ojos se habían apagado.
No preguntó.
Como la mayoría de todos ellos, sólo esperaban a que el otro hablara como una última señal de respeto, como beneficio de la duda, ya que como muchos decían, esa duda era la que los perseguía, las que les decía que siempre había un segundo en el que todo podía ir cuesta abajo.
De alguna manera, siempre volvían al comienzo porque nada era lineal.
En el mundo de ellos, todo tendía a ser difícil.
Sand se acostó sobre el sillón con una profunda frustración olvidando que su estatura no pertenecía al promedio, dándose un fuerte golpe en la cabeza.
El músico gritó y el ruido del golpe despertó a Ray.
- ¿Estás bien? - dijo el chico rico con una voz ronca. Se acomodó mejor en el sofá y miró a Sand.
-Voy a sobrevivir. - respondió con humor pese a sentirse patético.
Ray observó el reloj y le dijo:
- ¿Pesadillas o sos del tipo madrugador?
-Ambas.
- ¿Cómo fue tu primera semana acá? - no sabía si Sand estaba dispuesto a hablar de eso con él, pero tenía curiosidad.
-Humillante.
-No creí que hubiera opciones felices de todos modos…
El músico no sonrió quiso hacerlo para alivianar la charla, pero no podía. Lo que fue su primera semana no podía reducirse a una simple sonrisa.
-Los primeros días tuvieron que alimentarme. - lo dijo sin nada de orgullo- Becky se encargó de mantenerme hidratado y despierto. Estaba desnutrido y tuvieron que enseñarme a comer de a poco.
- ¿Vos? - Ray sin ánimo de ofender, pero lo que Sand le decía no se parecía en nada a la imagen que se había construido estos días.
Sabía que no conocía del todo a nadie de todas las personas con las que se encontraba conviviendo, sin embargo, la realidad seguía golpeando, una y otra vez. -Perdón, no quise…
-Está bien, nadie está del todo preparado para escuchar las cosas que hicimos.
-Y, sin embargo, nos seguimos sorprendiendo de lo poco humanos que somos bajo los efectos de nuestro abismo.
Le sorprendió la profundidad de lo que dijo Ray, pero Sand estuvo de acuerdo.
Era la primera vez que hablaba de ello con otra persona que no fuera su terapeuta y de alguna forma, ahora que había comenzado no podía ni quería parar.
-Olvidaba comer a menudo. Me concentraba en la música, las melodías y sólo podía trabajar. Siempre fui muy trabajador, pero con el consumo de pastillas y alcohol todo se duplicó. Tenía ideas para componer todo el tiempo y algo dentro de mí me decía que tenía que producir algo bueno, algo que signifique lo suficiente como para no tener que preocuparme por nada, quiero decir… Ya sabes, no sólo convertirme en el músico que siempre soñé, sino también estar seguro de que mi madre no tuviera que trabajar nunca más en su vida…
- ¿Te llevas bien con tu mae? –soltó asombrado como si eso pudiera ser imposible.
-Es mi mejor amiga.
Ray suspiró mientras se sentaba en el sillón y abrazaba sus piernas, haciéndose más pequeño.
-Suena a que cargabas con demasiada responsabilidad.
-Supongo que así es la vida en general, no sólo la de los músicos…
-Entiendo…
Cuando estuvo a punto de preguntar por su familia Ray lo interrumpió y siguió preguntando.
- ¿Cambiaste mucho tu música desde que empezaste o seguís por el mismo camino?
-Mmm sin duda me permití experimentar, nuestro lugar siempre fue el rock, pero nos movemos por el pop, por el punk, todo lo que nos haga sentir cómodos. Tengo una banda con mis amigos...
Era la primera vez que lo decía en voz alta en el centro.
- ¿Pudiste hablar con ellos?
-Sólo con una de ellos, April, ella vino a verme y a asegurarme que me apoyan…
-No te escucho convencido.
-No se merecen todo lo que implica apoyarme. Probablemente los medios están destrozando a la banda por una decisión que tomé solo.
-No creo que ‘’decisión’’ sea la palabra correcta. Quiero decir, no creo que haya alguien que elija este camino porque le guste.
-Pero eso es algo que sólo los que estamos acá sabemos, Ray. Los de afuera creen que tenemos estos… inconvenientes por gusto. Porque nos divierte estar borrachos, mareados o entumecidos.
-Somos adictos, Sand.
- ¿Qué?
- Que somos adictos. Es algo más que un inconveniente… ¿No te parece?
-Si…
- ¿Entonces?
-Somos adictos, Ray.
El músico se dio cuenta de que era la primera vez que no lo negaba y encontró cierto alivio en admitirlo, en sacar esa afirmación de su alma y dársela al mundo.
El chico rico se moría de ganas por seguir preguntando, pero era demasiado temprano para tener charlas profundas.
Supo que algo cambió en él cuando semanas anteriores no hubiera soportado dejar de hablar con alguien que le importara, con alguien que tuviera algo que decir más que las pavadas que tanto estaba acostumbrado a escuchar.
-Deberíamos volver a los dormitorios. - soltó con toda la fuerza que pudo.
-No creo que pueda volver a dormir.
- ¿Crees que vas a poder si practicamos un par de ejercicios de respiración?
-No lo sé.
-Dame tu mano.
Sand lo miró cansado, no de él sino de la situación en sí, no quería molestar a nadie…
-Na, na, na, Sand…
Y nuevamente Sand se rindió al toque de Ray como si ya se hubiera rendido ante la idea de pasarlo mal, para enfocarse en cambiar ese círculo vicioso en el que tenía pesadillas y se encontraba intentando dejar de sentir todo aquello que lo seguía con pastillas o alcohol. Sabía que no podía tomar ninguna de ellas, así que mientras tanto encontraría consuelo en las otras pequeñas cosas.
La lapicera de su mano, su cuaderno, sus letras… El tacto de Ray.
Y se concentró y respiró y respiró.
Esa noche pudo seguir durmiendo, esta vez, sin pesadillas.
En la mañana las cosas seguían tensas.
Los habían llevado a una terapia equina.
Estaba fresco y Ray había tomado la chaqueta que le había dado Sand y nunca se encargó de devolver, era la única que dejaba pasar el cabestrillo.
Le quedaban pocos días para finalmente poder sacárselo.
Un señor que reconoció como el orientador de la actividad les explicaba el objetivo de la actividad.
-El animal reacciona a lo que ustedes sienten.
- ¿Para qué es esto? - preguntó Ray en voz baja completamente perdido con las relaciones entre un caballo y su acción.
Extrañamente Vicent fue el primero en resolver su duda.
-Supuestamente, la forma de acercarnos al caballo es la forma de acercarnos al mundo o algo así…
Lo dijo como si no creyera en nada de lo que repitió.
- ¿No es más fácil montarlos y ya?
Ray jamás había montado a un caballo en su vida, pero pensó que no podía ser muy difícil, después de todo, Thomas y su padre lo hacían a menudo.
-Debemos tratar de ser humildes, tratarlos de igual a igual. Ser reales. - continuó el instructor.
- ¿Quién quiere intentarlo primero?
Dom y Faith levantaron la mano con entusiasmo, lanzándose miradas recelosas entre ellos para ganar el primer lugar.
El objetivo era simple, debían lograr que el caballo confiara en ellos y los dejara levantar su pata. O eso le dijo resumidamente Meghan.
Ninguno de los que habían pasado hasta ahora pudo lograrlo.
Sintió como Vicent se paraba detrás de él y le repetía.
- ¿Necesitas ayuda? - Dijo poniendo un tono de voz seductor.
Puso los ojos en blanco y lo miró mientras le repetía.
-No. Estoy bien.
Sand permanecía detrás de Vicent con ambas manos en la cintura y cara de pocos amigos. Todos sabían que el chico de ojos azules no era de su preferencia, pero cada día lo confirmaba.
-Vamos, levanta tu maldita pata. - dijo el más bajo.
Ray estaba usando toda la fuera posible para poder moverlo, sin embargo, el caballo ni siquiera se tambaleaba. Era de acero.
En un mal movimiento el chico rico terminó en el piso manchando completamente su pantalón.
Todo por culpa de ese estúpido animal pensó Ray.
Los demás no tuvieron un destino diferente al suyo, aunque Faith y Dom parecían divertidos con la situación.
Hiding, I kinda feel like an island
I should go home but I'm fighting that right now
People freak me out and I panic
I should be cool but I panic
Out of the blue
And I end up on the ground, weaker all around
But it's so hard ,when it feels like my fault
When I keep 'em so far happens when I go dark
I'm so unsteady
-No me gusta lo que pasa aquí. - dijo Greg.
La terapia grupal había comenzado y sin duda hoy no sería un buen día.
-Definamos el sentimiento. -Olivia mantuvo el tono calmo, sabiendo que se aproximaba una discusión intensa.
-Fastidio. Estoy fastidiado. Ese chico- señaló a Sand- no debería estar aquí.
El músico se asombró de ser acusado de manera tan directa.
¿Qué había hecho?
-Bueno, explícate.
-No tenés que estar aquí, Sand.
-Tenemos reglas, debes hablar. - dijo suavemente Meghan, intentando marcar su punto.
-Lo único que hiciste fue nada, mientras los demás trabajamos en nuestro proceso te sentaste a mirar. ¿Esperas que hagamos todo el trabajo por vos? - dijo Greg bruscamente.
-Yo no espero nada. - soltó lo primero que se le vino a la mente.
-No siento que te estés esforzando. - repitió el doctor retirado.
Todos parecían asombrados de lo que estaba sucediendo. Si antes permanecían recostados en sus asientos, ahora todos se encontraban sentados derechos, alertas con respecto a la charla que sucedía delante de ellos.
Ray miraba fijamente a Sand esperando a que se defendiera. Cuando estuvo a punto de responderle a Greg, el guitarrista respondió.
-Lo intento. - insistió el músico con una clara frustración en su voz.
-No siento que tengas amabilidad con nuestros procesos. No siento amabilidad de tu parte ni con vos mismo.
- ¿Puedo irme a otro grupo? - soltó sin ánimos de seguir la discusión.
-Eso solucionaría las cosas. Es una gran idea. Llevarías tu negatividad a otro lugar.
-Greg…- dijo Olivia.
-Si lo intentaras de verdad…
Y Sand explotó.
-A ver, perdonen, pero estoy pasando un mal día, es uno de los peores días de toda mi maldita vida. Así que ¿Podrían dejarme tranquilo? Me senté todos los putos días de la puta terapia para escuchar sus vidas y en vez de darme ganas de compartir la mía, sólo me hizo sentir más idiota la cantidad de privilegios que tuve en la mía. No sé qué se supone que deba decir, ¿Por dónde empiezo? ¿Por la parte en la que estuve rodeado de excesos toda la vida? ¿La parte en la que mi madre siempre hizo lo mejor para mí? ¿Cuándo el imbécil de mi padre apareció de un día para otro amenazando con terminar con toda esa felicidad por unos billetes sin siquiera interesarse en conocerme? o ¿Cómo arruiné la carrera de mis amigos, la confianza de todos y como casi termino con mi maldita vida por un descuido?
Se instaló un gran silencio.
Todos aplaudieron.
Su pecho subía y bajaba, sus manos permanecían apretadas con fuerzas. Miró a su alrededor y vio como Greg le sonreía levemente.
Había caído en su trampa.
Querían que hable y con un poco de presión, lo consiguieron.
-Está muy bien, Sand. Compartir, de eso se trata.
Olivia se levantó para colgar un cartel en su cuello ‘‘Confróntame si no pido ayuda’’.
Había sido el objetivo de una intervención.
Se levantó avergonzado, pero más liviano de lo que recordaba y dijo.
-Gracias, yo… Intentaré intervenir más, aunque me sienta patético.
-Cariño, ninguno de nosotros se siente especialmente orgulloso de todo lo que contamos acá, pero de eso se trata, de ser patéticos juntos… De sentirnos menos solos. - la dulzura de Meghan le atravesó el corazón.
-Buen trabajo, Sandy. - dijo Dom mientras se levantaba a abrazarlo.
Los demás copiaron su gesto.
-Bienvenido, otra vez. - dijo Faith.
Clay le sonrió mientras masticaba chocolate.
Ray le sujetó la mano, sonriendo levemente y lo acariciándolo con el pulgar.
Notes:
Muchas gracias por leer.
Como siempre, los comentarios son más que bienvenidos, siempre es lindo saber si les gusta, si tienen recomendaciones o si tienen ideas de lo que viene..
Un besito.
Chapter 7: Perdonarse
Summary:
Sand y Ray comienza a conocerse más.
Ray debe enfrentar la verdad de sus viejos errores.
El músico decide dejar de escapar de Nick.
Uno de los pacientes recibe una propuesta impensada.
Notes:
Holaa, tenemos nueva actualización.
Aca militamos el slow burn, sorry not sorry.
Espero que les guste.
Lista de temas:
Waiting for my sun to shine, The maine.
Stay, Rihanna.
Brother, Kodaline.
Atlantis, Seafret.
Camden, Gracie Abrams.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
‘‘Lead me to the light
'cause i'm still waiting
I'm waiting for my sun to shine
What does it take to be alive?
And are there chances we take
What we're measured by?
As i sat on my couch
I wondered why
It's such a beautiful day
I'm still sitting inside
All i know is i'm still waiting for my sun to shine.’’
Sand miró la pizarra de la sala principal.
Baños: Sand - Ray.
Se quería quejar, pero sabía que no llegaría a ningún lado.
En algún momento iba a tocarle.
-¿Es en serio? ¿No podemos pagar?- la voz quejosa de Ray lo hizo reír.
- ¿No te parece que si todos pagamos el baño nunca estaría limpio?
- Pero todos tendrían dinero…
- Es tu tarea del día, Pakorn…- dijo Faith a su lado. -Lo siento, Sand. Ya sabes cómo es esto.
La chica les trajo un balde que contenía una serie de productos y diferentes trapos para poder realizar la tarea. Le sonrió a ambos con una pizca de venganza.
-Creí que yo era tu preferido.- alargando la última vocal.
-Mira a tu alrededor, Ray. Sand no sólo es amable es un solcito.
Sand miró a Ray con altanería, el más bajito no pudo evitar hacer un puchero enojado.
-Y sin embargo debe cumplir con sus obligaciones igual.
-Mientras más rápido empecemos, antes terminaremos.- el músico dijo para terminar con el tema.
Se dividieron los baños y las bachas.
Ray estiró su brazo sano y tiró varios productos sin mirar bien a donde tiraba. El músico vio la escena y se rió.
-Si no ves dónde tiras vas a hacer un enchastre.
-¿Es eso posible?
-Tampoco está tan sucio. He visto peores.
Con paciencia el más alto lo ayudó a limpiar. Cuando llegó el momento de las bachas pudo escuchar al más bajito tarareando una canción en tailandes…
-¿Te gustan Selina and Sirinya?- dijo asombrado.
- ¿Por qué tanta sorpresa? ¿Arruiné la canción, Sandstar? - dijo jugando.
-¿Sandstar? - como el más bajo sólo sonrió continuó.- No, lo sé. Es demasiado tranquilo.
-Lo es, por eso me gusta. Aunque el rock y el pop también me gustan. Amo Micro. Es el primer disco que escuche de toda la colección de vinilos que tenía mi madre…
-Oh, ¿Tu familia es tailandesa? - apenas pudo asimilar que Ray cantó en tailandés, su voz sonaba tan diferente.
-Sólo mi padre, mi mamá era de New York…
-Oh.
-Debe haber sido difícil el choque cultural.
-Supongo… Al principio había fascinación por lo diferente, pero más adelante fue motivo de discusión ¿Vos sos de allá?
-Nací en Tailandia, pero me mudé de joven, surgió una oportunidad en la música y no podía perderla.
- Supongo que por eso no percibí tu acento ¿Y extrañas tu hogar?
-Extraño mucho a mi mae y las comidas que me hacía. Todavía no encontré ningún lugar que haga la comida como ella.
Ray sonrió como si la nostalgia lo hubiera atravesado a él también.
-Cuando salgas podés volver…- dijo incómodo con los recuerdos que parecían volver a su mente.
-Quizás debería…
El músico recordó los dibujos que había hecho Ray el día anterior y preguntó entendiendo que su compañero necesitaba cambiar de tema.
-¿Cuál es hasta ahora tu diseño favorito de las joyas que hiciste?
Ray sonrió sabiendo que lo había entendido y se puso a repasar cada uno de sus diseños…
-No lo sé, creo que todas son especiales… La primera por ser el inicio, la última por las decisiones finales.. Quizás todavía no la hice, no lo sé.
-Va a ser tu sortija.- dijo naturalmente mientras hacía un gran esfuerzo por sacar el sarro que comenzaba a aparecer en la canilla.
-¿Crees que soy de ese tipo? - Ray lo miró sorprendido como si hubiera descubierto algo que otros no.
- ¿Me equivoco?
-No lo sé…- se detuvo y se apoyó en la mesada.- Nunca conocí a una pareja que al día de hoy esté casada. Todas coinciden en que arruinó la experiencia del amor de alguna forma. ¿Vos lo crees?
-Creo que… aprecio el intento, pero no lo sé. Nunca tuve una relación tan seria como para pensar en casarme.
Sintió una duda en la voz del músico y volvió a preguntar.
-¿Crees en el casamiento?
-No lo sé… Creo en el amor, ¿Eso sirve?
-Por supuesto que crees en el amor, sos músico. Hablaría muy mal de vos si no lo hicieras.
-Mira si en todas mis canciones hablo de cuánto odio el amor.- dijo desafiante.
-Es una mentira. ¿Cuál es el título de tu última canción?
-¿De las que escribí?- Sand decidió olvidar por un instante la limpieza y se apoyó en la mesada.
-Si.
-Mmm Waiting for my sun to shine .
-¿Y de qué trata?
-¿Cuál es el punto?
-Contesta.- insistente.
-Eso. Estoy esperando que llegue esa luz para brillar… Me sentía bastante solo y no lo sé… Es patético. No la terminé...
-No, está bien. Si analizas la letra quizás fue un pedido de ayuda.
-¿Un pedido de ayuda?
-Escribís con el corazón, no?
-Si, supongo…
-Querés ayuda para salir a la luz: amor, amistad, compañía, llámalo como quieras.
-¿Eso me hace un romántico?
-Si, pero además te hace humano.
-Hablas como si no lo fueras…- dijo con media sonrisa.
-Mi hermano piensa que no lo soy.
-Oh, lo lamento.- se puso rígido.
-Esta bien, lo merezco, me comporté como un imbécil muchas veces, supongo que es tiempo de que las cosas exploten en mi cara…
-Todos merecemos compasión. Estás acá porque querés cambiar, ¿no?
-¿Crees que alcance sólo con la intención?
-Por ahora va a tener que alcanzar…
-Ahora quiero escuchar tus canciones…
-¿Querés convertirte en un fanático?
-¿Está prohibido?
-Por supuesto que no. No esperes tener beneficios…
-Ya lo veremos…
La voz de Faith interrumpió sus risas.
-Entiendo que el baño es el sitio ideal para tener una charla, pero tengan cuidado con la mezcla de productos, no se vayan a desmayar…
-¿Con quien te pensas que estás hablando? Soy un adulto que sabe que no hay que mezclar…
Sand no pudo terminar de hablar cuando vio que en la cara de Ray faltaban algunos colores.
-Ray…
Ambos soltaron carcajadas mientras alejaban a Ray de su zona.
‘‘The reason I hold on
'cause I need this hole gone
Funny you're the broken one
but I'm the only one who needed saving
'Cause when you never see the light
It's hard to know which one of us is caving
Not really sure how to feel about it
Something in the way you move
Makes me feel like I can't live''
Igual que la última vez, todos estaban sentados en ronda alrededor de la sala mientras en el centro Thomas y Ray permanecían mirándose de frente.
-Bien, empecemos. Mi nombre es Olivia y me encargaré de guiar esta conversación.
Ambos hermanos asintieron.
-Muy bien. Quiero que hables con Ray y seas específico. Elegí un incidente.
-Arruinaste mi boda.
El silencio era tan profundo que lo único que se lograba oír era el movimientos de las piernas de Ray subiendo y bajando de la ansiedad.
-Cuando eso pasó ¿Cómo se sintió?- dijo suavemente Olivia.
-¿Cómo cree que me hizo sentir?- contestó con agresividad Thomas.
-Debe expresarlo en palabras para que Ray entienda de lo que habla.
Nada iba a romper la tranquilidad de la terapeuta, lidiar con estos temas era su especialidad.
-Trato de explicarlo… Usted me invitó, así que…- se movió entre su silla, se notaba que estaba incómodo e indeciso acerca de si había tomado la decisión correcta al presentarse esa tarde.- Él llegó a mi boda ebrio .- soltó sin más.- Se tropezó durante toda la ceremonia y después en la recepción se levantó y frente a mis amigos, a mi nueva familia dijo…
-¿Qué?¿Qué dije, Thomas?- dijo con lágrimas en los ojos como si no pudiese entender la situación que le estaban poniendo delante.
-Ray deja hablar a tu hermano.
-¿No te acordas? Dijiste…- puso esa postura que Ray conocía bien, una vil imitación de él.- ‘‘ Bueno, no todos podemos ser perfectos… Todos sabemos que los adultos tenemos compromisos y Thomas es muy, muuy adulto. Así que Thomas dijo: ¿Andy es la mejor mujer para mí?… ¡No! Él dijo: yo tengo mucho dinero, ella gana mucho dinero, así que me casaré con esta chica’ ’.
-Eso jamás pasó.- dijo el chico rico cruzado de brazos y arrugando la frente.
-¿De verdad pensas que tu memoria con respecto a ese día, es mejor que la mía?
-Tratemos de seguir el formato. -sonó la voz de Olivia intentando mediar.
-Estoy siguiendo el formato. -Dijo Thomas con firmeza.- Trato de darles a todos una imagen, okay? Él anda por ahí como una víctima como si su vida fuera muy difícil.... Ray, mi mamá también se murió de sobredosis cuando era un niño, papá hizo lo que pudo con nosotros y no me ves usando eso como una excusa para justificar que estoy fuera de control y luego intento disculparme como si eso pudiese arreglar algo…
-Perdón, ¿Vos pensas que me gusta esto?- Ray subió el tono comenzando a perder el control.
Olivia intervino nuevamente.
-Nos estamos saliendo del tema. Thomas.. Pensá en el comportamiento de tu hermano en la boda y decile lo que sentís…
-Si, Thomas, decime cómo te hice sentir.- usó el tono que él mismo comenzó a odiar desde que entró allí adentro, pero que resultó ser el único que tuvo para su hermano desde que tenía memoria.
Thomas lo miró fijamente.
-Esto es…- miró la sala, se detuvo a mirar a la cara a cada uno de los compañeros de Ray. Ninguno parecía sorprendido de la fatalidad que acababa de contar- Yo… No necesito esto. Yo si tengo una vida.
El chico rico se levantó furioso de la terapia y fue directamente al lago, pero esta vez al sacarse el pantalón y las medias se detuvo un instante al pisar el pasto.
Se dio cuenta de que estaba temblando demasiado.
Cerró los ojos e intentó respirar.
Sintió una presencia a su lado.
Era Sand.
El músico comenzó a tirar piedras al mar haciéndolas rebotar.
-Inténtalo.
Ray lo miró no entendiendo el sentido hasta que sintió como el más alto le dejaba una piedra en la palma.
Tiró la piedra y se hundió directamente.
-Genial, otra cosa que arruino.
-No te vayas, quédate. ¿En qué pensabas?
-¿Qué?
-¿En qué pensabas cuando tiraste la piedra?
-No lo sé.. Yo sólo sentía.
-Okay, esto requiere una técnica sencilla. Para empezar, necesitas una piedra plana.
Ray no tenía idea de por qué Sand insistía tanto en tirar piedras, pero lo escuchó.
-Tenés que colocar tu mano de esta manera para que la piedra rebote sobre el agua. Acércate más.
Ray lo intentó otra vez, consiguiéndolo a la primera.
-¡Si!- se encontró emocionado con esa simple cosa y comenzó a buscar más piedras para repetir el proceso. - Al final tu arte parece sencillo, rockstar.
-El artista debe hacerlo parecer sencillo para los demás mortales.
Ray soltó una carcajada.
Sand lo miró detenidamente y fue cuando lo supo.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por un minuto olvidé la razón por la que había llegado tan enojado, estaba dispuesto a tirarme al agua.
-Pero no lo hiciste.
-Quise hacer algo distinto.
-Y lo lograste.
-Gracias.
-No hay de qué.
-Debo irme, pero seguí cultivando tu nuevo talento… Y Ray…
El chico rico lo miró.
-No soy un puritano, pero deberías abrigarte. No queremos que te enfermes.
Ray sonrió mientras esta vez respiraba y pensaba en el encuentro con su hermano mientras lanzaba piedritas.
‘‘If I was dying on my knees
You would be the one to rescue me
And if you were drowned at sea
I'd give you my lungs, so you could breathe
I've got you, brother’’
Era la primera visita que tenía de Nick después de la llamada telefónica accidentalmente terminada.
Antes se había negado a cada una de ellas sin dudarlo. Sin embargo esta vez se había quedado con muchas dudas haciendo que tuviera que vencer su vergüenza .
Al acercarse pudo ver unos papeles sobre la mesa.
-¿Qué es esto?
-Informes de tus avances, amigo.- Nick le contestó como siempre.
Como si no lo hubiera ignorado, como si no le hubiera roto el corazón.
-¿Los leíste?
-Me los mandaron por e-mail pero hubo actualizaciones, me facilitaron una copia para poder hablar con vos y llevarlos a casa.
-No sabía que te informaban todo.
-Sos adulto, pero soy la persona que está a cargo de tu tratamiento.
El silencio se apoderó de su intento de charla.
-Tu madre va a estar contenta con los avances…
-No hice nada…
-Tus primeros informes decían que la primera semana no hablaste con nadie, estabas aprendiendo a comer y…
-Nick, basta es… humillante.
-Estás luchando. No creo que sea algo de lo que debas estar avergonzado.
-Les fallé.- soltó en voz alta ese pensamiento que lo seguía desde que había entrado al centro.
-Sand…
-Yo… ¿La prensa ya se enteró?
-No. Como terminaba la gira y comenzaba la época de descanso decidimos alargar lo máximo posible tu privacidad…
-Debes proteger a los chicos de todo esto.. Estuve pensando que….
-Primero vamos a esperar a que finalices tu tratamiento en la institución y de ahí decidiremos qué hacer.
-Esta bien si no me quieren de vuelta. April dijo que a los chicos no les importaba todo este asunto, pero está bien si deciden que ya causé suficientes problemas.
-Sand, eso no va a pasar.
-Nick, estábamos en ascenso, esto nos va a sepultar.
-Pueden volver a florecer, Sand.
-No seas idealista.
- Positivo me gusta más.
-No es divertido.
-No dije que lo fuera.
-Nick…- dijo cansado- Prefiero que seas cruel. Esta gentileza no me gusta.
-¿Qué?
-Esto…- señaló el espacio entre ellos dos.- No lo merezco, fui un mal amigo, no te cuidé, fui irresponsable.. Estoy arruinando el trabajo de mucha gente con mis problemas y …
-Sand, cállate. Dejemos las cosas claras, antes que tu representante, soy tu amigo y los chicos también. Ahora mismo, lo único que nos importa es que estés mejor, que vuelvas a ser feliz. Yo.. cuando te encontré.. no pensé en que estaba a punto de perder un contrato, estaba por perder a mi amigo, a mi hermano, al tipo que me abrió un mundo en el que el trabajo pasó a tener un nuevo sentido; una nueva razón de ser, porque trabajaba con mis amigos…
-Yo era feliz... - Ignorando todo lo demás para responder a la defensiva, pero con duda en su voz.
Cuando levantó la vista y miró directamente a Nick se dio cuenta de que era una gran mentira, se sentía solo y la aparición de su padre sólo hizo que eso se potencie.
-Yo.. soy un privilegiado, vivo de lo que amo… Trabajo con mis amigos, tengo una madre que me ama, la gente me quiere o bueno me quería.. Yo no tengo por qué estar triste.. Yo…
Nick estiró su brazo sobre la mesa para llegar hasta su mano y sujetar fuerte su palma. Fue como si supiera perfectamente que necesitaba apoyo para lo que estaba por decir.
-Este último tiempo… me sentí tan miserable, tan solo… Yo no era feliz, Nick.
Su amigo sonrió mientras una lágrima caía sobre sus mejillas.
-Estás acá para que te ayuden, sabes? Lo dice tu cartel, no te olvides. -Se rió para aliviar el ambiente.
Rió y recordó el cartel que llevaba colgado como un nuevo accesorio.
Cuando recorrió las manos de Nick con la mirada se dio cuenta de que llevaba una pulsera..
Tuvo un pequeño flashback.
Era la pulsera que le había regalado antes de irse ese día.
-Todavía la tenés...
-Por supuesto. Me la regaló mi mejor amigo…
Sand no pudo detener la cantidad de lágrimas que comenzaron a salir de sus ojos.
-Desde que te trajeron acá… No pude dejar de pensar que fue tu forma de despedirte…
Encontré la canción que estabas escribiendo en ese momento y todo simplemente…Perdón, no sé si podemos hablar de ese día.
-Quizás deberíamos… Yo… No me estaba despidiendo, no fue un regalo de despedida.
-¿Y cómo creíste que terminaría todo esto? Quiero decir.. Tanto alcohol y pastillas… No gritan precisamente la fórmula de un final feliz.
-Honestamente, no sé qué estaba pensando. Sólo necesitaba aliviar de manera rápida todo lo que pasaba por mi cabeza.
-¿Y ahora?
- ¿Ahora qué?
-¿Estás más aliviado? Sé que la abstinencia es difícil.
-Es una tortura. Pero… estoy mejor. Hay días menos difíciles que otros, pero lo estoy intentando. De verdad, Nick.
-Me alegra, Sand.- Suspiró profundamente, con un claro alivio.
Nick se estaba por levantar ya que el horario de visitas se estaba por acabar cuando el músico lo interrumpió.
-Yo… quiero agradecerte por salvarme la vida… Quiero agradecerte por ser mi amigo. Sé que soy terco y que a veces es difícil tratar conmigo, pero nunca dejaste de quererme, incluso cuando menos lo merecía.
-Para eso están los amigos, Sand. Y siempre lo estaré, los chicos también, no lo olvides. Somos un equipo. Todos.
Se abrazaron y Sand recordó aquello que antes había parecido tan importante, pero que ahora había pasado a segundo plano después de abrir el corazón con Nick.
-Nick ¿Qué pasó con Paul? ¿Mae está a salvo?
-Tu mamá está en mi departamento a salvo, tenemos gente cuidando a todos. Estamos bien ¿Si?
-¿Y Paul?
-Sand…
-Decime, Nick, por favor. Necesito saber.
-Hicimos la denuncia… Todavía están intentando localizarlo.
-¿Volvió a escribir? ¿Llegaron más correos a mi departamento?
-No llegó nada más. Mandamos a analizar todas las cartas y notas que te mandaron. De todas maneras, lo vamos a encontrar, si? Vos no te preocupes. Tenemos un buen equipo de abogados, tu mae está a salvo y los chicos te apoyan completamente. Sólo necesitamos que no te rindas.
-No lo haré.
‘‘We built this town on shaky ground
I can't save us, my Atlantis
We built it up to pull it down
Now all the birds have flyed
The hurt just leaves me scared
Losing everything I've ever known
It's all become too much
Maybe I'm not built for love’’
Ray ahora completamente vestido, estaba junto a Clay en un banco. Su compañero le había llevado su cuaderno en caso de que quisiera desahogarse y se lo agradeció.
Ese día todos se encontraban recibiendo a sus familias. Luego del encuentro de su hermana y la pelea con Boston no esperaba ver a nadie.
Pero sus ideas fueron interrumpidas cuando vio a lo lejos a Boston llamarlo desde el muelle señalando un bote.
El chico rico todavía no podía entender lo que veía, supuso que al final de cuentas su amigo no había tomado la discusión que habían tenido de manera seria.
Se levantó para acercarse y se despidió amablemente de Clay. No estaba seguro de si el chico le había contestado, parecía demasiado perdido en su cabeza como para darse cuenta incluso de que él se iba.
Acomodó su cabestrillo luego de ser levantado por Boston como si no se hubieran visto en años.
Era la primera vez que se daba cuenta de que su amigo se encontraba fuera de foco, como si él estuviera viviendo otra realidad mucho más divertida que la que Ray estaba viviendo en ese mismo momento.
-Vamos, subí.- dijo en un tono divertido, a los gritos.
-Boston, ¿Estás seguro de que esto está permitido?
-Por supuesto que sí, les dije que era una ocasión especial.
Ray no lo tomó en serio y se sentó en el bote.
Le parecía raro sentirse incómodo junto a su amigo de toda la vida, pero quiso ignorar el sentimiento.
-¿No me vas a preguntar por qué?
-¿Por qué es especial? ¿Qué celebramos?
-Primero come un poco de pan.
-¿Qué? No tengo hambre. Gracias.
-Vamos, Ray corta el pan.
-Boston…
-Partilo.
Al partir el pan el brillo de una piedra anticipó una gran sortija.
-¿Una sortija?
-Si.
-¿Me estás proponiendo casamiento?
-Así es.
-¿En rehabilitación?- fue lo primero que se le ocurrió.
-Exacto. Es una buena historia.
-No necesito más historias, Boston. Además, somos amigos ¿Porqué me pedirías matrimonio? ¿Si quiera te gusto?
-Ray… creí que había sido obvio.
-Boston, yo no te gusto.
-¿Qué?
-No te gusta ni siquiera la idea de matrimonio, crees que son un montón de pavadas de gente romántica.
-Puedo ser un romántico.
-Si, pero con la gente que ames, no conmigo.
-Yo te amo.
-Como amigo.
-Es lo mismo.
-¿Qué está pasando, Boston? ¿Tu padre te presionó para que sientes cabeza y no tuviste mejor idea que ofrecerle matrimonio a un adicto?
-No digas eso, vos no sos un adicto. Mira, para que veas. Traje en este termo con champagne.. Te podes controlar, sólo fue un mal momento. Además, creí que era lo que querías. Algo a lo que aferrarte cuando salgas.
-Boston.. ¿De verdad crees que debo aferrarme a vos casándonos ?
-¿Tenés una mejor idea?- lo dijo en serio hasta que soltó - No sé cómo ayudar…
-Primero- agarró el termo que trajo su amigo y lo tiró al agua.
-¿Estás loco? No se supone que las cosas se dieran de esta manera.
-Perdón, pero no tomo las cosas de manera sencilla.
- ¿Qué?
-Esto. Mejorar, seguir bien. No lo sé, Boston. Quizás si hay algo malo en mí.
-¿Eso es lo que te dicen acá?
-No- gritó instintivamente. -Quiero decir, no de esa manera, pero si. Creo que tienen razón.
-No es cierto. Estás pasando por una mala época, nos pasa a todos.
-No, Boston. Hay un mundo de gente que lo hace todo bien. Viven bien, no se drogan, no beben o lo hacen con moderación y son felices.
-No son felices. Ningún adulto humano es feliz. La vida tiene momentos altos y bajos, hasta que pasa alguna tragedia que tiene que ver con la vida misma. Algunos eligen tener hijos, hacer una carrera, coleccionar monedas, no lo sé; se obsesionan con alguna otra cosa y otros eligen embriagarse. Es parte de la vida…
-Nadie se hace daño coleccionando monedas…
-Las personas se lastiman entre sí, es parte de la vida. Vamos, Ray no dejes que te hagan creer que hay algo malo en vos, son aburridos, es todo. Estás bien.
-Yo no me siento bien, Boston.
-Obvio que no te sentís bien, estás en una tierra de sobrios locos.
-¿Por qué te querés casar conmigo? Soy un desastre.
-Yo te conozco, vos me conoces y nos llevamos bien. Quizás los papeles tranquilicen a tu padre.
-O al tuyo.
-¿Qué hiciste de grave como para querer casarte conmigo, Boston?
-¿Sabes qué? Olvídate, fue una mala idea, lo lamento. Sé que no me querés de esa manera y yo tampoco. Los compromisos no son lo mio.
-Boston…
-De verdad, está todo bien. Estaremos bien.
‘‘All of me, a wound to close
But I leave the whole thing open
I just wanted you to know
I was never good at coping
I never said it, but I know that I
Can't picture anything past 25
Not like I care to know the time and
Not like I'm looking for that silence
I never said it, but I know that I
I bury baggage till it's out of sight
I think it's better if I hide it’’
Ray entró a su habitación todavía confundido con toda la situación que había vivido hace un momento. Sacudió la cabeza y buscó a Clay con la mirada…
-Hola, adivina qué…
Silencio.
-Hola. Clay ¿Dónde estás? Lamento haber tardado tanto, ¿Me extrañaste mucho?
Abrió la puerta del baño con confianza. Desde hace tiempo habían aceptado la compañía del otro y pasaban a hablar mientras alguno se duchaba sentándose sobre el retrete.
Miró al suelo y vio a Clay tirado, con algo afilado en las manos y sangre en los muslos.
-¿Qué estás haciendo?- Clay evitó su mirada instintivamente.
Corrió hacía él y con cuidado le sacó el objeto de la mano.
-Alejemos esto, si?
-Ella no vino…
-¿Tu mamá?- respondió por inercia sabiendo todos los problemas que había en esa relación madre-hijo.
-La esperé todo el día..
Clay parecía más pequeño que de costumbre.
Su cabello suave, se encontraba desparramado y aceitoso como si hubiera comido y no se hubiera molestado en lavar sus manos antes de ordenarlo.
Ray agarró una toalla y la mojó con agua del grifo.
-Me preparé y me vestí con la remera que a ella le gusta.
-Quizás tuvo que trabajar ¿No te parece? La gente a veces no puede escapar de las responsabilidades laborales.
Ray apoyó la toalla mojada en los muslos de Clay mientras los presionaba.
-Ella me odia.
-Por supuesto que no te odia. Presiona esto. Debo traer a alguien.- Ray quiso levantarse.
-No, por favor, no les digas. - el chico le sujetó los brazos con fuerza esperando retenerlo.
-Clay, hay que llamar a alguien. Es muy serio.- respondió lo más calmo que pudo. Estaba asustado.
-No, ellos me llevarán al psiquiatra.
Su compañero estaba demasiado alterado y no lograba entender todo lo que le decía.
-Esta bien, esta bien. Ya está, tranquilo. No iremos a ninguna parte. Vamos, ¿Qué te parece si salimos del baño y vamos al cuarto?
Ahora en la habitación Clay parecía más tranquilo, Ray le había enseñado su distracción de estos días.
Con los envoltorios de los caramelos que comía día a día estaba realizando una gran soga de papel. No servía para nada, pero lo ayudaba a no perder su motricidad fina y a distraerse de sus ganas de beber. Al principio le pareció estúpido, pero cada vez que lo agarraba cuando sentía demasiada ansiedad, lograba concentrarse por horas en eso.
-¿Cómo lo haces?
El chico rico le enseñó el procedimiento.
-Agarras el envoltorio, lo cortas, lo doblas…
-Para que sepas.. No estaba tratando de suicidarme…- quiso aclarar el más chico.
-Esta bien.
-Sólo es algo que hago algunas veces.
-¿No te duele?
-Me siento mejor. -soltó una leve risa intentando que suene menos deprimente.
-¿Y luego?
-No lo sé.- supo que en realidad, si sabía- Supongo que el dolor vuelve y repetís.
Ray intentó disimular todo lo que pudo el dolor que le causó esa confesión.
No quiso hacer más comentarios, sabía que probablemente todos los profesionales que los ayudaban se encargaron de explicarle que lo que hacía estaba mal, no quería que Clay pensaba que lo juzgaba, así que decidió sólo acompañarlo, darle su compañía.
-Deberíamos seguir haciendo esto afuera. Juntarnos, hablar.
-¿Afuera?
-Si, cuando salgamos.
-Cuando salgamos entonces.
En la mañana Ray le contó de la propuesta de Boston.
-¿Es alcohólico?
-Tal vez, no lo sé.
-Entonces, decí que no. Ni siquiera está haciendo un tratamiento… - dijo seguro- Esto me recuerda a Darian y Falcon.
Ray lo miró pidiéndole que le explicara.
- Él era adicto y a pesar de que ella lo amara completamente, tuvo que alejarse.
-¿De quién estás hablando? ¿Los conozco?
-Personajes principales de Santa Cruz.
-Oh.
-Para ellos, resultó más complicado porque eran medio hermano y media hermana. Darian no lo sabía hasta que se dio cuenta de su adicción.
-¿De verdad?
-Bueno, un programa no dura 18 años al aire por ser estúpido.
-Por supuesto que no. Sólo creo que mi caso es diferente. Boston no me gusta, ni siquiera somos novios. Estuvimos juntos una vez, pero fue sólo sexo y nos dimos cuenta que estamos mejor siendo amigos.
-Quizás eso es lo que vos crees.
-Te juro que Boston no es un tipo serio, no le gustan los compromisos y a mi no me gusta él de esa manera, no tengo idea en qué momento del día le habrá parecido una buena idea pedirme que me case con él.
-Te ama a escondidas.
-Clay, esto no es una novela. Siento que tiene que ver más con alguna imagen que quiere darle a su padre que otra cosa.
-¿Su padre? ¿Decís que se quiere casar para complacerlo?
-No lo sé. Pero lo voy a averiguar…
Ambos bajaron para la sala principal y vieron que Olivia se acercó con un cartel similar al que llevaba Sand en el cuello.
-No tuve tiempo de dártelo porque el horno no estaba para bollos, pero creo que es importante que lo recuerdes cada vez…
Ray esperó a que Will diera vuelta el cartel con mucha curiosidad y leyó:
Recuerdame que merezco amor.
-¿De verdad, Liv?
- No podía decidirme si debía poner compasión o amor. Pero creo que debemos comenzar con el sentimiento más fuerte.
Ray retrocedió un paso sin estar seguro de lo que debía hacer. Miró al costado y vio a sus compañeros asintiendo, asegurando que a pesar de ser un papel, no iba a hacerle daño.
Ese papel era un recordatorio de todo lo que lo atormentaba, de todo lo que se negaba a admitir.
Porque no era sólo sobre él, era lo que les pasaba a todos.
Cada uno de ellos, a causa de su enfermedad, olvidaban que necesitaban amor y compasión. No sólo del mundo que los rodeaba, sino de ellos mismos.
Debían hacer la parte más importante solos.
Perdonarse.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.♡Un besito. ♡
Chapter 8: La esperanza entre sombras
Summary:
Sand tiene un día de revelaciones.
Día de excursión en el centro.
Ray debe soportar la idea de ser el nuevo chisme de sus compañeros.
El músico y el chico rico, admiten que ALGO pasa.
Notes:
Hola, tenemos capítulo nuevo después de un tiempo, ojalá les guste.
Por fortuna, mi tardanza se debe a la vida misma de una persona que trabaja y estudia.
Y un poco está harta de este sistema.
No hay accidentes ni tragedias gigantes que detengan las publicaciones, así que just be kind.
Imagino que sólo queremos divertirnos y ser felices como los personajes.
Les mando un besito y espero que lo disfruten.
Lista de temas:
We are broken, Paramore.
Alive, Sia.
Hate Myself, Tte Mcrae.
27, Fall out boy.
Last hope, Paramore.
Finally // beautiful stranger, Halsey.Los comentarios siempre son bienvenidos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.
♡Un besito. ♡
Chapter Text
I am outside and I've been waiting for the sun
with my wide eyes, I've seen worlds that don't belong
my mouth is dry with words I cannot verbalize
tell me why we live like this
Keep me safe inside your arms like towers
tower over me
'cause we are broken
what must we do to restore our innocence and all the promise we adored?
give us life again 'cause we just wanna be whole
Era Jueves.
Inevitablemente, los días en los que Sand solía estar más calmo y no en un buen sentido.
No les había dicho a ninguno que era el día que casi muere, pero como siempre, sabía que todos lo sabían.
Todos tenían un día en la semana que se sentían más miserables que de costumbre: aniversarios, cumpleaños, recuerdos, traumas o el día en el que casi pierden todo.
Eso eran los jueves para Sand.
La fecha en la que casi pierde todo.
Había trabajado toda su vida y estaba seguro de que era lo único que sabía hacer.
Miró la libreta en sus manos y había demasiadas notas inconclusas.
Y aunque está acostumbrado a estar rodeado de letras y sentimientos, vio que no pudo terminar ninguna de las ideas que había empezado.
Decidió cambiar eso.
El músico revisó lo primero que escribió en la libreta, era breve.
Apenas si era legible.
Supuso que era otra de las cosas que le debía adjudicar al temblor de sus manos. Y por otro lado, no recordaba haberlo escrito.
Eran demasiadas cosas las que habían hecho de su mente, una laguna.
I'm sorry
I'm not what you wanted
I'm sorry
I'm sorry I let you down
Pensó en toda la gente a la que debía pedirle perdón, desde Nick, su madre, sus amigos, hasta sus fanáticos.
Recordó que Amanda, su analista, le recomendó dejar esos pensamientos para cuando saliera.
Cómo si pudiera controlar lo que pensaba…
Presionó un punto en su mano unos instantes y se paró para agarrar la guitarra que estaba lejos de parecerse a la suya, pero que en estos momentos, era uno de los objetos más preciados allí adentro.
No le permitían llevar la guitarra a la cercanía del lago, pero por lo menos podía permanecer sentado en el patio del edificio central que tenía unas reposeras en las que solía sentarse a escribir.
Era mucho mejor que nada.
El riff se deslizó entre sus dedos como si estuviera tocando una canción ya hecha.
Cerró los ojos y simplemente, tocó deslizando por su lengua algunas de las frases que se encontraban desparramadas en su agenda.
Apareció en su mente el día que volvió del estudio manejando hasta su casa, cuando antes le había prometido a Nick tomar un taxi.
Era un militante de la responsabilidad y sin embargo esos últimos días no podía dejar de hacer cosas que se sentían menos como algo que haría él mismo.
Cantó:
I'm fucked up again, I shouldn't drive tonight
But I keep thinking of you
I hurt you again, I shouldn't lie tonight
So the next few words are true
Never again, never again, no
Will I leave you high and
Never again, never again, no
Never again, never again, no
Will I leave you high and dry
This time, I more than mean it
Cantó y escribió sin parar, como si supiera exactamente lo que quería decir, como si todas esas palabras que habían estado desordenadas y estancadas en alguna parte, se hubieran ordenado de repente.
En la última parte de la canción subió dos tonos, era un grito desgarrado pero controlado; no desafinaba, pero se rompía.
Ya no había una melodía melancólica y dolorosa, sino un fuerte rasguido que potenciaba muchísimo más lo anterior.
I could use some poor excuse
Cause the hardest thing to say
It's the hardest thing to say in the world
I'm sorry
Yes, I'm sorry
La melodía fue bajando el ritmo lentamente hasta finalmente desaparecer.
Sand abrió los ojos para observar la salida del sol.
Era demasiado temprano y esperaba no haber molestado a ninguno de sus compañeros con la guitarra.
Pero supo, que ninguno de ellos le reclamaría nada.
Quizás, sólo el idiota de Vicent.
Aunque cuando miró al costado y lo vió caminando hacia él, ya se estaba preparando para atacar cuando su compañero le dijo.
-Seguí tocando, Estrellita. No dejes que te detenga.- su voz no sonaba como siempre.
No se sentó a su lado, permaneció cerca como si quisiera darle privacidad, pero necesitaba escuchar algo más alto que su mente.
Puso los ojos en blanco para no generar un momento raro entre ellos.
Sabía que Vicent se sentiría más cómodo si se comportaba como siempre.
Respiró y miró su agenda.
Finalmente pudo comenzar a plasmar su redención.
I had a one-way ticket to a place
Where all the demons go
Where the wind don't change
And nothing in the ground can ever grow
No hope, just lies and you're taught to cry in your pillow
But I survived, I'm still breathing
Becky los llamó para intentar una vez más subirle la pata a Lucy, la yegua, que insistía con esa acción, brindarles un reflejo de ellos mismos.
El primero en pasar fue Greg quien sufrió arcadas sin parar por el olor a estiércol. Vicent tironeó la pata del animal hasta ponerse azul y en el caso de Dom pudo ver como casi pierde la consciencia por no respirar tras hacer tanta fuerza.
Clay ni siquiera intentó forzar el movimiento, sabía que era tiempo perdido desde el principio.
Ray con su cartel y su brazo ya sano se concentró.
-Vamos, Lucy. No te metas con un ex moribundo.
Falló.
El guía se mofó de todos.
-Amigos, la definición de locura es la repetición del mismo comportamiento una y otra vez esperando un resultado diferente.
Ray lo miró con sus ojos afilados mordiéndose la lengua para no insultar.
-Gracias. -sonriendo falsamente.
La yegua lo miró de cerca como diciéndole ‘‘ concentrate, idiota ’’.
Sand se acercó al animal atentamente, subió sus manos en señal de que se iba a acercar y lo acarició lentamente para luego bajar a sus patas y la levantó.
Todos gritaron emocionados.
-No es posible…
-De eso se trata muchachos, sean honestos.
Sand sonrió por primera vez en el día.
But I look at you straight in a line
And acted like I'd be fine
Sometimes when I care I think I tend to shut off
Like nothing could matter enough
Why would you let me keep doing that
You should've stopped me, but
I was so caught up in my own thoughts
Don't think that I understood
El colectivo que los llevaría de excursión ya estaba completo.
Sand se encontraba solo sentado en los primeros lugares como si supiera que nadie los quería, pensó en acompañarlo cuando Faith se le adelantó. Continuó avanzando y decidió quedarse en el asiento de atrás dejándole la decisión a Clay o a cualquiera de sentarse con él.
Quería hablar con Sand, pero sentía que ese día su compañero estaba en otro lugar, quiso darle apoyo aunque claramente, no fue el único que lo pensó.
Sintió algo dentro suyo moviéndose dentro, pero decidió descartarlo y sacar su cuaderno para dibujar.
Al llegar al parque en el que tendrían una serie de desafíos, entre ellos, juegos en los que debían escalar- no lo entusiasmaba- y luego obtendrían un premio - le encantaba. Así que decidió prepararse para la competencia, sin saber qué pediría en caso de ganar, debería repasar cosas que quisiera y que no fueran una copa de Martini.
Al bajar, Ray ya había encendido un cigarrillo esperando a Clay, quien había decidido sentarse en el fondo, no sabía si era el momento para hacer preguntas, pero no podía dejar pasar más tiempo.
Clay bajó del colectivo y Ray lo sujetó del brazo para llevarlo lejos de la entrada.
-Estuve pensando con respecto a lo que pasó anoche. Deberías decirle a alguien...- soltó lo más suave que pudo.
-Oh. Si, ya le dije a alguien.- dijo completamente seguro.
-¿Si? ¿Cuándo?
-Esta mañana encontré a mi consejera, hablamos de ello y me ayudó.- dijo desinteresado en el tema, caminando hacía sus compañeros.
Ray apenas pudo caminar para sujetarlo.
Otra vez.
-¿De verdad hablaste con ella? - Lo miró a los ojos ignorando completamente que Clay podía mentirle si quería.
-Por supuesto que no, lo inventé todo.
Miró el destino al que iban sus compañeros.
-¿No debemos escalar eso, no?
Ray miró asombrado la misión del día.
Nunca le habían gustado los deportes y no tenía idea de si le daba el físico para escalar un lugar tan alto, pero quería intentarlo.
Debía intentarlo.
Suspiró profundamente mirando a Clay, agradeciendo que sea sincero a pesar de todo.
-Vamos.
And it's kind of funny
The way we're wearing anchors on our shirts
When being anchored or bored
Just feels like a curse
Todos se encontraban con sus equipos para escalar, Ray había sido el quinto debía subir junto con Dom.
Resultó ser, que fue designada la tarea como un ‘‘Ejercicio de confianza’’ en las que sus compañeros debían sujetar las sojas que lo rodeaban para poder subir y moverse para avanzar. Le pareció simple al principio, pero al ver a tantos de ellos fallar, decidió mostrar algo de respeto.
Estaba muy concentrado en sus movimientos hasta que sintió demasiado silencio, pero cuando afiló su oído pudo escuchar a sus compañeros susurrando por lo bajo y de alguna manera supo que hablaban de él.
Vio como Greg, Meghan, Clay, Faith, Sand y Vicent lo miraban fijamente pese a ser Meghan la única que hablaba.
-No conocemos la historia, creo que deberíamos escuchar su versión antes de decir algo al respecto.
-¿Qué pasó con el muchacho del anillo?- le gritó Faith desde abajo sin ningún tipo de vergüenza.
-¿Qué? -Gritó Ray no creyendo lo que escuchaba.
-Tu novio. - le gritó Greg, completamente divertido con el chisme.
-Clay!!¿La palabra confianza significa algo para vos?- respondió demasiado ocupado aferrado a las manijas de un árbol como para enojarse.
-No dijiste que no le dijera a nadie… - respondió con sencillez.
Y cuando detuvo su mirada en la superficie, Meghan le dijo de manera delicada.
-Ray, sé lo importante que es con quién te casas, pero cariño, sólo porque alguien te lo propone no significa que debas decir que si.
-¿Alguien se le declaró a Ray? - dijo Dom completamente perdido, ya que como el chico rico su único objetivo era no soltarte de las manijas que le permitían subir.
-Creí que era heterosexual.- dijo Vicent completamente convencido de que la única razón de su rechazo hacia él, era esa.
-¿Sos ciego?- le respondió Greg con pura malicia.
-¿Podemos hablar de otra cosa? - dijo Ray sin ganas de abordar el tema con todo el grupo.
-¿Y eso cuándo pasó?- preguntó Vicent ignorándolo completamente.
-Ayer en el lago. - dijo Greg haciendo fuerza con las sogas para sujetar a Dom.
-¡¿En el ocaso?! ¡Qué romántico!- dijo Dom completamente entusiasmado con la idea.
-Fue antes de la cena, trajo comida y un champagne.- la voz de Meghan guiaba a todos y por un segundo la odió.
-¡¿Te trajo champagne?! - dijo Faith completamente ofendida con lo que acababa de decir.
-No lo tomé, lo tiré al lago- respondió Ray defendiéndose antes de que cualquiera pudiera insinuar algo.
-No es un buen tipo si te trae alcohol.- dijo Greg.
-No es su culpa, él no entiende lo que hago acá.- dijo intentando de defender lo indefendible
-Creo que si eres serio con respecto a estar sobria, tu pareja debe saberlo- dijo Dom completamente serio.
-No estás decidida a recuperarte eh- dijo Vicent en broma golpeando el pecho de Sand para que se riera de su broma.
No sólo no consiguió hacer reír a Sand- que hasta entonces había estado ido y fuera de la charla- sino que lo hizo enojar y al distraerse hizo que el peso que mantenía en alto a Ray flaqueara y cayera unos 30 centímetros hacia abajo.
El chico rico gritó completamente enojado.
-¿¡No se supone que deberían estar haciendo algo para que no caiga?!
-Te tengo. - dijo Sand, hablando por primera vez desde que bajó del autobús.
-Deberías dejarlo.- dijo Faith siguiendo la charla y mirándolo.
-Lo crean o no, puedo tomar mis propias decisiones. No necesito su ayuda, sé lo que merezco.
-No es precisamente lo que dice tu cartel.- Soltó Dom riendo.
Ray sintió que ya estaba siendo demasiado y no dudó en defenderse.
-¿Podes olvidarte de lo que dice este estúpido letrero? Este papel no sabe nada acerca de mí. Y ustedes tampoco. No vivieron mi vida. No pueden decirme que deje a la única persona a la que le importo. Porque sé que no es perfecto, pero fue la única persona que me buscó el día de mi cumpleaños, okay? Fue la única persona que dijo indirectamente ¡Qué bueno que naciste! Él.. Me manda mensajes para saber qué es de mi maldita vida y me busca cada vez que me siento solo.- gritó sin darse cuenta de que había perdido los estribos demasiado rápido.
Vicent sacudió la soga haciendo que Ray volviera a bajar, esta vez con el fin de asustarlo y distraerlo.
Por supuesto que no funcionó.
-¡Dios! ¿Están locos?
-Sólo confía y escala, no te dejaremos caer. - le dijo Meghan tratando de calmar las aguas.
Todos hicieron silencio sabiendo que ya habían hablado demasiado.
Dom seguía colgado sujetado por Meghan, Faith y Clay pero se notaba que ya se había resignado a seguir subiendo.
- Que merezcas amor no quiere decir que aceptes cualquier cosa, cariño.- cerró Meghan con pura dulzura.
-Creo que es suficiente.- Soltó finalmente el músico. Llamando incluso la atención del chico rico.
-Queremos ayudar- respondió Faith.
-Lo sé, pero él no lo pidió y está pidiendo que paren. Es suficiente, él es adulto y puede decidir.
Ray buscó la mirada de Sand para agradecerle, pero el músico volvió a encerrarse en su mundo.
De alguna manera, el chico rico supo usar toda esa ira para llegar a la cima.
-¡Así se hace, Ray!.- le dijo Olivia.
-Piensa en algo que quieras y que pueda hacerte llegar. Por supuesto, nada de drogas y alcohol.
-No es justo, todos intentamos llegar a la cima. El niño fue incentivado por el odio.- dijo Greg.
Ray sonreía disimulando poco lo que disfrutaba haber sido el único en llegar.
-Pero Ray no se rindió a mitad de camino. Además todos hubieran obtenido el premio si llegaban, pero todos abandonaron.
-Ya no tengo veinte años, Live. -dijo Meghan.
-Se trataba de confiar en tus compañeros y en vos.- hizo una pausa para volver a hablarle a Ray- Piensalo y házmelo saber.
Ray asistió.
And the salt in my wounds
Isn't burning any more than it used to
It's not that I don't feel the pain
It's just I'm not afraid of hurting anymore
And the blood in these veins
Isn't pumping any less than it ever has
And that's the hope I have
The only thing I know that's keeping me alive
Gotta let it happen
Gotta let it happen
Faith se acercó a Sand sigilosamente.
Dentro de unos minutos el micro debería llevarlos de vuelta al centro.
El músico se encontraba fumando mientras veía a los demás juntarse para quejarse de manera poco sería sobre su premio.
-¿Sabés? Si bien me había acostumbrado a que estés callado, te siento gritar desde lejos. ¿Es la propuesta?
Sand ni siquiera se asustó, como si ya supiera que ella estaba allí.
-¿De qué estás hablando?- contestó de manera evasiva.
-Digo, es como si él hubiera llegado a algún lugar que nosotros no.
-¿Es una escena de celos esto?
-Ugh, por supuesto que no, sólo estoy haciendo conexión de ideas.
-Las conectaste mal, Temeraria. Estás viendo una película donde no la hay.
-Me decís Temeraria cuando te pones nervioso, Estrellita. -Sonrió mostrando su victoria.
El músico puso los ojos en blanco mientras seguía fumando demostrandole que no estaba dispuesto a seguir hablando del tema.
Antes de poder volver a su destino, tuvieron que hacer una parada para que Meghan pudiera ir al baño y que los demás compraran comida o estiraran las piernas.
Sand seguía silencioso y Dom lo seguía, no le hablaba, pero se notaba que esa era su manera de apoyarlo. El último entró a la tienda para comprar chupetines e ir al baño mientras Sand se quedaba en una punta simplemente aprovechando el aire.
Ray esperó y siguió observando con atención sin interrumpir su paz.
Se apoyó sobre la columna cuando vio que un grupo de jóvenes se acercaban al músico, no pudo evitar ponerse alerta y acercarse unos pasos.
-¡Hey, Sand! ¿Qué haces acá? ¿Cómo estás?
Sand los miró nervioso, mirando hacia todos lados como si buscara una cámara.
Las chicas se dieron cuenta y le dijeron.
-Perdón, no somos paparazzis, no queremos molestarte, sólo queríamos saludarte. Amamos tus canciones - el músico respiró y se dio cuenta de que no tenían malas intenciones.
-Hola chicos, perdón. Hace mucho que no salgo de casa y me asusté. Estoy bien ¿Ustedes? ¿Vienen de paseo?
-Si, mi amiga no quería salir de la cama, pero le dije que necesitábamos airear la mente. Veníamos hablando del final de la gira. Fuimos a Manchester.
-Oh, me alegra que hayan podido ir, lo disfrutaron?
-Por supuesto, lleve a una amiga que no te conocía y volvió enamorada de tu voz y tus letras. Supongo que llegó el momento de descansar después de semejante gira.
-Qué bueno escuchar a otra persona que no sea mi madre decirlo.
Ray se rió, se notaba que el músico intentaba ser humilde.
-¿Quieren que les firme algo?
-¿Podemos hacerlo?- dijo una de las chicas con ilusión.
-Por supuesto.- respondió amablemente el músico.
-¿Es demasiado pedir una foto?
Y ahí estaba el problema.
-¿Les parece que la próxima vez que nos veamos lo hagamos? Estoy en un momento complicado ahora, lo siento.
El grupo de chicos asistió sin rencores y todos se giraron cuando escucharon unos pasos yendo en dirección al micro cerca de Sand, allí pudieron leer un claro Centro de rehabilitación Daylight .
Sand ya había bajado la cabeza y el clima entre ellos ya se sentía distinto.
El músico siguió firmando cuadernos hasta que la chica, que había entendido como aquella que no quería levantarse de la cama, le dijo.
-La sesión acústica que subiste hace un año, me ayuda a calmarme para dormir. No sé por lo que estés pasando ahora, pero no te rindas. Mucha gente te necesita.
Sand la suspiró profundamente, como si hubiera estado conteniendo la respiración hasta ese momento. Demasiado asustado por ser descubierto.
No se avergonzaba por querer estar mejor, sin embargo había muchas cosas en juego: la prensa, sus amigos, sus fans…
-Gracias, lo aprecio mucho, de verdad.
Miró a las demás y luego de unos abrazos se giró para decirles.
-Espero verlas cuando regrese, mientras tanto apreciaría que este encuentro quede entre nosotros, la prensa puede ser muy dura.
-Conta con nosotros, Sand.
Agradeció al universo no haberse encontrado con un grupo de gente que lo viera como un humano y no como el animalito de feria que a veces se sentía.
Miró su mano y vio la pulsera colorada que le dejó una de las chicas, murmuró que acababa de comprarla de camino allí, pero quería que él la tuviera.
El músico abrió el envoltorio junto a una nota que decía Fuerza interior y protección.
Se la colocó.
Pensó en cómo todavía el mundo seguía siendo un lugar bueno, pese a todo.
-Gracias por defenderme hoy.- dijo Ray caminando hacia él.
Sand observaba al grupo irse cuando le respondió finalmente.
-No fue gran cosa, sé lo que es, que la gente hable de tu vida sin saber.
-¿No preguntarás?- dijo el chico más bajo con una mirada que no supo leer.
-No soy nadie para preguntar, quiero decir, si hubieras querido mi opinión me hubieras consultado.
-¿Y qué piensas?- dijo Ray sin más.
-No lo conozco, sólo escuché lo poco que dijeron los chicos. ¿De verdad te querés casar?
-Suena a algo demasiado serio, un compromiso en esta instancia puede ser peligroso. ¿Alguna vez pensaste en casarte?- el más chico desvió completamente la conversación.
Sand creyó que tal vez, el chico rico tenía razón, quizás era mejor no saber.
-No sé si alguien quisiera compartir la vida conmigo. Las giras, las cámaras, los fans. Es mucha presión para cualquiera.- dijo sin contestar lo que verdaderamente le habían preguntado.
-También para vos. Sin embargo también mereces amor.- le dijo completamente seguro.
-Mirá quien lo dice.- Se ríe mientras le sacude el cartel que le colgaba en el pecho a Ray.
El chico rico se dio cuenta de que podría acostumbrarse a los chistes y la risa de Sand.
Faith se sentó junto a Sand otra vez, pero esta vez su sonrisa sólo señalaba problemas. El músico ya se preparaba para el dolor de cabeza.
-Te vi- dijo hablando muy bajito.
Sand no la miró y siguió hablando.
-No sonreías así antes. Tus ojos, chico, sos como un ciervito enamorado.
-Estás llevando esto demasiado lejos, F.
Suspiró para mirarla de frente y susurran.
-No podemos y lo sabes…
-Lo ví, siguiéndote como un perro, viendo que nadie te haga daño cuando se acercaron esas personas.- dijo la morena ignorando completamente la advertencia de Sand.
-¿Estuvo ahí?- respondió el músico.
-Fue muy tierno, estaba preparado para salir al ataque y se calmó cuando te vio sonreír. ¿Qué te dijeron?- esta vez retomando su volumen habitual.
-Sólo querían saludar, me asusté.
-No estás haciendo nada malo, Sand.
-Lo sé, sólo es que… Están en juego demasiadas cosas, no estoy seguro de si los medios ya habrán levantado la noticia, si tendrá gran relevancia o si decidirán que mi vida sea su tema favorito de la semana.
-Supongo que al final ver Santa Cruz es más interesante.
Ambos rieron.
-Mi fama no se comparaba para nada a la tuya, empecé participando en videoclips de personas famosas y pude lanzar algunos sencillos que no tuvieron mucha trascendencia. Sin embargo, hubo un videoclip en particular que les llamó la atención y no dejaron de criticar mi cuerpo como si tuvieran derecho a hablar de esa manera tan… vil. A veces, no importa lo que hagamos, ellos sólo necesitan algún tema del que hablar para hacer números y al terminar el día, la semana o el mes eligirán su próxima víctima.
- Si, al principio con April fueron duros, todo el tiempo intentaban probarla como si ella no fuese igual o más inteligente que nosotros. Kennedy tuvo que ubicar a muchos periodistas. Él es el más directo, yo salí a dar declaraciones duras, pero Ken es el más enojón de los tres.- sonrió mientras recordaba. -Recuerdo que April insistió en que podía hacerlo sola, pero nos abrazó igual a todos. Insistimos en que si bien ella podía defenderse sola, somos una familia y que si tocaban a uno, nos lastimaban a todos.
-Suena lindo. -dijo Faith suspirando.
-¿Tenés el número de Halsey?- dijo de la nada la morena.
Sand soltó una carcajada e inmediatamente se dio vuelta para ver a sus compañeros. Vio como algunos fingían dormir para seguir escuchando, mientras otros lo ignoraban completamente.
-Ahora que lo decis… Si, lo había olvidado. Fue una de las primeras que me habló para felicitarme por lo que hacíamos. Quería hacer una colaboración en el futuro.
-Por dios, Saaaaand.- La chica gritó cuando Greg desde el fondo gritó.
-Baja el volumen, niña.
-Dejame ser feliz, Greg.
-Tenemos que hacer algo con eso en el futuro, Sand.
-Lo haremos, lo haremos. -dijo entre risas.
-De todas las composiciones que has hecho en el grupo hasta ahora mis favoritas fueron Saving Grace, Every road, Listen to your heart y Give it to me.
-Al final si eras una fanática, F.
-Ya quisieras, musiquito. Una de mis hermanas, Grace, es fanática de ustedes. Creo que el día que escuchó Saving Grace fue el día más feliz de su vida.- dijo entre risas.
-Supongo que tendremos que visitarla al irnos de aquí.
-¿Lo harías? - lo miró completamente extrañada.
Sand la miró no entendiendo por qué no lo haría.
- No dudo que seas un solcito, Sand. Sólo, ya sabes, podemos fantasear con planes, pero esto de verdad me haría muy feliz y a mi familia.
-Repito, cuando salgamos tendrás una visita.
-Ahora que somos mejores amigos, ¿Podrías decirme quien es la Right Girl de la primera canción?
- Empezó siendo un amor de April y terminamos sumándonos todos. Éramos demasiado jóvenes y el amor siempre nos atravesó a todos de manera profunda. Así que cuando comenzamos a escribir simplemente, fluyó.
-Deben tener buenas anécdotas…
-Vivimos muchas cosas juntos.
And I say I'm only playing, but
The truth is this
That I've never seen a mouth that I would kill to kiss
And I'm terrified, but I can't resist.
Ray estaba inquieto en su asiento, todos estaban escuchando la charla entre Faith y Sand. No es como si tuvieran algo más interesante que hacer tras el viaje que les esperaba.
-¿Te molesta?-escuchó la voz de Clay a su lado.
-Por supuesto que no. -dijo sonriendo.
No entendía porqué su compañero creía que le molestaría su presencia.
-Hablo de lo que está pasando allá.- dijo señalando al lugar donde se encontraban los músicos.
-¿Por qué me molestaría?- dijo levantando una ceja para ser más creíble.
-Los estás mirando sin pestañear desde que entramos. Sumado a que pareces un gatito a punto de atacar.
-No me digas gatito.- dijo haciendo un puchero inevitablemente.
Clay se rió.
-¿Te gusta Sand?- dijo con normalidad.
-¿Podes bajar la voz, traidor?
-Vamos, no fue mi culpa. Si hubiera sabido que te molestaba, mi boca hubiera estado sellada.- cuando terminó de hablar reaccionó como si hubiera tenido una revelación. - Claro, no querías que el cantante hot se enterara de tu propuesta indecente…
-Clay, dios, no. No quería que hubiera chismes que no me hagan reír. Quiero a Boston, no quiero hacerle daño, fueron malos con él.
-Tenés razón, no lo conocemos. Pero ahora que estás sobrio, ¿No cambió de alguna manera tu forma de verlo?
Ray decidió no enojarse por primera vez y pensó en lo que le estaban diciendo.
-Las últimas veces, me di cuenta de que quizás está más descontrolado de lo que lo recordaba. Ni siquiera puedo recordar si siempre fue así o puedo verlo porque ahora soy yo el único sobrio…
-Y sos su amigo, Ray. Tenés derecho a ver a otras personas.
-Estoy en rehabilitación. -dijo susurrando, no olvidando que sus compañeros podían oírlos si hacían el esfuerzo.- Estamos en rehabilitación. No se supone que encuentre a mi media naranja acá.
-Veo que ya lo estuviste considerando.
-Clay.
Lo miró enojado como si eso pudiera cambiar algo.
-Lo único que estás haciendo es demostrarme que tengo razón, Rayray.
-Me gustaba más cuando estabas callado.
-Eso es una gran mentira.
Suspiró profundamente para darle a Clay lo que quería.
-Okay, no estoy ciego. Me gusta, es atractivo, es atento y no lo sé, me gusta estar con él.
Clay sonrió de oreja a oreja.
-PERO estamos acá y no quiero arruinar mi tratamiento ni el de él. ¿Okay?
-Prometeme que si logran superar la rehabilitación lo intentarán afuera.
-¿Qué?
-Ray, por Dios, confía en mí. Reconozco a una pareja destinada cuando la veo.
-Deberías dejar de ver novelas.
-Ver y leer novelas es lo que me da talento. Es como pedirle a un atleta que deje de entrenar.
Ray puso los ojos en blanco.
-Hasta te contagió sus costumbres…
-Clay baja la voz porque te voy a matar mientras dormís.
Su compañero levantó las manos en señal de redención mientras se fijaba que nadie los hubiera escuchado.
-Prometeme que les vas a dar una oportunidad.
-Clay, esto…
-Por favor.
-Okay, okay. Déjame en paz.
-Te voy a agarrar de las patas hasta el fin de tus días si no cumplís.
-Basta. Dormí. Ya te dije que lo voy a intentar.
Clay se dio vuelta mientras fingía dormir con una sonrisa para molestar a Ray.
El chico rico observó el micro mientras decidió finalmente pedir su deseo.
Se levantó para acercarse a Olivia unos asientos más adelante.
-¿Ya decidiste tu deseo, Ray?- le dijo la terapeuta mientras intentaba comprender el por qué de la urgencia.
-Ya que no podemos entrar celulares… ¿Qué te parece si me conseguís un mp3 con una lista de canciones?
Olivia sonrió como si no hubiera esperado que el deseo de Ray estuviera ligado a la música.
-Si, tengo ganas de escuchar mis temas favoritos.
Ella asintió orgullosa de su avance mientras le daba un papel a Ray para que anotara todo lo que quisiera.
La lista no era larga ya que el más chico pasaba sus días escuchando los mismos temas sin aburrirse. Agradeció al universo recordar el nombre de la banda de Sand, ya que no se lo había dicho a él, sino mientras hablaba con Faith.
Así que, finalmente anotó:
Toda la discografía de Spotlight kids.
Chapter 9: Una imagen, mil momentos
Summary:
Los chicos pasan un día entero en el jardín.
Les dan cámaras instantáneas para capturar sus momentos favoritos.
Repasan su primer día en el centro.
Un acercamiento en la fogata.
Notes:
Holaaaaaa.
Finalmente pude volver a escribir, no saben las ganas que tenía de terminar este capítulo. Cuando armé el boceto general de esta historia sabía que este iba a ser mi favorito. No sé si quedó como esperaba pero se acerca bastante.
Cada personaje está tomando más lugar del que me imaginaba, pero como son divertidos me parece que permiten agregarle liviandad al drama de la historia.
Ray y Sand están cada vez más cerca y muchas veces cuando escribo ellos toman las riendas por mí. (La última escena no estaba planeada de esa manera, pero estos seres ya tienen vida propia).
Espero que les guste y les mando un besito.
Lista de temas:
-Iris de Goo goo Dolls.
-You're on your own, kid de Taylor Swift.
-Walk me home de P!nk.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
And all I can taste is this moment
And all I can breathe is your life
And sooner or later it's over
I just don't wanna miss you tonight
And I don't want the world to see me
'Cause I don't think that they'd understand
When everything's made to be broken
I just want you to know who I am
Ray, Clay, Dom, Sand, Meghan, Greg, Vicent y Faith se encontraban parados en medio del jardín.
Sabían que hoy iba a ser un día en el que cualquier actividad les hacía replantearse su vida o distraerlos.
Todos los días estaban ligados al azar de no saber si se irían a la cama tranquilos o teniendo en mente más preguntas que respuestas.
Los rodeaba un pequeño vivero, las plantas yacían hermosas a su alrededor.
Todos consideraban una injusticia que los levantaran tan temprano, pero aquellos que ya estaban avanzados en el tratamiento sabían que no estaban en la escuela para quejarse como niños; aunque eso, a la mayoría, no les impedía quejarse.
-Buenos días a todos, espero que hayan descansado bien.
Olivia lideraba nuevamente el grupo como la única dosis de rutina y tranquilidad que obtendrían de estas reuniones.
-Buen día, Liv.- dijo Meghan con cariño.
-Quizás preferiría estar muerto…- soltó Greg por lo bajo.
Meghan le dio un codazo intentando acomodar su mal carácter.
-Buen día.- soltó a regañadientes.
Los demás miraron a la terapeuta con una sonrisa, muchos sabiendo que sólo quería ayudarlos mientras que otros sólo lo hicieron por cortesía como Vicent y Clay.
-Bien, sé que es demasiado temprano, pero la idea es justamente disfrutar y ver cómo se sienten con ello. Para empezar, pueden ver a su alrededor una serie de plantas que utilizarán el día de hoy.
-¿Plantaremos un árbol?. dijo Faith entusiasmada.
-Demasiado codicioso de tu parte.- soltó Vicent.
-En este caso, cultivaremos, Faith.- respondió Olivia- pero serán plantaciones más pequeñas. La idea es que de a dos se coloquen junto a una planta en particular para poder cultivarlas juntos.
Todos se miraron entre sí, como si lo realmente importante fuera con quién les toque y no las plantas.
-Van a tener que escribir el nombre de aquella planta que les llame la atención en un papel junto con su nombre e iremos armando las parejas.
-¿Tienen miedo de que Vicent se quede solito?- soltó Faith divertida.
-¿Preferís mi compañía?- dijo Vicent sin sentirse ofendido.
-Prefiero chupar un trapo de piso.
Las risas sonaron fuerte mientras Olivia sonreía tratando de no seguirles la corriente mientras abría los papeles con los nombres.
-Bien. Faith con Meghan, Sand con Ray, Clay con Vicent y Greg con Dom.
-Sé que no es el día oportuno porque van a estar trabajando con tierra, pero la idea es que comiencen a fotografiar su día a día, aquello que quieran recordar o volver a mirar cuando salgan de acá.
Cada uno de ellos comenzó a inspeccionar las cámaras.
Meghan no pudo evitar pensar, cuando vio el pequeño agujero que tenía el artefacto, si algunas de sus fotos saldrían enfocadas… Sólo le quedaba tener fe.
-Van a tener que elegir bien sus fotos, sólo tienen 10 fotos, como saben saldrán impresas por el espacio que se encuentra al costado del aparato.
-¿Y luego qué?- preguntó Greg.
-Ustedes deciden qué hacer con sus recuerdos.- contestó Olivia con dulzura.
Todos se dieron vuelta para escuchar como Vicent se había tomado una foto a sí mismo mientras todos hacían preguntas.
-Sin duda el azul de mi gorra resalta mis ojos.- dijo mientras agitaba el papel.
-No se supone que lo debas decir vos mismo, Vicent. -dijo Meghan hablándole con la suavidad de una madre.
-Debo decirme cosas bonitas o no, Liv?- dijo suavizando la mordacidad que lo caracterizaba.
Todos rieron mientras lo ignoraban y seguían al jardinero que los llevaría a plantar aquello que habían elegido.
Aunque el espacio era grande, se encontraban relativamente cerca unos de otros.
El instructor comenzó con las explicaciones.
-Bien, muchachos y señoritas. Tengo entendido que están en rehabilitación, así que los felicito por recurrir a Daylight. Mi nombre es Marco y como se deben imaginar vinieron hasta acá para aprender a cuidarse a sí mismos, pero antes tendrán que seguir diversas actividades que los ayuden a gestionar sus emociones y ofrecerles diferentes espacios para refugiarse, para distraerse y más. Así que, hoy quiero que cuiden de algo más.
-No me gustan las flores… Esto parece un funeral.- soltó Greg enfurruñado.
Vicent estuvo de acuerdo.
-Intentemos generar recuerdos amables por hoy, si?- dijo el instructor sin dejarse amargar por el tono del doctor.
-Bien, cada flor tiene un cartel orientador. Mientras los voy nombrando se acomodan.- el muchacho miró la lista de papel que le había dado Olivia y la leyó.- Girasoles para Sand y Ray; Cactus para Clay y Greg; Rosas para Faith y Meghan; Jazmines para Dom y Vicent.
Todos se movieron mientras acomodaban las cámaras sobre su pecho utilizando las bandas que Liv les dio.
-De acuerdo, lo que vamos a hacer hoy es trasplantarlas para que queden y crezcan aquí, mientras tanto ustedes deberán cuidarlas. Al finalizar su tratamiento, si la planta sigue viva podrán llevarla, en caso de que quieran, o pueden dejarla aquí para que los demás pacientes se encarguen de ellas.
-Genial. -dijo Vicent con claro sarcasmo.
-Callate, Vicent. -dijo Sand.
-Gracias- dijo el jardinero.- Bien. Después charlarán con Olivia el porqué de su decisión, mientras tanto les voy a contar cosas generales de cada una de ellas.
El señor señaló el cactus que habían elegido Clay y Greg.
-Este cactus suele ser conocido como Reina de la Noche.
-¿Como Vicent?- dijo Dom y todos soltaron una carcajada.
-Algo así…. -dijo Marco sin entrar en los chistes de los muchachos- Florece de noche y una vez que amanece sus hojas se marchitan. Es hermosa, pero sólo se deja ver por aquellos que tienen la paciencia de esperar… Como verán tampoco tiene espinas lo que simplificará su trabajo a la hora de trasplantarlos.
Tienen que saber que cada una de estas plantas debe tener un suelo con sus nutrientes determinados, algunos necesitan más luz, otros más humedad, otros necesitan estar más a la sombra y deben ser cuidadosos con sus rutinas de riego.
Cada rincón tenía unos pequeños folletos con el cuidado a seguir de cada uno.
Ray ya se sentía agobiado de tantas historias de plantas cuando finalmente llegó su turno y el de Sand.
-Por último, tenemos el girasol. Es una flor que como su nombre lo dice, sigue al sol. Hay una leyenda que dice que una ninfa se enamoró del dios del Sol, pero como Apolo no le correspondió, su corazón se partió y murió de pena. Al morir se convirtió en un girasol que seguía a su amor donde vaya, nunca perdiéndolo de vista. Muchos la identifican como la planta del amor eterno.
-O de la obsesión más grande del planeta.
-Vicent!- dijo Meghan con regaño.
Sand miró la flor cautivado. Siempre había sido su flor favorita pero jamás se había atrevido a decirlo en voz alta. Extrañamente nadie nunca le había preguntado acerca de su flor favorita, pese a que había recibido incansables regalos jamás le habían regalado flores. Deseó estar en su hogar para incluirlas en su decoración.
-Estrellita.- alguien dijo suavemente.
Sand levantó la vista mientras terminaba de acomodar la tierra para que su flor quedara completamente ubicada donde le indicaron. Vio a Ray con una sonrisa apuntando directamente hacia su dirección. No tuvo tiempo de sonreír, ya que la foto ya estaba saliendo.
-¿Sos demasiado presumido para sonreír?- dijo Ray entre bromas.
-No te quería encandilar, niño rico.
-Demasiado tarde. - dijo con dulzura. El chico parecía raramente feliz pese a estar rodeado de tierra.
-¿Sabes que tenés que plantar un mínimo de tres plantas, no? No vale si yo hago todo el trabajo.
-Saaand. Me ayudaste a trasplantar dos plantas e hice solito una, mi trabajo está hecho.- sacó a relucir sus mejores ojos de ciervo.
- Podrías ayudarme a terminar las mías…
-Creo que los dos sabemos quién luce mejor al calor del sol y trabajando. Yo soy muy feliz sólo mirándote. Digamos que hoy sos mi sol.
-Seguís sin convencerme, sátiro.- Miró a su alrededor mientras todos estaban terminando de plantar.
-¿No era una ninfa?- dijo Ray.
Sand puso los ojos en blanco y respondió.
-Me debes una.
-Cuando quieras, Sandstar. - dijo mientras le sacaba una foto a las plantas que habían cultivado juntos.
You're on your own, kid
You always have been
From sprinkler splashes to fireplace ashes
I gave my blood, sweat, and tears for this
I hosted parties and starved my body
Like I'd be saved by a perfect kiss
The jokes weren't funny, I took the money
My friends from home don't know what to say
I looked around in a blood-soaked gown
And I saw something they can't take away
Como siempre, la actividad los llevó a reflexionar sobre sí mismos.
Faith y Meghan habían hablado de cómo las rosas tenían un gran significado para ellas. Meghan contó que su marido solía regalarselas en todos sus aniversarios, ya que habían sido las flores que eligieron para decorar en su casamiento. Por otro lado, Faith dijo que su padre se las regalaba cuando era niña y que sus favoritas eran las blancas.
Los jazmines de Dom y Vicent opacaban el olor de las demás, y aunque todos estaban encantados por el aroma, no pudieron evitar reír al escuchar a Greg estornudar.
-Es como si fueras alérgico a la belleza.- soltó Vicent.
-Es por eso que cuando estoy cerca tuyo no me pasa nada, Vin.- respondió extrañamente con una pizca de humor.
Todos volvieron a reír al ver cómo una vez más, Vicent era dejado en jaque.
Una vez que terminan la actividad de las flores comenzaron a ver las fotos que habían sacado a lo largo del día.
Todos colaboraron y se los notaba felices.
Luego de lavarse las manos y ordenarse, se sentaron en una mesa con diferentes platos de comida.
-¿Cómo la pasaron con esta actividad, muchachos?
Clay con los cachetes llenos de comida respondió.
-Estuvo bien, Greg es muy dulce cuando quiere.
Nuevamente, Clay recibió una mirada fatal de su costado, ya no de su compañero de habitación sino del doctor gruñón.
-No seas maleducado, niño. Soy una persona amable.
- ¿Te acordas cuando me hiciste creer que tenía sífilis?-. soltó Vicent.
-Alguien tenía que asustarte para comenzar a usar protección.- respondió tranquilamente como si no fuese la gran cosa.
Faith gritó mientras hacía cara de asco.
-A mi me dijiste que podía perder el dedo cuando me lastimé con el rallador.- agregó Dom.
-Alguien debía sacarte de la cocina, eras un peligro para vos mismo.- retrucó nuevamente.
-A mi me dijiste que por cada día que no comía se morían mil neuronas y no podría volver a componer.- soltó Sand.
-¡Eso es cierto! Además al otro día te vi comer una manzana. Funcionó, Estrellita.
-Pero el método es un poco… ortodoxo Greg.- dijo suavemente mientras le acariciaba el pecho a Sand como si fuese un niño.
-Lo importante es el resultado Megmeg. E f e c t i v i d a d. - respondió suavemente Greg.
Liv se rió mientras permanecía mirando al grupo.
Ella también tenía una cámara como los pacientes, así que por primera vez se permitió coleccionar un momento.
Llamó al jardinero que les dio las clases.
-Disculpe, Marco ¿Podría sacarnos una foto grupal?
Todos observaron asombrados a Liv, como si no esperaran semejante cercanía.
Greg sacó un peine del bolsillo de su camisa para acomodar su pelo, mientras los demás también se acomodan.
Vicent se sacó la gorra y Sand le acomodaba el pelo a Ray, luego de que el chico insistiera en que el sol lo había despeinado. El músico quiso discutir, pero sabía que no valía la pena.
Faith se paró para abrazar a Liv por detrás y todos sonrieron mirando a cámara.
Era la primera foto que se sacaban todos juntos.
Todos le acercaron las cámaras a Marco para que hiciera más fotos, aunque Vicent se dio cuenta de que se había gastado todas sus fotos.
-Bien, ¿Les parece si pasamos a la siguiente etapa del día? -Se notaba que estaba claramente emocionada.
-Como ven ya estamos cercanos a la hora del amanecer les tengo una nueva consigna.
Voy a dar una palabra para que cada uno de ustedes cuente algún relato que haya sucedido en el centro. ¿Qué viene a sus mentes si digo diversión ?
-Mirar Santa Cruz en el comedor juntos.- soltó Clay primero.
Todos se asombraron de su valentía, pero sonrieron.
-Vicent?
- El día que fuimos a escalar y comenzaron los chismes sobre el niño rico.
-Vos también sos rico, idiota.- respondió Ray.
Vicent sonrió.
-Ray?- dijo Olivia.
-Creo que este día, cuando todos estábamos trasplantando y una abeja casi le pica a Dom.
-¿Estábamos?- dijo Sand con claro sarcasmo.
-No fue gracioso, Ray. Podría haber muerto.- exclamó Dom horrorizado.
-Pero no lo hiciste.- agregó Faith divertida con su cara.
-¿Faith?
- El día que Sand y Ray limpiaron el baño, el chiquitín mezcló mal los productos y no dejaba de decir pavadas.
-¿Tanto dura el efecto?- dijo Vicent inspeccionando con la mirada todo su cuerpo.
Todos rieron.
-Idiota.- respondió Ray enojado.
-¿Meghan?
- El día que cocinamos nuestros platos favoritos. Por cierto, quiero dejar asentado que al terminar nuestros tratamientos, todos están invitados a comer en casa. Incluso vos, Liv.
Todos la abrazaron conmovidos por la evidente ternura de su compañera.
-¿Greg?
-Se puede el día que Sand golpeó a Vin. Gran momento.
Sand soltó una carcajada que sorprendió a todos.
-¿Qué pensas, Sand?
- Quizás fue más divertido luego de pegarle. En ese instante fue demasiado para mí.
-No me lo tomé de manera personal, tranquilo.- dijo Vicent.
-Qué lástima. - dijo el guitarrista divertido.
-Diría que el día del baño también, aunque cargar a Ray semi desmayado no fue divertido.
-A mi me causó gracia cuando le diste la cabeza con la pared- soltó Faith para luego taparse la boca.
-¿Estuve con un chichón en la cabeza dos días y no fueron capaces de avisar que fueron ustedes?
-Faith estaba encargada de revisar que saliera bien y se distrajo…
- Velamos por nuestra seguridad, Rayray. - dijo Faith.
Ray puso los ojos en blanco mientras Clay le hacía señas por su nuevo hábito.
-Bien, muchachos. Una pregunta más, pero esta vez deben escribirlo. Quiero que descarguen todo lo que recuerden y quieran dejar ir de ese día. Como saben, no podemos borrar el pasado, pero volvamos a ese primer día para construir algo nuevo desde ahí.
Todos suspiraron.
-¿Qué sintieron en su primer día?¿Cómo lo vivieron?
Todos agacharon la cabeza como si recordar les diera vergüenza.
Sand:
Miserable.
Quisiera poder borrar ese primer día.
Sentía que todas las buenas intenciones de estas personas no los transformaba en mis amigos. Con el tiempo entendí que sí.
Mi primer día fue en la cama, con poca energía, mucho enojo y demasiadas cosas en la cabeza.
En la noche estuve varias horas tirado desnudo, ya que no dejé que Dom me ayudara a bañarme. Al pasar las horas el chico entró, me levantó y jamás dijo nada al respecto, cuidó mi humillación. Probablemente esa empatía fue lo que me hizo hablar con él.
No confiaba en nadie. Ni siquiera en mí mismo.
Cantar era mi vida y quizás hacer un pacto de silencio conmigo mismo fue mi castigo autoinfligido extra..
Quisiera no volver a tener todos esos sentimientos en mí jamás, toda esa miseria no es bienvenida. Nunca más.
Ray:
Quizás el Ray de ese momento no se daba cuenta de lo que realmente pasaba. Me burlé de todos mis compañeros y me topé con una realidad que no creía.
Probablemente hizo falta que me temblaran las manos y alucinar en las noches para entender dónde estaba.
Quizás cuando estuve tirado toda la noche esperando que una cara conocida viniera a rescatarme; pude reconocer que estaba por mi cuenta, con toda mi mierda sobre el tapete y que nadie iba a venir a resolver nada.
Me sentí solo y abandonado, igual que la primera vez que entré a rehabilitación.
Desearía no volver a sentirlo.
Nunca más.
Todos estaban concentrados en sus papeles y algunos se atrevieron a leerlos en voz alta. Muchos de ellos lagrimearon.
Mientras cada uno leía su papel, los fueron arrojando al fuego de la fogata que había preparado Marco.
-Está bajando el sol.- dijo Dom.
-Observen, aprecien y disfruten muchachos.- dijo Olivia.
Algunos sacaron sus cámaras para capturarlos mientras que otros sólo perdían su visión en el ocaso.
There's something in the way you roll your eyes
Takes me back to a better time
When I saw everything is good.
Walk me home in the dead of night
I can't be alone with all that's on my mind, mhm
So say you'll stay with me tonight
'Cause there is so much wrong going on outside
‘‘Hey, hey, está bien. Estar sobrio es lo mejor’’
Repitieron todos mientras permanecían agrupados en un círculo alrededor de una fogata.
Olivia dijo que debían terminar el día con una fogata en el parque y todos estuvieron de acuerdo.
Luego de insistirle a Sand que cante algunas canciones, todos estaban cansados, pero satisfechos.
Se notaba que había sido una actividad que necesitaban para calmar las aguas.
La luna ya se encontraba en lo alto del cielo y por esta vez los dejaron permanecer en grupo una hora más levantados.
Algunos ya se habían ido como Faith, Meghan y Greg, mientras que Vicent había aprovechado unos segundos después de que Olivia se marchara para ir a coquetear con la chica del piso tres que se encontró haciéndole ojitos toda la semana.
Clay, Dom, Ray y Sand permanecían charlando de nada y todo, cuando Dom pareció recordar algo.
-Hoy había maratón de Santa Cruz, tenemos que irnos.- dijo rápidamente.
Tomó del brazo a Clay y entraron.
Ray miró a Sand riendo.
-¿Y qué dice el papel que te dio Olivia?
-Qué chismoso que sos.
-Curioso me gusta más.
Le tendió el papel.
Calma.
-¿Ya pensaste en qué momento encontraste calma acá?
Ambos sabían que eran temas que estaban programados para hablar con sus terapeutas y sin embargo, tampoco consideraban mal tener un vistazo previo.
-Si.
Ray se acercó a su lado derecho para tenerlo más cerca.
-Diría que cuando terminé de hablar con Nick. -dijo dando vuelta la pulsera que le había dado su amigo.- El hecho de tener su apoyo y saber que no me odiaba me dio calma…
La noche continuó con sus sonidos como si el mundo de Ray no estuviera a punto de detenerse.
-También cuando me tocaste la mano.
Ray lo miró con sus ojos brillantes, no sabiendo cómo asimilar el hecho de haber sido un factor determinante en la tranquilidad de Sand.
Inevitablemente el músico hizo un chiste.
-¿Quién diría que después de tantos dolores de cabeza podrías generar un sentimiento de paz, no?- soltó una risa liviana.
-Hey, no me porto ni la mitad de mal de lo que quisiera.- dijo seguro, desviando su mirada a los labios de Sand.
- ¿Y a vos qué te tocó? dijo el músico.
Control.
- ¿Lo encontraste?- dijo el guitarrista con voz suave.
-Sorprendentemente, si. Quizás desde que atravesé esa puerta y no escapé. No sé si es control, pero quiero creer que si.
El chico rico agarró el conjunto de fotos que había sacado ese día: una de los girasoles que plantaron, una foto de Sand con un girasol, Meghan y Faith riendo juntas mientras Greg mira mal a Dom por haberse caído mientras cosechaba. Otra de todos ellos con Live, una de Clay trasplantando los cactus, una de Vicent robando una rosa mientras Faith corría para alcanzarlo. Otra de Meghan y Faith posando con sus plantas; otra de Sand pero esta vez sonriendo mientras lo miraba y por último una foto de él mismo, que había sacado Meghan. Raramente estaba enfocada y se veía más al pasto que a Ray, pero podía decir con seguridad que se veía contento.
-¿Qué hubieras contestado antes si te preguntaba qué es la diversión para vos?
-Lo primero que se me viene a la mente es estar componiendo toda la noche. Con vasos de whisky y un cigarro en la mano. ¿Vos?
-Mi primer pensamiento hubiera sido esperar al fin de semana para ir de fiesta y beber hasta desmayarme, pero creo que también las noches enteras diseñando bebiendo cualquier cosa.
-Estabamos muy jodidos.- soltó el músico.
-Todavía lo estamos, esto no se termina. Por lo menos tenemos una pasión clara, ¿no?- dijo con un gusto amargo.- Es una locura la manera en la que cambia la vida. Hasta hace unas semanas mi vida era muy diferente.- dijo Ray.
-¿Te sientes mejor que hace unas semanas? -preguntó Sand mientras jugaba con la tierra junto a sus pies.
El chico rico estiró sus manos para mirarlas.
-Si bien antes no tenía este temblor, me parece justo que éste sea el precio que deba pagar- miró el horizonte y recordó- ¿Sabes? Ya no tengo tantas pesadillas.
-Eso es bueno, Ray.
-Lo es.
-¿Pero?
-No dije pero.
-Estás nostálgico.- dijo el músico seguro.
- Cualquiera hubiera dicho triste ¿Ya crees que me conoces, Estrellita?- dijo con un inevitable sarcasmo.
Y aunque Ray todavía no lo sabía, Sand era capaz de permanecer inmune a sus intentos de alejarlo.
-No sé si alguna vez llegué a conocer a alguien completamente, pero digamos que se te nota. No es habitual que un chico tan mimado como vos esté cabizbajo, tu tono de voz es suave y estas inquietantemente tranquilo.
Ray quiso pelear un poco más, pero sus ojos lo traicionaron.
-Supongo que sigue apareciendo en mi cabeza la pregunta de qué hubiera pasado si hubiera hecho las cosas de manera diferente…
-Y sin embargo nunca lo sabremos.- soltó Sand.
-Supongo que tengo miedo.- dijo Ray.
-¿De qué?
-De lo que va a pasar cuando salgamos de acá. Este lugar, ustedes, las actividades… Nos mantienen a salvo, entretenidos… No sé cómo voy a reaccionar una vez que esté allá afuera solo.
Sand le sujetó la mano instintivamente y comenzó a realizar patrones al azar en su palma, Ray lo dejó.
-Yo también tengo miedo de lo que pase una vez que ponga un pie fuera de Daylight. No sé cómo funcionan las terapias desde afuera, pero supongo que nos están preparando para eso. Estamos dando muchos pasos estos últimos días. Yo voy a salir antes que vos, así que si todo funciona para mí, te puedo ayudar.
-Sand, vas a estar ocupado.
-No sé qué va a pasar conmigo cuando salga. Quiero confiar en que algo de todo esto va a permanecer dentro de mí, no quiero lastimar a nadie más. Quiero estar tranquilo, en silencio, con mis pensamientos. Quiero poder mirarme al espejo y saber que va a estar todo bien.
- Lo vas a lograr.
-Puede que vos también y quiero estar ahí para verlo.
-¿Vos de verdad querés verme afuera?- dijo el chico poco convencido.
-¿Vos, no?
-Si.
-Es un trato entonces.
Ambos se dieron cuenta de que estaban demasiado cerca. Sus narices se rozaron con calma, con intención de respirar el aire del otro.
Ninguno avanzó.
Sabían que no debían, sin embargo se les permitía respirar al otro.
Ray movió su cabeza hacia el hombro de Sand, para luego decir.
-Queda una en el rollo, Estrellita. Hagamos los honores.
Y cuando el click sonó pudo ver cómo desde el espacio de la cámara salía una foto de sus manos juntas y el fuego detrás.
Sin duda, su foto favorita.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.
♡Un besito. ♡
Chapter 10: Buscando un poco de gracia.
Summary:
Un compañero se va.
Ray recibe un premio que le ayuda a conocer más a Sand.
El músico reflexiona sobre todo lo que vivió en el centro.
Sand y Ray se conocen más.
La historia se repite.
Notes:
Holaaaa, feliz AGOSTO para mis queridas swifties.
Es un capitulo más corto de lo común y más liviano.
Luego de este capítulo entramos a la etapa final y los capítulos más intensos.
No se olviden que tenemos final feliz, seamos fuertes.
Espero que les guste y como siempre, los comentarios son bienvenidos.
Lista de temas:
-Easy for you to say, 5 Seconds of Summer.
-This is my trying, Taylor Swift.
-Normalcy, Gigi Perez.
Los temas que escribe Sand son de la banda The maine: Saving Grace y Misery.
Un besito.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
A youth that was stolen and filled with mistakes
I turned all around, looked for someone to blame
But I'm overdramatic and drenched in my pain
I know that you saw it all over my face
Last night, I lied
I looked you in the eyes
I'm scared to find
A piece of peace of mind
I swear to you
Each and every time
I'll try and change my ways
Hoy era día del correo familiar, pero también era el día en el que Greg se iría del centro para empezar de nuevo.
Ésta vez, sin ellos.
Bajó entusiasmado para ver si su padre había enviado lo que le había pedido días atrás.
Becky permanecía sentada en el recibidor del centro, repartiendo los paquetes.
Era triste ver como algunos de sus compañeros ni siquiera se acercaban, ya que no esperaban nada de sus familias.
-Ray, tenes correo.- soltó Becky.
- ¿Sabes qué Becky? Le estoy encontrando el gustito a vivir en esta especie de principios de la década de los 2000.
Becky le tendió una bolsa sin darle mucha importancia a su comentario mientras llamaba a los demás.
Ray sonrió y abrió su paquete.
Encontró un VHS con las cinco temporadas de Santa Cruz. Le había explicado a su padre que necesitaba un nuevo pasatiempo y que el centro pese a ser un sitio costoso, vivía estancado en otro tiempo. Sin embargo, reconocía la buena estrategia para evitar el vicio de la modernidad.
Probablemente, si no hubiera pasado una rehabilitación previa, su padre hubiera cometido el error de querer enviarle todo aquello que necesite, pero ya habían superado esa fase.
Festejó disimuladamente mientras pensaba en lo contento que se pondría Clay.
Dentro había una carta y aunque la intriga lo matara, sabía que debía esperar el momento adecuado para leerla.
Quería disfrutar de la ignorancia un poco más.
Becky lo miró con una pregunta fija en la mirada “¿Todavía seguís parado ahí?”
Aún no había descubierto si lo odiaba o si simplemente, tenía miedo de generar vínculos con los pacientes.
Ella misma le había advertido el primer día que llegó, este no era un lugar para fraternizar.
Sintió cómo alguien le tocó el hombro.
Cuando se giró vio a Olivia con un artefacto que no veía hace tiempo.
-Hola, Ray. Tu premio.- le puso el aparato frente a su cara. -Es lo máximo que conseguí en tan poco tiempo.
- ¿Un MP3?- soltó riendo.
- Sabes que no podemos ingresar ningún aparato con el que te puedas comunicar con el afuera, así que esto fue lo más cercano que se me ocurrió para que puedas escuchar música. Acá adentro está lo que pediste.
-Oh, son muy literales cuando hablan de volver a las raíces.- Olivia soltó una risa. - Gracias, Liv.
-Es tu premio. Que lo disfrutes.
Ray se apuró a guardar las cosas en la bolsa que había preparado para el día y corrió para dónde estaban sus compañeros esperando a Greg.
Olivia se acercó a hablar con Greg mientras todos escuchaban lo que éste le decía:
-Estaré bien, ya sé lo que debo hacer, Olivia: No beber, ir a las reuniones, buscar un patrocinador y pedir ayuda.- Repite cada regla con seguridad demostrando que se las sabe de memoria.
Cuando levanta la vista ve a sus compañeros reunidos en fila, listos para comenzar a cantarle.
Se da media vuelta con la vista hacia la puerta principal cuando todos comienzan a entonar:
''Te deseo un viaje feliz y continua sonriendo así
Que no te importe que el cielo se nuble solo canta una canción feliz’’
A ninguno le gustaba la canción, pero con el tiempo se fueron acostumbrando a escucharla de despedidas ajenas.
Era el primero del grupo que se iba así que debían continuar la tradición.
Ray se sentía avergonzado de haber subestimado las despedidas del centro, ahora se sentía como si se estuviera despidiendo de alguien que iría a la guerra.
O mejor dicho, a ese mundo real del que antes todos habían escapado.
Greg sonríe hacia Meghan y a Faith, levanta el mentón hacia los demás, mientras que le saca el dedo del medio a Vicent. El cual le devuelve el gesto entre risas.
-Espero que lo logre- dice Meghan mientras la abrazan, a su derecha Faith y a su izquierda Sand.
- Sólo tres de cada diez de nosotros lo logra. En cierto modo, es bueno para nosotros si regresa a su adicción.- soltó Vicent.
Todos lo miraron con terror, sabiendo que por más de que sea cierto, su partida era muy reciente. Sumado a la poca empatía que disfrazaba de realismo.
Todavía no se cumplían dos minutos de su partida.
-Lo sé, es una gran contradicción.- dijo Vicent con un tono lamentable. Como si de verdad lo dijera en serio.
Faith le golpea la cabeza mientras todos se alejan hacia el comedor.
-¿Qué?- dijo el de ojos claros.
I've been having a hard time adjusting
I had the shiniest wheels, now they're rusting
I didn't know if you'd care if I came back
I have a lot of regrets about that
Pulled the car off the road to the lookout
Could've followed my fears all the way down
And maybe I don't quite know what to say
But I'm here in your doorway
I just wanted you to know that this is me trying
Se respiraba un aire extraño, todos se encontraban pensativos luego de la partida de Greg.
Si bien, el doctor insistía en ser agrio con todos, por momentos olvidaba su papel de doctor malhumorado y dejaba ver su preocupación por los demás.
Aunque sea muy de vez en cuando.
A pesar de que Sand le echó en cara su comentario al llegar. También recordaba vívidamente cómo, pese a tener a Becky ayudándolo; Greg había entrado varias veces a su habitación a chequear que todo estuviera bien.
Se encargó del suero y de recordarle a Dom que cambie las toallas que le habían puesto para mantenerlo fresco.
El músico se odiaba por no habérselo agradecido.
Todavía estaba demasiado envuelto en su propia cabeza.
Además, si era honesto, estaba seguro de que Gregory agradece su silencio, lo interpreta como respeto. Sin embargo, anotó mentalmente ir a buscarlo para no sólo agradecerle por haberle salvado la vida, sino para devolverle el favor.
Ser un amigo, un compañero al que pueda recurrir.
Le parecía extraño pensar cómo desde que encontró al centro empezó a confiar en sus propios compañeros, aún sabiendo que ninguna persona que los conocía de verdad los consideraba confiables.
Quizás las vivencias los unía lo suficiente como para darles una oportunidad a todos, aun sabiendo, que una vez afuera, las cosas podían cambiar para mal.
Era un riesgo que debía considerar correr o evitar una vez fuera de Daylight.
Pudo sentir una mirada del otro lado de la mesa.
Ray.
Sabía que se quedó demasiado tiempo mirando la comida pensando en Greg y no extrañamente en lo que le generaban los alimentos.
Greg se lo había dicho: Si no comes, no te van a dar las neuronas para volver a componer, Estrellita.
Y aunque fue duro, la crudeza de lo que decía tocó esa fibra artística, que sólo necesitaba componer para vivir.
Levantó la mirada, respiró profundamente y comió.
Ray seguía mirándolo y cuando finalmente el guitarrista decidió mirarlo tras comer varios pedazos de su plato, le sonrió.
Era lo correcto.
Debía pelear con su mente. Día a día.
-Bien, muchachos. Hoy tendrán el día libre de actividades del centro. Podrán hacer lo que quieran. Pueden aprovechar las salas, el parque y lo que deseen.
Recuerden que deben realizar sus tareas y terapias personales. Aquellos que quieran probar su mente, pueden intentar estar solos con sus hobbies al menos una hora, para ver cómo se manejan con su mente.
De todas maneras, si desean hablar con sus compañeros por supuesto, está permitido. Recuerden que todos están en tratamiento.
Todos en la sala se miraron entre ellos.
Un día de ‘’libertad’’ podía ser estresante para un día como hoy, sin embargo entendían que tenía que ver con sus mismos avances.
Sand se levantó y buscó la guitarra de la sala junto con su agenda.
Quería componer.
Necesitaba acostumbrarse a la idea de volver a poner sus sentimientos en palabras.
Buscó su rincón en el parque, aquel en el que se había relajado lo suficiente como para volver a escribir sus canciones.
Miró su cuaderno y pensó en aquello que escribió en la fogata, en lo que le dolió ese primer día.
Tenía que hablar de lo estúpido que fue y en lo miserable que se sintió para exorcizar ese sentimiento.
Tenía que hablar de lo miserable que podía ser.
Comenzó con un riff simple que venía rondando en su cabeza desde hace días.
Sus dedos se movían mientras las palabras se deslizaban de a poco.
I'll say this once again
You people, you aren't my friends
The devil, he can't come in
Tonight, that's right
Looking for misery
But she found me
Lying naked on the floor
I was headed insane
The devil told me his name
But he's not welcome here
Anymore.
Claramente ya sabía el nombre de esta pieza: Misery.
Ray pensaba cuando sería el momento para entregarle el regalo a Clay.
Sabía que se estaba encariñando demasiado. Supuso que la falta de un hermano menor o de una buena relación de hermanos era lo que potenciaba su comportamiento.
Pero nuevamente, sabía que era su culpa.
Y aunque, ya entendía que no estaba simplemente fallado, aceptarlo todavía era parte del proceso.
Acomodó sus cosas en la mesa de madera mientras dejaba que su piel tocara el sol. Había perdido la capacidad de disfrutar pequeñas cosas como esas, el sol, el aire, el cielo.
Se preguntó si siempre habían sido así de hermosos y él había sido demasiado ciego…
Sus cuadernos ya guardaban bastantes bocetos que estuvo haciendo en las noches, miró a su alrededor y vio a Sand sentado con una guitarra; a Meg y Faith juntas mientras charlaban y armaban planes, Dom hacía ejercicio cerca de Sand y Clay permanecía mirando el lago, en silencio y en aparente calma.
Por supuesto Vicent estaba perdido por alguna parte.
Supuso que esta vez le tocaba ser valiente y habitarse en solitario, por lo menos por un tiempo.
Comenzó a dibujar girasoles de distintos tamaños, pensó en qué piezas podrían hacer que luzca su forma. ¿Un collar? ¿Aros? ¿Anillos?
Recordó el MP3 que le había dado Olivia y decidió que tal vez, la música de Sand lo podría inspirar.
La primera canción que comenzó a sonar se titulaba Saving Grace, todavía no sabía si el músico componía solo, pero quería pensar que era el cerebro de la banda. No sólo lo hacía más interesante para la idea que creó en su cabeza, sino que lo hacía más atractivo.
‘’All we have is what's left today
Hearts so pure in this broken place
'Cause we are, we are, we are
we are, we are, we are
Lovers lost in space
Searching for our saving grace’’
Se lo escuchaba libre, fresco. Podía decir con certeza que era Sand, su voz, lo había escuchado pocas veces cantar en el centro, pero las suficientes como para reconocer su voz en cualquier lugar.
Miró sus diseños mientras escuchaba más retazos de las canciones de su arte.
Se preguntó si todos, como ellos, tenían la suerte de tener algo que los apasione.
Se preguntó si de la misma manera que ellos, habían dejado que su tristeza les nublara los ojos.
Había canciones con sonidos alegres y frescos, sin duda era una banda divertida.
Todavía no podía decidir cuál era su tema favorito.
Los trazos de los dibujos parecían armarse solos, corazones con su forma más fiel, otras con su forma real, calaveras, era como si no pudiese parar de crear formas que se le venían a la mente.
Sin duda, su estilo se había vuelto un poco más extravagante que de costumbre, pero le gustó.
El cambio era bueno.
Sand escuchó como alguien tarareaba sus canciones y se dio vuelta rápidamente intentando encontrar esa voz. Vio a Ray muy concentrado mientras dibujaba y tarareaba. Llevaba puesto unos auriculares y cerca un MP3 que claramente no eran los de la sala, se dio cuenta que probablemente haya sido su premio. Sonrió al pensar que Ray pidió su música.
Ya había terminado su canción y estaba demasiado contento con el resultado y consigo mismo.
En ese instante el chico mimado levantó la vista y le sonrió mientras le hacía señas para que se acerque.
El músico levantó sus cosas para acercarse al chico.
-¿Ya me extrañas?- dijo el guitarrista.
-Te veía muy interesado en las vistas, me parecía un desperdicio que lo hagas de lejos.
Ambos se rieron, mientras Sand rodaba los ojos.
-Estabas tarareando…
-¿No es legal?
-Ray…
-Muy buena música.
-¿Desperdiciaste tu premio en mí?
-No es un desperdicio, es música. Me sorprende, Estrellita.
Vio que el músico quería decirle algo, pero de alguna forma se inhibió.
-Todavía no me decido cuál es mi tema favorito… ¿Pudiste hacer algo nuevo?
-Si, ya escribí dos temas.- dijo contento como un niño.
Sand se acomodó junto a Ray mientras miraba sus dibujos atentamente.
-¿Cómo es salir de gira?- quiso investigar.
-Genial, es una vida agitada.
-Preferís las giras o el proceso de composición?
- Depende, cuando estamos en la sala componiendo algo que nos saca la cabeza o cuando terminamos alguna pieza que nos llevó mucho tiempo es impagable. - respiró profundamente mientras pensaba.- Pero después vamos de gira y conocerle la cara a la gente que escucha tu música, que se preocupa por vos o que te cuenten sus cosas… También es una locura impagable. Son muchas cosas para procesar.
-¿Y qué es lo que menos te gusta?- preguntó Ray con una intensa curiosidad.
-Quizás el acoso de los periodistas al principio. Después cuando nos empezamos a dar cuenta lo que significamos para las personas, la responsabilidad. La gente no sólo consume nuestra música sino que también nos consume a nosotros, lo que hacemos, lo que nos gusta, lo que odiamos… Es lindo, pero hay momentos que puede ser muy abrumador…
-Lo lamento, Estrellita.
-Está bien, quizás tuve la suerte de hacerlo con mis amigos. La historia probablemente hubiera sido otra si lo hubiera vivido en solitario.
- ¿Y… vas a volver, no?- preguntó suavemente.
-No lo sé, no depende sólo de mí…- dijo mirando hacia el parque. - La banda tiene que volver a confiar en mí, tengo que estar seguro de que si ellos me aceptan voy a poder soportar lo que las personas maliciosas tengan para decir. Además… necesito estar seguro de que Paul está lejos.
-¿Paul?
-Mi padre, el tipo de las cartas…
-¿Las cartas de tu cuadro?
Sand asintió lentamente.
-Todos deben estar a salvo, sobre todo mi madre.
-Estoy seguro que todos allá afuera deben estar ocupándose de eso, Estrellita.
-Ojalá tengas razón…
Se hizo un silencio que no fue incómodo para ninguno sino más bien reconfortante.
-¿Quién es Marga? - soltó el músico.
Ray no recordaba haber hablado con él de ella, así que simplemente lo miró anonadado.
-Dijiste su nombre dormido el otro día en la fogata.
El chico rió tristemente.
-Ella me crió… Era la ama de llaves de mi casa, se encargó de mí desde que tengo memoria y… Ella falleció antes de entrar acá.
-Lo lamento mucho, Ray.
-Supongo que debía pasar… Ella estaba enferma así que, debe estar en un lugar mejor.
-Seguro que si.
-Y…
El más chico leyó vacilación en la voz del músico sabiendo que quería hablar de algo en particular.
-Entonces… ¿Te vas a casar?
Ray soltó una risa suave que no hizo más que revolverle las tripas al más alto.
-Creí que no te importaba.
-Pura curiosidad.
-Me imagino…
Sand lo miró detenidamente demostrando que esperaba más de esa respuesta.
-¿Crees que alguna vez me case?- confirmando efectivamente que no se casaría, por lo menos no con Boston.
-Si es lo que querés, no lo dudo.
-¿Vos te casarías?
-Supongo… Si es lo que mi pareja quiere… Quizás mi propuesta sería más… personal.- atacando claramente la propuesta de Boston.
-¿No te gustan los botes?
-Me marean. ¿Tenían historia en los botes?
-Honestamente, no.
-Lo habrá sacado de internet.
-¿Vos harías una propuesta arriba del escenario? Con todo el público loco por vos, toda la gente gritando y siendo testigo de tu amor.
Sand lo miró sin poder creer lo que decía.
-Demasiada exposición.
-Creí que estabas loco de amor, Estrellita.
Sand rió amargamente.
-Hay que ver si los fans están dispuestos a seguir escuchándome.
Ray agarró la agenda de Sand y la elevó como si fuese una escena de película.
Tosió para endurecer su voz.
-Apuesto mi vida a que sí.
Ambos soltaron una carcajada.
And normalcy's boring
I'm over with that
But one out of twenty
Isn't so bad
So bad
Casi todos se encontraban reunidos en la sala de televisión esperando que sean nueve para poder ver Santa Cruz, a excepción de Ray.
Dom pudo ver al más chico bajar de la escalera como poseído mientras sostenía algo detrás de su espalda.
El chico se paró delante del punto de visión de Clay y le tendió una bolsa mientras el chico repasaba seriamente las fechas por si había olvidado su cumpleaños.
-Toma, es tuyo.
Todos observaron extrañados hasta que Clay gritó emocionado.
Dom se tapó los oídos mientras veía al más joven agitar unos VHS.
-¿Cómo los conseguiste? Le puso el aparato en la cara a Dom.- Son las cinco temporadas de Santa Cruz.
Los ojos de Vicent casi se salen de sus órbitas.
-A veces me gusta leer. Literatura y cosas así- soltó el de ojos azules.
-Literatura erótica, supongo- dijo Dom entre risas.
-Vos no lees ni las instrucciones del shampoo- dijo Faith mientras se reía.
-Gracias, Ray.- el chico más pequeño se tiró encima de Ray mientras los demás revisaban el paquete.
-Lo pongo?- dijo Meghan.
-Siiii- gritaron todos juntos mientras se terminaban de acomodar en el sillón.
En la pantalla se veía a Falcon en el hospital.
-Tus apuestas te hicieron perder el dinero y mi respeto.- dijo Darian.
Falcon la jaló hacia la cama y la aguardó en sus brazos.
-Pero yo te amo.- dijo Falcon desesperado.
Los dos se besaron locamente cuando entra la madre de Darian, Dierdre junto al doctor Griffin.
Darian se alejó del chico de la cama para exclamar.
-Mamá, Dr. Griffin… ¿Qué hacen aquí?
-Darían, venimos a decirte algo acerca de Falcon.
-Darian, yo llevo al hijo de Falcon.
-Y puedes apostar que tendrá problemas de apuestas.- dijo el doctor con malicia.
Falcon al escucharla comienza a tener un ataque, su cuerpo no puede dejar de sacudirse mientras Darían grita por ayuda.
-Es sólo otro pequeño..- dice el Dr. Griffin.
-Haz algo.- Le gritó Darían.
-Sólo es una cefalea en racimos, terminará en un segundo.- minimizó el Doctor.
-Él lo curará y regresará como nuevo.- dice Sand completamente metido en la historia.
-Por supuesto que no, Falcon dejará el programa.- le contesta Clay.
-Tiene cefalea en racimos….- dijo Ray como si supiera de lo que hablaba.
-Tal vez sea algo más que cefalea en racimos.- parecía que el Doctor les contestaba a ellos.
-Odio a ese doctor.- dijo Dom.
-Yo lo adoro, creo que es hilarante.- sentenció Faith.
-Ray, ¿Qué te parece si me traes… -le dice Vicent.
-Shhhhh.- exclamó el chico rico.
En ese instante escuchan las inconfundibles pisadas de Becky.
-Este no es el Sheraton, usaremos la escalera.- dijo con un enfado fingido.
Ésta vez una joven rubia entraba saturada al centro con una valija mucho más grande que ella misma. Se notaba a lo lejos que era asquerosamente rica.
-¿Qué? - contestaba completamente enojada.- Para que lo sepas tengo mucho dinero, no moveré un dedo. Para que no tengamos problemas desde el principio…
Sujetó su valija mientras hacía malabares para subir la escalera con unos delicados tacos.
-Píldoras.- apostó Faith.
-Alcohol- dijo Vicent.
-Cocaína y sexo.- respondió completamente seguro Ray.
Mientras tanto Meghan y Sand negaban con la cabeza divertidos.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.
♡Un besito ♡
Chapter 11: Dejando ir los malos sentimientos.
Summary:
Sand y Ray tienen una visita.
El grupo charla sobre sus deseos más profundos.
Una discusión en la habitación.
Sand escribe una nueva canción.
Notes:
Holaaaa, este capitulo quedo más largo de lo que imaginaba, pero me gusta lo intenso ajjaja.
Feliz primavera! Salió un poquito el sol y me obligué a sentarme a escribir. (de todas maneras, soy team invierno, pero debo admitir que me subió el ánimo).
Ya estamos en los últimos capítulos, seguramente se sume algún capitulo o especial más, se definirá en los próximos días... Espero poder publicar antes para que no deban esperar tanto.
No sé si mis queridas lectoras siguen ahí, yo sé que tuvieron mucha paciencia con esta historia y conmigo ajaj Por favor no se vayan, estoy haciendo todo para que valga la pena.
Espero que les guste y les mando un besito.
Lista de temas:
With me de SUM 41.
Wide awake de Katy Perry.
In the end de Linkin Park.
Breakaway de Kelly Clarkson.
La canción del final que escribe Sand es nuevamente de The maine: When I'm at home.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Through it all
I made my mistakes
I stumble and fall
But I mean these words
I want you to know
With everything, I won't let this go
These words are my heart and soul
I'll hold on to this moment, you know
As I bleed my heart out to show
That I won't let go.
Sand se encontraba en la sala del centro mordiéndose las uñas y moviendo su pierna derecha sin parar. Hoy su madre lo visitaría en el centro.
-Vas a estar bien, Estrellita.- Soltó Ray entrando a la sala.
-Sé que sí, sólo es difícil verla después de tanto tiempo y que sea por esto…- revoleó los ojos para todos lados intentando ver si su madre ya había llegado.- Ella ni siquiera sabía que usaba pastillas para dormir.
-Sand…- Ray no sabía qué decir, no tenía idea de lo que era tener una madre que se preocupe por su estado; así que pensó en Marga.- Ella se pondrá contenta de ver a su hijo vivo e intentando arreglar sus errores, no? Dijiste que tu mae era tu mejor amiga.
El chico rico puso su mano sobre la pierna para calmar un poco la ansiedad del artista.
-Respira, si?- dijo con toda la amabilidad que poseía.- Todos nos equivocamos alguna vez en nuestra vida y vos estas tratando de sanar por ella y por todos los que te quieren.- inevitablemente comenzó a presionar ese punto en la mano de Sand que siempre lograba calmarlo en demasía.
Luego de un par de respiraciones juntos, el músico acomodó su mano para entrelazar sus dedos y mirar detenidamente a Ray.
-Gracias, Ray. - soltó con una suavidad que al chico más bajo le dio ganas de llorar.
Al entrar el guitarrista vio a su madre sentada jugando con los dedos de sus manos, esperando pacientemente en su lugar.
La calma lo asustó, sabía que su madre era tranquila, pero seguía siendo una madre. Quizás había olvidado que su mae se salía siempre de los moldes.
Al alzar la vista le sonrió y se paró de un brinco esperando que Sand se acerque, como si tuviera miedo de que su hijo le reclamara algo.
-Perdón, mae. - El más alto la observó con cuidado no sabiendo si su madre quería un abrazo.
Con la suavidad que la caracterizaba Jenny sujetó sus manos, las acarició con el amor de siempre y lo jaló hacia ella.
Lo abrazó como había querido todo este tiempo. Con la esperanza de llenar de amor y de compasión al niño que había dejado salir de su casa tantas veces hacia un mundo que no conocía.
-Ya estás a salvo, cariño. Lo estas haciendo bien.
Al sentarse su madre continuó agarrando sus manos como cuando era pequeño y le hacía formas en las palmas de las manos.
-Lamento que tengas que pasar por esto mamá… Yo estaba…- su voz se rompió inevitablemente- creí que tenía todo controlado pero me saturé.
-Sand, sé que querés hacerte cargo de todo y sé que me querías mantener a salvo. Pero acordate de que yo soy tu mamá y es mi deber protegerte.
-Perdón.- Sus ojos estaban al borde de las lágrimas y si bien no le daba vergüenza llorar delante de su madre, no quería asustarla más.
-No hay nada que perdonar, Sandy. Sé que todo esto debe haber sido muy duro para vos, pero quiero que sepas que todos los que te amamos estamos deseando que te mejores y poder acompañarte. Los chicos de la banda me mandaron muchas palabras de aliento… De hecho.- sacó un papelito arrugado y agarró sus lentes para leerle. - Te extrañamos, amigo. No es lo mismo tocar sin vos. Extraño las charlas de madrugada y tus abrazos de consuelo. Sólo espero poder darte un abrazo y ayudarte a recargar energías cuando vuelvas. No olvides que tenés una banda que dirigir y que te esperará lo que sea necesario. Luchá como siempre, Sa.- la voz de su mae se cortó y Sand le acercó un vaso de agua. - Ese fue Pat.
El músico sonrió sabiendo que era el más sensible de todos.
Tenía miedo de lo que podía decir Ken, ya que era el más enojón de los tres.
Escuchó como su madre se aclaró la garganta para seguir leyendo en voz alta.
-Estos meses sin vos fueron difíciles para mí, no me puedo imaginar lo duro que habrá sido para vos haber pasado todo eso solo…Quiero que sepas que todos los días pienso y le pido a quien sea que gobierne el mundo, que vuelvas a salvo, que podamos ayudarte a sanar y volver a verte sonreir. No lo olvides, Sand. Somos una familia y jamás te dejaremos atrás. Te queremos, Sa.- su madre sonrió entre lágrimas mientras lo miraba- Eso fue de Kenny. Siempre supe que un chico tan musculoso como él tenía un gran corazón.
Sand no pudo aguantar más las lágrimas y su madre lo arropó.
Y ambos sabían que no lloraba de tristeza.
Lloraba de alivio.
Lo iban a ayudar, todavía lo querían.
Tanto su madre, como sus amigos.
-April me dijo que ya había hablado con vos, así que no escribió nada. Sólo me dijo que intente sacarte de la cabeza la idea de irte de la banda. ¿Quisiste irte, hijo?
Y aunque era evidente que April le pediría a su madre que lo pusiera en el camino correcto, le sorprendió que lo acusara como una hermana mayor, lo hizo querer reír lo predecible que era su amiga.
-Creí que no querrían a alguien tan problemático como yo.
-¿Problemático?
-Mae, casi…
-Pero no lo hiciste, Sand. Todos nos equivocamos alguna vez en la vida y… Siempre fuiste demasiado bueno, hijo. Cuando eras pequeño, me dejabas dormir hasta tarde como si supieras que necesitaba descansar, te encargaste de mantener tus cosas limpias en su lugar, eras de los mejores promedios de tu escuela, jamás te quejaste de la vida que llevamos…
-Mae…
-Yo me equivoqué muchas veces, Sand. Algunas veces errores grandes y otros pequeños… Siempre pensaba cuando sería el momento en que te salieras de la línea. Y de alguna manera, lo que más me da tranquilidad es verte ahora… La última vez que te vi estabas más delgado… - dijo mientras le acariciaba los brazos.- Ahora veo menos tristeza pese a que estés llorando. No veo vacío, veo esperanza.
Sand tomó la mano de su madre que había llegado a su mejilla y se acunó más.
-Estoy esforzándome en estar mejor, Mae.
-No lo dudo, hijo. No quiero que olvides que te voy a cuidar siempre que pueda, por más de que tengas 60 años y la vida esté resuelta. ¿De acuerdo?
-De acuerdo.- dijo con una inevitable sonrisa.
- Me vas a contar quien es el muchachito que nos está mirando al otro lado de la sala?
-Mae, no empieces…
-Sólo hice una pregunta inocente, Sand.
El músico se aguantó de revolear los ojos delante de su madre.
-Es un compañero, me estuvo ayudando bastante acá adentro.- trató de restarle importancia pero ya sentía sus orejas arder y por supuesto su madre lo notó.
-Invítalo a comer a casa cuando salgas.
-Mae… Hice muchos algunos amigos, así que quizás más adelante los puedas conocer. Si ellos quieren…
-Por supuesto, hijo.
-Mae.
La madre le acariciaba el rostro como si fuera un niño pequeño.
-¿Qué pasó con Paul?
Ella detuvo sus movimientos como si finalmente hubiera encontrado algo que la perturbara.
-Estás a salvo, si? Todos estamos a salvo.
-¿Lo encontraron?- dijo con miedo.
-Sentémonos.- dijo su madre mientras se volvían a acomodar.- Hablé con Olivia y ella me dijo que era mejor que la información la sepas por mí, que acá te encontrás con todo el apoyo necesario…
-¿Qué pasó, Mae?
-Paul está muerto.- soltó sin más.
Sand se congeló en su lugar. De todas las opciones y teorías que navegó en su mente, jamás imaginó ese desenlace.
Pero entonces ¿Quién era?
Su madre debió haber leído su mirada así que continuó su relato.
-Él murió hace unos años según los registros… Al parecer la persona que te mandó todas esas cartas era su hijo… Nuestro abogado supone que le habrá dado esa información en algún momento y él la aprovechó a su favor para quitarte dinero una vez que se dio cuenta de quién eras. Tiene antecedentes criminales, se ve que es un joven al que le gusta realizar estafas para vivir. Así que vio la oportunidad de hacer dinero fácil y lo aprovechó.
-¿Y por qué decís que estamos a salvo? ¿Lo atraparon?
-Si. Nick juntó todo tu correo y la información necesaria para tener pruebas sólidas. Hijo, con todo el material que tenemos ni siquiera va a hacer falta que te presentes si no lo querés.
Sand se quedó mudo.
Todas las noches en vela, el terror, el peligro inminente. Se habían reducido a un pobre tipo que quería conseguir dinero rápido y fácil.
Apretó fuerte los puños antes de levantar la vista y mirar a su madre.
-Me alegra que estés a salvo, Mae.
-Me alegra que estés a salvo, Sand.
-Vas a seguir teniendo seguridad por un tiempo, hasta que nos aseguremos, si?
-Tardaste en decirlo…- rió mientras lo abrazaba. No quería minimizar el miedo de su hijo así que respondió.- Espero que no sea para siempre.
Sand no quiso hacer promesas así que simplemente la abrazó haciéndole saber lo mucho que la amaba.
I wish I knew then what I know now
Wouldn't dive in, wouldn't bow down
Gravity hurts, you made it so sweet
Till I woke up on, on the concrete
Falling from cloud nine
Crashing from the high
I'm letting go tonight
Ray observaba del otro lado a Sand y a su madre abrazados, deseó con todo su corazón que Sand sintiera alivio en el encuentro.
Cuando se acercó a la sala vio cómo inmediatamente su padre levantó la vista para mirarlo. Se lo veía cansado, pero demasiado tranquilo para lo que estaba acostumbrado a observar de él.
-Hola.- soltó Ray.
Su voz salió gruesa como si no hubiera hablado en toda la mañana.
Ray estaba asustado y su voz se encargaba de recordárselo.
Como si él pudiera olvidarlo…
-Ray. - su padre se levantó de la silla para poner una mano sobre su hombro y finalmente abrazarlo.
El más bajo se sorprendió, devolviendo el abrazo por pura inercia.
-¿Cómo estás? Supe de la situación con Thomas…- dijo mientras sujetaba los brazos como si tuviera miedo de que se marche.- Él está enojado… su reacción fue demasiado impulsiva, ya le dije que…
-Papá… no lo hagas.
El señor Pakorn se congeló en su lugar encendiendo todas sus alarmas.
-Tiene razón…- dijo finalmente Ray.- Yo, arruiné muchas cosas… Tantas, que ya ni siquiera llevo la cuenta…- sonrió tristemente haciéndole saber que no debía preocuparse.- Yo ni siquiera recordaba lo de su casamiento hasta que lo dijo- soltó sintiéndose pequeño.- ¿Qué te hice a vos?- dejó un espacio para que su padre lo completara, pero sólo hubo silencio. - Hacerte pasar por esto otra vez, es… cruel. - se abrazó a sí mismo intentando darse algo de calor sin darse cuenta.
Su padre lo miraba con los ojos llenos de lágrimas intentando reconocer al Ray que se encontraba delante suyo. Ya no había reclamos, no había escape, estaba de vuelta, él su hijo pequeño.
-Ray…- desató sus manos para calentarlas con las suyas.- No podemos seguir corriendo el pasado, yo también cometí muchos errores que no pienso volver a tocar. Yo quiero que hablemos, que te sientas lo suficientemente seguro para venir a mí cuando me necesites… Yo soy papá…- su voz se rompió en la última parte como si ahora supiera lo que realmente significaba. - Vamos a superar todo esto juntos, con tu hermano y como la familia que somos. Esto… Estabas solo otra vez y yo, con la boda y los trámites por Marga olvidé que podía ser un detonante… No es tu culpa, ni la de nadie, esto pasa. Lo importante es seguir intentando, no?
-¿No me odias?- dijo Ray con el corazón en las manos.
-Jamás podría…- dijo con una dulzura que no recordaba haber oído antes.
Un silencio los rodeó y ya no había rabia, dolor, reclamos.
Era aceptación.
Esto era lo que tenían, ya habían puesto sus corazones sobre la mesa, ahora tenían que seguir viviendo con la idea de que podían contar con el otro.
-¿Cómo estás?- soltó su padre esperando que esta vez pudiera darle más que una sola palabra de respuesta.
-Mejor que antes, los primeros días probablemente me gané varios enemigos hasta que bueno…- dijo rascándose la nuca.- Me conocieron y se acostumbraron a mi.
-Te conocieron y se encariñaron.- dijo sonriendo.- ¿Y las terapias?
Ray miró el techo intentando resumir y ser positivo.
-Estuve leyendo bastante- su padre se sorprendió y se rieron.- Tengo bastante tiempo libre así que tengo con qué entretenerme, también pude diseñar. Nos hacen hacer actividades todas las semanas, plantamos flores, sacamos fotos, salimos de campo, vamos a terapia, tenemos una rutina que cumplir… Y… escribimos mucho, para leer aquello que se repite en nuestra mente, que nos preocupa o nos molesta. Es intenso, pero ayuda.- dijo orgulloso de sí mismo.
Su padre se quedó en silencio mirándolo como si estuviera asimilando toda la información que le daba Ray.
-También…- su padre iba a contestar algo pero lo miró.- Invité a Thomas a una de las terapias, y no sé qué te contó… Pero nos gritamos y supongo que los dos dijimos cosas para lastimar al otro.
-Supongo que nos queda esperar a que alguno de los dos haga algo distinto, no? Digo, siempre que las cosas se ponen tensas los dos atacan. Quizás es hora de que alguno baje las armas para que el otro haga lo mismo. Así como ocurrió con vos y conmigo.
-Papá, si Thomas quiere estar enojado para siempre tiene todo su derecho…
-Tiene derecho a que le duela, no a castigarte eternamente por un error. Yo no los crie así.-
Sentenció con seguridad.
Y de cierta manera, saber que ahora su padre insistía en protegerlo le ayudó a sanar un poco, cada herida que llevaba dentro.
Ray quiso aligerar el ambiente así que dijo.
-Llevamos el drama adentro, no?- ambos rieron.
-Hablando de dramas, ¿Cuál fue esa novela que pediste? ¿De dónde la conoces?
Ray rió.
-Mi compañero de habitación es fanático de esa novela y es lo que nos mantiene divertidos en las noches junto al grupo. Vemos un capítulo por día y sirve para despejar la mente.
-Esa familia tiene demasiados secretos..- soltó el señor Pakorn ligeramente y se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta.
-¿La estás viendo?
-Quería ver qué entretenía a mi hijo.
Ray observó sus costados para ver si Sand se había ido cuando lo vio esperando afuera.
-Veo que no te entretienen sólo novelas, tiene aire de estrella y…- siguió la vista de Ray observando lo que miraba.
-Conocí mucha gente amable acá adentro, ojalá alguno de ellos tenga ganas de ser mi amigo.- lo dijo con un tono que le recordó al mismo que usó cuando era pequeño y buscaba alguien con quien jugar.
Recordó que no tenía amigos y que luego de salir de ahí debía conseguir un ambiente seguro para no repetir los mismos errores.
-¿Y Boston? - soltó su padre.
Ray no supo si su padre creyó que Boston era su novio o si había dicho lo que pensaba en voz alta.
-¿Qué pasa con él?
-¿Te vino a ver?- dijo con el tono que siempre usaba para hablar de su amigo, uno de desaprobación.
-Si… pero no estoy seguro que quiera verme más. Ya no soy divertido según él.
-Ray…
-Está bien. Yo sabía que esto iba a pasar… Pasó con Mew, cuando fui a la primera rehabilitación. Sus madres no querían que me vea más y no lo sé, son decisiones que no corren por mi cuenta.- sonrió tristemente, pero con aceptación.
-No sos un monstruo que la gente debe evitar. Sos una persona que sufre y necesita ayuda.- dijo con compasión.- ¿Leíste el papel que te mandé junto con lo que pediste?- parecía que a su padre se le había ocurrido una idea.
Ray agradeció llevar el mismo jean que tenía cuando recibió el paquete.
Metió una mano dentro de su bolsillo.
Era pequeño, pero se leía claramente.
Hijo, llegó la hora de que tomes impulso de todo lo que pasó.
Sos más fuerte de lo que crees y lo tengo claro.
Marga te amaba y estaría orgullosa de que lo estés intentando otra vez.
Yo también lo estoy.
Ray miró a su padre otra vez con los ojos llenos de lágrimas otra vez y lo abrazó, esperando y simplemente esperando dejar ir todos los malos sentimientos afuera para, esta vez, si abrazar lo que tanto buscaba.
Un abrazo.
Un refugio.
Aceptación.
La redención.
Estaban nuevamente en la sala de conferencias en las que los mentores daban discursos de superación y apoyo para todos los residentes del centro.
Esta vez, mientras Sand garabateaba y anotaba palabras sueltas para sus canciones sintió como Dom levantaba la mano.
Su cara gritaba preocupación y enseguida activó sus alertas para mirar que el chico esté bien.
-Entiendo que todos una vez que salgamos de acá vamos a volver a casa, vamos a tener necesidades…- de a poco fue escuchando la risa de algunos residentes que instantáneamente supieron de qué hablaba.
Sand se relajó para finalmente sonreír con cariño.
-Así que mi pregunta es… ¿Cuándo sé cuando es el momento de ya sabe… poder vincularse con alguien?
Sand apoyó su mano sobre su falda en señal de apoyo y pudo ver cómo el estrés de Dom fue bajando.
Will como el experimentado mentor que era respondió con una sencilla regla.
-A mí me gusta reducir un poco todo el trámite de los sentimientos y habrá colegas que no estén de acuerdo, pero todos aquellos que la usaron como correspondía, me lo agradecen. Usa la regla de seis. Primero, si en seis meses tenés una planta y sigue viva, pasa a la siguiente etapa, una mascota. Si al año la mascota y la planta siguen vivos, es el momento de pasar a los humanos y sus complejidades.
Dom bufó con enojo, mostrando cómo todo parecía ser tan lejano desde su visión.
-Gracias, Will.
-Lo lograrás, Domi, sólo tené paciencia.- Soltó Meghan a su lado con la dulzura que la caracterizaba.
El siguiente mentor, Bobby, lanzó una pregunta para que cada uno de ellos pensara en lo peor que hicieron.
La idea era que pensaran en esa situación para saber que a partir de allí, sólo les quedaba subir.
Insistir en ser mejor, incluso cuando crean que no lo son, que no lo merezcan.
La clave es no rendirse.
Estaban agotados, tanto por las visitas como por las clases y sin embargo, debían seguir batallando para luego tener su recompensa: la noche de Santa Cruz.
Sand se atrevió a volver a esa noche en la que casi muere.
Recordó cómo le transpiraban las manos y sentía un calor envolverle el cuerpo. Tenía sueño, estaba cansado, pero necesitaba seguir haciendo música. Los tallos de sus manos le pedían a gritos que parara, pero no podía.
Cerró los ojos y recordó unos días antes a Nick, recorriendo su casa pidiéndole que salga, que hablara con él. Cuando de repente se encontró en la misma habitación. Su habitación. Con libretas tiradas, algunos instrumentos rotos. Como si hubiera tenido un ataque de furia para terminar desmayándose.
Y Nick, por supuesto Nick, ordenando todas las copas y vasos que había dejado estancados en su cocina. Tocó su frente y se dio cuenta de que tenía un paño frío.
Y lloró.
Y su amigo lo escuchó, para terminar dándose vuelta y simplemente abrazarlo.
Ray recordó cómo había salido del auto caminando, había estrellado un árbol y ahora simplemente era consciente de que no había matado a nadie sólo gracias a un milagro. Pensó en que cómo era posible que siguiera vivo…
Miró hacia atrás y leyó ‘’Felizmente casados’’. El auto que debía usar su hermano al terminar la ceremonia…
Hasta que todo se hizo negro.
Cada uno repasó sus memorias con el corazón roto, pero con la tranquilidad de que lo podían intentar otra vez.
Podían ser mejores.
Se los debían.
A sus familias.
A sus amigos.
A ellos mismos.
Todos tomaron sus manos y respiraron juntos para intentar nuevamente, dejarlo ir.
I kept everything inside
And even though I tried, it all fell apart
What it meant to me will eventually
Be a memory of a time when
I tried so hard and got so far
But in the end, it doesn't even matter
I had to fall to lose it all
But in the end, it doesn't even matter
Todos ya estaban preparados en la sala, un nuevo capítulo de Santa cruz estaba llegando a su fin. Los ánimos estaban por los cielos. Cuando creían que una situación se cerraba nuevamente se lograba abrir otra que los mantenía atrapados hasta el final.
-Es tu hija, Daia.- dijo el Doctor.
-No te preocupes por ella, se fue a la cama hace horas.
- Lo sé.- Respondió el doctor.
Mientras la madre de Darian parecía haberse dado cuenta de algo.
Clay tenía razón cuando dijo que un programa no duraba años en televisión por ser estúpido.
Miró a su costado y Sand seguía apoyado en su hombro como si no le quitara una cabeza.
Inspeccionó la sala y el chico de ojos claros no estaba.
-¿Qué pasa?¿ A quién buscas?- soltó el músico levantando la cabeza para mirarlo.
-¿Celoso? - dijo un poco en broma y un poco en serio.
El artista simplemente rodó los ojos.
-Falta Clay.- respondió finalmente.
-Debe estar en su habitación.- dijo mirando rápidamente la sala.
-Él no se perdería un capítulo así.- dijo levantándose para ir a buscarlo.- Cuidame el lugar.
-Como si fuese que alguien se atrevería a enfrentarse a un gatito con un ataque de nervios porque le robaron el nido.- dijo con humor.
-Matenlo caliente, Estrellita.
Meghan abrió los ojos como si hubiera escuchado algo que no debía y tanto Faith como Vicent soltaron una carcajada.
Cuando Ray llega a su cuarto ve a Clay preparando una valija.
-Te perdiste un gran capítulo, Clay, de los mejores si me preguntas, todos enloquecieron…- dijo con simpatía.
Sin embargo Clay no acompañaba su humor, estaba concentrado en acomodar todo aquello que fuera suyo dentro del equipaje que yacía abierto sobre su cama.
-¿Por qué tanto apuro?- dijo el chico rico, sabiendo que seguramente ya se acercaba el día de su despedida.
-No tiene caso esperar si me quedan menos de 48 horas acá adentro… - dijo resignado.
Ray cerró su maleta con humor y le dijo.
-Quedan 30 minutos antes de que debamos dormir, vamos a comer helado antes de que los demás…
La voz de Clay lo interrumpió.- Gracias, ya comí demasiados chupetines.- sacó la lengua como si Ray le hubiera pedido pruebas.
-No tenés que hacer esto ahora, Clay. Todavía…
-¿Cuántas veces fuiste a rehabilitación?- soltó de golpe el más chico. Ya no con su tono de siempre, melancólico, lejano, incluso perdido. Esta vez, había algo más… Ray no sabía definir si era enojo o miedo.
-Dos..- contestó simplemente esperando a que Clay le dijera su punto.
-Exacto. ¿Crees que sos experto en esto? ¿No recordas lo que es salir por esa puerta? ¿Sabes lo que les pasa a muchos de los que salen de acá?- a Ray le sorprendió la crudeza de sus palabras.
Su compañero se sentó en la cama intentando calmarse.
-Sé que probablemente sepas mucho más que yo, luego de haber entrado cinco veces a centros. No soy iluso…- respondió con una calma que desconocía, quizás porque era Clay.
O quizás era porque sabía que Clay en realidad quería decirle que estaba asustado… Aterrado.
No sabía si el muchacho tenía a alguien que lo mantuviera a salvo, ¿Quién se preocuparía por él cuando eran contadas con los dedos de las manos la cantidad de veces que lo fueron a visitar?
Supo que quiso decirle que todavía se sentía pequeño y que el mundo era muy grande.
Y como Ray todavía intentaba aprender a consolar a sus compañeros soltó no sólo lo que sentía sino que quiso darle algo a lo que aferrarse.
-Acordate de nuestro trato.- lo miró con seguridad.- Afuera vamos a seguir siendo vos y yo.
Arrimó la puerta con la esperanza de que Clay lo siguiera.
Pero no lo hizo.
I'll spread my wings and I'll learn how to fly
I'll do what it takes till I touch the sky
Make a wish, take a chance
Make a change, and breakaway
Out of the darkness and into the Sun
But I won't forget all the ones that I love
I'll take a risk, take a chance
Make a change, and breakaway
El grupo se encontraba reunido en la mesa de la sala simplemente pasando el tiempo. Quedaba media hora para que terminara su día y lo único que les quedaba era simplemente charlar sobre el día.
Fue justo cuando Ray escuchó mientras se acomodaba en el sofá junto a Sand que Meghan dijo.
-Pidan un deseo, pidan un deseo.- dijo mientras sostenía la frágil pestaña blanca sobre su dedo índice.
-Sobriedad.- soltó Faith.
-Vamos, todos queremos eso, pensá en otra cosa… - dijo Vicent sorprendiendolos a todos.
-Quitarme la circuncisión. - soltó Dom de la nada.
Todos lo miraron desencajados.
-No creo que se pueda hacer eso, amiguito.- soltó Vicent.
-No destruyas mis sueños, Patán.
Todos soltaron una risa cuando Vicent dijo- Volver a ver a mis hermanos.
-Volver a abrazar a mis sobrinos.- dijo Faith.
-Comer en familia.- soltó Meghan.
Ray y Sand se miraron intentando encontrar una respuesta sólida en sus mentes cuando simplemente entendieron que tenían que dejar hablar a su corazón.
-Quiero recuperar la tranquilidad para poder ser feliz.
-Quiero…- sintió todas las miradas sobre él.- la mano de Sand comenzó a realizar un patrón sobre su pierna como si supiera que estaba nervioso.- Quiero sentirme digno del amor.
Las luces fueron bajando su intensidad como señal de que se acercaba la hora de irse a dormir. Cada uno de los chicos se fue levantando mientras que en la sala quedaban otros residentes junto a Ray y Sand.
El músico vio como Ray tenía una agenda abierta anotando cosas en un estado frenético. No sabía si se debía a la visita de su padre, pero creyó que sería un tema del que hablarían luego.
Mientras tanto, aprovechó para mirar las letras sueltas de su cuaderno y pensar en qué mejorar.
La situación de hoy le había quitado parte del peso que guardaba en el pecho.
Todavía le parecía demasiado bueno para ser real, pero no quería ser pesimista, debía confiar en su madre y en Nick.
Por otra parte, los mensajes de sus compañeros habían dejado una marca grande en su pecho. Sabía que lo apreciaban y sabía que incluso desde el primer minuto, jamás se atreverían a juzgarlo.
Quizás después de tanto tiempo ser perseguido por el miedo, pegó la vuelta y comenzó a perseguir a esa figura que tanto lo atormentaba.
Sin querer la convirtió en una sombra latiente.
Respiró profundo para leer su agenda:
I will collapse
So let's make this moment last
I am alone
No, not because I'm lost
Because I'm found
And I like the way it sounds when I'm at home
Esta vez no había creado una melodía, sólo escribió lo que le decía el corazón.
Miró a su costado y vio como la figura de Ray lo observaba. Le guiñó un ojo coqueto como si todas las emociones que había atravesado en el día no fueran nada.
El guitarrista no pudo evitar sonreír derritiéndose un poco y odiando las malditas reglas.
Quería ser bueno, quería cumplirlas y empezar con el pie derecho.
Pero se le permitía soñar.
Nunca había querido tocar tanto a alguien como a Ray.
Y aunque a veces se preguntaba si todas sus emociones estaban maximizadas por estar encerrados hace meses; de algo si estaba seguro y es que el consuelo y la paz que sintió cada vez que le tomó la mano, eran algo que le gustaría volver a sentir por el resto de sus días.
Then you did collide
And broke through the other side
Straight through my heart
You're the ember to my flame when it get's dark
And I love the way it feels when I'm with you
And I cannot find the words, no
Para el beneficio de su corazón Sand se quedó dormido.
No vio cuando Ray leyó lo que había escrito.
Tampoco cómo sonrió. Pero sí sintió, no sólo una manta, sino también el vago tacto de unos labios en sus mejillas, que le sirvieron de resguardo para la noche.
Notes:
Los comentarios siempre son bienvenidos.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer y nos vemos en la próxima actualización.
♡Un besito. ♡
IloveSand (Guest) on Chapter 1 Tue 28 Jan 2025 03:13AM UTC
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Cedro on Chapter 1 Tue 28 Jan 2025 03:16AM UTC
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Kega1990 on Chapter 1 Tue 28 Jan 2025 06:36AM UTC
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Cedro on Chapter 1 Tue 28 Jan 2025 04:51PM UTC
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Kega1990 on Chapter 2 Fri 31 Jan 2025 05:39AM UTC
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Cedro on Chapter 2 Fri 31 Jan 2025 09:23PM UTC
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