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Mierda…

Adam sinceramente no se esperaba toda esta porquería, días antes estaba listo para otra jodida matanza contra sus hijos pecadores para purificarlos y a la siguiente estaba siendo arrastrado por sus jodido hijos caníbales para terminar de alimentarse de el.

El alma tardaba varias horas de irse del cuerpo, por lo que aunque ya no tenía fuerza ni vida aún podía saber lo que pasaba cerca de su cuerpo.

Fue algo espantoso ver sus órganos ser desgarrados, pero había visto cosas más peores.

Jodida hija de lucifuck, ja claro redención, como si fuera estúpido y creyera que esa princesita de Disney de verdad iba a salvar a sus hijos, pura mierda era hija del rey de las mentiras, a ese bastardo jamás le creería en nada, no después de toda la mierda del Edén, después de engatusarlo y luego abandonarlo.

Ah, aquí viene, puede sentir como su alma vieja se desprende de lo que queda de su cuerpo, todo rápidamente se oscureció.

O tal vez no.

—que carajo…

Dijo Adán mirando a su alrededor, un bastó espacio estrellado, incluso podía ver algunas nebulosas.
Adam camino un poco, después de andar un rato pudo ver lo que parecía rasgaduras en el espacio que eran remendados por lo parecían siluetas blancas de personas.

Adam vio que algunas de estas siluetas lo miraban un poco para luego continuar con su labor.

—pero que carajo…

—son las almas que me envías cada año hijo.

Esa voz hizo que Adam sintiera como si un rayo pasara por todo su cuerpo y al mismo tiempo se llenaba de una calidez enorme.

—p-papá…

Adam miro a una silueta que era un poco más grande que las demás la diferencia era que su cabeza era rodeada por tres aros dorados que orbitaban su cabeza encima de el como si fuera dibujado por luz un ojo que lo observaba, aquel era el primero que existió y existiera, padre, hijo y espíritu santo, el creador.

—hola pequeño A.

—¡Big G!

Adam se acercó y abrazo a su padre, el creador se rio un poco y recibió el abrazo de su hijo.

—tuviste una caída algo fea hijo.

Adam se sonrojo y se separó de su padre, al recordar sus últimos momentos.

—si bueno, ese bastardo de lucifuck me sacó de las casillas un poco y bajé la guardia.

—a si, mi estrella del alba, el pequeño bribón, ese muchacho no ve mas allá de su orgullo, ni siquiera a echo lo que debería hacer cuando lo desterré después del incidente de la manzana.

Suspiro la entidad.

—entonces Big G, así que aquí van las almas de mis hijos pecadores que hemos estado matando.

Dios asintió mirando a todas las almas que trabajan en remendar la realidad.

—así es, por eso te susurré la idea del exterminio cuando la sobrepoblación del infierno estaba en estado crítico, te había dicho que ellos no desaparecerían, me pareció buen castigo traerlos conmigo para que me ayuden a reparar la cagada de mi estrella del alba, después de trescientos años de ayuda a la creación, los envío nuevamente a la tierra para que renazcan y tenga una nueva oportunidad.

Padre eh hijo miraron a todas las almas que seguían en su labor de tejer la realidad dañada por lucifer.

—bueno eso me alegra un poco el corazón, sabes aunque sabia que estarían bien mi jodido corazón de padre me estaba jodiendo, incluso no e dormido en casi cinco mil años.

—a si y los excesos, de mucha comida y sexo con nacidos del cielo.

Dijo Dios con Adam sonrojándose de vergüenza.

—oh vamos Big G, es jodidamente vergonzoso hablar de eso, entonces ahora que.

—bueno yo seguiré en mi labor pero tú, volverás.

—¿a que carajo te refieres Big G?

Miro dudoso Adam a Dios, quien le devolvió la mirada aunque no tenía boca Adam juraba que le estaba sonriendo con diversión.

—hijo, no viviste una sola vida, recuerda tus 900 años en la tierra primordial.

Adam lo miro dudoso por un momento mientras su cerebro trataba de entender hasta que su mente recordó.

—ooooh, oh, bueno mierda que suerte tengo.

Dijo Adam sorprendido.

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Había un echo que casi nadie sabia solo Dios, los ancianos que estuvieron en la creación y los hijos que había dado a luz, cuando Lilith se fue del Edén junto con lucifuck, los ángeles no sabían que hacer tenían miedo que si Dios creaba otro humano este se podía corromper, Adam en su inocencia, abrió la boca.

—¡yo puedo hacer las labores de Lily, mientras ella regresa!

Y luego Adam se encontró con otra forma, los ángeles estuvieron de acuerdo que deberían seguir con el humano que tenían y le dieron la capacidad de cambiar de forma, Adam ahora también podía ser Eva, como Eva se sentía tan energética y con una nueva luz, todo en esa forma le permitió explorar todo de diferente forma, cuando tomaba la forma de Eva se sentía como nacer de nuevo, ella estaba cómoda como Eva y estaba cómodo como Adam.

Y luego se dejó engatusar por lucifer, se sintió tan atraída como Eva por como actuaba lucifer con ella en esa forma, luego se acostó con ella dejándola embarazada de sus primeros hijos Cain y Abel, los primeros gemelos de la historia, luego de eso la jodio con la manzana y jodió la realidad y ella termino expulsada del Edén, con el castigo de jamás en su vida humana volver a tomar la forma de Adam, durante sus 900 años fuera del Edén vivió como Eva, criando a sus hijos, cuando murió y entro al cielo entro como Adam, sin poder volver a ser Eva.

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—entonces voy a volver al cielo coma Eva.

—bueno no precisamente, como angel si claro y uno muy poderoso después de todo el poder de un angel depende de sus años vivos en la tierra.

Adam lo entendía como Adam solo había vivido 200 años en el Edén, un humano solo llegaba a vivir como máximo hasta los 100, así que no llegaban con tanto poder al cielo, pero si lo que decía Dios era verdad como Eva había vivido más que cualquier humano.

—bueno eso es jodidamente genial pero cuál es el otro problema.

—el otro problema es que como tú cascaron esta en el infierno, vas a despertar en el infierno.

Adam no entendía cuál era el problema.

—bueno después puedo regresar al cielo ¿no?

—el problema radica es en que voy a tener que sellar el infierno.

—¡Espera! ¡¿Qué, oh, por qué?!

—Roo surgirá.

Ante esas solas palabras Adam palideció y sintió un miedo interno, el incidente de la manzana lo que surgió de Eva.

—oh mierda.

—si, oh mierda, sin duda.

Dijo Dios con gravedad.

—y tu hijo mío debes prepárate para su llegada y regresarla a dónde debe, antes de que colapse la realidad.

Adam se pasó la mano por el rostro preocupado por eso.

—por cierto hijo, mi nieta realmente podrá lograr la redención para tus hijos, ella no te miente a pesar de tener tal padre mentiroso.

—espera, ¿enserio la princesa lo decía en serio? Bueno mierda.

Dijo Adam completamente sorprendido.

—si después de todo es su propósito.

—¿Qué quieres decir?

Dijo Adam con duda mirando a su creador quien lo miraba con diversión.

—vamos hijo por qué crees que de repente los dos primeros pecadores del infierno que se habían vuelvo infértiles derrape miles de años después resultan con una pequeña bendición.

—ooohh.

—en fin el tiempo se acaba hijo.

Se volteo el creador para mirar a su hijo acariciando la cabeza del primer hombre.

—padre, yo gracias por cuidarme en mi tiempo en la tierra.

—oh es lo menos que un padre haría, lamento no haber podido estar más presente debido a este trabajo de arreglar la realidad.

Adam negó con la cabeza.

—fue más que suficiente Big G.

La visión de Adam comenzó a volverse borrosa.

—bueno buena suerte pequeña A.

—hasta pronto Big G.

La luz cubrió la vista de Adam llenado todo de blanco y luego negro.

Poco a poco la luz regresaba a su visión, parecía estar en un almacén lúgubre de cadáveres con un estampado de casa de viejita en las paredes.

Mientras se levanta sintió sus alas las sitia más raras y pesadas, pero eso no importaba tenía que salir.

Con un gran salto salió disparada creado un creater en el techo para volar un rato y aterrizar en un callejón de la ciudad de pecadores espantando a algunos pecadores.

Ella se miró en un vidrio reflectante viendo su apariencia.

—bueno mierda, mírate jodidamente sexy como siempre.

Se dijo Eva viendo su cuerpo desnudo, su piel morena, unas buenas caderas anchas y una grandes tetas, aunque todo balanceado, su cabello negro churco abundante y largo que bajaba hasta su trasero, Eva también se dio cuenta de que se veían algunas de sus viejas cicatrices ganadas en su tiempo en vida en la tierra primordial.

—¡su puta madre!

Dijo Eva conmocionada mirando sus alas seguían siendo doradas, pero el problema era que ya no tenía un solo par, ahora tenía tres pares de alas doradas.

—oye angelito pervertido te gustaría un poco de hombre.

Gruño con excitación un pecador grande que se había acercando a Eva, Eva lo miro con fastidio era de su tamaño lo que era algo Eva era bastante grande del mismo tamaño que su forma masculina Adam, Eva miro la ropa del pecador lagarto y se le vino una idea.

Sonriendo Eva se le acercó al pecador y lentamente coloco una mano en el rostro del pecador quien salivo de placer al tacto de la enorme mujer.

—mocoso malcriado.

Con una fuerza sorprendente, Eva estampó la cabeza del sujeto con el lado del edificio, agrietado los ladrillos del edificio y fracturando la ventana cercana, desmayando en un instante al pecador, eso espanto a los demás pecadores que se habían acercando.

—bueno, como te comportaste como un idiota frente a mamá, ella te va a castigar tomando prestada tu ropa.

Rápidamente Eva tomo la ropa del lagarto tomando sus jeans negro y su camisa rasgada también sus pulseras con pinchos y desecho los zapatos, odiaba los zapatos, luego tiro al pecador en un bote de basura.

Eva se miró nuevamente en otra ventana reflectante sonriendo con suficiencia, eso bastaría mientras conseguía mejor ropa, algo más genial para acentuar su sexy cuerpo.

—¡muy bien mundo prepárate, la perra Alfa ha vuelto!

Se burlo Eva con sorna, la madre de la humanidad había vuelto.

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Eva se sentía como haber despertado por primera vez aún después de algunos días después de comenzar a ser Eva, todo esto le recordaba a cuando despertó y comenzó a existir como Adam, sus pies tocando el suave pasto de la rica y prospera tierra, el agua de los ríos, lagos mojando su cuerpo nuevo y todos los animales del Edén la miraban con curiosidad, lo que la emocionaba como sus amigos reaccionaban y se acercaban a ella.

Eva tomo a un pequeño patito y lo acuno en su mano y lo acerco a su rostro el pequeño le grazno de manera cariñosa, Eva suspiro sintió una extraña sensación, recordaba que Será le había dicho que eso era tristeza, Eva se sentía triste por que su mejor amigo Samael no estaba y su pequeña hermanita lily se había ido, como Adam estuvo tiempo esperando a Lilith muy preocupado por ella, pero jamás volvió.

—lo siento patito el agua de mis ojos quieren volver a salir, extraño a la pequeña Lily y mi amigo.

Digo con tristeza Eva mirando al patito, para luego bajarlo, mientras el pato corría hacia su madre.

Eva escucho un ruido en algunos arbustos, giro mirando que era, Eva abrió mucho los ojos al ver a cierto ángel de cabello rubio, su tristeza se desvanecido y un alma se llenó de emoción.

—¡Samy!

Eva corrió al ángel quien la miró confundido, rápidamente lo rodeo abrazando y levantándolo del suelo, la cara del ángel termino en sus tetas y el rostro del ángel se puso muy rojo tanto que a Eva la recordaba a las manzanas, eso la hizo reír muy feliz.

—wow, ja ja ja, si que eres muy emocional.

Dijo Samael mientras se liberaba de Eva quien estaba emocionada por la aparición de su amigo, samael también parecía evitar mirar sus tetas y más debajo de ella, eso la hacia reír de lo tonto que era su amigo, cuando era Adam, Samael también evitaba mirar su entrepierna, era tan gracioso.

—¿Cómo eh a sido existir, por cierto como te llamas?

Dijo Samael, Eva rio a eso, su amigo tonto parecía a jugar que no sabía de ella, todos los angeles sabían de ella, seguro estaba jugando más de sus juegos.

—bueno, soy Eva, Soy em, el remplazo de Lilith como primera mujer.

Samael parecido apretar su sonrisa, vaya se veía parecido a ese serio Metraton todo gruñón.

—oh…ya veo, ja, en fin sin duda han hecho un gran trabajo contigo, eres muy hermosa.

Eva se sintió rara a las palabras de su amigo, su corazón se movía muy raro y rapido, pero era una sensación agradable.

—¿tu…tu crees?

—¡Si! Te gustaría caminar conmigo, podremos hablar un poco y conocernos mejor.

—¡claro!

Eva siempre estaba lista para pasar el rato con su mejor amigo, Eva sonrió con felicidad a Samael y rápidamente lo tomo de su mano, Eva vio que Samael se sonrojaba.

Eva se sentía feliz, su corazón se había llenado un poco de felicidad y ligereza con el regreso de su amigo, tal vez todo mejorará más en el futuro.

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Lucifer suspiro un poco mientras miraba uno de sus patos de goma, este era un poco especial, tenía un cabello negro y largo, el patito tenia una sonrisa de alegría inocente imprimida, lo miro por un rato sosteniéndolo entre sus dedos, para luego regresarlo a su estantería junto con otros tres patos, que tenía características, de el, su hija y su ex.

El rey del infierno regreso a su mesa de trabajo, todo lo que había pasado hace poco, el volver a ver al idiota de Adam y luchar con el, lo hizo volver a revivir su pasado, su encuentro con Lilith, el olvido de su amistad con Adam y su enamoramiento con Eva.

—yo y mi vida...

Dijo lucifer algo melancólico mirando sus herramientas, aunque fue sobresaltado, por una repentina llamada de su celular.

Su celular Voló por unos ratos entre sus manos hasta que finalmente lo atrapó y acepto la llamada.

—¡Char-char! ¡Jaja! ¡Hola, hola! Hola…¿que paso mi chiquita?

Hablo nervioso el ángel caído, aunque con lo que comenzó a decir su hija por su celular comenzó a preocuparlo un poco.

—yo…claro, voy de inmedimento hija, me teletransportare de inmediato a la entrada del hotel, bien nos vemos en el otro lado char-char.

Lucifer colgó su teléfono, sintiéndose preocupado, rápidamente ajustó su traje, eh hizo aparecer su bastón en sus manos con un chasquido de sus dedos apareció un portal al otro lado se podía ver la entrada del hotel de su hija.

Paso el portal y rápidamente se acercó a su entrada, pasando por la entrada nueva rápidamente camino hacia el vestíbulo encontrado a su hija junto a su novia y sus amigos pecadores.

—¡papá!

—hola char-char, ¿Qué fue lo que pasó?

Su hija se acercó y le dio un ligero abrazo, mientras ella se veía preocupada y comenzaba a caminar de un lado a otro pronto la novia de su hija se acercó a ella y la tomo de las manos para tranquilizar a su hija.

—papá han…llegado algunas noticias preocupantes, tengo algo de miedo y Angel confirmo los rumores.

El pecador femenino se acercó.

—Rey bajito, parece que hay un ángel del cielo a retozando por ciudad pentagrama.

—¿Qué?

Dijo completamente estupefacto, un ángel causando problemas en su ciudad.

—¿yo…estás seguro?

Dijo preocupado lucifer, vio como Alastor se acercaba el petulante y molesto pecador se acercó con su estúpida sonrisa.

—bueno mi querido y pequeño señor, los rumores se han estado extendiendo es…peculiar que no lo sepa, después de todo es su ciudad.

Uff lucifer odiaba su estúpido tono sarcástico y burlón.

—oh oh oh, tal vez sea otro chico malo~

Arrulló Nifty, mientras reina siniestramente, para luego correr hacia lucifer y trepar por el como una cucaracha y luego bajar y regresar cerca al demonio de la radio, durante el proceso lucifer sintió un feo escalofrío recorrer su cuerpo.

—ejem, bien creo que puedo intentar detectar donde está este ángel descarrilado.

Lucifer levanto su mano y se concentro en esta aura divina en la ciudad pronto la encontró lo que lo asustó ligeramente, este ángel era sin duda más poderoso que el, sería alguno de sus hermanos mayores, solo le quedaba averiguarlo.

Pronto un portal se abrió frente a el, al otro lado se podía ver un club nocturno.

—muy bien, vamos a ver quién es nuestro invitado no deseado.

Dijo lucifer con un deje de diversión para aligerar el ambiente tensó.

Pronto el junto con su hija, la novia de esta y el pecador araña avanzaron hacia el portal, los demás se quedaron del otro lado.

Pronto el pórtese cerro y quedaron frente al establecimiento, pronto se acercaron con el portero que era un perro del infierno, quien parpadeo ante el rey del infierno y nerviosamente abrió la entrada para darle pase a lucifer.

Entrando al establecimiento, los rodeó el olor a alcohol y sexo en el ambiente la música estridente, encabezados por lucifer se adentraron en el lugar, pero lucifer se paralizo ante una risa una risa que no había escuchado en casi diez mil años.

—¿Eh papá?

Dijo preocupada Charlie al ver a su padre quedarse perplejo, con gran pris el rey del infierno comenzó a avanzar rápidamente moviendo a algunos pecadores apartándolos mientras avanzaba, pronto la vio.

La enorme mujer estaba sentada en uno de los sofás, vestía un chaqueta de cuero negro con púas pequeñas en los hombros, unos jeans que apretaban sus grandes muslos, debajo de la chaqueta de cuero una camisa roja que se tensaba ante su generoso pecho, su piel morena como la recordá aunque también tenía la marca de una cicatriz blanca que recorría su mentón y cuello y bajaba mas entre su camisa, entre sus muslos estaban sentados dos sucubos quien se recostaban contra su cuerpo y reían junto a ella mientras ocasionalmente acariciaba sus traseros, en el sofá sentados cerca de sus hombros dos incubos se encontraban peinado su cabello.

—¡Ja, Ja! y le dije nena, sabes con quién estás hablando, ¿enserio te vas a quedar con el baterista?

 —Eva.

La voz de lucifer resonó por toda la discoteca la música se detuvo y Lucifer avanzó quedando en medio de la discoteca, todos los pecadores se movieron dejando libre el espacio, Eva le hizo un gesto a los sucubos e incubos que se bajaron y se retiraron, Eva miro al ángel con una ceja levantada y se levantó de su asiento, desplegando sus tres pares de alas doradas.

A los ojos de lucifer la hacían mas hermosa.

Su hija junto con sus amigos se acercaron, mirando al ángel dudosos.

—emm, ¿Papá la conoces?

Lucifer no presto atención a su hija toda su mirada estaba para para la mujer delante de él.

—Eva…eres tu realmente…

—¡espera! Eva, Eva la del Edén…

Dijo estupefacta Charlie, mientras lucifer se acercaba al ángel de seis alas doradas.

—oh mierda...se viene drama.

Dijo Angel Dust, mientras le arrebataba un trago a un pecador que se encontraba cerca.

Lucifer siguió caminando, Eva también se acercó mientras le daba una sonrisa dulce, que hizo que el corazón de lucifer brincara de emoción, finalmente los dos estaban uno frente al otro.

Lucifer miraba los ojos dorados de Eva, mientras está le sonreía suavemente, también vio como está comenzaba a levantar su mano lentamente hacia su rostro, era esto, lucifer finalmente sentiría el tacto de una de las mujeres que había atrapado su amor.

De un momento a otro todo se volvió borroso para lucifer, luego de un momento de oscuridad, el rey del infierno comenzó a levantarse del piso entre escombros, aturdido, pronto su visión volvió, mirando a su alrededor vio noto que estaba en una calle pronto noto un edificio con un agujero, mirando más a detalle se podía ver más edificios que se habían atravesado, siguiendo un rastro hasta donde estaba el, Lucifer fruncido el seño ante algo en su boca, escupiendo el objeto al piso, lucifer se dio cuenta que era uno de sus filosos dientes.

Pronto Lucifer también sintió un ardor doloroso en su rostro, rápidamente invocó un espejo, mirando su rostro con sorpresa, su mejilla se había inflamado horriblemente y se veía una clara marca naranja de una mano en su mejilla inflamada también sus cosas nasales se habían abierto ligeramente para dejar fluir hilos de sangre amarilla opaca.

—¿Q-que carajo?

—¡¿oye te despertaste rápido lucifuck?!

 Lucifer levanto su mirada al ángel que volaba con sus seis alas y bajaba lentamente frente al rey del infierno.

Eva la madre de la humanidad miraba con diversión y una sonrisa burlesca al rey del infierno.

—¿Yo…yo no lo entiendo?

—pues mierda eso fue por mirarme, con esa cara estúpida, creyendo, que oh Eva va a besarme, mua~ mua~

Dijo Eva mientras hacía gestos burlescos con su mano dramatizando lo que decía.

—mira Lucifuck, eso es una advertencia, acércate y nuestra batalla anterior no será como antes y te pateare el culo.

—¡¿De que hablas…Eva jamás lucharía contigo?!

Dijo Lucifer, Eva por su parte levantó una ceja.

—¿que lo viejo te dio alzheimer o que mierda?

Lucifer la vio sin comprender.

—nuestra jodida batalla en el hotel de tu hija, yo gritandote, esa perra enana de un ojo apuñalándome, es enserio.

Lucifer la miró dudoso.

—¿Hablas de Adam?

Eva lo miro boquiabierta, mientras parpadeaba mirando al rey del infierno.

—tienes que estar jodiendome, en verdad no lo sabes, después de diez mil años en ese tiempo que pasamos y nunca te diste cuenta aunque fui muy obvia, aún en nuestras estúpidas reuniones en la embajada que te lo decía en la cara y tú jodidamente nunca te enteraste.

—yo…¿Qué?

Eva se rió amargamente y se pasó una mano por el rostro, para luego mirar a lucifer, ella fruncio el seño ahora mirándolo con frialdad, ella avanzó y rápidamente lo tomo de su traje levantándolo hasta la altura de su rostro.

Los ojos de la mujer ardían con un gran odio.

—escúchame pedazo de mierda, no sé si en verdad eras tan estúpido, oh tú estúpido ego y orgullo de ángel perfecto no te dejo verlo, pero, ¡Joder lucifer! ¡No hubo una segunda creación de la mujer, yo fui Adam y fui Eva pedazo de mierda, no hubo más humanos creador por papá!

Lucifer la miraba conmocionado sin creer lo que decía Eva.

—¡Tu arruinaste mi vida, me jodiste Lucifer! ¡Lo que me hiciste con la manzana, lo que viví en esa puta tierra salvaje completamente y casi sola cuidando a mis hijos!¡Mi puto castigo!

Eva soltó al rey del infierno, quien cayó al piso conmocionado, la mujer miro por un rato a Lucifer mientras respiraba pesadamente, mientras se tranquilizaba, se pasó la mano por su rostro y luego le miro con amargura.

—escúchame lucifuck, no voy a atacar a tu hija ni nada, dile que tiene aprobación de allá arriba para salvar y redimir a los pecadores, solo no se metan en mi camino y no te quiero volver a ver la cara de payaso, entendido.

Eva pronto comenzó a alzarse con sus alas.

—no vuelvas a jugar conmigo Lucifer.

Dijo con amargura Eva para finalmente alejarse.

Lucifer poco a poco se levantó mirando a la mujer alejarse, su cerebro apenas y concebía lo que pasaba.

Pronto el tono alegre de la llamada de su hija lo interrumpió, aún mirando a Eva alejarse, le contesto a su hija.

—hola hija…

Lucifer apenas escucho lo que dijo su hija.

—si estoy bien, escucha char-char…yo, voy a volver al castillo, regresa al hotel…no Eva no…no les causará problema…

Dijo con tristeza Lucifer, mientras agachaba la mirada.

—adiós cariño.

Lucifer colgó rápidamente antes de que su hija dijera algo más, suspiro y se acercó a los escombros donde había caído y recogió su sombrero que se había caído, con una pesada tristeza rodeándolo abrió un portal a su taller, era hora de volver a ahogar sus penas en patos de goma.

Era lo único que no arruinaba.

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—Eva, debes escucharme, lo digo en serio, tu potencial es desperdiciado en esta jaula dorada que es el Edén, puedes ser mas que lo que te dan no te conformes con solo esto.

Dijo Samael, Eva por su parte rio mientras comía un pedazo de sandia que había traído Samael.

—oh Samy eres tan tonto, no me siento infeliz, los ángeles me dan todo y me cuidan, Sera se preocupa mucho por mí y tú también, ellos dicen que con el tiempo aprenderé y creceré lo que signifique eso.

Eva le sonrió a Samael, este por su parte se mordió el labio, para luego mirar al rio frente a ellos y suspirar.

—supongo…

Dijo Samael, después de unos segundos sintió un golpe en su hombro al girarse se encontró con la mirada de la mujer quien le sonreía con sinceridad mientras le entregaba un pedazo de sandia, Samael lo tomo en sus manos y le devolvió la sonrisa en agradecimiento, ambos volvieron la mirada al rio y el bosque mientras continuaban comiendo luego de un rato Samael se acerco a Eva tomando su mano en un momento de serenidad entre los dos ambos viviendo el momento, tras unos momentos, Eva apretó la mano del ángel quien se giro con curiosidad hacia la mujer, abriendo los ojos cuando sintió los labios de Eva tocando los de él, poco a poco la sorpresa se fue desvaneciendo mientras cerraba los ojos poco a poco y aceptaba el beso de la mujer, lentamente tomo del rostro a la mujer con sus manos para profundizar el beso, ambos con el corazón acelerado por el momento.

Lastimosamente para Samael, sintió que poco a poco una presencia angelical se acercaba, uno de sus hermanos, rápidamente se retiro del beso, con ambos respirando agitadamente.

—E-Eva, lo lamento me tengo que ir, debo hacer algo…

Eva se vio decepcionada por eso, haciendo que el corazón de Samael doliera al ver su mirada triste, rápidamente se acercó dándole un ligero beso a Eva.

—tranquila volveré, lo prometo.

—está bien.

Samael pronto tomo vuelo alejándose, mirando hacia atrás pudo distinguir a su hermana mayor Michael, suspiro mientras rápidamente aceleraba para salir del Edén para regresar junto con Lilith.

—pronto Samael, pronto.

Se dijo a si mismo el Angel.

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Eva no sabia lo que pasaba mientras sentía como el beso con Samael se intensificaba podía sentir como sus lenguas se abrazaban entre si sintiendo el calor de sus cuerpos, podía sentir como la ropa de Samael se desvanecía sintiendo el cuerpo ahora desnudo del ángel tocar el suyo en la noche del Edén, se sentía tan extraña, húmeda y caliente.

—voy a hacerte mía Eva…

Susurro Samael cerca de sus oídos, Eva se estremeció, pero al mismo tiempo quería que Samael hiciera lo que él hablaba, aunque ella no entendía a que se refería, ella lo deseaba.

Samael fue bajando por su cuerpo llevando besos y caricias desde su boca a su cuello y senos, provocando que el cuerpo de Eva se estremeciera, sintiendo el toque delicado de Samael.

Pronto Samael se levanto quedando arrodillado con Eva frente a el acostada mientras respirada agitadamente, el ángel lentamente fue abriendo las piernas de Eva, mirándose los dos, Eva poco a poco sintió un dolor mientras Samael entraba en ella con un empujón fuerte Samael estaba completamente dentro de Eva, por su parte ella frunció su mirada de dolor.

—tranquila Eva…esta bien…el dolor se ira…

Mientras Eva suspiraba y se calmaba mirando los ojos azules del Angel quien le sonreía con amor, pronto Samael comenzó a moverse lentamente, mientras comenzaba a salir y entrar en Eva, con el pasar de las envestidas que poco a poco se hacían mas rápidas, el dolor en Eva se volvió rápidamente en placer, los gemidos de Eva resonaron en la noche estrellada del Edén mientras ángel y humana compartían tal momento, Eva echo la cabeza hacia atrás mirando las estrellas creadas por Samael, sintiendo cada envestida mientras sentía que algo pasaba con su cuerpo.

—¡Samael! ¡Samael! ¡yo-!

—¡Eva!

Ambos gritaron sus nombres mientras las embestidas de Samael se volvían más rápidas, en el calor Eva sintió un espasmo estremeciéndose mientras lanzaba un gemido profundo sintiendo la última envestida del Angel con fuerza, en su placer ella pudo escuchar también el gemido de Samael, podía sentir como algo llenaba su húmeda entrada sintiendo las palpitaciones de Samael en su interior.

Poco a poco los pasados jadeos de ambos se fueron atenuando, hasta que Samael comenzaría a salir de Eva dejando que su fluido goteara un poco de la entrada de Eva, con ella estremeciéndose.

Por su parte Eva dirigió su mirada a los ojos de Samael por alguna razón sus ojos azules habían cambiado, un rojo brillante ahora se encontraba, llenos de lujuria, unos ojos que a Eva le recordaban al color de la manzana del árbol prohibido.

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Eva miraba la manzana que tenia frente a ella en las manos de Samael, la luz del sol rayaba el horizonte llenando el ambiente de un naranja profundo, el ambiente se sentía inquietantemente silencioso en el Edén.

Ella sabía que había aceptado tomar la manzana pero ahora frente a la situación se sentía tan inquieta eh insegura, todo se sentía tan mal, Eva miro a los ojos de Samael pero desde hace una semana que sus ojos habían cambio tras su noche apasionante con el acto que Eva nombro como Sexo, se sentía insegura los ojos rojos que brillaban con un fuerte y furioso orgullo.

—tranquila Eva, toma la manzana, serás libre…tendrás libre albedrio…ya no serás restringida.

Eva no se sentía tan segura ante las palabras del ángel, aun a si tomo la manzana, poco a poco la llevo a su boca y finalmente la mordió, comiendo un trozo de la fruta prohibida.

La vista de Eva se volvió rojo y negro, todo dolía, escuchaba todo atenuado podía escuchar como Samael la llamaba en pánico gritando su nombre, pero solo lo escuchaba como si estuviera sumergido en agua no podía escuchar nada más…no, si podía escuchar algo más, un grito, una mujer gritaba…no, Eva gritaba, era ella quien gritaba, Eva solo sentía dolor.

Eva a parte de dolor, solo se hacía una pregunta.

¿Por qué, Samael?

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Eva poco a poco abrió los ojos mientras su sueño se desvanecía, dio un fuerte bostezo mientras se incorporaba, su pelo era una maraña de desorden, la poderosa ángel miro a su alrededor de su cuarto donde se hospedaba, la luz roja del anillo del orgullo se filtraba en la habitación, todo estaba desordenado y podía ver algunos juguetes sexuales tirados por ahí, Eva miro ligeramente a los tres nacidos del infierno que dormían en su cama, dos íncubos y una súcubo.

Eva sonrió con suficiencia, estaba seguro que los cabrones estarían todo el día con la jodida pelvis adolorida, aun tenia el toque en la cama, como Adam con los milenios se había vuelto toda una bestia depredadora en la cama, es lo que hacia existir por mucho tiempo, este cuerpo era igual de necesitado en ese ámbito y debido a su fuerza ganada exigía bastante de con quienes se acostaba.

Los íncubos y súcubos era los únicos que aguantaban su lujuria, pues lo intento con otros nacidos del infierno y no salió también para ellos, los diablillos, aunque tenían miembros enormes y las hembras, buenos traseros y tetas geniales, no tenían la resistencia, lo mismo con los perros del infierno.

Eva se estiro mientras con cuidado se bajaba de la cama, su cuerpo desnudo lleno de algunas cicatrices que brillaban ante la luz roja que se filtraba de la ventana, Eva olio ligeramente y acerco su mano lamiéndola ligeramente, para hacer una mueca de asco.

—joder, necesito un baño urgente, estoy cubierta de fluidos de demonios y mi propio sudor, que asco.

Eva saco la lengua mientras nuevamente se estiraba levantando los brazos, miro al cuarto de baño y camino hacia él, entrando rápidamente abriendo la ducha mientras el agua fría caía en su cuerpo, el agua fría le trajo recuerdos de su hija Awan, la pequeña era una jodida mujer ruda como su madre y una alborotadora de primer nivel con pocos modales y boca de marinero, pero también odiaba el agua fría.

Pronto limpiando cada rincón de su cuerpo, salió de la ducha para limpiarse.

—maldita sea, olvidaba lo jodidamente molesto que era secarme el cabello, gracias a mis descendientes que inventaron el secador.

Se dijo a sí misma mirándose al espejo mientras usaba un secador para su cabello, pronto se arregló el cabello peinándolo y rápidamente tomo su ropa.

—bien hija de perra, es hora de pagar las cuentas.

Dijo Eva mirando una foto, era de una pecadora de piel gris y manos grandes y de color blanca con garras con un atuendo parecido al de las bailarinas, la pecadora se encontraba revisando varias lanzas angelicales en una caja acompañada de otras dos pecadoras, Eva frunció el ceño a la foto lo que provoco que esta se quemara con fuego blanco.

Carmilla miro el vaso roto en su mano, al tomar el vaso este se había agrietado de repente, la pecadora lo miro fijamente por un rato, ella no era una persona de creencias como traficante de armas había sido una persona que no creía en las supersticiones y siempre ignoraba a sus asociados supersticiosos, pero bueno ella también no creía en el cielo ni el infierno, ahora estaba en el infierno, no quedaba más que empezar a creer.

Carmilla miro hacia la puerta de su oficina, todo estaba muy silencioso demasiado silencioso, algo iba mal.

Todo su cuerpo se paralizo al sentir el toque afilado de un cuchillo en su garganta por el reflejo de el vaso de vidrio roto pudo distinguir el brillo divino.

—Sabes, ser la única jodida traficante de armas celestiales te puso una jodida diana gigante para mí, al menos hubieras filtrado el metal celestial a otros competidores para ocultar tu rastro.

La voz de una mujer, aunque sarcástica también tenía un peso oscuro en su voz.

—deberías no volver a cometer los mismos errores…Camila Rodríguez Rosales…

Carmilla se estremeció ante su nombre, finalmente decidió hablar.

—¿Quién eres?

La mujer a sus espaldas no dio respuesta verbal, por las esquinas de sus ojos pudo distinguir unas alas doradas, cerro los ojos con fuerza y suspiro, sabía que habría consecuencias, pero creía que podía escapar de ellas.

—tienes veinte segundos.

—¿Qué-?

—20…

El cuchillo fue retirado.

—19…

Carmilla lo entendió bastante rápido, simplemente dio un salto de su silla y abrió las puertas corriendo por el pasillo.

Se encontró con una grotesca escena, miles de empleados decapitados decoraban las paredes de los pasillos, trato de no estremecerse para seguir corriendo, finalmente llego a un almacén pequeño rápidamente entro en el y fue hacia el lado mas oscuro de este colocándose contra la pared, Carmilla trato de calmar su corazón palpitante, rápidamente controlando su respiración.

Ya habían pasado los veinte segundos, pasaron otros 30 segundos, hasta que comenzó a escuchar lo que parecía una canción de cuna en un lenguaje inexistente, cada vez la voz se escuchaba mas cerca hasta que finalmente se alejó, Carmilla suspiro de alivio, para luego entrar en pánico cuando un brazo atravesó el concreto de la pared detrás de ella, la tomaron del cuello y la hicieron atravesar la pared, Carmilla fue arrojada hacia abajo, lo que provoco que cayera en una banda trasportadora destrozándola y regando por todo el piso del área miles de balas.

Carmilla gruño de dolor al sentir sus costillas rotas.

Ella no tuvo tiempo de pensar tanto ya que tuvo que apartarse ante una patada que iba hacia su rostro rodando lejos vio como lo que quedaba de la banda trasportadora se destruía y el piso debajo de ella se fracturaba ante el peso de la mujer, Carmilla finalmente vio al ángel que la perseguía una mujer enorme con ropa que le recordaba a esos pecadores motoristas que iban de ciudad en ciudad buscando problemas con otros Overlords.

Carmilla tomo una daga angelical que tenia en su espalda y lo arrojo con fuerza hacia la cara de la mujer, para su horror la daga no hizo ningún daño solo reboto contra su rostro moviéndola ligeramente, la mujer gigante regreso la mirada irritada a Carmilla, quien la miraba con los ojos abiertos de incredulidad.

Carmilla lo supo, lo único que le quedaba era correr.

Rápidamente dio otro salto para escapar de un puño que ascendía contra, inmediatamente tuvo que apartarse de una estocada de patada que se dirigía hacia su cabeza, la fuerza de la patada había desprendido su cabello haciendo que su largo cabello callera contra su rostro obstaculizando su vista en el momento que envió su mano para mover su cabello hacia atrás, sintió la apuñalada en su hombro izquierdo, Carmilla grito de dolor.

Rápidamente se aparto del ángel de seis alas, cuando una de estas trato de golpearla.

Carmilla apretó los dientes, sabia poco de magia antigua que le había enseñado Zestial, así que invoco un poco de fuego demoniaco para cauterizar la herida en su hombro, mientras gritaba internamente de dolor.

Carmilla pensó las cosas mas detenidamente, la piel del ángel era mucho más resistente, tendría que atacar a los puntos más frágiles, rápidamente esprinto esquivando otra patada Carmilla se acerco lo mas que pudo al ángel, sacando otras dagas de su cintura envió ambas dagas con punta delgada hacia los ojos del ángel, la mujer gigante no se impresiono.

Carmilla sintió un horrible golpe en su estomago ligeramente pudo nota que era una de las alas del ángel, al interceptarla Carmilla voló hacia el lado contrario atravesando otra pared chocando contra una columna del vestíbulo.

Carmilla vomito grandes cantidades de sangre mientras se sujetaba el estómago, estaba muy segura que sus intestinos se habían estallado.

Carmilla trataba de controlar su respiración para concentrar un poco de regeneración lo que le costaba bastante en ese momento, alzo la mirada para ver como la mujer gigante simplemente caminaba atravesando la pared como si fuera cartón mientras poco a poco se acercaba.

Bajo la mirada sabiendo que era su final, hizo las pases con eso, todo lo había echo para proteger a sus hijas, estaba bien con ello.

Lastimosamente rápidamente escucho disparos, conocía esos disparos, Carmilla alzo la mirada horrorizada al ver a su hija Odette, corriendo hacia el ángel dejando caer el arma descarada empuñando una lanza.

—¡NO!

Grito Carmilla mientras de manera sobrehumana, corría empujando a su hija y levantando una patada para contrarrestar el puño del ángel, Carmilla nuevamente voló chocando con otra columna gritando de dolor al sentir como todos los huesos de su pierna derecha quedaron destrozados también sintiendo fragmentos de metal de sus zapatillas de metal angelical incrustado en su carne.

—¡Mamá!

Su hija corrió hacia ella tomándola en sus brazos Carmilla abrió los ojos mirando a su hija de ojos llorosos, curiosamente el ángel se había frenado y solo las miraba, con una mirada vacía.

—mi niña hermosa…t-tienes que escapar busca a tu hermana… y escapen salgan de las instalaciones…

El ángel lentamente se acercó, Carmilla miro como este se detenía a unos pasos.

—deja a mi hija en paz, tu lucha es contra mi…

Carmilla se sobre esforzó para decir cada palabra sin titubear mirando intensamente la enorme mujer de alas, la cual no decía nada.

—¡no!

Su amada hija se paro frente al ángel limpiándole el paso levantando sus manos hacia los lados mirando con enojo al ángel que no decía nada.

—si vas a matar a alguien, que sea yo, ella solo lo hizo para protegernos a mi hermana y a mí.

Hablo su hija Odette con determinación a pesar de que temblaba un poco, Carmilla se sentía tan orgullosa como asustada y frustrada.

Carmilla pudo ver como la mirada de la mujer enorme se suavizaba mirando con dolor a su hija.

—niña…no digas esas cosas, no hay peor dolor para una madre que ver morir a su hijo.

La mirada que proyectaba el ángel, Carmilla lo reconocía, era la mirada de una madre una madre con pérdidas, una madre que conocía el dolor de perder, Carmilla se estremeció al pensar pasar por algo así, perder a una de sus amadas hijas.

El ángel cerro los ojos con dolor para luego suspirar, nuevamente mirando a Odette, la mujer con alas levanto la mano con un ligero resplandor la movió un poco, Odette se desplomo cerca de Carmilla asustándola.

—tranquila…solo esta dormida.

Dijo con una voz amargada el ángel, Carmilla se movió, aunque doliera viendo que era verdad el pecho de su hija subía y bajaba tranquilamente, Carmilla suspiro aliviada, nuevamente alzo la mirada hacia el ángel.

—has lo que tengas que hacer…

Carmilla miro al ángel esperando que la matara, la mujer alada levanto una mano haciéndola brillar con una luz dorada, luego se abalanzó contra Carmilla quien grito de dolor al sentir como su ojo izquierdo erra arrancado de su cráneo.

Al abrir el único ojo vio como el ángel se alejaba acercándose al centro del vestíbulo, Carmilla pudo divisar algo encima de la mesa del centro que no había notado, la mujer lo tomo con delicadeza girándose, Carmilla abrió los ojos al darse cuenta que era una cabeza, la cabeza del ángel que ella había decapitado, no sabia como la mujer alada lo había encontrado se había encargado de sepultarla bajo toneladas de rocas y tierra para que nunca se encontrara.

—lo siento hija…no pude vengarte…

La voz de la mujer fue frágil cuando hablo, mientras acariciaba el cabello de la cabeza que, aunque había pasado ya un mes desde que había muerto, la cabeza seguía en perfectas condiciones con ojos cerrados en una expresión pacifica, el casco había desaparecido también.

Poco a poco la mujer comenzó a alzarse mientras sus alas se agitaban levemente pronto la mujer alada salió de las instalaciones despareciendo.

Carmilla sintió un poco de pena, entendiendo la situación finalmente, todo esto era el deseo de venganza de una madre, si ella llegara a perder a una de sus hijas también buscaría al maldito que se atrevería a matarla, la pecadora ligeramente y con dolor se acerco a su hija mientras la acunaba en su regazo acariciando su cabello viéndola dormir, también podía escuchar a Clara gritando preocupada mientras se acercaba, Carmilla estaba agradecida de no perder a lo único que le importaba.

Eva finalmente llego al patio del hotel hazbin ligeramente arrojo un hechizo ilusorio para ocultar su presencia y lentamente se acerco donde se encontraban todas las tumbas de sus guerreras…de sus hijas amadas.

Eva agradecía al engendro de Lucifuck, tuvo la decencia de darle tumbas a sus hijas, miro cada lapida sin nombre, Suspirando con magia creo otro agujero materializando también otra tumba frente al hueco de la tumba, ligeramente Eva acomodo la cabeza de su hija en el hueco, con sus propias manos comenzó a llenar de tierra hasta finalmente sepultar a su hija.

Eva miro la tumba por un buen rato, con un ligero movimiento de sus manos en todas las tumbas aparecieron los nombres de todas sus hijas, ligeramente coloco una mano en el suelo árido, rápidamente la vegetación creció, flores crecieron alrededor de cada tumba, encantadas para que nada les afectara, flores que solo crecían en el cielo.

Eva se levanto y camino unos pasos hasta hacerse en un claro que daba hacia las tumbas, lentamente se sentó mirando las tumbas.

Eva, como Adam habían dado nombre a cada una de la pequeñas ángeles en ese tiempo, Eva fue madre hace diez mil años y siempre seguirá siendo madre.

Ligeramente sintió como las lagrimas caían de su rostro, Eva finalmente se permitió llorar a sus hijas, culpándose por arrastrarlas a su muerte.

Eva solo deseaba que la existencia dejara de quitarle a sus preciados hijos.

Chapter Text

—Maldita sea…

Gruño Eva mientras caminaba por el desierto árido se sentía tan asquerosa, el sudor de días la impregnaba en su cuerpo las hojas que ahora usaba para cubrirse el pecho y su entrepierna como falda le picaba contra su piel.

No solo eso las náuseas, dolores de cabeza y malestar del embarazo ya se estaban notando según los ángeles tenia un mes de embarazo, también le habían dicho que al pasar los nueve meses daría a luz a los pequeños que llevaba en su interior, eso la aterraba.

Eva coloco su mano encima de sus ojos para cubrir la luz del sol para poder mirar al frente.

Abrió los ojos con sorpresa al ver a la distancia el comienzo de árboles y montañas.

—¡Mierda! ¡si!

Eva acelero el paso, en unos minutos llego a un grupo de árboles, finalmente en la sombra suspiro aliviada, rápidamente dejo caer el cesto que traía pocas frutas que había traído del Edén y se sentó junto a los arboles disfrutando la sombra finalmente.

Rápidamente tomo una de las frutas, al tomar un banano en sus manos, sintió el ardor en sus manos, hizo una mueca ante el dolor, Debido al haber comido la manzana del árbol, de su cuerpo comenzó a surgir la raíz, los ángeles intervinieron y expulsaron a Samael y trataron de detener a Roo, ellos lograron separar a Roo de Ella, comenzando una batalla contra ella para desterrarla en la dimensión que se había creado por el nacimiento de Roo, luego de eso paso el problema, su cuerpo resulto altamente dañado, gracias a los ángeles pudieron salvarla a ella y sus hijos, lastimosamente el daño estaba echo, el Edén la rechazaba, al tocar el suelo del Edén sentía que le ardían los pies, el calor provocaba ampollas en su piel, cualquier cosa que tocara en el edén le hacía daño, incluso el agua.

Los ángeles no les quedo mas que sacarla del Edén para protegerla, lastimosamente tuvieron que dejarla sola para reparar los daños causados, también fue la ultima vez que escucho a su padre, ahora Eva y los ángeles ya no podían sentir al todopoderoso.

Eva comenzó a pelar la fruta con sus manos, aunque doliera, tenía que comer para vivir, así que sin importar que doliera debía comer esas frutas.

Eva escucho un aleteo y rápidamente se dio cuenta que era uno de los ángeles, una mujer rubia con una armadura de batalla, un rostro muy parecido al de Samael, aunque a diferencia de los de él, sus ojos eran de un tono violeta, el Arcángel Michael.

—Eva me alegra encontrarte…te fuiste sin decirle a nadie.

Eva se mordió el labio mirando a otro lado avergonzada.

—No quería causarles más problemas.

—oh, Eva, jamás serás un problema.

Dijo con suavidad Michael mientras se acercaba mirando a la humana, quien miro a sus ojos, viendo bien la cicatriz que recorría su ojo derecho también este había perdido el brillo, posiblemente ahora siega de ese ojo.

Eva hizo una mueca de dolor apartando la mirada, recordando que ella lo había echo bajo la influencia de Roo.

Michael se dio cuenta pues se paso una mano por su ojo, suspirando se acercó a Eva, colocando su mano enguantada moviendo su cabeza para que sus miradas se encontraran.

—esto no fue tu culpa, no quiero que vuelvas a pensar que esto fue tu culpa, el único culpable es el bastardo de Samael.

—okey…

Dijo con voz apagada la mujer, por su parte el Angel suspiro levantándose mirando al horizonte.

—Eva, a unos trecientos pasos de aquí hacia donde se pone el sol hay un rio cerca de una montaña, entre dos árboles de Acacio al pie de la montaña encontraras una cueva, puedes refugiarte ahí, este lugar es peligroso…hay bestias muy peligrosas.

Dijo lo ultimo el Arcángel entrecerrando los ojos.

—¿ya…te vas?

Dijo con duda Eva, preocupada de quedar sola.

—lo siento, aun hay mucho por hacer, no te preocupes volveré mañana…estaré para ti…en lo que pueda…

Luego las dos mujeres se quedaron en un silencio incomodo, hasta que finalmente el Arcangel emprendió vuelo desapareciendo entre las nubes.

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Eva gruño de Dolor, mientras trataba de pujar con esfuerzo.

—¡sigue pujando Eva, el segundo esta coronando!

Grito Michael quien se encontraba atendiendo el parto a Eva de sus primeros hijos.

—¡PERRA, PARA… TI ES FACIL DECIRLO!

Grito enojada Eva entre fuertes respiraciones.

—¡GGRRAAAHH!

Con un ultimo grito de Eva, el bebe nacido, con un fuerte lloriqueo, rápidamente Michael corto el cordón umbilical mientras con magia lo limpiaba de toda sangre.

Rápidamente el Arcángel lo acuno junto a su hermano, ambos bebes lloraban fuertemente, el Arcangel convoco una piel de cordero para envolver a los dos pequeños, mientras los tenia en brazos.

—¿quieres verlos?

Pregunto con calma el Arcángel, la mujer humana ahora débil asintió, con mucho cuidado ambos bebes fueron colocados en los brazos de su madre.

Eva miro a los pequeños bebes en sus brazos los dos comenzaban a calmar sus llantos, ambos pequeños exactamente iguales, Eva los miro con ternura, tenían la piel blanca igual a la de su padre ambos tenían mejillas rojas en forma de circulo, aunque ambos la pelusa de su cabeza era de un color negro, igual al de su cabello.

—¿cómo piensas nombrarlos?

Eva los miro por un rato.

—Caín al primero en nacer y Abel al segundo en nacer…mis pequeños Caín y Abel.

Eva suspiro cansada, mientras Michael rápidamente los tomaba y los colocaba entre mantas de pieles de la cueva al lado de Eva, mientras comenzaba a levantarse sintió una mano tomar la del Arcángel, Michael miro con sorpresa a Eva quien le sonreía con cansancio.

—Gracias por estar ahí para mi…

—yo…de nada…

Dijo la Arcángel, quien sintió su cara sonrojarse mientras apretaba la mano de Eva quien poco a poco cerraba los ojos de cansancio, quedando dormida, Michael sostuvo su mano por un rato, hasta que finalmente la soltó para acercarse a Eva y con magia limpiar las pieles de la sangre y fluidos para luego tomar otra piel y cubrir a la mujer, Michael se acerco hacia su rostro mirándola por un buen rato, hasta finalmente cerrar los ojos y acercar sus labios a los de Eva dando un ligero beso.

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Eva tomo a sus dos hijos los dos pequeños de un año temblaban mientras lloraban un poco, la mujer rápidamente los coloco entre las pieles de animal mientras tomaba una lanza de madera y la apuntaba hacia la entrada de la cueva, un enorme Tigre que tenia la altura de Eva en cuatro patas, el tigre se veía notablemente hambriento mientras gruñía a la mujer quien apretaba la lanza en sus manos.

Eva vio como en un segundo las pupilas del tigre se encogieron, ambos, tigre y humana corrieron entre sí para atacar.

Cuando la lanza choco contra el hombro del tigre esta se destrozó en pedazos Eva abrió los ojos, Rápidamente esquivo un zarpazo del tigre moviéndose al lado con un gran movimiento se subió en el tigre rodeando el cuello del tigre con sus brazos comenzando a apretar, el tigre se movió bruscamente contra una pared chocando contra esta, Eva aflojo su agarre soltando un alarido, sus hijos lloraron mas fuerte, Eva entre una mirada borrosa pudo ver al tigre abalanzándose contra sus hijos, de alguna manera rápidamente tomo al tigre de la cola y lo lanzo hacia el otro lado.

Eva se levantó para repentinamente sentir un gran dolor cayendo al piso, Eva se llevo la mano hacia su costado sintiendo la sangre, Eva gruño de dolor, alzando la mirada viendo al tigre acercándose a ella, de repente el tigre salto hacia ella, pero antes de caer sobre ella, una espada de fuego paso rápidamente decapitando al tigre.

—¡Eva!

La sangre salpico a la mujer quien suspiro aliviada, para levantar la mirada al Arcángel que la miraba con una preocupación que hacía que el corazón de Eva martillara.

—lo siento Eva…casi pasa lo peor.

Michael tenia una mirada dolorosa como si eso fuera su culpa, eso le trajo una gran felicidad Eva, quien sonrió mientras se levantaba y se acercaba para acariciar la mejilla del arcángel anqué la mancho de sangre, el Arcángel no le dio alguna importancia toda su atención estaba en la mujer delante de ella, Eva se acerco y le dio un beso casto a la Arcángel quien cerro los ojos y se lo devolvió, ambos se separaron mirándose a los ojos.

—Bienvenido a casa Amor.

Michael le sonrió a Eva.

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Ambas miraban con sorpresa el bebe en las manos de Michael Eva tratando de tranquilizar su respiración después del parto, el bebe era peculiar, su piel era igual que la de Eva, pero sus manos tenian pequeñas garras con parches de escamas azules, en su cabeza tenia el ligero crecimiento de escamas que simulaban cabello, además de una cola parecido a una serpiente con escamas azules, la pequeña bebe se retorcía, molesta mientras lloraba fuertemente.

Caín y Abel los dos pequeños de 3 años miraban con curiosidad a su nueva hermana.

Michael envió una ligera pulsación de magia hacia el bebe para comprobarlo, pero cuando la pulsación reboto en él Bebe, Michael quedo conmocionada.

—T-también es mi hija…

Dijo impactada Michael, Eva miro a la Arcángel con sorpresa.

—¿c-cómo?

Pregunto Eva sorprendida, pues ambas eran mujeres, era verdad que se habían acostado, pero según recordaba se tenia que tener un hombre y una mujer para procrear.

—no lo sé…quieres sujetarla.

Eva asintió suavemente y acuno al Bebe quien inmediatamente se calmo en los brazos de Eva, Eva lo miro mientras la ternura y calidez invadía su corazón, no importaba como se viera su hija, ella la amaría.

—¿quieres ponerle el nombre, amor?

Pregunto Eva con una voz suave mientras acunaba al bebe, Michael abrió los ojos.

—¿y-yo?

Eva se rio y levanto la mirada a Michael sonriéndole.

—Claro tonta, tu también eres su mamá.

Michael se rio torpemente y se acerco tocando ligeramente la mano del pequeño quien rápidamente agarro el dedo de Michael con sorprendente fuerza.

—Leviatan.

Eva la miro con curiosidad.

—¿Cómo la enorme serpiente marina?

—si, porque sé que será fuerte, que esta pequeña dominará las tormentas de la vida que se aproximen, nuestra pequeña leviatán.

Eva sonrió ante las palabras de Michael.

Eva miro hacia los dos pequeños detrás de Michael quien miraban con ojos curiosos.

—Cain, Abel, vengan saluden a su hermana.

Los dos pequeños corrieron hacia su madre subiéndose en la cama de pieles donde descansaba Eva, Michael dio unos pasos atrás para darles espacio a los dos pequeños para que conocieran a su hermana pequeña.

Michael sonrió ante la imagen de la familia, pero su sonrisa se atenuó mientras sus pensamientos la atormentaban, se suponía que hace un año ella debió darle la bendición a Eva para que diera a luz a humanos por su propia cuenta, pero había decidido posponerlo y posponerlo, ahora con ambas teniendo una hija, Michael sabia que debía mantener esto oculto de sus hermanos, porque de que la descubrieran la aterraba.

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Michael retorcía sus manos frente a la cueva, Cain y Abel se habían llevado a sus hermanos menores a recolectar agua al rio para enseñarles cómo hacerlo, solo quedando la más joven de sus hijos, la pequeña Beelceb de tres años, junto con su Madre, Michael suspiro conteniendo el miedo de lo que iba a realizar.

Mettatron había descubierto la verdad, le había dado un ultimátum, de lo contrario el gran castigo del cielo caería contra Eva, Michael y su decendencia Nefilim.

Cerro los ojos conteniendo el dolor y busco fuerza en lo mas profundo de ella, soltando un suspiro abrió los ojos y dejo que su alma y mirada se volvieran heladas.

La arcángel entro a la cueva, por su lado Eva se encontraba fabricando ropa con pieles, mientras que la pequeña Bee se encontraba frente a una pared completamente manchada de carbón en su pelaje que tenia en los hombros y su piel morena, mientras parecía estar dibujando con un trozo de carbón, sus orejas de animal se movían inquietas en su cabeza.

Eva levanto la mirada hacia la Arcángel, sorprendida ya que esta vez la Arcángel no llevaba la ropa sencilla cuando la visitaba, sino que llevaba su armadura dorada, aun así, Eva se levantó sonriendo cálidamente.

—Cariño, volviste, no te había visto desde hace una semana.

Eva seguía avanzando, pero pronto comenzó a disminuir, mientras también perdía la sonrisa al ver que la mujer rubia no le respondía el saludo y le devolvía una mirada fría.

—¿cariño?

Pregunto dudosa Eva, mirando a Michael.

—Eva hija de Yahvéh, Dadora de vida, Madre de los vivientes, Matriarca de la Humanidad, Adam El primero, Rey del jardín, dador de nombres, primer humano.

Eva se estremeció cuando Michael cambio a su forma angelical perdiendo sus rasgos humanos mientras la Arcángel decía los títulos de Eva.

—Yo Michael, General del ejercito del cielo, me presento ante ti para darte el regalo del cielo.

Michael levanto la mano donde una esfera de luz dorada flotaba en ella iluminando toda la cueva.

—Eva, tu deber es poblar el mundo, debido al castigo que se le dio a Lilith tu ex esposa, tu debes de tomar el papel que se le había encomendado, el cielo te bendice con fertilidad, darás a luz a tu decendencia, cada tres años darás a luz a un hijo que crecerá en tu vientre.

Eva cayo al suelo jadeando de dolor, mientras se sujetaba en estómago, cuando la esfera voló de la mano de Michael entrando en el vientre de esta.

—mi misión a terminado, Matriarca de la humanidad, no me volverás a ver.

—¡¿q-que-?!

Grito en pánico Eva lográndose parar y logrando tomar la mano de Michael quien se había dado la vuelta para irse.

—¡¿de que estas hablando?! ¡cariño, me estas asustando!

Michael logro soltarse del agarre de Eva y sin voltearse hablo de manera fría y tajante.

—lo nuestro fue un error, un humano y un ángel jamás se deben juntar, no se debe cometer los mismos errores de Samael, adiós Eva, jamás me volverás a ver.

Michael salió disparada volando de la cueva escuchando ligeramente el grito desgarrador de Eva, Michael voló por varios kilómetros alejándose, hasta finalmente descender quedando frente a una enorme montaña solitaria.

La Arcángel miro la montaña por un momento mientras su respiración comenzaba a agitarse, finalmente la Angel rubia soltó un alarido de dolor mientras las lágrimas salían de sus ojos violetas, con rabia la mujer saco su espada llameante lanzado cortes contra la montaña destrozándola con cada corte entre gritos de dolor y lágrimas.

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Eva apretó la garganta del pecador con forma de cerdo mientras lo hacia chocar contra la pared.

—vas a decirme donde se ubica la entrada a los otros anillos y tal vez te deje vivir, se que mucho contrabando de los demás anillos sube aquí, así que debe haber una manera de subir y bajar por todos los anillos.

—¡e-escucha, aunque te-ugh… dijera es imposible, n-ningún pegador puede bajar a los otros anillos!

El apretón de la enorme mujer aumento provocando un quejido del pecador, Eva levanto una mano invocando fuego sagrado, iluminando el callejón solitario.

—yo no soy un pecador asqueroso, soy un ángel, soy la jodida primera vagina, yo puedo bajar si quiero, pero aun necesito saber por donde se baja, no te lo estaría pidiendo si no fuera por que todos los reinos y anillos están bloqueados de la magia dimensional, no se puede teletransportar, así que me lo dirás, ahora.

—¡ugh-es-esta-bien-egh!

Eva soltó ligeramente al pecador.

—¡escucha, pocos pecadores lo saben, pero existe un ascensor que trae tanto a pasajeros nacidos del infierno hasta mercancía del anillo de la gula y la Avaricia, fue creado en conjunto con el rey y los pecados para un supuesto pacto de no agresión entre el rey del infierno y los otros pecados, allí muchos Overlords compran mercancía para su uso, como es mi caso!

—la ubicación ahora.

Dijo tajantemente Eva.

—¡claro, claro! El ascensor se encuentra en Imp City en el barrio más grande donde viven los diablillos de la ciudad, el barrio queda al lado sur desde la entrada.

—bien, gracias por la información puerco, ahora…quiero verte retorcerte mientras mueres.

—¡¿q-que?! ¡¡PERRA! ¡DIGISTE QUE ME DEJARIAS VIVIR!

Grito de enojo y miedo el pecador quien comenzó a retorcerse en el agarre de Eva.

—dije Tal vez, idiota, ¿realmente creíste que dejaría ir a un jodido violador de menores y esclavista? en verdad que eres estúpido.

El callejón se lleno de gritos con gruñidos de cerdo mientras el olor a tocino lleno el área.

Pronto Eva salió del callejón con una sonrisa feliz mientras comenzaba a volar moviendo sus seis alas, dirigiéndose hacia Imp City.

—es hora de ver a mis pequeños.

Chapter Text

—ummgh…

Lilith gruño con cansancio mientras se levantaba de la cama, llevándose una mano para cubrirse los ojos de una luz brillante de los rayos del amanecer del cielo que logro filtrarse por las cortinas cerradas.

Llevaba 7 años viviendo en esta nueva mansión en el cielo que le había proporcionado Adam o Eva, como había descubierto al llegar al cielo.

Lilith se arrastró hacia el borde de la cama tamaño King cayendo de bruces contra el piso, gruño un poco para levantarse mientras bostezaba y se dirigía hacia el baño, lo primero al entrar al baño fue tomar una de las pastillas para la resaca y luego se miró al espejo.

Lilith se miró, traía encima una camisa grande que le cubría su cuerpo desnudo, una camisa blanca que paso a ser de un color mas marrón claro, con notables manchas de fluidos de comida y vino, su alguna vez cabello impecable ahora era una maraña de cabello desordenado apenas amarrado por varias tiras para el cabello también perdiendo su aspecto suave y convirtiéndose en una maraña de cabello grasoso, sus ojos remarcados por unas notables ojeras, en uno de sus cuernos había un salami pegado en este, Lilith solo lo miro por un segundo restándole importancia.

También podía oler el horrendo hedor que emanaba de ella, pues desde casi dos semanas que no se había bañado, Lilith contemplo por un buen rato su reflejo, comparándose con su yo pasado altivo y orgulloso, Lilith sentía asco por ella, mirándose se decía a ella misma que así se merecía ver alguien tan horrenda como ella.

Ignorando todos los elementos de limpieza del baño salió de este y camino fuera de su habitación llegando a la cocina, los sirvientes que le habían proporcionado Adam ya no se encontraban, Lilith los había espantado para que nunca volvieran y la dejaran sola.

Abrió la nevera tomando la leche para luego acercarse a un estante y tomar la caja de cereal de chocolate y una tarro de crema, con poca gracia vertió los cereales en un tazón sucio y vertió la leche junto con el cereal, para luego proceder a echarle crema, tomando una desayuno que se había vuelto el único en estos días, camino llegando a la mesa central de la cocina y se sentó en ella tomando una cucharada y comenzando a comer, odiaba eso que sin importar que comida grasosa o asquerosa comiera, debido a sus propiedades divinas, cualquier comida era saludable, lo odiaba, tampoco había drogas o cigarrillos que a ella le encantaba fumar para escapar de su realidad, lo único que parecía afectarle era el alcohol y eso en parte era debido a su ser demoniaco que potenciaba el efecto del licor.

—bueno…momento de comenzar con mis deberes…

Hablo Lilith mirando al aire sin emoción con un chiste referente a su antigua vida como gobernante del infierno.

Ella se levanto y camino al refrigerador para abrir el congelador y tomar un bote de helado de fresa y chocolate, pronto salió de la cocina y llego a la sala de Tv, el lugar era un chiquero de envoltorios de comida y muchas botellas de vino esparcidas por el lugar, todo producido por su día anterior.

Rápidamente se sentó en el sofá y encendió el televisor colocando un anime de romance, durante sus años aquí en el cielo, se había interesado por el anime y al final termino enganchándose a los animes.

Su listado que había sido todas estas semanas era esa rutina, levantarse, desayunar, comer helado mientras ve anime hasta el almuerzo pedir una comida rápida de almuerzo, en la tarde caminar por los jardines de Adam y deprimirse en ellos, luego regresar y comenzar a beber mucho vino hasta emborracharse y luego regresar a la cama para masturbarse con sus dildos que había traído del infierno y tal vez llorar después y quedarse dormida para continuar a la mañana siguiente.

Después de unos minutos de estar comiendo y mirando el televisor, la puerta de la habitación se abrió bruscamente y una figura camino hasta quedar frente a ella tapándole completamente la vista.

—podrías apartarte me tapas la vista…

Dijo con desgana Lilith levantando la mirada para ver la mirada fría del ángel exterminador.

Lute, Lilith se había sorprendido al descubrir que esa mujer fría y con legua de marinero sin filtro fue la ultima humana que Eva o Adam dio a luz inmaculadamente en sus días en la tierra, la menor de los hijos nacidos de la bendición de los ángeles otorgada a Eva.

El ángel de mirada dura hizo una mueca de asco.

—dios mujer, cuando fue la ultima vez que te bañaste.

—no se…y no me importa.

Lute resoplo y con su ahora mano protésica de metal angelical tomo el control de la Tv y lo apago.

—¡oye, estaba viendo eso!

—dios, eres tan patética…vas a levantarte y vamos las dos a limpiar todo este chiquero.

Lute se acerco a la ventana para de un golpe abrir las cortinas provocando que la luz de la mañana se filtrara, Lilith chillo como un gato agarrándose la cara con las manos por la luz, cayendo hacia atrás del sofá dejando expuesto su trasero desnudo por haber caído de cabeza.

—levántate culo gordo.

Dijo con fuerza el Angel exterminador, por su lado Lilith se levantó de su posición y gruño frustrada mientras se limpiaba las lagañas de sus ojos completamente irritada.

Lilith se sentía irritada por las ocasionales visitas del ángel exterminador sin entender por qué seguía viniendo, siempre regresando para ponerla en orden, Lilith le fastidiaba que le jodieran su tiempo de deprimirse.

—¿porque sigues viniendo, porque te preocupas por mí?

Repentinamente Lilith fue tomada del cuello de su camisa para terminar agachándose al nivel de la exorcista que la había echo poner su mirada a la misma altura, el Angel la miraba con un ardiente odio.

—no me preocupo por ti, demonio asqueroso, pecadora descarriada…hice una promesa, una promesa que trataría de cuidarte, que velara por ti, porque…porque el, mi señor, ella, Madre, se preocupaba por ti, a pesar de todo el daño que le hiciste, el dolor que le hiciste pasar, Madre aun te amaba…aun después de todos esos años de sufrimiento en el corazón, aun amaba a su hermana…

Dijo con dolor en la voz la mano derecha de Adam, la última de sus hijos nacidos en la tierra.

Lilith sintió el peso de esas palabras como toneladas cayendo en su corazón, haciéndola sentir mal y provocando que recordara cuando llego al cielo y descubrió una verdad que destrozo su forma de ver el mundo, las palabras de Adam que destrozo sus planes de querer conquistar el cielo hacerlo para ella, para gobernar.

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Lilith se encontraba mirando una hermosa playa que sus ojos jamás habían visto en todos esos diez años de existencia, incluso las playas en la tierra eran superadas por esta, una sola mirada la hizo sentir tantas emociones en conflicto, aun así, mantuvo sus emociones en control manteniendo una mirada carente de emociones, pronto escucho un fuerte aleteo.

Ligeramente miro hacia donde venia el ruido, su corazón hirvió de envidia al ver esas preciosas alas doradas que le fueron dadas a Adam, a diferencia de ella que cuando entro al infierno grito de dolor agonizante mientras sus cuernos crecían en su cabeza.

Cerro los ojos y suspiro para alejar ese recuerdo.

—Adam.

El jefe exterminador, aterrizo, mientras le daba una mirada, su mascara solo mostraba una expresión aburrida.

—Lilith, ya estoy aquí, que quieres.

Lilith suspiro y se controlo para comenzar a hablar, para comenzar con su plan.

Un plan que había estado elaborando desde hace mucho tiempo, para tomar lo que por derecho le habían quitado, por mucho tiempo quiso el reino que le prometieron gobernar, había echo muchas incursiones desde el infierno al cielo con un ejercito de pecadores, ahora había decidido tomar un punto mas sutil destruir las defensas del cielo, ya que su hija se había echo ya mayor para independizarse finalmente había puesto en orden su plan.

Primero engatusando a Adam.

—a pasado mucho no es así Adam, pocas veces nos encontramos en las reuniones entre el cielo y el infierno después de cada exterminio.

—si, supongo…se breve estoy ocupado.

Dijo Adam mientras hacia aparecer un refresco en su mano comenzando a sorber de manera ruidosa el refresco, haciendo que Lilith apretara su sonrisa mientras sentía un pequeño tic en su ojo por la molestia.

—bien, deseo tener una oportunidad de vivir en el cielo.

En parte era un plan simple solo que tardaría muchos años, infiltrarse de manera poco ortodoxa al cielo y desmantelarlo desde adentro.

—pfff…¡JAJAJAJAJAJAA!

Pronto la risa estridente de Adam resonó en toda la playa, Lilith no se impresiono por eso ya lo esperaba.

—¡jaja! O dios hace mucho que no me reía así de un chiste buenísimo, ¿enserio crees que los ángeles te dejaran entrar al cielo?

Dijo burlonamente Adam.

—no, no lo espero…pero podemos hacer un pequeño trato, se que has tenido problemas con el exterminio debido a los Overlod, yo podría proporcionarte información muy útil que te permitirá eliminarlos para darte paso, solo te pido una oportunidad aquí en el cielo.

Adam por su parte suspiro con irritación mirándola por un rato para volver a suspirar y hablar amargamente.

—en serio que eres jodidamente infantil, estoy seguro que esto, solo es un estúpido plan para tratar de meterte en el cielo para sabotear su seguridad, este odio tuyo es tan infantil y irracional.

La mirada estoica de Lilith se cambió a una de ira, ya no era necesaria la fachada.

—¿¡odio injustificado!? Ellos me quitaron lo que era derecho propio, me remplazaron por esa perra de Eva, ¡mi puesto! Además, donde esta esa zorra, eh, ¿tu segunda esposa te abandono también?

Dijo burlonamente Lilith buscando lastimar a Adam, aunque este reaccionó de forma inesperada, mirándola con completa confusión.

—¿de qué diablos hablas…?

Dijo dudoso Adam, Lilith frunció el ceño.

—hablo de la perra de tu esposa, Eva, esa perra que se acostó con Lucifer.

Gruño con enojo Lilith, por su parte Adam la miro como si le hubiera salido una segunda cabeza, hasta que finalmente comenzó a reír, hasta que su risa se volvió casi histérica, con Lilith confundiéndose cada vez más.

Finalmente, Adam dejaría de reírse para llevarse la mano a la cara y luego suspirar, sus Alas tocaron suelo trasmitiendo una sensación de cansancio.

—no me sorprende en nada que ese pedazo de mierda nunca te hubiera dicho nada.

Dijo con amargura Adam, mientras se acercaba mas a Lilith, por su parte esta le dio una mirada interrogativa.

—¿de qué hablas?

—Lucifer nunca te dijo la verdad, todos los jodidos ángeles lo sabían.

—¿saber qué?

Adam miro hacia la lejanía frunciendo el ceño.

—no hubo una segunda mujer Lilith, solo era yo, los ángeles me dieron la capacidad de cambiar de forma, me dieron la capacidad de ser mujer, Adam y Eva son la misma persona.

Lilith miraba completamente conmocionada a Adam, quien comenzaría a quitarse el casco.

—¡mentiroso!

Dijo incrédula Lilith, Adam finalmente se quitaría la mascara para girarse y mirar a Lilith, sus ojos tenían un remarcado cansancio notable por sus ojeras.

—sabes que no me gusta mentir Lilith, es verdad, Eva era yo, nunca hubo un tercero, lastimosamente me deje engatusar de ese bastardo de Lucifer y…termine como termino…

Dijo con amargura Adam, regresando su mirada hacia el horizonte.

Lilith por su parte estaba completamente conmocionada sin saber que decir, completamente paralizada, sin poder procesar lo dicho por Adam, la persona que amaba de manera extraña y la persona que odiaba con toda su alma, siempre fueron la misma.

—puedes quedarte en esta propiedad, es una de mis casas privadas, nadie te molestara y no necesitas darme algo a cambio…solo, solo no hagas nada de lo que me arrepienta.

—¿p-porque harías eso por mi…?

Dijo confundida Lilith, por su parte Adam regreso su mirada a Lilith para acercarse y tomar la mano de Lilith.

—dios, porque, por alguna extraña razón, aun te amo y no, no de manera romántica, siempre lo sentí, incluso desde el Edén, te amo…por que eres mi hermana pequeña, eres mi familia, puede que los ángeles nos quisieran como esposos, pero yo nunca te ame de esa forma…te amo como a una hermana, perra loca, sin importar cuanto me lastimes, yo…yo sigo amándote porque eres mi familia…

Lilith se quedo completamente paralizada, Adam suspiro para soltar la mano de Lilith, donde ahora estaban las llaves de la mansión a sus espaldas.

—volveré, tal vez dentro de algunos meses, esto…todo lo que paso, lo tengo que procesar, dios ustedes dos, tu y lucifer, quieren seguir matándome de dolor.

Dijo amargamente Adam mientras se ponía su casco y comenzaba a volar dejando atrás a la reina del infierno.

Por su parte Lilith se quedo completamente quita, mientras las palabras dichas por Adam la habían dejado completamente paralizada, con un dolor retorciéndose en su corazón, como si una voz gritara dentro de ella que lo detuviera, que lo llamara, que se disculpara, pero su cuerpo no hacía nada.

Finalmente, repentinamente Lilith sintió una humedad en su rostro, llevándose las manos al rostro, comprobó que eran lágrimas, sus ojos estaban comenzado a llorar, algo que no había echo en mas de 10 mil años.

Pronto un sentimiento de tristeza y arrepentimiento la abrumo cayendo al piso arrodillada mientras se dejaba consumir por ese sentimiento de culpa, arrepentimiento y tristeza.

Chapter Text

Lucifer nuevamente se encontraba haciendo varios patos de goma, desde que Eva o Adam le había dicho algo que él había saltado por completo, paso los días repasando su memoria, notando muy avergonzado que Eva tenia razón, ella siempre le había recalcado lo que había echo en sus reuniones del exterminio, se sentía tan deprimido que llevaba haciendo el mismo pato de goma desde hace tiempo, un pato de goma con cuernos hacia atrás y una mascara negra con boca y ojos dorados.

El celular rápidamente sonó cerca de su mesa, Lucifer lo miro por un rato viendo que era una llamada de su hija, ignoro la llamada mientras volvía a su pato de goma, su pequeña había tratado de hablar con el sobre lo que había pasado, primero desvió el tema en sus muchas conversaciones y luego empezó a ignorar las llamadas, no se sentía capaz de decirle la verdad a su pequeña, sabia que si decidía hablar con su hija dejaría soltar todas las verdades que llevo ocultándole desde hace tiempo y lastimosamente era un cobarde.

—pff, rey de las mentiras sí que eres Lucifer…

Se dijo así mismo, mientras daba sus últimos toques al pato de goma, después de mirarlo un momento, lo arrojo en el montículo que llevaba mientras se recostaba contra su mesa de trabajo, con la mirada completamente perdida.

Después de estar un momento perdido comenzó a escuchar un ruido extraño, frunció el ceño y levanto la mirada escaneando su habitación.

Lentamente comenzó a levantarse mientras escuchaba el ruido cada vez más fuerte, pronto pudo distinguir que era el ruido, era un rugido furioso.

De repente toda su habitación estallo con Lucifer, confundido alzándose en vuelo evitando lo que había golpeado su habitación, ahora en el aire, pudo divisar lo que había destrozado su habitación y había chocado contra el patio de su mansión.

Era un enorme hombre de 4 metros; con una apariencia muy similar al de un dragón, cuatro ojos amarillos brillantes, piel roja con algunas cicatrices mas claras que recorrían sus brazos, sus cuernos enormes de color negro como los de un toro, con unos mas pequeños de color negro con franjas grandes blancas en medio, también llevaba una camisilla de color negro y jeans que tenían algunas manchas, un enorme cinturón con una hebilla de oro con un decorado de un toro enojado, junto con unas botas de cuero Marrón y unas enormes alas rojas de murciélago en su espalda y una cola de aspecto de dragón que se movía de manera agresiva.

—¡¿Satán que diablos?!

Grito fastidiado lucifer, mirando al pecado de la ira, el enorme hombre tenia una mirada de rabia sus ojos brillaban en un amarillo rabioso, soltó un bufido de su nariz saliendo llamas.

—¡ESTA VEZ TE PASASTE DE LA RAYA PAYASO MARICON!

Grito enojado Satanás, mientras chocaba sus puños en señal de desafío.

—¿de qué hablas?

Dijo confundido Lucifer, la respuesta de Satanás fue volar a gran velocidad contra lucifer, el rey del infierno a penas y pudo retener el puño del pecado de la ira.

Al ver que no podía seguir reteniéndolo, rápidamente esquivo, mas Satanás lanzo una patada de espalda logrando darle en su costado enviándolo contra el piso chocando con su patio.

Con dolor Lucifer comenzó a levantarse, para abrir los ojos cuando un puño choco contra su mentón enviándolo a volar contra pentagram City.

Lucifer choco contra varios edificios destrozándolos y matando a varios pecadores que habitaban en ellos; finalmente deteniéndose contra un edifico agrietándolo ligeramente.

El rey del infierno hizo una mueca, mientras se incorporaba, pronto siendo seguido por el pacado de la ira, quien aterrizo contra la calle, el enorme hombre miro fijamente al ángel caído con una mirada de rabia concentrada, aunque cerca de satanás había un pequeña pecadora que tenia una vestimenta muy reveladora y temblaba cerca del pecado de la ira, satanás la miro de reojo, levantando un pie, para luego aplastarla esparciendo todos los pedazos de la pecadora por todo el piso y un poco en la pared del edificio adyacente.

—¿es este otro desafío, satanás?

—¡NO! ¡ESTA VEZ NO VENGO A DESAFIARTE POR EL TRONO Y TU PESIMO MANEJO DEL INFIERNO! ¡PEDAZO DE MIERDA, COMETISTE EL PEOR ERROR DE TU VIDA!

Grito con rabia el enorme demonio, apuntando al rey del infierno, con Lucifer molesto, sintiéndose enojado por que nadie era directo y siempre le mandaban aparentemente todo el mundo indirectas que él no entendía.

—¡okey, suficiente! ¡¿dime qué diablos hice?!

—¡TE METISTE CON MI FAMILIA, PROVOCASTE LA MUERTE DE MI MADRE EVA! 

Grito el pecado de la ira envistiendo al rey del infierno, que intentaba de responder los golpes con poco éxito.

—¡espera! ¡¿hablas de Eva?!

Dijo con shock Lucifer, mirando al pecado de la ira, quien le gruño enojado a lucifer, Lucifer aun tratando de evitar los golpes estaba procesando esta información, recordando sus pocas interacciones con los demás pecados, recordando que esos 6 eran hermanos, que ellos venían de los mismos padres, eso significaba que todos los pecados eran hijos de Eva.

Lucifer no sabía cómo tomar eso.

El pecado de la ira, logro nuevamente darle un golpe en el mentón que lo mando volar hacia arriba.

Lucifer desplego sus alas manteniendo su vuelo mientras se acariciaba su mentón, lucifer abrió los ojos cuando de repente fue tomado por el cuello, Lucifer comenzó a retorcerse de dolor intentando librarse, más satanás aumento la presión comenzando a asfixiar al rey del infierno.

—egh-¡espera! ¡ugh! ¡tu madre está viva!

El apretón de satanás se detuvo acercando a lucifer a su cara, lanzándole una mirada fría.

—explícate.

—tu madre, no murió, su cuerpo masculino se perdió…ugh, pero regreso como Eva, ella está viva aquí en el infierno, según mis fuentes a estado buscando la manera de bajar a los demás anillos, puede que ya haya bajando a alguno de los anillos.

El pecado de la ira miro fijamente al rey del infierno, para acercarlo mas dejando que su bufido de fuego chocara contra la cara de lucifer.

—será mejor que tengas razón, porque, si no, voy a volver y te voy arrancar las pelotas y te las voy a meter por la boca hasta que salgan por el otro lado y luego voy a tomar tus intestinos y me are un suéter.

Satanás lo miro por un rato, para luego soltarlo, mas antes de que Lucifer hiciera algo, recibió un cabezazo de parte de Satanás que lo termino enviando contra el piso, chocando contra una calle haciendo un cráter enorme.

Lucifer hizo un pequeño ruido de dolor, completamente adolorido, con múltiples moretones en el cuerpo sus alas con sus plumas completamente desordenadas y una de ellas rota, también ahora tenia un hematoma iniciado en su ojo derecho; Lucifer pudo divisar como satanás se alejaba de la ciudad en dirección a Imp City donde se encontraba el ascensor de los pisos del infierno.

Lucifer dio un suspiro resignado, mientras se incorporaba, curando rápidamente sus heridas y decidía regresar a su mansión y seguir en su labor de hacer mas patos, muy seguramente los que hizo quedaron destrozados.

Fizzarolli suspiro mientras hacia el desayuno para su esposo, una vez teniendo los dos platos uno para el y otro para su pareja se encamino hacia su habitación, mientras caminaba el ex-payaso repaso los acontecimientos de las anteriores semanas, el se encontraba descansando en su camerino preparándose para un nuevo espectáculo en Ozzie’s cuando repentinamente tuvo una llamada desde la fabrica de su pareja, un histérico incubo lo llamo asustado pidiendo que viniera a la fábrica, algo le había pasado a su pareja, que aparentemente había enloquecido y había comenzado a destrozar su oficina, mientras toda la fabrica temblaba ante la ira del pecado de la lujuria.

 Fizzarolli no lo pensó mucho, rápidamente llego en su limosina, varios íncubos y súcubos se encontraban fuera de la fabrica algunos miedosos, mientras otros trataban de calmar a los demás, el se acerco al incubo que lo había llamado preguntando qué había pasado, rápidamente le conto, que Ozzie como de costumbre empezó a ver la trasmisión que se hacia del exterminio como siempre, a Fizzarolli no le fascinaba como a su pareja y los hermanos de este, que nunca perdían ver el exterminio, que a el no le fascinaba, después de todo había crecido con las historias del hombre del saco, el gran exterminador, así que no era de su gusto.

El incubo le comento al ex-payaso como en un momento de repente el pecado de la lujuria pego un grito de horror, después estallando en llamas ardientes gritando de rabia comenzando a destrozar el lugar.

Fizzarolli entro en la fabrica llegando a la oficina de Ozzie encontrándolo ya calmado, pero este se encontraba encorvado llorando, Fizzarolli trato de calmarlo y tratando de descubrir que había pasado, logro llevarlo a su mansión, pero después de eso el pecado de la lujuria se había negado en salir de su habitación.

—Ozzie, cariño, traje el desayuno.

Dijo Fizzarolli mientras entraba en la habitación ligeramente iluminaba, el pecado de la lujuria estaba envuelto en varias mantas con una mirada distante.

El Imp suspiro mientras dejaba la bandeja de desayuno en la mesa de noche mientras subía a la cama, extendiendo sus brazos logro alcanzar el rostro del pecado y con fuerza logrando bajarlo hasta su nivel de visión.

—Asmodeus será mejor que dejes esa actitud y comiences a hablar conmigo, no puedo ayudarme si no me dices que pasa.

Fizzarolli pudo ver como el pecado de la lujuria giraba los ojos hacia otro lado con culpa grabada en ellos.

—Ozzie, por favor, mírame.

El pecado de la lujuria regreso su mirada al Imp, quien lo miro preocupado.

—me duele cuando te veo sufrir, quiero aliviar ese dolor, pero si no me dices, no podre ayudarte, entonces sentiré que te estoy fallando como tu esposo, así que, por favor, Ozzie dime que pasa.

Asmodeus lo miro durante un rato, sintiendo el peso de la culpa por preocupar a su pareja, suspirando finalmente hablo después de semanas.

 —perdí…perdí a alguien muy amado, yo perdí a mi madre…

Dijo el pecado de la lujuria apartando la mirada de su esposo.

—sabes quien es el rey de los exterminadores ¿no?

El Imp asintió con delicadeza mientras tomaba de una mano del pecado en señal de apoyo para que continuara.

—el, también tenia una segunda forma, como una mujer, en su tiempo vivo en la tierra, fue prácticamente la madre de la humanidad y…mi madre, nosotros también éramos sus hijos, nacidos de una madre humana y como padre, la general de los cielos y…ahora ella está muerta…

Dijo lo último como un susurro.

Fizzarolli estaba un poco en shock ante tal revelación sin duda era algo que no esperaba, rápidamente tomo todo su control y calmo su mente, necesitaba apoyar a su esposo.

—lamento lo que paso querido, se que no puedo hacer nada para calmar ese dolor, pero siempre estaré aquí para ser el hombro donde puedes llorar.

Al terminar de hablar, rápidamente fue envuelto por un fuerte abrazo del pecado de la lujuria.

—gracias, mi ranita, lamento todo el drama y causarte tantos problemas.

—egh, esta bien, Ozzie un poco de aire.

—¡oh!

Rápidamente el pecado aflojo su agarre en el pequeño Imp, sonriéndole mientras él le devolvía su sonrisa y lo envolvía varias veces con sus brazos robóticos en un abrazo.

—sabes tal vez pueda recompensarte, por el tiempo perdido…

Susurro el pecado de la lujuria en el oído del pequeño Imp, que se estremeció con placer lamiéndose los labios sonrió con deseo.

—dame duro papi.

Ambos terminaron en un frenesí de sexo que hizo que olvidaran el desayuno, mas los dos demonios fueron interrumpidos, por el llamado de la puerta.

Algo molesto Fizzarolli abrió la puerta mientras se arreglaba su bata, encontrándose con una súcubo con traje erótico de sirvienta quien se veía angustiada.

—emh, señor Fizzarolli, perdonen la interrupción, pero tenemos problemas en la entrada, un intruso acaba de entrar en la propiedad y ahora esta en el vestíbulo, estamos tratando de detenerlo, pero no podremos aguantar.

La cabeza de Ozzie se asomo por la puerta frunciendo el ceño.

—¿Qué?

—si y lo peor, es un ángel.

La pareja se miro entre si preocupados, mientras Ozzie invocaba sus llamas haciendo aparecer su traje cubriendo su cuerpo antes desnudo, rápidamente la sirvienta comenzó a caminar siendo seguida por el pecado de la lujuria, junto a Fizzarolli que se amarraba bien su bata.

—¡okey pedazos de mierda, alejen sus manos de este sexy cuerpo, solo yo toco a otros, nadie me toca pervertidos miserables!

Finalmente llegando al vestíbulo, una enorme mujer con forma humana y cabello negro, tenia ropas bastante marcadas con el estilo rock, también portaba unas enormes alas doradas, tres pares de alas.

La mujer le gritaba enojada a varios íncubos fortachones que intentaban retenerla, con está golpeándolos haciéndolos chocar contra las paredes.

Fizzarolli levanto la mirada hacia su pareja esperando encontrar una mirada de ira, pero se sorprendió al ver como los ojos del pecado de la lujuria se llenaban de lágrimas, mientras se veía en shock.

—¿Ozzie?

El pecado de la lujuria bajo las escaleras, usando su magia para apartar a los íncubos de la mujer, quien miro confundida su alrededor.

La mujer finalmente miro al pecado de la lujuria, con el pecado en lágrimas mientras se acercaba.

—ma…mamá…

La mujer abrió los ojos llenos de felicidad.

—¡gallito!

Asmodeus se hubiera sonrojado por el apodo cariñoso de su madre en cualquier circunstancia, pero ahora no le importaba, el enorme pecado corrió hacia la mujer, madre eh hijo se envolvieron en un fuerte abrazo, mientras el pecado de la lujuria se desmoronaba en un mar de lágrimas y algunos mocos, mientras la enorme mujer consolaba al pecado.

Toda la situación dejo a los demás demonios confundidos sin saber que hacer.

Ahora se encontraban en una sala de estar, el pecado de la lujuria estaba sentado junto a su esposo que ahora estaba en su traje de animador, mientras Eva se encontraba sentada frente a ellos degustando los pasteles que se encontraban en la mesa de estar que quedaba en medio de los tres, aunque la enorme mujer había ignorado los cubiertos comiendo con las manos.

—¿mamá cómo es posible? ¡todos te vieron morir!

La mujer trago el postre de chocolate que probaba.

—cariño, soy la jodida primera alma mortal en ser creada, soy mas fuerte que eso, no me voy a morir por esa tontería.

—nos diste un susto a todos, créeme todos los demás estaban angustiados.

La mujer miro con ojos llenos de culpa a su hijo.

—lo siento hijo, me descuide mucho en esa pelea.

El pecado de la lujuria negó con la cabeza.

—no mamá, no fue tu culpa, todo fue culpa de ese bastardo de Lucifer, si hiciera bien su trabajo, tu no tendrías que resolver los problemas del infierno.

La mujer le sonrió con cariño a su hijo.

El pecado de la lujuria parpadeo recordando a su esposo quien estaba sentado nervioso junto a él.

—¡oh! Mamá, se me olvido presentarte.

Ozzie tomo de los hombros a Fizzarolli, mientras sonreía y presentaba a su pareja.

—mamá quiero presentarte a mi esposo, Fizzarolli, con mi ranita ya llevamos medio año casados.

—¡ah! E-es un gusto conocerla señora, créame m-me encanta como descuartiza pecadores con…eh gran destreza…je…

Fizzarolli trago saliva riendo nerviosamente, la mujer grande se levantó y se acerco al Imp, que se sintió amenazado por la imponente mujer que tenía una mirada enojada, quien repentinamente cambio su mirada con una sonrisa mas alegre, el pequeño Imp fue envuelto en un abrazo fuerte.

—¡jaja, bienvenido a la familia, me alegra que mi hijo finalmente encontrara alguien con quien casarse, créeme tardo casi 9 mil años para encontrar con quien unirse en santo matrimonio!

Fizzarolli comenzó a sentirse que se asfixiaba hasta que la mujer lo soltó, logrando dar una bocanada de aire para recuperarse, se estremeció de dolor cuando la mujer le dio una palmada en la espalda, casi pudo sentir su columna partirse.

—mamá, siempre fuiste muy clara en que solo nos casáramos solo con esa persona que realmente llegáramos a amar, y mi pequeña ranita en todos estos milenios de existencia es el único que ah entrado en mi corazón.

—oh, Ozzie.

Dijo con ternura Fizzarolli, Asmodeus no era mucho de ser empalagoso, pero cuando lo era, le hacía derretir el corazón al Imp.

—¡muy bien, suficiente miel! ¡cariño háblame de tu reino! me di un paseo por todo el anillo de la lujuria, es increíble, los clubs también están geniales desde la última vez que vine, me pasé por algunos.

Asmodeus inflo un poco el pecho con orgullo ante las palabras de su madre, mientras la conversación se redirigía a hablar del anillo de la lujuria, Fizzarolli miro sorprendido al ángel, no esperando que la mujer no tuviera filtro para hablar de obscenidades, sin duda el Imp pudo divisar que realmente era la madre de Asmodeus, pronto también se unió a la conversación dando sus aportes.

Tras un rato de la conversación, una llamada los interrumpió, siendo contestada por Asmodeus, quien frunció el ceño.

—¡satán deja de gritar, cuando gritas enojado no puedo entenderte!

Gruño de frustración el pecado de la lujuria, tras unos momentos de gritos de parte de satanás, Asmodeus finalmente hablo.

—Satanás, mamá está conmigo, ella está bien, así que deja de joder a otros corriendo y gritando escupiendo fuego en sus reinos, y si dile a los demás que vengan podemos reunirnos en mi casa.

Se escucharon mas gritos amortiguados del otro lado de la línea, con Asmodeus pasándose la mano por la cara en señal de frustración.

—bien, adiós.

El pecado de la lujuria colgó, mientras se giraba a mirar a su madre y su pareja.

—mamá, parece que todos nos vamos a reunir, ¿aun te gustan las costillas de jabalí?

La mujer sonrió radiante con glaseado en sus mejillas y labios.

—¡oh si! ¡las costillas son lo mejor!

Asmodeus le sonrió con cariño, mientras le hacia una seña a una de las sirvientas súcubo que se encontraban en la sala, mientras le entregaba un papel que hizo aparecer con su magia.

—será un almuerzo familiar entonces.

Pronto Asmodeus, junto con Fizzarolli y su madre se encontraban en una sala de comedor de la mansión del pecado de la lujuria, mientras esperaban la llegada de los demás pecados, Eva le preguntaba a su hijo sobre sus últimos 100 años sin verse, el cielo solo le permitía a Adam encontrarse con sus hijos Nefilim que se encontraban en el infierno una vez cada 100 años, como Eva llegando unas semanas tardes después del fiasco del hotel y su muerte y sin la posibilidad de moverse con magia en los anillos del infierno, debido al cierre de este mismo.

La primera en llegar fue la menor de todos los hermanos, Queen Bee, el pecado de la gula estaba bien arreglada, aunque se notaba unas grandes ojeras que pareció intentar tapar con maquillaje, cerca de ella estaba un perro del infierno que se tiraba de la corbatilla de su traje algo incomodo, el pecado de la Gula grito de alegría, mientras volaba hacia su madre, quien rápidamente le abrazo.

—¡oh! Mi pequeña imperativa.

Eva le dio varios besos en el rostro de Beelzebú, quien no pudo evitar soltar algunas lágrimas de alegría.

—mamá no vuelvas a hacer eso, sentí como si me desmoronaba.

—lo siento cariño, créeme no voy a dejar que me vuelva a pasar de nuevo.

Le respondió Eva a Beelzebú, mientras la soltaba de su abrazo y le acariciaba ligeramente la mejilla a la mujer demonio.

—ah, mamá quiero presentarte a alguien.

El pecado de la gula le hizo un gesto a su novio para que se acercara, mientras Vortex inhalo tratando de tranquilizarte, el olor que emanaba de la madre de su novia, prácticamente le gritaba “peligro alejarse a toda costa y rezar por tu vida”, así que con una fuerza descomunal de autocontrol para no dejarse llevar por sus instintos se tranquilizó y sonrió.

—mucho gusto, soy Vortex el novio de Bee.

La mujer se acerco y le dio una palmada en la espalda que lo hizo moverse un poco hacia adelante sorprendiendo ligeramente a Vortex, haciendo que su pelo se erice de miedo.

—¡Jaja! ¡vamos muchacho no te pongas tenso, solo te descuartizare si llegas a herir a mi hija, no te preocupes!

Eso no le trajo mucha confianza a Vortex.

Pronto otros dos pecados entraron, el pecado de la envidia, junto al pecado de la pereza, el pecado de la envidia tenía una apariencia de creatura del mar de escamas de color turquesa y gris, junto con una larga cola, en sus dos cabezas una aleta que tomaba la forma de cabello que se doblaba hacia un lado con una cabeza con el cabello mas largo, el pecado iba vestido con lo que parecía un traje de negocios con tonalidades verdes y azules con una falda bien arreglada y tacones de oficina, mientras el pecado de la pereza era una mujer de cabello morado y piel rozada tenia una vela morrada que brillaba en su cabeza, también llevaba un suéter grande, y lentes circulares, también tenia un cuerpo mucho mas largo con un hocico de oveja y largas orejas caídas a demás de que sus piernas terminaban en cascos de oveja, con caderas anchas y se le veía somnolienta.

—¡niños!

Eva se acerco y abrazo a Leviatán quien se inclino un poco para recibir el abrazo de su madre, con su cola moviéndose.

—mamá me alegra que estés bien, créeme tenia ganas de ir a golpear a Lucifer.

El pecado levanto su mano apretándola en señal de enojo mientras sus dos cabezas hablaban una después de la otra.

—oh cariño.

Eva le acaricio ligeramente el rostro izquierdo al pecado de la envidia, luego se acerco a su otra hija, quien se inclino ligeramente al abrazo de su madre, reposando su cabeza contra los enormes pechos de Eva, con esta acariciando ligeramente la cabeza del pecado de la pereza.

—no pude dormir bien desde que te vimos morir mamá, estoy tan feliz que estés bien.

Hablo el pecado de la pereza arrastrando las palabras algo adormiladas mirando a su madre con una mirada cansada pero aliviada, repentinamente las puertas del comedor se abrieron con un humo verde enfermizo.

—¡llego el mejor, perras!

El pecado de la avaricia entro en el lugar, su vestimenta de siempre junto con unas gafas de sol con un marco con signos de dólar, junto con su bastón.

Asmodeus gruño mirando a su hermano mientras abrazaba ligeramente a su esposo quien se había estremecido un poco.

—¡madre!

El corpulento pecado se acerco a la mujer quien le dio un abrazo con sus cuatro brazos, mientras Eva le daba un beso en la mejilla, el pecado la soltó y paso su brazo por el hombro de Eva.

—madre, siempre confié en que volverías, estos tontos llorones creyeron que habías muerto, pero yo siempre supe que volverías.

Eva se rio un poco sonriéndole con cariño a Mammón, mientras que el pecado de la envidia que se sentaba junto a su hermana Bee, se le acercó al oído y le susurro.

—escuche que el consentido hizo todo un berrinche de lagrimas y mocos en público, mientras gritaba a los cuatro vientos que dejaría en la completa pobreza a lucifer.   

El pecado de la gula se rio con burla.

—¡los escuche pedazos de mierda!

Grito enojado el pecado de la Avaricia a sus hermanos que sonrieron con sorna.

—no pelen niños.

Regaño Eva mirando con desaprobación al pecado de la envidia que hizo una mirada inocente.

—oh si madre, te traje un regalo.

El pecado de la avaricia saco una caja de color verde con una cinta echa de oro real, Mammón era todo un demonio que encarnaba su pecado, era avaricioso y tacaño, no le importaba lastimar a otros si podía sacar veneficio, excepto su madre, su madre siempre seria la una excepción, Mammón había sido el consentido de la familia y algo más grande que su propia avaricia era el amor por su madre.

—¡oh cariño!

Eva tomo el regalo con cuidado mientras comenzaba a abrirlo encontrando una gargantilla de púas que brillaban con un resplandor, con Eva abriendo los ojos.

—¿esto es-?

Mammón se cruzo de brazos sonriendo con orgullo.

—así es madre, esta echo con cuero original de la antigua serpiente con la que luchaste en la era primaria, el leviatán y las púas están hechas de metal angelical.

Eva, se retiro la gargantilla que llevaba puesta arrojándola al piso y colocándose la nueva gargantilla, sonriendo con alegría mientras se lanzaba nuevamente a abrazar a su hijo, mientras Mammón abrazaba a su madre levanto la cabeza y miro a sus hermanos, sonriéndoles de manera engreída, con algunos hirviendo de envidia.

—oh gracias hijo, no debiste.

—no te preocupes madre, siempre me da un gusto darte, para que siempre te veas ruda.

Dijo el pecado de la avaricia sonriendo a su madre al separarse del abrazo de su madre que le sonrió feliz estaba apunto de hablar cuando serian interrumpidos nuevamente por las puertas del comedor con una de estas separándose del marco.

—¡hay por favor, Satán!

Grito con frustración Asmodeus, viendo a su hermano Satán entrar al comedor caminado rápidamente y acercándose a su madre, mientras Mammón se apartaba de su camino molesto, mientras el pecado de la ira, tomaba de manera delicada el rostro de Eva entre sus manos mirando a su madre, preocupado buscando cualquier herida o daño, Eva tomo ligeramente las manos del pecado, mientras las separaba y las bajaba.

—tranquilo cariño, estoy bien.

Hablo Eva con una voz relajante mirando a su hijo quien se inclinaba para mirar a su madre, Satán dio un suspiro de alivio calmándose, para luego abrazar a su madre, la cual le devolvió el abrazo a su hijo, mientras ella suspiraba y cerraba los ojos, sintiéndose mas tranquila alrededor de sus hijos, sabia que no quedaba mucho tiempo antes de que Roo se liberara, pero Eva decidido tomarse el lujo de relajarse, aunque sea por un momento.

Chapter Text

Su respiración fue errática mientras se acercaba al claro entre los arboles donde sabia que estaban sus hermanos menores y su madre, finalmente pudo llegar, escuchando los aleteos se escondió detrás de un árbol asomándose ligeramente podía divisar a su madre junto con sus hermanos, Bee se encontraba cargando a Set en sus brazos, su madre no se veía bien, siendo sostenida con delicadeza por Leviatán.

El aleteo se detuvo cuando aterrizo los ángeles, él pudo divisar a la gobernante de los cielos Seraphiel, mientras que la acompañaba un ángel extraño, sus vestimentas eran completamente negras y sus alas iguales a los de un cuervo, completamente negras, lo otro extraño era que el ángel tenia rasgos iguales a los de su hermana Bee, solo que mucho mas marcados, el rostro de la mujer angelical era como la de una loba gris, también tenía múltiples cicatrices en la cara y los brazos, viendo sus manos pudo saber que esas cicatrices eran autoinfligidas.

—Eva madre de la humanidad, te saludamos y saludamos a tus…descendientes.

Hablo la alta serafín diciendo lo ultimo mirando con desconfianza a los hermanos con rasgos animales.

—p-por favor Sera…y-yo necesito saberlo, y-yo…por favor dime que Abel esta en el cielo, que él está bien.

El se estremeció cuando la voz quebradiza de su madre hablo, completamente delicada a diferencia de lo normal, que hablaba con confianza o con ira justa cuando la hacían enojar con las payasadas de el y sus hermanos, no quedaba nada de la confianza y gran fuerza que siempre había visto en su madre.

El Serafín miro a su compañero el ángel que la acompañaba con tristeza, el cual tenia una mirada dolida, mientras suspiraba temblorosamente el cual hablo con una voz delicada.

—Eva…

—p-por favor Azrael…

El arcángel se atraganto como si quisiera llorar, desviando la mirada para nuevamente suspirar y mirar a su madre.

—lo lamento Eva, el…el alma de tu hijo se perdió, n-no hemos creado aun, un pozo de las almas para que estas reposen antes de entrar al cielo o el infierno, no hemos creado el limbo ni el juicio divino para que un alma este protegido del vacío universal…yo…lo siento.

En el momento que el arcángel dijo lo último, él pudo ver bien como su madre se desgarraba de dolor, cayendo al piso de rodillas dando un grito desgarrador que le puso la piel de gallina, mientras sentía que su corazón ardía de dolor al ver a su madre, sus hermanos se acercaron a su madre, tratando de consolarla pudo ver a Satael el joven de piel roja abrazar a su madre, aunque algunos estaban igual de conmocionados, el dejo de mirar y se recostó contra el árbol, sentía como su respiración se volvía errática nuevamente mientras, su visión se empañaba por lo que sabia eran lágrimas.

Lentamente levanto sus manos mirándolas, sus manos limpias, pero a sus ojos aun podía ver la sangre de su hermano, con un quejido lloroso, el rápidamente comenzó a correr bajando la montaña, tras unos minutos de correr, llego a la cueva que era el hogar de su familia, con algunas cabañas de ramas en la entrada con una fogata enorme frente a la entrada, rápidamente corrió a la cabaña que era su lugar de dormir, entre jadeos y lágrimas, tomo sus pertenencias y rápidamente las metió en su bolso de cuero de tigre, tomo algunas frutas y vegetales, junto con un poco de carne seca y comenzó a correr, alejándose del lugar.

Lo único que tenia en su mente era correr, alejarse, debía alejarse para no hacer más daño.

Tras varias horas de correr, gracias a la fuerza descomunal que tenia pudo alejarse miles de kilómetros entrando al desierto árido y medianamente seco, finalmente deteniéndose diviso algunos árboles muertos secos y un charco de agua, viendo que el sol se comenzaba a ocultar, decidió acampar en el lugar, marco territorio haciendo un círculo y tomo algunos troncos que rompió con sus manos creando leña, con sus manos desnudas desmenuzo un pedazo de tronco, que puso en el centro de la fogata, sacando su pedernal, lo comenzó a golpear para sacar chispas recordando las enseñanzas de su madre.

Finalmente logrando crear fuego.

El suspiro sentándose frente a la fogata, tomo el saco echo del estomago de un ganso donde había agua tomando un poco de esta para volverlo a cerrar.

Miro la fogata por unos minutos, mientras todos los sucesos de la muerte de Abel se repetían en su mente, la mirada de miedo de su hermano, cuando levanto esa roca, sus manos ensangrentadas, la piedra en la cabeza aboyada de su hermano.

Volvió a sentir sus ojos llenos de lágrimas, rápidamente se limpió las lagrimas mientras se levantaba y caminaba acercándose al charco de agua, mirando el reflejo en el agua, viendo su rostro, su rostro cansado, las ojeras, pero, sobre todo, el mismo rostro de su hermano.

Pronto comenzó a hiperventilar, mirando su reflejo, cuando un pensamiento errático entro en su mente, su respiración errática se detuvo por completo mientras su mirada se posaba en la fogata, ahora con una mirada vacía y determinada, lentamente camino hacia la fogata arrodillándose frente a esta, mirando las llamas muy fijamente.

—has cometido pecado…y debes llevar una marca…para que nadie olvide lo que hiciste, Caín el primer asesino.

Hablo en un susurro mirando el fuego, cuando repentinamente cerro los ojos, mientras lanzaba su rostro contra la fogata, sintiendo las llamas y el carbón caliente tocar su rostro, quería gritar, pero se mantuvo firme, sin hacer ningún ruido, sintiendo su piel arder, tras unos segundo saco la cabeza del fuego, dando un jadeo de dolor, ligeramente abrió los ojos viendo ligeramente rojo y borroso, miro al charco y se acerco arrastrándose, tomo de sus manos y se echo en la cara desfigurada, su respiración se volvió errática mientras, su visión se ponía negra y caía de lado, Caín quedo inconsciente.

Eva dio un ligero eructo terminando su comida, moviendo ligeramente las migajas con los tenedores, tras unos segundos levanto la mirada hacia sus hijos, quienes también terminaban, suspiro mientras se levantaba de su asiento, tosió para llamar la atención de sus hijos, mirándolos más seriamente.

—niños, tengo algo importante que hablar con ustedes, como bien saben, cada año eh venido al infierno a limpiar en anillo del orgullo de los pecadores, pero no es solo eso, el exterminio no solo era…para limpiar las almas y regresarlas al pozo de almas, había una razón aún más importante.

Todos comenzaron a prestar más atención a su madre mientras hablaba, algunos moviéndose incomodos ante la seriedad palpable.

—los exterminios servían como un sello, para la raíz de todo el mal, lo que nació del fruto del árbol prohibido, Dios creo un sello atrapando a Roo en las profundidades del infierno, usando mi alma como sello, pero lastimosamente con el pasar de los milenios y la sobrepoblación de pecadores, el sello comenzó a debilitarse, los ángeles ancianos y yo, tomamos una decisión, cada año bajaría para limpiar el infierno, no solo eso sino que cada muerte o sangre derramada de pecador seria usada para fortalecer el sello…

Eva suspiro.

—lastimosamente, con mi segunda muerte y la completa cancelación del exterminio, provoco que el sello se debilitara a tal punto que en pocos días…Roo se levantara para consumir el infierno, la tierra y el cielo.

Al finalizar, todos entraron en un frenesí de preguntas, quejas provocando un gran desorden, Eva dejo que sus hijos discutieran por unos segundos, hasta que finalmente levanto una mano y la bajo con fuerza contra la mesa, haciéndola rechinar, provocando el silencio de sus hijos.

—les digo esto para que se preparen y se protejan en sus reinos, voy a arrastrar a Roo hacia el anillo del orgullo donde voy a enfrentarla, sola.

Dijo muy seriamente.

—¡mamá, no hablas en serio, si te vas a enfrentar, nosotros ayudaremos!

Varios estuvieron de acuerdo ante lo dicho por satanás, exceptuando Mammón quien hizo una sonrisa incomoda no muy convencido ante las palabras de satanás.

 —por favor, niños no puedo soportar perder a mas de mis hijos, yo tengo la fuerza para enfrentarla, por muy poderosos que ustedes son, no sobrevivirán a la batalla, así que, por favor, no luchen, solo manténganse protegidos, con que se mantengan seguros yo podre luchar con todas mis fuerzas.

Eva miro a todos sus hijos con ojos suplicantes, varios hicieron muecas de dolor intentando soportar la mirada de su madre, siendo algo imposible, con todos terminando asintiendo con resignación.

—bien.

Eva suspiro, mientras regresaba su mirada a su hijo Asmodeus.

—que tal si finalizamos con ese jodido y delicioso postre de chocolate cariño.

El pecado de la lujuria le hizo un gesto a una de sus sirvientas.

Los pecados ahora se encontraban reunidos en una de las oficinas de reuniones de la mansión de Asmodeus después de la comida, las parejas de Asmodeus y Beelzebú no estaban al igual que la madre de los pecados.

—¿mamá fue a visitarlo?

Pregunto con duda leviatán mirando a su hermano de la Ira, Satanás suspiro y asintió.

—si en estos momentos se encuentra viajando al anillo de la ira, para ir a verlo.

Bee suspiro mientras se limpiaba la lagaña de los ojos con ojeras debido a la depresión y los abusos de sustancias que había tenido.

—aun no entiendo como es que Caín no supera el odio a sí mismo, mamá pierde el tiempo intentando convencerlo todas las veces que va a visitarlo.

Todos los demás hicieron una mueca ante eso, con Belfegor dando un fuerte ronquido la cual estaba dormida abrazando una enorme Dakimakura con la imagen de un arcángel de cabello rubio largo brillante y ropas suntuosas.

—bien, dejando de lado todo lo de Caín, supongo que no nos vamos a quedar al margen de esto ¿no?

Pregunto Mammón, con los demás asintiendo.

—puede que mamá nos hiciera prometer que no estuviéramos en el anillo del orgullo para ayudarla, pero no dijo nada de hacerlo indirectamente.

Hablo el pecado de la Envidia, mientras se arreglaba ligeramente el chaleco de su traje.

—¿Qué tienes pensado?

Pregunto Asmodeus levantando una ceja hacia su hermano, con Satanas también lanzando una mirada de curiosidad a su hermana Leviatán.

Las dos cabezas de Leviatán sonrieron.

—¿han escuchado sobre los huesos indestructibles de Behemot?

Eva sobrevoló con sus enormes alas doradas el anillo de la ira, con gran velocidad.

—malditos serafines y las ventajas que tienen.

Dijo Eva, aun le sorprendía la velocidad con la que ahora podía volar, como Adam era poderoso, pero como Eva, estaba en el mismo nivel que los ángeles de la alta jerarquía, sentir el poder que tenían sus amigos de cara estirada aun la abrumaba.

Pronto diviso la granja apartada de su hijo Caín, comenzó a desacelerar mientras baja de altitud, finalmente llego a la entrada de la granja rustica.

Miro el lugar habían pasado 100 años desde que había estado la ultima vez, noto que las ventanas de la fachada habían sido cambiadas, rápidamente se encamino a rodear la casa llegando a la parte trasera donde estaba cercado y daba a un amplio llano con muchas ovejas infernales, creaturas que sabia solo su hijo criaba.

Rápidamente pudo divisar a su hijo en medio sentado en un taburete trasquilando a una de las ovejas.

La apariencia de su hijo nunca había cambiado, siendo muy igual a su padre biológico, cuando murió y entro al infierno perdió sus rasgos humanos y los rasgos de lucifer se volvieron muy marcados, exceptuando su cabello que era de un color negro como el de ella, su piel era blanca y unas marcas rojas en las mejillas heredado de lucifer y la altura de su padre, con esas cejas iguales a las del rey del infierno, el seria la calca de lucifer si no fuera por que su rostro estaba dividido con un lado de la cara siendo de un color gris y un ojo completamente rojo, un rasgo remarcado por su pecado.

—hola hijo…

Caín se estremeció ante la voz que escucho detrás de él, sin poder voltear y ver a su madre.

—h-hola mamá…

Eva miro la espalda de su hijo por un buen rato, suspiro cuando vio que el continuaba trasquilando sin mirarla, pudo ver otra maquina de trasquilado se acerco a una de las ovejas y la tomo colocándola entre un brazo mientras caminaba hacia su hijo haciendo aparecer un taburete, sentándose a espaldas de su hijo coloco a la oveja que ni reacciono solo siguió comiendo del pasto.

Pronto encendió la maquina y comenzó a trabajar en la oveja que había tomado.

—mamá se lo que vas a decirme…pero eso no cambiara, pero así es la vida, cometes un error y nunca podrás cambiarlo, no puedes cambiar lo que fuiste.

Caín suspiro.

—umm, el cambio es necesario hijo.

Eva apago la maquina mientras comenzaba a limpiarla.

—si, pero nunca es fácil, no para mí, se lo que debería hacer…pero eso significaría tener que ver a mi pasado y yo…eh estado huyendo de el desde milenios atrás y se que dolerá.

Eva rio ligeramente con tristeza, volviendo a encender la maquina trasquilando otra parte.

—hijo el pasado puede doler bastante, pero solo hay dos caminos puedes huir de el o aprender de él, Caín, es normal que perdamos a las personas que amamos, muchas veces por nuestra propia culpa, sin ello nunca sabríamos lo importante que eran ellos.

Eva soltó una ligera lagrima mientras sonreía un poco recordando tiempos pasados.

—es así hijo, la vida se resume en soltar todo, pero lo que siempre duele más…es no tener la oportunidad de despedirnos.

Eva escucho el sollozo de su hijo, un nudo de dolor sintió Eva.

—lo que quiero llegar a decir, es que el odio es una carga, la vida solo es una como para estar enojado contigo mismo, no lo merece y debes soltarlo Caín, yo lo solté hace mucho tiempo atrás, has estado toda tu existencia sin rumbo y no quiero eso para ti.

La maquina de trasquilado de su hijo de detuvo mientras seguía sollozando.

—Caín, tienes la fuerza de tu grandeza, pero tienes que tomar las riendas y decidir tu propio curso, síguelo, no importa que duela y cuando el tiempo venga a decirte que tienes que abrir tus alas y ser todo un hombre…yo, espero estar ahí.

Eva levanto la mirada un poco y pudo divisar la única estrella del firmamento que era el cielo.

—recibiendo algo de la luz que emitas ese día, espero…estar ahí.

Caín dio un suspiro limpiándose los ojos, girándose hacia su madre, para ya no encontrarla, solo una carretilla completamente llena de toda la lana que debía sacar el día de hoy con todas las ovejas que debía trasquilar completamente trasquiladas, el levanto la mirada donde se veía la estrella que era el cielo.

—algún día mamá…algún día.

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Eva abrió los ojos ligeramente todo era borroso con la cantidad de alcohol en sus venas la silueta de la persona entre sus piernas se difumino mostrando un cabello rubio largo y unos ojos violetas que la miraban con pasión y amor, dos ojos violetas uno brillante como una gema pulida que reflejaba la luz de mil estrellas, mientras que el otro completamente apagado sin el reflejo de la luz que alguna vez brillo en él, Eva siguió esa mirada mientras le daba placer poco a poco la mirada de amor en esos ojos se desvaneció, remplazada con una mirada apática y sin ningún sentimiento.

El placer y calor que sentía se desvaneció en un segundo, ella cerro los ojos con dolor para soltar un jadeo y abrir los ojos la silueta dejo de estar difuminada mostrando a una súcubo jadeante, desnuda y sudorosa que intentaba darle placer a la madre de la humanidad.

Rápidamente la mente de Eva evaporo el alcohol de su mente, recordando, estaba en el anillo de la lujuria, su querido hijo le dio una estancia en un hotel de lujo, mientras descansaba para pronto comenzar un concierto, Eva se había encontrado con un grupo de súcubos su líder Verosika actualmente trataba de llevar al ángel a otro orgasmo sin éxito.

 Perdiendo el animo Eva tomo de las piernas al súcubo quien dio un alarido de sorpresa cuando ahora ella quedo debajo de Eva mientras la enorme mujer sometía al súcubo frotándose contra está llevando al demonio de la lujuria a un punto de quiebre provocándole un orgasmo dejándola en la inconciencia y la satisfacción del placer absoluto.

Viendo al demonio desplomarse Eva se levanto de la cama mirando con aburrimiento su habitación con los súcubos eh íncubos algunos acostados en la cama otros acurrucados en los muebles de la habitación, la primera mujer suspiro con aburrimiento caminando hacia las duchas entrando se miro ligeramente en el espejo de cuerpo completo haciendo una mueca al ver que esta un poco untada de fluidos, rápidamente entro en la ducha cerrando la puerta abrió el grifo de la ducha dejando que el agua fría la cubriera relajándola cerro los ojos dejando que el agua fluyera tras unos segundos con sus manos empezando mas arriba de sus rodillas comenzó a acariciar su cuerpo encontrando cada herida o quemadura de batalla que alguna vez ese cuerpo había soportado en su tiempo mortal, con cada herida tocada recordaba cada batalla, al llegar a su estómago toco la herida mas grande que tenia recorriendo por en medio de sus senos subiendo por su cuello y mentón, recordó muy bien esa batalla contra la ultima bestia primordial en pie, el monstruo que inspiro en al nombre de uno de sus hijos, aun podía recordar la mirada sedienta de sangre de esa creatura y los últimos momentos del ser antes de sucumbir a las heridas infligidas por ella.

Soltando un suspiro abrió los ojos para comenzar a enjuagarse y limpiarse pronto comenzaría el espectáculo.

En el anillo de Lujuria en uno de los Clubs más famosos, aparte del Club personal de Asmodeus, famoso por su gran salón de eventos donde muchas bandas se presentaban, varios demonios esperaban el gran espectáculo que había anunciado el gobernante del anillo de la lujuria, un gran invitado haría un concierto de proporciones épicas, el salón mágicamente ampliado por la magia demoniaca del gobernante de la lujuria estaba completamente lleno con muchos nacidos del infierno y uno que otro demonio de la realeza infernal, muchos habían venido ante la invitación gratis y las promesas de un concierto enorme, mucho ruido se escuchaba algunos tomando y divirtiéndose mientras esperaban el espectáculo.

Repentinamente se escucho un estruendo que hizo callar a todos, mientras todos miraban hacia el escenario cuando las luces se apagaron por completo, repentinamente una luz se pozo en el centro del escenario donde se encontraba un micrófono con su soporte.

Poco a poco se comenzó a escuchar un coro angelical suave, mientras un aleteo se escuchaba, una figura con un contorno dorado bajo de arriba cuatro alas doradas cubrían al ser, mientras el otro par eran las que aleteaban detrás mientras bajaban a la figura, el coro subió de tono cada vez mas que la figura se acercaba al suelo para al final cuando la figura se paro el coro se detuvo abruptamente.

Todos se quedaron sin aliento completamente cayados ante la presencia angelical.

Cuando con una fuerte sacudida las cuatro alas se abrieron mostrando a la figura que lanzo un brazo para atrapar el micrófono que se movió por la fuerza de las alas doradas.

—¡Hola anillo de la Lujuria, espero que trajeran jodido lubricante porque voy a penetrar sus jodidos oídos con el poder de la música, cabrones!

La enorme mujer grito con alegría engreída, el ángel, llevaba una ropa que no verías en un ser angelical, una chaqueta de cuero sintético negro con pinchos en la hombreras, su chaqueta abierta daba paso a sus enormes senos que eran retenidos por un sostén dorado, que se notaba apenas soportaban los enormes pechos de la mujer, su estómago desnudo mostrando su piel morena y musculosa, mostrando la herida que recorría de su mentón, pechos y casi llegaba a su ombligo, en su pelvis unos shorts de jean bastante cortos que se deshilachaban al final de estos, una correa de cuero negro con una hebilla dorada donde colgaban cadenas de acero angelical, sus piernas semi cubiertas por medias de maya con algunos agujeros que mostraban ligeramente la piel de sus piernas con ligeras cicatrices, en sus brazos habían brazaletes de cuero con pinchos en sus tobillos y donde terminaban las medias de maya habían otros brazaletes de cuero con pinchos completamente descalza y con sus uñas de los pies y manos pintadas de negro, también tenía una gargantilla de cuero con pinchos que brillaban siendo de acero angelical, sus labios pintados de un color negro y sus ojos contorneados por un grueso delineador debajo remarcando sus brillantes ojos dorados llenos de emoción y sus oídos repletos de peircings de color dorado con forma de cruz.

—¡MUY BIEN PERDEDORES, ES HORA DE MOSTRARLES COMO SE ROCKEA PERRAS!

Una guitarra dorada se manifestó en las manos de la enorme mujer mientras comenzaba a tocar notas poco a poco mientras que con un pie golpeaba el escenario creando una combinación de ritmo al compas de las notas de la guitarra, poco a poco algunos pecadores comenzaron a menear la cabeza con el ritmo, Eva sonrió con emoción mientras aumentaba el rasgueo en las cuerdas, pronto los nacidos del infierno empezaron a emocionarle, con un ultimo rasgueo potente, detuvo los golpes del pie, mientras una potente ráfaga dorada de magia salía de su guitarra, a su alrededor se manifestaron Exorcistas dorados con instrumentos, como la batería, el bajo y otros, el exorcista que se sentaba en la batería levanto las baquetas en cruz para bajarlos con velocidad y comenzar a tocar, con los demás y Eva tocando sus instrumentos, seguido de la potente voz de Eva esta comenzó a cantar.

El publico enloqueció en un grito de euforia y emoción.

Eva dio un gran espectáculo de horas, donde los nacidos del infierno se vieron influenciados por la poderosa voz de Eva.

La madre la humanidad se sintió bien mientras se dejaba llevar una vez más por el rock.

Eva suspiro mirando sus manos escuchando ligeramente el ruido del ascensor por el rabillo del ojo pudo ver a una diablilla con su bebe notablemente preocupada, a su izquierda también había una pareja de súcubos igualmente asustadas, tras finalizar su concierto todos sus hijos en sus respectivos anillos anunciaron la catástrofe que se avecinaba pidiendo a toda la población que evacuaran las ciudades centrales de cada anillo y se alejara hacia los bordes lejanos, eso llevo a una ola de pánico de toda la población de los anillos comenzado a evacuar, algunos tomaron la decisión de dirigirse hacia el anillo superior el anillo del orgullo creyendo que ahí estarían a salvo.

Eva soltó una ligera risa amargada, eran tontos, el anillo del orgullo era el que iba a ser el mas devastado, a ella le importaba poco los nacidos del infierno no la enojaba, pero tampoco lloraría por ellos, era indiferente, los únicos que odiaba en el infierno eran a los pecadores, por eso no le dio ni información a lucifer de dar un anuncio de la crisis que se avecinaba.

Eva sonrió con malicia, esperaba que muchos de esos bastardos sufrieran en la catástrofe.

La enorme mujer se levanto cuando el ascensor infernal se detuvo informando a sus residentes que se encontraban en el anillo del orgullo en Imp City la última parada.

El ángel cruzo la entrada saliendo de la estación del ascensor, haciendo una mueca de desprecio ante la vista del anillo donde residían el desperdicio de la humanidad.

Crujió su cuello y se ajusto su chaqueta, aun llevaba la ropa que se había puesto para dar su concierto.

Con un suspiro hizo aparecer sus seis alas doradas desplegándolas mientras comenzaba a elevarse hacia el cielo directo hacia Pentagram City, el punto central del anillo del orgullo pronto comenzó a sobrevolar esperando.

Varios de los Overlord del anillo del orgullo comenzaron a ponerse nerviosos con el ángel que sobrevolaba el cielo, muchos de estos decidieron alejarse de la ciudad en sus refugios si este ángel atacaba, después de ver como un estúpido pecador intento atacar al ángel con un francotirador con balas angelicales, la bala choco contra un escudo, el ángel miro a la dirección del pecador y apunto su dedo disparando un pequeño rayo dorado, que termino matando a todos los pecadores residentes donde estaba el pecador dejando el edificio en escombros, después de eso no se hizo más movimientos.

En el balcón una preocupada princesa miraba al serafín que sobrevolaba la ciudad de su gente, su novia intentaba calmarla, la princesa no sabia que pensar del poderoso ángel sin saber nada de la historia detrás de esta y su padre que no quería decirle nada, pues este se había vuelto a encerrar en su palacio, quedando nuevamente incomunicado del infierno separando su palacio del infierno.

En las profundidades del infierno en el ultimo anillo un cumulo de zarcillos negros como raíces con púas, se retorcía en el centro moviéndose erráticamente en un desierto seco y terregoso de tierra negra, repentinamente el cumulo se dejo de mover provocando que el ruido del cumulo se detuviera dejándola completamente en calma.

Y luego todo exploto.

En el centro de los anillos se destrozó las ciudades que se encontraban en esos puntos mientras una bola de escuridad echa de zarcillos parecidos a raíces avanzaba atravesando cada anillo con gran velocidad.

Finalmente, en el anillo del orgullo el suelo tembló asustando a los habitantes de Pentagram City cuando el suelo se partió y raíces atravesaron a múltiples pecadores devorándolos convirtiéndolos en polvo con una bola de raíces negras atravesando el piso destruyendo muchos edificios la bola de raíces hacia un ruido de gritos impíos retorciendo mientras avanzaba hacia arriba finalmente chocando con el ángel de seis alas.

El choque provoco una onda expansiva que destruyo varios edificios y matando temporalmente a varios pecadores en el lugar.

La masa saldría expulsada chocando contra el área destrozada de la ciudad.

El ángel soltaría un jadeo de esfuerzo mientras descendía aterrizando a unos metros de la masa amorfa de raíces, tras unos segundos la masa se comprimiría hasta formar una silueta de una mujer para finalmente tomar forma, Eva gruño ante lo que veía.

Era una copia descarada de la propia Eva retorcida, misma cara y cuerpo que estaba desnudo mostrando las mismas cicatrices de la propia Eva, pero solo eso, lo diferente radicaba en su color de piel era completamente pálido casi blanco, de su espalda como una imitación retorcida barias raíces negras daban formas a las alas de Eva y sus ojos eran de un color rojo completamente apagado y sin vida acompañando a una sonrisa exagerada e inquietante.

—Hola Roo…

La creatura no dijo nada al saludo de la madre de la humanidad, solo inclino la cabeza como un animal curioso lo que le envió un escalofrió a Eva por toda la espalda y erizando las plumas de sus alas.

—ahora, tengo la fuerza para enfrentarte monstruo.

Eva a gran velocidad manifestó su guitarra angelical y se lanzo contra la creatura quien rápidamente comenzó a evitar los ataques ambos seres poderosos comenzaron a danzar en medio de la ciudad destruyendo edificios a su paso Eva con sus ataques y matado a uno que otro pecador que quedaba en el fuego cruzando, mientras la raíz de todo mal simplemente tocaba los edificios y los erosionaba o volvía polvo a los pecadores que tenían la mala fortuna de tocarla.

Pronto Eva logro cortar una de las raíces de la creatura, con esta finalmente devolvió el gesto envistiendo a Eva con una raíz que choco con el estómago del ángel enviándola a volar chocado con varios edificios destrozándolos.

Sin que las dos creaturas supieran unos drones de un Overlord graban toda la batalla trasmitiéndola en las ciudades a cualquiera con Acceso a televisión en el anillo, lejos de la ciudad en el hotel de la princesa un escudo de color verde con simbologías impías se manifestaba protegiendo el Hotel.

Mientras tanto en el cielo Lute se encontraba instruyendo a sus soldados ahora como la general Exorcista comenzó un trabajo de entrenamiento más disciplinado.

—¡vamos señoritas, las quiero ver sudar sangre!

Una exorcista voló rápidamente acercándose a la general aterrizando cerca de ella en el campo de entrenamiento.

—¡Señora, una emergencia de nuestra ala de investigación de información del infierno intercepto una señal demoniaca del infierno! ¡tiene que verlo señora!

Lute miro con malos ojos a la exorcista que la había interrumpido para gruñir.

—bien.

El exorcista y Lute se elevaron directo al ala de investigación.

En un lugar varios ángeles exorcistas y algunos querubines pequeños con formas animales trabajaban en equipos y computadoras de manera exaltada, cuando Lute abrió las puertas del lugar entrando molesta.

—muy bien, espero que sea importante Terminator.

Hablo molesta acercando a una exorcista en medio dando ordenes a otros exorcistas y querubines, rápidamente se giro y dio un saludo militar.

—mi señora, hace unos minutos detectamos una trasmisión infernal que se presentaba en todo el anillo del orgullo, esta por todos lados, un Overlord lo esta trasmitiendo nuestros registros lo catalogan como uno de un grupo de tres Overlords que gobiernan juntos.

Lute gruño molesta.

—y eso que importancia tiene para mí.

—véalo por usted misma señora.

Dijo la exorcista Terminator girándose al frente con Lute mirando al frente a la enorme pantalla, que se encendería mostrando la trasmisión los ojos de Lute poco a poco comenzaron a abrirse en estado de Shock dando unos pasos adelante, quedando completamente atónita mirando la trasmisión.

—¿señora?

Ante la voz del exorcista Lute reacciono girándose seria mirando al exorcista.

—entrégame un trasmisor portátil y sintoniza la trasmisión, el alto concejo debe verlo, también envía una alerta máxima a lady Sera para que reúna al alto concejo de ancianos, ahora.

La exorcista dio un saludo militar asintiendo mientras un querubín con forma de conejo se acercaba entregándole u dispositivo pequeño a Lute quien lo tomo con su brazo protésico de metal angelical.

Mientras rápidamente trotaba a la salida, una vez fuera del complejo se elevo en el cielo volando hacia la sala del gran concejo.

—Señor…Adam, Señora… Madre, está viva.

Después de varias semanas Lute sintió esperanza.

Eva escupió un diente con sangre dorada al piso mientras se incorporaba completamente molesta empujando un escombro y moviendo ligeramente sus alas para soltar el polvo y algunas piedras que se habían metido entre sus alas, mientras sentía su diente regenerarse.

Dio un suspiro cansado haciendo una mueca al ver que su sostén se había destrozado dejando libre sus senos, rápidamente manifestó una banda dorada de energía con su poder para sostener sus pechos, lo único de su cuerpo que odiaba Eva, eras sus enormes pechos que le hacían más difícil luchar, buenos para el sexo, malos para una batalla.

—maldita perra.

Dijo con un gruñido Eva mirando al frente donde Roo, que estaba partida a la mitad manifestaba raíces de cada pedazo de ella para volver a unirse volviendo a la normalidad con su sonrisa inquietante mirando al Angel fijamente.

Tras un parpadeo la raíz de todo mal recorto la distancia entre Eva y ella logrando tomar del brazo de Eva comenzando a incrustar sus raíces bajo la carne de Eva haciéndola gritar.

—¡UUGGHH! ¡ZORRA!

Con una gran fuerza le dio una patada al ser maligno enviándola a volar lejos de ella, Eva miro su brazo con asco y dolor viendo las raíces deformando su brazo derecho con un rápido movimiento de su hacha guitarra se corto el brazo dando un ligero grito de dolor.

—menos mal que ahora tengo el mismo poder que un serafín oh esto se hubiera ido a la mierda muy rápido.

Sudando Eva logro regenerar su brazo completamente, mirando al piso el brazo que se había cortado se había convertido en cenizas.

Dando un gran salto Eva se elevaría en el cielo observando a Roo quien avanzaba lentamente reuniendo fuerza en sus brazos, rápidamente invoco poderosos rayos de luz dorada contra Roo en múltiple sucesión, con cada rayo aumentando cada vez más.

Al detener sus ataques Eva entrecerró los ojos mirando fijamente el humo del desastre que era el suelo sin poder ver a Roo, el ángel abrió los ojos y rápidamente esquivo un látigo de raíces que casi la atraviesa.

—bueno…mierda, eres una perra dura.

Eva sonrió de manera salvaje para lanzarse contra Roo, reanudando su batalla.

Todos los ángeles primordiales miraban la trasmisión con incredulidad y miedo.

Metratron suspiro y continúo registrando en su libro, Sera la gobernante del cielo tenía el rostro completamente en shock sin poder creer lo que veía, por su lado otros ángeles como Jophiel, Camuel y Azrael miraban con morbosa fascinación la batalla que se presentaba.

Por su lado Michael tenia las manos apretadas en el mango de su espada completamente quieta como una piedra, mirando fijamente la transmisión en la esfera de la sala del concejo.

Por su lado Lute estaba junto a la esfera de visualización conto hasta tres, cuando todos los ángeles ancianos comenzaron a discutir entre ellos, exceptuando a Michael la mujer estaba completamente quieta como una piedra.

La ceja de Lute se movió con irritación, ahora entendía por que Adam, su madre odiaba darles informes a los ángeles ancianos y prefería solo hablar con Sera, era como ver a niños pequeños discutiendo por un maldito juguete.

Lute tuvo suficiente, usando su lanza dio un poderoso golpe contra el suelo, llamando la atención de todos los ángeles del concejo de ancianos.

—su señorías, perdemos el tiempo, debemos buscar una solución para ayudar a nuestro general.

Los ángeles hicieron una mueca, Lute le desagrado esa respuesta.

—mira…General Lute, aunque nos gustaría ayudar, no podemos atravesar las barreras que se formaron entre el cielo, la tierra y el infierno y si llegáramos a intentarlo…bueno, podríamos comprometer la estabilidad del cielo, ¿no es así Metratron?

Hablo Lady Sera para luego mirar al escriba, quien suspiro.

—lastimosamente eso es cierto, nuestro padre me trasmitió que una poderosa alteración en la actual capa protectora que envuelve los reinos podría provocar el desequilibrio del cielo y traer el apocalipsis a la tierra.

 Los dientes de Lute se apretaron para evitar gritarles a los ángeles ancianos, por si fuera por ella, todos ellos podían irse a la mierda.

—comprendo…si me permite, me retiro.

De manera rígida el ángel exorcista camino fuera de la sala cuando la puerta se cerró detrás de ella, Lute estallo en colera.

—¡PEDAZOS DE MIERDA MALAGRADECIDOS! ¡CARA DE CERDOS! ¡MALDITOS CULO CELESTIALES INCERBIBLES! ¡AGGGHH!

Lute comenzó a golpear la pared con rabia mientras algunas lagrimas se formaban en sus ojos, dando un ultimo golpe que agrieto la pared, su ira se calmó ligeramente mientras jadeaba de cansancio por dejar llegar su ira.

—¿cara de cerdos eh?

Una voz hizo que abriera los ojos sorprendida girándose para ver a la mujer que había hablado mientras se sonrojaba mirando el rostro inexpresivo de Michael.

—L-lady Michael, señora.

Lute levanto una mano en señal de saludo militar.

—descanse soldado…quería hablar contigo.

—¿señora?

Dijo confundida Lute bajando su mano lentamente.

—necesito que me ayudes a apoyar a Eva en esta batalla.

Lute abrió los ojos, cambiando su expresión a una llena de determinación, Michael dio una sonrisa suave por primera vez a los ojos de Lute sorprendiéndola ligeramente, en todos sus años de existir en el cielo, nunca la había visto sonreír.

—puede que no podamos enviar apoyo con tropas a Eva, pero tal vez podamos apoyarla con armas.

Hablo el poderoso ángel levantando su espada, con Lute abriendo los ojos ante lo que hacía entender la líder del ejercito celestial.

Eva escupió una cantidad insana de sangre dorada en el piso mientras sentía sus pulmones regenerarse en su interior, lentamente comenzó a levantarse de entre los escombros de lo que alguna vez fue un estudio porno, miro a su mano donde su hacha guitarra se desintegraba haciendo una mueca por ello.

A pesar de estar mal herida, Eva sonrió con diversión mientras se limpiaba la sangre de la boca, la ultima vez que alguien la enfrento llevándola al limite con este cuerpo fue el propio Leviatán la bestia legendaria que inspiro el nombre de su hija.

 —¡vamos Roo, aun sigo de pie!

Grito a todo pulmón cuando fue envestida por una maraña de raíces negras, Eva comenzó a golpear el rostro sonriente de la creatura, ambas intercambiando golpe tras golpe en un frenesí de luz y oscuridad que inundaba el paisaje ahora casi apocalíptico.

—¡yo soy el fuerte que protege a sus hijos, yo soy la madre y el padre! ¡por eso voy a ganar creatura estúpida! ¡yo soy Adam y Eva hijo eh hija de Yahveh! ¡y voy a patearte el culo!

Eva dio un poderoso golpe que atravesó el pecho de Roo con sangre negra brotando de su cuerpo a borbotones.

La sangre negra al caer derretía el piso, Roo también aprovecho convirtiendo sus brazos en raíces negras que se abalanzaron contra Eva atravesándole las seis alas, haciéndola apretar los dientes de dolor.

—¡oh, golpe bajo perra!

Eva rápidamente invoco luz en la mano que atravesaba a su enemigo haciendo que esta explotara, el ángel dio un suspiro cuando las raíces que penetraban sus alas se desintegraron dejándola suspirar de alivio, mas el alivio no duro nada cuando unas raíces unidad en forma de espiral le atravesaron el estómago haciéndola vomitar más sangre dorada y mandándola a volar contra un edificio destruido.

La visión de Eva se puso borrosa sin poder ver bien a la raíz de todo mal como se regeneraba a unos metros de ella mientras retraía las raíces que la habían atravesado.

Lentamente comenzó a levantarse mirando a su copia oscura, mientras jadeaba de cansancio, pronto vio como la mujer de enorme sonrisa comenzaba a deformarse convirtiéndose en una masa oscura de ojos y raíces negras con un brillo rojo, el ángel apretó los dientes mientras se recomponía y levantaba los puños en señal de defensa.

Con solo parpadear Eva vio como la masa de oscuridad se disparaba contra ella a gran velocidad apretó los ojos esperando el impacto mientras reunía magia angelical como un escudo.

El golpe nunca llego a Eva, comenzó a abrir los ojos mirando fijamente uno de los ojos del Mal mientras este parecía intentar avanzar sin mucho éxito abriendo los ojos en total sorpresa al ver a la creatura atrapada en una clase de cadenas hechos de huesos de columna vertebral que brillaban ligeramente, Eva miro y estas cadenas, siete se elevaban hacia el cielo en el pentagrama del infierno en cada punta pudo divisar a sus hijos los pecados capitales uno en cada punto con Satanas en medio del pentagrama sujetando dos cadenas.

Eva suspiro con fastidio mientras reía ligeramente.

—JA, pequeños mocosos sin duda hijos de su madre, nunca escuchan, tendré que regañarlos cuando termine con esta perra.

Eva se levanto mientras dejaba que la magia curara sus heridas nuevamente mientras avanzaba a la creatura, rodeando sus puños de energía celestial comenzó a golpear a la creatura de raíces con golpes consecutivos mientras esta parecía chillar de dolor ante la luz del cielo en cada golpe.

Eva siguió avanzando con cada golpe, haciendo una mueca mirando que la creatura aun así se regeneraba.

—tengo que encontrar una forma de regresarla al agujero de donde vino, pero no tengo el poder para hacerlo…

Eva dio un paso atrás mirando la creatura que luchaba con las ataduras, sin saber que hacer, cuando una luz ardiente brillo en el cielo del infierno, Eva levanto la mirada sorprendida ante la energía que reconocía, la luz bajo como un meteorito de llamas doradas aterrizando frente a ella, Eva se cubrió el rostro con las alas por el impacto, abriendo sus alas, sus ojos se agrandaron de sorpresa ante lo que veía delante de ella, la espada de Michael, la espada llameante Flamberge, la disipadora de la oscuridad.

La raíz de todo mal chillo de dolor tratando de retroceder atada en sus cadenas intentando apartarse de la espada llameante, Eva sonrió mientras avanzaba y tomaba la espada, sus alas doradas tomaron un brillo mas intenso ante ella mientras levantaba la espada y se elevaba, Eva miro a Roo con la frialdad del infinito y el desprecio ardiente de mil soles.

—puede que nunca pueda eliminarte, pues eres mi pecado, eso lo sé, pero te metiste con el depredador equivocado, te metiste con la humanidad con las almas de mis pequeños, eso no lo puedo permitir, no te dejare que escapes de esta prisión, tu eres el prisionero y yo soy tu carcelero, ¡ahora quédate encerrado otros diez mil años más!

Eva lanzo un grito de guerra, la espada llameante brillaba incandescentemente mientras la levantaba en alto para finalmente bajarla con gran fuerza apuntando hacia la raíz de todo mal, la creatura chilla de dolor cuando Eva choco con ella las cadenas de hueso se rompieron mientras Eva como un cometa arrastraba a gran velocidad a la creatura de oscuridad atravesando el suelo bajando cada anillo del infierno conocido y llegando a aquello desconocido, atravesando el anillo de la violencia lleno solo de fuego ardiente, luego atravesó el anillo del fraude lleno de arena desértica sin una chispa de vida, pronto atravesando el anillo de la herejía un anillo echo de pura magia demoniaca donde habitaba el poder que sostenía el infierno al atravesarlo llego al penúltimo anillo del infierno el anillo de la traición donde solo se podía ver una tundra helada sin ningún atisbo de flora ni fauna un anillo que alguna vez gobernó Caín y donde solo quedaba un solo ser, Judas Iscariote, al atravesarlo finalmente llegando al último anillo, el limbo. Eva impacto contra el suelo clavando con fuerza la espada en el suelo.

El mal se espacio por todo el suelo eh inundo el anillo por completo echando raíces negras por todo el lugar con ojos rojos que miraban con rabia al ángel que volaba ligeramente encima de la espada jadeante ante el esfuerzo, con un último suspiro Eva salió disparada hacia arriba comenzó su regreso una vez más, mientras los anillos comenzaban a cerrarse detrás de ella.

Finalmente llegando al anillo del orgullo Eva dejo de volar aterrizando en el suelo mirando el lugar destrozado.

—se terminó…

Eva dio un suspiro de satisfacción para finalmente dejar que el peso de la batalla callera en su cuerpo dejando dar un espasmo de sangre dorada que broto de su boca mientras su visión comenzaba a desdibujarse.

Lo ultimo que Eva vio fue unos ojos Rojos preocupados.

Chapter Text

Eva solo veía bruma a su alrededor, mirando a su izquierda vio una pared de cristal que reflejaba su imagen más esta era de su versión masculina Adam, lo miro momentáneamente hasta que finalmente desvió la vista y continúo caminando en la oscuridad.

Paso a paso se extendía la oscuridad, paso a paso en un plano infinito.

Un ruido se escuchó en la lejanía, sus pasos se volvieron apresurados.

El lloriqueo de un bebe.

Sus pasos rápidos se convirtieron en salto veloces.

Corriendo por la oscuridad.

—¡mamá llegara! ¡mamá te protegerá de la oscuridad! —Eva siguió corriendo.

Una luz comenzó a mostrarse al final del camino, siguió corriendo mientras el llanto del bebe crecía.

Finalmente llego a la luz y su visión se llenó de luz blanca.

La madre de la humanidad se levanto de golpe exaltada mirando hacia el frente, mientras poco a poco observaba donde estaba, recuperándose de la exaltación.

Mirando los alrededores pudo ver que se encontraba en una clase de habitación de hotel con tonalidades rojas, incluso la sabana que cubría su cuerpo era de un color rojo con diseños de manzanas blancas.

Quitándose la sabana de encima se encontró con ropa casual con un short y una camisa que se apretaba contra sus enormes pechos.

En ese momento alguien entro por la puerta del cuarto, al ver quien entro el rostro de Eva se amargo mientras hacia una mueca como si oliera mierda.

—Lucifer…—Eva hablo entre dientes mirando con desdén al rey del infierno.

Lucifer por su parte rio con nerviosismo mientras sostenía un plato de panqueques, cubiertos de miel.

—hola Eva, traje un regalo de paz—dijo con una voz nerviosa el pequeño rey mientras se acercaba al enorme ángel.

Eva lo miro con desdén mientras Lucifer se paraba frente a frente, aunque el estuviera de pie y ella sentada, Eva aun le ganaba altura por unos centímetros, el estomago de Eva gruño con fuerza, haciendo que chasqueara la lengua en señal de irritación.

—tienes suerte que tenga hambre —Eva tomo el plato con brusquedad mientras ignoraba el tenedor que le pasaba lucifer, tomando un panqueque con las manos llevándose a la boca comiéndolo de un solo bocado.

Lucifer vio esto con los ojos abiertos cuando en cuestión de segundos Eva ya se había comido todo el plato de panqueques.

Tras terminar los dos se quedaron en un silencio incomodo con Lucifer retorciéndose los dedos en nerviosismo, para finalmente hablar sin poder mirar a Eva.

—entonces…luchaste contra Roo—Eva hizo una mueca de desprecio mirando al rey del infierno que ni siquiera la miraba.

—si ¿Cómo demonios no te enteraste? Prácticamente arrasamos todo el anillo del orgullo—dijo con duda e irritación.

Lucifer dio un sonido estrangulado mientras se acomodaba su chaqueta blanca.

—bueno, realmente estaba encerrado en una burbuja de realidad —el rey volvió a jugar con sus dedos mientras Eva le daba una mirada incrédula.

—enserio eres tan marica y melancólico que te encerrarte en tu castillo a llorar como una perra, por lo que te enteraste de mi—la voz de Eva estaba llena de incredulidad.

—bueno si lo pones así, si suena algo patético —el rio con nerviosismo.

Eva le dio una mirada nada impresionada mirando al rey, para finalmente dar un suspiro de desespero dejándose caer contra la cama que estaba.

—aun no sé cómo carajo lograste meterte en mis bollos calientes —ante lo dicho por Eva, Lucifer se sonrojo de vergüenza.

—en fin, te gustaría saber que tus hijos, ejem los pecados capitales, están en la sala principal del hotel descansando, se sobre esforzaron tratando de retener a la raíz de mal, pero están bien —hablo rápidamente el rey del infierno.

Eva sonrió un poco ante la mención de sus amados hijos y rio ligeramente, iba a regañarlos bastante, rápidamente dio un salto sintiendo sus huesos crujir, hizo una mueca la única vez que había terminado echa un desastre fue cuando bajo la guardia y termino apuñalada en su forma de Adam y cuando peleo contra el Leviatán en la tierra primordial, haciendo crujir su cuello miro al rey del infierno.

—llévame con ellos —Lucifer abrió la boca para decir algo, para el final descartarlo y asentir mientras se daba la vuelta para salir, con Eva siguiéndole el paso a Lucifer.

Al salir Eva pudo ver el corredor por donde avanzaban, hizo una mueca mirando el diseño de las paredes, siempre rojo y estúpidas manzanas y serpientes, Eva intuyo que era el Hotel de la hija de lucyfuck, el idiota no podía evitar poner la marca de su mas grande cagada en lo que creaba.

Pronto los dos llegaron a un ascensor, Eva hizo una mueca al ver que le tocaba agachar la cabeza para lograr entrar en el ascensor.

Lucifer levanto la mirada viendo a Eva incomoda.

—oh, perdón, no hice el ascensor muy al ajuste de gente grande, por eso no pudimos subir a los pecados a habitaciones y tuvimos que convertir la sala principal e una sala medica mientras tanto—Lucifer hizo una mueca de incomodidad.

Eva por su parte lo fulmino con una mirada.

—¿Por qué carajo me ayudas? —hablo Eva, Lucifer abrió la boca para hablar deteniéndose mientras volvía a cerrar y miraba hacia otro lado mordiéndose el labio.

—s-supongo que es una forma de buscar reparar el daño que hice—Eva resoplo con amargura.

—10.000 años tarde bastardo—Lucifer hizo una mueca de dolor desviando la mirada.

El silencio se volvió incomodo para los dos mientras Eva miraba hacia el frente con aburrimiento, terminando cuando el timbre del ascensor sonó, permitiendo que ambos pudieran bajar, con Eva siguiendo al rey bajito, los dos llegaron al vestíbulo.

Pronto la voz estridente de Mammón se escuchó.

—oye perra ten cuidado, mis brazos valen mas que tu estúpido hotel —se escucho la voz irritante del pecado.

—¡lo siento! —quien había respondido no había sido otra que la princesa del infierno.

Eva olvido la existencia de Lucifer, la princesa y sus amigos pecadores, su mente solo concentrada en sus hijos.

Varios de ellos se veían notablemente desgastados, Belfegor estaba completamente dormida abrazando su almohada de tamaño humano con la imagen de un ángel rubio, roncando fuertemente señal de que no despertaría en días conociendo a su hija, el que se veía en mas mal estado era Satanas, aunque el pecado estaba sentando con las piernas cruzadas en su enorme camilla para él, sus brazos envueltos en vendajes y con notables manchas de sangre.

—¡MAMÁ! —el grito aliviado de todos sus hijos resonó por la sala.

La primera en levantarse de su camilla fue Belcebú, quien rápidamente floto lanzándose a los brazos de su madre, con Eva recibiéndola con gusto, liberando sus seis alas envolviendo a su hija, Eva olio el aroma de su hija de miel y rosas, sintiendo un peso libre en su corazón, sus hijos estaban bien.

—mamá nos preocupaste mucho cuando no despertabas, quedaste bastante mal —la voz preocupada de Bee se escuchó separándose del abrazo de su madre, Eva le sonrió a su hija acariciando la mejilla de su hija.

—niños, saben que su madre es muy ruda, ya eh enfrentado toda la mierda de la tierra primordial ¿Qué es otro monstruo más? —Eva sonrió con arrogancia.

Sus hijos se rieron entre dientes.

—además, usaron los huesos del monstruo Behemot, eso fue muy inteligente —la voz de Eva sonó sorprendida por la Azaña de sus hijos.

—si fue mi idea, con ese poder logramos detener a la raíz de todo mal—Mammón hablo con arrogancia y presunción.

Una cabeza de Leviatán lo miro sorprendida y otra lo miro con enojo, Eva rio junto a Mammón en su camilla y con Bee a su otro lado.

Eva cerro los ojos y sonrió suavemente, para repentinamente tomar de la mejilla a sus dos hijos tirando de estos dando un apretón.

—¡ayayayay! —Mammón chillo de dolor.

—¡auhauhauhauh!—Bee también chillo de dolor.

El rostro de Eva cambio a una mirada de molestia mirando a sus hijos quienes se encogieron de miedo en sus camillas al ver la ira de su madre.

—¡¿Qué diablos les pasa, para intentar tremenda locura?! ¡les enseñe cuando saber atacar al enemigo correcto! ¡si no tienes la fuerza no lo enfrentes! ¡miren como quedaron! ¡lo que hicieron fue brillante, pero una estupidez! —la voz de regaño de Eva resonó por toda la sala.

Todos los pecados desviaron la mirada con culpabilidad, con Eva soltando a sus dos hijos quienes se acariciaron sus respectivas mejillas rojas.

—¡quieren matarme una tercera vez de la preocupación! ¡una madre no debería ver a sus hijos enfrentarse a la muerte! —lo ultimo fue un grito ahogado de dolor que hizo estremecer a los 6 pecados.

—¡tampoco queríamos verte morir madre! ¡lo lamentamos, pero al igual que nos enseñaste a enfrentarnos al enemigo correcto, también nos enseñaste a no dejar a nadie atrás de nuestra familia! —la voz poderosa de Satán resonó.

Eva suspiro calmándose mientras se acercaba a su hijo un metro mas grande que ella, el pecado de la ira se veía con una mirada suplicante, dando un pequeño salto dejado que un par de sus alas la ayudaran a sobrevolar para quedar frente al rostro de su hijo, ella acaricio el rostro de su hijo.

—lo se y me enorgullece, todos ustedes —Eva miro a los demás pecadores quienes sonrieron felices al escuchar las palabras de su madre.

—AAaaww —Eva y sus hijos se giraron para mirar a la princesa del infierno.

La cual tenia los ojos brillantes haciendo un gesto de ternura, Eva hizo una mueca, mientras desviaba su atención de sus hijos a la princesa del infierno y su banda de inadaptados.

La madre de la humanidad camino hacia la princesa quien sujetaba un libro, mirándolo de reojo, el titulo decía la historia del infierno, Eva hizo una mueca al ver sus autores, Lucifuck y su hermana Lilith.

—¡ooh es un placer conocerte! ¡siempre quise conocer a Eva, papá hablaba mucho de ti! —Eva miro por encima de la cabeza de la princesa a Lucifer quien se encogió en su lugar desviando la mirada y comenzando a sudar.

—Oye Pinkie Pie, ya nos habíamos conocido, perra olvidadiza—Eva hablo irritada con la princesa.

Por su parte Charlie la miro confundida a la madre de la humanidad.

—¿Pinkie Pie? No, mi nombre es Charlie, un placer y yo recordaría si te hubiera conocido—la princesa levanto una mano para un saludo con Eva.

Por su parte el ángel miro la mano de la princesa con confusión para luego mirar a Lucifer de nuevo quien ahora estaba muy pálido, las cejas de Eva se fruncieron.

—¿y que te a dicho tu querido papá? —las palabras de Eva salieron con entre dientes mirando a la princesa con su ceño fruncido.

Charlie sin darse cuenta de la tensión ahora presente en el ambiente asintió.

—papá y mamá me contaban la historia del inicio de la creación, como se enamoraron después de que mamá escapara del control de Adam—la princesa le mostro el libro de cuentos, mientras Eva lo tomaba en las manos.

Con cada palabra el ceño de Eva se profundizaba, por su lado Lucifer parecía estar dando un grito silencioso mientras parecía tratar de hacer señas a su hija de que se detuviera, los demás residentes también notaron el miedo de lucifer, Vaggie después de mirar a lucifer su mirada se fue hacia su novia con preocupación que no veía el peligro que empezaba a formarse frente a ella, apretó su laza con preocupación.

—como fue que decidieron compartir el libre albedrio con la humanidad y te dieron la fruta del conocimiento—ante cada palabra las plumas de las alas de Eva se erizaban y los músculos de sus brazos se tensaban.

—¡PPFFJAJAJAJAJA! —la risa estridente de Eva resonó silenciando a la princesa quien miro confundida a la madre de la humanidad.

Con un ultimo resoplido Eva dejo de reír mirando seria a la princesa.

—voy a contarte algo perra arcoíris por que parece que tu inocente papi se olvido de contarte —Eva levanto el cuento con una mano, con este repentinamente incendiándose en fuego sagrado con Charlie mirando incrédula la acción.

Las alas de Eva brillaron y se extendieron ensombreciendo a la princesa quien se encogió ante la intención asesina, los demás amigos de ella también se quedaron paralizados ante la sensación, los únicos que parecían tratar de resistir el aura asesina de Eva eran Vaggie y Alastor este ultimo mas por orgullo intentando con todo su poder mantenerse tranquilo con poco éxito.

—esa historia es pura mierda, primero que nada, fue el estúpido de tu padre quien solo me dio la manzana por que el idiota no podía mantenerlo en sus pantalones y quería follar conmigo, siéndole infiel a Lilith cometiendo el maldito primer pecado—Eva dio un paso con Charlie dando uno hacia atrás.

Charlie se atraganto de saliva ante lo dicho por Eva.

—segundo, esa estúpida manzana no era del conocimiento, era la maldita fruta del mal, lo que provoco que el mal se extendiera en el mundo creando a Roo poseyendo mi cuerpo, provocándome mucho dolor en esas horas y termine haciéndole daño a varios ángeles—un paso mas adelante, la princesa otro atrás.

—¡y putos tercero! ¡ya nos habíamos conocido perra, luchamos hace dos meses aquí mismo! ¡no hubo una tercera mujer! ¡yo soy el puto Adam el jodido Dick master original! ¡al mismo tiempo soy la jodida Eva la reina de las tetas! ¡como dije yo empecé la vida en la tierra! ¡toda la humanidad vino de mis jodidos ovarios! —la espalda de Charlie choco contra una pared quedándose sin fuerzas cayendo al piso completamente conmocionada, los demás residentes estaban igual de perplejos y en shock, Vaggie fue la primera en lograr recomponerse corriendo hacia su novia parándose frente a Eva, aunque temblaba y parecía a un solo paso de un ataque nervioso se mantuvo firme frente a la madre de la humanidad.

—¡no te acerques! —la voz de Vaggie sonó forzada.

—no me mires como si fuera el que cometió errores, pequeña traidora —la voz de Eva sonó carente de emociones.

—no eh cometido errores —la voz del ángel caído sonó segura de sí misma.

Eva resoplo mirando con molestia a su ex subordinada.

—Vaggie, puede que te hagas la víctima, pero tú te lo buscaste, ¿no cometiste un error? Perra fuiste la que mas cometiste errores, claro eras una de mis chicas mas fuertes y capaces en el exterminio, pero eras una perra orgullosa, no respetabas a tus demás hermanas, no respetabas los protocolos ¡incluso jamás fuiste a las inducciones sobre el infiero! —la voz de Eva sonó pesada a los oídos de Vaggie.

Pronto el sudor comenzó a formarse en la frente del ángel caído intentando mantener su compostura.

—si hubieras ido sabrías que no hay niños pecadores en el infierno, esos bastardos con forma de niños fueron jodidos pedófilos en vida, que ahora pagan su condena eterna con la forma de sus víctimas, felicidades vagina, protegiste a un pedófilo que abuso de muchos inocentes y ojala solo fuera eso, pusiste muchas veces en peligro a tus hermanas, liberaste a muchos pecadores de su castigo y luego esos bastardos mas adelante se convirtieron en Overlords, como ese bastardo que es dueño del alma de ese idiota actor porno, tuviste la oportunidad de acabar con el cuando era débil, pero lo dejaste ir por que te puso ojos de cachorrito—las palabras de Eva salieron como si fueran escupitajos.

Vaggie por su parte dejo caer su lanza al suelo, sus alas encogidas contra si misma, intentando cubriste con ellas para esconderse del mundo, mientras se dejaba caer de rodillas completamente temblorosa, Eva se agacharía hasta estar cerca del rostro de Vaggie.

—tu jamás serás una de mis hijas—la voz de Eva fue como un susurro que corto la respiración de Vaggie quien se atraganto mientras se formaban lagrimas en sus ojos.

Eva le lanzo una mirada aburrida a su antigua subordinada sin tenerle ni una pisca de respeto, finalmente se dio vuelta y regreso con sus hijos.

Por su lado Charlie estaba completamente conmocionada, cuando sitio una mano en su hombro, mirando a su izquierda pudo ver a su padre, el cual le dio una mirada preocupada.

—¿estas bien hija? —Lucifer miro con preocupación a su hija.

Charlie miro el rostro de su padre, sin poder creer lo que había dicho Eva, nada de eso podía ser cierto.

—pa-papá por favor dímelo, dime que eso es mentira, tu no eres así, Eva debe estar confundida—Lucifer le dio una mirada dolida mientras daba un suspiro lastimero desviando la mirada.

—es toda la verdad, el libro lo hicimos para quedar bien, pero la verdad es que la cagamos, la cagamos muy fuerte y tu madre y yo lastimamos a nuestros seres queridos—la voz de lucifer sonó abatida.

Los ojos de Charlie se llenaron de lágrimas mientras se levantaba y salía corriendo hacia su habitación, siendo vista por Vaggie quien se limpio sus propias lagrimas y corrió tras su novia.

Lucifer dio un suspiro lastimero para sonreír con tristeza y mirar con nostalgia hacia Eva que hablaba con una suave sonrisa y un aura de calma con sus hijos, el peso de su pecado, de su orgullo aplastaba el corazón del rey del infierno.

Eva miraba desde el balcón del hotel mirando la ciudad destrozada por su batalla contra Roo, bella destrucción, cerro los ojos suspirando con molestia al sentir una presencia acercándose.

—lo que vayas a decir mejor guárdatelo—Eva miro de reojo a Lucifer quien cerro la boca.

El rey bajito se acerco a ella mirando hacia el paisaje destrozado en un silencio incomodo hasta que finalmente hablo.

—realmente no hay nada que pueda hacer para arreglar lo dañado, ni siquiera se una forma de disculparme contigo—la mirada de Lucifer era abatida.

Eva miro al rey por un rato para hacer una mueca molesta y dar un suspiro irritado.

—¿Por qué tienes que ser tan jodidamente patético y dar lastima? —Eva gruño molesta.

La mujer se giró con Lucifer dándole una sonrisa de disculpa por la molestia.

—no te puedo perdonar, no solo por lo que me hiciste, sino por lo que me provocaste hacer lastimando a mis amigos, a tu familia, tanto física como emocionalmente, los dejaste mal, para mi algo que jamás se debe tocar es la familia, es lo mas importante, pero parece que tu nunca lo entendiste, si quieres buscar mi perdón, primero busca el perdón de tus hermanos, luego de eso hablamos —Eva hablo seriamente.

Dando una ultima mirada a la ciudad destruida Eva se dio la vuelta y regreso al interior del hotel, dejando a lucifer solo en sus pensamientos.

El rey del infierno dio un suspiro mirando hacia arriba donde se podía ver el cielo, el reino de su padre, el reino de sus hermanos.

—¿Cómo mierda voy a poder disculparme con mis hermanos? —Lucifer dio un lamento.

San Pedro suspiro con satisfacción dejando pasar a una pareja que curiosamente habían muerto juntos en su cama por vejes, los dos ganadores que en vida eran granjeros ahora con forma de ovejas estaban felices de recuperar su vitalidad.

Le gustaba su trabajo, darles la entrada a los ganadores, decirles que habían ganado su entrada al cielo, lo llenaba de júbilo, ver las caras de la gente llenarse de paz, felicidad, estar ahí como un hombro que llorar para aquellos que habían sufrido, nada como ser un buen samaritano llenara su alma de paz, amaba estar ahí para la gente, ser de ayuda.

El guardián de las puertas celestiales levanto una ceja cuando una extraña fisura se formo frente a la entrada.

Cuando repentinamente un ser completamente echo de luz atravesó la grieta.

El ser miro a su alrededor, para con un chasquido de dedos su forma cambiara, un traje blanco pulcro se manifestó, su piel brillante se atenuó ahora siendo solo blanca, las mangas de su traje eran doradas junto con hombreras doradas que sostenían una capa blanca que llegaba al piso el estampado de dentro de la capa era de un cielo estrellado claro que se difuminaba en la inexistencia en sus puntas, el ser llevaba un sombrero de copa blanco con una cinta dorada y diseños de trigos dorados, una gran sonrisa plasmada en su rostro, con cuatro ojos grandes entrecerrados que flotaban cerca de la cabeza.

—¡Ah Peter mi querido muchacho! ¡veo que haces un buen trabajo desde mi ausencia! —el ser hablo con un tono carismático.

Por su lado el guardián de las puertas doradas, estaba completamente con la boca abierta, para finalmente sus ojos se fueran hacia atrás con este cayendo desmayado.

—¡oh vaya! Parece que mi presencia conmocionara a todos, esto se pone cada vez más interesante ¿no lo creen queridos lectores? —Dios sonrió con diversión.

Sin duda el regreso del todo poderoso movería los cimientos y pensamientos de muchos en el cielo y el infierno.

Chapter Text

Lucifer suspiro mirando el cielo rojo del infierno, recordando como antes era de un color gris y se tiño del color rojo por la sangre de Lilith al caer al infierno, su mente llevándolo al pasado recordando sus errores y remordimientos, su hija se había encerrado en su habitación sin querer ver a nadie, ni siquiera a su novia, del mismo modo Maggie estaba muy deprimida, las palabras de Eva la habían destrozado, aunque razón no le faltaba, a Lucifer también le daba asco esos bastardos pedófilos.

—¿cuándo todo comenzó a ir mal? —siempre se preguntó lo mismo.

—supongo cuando le fuiste infiel a Lilith, hijo —Lucifer salto asustado como un gato quedando en la lampara del cuarto abrazándola con fuerza al haber escuchado una voz que no había escuchado en más de 10 mil años.

—¡¿P-Padre?! —Lucifer miraba con incredulidad al todo poderoso que se encontraba ahora en su estudio, Dios se encontraba mirando las estanterías con patos de goma que se basaban en los hermanos de lucifer.

—Hola, Samael ¿o prefieres Lucifer? —Dios miro a su hijo alzando la ceja de sus dos ojos izquierdos.

—¡¿Cómo estás aquí?! ¡¿padre, mis hermanos dijeron que habías desaparecido?! —Lucifer estaba en completo shock.

El todopoderoso rio ligeramente volviendo su mirada a los patos de goma que representaban a sus hijos.

—no realmente hijo, nunca me fui, pero si tuve que dejar el plano material para reparar el daño que hiciste a la creación —ante las palabras de Dios, Lucifer hizo una mueca de dolor.

Lentamente comenzó a bajar separándose de la lampara aterrizando cerca de su padre, Lucifer suspiro con desgana.

—¿vienes a castigarme por los daños que eh hecho? —pregunto Lucifer con tristeza sin poder mirar a su padre.

Fue cuando sintió la mano de su padre en su hombro lo que lo hizo paralizarse.

—no soy ese tipo de padre, Lucifer, veo tu alma y sé que te torturas con el peso de tus pecados, por mucho orgullo que intentes mostrar para ocultarlo, puedo verlo —Lucifer se mordió los labios con fuerza atravesándolos con sus dientes afilados, brotando un poco de sangre amarilla opaca.

Dios dio un suspiro, girándose mirando por una ventana, mirando hacia el hotel de su nieta, sonriendo ligeramente al ver en el balcón del cuarto de su nieta a su hija Eva aterrizar en el balcón.

Parecía que su hija llevaría a su nieta por una gira de maduración, eso le dio una idea, es hora de que su hijo fuera hacer una gira de disculpas.

—hijo, es hora de dar el paso hacia adelante, es hora de que dejes de esconderte en este agujero que tu mismo hiciste para encerrarte—Dios se giró, con lucifer mirando confundido al todo poderoso.

Dios se acerco a su hijo con una sonrisa resplandeciente, mientras Lucifer tenía un mal presentimiento.

Las dos manos del creador cayeron en los hombros de Lucifer quien alzo la mirada hacia su padre con temor mirando como la sonrisa de Dios se hacía grande.

—felicidades hijo, tendrás un pase de un día, suerte —esas fueron las palabras que escucho lucifer.

Cuando todo repentinamente se volvió blanco para lucifer.

Dios ahora se encontraba solo en el taller de su hijo.

—Umu, realmente mucha suerte Samael, si mi llegada provoco revuelo en cielo, no me quiero imaginar tu llegada —Dios se rio ligeramente.

—aunque eso dejémoslo para el próximo capitulo, los dejo con la pequeña aventura de mi hija y mi nieta, si duda le falta madurar a mi querida nieta —Dios dio un gesto con su sombrero, para desaparecer en partículas.

Charlie no sabía cómo sentirse con todo lo dicho por Eva…Adam, el, ¿ella?, para Charlie, Lucifer, Lilith y Eva siempre habían sido los héroes de su historia, los que rompieron las cadenas, pero todo era una estúpida mentira, su padre no era el héroe que ella creía, Lilith era alguien que malinterpretaba las cosas y Eva-Adam era una victima de las estupideces de sus padres.

Todo se desmorono en cenizas como su libro de cuentos en las manos de Eva.

Aun así, igual de terca, Charlie quería tratar de mantener su sueño, era posible redimir pecadores, lo había logrado, pero, aun así, esa pequeña victoria se sentía amarga.

La princesa del infierno levanto las sabanas un poco al ver a una figura entrar en su cuarto por su balcón creyó que era Vaggie, pero realmente era Eva.

—¿vienes a echar más sal en la herida? —pregunto más amargada y triste mirando a la madre de la Humanidad, quien le levanto una ceja.

—levántate perra —la voz de Eva sonaba seria, Charlie frunció el ceño, molesta, mientras se daba la vuelta.

—solo lárgate…—gruño molesta la princesa.

El ángel resoplo mientras caminaba hacia la princesa del infierno y la tomaba de una pierna arrastrándola y sacándola de la cama.

—¡hey! ¡¿qué demonios?! —grito Charlie con sorpresa y molestia.

—¡deja de actuar tan patéticamente, como tu estúpido padre! —gruño molesta Eva mirando a la princesa con una mirada de furia.

Charlie le lanzo una mirada amargada a la madre de la humanidad, mientras esta la dejaba caer al piso.

—¡¿vas a seguir llorando o levantarte de tu cama y hacer algo?! —Eva nuevamente se acercó y tomo a Charlie de la camisa de su piyama con estampados de unicornio.

—dime, ¡¿fuiste al cielo y te paraste frente a los ángeles?! ¡contesta perra! —gruño lo último Eva, al mirar la mirada confundida de Charlie.

—e-eh, si…—dijo con confusión y frustración.

—¡¿tuviste los putos ovarios para enfrentar a un ejército que cargaba hacia tu puerta?! —nuevamente Eva le grito en la cara a Charlie.

—¡si! ¡¿ahora podrías dejar de gritarme en la cara?! —Eva la soltó dejando caer a Charlie al piso con esta gruñendo molesta al golpearse nuevamente el trasero, por la brusquedad.

Eva la miro por un momento para agacharse al nivel de Charlie y mirar fijamente a la princesa del infierno con una notable seriedad.

—entonces deja de actuar tan patéticamente, si tu enemigo dijo las verdades sobre tus padres que nunca quiste oír, que triste por ti, pero no actúes como si el mundo se hubiera acabado —hablo seriamente Eva.

Charlie miro con irritación a Eva.

—¿Qué quieres de mí? —hablo con amargura Charlie, mientras Eva la miraba atentamente,

La enorme mujer suspiro.

—primero, disculparme contigo —Charlie parpadeo varias veces mientras abría y cerraba la boca como un pez mirando a la madre de la humanidad.

—¿Qué…? —Eva levanto una mano en señal de silencio interrumpiendo a la princesa.

—déjame hablar primero —al ver que Charlie se detuvo, Eva suspiro mientras se sentaba en el piso frente a la princesa con las piernas cruzadas, aun así, el tamaño de Eva opacaba a la princesa.

—debo disculparme, te trate como un enemigo, alguien al que debía derribar, te trate como si fueras tu padre y no lo eres, no eres tu padre, eres mejor, aun cuando te puse las suficientes trabas para que desistieras, te mantuviste firme, lo respeto y no te culpo por las muertes de mis hijas, esas muertes caen en mi espalda, aun así, hubiera preferido no enfrentar malditos caníbales —ante lo último Charlie bajo la cabeza avergonzada.

—pero lo lograste, trajiste un alma desde el infierno al cielo con la redención, bastarda perseverante, lo respeto, aun así, lo segundo, sigues siendo muy ingenua y sé que tu padre ni Lilith van a corregir eso, así que como madre que soy voy a corregirlo por mis propias manos —Charlie estuvo a punto de preguntar a que se refería, cuando repentinamente se vio atrapada bajo el poderoso brazo de la primera madre.

Eva se levantó en toda su gloria, cargando a la princesa del infierno como si fuera un saco de patatas, levanto su mano libre hacia el aire un portal que Charlie reconoció como los que abría Adam se formaba, mientras Eva caminaba hacia el portal.

Sin más preámbulos la madre de la humanidad lo atravesó, secuestrando a la princesa del infierno.

Charlie se cubrió el rostro con los brazos al ser abrumada por una fuerte luz que choco contra su rostro, poco a poco mientras comenzaba a acostumbrarse a la luz, lentamente retiro los brazos, abriendo los ojos poco a poco, sorprendiéndose de lo que veía, un hermoso cielo azul con pocas nubes blancas, sus ojos se abrieron sorprendida, lentamente bajo la mirada, debajo de ella a unos mil metros una ciudad se extendía debajo de ellos, Charlie solo podía mirar el lugar con incredulidad.

—e-esto es —Eva quien la sostenía con un brazo, mientras sus alas se movían manteniéndolas suspendidas hablo.

—si, es la tierra, princesa bienvenida a Jerusalén, y también mi antiguo hogar —la voz de Eva sonó melancólica mirando la ciudad.

—¿q-que hacemos aquí? —pregunto con duda la princesa mirando al ángel que la cargaba.

La mujer entrecerró los ojos mientras comenzaba a descender.

—tenemos que llegar a un lugar específico para mostrarte algo que te ayudara a mejorar —Charlie estaba a punto de preguntar a que se refería cuando se dio cuenta que estaban a punto de estamparse contra el suelo.

Rápidamente cerro los ojos esperando el impacto al no sentirlo abrió los ojos, sorprendiéndose al darse cuenta que habían atravesado el suelo como si fuera aire.

—¿Qué demonios? —pregunto la princesa sorprendida.

—nos hice invisibles al ojo mortal e intangibles, lo que busco quedo sepultado mucho tiempo atrás bajo esta ciudad —Hablo Eva mientras su mirada concentrada estaba fija hacia abajo.

Charlie miro su alrededor sin saber cómo comprender lo que veía. sus ojos estaban llenos de tierra, piedra y minerales que pasaban por su retina de alguna forma podía registrarlos, aunque a veces por reflejo cerraba los ojos intentando evitar el material frente a sus ojos.

Pronto el ángel se detuvo finalmente saliendo a una clase de cueva cerrada, Charlie intento mirar a su alrededor en la oscuridad, mientras sentía como finalmente Eva la soltaba.

Repentinamente la luz dorada inundo la mini cueva, Charlie miro a la responsable, viendo como Eva hacia flotar unos orbes de luz dorada hacia el techo de la cueva.

Charlie miro a su alrededor cuando sus ojos se quedaron fijos en lo que parecía una lápida antigua, un montículo de piedras ordenadas.

—¿es eso una tumba? —pregunto con duda Charlie.

—esta es mi tumba —las palabras de Eva dejaron petrificada a Charlie.

Charlie no tenía palabras ante lo dicho por Eva, mirando como el ángel se paraba frente a su propia tumba, vio como con un solo movimiento removía la piedra y tierra compacta revelando un esqueleto.

Charlie lo miro por unos buenos minutos, el esqueleto sin duda era el de la mujer, un esqueleto femenino de un tamaño mucho mayor a la de cualquier otro humano.

—se ha…conservado bastante bien…para estos diez mil años—dijo perturbada Charlie.

—ah sido mucho más que eso —hablo con gravedad Eva mirando su propio esqueleto.

Charlie la miro con duda preguntado a que se refería, Eva al ver la mirada de la princesa procedió a explicarle.

—fue antes del gran diluvio, no fue solo una gran inundación que azoto la tierra, otros grandes desastres azotaron la tierra, entre ellos, olas temporales, la tierra fue arrastrada por la corriente del tiempo, acelerando su tiempo a comparación del cielo y el infierno, desde la creación, para el cielo y el infierno solo ha pasado diez mil años, pero para la tierra fue 4,000 millones de años, fue gracias a mí y Michael que pudimos reparar el daño a la tierra y luego llego el gran diluvio —la voz de Eva sonó amargada ante el relato, haciendo que un escalofrió recorriera por la piel de la princesa.

—¿y qué piensas hacer con tu…eh, esqueleto? —pregunto con duda Charlie.

Eva se inclinó tomando su cráneo viejo.

—yo no eh olvidado a la tierra, como ella no me ha olvidado —Eva se incorporó girándose hacia la princesa.

El ángel rápidamente rodeo con una de sus alas a la princesa, cuando repentinamente el alrededor de los dos se llenó de luz.

—voy a mostrarte toda la verdad, es hora de dejar las rueditas de entrenamiento y mires como es el mundo, tú me mostraste tu perspectiva yo te mostrare la mía —ante las palabras de Eva, Charlie abrió lentamente los ojos mirando su alrededor.

Se quedo atónita al ver que todo había cambiado, ya no estaban bajo tierra.

Charlie y Eva, ahora estaban frente a una cueva, Charlie escaneo toda el área, había unas carpas con pieles de animales grades.

—¿esto es…? —la voz de Charlie sonó sorprendida preguntado.

Eva asintió hacia su pregunta.

—este es mi hogar, después del Edén —la voz de Eva sonó melancólica mirando el lugar.

Charlie miro el alrededor cuando repentinamente de una de las tiendas salió dos niñas de 8 años idénticas de cabello blanco, las dos niñas solo usaban un taparrabos de pieles y tenían algunos collares de cuencas de madera, mientras las dos niñas parecían discutir entre ellas, cuando una mujer salió de la cueva.

Charlie abrió mucho los ojos al verla, sonrojándose y desviando la mirada al haber bajado la mirada y darse cuenta que la mujer no tenía nada que cubriera sus senos.

—¿e-esa es…? —dejo en el aire la pregunta mientras Eva asentía.

—si, mi ultima hija antes de fallecer mi hija menor, que tras mi muerte se volvió la líder de mi hogar al ser la última de mis hijos, Lute —hablo con cariño Eva mirando a una primitiva Lute antes de ser un ángel.

—¡¿Lute es tu hija?! ¿eso quiere decir que los exorcistas fueron humanos? —pregunto con duda la princesa.

—algunas, otras son golems con conciencia que fueron creados de las plumas de Michael, por ejemplo, tu novia es una humana ascendida — hablo Eva, mirando como Lute tomaba a las dos niñas de las orejas regañándolas.

Repentinamente se escucharon grandes pasos, Charlie miro hacia donde venia el ruido abriendo los ojos al ver un lobo gigante de pelaje gris con montura siendo llevado por un hombre con rasgos de piel blanca como Lute y cabello negro, tenia un taparrabos y un peto de cuero junto con una lanza de madera con una punta de piedra, en la montura del lobo un hombre de piel morena y cabello marrón estaba recostado completamente herido mientras jadeaba tratando de no perder la conciencia por sus heridas.

—¡señora, madre! Un mensajero de la colonia de tía Bee —la voz del joven de la lanza sonó con fuerza y disciplina.

—descansa Jael, llama a uno de tus hermanos curanderos para el mensajero —la voz de Lute, aunque sería había un toque de preocupación.

El joven hizo un saludo con la mano, mientras se daba la vuelta y comenzaba a trotar hacia unas tiendas de pieles entre los árboles de los alrededores.

Charlie rápidamente noto muchas tiendas entre los arboles y algo alejado había un muro de troncos, su mirada regreso a Lute cuando esta se acercó al lobo gigante.

Lute coló su mano sobre el hocico del lobo gigante, mientras este se recostaba contra el piso, las dos pequeñas gemelas se escondieron detrás de las piernas de Lute. Con delicadeza Lute tomo al hombre en la montura recostándolo lentamente en el suelo.

—Rasul, que sucedió —pregunto Lute mirando seriamente a su sobrino el cual tosió mientras suspiraba pesadamente.

—n-nos atacaron…—la voz del hombre sonó ronca y cansada.

—¿Quién? Bee se encargo de limpiar los alrededores de los depredadores y es imposible que fueran otras de las colonias de mis hermanos —la duda se reflejó en el rostro de Lute.

Rasul levanto la mano tomando el brazo de Lute apretándolo mirando a la chica albina.

—f-fue el traidor caníbal…Yaltahim —el mensajero pronunció el nombre con mucho odio.

Lute abrió los ojos con completa incredulidad.

—¡¿q-que?! ¡eso es imposible! ¡yo estuve en su ejecución, esta muerto! —Lute estaba al borde del shock.

—el regreso…regreso desde el infierno…—la voz del hombre sonó dolorosa, mientras varios hombres y una mujer con rasgos similares a Lute se acercaban con una camilla de pieles de animal y comenzaban a levantar al hombre colocándolo en esta.

Mientras se llevaban a su sobrino, Lute aun estaba en completo Shock completamente quieta sin saber cómo comprender tal afirmación.

Charlie miro a Eva preocupada buscando respuestas, Eva por su parte miraba la escena con amargura.

—esto Charlie, fue el primer ataque del infierno…los Exterminios no empezaron simplemente porque si…hubo una razón —la voz de Eva sonó grave.

Pronto el paisaje se desdibujo mientras una nueva escena se mostraba ante Charlie y Eva, la princesa se tapo la boca mirando horrorizada la escena frente a sus ojos.

Era un pueblo primitivo con casas echas con troncos, algunas destrozadas, había varios troncos entre los caminos con hombres y mujeres crucificados con partes de cuerpos faltantes, los senderos llenos de sangre y algunos que otros trozos humanos y cadáveres de lobos gigantes.

Varios hombre y mujeres de rasgos similares y cabellos marrones, pelirrojos y rubios trabajaban en la limpieza de los cuerpos muchos de ellos se veían desmoralizados.

Lute caminaba lentamente por el lugar mirando los alrededores con una lanza de piedra en mano y ahora con un peto de cuero.

Pronto diviso una mujer del mismo tamaño que Eva con una cabellera larga y enmarañada rubia con unas orejas animales peculiares frente a varios cuerpos cubiertos con mantas de piel de animal, Lute finalmente se acerco hasta estar al lado de la mujer, Bee tenia un rostro casi igual a Eva, solo que su cabello era rubio, tenía pelaje amarillo en los hombros y orejas de zorro.

Bee se encontraba arrodillada con una barriga de embarazada, sus manos con garras estaban manchadas con sangre roja y negra, ella miraba los cuerpos cubiertos con una mirada desoladora.

—Lute…t-trate de darles todo, me encargue de cuidarlos, todas sus necesidades, siempre trate de que vivieran felices en una tierra tan desolada…y mi hijo descarriado lo arruino —la voz de Bee sonó desgarrada mientras sus ojos de humedecían.

—su hambre insaciable nos destruyó…mis hijos…mis amantes…perdí a muchos de ellos…—Bee bajo la mirada, mientras las lágrimas se acumulaban y su cabeza se agachaba mientras sus garras apretaban la tierra en el piso.

Poco a poco Bee comenzó a soltar alaridos de dolor, hasta finalmente soltar un grito desgarrador mientras abrazaba su barriga de embarazada, llorando descontroladamente.

Lute no dijo nada mientras aun miraba los cuerpos, sus ojos fijos, mientras una chisma de odio y deseos de venganza se manifestaba, la mano que sujetaba la lanza de piedra se apretó con fuerza a esta.

Charlie se abrazaba a si misma mirando la situación completamente horrorizada.

—el primer ataque por parte del archidemonio Yaltahim, el primero en tomar el titulo del pecado de la Gula, lleno el anillo de la gula de sus hermanos afines caníbales y tomo las almas de muchos de sus primos en los otros anillos, con ese poder ataco la tierra y sus colonias…no fue hasta 100 años después de que Lute pudo ponerle fin —la voz de Eva sonó mientras Charlie miraba la escena horrorizada sin saber que decir.

Pronto el paisaje nuevamente se desdibujo, mostrando un nuevo lugar y tiempo.

Ahora se encontraban en medio de una batalla encarnizada, humanos primitivos y varios ángeles en armaduras doradas luchaban contra un ejército de demonios.

—el cielo intervino en la ultima horda de ataque de Yaltahim, aunque intente desobedecer órdenes y trate de llegar a la tierra, me prohibieron intervenir por mi propia cuenta para no terminar perdiendo mi alma ante los demonios, pues al regresar a mi forma de Adam cuando morí, no era igual de fuerte que como Eva, apenas y era ligeramente mas fuerte que Lute y más débil que mis hijos Nefilim…y no había dominado mi fuerza ni mis poderes—la voz de Eva sonó amargada mirando la batalla encarnizada.

En medio de esta batalla una Lute mas anciana y con heridas por todo el cuerpo y algunos trozos de carne faltante donde su sangre se choreaba en el suelo, sujetaba una espada de acero angelical, mientras frente a ella un enorme hombre lobo mesclado con rasgos de mosca con un estomago enorme y ojos completamente negros improvistos de pupilas solo cubierto por un taparrabos de piel humana, decorado con un cinturón de cráneos humanos y con cuatro brazos musculosos con exoesqueleto de insecto, el demonio sonreía salvajemente mientras se limpiaba una herida en su mejilla, con esta regenerándose, el demonio se rio salvajemente.

—¡vamos tía Lute, disfrutemos de la emoción de la batalla es tan intoxicante como la carne de mis familiares! —grito el demonio en jubilo.

Lute gruño mirando al demonio.

—cállate asqueroso demonio…tu no eres de nuestra familia, puede que Bee te allá dado un nombre, pero tu dejaste de ser su hijo hace mucho tiempo. —hablo Lute con voz ronca, cansada y llena de odio, mientras apretaba el mango de su espada y se posicionaba mejor para un ataque.

—esto se acaba ahora…—la posición de Lute se volvió mucho más fuerte, mientras emanaba un aura de instinto asesino.

Yaltahim pareció sentirlo pues abrió los ojos mientras su sonrisa se ensanchaba.

—¡aah! ¡eso es, ven atácame, satisface mas mi hambre de batalla! ¡pelea hasta tus ultimas fuerzas para que tu carne sea mas deliciosa! —grito extasiado el demonio.

Al terminar sus palabras Lute dio un poderoso salto hacia el frente rompiendo el suelo y avanzando con velocidad hacia el pecado de la Gula, mientras este levantaba un puño dirigiéndolo hacia Lute, la cual rápidamente esquivo el ataque y corto del brazo del demonio. Este aprovecharía para enviar un golpe con uno de sus brazos al rostro de Lute logrando darle y provocando que uno de sus ojos estallara en sangre.

Aun aturdida por el golpe y el dolor de perder un ojo, Lute no se detuvo, mientras usaba la espada para lograr desviar otro golpe de un segundo puño del demonio.

Al desviar el golpe Lute saltaría y levantaría su espada bajándola contra la cabeza del demonio el cual con su tercera mano desviaría la espada con esta incrustándose en el hombro, el demonio aprovecharía para regenerar su brazo cortado, Lute lograría sacar su espada para un segundo ataque.

En un momento de vulnerabilidad, Yaltahim aprovecharía para enterrar su brazo regenerado en el estomago de Lute, mientras esta escupía sangre mirando los ojos vacíos del demonio y su sonrisa siniestra, mirándolo con un odio profundo mientras su cuerpo comenzaba a perder su fuerza y su mirada se desenfocaba.

El demonio soltaría una risa emocionada mirando el cuerpo flácido de su adversaria.

—¡disfrutare tanto tu carne! ¡luego iré a tu colonia otra vez y me follare a esas zorras gemelas que lideran tu colonia, tus hijas serán el plato final después de follarmelas! —grito el demonio con emoción.

—no más…—el demonio abrió los ojos sorprendió al escuchar el susurro del cuerpo empalado en su brazo.

De un momento a otro, Lute recobraría fuerza levantando la espada gritando y escupiendo sangre.

—¡no más! —Lute lanzaría un poderoso ataque.

Tras unos segundos de silencio la cabeza del poderoso demonio caería al piso, mientras su cuerpo perdía fuerza y lentamente caía, dejando a Lute parada mientras el cuerpo del demonio caía hacia atrás sacando su brazo empalado del estomago de Lute, mientras un chorro de sangre salía del agujero.

Lute tocio con sangre con una mirada perdida, mientras su respiración se hacia mas lenta, ella levantaría la mirada hacia la lejanía viendo como los demonios eran arrastrados hacia la tierra por cadenas en llamas. Pronto soltaría su espada.

—m-madre…lo hice bien…te hice sentir orgullosa… —Lute hablo hacia la nada sin ser escuchada por nadie.

—lo hiciste bien, me hiciste sentir orgullosa hija —Charlie giro su vista de la escena para mirar a Eva quien había hablado, Eva miraba al recuerdo de su hija con una sonrisa pequeña y una mirada de tristeza.

Pronto los ojos de Lute perderían brillo, mientras su cuerpo finalmente se desplomaba hacia un lado.

Pronto el paisaje nuevamente comenzaría a deshacerse nuevamente.

Charlie estuvo apunto de hablar cuando Eva levantaría su mano evitando que la princesa hablara.

—aun falta mas niña…—hablo seria Eva mirando el paisaje que se enfocaba nuevamente.

Pronto la imagen que se mostro era devastadora, Charlie rápidamente diviso a Adam el hombre llevaba una casi similar a la bata que Charlie recordaba, más tenia de extra un peto de metal dorado, en su mano sujetaba un hacha de acero angelical y portaba un casco de estilo medieval con unos cuernos iguales a su casco del futuro.

Frente a el un demonio con forma de serpiente humanoide de escamas de color aguamarina gruñía ferozmente, detrás del demonio otros dos seres ya hacían muertos uno era una clase de demonio humanoide con apariencia de dinosaurio y rasgos de hipopótamo, mientras que la otra tenía rasgos humanoides de un ave de rapiña su sangre negra se escurría y mesclaba con el agua salada.

Los dos estaban parados en una pequeña isla mientras todo a su alrededor era aguas del océano enardecidas, el cielo completamente cubierto de nubes oscuras que apenas y dejaban entrar la luz, una lluvia torrencial caía al mismo tiempo que múltiples rayos chocaban contra las monstruosas olas del océano.

—que te a parecido mi regreso Golem, dime Eva ¿o prefieres Adam? —hablo el demonio mirando con malicia al primer hombre.

Adam gruño con su mirada fija en el demonio apretando su hacha.

—cállate asquerosa serpiente, te mate una vez, lo volveré a hacer nuevamente —Adam lo miro con todo el odio del mundo.

—pff, por favor, ya no tienes la fuerza de tu forma femenina Golem de barro y polvo —rio el demonio ligeramente sujetando una espada ensangrentada en su mano.

Adam sonrió con sorna.

—puede ser, pero tu ya no eres igual a cuando estabas vivo, Leviatán —ante las palabras burlescas del primer hombre, el demonio se le borro la sonrisa mientras gruñía.

—¡no voy a dejar que me quites lo que era por derecho nuestro territorio! ¡Dios no debió entregarte nuestras tierras Golem, un desperdicio de polvo como tu no lo merece! —gruño el primer pecado de la Envidia mirando con Odio al primer hombre.

—¡entonces pelea perra serpentina! —grito con ira el primer hombre.

Repentinamente los dos se lanzaron chocando espada demoniaca y hacha sagrada, una batalla de resistencia mientras ambas armas chocaban en un baile desenfrenado.

Cada golpe con todo el poder que podía dar cada uno, buscando un punto débil entre los dos.

Leviatán podría lograr enterrar su espada en una de las alas doradas de Adam, mas el primer hombre se lo devolvería enterrando su hacha en una pierna del demonio.

Separándose mientras sus heridas se regeneraban, con una velocidad monstruosa Adam envestiría con su hacha al demonio, con este esquivando y devolviendo el ataque con su espada, dando un aleteo Adam lo evitaría.

Pronto la batalla se volvería más intensa, aunque Charlie podía aun seguir los movimientos, sintió un horrible vacío en el estomago, dándose cuenta de que ella había ganado a Adam, no porque ellos tenían oportunidad, sino que Adam estuvo jugando con ellos y se había confiado de sobremanera, viendo la batalla actual sabia que si Adam hubiera luchado enserio posiblemente no estaría viva.

El hacha y la espada chocaban con fuerza, ambos haciéndose daño mutuamente, cuando repentinamente Adam levantaría el hacha bajándola contra el demonio, quien intentaría detener con su espada, para mala suerte de este, el hacha destrozaría la espada enterrando el hacha profundamente en el hombro y pecho de demonio quien soltaría un grito de dolor y sufrimiento.

—se acabo Leviatán —dijo Adam mientras enterraba mas el hacha en su enemigo, mientras este escupía sangre negra.

—p-puede ser…—el leviatán levantaría la mirada hacia el primer hombre para sonreír con malicia.

—pero tus descendientes también están acabados, m-mientras luchábamos use mi poder, mi dominio sobre el océano para inundar la tierra —el demonio sonrió con los dientes ensangrentados mientras los ojos de Adam se abrían en shock.

—no…—Adam palideció bastante.

—tu pierdes… ¡tu pierdes! ¡TU PIERDES! —Antes de poder seguir gritando con un grito de rabia Adam lo partiría en dos al demonio.

Completamente frenético Adam comenzaría a volar mirando sus alrededores sin ver ni un trozo de tierra aparte de la pequeña isla en la que se encontraba, dándose cuenta que esa pequeña isla era la punta mas alta de la cordillera central de Pangea.

Completamente en pánico Adam comenzaría a volar a gran velocidad buscando un indicio de vida o tierra.

—no… ¡no! —Adam volaría a velocidades casi sónicas.

Finalmente se detendría mientras los rayos caían sobre el mar enardecido y las monstruosas olas, el primer hombre cerraría los ojos, mientras apretaba los dientes.

Charlie miraba a Adam completamente triste al ver al primer hombre sufrir.

Adam finalmente soltaría un potente grito desgarrador mientras sus alas y aureola brillaban intensamente consumiendo su alrededor en una potente esfera de luz sagrada.

Pronto el paisaje se desvanecería con Charlie completamente mortificada mientras se daba cuenta que había regresado al presente frente a la tumba abierta del primer humano.

—esa es la razón por la que comenzaron los exterminios, no fue simplemente porque queríamos niña, no fue por que simplemente fuéramos unos bastardos, siempre hubo un porque, tu padre nunca te lo dijo, por que el bastardo nunca los detuvo —Eva gruño molesta mientras se agachaba y regresaba su cráneo a su tumba.

—ahora dime Charlie ¿tratarías de redimir al Leviatán o a ese bastardo de Yaltahim? —Eva miro fijamente a la princesa, con esta haciendo una mueca y girando la cabeza sin responder.

Ambas sabían la respuesta a esa pregunta.

Eva la miro por un rato, para finalmente suspirar y mirar sus huesos.

—no voy a detener los exterminios…pero te daré una oportunidad, lograste hacer algo que ni siquiera tu padre intento hacer, ni tu madre, tienes coraje niña, te lo concedo, pero te falta aprender que no todos buscan la redención, tu hotel y los exterminios tienes que funcionar en conjunto —hablo con seriedad Eva.

—dime niña ¿Qué sentido tendría la redención si el infierno es un paraíso para los pecadores? —Eva miro intensamente a la princesa mientras esta levantaba la mirada hacia la madre de la humanidad.

—n-no tendría sentido…nadie lo buscaría…—diría derrotada Charlie, mientras pequeñas lagrimas se formaban en sus ojos.

Pronto la princesa sentiría una mano en el hombro.

—aun así, zorra arcoíris, hiciste que un alma se redimiera. Para que los malos ganen, la gente buena solo tiene que dejar de intentarlo —Charlie le sonrió a Eva con una pequeña sonrisa.

—bien, deberíamos regresar, tienes que ir a consolar a tu novia, la perra estará completamente devastada, tienes que ayudarla, ella también tiene muchos pecados que limpiar —Eva movió ligeramente su mano haciendo que la tierra volviera a cubrir sus huesos.

—yo…si tienes razón, regresemos —Charlie se limpió algunas lágrimas de sus ojos.

Chapter Text

—¡mierda! —Lucifer grito de terror cuando repentinamente cayo contra el duro suelo.

El diablo poco a poco se levantó del suelo aun con los ojos cerrados.

 —carajo papá, a la gente no le gusta que los teletransporten de un momento a otro —dijo irritado.

—ósea podrías terminar enviando…a un lugar…donde no quiera estar… —Lucifer comenzó a perder el habla abriendo los ojos mirando su alrededor completamente conmocionado.

El lugar tenía tonalidades de blanco y dorado, con nubes etéreas que rodeaban los edificios el cielo bañado en grandes constelaciones que respiraban propia vida.

—n-no puede ser…—Lucifer no sabía que decir, pues actualmente se encontraba dentro de la ciudad perlada, el reino de Dios, el cielo.

Los ojos de lucifer se llenaron de lágrimas, mientras sentía el abrazo reconfortante en su alma al estar en el cielo, una sensación de emociones mezcladas de amor, tristeza y melancolía.

Los ojos de Lucifer bajaron hacia sus manos notando algo diferente, sus garras habían desaparecido y su traje había cambiado, con velocidad invoco un espejo de cuerpo frente a él, paralizándose al ver lo que veía en el espejo.

Su apariencia había cambiado, sus mejillas ahora eran de un color azul, sus dientes afilados cambiaron para ser más planos y perfectos ahora blancos perlados, lo único de su apariencia era que sus ojos seguían siendo rojos. Su ropa había cambiado en vez de su traje ahora usaba una bata blanca igual a la que usaba cuando era el portador de luz, su sombrero había perdido las decoraciones de la manzana y la serpiente cambiados por laureles, sus alas ya no tenían las manchas rojas de la sangre de Lilith, ahora brillaban en un blanco puro, como si estuvieran echas de luz.

Pero lo que más impacto era el brillante halo de luz pura que brillaba como una estrella creando una aureola de luz pura detrás de la cabeza de lucifer, por primera vez en milenios, Lucifer sintió el peso reconfortante de su amado Halo, lo que lo componía, lo que le pertenecía, su título, su lugar en el cielo, era todo lo que representaba.

Las lágrimas dándose cuenta que ahora eran de un dorado puro brillante caían de sus ojos a raudales.

—Padre…eres tan cruel…—Lucifer se rio entre lágrimas mirando su forma con un anhelo y remordimiento que lo carcomían de una horrible manera.

Tras unos minutos Lucifer se calmó y miro su alrededor, ahora dándose cuenta en qué lugar estaba parado.

Una brillante mansión se alzaba frente a él, en el fondo detrás de la mansión podía ver un patio de entrenamiento, lo que lo paralizo, pues aquel lugar era su hogar, su antiguo hogar, su casa en el cielo junto a su gemela Michael el ángel de la guerra, la espada de Dios.

Lucifer trago saliva recordando lo que le había dicho Eva, suspiro profundamente tomando valor, era hora de dejar detrás su orgullo.

Lentamente camino mientras sus alas lo ayudaban a elevarse saltándose la baya dorada, el diablo voló hacia su antigua residencia.

Pronto entro en la mansión perlada, Lucifer sintió como su corazón se paralizaba mirando su alrededor, los bellos recuerdos invadieron su alma golpeando fuertemente en su corazón, con su mente en un viaje a su pasado, el diablo camino por su hogar mirando cada rincón y recuerdo de su vida hace milenios, sin darse cuenta había terminado en una habitación en el tercer piso de la mansión, parado en medio se dio tardíamente en donde estaba.

Su antiguo cuarto.

Todo estaba exactamente en su lugar, como si nunca se hubiera ido, sus planos de diseños de nuevas galaxias con estrellas listas para ser creadas, incluso su plano de un área del universo que no había podido finalizar, sabía que los humanos habían nombrado esa región como el gran vacío de Boötes, también estaban los primeros diseños en barro celestial de patos y serpientes, sus primeros prototipos de las creaturas.

Suspiro con nostalgia mirando sus diseños mientras se acercaba y acariciaba sus primeros prototipos.

—siempre te encanto esos patos, tu obsesión raya un poco lo enfermizo, hermano —Lucifer se paralizo de terror al escuchar aquella voz femenina, lentamente se giró mirando a su hermana.

Su gemela estaba reposada contra el marco de la puerta de su cuarto de brazos cruzados, sus ropas eran entre un negro y blanco con decoraciones doradas de estilo deportivo un top negro con contornos dorados y unos leggins blancos con botas doradas.

—m-michael ¡heeey, hola hermanita! ¿q-que tal todo? —dijo incómodamente el diablo.

El ángel de la guerra le lanzo una mirada aburrida, lucifer al mirar a su hermana se dio cuenta de una cosa que había cambiado en ella.

—¿o-oye, que te paso en el ojo? —Lucifer supo que eso fue un error mencionarlo, cuando el rostro de su hermana se frunció en enojo.

—eso, fue por culpa de un idiota que decidió joder el Edén…—la voz de Michael paso a un tono de rabia que hizo que Lucifer tragara saliva.

Michael sostuvo su mirada para finalmente cerrar los ojos y luego suspirar.

—cuando papá dijo que alguien vendría a hablar directamente con cada uno, no creí que fueras tu —Michael miro seriamente a Lucifer.

Por su lado Lucifer hizo una mueca al notar que sus hermanos ya sabían que el vendría.

—y bien, si quieres hablar, hazlo mientras me ayudas con mi entrenamiento, vamos, aun debes recordar donde guardas tu ropa de entrenamiento —Michael se dio la vuelta saliendo del cuarto de su hermano.

Lucifer estuvo a punto de objetar, pero su hermana ya se había ido lo que hizo que este suspirara, mientras se dirigía hacia su antiguo armario, mientras escogía sus ropas deportivas para resistir los duros golpes de su hermana, el reflexionaba como aun recordaba la rutina de su vida antes del Edén.

Pronto Lucifer ya se encontraba afuera sujetando una espada de madera al igual que su hermana.

—odio esto, siempre me golpeas hasta dejarme en el suelo — gruño con fastidio el diablo.

—si, es lo que lo hace divertido —hablo Michael, mientras apretaba las vendas en sus manos, mientras sonreía y se acercaba a su hermano, quien hizo una mueca.

Repentinamente Lucifer tuvo que esquivar un golpe de su hermana, mientras usaba su espada de madera para atacar.

—sabes, papá regreso, pero viéndote ahora en tu forma no caída y aquí, supongo que ya lo sabes —hablo Michael sin sobre esforzarse para atacar a su hermano.

—¿recuerdas a nuestro padre? Firme pero impredecible, tanto despiadado como amable, él nos hizo lo que somos —Michael dio un barrido con su pie logrando tumbar a Lucifer que dando un aleteo con sus alas se incorporó.

—debiste confiar en nuestro padre, te recuerdo, cuando eras joven y lleno de ti mismo, eras una estrella brillante, testarudo y muy orgulloso, cuestionaste a nuestro padre, rechazaste su enseñanza —eso parecido tocar una fibra sensible de Lucifer cuando sus ojos brillaron con rojo y con un gruñido dio una estocada con su espada de madera logrando empujar al ángel de guerra.

Michael le sonrió a su hermano, mientras ambos comenzaron a caminar en circulo mirándose y atentos al movimiento del otro.

—fuiste desterrado del Edén, Lilith y tus simpatizantes te siguieron como ovejas seducidas por falsas doctrinas…—Lucifer hizo una mueca para detenerse suspirando por el esfuerzo y el cansancio mental.

 —y luego entregue la manzana a Eva y arruine todo —finalizo Lucifer con amargura, con Michael sonriendo con tristeza.

Cuando repentinamente Michael avanzo con un grito de guerra dando un salto ayudándose con sus alas para bajar contra lucifer golpeándolo en la cara, dejándolo tendido en el piso adolorido.

—hermano, perdiste a todos los que te amaban, ahora eres un hombre afligido y destrozado que busca respuestas, ¿dime hermano, en el infierno encontraste esas respuestas? —pregunto Michael caminando hacia su hermano.

Lucifer escupió un diente cubierto de sangre dorada, mientras lentamente se incorporaba.

—n-no…no conseguí respuestas, lo sacrifiqué todo por más libertad y todo lo perdí, eso no me hizo feliz —dijo Lucifer mientras arrodillado miraba a su hermana con dolor y tristeza.

—l-lo siento Migi, lo siento tanto…todo es mi culpa—hablo con dolor Lucifer mientras cerraba los ojos dejando escapar algunas lágrimas.

Michael miro a su hermano por un buen rato para suspirar y sentarse junto a su hermano.

—te perdono hermano…—Lucifer levanto la mirada sorprendida hacia su hermana quien lo miraba con tristeza.

—maldita sea Sami, soy tu hermana gemela, lo que hiciste me dolió más que nada, aun así, te perdono, porque no quiero seguir perdiéndote —Michael tomo del hombro de lucifer apretándolo, con una mirada de tristeza.

—pero escúchame bien hermano, hace mucho que me detuve de conseguir el corazón de Eva, sé que si estás aquí para pedir perdón es para recuperar la confianza de Eva, si le haces daño, yo te aré el doble de lo que te hice durante la caída del Edén y te arrancare las pelotas —la voz de Michael sonó con un tono de peligro, con lucifer completamente paralizado.

Por su lado lucifer se levantó ayudado por su hermana algo asustado, para suspirar y mirar a Michael, mirando a su hermana con determinación.

—bien, yo no volveré a dañarla, antes me mato que volver a hacerle daño —hablo seriamente el diablo.

El ángel de la guerra miro a su hermano por un buen rato, para finalmente sonreír.

—era lo que quería escuchar hermano —el ángel suspiro mientras comenzaba a caminar hacia la casa.

—por ahora hermano, tengo trabajo, así que mejor apresúrate, por suerte la mayoría de nuestros hermanos están reunidos, será sencillo ¿no? —hablo Michael sobre su hombro mirando a su hermano con una mirada divertida, mientras Lucifer tragaba con nerviosismo mientras su hermana se alejaba finalmente entrando a su hogar.

El rey del infierno suspiro mientras sentía un alivio que no había sentido en milenios.

—wow…—Lucifer estaba sorprendido de lo bien que se había sentido, como si un peso hubiera sido retirado, limpiándose el sudor con magia Lucifer miro hacia la lejanía del cielo.

—bien, ahora puedo descansar un poco y prepararme para hablar con mis demás hermanos, será fácil —Lucifer movió su mano convirtiendo su ropa de entrenamiento en su atuendo sagrado.

Lucifer miro la lejanía del cielo, había extrañado la hermosa vista que lo hacía sentir tan nostálgico.

Dando un ultimo suspiro mientras una resolución rápidamente creo un portal sintiendo las almas inmortales de sus hermanos reunidos.

Miro el portal por un momento mientras sus alas temblaban y se erizaban, no quería pasar el portal, tenia tanto miedo, aun así, tomo valor y lo atravesó.

Lo primero que Lucifer presencio al atravesar el portal, fue unas enormes puertas de acero angelical, mirando los intrincados diseños antiguos, supo donde se encontraba.

Lucifer estaba frente a la entrada a la sala del alto consejo celestial, sus hermanos.

Lucifer trago saliva mirando una de sus manos con nerviosismo, ahora una de sus manos tenía garras, tenía que ser rápido, su cuerpo poco a poco caía y pronto regresaría al infierno.

Armándose de valor, Lucifer abrió las puertas.

El murmullo que se escuchaba en la sala se detuvo abruptamente a la llegada del ángel.

Todos los ángeles presenten fijaron su mirada en Lucifer.

El rey del infierno trago saliva al ver a sus hermanos, notando que muchos tenían mutilaciones echas por la caída del Edén, pudo divisar a Rafael, Zadkiel, Raziel, Jofiel, Ramiel, Chamuel, Azrael, Cassiel y encabezándolos con su corona llameante Uriel.

—tienes muchas agallas al venir aquí, hermano —hablo la voz autoritaria de Uriel mirando con sus ojos llameantes al rey del infierno quien agacho la cabeza con culpa.

—se que no merezco estar aquí, lo se muy bien, pero por favor permítanme hablar —Lucifer tomo su sombrero retirándoselo mirando hacia sus hermanos.

Los ángeles se miraron entre si, murmurando entre ellos, para finalmente Uriel cerrar los ojos y suspirar.

—te dejaremos hablar, pero solo porque padre quería que te escucháramos —la voz de Uriel resonó mientras todos los ángeles se callaban orientando su atención a lucifer.

El rey del infierno suspiro, asintiendo para finalmente empezar a hablar, era hora de cumplir su palabra a Eva.

—miren, se lo que piensan de mí, soy impulsivo, deshonesto, muy temperamental, demasiado Orgullo tanto que me consumió…y tienen razón —Lucifer suspiro mirando a cada uno de sus hermanos.

Uriel asintió para que continuara.

—mi hija hace poco me hablo de sus formas de redención en el hotel, y se que todo comienza con un lo siento, pero se que eso no es suficiente…tampoco puedo retroceder el tiempo para arreglar lo que hice, el daño que hice, como los lastimé, física y mentalmente—Lucifer apretó su agarre en su sombrero arrugándolo un poco.

—un lo siento no basta, pero puedo hacer una promesa, una promesa de sangre, aquí presente yo Lucifer Morningstar, actual gobernante del infierno, prometo rectificar todo el daño que le eh hecho al universo, otorgare mi alma y mi vida eterna en el deber de reparar y guiar el infierno por un buen camino, no mas mentiras, no mas palabrerías, si no cumplo mi promesa, mi sangre me matara y acabara con mi alma inmortal —al finalizar la promesa unas campanas sagradas resonaron por todo el cielo, el infierno y la tierra, todos los ángeles que se encontraban en la sala miraban conmocionados a Lucifer, pues una promesa de sangre era algo irrompible, ni siquiera se comparaba con un contrato de alma.

—¡¿hermano estas loco?! —grito completamente incrédulo Uriel, por primera vez en milenios rompiendo su compostura recta y estricta.

Toda la sala estallo en murmullos incrédulos, para ser finalmente silenciados cuando Uriel choco su espada de fuego contra el suelo.

Uriel murmuro entre sus hermanos, para asentir y fijar su mirada en Lucifer.

—Lucifer Morningstar, tienes razón no podemos perdonarte, no después de tantos años, pero…hemos escuchado tu promesa, tal vez no sea ahora, pero tal vez dentro miles de años, podamos perdonarte hermano —Uriel asintió hacia Lucifer con los demás hermanos asintiendo.

Lucifer suspiro temblorosamente con un alivio, Lucifer agradeció con un gesto y se dio la vuelta al ver un portal aparecer detrás de él, girándose mirando a sus hermanos asintió en agradecimiento, siendo devuelto por Uriel.

Cuando Lucifer atravesó el portal también noto que sus garras habían regresado y podía sentir la presencia de su cola demoniaca, Lucifer no les dio importancia mirando fijamente las puertas de una oficina, una que reconocía muy bien, la habitación de la gobernante del cielo, la hermana mayor, y la primogénita de Dios, Seraphiel.

Lucifer toco las puertas las cuales se abrieron por si solas, Lucifer rápidamente entro a la oficina, bastante humilde para la gobernante del cielo, la cual se encontraba de espaldas observando por la ventana detrás del escritorio.

—cuando sucedió la caída del Edén, yo era la única que se quedo en el cielo, cuando Roo ataco, no solo ataco la tierra, ella trato de entrar al cielo…yo estaba ahí para detener su corrupción…—la voz de Sera sonó suave y calmada.

—me destrozo, no físicamente, pero mi espíritu se fragmento y quedo dispersado por todo el cosmos…me convertí en un cascaron vacío —Lucifer trago saliva cuando Sera se giro mirando a lucifer con ojos vacíos.

—Uriel me ayudo a recuperar mis fragmentos, mis sentimientos, los recuperé casi todos, pero…no pude recuperar mi felicidad —Sera camino lentamente hacia su escritorio tomando una foto donde se veía una seria Sera siendo abrazada por un alegre Emily de fondo se veía un concierto con Adam tocando.

—tarde miles de años, hasta que finalmente encontramos mi felicidad…pero estuvimos tanto tiempo separados que ya no era mas parte de mi…tome la decisión de darle vida a ese fragmento, así nació mi querida Emily, mi pequeña hermana —Sera sonrió con tristeza mirando la foto acariciando el marco de aquella foto.

—estar cerca de ella me hace sentir ecos de felicidad, la aprecio mucho Lucifer, pero a veces temo que termine como tu —Sera suspiro alzando la mirada a Lucifer quien apretó los labios con dolor.

Lucifer se acercó a Sera parándose frente a la gobernante del cielo.

—Lo siento Sera, por romper tu confianza, tu confiabas en mi y te defraude…lo siento —las lagrimas doradas cayeron de los ojos de Lucifer agachando la cabeza, para sentir una mano tocando ligeramente el rostro de Lucifer, siendo levantando mirando el rostro sereno de Sera.

—te perdono Samael —Lucifer se estremeció al escuchar su nombre antiguo.

—has comenzado a cambiar, a mejorar, siempre me e preocupado de ustedes, son mis hermanos pequeños, incluso tu que te alejaste de Padre, espero que sigas mejorando hermano —la voz serena de la gobernante fue como un bálsamo para Lucifer.

Sera se incorporo mirando como un portal nuevo se formaba, Lucifer lo miro con curiosidad, según el se había disculpado con todos sus hermanos, Sera al ver la confusión de Lucifer hablo.

—aun te falta una persona Lucifer, alguien que Eva dejo entrar a pesar de que estaba en desacuerdo —Lucifer abrió los ojos tragando saliva.

El rey del infierno apretó los dientes y dio un paso hacia el portal atravesándolo.

—suerte, hermano —la voz de Sera se perdió cuando el portal se cerró por completo.

Cuando Lucifer sintió el portal cerrarse, lo sintió, invocando un espejo, vio como su cuerpo era idéntico a su cuerpo caído, sus alas habían vuelto a tener su color rojo, sus garras habían regresado, sus dientes afilados como navajas y sus cuernos, pero aun conservaba su brillante Halo.

Desasiendo el espejo, suspiro encaminándose hacia la mansión frente a él, donde actualmente era la residencia de su ex esposa.

Rápidamente entro a la mansión se notaba que antiguamente había sido una de las residencias de Eva, siguiendo el ruido de protesta de su ex esposa se encontró frente a una puerta donde su ex, gritaba molesta a alguien.

Tragando saliva rápidamente abrió.

—pequeña mierda asquerosa de jefe ¡voy a derrotarte pedazo de mierda! —Lucifer se quedo congelado mirando a su ex, el contraste con la alguna vez reina del infierno era muy evidente con la actual Lilith, primero que nada, su pelo estaba amarrado en una trenza similar a la de su hija, usaba una camisa grande con un extraño diseño de un hombre musculoso verde furioso con la frase estampada “Hulk Aplasta” sus cuernos estaban expuestos, estaba rodeada de paquetes de papas y varios vinos y cervezas.

 —¿lily? —pregunto con duda Lucifer.

—¡no me molestes ahorita Lucifer! ¡voy a matar a esta perra! —gruño Lilith concentrada en la pantalla frente a ella, Lucifer miro la pantalla donde se proyectaba uno de estos juegos que alguna vez le hablaron algunos de sus súbditos, había dos extraños muñecos luchando, uno era de un color blanco con una clase de palo dorado y una mascara negra de ojos blancos, mientras que el otro tenia una mascara con cuernos largos curvos hacia arriba de ojos negros y una clase de manto rojo con una extraña espada, los dos muñecos se enfrentaban en un fondo de una clase de lugar con lava.

—Lilith puedes pausar eso, tengo que- —Lucifer hablo siendo cortado por Lilith.

—¡no voy a pausarlo! ¡vete a joder un pato! —Lucifer hizo una mueca ante el insulto de su ex.

Suspirando se acercó interponiéndose entre Lilith y la pantalla plana donde se proyectaba el juego, Lilith abrió los ojos asustada intentando mirar detrás de Lucifer.

—¡no! ¡nooo! —grito desesperada Lilith al ver como el muñeco de capa roja era derrotado, Lucifer miro por encima de su hombro, como la escena cambiaba mostrando al muñeco de capa roja en una clase de banquillo.

Los ojos de Lilith brillaron en rabia, mientras Lucifer miraba a su ex, desconcertado, mientras Lilith le arrojaba un mando contra la cara destrozándose con el impacto.

—hijo de perra, estaba tan cerca, estaba segura que le quedaba poca vida —hablo molesta Lilith.

—Lilith, por favor, tengo que hablar seriamente —Lilith suspiro molesta mientras tomaba una botella de vino tomando directamente de esta, mientras le asentía a Lucifer para que hablara.

Lucifer suspiro mirando al Lilith con todo el pesar del mundo.

—Lilith…lamento haberte arrastrado al infierno, yo arruine tu vida, pudiste ser alguien mejor, a ver vivido mejor, lo siento Lily —Lucifer hablo desde lo más profundo de su corazón.

Lilith lo miro por un rato para luego hacerle un gesto de despedida.

—si, si te perdono, ahora lárgate —hablo Lilith mientras invocaba magia, haciendo levitar los trozos del control destrozado comenzando a repararlo con su magia.

—¿espera? ¿así nada más? —pregunto completamente desconcertado, mirando confundido a Lilith.

—sí, ósea eso también fe mi culpa, pue negarme, pero decidí seguirte, si no venias a disculparte por lo otro, puedes largarte —hablo Lilith con indiferencia.

Lucifer la miro desconcertado sin entender, Lilith al mirar la cara de confundió de Lucifer, hizo una mueca de ofensa.

—mierda, enserio no te enteras, por nuestro padre, ¿cómo me case contigo? Peor ¡¿Cómo mi hermana-hermano mayor sigue enamorada de ti?! —dijo ofendida Lilith mientras se palmeaba la cara.

—eh…¿no lo entiendo? —dijo dudoso Lucifer.

Mientras Lilith suspiraba con desgana dando un bufido mirando a Lucifer con un ceño fruncido.

—hablo de los 10mil malditos años que tuve que administrar el infierno…—hablo Lilith mirando fijamente a Lucifer, mientras se levantaba y la habitación comenzaba a oscurecerse.

—el tiempo que me toco completamente sola, por que tu te lamentabas en tus propias lagrimas —la voz de Lilith subía cada vez más.

—¡el deber que tuve que soportar durante diez mil malditos años!¡lo odiaba! ¡era una prisión peor que el edén! ¡porque nunca te responsabilizaste Lucifer! —la forma demoniaca de Lilith se manifestó ocupando el espacio de la habitación mirando con múltiples ojos morando en su cabeza de cabra mirando fijamente a Lucifer quien agacho la cabeza.

—oh…—solo atino a decir Lucifer, mientras la forma de Lilith regresaba a la normalidad volviendo a sentarse con un suspiro derrotado.

Lilith miraba el piso fijamente, mientras Lucifer suspiraba y se acercaba al sillón sentándose al lado de Lilith.

—¿así te sentías todo el tiempo? —pregunto con voz baja Lucifer mirando a Lilith quien suspiro a recostándose contra el hombro de Lucifer.

—la mayor parte del tiempo, claro había pequeños espacios de felicidad, por ejemplo, mi tiempo con Charlie, pero si la mayor parte del tiempo lo odiaba, por Dios, mantener el orden en el infierno era una tarea titánica que al final me desgasto y descubrir lo de Adam y Eva, fue lo que termino por romperme, ya no quería saber más, quería vivir mi vida, Lucifer…jamás pude vivir mi vida —algunas lagrimas parecidas a la brea gotearon de los ojos de Lilith, mientras Lucifer las limpiabas.

—lo siento tanto Lilith, debí haber hecho más, incluso en mi auto desprecio terminé haciéndote daño, cuando te prometí protegerte…no hice un buen trabajo —hablo en voz baja Lucifer.

Lilith se rio ligeramente.

—Dios, eres un pésimo protector, en eso estamos de acuerdo —hablo con voz calmada Lilith.

Finalmente, ambos quedaron en un silencio tranquilo, siendo interrumpido por Lucifer.

—¿cómo te ha ido en el reino de mi padre? —hablo con curiosidad el rey del infierno.

Lilith suspiro con calma sonriendo.

—los primeros tres años era un desastre, luego de descubrir lo de mi hermano-hermana, reflexioné de mis errores, luego empecé a aprender mas de mi, sabes siempre fui la reina del infierno, nunca me di el lujo de ser solo Lilith…este tiempo en el cielo me a permitido ver facetas mías que desconocían por completo —Lilith miro hacia el frente al televisor donde se proyectaba el juego que estaba jugando antes de que Lucifer interrumpiera.

—es hermoso lo que crearon los descendientes de mi hermano-hermana, son capaces de crear mundos enteros, donde los sueños se hacen realidad, el arte es increíble, siempre ame cantar…pero, el arte es tan basto tan…tan inmenso, incluso en los videojuegos, creo que tal vez soy una friki, como decía nuestra hija de esos nacidos del infierno, que conoció en su etapa rebelde cuando ella solía golpearlos por ser unos frikis —hablo con voz divertida Lilith.

—te vez mas feliz Lilith —hablo con dulzura Lucifer.

—¿si? Si soy mas feliz —hablo con voz calmada Lilith a recostándose más contra Lucifer.

Ambos quedaron en un completo silencio mirando la pantalla con la música calmante del videojuego mirando al personaje sentado en el banquillo mirar a sus alrededores como si ese mundo ficticio respirara.

Tras varios minutos Lucifer finalmente se levanto cuando vio un portal al infierno abrirse, suspirando se dio la vuelta mirando a Lilith quien volvía a comenzar a jugar.

—Lilith, me alegro por ti que finalmente seas libre y puedas vivir tu vida, solo por favor visita a Charlie —hablo Lucifer, Lilith sonrió.

—lo are, quiero ver como a progresado en estos años, ella es mas fuerte de lo que crees Lucifer, ya no es una niña —hablo Lilith con diversión manejando el control de la consola.

—lo sé, pero sigue siendo nuestra pequeña —hablo Lucifer con orgullo paterno.

—a y suerte con Eva, si la vuelves a lastimar te corto las pelotas —hablo seriamente Lilith mirando a Lucifer quien le envió una mirada confusa y algo asustada.

—eh…lo tendré en cuenta…—hablo con voz baja Lucifer algo asustado al recibir dos veces la misma amenaza contra sus joyas reales, rápidamente atravesó el portal y regreso al infierno.

Su tour de disculpas había terminado.