Chapter 1: El mejor Dúo.
Chapter Text
°
° Spreen °
- Oigan Spreen, Roier, ¿se unen a nosotros? – pregunta Osvaldo el cual está acomodándose su chaqueta.
- ¿A dónde? – pregunta mi compañero mientras apaga su computadora al terminar el trabajo del día.
- Iremos a el bar de Goncho a festejar que por fin se acabó el pinché caso – responde Aldo por el más alto.
- Bueno, le prometí a Mictia que volvería temprano a casa, ya saben, compensar qué he estado laburando mucho – respondo guardando mis llaves y teléfono.
- Dale Spreen, no seas aburrido – dice Rivers pasando a mi lado mientras palmea mi espalda.
- Pues yo si voy – comenta Roier mientras alcanza a sus mejores amigos los cuales no tardan en abrazarlo por los hombros, los tres van empujándose.
- Vos sabes que no siempre tenemos la oportunidad – me anima Farfadox mientras se va con los tres mexicanos, Rivers me dedica una última mirada y se va con ellos.
Sin poder evitarlo me planteo que tan buena idea era ir, Mictia me re cagaría a palos sino volvía a casa temprano como le había prometido hace semanas, le dije que cuando termináramos este caso mi horario volvería a la normalidad y podría llegar a casa para cenar, pero a decir verdad quería ir con mis amigos, casi nunca teníamos la oportunidad de pasar el rato fuera del trabajo, suspiro contrariado, camino rápido para alcanzarlos en el ascensor, al ver que me acerco Roier pone su mano en las puertas para que no se cierren.
- Al bar de Goncho entonces – digo decidido.
- Eso Spreen, ya se sabía que no eres un gobernado – dice Osvaldo palmeando mi espalda de forma amistosa.
- Ay, cállate papi que todos aquí sabemos que si Foolish te llama te iras a casa rápidamente – lo molesta Aldo.
- Tal vez deberías avisarle a Mictia por si acaso – me aconseja Roier en voz baja para que nuestros amigos no escuchen.
- Nah, es mejor que me caiga la bronca al llegar a casa, si le aviso me va a estar cagando a palos por llamada y después cuando vuelva, así me ahorro una ronda de reclamos, además no tiene por qué saber que el caso se cerró hoy – respondo encogiéndome de hombros.
- La neta a mí ni me cae bien – suelta Aldo de la nada.
- Nadie te pregunto a ti, pendejo – lo reprende Roi dándole un zape.
Ambos amigos comienzan a jugar entre ellos empujándose y peleando amistosamente, ruedo los ojos con diversión, una vez el ascensor se abre todos caminamos tranquilamente hacia el bar de Goncho, estaba a unas tres cuadras de la agencia así que estaba rápido, nadie llevaba auto ya que la agencia nos proporcionaba uno a cada pareja de agentes, pero al haber acabado el caso debía quedarse en la agencia para que los verificarán ya que en más de una ocasión hubo daños en los vehículos, era por protocolo, así que nos tocó caminar.
La charla va justamente sobre el caso, había sido más de dos meses de investigación y dos semanas para poder atrapar a los malditos ladrones de banco más famosos de este lado del país, había sido muy complejo ya que operaban de forma táctica por lo tanto robaban un banco en menos de tres minutos, fue difícil, pero se pudo lograr y ahora teníamos nuestro merecido tiempo de "descanso" el cual duraba más o menos una semana de trabajo de oficina, aunque no siempre era así.
Había veces que el trabajo era constante y sin descanso, pero amaba mi trabajo por lo tanto no me molestaba para nada, desde que entré a la agencia hace más de cinco años no he tomado vacaciones porque no las necesito, yo estaba realmente comprometido con mi trabajo y eso difícilmente cambiaría.
Esta era la principal razón por la que mi prometida Mictia siempre me andaba reclamando ya que no pasó mucho tiempo con ella cuando los casos están activos, ella no entendía que mi trabajo era gran parte de lo que me definía como persona, lo profesión que me apasionaba, por eso no le daba mucha pelota cuando me hacía reclamos sobre el tema, yo jamás le recriminaba nada sobre su laburo o pasatiempos, ojalá las cosas fueran así en ambos sentidos.
Dejo de pensar en ello al entrar al bar de nuestro amigo, estaba a rebosar aunque no me extraña al ser viernes por la noche, vamos directamente a la barra y nos acomodamos como se puede, cada quien pide una cerveza mientras el fútbol americano está en la televisión que estaba en la parte donde estábamos, nos atiende una chica con una sonrisa amable, seguramente Goncho estaría en la parte detrás del local haciendo trabajo administrativo o de negocios, no tardamos en iniciar una charla sobre deportes ya que cada quien tenía su favorito y el debate estaba entre cual era el mejor.
Rivers y yo estábamos abogando por el fútbol soccer, Farfadox por el beisbol ¿Quién carajos veía eso?, Osvaldo por el futbol americano ya que era lo que le gustaba a su pareja y por consiguiente él lo consumía, Roier por el baloncesto, aunque él no consumiera deportes, sino que lo había practicado en el colegio y Aldo simplemente se mantenía al margen solo soltando comentarios al azar para que el amistoso debate pasara a discusión a gritos.
El ambiente rápidamente se vuelve relajado una vez comenzamos a beber, la charla se dirige vagamente sobre lo que haremos ahora que termino el caso y ahora sería trabajo administrativo hasta que llegara uno que fuera asignado a nuestra unidad, cada uno con ideas diferentes, Osvaldo como era de esperarse pasaría tiempo con su pareja que era arquitecto, Aldo y Farfa se la pasarían saliendo a conseguir conquistas ya que eran los únicos de nuestra unidad sin pareja, Rivers simplemente seguiría con lo suyo de ir a practicar futbol con su equipo femenil y su pareja la acompañaría.
Roier estaba entre medias de pasar el rato con Aldo y Farfa y estar con su mina la cual a todos nos caía re bien por lo atenta y amable que es, todos pensábamos que Roier y su mina eran la pareja perfecta, al menos ese era el estándar de todos nuestros compañeros, además de que sabía que Tina no era como mi prometida, ella al ser cirujana en el área de emergencias entendía perfectamente que el trabajo del castaño fuera demandante porque él de ella también lo era… supongo que no todos podíamos tener la suerte de tener una pareja que nos entendiera del todo.
- Ey chicos, ¿Cómo están? – pregunta Cris, compañero de trabajo, pero él estaba en otra área, informática sino estaba mal.
- Cris, que bueno que te nos unes – lo saluda Farfa y palmea su lado izquierdo que estaba libre.
- En realidad, venía a en busca de este par – dice mientras apoya su mano en mi hombro y el de Roier.
- No mames… ¿ahora que hicimos? – me pregunta el castaño viéndome con resignación, solo puedo fruncir el ceño confundido.
- Nada boludo… al menos que yo recuerde – le respondo tratando de hacer memoria, pero esta vez no habíamos hecho nada malo, al menos no en este caso.
- El Capitán Rich quiere hablar con los dos – nos hace saber Cris para después tomar asiento al lado de Farfadox.
- Uy… ahí nos cuentan que pedo – nos pide Aldo con interés mientras comía algunos cacahuates.
- Pinche madre… neta ¿Quién quiere cambiar de compañero? El Spreen siempre me anda metiendo en pedos – se queja Roier mientras se levanta y saca unos billetes para pagar su cuenta.
- Yo no hice nada pelotudo de mierda – me defiendo imitando sus acciones.
- Sí, sí, lo que tu digas pendejo – me da un empujón amistoso – vamos, debe ser importante si nos mandó a buscar a las diez de la noche.
- Sabía que debí volver a casa temprano – me quejo mientras sigo a mi compañero.
- Te vas con cuidado mi amor – suelta Aldo refiriéndose a Roier.
- Claro rey, no te me vayas a pasar de pedo y tampoco te cojas a ninguna persona que esta borracha, sabes que es contra la ley – le recuerda mi risueño compañero.
- Haremos lo que se pueda – ahora responde Farfa.
- Ya dale boludito, luego te pones de trolo – lo tomo del brazo y lo saco del bar.
Ambos caminamos mientras entre nosotros compartimos impresiones del caso para tratar de encontrar la cagada que cometimos, pero todo parecía re bien, esta vez no fuimos impulsivos ni actuamos como locos suicidas, no entendía porque nuestro capitán nos había mandado a buscar tan jodidamente tarde, ¿Qué era tan importante que no podía esperar al día de mañana? Al final de cuentas laburábamos de lunes a sábado cuando no teníamos caso activo así que mañana iríamos a la oficina, estaba comenzando a sentirme ansioso, solo esperaba y no fuera otra reprimenda sobre nuestro comportamiento osado en el campo.
Siempre recibíamos sanciones o reprimendas por ello, pero cuando necesitaban a un par de boludos que tomaran grandes riesgos ahí si nos buscaban, sino fuéramos unos pelotudos que les gusta el peligro ya habríamos ascendido de puesto… al menos Roier que se le daba bien la política al ser más paciente y amable, pero como nuestro trabajo estaba ligado al ser compañeros, mi amigo castaño no había podido subir mucho aunque a él no parecía molestarlo en lo más mínimo, ambos éramos amigos desde la academia del FBI, diez años de conocernos casi once, trabajar juntos era prácticamente como respirar, siempre en sintonía con el otro y por esa misma razón a pesar de los problemas que pudiéramos ocasionar no nos cambiaban de compañero.
Nuestra amistad era muy estrecha, así que yo lo consideraba más que un mejor amigo, todos teníamos esa sensación con nuestro compañero ya que literalmente le confiábamos nuestra vida al otro en cualquier tipo de situación, cuando estábamos en el campo era como si fuéramos una extensión del otro, como si yo fuera su mano derecha y él la mía de una forma muy literal, por eso mismo sabía que no había una razón lógica para ser convocados de forma sorpresiva porque no habíamos cometido alguna locura en meses, no desde que casi morimos en una persecución a alta velocidad.
Así que con estas dudas entramos a la agencia pasando nuestras identificaciones al lector, subimos por el ascensor en completo silencio, una vez en nuestro piso nos dirigimos a paso rápido a la oficina de nuestro capitán, Roier es quien toca de forma rítmica la puerta, escuchamos la voz de nuestro jefe que nos pide que pasemos, abro la puerta dejando pasar primero a mi compañero, después ingreso dejando que la puerta se cierre a nuestras espaldas, sin decir nada nos sentamos en los sofás individuales que estaban frente al escritorio del capitán Rich esperando lo que sea que debamos esperar.
- Me alegro que el agente Green los haya encontrado, un nuevo caso nos ha llegado, nada más leer el archivo supe que ustedes serían los indicados para esto – dice directo al grano mientras nos tiende a cada uno un folder con letras rojas en grande aclarando que era confidencial.
- ¿No podía decirnos esto mañana? – resoplo con fastidio, Roier me da un codazo para que guarde silencio.
- Me temo que no podía esperar agente De Luque, debía informarles de esto lo antes posible para que mañana mismo comencemos a prepararlos a primera hora y también para que les dijeran a sus familiares que estarían fuera por un tiempo – explica de forma seria.
- Aguanta un toque… acabamos de terminar un caso – digo confundido.
- Lo sé y otros más llegaron, no sé qué le sorprende agente, sabe cómo es el trabajo – me observa con detenimiento.
- No hemos terminado el papeleo de este señor, normalmente nos asignan otro cuando terminamos lo administrativo – explico mi reacción, era verdad que había veces que trabajábamos sin descansar, pero normalmente teníamos un día para terminar todo el papeleo.
- No se preocupe por ello, yo hare lo administrativo por ustedes en esta ocasión – se recarga en su silla mientras sigue observándonos.
- No chingues – escucho el murmullo de Roier, volteo a su dirección y él ya está leyendo el archivo.
- ¿Qué? – lo cuestiono ya que no decía nada y solo estaba pasando las hojas de forma rápida.
- Nos van a mandar a Francia… seré tu esposo wey – me dice divertido mientras me muestra una fotografía, se la arrebato a pesar de que en mi archivo habría una copia.
Era una foto algo borrosa, pero era claro como el agua, dos hombres tomados de la mano en una galería de arte, sus complexiones eran parecidas a la mía y la de Roier, solo estaba la diferencia de que uno de ellos era castaño rojizo, el castaño de Ro era como el chocolate, además de eso el pelinegro tenía un tatuaje en el cuello del lado izquierdo, no podía distinguirlo bien por la resolución de la fotografía.
- No lo entiendo – digo algo desorientado.
- No es algo complicado de entender agente De Luque, irán de encubierto – le dedico una mirada sorprendida a nuestro jefe.
- Usted dijo que no volvería a cometer ese error con nosotros, que ni en pedo nos volvería a enviar encubierto después de lo que sucedió la última vez – explico el porqué de mi confusión, Rich se ríe ligeramente.
- Bueno, creo que aprendieron su lección, además de que esta vez no estarán encima de un bote, no podrán dañar otro yate de miles de dólares – se encoje de hombros.
- Ya – es lo único que puedo responderle.
- ¿Cómo nos haremos pasar por ellos? ¿Qué nos asegura que no nos cruzaremos? – esta vez pregunta Roier interesado.
- Bueno… los sujetos fueron aprendidos cuando estaban volando de Colombia a Francia, fueron deportados aquí a los estados unidos, en el archivo de cada uno hay diferentes fotografías para su personificación, de eso hablaremos a profundidad mañana, por eso era importante que lo supieran hoy mismo, a partir de mañana comenzaremos con los pequeños cambios físicos para que sean lo más parecidos posible y una vez logremos eso será la adaptación de acento y la forma en que se expresaran, para lograr una personificación convincente tendrán la oportunidad de interrogar a los sospechosos además de que les daremos algunas grabaciones de voz que logramos conseguir – nos explica de nueva cuenta, parece complacido de alguna manera.
- ¿Mañana mismo nos mandaran a Francia? – cuestiona Roi de nueva cuenta algo contrariado, tener un solo día para prepararse era jodido y prácticamente imposible.
- No, primero tienen que ser vistos en Colombia, allá estarán un par de días los cuales tendrán para acostumbrarse a sus personificaciones – resoplo sin poder evitarlo.
- Es una pelotudes, está bien que Roier y yo somos sus mejores elementos, pero ni en pedo podremos adaptar un acento diferente en dos días – digo lo obvio, esto debió haberse notificado con al menos una semana.
- Como dije, no se preocupen tendrán tres días aquí en la sede para adaptarles bien el guarda ropa, color de cabello entre otras cosas, así que si lo piensan bien serán cinco días para que puedan adaptarse, dormirán en un apartamento que es propiedad del FBI, ahí podrán estudiar sus papeles por tres días y después partirán a Colombia – suspiro cansado, era una locura total.
- Una duda… ¿Por qué nosotros en específico? Aldo y Farfadox pudieron encargarse de esto sin problema – pregunta Roier con curiosidad.
- No busque cumplidos, agente – rueda los ojos con fastidio.
- No lo hago, pero bueno… ellos tienen más experiencia con respecto a relaciones con alguien del mismo sexo, serían más creíbles – expone ya que para nadie era un secreto que Aldo y Farfa eran bisexuales.
- No se ofenda agente, pero usted mejor que nadie puede adaptarse a muchas situaciones, además de que coquetea con sus compañeros de trabajo como pasatiempo – muerdo el interior de mi mejilla para no reírme, era verdad que Roi era alguien que bromeaba mucho con ello – por lo tanto, su compañero ya está acostumbrado a sus insinuaciones así que imagine que podrían con el trabajo… si esas son todas sus dudas creo que será mejor que vayan a descansar bien, mañana será un día pesado para ustedes.
- Claro – suspiro cansado poniéndome de pie.
- Con su permiso – complementa Roier y salimos de la oficina cada quien con su carpeta – no mames, el capitán me dijo puto indirectamente – suelta el castaño una vez estamos dentro del ascensor, ahora si me rio con ganas.
- ¿Y la mentira? – bromeo con él.
- Pendejo – me empuja amistosamente con el hombro.
- No sabes en el quilombo que me voy a meter en casa – digo con un suspiro.
- Bueno, si sirve de consuelo dile que fingiremos ser gays, seguramente se ríe – sugiere mientras salimos de la agencia.
- Mictia no es como Tina, me va a romper las pelotas por tener que laburar fuera del país.
- No sé qué me asusta más, que te perturbe más los reclamos de tu prometida o que te de igual tener que tengamos que fingir ser esposos – me molesta entre risas, ruedo los ojos con una sonrisa.
- Tal vez no me perturbe tener que fingir ser trolo porque es laburo, al menos tengo la tranquilidad de que es con vos, creo que sos la única persona con la que podría hacer esta pelotudes – digo sinceramente.
- Awww yo también te quiero mi amor – vuelve a molestar.
- Para, pelotudo – me rio relajado, llegamos a la estación de taxis para poder irnos cada quien a su casa.
- Bueno, nos vemos mañana, te deseo suerte – palmea amistosamente mi espalda.
- Gracias boludo, la necesitare – nos despedimos con un movimiento de cabeza.
Cada quien sube a un taxi diferente, solo puedo cerrar los ojos con cansancio, en verdad no quería tener que lidiar con los reclamos de mi prometida, estaba comenzando a fastidiarme, pero no decía nada porque también entendía en parte que se molestara porque no pasamos tiempo juntos como una pareja normal, así que me lo bancaba porque al final del día era ella a quien había elegido para que fuera mi esposa, solo era cuestión de acostumbrarme, seguramente todo iría piola una vez nos casemos, esperaba que sí.
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
- Ya llegue – digo alto esperado que Tina este en casa, se supone que hoy no tenía guardia, pero nada era seguro ya que a veces cubría a alguno de sus compañeros.
- En la cocina Ro – responde animada, dejo mi chaqueta en el perchero, el archivo lo pongo en la mesita de la entrada y me dirijo hacia la cocina mientras desabrocho los primeros botones de mi camisa.
- ¿Cómo estuvo tu día? – le pregunto dejándome caer en el banco de la isla de la cocina, ella me tiende una taza de café la cual tomo como si fuera el elixir de la vida – gracias linda – me sonríe con cariño.
- Bueno, por tu cara creo que me fue mucho mejor a mí que a ti – continua con lo que estaba haciendo, me imagino que la cena.
- Hoy terminamos el caso, pero antes de que me felicites y todas esas cosas dulces que haces… me asignaron a otro inmediatamente, sé que ya estas acostumbrada a ello, pero tal parece que el capitán Rich perdió su poca cordura porque me mandara de encubierto otra vez – le cuento mientras bebo mi café.
- Oh… creí que eso no volvería a suceder después de que casi explotan el bote de ese señor millonario – dice divertida, sonrió sin poder evitarlo.
- Como dije, perdió la razón… creí que tendría aunque sea unos días de tranquilidad e ir a cenar con tus padres el domingo – confieso mientras me levanto para servirme más café.
- Oh pobre de mí lindo Ro, estas cansadito – me pica mientras me toma del brazo tirando de mí para que me agache y alcance mi mejilla plantándome un casto beso.
- No tienes idea y para rematar… será un caso donde fingiré estar casado con Spreen – le cuento divertido, ella comienza a reír mientras sirve los platos.
- Creo que tu jefe sabe muy bien lo que hace aunque podría haberte mandado con cualquier compañero y darías la talla, con lo coqueto que eres con todos tus amigos – me da mi plato con una sonrisa.
- Sabes que es bromeando cariño, nunca coquetearía con alguna otra chica primero por respeto a ti y segundo porque estoy comprometido con nuestra relación – apoyo mi mano en su cintura.
- Lo sé Ro, sabes que confió en ti completamente, no por nada fuimos mejores amigos por muchos años antes de decidir intentarlo y ahora estamos aquí viviendo juntos, incluso mi madre me ha preguntado que para cuando los nietos – ante su comentario me ahogo con mi propia saliva.
- Mierda… ¿tan pronto? Si estamos jóvenes – le recorro una silla para que se siente cómoda, después tomo mi lugar a su lado.
- Tenemos casi treinta, es normal que me pregunte esas cosas, al menos no dijo nada sobre bodas – se ríe animada.
- ¿Estas lista para esas cosas? – pregunto algo inquieto.
- No, la verdad es que aún no me veo casada ni con hijos, ambos estamos concentrados en nuestras carreras, tal vez en unos cinco años ¿tú qué opinas?
- Ese periodo de tiempo me parece bien, en cinco años seguramente me ascenderán y será menos problemático el tener casos fuera del país – asiento de acuerdo.
- Bueno dejando eso por aclarado sigue contándome sobre tu caso – me pide curiosa.
- A decir verdad aun no sé mucho, solo que iremos a Francia fingiendo ser una pareja de esposo gay, según sé son traficantes de armas y arte robado – comento mientras cenamos tranquilamente.
- Oh, que interesante con lo bien que se te dan los idiomas y acentos, que bueno que aprendiste francés cuando aún estabas en bachillerato.
- Sí, pero aun así será difícil, seguramente tendré un ligero cambio de look, ya sabes cómo es esto, mañana comenzaran a capacitarnos para entrar bien en papel, no sé cuándo volveré a casa, pero tratare de llamarte aunque sea por las noches… aunque nuestros horarios se moverían mucho – digo algo contrariado por ese último detalle, apoya su mano sobre la mía entrelazando nuestros dedos, su mano era tan pequeña y delicada comparándola con la mía.
- No te preocupes handsome, llama cuando puedas, un mensaje de texto estará bien, prefiero que te mantengas concentrado y que no hagas locuras que pongan tu vida en peligro, quiero que vuelvas entero a mí – ante su petición sonrió cariñosamente, me inclino hacia ella dándole un dulce beso en los labios.
- Siempre vuelvo, lo sabes… siempre juntos – le recuerdo apoyando mi frente con la suya, sus manos acunan mi rostro.
- Always – acaricia mi rostro de forma realmente suave con sus delicados dedos.
- Vamos cariño, démonos una ducha juntos y aprovechemos el tiempo – muevo las cejas con picardía, ella se ríe bajito.
- Llévame – me abraza por el cuello.
- Sujétate bien – la alzo como si no pesara absolutamente nada, enreda sus piernas en mi cadera.
Camino a ciegas hacia nuestra habitación, conocía nuestra casa perfectamente, aún tenía unas horas para pasarlas con ella, no solo para sexo sino para charlar y escuchar cómo fue su día, era nuestra regla implícita, siempre estábamos en sintonía, siempre nos decíamos todo, así es como nuestra relación era tan sana y bonita, porque ante todo éramos mejores amigos y nos habíamos prometido que eso jamás cambiaria, así que me concentraría en el ahora, ya mañana seria otro día y me aseguraría de cumplir mi promesa de volver entero.
° Spreen °
Tomo una gran bocanada de aire antes de entrar en mi apartamento, estoy mentalizándome para las cagadas que estaban por caerme, Mictia no estaría feliz y seguramente me tocaría dormir en la habitación de invitados, era agotador tener que lidiar con su humor algunas ocasiones así que una vez reúno toda mi paciencia entro tranquilamente, pongo el archivo en la mesita de centro de la sala, boto ahí mi chaqueta, tomo una respiración más.
- Ya llegue Mictia – me anuncio por fin y como si la hubiera invocado sale de nuestra habitación compartida en pijama, esta peinando su cabello húmedo tal parece que acaba de salir de la ducha.
- Ya era hora, últimamente llegar muy tarde a casa – hace la observación de forma contundente, contengo el resoplido de fastidio.
- Estábamos en un caso activo, era importante gente estaba muriendo – respondo neutro.
- Estábamos... ósea que ya termino, ya era hora – rueda los ojos mientras se acerca y me abraza por el cuello, pero frunce el ceño – hueles a cerveza… ¿estuviste con tus amigos en vez de volver a casa como prometiste? – reclama directamente soltándome dándome un ligero empujón.
- Solo fue una cerveza con los pibes, no es para tanto, festejamos que atrapamos a los malos, antes eso solía gustarte – digo porque era cierto.
- Sí bueno, antes me parecía sexy tu trabajo, ahora lo odio, ni si quiera pasamos tiempo juntos – y aquí venían los reclamos, antes de que comenzara con ello la interrumpo.
- Vuelvo todas las noches con vos, el sábado salgo temprano y vuelvo directo a casa para estar juntos, el domingo entero te lo dedico… todo mi tiempo libre lo tenés, esa es una jornada laboral común en muchos campos Mictia, antes no te molestaba – vuelvo a recordarle.
- Bueno, antes no estábamos comprometidos, se supone que esta etapa de nuestra vida es para que la pasemos juntos, vayamos a algún lado de escapada romántica, planear nuestra boda, ir juntos a probar el pastel, escoger flores y esas cosas, yo solo tengo al agente cansado en casa de la cual no quieres salir – resopla dando un pisotón en el suelo como una nena de quince años, ahora si no puedo evitar resoplar.
- Desde que nos conocimos sabias que me gustaba más estar en casa que salir de joda, quiero tranquilidad en mi tiempo libre ya suficiente tengo con el laburo.
- Bueno si jugaras menos a ser Rambo en cada caso también querrías salir a divertirte – suspiro realmente cansado, ella parece notarlo porque se calma – bueno, ya terminaron el caso y ahora estas en casa ¿Por qué no pedimos la cena y nos desvelamos? – vuelve a abrazarme, no correspondo porque sabía que este cariño no dudaría nada.
- No puedo, me asignaron otro caso y mañana mismo inicio – digo completamente serio y como imagine me suelta retrocediendo tres pasos mientras me ve como si la hubiera golpeado o traicionado de la peor forma.
- Eres jodidamente increíble, ¡ni si quiera piensas en mí! – alza la vos furiosa.
- Es mi laburo Mictia, es re importante algunos tenemos más responsabilidades que preocuparnos por lo que nos pondremos mañana para vernos bien – gruño molesto.
- Soy jodida asesora de moda, claro que tengo que verme bien, idiota, dices entender mi trabajo pero cada que puedes lo desprecias como si no fuera importante.
- No lo desprecio, vos sos la que lo toma así, nunca he criticado nada de lo que haces, pero vos solo te la pasas reclame y reclame como si yo fuera quien acepta los casos que me asignan, como si solo me la pasara de acá para allá por gusto, es mi jodido trabajo, hice un jodido juramento para mantener a la gente segura, ¡vos sos la exagerada que solo me anda jodiendo por todo! – me exalto ya cansado de estas peleas, recibo una fuerte bofetada.
- Largo – demanda completamente sonrojada del enojo, la irá burbujea en mi estómago.
- No, este es mi apartamento, dormiré en la habitación si a vos no te gusta está la de invitados, si no querés estar acá vos podés irte a un hotel – digo contundente y terriblemente agotado.
Camino directamente a mi habitación y cierro la puerta nada más pasar, comienzo a desvestirme para dormir, no tenía ánimos para ver qué es lo que haría ella, en este momento me importaba poco, tal vez había sido un pelotudo, pero estaba cansado de esto y yo debía descansar bien para poder ir al laburo bien y no cometer errores, así que arreglaría esto una vez volviera, decido no pensar más en ello y me recuesto en la cama en ropa interior y caigo dormido a los pocos minutos sin soñar nada, ya mañana seria otro día y esperaba que fuera mejor que este.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
Como podrán ver este fue una probadita de como es la relación de cada uno con su pareja y notaran que son completamente diferentes, mientras que la de Roier es sana y tranquila, la de Spreen es algo inestable.
Hablemos un poco más de eso ya que seguramente se preguntaran como llegaron al compromiso si ella se comporta de esa manera, bueno como podrán deducir Mictia nunca lo trato de esa manera cuando comenzaron a salir, al contrario era bastante comprensiva y como ella misma dijo, le parecía sexy que Spreen trabajara para el FBI, no fue mentira ni manipulación tratando de fingir ser diferente, pero la etapa de color de rosa se paso y ahora ella ve el trabajo de Spreen como una mierda, no le gusta y cree que Spreen no la valora lo suficiente.
Obviamente Spreen pone mucho de su parte en la relación, trata de darle tiempo, de acompañarla a lugares que a ella le gustan a pesar que a el no le guste, pero como podrán notar él es el único que se esfuerza de verdad ya que cuando toca hacer algo que a él le gusta como estar en casa viendo una serie o simplemente salir a trotar a ella le parece aburrido y se queja, en fin que ella es egoísta pues xD
Este comportamiento lo tiene hace unos meses, por eso mismo Spreen cree que es una etapa, que se pasara con el tiempo o cuando se casen por fin para que ella no este reclamando de ello una y otra vez, como dije Mictia es egoísta más que nada porque sabe que su pareja en verdad pone de su parte, que trata de entenderla por completo mientras ella no trata de comprenderlo a él, para ella el trabajo de Spreen se esta interponiendo entre ambos, incluso le ha sugerido renunciar en más de una ocasión cosa que el argentino se negó por completo ya que ama su trabajo.
En fin, pobre del Sprite que le toco una pareja que comenzó a darlo por seguro y a no querer poner también de su parte, lo bueno que el oso tiene a sus amigos y compañeros de trabajo que lo apoyan, ahora saben porque Aldo fue re descarado diciendo que Mictia ni si quiera le caía bien jajaja
El proximo capítulo ya será donde los niños (los weyes tienen 30 xDDD) se prepararan para el caso, tendrán sus cambios físicos necesarios y todas esas cosas, será divertido e interesante lo prometo, también tratare de actualizar esta historia dos veces por semana porque yo amo las weas de policías... eso y porque quiero que la trama avance xDD (eso no afectara a las otras dos historias activas no se preocupen)
Bueno eso fue todo por este capítulo, espero que les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estoy llegando al complejo del FBI después de otra discusión con mi prometida donde me interrogaba sobre de que era el caso y cuando se enteró que era fuera del país casi se vuelve loca, no pude decirle mucho más porque tenía que venir al laburo, pero al menos está enterada que es encubierto con Roier y que fingiremos ser un matrimonio gay, lo importante lo sabe así que no me sentía angustiado por ello... ¿estaba mal estar agradecido por poder irme lejos de casa por un tiempo para poder descansar de ella?... seguramente sí, pero nadie tenía porque saber que pensaba de esta forma.
Entro al ascensor con algunos compañeros de otras secciones del cuartel y como siempre nos saludamos cordialmente entre nosotros a pesar de no conocernos o no tener contacto directo, simple cortesía laboral, una vez en mi piso bajo tranquilamente dirigiéndome directamente a la oficina de mi jefe para que nos pusiéramos a trabajar en el nuevo caso, cuando estaba por tocar justo está saliendo Roier y detrás de él está el capitán de nuestra unidad siguiéndolo de cerca.
- Ora tu ¿Qué traes? – me pregunta mi compañero en voz baja.
- ¿Por qué? – lo veo extrañado.
- Te ves de la verga ¿volvieron a pelear?
- Vos sabes que esa es mi vida desde hace unos meses – se queda callado por unos segundos contrariado.
- No te lo vayas a tomar a mal... pero ¿has pensado en terapia de pareja? – sugiere de forma suave, ruedo los ojos.
- No todas las relaciones son iguales Roier, que vos tengas la relación perfecta no hace que los demás también.
- Solo digo, no es normal tener tantos problemas mucho menos si se van a casar – se encoje de hombros.
- Concéntrense en el trabajo señores – nos llama la atención Rich.
- Claro señor, una disculpa – decimos a la vez.
Continuamos nuestro camino siguiendo a nuestro jefe tranquilamente, cuando nos lleva a la parte de custodia de prisioneros es cuando sabemos que llego el momento de interrogar a los reclusos que fingiremos ser, Roier se va a la habitación de al lado y yo entro a otra, ahí encuentro a un hombre robusto y cabello más corto lo cual no me agrada, la única cosa por la que había luchado dentro del trabajo era mi cabello, no me gustaba cortarlo demasiado, tomo una bocanada de aire resignado, me siento tranquilamente siguiendo analizándolo de la forma más disimulada posible.
Estaba viendo como era su postura, como se sentaba y su expresión, esto era sumamente importante, creo que aprendería más de él con solo observándolo que haciendo preguntas, sus manos estaban sobre la mesa dejando ver que tenía un reloj caro, su anillo de casado, una pulsera de cuentas negras pequeñas, tenía un piercing en la oreja el cual no tenía problema ya que yo mismo tenia uno el cual no usaba en el trabajo, solo que yo no tenía una pieza de diamantes como la de él.
Parecía un tipo arrogante a primera vista, con un suéter de cuello de tortuga ceñido al cuerpo, pantalones de vestir y zapatos de piel italianos, me atrevería a decir que tenía más masa muscular que yo, pero eso no sería algo que perjudicara ya que no era algo notorio, ambos éramos delgados, según el expediente soy unos cinco centímetros más alto que él, comienzo a hacer preguntas básicas que estaban en el reglamento, me topo con un ligero acento ruso el cual no tendría problemas de imitar ya que apenas era notorio, además de que note que hacia pequeños ademanes con las manos al hablar.
Cuando cuestione sus acciones sonrió de medio lado lleno de seguridad y arrogancia que sabía que tenía, no contesto nada solo ignoro la pregunta de forma abismal, me levante y camine a su alrededor para ver su reacción y como era de esperar no tuvo ningún tipo de movimiento, demasiado confiado para su bien aunque también alerta solo con el sentido de la audición, estaba más que claro que estaba acostumbrado a salirse con la suya, que incluso ahora que había sido deportado tenía la certeza de que lo soltaríamos.
Después de estar unas tres horas con él vienen por mí sacándome del interrogatorio, me guían a otro sitio donde me encuentro con mi jefe y compañero el cual está hojeando algunos papeles realmente concentrado, además de que noto que está ligeramente ansioso cosa que no es algo común en Roier ya que él suele ser alguien bastante positivo por lo tanto siempre animado, solo se ponía de esa manera cuando eran cosas realmente serias, pero no le pregunto nada ya que nuestro jefe esta acá con nosotros.
- Bien, ahora los llevaran al apartamento que compartirán este par de días para su preparación física, sus compañeros Aldo y Farfadox será su equipo de respuesta por lo tanto serán su ayuda principal, ellos irán con ustedes a todos lados vigilándolos a lo lejos por si necesitan refuerzos, tienen todo lo que necesitan saber en los archivos que están en el apartamento, ahí ya los está esperando un equipo para los cambios que tendrán que hacer – nos informa de forma breve.
- ¿No vendrá con nosotros para supervisarnos este día? – le pregunta Roi sorprendido.
- No, tengo muchas cosas que hacer, Farfadox me mantendrá informado de todo, ellos también ya están allá esperándolos así que deben partir ahora – con eso nos tiende las llaves de nuestro auto asignado por la agencia – no hace falta decirles agentes que esto es sumamente importante y no necesitamos que hagan uno de sus movimientos arriesgados que ponen toda la operación en peligro, queremos que todo se haga bien así que por lo que más quieran... compórtense – y con eso se va a paso rápido.
- Bueno... que motivación ¿no? – dice con ironía.
- Dale, hay que irnos antes de que nos cague a palos por cualquier cosa.
Caminamos tranquilamente hasta llegar al estacionamiento, reconozco nuestro auto rápidamente y ambos caminamos hacia el, nos subimos tranquilamente yo conduciría mientras él continua viendo los archivos que estaba revisando en el pasillo, bajo un poco mi ventanilla ya que hacía calor.
- ¿Qué es lo que lees? – pregunto interesado ya que ahora si podíamos hablar sin tanta formalidad.
- Bueno... me siento algo contrariado – responde con un suspiro.
- ¿Por qué? – estoy confundido, Roier no era sencillo de perturbar.
- Bueno... es que cuando entre a la sala de interrogación... me topé con un kink malhumorado, ni si quiera tengo que preguntarte que tal era el tuyo, sé que el mío es la mujer en la relación, no fue difícil descifrarlo si el tipo tenía cuatro botones de su camisa rosada abiertos, pantalones tan apretados que me sorprende que no le doliera traerlos, además de que tenía brillo labial rosado – cuando lo escucho comienzo a reírme sin poder evitarlo.
- Creo que ese papel te queda joya – me burlo descaradamente.
- Pinche pendejo – refunfuña – será bien pinches incomodo, sabes que yo visto muy oversize... me sentiré sexualizado a la verga – se queja mientras continua hojeando el archivo.
- Nah amigo, tranca que seguramente no será para tanto – trato de animarlo un poco a pesar de que quería seguir riéndome.
- ¿Esto no es para tanto? – me muestra una foto ya que estamos en un semáforo en rojo, al verla parece que fue tomada en una tipo fiesta y el hombre que Roier interpreta traía puesto un pantalón transparente color blanco y ropa interior para nada discreta roja de encaje, se notaba demasiado además de que en la parte de arriba era unos simples tirantes sin camiseta, la risa vuelve a mi estrepitosa y fuerte.
- Boludo, no sé cómo quieren que vos hagas eso, ese pibe está sumamente delgado, vos tal vez no seas un fisicoculturista, pero tenes mucho más musculo que eso.
- Wey tiene perforados los pezones, yo ni loco dejare que me perforen los pezones para una pinche misión – se vuelve a quejar indignado.
- Bueno no es que vos quieras – me burlo de nuevo, hay esto seria realmente divertido.
- Si a mí me perforan los pezones haré que te tatúen de verdad, que sea equitativo – cierra el archivo y se cruza de brazos enfurruñado.
- Ve, ya estas entrando en papel, te sale natural – no puedo evitar seguir molestándolo, pero esperaba que no fuera necesario nada de eso, la verdad no quería que ninguno de los dos sufriéramos cambios demasiado drásticos.
- Pinche pendejo, como desearía que a ti te hubieran dado este pinche papel, solo porque eres más blanco que la leche no te lo dieron, esto es discriminación – comienza a soltar comentarios sobre ello.
- Eso y que vos sos más parecido al kink que yo – me encojo de hombros.
- Claro que no, solo porque ambos somos castaños, pero de ahí no nos parecemos en nada.
- Tengo que darte la razón en eso – digo no solo para hacerlo sentir mejor sino porque era verdad.
Continuamos charlando ahora sobre las estrategias que podríamos tomar, además de que ambos estábamos curiosos de como seria esto de la personificación, nunca habíamos hecho esto, cuando fuimos de encubierto hace tiempo no tuvimos que fingir ser nadie más, solo era colarnos entre la gente y sacar información como pudiéramos, pero esto era completamente diferente, mucho más difícil e inestable sobre todo si nos topábamos con alguien que los conociera bien, se darían cuenta rápidamente de que éramos impostores no nos parecíamos en nada a los sujetos, solo esperaba que Rich supiera lo que estaba haciendo al mandarnos a nosotros.
Llegamos al apartamento donde nos separan en habitaciones diferentes, Aldo se va con Roier y Farfa entra conmigo, charlamos tranquilamente mientras un estilista me corta el cabello, solo trato de ignorar eso, esto era algo que no me agradaba, pero no podría oponerme porque debía caracterizarme, una vez terminan con ello me piden que me desnude y solo quedar en ropa interior, después los maquillistas comienzan a hacer lo suyo, me explican que me tatuaran con maquillaje profesional de películas además de gena para asegurarse que los tatuajes no se muevan de su lugar, que deberían durar intactos por semanas ya que lo que usarían no se quitaba con nada más que con un líquido especial.
Después comienzan con su trabajo, él tipo no tenía solo el tatuaje del cuello, sino unos cuantos en los brazos, uno grande en la espalda y otro en el muslo, tardarían bastante, mientras ellos trabajan Farfadox y yo discutimos el caso o más bien el me lee todos los archivos y yo comento las cosas, además de que pone audios para que siga escuchando al sujeto, trato de imitar su acento lo mejor que puedo, al segundo intento lo logro sin problemas ya que no era algo súper marcado, sino sutil... ahora el problema era recordar usarlo.
Agradecía que los maquillistas llevaran plantillas para los tatuajes sino seguramente esto hubiera tardado mucho más, estaba comenzando a anochecer cuando terminaron todo, me piden que no me duche dentro de veinticuatro horas para asegurar, por ultimo me ponen una tipo loción por todo el cuerpo que no sabía para que servía, pero tampoco pregunte, me moría de hambre ya que no había consumido nada desde las siete de la mañana y estaban por dar las ocho de la noche.
Cuando Farfa y yo salimos de la habitación mientras los agentes especiales que se encargaron del maquillaje y esas cosas salen del apartamento, Roier ya está sentado con Aldo cenando comida china, ambos están sumergidos en una charla sobre el caso, rápidamente note los cambios que le hicieron a mi compañero, su cabello era más que evidente, no creo que se lo hayan cortado demasiado, tal vez solo estilizarlo además del obvio cambio de color, ahora era un poco más claro y el castaño era rojizo en vez de chocolate.
- ¿Te perforaron los pezones? – pregunto con burla tomando mi comida, ambos mexicanos voltean a verme, ambos sorprendidos.
- No mames... te ves... bien pinches raro – suelta Aldo.
- No, no me perforaron nada, piercings falsos... aunque aun así duele, son imanes muy potentes para que no se caigan... es como si me estuvieran pellizcando todo el rato – contesta Roier con un gesto molesto.
- Yo se los puse... se ve bien chingón, le dije que se los hiciera una vez vuelva, la neta solo porque el Roier no le batea a este lado sino me lo comía – cuenta el de lentes con tranquilidad mientras come.
- Y yo ya te dije que si fuera bi o gay tu serias mi primera opción rey – suelta coqueto Roier, solo puedo reírme mientras ruedo los ojos.
- Eso me re ofende – por fin habla Farfa.
- Bueno... un trio y ya – se encoje de hombros.
- No digas mamadas papi, no podrías ni de pedo un trio con dos hombres menos con lo virgen que eres en el campo de los pitos.
- Conozco muy bien mi anatomía, puedo cogérmelos sin pedos – fanfarronea Roier, Aldo y Farfadox se ríen de forma escandalosa.
- No podrías encontrar la próstata ni de pedo, mejor no hablemos de eso, haría nuestra amistad rara... solo recuerda Roier que te traigo ganas desde que te conocí – y con eso ambos mexicanos se ríen, yo solo como tranquilo, nunca me involucraba en ese tipo de charlas sobre a quién de nuestros amigos nos daríamos porque simplemente no me interesaba y porque yo nunca haría algo tan trolo.
- Lo mismo que Aldo, no desaprovecharía para reventarte el orto – suelta Farfa con burla.
- Pinches abusivos... mejor cómanse entre ustedes ya que les gusta eso – opina el ahora castaño rojizo.
- Ya paso... no hubo química – confiesa Aldo tranquilamente, los observo con sorpresa.
- ¿Es joda? – pregunto realmente asombrado.
- Nah, y no hubo química porque ninguno quería dar el culo, si Aldo hubiera cedido ahora mismo ambos estaríamos garchando con regularidad – se encoje de hombros mi amigo.
- Pudieron ser versátiles y ya – opina Roier tranquilamente poniéndose de pie al ya haber terminado de comer.
- No es sencillo ceder en eso, sobre todo si ambos estamos acostumbrados a ser el que da, es como darle el poder a otra persona y eso no va con nosotros – explica Aldo.
- Eso es una pendejada, si se gustaran de verdad hubieran buscado una forma de que funcionara.
- Bueno... creo que Aldo y yo concordamos que no nos gustábamos lo suficiente como para regalarnos mutuamente, simplemente no iba a funcionar además de que así evitamos incomodidad en el laburo sino hubiera funcionado a la larga.
- Mmmh, la verdad me sorprendieron mucho, no creí que dos de nuestros amigos lo hubieran intentado... o bueno hubieran intentado re coger y no lograrlo – me rio ligeramente.
- Bueno no lo intentamos lo suficiente y ahora ambos somos compañeros de joda.
- Al menos no se sienten incomodos entre ustedes, yo no podría hacer eso de tratar garchar con alguien y que como no pudimos seguir como si nada, seria re extraño sobre todo si nos vimos re calientes y desnudos – comento con sinceridad.
Continuamos con este tema otro rato tranquilamente, Aldo y Farfadox nos cuentan cómo se comportan las personas gay a pesar de que ellos son bisexuales, sabemos que ahora no solo es una charla social, sino para que nos están instruyendo de cómo comportarnos entre nosotros, al menos teníamos la tranquilidad de que a quienes interpretábamos eran casados, eso lo haría más sencillo... ¿No?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de este drama de policías ¿Qué les pareció?
Ya estaremos iniciando con la trama de verdad, ya tuvieron su cambio físico y todo eso, lo cual es sumamente emocionante, algo que no se dijo en este capítulo es que Spreen cree que Roier se veía realmente bien con su pequeño cambio y también que le emocionaba ver a su compañero vistiendo como un gay algo afeminado, obviamente esa emoción es algo que él mismo ignoro, lo adjunto a lo divertido que le parecía y ya, no le dio más vueltas al asunto.
Creo que no hace falta aclarar que Spreen y Roier jamás se han sentidos atraídos por otros hombres, no sexualmente, ambos pueden apreciar la belleza normal como cualquier persona, no andan diciendo cosas como: hay para mi ningún hombre es atractivo porque eso seria muy gay, no, saben cuando alguien es bonito y no se acomplejan por ello... al menos no por ahora, literalmente se voltearan mutuamente, de hecho ambos ya sienten algo por el otro, solo que no lo saben con certeza.
Ambos saben claramente que se preocupan por el otro, que se quieren como amigos y que han pasado cosas juntos ya que se entrenaron en la misma academia y siempre fueron compañeros, así que ya se imaginaran como estarán en negación al principio porque como ya se quieren y cuando comiencen a darse cuenta que es como más que amigos no querrán aceptarlo, uno más que otro.
Llegara un punto donde uno de los dos querrá experimentar si en verdad le gustan los hombres ¿pueden adivinar quien será el valiente?
Pero bueno, volvamos a la trama que esta en este momento, Farfa y Aldo intentando coger y no pudieron... ¿pues f no? es que ambos se me hacen muy dominantes para recibir y sé que existen los pasivos dominante, pero no lo sé, ¿les gustaría que esta pareja de amigos volviera a intentarlo a pesar de que dijeron que no hubo química? también quiero decir que quien será el valiente a las primeras personas que acudirá será a este par... solo lo dejo ahí.
También quiero dejar claro que la persona que interpretara Roier no es que sea super afeminado, simplemente es alguien más atrevido en su forma de vestir con algunas transparencias y porque usa brillo labial, tampoco crean que lo voy a andar vistiendo con ropa de mujer... bueno por fuera, ya que si usa calzones de mujer aquel tipo más que nada porque los de mujer son más sexys y él se siente sumamente sexy, así que al Roier le tocara usar de esos cuando sea necesario jajajaja.
También había comentarios diciendo que como pensaba separar a Tina y Roier cuando su relación es tan sana... simple: Poder del guion, ahr, jajaja no se crean, saben que desarrollo muy bien las relaciones de mis historias y por lo mismo duran tanto así que no se preocupen, no decepcionare /les guiña un ojo.
Como sea, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, actualizare lo más pronto posible y también les digo que habrá votación en la historia de famosos para el especial de San Valentín para que vayan, ahora si, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba revisando mi equipaje, habían sido un par de días algo estresantes, adaptar un acento fue sencillo para mí los idiomas eran cosas que se me facilitaban, el problema en si era la actitud, me había tocado un wey que era medio mamón, aun me sorprende que el departamento del FBI nos consiguiera ropa tan cara, además de anillos de matrimonio de oro genuino, obviamente era para que todo fluyera bien, aun me preguntaba cuanto habían costado las réplicas de anillos y todo el guardarropa, seguramente más de lo que gano en un año.
Al menos tenía la tranquilidad de que Aldo y Farfadox serían nuestro respaldo inmediato si las cosas se ponían feas, aunque no tendríamos contacto con ellos de ninguna forma, esta vez íbamos independientes, solo conseguir información, pruebas y hacer arrestos. Debía admitir que me sentía algo nervioso, nunca habíamos tenido este tipo de misiones donde estaríamos completamente en solitario, así que debíamos arreglárnoslas solos por completo, ellos solo intervendrían si era estrictamente necesario y aunque ellos lo creyeran de esa manera primero tendrían que informar a nuestro jefe y él sería quien daría la autorización, en pocas palabras si estábamos atrapados era más probable que nosotros mismos lo resolviéramos o morir antes de recibir apoyo inmediato.
No me sentía molesto con ello, entendía que era muy importante mantener la fachada y atrapar a toda esta enorme red y sus asociados, seguramente era la más grande del mundo ya que teníamos entendido que tenían socios en muchas partes del mundo, por eso mismo aun me parecía algo arriesgado mandar encubiertos haciéndose pasar por ellos, pero al parecer a pesar de tener una gran red criminal, los sujetos no eran muy conocidos físicamente, eran más de tratos por terceros, por eso mismo Rich nos había asegurado de que todo iría bien y estaríamos a salvo siempre y cuando mantuviéramos la fachada.
Otra cosa que me perturbaba era saber que este matrimonio no era completamente monógamo, se nos había informado que participaban en esas fiestas donde se intercambiaban parejas o que aceptaban que alguien más se les uniera, no sabíamos qué tipo de cosas hacían dentro de ellas ya que eran muy privadas y prestigiosas, solo esperaba que no tuviéramos que vernos envueltos en ello porque no me creía capaz de fingir ese tipo de cosas, mucho menos si era un trio o algo por el estilo.
Así que mis nervios estaban justificados, porque una cosa era fingir ser esposo de uno de mis mejores amigos y otra cosa era tener que acostarme con otras personas, sabía que había muchos agentes que hacían eso, al final del día era trabajo, pero no me cría capaz de coger con alguien que no conozco y además a otro hombre, sabía que a quien interpreto es alguien pasivo en la cama, no hacía falta ser adivino y yo no quería andar regalando las nalgas, no era lo mío así que trataría de evitar vernos envueltos en alguna situación así y vernos forzados a esas actividades sumamente incomodas.
- ¿Tenés todo listo? – doy un respingo al escuchar a mi compañero, volteo con una ligera mueca.
- La verdad… no, pero ni modo, solo espero poder acabar con esto rápido.
- Seguro solo serán unas semanas, vos tranca – me da una palmada en el hombro de forma amistosa.
- Estaría más tranquilo sino tuviera que vestirme de esta forma, me aprietan un chingo los pantalones – dijo jalando la costura de la entrepierna al ser realmente apretado, se empieza a reír.
- Ya lo creo, me sorprende que puedas caminar con normalidad – salimos de la habitación con maletas en mano.
- Ni que lo digas… ¿te sientes preparado para hablar con acento ruso? – pregunto interesado.
- Si, será re fácil, ¿vos estás listo? – me observa con detenimiento.
- Claro, solo debo evitar mis modismos y todo ira sin pedos, el acento británico solo es ser elegante, puedo con ello – comento mientras me encojo de hombros.
Subimos al auto que ya nos esperaba y nos llevaría al aeropuerto, el camino lo hacemos en silencio, cada quien concentrado en lo suyo, por mi parte le mando un mensaje de texto a Tina avisándole que estaba por salir del país; agradecía mucho que nos permitieran conservar nuestros números siempre y cuando no los usáramos en la calle, dentro del hotel teníamos libertad de tomarnos nuestros descansos para lo que quisiéramos por lo tanto yo lo usaría para aunque sea avisarle a mi pareja que estaba bien.
°
Estamos llegando a Colombia así que la actuación estaba iniciando por fin, adapto un porte altivo justo como había estudiado a mi objetivo el cual interpretaba, Spreen era quien se encargaría casi de todas las interacciones con personas de personal, así que mi trabajo era ser más el observador, avanzamos sin problemas, aunque sentía la mano de mi compañero sudar mientras sostenía la mía, lo entendía seguramente también estaba nervioso.
Si ambos estábamos así de ansiosos aquí en Colombia donde solo debíamos actuar sin preocupación y ser vistos… en parís sería un desastre, solo estaríamos aquí lo que resta de este día y mañana, después volaríamos a Francia, debíamos trabajar en nuestros acentos y habituarnos, literalmente estos momentos era para entrar más en personaje, no había presiones más que ser vistos juntos, tomo un par de respiraciones profundas para calmar mi nerviosismo, se suponía que esto sería fácil.
Tomamos un taxi al hotel de cinco estrellas reservado con anterioridad, en verdad que el FBI estaba invirtiendo muchísimo dinero en esta misión, ¿sería culero de mi parte disfrutarlo?... aunque bueno se supone que debo actuar como el esposo trofeo que solo gasta dinero y coquetea con otras personas de dinero y tratar feo a los empleados porque no me trajeron las cosas a los segundos, así que si íbamos a un restaurante y pedíamos lo más caro solo sería seguir con él papel, disfrutar esos pequeños premios sería más como la recompensa de actuar como pendejo pretencioso.
Como era de esperar solo sigo a Spreen como su perrito faldero, él se encarga de charlar con los empleados y esas cosas, debo admitir que su acento ruso era bastante bueno, sobre todo porque corríamos con la suerte de que el acento de nuestro objetivo no era sumamente marcado, por lo tanto si a Spreen en algún momento se le iba un poco no habría problemas siempre y cuando lo recuperara rápidamente.
Cuando un trabajador del hotel se ofrece a ayudarme con mi maleta de mano simplemente se la tiendo con un gesto despreocupado y camino de forma fluida como si fuera el dueño del lugar, siempre manteniéndome a un lado de mi compañero, ni si quiera debemos decir el nombre de la reservación, la recepcionista al parecer “reconoce” quienes somos y nos da la llave electrónica de la mejor suit deseándonos una gran estadía, subimos por el ascensor tranquilamente, Spreen está abrazándome por la cadera manteniendo su vista al frente manteniendo una postura de macho alfa, yo solo me mantengo en mi papel, pero observo todo con suma atención.
Cuando abrimos la habitación esta era prácticamente la mitad de todo este piso, había un recibidor con decoraciones en dorado y blanco, los trabajadores del hotel dejan nuestras cosas en la entrada y se van, cuando la puerta se cierra camino por el sitio manteniendo una postura altiva, solo puedo observar todo buscando cámaras o alguna cosa que mostrara que debíamos mantenernos en papel, pero tal parecía que era una suit completamente privada, no había ninguna cámara ni micrófono, en realidad en este piso tampoco había cámaras en el corredor por lo tanto si llegaba a pasar algo no habría evidencia de quien entro.
Salgo a la enorme terraza y me encuentro con una piscina de cristal, se veía realmente bien, aunque daba algo de miedo, sabía que eran sumamente seguras, pero aun así daba algo de respeto ver hacia la ciudad sin ningún tipo de barandilla, eran de esas piscinas “infinitas”, en fin se notaba que este sitio era sumamente caro, algo que no podría permitirme ni cuando estuviera pensionado, con esa idea en la cabeza entro de nueva cuenta para buscar algún tipo de bañador, debía aprovechar todo momento, Spreen está en la habitación acostado en la enorme cama entretenido en su teléfono, simplemente paso de largo, abro mi maleta y me doy cuenta que no hay nada que pudiera usar, solo ropa interior, me encojo de hombros.
- ¿Qué buscas? – me pregunta mi compañero.
- Hay una piscina en la terraza, voy a relajarme un rato – me ve con escepticismo.
- ¿Una piscina?
- Sí, de esas que solo se ven en las películas – digo ahora emocionado sin poder evitarlo.
- ¿Es joda? – se levanta ahora sorprendido.
- Nop, vamos – le hago una seña y camino rápido a mi destino, lo escucho ponerse de pie y seguirme a trote.
- Amigo… ¿no te da miedo? – pregunta al ver que no tiene barandilla y parecía que el agua caía por el costado del edificio.
- No… bueno un poquito, pero tengo entendido que son piscinas súper seguras y pienso aprovechar el momento, al fin se supone que solo debo actuar como un esposo trofeo.
- Dale, quiero ver que tan valiente sos – se cruza de brazos divertido mientras se sienta en una de las tumbonas acolchadas que están a un lado de la piscina.
- ¿Cuánto quieres apostar?
- Te doy cien dólares si te acercas a la orilla sin cagarte en los pantalones.
- Va… solo dame chance – comienzo a desvestirme con inseguridad, ya me estoy arrepintiendo de ser un pendejo imprudente, Spreen parece realmente atento – aquí voy – digo, pero me quedo parado sin atreverme a entrar.
- Dale boludito, que no me estoy haciendo más joven – me molesta divertido, volteo a verlo y el hijo de puta me está grabando con su teléfono, me enderezo y le sonrió con una seguridad que no tengo.
- Así es como se ganan cien dólares sin esfuerzo – me estiro un poco para según yo entrar en calor, estar parado aquí en bóxer viendo la piscina me estaba asustando, solo esperaba que esta mierda en verdad fuera segura y salto sin más, si seguía pensándolo no lo haría.
- Wow Roier, un clavadista profesional – escucho la broma de mi amigo, sonrió sin poder evitarlo, volteo a verlo y le muestro el dedo medio antes de nadar a la orilla donde no había barandilla, me recargo ligeramente en el cristal asomándome hacia abajo y efectivamente había una cornisa bastante amplia donde el agua se almacenaba y volvía a su sitio.
- El dinero más sencillo que he hecho en mi vida – fanfarroneo volteando a verlo, incluso me tomo el atrevimiento de dejar mi espalda recargada en el vidrio.
- Daleee, deberías estar re cagado de miedo boludito – se burla mientras se pone de pie.
- Solo los pendejos se asustarían.
- ¿Qué hay ahí? – pregunta guardando su teléfono, había dejado de grabar.
- Ven y compruébalo – lo reto con burla.
- Nah amigo, que paja nadar.
- Yyyy, sos re cagon Spreen – comienzo a molestarlo imitando su acento, resopla mientras comienza a desvestirse.
Sin poder evitarlo lo observo con más atención de la que debería, pero me daba curiosidad ver los nuevos tatuajes que le habían hecho, me imaginaba que no se quitaban con agua… eran bastantes, más de los que creí, yo solo le había visto el que tenía en el cuello. Salta al agua y nada hacia mi rápidamente, una vez llega con algo de vacilación se asoma hacia abajo y nota la cornisa.
- Bueee, amigo tenés razón, la plata más sencilla de ganar para vos – cuando voltea a verme solo puedo seguir observando sus cambios.
- Enserio te ves raro con el cabello así – comento sin querer, pero era verdad.
- ¿Tan mal se ve? – pregunta mientras se lo hace hacia atrás.
- No… solo… raro, estoy acostumbrado a tu corte de siempre, sigues viéndote bien – trato de hacerlo sentir seguro.
- Dale, no seas condescendiente – me da un empujón amistoso mientras se rie.
- Lo digo enserio wey, te ves bien.
- Bueno, vos también te ves diferente, pero el cambio no fue tan jodido como conmigo – se queja con frustración, sabía que Spreen amaba su cabello.
- Al menos el cabello crece, yo tendré que estar no sé cuánto tiempo con esas madres con imanes en los pezones, duele bien culero, lo bueno que solo tendré que usarlos en Francia y con cierta ropa, no pienso traer esas madres todo el rato – ya que estamos, me quejaría también.
- Te duele mucho – parece interesado mientras su vista se desvía a mi pecho donde claramente no traía esas madres.
- Sí, te lo dije; es como si te estuvieran pellizcando los pezones todo el tiempo… hasta como que se duermen – me río divertido.
- No los uses, te cubro – se encoje de hombros.
- No pensaba usarlo, no si no es necesario.
Y así nos quedamos dentro de la piscina charlando sobre nuestra percepción de la misión y esas cosas, pasamos una tarde/noche bastante divertida ya que después la charla se desvía a algo súper casual, era lo bueno de tenernos tanta confianza, que podíamos hablar del clima y sería divertido, solo esperaba que nuestra amistad no se tornara incomoda después, si bien ambos sabíamos que esto es trabajo eso no quita que tendremos que actuar como una pareja por tiempo indefinido hasta cerrar este caso, fuera como fuera tendría que acostumbrarme… presentía que sería sencillo ya estaba acostumbrado a estar con Spreen mucho tiempo, incluso en nuestro tiempo en la academia estábamos pegados veinticuatro siete, esto seguramente será pan comido.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de la historia de policías, ufff alta emoción volver al ritmo de actualizaciones, ¿Qué les pareció?
Como pudieron ver este capítulo fue más como una introducción a la misión, de como se deben comportar individualmente, además de que vimos algunas inquietudes de Roier sobre todo el asunto.
También pudieron ver un poquito más como es que Spreen y Roier se llevan, como podrán notar pues muy bien xDD, pero bueno como Boiler dijo, se siente ansioso por tener que actuar como esposo de uno de sus mejores amigos, teme que las cosas entre ambos se vuelvan incomodas porque bueno, ambos son "heteros" y no solo eso, sino que bueno no es muy normal andar por ahí besándote con tu compañero de trabajo por el cual según sientes hermandad.
En fin si supieran que lo que sienten por el otro no es hermandad y tiene que ver más con sentimientos románticos... como pueden ver entre ambos se suben los ánimos y esas cosas, además de que en esta misión se observaran mucho mutuamente, más que nada con curiosidad por ver los cambios fisicos que ambos tuvieron para poder interpretar su papel, no lo vieron como atracción mutua, en pocas palabras que son mensos jajaja
Pero no los culpemos nunca han sentido esas cosas por otros hombres por lo tanto simplemente todo lo asocian a su gran confianza y amistad, lit cuando comiencen a sentir cosas más intensas serán los: es de compas xDDD
En fin, ya veremos como les va, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(sin editar)
Estoy jodidamente nervioso, Roier parece metido en sus propios pensamientos fingiendo ser alguien completamente diferente, ambos ya estamos en nuestro vuelo de primera clase hacia Francia, llevábamos volando ya seis horas, aun nos faltaban otras siete, no sabia como él estaba tan tranquilo... es verdad que se le daba mejor estas cosas de encubierto al tener facilidad para adaptarse rápidamente, yo aun temía fallar con el acento que debía adaptar, sabía que era sencillo ya que no era algo sumamente marcado, lo que me costaría seria adaptar mi vocabulario a uno más neutro, por eso mismo me hubiera gustado un poco más de tiempo de preparación, para asegurarme de que mi acento argentino no saliera, pero no había tenido la oportunidad.
Además estaba esto de fingir ser esposo de Roier... por alguna razón me hacia sentir muy ansioso, no es que me incomodara porque conocía perfectamente a mi amigo, además de que nuestro capitán tenia razón, estaba más que acostumbrado a ser un receptor de los coqueteos del castaño, él siempre había sido alguien así por naturaleza, no lo hacia solo conmigo, todos sabíamos que era en broma, pero ahora seria de una forma diferente, simplemente me sentía... algo nervioso, no todos los días tenia que fingir ser trolo, además de que me sentía algo decepcionado, trate de llamar a Mictia antes de que el vuelo saliera porque no sabia cuando podría volver a contactarla sin poner la operación en riesgo, pero ella no contesto por más que lo intente, rechazaba mis llamadas.
Roier solo me había dado unas palmaditas en la espalda de forma amistosa tratando de mostrarme apoyo, no entendía porque mi prometida se comportaba de esta manera, con ella era todo frio o caliente, nunca un punto medio, solo esperaba que las cosas se estabilizaran cuando volviera, sabia de sobra que a muchos de mis amigos no les agradaba mi pareja, no eran hipócritas fingiendo lo contrario, incluso mi madre no estaba de acuerdo con mi elección, pero no me había dicho nada más solo que yo sabia lo que hacia, ¿Por qué debía de ser tan complicado?, ¿por que simplemente no podría ser agradable y sencillo como mi relación con Roier?
Sabia que no era una comparación justa, Roier y yo nos conocimos en la academia incluso antes de registrarnos oficialmente, que ambos estuviéramos en la sala de espera y que el castaño carismático me hiciera platica fue tan... sencillo, después de eso simplemente no nos separamos del otro, nos ayudábamos a progresar y crecer como agentes del FBI, rápidamente nos convertimos en compañeros que se complementaban perfectamente, mis fortalezas cubriendo las flaquezas de Roier y viceversa, eso era lo que creí haber conseguido con Mictia pero en el ámbito romántico, pero tal parece que no estaba del todo en lo cierto, no sabia como eso se arreglaría, en verdad esperaba que mi prometida volviera a ser como antes, que no fuera tan... así y volviéramos a ser un equipo en vez de pelear todo el tiempo.
- ¿Todo bien cariño? – salgo de mis pensamientos al escuchar a Roier, era tan raro que hablara con tanta... ¿elegancia? no sabría como etiquetar aquello.
- Sí, todo esta bien – respondo tranquilo, me observa con duda, escribe algo rápidamente en su teléfono y me lo muestra.
Solo decía: "Dime que pedo", nuestros ojos se encuentran, él solo alza una ceja expectante, suspiro resignado, tomo su teléfono y escribo justo abajo: "Solo pienso en Mictia" cuando lo lee solo asiente en comprensión, me quita su teléfono: "¿No te mando aunque sea un mensaje de despedida?", solo niego con la cabeza intentando que mi rostro no delate lo molesto y decepcionado que eso me hacia sentir, toma mi mano con delicadeza y le da un apretón reconfortante, nuestros ojos se vuelven a encontrar.
Sabia que era su forma de decirme que estaba acá conmigo, que si necesitaba hablarlo él me escucharía sin problema, le devuelvo el apretón con algo más de fuerza, este no era el lugar ni el momento de hablar de esas cosas, no sabíamos si ya estábamos siendo vistos por otros criminales, lo hablaríamos cuando llegáramos a nuestro lugar de destino y tuviéramos una habitación privada donde podríamos ser nosotros mismos y hablar sin tanto quilombo, él parece entenderlo porque me da una pequeña sonrisa.
- Sabes, estaba viendo sitios que podríamos visitar cariño – dice volviendo a su personaje y saca la guía de viaje que daban en el vuelo.
- Claro, muéstrame – ambos nos envolvemos en una conversación sobre sitios turísticos manteniendo nuestro acento asignado, sabia que era la manera de Roier de practicar, esto me distraería lo suficiente hasta que a ambos nos diera sueño, cuando menos lo esperáramos habríamos llegado a Francia.
°
Estamos bajando del avión, Roier rápidamente se me cuelga del brazo parloteando sobre el vuelo, más que nada quejándose del servicio, evito sonreír a pesar de que me causara gracia, Roier en verdad estaba metido en su papel, para mi sorpresa las personas que se nos acercan son Aldo y Farfadox, pero ambos nos tratan con formalidad tomando nuestras maletas, estaban fingiendo ser nuestra seguridad, nos guían tranquilamente hacia un auto con vidrios tintados, suben nuestras cosas y se alejan tranquilamente.
Yo soy quien conduce, esta vez el trayecto a nuestro destino es en completo silencio, se suponía que hoy todavía seria un día tranquilo, mañana por la noche seria nuestra primera aparición oficial en una galería de arte, en este tiempo solo debíamos ser vistos juntos, ser pelotudos materialistas y ya esta, solo espero estar a la altura de mi compañero el cual estaba haciendo un trabajo estupendo.
Después de haber llegado al lujoso hotel, paseamos por la ciudad de forma "tranquila", llamábamos algo la atención, pero no sabia si era porque "éramos una pareja gay" o simplemente porque éramos llamativos, fuera cual fuera la razón lo ignorábamos por completo, estaba comenzando a hacerse realmente tarde, así que volvemos tranquilamente al hotel como si las calles nos pertenecieran, en ningún momento Roier soltó mi brazo como si fuera una colegiala enamorada, en verdad agradecía que la misión fuera con mi amigo sino seria bastante incomodo estar tan cerca de alguien desconocido o con quien no tenia confianza.
Al entrar a la habitación Roier rápidamente se suelta, camina directamente hacia la cama y se deja caer de forma exagerada, solo puedo reírme mientras cierro la puerta con pestillo y la cadenita de seguridad, por fin podríamos descansar de tanto acento y fingir ser algo que no somos, comienzo a quitarme la ropa de la parte de arriba, lo mío no era estar con camisa y saco, acomodo todo de forma ordenada, busco mi pijama de forma tranquila.
- ¿Llamaras a Mictia? – me pregunta enderezándose e imitando mis movimientos de cambiarse por algo más cómodo.
- No... no creo que conteste – digo con honestidad, él me ve con detenimiento.
- ¿Puedo darte un concejo? – pregunta mientras se quita los pantalones apretados para despues ponerse unos shorts de "seda" color rosados, evito reírme porque no era culpa que su guarda ropa fuera tan excéntrico en estos momentos.
- Dale – me recuesto en la cama del lado derecho, estaba más cerca del baño.
- Creo que Mictia y tu necesitan terapia de pareja, al menos si quieren que funcione – su comentario me sorprende muchísimo, volteo a verlo sin saber como sentirme, Roier jamás había opinado sobre mis relaciones.
- ¿Vos decis?
- No quiero que te sientas ofendido Spreen, pero no es normal que ni si quiera están casados y ya tener tantos problemas, sé que no todas las relaciones son iguales, pero tampoco es normal que solo estén peleando ¿no te cansas de eso? – solo hay seriedad en su vos mientras se coloca una camiseta de tirantes.
- Claro que me canso boludo, pero... yo no soy quien pelea, es ella quien siempre tiene algo por lo que quejarse, me tiene las pelotas re llenas – suspiro cansado de solo pensar en mi relación con mi prometida.
- Si en verdad se aman, pregúntaselo seguramente acepta y sino lo hace es porque ella no quiere que su relación mejore y de ahí ya puedes tu pensar si quieres tener ese tipo de relación o no – se recuesta al otro lado de la cama tranquilamente.
- No es tan sencillo, no quiero hacerla enojar de nuevo.
- Wey no debería asustarte decirle lo que piensas, se suponen que las relaciones son para apoyarse mutuamente y ayudarse cuando lo necesitan, no solo andar chingando, si es así mejor nadota – se encoje de hombros antes de acomodarse en la cama poniendo su antebrazo sobre sus ojos.
- ¿Por qué me lo dices? normalmente vos no te metes en las relaciones de los demás.
- Porque eres mi amigo y a pesar de que respeto tu criterio y todo eso... tal vez necesitas que alguien más te dijera que no era normal que Mictia se la pasara peleando por todo.
- Es que... ella se siente algo sola boludito, entiendo sus argumentos y por eso me los aguanto – confieso porque era verdad.
- Wey, ella sabia a lo que te dedicabas, además de que literalmente pasas todo tu tiempo libre a su lado, ¿Qué acaso ella no tiene un trabajo o pasatiempos? no puede depender todo el tiempo de ti, eso no es sano – hago una mueca contrariado.
- ¿Vos crees que ella me escuche? sobre la terapia de pareja – cuestiono algo inseguro.
- Si te ama, sí... sino... pues al menos lo intentaste.
- Mmmh... ¿Tina tiene una amiga o hermana? – bromeo para que el tema no fuera tan serio, se ríe abiertamente.
- Seguramente tiene muchas amigas, primero resuelve tus pedos y si necesitas consuelo te consigo una cita con una chica sexy – me codea amistosamente – ahora si con tu permiso me voy a dormir que estoy bien cansado, esos pinches zapatos están bien incomodos.
- Dale, descansa – me da la espalda tranquilamente mientras apaga la luz de su mesita de noche.
Lo imito apagando todas las luces, no pasan más de cinco minutos y Roier ya esta roncando bajito, sonrió divertido, no creí que él fuera de roncar, en la academia no lo hacia o al menos yo no me percate de ello, me imagino que se veían opacados por los que en verdad roncaban como carcacha vieja, solo puedo ver el techo con detenimiento mientras pienso lo que mi amigo me aconsejo, ¿en verdad mi relación era tan mala como para que decidiera comentarlo?, tal vez le comentaría a mi prometida sobre la idea de terapia de pareja, seguramente ella aceptaría, sabia que ella me quería mucho y si quería que lo nuestro se estabilizara esa era la mejor opción, solo esperaba que no me echara la bronca por sugerirlo.
Me doy la vuelta y cierro los ojos dispuesto a dormir, mañana seria un día pesado donde deberíamos interactuar con personas de verdad y debía estar bien descansado para poder soportar tanta gente pelotuda que se cree mejor que los demás, ya lo otro lo resolvería al volver.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías encubierto ¿Qué les pareció?
Espero y estén listos porque el proximo capítulo ya iniciara su chamba de verdad y como es de esperar poco a poco se irán metiendo más y más profundo en todo ese desmadre y por lo tanto los problemas saldrán... mucho más rápido de lo que creen, estos primeros capítulos solo estuve estableciendo su amistad y esas cosas para que no se sintiera raro, pero ahora ya que quedo claro que se llevan bien y son excelentes amigos... se viene.
El Roier por fin opinando sobre la relación del Speren, la neta hacia falta que alguien se lo dijera de forma sincera y sin afán de ofender como el Aldo xDD, así que ahora Sprite sabe que su relación no es tan normal como creía, un paso más para el spiderbear, digo, para una relación sana.
Ellos compartiendo cama y cambiándose frente al otro sin pena alguna: "Así empiezan" /insertar meme de vegetta.
Ya hablando enserio, pues se conocen muy bien y en la academia había duchas comunitarias así que por eso no sienten ningún tipo de pena por ello, así que sí, se conocen desnudos, pero jamás se han puesto atención, así que una cosa es haber visto de reojo e ignorado a ver de verdad, altas ganas de llegar a la parte donde entren en gay panic ¿o no?
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba jodidamente nervioso, estábamos arreglándonos para poder ir al evento "benéfico" en la conocida galería de arte llamada Dalí Paris, se supone que solo la gran elite estaría ahí, cosa que no me hacia sentir muy seguro, muchas personas nos estarían observando, era hacer doble trabajo, es como si fuéramos agentes dobles, ya que debíamos fingir ser delincuentes que fingían ser magnates del arte, por lo tanto era un trabajo que debía hacerse con sumo cuidado por lo tanto me sentía algo ansioso, seguramente Spreen también estaba pasando por algo parecido.
No ayudaba que mi ropa fuera algo incomoda, lo mío no era verme tan... llamativo, pero a quien suplanto era alguien ligeramente afeminado y su forma de vestir era sumamente llamativa, aunque tal vez aquí en Paris no seria tan raro ver a alguien vestido así, este era un país donde la moda de todo tipo abundaba, así que esperemos que ese sea mi caso y no tuviera miles de miradas encima que eso solo me haría sentir mucho más nervioso, Spreen esta acomodándose su camisa con cuidado para que su tatuaje del cuello fuera visible, pero no de forma muy evidente, simplemente era para verse casual, pero que fuera alguien reconocible para los otros delincuentes.
Una vez estamos completamente listos con nuestras raras vestimentas, salimos del hotel donde esta el auto que rentaba la agencia para nosotros, era uno con cristales tintados antibalas, pero un auto de lujo por lo tanto no te esperabas este detalle, íbamos de camino hacia la gran galería de arte, Spreen conduce con mucha seguridad ya metido en su papel, yo aun estoy mentalizándome un poco, una cosa era bromear con mis amigos y otra muy diferente en verdad pretender ser homosexual, solo esperaba que no tuviéramos que tener algún tipo de contacto muy intimo, no quería faltarle al respeto a mi pareja... aunque ella me había dicho que estaba bien, eso no quitaba que se sintiera incorrecto por alguna razón que no entendía, pero no tenia tiempo para sobre pensar en ello, estábamos llegando a nuestro destino, tomo una gran bocanada de aire para calmarme y espero a que Spreen me abra la puerta.
Una vez que lo hace pongo mi mejor cara de altivez mientras dejo que Spreen me rodee con su brazo por la cintura, caminamos tranquilamente como si fuéramos los dueños del pinche mundo, como era de esperar muchas personas se giran a vernos, aunque no creo que sea por la forma de vestir sino por ser una pareja homosexual, al parecer estábamos rodeados de parejas heterosexuales, era sumamente incomodo, no entendía porque era tan sorprendente ver a un par de personas ser felices juntas sin importar el genero, pero yo no soy nadie para juzgar, cada quien tiene sus creencias y son libres de pensar lo que quieran, tomo una ultima respiracion profunda y entramos.
El aire olía a barniz fresco y vino caro, en el centro de la galería, un violinista tocaba notas suaves de canciones que no conocía o al menos no me sonaban mientras los visitantes vestidos con elegancia y algunos con excentricidad, admiraban las pinturas iluminadas por luces doradas especiales haciendo resaltar cada pintura o escultura que había en exhibición. La noche estaba en su punto más alto, y la atmósfera vibraba con una mezcla de arte y tensión, al menos para nosotros que no sabíamos que sucedería esta noche. Meseros con bandejas de canapés y champán se deslizaban entre los invitados, mientras conversaciones en distintos idiomas llenaban el aire con un murmullo refinado, este definitivamente no era mi ambiente y mucho menos el de Spreen.
Pero dentro de un tiempo no éramos Roier o Spreen, sino dos pendejos pretenciosos que se dedicaban a cosas delictivas, por lo tanto caminamos altivamente entre los invitados y trabajadores, fingiendo ser una pareja interesada en el arte. Llevábamos algunos días investigando a Joseph Orlov, uno de los muchos dueños de galerías y vendedores de arte, era sospechoso de ser el vínculo entre traficantes de armas y coleccionistas corruptos. La galería era la fachada perfecta para lavar dinero y cerrar tratos ilegales, y aquella noche, una subasta se llevaría a cabo en una sala privada o al menos eso eran los datos que nos habían dado, según teníamos entendido mientras la subasta se realizaba arte seria sacado de la galería siendo suplantado por replicas perfectas así que seria robo y también estafas, lastimosamente no podíamos hacer nada al respecto, solo recaudar datos y armar una gran investigación para poder aprender a todos los involucrados ya que esa era la idea de estar aquí en primer lugar.
— Mantén los ojos bien abiertos —murmuró mientras entrelazo nuestras manos que descansan en mi cadera al él estarme abrazándome. Ambos estamos vestidos en conjunto, mientras Spreen usa un traje de terciopelo azul marino, yo traigo un pantalón de vestir negro, una camisa ligeramente transparente del mismo azul que el traje de mi compañero, la traigo con un escote sutilmente pronunciado, además de un abrigo de peluche negro, me veía ridículo en mi opinión además de que los piercings falsos dolían como la mierda.
Spreen asintió con una leve sonrisa ególatra, inclinándose hacia mi como si me susurrara algo romántico, pero en realidad me estaba dando instrucciones sobre lo que estaba por suceder a pesar de yo saberlo perfectamente.
— La subasta empieza en quince minutos. nosotros tenemos los pases VIPS, Orlov estará allí, y debemos identificar a los compradores... a parte de nosotros.
Suspiro fingiendo sentirme halagado ya que estamos fingiendo ser melosos, tomo una copa de champán de la bandeja de un mesero que esta pasando a nuestro lado y me separo de Spreen ligeramente logrando que me suelte, finjo estudiar una pintura impresionista. Observó a los asistentes con disimulo, buscando posibles aliados o amenazas.
— Déjamelo a mí — digo con confianza manteniendo nuestras voces bajas.
Me separó de Spreen y me acercó a un hombre de traje gris que sostenía un cigarro en una mano y una invitación en la otra. Se llamaba Alain Marchand, un conocido coleccionista con lazos en el mercado negro. le doy una mirada coqueta de forma muy descarada, sonriendo sutilmente antes de rozarle el brazo con fingida torpeza.
— Oh, disculpe — digo con una risa ligera — Me distrajo la belleza de esta pieza, ¿no es impresionante? — Marchand me examinó con interés, su mirada me recorre con curiosidad antes de fijarse en el cuadro.
— No hay problema... Tiene buen gusto, esta pieza en especifico es realmente hermosa, transmite una calidez y tranquilidad, además de ver una nueva forma de apreciar un paisaje — respondió, señalando la pintura — ¿Le interesa el impresionismo?
— Me interesa el arte que transmite algo más que belleza superficial — contesto de forma tranquila dándole una mirada de reojo, jugando con el tallo de mi copa, Marchand sonrió, intrigado ante mi respuesta.
— En ese caso, le encantará lo que hay en la sala privada, hay unas piezas realmente maravillosas que te dejarían sin aliento.
Aprovechó el momento para iniciar una conversación, fingiendo interés en el arte y en la subasta. Decido arriesgar un poco y usar mi "carisma" de la que todos en la oficina hablan, así que comienzo un ligero coqueteo, para mi sorpresa el hombre parece interesado de alguna forma y logró que Marchand me invitara a acompañarlo a la sala privada, lugar al que ya teníamos acceso, pero aun así eso era bueno ya que me había ganado a un gran magnate de venta en el mercado negro. Spreen, manteniendo su distancia, me siguió con discreción, asegurándose de no perderme de vista.
Una vez dentro de la zona privada, la atmósfera cambió drásticamente. La iluminación era más tenue, creando un ambiente de misterio y privacidad total, los invitados en la subasta no eran simples coleccionistas; eran traficantes, compradores ilegales y figuras peligrosas del crimen organizado, aunque también había mucha gente realmente adinerada como empresarios, senadores, entre otras cosas, se supone que nadie sabe que entre estas personas adineradas hay delincuentes. Hombres con relojes de oro y miradas afiladas conversaban en pequeños grupos, mientras guardaespaldas musculosos mantenían una vigilancia constante de todo el lugar.
En el centro de la sala, Orlov sonreía con satisfacción mientras me guía por la exposición de las piezas más valiosas contándome cosas de arte que no entiendo en realidad, pero aun así no dejo de sonreírle y darle mi opinión cada vez que me preguntaba directamente, pero a pesar de estar siguiendo al viejo, no dejo de ver a nuestro alrededor de manera meticulosa, noto ciertas cosas que no cuadran como en una esquina, bajo estricta vigilancia, se exhibían documentos y artefactos robados de museos europeos. Jarrones de la dinastía Ming, manuscritos medievales y una colección de diamantes sin certificar relucían bajo la tenue luz, ¿enserio estas personas eran tan estúpidas como para no notar que esas cosas no pertenecían a la exhibición original del museo por lo tanto eran robadas o solo se hacían de la vista gorda?.
Spreen decide por fin intervenir, se acerca de forma altiva dedicándome una mirada intensa, le sonrió enormemente y lo tomo por el brazo jalándolo para que estuviéramos realmente pegados invadiendo nuestro espacio personal, le doy un casto beso en la mejilla.
— Mira mi amor, este amable hombre me estaba mostrando y contandome datos interesantes sobre estas maravillosas piezas — digo de forma estridente.
— Ya veo... un gusto señor, Soy Nikolai Ivanov y él es mi dulce esposo Steven Williams, perdone sus modales, los olvida cuando esta emocionado — el hombre mayor nos analiza antes de que sus ojos adquieran un brillo de reconocimiento.
— Por supuesto, no se preocupe, su esposo es una gran compañía — justo en ese momento las luces se atenúan un poco más esta siendo la señal de que la subasta estaba por iniciar.
— Disfruten de la subasta — le deseo de forma vivaz.
Sin perder la compostura, tomamos asiento junto a Marchand. Un asistente se acercó con una tabla digital y un martillo de subasta. La puja estaba a punto de comenzar, y con ella, nuestra misión estaba por ponerse algo intensa ya que se daría a lugar el robo de las mejores piezas para ser remplazadas, nosotros se supone que debíamos tener hombres haciendo eso también. Salgo de ese hilo de pensamientos cuando Spreen me apretuja mi rodilla con más fuerza, volteo hacia donde él esta viendo y en el fondo de la sala, una puerta custodiada por dos hombres de aspecto imponente parece ser que eso despertó la curiosidad de mi compañero. ¿Qué más se ocultaba detrás de aquella subasta? bueno estábamos a punto de descubrirlo, pero el riesgo podría ser bastante alto para los civiles.
De pronto, las luces parpadearon. Un murmullo inquieto recorrió la sala antes de que todo quedara a oscuras. El sonido de sillas arrastrándose y pasos apresurados rompió el breve silencio. Tomo la mano de Spreen con fuerza sintiendo un escalofrió recorrerme por toda la espalda, ¿Qué estaba sucediendo? no se supone que las cosas serian así, estaba por ponerme también de pie, pero antes de que pudiera decirle a Spreen que nos moviéramos un fuerte sonido me detiene poniéndome sumamente tenso, el sonido vuelve a repetirse... era un disparo resonando haciendo eco por los techos altos del lugar.
—¡Abajo! — grita Spreen sosteniéndome por los hombros haciendo que nos pongamos pecho tierra, llevo mi mano dentro del ridículo abrigo de peluche donde tenia escondida mi arma, trato de que mis ojos se adapten a la luz, pero parece sumamente imposible.
Las luces de emergencia se encendió despues de algunos segundos de oscuridad total, siento una ligera molestia en mis ojos ante el repentino cambio de iluminación, pero una vez mi vista se adapta se revela una escena caótica. Orlov ya no estaba en su lugar. Marchand se había desplomado sobre la mesa, con la copa de champán volcada y sangre manchando su camisa. Unos cuantos invitados corrían hacia la salida, mientras los de seguridad entraban con armas en alto, listos para defenderse o atacar.
Ni si quiera puedo reaccionar antes de que esas armas estuvieran apuntándonos a nosotros ¿Qué chingados estaba sucediendo?, solo puedo maldecir en mis adentros, tal parecía que la maldita misión no había iniciado tan bien como habíamos esperado ¿ahora que íbamos a hacer?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capitulo de esta historia de policías medio gays, medio heteros jajaja ¿Qué les pareció?
Como pueden ver andamos iniciando con ganas ¿o no? ¿Qué creen que haya pasado en la galería de arte?
Como bien dijeron ellos, las cosas no estaban planeadas así, se suponía que todo seria más sencillo, solo el primer día de observación, pero tal parece que no corrieron con esa suerte de poder tener un inicio tranquilo, esperemos y puedan salir de esa situación fácilmente sino... pues que vaya el Rich a sacarlo ¿o no? xDD
¿Qué más puedo decir sobre el asunto? solo que Roier cree que le faltaría al respeto a Tina si besa a Spreen aunque sea solo por trabajo, cabe decir que nuestra niña no tiene ningún tipo de problema si Spreen y Roier se besan, ella entiende perfectamente que seria por cosas de trabajo además de que... bueno ella no sabe que a Roier se le volteara la tortilla jajajaja, en fin cosas de homosexuales de closet ¿o no?
En cuanto a Spreen, bueno él estaba más preocupado por lo que podría pasar y efectivamente paso algo jajaja, pero recordemos que las personas a las que están suplantando son importantes en el medio de contrabando... aunque nunca han sido vistos muy bien, pero si los reconocerían por su característica forma de vestir además de los tatuajes cosa que Spreen tiene así que si son listos podrían zafar... pero ¿serán inteligentes?
Bueno... lo veremos en el siguiente capítulo /inician los créditos de la rosa de Guadalupe XDD.
Como sea eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
El estruendo de botas resonó en la sala. En cuestión de segundos, sentimos el frío de los cañones de varias armas apuntándonos. Un hombre corpulento, con un traje negro impecable y cicatrices en el rostro, avanzó entre los hombres armados con expresión severa.
— Bajen las armas — ordenó con un leve acento ruso. Sus ojos escudriñaron la escena, deteniéndose en Roier, quien sostenía mi brazo con fuerza aunque sabia que su mano no visible estaba en la empuñadura de su arma escondida.
— Parece que alguien tiene cosas que explicar — añadió con una sonrisa peligrosa.
Antes de que pudieran reaccionar, fuimos levantados de forma ruda mientras me revisaban quitándome mi arma, Roier por suerte conservo la suya ya que no lo revisaron con cautela, somos conducidos por un pasillo estrecho hasta una lujosa oficina privada. Las paredes estaban cubiertas de estanterías con libros antiguos y reliquias exóticas de todo tipo, desde japonesas hasta árabes. En el centro, un escritorio de caoba relucía bajo la tenue luz de una lámpara de escritorio. Frente a él, Viktor Orlov nos esperaba, con una copa de coñac en la mano y una expresión inquisitiva.
— Deben entender que no confío en nadie. Especialmente en quienes aparecen de la nada y causan problemas en una de mis propiedades, sobre todo la que nunca ha tenido un escandalo de este tipo — dijo Orlov con voz suave, pero cargada de amenaza.
Solo puedo dedicarle a Roier una mirada, estoy realmente preocupado porque a él lo sostienen con demasiada fuerza, se notaba demasiado, decido seguir mi papel otorgado y de una fuerte sacudida me deshago del imponente agarre de dos tipos que parecían tanques, despues me acomodo de forma muy altiva mi chaqueta de gala, me acerco a los tipos que sostienen a mi compañero y les doy una mirada asesina.
— Te recomiendo soltar a mi esposo o terminaras dentro de una zanja — digo marcando el acento ruso haciendo notar mi enojo... solo espero y haya salido lo suficientemente nativo como para que no sospecharan nada, no podíamos revelar nuestras verdaderas identidades si lo hacíamos, la misión se desmoronaría y posiblemente no saldríamos vivos de aquí.
— Parece que hemos tenido un malentendido — dice Roier, recuperando un poco el control de la situación mientras lo sueltan — Alain Marchand era un incompetente. Estaba haciendo preguntas innecesarias, poniendo en peligro la subasta. simplemente mi marido lo resolvió antes de que comprometiera nuestros negocios — lo observo asombrado ante su argumento aunque nosotros no habíamos presionado el gatillo. Orlov levantó una ceja, interesado.
— ¿Así que ustedes no trabajan con él?, no es secreto que el famoso matrimonio de maricones hace tratos con el mejor postor — escupe con asco mientras enciende un puro de forma arrogante.
— No necesito dar explicaciones de nada, no somos socios directos y ambos sabemos que así es el negocio, pero te informaron mal, nunca hemos hecho negocios con aquella rata — digo con tono firme — en esta ocasión, solo veníamos como... compradores. O, para ser más específicos, facilitadores de adquisiciones para clientes que prefieren no ser identificados — mantengo la tonalidad de mi voz en control — además nosotros hemos tenido un par de negocios bajo la mesa con intermediarios, si quisieras mantener esos caminos... despejados sugiero que controles tu lengua sino quieres que te la corte.
Orlov entrecerró los ojos, evaluándonos. Luego, con un gesto lento, se acomodó en su silla.
—Si realmente pertenecen a este mundo y son quienes dicen ser, demuéstrenlo. Díganme, ¿Quiénes son sus clientes? ¿Qué han adquirido últimamente?
Roier tomó aire. Sabía que la única manera de salir de esa situación era jugar sucio, y eso significaba arriesgarse, simplemente dejo que él tome las riendas porque de los dos es quien mejor se desenvuelve, quien se adapta con mayor facilidad y yo estaba re tenso, solo tenia ganas de salir de aquí, poner toda la distancia posible con este sitio, jamás me perdonaría si algo le pasaba a mi compañero.
— Nuestro último negocio fue en Estambul — dice con seguridad — Un Rembrandt robado, vendido por ocho millones a un coleccionista en Dubái. Antes de eso, un lote de rifles antiguos, utilizados en la Guerra de los Balcanes, adquiridos por un comprador en Sudamérica quien a decir verdad le hacia falta una limpieza dental urgente — solo hay desdén y asco en la voz "elegante" de mi amigo, muerdo el interior de mi mejilla para no sonreír.
Orlov lo mira fijamente, luego se echó a reír.
— Interesante — murmuró, tomando un sorbo de su coñac — jamás creí que el famoso esposo delicado y prepotente de Ivanov fuera tan... hablador en juntas de negocios cuando solo sirves para abrir las piernas... claro según mis fuentes las cuales nunca se equivoca.
— Lo que haga o no mi esposo dentro del dormitorio no es un asunto a tratar, aunque claro si te interesas por él podríamos charlarlo, tal vez te deje hablar con él si puedes llegar al precio — digo desafiante, Roier se cuelga de mi brazo de forma exagerada.
— Si bueno, suelo ser hablador cuando me tratan como costal de mierda, mis disculpas — agrega con desdén. El silencio se hace despues de eso, mantengo completamente la calma mientras rodeo a Roier con mi brazo para mantenerlo cerca por cualquier cosa, además de que el aun conservaba su arma, todo esto mientras Orlov se levantaba y caminaba lentamente hacia nosotros.
— Esta noche tengo una venta especial. Un artículo que muchos matarían por poseer. Si realmente son quienes dicen ser, quiero que participen en la negociación. Pero cuidado... Si descubro que me están mintiendo, desearán haber muerto en esa sala... incluso antes de si quiera meterse en mi camino — Orlov sonrió con frialdad y chasqueó los dedos. Dos de sus hombres nos escoltaron a una habitación sin ventanas, cerrando la puerta detrás de nosotros con un sonido metálico dejando en claro que estamos encerrados.
La habitación era pequeña y austera. Solo una mesa de madera, dos sillas y una bombilla parpadeante en el techo la iluminaban con un tono amarillento haciéndonos ver enfermos, una iluminación para nada favorecedora. Me acercó a la única puerta y la inspeccionó rápidamente, esto estaba jodidamente mal, creo que no habíamos actuado tan... en papel como se hubiera esperado, no creo que el verdadero Nikolai Ivanov hubiera permitido esto en ningún tipo de situación... nos faltaban esos refuerzos para que fingieran ser nuestros trabajadores y guarda espaldas como los de ese tipo, así no estamos engañando a nadie y era jodidamente frustrante.
— Blindada — susurró, golpeando la superficie de metal — No saldremos de aquí a menos que nos dejen.
Roier se dejó caer en una de las sillas, cruzando las piernas con calma aparente, pero a mi no me engañaba, podía ver la tensión en su mirada y sus hombros, aunque estaba claro que estaba manteniéndose en su papel, voy a su lado jalando la otra silla pegándola a la de él, rodeo sus hombros con mi brazo y pego mi rostro contra su mejilla.
— Tenemos que pensar rápido. Si nos descubren, no solo estamos muertos, sino que arruinamos la operación completa — digo en voz baja cerca de su oído para mantener las cosas privadas por si estábamos siendo vigilados.
— Lo sé — respondió, jugando con un hilo suelto de su camiseta — Pero creo que tenemos una ventaja. Orlov no nos ha matado de inmediato. Quiere creer que somos útiles, tal vez... cree que somos quien decimos ser — responde igual de bajo mientras acaricia mi cabello de forma cariñosa, me imagino que para que pensaran que estábamos teniendo un momento de pareja, aunque Roier siempre ha sido sumamente cariñoso y por alguna extraña razón parecía tener una fijación por el cabello de las personas.
— ¿Y si nos pone a prueba de una manera que no podamos manejar? — pregunto porque a decir verdad no me creía capaz de matar a alguien inocente.
— Entonces improvisamos. Como siempre. — Roier sonrió con un toque de arrogancia, pero puedo notar que esta igualmente preocupado por la situación.
Pasaron varias horas antes de que la puerta finalmente se abriera. Un guardia de rostro inexpresivo nos indicó que lo siguiéramos. Nos condujeron a otro nivel de la galería de arte de Orlov, un espacio que parecía una sala de exhibición privada. Obras de arte colgaban de las paredes, protegidas por vidrios de seguridad, mientras vitrinas de alta tecnología albergaban objetos de un valor incalculable. Pero lo que llamó más nuestra atención fue la caja fuerte al fondo de la sala, resguardada por dos hombres armados.
Orlov estaba de pie junto a un cuadro cubierto con una sábana de terciopelo rojo. Cuando nos vio, hizo un gesto para que nos acercáramos lo cual hicimos manteniendo nuestro porte de superioridad y rostros serios.
— Este es el artículo que se venderá esta noche — dice con teatralidad, retirando la sábana de un movimiento que levanto el polvo del suelo.
Frente a nosotros apareció un óleo oscuro, antiguo y en perfecto estado, siento un escalofrió recorrerme por toda la columna vertebral, habíamos estado viendo estas cosas por días y esta era fácil de identificar: se trataba de una pintura perdida de Caravaggio, desaparecida desde la Segunda Guerra Mundial, esto era jodidamente asombroso y sorprendente en muchos sentidos, estas cosas jamás me han interesado, pero que estos traficantes tuvieran tales piezas solo demostraba la gran influencia que tenían en el ámbito... ¿será más influyente que Nikolai Ivanov?
— Los compradores llegarán en una hora — continuó Orlov — Quiero que ustedes manejen la negociación. Si lo hacen bien, habrán demostrado ser quienes dicen ser. Si fallan… bueno, ya saben qué pasará.
Simplemente puedo dedicarle una mirada a mi compañero y amigo de años. No había opción de escapar todavía. Tendríamos que sumergirnos aún más en nuestro papel de traficantes de arte y armas… y asegurarnos de sobrevivir. La trampa estaba tendida. Y el juego acababa de empezar, esperaba que nuestros casi cinco días de preparación sirvieran aunque sea un poco... solo esperaba que no termináramos con una bala entre las cejas.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia llena de misterio ¿Qué les pareció?
La verdad Spreen y Roier no están haciendo su mejor trabajo porque el verdadero Nikolai Ivanov jamás de los jamases ha sido capturado, interrogado o cuestionado, por eso nadie lo conoce bien físicamente, esa era una ventaja que ambos no supieron aprovechar, la neta les pasa por pendejos, Orlov claramente duda porque Spreen no se ha puesto tan a la defensiva como esperaría, pero esta analizándolo, viendo si no es una jugarreta o no así que ellos aun tienen el chance de resolver el pedo sin salir perjudicados, espero que se les ocurra poner esa escusa de que estaban viendo el alcance de Orlov, sino... bueno, al menos tienen salud ¿no?
También deje unas cuantas cositas ahí de forma tranquila y disimulada sobre varios detalles que ellos no notan... ¿ustedes los captaron o están tan ciegos como yo que tengo miopía?
Sobre quien mato a Marchand, simplemente fue un asesino a sueldo que no tiene relevancia con la trama de la historia... ¿o si? /c hace mensa.
Bueno... a decir verdad en este tipo de historias siempre me da una ansiedad dar spoilers de a montones, pero me contengo muchísimo, casi no digo nada porque así como quiero contarles, quiero que se emocionen mientras avanza la trama así que por el momento me seguiré aguantando... ¿o si quieren Spoilers de los feos que te cuentan más de lo que esperas?
Como sea, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado tanto como a mi escribir esto, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba ansioso, estábamos esperando a que Orlov nos dejara salir, la misión había comenzado jodidamente mal, no se suponía que seria así, pero me imagino que en el mundo criminal no todo va siempre de acuerdo al plan, me mantengo pegado a Spreen mientras continuo acariciando su cabello de forma distraída, era lo que aun me mantenía lo suficientemente tranquilo, éramos el mejor equipo de nuestra unidad y encontraríamos una manera de salir de esta sin que la misión peligre, sé que cometí un error al hablar tanto porque se supone que soy el cónyuge complaciente y no el que se ponía al pedo por las cosas, pero si lo analizaba de forma detallada mi actuación seguía siendo conveniente porque si algo caracterizaba a Steven era que le gustaba el lujo y ser tratado como la realiza así que quejarme entraba en eso... ¿no?
Fuera como fuera ya había sucedido, no podía hacer nada para cambiar las cosas, solo en este momento donde estamos atrapados es cuando me esta cayendo en peso lo peligroso que es mi trabajo... siempre lo supe, pero nunca me había envuelto en este tipo de situaciones, sobre todo porque nuestra misión anterior de encubierto no habíamos suplantado a nadie, simplemente fingimos ser maleantes novatos que se estaban metiendo en cosas turbias, así que no tuvimos que actuar como personas diferentes, pero ahora teníamos que hacerlo y al parecer no estábamos haciendo el mejor trabajo si ya habíamos sido prácticamente secuestrados.
Solo puedo pensar en Tina, no la llame, sé que estaba siendo pesimista, pero con este cambio de acontecimientos tan drástico me di cuenta lo propenso que soy de caer en servicio, sé que ella sabe que mi trabajo es difícil y peligroso, pero creo que ninguno de los dos sabíamos la magnitud en la que estaba, solo podía pensar en que no quería que la llamaran diciéndole que había muerto cumpliendo mi deber y le dieran una bandera toda culera del país, eso no la haría sentir mejor.
De solo pensar que antes de irme ella ya me estaba hablando de nuestro futuro, de boda e hijos... bueno sino salía de aquí no podría hacer ninguna de esas cosas, además de que me estoy dando cuenta que yo no quiero eso para ella, porque no solo es mi pareja sino mi mejor amiga desde hace muchos años... yo no quería que se quedara casada con un tipo que esta en peligro todo el tiempo, la amo demasiado como para lastimarla de esa manera, pero a pesar de eso no me creo capaz de terminar nuestra relación porque ella es realmente importante para mi, amarla simplemente fue algo que pasaría tarde o temprano.
En verdad esperaba salir de aquí, la llamaría y le diría lo que estaba sucediendo, lo peligroso que era y pedirle que si algo llegaba a pasar no se estancara por mi culpa... tal vez estoy siendo algo melodramático con todo el asunto, pero no podía evitarlo, sobre todo porque no deja de pasarme por la cabeza que ella quiere una gran familia y yo... bueno yo amo mi trabajo, no me veo teniendo hijos porque simplemente no tendría la energía para cuidar de ellos y tampoco era justo que ella hiciera todo el trabajo.
Porque sí, a pesar de tener estos temores no estoy planteándome en retirarme, ser agente del FBI es mi pasión, una parte de mi que me ha definido en gran parte, esto era algo que muy pocas personas podian lograr con sus profesiones, pocas personas disfrutaban tanto de hacer su trabajo como yo lo hago, simplemente mi brújula moral era demasiado marcada al igual que la de Spreen, creo que ambos somos tan buenos compañeros por eso, porque nuestras ideas e ideales son prácticamente los mismos.
Me gustaría decir que para mi es más importante Tina que mi empleo, pero estaría mintiendo, no seria capaz de dejarlo solo para que ella pudiera estar tranquila con la situación, ella ni si quiera me lo había pedido nunca, ella lo entendía tan bien, entendía que quería superarme y ser alguien grande, así como ella quería lo mismo en su campo laboral, solo espero poder aclarar este revoltijo de emociones e ideas para poder tomar decisiones con seguridad y no por impulso, lo que si haría es decirle a Tina lo arriesgado que estaba siendo esta misión porque prefería que ella estuviera preparada y no que fuera una desagradable sorpresa.
— ¿Vos sabes negociar? — me murmura mi compañero sacándome de mis profundos pensamientos, lo abrazo de forma estratégica para esconder mi rostro en su cuello y pareciera un momento tranquilo de pareja.
— Se supone que debes hacerlo tú, ya metí demasiado la pata — contesto tranquilo.
— No estudie los números como vos, decime un aproximado del valor de la obra y lo demás lo hago sin quilombo — su brazo en mi cintura se apretuja haciendo que estemos más pegados.
— No creo que un precio compre esa obra, es demasiado valiosa, prácticamente invaluable, es un juego de doble filo, no sé que vamos a hacer — me siento repentinamente muy ansioso, parece notarlo porque comienza a acariciar mi espalda con suavidad.
— Dale, necesito que estés tranca, todo saldra re bien — me da un beso en la frente lo que me hace sentir raro y divertido al mismo tiempo.
— Tal vez si negocias con otra obra de arte con el mismo precio monetario, ósea que sea prácticamente invaluable o incluso con territorio, eso podría impresionarlos, decirles que no necesitamos el dinero sino algo en especifico... el que te lo debo — asiente pensativo.
— Es una excelente idea, gracias compañero — me apretuja de forma amistosa, estoy por enderezarme al terminar la charla porque era incomodo al estar en sillas las cuales se recorren lentamente por lo tanto la posición era rara e incomoda.
Doy un respingo en mi sitio cuando la puerta se abre con un rechinido horrendo, era Orlov con un par de sus hombres escoltándolo, nos observa con intriga, pero no dice absolutamente nada, solo hace un movimiento de cabeza indicándonos que lo siguiéramos lo cual hacemos con una caminata altiva, Spreen no me había soltado en ningún momento, mantenía su mano en mi cadera de forma segura, de forma realmente disimulada tomo su mano guiándola dentro de mi abrigo, el siente la culata de mi pistola, me da un apretón con su mano dándome a entender que lo tenia claro por si necesitaba tomarla.
Nuestra caminata se ve interrumpida abruptamente lo que me hace sostenerme del brazo de mi compañero para no tropezar con mis propios pies, Orlov nos escudriña de forma desdeñosa, nos señala con el dedo alternando entre ambos, mantengo mi fachada de tranquilidad pero me sentía inquieto ¿eso que chingados significaba?
— Muy bien. Supongamos que no tienen nada que ver con lo sucedido hace unas horas — dijo con voz peligrosa — La subasta sigue en pie. Y ustedes aún tienen que demostrar su valía — dejo salir el aire de forma pausada para que no se notara, la subasta seguiría en pie, no íbamos a comercializar directamente con alguien, lo que hacia las cosas mucho más sencillas para Spreen.
La tensión se mantuvo mientras nos escoltaban a una sala adyacente. Era una estancia oscura, iluminada solo por lámparas de araña, con una larga mesa rodeada por varias figuras misteriosas. La élite criminal del mercado negro estaba reunida allí, pude reconocer a unos cuantos de los que estaban en nuestros archivos, pero a otros no por lo tanto esto seria bastante productivo en cuanto a información que obtendríamos.
Seguimos nuestro camino ganándonos algunas miradas curiosas, tomamos asiento en los lugares asignados junto a Orlov. Frente a nosotros, un hombre vestido con un traje de lino claro encendió un cigarro. Su presencia era imponente, recorro su rostro con la mirada y algo hace clic en mi mente, lo reconozco casi de inmediato: Massimo D'Alessio, un magnate italiano con conexiones en el tráfico de arte robado y armas militares, uno de los jugadores más peligrosos de Europa.
— Viktor, esperaba que esta transacción fuera sencilla, pero parece que tu casa está bajo asedio — comentó D'Alessio con una sonrisa irónica — No inspira confianza si me lo preguntas — Orlov se encogió de hombros con indiferencia.
— Mis invitados sabrán manejar la situación — dijo, mientras nos señalaba de forma altiva — Son ellos quienes dirigirán la negociación. Todos los ojos en la sala se posan en nosotros. La adrenalina bombeaba con fuerza en mis venas. Spreen alza la barbilla de forma despectiva mientras mira a todos como si fueran una mierda embarrada en su zapato.
— El arte es una inversión que trasciende las crisis — dijo con voz firme — este Caravaggio ha estado perdido por décadas. Su valor no es solo monetario, sino histórico. Poseerlo significa poder que sinceramente dudo que ustedes puedan adquirir, lastima que no puedo participar en esta subasta por un acuerdo tácito con Orlov — D'Alessio soltó una leve risa y dio una calada a su cigarro.
— Palabras bonitas, pero el valor real lo dicta el mercado. Yo ofrezco veinte millones — así sin más, ni si quiera espero a que todo siguiera el curso de una subasta normal.
— Veinte millones es una cifra ofensiva para una obra de esta magnitud — escupe Spreen con desprecio y con la seguridad de un comerciante experimentado — Hay compradores en el Medio Oriente que pagarían el doble sin pestañear. Propongo iniciar la subasta en treinta y cinco millones junto con algo de valor que puedan ofrecer, como él misil de la unión soviética que sé que esta en tus manos D'Alessio.
D'Alessio entrecerró los ojos. La jugada era arriesgada, pero lo había desafiado sin perder el respeto. La tensión era palpable.
— Treinta y cinco millones es una cifra razonable — murmuró otro comprador desde el otro lado de la mesa — Ofrezco cuarenta y a el contacto de mi infiltrado en la casa blanca.
Orlov sonrió, satisfecho, parecía realmente impresionado y divertido con todo esto, esta recargado en el respaldo de su silla mientras saca su propio cigarrillo.
La puja continuó de esta manera donde comenzaron a pelearse como buitres lo cual me sorprende ya que no creí que estuvieran ofreciendo cosas realmente sorprendentes como contactos de ciertos lugares, incluso islas, era jodidamente alucinante, Spreen continua alentando la competencia con palabras medidas e hirientes a quienes a su parecer ofrecían basura, me sorprende que su acento Ruso se haya mantenido sin problemas en todo este rato. Finalmente, la cifra alcanzó los ochenta y cinco millones. D'Alessio se inclinó hacia adelante.
— Noventa y cinco, y cerramos el trato aquí y ahora — escupe con exasperación.
Orlov miró a Spreen con suma curiosidad, mi compañero lo había hecho de manera sensacional, él habían demostrado ser un negociador de alto nivel. Ahora tocaba cerrar el acuerdo.
— Noventa y cinco es una oferta justa. Pero el pago se realizará en criptomonedas, con una transferencia instantánea y cuando se vea reflejada en la cuenta de Orlov y el misil este de camino... bueno tendrás tu Caravaggio — D'Alessio sonrió de lado.
— Me hubiera gustado competir por esto contigo Ivanov, habría sido divertido — murmuró — muy bien, hagámoslo no tengo toda la jodida noche.
Orlov chasqueó los dedos y los asistentes comenzaron a mover los documentos y los dispositivos de pago. La venta estaba siendo llevada a cabo de manera realmente rápida mientras D'Alessio hacia llamadas para traer ese misil soviético a esta parte de Europa.
Suspiro sin poder evitarlo mientras me recargo en el costado de mi compañero, Spreen lo había logrado, había convencido a un gran grupo de criminales que éramos quienes decíamos ser, lo mejor que pude haber hecho fue quedarme callado y actuar como el esposo trofeo, Orlov simplemente nos despacho con un movimiento de mano como si fuéramos irrelevantes, pero Spreen no flaqueo, se le acerco tomándolo por la chaqueta de gala.
— Primera y única vez que me tratas como uno de tus malditos sirvientes Orlov, la próxima vez no tendrás tanta suerte — se acercan rápidamente los de seguridad al ver el altercado, pero de un rápido movimiento Spreen saca mi arma de su sitio y apunta a la cabeza de Orlov.
— Déjenlo — ordena rápidamente el otro criminal ruso.
— Sera mejor que algo de esa transacción vaya a mi cuenta o tendremos serios problemas, yo no necesito traer a mis hombres a todos lados para poder quebrarte como una jodida ramita, kusok der´ma — escupe despectivamente.
— Un placer hacer negocios contigo Ivanov — sonríe con descaro el otro ruso, le extiende la mano a Spreen, mi compañero solo lo empuja con fuerza mientras se aleja tomándome de la mano con fuerza.
Milagrosamente salimos del recinto sin problemas, estoy vibrando de adrenalina, doy un par de saltitos emocionado, esto había sido increíble, cuando estamos lo suficientemente lejos lo tomo por los brazos de forma enérgica.
— No mames, eso fue lo más chido que nos ha pasado en el trabajo, no chingues, lo hiciste genial, podría besarte incluso, es más, ven acá — le doy un casto beso en la mejilla, él solo se ríe mientras me aparta.
— Ya, para boludito que me atosigas, tenés bien alterada la realidad, pudimos haber muerto pedazo de retrasado — me da un golpecito suave en el brazo.
— Admítelo, fue increíble, que ganas de volver a hacerlo... solo que sin el riesgo de muerte, tal vez deberíamos dedicarnos a las subastas de arte — me encojo de hombros mientras continuamos nuestro camino, incluso habíamos dejado el auto en la jodida galería de arte porque le habían quitado las llaves a Spreen el valet parking y no pensábamos volver a pedirlas como si nada, seguramente Ivanov habría llamado a alguien para que lo llevara, nosotros podíamos caminar sin pedos, no estaba tan lejos del hotel.
— Me la pase bien, lo admito — se ríe de nueva cuenta aunque ahora ligeramente.
— Somos unos suicidas — el asiente de acuerdo.
El miedo ya había quedado atrás, ahora tenia una seguridad increíble al ver que mi compañero se había adaptado a la situación mucho mejor de lo que pensé, esto seria pan comido si seguíamos así, me alegraba tanto estar metido en esto con Spreen, si pasaba algo al menos tenia la certeza de que nos apoyaríamos hasta el final, no podía esperar para que fuera mañana y ver que podría pasar, era bien pinches emocionante... creo que nos volveríamos adictos a la adrenalina, no seria gran problema era parte del trabajo.
— Como amo nuestro trabajo — digo con un suspiro feliz.
— Vos sabes que pienso exactamente lo mismo — pasa su brazo por encima de mis hombros, yo lo rodeo por la cintura.
— Deberíamos ponernos un nombre... como los cuatro fantásticos — suelto emocionado.
— Somos dos, pelotudo.
— Bueno, los un fantástico y un aguafiestas, es perfecto — le doy un empujón amistoso.
— Cerra el orto — se ríe mientras me devuelve el empujón.
— Es definitivo, así serán nuestros sobre nombres, ¿verdad aguafiestas?
— Sos insufrible pelotudo — solo puedo sonreír contento, a pesar de toda la emoción solo quería dormir, era realmente tarde, seguramente no tardaba en amanecer, esperaba que pudiéramos descansar bien.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías, ¿Qué les pareció? (a mi me encanto xD)
Como pueden ver hubo muchas emociones revueltas aquí, pero ey al menos terminaron bien y contentos con su trabajo jajajaja.
El Roier ya anda pensando en que Tina merece tener otra persona que no sea él... psss pobre de nuestra niña que ni sabe que esta pasando, pero no se preocupen, ella estará bien, lo prometo, ya tengo planes para ella :3
También como podrán ver la amistad entre Roier y Spreen en verdad es estrecha, no se sienten incomodos al compartir muestras de afecto amistosas, como podrán notar Roier es cariñoso en general, no lo hace con segundas intenciones... por ahora 😏😏, también podrán notar que se tienen una confianza ciega en mantenerse a salvo mutuamente, eso ayudara mucho en el futuro, también como pueden ver compartirán emociones realmente explosivas así que eso solo hará que su vinculo se fortalezca cada vez más.
Ósea no se ustedes, pero yo también me enamoraría de alguien que me protege, me llevo bien y la pasamos chido, pero no sé, tal vez yo soy la loca jajajaja.
Como sea, la neta no sé porque estoy usando nombres tan complicados jajaja, los tengo todos guardados en una nota y cada que escribo acá tengo que leerla para recordar quien es quien porque sino perdería todo el hilo de la historia, si yo me los tengo que aprender ustedes también alv xDD
Bueno, después de este gran capítulo me despido, espero les haya encantando tanto como a mi, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Los días han pasado de forma bastante tranquila lo que era un gran contraste con nuestro encuentro con esos malditos rusos, italianos y no sé que más, nos habíamos dedicado a ser vistos en muchos sitios de prestigio, entre galerías de arte, restaurantes, bares entre otros, estábamos forjando nuestra credibilidad como pendejos pretenciosos, hasta ahora todo nos iba muy bien, ni si quiera nos habíamos tenido que ver en la necesidad de en verdad parecer pareja casada.
Solo nos tomábamos de la mano, un que otro toque coqueto que no pasaba de Spreen tocar mi cintura y yo su brazo u hombro, los apodos cariñosos ya eran prácticamente algo común... al menos para mi que coqueteaba con mis amigos en broma y seguramente Spreen también se sentía completamente normal con ello, lo único en lo que habíamos tenido que esforzarnos es en mantener el acento, para mi era divertido de por si soy alguien que le gusta estar imitando acentos a cada rato, tenia la ventaja de saber unos cuantos idiomas así que entendía a la perfección el Francés por lo tanto eso nos ayudaba a enderezar las cosas si es que la estábamos cagando de alguna forma.
Nuestra estancia en Francia estaba siendo... aburrida, yo esperaba que más cosas emocionantes sucedieran, que nos contactarían muchas personas malas y estar metidos en medio de toda la acción, más que nada porque nuestro primer movimiento en la misión se había tornado en un pseudo secuestro y despues una subasta de arte con armas u otras cosas que esos tipos tenían para ofrecer... tal vez yo no me la estaba pasando tan bien porque era bien pinches incomodo la forma en la que tenia que vestir, usar pantalones jodidamente ajustados y camisetas medio transparentes era una pendejada, sobre todo porque tenia que ponerme los pinches piercings que me hacían terminar con los pezones bien pinches rosados, no me sorprendería dejar de tener sensibilidad ahí en la siguiente semana.
Estamos por salir del hotel para ir a una de esas chingaderas benéficas, ni si quiera sé porque nos habían mandado ahí si se supone que somos unos criminales, pero bueno nosotros solo seguiríamos ordenes, lo bueno de eso es que podría vestirme un poco más normal por lo tanto descansar un poco de las chingaderas esas que me aprietan los pezones.
— Tal vez deberías cambiar de atuendo — me aconseja mi compañero, volteo y lo que sostiene es un tipo camisón rojo de satén, se lo arrebato con el ceño fruncido.
— Pendejo, deja de andar chingando, sabes que esto es según tipo de pijama — lo aviento a la puta maleta del kink que suplanto.
— Ya no sé que es ropa y que es un pijama en tu maleta, es complemente ridículo... ¿esto es una falda? — sostiene una tela gris oscuro, después me dedica una mirada divertido — se te vería re bien... ¿te vas a depilar las piernas boludito? — le meto un chingadazo en el estomago haciéndolo soltar la tela.
— Búrlate todo lo que pinches quieras, bien dicen que la venganza se sirve en plato frio — tomo el jodido short que parece más una falda y lo meto en la maleta — ándale pendejo, llegaremos tarde si sigues con tus bromitas.
— Como vos digas... solo digo que en algún momento tendrás que usarlo y yo claro que tomare fotos para esparcirlas por la oficina — me da un empujón amistoso mientras se ríe con ganas, solo puedo rodar los ojos con fastidio.
— Te odio tanto — digo en un suspiro mientras salimos de la habitación de hotel.
Él no tarda nada en apoyar su mano en mi cintura de forma ligera pero constante, no dejo de sentir su contacto como siempre que salimos de la habitación, no tardamos en subir al hermoso Ferrari color negro mate rentado por la agencia del FBI, Spreen conduce tranquilamente con sus lentes de sol puestos a pesar de ser las siete de la tarde/noche, yo solo mantengo mi postura relajada, reviso mi teléfono de forma disimulada, según las datos que Farfa y Aldo nos mandaron en esta reunión de ricachones habría unos cuantos objetivos de interés, traficantes de armas sofisticadas que se las vendían a personas de poder, nuestro deber era identificarlos y nosotros mismos dar mucho dinero a todo lo que pudiéramos, agradecía que dicho dinero no fuera nuestro porque simplemente no teníamos tal cantidad en nuestras cuentas ni de broma.
Al llegar al hermoso sitio que parecía un lugar histórico avanzamos lentamente en la cola de autos esperando que un valet parking nos atendiera, guardo mi teléfono y reviso mi arma la cual tengo bien guardada, cuando llega nuestro turno me abre la puerta un alto hombre que me deja un poco estupefacto, tenia un porte militar, yo sabia identificarlo fácilmente, cabello bien peinado color platinado y un traje color negro con camisa roja, ojos grises con un destello ligeramente verde.
— Bonne nuit monsieur (Buenas noches señor) — da una ligera reverencia mientras me ayuda a salir.
— Bonne nuit — le sonrió de forma coqueta, siento a Spreen poniéndose a mi lado.
— Cuidado con el auto — es lo único que dice mi compañero tomando mi mano entrelazando nuestros dedos.
— Bien sûr monsieur, passez une bonne nuit (Por supuesto señor, que tengan una excelente noche) — toma las llaves mientras nos dedica una mirada rápida.
— Merci (gracias) — digo de forma suave mientras comenzamos a caminar, me inclino hacia Spreen dándole un beso en la mejilla — ese wey fue militar — le susurro realmente bajo.
— Lo note... creo que podría ser uno de los refuerzos que Rich dijo que habría rondando.
— Tal vez... espero que sea así, eso me haría sentir más tranquilo — suelta mi mano para ahora rodearme con su brazo por los hombros.
— Tranca, todo saldra re bien — nos enderezamos para dejar de susurrarnos cosas, era hora de mantener las apariencias.
Comenzamos a recorrer el lugar para memorizar cada posible ruta de escape o evacuación, por el camino charlamos ligeramente con personas como si las conociéramos de toda la vida, ayudaba que todos a los que nos acercáramos nos sonrieran y saludaran respaldando nuestra fachada, recibíamos muchas miradas lo cual ya era algo normal para nosotros después de estar aquí en Paris por semana y media, la noche va pasando con una lentitud realmente agonizante, otro día aburrido al parecer, habíamos dado donativos a algunas causas como hospitales infantiles y como buenos gays que interpretábamos a los estudios contra el VIH, esto más que nada porque dicha enfermedad se asociaba a los homosexuales al inicio.
Estaba por decirle a Spreen que nos fuéramos porque estaban por dar las doce de la madrugada y no había nada realmente destacable, solo reconocí pequeños vendedores de estupefacientes y uno que otro inconveniente entre el bar tender y algunos meseros, volteo hacia mi compañero, pero me quedo completamente callado al notar que aquel idiota que nos secuestro se esta acercando hacia nosotros con una sonrisa de superioridad, acomodo mi mano sobre el pecho de mi compañero y pego mis labios en su oído para que no tengan oportunidad de leerlos.
— Orlov esta acercándose con dos de sus putas, tiene un arma escondida en su cadera, el pendejo sabe esconderla o simplemente no le interesa — le aviso, una vez me aparto del espacio personal de mi amigo le sonrió como si le hubiera dicho algo coqueto, el me corresponde la sonrisa pasando su brazo por mi cadera acercándome a su cuerpo.
— Mantente cerca — me da una palmadita en la cadera lo que me hace dar un pequeño respingo, finjo una risita complacida.
— Lo que tú quieras mi amor — le doy un casto beso en la mejilla.
— Pero si aquí están mis personas favoritas, Ivanov ¿Qué tal la noche? ¿aburrida no es así? — le da una nalgada a una de sus chicas — ve a traernos algo de beber — le ordena contundente, ambas chicas se alejan a hacer lo que pidió.
— Sí bueno, se supone que me encontraría aquí con... unos contactos para hacer negocios, una vez terminamos solo pude quedarme para ver eso — señala un enorme cuadro de La balsa de la Medusa, estaba exhibido de forma bastante segura, lejos del alcance.
— Podría ayudarte a conseguirla... hacer negocios contigo podría ser muy fructífero — se ofrece Orlov con una sonrisa pedante observando a nuestro alrededor.
— No necesito ayuda de nadie, ya tengo a mis hombres trabajando en ello, no te sorprendas si al final de la noche ya no esta en su sitio — fanfarronea Spreen con confianza.
— Si ya tienes gente trabajando en ello no habría problema si saliéramos de aquí ¿no? — en eso llegan sus chicas con cuatro copas de champagne burbujeante, nos dan una a cada uno, ellas comienzan a compartir la que sobra.
— Veras Orlov, no me interesa tener ningún trato contigo, no después de lo sucedido — la tensión en el ambiente se sentía bastante.
— Entiendo eso, nosotros los rusos somos bastante... estrategas, esto es la bandera de la rendición amigo mío — le palmea el hombro, Spreen reacciona rápidamente torciendo su brazo mientras le quita el arma de la cadera y la apunta directamente en sus costillas en un Angulo que si apretaba el gatillo la bala atravesaría sus pulmones y corazón.
— Creo que no lo entiendes amigo, no me interesa en lo más mínimo lo que quieras o estés ofreciendo, no me importaría hacer un escandalo ahora mismo, tengo inmunidad diplomática despues de todo — suelta despectivo, Orlov sonríe de forma encantada.
— Lo tengo bastante claro... ¿no te interesa La Venus de Milo o un tanque de Asia con la ultima tecnología? — Spreen lo suelta empujándolo con fuerza.
— Tienes mi atención — Spreen me pasa el arma la cual guardo de forma tranquila manteniéndome como el esposo sumiso que se supone que soy.
— En este momento hay un evento, seguramente lo conoces siempre se te ha visto muy bien ahí, por eso me sorprendió que no estuvieras ahí, pero ahora que veo que tu objetivo es ese cuadro, tiene sentido... ¿sabes de que hablo? — nos observa con sospecha.
— La fiesta de schwarze krone (corona negra) — digo pedante, sabia que Spreen no sabría pronunciarlo correctamente.
— Bien — da un aplauso que suena realmente fuerte — ¿vamos?
Ni si quiera nos deja responder, se da la vuelta y comienza a caminar en dirección a la salida, dejamos las copas aun llenas de liquido en la mesa más próxima, no las habíamos bebido por desconfianza además de que estábamos en servicio, seguimos a Orlov de forma tranquila, no tardan en traernos nuestro auto y mantenemos el ritmo.
— ¿Qué es eso de... lo que sea que mencionaste?
— Es una de esas fiestas donde solo ciertos criminales tienen el pase libre, ya sabes solo los que están en lo alto de la cadena alimenticia, no tengo idea que hacen dentro, Rich dijo que las evitáramos por algo — me encojo de hombros porque literalmente era lo que nuestro jefe no dijo, no entrar ahí.
— Bueno, seguramente encontraremos algo interesante — noto que se le forma una sonrisita maliciosa.
— Sí, entre esas cosas una sanción en nuestro expediente disciplinario al volver a casa — respondo con un resoplido mientras le mando a Aldo nuestra ubicación a tiempo real y lo que estaba sucediendo, sabia que él no me contestaria ya que eso seria peligroso.
— No creo que cambie nada tener un reporte más con el resto que ya tenemos — me da una palmadita en la rodilla mientras se ríe ligeramente.
— Creo que si hará la diferencia si tenemos un expediente bastante extenso, te culpare de todo que lo sepas.
Llegamos a una zona residencial, las casas están separadas por bastantes metros de la otra, nos detenemos fuera de la más grande y alejada de la calle principal, se nota a simple vista que dentro esta desarrollándose una gran fiesta, la música a todo volumen y luces de colores, estacionamos de forma estratégica y bajamos tranquilamente, seguimos a Orlov dentro manteniendo nuestro porte despreocupado, nada más dar un paso dentro nos quedamos quietos.
— Debe ser una pinche broma — murmuro para mi mismo, había prostitutas a simple vista, personas cogiendo en los sofás, sexo oral y en los rincones variedad de grupitos besándose entre si y tocándose, habíamos entrado en una fiesta sexual de traficantes, ¿ahora que mierda íbamos a hacer?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
El Spreen y Roier ahora están metidos donde no deberían, por eso Rich les dijo que no se entraran a esas fiestas, simplemente ahí no había nada que pudieran hacer porque son las típicas donde se intercambian parejas, se hacen orgias y esas cosas, Roier tiene conocimiento de ese tipo de reuniones, pero no sabia que esa en especifico era de eso, si lo hubiera sabido ni de pedo iba ahí, pero ni modo ahora ya están metidos en ese desmadre.
Obviamente estas fiestas son principalmente para divertirse, drogas, sexo y rock and roll xDD, obviamente muchas cosas ilegales pasan en estos lugares, trata de blancas, violaciones, etc, etc, entre esas cosas hay ocasiones donde se cierran negocios grandes, pero eso sucedía muy pocas veces porque esa fiesta esta más centrada en sexo que en otra cosa, cabe decir que las personas que están interpretando si tienen este tipo de actividades, el Ivanov real deja que otra persona se coja a su esposo mientras observa, más que nada es por ego porque según nadie satisface a su pareja como él lo hace, así que despues de un rato quita a la persona que se esta detonando a su esposo y le muestra como es que realmente se folla de verdad.
Ese dato lo saben tanto Spreen como Roier, así que saben lo que se espera de ambos en un sitio así, obviamente no están de acuerdo, ¿Cómo lograran zafar de esa situación sin que Roier salga caminando como Bambi? sabemos que ellos son ingeniosos, solo esperemos que puedan resolverlo lo más pronto posible.
Por cierto... ¿identificaron al nuevo personaje que estoy introduciendo o neh?
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 10: ¿Ilesos?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
Me quedo completamente quieto al ver en el gran problema en el que acabamos de meternos, esto era una pinche pendejada, yo ni de pedo dejaría que me rompan el culo, mucho menos participar en algún tipo de orgia, debí haber sabido que significaba fiesta sexual una vez lleguemos a nuestra habitación de hotel me pondré a estudiar bien los expedientes porque no quería que esto se repitiera de ninguna manera, ahora teníamos que pensar en una manera de salir de esta situación sin que nos viéramos sospechosos, siento como mi compañero se aferra a mi cintura con fuerza.
— Bueno, me complace decirles que aquí se encuentra Martínez, seguramente podrían intercambiar pareja, a él también le gustan esas cosas — sugiere Orlov mientras le da un empujoncito divertido a mi compañero, Spreen esta sumamente tenso, espero y no se le note.
— Gracias por la información nosotros... — me decido interrumpir, mi única idea para salir de esto es que yo hiciera una escena de algún tipo, lo que sea era mejor que terminar metidos en esta situación.
— Pero me prometiste una cena romántica después de obtener la pintura — suelto con la voz más caprichosa que logro interpretar, Spreen voltea a verme primero sorprendido y después finge molestia.
— ¿No puedes dejar de ser tan mimado por una noche? — pregunta de forma contundente.
— Tú me lo prometiste, se supone que seria una noche para nosotros no para andar divirtiéndote con tus amigos — me aparto de su toque cruzándome de brazos fingiendo obstinación.
— Maldito caprichoso — me toma por el brazo y finjo que me jala con fuerza, me quejo de forma lastimera — ven, hablemos esto en privado — le dedica una ultima mirada a Orlov que parece divertido por mi actitud.
— Matrimonio, ¿Quién lo necesita? — comenta mientras se metre entre las personas, yo solo me dejo guiar por Spreen fingiendo molestia.
Entramos a la primer habitación a solas que encontramos, cierra la puerta de un fuerte portazo para que parezca que vamos a tener una gran discusión, le doy una rápida mirada a nuestro alrededor para ver si había cámaras, que no creo ya que era una casa donde se llevaban a cabo cosas ilícitas, como sospechaba no veo nada raro o sospechoso, Spreen me suelta y suspira de forma ruidosa, me imagino que esta agobiado con la situación.
— ¿Ahora que vamos a hacer? — me pregunta mientras comienza a caminar de un lado a otro.
— Bueno... si sigo quejándome como marido mimado tal vez nos salgamos con la nuestra, solo debemos ser más convincentes, así que debemos comenzar a gritarnos ahora mismo por si Orlov nos esta vigilando — propongo porque era lo único que se me había ocurrido.
— No creo que sea muy buena excusa, Ivanov seguramente no toleraría ese tipo de cosas y obligaría a su esposo a obedecer — se pasa las manos por el cabello visiblemente estresado.
— No lo creo, Ivanov ama a su esposo, has visto los expedientes, le cumple todos sus caprichos y todo eso, yo creo que ellos saldrían de aquí si Steve no quiere una orgia o algo así... al menos esa es mi percepción de ellos, además no perdemos nada con intentarlo, porque te recuerdo que al que van a intentar cogerse es a mi — digo realmente angustiado.
— ¿Crees que no lo sé? obviamente no quiero que te pase nada, sos mi amigo y compañero, jamás dejaría que te tocaran de ningún tipo de forma... estoy re asustado — deja salir el aire de forma bastante ruidosa.
— Lo siento... no quiero dar a entender que no te importa... solo... yo también estoy asustado, si quieres que planeemos otra cosa esta bien... pero debe ser rápido, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo porque sospecharan — comienzo a jugar con la cadena de oro que traigo puesta, sentía mis manos temblar.
— Es que... no se me ocurre nada boludo, ¿Qué podríamos hacer?
— Primero que nada debemos calmarnos un poco, respira hondo wey, todo saldra bien... deja reviso que nadie este cerca — me acerco a la puerta, solo puedo abrirla un poco y noto que se acercan tres personas, dos mujeres y un hombre, volteo para ver dentro y noto que estamos justo en una habitación, cierro de forma suave.
— ¿Qué pasa? — parece que noto mi nerviosismo.
— Vas a tener que besarme — suelto mientras me acerco a él con urgencia.
— ¿Q-Qué? — tartamudea de forma torpe, lo tomo por las solapas de su camisa.
— Bésame y hazlo como si me amaras y odiaras al mismo tiempo — ordeno mientras nos pego, sus manos me toman por la espalda para estabilizarse ya que lo jalo con violencia.
— ¿Cómo mierda? — no lo dejo terminar de preguntar, subo una de mis manos a su nuca y pego nuestros labios de forma algo ruda, tiro de su cuerpo y me recargo en la pared para que parezca que Spreen me acorralo.
Siento los nervios a flor de piel, para mi maldita buena suerte Spreen me besa de forma arrasadora, primero se quedo quiero y después comenzó a moverse de forma intensa acariciando, me concentro en seguirle el ritmo, de un momento a otro muerde mis labios y mete su lengua en mi boca, lo que me hace quedarme completamente quieto por la impresión, justo la puerta se abre de forma estrepitosa, hay risitas y claramente coqueteos entre esas tres personas que entraron, estaba por despegarme de mi compañero y fingir indignación por interrumpirnos, pero mi amigo me abraza con más fuerza recargando su cuerpo en el mío por completo.
— Oh, este lugar esta ocupado — escucho la voz de una chica, parece divertida, Spreen separa sus labios de los míos con un chasquido húmedo, siento mis labios hormiguear, pero ignoro la sensación y alzo mi rostro para observar a esas tres personas fingiendo molestia, el tipo nos observa con una sonrisa mordiendo sus labio.
— ¿Quieren unirse a nosotros? — pregunta señalándose a el y a sus acompañantes.
— No, les dejamos el lugar — suelta Spreen con tono de voz muy molesto, me toma de la mano con fuerza y tira de mi para sacarme de ahí, no damos ni dos pasos fuera de la habitación y nos topamos de frente con Orlov, trae a cuatro chicas, dos a cada lado.
— ¿Arreglaron su disputa marital? mis amigas y yo nos gustaría divertirnos juntos, Martínez se muere por conocerlos — nos sonríe amigablemente, parecía que se había metido algo, se veía claramente drogado.
— Nos vamos, estoy re podrido de... — le doy un ligero codazo para que no olvide su maldito acento que debe emplear — Steven y yo ya no estamos de humor... no te cases — regresa al acento ruso ahora más marcado para hacer notar su enojo.
— Tomare tu concejo, ya tendremos que reunirnos en otra ocasión — nos guiña un ojo, palmea el trasero de las prostitutas que trae a su lado y siguen su camino.
Tomamos eso como vía libre, caminamos rápidamente hacia la salida aun tomados de la mano, ni si quiera miramos atrás, tal vez nos veíamos como dos cachorros perdidos con la cola entre las patas, ni si quiera nos preocupamos de la imagen que estamos dando, subimos al auto y Spreen arranca a alta velocidad, comienzo a temblar sabia que era porque la adrenalina estaba saliendo de mi cuerpo, sin poder evitarlo comienzo a mover mis pies de forma ansiosa.
— Eso estuvo bien pinches cerca, casi me cogen — trato de romper el silencio bromeando un poco.
— No quiero hablar de eso, ni ahora ni nunca — suelta de forma rígida.
— Tenia que pasar en algún momento, al menos fue el beso de la salvación ¿no? — trato de quitarle importancia.
— ¿Qué le voy a decir a Mictia? boludo — parece realmente consternado.
— Bueno, estamos en una misión de encubierto donde somos dos esposos que les gusta el arte y las armas que se meten en muchos pedos, creo que ella entenderá que tenemos que hacer cierto tipo de cosas, además no creo que cuente porque somos dos hombres, Tina estaba bien con eso — me encojo de hombros.
— ¿Vos lo hablaste con tu mina? — eso parece alterarlo más.
— Claro que lo hable con Tina, le conté todo lo que pude sobre nuestra misión, hasta se burlo de nosotros por eso así que también ten en cuenta eso cuando volvamos a casa, será solo una anécdota que contar, míralo como reforzar la amistad — le doy un golpecito en el hombro, pero eso parece ponerlo aun más tenso.
— No me parece divertido... me siento re culpable boludo — hace una mueca mostrando que esta realmente consternado.
— Estaremos bien, no creo que tengamos que repetirlo... bueno a no ser que sea de vida o muerte, tranquilo no intentare nada de eso de nuevo... simplemente fue lo primero que se me ocurrió otra cosa, estábamos contra reloj... perdón wey — ahora yo también me sentía culpable, no quería complicar las cosas y hacer sentir incomodo o mal a mi amigo.
— Esta bien, no pasa nada, tengo que acostumbrarme a la idea de que tal vez tengamos que repetirlo en algún momento, tenés razón, se supone que somos una pareja casada, no tendríamos la suerte de actuar como amigos que son cariñosos todo el rato... solo... esta bien — se acomoda en el asiento, parece que le duele la espalda por la tensión que vivimos.
— Al menos estamos vivos... ¿no? — le sonrió ampliamente para que se animara un poco, él suspira mientras me dedica una pequeña sonrisa incomoda.
— Sí... por ahora estamos vivos.
— Eso es lo más importante, llegando hay que leer los archivos que nos faltan y así podremos evitar estos pedos, ya no pienso ir a este tipo de lugares, además de perturbador es bien pinches incomodo, nunca había tantos penes, culos y pechos en toda mi vida, que esas personas tengan sexo sin pudor alguno... es sumamente sorprendente, creí que en esas fiestas pues al menos se iban a habitaciones o algo así, pero de que estuvieran ahí dándole... no mames, la cantidad de enfermedades que ha de haber ahí — comento cambiando de tema sobre nuestro beso.
— Ya sé boludo, fue re asqueroso... y pensar que cuando era un nene de quince creía que las orgias eran re buenas y placenteras, pero ahora que vi eso me queda claro que eso no seria lo mío ni en pedo, nada más de pensarlo me da un re asco — se remueve incomodo.
— Bueno yo nunca pensé eso de las orgias así que esto solo me traumatizo — ambos nos reímos de ello calmándonos por fin.
— ¿Crees que haya notado el pequeño problema con el acento? — me dedica una mirada consternado.
— No, creo que estaba tan perdido que ni lo noto y si lo hizo no lo recordara — digo completamente seguro, él asiente pensativo.
— Me siento re cansado, solo quiero darme una ducha y dormir.
— Bueno al menos ya estamos por llegar al hotel... ¿te parece que uno use la bañera y otro la ducha? — propongo porque a pesar de que solo tenemos un baño la parte de la regadera esta con cristal mate que no se ve hacia adentro.
— Dale, yo tomo la bañera, necesito relajarme — se truena ligeramente el cuello sin perder su atención de la carretera.
— Va, me parece bien.
El resto del camino lo hacemos en completo silencio a decir verdad estábamos sumamente cansados y solo quería dormir lo antes posibles, cuando llegamos al hotel de cinco estrellas subimos rápidamente y al entrar a nuestra habitación cerramos con pestillo la puerta principal y como si estuviéramos coordinados entramos al área donde esta la cama, sacamos nuestros pijamas y entramos al baño, mientras Spreen prepara su baño yo me desnudo sin problema y entro al espacio de la regadera, cuando el agua caliente toca mi espalda suspiro complacido era justo lo que necesitaba, siento como el estrés sale de mi cuerpo, decido tomarme mi tiempo, me sentía tan en paz ahora mismo que no quería salir... que pendejo había sido al querer más acción en la misión, ahora valoraría mucho más la calma, esperaba que eso fuera lo que nos deparara en estos días porque sino terminaríamos realmente molidos.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI, ¿Qué les pareció?
Como podrán ver las cosas no salieron tan mal, Roier pensó rápido y pudo zafarlos de la situación, aunque no salieron tan bien librados, se dieron un señor beso, como podrán ver Roier ni si quiera le tomo importancia, él sabia que era de vida o muerte y obviamente prefería mil veces besarse con su amigo que morir, incluso hubiera estado dispuesto a manoseo y desnudarse fingiendo que iban a tener sexo, no sintió excitación, solo ansiedad.
¿Qué creen que sintió Spreen con el beso? la verdad es que el niño estaba muy nervioso, sabia que en algún punto de la misión tendría que besarse con Roier, simplemente era algo lógico, pero que fuera así tan repentino obviamente lo tomo por sorpresa y cuando sintió la boca de su amigo sobre la de él estaba en shock, pero después simplemente cerro los ojos y puso la mente en blanco para dejarse llevar, ser lo más creíble posible... No, no pensó en Mictia en ese momento, ni en ninguna mujer, beso a Roier así de intensote porque quiso y ya, no se cuestiona el porque lo mordió y metió la lengua hasta las amígdalas, simplemente se pone la escusa de que fue por el bien de ambos... sobre como se sintió verdaderamente con el asunto... bueno lo veremos en el siguiente capítulo xD.
El Orlov estaba bien pinches drogado así que ni se dio cuenta cuando a Spreen se le salió su acento argentino, así que no se preocupen por ello, la verdad es que no quise ser muy gráfica de las actividades de la fiesta sexual porque pues no es la idea jajaja, además de que seria desagradable o al menos para mi, ese tipo de actividades no son algo que quiera especificar, así que espero y no hayan esperado algo super cochino para este cap y si lo esperaban... pues sorry not sorry jajaja.
Pero bueno, eso fue todo todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 11: Ligeramente incomodo.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estaba recostado en la cama, no podía dejar de pensar en lo sucedido en la fiesta de esos lunáticos, me deje llevar por la situación y la adrenalina, creo que me pase un poco con la intensidad del beso, agradecía que Roier se lo hubiera tomado tan normal, como sino nos hubiéramos besado de una forma para nada... rara para ser dos hombres, además estaba el hecho que ambos teníamos mina, yo me sentía realmente culpable de lo sucedido, no sabia porque del sentimiento cuando sé que es trabajo y fue una situación de vida o muerte.
— ¿Qué tanto te traes pendejo? — escucho a mi amigo a mi lado, me quedo completamente quieto.
— ¿No andabas re dormido? — le pregunto sintiéndome realmente incomodo.
— Eso intento, pero te mueves como si trajeras lombrices el la cola, ¿Qué te preocupa? — cuestiona volteando a verme con un suspiro, me remuevo una vez más en la cama.
— Lo siento, no me di cuenta que me estaba moviendo tanto — digo completamente sincero.
— No hay pedo, dime que te perturba y así ambos podremos dormir sin pedos — cierra sus ojos de nueva cuenta.
— No puedo dejar de pensar en lo que paso, boludo siento que le fui infiel a mi prometida — digo completamente serio.
— Wey, somos compas, llevamos trabajando juntos desde la academia, esto solo es un trabajo más, es como si fuéramos actores que buscan personas malas, no tienes que acomplejarte por ello, no nos besamos por placer lo que hace que no cuente — se acomoda mejor sobre la cama cubriéndose parcialmente un lado del rostro, el que estaba recargado en la almohada, sonrió ligeramente, Roier se veía re tierno así.
— Tenés razón y eso lo sé, pero no lo hace menos raro, nunca imagine que teníamos que pasar por algo así juntos, sos mi mejor amigo boludito, no creí que besaría a mi mejor amigo — digo más en broma, el sonríe manteniendo los ojos cerrados.
— Ya te lo dije papi, es para reforzar la amistad, ¿un besito? — ruedo los ojos sintiéndome más tranquilo.
— Ni en tus sueños, pelotudo — el silencio se hace, pasan unos minutos e incluso creo que ya se quedo dormido, cierro los ojos tranquilamente.
— ¿Te sientes mejor? — doy un respingo al escuchar su suave voz.
— Sí... gracias amigo — siento su mano darme una ligera caricia en mi hombro.
— Cuando quieras pa, descansa.
— Vos igual.
El silencio envuelve toda la habitación, suspiro sintiéndome mucho más relajado, cuando menos me doy cuenta me quedo completamente dormido, esperaba descansar y también que mañana fuera un día tranquilo porque en verdad necesitaba algo más tranquilo, lo de ayer me movió muchas cosas que aun debía procesar muy bien... "no nos besamos por placer lo que hace que no cuente", su comentario me hace sentirme algo inquieto, obviamente no le iba a decir que yo si disfrute el beso, seguramente fue solo por el calor del momento, además de que extraño a mi mina demasiado, eso debía ser, no tenia porque romperme la cabeza con ello, simplemente lo dejaría pasar tal y como Roier haría, ya mañana seria un día nuevo y debía mantenerme concentrado en el trabajo.
°
Estábamos almorzando en el restaurante del hotel, Roier estaba vestido extravagantemente como era costumbre desde que la misión inicio, estábamos charlando amenamente sobre que haríamos hoy, se supone que simplemente estaríamos paseando por Paris al menos hasta la noche, Orlov había dejado un mensaje en recepción del hotel para concretar una "cita de negocios" nos dejo un numero privado para comunicarnos y confirmar nuestra asistencia cosa que ya había hecho, mantener cerca a ese ruso era lo mejor, sobre todo porque nos estaba abriendo las puertas a todo, sé que presentarnos sin más seriamos recibidos por quien se supone que somos, pero llegar con Orlov a los sitios solo nos daría mucha mayor credibilidad además de sacarle información de forma muy discreta... aunque ni si quiera teníamos que intentarlo, el tipo hablaba hasta por los codos una vez nos ganamos su confianza.
Así que mientras manteníamos nuestro nuestra fachada de matrimonio gay almorzando tranquilamente, no podía dejar de ver a mi compañero que hablaba con su acento británico bastante bueno, si no lo conociera en verdad crearía que lo es, además de que se expresaba de una manera completamente diferente, cosa que al inicio de la misión me parecía graciosa e incluso ridícula, pero ahora que le ponía toda mi atención me daba cuenta de que en verdad hacia un increíble trabajo, siempre supe que Roier era bueno con los acentos e idiomas, no tenia idea de cuantos hablaba y cuantos acentos podía imitar, pero seguramente seria igual de increíble que ahora mismo.
Tal vez estaba personificando a un idiota pretencioso que solo hablaba de lujos, dinero y caprichos, pero ahora mismo que la charla entre nosotros era relajada, solo podía concentrarme en su voz relajada, su expresión tranquila, su nuevo tono de cabello le quedaba bien o al menos a penas lo note porque el sol le estaba dando plenamente y sub tono rojizo resaltaba como una maldita luz imposible de ignorar, pero a pesar de que el tono le quedara bien solo puedo pensar: su cabello natural es mucho mejor, hace que sus ojos se vean más cálidos y brillantes.
Por alguna razón mi vista se desvía a su boca, esta comiendo yogurt griego con frutos rojos, después le da un trago a su jugo de fruta, sigue parloteando sobre que parece que será un día soleado, yo continuo comiendo sin poder apartar mi vista y noto que tiene una ligera mancha de yogurt en la comisura de sus labios que por alguna razón me hacia sentir... incomodo.
— Tenés una mancha — se lo hago notar sin poder evitarlo porque me estaba desconcentrando de la charla.
— Mmmh, tal vez deberíamos tener cuidado según el pronostico llovería así que no hay que confiarnos — continua antes de pasar su lengua por sus labios, siento un nudo en el estomago, aparto la mirada de su boca rápidamente, aunque no me pierdo la acción de que despues se limpia con la servilleta.
— Yo creo que no habrá lluvia y si la hay tal vez ya entrada la noche — aporto a la charla tratando de ignorar el revoltijo que estoy sintiendo, tal vez la comida me estaba cayendo mal.
— Ya veremos... ¿ya terminaste? no has tocado tu comida en unos minutos — señala mi plato que esta por la mitad.
— Sí... en realidad me duele un poco el estomago — aparto un poco el plato.
— Bien, termínate mi yogurt, eso ayudara y no te sentirás tan vacío — me pasa el plato mediano y toma el mío.
— Dale, no es necesario — doy un rápido vistazo a nuestro alrededor por alguna razón su acción me di bastante vergüenza.
— Tontearías, no puedes estar con el estomago vacío y tu comes mucho — toma un trozo de mi comida y se la mete a la boca como si nada, solo veo el plato con yogurt y frutas.
— Entonces... ¿iremos al arco del triunfo? — retomo la charla lo mejor que puedo.
— Sí, quiero unas fotos ahí para ponerlas en nuestra casa, ¿te gusta la idea mi amor?
— Mmmh, como quieras — me encojo de hombros, no estaba tan concentrado con él, en verdad sentía mi estomago raro, comienzo a comer porque Roier tenia razón, soy alguien que come bastante bien y sino lo hacia tendría hambre en menos de dos horas y me pondría gruñón.
Mantengo mi vista en la comida lo que resta del desayuno, tenia que centrarme, no sé que me ocurría con exactitud, tanta comida francesa estaba haciéndome daño por fin, tal vez la próxima vez pediría una hamburguesa o algo por el estilo, esperaba que este pequeño... malestar desapareciera por la tarde, fuera como fuera debía recuperar el control de mis pensamientos para poder trabajar de forma optima, ya nada de pensar boludeces, estábamos metidos en terreno peligroso, no podía divagar sobre que color de cabello le quedaba mejor a mi amigo, eso era algo re irrelevante, lo importante acá era atrapar a nuestros objetivos.
Así que me obligo a concentrarme de nuevo, tenia que estar completamente en personaje una vez veamos a Orlov esta noche, seguramente nos invitaría a otro evento de criminales o simplemente trataría de hacer negocios con nosotros, esperaba que no fuera esto porque no podríamos venderle absolutamente nada, además que en las noticias había aparecido la desaparición de la pintura que supuestamente robamos, obviamente esto fue posible por el FBI, Roier se lo había dicho a Aldo y Farfa y seguramente ellos a la policía local y ellos movieron los hilos, si Orlov ofrecía algo por esa pintura no sabia que haríamos porque obviamente no la tenemos, si estábamos en esa situación tendría que inventarme que ya teníamos comprador para ella o que simplemente mi supuesto marido la quiere para él... ya se vería, por ahora solo queda relajarse el resto de la mañana y tarde, esta misión realmente era cambiante, esperaba que eso fuera algo beneficioso para nosotros.
Solo debíamos localizar a unos cuantos más, ya teníamos a Orlov acá. a Martínez en la mira, además de unos cuantos más que habían estado rondando en la subasta que dirigí hace ya dos semanas, se supone que en esta misión debíamos atrapar alrededor de cincuenta de los más buscados, esperaba que así fuera ya que sino la misión seria un fracaso total, la presión sobre nosotros estaba bastante marcada, pero estaba confiado en que Roier y yo podríamos con ello, somos el mejor equipo de nuestra unidad, tal vez unas semanas más por acá y lo tendríamos hecho... espero.
Notes:
Buenas buenas acá otro capítulo de esta historia llena de... todo un poco xDD, ¿Qué les pareció?
Como pueden ver el Spreen con un beso se enculo jajaja, pero como dije, ellos ya sentían cosas por el otro incluso antes de ir en esta misión, pero como todo heterosexual de closet confunden eso con amistad o hermandad, pero con ese beso le hizo corto circuito el cerebro al Sprite, esta tipo: No hay sistema.jpg.
De una vez aviso que quien a quien más se le notara es a Spreen, más que nada porque él no va a aceptar su realidad, simplemente siempre dirá eso de que se siente incomodo o que le duele el estomago, para Roier la realización será mucho más sencilla porque como dije él es hijo del Luckity, así que no tendrá nada de problemas o negación de que le gusten los hombres... obviamente quiero aclarar que ambos son bisexuales, no es que sean gays completamente, sienten atracción por ambos sexos y de hecho están muy inclinados hacia las mujeres por eso a penas se van a dar cuenta de su orientación sexual.
Lo lindo aquí es que serán su primer... flechazo hacia otro hombre, su primer: uy, que me gusta mucho... ay es una lastima que el Speren será bien Dora la exploradora y no querrá aceptarlo, ya veremos que pasa, espero les este gustando mucho la historia :3
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 12: Trato.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estábamos de camino al club nocturno donde Orlov nos había citado, eso solo significaba que seguramente tendríamos la oportunidad de conocer a más personas en nuestra lista a capturar lo cual nos daba ventaja y podríamos avanzar aunque sea algo porque a pesar de estar ligeramente metidos en todo el quilombo aun nos faltaba demasiado y sentía que íbamos a ciegas todo el rato, además mentiría si dijera que estaba bien con todo este asunto de encubiertos.
Estaba comenzando a sentirme algo asfixiado, tener que estar todo el rato fingiendo este horrendo acento era lo que más me frustraba, sobre todo porque Roier me corregía de formas sutiles cuando me salía ligeramente de papel, estaba agradecido con mi compañero por ello, pero en verdad necesitaba un respiro, no hablábamos mucho entre nosotros cuando estábamos en la habitación de hotel porque cada uno analizaba lo que sucedió el día y hacíamos nuestros informes que les enviábamos a Farfa y Aldo desde el portátil mini de Roier.
Quería tener un rato de paz y ser simplemente Spreen, porque fingir ser un magnate de armas y arte robado me estaba estresando más de lo que creí que haría, deseaba tener el dinamismo de mi amigo, que pasaba de acentos como si fuera nativo, escucharlo pasar del acento británico a un perfecto francés solo me frustraba aun más porque yo no tenia esa capacidad en los idiomas, no me gustaba depender de mi amigo en ese aspecto porque no puedo ayudarlo si es que lo necesita, tengo que esperar a que me lo pida cuando esta hablando en francés con otras personas... en pocas palabras me urgía volver a casa, ser solamente Spreen y Roier, tener casos de terrorismo o de investigación común y corriente.
Solo queda aguantar, como me llevo diciendo estos días, tal vez nos lleve otra semana o dos a lo mucho en conseguir lo que necesitamos, solo debemos entrar un poco más y lo tendremos listo, hasta ahora habíamos podido identificar a varios traficantes, por lo tanto estábamos confirmando la apariencia que teníamos en las bases de datos, solo debíamos seguir por este camino y pronto volveríamos a casa, si Rich volvía a necesitar encubiertos definitivamente me negaría... bueno dependiendo del papel que tengo que emplear, era fácil ser encubierto si te daban una identidad completamente nueva ya que no tenias que fingir ser nadie en especifico, pero suplantar a alguien, eso era jodido y fastidioso.
Al menos tenia el consuelo de tener a Roier conmigo en todo este quilombo, era la única constante de paz que tenia en estos momentos... aunque desde que iniciaron las peleas con Mictia él ha sido mi única constante de paz, mis padres simplemente se mantienen al margen del asunto, pero mi hermano Carrera... él odia a mi mina, nunca me ha dicho la razón, solo lo noto por su forma de actuar y porque cada que Mictia abre la boca para charlar mi hermano rueda los ojos con fastidio o simplemente sale de la habitación con alguna excusa tonta y vuelve despues de un largo rato.
Salgo del caos de mis pensamientos cuando mi compañero se me acerca con su vestimenta llamativa y me tiende una copa de vino tinto la cual tomo con un asentimiento de cabeza, debía dejar de divagar cuando estábamos laburando, sobre todo si nos encontramos en este club nocturnos esperando que Orlov llegue, doy un respingo al sentir como mi amigo se sienta en mi regazo, lo veo completamente sorprendido y ligeramente incomodo, aunque me sorprende que no pese tanto como creí, tal vez unos setenta kilos lo cual es sorprendente tomando en cuenta lo mucho que ejercitamos juntos.
— ¿Qué porongas haces? — pregunto completamente quieto, al sentir su aliento en mi oído me remuevo ligeramente con incomodidad.
— Nos vigilan... una chica en el bar y un wey... el que esta en la esquina con una camisa ridícula color mostaza y sombrerito pendejo — me abraza por los hombros manteniendo su posición como si estuviera coqueteando conmigo — ¿los ves?
— Dale... los veo... el boludo de sombrerito pendejo se acerca — paso mis brazos por su cintura acercándolo más, lo muevo un poco para tener al alcance su arma.
— Me muero de ganas por probarlo my love — dice mi compañero de forma tan suave con ese acento que parece un ronroneo seductor, paso saliva con dificultad ante los nervios de la situación.
— Volviendo a la habitación — digo a secas sin saber muy bien como responder a lo que insinúa, sé que ha vuelto a su papel de esposo coqueto, pero eso no ayudaba a que fuera más fácil sobre todo si lo tenia encima mío haciéndome sentir inquieto.
— Pero que tenemos aquí, Ivanov y su perra — es acto reflejo, saco el arma de Roier y la apunto al pecho del pibe ese.
— Ten cuidado con lo que dices — remarco en acento ruso haciendo notar mi molestia, odiaba que se refirieran así a Roier.
— Uy, me dijeron que eras protector, pero no imagine que tanto... soy la mano derecha de Martínez, se suponía que Orlov nos presentaría, pero el bastardo se esta retrasando demasiado, decidí hacerlo yo mismo — estira su mano hacia mi, pero lo ignoro manteniendo el arma en alto, Roier tiene una expresión de altivez realmente increíble que me hace sentir aun más seguro de mis acciones.
— No me interesa quien seas, largo... estoy teniendo un momento con mi esposo, espera a Orlov o márchate del lugar, no eres nadie y no negocio con segundones, si Martínez tiene algo que ofrecer que venga él mismo, los peones no me interesan — siento unas caricias ligeras en el pecho, paso saliva con nerviosismo, debía concentrarme en mi objetivo, pero no era fácil ignorar el tacto de mi amigo, sé que lo hace por apariencias, pero... eso no evitaba que se sintiera menos raro.
— No creo que...
— Ya escucharte a mi marido, lárgate, estaba por recibir un muy buen premio, ¿entiendes? — ante su insinuación baja la mano a la hebilla de mi cinturón lo que me hace tensarme inmediatamente.
El tipo resopla, se da la vuelta y murmulla muy bajo: "maricones", decido fingir que no lo escuche, sobre todo porque no confiaba en que mi voz saliera lo suficientemente segura como para confrontarlo, Roier vuelve a su posición inicial, dejando su boca cerca de mi oído y su mano volvió a un sitio más... seguro en mi hombro, guardo el arma en su lugar, mis movimientos rígidos e inseguros.
— Orlov seguramente se molestara por eso — me comenta realmente bajito, solo logro escucharlo porque literalmente me esta hablando al oído.
— Ivanov nunca haría negocios con un segundo al mando, es demasiado pelotudo y egocéntrico para eso, es más el Ivanov real no habría venido a esto, habría mandado a alguien para que lo representara, justo como hizo Martínez, por algo han logrado mantener el anonimato por tanto tiempo... bueno hasta que lo atrapamos.
— Lo sé... necesitamos esa reunión con Martínez, es nuestro siguiente escalón, si lo conseguimos tal vez nos lleven a lo más grande en armas... se sabe que él les vende al narcotráfico mexicano, si lo tenemos a él, muchos de los carteles de droga podrían caer también.
— Lo sé — antes de poder agregar otra cosa Roier se inclina hacia mi dándome un casto beso en el cuello.
— Entonces si lo sabes, ¿Por qué no me llevas a la parte de atrás y me muestras quien manda? — lo veo completamente sorprendido y bastante avergonzado por haber pensando en la posibilidad de esa pelotudez, ni si quiera tengo la oportunidad de procesar que pasaba cuando descubro la razón de porque Roier se comportaba de forma tan atrevida.
— Aquí esta mi pareja favorita, lamento interrumpir, llego algo tarde, sabrán disculparme sobre todo al verlos tan animados... estaba recibiendo un buen... servicio por parte de la gerente del lugar, si saben a que me refiero — palmea mi brazo como si fuéramos amigos de toda la vida.
— Llegas tarde, no tengo el tiempo que perder, pospuse una reunión con un potencial comprador por esto, así que ve al grano — pido de forma tajante.
—Wow, tranquilo amigo, tenemos a la vista otro golpe, un gran cargamento militar esta por entrar, mi socio más grande en armas, Martínez si es que lo recuerdas de Schewarze krone, el que estaba con las cinco chicas en la esquina — especifica como si eso hubiera fácil de ignorar.
— Aja... y necesitas mis conexiones y mi gente para llevar a cabo esto — sentencio con seguridad, Orlov se deja caer a mi lado sin pena, toma las pantorrillas de Roier y se los pone sobre sus piernas, sin poder evitarlo gruño con molestia.
— Yo que tu no tocaba sin pedir permiso — suelta mi compañero con fingida diversión y coquetería.
— Bueno, todos saben que a Ivanov le gusta observar, no me van los penes, pero podría hacer el favor, mientras te pongas de espaldas primor, tienes una gran retaguardia y fácilmente pasarías por una mujer si te pongo en... — apunto el arma en el pecho de Orlov sintiendo el enojo burbujear en la garganta y pecho.
— Te recomiendo que cierres la maldita boca si es que quieres seguir teniendo la funcionabilidad del habla, te lo dije desde nuestro primer encuentro en persona, respeta a mi marido o tu cuerpo aparecerá en una zanja — digo con los dientes apretados y un acento marcado.
— Hoy estamos sensibles, esta bien, no hay problema —alza las manos mientras ríe divertido — como sea... se corre el rumor que tienes infiltrados en la policía francesa... podríamos repartir el cargamento en partes iguales, treinta y tres porciento para cada uno — guardo el arma de nueva cuenta.
— Me quedo con el cuarenta, ustedes con el treinta... son mis contactos los que harán la extracción sencilla — sentencio de forma dura, me ve con molestia.
— Tu solo debes hablar con tus contactos, nuestros hombres harán el trabajo sucio, treinta y tres porciento es lo justo para todos y lo sabes.
— Me importa un carajo, sin mis contactos tienen una gran probabilidad de ser atrapados, la policía francesa tiene muy bien vigilados los embarques de todo, no podrían lograrlo sin mi... cincuenta para mi, veinticinco y veinticinco entre ustedes — me encojo de hombros con una sonrisa superior, noto como sus hombros se tensan y las venas de su cuello comienzan a saltar de irá.
— Bien... cuarenta... — lo interrumpo rápidamente.
— Cincuenta, debiste aceptar mi propuesta desde el principio... o puedo quedarme con el cuarenta, pero me quedo con el armamento pesado, decide lo que prefieras — Roier comienza a jugar con mi cabello mientras analiza nuestro alrededor como si la conversación no le interesara en lo más mínimo.
— Tenemos un trato — nos damos la mano de forma firme y fuerte.
— Mándame un mensaje cuando llegue el embarque, me encargo de que pase sin problemas... es más los escoltaran a una bodega de seguridad a las afueras de la ciudad — fanfarroneo con ego.
— Te mandare el numero de embarque y la hora, la fecha es a finales de mes, confirmare una vez tengamos la información confirmada — se pone de pie de mal humor — estaremos en contacto Ivanov.
Se aleja a paso rápido, la chica que nos vigilaba desde el bar se une a él y unos momentos después el que se presento ante nosotros como el segundo al mando del tal Martínez también lo sigue, sabia que no tardarían en comunicarse con nosotros para estrechar los lazos y hubiera más confianza aunque a Orlov ya lo teníamos en la bolsa, esto seria pan comido, solo teníamos que esperar a fin de mes y podríamos volver a casa.
— Vámonos, ya me canse de fingir ser tu pendejo esposo además es bien incomodo para los dos estar así — ante su comentario siento mi rostro calentarse ya que no había dejado de abrazarlo desde que se sentó en mi regazo.
— Dale, baja que ya se me entumieron las piernas — miento para evitar avergonzarme más.
— Lo haré una vez me sueltes — dice entre risas divertidas, le doy una palmadita en la cintura algo fuerte.
— Dale que pesas — desvió la vista para que no viera mi sonrojo.
— Así no se le debe hablar a tu esposo — finge indignación mientras se pone de pie.
— Vamos al hotel me muero por un baño — Roier toma mi mano entrelazando nuestros dedos con naturalidad, sin poder evitarlo le doy un apretón suave, me voltea a ver con una sonrisa amable.
— Podríamos pedir algo de comida, ¿Qué opinas?
— Eso suena increíble, tal vez un poco de sushi nos vendría bien.
— Me gusta la idea, podríamos ver una película mientras cenamos.
Continuamos por este hilo de conversación sin problema, nuestras manos siguen unidas a pesar de subirnos al auto y ya nadie nos estuviera viendo, los acentos los habíamos dejado en el olvido, solo podía concentrarme en la calidez que mi mejor amigo me transmitía, seguramente mañana lo tendríamos libre por lo tanto podríamos por fin tener una charla normal sin tener que hablar como boludos o fingir ser personas que no somos, esperaba que fuera así.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías ¿Qué les pareció?
Como podrán notar Spreen esta en la fiebre gay jajaja, solo que el no lo nota y no lo hará hasta dentro de un rato, para él es todo normal cosa que tiene sentido ya que Roier siempre ha sido una persona coqueta y cariñosa, no es raro que le hable bonito o algo por el estilo, lo que si es nuevo es eso de estar tomados de la mano, besarse y eso de sentarse en las piernas del otro, solo que lo están haciendo por el caso no por otra cosa y es por eso que Spreen sigue en el aspecto de sentirse bien y normal aunque obviamente ciertas situaciones lo ponen nervioso, pero decide ignorarlo.
Roier en este momento aun no siente nada raro, ni nervios ni algo parecido, más que nada porque él esta más enfocado por el simple hecho de que se siente cómodo usando acento y hablar con otras personas, siente que no fue en vano sus estudios en idiomas, prácticamente el se la esta pasando bien chido por lo tanto no tiene que andar sobre pensando como el Sprite para mantenerse tranquilo jajaja, como ver esos dos son como siempre en mis historiase el complemento del otro :3
Los chicos tienen que aguantar una semana y media más hasta que llegue el cargamento masivo de armas, ¿Qué pasara en ese tiempo? ¿Se harán novios? ¿cogerán para pasar el rato? no lo sé, todo puede pasar xDD
Orlov solo tolera las mamadas del Spreen porque sabe que una asociación con Ivanov (la persona que suplanta Spreen) es muy beneficiosa, además de que entiende las actitudes del Sprite porque básicamente él es igual jajaja, así que todo chill ahí aunque eso no evita que lo irrite y moleste, pero se aguanta y ya, es como cuando te cae mal tu jefe pero aun así te ríes de sus chistes para mantener la paz jaja.
Como sea, espero les haya gustado otro capítulo de Sprite el gay de closet xDD, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 13: Comunicación.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
El día había iniciado con un ambiente raro entre nosotros, Spreen no parecía con muchos ánimos de charlar, estaba pensativo y no escuchaba nada de lo que le decía, paseamos un poco por Paris fingiendo ser la pareja que se supone somos, almorzamos y comimos en sitios bastante prestigiosos donde todos pudieran vernos, ahora que estaba anocheciendo mi amigo estaba recostado en la cama viendo el techo como si estuviera drogado o algo por el estilo, no pensaba molestarlo seguramente estaba cansado mentalmente de todo las pequeñas cosas, además de que seguramente estaría pensando en su prometida con la cual había peleado antes de venir a la misión.
Solo tomo mi laptop y salgo a la terraza de la habitación, comienzo a escribir mis informes para adelantar el papeleo lo máximo posible, la luz del atardecer hacia que todo fuera realmente tranquilo, el ruido de la ciudad de fondo me relajaba a decir verdad, este era un pequeño respiro aunque yo no lo necesitaba, estaba listo y bastante intrigado, comienzo a investigar un poco sobre el tal Martínez, en nuestros informes del FBI había un par de archivos con su nombre, pero no estaba en nuestra unidad ya que nosotros nos encargábamos más de asesinatos, robos a mayor escala y secuestros.
Y los informes que teníamos sobre ese tipo eran sobre los carteles de drogas que entraban al país, ahora a esos cargos debíamos agregarle la venta masiva de compra y venta de armas ilegales, no me extrañaba las mafias de drogas siempre tenían un arsenal bastante amplio por lo tanto era normal que tuvieran un contacto que se dedicara meramente al comercio de armas.
Cuando menos me doy cuenta ha anochecido por completo, mi papeleo terminado así que cierro mi portátil y resoplo aburrido, reviso mi teléfono para ver la hora, pero por la periferia de mi vista noto que al menos siete autos de lujo se acercan al hotel, guardo mi movil y observo con atención, se detienen uno detrás del otro, tengo que inclinarme ligeramente sobre la barandilla para poder observar mejor aunque me fuera prácticamente imposible por estar en el ultimo piso del hotel, saco mi teléfono y hago el mayor zoom posible y es ahí donde lo noto, es Orlov, pero no solo él, viene acompañado de una tipa rubia alta y de los otros autos bajan más personas, identifico a Martínez, lo reconocería en cualquier lado por el tatuaje que tiene en el lado derecho del rostro.
Entro rápidamente a nuestra habitación cerrando las puertas corredizas de la terraza y bajando todas las persianas, ante mis movimientos erráticos llamo la atención de mi compañero que se incorpora de la cama confundido, de un movimiento rápido alzo ligeramente la esquina del colchón de la cama y meto ahí mi portátil, esto solo era precaución.
— ¿Qué sucede boludo? — cuestiona mientras me sigue de cerca.
— Orlov esta aquí, trajo compañía... mucha a decir verdad, no dudo en que vendrán a buscarnos, debemos prepararnos, seguramente los pondrán en este piso también si es que no en la habitación contigua — le cuento mientras comienzo a guardar las cosas que se verían raras en la habitación, como mis piercings falsos que están sobre el lavabo o la camiseta con las letras del FBI que Spreen usa para dormir, solo a él se le ocurría tal pendejada.
— No puede ser, notaran que no tenemos sexo — detengo mi evaluación al baño de forma abrupta, volteo a verlo sorprendido y confundido.
— ¿Qué?
— Piénsalo boludo, se supone que somos una pareja gay con gustos cuestionables así que seguramente practicaban actos ruidosos o algo de sadomasoquismo... los hoteles son conocidos por los ruidos que hay en ellos ¿Qué ruidos son los que predominan en los hoteles por la noche? — cuestiona con obviedad, solo puedo rodar los ojos con fastidio.
— ¿Mientras yo me preocupo por que nuestra habitación no se vea nada raro tu te preocupas por que no andamos haciendo ruidos pornográficos? — le doy un golpe en el hombro con fuerza — concéntrate pendejo, esto es serio — paso a su lado para esconder estas cosas al fondo de las maletas.
— Yo también lo digo enserio pelotudo, son las nueve y media, se supone que a esta hora deberíamos estar teniendo una cena o algo así y después venir a garchar como animales... ¡eso es lo que hacen las parejas casadas! — exclama irritado.
— Bueno, en realidad los casados ya no cogen todos los días, se supone que por eso los esposos se quejan de que sus mujeres no quieren sexo y no sé que más... yo que sé, ¡no estoy casado! — respondo con obviedad, comienzo a juntar todo nuestros papeles regados donde tenemos información privilegiada y comienzo a buscar donde esconderlo.
Nuestra discusión se ve interrumpida porque escuchamos ruido en el pasillo y es ahí donde noto que las paredes son delgadas, no lo había notado porque básicamente habíamos tenido este piso para nosotros solos por lo caro que era, pero ahora teníamos compañía y una bastante cuestionable, suspiro exasperado, meto nuestros papeles bajo el colchón junto a mi laptop; se escucha un portazo y después música, algunas risas, Spreen me ve con cara de: "Te lo dije".
— ¿Qué quieres que haga? — le susurro con molestia, él solo revolotea los ojos.
— ¿Qué no es obvio? debemos hacer ruido — me responde de la misma manera.
— No voy a gemir como puta, yo no hago eso — comento horrorizado.
— Pelotudo, no sos vos en este momento, aquí sos un twink que le gusta llamar la atención y te apuesto a que ese pibe es más ruidoso que una actriz porno — me remuevo incomodo.
— Eso es... hay que ver porno gay — suelto ante la idea, él hace cara de asco.
— Ni en pedo.
— Ósea, no lo vamos a ver de verdad, simplemente hay que buscar pornografía gay, le subimos el volumen al máximo y ya esta, cada quien hace otra cosa, no sé ponernos audífonos y ver una serie o... yo que sé márcale a Mictia y entretente — sugiero mientras tomo el control remoto y prendo la televisión.
— Tu idea es buscar pornografía gay en la televisión... sos muy listo eeh, deberían darte un premio nobel — ruedo los ojos ante su sarcasmo.
— Entonces hazlo tu, pendejo.
Solo bufa y comienza a buscar en su teléfono, solo puedo mover los pies con nerviosismo, esto era una pendejada, tal vez solo debíamos mantener el ruido al mínimo y fingir que no estábamos, pero Spreen y su idea estúpida de que se darán cuenta que no tenemos sexo, ¿a quien le importaría eso? a ellos seguramente no, no creo que vayan a vigilar si estamos cogiendo o no, pero cuando una idea se le mete a Spreen en la cabeza esta jamás va a salir hasta que sea ejecutada, lo dejo encargarse de eso, me voy al baño a encerrarme, saco mi teléfono personal y decido mandarle algunos mensajes a Tina, quería que supiera que estoy bien y todo eso.
— "Ey babe, ¿Cómo estas?, todo aquí va de maravilla... bueno hemos tenido algunos percances, pero supimos manejarlo" — me quedo callado abruptamente al escuchar el ruido, suspiro sin poder evitarlo, pero después me rio — "lamento eso, estamos en un hotel y como imaginaras aquí el ruido es bastante prominente, no estoy cogiendo con nadie más... aclaro" — me rio un poco — "solo es pornografía, tal parece que pasaremos a ser vigilados por nuestros compas los mafiosos... te extraño como no tienes idea cariño, pero aun tardare un poco, espero que las cosas allá estén bien, aquí son casi las diez de la noche así que allá debe estar amaneciendo o esta por amanecer, como sea, solo quería que supieras que estoy bien... espero que tu también lo estés, te quiero" — suelto el botón de mensaje de voz y se manda.
Estoy por ponerme de pie e ir por mis audífonos y ver con que entretenerme, pero los tres puntitos en mi chat con mi pareja me detienen, vuelvo a sentarme en el escusado, recibo un mensaje corto: "Roi, que bueno saber de ti, escuchare tu audio en un momento, te amo", sonrió divertido porque seguramente le parecerá divertido escuchar pornografía de fondo en el audio.
Salgo del cuarto de baño, Spreen esta recostado en la cama de nuevo con sus audífonos puestos, tiene los ojos cerrados mientras tararea una canción, camino hacia mi equipaje y saco los míos y hago lo mismo, me recuesto a su lado confiando en que mi laptop soportara el peso, sobre todo porque el colchón es de esos que se apatán a la forma del cuerpo por lo tanto estoy completamente seguro que no se romperá o sufrita algún daño, al sentir que me acuesto a su lado voltea a verme con el ceño fruncido, escribe un mensaje rápido y me lo envía.
"Sos un pelotudo, hablar con Tina pudo ser peligroso"
"Solo fue un mensaje de voz"
"Sigue siendo riesgoso"
"Ya wey, no seas amargado, yo no pedí que vinieran aquí"
"Sos de lo peor por mencionar a mi mina, sabes que no andamos bien en este momento"
Al leer eso volteo a verlo, le doy un empujón amistoso, voltea a verme con molestia, le doy una sonrisa sincera antes de darle un apretón a su brazo de forma reconfortante.
"Lo siento, no era mi intención hacerte sentir mal"
"Dale, no es tu culpa, no te mortifiques"
"Deberían intentar terapia de pareja"
"Ella no va a querer y a decir verdad yo tampoco"
"No seas orgulloso wey, si la amas deberías intentarlo"
No me responde de inmediato, incluso deja su teléfono apoyado en su pecho, parece pensar en lo que le dije, sus manos juegan con el cable de sus audífonos, espero pacientemente a que piense lo que tenga que pensar, mi teléfono vibra, debe ser Tina que termino de escuchar mi audio, pero no abro el mensaje, no era el momento, no quería hacer sentir peor a mi amigo, nunca era grato que te restregaran en la cara que a ti si te iba bien en tu relación y a él no, sobre todo porque estaba comprometido, mi amigo toma su teléfono y me escribe.
"Ya no sé si Mictia es la indicada"
Volteo a verlo realmente sorprendido, sobre todo porque cuando Spreen conoció a Mictia no dejo de hablar de ella por meses, de lo increíble y hermosa que era, que se casarían en un futuro e incluso lo ayude a elegir el anillo con el que le propuso matrimonio, simplemente no podía creer que mi amigo se estuviera cuestionando su relación de esa manera, nunca lo hizo cuando Aldo decía que su pareja era una mamona, culera, pero solo una semana y media aquí y Spreen ahora esta cuestionándose su relación.
"¿Por que lo piensas?"
"Solo mírate a vos y Tina, ustedes no pelean tanto, ella no desmerita tu laburo ni anda armándote bronca por todo... no lo sé boludo, no sé si Mictia me ame de verdad"
Volteo a verlo con simpatía, parece notar mi mirada porque también me voltea a ver, le sonrió ligeramente antes de palmearle el brazo amistosamente.
"Pues si no te ama es porque esta pendeja, eres bien chingón, muchas chicas quisieran un wey como tú, eres responsable, trabajador y no te gusta irte de bares o como diría el Aldo: de putas. Eres un gran partido mi Spreen, si ella no lo ve... bueno ella se lo pierde"
"Vos decís eso porque sos mi amigo, pero tal vez ella tenga razón y no me esfuerzo lo suficiente"
"No digas mamadas papi, si siempre estas con ella en tu tiempo libre, ¿Qué espera? ¿Qué dejes tu trabajo y estés esperando por ella en casa? o ¿Qué cuando quiera ir de fiesta abandones una investigación activa y la vayas a seguir como perro faldero?, así no funcionan las relaciones mi Spreen, así como tu la apoyas, entiendes y respetas su tiempo como su trabajo ella debe hacer lo mismo contigo, no es sano que ella solo te tire cagada cuando tú le das tu tiempo libre y amor sin pedir nada a cambio... ni si quiera su respeto"
"¿Vos crees que mi relación es re toxica?"
"Sinceramente... sí, pero por parte de ella, pero como dije, si la amas podrían ir a terapia de pareja y arreglarlo"
"Claro... sos un gran amigo Roier, gracias... vos también sos un gran partido"
"Awww que lindo, te me pones sentimental, ¿unos besos para subirnos el animo?"
"Pelotudo"
Acto seguido recibo un golpe en el costado lo que me saca ligeramente el aire, comienzo a reírme bajito realmente divertido, volteo hacia Spreen el cual solo me ve con diversión, el silencio se hace y es ahí cuando noto que la pornografía había terminado, me quito mis audífonos apagando mi música, me quito la camiseta y el pantalón quedando en boxers.
— Bueno, que rica cogida y todo, ahora a dormir — bromeo un poco, rueda los ojos mientras se ríe.
— Dale, descansa — me imita poniéndose de pie para también quedar en ropa interior.
— ¿Ni un besito de buenas noches? — le doy un empujón amistoso.
— Cerra el orto y ándate a dormir, estoy re cansado.
— Si hoy no hicimos nada, pero ta´ bueno, descansa mi amor — le doy la espalda y cierro los ojos dispuesto a dormir.
— Ya... vos también.
El silencio se hace, ya mañana veríamos como lidiar con Orlov y sus acompañantes, seguramente no seria gran cosa... esperaba que no fuera la gran cosa.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes federales ¿Qué les pareció?
El Spreen estaba en modo reflexión, todo el día estuvo pensando en Roier y lo comparaba con Mictia... así es ya esta en la etapa de: ¿por que mi mina no puede ser como Roier?, o al menos eso es en lo que estará pensando después de esta charla que tuvieron por mensajes, en la mañana/tarde estaba más cuestionándose porque comenzó a notar cosas de Roier que antes no, por ejemplo, que tiene un tic cuando escribe informes el cual es mover el pie, o también que su piel tiene un ligero tono a canela, pero no mucho o que se acomoda el cabello con regularidad entre otras.
Mientras el Roier solo andaba bien tranquilo esperando que su misión no fuera tan rara, podian estar en un momento de tensión y peligro total y al siguiente completamente en calma, en fin cosas de encubierto jajaja, así es banda Roier aun no esta cuestionándose nada sobre su compa el Sprite, más que nada porque él si es una persona que observa mucho así que si en algún momento se queda viendo mucho a Spreen pues es normal para él, ya veremos cuando dice: a no mames, que no es normal que ande comiéndome con mi compa xDD.
El proximo capítulo si habrá más emoción, lo siento si están tomándose esto muy lento, pero es importante que la relación de estos dos crezca, como saben aquí solo realismo así que no será que de un día al otro ya sean unos gays seguros y que lo digan sin pena, pues no, la vida no es así de sencilla, tiene sus complejidades y esas cosas.
Ya veremos que hacia el Orlov ahí y trayendo a la banda... eso lo descubriremos más adelante (siguiente capitulo xDD)
Como sea, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 14: Jodido.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estábamos llegando a una fiesta privada, recibimos una invitación directa de Martínez, nos intercepto en recepción del hotel donde ahora todos nos hospedábamos al parecer, nos comento que en esta "fiesta" estarán todos los que se involucrarían en el robo masivo de armas en el cual estábamos involucrados, que esto era para crear un lazo de confianza, así que también nos pidieron llevar a los policías "corruptos" que teníamos de nuestro lado, para que todo fuera completamente transparente entre todos.
Se me hacia realmente irónico que en esta pequeña sociedad que compartíamos solo para este objetivo quisieran tanta honestidad, aunque bueno, era un cargamento realmente enorme, con rifles de asalto e incluso bazucas según teníamos entendido, era de esperar que quisieran conocer todos los rostros que estarían involucrados, para tener los cabos bien amarrados y ninguno suelto, esto se lo comunicamos a Aldo y Farfa para que se comunicaran con nuestro contacto de la policía y nos mandara un par de encubiertos de su propio país, les hicimos llegar la dirección, pero las identidades de los oficiales eran aun descocidas para nosotros.
Todo había pasado tan rápido que no pudimos tener una reunión previa ya que nos invitaron esta mañana y la policía francesa debía preparar a sus elementos, así que los conoceríamos ahora mismo, serian cuatro en total o al menos eso nos habían dicho, sabia que Spreen y yo podríamos identificarlos de forma rápida, los policías tenían cierta postura distintiva... en realidad cualquiera que fuera parte de las fuerzas armadas, ya fuera milicia, FBI, CIA, entre otras, así que estaba seguro que una vez entráramos al sitio podríamos identificarlos... al menos eso espero.
Bajamos del auto de lujo con nuestras posturas ya practicadas y tal como predije rápidamente identifico a nuestros compañeros en esto, el primero en llamar mi atención es el albino ya que este había sido nuestro valet parking en la gala del museo al que fuimos, era aquel que llamo nuestra atención porque tenia porte militar, al verlo este nos hace un gesto con la cabeza, nos reunimos los seis de forma discreta fuera de la casa de seguridad donde seria la "fiesta".
— Bonsoir Monsieur (buenas noches, señor) — saluda la chica — Baghera Jones — se presenta en tono bajo.
— Antoine Bernard.
— Kameto Limantour.
— Etoiles Dubois — se presentan todos de forma breve y concisa, los identificaría bastante bien.
— Nikolai Ivanov, Steven Williams — nos señalo para que sepan quien interpreta a quien, solo por si las moscas, ellos asienten de nueva cuenta — laissez-vous porter, j'imagine que vous avez été assez bien informé, alors restez simplement dans votre rôle (solo sigan la corriente, me imagino que han sido bastante bien informados, así que solo manténganse en su papel) — digo con mi francés fluido.
— Allons à l'intérieur (Vayamos adentro) — sugiere Kameto.
Volteamos hacia el sitio donde se escuchaba la música desde fuera, caminamos un poco y no tardan en ponerse en nuestros flancos como si fueran nuestros guarda espaldas, solo entramos a la casa sin tocar ya que sabíamos que estaría abierta la puerta, para nuestra sorpresa si era una fiesta de verdad, justo como la vez anterior las prostitutas abundan, hay un bar y piscina en la parte trasera de la casa, se alcanzaba a ver por la puerta de cristal que había, Orlov rápidamente nos identifica y nos pide acercarnos lo cual hacemos.
Aunque grande es mi sorpresa cuando ya estamos cerca que noto que la mujer que esta sentada en su regazo es en realidad una niña... no más de diecisiete si me lo preguntaran, Martínez tiene una igual en sus piernas, solo que ese infeliz le esta metiendo la mano bajo la falda, ella parece realmente incomoda, le dedico una rápida mirada a mi compañero, esto solo podría ser trata de blancas, nos sentamos en el sofá individual, me toca volver a estar sobre Spreen, no había otro sitio y estaba claro que mi papel como esposo trofeo era ser su muñeca así como ellos tenían a sus... acompañantes.
— ¿No nos vas a presentar? — pregunta Martínez con una sonrisa, le pide a su chica que le traiga algo de beber, ella rápidamente se pone de pie, parece sumamente aliviada.
— Mis principales contactos en fuerzas especiales de la policía Francesa: Kameto Limantour, Baghera Jones, Antoine Bernard, Etoiles Dubois — dice rápidamente Spreen mientras señala a los susodichos — ellos se encargaran de escoltar nuestro paquete.
— Mmmh, un gusto ¿te gustaría divertirte linda? — pregunta Orlov hacia Baghera.
— J'aime les filles, mais merci (me gustan las chicas, pero gracias) — responde ella de forma cortante, Orlov la ve con curiosidad.
— Dijo que le van las vaginas, por si no entendiste — le traduzco con burla.
— Ella se lo pierde — le guiña un ojo, toma a su chica de la nuca y la jala hacia sí, la pobre se ve asustada y bastante asqueada — anda, ve a buscar a tu amiga, ya se tardo — le pide ya que era cierto, la otra chica que estaba con Martínez ya había demorado más de lo que se tardarían en darle una bebida, antes de dejarla ir le planta un beso en la boca que hasta a mi me dio asco.
— Bueno, esto es una fiesta, hay de todo, drogas, alcohol exótico, zorras... lo que gusten, sírvanse, estamos en confianza — dice Martínez señalando su alrededor.
— ¿Eso era todo? ¿para eso nos querían aquí? — pregunta Spreen bastante fastidiado.
— Relájate un poco Ivanov, no todo es robo y negocios, también hay que divertirnos un poco, trajimos chicas nuevas... incluso algunos jóvenes para ustedes que les gusta eso, solo es para estrechar lazos pasando un rato agradable entre nosotros — comenta Martínez, en eso llegan las chicas con las bebidas, ambas se ven derrotadas y asustadas — si me permiten, yo estrenare a esta chiquilla — se pone de pie, le da una palmada en el trasero a la pobre chica, la toma del brazo y comienza a arrastrarla fuera de la estancia, me pongo de pie de un salto.
Pero no puedo ni si quiera avanzar dos pasos para intentar detenerlo, mi amigo ya me esta sosteniendo por la cintura y me guía hacia la parte trasera, en el jardín donde esta la piscina, ni si quiera pude ver que harían los policías, solo mi vista se quedo clavada en la pobre chica que estaba siendo llevada en contra de su voluntad a ser violada, una vez fuera Spreen cierra la puerta con fuerza, ahí en la piscina hay un jacuzzi y están unas personas teniendo sexo, ni si quiera me importa, estoy por volver dentro y darle una paliza al imbécil de Martínez, pero mi compañero me lo impide poniéndose enfrente, me lleva hacia los arboles y me arrincona ahí.
— ¿Qué mierda haces? debemos ayudarla — reclamo con irá.
— Ese no es nuestro trabajo — dice bajo para que no nos escuchen, lo empujo con fuerza.
— Debes estar bromeando... va a violarla, no podemos ignorar eso — trato de esquivarlo, pero vuelvo a ser arrinconado, me encuentro con la mirada de mi amigo.
— A mi tampoco me gusta, pero ese no es nuestro trabajo, estamos aquí por otra razón, si entramos ahí a separarlos y sacarla, toda nuestra fachada se va a caer — solo hay seriedad en su voz, hago una mueca de desagrado total.
— Me importa una mierda la fachada, ella no tiene más de diecisiete, es una niña, incluso tal vez esta siendo traficada, no puedo ignorar eso... no lo haré — ni si quiera puedo intentar quitarlo de mi camino, me toma por los brazos y me estampa contra el tronco del gran árbol.
— No te dejaré hacer tal boludes, estamos acá con un objetivo, recordalo, no te desvíes del camino — me sacudo su agarre.
— Eres un pendejo, ella podría ser tu hermana, tu prima o algo así, no voy a ser parte del problema ignorando estas cosas, repórtame no me importa — lo dejo atrás, entro a la casa caminando rápido con un objetivo bastante claro, pero no puedo ni si quiera llegar a la habitación de donde vienen gritos de desesperación, soy tomado por el cuello de mi camiseta y me meten a una habitación contigua, escucho el pestillo.
— Tranca, tenés que respirar — le dedico una mirada llena de desprecio.
— ¿¡Como puedes ignorar eso!? — exclamo mientras de fondo escuchamos a la pobre chica suplicar que se detenga, Spreen se remueve en su sitio.
— Estamos acá para detener un trafico de armas que podría matar a miles de personas... a mi también me afecta esta mierda, pero una vida no vale más que miles... hicimos un juramento — solo puedo negar con vigor mientras cubro mis oídos con mis manos, en verdad no podía continuar escuchando.
— No puedo creer que dijiste tal pendejada, exactamente Ivanov — digo ese nombre con asco — hicimos un maldito juramento, proteger y servir a cualquiera que nos necesite, una vida es igual de valiosa que la de miles.
— Ella seguirá viva después de esto — sin poder evitarlo le doy un fuerte golpe en el pecho haciéndolo trastabillar hacia atrás, me ve completamente sorprendido.
— No... no lo estará, tal vez respire y se mueva... pero su vida ya no será igual, esto se lo arruinará, es una jodida niña... una que necesita nuestra ayuda y lo estamos ignorando — siento mis ojos llenarse de lagrimas por la impotencia.
— Ella podrá superarlo... la ayudaremos, lo prometo — me toma por los hombros pero lo empujo.
— La ayuda la necesita desde que la arrastraron para violarla, ahí debimos intervenir, ¿de que le servirá nuestra ayuda después? si ya habrá pasado por lo peor que podría pasarle a una niña de su edad.
El silencio se hace, no solo nuestra discusión había terminado, sino que ella ya no gritaba, nada, escuchamos la puerta de a lado abrirse y cerrarse de un portazo, rápidamente esquivo a Spreen, salgo y me dirijo a la habitación donde estaban antes, la chica esta inconsciente, tiene sangre entre las piernas, la cabeza y marcas de manos en sus brazos, piernas, cintura, cadera, cuello, tomo rápidamente la sabana y cubro su cuerpo desnudo, escucho la puerta abrirse, no tengo que voltear, sé que es mi compañero, lo ignoro por completo y le tomo el pulso, es realmente débil.
— Necesitamos una ambulancia — es lo único que puedo decirle.
— No podemos llamar... vos lo sabes — volteo viendo completamente rojo.
— Bien, yo lo haré — no lo dejo decir nada, envuelvo a la pobre chica lo mejor que puedo, la cargo con facilidad, era realmente liviana — apártate de mi camino — le ordeno con tanto enojo que lo hace, no vuelve a decir nada, solo me sigue.
Por alguna razón que desconozco salimos por la parte trasera sin problema alguno, nadie nos vio, todos estaban en lo suyo, cuando llegamos a la parte del frente ahí ya esta esperándonos el albino y el de ojos negro intenso, Etoiles y Antoine, ni si quiera preguntan, abren la puerta de un auto y me dejan entrar, el peliblanco va al volante, Spreen a mi lado y Antoine de copiloto, avanzamos rápido por la ciudad, al llegar al hospital más cercano entro desesperado para que alguien nos brinde ayuda, no tardan en acercar una camilla, Etoiles rápidamente toma el control mostrando su placa y explicando la situación.
— Es-tu blessé aussi? (¿esta herido también?) — me pregunta una enfermera, volteo hacia abajo para verme, mi camisa lila tenia manchas de sangre.
— Non... Je vais bien, merci (No... estoy bien, gracias) — respondo monótono, me tiende una toalla húmeda para mis manos la cual acepto por compromiso, se va por los pasillos.
— Yo me encargare de esto, ustedes deben volver a la fiesta — nos dice Etoiles.
— Si... no lo creo — niego con evidente mal humor.
— No pueden desaparecer así sin más, tienen una misión, nosotros nos encargaremos de que ella este bien atendida y levantaremos un reporte de violación — asegura el peliblanco.
— Es una chica de trata de blancas — el asiente.
— Lo sé... — el silencio se hace, mi compañero solo me observa con atención — deben volver — vuelve a insistir el albino.
— Bien... ¿podrías pasarme el reporte cuando lo tengas? — pido con un suspiro resignado.
— Lo tendrás mañana a primera hora.
— Gracias.
Una vez que intercambiamos números de teléfono tanto con Antoine como con Etoiles salimos del hospital, el silencio entre Spreen y yo es glacial, tomamos un taxi para ir a la residencia donde era la dichosa fiesta, el taxista nos ve raro por mi camisa con manchas de sangre, pero no dice nada, me imagino que es porque estamos saliendo del hospital, nos lleva sin problemas ni hacer platica incomoda, una vez llegamos al destino le pagamos, y se va sin más.
Abro el maletero de nuestro auto rentado, saco mi chaqueta y entramos de nueva cuenta a la dichosa fiesta, entre Spreen y yo no hay charla ni nada de eso, ni si quiera mantenemos la farsa de pareja casada, creo que era bastante evidente mi enojo por lo tanto también podríamos pasar por una pareja peleada, la verdad es que en estos momentos no me interesaba, Baghera y Kameto se mantienen cerca, interactúan con personas sacando información como pueden, pasan las horas de forma bastante lenta, cuando dan las tres y media de la madrugada nos retiramos del sitio sin mucho problema.
El camino hacia nuestro hotel es igualmente en un silencio que asfixiaba, pero no pensaba ceder, lo que sucedió esta noche no debió haber pasado, pudimos haber intervenido, hacer cualquier cosa, crear una distracción o lo que sea, pero mi compañero me lo impidió y ahora una niña estaría traumada de por vida por el simple hecho que eso no entraba en nuestros deberes como agentes encubierto lo cual era una jodida mierda, sabia que Spreen no tenia la culpa de lo sucedido, él no le dijo a Martínez que sea un cerdo violador y tampoco podíamos intervenir sin perder el caso y posiblemente nuestros empleos porque siempre hemos sido imprudentes, pero al saberlo no hacia que estuviera menos molesto.
Una vez llegamos voy directamente a la ducha, necesitaba un baño urgentemente, estuve con la sangre de esa pobre chica encima por horas, la camisa era asquerosa, no si quiera quería verla, cuando salgo del baño después de un baño realmente largo me topo con mi compañero sentado al borde de la cama limpiando su arma, paso de largo o al menos esa es mi intención, pero me detiene sosteniendo mi mano.
— Lamento que no hayamos podido ayudar a la chica... al menos no como a vos te hubiera gustado — dice bajo y cansado.
— Pudimos hacer algo Spreen y lo sabes — reclamo sin poder evitarlo.
— Si hacíamos algo, lo que sea, ponía en riesgo nuestra fachada, a mi tampoco me gusta esta parte del trabajo, no soy de piedra Roier, me re afecto, claro que lo hizo, cargare con esto lo que resta de mi vida... lamento tanto que vos también, pero estamos laburando, tenemos un objetivo al cual llegar para salvar miles si no es que millones de vidas no solo de acá, sino de muchos países, nuestra labor también re importante, vos lo sabes — solo puedo voltear a ver el techo sintiendo mi pecho oprimido.
— Ella es solo una niña — murmuro realmente afligido.
— Lo sé.
— No merecía eso — ahora mi voz tiembla un poco.
— Lo sé, nadie merece eso, pero los atraparemos a todos ellos Roier, te lo prometo, no descansare hasta que los tengamos encerrados en una celda — le da un apretón a mi mano.
— Es que... no es justo — se me salen unas lagrimas, esta mierda me iba a afectar por años.
— No lo es — se pone de pie frente a mi — pero vos y yo le daremos justicia a ella y a todas las personas que ellos han lastimado de algún modo, siempre lo hacemos ¿no? — limpia mis lagrimas con delicadeza.
— Sí... lo hacemos — me envuelve en un abrazo el cual correspondo de inmediato.
— Podés desahogarte, acá estoy para vos Roi, somos un equipo — entierro mi rostro en su hombro y lo sostengo con más fuerza.
— Lo siento... lamento haberte golpeado — digo con la voz rota mientras lagrimas salen sin parar.
— Estamos bien, tranca... yo lamento no haber dejado que intervinieras... pero nuestro laburo.
— Lo sé — lo interrumpo — estamos bien.
No sé cuanto tiempo pasamos así, pero parece ser bastante porque cuando nos separamos el sol a salido por completo, noto que Spreen también lloro en silencio, no comentamos nada, solo nos recostamos en la cama para intentar dormir si es que lo lográbamos, nuestras manos se encuentras bajo las sabanas, se la sostengo con fuerza en busca de apoyo, él entrelaza nuestros dedos y les da otro apretón con fuerza mostrándome que estaría aquí para mi, cuando menos me doy cuenta caigo rendido sosteniendo la mano de mi amigo, estaba agotado tanto física como emocionalmente, esperaba que esto pudiera llevarse a la ley y les dieran una gran condena más temprano que tarde, fuera como fuera teníamos que continuar, no podíamos arruinarlo o esa pobre chica no obtendría justicia y ese ahora era mi principal objetivo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia ¿Qué les pareció?
No se vayan a enojar con Spreen, aunque no lo parezca él hizo lo correcto, ellos van por el pez gordo, ósea van a detener a una gran red de delincuentes, si intervenían ahora solo seria a Martínez y ni eso porque el wey podía pagar la fianza y salir de Francia de forma fácil, simplemente están haciendo su trabajo aunque no sea bonito, tienen que tener todas las pruebas posibles y ahí es cuando podrán atraparlo sin posibilidad de escapar.
Esto como podrán ver le afecto muchísimo a Roier, él siempre ha sido una persona que busca la justicia y que no tolera las faltas de respeto hacia las mujeres así que esto le hizo hervir la sangre en cólera y sino hubiera sido por Spreen incluso era capaz de matar a Martínez, no estoy diciendo que a Spreen no le afecto, claro que lo hizo, pero él es más centrado en el trabajo en el sentido de que cuando tiene un objetivo no descansa hasta llegar a él, así que con todo el dolor de su corazón, no podía permitir que su amigo hiciera algo y mucho menos él interferir... bien dicen por ahí, esa pobre niña fue el daño colateral.
Lamento mucho si el tema incomodo a alguien, pero son cosas que suceden este tipo de situaciones, no quiero generar ningún tipo de morbo, por eso tampoco puse diálogos de la chica ni fui grafica con ello porque no quiero generar ningún tipo de cosa rara, es por respeto a mi y a ustedes, cuando sean situaciones así no pondré detalles ya que son temas bastante sensibles y que a mi como mujer me parecen abominables por lo tanto no escribiré porque simplemente no soy ese tipo de escritora, espero y entiendan eso.
Dirán: Alis, pero si escribes cosas de tortura y asesinato, pero para mi son cosas completamente diferentes, para mi la violación es mil veces peor que un asesinato, porque la persona que sufre ese tipo de trauma es bastante complicado superarlo, incluso hay quienes no lo hacen, son temas bastante fuertes y que afectan a la salud mental bien cabrón, así que eso...
Como sea, ya aparecieron más personajes, pero... ¿tendrán relevancia de verdad? o ¿solo son relleno? lo averiguaremos más adelante /inician los créditos de la rosa de Guadalupe xDD.
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 15: Mierda.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Las cosas habían estado raras, Roier y yo nos habíamos mantenido completamente alerta, ellos no se habían ido del hotel por alguna razón, así que la rutina de charlar por mensajes de texto por la noche con audífonos puestos para no escuchar la pornografía se había convertido en parte de nuestra rutina, pero a pesar de que todo parecía ir... relativamente como se había planeado, solo esperando al gran atraco donde estaríamos involucrados y poder atrapar a la red más grande de trafico de la cual se tenia registro en el FBI... pero eso exactamente era el problema.
Todo iba demasiado bien y tranquilo para estar de encubierto como magnates criminales, no es como si estuviera esperando una emboscada y nos descubrieran o algo por el estilo, pero no hubo ningún tipo de cuestionamiento sobre lo sucedido en aquella fiesta y con eso me refiero a la chica que ayudamos a llegar al hospital, no preguntaron en ningún momento si sabíamos algo, sobre todo porque no sabíamos si Martínez la había comprado y si era así él más que nadie debería estar interesado que haya "desaparecido" de un momento a otro.
Era sumamente importante tener controladas esas cosas porque la chica pudo haber denunciado y eso significaba tener a la policía merodeando, pero parecía que a ellos no les importaba un carajo, sí son personas que mueven influencias y todo eso, pero este cabo suelto puede costar muy caro sobre todo si hay una operación grande por suceder, eso nos mantenía alertas y en parte preocupados, veíamos a Orlov todos los días y nos saludaba como si fuéramos vecinos de toda la vida, eso solo nos ponía los pelos de punta.
Roier había mantenido el contacto con aquellos policías para estar al tanto de la chica, habían logrado identificarla, era del Salvador y justo como imaginábamos había sido victima de trafico y violación, habían localizado a su familia para dar aviso de que había sido encontrada, pero no podía salir de Francia ya que ahora era testigo protegida hasta que la misión terminara, mi amigo estaba tratando de rescatar a todos los chicos posibles coordinando todo con la policía Francesa, más que nada para que intervinieran cuando se les indicara y así poder regresar a su hogar a todos los posibles... eso no era nuestro trabajo, pero Roier era demasiado solidario, eso y que al igual que yo no podía quedarse tranquilo ante tanta quietud.
Mientras yo vigilaba todos los movimientos de nuestros "colegas" y registraba cada persona que salía y entraba de sus habitaciones usando las cámaras de seguridad del hotel, él se encargaba de intentar salvar a aquellos pobres que son victimas de trafico, a decir verdad era bastante cansado, pero no le pedía su ayuda porque sabia que eso era importante para él, seguramente nos ganaríamos una reprimenda por desviarnos del objetivo, para después recibir un reconocimiento, siempre había sido así en nuestras misiones en general.
Fuera como fuera ambos estábamos ansiosos y queríamos que esto terminara, se supone que hoy teníamos que ir a un centro bastante famoso de masajes, ahí nos encontraríamos con Farfa y Aldo, ellos serian nuestros "masajistas" debíamos comenzar a tener un plan porque la fecha se estaba acercando, todos debíamos saber que hacer sobre todo porque se supone que ellos guiarían toda la operación y nosotros seriamos arrestados también, nos darían armas con balas de salva para usarlas en esa situación, así no heríamos a nadie... al menos no de gravedad, una salva solo te sacaría el aliento, no más que eso... unos moretones eran mejor que estar desangrándose.
Con esto presente ambos vamos vestidos con ropa bastante discreta donde un arma pasaría desapercibida, salimos de la habitación de hotel como siempre desempeñando nuestro papel de pareja gay, Roier va colgando de mi brazo mientras parlotea con aquel acento británico que comenzaba a cansarme no porque lo hiciera mal o exagerado, pero me gustaba más cuando hablaba normal sin pretender ser alguien que no es, pero eso no era lo que debería importarme ahora, subimos al Ferrari rentado y conduzco con tranquilidad, Ro a dejado de parlotear y continua con su operación con la policía francesa, no sé si estaba logrando mucho, no habíamos hablado de eso aun.
— ¿Cómo va eso? — decido que ahora es un buen momento ya que hay trafico.
— Bueno... podría ir mejor, hasta ahora solo han podido identificar a la otra chica que estaba en la fiesta, es Rusa, pero ha estado en varios países, llevan traficando con ella desde que tenia doce años, ósea hace cinco años que la usan de moneda de cambio, le pedí un favor a Rivers para que su novio de la CIA nos consiguiera esa información — se encoje de hombros, volteo a verlo realmente sorprendido.
— ¿Cuánto nos costara ese favor? y lo más importante ¿no dirá nada?
— A mi... no te involucré en esto wey, yo se lo pedí, yo lo arreglo y no, no dirá nada, ella cree que es una pista importante para el caso.
— Eso no responde mi pregunta, ¿Qué te pidió a cambio?
— Mi disfraz para la fiesta de Halloween de este año debe ser de una mujer, cualquier mujer estará bien, solo con que lleve peluca y me maquille, tal parece que Aldo le compartió una foto mía vestido de twink y no es suficiente así que quiere verme vestido de mujer, especifico que debo usar vestido o falda.
— ¿Es joda? — digo divertido.
— No, ojala lo fuera, pero ya sabes como es, le encanta andar chingando — se encoje de hombros.
— Definitivamente iré a esta fiesta del buro, ni en pedo me lo perdería — sonríe de medio lado.
— Claro... solo recuerda que quien ríe al ultimo ríe mejor — me guiña un ojo de forma coqueta, yo solo puedo bufar divertido.
— Vos decís eso, pero seré yo quien tenga fotos de vos en falda y podre manipularte con eso cuando no quiera hacer algo, así lo harás vos.
— Ja! ya quisieras, rey, me da igual puedes compartirlo con quien quieras cuando eso suceda, no soy penoso, es más podría posarte para un calendario entero y hacer dinero con ello — finge echarse el cabello hacia atrás como si lo tuviera largo, igual que una mina lo haría lo que me hace reír.
— Ese podría ser nuestro plan de retiro — bromeo un poco.
— ¿Vender calendarios conmigo disfrazado de mujer? eso no me parece muy justo, harías dinero a mi costa.
— Yo podría hacer calendarios de agente del FBI sexy, vos de secretaria con pija — ambos nos reímos con ganas.
— Que adorable, ya me tienes contemplado para tu futuro... me pido ser el hombre en nuestra relación — ruedo los ojos.
— Ni en pedo.
— Aburrido — canturrea volviendo su atención a su teléfono.
— Entonces... ¿solo han logrado eso? — regreso al tema importante.
— Sí, Etoiles ya se comunico con la embajada rusa para decir que encontramos a su chica extraviada.
— ¿Etoiles? — cuestiono confundido.
— Sí... ya sabes uno de los detectives que nos están ayudando en esta operación.
— ¿Cual?
— El albino que nos llevo al hospital wey, él y su compañero Antoine son los que me están ayudando en todo este desmadre.
— ¿Cómo recordaste sus nombres? yo ni si quiera recuerdo como eran.
— Wey... ¿Cómo no te vas a acordar? son nuestros compañeros en esto, no seas mamón.
— Estoy más enfocado en lo que hace Orlov y Martínez en el hotel, esta más que claro que tienen casas de seguridad por muchos lados de Paris... algo traman y aun no logro descifrar que es.
— Te ayudare con eso esta noche, lamento haber estado algo ausente estos días.
— Tranca, estamos dividiendo el laburo, vos también estas encargándote de algo re importante— el silencio se hace en el auto, volteo a verlo confundido, me dedica una sonrisa sincera.
— Neta que la Mictia esta bien pendeja — frunzo el ceño sintiéndome aun más confundido.
— ¿Qué tiene eso que ver con lo que estábamos hablando?
— Solo digo... que ella no es alguien que sepa apreciar lo considerado que eres, siempre apoyas a todos los que aprecias, ella no ha sido la excepción y ahí anda chingue y chingue... te mereces algo mucho mejor, créeme, te lo digo como amigo que quiere ver que estés con alguien que en verdad aprecie eso y no solo eso sino que sea reciproco — me da una palmadita amistosa en la rodilla.
— ¿Estas en pedo? — pregunto bromeando, ambos nos reímos.
— Debo admitir que me chingue una de esas mini botellitas de vino que había en la habitación — me sigue el juego.
— Ya decía yo.
Seguimos con una charla ligera hasta llegar al recinto donde nos darían un "masaje", entramos tranquilamente, doy nuestros nombres de encubierto y la señorita que nos atiende nos guía sin problemas a una habitación donde hay música relajante, con colores tierra y nos dice que en un momento viene quien nos atiende que nos podemos poner cómodos y hay batas para poder desvestirnos, con esa información dada sale, Roier toma una de las batas y se la sobre pone amarrandola con fuerza a su cintura.
— ¿Qué tal me veo? — cuestiona dando una vuelta sobre si mismo.
— Como pelotudo — ambos nos reímos, en eso se abre la puerta dejando ver a nuestros amigos, ambos vestidos con el uniforme del lugar, Aldo incluso se esta poniendo unos guantes.
— Buenas tardes, ¿Qué paquete de masaje han solicitado? — pregunta el de lentes con voz fingida, Roier rápidamente se le acerca con paso altivo.
— Estaba viendo si a mi marido pueden darle el masaje con final feliz, ya sabe de esos con mamada incluida.
— Eso tendrá un precio extra, mi compañero se encargaría de ello — señala a Farfadox quien rápidamente me echa una mirada de arriba abajo.
— Ni en pedo — decimos a la vez, los mexicanos se ríen con ganas.
— No chingues te he extrañado un montón mi Aldo — lo abraza con fuerza.
— ¿Quién necesita pareja si tengo al Boiler que me quiere y extraña como si fuera mi vieja? — suelta mientras corresponde el abrazo.
— No hay tiempo para pelotudear, debemos apresurarnos en esto — intervengo en sus bromitas, no había tiempo que perder.
— Que humor — se queja el de lentes, pero todos nos ponemos serios — bien, primero que nada, les daremos dos pistolas de 9 mm y un rifle de asalto, este para Spreen, Roier se supone que tu eres el esposo trofeo así que no tendrías porque tener un arma así, lo siento wey.
— No hay pedo, tampoco es como si fuera a poner mucha resistencia al arresto, solo me pondré a despotricar contra mi marido — me guiña un ojo, sonrió divertido.
— Nada nuevo, ya estoy re acostumbrado a que me anden rompiendo las pelotas.
— Bien, entraremos en acción una vez hayan sacado las armas del aeropuerto, cuando estén llegando a la bodega donde se hará el trato, ahí es donde atacaremos, Baghera nos dará la señal de cuando debemos entrar en acción, Kameto va a caer en combate, al menos esa es la idea, le vamos a dar con balas de salva, él ya tiene en sus manos las capsulas de sangre, también les daremos a ustedes, son fáciles de usar, solo deben morderlas y parecerá que están sangrando por la boca, sobre el cuerpo... bueno ustedes estarán usando chalecos así que no habría drama, además se supone que no deben recibir daños, pero no podemos asegurar nada, deben estar listos por cualquier cosa y llevar un arma de verdad de repuesto por cualquier eventualidad — comienza a explicar Aldo.
— Les tendremos las espaldar re cubiertas, confíen en nosotros, tenemos todo este quilombo re planeado, Rich nos dio ordenes directas de que debemos hacer todo a la perfección para poder apresarlos a todos con vida, pero sabemos que esta la posibilidad de que todo se salga de control sobre todo con estos boludos que ni en pedo se van a dejar arrestar, así que debemos andar re atentos a todo... yo estaré de Francotirador dirigiendo las fuerzas aéreas y Aldo estará en tierra guiando al equipo SWAT.
— Ok... ¿Etoiles o Antoine les han contado lo que estamos haciendo? — pregunta Roier.
— ¿Sobre el rescate de los chicos secuestrados? sí, mandaremos unidades a las casas de seguridad para sacarlos, todo esto será en simultaneo, el buro mandara refuerzos... Rich ya sospecha algo, nos mandaran a Rivers y Osvaldo, ellos se encargaran de esa parte de la operación dirigiendo a la policía local, Producción nos ayudara a identificar a todas las victimas con la ayuda de sus bases de datos — contesta Aldo.
— Bien... parece que ya tienen todo planeado — digo sintiéndome ansioso.
— Sí... otra cosa es que todo salga de acuerdo al plan, eso no podemos asegurarlo, pero los tenemos bien cubiertos — me dice Farfa palmeando mi hombro.
Antes de poder seguir charlando y repasando los detalles se escucha un fuerte estruendo en recepción, lo que me extraña demasiado, estaba por decir que ellos deberían ir a ver que estaba sucediendo cuando la conmoción se hace más obvia, escucho gritos de pánico.
— ¡Te pregunte donde está Ivanov!
— Mierda — suelta Roier.
— Es el pelotudo de Orlov — aclaro a nuestros amigos confundidos.
— Pues en chinga encuérense y pónganse como si los estuviéramos dando masaje — ordena Aldo mientras se dirige a la mesita y prende la cosa que hace vapor.
— Estas re... — me veo interrumpido por Roier el cual se quita la ropa en menos de dos segundos quedando en boxer y recostándose en la camilla, Farfa reacciona primero y lo ayuda a acomodarse la bata, solo puedo resoplar — no sé quien esta más loco, vos por hacer esto o yo por seguirte — es lo único que puedo opinar, me saco los zapatos rápido , después los pantalones y camiseta.
Aldo comienza a levantar la ropa del suelo, yo me recuesto en la otra camilla de masaje, Farfa me acomoda una toalla en la cintura tapando mi ropa interior, ni si quiera me avisa, me pone unas piedras calientes en la espalda, me quejo con evidente molestia, solo me dice: "ve cerrando el orto, retrasado de mierda", ni si quiera puedo replicar porque la puerta se abre azotándose con la pared, jodida mierda ¿acaso no podíamos estar lejos de ese loco por un par de horas antes de que nos buscara como el jodido loco que es? bueno, al parecer no.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías gays que no saben que son gays xDD ¿Qué les pareció?
Como pueden ver los chicos se acercan a su ritmo, Roier es alguien sincero así que sus palabras fueron de todo corazón, pero el lo dijo como un concejo de compas, aunque obviamente se preocupa por Spreen, de hecho si por él fuera el Sprite ya habría terminado su relación con Mictia, pero respeta que eso no sea su decisión así que solo le queda estar ahí para él y apoyarlo en todo porque Boiler piensa estar en la vida del oso hasta que mueran, literalmente él cree que van a morir al lado del otro cumpliendo su deber.
Literalmente Roier daría su vida por Spreen, eso de ponerse frente a una bala para salvarlo, quitarlo del camino y ser arrollado él... todo ese tipo de cosas, Ro solo quiere lo mejor para Sprite, mientras que el oso no solo moriría por él, sino con él, ósea Ro seria de buscar una solución para morir solo él y que Sprite este sano y salvo, pero Spreen seria de: Si estas en peligro y no hay nada que hacer, prefiero morir a tu lado que dejarte atrás y no solo eso, ambos están más que dispuestos a matar por el otro, obviamente ellos no son consientes hasta donde pueden llegar por el bien del otro... vaya que se aman mucho y ya esta XDD.
Ustedes dirán ¿Qué hacia el loco de Orlov buscándolos? bueno esa pregunta se responde sola o al menos eso creo yo, no hace falta decir que todos están paranoicos por el golpe que se supone que van a dar, por eso mismo Orlov y Martínez fueron a quedarse al hotel, ellos emplean el: mantén a tus enemigos cerca, porque sí, a pesar de ser "socios" y quieran mantener buena vibra entre ellos, pues la verdad es que obviamente no confían los unos en los otros, simplemente los fueron a buscar por el simple hecho de saber que estaban haciendo, porque no solo Spreen los vigila, sino que ellos también vigilan a nuestros gays.
Claramente Orlov sospecha de ellos, nunca confió en su totalidad, para él hay algo extraño que no encaja, no es normal que Ivanov y su marido sean tan tranquilos, que pasen mucho tiempo en el hotel, que no hayan tenido encuentros sexuales con otras personas cuando es bien sabido que a Ivanov le gusta el voyerismo, en fin como que no logra ver que esta mal a pesar de tenerlo claro de alguna forma, mientras Martínez le da igual si no andan cogiendo frente a todos, a él solo le interesan las armas y claro que prefiere mantener a todos los "asociados" a la vista, más que nada para evitar traiciones aunque eso no garantice nada ya que se puede llevar acabo por teléfono, pero x, es más como: eso me da un poco de tranquilidad.
Como sea no me extiendo mucho más con las notas que tampoco quiero abrumarlos con ellas, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 16: De haber sabido.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Tuvimos una noche difícil, tal parece que Martínez tuvo unas de sus fiestas, mucha música y para nuestra desgracia gritos de otra pobre chica pidiendo ayuda, no tuvimos la oportunidad de ayudarla de ninguna manera, Spreen y yo estuvimos toda la noche atentos a ello para ver si podíamos interceptarla cuando saliera, pero nos quedamos dormidos a eso de las siete y media de la mañana y nos despertamos casi a las tres de la tarde encontrando todo en total silencio y sin ninguna persona en nuestro piso, incluso nos metimos al cuarto del maldito loco, pero ya no había nadie, el servicio de limpieza ya había pasado por ahí porque todo esta impecable.
Me dolía la cabeza horrores a pesar de haber podido dormir bien aunque bueno fue quedarnos inconscientes del cansancio, aunque bueno lo catalogaría como dormir, estábamos en un centro comercial, Orlov venia con nosotros y una de sus... acompañantes de rutina, con la que siempre esta detrás de él dándole todo lo que le pide, ni si quiera sé porque el maldito desquiciado nos había acompañado, nos intercepto en recepción jodiendo nuestros planes de ir con Aldo y Farfa por las armas con balas de salva, así que solo se nos ocurrió decirle que íbamos a ir de compras por el simple hecho que yo tenia ganas de gastar dinero.
El loco ruso en vez de darnos el avión e irse a hacer sus cosas, ya sea robar o cogerse a su... lo que sea que fuera, nos siguió como un perro a su dueño, de forma bastante disimulada le mande un mensaje a nuestros amigos que no podríamos ir a buscar lo que nos darían porque tuvimos un contratiempo, así que ahora aquí estábamos con el idiota este pegado como chicle hablando hasta por los codos, ni si quiera le estoy prestando atención, yo solo me concentro en mantenerme al lado de Spreen el cual o me esta abrazando por la cadera, por los hombros o me esta tomando de la mano en todo el tiempo, no hay ni un solo segundo en que no estemos teniendo contacto.
— Esto es bien pinches aburrido — le susurro a mi amigo mientras esperamos a Orlov que esta comprando una bebida.
— Lo sé, muero por salir de acá es mil veces más divertido estar solo con vos en la habitación de hotel que con ese lunático — resopla con cansancio.
— Tal vez deberíamos simplemente huir de él, vamos por las armas y después vamos a comer algo — propongo mientras me aparto un poco de su abrazo porque ya me había cansado de tener su brazo sobre mis hombros, parece notarlo porque baja su mano a mi cintura.
— Podríamos intentarlo, pero nos encontrara, entrara en donde sea que estemos comiendo gritando: ¿Dónde esta Ivanov? — hace una increíble imitación, solo puedo reírme recargando mi rostro en su hombro para disimular un poco.
— Eres un...
— Podemos continuar con nuestro recorrido, quiero comprar algo... travieso para mi chica, acompáñenme — me corta Orlov al acercarse, solo puedo resoplar.
— No me interesa ver que le compras a tu zorra, nosotros nos vamos — sentencia Spreen con neutralidad, como si estuviera aburrido aunque bueno técnicamente lo estamos.
— Vamos Ivanov, no seas aburrido, podrás comprarle cosas a tu esposo, seguramente te gusta verlo en lencería, hay una tienda de sadomasoquismo, juguetes y lencería cerca de aquí, de las mejores — nos guiña un ojo — ¿tu que opinas dulzura? — trata de tocar mi brazo, pero Spreen me atrae más a su cuerpo impidiendo que el loco ruso si quiera me rose un bello del cuerpo.
— Opino que estas invadiendo mi privacidad con mi marido, se supone que hoy tendría un día romántico, pero te metiste en nuestros asuntos justo como hace unos días en el spa — respondo de forma insolente sin dejar de lado mi acento británico por lo que sonaba aun más despectivo.
— Pasar tiempo con socios es importante, Ivanov lo sabe por eso me deja entrometerme en su... vida de pareja — se pavonea el idiota.
— Efectivamente, no te mando a la mierda porque quiero esas armas — suelta Spreen con desprecio lo que hace sonreír al ruso.
— Punto para mi, vamos la tienda no esta muy lejos — se da la vuelta y comienza a alejarse con seguridad, solo puedo suspirar recargándome en mi amigo.
— Estoy hasta la madre de ese wey, neta que ganas de meterle un madrazo, dejarlo inconsciente y tener un momento de paz, es como una maldita chinche pegada a nosotros — me quejo bajito para que solo mi compañero me escuche.
— Lo sé, estoy re arto de toda esta boludes, quiero volver a casa y trabajar tranca sin tener que aguantar a ese pelotudo y ni hablar de Martínez que siempre nos ve como si fuéramos su atracción de circo — su mano recorre mi costado de forma distraída, me imagino que él ni si quiera nota que lo esta haciendo.
— Ya sé, nunca me había sentido tan observado como cuando estamos con él, no sé que espera de nosotros, pero seguro que porno gay de nosotros no lo va a obtener — bromeo un poco, lo hago sonreír.
— Tal vez sea eso, a Ivanov le gusta el exhibicionismo y con lo que cree escuchar salir de nuestra habitación... debe soñar con nosotros incluso — ante su comentario hago un gesto de asco mientras un escalofrió me recorre toda la espalda, parece notarlo porque desplaza su mano y me da una caricia realmente ligera, solo la punta de sus dedos recorriendo mi columna, volteo a verlo extrañado.
— Ora... ¿Qué te traes? — pregunto directamente, me sentía confundido con sus acciones.
— ¿De que hablas? — me devuelve la mirada.
— Andas muy cariñosito — digo lo obvio, su mano se detiene y vuelve a su sitio predeterminado desde que estamos en misión, ósea en mi cintura.
— Sabes que no puedo mantener las manos quietas, no estar haciendo nada me desespera — suspira con aburrimiento.
— Mmmh... bueno, no dije que dejaras de hacerlo, si te sientes ansioso sin pedos puedes toquetearme lo que quieras, es más con más confianza, ándale — coqueteo en broma dándole una sonrisa brillante, rueda los ojos mientras ríe ligeramente.
— Sos...
— Es aquí, vamos seguramente te veras muy bien con un conjunto de enfermero sexy — lo interrumpe Orlov, veo con atención dicha tienda, parecía bastante... normal, en el escaparate de la ventana solo había maniquíes con batas de baño bordadas, no parecía una tienda... de ese tipo, ni si quiera puedo preguntar si estaba seguro de que este era el lugar, él ruso ya había entrado bastante entusiasta.
Cuando lo seguimos solo puedo sorprenderme, vaya que este seria el sitio soñado para los pervertidos, había música erótica de fondo y en la televisión que estaba detrás de la cajera estaba reproduciéndose pornografía a la cual no le presto atención, Orlov comienza a desplazarse por el sitio con tanta naturalidad y rapidez como para demostrar que conocía la tienda a la perfección, Spreen y yo nos dedicamos una miradita entre divertidos y confundidos, estaba más que claro que ambos nos sentíamos fuera de lugar, yo nunca había entrado a una tienda de estas, compraba mis cosas en la farmacia o la lencería de Tina en una tienda departamental, nada que tuviera que ver con masoquismo me interesaba.
— ¿Puedo ayudarlos a encontrar algo de su agrado? — se nos acerca una chica con cabello azul brillante.
— Mi amigo quiere lencería para su esposo y unos trajes para jugos de rool, tal vez unas esposas — grita Orlov al otro lado de la estantería de juguetes sexuales, evito resoplar con enojo, ese maldito metiche ¿Qué haríamos con esas pendejadas?
— Claro, por aquí, no sean tímidos, tenemos muchas cosas que nuestros clientes homosexuales prefieren y recomiendan — solo podemos seguirla resignados, esperaríamos estar lo suficientemente lejos del ruso para decirle a la dependienta que no era necesario su ayuda — esto de aquí es algo que compran mucho — nos muestra tapones anales y anillos para el pene, tomo un tapón anal bastante grande que tiene picos a lo largo, lo veo sorprendido.
— ¿Enserio hay gente que se mete esto por el culo? — pregunto más para mi.
— Sí, ese es de los más vendidos... pero si son nuevos en esto tal vez podrían iniciar por algo más tranquilo, los anillos para pene pueden ser un complemento muy bueno con las bolas chinas — dice ella mientras saca lo que dijo, eran de color rosa chillón, muerdo el interior de mi mejilla para no reírme.
— Claro... mucho más tranquilo, a mi me encantan esas — bromeo divertido.
— Genial, tenemos de diferentes tamaños — ella sigue parloteando de forma animada mostrándonos cosas que ni si quiera sabia que existían, a decir verdad me la estaba pasando increíble, más que nada porque solo estaba bromeando con la pobre chica que parecía disfrutar de su trabajo explicando que eran las cosas y como se usaban.
— Esto es ridículo — resopla Spreen mientras ella va a la bodega ya que quería mostrarnos algo de su nueva mercancía, volteo hacia mi amigo que se había mantenido en silencio todo este rato.
— Lo sé, ni de pedo me metería esa madre de picos en el culo, lo que debe doler al sacarla — hago un gesto de dolor, él se ríe mientras me da un empujón amistoso.
— Vos solo la estas alentando.
— Pues ya que estoy aquí en contra de mi voluntad pues al menos me divertiré molestando un poco, admitelo es divertido ver como se emociona con cada cosa que explica — me encojo de hombros, me pasa un brazo por los hombros y me da una ligera sacudida.
— Sos realmente malo — ambos nos reímos de forma cómplice.
— Listo, este de aquí es algo que gusta mucho, solo que nos llego una versión mejorada, tiene quince velocidades diferentes además de quince vibraciones diferentes para poder iniciar a su ritmo, además de que pueden usarlo para jugar un poco en la vía publica, ya saben, no hay nada más divertido hacer retorcer a tu pareja con un vibrador en la calle mientras caminan — nos lanza un guiño como si en verdad entendiéramos de que mierda hablaba, entendía su punto, pero jamás dejaría que Spreen me metiera eso por el culo para activarlo en la calle.
— Bien, debo decirle que en verdad apreciamos que nos hayas instruido un poco con estas cosas, pero a decir verdad no buscamos nada de eso, solo estábamos acompañando a nuestro amigo... pero a mi marido le encanta la lencería sexy, podrías traerle algo lindo — dice Spreen mientras sonríe con superioridad, este pendejo se ganaría una putiza.
— Por supuesto, ven conmigo guapo, te pondremos aun más lindo y sexy para tu hombre — me toma de la mano jalándome suavemente, ni si quiera puedo negarme porque Spreen me empuja hacia ella.
— Hazle caso y que sea lindo — solo puedo verlo de forma matadora, esto no se quedaría así.
Solo puedo seguir a la chica que parlotea sobre lo importante de mantener la llama encendida y quien sabe que más, todo esto mientras tomaba cosas de escaparates y ganchos, ni si quiera podía ver que estaba tomando porque en verdad iba rápido, en verdad que ella amaba su trabajo, porque a penas puedo seguirle el ritmo, más que nada porque hay pasillos estrechos donde tengo que esquivar cosas, llegamos al probador, la veo confundido, la ropa interior nunca se podía medir, por sanidad más que nada, no tengo tiempo a preguntarle, Spreen y Orlov ya están ahí sentados en un sofá esponjoso color rojo brillante.
— Bien, mídete todo esto, solo no quites las tiras que están aquí — saca unas pantis de mujer color rosa pálido, lo veo horrorizado, me muestra que hay un plástico en la ropa interior para no ensuciarla.
— P-Pero — tartamudeo buscando algo que me sacara de esta estupidez.
— No seas tímido, vamos te ayudo — volteo hacia mi amigo, este solo me sonríe con malicia y se despide con un gesto de mano, la chica me arrastra al probador del fondo y se mete conmigo.
— Puedo solo — digo entrando en pánico.
— Tranquilo, te ayudare a verte irresistible, si ya eres muy sexy, tienes un cuerpo muy bonito — me sonríe ampliamente, tira de mi camiseta haciéndome poner tenso.
— De acuerdo, de acuerdo, tranquila, elige lo más bonito —le digo para que se entretenga en otra cosa, rápidamente asiente y se da la vuelta donde dejo las cosas en un banquito, comienza a revolver todo, solo muerdo el interior de mi mejilla, en verdad esto era una pendejada, Spreen me las va a pagar.
— Ten, este le va a encantar — me tiende una batita transparente color lila y literalmente un conjunto de lencería de mujer color blanco con moñitos morados, la veo con una ceja alzada.
— No sé si lo has notado, soy hombre — digo con ironía.
— Lo sé, este es de hombre, por eso las copas del top son más pequeñas, anda no tienes que avergonzarte — ruedo los ojos con fastidio.
— Bien, trae a mi marido para acá, no quiero que el otro me vea — ella asiente con los ojos brillantes y sale de probador, cierro la puerta rápidamente cuando se va, ni loco me pondría eso, no pasan más de un par de minutos tocan la puerta.
— Aquí esta tu esposo esperando a verte — canturrea, abro la puerta y al ver a Spreen ahí lo tomo de la mano y lo jalo hacia dentro, cierro de nueva cuenta con pestillo dejándola fuera.
— Estoy a nada de arrancarte la maldita cabeza — le lanzo la lencería la cual atrapa sin problema, el pendejo solo me sonríe con soberbia.
— Yo también quería divertirme un toque, no seas dramático Ro — estira la ropa para verla mejor y se queda quieto — ¿Por qué carajos te dio lencería de mina?
— Es de hombre... según ella — Spreen estira la tanga, le da la vuelta y la ve con atención.
— Bueno, esto podría ser de hombre, tiene espacio para una pija, mira — le da la vuelta, mete su mano y me muestra la tanga la cual le arrebato.
— Ese no es el punto pendejo, ¿Qué chingados te pasa? — él solo se ríe con ganas.
— Ya te lo dije, me divierto boludito, dale no te molestes, no te iba a obligar a ponértelo, solo le dije que te eligiera algo bonito, no que te trajera acá — bufo mientas boto la tanga a la pila de lencería del banco.
— Si bueno, ella estaba bastante dispuesta a desnudarme y ponerme eso, pendejo me sentí bien incomodo — me recargo en la pared del fondo del vestidor.
— Lo siento pelotudo, no creí que ella querría desnudarte ni ponerte cosas como si fueras su muñeca — se pone a mi lado y me da un empujoncito amistoso, volteo a verlo y me sonríe de forma sincera, ya no había burla ni nada por el estilo.
— Me importa una chingada, esta me la vas a pagar, soy tu mejor amigo y compañero, no puedes dejarme tirado así, esa pendeja me hubiera violado o algo así — exagero un poco solo para quitarle hierro al asunto, lo escucho reírse con ganas.
— Ufff pues que afortunado serias vos, tiene unas tetas grandes — le doy un codazo fuerte.
— Pendejo, neta que ya pareces perro en celo, te hace falta coger o algo así, date amor en el baño cuando lleguemos al hotel, yo fingiré que no sé que lo haces — rueda los ojos con diversión.
— No estoy caliente, no es mi tipo — solo suspiro cansado.
— Ya anda, elige lo que quieras de ahí y vamos a pagar, se la voy a regalar al Osvaldo cuando volvamos — digo ya resignado.
— Dale — comienza a ver la ropa con detenimiento, me cruzo de brazos, en un momento la observa y la tiende fingiendo visualizarme con ella.
— Sigue haciendo eso y te voy a partir tu madre — él solo me sonríe y continua con lo suyo sin hacerme caso.
Ya no le digo nada, no importaba no usaría esas pendejadas, pero aun así le presto atención para ver que tipo de gustos tenia, por alguna razón eso me daba curiosidad, de forma irónica uno de los conjuntos que eligió si es el que la loca esa quería ponerme, también tomo uno negro de encaje transparente con la bata color rojo, otro azul marino con detalles en blanco con negro y la bata era como de red negra con encaje blanco, Spreen tenia gustos bastante llamativos al parecer, dejo de lado los que no tenían encaje o algún tipo de detalle, en pocas palabras los "sencillos".
Abrimos el probador, salgo primero, él parece se queda viendo la ropa que dejo en el banquito, despues voltea a verme y mueve su cabeza un poco de lado analizándome, vuelve su atención de nueva cuenta a la ropa que dejo, se acerca y toma la bata rosa pálido, es completamente liza y es como de satén, despues voltea a verme entrecerrando los ojos, bufo molesto.
— No te atrevas a imaginarme con eso puesto, te voy a meter una madriza — comienzo a quejarme, se acerca con una sonrisa triunfal, me tiende la bata de satén y para mi sorpresa me planta un casto beso en los labios, dejándome completamente quieto y en shock.
— Ve cerrando el ortito, esa es para vos — solo puedo verlo sorprendido, se ríe de mi reacción — de haber sabido que para callarte solo tenia que darte un beso lo habría hecho desde la academia, dale boludito ¿ya no bromeas? — para mi sorpresa me río ante su pendejada, niego con la cabeza.
— Si crees que con un beso me callas estas bien pinches equivocado y ni de pedo me pondré esto — digo mientras sostengo la bata.
— Claro que la usaras, se parece un toque a las que tenés en la maleta — se encoje de hombros me pasa su brazo libre por la cintura, solo puedo retarlo con la mirada.
— Esa no es mi ropa.
— Pero las usas, dale no te hagas que no te gusta, vos mismo lo dijiste, esta re fresco con eso — solo puedo observarlo con atención, ¿Qué significaba eso? ¿Qué significaba su rara confianza de ahora mismo? me beso solo porque sí, ni si quiera estaba Orlov cerca y la vendedora tampoco estaba por aquí en estos momentos, simplemente no entiendo nada en este momento.
— Dije eso, lo admito — digo bajito mientras nos observamos.
— Bien, entonces quédatelo, lo sencillo queda con vos — frunzo el ceño sin poder evitarlo.
— ¿Eso que significa?
— Que vos no necesitas de holanes para que se te vea bien — me quedo callado... ¿Qué estaba pasando?
—Oh, ¿ya terminaron de elegir lo que llevaran? — doy un respingo al escucharla, volteo a verla, parece contenta, observa que traemos prendas en las manos — con esa bata podrías combinar con esto — entra al vestidor y saca un calzoncillo de hombre del mismo color de la bata, este es completamente lizo o al menos eso creo hasta que lo tomo y veo que la parte trasera es completamente de encaje, solo suspiro.
— Claro, gracias — lo dejo pasar, ya no valía la pena enojarme ni nada de eso, no lo usaría de todas formas.
— Bien, síganme para que puedan pagar sus cosas... sus amigos están ocupados — justo dijo eso y se escucha ruido en uno de los probadores, solo acelero el paso para no escucharlos cogiendo.
Esperamos pacientemente mientras ella le tiende las cosas que "elegimos" a la cajera, evito ver hacia el frente sintiéndome incomodo no por las compras sino por la pornografía que estaba en la tv detrás de ella, solo veo a quien nos atendió perderse entre los estantes, volteo hacia la cristalera, donde estaban los maniquíes en batas de dormir como si esta no fuera una tienda de sadomasoquismo, la gente pasa sin problema ni prestar atención, me imagino que esa era la razón, no era una tienda llamativa desde fuera, me imagino que solo los que sabían que vendían con exactitud entraban a este lugar, en eso veo a la loca de cabello azul brillante acercarse de nuevo con una cajita en las manos.
— Obsequio de la tienda al ser su primera compra, me dijiste que estas te gustaban así que no quise arriesgar a darte algo con lo que no habías probado — antes de poder procesar lo que dice le tiende la cajita a la cajera la cual anota un código en la caja.
— ¿Quieren una tarjeta de socios? — pregunta la que nos cobra.
— No — decimos inmediatamente los dos al mismo tiempo.
— ¿Seguros? pueden acumular puntos y así llevarse cosas gratis cuando junten los suficientes para lo que sea que quieran de regalo, además de que contamos con descuentos a nuestros afiliados y les mandamos nuestros catálogos por correo cuando llegan cosas nuevas para que puedan adquirirlas antes de que salgan a la venta oficial.
— Solo estamos de vacaciones acá, no es necesario — dice Spreen lo que me hace suspirar aliviado.
— De acuerdo, tengan una tarjeta por si es que vuelven al país, les haremos un descuento del diez porciento en su próxima compra — engrapa la tarjeta en la bolsa que es bastante discreta, es totalmente color negro con el logotipo de la tienda purpura brillante.
— Gracias, muy amables — digo con una sonrisa falsa.
— No hay de que, por esto son ochocientos noventa euros — casi me atraganto con la saliva, ¿tanto por unos trozos de tela?
— Ok — Spreen le tiende la tarjeta que el buro nos dio para el caso, solo pedo suspirar, Rich nos daría la regañada de nuestra vida por gastar tanto en lencería de hombre, ya no había nada que hacer, mi compañero pone el pin y listo, la compra esta hecha.
— Vuelvan pronto — ambas nos sonríen ampliamente, justo va saliendo Orlov acomodándose el pantalón, su acompañante trae cosas en las manos, no presto atención a eso, quería irme de esta maldita tienda.
Solo los esperamos mientras Spreen me mantiene pagado a su lado abrazándome por la cadera y en su otra mano tiene la bolsa de compra, escuchamos que Orlov paga dos mil quinientos euros por servicio especial y sus cosas que a lo mucho eran tres, pero tampoco me interesaba que hacia con su dinero, salimos de la tienda con el ruso rebosante de alegría, yo solo puedo pensar en que chingados le diríamos a Rich sobre el dinero gastado, esos casi novecientos euros eran más de la mitad de mi sueldo semanal, yo ni loco gastaría esa cantidad de dinero en trozos de tela, agradecía que esto salía del bolsillo de la agencia.
Vamos hacia un restaurante bastante caro, no me preocupo pagaría el loco ruso, siempre que teníamos la desgracia de comer con él se encargaba de la cuenta, siempre decía que le gustaba mantener a sus socios contentos, solo quería irme a nuestra habitación de hotel y dormir, no quería pensar en todo lo sucedido hoy que solo me confundía demasiado, sé que Spreen solo había estado bromeando conmigo, siempre no hemos llevado así... bueno no a tal grado de que para molestar al otro le demos un beso o le compremos lencería, pero si hemos hecho bromas pesadas al otro, esta podría ser una de ellas sin ningún problema, como aquella vez que me lleve su ropa en la academia y lo hice ir desnudo hasta los dormitorios o esa vez donde rompió mi ropa de entrenamiento de forma ligera y a la hora de agacharme se rasgara por completo dejándome semi desnudo frente a los nuevos reclutas, no debía sobre pensar las cosas, ambos éramos muy buenos amigos con demasiada confianza, esto no había sido nada fuera de lo común.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de los policías que cada vez son más gays aunque lo nieguen xD, ¿Qué les pareció? (Esto es nota de Wattpad por si quieren participar en la votación, si comentan aquí también serán tomados en cuenta sin problema)
Antes de pasar a las notas de la historia vengo a avisarles, acabo de iniciar una votación porque el 29 de Julio se cumplen dos años que llevo escribiendo en la plataforma, así que tal como paso el año pasado que hice especial, esta vez volverá a pasar, pero esta vez no será un Three shot, sino que una historia más larga que será a elección por completo de ustedes, al estar celebrando TODO esta permitido, literalmente TODOOO, cualquier ship de cualquier fandom, ya sea Marvel, Cubitos, Stranger Things... yo que sé de chinitos, lo que sea, pónganlo y será tomado en cuenta.
Ahora si, volvemos a la historia, ¿Cómo ven al Spreen? se le voto la canica al wey, ya entro en demasiada confianza, ¿o no?, obviamente lo de elegir la lencería y todo eso solo era para molestarlo... ósea si eligió la que más sexy le pareció, pero cuando volteo a ver a su compañero pensó que en Roier se vería mejor lo sencillo, ya que era atractivo y no necesitaría de encaje u holanes para llamar la atención o verse muy bien, obviamente no es que piense que el encaje no vaya con Roier, solo que no lo necesita para verse sexy, ¿si me explico?
La neta el Sprite ya esta más volteado que tazo, aunque él no lo va a aceptar, solo se dice que todo eso fue una broma de compas y así jajaja, no pensara mucho en sus acciones, simplemente lo dejara pasar y ya, ¿lo repetirá? seguramente, ya esta tan habituado a estar abrazado a Roier y besarlo cuando están con "sus socios" que no le incomoda... bueno desde el inicio no lo hacia, solo le incomodaba cuando Ro se sentaba en su regazo y tomaba confianzas como susurrarle pegado a su oído, pero ahorita ya es como: si a todo xDD, ya deja la pena atrás.
Mientras que para Spreen esto ya es completamente normal y sin problemas, Roier si esta planteándose las cosas, más que nada porque esta consiente que no es necesario actuar como pareja cuando están solos, que eso de que Spreen le diera un beso, le dijera indirectamente que él era guapo sin usar cosas llamativas, eso de andarlo acariciando en la espalda o costado... simplemente él sabe que eso no algo que Spreen hace, ni si quiera con Mictia lo ha visto así, por eso lo ve rarito, aunque se dice así mismo que es Spreen solo chingando para pasar el rato y no aburrirse, ósea otra de sus bromitas entre ellos.
Así es banda, ya van a empezar con sus homosexualidades y ellos si pueden jugar jajaja, el pedo aquí es que uno será consiente de ello y el otro no, para Spreen simplemente será algo "sin importancia", pero para Roier no, él claro que es consiente que no es normal que tu amigo te bese, que te toque y esas cosas, sobre todo porque él al bromear con todos sus amigos sobre que los va a besar y esas cosas... bueno básicamente sabe diferenciar entre las bromas y lo que es real.b Esta historia es mucho más que solo esta misión en conjunto donde descubrirán que no son tan heteros como creían, sino las consecuencias de la misma y como seguirán trabajando en conjunto después de eso, así que sí, esta historia va para largo :v
El Orlov bien a gusto en la tienda eligiendo que usaría para tirarse a su vieja del momento, y si se preguntan que les dio la vendedora a los chicos como cortesía, fueron las bolas chinas que Roier dijo que le gustaban jajajaja, no las van a usar, se las van a regalar al Osvaldo cuando vuelvan a casa, ese wey se va a llevar chingos de cosas de regalo por ser el único gay oficial de su grupo, Farfa y Aldo son bisexuales así que ni de pedo usarían lencería de hombre o las bolas... al menos no en ellos mismos.
AlisLang ~
Chapter 17: ¿Esto será rutina?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Un día más de esta pelotudes, estaba re cansado de Orlov y Martínez, no podíamos hacer sumamente nada porque nos seguían como si fueran nuestra sombra, creo que a este punto había besado más a Roier que a Mictia, ni si quiera era algo que me molestara, me sentía re cómodo con mi amigo, tal vez al inicio nos costo un poco, pero ahora que llevábamos acá tres semanas ya era nuestro día a día, si esto era un matrimonio de verdad... no era tan malo como pude haberlo pensado.
Esperaba que en verdad así fuera mi matrimonio con Mictia... si es que nos casábamos, había estado escuchando a Roier sobre mi compromiso y lo mal que estaba que mi mina me tratara para la mierda, a decir verdad al principio creía que ella tenia buenas razones para quejarse de todo, pero... todos tenían razón en que no es que yo estuviera haciendo algo mal, era mi laburo y todo mi tiempo libre se lo dedicaba a ella, así que el que debería quejarse por sus boludeces era yo, Ro tenia razón, no merecía que me tratara así solo por que no podía estar todo el tiempo ahí pendiente de ella, yo también merecía que ella me entendiera como yo la entendía a ella.
— ¿Tu que opinas mi amor? — salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de mi amigo el cual también acaricia mi mano sobre la mesa.
— Lo que quieras, sabes que no tienes que pedir mi opinión para todo cariño — mi atención vuelve a la cartilla, estábamos en el restaurante del hotel para cenar, Orlov y Martínez están un par de mesas separados, si creen que son disimulados están muy equivocados.
Me enfoco en la charla superficial que Roier inicio, este no era el momento ni el lugar para comenzar a cuestionarme si mi compromiso era correcto o no, al terminar noto que mi amigo recibe un mensaje el cual lee de forma rápida, noto que su semblante cambia por completo haciéndome sentir mucho más alerta de todo a nuestro al rededor, me toma de mi mano y me lleva directamente al ascensor, sé que vamos a la habitación, repentinamente me siento ansioso, espero y no sean malas noticias como tener que quedarnos aquí otro mes más porque no creo poder soportar otro mes siendo observado como animal en zoológico.
Al llegar a nuestro piso Roier prácticamente corre a la habitación, solo puedo seguirlo de cerca, incluso tengo que ser yo quien cierre la puerta porque él va directamente hacia la cama levantando el colchón para sacar su portátil, me aseguro de poner el pestillo, prendo la televisión a volumen alto en un canal cualquiera de la televisión francesa, se queda hincado a la altura de la cama prendiendo su laptop, no sé que sucedía, pero por alguna razón no quiero preguntarle, al menos no hasta que termine de hacer lo que sea que debe hacer.
Me siento en el sofá que esta en nuestra suite solo observándolo para no perderme ningún detalle, su rostro esta completamente serio mostrando que esta concentrado, cuando veo que hace una mueca me levanto, cierro la terraza y comienzo a correr las cortinas dejando la suite solo con la luz artificial de los focos, mi compañero se incorpora y marca un numero, comienza a caminar de un lado hacia el otro mientras espera a que lo atiendan, cierro las compuertas que separan el living y la habitación para intentar sofocar el ruido de la TV, no podía apagarla porque era lo que nos garantizaba que lo que sea que vaya a tratar no salga de la habitación.
— Antoine, j'ai besoin que vous preniez en charge l'affaire d'homicide qui se déroule près de l'entrée du métro Gare du Nord, ligne quatre (Necesito que te hagas cargo del caso de homicidio que está en curso cerca de la entrada de la estación de metro Gare du Nord, línea cuatro) — solo puedo quedarme callado, no le había entendido absolutamente nada.
Sigue parloteando en un francés bastante fluido, en verdad estaba hablando tan rápido que a pesar de yo estar haciendo un esfuerzo sobre humano para tratar de entender aunque sea un poco lo que sucedía, solo estaba ocasionándome una migraña, pero debía ser algo grave si mi compañero estaba agitado y dando detalles sobre la situación, en un punto su diatriba termina de forma abrupta o al menos yo lo sentí así lo cual era lógico al no entender nada, seguramente se despidió y yo ni si quiera pude notarlo... tal vez debería haber estudiado un poco de Frances antes de venir a la misión.
— ¿Qué sucedió boludo? — pregunto abruptamente sin poder evitarlo la curiosidad y ansiedad me estaban matando.
— Esto es una pinche pendejada... wey, neta que el pinche Orlov... o Martínez, cualquiera de los dos acaban de cagarla bien pinches culero y a una puta semana del maldito golpe, debemos ir con ellos y darles una putiza — continua con su andar acelerado así que me pongo frente a él tomándolo de los hombros de forma firme para que me viera.
— ¿Qué porongas pasa?
— Tal parece que una de las chicas de trata de blancas que estaban transportando era hija del representante del consulado del Salvador, esta muerta wey, la mataron los pendejos, eso solo hará que haya problemas de jurisdicción por lo tanto tener problemas internacionales — se va poniendo rojo de lo rápido que me explica sin tomar aire.
— ¿Cómo sabes?... es decir... ¿Quién te aviso? — pregunto realmente confundido, esta bien que somos el FBI y la información nos llega rápido, pero esto... fue demasiado rápido.
— Esta en las putas noticias, Aldo me mando el pinche link, dijo que deberíamos encargarnos de esto lo más pronto posible, él ya esta tratando con asuntos internacionales, me pidió avisarle a nuestros agentes y compañeros de la policía para que tomen el caso y esto no se haga muchísimo más grande de lo que debe ser, aun no identifican el cuerpo de forma oficial o al menos eso dicen en las noticias, pero tal parece que la autopsia termino y confirmaron su identidad... ni si quiera el pendejo del consulado sabe que estaban traficando con su hija, ni si quiera yo sé que chingados esta sucediendo, pero esto es... una jodida niña de doce Spreen, ¡Doce! — exclama molesto.
— Shh, tranca Ro, debes calmarte un toque — lo abrazo con fuerza para darle apoyo y seguridad, paso mis manos por su cabello y espalda tratando de que tome un respiro.
— Es que... no chingues, neta... que pinche desesperante — dice con la voz temblorosa del enojo.
— Debes calmarte, tenemos trabajo que hacer y... — me empuja alejándose mientras me ve enojado.
— ¿Cómo esto no te pinches enoja?, son niños, ¡niños que se supone deben estar seguros porque se supone que ese es nuestro jodido trabajo! — lo tomo por los hombros de nueva cuenta.
— Roier... sé que te re pudre que lo diga, pero ese no es nuestro trabajo, no en este momento y claro que me enoja, me hace sentir re furioso por que esos hijos de puta están libres lastimando gente, porque no son solo niños, también hombres, mujeres... son muchas personas re afectadas solo porque un día esos hijos de puta se levantaron de la cama y decidieron ser maldita escoria, pero en este momento no podemos permitirnos salirnos del carril, estamos a una jodida semana de atraparlos con un cargamento enorme de armas robadas y no solo eso, sino que se esta coordinando el rescate de esos pibes y minas que están siendo maltratados, no estamos sentados haciendo nada Ro, estamos laburando, te re entiendo, también me siento frustrado, cansado de toda esta pelotudes, pero gracias al trabajo que estamos haciendo acá es que lograremos atraparlos y si se resisten terminaran muertos — el silencio se hace en la habitación, solo el ruido del televisor de fondo.
— Es que... me siento tan impotente — dice con la voz rota mientras respira de forma lenta.
— Lo sé, yo también — vuelva a abrazarme con fuerza, solo puedo sostenerlo mostrando que no esta solo en toda esta mierda.
— Perdón si estoy siendo bien pinches gruñón y todo eso... es que... nunca habíamos tenido que estar sentados esperando — paso una de mis manos por su cabello.
— Lo sé... pero en esta ocasión no podemos ser los locos que se lanzan de cabeza en todo el quilombo, esta vez debemos ser más inteligentes, más estratégicos.
— Lo sé chingada madre, neta que lo sé — se aparta del abrazo y vuelve a su andar nervioso, lo dejo estar porque parece que necesita sacar su frustración de alguna forma.
— Ya falta poco Ro, solo unos días más y los tendremos — ambos suspiramos a la vez.
— Debemos hablar de esto con Orlov y Martínez... bueno tu debes, esto esta haciendo ruido por lo tanto la actividad policiaca en las calles aumentara y eso puede entorpecer nuestro objetivo — me recuerda mientras se sienta en la cama.
— Bien... ¿ya estas tranquilo? — lo veo tomar una profunda bocanada de aire la cual suelta con lentitud.
— Sí... ya estoy bien.
— Dale, debemos darnos una ducha y después debemos reunirnos con ellos, les mandare un mensaje de que necesitamos hablar — tomo el teléfono y hago lo que digo, Ro ya esta buscando su ropa para ducharse.
El tiempo pasa más rápido de lo que deseo, Orlov me dijo que si quería hablar con él debería ir a su casa de seguridad a las afueras de Paris, que él se estaba encargando de algo importante por lo tanto no podía estar acá en el hotel, Roier y yo nos vestimos de forma discreta, tal como se esperaba las calles de parís estaban llenas de policías y militares, por lo visto aquí no era tan común que hubiera asesinatos, no como en estados unidos, subimos al auto deportivo y vamos hacia la dirección que el ruso me dio.
El trafico en las calles es bastante más que antes del homicidio lo cual es normal, seguramente están haciendo revisión de autos al azar a eso sumándole que el metro suspendió sus labores por el resto del día para que la policía pudiera investigar con libertad, era totalmente un caos, tardamos dos jodidas horas en llegar al sitio, ya había anochecido por completo, eran casi las nueve de la noche, para sorpresa de nadie era evidente que había una puta fiesta, no entendía en que mierda estaban pensando cuando había tanta policía en las calles, esto era jodidamente imprudente, me alegraba tanto no ser el pelotudo de Ivanov sino tendría una ulcera del enojo por lo estúpidos que eran mis "socios"
Entramos a la casa de seguridad con determinación, sostengo a Roier de la mano con fuerza y me aseguro de que nadie nos choque con sus bebidas, encontramos a Orlov jugueteando con dos de sus zorras y Martínez esta en la sala principal metiéndose cocaína por la nariz mientras una pelotuda trata de subírsele encima, solo quería gritar, sacar a toda esta gentuza de acá y ponerme a gritar como histérico para que me dieran una jodida explicación de la mina muerta y porque carajos estaban acá drogándose y traficando drogas cuando la policía esta prácticamente pegados a nuestro orto.
Esto estaba siendo desesperante, avanzar entre tanta gente re fumada se estaba convirtiendo en un verdadero reto, sobre todo porque algunos se nos pegaban buscando un chape o trio cosa que ni en pedo aceptaría, no con estas personas, los franceses estaban locos, jodidamente locos, cuando podemos llegar hasta el ruso, este ya esta yéndose a garchar con sus dos putas, ni si quiera me deja decirle nada solo me grita: "ya vuelvo Ivanov, me voy a follar a estas dos zorras y vuelvo, puedes tomar lo que quieras, hay chicos por todos lados elige el que más te guste" y se encierra en la habitación del fondo, solo puedo voltear hacia mi compañero que esta evidentemente estresado por tanto ruido, ni si quiera en las jodas de la academia donde todos éramos unos pibes borrachos y en busca de garchar con quien se dejara habían sido tan alocadas como esto.
— ¿Qué vamos a hacer? no creo que Orlov salga pronto, estaba bien pinches drogado seguramente ni si quiera va a poder coger, se quedara dormido — me dice en el oído para que pueda escucharlo perfectamente, volteo hacia Martínez al cual le están practicando sexo oral, rápidamente desvió la vista.
— Si el hijo de puta me hubiera dicho que sus asuntos importantes eran drogarse y garchar no nos habría traído, esto es una tontearía, salgamos de acá — paso mi brazo por su cadera para sacarnos de esta locura, caminamos entre la gente de forma bastante incomoda.
Solo puedo sostener fuertemente a mi compañero cerca de mi, nos empujaban y en más de una ocasión nos tocaban, no podemos llegar a la puerta, nos paramos en un rincón para tomar aire, esto era asfixiante, agradecía no tener claustrofobia o ya habría tenido un ataque de ansiedad, estaba por intentar salir de nueva cuenta pero Roier me toma de ambos brazos para que me enfocara en él lo cual hago de inmediato.
— Mira eso — volteo de forma disimulada, pero no logro captar nada.
— ¿Qué es lo que debo ver?
— ¿Esa de ahí no es la rubia que entro con Orlov? — busco entre la multitud una cabeza rubia, el problema es que había varias, pero después mi vista se enfoca en una chica que esta inclinada sobre la barra inhalando drogas.
— Lo es — comienzo a pensar en como pasar a toda esta gente e ir a la habitación donde el ruso seguramente este re dormido, si podíamos tomar su teléfono seria una gran ayuda.
— Debemos buscar sus cosas — me dice Roier, tal parece que tuvimos la misma idea, volteo a verlo y me doy cuenta de lo pegados que estamos, literalmente pegados con mi mi brazo rodeando su cintura y él tiene sus manos en mi pecho, trato de dar un paso hacia atrás, pero trastabillo un poco por un tapete.
— Ándate a cagar — murmuro par mi mismo al jodido tapete.
— Tal vez si nos separamos sea más fácil avanzar, puedo distraer a la chica rubia, tu entra a esa habitación seguramente la morena y Orlov se quedaron dormidos antes de iniciar y si tiene el pito de fuera...ni modo no lo veas — bromea conmigo, sonrió mientras niego con la cabeza.
— Ni quien quiera ver su pija pequeña — ambos nos reímos con ganas, mi amigo me da una palmadita amistosa en el costado.
— Anda, ve, yo me quedo aquí y me aseguro de que nadie se de cuenta que entraste ahí.
— Dale, tené cuidado, si alguien más que no sea yo intenta chapar con vos no te dejes, no me seas infiel — bromeo un poco haciendo que me sonría en grande.
— Si no quieres que eso suceda entonces apresúrate... te hare espacio — ni si quiera me deja decir algo, se aparta de mi mientras empuja con fuerza a un pibe bajito contra un par de chicas las cuales se quejan.
No tardan en hacer espacio para ayudar a las minas y al pibe el cual esta balbuceando cosas en francés, aprovecho la gran ventana que me abrió mi compañero, me deslizo entre la gente sin problema, en menos de dos minutos llego a la habitación, escucho con atención para asegurarme de que dentro no estén garchando, cuando no me llega ningún tipo de sonido abro la puerta con suma lentitud, asomo solo un poco y efectivamente el ruso esta completamente inconsciente, ni si quiera lograron quitarse la ropa, la otra mina esta completamente desmayada.
Entro con todo el cuidado que se puede tener en medio de una fiesta de drogas, camino a paso rápido hacia el buro, no había nada, suspiro resignado, tendría que revisar sus malditos bolsillos, me acerco a la cama rodeándola un poco para tener más fácil acceso al ruso, cuando intento meter mi mano en el bolsillo delantero la mina se remueve en la cama haciendo un ruido al caer al suelo, solo puedo quedarme quieto esperando que el estruendo no despierte a mi supuesto socio sino todo se iría a la re contra mierda, para mi buena suerte eso no sucede, el pelotudo sigue roncando, rápidamente meto mis manos a sus bolsillos, solo encuentro más droga, dinero y sobres de lubricante.
Le doy una rápida mirada a la habitación, pero no veo nada relevante, doy un par de pasos hacia atrás para irme, pero un destello en el suelo llama mi atención, me agacho y alzo el cubre colchón y ahí bajo la cama esta el teléfono, seguramente se le cayó, lo tomo rápidamente, me levanto y camino a la salida, escucho un balbuceo a mi espalda, volteo y la mina esta despertando, esa era mi señal, salgo y cierro la puerta con delicadeza, sin pensármelo mucho me meto entre la gente para perderme de vista, busco a mi compañero con la mirada, lo encuentro en la barra recargado coqueteando con unas cuantas chicas.
Me abro paso y cuando llego a su lado solo observo con atención, mi amigo al notarme solo le sonríe a las chicas mientras se despide con un guiño de ojo, ambos caminamos hacia el rincón donde no había gente.
— ¿Lo encontraste?
— Sí, dale salgamos de acá — lo tomo de la mano, pero me jala hacia él.
— No... seria mejor revisarlo aquí, pasarnos las cosas y dejarlo, así Orlov lo encontrara en su fiesta y...
— Eso no importa, esta re drogado, asumirá que se lo robaron — nos observamos entre nosotros cada uno firme en su idea.
— Si Orlov busca ese teléfono y lo rastrea hasta nosotros nos meteremos en un pedo bien pinches grande, no seas terco debemos... — lo tomo de la nuca juntando nuestros labios, se queda completamente quieto.
— Ve cerrando el orto — sonrió fanfarrón, en verdad era una gran manera de callarlo, esta era la segunda ocasión en que lo hago y es la segunda vez que se queda completamente en silencio y ruborizado.
— E-Es enserio, debemos — le doy otro beso, me toma de la camiseta con fuerza apartándose — no puedes callarme cada que no estoy de acuerdo con tu plan — relamo mis labios viéndolo con atención.
— ¿Seguro? — ambos nos retamos con la mirada, simplemente era ver quien cedía primero.
— Rastreara el teléfono y no podemos quitarle la tarjeta SIM porque ahí tendrá información de contactos, esto es enserio, tu mismo lo dijiste, hay que ser... — junto nuestros labios de nueva cuenta, esta vez de forma más casta y no solo un pico, nos separamos viéndonos a los ojos.
— ¿Ya podemos irnos? puedo hacer eso toda la noche si es necesario — se ríe ligeramente.
— No, tenemos que ser más inteligentes, ¿recuerdas? — solo niego con la cabeza sin alejarme de su espacio personal.
— No podremos revisarlo a fondo si hacemos lo que vos decís, necesitamos dárselo a... nuestros amigos para que puedan desactivar su rastreador y lo revisen — hace una mueca contrariada.
— ¿Al menos revisaste que ese teléfono sea el suyo? — cuestiona serio, aparto mis manos de su cintura y saco el móvil, el fondo de pantalla es literalmente una mina abierta de piernas, esta desnuda, se lo muestro — es suyo — Ro solo rueda los ojos.
— Cualquier pervertido tendría eso en su teléfono — solo sonrió con egocentrismo.
— ¿Cuántos lo tendrían en ruso? — señalo donde dice la fecha y en la esquina izquierda de la pantalla unas letras que no sabia que decía.
— Bien, tu ganas, vámonos — me toma de la mano entrelazando nuestros dedos, caminamos entre la gente con cuidado.
Cuando salimos de la casa tomamos una gran bocanada de aire, entre aliviados y por el simple hecho de respirar aire fresco sin olor a marihuana, sudor, desodorante barato entre otras cosas que era mejor no catalogar, apago el aparato por las dudas, le mando mensaje a Farfa para decirle que les daremos el móvil de Orlov para que el FBI pueda revisarlo y desactiven su sistema de GPS para que no pudieran rastrearlo, entramos al auto y conduzco de vuelta al hotel.
— ¿Esto será rutina? — pregunta mi compañero.
— ¿Qué cosa?
— Que me beses cuando quiero decir algo que contradice tus ideas — volteo a verlo con una sonrisa divertida, el esta observándome con detenimiento.
— No... — sin poder evitarlo mi sonrisa se ensancha.
— Pendejo — me da un golpe en el brazo haciéndome reír.
— Dale, solo... es para que me dejes hablar y exponer mis ideas, ¿te molesta? — pregunto divertido, lo escucho resoplar.
— Yo también quiero que escuches mis ideas y no por eso te ando callando — relamo mis labios sin poder evitarlo, aun podía sentir el fantasma de la suave boca de mi amigo.
— Bueno, podés intentarlo, pero yo no me quedare callado con un beso, acá el de las buenas ideas soy yo.
— Pendejo, prepotente... has lo que quieras, pero también tengo voto aquí y yo no te daré un beso para que me escuches, te pateare los huevos culero.
— Podés intentarlo, vos no tenés el corazón para golpearme — me encojo de hombros con seguridad.
— Ay ya... me reusó a continuar con esta conversación.
— Vos la iniciaste.
— Bien, la estoy terminando ahora — volteo a verlo y esta cruzado de brazos enfurruñado.
— Sos un nene berrinchudo — le palmeo el muslo amistosamente.
— Ya, no quiero hablar contigo, me voy a dormir — se voltea recargándose en la ventanilla.
— ¿Queres otro beso de buenas noches? — lo molesto un poco, lo escucho bufar.
— Pendejo.
— Ahora vos sabes lo que se siente — sonrió en grande.
— ¿Pase de cazador a la oveja? — ambos nos reímos con ganas.
— Sí... eso sucedió.
Ahí muere la conversación con un silencio realmente cómodo, ahora entendía porque Roier molestaba con estas cosas, era divertido sacar de quicio a mi compañero, además de que Ro y yo temíamos una confianza ciega en el otro que hacia las cosas re fáciles, sin complicaciones, sin dramas, solo llegar a un acuerdo entre ambos, tal vez ahora lo estaba jodiendo con lo de los besos, pero en verdad escuchaba a mi mejor amigo, claro que tomaba en cuenta sus opiniones y sus ideas, él lo sabia, esto solo era la broma del momento, llegaría el momento donde él encontraría algo mejor con lo que joder y ese seria mi turno de encontrar algo todavía mejor, lo importante aquí es que obtuvimos una ventaja contra Orlov, una que ni si quiera estaba en los planes, esto seria interesante, esperaba que el ruso no se tomara muy enserio lo de rastrearlo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes gays que cada día toman más confianzas que no deberían, en fin... lo que pasa cuando solito te volteas como tazo xDD ¿Qué les pareció?
Y si, digo: cuando solito te volteas, porque el Spreen es quien solito anda ahí besando al Roier solo porque quiere, ni si quiera Ro es como que lo provoque o lo haga cuando lo molesta, simplemente el Sprite esta tipo: hay que ganas de darle un agarrón a mi amix, /lo besa xDD.
Como notan amos están tomando las cosas con perspectivas realmente diferentes, mientras para Spreen es como un "juego" una "bromita", para Roier si es más serio, claro que esta pensando las cosas, las esta analizando, obviamente llega a la conclusión de que solo es bromita de compas, al final del día están de encubierto de esposos, claro que tendrían que besarse... ¿ustedes ya cuentan esto como infidelidad o neh?
Tengan en cuenta que ninguno de los dos esta pensando en sentimientos homosexuales... bueno sí, pero no como tal de: Hay como que se me antoja coger con mi compa, sino... bueno las cosas se están dando de forma natural, como algo entre compañeros y amigos, ojo, no los justifico porque claramente esta mal lo que están haciendo porque ambos ya pasaron la barrera de amistad a algo más, aunque no se den cuenta, besarse, tomarse de las manos, abrazarse de la forma en que ellos ya lo están haciendo ya no es de amigos wey, ellos están tomando comportamientos de pareja sin que se den cuenta.
¿Ustedes si notan esa diferencia? quiero decir, tal vez para ustedes no este mal consolar a un amigo y todo eso, pero... una cosa es consolar a tu amigo, abrazarlo, motivarlo a superarlo y otra cosa hacer promesas, dormir abrazados despues de ese consuelo y no solo dormir abrazados sino abrazados y tomándose de las manos... ellos están cruzando la línea que siempre estuvo bien marcada, también esta el hecho que Spreen esta planteándose su relación y haciendo comparativas de como es con Roier, literalmente el Spreen esta abriendo los ojos de que su relación no es sana, pero de una manera muy... cuestionable moralmente hablando.
Mientras que Roier esta muy tipo: ¿Qué mierda pasa? para después decir: nah, para que me altero si es de compas, pero a pesar de decirse eso así mismo esta siendo consiente de que eso no es normal en los amigos porque los amigos NO SE BESAN, tampoco es normal que si tu amigo te besa solo dejarte sin intentar detenerlo porque eso es lo que esta sucediendo, Spreen lo esta besando y Ro no lo detiene, ni si quiera le reclama de verdad solo es tipo: ¿Vas a seguir con tus bromas? ¿si? bueno, que cómico es mi compa.
Ambos están mal, ambos no están haciendo las cosas de forma correcta y tampoco se las están tomando con la seriedad que deberían y ¿saben que significa eso?... exactamente PROBLEMAS, ni modo, si esperan no sufrir aquí y que el único obstáculo será terminar con sus novias actuales están bien pinches mal, como les dije: esta historia va para largo, no solo investigaran esto, habrá más casos y todo eso para que lo policiaco y el romance vayan de la mano y obviamente los problemas que eso puede acarrear.
Se que seguramente dirán: ¿Por qué siempre las complicaciones vienen de Spreen? porque como les dije, a Spreen le costara aceptar que esta enamorado de Roier, y respondiendo a la pregunta... porque yo me baso en las personalidades de los cubitos, Spreen cubito siempre ha sido más cerrado a ideas, a aceptar ayuda, aceptar cuando la cago, incluso a interactuar con otros cubitos que no conoce bien y esas cosas mientras que Ro cubito siempre ha sido abierto, coqueto, amigable y sin miedo a pedir ayuda, además de chinga quedito con ciertos cubitos CofcofBadBoyHaloCofcof así que por eso los fics mayormente se desarrollan así, con que Spreen es más orgulloso y cerrado, así que bueno, acá se respetan las sagradas escrituras, ósea los antecedentes que han dejado estos dos cubitos cuando interactúan.
Pero bueno, una vez aclarados esos puntos... eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 18: Ya falta poco.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Despierto al escuchar un fuerte ruido, venia de la habitación de al lado, cuando mis ojos enfocan me doy cuenta que estaba dormido abrazando a mi amigo, él parece dormir como un jodido oso, a pesar del estruendo seguía re perdido, por alguna razón me sentía re cómodo así con él, era muy cálido, pero antes de volver a cerrar los ojos para volver a dormir sin importarme una poronga si es raro dormir de esta forma con alguien más que no sea mi mina, en este momento poco me importaba, escucho otro fuerte ruido, esta vez como si se hubiera caído algo de cristal, es ahí cuando recuerdo que el día de ayer habíamos robado el teléfono de Orlov.
Me aparto del cómodo abrazo y me pongo de pie tomando unos pantalones que yo mismo deje ayer en el suelo, tomo el portátil de mi compañero encendiéndolo para ver las cámaras de seguridad hackeadas, una vez abro el programa me concentro en ver si había algo destacable, algo que me diera una pista de lo que pasaba, pero no había movimiento en los pasillos y dentro de las habitaciones no había ningún tipo de cámara, otro fuerte ruido es lo que despierta a Roier, parece desorientado escaneando la habitación, cuando su vista se detiene en mi frunce el seño.
— ¿Por qué chingados haces tanto ruido? estoy cansado wey, cállate un rato ¿no? — en eso se escucha otro fuerte ruido y un grito fuerte de mujer, ambos nos ponemos de pie, él tropezando con su propia ropa del suelo.
— Creo que es la mina favorita de Orlov — digo como conclusión... pero ¿Qué no su habitación era la de enfrente? ¿Qué hacia en la habitación de al lado?
— Debe estar buscando su teléfono — murmura como si pudiera escucharnos lo que me hace reír.
— No tenés que susurrar, ni en pedo nos escuchara con todo el quilombo que esta armando... iré a tocar la puerta para quejarme — dejo el portátil en la cama.
— ¿Estas loco? ¿Por qué harías eso? — me toma del brazo impidiendo que avance.
— Por que se supone que somos unos trolos que les gusta las cosas a su modo y créeme que yo quisiera dormir más, así que me quejare — me encojo de hombros, solo rueda los ojos soltándome.
— Como tu quieras pendejo, no nos pongas vayas a ponernos en la mira — me recuerda como si fuera un pelotudo.
— No hare eso, cámbiate para ir a desayunar algo, debemos contactar a Farfa y ver si ya están codificando ese teléfono, estamos a unos días del gran golpe y toda la información extra será de mucha ayuda.
— Lo sé... mientras tu peleas con el ruso loco yo me daré un baño.
Solo puedo asentir y caminar hacia el recibidor, salgo de la habitación dejando la puerta abierta para poder entrar porque no me traje la llave, toco la puerta con rudeza mostrando que estoy re enojado porque no me dejan dormir, la puerta se abre, como pensé era la mina favorita del momento de Orlov, tiene un horrible hematoma en la mejilla, marcas de mano en el cuello demostrando que la habían estrangulado, ella me ve con pánico, pero antes de que pueda decir algo el ruso la aparta de un empujón fuerte.
— Oh... Ivanov... ¿estábamos haciendo mucho ruido? — pregunta como si la mina esa no estuviera toda golpeada y haciéndose pequeña detrás de él.
— Sí, mi marido y yo tuvimos una noche... intensa ¿si sabes a lo que me refiero? nos gustaría que se callaran, queremos poder dormir, se supone que en este sitio es lujoso porque estas cosas no suceden así que si vas a jugar al sadomasoquismo hazlo en una habitación lejos de la nuestra — digo completamente metido en mi papel remarcando el acento ruso.
— Claro... estuvieron en mi fiesta, ¿se fueron temprano? cuando salí de la habitación ya no estaban por ahí — me observa con detenimiento, me pongo ligeramente nervioso, se supone que él estaba re drogado y seguramente no nos recordaría.
— Nos fuimos una vez entraste a follar, era evidente que estabas sumamente drogado, no iba a esperar a que se te pasara, el tema que aun tenemos pendiente es demasiado importante como para hablarlo contigo completamente perdido — respondo con dureza, se cruza de brazos recargándose en el marco de la puerta.
— ¿Tiene que ver con el asesinato de esa zorra? — pregunta divertido, muerdo el interior de mi mejilla tratando de controlar mis ganas de golpearlo.
— Sí, sé que ustedes fueron quienes lo hicieron, no necesito preguntártelo así que tampoco lo niegues... hablaremos de ello con Martínez, ambos deben escucharme — me doy la vuelta con molestia.
— Ivanov... nosotros lo arreglaremos — dice a mi espalda, solo lo ignoro entrando en la habitación.
Vaya pelotudo, moría por que el día llegara y poder arrestarlos, sabia que se resistirían y claro que disfrutaría someterlos y golpearlos un poco, me detengo de golpe al ver a mi compañero con solo una toalla en la cintura mientras elige su ropa, su piel sigue húmeda, su cabello goteando, aparto la mirada, ¿Qué me pasaba últimamente? esto nunca me ha incomodado ni tampoco había sentido curiosidad por verlo, es más lo había visto desnudo varias veces en la academia, pero en este momento mi vista volvía a su cuerpo mientras se viste, definitivamente me hacia falta garchar con mi mina, solo era eso.
Decido dejar de ser un boludo que ve a su mejor amigo secarse y vestirse, yo mismo entro a la ducha, al salir Roier ya esta completamente listo, esta en el portátil, al igual que él elijo mi ropa, me seco, aunque presto atención a si me ve de la forma en que yo lo vi, pero no lo hace, esta concentrado, cuando alza la vista solo me dedica una sonrisa.
— Wey, Aldo me dijo que lograron tomar el caso de homicidio, controlaran el pedo burocrático y esas cosas... ¿te vas a quedar sin camisa? no es que me moleste, pero se supone que iríamos a desayunar — me recorre con la mirada antes de volver su atención al portátil.
— Ya voy... Orlov sabe que estuvimos en su fiesta, no sé si lo recordó o sus chicas le recordaron, debemos ser cuidadosos para que no sospeche que tenemos su teléfono — le cuento mientras me pongo la camiseta, me siento en la cama para ponerme el calzado.
— No tiene porque sospechar, me asegure de que nadie te viera entrar o salir de ahí — se encoje de hombros apagando y guardando la laptop en un sitio seguro.
— ¿Cómo hiciste eso?
— Fácil, inicie una ronda de juegos de bebida, motive a unas chicas a bailar sobre la mesa y eso llamo tanto la atención que nadie volteo hacia las habitaciones, por eso cuando volviste estaba con las chicas coqueteando.
— Sos un boludo, pero eso funciono así que no cuestionare tus métodos.
Ambos salimos de la habitación manteniendo una charla ligera sobre lo que haremos al volver a casa, mientras que yo me moría por dejar de hablar con este acento, Ro quería dejar de vestirse afeminado, aunque le quedaba... no se lo dije, que algo le quedara bien no significaba que a él le tuviera que gustar, además de que el Roier vestido con oversize era igual de atractivo... tal vez más porque estaba siendo él mismo, sacudo la cabeza, no era momento para pensar en que le quedaba mejor a mi mejor amigo, solo él podía decidir que usar y que no.
Estamos a mitad de desayuno cuando Orlov y Martínez se nos unen, se sientan con nosotros sin preguntar si quiera, Roier rápidamente guarda silencio, yo les dedico una mirada molesta, ¿acaso esos locos no podian dejarnos solos por cinco minutos?
— Bueno, ya estamos aquí y podemos hablar de lo que quieran... tienes un poco de mermelada por aquí, primor — suelta Martínez antes de tomarse el jodido atrevimiento de tomar a Ro por la barbilla y pasar su pulgar por sus labios, doy un fuerte golpe en la mesa mientras mi amigo se sacude su agarre con evidente molestia.
— Vuelve a tocarlo y despertaras sin manos — amenazo directamente.
— Tranquilo amigo... solo ayudaba a tu lindo esposo, debe ser fascinante tenerlo en todo tipo de posiciones — me guiña un ojo, me pongo de pie con la intención de golpearlo, Roier me toma por el brazo impidiendo que haga una boludes.
— Tranquilo mi amor, solo unos días más y podremos volver a Rusia — me dice dulce, me dejo caer en mi silla realmente furioso, ¿Qué sucedía con ese loco?
— No es personal amigo... solo digo... que entiendo porque te gusta ver como se lo cogen, ver debe ser igual de estimulante — solo puedo apretar los dientes.
— Entiendo que seas un pervertido que se muere por verme follar con mi esposo, pero estamos aquí por negocios, ustedes mataron a una chica importante — dice Roier tomando las riendas notando que estoy a nada de explotar de coraje, odiaba que hablaran así de mi amigo.
— Una zorra más, una zorra menos ¿Qué más da? — dice Orlov mientras se encoje de hombros.
— Esa zorra era hija de unas de la embajada internacional, pero a ustedes les importa poco sus idioteces, logre que los policías que trabajan para mi tomaran el caso para evitar llamar la atención hacia nosotros, pero eso no evita que haya mucho movimiento policiaco en las calles, eso solo hará que la operación de estos días sea más difícil, así que dejen de hacer esas estupideces o me retiro junto a mis hombres y tendrán que ver como arreglárselas — digo completamente enojado, volviendo a mi papel de mafioso, no podía descontrolarme en estos momentos, solo faltaban cuatro días y todo terminaría.
— Tranquilo amigo, todo saldra como se planeo... bueno tengo que retirarme, necesito reunirme con unos de mis hombres y obtener mi teléfono de repuesto, anoche algún idiota robo el mío, pero no se preocupen todo esta encriptado, solo lamentare perder mis videos porno caseros, tenia uno bastante bueno de unas gemelas que me...
— No me interesa tu mierda, largo de aquí — les digo a ambos, ellos solo se ponen de pie divertidos con mi actitud, se van juntos, poco me interesa, suspiro dejándome caer en el respaldo de la silla.
— Solo cuatro días cariño y todo habrá terminado — trata de animarme mi amigo mientras toma mi mano dándome un apretón reconfortante.
— Cuatro días... en verdad no puedo esperar para volver a la normalidad — me sonríe ampliamente.
— Ya somos dos, al menos tendremos anécdotas divertidas que contar ¿no? — le doy otro apretón a su mano.
— Claro, sobre todo contarle a los pibes de como te quejas al ponerte esos piercing falsos en los pezones — me burlo un poco, resopla soltando mi mano.
— Pinche pendejo, esas no son las anécdotas a las que me refería — solo puedo reírme mucha más tranquilo.
— También podemos decirle a los pibes que nos regalaron unas bolas chinas para que las usáramos... ¿querés que lo probemos? — bromeo haciéndolo rodar los ojos.
— Si quieres meterte cosas por el culo no te juzgo, pero no cuentes conmigo... puedo sacarlas si se te dificulta — me rio ahora mucho más relajado.
— Vos sos quien las usara — antes de que pueda replicar me inclino hacia él dejando un casto beso en sus labios — cerra el orto, terminemos de comer y comencemos a revisar nuestros reportes, hay que adelantar un poco de papeleo.
— Bueno... oye... gracias por defenderme cuando hablan de mi de esa forma — dice completamente serio ahora, nos vemos a los ojos detenidamente.
— Sos mi mejor amigo, claro que no me gusta que hablen de vos como si fueras... solo digamos que para eso están los amigos — me sonríe de forma brillante.
— Gracias de todas formas — se encoje de hombros, suelta mi mano y continua comiendo mientras ahora parlotea sobre que va a extrañar los postres franceses.
Solo puedo observarlo con atención, siempre escuche a la gente decir que Roier era re divertido y amable, que era como el soplo de aire fresco de la oficina ante su actitud siempre positiva y tal, yo lo sabia, en verdad que sí, pero ahora que lo estoy viendo comer, parlotear y la luz del sol le esta dando directamente en el rostro haciendo que sus ojos miel se vean mucho más claros... es que puedo confirmar aun más que lo es... no solo el soplo de aire fresco sino un rayo de sol que hace que lo incomodo ya no lo sea tanto o que hace las situaciones malas e incomodas en que sean mucho más llevaderas, tenia mucha suerte que fuera mi compañero y mi mejor amigo, simplemente éramos la dupla perfecta.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías homosexuales que no saben que son homosexuales jajaja... aunque técnicamente son bisexuales, pero bue, lo importante es que les gusta el arroz con popote jajaja ¿Qué les pareció?
La neta el Spreen esta bien pendejo, él ya esta bien enculado y ni se da cuenta, pobre ya veremos como reacciona cuando se de cuenta que no es normal pensar de esa forma de su mejor amigo, que no es normal sabrosearselo, que tener celos no es común, por que a Spreen claro que le molesta que hablen de esa forma de Roier, no solo porque defiende a su amigo, sino porque odia la idea de que gente vea de esa forma a Roier, para el Sprite, Roiler es muy amable y respetuoso como para que hablen así.
Roier en estos momentos ya esta comenzando a cuestionarse porque no detiene los atrevimientos de su amigo, así es ya va a comenzar a pensarlo mejor y no solo: mi compa esta bromeando, así es bandita, Ro estará cuestionándose sus sentimientos y los de su amigo, sobre todo por que se dio cuenta en como Spreen lo ve, no solo cuando se esta cambiando de ropa, sino simplemente cuando charlan o están conviviendo, claro que nota esas miradas intensas y fijas de Sprite.
Estamos a nada de que la operación inicie, seguramente el siguiente capítulo ya será de ellos preparándose para el gran golpe, se viene lo emocionante y no solo lo homosexual, ya desarrolle bastante la relación de estos dos, ahora toca acción de la buena, uff que ganotas banda, prepárense porque cualquier cosa puede pasar, ya sea que algo salga o muy bien o muy mal.
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 19: Llego el momento.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
El día había llegado, despues de un mes fingiendo ser esposos, de ser criminales... por fin había llegado el momento por el que habíamos estado trabajando estos días. Nuestra habitación de hotel nunca se había visto tan limpia ni si quiera cuando llegamos, no había nada fuera de su lugar, todo ahora estaba bien empacado y documentado en orden porque una vez saliéramos por la puerta un grupo de agentes vendrían por nuestras maletas y se las llevarían a un sitio seguro.
Abordaríamos un vuelo hacia Virginia una vez la operación terminara... iríamos a casa despues de tantos días sin comunicación con nuestras familias, literalmente no había vuelto a hablar con Tina por seguridad, lo ultimo que escucho de mi fue que había pornografía de fondo, no quería que se quedara con esa impresión de mi, aunque debo admitir que ese no es mi mayor temor en este momento. Me encuentro parado frente al espejo acomodando mi chaleco antibalas que nos proporciono Aldo y Farfa, eran especiales, mas delgados por lo tanto menos efectivos con balas de calibres altos como un rifle francotirador o escopeta si era disparada a quema ropa.
Pero al menos estábamos protegidos de balas más comunes como nueve milímetros, incluso resistiría la bala de una magnum... pero eso no me hacia sentir más tranquilo, sabia que las armas que robaríamos sobrepasaban los calibres que este chaleco resistiría sin pedos, si algún fusil tuviera balas que sobre pasan el calibre doce estaríamos muertos, se supone que estaríamos bastante bien cubiertos por nuestros amigos y el equipo SWAT, pero eso no me hacia sentir más tranquilo.
— Estas preocupado — escucho a mi espalda, en el reflejo aparece mi amigo que me ayuda a ajustar el chaleco.
— Lo estoy... no porque no confié en Aldo o Farfa, pero... no lo sé wey... siento que algo no saldra bien, es la primera vez que trabajamos directamente con las fuerzas policiacas de otro país... ¿Qué tan eficientes serán sus SWAT? — volteo a verlo directamente.
— No debes pensar en eso, yo cuidare de tu espalda como sé que vos cuidaras de la mía — me palmea el hombro como si quisiera reafirmar su punto, veo su chaleco puesto, tiro un poco de su costado izquierdo para que lo tenga más ajustado y por lo tanto lo cubra más.
— Lo sé... pero estaremos rodeados y estas pendejadas no detienen un calibre de doce milímetros... sé que hemos hecho esto incontables veces y todo eso, pero... no sé, esto es diferente... tal vez mi inquietud es que yo solo tendré una pistola con doce balas — me encojo de hombros sintiéndome realmente tenso.
— Lleva la mía entonces, yo estaré re bien con el rifle de asalto — me tiende su arma reglamentaria, solo niego con la cabeza guardándola en su funda que esta en su costado.
— No, tu estarás más a la vista, si algo sale mal es a ti a quien querrán matar, yo no soy una gran amenaza, solo soy un twink que te sigue como perrito, eso es lo que ellos ven — me encojo de hombros.
— Bien — me doy la vuelta para ponerme la camiseta que usaría.
Veo de reojo a mi compañero el cual se esta poniendo una camisa negra, suspiro sin poder evitarlo sentándome en el borde de la cama, apoyo mis codos en mis rodillas, repaso mis manos en mi cabello sintiendo la ansiedad crecer, nunca había tenido que estar al margen de la situación, siempre había cuidado bien de Spreen en el campo, pero en esta ocasión me sentía más un estorbo que ayuda, no podría actuar de ninguna forma hasta que los federales entraran, por lo tanto en todo el saqueo de armas y cosas tendría que estar tranquilo en el auto, si sucedía algo en el transcurso del aeropuerto a la bodega... tenia ordenes directas de mantener mi papel de esposo que no sabe ni madres sobre disparar, en pocas palabras solo estar sentado y verme bien.
— Ey, todo saldra re bien — siento como la cama se hunde a mi lado, despues una mano masajear mi espalda en círculos tratando de reconfortarme.
— Wey... tengo miedo que algo pase en el trayecto... Rich me matara si me salgo de personaje para ayudarte — su otra mano me toma por la mejilla dándome una suave caricia lo que me hace verlo a los ojos sintiendo mi corazón acelerarse.
— Tranca, vos no debes mortificarte por eso, sabremos que hacer en el momento, no pienses en las ordenes de nuestro capitán, enfócate en la misión, además me las arreglare para que todo el transcurso sea re tranca, estaremos con los agentes franceses, si necesito apoyo sé que ellos me lo darán, estarán conectados a nuestro trasmisor y nos escoltaran, seremos ventaja en el transcurso a la bodega... seguramente ellos serán buenos disparando si es necesario — por reflejo subo mi mano a su nuca tomándolo con fuerza.
— Soy tu compañero, se supone que yo debo cuidarte — nos observamos con una intensidad que nunca antes había estado presente entre nosotros.
— Lo sos y sé que estoy seguro con vos... tranca Ro, lo haremos re bien — no sé quien es el que se mueve primero, pero nos acercamos mutuamente recargando nuestras frentes juntas sin soltarnos.
Cierro los ojos concentrándome en el ritmo de nuestras respiraciones que van al compas, la ansiedad comienza a disminuir, pero no se va por completo, eso era algo que nunca sucedería, eran nuestros instintos manteniéndose alerta al saber que estaríamos en una posición delicada al menos por este día, escuchamos la voz de Farfa al oído indicándonos que ya estaban en posición, suspiro dándole una ultima caricia en la mejilla a mi amigo, al separarme un poco y abrir los ojos noto que Spreen esta viéndome directamente.
— Debemos ponernos en marcha — lo veo tomar una profunda respiración.
— Solo... mantente a mi lado o detrás de mi, me asegurare de mantenerte bien cubierto — me pongo de pie dándole unas palmaditas en el brazo.
— Seguro, no te preocupes por mi, yo estaré bien y cuidare tu espalda.
También se pone de pie justo frente a mi, teníamos un ritual de darnos un saludo especial y abrazo antes de salir a un tiroteo seguro, lo inventamos desde la academia, así que chocamos los cinco, entrelazamos nuestros dedos meñiques jalándonos y despues nos envolvemos en un abrazo, aunque este es diferente, más fuerte y dura mucho más, antes era un abrazo ligero de tres segundo a lo mucho, pero en este momento nos quedamos así al menos por medio minuto antes de soltarnos.
— Llego la hora de laburar — toma el estuche de su rifle y camina hacia la puerta.
Solo lo sigo en silencio, escuchamos indicaciones que dan Farfa y Aldo a los agentes que se encargaran de la redada a las casas de seguridad para rescatar a los jóvenes que están siendo traficados, cuando escucho la voz de Osvaldo y Rivers en mi oído por alguna razón eso me hace sentir mucho más tranquilo, nos encontramos en recepción con Etoiles, Antoine, Baghera y Kameto, están bien uniformados, no tardan en unirse a nosotros Orlov y Martínez.
Salimos del hotel a paso seguro, nuestros compañeros se meten a sus patrullas sin problema, Spreen me abre la puerta de copiloto del deportivo negro que llevamos usando desde que llegamos a Francia, Orlov y Martínez van en una camioneta negra con ventanas polarizadas, se nota a kilómetros que el frente esta blindado, le informo de ello a nuestros compañeros de trabajo aunque seguramente ya lo habían notado, pero era mejor mantener las comunicaciones claras.
El transcurso al aeropuerto pasa demasiado lento, me retuerzo las manos con ansiedad, no puedo dejar de ver las calles con detenimiento memorizando la ruta aunque ya me la sabia desde hace días, pero era mejor verlo directamente que con un mapa, cuando estamos entrando al hangar sin problemas por un trabajador de Martínez es cuando mi cuerpo vibra en mi asiento de anticipación ante cualquier inconveniente, estaba decidido mandaría a la mierda la orden directa de Rich, si Spreen necesitaba apoyo se lo daría sin dudar y aunque tuviera solo doce balas.
Avanzamos hasta llegar a un avión de carga color gris, ya estaban desembarcando, era momento donde tendría que esperar sentado mientras ellos hacían el trabajo, Spreen estaciona estratégicamente por si se necesitaba una retirada, cuando baja del auto siento los nervios querer comerme vivo, abro la puerta bajando sin poder evitarlo había sido un impulso.
— Ivanov — lo llamo, voltea a verme confundido, me acerco a paso rápido abrazándolo con fuerza, antes de poder decirle algo Spreen ya había juntado nuestros labios en un beso bastante casto, pero no nos movemos, solo labios contra labios, poco importa me concentro más en tomar su mano y darle el pequeño taser, tenia tres proyectiles que podian alcanzar hasta diez metros de distancia, yo siempre cargaba con uno porque ayudaban mucho en las persecuciones.
— Dales en los huevos y no se van a poder levantar — murmuro sobre su boca sacándole una risa.
— Ok... solo si es necesario — lo veo guardarlo bastante bien en su bolsillo, esas madres eran bastante compactas.
— No es tiempo para sus cosas Ivanov, estamos aquí por negocios — dice Orlov con molestia.
Spreen no dice nada, simplemente nos separamos mientras él camina con los oficiales franceses a su espalda, le dedico una mirada significativa a cada uno cuando pasan a mi lado, al menos hasta que el albino se acerca y me da un pequeño revolver de forma bastante discreta, asentimos con cortesía mutua, además de que le dejo claro que les cubriré la espalda a todos ellos desde mi sitio.
Ellos se ponen a negociar con la persona del avión o al menos ese era el plan, comprar al piloto y sus trabajadores y así llevarnos las cosas y si eso no funcionaba... bueno las cosas escalarían a la violencia, aunque eso no sucedería ya que se les había comunicado al capitán del avión y sus tripulantes que esto era una operación del FBI así que cooperarían completamente.
Entro al auto de nueva cuenta y comienzo a navegar con el teléfono viendo la ubicación de mis amigos y compañeros, Aldo se encontraba arriba de un edificio que tenia vista perfecta a la bodega a la cual iríamos, Farfa estaba con el equipo SWAT para coordinarlos y todo saliera según el plan, Rivers y Osvaldo ya estaban por comenzar a movilizarse para ir sacando cateando las casas de seguridad, escucho algo de alboroto así que alzo la vista inmediatamente, Spreen esta calmando una discusión entre Antoine y Orlov la cual disminuye casi al instante cuando mi compañero dice algo que no logro escuchar.
Pasan horribles cuarenta minutos, pero todo esta listo y ahora debemos escoltar la carga hacia enorme bodega de Martínez.
— Aldo... me escuchas — murmuro viendo a Spreen estrechar manos y darse la vuelta para venir al auto.
— Sí culón, alto y claro.
— La carga esta asegurada, comenzaremos la movilización hacia la bodega, si todo sale de acuerdo al plan estaremos arribando en cincuenta y cuatro minutos — Spreen abre la puerta entrando tranquilamente, enciende el auto y comienza a guiar la marcha junto con los autos de policía.
— Bien, la zona esta rodeada de forma discreta, una vez nos den la señal saldrán de sus escondites y entraremos, los cubriré bien — solo hay seguridad en su voz, Aldo era de los mejores con francotirador del complejo.
— SWAT ya esta en posición, los tenemos cubiertos — agrega Farfa.
— Copiado, manténganse atentos.
La línea se mantiene en silencio de nueva cuenta, volteo hacia mi compañero que parece realmente concentrado en el camino, vamos a una velocidad moderada, nada para llamar la atención de la gente, todo parecía bien hasta que nos encontramos con un acordonamiento de la zona, eran policías comunes y corrientes, los que patrullaban las calles desde el homicidio.
— Baghera, Kameto, encárguense de eso — digo por el intercomunicador.
Rápidamente lo hacen, bajan de su patrulla y charlan amenamente con sus compañeros, pasan cinco minutos agonizantes, seguramente Orlov ya estaba sacando su arma para hacer "espacio", para nuestra buena suerte mueven sus patrullas y nos dejan pasar sin problema, la ruta sigue, la tensión se va acumulando en mis hombros sin poder evitarlo, me aseguro de tener el revolver bien guardado en mi cadera junto a la pistola reglamentaria del FBI.
— Estamos arribando en dos minutos, atentos — avisa Spreen por el comunicador.
— Copiado — se escucha la voz de nuestros compañeros.
Justo como dijo mi amigo, arribamos a la gran bodega, las compuertas se abren dejándonos entrar sin problemas, todos los autos y camionetas entran dejando gran espacio de sobra para el desembarque donde se haría toda la reparación, suspiro dejando salir la tensión, ahora mismo debía estar centrado y así es cuando bajo del auto deportivo, Spreen me abraza por la cadera y caminamos hacia el centro, Orlov y Martínez se nos unen mientras sus trabajadores comienzan a desembarcar todo lo robado, de reojo noto la pintura de la mona lisa.
— Eso es... ¿es autentica? — pregunto sorprendido, habíamos ido a verla al jodido museo como fachada de nuestros "próximos" atracos.
— Lo es... los imbéciles ni si quiera saben que tienen una replica en su museo — suelta Orlov mientras se ríe y enciende un cigarrillo.
— ¿Cuánto por ella? — pregunto más que nada para seguir en mi papel de esposo que solo pide cosas.
— No esta a la venta... pero si tu esposo quiere negociar... quiero el armamento pesado, ese que se estipulo se quedaría él — sonríe con arrogancia como si fuera un ganar ganar para él... cosa que era cierta.
— ¿Qué más da? siempre fui más fan de Monet — me encojo de hombros recargándome en mi compañero, el solo mantiene su mano encima de mi arma, ya que tendría acceso más fácil.
Comienzan las negociaciones, no presto atención, solo veo a los trabajadores bajar las cosas con una coordinación asombrosa, se notaba que llevaban trabajando para ellos demasiado tiempo, en un punto Spreen saca conversación sobre donde consiguieron saber que ese avión de carga arribaría y sobre la trata de blancas, estaba siendo sutil, sabia que era para tener pruebas más solidas ya que todo esto estaba siendo grabado, ellos solo se ríen y dicen que los contactos no se comparten a no ser que quiera ceder unas cuantas bazucas.
Spreen va al auto y saca su rifle de asalto sin pena alguna, Etoiles, Antoine, Baghera y Kameto nos están escoltando, mi amigo vuelve a la negociación ahora mostrando que ya no es tan amistoso, pero nadie hace intento de alzar armas, solo era una amenaza implícita, Spreen cede un poco y dice que una bazuca por su contacto, Orlov acepta a regaña dientes, un tipo llamado Oliver, le da a Spreen un trozo de papel donde le anota un numero donde contactarlo y una dirección diciendo que se encontraba en ese bar todos los viernes a las diez de la noche, en la barra tratando de ligar con millonarias que claramente no le harían caso.
— Con esa información es suficiente, solo estamos esperando su señal — esa voz era Farfadox, debe estar ansioso por entrar.
— Cariño, ¿Por qué no vas y guardas esto? — me tiende el papelito, lo tomo con gracia antes de darme la vuelta para ir al auto, tal como pensé nadie me presta atención, solo soy el esposo que cuelga del brazo de mi amigo para ellos.
— Inicien con la redada como se planeo — murmuro dando la orden.
El papelito lo fotografió y mando directamente a Robleis que trabaja con los analistas técnicos del buro, además de que guardo el trozo de papel en la guantera, escucho patrullas pasando con luces a toda velocidad cerca de aquí, la reacción es inmediata, las luces se apagan y todos guardan silencio obviamente creyendo que solo deben estar siguiendo a alguien más o patrullaje por el asesinato que ellos provocaron.
Me acerco a Spreen y apoyo mi mano en su espalda media dándole a entender que estoy cubriéndolo, esa era nuestra señal mutua en estas situaciones, los portones se ven derribados por camionetas blindadas de la policía y se escucha la potente voz de Farfadox gritar: "FBI, las manos donde pueda verlas", todo es instantáneo, gente tomando armas para contra atacar porque como se esperaba no se rendirían así como así.
Bien dicen que las ratas son las primeras en escapar o al menos eso intento Orlov, Martínez era quien aprecia un desquiciado con dos metralletas disparando a todo lo que se moviera sin importar si era aliado o policía, Spreen trata de seguir al ruso, pero lo sostengo de la camisa.
— Recuerda, mantente en tu papel.
El caos es inmenso, solo se ven las linternas de las armas de la policía, el destello de los disparos, nos ponemos a cubierto, vemos a Orlov de nueva cuenta, lleva la mona lisa bajo el brazo y un rifle de alto calibre en el otro, de los que acabábamos de "robar" era de caza para elefantes.
— Orlov se va por la parte de atrás — informo fuerte por el comunicador.
— Lo tengo — dice Aldo.
Avanzamos a paso rápido tratando de alcanzar a Orlov, pero en eso siento un fuerte tirón antes de caer al suelo golpeándome la cabeza, trato de enfocar la mirada, pero todo me da vueltas, escucho la voz de Spreen, pero no entiendo que dice, cuando intento levantarme algo me lo impide, toco un poco y noto que tengo una maldita caja de madera encima, ¿de donde chingados había salido?
— Ey, ey, tranquilo Roier, te tengo, te tengo amigo — ahora logro captar sus palabras mientras intenta quitar la caja, grita con fuerza tratando de sacarme.
— Déjalo, déjalo... ve a ayudar — dijo jadeando... ¿me estaba faltando el aire?
— Ni en pedo, recuérdalo te cubro la espalda — se agacha y trata de levantar la caja, a su espalda noto que viene Martínez, no parece contento lo cual confirmo cuando alza su arma en dirección a mi compañero.
— ¡Spreen! — trato de gritar, pero sale ahogado, logro llamar la atención de mi compañero, voltea justo a tiempo, pero recibe un disparo en el pecho.
Solo puedo pensar en los horribles chalecos que usábamos, que el aspecto de su arma era una de calibre punto treinta y ocho, lo que significaba que no traspasaría el chaleco... de no ser una munición modificada, si era de punta hueca era posible dependiendo de la distancia, no ayuda que mi mi amigo solo cayo con un ruido sordo, logro mover mis manos, Martínez se pone encima de Spreen y le apunta ahora a la cabeza.
— ¡Ey, ey, para! — trato de llamar su atención ahora moviéndome como maniático, siento mi pierna izquierda doler, pero en un momento logro liberar mis brazos, lo tomo de las pantorrillas haciendo fuerza.
Lo desestabilizo un poco, pero se suelta con facilidad pateándome la cabeza, siento como pulsa mi cabeza en protesta, mi vista se vuelve borrosa de nuevo y en eso las luces del recinto se encienden de nueva cuenta, pestañeo tratando de estabilizarme y lo noto, el revolver que Etoiles me dio esta cerca, se me había caído cuando la caja me cayo encima, no lo pienso dos veces me estiro aprovechando la conmoción que eso genero, lo tomo con fuerza o al menos eso intento, era la jodida izquierda pero tendría que servirme con eso, la alzo tratando de apuntar, pero justo Martínez vuelve su atención hacia Spreen.
— Maldito soplón, sabia que había algo mal desde que te vi — escupe, alza el arma de nuevo y no lo pienso de nuevo, tomo una bocanada de aire y disparo dando de milagro directo en el corazón de ese bastardo, una segunda detonación se escucha, la chispa salió del arma de Martínez mientras cae al suelo y la desesperación me ataca.
— ¡Spreen! — ahora mi voz sale fuerte y clara, apoyo mis manos en los bordes de la pesada caja y hago fuerza para salir, no lo logro — ¡Spreen! — vuelvo a llamarlo, veo un pequeño charco de sangre debajo de él o al menos así se aprecia en mi posición — ¡ALDO! — grito en un sollozo roto, nadie me contesta, palpo mi oído y noto que no tengo el comunicador — ¡FARFA, FARFA, AYUDA!.
Comienzo a gritar como desquiciado, lloro sin parar, mi pecho duele horrores no solo por los gritos, aparece una cabellera platinada en mi campo de visión, despues una oscura, eran Antoine y Etoiles, no tengo energía para decir nada, rápidamente entre ambos y dos oficiales más desplazan la caja hasta que quedo fuera, tomo una gran respiración, trato de arrastrarme a mi compañero, pero no llego muy lejos, caigo inconsciente sobre la sangre de Martínez y Spreen... "por favor que siga vivo" es lo ultimo pensamiento consiente que tengo antes de caer en la obscuridad absoluta.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia llena de drama, acción policiaca y pendejos que se voltean como tazo solitos ¿Qué les pareció?
Pasaron muchas cosas de un momento a otro, lastimosamente no pienso decirles nada más que cosas externas a los protagonistas jajaja, Orlov fue capturado por unos policías que seguían ordenes de Aldo, Martínez... bueno ya saben, se murió alv, Roier se lo chingo y con la izquierda, cabe aclarar que no es su mano dominante, pero a momentos desesperados medidas desesperadas.
Primero lo primero... sí gente, Spreen se besa al Roier porque quiere, literalmente solo pensaba en eso cuando estaban en la habitación dándose apoyo mutuo para calmar los nervios, así que cuando Roier lo llamo y lo abrazo... simplemente lo hizo, pensó: "no sé si saldremos de aquí con vida así que, ¿Por qué no?", ya despues seguirá como si nada, no se cuestionara de porque de ese impulso solo lo dejara pasar, pero bueno a lo que importa...
Ustedes dirán, ¿Cómo Martínez se dio cuenta de que eran los soplones? pues bien fácil, ningún policía iba tras ellos, además de que no se estaban involucrando en el tiroteo, a eso sumémosle que Roier llamo a Spreen por su nombre real, ósea si el wey ya estaba seguro eso solo se lo termino de confirmar, además Martínez es un wey que pide perdón no permiso, ósea que actúa con impulsos, así que al ver a Spreen sin participar en defenderse simplemente dijo: este puto me las va a pagar.
Pobre del Boiler, gritando para que lo ayudaran y sus amigos no lo escucharon, no fue culpa de Aldo y Farfa, ambos estaban concentrados en la redada, Roier ya no traía su comunicador así que no lo escucharon, los gritos de Ro quedaban muy de fondo, ósea imaginen todo era un caos, disparos, gritos de otras personas, en fin como dije un caos, Etoiles y Antoine lo notaron porque iban de paso jajaja, sino ahí se hubiera quedado debajo de la caja y la neta no lo hubiera contado, se habría muerto asfixiado y Spreen... bueno, me reservo para mi si es que en verdad fue herido o solo era la sangre de Martínez lo que altero a Boiler... recuerden que el niño estaba mareado por la patadota que recibió en la cabeza y luego la caja encima... bueno, pobrecito.
Obviamente hay muchos heridos y muertos, la mayoria del bando malo, pero aun así hubo algunas bajas en la policía francesa... F por esas personas que murieron defendiendo su país, un minuto de silencio por favor.
Bueno, ya, antes de despedirme... no se preocupen, habrá más acción en esta historia, como dije, los esteramos acompañando en el trabajo a estos dos así que veremos más casos y más asuntos policiacos, pero bueno eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 20: Hospital.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(sin editar)
Despierto completamente desorientado, lo primero que veo son las brillantes luces de la habitación, después las paredes blancas y el olor a antiséptico llena mis fosas nasales así que me deja claro que estoy en el hospital, veo a mi alrededor y me encuentro completamente a solas, parpadeo aturdido, no recordaba que había sucedido... íbamos en una operación para terminar el trabajo encubierto, recuerdo que estábamos yendo al aeropuerto y... nada, todo esta en blanco.
La puerta se abre y entran una enfermera y medico hablando en francés, tras ellos entra Antoine, me saluda con un asentimiento de cabeza el cual correspondo aunque me duele la cabeza demasiado, se me acerca la enfermera diciendo algo sobre una contusión que al parecer era de grado tres, eso significaba que era grave, el medico revisa mis ojos con una lamparita y la enfermera hace anotaciones en lo que parece ser mi expediente, despues me ponen atención.
— Comment vous sentez-vous? (¿Como se siente?) — me pregunta amablemente.
— Confus...que s'est-il passé? (confundido, ¿Qué paso?) — cuestiono aclarándome la garganta, la sentía demasiado seca, rápidamente me ofrecen un vaso de agua.
— Vous avez un bleu, il est normal de vous sentir confus, il vaut mieux ne pas trop vous épuiser pour l'instant, vous devez vous reposer (Tienes una contusión, es normal que te sientas confundido, lo mejor es no esforzarte demasiado por ahora, necesitas descansar) — hago una ligera mueca inconforme con esa respuesta.
— ¿Y Spreen? — me dirijo a Antoine, el solo me sonríe amablemente.
— No hablemos de eso, necesitas descansar — palmea mi brazo de forma amistosa.
Eso me hace sentir aun más inquieto, me remuevo en mi cama, al parecer las maquinas detectan mi pulso alterado porque en menos de dos segundos me ponen un sedante, rápidamente me siento adormilado y vuelvo a caer dormido sin poder evitarlo.
Cuando vuelvo a despertar las luces ahora son bajas indicándome que seguramente sea de noche, suspiro sin poder evitarlo, cuando estoy por acomodarme en la cama un recuerdo de la operación me ataca como un rápido flash... me habían pateado la cabeza... el maldito de Martínez me pateo, esperaba que lo hubieran capturado, trato de forzarme a recordar y después a mi mente viene la vista de sangre en el suelo... esa camisa negra... parpadeo confundido, debía estar mal... ¿me habían derribado y a Spreen también? eso era prácticamente imposible, nunca nos había pasado.
Y como si esos pequeños recuerdos fueran la chispa del incendio, todo viene de repente, el aeropuerto, darle mi taser a Spreen mientras me beso, ir a la bodega, la intervención del equipo SWAT, Orlov huyendo con la Mona Lisa y un rifle de caza para elefantes, me cayo una caja de madera encima inmovilizándome por completo lo que ocasiono que mi compañero se distrajera al tratar de sacarme... Martínez disparándole a mi compañero derribándolo... mate a Martínez para salvar a Spreen.
Intento ponerme de pie, debía verlo... ver a mi compañero... averiguar si seguía con vida, maldición esto estaba mal, esa maldita caja... si esa maldita caja no hubiera caído, nada de esto habría pasado, siento mis ojos picar, me levanto como puedo, me apoyo en el buro que estaba al lado de mi cama, arrastro el cosito donde esta el suero, no sé como se llama, salgo de mi habitación y rápidamente una enfermera se me acerca y me pide que vuelva a mi habitación con voz dulce.
Trato de explicarle que busco a mi compañero, que necesitaba saber de él, pero me ignora diciéndome que necesito descansar y me obliga a recostarme de nuevo, suspiro sintiéndome desesperado, necesitaba saber de él, era como si mi corazón estuviera siendo presionado con fuerza por un puño y esa sensación solo desaparecería si lo veía... nunca en mi vida me había sentido así y no era la primera vez que alguno de los dos salíamos heridos, pero esto era completamente diferente, antes siempre estuve para él en estas situaciones y viceversa.
Comienzo a divagar en todo lo que tuvimos que hacer en este mes donde estuvimos juntos veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, las charlas por mensajes mientras ignorábamos la pornografía gay, como Spreen me apoyo en momentos donde me sentía un inútil por no ayudar a los chicos secuestrados, sus manos tibias sosteniéndome con fuerza para darme seguridad y paz... cierro los ojos con fuerza... esto no podía estar pasando, debía estar confundido... pero si lo estaba... ¿Por qué recuerdo que Spreen me veía diferente cuando estábamos almorzando?, ¿Por qué Spreen me besaba sin que fuera necesario porque nadie nos estaba viendo?... ¿Por qué nunca lo detuve?
Esto estaba... mal, muy mal, ambos teníamos parejas y no era honesto lo que habíamos hecho, suspiro tratando de tranquilizarme, tal vez... solo fue algo del momento, Spreen y yo siempre hemos sido muy unidos, tal vez solo... fue cosa de una ocasión... mejor dicho de esta misión, eso seria lo mejor, en lo que debía concentrarme era en que al amanecer pedir información sobre mi amigo, no importaba lo que hicimos, estábamos trabajando, tal vez tomamos demasiada confianza, pero una vez volviéramos a casa todo volvería a la normalidad, Spreen no me volvería a besar, no tendría necesidad si él tenia a Mictia y yo tenia a Tina... todo estaría bien y con ese objetivo en mente me vuelvo a dormir.
Cuando vuelvo a abrir los ojos lo primero que veo es a Aldo, le sonrió en grande y no tarda en darme un fuerte abrazo, siento un alivio inmenso al ver que él estaba de maravilla, al separarnos me da un golpe en el brazo que me hace quejarme.
— Cuidado pendejo que estoy lastimado.
— No mames Roier, creí que te habíamos perdido, no sabia como le explicaría a Tina las cosas, no sabes el alivio que siento al saber que ya no tengo que decirle nada.
— No pues... no me quieras tanto pinche ojete — su rostro se torna serio y se sienta a mi lado en una silla que se veía muy incomoda.
— ¿Cómo te sientes? los doctores dicen que tienes una contusión grave, están vigilando que tu cerebro no sangre más... al parecer por ahora estas estable ¿Qué te paso mi Roi? — toma mi mano con fuerza.
— Una caja me cayo encima, no se como sucedió la verdad, nos estábamos cubriendo en ellas, seguramente sin notarlo nos recargamos y eso hizo que la que estaba encima se me viniera encima, sentí un tirón antes de caer, seguramente Spreen intento quitarme del camino... no sé como no lo note — suspiro — después Martínez me pateo la cabeza cuando intente evitar que le disparara a Spreen, todo fue una locura, te pedí ayuda pero perdí mi comunicador... sino fuera por Etoiles y Antoine seguramente me hubiera quedado bajo esa caja demasiado tiempo.
— No chingues... Ro... lamento no haber estado ahí, por no cubrirte — me observa con culpabilidad y tristeza, entrelazo nuestros dedos y le doy el apretón más fuerte que puedo.
— No te preocupes wey, sé que tu tenias tu propio trabajo, además confió en que si hubieras podido me habrías ayudado — se incorpora un poco y me da un beso en la frente.
— Daría mi vida por ti tripón — le sonrió conmovido.
— Lo sé... y yo por ti, somos compañeros a pesar de que tengamos otras parejas de trabajo — me corresponde la sonrisa volviendo a sentarse.
— Entonces... ¿ya te sientes mejor?
— Sí... ¿Dónde esta Spreen? — pregunto directamente, Aldo hace una mueca — ¿Le paso algo muy grave? vi sangre — ante mi afirmación suspira.
— No me haces fácil mentirte si me dices que ya viste la sangre — se relame los labios con nerviosismo.
— Aldo... ¿Spreen murió? — digo contundente, demasiado duro al parecer porque la expresión de mi amigo se vuelve seria al instante.
— Claro que no... pero el chaleco no detuvo la bala, eran de punta hueca, al impactar se dispersaron los perdigones, estuvo en cirugía... tal vez el chaleco no la detuvo, pero aun así lo protegió lo suficiente para que fuera superficial, aun así fue cirugía mayor porque uno de los perdigones casi toca su hígado, pero esta bien... mucho mejor que tu a decir verdad, él no tenia riesgo de sufrir derrame cerebral y morir — se encoje de hombros, al escuchar que esta bien siento que vuelvo a respirar, esa opresión en mi corazón disminuye considerablemente.
— Bueno... sino hubiera matado a Martínez creo que se hubiera podido dedicar al futbol americano, tenia buen pie izquierdo — bromeo un poco, mi amigo resopla una risa amarga mientras niega.
— Eres todo un pendejo... no vuelvas a hacer eso, no sabes lo asustados que estábamos todos, jamás había visto a Farfa tan alterado, ni se diga de los franceses, el albino te subió a la camilla y te acompaño en la ambulancia, se negó a separarse de tu lado, tal parece que no importa donde vayas haces amigos mi Roi — me dice con cariño.
— Claro que sí, ¿acaso no ves lo guapo y carismático que soy? — bromeo otro poco más, pero mi amigo en vez de reírse o bajarme de la nube solo peina mi cabello hacia atras.
— Lo eres... pero que no se te suba culero... cuento con que los medicamentos que te estén dando y la contusión te hagan olvidar esta charla — ambos nos reímos.
— Imposible, siempre recuerdo como dices amarme... ¿serias mi amante cuando me case? — ahora si rueda los ojos mientras se pone de pie.
— Pendejo, ya quisieras... le daré aviso a las enfermeras que ya despertaste para que te traigan algo de comer, debes tener chingos de hambre — nada más de pensarlo se me hace agua la boca así que asiento... esperaba poder ver a Spreen pronto.
° Spreen °
Me encuentro en el ala de observación, la extracción de bala había sido todo un éxito, tanto así que me dijeron que en una semana ya podría volver a mis actividades cotidianas sin mayor quilombo, solo evitar cargar cosas pesadas y esas boludeces por un mes, solo puedo pensar en Roier debajo de esa caja, Farfa me había explicado que estaba bien, pero que estaba en otra área, más especifico en la de neurología que estaba del otro lado del hospital francés donde estábamos, no me habían permitido ir a verlo en estos dos días que habíamos estado acá.
No sabia mucho de su estado, solo que estaba estable, me sentía sumamente ansioso y preocupado, había dejado a mi compañero a solas bajo una caja por quedar inconsciente ante el disparo, el medico me explico que mi cuerpo entro en shock rápidamente ya que al caer me había golpeado la cabeza, pero no tan fuerte como para alarmarme, solo una contusión leve que ni si quiera me dolía ya... pero eso no me hacia sentir mejor o más tranquilo.
Deje a Roier a su suerte con ese loco que me disparo y él estaba atrapado bajo la caja, aun no sabia como es que nos libramos de esa, Farfa tampoco pudo decirme mucho, solo que los franceses ayudaron a Roier con la caja, pero de como es que Martínez había muerto era un misterio al menos para ellos, la culpabilidad me estaba quemando, le había prometido a Ro que lo mantendría a salvo... intente quitarlo del camino de la caja mientras caía, pero todo fue tan rápido que no lo logre... nos puse en un peligro horroroso, esperaba y él pudiera perdonarme por ello.
En eso Farfa entra a mi habitación, me sonríe amablemente y me acerca mi bandeja de comida, era una horrible sopa de verdura, gelatina de color amarillo y agua, hago una mueca de desagrado que hace reír a mi amigo.
— Dale, no pongas esa cara, logre convencer a las enfermeras para que puedas salir y veamos a Roier, pero tienes que comerte todo — rápidamente tomo la cuchara sumergiéndola en el liquido de verduras — vaya... si que te motiva ver a tu compañero, ¿algo que me haya perdido boludo? — y se ríe con ganas.
— Pelotudo, solo quiero asegurarme que este re bien, lo deje a solas en medio del tiroteo, no sabes lo culpable que me siento — resoplo, mi amigo me palmea el hombro amistosamente.
— Tranca, Aldo me mando mensaje, dice que esta re bien, hasta esta bromeando y todo eso, así que vos solo come tranquilo, Roier no se irá a ninguna parte.
— Bien... ¿Qué paso con Orlov? — pregunto para que me cuente que paso con la operación y saber si nuestro laburo no había sido re desperdiciado.
— Ya esta siendo extraditado a Estados Unidos, Rivers y Osvaldo lo estarán escoltando, los jóvenes rescatados ya están bajo custodia de la policía francesa, ya identificaron a varios y ya están resolviendo el papeleo para que vuelvan con sus familias — suspiro aliviado.
— Eso pondrá re contento a Roier — digo mientras continuo comiendo.
— ¿A vos no te alegra? — cuestiona confundido.
— Sí, pero a él más estoy re seguro, estaba obsesionado con eso, toda la información que tienen de eso es gracias a él — me encojo de hombros.
— Dale, no te quites crédito boludo — toma mi gelatina y la pica con el tenedor que ahí había y comienza a comérsela, no le digo nada, yo no la quería se veía horrenda.
— Lo digo enserio, se desvelaba investigando eso mientras yo vigilaba las cámaras del hotel y quienes entraban y salían de las habitaciones de esos pelotudos.
— Bueno, Roier pudo hacer eso porque vos te encargaste de lo otro, fue laburo en equipo — se encoje de hombros, sonrió ligeramente.
— Lo fue.
La charla continua ligera sobre el caso, me conto de los archivos que encontraron en el teléfono de Orlov, que sus videos caseros de pornografía ayudo a identificar a victimas de asesinato de hace unos años que hubo en Pittsburg entre otras cosas, una vez la bandeja de comida esta vacía entra una enfermera llevándosela y Farfa trae una silla de ruedas para mi, me dijo que era protocolo así que si quería ir con Roier no había otra opción, no me queje, me senté sin armar dramas, mientras me lleva al ala de neurología seguimos charlando tranquilamente.
Mientras más nos acercábamos a la habitación de mi amigo mi corazón más se acelera, cuando Farfa deja de empujar mi silla de ruedas para abrir la puerta contengo el aire sin poder evitarlo, y ante mi vista aparece Roier, esta riéndose con Aldo, sus ojos miel brillando bajo las luces blancas de la habitación, su cabello ligeramente despeinado, incluso esta ligeramente sonrojado me imagino por reír tanto, cuando voltea a ver quienes están entrando a su habitación, puedo volver a respirar, nuestros ojos se conectan y su sonrisa se ensancha.
— Mira nada más, el pendejo más pendejo acaba de llegar... y con Farfadox — me río alegre, me pongo de pie dejando la silla de ruedas atrás, me acerco a paso rápido y lo envuelvo en un abrazo.
— No mames, parece el reencuentro de telenovela, que romántico a la verga — bromea Aldo, poco me importa sostengo a mi compañero con fuerza contra mi pecho, me sentía tan aliviado, tan ligero como si todo el peso que no sabia que cargaba se hubiera quitado de inmediato en cuanto lo vi.
— El boludo estaba re desesperado por ver a Roier, dice que se siente re culpable por quedar inconsciente en medio del tiroteo — comenta Farfa, recibo un golpecito en el hombro, me aparto del abrazo quejándome.
— Boludo ¿Qué pasa con vos? — Roier rueda los ojos con fastidio.
— Por pendejo, te dije que fueras a ayudar, por no hacerme caso casi te mueres y yo contigo, estúpido, mamón, idiota — comienzo a reírme — además ¿culpable? ni que te hubieras disparado tu solito.
— Ya no hablemos de eso, mañana los darán de alta y podremos regresar a Virginia, Rich tiene mucho que decirles — suelta Aldo divertido, Roier y yo nos dedicamos una mirada resignada.
— Que sepas que te voy a echar toda la culpa — digo sin más.
— Pinche culero.
Sin poder evitarlo le doy una caricia suave en su hombro sobre la bata de hospital, le acomodo un poco el cabello de forma distraída mientras entre los cuatro continuamos charlando, no podía dejar de tocarlo, era como si mi cerebro me pidiera confirmar que estaba bien y así era, Roier estaba bastante alegre y social como siempre, moviendo las manos al hablar cómo siempre hacia, o su sonrisa ligera cuando dice algo en broma... relamo mis labios sin poder evitarlo... ambos estábamos bien, ahora tocaba tratar con Rich, pero después estaba seguro que festejaríamos en el bar de Goncho como siempre hacíamos, no podía esperar para volver a la normalidad.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI, los chicos están mejor de lo que creen, fue solo el susto del momento ¿Qué les pareció?
Como es de esperarse tendrán que hacer trabajo de escritorio un tiempo hasta que estén completamente bien, pero ellos lo agradecerán, necesitan un respiro, sobre todo el Spreen que debe resolver sus pedos maritales con la Mictia, ya veremos que tal le va con eso... mientras Roier ya esta confundido con todo lo sucedido en ese mes, se cuestiona porque no pensó en Tina todo ese tiempo, porque no la extraño a pesar de estar tanto tiempo separados... y porque se sentía bien que Spreen lo besara... así es mi gente él ya se esta dando cuenta, alta emoción ¿no?
Y como pudieron notar el Spreen sigue bien ciego, ya veremos cuando se da cuenta que esta enamorado de su compa el Boiler, pero por lo mientras el solo piensa que se siente contento porque ninguno de los dos sufrió daños graves, si supiera que el alivio que siente es porque le daba miedo perder a su cuchurrumin.
Claro que Aldo y Farfa notaron lo rarito que estaba Spreen, sobre todo porque saben que ese wey no es de contacto físico, pero mientras estaban ahí en la habitación de hospital se la paso tocando a Roier, sino le acomodaba el cabello mantenía su mano apoyada en la rodilla u hombre de Ro, pero prefirieron no decir nada sobre todo porque creen que solo era porque el Sprite estaba feliz de que Roier estaba bien y sí, pero es porque Sprin ya esta acostumbrado a estar en contacto con Roier todo el tiempo.. veremos si eso les trae algún conflicto despues.
Creo que no hace falta decir que el buro del FBI tiene prohibido la relación entre compañeros de equipo, así que si pasara algo entre ellos y Rich se entera los cambiaran de compañero, no seria tan extremista de despedirlos o algo así, pero pues si tendrían que cambiar de compañero para no afectar su trabajo, lo bueno que ellos dos solo son compas ¿no? :3
El proximo capítulo veremos la charla que les dará Rich sobre su desempeño y todo eso, también el regreso de los chicos con sus respectivas parejas y ver como reaccionan al volver a su vida como tanto querían ¿se sentirán contentos o decepcionados? bueno ya veremos xD
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 21: De vuelta a la realidad.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Habíamos llegado a Virginia demasiado temprano, lo primero que teníamos que hacer era escuchar a Rich sobre nuestra misión, al llegar a la sede vamos directamente hacia allí, aunque nos movemos con algo de lentitud ya que solo habíamos tenido tres días de reposo, yo aun sentía el dolor en mi costado algo punzante y diría que hasta me quemaba un poco, Roier dijo que tal vez deberíamos ir al hospital aquí en Estados Unidos, pero le deje claro que estaba bien, no era la primera vez que recibía un disparo... aunque bueno esta vez si salí herido, pero no le di importancia, los médicos me dijeron que estaría bien en una semana para volver a la vida cotidiana... sin contar que no debo tener trabajo de campo por un mes entero.
La junta con nuestro jefe no fue muy reconfortante, nos llamo la atención al involucrarnos en investigaciones externas a la nuestra como la de los chicos de trafico y el asesinato de aquella chica, que pusimos en peligro la operación, como era de esperar ni Roier ni yo nos quedamos en silencio, defendimos nuestro punto de vista y que las ordenes son absurdas cuando uno esta en el campo sobre todo porque nuestro trabajo es ayudar a la gente, que intentar ignorar lo que sucedía solo seria peor para nosotros, Roier dijo que la operación nunca corrió ningún tipo de peligro al haber tenido comunicación con la policía francesa y todo salió como se supone que debería haber salido.
Claramente Rich no estuvo de acuerdo porque si las cosas hubieran salido según el plan ni Roier ni yo hubiéramos salido lastimados, como era de esperar nos asigna trabajo de escritorio cosa que ambos sabíamos de sobra porque teníamos instrucciones medicas sobre ello, que quería nuestros informes sobre la operación impecables, que todos los detalles relevantes deberían estar ahí para el papeleo, que esto debía estar impecable porque Orlov había sido capturado, así que ahora tenían a Ivanov y Orlov bajo custodia esperando juicio.
Una vez termina de reprendernos por nuestras decisiones se hace el silencio solo por unos segundos para después felicitarnos por un excelente desempeño, por haber salvado a un grupo de jóvenes que estaban siendo maltratados y traficados, pero también nos advierte que si continuábamos siendo unos kamikaze no subiríamos mucho de puesto, nos despacha con una ultima felicitación, Roier y yo salimos de ahí con una mirada cómplice, siempre era así en estas juntas, nos reprendían como si fuéramos niños pequeños para después felicitarnos y despues las advertencias, entendíamos que el trabajo de Rich era cuidar de sus agentes y darles advertencias, así que nada de lo que dice me lo tomo personal.
Salimos de las oficinas del FBI tranquilamente, una vez fuera suspiro entendiendo que debo ir a casa... ahora que estábamos acá no tenia ganas, no quería tener que lidiar con Mictia y su drama que armaría, mi amigo ve el cielo con detenimiento mientras respira lentamente, después voltea a verme atentamente.
— Sí te sientes mal o algo me avisas, seguramente Tina podría revisarte sin problema — palmea mi hombro amistosamente, por alguna razón su acción me incomoda un poco.
— Dale, gracias amigo — regreso la palmadita de hombro por reflejo, me sonríe ampliamente.
— Bueno, yo ya me iré tengo chingos de sueño, aprovechare el resto del día para dormir... cualquier cosa llámame wey y sí las cosas en tu casa se descontrolan un poco sabes que siempre eres bienvenido a la mía.
— Bien — solo asiento algo rígido, no sabia como actuar, me sentía confundido por alguna razón, lo único que tenia bastante claro es que ya no había ninguna razón para ser tan cariñoso con mi amigo, ya no teníamos que fingir estar juntos y eso por alguna razón me hacia sentir extraño.
— Nos andamos viendo wey — se da la vuelta y se aleja a paso tranquilo, lo veo sacar su teléfono, me imagino que va a llamar a su mina para avisarle que ya andábamos acá... si es que no le aviso antes de abordar nuestro vuelo en Francia.
Solo lo observo hasta que detiene un taxi en el cual se mete y desaparece de mi vista, camino a la dirección contraria caminando hacia mi apartamento, comienzo a cuestionarme si es buena idea llamar a Mictia para avisarle que llegue a la ciudad o simplemente llegar a casa, seguramente ella estaría laburando en este momento por lo tanto no se daría cuanta que volví hasta que ella misma llegara a casa, a decir verdad no tenia ganas de verla ni hablar con ella, sabia lo que eso significaba, después de todo estuvimos sin comunicarnos por un mes, a eso súmale que no quiso despedirse de mi cuando partí, eso solo me traería más problemas porque dirá que no lo intente lo suficiente y que yo fui quien no le mando ni un mensaje cuando no lo tenia permitido y a decir verdad tampoco lo pensé.
Decido mandarle un mensaje de voz por WhatsApp, fue algo sencillo como: "Che, hola... ¿Cómo andas? solo te aviso que ya volví a la ciudad, estaré en casa descansando, nos vemos en un rato" no dije nada más, pensaba en disculparme por el quilombo, pero a decir verdad ya me había cansado de disculparme por mi laburo, había entendido que a ella no le interesaba ni tampoco querría entender que esto es lo que hago y lo que soy.
Tomo un taxi y le doy mi dirección, llego a mi apartamento en menos de veinte minutos, agradecía que nuestras maletas se habían quedado en la agencia para separar la evidencia de nuestras cosas personales así que no tenia que cargar ninguna maleta, una vez en mi edificio entro a paso lento, cuando estoy frente a mi puerta suspiro antes de ingresar, todo estaba ordenado como de costumbre, pero noto que el bolso de Mictia que siempre usaba para el trabajo esta en el sofá de una plaza.
Me desplazo por el apartamento y al abrir la puerta de nuestra habitación ahí esta ella en pijama, tiene puesta una mascarilla y esta viendo la televisión, cuando me ve se endereza de golpe, se desata el cabello dejándolo caer con naturalidad y se saca la mascarilla de encima limpiándola con toallas húmedas, después su postura se vuelve recta y seria... no lo entendía.
— ¿Qué haces acá? — pregunto directamente, ella parece ponerse nerviosa.
— No sabia que volvías a casa hoy, pudiste avisarme, ¿Por qué no me avisaste? — se pone a la defensiva.
— Te mande un mensaje cuando salí de la agencia — ella hace una mueca molesta.
— Siempre avisándome a la ultima hora, nunca te tomas el tiempo para escribirme, ese mensaje debiste mandarlo cuando terminaste el caso, no cuando ya saliste de la agencia y venias a casa, ni si quiera te dignaste a llamar en todo este tiempo — comienza a despotricar parándose por completo de nuestra cama, suspiro cansado.
— Estaba laburando Mictia, estaba envuelto en todo un quilombo en el cual si te contactaba no solo me ponía en peligro a mi y a Roier, sino también a vos, te he explicado muchas veces esto — me siento en nuestra cama sosteniéndome el costado.
— ¿Te hirieron? — pregunta parándose frente a mi, asiento con la cabeza viéndola a la cara, por un momento creo ver que eso le alegra, pero no estaba seguro o si solo estoy alucinando — bueno, no me sorprende siempre haciéndote el héroe, tal vez así por fin entiendas que ese trabajo no te dejara nada bueno — se encoje de hombros, siento la molestia burbujear en mi estomago.
— Salve alrededor de veinte jóvenes que estaban siendo traficados, además de lograr un arresto sumamente importante, claro que mi laburo es importante y no solo porque lo digo, son hechos... hechos que seguramente saldrán en las noticias de las diez de la noche — digo con los dientes apretados, rueda los ojos mientras bufa cruzándose de brazos.
— Claro, ayudando a los demás pero no puedes ayudar a tu prometida con la organización de la boda ni tampoco puedes estar para mi cuando te necesito — tomo una profunda respiración, no se en que mierda pensaba al creer que extrañaba mi casa, fui un boludo, claro que no extrañaba esta mierda.
— ¿Qué hacías acá Mictia? se supone que estas laburando — su semblante altanero se tambalea.
— Bueno... me tome uno día libre, estaba muy cansada, ¿ahora vas a cuidar que hago y que no? — dice con veneno, solo la observo con detenimiento, nunca había cuestionado el laburo de mi mina, pero ahora que lo pienso pudo simplemente mentirme que seguía trabajando porque yo soy quien paga todas las cuentas, le regalo cosas, ella nunca ha puesto ni un solo centavo desde que vivimos juntos.
— ¿Te despidieron? — pregunto directamente para confirmar mis sospechas, ella resopla dándose la vuelta indignada.
— Claro que no, sin mi esa consultoría de moda se iría a la bancarrota, soy su gran estrella, mi trabajo si que es importante.
— ¿Qué haces con el dinero que ganas? — continuo con mi interrogatorio manteniéndome serio y distante.
— Lo que haga o no haga con mi dinero no te incumbe, es mi dinero y lo gasto como se me da la gana — se echa el cabello hacia atrás evitando verme.
— Pregunto porque me suspendieron por dos meses sin paga, necesitare que me apoyes estos meses con las cuentas — miento un poco, noto como se pone realmente rigida.
—¿Por qué debería pagar las cuentas? se supone que tu eres el proveedor, busca otra cosa que hacer por esos dos meses, mesero tal vez o entrenador personal, no lo sé, ese ya es problema tuyo — se dirige hacia nuestro baño privado huyendo de la situación.
— Estoy lastimado Mictia, debo estar en reposo, no creo que te afecte pagar dos meses las cuentas, te lo pagare cuando vuelva al laburo — continuo presionando siguiéndola impidiendo que cierre la puerta del baño.
— ¿Te importa? me voy a duchar — vuelve a intentar cerrar la puerta.
— No, no me importa te conozco desnuda a la perfección, debemos hablar esto, es re importante — bufa volviendo a darme la espalda.
— No voy a pagar nada, siempre dijiste que podrías mantenerme, bueno demuéstralo, eres el hombre de esta relación — no se mueve de su sitio, noto que esta atrapada.
— Vos no tenés trabajo eso es lo que pasa... ¿desde cuando no laburas? — cuestiono molesto, nunca me lo dijo.
— ¿Eso que importa?
— Me importa porque me has estado mintiendo, sos... sos re egoísta estas cosas me las debes decir — digo con rabia, se voltea completamente roja viéndome con resentimiento.
— ¿Por que debería decirte? tu pagas todo, no necesitábamos ese dinero... deje mi empleo desde que vivimos juntos — solo niego sintiéndome un pelotudo total.
— Más de un año Mictia, me estuviste mintiendo más de un año — casi grito, pero trato de contenerme.
— ¡Y que!, te alteras como si te hubiera estado engañando, esto no nos afecta en absolutamente nada, solo... déjalo pasar así como yo dejo pasar tu gran ausencia — me doy la vuelta colérico, salgo de nuestra habitación dispuesto a largarme del apartamento, sino lo hacia comenzaría a gritar de verdad, necesitaba calmarme un toque.
— ¿A donde vas? — me sigue de cerca, cuando intento abrir la puerta principal se pone en mi camino bloqueando mi paso.
— Quítate — gruño dejando ver mi molestia.
— No tienes derecho a enojarte, quería ser una esposa que te espera con la comida caliente, además dijiste que no te molestaría si quería dedicarme a nuestro hogar — se defiende rápidamente.
— ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? ¿Dónde vas en el día Mictia? — hace una mueca insegura — ¡RESPONDEME! — da un respingo en su sitio.
— Me quedo aquí en casa, finjo arreglarme, salir... voy a desayunar a un restaurante con mis amigas y después vuelvo a casa... espero ya sea viendo una serie o algo así, después tomo mi bolso, salgo a dar un paseo, compro algo que me guste y vuelvo a casa de nueva cuenta y finjo volver del trabajo — eso solo me hace sentir más molesto.
— Ahí es a donde se va el dinero — digo bajo... amenazante, ella se encoje en su sitio — vos dijiste que las cosas ahora estaban subiendo de precio, que necesitabas más para la comida y yo te di el dinero sin preguntar... sos... sos una... — me muerdo la lengua para no insultarla.
— Spreen... tu dijiste que o había problema con ser ama de casa — vuelve a decírmelo ahora bajito y viéndome con ojos brillantes de cachorrito pateado, pero no me interesaba, yo no caería ante sus manipulaciones... no de nuevo.
— ¡El quilombo acá no es que quieras quedarte en casa, ni si quiera la plata, vos me has estado mintiendo por más de un año, me has estado reclamando por no estar con vos... de solo pensar en que pude haber dejar mi laburo por que vos me lo pedias!... ¡¿De que hubiéramos vivido!? ¿¡Acaso sos pelotuda!?, me has estado viendo la cara por todo este rato y yo todavía como imbécil me disculpaba con vos... sos... sos simplemente — gruño en vez de apartarla y salir la veo con dureza — lárgate de mi casa.
— Spreen, amor... no es tan grave como crees, lo prometo, no hacia nada malo, te amo, por favor vamos a arreglar esto, te juro que no gastaba mucho dinero, por favor no hagas algo de lo que te puedas arrepentir después, nosotros somos perfectos juntos, sé que estuvo mal no decirte, pero no quería decepcionarte y...
— Salí de mi casa — repito completamente serio y frio, noto como sus ojos se llenan de lagrimas, poco me importa en este momento — salí o llamo a seguridad... o puedo arrestarte por invadir propiedad privada.
Me esquiva entre sollozos, toma su horrendo bolso y sale del apartamento con un fuerte portazo, suspiro realmente cansado... apenas era la una de la tarde, pero yo sentía como si fueran las once de la noche, voy hacia la sala dejándome caer en uno de los sofás, me encuentro realmente agotado, tenia ganas de llamar a Roier, contarle todo este quilombo, pero sabia que estaría dormido o recuperando el tiempo perdido con su mina, hago una mueca inconforme... como deseaba yo eso, tener una relación así de sana, donde no había mentiras ni manipulaciones.
Me pongo de pie para poner la cadenita de la puerta principal así me aseguraba que Mictia no entrara al apartamento, después me voy a mi pieza con toda la intención de dormir, había sido el peor regreso de misión que pude haber imaginado, estoy viendo hacia el techo... no ha pasado ni un día y ya extraño el calor corporal de mi amigo a mi lado, tomo una de las almohadas y la abrazo con fuerza... me sentía para la mierda, pero no había nada que pudiera hacer, yo había elegido a Mictia como prometida y ahora estoy pagando las consecuencias.
° Roier °
Había llegado a casa la cual estaba completamente vacía, Tina tenia turno de cuarenta y ocho horas, pero hablamos un poco por teléfono, ella parecía muy contenta al escucharme, me dijo que intentaría ver si podian cubrirla para venir a casa, le dije que no se preocupara, que estaría esperando por ella tal como ella hacia conmigo, al final de cuentas ese era nuestro acuerdo, ella dijo que era el mejor novio del mundo y que me amaba mucho, que nos veríamos por la noche o hasta el siguiente día dependiendo si conseguía quien le quisiera hacer el favor de cubrirla, nos despedimos porque la llaman por una emergencia.
A decir verdad me sentía sumamente relajado, había extrañado demasiado mi casa, mi cama la cual estaba repleta con el olor de mi chica, ni si quiera tardo en quedarme dormido, me sentía completamente seguro y en paz, para mi buena suerte no sueño con absolutamente nada, despierto al sentir que la cama se hunde a mi lado, abro los ojos desorientado y antes de poder enfocar del todo siento unos labios presionándose contra los míos... era Tina, era sumamente sencillo reconocerla, su pequeño cuerpo encima del mío
— ¿Cómo fue tu misión my love? — pregunta con una sonrisa cálida, por reflejo volteo hacia la ventana, ya era de noche, mi estomago decide protestar por comida, le saco una sonrisita — vamos, traje la cena — se pone de pie tirando de mis manos, la sigo con sin rechistar.
— Me fue... relativamente bien, me cayo una caja encima, solo una contusión así que estoy muy bien — ella me voltea a ver, una vez me siento en una de las sillas comienza a revisarme con atención.
— Una contusión puede ser peligrosa honey — solo hay preocupación en su voz, me da un beso en la frente.
— Estoy bien linda, tuve unos excelentes médicos allá en Francia, ya no duele nada de nada — ella me observa con detenimiento.
— Bien... pero te estaré vigilando — me planta un casto beso en los labios.
— Claro... adivina quienes se besaron y porque Spreen y yo — eso la hace reír, sus ojos brillantes de cariño y alegría.
— Que novedad, no lo pude haber imaginado — dice con sarcasmo divertida.
Comienzo a contarle todo sobre la misión, como al principio nos incomodaba toda la situación, pero terminamos acostumbrándonos, le dije absolutamente todo sobre mi comportamiento y el de Spreen, los besos, las veces que nos abrazamos, que me llegue a sentar en el regazo de mi amigo, ella no parece molesta ni si quiera un poco incomoda con la idea, solo se ríe alegremente y se burla un poco, aunque hay momentos donde me toma la mano dándome caricias dulces cuando le decía lo frustrante que era para mi no poder ayudar a esos pobres chicos, ella solo me escucho atentamente y comentaba brevemente cuando tenia algo que decir.
— Eres tan fuerte Ro, tal vez no salió tal y como esperabas, pero ayudaste a mucha gente... eso es increíble — me da un casto beso en los labios.
— Al menos ya termino... ¿Cómo fueron estos días sin mi?
— Solitarios... no hubo novedades jugosas en el trabajo... solo espero que no te gusten más los beses de Spreen que los míos — se sienta sobre mis piernas abrazándome por el cuello.
— Mmmh... no lo sé... déjame probar un poco — bromeo un poco antes de besarla lentamente.
— ¿Y bien? — murmura sobre mis labios, sus manos ya están bajo mi camiseta.
— Aun no lo sé... necesito probar mejor.
Nos envolvemos en una sesión de besos ardientes, Tina no tarda nada en intentar quitarme la camiseta, me incorporo un poco subiéndola en la mesa apartando los paltos y vasos vacíos, se escucha el estruendo de que algunos se rompen contra el suelo, poco me importa, al separarnos me saca la camiseta.
— ¿Entonces? ¿Cuáles te gustan más? — dice metiendo sus manos bajo mi pantalón y ropa interior, suspiro sintiendo la temperatura subir rápidamente.
— No hay duda de que tu me provocas cosas muy diferentes y es más que obvio que puedes sentirlo — nos reímos con complicidad, ella parece querer recuperar el tiempo perdido y a decir estoy completamente de acuerdo, lastima que despues deberíamos limpiar el desastre que haríamos, pero la primera ronda sobre la mesa siempre era excitante, espero no despertar muy cansado porque debía ir a trabajar mañana.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
Como pueden ver estuvo intenso el capítulo, Spreen descubrió que Mictia le había estado mintiendo desde hace mucho tiempo, claramente eso no le gusto para nada... pero quiero aclarar que no porque le dijo que se fuera de su casa significa que hayan terminado oficialmente, como pueden esperar Mictia no se quedara de brazos cruzados y perder al "amor de su vida", aunque a decir verdad ella ama a Spreen más por lo que le da y no por lo que es, como saben para ella el trabajo de Spreen y lo que eso significa para el son idioteces, claramente si quiere reconciliarse con el oso deberá ponerse las pilas y dejar de andar chingando con ese tema... ¿ustedes creen que Spreen la perdone?
Me causa gracia que se puede notar las grandes diferencias en ambas relaciones, mientras Sprite tiene una relación toxica el Roier tiene una relación armoniosa... pobre del Speren él extrañando a Roier y Ro dándole amor a Tina jajaja, ni modo, eso pasa cuando te pones caliente, pero también hubo algo importante en dicha interacción entre Tina y Roier... ¿lo notaron? ¿no?... pues les digo, Roier no le dijo a Tina que le gustaban más sus besos que los de Spreen, no negó ni acepto nada, dio una respuesta alternativa que es diferente... así es gente, Roier es consiente que sintió diferente con Tina y con Sprite... pero aun esta el tema... como pueden ver a Roiler se le paro la mazacuata con Tina, con Spreen eso jamás paso... ¿acaso Ro tendrá una erección con Sprite pronto?
También tengamos en cuenta que Spreen y Roier jamás se besaron de verdad... ósea solo eran labios contra labios, nunca intentaron profundizar, nada de movimiento de labios o intentar de involucrar lenguas, solo eran besos de sus labios juntos, ya fueran piquitos o más prolongado, pero como dije sin ningún tipo de movimiento, así que es normal que con Tina se ponga caliente porque ellos si se besan acá intenso y esas cosas.
Como sea, no se preocupen o desanimen, la relación de Roier y Spreen seguirá creciendo, el siguiente capítulo los veremos como se adaptan a su realidad, una donde no andan tomados de la mano o abrazados todo el tiempo, donde no se besan... donde Sprite tendrá que disimular esas miradas que le echaba al Boiler, en fin aun tienen mucho que resolver entre ellos, además de nuevos casos que se les asignaran, alta emoción la neta xDD.
En fin, eso fue todo por el capítulo de su novela de las diez y media, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 22: Trabajo de escritorio.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estoy llegando a la oficina después de un reencuentro intenso con mi chica, me sentía cansado pero con muy bien humor, había extrañado mucho esta normalidad sé que sonara insensible, pero lo que más había extrañado era mi cómoda ropa, ya nada de camisetas transparentes que enseñaban de más, nada de piercings falsos en los pezones que me habían hecho perder la sensibilidad en esa parte de mi cuerpo, Tina me dijo que eso solo dudaría unos días, ya no soportar a ese maldito ruso loco que nos vigilaba y nos seguía como un maldito halcón, ya no tenia que actuar como una chica básicamente, ahora podía ser yo mismo y eso me hacia sumamente feliz.
Al entrar al complejo saludo a todos de forma enérgica, muestro mi identificación como siempre ya que era protocolo, todos debíamos hacer esto sin excepciones no importa si ya nos conocíamos de años, subo al ascensor tarareando una canción, cuando llego a mi piso camino completamente tranquilo, aun era algo temprano, incluso creí que había sido el primero en llegar, pero no, Spreen ya estaba en su escritorio con rostro serio concentrado en su computadora, me acerco tranquilamente.
— Hola, ¿Qué haces aquí tan temprano? — le pregunto recargándome en su escritorio, voltea a verme y me preocupo de inmediato, tiene unas horribles ojeras y se ve mal — Spreen.. 'que te paso? — acaricio su mejilla como acto reflejo, debía quitarme esta costumbre que había tomado en la misión de tocarlo tanto.
— Amigo, no sabes el gran quilombo que se armo en mi casa anoche, no pude dormir ni mierda, me siento re agotado — recarga su rostro en su mano mientras suspira.
— Wey te dijo que si algo pasaba podías ir a mi casa sin pedos, mírate, te ves bien culero... sin ofender.
— No quería interrumpir, seguramente querías pasar tiempo con tu mina, además son mis problemas y yo debo resolverlos, ya no soy un nene chico, boludito — ruedo los ojos ante su obstinación, me desplazo a mi escritorio que esta a un lado del suyo, dejo mis cosas y me siento.
— Uy pues perdón por preocuparme por ti — prendo mi pc para comenzar a trabajar.
— Mejor contame, ¿Cómo te fue a ti? — su atención vuelve a su computadora.
— Pues bien, como te dije antes de irme, tenia toda la intensión de dormir y eso hice, literalmente dormí hasta que Tina llego del trabajo, trajo la cena y charlamos tranquilamente, le conté sobre la misión — contestó enfocándome en papeleo que me había encargado Rich por correo electrónico.
— ¿Le dijiste todo? — parece preocupado por ello, volteo a verlo confundido.
— Sí... bueno sobre el proceso del juicio no porque aun esta en curso — hace una mueca, parece incomodo.
— Amigo, ¿Cómo veré a tu mina a la cara? ahora sabe que nos besamos — se remueve en su silla.
— ¿Quiénes se besaron? — pregunta Osvaldo llegando, su escritorio estaba frente al de Spreen.
— Nosotros — respondo sin pena ni algún complejo.
— Ah, pues que bien ¿no? — nos pregunta igual de tranquilo, Spreen parece querer que la tierra se lo trague.
— No podés andar diciendo eso como si nada boludo — me reprende de mal humor.
— ¿Porque? fue por trabajo wey.
— Pensaran que sos re trolo — ruedo los ojos divertido.
— Bueno, no es algo que me afecte o importe, ¿Qué si lo soy?
— No lo sos — dice con un gruñido molesto.
— Definitivamente hoy estas de malas... ¿quieres un masajito de espalda? — bromeo un poco haciendo a Osvaldo reír, en eso también llega Aldo y nuestros demás compañeros.
Decido dejarlo tranquilo, era evidente que no aguantaría mucho bromas ni que lo molesten, el día pasa bastante tranquilo, el trabajo de escritorio siempre lo era aunque más estresante que el de campo, odiaba el papeleo sobre todo el que no era mío, ponerme a contabilizar el numero de bolígrafos que se gastaros este mes en la unidad era una pendejada, una que no debería estar haciendo yo, pero que de todas formas me tocaba porque al parecer esa era mi castigo por desobedecer ordenes directas.
Lo cual se me hacia injusto, ¿acaso no era nuestro trabajo ayudar a la gente? bueno tal parece que si nos desviábamos un poquito de las ordenes eso ya era insubordinación, hoy saldríamos a las cinco de la tarde, había invitado a mi amigo a comer para que pudiéramos charlar un poco y se pudiera desahogar, además quería subirle el animo porque hoy por las ocho de la noche se supone que iríamos a un bar todos para celebrar que el caso ya estaba cerrado, ya se lo habíamos pasado al equipo legal y solo seriamos llamados a declarar cuando el caso llegara a la corte.
— ¿Qué te gustaría comer? — le pregunto mientras salimos de la agencia.
— Lo que sea amigo, me estoy cagando de hambre.
Nos subimos a la camioneta que nos da la agencia y él conduce tranquilamente, lo dejo tomar la decisión que vamos a comer, mientras le mando mensajes a Tina avisándole que llegaría tarde a casa, me contesto de inmediato diciendo que no había problema que tomaría su turno de cuarenta y ocho horas porque ayer la habían cubierto, le deseo suerte y que si necesita que le lleve algo al trabajo me avise y lo hago sin drama.
Llegamos a un restaurante de comida variada, la mejor decisión que mi amigo pudo haber tomado, entramos al establecimiento que estaba medio vacío, cuando estamos por sentarnos Spreen recorre mi silla, lo veo divertido, resopla soltando mi silla y se sienta enfrente.
— La costumbre boludo, ya se me quitara — se encoje de hombros.
— No me estoy quejando mi amor, que bonito que me consientas tanto — le guiño un ojo de forma coqueta, rueda los ojos, pero sonríe.
Nos quedamos en silencio unos minutos mientras decidimos que es lo que vamos a pedir, una vez nuestros platillos ya están siendo preparados apoyo mis manos sobre la mesa observando a mi amigo, se veía realmente cansado.
— ¿Qué paso ayer con Mictia? — pregunto directamente.
— Ella estaba en casa en cuanto llegue, cuando le pregunte porque no estaba en el laburo solo dijo que se había tomado un día libre, no voy a hacer el cuento largo, solo que comencé a cuestionarla porque me parecía re raro su forma de contestarme, al final me entere que no tiene laburo desde que comenzamos a vivir juntos y todo este rato llevaba mintiéndome y manipulándome sobre no estar en casa con ella, como podrás imaginar la pelea fue bastante fuerte, la corrí de mi casa — recarga su rostro en su mano con un suspiro.
— Wow lo siento mucho Spreen... ¿Cómo te sientes? — estiro mi mano sobre la mesa tomando una de las suyas dándole un apretón reconfortante.
— No lo sé boludo... todo me parece re irreal aun, no puedo creer que Mictia me estuviera mintiendo por tanto tiempo, al principio estaba re enojado, pero ahora... solo puedo pensar que soy un gran pelotudo por haberle creído todo lo que me dijo ¿Quién me asegura que no me mintió en más cosas?
— Wey, tu no tienes la culpa de nada, al contrario ella fue la culera que se aprovecho de tu confianza y amor, tu no le dijiste que tomara esas decisiones de mierda ni mucho menos que te estuviera manipulando, simplemente son su falta de valores — le doy caricias a su mano para hacerle saber que estoy con él.
— Yo que sé... ahora tendré que decirle a mis padres sobre este quilombo... a mi madre le agradaba Mictia — suspira recargando su peso en la silla apartando su mano de la mía, justo en ese momento nos sirven nuestra comida.
— Mira no tienes porque hacer todo ahora mismo, tomate tu tiempo para procesar las cosas y una vez estés listo pues decirle a tus padres, al final del día no tenían fecha para la boda, puedes tomarte todo el tiempo del mundo — solo asiente mientras comienza a comer — si quieres puedes quedarte en mi casa unos días, sabes que el cuarto de invitados siempre esta listo para ti, si quieres puedo ayudarte a conseguir otro apartamento... lo que necesites rey, te apoyo.
— No quiero cambiar de casa, eso es un quilombo re fastidioso, ella debe conseguir algo propio, ese siempre fue mi apartamento — gruñe molesto, como si yo hubiera dicho lo más pendejo que pude haber dicho.
— Lo sé, pero muchas personas al terminar con una relación tan seria deciden iniciar de nuevo.
— ¿Quién dice que terminamos? — solo puedo verlo confundido.
— Ammm... bueno pues lo diste a entender... ¿piensas perdonarla? — me remuevo incomodo en mi lugar, era indignante que Spreen se dejara pisotear de esa manera.
— No boludo, ni en pedo... solo que no terminamos, no formalmente — cierra los ojos con fuerza mientras niega con la cabeza — aun tengo que resolver eso.
— Puedes mandarle un simple mensaje, sé que es de cobardes, pero no le debes nada — me encojo de hombros y continuo comiendo.
— Amigo, estábamos comprometidos, no creo que terminar por mensaje sea algo bueno.
— ¿Quieres el anillo de vuelta? porque sino es así no entiendo que más deben aclarar.
— Roier, me estas re presionando... no sé si quiero terminar así las cosas — ruedo los ojos con molestia.
— Bien, has lo que quieras cabrón, ya mejor me callo.
El silencio se hace, sé que no era mi decisión lo que él haría con su relación, pero estaba jodidamente harto, Spreen ya le había pasado tantas cosas y que aun dudara después de su pelea me daban ganas de abofetearlo, pero no era mi vida, él era el único que debía decidir que hacer.
Una vez terminamos decido pagar la cuenta, Spreen solo me agradece con un asentimiento de cabeza, nos ponemos de pie y salimos aun en un silencio bastante incomodo a decir verdad, pero tal como prometí no diría más sobre el tema, no solo porque a él le molestaba, sino que yo también tenia un limite, si él no quería entender era cosa suya, tal vez fuéramos amigos super cercanos que se dicen de todo, que se apoyan y esas cosas, pero creo que me desgasto más yo que él cuando se trata sobre su relación con Mictia.
— ¿Iras a la celebración de al rato? — decido cambiar de tema.
— No lo sé, creo que debo descansar un toque, no me siento del todo bien — se mantiene distante sin verme.
— Bueno, ahí le avisas a esos weyes si vas o no... deberías irte a dormir de una vez y así descansar más.
— Apenas van a ser las seis Roier, es re temprano.
— Mmmh... bueno creo que aquí nos despedimos — digo removiéndome incomodo, saco mi teléfono para pedirme un uber, dejaría que Spreen se llevara la camioneta, pero me sostiene del brazo.
— Perdona si fui re amargado, es solo... que no sé que hacer con todo, me siento re confundido no por lo sucedido sino en como manejar las cosas, ella fue la primera mina con la que decidí formalizar a este punto y... me siento re estúpido, amigo, en verdad... no sé porque deje que las cosas se pusieran tan mal — noto que su voz tiembla un poco.
— Esta bien wey, tranquilo — lo abrazo con fuerza importándome poco si estábamos estorbando el paso.
— Es que... ¿Por qué fui re ciego? — se aferra a mi espalda arrugando mi camiseta.
— Por que la amas, por que tu si querías formar una familia con ella... y ella solo abuso de eso — esta temblando y mi camiseta se humedece lentamente — vamos rey, debes dormir.
Comienzo a caminar aun abrazándolo por los hombres, se mantiene con la vista baja, me da las llaves de la camioneta y sube de copiloto, conduzco a su casa con calma, ambos nos mantenemos en absoluto silencio mientras Spreen se limpia el rastro de lagrimas que dejo salir, en un momento tomo su mano con fuerza para darle apoyo, me sentía muy mal por mi amigo, en menos de veinte minutos llegamos a su complejo de apartamentos.
Estaciono en el sitio que le corresponde a mi amigo y bajamos aun tomados de la mano, no decimos nada al respecto, sabia que Spreen estaba procesando sus sentimientos, seguramente ayer ni si quiera pudo pensar con mejor claridad por aun estar en shock por lo que descubrió, al entrar a su casa, él me arrastra a su habitación, se recuesta con un resoplido cansado, no dudo ni un segundo en recostarme al otro lado y nos volvemos a abrazar con fuerza, él me sostiene de la cintura enterrando su rostro contra mi cuello, solo puedo acariciar su cabello aun demasiado corto a lo que él acostumbra.
No tarda ni cinco minutos en caer dormido, pongo una alarma en mi teléfono a las ocho de la noche, me acomodo contra el calor reconfortante y cierro los ojos dispuesto a dormir lo cual logro sin mayor problema al estar acostumbrado a dormir en la misma cama que mi amigo.
Despierto de un respingo, pero no por la alarma, sino que se escuchaba que alguien estaba intentando entrar al apartamento de mi amigo, eran las siete con cuarenta y tres minutos, Spreen también se despierta ligeramente desorientado, pero cuando escuchamos que la puerta principal se sacude con un poco más de fuerza nos ponemos de pie en sigilo tomando nuestras armas de servicio que habíamos dejado en los buros a los lados de la cama.
Con una simple seña Spreen me pide que lo cubra, así que él toma la delantera, se acerca a su puerta viendo por la mirilla, resopla con fastidio, guarda su arma en la cinturilla de su pantalón lo que me hace saber que no había ningún tipo de peligro, abre la puerta de un tirón y Mictia se tropieza hacia el frente chocando contra el pecho de mi amigo, suspiro guardando mi arma, ella parece sorprendida, nos observa mientras su rostro se torna rojo.
— Yo solo... quería tomar algo de mi ropa — murmura realmente bajito.
— Bien, saldré para podas tomar lo que necesites, dale Roier — en vez de ir con él voy hacia su habitación para poder tomar mi teléfono y cartera, cuando salgo Mictia esta tomando a Spreen del brazo.
— Por favor mi amor, solo quédate y hablemos — le pide con voz lastimera, hago una mueca de fastidio.
— Te espero fuera wey — digo para que noten mi presencia, acto seguido Spreen se suelta con algo de brusquedad del agarre de esa chica.
— Toma tus cosas, cuando vuelva espero ya no andes acá — toma su chaqueta de piel del sofá, me toma por el brazo y tira de mi saliendo de su apartamento dejando atrás a su... no sé que sea.
Spreen y yo salimos de su edificio casi corriendo, no cuestiono su actitud, si yo fuera él también quisiera mantener distancia con la chica que solo me ha estado usando y manipulando a su antojo, entramos a la camioneta y comienza a conducir manteniendo el rostro completamente serio.
— Bueno... ¿quieres ir a mi casa? o podemos esperar a los chicos en el bar desde ahorita — digo lo que se me ocurre.
— Sí... creo que salir con los pibes me ayudara un toque — palmeo su muslo de forma amistosa.
— Así se habla... aunque no vayas a ponerte pedo, mañana debemos trabajar culero — él solo sonríe mientras asiente, me esforzaría por subirle los ánimos... al menos habíamos dormido un poco lo cual ya era una ayuda para él, volvería a ofrecerle dormir en mi casa más tarde, conociendo a Mictia lo estaría esperando en el apartamento para que la perdonara... pero eso ya era decisión de Spreen y no mía.
° Spreen °
Entramos al bar de Goncho con tranquilidad, aun era algo temprano y los demás seguramente aparecerían casi hasta las nueve de la noche, vamos una de las mesas de la esquina y pedimos un par de cervezas y papas para compartir, eso era lo genial de este sitio, también vendían comida chatarra, Roier apoya sus brazos sobre la mesa mientras me observa de forma relajada, sabia que estaba preocupado por mi, pero no quería hablar del tema, no de nuevo, él tenia una postura bastante rígida sobre el asunto, no es como si yo quisiera perdonar a Mictia, pero si pensaba que tal vez hablar las cosas, decirnos todo lo que pensamos y así dejar las cosas por la paz.
No podía reprochar a mi amigo por nada, desde que nos conocimos ha sido un apoyo constante sin pedir nada a cambio, incluso hoy durmió conmigo en mi cama al saber que estoy re agotado y la manera en que cubre mi espalda siempre... simplemente no podía pedir un mejor amigo que él, nos traen nuestras bebidas y papas, seguimos en silencio.
— Sabes, Aldo me conto que este fin de semana piensan ir al juego de futbol americano con los de la agencia, incluso me aseguro que Rich irá, yo aun no sé si unirme, me aburre un chingo esa madre — inicia una charla superficial.
— Nah amigo, si nuestro jefe esta yendo eso ya es andar de lame botas, además re incomodo andar ahí con él cerca, ni comportarnos como boludos podríamos porque seriamos juzgados por Rich — se ríe con ganas.
— Pendejo, lo dices como si aun fuéramos unos morritos pendejos, estamos más cerca de los treintas que de los veintes — ruedo los ojos sonriendo.
— Yo ya tengo treinta — le recuerdo con calma.
— Si es cierto... eres un pinche viejito.
La charla continua ligera con las bromas de Roier, solo puedo observarlo mientras me rio, su cabello se veía aun más rojizo con la iluminación amarillenta del lugar, recorro con mi vista su cuello y hombros, definitivamente mi amigo se veía mejor con su propio estilo, su lenguaje corporal era mucho más relajado y suelto que cuando usaba esa ropa femenina, su forma de hablar tan familiar que me hacia sentir tranquilo, estar con Roier siendo él mismo era mejor, no porque su papel de encubierto fuera malo o me incomodara, pero ahora mi amigo hablaba fuerte sin miedo a que lo escucharan, se reía con libertad y no tenia que fingir ser un twink remilgoso.
En un momento de la noche se nos unen los demás, primero llega Rivers con su pareja que trabaja en la CIA, Roier y él se saludan amablemente y mi amigo le agradece por la ayuda que nos proporciono con la información que nos paso, después llega Osvaldo con su pareja Foolish, Farfa y Aldo llegan juntos, el ambiente rápidamente se vuelve alocado, competencia de tragos, bromas, charla sobre la misión donde mostré fotos de Roier vestido demasiado femenino para su gusto, las anécdotas sobre los piercings falsos de los pezones, entre otras cosas.
El bar se iba llenando por lo tanto la iluminación cambio a uno más fiestero, luces neones iluminando nuestros rostros, Osvaldo se pierde entre la multitud con su pareja para bailar, Rivers y Producción viendo el futbol en la pantalla que estaba a nuestro lado en una charla sobre el deporte, Farfa ligando con una mina en la barra, Aldo y Roier riéndose escandalosamente sobre una pelotudes que no logro entender del todo, solo sonrió relajado viendo a mi mejor amigo divertirse, en un momento un pibe bastante bajito saco a bailar a Aldo, este acepto mientras nos hacia un gesto dejando en claro que tenia todas las intenciones de garchar con ese pibe.
— ¡Wey, para la otra hay que venir solos, siempre terminan dejándonos atrás! — dice fuerte para que lo escuche bien, solo puedo asentir mientras le doy un trago a mi octava cerveza.
— Amigo, creo que hubiera sido más fácil si tuviéramos minas que fueran amigas, así seriamos al menos cuatro — comento tranquilo, eso lo hace sonreír.
— No digas mamadas, ni de pedo funcionaria, tenemos gustos bien diferentes rey, a mi me gustan inteligentes a ti superficiales y sin cerebro — suelta mientras se toma el ultimo trago de su quinta cerveza, lo veo con una ceja alzada, era la primera vez que comentaba algo sobre el tipo de chicas que elijo.
— Pff sos retrasado — lo empujo ligeramente.
— Ey, solo dije lo que pienso aunque tampoco me hagas mucho caso, después de la tercera cerveza no tengo filtro.
— Sos un peso ligero Roier, siempre lo fuiste.
— Mmm desquítate todo lo que quieras conmigo, pero sabes que tengo algo de razón, siempre te ha gustado que admiren tus músculos y físico, siendo el centro de atención por tu fuerza... pero nunca por quien eres, si dejaras que te conocieran por tu personalidad te apuesto que encontrarías a la chica indicada porque eres muy bueno Spreen, siempre das todo por las personas que amas — dice todo aquello tomando mi mano sobre la mesa, nos quedamos viendo a los ojos por no sé cuanto tiempo, se pone de pie con una mueca soltándome.
— Voy al baño, ya me dieron ganas de mear, cuídame mi asiento — se aleja con rapidez sin darme tiempo a responder nada.
Me quedo en mi sitio pensando en lo que dijo, es verdad que siempre me enfoco en que vean mi fuerza y físico, pero es la forma más fácil para impresionar a alguien, pocas personas se interesaban de verdad por lo que piensas o por como ves la vida... pero no Roier, Roier siempre escucha, siempre atento... presente, me pongo de pie sin saber que mierda es lo que hago, solo sigo a mi amigo hasta el baño, esta acomodándose el pantalón, no se da cuenta que entre unos minutos después que él, se acerca a lavarse las manos, cuando me ve se sorbe salta.
— Pendejo, espero que le hayas dicho a Rivers que nos apartara los lugares, seguramente cuando volvemos nuestras sillas ya volaron — trata de pasar por mi lado pero lo sostengo del brazo.
— Vos si me ves por quien soy — suelto dejándolo quieto y confundido.
— Pues... si... somos amigos desde hace un chingo de tiempo wey... ya casi once años — se encoje de hombros.
— No... quiero decir... vos siempre supiste que tipo de boludo soy, desde que nos encontramos en la academia... siempre supiste Roier — parece que mi comentario lo pone nervioso, voltea hacia la puerta del baño.
— Ya estas bien pedo cabrón — bajo mi mano para tomar la suya, nuestras miradas se encuentran.
— Roier... ¿Por qué me dejabas besarte? — me ve completamente sorprendido.
— Yo no... no lo sé... siempre fueron bromas Spreen, además estábamos trabajando — se encoje de hombros.
— Claro... bromas — subo mi otra mano a su cuello sosteniéndolo para que no se vaya, siento como contiene la respiración.
— Spreen... suéltame, estas borracho y dolido por lo de Mictia, volvamos con los demás — la vibración de su voz contra la palma de mi mano hace que un escalofrió me recorra.
— Tenés unos labios suaves ¿sabias? — su rostro se ruboriza ligeramente.
No lo dejo contestar, decido seguir mi impulso que llevo reteniendo desde que hace un rato porque ver a Roier reír y sonreír siempre era increíble y ahora que sabia como se sentían sus labios no había dejado de pensar en ello, esta vez es diferente, mi amigo esta quieto incluso retiene la respiracion, muevo un poco mis labios con una caricia anhelante, pero no corresponde lo que me hace sentir triste, estaba por apartarme, pero mi amigo me toma por los hombros y también mueve sus labios, las cosas escalan rápidamente después de eso, apoyo a Roier contra la pared metiendo una de mis rodillas entre sus piernas para presionarlo y se quedara en quieto.
Muevo mi mano de su cuello a la nuca enterrando mis dedos en el nacimiento de su cabello tirando un poco haciéndolo quejarse, aprovecho eso y meto mi lengua en su boca, ahora me abraza con fuerza acercándome más, bajo una de mis manos a su cadera, noto que se pone de puntillas porque el ángulo del beso cambia haciéndolo más cómodo, nuestras lenguas se encuentran, se acarician y provocan como si fuera una danza coreografiada, como si nuestras bocas ya se conocieran de años cosa que es errónea, era la primera vez que nos besábamos de esta manera.
Él es el primero en alejarse, no me quejo al contrario, beso la comisura de su boca, después su mejilla, mandíbula y luego su cuello donde su fragancia inunda mis fosas nasales haciéndome suspirar, simplemente en estos momentos estoy siguiendo mi instinto, paso mi lengua a lo largo de su yugular sintiendo su pulso acelerado, saboreando el sabor salado de su piel, él jadea un bajito apoyando sus manos en mi pecho empujándome un poco.
— Spreen... Spreen detente — muerdo su cuello en protesta, pero hago caso, cuando nuestros ojos se encuentran de nuevo y veo el pánico en su mirada es cuando noto lo que hago, lo suelto como si su cercanía me quemara.
— Yo no... yo no... — me doy la vuelta y huyo de la situación ¿en que porongas estaba pensando?
— ¡Spreen!
Escucho que me llama, pero no me detengo, voy a nuestra mesa donde todos nuestros amigos ya se encuentran ahí charlando, me saludan al verme, solo balbuceo que debo irme a casa, tomo mis cosas y salgo del establecimiento, esto estaba jodidamente mal, había abordado a mi mejor amigo en el baño, lo bese de una forma tan intensa que mis manos y rodillas tiemblan, al entrar a la camioneta golpeo mi cabeza contra el volante sintiéndome como el pelotudo más grande del mundo, enciendo la camioneta, debía rajar de acá antes de que Roier viniera a buscarme con su mirada comprensiva, no necesitaba que me consolara ahora, no lo quería cerca en este momento, sabia que lo volvería a besar, solo me detuve por su expresión de pánico y agradecía que él si estuviera consiente, sino quien sabe que hubiera sucedido.
Llego a mi apartamento en tiempo record, Mictia esta sentada en el sofá y en cuanto me ve se pone de pie acercándose, pero no la dejo hablar, la tomo por los hombros y la saco de mi apartamento, lo que menos necesito ahora mismo es que ella me venga con manipulaciones metiéndome ideas a la cabeza, solo le digo que no es buen momento, ella balbucea algo, pero la ignoro, cierro con pestillo y la cadenita... necesito una ducha fría para bajar el alcohol.
Ni si quiera me saco la ropa, solo abro la llave de la regadera al máximo y entro sintiendo un gran sobresalto por el cambio de temperatura, recargo mi frente contra las baldosas, no puedo dejar de pensar en la boca de Roier, en como nos besamos como si mis labios y los suyos pertenecieran, como si ese fuera mi lugar en el mundo, su voz, sus ojos miel chispeantes, el rico sonido de su jadeo.
Gruño sacudiendo la cabeza tratando de despejar la mente, pero no lo logro, golpeo la pared sintiéndome frustrado y enojado, esto no estaba bien... no estaba bien pensar de esa manera sobre otros hombres, sobre todo de mi mejor amigo, tiro con brusquedad de mi cabello, esto había sido un gran error, uno en el que arrastre a Roier sin que tuviera la culpa, pero... lo que le dije era cierto, él siempre estaba, siempre me ha visto... simplemente Roier era... mi constante más increíble y ahora por mi boludes seguramente se alejaría de mi, mañana debía arreglar esto como diera lugar, no quería perder a mi mejor amigo, él era mucho más que eso, él ya era familia, debía pensar en como solucionarlo... aunque primero debo dejar de pensar en su boca, voz, rostro, cuerpo... esta bien, debo dejar de ser un pervertido, eso es lo que pasa... mierda ¿Cómo lo iba a arreglar?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta increíble historia... como la amo alv jajajaja ¿Qué les pareció?
Antes de iniciar con las notas de esta historia... solo paso a avisarles que la historia especial de dos años ya esta publicada, cuenta con seis capítulos hasta ahora, esa historia se actualiza todos los días hasta que termine, es SpiderBear ambientada en los juegos del hambre por si quieren darle un vistazo, bueno ya dejo el Spam, volvamos a las notas.
Ya se besaron de verdad mi gente, fue a plena conciencia... ósea si, Spreen estaba un poco borracho, pero tampoco tanto, claro que sabe lo que hizo y recordara todo con lujo de detalle, literalmente si Roier no lo hubiera alejado el Sprite hubiera querido el paquete completo, aunque se hubiera acobardado al final porque como es de esperar jamás ha tocado ni estado con otro hombre, pero ese no es el tema ahora mismo xDD, el tema aquí es que Speren no puede dejar de pensar en Roier, tanto de forma amistosa como sobre la gran y evidente atracción que siente por él, aunque lo seguirá negando, pondrá la escusa de que estaba medio borracho, que su estado de animo fue el culpable, todo menos que le gusta su compa, así son ya saben jaja.
Roier también estaba medio pedo, como dijo Spreen, él es peso ligero no aguanta mucho el alcohol, pero también fue consiente de todo, por eso se aparto, porque recordó a Tina, recordó que no era correcto hacer eso teniendo pareja, por mucho que le estuviera gustando el momento debía detenerlo, por eso su pánico, no por que fueran dos hombres, sino porque él no es infiel... o bueno era jajajaja, evidentemente le contara a su pareja sobre el asunto porque como podrán imaginar Ro se sentirá muy mal y culpable por dejar que sucediera y no solo eso, sino corresponder en un inicio, aunque se detuvo, sabe que esta mal... uff ¿Cómo creen que salga esa charla?
También podrán ver que Spreen sufrió su primer gaypanic, literalmente lo que más le perturbo a él fue que los dos son hombres, no que hizo que su amigo le pusiera los cuernos a Tina, ni si quiera pensó en eso, su consternación es tipo: mierda bese a Roier, él es hombre y ahora Ro también tendrá que procesar que beso a otro hombre, seguramente estará enojado conmigo porque ambos somos heteros y besar a otros hombres es asqueroso.... más o menos eso es lo que siente jajaja, no se preocupen, se le quitara ese pensamiento pendejo con el tiempo :3
Milagrosamente nadie los vio y tampoco se van a enterar, ya veremos como Roier y Spreen ahora manejan su amistad, sobre todo porque tienen que trabajar juntos por lo tanto verse de lunes a sábado sin excepciones sobre todo ahora que es trabajo de escritorio... ¿ustedes como creen que lo abordaran? ¿harán como que no paso nada o lo hablaran?
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 23: No era mi intención.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
— ¿No han visto a Spreen? — pregunto a nuestros amigos que están riéndose de algo.
— Tomo sus cosas y se fue, seguramente su vieja le llamo, ya sabes como es — se burla Aldo divertido.
— Pinche madre — me quejo dejándome caer a un lado de mis amigos, cubro mi rostro con mis manos, esto era una maldita locura.
— Ora... ¿Qué te traes? — pregunta Rivers confundida.
— Nada... solo... Spreen y yo peleamos — digo lo primero que se me ocurre.
— ¿Por qué wey? si son como uña y carne — pregunta Osvaldo, mientras palmea mi espalda.
— No lo sé... es que... no puedo decirlo, se va a enojar más — balbuceo, esto estaba jodidamente mal, no quería decir nada porque no me sentía orgulloso de lo sucedido.
— Bueno, como sea seguramente mañana estarán bien, ustedes siempre son así — tratan de consolarme.
Decido quedarme con ellos, no quería ir a casa eso solo me haría sobre pensar sobre todo no solo el beso de hace un momento, sino sobre la misión, sobre las actitudes que Spreen estaba teniendo conmigo, me obligo a mantener la mente despejada charlando con mis amigos, me tomo otra cerveza entre risas, estar con ellos era muy sencillo, las conversaciones fluían sin ningún tipo de dificultad logrando que me relaje completamente.
Salimos del bar a eso de las dos de la madrugada, Aldo me llevaría a casa, continuamos con una charla relajada sobre la salida donde invitaron a Rich, tal parece que iba a ser el cumpleaños de nuestro jefe y ese era su festejo por lo tanto ahora me sentía con la obligación de ir, al llegar a mi casa me despido de mi amigo con un ligero abrazo diciendo un simple: "nos vemos mañana", voy directamente a darme un baño rápido, me pongo ropa interior y me recuesto a dormir completamente tranquilo.
Despierto con un ligero dolor de cabeza, pero no algo insoportable, me tomo un par de pastillas, me alisto rápidamente para ir al trabajo, le mando un par de mensajes a Tina deseándole un gran día, una vez ya estoy listo decido tomar mi auto que casi nunca uso para ir al trabajo, normalmente me la pasaba viajando en taxi o Uber, pero me apetecía conducir y sabia que Spreen estaría usando la camioneta... cuando pienso en mi amigo me viene el recuerdo de todo lo sucedido, solo de pensar en esa charla es desgastante.
Al llegar a la agencia camino realmente lento, no quería enfrentar la situación, me sentía sumamente culpable por lo sucedido no solo con Tina, sino con mi amigo, seguramente estará muy confundido y también esta pasando por un momento difícil y yo me aproveche de eso, no había sido mi intención, solo... por un momento me deje llevar y cuando reaccione y lo aleje tenia toda la intención de que charláramos, decirle que no pasaba nada, que entendía que necesitaba apoyo y podría tenerlo conmigo.
Seguramente él solo estaba buscando una forma de sentirse mejor y yo simplemente... solo de pensar en ello me enojo conmigo mismo, fui un pendejo total, no quería agregarle más conflicto emocional, esperaba que pudiera perdonarme por aprovecharme del momento, ni si quiera sé porque correspondí... solo... sucedió, eso es todo, soy bastante consiente de que nuestra amistad evoluciono de forma rara después de esta misión, que ambos estamos... raros por razones que no entiendo del todo, fue otra cosa que simplemente sucedió, tal vez las circunstancias, fuera como fuera nuestra relación de amistad estaba en un punto... raro.
— Buenos días Roier — me saluda la recepcionista Paula.
— Hola — le muestro mis credenciales del buro.
— ¿Iras a la celebración del jefe Rich? — me pregunta mientras presiona el botón que abre las compuertas para que pase.
— Aun no lo sé, pero es seguro que sí.
— Genial... buenos días Spreen — me pongo rígido al escuchar el nombre de mi amigo, volteo de reojo y ahí esta, sigue viéndose mal, le dedico una sonrisa avergonzada y paso para que pueda mostrar sus credenciales.
Una vez pasamos subimos juntos al ascensor, el silencio entre nosotros es sepulcral e incomodo de muchas maneras, quería decir algo, pero no sabia el que, no quería perturbar más a mi amigo, sobre todo porque debe estar jodidamente confundido, así que decido dejarlo estar por el momento, llegamos a nuestro piso, para mi sorpresa se mantiene a mi lado caminando tranquilamente... ¿acaso querrá fingir que nada sucedió?, no sé si eso me hacia sentir bien o mal, pero no podía pensar en eso, estábamos en el trabajo, lo mejor seria pensarlo o hablarlo cuando estemos fuera del complejo.
El día comienza a pasar con normalidad, Osvaldo y Aldo bromeando, Rivers riéndose, Rich llamándonos la atención por estar perdiendo el tiempo... simplemente un día más en la oficina, Spreen no parecía molesto o perturbado, es verdad que evitaba verme directamente o hablar solo conmigo, pero era tan sutil que nadie lo nota, nadie excepto nosotros claro esta, sí él quería tomar distancia lo respetaría, no iba a obligarlo a charlar conmigo, obviamente al salir le diría que tengo la intención de hablarlo, pero si me rechaza lo dejare estar hasta que se sienta listo.
En un momento dejo de involucrarme en las charlas bajas, me concentro en mi trabajo y en que demonios iba a decirle a mi amigo... a mi pareja, comienzo a sentirme tan mal, culpable, no solo le falle a Spreen, sino también a Tina, comienzo a abrumarme sin poder evitarlo.
— ¿Estas bien wey? — me pregunta bajito Aldo, cuando volteo parece analizarme con la mirada.
— Me siento raro, no vuelvo a beber entre semana — trato de quitarle importancia.
— ¿Seguro? ¿te ves ofuscado?
— Sí rey, estoy bien, tranquilo — le sonrió de la forma más sincera que puedo.
El resto de la tarde pasa con este ritmo, cuando dan las cinco de la tarde para salir del trabajo siento mi estomago revuelto, salgo a un lado de mis amigos los cuales están bromeando, ellos irían a comer todos juntos, me invitan pero rechazo la oferta, no me sentía con ánimos de salir con nadie, Spreen viene en silencio, cuando todos se despiden quedamos solo nosotros dos, no parece querer huir como hizo ayer.
— ¿Quieres hablar las cosas? — digo bajito.
— Sí... vamos a tu auto a hablar — contesta al notar que vine al trabajo en mi propio carro.
— Ok — caminamos tranquilamente, pero la tensión entre nosotros era asfixiante, no sabia como comenzar la charla y disculparme como era debido, cuando entramos nos quedamos callados un par de minutos.
— Lo de ayer... no debí abordarte de esa manera, vos tenias razón, estaba un toque en pedo y no fue justo para vos — volteo a verlo con una ligera mueca.
— Wey... el que se debe disculpar soy yo, tu eras quien no se encontraba bien, que necesitaba apoyo y yo... no fue mi intención aprovecharme de la situación, ni si quiera sé porque te correspondí, fue... simplemente... no lo sé wey, en verdad perdóname, soy tu mejor amigo y no debí, nunca ha sido mi intensión lastimarte o hacerse sentir mal, solo quería apoyarte y la cague, en verdad... perdón — mi voz tiembla ligeramente.
— Roier, vos no tenés la culpa, yo te bese... sobre pase los limites y no era mi intención ponerte en esta situación, debió ser re incomodo besar a otro hombre... besarlo de verdad y también lamento haber huido, me sentía re culpable y confundido, vos sos mi mejor constante y no quiero que te sientas mal o incomodo conmigo — nos vemos entre nosotros con evidente vergüenza.
— No me sentí mal Spreen, ni incomodo... bueno si me sentí mal porque aun creo que me aproveche de tu estado de animo y también por Tina — su rostro palidece.
— Soy pelotudo — murmura mientras deja caer todo su peso contra el respaldo — no... no había pensado en eso — confiesa bajito.
— No tenias porque... el que fue infiel fui yo — voltea a verme con el ceño fruncido.
— Boludo, no quería meterte en este quilombo, en verdad, siempre sos re amable y comprensivo y ahora te obligue a...
— No me obligaste, yo correspondí, aun no entiendo de todo porque, pero no me obligaste a nada, en el momento quería ese beso, no culpare al alcohol, yo ni si quiera estaba borracho... al menos no de verdad, solo... sucedió — me encojo de hombros.
— Aun así... yo le diré a Tina que fui yo, no tenés que tomar la responsabilidad de mis acciones — volteo a verlo sorprendido, lo tomo de los hombros y lo sacudo un poco.
— Escúchame pendejo, ya te dije que no me obligaste así que por consiguiente claro que es mi culpa haber sido infiel, como tu mismo me dijiste ayer, este es mi problema y yo sabré como arreglarlo.
— Yo no... no quería que vos también tuvieras algo complicado que resolver, si vos necesitas mi ayuda estaré para vos en todo — me rio un poco divertido y sacando la tensión de mi cuerpo.
— Eso debería decírtelo yo a ti — estira su mano y antes de tocar mi mejilla se detiene y desvía la vista.
— Lo siento... debo acostumbrarme a no tocarte tanto — se sonroja ligeramente.
— Sí... me esta pasando lo mismo — nos quedamos en silencio por unos minutos.
— Entonces... ¿todo piola?
— Si wey, todo bien, no te preocupes.
— Dale — y nuevamente el silencio, parece no tener la intención de bajar de mi auto y yo tampoco le pido que lo haga.
— También te sientes raro y que no se arreglo nada ¿verdad? — digo con un suspiro.
— Sí... no sé como arreglarlo bien boludo, no quiero ofuscarte más.
— Creo que simplemente... necesitamos tiempo, quiero decir, acostumbrarnos a nuestra normalidad, tal vez solo esto del beso fue algo residual de la misión, nos acostumbramos tanto a estar pegados, a los besos... — hago una mueca, ni yo mismo me creía esa pendejada.
— Nunca había tenido problemas para dejar una misión atrás boludo... tal vez nuestro acercamiento a la muerte — ambos nos reímos ante nuestras estúpidas escusas.
— Yo digo que te enamoraste de mi — bromeo un poco, pero el se queda serio — es una broma — aclaro rápidamente.
— Lo sé.
— No te mortifiques, nos conocemos desde hace ya casi once años, solo excedimos el nivel de confianza — le doy un ligero empujón con el codo tratando de aligerar el ambiente.
— Claro... aunque lo que dije en el baño era verdad — solo puedo asentir con la cabeza sin saber que responder a eso.
— Bueno... como dije, creo que con el tiempo volveremos a la normalidad, quiero decir... a la normalidad que ya conocemos, ambos tenemos mucho que resolver, tu con Mictia, yo con Tina.
— ¿Crees que Tina se moleste mucho conmigo? — pregunta dudoso, no era secreto que ellos dos se llevaban muy bien.
— No... o al menos eso creo, cuando le dije que nos besamos dentro de la misión se lo tomo bien, con bastante humor, creo que esto será más o menos lo mismo.
— No fue lo mismo para nosotros — deja caer esa realidad que trataba de ignorar.
— Ciertamente no lo fue, pero no creo que quieras algo conmigo ¿o si? — hace una mueca de evidente asco.
— No soy gay — suelta con veneno.
— Nunca dije que lo fueras... además existe la bisexualidad — resopla ante mi comentario.
— Yo no creo en eso, o sos un trolo o no lo sos, así de sencillo y a mi no me gustan los hombres, ningún hombre jamás me podría gustar — hace demasiado énfasis.
— Bueno, yo no soy cualquier hombre — bromeo otro poco ganándome una mirada de molestia — ay, que sensible te pones, sabes que bromeo y siempre he respetado tu forma de pensar aunque no estoy de acuerdo.
— Como sea, superaremos este quilombo, no es tan grabe que nos besemos, somos amigos — solo puedo dedicarle una mirada de exasperación.
— Lo dices como si fuera algo que continuaremos haciendo, cosa que claramente no sucederá, tu no eres gay y ni de pedo te gustaría besarme — digo usando sus palabras.
— Si... tenés razón — de nuevo silencio, no se baja de mi auto.
— Ya dilo, me caga cuando te haces el interesante, solo suelta lo que piensas y ya cerremos esta conversación extraña.
— Vos sos mi mejor amigo y contigo no me molestaría... quiero decir, te tengo tanta confianza que no me incomoda que haya sucedido o que volviera a suceder.
— Wey... no te entiendo, en verdad que intento pero no me ayudas.
— Yo tampoco me entiendo... dejémoslo así, nos vemos mañana — pero no se mueve.
— ¿Que? ¿esperas otro beso? — vuelvo a bromear para que reaccione, pero voltea a verme y su vista se desvía a mi boca, me pongo rígido en mi sitio — ni lo pienses — rueda los ojos sonriendo.
— Solo bromeo, dale vos podés, pero no yo... sos re injusto Roi — abre la puerta de mi auto y se baja — nos vemos mañana.
Camina de forma segura a la camioneta, no lo veo mucho, enciendo mi propio auto y conduzco a mi casa, habíamos estado casi dos horas dándole vueltas al asunto y desgraciadamente creo que no llegamos a nada, más que un acuerdo tácito donde indirectamente fingiremos que no sucedió, no lo dijimos con esas palabras, pero claramente lo dimos a entender ambos, yo sabia perfectamente que solo ignoraríamos la gran ballena, porque no era un elefante, lo nuestro era muchísimo más complicado y grande que eso.
Porque a pesar de que me decía que no sabia porque correspondí esta charla solo me dejo en claro algo... Spreen se siente atraído por mi de una forma que ni él entiende y al parecer era algo que yo correspondo, porque ni si quiera me molestaría si mi amigo vuelve a besarme y él claramente se lo pensó aunque dijera que bromeaba, porque esa fue la mirada que me dio ayer antes de besarme, lo conozco bien, lo negara todo el tiempo y yo claramente no diré nada porque tengo pareja, una que me ama y le había fallado, no solo por haber besado a Spreen sino por permitir que mi maldito cerebro se sienta atraído por otra persona... se supone que solo coqueteo con mis amigos hombres porque soy jodidamente heterosexual y eran bromas, pero al parecer mis malditas bromas se habían puesto en mi contra y ahora tenia este maldito dilema.
Al llegar a casa son las siete y cuarenta, me preparo algo rápido para cenar, Tina llegaría por la mañana y no sabría como saludarla, como decirle lo sucedido, simplemente no sabia que hacer porque no podía de hablar de esto con nadie más, si lo hacia seguramente Spreen querrá arrancarme la cabeza... ojala nunca nos hubieran mandado a esa maldita misión así nada de esto hubiera sucedido.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia llena de drama, sé que seguramente estarán ansiando más acción en el sentido policiaco, pero primero quiero resolver algunos puntos como la relación de Tina y Roier, la de Mictia y Spreen, así que en este momento la historia estará más enfocada en desarrollo de relación, pero no se preocupen, lo policiaco seguirá, pero no en más misiones de encubierto, como sea ¿Qué les pareció?
Roier claramente tiene bastante claro que hetero, hetero no es, acaba de darse cuenta que se siente atraído por Spreen más que como amigo, no tiene claro si es algo pasajero o si es algo que ya sentía desde hace tiempo, pero al menos sabe que no solo las mujeres pueden gustarle, así es bandita, él internamente ya acepto que es Bisexual, cosa que es un gran paso para su crecimiento como personaje.
En cuanto Spreen... bueno, él tiene salud que es importante, como pueden ver para él las cosas son blanco o negro en el aspecto de sexualidad, no tiene la culpa, así lo criaron sus padres, claramente no acepta que adora a Roier, que lo quiere a su lado, que esta completamente enamorado ahr ya me proyecte jajaja, pero si , ósea creo que he dejado bastante claro que Spreen si esta más que enamorado, la forma en que ve a Roier, como desea besarlo porque claramente quería besarlo de nuevo mientras charlaban, cuando Roier se disculpo diciendo que se había aprovechado, que jamás había sido su intención lastimarlo, lit Spreen era tipo: tan divino.jpg (insertar meme de Betty la fea xD)
Solo no lo beso porque estaban hablando y sabia que estaba mal hacerlo cuando estaban intentando arreglar las cosas entre ellos y también lo pensó cuando Roier bromeo con que estaba enamorado de él y una vez más cuando le dijo que si estaba esperando un beso y se dio cuenta que sí, justo estaba esperando eso, claramente mientras va a su casa solo se dice que es algo de amigos y que es normal sentirte bien estando con un amigo.
El proximo capítulo veremos como manejan las cosas porque claramente no arreglaron nada aunque ellos fingen que sí, ¿Creen que Spreen intente besarlo de nuevo o ya se obligara a controlarse?
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 24: Tomando valor.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Habían pasado un par de semanas, no había tenido el valor de decirle a Tina sobre lo sucedido con Spreen, cada que mi pareja me besaba, cada que nos abrazábamos sentía una culpa inmensa, pero simplemente no encontraba la forma de decirlo, sobre todo porque estoy tratando de digerir la idea de mi descubierta sexualidad... ¿Cómo le explico a mi novia de años sobre mi descubrimiento? simplemente... Tina era una de las personas más importantes de mi vida, no solo éramos pareja sino que ella era mi mejor amiga desde que tenemos como doce años, simplemente nos conocíamos más de la mitad de nuestras vidas.
Y ahora debía decirle que su mejor amigo de toda la vida, ese chico en el cual confía ciegamente la traiciono por... por... ni si quiera sabia como clasificarlo y por eso no había podido decir nada, porque tampoco es como si supiera explicarlo y decirle un simple: Spreen y yo nos besamos en el baño del bar hace dos semanas, simplemente sucedió y lo siento mucho... eso era mierda, ella no merecía esa explicación vacía, sino la razón de porque deje que pasara y la escusa de que era residuos de la misión era una pendejada total, una que ni yo me la creía.
No ayudaba que Spreen y yo nos hubiéramos estado evitando de forma rara, claramente seguíamos pasando tiempo juntos, pero nunca solos, ambos poníamos excusas tontas, como: se me olvido algo en mi escritorio u otras cosas cada una más estúpida que la anterior, nuestras charlas se habían vuelto aburridas y monótonas, no me conto nada sobre su asunto con Mictia y yo no le dije nada sobre Tina ni que soy un pendejo cobarde que aun no le dice nada porque no sabe explicar lo que nos estaba pasando.
Sobre todo porque no entiendo como es que en once años de amistad nunca sentí la necesidad de estar cerca de Spreen... aunque tal vez nunca sentí esa necesidad de estar cerca porque siempre lo estuvimos, pero era diferente... diferente a esta cosa que nos pasaba ahora, esta aparente cosa que nos hacia estar en contacto porque a pesar de evitar quedarnos a solas aun estaban esos toques ligeros, ya fuera en el brazo, una caricia en el hombro, si íbamos a comer con todos Spreen seguía recorriendo mi silla ganándonos burlas, nosotros bromeábamos sobre ello aunque evidentemente nos incomodaba por lo sucedido entre en ese maldito baño.
En una ocasión nuestras manos se encontraron al tratar de tomar el mismo expediente de papeleo y en vez de alejarnos rápidamente él me dio una caricia en la palma de mi mano la cual correspondí con un apretón ligero para después continuar trabajando con normalidad, como era de esperar no tocábamos el tema, ambos fingíamos no notar estas muestras de cariño... fingíamos ser amigos cuando claramente ahora no éramos solo eso, ya no.
Sigo sin entender como sucedió, no porque no creo que no me pueden atraer otros hombres, yo no era tan cerrado de mente con Spreen, no porque me haya planteado la posibilidad sino porque literalmente tengo dos padres, ser hijo de una pareja gay abría mucho las posibilidades sin tener ningún tipo de prejuicio, pero simplemente seguía sin poder procesar porque con Spreen y porque fui un hijo de puta engañando, necesitaba hablarlo con alguien, pero no sé con quien.
— ¿Me estas escuchando boludo? — salgo de mi enredo de pensamientos.
— No, lo siento — murmuro manteniendo mi vista en la pantalla de la computadora.
— ¿Estas bien? — volteo a verlo, era la primera vez que me lo preguntaba después de esa charla en el estacionamiento.
— Sí... solo... nada — sacudo la cabeza, no quería decirle nada, no me sentía bien contándoselo porque eso añadiría más culpa a su propia conciencia.
— ¿Seguro? te ves para la mierda — resoplo sin poder evitarlo.
— Eres un pendejo insensible y yo siempre que te digo lo guapo que te ves — bromeo un poco, se ríe ligeramente.
— A todos nos dices eso pelotudo.
— Bueno, me gusta ser buen amigo.
— No cambies de tema, ¿estas bien? — y ahí estaba de nuevo, me da una caricia en la espalda.
— Solo pendejadas mías.
— ¿Quieres hablar de eso? sé que tomamos un poco de distancia, pero seguís siendo mi mejor amigo — mantiene su mano apoyada en medio de mi espalda.
— No... es... solo problemas en casa — me encojo de hombros, como si captara que no debe tocarme se aparta rápido.
— Ah... ¿Tina esta muy... molesta? — pregunta con evidente incomodidad.
— No... no se lo he podido decir —confieso evitando verlo.
— Oh — silencio absoluto, seguramente desearía no haber preguntado.
— ¿Cómo van las cosas con Mictia? — cambio de tema, hace una mueca molesta.
— Tampoco hemos hablado... no me siento... lo suficientemente estable emocionalmente, si lo hago ahora sé que volveré con ella, solo para volver a la comodidad y sentir que todo esta normal de nuevo — confiesa avergonzado.
— Esta bien tomarse su tiempo para pensar wey, si necesitas tiempo es muy inteligente que lo tomes, sobre todo porque significa que estas tomándolo con seriedad y madures — me encojo de hombros.
— Vos siempre tenés algo positivo que decir de mis decisiones — dice divertido, ruedo los ojos con ironía.
— No con todas — murmuro, pero estoy seguro que logro escucharme porque suspira de forma pesada.
— Sé que ya lo hablamos, pero lamento...
— Ya te dije que no debes, ambos tuvimos algo de culpa, ambos estamos procesándolo así que estamos bien — el asiente de forma lenta.
— También estoy tomando esto con seriedad Roier — dice bajo.
— Lo sé — le sonrió amigablemente, sonrisa que corresponde.
— Estaremos bien — de nueva cuenta me toca, pero esta vez fue una palmadita en el hombro tratando de que su gesto se vea distante.
— Lo estaremos.
Solo le doy la razón y continuamos trabajando, lastimosamente no puedo despejar la mente sobre todo porque mi mirada y la de Spreen se encuentran con demasiada facilidad, nos sonreímos, los ligeros toques... simplemente era imposible tratar de dejar las cosas atrás si lo único en lo que podía pensar era que mi amigo me quería más que como amigo, sé que dijo no ser gay, pero sus acciones y sus palabras no concuerdan... no desde que fingimos ser pareja, porque todos los días las miradas que Spreen me dedicaba, las sonrisas... la forma en que nos abrazábamos, él me besaba... ¿acaso soy un pendejo por interpretar esas señales como que me quiere como algo más que amigos?
Lo peor de todo es que eso me importaba demasiado, me importaba lo que Spreen pensaba y quería y eso me hacia sentir aun más culpable... culpable de pensar en la posibilidad de un nosotros cuando yo estaba en pareja... cuando Spreen aun estaba tratando de arreglar sus asuntos, pero... no podía evitar pensar en ello sobre todo si mi amigo esta tocándome y dándome miradas anhelantes todos los días... simplemente estaba decidido, debía hablar con Tina, decirle todo esto aunque ni yo mismo pueda explicarlo del todo... porque lo único que lograba explicar esto era que Spreen y yo nos enamoramos del otro y él no iba a aceptar eso y yo no quería aceptarlo porque eso seria tirar a la basura mi relación de años... no solo romántica, sino mi amistad.
Pero tenia que hacerlo, no solo por Tina, sino por mi... porque no podía dejarla en la ignorancia, en la duda porque lo notaba cuando me miraba, ella había notado mi ligero distanciamiento, el no poder verla a los ojos, no la había podido tocar más allá de abrazos, le ponía la escusa de estar cansado, pero ella sabia que mentía, me conocía a la perfección así que ella me estaba dando mi espacio para poder decirlo y había llegado el momento aunque no supiera bien como decirlo, no podía seguir callando.
Así que al salir hoy del trabajo me despido de forma rápida de todos, Tina estaría hoy en casa, tenia el fin de semana libre así que podríamos charlar todo lo que ella quisiera, paso por algo de comer para evitar que quiera salir y subirme el animo, cuando estoy fuera de nuestra casa siento mis manos temblar, pero tomo una gran bocanada de aire y entro a casa.
— Hola honey, ¿Cómo estuvo tu día? — me recibe con un casto beso que apenas correspondo.
— Agotador — ella se ríe mientras toma las bolsas de mis manos.
— Han sido un par de semanas malas para ti, ¿sientes alguna migraña? podría ser una secuela de la contusión — acaricia mi cabello peinándolo hacia atrás, siento un gran nudo en mi garganta.
— No es la contusión — siento mi voz temblar, ella me abraza y me hace recargar mi cabeza contra su pecho, sigue acariciando mi cabello, espalda y hombros.
— ¿Qué pasa Ro?
— Lo siento tanto Tina — la abrazo con fuerza, pero no me permito llorar, no aun.
— Esta bien my love.
— No lo esta... Spreen y yo nos besamos — ella se ríe ligeramente.
— Lo sé bobo, me lo contaste al llegar de la misión, no debes sentirte culpable de eso handsome — me aparto del abrazo para verla a los ojos.
— No Tina... Spreen y yo nos besamos... nos besamos de verdad, fue en el bar... cuando tuviste tu turno de cuarenta y ocho horas, Spreen me abordo y me beso... yo correspondí — se me queda viendo con seriedad.
— ¿Y porque correspondiste? — noto como su tono de voz deja de ser alegre.
— No puedo explicarlo del todo... ni yo puedo entenderlo del todo... solo... nosotros... yo... — hago una mueca mostrando mi frustración.
— ¿Te gusto? — pregunta directamente.
— Sí — el silencio se hace.
— ¿Ambos habían tomado?
— Sí.
— Bueno... creo que estas confundido, no te estoy justificando, te conozco perfectamente Roier, siempre sobre piensas las cosas, siempre tratas de hacer lo correcto, estas dos semanas has intentado encontrar una forma de decirme todo esto sin lastimarme porque tú eres así, porque prefieres pensar en los demás y no en ti... porque besaras a otro hombre y te gustara no significa que seas bisexual, los besos siempre se disfrutan y por lo que me contaste hace días Spreen también esta pasando por cosas, él buscaba consuelo, tu querías dárselo porque así eres.
— Tina... no es... no fue un momento de querer consolarlo... ambos hemos estado evitándolo, pero... soy bisexual — declaro seguro, ella asiente apretando los labios.
— Te enamoraste de Spreen — suelta con dureza.
— No... no lo sé... solo... tenias que saber sobre mi...
— Infidelidad — solo puedo asentir con la cabeza.
— Lo siento.
— ¿Lo sientes de verdad o solo lo dices para no herirme?
— Lo siento de verdad, nunca te engañaría.
— Lo hiciste — suelta.
— Lo sé, lo sé... en verdad lo siento Tina.
— Sé que lo sientes... pero... ¿quieres estar conmigo? porque a mi no me importa... quiero decir, no me importa que seas bisexual, sé que es algo que seguramente acabas de descubrir y que seguramente aun esta en duda... aquí lo importante es saber si me amas a mi... si esto no se volverá a repetir.
— Yo... te amo con todo mi corazón Tina... pero no sé si... no voy a mentirte... Spreen y yo estamos... manejándolo lo mejor que podemos, pero... aun es raro y... él sigue tocándome y me hace sentir...
— Él en verdad te gusta — suelta haciéndome voltear a verla.
— Yo... lo siento — es lo ultimo que puedo decir, se me salen un par de lagrimas que limpio rápidamente.
— Esta bien Roier... creo que debo comenzar a empacar — dice poniéndose de pie, rápidamente la imito, la tomo de la mano con fuerza.
— Yo me iré... quédate con la casa... esta a tu nombre, la compre para ti — muerde sus labios con fuerza, noto que trata de no llorar — en verdad lo lamento, jamás... jamás fue mi intensión lastimarte, eres... mi mejor amiga, yo te amo Tina, pero no quería mentirte, no mereces eso — digo con voz temblorosa tratando de evitar el llanto.
— Yo no... no voy a mentirte... me siento como una estúpida, estuve bromeando sobre Spreen y sobre ti... es... humillante... me duele, pero sobre todo estoy molesta contigo, porque no me contaste nada, no me dijiste de tus dudas, de tu nueva atracción por los hombres... me contabas todo Roier ¿eso cuando cambio? soy tu mejor amiga sobre todas las cosas — cuestiona soltándose de mi agarre.
— Lo sé... y lo lamento, aun confió plenamente en ti, pero esto... también es nuevo para mi, aun estoy confundido y no entiendo mis sentimientos, pero tampoco seria honesto mentirte... decirte que solo te amo a ti y que no volvería a suceder porque... seguramente estaría mintiendo.
— Te ayudare a empacar — es lo ultimo que dice.
Decido no presionar más, ella debía procesar las cosas, tenia todo el derecho de estar enojada conmigo, de odiarme si quería, no solo le falle como pareja sino como mejor amigo, de forma rápida hago mis maletas, no la obligo a charlar más, era evidente su enojo porque aventaba mis cosas, solo puedo guardar la mitad de mi ropa y algunas cosas más, tendría que volver por el resto después, ella me acompaña a la puerta.
— Lo siento mucho — vuelvo a disculparme viéndola a los ojos para que sepa que soy completamente sincero.
— Yo también... cuando vengas por lo que falta me avisas... no quiero estar aquí... no quiero verte por un tiempo ¿entiendes Roier? — lagrimas se le escapan de los ojos.
— Entiendo... yo... seguiré aquí para ti si me necesitas, no importa el tiempo que pase... siempre te apoyare — ella asiente rápido.
— Lo sé... espero y puedas resolver tus sentimientos Ro — nos damos un fuerte abrazo, mi pecho duele demasiado, pero aguanto las ganas de llorar.
Al separarnos subo mis cosas a la parte trasera de mi auto, enciendo y conduzco sin mirar atrás, porque no merecía pedirle a Tina otra oportunidad, no cuando ni yo mismo sabia lo que quería, no era justo para ella, así que solo puedo alejarme un poco y estaciono en un sitio solitario y lloro como un niño pequeño, lloro por lo perdido, lloro por no saber que sucederá, lloro por todo lo que pudo ser y por mi estupidez ya no sucederá, ya no nos comprometeríamos, ya no tendríamos hijos juntos... dolía tanto, era una gran herida, profunda, sangrante, que quemaba, pero aun así era lo correcto para ambos, porque a pesar de que amara a Tina, seguía pensando en Spreen, en lo sucedido, en lo bien que me sentía con él y Tina no merecía un amor tibio, ella merecía alguien que la adorara por completo, alguien que solo tuviera ojos para ella y esa persona claramente no era yo, solo esperaba que ella pudiera entenderlo y superarlo a su ritmo porque me odiaría a mi mismo si ella se entristece por demasiado tiempo.
No sabia a donde ir, pero claramente con Spreen no, no podía... no ahora, quería arreglar mi revoltijo de sentimientos primero, además era mejor no estar a solas con él, así que decido pasar la noche en un hotel, mañana buscaría una vivienda cerca del trabajo... jamás creí que mi vida pudiera cambiar drásticamente en tan poco tiempo, hace dos meses era completamente feliz y tranquilo y ahora... no solo descubrí que me gustan los hombres, sino que Spreen y yo teníamos algo mucho más fuerte que una simple amistad... esperaba no arruinar eso también... no le diría nada a él sobre mis teorías de que ambos sentíamos algo intenso por el otro.
Eso no me correspondía, él debía descubrir sus propios sentimientos a su ritmo, porque yo mejor que nadie sabe lo confuso y difícil que es esto, a mi me tomo dos semanas asimilarlo y aceptar que no fue un simple impulso, sino que me gusto el beso, que me gusta como me siento estando con Spreen, así como yo tuve que sopesarlo y aceptarlo, él debe hacerlo por su cuenta, de todas formas necesito tiempo para sanar, porque puede que Spreen me gustase, pero amaba sinceramente a Tina y haberla lastimado de esta forma era algo con lo que debía aprender a vivir y a superar, solo esperaba que ella pudiera perdonarme algún día.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de estos policías gays... un minuto de silencio por esta relación que ha terminado oficialmente... ¿Qué les pareció?
Lamento mucho si esperaban gritos, una bofetada o algo así, Tina no es es tipo de persona, es bastante madura y lógica, entiende que Roier este confundido y por eso termino con él, no por que no lo quiera, porque literalmente si Roier le hubiera prometido que no volvería a pasar le hubiera creído y seguirían con su relación, pero se dio cuenta que Roier no estaba confundido, que en verdad le gustaba Spreen por la expresión que puso cuando intentaba explicarlo, era justo la misma expresión que ponía cuando ambos estaban en el proceso de ser novios hace ya bastante tiempo, claramente eso le dolió, pero tampoco culpa a Roier porque entiende que en el corazón no se manda y también porque Ro fue honesto y no le mintió sobre la situación.
Claramente ambos tienen el corazón roto por diferentes razones, pero no se preocupen lo superaran a su ritmo, Ro se enfocara en aclarar justo sus sentimientos y en encontrar un nuevo hogar y Tina seguirá con su vida tal como esta acostumbrada... solo que sin Roier a su lado, no se preocupen, llegara alguien a su vida que la ame por completo y solo a ella cof cof Bagi cof cof.
Spreen claramente se enterara de la ruptura de su mejor amigo y eso lo hará sentir demasiado culpable, peero eso lo veremos en el siguiente capítulo, también recuerden que la relación de Spreen no ha terminado oficialmente así que indirectamente también fue infiel, pero a nadie le importa eso, Mictia es una culera en esta historia y se lo merece jajaja.
También como es evidente el Sprite no puede tener las manos quietas, es más que evidente que no puede dejar de pensar en Roier, en sus labios y todas esas cursilerías que dice piensa el Sprite sobre Ro, veremos cuanto le cuesta aceptarlo, al menos el Boiler ya es consiente y ya esta trabajando en ello así que la mitad de la chamba esta hecha, ahora falta que Spreen saque la cabeza de su culo y acepte que Roier le gusta.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 25: Culpa.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Había sido una noche bastante difícil, no pude conciliar el sueño así que estoy desvelado y con un dolor constante de pecho, así que en vez de seguir intentado dormir comencé a buscar apartamento, ya había concretado una cita para ver un par que estaban literalmente a solo dos cuadras de la agencia, así que podría ir caminando al trabajo si era necesario, resolvería eso el fin de semana, apenas era miércoles así que tenia unos días para tener mejor estado anémico y tomar la mejor decisión sobre mi vivienda.
Llego algo tarde al trabajo porque perdí la noción del tiempo, pero al llegar todos están en lo suyo así que nadie me presta atención, me dejo caer en mi silla cubriendo mi rostro con las manos, me sentía muy mal no solo emocionalmente, sino físicamente me dolía demasiado la cabeza, me imagino que por no haber dormido nada por estar llorando, solo espero que Tina este mucho mejor que yo.
— ¿Estas bien Roier? — sin poder evitarlo ruedo los ojos, a decir verdad no quería escuchar a Spreen en este momento.
— No y no me preguntes, no quiero hablar de eso... ni contigo en este momento — digo directamente.
No me dice nada más, me concentro en el trabajo lo mejor que puedo, las voces de mis compañeros solo hacen que la migraña vaya en aumento, pero no me quejo, ni si quiera veo otra cosa que no sea mi ordenador, hoy tenia la intención de solo trabajar y volver a casa... bueno al hotel, dormir si era posible y comer algo, solo estar tranquilo en la mayor medida de lo posible, aunque sabia que eso no seria del todo posible porque soy un pinche agente del FBI con amigos escandalosos que seguramente no me querrán dejar ir hasta que les cuente que es lo que me tiene con este humor de perros.
Irónicamente al estar tan concentrado en mis deberes termino mucho antes de lo esperado, a penas eran las tres de la tarde y ya no tenia más informes que redactar, pero tampoco soy tan pendejo como para notificarle a Rich que había terminado porque eso solo implicaría que me diera una nueva carga de trabajo, normalmente lo haría sin problema, pero hoy... hoy simplemente quería descansar los ojos, pero tampoco seria un pinche descarado para dormirme sobre mi escritorio, así que me pongo de pie estirando un poco las piernas, tomo el papeleo y voy hacia el archivador para meter todo esto en su sitio.
Prendo la luz la cual titila, el color amarillento es horrible, era más que claro que hacia falta un cambio de bombilla, cosa que seguramente estaban postergando hasta que dejara de encender al completo, así era trabajar para el gobierno, comienzo a caminar por los pasillos de anaqueles hasta llegar a la caja correcta de cada archivo, suspiro la ruptura de la relación me persigue como un eco constante, a pesar de tratar de enfocarme, de no pensarlo, de tratar de superarlo por el momento para que el dolor de cabeza disminuya... pero es imposible, suspiro recargando mi frente contra el archivador metálico, tomo una gran respiración y al expulsarla sale terriblemente temblosa.
— Contrólate pendejo, no es momento de llorar — me murmuro bajito, escucho el click de la puerta al ser abierta, me enderezo de inmediato limpiando mi rostro aunque no salió ninguna lagrima, era mejor prevenir, no volteo sigo con lo mío, debía guardar los informes.
— Ro... ¿Qué pasa? — escucho a mi lado, ruedo los ojos sin poder evitarlo, parece que se metió mi petición de no hablar por donde no le da la luz.
— Tina y yo rompimos — decido ser sincero, conocía a Spreen como la palma de mi mano, no iba a dejar de insistir hasta que habláramos.
— Oh no... Roier... lo siento mucho, ¿querés que hable con ella? vos no... vos sos... — se traba con sus palabras, me imagino que no sabe que decir con certeza, apoya una de sus manos en mi hombro, suspiro cansado.
— No, no necesito que hables con ella Spreen... solo... deja de confundirme tanto... por favor — digo casi como una suplica, su mano acaricia desde mi hombro hasta mi espalda media y vuelve a subir en un ritmo lento.
— ¿En que te confundo? — volteo a verlo mientras me aparto de su toque.
— Esto... nosotros... me haces... eres tan confuso, sé que ambos no sabemos con certeza que es lo que paso o que es lo que cambio, pero... ¿puedes dejar de tocarme?
— Eso nunca te molesto antes — dice completamente confundido.
— Sí... antes tu y yo éramos solo amigos, antes no me besabas... antes no me veías como si fuera lo mejor de tu día... antes solo éramos simples amigos tonteando, pero ahora... por mucho que lo niegues no es así, antes no me tocabas cada que podías, antes no me abrazabas prolongadamente, ni me tomabas por la cintura, simplemente... las cosas cambiaron y no sé porque sucedió, no me perturba que sucediera solo... necesito espacio, quiero... tener mi duelo en paz, así que por favor, no más toques rápidos, no más miradas con ese bonito brillo, no más sonrisas cariñosas... simplemente... no más de esto por ahora ¿sí? — pido de forma lastimera, hace una mueca con evidente culpa en el rostro.
— Lo siento mucho Roi, mi intención jamás ha sido que te sientas confundido o que tu relación terminara por algo... que sucedió entre nosotros, lamento todas esas cosas que dices que hago... pero no puedo manejarlo... quiero decir, no lo hago intencionalmente, no sé como controlar mi forma de verte o la forma en que me siento por vos, solo sé... que vos sos mi mejor amigo y no quiero que nuestra amistad se acabe... vos sos... mi mejor constante — lo ultimo me lo murmura, suspiro eso me lo dijo en nuestra anterior charla.
— Lo sé Spreen... sé que nunca ha sido tu intención, pero no por ello es más fácil... tal vez si intentáramos volver a lo de antes, porque necesito ayuda para mudarme a otro sitio — bromeo un poco aunque me sintiera de la verga, no quería que él también se entristeciera.
— Podes quedarte conmigo el tiempo que vos necesites, tengo un par de habitaciones de invitados, mi sitio del estacionamiento es de vos, lo que necesites Ro, vos decime y te ayudare sin quilombo... es más ni tenés que preguntar, solo decilo y lo resolvemos juntos — me paso la mano por el rostro para controlar mi temperamento, no quería enojarme con él cuando claramente sus intenciones eran buenas.
— No creo que sea una buena idea... no con nuestros antecedentes de comportamiento demasiado cercano — hace una mueca contrariado.
— Prometo no besarte, no tocarte... en verdad estaremos bien ¿Qué podría pasar?
— Que tengamos sexo — digo directamente, abre los ojos en demasía por la sorpresa para después sonrojarse hasta las orejas.
— N-N-Nosotros no... no... nada de eso Roier, ¿Por qué decis eso? — parece avergonzado y escandalizado en partes iguales.
— Solo... no es la mejor idea — me encojo de hombros y continuo con mi trabajo, aun tenia cuatro expedientes que dejar en su sitio.
— No tendremos sexo, solo... acepta mi ayuda ¿sí? — pide mientras toma dos de los expedientes y busca su sitio, solo puedo observarlo, nunca antes me había ayudado con mis expedientes, una vez hace tiempo le pedí ayuda porque eran muchos y el me dijo: "Es tu laburo boludito, yo estoy re cansado, pero si me das diez dólares, dale" y ahora aquí estaba, sin si quiera pedírselo lo hace solo.
Nota mi mirada sobre él, solo alza una ceja de forma interrogativa, solo puedo negar ligeramente y enfocarme en encontrar el sitio de estos archivos, una vez terminamos caminamos hacia la puerta, pero me detiene tomándome del brazo, le dedico una mirada y me suelta alzando las manos en son de paz.
— ¿Entonces? ¿venís conmigo a casa? — solo puedo suspirar resignado.
— Esta bien, solo serán unos días veré apartamentos el fin de semana, así que supongo que podemos vivir juntos esos días sin que pase algo raro.
— Bien, vamos, aun tengo laburo que hacer — palmea mi espalda antes de abrir y salir tranquilamente, suspiro de nueva cuenta.
Camino hacia mi escritorio, el dolor de cabeza había disminuido un poco con la charla, al llegar a mi sitio me pongo a ver más apartamentos desde mi teléfono de forma disimulada, debía asegurarme de encontrar mi nueva vivienda, no podía abusar de la generosidad de mi amigo y mucho menos podía estar demasiado tiempo viviendo con él, las cosas podrían tornarse más raras de lo que ya eran, esperaba que Spreen me haya escuchado de verdad y tratara de evitar tantos toques ligeros y esas cosas, ahora mismo no necesitaba eso, quería pasar el duelo de forma adecuada y ya después... bueno, si pasaba algo entre nosotros ya seria algo que pensar y tratar en su momento.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta gran historia que amo alv, ¿Qué les pareciío?
El Roier tiene super claro que lo que siente por Spreen es más que simple amistad por consiguiente esta dando por hecho que ambos podrían excitarse mutuamente si las cosas escalasen... cosa que es cierta, por eso mismo quería evitar pedirle asilo porque no quiere que las cosas entre ellos avancen, necesita tiempo para sanar su corazón que el mismo rompió, porque claramente a pesar de que guste del Sprite si amaba a Tina de verdad, esperemos que ambos puedan superarlo a su tiempo xDD.
El Sprite como es de esperar aun no acepta que adora a Roier de forma romántica así que claramente se sintió escandalizado ante la idea de ellos teniendo sexo, para él eso es imposible... así como era imposible que llegaran a besarse de verdad, pero eso ya sucedió así que sus bases no son solidas, él solo trata de mantener su paz mental... díganle que sí, ya lo veremos después todo urgido al wey.
Recuerden que a pesar que Roier ya esta soltero, Spreen sigue comprometido porque no ha roto con Mictia oficialmente, ella claramente esta diciendo que solo están tomándose un tiempo para poder organizar la boda mejor, ni de pedo va a admitir que la cago ella, claramente culpa al trabajo del Speren por dicha separación, por el momento ella esta quedándose con sus padres y claramente no esta buscando trabajo, solo esta esperando que Sprite le de el chance de hablar, confía plenamente que la va a perdonar... pobre estúpida, la neta.
Claramente los demás también notaron el estado de animo del Boiler, al salir de la chamba todos fueron a comer juntos donde se enteraron de su rompimiento, claramente todos lo apoyaron y también ofrecieron sus casas para que se quedara, él estaba por aceptar la oferta del Mariana para evitar ir con Spreen, pero el argentino ni corto ni perezoso dejo claro que se estaba quedando con él jajaja, ni modo, eso le pasa por aceptar la ayuda de Spreen sin antes consultar al Osvaldo, Aldo, Rivers y Farfa xDDD.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 26: Terminemos con esto.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estábamos de camino a mi apartamento, me sentía muy nervioso, que Roier dijera directamente que no puede estar conmigo a solas porque teme a nuestra reciente conexión me hizo sentir... raro, sabia que las cosas habían cambiado, solo un ciego no lo vería, pero con la charla que tuvimos se supone que ignoraríamos el elefante en medio de la habitación, además de que me avergoncé mucho al darme cuenta que mi amigo tenia razón... yo lo tocaba demasiado, eran ligeros toques de amigos o al menos de eso trato de autoconvencerme.
No entendía porque tenia la gran necesidad de estar al pendiente de él, de tocarlo... pero era mi manera de sentirlo cerca, además de que estaba muy confundido porque la perdida de Mictia no me había afectado tanto como creí... es verdad que aun no tengo las ganas de enfrentarla y decirle que lo nuestro se había terminado al parecer desde antes de que me fuera de misión, no solo por sus mentiras, pero solo la pasábamos peleando, ni si quiera charlábamos como una pareja debería, parecíamos más compañeros de piso que tenían sexo para quitarse las ganas que prometidos.
En estos momentos me importaba más que Roier recibiera el apoyo que se merece por su rompimiento, estaba más que claro que a él si le afecto mucho lo cual era lógico porque eran una hermosa pareja, además de que se conocían desde niños, me sentía sumamente culpable por lo sucedido, pero no lo suficiente como para arrepentirme, las cosas simplemente pasaron y había sido un gran aprendizaje... besar a tu mejor amigo en el baño de un bar no era adecuado, ahora lo sabia, sobre todo si ambos estamos intoxicados con alcohol.
Salgo de mis pensamientos cuando llegamos a mi edificio, Roier no dijo nada ni si quiera puso música, pero era notorio que estaba más dormido que despierto, el pobre seguramente no pudo conciliar el sueño anoche, le dejaría la habitación principal, la cama era mucho más cómoda, yo me quedaría en la de invitados, lo ayudo con su maleta que fuimos a recoger al hotel donde se había quedado.
Subimos por el ascensor en silencio, él recarga todo su cuerpo contra la pared del fondo y cierra los ojos, solo puedo observarlo con atención... a pesar de que se ve notablemente desvelado seguía teniendo buen aspecto, aunque sé que Roier nunca se ve mal, lo conozco en todos los contextos posibles, al menos en todos los que un amigo puede conocer al otro.
Al llegar a mi piso abro la puerta y Mictia esta sentada en la sala de estar con un despampanante vestido blanco corto, estoy seguro que si se agacha dejaría ver todo, cuando nota a Roier hace una mueca la cual borra de inmediato, me sonríe de forma brillante, mi mejor amigo no dice nada, solo me quita su maleta de la mano y se va por el pasillo con un resoplido, me imagino que esta arrepintiéndose mucho de aceptar mi ayuda, cuando la puerta de la primera habitación de invitados se cierra de un portazo miro mal a Mictia.
— ¿Qué haces acá? ¿Cómo entraste? — pregunto con los dientes apretados.
— Le pedí al casero que me permitiera la entrada, le dije que venia por unas cosas... ¿te gusta mi vestido? lo compre ayer para venir a verte — pestañea exageradamente, hago una mueca de disgusto.
— Creo que podrías pasar por una señorita que se para en las esquinas, ¿ya tomaste lo que necesitabas? — digo corriéndola indirectamente, rueda los ojos, pero vuelve a sonreírme.
— Vamos Spreen, habla conmigo, podríamos salir un rato, hace tanto que no tenemos una cita y cuando Roier se vaya pues tener una reconciliación — me guiña un ojo, mi gesto se profundiza.
— Roier no se ira a ningún lado, él se quedara acá conmigo por tiempo indefinido — me ve confundida.
— ¿Se van de misión?
— No, no te debo explicaciones, es mi apartamento y vivo con quien quiero, pero aprovechare que estas acá... debemos organizar una reunión familiar para anunciar nuestra separación y cancelación de la boda — su rostro cambia por completo al escucharme decir esas palabras.
— ¿Q-Que?... ¿V-Vas a dejarme por tu orgullo de macho herido?
— Sos re infantil, no es orgullo de macho, me mentiste por más de un año... además de que te puse los cachos — digo directamente, abre los ojos de sobre manera por la impresión.
— ¿Q-Q-Qué? — tartamudea.
— Fue mientras estaba de misión... era laburo, pero por el final las cosas cambiaron y volvió a pasar ya estando acá, ya estábamos separados, pero no te había terminado oficialmente así que supongo que cuenta como infidelidad, no me importa, dejando esto claro ya podes irte — estaba por ir con Roier y decirle que tomara la habitación principal, pero Mictia me toma del brazo con fuerza.
— No tiene sentido, no estabas trabajando con otra mujer, solo Roier, Aldo y Farfadox... ¿no? ¿Rivers también fue? ella también tiene pareja — su rostro comienza a ponerse roja de coraje.
— Como dije no te debo explicaciones, mucho menos ahora que te estoy dejando oficialmente, podes vender el anillo o consérvalo, como vos quieras, es tuyo y yo no lo quiero de regreso — me preparo y cuando alza la mano para cachetearme la tomo por la muñeca — ¿ya terminaste? ¿o quieres pelear por tu orgullo herido? — uso sus mismas palabras en su contra.
— Eres un hijo de puta Spreen, nadie te va a amar como yo, nadie va a tolerar todas las cosas por las que tuve que pasar yo por ser tu prometida, ninguna chica querrá nada contigo y si lo hace es por el dinero.
— ¿Justo como vos hiciste? — pisa con fuerza el suelo como niña pequeña haciendo berrinche.
— Eres tan injusto conmigo y además me engañas, soy yo quien debería estarte dejando y aun así estoy aquí para arreglar las cosas, esto no lo tendrás de nuevo Spreen — amenaza como si fuera un gran premio a ganar.
— Dale, ya podes irte, no hay nada más tuyo acá — bufa molesta, se da la vuelta y se va a paso rápido sin voltear hacia atrás, azota la puerta al salir, me acerco rápidamente y pongo la cadena y el pestillo, debía cambiar la chapa de nueva cuenta.
Camino por el pasillo rápidamente, toco antes de entrar en la habitación donde Roier estaba, esta hecho un ovillo en la cama, me acerco lentamente y cuando su rostro esta en mi campo de visión noto que lagrimas salen de sus ojos cerrados, estaba llorando dormido, siento mi corazón oprimirse, con sumo cuidado me recuesto a su lado y lo abrazo con fuerza, no se mueve ni un milímetro, su respiración completamente acompasada dejando claro que su sueño es profundo, comienzo a acariciar su cabello y espalda.
— Acá estoy Ro, siempre estaré con vos — murmuro y le doy un par de besos, uno en la frente y otro en la mejilla.
Me quedo dormido al pasar una media hora después, cuando despierto Roier y yo estamos pegados, nuestras extremidades enredadas en las del otro y nuestros rostros prácticamente pegados, él sigue profundamente dormido, había dejado de llorar en algún punto, me levanto con sumo cuidado, salgo de la habitación dejando la puerta entreabierta para no hacer ruido, voy a la cocina y cocino algo rápido, tenia verduras congeladas y bistecs, me pongo a ello rápidamente para poder darle algo de cenar a mi amigo, seguramente estaba hambriento.
Cuando estoy por ir a despertarlo para avisarle que la cena estaba servida él ya estaba parado en la entrada de la cocina, esta viéndome detenidamente, le dedico una pequeña sonrisa y le hago un ademan para que tome asiento en la pequeña mesa que estaba a un lado de un ventanal, las luces de las farolas entra resaltando la merca de la almohada en el lado izquierdo de la cara, solo puedo sonreír más ampliamente, ¿acaso él era consiente de lo adorable que era? seguramente no.
Le dejo un plato muy bien servido, hace una mueca y me voltea a ver interrogante, veo su plato sintiéndome algo preocupado, sé que no era una comida de cinco estrellas, pero era lo único que tenia en la nevera, debí pedir algo a domicilio.
— ¿No tienes salsa o tortillas? — al escucharlo me rio sin poder evitarlo.
— No, pero la próxima vez que haga la compra me asegurare de tener lo necesario para hacer — me sonríe de lado.
— No es necesario, estaré aquí hasta el fin de semana ¿recuerdas?
— Eso no es seguro, tal vez los apartamentos que veas no sean lo que vos necesitas, no te apresures en eso Ro, es importante que te guste tu nuevo hogar y no solo un sitio al cual llegar después del trabajo... vos me dijiste eso antes de comprar mi apartamento ¿recordas?
— Sí... lo recuerdo — me siento frente a él y comenzamos a cenar en silencio.
— ¿Cómo te sentís? — pregunto sin poder evitarlo.
— Mejor... ya no me duele la cabeza, me hacia falta dormir.
— Me alegra, podes tomar la habitación principal para el resto de la noche, la cama es mucho más cómoda y tiene baño privado, te sentirás más cómodo — me ve con detenimiento.
— Eso no es opción, es tu habitación, estaré bien en donde estaba, dormí bastante bien a decir verdad — trato de decidir si decirle que dormí a su lado o no, me había pedido que no lo tocara tanto y digamos que no cumplí con ello.
— Podes quedarte conmigo si quieres — propongo como opción, suspira cansado.
— Teníamos un acuerdo ¿o ya lo olvidaste?
— No... solo... quiero apoyarte Ro, vos estabas llorando mientras dormías, no pude contenerme y te abrace, te veías tan mal y odio verte así de destrozado — decido ser sincero, su rostro se torna rosado.
— Yo no... no sé que soñé, así que... seguramente solo mis sentimientos estaban saliendo, lamento estar trayendo mi drama aquí — estiro mi mano sobre la mesa, pero antes de tomar la suya me detengo.
— Esta bien, podes quedarte lo que vos quieras — decido alejar mi mano y respetar el especio que me pidió.
— Gracias — el silencio se hace, el ambiente entre nosotros es pesado... tenso de alguna manera que aun no sé como nombrar, solo esperaba que ambos pudiéramos superarlo, adoraba a Roier y no quería que se alejara de mi, seguramente todo estará bien, siempre fue así entre nosotros, encontrábamos una forma de adaptarnos a las situaciones, esto no tenia porque ser una excepción.
Notes:
Buenas buenas gente, acá otro capítulo de esta historia hermosa, preciosa y divina, ¿Qué les pareció?
Spreen y Mictia terminaron, aunque aun deben de dar la explicación a sus familias de lo que sucedió y del porque el termino de su compromiso, al chile que bueno, esa morra no merecía a Spreen ni de chiste, quien lo merece esta quedándose con él en estos momentos.
Como pueden notar Spreen aun esta en modo negación, ósea se esta haciendo el ciego porque para él es más fácil, sobre todo porque aceptar que siente algo por Roier significaría aceptar ser Bisexual y él no creía en esas cosas, para él es blanco o negro, así que eres o no eres gay, no pueden gustarte ambos sexos porque eso es de indecisos y él no lo es, tendrá que cambiar esa forma de pensar antes de perder a Roier ¿o no?
Wey... también el Spreen re lindo ofreciéndole a Ro que se quede en la habitación principal... es que ellos son tan lindos, si Aldo o alguien más vieran como se comportan entre si se darían cuenta que ambos están bien enamorados del otro, esperemos que ellos también lo noten, porque eso tiene tiempo, pero iré dejando esos detalles mientras avanza la historia, pequeños momentos donde el Spreen diga: "Roier siempre fue así conmigo y yo adoraba eso, siempre me ha hecho sentir feliz y especial", pero para eso todavía falta un poquis... ¿ustedes cuantos capítulos creen que falten para que ambos acepten que se quieren?
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero que les haya gustado muchísimo, nos vemos en el siguiente capítulo, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 27: Frustrante.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Los días habían pasado agonizantemente lento, Spreen se había mantenido pegado a mi como chicle, no me tocaba como se lo había pedido, respetaba mi espacio personal, pero se mantenía atento... siempre jodidamente atento, me hacia el desayuno, me ayudaba con mi papeleo sin si quiera pedírselo, simplemente cuando notaba que tenia listos los expedientes los tomaba y los llevaba al almacén, claramente todos en la oficina lo notaron porque... bueno Spreen no ayudaba a nadie sino se lo pedía Rich directamente, ni si quiera a mi y si lo llegaba a hacer era porque despues o yo le pagaría o le invitaría todo lo que llegara a beber en el bar de Goncho.
Aldo me pregunto directamente que sucedía y le tuve que contar la verdad... bueno a medias, solo que Spreen estaba tratando de ayudarme para subirme el animo por mi rompimiento, mi amigo claramente me creyó porque bueno, era la verdad, pero no le diría que Spreen tenia una actitud demasiado... cercana a mi despues de la misión, eso era algo privado de ambos, además se supone que lo queríamos superarlo así que no era asunto de nadie nuestro pequeño "desliz", como le gustaba llamarlo Spreen.
Aunque yo sabia mejor, eso no era un pequeño desliz, que esto era algo mucho más denso que eso, pero prefería no pensarlo, aun estaba procesando mi rompimiento, aun me sentía jodidamente triste casi todo el tiempo, incluso nostálgico con ganas de contactar a Tina solo para saber como estaba, pero sabia que no debía por respeto tanto a ella como al rompimiento, ya suficiente había hecho con ponerle los cuernos y enamorarme de alguien que no fuera ella... aunque bueno creo que enamorar era una palabra demasiado fuerte, pero decir que me gustaba mi amigo era poco, sobre todo si él era tan malditamente servicial, atento y cariñoso.
Porque él era tan lindo al demostrar su preocupación, teniendo actos de servicio, dándome palabras de apoyo y haciéndome saber cada pocas horas que podía hablar con él y que si necesitaba algo solo debía pedirlo, agradecía que hoy era viernes, así mañana me desharía de él por un rato al ver los departamentos, necesitaba un respiro de su cariño reconfortante y linda presencia, solo quería poder sentirme miserable en paz aunque sonara demasiado masoquista, pero... es que tenerlo cerca estaba haciendo que mi duelo fuera tan... tranquilo, no digo que olvidara lo que sucedió, pero simplemente me traía demasiada paz, además de sentirme querido en todo momento.
Lo cual no era justo para Tina, es decir... no sé como este pasando el duelo del rompimiento, pero casi puedo asegurar que no tan bien como yo, porque bueno prácticamente estaba viviendo con el chico por el cual lo nuestro se acabo, estaba recibiendo el apoyo y cariño de todos, no solo de Spreen, ella tenia amigas, pero ninguna era demasiado cercana, yo era su mejor amigo y ahora en momentos difíciles no podía estar con ella porque bueno... yo era la razón de ese momento difícil.
— Tierra llamando a Roier... ¿estas bien? — suspiro al escuchar las voz de mi amigo el cual esta en medio de todo este asunto, volteo a verlo.
— Sí... solo... mi momento de nostalgia de día — me encojo de hombros.
— ¿Querés tomar un respiro del laburo? — pregunta preocupado, le sonrió de forma pequeña.
— Estoy bien rey, ya se me pasara.
— ¿Quieres salir a distraerte un rato, wey?, te invito todo lo que quieras, puedes quedarte conmigo esta noche — se mete Osvaldo en la conversación, Aldo rápidamente atención.
— Sí wey, ir a un club de estriptis, te contratamos una chichona para que te baile y te las ponga en la cara, eso te pondrá feliz.
— No mames Aldo, respeta — suelta Rivers del otro lado de la oficina, claramente mis amigos no estaban hablando muy bajo que digamos, seguramente Rich no tardaba en salir de su oficina y nos llamaría la atención.
— No hay nada mejor para un corazón roto que unas tetas en la cara — opina Farfa dándole la razón a Aldo, resoplo con fastidio.
— Son unos pendejos, no quiero ir coger con desconocidas — bufo con molestia, la sola implicación de que superaría a Tina con unas putas era ofensivo.
— Pelotudos de mierda, Ro esta bastante bien en mi casa, no pueden decir que es lo mejor para él porque el único que sabe eso es el mismo Ro, él debe decidir como tomar las cosas y si él quiere estar de tranca, descansar y avanzar a su ritmo, es muy su quilombo, necesita nuestro apoyo no que lo lleven por zorras — rápidamente me defiende Spreen, tomo una respiración mientras cierro los ojos, mi estomago revolotea, ¿Por qué tenia que decir cosas tan perfectas?
— Cállense o recibirán un reporte disciplinario — se escucha la potente voz de Rich poniendo el orden, todos vuelven a lo suyo rápidamente.
El resto de la tarde pasa completamente tranquila, Spreen tomando mis archivos sin preguntar y llevándolos al almacenamiento, Aldo y Osvaldo discutiendo entre ellos en voz baja, Rivers yendo al baño de mujeres a fumar... simplemente un día más en la oficina, me moría por que llegara un caso, aunque técnicamente aun estábamos castigados, al menos por una semana más.
Al salir del trabajo todos vamos a comer a un restaurante aquí cerca para mostrarme que me apoyan sin importar la decisión que tome respecto a mi estado de animo, como es de esperar Spreen sigue recorriendo mi silla, ya es tan pinche común que ya nadie lo comenta ni se burlan, ya paso el momento donde hacían eso, ahora para todos era algo más de la rutina y eso era inquietante en muchas formas, que nuestros propios amigos ya no comentaran sobre nuestra cercanía y atenciones que adaptamos de la misión solo me hace darme cuenta que la normalidad a la que deseábamos volver ya no existía.
Esta era nuestra nueva realidad, la cual debíamos aceptar y yo aun no estaba listo para eso, no estaba listo para el amor de Spreen, para sus brillantes miradas llenas de cariño, sus sonrisas reconfortantes, los chistes bajitos... simplemente no era el momento, no cuando ambos terminamos nuestras relaciones bastante serias, aunque a mi amigo no parecía importarle o afectarle lo sucedido con Mictia... al menos ya no, él lo supero muy rápido, aunque no sé si lo supero o simplemente se enfoco por completo en mi y mi rompimiento con Tina.
Fuera como fuera, no es como si pudiera dar marcha atrás, eso ya no se podía porque simplemente estos pequeños actos ya eran costumbre y sé que Spreen no lo hacia de forma consiente, no lo hacia con segundas intensiones o por esperar algo a cambio, solo... era algo nuestro ahora.
La cena pasa completamente tranquila con las anécdotas divertidas de todos, chistes escandalosos, de doble sentido, alguno que otro coqueteo entre compas, pero evite a toda costa hacer estos chistes hacia Spreen, ni de pedo bromearía con algo así cuando era algo que podría pasar sino teníamos cuidado, estaban por dar las once de la noche cuando nos separamos.
Spreen me abre la puerta de copiloto poniendo una de sus manos en mi espalda media, aunque cuando nota lo que hace se aparta de inmediato ofreciéndome una disculpa, diciéndome que no fue su intención tocarme sin mi consentimiento, su ligero sonrojo avergonzado era tan lindo, solo le sonrió diciéndole que no había problema, al llegar a su apartamento me recuerda que si necesito algo solo debo pedirlo.
Cada uno se mete a su habitación, me tiro sobre la cama una vez me pongo un pantalón de pijama y me duermo rápidamente sin soñar nada, mi despertador suena a las ocho en punto, mi cita con el de bienes raíces era a las nueve, me doy una ducha rápida, me pongo un conjunto deportivo sencillo de sudadera y pantalón de tela calientita, me peino el cabello con los dedos, al salir del baño Spreen ya esta en la cocina cambiado mientras escucha un audiolibro.
— Tu desayuno ya esta servido — me informa sin voltear a verme, me acerco a su pequeño comedor, la ciudad con la luz del día, era bastante bonito, el apartamento de Spreen tenia unas vistas increíbles — ¿a que hora nos vamos? — pregunta, volteo a verlo confundido.
— ¿Nos vamos?
— Si boludito, ¿a que hora vamos a ver donde vivirás? — hago una mueca sin poder evitarlo.
— No tienes que venir conmigo.
— Sé que no, pero no confió en que no quieran verte la cara de pelotudo, te ves para el ojete... no te ofendas, sos atractivo, pero se nota que no estas en tu mejor momento, no quiero que se aprovechen de vos, así que iré para asegurarme que sea algo justo.
— No es necesario wey, ya estoy mayorcito, puedo hacer estas cosas yo solo, además se supone que hoy por la tarde es tu reunión con tu familia para anunciar su separación, debes enfocarte en eso — le recuerdo tranquilo.
— Lo sé, pero... no quiero dejarte solo Ro — y ahí esta de nuevo el cosquilleo en mi estomago, ese que aparece cada que Spreen dice algo lindo y correcto, esa calidez que siempre aparece cuando hace ver que le importo y se preocupa por mi... como lo odiaba.
— Estaré bien... pero si te hace sentir más tranquilo llevare a Osvaldo conmigo — él parece relajarse un poco.
— Bien... cualquier cosa podés llamarme y... — alzo mi mano para silenciarlo lo cual funciona rápidamente.
— Tranquilo... yo estoy bien, pero gracias por preocuparte — estiro mi mano sobre la mesa ofreciéndosela, me sonríe avergonzado, toma mi mano.
— Lo siento, estoy siendo re pesado.
— No... no lo estas siendo... quiero decir, si eres algo insistente, pero siempre has sido así... das todo de ti con las personas que quieres — ambos evitamos vernos directamente.
No decimos nada más, me da unas cuantas caricias en la mano de forma distraída antes de soltarnos y continuar con nuestro desayuno, una vez terminamos yo lavo los platos aunque se queja diciendo que soy el invitado, no lo escucho y sigo con lo mío, una vez termino salgo de la casa prometiéndole que si lo necesito lo llamare, sabia que si no lo hacia estaría preocupado, en el camino llamo a Osvaldo diciéndome que sin problemas me ayudaba a elegir apartamento, que me vería en el sitio en un rato porque él apenas se va a duchar.
Llego y me atiende un joven de no más de veintitrés años, sube a mi auto y conduzco hasta el primer apartamento que me mostrarían, era el más pequeño de los cuatro que elegí para ver, es bastante cordial y profesional, el recorrido es rápido, el recibidor era amplio para una gran sala, la cocina y el comedor estaban juntos, un baño de invitados, la habitación principal con baño propio y una pequeña oficina, podría ser una habitación de invitados, pero tendría que ser con una cama individual por ser pequeño.
Me habla de los acabados del piso y ventanas cosa que no me interesaba en verdad, no eran cosas que fueran tan importantes, solo que estuvieran en buen estado, que fuera madera de arce me daba igual, en eso me manda mensaje Osvaldo diciéndome que esta en el edificio que le indique, le digo que estamos en el octavo piso, apartamento treinta y ocho D, sigo poniéndole atención al chico que solo hace su trabajo, abre los armarios de la cocina y hace énfasis en que son bastante amplios, que este apartamento era ideal para alguien soltero o una pareja, en eso mi amigo entra ya que la puerta estaba abierta.
— Lo siento no puede entrar, es una visita privada — dice educadamente.
— No hay problema, viene conmigo solo que se le hizo tarde, una disculpa — digo rápidamente aclarando el malentendido.
— Oh claro, como iba diciendo, este sitio es hermoso y perfecto para una pareja o persona soltera, tiene vistas increíbles de la ciudad y hay un mini supermercado a solo dos cuadras — dice viendo su documentación me imagino que para confirmar la información, seguramente no llevaba mucho tiempo en el trabajo porque a pesar de estar siendo profesional notaba cierto nerviosismo cuando pensaba estar olvidando algo.
— Es lindo, estoy de acuerdo — digo para que se relajara un poco, Osvaldo comienza a pasearse por el sitio.
— Es algo pequeño ¿no? — comenta parado en medio del salón.
— ¿Tu crees? — le pregunto realmente interesado, a decir verdad la opinión de un amigo siempre era bienvenida.
— Pues sí... ¿Qué pasaría si algún familiar viene de visita? ¿y si necesito que mis padres se queden? — bromea codeándome, me rio divertido.
— Para eso esta tu casa, ¿a mi que me metes? — pone su mano en su pecho fingiendo dolor.
— Y yo que creí que lo nuestro era especial.
— Si necesitan algo más grande para la visita de sus familias hay otras opciones en este mismo edificio, solo que el precio subiría como es de esperar — se mete en la charla el chico.
— No será necesario, mi amigo solo esta bromeando.
— Oh... lo siento no quise asumir que ustedes — tartamudea sin saber como terminar esa frase.
— Esta bien, no te preocupes — le quito importancia.
— Bueno... ¿le gustaría ver su siguiente opción? — cambia de tema visiblemente incomodo.
— Seria una buena idea.
Continuamos parte de la tarde en esta dinámica, todos los apartamentos eran perfectos para mi, aunque mi favorito era el que estaba en el doceavo piso, tenia una cristalera hermosa como el apartamento de Spreen, la vista a la ciudad era impresionante y además estaba a solo dos cuadras de la agencia, el precio era mayor, pero era el que más me había gustado, Osvaldo estuvo de acuerdo conmigo y ambos concordamos que el precio lo valía, nos desplazamos hacia la agencia para firmar el contrato de compra con un plan de pagos cómodo para mi ya que no es que tuviera muchos ahorros, no hace mucho había terminado de pagar la casa donde vivía con Tina, así que ahora debía comprar algo para mi.
Este apartamento en particular si tenia una habitación extra, una oficina, la habitación principal con baño propio el cual tenia una tina y ducha espaciosa, lujos innecesarios pero que me podía permitir gracias a las grandes prestaciones que ofrecía el buro de FBI, una vez firmo el contrato comienza el proceso de notaria el cual seria un poco más largo, pero Osvaldo se quedaría conmigo... hoy mismo tendría el apartamento a mi nombre, debía amueblarlo al menos con lo necesario, agradecía que ya viniera con una cocina completamente equipada así que mañana me encargaría de comprar las cosas para mi habitación, el salón principal, habitación de invitados y oficina podian esperar al termino de mes cuando reciba mi pago, al firmar el ultimo papel una felicidad abrumadora me invade... seguramente ahora las cosas irían a mejor.
° Spreen °
Llego al restaurante donde acordamos vernos, en cuanto Mictia me ve se me acerca e intenta tomar mi mano lo cual evito, ella resopla resignada, seguramente pensaba ponerme en una situación incomoda, pero ya no tenia ganas de lidiar con esto, admito que los primeros días me sentía como idiota por creer en ella, pero ya lo supere, ella debía hacerlo y eso solo me deja claro que ya no la amaba hace mucho tiempo, seguramente desde comenzó a querer pelear por todo.
Mis padres son los primeros en aparecer, mi madre, Rubí, se acerca contenta y me da un beso en la mejilla, suspiro con resignación ya que traía pintalabios rojo y seguramente me acaba de dejar una marca en la cara, lo confirmo cuando mi padre Samuel se ríe y me abraza palmeando mi espalda con cariño, después me limpia el labial de mi madre con el pañuelo que trae siempre en el bolsillo de su saco.
— ¿Cómo están? Spreen nos comento que es algo importante ¿seremos abuelos? — bromea mi madre mientras abraza a Mictia la cual tiene cara de cachorrito pateado.
— Eso ni en pedo va a suceder — digo algo fastidiado.
— Oh... ¿sucedió algo? — pregunta mi padre apoyando su mano en mi hombro mostrando preocupación.
— Hablaremos cuando los padres de Mictia lleguen — es lo único que digo.
El silencio incomodo se hace, pero no pensaba decir algo que pudiera malinterpretarse sobre todo porque ahora puedo ver como es Mictia de manipuladora, no le daría armas, ya suficiente quilombo le había permitido hacer, ahora que ya no la quiero he notado todas las cosas que siempre hacia como querer ser el centro de atención en las reuniones, siempre hablando de ella, cuando mi madre supiera todas las mentiras que había dicho terminaría odiándola, justo con ese pensamiento llegan los viejos de mi ex, simplemente les indico que debemos entrar, que nuestra mesa ya estaba apartada.
Nos guían a una que esta en la esquina ya que yo lo había solicitado así para que fuera lo más discreto posible, había querido hacer esto de forma privada en mi casa o en la de mis viejos, pero en la mía no era posible porque no quería llevarle este estrés a Ro y en la de mis viejos hubiera sido necesario decir el porque y no tenia ganas de lidiar con ello, así que un poco de humillación publica no estaba mal, al menos yo no seria el que le diera vergüenza.
Comenzamos a ver cada quien la carta en completo silencio, era bastante evidente que nadie entendía nada, pero estaban esperando a que dijéramos algo, Mictia parecía muy ansiosa y molesta por toda la situación, pero a mi me importaba poco o nada lo que pensara, esto era lo mejor así evitaría tener que volver a verla en mi vida.
— Saben, vi unas lindas flores el otro día y pensé en su boda, sé que mi hija ya dijo que le gustarían los geranios, pero esos lindos girasoles se... — decido interrumpir a mi ex suegra.
— Lo siento por interrumpirla de esa manera, pero no habrá girasoles en la boda, porque básicamente no habrá dicha boda — digo directamente, el rostro de los padres de Mictia cambia por completo a uno sorprendido, el de mis viejos es de confusión.
— ¿Q-Qué? — tartamudea la señora.
— Eso, Mictia y yo nos separamos definitivamente, no hay boda — me encojo de hombros mientras mi atención vuelve al menú como si no hubiera dicho tal noticia.
— Espera un momento... ¿Qué sucedió? — pregunta mi padre de forma suave.
— Spreen me puso los cuernos eso sucedió — suelta rápidamente Mictia con voz de victima, escucho las exclamaciones de sorpresa e indignación, en eso se acerca el mesero.
— ¿Listos para ordenar? — pregunta con cortesía completamente ajeno a la situación.
— Sí, para mi quiero el corte de carne con puré de papas y verdura por favor — digo completamente indiferente, todos comienzan a pedir al no tener otra opción, una vez se aleja siento como me toman del brazo.
— ¿Puedes explicarnos? no te educamos así — suelta mi madre completamente furiosa, tomo su mano y la aparto de mi brazo porque me sostiene con demasiada fuerza.
— Claro que no me educaron así, no soy boludo ni el hijo de puta que creen, no pienso gritar a defenderme, no tengo culpa de nada, este rompimiento a sucedido porque Mictia me ha estado mintiendo por más de un año, me ha manipulado de tantas formas y no solo a mi, sino a ustedes también — digo tranquilo viendo a mis padres los cuales rápidamente voltean hacia la rubia que esta evidentemente sonrojada de vergüenza.
— ¿Es eso cierto? — cuestiona la madre de mi ex.
— ¡Claro que no!, omitir información no es mentir ni manipular — se defiende de forma torpe.
— ¿Qué información omitiste? — ahora pregunta su padre.
— No es nada importante, pero Spreen se hizo el orgulloso, además él fue el infiel — ahora todos voltean a verme, pero mantengo la calma.
— Si no te parece importante el dejar tu trabajo sin si quiera contarme que lo habías hecho... decirme que las compras en el super habían subido demasiado para poder irte con tus amigas de joda... bueno, no sé que tan poco relevante te parezca eso, sobre todo si a pesar de saber que gracias a que yo me mantenía laburando teníamos que comer, me pidieras constantemente que dejara mi empleo porque te parece tonto el supuesto complejo de héroe que tengo, sin contar los reclamos, las bofetadas, empujones y gritos... creo que teníamos una relación re linda ¿no? — digo todo aquello con sarcasmo, el rostro de mi madre se descompone a una mueca de furia, ella era terriblemente sobreprotectora y enterarse que su hijo único sufría maltrato, no me sorprendería que le diera una paliza a Mictia.
— E-Eso... estas sacando de proporción las cosas, estas exagerando los hechos, nada justifica una infidelidad, ¡tú me fallaste! — me señala de forma acusatoria, el mesero llega con nuestros pedidos, pero no parece poner atención a lo que decimos, parece más concentrado en sus pedidos que aun le quedan por entregar, una vez pone nuestros platos se aleja rápidamente evidentemente ocupado.
— ¿Lo hago o vos solo querés culparme de todo el quilombo que vos misma armaste?
— A ver, un momento... no estoy entendiendo nada... ¿No estas trabajando hija? ¿desde cuando? — trata de poner orden el padre de mi ex, ella se encorva un poco evitando verlo a los ojos.
— Lleva más de un año sin laburo, desde que comenzamos a vivir juntos lo dejo porque al parecer se dio cuenta que conmigo tenia una vida segura y comida por lo tanto no creyó conveniente avisarme que quería quedarse en casa, fingía ir al trabajo, gastaba ahorros de mis cuentas como si fueran suyas, comprándose cosas cada ciertos días, salir con sus amigas y darme escusas tontas para el gasto de dinero — digo sin dejarla mentir ni poner excusas, sobre todo porque ella presumía de su trabajo como si fuera la octava maravilla del mundo, literalmente en la cena de año nuevo que fue hace tres meses no dejaba de alardear sobre todo lo que supuestamente hacia.
— ¡Mictia! — exclama su madre con evidente sorpresa.
— Y-Yo no... no me sentía lista ¿ok? no mentía... solo... no estaba lista — mi madre golpea la mesa con la palma con tanta fuerza que los vasos de agua se tambalean.
— ¿Lista? ¿no te sentías lista? estabas usando a mi hijo por tus caprichos y todavía tenias el descaro de reclamarle sobre su trabajo, eres una zorra hipócrita, sino fuera por él serias una muerta de hambre — escupe con veneno, mi padre la toma de la cintura impidiendo que se levante y haga una escena mayor.
— Respeto por favor, tal vez Mictia actuó mal, pero el tuyo no es una monedita de oro, ser infiel es mil veces peor que omitir información — rápidamente salta la madre de Mictia a defenderla.
— Aclarando eso... sucedió cuando ya nos habíamos separado, tal vez no la había terminado formalmente, pero ya no estábamos juntos y ni si quiera fue algo grave solo fue un beso y fue porque me sentía para el ojete porque me di cuenta que quien se suponía seria mi compañera de vida, con quien se supone debo tener más confianza y seguridad me había estado mintiendo y manipulando a su antojo, sin contar sus arranques de irá donde me trataba como su saco de boxeo, corriéndome de mi propia casa y como dije, empujones, cachetadas, creo que merecía tener un toque de paz y si mi forma de conseguirla fue dejarme consolar por alguien que quiero y bese a dicha persona... bueno eso ya es muy mi quilombo — digo completamente serio, evito decir nombres, no quería involucrar a Roier, él no tenia nada que ver acá.
— Dijiste que sucedió durante la misión y después de ella — rápidamente suelta Mictia tratando de perjudicarme tanto como pueda.
— Eso fue laburo, es decir, estaba de encubierto fingiendo estar casado, eso no cuenta — rápidamente le quito importancia, aunque sabia que le había sido infiel desde que comencé a besar a Roier por que sí y no por trabajo, pero ahora mismo nuestros padres no necesitaban saberlo, el punto acá era solo dar la noticia de la cancelación de la boda, pero se estaba armando una gran discusión sobre esto.
— ¿Te parece poco besar o estar con otra persona cuando estabas comprometido con mi hija? — cuestiona el padre de ella con molestia apretando los puños.
— Lamento si le parece ofensivo señor, pero es mi laburo y si para infiltrarme en una red de armas y trafico de personas tengo que fingir estar casado, dar un par de besos y tomar de la mano a alguien más para poder arrestar a dicha red de criminales... pues sí, fui completamente el culpable de eso — me recargo en mi silla y comienzo a cortar mi carne, tenia hambre.
— Ahí esta, siempre toma esa actitud cuando se trata de su trabajo, se cree mejor que yo solo porque trabaja para el gobierno — me acusa Mictia haciéndose la victima.
— Sera mejor que cierras la maldita boca, mi hijo solo ha sido bueno contigo, te ha mantenido y cumplido tus caprichos, nos has mentido a todos incluso a tus padres que ahora quieren hacer la vista gorda solo para seguir fomentando tu comportamiento, además la que hace menos el increíble trabajo de mi hijo eres tu, con tu cara bonita y sonrisa superior presumiendo cosas que ni si quiera has hecho porque preferías ser una mantenida que superarte por ti misma, degradando el esfuerzo de Spreen, golpeándolo, gritándole... ¿Por qué no te pones con alguien de tu tamaño? te aprovechas de la nobleza de mi hijo porque sabes que jamás te faltaría al respeto, pero yo también soy mujer y puedo darte tu merecido — trata de ponerse de pie, pero mi padre se lo impide.
— Ma... no vale la pena — digo con un suspiro.
— ¿Qué no lo vale? claro que si, eres mi hijo y siempre voy a luchar por tu bienestar y esa maldita arpía debe pagar por lo que ha hecho.
— Su hijo es el maltratador, hacer menos el trabajo de Mictia, engañarla y hacerse la victima despues... — la madre de mi ex guarda silencio abruptamente cuando mi padre se pone de pie con evidente molestia, no esta de más decir que mi padre impone bastante respeto, de él había sacado mi gran altura y porte.
— Basta, esta más que claro que este compromiso no iba a durar, su hija manipuladora, mentirosa y aprovechada, si defienden eso solo habla de sus valores, mi hijo solo le dio todo de si, su amor incondicional y respeto, ella sabia que tipo de trabajo tenia Spreen, además estoy seguro de que él le dijo el detalle de su misión donde fingió ser esposo de alguien más, ya estaban separados cuando mi muchacho beso a otra chica, así que no hubo ninguna falta de su parte, no pienso tolerar más esta rabieta de una chica que claramente solo busca dinero y no amor sincero.
— ¡YO NO...! — comienza a protestar mi ex, pero su padre le dedica una mirada matadora y rápidamente guarda silencio.
— Lamento mucho la situación, no estaba enterado del comportamiento de mi hija, claramente no es correcto nada de lo que hizo, créame que yo no fomento ni acepto este tipo de faltas de respeto, entiendo que Spreen ya no quiera el compromiso... una vez más lamento lo sucedido, eres un gran muchacho Spreen y te deseo lo mejor — se pone de pie el señor y me tiende la mano terminando así con la discusión de su esposa e hija, lo imito aceptando el apretón ligero de mano.
— Gracias señor — respondo con tono monótono, sobre todo porque yo ya no soy un muchacho como tal, estoy por cumplir treinta y uno este año, pero entendía el punto del señor.
— Nosotros nos retiramos... acércate a mi hijo aunque sea a diez metros y veras lo que sucede — amenaza mi madre con rabia, mi padre la jala por la cintura, ella solo descuelga su bolso rápidamente para no dejarlo atrás, mi padre había dejado dinero en la mesa para pagar nuestra comida.
— Que tengan una buena noche — digo de forma educada y salgo detrás de mis viejos.
Solo escucho la discusión que se desata en la mesa y el llanto lastimero de Mictia, pero poco me importa, ahora soy completamente libre, no llego demasiado lejos una vez salimos, mi madre me abraza con fuerza diciéndome el gran hombre que soy, solo puedo sonreír enternecido, correspondo el abrazo con cariño, mi padre solo me palmea la espalda con una sonrisa orgullosa.
— ¿Quieres que te acompañemos a casa? o si lo necesitas puedes venir con nosotros y quedarte el tiempo que necesites — ofrece ella acariciando mi rostro y cabello como si aun tuviera seis años y estuviera consolándome porque se me cayó mi helado.
— Estoy bien mamá, además Roier se esta quedando conmigo, no se preocupen.
— Que lindo muchacho, agradécele de nuestra parte por cuidarte tan bien dentro y fuera del trabajo — la mirada de mi madre brilla con solo la mención de mi amigo, solo puedo reírme por ello, sabia que a ella le parecía que Roier era un hombre muy guapo, seguramente si no amara a mi padre tanto ya hubiera intentado seducirlo aunque Ro pudiera ser su hijo sin quilombo.
— Y dile que tu madre aun esta casada conmigo — bromea mi padre divertido sabiendo del crush platónico que tenia mamá con Ro.
— No es su tipo así que no debo aclarar nada — me encojo de hombros con seguridad.
Continuamos bromeando entre nosotros otro rato y nos despedimos, mi madre me hizo prometer visitarlos el proximo fin de semana, que vendría a dejarme comida si lo necesitaba, solo puedo agradecerle por ser tan atenta, nos damos un ultimo abrazo y me dirijo a casa, seguramente Roier ya estaría ahí... pasaría por algo para que él cenara y le contaría como me fue en esta reunión que no sabia clasificar si fue un desastre total o no, seguramente se molestaría con el quilombo que quiso armar Mictia, ahora me daba igual que dijera cosas de ella, tenia razón así que podría tirar la mierda que quisiera... ya quería llegar, me moría por charlar con él y también me contara que tal le fue.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI que tanto amamos ¿Qué les pareció?
Fue un capítulo que hizo que la historia avanzara bastante, es decir Spreen por fin ya cerro ese capítulo muy humilde de su vida, claramente Mictia no se acercara de nuevo porque le tiene miedo a Rubí y lo que pueda hacer, así que por fin ya termino todo eso de forma oficial, el Vegetta también estaba molesto, pero es más conocido por tomar las cosas con calma y habar con respeto aunque las personas no se lo merezcan valor que le fue inculcado a Spreen claramente por eso tampoco trato mal a Mictia en su relación a pesar de que ella se lo mereciera.
Roier ya tiene donde ir así que se mudara de la casa de Spreen mañana mismo, temprano ira a comprar las cosas necesarias para poder dormir en su apartamento sin problemas, obviamente recibirá la ayuda de todos, incluido Spreen aunque claramente él no quiere que su Ro se vaya, pero respeta sus decisiones y claramente las apoya.
Pronto volveremos a la programación de acción, así que habrá un pequeño salto de un par de semanas donde Roier y Spreen ya estén mucho mejor emocionalmente, no digo que estarán completamente bien, pero Ro ya no estará tan deprimido, simplemente acepto las cosas y dejara de autocastigarse por lo sucedido, al final del día en el corazón no se manda y él lo sabe perfectamente, pero no se emocionen mucho, Spreen sigue de ciego y seguirá así por otro buen rato.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 28: El asesino de Nueva Orleans.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estoy de camino al trabajo, estas ultimas semanas habían sido difíciles, Roier se fue a vivir solo tal como prometió que haría, solo habíamos compartido apartamento unos días, pero ahora lo extrañaba, me había acostumbrado rápidamente a tenerlo en casa, tal vez porque estuvimos viviendo juntos más de un mes cuando estuvimos de encubierto, simplemente fue sencillo volver a una rutina en conjunto.
Volver a adaptarme a estar soltero fue demasiado sencillo, aunque sentía muy solo mi apartamento, no extrañaba a Mictia, simplemente ya era algo del pasado. Había ayudado a mi mejor amigo con su mudanza, a elegir sus muebles, hasta ahora solo tenia su habitación equipada, un sofá y su televisor, claramente no estaba apto para visitas al no estar completamente amueblado, me ofrecí a regalarle un bonito comedor o incluso la sala de estar, pero se negó rotundamente a recibir mi ayuda lo cual entendía, seguramente seria raro aceptar un regalo así de grande y costoso, pero a mi no me molestaba, tenia dinero guardado que no toco desde hace tanto que me parecía que ese seria darle un buen uso, a pesara de ello no insistí ya que note que la idea incomodaba a Roier.
Nuestra amistad estaba volviendo a la normalidad, al menos parcialmente, ya no huía de mi mirada como cuando recién termino su relación, ya no había tanta tensión rara entre nosotros es como si todo se hubiera enfriado de forma positiva, aun tenia la necesidad de estar cerca, ayudarlo y apoyarlo, pero había respetado su petición de mantener las manos quietas, entendía perfectamente su argumento de que esas atenciones lo confundían, simplemente mostré mi cariño por él de otra manera que fue ayudarlo con su papeleo, aunque ahora también me había pedido que dejara de hacerlo porque todos en la oficina nos veían raro.
Así que básicamente habíamos vuelto a ser los mismos, bromas, salidas de amigos, aunque ahora había miradas entre nosotros, además de que ciertos gestos se quedaron, aun seguía recorriendo la silla de Roier cuando comíamos juntos sin importar que fuera en mi propio apartamento, bebíamos café juntos todos los días, cada que hacia la compra me aseguraba de tener cosas que a mi amigo le gustaran por si llegábamos a reunirnos todos en mi apartamento, había notado que nuestros amigos nos veían con demasiada atención en ocasiones, pero solo era cuestión de que se acostumbraran a los nuevos hábitos que desarrollamos.
Al entrar a la oficina me topo con Roier charlando con la recepcionista, esta recargado en su escritorio ambos riendo de algo, ella se acomoda su rubio cabello detrás de su oreja mientras le tiende a mi amigo algo, me acerco a paso rápido pero disimulado, era un papel o tarjeta, los observo a ambos con interrogativa.
— Buenos días agente — me saluda ella con una sonrisa.
— Buenos días... ¿sucedió algo que deba saber? — pregunto directamente sin dejar de verlos a ambos.
— No, nada que yo deba decir — se encoje de hombros mi amigo, muerdo el interior de mi mejilla con molestia.
— No es nada, le pedí a Roier que fuera mi pareja en la boda de mi prima, estoy cansada de las preguntas de cuando llevare a alguien y aquí nuestro amigo acepto ayudarme — ella se encoje de hombros.
— Ya... — el lo único que puedo decir.
— Spreen, Roier ¿Qué hacen parados ahí como pendejos? rápido, Rich nos quiere en la sala de juntas, tal parece que llego un nuevo caso — nos apresura Aldo que pasa mostrando su identificación la recepcionista presiona el botón y se abre la compuerta, Roier y yo aprovechamos para pasar también.
— Nos ponemos de acuerdo por mensaje — le hace saber Ro, ella solo le sonríe y asiente.
— ¿Con la recepcionista Roier? creí que aun no estabas listo para salir — se burla Aldo acomodando sus lentes.
— No es una cita, ni si quiera sé si podre ayudarla, si el caso es tardado y ella necesita ayuda para este sábado, tal vez pueda decirle a alguien más — responde completamente tranquilo, aunque me dedica una mirada la cual correspondo.
— Bueno... es bonita, carismática y bastante lista, es justo tu tipo, así que no te detengas, no tienes porque ser soltero lo que resta de tu vida — palmea el brazo de Roier, ruedo los ojos ante su comentario, pero Aldo tenia razón, ella era el tipo de Roier.
— Wey apenas paso un poco más de un mes que rompí con Tina, no es momento de salir... es verdad que ya estoy mucho mejor y todo eso, pero no por ya no sentirme de la mierda significa que debo salir a conocer a otra persona, me gusta estar tranquilo — se encoje de hombros.
El asesor se abre y por lo tanto la conversación termina ahí, los tres vamos a paso rápido a la sala de conferencias, al entrar el resto del equipo ya estaba ahí, me siento a un lado de Osvaldo mientras Roier toma asiento junto a Rivers del otro lado, Aldo junto a Farfa como es costumbre, Rich esta pasándonos el informe del caso a los que acabamos de llegar.
— Bien, ya que están todos aquí demos inicio, la policía de Nueva Orleans ha solicitado nuestra ayuda, tal parece que tienen un asesino serial, el detective a cargo del caso murió en un tiroteo, así que el nuevo detective solicito nuestra presencia, la cuarta victima fue encontrada en el barrio francés tal como las anteriores — comienza a explicarnos, comienzo a ojear la documentación que trae fotos incluidas de los asesinatos.
— ¿Cómo saben que es el mismo asesino? — pregunta Rivers con seriedad.
— El asesino mando una carta a la policía burlándose de ellos, tal parece que llevan lidiando con este asesino desde hace dos años, todo inicio en agosto, las víctimas no son concisas ya que no tienen nada en común, uno era cantinero, otro cocinero, otro mecánico y el más reciente era maestro de ciencias, ninguno se conocía entre sí, ni tenían amigos o conocidos en común, además de que el rango de edad es demasiado variado, están entre los 22 a los 45 años, lo único que comparten en común es que son hombres que estaban en el barrio francés por la noche.
— Dos años... cuatro asesinatos... hay un año y medio de diferencia entre la ultima victima y la anterior, podría ser un imitador — comenta Aldo la posibilidad.
— Se cree que el ignoto fue atrapado y por eso el periodo de enfriamiento, tal vez arrestado por conducir ebrio, asalto, entre otras posibilidades, se cree que debe ser un hombre joven por la brutalidad de los asesinatos, pero no daremos por sentado esos hechos, tenemos que ir con ojos frescos para poder ayudar con eficacia.
— ¿Tenemos algún reporte forense que nos diga cual es su sello? — pregunto interesado mientras rebusco en mis papeles, un par de hojas caen frente a mi, las tomo tranquilo.
— Les corta la garganta de lado a lado, sin muestras de duda, ninguna de las víctimas muestra signos de defensa, además de que las eviscera, a uno le faltaba un riñón, a otro el hígado, al principio se creía que era una venta de órganos mal orquestado, pero las investigaciones descartaron esa idea, sobre todo porque el asesino manda cartas a la policía, nos mandaron escaneada la ultima.
— "Volví con más fuerza, quería que lo supieran, el último fue tan sencillo, no era tan tarde y ya estaba cayéndose de ebrio, disfrute cortando sus órganos y pensé en enviarles alguno, me pidió que lo cortara, no me creía capaz... ¿Puede creerlo jefe?...Saludos" — lee Roier en voz alta.
— Aguanta un toque... ¿Querido jefe? ¿Enserio? — cuestiono incrédulo.
— ¿Te suena de algo la carta? — me pregunta nuestro jefe, Rich.
— Tal vez... Solo que no estoy seguro — dudo un segundo, me enfoco en el papeleo buscando algo que me confirmara mi ligera sospecha.
— Bien, debemos irnos, el jet nos espera, salimos en cinco minutos, los quiero a todos ahí — todos hacemos caso.
— Tal parece que no podrás ir a tu cita con Paula — se burla Aldo pasando a un lado de Roier.
— No era una cita — bufa con fastidio.
Todos vamos a la pista de aterrizaje del buro, siempre había jets privados listos para partir ya que asistíamos a emergencias tal como esta, todos teníamos maletas con cambios de ropa para al menos cinco días, no era la primara ni la última vez que saldríamos de imprevisto, una vez todos dentro del jet nos acomodamos para seguir charlando sobre el caso, como es de esperar me siento a un lado de Roier.
— Saben... decir que la víctima le pedía que lo cortara es claramente una muestra de que no siente culpabilidad, es común en los sádicos sexuales racionalizar su conducta culpando a las víctimas de sus acciones — comenta Roier a mi lado, volteo a verlo y esta enfocado en las fotos de los asesinatos.
— No hay signos de ataque sexual en la autopsia Roier, si siguiéramos esa teoría podría ser un varón homosexual que la violencia lo excita — dice Rich pensativo.
— En cada muerte crea una fantasía de venganza por no ser correspondido — agrega Rivers a la teoría.
— Estoy seguro que es más que eso — murmuro más para mi que para mis compañeros.
— ¿Cómo qué? — me pregunta Roier viéndome con atención, correspondo su mirada, él tenia muy bonitos ojos.
— Bueno... — me aclaro la garganta y vuelvo mi atención a los demás, seguramente seria raro si me quedo viendo a mi amigo, el jet sale de la pista lo sé al sentir el característico cosquilleo en el estomago, a ese que estoy tan acostumbrado — omitiendo que las víctimas son hombres, todas tienen el mismo móvil, a las cuatro víctimas les cortaron la garganta, las eviscero, perpetuo los homicidios en sitios bastante públicos por la noche, manda cartas burlándose de los investigadores dirigidas al jefe, la diferencia es que eso paso hace cien años y las muertes ocurrieron en Londres — comento mi idea.
— Espera... no querrás decir... Jack el destripador — dice Roier al ser el único que capta de que hablo, asiento seguro de mi teoría.
— Así es... Solo que tenemos la versión moderna qué ataca en el barrio francés.
— Si trata de imitar a Jack el destripador debemos darnos prisa, seguirá asesinado hasta que lo detengamos — dice Rich poniéndose de pie y yendo a la cabina del jet, seguramente para meter prisa, pero no es como si los pilotos pudieran ir más rápido.
— Sobre todo porque Jack el destripador era demasiado impetuoso, pero esta versión moderna es muy organizado, se asegura de no cometer errores, seguramente sigue a sus víctimas por días antes de matarlas, nunca nadie lo ha visto hasta que ya aparece el cadáver — comenta Osvaldo con una mueca, seguramente aun dudando de mi teoría.
— Sin mencionar que los imitadores suelen buscar fama, debemos darnos prisa, seguramente querrá el reconocimiento de todo esto y sino lo obtiene podría tener una racha asesina — Dice Rivers con evidente preocupación por la situación.
Todos se ponen a estudiar el caso por su parte, Roier se mantiene a mi lado con tranquilidad, una vez todos se dispersan me da un ligero empujón con el codo, volteo a verlo confundido.
— Fuiste brillante, nunca se me hubiera ocurrido relacionarlo con Jack el destripador, al menos no tan pronto y estoy seguro que los demás también les hubiera costado relacionarlo — me dedica una pequeña sonrisa.
— Bueno... no sabría decir porque lo asocie tan rápido, pero desde que leíste la carta que nos mandaron escaneada... simplemente algo hizo clic en mi cerebro — me encojo de hombros tratando de quitarle importancia al asunto.
— Wey no te hagas, esto fue asombroso, seguramente nos ahorraste días de investigación por tu rápida asociación, ni si quiera sé como lo hiciste porque las cartas de Jack el destripador era mucho más burlonas y diferentes, además de que son casos opuestos, en el sentido de que Jack mataba a mujeres y este ignoto tiene preferencia por los hombres... como dije, simplemente brillante —siento mi rostro calentarse, aparto la mirada de él, me sentía intimidado por su gran entusiasmo, el bonito brillo de sus ojos y pequeña sonrisa orgullosa.
— Es solo una teoría Ro, aun nos falta confirmarlo, debemos ir con la mente abierta, ¿recordas?
— Bueno... yo creo totalmente en ti, creo que tendrás razón, son demasiadas coincidencias, ahora lo importante es enfocarnos en crear una estrategia para atrapar al imitador y evitar más muertes... buen trabajo Spreen — me da un par de palmaditas en la rodilla antes de levantarse — ¿quieres café?
— Si, gracias — se aleja hacia el área donde esta la cafetera.
Solo puedo observarlo con atención, Rivers estaba ahí también sirviéndose, ambos entablan una conversación, al parecer algo que no tiene que ver con el caso porque ambos se sonríen con diversión, señalan la cafetera, seguramente peleándose por quien la usara primero, sin poder evitarlo sonrió al verlo tan contento, me sentía muy aliviado de que Roier ya estuviera mejor emocionalmente, había dejado de culparse y acepto su ruptura, que mi mejor amigo ahora pudiera estar tranquilo me hacia sentir contento.
Cuando Roier termina de servirnos el café se me acerca tendiéndome la otra taza la cual acepto, se vuelve a sentar a mi lado, comienza una charla sobre lo que próximamente tendríamos que hacer, también como la posibilidad de compartir habitación con nuestros compañeros, ya habíamos salido de misión de esta manera, normalmente solo debíamos compartir habitación entre dos, pero como en esta ocasión venia todo el equipo tal vez seria entre tres, no me molestaba, solo puedo asentir y sonreír a lo que me dice, estaba seguro que nosotros compartiríamos.
Cuando vuelve a mencionar que mi teoría era muy buena y con bases me siento avergonzado como feliz, es verdad que Roier siempre había validado mis opiniones e ideas, pero esta vez era diferente, yo lo sentía diferente... no sabia la razón por la que ahora me hacia sentir tan bien su validación, pero me sentía increíble, que él dijera lo inteligente que soy y que soy bueno en mi trabajo era como si me hubiera dicho lo mejor del mundo, pero trato de controlar mis emociones, aunque sin poder evitarlo le doy un ligero toque en el brazo, él solo me sonríe por ello y continua parloteando, Roier también era brillante, no solo por lo inteligente que es, sino literalmente brillante, como un lindo sol que me hacia sentir cálido, en verdad agradecía que a pesar de lo sucedido se quedara a mi lado.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta gran historia de agentes del FBI bisexuales que no saben que son bisexuales jajaja ¿Qué les pareció? (Aunque técnicamente Spreen es pansexual, pero bueno)
Por fin los niños volvieron al trabajo, que ganas la neta, ya veremos como se desarrolla este nuevo caso, esta vez tendrán que enfrentarse con un asesino serial bastante preocupante, los imitadores suelen ser los más brutales dependiendo de a quien estén tratando de imitar, en este caso es a Jack el destripador cosa que no es muy alentadora que digamos, Spreen fue realmente inteligente en hacer la asociación, Roier tenia razón, se habrían tardado un poco en tener esa idea, pero Spreen estuvo rápido, también quiero decir que todos saben sobre ciencia conductual, obviamente a unos se les da mejor que a otros, como podrán imaginar Spreen es de los mejores en el campo.
También es por eso que no le dan sanciones muy fuertes a ellos ya que ambos saben hacer su trabajo muy bien, tal vez son algo imprudentes, pero son excelentes elementos, Roier también es bueno, pero él es más de notar ciertos pequeños detalles, como ponerse en los zapatos de las victimas o incluso del asesino, más empático por decirlo de esta forma, Spreen es más analítico y frio en ese aspecto, por esa razón los pusieron juntos desde el inicio ya que se complementan perfectamente.
Rich no siempre va con ellos a los casos, pero en ocasiones cuando solicitan al equipo directamente la policía del sitio es ahí donde si va más que nada para tratar con la burocracia y esas cosas, porque como podrán imaginar pueden desarrollarse problemas cuando el FBI llega a una investigación activa porque se pueden prestar desacuerdos al creer que están invadiendo y que se creen superiores entre otras cosas, en fin ya saben pelea de egos, Rich se encarga de que eso no suceda, que todo se haga de forma limpia y que todos cooperen sin dramas.
Como pueden notar Spreen esta más que enculado con Roier, pero como bien dije no se da cuenta de su gran enamoramiento, claramente se va a sentir bien que Ro le diga lo inteligente que es, sobre todo porque Spreen internamente esta haciendo una lista mental y muy en el fondo sabe que él es exactamente el tipo de Roier, ósea: Inteligente, tranquilo y carismático a su manera, claramente el Boiler esta más que acostumbrado a su humor acido e incluso le gusta, lit el Sprite es todo lo que a Roier le gusta en las personas, y el argentino lo sabe en el fondo.
En cuanto al tipo de Spreen, como Roier le dijo: le gustan superficiales y huecas, pero porque en realidad Spreen nunca le había importado las relaciones serias, con Mictia simplemente paso, fue por el tiempo y costumbre que le propuso matrimonio, se podría decir que Spreen no tiene un tipo especifico pero porque nunca se lo ha planteado ni se ha tomado el tiempo de pensar que es lo que le atrae de verdad, no hasta ahora que se nota con mayor facilidad las cualidades de Roier, que él es un gran hombre y mejor pareja porque básicamente vio de primera mano como es Roier de novio, es verdad que tuvo un desliz justo con él, pero para él eso no cuenta porque fue eso, un desliz de compas jajaja.
Por cierto casi nadie sabe de que Spreen termino su compromiso, pero básicamente casi nadie de la oficina sabia si quiera que tenia pareja, él es bastante serio en el aspecto de sus relaciones, más que nada porque antes nunca tuvo una seria así que ¿para que presentar una novia la cual no iba a durar? así que los que lo sabían que eran sus amigos y jefe, bueno ya saben que eso termino... bueno todos menos Rich, él aun cree que esta comprometido, pero son cositas, en realidad Rich solo supo de que Spreen estaba comprometido porque el argentino sabia que debería pedir vacaciones para la luna de miel, aunque estas ya no serán necesarias... de momento.
Paula, la recepcionista es amable y calmada, no estaba coqueteando con Roier, en realidad ambos se consideran amigos de trabajo, por eso le pidió ayuda al Boiler, lastima por ella que ya no podrá ir por trabajo, ella claramente entenderá y le pedirá el favor a otro de sus amigos, así de sencillo, ni los celos de Spreen valieron la pena jajajaja.
Por cierto al cumpleaños de Rich si asistieron ambos, más que nada por obligación, pero se la pasaron bien, ayudo mucho a distraerse a ambos, solo lo comento porque es algo que se menciono con anterioridad, pero no quería escribir sobre eso, era relleno sin sentido y posiblemente aburrido xDD.
En fin eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en el siguiente capítulo, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 29: Enfoque.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Llegamos a la estación de policía de Nueva Orleans, estábamos bastante listos para meternos de lleno en el caso, era jodidamente interesante sobre todo porque si la teoría de Spreen era cierta debíamos actuar con rapidez, aun me sentía sorprendido por lo rápido que hizo la asociación. Todos se nos quedaban viendo al pasar, no era algo raro siempre que llegábamos a dar apoyo recibíamos todo tipo de miradas, desde la sorpresa, admiración, desagrado... dependía mucho de la persona en realidad.
El capitán de esta estación se nos acerca, Rich da un paso al frente estrechando su mano presentándonos de forma breve, para después preguntar si tenían una sala donde pudiéramos trabajar, nos guía por la estación de policía hasta su sala de conferencias o lo que yo creo es eso, es pequeña, una pesa para ocho personas, una pizarra blanca, algunas cajas por los alrededores, parecía que la usaban más como almacén o algo por el estilo, era comprensible, ocho sillas era poco para toda una estación, me imagino que si deben hacer junta simplemente el capitán se para en medio de la oficina y comienza a charlar.
— Lamento el desorden, esta sala no se usa mucho — comenta apenado mientras quita las cajas que estaban sobre la mesa — en un momento traeré los expedientes que tenemos del caso, pónganse cómodos — y con eso sale cerrando la puerta tras él.
— Bien, creo que es inútil que todos nos quedemos aquí, Spreen es quien más conoce el caso de Jack el destripador, ve a las escenas del crimen junto con Roier, evalúen los lugares, vean que tienen de especial y porque los eligió el ignoto, Osvaldo, Rivers, vayan a la morgue, vean que puede decirles el forense que no se este en los expedientes, Aldo, Farfadox, vayan a ver a los familiares de la ultima victima, según tengo entendido tenia esposa y dos hijos, seguramente ellos podrán esclarecernos un poco si es que conocía a alguno de las victimas anteriores, yo me quedare y organizare la información con la ayuda de la policía local, debemos ser listos y metódicos, no quiero ningún tipo de falla en este caso — al decir aquello nos dedica una mirada a Spreen y a mi.
— Como ordene capitán — bromea Farfa haciendo pose militar, no era secreto que él era quien mejor se llevaba con nuestro jefe, aunque nadie nunca comentaba eso.
— Nada de desviarse del camino, nuestro enfoque esta en atrapar a este imitador, no si hay un robo en la siguiente calle, ¿entendido? Spreen, Roier — nos nombra dejando claro que habla con nosotros.
— Si señor — respondemos a la vez de forma calmada.
Todos nos damos la vuelta y cada quien toma su camino, Spreen y yo decidimos de forma silenciosa que debemos estar enfocados, nuestra misión anterior nos desviamos un poco del camino, eso fue mi culpa, pero no podía hacerme de la vista gorda ante la trata de blancas, aun tenia contacto con la policía francesa que amablemente me mantenían al tanto del caso, aunque si alguien me llegaba a preguntar solo diría que estaba ligado a nuestro caso de venta de armas y arte, aunque técnicamente ya no es nuestro caso, sino de la fiscalía, pero eso era algo irrelevante en este momento.
Esta vez debíamos trabajar de forma ordenada y sin errores, solo para no irritar a Rich que venia con nosotros, eso y porque esto era jodidamente impórtate, tratar con un imitador siempre podía ser algo peligroso ya que buscaban fama de algún tipo, o autonombrarse el asesino en si, que es la reencarnación y muchas tontearías de gente dañada psicológicamente, llegamos primeramente a un callejón que estaba a un par de cuadras de uno de los bares más feos que he visto en mi vida, se veía descuidado y sucio.
Estacionamos y bajamos del auto, ambos comenzamos a revisar la primera escena del crimen que aun estaba acordonada, pero sin custodia policiaca lo que lo hace estúpido ya que cualquier persona podría pasar por ahí sin problema, pero ya hablaríamos de eso al volver a la estación, comenzamos a revisar minuciosamente todo, aun había sangre seca en el suelo y pared del callejón, poco visible después del tiempo, pero que con nuestras linternas UV se distinguían con facilidad, evidentemente había basura por el suelo, pero no sabría decir si fue de hace dos años que sucedió el crimen o de hace diez minutos, todo podría ser posible, seguramente era más probable que fuera algo resiente.
Caminamos uno al lado del otro alrededor de la escena del crimen al menos cuatro cuadras para ver si había cámaras de seguridad que nos pudieran dar algunas pistas, pero ningún negocio las tenia, preguntamos incluso en establecimientos un poco más cuidados, pero simplemente en este barrio no se usaba eso, las cámaras de la ciudad no funcionaban o al menos eso decía el expediente que llego a la oficina, volvemos sobre nuestros pasos, entramos al bar maloliente, por dentro era menos horrible, pero estaba claro que no era el mejor establecimiento de la ciudad.
— ¿Les ayudo en algo caballeros? — nos pregunta el chico que esta detrás de la barra, me acerco sin tocar la superficie.
— En realidad si podrías ayudarnos, somos del FBI, ¿de casualidad tendrás información del asesinato que ocurrió hace dos años a un par de cuadras de aquí? — pregunto con calma, él hace una mueca incomoda.
— No, en realidad soy nuevo... solo llevo trabajando aquí un par de meses, pero mi jefe tal vez podría ayudarlos con la información que necesitan, él viene por las noches a eso de las nueve y se va a las once — nos cuenta con algo de nerviosismo, lo cual era normal casi todos se ponían nerviosos ante alguien con autoridad policiaca.
— Bien, gracias por el dato — dice Spreen quien da vuelta sobre sus pies, solo asiento como una despedida y lo sigo de cerca — esta mierda será muy difícil, te apuesto que todos los sitios están igual de bajos en seguridad — comenta una vez estamos fuera y vamos hacia la camioneta.
— Seguramente, por algo ha hecho lo que quiere sin ser visto siquiera, lo tiene fácil... es decir, dijo que su ultima victima estaba tan borracho que fue demasiado sencillo, tal vez no es que siga a sus victimas por días, sino que sean victimas de oportunidad — sol hay seguridad en mi voz.
— Eso seria más fácil, pero también re peligroso porque ahora no seria cierto tipo de personas, sino que todos los hombres del barrio francés serian un blanco — hace una mueca contrariado.
— Debemos ver todos los lugares, ver si hay un patrón además de que sean lugares de baja seguridad.
Continuamos charlando sobre el caso con seriedad, era nuestra primer experiencia con un imitador, es verdad que habíamos estudiado algunos de estos como el imitador del asesino del zodiaco, pero era muy diferente solo estudiarlo a vivirlo, estábamos realmente concentrados, visitamos todos los lugares, los investigamos hasta el más mínimo rincón y la teoría de que era en lugares de mala muerte con baja seguridad se viene abajo cuando en el ultimo asesinato fue a solo al lado del bar más lindo que habíamos visto hasta ahora, este si tenia cámaras de seguridad, baños limpios, luces que funcionaban bien y no titilaban, en un vecindario más bonito y limpio, lo cual solo hacia más posible lo de victimas de oportunidad.
Pedimos ver las cámaras de seguridad las cuales nos muestran sin problema, eran claras, hasta contaban con audio, logramos ver a la victima bebiendo en la barra, completamente absorto en sus asuntos, ni si quiera se ve que interactuó con personas, al menos no más de dos palabras, en un punto simplemente paga lo consumido, se tambalea a la salida y eso es todo, las cámaras de afuera simplemente muestras que encendió un cigarrillo y se metió en el callejón perdiéndose de vista, así de sencillo y rápido, agradecemos por la cooperación y salimos del lugar.
Vamos a otros negocios para pedirles sus grabaciones, recorremos todo alrededor, pero lastimosamente nadie tenia alguna cámara que apuntara al callejón cosa que tenia lógica, solo se enfocaban en la seguridad de su establecimiento, no de la calle entera, así que nos estancamos en esa pista por el momento, volvemos a la estación de policía algo tarde, casi las seis de la tarde, al entrar y dirigirnos a la sala que nos prestarían por nuestra estancia escuchamos un ligero debate, eran nuestros compañeros, entramos tranquilamente y como es de esperar Spreen recorre la silla para mi, solo le agradezco bajito y me siento.
— ¿Consiguieron algo útil? — pregunta Rich ignorando por completo nuestras acciones.
— Sí... es decir, pudimos ver que no tiene preferencia por un tipo de lugar, puede atacar en diferentes puntos del barrio francés sin problema lo que quiere decir que pasa desapercibido tanto en lugares de bajos recursos como en sitios de clase media y no dudo que también sepa manejarse en clase alta — digo con seriedad.
— Roier y yo estuvimos debatiendo, creemos que no es que siga a sus victimas por días, sino que sean de oportunidad — agrega Spreen.
— Eso seria complicado, no concuerda con su método organizado y controlado, los asesinos de este tipo no pueden tolerar que las cosas no salgan como quiere al pie de la letra, una victima de oportunidad podría salirse de control rápidamente si evaluó mal la situación.
— Seguramente es alguien que llega a los bares y elije cual será su victima por como se comportan, pudimos ver los videos de seguridad de un establecimiento que si contaba con ellas, mostraba que nuestra ultima victima era solitario, es decir no charlo con nadie, solo estaba bebiendo, ese podrían ser su tipo, que no sepan ni que sucedió — comenta Spreen completamente seguro en que eran victimas de oportunidad.
— Es que... simplemente no tiene sentido — opina Aldo mientras analiza las fotos de las victimas, todas completamente diferentes entre si.
— Tomemos un descanso, necesitamos comer algo para tener energía, no podemos estar a base de café, los necesito atentos y concentrados — ordena Rich poniéndose de pie.
Todos lo imitamos sin decir nada, todos teníamos cuarenta minutos para ir a comer algo, cada quien se va por su lado, yo solo comería algo en el restaurante de la esquina, no tenia intención de alejarme mucho, Spreen me sigue de cerca así que al parecer comeríamos juntos como siempre que estábamos en trabajo de campo, nos sentamos en una mesa apartada para poder charlar sobre el caso sin perturbar a las demás personas, pedimos simples hamburguesas con papas y sodas.
Estaba tan concentrado en la charla que cuando nuestras manos se tocan por querer tomar una servilleta al mismo tiempo no le doy importancia, solo le sonrió con calidez, él me observa con detenimiento y por alguna razón le doy una caricia a su mano antes de soltar la servilleta para que la tomara él, me devuelve la sonrisa, siento mis mejillas calentarse ligeramente, pero lo ignoro, no era momento para estas cosas, no solo por el trabajo, sino que apenas había logrado quitarme la culpa de encima, no era momento de coqueteo o caricias dulces, debía controlarme mejor.
La charla continua sin ningún tipo de problema mientras consumimos nuestros alimentos, pero claramente el ambiente entre nosotros cambio un poco después de que fui un desengarzado y le acaricie la mano como si fuéramos pareja, nuestras miradas se encontraban constantemente, notaba la contrariedad en mi amigo por no poder tocarme, porque había respetado mis deseos de nada de toques constantes y cariñosos porque eso me confundía, ya más de un mes que había dejado de hacerlo y a pesar de eso mi corazón seguía acelerándose cuando me sonríe, cuando sigue recorriendo mi silla para que me siente.
Esto solo me hacia saber que lo que sucedía entre nosotros no era pasajero como queríamos creer, no era algo que pudiéramos ignorar para siempre, pero que lo haríamos por ahora porque simplemente no era el mejor momento, además esta el detalle de que Spreen jamás admitirá que me quiere de forma romántica, al menos no sin que ambos tengamos algo mucho más marcado, no quería que nuestro compañerismo y amistad se viera arruinada, no era sencillo para ninguno de los dos, así que seguiría fingiendo que no me gustaba, que no teníamos una conexión más allá de la que siempre hubo, eso era lo mejor para ambos, al menos hasta que ambos hayamos sanado nuestras heridas y podamos explorar esto con libertad sin temor a que solo sea una ilusión del momento, esperaba que Spreen estuviera abierto a intentarlo con el tiempo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI que les gusta el arroz con popote, ¿Qué les pareció?
Nuestros niños enculados pero que les gusta hacerse la vida difícil, aunque están siendo maduros... al menos Roier, él quiere estar completamente bien si es que va a intentar algo con su amigo, nada de más tristezas, ni corazón roto, a pesar de ya estar mejor aun siente la necesidad de saber de Tina lo cual es completamente normal ya que ellos han sido amigos por demasiado tiempo, no es que quiera volver con ella, simplemente saber si esta bien.
Mientras Spreen aun esta en la ceguera de que quiere mucho a Roier porque llevan demasiado tiempo siendo amigos, que quiere apoyarlo en su momento difícil, él esta completamente bien con su separación ya que él vivió el duelo de eso durante la relación, así como las mujeres jajaja, además que sinceramente el Sprite no amaba a Mictia, no de verdad, solo le atraía mucho además de que eran compatibles sexualmente hablando y para él eso ya era amor del bueno jajaja, va a ver que es amor del bueno cuando acepte que se ha enamorado de Roier, pero hasta que siga con su negación... pues seguirá con su concepto vacío sobre el amor.
Además claramente Spreen esta experimentando el combo completo del enamoramiento, los celos es algo que se vera reflejado en su persona aunque lo controlara demasiado bien, nadie lo notara, nadie excepto el mismo aunque se justificara con la tontería de: "solo quiero lo mejor para mi mejor amigo y no sé si ella será eso para él", "él merece algo mejor" y así, en fin es tonto el niño y ya esta.
Claramente Rich a notado el cambio entre sus agentes, pero no se mete en ello a pesar de que este prohibido relacionarse románticamente con tus compañeros de trabajo porque te quitan la objetividad, las prioridades cambiarían drásticamente ya que en vez de querer salvar a las personas querrás poner a salvo a tu pareja, obviamente esto no ha influido en algunas personas que terminaron casándose entre ellos, pero claramente esas personas fueron reasignadas a departamentos diferentes y así evitar este tipo de conflicto.
Rich no cree que Roier y Spreen estén juntos románticamente, ni si quiera cree que estén enamorados del otro por la simple razón de que todos tienen el conocimiento de que son super heterosexuales (si, como no) así que no le perturba, simplemente cree que ese comportamiento es algo residual de la misión en cubierto (que no esta totalmente equivocado) y que se pasara con el tiempo, así que no le perturba en lo más mínimo que sus dos mejores elementos estén actuando "raro"
En fin, ya veremos como avanza el caso, eso fue todo por el capítulo de hoy, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 30: Patrullaje.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
La noche había llegado, Rich nos mando a descansar para mañana continuar la investigación a primera hora, todos llegamos al hotel agotados, había sido un día muy largo y en estos momentos solo quería una ducha caliente y dormir tranquilo para recuperar energía, agradecía que solo tuviera que compartir habitación con mi mejor amigo, nos habían separado por compañeros de trabajo, el único que tenia habitación propia es nuestro jefe.
Al entrar a la habitación veo a Roier tirarse encima de su cama con un resoplido cansado, yo solo tomo mi toalla y voy hacia el baño, eran más de las once de la noche así que solo tomaría un baño rápido, comienzo a tararear una canción tratando de relajar mis músculos tensos, debía admitir que me sentía algo nervioso, es verdad que la habitación tenia dos camas matrimoniales y no tendría porque sentirme ansioso, pero... esta seria la primera vez que compartiríamos habitación desde que él me pidió distancia física y por alguna razón eso me hacia feliz aunque no dormiríamos juntos.
Escucho movimiento en la habitación dejándome claro que las paredes son delgadas por lo tanto tendría que dormir con tapones para oídos, no me interesaba escuchar parejas teniendo sexo, en eso estoy pensando cuando la puerta del baño se abre estrepitosamente haciéndome dar un respingo asustado, trato de abrir los ojos pero tengo jabón por toda la cara, agradezco haber cerrado la cortina de baño sino Roier me vería completamente desnudo... aunque no seria la primera vez.
— Apúrate rey, acaban de encontrar otro cadáver — es lo único que dice mi compañero antes de escuchar como se vuelve a cerrar.
Solo puedo suspirar agotado, me quito el jabón de encima lo más rápido que puedo, cierro la llave del agua y recorro la cortina, me envuelvo con la toalla y salgo del baño, Roier esta poniéndose sus pantalones me imagino que se había estado poniendo cómodo con el pijama, evita la camiseta, se pone la chaqueta directamente y se sube el cierre, se acomoda su arma y placa del FBI, paso a su lado evitando verlo demasiado.
Me aseguro de ponerme mi ropa interior bajo la toalla y una vez no estoy completamente desnudo me la quito de la cintura, me pongo unos pantalones grises y una camiseta blanca de manga corta, hago el mismo proceso que mi amigo de acomodar mi arma y placa, me pongo calcetines y botas estilo militar, el esta maldiciendo con sus converse, solo puedo rodar los ojos ante su fantástica idea de ponérselos en este momento.
— Dale boludito, no tenemos toda la noche — cuando paso a su lado le doy un golpecito en el brazo.
— Ya voy... me lleva la chingada — se saca los converse de un tirón y se pone también sus botas, solo puedo negar divertido, acomodo mi cabello mojado con mis manos.
Salimos tranquilamente mientras Roier revisa su teléfono, me imagino por la dirección, cuando estamos en el recibidor del hotel ahí vemos a Rivers y Osvaldo discutiendo también saliendo, tal parece que no somos los únicos que van retrasados, subimos a la camioneta que nos proporciona el buro, enciendo la sirena del auto para asegurar llegar más rápido, Roier me indica donde tengo que girar, llegamos en menos de cinco minutos la escena estaba demasiado cerca de nuestro hotel.
Al bajar del auto siento la ráfaga de viento lo que me hace tener frio, pero no me traje un abrigo así que tendría que aguantarme, solo meto las manos en mis bolsillos, ambos nos acercamos con rapidez, Roier es quien muestra su placa y nos dejan pasar sin problema, Rich ya esta hablando con la policía local, Farfa y Aldo analizan todo a detalle, escuchamos otro auto derrapar, deben ser Rivers y Osvaldo.
Saco mi linterna UV y comienzo a analizar todo ya que la iluminación en el callejón no era la mejor, claramente el móvil era el mismo, le cortaron la garganta de lado a lado, no solo porque era obvio sino que esa debió ser la causa de muerte, la salpicadura en la pared lo dejaba bastante claro, Roier se pone sus guantes de látex para poder tocar el cuerpo, me sorprende que los forenses aun no estén aquí.
Veo a mi compañero sacar la billetera del tipo, la abre y me la muestra, su identificación era alguien local, el olor a alcohol era bastante evidente, esto estaba siendo rápido, lo único positivo de esto era que mientras más victimas hubiera más rápido podríamos avanzar, continuo explorando los alrededores.
— Tengo otra nota — me hace saber Roier, vuelvo a acercarme — "Querido jefe, esto comienza a ser aburrido, siempre es lo mismo, me piden que los corte como si fueran un cerdo en el matadero, comienzo a cansarme de estos animales, tal vez escalar un poco seria más entretenido para ambos, ¿no lo cree?... saludos".
— Eso no es nada bueno — digo en un suspiro.
— ¿Por qué?... quiero decir ¿significa algo además de una amenaza sobre más asesinatos? — me cuestiona con seriedad.
— Aun no lo sé... pero las notas siguen en la misma línea, se dirige a alguien en especifico, aunque hay veces que habla en plural sobre toda la policía, pero estoy seguro que debe hablar con el capitán de policía de la ciudad, aun no se sabe que nosotros estamos aquí para brindar apoyo y a decir verdad no sé si eso es bueno o malo — me acerco a la mochila de Aldo y Farfa, saco una bolsa de evidencia y la abro para mi amigo el cual mete el papel con cuidado.
— ¿Crees que si es un imitador? — hace una mueca contrariada mientras se pone de pie.
— Sí, puedo asegurarlo, las cartas, la forma en que asesina... estoy casi seguro que mañana por la mañana habrá otro cuerpo si es que cumple su amenaza de hacer esto más... entretenido — asiente pensativo.
— Debemos dar aviso de eso... tal vez patrullar nosotros mismos, aunque estemos cansados — se encoje de hombros, suspiro ruidosamente.
— Seguramente esa será la mejor opción... necesitaremos mucho café.
— Sí... pinche madre ya me estaba quedando dormido cuando me llamo Rich — también se queja bajito para que solo yo lo escuche lo que me hace sonreír.
— Dale, será divertido — palmeo su espalda amistosamente, me devuelve la sonrisa.
— Claro, entre a la academia del FBI para patrullar las calles, ese siempre fue mi sueño — solo hay sarcasmo en sus palabras.
— Sos todo un nene Roier — me sonríe mientras nos acercamos a nuestros compañeros — ¿encontraron algo útil? — pregunto hacia ellos.
— No, esta muy sucio, nada parece ser relevante, seguramente el equipo forense hará un mejor trabajo que nosotros, pero la trayectoria de la sangre deja claro que atacaron a la victima de frente, mira esto de aquí — dice Farfa apuntando la pared, jala a Aldo y lo acomoda — seguramente fue un ataque sorpresa — finge apuñalar a Aldo en la yugular, este rápidamente finge que pierde el aire.
Solo los vemos recrear la escena o lo que ellos creen que paso cosa que es bastante acertada, estoy completamente de acuerdo, comenzamos a charlar entre los seis sobre el sitio, que hay un bar a solo un par de calles, Roier les habla de la nota y sobre la amenaza de escalar en los asesinatos, sobre que deberemos patrullar cosa que no le hace gracia a Osvaldo que solo se queja sobre sus horas de sueño necesarias sino queríamos tener que soportarlo con su mal humor, pero nadie le hace caso al final del día quien tendría que soportarlo era Rivers y no nosotros directamente, no hasta que fuéramos a la estación de policía para juntar toda la información.
Después de nuestras quejas y compartir teorías nos acercamos a nuestro capitán que se encarga de manejar a la prensa que llego primero que los forenses, cuando nota que nos acercamos se aleja unos pasos y la policía local se encarga de no dejar pasar a nadie, le contamos sobre todo lo encontrado, la posibilidad de un incremento en los asesinatos y que debíamos estar atentos, tal como pensamos nos da la orden directa de patrullar las calles cercanas a bares, nos dan unos radios para poder comunicarnos con los detectives locales.
Lo primero que hacemos Roier y yo es ir por café bastante cargado en un supermercado que abre las veinticuatro horas del día, incluso tomo unos dulces para evitar el hambre, después seguimos las instrucciones, esta vez es mi amigo quien conduce, yo instalo la radio de la policía en nuestro vehículo, ponemos música muy baja de fondo, avanzamos lentamente por las calles que tienen una iluminación pésima, no me extraña que hayan elegido el barrio francés para estos asesinatos, era fácil desaparecer en la oscuridad.
— Tengo un chingo de sueño — inicia una conversación, volteo a verlo, esta enfocado en la calle.
— Lo sé, también estoy re cansado, pero te lo aseguro Ro, va a matar otra vez esta noche — asiente lentamente.
— Esperemos y te equivoques... quiero decir, menos muertos es menos papeleo para después — solo puedo reírme ante su comentario.
— Eso sonó re frio para vos, ese seria algo que yo diría, no vos — se encoje de hombros.
— Me vuelvo un culero cuando se trata de no dormir y mientras más días sin dormir pasen más pendejo me pondré — ruedo los ojos con diversión.
— Nah, así ya sos de nacimiento — se ríe mientras me da un manotazo casi tirando mi café — eeh, para boludo, que me quemas.
— Ojala y si para que te calles que me desconcentras.
— Mmmh, bueno ¿Por qué no me callas? — me dedica una mirada divertida.
— En este momento no puedo madrearte, sino con gusto.
— Re aburrido que sos.
— Pendejo — es lo único que responde, pero sigue teniendo una pequeña sonrisa en sus labios lo que me hace sentir bien.
— ¿Querés hacer una apuesta? — pregunto para no dejar morir la conversación.
— Apostar... ¿Qué cosa y sobre que?
— El caso, si tengo razón y mata de nuevo vos deberás hacer lo que yo quiera, si no lo hace vos podrás pedirme lo que sea y no podre negarme — hace una mueca mientras piensa.
— Eso no es del todo justo, quiero decir, tu estas bien seguro de que habrá otro muerto y tu intuicion es demasiado buena, además de que conoces el caso de Jack el destripador mejor que yo por lo tanto tienes mucha ventaja.
— Daleee, no seas aburrido Ro, te prometo que no te pediré nada raro ni extremo... solo que hagas mi papeleo de esta caso ¿si? — resopla resignado.
— Bien, tu ganas, hare tu papeleo si tienes razón y si no hay otro muerto tu harás el mío ¿trato?
— Sí, trato — tomo su mano que esta recargada en la palanca de cambios y se la estrecho lo que lo hace reír, me da un apretón en la mano y sin poder evitarlo acaricio sus nudillos con mi pulgar.
— Cuando volvamos a Virginia tenia pensado por fin comprar mi sala, ¿me ayudarías a elegir una? — cambia de tema, aun no suelto su mano, me extraña que aun no se alejara de mi tacto como siempre hacia.
— Sí, ¿ya tenés pensado algo en especifico?
— Me gustaría que fuera gris, el material aun no lo defino, estoy abierto a las posibilidades, no quiero cerrarme a una cosa porque seguramente no habrá lo que busco como tal, así que me dejare llevar por la corriente una vez este ahí, lo único que no quiero es blanco, eso se ensucia muy rápido y no tengo el tiempo para estar lavando esa madre a cada rato.
— Ya... mis sofás son negros por esa misma razón — me encojo de hombros.
— Tu sala es muy bonita... bueno tu apartamento en general, es muy... no sé como decirlo, pero todo combina, todo es color negro, gris y blanco con pequeños toques azules, en cambio siento que mi nueva casa se ve bien rara, nada combina, las paredes son beige, los muebles de la cocina son como madera rojiza/naranja, el baño tiene toques verdes, el comedor es chocolate y mi habitación es azul marino y mis edredón rojo... parece que un unicornio vomito dentro — solo puedo reírme ante su observación.
— Bueno, siendo justos así ya venia, quiero decir la cocina y el baño ya estaban así, si quieres podemos pintar tus paredes, la mesa podríamos pintarla y barnizarla para que sea del mismo color que tus gabinetes de la cocina, tu pieza... bueno o cambias tus sabanas o el color de la pared... ¿tus muebles ahí son negros ¿no? — pregunto confundido porque así lo recordaba.
— Sí... no mames, mi casa se ve bien culera — se queja de forma lastimera lo que me hace reír más.
Seguimos esta charla sobre como arreglar su apartamento y no se vea tan raro, le doy sugerencias las cuales acepta en su mayoria, me alegraba que me estuviera pidiendo mi opinión y ayuda, en este momento las cosas parecen como antes de que todo se complicara, simplemente charla tranquila, sin incomodidad ni algo raro, simplemente Roier y yo.
En un punto de la noche cambiamos de lugar, el parloteo de mi amigo no se detiene, una vez dejamos la charla de su apartamento atrás comienza a contarme que Rich ya le devolvió la maleta de nuestra misión encubierto, que nuestro jefe le dio una mirada interrogativa ante tanta ropa interior de encaje, vuelvo a reírme con ganas, ¿Quién diría que esta noche seria tan divertida?, su idea sigue siendo regalarle esas cosas a Osvaldo para que las use con su pareja.
— ¿Te quedaras con la bata que elegí para vos? — pregunto sin poder evitarlo, lo veo de reojo, su rostro se torna serio, desvía la mirada a la ventanilla.
— No lo sé... seguramente si — lo ultimo lo dice tan bajito que apenas logro escucharlo.
El silencio se hace, ¿Por qué porongas le pregunte eso?, lo único que logre con eso es que la tensión que tanto nos había costado disipar volviera con fuerza, ¿Cómo debía actuar ahora?, tal vez lo mejor era cambiar de tema y fingir que nunca hice esa pregunta tan estúpida, veo el reloj, eran las cuatro y media de la mañana, decido estacionar cerca de un callejón, había un bar a una cuadra, aquí era un buen objetivo para el asesino.
— ¿La apuesta tiene hora de vencimiento? — pregunto tratando de aligerar el ambiente.
— Mmmh... tienes hasta las siete de la mañana, si nadie encuentra nada tendrás que hacer mi papeleo — solo puedo asentir de acuerdo.
Más silencio, comienzo a mover mis dedos sobre el volante con nerviosismo, debía encontrar algo que decir, algo que no nos pusiera en una situación rara, pero nada se me ocurría, solo tenia ganas de preguntar porque quería conservar la bata, además de que mi estúpido cerebro también quería decir que se quedara con todo porque seguramente se vería re bien con todo, aunque mi opinión sobre que las cosas sencillas eran lo suyo no había cambiado, porque la belleza de Roier hablaba por si sola, sacudo la cabeza con fuerza, no debía pensar así, no era asunto mío que hiciera con esa ropa.
— Que ganas de ir a mear — suelta de la nada, volteo a verlo sorprendido — ¿Qué? tu también orinas — sonrió sin poder evitarlo.
— Tendrás que aguantar un toque... ¿o tenés una idea que no sea hacer en el callejón?
— No... puedo aguantar — se encoje de hombros, veo el reloj, cuatro cuarenta y cinco.
— ¿Crees que Rich nos deje ir a descansar en unas horas?
— No, siempre que ayudamos en casos de asesinatos son días bien pinches culeros sin dormir y parecer loquitos del centro con los ojos bien rojos... seguramente parecemos drogadictos — solo puedo asentir, eso era verdad.
— Era un milagro que nos haya dejado ir a descansar ayer por la noche y ese imitador pelotudo tuvo que re joderla — asiente de acuerdo conmigo.
— Tal vez ya deberíamos jubilarnos y hacer el plan de venta de calendarios — sonrió de lado, tal parece que ambos estamos buscando la manera de disipar ese ambiente raro, pero no pasa, al contrario, por eso evito voltear a verlo, no quería tener esa necesidad de estarlo tocando o algo más.
— También podríamos abrir una empresa de seguridad privada, muchos hacen eso al dejar el buro — sugiero como optativa, no quería agregar nada más a las fotos de los calendarios porque la idea era que Roier posara en ropa interior de mina y no quería pensar en eso.
— Ó podríamos aventarnos de un edificio a la verga — me rio ligeramente.
— Sí, esa seria una buena opción, así no tendremos que remodelar tu apartamento que parece arcoíris... ¿intentas decir algo con tantos colores Roier? — bromeo un poco, pero no responde.
— Iré a ver si hay algún lado donde mear — se baja de la camioneta cerrando la puerta con más fuerza de la que espero... ¿me excedí con esa broma?
Lo veo alejarse por el espejo retrovisor, suspiro cansado, por fin suelto el volante descansando mis manos, me recargo bien en el respaldo... tal vez debería disculparme por mi ultimo comentario, no lo sé... solo era broma, no quería incomodar a mi mejor amigo, suficiente con ese tensión rara entre nosotros... si tan solo supiera mantener la boca cerrada.
La radio hace un sonido, después se escucha la voz de Rivers diciendo que tenían otro cuerpo en la sexta, suspiro cansado... ojala si me hubiera equivocado, veo el reloj, eran las cinco de la mañana, el sol estaba comenzando a salir, esperaba que mi compañero volviera rápido.
Pasan alrededor de cinco minutos y escucho la puerta abrirse, volteo y ahí estaba Roier que parece relajado, le digo lo que escuche en la radio, maldice acomodándose en su sitio mientras se pone su cinturón de seguridad, comienzo a conducir hacia la escena del crimen.
— Ro... lamento si te ofendí hace un rato — digo con seriedad.
— Esta bien wey, no me ofendí ¿Por qué debería?
— No lo sé... solo... no quiero incomodarte, soy re pelotudo y hablo sin pensar a veces.
— Tranquilo, todo bien — me da una palmadita en el brazo.
Solo asiento dejando el tema atrás, al llegar a la escena del crimen todo esta despejado al ser muy temprano, solo están los vehículos de nuestros compañeros, nos acercamos tranquilamente, Roier vuelve a ponerse guantes de látex y se agacha rápidamente.
— Le falta una oreja — nos avisa a todos.
— Me lleva la concha de su hermana — niego con cansancio.
— ¿Qué pasa? — pregunta Rivers mientras me ve con detenimiento.
— Bueno, hay una noticia buena y una mala, con esto puedo ahora si confirmar al cien porciento que es un imitador de Jack el destripador, ya no es solo una teoría, la mala es que matara otra vez esta noche — digo con seriedad.
— Tengo la nota — se pone de pie para acercarse a mi, la extiende y veo la hoja con manchas de sangre.
— "Querido jefe... ya libere al mundo de uno más, demasiados hombres, poco tiempo... Espero y no le moleste el desorden, lo hacen tan fácil que no lo puedo evitar... saludos" — leo en voz alta.
— Bueno... al menos cumplió su palabra de hacer las cosas más entretenidas — suelta Aldo de la nada, todos volteamos a verlo.
— No digas esas mamadas wey, nos van a reportar por ese tipo de comentarios — lo reprende Osvaldo dándole un zape.
— Además... esto es una pinche mierda, estuvimos patrullando y aun así no lo vimos, estamos haciendo un pésimo trabajo — se queja Roier frustrado, apoyo mi mano en su espalda media sin poder evitarlo, solo quería mostrarle mi apoyo.
— Debemos analizar bien a las victimas, algo nos falta eso es bastante seguro — nos motiva Rivers.
— Bien, cataloguemos lo que veamos, los forenses ya venían en camino — nos ordena Farfa mientras se aleja.
— Oilo, ya se cree nuestro jefe — se burla Aldo, pero le hace caso.
Todos nos organizamos tranquilamente, metemos la nota a una bolsa de evidencia, cuando llegan los forenses se la damos no sin antes tomarle una foto y nos ponemos en marcha hacia la estación de policía, debíamos encontrar eso que nos faltaba antes del anochecer y así evitar otra muerte, ya nada de estar pensando en boludeces sobre mi amigo, evitaría toda distracción y eso implicaba dejar de ver a Roier como si fuera la octava maravilla del mundo, no era momento para eso había un asesino suelto y eso era lo que importaba, no si mi amigo se quedaría con una bata que elegí para él o si las cosas entre nosotros se pusieron raras de nuevo, ya habría tiempo para pensar en ello al volver a Virginia.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia, ¿Qué les pareció?
Si los chicos no se apresuran Nueva Orleans se va a quedar sin hombres en una semana jajaja, claramente el asesino esta divirtiéndose mucho, a los chicos les falta varios factores porque aun no saben que conectan a las victimas entre ellas, solo que son hombres y ya, tendrán que ponerse las pilas si quieren atraparlo antes del anochecer que ese es su objetivo ¿creen que lo vayan a lograr o neh?
El Spreen: No serás gay Roier ¿o sí?. Roier: /gay panic y huye, aunque bueno Ro es bisexual, pero se entiende, además como ya dije, para el Sprite eres o no eres, no hay punto medio, pobre menso, si él también esta en el espectro de mitad y mitad, pero bueno, ya aprenderá a aceptarlo, por lo mientras seguirá comiéndose a su compa con la mirada, seguirá deseando tocarlo, darle sus besos, pero ojo... no homo ¿ok?
Lo peor de todo es que nadie sospecha nada, ósea se dan cuenta de cosas y comportamientos diferentes, pero simplemente lo atribuyen a su rara amistad porque no es la primera vez que tienen cambios de conducta entre si, aunque claramente nada como eso, ya veremos que sucede, por ahora claramente todos están enfocados en el caso... todos menos Spreen y Roier que andan ahí coqueteando de forma super sutil que ni ellos mismos se dan cuenta que están coqueteando jajaja.
En fin... eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 31: Una victima más.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Llegamos a la estación de policía con toda la intención de encontrar que era eso que nos hacia falta, teníamos el reporte forense de la ultima victima y su información personal, tal parece que era un turista que venia acompañado de sus amigos en una despedida de soltero lo cual no cuadra del todo, Aldo había interrogado a los chicos que venían con él, aseguraron que no era homosexual, ni tampoco flexible a experimentar, básicamente la información que recibimos es que era el típico hombre capitán de equipo de futbol americano que solo salía a follar con la chica más linda del lugar y que siempre conseguía el numero de las chicas sin si quiera esforzarse.
Aldo explico todo con un simple: "dijo que era el que lograba que todas las chicas se bajaran las pantaletas sin si quiera preguntar... así como el Spreen antes de Mictia", mi amigo remato con un, "te confundes, creo que hablas sobre vos mismo", yo solo evite hacer comentarios sobre todo porque Aldo era bisexual y Spreen... bueno abierto a experimentar si estaba si me había besado de la forma en que lo hizo, si él me miraba como si yo fuera su mundo, claramente no era heterosexual, al menos no al cien porciento.
Ignore todas sus bromas y pullas, necesitábamos encontrar un motivo por la que ese tipo de hombre se alejaría de su grupo... la única idea que me venia a la mente fue justo por una mujer, pero no era común que hubiera asesinas seriales así de brutales, estadísticamente hablando las mujeres tomaban salidas mucho más eficaces que pudieran evitar el desastre de sangre, como veneno, provocar un accidente o como recurso más "violento" un arma de fuego, no es algo común que corten cuerpos de esa manera, pero tampoco es imposible, normalmente la motivación de una mujer que asesina son por traumas personales y normalmente van directamente a su objetivo y no solo tener victimas de oportunidad.
— ¿En que piensas Roi? — me pregunta Rivers con curiosidad dejando a los otros pendejos discutir entre ellos.
— Solo... ¿Cuál razón crees que sea por la que se alejo de sus amigos? — le pregunto para saber que no era el único que tenia este razonamiento.
— Por una mina — responde Spreen al otro lado de la habitación, solo puedo sonreír de lado al saber que pensamos lo mismo.
— Me pregunto a mi, pinche metiche... pero si, estoy de acuerdo con él, si es que no tenia una doble vida donde salía con hombres a escondidas... solo queda que intento ligar con una chica — opina Rivers.
— ¿Creen que sea un equipo? es decir... una mujer atrae a los hombres y su pareja se deshace de ellos — expone su teoría Osvaldo, hago una mueca inconforme.
— Eso no es consistente con la evidencia — dice Spreen por mi.
— Exacto... creo que tenemos a una asesina, no debe tener más de veintiocho, esta bastante motivada, además sus cartas hacia la policía... dice que esta trabajando para limpiar el mundo de gente como esa... tal vez intentaron acercarse para tener un encuentro con ella, los aleja y los mata, eso también explicaría porque no hay signos de defensa, simplemente no se esperan que una linda chica vaya a atacarlos de manera mortal — digo con seguridad.
— Estadísticamente hablando eso es poco probable — se une a la charla nuestro jefe Rich.
— En realidad... estoy de acuerdo con Roier, señor — me apoya Farfadox primero, después todos asienten.
— Pero la victimología no es consistente... es decir, ¿Dónde entra el profesor dedicado con hijos? — evito rodar los ojos con fastidio.
— No por ser un hombre mayor con familia significa que no tenga intenciones de follar con una mina joven, es el sueño húmedo de los hombres muy mayores que buscan emociones fuertes, además ¿Qué hacia ese señor en el barrio francés en el lado de los bares?
— Salió de cacería — apoya Aldo dándonos la razón, Rich hace una mueca inconforme, pero asiente.
— Bien, suponiendo que todo esto es correcto... no tiene un patrón de ataque definido, es decir no frecuenta un bar en especifico, esta atacando por todo el barrio francés, sigue siendo demasiado difícil poder atraparla, no tenemos un retrato hablado, no tenemos nada que nos diga quien es — parece realmente frustrado nuestro jefe.
— Rich tiene razón, no podemos detener a todas las mujeres en los bares, eso nos haría perder tiempo — apoya Farfa que era el único que tuteaba a nuestro capitán.
— Si me permiten opinar — se pone de pie el jefe de la policía local, ni si quiera había notado que estaba aquí, sentado escuchando todas nuestras teorías — esta noche habrá una gran fiesta en el bar de Joe´s, es de los mejores del lugar, es el aniversario numero diez desde que abrió sus puertas, cada año hacen estas fiestas enormes en el lugar, es bastante grande y atrae a todos ya que hay tragos gratis y todo eso... ese seria un buen objetivo para ella, incluso podría atraer a más de un hombre, si amenazo con aumentar el numero de victimas... esta seria su oportunidad.
— Bien, iremos ahí... todos esta noche, vestidos de civiles y estaremos atentos, no es algo completamente seguro pero es la mejor opción por el momento.
— Hay formas sencillas de identificar a nuestra ignoto, ella tiene un objetivo y las chicas comunes salen en grupo, ella estará sola, seguramente usando colores llamativos como el rojo, rosa u otro que resalte entre la multitud para que se le acerquen, seguramente será vestido corto o faldas, escotes pronunciados... sé que muchas chicas se visten así para salir de fiesta, pero como digo... ella estará completamente sola, debemos enfocarnos en eso — digo lo que seguramente todos ya sabían, pero era mejor decirlo, todos asienten.
— Bien, estas horas tratemos de obtener pistas, algo que nos ayude a reducir la búsqueda, ya sea color de cabello, complexión, color de piel, lo que sea — nos ordena nuestro jefe.
Todos nos enfocamos en ello, Aldo y Farfa salen para interrogar a las familias o amigos que vieron por ultima vez a nuestras victimas, Rivers y Osvaldo tratan de trazar un patrón de ataque marcando puntos rojos en el mapa y poniendo en naranja posibles lugares de ataque, Spreen no sé que chingados hace, esta revisando las cartas y documentos, Rich habla con la policía sobre un posible comunicado a la prensa, por mi parte me enfoco en revisar la base de datos local, encontrar el porque nuestra asesina tuvo un tiempo de enfriamiento de un año y después volvió, buscar mujeres jóvenes que fueron arrestadas y liberadas en ese periodo de tiempo.
Las horas comienzan a pasar lentamente, al no haber dormido nada me arden los ojos, estoy sumamente cansado, agobiado y estresado, pero no había nada que pudiera hacer, esta situación era mucho más importante y preocupante que unos días sin dormir, literalmente era algo de vida o muerte, al final no logramos reducir mucho más la búsqueda, había demasiadas mujeres entrando y saliendo de prisión con condenas bajas, tal vez nuestra asesina ni si quiera había estado en prisión, tal vez estuvo enferma u otra cosa, no era algo seguro, pero al menos hice un esfuerzo, todos los expedientes que revise los descarte por varias situaciones, como que eran chicas adictas y ninguna de ellas pudieran cometer crímenes de este calibre sin dejar evidencias.
— Bien, vayan a darse una ducha y pónganse presentables, deben verse como civiles que van a la fiesta y no como agentes — nos ordena Rich el cual también se pone su saco para salir.
Todos acatamos la orden, esa ducha me ayudaría tanto a despejarme, a no sentirme tan agotado, esperaba que Spreen entendiera que me tardara porque en verdad la necesitaba, al menos él se había podido dar un baño antes de salir de patrullaje, yo sin en cambio no lo había podido hacer, ninguno de los dos hablamos en el trascurso del camino, entendía que estuviera pensativo y cansado porque yo me encontraba igual.
Al llegar a nuestra habitación él se deja caer en la primer ósea la mía, no me molesta en absoluto, solo tomo ropa casual, mi toalla y entro al baño, me desvisto rápidamente y entro en la ducha realmente caliente para relajar los músculos, el vapor no tarda en acaparar todo el cuarto de baño, me tomo mi tiempo masajeando mis hombros con el jabón, simplemente en este momento me sentía tan relajado, era justo lo que necesitaba, escucho como tocan la puerta del baño.
— Dale boludito, ya llevas ahí casi cuarenta minutos, no seas envidioso — se queja mientras continua tocando la puerta con insistencia.
— Pues te aguantas — es lo único que respondo, se abre la puerta chocando con la pared con fuerza, doy un respingo del susto, por acto reflejo sostengo la cortina de baño cubriendo mi cuerpo, asomo mi cabeza — ¿Estas loco? casi me matas del susto, pendejo — me quejo fuerte.
— Dale, no tengo todo el tiempo — me apresura sin entrar al baño, pero se queda parado ahí viéndome.
— Bueno... pues date la vuelta culero, para ponerme mi toalla aunque sea — rueda los ojos con un bufido, pero me hace caso, cierro las llaves del agua y me enredo la toalla en la cadera, tomo mi ropa y salgo del baño dándole un empujón amistoso — pendejo.
— Pelotudo, me dejaste solo con diez minutos, sos re desconsiderado — entra al baño cerrando la puerta con un estruendo.
— Que exagerado — digo para mi mismo.
Simplemente comienzo a secarme con tranquilidad ya que esta en el baño, antes nunca me había incomodado si me veía desnudo o algo así, pero ahora que las cosas entre nosotros habían cambiado... me sentía tímido así que era mejor aprovechar que estoy solo ahora mismo, me pongo mi ropa interior para no sentirme tan expuesto y me seco el cabello con calma, sentándome en mi cama con un suspiro cansado.
Estoy poniéndome mis pantalones cuando Spreen sale, evito alzar la mirada, me concentro en vestirme, incluso de forma disimulada le doy la espalda para darle privacidad, ahora si tengo tiempo de ponerme mis converse con tranquilidad, simplemente estaría usando una camiseta oversize negra, vaqueros claros y las converse de bota blancas, me concentro en peinar mi cabello, usar mi desodorante y perfume, aun sin voltear asegurándome de no ver nada de nada.
— ¿Crees que logremos atraparla esta noche? — me pregunta mi amigo rompiendo el silencio.
— Siendo realista... no, no lo creo — me encojo de hombros.
— Yo creo que si, estaremos en el lugar más concurrido en el barrio francés, sé que ella estará ahí, creo que podremos identificarla si nos concentramos lo suficiente — volteo a verlo, ya esta completamente vestido, esta peinando su cabello.
— Normalmente soy yo el entusiasta del equipo — bromeo un poco, me dedica una sonrisa torcida.
— Lo sé... pero no estas de muy bien humor en este momento así que sin quilombo ocupare tu lugar... pero solo por hoy, no seas ambicioso — me rio con ganas.
— Gracias, eres tan considerado — me guiña un ojo de forma coqueta, decido que ahora era muy interesante el techo, era color beige, no sabia si ese era su color original o la humedad lo había cambiado, era una cuestión bastante interesante.
— Dale, debemos ir con todos, no quiero ser el ultimo en llegar — pasa por mi lado poniéndose su chaqueta de piel, el aroma de su perfume hace que me cosquille el estomago, sacudo la cabeza para despejarme, no era momento para pensar en lo bien que siempre huele.
Esta vez seria yo quien conduciría, Spreen me da indicaciones, tenemos la música de la radio de fondo, ambos estamos relajados, nada que ver con la tensión de hace unas horas, tal parece que el trabajo nos ayudo a volver a la normalidad, estaciono en un sitio estratégico para poder salir rápido si recibíamos un llamado, entramos al recinto que esta completamente abarrotado, era bastante bonito, era notorio que no era un bar de clase baja o media, las luces eran de colores neones, iluminaban muy bien, no estaba tan oscuro como otros clubs.
Claramente esto era una gran ventaja, nos acercamos a la barra y mientras Spreen nos pide un par de cervezas para aparentar yo mando un mensaje a nuestros compañeros dando aviso de que ya estamos aquí, me acomodo el comunicador en la oreja, aun no habíamos recibido ningún mandato por ahí, ni comunicación, aunque eso no tarda, la voz de Rivers esta en mi oído diciendo que esta en posición, en el segundo piso en el área VIP, que la invitaron unos chicos, acepto para tener mejores vistas del lugar, Osvaldo estaba con ella como era de esperar.
Luego Farfa diciéndonos que estaban en una mesa de en medio junto con Aldo, Rich estaba en la sala de seguridad viendo las cámaras, había unos cuantos policías más como respaldo, no los conocía ni sus nombres, pero los sabia identificar por su postura y forma de caminar, mi vista esta enfocada en cada chica joven que pasa, pero hasta ahora solo había notado que todas estaban en grupo, por lo tanto se supone que debe ser más fácil identificar a nuestra sospechosa.
— ¿Algo? — escucho la voz de Aldo.
— Nada de nuestro lado — responde Spreen.
— Lo mismo — ahora la voz de Osvaldo.
— Manténganse atentos, puede que aun no haya llegado, es temprano — nos dice Rich con tranquilidad.
— Bueno... al menos estamos de joda ¿no? — me da un empujón amistoso con el codo, volteo a verlo y le sonrió.
— Claro, como si en verdad quisiera estar de fiesta, no es como si estuviera bien pinche cansado ni nada por el estilo — solo hay ironía en mi voz, se ríe alegre.
— Estaremos bien... estoy seguro que esta noche cerraremos el caso — apoya su mano sobre la mía de forma suave, siento la necesidad de alejarme, no porque me incomodara o algo así, sino porque si lo dejaba me distraería y ahora mismo estábamos trabajando.
— Espero que tengas razón... tal vez deberíamos separarnos — sugiero para cubrir más terreno... eso y no distraerme con lo bonito que se veían sus ojos con las luces rosas haciendo que el purpura se viera mucho más claro.
— Bien... solo no te alejas tanto — asiento de acuerdo.
— Me integrare a la pista de baile para cubrir más terreno — informo por mi comunicador.
— Bien, todos sepárense, Roier tiene razón, debemos cubrir el mayor terreno posible — me apoya nuestro jefe.
A pesar de que me alejo siento la mirada penetrante de mi amigo en mi espalda, camino entre la gente disculpándome cuando choco con algunos, en un momento casi tiro a una chica, me disculpo rápidamente, pero como si esa fuera una invitación su grupo de amigas me rodea y me dicen que puedo bailar con ellas si quiero, estaba por declinar la oferta, pero dos de ellas me toman de los brazos y me hacen quedar justo en medio, solo puedo suspirar con resignación, les sonrió y me muevo con la música, aunque no muy entusiasta, mi vista esta enfocada en encontrar una chica solitaria en la pista de baile, pero esto estaba siendo muy difícil.
Simplemente era como buscar una aguja en un mar de más agujas, era imposible decir si alguna de ellas estaba con su pareja o ligue de la noche... no era por ser pesimista, pero estaba seguro que no lograríamos nada estando aquí... o bueno, no la atraparíamos, no teníamos descripción física, ni si quiera una pista si era rubia, pelirroja o algo así.
— ¿Estas bien lindo? — me pregunta a la que casi tiro, se pega a mi costado con una sonrisa brillante.
— Sí... solo busco a mi amiga... ¿no han visto a alguna chica que parezca que venga sola? — intento aunque sea sacar información.
— Oh claro, muchas ¿Cómo es tu amiga? te ayudaremos a encontrarla si gustas — al escuchar la pregunta me quedo en blanco.
— Esta bien... la llamare, disculpen — trato de apartarme, pero todas se juntan aun más dejándome casi pegado a todas, incluso creo haber sentido que me manoseaban.
— Oh no te vayas tan rápido, ¿tienes más amigos solteros y guapos como tu? — me hace ojitos la pelinegra con mechas rojas.
— No... si... es decir, si vengo con amigos, pero no sé en que sitio estén ahora mismo — miento de forma torpe, ellas hacen sonidos de ternura, siento mi rostro calentarse, debo parecer pendejo en este momento.
— "Roier necesita apoyo" — escucho la voz de Rivers en mi oído.
— "Voy yo, estoy más cerca" — ahora la voz de Farfa.
— En verdad debo irme, debo encontrar a mi amiga, es la única chica del grupo y me preocupa — trato de excusarme de nuevo.
— Tienes unos brazos y espalda impresionantes ¿lo sabias? — me halaga la castaña.
— Y también un pecho fornido — agrega otra de cabello negro sin mechas, el calor en mi rostro aumenta.
— También un trasero lindo — suelta la rubia y siento como me tocan, doy un respingo y me aparto con demasiada prisa.
— Aquí estas amigo, vamos vamos, que va a iniciar la ronda de shots — se acerca Farfa, me toma del brazo y me jala a su lado, suspiro aliviado.
— ¿Podemos unirnos? — pregunta la rubia manoseadora.
— Lo siento, estamos en el área VIP, tal vez la próxima — las despacha rápidamente.
No les damos tiempo a responder nos alejamos entre la gente con prisa, pero seguimos enfocados en nuestro objetivo, no lograba encontrar a una chica que pareciera estar sola, todas estaban con alguien, muchas en las esquinas besándose y todo eso.
— ¿Alguno ha visto algo? — cuestiono por el comunicador mientras me quedo parado en la otra esquina de la barra, Farfa se pone a mi lado mientras su vista esta en la derecha, yo en la izquierda.
— "Nada relevante" — era la voz de Aldo, parecía incluso algo de mal humor lo cual comprendo.
— "¿Estas bien Roier?" — al escuchar a Spreen muerdo el interior de mi mejilla.
— Todo en orden — respondo de forma corta y lo más profesional posible.
Pasa alrededor de una hora y media, me había separado de Farfa y juntado ahora con Aldo, buscando más ángulos, pero simplemente... nada, no había comportamientos sospechosos, ni chicas solas, ni si quiera Rich que tenia una mejor vista a todo por estar en las cámaras nos pudo dar información, tal vez ella no estaría aquí, aprovechar que casi todos estarían aquí y cazar en otra parte asegurando que nadie la vería.
— "Tenemos un cuerpo en el callejón a un lado del bar Joe´s" — nos informan, gruño con frustración y me dirijo a la salida del maldito bar, ella si había estado aquí y nadie de nosotros logramos identificarla a tiempo.
Aldo me sigue de cerca maldiciendo en voz baja, saco un par de guantes de látex del bolsillo de mi pantalón y comienzo a ponérmelos incluso antes de llegar a la escena, cuando doblamos en la esquina ya esta el sitio acordonado, están interrogando a un par de personas, un hombre y una mujer, Aldo se acerca y yo entro al callejón mostrando mi placa que había tenido en el bolsillo de mi chaqueta, me agacho mientas con la linterna del móvil alumbro la escena, mismo patrón, la garganta cortada de lado a lado, la carta estaba en su boca, cuando la saco ahora noto que le extirpo la lengua, no tardo en encontrarla a no más de dos metros del cuerpo.
— ¿Ahora que dice? — alzo la vista encontrándome con Rivers, le sonrió de medio lado, ya todos están aquí, Farfa ayudando a Aldo con los testigos, Spreen y Osvaldo analizando los alrededores.
— "Querido jefe. El lo quería, con una lengua afilada y manos vulgares, creí que querría saber que pronto tendría lo que se merece, uno más a la lista y los que faltan, espero lo este pasando tan bien como yo. Saludos" — leo en voz alta, ella suspira mientras me tiende una bolsa de evidencia, meto la nota.
— Esto esta siendo cada vez más creepy, ¿no? — me pongo de pie para darle espacio a los forenses.
— Esta motivada, cada vez será peor... Spreen, ¿Cuál fue lo siguiente que hizo Jack el destripador después del homicidio doble? — cuestiono volteando hacia mi compañero que estaba analizando la salpicadura de sangre que estaba al lado del gran contenedor de basura.
— Bueno... fue el asesinato más brutal que tuvo, Mary Kelly, su ultima victima conocida oficialmente, aunque se rumoreaba de otros tres homicidios... como sea, fue la que mayor dolor sufrió, la torturo por días aunque no se sabe con certeza si eso fue cierto, a ella la encontraron en su apartamento desmembrada por completo — su respuesta hace que me de un escalofrió, Rivers hace cara de asco mientras que Osvaldo resopla con resignación.
— Bien... pues tendremos que encontrarla antes de que eso suceda — era la voz firme de Rich, todos volteamos a verlo, parece bastante molesto — todos, vayan a descansar, mañana a primara hora los quiero en la estación, tenemos a una asesina que atrapar — se da la vuelta mientras hace llamadas.
— No creo poder dormir después de la información que nos dio Spreen — comenta Rivers, me saco los guantes de lates y se los tiendo a los forenses que los guardan en una bolsa de evidencia.
Nadie dice nada más, salimos del callejón, ya hay personas aglomerándose deseando saber que sucedió, subo al auto ahora de copiloto, Spreen enciende y arranca a más velocidad de la que me espero, pero no me quejo, a decir verdad era bastante desmoralizador saber que estuvimos en el mismo sitio que ella y no pudimos detenerla, se supone que estamos entrenados, que podemos identificar a personas con comportamientos raros, pero no lo logramos, alguien más había muerto, ni si quiera me tome la molestia de ver su identificación, no quería otro nombre que me atormentara esta noche.
Llegamos a nuestro hotel, Spreen avanza con prisa entre los pasillos, parece muy molesto por algo, seguramente se culpa por no haberla atraparla como prometió que sucedería, al entrar a la habitación casi me cierra la puerta en la cara, de no ser porque puse mi mano me habría golpeado con ella.
— Cálmate wey, casi me pegas — me quejo mientras cierro la puerta con demasiada fuerza dejando ver mi molestia, solo resopla.
— No debiste haberte separado Roier, pudimos haberla encontrado juntos, pero vos te fuiste con esas minas que solo querían garchar con vos, incluso creo que habrían aceptado una orgia si se los proponías — me quedo congelado en mi sitio ante su comentario.
— ¿Qué estas diciendo? estaba trabajando pendejo, estaba tan enfocado en todo nuestro alrededor que ni si quiera me queje del manoseo, se veía menos sospechoso que estuviera ahí... creo que ni si quiera baile de verdad, seguramente parecía un pendejo parado en medio de esas chicas — respondo sintiéndome molesto.
— Ya... ¿y tengo que creerte? por tu pelotudes teníamos un elemento menos, si hubieras estado concentrado de verdad... si tan solo hubieras dejado de buscar un garche rápido la hubiéramos atrapado — siento la flama de la molestia incrementar con cada palabra que sale de su estúpida boca.
— No puedes culparme de esto, nadie la pudo localizar, era simplemente imposible, lo supe incluso antes de salir de nuestra habitación, antes de si quiera darme la ducha, las probabilidades para atraparla eran mínimas por no decir nulas, pero aun así hice mi mayor esfuerzo, me aleje de ti para estar concentrado, para no tener que estar pensando que me estas tocando o bromeando, tu mismo lo dijiste, estábamos trabajando, pero aun así estabas de pinche confianzudo bromeando conmigo, tomando mi mano, ¡eso no es profesional! — exclamo con frustración, se queda callado viéndome con tanta seriedad que no sé que es lo que piensa de mi arrebato.
— Eso antes nunca te molesto — responde seco, ruedo los ojos aun más frustrado que hace diez segundos.
— Eso ya lo sé... lo sé Spreen, cada que te digo esto no debes recordarme que antes no nos pasaba, pero ahora ambos hemos cambiado, ni si quiera es que me moleste, sino que me distraes, con tu pendeja sonrisa egocéntrica, tus ojos brillantes de las luces del bar... ¿Cómo mierda quieres que me concentre?
— ¿Ahora yo soy el culpable de todo? — parece más molesto aun, ruedo los ojos sin poder evitarlo.
— ¿Sabes que? déjalo — le doy la espalda, esto no era algo que hablar en este momento, cuando estoy por caminar al baño siento un fuerte tirón, Spreen me esta tomando por los brazos, tan cerca ahora que mi respiración se queda atorada en mi garganta.
— Estamos hablando, vos no podes decidir cuando hemos terminado... si te toco, hago bromas... pero porque es lindo ver cuando sonríes, tus ojos brillan y tenés pequeños hoyuelos, no tan marcados, pero aun así los noto, la forma en que me miras... noto como te recorre un escalofrió cuando paso mi mano por el largo de tu espalda — trago con fuerza tratando de mantener la compostura.
— Basta... estamos trabajando... suéltame — ordeno con dureza.
— ¿Por qué esas minas podian tocarte, pero yo no? — relamo mis labios, noto como su vista baja a mi boca, los nervios suben rápidamente.
— Spreen — digo tan bajo que ni si quiera sé si logro escucharme.
— Vos también me distraes tanto... es jodidamente molesto — tira de mi brazo acercándome más.
— Pinché madre — maldigo antes de ceder.
Ni si quiera sé quien se mueve primero, pero nuestros labios se estrellan con rudeza, paso mis brazos por su cuello mientras me pongo de puntillas, sus brazos me rodean por la cintura con tanta fuerza que creo que me quedare sin aire, nos movemos con tanta sincronía que incluso me asusta, muerde mis labios antes de hundir su lengua en mi boca, me quejo un poco ante la intromisión inesperada, pero tiro de su cuello hacia abajo para estar más a la altura y no tener que estirarme tanto, ¿Quién iba a decir que siete centímetros de diferencia en estatura serian tan notorios cuando nos besáramos?
Sus manos recorren mi espalda con una lentitud tortuosa, suspiro sobre su boca mientras un escalofrió me recorre, sonríe sobre mi boca de forma egocéntrica, como si acabara de dejar claro su punto, bufo separándome unos centímetros, pero apoya sus manos en mis costados firmemente antes de volver a unir nuestras bocas, me aferro a su chaqueta, por el movimiento el olor de su perfume me llega directamente, siento que me derrito contra él, me abraza de nueva cuenta, sus manos más decididas, confiadas.
Acaricio su cuello con la punta de mis dedos, jadea contra mi boca dejándome claro que eso le había gustado, baja sus manos a mi trasero, me pongo tenso de inmediato, cuando intenta levantarme, apoyo mis manos en su pecho y me alejo con la respiración acelerada, él no esta mejor que yo, mantiene sus manos en mi culo como si fuera lo más normal del mundo, mi frente apoyada en su hombro ocultando mi gran sonrojo.
— Estamos trabajando — digo de forma temblorosa.
— Lo sé — responde agitado, su voz una octava más abajo, otro escalofrió me recorre, paso saliva con dificultad, me sentía tan avergonzado.
— No debemos hacer estas cosas en el trabajo.
— Lo sé.
Se hace el silencio, nos mantenemos abrazados, sus manos suben a mi espalda de nueva cuenta dándome caricias reconfortantes, rodeo su torso apoyando mis manos en su espalda media, no me atrevo a moverme, no quería verlo a la cara, esto estaba tan mal, una persona había muerto, estábamos discutiendo de eso, no era una buena manera de resolver nuestros problemas o desacuerdos, así que a pesar de mi vergüenza doy un paso hacia atrás, alzo la vista y me encuentro con sus hermosos ojos amatistas.
— ¿Por qué estabas enojado conmigo? — pregunto volviendo al tema y dejando atrás el momento de... camaradería por no tener otra forma menos alarmante de decirlo.
— Yo no... no lo sé, no es agradable verte con otras personas, sé que estabas concentrado en el laburo... lamento haber dicho esas cosas, no tenia derecho a decir eso, perdona Roi — me acaricia la mejilla de forma suave, suspiro inclinándome hacia su tacto.
— No hay razón para estar celoso Spreen — hace una mueca, pero no responde a eso — esta bien... no tenemos que abordar el tema, solo... creo que es bueno poner reglas, como dije... no podemos hacer estas cosas en el trabajo — desvía la mirada avergonzado.
— También lamento haberte besado, te había prometido que no volvería a hacerlo... incluso se supone que no debería tocarte, pero lo he estado haciendo de nuevo... perdóname Roier — aleja sus manos de mi rostro, bueno, ya resolvió mi duda de quien había besado a quien, aunque sé que yo también me acerque.
— Esta bien... no es... no me molesta, solo... no lo hagas en horas laborales — me encojo de hombros tratando de parecer relajado, aunque por dentro este realmente asustado, nos quedamos en silencio sin saber como abordar esto.
— ¿Puedo tocarte? — pregunta bajito, a pesar de mis reservas asiento con la cabeza, me toma de la mano con tanta delicadeza que me da una ternura infinita, mi corazón esta latiendo como loco — ¿Querés dormir juntos? vos me ayudas a dormir mejor — sonrió sin poder evitarlo.
— Esta bien.
Nos acercamos a su cama, nos desvestimos en silencio sin vernos mucho, una vez estamos en ropa interior nos metemos bajo las sabanas, quedamos frente a frente, nuestros rostros a solo diez centímetros de distancia, le ofrezco mi mano la cual toma entrelazando nuestros dedos, me da un besito en el dorso de la mano, sin poder evitarlo me inclino hacia el dándole un besito en los labios, nada demasiado escandaloso, solo fue un ligero toque de labios.
— Estamos en horario laboral — dice divertido, solo le sonrió divertido.
Apagamos las luces de las lamparas que están en las mesitas de noche, se hace la oscuridad, cierro los ojos con la intención de dormir, pero la respiración de Spreen la siento tan cerca que los nervios no parecen querer abandonar mi cuerpo, así que suelto su mano y le doy la espalda para intentar conciliar el sueño, pero no tarda en abrazarme por la cintura pegándose a mi espalda, siento sus labios acariciar mi nuca y cuello, solo cierro los ojos con fuerza.
— Buenas noches Ro — murmura bajito.
— Descansa — le respondo sin moverme.
Entierra su rostro contra mi espalda, no sé cuantos minutos pasan, pero sé que se quedo dormido por el ritmo de su respiración, eso parece relajarme porque el sueño también me alcanza, sabia que aun teníamos mucho que hablar, porque los amigos no se besan, no se duermen de cucharita, no se celan de la forma en que él lo hizo... pero todo a su tiempo, aun no era momento porque él parecía aun algo reticente a charlarlo, así que por ahora... solo tendríamos que intentar no ser obvios con el cambio, nada de besos o toques en el trabajo, eso seria catastrófico de muchas maneras... no debería sobre pensar esto, tal vez esto no se volvería a repetir... debía ser eso.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia a la verga, como la amo, se ha convertido en mi favorita la neta jajaja ¿Qué les pareció?
Como pueden ver los chicos van contra reloj, el o la asesina no va a detenerse hasta que la atrapen, así que deben encontrar esa pieza que les falte para poder dar con ella y todo eso en un día porque saben que en la noche volverá a salir a cazar para encontrar a su siguiente victima, ¿lograran encontrar la pieza que falta o neh?
El Sprite estaba bien celoso mi gente, odio ver como coqueteaban con su chikistrikis, como lo sostenían de los brazos, estaba tipo: "suelten a mi hombre zorras", pero Roier no fue el único que recibió coqueteos, claramente todos fueron receptores, incluso Spreen, un par de chicas le dieron su numero de teléfono, papelitos que él tiro porque no le interesaba en lo más mínimo, desde que Roier se alejo su atención estaba en su compañero, ósea si estaba concentrado en su chamba, pero cada ciertos minutos buscaba a Roier con la mirada para asegurarse de que estaba bien... es por eso mi gente que no es bueno que una pareja de policías trabaje junta, porque pierden objetividad, ya veremos como lidian con eso estos dos.
Claramente Roier ya noto que Spreen esta enculado de él, por eso intento abordar el tema de los celos, pero al notar que su "amigo" aun no se sentía listo lo dejara pasar por ahora, lit desde este momento Roier va a ser el carry, dejara que las cosas entre ambos avancen como tengan que avanzar, así que ya no le negara sus besos al Sprite, ni los toques cariñosos, pero obviamente Roier tratara de ser prudente y profesional, no quiere que los despidan o los separen de equipo, así que se encargara que todo quede entre ellos nada más, al menos hasta que Spreen este listo para hablarlo con libertad.
Así que si, a partir de aquí puede o no que haya besitos en los capitulos... el Sprite ya bien confianzudo dándole su manoseada al Roier, pero estaba celoso el niño era tipo: "si ellas pueden, ¿Por qué yo no?" /le toca el culo, jajajaja, aunque no todo fue por celos, claramente le tiene ganas al Boiler, así que bueno... ya veremos si puede dejar las manos quietas aunque sea mientras están chambeando... por cierto, recuerden que las paredes en ese hotel son delgadas ¿creen que alguno de sus amigos escucho su discusión? recuerden que dijeron cosas... pues románticas eso de que me distraes porque eres guapo pues... aja xDD
El Sprite: ¿Quieres que durmamos juntos? 🥺 👉🏻👈🏻 jajaja lit fue ese.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 32: Pistas a seguir.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Despierto a primera hora de la mañana, el sol apenas y se filtraba por las persianas cerradas, pestañeo para quitarme la pereza de los ojos, cuando estoy por levantarme noto que Roier esta recostado a mi lado, me abraza por el brazo y su rostro esta enterrado en mi hombro, siento un ligero cosquilleo en el estomago, sonrió sin poder evitarlo, paso mi mano libre por su cabello que es realmente suave, ante mi tacto se queja y se da la vuelta en la cama soltándome.
Lo observo con detenimiento, el movimiento de sus hombros al respirar, sigo la línea de luz que se refleja en su piel, los lunares en su espalda... era tan lindo, veo la hora dándome cuenta que aun tenemos un par de horas antes de tener que levantarnos para ir al trabajo, así que lo cubro bien con las sabanas para que no le de frio, me pongo de pie de forma sigilosa para no molestarlo, entro al baño a darme una buena ducha, no podía dejar de pensar en los besos que nos dimos ayer, se había sentido tan bien, aunque aun estoy en conflicto con esto porque... bueno somos mejores amigos, además de que estamos en el laburo y si esto se supiera tendríamos grabes problemas.
Así que debía dejar de ser tan impulsivo, él mismo me lo dijo... no le molesta nuestra cercanía siempre y cuando sea fuera del laburo así que tendría que respetar eso, nada de besos ni bromas coquetas, ni tomar su mano... seria tan difícil no tocarlo, estaba tan acostumbrado al tacto con él, pero ahora las cosas eran diferentes, antes no había una tensión asfixiante entre nosotros, esta que parecía electrizante y me erizaba la piel al tocarlo.
Antes no me sentía feliz porque Roier reaccionara a mi, es como si me hubiera vuelto adicto a verlo ruborizarse por mi, como lo recorría un escalofrió de forma bastante evidente cuando le daba caricias en la espalda, su linda timidez al desviar la vista cuando lo observo con demasiado detenimiento... sacudo la cabeza, no debía pensar en esas cosas, así que me concentro en la ducha, tal vez saldré por unos cafés y algo de desayunar para ambos... eso era mejor que quedarme y observarlo dormir como acosador, así que una vez termino y me visto salgo de nuestra habitación compartida.
Camino tranquilamente por las calles de Nueva Orleans, estaba todo bastante tranquilo ya que era demasiado temprano, al entrar a la cafetería veo a que Aldo y Farfa están aquí, sentados en una mesa charlando tranquilamente, me acerco a saludarlos con bastante buen humor, ellos me observan curiosos.
— ¿Qué paso mi Spreen? ¿dormiste bien? — pregunta divertido Aldo, lo cual me extraña.
— Sí... a decir verdad dormí como un bebé boludo, ¿ustedes que tal? — me siento con ellos.
— Creo que no tan bien como vos... ¿se resolvieron las cosas con Roier? — al escuchar la pregunta me pongo nervioso, pero me obligo a mantener la calma.
— ¿Resolver las cosas? — cuestiono con indiferencia.
— Si... los escuchamos discutir... es decir no se entendía muy bien, pero era notorio que estaban molestos con el otro — responde Aldo encogiéndose de hombros.
— Fue una boludes, todo tranca entre nosotros, ya nos conocen, somos competitivos — le quito importancia al asunto.
— Me alegra — dice Farfa con tranquilidad mientras bebe de su café, pero ellos no dejan de verme, me remuevo incomodo.
— Bueno... dejen pido porque le dije a Roier que volvería con el desayuno — me excuso de forma casual poniéndose de pie.
— Que lo disfruten — suelta Aldo dándome una sonrisa cómplice.
Solo me alejo sin saber que sucede... ¿nos habrán escuchado pelear?, espero que no, dijimos cosas personales... la molestia me había ganado y ahora estaba el riesgo de que compañeros nos hayan oído, sabia que Farfa y Aldo no dirían nada si es que descifraban que Roier y yo nos estábamos besando, no era como si fuera algo muy serio... solo besos, no afectaba a nuestro laburo, seguíamos siendo los mismos ¿no?, así que no debía porque haber problema.
Así que una vez que me autoconvenzo de que nada estaba pasando, pido un par de cafés y la especialidad del día en comida ya que no tenia ganas de pensar en ello ni elegir algo, una vez me lo empaquetan salgo de la cafetería despidiéndome de mis compañeros y amigos con un movimiento de mano, camino ahora más rápido hacia el hotel... esperaba que nadie más haya escuchado mi pelea con Roier, eso seria incomodo, sobre todo que Rich no supiera, eso era lo esencial, los demás guardarían silencio... nos molestarían, pero todo entre nosotros.
Entro a la habitación en silencio por si acaso Roier estaba dormido y efectivamente, estaba completamente perdido, veo el reloj, teníamos una hora y diez minutos, debía despertarlo a pesar de lo adorable que es, enciendo la luz principal, dejo la comida en la mesita de noche, camino hacia la ventana alzando las persianas, escucho a mi mejor amigo quejarse por la iluminación.
— Dale boludito, ya es re tarde — digo divertido, se incorpora exaltado.
— Pinche madre, ya voy, ya voy — se levanta tropezándose con las sabanas, una vez logra quitárselas recoge su pantalón del suelo poniéndoselo de forma torpe, comienzo a reírme.
— Tranca pelotudo, no es taaan tarde, traje el desayuno — me acerco a la mesita de noche, saco su café y se lo tiendo, lo acepta con un resoplido aliviado.
— Pendejo, entonces no me despiertes de esa manera — se deja caer a la cama donde dormimos manteniendo su café en equilibrio para no derramarlo.
— Vos que reaccionas re exagerado.
— Mmmh... ¿crees que hoy logremos avanzar en el caso? es decir... encontrar los que nos falta — pregunta con calma aunque evita verme.
— Bueno, es nuestro deber encontrar esa respuesta antes de que anochezca y salga a cazar — respondo tranquilo, comienzo a cuestionarme si es buena idea contarle el posible escenario de que Aldo y Farfa escucharon algo de nuestra discusión.
— Sera un día de mierda — se queja poniéndose de pie de nueva cuenta, solo puedo observarlo con atención mientras desayunamos en silencio, aun me debato si decirle o no... tal vez no era nada.
— Creo que Aldo y Farfa nos escucharon — suelto sin poder evitarlo mientras termina de vestirse, voltea a verme con sorpresa.
— Escuchar... ¿Qué cosa? — parece reacio a la posibilidad.
— Ya sabes... nuestra discusión de ayer... alzamos la voz un toque y vos mismo lo dijiste las paredes son delgadas — hace una mueca.
— ¿Por qué piensas que nos escucharon?
— Me lo dijeron... es decir no que sabían que sucedió solo que escucharon que peleamos — el silencio vuelve a hacerse.
— Esto esta mal... mierda ¿Qué vamos a hacer? las relaciones entre compañeros están prohibidas, ¿y si Rich nos escucho también? — habla bajo, como si temiera que alguien más escuchara nuestra charla, ruedo los ojos.
— Tranca, tampoco es como si hubiéramos garchado fue... solo... boludeces que dijimos, nadie dirá nada, además de que nuestro trabajo no se ve afectado por lo que sucede, seguimos laburando con normalidad no es como si nos estuviéramos comportando de alguna forma diferente, todo sigue igual.
— ¿Hasta cuando crees que seguirá siendo normal? mmh, ¿Cuándo perderemos objetividad? sin contar con que ayer tuviste un ataque de molestia solo porque no me quede a tu lado — desvió la vista avergonzado con mi comportamiento.
— Aprenderemos a manejarlo, todo estará bien — apoyo mi mano en su hombro, suspira apartándose de mi toque.
— Tal vez... deberíamos pedir un cambio de compañero — retrocedo con incredulidad, además de que mi pecho se oprime ante esa posibilidad.
— ¿Vos enloqueciste? ¿por que haríamos eso?
— Spreen... nuestra relación ha dejado de ser profesional y puede afectar nuestro trabajo — evita verme directamente, se sienta a ponerse el calzado.
— Es una pelotudes, claro que podemos seguir siendo compañeros, nuestra relación nunca fue solo profesional, vos sos mi mejor amigo, salíamos fueras de horas laborales, salidas a comer, a almorzar, cumpleaños, fiestas... nunca ha sido complemente profesional, no importa si esto ahora es diferente y nuevo, nunca cambiara la forma en que me preocupo por vos, en todos nuestros trabajos siempre ha sido mi prioridad mantenerte a salvo... es verdad que somos re impulsivos y a veces algo suicidas en algunas situaciones, eso no va a cambiar porque nos vemos envueltos en esas situaciones por nuestro sentido del deber, pero también en la protección mutua que nos proporcionamos, unos besos no cambiaran eso... besarte no nublara mi juicio y sé que a vos menos, tenés este sentido de justicia que es exasperante en algunas ocasiones, ¿eso ahora es diferente por querer besarme?
— No — responde bajito con las mejillas sonrojadas.
— Pues ya esta — doy por descartada esa idea tan estúpida.
— De acuerdo... pero si nuestra objetividad se ve nublada por... lo que sea que haya entre nosotros pediré un cambio — sentencia con seguridad.
— Eso no va a pasar... dale, debemos ir a la estación de policía, hay laburo que hacer.
Caminamos uno al lado del otro, claramente la tensión no ha disminuido y a decir verdad no creo que lo haga, sé que este tema aun no ha terminado, aun debemos poner limites y charlar sobre lo que nos sucede con el otro, pero ya habría tiempo para eso, ahora mismo había un asesino en serie que atrapar, lo demás quedaría en segundo plano por el momento.
Llegamos a la estación de policía tranquilos, cada uno se pone a seguir pistas diferentes para avanzar, todos tomamos este enfoque, era importante que encontráramos algo antes del anochecer y poder atraparla sino desaparecería tal como hizo Jack el destripador, él nunca fue atrapado, seguramente este seria su ultimo asesinato e iría por el objeto de su ira así que no había tiempo que perder.
Comienzo a analizar todas las notas que envió a la policía, si había algo seria ahí, la forma gramatical, como se dirige siempre al jefe de policía... seguramente a ese que falleció, ¿serian conocidos? era una posibilidad así que a pesar de que podría ser una perdida de tiempo seguiría ese indicio, cuando Roier nota que estoy cambiado de expediente se me acerca con curiosidad, le expongo mi idea y me ayuda sin rechistar, incluso se nos une Rivers y Osvaldo, entre los cuatro revisamos los casos del detective caído, tenia casos de narcotráfico, robos... nada realmente destacable, al menos no hasta que Rivers exclama con urgencia, nos muestra un expediente de caso cerrado por falta de pruebas, era de una violación.
Esta sucedió hace dos años y medio, justo antes de que iniciaran los asesinatos, según aquí dice que fue un reporte "falso" o al menos eso declaro el compañero del detective y capitán de policía, se descarto el caso por la opinión de dicho detective que fue transferido a narcóticos y nuestro detective ascendido a capitán de la estación, aquí estaba el numero e identificación de la chica.
Cuando leo que era una estudiante de medicina simplemente lo sé... era ella, claramente la imitadora tenia conocimientos médicos para asesinar con tanta precisión, para extraer los órganos tan rápido, porque a todos los cadáveres les faltaba algo, nos vemos entre los cuatro con sospecha, queda claro que todos concordamos en que es una pista que vale la pena seguir, estaban por dar las cinco de la tarde así que debíamos darnos prisa.
Trate de buscar algo de ella en internet, pero simplemente nada, no tenia redes sociales, no había nada sobre una cedula profesional... simplemente es como si ella no existiera en el sistema lo que haría difícil de localizar, toca buscar si hay conocidos, personas con su mismo apellido... lo que sea, simplemente ver como es, donde vivía o vive, incluso con solo saber el color de su cabello u ojos era un avance.
Todos nos ponemos a ello, incluso nuestro capitán Rich salió a hablar con el compañero transferido a narcóticos para saber si obtiene algo. El tiempo comenzaba a pasar más rápido, más frustrante cada que nos topábamos con otra pared, estaban por dar las diez de la noche, me pongo de pie estirándome y también decidido a encontrarla aunque tuviera que arrestar a cada chica en todos los bares, tomo mi chaqueta del respaldo de mi silla para salir a buscarla, en eso llega Rich con cara de pocos amigos.
— Tengo la dirección antigua de la chica, vamos — todos se ponen de pie.
— Esperen... no estará ahí — dice Roier seguro, todos volteamos a verlo con seriedad, no era momento para más teorías — estará en el apartamento de la victima, Spreen lo dijo, desmembró a dicha victima en su propia casa, debemos buscar a su violador.
— Tiene razón — lo apoyo porque era verdad... mierda, no había nada sobre la identidad de ese tipo.
— Bien... ustedes dos traten de encontrar algo sobre eso, los demás vengan conmigo al apartamento de ella, tal vez haya algo que nos ayude ahí — ordena, Roier y yo volvemos a la investigación mientras los demás salen.
La búsqueda es frenética, ni si quiera hablamos entre nosotros, al pasar casi una hora recibo una llamada, era Farfadox: "Lo tenemos, su violador era un compañero de clases, tiene recortes y fotos de él, todas con cortes, busquen el nombre de Christopher Campel", me da la información de forma rápida, tecleo en el sistema, rápidamente me aparece, tiene antecedentes de violencia domestica... el maldito estaba casado.
— Tengo la dirección, el numero veintiocho en la calle Bourbon Street, los veremos ahí — cuelgo la llamada, Roier ya esta poniéndose de pie acomodando el arma reglamentaria, apoyo mi mano en mi costado sosteniendo la mía.
Salimos de la estación de policía con algunos refuerzos, vamos con prisa las sirenas abriendo el paso entre los autos, al estar a dos cuadras apago la sirenas para no alarmar a nuestra sospechosa, Roier les indica por la radio a los demás que hagan lo mismo y obedecen, estacionamos a un par de casas, nos bajamos y avanzamos en sigilo.
Roier me hace una seña que ira por la puerta trasera, solo asiento pidiéndole que vaya con cuidado solo con la mirada, asiente y se lleva a tres oficiales con él, entramos por la puerta de enfrente, por el comunicador en mi oído escucho a Rivers diciendo que estaban cinco minutos de llegar, le informo que nosotros ya estamos aqui y vamos a entrar, me saco el comunicador de la oreja dejándolo colgar, no quería escuchar los regaños de que debemos esperar.
Guio a los otros policías conmigo, me encargo de abrir la puerta con cuidado, como es de esperar esta abierta sin ningún tipo de pestillo, avanzamos por la silenciosa casa, todo apagado, al menos hasta que llego a la cocina, ahí atada en una silla la esposa del violador, con una seña le pido a dos oficiales que se encarguen de ello, se escucha un fuerte estruendo en el piso de arriba, avanzo con rapidez, cuando estoy por subir veo a Roier dando indicaciones y desaparece por el corredor.
Al verlo avanzar solo ya estando arriba, subo lo más rápido que puedo para cubrirlo, se abre la puerta del fondo con otro estruendo, era Roier, esta apuntando.
— FBI, las manos donde pueda verlas — anuncia, avanzo y me pongo a su espalda dándole un ligero toque en el costado, ese que siempre teníamos para que supiera que estoy con él, camina con lentitud a un costado para dejarme ver.
— Largo, aun no he terminado — dice ella con furia mientras nos apunta con un enorme cuchillo.
— Esta bien... Lourie, esta bien, sabemos lo que te hizo — comienza mi amigo, guarda su arma mostrando las manos como muestra de paz, yo me mantengo alerta apuntando directamente al pecho de la tipa, ni en pedo dejaría que lastimara a Roier.
— ¡Él es un cerdo!, no hice nada malo, solo libre al mundo de escorias como él — sentencia alterada.
— Lo sé... eres una gran chica, una que fue dañada profundamente por un idiota prepotente, solo querías protegerte — da un paso más cerca, siento mi garganta secarse.
— Todos los hombres son iguales, ¡sé creen dueños de todo!... yo les demostré que no es así, que harían cualquier cosa por una cara y pechos bonitos, desde el más joven al más viejo, todos asquerosos... como tu — se incorpora dejando Campel en la cama, esta amarrado.
— Mi trabajo esta en proteger a la gente sin importar su genero, edad o condición... eso te incluye a ti... leímos el expediente, creyeron que mentías, pero yo te creo, él es un desgraciado que maltrata a las mujeres... no quedara impune, lo prometo — Roier da otros dos pasos acercándose, mi corazón esta por salirse de mi pecho, estaba siendo imprudente, arriesgándose de más, ella era inestable, él lo sabia y aun así estaba acercándose, escucho pasos subiendo, eran nuestros compañeros y jefe que me dedica una mirada molesta, les hago una seña de que se mantengan ahí, más gente solo la abrumaría.
— ¿Dónde esta el detective Wilden?, solo él me creyó, me trato bien... solo hablare con él — exige manteniendo el cuchillo en dirección a Roier.
— Murió en un tiroteo hace un par de semanas... leí sus notas, era un gran hombre... por favor déjame ayudarte — pide mi compañero dando los últimos dos pasos.
Ella grita tratando de cortarlo, pero antes de poder apretar el gatillo Roier la esquiva, le toma de la muñeca donde tenia agarrado el cuchillo y se lo quita de un hábil movimiento, la sostiene con fuerza entre sus brazos y para mi sorpresa ella no lucha, solo comienza a llorar con una tristeza abrumadora, suelto el aire que no sabia que retenía, le pongo el seguro a mi arma y la guardo, me aparto de la puerta y entran los demás.
Cuando Rivers intenta esposarla, Roier le hace una seña de que no lo haga, ella le hace caso y me ayuda a desatar al maldito violador, cuando esta libre no tardo en esposarlo con fuerza, se queja diciendo que demandara por uso excesivo de fuerza, pero poco me importa, salgo de la habitación dándole empujones, Ro viene detrás cargando a la chica que solo llora en su pecho aferrándose a mi compañero como si su vida dependiera de ello.
— Llévenselo — ordeno mientras lo meto a una patrulla, la ambulancia ya atendiendo a la esposa del horrendo tipo, ella no tenia nada, solo el susto de la situación.
Sigo con la mirada a mi compañero que sienta a la chica en otra patrulla, esta hincado a su lado diciéndole algo mientras ella asiente entre lagrimas, sonrió sin poder evitarlo, él era tan dulce, era más que claro que esta tranquilizándola y explicándole que va a suceder ahora, seguramente él testificara a favor de ella cuando el caso llegue a la corte, porque ese era Roier ayudando a quien se lo pidiera y claramente ella seria una de esas personas, jodidamente empático aun en nuestra línea de trabajo donde hemos visto mucha mierda.
— Disimula un poco — doy un respingo al escuchar a Farfa, volteo a verlo confundido.
— ¿Qué cosa?
— Que estas hasta las manos por nuestro amigo Roier — frunzo el ceño.
— No se de que hablas.
— Dale, vos hacete el boludo, pero a mi ya no me engañas estas re perdido amigo... al menos esta vez es alguien que vale la pena — palmea mi hombro de forma amistosa.
— Las cosas no son así.
— Esta bien Spreen... no tenés que explicarme nada, solo... estando en el laburo no te le quedes viendo y sonrías como pelotudo, Rich lo notara y hará preguntas... Aldo y yo no diremos nada — se encoje de hombros, antes de poder responder se aleja hacia su compañero.
Solo puedo resoplar ante sus tontearías, mi vista busca de nueva cuenta a mi mejor amigo, ahora charla con el policía que conduciría la patrulla, me imagino que pidiéndole que sea suave con ella, volteo hacia otro lado siguiendo el concejo de Farfa, justo me encuentro con ese par, que solo me sonríen con burla y mandan besos, ruedo los ojos con fastidio, ellos en verdad estaban locos, pero al menos el caso estaba resuelto y podríamos volver a casa... solo esperaba que cumplieran su palabra y no dijeran nada.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia, ¿Qué les pareció?
El Farfa y Aldo escucharon todo el chisme mi gente, para suerte de nuestros niños solo ellos dos, Rivers y Osvaldo estaban en el quinto sueño y la habitación de Rich estaba al fondo del pasillo, lo suficientemente lejos para no escuchar absolutamente nada.
Pero tal como Farfa dijo, si Spreen no disimula todos se darán cuenta, tal vez no que esos dos están tonteando, pero si que el Sprite esta bien enamorado, la de disimular él no se la sabe, pero tendrá que aprender si quiere seguir siendo compañero de Roier, al menos ya admitió que si hay una chispa entre ellos y claramente piensa aprovechar cada oportunidad, pero sin pensar mucho en ello, ignorara su pansexualidad todo lo que pueda, es decir si anduviera ahí con el Boiler, pero siempre y cuando no tengan que ponerle nombre o titulo a sus sentimientos.
Mientras que Roier si será más abierto y sincero, porque él acepto su bisexualidad sin problemas, esperemos que las cosas les vayan bien mientras definen que es lo que pasa entre ellos y si quieren que evolucione o algo de verdad y serio o simplemente seguirán fingiendo que solo son besos sin significado... esperemos que el Sprite abra los ojos antes de arruinarlo.
Atraparon a la asesina en serie que resulto ser una victima de violación que claramente Roier ayudara todo lo que pueda, tal como el Sprite predijo justificara a su favor hablando del trauma y todo eso como dije ellos saben sobre ciencias conductuales, además de que recomendara un psiquiatra para la defensa, en fin Roiler siendo Roiler... al menos de este universo, como dije él es muy arraigado a defender a las mujeres, cosa que el inculcaron sus papis, Luzu y Quackity.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 33: Volviendo a Virginia.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estábamos yendo de regreso a casa, todos estaban recostados en sus asientos, Rivers y Osvaldo uno al lado del otro charlando en voz muy baja, apenas y se escuchaba, no se entendía nada, pero tampoco es como si quisiera saber, Aldo estaba completamente dormido, su sitio detrás del mío, Farfa estaba charlando con nuestro jefe al otro lado del Jet mientras jugaban una partida de algún juego de cartas, no sabia cual con exactitud, Spreen se había parado por un café, y yo traigo mis audífonos puestos, mientras pienso en todo lo sucedido en esta misión.
No solo habíamos atrapado a la asesina en serie, sino que resulto ser victima del sistema, no la ayudaron cuando ella fue victima y se convirtió en victimaria, algo poco común, pero no imposible, fue bastante triste su caso, decidí leer su expediente, ella había estado realmente lastimada, desgarre vaginal y anal... y aun así no le creyeron, no me extraña que el trauma la haya llevado a este extremo, pero nuestro trabajo era atraparla y eso hicimos aunque no me sienta satisfecho con el resultado.
Había ocasiones como esta que no me sentía contento con como sucedieron las cosas, pero no podía hacer nada para cambiarlo, sobre todo porque ella también había cometido actos horribles, aun así le ayudaría en su caso, aunque sabia que no haría una gran diferencia, quería que ella supiera que no todos los hombres buscan dañar a las mujeres, que hay personas buenas en el mundo y si eso la ayudara a dormir por las noches... bueno ya seria un alivio para ella.
Además no estaba solo el tema de el caso, sino que Spreen y yo nos besamos... mucho tal vez fue solo en un momento de... tensión saliendo, pero habían sido besos intensos, incluso caricias por parte de mi amigo y compañero, jamás un hombre me había tocado de esa forma, me sentí raro, pero también se sintió bien... demasiado bien, no me asustaba que él me gustara tanto ni que mi corazón se acelerara con sus pequeñas acciones, lo que me preocupaba era el trabajo, aun temía que lo nuestro no se estabilizara y provocara que perdiéramos objetividad, Spreen asegura que eso no sucederá, pero... ¿Cómo puede estar tan seguro?
Odiaría que por esta recién... lo que sea que tengamos haga que nos distraigamos tanto que alguno de los dos salga herido, no quería que se repitiera lo de Paris, el pánico que sentí cuando creí que había muerto, fue el sentimiento y sensación más horrible que he experimentado en toda mi vida, más doloroso que mi rompimiento con Tina, simplemente no sabría como explicar la desesperación de ese momento, así que mi advertencia había sido real, si noto que nuestro trabajo se ve perjudicado, pediré un cambio de compañero, así sabría que Spreen estará a seguro con un compañero que lo cuide sin perder objetividad.
— ¿Qué tanto piensas? — se deja caer a mi lado con su taza de café.
— Solo... no me siento satisfecho con el resultado, ella solo... no quiero justificarla, pero... sabes que odio este tipo de casos donde mujeres son violentadas y no las ayudan a tiempo, si el sistema fuera más eficiente muchas de estas cosas podrían evitarse — comento cansado.
— Tenes razón... pero ella estará bien, estoy re seguro que serán re empáticos... no digo que tendrá una condena baja, pero tal vez como sus acciones se vieron guiadas por un trauma sea enviada a un centro psiquiátrico — suspiro recargando todo mi peso en el respaldo de mi asiento.
— Si... tal vez.
— Anímate, Ro, también lo atrapamos a él, será juzgado y condenado, no solo por la violación, la esposa testificara por la violencia domestica, obtendrá lo que merece, sabes como se tratan estos temas dentro de prisión... el imbécil no podrá ni sentarse bien lo que resta de su vida — sonrió sin poder evitarlo.
— Esperemos que si lo condenen y no le den solo horas de ayuda comunitaria eso seria jodido — apoya su mano en mi muslo, suspiro nuevamente — Spreen — advierto, pero no aparta su mano.
— ¿Que?
— No te hagas pendejo... dijimos que en el trabajo no — lo ultimo lo digo realmente bajo, él rueda los ojos divertido.
— No estoy haciendo nada, relaja un toque ¿sí?, te ves más lindo cuando sonríes, anda, no seas amargado — ruedo los ojos, pero en contra de mi buen juicio le sonrió ligeramente — eso esta mucho mejor — me da una caricia suave en el muslo antes de apartar su mano.
— Hay veces que tengo ganas de golpearte de lo idiota que eres.
— Podés intentarlo, veamos quien gana — me guiña un ojo, decido darle la espalda.
— Voy a intentar dormir, ya no quiero escuchar tus tontearías — se ríe bajito.
— Dale, yo cuido de vos compañero — me pone encima su chaqueta, no la rechazo, me acomodo mejor y reclino mi asiento hasta que estoy completamente acostado, ventajas de viajar en jet.
Comienzo a dormitar por el movimiento del vuelo, en un momento siento la mano de Spreen darme caricias suaves en la espalda, lo que termina de arrullarme por completo, caigo completamente dormido sin cuestionarme que pensarían los otros si ven a mi compañero cuidarme de la forma en que lo hace, ya que esto era nuevo, no solo para ellos sino para nosotros, no importaba no era tan raro procurar el sueño de un amigo... ¿no?... es decir yo cuidaría de todos mis compañeros de trabajo de la misma forma que hago con Spreen.
Despierto de un sobresalto porque me mueven de forma brusca, abro los ojos encontrándome con el rostro de Rivers, esta me ve con curiosidad, tomo una profunda respiración para despertar por completo.
— ¿Por qué me despiertas así de feo? — me quejo con voz ronca.
— Ya casi llegamos — se encoje de hombros y se sienta a mi lado, pestañeo siendo consiente de mi entorno, Spreen ya no estaba a mi lado, trato de ubicarlo, pero simplemente no lo veo.
— ¿Y Spreen?
— Fue al baño, recién acaban de anunciar que estamos por aterrizar, Rich pidió que te despertáramos, fui la afortunada — se burla un poco, ruedo los ojos con fastidio, me estiro aun recostado en el asiento.
— Gracias por siempre ser tan dulce y delicada, no sabes como aprecio tu linda amistad.
— Para eso estamos los amigos — me palmea el brazo.
Enderezo mi asiento con un bostezo, aun tenia sueño, el caso había sido realmente agotador, esperaba que Rich nos dejara ir a casa, porque la otra opción era estar en la oficina haciendo el papeleo y a decir verdad no tenia ganas de hacer trabajo de escritorio, en estos momentos quería ir a casa, dormir lo que resta de la tarde y noche, definitivamente haber estado castigados con trabajo de escritorio por un tiempo nos paso factura a Spreen y a mi, no es que no estuviéramos haciendo un buen trabajo, pero me sentía más cansado de lo común, tal vez también tenia que ver el estado emocional de ambos que en este momento estaba en constante cambio.
— Pueden ir a comer, los veo en la oficina en un par de horas, no más — nos permite nuestro jefe, todos suspiran cansados pero no lo contradecimos.
Compraría algo de camino a casa, me iría a dar una ducha, ventaja de vivir a solos cinco minutos de la agencia, como es de esperar Spreen me alcanza sin problemas, ambos vamos uno al lado del otro con tranquilidad charlando como es costumbre, decidimos que pediremos comida china a domicilio, hago el pedido en la app mientras seguimos yendo a mi casa, una vez llegamos subimos sin problema, claramente ambos ignorando de momento lo sucedido entre nosotros en el hotel, tal como pienso tal vez solo fue algo de una sola vez.
Entramos a mi casa aun algo vacía, él comienza decir que tal vez debería pintar mis paredes de azul, así habría un poco más de armonía con el color de mis muebles, solo puedo escuchar sus consejos, al final del día yo le había pedido ayuda hace unos días, tal parece que esta muy metido en su papel de decorador de interiores porque comienza a dar un recorrido a mi apartamento el cual ya conoce bastante bien.
Comienza a decir que podría ser buena idea usar de algún papel tapiz en el baño para cubrir los azulejos de colores chillantes, o que podríamos pintarlos y barnizarlos para que no perdieran el brillo, después sale del baño de visitas y va a mi habitación, solo puedo seguirlo realmente divertido.
— Acá todo me parece joya, tiene toda la personalidad de vos además de que esa frazada rojo quemado esta re piola.
— Lo sé, por algo no he hecho nada en mi habitación... aunque bueno siendo sinceros no he hecho mucho por mi apartamento — ambos nos reímos sabiendo que eso es verdad.
— Dale, podremos conseguir a buenos carpinteros para que pinten tus muebles, diría que lo hiciéramos nosotros, pero con todo el quilombo del laburo nunca terminaríamos y se vería peor.
— Sí... en eso tienes razón — se hace el silencio, pesado, asfixiante, ninguno de los dos nos movemos.
— Entonces... ¿tardara mucho la comida? — trata de sacar platica, reviso mi teléfono, decía que aun faltaban veinte minutos.
— Un poco — otra vez silencio, suspiro cansado de estos ratos incomodos — tal vez simplemente deberíamos fingir que nunca sucedió... eso.
— Claro que no... es decir, si vos querés no puedo obligarte a lo contrario, pero yo no pienso hacerme el boludo, aun no hemos hecho el intento de ver como lo resolveremos en el laburo — hago una mueca mientras me siento en mi cama.
— Somos amigos y compañeros de trabajo, si dejamos que nuestros sentimientos interfieran harán que el trabajo sea más peligroso de lo que ya es porque tomaríamos riesgos innecesarios por el otro.
— Siempre hemos sido medio suicidas — le quita importancia — además... siempre cuidaría de vos Roier, sin importar la situación, cubrirte la espalda es lo que mejor hago.
— Lo sé... es solo que... aun no sé como vamos a resolver esto.
— Ya... de todas formas no es como que vaya a ocurrir algo desastroso, además, Farfa y Aldo ya lo saben, no es secreto y me lo han dejado bastante claro — lo veo horrorizado.
— Eso es aun peor.
— Nah, será re fácil, como dijimos dentro del laburo seremos compañeros, ya fuera de él... lo que sea que seamos en este momento.
— Déjame dudarlo, te la pasaste haciéndome cariñitos en el jet — niego con la cabeza contrariado por ello.
— Estaba cuidando de vos.
— Lo sé, eso lo sé... es que la línea entre nosotros ya es muy difícil de ver.
— Ya la cruzamos y más de una vez.
— Sí ¿Cómo sabremos en donde parar?.
— Cuando algo ya no nos guste — se encoje de hombros y se sienta a mi lado, me abraza por los hombros — estamos re bien Ro, ¿o acaso vos no quieres nada de esto? explorar juntos lo nuevo.
— Sí claro que quiero.
— Entonces deja de sobre pensar tanto y solo... dejémonos llevar — se acerca a mi, dejando su rostro a solo centímetros del mío, una invitación bastante obvia, suspiro rendido.
Acorto la distancia que nos separa en un besito dulce, porque quiero a Spreen, esto para mi no es un experimento ni nada, para mi esto es... darnos una oportunidad a ser una buena pareja, tal vez él no lo decía con esas palabras, pero para mi eso era lo que significaba dejarnos llevar, nunca he sido alguien que no se tome enserio las cosas cuando se trata de amor y yo claramente me tomaba muy enserio a Spreen, porque lo conozco y es un excelente hombre, uno del cual me enamore hace no sé cuanto tiempo.
Así que seria paciente, iría lento para no asustarlo y cuando él ya no este tan asustado en aceptar que es bisexual, bueno ahí me atrevería a pedirle ser oficiales, por ahora me conformaría con la etiqueta de: "estamos intentándolo", claramente eso era mejor que nada, espero que ambos podamos sobrellevarlo bien en el trabajo, no quiero que nos despidan o nos sancionen, además de que Spreen esta negado a cambiar de compañero así que debíamos poner todo de nuestra parte para lograr un equilibrio pronto, no quería más escenas en la oficina, suficiente con su escena de celos y nuestra discusión, eso no volvería a pasar o al menos eso me digo a mi mismo mientras beso amorosamente a mi mejor amigo y compañero de trabajo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia que tanto amo alv, ¿Qué les pareció?
Así es banda acaban de aceptar que son el casi algo del otro, que Spreen este tan calmado es raro ¿no?... ya veremos cuanto le dura jajaja, claramente nuestros dos mensos van a empezar a tener más actitudes de pareja... bueno ya las tiene aunque ellos no se den cuenta de eso, el Aldo y Farfa van a pasársela bien a gusto con todo esto sobre todo porque saben que sus amigos son personas que no tienen experiencia con otros hombres, así que estarán de chismoso para burlarse en cada paso que den el Boiler y el Speren.
Nadie noto la complicidad de estos dos en el jet, más que nada porque cada quien iba en su mundo, pero claramente si siguen jugándole al vergas los van a descubrir y ahí si nadie va a estar tan tranquilo, aunque el pobre de Boiler si esta bien angustiado, porque como dijo él se esta tomando las cosas enserio, mientras que Spreen esta jugando, la neta, ósea no tiene intenciones de lastimar a Roier, pero esta en modo exploración así que las cosas están desequilibradas.
No se preocupen, a pesar que el Sprite esta en modo exploración solo esta interesado de esa forma en Roier, solo le gusta Roier y ya, así que claramente su objetivo el es Roiler, así que no habrá terceros en esto, así que serán exclusivos, eso si, hablo de besos, porque estos dos ni de pedo van a tener sexo, no por el momento ya que les va a dar miedo, así que evitaran eso todo lo que puedan.
Bien otro caso terminado... así que nuevamente se vienen capítulos enfocados solamente en su relación, antes de sumergirnos en otro caso, creo que es una buena dinámica, aunque si les gusta más lo policiaco díganme y sin pedos le meto a eso.
En fin eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 34: En el trabajo no.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estábamos en una junta semestral donde venia el supervisor general del equipo, estaban dando estadísticas de efectividad y todas esas boludeces que no me interesaban en lo más mínimo, pero claramente debía estar al ser parte del equipo, sino hubiera asistido Rich me hubiera sancionado de alguna manera, estaban las rubricas de los casos que resolvimos en estos seis meses, no necesitaba que nos dijeran lo buenos que somos en nuestro trabajo, por algo éramos de los mejores equipos que tenia el FBI.
Claramente hicieron mención de que Roier y yo teníamos algunos métodos algo poco prácticos ya que nos ponemos en la línea de fuego de forma irresponsable, cosa que no es algo que nos sorprenda, cada que suceden estas juntas nos dicen lo mismo para después felicitarnos por nuestra efectividad en el campo, después se desarrolla la charla sobre los recursos que tenemos y todo eso, si no me interesaban las estadísticas de nuestro desempeño mucho menos lo económico.
Mi atención cae en mi compañero, él esta realmente poniendo atención así que no podría intentar iniciar una charla en voz baja, así que solo me quedo pensando en como han estado desarrollándose las cosas, es verdad que nuestra amistad esta evolucionando a... amigos con derechos, él acepto ver como nos iba con esto ya que para ambos era nuevo, nunca me he parado a pensar más allá de lo que sucede, ni porque me parece tan... bueno estar juntos.
Aunque tampoco era la gran cosa ya que solo eran besos y nada más que eso... esta bien que en algunas ocasiones se me iban las manos, pero rápidamente me detenía, aun no me sentía seguro de que eso fuera algo que le gustara a él porque siempre se ponía tenso cosa que era lógica ya que me imagino que nadie lo había tocado de esa manera en los besos, claramente había una forma muy distinta en como tocan las mujeres y los hombres, sobre todo porque conocí a su ex novia y Tina definitivamente no lo sostenía como yo.
Éramos muy diferentes, ella pequeña y delgada, claramente si los había visto cuando se besaban y claramente Roier era mucho más alto, la alzaba del suelo, la sostenía y ella era de acariciarle más los brazos, la espalda, cuello, si tal vez una palmada en el trasero o algo así, pero claramente yo no soy pequeño o mucho más delgado que Roier, en esas ocasiones que nos hemos besado yo soy quien mayormente inicia el contacto, quien lo sostiene a él.
Notaba que Ro aun era tímido, cohibido y lo entendía bien, no llevábamos en esto ni si quiera un mes, una cosa era bromear sobre besos u otra situación comprometedora y otra muy distinta comenzar a hacerlo, así que estábamos yendo lento, tampoco es como si yo quisiera pasar a algo más, nunca me he planteado la idea porque me parece que eso ya es muy extremo, además no somos pareja, solo amigos que se hacen compañía y ahí se va a quedar.
No sé cuanto tiempo ha pasado, pero comienzan las despedidas y agradezco demasiado que haya terminado, cuando salimos de la sala de conferencias me estiro tratando de que la sangre corriera por mis piernas que se habían comenzado a dormir por estar tanto tiempo sin moverme de mi lugar, cuando volteo hacia Roier para preguntarle si nos íbamos a comer algo, él esta muy atento a su teléfono, charla con Osvaldo y Aldo en voz baja, así que me acerco con curiosidad.
— ¿Qué hacen? — pregunto interesado.
— Nada — responden los tres a la vez, lo que me hace observarlos analíticamente.
— Solo... les contaba que me solicitaron para la primer audiencia de la trata de blancas en Francia, me mando un correo el agente Etoiles.
— ¿Aun sigues en contacto con esos policías?
— Claro, me han estado dando informes del caso cada par de días.
— Ya... bueno decile que también cuentan con mi testimonio si lo necesitan — me encojo de hombros.
— Ok, eso seria de mucha ayuda, yo les digo — rápidamente se pone a escribir un mensaje.
Se desarrolla una conversación vaga sobre el trabajo, yo solo espero a que Roier termine para decirle que vayamos a comer... a solas, antes no me importaba que nos acompañaran nuestros demás compañeros, pero ahora que nosotros teníamos algo, prefería estar solos ya que era el único momento del día que podría besarlo o tomar su mano sin ojos curiosos.
De por si era un milagro que Farfadox y Aldo no nos estuvieran molestado, al contrario habían guardado silencio sobre lo que sabían, es verdad que a veces nos dedicaban miraditas divertidas, pero nada más. Nada de comentarios, bromas, algo de doble sentido... absolutamente nada, tal parece que decidieron mantenerse al margen y respetar nuestra privacidad cosa que aun no me creo del todo.
— ¿Querés ir a comer? — le pregunto bajito cuando guarda su teléfono, me mira con media sonrisa.
— Claro, se me antojan unas empanadas
— Dale, vamos.
— ¿A donde van? — pregunta Farfa con diversión.
— Pues es la hora de descanso... iremos a donde todos van, a comer — respondo con fastidio, ya decía que habían respetado nuestra privacidad demasiados días.
— Ya... ¿quieren compañía? — ahora dice Aldo.
— En realidad sí, mi sala esta por llegar a mi casa, me acaba de llegar mensaje, así ayudan a subir las cosas — responde Roier con tranquilidad.
— Ah... mejor otro día con gusto — bromea Aldo, Roier lo empuja divertido, pero a pesar de lo dicho ambos caminan hacia el elevador, solo puedo suspirar resignado, Farfa y yo los seguimos.
— ¿Tenias intenciones reproductivas con nuestro amigo Roier? — me cuestiona bajo, bufo con fastidio.
— Cuando dije a comer era de forma literal, íbamos a las empanadas de acá a la vuelta.
— ¿Cómo van las cosas? debe ser estimulante su primera vez con hombres... los mejores amigos que se gustan pero se creían heteros y por eso no decían nada — hago una mueca molesta.
— ¿Podes dejar de decir esas boludeces?, Roier y yo... no es nada de eso — entramos al elevador, los mexicanos están riéndose de algo.
— Bueno... entonces empanadas y ayudar a Roier a subir sus muebles nuevos... que buen descanso ¿a que si? — bromea Farfa dejándome tranquilo lo cual agradezco.
— Esperemos que no debamos trabajar, esperemos que vayan cargadores.
Y así mi posible momento a solar con Roier se había estropeado, como es de esperar vamos como dijimos por las empanadas y de ahí a casa de Roier, justo llegamos cuando el camión de la tienda donde compro su sala ya estaban ahí, los deja pasar y los guía, tal como dijo había dos cargadores, pero para hacer las cosas más sencillas Roier y yo cargamos el sofá mediano, Aldo y Farfa el pequeño, dejamos las empanadas sobre el sofá pequeño ya que ahí estarían estables.
No tardamos más de quince minutos en que su sala quede en su lugar, el color era gris oscuro, los cojines azul rey, la mesita de centro era de cristal, se veía bastante elegante, ahora todos sus muebles eran de color gris oscuro o negro, dejando claro que siguió mi consejo, su baño ahora era de un blanco pulcro mientras sus toallas eran rojas, ahora su apartamento era bastante bonito.
— ¿Te falta algo para completar de amueblar? — pregunto para hacer charla ya que los cuatro estábamos bastante callados, sentados en su nueva sala mientras comíamos.
— La habitación de invitados, pero de eso me preocupare después... tiene una simple cama así que con eso debe bastar, se ve muy vacía y triste, pero — se encoje de hombros — no es como que me mortifique.
Y así se desarrolla una conversación sobre el gran cambio que había dado su apartamento en poco tiempo, después volvemos a la oficina, me sentía realmente frustrado, me habían quitado mi tiempo a solas con Roier, ese que siempre aprovechaba para darle algunos besos y tener una charla más personal, me sentía como un adicto que le hacia falta su dosis.
Y ahora que estamos de nueva cuenta en la oficina solo puedo dedicarle miraditas a mi compañero, él parece realmente concentrado en el trabajo, terminando el papeleo de nuestra ultima operación, había sido realmente sencillo, una sospecha de secuestro que resulto ser que el chico había huido de casa, ni si quiera habíamos tenido que hacer mucho, no tardamos ni un día en encontrarlo, nada realmente relevante, pero aun así se necesitaba el papeleo.
Faltaban veinte minutos para las seis, así que solo debía aguantar un toque y podríamos ir a cenar si el aceptaba, lo veo ponerse de pie con una carpeta y se va a la habitación de almacén, es automático, sin poder analizarlo mejor me pongo de pie y lo sigo, tomo mi propia carpeta para no verme sospechoso, espero unos segundos y abro la puerta, cierro con cuidado, Roier esta concentrado en guardarlo en el sitio correcto.
Cuando cierra el archivador dejo mi carpeta encima, lo tomo del brazo y lo jalo a un costado entre dos estanterías, me ve con evidente sorpresa, antes de que pueda decirme algo le doy un casto beso, se aparta escandalizado, pero le doy un beso en la mejilla, despues en el mentón y me quedo en su cuello, aspirando su aroma dándole besitos ligeros.
— ¿Estas loco? — dice bajito mientras trata de poner distancia.
— No podía esperar esos veinte minutos que faltaban — respondo sin apártame, un beso más en sus labios.
— Detente, tenemos un acuerdo... hay cámaras aqui, pendejo.
— Por algo nos metí aqui, nadie nos esta viendo — cuando intento darle otro beso me da un golpecito en la boca, solo puedo reírme — sos re sexy.
— Cállate... no puedes hacer estas cosas, dijimos que no en el trabajo, apártate.
— ¿Querés que cenemos algo? podemos ir a mi casa... en tu casa, a algún lugar, vos decime — rueda los ojos, pero su rostro esta sonrojado.
— En tu casa esta bien, ahora quítate — le hago caso, lo dejo salir del rincón, camino hacia el archivador y ahora si meto mi carpeta, él se acomoda su camiseta tratando de parecer normal — pendejo — es lo ultimo que dice antes de salir.
Solo puedo sonreír complacido, sabia que había sido re imprudente, pero había valido la pena, la sensación de adrenalina, de satisfacción al besarlo, esa nadie me la quitaría, sabia que en mi casa me cagaría a palos por mi atrevimiento, por haber roto el acuerdo, pero no pude evitarlo, no me arrepiento y lo volvería a hacer sin quilombo alguno.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia, el Sprite anda de urgido xDD, ¿Qué les pareció?
Como podrán ver esta bien pendejo, ósea se dice así mismo que no es nada importante o que no es algo que pensar mucho, pero después anda ahí de: tengo muchas ganas de besarlo, maldito Farfa y Aldo que se meten en mi camino, la verdad es que Spreen y Roier si están bien enculados, el problema aquí es que Ro si lo acepta, el Sprite no.
Esperemos que o sea demasiado estúpido como para arruinar las cosas con el Boiler antes de que inicien de verdad, en fin esta cap solo es para que vean lo contradictorio que es el Sprite, bipolaridad le llaman jajaja.
Farfa claramente dejo de molestar al notar que Spreen se había cerrado a la charla por completo, le dejo bastante claro que no se siente listo para hablar de eso, ni ahora ni en un futuro cercano, así de sencillo, así que por eso no siguió con esa charla, Aldo claramente también esta dejando que las cosas entre Spreen y Roier se establezcan antes de iniciar con las preguntas.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 35: Ansiedad.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Desperté antes que la alarma, el resplandor tenue que se colaba por las persianas apenas insinuaba el comienzo del día, pero mi cuerpo ya había decidido que era hora de abrir los ojos, tardé unos segundos en recordar dónde estaba, y en ese lapso de confusión me quedé inmóvil, escuchando la respiración acompasada a mi lado.
El calor de Spreen seguía ahí, constante, y solo puedo pensar en lo tonto que fui al aceptar quedarme a dormir, se supone que íbamos a hablar de limites, de que lo que había hecho ayer no podía volver a repetirse y eso hicimos, charlamos sobre ello... bueno, yo hable y él me escucho, su respuesta pendeja fue: "no podía esperar esos veinte minutos para besarte, tratare de no volver a repetirlo, pero no prometo nada", no pude decir nada más al respecto porque no tenia ganas de discutir, pasamos el resto de la tarde juntos viento The Walking Dead en su sala mientras cenamos juntos.
Y ahora estoy aquí a petición suya... esta claramente no era mi cama, no eran mis sábanas, y sin embargo había algo en esa situación que se sentía peligrosamente cómodo, tal vez demasiado, no quería volver a una rutina donde estuviéramos durmiendo juntos todos los días, eso solo complicaría aun más las cosas entre nosotros, sobre todo porque debía tener en claro que nosotros no somos pareja, que esto... es solo una prueba para ver si a él le parece bien estar conmigo, suspiro ante estos pensamientos.
Giré apenas la cabeza y lo vi, dormía boca abajo, con un brazo extendido hacia el borde del colchón y el cabello desordenado en una maraña oscura que contrastaba con la blancura de la almohada. Su espalda subía y bajaba con una calma que me arrancó una sonrisa silenciosa, siempre me ha parecido impresionante el gran contraste que hay en Spreen cuando estamos en nuestra vida diaria y cuando estamos trabajando, él que se paseaba por los pasillos de la sede del FBI con un porte que intimidaba incluso a los agentes con más años de experiencia... aunque bueno, era normal con el carácter que tanto caracteriza a él.
Me quedé mirándolo más de lo necesario, atrapado entre la ternura y la advertencia de mi propio raciocinio, la conversación de la noche anterior aún resonaba en mi mente como una campana insistente: no mezclar el trabajo con lo personal, fácil de decir, difícil de llevar acabo según el criterio de Spreen, que según lo que me dio a entender no puede estar más de ocho horas sin darme un beso, ni si quiera sabia como tomarme eso con exactitud.
Me aparté con cuidado, procurando no despertarlo, la madera del piso crujió bajo mi peso y contuve la respiración, pero Spreen no se movió, dejo salir el aire de alivio, no quería lidiar con el tan temprano, sobre todo sintiéndome contrariado con la situación, caminé hacia la cocina en silencio, como un invitado que conoce demasiado bien el apartamento de mi... amigo, y serví un vaso de agua mientras trataba de ordenar mis pensamientos.
Sabía que lo nuestro era nuevo, apenas unos pasos dados en terreno resbaladizo, sabía también que la agencia no era precisamente el mejor escenario para experimentar con la vulnerabilidad de una relación, había muchos más contras que beneficios, además de que Rich nos daría una gran charla sobre no pasar limites para después asignarnos a otro compañero o directamente ser despedidos y la idea de perder mi trabajo era un temor constante.
Sentí la vibración de mi celular en la mesa de la cocina, lo tomé: un recordatorio de una reunión en la oficina de nuestro jefe, lo que me hace sentir aun más ansioso de lo que ya estaba, ¿Qué ocurrirá? sobre todo porque ayer vino auditoria, ¿habrán visto el video de nosotros en el almacén? no lo sabia, pero el mensaje era claro, debía estar ahí antes de las ocho, revisé la hora: faltaba más de lo necesario, pero la ansiedad ya se me instalaba en el pecho de forma tan aplastante que me costaba respirar con normalidad.
Cuando regresé a la habitación para tomar mis cosas y largarme de una vez, Spreen ya estaba sentado en la cama, frotándose los ojos y en cuanto me vio sonrió con esa calma que parecía reservar solo para este tipo de momentos entre nosotros, me detengo sin saber que decir, como actuar.
— Buenos días, Ro — murmura, ronco por los rastros de sueño.
— Buenos días — respondo, aunque mi tono salió más serio de lo que pretendía, como es de esperar lo nota... el siempre lo nota.
— Sigues pensando en lo de anoche, ¿verdad? — asentí, no tenía sentido negarlo, no me creería de todas formas.
— No quiero que esto… — me detuve, buscando las palabras adecuadas — … interfiera, no quiero más deslices en el trabajo Spreen.
— Lo sé. — Se levantó, caminó hacia mí y me puso una mano en el hombro — por eso seremos más... discretos, llegamos por separado cada quien en su auto y nadie sospechara nada, tranca Ro — su seguridad me reconfortó, pero al mismo tiempo me preocupaba. ¿Qué tanto podíamos controlar en un entorno donde la observación era casi un deporte? cada gesto, cada mirada, todo podía ser analizado, diseccionado y archivado, además tampoco es como si estuviéramos haciendo un gran trabajo ocultándolo si Aldo y Farfa ya lo sabían.
— Bien — respondo a secas, aun sintiendo la presión sobre mis hombros, sobre todo por el llamado directo de Rich a su oficina.
— Hoy es solo un día más — agrega Spreen con calma — actúa normal, vos simplemente sigue siendo Roier.
— Ok... tienes razón — tomo una respiración para calmarme, todo estaría bien... debía estarlo.
Él lo aseguraba así que quise creerle, lo beso rápido, casi con culpa, y me aparté para vestirme, él se ríe ligeramente ante mi acción, pero decido darle la espalda y comenzar a vestirme correctamente, debía irme a casa para poder tomar ropa limpia y no llegar con la vestimenta de ayer, eso solo atraería miradas indiscretas.
Me despido rápidamente explicando que debo ir a casa a ducharme, que nos veríamos más tarde, él me toma por las mejillas dándome otro beso, esta vez más casto, ni si quiera espero a que me diga algo más, salgo de su apartamento huyendo un poco, tal como dije desayuno algo rápido, solo un cereal al no tener el tiempo necesario, me ducho y cambio la ropa lo más rápido posible, después salgo y a pesar de estar cerca de la agencia decido conducir para verme aun más normal... bueno o al menos eso intento.
Atravesar esas puertas me hizo sentir ansioso, pero puse mi mejor sonrisa, salude a la recepcionista con entusiasmo como cada día, pasé el control de seguridad, subí al ascensor y presione un par de veces el botón para que se cerrara más rápido, no quería encontrarme con nadie en este momento, ni si quiera con Spreen.
Entro a la oficina saludando a todos los que me topo con cordialidad y amabilidad, me dirijo hacia mi escritorio quitándome el saco porque estoy comenzando a sudar de nervios, me acomodo mi camisa y antes de sentarme la puerta de la oficina de nuestro jefe se abre, al verme solo me dedica una mirada curiosa, para después hacerme una seña de que entre, tomo una gran bocanada de aire y camino con la mayor seguridad que puedo.
— Adelante — me invito a entrar Rich con neutralidad, al dar un paso al frente Spreen ya estaba aquí, sentado con aburrimiento, jugando con el cierre de su chaqueta, paso saliva con dificultad, estábamos en muchos problemas.
Rich camina con tranquilidad hacia su silla, se sienta y comienza a revolver algunos papeles, revisando información, yo sin en cambio me siento en la silla vacía a un lado de Spreen con bastante rigidez, estoy preparado por rogar por mi empleo de ser necesario, tal vez si me cambian de subdivisión, lo que sea para mantenerme en la agencia.
— He revisado su desempeño en los últimos casos, además de como es de esperar auditoria me hizo algunas observaciones el día de ayer — comenzó el capitán, sin levantar la vista — preciso, limpio, eficiente, al menos esas son las palabras que usaron... en mi opinión son idiotas, imprudentes y suicidas... pero al menos entregan excelentes resultados — contengo la respiración ante sus palabras, esto era un cumplido raro viniendo de él, lo cual ya me puso alerta, ¿era la consolación antes del despido?
— La Academia de formación necesita ejemplos prácticos para los reclutas — continua sin vernos aun — ustedes dos han sido seleccionados para dar una clase demostrativa esta semana, aunque en mi opinión eso es un grave error, pero no puedo intervenir en estas cosas — contengo la respiración, sorprendido... una clase, frente a novatos que escrutarían cada palabra, cada gesto, intentando absorber no solo la técnica sino también la dinámica de equipo.
— ¿Una demostración? — pregunté, queriendo ganar tiempo.
— Exacto, la administración quiere que muestren cómo se analiza un escenario, cómo se toman decisiones bajo presión, será una actividad controlada, pero será una simulación bastante realista, otros de sus compañeros los ayudaran si lo necesitan para que interpreten lo que sea que planeen — asentí lentamente, a mi lado, Spreen lo hizo con la misma serenidad que adoptaba en los interrogatorios más difíciles.
— ¿Alguna pregunta? — cuestiona Rich al fin dedicándonos una mirada llena de indiferencia, negamos rápidamente al unísono — bien, prepárense porque quiero los mejores resultados y nada de quejas, deben enseñar no maltratar a los reclutas ¿entendido?.
— Si señor — responde Spreen por ambos.
Y eso... fue toda la reunión terminó tan rápido como había empezado, salimos al pasillo y caminamos en silencio unos metros, conscientes de que cualquier palabra podía ser escuchada, sobre todo tan cerca de la oficina de Rich, solo cuando doblamos para ir al área de cubículos, donde no había tránsito de agentes, Spreen murmuró:
— Perfecto, ahora tendremos una audiencia para que vean lo boludos y suicidas que somos — lo miro de reojo.
— Eso es justo lo que me preocupa.
— Tranquilo, Ro, nadie se dará cuenta de absolutamente nada, somos unos profesionales — me da un empujón amistoso con el hombro, solo puedo suspirar resignado.
Su confianza era contagiosa, pero yo no podía dejar de pensar en lo frágil que era nuestro equilibrio, teníamos que actuar como un equipo impecable, sí, pero sin revelar demasiado de lo que ya éramos fuera de esas paredes, además de que seriamos supervisados para ver nuestra forma de enseñanza y resultados, esto seria mucho más difícil de lo que parecía, estaba seguro de ello.
El resto del día lo pasé con esa idea martillando en mi cabeza, me vi obligado a interactuar con Spreen para planear que es lo que mostraríamos lo cual estaba siendo una tortura, porque como es de esperar me da ligeros toques en el brazo cuando quería que lo escuchara, no era nada llamativo, algo que ya hacia antes de que iniciáramos con toda nuestra locura, pero nosotros no éramos los mismos, así que ahora soy consiente de cada rose y toque por muy minúsculo que sea.
En mi escritorio, mientras revisaba los documentos y formularios de la información de los reclutas, comienzo a imaginar cómo sería esa clase frente a los novatos... Spreen y yo, hombro a hombro, explicando procedimientos, respondiendo preguntas. ¿Sería evidente nuestra complicidad? ¿Notarían algo en la manera en que nos entendíamos con solo mirarnos?
Sacudí la cabeza, no podía darme el lujo de perder el control en este momento, sobre todo con el desliz del almacén que sucedió ayer, debía verme lo más normal posible, actuar como si nada estuviera preocupándome, pero no podía evitarlo, aun me sentía alerta y asustado de ser descubiertos, si Spreen no hubiera sido tan pendejo ahora mismo no estaría tan alterado.
Cuando finalmente llegó la hora de salir, lo hice solo, igual que había llegado, caminé con demasiada prisa hacia el estacionamiento con paso firme, como si fuera un día cualquiera, pero al encender el motor y mirar por el retrovisor, vi el auto de Spreen estacionado unas filas más allá, me quedé observándolo unos segundos antes de girar el volante y salir, no nos despedimos, no nos miramos, me había encargado de huir antes de que él me alcanzara, simplemente necesito un respiro.
En el silencio de mi coche, mientras conduzco y estaciono en casa, las dudas me alcanzaron con más fuerza. ¿podríamos realmente mantener este equilibrio? ¿podríamos construir algo juntos realmente o solo son ilusiones mías?, la respuesta no estaba clara, lo único seguro era que, dentro de unos días, estaríamos frente a un grupo de jóvenes agentes en formación, y ahí tendríamos que demostrar no solo nuestras habilidades, sino también nuestra capacidad de ocultar lo que nadie debía saber.
Suspiré y apreté el volante con demasiada fuerza, para despues recargar mi frente ahí mismo, esto seria una completa tortura, sé que Spreen no quiere que cambiemos de compañero, pero... no puedo evitar pensar en lo fácil que seria todo esto si simplemente ya no tuviéramos que trabajar tan juntos... eso o dejar de jugar y terminar con lo que sea que seamos, pero sabia que ninguna de estas dos opciones era algo viable, al menos no por este momento, solo me quedaba mentalizarme y acatar con la orden... no creo que sucediera nada, podíamos hacerlo o al menos eso me digo a mi mismo para calmarme un poco.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta maravillosa historia de agentes del FBI, ¿Qué les pareció?
Los chicos tendrán que dar una clase a los nuevos reclutas, ¿creen que todo les vaya a salir bien o neh?... solo algo esta claro y es que el Roiler anda bien nervioso por culpa de la imprudencia del Sprite, anduviera bien paranoico al menos una semana, pero ¿Quién lo culpa? si su chikistrikis se lo agarro a besos en el almacén donde hay cámaras de seguridad.
Creo que queda más que claro que nadie además de Aldo y Farfa saben algo, al menos por el momento, ya veremos que pasa, pero por el momento todo sigue completamente seguro.
En fin espero les haya gustado muchísimo este capítulo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 36: Clase a reclutas.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Soy de los que pueden dormir en cualquier lugar y a cualquier hora, y la noche antes de nuestra clase en Quantico no fue la excepción, cerré los ojos y descansé como si no hubiera nada de qué preocuparse, a pesar de que Roier, estoy seguro, pasó la madrugada dándole vueltas al asunto. Lo conozco demasiado bien: cuando algo lo inquieta, no puede dejar de pensarlo hasta calmarse con el tiempo.
Yo no, tal vez porque sé que en nuestro trabajo, por más que planees, siempre hay algo que se sale del plan inicia, he aprendido a confiar en la improvisación, en la experiencia, en esa intuición que mejora con el tiempo, con Roier a mi lado, esa intuición se multiplica, siempre ambos hemos hecho un gran equipo, así que no entiendo porque se inquieta con nuestra nueva conexión, en mi punto de vista esto solo nos hará mejores compañeros al ya conocernos en todos los sentidos posibles.
A la mañana siguiente lo llamé temprano, apenas para confirmar lo que ya sabíamos: que teníamos que reunirnos a planear la clase, mi voz salió tranquila, casi perezosa. Él, en cambio, sonaba tenso, como si la vida dependiera de que cada detalle saliera perfecto, sobre todo por que aun tenia la idea de que los de seguridad nos vieron besándonos en el almacén... eso fue completamente mi culpa y como le dije: lo volvería a hacer sin quilombo.
Nos encontramos en una sala de conferencias de la sede, llevé conmigo carpetas con diagramas, fotos, mapas: material suficiente para diseñar un escenario convincente para los reclutas, cuando él llegó, supe que ya había estado repasando notas desde horas antes, seguramente eso fue lo que hizo en su noche.
— Pensaba en algo más interactivo — le dije mientras extendía los documentos sobre la mesa, su rostro se iluminó; coincidíamos. Esa es una de las cosas que más disfruto de trabajar con él, no necesito explicar demasiado, basta una idea y él la atrapa al vuelo, la desarrolla, le da forma.
— Estoy de acuerdo — contestó, serio, me sentiría preocupado pero noto que esta tranquilo, concentrado — pero también necesitan ver cómo un equipo experimentado analiza juntos una situación, mucho del trabajo es análisis para saber como afrontar las situaciones que se les presenten.
Lo miré y sonreí por dentro. Claro que sí, Roi: un equipo experimentado, la ironía es que lo que ellos iban a ver no era solo profesionalismo, sino una química que, aunque nosotros tratáramos de disimularla, se escapaba en cada gesto, pero yo no me preocupaba. Nadie en esa sala sospecharía nada, verían lo que esperaban ver: coordinación de compañeros de trabajo, nada más, es lo bueno que desde que iniciamos en todo esto ya éramos mejores amigos, demasiado unidos y ahora nunca notarían la diferencia ya que solo habíamos añadido los besos a la ecuación, nada demasiado serio.
Pasamos un buen rato puliendo los detalles: un secuestro ficticio, un sospechoso armado, rehenes en peligro, pistas esparcidas, la idea era poner a los novatos a prueba, obligarlos a decidir bajo presión. Roier insistía en la parte analítica, en el proceso de reunir información antes de actuar. Yo quería mostrar cómo ganar tiempo y negociar... nos complementábamos a la perfección, como siempre.
Salí de esa reunión convencido de que todo saldría bien. Roi, en cambio, salió sonriéndole a todos a su paso, deteniéndose en el escritorio de Osvaldo quien le había hablado, eso era bueno ya que lo ayudaría a relajarse un toque.
°
El día de la clase amaneció fresco y yo lo disfruté como cualquier otro, conduje hasta la Academia en Quantico con la radio encendida, un café en mano, tarareando sin preocuparme demasiado. Al estacionar, vi a varios grupos de reclutas caminando hacia los auditorios, note rápidamente que estaban ansiosos, nerviosos; era fácil leerlo en sus gestos y me recordó algo que a veces olvidamos: todos empezamos así, temblando frente a lo desconocido.
Cuando entro al auditorio asignado, el murmullo se apagó de inmediato. Treinta pares de ojos se fijaron en nosotros como si esperaran magia. Roi ya estaba acá, pero me siguió cuando me vio entrar, caminaba con esa seriedad que lo caracteriza cuando conocía a nuevas personas, espalda recta, expresión neutra. Yo, en cambio, avancé tranquilo, pero con mi semblante serio, dejando ver que no estaba para boludeces.
— Buenos días — dije, proyectando dureza con la voz sin esfuerzo —. Soy el agente especial Spreen De Luque, y este es el agente especial Roier Nevadas, hoy no vamos a darles una clase de manual, hoy queremos que experimenten lo que es tomar decisiones bajo presión.
Roier tomó el relevo sin perder el ritmo. Esa es otra cosa que me fascina de él: puede entrar en mi discurso como si lo hubiéramos ensayado diez veces, aunque la verdad es que improvisamos sobre la marcha, como si leyera mi mente o algo así... aunque claramente nunca se lo dije ni se lo diré, eso era demasiado trolo.
— Aquí no hay respuestas correctas ni incorrectas — añadió con firmeza—. Lo que importa es cómo piensan, cómo se organizan, cómo se comunican bajo estrés, esto les ayudara también a saber que tipo de agentes serán en el futuro.
Los reclutas nos miraban con atención absoluta, dividimos a la clase en equipos y les dimos quince minutos para discutir un plan de acción. Yo me dediqué a caminar entre ellos, escuchando, corrigiendo con calma. Ro hacía lo mismo, pero con un aire más meticuloso, casi obsesivo. Era la diferencia entre nosotros: él diseccionaba, yo guiaba, casi siempre ha sido así.
Y claro, nuestra coordinación brillaba, cuando él señalaba una ruta de escape mal evaluada, yo complementaba con un consejo de negociación, cuando yo advertía que precipitarse podía costar vidas, él reforzaba con datos de perfiles criminales. Fluíamos sin esfuerzo, como siempre.
Vi las miradas de los reclutas: algunos sorprendidos, otros tomando notas frenéticamente, como era de esperar no notaban nada más allá de lo evidente, solo veían dos agentes que se entendían a la perfección en su trabajo. Lo demás estaba bien guardado detrás de nuestra fachada profesional, no me acercaba más de lo debido a Roier, no soy tan pelotudo como para arriesgarme.
Llegó el turno de las exposiciones de los equipos, y como esperaba, abundaron las propuestas arriesgadas: irrupciones precipitadas, esperas eternas, planes incompletos. Ro y yo desarmamos cada uno con demasiada facilidad, pero siempre ofreciendo una alternativa. Era casi un juego: yo decía “el error está aquí”, y él completaba con “la solución es esta”. O viceversa, estaba siendo más divertido de lo esperado.
Después vino la parte que más esperaba: la demostración práctica. En una sala preparada con actores, recreamos el secuestro, yo tomé la negociación, él el reconocimiento del espacio, no hablamos demasiado entre nosotros, no hacía falta. Cuando él levantaba la mano, yo bajaba el tono, cuando yo distraía al sospechoso, él se movía un par de pasos para asegurar un ángulo.
Fue impecable, el sospechoso se rindió sin que se disparara una sola bala de salva, los “rehenes” salieron ilesos. Y los reclutas, detrás del vidrio, aplaudieron como si hubieran presenciado un milagro.
Al salir, todavía sentía la adrenalina recorriéndome las venas, miré a Roier y vi en su rostro una mezcla de alivio y preocupación. Él siempre está pensando en lo que puede salir mal, incluso después de que todo ha salido bien. Yo, en cambio, me permití sonreír con arrogancia, esos pibes eran fáciles de sorprender.
De vuelta en el auditorio, respondimos preguntas, la mayoría eran técnicas: cómo sabíamos que el sospechoso cedería, cómo calculamos tiempos, cómo decidimos los roles, Ro respondió con datos y estadísticas; yo con ejemplos prácticos y anécdotas. Y de nuevo, esa danza invisible: yo abría, él cerraba, o al revés.
El director de la Academia apareció para felicitarnos. Su aprobación fue breve pero clara:
— Eso es lo que los reclutas necesitan ver, precisión, profesionalismo y coordinación. Excelente trabajo, se lo hare saber al capitán Rich — lo agradecí con una inclinación de cabeza, vi de reojo a Roier, que apenas asintió, con esa seriedad tan rara en él, pero entendía que estaba ansioso, cuando nos quedamos solos en el pasillo, él susurró:
— ¿Te diste cuenta de cómo nos miraban?
— ¿A qué te refieres? — pregunté, aunque ya sabía por dónde iba.
— A la forma en que se sorprendían de lo bien que trabajamos juntos — no pude evitar sonreír.
— Eso es exactamente lo que queríamos mostrar, ¿no?... la confianza que debes tener en tu compañero de trabajo — él frunció el ceño, como si mi respuesta no lo convenciera del todo.
— Tenemos que ser cuidadosos Spreen, no quiero más bromitas ni atrevimientos ¿si? —murmuró.
— Lo somos — le aseguré — tranca Ro, nadie noto nada raro... vos y yo siempre hemos sido así.
— Aun así... solo mantengamos el trato, nada de nada entre nosotros en el trabajo.
— Dale — asiento para dejarlo tranquilo.
Porque en el fondo estoy convencido de algo que él todavía no termina de creer: nadie sospecha nada, son demasiado pelotudos, ven lo que quieren ver, lo que esperan ver y lo que esperan de nosotros es exactamente lo que mostramos: dos agentes que forman un equipo impecable, mejores amigos que al conocerse tan bien se complementan y nada más.
Todo lo demás, lo nuestro, es solo nuestro y así va a seguir siendo, tampoco es la pavada, solo nos besábamos... tal vez un poco de toqueteo, pero nada más, ni en pedo íbamos a pasar esa línea, solo estábamos haciéndonos compañía, explorando un poco lo que descubrimos en la misión en conjunto, no es como si estuviéramos garchando, por el momento no quería salir con una mina, así que estaba bien con Roi, ambos nos entendemos, nos conocemos ¿Qué más podría pedir?... tal vez cuando necesite un desfogue levantar a una mina en el bar, nada serio, pero eso ya era algo de lo que preocuparme después.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta gran historia, ¿Qué les pareció?
Como pueden ver el Sprite sigue duro y dale que no es nada serio, que solo son besitos... lastima que ya dijo que si tiene muchas ganas de coger se irá con una mujer, pobre del Roiler que cree que en este momento son exclusivos en todos los aspectos... para Spreen también es así, pero solo en caso de hombres, no le interesa ningún otro tipo, ni si quiera le gusta alguien más, pero como sigue de aferrado que es bien heterosexual, pues solo querrá el acto de la detonación con mujeres.
¿Recuerdan que dije que esta historia iba para largo? bueno... quiero saber si están de acuerdo con eso, más que nada porque ya vamos casi en el capítulo cuarenta y no hemos avanzado mucho en la relación jajaja, si ya quieren que estén juntos díganmelo y corto el drama, porque la neta hay aun mucho por detrás que iba a abordar, incluso una separación... no especificare en que sentido, pero como dije, me gustaría saber su opinión, porque bueno si hago todo lo que tenia pensado seria como unos setenta capitulos al menos, y nada serio entre ellos hasta el capítulo cincuenta o más jajaja.
También podría acortar algunas cosas y así... pero bueno, esperare a ver si me dicen que opinan y sino... bueno ya veré que hago XD.
En fin eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 37: Pánico.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Un día más a la rutina, Roier había tomado cierta distancia en el laburo desde que lo bese descaradamente en la sala de archivos, lo cual me parecía cómico, fuimos compensados por la clase a los reclutas con un pequeño aumento, nada muy significativo, pero que se agradecía, lastimosamente eso nos dejaba con seguir dando clases cuando no hubiera un caso, lo bueno que eso sucedía poco, como en estos momentos que estábamos en un seminario sobre secuestradores en serie.
Nada que no supiéramos ya, pero siempre había estos seminarios cada cierto tiempo para tener al equipo adecuadamente entrenado para cualquier tipo de situación que pudiera presentarse, cuando esta termina, ya son las seis y media de la tarde por lo tanto nuestra hora de salida ya se había pasado un poco, no pierdo el tiempo y me quedo junto a Roier para que no se fuera sin mi.
— ¿Querés ir a cenar? — pregunto con tranquilidad.
— Estoy cansado Spreen — responde con un suspiro.
— Si querés podemos ir a tu casa o a la mía, yo cocino para vos — me dedica una mirada analítica.
— Prefiero que...
— Chicos, ¿ya se van a sus casas? — se nos acerca Rivers, interrumpiendo a mi amigo.
— Sí, estábamos viendo si ir a algún lugar a comer primero — contesto yo con indiferencia, ella sonríe en grande.
— Genial, entonces vengan a mi casa, hoy hay partido y organizamos una juntada, habrá cerveza, comida y botanas — parece realmente emocionada.
— ¿Todos van a ir? — cuestiona Roier sorprendido por este tipo de cosas entre semana.
— Claro, Aldo, Osvaldo con su wey, Farfa, incluso invite al jefe Rich, pero este rechazo mi oferta, dijo que tenia mucho papeleo — se encoje de hombros — van a ir otros amigos más, ¿se nos unen?
— Bueno es que estoy algo cansado, no he dormido bien estos días y...
— Ándale, no seas amargado Roier — lo jala con entusiasmo hacia ella — te llevo a tu casa, es más vamos, sube a mi auto, te vienes conmigo.
— No es necesario wey, en verdad.
— No hay drama, yo lo llevo Rivers, tranca — intervengo, notando que mi amigo esta poniéndose incomodo ante la insistencia.
— Va, los espero ahí culeros, sino van mandare a Aldo por ustedes y saben que es bien intenso cuando se lo propone.
— Bien, ahí te vemos en un ratito, Rivis.
Ella se despide animada con un movimiento de mano y va hacia los demás, bueno al parecer una cena tranquila entre los dos ya estaba descartada, sabia que ella cumpliría su palabra y Aldo iría por nosotros si nos tardábamos demasiado.
— Voy a mi casa a ducharme y cambiarme, ¿pasas por mi? — me pregunta volteando a mi dirección.
— Dale, paso por vos en cuarenta minutos ¿si?
— Va... nos vemos en un ratito wey — se despide de mi con un movimiento de cabeza, después se da la vuelta y se va caminando hacia su apartamento.
Subo a mi auto y voy hacia mi casa, conduzco algo rápido para tener tiempo suficiente para también asearme e ir por Roi al tiempo acordado, me visto con lo primero que encuentro, aunque me aseguro de que convine entre si y verme bien, peino mi cabello con los dedos sin esforzarme demasiado, aun estaba creciendo así que no lo tenia excesivamente largo, tomo mis llaves y salgo de casa, conduzco a casa de mi amigo con tranquilidad al tener el tiempo de mi lado.
Al llegar a su edificio ni si quiera me molesto en llamarlo para decirle que ya estoy acá, simplemente aparto, entro tranquilamente saludando al portero ya que me conocía al estar tanto rato acá, subo por el elevador hacia el piso correcto y entro a su casa, ya que tengo una llave de repuesto que se supone debo usar para emergencias, así como él tiene una de mi casa.
— Roi, ¿ya estas listo? — pregunto antes de acercarme a su habitación y así no tomarlo tanto por sorpresa.
— Sí, ya voy — justo cuando estoy por abrir la puerta de su pieza, él ya esta saliendo, lo veo con detenimiento, se veía bien, aunque a mi parecer Roier siempre se veía bien.
— Dale, vamos antes de que nos estén llamando como locos — me hago a un lado para dejarlo pasar, sin poder evitarlo mi vista cae hacia su retaguardia cuando pasa y se pone frente a mi... sus pantalones le quedaban demasiado bien.
— Yo solo me quedare un ratito, porque la neta si estoy cansado wey — me informa, lo que me hace alzar la vista, esta tomando su chaqueta del perchero.
— Sí, por mi esta bien, tranca que tampoco quiero quedarme re tarde, ni si quiera me interesa tanto su partido de futbol — me encojo de hombros.
Cuando entramos al elevador me pego a su lado, paso mi brazo por sus hombros con un movimiento fluido y seguro, él solo resopla divertido, no se mueve ni un milímetro, sino que se queda tranquilo y relajado, salimos de esta forma de su edificio sin dramas, le abro la puerta de copiloto como ya era costumbre desde que estábamos de misión como pareja casada, aun no podía quitarme esos hábitos y tampoco es como si quisiera.
Él entra tranquilamente, cierro la puerta con cuidado, después me subo del lado del piloto, me inclino sobre la consola y le planto un beso en los labios, el cual corresponde rápidamente, me atrevo a morder sus labios de forma juguetona, lo que lo hace reír contra mi boca, me aparta con un empujón ligero.
— Vamos, porque... — justo su teléfono comienza a sonar, me muestra el identificador de llamadas, era Rivers — te dije, son impacientes.
— Dale, contesta.
Enciendo el auto tranquilo, comienzo a conducir mientras él charla y avisa que ya estamos de camino, la radio sonaba bajito de fondo, la casa de Rivers estaba del otro lado de la ciudad, así que llegaríamos en unos cuarenta minutos, una hora si había trafico, una vez Roier termina su llamada apoyo mi mano sobre su muslo, no dice nada, pero noto que mi acción lo tomo por sorpresa.
No le doy importancia, comienzo una charla cotidiana sobre el laburo, le pregunto porque no ha podido dormir bien... en fin, algo para llenar el silencio entre nosotros, Ro va recargado en la ventanilla, con los ojos cerrados, dejándome claro que no mentía al decir que estaba cansado, así que le doy ligeras caricias en su muslo para reconfortarlo, lo cual parece agradarle, porque no se aparta, sino que se acomoda mejor.
Al llegar a casa de Rivers él suspira resignado lo cual me divierte, entramos a casa de nuestra compañera y amiga, hay bastante gente lo cual me abruma, a decir verdad no tenia ganas de andar de joda, no tardan en saludarnos nuestros amigos, nos integramos fácilmente por ello, nos presentan a los que no conocemos, todos claramente hablan de futbol porque bueno, era una reunión para ver el partido.
Rivers esta de aqui para allá atendiendo a sus invitados, su pareja la ayuda en todo, incluso en el jardín trasero están haciendo carne asada, Ro y yo nos quedamos uno al lado del otro, en realidad somos los únicos que solo tenemos una cerveza en mano, sin tomárnosla de verdad, nosotros estamos charlando sobre el trabajo, Farfa se nos une en algún punto, pero no dura mucho ya que se va a ligar con una de las amigas de Rivers de forma bastante descarada y la chica no parece indiferente.
Bueno, eso no era asunto mío, mi atención esta en Ro, me esta contando que sus viejos lo invitaron este fin de semana a ir a su ciudad natal, ver viejos amigos y todo eso, solo puedo asentir y decirle que seria piola que viera a su familia ya que hace demasiado no los visita por tener tanto laburo, ni si quiera me molesto en ser sutil, apoyo mi mano en la espalda media de mi amigo mientras lo veo con detenimiento.
Se escuchan de fondo los gritos de los demás viendo el partido, tal parece que alguno de los dos partidos anoto, claramente todos están prestando atención a la tv, así que me inclino hacia Ro y le planto un beso en los labios, él no se queja, al contrario continua hablando una vez nos separamos, como si esto fuera lo normal, besarnos en publico, pero cuento con que nadie nos ve, ni nos presta atención, repito la acción un par de veces más, solo besos ligeros y coquetos, él solo sonreía divertido, pero seguía con su anécdota.
— ¿Me vas a dejar hablar? — pregunta después de que le robo otro beso.
— Creí que captarías el mensaje al segundo beso... cerra el ortito boludito — bromeo acercándome de nuevo, rueda los ojos mientras se ríe y esta vez es él quien me besa, más castamente.
— Nadie te obliga a quedarte y escucharme — dice altanero, muerdo mi labio inferior mientras lo veo con detenimiento.
— No... nadie me obliga, yo quiero estar con vos... me gusta escucharte — solo hay sinceridad en mis palabras, me sonríe de una forma diferente a la que estoy acostumbrado, una sonrisa más pequeña, pero hermosa.
— ¿Todo bien por aquí chicos? — doy un respingo al escuchar a Rivers, volteo y ella se esta acercando, no parece notar nada raro, porque voltea hacia atrás para ver la pantalla donde esta el partido, sigo su vista y noto que acaba de terminar el primer tiempo.
— Todo piola... linda fiesta Rivers, tu asado esta re bien para no ser uno argentino — bromeo un poco, ella se ríe ante eso.
— Gracias... ¿no han pensado en integrarse un poco más? tal vez podrían conocer a alguien, no es por meter presión, pero tal vez deberían comenzar a salir, no pueden estar dolidos y solteros lo que les resta de vida — nos alienta a ambos dándonos unas palmaditas en el hombro.
— Nah... bueno de mi parte no estoy interesado en conseguir novia — suelta Roier rápidamente.
— Sí, estamos re bien así — apoyo a mi amigo de inmediato, ella nos observa con sospecha.
— De acuerdo... ¿no quieren unirse más a los demás? Aldo y Farfa están ligando y siempre es divertido verlos en su etapa casanova — vuelve a intentar integrarnos.
— Dale, solo un rato — digo para que deje de vernos de forma rara, Roier se endereza bien y comienza a seguirla.
Y así pasamos un rato, entre la gente que nos hace preguntas sobre nuestro trabajo, si teníamos pareja, entre otras, lo básico cuando comienzas a conocer a personas nuevas, el partido se reanuda por los tanto los gritos también, ahora que estamos más cerca es ensordecedor y bastante molesto, nunca me han gustado mucho las jodas, mucho menos las que involucran ver deportes, noto que Roier se esta estresando, acomoda su cabeza de tal forma que con su hombro se tapa un oído.
— ¿Querés que nos vayamos? — le pregunto cerca para no tener que gritarle.
— Sí, me esta comenzando a doler la cabeza — responde algo más alto, nos ganamos la atención de algunos, pero poco me importa, busco con la mirada a Rivers quien esta sentada en el regazo de su pareja, ambos realmente perdidos en la pantalla.
— Voy a avisarle a Rivers y rajamos de acá — le informo para que no creo que lo deje de lado.
— Bien, te espero en la entrada.
Asiento y ambos vamos en direcciones contrarias, cuando estoy cerca de nuestra amiga le digo en voz lo suficientemente alta para que me escuche, le informo que ya nos vamos, que estamos cansados y que Ro comenzaba a sentirse mal, ella se lo toma bien, me despido también de su pibe y me dirijo para encontrarme con Ro, lo encuentro charlando con una mina, bajita, rubia, piel morena, él parece incomodo.
— Todo listo — le hago saber, voltea a verme agradecido.
— Genial... bueno un gusto haberte conocido Olivia — la despacha de forma rápida.
— Sí... espero poder vernos en alguna otra ocasión, ¿puedo pedirle tu numero a Rivers? — pregunta mientras se acomoda su cabello.
— Ammm, bueno no tengo teléfono personal, solo el del trabajo, pero puedes buscarme por Instagram sin drama — ella le tiende el teléfono, él se busca en la red social y se lo pasa, sin poder evitarlo sonrió divertido, Roier no usaba sus redes sociales.
— Gracias... te mando mensaje directo después — ella parece contenta.
— Claro... nos vemos — se despide rápidamente.
Al salir de la casa de nuestra amiga comienzo a reírme, él solo resopla mientras me da un empujón amistoso, paso mi brazo sobre sus hombros acercándolo a mi.
— Eso fue realmente incomodo — se queja un poco.
— Era bonita — digo como si nada, sabia que no era el tipo de Roier.
— Lo era... pero es más tu tipo, chica bonita y hueca — contrataca.
— Dale, ¿Por qué me descansas?
— Deja de molestar, anda que tengo sueño — le abro la puerta de copiloto y entra tranquilo.
Una vez estoy dentro del auto conduzco algo rápido, más que nada porque también ya me quiero acostar a dormir, espero me acepte en su casa por esta noche, no tenia ganas de conducir a mi apartamento, al ser más tarde no hay transito en este momento así que hago menos tiempo, subimos a su casa sin necesidad de hablar, no lo necesitábamos siempre ha sido cómodo estar en la compañía del otro.
— ¿Puedo quedarme acá? — le pregunto cuando vamos de camino a su habitación, era más por educación que por otra cosa.
— Sí, solo que te tocara hacer el desayuno.
— Dale como vos quieras.
Nada más estar en su pieza comienzo a quitarme los pantalones, me quedo con la camiseta porque esta noche esta bastante fresca, me recuesto sin si quiera voltear hacia Roier, la cama se hunde, es automático, volteo hacia él y lo abrazo, le doy un beso en su hombro, después en su cuello, se remueve un poco antes de corresponder mi abrazo, subo una de mis manos a su nuca y junto nuestros labios sin miedo.
Nuestros labios se rozaron primero con suavidad, como un acuerdo silencioso antes de dormir. Era un beso tranquilo, seguro, lleno de calma, como si bastara con sentirnos cerca para descansar por el resto de la noche, pero algo en esa quietud empezó a transformarse, sin poder evitarlo mi boca buscó la suya con más intención, y sentí cómo la intensidad crecía poco a poco, encendiendo dentro de mí una corriente inesperada, una que llevaba sintiendo desde hace tiempo cada que nos besábamos de esta manera.
El beso dejó de ser inocente y se volvió más profundo, más demandante, como si ambos descubriéramos un lenguaje nuevo al mismo tiempo. Mis manos, algo dudosas, se aventuraron a rozar su rostro, después su cuello, dudando, pero algo dentro de mi quería comenzar a explorar un poco más, saber si soy capaz de sentir... algo más, si podría hacer que mi sangre se encienda de deseo, tenia curiosidad, pues creo fervientemente que no sucedería pues ambos éramos hombres y nunca he sentido ese tipo de atracción hacia un hombre.
Él respondió acariciando mis hombros con la misma duda, como si temiera mi reacción ya que era la primera vez que hacíamos esto recostados, como si supiera que cada toque era un paso en terreno desconocido. El corazón me latía con fuerza, y entre besos cada vez más apasionados, sentí la mezcla de sensualidad y ternura que nos envolvía, porque la forma en que Roier me sostiene es suave, con evidente temor, pero aun así puedo sentir el cariño que siente por mi.
Era simplemente algo inaudito para ambos, un beso que hablaba de lo nuevo, de lo intenso, de lo que aún está por descubrirse, bajo una de mis manos se apoya en su hombro y lo hago recostarse bien, pero sin separar nuestras bocas, con un rápido impulso me acomodo entre sus piernas, las cuales tomo sin vacilar para hacerme más espacio, él se aparta con un jadeo, tomando aire.
Pero no me detengo a pensar, le doy un beso en la mejilla, otro en el mentón, uno más bajo su oreja, siento como se estremece, me abraza por el torso, sus manos las apoya en mis omoplatos, cuando comienzo a besar su cuello suspira, me aventuro a succionar su piel, aunque me detengo cuando siento como sus manos bajan de un momento a otro sosteniéndome del trasero, era la primera vez que él hacia eso, siento un escalofrió recorrerme todo el cuerpo, de repente me quedo congelado sin saber que hacer, pero él no parece notarlo, ya que se mueve un poco y vuelve a unir nuestras bocas en otro candente beso, el cual correspondo en automático.
Esta vez soy más consiente de Roier, sus manos tocándome un poco más confiado, no las deja sobre mi retaguardia, es más una caricia errante, ya que varia entre mis hombros, espalda... en fin lo que tiene al alcance en esta posición, por una razón eso me motiva a seguir su ejemplo, acaricio sus costados, después me aferro a sus muslos y después una sensación ardiente me recorre dejándome claro que si era posible sentir ese deseo anhelante de tocar todo a mi paso, cuando nos volvemos a apartar esta vez es él quien besa mi cuello, jadeo ante la sensación de sus labios húmedos en mi piel.
Y de repente cuando la sensación de querer comenzar a frotarme contra él y desvestirlo por completo es cuando me aparto, con el pánico comenzando a inundarme por completo, no se supone que me prendiera, que sintiera como me estoy poniendo re duro, que quisiera garcharmelo... eso no era parte del plan, él no se opone cuando aparto sus manos de mi cuerpo y me recuesto a su lado, tomo una profunda bocanada de aire, sintiéndome abrumado y avergonzado, como si hubiera sido atrapado haciendo algo que no debía, pero no podía evitar esa sensación, sobre todo si mi pija esta dolorosamente dura dentro de mi ropa interior.
— Descansa Spreen — suelta Roier de la nada, me da la espalda tranquilamente, como si no hubiera sentido mi pija dura contra su muslo interno.
— Sí... descansa Roier — también le doy la espalda.
Cuando cierro los ojos me invade la sensación de los labios de Roier sobre los míos, sus manos tocándome, sacudo la cabeza tratando de alejar esos pensamientos que hacen palpitar mi pija ansiosa por tener liberación... esto se estaba volviendo más complicado de lo que pude haber planeado, ¿Cómo vería a Ro mañana a la cara?, sé que pudo sentirme, no es pelotudo... y él estaba igual, pude sentir la suya contra mi cadera, esto era vergonzoso de muchas maneras, pero huir en este momento no era opción, porque él lo notaria y yo no le haría eso, simplemente fingiré que no sucedió, eso es todo, aprovechare este fin de semana que él estará con su familia y buscare una mina con la que garchar, rápido, sin compromiso, solo para sacarme las ganas.
Notes:
Buenas buenas, aquí otro capítulo de esta maravillosa historia, lamento la tardanza, he estado muy ocupada :v
En fin ¿Qué puedo decirles? Spreen quiere comerse a Roier, pero le da miedo admitirlo, claramente Roier también quiere comerse a Spreen, porque de nueva cuenta les recuerdo amablemente que en esta historia serán versátiles, aunque como pueden esperar a Spreen le costara más aceptarse en ese aspecto, por lo tanto como esperaran Roier será quien seda primero el culo, porque él no le tiene miedo al éxito alv, él s bastante consiente que en una relación el sexo también es importante.
Sobre lo que hará Spreen... bueno ¿era obvio no? es decir, él no acepta que es bien pansexual, que quiere coger con su amigo y todo eso, así que simplemente lo negara, porque para él son simplemente las ganas de coger porque hace mucho no lo hace y es normal que se encendiera por eso, porque no tenia nada que ver con Roier, claro que no (sarcasmo) así que si... Spreen va a ir a coger con alguien más, claramente le dira a Roier, porque entre ellos no hay mentiras y se excusara con que pues no son nada, esto como es de esperar hara sentir feo a nuestro Boiler, pero bueno, ¿pa que les cuento? si lo van a leer en su momento jajaja.
Si tenían el pendiente, pues les aviso que nadie los vio besarse en casa de Rivers, simplemente eran unos más en el montón de gente y claramente no es como que los estuvieran viendo, todos estaban enfocados en el partido de futbol y comer, así que ellos tenían vía libre, literalmente pudieron besarse acá bien intensote y nadie lo hubiera notado, aunque claramente no hicieron eso, solo fueron piquitos.
Como sea, eso fue todo por este capítulo, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 38: Tarde o temprano.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
( Sin editar)
Era viernes por la noche, estaba terminando de empacar para tomar el bus que me llevaría a casa, normalmente conduciría yo mismo, pero me encuentro agotado por todo el trabajo que hemos estado teniendo, así que la mejor opción era irme en bus, al fin solo serian tres horas de camino, así que todo estaría bien, Spreen esta aquí conmigo ayudándome ya que él será quien me lleve a la estación.
Creo que esta de más decir que las cosas entre nosotros se habían puesto incomodas de nuevo, él fingía que no sucedió, que todo estaba normal, pero claramente estaba mortificado y tratando de huir de la situación, yo respetaba eso, entendía que tuviera miedo además de que sabia que debe estar desconcertado, pues para él tener una erección por estar conmigo debió ser su peor pesadilla ya que él sigue pensando que es la persona más heterosexual que puede estar sobre la tierra.
Porque una cosa eran las bromas coquetas, los besos, abrazos... y otra muy distinta a ponerte caliente con tu mejor amigo, que te dieran ganas de coger con otro hombre para alguien heterosexual era algo que pensar y te dejaba en shock, para mi no fue la gran cosa, es decir ya sabia que Spreen me gustaba, me atraía y que lo quiero demasiado, era solo cuestión de tiempo para que ambos pasáramos la barrera de los besos.
Una que Spreen había estado rebasando constantemente al tocarme, porque antes de ese... incidente por ponerle alguna etiqueta. Él ya había estado palmeándome el trasero, dándome algún apretón ahí o en los muslos cuando nos besábamos, prácticamente me había estado tratando como si yo fuera la chica en todo esto, cuando estaba lejos de la realidad, no le había dicho nada porque no me molestaba, todas las chicas con las que he salido también hacían eso.
Y como es de esperar yo correspondía esos actos, también le toco el culo a Spreen, al principio se ponía tenso, lo notaba, pero no desistía para que las cosas entre ambos fueran equitativas, que notara que no soy una chica, que a mi también me gusta tocar como a cualquier persona, aunque yo soy un poco más equitativo, lo toco por igual, ya sea sus hombros, brazos, pecho, espalda, trasero, solo evito su entrepierna para no incomodarlo, pero de ahí en fuera simplemente me da igual, solo quiero tocarlo y ya esta.
Pero para él claramente las cosas son diferentes, siempre pone sus manos en mi cintura, en mi cadera, piernas, trasero, tal vez espalda media, pero no mis brazos, no mis hombros, pecho... como dije, me trata como si fuera la chica en lo que tenemos, siempre lo dejo ser pues cada persona tiene sus preferencias y claramente él tiene más atracción por traseros y no en brazos o hombros, estoy completamente de acuerdo con eso, tampoco es que lo culpe, tengo un muy buen trasero y muslos.
Aunque queda claro que entro en pánico al sentir mi pene contra su cadera y el suyo claramente duro contra mi muslo interno, así que se aparto y lo deje, porque esto era nuevo para ambos, cada uno avanzábamos de forma diferente y este fin de semana alejados del otro sin tener que pretender que todo esta genial nos haría bien, así él podría pensar mejor las cosas sin tenerme cerca abrumándolo, porque esto ultimo era inevitable al trabajar juntos y como él quería fingir que nada paso seguía invitándome a comer, pero ahora había la diferencia que no me quedo en su apartamento o él en el mío.
— ¿Llevas todo boludito? — me saca de mis pensamientos cuando se cuelga mi maleta de mano del hombro.
— Sí... te encargo mis plantas de la terraza ¿va? — pido pues él mismo me las había regalado cuando adquirí el apartamento.
— Dale, sin drama, me quedará acá hasta tu regreso... ¿cada cuanto las riegas? — cuestiona confundido, lo que me hace reír.
— Solo échale agua el domingo por la tarde y estarán bien, no más o se van a ahogar... ósea las vas a matar — salimos de mi apartamento.
— De acuerdo, las mantendré bien cuidadas tu tranca — palmea mi hombro de forma amistosa.
— Pues más te vale culero, incluso les compre gotas y nutrientes así que si las matas me deberás mucho dinero invertido — bromeo un poco... si había comprado esas cosas, pero no se las iba a cobrar si mataba a mis pobres plantas y flores.
— ¿Qué decís? si yo te las regale... lo único que haría es remplazarlas.
— Eso no funciona, estas ya tienen un valor sentimental para mi wey — rueda los ojos con un resoplido divertido.
— Como vos digas — entramos a su auto, como es costumbre me abre la puerta de copiloto.
Seguimos esa línea de conversación, todo bastante ligero y superficial, aunque bueno así eran nuestras conversaciones últimamente, era como ignorar el gran elefante en la habitación y seguiría así hasta que el otro explotara, tal como paso en la misión del imitador en New Orleans, cuando llegamos a la estación de bus, volteo a verlo para despedirme, de forma breve pues al notar su incomodidad ya no lo beso ni lo abrazo, pero para mi sorpresa me toma por las mejillas y junta nuestros labios en un beso casto, pero con la boca cerrada, no hay movimiento ni intento de profundizar, solo nuestros labios juntos.
No presiono ni intento que el beso se intensifique, solo paso una de mis manos por su cabello que cada vez esta más largo, tal como el suele usarlo, le acaricio suavemente para transmitirle que estaba bien con que se tomara su tiempo para pensar, que siempre tendrá mi apoyo, nos apartamos y suspiramos a la vez, nos vemos a los ojos fijamente.
— Solo... ten cuidado ¿sí? — me pide realmente bajo, sin apartar sus ojos de mi.
— Estaré bien, tranquilo solo visitare a mis padres, además soy un gran agente del FBI, veo cosas que los demás no — me encojo de hombros tratando de quitarle importancia y que se sienta tranquilo.
— Lo sé... aun así, cuídate.
— Lo haré — me da una caricia en la mejilla, despues pasa su pulgar por mis labios, su vista baja a mi boca, no me muevo, es más evito respirar demasiado fuerte, me sentía ligeramente nervioso por alguna razón.
— Te echare de menos — suelta de forma atropellada, evita verme a los ojos.
— Y yo a ti — aparta sus manos de mi rostro.
— Dale, que llegaras re tarde — me da una palmadita en el hombro.
— Bien... si te sientes raro puedes llamarme wey — le dejo claro, de forma rígida asiente.
Me estiro hacia los asientos traseros y tomo mi maleta, me despido con un movimiento de mano y salgo del auto, ni si quiera me da tiempo a voltear y volver a despedirme, pues arranca su auto rápidamente yéndose... ¿Qué estaba pasando?, Spreen estaba actuando realmente raro, me besa, muestra preocupación genuina, pero al mismo tiempo huye despavorido cuando tiene oportunidad.
Bueno ya tendría tiempo para pensarlo en el camino, entro a la central de autobuses y busco en el tablero digital en que sección estaría el mío, una vez lo encuentro me encamino ahí mientras me pongo mis audífonos para escuchar música, en mi mente tratando de averiguar como hacer la situación con Spreen más llevadera, ahora entendía a los gays que salían con personas que estaban en el closet, sé que muchas de esas relaciones no dan frutos y la mayoria terminan, pero yo no quería terminar con Spreen, creo fervientemente que ambos tenemos futuro, nos entendemos demasiado bien, nos queremos y preocupamos por el otro... solo hace falta que él lo acepte, así que esperaré, no me urgía que él se aceptara, que se tome su tiempo, yo estaré aquí para él como siempre lo he estado.
° Spreen °
Estoy saliendo de la estación de buses a más velocidad de la que en verdad debería, pero me sentía... raro, tengo sentimientos encontrados, por una parte preocupación por Roier, por la charla que recibirá de sus padres y sé que le pedirán una explicación por su ruptura con Tina aunque eso ya fue hace bastante tiempo, pero no solo eso, siento algo de angustia que se vaya solo, pero de alguna forma al mismo tiempo alivio.
Como si un peso se hubiera quitado de mi pecho, no más contenerme pues no estaba él aqui para hacerme desear cosas equivocadas, no más tensión intensa, no más incomodidad entre ambos, solo... una paz que había estado añorando desde hace días, sé que estaba mal sentirme de esta forma, pues Roier no estaba haciendo nada malo, él solo me había estado respetando, darme espacio... claro que lo note y yo en verdad apreciaba eso.
Pero no importaba cuanto espacio me hubiera estado dando, por mi cabeza no deja de rondar aquella noche donde me excite de forma estúpida por estar con él, había estado esperando su viaje con ansias, porque sin él por aquí podría salir con más libertad, conocer a alguien nuevo, una mina pequeña, delgada, con tetas grandes, culo de infarto, eso es lo que necesitaba, eso es lo que me gusta en realidad.
Así que voy directo a mi apartamento, me doy una ducha rápida y salgo en dirección al bar o pub más cercano, al entrar ya todo esta en su apogeo, son más de las diez de la noche, camino directamente hacia la barra, me atiende un chico con vestido, simplemente no digo nada no tengo derecho a opinar sobre la vestimenta de los demás, me pido una cerveza, pues quiero estar en mis cinco sentidos.
La noche pasa de forma lenta, se me acercan chicas, pero ninguna me gusta, ninguna llama mi atención lo suficiente, eran bonitas, pero casi todas rubias y ya no quería a las superficiales, así que cuando capto que en una esquina esta una chica castaña con gafas, vestida como secretaria. Me acerco con tranquilidad, tratando de evitar mi actitud de macho alfa, pues mis experiencias con eso era atraer a las chicas equivocadas, queria algo más sincero, más real, no solo las chicas superficiales que siempre busco.
— ¿Este sitio esta ocupado? — ella ni si quiera alza la vista, solo asiente y sigue enfocada en su portátil — ¿No había sitio en las cafeterías abiertas? — pregunto como broma, me gano una mirada penetrante, unos ojos marrones que me recuerdan rápidamente a Roier, aunque no eran tan bonitos como los de él.
— Acompañe a una amiga — señala por una dirección, una pelinegra que baila con un par de chicos de forma atrevida.
— Entiendo... ¿mucho trabajo? — trato de ver su pantalla, lo cual se rie.
— Sí, en realidad si — la aparta un poco — pero es privado... soy psicóloga así que como podrás entender no puedes ver esto.
— Entiendo, lo siento soy curioso por naturaleza — me encojo de hombros mientras me recargo en el respaldo de la silla.
— Ya... ¿a que te dedicas? — me analiza con curiosidad mientras cierra su portátil.
— Trabajo para el gobierno — digo con simpleza, sin especificar.
— Oh... ¿militar o algo así? — solo puedo verla sorprendido, ella lo nota por que se ríe — tienes el porte, tengo pacientes con estrés postraumático, así que sé más o menos identificar a los que se dedican a las fuerzas policiales o especiales.
— Eso es increíble — digo con sinceridad.
— Y como evades mi pregunta debes ser de la CIA o FBI... ¿me equivoco? — solo puedo sonreír por ello, me encojo de hombros.
— Supongo que puedes quedarte con la duda de cual de las dos... ¿Cómo te llamas?
— Melissa — estira su mano hacia mi la cual tomo, es tan pequeña, suave y sus uñas pintadas de negro, era una chica realmente hermosa.
— Un gusto... soy Spreen.
— El gusto es mío Spreen... tienes unos ojos muy peculiares, aunque me imagino que es algo que escuchas seguido — recarga su rostro en su mano.
— Sí, en realidad si.
Y así iniciamos una conversación de verdad, ella era tan simpática, me sentí cómodo al instante me imagino que su don como psicóloga o algo así, me presento a su amiga cuando ella se acerco por su trago, se llaman Aurora, pero ella nos dejo a solas rápidamente, claramente entretenida con esos dos chicos, Melissa me explico a modo de chisme que su amiga buscaba experiencias nuevas, no me lo dijo de forma directa, pero lo entendí, su amiga buscaba un trio y con dos chicos al parecer.
Le invito un trago el cual acepta y así pasamos al rededor de tres horas charlando, solo me doy cuenta de ello porque ella se disculpa diciendo que ya era bastante tarde para ella, que debía ir a casa, le digo que si necesita que la lleve lo cual acepta, el transcurso de camino la charla vuelve a fluir con naturalidad, le hablo de mis amigos como ella de los suyos... solo evito nombrar a Roier, no podía... se sentía incorrecto por alguna forma así que simplemente no lo menciono como si no existiera, como sino fuera mi mejor amigo.
Llegamos a una zona residencial bastante bonita, su casa pequeña pero hermosa, ella parece dudar por un segundo.
— ¿Te gustaría pasar? es bastante tarde... tengo habitación de invitados — parece tímida ahora.
— Me encantaría — digo rápidamente sin pensarlo demasiado.
Al entrar a su casa tomamos un café, la charla ahora más ligera y no tan personal, cuando de un momento a otro me pregunta si estoy soltero, respondo que lo estoy, aunque las palabras me pesen en la lengua y con eso inician los besos, los toques, ella es... justo lo que quería, pequeña, delgada, hermoso cuerpo, cabello largo con el que puedo jugar. Una mujer.
Cuando llegamos a su habitación todo va demasiado rápido, simplemente actuó en piloto automático, cuando menos me doy cuenta ya estamos desnudos, ella poniéndome un condón y cuando estamos de nuevo besándonos, solo puedo pensar en la risa de Roier, en sus ojos brillantes saludando a todos cuando entramos a la agencia, sus bromas, después a mi mente viene la sensación de sus suaves labios contra los míos, sus manos firmes, seguras, fuertes, no como las de Melissa que son pequeñas, frágiles.
Garcho con ella, pero solo puedo pensar en que así no se sentirían las manos de Roier al tocarme, que así no son los besos con Roier... que ella no es Roier... justo como había querido, lo que había buscado y solo puedo preguntarme si estoy haciendo lo correcto, si no estoy cometiendo un error, pero esto se sentía tan bien y correcto, pues me había demostrado a mi mismo que las mujeres me gustaban y mucho, que aun me excito con bastante facilidad por ellas.
Que puedo garchar sin problema con minas, que con ellas mi pija también se pone dura y mientras llego al orgasmo suspiro aliviado, no solo por la liberación, sino porque me confirme a mi mismo que mi atracción por las mujeres sigue siendo la misma.
— Eres muy bueno — jadea contra mi piel y la burbuja se rompe, me aparto de encima con lentitud para que no crea que estoy huyendo aunque eso es lo que quiero.
— Vos si que lo sos — respondo con la voz grave, pero evito verla.
— ¿Estas bien? — pregunta confundida.
— Sí... pero debo admitir que no me gusta estar sudado, ¿puedo usar tu ducha? — me obligo a verla y le sonrió con toda la sinceridad que puedo, ella me observa con detenimiento.
— Claro.
Responde aun algo agitada, pero noto que esta analizándome, le agradezco, para que no sospeche la guerra interna que tengo en el pecho me inclino y le doy un buen beso en los labios, uno que nos deja sin aliento, uno que no dejaría dudas de mi atracción hacia ella, al separarnos jadeantes me sonríe en grande, ambos entramos a la ducha donde tenemos sexo nuevamente, pero esta vez ya no se siente tan bien como la primera, esta vez la opresión en mi pecho se hace casi insoportable, pero me obligo a fingir estar bien, que no me siento mal por una razón que desconozco.
Duermo a su lado abrazándola, sintiéndome impotente porque ella no se sentía como Roier, ella no me daba la calidez que él, no tenia esa rica fragancia, no sostiene mi mano como él lo hace y su largo cabello que antes me parecía hermoso, ahora es molesto, porque Roier tiene el cabello corto, porque el cabello de Roier no me molesta o pica como el de ella que invade mi espacio... porque ella era pequeña y Roier no lo era, no me entiendo en absoluto, hice lo que quería, lo que necesitaba, garchar con una buena chica, hermosa e inteligente una que ahora que lo analizo se parece demasiado a mi mejor amigo, no solo por su color de cabello y ojos, sino en personalidad, pues ella también era amable, carismática y le importa la persona de verdad y no solo su físico.
Ella era... grandiosa, pero no era Roier y jamás lo seria, pero me gustaba, ella me gustaba porque así es como seriamos ambos si mi mejor amigo fuera mujer, algo que era imposible y que también agradecía, pues adoro a Roier tal cual es, solo espero que él no se tome esto personal, porque a pesar de que se siente mal en mi pecho, creo que seguiré viéndola, solo de forma casual para cuando tenga ganas de sexo, claro solo si ella aceptaba, pues seria sincero en que era casual.
Algo muy dentro de mi solo podía pensar, ¿Qué estoy haciendo?, pero no podía darle tanta importancia, pues esto sucedería en algún punto, pues no podría estar soltero lo que resta de mi vida y Roier tampoco, espero que él en un futuro encuentre a una buena chica como yo he hecho esta noche.
Notes:
Buenas buenas... bueno aquí otro capítulo no tan lindo, solo puedo decir: el pendejo, el pendejo (para Spreen), yo les dije que la iba a cagar, ya inicio el evento camote mi gente, así es, este será el evento camote, iniciando en el capitulo 38 jajaja la neta si me mame, pero era necesario para poner contexto... mucho texto alv XDD.
Primero que nada, aquí va la votación para la historia de Jowolin (Halloween)
SpiderBear (6 votos)
Duck x Duck (1 voto)
ChicoMaxo (1 voto)
Spiderduck (3 voto)
Etoloier (4 votos)
Bimboier (2 voto)
DeathDuo (4 voto)
Nota: no puse GuapoDuo a pesar de que me lo pidieron otras 4 personas, pero saben que deje ese ship y ya no escribo de ellos, sorry not sorry, como les he dicho ese ship ya no me genera nada, pero si en verdad ustedes quieren puedo hacer el intento... pero no prometo que salga bien xD
Ahora si continuamos con la historia, la neta el evento camote lo iba a iniciar en unos cuantos capítulos, pero la neta ya seria mucho contexto, así que de una vez, mientras antes iniciara antes se terminaría... pobre del Roiler le van a romper su corazón bien feo, la neta, porque como podrán imaginar Spreen le dirá la verdad, de que se acostó con alguien y que tenia la intensión de seguir viéndola mientras que con él seguía jugando a los besos, obviamente cuando escuche eso lo bajaran de su nube bien feo, pobre de nuestro niño.
El Spreen solo hace eso porque literalmente entro en pánico con su sexualidad, como él dijo, hizo esto para demostrarse así mismo que aun le gustaban las mujeres cosa que claramente es cierta, pero el niño no entiende que las cosas no son blanco o negro, él primero debe aprender a aceptar que las cosas no son tan simples como si te gustan las mujeres u hombres, sino que pueden gustarte ambas sin problema.
En fin, claramente puse a Melissa no solo porque es el Roiler pero mujer, sino porque eso ayudara a Spreen en su proceso, ya que ella es psicóloga, como podrán adivinar, ella lo ayudara a entender muchas cosas, así que no odien a mi niña, ella no tiene culpa de nada, el Speren fue quien no fue sincero desde un inicio, pero tranqui ella lo pondrá en su lugar, lo va a aterrizar bien machín jajaja.
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchisimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 39: Visita y malos ratos.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Llego a casa de mis padres alrededor de las once de la noche, ellos me reciben con besos y abrazos. No los visitaba desde hace tiempo, para ser más exacto desde la navidad de hace dos años, porque la anterior la pasamos con los padres de Tina ya que ese era nuestro acuerdo, un año con su familia y uno con la mía, acuerdo que claramente había llegado a su fin desde que terminamos.
Mi padre Alex esta efusivo, me apretuja como si no me hubiera ido del país por diez años o como si hubiera vuelto de la guerra, como es de esperar mi padre Luzu esta divertido con la situación, viéndonos con cariño evidente.
— Pa, me estas asfixiando un poco — bromeo un poco, ya que mi papá Quackity era más bajo que yo.
— Lo siento, es solo... estas tan grande, cambiaste tu corte de cabello y te lo teñiste... aunque te hace falta un retoque — rápidamente acaricia mi cabello.
— Oh eso... solo fue por una misión, estoy cortándolo poco a poco hasta que desaparezca por completo, intente ir a la peluquería, pero el estilista me dijo que la sub tonalidad rojiza no se iría, que con el sol seguiría viéndose así que solo quedaba dejarlo crecer — me encojo de hombros.
— Esta bien, de todas formas tu tono natural es mejor... es igual de bonito que el de Luzu — dice soñadoramente, sacándole una risa a mi otro padre.
— Vamos Quacks, déjalo para que pueda pasar.
Mi padre Alex me guio por la casa como sino la conociera mejor que la palma de mi mano, me llevo a mi habitación de joven, donde todo seguía igual con posters de algunos videojuegos en las paredes, mis sabanas rojas... todo igual, limpio, impecable, siempre me ha parecido adorable lo mucho que mis padres cuidan mi habitación, nunca la han prestado a alguien más que no fuera yo, sabia que mi padre Luzu era un maniaco de la limpieza así que seguramente lavarían mis cobijas y sabanas aunque sea una vez a la semana a pesar de que nadie las usaba.
Dejo mi maleta al pie de la cama, mis padres me dan mi tiempo para ponerme la pijama y cenar porque claramente me habían esperado para ello a pesar de ser algo tarde, sabia que mi padre Luzu tendría trabajo temprano, ya que era gobernante de este estado, mientras mi padre Alex era su secretario, nunca comente nada al respecto, pues no era de mi incumbencia, solo sabia que no debía visitar a mi padre Luzu en su trabajo a cierta hora porque tenia "reuniones" privadas con mi otro padre.
Siempre fue así, mi padre Alex era su secretario desde siempre sin importar el empleo de mi padre Luzu que antes era abogado, después diputado y ahora gobernante, ellos estaban juntos casi todo el día, me sorprendía mucho que ellos así lo quisieran, muchas parejas prefieren tener empleos diferentes para no "fastidiarse" de su pareja, pero ellos eran realmente pegajosos con el otro, así que eran tal para cual, recuerdo que eso solía avergonzarme mucho cuando era un niño, pues mi padre Alex es demasiado efusivo sin importar que estemos en publico, no era fácil para mi en ese entonces, ya que de por si todos me conocían por ser el niño con padres gay, que mi padre más bajo fuera tan escandaloso solo me hacia destacar aun más.
Pero con el tiempo lo acepte e incluso ahora que ya soy maduro, me parece lindo pues esa era la manera de mis padres de denostarme amor y apoyo incondicional.
Salgo de mi habitación con un pantalón de pijama y camiseta de tirantes, ellos están en el comedor charlando bajito, noto que mi padre Luzu lo abraza por la cintura y le sonríe abiertamente, así que me aclaro la garganta para que sepan que estoy presente, como es de esperar mi padre más bajo se me acerca entusiasta, me toma del brazo y me guía a mi asiento predilecto, el que siempre me gusto desde niño y ese era al lado de mi padre Luzu, a su izquierda.
La cena inicia tranquila, todo normal charlas sobre nuestros empleos más que nada, pero después viene lo inevitable, mi padre Luzu saca el tema de mi ruptura con Tina y me pregunta si sucedió algo malo, pues ellos tienen el conocimiento de que Tina y yo no solo éramos pareja, sino mejores amigos desde siempre, ellos creían que nosotros estaríamos juntos toda nuestra vida, casarnos y tener hijos.
— Es demasiado complicado para explicarlo en la cena, ya es bastante tarde y papá tiene trabajo mañana temprano — trato de excusarme.
— Nada de eso, me asegure de tener todo el fin de semana libre para pasarlo contigo hijo, así que nada de excusas... ¿Tina y tú ya no se entendieron? — hago una mueca contrariado.
— No, en realidad... todo sucedió por una misión de encubierto que tuve, estuve lejos por más de dos semanas sin casi comunicación entre nosotros — comienzo a explicar de forma vaga.
— Oh... ¿a ella ya no le gusta tu trabajo? — ahora cuestiona mi padre Alex.
— No, no... ella nunca me condicionaría de esa manera en la que creen, fui a la misión con un compañero, teníamos que fingir que éramos esposos, por lo que podrán imaginar... pues hubo besos y dormir juntos de por medio... no sexo, solo dormir, Tina lo sabia, ese en realidad no fue el problema con ella... el problema fue que me di cuenta que me gustan los hombres también — suelto sin medir mis palabras, no quería más interrupciones sobre que Tina no lo entendería, ella era demasiado buena, claro que lo entendió.
— Si bueno, eso ya lo sabíamos — suelta mi padre Alex con diversión, solo puedo verlos con asombro.
— ¿Qué? — tartamudeo un poco.
— Mi tonto niño, claro que sabíamos que te gustaban los hombres y las mujeres, cuando tenias cinco años tenias una fijación con este compañero del preescolar, Max, siempre decías que te parecía muy bonito y todo eso, en un inicio creíamos que serias gay, claramente no lo dijimos porque eso era algo que solo tu podrías decidir, luego entraste al colegio y ahora comenzaste a fijarte más en las niñas, decías que eran muy bonitas por su cabello y moñitos, supimos desde entonces que eras un niño muy atento, que cuando crecieras no te importaría si eran chicos o chicas, que te gustarían ambos por igual... además un padre sabe — explica mi padre Luzu con tranquilidad.
— Lo cual esta bien bebé, que te guste de todo solo aumenta tus posibilidades — bromea mi otro padre con diversión y picardía.
— Bueno... el caso es que me di cuenta de eso, Tina lo entendió, no le dio importancia en realidad... el problema fue que le fui infiel con ese compañero de trabajo, nada demasiado grave, solo... él y yo nos besamos fuera del trabajo, estábamos medio borrachos, no lo justifico, sé que estuvo mal y se lo dije a ella directamente, me perdono sin mucho problema, solo me pregunto que si era algo de una sola vez o creía que volvería a pasar... fui sincero, le dije que me atraía mi compañero y que no aseguraba que las cosas se enfriaran entre él y yo... como dije, ella lo entendió, así que fue decisión, mutua terminar por el bien de ambos — continuo con la explicación porque a decir verdad no sabia como tomarme que mis padres supieran de mi bisexualidad antes que yo.
— Entendemos... ese compañero de trabajo debe ser muy bueno si terminaste con Tina por él — hay curiosidad en las palabras de mi padre Quackity, pero me mantengo tranquilo, no creía que fuera bueno mencionar a Spreen, no sin su consentimiento.
— Lo es, nos conocemos bien, pero no quiero hablar sobre eso ahora, aun no estoy cómodo con ello, él también esta descubriendo su gusto por los chicos, así que lo estamos tomando con calma, no tiene mucho que comenzamos a salir... aunque no sabría decir que somos con exactitud — me encojo de hombros.
— Ok, lo respetamos hijo, si necesitas un consejo estamos para ti, lo sabes — trata de alentarme mi padre castaño, que palmea mi hombro de forma suave.
— Y si quieres saber sobre penes, pregúntame te daré todos los tips que necesites — suelta mi padre Alex con descaro, lo veo horrorizado.
— ¡Papá! — solo hay vergüenza en mi voz, ambos se ríen... claramente este fin de semana seria bastante largo.
° Spreen °
Los días pasaron demasiado rápido, ni si quiera los sentí pues estuve con Melissa todo el fin de semana, en su casa o saliendo a caminar y comer juntos, había bastante química entre nosotros, muchos besos, sexo por el cual deje de sentirme culpable como a la sexta vez que lo hicimos, le dije la verdad de que para mi en este momento era casual, le hable de Mictia, de nuestro rompimiento y que no me sentía listo para algo serio en este momento cosa que ella entendió y acepto sin drama.
Así que se podría decir que comenzamos a salir, no de forma super oficial, no pactamos exclusividad, pues yo aun tenia a Roier y nuestras cosas, así que le dije que si ella quería salir con otras personas mientras salía conmigo no tenia problema, le dije de forma vaga que tenia una "amiga" con la cual "a veces" salíamos, sé que mentir sobre Roier no era correcto, pero no sabia como explicarle que era un chico y que ese "a veces" era diario, que pasábamos demasiado tiempo juntos, que antes de que entrara en crisis prácticamente estábamos viviendo juntos porque o yo me quedaba en su apartamento a dormir, o él en el mío.
Ella no pregunto, no indago de forma vaga, solo acepto mis términos y dijo que estaba bien, solo llegamos a un acuerdo de que si llegaba el momento nosotros seriamos los oficiales, es decir ella podría salir con quien quiera, pero yo seria su... ¿novio principal? por decirlo de una forma, y ella seria mi principal, fue una charla bastante extensa, así que era casual, pero no tanto como para tener demasiados ligues, ya que le explique que para mi, solo seria ella y mi "amiga", así que ella tenia el limite de salir con otras tres personas a la vez de que estaba conmigo, hablamos de la protección, siempre condón, mantenernos informados de las citas y salidas.
Prácticamente era una relación abierta, pero sin la gran etiqueta de serio, era algo enredado, pero funcionaba, ni si quiera me preocupo por Roier, no hasta que son las nueve y media del domingo que recibo su llamada.
— "Spreen... ¿si vendrás por mi a la estación? me dijiste que aquí estarías, pero llevo esperándote casi media hora, esta bien si estas ocupado, solo es para saber si debo tomar un taxi" — me levanto de forma torpe de la cama, Melissa me dedica una mirada confundida.
— Sí, lo siento se me paso... me quede dormido, ya voy para allá — invento como excusa mientras tomo mi ropa interior del suelo y comienzo a vestirme de forma torpe.
— "Esta bien, tomare un taxi, tranquilo" — le quita importancia.
— ¡No!, ya voy, lo siento en verdad no escuche el despertador — miento descaradamente, no solo a Roier, sino que Melissa me estaba escuchando, claramente confundida.
— "De acuerdo... te espero" — suspira, evidentemente cansado de su viaje.
— Ya voy, te lo prometo, ya estoy en camino — me aparto un momento el teléfono del oído para colocarme la camiseta.
— "Ok, nos vemos en unos mimitos... ¿Spreen?... bueno... adiós" — cuando me coloco el teléfono al odio solo logro captar el: adiós.
— Estaré ahí en veinte... ¿Roier? — despego el oído del teléfono, veo la pantalla, me había colgado, solo puedo maldecirme de nuevo.
— ¿Todo bien? ¿Quién es Roier? — me cuestiona Melissa viéndome con detenimiento.
— Es... un amigo, te lo explico mejor más tarde por llamada ¿ok?, estoy llegando tarde — antes de poder salir de su habitación me toma por la camiseta.
— Esta bien, mensajéame cuando estés en casa ¿si? — pide con una sonrisa cálida, solo siento un nudo en el estomago.
— Claro — ella se incorpora más y me da un casto beso en los labios, uno que no me veo capaz de corresponder del todo — lo siento, en verdad tengo que irme — me aparto demasiado rápido, ni si quiera me detengo a ver su reacción, solo me aseguro de tomar todas mis cosas y salgo de su casa maldiciendo.
Tendría que ir a alta velocidad, por que la casa de Melissa estaba aun más lejos de la estación, soy un verdadero boludo, ¿Cómo se me pudo olvidar que debía ir por Roier? se lo había prometido, soy un amigo de mierda, en verdad esperaba que no se molestara conmigo fue sin querer, me vi tan absorbido por lo nuevo con la mina que olvide nuestro acuerdo y... mierda sus malditas plantas.
Gruño frustrado, esto era un desastre, esperaba que no se hayan marchitado... es decir, no pasara nada por no regarlas una vez, ¿no?, en verdad esperaba que no, no tengo tiempo de pasarme a su apartamento y regarlo de forma rápida, eso seria tardarme mucho más, solo puedo llamar a Aldo, él era el único que sabia donde ponía Roier la llave de repuesto, me impaciento cuando no contesta rápido.
— "¿Que pedo mi Spreen?, ¿ya vienen de regreso? ¿quieren cenar con amigos?" — cuestiona relajado.
— No, apenas voy por Roier, se me paso el tiempo... ¿podes hacerme un favor? ve al apartamento de Ro y riega sus plantas de la terraza, es re importante, te deberé una grande — pido desesperado, él parece notarlo.
— "Ok... ¿esta todo bien?" — resoplo demasiado fuerte.
— Sí, solo haz lo que te pido y no hagas más preguntas, no les eches demasiada se van a morir si lo haces, tengo que irme, gracias Aldo — y cuelgo la llamada sin esperar respuesta.
Solo puedo golpear el volante, el maldito transito era demasiado como era de esperar para un domingo por la noche, trato de tomar mi teléfono de nuevo y llamar a Roier, prometerle que estoy de camino, pero el transito me atrapo, pero se me cae a los pies, solo puedo maldecir mil veces más, aprovecho el semáforo en rojo para recogerlo... eran las diez de la noche, esto era el maldito infierno. Sin dudar presiono el nombre de mi mejor amigo, no me contesta al primer intento aunque solo lo deje sonar tres tonos, vuelvo a llamar, contesta al segundo.
— "¿Ya estas fuera? en un momento voy, estaba viendo..."
— No... hay mucho transito Ro, lo siento en verdad, ya voy te lo juro, solo... me tardare más de lo esperado, lo siento mucho — digo atropelladamente realmente nervioso.
— "Oh... esta bien, tomare un taxi, no te preocupes, por la zona de mi apartamento siempre hay demasiado transito, si quieres ve a casa, gracias por cuidar mi apartamento y plantas" — sus palabras son como una patada a las bolas, siento mi corazón oprimirse tanto que duele no solo emocionalmente sino físicamente.
— Claro — murmuro bajito — pero ya voy para allá Ro, en verdad, solo espérame unos minutos — el semáforo cambia a verde, acelero tratando de esquivar los autos, incluso me tomo el atrevimiento de encender las luces que están en el parachoques, rojas y azules, como si fuera una emergencia de verdad, los autos comienzan a darme el paso.
— "Ok... ¿Qué pasa?" — pregunta directamente.
— Nada, solo... lo siento en verdad — me disculpo de nuevo.
— "Bien... hablaremos una vez llegues, tómalo con calma ¿ok?" — pide preocupado, lo que me hace sentir aun peor si es que eso era posible.
— Estaré ahí en cinco, lo juro.
— "Solo... con cuidado Spreen".
— Lo tendré, solo aguanta un toque, ya casi llego.
— "Sí... solo cálmate un poco me estas angustiando de verdad"
— Lo sé... perdóname Roi — sigo disculpándome sin saber de que en concreto, una notificación emergente aparece en mi teléfono, un mensaje de Aldo: "estoy de camino a casa de Roi, me tomara unos quince minutos hay demasiado transito, pero regare las plantas, quédate tranquilo 😉" ante lo que leo solo puedo golpear el volante una vez más.
— "¿Spreen?, ¿Qué pasa?" — vuelve a preguntar suavemente.
— Nada, ya estoy a dos cuadras, ve saliendo — no lo dejo contestarme termino la llamada.
Esto era un maldito suplicio, a este ritmo nos toparíamos con Aldo aun encasa de Roier, todo se me había salido de control, apago las luces cuando estoy por llegar, no quería preocupar aun más a Ro, como es de esperar él ya esta fuera, ni si quiera debo entrar al aparcamiento solo me orillo un poco y no me espera a que le abra la puerta como es nuestra costumbre de ahora, simplemente abre la puerta y entra, veo el reloj de mi teléfono, eran las diez con diez minutos, suspiro sin poder evitarlo.
— Gracias por venir — dice tratando de verme, pero no puedo si quiera mirarlo sin sentir la gran culpa aplastándome.
— Tranca, te dije que vendría por vos, acá estoy — digo de forma seca, solo puedo maldecirme internamente, así no era como quería responderle.
El silencio se hace inevitablemente, Roier me ve de forma detenida, claramente confundido con mi actitud y mi notable nerviosismo, estira una mano hacia mi y me acomoda el cuello de mi camiseta que estaba algo arrugada y chueca, lo escucho suspirar.
— Creí que dijiste que éramos exclusivos y no te interesaba alguien más en este momento — suelta de la nada, siento como mi estomago se retuerce.
— ¿Q-Qué? — balbuceo de forma torpe.
— Hueles a algún perfume de mujer y cuando te acomode la camiseta... tienes unas marcas de rasguños en el hombro. Parece que te divertiste el fin de semana — su voz es distante, fría, lo que hace que voltee a verlo por fin, pero ahora él no esta viéndome, tiene el rostro neutro, inexpresivo.
— Te dije que no me atraían otros hombres... no que eso también implicaba a las minas — digo de forma algo agresiva, lo veo tensar la mandíbula.
— Creí que exclusividad significaba no ver a otros hombres o mujeres, creo que debí preguntar a que te referías exactamente ya que al parecer el concepto es diferente para ambos — trago saliva con dificultad.
— Bueno... iba a suceder en algún momento, no iba a estar soltero toda mi vida Ro y vos tampoco — solo asiente tan lento que me hace sentir peor.
— Claro, lo entiendo — sus palabras son tajantes, trato de tomar su mano, pero se aparta.
— Vamos Ro, no podés enojarte, nosotros solo somos amigos, no es como si estuviéramos saliendo o éramos algo más, vos lo sabes me gustan las minas, no los pibes.
— Tienes razón... no tengo derecho a reclamar, por eso no lo estoy haciendo, pero claro que tengo derecho a enojarme, porque me siento el pendejo más grande de la ciudad, no fue tu culpa, es la mía por ser demasiado idiota como para creer que lo que estábamos teniendo era igual de serio para ti, creí que por que somos demasiado cercanos no jugarías conmigo, porque creí que podía esperar aunque sea el mismo respeto que yo te doy, pero claramente no fue así — cuando noto el ligero temblor en su voz, la angustia rápidamente me inunda.
— No creí que para vos las cosas fueran algo serio, si lo hubiera sabido... te habría dicho que no lo eran, lo siento Roier... las cosas no tienen porque cambiar entre nosotros, tu y yo siempre hemos sido mejores amigos, ni si quiera debes mortificarte por... lo nuevo, eso también puede seguir igual, los besos y eso... esta bien para mi — pero ante mi sugerencia hace una mueca de desprecio, una que jamás había sido dirigida hacia mi, una que siempre me pareció divertida porque no quedaba con su amable y dulce personalidad, pero ahora que era dirigida a mi era como una puñalada dolorosa.
— Esto no se trata de si creíste que era serio o no, entiendo que las cosas para ti fueran solo un juego o un pasatiempo, pero creo que merecía la mínima decencia de que me dijeras que ya querías ver a otras personas, porque se supone que nunca nos mentimos, que si algo ya no nos gustaba nos lo diríamos, porque... soy un pendejo que creyó en que me dirías no por que fuéramos algo... sino precisamente porque somos mejores amigos, porque... se supone que me respetas, no diré que me quieres, pero se supone que me respetas — niega con la cabeza, voltea hacia la ventanilla, lleva una de sus manos al rostro y cuando noto que se limpia las mejillas siento un gran nudo ahora en la garganta, jamás había querido hacerlo llorar.
— Tenés razón... debí decirte porque sos mi mejor amigo, lo lamento, no... yo no... — paso saliva tratando de encontrar algo correcto que decir — Yo te respeto Ro y claro que te quiero, vos sos... lo mejor de mi semana, te lo he dicho, siempre me has apoyado y todo eso, en verdad lamento que las cosas se hayan malinterpretado y...
— Y una mierda, claro que se malinterpretaron, porque me decías cosas bonitas, insistías en estar tocándome cada rato ya sea para tomar mi mano, un toque en el brazo, abrazarme, besarme, ¿creo que es normal que lo malinterpretara?, porque incluso ahora que descubrí por mi propia cuenta que para ti evidentemente era un juego, yo soy el pendejo que lo malinterpreto a pesar de tus acciones, de que aun dices que soy lo mejor de tus días, claramente el que esta mal soy yo, el que esta loco por pensar cosas que tus acciones dicen más que las palabras... si definitivamente yo soy el idiota — escupe con furia evidente, solo puedo encogerme un poco tras el volante.
— Roier... es que no es tan simple — trato de explicarme, pero no llegan las palabras.
— No, no lo es yo sé eso — el silencio se hace el resto del camino.
Él no vuelve a verme, ni intenta charlar, incluso va más pegado a la puerta, como si quisiera poner la mayor distancia entre ambos, como si mi sola presencia lo repugnara por completo, y no puedo dejar de darle vueltas en mi cabeza, porque Roier tenia razón, fui un hijo de puta, porque siempre estaba encima suya, besándolo, abrazándolo, tomando su mano, abriendo la puerta del auto, recorriendo su silla, diciéndole que era lo mejor de mi vida, yo me comportaba como si fuéramos pareja seria, le pedía quedarse conmigo a dormir porque me hacia sentir tranquilo... mi lugar seguro y sino quería venir a mi apartamento yo iba al suyo.
Pero son cosas que hice sin pensarlas demasiado, sin notar que todo esto era erróneo, que jamás debí tratarlo como si fuera mi novio... no sino quería que lo fuera y lo entendí demasiado tarde, porque ni si quiera tuve la decencia de decirle que me había asustado y que prefería volver a lo que y conozco, que las minas no me daban pánico, que con ellas sabia que hacer y que con él no, que me hacia sentir nervioso e inseguro en muchos aspectos en mi vida, porque Roier era hombre, porque me daba miedo aceptar que él... me encantaba.
Así que guardo silencio, porque no había forma de explicar, no ahora que ya lo había arruinado, que lo había lastimado, no había excusa valida para eso, solo espero que él pueda personarme, que no me odie por lo que le hice, que no me deje de lado, porque no soportaría tenerlo lejos, no mentía cuando dije que él era lo mejor de mi día, siempre fue así, desde que nos conocimos hace años.
Para mi mala suerte llegamos a su edificio de apartamentos, él no dijo nada, ni si quiera intento despedirse solo tomo con fuerza su maleta y abrió la puerta, no dudo en seguirlo, pues quiero que lo hablemos mejor, como los adultos que somos, pero él parece no querer verme, no me pide que me detenga, pero tampoco me dirige ni una mirada ni palabra, así que no sé que es peor.
Cuando el ascensor se abre... ahí esta Aldo, viendo el teléfono, hago una mueca sin poder evitarlo, él nos observa con extrañeza, aunque cuando su mirada cae en Roier claramente la extrañeza se vuelve preocupación inmediata.
— Roier, ¿Qué tienes? ¿le paso algo a tus papás? — lo toma de los brazos, Roier solo suspira.
— No, todo esta bien, solo estoy cansado — su voz es monótona, no detona ningún tipo de emoción, Aldo me dedica una mirada acusatoria.
— ¿Quieres que me quede contigo hoy? regué tus plantitas y le puse un par de esas gotitas que me mostraste, eso las haría ver mejor — nada más termina de decir eso, Roier voltea a verme con llamas en sus ojos de la irá, solo puedo pasar saliva con dificultad, pero no flaqueo, me quedo a su lado.
— Sí, eso me ayudaría mucho Aldo, gracias... ya puedes irte Spreen, no te necesito aquí. Nos vemos mañana en el trabajo — me despacha directamente, solo puedo asentir de forma rígida, no quería contradecirlo ahora, ni obligarlo a estar conmigo u obligar a hablar, él se merecía todo el espacio que quería, justo como él me lo había dado antes de su partida.
— Dale... si vos necesitas algo, lo que sea Ro, llámame, no importa la hora que sea, vendré ¿ok? — apoyo mi mano en su hombro, pero se aparta de mi toque con una risa llena de ironía y desprecio.
— Claro, porque siempre cumples cumples tu palabra — responde con sarcasmo filoso.
No me da tiempo a pensar en algo que decir, algo que le haga saber que hablo enserio, que siempre estaré para él, pero... como él dijo, las acciones valen más que las palabras, y mis acciones claramente fueron una mierda, en un fin de semana rompí la excelente confianza entre ambos, una que llevamos contrayendo años y jamás se había quebrado hasta ahora.
Roier toma la mano de Aldo y entran llaman al ascensor, me quedo aqui parado como boludo, y los veo entrar, cerrarse las puertas... el silencio que me envuelve es demasiado frio y doloroso, ¿había perdido a mi mejor amigo por esto? probablemente, me lo merecía a decir verdad.
Siempre dije que quería a alguien condicional en mi vida, que me apoyara en todo, que me escuchara, comprendiera... pero soy tan boludo porque siempre lo tuve, la presencia de Roier constante, tranquila, que siempre me lleno de paz, pero no lo supe ver como lo que era. Me asegurare de recuperar su confianza, de volver a ser mejores amigos, no volvería a romper promesas, ni a mentir descaradamente.
Me doy la vuelta con la intensión de irme a mi apartamento, mi teléfono vibra, lo saco esperando que sea Roier diciéndome que cambio de opinión, que quiere que suba y hablemos, pero no es así. Es Melissa preguntándome si ya llegue a casa, solo puedo mandarle un corto: "aun no", entro a mi auto y conduzco, ahora mismo no me interesaba hablar con ella, debía concentrarme en lo importante y eso era que Roier me perdonara, ese era mi objetivo.
Notes:
Buenas buenas... que ni se note que estoy inspirada, volví a mis antiguas costumbres de escribir en el transporte publico, sé que es peligroso, por eso lo había dejado de hacer, pero no pude evitarlo, esta es la única forma que tengo de escribir porque llegando a casa tengo mucha tarea, no prometo hacerlo siempre porque me da miedito a veces jajaja.
Pero eso no es relevante ahora mismo, volvamos a la historia, Spreen dándose cuenta al fin que actuaba como novio cuando no lo era y claramente era culpa suya que Roier se tomara las cosas tan personales, además de que si le había prometido a Roier exclusividad y sabe que Ro tiene razón en enojarse, pues esa palabra incluye ambos sexos siempre se ha sabido eso, que él quisiera excusarse de que nunca dijo que también de mujeres ya es de culero pendejo jajaja.
Ro claramente cree que su amistad con Spreen se ha roto, no por completo, pero le quedo claro que no quiere algo así en su vida, que no quiere ese tipo de amor si es que se le puede decir de esa manera, ya dijo lo que tenia que decir, así que de ahora en adelante no dejara que Spreen lo toque, lo bese o intente algo más allá de una amistad o compañerismo, así que volverán a ser "amigos" a secas.
Y pongo amigos entre comillas porque Ro esta realmente lastimado, no se siente listo para ofrecerle su amistad a Spreen, pero fingirá que si, porque lamentablemente no solo son amigos, sino compañeros de trabajo, así que lo hará para llevar las cosas en paz, no por que quiera, no quiere perjudicar su empleo, así que ahora le tocará a él fingir que todo esta bien y Spreen sepa que no es así, prácticamente se invertirán los papeles jaja.
Como podrán imaginar Roier le contara todo a Aldo, pues es el único que sabe lo suyo con Spreen... bueno él y Farfa, pero Aldo es un amigo mucho más intimo y cercano, Farfa es más cercano a Spreen como podrán imaginar, peeero el apoyo de Spreen en esta situación no será Farfa, sino Melissa, pero eso ya es tema para otro capítulo xD
La neta que bueno que Roier no le dijo nada a sus papás de que ese compañero con el que se involucro era Spreen, sino... bueno que incomodo seria, porque claramente los padres de Ro conocen a Spreen como su compañero y gran amigo desde la academia de agentes del FBI, aunque claro, sospechan un poco que sea él, pero no pueden asegurarlo pues el tipo de persona de Ro son más las personas tímidas, como lo era Tina y Spreen claramente no es tímido, sino al contrario, dice todo lo que piensa, algo grosero... en fin, como ha sido el Spreen de esta historia.
Pero bueno, ya dejo de alargarme, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 40: Aldo y Roier.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Entramos a mi apartamento y solo tengo ganas de tirarme a mi cama a dormir, olvidar toda la mierda que acaba de suceder. Sabia que las cosas no podrían ir bien si Spreen no aceptaba que yo le gustaba, pero no creí que fuera tan hijo de puta como para romper nuestros acuerdos en el primer fin de semana que no estuve en la ciudad, bien dicen que los infieles toman cualquier oportunidad para aprovecharla, él engaño a Mictia conmigo, ¿Qué me esperaba a mi que ni si quiera éramos oficiales al cien porciento?
Sé que en este momento no estoy siendo justo, que tal vez estoy tomándome todo muy a pecho, pues si soy justo yo también engañe a Tina con Spreen... supongo que es mi karma, algo que merezco por haber lastimado a mi mejor amiga... literalmente ahora sé como se sintió ella, pero la diferencia aquí es que cuando termine con ella fui completamente honesto en todo, yo fui quien le dije a Tina lo que sucedió con Spreen, no me descubrió infraganti ni nada por el estilo, yo si tuve los huevos para decir las cosas, al menos ese era mi consuelo.
— ¿Seguro que estas bien Roi? — salgo de mis pensamientos de autocompasión al escuchar a Aldo, volteo a verlo con un suspiro.
— Pues la neta no, pero no quería hacer una pinche escena en el recibidor del edificio, el Spreen se consiguio novia — lo digo sin más, mientras me encojo de hombros y camino hacia mi cocina para servirme un vaso de agua.
— A chinga... ¿Qué no eras tu su novio? — volteo a verlo con sorpresa — vamos no me veas así, ambos habían estado pegados como chicles y sé que antes eran unidos, pero antes no se miraban como si fueran el universo del otro, si el Spreen esta que babea, pero no lo culpo, es más lo entiendo — me guiña un ojo tratando de animarme, pero contrario a eso solo resoplo con fastidio.
— Pues no somos nada... nada más que amigos y me lo acaba de dejar bien clarito mientras veníamos para acá, el culero ni si quiera pudo venir a echarle agua a mis plantas más temprano, sino que te lo pidió a ti el muy pendejo... la neta me siento bien ojete — me recargo en una de las encimeras de mi cocina, él se pone a mi lado.
— Ya... desventajas de salir con alguien en el armario — pasa su brazo por mis hombros dándome un abrazo reconfortante.
— No estábamos saliendo... es decir, yo creía que si, pero al parecer solo era él no queriéndose sentir solo hasta que encontró a una nueva mujer con la que coger... al menos tengo el alivio de que entre nosotros no paso nada — me tomo mi vaso de agua de un solo trago, tratando de pasar el nudo en mi garganta.
— Pues él se lo pierde, eres un gran partido mi Roi, todos lo sabemos, él también, pero esta asustado — trata de explícame, ruedo los ojos.
— Eso ya lo sé, pero no por estar asustado tenia el derecho de hacerme eso, pudo decírmelo, que no esta listo, que no quería seguir, que ya no le interesaba... pues estar conmigo de esa forma, lo habría respetado, incluso lo hubiera apoyado, pero decidió hacer sus mamadas cuando no estaba, como un pinche infiel... a mis espaldas y cuando lo confronte solo balbucea como estúpido y da excusas aun más pendejas, yo jamás le habría hecho eso, ni a él ni a nadie, con Tina fui sincero, pude hacerme el inocente y el confundido como él lo hace, pero fui directo, sincero e incluso me disculpe de verdad y de corazón, no di excusas, acepte mis errores, no como él — tiro al vaso de cristal al lava platos, de milagro no se rompe.
— Tienes todo el derecho de estar enojado, no estoy de su lado... estoy del tuyo wey, te lo juro, solo decía que es normal que él este asustado, para ti fue más sencillo aceptarte porque tus papás son gays, pero él creció en una familia panista y tradicional — bromea un poco, volteo a verlo con detenimiento.
— Lo sé... gracias por estar conmigo — se hace el silencio, trato de que mi coraje baje, que deje las cosas pasar, pues Spreen y yo trabajamos juntos, debo superarlo y rápido.
— Tal vez tu también mereces encontrar a una persona, chico, chica... lo que sea, no te encierres mi Roi, como tu mismo dijiste: si para él no fue nada, pues tampoco para ti, a la mierda Spreen, sal con quien quieras, eres guapo, joven, trabajo estable, responsable, amable, ¿Qué más podría pedir alguien?
— ¿Tu saldrías conmigo? — suelto de la nada, se queda callado — ahí esta, no es tan fácil — me encojo de hombros.
— Lo haré, saldré contigo — volteo a verlo en shock.
— ¿Es neta? — él se ríe mientras asiente.
— Sí, ¿por que no?
— No lo sé, ¿Por qué somos amigos?, ¿Por qué en este momento parezco adolescente despechado?... hay muchas razones — comienzo a enumerar con los dedos, él se ríe aun más fuerte y toma mi mano.
— No me importa, es decir, puedo ser tu ligue de despecho, no me lo tomo personal, uno debe aprovechar las oportunidades de la vida... además podría enseñarte muchas cosas — mueve las cejas con picardía, desvió la vista sintiendo mi rostro calentarse.
— Pendejo... no quiero lastimarte ni jugar contigo Aldo, te quiero demasiado para eso — digo con sinceridad.
— Lo sé, tranquilo, a decir verdad en este momento de mi vida no me interesa una pareja super formal, ya sabes como es nuestro trabajo, ¿Qué mejor que tener a mi novio de chocolate conmigo cerca?, yo no te jugaría chueco ni haría cosas a tu espalda — se encoje de hombros lo veo a los ojos.
— Bien... ¿por que no?, sé mi novio — ordeno, él vuelve a reírse.
— Que exigente, esta bien ya que insistes — me da un empujón con el hombro.
— Lo digo enserio, sé mi novio — se calla de inmediato, mientras me analiza.
— Ósea... ¿novios novios? o ¿solo para molestar a Spreen? — parece confundido.
— Mi novio de verdad, no tiene que ser super formal ni serio, respeto que en este momento no quieras establecerte de forma permanente, solo... veamos como van las cosas entre nosotros — el silencio cae de nuevo, él esta pensando, no suelta mi mano, así que entrelazo nuestros dedos, las manos de Aldo eran un poco más grandes que las de Spreen y algo más suaves.
— De acuerdo, salgamos de verdad, pero hay que poner reglas.
— Si, eso me parece bien... numero uno ser sincero con el otro siempre, no importa si es incomodo o duele — él asiente de inmediato.
— Siguiente, no haremos nada que el otro no quiera.
— Eso es justo — le doy la razón, él parece dudar.
— ¿En verdad estas seguro de esto Roier? me siento como un aprovechado, es decir, el zopilote que se quiere comer al animal herido — ante su analogía solo puedo reírme.
— Estoy seguro, yo si quiero salir con un hombre y en ti confió ciegamente y eres muy lindo, atractivo y me gusta el tamaño de tus manos, tu sentido del humor y...
— Ya, ya entendí, sé que soy increíble, basta que me sonrojas — eso me saca una carcajada sincera.
— Solo era para dejarlo claro... por cierto yo soy de exclusividad y me refiero a ambos sexos así que...
— Lo sé Roi, lo sé, tu tomas las relaciones enserio, así que habrá exclusividad total... iremos lento, no te vayas a asustar — dice interrumpiéndome.
— Esta bien, no necesito ir lento... ósea vamos a nuestro ritmo, no tienes porque creer que me asustaré, no lo haré, no estoy en el closet si es lo que crees, podemos ser novios públicamente sin problema.
— ¿Seguro? es decir, ¿puedo manosearte en publico? — noto que bromea, solo sonrió divertido, al igual que él.
— Puedes, no hay pedo.
— Uy me gane la lotería entonces — suelta mi mano pero vuelve a abrazarme — si quieres seguir hablando de Spreen, aquí estoy rey, porque somos amigos primero que nada, sé que duele el primer desamor y...
— No duele... no de esa forma, es más enojo y decepción que otra cosa, a decir verdad ya estaba listo por si lo mío con Spreen no funcionaba, aunque no creí que seria porque se fue a coger sin avisarme primero... detalles — me encojo de hombros mientras recargo mi cabeza en su hombro.
— Entiendo... bueno, como dije: él se lo pierde — me da un besito en el cabello, algo que Aldo ya hacia sin drama.
— ¿Y tu ganas? — bromeo un poco, él asiente rapidamente.
— La basura de uno es el tesoro de otro — me aparto fingiendo estar ofendido, le doy un golpe en el estomago.
— Pinche pendejo.
— Uff me agarraste bien flojito, no mames casi me sacas el aire — ambos comenzamos a reírnos con complicidad.
— Ándale, ya vamos a dormir, es bien pinche tarde y mañana debemos ir a la chamba — lo tomo del brazo y lo guio a mi habitación.
Entro al baño a darme una ducha rápida mientras Aldo tomaba prestado algo cómodo para dormir, al salir de la ducha ya cambiado, él esta bien acostado y cobijado, me acerco lo más silencioso posible, apago la luz para poder acostarme y dormir, una vez bajo las sabanas suspiro cómodo, aun tenia muchos sentimientos encontrados... hacerme novio de Aldo así sin más aun me parecía divertido e irreal.
Pero él tenia razón, no tenia porque mortificarme por Spreen cuando a él ni si quiera le importaba, admito que mi propuesta de relación hacia Aldo fue algo impulsiva y de despecho, él lo sabe, así que sé que él se tomara las cosas con demasiada calma, dándome espacio para pensar las cosas mejor, pero no había nada que pensar, Spreen tomo su decisión y yo la mía, así que para dejar claro mi punto me inclino hacia Aldo y le doy un beso suave en los labios, inmediatamente se pone rígido, se aparta y abre los ojos.
— A chinga... ¿ya? ¿tan rápido? ¿sin invitarme un café primero? — solo puedo reírme bajito.
— Sí, eso debiste argumentarlo cuando aceptaste ser mi novio hace media hora y no ahora que ya estas metido en mi cama para dormir — él asiente.
— Tienes razón... me falto hacerme el difícil — ambos nos sonreímos divertidos, se incorpora un poco.
— Definitivamente te falto eso, ahora creo que eres un fácilote — ahora él es quien se ríe, se inclina hacia mi dándome otro beso suave.
— Que pena, ahora lo sabes — se vuelve a recostar a mi lado y tal como lo hice en su momento con Spreen, tome la mano de Aldo bajo las sabanas.
— Por mi mejor — sigo la broma.
Nos damos un par de besitos más, solo piquitos suaves, tentativos, nada del otro mundo, dejamos las bromas para después, con Aldo no me sentía nervioso... no como con Spreen, así que puedo quedarme dormido con facilidad, incluso soy yo quien me acerco a Aldo para abrazarlo, él me envuelve con sus brazos y caemos así caemos agotados por el día.
A la mañana siguiente me despierto por el ruido que hay en mi habitación, abro los ojos con pereza, Aldo esta buscando una camisa en mi armario que le quede, suspiro algo adormilado aun, me pongo de pie y lo ayudo, ya que él se quedo aquí conmigo, le debía eso... además ahora somos novios, así que no había nada de malo con que usara mi ropa.
Cuando estaba por ponerme a cocinar nuestro desayuno me lo impide, diciendo que era hora de nuestra primera cita exprés, así que vamos a un café que esta super cerca, solo debíamos cruzar la calle, soy yo quien lo toma de la mano, quería dejarle claro que lo que dije ayer era verdad, no debíamos andar con cuidado, entramos al establecimiento y lo dejo pedir por ambos, nos sentamos en una mesa cerca a la puerta para poder irnos al trabajo rápido y no llegar tarde, lo bueno es que vivo a solo dos cuadras de la agencia.
Charlamos amenamente sobre nuestro fin de semana, le conté que salí del closet con mi familia, que les conté todo sobre mi ruptura, como ellos intentaron emparejarme con el hijo de un colega de mi padre Luzu incluso, él me hablo de que en su casa había una fuga de agua que repararon justo ayer por la tarde, como había visto a Osvaldo el sábado para jugar un poco al COD, le dije que yo quería que jugáramos, pero la versión Black Ops, pues me gustaba más la versión de zombies y así concretamos nuestra siguiente cita para hoy mismo saliendo del trabajo, iríamos a la casa de Aldo a jugar y me quedaría con él si se nos hacia demasiado tarde.
Cuando intento pagar por nuestras cosas no me deja, las invita él y ahora no teme tomarme de la mano entrelazando nuestros dedos, aun no nos habíamos dado ni un beso el día de hoy, pero no me importa, me sentía sumamente cómodo y seguro con Aldo, así que caminamos así entre una charla ligera, incluso sobre que a la hora de la comida podríamos ir con los demás a ese restaurante chino que a Rivers le encantaba, la agencia estaba a solo un par de metros, así que lo detengo.
— ¿Deberíamos decirle a Rich? es decir... ¿solo que comenzaremos a salir?, no por que quiera que actuemos como super pareja dentro, sino porque no quiero que tengamos problemas, no habría mucho problema en nuestro caso porque no somos compañeros directamente, es decir, Farfa y tu trabajan juntos, yo con Spreen — el parece pensarlo un poco.
— No lo sé... tal vez, solo por si alguien dice algo seria mejor que lo sepa por nosotros, no creo que nos sancione, porque como tu dices, no somos compañeros directos, seguramente nos hará firmar un acta donde constatemos que nos comprometeremos a ser profesionales dentro del trabajo.
— Por mi bien — me encojo de hombros.
— Ok... ¿quieres hacer eso desde hoy? — pregunta algo sorprendido.
— Sí... es que me da ansiedad, con Spreen... él rompía nuestras reglas, no estoy diciendo que tu lo vayas a hacer, pero si hay un desliz entre nosotros dos dentro de la agencia, Rich ya lo sabrá y en vez de un despido seria una llamada de atención — él asiente entendiendo que esto es algo que me genera incomodidad.
— Entonces esta bien, vamos — me planta un beso en la mejilla, solo puedo sonreír en grande.
Nos soltamos de la mano, más que nada porque ya estábamos prácticamente en el trabajo y ambos habíamos prometido ser profesionales, entramos juntos, saludamos a la chica de recepción, mostramos nuestras identificaciones, pasamos sin problema, cuando el ascensor esta por cerrarse entra Spreen de forma brusca, me ve con esperanza.
— Ro, que alivio verte, ¿podemos hablar?
— No... es decir no hay nada que hablar, las cosas quedaron claras para ambos, no te preocupes Spreen, estamos bien — le dedico una sonrisa realmente sincera, él parece confundido.
— ¿Seguro? — cuando trata de tomar mi mano me aparto, Aldo de forma automática apoya su mano en mi espalda media.
— Sí, solo que como bien dijiste ayer, somos amigos y quiero que eso se mantenga así estrictamente — hace una mueca, pero asiente.
— Claro... si vos ya no querés... nada de lo otro lo respeto.
— Pero de verdad Spreen, porque eso dijiste antes y al final hiciste lo que quisiste hasta convencerme de... intentar lo que sea que fuera eso. Solo amigos, no de los que se besan ni nada de eso — digo tajante, el ascensor se abre en nuestro piso.
— Lo que vos quieras, lo prometo — asiente de forma rígida.
— Perfecto — doy un paso al frente esquivándolo, Aldo me sigue de cerca para ir a la oficina de Rich como habíamos quedado.
— ¿A donde vas? — trata de seguirnos el paso, pero lo detengo alzando mi mano, sin tocarlo.
— Al despacho de Rich, no es nada relacionado contigo, tranquilo, solo... dar un aviso rápido — me encojo de hombros.
— ¿Esta todo bien con vos? ¿algo con tus viejos? — dice angustiado.
— No... luego te cuento — me encojo de hombros, él no parece conforme con esa respuesta, pero asiente y se va a su escritorio.
Al entrar a la oficina de Rich una vez este nos da el paso todo es bastante fácil, tal parece que no somos los únicos compañeros de trabajo que están en una relación, tal como Aldo predijo tenemos que firmar una serie de papeleo donde nos comprometemos a no hacer tontearías dentro del trabajo, nada de cosas vulgares en el lugar de trabajo, dejando claro que si nos atrapaban en una situación comprometedora ambos seriamos cambiados de unidad, no había nada sobre no besos, ni no coqueteo, cuando pregunto por ello, Rich solo suspira exasperado, dijo que podríamos hacer eso en nuestro tiempo libre, pero nada de eso en horario laboral, que podríamos tener máximo tres llamadas de atención o seriamos despedidos.
Básicamente en el área de escritorios no besos, pero en donde nos servíamos café podríamos compartir uno que otro, pero siempre y cuando fueran breves y nada escandaloso, me sorprendía lo permisivos que eran en la oficina, Rich parece notarlo ya que nos explica que esto es posible solo porque Aldo y yo no somos pareja de trabajo, es decir, él tiene a su compañero y yo al mío, si ambos fuéramos compañeros, esto no seria así, sino que seriamos cambiados de área rápidamente, en eso tocan la puerta, se asoma Farfadox con una sonrisa.
— Lamento interrumpir, tengo unos reportes que me pidió jefe — muestra una carpeta color beige.
— Bien... eso es todo, pueden ir a sus lugares, recuerden, no en el área de trabajo — Aldo y yo asentimos y salimos rápidamente, nos dedicamos una mirada incrédula.
— No chingues, esto será super fácil, que bueno que hicimos el papeleo — dice Aldo con alivio.
— Sí, ya me siento tranquilo... gracias por aceptar sin rechistar, en verdad cuando... ya sabes con Spreen, todo el tiempo me sentía asustado o ansioso a que nos fueran a despedir, ahora que ya dimos aviso y firmamos me siento super tranquilo.
— Bueno nosotros...
— ¡A trabajar! — nos llama la atención Rich, pues nos quedamos parados como pendejos en su puerta, rápido le hacemos caso entre risas.
La tarde avanza rápidamente, tal como ambos prometimos nos comportamos de forma profesional, incluso ahora evitamos las bromas coquetas que antes caracterizaban nuestra amistad, Spreen había entablado conversación conmigo de forma sutil, me imagino que calando que tan enserio iba a que estábamos bien, así que claramente acepte la charla, incluso bromee un poco con él como lo haría de forma regular antes de que lo nuestro se torciera a... lo que sea que fuera eso.
Claramente Spreen se encontraba confundido, lo noto, pero también parece aliviado, en un momento intento darme uno de esos toques en el brazo, pero de forma fácil lo esquive, solo le sonreí y continúe la charla como si eso no hubiera sucedido, nadie noto el cambio, no tenían porque, pues me estoy comportando como siempre.
La hora de comida llega, Aldo me llama y rápidamente me pongo de pie, él ya esta esperándome con Rivers y Osvaldo, pues Farfa había sido llamado a la oficina de Rich de nueva cuenta, Spreen me sigue de forma rígida, me imagino sin saber como actuar ahora que solo somos "amigos" de nuevo.
Una vez llego al lado de mi ahora novio, él me toma de la mano sin pena, yo entrelazo nuestros dedos, el gesto no paso desapercibido por nadie, Rivers nos ve con sorpresa, Osvaldo con confusión, no volteo hacia Spreen, pues no me interesa su opinión.
— ¿Qué pedo? — pregunta directamente Rivers mientras nos señala a ambos.
— Bueno...
— Le pedí a Roier una cita ayer por la noche y ambos decidimos intentarlo — explica Aldo, aunque no fue del todo correcto lo que dijo, me imagino que quiere evitarme dar explicaciones más complejas lo cual le agradezco, nuestros amigos claramente están en shock.
— Pero... ¿Qué no eres heterosexual? — me pregunta Rivers de forma torpe.
— No, soy bisexual, nunca lo mencione porque no lo creí relevante, lo siento — me encojo de hombros quitándole importancia mientras subimos al ascensor, sigo evitando ver a Spreen.
— Wow... ¿no pudiste conseguirte algo mejor? — bromea Osvaldo, riéndose escandalosamente, solo puedo sonreír divertido, Aldo le mete un chingadazo.
— Ya quisieras que yo te hiciera caso a ti, pendejo — bufa molesto, solo puedo apretar su mano y apoyar mi otra mano en su brazo.
— Si Aldo esta bien rico, mira su brazote — al decir aquello aprieto justo ahí, sacándole risas a todos, menos claramente a Spreen, que extrañamente esta en silencio total.
— Aun así nos deben una explicación, ¿Cómo sucedió eso? — indaga Rivers mientras salimos de la agencia.
— Aldo descubrió mi sexualidad hace ya tiempo, me vio besarme con alguien más, fue solo un ligue de un día, nada importante — miento un poco.
— Y nada más supe que también le gustaban los chiles... pues ya saben coqueteo aqui y allá hasta que cayó... todos caen — bromea Aldo, lo que me hace reír de nuevo.
— Eso es una boludes — suelta Spreen de la nada, todos volteamos a verlo, su expresión es severa, su mandíbula apretada, ojos llenos de enojo.
— Pues así sucedió, pero no soy el único con novio nuevo... es decir, Spreen también me conto que este fin de semana consiguio una nueva novia, cuéntales Spreen — rápidamente desvió la atención a él, quien solo gruñe molesto, se da la vuelta y se aleja a paso rápido.
— No tenias porque quemarlo así — dice divertida Rivers.
— Se me salió — finjo inocencia.
— ¿Qué tal si vamos por comida china? Roi y yo teníamos ganas de ir a ese sitio que tanto te gusta Rivers.
— Me apunto — responde de inmediato.
— Chale, yo quería mejor una ensaladita, Foolish esta poniéndose bien papi con el ejercicio y no quiero engordar — dice de forma dramática Osvaldo.
La conversación sigue de forma ligera mientras vamos en el auto de Rivers a la comida china, por alguna razón no me siento preocupado por Spreen, ni mucho menos culpable, es como si todo lo hubiera guardado en un baúl con candado, uno que pensaba dejar en el olvido.
° Spreen °
Todo era un maldito desastre, Roier y Aldo saliendo, vaya pelotudes, seguramente era la forma en que Roier me quería hacer pagar por mi gran estupidez, por lastimarlo, podía bancármelo, debía hacerlo, no desistiría, ambos éramos mejores amigos, debía respetar sus limitaciones y esta vez de verdad, de forma impulsiva saco mi teléfono y le escribo a Melissa, la cual me responde de inmediato, al parecer nuestro horario de comida coincidía, así que la invito por algo, debía distraerme de la furia que esta en todo mi cuerpo.
Sí Ro quería jugar al gay en publico, pues era muy su quilombo, uno que debía aceptar y respetar, aunque me doliera como la mierda por alguna razón, lo mejor era que ignorara ese hecho, si le demostraba que no me importaba que ahora hiciera cosas con Aldo en vez que conmigo, dejaría de hacerlo, seguro solo quería joderme, hacerme enojar como yo lo hice enojar a él, las cosas se calmarían una vez notara que no me interesaba si ahora quería chupar pijas... esperaba que en un par de días esa tontearía quedara atrás.
Notes:
Buenas buenas... por fin en una historia puedo meter Aldoier de verdad jajajaja, ellos son mis papis, seguramente en esta historia incluso haga final alternativo, me muero por una historia donde Roier y Aldo queden juntos de verdad, pero eso es algo de lo que hablar más adelante, porque a esta historia le falta mucho para terminar jajaja.
En fin, Roier le pidió a Aldo ser novios de verdad por despecho y Aldo lo sabe, no le molesta ni se siente usado, pues conoce demasiado bien a Roier y sabe que se tomara lo suyo enserio de verdad, que si algo cambia él se lo dirá, por eso mismo Aldo lo tomara con super calma, notaran que quien tome la iniciativa mayormente sea Roier, es decir él será el primero en dar los pasos, como el beso, ahora que Roier lo hizo, Aldo esta seguro de que eso esta bien para Ro y ahora puede hacerlo sin drama ni problema, tomarse de las manos, Ro fue el primero en tomar la iniciativa y ahora Aldo sabe que eso esta bien... ¿si me doy a entender?
Pero bueno, Aldo no quería nada serio, nada de mudarse con el otro y Ro en este momento esta en las mismas así que todo entre ambos es equitativo, además de que como pueden ver Aldo si escucha las inquietudes de Roier y acepto ir con Rich a dar un aviso de su reciente relación, cosa que hizo sentir a Roier querido y escuchado, en fin no como el bruto de Spreen que hacia todo por que se los dijeron sus huevos jajaja.
En fin el evento camote solo esta iniciando mi gente, esto va para largo, porque no todo será tira y afloja entre Spreen y Roier, claramente habrá muchos conflictos, que aun ni empiezan, altas ganas la verdad, sé que much@s ya querían que Spreen y Roier fueran oficiales y todo eso, pero claramente eso no puede pasar hasta que Spreen acepte lo que es, que acepte su amor por Ro y todo eso, así que ya estamos trabajando en eso con terapia de choque jajaja, que vea que Roier puede estar con hombres abiertamente será su momento más humilde por haberla cagado de esa forma jaja.
Pero eso ya lo iremos viendo en los siguientes capítulos... me esta encantando avanzar con esta historia aunque mi teléfono corra peligro, es un sacrificio que estoy dispuesta a aceptar jajaja, eso fue todo por este capítulo, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización que si bien nos va será mañana mismo, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 41: Esto es una estupidez.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Las cosas no habían mejorado como yo creí que lo harían, ya pasaron cuatro días desde que Roier y yo volvimos a ser solamente amigos sin toques, besos o abrazos de forma romántica, solo cuatro días y ya me estaba volviendo loco, ni si quiera estar garchando con Melissa todos los días lo hacia más llevadero, ya no encontraba placentero eso, al menos no a largo plazo, en el momento era claro que me gustaba la sensación, ella era bastante abierta a intentar cosas nuevas.
Pero ni por eso lograba tener mi atención por completo, mucho menos cuando veo a Aldo y Roier juntos, pues me quedo claro que mi teoría de que hacían eso para molestarme fue evidentemente errónea, había sido testigo de primera mano como coqueteaban... coqueteo de verdad, no las típicas bromas de Roier, vi de primera mano como Ro se sonrojaba de las cosas que Aldo le insinuaba o decía.
Además de que me enteré de que ellos fueron con Rich a dar aviso de su relación y por lo tanto tenían permiso a actuar como pareja siempre y cuando fuera en el área de descanso, así que cuando Roier se levantaba por una taza de café, Aldo iba con él, los vi tomarse de las manos, secretearse cosas, reír de forma baja e intima, besos en las mejillas y escuche a el Mariana decir a viva voz que en una ocasión los atrapo besándose, algo que no me constaba pues tuve la suerte de no presenciarlo.
Rivers estaba como niña en dulcería, por lo visto le hacia ilusión que dos de sus amigos cercanos fueran novios... porque lo eran, ni si quiera era algo de que estaban saliendo, eran pareja, Roier lo dejo bastante claro cuando lo dijo con todas sus letras, que Aldo era su novio, así que había evitado las salidas a comer con ellos, incluso si iba Farfadox quien como era de esperar bromeo con Roier diciendo que cuando terminara con Aldo, era su turno, eso solo me hizo enfurecer aun más.
Lo que más me estaba desconcertando era que Roier estaba actuando como si nada hubiera pasado entre nosotros, es verdad que ya no me dejaba estar tan cerca, pero seguía hablando y bromeando conmigo justo como lo hacia antes de que las cosas entre nosotros cambiaran, incluso soltó bromas coquetas, pero se reía de inmediato dejando claro que era broma, para despues decir comentarios como: "uy que Aldo me escuchara y me ganare un castigo", y después el mencionado decía: "ya veras cuando estemos en tu casa a solas", eso no me lo tomaría tan literal, pero tenia que hacerlo porque Roier se sonrojaba hasta el cuello.
Rich había exigido que no hiciéramos gran alboroto ante la pareja que había en el equipo, que no toleraría las faltas de respeto ni mucho menos las bromas pesadas, que eso lo deberíamos dejar para fuera del laburo, así que gracias a eso no había tenido que soportar mucho las bromas de Farfa, el Mariana o Rivers.
Así que ahora cada que Aldo o Roier se levantaban por un café les daba la espalda sabiendo que el otro lo seguiría, era realmente molesto lo pegajosos que eran con el otro, incluso logre escuchar a la recepcionista decir que le parecía adorable, ¿adorable? era una pelotudes, que nadie quisiera admitirlo era otra cosa, cuando le pregunte a Roier directamente que si había iniciado una relación con Aldo para demostrarme algo, él solo se río... en mi jodida cara, antes de negarlo y decirme que a comparación de mi, a él si que le gustaban los hombres y que quería una relación de verdad con uno.
Esas palabras me dolieron más de lo que quiero admitir, sabia que no podría evitar esto toda mi vida, así que esta vez cuando me invitan con ellos a ir a comer y beber en el bar de Goncho acepto diciendo que llevaré a alguien, si Ro quería restregarme a su nuevo pibe en la cara, yo también podía hacer lo mismo, me aseguro de avisarle a Melissa que es una salida con mis amigos en el bar, que no necesita vestirse formalmente.
Mientras ellos se dirigen al bar, yo conduzco para ir por ella al laburo, que esta a veinte minutos de la agencia, me siento nervioso de que ella y Ro se conozcan, sobre todo porque aun no le he explicado a ella porque no le había hablado de Roier desde un inicio si era mi mejor amigo, así que esto no solo era para demostrarle al otro que teníamos a alguien, sino que Melissa viera con sus propios ojos la forma en que Roier y yo convivíamos, solo espero que no notara nada raro con su instinto de psicóloga.
Cuando recojo a Melissa ella trae un despampanante vestido rojo ceñido al cuerpo, pero en vez de encontrarla sexy y hermosa ya que ella lo es, solo puedo pensar en que ese es el color favorito de Roier, en que él es tan agradable que en vez de sentir celos, será tan malditamente atento y amable como siempre ha sido.
Aun así me esfuerzo por sonreírle a ella, de abrirle la puerta de copiloto como antes lo hacia con Roier y conduzco directamente al bar, ella me cuenta como le fue su día mientras tomo su mano más que nada por compromiso, no parece notarlo, porque esta realmente perdida en su anécdota, al contrario entrelaza nuestros dedos, cuando llegamos al establecimiento una gran ansiedad me inunda, eso si parece notarlo porque me sonríe con calidez y me da un casto beso en los labios.
— Tranquilo, todo irá bien, seguro que les caeré bien — trata de animarme, le sonrió como puedo.
— Tenés razón, si vos sos increíble... dale, no hay que hacerlos esperar más.
Bajamos de mi auto, tomo una profunda bocanada de aire antes de entrar, no tardo en ubicar a mis amigos pues están sentados en la barra, como es de esperar Aldo y Roier uno al lado del otro, la pareja de Rivers también estaba aquí, incluso Foolish, pareja de Osvaldo, que normalmente no asiste a nuestras reuniones, están riéndose de algo que dijo Farfadox.
— Ya estamos acá —nos hago notar, todos voltean a vernos y el silencio se hace, como es de esperar el primero en ponerse de pie y tenderle una mano a Melissa es Roier.
— Hola... soy Roier el mejor amigo y compañero de Spreen — le sonríe de forma cálida, no había ni una pisca de hostilidad ni en su mirada ni en sus acciones.
— Oh el famoso Roier, es un gusto poder ponerle un rostro al nombre — contesta ella con tranquilidad aceptando el apretón de manos.
— Lo mismo digo... este de aquí es mi novio Aldo — contengo el resoplido de molestia ante eso, el nombrado también se pone de pie, rodea a Roier con el brazo en la cintura y le sonríe a Melissa.
— Espero y no te hagamos sentir incomoda.
— Oh no, claro que no, al contrario siéntanse libres de demostrar su amor, no me incomoda o molesta, al contrario creo que se ven muy lindos — rápidamente responde ella.
— Que alivio, porque nosotros también somos pareja, soy Osvaldo, pero me dicen el Mariana y él es Foolish.
Las presentaciones continúan de forma agradable, pero aun me siento nervioso, Melissa se encarga de iniciar una charla para conocer a todos. Pero no soy boludo, todos no dejan de verla demasiado, sé que ella es hermosa, pero no creo que esa sea la razón, en algún punto de la noche Aldo y Roier se apartan del grupo, pero no los pierdo de vista, se sientan en una de las pequeñas mesas llevándose sus alimentos, charlan entre ellos de forma animada, los veo sonreír, reír.
Y en algún punto de todo eso, Aldo comenta algo haciendo que Roier se sonroje y como si eso fuera su motivador el de lentes se inclina hacia él y por primera vez lo veo por mi mismo, se besan, pero no un simple pico o algo breve, sino que un beso de verdad, prácticamente Aldo esta encima de mi mejor amigo y él no hace nada, al contrario corresponde y lo abraza por los hombros, tengo que apartar la vista al sentir que me falta el aire.
Me encuentro con los ojos curiosos de Melissa, solo puedo sonreírle avergonzado por no haberle puesto atención en todo el rato que llevamos aquí, tomo su mano, le doy un beso en su dorso y decido integrarme a la conversación, pero a pesar de estar "enfocado" en los demás, no puedo parar de ver de reojo a los otros dos, veo caricias de manos sobre la mesa, juguetear con sus dedos, incluso vi como Aldo acaricio los labios de Roier con el pulgar.
— Ellos han estado haciendo eso, debe ser raro para ti ¿no? — pregunta de la nada Rivers, volteo a verla.
— ¿A que te refieres? — pregunto intrigado.
— Sí, ellos cada que salimos en grupo solo duran con nosotros un rato y después se apartan a coquetear y besarse como adolescentes... sé que es nuevo y raro ver a Roier con un chico, pero te acostumbraras — me da una palmadita en el hombro.
— Lo dudo — digo bajito, dedicándole una ultima mirada a ese par que justo en este momento se están riendo.
Esto es una estupidez monumental, ¿Qué tiene Aldo que pueda gustarle a Roier?, lo conocíamos muy bien, él buscaba ligues con demasiada frecuencia, él no se tomaría las cosas enserio por mucho tiempo, Roier merecía algo mucho mejor... no alguien como Aldo, ni como Farfa... ni nadie que conociéramos, ¿en que estaba pensando?, Roier y yo habíamos terminado lo que teníamos hace poco y ya esta viendo con quien garchar, no es propio de él tal vez debíamos hablar, solo estaba seguro de una cosa y es que Aldo no era digno de Roier... no como yo.
° Roier °
— Me estas haciendo cosquillas, ya basta — le pido a Aldo entre risitas, pues me esta dando besitos fugases en el cuello.
— Nunca has sido cosquilludo... ¿o si? — pregunta con interés.
— No de la forma en la que piensas, así que ni lo intentes — digo con seguridad.
— Reto aceptado — rápidamente sus manos caen a mis costados, me pongo de pie de un salto tratando de huir de su intento de ataque.
— No, te lo prohíbo — no puedo dar ni dos pasos, me toma de la cadera y tira con fuerza de mi haciendo que caiga de nuevo en mi silla.
— Te hace falta ser más rápido — cuando siento que intenta hacerme cosquillas lo tomo de las mejillas y junto nuestras bocas en un beso lento, distractorio que funciona a la perfección.
— Están actuando como pendejos pelotudos — al escuchar la voz de Spreen nos apartamos lentamente, alzamos la vista, él tiene el ceño fruncido.
— ¿Te importa? nos alejamos de los demás por algo — suelta Aldo con seriedad.
— En realidad si me importa... ¿podemos hablar Roier? — a pesar de que me lo pregunta se escucha más como una exigencia.
— No en este momento, Aldo y yo estamos en una cita, tal vez mañana — digo sin interés encogiéndome de hombros.
— Aja... una cita con todos nosotros acá a solo unos metros de vos — solo hay sarcasmo en sus palabras.
— Bueno... es que lo es.
— Dale Roier, no seas... — se ve interrumpido por Aldo.
— Ya te dijo que no wey, estábamos teniendo un momento, no tenias derecho a interrumpir, nosotros no fuimos a meternos en medio de ti y tu novia.
— No estaba hablando con vos Aldo, esto es entre Roi y yo — noto el enojo en la voz de Spreen.
— Mañana Spreen — respondo dejando claro que no esta abierto a discusión, él resopla con evidente frustración, se da media vuelta y camina directo hacia su cita, la toma de la mano y tira de ella llevándosela del bar.
— Pobrecita... de la que te libraste mi rey — bromea Aldo, solo puedo reírme divertido.
— Si bueno, no todos tienen mi suerte — le sigo la broma, pero de la nada Aldo se pone serio.
— Si notaste que Spreen se busco una chica muy parecida a ti físicamente ¿verdad? — ante su observación solo puedo hacer una mueca de incomodidad.
— Sí... creo que todos lo notamos, pero ese es su pedo, no el nuestro — me encojo de hombros tratando de parecer indiferente.
— Bueno, como dije... él se lo pierde — me da un besito en la comisura de mis labios haciéndome sonreír.
— No hablemos de eso, no me importa — lo abrazo por los hombros y le doy un casto beso en la mejilla antes de recargar mi rostro contra su hombro, no tarda en corresponder mi muestra de afecto casi de inmediato.
Cierro los ojos algo cansado, la verdad es que en estos momentos solo quería irme a casa a dormir, cosa que le hago saber a mi novio, él me pregunta si quiero que se quede conmigo después de lo sucedido hoy, lo cual acepto y agradezco, nos despedimos de nuestros demás amigos y vamos en dirección a mi apartamento más que nada porque es el más cerca, a decir verdad no quería lidiar con Spreen, lo que sea que le moleste es su problema no el mío.
Notes:
Buenas buenas, aquí el primer capítulo donde hay Aldoier como pareja realmente oficial, ¿Qué les pareció?
Por si tenían duda, las muestras de afecto entre ambos son completamente sinceras y sin motivos ocultos, que Spreen crea que si pues ya es muy su pedo jajaja.
Como pueden notar Roier y Aldo están tomándose las cosas enserio, nada de juegos de novios de manita sudada, creo que no es secreto que a Aldo siempre le atrajo Roier, y para Roier en este punto esta igual, se ha dado cuenta que Aldo le atrae bastante, pues tiene muchas cualidades que le gustan no solo en su personalidad sino físicamente, claramente su parte favorita son las manos de Aldo, son grandes y más suaves de lo que podría esperar, le gusta la idea de que Aldo puede sostenerlo con facilidad, en fin que tiene pensamientos homosexuales con Aldo jajaja.
Quiero dejar claro que Aldo le gusta en general, es verdad que mucho menos de lo que le gusta Spreen, pero Roier tiene la idea de que una vez supere del todo sus sentimientos por Spreen, se enamorara perdidamente de Aldo, pues hasta ahora ha sido un increíble novio, atento y divertido, que no teme actuar como un niño o adolescentes, eso claramente le encanta a Roier, pues se siente con la libertad de actuar como se le de la gana y a Aldo no le va a importar o molestar.
Por si se lo preguntan, claramente Melissa noto la forma en que Spreen ardía en cólera con ver a la parejita del momento, pero aun no descifra del todo la razón, su primer idea fue que Spreen estaba claramente celoso, pero cuando escucho a Rivers explicarle a Spreen las cosas dejando claro que esta era la primera vez de que Roier tenia una pareja de su mismo sexo dudo de su conclusión, pues es normal ver mucho a un amigo que salió del closet, así que ella esta en duda, pero no por mucho tiempo xDD.
El Spreen quería arrancarle la cabeza a Aldo, no solo cree que él no se merece a Roier, sino que se estaba aprovechando de su mejor amigo en un momento vulnerable y esto se lo hará saber en el siguiente capítulo.
En fin, eso fue todo por este capítulo, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 42: Hablemos.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Un día más en el trabajo, para mi buena suerte había llegado un caso de un aniquilador de familias... sé que no era bueno tener un asesino en serie, pero aunque suene horrible para mi eso es mejor que tener que estar en la oficina viendo a Roier y Aldo siendo horripilantemente amorosos, Aldo parecía querer presumir a mi mejor amigo, como si quisiera restregarme algo en la cara, era realmente molesto.
Así que ahora que estamos de camino a Chicago estoy tranquilo, pues al estar en medio de un caso ellos tenían prohibido tener interacciones poco profesionales, Rich les dio una advertencia antes de que partiéramos, ahora tenia a Roier solo para mi, ni si quiera me molestaba que ahora entre nosotros solo hubiera amistad sin más, no iba a mentir extrañaba los besos que compartíamos, la forma en que nuestras manos parecían encajar perfectamente, sus sonrisas llenas de brillo, la forma en que se ruborizaba, de esa forma en la que ahora lo hace con Aldo.
Extrañaba tanto dormir a su lado, abrazarlo por la espalda o cuando sentía su respiración contra mi cuello, despertar con él, desayunar juntos, había estado siendo dependiente de Ro, lo sé, pero no pude evitarlo por que con él me sentía tranquilo, como si estuviera en casa, pero ahora él y yo estábamos ligeramente distanciados, porque él tenia novio y yo tenia... una mina con relación abierta que no me beneficiaba en nada porque al final ya no tenia a nadie más que a ella, Roier me había dejado de esa manera, no quería mis muestras de afecto... no las que se podian considerar románticas.
No lo culpo de eso, yo estaba siendo confuso con el mensaje que le estaba dando, sabia que lo nuestro no podría durar mucho porque Roier jamás ha sido de relaciones casuales, a él si le interesa el titulo y entendía que para él ser mejores amigos con derecho no era algo que aspirara, yo mismo no aspiraba a eso a largo plazo, se lo dije, yo no podía estar soltero toda mi vida y él mucho menos, así que supongo que obtuve lo que quería, aunque eso me costara mi amistad con Roier.
Por que no soy boludo, él ya no me cuenta sus cosas, no me habla de lo personal, solo de trabajo, tal vez sigue bromeando y siendo amable, pero eso no es nada especial... es decir, él es alguien especial en si, pero se comporta de esa forma con todos a su alrededor, siempre saludando con una gran sonrisa, preguntándole a la gente como están e incluso antes en algunas ocasiones invitaba el café a toda la oficina, simplemente alguien terriblemente amable.
Estos días a pesar de mi malestar con que este con Aldo he tratado de que las cosas entre nosotros cambien a como eran antes de que todo se volviera tan confuso, esos días donde nos reuníamos a divertimos con todos, pero que él no me tratara como alguien más del montón, sino como lo que soy y eso es su mejor amigo, que me cuente las cosas que lo hacen sentir incomodo, lo que le preocupa, si durmió bien o no, tal vez eso era algo demasiado banal y cotidiano, pero anhelaba esas charlas, esas sonrisas sinceras, esas bromas internas que solo nosotros podíamos entender.
Sé que no era profesional de mi parte, pero aprovecharía que estaremos en otra ciudad para tratar de reconectar de verdad y para hacerlo debíamos hablar seriamente sobre lo sucedido, el malentendido que sucedió por mi culpa, las promesas que rompí, disculparme sinceramente y de corazón, que me diga porque carajos esta con Aldo en primer lugar... sé que no me debe explicaciones, que yo lo traicione primero, pero aun así quería que tuviera la amabilidad de decírmelo, porque no me tragaba el simple hecho que ahora a él le gustaran los hombres y quería estar con uno.
Así que nada más llegar a Chicago y Rich nos manda a la ultima escena del crimen sé que es mi oportunidad para entablar una conversación real, así que decido ser yo quien se sincere, que le hable como antes, sabia que no me dejaría colgado o me ignoraría... o al menos eso espero.
— Sabes he estado pensando en tomarme unas vacaciones pronto, relajarme un toque después de tanto alboroto que ha habido... ya sabes, mis peleas interminables con Mictia, después la misión, terminar mi compromiso, las misiones... creo que necesito un respiro, ¿vos que opinas? — pregunto con verdadero interés, él parece pensarlo con cuidado.
— Bueno, si te sientes rebasado sabes que Rich te dará los días que necesites, siempre ha sido permisivo en ese aspecto para que estemos siempre al cien porciento en el trabajo, mereces ese descanso sobre todo porque sé que han pasado muchas cosas en tu vida, seguramente a Melissa le guste ir contigo, alguna playa eso seria romántico — dice de forma tranquila, pero no realmente comprometido en la charla, lo noto pues esta revisando su teléfono.
— Sé que tenés razón, pero tenia la idea de que vos vinieras conmigo, ya sabes visitar a mis viejos, mi vieja sigue teniendo ese crush raro con vos, después podríamos hacer senderismo, a ambos nos gustan esas cosas, así también sabría que no tenés trabajo extra por mi culpa al dejarte sin compañero — le doy una palmadita en el brazo tratando de que me voltee a ver, pero no lo hace, al contrario suelta una risita, una que suena demasiado irónica para mi gusto.
— La neta no tengo ganas, además estoy guardando mis vacaciones para navidad, le prometí a mis padres que iría este año y que llevaría a Aldo, quieren conocerlo mejor y todo eso, aunque saben que mi relación no es del todo seria quieren involucrarse, como podrás imaginar están emocionados por ver que tipo de hombre me gusta — como es de esperar me rechaza de forma demasiado cortés.
— Ya... bueno ahora que tocas el tema... quería que habláramos un poco sobre eso, ya sabes... hablarlo como se debe y no simplemente fingir que nada sucedió y...
— Spreen, esta bien, ya paso lo que tenia que pasar, no estoy molesto contigo, estaba claro que ambos queríamos cosas diferentes y al final lo obtuvimos cada quien por su lado, algo que iba a suceder tarde o temprano, tu mismo lo dijiste y tenias razón, tu tienes una hermosa novia que es bastante amable, algo que mereces por completo, lo que siempre te dije que necesitabas, una conexión real y no solo superficial y yo también tengo lo que quería, así que no te sigas mortificando con eso, ya no importa — siento la molestia calentar mi pecho.
— Claro que importa, vos sos importante y tus sentimientos, sé que la re cague y...
— En verdad, no quiero más excusas ni pretextos, te dije que estamos bien — esta vez su voz sale fría, dejando claro que no quiere hablar del tema, que lo deje pasar.
— No iba a decir más excusas, vos tenés toda la razón en re enfadarte conmigo, te había prometido exclusividad, que cuidaría de tus plantas y ninguna de las dos cosas pude hacer, no porque no quisiera... es decir, sé que fui yo quien fue a buscar a una mina con la que garchar, pero como vos podrás entender me sentía re ofuscado y confundido después de lo que sucedió aquella vez en tu apartamento... cuando nos besábamos acostados, sentí pánico y quería demostrarme a mi mismo que las minas aun me gustaban, que fue una reacción fisiológica y no... lo que sea, no es pretexto solo pongo un poco de contexto de porque las cosas sucedieron de esa forma tan catastrófica... yo te lo iba a contar cuando estuviéramos en tu apartamento, lo del pánico, que conocí a Melissa, pero vos me descubriste antes y... me dio aun más pánico porque no quería lastimarte ni que pensaras que soy tan hijo de puta como para no decirte las cosas, sé que lo ideal hubiera sido decírtelo antes de hacerlo, pero no estaba pensando bien y...
— Lo entiendo Spreen — interrumpe mi explicación ansiosa, volteo a verlo y por fin dejo su teléfono, pero sigue sin verme.
— ¿Lo haces? — cuestiono algo inseguro.
— Claro, siempre he sabido que las cosas para ti son blanco o negro, que eres o no eres gay, que te gustan mujeres o hombres, que es la justicia y los criminales, casi nunca hay un punto medio para ti, así que... entiendo tu pánico, tu forma de actuar y que ya no quisieras nada de ese tipo de cosas conmigo porque te sientes más cómodo siendo heterosexual que admitir que yo podía gustarte como más que un amigo al cual besabas, mi molestia nunca fue que consiguieras novia, fue la traición , la puñalada por la espalda, que rompiste nuestros acuerdos en la primera oportunidad que tuviste, que me mentiste, que actuaste sin pensar en si podía dolerme, ese fue el problema, no que conocieras a Melissa, ella es asombrosa así que entiendo que te gustara, pero eso no justifica engañarme... y sé que seguramente no lo tomes como engaño porque no éramos más que amigos con derecho, pero una vez dejamos claros los acuerdos, desde ese momento ya contaba con que era engaño si te acostabas con alguien más — siento mi rostro calentarse de vergüenza.
— Lo sé... lo sé Ro, lo siento de verdad y de todo corazón... por todo: por el engaño, por haber roto tu confianza, por no regar tus plantas que tanto has cuidado, por no haber sido más responsable afectivamente, por habar sido un cobarde que no hablo con vos cuando era el momento, admitir que me dio miedo... sé que mis palabras no cambian los hechos... solo quiero que vos y yo volvamos a ser los mejores amigos que éramos, que confíes de nuevo en mi aunque sé que no lo merezco — el nudo en mi garganta comienza a formarse inevitablemente.
— Esta bien, te lo dije, todo quedo atrás — se encoje de hombros con indiferencia, suspiro de forma cansada, a pesar de saber que debía respetar su espacio y darle tiempo, no puedo hacerlo, así que tomo una de sus manos de forma sorpresiva, incluso siento como se pone rígido ante mi toque, no se aparta me imagino que por el shock.
—¿Si estamos bien porque no lo siento así? ¿Por qué no quieres verme? ¿Por qué me duele la distancia que has puesto entre nosotros? ni si quiera hablo de los besos Ro, hablo de nuestra complicidad, de nuestra confianza, de nuestra conexión más allá que cualquiera podría entender bien... si estamos bien como vos dices ¿Por que me siento tan mal? ¿Por que siento que perdí lo más importante que he tenido en mi vida? — el silencio se hace, uno pesado, de forma suave aparta su mano de la mía lo que incrementa el dolor que siento.
Ninguno de los dos decimos algo más por lo que resta de camino, creo que era más que claro que ambos necesitábamos pensar las cosas, una vez llegamos a la escena del crimen ambos entramos con las medidas preventivas que se deben para preservar la escena de forma correcta, ambos nos desplazamos con practicidad, pues a pesar de nuestra distancia, aun podemos leer los movimientos del otro con facilidad, así que trabajamos en silencio, analizando todo de forma silenciosa y metódica.
Incluso compartimos algunas impresiones que tenemos sobre la casa, las manchas de sangre y el posible patrón que este asesino sigue, pero nada más allá de trabajo se cruza en las pocas palabras que compartimos, dejando en evidencia la distancia entre ambos, una que le mencione con anterioridad sin pena, una que me quemaba por dentro. Cuando volvemos dentro del auto la tensión entre ambos es tan espesa que se me dificulta respirar con normalidad.
— ¿Por que Aldo? — pregunto de repente, no pudiendo aguantar más sobre esa duda que tengo desde que anunciaron su romance.
— ¿Qué? — parece confundido.
— Sí... Por que de entre todos los pibes que pudiste elegir... ¿Por qué Aldo? — hace una mueca evidente mientras voltea hacia la ventanilla.
— No te debo explicaciones — suelta con amargura.
— Lo sé... pero aun así... ¿Por qué él, Ro? — resopla con cansancio.
— Porque le gusto de verdad, porque no teme en demostrarlo, porque siempre me ha escuchado, me ha ayudado en muchas situaciones, porque ambos entendemos al otro, porque sé que si a él dejo de gustarle me lo dirá sin miedo... porque las cosas con él son fáciles, sin presión, sin que tenga que ocultar como me siento, no hay secretos, no hay mentiras, no hay negaciones, simplemente... estamos bien, me hace sentir seguro sentimentalmente... contigo tenia miedo todo el tiempo, ya sea de que Rich nos descubriera por tus imprudencias, miedo a tus reacciones, ansiedad constante... con él todo fluye con naturalidad, acepta mis miedos y si puede ayudarme a mejorar ese aspecto lo hace, no desacredita mi forma de sentirme y mucho menos huye cuando las cosas se ponen raras, él las enfrenta — explica con seguridad, noto incluso la calidez en sus palabras.
— Ah — respondo cortamente sintiéndome realmente mal, parece notarlo rápidamente.
— Tú querías una explicación... te la di, no lo dije de forma vengativa o para que te sintieras insultado, simplemente busque lo que tu también hiciste cuando me fui... algo que te hiciera sentir seguro, tranquilo, eso es lo que Aldo hace por mi, me hace sentir querido, escuchado y en paz, justo lo que seguramente tu sientes al lado de Melissa — el nudo en mi garganta es tan grande que no me creo capaz de responder en este momento.
— Claro — digo tan bajito, pues es lo único que podría contestar sin que me rompiera por completo.
— Sé que quieres que las cosas vuelvan a ser como antes Spreen, pero eso no será posible, la confianza se gana y si en verdad quieres que volvamos a ser mejores amigos debes ganártelo, unas disculpas no arreglaran el daño... — siento mis ojos comenzar a picar — pero es un comienzo, un gran comienzo, así que acepto tus disculpas y también lamento haberte ofuscado tanto con lo que teníamos, nunca fue mi intención presionarte ni hacerte sentir mal contigo mismo.
— V-Vos no — me aclaro la garganta, para poder hablar sin sentir que me ahogo — vos no tenés que disculparte, no hiciste nada malo, yo era quien te buscaba, quien quería estar todo el rato con vos, si debemos culpar a alguien ese será yo... avance demasiado rápido sin saber con certeza lo que quería en verdad y te lastime a vos en el proceso, en verdad lo siento y pasare no sé cuantos años de nuestras vidas compensándotelo... y me alegra que Aldo te de seguridad... es decir me re pudre verlos juntos, pero también me siento más tranquilo al saber que estas bien.
— Gracias por ser sincero, lo aprecio... yo también me alegro de que hayas encontrado una gran chica con la cual tener algo de verdad y a mi no me molesta verlos juntos, hacen bonita pareja — me sonríe sinceramente, la primera tan brillante después de nuestra gran pelea, así que sonrió de vuelta sintiéndome ligeramente mejor.
— Si bueno... ella no es — me veo interrumpido rápidamente.
— Aun no estoy listo para hablar de cosas tan personales, sé que antes te escuchaba sin problemas, pero ahora necesito que ambos seamos simples amigos de trabajo... por favor — murmura apenado, suspiro resignado.
— Claro Ro, iremos al ritmo que vos marques, lamento mucho si...
— También basta de disculpas, no es que no las aprecie, pero ya te perdone por todo, incluso por rebasar mis limites en más de una ocasión y no es reclamo, solo estoy aclarando... espero que esta vez si respetes los que estoy marcando ahora — pide con amabilidad.
— Sí, lo prometo... gracias por perdonarme.
— Sin problema, no podría estar resentido con mi mejor amigo toda la vida — bromea un poco mientras me da una palmadita amistosa en el hombro.
Y así la conversación sobre laburo regreso, pensaba respetar los limites que Roier me había puesto, esta vez sin peros que valgan, no importaba lo mucho que quisiera abrazarlo o tomar su mano, debía demostrarle que soy alguien digno de confianza, que me importa tanto que seguiré sus reglas hasta que soporte tenerme cerca de nuevo, tal vez la paciencia no era una de mis virtudes, pero por Roier lo seria, sabia que valía la pena... Roier lo valía todo.
Notes:
Buenas buenas, aquí otro capítulo a pesar de que dije que no actualizaría rápido jajaja, no pude evitarlo, estaba comenzado con la sinopsis de la historia de jowolin y que me gana la tentación de escribir por acá jajaja.
En fin, volvamos a la historia, Spreen puso algunas cartas sobre la mesa y Roier no tuvo más opción que poner algunas también, ambos tuvieron una charla de verdad por primera vez después de su gran pleito, decir que Spreen salió bien achicopalado de dicha charla es poco decir, pero tal como dijo: será paciente, porque él es consiente que es algo que él mismo se gano, él fue quien rompió la amistad y confianza y ahora le tocara trabajar en ello para poder demostrarle a Roier que puede confiar en él sin miedo.
Roier le resolvió la duda a Spreen de porque estaba saliendo con Aldo y la respuesta claramente no le gusto, fue un gran golpe no solo a su ego sino a sus sentimientos y también se dio cuenta de muchas cosas que hizo mal cuando estaba con Roier de forma romántica, aunque no fueran oficiales Spreen había sido desconsiderado con él, sin pensar en como se sentía Ro en realidad, así que ahora cambiara eso, a paso lento para no molestar a Roier, pero lo hará.
Roier se siente un poco mejor con respecto a la situación con Spreen, pero aun no por ello quiere volver a ser el mejor amigo de Spreen, no por el momento y lo dejo claro, por el momento solo esta dispuesto a ser buenos colegas de trabajo, así que ya marco sus limites, los cuales Sprite tendrá que respetar por doloroso que sea.
Como sea, veremos un poco de tema policiaco porque no pude resistirme a escribir sobre otro caso, pero prometo que no será tan largo para poder avanzar bien con la historia principal xD.
Ahora si, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~

etoilekyung on Chapter 18 Wed 11 Jun 2025 08:07PM UTC
Comment Actions
AlisLang08 on Chapter 18 Wed 11 Jun 2025 11:55PM UTC
Comment Actions
Dottgh03 on Chapter 19 Sat 21 Jun 2025 01:52AM UTC
Comment Actions
AlisLang08 on Chapter 19 Sun 22 Jun 2025 12:38AM UTC
Comment Actions
Dottgh03 on Chapter 20 Sun 22 Jun 2025 07:02AM UTC
Comment Actions
etoilekyung on Chapter 22 Fri 04 Jul 2025 09:16PM UTC
Comment Actions
etoilekyung on Chapter 31 Mon 11 Aug 2025 01:19PM UTC
Comment Actions
etoilekyung on Chapter 39 Mon 13 Oct 2025 10:48PM UTC
Comment Actions
AlisLang08 on Chapter 39 Tue 14 Oct 2025 07:54PM UTC
Comment Actions