Chapter 1: ♕Prefacio:
Chapter Text
Isagi Yoichi es el hijo único de un matrimonio feliz de dos magos que se casaron y decidieron tener una vida mas tranquila entre los muggles.
Iyo Isagi, quien en el pasado fue una grandiosa rompe maldiciones que trabajaba para los Gringotts, pero ahora se dedica a ser ama de casa, maravillada por las cosas construidas por los humanos. Mientras que su esposo; Issei Isagi, es un obliviador con bastante experiencia. Quien se asegura de garantizar que el Mundo Mágico esté seguro y oculto de aquellos que no son mágicos.
Poco después del cumpleaños número once de su retoño Yoichi, esté recibió su primera carta donde es aceptado al famoso colegio de magia y hechicería que se ubica al norte de Inglaterra.
Décadas atrás, Hogwarts y otros colegios solo aceptaban alumnos de cierta nacionalidad cercana a la ubicación de estos. Actualmente, cualquier mago de cualquier país, sin importa lo lejos o cerca que esté, puede acceder al Colegio mientras haya cupo disponible.
El pequeño Isagi realmente está emocionado y un poco nervioso, más que nada por imaginar en qué casa podría estar como las nuevas amistades que podría hacer.
Sus padres le dijeron que no hay mucho misterio con respecto a la casa a la cual puede quedar, después de todo, tanto de su lado materno como paterno, hay puros magos como hechiceros que fueron miembros de la casa Ravenclaw, y uno que otro primo raro que quedó en Gryffindor. De cualquier forma, existe un noventa y nueve por ciento de probabilidad que quede en la casa del cuervo, por lo que puede darse una idea del color de su uniforme y las maravillas que tendrá al estar en dicha casa.
Sus papás le contaron con mucho entusiasmo, lo increíble que es pertenecer a Ravenclav. Son la segunda casa en tener más copas en Quidditch, además que sus estudiantes son los más sobresalientes y brillantes en el estudio, siempre tendrán un buen historial como un puesto asegurado en cualquier trabajo que desee tener en el futuro.
Claro que Yoichi considero que tal vez su padre exagero un poco, pero eso no le quitó las ganas que tiene de entrar al Colegio más famoso del mundo mágico, sobre todo para que en un futuro, califique para entrar al equipo de Quidditch de su casa, quiere jugar en la posición de cazador como su jugador favorito, el gran francés Noel Noa y en el futuro, ganar la copa mundial.
[...]
Al llegar el gran suceso; la noche en que los nuevos ingresan a su primer año de estudio, y donde enfrente de varios estudiantes de cursos más avanzados los observan, el sombrero seleccionador es puesto en sus pequeñas cabezas para sacar su veredicto.
Yoichi recuerda ese momento; emocionante y fugaz. Sus ojos zafiro tintenaron de ilusión al imaginarse estar el lugar que se convertiría en su segundo hogar, sus padres estarían muy orgullosos de que el Legado Ravenclaw continúe con su hijo.
Demostraría ser el mejor estudiante que ha pisado esta escuela, no solo en los estudios sino también en los deportes. Su nombre pasaría a la historia como el mejor mago de su generación.
—Eres la clase de persona que utilizará cualquier medio para alcanzar sus objetivos.—escuchó hablar al sombrero seleccionador, escalofriante y sabio.—Si quieres ser el mejor, tienes que ser un egoísta...—murmura pensativo, tomando le decisión del futuro del pequeño Yoichi.
—¿Egoísta?—repite confundido, no sabe si tomarse aquello como un halago o un insulto, se siente algo confundido y muy nervioso.
—Lo veo, la casa que te hará sacar todo tu potencial.—continúa hablando, emocionado al menor y dejando resto de estudiantes como profesores y el director expectantes.
Después de todo, no es tan normal que el sombrero seleccionador tarde más de dos minutos en tomar su decisión. Esto no es nada común, es especial y pone inquietantes a todos.
—Ya son cinco minutos...—la voz del viejo como respetado director se hace de escuchar en el gran salón, quien junto a otra profesora llevan bien contado el tiempo desde que el sombrero se posa en un nuevo mago.
Isagi escucha mucho murmullo en el lugar, comentarios que aún no entiende y le ponen tan ansioso.¿Es tan malo que el sombrero tarde cinco minutos en decidir su casa?
"Ensombrerado", escucho decir a una de las profesoras detrás suyo, muy cerca y en un tono asombrado como inquietante. Isagi trato de memorizar el término para luego investigarlo por su propia cuenta.
Yoichi repitió varias veces en su cabeza el nombre de Ravenclaw. Es la casa que sus padres tanto desean que quede, ¿Pero que desea realmente él?
Realmente solo quiere jugar Quidditch, ser el mejor en todo el mundo, aclamado por las masas y venerado como un Dios. Tal vez sea incluso demasiado pedir...
Tales pensamientos han sido suficientes para que el sombrero seleccionador escoga su casa definitiva, dejando atónito al menor, perplejo, incrédulo.
—¡Slytherin!
Chapter 2: 01."Azure
Notes:
Este primer capítulo es más introductorio, ya el siguiente será más gay. Y si explico algunas cosas dentro de la historia lo hago también por aquellos que no estén familiarizados con este universo.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Para entrar a la casa de Slytherin, no solo era porque encajaba con tu personalidad y visión de las cosas, sino que también un requisito primordial que impuso el mismo Salazar Slytherin es ser sangre pura.
Sin embargo, en los últimos años, los magos y brujos de sangre pura han estado reduciéndose considerablemente, perdiéndose, debido a que muchos de estos terminan por emparejarse ya sea con magos mestizos o muggles, lo cual vuelve muy complicado mantener la pureza en las familias. de brujos y hechiceros.
La lista de los sagrados veintiocho, ha sufrido actualizaciones en las últimas tres décadas.
Por lo que actualmente ya no es tanta sorpresa ni tan tabú encontrar a alguien que no sea sangre pura dentro de la casa de la serpiente, pero incluso así, cada año que transcurre, siguen siendo pocos los alumnos que quedan en dicha casa, que su personalidad encaje con ésta.
El japonés Isagi Yoichi aún recuerda que luego de que le asignaron su casa el primer año, al llegar a su dormitorio el cual comparte con solo un compañero, se hecho a llorar entre las sábanas debido a la frustración de haber quedado en una casa a la cual él no quería por tener una fuerte reputación de que varios magos oscuros salen de dicha casa, y se durmió al quedar tan mentalmente agotado.
Al día siguiente, en un momento oportuno, visitó la biblioteca para investigar el término de "Ensombrerado", encontrándose con la sorpresiva revelación que se trata de un término arcaico, que son demasiado extraños aquellos casos en que el sombrero tarda tanto en decidir en donde poner al estudiante. Se dice que aparecen una vez cada cincuenta años, pero fuera de ello, no nota nada en especial o más interesante de este tipo de casos.
Fue el centro de atención momentáneamente. Y no le senté bien.
Es un recuerdo que se le vino a la mente en la clase de Encantamientos. Donde su asiento se ubica en la fila del fondo, junto a sus compañeros como amigos; Bachira junto con Kunigami y Raichi, quiénes pertenecen a la casa Hufflepuff, Hiori a la casa Ravenclav, y también están Chigiri, Gagamaru y Kurona, los tres pertenecen a Gryffindor.
Los ocho son bastante unidos desde el tercer año, aunque Bachira tiene el privilegio de haber conocido como juntado con Isagi desde el primer año, ambos se conocieron en el tren Expreso de Hogwarts, ese día compraron muchos dulces, ambos niños conversaron sobre a que casa les quisiera pertenecer.
Meguru Bachira mostró interés entre Hufflepuff y Gryffindor, sus padres y abuelos asistieron a estas casas. Al final, él sí quedó en una de sus casas favoritas.
Contaría tal vez como amigo a su compañero de cuarto; Itoshi Rin, quien pertenece a la misma casa que él, pero al oji verde no le gusta juntarse en grupo, es más solitario y frío, callado. Es un año menor que Isagi y el resto de compañeros, pero por alguna razón que se desconoce, en vez de estar un año por detrás de ellos, está a la par, lo cual significa que se va a graduar de Hogwarts a muy temprana edad. .
Nunca sabes si el Itoshi está enfadado o es su expresión natural. Además que no es como que realmente se conviva mucho con él.
Muchos dicen que es así por un problema que tuvo con su hermano mayor; Itoshi Sae, un pelirrojo que quedó en Gryffindor y se graduó de Hogwarts el año pasado. Son temas personales que a Isagi no le compete averiguar.
Otro detalle importante a recalcar es que Rin es el actual prefecto de la casa de la serpiente, fue seleccionado desde su quinto año. Por eso se desaparece mucho y se le ve más ocupado de lo normal que un estudiante promedio de séptimo año, realizando labores que los jefes de casa le dejan.
Otro par con el que igual se habla a veces y diría que se lleva muy bien a pesar de que tampoco se junta mucho con ellos son Reo y Nagi, ambos son de Ravenclaw como Hiori, comparte pocas clases con ellos. Los dos chicos parecen estar en su propio mundo. Mikage es más social y extrovertido, mientras que Nagi es más calmado, callado pero muy vago, aunque siempre saca muy buenas calificaciones, nadie se explica como.
El chico jamás mostró interés en nada hasta quinto año, donde su mejor amigo Reo lo convenció para que entrará al equipo de Quidditch de su casa, los primeros meses estuvo vagando y faltando a los entrenamientos.
Mikage Reo no solo es un Omega bonito, inteligente y popular, también es el estudiante más adinerado de todo Hogwarts. Sus padres no sólo son dueños de empresas mágicas de gran renombre, sino que también crearon nuevos hechizos. Crear hechizos siempre te deja mucho dinero como fama.
En conclusión; en su generación, no abundan muchos Slytherin. E incluso los que hay, Isagi no se junta mucho con ellos, le resulta más agradable la compañía de estudiantes de las otras casas.
[...]
Isagi Yoichi empieza su séptimo y último año en Hogwarts, con la edad de diecisiete años.
En tercer año, a todos los estudiantes se les hace la prueba de casta para saber cual es su segundo género. A pesar de que a los trece años es la edad mínima en la que se manifiestan, no suelen tener sus períodos de celo hasta los catorce o quince años.
Por protección, aquellos que se manifiestan como Omegas, se les pone un hechizo para protegerlos, el cual es de los hechizos creados más recientes en la historia de la magia. Está patentado por la misma madre de Reo.
Isagi se presentó como Omega, algo que él creía no sería ningún inconveniente o algo que deba preocuparle. Hasta que quiso entrar a Quidditch en cuarto año, donde le dijeron que los Omegas no pueden entrar en un deporte tan rudo y salvaje como lo es éste.
Pero Yoichi no se rindió, junto con otros amigos como Hiori y Chigiri salieron a protestar como a mandar cartas de queja sobre este tipo de discriminación a sus respectivos jefes de casa. Claro que nadie les presto suficiente atención hasta el quinto año, donde se les unió su compañero de Ravenclaw, Mikage Reo. Alguien que no pudieron ignorar, con influencia y dinero, siendo que el peli morado también mostró interés en querer unirse al equipo de Quidditch de su casa y gracias él, lograron ser aceptados luego de pasar un examen de prueba.
Actualmente; Isagi Yoichi es el único y primer Omega de la casa Slytherin que entró al equipo de Quidditch de su casa, claramente su nombre pasará al historial del Colegio. En la posición de cazador, teniendo como compañeros de la misma posición a Itoshi Rin y Shidou Ryusei, dos Alphas que no se soportan en el campo, es algo con lo que Isagi aprendió a lidiar con el paso del tiempo.
Este ciclo escolar es especial y pone a bastantes estudiantes como a profesores ansiosos debido a que se viene el tan esperado como temido Torneo de los Tres Magos.
La última vez que hubo uno fue hace ya cinco años, Isagi tan solo estaba en segundo año así que no recuerda mucho de lo movido que estuvo esa época, más que tuvieron que cancelar la copa interescolar de Quidditch que se da de manera anual.
Durante el almuerzo, sus amigos comienzan a hablar de cierto tema intrigante.
—¿Has escuchado los rumores?—menciona Chigiri. Él come poco y despacio. Es del tipo de persona que realmente se relaja y disfruta de tomar el té.
—¿Rumores?—repiten Isagi y Kurona confundidos.
—Habrán nuevos estudiante en séptimo año.
—Vienen del Instituto Durmstrang de Magia.—añade Hiori sonriente, al parecer él también sabe bastante del tema como Chigiri.
—¿Se saben cuantos son?—pregunta Gagamaru curioso.
—Hasta el momento, no.—responde Kunigami encogido de hombros.
Isagi sabe muy bien cual es aquel colegio. No admite a los nacidos de muggles y el uniforme es bastante distintivo, llamativo. Los estudiantes usan capas de piel como parte de su uniforme escolar, además de sombreros del mismo estilo y túnicas de color rojo sangre.
La principal razón por la que Isagi tal vez en el pasado estuvo obsesionado con ese lugar es que ahí mismo estudio su ídolo del Quidditch; el cazador Noel Noa.
—¿De dónde escuchan todo esto?—pregunta un curioso azabache, incluso dejó de leer el periódico para prestarle atención a sus amigos.
—Media escuela lo sabe, incluso los profesores lo comenta mucho entre sí.—responde Chigiri encogido de hombros, aunque en el fondo este realmente interesado por el tema.
—¿Otra vez con la capa de invisibilidad que te obsequio Mikage Reo?—pregunta Kurona, sospechando que para el de cabellos largos es un hábito estar merodeando en cualquier lugar que no debería.
—Qué valga la pena portarla.
—Sé supone que estos estudiantes nuevos deberían haber asistido al menos a una clase el día de hoy.—explica Hiori calmado y pensativo.—Pero por algún motivo que desconozco, no se presentaron.
—Tal vez les dio pereza presentarse a su primer día, se habrán quedado dormidos.—añade Bachira burlón.
—Qué arrogante.—suspira Isagi perdiendo el interés. Aunque al mismo tiempo, le recuerda a su compañero Nagi.
Escucho de Reo y lo fue notando a través de los años, que siempre el primer día de un nuevo ciclo escolar, el albino tiene tanta pereza de asistir a clases que le es tan fácil faltar a estas.
—¿Pero por qué vienen a estudiar justo el último año en Hogwarts?—pregunta Isagi con cierta intriga y confusión.
Si solo les falta un año para terminar sus estudios, ¿para que transferirse a otra escuela? No lo entiende, le parece raro, absurdo y un poco sospechoso.
—Quién sabe.—suelta encogido de hombros Chigiri, los demás ríen al ver el límite de chismes del peli rosa.
Continúan con su almuerzo amenamente, hablaron sobre otras cosas como a que se dedicarán una vez se graduen de Hogwarts, a donde irán y si tienen algún interés romántico o de las tensiones sexuales que encuentran entre otros estudiantes.
Lo único que le interesa a Isagi Yoichi son sus estudios y convertirse en el mejor cazador de Quidditch en todo el mundo mágico. No tiene tiempo para interesarse en cosas sentimentales de adolescentes.
[...]
Yoichi se encuentra en la sala común de su casa; la mazmorra de Slytherin, leyendo libros y pergaminos para sus estudios y así saber por anticipado futuras preguntas o tareas que los profesores dejen en sus clases.
Si quiere ser el número uno en todas sus clases, debe esforzarse cada día. Debe sacrificar pasar más tiempo con sus amigos por la lectura y el estudio diario.
Debido a que es el único de su grupo de amigos que es de la casa de la serpiente, la gran mayoría de veces cuando quiere estudiar o hacer proyectos, está siempre solo, después de todo, nadie que no sea de la casa de Slytherin puede entrar a la mazmorra.
El lugar es bastante frío pero le resulta muy cómodo y silencioso, cosa que el necesita para poder concentrarse mejor. A estas horas suele haber nadie, por lo que solo se permite estar alrededor de una hora para después reunirse con sus amigos un rato en los pasillos y luego regresar a sus respectivos dormitorios antes de las diez de la noche.
El reloj de pared marca casi las nueve de la noche, y Yoichi decide guardar sus cosas antes de reunirse con sus amigos. Sin embargo, un destello dorado detrás de uno de los sofás llama su atención.
Intrigado como extrañado, se acerca y descubre una bola peluda de tamaño grande lo cual lo deja asombrado, pero no parece un animal común y corriente. Su pelaje rubio claro brilla bajo la luz de las velas, sus brillantes y grandes ojos azules como el cielo se encuentran con los de Isagi, transmitiendo una mirada de curiosidad y desconfianza. Pero lo que realmente sorprende a Isagi son las puntas azules en las orejas del gato, y las franjas azules detrás de su cabeza que parecen pequeñas cascadas congeladas en el tiempo. En contraste, una franja oscura adorna su pata izquierda, como si llevara una cicatriz o alguna marca que rodea dicha extremidad, añadiendo un toque de misterio a su apariencia.
—¡Wow, eres increíblemente hermoso!— murmura Isagi, maravillado por la exótica apariencia del enorme felino. No conoce a muchos de su especie andar por el castillo, a veces suelen ser la mascota de algún trabajador sino es que incluso algún profesor transformado, pero duda un poco que esté sea el caso. Este es particularmente diferente y precioso.—Nunca había visto a un gato como tú en Hogwarts.—añade divertido. En el fondo, siempre deseo tener alguna mascota pero por varios motivos siempre declino esta idea.
Algunos de sus compañeros tienen sapos, ratas, gatos o lechuzas, él no se consideró especialmente atraído por esta idea, hasta ahora.
El gato de largos bigotes le gruñe, mostrando su desaprobación ante la presencia de Isagi, pero no parece dispuesto a atacar. A pesar del gesto amenazante, el japonés no puede evitar sentirse más atraído por la belleza del felino.
—No te preocupes, no quiero hacerte daño.—murmura suavemente, extendiendo la mano con cautela.
A Isagi se le ocurre una brillante idea para que el felino confíe en él un poco. De entre sus cosas, saca un pedazo de queso que guardó en una bolsita, pensaba en dárselo a la mascota de uno de sus compañeros.
Sabe que los gatos no deben consumir productos lácteos, pero también que no les hace mal si le das un poco de vez en cuando.
Extiende su mano el queso de cabra, el felino se queda inmóvil por un momento, como evaluando la sinceridad de las palabras de Isagi, antes de relajar ligeramente su postura. Olfatea y comienza a lamerlo hasta acabar con el pequeño trozo de queso.
Yoichi sonríe, acercando su mano con más confianza. El gato deja escapar un suave ronroneo, permitiendo que el mago acaricie su suave y abundante pelaje. Esta seguro que si se tratara de algún profesor ya lo hubiera regañado o regresado a su forma original, y es imposible que un estudiante lo sea.
Se necesita mucha práctica y concentración para transformarte en un animal de manera completa. Incluso en los animagos es una habilidad que se adquiere con años de práctica, resulta bastante difícil, por eso estos tipos de magos son adultos y no jóvenes estudiantes. Y hasta donde él recuerda, sólo existen dos profesores más el director en Hogwarts que están registrados ante el Ministerio de Magia como animagos.
Así que el felino que tiene frente a él es un gato de verdad con apariencia única y bella.
—Deberías tener un nombre acorde a tu belleza...— sugiere Isagi, mientras el gato se acurruca ante sus caricias, justo en sus puntos débiles. Debajo de su barbilla y por sus orejas, el felino no puede resistirse.—¿Qué te parece... Azure? Por tus hermosas frangas azules.—señala emocionada por darle nombre al gato.
No parecer tener dueño, aunque sigue intrigado por el origen de este bello animal, como llegó aquí y que estaba buscado. Además, ¿algún otro estudiante o profesor lo noto? Sería imposible no hacerlo con el tremendo tamaño que tiene y además de su color de pelaje para nada común pero resulta ser natural.
El felino considera parece la propuesta de Isagi, sus ojos brillan con una chispa de querer atacarlo. Isagi ríe para sí mismo, se siente encantada por la pequeña conexión que ha establecido con este misterioso gato.
—Azure... sí, te queda perfecto.
Yoichi no resiste dejarlo en la habitación solitaria, con un pequeño deseo algo egoísta, lo carga y se lo lleva de ahí. El aroma del felino le resulta increíble que incluso no puede creerlo.
Un adormecedor y poco sutil aroma a rosas bajo la lluvia, mezclado con esencia de vainilla. Le resulta especial que ha quedado enamorado, necesita adoptar a este hermoso gatito—no tan pequeño—.
Esta tan emocionado que ignora completamente los gestos extraños que el gato hace ante su reacción tan melosa y cariñosa. Parece entre fastidiado pero rendido ante las caricias del japonés.
El felino aunque pensó en huir rasguñando al azabache ya que no le gusta tantos mimos, al final no pudo hacerlo y se dejó "secuestrar" por el joven Omega.
Notes:
Para finalizar:
CAMBIOS:
■Kunigami iba a ser Gryffindor, pero último momento al final me decidí por Hufflepuff. Y soporten💋
■Inicialmente solo iba a poner un estudiante nuevo, (kaiser obvio), pero termine agregando a Ness para escribirle más escenas. Porque o sea, a Ness le queda este Au y soporten💋
■Al principio si pensé en poner a Isagi en la posición de buscador. Pero si comparamos al Quidditch con el fútbol real, la posición más igual a delantero es cazador en mi opinión xd.
Tratare de publicar el lunes 08 de abril, acá en México hay eclipse total jajajaja, aprovechando.
Esto ha sido todo por hoy, espero que a pesar de todo les guste este fanfic que será para un largo rato. Sin más que decir, nos vemos!
Chapter Text
Isagi Yoichi carga con cuidado al majestuoso Azure en sus brazos de regreso a su dormitorio. No se preocupa por su compañero Itoshi Rin, ya que él está casi ausente en ese lugar y duda que se siente molesto ante la presencia del felino rubio.
Sus amigos lo esperan en el pasillo, vestidos con los uniformes de Hogwarts, con túnicas que van desde el azul, rojo y amarillo. Cuando Isagi se disculpa por la tardanza, sus amigos asienten comprensivamente, pero sus ojos se iluminan al ver al imponente gato en los brazos de Isagi.
—¡Wow, qué gato tan impresionante!— exclama Kurona, admirando la belleza natural del felino.—¿Es tuyo, Isagi?
—Desde cuando tienes mascota?—pregunta su fiel amigo Bachira, extrañado al igual que el resto.
Isagi asiente con una sonrisa, ajustando su agarre en Azure quién se queja.
—Sí, lo encontré en la sala común. Parece que necesita un poco de cuidado, así que me lo llevaré a mi habitación por ahora.—explica brevemente, recibiendo varias miradas de compresión y ternura de todos sus amigos.
Los demás se acercan con curiosidad, deseando acariciar al majestuoso gato. Sin embargo, Azure les lanza un gruñido amenazador y araña ligeramente el aire con sus garras de manera feroz y rápida, violenta. Todos lo comparan casi de inmediato con el estudiante Shidou Ryusei, quien pertenece a la misma casa que Isagi, el moreno desde segundo año ya tiene una reputación por su carácter impulsivo como violento y grandes habilidades en la magia como en el Quidditch.
Aunque el año pasado comenzaron los rumores sobre su para nada disimulado interés romántico con otro estudiante; Itoshi Sae.
Regresando al tema principal, el felino les recuerda su posición como un ser independiente y poderoso. Que no se deja hacer cariñitos, a excepción de por supuesto; El estudiante Isagi Yoichi.
Los demás retroceden, sorprendidos por la reacción del gato, pero continúan admirándolo desde una distancia segura.
—¡Vaya, ese gato tiene un temperamento fuerte!—comenta Kunigami, riendo entre dientes.
—Parece que ha adoptado a Isagi como su humano.—comenta Hiori, haciendo que todos rían por lo cierto de aquella afirmación.
Yoichi sonríe seguro y confiando, acariciando la suave cabeza de Azure.
—Sí, parece que sí. Pero no se preocupen, mañana les contaré cómo logré que se me acercara este pequeño gato.
Sus amigos están seguros de que ese gato es todo menos pequeño.
—Por cierto, tenemos un chisme recién salido del horno.—comenta Chigiri, a lo cual Yoichi solo lo mira curioso.—Es sobre el estudiante nuevo.
Las orejas del felino parecen reaccionar al escuchar lo que habla. Mira hacia la dirección de quien lo carga y luego hacia el resto de chicos.
—Ah, ¿qué hay de eso?—responde vago y con poco interés.
—Estuvo recorriendo los pasillos hace como media hora. Pero como varios estudiantes se pusieron como locos a seguirlo, de repente él desapareció.—explica brevemente burlón.—Yo fui uno de ellos.—admite avergonzado mientras los demás se ríen.
—¿Por qué lo seguían?—cuestiona Isagi extrañado.
—Para besarlo y follarlo, que se yo.—añade sin vergüenza el peli rosado, haciendo carcajear más a sus amigos y avergonzado a Yoichi por su lengua tan vulgar y despreocupada. Nervioso de que haya algún profesor cerca.—Somos adolescentes, Isagi, estamos en la flor de nuestra juventud y con las hormonas alborotadas, es completamente normal que todos quieran su atención.—añade emotivo y razonable.
El de Slytherin suspira sin remedio, tiene razón pero sigue siendo bochornoso hablarlo de manera tan natural y con varios alrededor.
Con despedidas rápidas, Isagi continúa su camino hacia su dormitorio, llevando consigo al imponente Azure. Sus amigos se quedan en el pasillo, aún impresionados por la apariencia y el tamaño del gran felino.
Al llegar a su dormitorio, tal como lo sospecho, su compañero Itoshi Rin ni siquiera se encuentra en la espaciosa habitación, por lo que juega un poco con el gato hasta llevarlo a su cama y quedarse profundamente dormido a lado del hermoso gato, quien lo mira fijamente con sus grandes pupilas rasgadas hasta estar seguro que el japonés no sentirá sus movimientos para así poder escapar de ahí.
[...]
Cuando Isagi Yoichi despierta entre babas y su cabello todo despeinado, se da cuenta que ya se le está haciendo tarde para su primera clase.
Con prisa se cambia su pijama a su uniforme, desesperado y sintiéndose frustrado por haberse quedado dormido, es algo que jamás en sus años de estudiar aquí, le ha sucedido. ¿Qué le sucedió?¿Por qué durmió tan bien esta noche? Incluso babeo como bebé, desde que entro a Hogwarts cuando tenia tan solo once años, jamás había vuelto a babear mientras dormía.
El Omega mira hacia la cama donde se supone, descansa su compañero. Quien ni siquiera se encuentra presente, pero está seguro de que si durmió está noche aquí, después de todo, con solo olfatear un poco las feromonas del Alpha se sienten rápidamente. El aroma a menta y granos de café es fuerte y encantador, propio de un pura sangre como el Itoshi.
Si no fuera tan misterioso y callado, así como alguien que desaparece mucho, probablemente se sentiría atraído por él.
—Maldito Itoshi Rin, ni siquiera tuvo la descencia de despertarme para la clase.—gruñe molesto, el Alpha ni siquiera tuvo la sutileza, la consideración de despertarlo.—¡Mierda!—se queja en voz alta.
El azabache quien se pone sus zapatos a toda prisa, recuerda un muy importante detalle, ahora que se da cuenta en medio de la prisa, ¿dónde esta su gato de hermoso pelaje?
—¿Azure?—nombra en voz alta, buscándolo con la mirada detenidamente. Es imposible no ver al enorme felino de apariencia extravagante.
Nada. No hay respuesta, busco debajo de las camas y en los roperos, pero no encontró nada.¿Se ha ido? Resignado y dolido, tuvo que marcharse rápidamente hacia su clase, con el punzante dolor en su pecho de no encontrar a su precioso gato de orbes azul claro como el cielo despejado.
Con suerte, considerando que los gatos suelen moverse mucho y no les gusta estar encerrados, tal vez ha ido a dar un paseo y más tarde regresara. Quizás incluso haya ido de caza, piensa Isagi para reconfortarse así mismo.
No todos los gatos son iguales, algunos prefieren estar en la comodidad del cuarto de su dueño, y otros prefieren esta afuera por varias horas. No debe perder las esperanzas.
[...]
Siempre que alguien llega tarde a clase, suele ser el centro de atención de todo el salón por unos instantes, luego es ignorado y para mañana se olvida.
Pero que el estudiante sobresaliente, no solo de su casa sino de entre las cuatro, llegue tarde, es algo jamás antes visto.
—Es inusual que usted llegue tarde, joven Isagi.—reprende la profesora de la clase de Encantamientos.
—Realmente lo siento, no se que sucedió, juro que no volverá a pasar.—se disculpa totalmente apenado, haciendo una pequeña reverencia y suplicando por no pasar más vergüenza.
Quiere ser el centro de atención pero nunca de esta forma.
—Está bien, puede tomar asiento y por ser la primera vez y considerando su historial de puntualidad y asistencia, solo se quedará en llamada de atención.—argumenta brevemente, comprensiva.
La profesora no es de las más divertidas pero tampoco es muy estricta, tiene consideración con aquellos que ya conoce su historial.
—Lo entiendo.
Yoichi se gira para sentarse con sus amigos, no obstante, la profesora lo detiene.
—Tome asiento en la primera fila, a lado de los nuevos estudiantes.—ordena calmada, para repetir las instrucciones de la tarea del día.
Isagi asiente sin quejarse, igual no hará ningún escándalo solo por no poder sentarse con sus amigos una ocasión. Debido a que esta más apenado por haber llegado tarde y sigue preocupado por su gato, poco le presta atención de quienes son sus compañeros de a lado.
Ni siquiera les miró a la cara, no hubo oportunidad alguna para que se perdiera en la mirada de aquel estudiante a su lado.
—¿Eres Isagi Yoichi?
El nombrado voltea levemente al escuchar su nombre, curioso y extrañado. Supone que cuando pasaron lista y repitieron su nombre varias veces al no decir "presente", se le habrá quedado su nombre.
—Uhm, si.
El japonés piensa que desde hace algunos años, Hogwarts ya no es tan estricta con la apariencia de sus estudiantes. En el pasado, el reglamento señala específicamente la prohibición de tatuajes, pelo teñido y aquellos estudiante que tengan el cabello largo deben traerlo amarrado en una coleta o chongo. Sin importar la casta que seas.
Pero el sujeto de enfrente tiene no solo su cabello largo y suelto, con un extraño corte y aparte teñido de azul, sino que su tatuaje es totalmente visible, es grande y llamativo. Un par de hermosas rosas azules grabadas en su grueso y largo cuello, que hasta cierto punto son lindas, pero aún así, debería ser prohibido que alguien menor de edad se tatue. Aunque tal vez las normas en el extranjero o de donde sea que venga, sean diferentes.
¿Aún asi, cómo Hogwarts puede permitir estudiantes así?
Es tan injusto. Él no puede maquillarse como quiere en la escuela, muchas veces esta desaliñado, los profesores son severos cuando les conviene.
Tiene la pequeña sospecha de que la única forma de que hayan aceptado a un alumno así, es que debe venir de una familia con mucho dinero y prestigio en el mundo mágico, las cuales no son muchas.
—Toma.—le entrega una envoltura que contiene un queso italiano dentro. Esta frío.
Isagi esta sin palabras, incrédulo.
"La primera impresión siempre es importante", le dijeron sus padres. ¿Éste es el mismo sujeto del que todos ayer hablaban?¿El guapo extranjero Alpha? Pensó que sería más caballeroso o al menos prudente, ¿Pero por qué carajo le dio un queso?¿Qué motivo tiene?
¿Acaso es un tipo de insulto de donde viene?¿Lo está retando a un duelo a muerte? Tantas incógnitas tiene Yoichi en su cabeza, esta confundido y mira de forma rara al rubio, pierde el tiempo en tan solo reflexionar.
—¿Un queso?¿Por qué me das esto?
Isagi no alzó la voz, hablo bajito, pero al estar hasta la fila de adelante justo enfrente del escritorio de su profesora, ésta lo escuchó sin problema.
—Guarden silencio y terminen sus deberes.
Yoichi se apena por la llamada de atención e irrita con el rubio a su lado, éste al parecer se ríe bajito y continúa haciendo su tarea.¿Acaso lo había hecho a propósito para quedar más expuesto con la profesora? Se siente avergonzado y humillado.
Lo peor de todo es que no está con sus amigos, al menos ellos le harían sentir relajado y distraído para no sentirse así.
Lo unico que le alivia un poco es saber del tema que están escribiendo: los Quintaped. Isagi lo resumen en tres puntos principales: bestias peligrosas, carnívoras y muestran predilección por la carne humana. Es algo que había estudiado justo la noche pasada, momentos antes de encontrar al pequeño Azure.
De solo pensar en el felino se ruboriza, después de todo lo extraña y le intriga saber donde se metió, tiene la esperanza de que al terminar las clases y al regresar a su dormitorio, éste de regreso o deberá buscarlo por todo el castillo de Hogwarts. Tendrá que usar algún encantamiento para localizarlo de ser extremadamente necesario.
Mientras sigue escribiendo sobre el papel de la hoja, su vista se desvía ligeramente hacia su compañero de a lado, el rubio que le regalo el queso. Observa su mano descansando en el pupitre, algo que le llamó su atención es que este porte un tatuaje también aquí. Debido a la túnica negra, solo puede ver una parte del tatuaje. Aquella corona con pequeños diamantes.¿Cuántos tatuajes tiene? Tiene interés por preguntar pero no quiere ser obvio, además que el rubio le está empezando a caer mal por tan solo un par de palabras que intercambiaron.
Yoichi alza su mirada hacia el rostro distraído del Alpha, su cabello natural es rubio claro pero lo tiene parcialmente teñido de azul. ¿Por qué le resulta tan familiar al verlo?
Aquellas largas pestañas rubias que se imponen para realzar el color azul de esos ojos claros, le resulta estremecedor y extraño, porque siente que ya lo ha visto en algún lado pero no recuerda donde.
Isagi se da cuenta tarde, pero no percibe ningún aroma sutil de parte del Alpha, lo cual es muy raro.
¿Habrá usado el hechizo para ocultar el aroma? Normalmente solo los Omegas utilizan, en un Alpha es extraño.
[...]
Yoichi puede suspirar aliviado al acabar la clase, por primera vez en su vida, se sintió una eternidad, de inmediato se reune con sus amigos que lo están esperado.
Tienen diez minutos para moverse a la siguiente clase; astronomía. Es de sus asignaturas favoritas, y de las pocas que comparten los magos con los muggles.
El sistema solar, las estrellas, las nebulosas, los planetas y las lunas son fascinantes para él, ya quiere estudiar próximamente los agujeros negros.
—¿Y qué te pareció?—pregunta Chigiri, codeando le sus costillas. Los Omegas y Betas en su grupo de amigos suelen frotarse mucho con él, son empalagosos.
Dicen que se les hace lindo "un Omega en Slytherin", que siempre son escasos cada año.
—Sí te refieres a la clase, estuvo bastante regular, un poco aburrida.—comenta encogido de hombros, notando la expresión rara de su amigo.—Si te refieres al regaño que el profesor me dio ante toda la clase, realmente fue vergonzoso, ahora, si me preguntas por la tarea es—,
—¡Me refiero al nuevo estudiante, Isagi!—interrumpe desesperado.
Si, a nadie le importa como estuvo la clase o si pasó vergüenza por unos segundos, todos quieren saber como estuvo su encuentro de escasos minutos con el nuevo estudiante. Si hablaron de algo interesante y que tan ardiente es tenerlo tan cerca.¡Debieron haber rozado sus codos al menos un par de veces!
Yoichi casi siente nauseas.
—Isagi estaba más concentrado en la clase que en el chico de a lado.—suelta divertido Hiori, esparciendo un poco de sus feromonas para calmar a sus amigos.
—¿Se refieren al estudiante rubio tatuado?—señala arrugando la nariz, visiblemente asqueado.
—Sí. Al guapo Alpha.—suspira embobado Chigiri.
—Ambos son alemanes.—agrega Kurona, no perdiendo el detalle de qué él se refiere a los dos estudiantes y no solo al rubio.
—Eso explica su peculiar acento al hablar.—recuerda Isagi.—Incluso con el hechizo lingua translator, se nota que es extranjero.—suspira cansado.
Dicho hechizo fue creado por el padre de Reo, esto con el afán de traducir cualquier idioma en el mundo, para que la gente que habla otras lengua pueda entenderse, que no haya problemas de comunicación. Solo tienes que apuntar suavemente tu varita y decir el hechizo firme y correctamente. Sentirás una pequeña vibración al inicio, casi como un zumbido de abeja, y poco después, entenderás lo que te dice la otra persona sin importa si habla en chino, español o inglés. Es un hechizo simple e inquebrantable.
El grupo de amigos sigue moviéndose a la siguiente clase la cual no queda lejos, y al llegar al aula y tomar sus asientos respectivos, cierto Alpha se dirige a Yoichi para hablar con él.
—Isagi, al final si llegaste a la anterior clase, aunque veinte minutos tarde.
El nombrado le mira enojado, sigue resentido porque su compañero de dormitorio no lo despertó.
—¡Estoy enfadado contigo!—exclama furioso, llamando la atención de todos aquellos alumnos alrededor, quienes guardaron silencio para poder escuchar el chisme mejor.
—¿Qué hice, Omega?—cuestiona un Rin sorprendido por la reacción del contrario, confundido.
Isagi lo toma de la muñeca y sale con él afuera del salón para poder hablar mejor.
—¿Te haces el sorprendido? Tenemos la primera clase juntos, y no tuviste la descencia de despertarme sabiendo que se me hacía tarde, eres realmente malo.—bufa indignado, cruzado de brazos.
Quizás no sean los mejores amigos, pero llevan compartiendo dormitorio desde el primer año, esperaría por lo menos más amabilidad de su parte. No son desconocidos o simples compañeros de clases, Yoichi pensó que al menos tendría consideración con él.
—Sí lo hice.—espeta serio y sin dudarlo. Sus orbes verdes son cuchillos que atraviesan el corazón de cualquiera. Es frío y penetrante. Es un joven hechicero imponente y atractivo.
A pesar de ser un año menor que el Omega, es más alto que él. Yoichi detesta el desarrollo abismal en la adolescencia de los Alphas.
—¿Qué?—expresa confundido.
—Sí te fui a levantar. Te llame dos veces, incluso te jale de los pies, pero no despertaste. Tienes el sueño muy pesado.—comenta con un leve tono divertido.
—¡Mentiroso!—acusa Yoichi, avergonzado. No puede creer que en serio Rin haya hecho todo eso.—Yo nunca he dormido tan profundamente como para no sentir que me jalan de los pies.
—Tal vez tuviste un agradable sueño y no querrías despertar de éste.—justifica encogido de hombros, para después darle pequeñas palmaditas al contrario.—Nos vemos luego, compañero de dormitorio.
—¿Un agradable sueño?—repite extrañado, entrando al salón junto al Itoshi, cada quien a su respectivo asiento. Pensativo, Yoichi piensa en aquellos hermosos ojos azules claro.—
Azure...
¿Qué fue lo que soñó exactamente?
—Sabes, sino fuera porque Rin es muy callado y no socializa, además que es muy inexpresivo, yo si me lo andaría cogiengo...—murmura Chigiri a Isagi, quien no evita sentirse avergonzado por tales comentarios.
—Por cierto, Isagi, ¿y tu gato?—pregunta Bachira, curioso por saber que fue de aquel enorme felino.
Todos lo recordaron de inmediato, intrigados. Grande, peludo, rubio con cascadas azules y sumamente adorable como agresivo.
—Sé escapó, supongo que prefiere pasar su tiempo afuera y recorrer el colegio.—comenta Yoichi forzando una pequeña sonrisa, para aparentar que no le duele ni que se siente ansioso.
—Es extraño, porque aparte de la noche pasada donde lo cargabas, nunca lo habíamos visto antes.—agrega Kunigami pensativo.
Raichi solo suelta un comentario con respecto a que ha mejorado en el Quidditch y pronto su casa ganará el campeonato interescolar, aunque han pasado décadas desde la última vez que los Hufflepuff ganaron, el Beta griton no pierde la esperanza junto a Bachira y Kunigami. Ellos harán que la casa amarilla vuelva a ganar. Y agregó al final que si encuentra ve al gato, le avisara.
—Además que su pelaje es muy exótico, diferente a cualquier especie de gato que haya visto. Y sabes que yo se mucho de esos temas.—añade Kurona pensativo, queriendo de igual forma, saber más de aquel felino hermoso, se le hace tan misterioso.
Un gato como aquel no pasaría de desapercibido por nadie, ¿Cómo es posible que haya desaparecido y nadie lo haya visto ni siquiera de lejos?
—Azure es único y especial, y es mío.—agrega en un tono posesivo Yoichi, haciendo reír a los demás por lo tierno que sonó.
Pero Isagi lo decía muy en serio.
[...]
Al llegar el miércoles y sin ningún rastro de Azure, Isagi se propone, al terminar su entrenamiento de Quidditch, usar algún hechizo de rastreo para encontrarlo. No cree que el felino haya ido demasiado lejos, ¿Verdad?
No es ninguna criatura fantástica o un ser sobrenatural, ¡es un gato!
Normalmente no hay entrenamiento los miércoles, pero lo citaron junto a los demás compañeros porque el capitán del equipo dijo que es muy importante que asistan por lo menos una hora, ya que les quiere presentar a unas personas.
Cuando Isagi llega al campo, sin tener mucha conversación con el resto del equipo ya que los únicos con los que se lleva bien son Itoshi y Shidou, quienes todavía no han llegado, prefieren mantener su distancia y esperar a seguir las instrucciones del capitán.
Por lo que es totalmente ajeno a la presencia de los nuevos estudiantes.
—¿Eres mi fan o algo así?
Isagi gira la cabeza al escuchar esa voz dirigirse a él. Estuvo pasando de él en todo el día que realmente le tomó por sorpresa.
—¿Ah?
El extranjero tuerce su sonrisa, mirando de pies a cabezas al Omega.
—Ayer y hoy me tope en casi todas las clases contigo.—responde encogido se hombros.
—La gran mayoría de los de séptimo año comparten varias clases.—menciona indiferente. Piensa si el rubio es un tonto, lo está acusando de ser un acosador o algo así.
—Hasta trajiste tu escoba para que te la autografíe, que lindo~—ríe con ternura. Si no fuera porque es irritante, Isagi afirmaría que es lindo.
—¡No soy tu fan ni vine a verte!
—Entonces ¿qué haces aquí?—pregunta extrañado y confundido. Todo este tiempo creyó que el Omega, al igual que sus admiradores, lo siguió.
Yoichi le miró ofendido, molesto y más irritado.
—Formo parte del equipo, idiota.
El alemán hizo un gesto incrédulo y de impacto, como si no terminara de creerlo. Pasaron segundos hasta que logro reaccionar.
—¿Tú formas parte del equipo?—menciona jadeante, como si acabará de tener la gran epifanía de su vida. Yoichi piensa que es un exagerado, mucho más que sus amigos Chigiri y Reo.—¿Un Omega forma parte del equipo?
¿Quién en su sano juicio podría gustarle a alguien como este patán?
Notes:
Curiosidad:
1. El hechizo ese de traducción de idiomas que puse que el papá de Reo lo creo, no solo hace alusión al manga, donde están los auriculares traductores de la empresa mikage, también quiero aclara que: EL HECHIZO LO INVENTE YO. tuve que traducirlo a latín obviamente. Hasta donde estoy viendo en las películas, y sin haberme leído los libros de harry potter, no existe un hechizo de este estilo, por lo que tuve que mamarme y crearlo yo.
En fin, nos vemos!
Chapter Text
Isagi no lo aguanto más, esta que le hierve la sangre de la furia e indignación. Había considerado por petición de sus amigos, hacer las pases con el rubio luego de aquella rara primera impresión. Pero ahora, extingue a toda costa esa opción.
Nunca haría las pases con el nuevo estudiante, es tan insoportable y odioso. Definitivamente no todas las caras bonitas te hacen buena persona.
Esta a poco de sacar su varita y lanzar el encantamiento repulsor para mandarlo a volar lejos de él, con suerte se quiebre algún hueso. Lo único malo es que probablemente lo expulsen por aquella acción violenta.
—¿Tienes algún problema?—dice a la defensiva Isagi, mirando al rubio de manera seria y juzgadora, intimidante.
El contrario bufa incrédulo para después reír divertido, relajado.
—¿Cómo alguien tan lindo y pequeño querría unirse al Quidditch?—cuestiona intrigado y ansioso, sin perder de vista ninguno de los graciosos y adorables gestos del Omega, parece que quiere asesinarlo.—No quise sonar despectivo, tan solo estoy muy sorprendido por ver a un Omega jugar Quidditch.¿A qué posición juegas?—añade curioso, haciendo que la furia e irritación de Isagi disminuya considerablemente.
El japonés no sabe si tomar esas disculpas como sinceras, pero al menos las tiene en consideración.
Antes de que él azabache diera respuesta, el capitán del equipo; Julian Loki, un francés de casi dieciocho años, los interrumpe amistosamente, quien viene acompañado de otro Alpha.
Todos se reúnen para las presentaciones, el de piel oscura se da cuenta del arrepentido acercamiento entre el alemán y el japonés.
—Oh, veo que ya se conocieron. Isagi, ellos son los nuevos estudiantes.—presenta Julian sonriente.—Ambos vinieron para ver la posibilidad de unirse al equipo. Él es Alexis Ness, quiere entrar para la posición de buscador.—indica con ademán.
—Un placer.—saluda el de cabello magenta sonriente y amable.
Isagi casi se queda hipnotizado por su sonrisa relajada y amabilidad, al mismo tiempo que se pregunta si aquel color de cabello es natural o teñido, así como porque no hay más Alphas así de amables y lindos como él.
Alexis es casi tan alto como el rubio, delgado y tiene su cabello ondulado con una sonrisa sencilla y pacífica, sus ojos son como estrellas fugaces, del mismo color que su pelo. Apenas se estrechan las manos para saludarse, puede sentir sus feromonas golpeándolo. No agresivamente, sino suave y gentil. Huele a pino y pan recién horneado, es increíble. Pero le deja tan confundido, ¿Por qué no detecta el aroma del Alpha rubio pero si del castaño?
—Y él es Michael Noa Kaiser. Hijo único del cazador famoso, Noel Noa.—continúa Julian, ahora presentando al Alpha de cabellos largos y rubios.
—Pueden dirigirse a mi solamente como Michael Kaiser.—añade el rubio, como si no quisiera ser alarde de su primer apellido.
Isagi parpadea un par de veces sorprendida. Como fan del gran Noel Noa, en el pasado investigo un poco de la familia de éste. Tenía conocimiento de que tuvo un hijo, pero hasta ahí. Jamás se imaginó que se tratara del molesto chico nuevo, lo cual lo hace sentir contradictorio.
—Él es su hijo?—repite incrédulo. Julian asiente de buen humor, y no es muy común que él esté así.
¿Será por la presencia del hijo del famoso cazador Noel Noa? ¿O por qué Shidou e Itoshi no están presentes?
—Quiere jugar para la misma posición que tú.—señala Loki al de cabellos rubios.
Oír aquello no le agrada para nada a Isagi. Pero ahora que se da cuenta, recién descubre el nombre del Alpha. Probablemente sus amigos lo habrán mencionado en más de una ocasión, pero no prestó atención por lo que no tenía idea de su nombre.
—¿Cazador? Con ese cuerpo grande y horrible, le queda mejor ser golpeador.—opina el Omega, torciendo sus labios y evidentemente de mala gana.
Una pequeña tensión se crea en el aire entre Isagi y Kaiser. Es cortante e incómoda.
—Qué gracioso es nuestro pequeño chico.—dice nervioso Loki, dándole palmadas en la espalda a Isagi para que no siga hablando, más éste no cambia su expresión.—Debido a que nuestro otro cazador Itoshi Rin es el prefecto de nuestra casa, aviso que va a faltar mucho de los entrenamientos. Así que podrías quedarte sin problema.—explica brevemente, ignorando los sonidos de queja e irritación del Omega.—Es más, ¿Por qué no hacen un partido amistoso e improvisado ustedes dos?—promueve.
Isagi solo se encogió de hombros, mientras que Kaiser accedió sin problema.
—Yo también tengo...?—pregunta Ness.
—El pequeño partido entre Kaiser e Isagi acabará hasta que tú atrapes la snitch dorada.—agrega decidido.—Será un uno versus uno.
Ambos jóvenes se suben a sus escobas y se elevan por los aires. El capitán del equipo suelta la snitch dorada y da comienzo al partido, el resto de integrantes del equipo se acomodan en las gradas para ser espectadores del pequeño e improvisado partido, el cual podría durar varios minutos o tal vez hasta horas.
Siempre es emocionante ver competir a los estudiantes, aunque en el fondo le dan más interés debido a la diferencia de castas. Un Alpha contra un Omega, no solo es la fuerza y velocidad, también tienes que ser astuto y muy hábil.
El capitán quien también es espectador, observa que recién hace acto de presencia Rin.
— ¿Itoshi? Pensé que no vendrías al encuentro de hoy.
—Surgió algo que me permitió venir aquí un rato. ¿Y ellos?—pregunta curiosa al observar a los nuevos en el campo.
—Los nuevos estudiantes que quieren entrar. Uno como cazador y otro como buscador. Están haciendo un pequeño partido amistoso.—explica brevemente.
Sin guardián, sin golpeadores ni más cazadores. Solo ellos dos y el buscador.
Rin mira atentamente los movimiendo de Isagi y los cientos de resultados posibles, su tranquilidad es interrumpida por cierto moreno fastidioso, que igual es Slytherin.
—¡Cuñado!—exclama lanzándose contra él. Julian lo vino viene así que mejor se alejó de la escena rápidamente, pero está preparado por sí empiezan una pelea y tiene que alejarlos.
—No soy tu maldito cuñado, cucaracha fea.—escupe con fastidio e irritación.
—Sabes que he recibido cartas de tu hermano?—agrega divertido y con la intención de provocarlo.
—No digas estupideces, mi hermano está muy ocupado como para tomarse la molestia de enviarte cartas.—contesta fastidiado.
—Me dijo que en mis próximas vacaciones tendríamos una cita, estoy tan feliz porque eso suceda~—canturrea contento y cariñoso, molestando más al pequeño Rin.
—JODETE.
El Itoshi sabe que Shidou a pesar de ser un idiota, jamás mentiría. Pero, ¿Por qué su hermano tiene gustos tan horrorosos? Sus papás no lo permitirán, que su querido hermano mayor; Sae, que viene de una familia de linaje puro, se quiera emparentar con una sangre mestiza, que debido a su forma de ser, su carácter y personalidad, entró a la casa de la serpiente.
El Alpha Rin está seguro que en el futuro, llevará un bonito Omega a casa. Y ya tiene en mente a alguien.
[...]
El viento corta el aire con una fuerza eléctrica mientras Isagi Yoichi y Michael Kaiser se elevan en sus escobas. Los cabellos rubios de Kaiser ondean en la brisa, algunos mechones teñidos de azul se agitan con cada movimiento repentino. Sus ojos azules brillan con determinación, reflejando la intensidad del momento.
Isagi, con su serpenteante agilidad, se desliza con gracia por el cielo, su cabello oscuro azabache se alborota en una danza caótica detrás de él. No tiene tiempo para perderse en la belleza de su rival, en los movimientos tan tenaces que posee o como se le marca un agradable bulto en su pantalón cada que pasa cerca de él. Definitivamente tiene que ganarle, hizo mucho para estar a la altura de los otros Alphas en el Quidditch, para ser un igual y no un menos a lado de ellos, tardó varios meses en que lo reconocieran y hacerse notar.
Un extranjero no le ganaría.
La emoción arde en su pecho, la adrenalina bombea a través de sus venas mientras ambos se arrebatan la pelota. Sus escobas cortan el aire con una velocidad vertiginosa, trazando arcos audaces y giros repentinos en un intento de desequilibrar al otro.
El rugido del viento se mezcla con el sonido de sus respiraciones agitadas, cada uno determinado a superar al otro en esta batalla aérea. Isagi se inclina con gracia, su mirada fija en el objetivo mientras se prepara para lanzar la quaffle hacia los aros rivales. Kaiser, sin embargo, no se queda atrás, su destreza en la escoba rivaliza con la de su oponente, su determinación ardiente en cada movimiento.
Es un momento de pura euforia, donde el tiempo parece detenerse y el destino de la partida pende de un hilo. Tenía muchísimo tiempo desde que el Alpha tuvo ese sentimiento de competencia, de que su rival no debe tomarse a la ligera.
Lo hizo jugar en serio y despertar sus ganas de devorarlo.
[...]
Mientras vuela en el aire, recuperándose del emocionante duelo, Michael Kaiser se acerca a Isagi Yoichi con una sonrisa juguetona en los labios.
—Debo admitir, Yoichi, no esperaba encontrarme con un Omega tan talentoso en el Quidditch.—dice Kaiser, su tono lleno de admiración genuina mientras le lanza una mirada divertida como coqueta.
La snitch dorada todavía no está atrapada, pero quieren darse un pequeño descanso antes de continuar. El partido está en un empate de puntos, ya llevan media hora de juego.
Isagi arquea una ceja, luchando por mantener su concentración en el juego. Se siente un poco incómodo de que el rubio le llame tan cómodo por su nombre, ya que no son cercanos.
—Gracias, supongo.—responde con cautela, tratando de ignorar el halago del rubio.
—No, en serio.—insiste Kaiser, inclinándose ligeramente hacia Isagi. Sus escobas casi se rozan, ambos tienen una capa de sudor en la frente, señal de que se están tomando en serio el juego.—Nunca había visto a un Omega jugar tan bien. Además, luces increíbles mientras vuelas.
Los ojos de Isagi se destellan con molestia ante el intento de coqueteo de Kaiser, pero trata de mantener la compostura.
—Gracias, pero creo que deberíamos concentrarnos en el juego.—responde, tratando de desviar la conversación.
No está jugando al cien por ciento como debería, debido a que su mente sigue distraída por otro asunto que le pesa más.
Kaiser sonríe, desafiante, disfrutando de la incomodidad de Isagi.
—Oh, vamos, Yoichi, no seas tímido. Dime, ¿en qué estás pensando realmente mientras jugamos?—cuestiona intrigado y con sumo interés.
Isagi aprieta los dientes, tratando de controlar su frustración.
—No es asunto tuyo.—responde bruscamente, detesta lo difícil que es despegar la mirada en el alemán.—Solo estoy preocupado porque mi gato no ha aparecido.
Kaiser parece sorprendido por la respuesta de Isagi, pero decide no presionar más. Se da cuenta que realmente es un tema sensato para el japonés.
—Entiendo.—dice con una sonrisa forzada.—Bueno, no te preocupes por eso ahora. Concentrémonos en el juego.
Con un sentimiento de acuerdo, Isagi y Kaiser vuelven su atención al partido, dejando de lado momentáneamente su conversación.
El partido amistoso para evaluar las habilidades de los nuevos estudiantes, solo terminara hasta que el buscador atrape la snitch dorada.
[...]
El resultado del partido justo en el momento en que Alexis Ness logra capturar su objetivo, es favorecedor para un victorioso Michael por una pequeña diferencia de puntos. Isagi se siente frustrado y molesto, sobre todo por aquella sonrisa burlona y arrogante del rubio dirigido a él, además que todavía que aterriza en el césped dispuesto a marcharse con cierta molestia, Kaiser se interpone en su camino con intenciones desconocidas.
—A dónde vas?—cuestiona el alemán siguiéndolo detrás, ambos se esforzaron mucho y están agotados, pero Kaiser quiere seguir volando por los aires con el Omega.
—No me encuentro en la mejor disposición, así que necesito salir de aquí antes de que te golpeé.—responde entre dientes, furioso.
—Qué agresivo,—jadea emocionante— ¿Por qué querrías golpearme?
—Porque eres insoportable,—acusa, suspira harto al ver que el Alpha está frente a él, estorbando en su camino.—
¿Podrías dejar de impedir que me vaya?
—Iras a buscarlo?—añade con intriga.
—¿De qué me hablas?
—A tu gato, ¿todavía quieres volver a verlo?
Isagi se muere ligeramente el labio inferior, pensativo. A pesar de lo molesto que se siente hoy, no evita sentirse muy triste de tan solo pensar en su Azure desaparecido.
—Por supuesto que sí.—afirma serio, deteniéndose para poder conversar mejor con el más alto. El aroma a césped y tierra seca se siente fuerte, el sudor lo hace sentir pegajoso, necesita un baño en estos momentos.
Si lo piensa detenidamente, puede entender porque varios Omegas tampoco intentanon antes de querer unirse a algún equipo de su casa de Quidditch, la mayoría suele odiar los malos olores y el sudor, obviamente un deporte que exige mucho no les parece atractivo. Prefieren algo menos laborioso, como el ajedrez mágico. Aunque no muchos saben jugarlo en estos tiempos.
—¿Por qué te aferras a algo que solo tuviste una noche?—pregunta sin burla, totalmente seria e intrigado.
—Tu no lo entiendes, Azure es especial.—responde ansioso como asombrado por aquella pregunta tan profunda venir del Alpha.—¿Y tú como sabes que fue solo una noche?¿Me has estado espiando?—cuestiona desconfiado y dudoso.
Él jamás entró en detalles con Kaiser respecto a cómo obtuvo a su gato, sólo sus amigos más cercanos lo saben. La única respuesta posible que puede pensar, es que lo está acosando.
Antes de que Michael responda, entre balbuceos, llega su amigo Alexis Ness, con la respiración agitada.
—Kaiser, el capitán dice que tienes que regresar. Lo hicimos muy bien y ya entramos al equipo.—explica brevemente el Alpha de cabellos magenta, sonriendo amablemente hacia Isagi al notar su presencia.
—Nos vemos, Yoichi.—se despide el Alpha, acariciando su cabeza sin importarle lo sudoroso que estén ambos.—Espero puedas encontrar a tu gato pronto.—le desea con cierto tono indescifrable.
Isagi no sabe que pensar ahora, al final de todo, el rubio no fue tan despectivo con él durante todo el partido ni momentos después. Su reacción del inicio fue pura sorpresa, no de odio. Pero lo más importante que impresionó al Omega, es que el Alpha no le subestimo en ningún momento. Jugo de manera seria y dándolo todo, vio a Isagi como un verdadero rival y no como un Omega tal cual.
Eso le hace sentir raro. Y apestoso, necesita un baño urgentemente.
[...]
Mikage Reo es prefecto de su casa, por lo que tiene el acceso de ir al baño de los prefectos en el quinto piso donde hay una gran y relajante tina. En ocasiones, invita a sus amigos Omegas más cercanos; como por ejemplo, Charles Chevalier, Chigiri Hyoma y por supuesto, Isagi Yoichi, esté el último quien después del entrenamiento de hoy, necesita relajarse.
El baño de prefectos de Hogwarts está sumido en una tranquila penumbra, iluminado solo por la suave luz de las velas que flotan en el aire. Isagi se cuestiona como es posible que, mientras los muggles ya portan alta tecnología avanzada como electricidad y luz por medio de focos y linternas, el mundo mágico parece haberse estancado más de un siglo atrás.
El agua de la tina burbujea suavemente, creando un ambiente de serenidad y relajación. Isagi Yoichi se sumerge en las aguas cálidas, dejando que el calor penetre en sus músculos tensos mientras reflexiona sobre el día que ha tenido. Lleva toda una hora en el lugar debido a que quiere estar solo y en las aguas relajantes de la bañera, con burbujas mágicas y bastante espuma que cubre su cuerpo.
La ausencia de su gato, Azure, pesa en su corazón, llenándolo de tristeza y preocupación. Se pregunta dónde podría estar su fiel compañero felino y por qué no ha regresado a su lado. Con un suspiro, el japonés inclina la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos en un intento de encontrar algo de paz en medio de la incertidumbre.
De repente, una sensación suave y reconfortante se posa en su frente, provocando que Isagi se sobresalte y se enderece de golpe. Sin embargo, la sorpresa se desvanece rápidamente cuando se encuentra con la mirada serena y preciosa de su querido gato, quien lo observa con curiosidad desde el borde de la bañera.
Un destello de alegría ilumina los ojos de Yoichi al reconocer a su amado compañero. Sin importarle estar desnudo y mojado, se acerca con cautela al felino de apariencia única, extendiendo una mano temblorosa para acariciar su suave y abundante pelaje rubio.
—Azure, ha vuelto.—susurra Isagi con voz emocionada, sus ojos brillan con una mezcla de alivio y felicidad.—Te he extrañado tanto.
El gato se frota contra la mano de Isagi con un ronroneo reconfortante, como si quisiera consolar a su amigo humano. Isagi se siente abrumado por la sensación de conexión y amor que comparten, ni siquiera se cuestiona como es que Azure lo encontró, siente que tal vez están conectados y el felino logró encontrarlo con sus propios medios.
Yoichi se levanta mas relajado y contento, toma una toalla para secarse y envolver su cuerpo desnudo para luego ir por su cambio de ropa, el felino no aparte la mirada de la silueta del joven Omega, de la suave y blanca piel expuesta, de esos muslos regordetes y el abdomen marcado.
El gato se siente hipnotizado y bochornoso por ver al joven mago desnudo, se siente nervioso. Pero al menos Isagi se vistió rápidamente.
—Es hora de regresar al cuarto, esta vez, no te vayas de mi lado. ¿Podrías quedarte esta noche conmigo, Azure?—pide mientras lo carga entre sus brazos, soltando un gemido bajo por lo pesado que es el felino.
El gato le responde con un simple maullido, el cual Yoichi se lo toma como una afirmación.
[...]
Isagi se sorprende un poco al ver en el dormitorio a su compañero de cuarto; Itoshi Rin, quien parece va de salida.
—¿Qué es esa cosa grande que cargas?—pregunta intrigado el azabache. Nota el cabello un poco húmedo del Omega, supone que recién venta de bañarse. Siente un poco de envidia del felino en estos momentos.
—Es mi gato Azure, ¿no es hermoso?—presume radiante y feliz.
—Es enorme.—suelta impresionado el más alto, no es experto en gatos, pero está seguro que no es nada común este tipo se gatos enormes, de pelaje rubio y con franjas azules, además que su patita izquierda son negras.—¿Te deja acariciarlo?
—Sí, aunque es un poco arisco con los demás.
Rin trata de acariciarle su cabecita al gato, pero el felino es más rápido que él por lo que reacciona y lo ataca mientras se queja.
—Me rasguño...—suspira Rin, viendo el pequeño corte en su mano. Sin duda prefiere las lechuzas.—Nos vemos luego.—se despide, dedicándole una última mirada sospechosa al felino de particular y exótica belleza.
Ha oído de que en el mundo muggle hay gatos muy grandes y gordos, gatos de casa y raza. Pero éste, ¿Cómo habrá llegado hasta Hogwarts? ¿Realmente es de Isagi?
Yoichi se queda a solas con el felino, lo deja suavemente en el suelo y prosigue a recostarse en la cama. Esta vez quiere dormir temprano para no llegar tarde a su clase de mañana y alcanzar el desayuno sin las prisas.
Azure da un gran salto hacia la cama para recostarse junto al Omega, quien sonríe enternecido por la acción del minino, le envuelve con las sábanas para cubrirse ambos del frío de esta noche y quedar dormidos en poco tiempo.
En esta ocasión, el gato no se va y se queda toda la noche con el japonés hasta la mañana siguiente.
[...]
La luz del sol nos avisa de un nuevo amanecer, se filtra a través de las cortinas entreabiertas, bañando la habitación en tonos suaves y dorados. Isagi Yoichi se despierta lentamente, sintiéndose reconfortado por el cálido abrazo de su querido gato Azure.
El embriagador aroma a rosas bajo la lluvia y esencia de vainilla, extrañamente le resulta mucho más fuerte y encantador por la mañana. Es un oasis perfumado para todos sus sentidos que dificulta las ganas de alejarse de la cama.
Sin embargo, cuando busca al felino en la cama sin abrir los párpados, se encuentra con una sorpresa desconcertante: en lugar de pelaje suave, siente piel humana y el calor de otro cuerpo, una figura dura debajo suyo.
Su corazón da un vuelco arrepentido, la confusión y el miedo se apoderan de él mientras despierta bruscamente y abre los ojos. La visión que se encuentra frente a él lo deja sin aliento: Michael Kaiser, el estudiante alemán, el más odioso que ha conocido hasta ahora, duerme pacíficamente debajo de suyo en la misma cama, con un brazo protectoramente sobre su cintura.
El corazón de Isagi late con fuerza en su pecho, su mente girando con preguntas sin respuesta. ¿Cómo llegó Kaiser a su cama? ¿Dónde está su gato, Azure? La confusión como la ansiedad se mezclan en una tormenta tumultuosa dentro de él mientras observa detenidamente el rostro tranquilo y dormido del Alpha extranjero.
El cabello rubio de Kaiser está alborotado como un nido de pájaros, muy en el fondo, a Yoichi le resulta tierno, sus pestañas largas y doradas se cierran suavemente sobre sus mejillas. Los labios notorios del Alpha están ligeramente entreabiertos en un sueño tranquilo, y su pecho se eleva y desciende rítmicamente con cada respiración serena, es una imagen puramente hermosa, el Omega lo sabe pero esta más ansioso y desconcertado como para detenerse a admirarlo por más tiempo. . .
Esto está mal de cualquier forma, rompe un par de reglas del Colegio, Yoichi entre más tantea el cuerpo del rubio en busca de verificar que todo esto es real y no está soñando, que no sea alguna ilusión, se va dando cuenta que el contrario. . esta desnudo, por lo menos de la cintura para arriba, aquello lo ruboriza de manera notoria, se siente asqueado por haber dormido tan cómodamente, por disfrutar de las feromonas de su compañero, de un Alpha que apenas conoce.
Isagi siente un nudo en la garganta, luchando por procesar la extraña situación en la que se encuentra. Se pregunta qué hizo para que Kaiser terminara en su cama, abrazándolo de esa manera. La sorpresa como el miedo lo invaden mientras se enfrenta a la incertidumbre de lo que esto podría significar.
Con cuidado, Isagi se libera del abrazo de Kaiser, deslizándose fuera de la cama con movimientos cautelosos para no despertar al otro estudiante. Mientras se pone de pie, su mente sigue dando vueltas, buscando respuestas que aún no encuentra. Una cosa está clara: cambiar necesitase de prisa para ir a clases antes de que se le haga tarde, y entender cómo Kaiser terminó en su cama medio desnudo antes de que pueda enfrentarse al día que le espera en Hogwarts.
☆ ☆ ☆
Notes:
Hoy es el eclipse en México aaaah.
Y ya se acabaron mis vacaciones, así que quien sabe cuando vuelva actualizar.
CAMBIOS:
1. Shidou sería sangre sucia, o sea, hijo de padres muggles. Pero cambie este detalle a último momento así que lo dejé solo como un mestizo.
Pero si llegue a escribir a Rin diciéndole a Shidou "sangre sucia inmunda" JAJAJAAJ😫😫
Nos vemos y muchas gracias por leer!
Chapter 5: 04."Revelación"
Notes:
Debido a los recientes sucesos que ha habido con wattpad, he estado casi toda una semana entera ocupado respaldando mis historias en diferentes plataformas y aparte editando las que son contenido adulto para volverás a publicar. No he tenido tiempo de escribir mis fics pendientes.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Isagi mira alarmado a la cama de su compañero Itoshi Rin, para su profundo alivio, el Alpha de cabellos oscuros y mirada fría no se encuentra presente. Aquello le deja intrigado por saber si el contrario se dio cuenta que otro Alpha esta en la misma habitación antes de irse, ¿Qué habrá sucedido?¿Significa que la aparición del alemán se dio poco después de que el Itoshi se marchó?
Su corazón no deja de latir fuerte mientras sus manos sudan nerviosas, no entiende nada de lo que está pasando y la idea de que algún profesor descubra que durmió en la misma cama que un compañero puede traerle problemas a su reputación e historial académico. Al ser ambos de la misma casa, sin dudas podrían bajarle muchos puntos.
—¿Despertaste, Yoichi?
La voz despreocupada y calmada de Kaiser lo hace despertar de sus pensamientos, al mirarlo lo fulmina con la mirada.
—¡¿Qué carajos haces en mi dormitorio, en mi cama?!—exclama furioso y confundido, luego se da cuenta de la hora y que, no se puede permitir volver a llegar tarde a alguna clase. Por los Dioses, tiene tanta ganas de pegarle al rubio pero no tiene tiempo para desquitarse.—¿Sabes?¡Ya no importa!—le interrumpe Isagi al Alpha, notando que estuvo a punto de responder sus anteriores preguntas.—¡Se me hace tarde para la clase! No pienso volver a llegar tarde a ninguna clase más, luego discutiré contigo.—añade alterado y apresurado, buscando su uniforme para cambiarse rápido.
Aunque en presencia del rubio se le hace difícil.
—¿Por qué te enfadas tanto? Si no dejabas de acurrucarte conmigo, de enterrar tu nariz en mi pecho y pasar tu pierna por mi pelvis.—describe con detalle Kaiser, dejando a un Isagi bastante ruborizado como atónito, asqueado.—Parecías un koala al dormir.—añade burlón.
Dormir abrazado de Isagi Yoichi ha sido toda una experiencia. Es pequeño, cálido pero posesivo a la hora de dormir. No se despego de él en ningún momento y, más que molestarle o irritarle, le resultó acogedor y extraño. Las feromonas del Omega son suaves y agradables.
—¡Eres un mentiroso! Yo no hice eso, solo lo dices para fastidiarme.—niega el japonés, harto de la actitud desvergonzada y despreocupada del alemán y de cómo dice puras barbaridades.—Y déjame cambiarme en paz, ¡No me mires!—señala autoritario.
Isagi podría usar un hechizo simple para cambiarse de ropa en un instante, pero eso iría en contra de las reglas. La magia dentro de Hogwarts sólo puede utilizarse en clases en específico, de combate, encantamientos, defensa contra las artes oscuras, entre otras. Y sólo bajo la supervisión e indicación de los profesores. Y aunque es verdad que muchos estudiantes la usan a escondidas, él no quiere arriesgarse.
Pero Michael Kaiser parece ser alguien que adora la idea de arriesgarse e ir en contra de las reglas. En ese aspecto, le recuerda bastante a otro compañero de Slytherin, Shidou Ryusei.
—Multicorfors.—pronuncia fuerte y claro.
En un parpadeo Yoichi paso de usar su pijama de rayas azules a llevar el perfecto uniforme de su casa, incluso el calzado adecuado.
El momento fue tan rápido e increíble que Isagi apenas reaccionó.
—¿Qué hiciste?—pregunta incrédulo.
No le sorprende que alguien como Kaiser use magia a escondidas, y aunque si le extraño que lo haya ayudado a vestirse más rápido, lo que realmente le sorprende es el tipo de magia que se uso.
Magia sin varita es muy poco usual en estudiantes.
Desde magos y brujos jóvenes hasta adultos y de más edad usan la varita ya que es una herramienta que les ayuda a canalizar su poder, más cómoda y exacta, así sus hechizos salen mas potentes. Si bien no es imposible hacer magia sin varita, es muy difícil de llevarla a cabo, puede traer resultados inesperados o cambiantes si no se realiza apropiadamente. Necesitas de una gran habilidad como disciplina y práctica. Y alguien como Kaiser, ¿puede hacerlo?
—Es más rápido con un hechizo que hacerlo manualmente.—explica brevemente el rubio, encogido de hombros.
Le ahorro a Isagi por lo menos, cinco minutos en cambiarse. Más lo único que permaneció intacto, es su chistoso cabello oscuro todo despeinado.
—No me refiero al hechizo en si, lo hiciste sin tu varita. ¿Puedes hacer magia sin varita?—jadea asombrado y en el fondo, con cierta envidia.
Desde el tercer año ha estado practicando para realizar encantamientos sin el uso de varita, cosa que, ni siquiera un excelente estudiante como él lo ha conseguido.
Quiere ser no solo el primer Omega, sino el primer estudiante en hacer magia sin varita antes de graduarse de Hogwarts. Enseñarle a todos de lo que es capaz. Sin embargo, Kaiser sabe hacerlo, ¿eso cuenta? No debería, el Alpha se transfirió hace poco, él no pertenece aquí...
—¿Qué no se nos hacía tarde para la clase?¿Quieres pasar vergüenza otra vez?—contesta para cambiar de tema y recordando le a Isagi la hora que es.
Kaiser no tarda en repetir el hechizo de hace unos momentos y así también estar vestido con su uniforme. Aunque de todas maneras debe regresar rápido a su cuarto por sus cosas. Todavía le falta su delineado rojizo en su párpado inferior y arreglarse su cabello, el cual es un desastre por las mañanas.
[...]
La primera clase de Isagi Yoichi es Cuidado de Criaturas Mágicas, tiene que ir un tanto de prisa para poder llegar a tiempo.
Escucha unos pasos detrás de él, los cuales se van acercando más hasta estar a su lado.
—¿Por qué me sigues?—pregunta el azabache, van en la misma dirección, pero, hasta donde Isagi recuerda, Kaiser no asiste a la misma clase que él.
—Recién recuerdo que tengo la hora libre.—sonríe presuncioso.—Pero pensé que podría tomar la clase de cuidado de criaturas mágicas para desaburrirme.—añade encogido de hombros. Como si no tuviera nada mejor que hacer.
Isagi piensa que Kaiser solo lo quiere molestar, pero aprovechando que van por el mismo camino, todavía no llegan y no hay nadie en los alrededores, decide sacarse de la duda.
—¿Cómo ingresaste a mi cuarto y porqué lo hiciste?—pregunta en un tono de voz moderado, tampoco quiere que alguien los escuche de pura casualidad.
—Tú me pediste que no me apartará de tu lado. Yo solo cumplí.—responde sonriente, Isagi le mira más confundido.
—Yo jamás te dije...—guarda silencio y reflexiona, con estupefacto. Al único ser que le dijo aquello, fue a su bonito gato de hermoso pelaje rubio y largos bigotes. Pero, ¿Cómo Kaiser se enteró?¿Acaso lo estuvo espiando en el baño de prefectos? De ser así, debe ser sancionado. O tal vez quiere engañarlo y hacerle creer que él es su gato.—Sé que tratas de confundirme, pero tú no puedes ser Azure. Me niego a creer que eres un animago, eres demasiado joven y,—
—Yo nunca dije que soy un animago.—interrumpe al más bajito, quien suspira aliviado, pero intranquilo. Hasta que el rubio continúa hablando.—Pero jamás negué que soy el gato.
Yoichi le mira intrigado, sin entender las declaraciones del rubio que, entre más lo mira, se da cuenta del parecido que tiene con su precioso Azure.
Su cabello rubio teñido de azul es bastante igual al pelaje del felino, el color de sus ojos es el mismo, y donde porta el tatuaje en su brazo izquierdo, es similar al pelaje oscuro en la patita izquierda de Azure.
Si Michael Kaiser realmente es su gato, lo matará y morirá de vergüenza. Porque hizo cosas muy personales como vergonzosas con el gato, le acaricio su pancita, le beso en más de una ocasión su frente, le contó sobre muchas cosas un tanto personales, y ni siquiera quiere recordar que Azure le vio desnudo aquella vez del baño en la enorme tina.
—No entiendo, si no eres animago, ¿Entonces como puedes decir que eres mi gato...?—expresa confundido, sin creerle. Kaiser solo esta molestando lo, jugando con él.
Antes de recibir alguna respuesta por parte del más alto, llegan al salón indicado, y sin perder más tiempo, se adentran.
—Oh, llegaron justo al limite de tolerancia.—expresa con sorpresa el profesor, quien está sentado en su escritorio con un pergamino en su mano.—Apenas estoy por pasar la lista, pueden pasar.—indica a los jóvenes quienes asienten.—Pero que sorpresa de usted, señor Isagi, venir justo al límite.—señala evidentemente impactado.
—Y además vinieron los dos en compañía, ¿Acaso pasaron la noche juntos?—exclama un alumno que esta en la primera fila, por el color de su túnica es fácil deducir que es de Ravenclaw.
Algunos risas acompañaron dicho comentario insinuoso, Yoichi se siente furioso. Claro que es raro que los dos hayan venido al mismo tiempo y un poco tarde, pero su compañero no tiene el derecho de haber dicho eso.
—Cállate Yukimiya, al menos él tiene más diversión que tu, patético Alpha.—habla en voz alta Chigiri, siendo apoyado por Kurona e Hiori quienes se burlaron de lo patético que es Yukimiya que tiene que lanzar ese tipo de comentarios para recibir algo de atención.
El Alpha de cabellos castaños y orbes ámbar tiene una rivalidad con Isagi Yoichi, tanto en el Quidditch como en las clases, quien saca la mejor nota como quien es más puntual. Por ello suele molestarlo con bastante regularidad.
Más risas se hicieron dentro del salón, el de ante ojos esta furioso e indignado por las burlas de sus compañeros, y antes de que quisiera responder con algo que, según él es inteligente, el profesor vuelve hablar serio.
—Silencio.
Kaiser encuentra asiento rápidamente en la segunda fila, mira hacia Yoichi quien parece un poco perdido entre sus pensamientos, confundido, ni siquiera le da mucha importancia a que todo el salón los haya visto venir juntos, parece preocupado en otra cosa ahora. El rubio le llamó su atención con un suave silbido y le indica por medio de señas que se siente con él, ya que justo queda otro asiento vacío a su lado. Es increíble que nadie haya comentado algo al respecto sobre que Kaiser no es de esta clase, a pesar de que muchos de ahí se dieron cuenta, prefieren mantener el silencio ya que les resulta divertido tener al atractivo Alpha entre ellos.
El azabache se acerca ante las extrañas señas del alemán, pero no se sienta con él. Lo medita seriamente por algunos segundos y después se dirige hasta la última fila con su grupo de amigos. Entre estudiantes de Hufflepuff, Gryffindor y un Ravenclaw. Al extranjero se le hace un tanto raro que se junte con compañeros que no son de su misma casa.
Kaiser se siente parcialmente rechazado en estos momentos, y extrañamente ofendido.
—Isagi, ¿Por qué tú y Kaiser vinieron juntos?—murmura Hiori muy cerca de Yoichi, quien suspira irritado y cansado.
—No quiero creer en los absurdos y mal intencionados comentarios del idiota de Yukimiya, pero realmente ambos vinieron un poco desaliñados de sus cabellos y aparte juntos, cuando ni siquiera están en el mismo dormitorio.—menciona brevemente Chigiri, intrigado por saber más del contexto de las cosas.
—No es lo que creen, lo juro.—promete cansado de malos entendidos y vergüenzas. Espera un poco para poder hablar y no ser descubierto por su profesor.—Simplemente me lo encontré viniendo para acá.—explica a medias, aunque no todos sus amigos le creen e Isagi tampoco quiere entrar en detalles.
[...]
Es hasta la noche, al termino del segundo período que Isagi se da a la oportunidad de ir hasta la biblioteca con el objetivo de investigar algo en concreto que no lo ha dejado tranquilo desde esta mañana. Desde el momento en que su adorado Azure desapareció pero apareció el Alpha Michael Kaiser. No descansará hasta encontra una respuesta que satisfaga su deseo de curiosidad.
—Por los Dioses, a veces me pregunto porque no me quedé en Ravenclaw.—suspira enfadado. Él tiene todas las cualidades de un estudiante promedio que entra a la casa azul.
A pesar de que sus padres lo aceptaron sin importarle su casta o su casa, él sigue sin sentirse muy cómodo en dicha casa verde. Siente que no encaja en su familia.
Regresando a lo importante, no tarda mucho en encontrar el libro sobre los diferentes tipos de magos. Justo lo que necesita para retomar cierto tema que no lo ha dejado en paz.
Están los squibs; quienes son hijos de brujos o magos pero no pueden hacer magia, aún así pueden ver cosas que los muggles no, también están los videntes, los animagos, y por supuesto, el que más le interesa en estos momentos: metamorfomagos.
Isagi mira a los lados, hay uno que otro alumno en la biblioteca, lejos de él y concentrado en sus propios asuntos, por lo que nadie debe molestarlo. Suspira, va al índice y busca la página del tema que le interesa para así poder encontrar explicación al suceso de la desaparición de Azure pero a la presencia de Kaiser en su cama esta mañana.
"Un metamorfomago, es un mago o bruja que tiene la capacidad innata de cambiar su apariencia física según su voluntad, sin necesidad de una poción Multijugos ni de un hechizo como el resto de la población mágica."
Yoichi ciertamente también sospecho de que Kaiser pudo haber preparado dicha poción para poder convertirse en un gato.
"Ellos son extremadamente raros y en todos los casos de ellos que han aparecido se debe a que han nacido con esta capacidad, no siendo posible que un mago o bruja que no ha nacido metamorfomago llegue a convertirse en uno por métodos mágicos." Lee en su mente Isagi, dudando si realmente Kaiser encaje con ésta descripción, pero es la que más tiene sentido de algún modo.
El Omega lo sabe desde cuarto grado, todos los animagos pasan por un proceso difícil y largo, aquellos que consiguen convertirse en un animal son magos ya adultos con experiencia, no jóvenes menores de edad. Es totalmente imposible.
Sin embargo, el metamorfomago lo tiene desde que nació, lo adquirió por algún gen en la familia. Es voluntario, nato, hasta un niño de esa especie podría tomar las características del animal que desee sin problema. Pero por otro lado, hay un detalle importante que no puede perder de vista; y es que hay realmente muy pocos de esta especie en el mundo mágico. Incluso si investiga el historial y registro de este tipo de magos, se encuentra con que sólo hay otros tres en todo el mundo, personas de más de treinta años. Y justo esos tres son parientes, vienen de la misma familia; abuela, hijo y nieto.
—Antes eran cuatro, pero el último, quien era el gran Ministro de Magia, falleció a sus cincuenta años.—murmura Isagi, éste cuarto metamorfomago no era pariente de los otros tres.—El dos de noviembre del año....—se queda en silencio, sacando sus cálculos mentalmente de manera rápida.—Esto fue hace como siete años.—agrega sorprendido, no es una muerte tan lejana.—¿Pero cómo murió?
No encontró nada en los libros lo cual le parece extraño, pero si en antiguos periódicos del profeta de aquel año, tardó un poco en dar con ellos, pero al conocer muchos lugares de la biblioteca, hasta los más escondidos, tiene su ventaja.
"La causa de muerte del ex Ministro de Magia, Diederich Müller, es por homicidio. Un mago de magia oscura le lanzó una maldición prohibida terminando así con su vida. Lo que nadie sabe, es como alguien tan poderoso como el Ministro Diederich no pudo detener o defenderse contra su atacante."
Isagi quedó intrigado con aquella noticia. Por lo general no le agrada mucho lo que muchas veces publica el diario del profeta, pero está vez tiene que darle la razón. Es muy raro, sospechoso que el Ministro de Magia no haya podido evitar su muerte, ¿lo habrán engañado?
Busca un poco más de información sobre el atacante.
"El mago oscuro responsable de la muerte de Diederich, fue llevado a la actual prisión de máxima seguridad en todo el mundo mágico; Blue Lock, localizada en Japón. Fue sentenciado y ejecutado. Más las autoridades no quisieron revelar ni su nombre ni su rostro por algún motivo desconocido." Isagi suspira inconforme, todo esto parece ocultar un misterio del cual no está ni cerca de poder averiguar porque no está vinculado de ninguna forma a dichos acontecimientos de hace años.
Decide dejar las noticias viejas y continuar leyendo su libro en el apartado que dejo.
"Los pocos casos de metamorfomagos registrados, son mestizos."
Yoichi se hace la pregunta sobre el origen de Kaiser. Sabe que se sacaría rápidamente de dudas si se lo pregunta directamente al rubio, pero no quiere hacerlo. Para empezar, nada le garantiza que esté le diga la verdad o se sincere con él, son solo conocidos, compañeros de clases, ni siquiera son cercanos. Y otra razón es que no lo soporta.
"Pero si no son cercanos, ¿Por qué durmió contigo en su forma de gato, confiando en ti?" Ruge su Omega interior, haciéndolo dudar y reflexionar. Se siente frustrado por no encontrar respuesta certera a su enigma. Se pregunta si realmente Kaiser habría llevado consigo una poción Multijugos y así duró toda la noche con él hasta que los efectos pasaron justo por la mañana.
Sus pensamientos son interrumpidos por cierto rubio chismoso que solo ha venido a molestarlo.
—¿Has estado todo el rato aquí?
Isagi se alarma y oculta los periódicos viejos que había estado leyendo, así como el libro lo cierra. Le mira indignado por haberlo asustado, ¿de dónde demonios salió y cómo no lo escucho?
—¿Por qué tienes que asustarme?—pregunta impaciente, irritado.
—¿Qué has estado leyendo?—suelta con mas curiosidad al ver la forma en cómo Isagi escondió todo de su vista, tan adorable.
—Qué te importa.
—Te he estado buscando, me has estado ignorado en las clases, ¿qué te he hecho?
Yoichi no lo niega y recuerda la última clase de su segundo período que compartió con el alemán; Defensa contra las artes oscuras. Estaban practicando un hechizo peligroso, bombarda máxima. Isagi se puso en un rincón a comer discretamente una manzana roja, y al rubio se le ocurre lanzar el hechizo contra la fruta para llamar su atención, por supuesto que, terminó muy mal e Isagi aunque no salió herido, su cara y uniforme terminaron sucios.
En estos momentos Isagi quiso maldecir al rubio en voz alta, pero en vez de ello, decide preguntarle lo más amable posible:
—¿Puedo preguntarte algo personal?
Kaiser arquea una ceja curioso y sorprendido, debe admitir que espero escuchar maldiciones de Yoichi. A pesar de haberse disculpado por lo de la manzana en clase, el Omega no las acepto y le ignoro el resto del día. Por lo que sonríe con malicia.
—Estoy soltero, soy hermoso de nacimiento y me mide—,
—¡No es nada de eso, idiota!—le interrumpe entre susurros, indignado. No existe algún momento en que Kaiser deje de burlarse y fastidiarle.
—Acompáñame a mi dormitorio, y responderé todas tus dudas.—añade, sospechando que es lo que quiere saber.
—¿No habrá gente ahí?
—Está Ness, un tal Lorenzo y el chico moreno, pero dudo que estén presentes.—suelta encogido de hombros, Isagi suspira, guarda rápidamente las evidencias de lo que estuvo investigado y lo sigue rápidamente.
Nunca había ido al dormitorio de otros compañeros de Slytherin, por lo que se siente un poco nervioso, pero por cualquier cosa, tiene su varita consigo.
[...]
—Soy todo oídos, Yoichi.—sonríe Kaiser mientras se sienta cómodamente en su cama.
El nombrado decide sentarse en la cama donde huele un poco de las feromonas del Alpha Ness, son las que más le relajan. Las del tal Lorenzo son amargas y las de Shidou no están mal pero parece como si hubiera acabado de pasar por un celo y no cambio las sábanas. Las de Ness son más agradables a su gusto, y la cama esta cerca de la de Kaiser así que puede hablar cómodamente desde ahí.
—Sé que tu padre es Noel Noa, un sangre pura y que juega profesionalmente el Quidditch.—empieza a Isagi, necesita ordenar sus pensamientos para poder enlazar ciertos puntos en su investigación.
—Ajá, creo que toda la escuela debe saberlo.—se queja ya harto de que mencionen a su padre.
—¿Qué hay de tu madre?—indaga con sumo interés.
—¿Mi madre?¿Por qué el repentino interés por ella?¿Qué estás tramando?
—Juro que no es nada malo. Solo que, siento curiosidad por ti, es todo.
Para Kaiser es tan nuevo que pregunten acerca de su madre, no es que la mujer no haya sido popular en su época, pero todos siempre prefieren preguntarle por su padre.
—Eres tan raro. Mucha gente siempre me pregunta por mi padre.—admite intrigado, sin saber que, en realidad, Yoichi si quería preguntarle más por su padre, pero prefirió no hacerlo.—Mi madre era igual una sangre pura, Alice Noa Kaiser. Aunque Kaiser no era su apellido realmente, simplemente se lo adjudicó porque no le gustaba el antiguo, e incluso después de casada, lo mantuvo.—explica brevemente.
—Eso quiere decir que eres sangre pura, ya veo.—murmura pensativo pero confundido porque el rubio esta hablando en tiempo pasado.
—Antes de morir, ella se dedico a la creación de hechizos.—añade con naturalidad, Isagi lo mira desconcertado.
—Oh, lo siento. No quise ser imprudente.—se disculpa apenado, desconocía totalmente la muerte de la madre de Kaiser, de haberlo sabido, no hubiese indagado de más. Suspira pensativo.—
Seré sincero contigo, y quiero que lo seas conmigo. Tengo la sospecha de saber que eres, pero no me cuadra por completo que lo seas.—habla con seriedad el Omega, mirando atentamente cada uno de los gestos del alemán.
—¿Qué soy?
—Eres un metamorfomago.
Kaiser bufa y sonríe despreocupado. Sin darle la razón o si al azabache.
—Cree lo que quieras.
—Tengo muchas dudas, ya que al ser sangre pura, seria imposible que fueras un metamorfomago, pero eres demasiado joven para ser un animago y se que tampoco usaste una poción Multijugos.—argumenta vacilante, Kaiser solo guarda silencio y lo escucha atentamente.—Son las únicas vías que existen para explicar el porqué te puedes transformar a ti mismo en un gato. Entiendo que no soy cercano a ti y por lo tanto jamás me dirás la verdad, pero sospecho que nadie de la escuela, ni siquiera el mismo director o incluso en Ministerio de Magia sabe sobre esto.—agrega con fluidez y razón.
Kaiser es todo un misterio en sí.
—¿Y qué harás al respecto, Yoichi?—pregunta curioso el Alpha, sin importarle como le irrita al Omega que se refiera a él con su nombre.
—Nada. No eres mi problema, no me importa porque ocultas estas cosas. Mientras no te vuelvas a meter conmigo, no revelaré esto al Director Jinpachi Ego, ni al Ministerio de Magia ni a nadie más.—sentencia encogido de hombros, sincero.
A Isagi no tiene porque importarle si Kaiser es un metamorfomago o no, se siente profundamente decepcionado ya que realmente adora a Azure y saber que en realidad el felino es un estudiante y para colmo, el ser que más le irrita en todo Hogwarts, le llena furia y desilusión. Pero al final, solo tiene que dejarlo ir y no meterse en donde no le conviene.
—Solo hay una cosa que me gustaría saber...—menciona Isagi para llamar la atención del rubio quien estaba a punto de irse.—¿Qué hacías exactamente en la mazmorra aquella vez que te encontré?—pregunta con intriga. Esta seguro que Kaiser nunca planeo que Yoichi lo encontrara esa vez, y mucho menos se lo llevara.
—Estaba buscando algo.—es su respuesta, cortante y desinteresada.
Isagi suspira y decide irse primero de ahí para regresar a su dormitorio, el cual queda hasta el final del pasillo a diferencia del de Kaiser y compañía que esta cerca de las escaleras.
Notes:
Palabras: 3,974.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Lunes 15 de abril del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse.
Nota del escritor:
CAMBIOS:
1. Iba a poner la prisión de Azkaban, pero terminé por poner "Blue Lock". Y va a tener más relevancia de lo que parece más adelante en la historia. Aquí en mi fic, Blue Lock si sera una prisión para magos peligrosos y malos de alta seguridad ubicada en Japón.CURIOSO:
2. En las películas de Harry Potter la neta te dice muy poco sobre los metamorfomagos, no se como es en los libros. Pero le pregunté a unas amigas que son re fan y se han leído los libros y me proporcionaron buena información, pero igual me dijeron que tampoco se sabe mucho de este tipo de magos, como que son todo mundo por descubrir.Nos vemos la próxima!
Chapter Text
En clase de Alquimia, el profesor hace una breve mención de todo lo que vieron en años anteriores. Al finalizar, realiza una prueba para saber que tanto saben o recuerdan de la materia, dicha prueba no forma parte de la calificación final, solo es para tener noción de su conocimiento, pero aquellos que saquen una nota alta, tendrá un valor de puntos extras.
Isagi es muy conocedor del tema a diferencia de sus otros compañeros, unos puntos extras nunca vienen mal. Aunque es un poco difícil concentrarse con tanto ruido de sus compañeros quienes no se preocupan por su prueba y como el profesor tampoco dice algo al respecto, hacen lo que quieren y se toman su tiempo.
Debido a que termino antes que todos, se le permitió salir primero, él decide esperar a sus compañeros por los pasillos, cerca del salón. No tan grande es su sorpresa cuando otro alumno sale poco después que él, pero no es ninguno de sus amigos.
Vira los ojos irritado cuando observa como el rubio se le acerca con claras intenciones de hablarle.
—Hay algo que me gustaría preguntarte, Yoichi.—habla despreocupado y calmado, el nombrado suspira pesado para llevarlo a otro lugar un poco más lejos y privado.
—Te responderé sinceramente si tu lo haces conmigo.
Isagi sospecha que posiblemente Kaiser quiera cierta información, ya sea sobre las tareas, apuntes o si Hogwarts esconde algún lugar secreto. Por lo que, ha pensado en cooperar solo si el rubio también le proporciona buena información acerca de sus habilidades como metamorfomago. Es un ganar y ganar.
—Hecho.—acepta dicho trato el alemán, sonriendo complacido.—¿Por qué compartes dormitorio con un Alpha?¿No deberías dormir con otros Omegas?
Issgi le mira perplejo, asombrado. Realmente no espero que preguntara justamente aquello, es decir, ¿qué le importa con quién comparte dormitorio? Podría haberle preguntado cosas más interesantes e intrigantes, pero gasto su oportunidad en algo tan absurdo.
—Sinceramente de todas las preguntas que pensé que me harías, jamás contemple que me preguntaras algo ridículo.—admite, suspirando incrédulo.—Pero bien, como te habrás dado cuenta, no hay ningún otro Omega en Slytherin. No hubo en mi generación ni en las que han estado viniendo.—explica brevemente.
La mayoría de estudiantes que quedan en Slytherin—que ya de por sí es la casa con menos estudiantes cada año o ciclo escolar—, son Betas, el otro porcentaje son Alphas. Durante varias décadas ha sido así, y es muy inusual, raro, que quede algún Omega. En años anteriores si hubo algunos, pero en la generación de Yoichi, él fue el único. Y en posteriores, también.
—Pero te pudieron haber puesto con los Omegas de otras casas.—comenta Kaiser inquieto como intrigado.
—Igual contemplaron esa opción, pero realmente no querían que un Slytherin durmiera con los de otras casas. Por lo que me pusieron con alguien que sabían que jamás me haría daño, Itoshi Rin, el actual prefecto de la casa.—agrega encogido de hombros.
—De todas maneras no está bien eso, uno nunca termina de conocer a las personas por completo.—añade Kaiser totalmente en desacuerdo con ello.
Un Alpha y un Omega no deben dormir bajo el mismo techo, en el mismo dormitorio y a escasos metros uno del otro. Están en la época adolescente, hormonas y todo eso, es peligroso.
—A Rin lo conozco desde el primer año, aunque no es muy sociable y amigable, actualmente podría decir que al menos, creo que ya me considera un amigo.—defiende al Alpha de cabellos oscuros.— Además, puedo defenderme.—agrega confiando. Rin nunca le hará algo que lo lastime.
Kaiser tuerce sus labios en una mueca de desacuerdo.
—Entiendo.
—Ahora es mi turno.—se cruza de brazos pensativo, embrocandose contra la pared. Tiene un montón de cosas que quiere preguntarle, pero existe una duda que lleva tiempo reflexionando.—Dime, ¿Por qué no se puede detectar tu aroma pero cuando eres un gato, si?—formula la pregunta, y antes de que el rubio siquiera piense en su respuesta, continúa.—Es obvio que te aplicas el hechizo para anular tus feromonas, pero mi duda es, ¿Por qué?—agrega para ser más concreto, directo.
Es muy raro que un Alpha anule sus feromonas a menos que esté en periodo de celo, cosa que está casi seguro que Kaiser no está, además que ya lleva días desde entonces, y el periodo de celo de un Alpha tan solo dura veinticuatro horas completas.
—Hubiera sido más fácil, no solo para ti, sino para otros estudiantes, saber que soy el gato. Nadie puede saber que soy un... lo que tu sabes que soy. Me es más fácil ocultar mi aroma cuando estoy normal, que cuando soy algún animal.—argumenta con detalle.
Será muy obvio si la gente se da cuenta que Kaiser tiene el mismo aroma que el del felino de Isagi. Aunque, no muchos estudiantes se han cruzado con el felino en persona, pero es probable que en cuestión de tiempo, lo hagan.
—¿¡Puedes transformarte en más animales!?—exclama ansioso, hasta darse cuenta que alzó la voz y se disculpa por ello.
—Solo es una pregunta la que te voy a responder, y además ni siquiera somos cercanos para hablar tan amistosamente.—responde indiferente, Isagi le mira incrédulo por respuesta tan patética.
—Hum, esta bien.
—También oculto mi aroma en esta forma porque, es muy irresistible.—agrega sonriente y orgulloso.
—¿Irresistible?
—Cuando estoy transformado en gato, es un tanto sutil. Pero en mi verdadera forma humana, podría enloquecer a los Omegas. Soy irresistible.—agrega en un tono dramático y de superioridad, Isagi no sabe si reír o hacer una mueca de asco.
Por primera vez, quiere reírse de las estupideces que dice el alemán.
—Irresistiblemente insoportable y arrogante.—añade burlón, entre cerrando sus ojos sin poder creer lo que escucha.
—¿Acaso estoy mintiendo? Cuando era Azure, me olias mi pelaje y confesabas que olía bien para ser un gato sin dueño.—recuerda divertido, Yoichi se ruboriza ligeramente ya que sabe que tiene razón.
—¡Eso es diferente!
—Solo te digo la verdad, ocultar mis feromonas es lo correcto, si no, podrías quedar perdidamente enamorado.—agrega con supuesta seriedad en sus palabras.
El Omega no puede creer el nivel de narcisismo del Alpha, realmente se cree la última rosa roja en un jardín lleno de cactus. Al final, prefiere sólo quedarse con la respuesta de que sólo quiere anulo sus feromonas para que no descubran que es el felino de pelaje rubio.
—Kaiser.
—¿Si?
—¿Te caíste de pequeño?—pregunta con tal seriedad e intriga que indigna al más alto.
—¿¡Ha!?
—Es que dices tantas estupideces, que ahora, en vez de irritarme, me preocupas, seriamente.
Yoichi estalla en risas, se ha burlado increíblemente de Kaiser que este se avergüenza e indigna más, pero incluso así, no se aleja ni un poco del japonés ni se molesta verdaderamente con el azabache.
Ambos se sienten en una peculiar calma, armonía que les es difícil alejarse del otro.
Hasta que claro, los demás compañeros y sus respectivos amigos salen del salón por lo que se tienen que alejar y reunirse con ellos.
[...]
En el gran comedor, el bullicio de los estudiantes llena el aire mientras Isagi y su grupo de amigos se reúnen en la mesa de Hufflepuff, compartiendo risas y conversaciones animadas. A pesar de que Isagi y compañía no pertenecen a la casa amarilla, pueden estar libre y cómodamente ahí sin ningún problema.
Sin embargo, la atmósfera se tensa cuando Michael Kaiser se acerca a la mesa, su expresión despreocupada pero intrigada. Su presencia es suficiente para captar las miradas de varios estudiantes de Hufflepuff por la presencia del estudiante atractivo y rubio de Slytherin.
—¿Qué estás haciendo aquí, Yoichi?— pregunta Kaiser, con un tono desafiante mientras mira al pequeño Omega hablando tan animadamente con sus amigos de Gryffindor y Hufflepuff.—Tu lugar está en la mesa de Slytherin, junto a tus compañeros de casa.
"Junto conmigo." Omite decir, sus ojos azules no se despegan de los gestos del contrario. Ni siquiera presta mucha atención a la reacción alarmada de los amigos de Yoichi.
—A veces me siento con Itoshi y Shidou Ryusei, tampoco es como que odie estar con los de mi casa.—confiesa, no entiende porque le está dando explicaciones al rubio.—Solo disfruto pasar rato con mis demás amigos de otras casas, tampoco estoy cometiendo un delito.—se encoge de hombros, sin entender porqué el repentino comentario de atención del alemán sobre con quien se sienta.
En los días anteriores donde han desayunado, almorzado y cenando, Kaiser jamás se acercó a él, ni lo voltea a ver, ¿Por qué ahora si?¿Será porque sabe su secreto?
El Alpha le mira por unos instantes reflexivos, parece querer decirle algo más pero decide regresar a su asiento con su mejor amigo, Alexis Ness, quien parece estar muy entretenido leyendo un libro sobre pociones.
La asignatura de pociones es de las pocas clases que toman Kaiser y Ness pero no comparten con Isagi Yoichi. El Omega no es muy fan de esta materia por lo que decidió no tomarla este año, y con lo que ya ha aprendido en los cursos anteriores es más que suficiente para él.
[...]
En clase de defensa contra las artes oscuras que toman en el segundo período, de las pocas clases en que los alumnos tienen permitido usar su varita, sobre todo si es clase de práctica y no teórica, la profesora como mano derecha del director; Anri Teieri, quien da clases no solo de defensa sino también de transformaciones y a veces encantamientos—mientras sus horarios no choquen—, los puso a todos en un duelo para que practiquen los hechizos que han aprendidos estos últimos años.
Por lo que tuvo que dividir el salón por casas. Hay ocho alumnos en Gryffindor, otros ocho en Hufflepuff, siete en Ravenclaw y seis en Slytherin.
Todos tienen miedo a enfrentarse al Alpha Shidou Ryusei, quien este a su vez luce emocionado y ansioso por su próxima víctima. Otro alumno a destacar en duelos ya que es muy hábil y rápido es el Itoshi, solo que esté al menos no es tan agresivo y tiene piedad de su contrincante a diferencia del moreno. Ambos Alphas son de admirar por su modo de combate.
Yoichi, mientras espera su turno, alguien llama su atención tomándolo de la muñeca de manera íntima.
—¿De qué madera está hecha tu varita?—pregunta curioso y maravillado al observa la textura como el diseño de la varita de Isagi.
—¿Eso que tiene que ver con el duelo?—pregunta sorprendido por el repentino acercamiento, zafandose del agarre del rubio.
—Si me respondes, te responderé cualquier cosa que me preguntes.
—¿Esto se volverá costumbre?—suspira pensativo. Pero de cualquier forma, decide aceptar.—Bien, es de madera de árbol de cerezo.
—Increíble, he oído que aquellas varitas hechas con ese tipo de madera son muy caras.—silba sorprendido, asombrado. Jamás había visto una tan de cerca, además que sabe que estas varitas no son comunes.
—Mi papá gana bien, y soy hijo único. Ellos solo quieren lo mejor para mi y...—Guarda silencio, ¿Por qué de repente esta contando todo esto?
—Las varitas te escogen a ti, y parece que tienes un gusto y personalidad elegante, y un excepcional poder. Parece que eres alguien difícil de impresionar.—describe pensativo.
—Por primera vez, te doy la razón.
—Bien, ¿qué quieres saber de mi?
Isagi lo reflexiona un poco, decide irse a un rincón del salón para hablar con mejor privacidad con el rubio, entre pequeños murmullos, esperando no verse sospechoso.
—Dime que estabas buscando aquella vez que te conocí por primera vez, como Azure.—le cuestiona, bastante intrigado en averiguar las intenciones del rubio.
En porque exactamente se tuvo que transformar en un gato aquella vez y no simplemente se puso a buscar en su forma humana.¿Qué ocultaba?
—Te lo diré, pero con una condición.
—Soy todo oídos, Kaiser.
—Qué me ayudes a encontrar lo que estoy buscando.
Isagi no está seguro en un principio, pero luego de pensarlo un poco, se siente intrigado por lo que esconde el Alpha, es como, una pequeña aventura y eso de alguna manera le emociona mucho.
Antes de dar una respuesta clara, la profesora Anri los llama para que combatan.
[...]
El resultado del pequeño duelo no había dejado conforme a Michael Kaiser, quien quedó derrotado contra las meticulosas habilidades de su rival; Isagi Yoichi. Por lo que, para no dejar las cosas así, le reta a una competencia de vuelo al final del día. Quien rodee todo el enorme castillo de Hogwarts más rápido que el otro, gana.
Isagi aunque no estuvo en un principio seguro de aceptar dicho desafío ya que no quiere meterse en problemas ya que esta prohibido volar a menos que sea en clase de vuelo o en practica de Quidditch como partidos, pero la mirada arrogante como desafiante del Alpha lo incita a aceptar. De alguna extraña manera, su competencia de vuelo improvisada entre ellos dos termina en que más estudiantes tanto de su casa como de otras, se enteran y piden verlos para ser testigos del ganador, asegurando que mantendrán el secreto. Aunque muchos de ellos probablemente sólo quieren ver a Michael Kaiser montar una escoba y con el uniforme ajustado y sudando.
El cielo sobre Hogwarts se extiende infinito, una vasta extensión de azul profundo salpicado de nubes blancas y esponjosas. Isagi Yoichi y Michael Kaiser están preparados para su desafío en sus escobas, rodeados por una multitud de alumnos que observan con expectación aquella competencia entre dos compañeros de la misma casa que tienen una rivalidad extraña.
El viento silba en sus oídos mientras Isagi y Kaiser se elevan en el aire, listos para comenzar su competencia de velocidad alrededor del castillo. La emoción y entusiasmo brilla en los ojos de ambos, cada uno determinado a ganar y demostrar su habilidad en el vuelo. En el fondo, comienzan agarrar un extraño gusto al volar junto al otro.
La competencia comienza con un estallido de velocidad, las escobas cortan el aire con una fuerza imparable. Isagi y Kaiser se lanzan hacia adelante, zigzagueando entre las torres de Hogwarts con una habilidad impresionante. No son novatos, estos jóvenes ya tienen experiencia y una habilidad nata marcada que han pulido durante años con el deseo de convertirse siempre en el mejor. El aire zumba a su alrededor mientras la velocidad aumenta, el castillo pasa rápidamente bajo ellos en un torbellino de piedra y misterio, esquivando cualquier mínima rama de árbol o algún ave o insecto que justo este pasando enfrente de ellos.
Sin embargo, en medio de la carrera, un repentino y desconcertante accidente interrumpe la competencia. Un estallido repentino de energía mágica envuelve a Kaiser, desviando su trayectoria y enviándolo directamente hacia Isagi con una velocidad devastadora.
El japonés apenas tiene tiempo de reaccionar cuando el alemán choca contra él con un impacto poderoso, sacudiendo su escoba y haciendo que pierda el equilibrio. El mundo da vueltas a su alrededor mientras lucha por mantenerse en el aire, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.
En un instante de pánico, Isagi siente cómo su agarre en la escoba se desliza, su cuerpo se desploma hacia abajo en una caída vertiginosa. Su escoba queda suspendida en el aire por un momento, como si estuviera indecisa sobre qué hacer a continuación sin su dueño, hasta que finalmente cae entre unas piedras con un estruendo sordo.
En medio del caos y la confusión, Kaiser reacciona instintivamente, lanzándose hacia adelante con decisión en un intento desesperado por atrapar a Yoichi antes de que sea demasiado tarde.
El viento azota su rostro mientras Kaiser se acerca a toda velocidad, extendiendo los brazos con desesperación hacia el cuerpo en caída libre de Isagi. El tiempo parece detenerse mientras los dos se acercan peligrosamente entre sí, a pesar de que todo ocurre realmente en cuestión de segundos, ellos lo viven como un momento agonizante y lento.
Notes:
Palabras: 2,654
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 18 de abril del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Recuerdo que tuve que leer toda una guía de diferentes tipos de varitas mágicas, fueron muchísimas, solo para escoger la de Isagi.
Me pregunto que estará buscando Kaiser :0Dato interesante que deben tomar en cuenta aquellos que no saben del universo de Harry Potter:
Existe solo una capa invisible del manto de la Muerte, digamos la original, esta la posee una familia, y se la da el papá a su hijo, y así sucesivamente.
Sin embargo, existente muchas más capas invisibles pero esta son como la copia, por lo que se desgastan.Un detalle que quise compartir para que lo tengan en cuenta.
Esto ha sido todo por esta semana, nos vemos la próxima!
Chapter Text
Kaiser sujeta a Isagi con fuerza entre sus brazos, su corazón todavía martilleando con la adrenalina de la caída. Con movimientos rápidos y precisos, dirige la escoba hacia abajo mientras sujeta al japones con su otra mano y lo presiona contra su pecho, buscando una zona segura donde puedan recuperarse lejos de miradas indiscretas de alumnos y profesores que puedan descubrirlos. El Omega gime de dolor mientras se aferra al Alpha, su hombro y brazo derecho ardiendo con una sensación punzante.
A pesar de que no hay ni una sola gota de sangre derramada, el dolor es terrible y no quieren ni imaginar como quedó esa parte del brazo y hombro del azabache. Debe tener un muy feo y gran moretón, Isagi quiere chillar pero tampoco puede hacerlo frente a alguien, mucho menos frente a Kaiser.
Tiene que ser fuerte, no quiere darle el gusto a ningún Alpha de ser la típica situación del Omega que no aguanta nada y llora. Él puede resistir esto más.
—Lo siento, Yoichi.—murmura Kaiser con voz apesadumbrada mientras aterriza detrás de las grandes rocas, ocultos.—No sé qué pasó, no quise hacerte daño.—se disculpa realmente preocupado, algo no común escuchar en él.
Isagi le da una sonrisa débil, agradecido por estar a salvo a pesar del dolor.
—Realmente me salvaste.—responde, su voz suena suave y sincera a pesar del malestar que siente en su cuerpo. El alemán no se despega de él, lo protege y es cuidadoso mientras lo tiene entre sus brazos para no lastimar lo más.
Isagi se siente muy impresionado como aliviado, no pensó que realmente Kaiser fuese a salvarlo. Incluso llegó a creer que aprovecharía el accidente para tomar la delantera de la carrera y ganarle.
La angustia como la frustración se reflejan en los ojos azules de Kaiser mientras baja la mirada, sintiéndose abrumado por la culpa como la confusión del momento.
—Lo siento tanto...—repite con tanto sentimiento que Isagi por un instante, creyó que lloraría como un pequeño cachorro quien ha perdido todo, sus palabras cargadas de pesar y arrepentimiento llegan al corazón tibio del Omega quien se queda perplejo ante la situación.
Entonces, un asombroso cambio se apodera de la escena cuando el cabello hermosamente rubio con azul de Kaiser comienza a cambiar ante los ojos del japonés, adquiriendo un tono completamente entre un tono gris y platinado que brilla con un resplandor mágico. El cambio ha sido en cuestión de segundos. Isagi queda atónito ante la transformación, asombrado por la naturaleza extraordinaria del alemán frente a él, incluso deja de prestar atención a su propio dolor para concentrarse en el radical cambio ante él.
—¡Kaiser, tu cabello!—exclama Isagi señalando dicho cambio, sus ojos oscuros brillando con asombro y fascinación.
El nombrado se estremece ligeramente, un poco sorprendido por el cambio repentino en su apariencia del que apenas se da cuenta.
—Mierda, esto no deberia estar pasando...— admite con voz intranquila, aunque su expresión sigue ensombrecida por la angustia del accidente.
Isagi siente la tentación de hacer más preguntas sobre el fascinante poder de Kaiser, si el acto de que su pelo cambie de color es voluntario y porque precisamente de un color platinado, no obstante, al ver la tristeza y la profunda preocupación en los ojos del Alpha, decide contenerse y no ser un imprudente. En su lugar, le ofrece una sonrisa comprensiva y un suave apretón de manos, expresando su solidaridad como su agradecimiento por su valiente acto de salvamento.
—Te llevare a la enfermeria, no queda lejos si hago atajos.
Isagi no tiene tiempo de quejarse o agradecer cuando el Alpha lo sujeta fuerte para cargarlo como un doncel en apuros, le pone nervioso dicha posición.¿En serio lo llevara así por toda la escuela? Por Salazar, la gente lo mirará de manera intensa, es imposible no resaltar mientras es cargado por un Alpha alto y fuerte con belleza europea.¿Qué hay de sus escobas? Él no puede usarla en este estado pero...
—¿Qué hay de tu cabello? Podrías levantar sospechas.—señala como recordatorio, todavía con mucha curiosidad sobre porque exactamente el cabello de Kaiser cambio de color ante la situación. ¿Es algo voluntario o involuntario?
Aun tiene mucho que investigar sobre los metamorfomagos, pero escasas fuentes de información confiable. En los libros hay muy poca información sobre esta especie de magos, y Kaiser no querrá revelar mucho tampoco.
—Pasará en breve, sólo que... sigo molesto conmigo mismo.—suspira frustrado, mientras apresura el paso para llevarlo a la enfermería y escogiendo caminos más discretos para no llamar la atención. Siempre siendo cuidadoso con el Omega en brazos e ignorando el cambio sutil de sus feromonas.—No siempre puedo controlar el cambio de color en mi pelo, es el reflejo de mis emociones más fuertes.—agrega con una pequeña mueca en sus labios.
—¿No es habitual que te suceda esto?—menciona intrigado, haciendo referencia al color de cabello de Kaiser. Aún no han pasado ni cinco minutos desde aquel suceso.—Ya sabes, uno a veces no controla del todo sus emociones.
Isagi piensa que, para un metamorfomago debe ser mucho más difícil ocultar su estado emocional si su propio color de pelo lo delata. Pero de ser así, ¿Kaiser no hubiera sido descubierto desde hace mucho tiempo?
Emociones tan fuertes como tristeza, alegría, desagrado, miedo o incluso enojo, deben ser imposibles de esconder al momento.¿Cómo ha sobrevivido escondido el alemán en todo este tiempo? Sobre él quien es alguien que llama mucho la atención a donde sea que vaya.
Kaiser medita sobre hablarle a Isagi sobre su situación. Mientras más avanza en su camino, el color de su cabello regresa rápidamente a la normalidad, a su color natural pero con ese tinte azul excepcional. Isagi sólo se agarra firme del cuello del Alpha cuando esté comienza a subir las escaleras con prisa. Para alivio del Omega, no se encuentran a nadie en su camino, pero escuchan a lo lejos murmullos de estudiantes en los pasillos o saliendo como entrando de dormitorios.
—Desde muy pequeño mis padres y mi tío me tuvieron en un entrenamiento riguroso para controlar mis emociones para que así mi cabello no cambiará de color debido a lo peligroso que podría ser perder el control con alguien ajeno alrededor, mi cabello delataria el tipo de mago que soy.—explica con seriedad, más concentrado en tener cuidado por donde camina hasta llegar a la enfermería.
Isagi no deja de observarlo, los gestos en su rostro, el delineado rojo en su párpado inferior y la forma en cómo sus labios carnosos se mueven al hablar, se siente tentado a probarlos, incluso un poco hipnotizado.
—No he perdido el control de mis emociones de manera fuerte desde que tengo trece años. Por eso siempre me ves burlón, calmado, despreocupado o hasta desvergonzado, tengo que aparentar que todo esta bien y que nada ni nadie me importa.—agrega con su habitual tono calmado, apaciguando sus emociones más fuertes de hace unos momentos.
Yoichi reflexiona la explicación del rubio, comprendiendo ahora porque esa actitud despreocupada y desinteresada que es tan molesta e irritante del alemán. Se pregunta si el pelo del alemán cambio a ese color gris o platinado, ¿Significa que realmente se sintió tan preocupado y desesperado por lo que pasó?¿Él mismo provocó que el Alpha se descontrolara en cuestión de segundos?
—¿Yo te importo, Kaiser?—pregunta sin pensarlo, con interés. No mide el peso de dicha pregunta y como podría afectar al rubio.
El nombrado no respondió, solo se quedó pensando. Muy pronto llegarán a su destino. Cuando Yoichi se da cuenta que no recibira respuesta del alemán, decide cambiar de tema.
—Tal vez no sea el momento, pero, antes de que algo más pase o los profesores descubran lo que pasó, ¿podrías decirme al menos, que estás buscando?—pregunta con intriga, Kaiser le prometió que se lo diría pero por los últimos acontecimientos, ya no se volvió a tocar el tema.—Prometí que te ayudaría si me lo dices, y si quiero ayudarte, necesito saber que es.—le recuerda en un tono determinado, para así cambiar el tenso ambiente que se creó y que Kaiser dejé de estar intranquilo pensando que fue su culpa todo lo que sucedió.
Llegan a la enfermería donde el alemán deposita al japonés en una camilla y rápidamente una sanadora va a su cuidado, un poco sorprendida ya que apenas en la primera semana de regreso a clases y ya hay un estudiante en la enfermería. En realidad, solo esta un poco sorprendida. Hay ciertos estudiantes con los que sí está más que acostumbrada que vengan con mucha regularidad a la enfermería sin importar cuando y a que hora es, estudiantes como Shidou Ryusei de Slytherin, Bachira Meguru de Hufflepuff y Barou Shouei de Gryffindor.
Antes de que el rubio deje a Isagi, lo único que le dice en un suave murmullo en respuesta a la pregunta del azabache, es:
—Ambrosía.
[...]
La Sanadora del colegio uso magia para disminuir el dolor en su cuerpo y aparte sanar la herida donde recibió aquel fuerte golpe en todo lo que es su brazo derecho el cual vendo, explicándole que no es nada grave y debe descansar por lo menos una hora en la enfermería, luego puede ir a cenar en el comedor con sus amigos y regresar a su dormitorio. Le recomendó no hacer ningún esfuerzo en lo que quede del día, y que muy probablemente mañana antes del almuerzo debería estar completamente curado y sin ningún malestar físico. También le recetó té blanco antes de irse a dormir.
Yoichi descansa completamente solo en su camilla, no hay ningún otro estudiante y las además sanadoras parecen estar en su propio mundo lejos de él. Mira la hora en el reloj de pared y se da cuenta que todavía le queda media hora para ir a cenar. Se siente tan aburrido y solitario, ¿Kaiser le habrá contado a los demás sobre su accidente?¿Se habrá proclamado el ganador de la carrera?¿Qué están haciendo sus amigos?
Tantas preguntas lo hacen sentir insatisfecho como pensativo e intrigado.
No obstante, alguien llama su atención, una visita totalmente inesperada que ni él hubiese imaginado en sus sueños mas locos.
—¿Itoshi Rin?—pronuncia sorprendido, sin poder creerlo.
La presencia del Alpha de orbes ojos verdes y aroma a menta con granos de café es sin lugar a dudas increíble. Su inexpresivo como frío rostro de siempre es menos duro y estricto como otras tantas veces al ver al Omega en dicho estado.
—¿Cómo te enteraste que estoy aqui?—pregunta curioso y confundido, ¿Kaiser se lo habrá contado al ser el prefecto de su casa?¿habrá ido a buscarlo para que cuide de él?
Sería muy considerado por parte del rubio.
—Miré al alemán cargandote hasta acá y los seguí.
Yoichi se ruboriza ligeramente, si Rin se dio cuenta, ¿Quién sabe cuántos estudiantes más? No quiere ni imaginar lo vergonzoso que fue, ¿Y si alguien mal intencionado los vio y crea rumores falsos? Por lo menos puede confiar en que el Itoshi no es esa clase de persona, pero ahora se siente nervioso y ansioso.
—¿Mis amigos lo saben?—pregunta con curiosidad mientras desvía su mirada entre ratos al reloj de pared, impaciente por marcharse, pero al mismo tiempo agradecido de recibir la visita de un amigo.
—Creo que todavía no, no estoy seguro. Estuve esperando afuera hasta que el rubio se marchara. Y apenas se fue hace un minuto.—explica brevemente, mirando a Isagi con una expresión difícil de descifrar.
—¿Kaiser estuvo todo el rato afuera?—pregunta con cierto sorpresa y confundido.¿Para que se quedó allá afuera en vez de irse o al menos entrar a verlo? Su forma de actuar es tan rara.
Rin asiente lentamente, pensativo. Un breve silencio se instala en todo el lugar, el Alpha está indeciso sobre si hablar o no ya que siente un peso sobre sus hombros. Esta enojado consigo mismo, e Isagi no entiende que está pasando por la cabeza del menor.
—En realidad, he venido a disculparme.—habla con un tono cargado de preocupación y frustración. Es algo inusual verlo así que no sea para crear una estrategia en algún partido de Quidditch.
—¿Disculparte?
—Por tu accidente, fue culpa mía.
Isagi parpadea varias veces sin comprender de lo que habla. No entiende que tiene que ver Itoshi con el accidente que tuvo hace poco. Solo estaban Kaiser y las escobas en ese momento, nadie más.
—¿De qué hablas?—suspira incrédulo.—
Mi accidente fue culpa de nadie, simplemente Kaiser por error chocó conmigo y yo no tuve la suficiente fuerza para mantener el equilibrio en mi escoba por el dolor ni tan buenos reflejos para esquivarlo, eso es todo.—recalca con seriedad, harto de que ahora todos quieran tomar la responsabilidad o la culpa por algo que no se creó a propósito.
—No, Isagi.—niega a darle la razón al azabache.—Realmente fue mi culpa. Que Kaiser haya chocado contigo no fue un accidente.—admite entre dientes, frustado consigo mismo.
—¿Cómo?
—Estuve ahí desde que empezó la carrera, y los seguí en todo momento.
—Pero yo jamás te vi.—recuerda seguro de su buena memoria.
—Capa de invisibilidad.—añade con obviedad, Isagi bufa ante aquella simple respuesta.
—Parece que casi medio Hogwarts ya tiene una.—se queja indignado, él también quiere una. Pero no tiene tiempo para comprarla, en vacaciones siempre regresa de inmediato a la casa de sus padres y ellos viven en el mundo muggle.
—Me preocupaba que Kaiser hiciera trampa y te hiciera daño a ti, así que le lance un encantamiento de estallido mágico para que se desviará. Calcule mal el momento que provocó que Kaiser chocará fuertemente hacia ti, no me fije lo cerca que estabas de él en esos instantes, realmente lo siento.—confiesa con arrepentimiento y dolor, su mirada verde se conecta con la azul de Isagi, esta siendo honesto con él y le cuesta mucho.
Después de todo, el Itoshi no es alguien de muchas palabras o que le guste compartir sus sentimientos. Es frío y serio, poco empatico.
El Omega se pierde en los ojos intensos y profundos del Alpha como en aquellas largas y hermosas pestañas, recordó lo similar que fue cuando Kaiser igual le rescato, lo miró de la misma forma, con culpa y miedo de haberle hecho un daño irreversible.
—No fue mi intención, Isagi.
El corazón de Yoichi se retuerce de ternura por la expresión tan afligida y frustrada de Rin, aunque sabe que el Itoshi hizo mal y tuvo consecuencias, le parece un poco lindo que haya hecho todo esto porque se preocupa por él. Nunca hubiera imaginado que el Alpha que nunca se mete en problemas de este estilo y odia el juego sucio, hiciera algo como ésto por él y todavía venga a decirle la verdad del mal que cometió, es todo un caballero.
—Tú mismo lo has dicho, Itoshi, no fue tu intención.—suspira cansado, el día de hoy ha sido muy ajetreado para él, no solo físicamente sino las emociones que sus compañeros sienten por su estado salud.—No fue nada grave así que estaré bien muy pronto.—le asegura con una pequeña sonrisa para transmitirle paz y confianza.
—Actúe de manera tonta e impulsiva, por favor, acepta mis disculpas.—insiste tan arrepentido para luego proseguir a sacar una cajita con estampado de osito de colores verde y café de su bolsillo.
Isagi esta conmovido, es muy difícil que un Alpha acepte sus errores, sobre todo los más jóvenes. Pero lo que más le llama su atención es el obsequio que el contrario le entrega y le deja fascinado al abrir la cajita.
Kintsuba, su dulce favorito en todo el mundo. Es una preparación muggle por lo que en el mundo mágico no es tan fácil de conseguir y muy pocos magos o brujos saben como prepararlo. Muy tradicional de su tierra natal.
—¿Cómo sabes que me encantan?—dice emocionado mientras toma la cajita y come uno de estos, derritiéndose por su sabor. La cajita le parece también muy bonita que no quiere deshacerse de ella, quiere guardarla.
—Desde el primer año note que luego de las vacaciones de navidad, traías de tu casa muchos dulces cuadraditos que te duraban casi toda una semana. No se me hizo difícil investigar cual era y conseguirlo rápido.—explica brevemente, en el fondo muy feliz de que a su compañero de dormitorio le haya encantando el obsequio.
Desde que el ciclo empezó hace días ha querido entregárselo, pero debido a lo ocupado que está y que tampoco se armaba de valor no había podido. Y a pesar de que esta situación no ha sido la mejor, al menos ha ayudado a que el Omega se sienta mejor.
—Muchas gracias, Rin.
Isagi se estira hasta darle un suave y pequeño beso en la mejilla al Alpha, totalmente agradecido. Rin no se esperó aquella acción dulce del Omega que se puso nervioso y se fue de ahí con la excusa de que tiene mucha tarea por hacer y que luego lo verá.
Yoichi lo mira irse y continúa comiendo de sus dulces, preguntándose si Rin habrá ido al mundo muggle para conseguirlos o algún conocido los hizo. Sería lindo averiguarlo.
En estos últimos minutos de reposo, sólo se le viene a la mente el recuerdo del largo cabello de Kaiser cambiando de color, es fascinante y mágico.¿De qué otros colores puede cambiarse y qué significarán?
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 2,909
Fecha de Publicación: Sábado 20 de abril del 2024
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Desde que termine mi primer fic Kiis de "Devorar" hace poco más de un año, me había prometido a mi mismo no volver a escribir otro fic con un triángulo amoroso de kaiser × isagi × rin porque todos sabemos como va a terminar.Peroooo me pudo la emoción, además que hay una razón por la que puse rinsagi a este fic y no sólo es por la drama o el salseo. Eso se los contaré en otro momento.
Una última cosa que quiero aclarar antes de que se me olvide:
■En mi historia no van a existir personajes como los de la franquicia original. No verán nombres o referencias en sí de personajes como Harry Potter o Lord Voldemort, esto por motivos creativos y pues que es un fic con personajes de Blue Lock pero la temática de Hogwarts.
Los únicos personajes que si se les hará referencia por obvias razones son los fundadores de la casas, como Salazar Slytherin, Grodric Gryffindor, etcétera.
■Para los que saben de este mundo, conocen a los merodeadores, este grupo si lo pienso agregar o mencionar en mi historia pero obviamente con personajes de Blue Lock.
En fin, esto ha sido todo por esta noche, hasta la próxima!
Chapter Text
Durante la cena en el gran comedor, tanto sus amigos como otros compañeros con los que casi ni se habla le preguntaron como se encuentra, ya que Michael Kaiser les contó que la carrera no concluyo debido a un accidente con el que no entró en detalles. Isagi comentó que él está recuperándose y no fue nada grave, nadie tuvo la culpa. Aunque en el fondo siente intriga por averiguar si el rubio se habrá dado cuenta que alguien le lanzó un hechizo y por ello tuvo el choque.
Isagi busco con la mirada al alemán en el gran comedor, específicamente en la mesa Slytherin, pero no lo encontró. Se paro a preguntar a Alexis Ness quien si esta ahí comiendo gustoso pechuga de pollo a la parilla con pure de papa, éste le contestó con las mejillas infladas por tanta comida, que el rubio prefirió no venir a comer y esta solo en la sala común de su casa, tal vez leyendo o investigando algo.
Todos sus amigos quisieron saber más del incidente, como pasó, como sobrevivió y cuanto tiempo estuvo en la enfermería. Isagi no entro en muchos detalles, obviamente omitió la parte en que el alemán le cambio el color de su cabello y que Rin de cierto modo estuvo involucrado. Todos mostraron preocupación y sorpresa por los hechos.
—¿Kaiser te cargó como doncella hasta la enfermería?—formularon sus amigos con sorpresa e intriga por la historia de Isagi.
—¿Y qué sentiste estar entre esos musculosos brazos?¿Le oliste el cuello?—añade Chigiri con genuino interés por la fantasía de cualquier Omega, ansioso por escuchar mas de la historia. Sus feromonas se encendieron ligeramente en el aire, provocando bochorno entre sus amigos.
—¡Chigiri!—le regaña Hiori y Kunigami por la imprudencia del Omega de Gryffindor, también como advertencia de que debe controlarse.
—¿¡Qué!?—se indigna porque lo hayan tomado a mal todos.—¿A ustedes no les gustaría enterrar su nariz en su manzana de adán?—señala con evidencia, más para sus compañeros Omegas.—Es Kaiser, por Dios.
Chigiri junto con Reo e Hiori son muy sociables con gente de diferentes casas, ya sea de su mismo año o más jóvenes, y varios están de acuerdo de su fantasía más húmeda es oler y dejar pequeños chupetones como mordiscos en el grueso cuello y sentir lo caliente de su piel.
—Eres un puerco.—agrega Isagi entre risas, su amigo es muy divertido aunque a veces un poco pervertido. Aun así lo adora y jamás cambiaría estos momentos con él por nada en el mundo.
—¿Qué hay del Itoshi? Eso sí me llama la atención.—añade Bachira para centrarse en el otro Alpha.
Rin es alguien de mente un poco cerrada y severo con sus entrenamientos como calificaciones y demás ocupaciones. Incluso se dice que es igual a sus padres, con ideas muy tradicionales en cuanto a la familia y mantener la pureza de la sangre en los magos. Por eso no se le ve socializar mucho que digamos y a veces puede soltar comentarios duros y sin sentimiento, y si no es tachado como un bicho raro o un friki, es porque es demasiado guapo, alto y de familia muy adinerada.
—Es verdad, él no se preocupa nunca por nadie más que por su lechuza y sus perfectas notas. Imaginarlo visitar la enfermería por un estudiante es algo que nunca pensé escuchar en vida.—explica Chigiri curioso y extrañado por el comportamiento del prefecto de Slytherin hacia con su amigo Isagi.
—Tienen a Rin en un estigma muy malo.—comenta el azabache incrédulo. Sus amigos lo tratan casi como si fuese una máquina y no un ser humano.
Esta bien que Rin muchas no veces no muestre emociones cálidas o sea amigable, pero no por eso no siente.
—Y todavía te diriges hacia él por su nombre, eso es muy sospechoso.—agrega Kurona pensativo.
—Rin es el prefecto, es normal que se preocupe y este al tanto de la salud de los estudiantes, sobre todo de los de su casa.—justifica Yoichi comprensible.
—Es prefecto desde el quinto año, y jamás se le ha visto pisar la enfermería por un compañero.—insiste Kurona con certeza y seriedad. El resto del grupo le da completamente la razón. Isagi no sabe que decir al respecto para contradecirlo, se queda pensando mientras come un delicioso budín.
—¿Recuerdan que el año pasado fue a la enfermería junto a Shidou porque casi se matan a golpes?—menciona con gracia Hiori, recordando dicho suceso que fue un no tan pequeño escándalo en todo el colegio de Hogwarts.
—Oh, si, si. ¿Por qué fue esa vez?—pregunta Bachira intrigado mientras practica unos hechizos inofensivos.—Nunca se habían peleado tan fuerte como aquella ocasión. Estuvieron días recuperándose, incluso estuvieron a punto de lanzarse encantamientos sin varita.
—Rin descubrió que Shidou se andaba comiendo a su hermano en el dormitorio, el pelirrojo en ese entonces todavía estaba en su último año de Hogwarts. —responde Chigiri, bastante informado del chisme. Todos quedaron pasmados y emocionados al oír aquello.
Isagi no dijo nada al respecto, él como todos los demás estudiantes se había enterado de aquello. Fue por ese hecho que se rompió la poca amistad y tolerancia que había entre ambos Alphas de misma casa pero diferente sangre.
—No hablemos más de eso, lo importante es que Isagi este bien.—menciona Kunigami con seriedad y enfoque, no ve muy propio hablar de golpes y como un estudiante se come a otro en la hora de comida.
—Al fin alguien que se preocupa por mi y no por cual Alpha me pareció más atractivo.—agradece Isagi el apoyo incondicional del Alpha de Hufflepuff.
—¿Entonces quieres morderle la manzana de adán a Itoshi Rin o a Michael Kaiser?—pregunta una vez más el Omega de velocidad aterradora, por algo es el buscador en su equipo de Quidditch.
Todos lo fulminan con la mirada mientras Isagi se muere de la vergüenza por aquella insinuación subida de tono de su amigo.
—¡Chigiri!
Lo peor para el de Slytherin es que no evito imaginar como se sentirían sus labios sobre la piel expuesta de alguno de los dos Alphas que fueron protagonistas en su día.
[...]
Luego de pasar un largo rato hablando con sus amigos y divirtiéndose en los pasillos, Isagi regresa a su dormitorio un poco cansado, con una agradable sorpresa en la entrada de su puerta.
Es su escoba mágica. La recoge y sonríe de lado, no está muy seguro de quien pudo haberla dejado ahí, pero si hubiera sido Rin probablemente este la hubiera dejado en el interior del dormitorio, y no afuera.
Al entrar al cuarto, observa a su compañero Rin completamente dormido, cosa un poco extraña ya que tan solo las nueve y media, es bastante temprano, pero supone que el Alpha ha tenido un día muy duro y ocupado por lo que entiende que este tan cansando.
Se adentra a su habitación guardando su escoba de vuelo para después cambiarse de ropa a su pijama. Se recuesta en su cama y lee un poco antes de dormir. En sus ratos libre le encanta leer novelas literarias, desde ciencia ficción hasta de misterio, es un gusto que su madre le pego desde muy joven.
Después de casi una hora leyendo, se prepara su té y lo toma para poco después dormir. Pero incluso en sus sueños las emociones y sus pensamientos mas íntimos lo atormentan como un boggart.
[...]
Isagi yace en medio del bosque, cerca de un lago con cisnes a pleno atardecer. El pasto es suave y verdoso, los árboles son su guardián y escucha la melodía de un violín a lo lejos, algo tranquilizante pero hermoso.
En dicha fantasía , a diferencia de otras tantas que ha tenido a lo largo de los años, no está con sus padres ni con sus amigos, esta solo, hasta que en un parpadeo, alguien está recostado junto a él en el césped , usando el uniforme del equipo de Quidditch.
Isagi queda cautivado por las emociones del momento, algo lo empuja a acercarse a su acompañante, ponerse encima suyo hasta acercarse a olerlo. Su grueso cuello, lo hermoso que se ve con el tatuaje de aquella dos preciosas rosas azules lo dejan embobado.
No existen palabras o ruido alguno, solo sus cuerpos junto al otro. Yoichi recuerda el consejo de su amigo Chigiri, por lo que se acerca al contrario para lamerlo con coqueteo hasta llegar a su manzana de adán. Siente morbo como un prohibido deseo por pasar sus labios y lengua ahí.
Gime al sentir algo picarle su retaguardia, justo en medio de sus muslos. Algo duro y palpitante, se frota un poco ansioso como deseoso, suplicando por más atención.
En medio del sudor y lo agitado de su respiración, despierta con un rubor salvaje y caliente en sus mejillas como un problemita en sus pantalones. Se siente frustrado por haberse despertado justo en la mejor parte, pero luego recuerda con quien fue su sueño húmedo y se siente tan avergonzado como asqueado por haberlo tenido justo con esa persona.
¿Cómo es posible que haya soñado con Kaiser de esa manera tan primitiva? Debe ser un embrujo, un maleficio o algo está malditamente mal con su cabeza.
[...]
Ha transcurrido una semana entera desde el accidente, Isagi Yoichi esta más que recuperado. Pero algo que le intriga en gran medida es que Kaiser lo ha estado ignorando en todo este tiempo, incluso durante los entrenamientos de Quidditch y eso ya es decir mucho.
No es grosero hasta cierto punto, si Isagi lo saluda Kaiser le responde con normalidad, pero cortante. Y se retira antes de que el Omega quiera sacarle otro tema de conversación.
En las clases que comparten ni le dirige la mirada—O al menos Isagi no se da cuenta de ello—, y ya no lo molesta ni le dice sus estupideces. El japonés se siente confundido y extrañado por la repentina indiferencia del rubio.¿En qué momento se pelearon como para que Kaiser no le hable?¿Qué no se supone que había quedado claro lo de que no responsabiliza a Kaiser por el accidente? No logra entenderlo ni porque el repentino cambio de actitud.
Trata de convencerse de que no lo extraña, sino que a quien extraña es al rubio transformado en felino.
Pero ello a veces se siente como un engaño.
Estos últimos días debido a que Kaiser ha mantenido su distancia con él, por propia cuenta ha investigado por sí sólo aquello que el alemán le mencionó solo una vez, que estaba y sigue buscando.
"Ambrosía"
Con sus conocimientos de herbología, sabe que es una especie de planta del tipo arbusto, no tiene nada de especial. Pero duda mucho que sea lo que esté buscando Kaiser porque fácilmente pudo haberlo conseguido en cualquier tienda de plantas, arboles y flores del mundo mágico.
Luego de haberlo pensando bastante, solo logra recordar que existe otro tipo de ambrosía a la cual podría estar refiriéndose el alemán.
En la biblioteca se dirige a la pequeña sección de mitología griega, específicamente sobre cierto Dios del vino; Dioniso. Aquel lugar en una esquina de la habitación, a donde nadie nunca va porque ahí no llega bien la luz del sol y son libros tan pocos leídos como requeridos en la escuela que suelen ser muy olvidados y por lo tanto, polvorientos.
Recuerda perfectamente desde que era un crío, que su madre le contaba muchos cuentos y mitos que la abuela de está le contaba a ella de pequeña.
Isagi con su varita, y recita en voz baja para no hacer ruido, un claro y firme Lumos, así de la punta de su varita crea algo de luz a su alrededor para así leer el libro en la oscuridad de ése lugar. Toma asiento en el suelo seguro de que nadie irá hasta allá a molestarlo, y prosigue a buscar la sección donde recuerda haber escuchado cierto término que le interesa.
"El néctar de la inmortalidad." Es corto pero certero, sencillo y comprensible. Es lo significa la ambrosía.
En la mitología griega se dice que es un manjar o una bebida celestial, divina, que confiere a los Dioses la inmortalidad, la eternidad.
—¿A esto es a lo que te refieres, Kaiser?—bufa incrédulo y dudoso. Tiene mucho más sentido que esté buscando esto a que una simple planta del mundo humano que de igual forma se puede conseguir en el mundo mágico con casi nada de dificultad.
Sin embargo, ¿para que quiere el rubio un manjar celestial que concede la inmortalidad? Para empezar, dicha sustancia no existe, por algo es un mito, un cuento de niños que los padres y abuelos les narran, le parece tan absurdo.
—Yoichi.
La voz siseante de alguien le hace brincar del susto, no escucho pasos acercarse hasta él, fue tan silencioso o quizás él tan distraído que no lo vio ni escuchó venir.
—Me asustaste, ¿Qué haces por aquí?
Tenerlo de frente y aún con el sueño húmedo de la otra vez le pone algo nervioso, no puede mirarlo fácil ni directamente a los ojos.
—Te estaba buscando, tarde un buen rato en realidad. ¿Tú que haces por aquí?—responde encogido de hombros, notando lo oscuro que está el lugar sino fuera por la luz que desprende la varita del contrario.
—Buscando información de la ambrosía.—contesta un poco borde, aunque intrigado por saber porque Kaiser lo ha estado buscando considerando que ha estado días ignorando lo olímpicamente.—Hasta que te dignas a hablarme.—señala incrédulo y con evidente enfado.
—He estado ocupado pensando sobre lo que hice, y también meditando para que no vuelva ocurrir mi descontrol sobre mis emociones, realmente puede ser peligroso.—explica porque ha estado tan distante, su mirada luce un poco arrepentida.
—Lo entiendo.
Yoichi se da cuenta que Kaiser no menciona mucho más del accidente, le parece extraño que el rubio no sospeche de que alguien le lanzó un encantamiento y eso ocasionó que chocará con él, realmente cree que todo lo que sucedió fue su culpa, se siente mal por ello, pero no quiere confesar le quien es el verdadero culpable porque se la traería contra Rin.
No quiere que estos dos Alphas tengan problemas, prefiere evitarlos a toda costa. Esta es su misión.
—Para disculparme, puedo decirte todo lo que sé, acerca de lo que estoy buscando.—agrega para tomar asiento a lado de él. Sus hombros chocan uno con el otro y los talones de sus pies se rozan, el rubio tiene piernas más largas que las del Omega, al rubio le provoca un poco de ternura darse cuenta de lo bajito que es el nipon a lado de él.
—Para estar seguro, ¿por ambrosía te refieres al néctar de los Dioses?—pregunta con gran intriga, ignorando lo cerca que está del otro, a pesar que traen puesto el uniforme, siente que cualquier mínimo roce de piel con el otro le quemara.
—Si.
—¿Si sabes que eso no existe, verdad? Es solo un mito.
—Hace cuarenta años eso mismo decían de la piedra filosofal.—retoma con ironía. Una historia que su tío tanto le contaba de pequeño.—Actualmente la tienen en un lugar seguro donde ningún ser malvado pueda tomar posesión de ella.
—Está bien.—suspira rendido, no hará cambiar de opinión al alemán así que solo por esta vez, le seguirá la corriente.—Suponiendo que esto de la ambrosía que da la inmortalidad realmente exista, ¿para qué la quieres?—cuestiona con curiosidad y dudoso. En el poco tiempo que lleva conociendo al alemán, es del tipo de persona que es ambicioso pero para ser el mejor en el Quidditch, no para ser un mago poderoso y dominar el mundo mágico.—Eso de la inmortalidad nunca trae cosas buenas.—señala con obviedad.
¿Cuántos magos oscuros no ha intentando conseguir la inmortalidad, ser el ser más poderoso del mundo mágico y ser superior a los magos hijos de muggles, arrastrando consigo la vida de cientos de personas para lograr su objetivo? Ninguno lo ha logrado, otros estuvieron un poco cerca, por fortuna todos han sido atrapados, llevados a prisiones y hasta ejecutados sin piedad por sus malos actos.
—Todo lo que te diga aquí, debe ser secreto. No se lo puedes decir a nadie, ¿de acuerdo?—menciona Michael con seriedad, sin ningún tipo de gesto burlón o despreocupado, esta hablando totalmente en serio y le está depositando su confianza al japonés.
Isagi se da cuenta que se está metiendo en algo muy gordo y que tal vez en el futuro le traiga problemas, no tiene un gira tiempo para regresar al pasado por sí se llega arrepentir de su decisión.
El espacio entre los dos es un poco estrecho, Kaiser esta tan cerca de él que puede sentir su respiración chocar contra sus labios. Incluso con poca luz se aprecia la belleza natural del rubio. Es envidiable.
—Mis labios están sellados, Michael Kaiser.
El alemán sonríe satisfecho y por unos segundos se queda mirando fijamente los pronunciados labios de Isagi, queriendo sellar la promesa de está noche con un verdadero gesto que dejé sin aliento al nipon, pero se resiste ante las provocaciones y le indica que cierre el libro y apague la luz en su varita, Yoichi lo duda al principio pero termina por acceder.
—Tengo recuerdos muy presentes de mi niñez e infancia, donde mi madre siempre me habló de la ambrosía y de que es real. Tan real y posible como los horrocrux.—comienza a contar en un tono de voz bajo para que sólo Isagi lo entienda y no lo escuchen del otro lado de las estanterías.
—Los horrocrux son un tema muy tabú, Kaiser.—recuerda con seriedad. Ni siquiera los profesores se atreven hablar del tema frente a ellos.
—Lo sé. La diferencia entre el horrocrux y la ambrosía, es que con el néctar de la inmortalidad no necesitas matar o sacrificar a alguien para conseguirla. Mi madre aseguraba que muy pocos magos conocían la ubicación de éste néctar codiciado.—explica con detalle y seguridad en sus palabras.
—Kaiser, no creo que realmente esto sea posible, encontrarla.
—Yoichi, mi madre murió buscándola.—insistente con cierto dolor en sus palabras, aunque en el fondo, sabe que sus recuerdos de aquella vez son todavía algo confusos.
—Entonces, ¿Quieres buscarla para que la muerte de tu madre no sea en vano?—formula, es un poco difícil de concentrarse en el tema principal cuando su cuerpo se quiere encimar sutilmente en el regazo del Alpha aprovechando lo cerca que esta.
—Yo se que es real, sino tuviera un indicio de saber que existe, créeme que no estaría intentando buscarla.—asegura con un ligero toque de desesperación. Su madre nunca le mintió, ella sabía lo que le decía.
—¿Cuál es tu indicio?—pregunta todavía sin estar seguro de las palabras del alemán.
Pero la respuesta del Alpha es lo que lo dejo atónito.
—El director de Hogwarts.
—¿Jinpachi Ego?—menciona incrédulo. Es cierto que es una persona con autoridad, poder y un poco de influencia en el mundo mágico, pero afirmar que él esté relacionado con lo que busca Kaiser es un poco exagerado.
—Usar una capa de invisibilidad no lo engaña, pero si me convierto en cualquier animal pequeño, no se da cuenta de mi presencia, en ocasiones.—argumenta como si ya lo hubiera hecho muchas veces.
—¿Espiaste al director?
Isagi se cuestiona de cuantas cosas ilegales ha hecho Kaiser desde que vino a Hogwarts en tan pocos días.
—Y lo descubrí. Él sabe la ubicación de la ambrosía, y está relacionado con el torneo de los tres magos.
—¿El torneo de los tres magos de éste año que se hará aquí?—agrega perplejo, preocupado.
—Correcto. Sigo investigando, pero creo que tiene que ver con la prueba final de dicha competencia. Tengo que participar.—suelta decidido.
Yoichi no quiere que el Alpha quede seleccionado y compita, porque es algo que él mismo pensaba hacer para así ganar fama no sólo en Hogwarts sino en el mundo mágico.¿Por qué le duele ver lo decidido y serio que está el alemán en tomar dicha decisión?
—¿Qué pasa si no quedas seleccionado?
Solo un estudiante en Hogwarts puede quedar seleccionado para participar, Isagi no quiere perder su oportunidad por Kaiser.
—Entraré a la competencia como de lugar. No me importa lo que tenga que hacer.—sus orbes azules por unos instantes cambiaron a un color rojizo, dando un aspecto terrorífico como asombroso.
Yoichi se da cuenta de la seriedad y lo importante que es todo esto para el Alpha, incluso sospecha que la única razón por la cual Kaiser se transfirió a ésta escuela es para buscar la ambrosía.
Debe ser muy importante para él para arriesgarlo todo.
El Torneo de los Tres magos cada año es muy complicado, no tanto para ganar, sino de sobrevivir hasta el final.
[...]
La profesora y mano derecha del director Jinpachi Ego ha sido llamada con total urgencia a la oficina del superior para notificarle de algo grave que ha ocurrido.
—¿Robaron el libro de Secretos de las Artes más Oscuras?—menciona con horror e intranquila.—Es imposible, usted lo tiene muy bien escondido, y uso un encantamiento fuerte para protegerlo.—añade seria, no queriendo creer lo que está pasando.
—Quién me lo robo debe ser alguien con mucho poder o muy inteligente. Todos mis posibles sospechosos o están en la prisión de Blue Lock o están muertos.—menciona acomodándose sus gafas y con una expresión molesta.
—¿Qué podemos hacer?
—Nadie debe saber esto, no todavía. Ni profesores, ni alumnos ni mucho menos el Ministerio de Magia. Mañana haré un viaje, te dejaré como subdirectora en mi ausencia, estarás a cargo mientras estoy en mi búsqueda.—responde con seguridad.
—¿Qué hay del torneo de los tres magos?—le recuerda la importancia del evento.
—Falta más de un mes para ello, regresaré antes.—asegura para calmar a la contraria.
La conversación se detuvo y cada quien regreso por donde vino. Aparentemente nadie los escucho ni presenció lo dicho en la oficina, más que un pequeño escarabajo de color azul metálico que salió de ahí de prisa antes de ser descubierto, regresando a su dormitorio.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,691.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Lunes 22 de abril del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
En el siguiente capítulo habrá un pequeño salto en el tiempo.
Chapter Text
Aquellos magos vestidos con su túnica y máscaras de cerámica mágica cubriendo su rostro, habitando las ruinas más inhabitables, hacen su ritual para la resurrección de su amo.
—Hueso del padre, la carne de un lacayo y la sangre del enemigo.—recita los ingredientes de la poción uno de los más fieles seguidores, para traer a la vida la oscuridad, quién fue ejecutado hace años atrás pero que por fin este día, regresará.
Alpha, cabellos largos ondulados que se pelean por mantenerse entre matices rubios y canosos, el color de sus ojos es un azul espectral y su belleza es comparable a la de un ser celestial, de rostro androgino y pequeñas como casi visibles cicatrices rodeando su cuello que simulan ser una corona de espinas. Sus labios gruesos pintados de un rojo sangre y largas pestañas.
—Realmente el horrocrux me sirvió para traerme de vuelta a la vida.—murmura para si mismo con cierto placer, respira profundo y sus manos pasan por su rostro. Necesita ver su reflejo para ver si su belleza sigue igual de intacta. Mira a sus seguidores y lacayos de manera seria como amanezante.—Tardaron demasiado.
Han sido años de larga espera para volver a formar su cuerpo.
—Disculpe, mi señor, el libro fue muy difícil de encontrar, Jinpachi Ego lo tenía bajo estricta protección.—hace reverencia el más fiel de sus lacayos, con la mirada gacha al igual que el resto de los seguidores.
Luego de que le robaron el libro a Ego hace ya casi dos meses atrás, otra cosa que se les complico un poco fue conseguir los ingredientes que se necesitan para traer de vuelta a Alpha.
—Logramos robarlo ya que ha estado muy ocupado haciendo dos labores, director de Hogwarts y el—,comienza a explicar otro de los seguidores, uno que está más lejos, siendo interrumpido en medio de su justificación.
—¿Director de un Colegio para jóvenes estudiantes?—menciona Alpha con cierta burla e ironía. Pequeñas arrugas se crean en sus mejillas ante su expresión.—Que gracioso, la última vez que tuve un duelo con él, seguía siendo el temido director pero de la prisión más segura en todo el mundo mágico, Blue Lock. El Auror más temido, ingenioso y peligroso del siglo.—agrega con cierto desagrado, observando su entorno con una expresión seca.
—Al estar organizando el Torneo de los tres magos de su escuela, hizo que bajara la guardia.—añaden con voz ligeramente temblorosa.
—Qué recuerdos me trae el torneo de los tres magos, cuando participe en dicho torneo justo conocí al padre de...—se detuvo pensativo con un toque de amargura, recordando su adolescencia en aquel colegio de Magia y como conoció la traición en el amor.—Ni siquiera quiero nombrarlo.—admite con suspiro pesado al final, después indica a sus seguidores que alcen la mirada y comiencen a moverse para irse de aquellas ruinas, como que oculten toda la evidencia de lo que hicieron ahí.—Necesito recuperarme antes de seguir con la visión del nuevo mundo.—agrega sonriente.
Uno de sus lacayos le entrega el libro prohibido de las Artes más Oscuras, lo toma entre sus manos y se vuelve un ser de pura sombra para largarse de ahí. Sus lacayos lo siguen de inmediato entre hechizos de teletransportación.
[...]
Cuando Isagi Yoichi estaba todavía en quinto año de Hogwarts, en aquel entonces Shidou y el Itoshi menor todavía no se llevaban tan mal, o al menos se toleraban lo suficiente fuera del campo. Fue el año en que más se junto con los de sus casa, y también se les unía a veces el hermano mayor de Rin; Itoshi Sae. Un Omega pelirrojo de la casa de Gryffindor, quien antes jugaba como cazador pero por motivos personales se cambió de posición a buscador. Algo que impacto muchísimo a su hermano menor.
No diría que eran los mejores amigos de todo el colegio, pero algo que les marcó y los mantiene conectados hasta el día de hoy, es que crearon un pequeño club secreto, y con ello algo muy valioso como mágico que cualquier estudiante o profesor en todo Hogwarts desearía tener; el mapa de los merodeadores.
Se pasaban varias noches y algunas tardes investigando cada pasillo como lugares secretos en todo el castillo de Hogwarts, plasmando cada detalle en un pergamino que con cierto encantamiento desaparece y reaparece lo dibujado por ellos.
Esos días le permitió a Isagi conocer mucho más a su compañero de dormitorio Rin, como a su hermano Sae y al estudiante más conflictivo de todo Hogwarts; Shidou Ryusei.
Después de la gran riña que en sexto año hubo entre dos de los integrantes del grupo; Itoshi Rin y Shidou Ryusei es que las cosas se pusieron tan tensas que se distanciaron demasiado y el mapa pasó a manos del de Gryffindor, Sae. Quien a su vez al graduarse, se lo dejó al estudiante Shidou, dándole más rabia a Rin de que su propio hermano le confíe más el mapa a un sangre mestiza que a su propia familia.
Isagi quiere ayudar a Kaiser todo lo posible, y por ello, cree que sería muy bueno pedir prestado el mapa de los merodeadores, sin embargo, sabe que será muy difícil que Shidou Ryusei considere prestarselo, ya que tampoco ha sido muy amigable con él desde que el grupo se separó. Pero tal vez consiga el método correcto para persuadirlo.
Podría usar alguna poción para convencerlo, pero es bastante complicado engañarlo.
[...]
Es final de mes de octubre, las hojas de los arboles cambian de color y algunas de estas caen poco a poco. Isagi y Kaiser se encuentran descansando encima de una de las ramas fuertes y gruesas de uno de los árboles ubicado a las afueras del Colegio, lo suficiente lejos para que nadie les escuche pero no tanto para entrar en la zona del bosque prohibido. Debido a que es una rama lo suficientemente espaciosa, ambos caben casi perfectamente, sus pies están suspendidos en el aire a un par de metros del suelo. Están tan pegados que es imposible que uno se caiga sin que el otro no lo agarre antes de ello.
Mientras Isagi se encuentra leyendo un libro para sus próximos exámenes y al mismo tiempo se pone a planificar una idea para conseguir que Shidou le preste el mapa de los merodeadores, mientras que el estudiante alemán recita unos hechizos avanzados en voz baja para practicar su magia y movimientos.
—Es lindo que Ness también te ayude con todo esto. Ustedes dos parecen ser muy buenos amigos.—añade Isagi en voz alta, preguntándose curioso en donde está el Alpha de cabello magenta.
—Podría decirse, lo conozco desde hace tres años.—comenta encogido de hombros, sus pies cuelgan en el aire. Se siente bastante similar a cuando vuela en escoba, una de sus actividades favoritas entre tantas.
—¿También sabe que eres metamorfomago?—pregunta intrigado. Imaginando si el rubio se lo contó a Ness o éste lo descubrió.
—Por supuesto.—hace una pequeña pausa, observando de reojo a Yoichi. Desde ahí puede permetirse oler las feromonas del japonés.
Aroma a libros, lo justifica por las horas extras al día que se la pasa leyendo y estudiando y por lo tanto aquella esencia se le queda pegada. Pero aparte de ello, desprende un aroma dulce sin llegar a ser empalagoso, es cálido. Como una nota amaderada por lo que es un poco intenso en ocasiones pero a la vez le resulta una fragancia aterciopelada y sensual, única.
Su corazón a veces se derrite cuando su olfato encuentra dicha esencia natural del Omega en cualquier rincón de Hogwarts, ansioso por encontrarlo nuevamente. Pero muchas veces la fragancia natural de Isagi suele pasar de desapercibido o es muy sutil.
—Él quiere convertirse en un animago.—añade a la conversación el rubio refiriéndose a Ness, perdiéndose un poco entre sus pensamientos.
—Impresionante.—jadea expectante, ya que sabe que es un procedimiento bastante complicado.—Una pregunta, ¿cuándo te hiciste los tatuajes de las rosas?—cuestiona interesado, dejando de leer por unos momentos y admirando el lienzo azul en el cuello del Alpha.
Un par de rosas azules con tallos largos de espinas. Debido al uniforme no logra ver más allá del tatuaje, le causa una genuina intriga pero tampoco puede pedirle al Alpha que se desnude.
—Desde hace un año.
—¿Por qué decidiste tatuarte tan joven?
—Quise ocultar un horrible cicatriz.—murmura irrelevante y encogido de hombros. Su vista se centra en el paisaje frente suyo, las aves volando, ardillas buscando comida, el viento es bastante calmado y percibe a lo lejos varios estudiantes caminar de un lado a otro.
—¿Tan grande era?
—Realmente no. Pero incluso aunque no la tuviera, de todas formas yo seguiría queriendo hacerme un tatuaje grande.—explica brevemente.
—¿Y qué significan las rosas azules?
En el mundo muggle no es normal ni posible ese color en las rosas. No se forma natural al menos. En el mundo mágico es todo lo contrario, pero son difíciles de conseguir al ser tan únicas y especiales, hermosas. Solo las familias más adineradas tienen el privilegio de tener un jardín lleno de ellas. Sus propiedades son mágicas y desprende un perfume encantador.
—Qué puedo lograr lo imposible.—sonríe con orgullo y complicidad.—Desde convertirme en el mejor cazador de Quidditch en la historia del mundo mágico, encontrar la ambrosía y...—se detiene en seco, pensativo y mirando a los ojos al Omega en compañía.
—¿Y...?
—¿Crees que realmente entre en la competencia del torneo?
—En está ocasión hay muchos alumnos por casa a diferencia de otras temporadas.—admite luego de haber hecho un análisis cuidadoso de los estudiantes que han admitido sinceramente cuanto desean competir.
—¿Cómo quienes?
—En Gryffindor conozco a Gin Gagamaru, Kurona y Chigiri.—menciona de memoria, dos de ellos son cercanos a él y con el otro solo son buenos compañeros aunque muchas veces se junta con su grupo a la hora de comer.
—¿Quién es ese tal Gagamaru? Me parece haber oído un poco de él estos días en los entrenamientos.
—Es el guardián de su casa. Dicen los profesores que Gryffindor no había tenido un guardián tan bueno como él en generaciones y siempre dependían mucho de los cazadores y buscadores que jugaban.—responde calmadamente.—Es alguien muy alto, incluso un poco más que Nagi, el Alpha de cabello blanco que es de Ravenclaw.—detalla con precisión.
—¿Quienes más quieren competir?
—En Ravenclaw el prefecto y heredero de las corporaciones mágicas Mikageo Reo y también el buscador Charles, el francés. En Hufflepuff quiere entrar los golpeadores Kunigami y Raichi.
—¿Qué hay de nuestra casa? Aparte de mi, ¿Quién más quiere entrar?—interroga con mayor interés, queriendo conocer a sus rivales. No se preocupa tanto por el resto de estudiantes.
—Nuestro compañero y prefecto Itoshi Rin, pero lo está pensando debido a que tiene muchas ocupaciones y no quiere perder el tiempo en una competencia supuestamente amistosa con las otras escuelas.—explica pensativo, tiene la sospecha de que Rin esta mucho mas ocupado de costumbre pero no cree que sea por su trabajo de prefecto, esta ocultando algo más.
Isagi se siente un poco mal por no ser más honesto con Kaiser, después de todo, esta omitiendo por completo que él quiere participar.
¿Pero por qué?¿Tiene nervios o miedo de como pueda reaccionar el rubio? No está seguro realmente.
—Mañana es treinta y uno de octubre, los estudiantes de las otras escuelas van a venir a Hogwarts ese mismo día.—recuerda con una expresión de indiferencia y poca preocupación.
—¿Cómo te llevabas con los chicos de tu anterior escuela?—indaga curioso, preguntándose si el alemán habrá sido igual de popular allá que en Hogwarts.
—No diría que eran mis mejores amigos, pero yo diría que bastante bien. Nunca tuve problemas con ellos. Tal vez a uno que otro le caí mal por ser siempre el mejor en todo, nada importante.—se encoje de hombros soltando un suspiro aburrido.
—Siempre tan engreído.
El ambiente amigable y tranquilo cambia un poco cuando el alemán toma una postura más autoritaria de manera repentina y acorrala a Isagi contra la corteza del gran árbol. Su expresión es seria y de algo más.
—Yoichi, si quedo seleccionado para el torneo de los tres magos, ¿Me apoyaras en todo, verdad?
El nombrado parpadea varias veces sorprendido por aquellas palabras tan directas y la posición en la que se encuentran. Cualquiera con un mal ángulo podría mal interpretar la situación.
—¿Qué petición es esta?—responde a la defensiva e incrédulo.—Suenas tan amable y dulce que no pareces tu. ¿Me están haciendo una broma?—mira hacia los lados varias veces, en busca de algún espía.
Podría ser Ness quien esta transformado en Kaiser y ello explicaría porque esta actuando tan amable y lindo con él.
—Isagi Yoichi, hablo en serio.—menciona con seriedad, tomando del mentón al japonés para que no mire a otro lado, sino a él y solo a él. Su pulgar roza con el labio inferior del chico, con esta cercanía, el Alpha puede darse cuenta de lo seductor que luce Yoichi.
¿Se habrá puesto bonito para él? Como le encantaría que así fuese. Fantasea con que el Omega use labial y después lo bese intensamente, empapandolo con su sabor y marcando lo con el color del labial. También imaginar meter sus dedos en su pequeña boquita, sentir lo húmeda y caliente que debe ser, ¿qué expresión erótica podría tener Yoichi si le mete algo más gordo y duro en su cavidad oral?
—¿Tan importante es para ti que este a tu lado apoyándote?—pregunta cuidadosamente el nipon, sin apartar al Alpha de él, sintiendo su pecho calentarse por la forma en cómo Kaiser ve sus labios y como sujeta su mentón con esas grandes y calientes manos.
Yoichi tiene la tentación de abrir sus piernas y sentir sus sucias manos de Alpha rozar su intimidad con fuerza, pero seria muy zorra de su parte y no quiere ceder ante las tentaciones carnales como si fuera un animal en celo.
—Si. Eres de las pocas personas en que confíio y me importan mucho.—admite jadeante, controlando sus ganas de ponerse duro aunque encantando por la forma en cómo Isagi no lo rechaza y sus feromonas se vuelven ligeramente más picantes.
—Detente.—advierte con un tono repentinamente serio pero, extrañamente excitado, haciendo suspira de placer a Kaiser.—Si sigues hablando así y mirándome de tal forma, harás que mal intérprete tus intenciones.—agrega dudoso si confiar en el alemán.
Kaiser no deja de mirarlo, sus ojos oscuros, sus pestañas negras como un cielo en pleno eclipse solar total, su nariz respingona y esos gorditos labios suaves que ansía probar.
—Haré que no mal intérpretes nada.—menciona con seriedad mientras sus ojos se dilatan ligeramente.
Isagi no puede contestar a aquel comentario cuando siente los labios carnosos como maduros del Alpha sellar los suyos. La forma dominante y posesiva en cómo se mueven lo calientan y nublan su juicio, pequeños jadeos se ahogan en la boca del alemán mientras esté recorre la piel tibia y suave del Omega que apenas puede respirar con dificultad.
Yoichi pensó en apartarlo y darle una bofetada por tal atrevimiento, pero mentiría si dice que le desagrada lo que está ocurriendo. Al final y aunque su mente razone en apartar al Alpha, su corazón e instinto quiere dejarlo ser, cierra sus ojos en busca de sólo sentir el placer de ser besado con tanta pasión y cariño. Es su primer beso, es una experiencia tan conflictiva, desastrosa y fuerte para él. Será imposible para él Omega olvidar lo, no importa con quién se case en un futuro o cuántas personas bese en su vida, el primer beso siempre lo recordará. El sabor y la intensidad de éste.
Sus labios se mueven siguiendo el ritmo del contrario y su lengua juguetea húmeda y traviesa con la de Michael en un intento de dominar al Alpha. Sus manos con poca timidez se dirigen hacia las ebras rubias del alemán, tomándolo de su cabello con suavidad. La sensación es increíble y más de lo que alguna vez ha podido soñar. La boca del rubio es caliente y suave, sus propios labios terminaran inchados de tanto que son devorados.
Cuando por fin se separan luego de unos eternos minutos, ambos respiran agitados con las mejillas sonrojadas como calientes y un delgado hilo de saliva que conecta sus labios como prueba de lo que hicieron.
Isagi se siente en las nubes, no piensa en sus estudios, en sus entrenamientos o en que hará mañana, solo es testigo fiel y elocuente de su presente, de sus emociones en estos instantes, durante y después del beso. Siente cosquillas en cada vello de su cuerpo y su cabello parece incluso un poco despeinado por la emoción y calentura del pasional momento entre dos adolescentes de todavía diecisiete años.
El nipon apenas pueda regular su respiración mientras experimenta la sensación húmeda y palpable en sus labios de todavía sentir lo caliente de la boca del alemán moverse con la suya, su lengua ya extraña el delicioso hormigueo ferviente al moverse con la habilidosa lengua del rubio. Yoichi por genuina curiosidad quiere ver la reacción del rubio, tal vez así podría averiguar como se siente el más alto y averiguar si la emoción ha sido compartida o sólo de él.
El Omega queda impresionado con la apariencia del Alpha frente a él, y no sólo como tiene sus labios y la mirada lujuriosa en sus ojos o sus mejillas coloradas, sino que el cabello de Kaiser se le ¿rizo?¿enchino? Por algún extraño motivo, además de volverse completamente de un color rosa fucsia que es bastante llamativo, incluso y tal vez hasta más que el platinado de la otra ocasión. Le hace preguntarse cuanto tiempo lleva así y que significa ese increíble cambio de color en su pelo.
Cuando Isagi por fin reacciona, no entiende como la situación termino así y porque de repente se siente tan nervioso. Se supone que hoy sería un día tranquilo donde ambos se ocuparían de sus propios deberes en compañía del otro.¿Cómo terminaron comiéndose la boca?
Ni siquiera le da tiempo de dejar hablar a Kaiser, el Omega simplemente se lanza contra el suelo sin pensarlo y sin lastimarse, corre de ahí para llegar a su dormitorio en lo que calma su corazón y organiza sus pensamientos.
Michael solo se queda en perplejo por la huida de Isagi, ni siquiera le esperó ni lo dejo hablar. Incluso dejó sus cosas ahí y no hizo preguntas con respecto al cambio de color drástico en cabello, lo cual a él mismo le deja fascinado.
Yoichi parece ser el único en todo Hogwarts que provoca que sus emociones se descontrolen con tal magnitud que su cabello cambia de estilo y color. Piensa que tal vez es un ser único y extraordinario, imposible de atraer y difícil de mantener a su lado.
No ha pasado ni un minuto desde que Isagi huyo acrobaticamente de él que su primer impulso por supuesto, fue seguirlo hasta atraparlo para volver unir sus labios sabiendo que el nipon le gustó. El sabor de la boca de Yoichi es adictivo. Sin embargo, recuerda que su cabello sigue de un color bastante más llamativo que antes y le resulta vergonzoso, por lo cual se recuesta en el árbol en busca desesperadamente de que regrese a su rubio azulado, pero recordar el beso que tuvo recién con Yoichi le hace difícil la tarea.
Se pone la capucha de su uniforme—la cual nunca usa a menos que sea clase de pociones—, para cubrir su cabello, no solo un estudiante puede descubrirlo incluso algún profesor, aunque entre ramas y algunas hojas del árbol parezca imposible, no quiere tentar a su suerte.
Necesita relajarse y concentrarse para que el color fucsia de su cabello cambie antes de que empeore, ¡incluso su cabello se volvió rizado! Eso ya es incluso raro para un metamorfomago.
[...]
Isagi se siente tan extraño, por primera vez puede creer en la expresión arcaica y popular muggle de "sentir mariposas en el estómago". Ha estado bastante rato encerrado que ni siquiera salió de su dormitorio para cenar ya que tiene un poco de pánico de encontrarse con Kaiser, todavía está procesando lo que pasó y como salir con sus amigos sin que se note que algo le ha pasado. Que el galán del colegio robo la virginidad en sus labios.
Yoichi cree que ese beso ha sido ir demasiado rápido en una posible relación, en Japón las cosas no son así. Ni siquiera son novios y sus bocas ya se han sentido una a la otra, ¿Por qué le siguió el beso? Definitivamente estuvo mal, se siente más confundido en estos momentos que al principio respecto a sus sentimientos hacia Michael.
—Michael...—incluso pronunciar su nombre en voz alta ahora se siente tan diferente e íntimo, especial.
Sabe que no puede evitarlo por siempre, comparte más de dos clases con él y son de la misma casa, entrenan juntos y últimamente pasa mucho más tiempo con él porque prometió ayudarlo en su búsqueda de la ambrosía. Pero si choca con él o incluso escucha su nombre, se pondrá muy mal.
Isagi se arrincona contra un par de almohadas mientras sus pensamientos no dejan de repetir aquel momento en el árbol.
El sabor de los labios de Michael Kaiser persisten en los suyos y le hacen reflexionar acerca de lo íntimos que se han vuelto estos días. Pero sobre todo, lo hacen dudar sobre su decisión de querer entrar al torneo de los tres magos. No quiere sentir o hacer parecer que lo está traicionado.
Isagi se repite que, no por un beso se echará para atrás. Es algo para lo que lleva preparándose desde el primer año de Hogwarts, solo quería alcanzar la edad mínima y suficiente para entrar al próximo torneo que se haría. Solo quiere demostrar lo que un Omega como él puede llegar hacer, y no permitirá que nadie lo baje de su nube.
No dejará que el Alpha alemán lo manipule de ninguna forma, lo seguirá apoyando en su búsqueda pero no renunciara a sus objetivos ni principios por ello.
Para Isagi ha sido bastante difícil conciliar el sueño con un alemán adueñando se de sus pensamientos. Los labios de Michael Kaiser son la definición perfecta del néctar de los Dioses.
Notes:
Palabras: 3,730
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 25 de abril del 2024.
Fandom: BlueLock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Muchas gracias por seguir leyendo! Espero lo disfruten y nos vemos la próxima!
Adoro escribir cuando a Kaiser se le cambia el color de su pelo.
Chapter 10: 09."Parentesco"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La clase de Cuidado de Criaturas Mágicas está en pleno apogeo, con el murmullo de los estudiantes llenando el aire mientras se preparan para la lección del día. El salón está decorado con imágenes encantadoras de criaturas mágicas en todas las paredes, y en el centro de la habitación se encuentra una mesa grande donde el profesor coloca diversas herramientas y libros para la clase.
Isagi Yoichi se sienta en su pupitre, tratando de concentrarse en la lección mientras lucha por apartar de su mente el apasionado beso que compartió con otro estudiante el día anterior. Ha estado ignorando al Alpha desde entonces. Simplemente él nunca se preparó por sí alguna vez llegase alguien a besarlo, no sabe mucho del tema ni como se supone que uno debe reaccionar adecuadamente. Pensó que los besos solo se dan entre personas que ya son pareja, no solo compañeros y medio amigos.
Su primer reacción fue escapar hasta ir a su lugar seguro que en éste caso es su dormitorio y organizar sus emociones y sentimientos como pensamientos.
Isagi suspira fastidiado de tener que sentirse así hasta que una carta en forma de cisne que acaba de recibir lo hace reaccionar intrigado.
La última vez que recibió algo de este estilo fue en cuarto año y resultó ser una broma pesada de parte de Raichi influenciado por Yukimiya. Algo le exploto en la cara y tuvo un desagradable olor a zorrillo durante casi una semana entera que ni la sanadora o sus amigos lograron desvanecer por completo, no fue fácil. Kunigami, Bachira y compañía lo defendieron y desde entonces no ha sido molestado de tal manera, pero por ello se volvió cuidadoso como muy a la defensiva por cartas o paquetes "románticos" que le llegan.
Como siempre ha estado de alguna forma, protegido y rodeado por varios de sus amigos Betas y Omegas, y un par de Alphas, es que jamás se ha sentido realmente solo.
El cisne de papel se desliza elegantemente por el aire, ha sido hechizado cuidadosamente para volar precisamente hacia él, atrayendo la atención de por lo menos media clase hacia el estudiante de Slytherin Isagi Yoichi. Una mezcla de sorpresa y curiosidad genuina se refleja en los rostros de sus compañeros mientras observan el inusual espectáculo.
El japonés se siente desconcertado por el aquel detalle, preguntándose quién podría ser el remitente y qué significado oculto podría tener. Cuando el profesor está distraído, decide abrir discretamente el cisne hecho de papel para descubrir su contenido.
Las palabras escritas en la carta provocan una visible confusión en el rostro de Isagi mientras lee el acertijo, sin comprender completamente su significado. Pero dándose una idea de quien podría ser el responsable de escribirlo, después de todo, no muchos en esta clase se dirigen hacia él con su nombre de pila.
"Yoichi, ¿Sabes que es suave, cálido y tiene un sabor dulce?"
Murmura para sí mismo el Omega, su mente girando en busca de respuestas.
Junto a un suspiro resignado, Isagi saca su varita discretamente y murmura el hechizo de revelación, apuntando hacia la carta con manos ligeramente temblorosas. Una tenue luz envuelve el papel, revelando el mensaje oculto en la parte posterior de la hoja.
"Tus labios", escrito en una caligrafía espléndida y sorprendente, que escasos magos poseen sobre todo estudiantes, Isagi lo lee en voz baja, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras absorbe el significado de las palabras y un rubor intenso se apodera de sus mejillas. Los garabatos de labios y corazones alrededor del mensaje solo aumentan su confusión y vergüenza, rápidamente se da cuenta quien es el remitente de dicha carta.
Antes de que pueda reaccionar, algunos de sus amigos se acercan curiosos, preguntando qué dice la carta y por qué se puso tan rojo. Isagi se siente nervioso al estar en el centro de la atención, temiendo que descubran la verdad detrás del mensaje y la identidad del remitente.
Con rapidez, Isagi arruga la carta y la guarda entre sus cosas, sintiendo el peso de la vergüenza y la incertidumbre en sus hombros mientras desvía la atención de sus compañeros hacia otro lado. No se atreve a desecharla por miedo a que alguien la encuentre y exponga su contenido ante toda la clase.
La tensión en el aire es palpable mientras Isagi lucha por mantener su secreto oculto, rezando para que nadie descubra la verdad detrás de la misteriosa carta en forma de cisne y maldiciendo en su mente al responsable: Michael Kaiser. Quien se encuentra a varias filas detrás de él observándolo.
Más de un alumno se da cuenta de la mirada fija del rubio en cierto Omega que trata de ignorarlo y aquello podría generar comentarios de mal gusto o chismes exagerados como indiscretos.
[...]
Al terminar la clase, Isagi y compañía como es costumbre salen en grupo para dirigirse a otra clase. Los amigos del de Slytherin le explican cierta noticia que se recorrió por casi toda Hogwarts desde la noche de ayer y mantiene a los estudiantes atentos a las acciones de Kaiser, más de lo usual.
—¿Cumpleaños?—repite Yoichi frunciendo la nariz con confusión.
Sigue sin entender la popularidad del alemán, no ha hecho algo significativo que aliente a toda la escuela a seguirlo y ser su fan. Ni siquiera ha ganado una copa de Quidditch o algo similar. Solo es de una buena familia y tiene cierto atractivo natural, nada más.
—Kaiser hará una pequeña fiesta por su cumpleaños este sábado.—comenta animadamente Chigiri a su amigo, seguido de los comentarios de los más.
Isagi piensa detenidamente. Éste sábado es dos de noviembre, esa fecha en específico le suena bastante familiar. Hace tiempo él había leído que algo sucedido en ese mismo día, ¿pero qué? No puede recordarlo.
—Sé han vuelto muy cercano estos días, ¿no te lo dijo?—menciona Hiori con cierto asombro.
—No hablamos mucho sobre esas cosas, él tampoco sabe cuando es mi cumpleaños o cual es mi postre favorito.—contesta encogido de hombros. Si últimamente han pasado tiempo juntos, es para indagar y buscar información sobre un tema en particular.
Y a veces Isagi hace pequeñas anotaciones sobre la el estilo de magia de Kaiser. No se ponen a conocer al otro tan personalmente.
—O que eres sangre pura.—agrega Bachira sonriente.
—Pasamos tiempo juntos por motivos de una investigación en común y secreta. Nada más, no somos realmente cercanos...
—Si tú lo dices.—ríen los demás chicos ante el comentario divertido de Chigiri.
Isagi no se quiere imaginar si algún día sus amigos se enteran que su primer beso fue con él. Alguien que en un principio tachó de insoportable y hasta la fecha no está seguro de lo que siente por él.
Un pequeño bullicio en los pasillos recorre las filas cuando los alumnos se agolpan en las ventanas para presenciar un espectáculo mágico sin precedentes, asombrando a los cursos de estudiantes más jóvenes.
En el horizonte, se acercan carrozas mágicas que se elevan por los aires y enormes barcos emergen majestuosamente del agua, anunciando la llegada de las otras escuelas de magia que participarán en el Torneo de los Tres Magos de este año; La Academia Beauxbatons de Artes Magicas y el Instituto Durmstrang.
El asombro se refleja en los rostros de los estudiantes mientras observan maravillados el desfile de las escuelas extranjeras que vienen desde muy lejos a competir.
Los estudiantes de las otras escuelas de magia visten uniformes elegantes y distintivos, cada uno representando la tradición y la cultura de su institución. Algunos llevan sombreros con bordados intrincados, mientras que otros lucen abrigos de piel y gorros para el frío junto a bastones largos similares a un cetro.
El ruido de la emoción llena el aire mientras los estudiantes de Hogwarts observan con admiración el desfile de las escuelas visitantes. Se preguntan si su escuela ganará este año, ya que han pasado varios Torneos desde la última vez que Hogwarts ganó.
¿Qué les prepara el futuro?
[...]
Antes de la hora del almuerzo a las dos de la tarde, Isagi había ido rápidamente a la biblioteca para darle remembranza a un asunto en particular que lo ha dejado pensando desde que escucho de la fecha de cumpleaños de su compañero Kaiser.
Una vez confirmó sus datos, busco al rubio por todo Hogwarts hasta encontrarlo "coqueteando" con algunos Omegas de la Academia Beauxbatons donde la gran mayoría son franceses, justo en el Patio por la fuente.
Sin timidez ni pensarlo demasiado, se acercó pasando entre los demás Omegas quienes portan colonias demasiado fuertes como un poco desagradables para su gusto, hasta llegar al rubio.
—¿Podemos hablar?—le mira serio y con cierto tono urgente Isagi.
Kaiser lo medita un poco, le sonrió a los otros Omegas pidiendo disculpas pero que necesita marcharse por un asunto importante, como respuesta varios de ellos bufan desconcetos y junto a Isagi caminan hacia el lago para tener más privacidad, vigilando que nadie los siga.
—¿Ya no me ignoras?—cuestiona irónico, después de todo, el nipon lo ha estado ignorando desde el beso que se dieron el día anterior y apenas lo vio juntándose con otros Omegas, fue hablar con él.
Su ego quiere convencerle de que Yoichi se puso celoso, y como le encantaría que así fuese.
—Entiende que para mi es muy difícil asimilar los eventos ocurridos del día de ayer, ¿de acuerdo?—contesta de manera un poco evasiva, tomando una pequeña piedra del suelo y arrojándola al agua mientras piensa las palabras adecuadas para comenzar conversar de aquello que lo tiene tan intrigado.
Su corazón todavía se derrite al recordar aquel beso con el Alpha y sigue sintiendo un poco de nervios ante su presencia, pero lo que quiere hablar con él es más importante y le da valor.
—¿De qué quieres hablar conmigo?—cuestiona interesado, cruzándose de brazos y recostadose en el árbol más cercano. Desde ahí tiene una agradable vista de la silueta del Omega quien le da la espalda sin preocupación.
—Me enteré por media escuela que harás una pequeña fiesta este sábado.—comenta con naturalidad, entreteniendose lanzando piedras y preparándose para lo que se avecina.
—¿Te molesta que no te haya dicho algo al respecto?—suspira placentero.
—Realmente no. Quiero saber, ¿será por invitación o todo el mundo puede ir?—indaga curioso.
—Invitación. No será grande así que habrá un limite de invitados.
Isagi suspira exhausto, se da la vuelta y se dirige hacia donde está Kaiser sentando, no quiere estar tan cerca de él porque tiene nervios de que se vuelva a repetir el beso de ayer, pero lo que tiene que hablar con él es algo de mucha discreción y necesita acercarse a él.
—¿Sabes que se celebra o conmemora el dos de noviembre aparte de tu cumpleaños?
Michael hace un gesto confundido por aquella repentina pregunta tan específica, lo piensa un poco y responde encogido de hombros:
—¿El día de muertos en México?
El japonés le mira incrédulo y suelta un bufido irritado. Kaiser siempre tiene algo que decir que le provoca ganas de ahorcar lo. Debe ser un tipo de maldición.
—Si, pero no me refiero a eso.—niega, regresando a su expresión seria para que el Alpha se lo tome con la misma seriedad.—El dos de noviembre de hace casi ocho años, murió el anterior Ministro de Magia, Diederich Müller.—relata con importancia, sus ojos oscuros se conectan con los azules cielo del alemán para que no desvíe su atención de él.
—¿Y eso que tiene que ver con mi cumpleaños?—expresa aparentemente aburrido y frunciendo los labios.
El impulso de Isagi de besarle regresa de pronto, pero aunque su Omega quiere devorar al Alpha enfrente de él, Yoichi se mantiene concentrado y decidido, serio.
—Él era un metamorfomago al igual que tú, y casualmente también era alemán.—retoma el tema, observando con cuidado los gestos y expresiones de Kaiser para descubrir que le está ocultando.
—Sigo sin entender a donde quieras llegar con todo esto.—se cruza de brazos sin apartar su mirada en el nipon.
Isagi inhala y exhala, manteniendo la calma y la paciencia para no estrangular al mayor.
—Existen muy pocos metamorfomagos en todo el mundo mágico que estén registrados. Y los que hay o habían, siempre están enlazados unos entre otros. Se me hace demasiada coincidencia que aquella persona aparte de ser alemán y un metamorfomago que ya es razón suficiente para sospechar que esta emparentado contigo, haya muerto el mismo día en que tú cumples años.—explica con sospecha e intriga.
Quiere averiguar o mejor dicho, confirmar si realmente existe o existió un parentesco de sangre entre estas dos personas.
—¿Me estas diciendo que te importa más el caso de un señor ya muerto porque comparte ciertas características conmigo, que mi propio cumpleaños?—sugiere ofendido, indignado.
Creyó que Isagi querría hablar con él para preguntarle más sobre su cumpleaños y pedirle una invitación personal a su fiesta. Michael se haría el del rogar hasta que le diera un beso y tal vez terminaran juntos en el mismo dormitorio.
—No es eso. Sólo que, siempre estás rodeado de tanto misterio. Sólo quiero que me confirmes si realmente estás emparentado con ese señor.—insiste un poco suplicante, acortando las distancias hasta sentarse de lado y encima de las piernas del rubio, acto que sorprende al más alto pero resiste la tentación de tocarle.
—¿Qué hiciste con la carta que te di?—cambia de tema Kaiser.
—¿Carta?
—La que tenía forma de cisne que te di en la clase de cuidado de criaturas mágicas.—le recuerda, notando el pequeño rubor en las suaves mejillas del Omega.
—La queme.—miente al instante, no quiere decirle que en realidad la guardo y la escondió en alguna parte de su dormitorio.
Por unos instantes, las raíces rubias de Kaiser cambiaron ligeramente a un color naranja tirando a rojizo, duro tan poco tiempo y apenas se noto antes de que el alemán se tragara su enojo y regresará rápidamente a la normalidad.
Yoichi se asombra por el control de las emociones de Kaiser, el Alpha realmente está mejorando considerablemente, sobre todo con él considerando que es el responsable o casuante de todas aquellas ocasiones en que el color de su cabello cambió.
—Si te cuento la historia de si estoy emparentado con aquel señor, no serás invitado a mi fiesta de cumpleaños.—condiciona, esperando la respuesta de Isagi para saber que le importa más. Asistir a su fiesta, o averiguar sobre su árbol genealógico.
—Está bien.
Kaiser sonríe forzado, con amargura y su orgullo herido. El japonés prefirió lo otro que a él, y eso realmente le frustra como le decepciona, pero mantiene la calma y se promete que se vengara.
Isagi Yoichi prefiere adquirir conocimiento que ir a la fiesta de la persona que le ha confiado su mayor secreto.
—Diederich Müller es el medio hermano de mi madre.—confiesa el alemán en un tono más serio y su mirada se aparta del otro.
—¿Medio hermano?—repite incrédulo.
—El primer esposo de mi abuela era un sangre mestiza, de ahí nació mi tío Diederich. Ella enviudó y años más tarde se caso con alguien de la alta clase.—relata el pasado de su familia. Para cualquier sangre pura sería una vergüenza dicho relato, pero para él es sólo la historia de su familia de lado materno.
—Un sangre pura.
—Correcto. Con ese matrimonio nació mi madre. Diederich y Alice, son de la misma madre pero diferente padre. Aún así se llevaron muy bien desde jóvenes, ninguno le dio importante a la diferencia de sangre.—continúa contando con cierta melancolía. Preguntándose en el fondo si es correcto contarle algo tan personal a un Omega que solo ha conocido en no más de dos meses.— Cuando yo nací de dos padres de sangre pura, para mí familia fue una gran sorpresa cuando a los cinco años comencé a dar señales de ser un metamorfomago.—comenta con gracia y amargura. Cree que su papá fue el único que no se lo tomó tan bien debido a su actitud desde entonces.—No pensaron que herederaria el gen de mi tío, dicen que es un hecho inexplicable e imposible, pero sucedió. No querían que el Ministerio de Magia lo supiera hasta que tuviera más edad. Sin embargo, mi tío murió cuando recién cumplía los diez años y las cosas se pusieron bastante complicadas desde entonces.—admite con la mirada perdida en el lago.
—¿Dónde estaba tu tío cuando era tu cumpleaños?—cuestiona con intriga Isagi.
Kaiser esta siendo bastante honesto con él, contándole de su pasado y él quiere conocerlo aún más.
—Fue a visitarme.—responde vacilante. Sentir los muslos del Omega sobre sus piernas lo ponen ansioso, pero le permite apreciarlo más de cerca. Sus facciones, la profundidad de sus ojos y sobre todo, su aroma.—Quiso entregarme una reliquia de la familia Müller que al ser el primogénito heredó él y no mi madre. Pero como no tenía hijos, me la dio a mi, su único sobrino.—añade brevemente.
—¿Cuál era esa reliquia?
—La capa de invisibilidad.
Isagi había escuchado e investigado desde más joven sobre la historia de las "Reliquias de la Muerte", la piedra de la resurrección, la varita de saúco y por supuesto, la capa de invisibilidad. Estas tres juntas son lo más poderoso en todo el universo.
Hay muchas capas de invisibilidad pero están son solo copias, réplicas que se desgastan con el tiempo rápidamente. La original sólo la guarda una familia en particular.
—Si tú tío fue a visitarte en tu cumpleaños, quiere decir que...
—Quién lo asesino estuvo en mi casa aquella noche.—le confirma.—No le importo asesinar frente a un niño. Como mi padre no quería que reviviera ese recuerdo una y otra vez en mi memoria, lo modificó para que no viviera con el horrible trauma.—argumenta señalando hacia su frente.
—¿Dices que no recuerdas el rostro del asesino de tu tío?—jadea con asombro. Kaiser asiente lentamente.
Imaginar lo que vivió Kaiser de pequeño lo hace sentir cierta compasión y mucha empatía. Vio morir a su propio tío delante de sus ojos a una edad muy temprana, la única persona de confianza que le enseñaba a controlar su magia de metamorfosis, su madre murió joven y se quedó solo con su padre y muchas responsabilidades como expectativas en él al ser hijo único.
Michael vio la muerte desde que era solo un cachorro de diez años. El trauma que debió sufrir en ese entonces debió ser tan malo como para que su padre haya tomado la fuerte decisión de quitar y modificar dicho recuerdo de su pasado. Un evento tan traumatico para el pequeño Kaiser, Yoichi resiste las ganas de querer abrazarlo porque tiene miedo de que el Alpha lo mal interprete y confunda su empatía con lástima.
Kaiser odia que sientan lástima de él, Isagi quiere abrazarlo tan fuerte hasta hundirse en su pecho. Pero, recordar el hecho de que aún no le ha revelado al alemán sobre qué participará en el Torneo de los Tres Magos, se siente tan mal.
—Me dijo que cuando tuviera le edad suficiente, me mostraría mi recuerdo real en su pensadero.—añade Kaiser con calma.
—¿Y esa edad suficiente es?
—A los dieciocho.
Kaiser cumple dicha edad esté mismo sábado y aunque obviamente duda que regrese a casa solo por eso, en las próximas vacaciones que se acerquen, tendrá la oportunidad para recuperar lo y si lo desea, revivir aquella traumante experiencia.
Recordar el rostro de aquel horrible ser que asesino a su tío frente a él, quien por supuesto, fue ejecutado en su tiempo y ya no puede regresar a atormentar a Michael, ¿Verdad?
☆ ☆ ☆
Palabras: 3,306
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación:
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse.
Nota del escritor:
Notes:
Palabras: 3,280
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Lunes 29 de abril del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse.
Nota del escritor:
Público temprano porque me retiraron temprano de la chamba.
Dato curioso:
La escena donde isagi recibe un carta en forma de cisne me inspire totalmente de la película donde harry potter recibe una igual de draco. O sea, muy gay.
Nos vemos!
Chapter 11: 10."Fingir"
Notes:
El capítulo del pasado de kaiser en el manga que subieron hoy me destrozó emocionalmente. La neta, kaiser es mi personaje favorito de Blue Lock junto a Shidou, Rin e Isagi. Así que ando re sensible.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El Gran Comedor del colegio Hogwarts está lleno de emoción y anticipación mientras los estudiantes se reúnen para el almuerzo. El director Jinpachi Ego, quien se levanta de su silla y se dirige al frente del gran salón, captando la atención de todos con su presencia imponente como ensombrecida. Muchos son conocedores del historial del mago, su nivel de magia y que hacía antes de ser director de un Colegio de Magia y Hechicería.
Ego lleva la modesta cantidad de diez años siendo el director de Hogwarts, por lo que es la primera vez que vive en carne propia lo que es organizar una competencia de tal magnitud que siempre es un evento tan reconocido a nivel mundial, a la par que la copa Mundial de Quidditch.
—Diamantes en bruto, es un honor dar la bienvenida a nuestros distinguidos invitados de Beauxbatons y Durmstrang.—presenta formalmente el mago de origen el japonés con una voz resonante que llena la sala.—Como saben, cada cierto número de años, Hogwarts tiene el privilegio de ser sede del gran Torneo de los Tres Magos, una competición legendaria que ha perdurado a lo largo de los siglos.—a complementa con ademanes y observando las reacciones de los alumnos de las distintas casas.
Los murmullos emocionados se propagan entre los estudiantes mientras escuchan atentamente las palabras de su respuestado director. Jinpachi continúa explicando las reglas del torneo, destacando la importancia del Cáliz de Fuego como medio indiscutible para seleccionar a los competidores de cada escuela que tendrán el privilegio o la lamentable dicha de quedar seleccionados. Cada quien tiene su propia percepción de las cosas.
Pero antes de ello, sus invitados de otros lugares llegan para hacer una digna presentación propias de sus escuelas, fragancias, flores y animales de fantasía como llamas de fuego los envuelven a cada grupo. Ego saluda con poca emoción a los directores de ambas escuelas de magia, siendo cortes y fingiendo amabilidad.
—El Cáliz de Fuego se encuentra en la etapa final del torneo el cual nos va a anunciar al ganador en su momento,— explica Ego con una sonrisa emocionante.—Cada estudiante que desee participar deberá escribir su nombre en un trozo de pergamino y depositarlo en el cáliz.—da las indicaciones, llevando sus manos hacia atrás.—Sin embargo, debo recordarles que este torneo es extremadamente peligroso y solo aquellos estudiantes mayores de quince años pueden postularse.—advierte en tono escalofriante que hace sudar nerviosos a varios estudiantes.
Una tensión palpable llena el aire mientras los jóvenes escuchan con atención las palabras del director. Las miradas ansiosas y nerviosas se cruzan entre los presentes, algunos considerando la posibilidad de participar en la competición mientras otros se preguntan qué desafíos tienen preparados. De lo único que están seguros es que el campo de batalla será distinto en cada desafío y habrán criaturas mágicas de todo tipo. Unas menos agresivas que otras.
El Cáliz de Fuego brilla con un resplandor azul en el comedor frente a la mesa de los profesores, su fuego mágico danzando con una luz hipnotizante. Detrás de las llamas danzantes, el cáliz parece flotar en el aire, emanando una sensación de poder y misterio que hace que los espectadores contengan el aliento pero al mismo tiempo, posean cierto sentido de alerta que los alejé de querer participar en la competencia.
Isagi se siente emocionado como nervioso por la posibilidad de participar en el torneo, aunque sabe que debe mantener su deseo en secreto por ahora. Esta temporada hay muchos alumnos de Hogwarts que ansían participar, por lo que no será fácil quedar realmente seleccionado.
Yoichi quiere ser el protagonista este último año que le queda en Hogwarts antes de graduarse. Necesita dejar fuertemente grabado su nombre en este Colegio, esto puede ser de gran relevancia para su futuro.
Quien no se hace del rogar y de inmediato se acerca al cáliz para depositar el trozo de pergamino con su nombre ante la atenta mirada de varios estudiantes y maestros, es el alemán Michael Kaiser. Quien incluso saludo a algunos de sus antiguos compañeros en su anterior Colegio e hizo suspirar de amor a los Omegas de Beauxbatons.
[...]
Isagi busca el momento adecuado para robarse por unos segundos a un Alpha en particular. Aquel amante de la historia mágica, la astronomía y las pociones.
—¿Me buscabas, Isagi Yoichi?—sonríe el de cabello magenta, enternecido por la actitud del nipón de no disimular sus intenciones. No tiene suficientes oportunidades para estar tan cerca del azabache que no sea en los entrenamientos de Quidditch, ahora puede darse cuenta de lo pequeño y bonito que es.
Esta en frente de posiblemente, el mejor estudiante en Hogwarts de séptimo año. Haciendo competencia con otros nombres bastantes conocidos como Hiori Yo, Itoshi Rin y Mikage Reo.
—Ness, tú conoces muy bien a Kaiser, ¿verdad?—insinúa el azabache, llevándose al Alpha detrás unos árboles para no ser molestados.
Isagi no se había dado cuenta de lo fuerte que son las feromonas de Alexis, como nunca ha estado a solas con él y tampoco tan cerca, además que se ha acostumbrado a que Kaiser no desprende las suyas propias, es como un golpe de exquisitos aromas para él.
—Podría decirse.—afirma el buscador, curioso y divertido por saber que está tramando el japonés.
—¿Qué me aconsejas que le obsequie?A pesar de que no fui invitado a su fiesta, quiero darle algo.—añade insistente.
Ness ahora entiende porque acudió a él, se le hace muy lindo e inusual de Isagi comportarse así, en el poco tiempo que lleva en Hogwarts, siente que ya conoce mucho del japonés amante de los dulces.
—Eres muy considerado, Isagi Yoichi.
—Pensé en un montón de cosas materiales pero seguramente Kaiser ya debe tenerlo todo.—comienza a contar para después suspirar cansado.
Ness le mira comprensible y lo piensa detenidamente.
—Hay algo que podrías regalarle y podría ayudarle mucho.—se le ocurre motivado. Acercándose más al Omega para hablar en voz baja y que el azabache lo escuche bien.
—¿Qué es?
—Él no posee algún recuerdo realmente feliz, por lo que se le complica bastante conjurar el encantamiento patronus.—explica brevemente.
Yoichi asiente comprensible, tiene bastante sentido. El rubio ha visto como a su tío lo asesinaron frente a él, estuvo en peligro desde niño, su madre murió y no debe tener muchos amigos con los que compartir su secreto de que es un metamorfomago. Debe ser muy difícil para él recordar siquiera si alguna vez tuvo algún recuerdo realmente feliz que le ayudara para conjurar dicho encantamiento. Es un tanto triste si lo piensa detenidamente, el alemán parece ser hábil con la magia, los encantamientos y pociones, en duelos es casi tan bueno como él y volando en escoba es un digno rival. Pero tampoco puede culparlo, no muchos magos saben hacer este encantamiento debido a que es altamente difícil.
—Ya entiendo.
—Si realmente quieres darle algo significativo y que le ayude, mucho más especial que algo material, ayudalo buscando algún recuerdo que encarne la felicidad.—le aconseja sonriente, Isagi no está seguro de conseguirlo.—Sé que no será fácil, pero él se sentirá siempre agradecido contigo si lo ayudas.
Ambos se despiden y prometen verse pronto, regresando a sus respectivos dormitorios.
Al caer la noche, Isagi se mueve lo mas silencioso posible hacia el comedor de Hogwarts hasta llegar al cáliz de fuego y poner su nombre en él.
—Es más alto de lo que pensé.—bufa de mala gana, tiene que ponerse de puntas y estirar completamente su mano para poder llegar.
[...]
Isagi no alcanzo a dormir tan bien debido a que estuvo bastante rato leyendo para averiguar como Kaiser puede conseguir dicho conjuro. Es algo que ni siquiera el mismo puede lograr hacer.
Solo conoce a tres personas que han logrado ese encantamiento. El primero es Itoshi Sae, pero éste ya no se encuentra en Hogwarts, el segundo es Shidou Ryusei, pero las aguas entre ambos siguen algo tensas, y el tercero es Rin, pero no quiere molestarlo con lo ocupado que siempre está.
Incluso se levantó hasta las diez de la mañana del día siguiente y de muy mal humor porque siente que no consiguió buscar una respuesta que le satisfaga y eso le enfurece. El no saber que hacer le desquicia pues esta acostumbrado a siempre encontrar una respuesta a todo, solo que ahora esta en contra del tiempo.
Con tan poco ánimo está que incluso llegó tarde al entrenamiento de Quidditch del domingo y no jugo con ganas, siendo bastante notorio entre sus compañeros y el capitán del equipo.
Isagi como el resto, esta encima de su escoba practicando su velocidad y reflejos. Pero para él japonés es tan difícil concentrarse.
—¿Qué sucede, enano?—pregunta cierto moreno burlón, normalmente no suele hablarle pero en está ocasión quiso acercarse a Isagi para molestarle un poco.
—No estoy para tus apodos, Shidou.—contesta un Isagi de un humor delicado e irritado. Otros días puede soportar sin problema al moreno, pero hoy no.
—¿Estás molesto por que no te quiero dar el mapa del merodeador?—cuestiona incrédulo y en un tono burlón.—Es algo especial que Sae-chan me dejo a mi.—presume sonriente.
—Prefiere darte un mapa para que te diviertas porque seguramente no saldrá contigo nunca.—comenta irónico y fuerte, sorprendiendo al moreno por dicha respuesta no tan indirecta e hiriente.—¿Cuánto tiempo lleva que te prometió salir y siempre te pospone? Se nota lo especial que eres para él. —agrega en un tono burlón que Shidou le cuesta creer que Isagi sea así.
Su mirada es agresiva y poco parece importarle provocar al moreno, cosa que cualquier estudiante se la pensaría dos veces antes de ello. El único que puede hacerle frente a Shidou son los mismos profesores y a duras penas Iroshi Rin.
Sin embargo, el Alpha de ojos esmeralda no se encuentra presente.
Isagi ya esta de muy mal humor para que Shidou venga a recordar le que no le dará el mapa que tanto necesita en estos momentos, pero si quiere molestar al Omega, lo va a destrozar. Ha sido demasiado amable y paciente con él, ya no puede soportarlo más.
—Wow, andas muy agresivo, Omega.—admite ansioso e interesado. Es inusual ver a Isagi Yoichi comportarse así.— Tienes suerte que sea una caballero, porque sino, ya te hubiera roto el hocico por tus desagradables comentarios.—gruñe entre dientes, con el ceño fruncido y una mueca torcida en sus labios simulando una sonrisa maliciosa.
La tensión en el ambiente se siente palpable, las feromonas de Ryusei se huelen picantes y agresivas. El delicioso aroma natural de lavanda y chocolate del moreno se vuelve más fuerte que a Isagi le aturde por unos instantes.
Los demás alumnos pasan de ellos como si nada, más pendientes en el juego de entrenamiento. Pero cuando comiencen a subir el tono de su voz y sus feromonas sean más perceptibles para los pocos Alphas en el equipo, todos se darán cuenta de la agresividad en dicha conversación entre estos dos de Slytherin.
—¿Tienes miedo de que yo sea quien te haga pedazos y lo ocultas en una supuesta caballerosidad?—menciona con fingida preocupación y aún más ironía al igual molestia en su voz.—No me hagas reír. Cucaracha rubia.—escupe con una expresión seria, un tono de voz ofensivo y directo como despreocupado.
Yoichi tiene su varita lista por si Ryusei se atreve a lanzar el primer hechizo.
—Has estado muy pegado con el pequeño Rin, ahora hablas como él. ¿Ya son pareja o qué?—bufa con desprecio mientras hace una curva recta en sus labios, enfadado y aguantando sus ganas de atacar al Omega y no precisamente de manera erótica.
—¿Envidia de que yo tenga más oportunidad de estar con un Itoshi y tu no?—responde de inmediato, sin una pizca de vacile ni suavidad.
No es que realmente quiera estar con un Itoshi, pero si Shidou insiste en molestarlo, atacará donde más le duele.
No muchos lo saben, solo aquellos que han tenido la oportunidad de estar más cerca del rubio de ojos rosados para conocerlo de manera más personal, pero a Ryusei realmente le importa mucho otra cosa que no es el Quidditch y la historia de los dinosaurios, y es formar parte de la vida de Itoshi Sae.
La familia de los Itoshis pertenece a las pocas de sangre pura que quedan actualmente, se rigen con normas tradicionales y estrictas. Y aunque los tiempos de ahora no hay supuesta discriminación entre los magos de diferente sangre, los Itoshi siguen siendo un tanto de mente cerrada y no quieren que ninguno de sus dos hijos se enlace con un sangre sucia. Y aunque técnicamente Shidou es mestizo, sigue siendo bastante difícil para los padres de los hermanos aceptarlo en el hogar.
Por lo que aunque Shidou no lo aparente, realmente le duele lo difícil que es encajar en la familia de Sae para ser aceptado como su novio. Algo que, según Ryusei, un sangre pura como Isagi, jamás entendería.
El moreno tiene un límite y estalló, se va en contra Isagi rápidamente quien logró esquivarlo agilmente la primera, más no una segunda. Ambos caen en sus escobas desde varios metros de altura hasta llegar al suelo y ensuciarse por la tierra. Antes de que Ryusei diera el primer golpe es detenido justamente por un agresivo empujón de otro Alpha rubio que apenas percibió el primer intento de golpe de parte del moreno, siguió cada uno de los movimientos para que no dañará a Yoichi.
Inmediatamente varios estudiantes incluyendo a Loki agarraron y llevaron al moreno lejos de ahí mientras lo regañan por su actitud violenta hacia Isagi, preguntándole porque demonios lo atacó, sea cual sea la excusa, estaría castigado por tal agresión, no sólo porque se trate de compañeros de equipo y de casa, sino porque atacó a un Omega.
Ryusei se encoge de hombros, escupe y decide largarse del lugar entre maldiciones, le picó el puño por agarrar su varita y lanzar un hechizo, mira una última vez al Omega con el que casi se mata a golpes, esperando alguna señal de lloriqueo o falsa imagen de hacerse la víctima ante los demás, pero lo que encuentra lo deja bastante sorprendido. Una mirada fría, dura y de advertencia, con sus mejillas llenas de tierra y ligeramente magulladas, no se arrepiente de nada y no le hubiera importado si las cosas hubieran terminado en sangre.
Definitivamente Isagi Yoichi no se tentó en sus palabras, y no hay mejor casa que le hubiera quedado que la de Slytherin.
Por unos instantes, es como si se hubiera peleado con Rin.
Mientras tanto con el japonés, Kaiser toma el rostro de Isagi entre sus manos con preocupación, ignorando la expresión fría del menor, para ojos del alemán, Yoichi luce indefenso y lastimado, le pregunta preocupado:
—¿Te duele algo?
—La espalda, un poco.—admite con un pequeño quejido al final, ya que el golpe a tal altura realmente es doloroso.
Varios de los demás chicos lo rodean pero dándole su respectivo espacio para no abrumarlo.
—Caíste directo a varios metros, me sorprende que la escoba no se haya quebrado.—suspira verdaderamente preocupado, tomando a Isagi entre brazos para cargarlo y llevarlo a un lugar donde pueda descansar. Todo ante la atenta mirada del resto quienes lucen asombrados por la confianza que se tienen.—Vamos, te llevaré a la enfermería.—agrega serio.
No necesitan explicaciones hacia el capitán, Julian Loki los deja marcharse debido a los acontecimientos recientes, deseando su pronta recuperación y diciendo que se encargará personalmente de que Shidou sea castigado.
Isagi se siente particularmente inquieto en brazos del Alpha alemán, detesta ser tratado con delicadeza como si fuese lo más frágil del mundo.
—¿Podrías dejar de fingir que te preocupo?—pide en un tono impaciente, ocultando su mirada con su cerquillo.
No se siente emocionalmente bien, le duele la espalda y la gentileza de Kaiser solo le hace recordar los encuentros más recientes con él.
No debe desquitar su frustración con él pero ya no lo soporta.
—¿Disculpa?
— Qué dejes de mostrar interés en mí, me besas y luego te veo coqueteando con otros Omegas. Hablas de ciertas intenciones pero te enojas si quiero averiguar de tu pasado y no me invitas a tu cumpleaños.—responde con resentimiento. Kaiser se detiene y le permite que se baje de él lentamente para que camine por su cuenta al notar la amargura y agresividad en las palabras de Isagi.—¿Por qué te haces el difícil?¿Por qué desconfias tanto de mí luego del tiempo que hemos pasado juntos?—aprieta los puños con fuerza y una amargura que le hace picar desde su garganta.
El rubio le mira confundido e intrigado, preguntándose porque Yoichi se está comportando raro éste día y no tiene siquiera la gentileza de mirarlo a la cara.
Primero llega tarde al entrenamiento, desde que se subió a su escoba se le notó con mala gana, después pasó la pelea con otro Alpha y ahora, ¿quiere discutir con él?
—¿Yo me hago el difícil?—repite indignado e irónico, bufa molesto pero se mantiene lo más sereno posible para no enfurecer y hacer evidente sus emociones.—Tú eres el que actúa de manera distante y a veces misteriosa. Me preocupo por ti, y en vez de contarme que pasó y agradecerme porque alejé a ese Alpha, me hablas con éste tono despreciable.—agrega reprochable.
Isagi está tan furioso, ¿ahora tiene que agradecerle por que según él, "lo salvo"?, ese es el problema de Kaiser, cree que es el héroe de la historia cuando sólo está actuando de manera engreída. Él no le pidió que viniera a defender lo.
El japonés se muerde la lengua para no responder le, siente que puede decir algo de lo que se arrepienta por lo que se traga su ira y dolor para seguir caminando e ir él solo a la enfermería. Su furia es evidente en su expresión y feromonas las cuales se vuelven densas y ácidas, el estremecedor aroma que tanto le gusta a Michael se ha ido.
Isagi solo se desvelo para conseguir el regalo perfecto para Kaiser, ¿y ésto es lo recibe?¿Un regaño y comentarios hirientes?
Realmente no avanza mucho hacia su destino ya que Kaiser lo toma de la muñeca con fuerza y lo detiene para seguir hablando con él. El rubio no piensa dejar las cosas así nada más.
—¿Acaso me odias o cual es tu maldito problema?—le mira enfadado, haciendo que Isagi por fin alce la mirada para verlo a la cara, encontrándose con esos ojos azules que tanto le duelen.
El Omega se da cuenta de la frustración en los ojos del Alpha, en como reflejan impotencia, ira y lo juzgan.
Y tal como pasó con Shidou Ryusei pero de manera un poco distinta, Isagi Yoichi también estalla, pero de una manera que a Kaiser lo hace sentir terriblemente mal.
Notes:
Palabras: 3,150
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Viernes 03 de mayo del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Omegaverse & Hogwarts
Nota del escritor:
No iba a publicar hasta mañana pero la repentina actualización del manga del pasado de Kaiser me destrozó.El próximo capitulo se supone que será subido de tono, no habrá gogogo pero si caricias debajo de la ropa entre otras cosas más calientes, están advertidos porque aquí en wattpad lo subiré con censura.
En fin, me iré a llorar.
Chapter 12: 11."Pareja"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Isagi siente su garganta picar, una sensación agria subir hasta su nariz y aguar sus ojos. Detesta sentirse así y no poder controlarse, detesta ser tan malditamente vulnerable y llorar frente a Michael Kaiser.
El Alpha le mira sorprendido por aquella reacción, su primer instinto es arrepentirse de haber sonado tan rudo y grosero con la persona que no debería.
—¿Por qué estás llorando?—le toma de sus mejillas notando como Isagi quiere alejarlo de él. Aquello le entristece el corazón.—Oye, lo siento, siento ser tan duro contigo y actuar con desconfianza.—se disculpa sincero y culpable por haber hecho llorar a Isagi.—Solo que no se como demostrar correctamente mis sentimientos. Toda mi vida me han enseñado a ocultar mis emociones y ahora no sé cómo debo tratar al chico que me gusta.—confiesa para proseguir abrazarlo, rodeándo su espalda baja y posando su mentón en su suave pelo, justo en su mechón en forma de uve.
—No quiero escucharte decir eso.
El japonés entierra su rostro en el pecho del alemán para ocultarse, no soporta escuchar decir a Kaiser que gusta de él, es irritante y hará un lío en sus emociones.¿Por qué esté año en Hogwarts tiene que ser tan difícil para él? Solo quería concentrarse en sus estudios y el Quidditch, no enamorarse.
—¿Por qué no quieres creer que me gustas?¿Por qué no aceptas lo bonito que seria que me enlazará contigo?—menciona ilusionado y con profundo afecto, un pequeño jadeo de sorpresa se escucha de parte del Omega, en el fondo Michael sabe que le gusta oír dichas palabras, solo que a Isagi le cuesta un poco mas aceptar la atracción entre los dos.— Realmente me siento terrible por hacerte sentir así, yo quiero que sonrías.—admite sin dejar de abrazarlo, acariciando su cabello oscuro.
Isagi se limpia cualquier rastro de llanto apenas se separa de Kaiser, le mira con una expresión apenada y confusión, porque no sabe como responder a todo lo que ha pasado.
—Cada vez que me hagas sentir mal, quiero que me des algo dulce.—le dice como si fuese una amenaza, un chantaje o simplemente un deseo glotón de conseguir estos aperitivos que tanto le encantan.
—Lo haré, lo prometo.—jura sonriente, notando lo sensible que esta el japones,¿Qué habrá pasado?—¿Qué te gustaría?
—Kintsuba. Es un dulce tradicional japonés, es muggle.—responde de inmediato más emocionado, está seguro que Kaiser puede conseguir mucho de estos y a Isagi no le importa subir un poco de peso.
—Está bien, te lo conseguiré.—le promete, tratando de no olvidar el difícil nombre de dicho dulce.—¿Podrías decirme por favor, por qué estas tan enojado conmigo?¿Es por todo lo que dijiste?—pregunta con intriga.
Si realmente Isagi esta celoso de que esté con otros Omegas de manera más sociable y por el tema de su tío, podría cambiar.
—No pude conseguir algo para tu cumpleaños.—suspira frustrado.—Aunque no fui invitado, realmente quiero darte algo.—responde afligido.
—Yoichi, ¿Sabes cuál sería el regalo más maravilloso que podrías darme?
—Si dices alguna obscenidad, te pego.—advierte en un tono serio, Kaiser ríe y niega que se trate de eso.
—Estar conmigo todos los días es el regalo más encantador que puedo pedir.
Isagi en compañía de Michael se dirige a la enfermería con el dolor en la espalda, siendo atendido casi de inmediato y recomendado que repose un rato en la pequeña cama.
—Hay algo más que quiero decirte, algo que me hace sentir culpable y con miedo de como puedas reaccionar.—comienza a explicar reuniendo valor pero un tanto nervioso de que, todo el cariño que Kaiser le da, cambie de un momento para otro.
—Puedes decírmelo.—le dice en confianza.
Las feromonas de Isagi están serenas y agradables, adora que el Omega se sienta mejor.
—Mucho antes de que tu llegaras, de que yo te conociera, siempre soñé con participar en el Torneo de los Tres Magos.—Toma aire evitando mirar al rostro del Alpha, quien lo escucha atentamente sin mostrar alguna reacción en especial.—No sabía nada de la ambrosía, sólo quiero ganar la copa y que quede en mi historial si llego a quedar seleccionado.
Kaiser le toma de las manos, las besa con deseo y profundo cariño que a Isagi le ruboriza intensamente, luego las lleva hasta sus mejillas para que el japonés sienta su toque y su piel. El azabache queda hipnotizado por la imagen, piensa que no puede existir otra persona más hermosa que el Alpha frente a él. Su corazón no para de latir fuerte, siente que se derrite y el rubor se extiende hasta sus orejas, dándole al alemán una imagen adorable y tierna.
—Eso no me molesta, Yoichi.—le dice lentamente, despacio. El nombrado se siente conmovido, no puede creer que Kaiser no lo odie y eso le hace tan feliz—
Si quedas seleccionado, te apoyaré. No tienes porque seguir angustiandote por eso.—agrega para acercar al Omega hacia él, sus cuerpos se rozan y la mirada de ambos están conectadas por la belleza del otro.
Isagi se pregunta seriamente si acaso le han embrujado o le dieron la poción de la amortentia, porque de otro modo no puede explicarse porque esta tan enamorado de Michael Kaiser, y eso realmente le aterra.
Se supone que no debe enamorarse, el amor duele y siempre es un problema. Al menos, él no quería enamorarse tan joven.
[...]
Michael se encontraba en la biblioteca estudiando variedad de hechizos, pócimas y técnicas de duelo en caso de que le toque ser seleccionado, al mismo tiempo que sigue buscando más acerca de la ambrosía, sus propiedades y donde encontrar la, pero por más que haya investigado y leído cada libro del enorme lugar, no encuentra datos de gran relevancia.
Él está seguro que el castillo de Hogwarts oculta muchos secretos, pasadizos ocultos y quien sabe cuántos lugares más están inexplorados. No tiene mucho tiempo para poder descubrirlo todo, solo tiene este año, pero al menos tiene otro par de manos extras que lo ayudan mucho.
Su lectura se ve interrumpida con el aroma fresco y natural de cierto japonés que se acerca a él, inusual mente se porta muy amable con él y con una extraña sonrisa encantadora.
El Omega lucía ansioso y nervioso al principio, como si no estuviera seguro de estar ahí, pero reunió valor y le propuso al rubio ir a su dormitorio, ya que Rin estaría haciendo unos debes hasta tarde y a la vez le toca hacer vigilancia nocturna por los pasillos al ser el prefecto de la casa.
Kaiser aceptó sin pensarlo mucho, se le hizo extraño pero emocionante que Isagi tomará la iniciativa para invitarlo un domingo por la noche, un dia después de su cumpleaños, solos.
"¿Qué es lo que trama?", es lo que había pensado, sólo terminaron recostados en la cama del Omega sin nada más que el placer de descansar, sin discutir ni hablar, solo ellos dos en un mismo espacio.
Así fue hasta que Isagi con su varita, comenzó a dibujar en el aire como es el mundo muggle, los objetos de ellos y sus costumbres. De su varita desprende destellos brillantes de un color electrizante que recrea los escenarios, parecen imágenes en movimiento y en tres d. Kaiser escucho atento a cada una de las anécdotas, sin comprender mucho porqué el japonés le está hablando de estas cosas y porque se siente más cerca que hace unos momentos. Ambos comienzan a compartir sus experiencias de porque les gusta tanto el Quidditch, sino fuera por esta pasión al deporte a que otra cosa se dedicarían y que los inspira cada mañana a seguir luchando por sus metas y sueños.
Isagi comparte su rutina en las mañanas, algo bastante normal y cotidiano, nada extravagante. Pero el Alpha admite que se levanta desnudo y se contempla en el espejo mientras acaricia con moderada fuerza, la rosa en su cuello. Es una motivación tan rara que el japonés no sabe si reírse o tomárselo en serio.
Para cuando Michael se da cuenta, el Omega le mira de una forma inusualmemte enamorada y comienza a repartir le pequeños, suaves y tímidos besos en su cuello.
El Alpha se cuestiona porque Isagi esta especialmente hoy tan meloso y caliente, ¿Acaso esta en celo?
De ser así, lo notaria fácilmente por las feromonas y el japonés ya hubiera ido a enfermería antes que nada, entonces, ¿simplemente es especialmente lindo porque quiere hacerlo sentir bien?
Es vergonzoso admitirlo, pero por unos besos en su cuello y toques del Omega, su hombría comienza a endurecerse para mal...
Recapitulando; Yoichi en su dormitorio en compañía del rubio, aprovechando la ausencia de su compañero Itoshi Rin, repartiendo caricias, besos y gemidos en medio de la fricción entre sus cuerpos.
Sus uniformes que consisten en túnicas, camisas formales, corbatas y los pantalones han sido dejados de lado, más no están desnudos del todo.
—Yoichi, tu aroma me vuelve loco.—repite en medio del beso, su lengua sabe tan bien con la del japonés, es húmedo y coqueto, siente que sus labios se caerán de tanto que esta besando a este hermoso Omega.
Llevan al menos una hora ahí, sin preocuparse, con la puerta cerrada en caso de que el otro chico del dormitorio venga pero sus cuerpos deseando el contacto físico cada vez más.
—¿Le dices eso a todos los Omegas que conoces?—sugiere en un tono receloso, pero impregnando celosamente sus feromonas en Kaiser para marcarlo como suyo.
Michael adora cuando Isagi actúa así de posesivo, es demasiado lindo y sexy, le gusta mucho.
A pesar de que esta actuando un tanto raro, no se le está lanzando descaradamente. Esta yendo lento, suave y lo provoca.
—A ninguno, solo tú eres el único que me pone...—jadea al sentir como Isagi acaricia su abdomen desnudo y juguetea con el elástico de su bóxer, es erótico y tramposo.
—¿Cómo te pongo, Michael?—le pregunta con fingida inocencia y cargado de deseo.
La verga del Alpha pulsa excitada al escuchar al Omega dirigirse a él por su nombre, y él modo en cómo lo hizo.
—¿Por qué no lo compruebas tu mismo?—provoca morboso.
Isagi a corta la distancia entre los labios del Alpha y los suyos para unirlos nuevamente en un baile húmedo y ardiente donde sus lenguas se devoran con pasión y lujuria, Yoichi se cansa de jugar con la pelvis del rubio y sentir el poco bello púbico de la zona por lo que mete su mano dentro del calzoncillo para sentir la hombría semi dura del Alpha, caliente y gruesa.
—Tienes un buen tamaño.—jadea asombrado Isagi, no resiste la tentación de bajar el bóxer de Kaiser y su mano envuelve la pesada polla del alemán.
Es diferente a las revistas de adultos sin censura que sus amigos esconden en sus dormitorios y le presumen a veces. Es grande, vigorosa, venosa y gorda. Ese tamaño no debe ser normal para un estudiante de la edad de Michael, lo peor es que siente su interior hormiguear ansioso y húmedo por lo que sus ojos ven.
—Imagínate cuando esté completamente dura.—le dice excitado, notando la forma en cómo el Omega jadeo al escuchar dicha respuesta y sus mejillas se tornaron de un color más intenso.—Pero no pares de besarme, Yoichi.—alienta persuasivo.
El nipón prosigue con el beso, la lengua del Alpha es larga y le gusta dominar, en un momento se separan con sus labios todos empapados de saliva, el alemán le señala dos de sus dedos a Isagi el cual los comienza a chupar de manera erótica, sin saber precisamente para qué quiere que los llene de su saliva.
Una vez listo, gime al sentir la mano del Alpha deslizarse debajo de su ropa interior hasta meter los dedos que previamente ensalivo en medio de sus regordetes muslos. Su culo tiene pequeñas contracciones nerviosas por lo delicioso que se siente la intromisión en su agujero virgen.
Yoichi apenas puede mantener la compostura y seguir masturbando el pene del Alpha. La glande redonda y punzante comienza a expulsar un líquido que llama la atención a Isagi, le encantaría acercarse y lamerlo, pero por la posición es bastante difícil, además que Kaiser no deja que aleje su boca de sus labios. Parece disfrutar inmensamente de los suaves labios del japonés.
—Tan apretado y mojadito.—señala Kaiser con placer, apreciando como Isagi se retuerce por la forma en cómo se mueve en su interior.—Chupas mis dedos tan bien, Yoichi.—sonríe excitado, el interior del Omega es caliente y húmedo, es tan apretado que le cuesta un poco moverse.
—Alpha~—gime derritiéndose en el placer, los dedos del Alpha tocan tan profundo en su interior que siente su vientre caliente y su propio pene duro.
—Cómo deseo hacerte mío, tu agujero lo desea tanto.—con su otra mano aprieta una de sus nalgas, siente el interior del Omega palpitar de placer.—Como me encantaría que acabarás en mi boca.—añade fantaseando con la idea de probar los jugos de su amante.
Yoichi cambia de posición para estar ahora encima de él cara a cara, se abre para que sus rodillas estén en cada costado de la cintura del rubio. Lleva sus manos a su trasero para abrir su agujero el cual está comenzando a gotear bastante lubricante, lo frota no solo contra la pelvis del Alpha sino también con su vigorosa verga.
—No puedes meterlo, solo frotalo.—pide en un tono autoritario mientras se mueve, sus manos se enredan en el cabello de Kaiser mientras siente la forma ruda y provocativa en cómo el contrario roza su agujero con su polla.
—Estás tan mojado que empapas toda mi polla, eres tan erótico Yoichi.
Las manos de Kaiser son las que ahora sujetan los muslos redondos del Omega, siente todo el lubricante natural de Yoichi mojar hasta su larga verga y pelvis como muslos. Su polla roza de manera caliente el agujero apretado y húmedo de Isagi, esta tan tentado a meterse en su interior para preñarlo.
Pero Isagi ha sido muy claro con él, no lo puede meter, solo frotar y entiende el porque de esta orden.
A diferencia de los seres sin magia, ellos no tienen métodos anticonceptivos como pastillas, preservativos, entre otros. Todos éstos inventos de muggles los magos no lo usan más que nada por orgullo. Por lo que deben tratar de no tener relaciones sexuales siendo tan jóvenes porque el embarazo sería casi seguro.
No obstante, hace no muchas décadas atrás se crearon dos tipos de encantamientos; el primero para ser más fértil y el segundo para no quedar en estado de gestación. Pero dichos encantamientos no son sencillos de usar, además que los Colegios suelen enseñarlo hasta que los estudiantes estén en su último año escolar, o sea y en caso de Hogwarts, hasta séptimo año.
Pero todavía no lo han visto. Por lo que deben resistir las ganas de llegar hasta el final y solo darse roces calientes.
Michael simula embestidas, su polla pasando tan cerca del agujero húmedo de Yoichi mientras este no para de gemir por lo rico que se siente la fricción de sus pieles y como la gruesa extensión del Alpha lo estimula. La siente caliente y pesada, su agujero lo desea tanto pero Isagi se mantiene firme a no ceder a sus impulsos más primitivos de un Omega que quiere quedar embarazado por un Alpha tan dotado como Michael Kaiser.
Es una tentación que pocos pueden resistir.
Luego de toques, caricias y roces descarados como calientes, los dos llegan al orgasmo en medio de un delicioso beso que sus bocas sellan.
La corrida de Kaiser ensucia los muslos de Isagi, semen espeso y caliente por toda su retaguardia, apuntando maliciosamente hacia su agujero, mientras que Yoichi también se corre en medio de ambos y su culo se contrae deliciosamente para después salpicar sus fluidos en la intimidad de Kaiser. Chorros de su jugo transparente empapan la intimidad del alemán que disfruta de ser mojado por su lindo japonés.
—Me ganaste, Yoichi.—confiesa entre suspiros de placer. El nombrado está cansado y solo se echa a un lado de él mientras regular la respiración.
Las sábanas sucias y el dormitorio apestando a Omega caliente, definitivamente deben arreglar el desastre antes que Itoshi Rin regrese de su vigilancia nocturna. Pueden meterse en grandes problemas.
—¿Huh?
—Me empapaste todo, te corriste mejor que yo.—señala con malicia.
—Cállate.
—Deberíamos repetirlo.—sugiere complaciente, observando a Isagi asentir mientras piensa en cómo limpiar todo.—
Pero a la próxima, te advierto que llegare hasta el final.
Yoichi ya no esta tan seguro si eso le preocupa o le excita.
[...]
Es lunes en el primer periodo de los estudiantes cuando, en la casa de Slytherin, en su primera clase, Anri decide dar otro tipo de clase.
—Como sabrán este año es el Torneo de los Tres Magos, por lo que siempre hay un baile de navidad y Hogwarts se ha destacado por ser siempre los mejores en este aspecto.—explica con determinación la bella mujer de estatura baja, sacando de quien sabe donde, un enorme pero bonito gramófono.
Es un instrumento en el que pones un disco grande como plano y reproduce su música a través de un cilindro. Isagi no puede creer que, mientras con los muggles ya tienen dispositivos más avanzados, tecnológicas y más portátiles para reproducir música de mejor manera, en el mundo mágico se quedaron un siglo atrás. Otra vez el orgullo de los magos por no querer usar tanto las cosas de los no mágicos.
—No permitire que nuestra reputación se caiga por estudiantes tímidos que no se quieran tomar en serio el baile. Así que, ¡A formar parejas!—continúa y exige con autoridad, mientras agarra al temido alumno como su compañero de baile para que los demás observen.
Ryusei quiere irse de ahí.
—Disculpe, profesora Anri.—se aclara la voz el moreno.—¿Puedo invitar a otra persona externa a la escuela para que sea mi pareja de baile?—pregunta con curiosidad el Alpha, solo así puede sentir interés en dicha costumbre patética.
La contraria lo piensa detenidamente para luego sonreír divertida.
—¿Acaso tienes pareja ya?
—Algo así.—contesta a medias para no entrar a detalles.—Era un ex estudiante de aquí. Se graduó el año pasado de Hogwarts.
Anri se enterneció con el gesto de Shidou de querer llevar a alguien más al baile, no es para nada común en él. Ella sabe el historial violento y solitario del moreno, por lo que no ve porque negarle la posibilidad.
—Puedes traer a quien quieras, Shidou.
A Isagi le hubiera encantado estar con sus demás amigos para bailar, ellos lo harían divertido y menos incómodo, pero los dividen por casa para esta lección de baile que, según la profesora, la estará dando todos los días a la misma hora para que aprendan rápido y sin errores.
El japonés gira su cabeza en busca de Kaiser, pero éste parece no haber asistido a la clase, por lo que sus opciones de buscar compañero de baile son limitadas.
A pesar de ser el único Omega en Slytherin, no quiere decir que sea la única opción para otros Alphas ya que también hay un par de mujeres Betas, igualmente son muy pocas e Isagi ya se imagina turnandose para bailar con el resto. Hasta Julian Loki esta ahí y él se sentirá raro bailar con el capitán de Quidditch.
—¡Ness, quieres bailar conmigo?—pide Isagi con insistencia, para sorpresa de muchos.
Están acostumbrados a que sea el Alpha quien le pida al Omega, pero Isagi no se anda con rodeos.
—Me encantaría, Yoichi.
El nombrado le sonríe enternecido y acepta encantado, tomando al Omega de la mano y la cintura, siguiendo cuidadosamente las indicaciones de la profesora quien está contenta de la iniciativa de los jóvenes y que se lo tomen en serio, como deben ser.
Explica que el baile de este estilo es algo romántico, íntimo y especial. Pueden conocer al amor de su vida y apreciar este recuerdo por siempre.
—Lamento sonar interesado, pero, ¿Y Kaiser? Es muy raro que él venga tarde.—murmura extrañado, tratando de no pisar los enormes pies del Alpha. A él no se le da bien bailar, pero Ness parece ser hábil con la técnica.
—Esta en enfermería.
—¿Qué le sucedió?—pregunta con preocupación, no se había enterado, y le causa mucha intriga ya que tan solo ayer en la noche estaban juntos basándose y el alemán se veía perfectamente bien.
¿Se habrá enfermado?¿Alguna lesión durante el camino regreso a su dormitorio?
—No es nada grave.—le responde para calmarlo, sonriendo dulce.—Lo que sucedió fue que él entro en celo.
—¿De verdad?—exclama sorprendido, incrédulo.
La canción de fondo que pone la profesora con el viejo artefacto muggle, se reconoce perfectamente, se llama 'I wanna be yours'.
—Vino al dormitorio ayer en la noche oliendo diferente, y durante toda la madrugada no paraba de quejarse, gruñir y moverse de su cama.—explica con seriedad, Isagi se siente responsable, ya que esas son las feromonas que él mismo le impregno al rubio, lo marcó con estas, actuó territorial y posesivo. Ahora por su culpa, el Alpha seguramente entró en celo por tanta exposición de sus dulces feromonas.—
Hasta hoy en la mañana que despertó y todos nos dimos cuenta que estaba por entrar en celo.—añade reflexivo, un tanto preocupado por su mejor amigo.
Aunque el celo no es algo que se considere grave, es alarmante hasta cierto punto. Los Alphas son muy peligrosos cuando están en este estado, no hay ningún encantamiento que disminuya algo tan natural y primitivo como es el periodo de calor de un Alpha y Omega. Solo es encerrarlo, darle unas hierbas para calmarlo un poco hasta que pase, y no dejarlo salir hasta que bajé por completo su calor.
—Entiendo...
—¿Conseguiste ayudar a Kaiser?—pregunta curioso y más alegre, cambiando de tema.
—Sigo trabajando en ello.—admite ansioso.
Antes de que Ness le responda algo, Anri vuelve hablar en voz alta.
—Es hora de cambio de pareja.
Ambos se sonríen y separan para cambiar de pareja, Isagi se da la vuelta preguntándose quién será su próxima pareja de práctica para el baile, y observa al Alpha de mirada seria acercarse a él.
—¿Te gustaría bailar conmigo, Isagi Yoichi?—le pide con amabilidad inusual en él. El nombrado está tan sorprendido de verlo.
—¡Rin!, casi no te veo en las clases.
—He estado bastante ocupado haciendo algo.—comenta encogido de hombros, tomando a Isagi de la cintura con sus dos manos, el Omega rodea su cuello un tanto nervioso por la intimidad del momento, es raro estar así con el Itoshi.—Dime, ¿te postularas para el torneo de los tres magos?—añade curioso.
Isagi medita si decírselo, pero confía en Rin, el es bastante reservado y fiel.
—Si, participaré, ¿y tú?
—De igual forma.¿Puedo pedirte algo?—le mira con especial interés que a Isagi le genera genuina curiosidad.
—¿Qué es?
—¿Te gustaría ser mi pareja en la baile de navidad?—le pide con deseo, su agarra en la cintura del Omega se vuelve más fuerte, ansiando la respuesta de Isagi.
—¿Quieres ir conmigo?—pregunta bastante sorprendido por aquella invitación.
Rin tal vez sea muy reservado, pero eso no quiere decir que no tenga muchos pretendientes que quieran ir con él al baile. Es apuesto, alto y caballeroso, solo que bastante inexpresivo y frío. Por eso el hecho de que el Itoshi le pida directamente a él que vayan al baile juntos lo deja sin aliento.
Sobre todo porque no sabe que decirle.
—No conozco a otro Omega con el que me gustaría ir, pienso que tenemos muy buena química.
Isagi piensa la manera en cómo rechazarlo, pero no puede hacerlo. Lo admira mucho, pero sinceramente él quería ir con Kaiser, aunque ninguno de los dos se lo ha pedido al otro.
¿Qué debe de hacer?
¿Michael lo odiara si acepta ir con Rin?
El Itoshi se lo pidió primero, no quiere ser cruel con él.
Notes:
Palabras: 4,013
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 05 de mayo del 2024.
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Quiero hacer una pequeña aclaración.
Sinceramente yo quería inventarme los desafíos para el torneo de los 3 magos en este fic, pero llevo semanas pensándolo y la neta no tengo originalidad así que van a ser exactamente igual que en los de la película. Obviamente no escribiré ni entraré en mucho detalle en cada desafío, y habrá diferencias, pero serán los mismos retos por los que pasó Harry Pottah.En el siguiente capítulo ya se debería revelar los participantes del torneo y creo que ya verían el primer desafío, creooo.
Nos vemos!
Chapter 13: 12."Distracción"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Itoshi Rin continúa con sus deberes por el resto del día. Desde sus estudios hasta sus obligaciones como prefecto de su casa, realmente siempre está bastante ocupado durante todo el día que apenas tiene tiempo para dormir y leer algunas novelas de terror como de suspenso que hay en la biblioteca o se trae desde su casa.
Quizás por su expresión seria o neutral no se note, pero por dentro esta muy feliz y emocionado, ya que tiene como pareja de baile de navidad, al Omega más hermoso de todo Hogwarts.
Solo es un año mayor que él, aún así, luce tan pequeño y bonito a su lado, siempre se ha visto tentado a abrazarlo como protegerlo y besar lo. Siempre sueña con obtener la atención de aquellos zafiros preciosos y descansar a lado del Omega de magnífica fragancia.
Esta tan ansioso que no puede esperar a que ya sea navidad, nunca se había emocionado tanto por aquella fecha anual con simbolismo para muchas familias en todo el mundo. Incluso ha pedido con tiempo de antelación un traje hermoso para lucir en aquella fecha, quiere verse respetable, digno y guapo para Isagi Yoichi.
[...]
Luego de un breve período tiempo de un par de semanas, llega el ansiado día donde se revelarán los nombres de los competidores que representarán a sus respectivas escuelas.
Anuncia Jinpachi Ego, de la escuela Beauxbatons; Vincent Chevalier. Un Omega de orbes ámbar y cabello castaño claro corto, bastante ondulado, de dieciocho años. A Yoichi y sus amigos se les hace bastante familiar, no solo aquella mirada ámbar, sino por su apellido poco común.
—Oh, debe ser el hermano mayor de Charles Chevalier.—comenta Hiori pensativo, seguro de su afirmación.
—¿Charles?—repite confundido Isagi.
—Un Omega de quince años, está en quinto año, de la casa Ravenclaw.—explica brevemente ante la atenta mirada curiosa de sus amigos. Lo conoce fácilmente a pesar de ser menor que él porque van a la misma casa.—Juega como buscador para el equipo, pero solo cuando está motivado. Los Chevalier son franceses.—agrega encogido de hombros.
No lo conoce tan bien en realidad, apenas mantiene conversación con el chico ya que ambos están en el equipo de Quidditch y en la misma posición, suelen turnarse durante los partidos amistosos u oficiales. A pesar de ser tan joven y aburrirse fácilmente, es realmente muy bueno en el campo de Quidditch, solo necesita pulir bien sus habilidades.
Algunos rumorean que es primo del capitán del equipo de Slytherin Julian Loki. Nada está confirmado.
—Si Charles es francés, ¿Por qué no fue a la escuela Beauxbatons como su hermano mayor?—cuestiona Isagi con intriga y extrañado.
—Quién sabe, no soy cercano a él así que no se los detalles.—responde Hiori.
—De hecho, a Charles lo veo muy interesado en Shidou Ryusei.—agrega Chigiri para sorpresa de todos.
—¿¡En Shidou!?—exclaman al unísono Bachira, Kurona e Isagi, incrédulos.
No pueden imaginar la extraña relación amistosa de estas dos personas, sobre todo si involucran al moreno de explosiva personalidad.
—Aunque su hermano mayor Vincent parece más interesado en Kaiser, eh, Isagi.—le codea Chigiri al contrario, como una advertencia de que sea más precavido con su Alpha.
—¿Por qué me picas las costillas?
—¡Oh vamos!, mucho se rumorea de la relación entre ustedes dos.—añade quisquilloso y guiñando le divertido.
—Te carga hasta la enfermería.—señala Hiori, avergonzando al azabache por dicho comentario.
—Pasan mucho tiempo juntos.—agrega Bachira entre risas, hasta él se da cuenta de la peculiar relación entre estos dos.
—Te defendió contra el ataque de Shidou.—menciona Kurona, enumerando junto a sus amigos el porque creen firmemente que los dos traen algo.
—Maldito Alpha, juro que lo matare si se te vuelve acercar.—amenaza Kunigami con cierto desagrado y rencor.
Kunigami y Shidou tienen toda una historia de rivalidad y enemistad que no sólo se centra en el Quidditch. Debido a que Ryusei es todo un bravucón y el de Gryffindor como un héroe para varios, es que siempre chocan y pelean.
—Eso ya quedo en el pasado, además tuve cierta culpa, le dije cosas muy hirientes.—suspira Isagi melancólico, ya han pasado días desde aquello y todavía piensa que necesita hacer las pases con el moreno.
—¿Tú?—menciona Chigiri incrédulo.—
Eres un pancito dulce, de seguro no le dijiste nada malo y él se lo tomó a mal.—defiende el Omega de Gryffindor junto al resto.
Nadie se traga que Isagi realmente lo haya provocado, él no es esa clase de persona, él no actuaría como un Slytherin de verdad. Por eso el resto se lleva muy bien con Isagi, porque el azabache no encaja con las características y etiquetas propias de la casa verde.
—No se como a Charles no puede tener miedo de acercarse a él.—menciona Hiori bastante curioso como asombrado.
Es tan raro.
El siguiente candidato que salió seleccionado es mencionado, del instituto Durmstrang, es un Alpha llamado Benedict Grim, alto, cabello largo y bastante ondulado, de raíces oscuras pero el resto de su cabello es rubio. Parece ser un amigo cercano a Kaiser de aquella escuela porque varios vieron que se saludaron amigablemente en su momento.
—¿Todos en Durmstrang son tan altos y musculosos?—suspira Chigiri al mirar aquel joven musculoso y alto. Tiene una apariencia refinada y varonil, en ese uniforme se le marca su entrepierna. Además que sus feromonas es como estar en un jardín de flores y miel.
Es increíble. Medio Hogwarts lo noto. Es casi tan hermoso como Michael Kaiser, quien antes también era del colegio de Durmstrang.
—Isagi~—habla cariñosamente Chigiri, haciendo sospechar al nombrado por su repentino cambio de tono de voz.—¿Kaiser es musculoso, no? Por el uniforme no se aprecia bien su físico.—pregunta interesado y sonriente.
—¿Cómo se supone que sepa yo eso?—se hace el desentendido.
Evidentemente si se pone a recordar aquel momento caluroso donde sus pequeñas manos tocaron el abdomen marcado del rubio hasta más abajo, su rostro estaría completamente rojo y sus feromonas lo van a delatar.
—¿No se han tocado de bajo de la ropa?—añade el peli rosa curioso y atrevido.
Los jóvenes enamorados siempre son los más calenturientos, Isagi tiene un bombón en su radar, no le creerá si niega que jamás se han tocado debajo de las túnicas.
De hecho, él y los demás no saben cómo es posible que los dos todavía no hayan formalizado lo que ya muchos de ellos sospechan. Varios estudiantes que han apreciado que se la pasan mucho tiempo juntos y pegados en los pasillos o en clases, están seguros que existe una química o tensión sexual en ambos jóvenes de Slytherin.
—¡Chigiri!—le regaña avergonozado Kunigami por ser tan atrevido.
—Si yo fuera Yoichi, no lo soltaría jamás.—confiesa burlón, notando como el nombrado se pone la capucha del uniforme para tratar de ocultarse, apenado y ruborizado.
—Silencio, ya van a revelar el competidor de nuestra escuela.—silencia Hiori, se centraron demasiado en la conversación que los aplausos de fondo ya terminaron y todo se puso silencioso.
—De la escuela Hogwarts, cede del torneo de los Tres magos, tenemos al estudiante perteneciente de la casa Slytherin...—continúa hablando Ego, haciendo ademanes y mostrando suspenso al final.
Varios alumnos suspiraron sorprendidos ante la revelación de que el próximo competidor es de la casa de la serpiente.
—O por los Dioses, podría ser Kaiser o el Itoshi.—menciona Chigiri entusiasmado, ya que después de todo, son los únicos que vieron que se postularon.
Los únicos dos Alphas que pusieron su nombre en él calidez de fuego.
Isagi se siente tan nervioso, por una parte quiere admitir, revelar a sus amigos en estos segundos de suspenso que él puso su nombre en él cáliz de fuego, pero si al final no lo nombran, se quedará como un secreto que no tiene chiste decir. Las posibilidades de que salga seleccionado son bastante bajas, Kaiser y Rin son los favoritos de todo Hogwarts en estos momentos.
Y puede que incluso antes de que Ego revelará que quien representará a Hogwarts es de Slytherin, ya muchísimos estudiantes tenían sus expectativas en ellos dos. Dos Alphas fuertes, inteligentes, audaces y hermosos. Nadie espera ni tiene esperanza de que Isagi les represente.
—Solo a ellos dos se les vio meter su nombre en el cáliz de fuego. Las opciones son limitadas ahora.—menciona brevemente Kunigami, pensativo y tan intrigado como los demás.
Aquel que representará a todo Hogwarts y el cual cargará una gran presión como la mirada de muchos, ¿ganará la competencia?
—¡Isagi Yoichi!
Cuando el nombrado es anunciado, se para de su asiento con algunos aplausos de sus amigos, pero sabe que no recibe el apoyo de todos los estudiantes de Hogwarts quienes están tan sorprendidos que no saben cómo reaccionar.
El Omega japonés fuerza una sonrisa ante el director Ego quien lo felicita por haber quedado seleccionado, dándole un importante consejo para triunfar y sobre todo, no dejarse pisotear por los demás.
[...]
Mientras los amigos y varios compañeros de Isagi piensan con quien ir al tan esperado baile de navidad y se arman de valor para invitar a esta persona, el Omega de Slytherin tiene otras preocupaciones más pesadas en estos momentos:
Prepararse para la competencia que se avecina.
Él todavía cree estar en un sueño que sigue procesando, se le cumplió su deseo de quedar seleccionado y ahora tiene que esforzarse mucho, ya que todo Hogwarts tiene los ojos puestos en él, sobre todo su casa. No puede decepcionarlos y tiene que dar todo de sí para ganar.
Incluso aquellos que no confían en él, les va a callar sus sucias bocas.
La última semana del mes de noviembre se realiza la primera prueba del torneo de los tres magos.
Una noche antes; Isagi junto a Ness y Kaiser se quedan en la sala común de Slytherin para repasar cientos de hechizos y encantamientos contra todo tipo de criaturas mágicas.
—En todas las pruebas esta prohibido el uso de escoba y capas de invisibilidad.—menciona como recordatorio Ness, bastante entusiasmado porque Isagi haya quedado seleccionado para competir.
A él en lo personal le da mucho miedo este tipo de pruebas, incluso cuando su amigo Kaiser le mencionó que querría participar, no estaba seguro de que fuese una buena idea, pero igualmente lo apoyó.
—Tienes que aprenderte todo los hechizos de defensa y ataque posible, incluso los avanzados—agrega el rubio, ansioso y nervioso.
—Gracias por ayudarme, pero no es necesario que se queden conmigo hasta tarde.—sonríe amable, aunque los dos Alphas no parecen que quieran dejarlo solo.
—Ni hablar, te vamos ayudar hasta que ganes.
—No debe haber distracciones, solo concentrarnos en el objetivo.
Isagi pensó que por distracciones se refiere al baile de navidad, por lo que prefiere mejor ya no tocar el tema con Kaiser y concentrarse en lo más importante.
[...]
El primer desafío de la competencia se les fue revelado a los participantes minutos antes de que empezará la prueba.
Dragones.
Para los muggles son seres mitológicos que no existen, de ficción y fantasía.
Para los que poseen magia saben la verdad. Algunos los ven como bestias salvajes ultra peligrosas que son imposibles de domar y otros como seres incomprendidos que solo son territoriales, fuertes y poderosos, sobre todo cuando tienen que proteger su nido junto a sus crías.
Se han asignado diferentes tipos de dragones para cada participante, quienes irán pasando uno por uno hasta capturar el huevo de oro que estas enormes criaturas estarán custodiando con fiereza y territorialidad. La profesora Anri vino junto a los directores de cada escuela para explicar las características del dragón que les tocara a cada uno, las cuales son muy importantes para que los estudiantes entiendan a qué se están enfrentando y se las ingienen rápidamente, mostrando además como ejemplo, un dragón más pequeño, bebé, a cada uno para que entiendan mejor su apariencia.
El del competidor Vincent Chevalier, es un dragón de hielo, dípteros—o sea de dos alas—, y de una piel de abundante pelo de color blanco como oso polar, del estilo tradicional occidental, o en otras palabras, europeo. Garras enormes, dientes filosos y cola de serpiente. Sus ojos son de un color turquesa. A Isagi le hubiera encantado que le tocara éste, no es tan grande y su tipo de piel no parece ser tan resistente contra los hechizos como los otros dos.
Supone que hace el suficiente frío para que hayan podido traer a un dragón de entornos más helados sin que sufra secuelas significativas, además de que preparan el campo de batalla para que se adecue al ambiente natural del dragón, no del estudiante. Algo que es fácil con magia y que Vincent tiene que llevar abrigo de piel y un gorro para el clima de afuera.
Como es un tanto obvio y preocupante, el aliento del majestuoso animal es sólido, más concretamente hielo, y también lanza gases congelantes.
Vincent no tardó mucho en lanzarle un hechizo para que se quedara dormido y tomara el huevo de oro, saliendo victorioso.
Minutos después, Al Alpha Benedict Grim es el siguiente en entrar al desafío. Su tipo de dragón igual es del estilo europeo. Es de tierras boscosas de abundante plumaje. Es de un color marrón y verdoso, se mezcla con su ambiente natural perfectamente. Grande y exhala fuego por la boca.
Este resultó más complicado que el anterior, y aunque Benedict consiguió su huevo dorado, se tardó mucho más además que casi rompe los huesos reales en el proceso.
Cuando el turno de Isagi Yoichi se presenta, su dragón resultó ser diferente al resto.
Un dragón oriental del tipo japonés, muy pocos comunes en el mundo, de escamas por lo que resultan altamente resistentes y protectoras contra los hechizos de los magos. A diferencia de los dragones europeos, los japoneses son de entornos mas acuáticos como ríos, mares o abisales. Le advierton al nipón que esté tiene un aliento líquido ya que lanza agua hirviendo.
Claramente Isagi a pesar de estar visiblemente nervioso, no posee miedo realmente. Es un dragón de su cultura asiática, no sabe si lo se lo dieron a él por obvias razones o todo fue meramente una gran coincidencia, porque siente que tiene un poco de ventaja pero a la vez el hecho de que tenga escamas lo hace más difícil contra los encantamientos.
Sabe del tema de esta especie de dragones, salen en las historias que desde pequeño su madre le ha leído.
Claro que, cuando salió para enfrentarlo, el dragón de apariencia delgada, que aparte de ser escamoso posee algunas plumas, no tiene alas y de un cuerpo largo, es más rápido de lo que pensó que sería que apenas puede reaccionar para defenderse, sus ataques parecen hacerle cosquillas al ser majestuoso y no puede acercarse ni un centímetro más al huevo que tanto busca.
¿Será acaso este su fin?
Hubo un momento donde dejó de atacar y acercarse al huevo para esconderse y estar a salvo, le salpicó agua hirviendo en su pierna y es doloroso. Necesita curarse y pensar como lograr su cometido. A pesar de que no lleva mucho tiempo desde que empezó, siente como si ya hubiera pasado toda una hora por tantas cosas que han ocurrido en poco tiempo.
Mientras descansa por unos instantes, se pone a pensar en aquellas historias que le leían desde cachorro, buscando alguna que le dé algún indicio de la debilidad de estos seres acuáticos. ¿Pero qué?
—Su cuerpo entero tiene escamas.—murmura para si mismo, tiene que correr mucho y sus piernas apenas aguantan.—Su único punto débil sería una zona donde no tenga escamas, y eso sería...—reflexiona, dándose cuenta de aquello tan preciado para los dragones junto a sus poderosos alientos.
"Los ojos"
—Algo que moleste su vista.—concluye seguro.
Del otro lado donde esta oculto, aun escucha al dragón cerca de su nido. Parece que no lo busca, solo defiende su territorio. Lo escucha inhalar y exhalar, sus pisadas y pequeños gruñidos.
Saca su varita y en un intento de no llamar la atención ni ser oído por el dragón que está a unos nueve o diez metros lejos de él, dice en voz baja apuntando a cierta dirección:
—Nebulus.
Este encantamiento sirve para crear niebla temporalmente. Por lo menos así puede acercarse sin ser visto. Sólo necesita otra distracción para que el dragón no vaya detrás de él cuando lo escuche acercarse, también necesita otro hechizo contra el dragón, la niebla no será suficiente.
Es interrumpido de sus pensamientos cuando siente el tacto peludo de un animal en sus piernas, lo cual lo asusta en los primeros instantes hasta ver y sentir quien es.
—Azure.—murmura con adoración a quien antes era su felino, pero ahora sabe que es Michael Kaiser transformado en gato y luce igual de bello como la primera vez.
Han pasado muchos días desde la última vez vio a Kaiser en forma de felino, grande, suave y adorable, realmente lo ha extrañado, aunque no evita acariciar sus barbilla con adoración y sus mejillas, sintiéndose reconfortado por tenerlo cerca, sintiéndolo como un gran apoyo, no puede evitar preocuparse ya no sólo por el dragón, sino por lo peligroso que es que Kaiser este ahí con él, transformado en un gato.
¿Y si lo descubren?¿Y si creen que esta haciendo trampa?
Trata de no angustiarse, ha creado mucha niebla, no lo pueden ver, además que esta aun más escondido de la vista de los expectadores, y si así fuese, es solo un gato con exótica apariencia, nadie más sabe que es un alumno, a excepción de Alexis Ness. O incluso si llegasen a ver al gato puede mentir con que es solo un hechizo de ilusión que uso para distraer al dragón.
Distracción .
Isagi toma al enorme como pesado Azure, lo abraza con adoración y protección, le besa su frente con cariño. No tiene la intención de sacrificar o convertir a Kaiser en su distracción, es demasiado peligroso si está en su forma de gato, e incluso con niebla, puede haber posibilidades de que descubran que es un metamorfomago. Tiene que dejarlo ir, que este seguro lejos de él.
—Azure, regresa con el resto. No tienes que hacer esto por mi, no quiero que estés en peligro.—le susurra con insistencia y seriedad. No sabe si el rubio puede ser más rápido que el dragón y evitar su aliento de agua hirviendo, realmente le preocupa.
Sin embargo, el felino escapa de su agarre y va directo hacia el dragón para llamar su atención y que así Isagi tome el huevo.
El nipón recuerda entonces el hechizo de conjuntivitis, uno de los tantos que la noche pasada estuvo repasando, por lo que decide salir para pelear contra el dragón antes de que algo le suceda a Kaiser en su forma de gato.
Antes de deshacer el efecto de la neblina ya que necesita ver bien el dragón para apuntar a sus ojos y hechizarlo, escucha el maullido fuerte de Azure, de dolor y agonía acompañado de un sonido aplastante, como si estuvieran quebrando algo.
Yoichi ya no escucho nada más y su corazón parece detenerse angustiado y de terror. Visualiza al dragón escamoso y largo acercarse a él al notar su presencia, a pesar de la niebla parece tenerlo en la mira perfectamente. El Omega está en un pequeño trance que ni siquiera puede levantar la varita ni pronunciar el encantamiento de conjuntivitis contra el enemigo, porque en estos momentos, se siente abrumado y en shock por lo que claramente escuchó.
¿Kaiser ha muerto?¿El dragón lo aplastó?
Es un gato, si éste no regreso a su forma original para huir, no tendría oportunidad de sobrevivir. Pero incluso así, él no carga su varita cuando está transformado en animal porque no tiene donde llevarla. No tiene como defenderse.
¿Se acabó?
En estos momentos, ni siquiera le importa el huevo dorado o a completar el desafío, Azure... Si acaso Michael Kaiser esta muerto, toda la responsabilidad la tiene el dragón e Isagi tiene la culpa por no actuar rápido para evitar aquella tragedia.
"Cualquier encantamiento es aceptado, mientras no uses escoba o capa de invisibilidad."
Recuerda las palabras de Ness la noche anterior. La impotencia, ira y tristeza le nublan sus pensamientos.
"Los dragones son muy territoriales y emocionales. Defienden a muerte su nido, a su amante y a sus crías. Ellos aman a su familia, incluso tal vez más que nosotros los humanos."
Recapitula la lección del año pasado en su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, en esa clase se habló de los dragones. Ese fue un tema que duró toda una semana.
Existe un hechizo en particular que, si lo realiza bien, incluso si apunta a cualquier otra parte del cuerpo del dragón con escamas, ésta seguro que puede afectarle. Un hechizo, o más bien, una maldición.
El dragón tampoco se tienta ante su presencia y se ve con claras intenciones de atacarlo, por lo que Isagi reacciona y conteniendo las lágrimas, alza su varita, sin dudarlo y con sed de venganza, pronuncia en un tono de voz alto y frío:
—Avada...
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,518.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Viernes 10 de mayo del 2024.
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts
Nota del escritor:
Luego de que escribí la palabra "distracción" en negrita, pensaba cortar el capítulo hasta ahí. Pero agregué las otras 560 palabras para dejar el suspenso xd.Por cierto, los dragones que escribí no son de Harry Potter, porque en Harry Potter tienen nombres en concretos y son menos de 15 especies oficiales, los que puse aquí los busque en un listado de tipo de dragones según su hábitat, cuerpo, aliento, etcétera, porque se me hicieron mucho más interesantes. Al final todo es ficticio.
Nos vemos la próxima!
Chapter 14: 13."Proteger"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Debido a la escasez de metamorfomagos que existen registrados en todo el mundo mágico, se conoce muy poco de todas sus habilidades. Se sabe que pueden cambiar sus rasgos humanos, el color de su pelo, rostro, facciones, parcialmente pueden transformarse en cualquier animal que deseen, más no totalmente.
Al menos, eso dice el Ministerio de Magia. Que los metamorfomagos solo pueden transformarse parcialmente en animales pero sin perder sus características humanas.
A Kaiser se le enseñó desde muy pequeño como lograr transformaciones completas de cualquier animal que desee, todo gracias a su difunto tío quien era un experto y tuvo décadas de experiencia. Ni siquiera él que se convirtió en su momento en el Gran Ministro de Magia reveló al mundo Mágico todas sus habilidades como metamorfomago, solo algunas características y cosas básicas que incluso entre los de su especie, son complejas de realizar totalmente bien.
Por lo que sí, con mucho entrenamiento y práctica, Kaiser puede transformarse en tal vez, cualquier animal que desee. Usualmente toma las formas de gato y escarabajo para sus propios beneficios.
Todos han sido animales pequeños, pero esto no quiere decir que no haya intentando antes transformarse en algo mucho más grande como poderoso.
[...]
—Avada...
El corazón de Isagi late con fuerza mientras apunta su varita en dirección al dragón encadenado, preparado para lanzar el maleficio imperdonable que lo protegerá del feroz ataque del monstruo escamoso frente a él. Como posiblemente, lo lleven a Azkaban o a la prisión de Blue Lock en Japón.
Todos saben que recitar el hechizo de la muerte esta prohibido, es ilegal, a menos que haya estado de emergencia, como una verdadera guerra mágica, algo que no ha ocurrido en al menos, casi un siglo.
—Kad—,no logra terminar aquel poderoso hechizo con el que pensó en acabar con la vida de la criatura frente a él, ya que justo es interrumpido por un rugido.
Un rugido estruendoso resuena en el aire, pero no proviene del dragón encadenado frente a él, sino de otro ser.
Con la atención ahora desviada, Isagi se da cuenta de que la niebla que había conjurado para ocultar sus movimientos se disipa abruptamente, revelando la figura imponente de otro dragón que se aproxima con majestuosidad. Sus ojos se abren con asombro al contemplar la magnificencia de esta criatura, más grande y poderosa que el dragón hembra oriental que tiene delante encadenado.
El nuevo dragón está envuelto en una oscuridad profunda, con escamas que parecen reflejar la misma noche. Sin embargo, algunas de sus partes están adornadas con un azul electrizante que destella con intensidad en contraste con la oscuridad de su piel. Sus alas, desplegadas con gracia, parecen bestiales y poderosas, capaces de romper el cielo mismo.
Los espectadores desde sus lugares, tanto profesores como estudiantes, observan con gran asombro mientras la escena se desarrolla ante sus ojos. Algunos se preguntan si lo que están viendo es una ilusión creada por el propio estudiante de Slytherin Isagi Yoichi, pero la verdad es mucho más extraordinaria.
El nuevo dragón interviene justo a tiempo, protegiendo al japonés de un posible ataque del otro dragón como evitando que haya pronunciado el conjuro maldito. El Omega apenas puede reaccionar, desconcertado por la aparición repentina de dicha criatura majestuosa.
Yoichi está decidido a enfrentar el desafío con sus propias habilidades, no necesita una distracción de alguien o algo más, por lo que, tomando una decisión arriesgada, se lanza hacia el dragón oriental, cuya complexión algo delgada le permite subirse fácilmente hasta quedar cerca de su cabeza.
El dragón oriental se agita violentamente, intentando deshacerse del joven mago que se aferra con determinación a él. Con un movimiento rápido de su varita, Isagi lanza el hechizo de conjuntivitis al dragón, afectando sus ojos y provocando que el monstruo escupa agua hirviendo descontroladamente mientras intenta librarse del encantamiento.
Mientras tanto, el dragón oscuro, cuya aparición ha desconcergado a todos, observa la escena con atención desde la distancia. A pesar de que una de sus extremidades parece lastimada, el dragón misterioso no interviene y en su lugar decide retirarse entre gruñidos, desapareciendo en el cielo con un aleteo majestuoso.
Con el dragón encadenado momentáneamente incapacitado o por lo menos ciego, Isagi aprovecha la oportunidad para alcanzar el huevo dorado, determinado a completar el desafío por mérito propio. La gente que lo observa le aplaude y ovaciona, impresionados por la valentía y astucia del joven mago.
Sin embargo, la presencia del misterioso dragón oscuro deja a todos en las gradas sumidos en la incertidumbre. ¿Quién es aquella criatura y por qué había intervenido en el desafío? Ya que no parece que haya sido una ilusión mágica creada por el nipón, ¿O si?
Isagi tiene fuertes sospechas de que ese misterioso dragón no salió de la nada, está casi seguro que ese dragón de apariencia única y mortal, es Michael Kaiser. Después de todo, el cuerpo peludo de Azure desapareció.
¿Pero cómo logró sobrevivir si el escuchó claramente cuando fue aplastado mientras seguía en su forma de gato?
Aun existen muchas cosas que no termina de entender de los metamorfomagos.
[...]
George William es un famoso escritor Beta del periódico "El Profeta", cubre las mejores noticias del mundo mágico. De joven fue estudiante de Hogwarts en la casa Ravenclaw, por lo que apenas se dio a conocer la noticia del Torneo de los Magos de este año, le dieron la gran oportunidad de cubrir esta noticia. Él tiene que ser parcial en sus escritos y no darle preferencia a ninguna de las tres escuelas, sobre todo a los estudiantes de estas. Tiene que escribir párrafos que atraigan a los lectores.
Apenas el desafío concluyo dando los resultados de los tres participantes, muchas autoridades del Ministerio de Magia como los directores de las diferentes escuelas comenzaron a hacer interrogaciones al estudiante de Slytherin. Claramente, el periodista George no se quedaría atrás.
Todos quieren saber de donde salio aquella criatura de escamas negras, después de todo, solo trajeron tres dragones para la competencia y de especies específicas, como por supuesto, encadenados. Además de revelar que todos ellos son dragones hembras, pero ese dragón misterioso de escamas negras se nota con casi facilidad que se trató de un macho, esto sin mencionar que esa especie de dragón no ha sido identificada.
En pocas palabras: no es normal su aparición.
Ya que en un principio todas las autoridades y organizadores del evento creyeron que se trataba de un increíble hechizo del joven mago Isagi es el motivo por el cual no intervinieron en el acto, hasta darse cuenta que aquello no era una ilusión mágica sino un ser real. Debido a que alcanzó a huir no tuvieron la oportunidad de ir tras él por lo que acaparan la atención del Omega japonés para averiguar todo lo que él sabe.
¿En qué momento llegó? El dragón es demasiado enorme como para no haberse dado cuenta ninguno de los presentes como se coló al escenario del desafío. Realmente pareció aparecer por arte de la misma magia, como si se hubiese teletransportado, pero los dragones no pueden hacer eso, es imposible, ¿verdad?
¿Por qué vino a Hogwarts?
No es común ver a estas criaturas en estos lugares. Debe haber siempre alguna razón en específica, estas criaturas no se acercan al colegio a menos que ellos mismos, los magos, los traigan a la fuerza.
¿Por qué Isagi no se preocupo por lidiar con dos dragones y sólo se centro en uno?¿Acaso presentía que no lo atacaría el segundo dragón? Es demasiado intrigante como sospechoso.
Y lo más importante, ¿Por qué el dragón grande no atacó al joven estudiante?
Si anotan las características de la enorme criatura, y le preguntan a un experto en el tema como lo son los dragonologistas, podrían averiguar el tipo de especie de ese dragón oscuro y ubicarlo o rastrearlo para que la comunidad mágica esté segura.
Isagi sigue tan aturdido y conmocionado por todo lo que pasó que no da respuestas concretas y claras, todavía se siente perdido, con emociones encontradas.
No puede dejar de pensar en que le sucedió a Kaiser después de haberse marchado del lugar,¿dónde estará?
[...]
Un tercio de los estudiantes de Hogwarts le hicieron una pequeña celebración por la noche a Isagi Yoichi por haber pasado la primera prueba y haber quedado en segundo lugar, con una mínima de diferencia de puntos del primer puesto, quien terminó quedando el Omega Vincent Chevalier, con un récord de tiempo y gran destreza.
No solo están la mayoría de los de Slytherin, sino los de las otras casas celebrando la primera victoria del Omega japonés. Kunigami y Gagamaru al ser los más altos del Colegio lo cargan en sus hombros para festejarlo.
Muchos le preguntan por su gran hazaña de tirarse encima del dragón oriental, de su ingenio al momento de invocar diferentes hechizos pero sobre todo, su valentía por no huir al tener a dos dragones frente a él y uno de ellos siendo el más grande de escamas negras sin cadena.
A pesar de que el momento es alegre y emocionante, Isagi no deja sentirse un tanto preocupado por saber el estado de Kaiser, ya que desde lo que sucedió en el desafío hace ya varias horas, no lo ha vuelto a ver ni saber nada de él.
[...]
Yoichi recibe una carta antes de cambiarse de ropa en su dormitorio. Es de Alexis Ness, en ella indica que es necesario que visite la enfermería si ansía ver a Michael Kaiser, aunque tendrá que ser sigiloso debido a la hora que es y que está prohibido estar fuera de los dormitorios después del toque de queda.
No obstante, antes de marcharse, choca con el Itoshi en la puerta haciéndolo regresar de vuelta al interior del cuarto.
—Felicidades, Isagi. Vi el desafío.—alienta Rin, en un gesto calmado pero menos serio que de costumbre, no suena frío ni enojado.
—Buenas noches, Rin.—le sonríe amable. Aún mantiene la pequeña espina de que acepto ir al baile con él en vez de haber esperado a Kaiser.
Pero igual no ve nada de malo en ir con su compañero y amigo de hace años.
—¿A dónde vas? Ya es muy tarde para que los estudiantes se les permita salir...—comenta como advertencia Rin, después de todo el es el prefecto de la casa, no puede permitir que los estudiantes rompan las reglas.
Aunque, si es el lindo de Yoichi, podría considerar en hacer alguna excepción.
—Un amigo esta en la enfermería, no he podido verlo en todo el día por la competencia.—explica brevemente, sin entrar en detalles de quien es y que le ocurrió, con una expresión triste para convencer al Alpha de cabellos oscuros que lo dejé ir.
Rin se cuestiona quien puede ser, ya que, hasta donde pudo observar, en las gradas pudo observar a todos los amigos de Isagi, al menos con los que más se junta.¿Es alguien de algún grado menor que ni él sabe quien es?
—Oh entiendo, no diré nada...—promete, su corazón salta de la emoción cuando Isagi le abraza agradecido por dejarlo ir y no delatar lo. Siente las cálidas feromonas del japonés envolverlo, aquellas con las que sueña despertar todos los días y lo hacen sentir en casa.—Por cierto,—aclara su garganta para disimular su sonrojo.—¿Cuáles son tus flores favoritas?—pregunta con genuino interés que sorprende un poco al Omega, éste lo piensa detenidamente antes de dar una respuesta sincera.
Recuerda las escasas veces que se ha permitido oler el aroma natural de Kaiser, el cual apenas se es detectable brevemente cuando está transformado en Azure, es suave y encantador. Huele a esencia de vainilla y rosas.
—Hum, me gusta mucho el aroma a rosas.—confiesa sonriente, regalándole una última sonrisa a Rin para pasar a retirarse.
El Itoshi lo anota en un cuaderno de apuntes importantes, necesita pensar en cuál de todos los tipos de rosas puede comprarle a Yoichi, quiere enamorar lo en el baile de navidad.
Aunque no duda que el Omega pueda sentir algo por él, ya que después de todo, acepto ser su pareja del baile. No irías al baile de navidad con alguien que no te guste, ¿cierto?
[...]
Cuando la mirada del japonés se encuentra con la del alemán, Isagi siente un profundo alivio y la emoción de abrazarlo es fuerte.
El rubio tiene una vendas en su pierna lastimada, viste con una pijama sencilla con short corto, dejando ver sus fuertes piernas. Kaiser le devuelve el abrazo, con más fuerza, oliendo las feromonas encantadoras de Yoichi, enterrando su nariz en el hueco entre su hombro y cuello.
—Eres un grandisimo idiota, pensé que te había perdido.—insulta Isagi enojado, sin deshacerse del abrazo.
—Solo tuve una fuerte lesión, pero es curable. Solo debo permanecer en reposo.—explica brevemente, no se arrepiente de haber querido proteger al nipón aunque eso signifique ponerse en riesgo así mismo. Él haría todo por protegerlo.—¿Realmente estabas tan preocupado por mi?
—Si.
—Un beso estaría bien.—sonríe malicioso, extiende sus labios de manera graciosa y coqueta, pero lo único que recibe es un pequeño golpe del Omega.—Auch.—se queja, exagerando. Isagi deshace el abrazo para tomar asiento cerca de él.
—Tú... ¿Qué excusa diste sobre tu lesión?—pregunta intrigado.
Se supone que todos los alumnos debieron estar observando la competencia, al menos que se sientan muy mal.
—Dije que me caía de la escoba en un entrenamiento personal mientras todos los demás veían la competencia.—se justifica, por suerte Ness estuvo como fiel testigo.
—¿Te creyeron?—suspira incrédulo.
—No insistieron más con el tema, así que supongo que si.—contesta encogido de hombros.
Parece no haber nadie a esas horas en la enfermería, por lo que Isagi con una voz muy baja, le pregunta al rubio:
—¿Siempre has podido transformarte en dragón?
—Lo había intentado, pero jamás lo conseguí, hasta ese momento.—se sincera Kaiser.
El sentimiento que sintió en esos instantes donde pensó que Isagi podría ser lastimado, es difícil de describir. En esos momentos quería acabar con el dragón oriental, pero no traía su varita consigo y su mente se bloqueo por unos instantes para tratar de conjurar un encantamiento sin la varita que fuese efectivo. Para cuando se dio cuenta, su cabello se torno oscuro y de inmediato se transformó en un ser igual de fuerte o hasta más poderoso para detener a la criatura escamosa.
Un dragón de grandes alas, de escamas oscuras como un eclipse solar total y mirada de reptil. Feroces dientes y fuerza incomparable. De todas las transformaciones a las que está acostumbrado, está había sido tan dolorosa, tanto física como mentalmente.
Y sospecha que, cuando la noticia salga a la luz y su padre las lea dentro de los siguientes días, hay grado de probabilidad que esté empiece indagar más y por lo tanto, le pregunte a él directamente si es el responsable de dicha aparición.
Y engañar a Noel Noa no es nada sencillo. Posiblemente lo castigará por haber hecho tal descuido de casi exponerse con mucha gente como testigo, sino fuera por la neblina que conjuro Isagi, muchos hubieran visto un gato transformarse en dragón.
—Los animales en los que te has transformado, suelen tomar ciertos colores propios de ti. Como el dorado o el rubio y el azul.—comienza a nombrar Isagi pensativo. Kaiser asiente lentamente.—Pero el dragón tenía escamas negras, ¿Por qué?
—En ese momento no me sentía bien.—responde un poco cohibido.
Está seguro que las escamas del dragón eran negras y no doradas por sus emociones reflejadas en su pelo. Su cabello se torno oscuro, pero desconoce porque a ese color tan opaco. Nunca antes su cabello se había cambiado a ese color, lo cual es tan raro. No tiene una explicación para eso, y le estresa como molesta tanto.
Si su querido tío, quien también era un metamorfomago, siguiera vivo, él sabría que significa.
—Será mejor que descanses, Kaiser.—se acerca para besarle la frente, un beso fuerte y tierno, no quiere que el alemán se sobre exiga y no duerma lo suficiente. Ya mucho se ha desvelado por sus estudios y su búsqueda por la ambrosía, además que todavía lo ayuda para prepararse antes de los desafíos.—No es necesario que me protegas, yo puedo protegerme solo y...—aprieta los labios, indeciso si decirlo o no. Pero su corazón termina cediendo.— También puedo protegerte a ti.
[...]
Desconoce si fue porque se quedó dormir en un lugar solitario y tan frío como lo es la enfermería—deseo que Isagi se hubiera quedado a dormir ahí con él, como dos nutrias abrazadas una a la otra sin despegarse. Lastimosamente, no se pudo—, ya que tuvo un muy extraño sueño con características de pesadilla.
Un extraño lugar que no conocía, una peculiar figura dándose un baño con hielo en una elegante tina, alrededor se escuchaban gritos desgarradores, de dolor y agonía como suplica, mientras la figura seguía bañándose y tarareando una canción melodiosa.
Dicha melodía le suena tan familiar, pero no recuerda de donde. Todo está difuso y lo único que se escucha claro es la voz de la figura y los gritos de desesperación y agonía al fondo.
De cualquier forma, la escena resulta algo bizarra. Mientras la figura desnuda de largo cabello ondulado sigue bañándose, atrás la gente sigue sufriendo. No logra ver su rostro o sus rasgos, no sabe quien es. Canta como una sirena, pero, ¿Cómo puede soportar un agua tan fría?
—Oh, el tren ni siquiera ha salido de la estación...—canta aquella extraña persona.
Michael despierta bañado en sudor, con el corazón agitado, lleno de confusión y faltando le la respiración. Para su horror, se da cuenta que se estaba ahorcando mientras dormía y solo se detuvo al despertar.
Siete una extraña comezón en su tatuaje en el cuello y una desagradable sensación de volver a dormir.
[...]
Con el paso de los días avanzando, el baile de navidad cada vez está mucho más cerca, Isagi había recibido un paquete de sus padres quienes le encargaron y envolvieron en dicho paquete, un hermoso traje confeccionado por los mejores diseñadores del mundo muggle. De un azul que combina con el color de sus profundos ojos con detalles bordados de figuras de arboles plateados, la camisa y corbata de un color tan blanco como la nieve. Hace conjunto con unos zapatos oscuros de tacón, preciosos. Esta tan emocionado por enseñárselo a sus amigos, y ver los vestuarios de ellos también y con quienes irán al dichoso evento.
Luego del baile de navidad, daría comienzo a la segunda prueba, la cual Isagi todavía no ha podido descifrar.
Pero sus amigos le dijeron que debe relajarse un poco, divertirse y olvidarse por unos días de la competencia, que el baile de navidad no es algo que pueda volverse a repetir, que disfrute de su juventud y del romance.
Isagi a pesar de estar tan emocionado, también luce muy nervioso, ya que él junto a los otros competidores deben abrir el baile, decenas de miradas sobre ellos y sus respectivas parejas, ¿Cómo no alterarse?
Rin será perfecto, las escasas veces que fue a los pequeños ensayos de baile se lució. Tiene miedo y ansiedad de dejarlo en ridículo.
Pero algo que sin duda lo hace preocuparse y poner muy pensativo, es que nunca hablo con Kaiser sobre el tema. Ninguno de los dos lo mencionó, absolutamente nada.
El japonés decide ir a buscarlo para hablar con él para que cuando llegue el día no haya malos entendidos, pero para su desagrado, luego de preguntarle a los compañeros de su dormitorio quienes indicaron que se encuentra en el patio, lo encontró junto al Omega de la otra escuela, el otro competidor y por lo tanto rival, Vincent Chevalier, hablando de quien sabe que porque no se atrevió a acercarse de más y mucho menos preguntarles ni incomodar con su presencia.
Pero por lo que escucho de otros estudiantes chismosos que igual ven patéticamente escondidos la escena, todos murmuran y confirman que tanto Michael como el Omega francés irán al baile de navidad juntos.
Y a Yoichi le duele oír eso, pero, ¿Qué podría esperar si él nunca se acercó antes de pedirle a Kaiser que fuese con él?
¿Acaso ya fue reemplazado?
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,374
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 16 de mayo del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Iba a publicar hasta mañana temprano pero, voy a estar ocupado porque iré a comprar unas cosas y luego a un cumpleaños que queda lejos de casa así, me sería difícil actualizar.Nambre me han dejado ensayos de muchas hojas, estudiar para examen, exposición, y aparte la chamba, se me complico mucho terminar este capitulo.
Y también me puse a escribir machin un one-shot kiis bien puerco, hot que no he terminado porque será largo, ni se cuando lo voy a llegar a publicar, tal vez hasta junio con lo ocupado que estoy XD.
En fin, nos vemos!!!
PD: Recuerden que esto de los metamorfomagos que se pueden convertir completamente en animal es algo que me saque del culo, no es como que este al 100% confirmado en el mundo de Harry Potter, pero quise hacerlo así y soporten💋
En fin, nos vemos!!!!
Chapter 15: 14."Baile"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Kaiser poseía trece años cuando su padre, el famoso jugador de Quidditch, Noel Noa, le contó la historia de cómo conoció a su madre Alice, quien a diferencia del francés, ella sí estudio en Hogwarts en la casa de Slytherin.
La conoció a los dieciocho años, ella tenía todavía diecisiete años, de igual manera fue en el Torneo de los Tres Magos de aquella época, la Omega más hermosa que había visto en su corta vida. Fue amor a primera vista, incluso fueron al baile de navidad juntos. Contó aquella experiencia como única y maravillosa, realmente mágica.
La madre de Kaiser tenía muchos pretendientes, ya sea por su belleza, inteligencia o su apellido, todo el mundo la adoraba, a pesar de que a veces decía y hacía locuras extrañas, era encantadora. Noa explica, que es el único buen recuerdo que se llevó del Colegio Hogwarts, y que si en un futuro le tocará vivir esa experiencia, independientemente si concursa o no en el Torneo, debe hacerlo con una persona en especial.
Michael esta seguro que sí el hubiera quedado seleccionado para competir, hubiese tomado la iniciativa de invitar a Isagi al baile con él. Como no fue así, pensó que el japonés tomaría la iniciativa para pedírselo, por eso nunca habló o menciono el tema, porque realmente esperaba que Yoichi se lo pidiera, ya sea tarde o temprano.
Pero nunca lo hizo.
[...]
Eventualmente, la noticia de que Isagi Yoichi quien representa a Hogwarts en el Torneo de los Tres Magos llevará al Alpha Itoshi Rin como su pareja de baile, se fue corriendo en cuestión de días por todo el Colegio.
Por lo que en algún momento, Michael Kaiser se enteró de aquello.
Alexis Ness sabe que el rubio no pensaba asistir al baile de navidad a menos que Isagi lo hubiera invitado como su pareja, pero debido a la situación actual, ve complicado que estos dos vayan juntos, a menos que interfiera de algún modo.
¿Pero cómo? Y más importante aun,¿Por qué el Omega no invito a su Alpha? Creía que los dos ya tenían sus sentimientos muy en claro.
[...]
En el salón del baile de navidad comenzó a llenarse a partir de las siete y media de la noche en el gran comedor, y el evento comenzaría hasta las ocho.
Isagi tuvo que llegar temprano al ser de los competidores del Torneo, por lo que tuvo que vestirse y arreglarse desde mucho antes y salir del dormitorio temprano. Así que Rin llegaría hasta mucho más tarde, pero el Alpha le prometió que llegaría a tiempo antes de la abertura del baile donde los tres competidores deben abrirlo.
Sin embargo, dieron las ocho y diez de la noche y el Itoshi no mostro señales de llegar, lo cual pone a Isagi muy nervioso ya que se están retrasando por él cuando el resto de competidores ya están con sus parejas seleccionadas.
Para sorpresa del japonés, el competidor francés Vicent quien pensó que estaría con Michael, está con otro estudiante diferente, lo cual le parece extraño pero en el fondo, lo alivia.
—¿Seguro que no te aviso que no podría venir?—pregunta Anri un tanto preocupada y pensativa, sobre todo porque los directores de las otras escuelas ya la están presionando con comenzar de una vez el baile y sobre la importancia de ser puntuales.
—No, no se que pudo pasar...—responde un Isagi angustiado. No quiere pensar mal de Rin, él no pudo haberlo plantado cuando fue el mismo quien le invito, ¿Qué habrá sucedido? Si lo busca en estos momentos ya será demasiado tarde.
—Aconsejo que mejor consiga otra pareja, no podemos seguir atrasando la abertura del baile.—menciona con cierto enfado, el profesor de la escuela Beauxbatons.
Isagi esta en un poco asustado, pero trata de calmarse recordando a quien de sus amigos puede pedirle que baile con él.¿Hiori?¿Bachira?¿Kurona?¿Kunigami?
No, Kunigami no, Chigiri es un tanto posesivo con el Alpha de feromonas cítricas, y tampoco quiere agarrar a alguien que ya tiene pareja. Esta tan nervioso que sus manos comienzan a sudar, ¿Por qué todo tiene que salir le mal?
Siente que murmuran en contra de él, sus piernas no se mueven y el tiempo corre. Se esforzó por verse lindo, y su pareja ni siquiera llegó.
Mientras que Kaiser, se encuentra de pie en el Gran Comedor, su figura destacando entre la multitud por su imponente presencia y el espléndido traje que lleva puesto. Su vestuario es una obra de arte de la moda mágica, lo más moderno pero sin perder su toque de formalismo, una mezcla perfecta de elegancia y majestuosidad que deja a todos los presentes maravillados. La chaqueta, de un blanco níveo, está adornada con intrincados bordados plateados que parecen moverse sutilmente con la luz, como si estuvieran vivos. Los patrones florales y las figuras abstractas recorren el tejido con una delicadeza que solo puede ser obra más refinada creada por los grandes magos de la alta costura.
Bajo la chaqueta, Kaiser lleva un chaleco de un profundo verde esmeralda, cruzado por cintas de un gris perlado que añaden un toque de sofisticación al conjunto. La camisa blanca que lleva debajo está complementada con una corbata ascot, cuidadosamente atada, que añade un aire de nobleza a su apariencia. Los pantalones, en un tono verde más oscuro, son ajustados y resaltan su figura atlética, terminando en unos elegantes zapatos negros que completan su atuendo con un toque clásico.
El japonés desde donde está, no puede evitar fijar su mirada en Kaiser, sus ojos recorriendo cada detalle del traje con asombro. No solo él, sino también otros Omegas en la sala, quedan fascinados por la estampa del Alpha alemán, quien parece irradiar un aura de seguridad y atractivo que es imposible de ignorar.
Yoichi considera si acercarse a él para invitarlo, después de todo, no parece que tenga pareja, ¿verdad?
Kaiser sale del comedor para acercarsele, su presencia imponente. El traje del rubio de alguna forma tiene los colores de la casa de Slytherin, y sabe como lucirlo.
—Yoichi.—dice con una voz profunda y calmada.—Parece que tu pareja no ha llegado.—comenta con cierto asombro, y lo que parecía ser un tono burlón, cambió a algo mucho más serio.—¿Te gustaría bailar conmigo?
Antes de que Isagi pueda procesar lo que está sucediendo y sienta sus dedos cosquillar de la emoción e incredulidad, siente la mano de Kaiser tomar la suya con una firmeza que lo hace sentir seguro pero al mismo tiempo nervioso, su corazón no deja de latir, su pecho hormiguea y una capa de ligero rubor enciende sus mejillas. Maldice que su mano esté un poco sudada, debe ser incómodo para el mayor.
Las luces del Gran Comedor brillan con un resplandor cálido, reflejadas en los adornos dorados y plateados que decoran el lugar para la ocasión navideña. Guirnaldas de hiedra mágica y luces centelleantes adornan las paredes, mientras enormes árboles de Navidad, cargados de ornamentos brillantes y encantados, se alzan majestuosos en cada esquina del salón. En el interior cae un poco de nieve, pero está es cálida y seca, no da frío ni moja a los estudiantes, solo es para dar un toque más navideño a la ocasión.
Las otras parejas ya están en el centro del enorme lugar, esperando que el baile comience. Kaiser lleva a Isagi hacia allí, su mano firme y segura alrededor de la cintura del nipón, guiándolo con una confianza inquebrantable. Isagi siente el calor del cuerpo de Kaiser a través del tejido del traje, una sensación que le provoca un escalofrío de emoción y nerviosismo, un deseo de besarlo ahí mismo, marcar lo con sus feromonas para dejarle a claro a los demás que Michael es su pareja, de nadie más.
Suena tan tentador pero egoísta como presuncioso, él no es esa clase de persona.¿Desde cuándo comenzó a comportarse y tener pensamientos arrogantes como los de un Slytherin?
¿Aquello es algo de lo que deba preocuparse, es realmente malo?
Siempre junto a sus amigos se han burlado de los de la casa de la serpiente, de como todos son fríos o se creen superior al resto, de que son violentos como Shidou o Lorenzo, amargados como Rin y...
No puede distraerse más o hará un ridículo en pleno baile, tanto que practico para este momento no puede arruinarlo distrayendose.
La música comienza, una melodía encantadora que llena el aire con su ritmo melodioso. Una mezcla de violín y piano encantan sus oídos.
—Es hora de que comience el baile.—invita el director de Hogwarts, Ego, dando una señal a los competidores con sus parejas para que empiecen.
Michael observa a Yoichi a los ojos, su expresión es suave.
—Confía en mí.—le dice en un susurro que solo ellos dos pueden escuchar.
Con un movimiento fluido, Kaiser levanta a Isagi en el aire, la ligereza del Omega contrastando con la fuerza del Alpha. La sala se desvanece momentáneamente para Isagi, reemplazada por la sensación de estar flotando, sostenido por los brazos firmes y musculosos del alemán.
El Gran Comedor está lleno de murmullos de admiración y sorpresa, los estudiantes y profesores observan la gracia con la que Kaiser y Isagi se mueven juntos. Es la pareja que más llama la atención, ya sea por sus bellísimos trajes, la fluidez y dedicación con la que bailan o la belleza que desprenden.
Si nos dejamos guiar un poco por los colores de los trajes, pareciera por unos momentos, que un Ravenclaw y un Slytherin estuvieran bailando. Yoichi piensa entonces que, de haber sido de la casa azul del cuervo, no hubiera estado en la mazmorra de la serpiente en aquel momento que conoció a Kaiser transformado en gato y muy probablemente sus historias serían muy diferentes ahora.
Por unos instantes, Yoichi agradece internamente haber quedado en la casa de Slytherin, porque así conoció y tuvo cercanía con Michael. En esos momentos, su corazón no quiere a nadie más que al hombre que lo sujeta con posesividad y cariño, tiene miedo de no ser correspondido con la misma intensidad con la que su cuerpo se emociona cada que escucha y tiene cerca con el guapo Alpha alemán.
Las luces parpadean con más intensidad, reflejándose en los adornos y creando un efecto casi mágico alrededor de la pareja. El corazón de Isagi late con fuerza, una mezcla de nervios, alegría y emoción que lo hace sentir vivo de una manera que no había experimentado antes.
Mientras la música continúa, Kaiser e Isagi se mueven en perfecta sincronía, sus movimientos fluidos y elegantes, reflejando una conexión que va más allá de las palabras. El japonés no puede evitar sonreír, su ansiedad desvaneciéndose ante la cercanía de Kaiser y la magia del momento.
La melodía de música se vuelve a una más íntima, donde las parejas que se van uniéndo a los competidores del Torneo, se pegan a su pareja con aires románticos.
—Yoichi, ¿yo te gusto mucho?—cuestiona de repente, tomando por sorpresa al nombrado, quien desvía la mirada.
—Si no me gustaras, no te hubiera besado ni seguido con lo que aquella vez hicimos en mi dormitorio, tonto.—bufa indignado.
Isagi se empapa ligeramente solo por recordar aquello, todavía recuerda lo calor que sintió en esos momentos en su cama. Aquella experiencia ha sido la más fuerte que ha vivido, su estómago hizo cosquillas y su vientre se calentó.
—No entiendo, si te gusto tanto, ¿Por qué no me invitaste al baile de navidad?¿Por qué invitaste a otro Alpha?—cuestiona con intriga, apretando con fuerza la cadera del Omega y mirando fijamente los labios del menor.
—Yo no lo invite, él fue quien lo hizo...y no pude rechazarlo.—admite entre pequeños balbuceos.
—Supongo que es mi culpa por no habértelo preguntado antes que él...—suspira irónico, para después, acercarse al oído de Isagi, poniéndolo nervioso.— Sabes, me gustaría marcarte para que todos vean que eres mio.
—¿Tantas ganas tienes de morderme, Kaiser?—indaga sonrojado, siente espasmos recorrer su espalda por la forma en cómo le habla Michael, sus pezones se ponen duros y ansiosos, el Omega se retuerce húmedo de tan solo pensar en sentir los dientes del rubio encajarse en su cuello, agradece que por la tela del traje no se aprecie esto.
—Lo quiero tanto como tú deseas sentirme, tus feromonas no disimulan bien, cariño.—le deposita un sonoro beso en su mejilla, seguramente más de una pareja los habrá visto.—Y me molestaría mucho que otros Alphan detecten lo bien que hueles.—advierte mientras continúa con el baile, dándole vueltas a Isagi y admirando lo hermoso que se ve en aquel bello traje azul.
Más adelante, le encantaría apreciarlo vestido de blanco.
—¿Cómo huelo?
—A que quieres empapar mi entrepierna con tus deliciosos fluidos.—le murmura, haciendo que el sonrojo de Isagi sea más visible.
—Michael...—jadea ansioso, ocultando su rostro en el pecho duro del Alpha. No puede con tantas emociones acumuladas, la forma en cómo lo hace sentir Kaiser no es normal. Su cuello hormiguea deseando ser marcado en estos momentos.
—Será mejor que hablemos de otra cosa, o me pondré terriblemente mal.—agrega risueño, acariciando brevemente los cabellos oscuros del Omega para después a animarlo a mirarlo y no perderlo de vista.
—Pensé que serias compañero de baile de Vincent.—reprocha Isagi, Kaiser se enternece por aquel recordatorio.
—Él se acercó a mí para pedírmelo, pero yo quería ir contigo, con nadie más.—deja en claro. Adora la forma en cómo se siente la mano de Isagi con la suya, más pequeña y caliente.
El nipón se sorprende al oír aquello, mientras Yoichi aceptó ir con el primero quien le invito al baile, Michael quiso esperarlo hasta el final. Se siente tan mal ahora, culpable y que no merece tantas atenciones, pero Kaiser no permitirá que el Omega se deprima por ello.
La música lenta y clásica es cambiada, el ambiente es más juvenil y divertido.
[...]
Aparte de la pareja conformada por Isagi Yoichi y Michael Kaiser, otra que logra destacar tanto y muchos curiosos mantienen sus miradas casi fijas, es la de Shidou Ryusei—quien viste con traje negro con corbata blanca y por primera vez desde que entro a Hogwarts, tiene un peinado diferente y mas adecuado a la ocasión—, el Alpha de piel morena viene acompañado de un ex estudiante de la casa Gryffindor y por supuesto, el hermano mayor de Rin; Itoshi Sae. Quien viste un hermoso vestuario rojo con esmeraldas incrustadas, un saco largo que simula la esencia de un vestido y su cabello una diadema de bugambilas con pequeños diamantes.
—Es raro que Rin no haya venido.—comenta extrañado el rubio, llamando la atención del Omega que lo acompaña e igual llegó un poco tarde.
Es muy raro por no decir imposible que Rin sea capaz de dejar plantada a su pareja, algo realmente grave debió haber pasado.
—¿Por qué? A mi hermano no le gustan mucho este tipo de eventos.
—Desde hace días se corrió el rumor que sería la pareja de uno de los competidores del Torneo. Abriría el baile junto a Isagi, pero no se presentó con él.—explica brevemente. Adora la forma en cómo varios estudiantes y maestros de repente los ven a ellos.
Shidou esta contento y orgulloso de haber traído al Omega más hermoso con él. Nadie creía realmente que lo lograría, pero él calla bocas.
—Desconocía completamente que Isagi vendría con mi hermano.
Desde que se graduó de Hogwarts el año pasado, perdió el contacto por completo con los muy pocos amigos que hizo en el Colegio.
—Estoy muy feliz de que Sae-chan este conmigo esta noche.—añade cambiando de tema, sonriente.—A pesar de que tus padres insistieron que no vinieras conmigo...
—Demonio, yo decido con quiero estar, que eso te quede claro.—le toma de las mejillas con seriedad, dándole un pequeño beso en la frente para continuar con el baile, las mejillas morenas se encendieron de un rojo brillante.
—Realmente te gusto mucho~
Otra pareja que se ve espectacular es la de Nagi y Reo, ambos de la casa Ravenclaw, a pesar que el albino viste un traje oscuro mucho más sencillo, el Omega luce algo más llamativo y lujoso, propio de su clase social. Tampoco se quedan atrás Chigiri y Kunigami, el Omega mira mal a cualquier otro quien mire a su hombre, y aprovecha para toquear al Alpha a través de su ajustado traje que marca su cuerpo.
Regresando con la pareja principal quienes ahora bailan algo más movido y divertido por la música, Michael no deja de pegarse a Isagi y estando alerta por si algún otro trata de tocar al Omega de manera aprovechada.
—Quiero pasar las próximas vacaciones contigo.—le habla un poco fuerte debido a lo alto de la música.
—¿Cómo? Todos regresan a casa hasta las vacaciones de pascuas, y aún falta mucho para estas.
—Una ves me comentaste que vives con tus padres entre muggles, yo jamás he estado en ese mundo.—agrega brevemente. Desde hace poco que Isagi le comentó que su traje fue confeccionado por gente no mágica, le pareció interesante.
—¿No?
—Y también quiero conocer a los padres de Yoichi, es lo que los novios hacen, conocer a la familia del otro.
—Suena bonito cuando dices eso.—admite ruborizado, jamás pensó que Kaiser realmente querría conocer a sus padres, eso ya tan íntimo.
—Mi novio Yoichi se sonrojo~—ríe burlón pero enternecido.
Isagi piensa que tendrá que escribirles una carta a sus padres para explicarles de que llegará en las vacaciones de pascua con alguien, cosa que nunca antes ha hecho, ni siquiera a sus amigos más cercanos como Chigiri, Bachira, Kurona e Hiori ha invitado a casa.
—Cambiando de tema, Alexis ha investigado mucho y me contó que en estos últimos días el Ministerio de Magia anda un poco extraño, como paranoicos. —menciona Kaiser un tanto preocupado.
Yoichi arruga su nariz pensativo. Si no es borrando la memoria de los muggles para que olviden cualquier mínimo incidente sobre la magia, no deben de estar paranoicos.
—¿Alexis tiene algún familiar que trabaje ahí o cómo sabe eso?—pregunta curioso.
—Sé entero mientras espiaba al director Ego, ya que él sigue haciendo algunos deberes como director de la prisión de Blue Lock y está siempre en comunicación con el Ministerio de Magia. No sabemos que podría estar pasando que los mantenga muy alertas.—explica inquietante y cerca del oído del Omega.
—¿Y dónde está Alexis?
—Bailando con...—se detiene en seco pensativo, mira a los lados divisando al Alpha un poco a lo lejos de ellos, bailando con alguien de estatura aun más pequeña que Isagi que no alcanza a verlo, además entre tantos otros alumnos es imposible.—No se cual es su nombre.—suelta un chasquido en forma de queja por olvidar algo tan importante. Ness le había contado con tanta emoción estos últimos días sobre ese alguien especial que apenas se están conociendo, solo le dijo el nombre un par de veces ya que no lo ha conocido en persona por lo que no sabe como luce.—¿Quieres venir a mi dormitorio al finalizar el baile para dormir juntos?—ofrece mientras toma la cadera de Isagi para ir por ponche.
—¿Qué no se supone que esta prohibido que los estudiantes no duerman en sus dormitorios?—menciona con duda.
—Tú confía en mí.—contesta seguro de sus palabras, llegando a la mesa de los aperitivos y sirviéndole la bebida al contrario.—Alexis no estará, el Alpha moreno se irá con su novio pelirrojo a otro lugar menos al dormitorio.—explica brevemente.
Son chicos de más de dieciséis años, hormonales que quieren estar fuera de sus aburridas habitaciones con tal de pasar tiempo con la persona que les gusta.
—¿Y Lorenzo?—le recuerda.
El mago italiano a pesar de tener la misma edad que ellos parece más maduro por sus facciones y que no se divierte como los de su edad. Isagi ha tenido la oportunidad de interactuar con él en un par de ocasiones, el europeo se junta más con el Alpha y cazador de Gryffindor; Barou.
—Sé enfermó, pasará toda la noche y parte de la mañana en la enfermería.
Isagi suspira asombrado, Kaiser parece que hasta planeo perfectamente todo para que ambos duerman juntos en su habitación precisamente esta noche, solo falta que haya muérdago y se echará a reír.
—Iré contigo, pero no haremos nada indecente, ¿de acuerdo?—condiciona con seriedad, Kaiser asiente para tomar su mano y besarle los nudillos, enviando escalofríos al cuerpo del Omega.
A Kaiser no le preocupa ni le da pena si los demás lo ven siendo romántico con su Yoichi, que todos lo sepan, es solo una forma de decirle al mundo cuanto adora al Omega con el que está bailando.
Será difícil para el japonés no caer ante las tentaciones del Alpha frente a él estando solos en un mismo espacio, pero debe resistir.
—Besarnos no es nada indecente.
El resto de la noche, Yoichi se va con su grupo de amigos para bailar con ellos y presentar les con más formalidad y confianza a Kaiser, dejando en claro que ahora sí, son pareja de verdad. Explicando además que es extraño que Rin no se haya presentado, pero ésto le permitió a él y al alemán confirmar su relación, no sólo con sus respectivos grupos de amigos, sino también aclararlo entre ellos dos.
Poco después Alexis Ness se les unió junto a su pareja de baile, felicitandoles de que por fin lo hayan hecho oficial y además, presentar también a la persona que lo acompaña.
El baile de navidad es un ocasión especial que no se volverá a repetir en las jóvenes vidas de los estudiantes, por ello, deben disfrutar al máximo y crear buenos recuerdos.
Michael piensa que así se debieron sentir sus padres hace años, enamorados y felices.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,646
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Lunes 20 de mayo del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Ya que termine mi contrato de la chamba tengo un poco más de tiempo libre, el único pedo es la Uni, que me están dejando mucha tarea y cosas por estudiar.
Por cierto, la pareja de Ness, la neta no se a quien poner, por eso no lo dejé muy en claro. Se que algunos pocos shippean a Ness con Kurona, quien sabe porque, pero lo hacen. Y yo jamás aclare la casta del tiburón. Así que, ustedes que opinan?¿Tienen alguna otra opción?Nos vemos la próxima actualización!
Chapter 16: 15."Impecable"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Pasada las doce de la noche, todos los estudiantes y profesores que llegaron al baile ya regresan a sus dormitorios o incluso ya están en sus camas dormidos, algunos con sus vestuarios puestos al tener mucho sueño como para quitarse sus ropas por completo.
Michael y Yoichi llegan al cuarto del alemán, se acomodan en la cama individual del Alpha, la cual es un poco más espaciosa que la de Isagi.
Kaiser se pone algo más cómodo y abrigado para dormir, y le presta al Omega una de sus camisas de manga larga y un short ajustable que le queda corto, aunque al nipón al ser de una muy notaria diferente complexión le queda hasta por la rodilla.
Isagi solo trae unas bragas abajo de dicho short, espera que no se le vean, ya que él short aunque es ajustable por el elástico y aprieta ligeramente su cintura, de las extremidades por donde salen sus piernas es bastante holgado, ancho. Pero no debería preocuparse tanto por ello, ambos solo dormirán juntos, no es como si Kaiser le fuera a robar su ropa interior.
Chigiri e Hiori le habían contado lo lindo e increíble que debe ser usar la ropa de tu pareja, es algo muy íntimo y adorable. E Isagi ha conseguido una nueva meta que nunca se propuso, usar la ropa de Kaiser para dormir, es cómoda, huele tan bien a pesar de que no desprenden las feromonas del alemán, es grande y lo más importante, ¡Es de él!
¿Quién hubiera imaginado al come libros de Isagi Yoichi usar ropa de un Alpha que es su novio?¿Quién hubiera imaginado siquiera que tendría novio?
Son aquellas cosas que uno nunca tiene en mente ni lo quiere tener pero cuando llega el momento, uno lo termina aceptando porque le gusta.
Sus pequeños pies descalzos tocan el frío y duro suelo de roble y de inmediato lo hacen saltar hacia la cama de Kaiser, quien se acomoda en medio de esta debajo del gran y suave adredon de algodón contra el frío.
—Acurrucate conmigo, hace bastante frío incluso con las ventanas cerradas.—indica el Alpha en un tono calmado pero reconfortante, suave, tomando a un Yoichi desprevenido que se queda embobado y siguiendo las indicaciones del alemán.
Isagi piensa detenidamente que ha pasado un tiempo desde que no aprecia el cabello de Kaiser cambiar de calor, lo cual lo calma ya que significa que su secreto no corre peligro, pero al mismo tiempo, extraña ver lo hermoso y adorable que se ve con esos cambios de humor siendo reflejados en su pelo de manera mágica.
—Mañana temprano quiero ir a los árboles luego de desayunar, mi madre de seguro me envió un par de regalos.—ríe enternecido, con una sensación acogedora mientras se acomoda en las enormes almohadas llenas de pluma y cubriéndose del frío con el edredón de la cama.
Incluso la cama de Kaiser en el dormitorio luce tan elegante y lujosa por cómo luce decorada. Huele a madera y cera.
—El mío también. Pero no creo que ningún regalo me guste tango como tú estando conmigo en estos momentos.—comenta acostándose de lado para tener una mejor vista del japonés quien ríe encantado por su comentario.
—¿Desde cuándo dejaste de ser tan odioso a ser tan amoroso conmigo?—señala irónico y curioso.
Es increíble que las primeras semanas no le caía bien y ahora no pueden estar cómodos sin el otro. Sus piernas y pies se rozan entre sí, Kaiser lo abraza.
—Desde que me di cuenta que tu eres el aroma de mi amortentia.—responde sin dudarlo, entrecerrando los ojos ya que está muy cansado, pero mirando una última vez a Yoichi antes de dormir. Quiere tener su imagen presente hasta llevarla en sus sueños.
Isagi no cree volver a sentir tanto amor por alguien como lo siente por Michael Kaiser. No es necesario responderle de vuelta, por la forma en cómo mira el alemán y como sus cuerpos se entrelazan, es suficiente para confirmar que ambos sienten lo mismo por el otro de una manera intensa y sublime.
Yoichi duerme tan cómodo y placentero que incluso olvida por completo aquel momento de pánico y nervios que vivió cuando Itoshi Rin no apareció. Isagi ni siquiera pensó en las consecuencias de no ir a dormir a su dormitorio, después de todo el Itoshi se dará cuenta y él es el prefecto.
¿Qué habrá ocurrido con el Alpha japonés?
[...]
Hace una semana atrás, Kaiser y Ness en la clase de pociones, les tocó realizar algo que se supone ya todos vieron el año anterior, pero que, por alguna razón, quieren saber si los estudiantes lo tienen todavía presente.
Primero fue una prueba teórica, un pequeño examen de como preparar una de las pociones más peligrosas y poderosas del mundo mágico; la amortentia.
Luego lo llevaron a lo práctico, y Kaiser descubrió delante de la profesora a que huele según su olfato, la poción.
Alexis olió a frambuesas y un toque picante. Mientras que Michael descubrió un aroma que ni él mismo estaba seguro de explicarlo bien.
—Ese es el aroma a sándalo y libros.—menciona la profesora segura de si luego de haber realizado diferentes pruebas para encontrar el aroma que tanto le encanta al alemán.
—¿Sándalo?
—Es una fragancia única. Es cálido y dulce. Una nota amaderada bastante intensa y exquisita.—responde suavemente.—Quizás el aroma a libros pueda ser más común, pero el sándalo es una esencia más difícil de encontrar en las feromonas de una persona.—explica brevemente.
Kaiser se quedó pensando en aquellas palabras, esa encantadora fragancia que resulta ser su amortentia, es el aroma natural de Isagi Yoichi. Cuando está cerca de él es que se permite disfrutarlo.
Desde muy joven se ha sentido siempre muy cómodo entre libros. Ha leído desde libros de física, astronomía, de criaturas mágicas, magia avanzada y psicología en diferentes idiomas como inglés y español. Recuerda lo emocionado que siempre estaba cuando le daban un libro nuevo, el aroma del empastado y las hojas con la tinta se volvió su favorito. Isagi encaja perfecto en su gusto.
—En la siguiente clase repasaremos una poción básica, la poción somnífera.—comenta la mayor hacia el resto del grupo.—¡No olviden repasar!
Los estudiantes se retiran entre murmullos y prisa, el alemán de cabellera rubia se queda observando a cierto Alpha de raras pestañas y sombría mirada.
—Oye, Kaiser, ¿es verdad que Isagi saldrá con otro Alpha en el baile de navidad?—le pregunta Ness en voz baja, intrigado por lo que los rumores dicen desde ayer.
—Si, lamentablemente.—suspira decepcionado, con lo mucho que le emociono escoger su vestuario para lucir encantador para su Omega.
—Pero si Yoichi y tú se quieren, ¿Por qué no fue contigo?
—No se que habrá pasado, supongo que más adelante me lo contará.
[...]
Rin despierta luego de una larga noche de haber dormido profundamente, en medio de su confusión y extrañeza, mira a los lados para después ponerse de pie y ver la hora.
Son las cinco de la madrugada. Tarda un par de minutos en reaccionar y darse cuenta en la posición que se encuentra apenas visualiza el ramo de rosas blancas en su cama, el cual consiguió para dárselas a Isagi.
Se da cuenta que, el baile de navidad ya ha terminado desde hace rato y el Omega no ha regresado al dormitorio, ¿Pero qué demonios ha ocurrido?
En la mesita de noche más cercana a su cama, ve un pastelillo de calabaza que el casi se comió entero la noche pasada antes de haber caído rendido ante el sueño repentino.
Entonces un golpe de remembranza le hace recordar lo que sucedió ayer.
Había llegado a su dormitorio pasada las siete de la noche, luego de arreglar unos asuntos en relación a su cargo de prefecto. Estaba por alistarse con el hermoso traje que consiguió para la ocasión, hasta que, un olor a calabaza y azúcar atrajo su olfato lo cual le permitió darse cuenta que había un enorme pastelillo de calabaza con merengue—el cual utilizan para decorar—, esponjoso y con sabor a coco, éste delicioso postre se ubicaba en su mesita de noche, a lado de su cuadernillo de notas y aguantes especiales del Quidditch.
Al principio dudo enormemente por lo que pensó en tirarlo sin consideraciones ni titubeos, ya que creyó que podría tratarse de alguno de sus admiradores locos que habían encantado el pastelito con amortentia, pero él e Isagi siempre se aseguran de cerrar muy bien el dormitorio cuando el otro no está, a menos que seas un profesor, no pueden entrar aquí.
Al acercarse, notó un papel doblado, el cual desplegó y leyó, este decía:
"Espero te guste, y deseo verte en el baile"
Junto a un dibujo de corazón, la letra es de Isagi y el aroma que desprende la hoja es del Omega, por lo que sin más sospechas, lo comió disfrutando del buen sabor. Si Yoichi se lo preparo especialmente para él, ¿Por qué habría de dudar en comérselo?
No lo termino ya que sintió pesadez en sus párpados, dejó el pastelillo en la mesita de noche y cuando decidió ir al ropero para cambiarse de ropa, cayó rendido en la cama. Hasta ahí acaba su memoria.
Itoshi Rin inspeccionó como se debe el pastelillo que comió, con más lucidez, la mente fría y tomando en cuenta los hechos pasados, se dio cuenta que aquel pastelillo fue preparado con la poción somnífera. La noche anterior se dejó guiar más por su corazón que por la mente, realmente quiso ilusionarse de que el Omega le había hecho algo especial con sus propias manos.
Lamentablemente cayó y dejó plantado a Isagi, pero lo que le inquieta es, ¿Por qué no está en el dormitorio siendo tan tarde?¿Acaso durmió en otro lado?
Algo no está bien. Necesita hablar con Yoichi y descubrir quién hizo esto, porque el responsable de tal acto, obviamente quiso arruinar su cita con el bonito Omega, que no asistiera y arruinar aquella noche mágica, especial y única que hubieran tenido los dos, se la hubiera contado a sus futuros cachorros.
Necesita disculparse por no ser más precavido como también dejarse tentar tan fácilmente, y explicar lo que sucedió. Isagi entenderá que no fue su culpa, se compadecerá y probablemente le ofrezca tener otra cita a cambio. Sería muy lindo.
Debido a que ha dormido bastante no tiene sueño, por lo que se permite hacer sus propias deducciones e investigaciones, averiguar si el responsable dejó alguna pista alrededor y como entró a su dormitorio. Debió ser muy rápido ya que sí Isagi se marchó a las siete, y él vino a las siete veinte, tuvo muy poco tiempo para hacer de las suyas y parece que lo hizo impecable.
El culpable debe ser un perfeccionista como él, por lo que hay pocos que encajen en esta descripción, muy bueno en pociones, sobre todo para disimular muy bien el aroma de esta, imitar la letra de alguien más tampoco es sencillo.
Lo que aún lo mantiene inquieto y extrañado es la ausencia de Isagi,¿Por qué no ha regresado?
¿Con quién esta?
[...]
Isagi Yoichi despierta en medio de la comodidad y el calor corporal del Alpha con quien paso la noche. Abrir sus párpados aún un poco adormilado y encontrarse con el bello rostro pacifico de Kaiser, es sumamente reconfortante, hermoso y cálido.
Piensa en cuanto le gustaría despertar cada mañana a lado de Michael y posar su mirada en el rostro durmiente del alemán.
Se da la vuelta para encontrarse con un pequeño reloj bellamente tallado de madera fina, el cual marca las seis y media. Dándose cuenta debe levantarse si quiere llegar temprano al desayuno. Debe de estar en su dormitorio antes que...
La imagen de Itoshi Rin en su mente nubla sus pensamientos, ni siquiera sabe como debería verlo a la cara, se pregunta que excusa le dará y si se disculpara por lo que pasó.
Sentir los brazos largos y musculosos de Kaiser tomarlo de la cintura para atraer lo hacia su cuerpo lo hace sentir protegido y tan querido que no quiere irse. Se da cuenta, luego de limpiarse las lagañas de sus pestañas y bostezar, el desastre que es el cabello de Kaiser por las mañanas.
Es incluso peor que aquella vez en que descubrió que Kaiser es Azure, cuando despertó con el cuerpo desnudo del alemán, se sentía desconcertado y horrizado. Ahora es totalmente diferente.
La melena rubia de sus raíces y el resto azul es un nido de pájaros, como pequeños resortes que salen despavoridos. Es adorable y atractivo de alguna extraña manera, su suave respiración transmite paz, sus largas pestañas rubias son bonitas y ya no tiene aquel delineador rojo con el que siempre lo ve en clases, entrenamientos u otras actividades diarias.
Yoichi se mira, recordando que durmió con la ropa de Kaiser, pensar en que tiene que regresar la le hace sentir ansioso, le gustaría quedarse con ella para dormir.
—Michael, despierta, es hora del desayuno. Hay que apresurarnos.—le dice en voz baja, tratando de mover lo.
El rubio entre abre sus párpados con pesadez, rodeando la cintura de Isagi, bosteza y se queja.
—Quiero estar más tiempo contigo en la cama, Yoichi.
—Tenemos toda una vida para pasar tiempo juntos.—le sonríe enternecido, acariciando sus enredados y largos cabellos rubios con suavidad y cariño.
—¿Aquello fue una propuesta de matrimonio?—sonríe burlón.
—Solo digo, que tendremos otras noches y mañanas para dormir juntos.
El alemán se levanta, da otro bostezo más largo como profundo, se estira y balbucea para después rascarse su barriga de manera descuidada. El deseo de Isagi ahora es acariciar su abdomen y esa pequeña barriga que tiene en la próxima vez que despierten juntos una mañana.
—Tu cabello esta hecho todo un desastre.—señala el alemán divertido por la forma en cómo está el pelo de Isagi.
—¡¿El mío?!—exclama indignado, claro que su cabello está desordenado, pero no se compara con la rubia.—¿te has visto a ti?—señala indignado y entre pequeñas risas.
—Cariño.
Michael le toma del mentón para que se quede quieto, se acerca para besarlo con tanto furor y necesidad que hace jadear al japonés, su lengua se siente ardiente con la de su amante, la boca de Kaiser lo come tan bien que se siente en el cielo.
Pone sus manos en el pecho del Alpha para detenerlo y sujetarse, Kaiser se separa dejando un camino delgado de saliva que conectan sus bocas. Las grandes manos del rubio descienden hasta su trasero, apretando con fuerza, Yoichi gime y sabe que si no lo detiene, esto terminará tan mal porque a este punto de su vida, sus instintos cederán a los deseos más primitivos de Michael.
—Necesito pasar a mi dormitorio antes del desayuno, espérame ahí y guardame algo.—le asegura mientras le da un último beso rápido y suave, para pasar a retirarse en calcetines, no sin antes, tomar su traje de la noche pasada para llevárselo consigo.
[...]
Isagi llega lo más rápido posible a su dormitorio para cambiarse, tratando de no ser visto por nadie ya que pueden ver que trae la ropa de alguien más. Para su fortuna, todos o siguen durmiendo o están desayunando en el gran comedor de Hogwarts. Piensa que debe relajarse estos días, aun tiene algunas semanas más de descanso antes de la siguiente prueba del torneo.
Al entrar al dormitorio, se queda unos instantes paralizado cuando su mirada se encuentra con la de su compañero de cuarto; Itoshi Rin, quien al darse cuenta de la presencia del Omega, le mira fijamente y con una expresión de incertidumbre.
Tal vez sea su expresión se deba por la hora en que llega y no haber pasado la noche en el dormitorio como dicen las reglas, o por traer la ropa de alguien más puesta.
—Isagi, necesitamos hablar.
[...]
Kaiser llega al comedor a las siete y media para desayunar junto a su amigo Alexis Ness quien parece medio dormido y con los labios tan hinchados de, seguramente, haber pasado la noche entera besándose con su pareja. Despeinado y sonriente, parece que pasó una noche maravillosa, y aunque esta seguro que no hubo sexo, el Alpha de cabello magenta, apesta a las feromonas de su pareja de baile. Probablemente hubo roces y una que otra tocada debajo de las ropas. No sería el único que lo habría hecho, las otras parejas que fueron con la persona que tanto les gusta también lo hicieron.
No hay muchos Slytherin presentables esta mañana, Shidou quién sabe a donde se fue pero quizás pasó una agradable noche con su Omega pelirrojo. Lorenzo sigue en la enfermería, Loki tampoco está presente.
—¿E Isagi?—menciona Ness, un tanto sorprendido por la ausencia del Omega de Kaiser. Pensó que ambos vendrían juntos.
—Dijo que se cambiaría rápido y le guardaramos algo.—responde encogido de hombros.—¿Cómo te fue a ti? Hasta tienes labial en el cuello.—señala con diversión y cierta sorpresa.
Ness se avergüenza y sus mejillas se ruborizan demasiado, trata de ocultar las evidencias con el cuello de su camisa y la capucha de la túnica oscura, más no tiene la intención de borrar la marca del labial pronto. Balbucea intentando justificar la obviedad del asunto, pero suspira frustrado porque sabe que no puede engañar a Kaiser, se pregunta si alguien más se habrá dado cuenta durante el camino al comedor.
—Él es tan genial, sabe hacer cosas increíbles con la boca, es tan pequeño y bonito.—suspira con ilusión y ternura, maravillado por aquella única experiencia del baile de invierno.
En su anterior escuela tenía muy pocos amigos, y no mostraba algún especial interés por alguien de manera romántica, pero en Hogwarts ha conocido el verdadero amor.
—Tampoco tienes que darme los detalles.—le golpea ligeramente el hombro al contrario.
No lo juzga, él también le gusta mucho hablar de lo lindo que es Isagi, llenarlo de besos y jamás soltarlo. Aunque sigue igual de sorprendido que exista alguien más pequeño que Isagi y tengan casi la misma edad.
—Lo siento. Solo que estoy muy feliz.
—Por cierto, ¿Sabes algo acaso de con quien iba a ir Isagi? Su nombre era, ¿Itoshi?—menciona confundido para cambiar un poco de tema, arrugando la nariz como gato.
Todavía no se acostumbra a la afiliación de los nombres japoneses. Primer es el apellido luego el nombre de pila, ¿Pero cual es cuál?
—Itoshi Rin, es el hermano menor de Itoshi Sae.—le confirma Alexis.—Es prefecto de nuestra casa, cazador de Quidditch, va con nosotros en clase de pociones, encantamientos y,—
—El compañero de Yoichi.—interrumpe a Ness con una mueca en sus labios de desagrado. Jamás ha cruzado palabras con él, casi nunca lo voltea a ver y solo escucha uno que otro comentario acerca del japonés de orbes verdes.—¿Por qué habrá plantado a Yoichi en el baile?
La respuesta nunca llega.
[...]
Isagi había perdido cualquier esperanza de llegar a desayunar junto con Kaiser y compañía al comedor. Habían quedado en después ir al árbol de navidad para abrir sus regalos, pero ahora esta atrapado en las explicaciones, disculpas y acusaciones de su compañero de dormitorio.
—La acusación que estas haciendo es grave, Rin.—advierte el Omega con una expresión seria y pensativa, luego de haber escuchado toda la historia del Itoshi sobre porque no fue al baile y la prueba, quedó sorprendido, pero le molesto escuchar a su principal sospechoso.
—¿No me crees?
—Si creo que alguien te haya engañado y echado poción somnífera en el pastelillo de calabaza para que no fueras al baile de navidad.—comenta comprensible, para después cerrar sus puños con molestia y fruncir el ceño.—Lo que no acepto, es tu acusación hacia Michael Kaiser. ¿Por qué piensas que es él?—pregunta extrañado e inconforme.
Ambos están sentados en la misma cama, en este caso, la del Alpha. Isagi agradece en parte que Kaiser anule sus feromonas, así al llegar a cualquier lugar, ningún aroma ajeno al suyo lo delata. Rin no puede asegurar con quien paso la noche porque no huele nada más en él.
—Me puse a revisar el historial académico de los estudiantes en la materia de pociones, y de los quince que encontré, incluyéndome, él encaja en mi principal sospechoso. Su dormitorio está muy cerca del de nosotros, la caligrafía en sus trabajos es perfecta, impecable.—explica Rin sin dudarlo y severo.
—¿Qué tiene que ver que tenga bonita letra con que sepa imitar la mía?—expresa confundido.
—Aquellos que tienen buena caligrafía tienen más probabilidades de saber imitar la de sus compañeros.—explica brevemente. Añadiendo con naturalidad:—Hay un estudio que lo demuestra.
—Esto es una tontería.—suspira incrédulo e irritado, él está seguro de que Kaiser jamás haría algo como eso. Él no es ese tipo de Alpha, y aunque también sospecha de que el culpable debe ser muy bueno en la materia de pociones, no deberían de sospechar de sus propios compañeros de Slytherin.
En Hogwarts, las casas suelen destacar particularmente en alguna materia o actividad. A Gryffindor se le conoce como la casa que más copas Quidditch ha ganado desde que se fundó Hogwarts y comenzó hacerse los torneos entre casas anualmente. La casa que menos destaca en este aspecto es Hufflepuff.
—Dime, ¿Con quién terminaste abriendo el baile ayer?—pregunta Rin con cierto tono acusador.
—Con él.
El Itoshi suspira frustrado.
—Él lo planeo todo, sabía que si yo no me presentaba, podría bailar contigo. Es muy obvio, ¿Por qué no te quieres dar cuenta?—pregunta insistente y dolido de que el Omega que tanto quiere, le cueste aceptar o ver la cruda realidad de la situación.
—...
Un silencio incómodo y tenso se instala en el dormitorio, la amargura del aroma de Rin es notable, y el de Isagi es agrio. Ninguno quiere ceder a lo que defiende al otro.
—¿Dónde pasaste la noche?—pregunta intrigado el Alpha.
Isagi tarda un poco en responder, no puede contestarle que con Kaiser, definitivamente el Itoshi no lo dejaría pasar su osadía esta vez, sobre todo porque ahora le debe tener un odio al alemán por algo que, sigue defendiendo, no es su culpa.
—Con mi amigo Hiori, el de Ravenclaw.—miente con esfuerzo intentando no deltarse con algún gesto ya que él no tiene la costumbre de mentir, luego se reunirá con su amigo Omega para asegurarse de que lo cubra con su mentira por si Rin en algún otro momento se le ocurre averiguar más a fondo.
El Itoshi lo piensa detenidamente, tratando de recordar quien es el chico del que se refiere. Con trabajo ubica entre los amigos Omegas de Isagi a Chigiri y Reo.
—¿El buscador de Quidditch de cabello azul?
—Sí.
Rin opta por creerle. Yoichi no huele a feromonas de Alphas, seguramente solo bailo con aquel alemán porque no tenía opción, no porque realmente lo deseara.
—Mira, sé que es una acusación grave, pero todas mis sospechas encajan con ese estudiante alemán.—agrega con seriedad.
Isagi suspira, será muy difícil convencer a Rin de lo contrario, y si el azabache habla con el director y gana el caso, podrían expulsar a Kaiser de la escuela, no quiere que pase eso.
Desde el año pasado muchos murmullan incluso entre sus propios amigos y demás compañeros, que el alumno "favorito" del director Jinpachi Ego, es el mismo Itoshi Rin. No se sabe si solo sea por lo excelente alumno que es y que siempre lo obedece sin quejarse, o porque los padres de Rin trabajan en el ministerio de Magia y por lo tanto, tiene una fuerte influencia ahí como en todo el mundo.
Se muerde el labio inferior con desesperación, necesita más tiempo y hacerle ver al Itoshi que Kaiser es inocente, ¿Pero cómo?
Todo por culpa de una poción.
"Poción, esa es la solución."
Para pelear con fuego a veces se necesita del mismo elemento.
—De acuerdo Rin, para que veas que soy imparcial y te doy el beneficio de la duda, tengo un plan para saber con certeza, si Kaiser realmente es el culpable de lo que tu le acusas.—argumenta con seguridad y determinación.
—¿Cuál es ese plan?—arquea su ceja con duda e intriga, interesado por escucharlo.
La cercanía en ambos es mucha, sus piernas se rozan y el Alpha no deja de mirar al Omega con tanto deseo, lleno de ira, furia por tan solo recordar que su momento con él en el baile ha sido arrebatado.
—Veritaserum.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 4,088
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 23 de mayo del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
A poco nadie sospecho ni un poco de que la causa por la cual Rin planto a Isagi es porque le dieron de tomar una poción?Nos vemos en la próxima actualización!
Chapter 17: 16."Branquias"
Notes:
Recordatorio, de que si meto explicaciones sobre cierto término, poción o especie, lo hago porque se que algunos de mis lectores no están familiarizados con el mundo de harry potter y leen este fanfic porque es kiis y porque les interesa el mundo mágico pero no saben de este. Es como una ayuda y así les ahorro buscarlo aparte.Quizás a algunos les parezca tedioso tanta explicación porque ya le saben, pero igual me vale verga.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Veritaserum, en términos muy sencillos, funciona como un suero de la verdad. Se necesitan sólo tres gotas de esta poderosa poción para que el usuario o bebedor suelte hasta sus más oscuros secretos. Aunque claro, por las mismas palabras de varios expertos en la materia, funciona mejor con los desprevenidos, los vulnerables y que no tienen la habilidad suficiente para protegerse contra la magia de dicha poción.
Por supuesto que veritaserum tiene un defecto y es que aquellos que la beben, pueden resistir la, si el mago tiene una buena habilidad para ello o también si es experto en la oclumancia. Por eso mismo es bastante regulada por el Ministerio de Magia.
Isagi ha quedado con el Itoshi de realizar la poción con su debido antídoto para dársela al Alpha alemán y así saber si es o no el culpable de que Rin se haya quedado profundamente dormido y por lo tanto, lo haya plantado en el baile. Confían en dicha poción ya que van a agarrar a Kaiser desprevenido y éste no sabe la técnica de oclumancia, por lo que funcionará en un cien por ciento.
Debido que, Rin es más profesional en el tema, él se encargara de hacerla ya es que es el más apto para prepararla y conseguir los ingredientes, aun así, le llevará varios días hasta que quede completamente lista, mientras tanto, Yoichi continuará preparándose para el segundo desafío.
No quiere preocuparse ni angustiarse por otra cosa más que no sea el Torneo, además que confía en las habilidades del Itoshi, es el mejor estudiante en la asignatura de pociones por algo.
[...]
Isagi se reunió un tanto tarde con sus amigos y su pareja al desayuno, dando una absurda excusa, poco después decidieron ir abrir los regalos de navidad que sus familiares les enviaron desde sus hogares.
A varios les regalaron ropa, accesorios mágicos o una nueva escoba. Yoichi recibió una cajita con una docena de Kintsubas que tanto le gustan, además de una nueva escoba que presume ser de las más rápidas de todo el mundo mágico y semillas de girasol, aconsejable que se planten en tiempos más cálidos y le dé el sol. Isagi tendrá que esperar a que el invierno terminé y con suerte conseguirá un buen lugar para hacerlo.
Con curiosidad, Yoichi mira al Alpha de cabello magenta sentado junto a ellos con una sonrisa, pero no parece buscar su regalo.
—¿A ti que te trajeron, Ness?—cuestiona con genuina curiosidad. Tal vez ya abrió su regalo y no se dio cuenta.
—Mis padres no tienen nada mágico que regalarme, todo lo que tienen son cosas muggles y aquí está prohibido traerlas.—responde brevemente encogido de hombros, creando intriga en el azabache.
Ya tenía la gran sospecha de que los padres de Ness son mestizos, pero no que vivieran en el mundo no mágico como él.
—¿Tus padres también viven en el mundo muggle?
—Mi madre es squib y desde su niñez se crío en el mundo no mágico, ahí conoció a mi padre muggle.—comienza a explicar, capturando el gran interés de Isagi y el resto de sus amigos.
Un squib, es un tipo de persona que, nace de al menos un padre mágico pero este no puede hacer ningún tipo de magia. Suelen ser muy discriminados por los sangres puras o incluso magos mestizos ya que son etiquetados como una "decepción". En otras palabras, muggles nacidos de magos. Claro que, a pesar de que estos no puedan hacer encantamientos, hechizos o demás cosas, aún poseen un gen mágico. Esto les permite ver y oír aquello que los no mágicos no pueden.
Un muggle no puede ver el castillo de Hogwarts, por ejemplo. En cambio, un squib puede hacerlo e interactuar incluso con éste. Son un caso peculiar entre los mismos brujos y magos.
—Ambos son científicos, y aunque mi madre puede ver la magia, se dejó influenciar mucho por mi padre en cuánto la idea de que la magia no es real.—continúa hablando Ness, dejando bastante sorprendido al grupo de amigos de Isagi.
Algo que les inquieta, ¿Cómo es posible que Ness haya entrado al Instituto Durmstrang siendo hijo de un muggle? Ese lugar permite solo a los sangre pura, o al menos, eso se supone...
—¿Tú padre sabe que tu madre aunque no hace magia, desciende de magos?—cuestiona Chigiri con intriga.
—No lo sabe. Tampoco sabe acerca de qué soy mago.—responde con un suspiro pesado e incrédulo.
—¿Entonces que le dicen cada que vienes al mundo magico por la escuela?—pregunta Yoichi sin dejar de observarlo bastante asombrado.
En el fondo, se siente contento de que sus amigos convivan un poco más con Kaiser y Ness, a pesar de que estos sean Slytherin y la mala imagen que siempre han tenido e incluso él también se les unía en criticarlos. Siente que este momento, será un recuerdo feliz que perdurará con los años. Chicos de diferentes casas conviviendo amigablemente. Sin competencia ni peleas.
—Mi mamá le miente. Papá y mis hermanos mayores creen que voy a un internado especial y gratuito donde me enseñan algún deporte y ser alguien correcto.
—¿Tienes hermanos?¿Son muggles?—pregunta esta vez Bachira.
—Si. Yo fui el único de los tres hijos de mamá que nació con magia, mis hermanos no saben nada del mundo mágico, aunque a veces creo que sospechan un poco de que hay algo raro entre mi mamá y yo cada vez que vengo al mundo Mágico para la escuela.—se sincera, tampoco entiende porque su madre no les ha dicho la verdad tanto a sus hermanos y padre lo que es en verdad.
A este paso, envejeceran sin saber la verdad de sus raíces y genes mágicos.
Su infancia ha sido muy difícil, es el incomprendido de la familia, el que hace cosas raras.
—Había oído que los más necios en creer en la magia son los científicos.—añade Kunigami mientras le peina el cabello largo y lacio a Chigiri.
—Es bastante difícil convivir con mi familia, todos aman la ciencia, hasta mi madre que puede ver la magia. Me siento como un completo bicho raro entre ellos, por eso siempre me emociono cada vez que hay ciclo escolar, adoro estar con la gente que es como yo.—confiesa con emoción, para despues dirigirse a su amigo rubio.—Y Kaiser igual me comparte de sus regalos.—añade entre risas.
—¿Qué te dieron a ti, Kaiser?
—Chocolates, algo de dinero, unos guantes para el Quidditch, una nueva escoba...—comienza a contar sus obsequios, hasta ser interrumpido por su novio al ver el tipo de escoba que le dieron.
—¿¡Te compraron la escoba más veloz del mundo mágico!?—exclama mientras la mira de cerca y con el número exacto de su creación. Todos se rieron por su reacción, Isagi es quien más se emociona por estas cosas.—No conozco a nadie en la escuela que la tenga, son realmente caras y exclusivas. Ni siquiera he oído que Mikage Reo la posea.—agrega asombrado e incrédulo, la escoba ya tiene algunos meses que salió, no es tan reciente y ni siquiera estudiantes millonarios como Reo, Yukimiya y Rin, la tienen.
Después de un rato, cada quien se va de regreso a sus dormitorios, quedando solamente los de Slytherin.
—Noa me envió una carta.—señala con seriedad y cierta curiosidad. Tiene incluso el sello de la familia, demasiado formal y elegante.
Isagi se le pone encima a Kaiser apenas escucha el nombre de Noa, abrazándolo desde atrás y poniéndose muy cariñoso.
—¿Y qué dice?
Ness también se les acerca con curiosidad por el contenido de la carta.
Kaiser suspira pesado y abre el sobre para proseguir a leer la carta de su padre.
Yoichi la mira de reojo, pero no la entiende, esta escrito en alemán. Michael nota la desilusión en los ojos de su novio por lo que decide hablar.
—Por algún motivo que no es tan claro, papá se disculpa porque no podrá ir a visitar la tumba de mamá este inicio de año.—dice en palabras sencillas. Explicando:—Cada día final de diciembre, vamos a visitar la tumba de mamá. Como estoy en la escuela este año, él iba a ir solo. Pero por alguna razón, no podrá hacerlo.
—¿Qué ha surgido?—pregunta Ness extrañado.
—Dice que el Ministerio lo necesita por algo muy urgente.
—¿El Ministerio de Magia? Pero si es un jugador profesional de Quidditch ya retirado, ¿que necesitan de él?—menciona Isagi bastante intrigado como confundido.
Kaiser sigue leyendo hasta terminar el contenido de la carta, su expresión es bastante seria que luce casi molesto.
—Tiene que ver con el asesino de mi tío.—responde con frialdad.
—¿El que ya está muerto?
—Por lo que escribe en la carta, parece ser alarmante la situación, no entra en detalles.
[...]
Un nuevo año en el mundo comienza, dos mil diecinueve. Dentro de pocos meses, Isagi cumpliría la mayoría de edad.
Ahora mismo, se encuentra en la biblioteca luego de descifrar con ayuda de Alexis Ness mientras jugaban en el lago, que la siguiente prueba será debajo del agua, por lo que necesita algún hechizo, poción o algo en concreto que le ayude a respirar bajo el agua durante un determinado tiempo.
Debido a que sus amigos Chigiri, Bachira, Kurona y demás están ocupados en sus entrenamientos de Quidditch y pasando ratos románticos con sus respectivas parejas, el único que le hace compañía es Hiori Yo, ya que el Omega de Ravenclaw afirma que está muy interesado en ir a la biblioteca para buscar cierta información para asuntos personales.
Mientras Isagi hojea un libro sobre encantamientos bajo el agua, bastante concentrado y ansioso ya que es cuestión de días para el siguiente desafío, Hiori viene bastante sonriente con un libro empastado de un color oscuro y letras en latín y árabe. Le parece tan extraño ya que Isagi se sabe de memoria casi todos los tipos de libros que hay en la biblioteca, pero ese lo desconoce por completo.
—¿De dónde sacaste ese libro?—pregunta con bastante intriga e interés, observando a su amigo sentándose a su lado, muy cerca para hablarle en voz baja.
Debido a la cercanía, puede oler las feromonas de Hiori, algodón de azúcar y una mezcla de mar de agua dulce. Es bastante increíble y única su esencia que a cualquier le daría envidia. En esta ocasión, su aroma es más fuerte que de costumbre que casi le abruma.
—De la sección prohibida.—le contesta quisquilloso y cerca de su oído para que solo él escuche. Mirando hacia los lados y ocultando el libro negro con otros libros para que nadie se dé cuenta de lo que trajo.
Isagi jadea pasmado y un poco horrizado cuando se menciona aquel lugar.
—¿Qué te interesa que puede estar ahí?—pregunta en susurros en forma de regaño y todavía con latente intriga.
—Este libro lo sacaron a finales del ciclo anterior. Se supone que viene más actualizado.—responde encogido de hombros, abriendo el libro en la parte del índice y buscando cierto tema en particular.
El libro tiene menos de doscientas páginas, habla sobre los maleficios imperdonables, los magos oscuros más poderosos de cada época como su historial y sobre los crímenes más sanguinarios hechos por magos más despiadados y fríos del mundo mágico.
—¿Actualizado de dónde?—cuestiona Isagi confundido, dejando de lado por unos momentos su atención a lo que leía y más enfocado en lo que busca su amigo Hiori.
El Omega de Ravenclaw le mira fijamente de una manera seria y pensativa, como si dudando un poco si abrirse a él en no. Hiori confía mucho en Yoichi, él es su... mejor amigo, puede confiar en él.
—¿Conoces los maleficios imperdonables?
¿Cómo no hacerlo? Si él estuvo a punto de nombrar el peor de todos cuando se enfrento al dragón oriental porque pensó que había matado a Kaiser. Siente un sabor amargo de tan solo recordar aquello.
—Claro que si, tu y yo tomamos la misma clase de defensa contra las artes oscuras. No los enseñaron en quinto grado, el mismo director Ego dio la clase personalmente ese día a pesar de que otros profesores se oponían.—explica brevemente Isagi con cierta melancolía.
Esa clase fue tan entretenida y aprendió mucho, algo que muchos adultos u otros profesores no se atreven a hablarles a sus alumnos o hijos, sobre todos si son menores de dieciocho años.
Pero Ego no se tentó, fue claro y directo, dijo con dureza que es mejor aprenderlo a corta edad que ser un ignorante hasta adulto. Incluso tuvo la osadía de dar claros ejemplos utilizando una araña, varios del salón se aterraron o traumaron, a otros solo les dejo un mal sabor de boca y aguantaron toda la hora completa de la clase.
Para Isagi Yoichi, es de las pocas clases que jamás se le olvidará. Los detalles, los ejemplos, las palabras del director, todo fue tan oscuro, crudo e informativo.
—La frase que decía es que si recitas alguna de estas maldiciones, tienes un boleto directo a su prisión, Blue Lock.—agrega Hiori con más seriedad, por unos segundos, sus rasgos afeminados parecían más masculinos por su expresión, es curioso.
Él fue de los pocos que no se traumo, solo le dejó un mal sabor de boca pero generó gran curiosidad. No lo hablo con nadie en ese momentos porque sabía lo que todos dirían.
"No está bien que un Omega piense en esos temas." Le da tanta furia y le parece tan absurdo esos tipos de comentarios que ha soportado por muchos años. Por eso él quería participar en el torneo de los tres magos, para ganar y callar a todos, aún así, se siente tan feliz y aliviado de que su amigo Yoichi haya conseguido estar seleccionado para representar a Hogwarts. Él confía en que puede lograr ganar.
—¿Pero por que de repente las mencionas?—cuestiona Isagi confundido.
—Estás maldiciones fueron creadas hace tres siglos. Siempre han sido tres.—contesta haciendo énfasis en la fecha y el número de estas.—Hasta hace unos años.
—¿Cómo?
—Mi madre me contó algo muy confidencial de su trabajo antes de venir a Hogwarts este ciclo. Hace menos de quince años, un brujo de magia oscura creo una cuarta maldición imperdonable.—le dice lo más cerca posible con voz bajita, su mejilla roza con la oreja del azabache quien escucha atentamente con gran sorpresa.
Hiori es mestizo. Su madre es bruja, tiene un importante puesto en el Ministerio de Magia, en cambio, su padre es muggle y se dedica al deporte muggle.
—¿Quién era ese brujo?—pregunta con gran interés e intriga.
No había escuchado nada acerca de una cuarta maldición imperdonable, ningun maestro lo ha mencionado, ni siquiera el mismo director, pero si igual el Ministerio lo tiene tan confidencial, tiene mucho sentido que no estuviera enterado y casi nadie sepa de esta información.
Tiene que contárselo a Kaiser.
Ya de por sí crear algún hechizo es bastante complejo y peligroso, y si lo haces bien, ganas reconocimiento y dependiendo de que tan útil y usado es el hechizo, puedes ganar mucho dinero.
Los padres de su amigo Reo son millonarios no sólo por ser herederos de una fortuna, sino porque crearon hechizos bastante útiles, complejos y bastante usados en todo el mundo.
Crear una nueva maldición imperdonable es algo que nadie ha hecho en siglos, por lo que, quien lo hizo debe ser tan poderoso e inteligente, así como muy peligroso.
—El mismo que asesinó al anterior Ministro de Magia.—responde Hiori dejando atónito a Isagi, ya que sabe que ese brujo es el mismo asesino del tío de Kaiser.—Su identidad escasos magos lo saben. Dicen que era tan poderoso como el director Ego. Mi madre me contó incluso que, la única razón por la que nuestro director logró vencer a este mago oscuro, es porque fue más inteligente que el otro y sólo un poco más poderoso.—argumenta con detalle y seguridad.
—¿Y cuál fue ese maleficio que creo?—pregunta con angustia.
No puede imaginar otra cosa tan horrible como los tres originales.¿Qué hechizo puede ser tan inhumano que se considere totalmente prohibido por ser tan peligroso?
—Nadie sabe como se pronuncia, y el único testigo que había se suicidó. No se todavía en que consiste dicho encantamiento, pero me parece interesante...—menciona con un suspiro al final y bastante reflexivo.
Esto significa que sólo el creador del hechizo sabe como se recita, pero éste no debió decir nada, lo ejecutaron y el testigo nunca habló. Es tan intrigante y misterioso.
—Por cierto, ¿Sabes cuál será tu siguiente desafío?—pregunta Hiori para cambiar de tema abruptamente, dejando a un Yoichi bastante conmocionado y curioso por el tema recién hablado.
—Sé que será debajo del agua, por eso estoy buscando algo que me ayude a respirar debajo de esta.—comenta con tranquilidad.
El ambiente pesado y oscuro de hace un rato ha sido cambiado.
—Yo te puedo ayudar. ¿Conoces las branquialgas?
Isagi negó, aunque cree que escucho ese nombre en algún parte hace años, no está seguro. El Omega de cabello celeste le explica en qué consiste y qué puede conseguirla, haciendo que la sonrisa del de Slytherin se agrande más.
—Hiori, eres el mejor. ¿Cómo es que sigues soltero?—le abraza y pellizca la mejilla cariñosamente.
Su pregunta directa hace que el nombrado se ruborice y actúe un tanto nervioso.
—En realidad, hay alguien que me gusta mucho.—confiesa para asombro de Isagi.
—¿Y qué esperas para lanzarte?—le motiva con seguridad.
En todo Hogwarts, entre Alphas y Betas, hablan mucho del grupo de los tres Omegas más hermosos del Colegio. Así los etiquetaron.
Chigiri, Reo e Hiori. Siempre tienen muchos pretendientes y presumen de mucha belleza que hasta se les compara con ninfas o descendientes de veelas.
—Es que esa persona, ya tiene a alguien más.—admite con un suspiro triste.
A Yoichi le cuesta tanto creer que Hiroi Yo no tenga pareja y además, la persona que le guste no le corresponda.
Quiere preguntar quien es pero, no quiere ser imprudente, se suponen que vinieron a la biblioteca a estudiar y leer.
—Oh... bueno, solo es cuestión de tiempo para que el indicado venga.—le insiste confiado para animarlo.
[...]
Isagi se encuentra de pie en la plataforma de lanzamiento, sintiendo el frío aire matutino en su rostro mientras observa la vasta extensión del lago negro. Viste un traje ajustado de neopreno, diseñado para mantener su cuerpo cálido en las frías aguas, de un color azul oscuro que refleja la poca luz del sol con destellos. A su alrededor, los otros competidores se preparan, y el público, compuesto tanto por estudiantes como profesores, se agolpa alrededor del lago, ansiosos por ver el segundo desafío del Torneo de los Tres Magos.
El corazón de Isagi late con fuerza en su pecho, una mezcla de nerviosismo, ansiedad y una pizca de preocupación recorriéndolo. Se pregunta por qué Kaiser no está allí para darle su apoyo, su presencia siempre le es tan reconfortante y de suma importancia, especialmente en momentos como éste. Ni siquiera Ness sabe donde se metió, dice que desapareció desde la noche. Sin embargo, su amigo Hiori se acerca con una sonrisa alentadora, sosteniendo un pequeño trozo verde de branquialgas.
—Yoichi, toma esto.— dice Hiori, extendiéndole las plantas verdosas y viscosas.—Te ayudará a respirar bajo el agua.
Isagi asiente, tratando de calmar sus pensamientos mientras toma las branquialgas. La textura resbaladiza y fría de las plantas le resulta extraña al tacto.
—Gracias, Hiori.—murmura, intentando esbozar una sonrisa. Sabe que no puede dejar que sus emociones lo dominen ahora.
Con un suspiro profundo, el azabache se lleva las branquialgas a la boca, masticando rápidamente a pesar del sabor amargo y terroso. Siente un escalofrío recorrer su cuerpo mientras traga, y una sensación de hormigueo comienza a expandirse desde su garganta hasta sus extremidades. No tiene mucho tiempo para reflexionar sobre el cambio, pues sabe que debe entrar al agua pronto.
Con determinación renovada, Isagi se sumerge en el agua del lago. El frío lo envuelve instantáneamente, pero pronto su cuerpo comienza a adaptarse gracias al traje. Siente un dolor agudo en el cuello, y al tocarse de inmediato, nota que branquias comienzan a formarse a ambos lados. Sus manos se vuelven palmeadas al igual que sus pies, es una membrana translúcida que aparece entre sus dedos. Su respiración se vuelve más fácil, el agua es su nuevo oxígeno ahora.
Abriendo los ojos bajo el agua, Isagi se da cuenta de que su visión se ha adaptado también, permitiéndole ver con claridad en el entorno acuático. A su alrededor, el agua se extiende en todas direcciones, un mundo oscuro y misterioso, lleno de sombras como formas indistintas que se mueven en la distancia.
Con una patada fuerte de sus piernas ahora palmeadas, el chico de Slytherin se adentra más profundamente en el lago para pasar la prueba. Siente la resistencia del agua contra su cuerpo, pero sus movimientos son ágiles y controlados. Piensa que, incluso si hubiese usado algún otro método para respirar bajo el agua, no será tan bueno como este. Las branquialgas no sólo le permiten respirar bajo el agua, sino también moverse con total fluidez y rapidez. Le da gran ventaja contra los otros competidores.
Los sonidos del mundo exterior se apagan, dejándolo en un silencio absoluto, solo roto por el suave zumbido de la corriente.
A medida que se adentra más y más, la luz del sol se desvanece, y la oscuridad lo envuelve. Sin embargo, pequeños destellos de luz mágica, como diminutos fuegos fatuos, iluminan el camino, guiándolo hacia el objetivo del desafío.
Queda horrizado en un principio, ve a personas, estudiantes ahí bajo el agua, con los párpados cerrados y alguna magia especial permitiendo que puedan respirar ahí abajo, además que hay cadenas que atan sus pies que los mantienen ahí.
Hay uno que tiene el uniforme del instituto Durmstrang, otro es...¿Charles?, el pequeño Omega de quince años de Ravenclaw, Hiori estos días le ha hablado casi mucho de él. Y por último pero no menos importante, ahí está su querido Alpha.
Rápidamente se acerca hacia el rubio, piensa que las cadenas de acero son mucho, pudieron haber usado una soga o algas muy resistentes pero no pesadas.
Apunto de lanzar un hechizo para romper la cadena que mantiene a Kaiser atado, llega otro competidor, y para su gran sorpresa, en dirección a él.
Es Vincent. El Omega que ha visto coquetear con Michael en más de una ocasión, ¿Pero qué quiere exactamente y por qué lo empuja para que se aleje del Alpha alemán?¿Qué no debería estar yendo a por su pequeño hermano?
Unos seres acuáticos con aspecto perturbador se acercan a Vincent amenazante, diciendo con voz clara y ronca al notar las intenciones del Omega francés de querer liberar a Kaiser y a su hermano a la vez:
—Solo puedes salvar a uno.
Vincent tendría que escoger entre Michael o su propio hermano, Isagi no comprende porque lo está dudando tanto, pero él no se quedará atrás.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,846
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: martes 28 de mayo del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Por cierto, el fic es kiis con algo de rinsagi y otras parejas secundarias, pero esto no quiere decir que no haya una historia que contar, drama, misterio, traiciones, suspenso, etcétera :), no sólo es comedia romántica con una que otra escena subida de tono (o sea hot). Va haber mucha drama para largo, por eso este fic va a contar con muchos capítulos. Ni siquiera yo estoy seguro de cuantos exactamente.Si mis cálculos no se equivocan, en el siguiente capítulo van a conocer a "Alpha".
Chapter 18: 17."Cruciatus"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Isagi aprovecha lo dudoso e indeciso que esta el Omega Vicent que lanza con cuidado y suma concentración, el encantamiento diffindo, burbujas salen de su boca pero el hechizo es preciso, el cual provoca un destello rosado y que las cadenas de acero alrededor del tobillo de Kaiser se quiebren y así esté se libere.
El contrario se da cuenta y trata de quitárselo, pero Yoichi intuyendo que pasaría esto, simula darle una fuerte patada, sospechando que el de Beauxbatons no tendría buenos reflejos, la midió para no lastimarlo, así cuando el francés se aleja y protegue su rostro, el japonés aprovecha para tomar fuerte a Michael y nadar rápidamente hacia arriba.
A comparación de alguien sin aletas, es más rápido y ágil para moverse en el agua. Dejando muy atrás a Vicent.
Cuando al fin llega a la superficie, su transformación temporal termina casi instantáneamente y Kaiser despierta del hechizo que le aplicaron. Ambos salen empapados y congelados del lago, siendo atendidos rápidamente por profesores y demás personas encargadas, quienes les pasan grandes toallas para cubrirlos y felicitarlos. Sus amigos a lo lejos gritan de emoción y alegría por el éxito.
Los dos se abrazan para darse un poco de calor, escuchando que Isagi quedó en el primer puesto del desafío y segundos después el otro competidor Grim. En último lugar, queda Vincent.
El Alpha alemán abraza al Omega, quiere sentirlo y atesorarlo.
—Yoichi, de verdad me salvaste.—le dice contra su oído, suave y agradecido.
—¿Cómo no habría de serlo si eres lo que más quiero en mi vida?—le responde sin dudarlo y mirándole a los ojos, al darse cuenta de lo que acaba de decir, se sonroja furiosamente. Aquello se escucho vergonzoso.
Michael lo toma de sus mejillas, apreciando lo hermoso que se ve Isagi con su pelo mojado y gotas cayendo desde sus pestañas. Esta frío, pero no quiere alejarse de él.
—Yo también te quiero, Yoichi.
Kaiser no resiste y toma sus labios frente a un montón de personas, incluso el reportero que viene del periódico del Profeta aprovecha para tomar una buena foto del momento tan íntimo.
Todos comienzan a chillar, aplaudir y chiflar por cómo ambos jóvenes de Slytherin se comen la boca. Terminan separandolos para dar las siguientes noticias.
[...]
Después de la cena y varios estudiantes de Hogwarts celebrando que Isagi haya quedado en primer lugar en este desafío, así como felicitar a la gloriosa pareja por su noviazgo del que muy pocos sabían pero muchos sospechaban, el nipón camina a su dormitorio tomado de la mano del alemán, como ambas habitaciones están cerca de la otra, les queda de pasada.
Aunque casi al final del camino y de darse una despedida con más besos, son interrumpidos por Itoshi Rin quien carga una mirada de estar buscándolo, al verlo, Isagi rápidamente deshace el agarre de su mano con el rubio un tanto nervioso.
No está seguro de si su compañero de cuarto sabe sobre su noviazgo con el alemán, no tiene ni idea de si fue a verlo en el desafío de hace unas horas, no quiere que el otro crea que, al tratarse de su pareja, podría estar incubriendo lo.
Claro que Kaiser, al notar esta repentina reacción de Isagi apenas el otro Alpha se les cruza en el camino, lo mira confundido, desconcertado y dolido.
El primero en romper aquel extraño silencio, es el Alpha de raíces japonesas.
—Isagi, necesitamos hablar sobre eso.
—Iré enseguida. Nos vemos después, Kaiser.—se despide Isagi del rubio con una media sonrisa.
El Omega toma la delantera, sin percatarse de la fría mirada que ambos Alphas se dedicaron a sus espaldas.
Ambos nipones se dirigen a su respectivo dormitorio, donde, en más privacidad, pueden hablar con confianza.
—Ya esta lista.—avisa Rin con seriedad, haciendo referencia a la poción.
—¿Cómo se la puedo dar a Kaiser sin que sospeche un poco?
—Tú amigo, Hiori, me ayudo a realizar galletas, las cuales tienen dicha poción.—comenta encogido de hombros, mostrando una bandeja con seis pequeñas galletas en forma de pirámide. Tres abajo, dos en medio y una arriba.
Isagi esta sorprendido, el Omega de Ravenclaw no es alguien que acepte ayudar a otros fácilmente, y hasta donde recuerda, nunca los ha visto interactuar. ¿Acaso será que el Itoshi es quien le gusta a Hiori?
—¿No te dijo nada o no se dio cuenta?
—No se dio cuenta. Para que no sospeche nada, tu comerás una también en frente de él, así no sospechara ni un poco.—aconseja con confianza.
—¿Cuál es la única galleta que no tiene la poción?
Rin señala la del primer piso que está en medio. Yoichi asiente y se dispone a agarrar la bandeja para ir con el rubio, no sin antes, el Itoshi detenerlo.
—Isagi, ¿desde cuando tú y Kaiser son novios?
—¿Cómo lo sabes?
—Los vi al salir del agua.
—Oh, realmente no cuento el tiempo. Pero quiero que sepas, que independientemente de mi relación con él, yo seré totalmente imparcial en este asunto. Y porque conozco a Kaiser, sé que no pudo ser él. Hago esto para que tú también lo veas con tus propios ojos.—responde con honestidad y seguridad.
—¿Y qué pasa si al final si resulta ser él?¿Te decepcionarias?¿Romperias con él?—cuestiona crítico y duro, haciendo reflexionar al Omega por unos segundos.
—Es algo que aun no he pensando.
Isagi puede jurar qué no pudo haber sido Michael el responsable, pero, si en verdad lo fuera, ¿Cómo se supone que debe reaccionar?¿Qué debería hacer?¿Regañarlo?¿Permitir que lo expulsen?¿Odiarlo o perdonarlo?
Realmente nunca pensó en ello.
Al salir, Rin se pone una capa de invisibilidad para desaparecer completamente de la vista del ojo humano, sigue a Isagi para así presenciar la verdad.
[...]
En el dormitorio se encuentra Michael, Alexis, y Lorenzo, la única cama ausente pertenece a Shidou Ryusei. Escuchan que alguien toca la puerta y Ness se dispone a ir a abrirla, la persona del otro lado le pide un favor.
Kaiser es llamado y este se levanta para salir del dormitorio, donde se encuentra Isagi con una bandeja de galletas acomodadas en pirámide y una botella de vidrio antiguas donde normalmente trae leche, pero en esta ocasión parece tener otro tipo de bebida.
—¿Podemos hablar a solas?
Los dos avanzan en silencio hacia otro pasillo para tener más privacidad.
—¿Galletas?
—Quise disculparme por mi comportamiento de hace rato, en verdad, lo siento.
Kaiser duda por unos instantes, si Isagi las hizo luego de haberse separado hace casi media hora, le resulta bastante rápido en su opinión. El rubio toma la primera galleta, la cual está en la punta de la pirámide, se la come entera de un solo mordisco, es crujiente y deliciosa.
—No sabía de tu talento en la cocina.—admite bastante sorprendido.
Isagi se cuestiona si aquella confesión es demasiado directa, podría ser porque ya de por sí Kaiser es así de directo, o porque la poción ya está funcionando tan rápidamente.
—En realidad, un amigo me ayudo. ¿Te gustan?—admite sonriente, analizando los gestos del alemán y tratando de no ser obvio con el hecho de que hay alguien más acompañándolos.
Kaiser no debe darse cuenta de la presencia de Itoshi Rin.
—Bastante buenas, me encanta el cacao y ese toque a almendras.—admite comiéndose otra más, Isagi agarra la galleta que no tiene la poción antes de que Kaiser lo haga para acompañarlo.
Michael se llena de migajas en sus labios e Isagi tiene tantas ganas de besarlos así, pero recuerda que tiene a Rin a centímetros detrás de él.
—Hay algo importante y muy serio que quiero hablar contigo.—menciona con seriedad.
—¿Qué es?
—¿Recuerdas que en el baile de navidad, Rin me dejó plantado?—hace una breve pausa, Kaiser asiente terminando se la última galleta.—Ya descubrí porque fue.
—¿Qué sucedió?—cuestiona curioso.
—Alguien le dio la poción somnífera por medio de unos pastelillos de calabaza, imito mi letra y Rin pensó que eran míos y por eso se confió.—explica brevemente, observando cualquier gesto y reacción del rubio.
—Qué tragedia.—exclama con evidente sarcasmo.
—Él hablo conmigo y realmente cree fuertemente que eres tú el responsable.—admite con voz moderadamente baja, más que nada para que los estudiantes de otros dormitorios cercanos no escuchen.
—¿¡Y yo por qué!?—exclama indignado por aquella fuerte acusación. Yoichi trata de calmarlo acariciándole su cabello, temiendo que su pelo cambie de color justo cuando Rin los está observando y escuchando.
Por fortuna y el control de emociones de Kaiser, no sucedió.
—Dice que eres muy bueno en la materia de pociones.—menciona uno de los argumentos por los cual Rin desconfía de Kaiser.
El rubio se cruza de brazos sonriendo de medio lago, arrogante. Es extraño, está actuando como en las primeras semanas en que Yoichi lo conoció, antes de ser novios.
—Ness me ayuda bastante por que tiene una mejor habilidad en pociones, yo en cambio, soy mejor en duelos y el Quidditch.—contesta aparentemente calmado y seguro de sus palabras.
Isagi lo medita unos momentos, Kaiser no luce nervioso ni parece pensar sus respuestas.
—Tiene otras tantas sospechas de ti, yo le dije que tú no puedes ser, y por más que le insistí, no me cree.—asegura.—Así que, quiero preguntarte yo mismo para asegurarme, ¿tú fuiste quien engaño a Rin dándole la poción somnífera?
Esta pregunta es más que suficiente para que Kaiser diga la verdad con el efecto de la poción, no hay fallos ni misterio. Yoichi implora que su respuesta sea buena, así Rin dejará de molestarlo.
—Claro que no, jamas haría algo como eso... por ahora.—asegura con el ceño levemente fruncido, agradece que su Omega confíe en él, pero sigue sintiendo un gran rencor y molestia porque aquel Alpha de cabellos oscuros y ojos verdes quiere calumniarlo.
Sin embargo, admite que tal vez en un futuro no tan lejano, le haría una malicia a ese Alpha borde para fastidiar lo.
—Gracias por ser sincero conmigo.—suspira más calmado y contento, para después y por detrás, Rin le da una botella de bebida con el antídoto. Kaiser no se da cuenta de esta acción y cuando ya ve la gran botella, piensa que solo ha sido magia.—Por cierto, ¿Quieres?—le ofrece amablemente.
—¿Qué es?
—Jugo de uva, sé que no te gusta la leche y sé que las galletas pueden darte bastante sed.—comenta ligeramente nervioso de que Kaiser llegue a sospechar al final.
El rubio la acepta y toma bastante del jugo hasta saciarse.
—¿Podrías hacerme más galletas algún día? Quiero presumirle a los chicos lo bonito que es mi novio al preparme galletas.
Isagi asiente con una sonrisa y un rubor en sus mejillas, se despide de Michael con un pequeño beso en los labios y regresa a su dormitorio con el Itoshi detrás de él. Michael ignora el extraño y repentino aroma a menta que comenzó a oler luego de haberse besado con su novio, por unos segundos, sintió la presencia de otro Alpha, pero no había nadie cerca.¿Acaso se volvió loco?
Al final, las cosas lograron solucionarse y Kaiser no terminado expulsado, pero, sino fue él, ¿Quién lo hizo?
No todos los misterios son resueltos.
[...]
El día del tercer y último desafío ha llegado, y el ambiente en Hogwarts está cargado de tensión y expectación. El laberinto se alza imponente en los terrenos de la escuela, sus altas paredes de setos oscuros y retorcidos se extienden en todas direcciones, ocultando los misterios y peligros que aguardan en su interior. El sol se oculta tras nubes grises, añadiendo una atmósfera oscura al evento.
Isagi, junto con los otros dos campeones, se encuentra al borde del laberinto. El director de Hogwarts, con su voz fuerte, explica las reglas finales del torneo.
—Este laberinto no solo pone a prueba su valentía y destreza mágica, sino también su capacidad para mantener la calma bajo presión. Solo uno de ustedes alcanzará el Trofeo de los Tres Magos en su centro.
Isagi siente una mezcla de emociones. Su corazón late con fuerza, una combinación de adrenalina, nerviosismo y determinación. A su derecha, ve a uno de los competidores, Grim, un mago alto y robusto de Durmstrang, incluso mas que Kaiser, con una expresión de concentración feroz en su rostro. A su izquierda, Vincent con un aire de serenidad, aunque sus ojos delatan una chispa de ansiedad.
El público guarda un silencio expectante, sus murmullos apenas perceptibles mientras observan a los campeones. Yoichi se concentra en su respiración, intentando calmarse. Sabe que este desafío no es solo una prueba física y mágica, sino también una prueba de su voluntad y resistencia mental.
Tiene un peso enorme sobre sus hombros, en estos momentos, representa a Hogwarts, a Slytherin, a los Omegas y a los japoneses.
El director levanta la mano, señalando el inicio del desafío.
—A la cuenta de tres... dos... uno... ¡Adelante!
Con esa señal, los tres campeones avanzan hacia la entrada del laberinto. Isagi se adentra en la oscuridad de los setos, sintiendo la frialdad del aire a su alrededor. Las altas paredes de vegetación parecen cerrarse a su paso, y los sonidos del exterior se desvanecen, dejándolo solo con el crujido de las hojas bajo sus pies y el latido de su propio corazón.
La luz del día se filtra apenas, creando sombras inquietantes que se mueven y se retuercen a medida que avanza. Isagi mantiene su varita en alto, preparado para cualquier cosa que pueda surgir de las profundidades del laberinto. La adrenalina corre por sus venas, impulsándolo hacia adelante mientras su mente analiza cada cruce y cada giro.
Sabe que no está solo en esta lucha. Aunque sus rivales están en otras partes del laberinto, todos comparten el mismo objetivo: llegar al centro y reclamar el trofeo. Pero Yoichi también está decidido a demostrar algo más, a probarse a sí mismo que tiene lo necesario para superar cualquier obstáculo, sin importar lo aterrador o incierto que sea.
A medida que se adentra más en el laberinto, las sombras parecen alargarse y las paredes de setos susurran con una vida propia, causando terror hasta al hechicero mas valiente.
La verdadera prueba del Torneo de los Tres Magos comienza en serio.
El único sonido que escuchan es el de su propia respiración y pisadas.
[...]
El tiempo transcurre de una forma misteriosa y sofocante, ninguno de los concursante sabe exactamente cuanto tiempo ha pasado desde que entraron al laberinto. Pueden ser minutos o hasta horas, y nadie de afuera ve lo que sucede adentro.
Isagi sigue su razonamiento y un poco el instinto, tratando de no ser capturado por ningún arbusto que parece tener vida, siempre con la varita apuntando y cientos de hechizos en su mente.
Entre tanto caminar y correr, para su sorpresa, se encuentra cierta criatura que jura, se trata de una esfingue, la reconoce por sus clases pero jamás habia conocido alguna en persona, esta le asegura que si responde su acertijo, lo llevará por el camino más corto y menos peligroso que lo llevará directo al centro del laberinto donde además, está la copa del torneo.
Si responde mal, recibiera un castigo, y si no responde, no pasará nada, simplemente debe darse la vuelta y buscar otro camino. Isagi lo piensa un poco, y termina accediendo.
Michael siempre le dice que el que no arriesga, no gana.
—Siempre sigo al sol, aunque nunca me muevo. Mis pétalos el día acarician, cuando llega la noche, en silencio se alisan. Si hay sombra o el día es nublado, a mi compañero me quedo observando.¿Quién soy?
Yoicho comienza a pensar su respuesta, ¿Podría ser la respuesta alguna criatura mágica?¿O hablara de lo importante que es el sol para los seres vivos?¿Los pétalos los usa de manera literal o metáforica?
Si lo toma en sentido literal, quiere decir que debe tratarse de alguna planta o flor. ¿Pero de cual? Él no es conocedor de muchas flores realmente, ¿será una muggle o mágica? Ahí es más complicado el asunto.
Apuesta que alguien de Ravenclaw podría con este acertijo fácilmente, pero él también puede hacerlo, no tiene que desanimarse, tiene que concentrarse. Esta tan cerca de ganar que no puede echarse para atrás.
Piensa en si su novio seria bueno con este acertijo, y en cuanto le gustaría poder abrazarlo y besarlo. Extraña sus ojos azules claros mirándolo y la forma en cómo su largo caballo se esponja cada mañana. Es adorable y lindo, se pregunta como se vería Kaiser con el cabello completamente rubio, dorado como el sol.
Entonces, como cual ráfaga de viento, y luego de que la esfingue repita el acertijo una segunda vez, Yoichi recuerda las semillas de girasoles que su madre le obsequio en navidad, ya han pasado varios días y todavía no ha podido sembrarlas en tierra fértil.
—La respuesta es el girasol.—pronuncia en voz alta, alzando el pecho con seguridad y mirando fijamente a la esfingue, si falla, tendrá que recibir su castigo y esta preparado para ello.
La esfingue contesta que su respuesta es correcta para su gran alivio, y le señala el sendero correcto, la vegetación se abre mostrandole el camino a Isagi Yoichi, y antes de que él siga su destino, la esfingue vuelve hablar:
—Solo te doy una advertencia...—le dice, llamando su atención.—Cuando en la nieve estés, puedes ignorar el elixir de la inmortalidad y regresar a Hogwarts como el campeón, o puedes ser egoísta y e ir por él.
El japonés se queda pensando seriamente lo que dijo, ¿es otro tipo de acertijo? Este es más difícil, ¿Por elixir se refiere a la ambrosía de la que tanto le contó Kaiser?¿Y qué hay de la nieve? Solo lo ha confundido mucho más.
Isagi agradece y de inmediato corre, no voltea atrás, es tan rápido que en apenas un minuto llega al final del sendero y al centro del laberinto donde la copa descansa esperando al ganador.
[...]
Kaiser esta con los de su casa, todos bastante ansiosos por el resultado. Ya tiene bastante rato que los otros concursantes salieron del laberinto porque fueron capturados por la vegetación verde del lugar, ya está anocheciendo e Isagi todavía no sale de ahí.
Aun no hay un ganador definitivo de este último desafío, todo puede pasar.
Comienza a sentir un horrible dolor en su cuello, justo en su tatuaje de rosas azules. Tiene un mal presentimiento, quiere entrar al laberinto y buscar a su novio, pero está vez es imposible siquiera acercarse al laberinto. Esta mucho más vigilado que las pruebas anteriores.
Él está convencido de que Isagi ganará, pero de no ser así, hará todo lo posible para consolarlo y que no se desanime. Si pierde, muchos lo insultaran y odiaran, él no permitirá que ataquen ni hagan sentir menos a la madre de sus futuros cachorros, o se la verán con él.
Nadie quiere meterse con el Alpha Kaiser.
[...]
El Omega japonés se acerca lenta y ansiosamente, toma la copa que le coronará campeón entre sus manos y en un parpadeo, siente que todo su mundo da vueltas, como si estuviera dentro de un remolino, confundido cierra sus ojos con fuerza sin soltarse hasta que de repente, cae junto a la copa a un par de metros de altura sobre lo que resulta es nieve.
—¿Dónde carajo estoy?—escupe adolorido por la caída y un poco mareado.
Isagi tiembla, hace mucho frío. Solo hay montañas y árboles cubiertos de blanca nieve. El viento es abrumador y siente que sus párpados se congelará en cualquier momento, agradece al menos llevar la bufanda que su novio le presto para que no se sintiera solo dentro del laberinto.
No le lleva muchos segundos darse cuenta que la copa es un traslador, pero, ¿Por qué lo ha traído hasta aquí?¿Si vuelve a tocar la copa regresará a Hogwarts y será el campeón como la esfingue le advirtió?
En eso, se da cuenta que no muy lejos de ahí, ve algo congelado, se acerca rápidamente con su varita en la mano mientras piensa que hechizo utilizar para crear calor, y ve que en el enorme cubo de hielo, hay un rosa de pétalos azules.
Convoca el mismo hechizo que utilizo para romper las cadenas de Kaiser en el anterior desafío, y la rosa azul esta libre y brillante, no entiende que tipo de especie es que puede sobrevivir al frio extremo. Piensa que ese color tan deslumbrante no es normal, parece único y fantaseoso. Entonces, recuerda las palabras del alemán y de la esfingue.
"Quiero competir en el torneo de los tres magos porque descubrí que la ambrosía podría ser parte del premio."
"El elixir de la inmortalidad."
Isagi esta apunto de tomar la rosa entre sus manos emocionado, incluso tiene raíces, no está seguro de cómo funciona o si realmente aquello que tiene enfrente es por lo que Kaiser tanto ha estado buscando, pero si lo es, quiere ser quien se lo dé a Michael, quiere hacerlo feliz.
—Cruciatus.
Isagi grita de agonía y dolor, inexplicablemente se retuerce en la nieve, incluso esta al borde del llanto, fueron los treinta segundos más tortuosos de su vida hasta que se detiene de repente. Ha sido lo más horrible que ha experimentado.
Escucha pasos venir detrás suyos en la nieve, apenas puede voltear y regular su respiración. Ve a varias personas alrededor con túnica negra y máscaras, parecen una clase de culto extraño.
Uno de ellos, la figura más alta la cual su túnica tiene bordes plateados, se acerca hasta él y desliza su capucha.
Isagi queda perplejo, son facciones maduras pero androginas, nariz afilada, largas pestañas blancas y ojos de un azul espectral, electrizante. Tiene que bajar un poco la mirada para encontrarse con los voluptuosos pechos de la persona y darse cuenta que es una mujer de al menos, unos cuarenta años, bien conservada.
Una mujer de aspecto llamativo y bastante alta, tan alta como Barou o Itoshi Rin.
—Veo que has encontrado la ambrosía un poco antes que nosotros, lamentablemente, no podrás llevártela a tu colegio.—habla con calma y seriedad, dando la señal a dos de sus seguidores que vayan por la rosa y se la lleven. Isagi quiere apartarlos pero la mujer alta se lo impide con la maldición Cruciatus, nuevamente.—Qué adorable, eres japonés al igual que mi peor enemigo.—escupe con ironía.
Yoichi quiere llorar, él se la quería llevar a Michael, lo peor es que no puede hacer nada contra un mago de mayor edad, con más experiencia y poder que él.
—¿Quién carajo eres tu?—pronuncia con rabia y valentía, jadeando de dolor en la nieve.
La mujer se acerca hasta él y deja de causarle tanto dolor, con sus brazos hacia atrás y observándolo. Su cabello es ondulado, bastante, es blanco y algunos rizos los tiene rubio claro. Sus labios son gruesos y pintados de un azul oscuro, lo cual contrasta con lo pálido de su piel.
Ella parece combinar con el escenario de la nieve y el hielo.
—Oh, ¿en serio no sabes quien soy?,—pregunta con burla y fingida sorpresa.—Bueno, el Ministerio de Magia se encargo muy bien de callar a los medios y borrar mi identidad.
Isagi solo quiere huir, al menos debe tocar la copa para regresar a Hogwarts, esta rodeado de gente extraña y la mujer parece no tentar se a lanzarle cualquier maldición en contra de él.
Tenerla tan cerca le permite oler sus feromonas territoriales, huele como si estuvieras en un viñedo y aparte a lluvia.
La mujer hace una pequeña reverencia de manera tan elegante y esboza una sonrisa escalofriante.
—Permítete presentarme, mi nombre es Alpha.
¿Hay esperanza de que salga vivo de ahí y vuelva a reencontrarse con su amado?
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,963
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 1 de junio del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
La escena donde le dan la poción a kaiser para que diga la verdad iba a ser muy, muy diferente. No quiero decir como así que eso lo sabrán al final de la historia xd.Sino mal recuerdo, en el capítulo anterior es que escribí que la madre de isagi le dio semillas de girasol, y esto le sirvió a isagi para pensar en estas en la hora del acertijo. A lo que voy con esto, es que todo lo que escribo no es mera casualidad o porque si, todo tiene un porque que eventualmente se dirá.
Cambiando de tema, si todo sale bien, esta noche por fin publicaré el fic kiis puerco que llevo más de 1 mes tratando de escribir. En wattpad no lo voy a publicar porque, pues todo es fuerte, no hay nada que pueda quedarse. Así que si quieren leerlo ya saben donde buscarme. Se llama "Gloria".
Nos vemos la próxima!
Chapter 19: 18."Ambrosía"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La rosa azul es semejante al tatuaje que tiene Michael Kaiser en su cuello. Yoichi no sabe si esto es simple coincidencia o algo que ya el alemán sabía. Es decir, nunca escucho al rubio mencionar o explicar que es o como luce exactamente la ambrosía. Si es un árbol, algún líquido que sale de alguna fuente mágica, cristales mágicos comestibles, nada. Jamás se imagino que fuese un rosa, y sobre todo, de un color azul. Algo que, en la naturaleza, es imposible que exista.
—Mi nombre, es Alpha.
Isagi piensa en lo raro que se escucha eso. "Alpha" no puede ser un nombre, es el segundo género, es la casta de algunas personas. Es como decir, "Yo me llamo hombre", es ridículo o soberbio.
No obstante, puede darse cuenta fácilmente que la mujer frente a él si es una Alpha, lo cual le resulta sorprendente ya que no abundan las mujeres Alphas en el mundo. Son incluso más raras que los Omegas varones.
—Alpha no es un nombre.—contesta entre cortado, siente un agudo dolor latente en su cabeza que apenas puede soportar.
—Es el mío.—afirma con autoridad.—Dime, ¿qué sangre eres?
—¿Mi sangre?—repite extraño, ¿se refiere a sí es sangre negativa o positiva?¿Qué quieren hacer con él?
—Cuál es tu apellido.
—Isagi Yo—,
—Oh, tu padre, lo conozco bien.—le interrumpe sonriente, ahora que sabe a que familia pertenece, se nota de mejor humor.—Parece que es tu día de suerte, no puedo asesinar a otro sangre pura, ¿Sabes? Alpha esta triste por las pocas familias de sangre pura que quedan en el mundo...
El japonés no entiende porque la mujer habla en tercera persona. Es una característica peculiar de la gente narcisista o de niños.
—¿Cómo sabes de la ambrosía, niño?—pregunta curiosa la mujer adulta.
Mucha gente siempre le dijo que la ambrosía es falsa, solo un cuento para niños, pocos creyeron en ella, así que le resulta tan sorprendente que alguien tan joven sepa de la existencia del elixir de la inmortalidad.
El chico bien pudo volver a tocar la copa y regresar al colegio, pero no, él fue a buscar la rosa, pudo ignorarla y no lo hizo. Él sabe cosas.
—Me gusta mucho la mitología griega.—responde sin dudarlo, obviamente mintiendo. No quiere involucrar a nadie más.—¿Quién carajos eres?—escupe ya harto de esta situación de misterio y presión.
No soporta el frío, se está colando entre sus pulmones.¿Cómo ella puede soportarlo sin ningún abrigo extra?
—Por mi nombre no sabes quien soy, pero si te cuento mis más grandes antecedentes, tal vez ubiques a quien tienes enfrente.—se expresa con gran alcurnia. Su sonrisa no disminuye ni un poco y al Omega comienza a incomodar.—Yo fui quien asesino al anterior Ministro de Magia, Diederich Müller.
Isagi jadea impactado, tenso. Ya tenía la fuerte sospecha de que, quien está enfrente de él podría tratarse de algún asesino, pero jamás se le cruzo la idea de que fuese el mismo asesino del tío de Michael.
—¿Tú fuiste quien creo la cuarta maldición imperdonable?—menciona con horror, recordando las palabras de su amigo Hiori.
La expresión de la Alpha es de genuina sorpresa pero gran orgullo.
—Realmente eres impresionante. Pocos saben de la cuarta maldición que Alpha creo.
—Tú...¿No deberías estar muerta?—cuestiona con duda, ella fue ejecutada hace años atrás,¿Cómo ha regresado?
—En ese entonces no encontraba la ambrosía, por lo que tuve que recurrir desesperadamente a los horrocrux.—comenta con diversión, enseñando su mano donde en su dedo anular descansa un anillo.
No se necesita ser un genio para darse cuenta que aquel objeto que carga ella es uno, está casi seguro, que ese anillo es de matrimonio. Puede ser de ella, o de alguien más.
—¿Qué haremos contigo?—murmura pensativa, casi para sí misma.—Podría borrarte la memoria, pero antes... Quiero ver que mas sabes de la ambrosía.—Con un gesto rápido y preciso, toca la sien de Isagi, y un dolor nuevo, diferente, lo atraviesa.
El japonés siente como si su mente fuera desgarrada y expuesta. Recuerdos se despliegan ante sus ojos y los de la Alpha. Momentos de su infancia, sus entrenamientos, las risas compartidas con sus mejores amigos, la vez que conoció a Itoshi Rin, el tren que aborda cada año para ir a Hogwarts... Y entonces, imágenes de Michael Kaiser. Kaiser sonriendo, Kaiser enfadado con su pelo rojizo, Kaiser besándolo en el puente cubierto sin que nadie los moleste, ambos divirtiéndose mientras entrenan Quidditch y otros tantos bonitos recuerdos de ambos jóvenes pasándola tan bien.
Alpha se detiene intrigada e impactada por estos últimos recuerdos.
—Kaiser.—susurra, sus ojos mostrando un atisbo de reconocimiento y sorpresa. —Así que lo conoces.—ríe en seco e irónica. Un destello de algo similar al orgullo cruza su rostro, pero desaparece tan rápido como vino.
—¿Cómo sabes el nombre de mi novio?—jadea Isagi confundido y desesperado, ya no puede soportar más este dolor. Lo peor es que nadie viene ayudarlo. Esta rodeado de magos extraños y malos.
Es obvio que la Alpha debe conocer al sobrino de quien asesino hace años, lo que realmente le sorprende a Isagi, es que en sus recuerdos Michael no es ese niño pequeño que vio a su tío morir, ya es un Alpha más grande con un estilo de cabello diferente a cuando era un infante, y aún así, ella lo reconoce perfectamente a pesar de los años.
—Su madre y yo... —se detiene y una sonrisa macabra adorna su hermoso rostro, no tiene tiempo que perder hablando sobre su pasado.
Yoichi está seguro que la Alpha quiso decir que tuvo alguna relación con la madre de Michael, ¿Pero en qué?¿Quizás eran amigas?¿Compañeras?¿Vecinas o... enamoradas?
Lo último suena aterrador pero no descabellado. Kaiser le contó en mas de una ocasión que su mamá era muy hermosa y en el colegio tuvo muchos pretendientes.¿Pero por qué asesinó entonces al hermano de está?¿Porque les prohibió estar juntas? Tiene tanto que pensar y en cualquier momento siente que se va a desmayar.
—Da igual—suspira encogida de hombros, cambiando de tema.—Para que veas que soy gentil con los magos de mi mismo estatus y me has caido muy bien, te daré un pétalo.—explica para ir por la rosa azul y quitarle uno de sus pocos pétalos, se inclina levemente y se lo entrega suavamente en su mano temblorosa.—Si quieres ser inmortal toda la vida y mantenerte joven, traga el pétalo.—indica amablemente, parece que dirá algo más, pero al final decide guardar silencio.
Antes de marcharse, Isagi le preguntó, aferrándose al pétalo de la rosa azul.
—¿Dónde estamos?
—En algún pueblo deshabitado de la gran Rusia.
La bruja y sus seguidores se vuelven sombras y se marchan de ahí a gran velocidad.
El dolor se disipa lentamente, e Isagi se encuentra solo de nuevo en la nieve, su mente un torbellino de confusión y temor. El frío parece más penetrante que nunca, pero el nombre de Kaiser le da fuerzas para levantarse y volver a la competición, ahora con un nuevo enigma por resolver. Guarda el pétalo de la rosa en el bolsillo de su cartera.
No pensó traerla, tiene un par de monedas, pero también guarda una pequeña y algo vieja fotografía de sus padres que pensó que le reconfortarian durante su desafío en el laberinto.
A pesar que sigue desconcertado pero agradecido de que su memoria haya permanecido intacta, aún tiene muchas dudas de todo lo que acaba de pasar. Gateando, se acerca hasta la copa y al tocarla, regresa a Hogwarts donde varios lo esperan en presencia de un cielo oscuro, estrellado y la luna brillando.
La celebración es grande, pero Isagi no puede ni fingir una sonrisa porque cae exhausto, con fiebre y escalofríos al césped. Su rostro está caliente pero siente tanto frío alrededor.
El cambio drástico de temperatura es fuerte, la gente se extraña por que esta empapado en nieve y temblando de frío por lo que acuden a su auxilio e inspección, llevando lo de inmediato a la enfermería.
El director de Hogwarts no se separa de él en ningún momento. Isagi Yoichi deja preocupados e intrigados a sus amigos, y por su puesto, a su novio.
Le celebración de su triunfo tiene que verse pausada temporalmente.
[...]
Isagi despierta a las cinco de la mañana del siguiente día en una de las camas de la enfermería con otra ropa. Ya se siente mucho mejor que la noche de ayer pero un tanto desorientado. Tuvo una pesadilla donde se encontraba rodeado de nieve y sangre.
—Has despertado, joven diamante.
Ego lo asusta, no había sentido su presencia hasta estos momentos. El director se disculpa con su expresión seria, solo que esta vez, muestra intriga, por lo que le pregunta a Yoichi que sucedió cuando tocó la copa y fue trasladado a otro lugar completamente diferente y lejano a Hogwarts.
Isagi le cuenta todo lo que pasó, desde la rosa azul hasta la apariencia de la mujer Alpha que lo atacó quien dijo ser la asesina de Diederich Müller y el hecho de que menciono los horrocrux.
—El Ministerio de Magia ya sospechaba desde hace un par de meses de su regreso, pero con tu declaración, ahora estarán completamente seguros.—explica brevemente Ego con una mirada confiada y pensativa.
—No entiendo, si ella ya tiene su horrocrux, ¿para que quiere la ambrosía?—pregunta confundido y extrañado.
—Ella aún puede morir si acabamos con todos los horrocruxes que ya ha creado.
—¿Tiene más de uno?
—Tiene más de dos, en realidad.—aclara su garganta mientras suelta un pesado suspiro. Con ademanes para expresarse mejor, vuelve hablar:—Uno es su anillo de casada, el segundo es el característico bastón que le quito a Diederich, y los o el otro sigue siendo un misterio...—hace una breve pausa, mirando de reojo hacia una esquina de la habitación de manera seria. Sospechando de que alguien los está espiando, puede ser el reportero del Profeta o algún alumno, de cualquier forma, decide ignorarlo.—Lo único que distingue a los dioses del ser humano, es la inmortalidad. Sin embargo, también trae una condición.—agrega con cierto tono más serio.
—¿Cuál es?—frunce el entre cejo con gran curiosidad e intriga.
—La ambrosía solo te protege contra la vejez y ataques de cualquier tipo. Desde una apuñalada con una espada, hasta un avada kedavra. Pero no te protege contra el amor.—explica con cierta ironía al final y una sonrisa torcida.
—¿Qué?—balbucea bastante confundido.—Lo siento pero, ya sufrí muchos acertijos ayer así que mi mente ahora no opera muy bien...—admite avergonzado de no poder captar rápidamente la explicación del director.
—El tiempo y el amor son dos realidades muy poderosas y complejas. En otras palabras, si queremos terminar con la vida de alguien que ha tomado ambrosía, la única persona que puede hacerlo es la persona a quien está más ama.—aclara con serio énfasis.—Si Alpha no está enamorada o si de quien estaba enamorada ya murió, nadie puede acabar con ella.—agrega entre dientes y un chasquido de lengua en forma de queja.
—...Entonces es imposible vencerla.—comenta frustrado y un suspiro lastimero al comienzo.
—No del todo, moveré mis contactos y buscaremos una solución...—se pone de pie llevándose sus manos a la cintura, sin intención de rendirse.
Isagi no está seguro de cuales son los planes o intenciones malvadas que tendrá aquella mujer Alpha, tampoco quiere preguntárselo a Ego, pero puede darse algunas ideas.
—Director, ¿Usted siempre supo que la ambrosía estaba en ese lugar?—pregunta carcomido de la curiosidad, más solo hay un silencio insólito en la habitación.—¿Por qué no fue por ella y la oculto en un mejor lugar?¿Cómo dio esa mujer Alpha hasta allí?—se cuestiona con tanta duda y horror, recordando lo doloroso que se siente que te lancen un Cruciatus.
—En realidad, joven Isagi, estoy sorprendido de que usted la haya visto.—confiesa en un tono indescifrable, intrigado. Yoichi no sabe si es un halago, una burla o un simple comentario.
—¿Por qué?
—La ambrosía estaba oculta dentro de un campo mágico.
—Era un bloque de hielo.—contesta con simpleza y sin tanto misterio, no entiende donde está lo mágico en aquello.
—Ese bloque de hielo, permitía que en su interior, fuese invisible para otras criaturas y para el ojo humano promedio.—continúa explicando.—Excepto para aquellos que han presenciado la muerte. Y usted, joven Isagi, pudo verla.
El Omega se queda en silencio un largo tiempo sin saber que decir, bastante sorprendido con este descubrimiento pero igual de confundido.
—Cómo sabrá por sus clases de cuidado de criaturas mágicas, los thestral son como caballos esqueléticos invisibles para todos, excepto para aquellos que han visto a alguien morir.—explica de manera corrida y sin pausas.—Ese bloque de hielo estaba encantando para que en su interior se viera nada.—agrega cruzado de brazos.
—Yo no he visto a nadie morir.—admite con extrañeza. Debe ser un error entonces que haya podido ver la rosa azul dentro del hielo.
—Y eso es lo que me parece bastante interesante.—suspira con gran intriga.
Ego tiene aún sus grandes sospechas de como es posible que Isagi haya podido ver la rosa dentro del bloque de hielo, así también de cómo es posible que Alpha haya dado con esa ubicación justo al mismo tiempo que el joven Omega, pero no quiere meter más confusión e incertidumbre en el estudiante.
Será mejor cambiar de tema.
—Quizás no sea el momento más adecuado, pero, pienso que te mereces unas palabras.—habla para romper el silencio y acomodar sus gafas.
—¿Palabras?
—Felicidades, Isagi Yoichi, eres el campeón del torneo de los tres magos.—le da unas palmadas en su hombro de manera un poco tosca, pero amigable.— Eres un orgullo para Hogwarts, y que nadie nunca te haga sentir menos por tu casta o tus raíces.—le recuerda con profundo aprecio y una leve sonrisa.
Quizás no son palabras tan sentimentales o excesivamente largas, pero al menos para Isagi, son las que necesita oír en estos momentos y en cierto modo, lo reconfortan enormemente.
—Gracias, profesor Ego...—sonríe con felicidad, reprimiendo sus ganas de llorar. Ha sido la primera persona que le dice tales palabras con tanto orgullo después de sus padres.—¿Cree que puedas reunirme con mis amigos y mi... novio?—pregunta con un profundo deseo de volverlos a ver tan pronto pueda.
—Si te sientes mejor, apenas den las siete puedes ir a desayunar con ellos. Hablaré con la enfermera, solo trata de que no te abracen tan fuerte.—sugiere de manera calmada.
—Lo haré, muchas gracias.
No ha pasado ni cinco minutos desde que el director se ha marchado y alguien se escabulle hasta su cama dándole un pequeño susto.
—¿Michael?¿Qué haces tan temprano aquí?—parpadea repetidas veces. Siente las manos del alemán tomar sus mejillas con suavidad y protección, la mirada azul completamente fija en él.
Kaiser se ve como alguien que no ha dormido nada. Tiene bolsa en los ojos y el cabello desaliñado, aún así, Isagi quiere besarlo.
—Estuve tan preocupado, no soporte la idea de no saber nada de ti estas últimas nueve horas. Espere en secreto todo el tiempo hasta que despertaras y el director se marchara.—admite con desesperación, suelta sus mejillas y envuelve sus manos con calidez y cariño.
—¿Escuchaste todo de lo que hable con Jinpachi?—jadea sorprendido, aunque no le ve nada de malo en que sepa la verdad, así se ahorra muchas cosas para contarle.
—Si, si lo hice. Cada palabra.—asegura con firmeza y seriedad.
—Michael, lo siento mucho. No pude hacer nada para evitar que se llevarán la ambrosía, lo siento de verdad.—se disculpa con sentimiento, cree que su Alpha debe estar muy molesto por no haber conseguido la rosa, algo tan valioso por lo que el rubio tanto ha buscado por posiblemente, muchos años.
—¿Por qué te disculpas?¿Eso que importa? Lo único que me importa, eres tú. —afirma confundido por la reacción del japonés, quien está por chillar.
Le encantaría calmarlo con sus feromonas, pero todavía no es el momento para ello, tienen que esperar un poco más. Él quiere, ansía que llegue el día en que reclame a Yoichi como su Omega, lo marque para así estar vinculados de por vida y que solo sea el japonés quien pueda disfrutar al máximo de sus feromonas de Alpha.
—Pero tú eras quien más querías la ambrosía, viniste a esta escuela para investigar y te postulaste para el torneo.
—Antes lo que más anhelaba era conseguir la ambrosía, quería sentirme en paz y tranquilo conmigo mismo, y por supuesto, honrar la memoria de mi madre.—comienza a sincerarse, con un suspiro profundo al final.—Hasta que te conocí. Yo pensaba que la ambrosía simplemente era el elixir de los Dioses, lo que te hace inmortal, pero el verdadero significado está en que es algo valioso, exótico y preciado. Algo que no se puede comparar con nada más, y tú, Yoichi, eso eres para mi.
Isagi se sonroja por aquella bellas, significativas y sinceras palabras de su pareja, nadie nunca le había dicho tal cosa. El Alpha acaricia su mejilla con ternura y disminuye la distancia entre sus labios, siente su respiración y el amor en sus ojos.
—Eres mi ambrosía, eres todo lo que más amo, Yoichi.
Los labios un poco secos y gruesos del alemán toman posesión de los suyos, ambos se humedecen con sus lenguas, jadeos se callan por la boca del otro, no paran de besarse con tanto amor y sentimiento. Nadie puede poner en duda el amor que se tienen.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 2,957
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: martes 04 de junio del 2024
Au: Hogwarts & Omegaverse
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Dato curioso sobre mis historias;
En algunas casos, cuando algún capitulo del fic lleva como nombre, el mismo título de la historia, puede significar dos cosas: o es el capítulo final, o es el capítulo de la mitad de la historia.Recordatorio: por si creen que se me olvido o algo, Isagi guardo un pétalo de rosa azul en su cartera. Obviamente al caer desmayado, luego despertarse varias horas después, hablar con el director y reencontrarse con Michael, se le ha olvidado por completo.
Chapter 20: 19."Despedida"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Los estudiantes de Hogwarts y profesores se despiden de los colegios Beauxbatons y Durmstrang en la mañana, mientras que en la tarde fue la graduación de los chicos de último año.
Isagi se despide de todos sus amigos, incluso de aquellas personas con las que tal vez no se juntaba seguido pero les cae bastante bien, diciendo que mantendrá el contacto y cuando sea posible, deberían volver a reunirse en algún lugar en concreto.
Preparando sus maletas, Isagi encuentra su billetera entre sus cosas que la enfermería le regreso el día anterior cuándo despertó y habló con el director Ego, al abrirla encuentra en uno de los bolsillos el intacto pétalo azul, entonces una serie de imágenes pasan por su cabeza recordandole que la Alpha se lo dio y lo olvidó por completo.
Pensó que sería bueno reunirse con Kaiser para contarle sobre qué aún tiene algo de la ambrosía, pero, habrá mucha gente de camino al tren y en éste, sería peligroso revelarlo. Tendrá que esperar un poco más para decirle. Guarda su billetera en uno de los bolsillos internos de una maleta.
—Yoichi, esta será la última vez que compartamos dormitorio. Espero tener la fortuna de volvernos a encontrar.—se acerca el Itoshi para despedirse del Omega, su expresión es serena y de un aprecio profundo por Isagi.
—Espero lo mismo, Rin. Y también me gustaría que te lleves mejor con tu cuñado.—le sonríe con cariño, ambos se estrechan sus manos con fuerza y amistosos.
—¿Con esa cucaracha asquerosa?¡Jamás!—exclama indignado y seguro de que nunca se llevará bien con aquel moreno.
—Te aprecio mucho, Rin, espero te conviertas en el mejor cazador de Quidditch, después de mi.
—Eso lo veremos.
Isagi se queda unos segundos más apreciando el dormitorio que ha sido de él y del Itoshi durante toda esta aventura estudiantil, siente cariño y profundo amor por este lugar que ha sido como su segunda casa.
Para varios estudiantes de Hogwarts será indeleble los sentimientos y recuerdos que tienen del colegio.
Las amistades que hicieron, las enseñanzas de los profesores, las clases, el comedor, su primera clase de vuelo y demás cosas que los hace sentir orgullosos y felices de haber estudiado en Hogwarts.
[...]
Ya en el tren que los llevará a todos a la plataforma nueve y tres cuartos donde ahí cada estudiante tomará su propio rumbo de regreso a sus hogares, Isagi normalmente siempre se sienta con sus amigos de las otras casas, es difícil que todos entren en un misma cabina, lo máximo son seis y suelen estar un poco apretados, pero en esta ocasión y por petición de su pareja, va a la cabina donde están Kaiser y Ness.
El viaje será un poco largo por lo que ambos disfrutan de comer golosinas y hablar sobre diversas cosas. Al final, el tema de aquella Alpha que atacó a Isagi resultó inquietante y por lo tanto, se habló con discreción, cerrando la puerta.
—¿Hablaba en tercera persona?—menciona Ness con cierta sorpresa luego de escuchar toda la historia.
No saben que es más raro, que alguien hable en tercera persona en la vida real o que alguien tenga de nombre "Alpha".
—Lo se, fue tan extraño.
—En los niños es más común.—afirma el rubio encogido de hombros.—Padre dice que cuando era pequeño, tenía esa extraña manía de hablar en tercera persona también. Sinceramente no es algo que yo recuerde, dice que dejé ese hábito a los diez.—explica con naturalidad.
Isagi se imagino a un pequeño Kaiser de nueve años hablando así, debió ser bastante tierno. Como amaría tener un cachorro igual a Michael, pensar en eso lo ruboriza por lo que prosigue a comer una varita de regaliz para dispersar su rubor.
—Por cierto, hay algo que no le conté al director Ego en su totalidad, pero quiero hablarlo con ustedes.—menciona Isagi apenas lo recuerda, llamando la atención de los dos Alphas.
—¿Sobre qué es?
—La asesina Alpha, al parecer, aún te reconoce, Kaiser.
—¿Cómo?
—Ella quiso borrarme mi memoria, pero primero vio a través de mis recuerdos.—comienza a explicar, limpiándose la comisura de sus labios.—La Alpha reconoció, tal vez fue un error de ella haberlo dicho en ese momento en voz alta, porque no te reconoció por ser el niño que vio a su tío morir, sino por tu madre.—confiesa el nipón con bastante intriga al recordar aquel detalle.
Los dos Alpha se miran confundidos y un tanto extrañados, claramente no esperaban oír aquello.
—¿Mi madre?
—La Alpha me dio a entender en pocas palabras, que conocía a tu madre, e incluso que tuvo alguna relación con ella.—responde recordando cada palabra de aquella alta mujer.—No sé si eran amigas, compañeras o... algo más.
Hay un pequeño silencio que se instala en la cabina, los tres de Slytherin pensaron demasiado aquellas palabras.
Kaiser no tiene mucho conocimiento de las amistades que su madre hizo en el Colegio en su momento, solo sabe que tenía muchos admiradores y enamorados por su belleza y forma de ser.
—¿Qué más puedes decir de ella?
—No estoy seguro de su edad, pero como máximo, le doy unos cuarenta. Diría que se conserva bastante bien, y por sus rasgos diría que es, ¿rusa, tal vez?—menciona no muy seguro de este último dato. Debido al hechizo traductor es que no identificó que idioma habla, lo único que puede asegurar es que es europea, además es muy alta y parecía acostumbrada al frío. —Y su rostro me recuerda...—Isagi se detiene al recordar las facciones de aquella Alpha que conoció en la nieve mientras se retorcía de dolor.
Si se pone a comparar, en realidad, aquel rostro termina por resultarle un tanto familiar.
—¿A qué te recuerda, pequeño Yoichi?—pregunta Ness al percatarse del repentino silencio del Omega.
—Me recuerdan a ti, Michael.—le mira con seriedad.—No sé cómo no me di cuenta antes, es como si fueras tú pero más maduro y en mujer.—agrega incrédulo, porque entre más lo piensa, la idea es aterradora y tan extraña.
Quizás en ese momento no se dio cuenta porque temía por su vida, el frío lo estaba torturando y aparte los ojos de aquella Alpha lo intimidaban, pero si se hubiera detenido con mas calma a pensarlo mejor, se hubiera dado cuenta del parecido que tiene esa mujer con Kaiser. Tal vez por eso, en esos momentos, Isagi se atrevió a preguntarle ciertas cosas de manera tosca y valiente, porque su Omega le decía que ese rostro le resultaba familiar. De tan solo darse cuenta no puede evitar sentirse nervioso e impactado.
—¿Insinúas que mi madre pudo haberle sido infiel a mi padre con esa Alpha malvada?—cuestiona Michael con incertidumbre y asombro.
—¡No!¡Claro que no!—niega rotundamente, no se dio cuenta de que todo lo que dijo sonó bastante mal.—No quise sonar así, de verdad, perdóname. Hablé sin medir mis consecuencias.—se disculpa alterado.
—Tranquilo, Yoichi, no estoy enojado.—responde sin preocupaciones.—Sólo que, si de verdad se parece tanto a mi, es inevitable que sospeche de ello. Si está teoría descabellada de que mi madre le fue infiel a mi padre con alguien más resulta ser cierta, esto explicaría porque no me parezco mucho a Noa.—suspira pesado, pensativo.—Puede ser que mi padre me esta ocultando muchas cosas.
—¿Por qué insinúas que tu padre lo sabe o lo está ocultando?—pregunta Ness.
—Desde la muerte de mamá siempre ha sido muy distante y misterioso. Tal vez descubrió que no soy su hijo desde entonces.
—Disculpa la imprudencia, ¿Podrías volver a recordarme como murió tu madre exactamente y que edad tenías?—cuestiona esta vez Isagi con curiosidad.
—Creo que tenía unos ocho años. Ella trabajaba creando encantamientos nuevos, y en sus ratos libres solía jugar mucho Quidditch. Padre dice que uno de estos encantamientos no resultó como debía y murió por lo mismo.—explica con cierta melancolía al recordar a su padre dándole la triste noticia de la muerte de su madre, era tan pequeño que aún no sabía a profundidad que es morir.
—Es muy peligroso crear magia o hechizos nuevos.—comenta Alexis mientras se lleva una rana de chocolate a la boca. A veces no se decide cuales dulces son mejores, si los del mundo mágico o los del mundo muggle.
—Ya falta poco para llegar. Esta vez Alexis ira solo de regreso a Alemania. —menciona Kaiser para cambiar de tema, ya un poco hostigado de seguir hablando de aquella Alpha misteriosa.
—Al menos conocerás a tus suegros, Kaiser. ¿No estás nervioso?—menciona Ness burlón, sin dejar pasar aquel importante evento.
Michael Kaiser conociendo a los padres de su novio, e incluso quedándose algunos días allá. Isagi les mando una larga y amorosa carta bien redactada a sus padres en las vacaciones de pascua—debido a que el japonés prefirió quedarse en Hogwarts en compañía de los Alphas para seguir preparándose para el torneo en ese entonces—, la cual su contenido explicaba y pedía, prácticamente suplicaba, sobre la posibilidad de permitir una estadía para su pareja para así poder conocerlo.
Los señores Isagi en ese momento no tenían ni idea de que su pequeño retoño tiene un novio, por lo que quedaron bastante atónitos y asombrados, y al ser muy considerados como curiosos, aceptaron conocer al chico prepararon un cuarto para invitados que normalmente nunca usan.
Durante días posteriores, siguieron mandado más cartas preguntándole a su hijo sobre si el chico es alérgico a algo, entre otras tantas cosas. Las preguntas más destacadas fueron:
"¿De dónde es?¿De qué casa es?¿Cómo se llama?¿Cómo se enamoraron?¿Cuánto tiempo llevan siendo novios?¿Ya se besaron?¿Es Beta o Alpha?"
Sus padres si mostraron su gran sorpresa en la siguiente carta al enterarse por medio de él, que su novio es alemán y también es de la misma casa de Slytherin. Comenzaron a estar juntos desde noviembre pero formalizaron su relación hasta antes de navidad. Omitió detalles vergonzosos como cual fue su primer beso, y tampoco dijo su nombre completo ni quien es su padre, prefiere que sea sorpresa para cuando llegue el momento. No quiere que sus padres lo traten especialmente o actúen nerviosos, ya que después de todo, a Michael le fastidiaria o incomodaria.
Después de todo, pertenece a una de las familias de sangre pura más poderosas y adineradas de todo el mundo mágico. Su padre es una celebridad con un montón de contactos e influencia en el Ministerio de Magia, tiene grandes conexiones. Es mejor no revelar aquello todavía.
Esa carta fue enviada junto a unos regalos por su cumpleaños, el primero de abril, época primaveral. Kaiser le había preparado en aquella ocasión una cena romántica apartando media mesa de Slytherin, llevó muchas rosas, velas aromáticas y sus postres favoritos para celebrar que cumplía sus dieciocho años, la edad de la madurez y el amor adulto.
Son esos momentos que lo hacen sentir querido por Kaiser y que realmente lo aprecia con todo su ser.
—Un poco, pero recuerdo que soy perfecto y que me amarán.—confiesa el rubio con una enorme sonrisa arrogante y creída.
—A veces envidio tu ego, Michael.—suspira Isagi, él si que esta muy nervioso por como pueden reaccionar sus padres, Kaiser es extranjero, tiene el pelo teñido y un gran tatuaje. Eso altera a cualquier familia tradicional japonesa, aunque sus padres no son tan así.—Entonces, ¿nunca has ido al mundo muggle?—cuestiona con curiosidad Isagi a su pareja.
—Papá tiene algunas propiedades en el mundo muggle, en Alemania, España, Francia y Estados Unidos, las he ido a visitar con bastante regularidad, pero no salgo de ellas, no saludo a los vecinos muggles ni voy de paseo a lugares comunes.—cuenta encogido de hombros y de manera calmada. Ha visto como es el mundo muggle, sus calles, patrimonios y la gente. Pero no ha interactuado directamente con ellos.—
Oh, tal vez de niño lo hacía en compañía de padre o mi tío, pero no recuerdo mucho de esos momentos.—admite con una pequeña nostalgia.
—¿Entonces si tienes tu pasaporte?¿la visa actualizada?
—El agente de Noa siempre se encarga de eso, así que todo debe estar en orden. Y si no, nos vamos volando en nuestras escobas.—comenta seguro, confiado.
—Volar de Gran Bretaña a la prefectura de Saitama, Japón, créeme que no es un viaje corto en escoba, ya lo hice en una ocasión.—responde no muy de acuerdo en ir así, el avión es mucho más cómodo y seguro, aunque tal vez no tan veloz.—Ah, y recuerda, yo te entiendo porque uso el hechizo de traducción, la gente no mágica que no hable alemán no te va a entender,¿de acuerdo?—agrega como importante recordatorio.
En el aeropuerto se encontraran un monto de extranjeros de diferentes partes del mundo. Y en Japón, al menos por la zona donde de vive, no conoce a nadie que hable siquiera un poco de alemán. Normalmente la gente de ahí prefiere estudiar inglés, chino, coreano o hasta el francés.
—Está bien. Igual se hablar inglés, francés, español y un poco portugués.—confiesa con orgullo e inflando el pecho, Isagi le mira incrédulo, a veces se cuestiona porque se enamoro de alguien tan presumido.
Michael es irresistible, lo seduce con su belleza y comentarios graciosos, ya no puede escapar de él.
—¿Cómo demonios sabes hablar tantos idiomas? Yo apenas sé un poco de inglés.—confiesa Yoichi con un bufido al final.
—Tal vez debería empezar a estudiar japonés, no quiero depender siempre de la magia para entenderte.—dice en voz alta decidido a aprender un nuevo idioma. Al Omega le pareció muy lindo este gesto, pero no lo admitirá o le levantara más orgullo al rubio.
—Por cierto, chicos, ya que estamos oficialmente graduados, ¿a que se van a dedicar?—pregunta Ness con curiosidad genuina y una sonrisa pensativa.
—Por supuesto que al Quidditch profesional, completamente.—responde Isagi con una sonrisa radiante, viendo su futuro.
En una ocasión, durante las vacaciones de pascua, los tres chicos de Slyherin fueron a escondidas a investigar pasadizos y habitaciones secretas del colegio de Hogwarts, tal vez Isagi no recupero el mapa de los merodeadores que esta en posesión de Shidou Ryusei, pero aún tiene buena memoria para recordar muchos lugares que no cualquier estudiante tendría conocimiento, ni siquiera los mismos profesores.
Dieron con una habitación donde está un espejo que refleja el deseo de tu corazón. El espejo Oesed.
Isagi se vio reflejo así mismo ganando la copa mundial de Quidditch, celebrando con todos sus amigos y sus padres. Ness se miró con su familia, sin peleas, sin diferencias, todos enterándose de que es un mago y estando orgullosos de él. Mientras que Kaiser, él dijo que igual se vio reflejado ganando la copa mundial de Quidditch, aunque su mejor amigo y su novio, estaban casi seguros, que no vio eso, vio lo que más anhelaba pero prefirió no decirlo. Tal vez por ¿timidez?, sería muy raro saber que Michael Kaiser tiene su lado tímido, tal vez su deseo teme de decirlo en voz alta, incluso para aquellas personas en quiénes más confía.
—Yo no puedo dedicarme completamente al Quidditch como tanto me gustaría, toda la familia sospechara. Así que debo dedicarme a algo de muggles.—suspira Alexis fastidiado. Sus padres quieren que se dedique a un oficio importante.
Definitivamente no quiere ser científico.
—¿Cómo qué?
—Aún no lo se. ¿A qué se dedican tus padres para mezclarse con los muggles, Yoichi?
—Papá trabaja en el ministerio de Magia como obliviador, pero le hacemos creer a los vecinos que es agente de viajes.—admite entre pequeñas risas.—Mamá es ama de casa desde que nací, pero antes era una grandiosa rompe maldiciones. Aunque a ella le gusta mucho salir con amigas, los vecinos de toda la calle la conocen por lo sociable que es, y nunca saben como tiene tanto tiempo para hacer todo el que hacer de la casa y quedarle tiempo para salir con amigas y aparte, mantener su jardín perfecto.—explica con entusiasmo, le gusta mucho hablar de sus padres, esta muy orgulloso y agradecido con ellos.
Nació de un legado donde siempre salían puros Ravenclaw, y él fue el primer Slytherin. Claro que algunos tíos y abuelos no lo tomaron bien, pero sus padres siempre lo han defendido y dicen lo orgullosos que están de él.
Ahora regresará a casa con una gran y hermosa copa de campeón, además de mucho dinero como premio y reconocimiento de que él, un Omega de Slytherin, ganó el Torneo de los Tres Magos. Aquella competencia donde siempre mueren estudiantes y tiene tanto riesgo. Sus papás se sentirán aún más orgullosos de él.
Y también llevara a un Alpha a casa.
Como diría la abuela de Mulán:"¿Una espada?¡Un hombre es lo que debió traer!"
Y él llevará a casa una copa de campeón y al Alpha más apuesto de todo Hogwarts. A veces se siente muy afortunado.
—La magia es increíble.—suspira Ness enamorado, él es quien más disfruta todo el tema de lo mágico.
Debido a que Isagi Iyo pasa mucho más tiempo en el mundo muggle que su padre y se mezcla con el resto, es que es toda una experta en todo tipo de aparatos electrodomésticos, tecnológicos como de uso simple y cotidiano, su padre apenas sabe usar la camioneta y contestar teléfono de casa. El microondas sigue siendo casi un reto para él.
El Expreso de Hogwarts se detiene, se da el aviso de que han llegado a su destino.
Una última vez más, se despide de todos su amigos. A pesar de que conoce a varios que viven en Japón ya sea porque son mestizos o sus padres tienen negocios importantes en el mundo muggle, no todos toman el mismo vuelo que él ya que viven en otras ciudades del país.
—Extrañare viajar en el tren para ir a Hogwarts y... Dioses, voy a extrañar todo.—suspira con tristeza, abrazando por última vez a sus amigos.
Extrañará los comentarios desvergonzados de Chigiri, la locura de Bachira, lo lindo y protector de Hiori, los buenos consejos de Kunigami y Kurona, lo griton que suele ser Raichi, las veces que competía contra Nagi y Reo, y la convivencia con su compañero de cuarto, Itoshi Rin. Yoichi no evita llorar un poco, es algo sentimental con este tipo de despedidas, realmente los extrañará a todos, y aunque no es un adiós definitivo sino un hasta luego, se siente como si lo fuera. Su Alpha tiene que ir con él para calmarlo.
Los dos Alphas y el Omega de Slyherin se dan un fuerte abrazo, más que nada a Alexis Ness ya que él regresará a Alemania mientras que Isagi y Kaiser seguirán estando juntos. Prometen escribirse, Ness quien a diferencia del rubio si usa teléfono de casa , le pasa su número al nipón. La pareja de amantes se despiden de su querido amigo de cabello magenta, dan un largo suspiro y se quedan apreciando un poco más el tren de color escarlata.
—No creo que sea la última vez que veas el tren, Yoichi.—comenta el alemán.
—Solo los estudiantes y personal del trabajo lo abordan. ¿Cómo podré volver a verlo?—expresa confundido.
—Eres muy despistado.
—¿Qué?
—Cuando acompañemos a nuestros cachorros a abordar el expreso de Hogwarts, volveremos a ver al tren.—menciona con tranquilidad y seguridad.
Isagi no sabe que decir, aquella confesión ha sido muy directa e íntima. Su corazón se derrite y su pecho cosquillea agradable, la fantasía de regresar varios años después con Michael, ya casados y con hijos, le resulta bastante adorable y encantadora.
Maldice a Kaiser, porque ahora no puede quitarse de la cabeza aquellas palabras que dijo sobre tener cachorros.
[...]
Ir a tomar el avión de Gran Bretaña a Japón en un aeropuerto donde no hay nada de magia es toda una experiencia para Kaiser. Mucha gente, tantas maletas y si no fuera por Yoichi estaría completamente perdido.
No llevan mucho equipaje en realidad, incluso sus escobas están dentro de unos bolsos maletines los cuales pueden llevar un montón de cosas dentro y no sentir el verdadero peso de estas.
Mientras hacen fila para abordar su vuelo, Kaiser esta distraído leyendo un pequeño libro que recién se compró en una tienda sobre la cultura y el idioma japonés para principiantes y turistas. Antes de venir al mundo muggle, tuvieron que cambiar todo los galeones de oro de Kaiser por libras, y al llegar a Japón tienen que cambiarlo por yenes. Algo que el nipón ya está más que acostumbrado pero Michael no.
Isagi, por otro lado, se da cuenta de lo mucho que llama la atención su pareja, y eso que viste con lo más casual que, alguien con dinero como él, puede usar. Incluso tuvo que pedirle a Alexis un abrigo todo aburrido y sencillo de color capuchino que apenas le quedó justo para verse sencillo. Aún así, Michael es alto, corpulento, de piernas largas y espalda ancha, no necesita desprender feromonas para verse caliente y hacer saber a su alrededor que es un Alpha pura sangre. Sus facciones son tan atractivas, mandíbula dura, nariz fina, ojos de un azul claro precioso y pestañas rubias, largas. Ni siquiera quiere continuar porque se la pasaría varios minutos detallando lo sexy que es el alemán. Por eso atrae a más de una mirada, de otros pasajeros, de algunos guardias, por Dios, no quiere imaginarse cuando estén dentro del avión y estén las azafatas. Esas perras querrán quitárselo.
Con ese pensamiento posesivo en mente, Yoichi se aferra a su novio de manera empalagosa que hasta al rubio le sorprende.
—No puedo creerlo, hasta entre muggles llamas la atención.¿Qué nunca han visto un Alpha como tú antes?¿Por qué te coquetean con la mirada?¿Qué no saben qué vienes conmigo?—le murmura el japonés al alemán, sin dejar de abrazarlo, igual la fila no avanza mucho a pesar de que ya falta poco para que los dejen entrar al avión.
Kaiser quiere reír, pero solo puede enternecerse por lo lindo que es su novio cuando está celoso. No se ha dado cuenta todavía que lo está llenando de sus feromonas de manera territorial. Ese delicioso aroma que tanto le enloquece de Isagi, lo adora tanto.
—¿Cuánto durará el vuelo?—pregunta con calma mientras le acaricia su cabeza y sus mechones en forma de maíz.
Es increíble que ambos tengan ya dieciocho años pero Isagi sea más bajito, pequeño y delgado que él. Ambos entrenan duro por el Quidditch, y aunque no duda del cuerpo y torso marcado de su Omega, las proporciones y la complexión del cuerpo es tan diferente al del Alpha.
—Trece horas y treinta minutos.—responde con naturalidad, como si no le afectará en lo más mínimo dicho tiempo.
—¡¿Tanto?!—exclama indignado, con más razón todos lo miraron. Su acento y voz gruesa es llamativo.
—¿Cómo haces normalmente para ir a tu hogar?—le pregunta en un tono de voz más bajo.
—Los polvos flu.—contesta con simpleza.—El equipaje se encarga el agente de Noa.
Al entrar al enorme avión, Michael toma el asiento que está cerca de la ventana e Isagi el de a lado, el rubio queda totalmente maravillado por la vista. Su novio le sugiere que cuando quiera dormir, puede hacerlo, si quiere ir al baño, lo acompañará para que no se pierda y si esta aburrido, puede ver una película en el Ipad que está en el asiento de enfrente.
A pesar de que el alemán sigue prefiriendo la idea de ir volando en escoba, le avión no está nada mal. Lo mejor de este largo rato es que tiene a un Yoichi que lo cuida.
Japón los está esperando.
Ha finalizado la I Parte:
"Sol NaNaciente"
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,967
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 08 de junio del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Esta semana que viene tengo exámenes y mucho que estudiar hoy y mañana domingo, así que me tardaré un poco en actualizar el siguiente capítulo.Por fin Kaiser conocera a sus suegros! Que emoción!
Quizás algunos estén un poco confundidos sobre porque al final puse que ha finalizado la primera parte.
Pongamos que esto es como "arcos" que hay en los mangas, en el anime son temporadas, en mi fic simplemente son partes.
Ya ha finalizado esta primera parte (I), no la historia en sí, sólo está primera porción del fic. En esta primera parte, nos presentaron a los personajes y profundice un poco a los protagonistas. Conté como se conocieron conocieron, se fueron enamorando hasta ser novios, parte de sus estudios, sus aventuras, desafíos y la despedida con sus amigos y compañeros del colegio. Ahora están en un viaje a Japón para conocer a los papás de uno de ellos, dando por finalizado esta primera parte, y el siguiente capítulo es el comienzo del "arco 2".
El cual a diferencia de esta primera parte, no será tan larga (en cuanto a capitulos)
Mini dato curioso:
●Toda esta primera parte compuesta por 19 capítulos (más la introducción/prefacio), se llama "sol naciente" en referencia a que Isagi conoce a Kaiser, curiosamente en su último año en Hogwarts.
Chapter 21: 20."Japón"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Durante el vuelo, Isagi se pone a pensar en su último año en Hogwarts, todo lo que aprendió, la manera en cómo conoció a Kaiser y Ness, las aventuras que vivió, regresar casa con un trofeo y una numerosa cantidad de dinero es motivo de sentirse orgulloso, también aprendió mucho más de lo que sus profesores no enseñaron cómo se debe o simplemente no lo vieron adecuado al ser tan jóvenes.
Michael y Alexis le enseñaron a usar magia sin varita, varios tipos de hechizos, algunos más complejos que otro y mejorar en prácticas los mas fáciles, como hacer levitar objetos, sanar heridas leves, y otros de defensa como levantar a una persona en el aire o desarmar a tu oponente. También estuvo practicando—esto como algo más personal que ni siquiera los Alphas de Alemania se dieron cuenta—, hechizos sin decirlos verbalmente.
Esto se enseña en sexto año, pero pocos lo consiguen y normalmente con uno o dos encantamientos, no suelen llevarlo a otro nivel. El hechizo más "fácil" que puede usarse sin decirlo pero usando la varita, es el levicorpus. Perfecto para defenderte contra tu oponente, necesitas suma concentración de igual forma.
Esto de no decir los hechizos verbalmente resulta muy ventajoso en batallas y duelos porque tu rival no sabrá que hechizo usarás y no podrá prepararse a tiempo, este tipo de magia avanzada es algo complicada de manejar la a la perfeccion, sobre todo en brujos tan jóvenes. Pero Isagi sigue sin rendirse.
Al aterrizar en tierras japonesas, salir del aeropuerto con su "poco" equipaje, esperar y tomar un taxi, en casi treinta minutos llegaron a la residencia Isagi al atardecer.
Yoichi entro con facilidad abriendo una enorme reja, ni siquiera toco el timbre, caminaron por un pequeño sendero que atraviesa el hermoso jardín de su madre hasta llegar a la puerta de entrada de la casa de dos plantas. Kaiser observa la arquitectura asiática y las flores tradicionales del lugar. Imaginar que su novio creció rodeado de tan bellas flores explicaría porque es tan hermoso y cautivador como estas.
Con el equipaje detrás suyo, antes de entrar o tocar la puerta al menos, Isagi comienza a acomodar la vestimenta del mayor y arreglar su cabello largo como rubio, extrañando al alemán.
—Pareces una esposa arreglando a su marido.—comenta sonriente y burlón, convencido de sus palabras. Menos nervioso que su Omega.
—Solo quiero que te veas bien, quiero que mis padres te adoren como yo lo hago.—comenta emocionado y ansioso, tiene que ponerse de puntitas para arreglar el perfecto cabello de su novio. Maldice que sea tan alto, cuando lo conoció a principios del séptimo año, media lo mismo que Shidou Ryusei.
Ahora parece que ha crecido algunos centímetros más, tal vez incluso este a casi nada de medir lo mismo que Nagi.¿Qué comen los Alphas para crecer tanto?
—¿Sabrán que ya estamos aquí?—murmura el alemán curioso y besando a su pareja aprovechando la cercanía de los dos.
—Muy probablemente, en los años anteriores siempre llego a esta hora exacta.—suspira, a partir de cuarto comenzó a tomar el avión completamente solo hasta llegar a casa, sus padres le enseñaron a ser independiente desde mas joven.—Justo cuando el sol se está asomado por el horizonte.
—No esperemos más, ya quiero que conozcan a su guapo yerno.—sonríe cómplice, Isagi vira los ojos por las ocurrencias y la gran seguridad de su novio, prosigue a abrir la puerta principal, y, sin dejar de sonreír, ambos entran.
—¡Hemos llegado a casa!—exclama con alegría Isagi. Es costumbre avisar que has llegado, incluso aunque no haya nadie esperándote.
Michael inhala y exhala, había preparado todo en su mente para cuando se presentará este momento de conocer a los papás de su Omega, la primera presentación es muy importante.
—Debes dejar tus zapatos aquí en la entrada y usar estas sandalias para interiores.—le explica en voz baja y haciendo ademanes de señalamientos.
Kaiser, siempre respetuoso y atento, se inclina ligeramente y sigue las indicaciones de su Omega, quitándose los zapatos y poniéndose las sandalias tradicionales, tiene que ponerse las más grandes para que sus pies no sobre salgan. La entrada está decorada con cuidado, con plantas verdes y un ambiente cálido que hace sentir la bienvenida desde el primer momento.
No pasa mucho tiempo antes de que la madre de Yoichi aparezca apresurada desde la cocina hasta el pasillo que da de la entrada hacia la sala, con una gran sonrisa en el rostro. Ella es una mujer de apariencia amable, ya en sus cuarenta y algo de años, con el cabello recogido en un moño sencillo y un delantal que claramente muestra que ha estado ocupada preparando algo especial.
Cuando Kaiser la mira se da cuenta que Yoichi comparte las mismas expresiones que ella, o al menos puede ver el mismo rostro, idéntico. Notando ligeras diferencias como el hecho de que el de la señora Isagi es más femenino y maduro por los años.
—¡Bienvenidos! Estoy tan alegre de que hayan llegado bien y muy entusiasmada por conocer al novio de mi hijo.— dice mientras se acerca a abrazar a su adorado hijo y luego se gira hacia al alemán esperando algún gesto o saludo.
Kaiser capta la calidez y la bienvenida en la voz de la madre de Isagi. Él se inclina educadamente, saca su mejor sonrisa y dice en su idioma natal:
—Gracias por recibirme en su hogar.
La madre de Isagi, reconociendo la barrera del idioma recordando que no puede entenderlo, sonríe y hace aparecer su varita. Con un movimiento elegante y preciso, pronuncia el famoso hechizo de traducción que es muy útil en estos casos.
—Ahora sí, podemos entendernos mejor.—dice ella contenta.
—¿Dónde está papá?—pregunta Yoichi curioso mientras se adentra a su hogar en compañía de su pareja quién está atento a cada acción.
—Tu padre tuvo que salir por asuntos de trabajo, pero volverá mañana en la noche.—responde.
El aroma de la comida casera llena el aire, aumentando la sensación de hogar.
—La cena ya está casi lista. ¿Por qué no guías a tu novio hasta el cuarto de invitados y acomodan sus cosas mientras esperan?—aconseja la mayor, observando lo alto que es el Alpha de su hijo, incluso mas que su propio esposo.
Yoichi asiente ligeramente ruborizado, llevando a Kaiser hacia una habitación acogedora y bien ordenada en la segunda planta al final del pasillo con las maletas siguiéndolos.
—Este será tu cuarto. Puedes dejar tus cosas aquí.—indica con naturalidad, Isagi deja sus cosas en su cuarto y regresa rápidamente para ayudar al rubio a desempacar.
La japonesa, quien de repente se aparece en la puerta del cuarto, asusta un poco a los chicos.
—Estoy encantada de conocerte, Kaiser. Eres más apuesto de lo que imaginé.—señala entre pequeñas risas.
Aunque debe admitir que tanto ella como su esposo estaban preocupados por conocer a la pareja de su hijo debido a que éste les contó en las cartas que es extranjero y porta tatuajes bastantes llamativos a primera vista, al final luce bastante decente, formal y varonil. Claro que su cabello largo teñido de azul es llamativo y, al menos en Japón, se asocia demasiado a pandilleros, delincuentes o grupos de bandas musicales extranjeras, sobre todo a los típicos estudiantes rebeldes. Se cuestioban si su hijo se fijaría en un chico con esas mañas, pero el hombre que está enfrente de ella se comparta bastante respetuoso y calmado.
Yoichi se sonroja ligeramente al escuchar el halago de su madre hacia su pareja, la mira tenso y nervioso, con una mirada de "por favor, no sigas."
Ella ríe suavemente, sus ojos llenos de ternura y diversión. Su hijo nunca mostró en todos estos años estar interesado en alguien, siempre hablaba del Quidditch y de los estudios, claro que tanto él como su esposo lo apoyaron completamente en todo, nunca lo presionaron y solo esperaban que cumpliera sus sueños y fuese un estudiante ejemplar. Cuando se enteraron que, de un momento a otro no sólo confesó gustarle alguien, sino que además ya hasta son novios, debe admitir que pensaron que estaban soñando. Isagi no es el típico hijo interesado en las cursilerias y el romance escolar.
—¿Son muy exigentes en sus entrenamientos de Quidditch?—cuestiona la madre curiosa y aparentemente, preguntando algo inofensivo.
—No demasiado.—contesta el menor encogido de hombros. Suspirando tranquilo porque su madre haya cambiado de tema.—¿Por qué?
—Es que estos músculos no se consiguen solo comiendo mucha carne.—responde asombrada de la fuerza del Alpha al mover la base de la cama con todo y colchón de un lugar de la habitación a otro sin esfuerzo y sin magia.
Kaiser no sabe que decir y solo sonríe, aunque en el fondo tiene el ego hasta las nubes, totalmente de acuerdo con la señora en cuanto su belleza y fuerza.
Yoichi quiere morir, no puede más con esto.
Su madre avisa que ya pueden bajar a cenar, el verdadero motivo por el cual subió y entró.
Michael por fin probara una verdadera comida tradicional japonesa.
[...]
Al caer la noche, siendo ya las diez, Michael ya está con su pijama puesta listo para descansar. Aunque algo todavía lo inquieta demasiado y es el recordar aquella seria y profunda conversación que tuvo en el tren con su novio y Alexis.
¿Y si de verdad su madre le fue infiel a Noa? Todavía no ha visto ese recuerdo que le quitaron de pequeño porque aún no regresa a casa, por el torneo de los tres magos—ya que prefirió quedarse en el colegio para acompañar a su novio a estudiar y darle todo su apoyo—, le causa cierta ansiedad y nervios hasta el punto de que su cabello casi cambia de color. Pero de ser cierto que aquella Alpha mujer es su otra madre, aún así, es horrible el hecho de que es una asesina, una criminal que mató a sangre fría a su propio tío.
Tal vez por eso no hay muchos testigos de la apariencia y el nombre real de dicha criminal, porque lo vincularian con él, al salir en los periódicos desde muy pequeño sería observado con asco y prevención, probablemente le hubieran hecho bullyng sus compañeros por ser el hijo de una asesina.
Eso es otro misterio, ¿Por qué el Ministerio de Magia guardó dicho secreto de la apariencia y el vínculo que puede que comparta con aquella Alpha? Tal vez su mamá Omega, Alice, al ser de una familia de poder e influencias por muchas generaciones, les pidió ese gran favor al Ministerio de mantener todo en secreto y no decir nada a los medios de información.
Duda que Noa lo haya hecho, ¿Por qué protegería el resultado de la infidelidad de su esposa? Entre más lo piensa, más encajan las cosas y se siente fuera de lugar. Su corazón se niega a creerlo, pero su cerebro es quien lo persuade de aceptar la cruda realidad y la oscura verdad de quien es su verdadero progenitor Alpha.
Le perturba que aquella Alpha este de regreso, buscando quien sabe qué, con la ambrosía en su poder.
Escucha que tocan la puerta de la habitación despertandolo de su ensoñación, se pone de pie para abrir la y se sorprende al ver que se trata de Yoichi, con un peluche de langosta, una camisa de mangas largas y solo unos shorts cortos que muestran mucha pierna y piel. Se ve demasiado lindo así, quiere cargarlo y llevárselo a la cama, morder sus muslos hasta dejarles marcas. Pero no puede hacerlo, tiene que respetar la casa de los padres de su novio.
—¿Qué pasa, Yoichi?—pregunta mientras se en broca en la pared, cruzado de brazos y mirando las rodillas descubiertas de su novio. Actuando como todo un bravucón, a pesar de que el japonés ni se intimida.
Esta casi seguro que Isagi se puso algo en los labios, tal vez algún labial o humectante especial para los labios, porque los nota más tentativos de lo usual. No cabe duda que lo hace para provocarlo.
—Estoy algo aburrido, asi que pensé venir a dormir contigo.—se encoge hombros. Su deseo es estar en la misma cama que su Alpha, ¿es mucho pedir?
—¿Tú mamá no dirá nada?—señala frunciendo el ceño, no quiere tener problemas con ella, realmente parece que lo aceptó como la pareja de Yoichi y Michael realmente desea formar parte de la familia del japonés.
—No tiene porque saberlo.—le murmura mientras se pega a su cuerpo.—Regresaré a mi habitación antes de que se dé cuenta.—promete sonriente.
Ambos entran al cuarto, conversan durante un largo rato sobre las incertidumbres de Michael y se quedan profundamente dormidos. El Omega rodea al Alpha como koala, su rostro descansa en los enormes y duros pectorales de su novio mientras que esté rodea su cintura y su mano descansa en uno de sus suaves glúteos.
El suave y exquisito aroma que desprende el japonés es suficiente para mantener la mente de Kaiser en calma, alejar sus pesadillas y llenar de calidez su corazón. Ver lo tierno y bonito que se ve durmiendo su Omega, su mejillas sobre sus pectorales, la forma en cómo se empina su trasero y el abrazo posesivo de koala lo hacen sentir tan amado. Un amor pasional y único. Ya no puede imaginar un mundo sin Isagi Yoichi, sin esta persona que lo acomplementa, lo cuida y le hace sentir tanta felicidad que no puede creerlo.
Haber pedido ser transferido a Hogwarts es sin duda la mejor decisión que ha tomado en su vida.
Mientras tanto, con Isagi, antes de caer en la profundidad del sueño, tiene aquella pequeña punzada de que se le olvida algo, pero lleva rato tratando de recordar más no logra conseguirlo, así que prefiere no angustiarse mas, por lo que decide ignorarla.
[...]
Al siguiente día después del desayuno, la madre aprovecha para ir por una despensa completa. Debido a que su hijo suele estar en la escuela, normalmente hace despensas pequeñas pero muy seguidas. Ahora que lo tiene cerca para ayudarla, y aparte al bombón de su novio alto y musculoso, puede hacer una despensa completa que le dure hasta semanas.
—Solo vamos de compras, ¿no tienes ropa más sencilla?—cuestiona Isagi mientras se abrocha el cinturón de seguridad dentro de la camioneta.
La ropa que Kaiser trae puesta no encaja con la normalidad de salir un día tranquilo a hacer la despensa. Viste como si fuera a un restaurante de etiqueta. Claro que su madre sólo lo adula, puesto se ve apuesto y todo un caballero. Agregando que las chismosas de las vecinas observan a través de sus ventanas con "disimulo", curiosas por el Alpha extranjero, ya quiere ser la envidia de todas sus amigas y no tan amigas.
—Noa siempre insiste en vestir con clase y lujos.—responde encogido de hombros, de todas formas no tiene ropa más "normal".
Durante el viaje, la señora Isagi habla sobre qué estás últimas semanas han habido mucho reporte sobre ladrones forzando entradas en las casas de varias calles cerca del área. Lo cual es tan raro debido a que durante años han estado acostumbrados a un vecindario tranquilo y seguro que incluso podrías pasearte por todo el lugar en la madrugada sin temor a que algo te pase.
Pero los tiempos cambian.
Luego de un viaje de unos quince minutos en coche, llegan al enorme lugar donde harán las compras. Michael trae su propio dinero en puros billetes.
Mezclarse entre muggles no es difícil, el problema es que el Alpha es extranjero y terriblemente atractivo, termina por llamar la atención de una forma u otra.
—Oh, ¿y esto?—señala el rubio curioso por los objetos frente a él. Se da cuenta que Isagi tiene uno de estos en casa porque en el colegio jamás dejan traer este tipo de aparatos muggles.
—Son celulares. Es con lo que se envían mensajes de texto, llamadas, video llamadas, y otro par de tantas cosas, también te señalan la fecha y hora. La tecnología de los muggles es muy avanzada.—explica brevemente, notando lo enfocado que está su pareja con los diferentes modelos, marcas y diferentes tamaños de celulares.
—Ness también tiene de esos.—recuerda.—Yo quiero uno para poder comunicarme contigo, oí que es mucho más rápido y menos tedioso que enviar una lechuza.—añade con genuina curiosidad, Isagi le mira enternecido, parece un pequeño niño que está por descubrir un mundo nuevo.
—Con tanto dinero que tienes, seguro te alcanza y hasta te sobra.—comenta entre risas, alentandolo.
Pensó que, Kaiser al ser de una familia de sangre pura, se rehusaria o despreciaria la tecnología muggle como la gran mayoría de los brujos y magos hacen, sobre todo aquellos que no conviven directamente ni se mezclan con regularidad con los muggles.
—Quiero el mejor de todos, el más avanzado y lujoso.—agrega entusiasta y decidido. Sabe que el más caro debe ser el mejor por lo que continúa observando los diferentes estilos y marcas que existen.
Son como pequeños televisores. Isagi le explico tantas cosas, sobre la batería, como funcionan, que hay que ser cuidadosos con estos, sobre comprarle protector de pantalla y fundas para protegerlo mejor y así te dura más, sobre accesorios, realmente esta perdido y tiene muchísimo que aprender.
Ni siquiera en las pruebas o exámenes por los que tenía que estudiar se puso tan ansioso como ahora.
Michael señala uno que parece gustarle mucho, Isagi le explica que estos modelos son solo demuestra y que al pedirlo le entregaran el celular con un pequeño manual de instrucciones en diferentes idiomas, más el cargador, y entre uno que otro detalle. Kaiser comenta que quiere tener todo lo necesario para que a su celular no le falte nada, ve al objeto como una clase de mascota por tantas responsabilidades que ahora le dan al tenerlo.
El galaxy S23 Ultra, específicamente la variante llamada Caviar Pure Gold. La cara del encargado al ver que pidieron este celular y sobre todo esta variante, fue bastante graciosa. No debe ser para nada normal que alguien se compre este modelo de teléfono inteligente.
Después de un breve rato, continuaron con las compras.
—Hijo, ¿puedes ir a buscar un vino para tu papá en lo que tu novio me ayuda a escoger unas alfombras de esas pesadas?—pide su madre, señalando el pasillo de enfrente donde están todo tipo de licores de todo el mundo.
—Está bien, ¿el mismo vino de siempre?—pregunta para estar seguro, la Omega asiente sonriente.—Solo por favor, mamá, no digas algo vergonzoso sobre mi frente a Michael.—le ruega Yoichi, le da cierto pavor dejar a su Alpha y a su madre solos aunque sea solo por un par de minutos.
—¿Por qué crees eso de mamá?—menciona indignada y con una expresión confundida.—No te preocupes.
Yoichi les dedica una última mirada para después encaminarse al pasillo de los licores, recordando cuál es el vino que tanto le gusta a su padre, ha pasado un buen tiempo desde la última vez que lo compraron.
Apenas lo encuentra su rostro se ilumina, con mucho cuidado toma la botella y regresa al pasillo de alfombras y demás decoraciones para la casa donde está su madre.
Para su desconcierto, ellos ya no están ahí por lo que recurre a buscarlos con cuidado de no chocar con alguien. Debido a que son vacaciones hay mucha más gente de lo normal incluso entre semana.
Luego de buscar pasillo por pasillo con una expresión inquieta y nerviosa, los logra encontrar al fin en la sección de ropa.
—¿Qué están haciendo aquí?—pregunta ansioso, mirando a su mamá avergonzado.
Se supone que serian compras de despensa como comida, cosas para el cuidado personal, detergentes y aromatizantes para la casa, quizás algunas otras para el jardín de mamá, pero no ropa. Para eso van a otro tipo de tienda.
Ella tiene un conjunto de ropa para bebés recién nacidos entre sus manos, a lo lejos pudo ver que hablaba animadamente con su novio sobre quien sabe, apenas se acercó a ellos lo suficiente dejaron de hablar.
—Solo le platicaba a Kaiser sobre lo bonito y adorable que se ven estos conjuntos de bebé.—responde sonriente y encogida de hombros, Michael se ríe y Yoichi se siente más apenado.
—Mamá decía lo bonito que serían nuestros cachorros.—añade con naturalidad, tranquilo y una sonrisa que enamoraría a cualquiera.
Yoichi quiere llorar de la pena, Michael lo abraza para reconfortarlo y pedirle que no se altere porque no tiene nada de malo hablar de estas cosas de vez en cuando. Además que él lo tomó más con humor, besa sus mejillas con cariño.
—Será mejor que vayamos a pagar, ya tenemos todo...—pide apresurado, tienen dos carritos completamente llenos de un montón de cosas y el carga la botella de vino, es hora de marcharse antes de que su mamá continúe avergonozadolo frente a su Alpha.
Esta será una larga semana, definitivamente.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,500
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Lunes 17 de junio del 2024.
Fandom: Blue Lock
Au:Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Disfruten estos capítulos que van a ser muy acaramelados(?, por así decirlo.
Me tome mi tiempo en actualizar por la semana de exámenes, me puse a escribir otras cosas y luego quise flojear haciendo nada.Nos vemos la próxima!
Chapter 22: 21."Familia"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Mientras tanto, en la sala de audiencias del Ministerio de Magia en Japón, donde profesionales de la magia con altos cargos en dicho órgano de máxima autoridad se reúnen para tratar temas de suma importancia, discuten cierto caso que lleva meses preocupando los, no sólo a ellos, sino también al resto de ministerios de magia esparcidos en todo el mundo.
—Si esa mujer ha regresado, muchos de aquí saben cual es su objetivo.—se pronuncia la actual Ministra.—Estos días no se ha reportado ningún tipo de avistamiento de ella, quien sabe qué estara planeando en las sombras. Tampoco conocemos la identidad de alguno de sus seguidores, pero se tiene la sospecha que sean integrantes de familias de sangre pura.—explica con seriedad, provocando una oleada de murmullos de todo tipo.
Desde aquellos que están de acuerdo con lo que dice hasta aquellos que se sienten ofendidos.
—Eso es muy parcial de su parte, Ministra. Una acusación bastante grave.—comenta uno de los jefes de departamento. Un Alpha de aspecto bastante serio y formal.
—No tiene porque sentirse atacado señor Itoshi. Tan solo es una sospecha fuertemente respaldada por antecedentes que se tienen registrados.—continúa hablando sin importarle quienes se sientan atacados.
En lo que es la región de todo Japón, sólo existen alrededor de trece familias que se conforman de al menos un integrante que es mago, por lo tanto son familias mestizas. Pero solo tres de estas son de sangre pura; La familia Mikage, la familia Itoshi y la familia Isagi. Claro que algunas de ellas existe una fuerte competencia al buscar con quien emparejar a su descendencia, sobre todo cuando escasea mucho la sangre pura y no quieren recurrir al incesto.
En el centro de la audiencia, comiendo sus deliciosos fideos instantáneos e interrumpiendo la no tan amena charla con un sorbo de estos, llama la atención de todos, algunos con disgusto.
—No he venido aquí para hablar de quienes son los seguidores de esa mujer, sino de cómo detenerla.—habla con voz altanera y ese tono harto por la tensión de los más altos. Si no fuera porque es un mago muy importante y poderoso, ya lo hubieran sacado ahí por su comportamiento y poca educación. La forma en como hace ademanes y muecas es bastante característica de su personalidad.
No saben como su fiel asistente, una hermosa mujer de baja estatura pero atractiva forma, puede soportarlo.
—Todos sabemos que la única persona que pudo acabar con ella al neutralizarla hace muchos años atrás, fuiste tú, señor Jinpacho Ego. —recuerda con una sonrisa amable y gentil la Ministra, ignorando el desprecio de su supuesta mano derecha, el señor Itoshi.—Director de la prisión de máxima seguridad Blue Lock en Japón, y director del Colegio de Magia y Hechiciera Hogwarts en Gran Bretaña.—dice sus titulos honoríficos, solo por si alguno de los presentes desconocen quien es y pensaron en tratarlo con poco respeto.
Para detener a aquella criminal peligrosa necesitan de la completa ayuda de la única persona que pudo detenerla en el pasado, quien además es de gran ayuda proporcionándoles información como el hecho de que realmente regreso y uno de sus estudiantes lo presenció en carne propia.
—En realidad, hay alguien más que puede sernos de gran ayuda.—menciona encogido de hombros, llamando la atención de todos ahí, llenos de intriga y confusión.—No sólo me refiero por sus habilidades de duelo, sino por su uso y manejo excepcional con la escoba a pesar de estar ya retirado, además de que guarda un vínculo especial con el caso.—explica con detalle y precisión.
Pocos tienen la clara idea de quien esta hablando.
—¿De quién está hablando, señor Ego?—pregunta con interés el Alpha Itoshi y una mirada vacilante.
Conoce perfectamente al sujeto, después de todo, es el director del colegio de magia donde asistían sus dos hijos. No estuvo muy de acuerdo cuando lo pusieron como el director.
—Noel Noa.
[...]
Durante la hora de la cena, apenas comenzaron a comer cuando alguien sale de la chimenea de la habitación de a lado. Para Yoichi y su madre es costumbre, pero para Kaiser casi derrama su bebida del pequeño y abrupto susto. Quien aparece en el comedor es un adulto robusto, con anteojos y el mismo color azabache que su pareja. No cabe duda que se trata del padre.
Se pregunta si podra agradarle al padre o este se pondrá difícil, la señora Isagi ha sido todo un amor con él.
—Buenas noches, familia. —saluda amigable y saboreando el aroma de la cena que ha preparado su esposa. Tiene tanta hambre que rápidamente toma asiento con ellos en su silla de siempre, donde su familia lo recibe con amor. Antes de comenzar a comer, se da cuenta de la presencia de alguien mas que había ignorado debido al cansancio y al hambre—¿Quién eres tú?
—Es el novio de Yoichi, cariño.—responde su esposa, a su amado esposo se le había olvidado que la pareja de su hijo vendría de visita durante algunos días.
—Oh, mucho gusto.
—El placer es todo mio.—saluda con una sonrisa amistosa y de respeto Kaiser, poniéndose de pie por unos instantes para estrechar su mano con la del adulto mayor.
—Papá, le comentaba a Michael sobre tu trabajo.—habla su hijo, queriendo que su padre conozca mejor a su novio y esté a su papá.
¿Qué mejor forma que hacerlo hablar de su trabajo? Además que, a diferencia de Yoichi, Kaiser es todo un profesional con el encantamiento obliviate, el cual su padre utiliza bastante en su día a día.
—Antes era más fácil engañar a los muggles incluso sin borrarles la memoria ya que nadie les podía creer con solo su palabra.—comienza a contar acompañado de un suspiro cansado.— Pero por la bendita tecnología que han estado desarrollando, teléfonos inteligentes, cámaras de video con copias de seguridad, el Internet, y demás cosas, es mucho más tedioso.—explica con cierta ansiedad al final.—A mi todavía me cuesta adaptarme por completo a estos inventos tan avanzados, y eso que llevo varios años viviendo aquí.—agrega con ironía y cierta diversión.
Su esposa e hijo parece que se adaptaron mucho mejor que él por lo que saben usar y como funciona toda esta tecnología. Tal vez sigue siendo de la vieja escuela.
Kaiser asiente a todo lo que dice, admitiendo que el tampoco sabe nada de esta dichosa tecnología. Recientemente se compró uno de estos teléfonos inteligentes o también llamados celulares y que Yoichi le enseñara a como usarlo.
Claro que será difícil porque en el mundo mágico todavía no hay Internet, y probablemente la línea entre ambos mundos impedirá que no haya señal para comunicarse, pero eso será un problema que luego verán como arreglarán.
—También le conté sobre que me dejas volar a veces por las noches, cuando los muggles descansan y la oscuridad los confunde.
—Siempre he dicho que un mago no es un ser mágico si no puede disfrutar del vuelo.—agrega su padre con convicción.
Hay magos que se quedan siempre con la escoba para poder volar libremente, pero hay otros más avanzados y con mejor técnica que no la necesitan.
—Es una sensación liberadora.—admite en voz alta el rubio.—Me encantaría volar por la ciudad esta noche con su hijo, hacerle compañía y que me enseñe la esplendida ciudad donde nació y fue criado por tan ejemplares y amorosos padres.—añade con una sonrisa encantadora que los señores Isagi no pudieron rechazar y no conmoverse. Además que su forma de expresarse y hablar es tan elegante, fluida y sincera, sus palabras lo hicieron sentir orgullosos como padres.
—Una de las ventajas de ser obliviador, es que si alguien de casualidad ve a mi hijo por la noche y lo cree firmemente o incluso lo capturo en esas pantallas llamadas celulares, puedo yo mismo hacer el trabajo antes de que venga otro y mi pequeño se meta en problemas con el Ministerio de Magia.—comenta con tranquilidad, claro que no es el único en su cargo que hace estas cosas para proteger a su familia.
—Papá, entonces, ¿Puede Michael acompañarme?—pregunta el Omega ansioso y emocionado, con una expresión de cachorrito adorable e insistente que su papá no puede negarse.
—Sabes que no puedo decirte que no, solo tengan cuidado y esperen que den las diez.—aconseja enternecido por la cercanía de su hijo y el Alpha extranjero. Lo nota en las miradas "disimuladas" que se dedican y el ambiente relajado como feliz.
Su hijo sonríe agradecido, satisfecho. La familia continúa comiendo amenamente, Kaiser halaga la comida de la madre y felicita el buen trabajo que hace su padre como obliviador. Estar ahí es como tener una verdadera familia. Desde que murió su madre rara vez comía acompañado de su padre, las conversaciones que mantenían eran cortas y cuando se hacían largas terminaban en discusión. Nunca pensó con una sencilla cena podría ser tan acogedora y perfecta.
Nunca imagino cuanto puede desear sentirse de esta manera por más tiempo, de querer tener una familia.
—Y cuéntenme, ¿Cómo fue su romance?¿Amor a primera vista?¿Compañerismo?—cuestiona el señor Isagi con curiosidad que a su hijo irrita y avergüenza.
—¡Papá!
—Empezamos como rivales en el Quidditch y termine enamorándome de su hijo cuando me di cuenta lo valiente y hermoso que es.—admite dándole un sorbo a su jugo de naranja. Yoichi no sabe donde meter su cara, su rostro está rojo y sus padres solo adulan a su novio por la forma tan bonita en como se expresa del Omega.—¿Ya le contó que ganó el Torneo de los tres magos? Lo hizo increíble, fue fascinante.—agrega con entusiasmo y emoción, todavía recuerda lo eufórico y orgulloso que se sintió aquella vez.
—Escuché que hubieron dragones, realmente me preocupe por él, pero mi hijo es valiente y un buen hechicero.—concuerda completamente el señor. Mostrando lo orgulloso que está de su hijo y que quiere escuchar más de las cosas increíbles que ha hecho en el colegio este año.
Entre risas, anécdotas y consejos, Kaiser parece que encaja sin problema en la fluidez de la conversación y los padres de Yoichi le toman rápidamente un cariño especial. Tanto así que le invitaron a venir cuando quiera a esta casa sin necesidad de avisar, mientras no sea en la madrugada.
De un momento a otro luego de terminar la cena, todos van a la sala para seguir hablando. La señora Isagi decide tocar cierto tema que le pone ansiosa y es de vital importancia.
—Por cierto, cariño, creo que debemos tener más seguridad en esta casa. Solo tenemos un par de cámaras que dan al exterior y una alarma si forcejean la entrada de la casa, pero no creo que sea suficiente.—explica, agregando que ha escuchado de los vecinos en toda la colonia que han reportado estas semanas forcejeo en sus puertas e intentos de invadir su propiedad.
—Quién diría que esta ciudad se volvería insegura, especialmente por estas calles, se supone que conseguí una bonita y agradable casa en esa villa porque decían que era muy segura y calmada.—suspira decepcionado el señor, pensando que debería hacer.
—El problema es que la villa parece de gente muy rica, eso atrae mucho a los ladrones.—comenta Yoichi con una mueca en sus labios.
—Me encargaré de mejorar el sistema de seguridad. Si por alguna razón llegan demasiado lejos como apuntarnos con algún arma, no me tentare a defender a mi familia con magia.—añade con seriedad y seguridad en sus palabras, cruzado de brazos y una expresión pensativa.
—Pero papá, eso iría contra las normas del Ministerio de Magia.—recuerda con preocupación.
Su padre asegura que no debe preocuparse por eso, el Ministerio de Magia a veces es flexible con este tipo de casos, mientras sea de extrema urgencia el uso de la magia contra muggles.
—Estoy de acuerdo con tu padre, ¿vamos a permitir que lastimen a nuestros seres queridos por su avaricia? Si tenemos las posibilidades de defendernos, hay que hacerlo.—concuerda seriamente Kaiser, en total apoyo a la noción.
No importa si es una criatura, animal, brujo o muggle, él defenderá a las personas que ama hasta la muerte.
[...]
Isagi y Kaiser se dirigen al ático para limpiarlo, es un lugar espacioso, lleno de cajas de recuerdos y muebles antiguos cubiertos de polvo. La luz de la luna entra por una pequeña ventana, creando un ambiente íntimo y silencioso. Los chicos trabajan en silencio por un rato, moviendo cajas y limpiando superficies, hasta que el Omega decide romper el silencio.
—Te tomaste muy en serio la charla con papá sobre los ladrones.—menciona tranquilamente. No creía que Kaiser se tomará demasiado en serio la seguridad del hogar, ni siquiera vive ahí.
Para su sorpresa, el Alpha se sincera con él.
—Yo... solo quiero protegerte. Sé por mano propia lo que es que un criminal asesine frente a ti a un ser querido. Y no quiero que eso te pase a ti.—agrega con una expresión desolada pero a la vez molesta, a pesar de no recordar la forma en cómo asesinaron a su tío frente a él, le tiene muy presente y no es un misterio para él.
—Sé defenderme, contra un muggle o contra otro brujo. Solo pienso que sería muy desventajoso atacar a alguien que no tiene magia.—explica su punto con cierta preocupación.
A menos que su vida e intigridad o la de su familia corra peligro, solo así podría defenderse contra un muggle usando magia. Luego se encargarían de borrarle la memoria. Pero si ése no es el caso y solo quieren robarte sin herirte físicamente, entonces no tiene porque usar la magia.
—No es atacar, es defenderte.
Isagi sigue sin estar del todo de acuerdo con él, trata de entender que su novio sigue sensible y se lo toma muy personal por lo de su mismo tío, por lo que prefiere cambiar de tema y seguir con buen humor.
—Michael,—dice Yoichi, limpiándose las manos en sus jeans, —¿podrías hablarme más sobre tu mamá?
El Alpha, que está quitando el polvo de una estantería, se detiene y sonríe suavemente.
—Claro, Yoichi. Mi mamá siempre estaba bastante ocupada con su trabajo, pero lo compensaba contándome historias increíbles. Una de las historias que más me gustaba era sobre la ambrosía.—cuenta con nostalgia y cariño. Ya se lo había contado a su novio anteriormente, pero a Isagi no le molesta volverlo a escuchar.
El nipón se sienta en una de las cajas, curioso y adorando la forma en como su novio se expresa.
—Lo que más recuerdo son las noches en las que tenía pesadillas. Mamá siempre venía a mi habitación y me cantaba una canción que, según ella, la compuso su hermano mayor, mi tío. Siempre se la cantaba a mi madre de niña antes de abordar el tren a Hogwarts para que pudiera soportar estar lejos de casa y recordar a su familia.—explica con naturalidad.
—¿Es una canción que se pueda bailar?
Kaiser sonríe encantado, sus ojos brillando.
—Sí, de hecho, lo es.
Sin dudarlo, el alemán se pone de pie y extiende su mano hacia la persona que tanto adora.
—¿Te gustaría bailar conmigo, Yoichi?
El mencionado se sonroja ligeramente y toma la mano de Kaiser con cierta timidez.
—Sí, me gustaría.
Ya abrió el baile de navidad en su último año de estudios en Hogwarts con cientos de personas mirándolo, esto no debe ser motivo para ponerse tan nervioso. Están en el viejo ático sin nadie más observando.
Kaiser lo levanta suavemente y lo acerca a él.
—No te preocupes, estamos solos.— dice en un susurro tranquilizador e íntimo, haciendo suspirar de amor a su pareja por la cercanía y la sensualidad natural que desprende el mismo Alpha.
El alemán sonríe con una mezcla de coqueteo y cariño mientras toma a su novio de la mano, guiándolo a bailar y teniendo cuidado de no tropezar con algo. Empieza a tararear la melodía de la canción que su madre solía cantarle de pequeño, su voz suave resonando en el ático polvoriento.
Es increíble la forma en cómo aún puede recordarla casi a la perfección, más que nada el ritmo y la tonada. Su madre incluso poseía un bello violín para acompañarla. Le duele que una mujer tan amorosa, cuidadosa y dedica a hacer feliz a su familia haya terminado muerta por un accidente en relación a su trabajo. Por eso mismo, niega profundamente que ella haya sido capaz de serle infiel a Noa, ella no pudo ser capaz. Tal vez el francés no sea alguien muy expresivo en palabras y muchas veces estaba ocupado y por lo tanto ausente por el trabajo por lo que llegaba bastante tarde a casa, pero algo que le reconoce es el amor profundo y fiel que le tenía a su madre y como se lo demostraba con otros tipos detalles. Si su madre se caso con él fue porque lo amaba, ¿verdad? Es imposible que le haya engañado con alguien más, sobre todo una criminal.
Mientras se mueven lentamente por el espacio, con Kaiser pensativo, éste le explica a Isagi:
—Mi madre solía cantarme esta canción cuando era pequeño, especialmente antes de que muriera. Me ayudaba a dormir y a sentirme seguro.
Yoichi, conmovido por la historia, mira a su Alpha con ternura y emoción. En este momento, no hay otro lugar en el que quisiera estar. No hay otra persona con la que quisiera estar, su corazón y mente disfrutan de pasar tiempo con él.
—¿Podrías cantarla para mí, Michael? Si no es molestia...
El alemán asiente con profunda adoración por el genuino interés de su novio de querer saber mas de él.
—Claro, Yoichi.
Se aclara la garganta y empieza a cantar, su voz llenando el ático con una mezcla de melancolía y esperanza:
—Niños, alégrate, alégrate,
El tren ni siquiera salió de la estación...
Hace una breve pausa, todavía hay partes de la canción que no recuerda con tanto detalle y eso le extraña un poco. Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que su madre la cantó para él, y desde ese entonces, nunca volvió a entonarla, con nadie.
—Hola pequeño tren! Espérame!
Una vez fui ciego, pero ahora... ya veo,
¿Me has dejado un asiento?
¿Es parte de mi imaginación?
Estaba encadenado pero ahora soy libre...
La canción y el tono suena melancólico y sentimental, cada palabra cargada de emoción. Yoichi cierra los ojos, dejándose llevar por la voz de su Alpha, sintiendo la calidez y la tristeza en cada nota. Se recuesta contra el pecho de su novio, escuchando el latido de su corazón acompasado con la melodía.
Bailan lentamente, moviéndose con gracia en el pequeño espacio del ático. La voz de Michael envuelve a su Omega, haciéndolo sentir protegido. Los recuerdos y las emociones fluyen entre ellos, creando un vínculo memorable.
Cuando la canción termina, permanecen abrazados, disfrutando del silencio compartido y la intimidad del momento, hasta que miran la hora en un viejo reloj colgado en la pared. Finalmente, Kaiser susurra suavemente:
—Es hora de prepararnos para salir a volar.
Isagi asiente, sus ojos brillando con una mezcla de felicidad y emoción.
—Gracias, Kaiser. Esto significó mucho para mí. Gracias por compartir esto conmigo.—declara con sentimiento.
—Para mí también significó mucho, Yoichi.— responde el rubio, apretando suavemente la mano del japonés. No puede resistir más y une sus labios con los de su pareja, mueven lentamente y disfrutan del sabor del otro.
Juntos, bajan del ático, ya es hora de tomar sus escobas y dar un paseo nocturno por la bella noche estrellada, donde la luna los observará, aquella que los hombres lobos tanto temen pero a los amantes favorece.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 3,293
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 22 de junio del 2024.
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Los fans de harry potter han de conocer perfectamente la canción que canta Kaiser al final, es como la canción que uno piensa cuando se habla de la franquicia.Nos vemos la próxima actualización!
Chapter 23: 22."Libertad"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El cielo nocturno de la prefectura de Saitama está totalmente despejado, salpicado de estrellas que brillan con intensidad y la hermosa luna llena no se hace del rogar. El aire es bastante fresco, y la tranquilidad de la noche solo es interrumpida por el susurro del viento entre los árboles. La joven pareja de brujos que pertenecieron a la misma casa, con escobas en mano, se dirigen al patio trasero de la casa del Omega, un espacio amplio rodeado de una alta cerca de madera y árboles frondosos que aseguran la privacidad y alejan lo suficiente a los vecinos chismosos.
Yoichi mira a su pareja con una sonrisa cómplice, preguntándole si esta preparado para comenzar el vuelo.
El rubio asiente, sus ojos azules brillan con entusiasmo y emoción, siente la adrenalina de volar en una ciudad desconocida, rodeada de muggles y animales sin magia. Siente ese deseo de libertad recorrer sus venas. Normalmente cuando usa la escoba es para partidos y entrenamientos de Quidditch, pero han pasado años desde la última vez que paseo con alguien en escoba solo por diversión y disfrutar la vista que les ofrecen las alturas.
—Siempre estoy listo cuando es contigo, Yoichi.—le sonríe con cariño. Si no quieren ser vistos por muggles deben volar o muy alto o demasiado rápido como para que ellos no los detecten.
Ambos montan sus escobas, sintiendo la familiar vibración mágica que les recorre el cuerpo. Con un último vistazo a la casa, donde los padres del Omega ya han sido informados de sus planes nocturnos y les entregaron una bolsa de explorador donde empacaron agua y algunas golosinas para el viaje, se elevan suavemente en el aire, saliendo del resguardo de los árboles y subiendo hacia el cielo.
El viento acaricia sus rostros mientras aumentan la velocidad, dejando atrás la seguridad de la casa y aventurándose en la vastedad del cielo nocturno que apenas es iluminado por las pequeñas estrellas que llenan de emoción al alemán. La ciudad de Saitama se despliega debajo de ellos, una alfombra de luces que parpadean en la oscuridad. Isagi lidera el camino, siendo el guía de su novio al ya saber de memoria los lugares que desde su niñez ha recorrido con sus padres, su escoba cortando el aire con precisión y gracia.
—Te mostraré algunos de mis lugares favoritos.—expresa con deseo el nipón, su voz llevando una mezcla de emoción y nostalgia. Se siente un poco diferente cuando recorres estos lugares con alguien a quien amas. Es tan íntimo y glorioso.—Vamos, sígueme.
Michael sonríe y sigue a su novio, ambos volando en perfecta sincronía. Surcan los cielos a gran velocidad, sus risas resuenan en la noche mientras disfrutan de la libertad que solo el vuelo puede ofrecer. La ciudad debajo de ellos se convierte en un mosaico de luces y sombras, con calles serpenteantes y edificios altos que parecen juguetes desde su altura, las personas se ven como hormigas.
—¡Mira allí!— exclama Isagi, señalando un parque iluminado con faroles tradicionales de la región.— Ese es el parque donde solía jugar de niño. Es hermoso, ¿verdad? Cuando es primavera, los árboles de cerezo son tan preciosos.
Kaiser asiente, admirando la vista desde la altura.
—Es muy bonito, Yoichi. Gracias por compartir esto conmigo.
Siguen volando, cruzando puentes y ríos, hasta que llegan a un lago sereno. Isagi desciende lentamente, y Kaiser lo sigue, volando a baja altura sobre el agua. Sus reflejos en el lago crean un espejismo casi mágico, como si estuvieran volando sobre un espejo líquido que de vez en cuando se mueve en pequeñas ondas. Con cuidado, estiran sus manos para tocar la fría agua, donde hay peces koi, estos hermosos seres acuáticos blancos, negros y naranjas, muy típicos de la región.
A lo lejos divisan un puente por el que tiene que pasar al menos por debajo de éste, el problema es que hay algunas cuantas personas caminando en éste, los dos piensan que es increíble que a estas horas sigan fuera de casa.
Y aunque a Isagi tiene algunas ideas de como evitarlas, a Kaiser se le ocurre algo mejor.
—Aqua Volatem.
Un encantamiento que permite controlar el agua, ya sea levitar, dirigir y controlar que flote por el aire. Es un hechizo bastante simple y fácil para aquellos que ya se han graduado de Hogwarts, pero es complejo para aquellos que lo realizan sin su varita. Como es el caso de Michael, quien dejó su varita guardada en el cuarto donde se está quedando y ha conjurado el encantamiento sin esta.
El alemán hace que el agua se mueva con fluidez y que les salpique a todos los muggles que están pasando por el puente y cerca, así los moja por completo, distrae y les nubla la vista por algunos segundos suficientes, seguramente creerán que fue algún enorme pez quien les salpicó. Son tan tontos que Kaiser ríe para sus adentros.
Yoichi a pesar de que sabe de la gran habilidad del rubio de conjurar encantamientos sin su varita, todavía le impresiona lo bien que los hace. Parece tener una habilidad con la magia nata. Es realmente talentoso, claro que él también puede conseguirlo pero tendría que esforzarse y practicarlo mucho, y quizás dentro de un año o menos, podría lograrlo. A él el hechizo le saldría igual de bien pero necesitaría de si o sí su varita para hacerlo.
Una vez que pasaron por ello, se elevan hasta las esponjosas nubes. Van muy bien abrigados por lo que el frío no les congela.
La sensación de volar tan alto, casi tocando el cielo, es indescriptible. La ciudad de Saitama se ve diminuta desde su nueva perspectiva, y el mundo parece lleno de posibilidades infinitas.
—Eso fue peligroso, e increíble, Michael.—jadea expectante el japonés, sintió una adrenalina nerviosa. Pensar en que pudieron ser vistos pero el agua pudo ayudar a distraer a los muggles el tiempo exacto, se le hace como un sueño.—¿Crees que realmente se crean que pudo haber sido un simple y enorme pez que los salpicó?—cuestiona Yoichi no muy seguro, ahora que están en lo alto, pueden volar con más calma, despacio y tan cerca uno del otro. Solo deben tener cuidado si escuchan algún avión acercarse.
Desde que los muggles descubrieron como volar construyendo varios tipos de transportes, algunos más grandes y seguros que otros, ha sido un problema y estrés para el mundo mágico. Claro que ya han tomado sus medidas precautorias, pero sigue siendo tan fastidioso.
Una de las tantas cosas que los magos y brujos podían presumir hace algunas décadas atrás, era de volar. Ahora que los muggles también pueden hacerlo, aunque claro, sin magia, ya no se sienten demasiado presunciosos.
—Los muggles son fáciles de engañar, incluso con toda esa tecnología que tanto presumen.—añade Kaiser confiado de sus palabras mientras admira la belleza del paisaje, nubes como algodón, debajo de ellos los edificios que parpadean luz.—Los muggles son tan idiotas.—agrega entre pequeñas carcajadas en modo de burla.
Yoichi percibe que Michael todavía posee ese tono, esos aires de ver a otros como inferiores. No a todos, solo a algún grupo selecto, al menos eso piensa. La forma en cómo habla muchas veces sigue siendo arrogante y creída, aunque es algo que sigue sin gustarle al japonés y piensa hacer que Kaiser cambie, no puede odiarlo por eso.
Cuando esta con el Alpha, se siente libre y amado. Se siente especial. Siente esa conexión invisible atandolo el rubio, como un lazo, hilo o una enredadera de espinas que lo llevan hacia él.
Isagi mira a Kaiser, sus ojos llenos de una mezcla de felicidad y ternura. Haber usado magia y pasar volando muy cerca de muggles fue realmente peligroso, más no puede negar que realmente ha sido algo emocionante, intenso y divertido.
Kaiser se acerca más a su novio, ambos rozando cuerpos, el japonés sigue pensando en cómo regañar a su pareja por la forma en cómo se expresa de aquellos que no poseen magia. Tiene que ser serio con él, a él le incómoda y...
—Es hermoso, Yoichi.—admite en voz alta el alemán, sacando al nombrado de sus pensamientos.—Todo se ve más hermoso cuando estás conmigo.—le sonríe con amor, provocando que el Omega sienta un acogedor calor en su pecho y sus mejillas ruborizarse.
Queda embobado en el momento, la belleza del rubio se captura en su memoria, con un cielo oscuro y estrellas de fondo, sobre su escoba y sus cabellos dorados con azul bailando con el sereno de la noche.
Yoichi olvida por completo que le iba a decir, solo disfruta de las palabras tan bonitas y sinceras que el Alpha expresa sobre él. Sus manos cosquillean y apenas puede mantener el equilibrio en la escoba. La forma en cómo lo mira Kaiser, es como si Yoichi fuera su mundo entero y aquello hace que su corazón se vea envuelto en un manto tibio y dulce.
Entre recuerdos de sus días en Hogwarts, risas y miradas coquetas, recorren más de media ciudad, disfrutando de la compañía del otro y de la libertad del vuelo.
Se quedan en silencio por un momento, disfrutando del suave susurro del viento y la proximidad del otro. El cielo estrellado parece brillar con más intensidad, como si fuera un reflejo de la conexión entre ellos.
Finalmente, Isagi suspira, una sonrisa suave en su rostro. Trajo consigo un reloj de muñeca, dándose cuenta que ya es casi media noche.
—Es hora de volver, antes de que mi papá se preocupe.—avisa con anticipación.
Michael asiente, pero no puede evitar robar un último beso en el aire, sus labios tocando suavemente los de Yoichi quien no le niega la dicha de acariciar sus labios.
—Te quiero tanto, Yoichi.—murmura sobre sus labios, antes de dirigirse hacia la casa. El Omega le corresponde de la misma manera, guardando este recuerdo como uno de los más felices que ha vivido en su joven vida. Se pregunta si esta emoción es mutua por parte del Alpha.
Vuelan de regreso, dejando atrás la magia de la noche y la ciudad que los ha envuelto en su manto de estrellas. Llegan al patio trasero de la casa de Isagi, aterrizando suavemente y sin ruido, aunque con el aire levantándose. Con el corazón aún acelerado por la emoción y la conexión compartida, se despiden del cielo nocturno, sabiendo que esta noche será un recuerdo preciado para ambos.
[...]
Al siguiente día al atardecer, la pareja se encuentra en la sala mirando un maratón de películas de terror. Para Kaiser es algo completamente nuevo como funcionan estos objetos muggles, la televisión, bocinas, el control remoto, DVD, etcétera.
Claro que Kaiser no es alguien que se asuste con facilidad, aunque ha de admitir que le desagrada las escenas de exceso de sangre y mutilaciones, mientras que su novio es todo lo contrario. Él sí cae fácilmente ante los sustos que se presentan en la gran pantalla. El japonés está fuertemente aferrado a él durante los momentos de tensión y horror.
Hasta que los padres del Omega los interrumpen, avisando que se irán aprovechando que Kaiser está en casa y cuidara de su hijo, saldrán los dos con unos viejos amigos y no regresarán hasta el medio día de mañana.
Issei asegura que confía mucho en el alemán para proteger y hacerle buena compañía a su querido hijo, solo pide que sean cuidadosos al usar magia dentro de la casa, ademas que cierren bien cada ventana y puertas del hogar antes de ir a dormir, recordando el tema de los ladrones.
—Estaremos solos toda la noche y parte de mañana. ¿Qué quieres hacer?—cuestiona el Omega acurrucandose en el pecho de su Alpha quien está recostado en el gran sofá de la sala.
Que sus padres estén ausentes pone a Isagi un tanto ansioso, y estar en compañía de su novio le gusta.
Kaiser nota el sutil cambio de aroma en las feromonas de su pareja, se vuelven más calientes y la mirada de fingida inocencia de su novio le hace sospechar de sus intenciones.
—¿Qué me sugieres, Yoichi?—pregunta con interés, su novio comienza a restregarse sutilmente contra su cuerpo, provocando lo.
—Siento una comezón aquí abajo.—le murmura cerca de su oído, sonando tan lascivo que el rubio siente una pequeña punzada en su hombría.
Yoichi se está portando tan... caliente, es sugerente y la forma en cómo se mueve encima de él hace rechinar un poco el sofá.
—¿Me estás coqueteando, lindo?—pregunta mientras reparte besos en las mejillas de su Omega, sus grandes manos toman sus redondos muslos y los aprieta.—Déjame llevarte a tu cuarto.
Apagan la televisión y Michael carga a Yoichi, este enreda sus piernas en la cintura de su Alpha y se deja cargar hasta su recámara.
[...]
>>>>
—Tienes unos duros y pequeños pezones, son tan apetecibles.
El Alpha succiona y chupa los pechos de su Omega, Isagi se siente tan caliente que le suplica por más.
Kaiser le quita sus pantalones y ropa interior, dejando a la vista la intimidad desnuda del Omega. Su pene semi erecto y su agujero comenzando a lubricar.
—¿Esperabas mucho por esto, cariño?—pregunta el Alpha, repartiendo besos húmedos en sus pezones para después lamer su cuello.
—Alpha...
—Te prepare, estas muy estrecho.
Mientras el Omega se retuerce por la intromisión de dos largos dedos en su interior, el Alpha demanda su boca, por lo comienza a besar a Isagi hasta dejarle los labios inchados, la humedad del momento, sus lenguas se devoran y Yoichi no para de mojarse mientras el rubio golpea su punto g, gimiendo en medio del beso y su pene expulsando pre semen.
Isagi apenas puede respirar entre pequeñas pausas, aprecia que el color de pelo de Kaiser ha cambiado. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio así, un color rosa suave. Adora ser la razón por la que la hombría del rubio se marca dura en sus pantalones.
—¿Te gusta cuando te toco aquí, Yoichi?—cuestiona mientras continúa dando fuertes y profundas estocadas en el interior caliente y empapado de su novio.
—Me voy a correr, Micha~
El japonés siente la hombría del Alpha ser liberada, está dura y choca contra su ombligo, el rubio la frota y embiste su vientre, simulando el deseo que tiene de golpear su útero hasta llenarlo. Yoichi la siente pesada y grande, su agujero está tan caliente y ansioso por recibirlo, no para de expulsar tanto lubricante como le es posible. La habitación del japonés encierra las feromonas de éste como un sauna, es caliente y abrumador, y Kaiser disfrutar de estas.
—Apenas sientes mi polla contra tu ombligo y tu agujero me aprieta más,—comenta entre pequeñas risas y orgullo.—¿tanto quieres que te llene con mi polla, cariño?
Michael esta tan seguro que la punta de su pene podría alcanzar hasta el útero de su Omega, podría hacerlo llorar y gemir de placer, podría abrirlo tan bien y dejarlo lleno de su semen que incluso cuando se ponga ropa interior la ensuciara por tener todavía su semilla dentro de él. Mierda, como desearía que la ropa interior de su novio estuviera bañada en su semen, que la sienta húmeda y rozando su culo mientras camina o se sienta.
—Estoy bastante húmedo para ti, Michael.—admite con su respiración agitada y una capa de sudor en su frente, siente su interior hormiguear caliente, rogando por más.—Quiero que me impregnes de ti.
Isagi lo quiere, su agujero gotea tantos jugos esperando que los dedos de su Alpha sean remplazados por la erección dura y gorda que no deja de empujarse sobre su ombligo. Se pregunta cuánto dolerá su primera vez y si se volverá adicto a tener la hombría de su Alpha tan profundo en su interior que lo haga delirar.
—¿Ya quieres que te haga un bebé, querido?—pregunta excitado, las feromonas de su Omega lo envuelven de manera abrazadora haciéndole cosquilleas en su pelvis, es tan erótico la forma en cómo le pide que lo folle. Aún así, le recuerda algo tan importante.—Somos demasiado jóvenes, todavía...
Kaiser aumenta las embestidas en el interior de su pareja hasta que este se corre, dejando sus dedos llenos de un líquido transparente, el cual usa el Alpha para mojar su propia polla y mastubarse.
—Tienes razón.—jadea un poco agotado, si lo hacen sin ningún tipo de protección muy probablemente quede embarazado y aun es demasiado pronto para ello. Al notar la dura extensión carnosa y venosa de su novio, no quiere dejarlo así.—Quiero ayudarte con esto.
Michael sonríe cuando su Omega toma el control de la situación, cambiando de posiciones, comienza a lamer la hombría de su Alpha la cual está húmeda por el líquido que esparció hace unos segundos y su propio pre semen, Isagi succiona y escupe saliva sobre su glande, luego continúa lamiendo todo el tronco, Yoichi esta seguro que su culo puede tragarse cada centímetro de la verga de su novio, solo necesita dilatarse bien y empapar de saliva la gorda polla.
En un futuro no tan lejano, promete que estará más preparado para recibirlo.
[...]
Isagi despierta desorientado y con bastante sueño, luego de aquella escena indecente donde ambos llegaron al orgasmo se limpiaron, cambiaron de ropa y se fueron a dormir. Su novio le llama en voz baja mientras observa hacia la ventana que da hacia el balcón. El Omega mira la hora en su móvil, el cual marca las dos de la madrugada.
—¿Por qué me despiertas, cariño?—bosteza el japonés, confundido de porque su pareja sigue despierto y acechando hacia afuera.
—Están forzando la entrada.—contesta mirándolo de reojo.
—¿Qué?¿De qué hablas, Kaiser?—pregunta extrañado, se limpia sus párpados y con bastante flojera, se pone de pie para alcanzar a su novio y abrazarlo por detrás.
Solo huele un poco a lavanda por la ropa que utiliza, le gustaría poder oler su verdadero aroma de Alpha. Es genial abrazarlo, como si abrazara un enorme oso, grande y corpulento, alto.
—Dos sujetos están forzando la entrada, y por como lucen puedo decir de manera acertada que son ladrones.—explica brevemente en un tono calmado y pensativo, asustando a su pareja.
—¿¡Qué!?—exclama paranoico, el rubio murmura con amabilidad que guarde silencio.—Oh no... okey, papá me preparo para estos casos. Hay que llamar a la policía y escondernos en un lugar seguro. Mi ropero es lo suficiente grande para ambos y tiene seguro por dentro.—planifica mientras trata de calmarse e ir por su celular a buscar el contacto de emergencias.—Tal vez crean que no hay nadie en casa y...
—Yoichi, no hay que huir y escondernos. Debemos enfrentarlos.—le interrumpe el mayor, tomando a su novio de los hombros para dejar que tiemble de los nervios y que actué de manera firme.
Michael se niega aceptar que el mismo Omega que se enfrento a dragones, quien nadó hasta las profundidades del lago lleno de criaturas tenebrosas para rescatarlo, quien adora volar hasta lo mas alto y estuvo en un enorme laberinto que juega con tu mente e incluso estuvo frente a frente con una criminal que se creía muerta, ahora este temblando por unos estúpidos muggles que tienen la intención de robar en su propiedad.
El alemán no va a permitir esto.
—¿Cómo? Esos tipos seguro traen armas.
—¿Y nosotros no tenemos nuestras varitas o la magia de nuestro lado?—señala con una sonrisa de medio lado, recordando lo obvio a su pareja.
—Pero son muggles...
Isagi en un principio se niega a usar la magia para ahuyentarlos, pero su novio le continúa insistiendo al mismo tiempo que planea como asustarlos hasta que mojen sus pantalones.
—¿Confías en mí?—le pregunta serio y le mira fijamente.
Yoichi no lo duda, él haría todo por él.
—Claro que confío en ti, Michael, siempre lo haré.
[...]
Dos extraños entran a la residencia Isagi. Por lejos parece una casa sencilla aunque grande, pero por dentro es mucho mejor. No se equivocaron a escoger este lugar. Las cámaras y alarmas no son un problema para ellos.
—¿Seguro que no hay nadie?—dice el más alto mientras entran por la parte de atrás de la casa, ignorando el par de escobas tiradas a un lado.
Han estado observando este lugar desde hace algunos meses atrás, y también identificado a los dueños para saber sus horarios. Conocer sus platicas y cuando dejarían la casa completamente sola.
—Los padres salieron y no creo que regresen hasta mañana. Y el hijo estudia en el extranjero o algo así.—contesta sin moderar su voz, muy seguro de que no hay ni un alma en la casa.
—¿Qué hay de las cámaras?
—Cómo si hicieran mucho.—contesta sin preocupaciones.
Los ladrones, iluminando la sala con sus linternas, se detienen de repente al ver una figura imponente y peluda en medio del cuarto. Ante ellos, se erige un gato increíblemente grande y largo, más majestuoso de lo que jamás hayan visto.
—Oye, mira esto. Es un gato enorme.—señala el mayor con una sonrisa tonta, acercándose al animal.
El felino posee un pelaje dorado que brilla suavemente bajo la luz, con bigotes largos y delgados, con patrones oscuros que resaltan sus músculos ágiles y bien definidos. Sus ojos son de un azul intenso, casi hipnótico, que parecen penetrar en el alma de quien los mira. Las orejas, erguidas y alertas, muestran una inteligencia aguda, y sus patas, fuertes y terminadas en almohadillas rosadas, sugieren una fuerza oculta.
Sin decir una palabra, el felino los observa, como si supiera exactamente qué están haciendo y cuáles son sus intenciones, sembrando una semilla de duda e intriga en sus corazones.
—Es increíble. Pero, ¿Por qué tiene su pelaje este color azul?—cuestiona el más bajo, bastante intrigado.
—Es demasiado raro y exótico. Quizás sean de esos gatos de raza, son muy costosos. Por lo grande y gordo que está además de su pelaje brillante y bien cuidado, quiere decir que debe vivir la buena vida aquí.—explica más alto, la forma en cómo los mira es bastante peculiar.
Aunque es algo raro, de todos estos meses que estuvieron vigilando a los padres, jamás encontraron señal o pista alguna de que tuvieran un gato. Ningún pelo en sus ropas, ni alimento para felinos en sus canastos de compra, nada.¿Acaso lo habrán obtenido muy recientemente? Pero de ser así, de ser nuevo este gato, ¿Por qué lo dejarían completamente solo en casa?
—¿Vez? Te dije que los de aquí ganan mucho dinero. Hasta tienen a un felino de raza.—comenta el contrario, bastante orgulloso de su elección.
—¿Y si nos lo llevamos? Luego piden recompensa.—sugiere su compañero con una sonrisa codiciosa.
Mientras discuten sobre robarlo a él o no, apenas se dan cuenta cuando el gato brinca hacia uno de ellos, pero este se transforma en un enorme lobo grande y pesado que hace temblar al ladrón quien cae fuerte hacia el suelo.
—¿¡Pero que carajos es esto!?—grita el extraño, ¿en que momento apareció un enorme lobo?¿Esto es un sueño? Pero el peso y mal aliento de su hocico se siente demasiado real.—¡Disparale!—pide ayuda a su compañero.
El más bajo saca su arma, aún bastante confundiendo con el cambio de escena repentino, apuntando hacia el lobo quien poco le hace caso y le gruñe de una manera aterradora a su compañero quien se orina en sus pantalones. Antes de que pueda apretar el gatillo, una suave voz que proviene de las escaleras, detrás de él, se hace presente.
—Expelliarmus.
Como una ráfaga de luz lo invade. La pistola del ladrón sale volando lejos de sus manos y aparte es empujado por una fuerza misteriosa hacia la puerta, de manera brusca y fuerte.
El lobo le gruñe a ambos ladrones quienes están confundidos y aterrados por lo que está pasando.
A lado de lobo, aparece una figura misteriosa, bastante baja que trae una túnica oscura que cubre parte de su rostro y tiene un objeto punzante en su mano pero que no es un cuchillo, como una rama de madera.
Es hora de hacerlos volar lejos de aquí para que nunca más vuelvan a regresar.
Notes:
Palabras: 4,032
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: martes 02 de julio del 2024
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
En un principio Kaiser se transformaría de un gato a un oso, pero cambie la idea jajaja, sentí que haria más destrozos en la casa de isagi.Me tardaré en traer la próxima actualización, la neta no he escrito nada del siguiente capitulo pero estoy casi seguro que será corto.
Chapter 24: 23."Octubre"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Aquella pequeña y divertida aventura donde asustaron a los ladrones, muy seguros de que, incluso aunque fueran con las autoridades muggles terminarían perdiendo ya que tienen grabaciones de ellos invadiendo la casa, forzando la entrada y discutiendo sobre el intento de robar un gato. Además, posiblemente nadie les creería y pensarían que estaban borrachos. Mantendrían esto como su secreto, solo lo contarían en un futuro a sus amigos más cercanos y de confianza, aunque al menos por parte de los amigos de Yoichi, tendrían que omitir ciertos detalles ya que se revelaría que el alemán es metamorfomago.
Los siguientes días Kaiser e Isagi estuvieron practicando aún más la magia sin varita, así como crear un álbum de fotos en sus propios celulares, el japonés le enseñó y le explicó a más detalle como funciona y se carga el aparato. Claro que también estos días restantes el alemán se ha ido integrando más a la familia Isagi hasta el punto de que al final tuvo que revelar su apellido y por lo tanto, quien es su padre.
Yoichi y él pasearon por diversos lugares de la ciudad, un acuario, el parque que le enseñó desde las alturas, las bonitas y pequeñas tiendas de conveniencia de algunas zonas, la playa y pasearon por algunos puestos de comida callejeros donde hacen los dulces más deliciosos en opinión del mas joven, Kaiser comió las famosas croquetas de pescado y los panes dulces rellenos de chocolate. También creo lindos recuerdos con su pareja haciendo pequeñas e inofensivas bromas usando un poco de magia que la gente cree es alguna ilusión o truco de magia callejero.
Cuando llego el día, más específicamente durante la tarde donde Kaiser debe regresar al mundo mágico, la madre de su novio le obsequio un portaretrato con una fotografía ya incluida, la cual está un Yoichi vestido de un hermoso kimonio tradicional con detalles florales. Al parecer, es de una navidad pasada, cuando todavía no se conocían, cuando el Omega seguía en sexto año de Hogwarts y por lo tanto, Kaiser todavía no se había trasladado de colegio. El Alpha agradeció enormemente a la mujer por tan bonito regalo, asegurando que lo guardará y atesorara por siempre. Su novio se ve tan hermoso vestido de forma tradicional, su cabello era más largo dándole un aire diferente, como rebelde e informal.
Detrás de ellos aparece un Yoichi avergonzado y "enojado" por que nadie le preguntó ni aviso sobre que le darían una fotografía a su novio de él.
El rubio se marchará a través de los polvos flu, solo necesita llegar al mundo mágico y el resto para llegar a su casa es más sencillo.
Claro que antes de marcharse, debe despedirse.
Aunque seguirán comunicándose seguido por medio de cartas, sigue siendo muy difícil ya que saben que pasará mucho tiempo cuando tengan la oportunidad de volverse a reencontrar. Si ambos siguen dedicándose al Quidditch, hay más posibilidad de que se enfrenten en las copas de Quidditch internacionales o cuando sea un día festivo. De cualquier manera, hasta que eso pase, se extrañarán mucho.
—Sabes, ha sido muy agradable estar aquí. Tus padres me acogieron como si fuese un integrante más.—comienza hablar el Alpha, con una sonrisa despreocupada, habiendo disfrutado cada día en casa de su pareja.
—¿Y no lo eres?
—¿Me ves como alguien de tu familia?
—Si, lo hago.—le responde sin dudarlo y una amplia sonrisa que transmite un profundo cariño a su pareja.
Tuvo que pedirle a sus padres privacidad con su novio para así poder despedirse de manera cariñosa e íntima sin la mirada alerta de sus mayores.
Michael lo abraza con fuerza y amor, sus manos rodeando su espalda baja mientras reparte besos alrededor de su cara.
—Yo quiero que formes parte de la mía también.—agrega con seguridad y convicción.—Sabes, es turno que conozcas a mi padre.—se sincera para gran sorpresa de Yoichi.
—¿Hablas en serio?—jadea asombrado.
Pensar que su relación está yendo por un rumbo tan serio le da cosquillas en el vientre. Es agradable, emocionante y le hace sentir muy feliz. Que Michael quiere presentarle a su padre es motivo de sentirse tan especial.
—Tal vez en septiembre u octubre... te enviaré una carta dando más detalles, necesito que los horarios coincidan y que tengas oportunidad de conocerlo.—explica brevemente su plan. Su padre suele estar muy ocupado por el trabajo, y últimamente hay que sumarle que ha ido al Ministerio de Magia con frecuencia por asuntos que desconoce. Así que debe asegurarse de coincidir con al menos un día libre que su padre tenga y esté en casa.—Quiero que conozcas mi hogar, y a mi padre. Quiero que formes parte de mi familia, Yoichi.—se sincera el rubio con una sonrisa cargada de amor que su Omega corresponde y lo besa con profundidad. Algo lento y pasional, pero que no sea tan ruidoso para que sus padres no salgan a espiar.
Michael nunca había estado tan emocionado en su vida, por primera vez, no le aburre o desagrada la idea de pasar tiempo con su padre ya que le presentará a su Omega, a su amado Isagi Yoichi. Al mago que le enamora cada día más, la persona que a la que le dedicaría noche y día su amor y tiempo.
[...]
Durante los siguientes meses, mientras Isagi Yoichi espera la fecha en que Kaiser vendrá por él para llevarlo a conocer a su padre y pasará algunos días allá, éste se ha mantenido al tanto de las convocatorias del equipo de Quidditch japonés con ayuda de su padre ya que éste va con más regularidad al mundo mágico y le trae las noticias y demás cosas de allá.
Se ha mandando mensajes de texto con sus amigos que viven en el mundo muggle como él.
Con quien más frecuenta conversar es Chigiri, Bachira, Kurona e Hiori. Este último parece tomar más la iniciativa, todavía está interesado en su investigación de magos criminales y sobre la cuarta maldición de la que no muchos saben de su existencia. Es tan inteligente que esta seguro que no tardará en descubrir la verdad y los misterios que rodea estos encantamientos, cosa que le preocupa en cierta medida. Investigar demás esos temas nunca termina bien, pero confía en que Hiori sabrá ponerse límites y cuidarse de lo que sea.
Todavía sigue bastante curioso con saber quien es la persona que le gusta, nunca se aclararon sus dudas si se refería a Itoshi Rin, solo puede desear y esperar a que las cosas se den con tiempo y pueda florecer el amor. Lo que si le aconsejó al Omega de cabellos celestes es que trate de averiguar los gustos del Alpha y tomar la iniciativa enviándole cartas.
Muchos de los magos jóvenes ven tan romántico y aprecian que se sigan enviando cartas, ya que conserva cierta esencia mágica, no es cosa de muggles, y les encanta leer la caligrafía y profundidad de las palabras de la otra persona. Esto es más marcado en las familias de sangre pura, tradicionales y enigmáticas.
Cambiando de tema; el pétalo azul de la rosa sigue intacto, lo ha guardado en un pequeño frasco el cual tiene planeado llevar para cuando visite la casa de su novio, durante su estadía hace tiempo se le había olvidado por completo hablarle de este y mostrárselo, pero ahora que tendrá oportunidad de reencontrarse con él no piensa olvidar lo. Llevará la ambrosía o al menos lo que ha conseguido obtener de ésta, se la dará a Kaiser y él verá que hacer con esta, ya sea solo guardarla como un recuerdo o artefacto mítico, o investigarla más a fondo.
Isagi esta seguro que, si hubiese hablado con el director Jinpachi Ego o la profesora Anri que son los magos y autoridades de Hogwarts en quien más confía acerca del pétalo que guarda, estos probablemente hubieran dicho que lo llevará al Ministerio de Magia y jamás podría volver a recuperar lo. Él quiere dárselo a Kaiser, él tomará la decisión adecuada. Se lo prometió, y quiere hacerlo feliz.
Durante este tiempo en casa, aparte de ayudar a su madre con el jardín y demás quehaceres del hogar, siguió practicando con cierta regularidad hechizos sin pronunciarlos y sin usar varita. Realmente es muy difícil pero cree firmemente poder conseguirlo.
El joven Omega se pregunta si Kaiser habrá visto por fin aquel recuerdo de su niñez que le quitaron, ese recuerdo donde vio al asesino de su tío matarlo frente a él. No han tocado el tema en todo este tiempo en las cartas, solo espera que no le afecte. Sobre todo considerando que el asesino, aquella Alpha de magia oscura, sigue con vida, oculta a la espera de quien sabe qué.
Es desconcertante que las autoridades mágicas aún no hayan logrado atraparla, ya ha pasado un tiempo.
[...]
Su ciclo de calor coincide con la misma fecha en que irá al hogar de Michael a pasar unos días y aparte conocer a su padre, por lo que en un principio tuvo pensando llevar sus supresores para el celo, pero al reflexionar lo con más detenimiento, el deseo de pasar esos días con Michael le envuelven el corazón y estremece. Por lo que, prefirió estar tomando anticonceptivos durante un lapso de tiempo no mayor a cuatro semanas, para así cuando lo haga con su pareja, no tenga preocupaciones de quedar embarazado. Son medicamentos muggles, pero su amigo Chigiri le ha confirmado que son muy buenos y útiles. Ha tenido que tomarlos a escondidas para no alertar a sus padres.
Es una decisión algo apurada, ni siquiera le ha avisado a Kaiser sobre ésto, ¿qué tal si no quiere hacerlo con él durante el celo?
Se repite que no debe tener inseguridades, Kaiser le ha demostrado cuanto lo quiere y desea, cuanto ha querido llegar con él hasta el final y lo bonito que sería hacer el amor.
[...]
Al llegar Octubre, un día antes de halloween, las hojas de los árboles pintandose de naranja y amarillo, es que llega el día que Isagi Yoichi tanto ha estado esperando.
Una suave brisa nocturna acaricia el rostro del Omega mientras espera ansiosamente en el umbral de su casa, se envía mensajes con sus amigos magos que viven en el mundo muggle sobre lo emocionado pero también muy nervioso que está de conocer al padre de su Alpha. El cielo está claro, las estrellas titilan como miles de pequeños diamantes esparcidos por el firmamento. De repente, el sonido de un motor rompe la tranquilidad de la noche. Una majestuosa limusina antigua, negra y brillante, con un diseño que mezcla la elegancia de épocas pasadas con un toque de modernidad y lujo, se detiene frente a la casa de los Isagi.
Las puertas de la limusina se abren suavemente sin hacer ruido y Kaiser desciende de está con gracia. Viste un traje impecable, diseñado a la medida, que realza su porte elegante y seguro. El Omega quiere chillar de emoción, le parece tan gracioso que el Alpha no tenga algo mas sencillo que vestir, aun asi, se ve tan apuesto. Quisiera romperle su costoso traje y empaparlo con sus jugos. Pensar en ello lo sonroja y se da cuenta que su celo no debe tardar en hacerle efecto. Probablemente para mañana durante la noche ya esté por llegar.
Los padres de Isagi salen a recibir al extranjero con sonrisas cálidas y ojos llenos de curiosidad y emoción.
—¡Kaiser, bienvenido! —exclama la madre de Isagi, abrazándolo con la familiaridad y calidez sincera de alguien que ya lo considera parte de la familia.
—Es un placer volver a verlos, señora y señor Isagi —responde Kaiser con una inclinación cortés de cabeza.
A su señal, el chófer de la limusina y dos sirvientes que igual actúan como fieles guardaespaldas bajan varios paquetes y cajas adornadas con elegancia y formalidad. Colores oscuros pero preciosos.
—He traído algunos regalos como muestra de agradecimiento por recibirnos.—dice el Alpha orgulloso, entregando una caja a cada uno. Dentro de las cajas, los padres encuentran tartas deliciosas, elaboradas con ingredientes mágicos que les aseguran una experiencia gastronómica inolvidable. También hay botellas de vino encantado que brilla con una luz suave y delicados amuletos de protección.
—¡Muchas gracias, Kaiser! Son maravillosos —responde el señor Isagi, impresionado por la generosidad de la pareja de su hijo.
Mientras los sirvientes recogen las maletas de Yoichi, que son unas cuantas y de diseño sencillo pero funcional, la joven pareja se despide de los padres de éste.
—Cuida mucho de nuestro hijo.—dice la madre de Isagi con una sonrisa gentil y dichosa, estaba un poco preocupada en un principio pero confía en que el Alpha cuidara de su cachorro.
—Lo haré, señora Isagi, puede estar segura de ello —responde el alemán, tomando la mano de su Omega con ternura.
—Nos vemos pronto, mamá, papá.—añade el menor, abrazándolos brevemente.
Finalmente, Michael y Yoichi se acomodan en la limusina, que está decorada con un interior lujoso: asientos de cuero suave, una pequeña mesa con bebidas sin alcohol y un ambiente cálido como acogedor. La puerta se cierra con un leve chasquido, y el motor comienza a ronronear suavemente.
El chófer da un pequeño toque al sombrero y, con una leve inclinación de cabeza, acciona un mecanismo oculto. La limusina empieza a elevarse lentamente, despegando del suelo con una ligereza sorprendente. Los árboles y casas cercanas se hacen cada vez más pequeñas mientras el vehículo se eleva hacia el cielo nocturno, aprovechando la ausencia de muggles para volar libremente pero manteniendo el cuidado de no ser vistos.
Isagi observa la ciudad de Saitama desde las alturas, maravillado por la vista nocturna de su hogar que se extiende bajo ellos como un tapiz de luces parpadeantes.
La limusina avanza, veloz y silenciosa, atravesando las nubes y dejando atrás la ciudad donde Yoichi nació y se ha criado desde entonces. Isagi siente una mezcla de emoción y nerviosismo mientras se adentra en lo desconocido, sabiendo que está a punto de conocer una parte importante del mundo de Kaiser. Ansioso por pertenecer a su familia. Imaginar una vida con Michael le llena de alegría.
Alemania, el mundo mágico y Noel Noa. Está tan nervioso, no sólo es su ídolo del Quidditch, también es el padre de su pareja. Esta demasiado nervioso y ansioso por conocerlo. Sabe que es un mago de pocas palabras y expresión seria, concentrada y paciente. Es francés pero se crío en Alemania gran parte de su juventud hasta la adultez.
—Michael, ¿puedo pedirte algo?—dice con discreción, casi susurrando para que nadie más escuche. Ninguno de los sirvientes o el chófer de éste que están hasta la parte delantera de la larga limusina.
—¿Qué es?—señala curioso, es raro que Yoichi se comporte tan meloso estando con gente alrededor. Pero parece ir en serio.
—¿Podemos dormir en la misma habitación?
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras: 2,477
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: Sábado 13 de julio del 2024
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Ayer en la noche hubo una lluvia intensa con relámpagos y truenos que no me espere. Se inundó casi toda mi casa y no tuve el tiempo que quise para publicar esto en la noche. En fin, al menos hoy se los he traído.
Por cierto, creo que muy pronto habrá escena de gogogo completo, por fin lo harán hasta el final. Por eso me tardaré mucho en traer el siguiente capitulo.
Chapter 25: 24 "Celo"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La limusina descendió suavemente desde el cielo nocturno, aterrizando con elegancia en la entrada de la majestuosa mansión de la familia Kaiser. El vehículo se detiene frente a las grandes puertas de hierro forjado que dan paso a unos impresionantes jardines. En el centro yace una preciosa fuente donde las aves suelen bañarse o beber y el reflejo de la luna puede apreciarse.
Isagi, aún maravillado por el viaje, mira a su alrededor con asombro. El jardín esta impecablemente cuidado, con setos perfectamente recortados, fuentes de mármol y estatuas de la antigua grecia encantadas que parecen cobrar vida con el paso del viento. La noche está iluminada por cientos de luces mágicas flotantes que dan al lugar un aire de ensueño.
Kaiser, abriendo la puerta de la limusina, extiende una mano hacia Isagi.
—Bienvenido a mi hogar, Yoichi —dice con una sonrisa cálida y ansioso por presentarle su casa a su novio.
Isagi toma de la mano a Kaiser y sale del coche, sintiendo el suave césped bajo sus pies. No puede evitar soltar una exclamación de asombro al contemplar la inmensidad de la mansión. Es tan bella y enorme como los cuentos que leía de pequeño.
—Esto es… increíble. Es casi tan grande como Hogwarts —murmura, sin poder apartar la vista de la imponente fachada de la mansión.
Los sirvientes de Kaiser, vestidos con uniformes elegantes, comenzaron a descargar las maletas de Isagi con eficiencia. El chófer, un hombre mayor con una actitud digna, les hace una reverencia antes de dirigirse hacia la parte trasera del vehículo.
—Mi padre estará encantadosde conocerte, me dijo que pasado mañana estaría llegando a casa.—explica Kaiser mientras guia a Isagi por el camino de piedras que conduce a la entrada principal.
Al atravesar la gran puerta de roble, son recibidos por una enorme sala de entrada. Candelabros de cristal cuelgan del techo alto, lanzando destellos de luz sobre las paredes decoradas con tapices antiguos. El aire esta impregnado de una fragancia sutil de rosas y jazmín. Las alfombras son grandes y tienen el sello de la familia.
El japonés se detiene un momento, maravillado, antes de que su mirada se diriga hacia una enorme escalera de mármol que conduce al segundo piso. Justo en el centro, colgado sobre la escalera, hay un retrato familiar de gran tamaño. En el enorme cuadro, Kaiser aparece con unos cinco años, acompañado por sus padres, ambos jóvenes y sonrientes. El detalle y la vivacidad del retrato son asombrosos, casi como si la familia estuviera realmente presente en la habitación.
El Omega se queda embobado observando esta enorme pintura, sobre todo a la mujer, a la madre de su Alpha. Está sonríe con los párpados cerrados, pestañas largas y doradas, cabello rubio como el de su hijo, largo y completamente lacio. No puede ver el color de sus ojos ya que los mantiene cerrados pero apuesta que son del mismo color que los de Michael. Porta un vestido elegante color azul y ajustado con escote, un collar de diamantes alrededor de su cuello y su reluciente anillo de compromisos. A lado de ella esta Noel Noa, sonriendo levemente y con un traje oscuro. Parece una familia de aristócratas. Rodeados de lujos y riquezas como una felicidad que parece una ilusión.
—Ese es uno de mis recuerdos favoritos —cuenta Kaiser, notando la mirada embobada de Isagi sobre el cuadro.— Mis padres mandaron pintar ese retrato poco después de que comenzara a mostrar mis primeras señales de magia.
No es el único cuadro de pintura en realidad, en los pasillos puede apreciar más pero de tamaños más pequeños. Tampoco hay fotografías colgadas, todo lo que ves son pinturas. Y parece que es el único cuadro donde está la madre de Michael.
—Es hermoso —responde Yoichi, conmovido. La madre del rubio luce como una Omega imponente y de la alta clase.—Parece una foto de familia, pero mucho más... viva.
Kaiser asiente y toma la mano de Isagi nuevamente, guiándolo hacia una de las salas adyacentes.
—Vamos, quiero mostrarte algo más antes de que subamos a la habitación.
Entran en una sala de estar con una atmósfera acogedora. Las paredes están decoradas con ricos tonos de verde y dorado, y una chimenea crepita en una esquina, llenando la sala de calor y luz suave. Hay varias sillas y sofás dispuestos alrededor de la chimenea, invitando a sentarse y relajarse.
Yoichi esta seguro que el Alpha solo le mostrará algunos lugares importantes y recurrentes, algunas habitaciones, baños y pasillos, porque si le mostrará toda la mansión jamás acabarían.
—Aquí es donde suelo leer algunos libros y escribirte cartas. —explica Kaiser.—Espero que te sientas como en casa.
Isagi se deja caer en uno de los sofás, disfrutando de la comodidad. Kaiser se sienta a su lado, y por un momento, se quedan en silencio, disfrutando de la tranquilidad y la calidez del momento.
—Gracias por traerme aquí, Michael. Esto es... más de lo que jamás imaginé.—dice con sinceridad.
—No tienes nada que agradecer.—responde Kaiser, tomando la mano de Isagi y entrelazando sus dedos.—Estoy feliz de que estés aquí conmigo.
Después de unos momentos de relajación, Kaiser se levanta y le ofrece una mano a su Omega.
—Vamos, quiero mostrarte nuestra habitación. Mañana será un día largo y emocionante.
Suben la escalera de mármol, pasando por corredores decorados con obras de arte mágicas y muebles antiguos. Finalmente, llegan a una puerta de madera oscura con intrincados grabados. Kaiser la abre con una llave dorada, revelando una habitación espaciosa y lujosamente decorada.
La cama de gran tamaño a pesar de ser individual, con un dosel de terciopelo oscuro, ocupa el centro de la habitación. Grandes ventanales dejaban entrar la luz de la luna, y una suave alfombra cubre el suelo de mármol. Isagi se queda sin palabras, observando cada detalle con admiración.
—Espero que te guste.—dice el rubio, observando la reacción de Isagi con una sonrisa.—Si necesitas algo, solo tienes que pedírmelo.
—Es perfecta —responde el Omega, girándose para abrazar a Kaiser—. Gracias, de verdad.
—Por cierto, le pedí a la servidumbre que nos dejara solos. Ellos se alojan en sus propias habitaciones en la parte oeste de la mansión, solo vendrán cuando tengamos que salir. De la comida se encarga nuestro elfo doméstico, casi no lo veras ya que solo hace su trabajo, espera alguna orden y se retira. A menos que lo llame, no creo que nos moleste.—explica con precaución y detalle.
—¿Quieres decir que estaremos totalmente solos?
Yoichi piensa que es como si vivieran ellos dos solos en esta enorme mansión, sin que nadie los moleste y dándose amor.
—Todo lo que es en el centro de la mansión y parte este, sí. Hasta que padre venga pasado mañana.—agrega como recordatorio.
Isagi revisa los roperos y al parecer ya han traído y acomodado sus cosas. Su ropa está bien ordenada a lado de la del rubio. Realmente se siente como si viviera aquí, es una atmósfera diferente. Hace más frío y afuera está nublado. La recámara huele a mármol y roble. Las cortinas son suaves con ese toque a lavanda y jazmín. No hay electricidad por lo que usan velas o algún hechizo específico para crear luz.
—Éste lugar es enorme, ¿no te sientas solo sin gente aquí?—cuestiona con intriga, saliendo al balcón para admirar el hermoso paisaje que da hacia los jardines y las fuentes.
Pensar que estarán recorriendo y paseando estos días solo una fracción de la mansión le hace sentir tan pequeño. Es como si estuviera en un laberinto, solo que más grandes y sin tanta vegetación. Se pregunta porque una familia que solo es conformada por el padre y el hijo seguirá viviendo en un lugar tan enorme y espacioso como esta mansión.
Tantas habitaciones libres que ni siquiera la servidumbre puede llenar, es un hecho tan increíble.
Sus amigos más adinerados son Reo y los hermanos Itoshi, ellos igual tienen grandes casas pero no son mansiones. Además que ellos tienen más integrantes viviendo ahí, hermanos, primos y tíos. No se siente solitario y el espacio sigue sobrando.
Está mansión se siente con un aura diferente, no entiende como su novio puede vivir tantos días así, sin compañía más que los sirvientes que de vez en cuando se topa y no volverse loco. Además que los colores son algo oscuros o góticos.
—Muchas veces, pero aprendí a vivir con ello.—suspira pensativo. Aunque de vez en cuando su amigo Ness lo visita y suelen jugar Quidditch afuera o practicar magia avanzada.—Además, ahora estas tú aquí, conmigo. Por cierto, ya que estaremos solo nosotros dos y estamos en mi casa... quiero impregnarme en ti. Mis feromonas.—añade para abrazar de manera cariñosa a su novio.
Esto quiere decir, que por fin liberará su verdadero aroma. Aquel que durante su estadía en escuela era una misterio. Y aquello le pone muy emocionado al Omega.
—Oh, me parece bien. Quiero que me llenes de tus feromonas, Michael.
[...]
Se supone que el celo de Isagi Yoichi no llegaría hasta mañana durante la noche o tal vez incluso madrugada, pero algo que lo afectó son las feromonas, el aroma del Alpha que por tantos meses había querido sentir.
Debido a que estarían completamente solos en la casa del alemán, éste había deshecho el hechizo que anula sus feromonas para así poder estar en completo contacto con su pareja, sin ninguna magia de por medio.
Isagi ahora le da la razón al rubio con respecto al bloqueo de sus feromonas, Michael huele exquisito, tal cual un afrodisíaco al que pocos podrían con mucho esfuerzo, ignorar. El aroma a rosas mezclado con esencia de vainilla es un completo deleite para el olfato del Omega que no puede resistirse, y por ello mismo, es que termina por entrar en celo. Es majestuoso y viril, sencillamente así podría describir la esencia del Alpha alemán.
Michael sale de darse un baño con agua tibia el cual se encuentra conectado a su habitación, donde lo espera un impaciente japonés en ropa ligera.
Kaiser reparte besos húmedos y sonoros en cada rincón de la tersa y bonita piel de su novio haciendo a éste suspirar de emoción y placer. El mayor admira la figura del nipón debajo suyo, no es tan pequeño como otros Omegas que ha conocido, pero tampoco es tan esbelto. Su cuerpo muestra algunos músculos debido al entrenamiento riguroso que debió estar ejerciendo durante años para entrar y quedarse en el equipo de Quidditch de Hogwarts. No hay ni una sola cicatriz o mancha, solo alguno que otros pequeños lunares escondidos que parecen ser besos de su vida pasada. Su piel es tersa, saludable se siente como la seda. Con un lindo color perlado. Tiene sus pezones levantados por la exposición del aire y sus genitales acurrucados entre un poco de vello púbico oscuro y suave como el propio cabello del Omega. Ya es un chico grande, hermoso y fragante. Ha madurado como una fruta a la cual ahora puede comer.
Isagi siente poca vergüenza al ser despojado de sus ropas más íntimas, jadea al momento en sentir la cálida boca del Alpha tomar uno de sus pezones con habilidad y vanidad.
—Pequeños y duros, ¿Eres sensible aquí?
Le encanta la forma en cómo succiona con fuerza y humedad los botones rosados del japonés, es tan lindo y caliente como estos redondos pezoncitos se hinchan como si quisieran alimentar al Alpha.
Isagi no produce alguna palabra, solo sonidos eroticos y jadeantes se expulsan desde su garganta mientras su respiración se vuelve más pesada y su agujero gotea lubricante.
Kaiser se acomoda entre sus piernas, abriendo sus muslos para tener la vista de su pequeño y virgen agujero de Omega, el cual está mojado y lubricandose, preparándose para recibir a su Alpha.
—Yoichi, estas tan apretado.—jadea Kaiser, solo ha metido un dedo y siente como el interior caliente del azabache lo succiona y empapa, necesitado de atención.
El rubio saca de sus pantalones su hombría semi dura, la cual frota contra el vientre del Omega quien gime suplicante.
—Si te la meto ahora mismo, mira que tan profundo llegará.—añade sonriente, embestido la piel del Omega, su glande punzante se frota contra el ombligo del chico quien se retuerce ansioso y caliente.—¿Estas seguro que esto quieres, cariño?¿Qué mi pene llegue tan profundo que te llene el útero?
—Michael, lo quiero tanto.—pide sediento por tenerlo.
El roce de pieles es intenso, caliente y frenético. La forma en cómo el agujero húmedo y apretado de Yoichi después de estar lo suficientemente dilatado se adapta perfectamente a la polla del Alpha es tan emocionante y delicioso. Escuchar los muslos de Isagi rebotar por las embestidas, azotarse contra la pelvis del alemán mientras relucen y se salpican gotas de lubricante y liquido pre semen es tan obsceno y ruidoso en toda la habitación.
—Nadie nos escuchara a varios metros, Yoichi. Puedes gritar y gemir todo lo que quieras, amor.
Kaiser no miente al confesar que le encanta la forma en como el culo de su novio ordeña su pene, como su pelvis choca fuertemente contra su trasero hasta llegar a su agujero, es encantador y tan excitante. Se siente bien ir pausado para después aumentar el ritmo de manera desenfrenada haciendo que el Omega se retuerza de placer y no pueda dejar de gemir.
—Mira como empapas mi polla de tus deliciosos jugos, me ordeñas tan rico, Yoichi.
—Micha~ ¡besame!—ordena en un agudo grito al sentir como desgarran su interior y muelen sus entrañas.
Isagi es exigente y eso le encanta, le fascina que pida y sea honesto con él. El Omega agarra su mano y la guía hasta su vientre, en señal de que lo toque ahí, que lo apriete y no lo suelte. Aprovecha para masturbalo, frotar su delgado y largo pene de Omega, sensible y duro para que así esté recibiendo doble estimulación y más placer.
Kaiser obedece sin problema, no puede dejar de besarlo con tanta pasión y amor. No importa cuantas veces lo pruebe, nunca había acariciado y lamido unos labios más dulces, suaves y ricos que los de Isagi Yoichi. Se sienten calientes y gorditos, adictivos como una poción de amor que te hace sentir en las nubes, en el paraíso. Son como bombones derretidos en una fogata.
En todo este amorío que estos dos jóvenes ya graduados de Hogwarts tienen en la habitación, el cabello de Michael ha cambiado en más de una ocasión. Se ha vuelto ondulado cuando le cosquillea el vientre y está cerca de venirse, ha cambiado a un color pastel y rosado cuando su lengua se devora a la de su pareja y por instantes regresa a su color rubio natural cuando esta tan feliz al escuchar los gemidos como sonidos húmedos que su cuerpo y el de su amante que provocan al compás de la cama que parece rechinar, a pesar de estar construida con material resistente.
—¿Estas acaso tan excitado por que te froto tan profundo?—pregunta con un toque de malicia y profundo deseo, sin permitirle al japonés responder.—Dime, ¿estoy llegando a tu útero, cariño?
—¡Si! ¡Alpha! Estas llegando tan profundo~—admite cerca del extasis. Los temblores en su cuerpo y el calor subiendo por su vientre lo hacen retorcerse.
La voz de Yoichi es dulce y erótica, agoniza de placer mientras disfruta de sentir su agujero caliente y lleno por la hombría de su Alpha que se empuja hasta dentro.
—Me tomas tan bien que parece que quieres que anude en ti.¿Es eso lo que quieres?
Michael se siente sofocado y cerca del clímax. Su pene está duro apunto de hincharse y correrse tan profundo en su amante.
—¡Por favor! ¡Anuda en tu Omega! Llename con tu semilla fértil.—pide Yoichi suplicante y jadeante, rasguñando la espalda de su pareja con fuerza y moviendo sus caderas.
Su culo arde y se estremece con cada estocada en su interior, el dolor se esfuma para ser reemplazado por el deseo de seguir siendo follado hasta que lo llenen y caiga desmayado.
—¿Quieres tener a mi cachorro, Yoichi?—ronronea en el oído de su novio, dándole fuertes nalgadas. El nombrado siente cosquillas en sus pezones de tan solo escuchar aquello.—Tan joven y ya deseas cargar a mis bebés.
—Michael, te amo, ¡anudame!
Isagi está completamente perdido y nublado por el placer, la lujuria y la emoción. Su cuerpo lo pide, lo necesita, lo exige. Cuando la polla de su Alpha lo embiste tan profundo, es tan obvio que todo en su interior quema y se estremece. El japonés quiere que su Alpha lo impregne tan profundo hasta anudarlo y quedar embarazado. Es el deseo de un Omega en celo, y su Alpha no puede negarselo. Por lo que, cambia de posición y con Kaiser sentado y su pareja encima suyo, toma ambas nalgas para abrirlas y comienza a dar fuertes, toscas y profundas estocadas. No son tan rápidas pero su propósito es romper a Yoichi, este siente el pene de Kaiser tan profundo que su mente está en blanco y no deja de babear. Sus fluidos salpican todas las sábanas, los testiculos del alemán están mojados por el orgasmo del Omega quien gime fuerte y sonoro, glorioso. Nunca había sentido tal placer en su vida, su agujero se contrae tembloroso, cosquillea gustoso mientras recibe la semilla caliente y abundante de su novio tan profundo que su vientre se abulta un poco.
Su culo se desborda del semen de su pareja, a Isagi le hubiera encantado chuparsela y tragarlo todo, pero recibirlo dentro se siente muy bien. Se siente tan lleno y su agujero está tan dilatado y mojado por los fluidos mezclados.
—¿Te gusta que te preñen, Yoichi?
No recibe respuesta alguna, el japonés esta tan agotado que apenas puede regular la respiración mientras disfruta de los espasmos en su cuerpo, se queja del dolor de ser anudado pero disfruta del intenso orgasmo. Su culo absorbe y aprieta de manera maravillosa y caliente el pene de Kaiser mientras esté sigue algo duro en su interior y expulsando chorros de su semen caliente y espeso.
Yoichi agradece en el fondo haber estado tomando anticonceptivos durante semanas atrás, si no, seguro habría quedado embarazado de su Alpha. Y aunque desea tener cachorros de Kaiser, sabe que es mejor esperar hasta dentro de muchos años más. Aunque piensa lo bonito que sería tener muchos hijos que llenen está gran casa para que su Alpha nunca más se sienta solo.
Por ahora, solo le queda disfrutar del placer sexual y carnal en su periodo de calor.
[...]
Fueron dos días intensos de ambos dando y recibiendo amor. Isagi despierta a una hora incierta, el sol parece ocultarse al fondo de las montañas, le indica que esta por anochecer y ha estado durmiendo un largo rato. Su estómago ruge por el hambre, mira a su alrededor buscando al alemán quien parece no encontrarse ni siquiera en el baño, por lo que tiene la intención de bajar a la primera planta para buscar comida.
Se pone una de las cómodas y lujosas batas de dormir de su Alpha, aquellas de terciopelo y algodón, huelen a lavanda y un ligero a toque a rosas. Se pone sus pantuflas y con su cabello desordenado como oliendo a las feromonas de Kaiser ya que estas se impregnaron en su piel durante las largas y calurosas sesiones de sexo, sale de la habitación con la idea de encaminarse hacia la cocina. Pensando en prepararse unos paqueques con huevo revuelto y pan tostado para acompañar.
Ahora que su celo ha terminado, por fin puede contarle a Kaiser sobre qué tiene la ambrosía en estos momentos y se la entregará como debe ser.
Sin embargo, apenas abre la puerta y sale, en el pasillo choca con alguien por andar distraído, y ése alguien no es su novio ni el elfo doméstico lo cual le resulta extraño. Pero es grande y musculoso. Huele a carbón y corteza de árbol. No es desagradable solo peculiar.
Isagi alza la mirada y queda en un pequeño shock sin poder emitir algún ruido, perplejo, asustado y nervioso. No esperó encontrarlo en estas condiciones, Dioses, ni siquiera sé ha cepillado los dientes y apesta a Michael, esta desaliñado, y con mordidas en todo su cuerpo, ¿qué clase de impresión le está dando al papá de su amado Alpha?
—¿Eres el joven mago del que mi hijo tanto me habló?—cuestiona el adulto con una mirada ensombrecida pero lleno de intriga.
Yoichi asiente repetidas veces, ansioso y nervioso a más no poder. Sobre todo por que Noel Noa quien esta mucho mejor arreglado lo mira de pies a cabezas, visiblemente serio y curioso por verlo usando las famosas batas de dormir de su hijo.
—Pensé que mi hijo estaría en su habitación.—comenta con sencillez. Ciertamente se encuentra sorprendido por encontrarse a la pareja de su hijo salir de la habitación con ropa de dormir a estas horas.
—N-No está.—responde tímido, balbuceando. Se siente tan patético por estar tan nervioso y no hablar más claro y fuerte.
Isagi no sabe que más decir. Estuvo tan ansioso y emocionado por conocer en persona a Noel Noa, pero no en estas condiciones. No con ropa de su novio encima, cabello desarreglado y las feromonas de Alpha impregnadas encima de su piel de una forma que es fácil saber lo que estuvieron haciendo durante un par de días. Debió meterse a bañar al menos antes de salir.
—Recuerdame cuál es tu nombre.
—Isagi Yoichi.—responde con más firmeza y seguridad, a pesar de que sus mejillas estén ruborizadas.
—Japonés, interesante. ¿Es cierto que también juegas el Quidditch en la posición de cazador?
—Así es, señor.
—Te dejare arreglarte, debe ser incómodo hablar con el padre de tu pareja en estas condiciones.—menciona para entre cerrar los ojos y con sus manos hacia atrás, pensativo. Hace mucho tiempo que no interactua con alguien tan pequeño.
—Muchas gracias señor.—se inclina agradecido.
Antes de que Noa se marche, le dice:
—Había escuchado que ustedes los asiáticos son muy formales. Puedes dejar de decirme señor todo el tiempo y dirigirte a mi por mi nombre.—explica en brevedad, y antes de que Yoichi diga algo más, su novio se hace presente con una bandeja de comida recién preparada. Al parecer estuvo en la cocina un largo tiempo.
—Padre.—saluda serio Kaiser al mayor, caminando hasta la puerta de su habitación.
—¿Dónde estabas?
—En la cocina. Quise llevarle algo a mi Omega para merendar y que no saliera de la habitación.—responde breve y encogido de hombros. Tenía pensando presentarle a su pareja en otro escenario.
—De acuerdo, necesito hablar contigo en mi oficina. Te esperare.—avisa para esfumarse de ahí en una clase de neblina gris y marcharse del área.
Isagi apenas puede darse un respiro, tiene tanta hambre y sed, pero se sentía tan nervioso por la presencia de su suegro. Todo pasó tan rápido, esta asustado.
—¿Crees que hice algo malo?—pregunta Yoichi entrando a la habitación con la bandeja de comida que su novio trajo. Piensa que tal vez Noel Noa quiere hablar con Michael sobre él porque a lo mejor no le agradó.
Kaiser abraza a su pareja y reparte suaves besos en su cuello y mejilla para volver a impregnar lo de sus feromonas.
—Claro que no, su aparición fue inoportuna. No debió ir hasta a mi habitación a molestar.—alienta para que su novio no se sienta mal por la primera impresión que dejó en su padre. Llenándolo de mimos, todavía debe quedar un poco de calentura por el celo.—Mejor come, veré que quiere y regresaré, ¿de acuerdo?
Isagi asiente regalandole una gran sonrisa a su novio y se despide con un pequeño beso en sus labios. Toma un banco y comienza a comer en el pequeño escritorio que tiene el rubio.
La habitación del joven Alpha es tan grande que hasta tiene dos plantas, unas escaleras para subir a la segunda dónde está la cama, el armario y la puerta hacia al baño así como un lugar especial donde guarda su escoba y su varita.
Mientras Isagi disfruta de la deliciosa comida que le ha traído su novio, éste se dirige a la oficina de su padre, teniendo una clara idea de para que y por qué quiere hablar a solas con él.
Ya es hora de que por fin le regresen el recuerdo que le quitaron sobre el asesinato de su tío que presenció de pequeño.
Notes:
Palabras:4,090
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Lunes 22 de julio del 2024
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Ya por fin en los próximos capítulos llegará el momento que tanto espere desde que publique los primeros capítulos de este fic. Kaiser viendo el recuerdo del asesino de su tío y otra cosa que no puedo decir porque sería spoiler.Espero hayan disfrutado estos capítulos de amor entre la pareja porque se vieneeeee.
Nos vemos la próxima!
Chapter 26: 25."Jardín"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Una vez en la oficina de su padre, Kaiser toma asiento frente al Alpha más viejo quien tiene en su mano un frasco con cierto contenido importante en su interior.
—Yoichi esta preocupado porque cree que ha hecho algo mal.—menciona en la brevedad mirando con tranquilidad al mayor.
Noa suspira para sincerarse en sus palabras.
—Seré honesto. Conociéndote, pensé que te juntarias con algún mago de sangre mestiza o sucia. Siempre queriendo llevar la contraria.—comenta neutral pero de que alguna manera sin querer, suena algo ofensiva.
—Yo amo a Yoichi, independientemente de su sangre o de que familia viene.—agrega frunciendo el ceño e indignado por el comentario de su padre.
—Respeto tus valores, hijo.—se apura a decir.—Sinceramente a mi me da completamente igual el tipo de Omega con el que terminarías juntándote, incluso si fuese un completo muggle, respetaría la decisión, los tiempos han cambiado.—explica con seriedad y reflexión. Es verdad que él nació de padres sangre pura, pero muy humildes.
Todo porque no rechazaban la idea de llevarse bien con los no mágicos. Aún así, se abrió paso para ser uno de los mejores magos de la época y además, ganarse su lugar en todo el mundo mágico posicionándose como uno de los Alphas más ricos incluso antes de casarse.
—Pero hay alguien que no estaría contento por ello...—murmura para sus adentros, su hijo no le presto atención a éste detalle.
—¿Para que querías hablar conmigo?
—¿No querías ver el recuerdo del asesino de tu tío? Ya es tiempo de que lo veas, ¿no?—menciona para señalar el frasco que lleva rato consigo.
Kaiser asiente en silencio y su padre se lo entrega sin pensárselo.
—Gracias.
—¿Lo veras con tu Omega?—cuestiona con intriga y duda. No está de acuerdo que este importante recuerdo extraído de la mente de su hijo hace años sea visto por un tercero, pero es decisión del mismo rubio si así lo desea.
—No le veo el problema. Confío mucho en él.—admite con una sutil sonrisa, seguro y lleno de orgullo. Es la persona que más ama, claro que quiere verlo con él.
De todas maneras Isagi ya presenció en carne propia, ya vio cara a cara quien es el asesino, aquella Alpha misteriosa. No es como vea algo nuevo de todas maneras, aún así, quiere que esté con él.
—Michael, lo que estás por ver puede ser muy delicado y fuerte para ti. Si crees que es buena idea que tu Omega lo vea, esta bien, pero él debe guardar el secreto.—explica con cierta preocupación e inquietud.
Kaiser le mira extrañado por su comentario, ¿qué tiene de malo que Isagi lo vea? Él ya conoce al asesino de todas maneras, ¿su padre aún no lo sabe, quizás? Es tan raro, pero de igual manera se mantiene firme ante su decisión.
—¿De qué me hablas?
—Éste recuerdo solo lo han visto Contadas personas, el Ministro de Magia, el director de Blue Lock Jinpachi Ego, especialista en las artes oscuras y pociones, y por supuesto, yo. Hubo un razón por la cual te lo quite de pequeño.—argumenta con detalle sin disminuir la seriedad en el asunto.
—Ya entendí. No me voy a impresionar o traumar por ver como asesinan a alguien que era cercano a mi, ya soy grande, padre.—recuerda con un suspiro irritado al final.
No niega que puede enojarle y dolerle ver como su tío muere frente a él de manera tan gráfica y vivida, pero ya es un adulto. Joven pero adulto a fin de cuentas. No va a ponerse a llorar y menos traumar, no va entrar en un ataque de pánico o ansiedad. Su padre está exagerando, ya no es un cachorro.
También considera que Isagi tiene la fuerza y madurez para verlo con él incluso aunque sea algo muy fuerte, no se va a traumar, todo saldrá bien, solo necesita ver la maldita cara de la Alpha que asesino a su preciado tío.
—Eso espero.
Noa le da una señal de que ya puede retirarse, el rubio se levanta y antes de irse, agrega:
—Por cierto, hay algo que quiero saber. ¿Por qué no fuiste ver a mamá la navidad pasada en su tumba? Se que en la carta explicaste que era porque había algo muy urgente que atender, pero—,manifiesta su gran duda, siendo interrumpido abruptamente por el contrario.
—Quién te deja una cicatriz no debe ser nombrado.
—¿Qué?
Las palabras de su padre lo dejan más confundido que antes. ¿Se refiere de manera metafórica porque su madre al morir le dejó una enorme cicatriz emocional en su vida?¿Es algo así? Su padre a veces se expresa de manera incomprensible para él. Esta seguro que, si hubiera estudiado en Hogwarts, hubiera entrado en Ravenclaw. Habla con prosa y como si a cada rato dijera algún acertijo.
—Hijo, ve a ver ese recuerdo, y entenderás de que te estoy hablando.
[...]
El pensadero es un objeto mágico muy importante que sirve para revisar recuerdos o en ciertos casos despejar la mente. Similar a una pileta poca profunda o un caldero de piedra, decorado con runas y símbolos.
Kaiser le pidió a su novio que lo acompañar a ver el recuerdo junto a él, que es muy importante y quiere que ambos compartan este momento.
—Después de ver el recuerdo, hay algo importante de lo que me gustaría hablar contigo.—menciona Isagi un tanto nervioso por esta nueva experiencia.
Esta es su oportunidad para revelarle a Kaiser sobre el pétalo que tiene guardado, pero prefiere esperar hasta que vean al recuerdo.
—¿No quieres hacerlo ahora?
—Quiero darle más prioridad a lo tuyo. Además, no es nada de que preocuparse, todo lo contrario.—asegura con confianza para tomarle de su mano.
Con ayuda de su varita, el alemán introduce el recuerdo y lo vierte al pensadero.
Ambos jóvenes se miran por unos momentos decididos y sumergen sus rostros en el interior de éste, donde son envueltos por neblina hasta ser llevados al escenario principal en la que se sitúa el recuerdo.
Sala de estar, cerca de la chimenea. Los colores y adornos no han cambiado, pero hay más retratos de flores y objetos mágicos. En ésta espaciosa habitación, yace un pequeño Michael que cumple sus diez años. Cabello corto completamente rubio, este parece abrir los regalos que su padre le dejó con una sonrisa encantadora.
Tanto Kaiser e Isagi son como dos entidades intangibles que solo son espectadores en aquel recuerdo, no pueden interferir, solo observan con detalle lo que sucede.
La chimenea detrás del infante le sucede algo raro, el fuego normal es reemplazado por un fuego danzante color azul el cuál se apodera de ella. De éste sale alguien que se dirige al pequeño niño alemán. Una persona que viste con una túnica oscura y degastada, cabello largo, lacio pero sucio, polvoriento.
Ambos jóvenes miran la escena incrédulos y sorprendidos. Esa persona no es aquella malvada Alpha que Isagi tuvo la desgracia de conocer en el Torneo de Magos. Es una mujer diferente...
—¿Mamá?
La madre Omega de Michael esta ahí. Con un aspecto inusual y extraño. Como si no se hubiera bañado en meses. El Alpha no lo entiende, está confundido pero en silencio junto a su pareja, siguen observando el recuerdo.
Se supone que su madre murió mucho antes que su tío por un accidente que ella misma ocasionó. Para sus diez años, la Omega no debería estar ahí.
—Hijo...—pronuncia con una voz temblorosa.
Ella se acerca a abrazarlo con fuerza, la rubia carga un bastón que no le pertenece. Es ese característico bastón precioso de su hermano, que en aquel entonces era el Ministro de Magia.
—¿Dónde has estado?¿Por qué tienes el bastón de mi tío?—cuestiona el menor con duda y todavía sorprendido por la presencia de la mujer que le dio la vida y ha estado estos últimos años desaparecida.
—Le han hecho algo muy malo a mamá.
—¿Quién lo ha hecho?
—Mi hermano... tu tío, y tu padre no me ha ayudado.
El pequeño Kaiser no puede creerlo, su propia familia no pudo haberle hecho a aquello a su madre. Su cabello se torna rojizo por unos instantes debido al enojo y la decepción que siente. La mayor trata de calmarlo para que regrese a su hermoso rubio natural.
—¿Qué le hicieron a mamá?—pregunta con preocupación y enojo.
Los espectadores no entienden bien que es lo que esta pasando, las acciones de la madre de Michael, su forma de expresarse de su hermano, ¿qué tiene que ver con le asesinato del tío?¿en serio están viendo el recuerdo correcto?
—La llevaron lejos de aquí y la encerraron en una prisión.—dice conteniendo las lágrimas mientras sigue acariciando con suavidad las mejillas de su cachorro.
—¿¡Por qué!?
—Te lo contaré después. Mamá ha logrado escapar, y quiero llevarte conmigo.—señala con prisa y determinación, para levantarse del suelo y concentrarse en su próximo viaje.
—¿A dónde iremos? Debo empacar mis cosas.
Alice toma fuertemente de la mano a su hijo para que esté no se vaya de su lado, causando confusión y dolor en el menor.
—¡No hay tiempo, Michael! Él viene por mí...—menciona con desesperación y ansiedad. En sus ojos se refleja que no tiene mucho tiempo.—Necesito que nos vayamos ahora mismo, mamá te comprara cosas después.—añade con un poco más de calma y disculpándose con su hijo por gritarle de manera tan fea.
—Pero mamá, ¿Qué hay de papá?
Escucharlo mencionarlo hace enfurecer a la mujer.
—¿Qué no entiendes qué él ya no es útil para nosotros? Es un estorbo en la vida de mamá, él ya no me entiende.—se expresa con violencia y desagrado de aquel hombre. Indiferente, para después cambiar su expresión a una más suave y suplicante.—Hay que irnos antes de que—,
—Alice, suelta al niño.—le interrumpe su hermano, apareciendo entre un humo blanco. Su porte es serio y duro. La mencionada chasquea la lengua enojada, él ya ha venido por ella. Esta en problemas.—Desde que escapaste de prisión hace tres días te hemos estado buscando.¿Y vienes a secuestrar al niño?
—¡Es mi hijo!—grita exaltada, cargando al pequeño quien se siente confundido y abrumado por todas estas emociones y jalones de su madre. Alice no quiere que su hermano se lo arrebate, esta a la defensiva y tomando distancia del mayor.—Tengo derecho de hacer lo que quiera con él, y no lo estoy secuestrando. Él viene conmigo por propiedad voluntad. ¿Verdad, tesoro?—le mira fijamente con una expresión que da un poco de miedo.
Pero incluso entre el polvo y lo alarmada que está, ella sigue luciendo hermosa tal cual ángel. Kaiser no puede abandonarla, él quiere estar con ella a pesar de que no entiende lo que está pasando.
Isagi sostiene la mano de Michael y puede sentir lo fuerte que la está apretando y como al mismo tiempo tiembla. Es obvio que él no tenía ni idea de qué su madre estuvo en prisión, escapó y además quería llevárselo a quien sabe donde. Su tío parece como el malo de la historia desde cierta perspectiva, pero aún falta ver el desenlace de este recuerdo.
—Michael quiere estar con mamá.
—Sabes que por tu situación no puedes regresar aquí ni estar cerca de tu hijo. Y regresame mi bastón, has cobrado una vida por ello.—se dirige a su hermana, acercándose poco a poco. No quiere poner en peligro la vida de un inocente, de su sobrino.
—Hermano, si aun aprecias tu vida, por favor, aparte de mi camino. Aún te tengo un poco de cariño. Me llevaré a mi hijo, y nada me detendrá. Me iré lejos de aquí, formare una nueva vida con mi—,
—No te lo permitiré. Apártate de mi sobrino.—habla con seriedad y amenazante. Saca su varita listo para enfrentarla.—Alice, eres mi hermana, así que por favor, no hagas esto más difícil.—agrega con un tono ligeramente bondadoso, dándole una última oportunidad.
Alice guarda silencio, suelta al pequeño Kaiser y se aleja un par de metros de él. El mayor se acerca rápidamente a su sobrino para revisar que esté bien, y al bajar un poco la guardia no pensó que su propia hermana hiciera algo tan ruin enfrente de su pequeño hijo, se descuido completamente.
La Omega llama a su varita en un murmuro y está a parece en su mano, apunta hacia su hermano con rapidez y en voz alta pronuncia:
—Avada Kedavra.
La maldición prohibida ha sido lanzada. El encantamiento maldito provoca una muerte instantánea e indolora del objetivo. Es silenciosa y fría, y lo ha hecho frente a su propio hijo.
El pequeño Michael ha presenciado la muerte de su ser más querido, no sabe como reaccionar. Esta quieto, asustado y en shock.
El cuerpo cae en el suelo y nadie reacciona. La Omega lo mira con indiferencia y frialdad. Es la mirada de una persona que no se arrepiente de lo que hizo.
—No debiste subestimarme. ¿En serio pensaste que por ser hermano de Alice, no te asesinaria? Que estupidez.—continúa hablando con ironía y burla, pero su expresión no cambia.
El pequeño niño ni siquiera sabe como reaccionar o que decir. Solo sabe que su madre ha asesinado fríamente a su tío. Esta inmóvil y las lágrimas no salen.
—Ahora, necesito un objeto para meter mi alma... un objeto del que nadie sospecharia nunca...—menciona pensativa y con una aura de muerte rodeándola.
La rubia mira su objetivo, y con una sonrisa complacida, está a punto de hacer el ritual para meter una parte de su alma en ella.
Algo pasa con el recuerdo que se distorsiona y se ve borroso. Como si lo hubieran cortado de repente y ahora, se salta esa importante parte del evento.
En Hogwarts nunca les enseñaron mucho sobre los horrocrux, menos a como crear uno y cual es el ritual para meter tu alma en cierto objeto. Debido a que se considera sumamente peligroso, prohibido e inhumano. Y en estos momentos, ambos magos estaban a punto de verlo, de presenciarlo gracias al recuerdo de Kaiser de su infancia.
Sin embargo, ahora que ha sido interrumpido, ya no saben que más pasó. Ha sido tan extraño y confuso. El recuerdo salta a cuando los aurores llegan a la Mansión y el director Ego aparece para neutralizar a la madre de Kaiser justo antes de que está logre escapar con su hijo. Es obvio que estaban siguiendo al tío de Kaiser hasta que esté dejó de dar señal de vida es que entraron a la Mansión para encontrarse con la trágica escena de que ha muerto a manos de su propia hermana.
El recuerdo ha terminado y los chicos salen del pensadero con la respiración entre cortada y agitada. Kaiser es el más afectado e Isagi no sabe que debería hacer o decir al respecto. El rubio parece que está apunto de entrar en un ataque de pánico y el color de su cabello se vuelve gris, de uno oscuro pero sin llegar al negro. Sus pupilas se adelgazan como si fuese un gato y las cosas a su alrededor comienzan a temblar.
El fuego en las velas parpadean y algunos libros y objetos pequeños comienzan a moverse como caer de su lugar.
Definitivamente, Kaiser esta en un estado de ansiedad, pánico y horror por lo que acaba de ver. Es que, no quiere creerlo y le duele mucho más haberlo visto.
¿Cómo enfrentar la noticia de que tu propia madre, la que amaste en vida y lloraste su muerte, fue quien en realidad asesino a su propio hermano de sangre?
Su madre no murió por accidente creando hechizos como su padre le hizo creer por tantos años, sino porque la ejecutaron luego de haber asesinado con la maldición prohibida a su propio hermano y en aquel entonces Ministro de Magia. Esto sin mencionar que otras cosas más oculto.
Entonces, si Alice es en realidad la verdadera responsable de la muerte de su tío, ¿Por qué culparon a otra mujer?¿Y si aquella Alpha amaba tanto a la madre de Kaiser que decidió tomar la culpa y la responsabilidad? Alice mencionó que haría una nueva vida con alguien más, o al menos eso parecía querer decir. ¿Por qué Alice había sido llevado a la cárcel antes?¿Ya tuvo antecedentes por haber hecho horrocruxes?¿A dónde pensaba escapar con Michael?
Es algo obvio que luego de matar a su hermano, ella quería hacer un horrocrux, ¿pero realmente lo hizo?¿Qué objeto de la habitación utilizó?¿Por qué quiso ser inmortal?¿Por qué le contaba a su hijo todas esas historias sobre la ambrosía si al final se fue por el camino más fácil y ruin?
Yoichi no sabe que decir para animar el ambiente. Esta pasmado al igual que su pareja que sigue sufriendo por lo que acaba de ver.
Como esta alterado y sus emociones son un remolino, es normal para un mago que la magia se esparza sin control alguno a su alrededor. Esta tan devastado, decepcionado, triste y alterado. Yoichi se acerca con algo de miedo para abrazarlo y tratar de calmarlo con sus feromonas.
Comienza a sentir miedo y gran preocupación cuando mira como el alemán comienza ahorcarse, asfixiar se. Está sufriendo, esta sudando y nervioso.¡Se está haciendo daño!
Yoichi susurra su nombre repetidas veces mientras le reparte besos en su cuello, sobre todo, en la zona donde está su tatuaje de rosas mientras deshace con fuerza el agarre que Alpha mantiene en su propio cuello, el Omega no lo suelta hasta que se tranquilice.
Parece funcionar aunque tarda, el cabello regresa a su color de siempre lentamente pero la respiración de Kaiser sigue agitada aunque trata de estar regular. El Alpha rodea a su Omega apoyándose en él.
Las feromonas estaban siendo abrumadoras e intensas, Isagi apenas pudo soportarlas pero por fin después de un largo rato, Kaiser se ha tranquilizado.
Las cosas dejan de moverse y el fuego de las velas regresa a la normalidad.
[...]
Lo que más les parece raro, y de lo que están seguros, es que a ese recuerdo le cortaron un fragmento muy importante. Justo donde se debe mostrar a Alice hacer su horrocrux, ni siquiera pudieron observar cual objeto pensaba en tomar o si realmente lo llego hacer.
Claro que Kaiser tiene la sospecha de que su padre Noel Noa debe tener ese fragmento de recuerdo y por alguna razón que desconoce, no se lo quiere mostrar. ¿Qué más está ocultando?
¿Por qué siempre le tienen que esconder las cosas? Le duele y enfurece que todos sean así con él, como si fuera un estúpido e ingenuo. El único en quien puede confiar ciegamente es en su Omega Yoichi, es él único quien no le ha ocultado nada y siempre le dice la verdad. Isagi esta ahí para él siempre que lo necesite, en las buenas y en las malas.
En sus momentos de gloria y sus momentos más deprimentes como desesperantes.
Jamás le perdonaría que le esté ocultando algo.
—Si mi madre estuvo haciendo un horrocrux y luego la asesinaron por sus crímenes, eso quiere decir que esta viva.—añade con cierto tono agrio de tan solo pensar en esa posibilidad.
—¿Quieres salir a los jardines? Puedo entender que estés muy afectado y lo mejor es respirar aire fresco con el aroma de las flores.—aconseja para darle un pequeño masaje en su espalda. Más que nunca quiere estar a lado de su Alpha.
—Tienes razón.—suspira exhausto. Realmente está agotado mentalmente por todo lo que ha visto y descubierto.—¿No dirás nada con respecto a lo que viste?¿No crees que soy un monstruo como mamá?
—Lo que ha hecho tu madre no tiene perdón, pero jamás sería capaz de relacionarte a ti con ella. Tu eres diferente, tu eres mi todo, el aroma de mi amortentia.—le sonríe con cariño y aprecio, sincero y dejando besos en su cuello.¿Cómo puede siquiera pensar en eso?
Michael no es ningún monstruo, no por ser hijo de alguien tan ruin significa que sea igual.
—¿Y si he hecho cosas horribles? En mi anterior Colegio era un bullyng y no me importaba el sufrimiento de los demás...—confiesa con angustia. Es obvio que ya ha cambiado, ya no es como antes pero sigue siendo terrible cada que lo recuerda.— ¿Y si termino como ella?
El nuevo miedo de Kaiser, su terror es ser como su madre. No quiere ser odiado, un monstruo, un brujo de magia oscura que mata a los de su propia sangre con frialdad y sin arrepentimientos. Esta tan angustiado que comienza a transpirar, sus manos vuelven a temblar y sobre piensa mucho las cosas, hasta que su pareja golpea sus mejillas en una palmada fuerte que lo despierta de sus pensamientos totalmente desprevenido.
Yoichi lo toma de sus mejillas y le mira con una expresión de regaño pero a la vez tierna. Kaiser no puede despegar su vista de aquellos hermosos y vibrantes ojos azules, de esos regordetes labios que tanto adora y de aquella mirada que tanto le acelera el corazón. Por unos ligeros instantes, olvida sus preocupaciones y temores.
—Cuéntame cada cosa terrible que hayas hecho y déjame amarte de todos modos.
Yoichi confiesa que, sin importarle lo malo que ha sido en el pasado, eso ya no le importa. Lo que realmente le importante es el presente y que no debe preocuparse por su futuro. Nadie es perfecto y Michael le ha demostrado que es diferente y cuanto lo ama, Isagi puede vivir con eso, odia ver a su Alpha tan preocupado, angustiarse y entrar en un ataque de nervios y pánico por pensar que puede terminar como su madre.
Kaiser podrá tener sus defectos e imperfecciones, pero no es una mala persona. Es un humano que adora ser consentido por su novio y que le acaricien sus cabellos. Se preocupa por la gente con quien convive.
—Tu jamás serás igual que ella. Tienes a alguien te que te ama, tienes amigos que te quieren.—agrega con un profundo cariño y confianza en sus palabras.—Eres mi sol, Michael. No dejes que tus miedos te apaguen.
Su Omega lo besa con tanto amor y deseo, mientras lo abraza. Kaiser lo toma de la cintura para llevárselo a un lugar más cómodo y olvidar sus terrores mientras besa cada zona íntima de su amante que le hace cosquillear de placer.
[...]
Los dos salen a dar un paseo en el jardín de las rosas mientras se aseguran de que nadie los escuche, ya está por anochecer.
—Papá me advirtió.—comienza hablar Kaiser.—Ahora entiendo porque me lo quito de niño, no quería que creciera con el remordimiento y la culpa de que mi madre es una asesina. Y aún así siempre fue a la tumba de mamá conmigo cada navidad, sin decirme nada... quizás ella ni siquiera esté muerta. ¿Y si formó una nueva vida con alguien más?
—A veces hay padres que hacen cosas que nos parecen confusas o malas, siempre los detestamos pero al final, desde otro ángulo, lo hacen para protegernos y cuidarnos.—comenta pensativo Isagi para darle confort.
Parece que Kaiser ha bajado su desagrado hacia su padre ahora con esta nueva información que ha obtenido.
—¿También lo notaste?
—¿Qué cosa?
—El recuerdo que vimos, estoy seguro que quitaron un fragmento de este. Justo cuando Alice estaba por hacer su horrocrux.
Isagi percibe gran hostilidad, Kaiser ahora ya no se dirige a su madre como el ser que le dio la vida, sino por su nombre y a secas. Es comprensible en realidad, pero también es increíble como Kaiser dejó de quererla y tenerla en un altar de un momento a otro, tan fugaz.
—Eso fue demasiado extraño y sospechoso.—suspira el Omega mientras admira unas rosas blancas en silencio. Por accidente se corta con sus espinas sangrando un poco, su novio se da cuenta y lo ayuda a curarse con un sencillo hechizo para después besar su dedo. Isagi le sonríe agradecido y encantando con el gesto de su novio.
—Toda hermosa rosa tiene sus espinas, muéstrame cuales son las tuyas y yo te daré mis manos para sangrar por ti.
Yoichi se enamora más con cada beso y tierno gesto de su Alpha, su pecho se calienta y su vientre cosquillea por el amor que le tiene.
—Sabes, ya no creo que la Alpha malvada haya sido alguna amante de tu madre. Ahora que vi ese recuerdo tuyo y pude tener de cerca a tu mamá, siento que...
—¿Qué, qué?
Yoichi lo había pensando demasiado, tampoco quiere equivocarse pero, es mejor decir lo que piensa.
—Creo que tu madre Alice y la Alpha de la nieve son hermanas.
☆ ☆ ☆
Notes:
Palabras:4,132
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 27 de julio del 2024
Au: Omegaverse & Hogwarts
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Me salio más largo de lo que creí pero estuvo bueno escribirlo.
Última actualización del mes. Ya me quedan pocas semanas para que terminen mis vacaciones.
Nos vemos!
Chapter 27: 26."Epifanía"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
—¿Hermanas?—Repite Kaiser confundido ante el señalamiento de su novio.
Yoichi asiente seguro de su teoría, con además suaves pero expresivos, explica:
—Tu madre y la Alpha se parecen mucho en lo físico. Sólo que la Alpha es más alta y ancha de hombros, además de que tiene ese cabello rizado. Pero por lo demás son bastante idénticas, pensé que hasta eran gemelas. ¿Qué tal si tu madre tuvo una hermana perdida o algo así?—Cuestiona el Omega reflexivo, haciendo cuestionar al Alpha y entender sus palabras.
—Viendo que mi familia me han estado ocultando tantas cosas, no me sorprendería, sinceramente. Prefiero pensar que tenía una hermana oculta a que engañaba a papá... No lo sé, ya no me gusta estar en esta familia.—Suspira cansado, echándose en el sillón más cercano.
Isagi se acerca lentamente hacia él, comprensivo. Lo toma de la mano y lo dirige hacia su rostro para que lo acaricie. El Alpha admira la belleza de su Omega, la calma que le transmite y el amor con lo que lo ve.
—Podemos formar nuestra propia familia, Michael.
Uno de sus dedos pasan sobre los labios regordetes del Omega, con el deseo de besarlo, de hacerlo suyo nuevamente. Pero son las palabras del menor que lo hacen reaccionar y lo llena de calidez.
—¿De verdad?
—En el futuro, quiero tener una familia contigo.—admite con un rubor en sus mejillas, seguro de sus palabras. No existe Alpha más perfecto con el quien deseara estar que Kaiser.—Nunca te sentirás solo ni triste. No nos guardaremos secretos y nos cuidaremos.
El corazón de Michael late caliente y alegre. Yoichi es honesto con él y le ha confesado su deseo de formar una familia con el rubio, aquello lo llena de felicidad y amor. Sonríe enternecido ante la idea.
—Me gusta como se escucha eso... por cierto, ¿no había algo que me querías decir?
Isagi parpadea un par de veces hasta recordar que es.
Le iba hablar sobre la ambrosía, pero teniendo en cuenta lo que acaba de pasar y de las revelaciones del día, no cree que sea un buen momento, no es prudente.
—¡C-Claro!—responde un poco nervioso, pensando en algo más que suene creíble.—Es sobre que no te preocupes sobre si quedo embarazado. Me tomé unos anticonceptivos para no quedar en cinta.
Kaiser le mira un poco confundido. Ese término de "anticonceptivos" no suele escucharlo, es algo de muggles.
—¿Seguro que era eso lo que me ibas a decir?—frunce el ceño pensativo, mirando fijamente a Isagi para de cifrar sus verdades.
—¡Si!¿Crees que miento?
—Nunca sospecharia de ti, Yoichi. Sé que jamás me ocultarias algo.
Antes de que el contrario pueda decir algo más, es interrumpido por el elfo doméstico.
—Mi Señor y compañía, su padre me ha enviado para decirle que necesita que se aliste, va a llevar lo al Ministerio de Magia.
—Que fastidio.—suspira irritado e impaciente, su entre cejo no deja de estar fruncido.—No pienso dejar a Yoichi solo en la mansión, puede asustarse o perderse.
—¿Yo asustarme?—menciona Isagi con ironía, fingiendo una pequeña risa, se cruza de brazos con aires de superioridad.—¿Sé te olvida quien enfrentó dragones, criaturas marinas, y estuvo a punto de congelarse en la nieve?
Yoichi ya vio muchas cosas terroríficas en aquel torneo de los tres magos, ya nada puede asustarlo. Excepto un Dementor, eso sí que sería muy aterrador. Ojalá nunca en su vida se tope con uno.
—Aún así te llevare conmigo. Dile a padre que llevare a mi Omega.—Avisa con firmeza, el elfo hace una pequeña reverencia y desaparece ahí.
—Pero no traje ropa tan formal para ir al Ministerio de Magia.—Aclara Isagi dudoso, pensativo.
—De eso no te preocupes.
[...]
El sol brilla tenuemente sobre el cielo gris; el Ministerio de Magia es imponente, con sus arcos de piedra y escaleras interminables que parecen un laberinto. Kaiser e Isagi caminan juntos, tomados de la mano, mientras Noa avanza más adelante con su característico aire solemne y esa expresión seria. La mano de Kaiser es cálida y firme, lo que ayuda a calmar los nervios del Omega.
—Todo irá bien —murmura Kaiser, apretando suavemente los dedos de Isagi.
Llegaron a una sala amplia y llena de brillos mágicos que parece un tribunal. Justo antes de entrar, Noa se vuelve hacia ellos.
—Isagi, no puedes pasar. Quédate aquí mientras resolvemos esto. —La voz de Noa es autoritaria, dejando poco margen para discutir.
—No tardo.—promete el rubio, dándole una última mirada tranquilizadora al menor antes de desaparecer tras las grandes puertas de madera negra.
Isagi se queda en el pasillo, tratando de no fijarse en los magos y brujas que pasan apresurados. Respira profundo, intentando ignorar el extraño hormigueo de inquietud que recorre su piel.
De repente, un temblor sacude el suelo bajo sus pies. La luz de los candelabros parpadea antes de apagarse por completo, dejando el lugar en penumbras. Isagi escucha gritos lejanos de horror y agonía y, poco después, siente un frío que cala hasta los huesos.
Entonces los ve.
Dementores.
Decenas de ellos, flotando entre las sombras, con sus manos huesudas extendidas y sus rostros ocultos bajo capuchas negras. Pero no están solos. Magos desconocidos, vestidos con túnicas oscuras, atacan a los guardias del Ministerio con hechizos que explotan contra las paredes, destruyendo los arcos y columnas.
Isagi retrocede, su respiración acelerada mientras intenta buscar a Kaiser entre el caos. Los escombros hace que tenga que rodear y buscar otro camino para reunirse con el rubio.
—¡Michael! —grita, pero su voz se pierde en el estruendo.
De pronto, uno de los dementores se gira hacia él, como si lo hubiera olido. Flota lentamente hacia Isagi, y el joven siente cómo su cuerpo se paraliza. Un frío más intenso lo envuelve, y su mente comienza a llenarse de los peores recuerdos: las inseguridades, las pérdidas, los miedos. El dementor extiende una mano y comienza a succionar su alma, dejando a Isagi sin fuerzas.
Tiene la varita en la mano, pero su mente esta demasiado nublada para pensar en el hechizo adecuado. Todo lo que puede hacer es mirar, impotente, cómo el dementor se acerca más y más.
Es entonces cuando una luz brillante ilumina la oscuridad.
Un pájaro, no... un fénix plateado, majestuoso y resplandeciente, emergue de la nada, embistiendo al dementor y alejándolo de Yoichi. Kaiser aparece entre las sombras, su varita alzada, emanando una energía poderosa y segura. Su rostro esta marcado por la determinación, y sus ojos brillan como el hechizo que acababa de lanzar.
—¡Yoichi! —Grita mientras corre hacia él.
El ave se desvanece lentamente, pero la luz de la varita de Kaiser permanece, alejando a los demás dementores cercanos. Kaiser llega hasta Isagi y lo abraza con fuerza, su aroma, cálido y reconfortante, envolviéndolo como un escudo.
—Estás bien, estás bien —Murmura Kaiser, acariciando su cabello y aliviado de tener a su Omega en brazos.
Isagi jadea, sintiendo su corazón latir con fuerza. La sensación de que su alma había sido parcialmente succionada es aterradora, como si algo esencial en él hubiera desaparecido. Sin embargo, el calor de Kaiser y las feromonas que lo envuelven comienzan a calmarlo poco a poco. Michael es el único hombre que lo reconforta tan bien.
—Creí que... iba a morir.—Susurró Isagi, con lágrimas en los ojos y miedo.
Kaiser lo miró con una mezcla de preocupación y furia contenida, y su voz, aunque suave, es firme.
—Nunca permitiré que eso pase.
Ambos se pusieron de pie, con las manos aún entrelazadas. Kaiser mantiene su varita en alto, protegiéndolos mientras los dementores aún flotan cerca.
—¿Cómo supiste que estaba en peligro? —Pregunta Isagi, con la voz todavía temblorosa.
—Tuve un presentimiento —responde el alemán, mirando a su alrededor con cautela.
—Eso no tiene sentido. ¿No hay una explicación más... mágica? —replica Isagi, intentando recuperar su usual tono sarcástico.
—Tal vez no, pero funcionó, ¿verdad? —Responde Kaiser con una pequeña sonrisa, apretando su mano.
Isagi suspira, sus ojos fijos en el caos a su alrededor.
—Los demás vendrán pronto. Nadie sabe por qué éste ataque...
—¿Cómo pudiste invocar el patronus?—Pregunta el Omega curioso, recordando las palabras de Alexis Ness hace mucho tiempo.
A Kaiser se le complicaba demasiado ese hechizo, porque, según el castaño, no posee recuerdos tan felices que lo hagan poder conjurar aquel difícil hechizo. ¿Cómo es posible que ahora si pudo?
¿Qué recuerdos y pensamientos tuvo Michael para lograrlo?
Lastimosamente, Kaiser no tiene tiempo de contestar ya que una figura emerge entre las sombras. Es alta, imponente, con un cabello rubio largo y ondulado que brilla incluso en la penumbra. No necesita escoba para volar; se desliza entre las sombras como si fuera una extensión de su propio cuerpo.
Es la mujer de las nieves, como le dice Isagi, una Alpha de presencia intimidante y peligrosa.
Kaiser e Isagi la miran, tensos y nerviosos. Ninguno sabe cuál será su próximo movimiento ni qué papel tiene en aquel ataque. Pero lo que sí saben es del peligro que corren.
Michael sujeta a Isagi para que esté no se aparte de su lado, mirando a la defensiva a la mujer alta, con la varita en mano listo para pelear de ser necesario.
Es aquella mujer que no sólo es la criminal más peligrosa del mundo mágico, sino también, que posee una conexión con la madre de Michael que hasta ahora, se desconoce a ciencia cierta.
—¿Qué haces aquí?—Pregunta Kaiser sin permitir que la mujer se les acerque tanto, alerta de cualquier movimiento calculado.
Ella tiene una expresión seria y fría, analizando y sin contestar aquella pregunta.
—Vine hablar con Noel Noa.
—¿Qué quieres hablar con mi padre?
—¿Qué relación tienes con la familia de Michael?—Pregunta esta vez Yoichi con intriga, extrañado y tratando de de cifrar las intenciones de aquella Alpha.
—¿Relación?¿Acaso no es obvio?—Cuestiona con ironía, los mira como si fuesen dos conejos ingenuos que no saben los secretos del mundo.
Entonces, ambos jóvenes magos de Slytherin comienzan a recordar las teorías de las que estuvieron largo rato hablando en la mansión.
—¿Eras la hermana de mi mamá?—Pregunta el rubio con seriedad, preparándose para la verdad y cualquier gesto que pueda ser señal de engaño.
—No.
O es muy buena mintiendo o dice la verdad. Pero, realmente no luce como alguien que les esté mintiendo, de todas formas, necesitan ganar más tiempo hasta que brujos más profesionales los encuentren. Si ellos dos se enfrentan contra ella, no saben qué podría pasar...
Se creen muy capaces pero, no hay que tentar a la suerte. Si por algo se le considera tan peligrosa y poderosa, dudan que dos jóvenes magos puedan derrotarla.
—¿Su amante?—Menciona esta vez Isagi, sin dejar de mirarla a la defensiva.
La Alpha los mira incrédulos, indignada.
—¿Es en serio? ¡Oh por Slytherin! Veamos...—suspira frotándose la cien, tratando de recuperar la poca paciencia paciencia. Entonces, aclara su voz para fingir en un tono más suave y delicado, mirando con dulzura a Kaiser.—Michael, ¿quieres recoger unas rosas para el jardín de mamá?
Extrañado, eso ha sido tan raro.
—¿Qué? No entiendo que está diciendo. Michael, ¿sabes a qué se refiere...?—pregunta confundido y extrañado por el repentino cambio de voz y actitud de la mayor. Mira a su Alpha y se percata de que esté esta en un especie de trance, aquello lo preocupa.—¿Kaiser?
El nombrado no parece sentirse bien.
—Es imposible. Mi mamá era Omega, tu eres Alpha, es imposible que tu y ella sean la misma persona, no hay forma de que haya podido...—razona con desesperación, sintiendo un dolor alrededor de su cuello, donde está su tatuaje de las rosas.
La mujer de nombre Alpha lo mira con frialdad, sabiendo que por su reacción.
Decenas de recuerdos de su niñez se desbloquean en la mente de Michael, el trabajo de su madre apenas le permitía tener tiempo libre para estar al pendiente de su jardín, pero el jardín siempre lucía hermoso con diferentes tipos de flores mágicas o normales.
—¿Aún no saben cuál es la cuarta maldición que cree? La maldición considerada inhumana porque corrige a la naturaleza...
Michael sigue en shock procesando la idea de que esa Alpha criminal y su madre sean de verdad la misma persona, pero mientras él sigue luchando contra las emociones del día, Yoichi ya está encajando las piezas del rompe cabezas, dándose cuenta rápidamente de la oscura verdad. Relacionando el trabajo de la madre de Michael y lo que aquella mujer está diciendo.
—Cambio de casta.—nombra Isagi, desconcertado por llegar a esa conclusión pero con lógica. Aquello llama la atención de la Alpha quien le mira con diversión, una sonrisa satisfecha.—La maldición que creaste permite que se cambie la casta de la persona a la que seleccionas.
Es algo que ningún hechicero o brujo antes hubiese creado o siquiera pensando, va en contra de la naturaleza.
Pero, si lo piensa detenidamente, tiene sentido. Para algunos es una locura, para otros como Yoichi es lógica.
—Eres tan listo, Omega.—halaga la Alpha, en el fondo un poco sorprendida de que haya sido Isagi quien dijo la verdad primero. Parece que se le adelanto a su hijo quien sigue negándose a la verdad.
Alpha es una bruja de la oscuridad. No es una amante de su madre, y mucho menos una hermana perdida. Es literalmente su madre, quien le dio la vida hace tantos años. El parecido entre los dos Alphas es tan obvio.
Pero la cuestión aquí es: ¿por qué?¿cómo?
—No entiendo... ¿Por qué crear ese conjuro?¿Qué ganabas con eso?—Pregunta Michael sin comprender todavía.
No le encuentra sentido a las intenciones de porque su madre haría algo como aquello. Nació en una familia adinerada, se caso con un famoso y adinerado jugador de Quidditch, según amaba su trabajo y a su familia, ¿por qué hacerse malvada si lo tenía todo?¿Por qué cambiarse de casta de Omega a Alpha?
No entiende, hay muchas cosas que sigue sin entender.
—Si quieres saber el porqué y cómo lo hice, ven conmigo.—propone ella con una sonrisa maliciosa, justo como en el pasado cuando todavía era Omega y quería llevarse a su hijo. Isagi se aferra al antebrazo de su pareja para que no se vaya de su lado, observando con precaución los movimientos de la Alpha en quien más desconfía.—Hoy no hay tiempo suficiente para que podamos hablar bien.
—Nunca me iré con una criminal.
Michael lo ha decidido. Se siente seguro y cómodo donde pertenece, a lado de Isagi Yoichi, de su única y verdadera familia. En Hogwarts encontró el amor y no piensa perderlo todo por saber los secretos de su madre.
Tanto que lloró su muerte, tanto que sufrió y quiso investigar al asesino de su tío, a final de cuentas, el culpable es el mismo: su propia madre.
¿Su padre sabe de esto?¿Es por eso que le oculta tantas cosas y es distante?
—De acuerdo, me iré.—suspira rendida y decepcionada. Desaparece de su vista y reaparece detrás de ellos, justo cerca de Isagi quien la apunta con su varita.—
Pero antes de irme, dime, pequeño chico japonés, ¿qué hiciste con la ambrosía?
El nipón se queda helado, había olvidado por unos instantes que ella fue quien se la dio. Pero, realmente no imagino que sacara ese tema justo ahora. Además, con tantas revelaciones, ¿cómo podría pensar en eso justo ahora?
—¿Con la qué?¿De qué está hablando, Yoichi?—Cuestiona confundido Kaiser sin entender, mirando intrigado a su pareja quien se puso pálido.
Silencio. No hay respuesta de su parte.
—Oh, espera, no me digas.—ríe con diversión la mujer.—¿No le dijiste a Michael que tienes un fragmento de la ambrosía?
Isagi mira a Kaiser con pena y tristeza, arrepentido. El mayor no puede creer lo que está escuchando, se siente traicionado.
—Y-Yo... lo siento, pensaba decírtelo, solo que no encontré el momento.—Se disculpa con malestar y entre patéticos balbuceos.
El Alpha se suelta de su agarre y lo toma de los hombros con fuerza, lastimandolo un poco, lo mira con desesperación y dolor.
—¿Cuánto tiempo llevas ocultandome la verdad?¿Tú sabes lo importante que es la ambrosía para mi? Todo lo que significaba encontrarla...—Se expresa con dolor, su mandíbula se tensa y sus feromonas se vuelven agrias, picantes y molestas.
Yoichi no puede soportar este aroma tan de golpe, traga saliva duro y trata de concentrarse en lo importante.
Luego tendrá tiempo de disculparse adecuadamente con Kaiser, pero ahora, lo que importa, no es él.
—No fue mi intención... pero lo importante no soy yo, sino que tu madre siempre fue esa Alpha, ella...—se gira hacia donde se supone está. Pero ya no hay nadie, todos se fueron en silencio.—
¿Dónde está?
Michael lo suelta y mira hacia todos lados, no hay señales de ella ni de sus compañeros. Se acercan volando unas personas del Ministerio que parece han logrado controlar el asunto. Entre estas personas, está su padre.
—Hemos logrado retenerlos, los dementores han sido neutralizados pero varios brujos oscuros escaparon.¿Están bien?—Pregunta el mayor preocupado, acercándose primero a su hijo para asegurarse de qué éste bien, y luego, mira al Omega quien está en un estado de pequeño trance.
Por unos instantes cree que ha sido hechizado ya que no habla por un largo rato y el ambiente en ellos dos es tenso. Una mezcla de feromonas a su alrededor le hace entender que están de mal humor.
—Yoichi, ¿qué más me has estado ocultando?—Le pregunta Michael enfadado, con una expresión seria e impaciente.
Isagi no puede creer que la felicidad de hace unos momentos se haya esfumado, y ahora debe enfrentarse a la verdad.
Hoy no ha sido un agradable día.
Notes:
Palabras: 2,968
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: domingo 19 de enero del 2025
Au: Hogwarts & Omegaverse
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Por si se preguntan si Noel Noa ya le ha dicho todo a Kaiser, o que ya no pueden haber más secretos, la verdad es que no. Aún falta otro secreto.La razón por la que no actualice en varios meses, prácticamente 6 meses, es por el tiempo y la inspiración. Yo no soy fan de Harry Potter pero me gusta mucho su mundo. Estaba escribiendo otros fics, y la neta ya no me sentía inspirado a seguir con este fic.
Ojo, la historia en sí ya la tengo planeada en mi mente pues, de eso no hay problema, la cosa es escribirle, seguirle.
De hecho, el borrador de este capítulo si lo tenía desde el 24 de julio del año pasado. Pero solo tenía escrito muy poco, no lo había tocado desde entonces, y apenas antier viernes lo leí y escribí. ¿Por qué?
Porque me salieron edits en tiktok de Slytherin JAJAJAJAAJ, y esos edits me inspiraron machin, pero igual yo ya tenia en la mente que escribir en este capítulo y como dije, lo tenía medio avanzado.
Ese es el pedo y por lo que no suelo escribir fanfics de muchos capítulos, porque se corre el riesgo de que se me vaya la inspiración y deje de escribir.
De hecho tengo que darle una leía a mi fanfic porque siento que ya perdí un poco el hilo de la historia.
Ahora, sinceramente no sé cuándo vuelva actualizar. En febrero voy a estar muy ocupado, clases, servicio social, gym, y agradezcan que no me metí a trabajar. Además de tener otro fic pendiente, así que pues si me voy a tardar machin en actualizar pero los puedo decir esto:
El capítulo que viene aparte de seguir con la discusión de kaiser e isagi, va haber salto del tiempo. O sea, pasarán unos añitos hasta que nuestros protagonistas sean adultos.
Y agarranse la verga porque se viene.
Chapter 28: 27. "Pacto de Sangre"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Isagi esta asustado, preocupado. Kaiser realmente está enojado con él y no puede culparlo. Increíblemente, su cabello sigue intacto, no ha cambiado de color, aún.
Al final regresaron a la Mansión en compañía de Noel Noa luego de asegurarse que estén bien y además dar cada uno su testimonio de lo que sucedió, el camino de regreso a casa ha sido silencioso y áspero, tortuoso.
Yoichi siente su garganta ahogada, las palabras en ese momento no le salen. Quiere disculparse, quiere abrazar a su Alpha y pedir perdón. Quiere besarlo hasta que Kaiser lo perdone. ¿Pero como podría hacerlo? No puede reunir el valor necesario. No cuando sabe que realmente la ha cagado.
Al llegar a su hogar, ambos jóvenes se dirigen al salón principal para hablar aprovechando el silencio y la privacidad del momento.
—¿Qué más me has ocultado?—Saca a relucir Kaiser, impaciente y serio.
Isagi traga duro, cabizbajo, decide hablar con la verdad.
—Juro que te quise decir lo de la ambrosía, incluso la traje conmigo, pero pasaron muchas cosas, luego cuando viste tu recuerdo... no supe que momento elegir para decírtelo. No quería llenarte de más emociones abrumadoras por este día.—Se explica el Omega, hablando con firmeza y al final, alzando su mirada para encontrarse con los ojos azul claro mirándolo fijamente.
—...
No recibe respuesta. Kaiser se siente desconcertado y herido. Isagi aprovecha para contarle también otro asunto que le estuvo ocultando.
—Quiero disculparme también porqué... En el colegio te di unas galletas que contenían la poción Veritaserum.
Michael un poco confundido al principio, abre más lo ojos con asombro e incredulidad, poco después frunce el ceño al recordar la única vez en que Isagi le dio unas galletas.
—¿Hablas de las que me diste después del baile de navidad?
—Si.—Responde ahogando un balbuceo.
El tono rubio del cabello de Kaiser cambia ligeramente a un tono más oscuro, pero sigue manteniéndose rubio, aunque parece tener la intención de volverse naranja.
—¿Por qué?
—Itoshi Rin me contó que lo durmieron con una poción, y eras su principal sospechoso. Yo te defendí pero me vi obligado a ayudarle a demostrar tu inocencia de ésa forma.—Explica recordando aquella vez en que defendió a su novio.
El misterio de quien engañó a Rin para que se durmiera y así no pudiera ir a bailar con Yoichi sigue siendo un misterio, nunca se encontró al responsable pero Isagi está aliviado de que no haya sido Michael.
Kaiser analiza la explicación de su pareja, puede darse vagas ideas de quien pudo ser el responsable, pero, lo que importa más ahora no es eso, sino que Yoichi lo engañó.
Le hizo comer unas galletas para sacarle la verdad y nunca se lo dijo hasta ahora, ¿Cuántos meses han pasado ya desde eso? Ya cerca del año. Pero lo que más le hace sentir herido, traicionado, es que esté tenga en posesión la ambrosía desde hace mucho tiempo y jamás se lo dijo sabiendo que para Kaiser en un principio, su mundo giraba en encontrarla para conmemorar la memoria de su madre.
A pesar de que con el tiempo dejó ese deseo porque encontró una felicidad aún mayor y se descubrió que su madre realmente es la criminal más peligrosa y famosa de la época actual, de todas formas, sigue doliendo que Yoichi no le haya dicho la verdad.
—No puedo creerlo, no puedo confiar ni siquiera en ti.
Las feromonas del Alpha se dispersan pesadas y molestas, Isagi le duele que Kaiser diga esas palabras, se acerca a él para abrazarlo y disculparse todas las veces más que sean necesarias.
Yoichi oculta su rostro en su pecho y lo abraza con fuerza, sus brazos rodeándolo. Usando sus feromonas para calmarlo y demostrarse su amor, su arrepentimiento.
Isagi haría cualquier cosa por él, pero Kaiser sigue cegado por el enojo, la decepción y la traición. No corresponde el fuerte y cariñoso abrazo de su Omega, la ira se acumula en su garganta y tensa la mandíbula. Sus manos forman puños.
—Lo siento, Michael. Perdóname, no volveré a ocultarte nada más, te lo prometo.
El corazón del Alpha casi cae ante esas palabras que se escuchan sinceras y suplican su perdón, sentir el calor de su Omega es reconfortante y sus feromonas son una delicia.
Pero el orgullo y el dolor de la traición le pesan mucho más.
No puede perdonar tan fácilmente a Isagi por eso.¿Y si en el futuro lo vuelve hacer?¿qué tan arrepentido está realmente?¿cómo espera que pueda volver a confiar en él luego de ésto?
El amor que siente por el japonés es grande, pero ahora mismo está sensible. Ha descubierto tantas cosas en un par de días. Su madre es una bruja malvada y la forma en cómo murió fue un engaño, su padre le oculto muchas cosas de su infancia, su único tío murió traicionado por su propia hermana, y la única persona que adora y en la que confiaba ciegamente también le ha ocultado cosas importantes.¿Cómo esperan que pueda confiar otra vez?
Isagi sigue aferrado a él, Kaiser no puede soportarlo más. En este momento prefiere alejarse de todos o...
—No te creo. Eres igual que todos, me mienten, me engañan, me ocultan cosas. Ya no puedo confiar en ti como antes lo hacía.
¿Y si incluso me ha mentido con respecto al amor que dice sentir por mi?
Su cabello se torna rojizo ante aquel pensamiento. Se siente herido, amenazado, frustrado y desconfiando. Un cúmulo de emociones que no es nada sencillo bajar en estos momentos.
—De verdad lo siento, lo arruine. Perdóname.—Dice con lamento, su voz a punto de romperse en llanto, le duele que su novio no le corresponda el abrazo, le duele haberle ocultado la verdad y le entristece que su Alpha, a quien tanto ama diga ya no confiar en él.
Aun así, el japonés quiere seguir luchando por está relación, por su amado. Las discusiones de pareja son normales, ha aprendido de ello por sus amistades y series muggle. No quiere perder algo tan bonito como está relación.
Si pudo soportar el torneo de tres magos, ¿cómo no puede con ésto? Es Isagi Yoichi, maldición.
—¿Qué puedo hacer para que confíes en mi?—Expresa sumiso y culpable.
Haría cualquier cosa por él. Si Michael le pide desnudarse lo hará, si le pide que dejé su cuello al descubierto para que sea mordido obedecerá.
Todo sea para demostrar su amor y lealtad hacia el mayor. Sin embargo, hay un par de cosas alocadas que nunca haría. Como asesinar a alguien, arrodillarse, desnudarse en público, decir alguna maldición imperdonable, o...
—Pacto de sangre.—Sentencia el alemán con seriedad, crítico y firme luego de haber meditado la solución para volver a confiar o creer en Isagi Yoichi.
—¿Qué?—Balbucea entorpecido, como si creyera haber escuchado mal.
Un pacto de sangre es un conjuro que crea un vínculo mágico entre dos o más personas.
La mención de aquel conjuro hace sentir escalofríos a Yoichi hasta el punto de separarse del alemán y mirarlo confundido como sorprendido.
No puede creer que el mayor le esté pidiendo eso.
—Tengo miedo de que le puedas decir a alguien sobre que soy un metamorfomago. Ya no puedo confiar en ti a menos que hagamos un pacto de sangre.—Revela su intención mirando al menor con precaución.
Isagi se siente tan mal, ¿realmente su novio ya no confía en él y cree que divulgará su mayor secreto?¿lo ve capaz de hacerlo? Le duele que sea así de crítico con él.
—¿Te estás escuchando?¿Realmemte hay que llegar a eso?—Señala ofendido, indignado y dolido.
No quiere hacer un pacto de sangre. Es algo peligroso e indignante, tan complejo.
—Si. ¿No quieres?
—Si lo hago, solo te diré que muchas cosas cambiaran a partir de aquí.—Responde con decisión pero devastado por dentro, advirtiéndole que las cosas ya no serán igual que antes en su relación.
Le duele tener que llegar a estos extremos para que Kaiser le crea.¿Es acaso la única solución que existe?
Por supuesto que no, pero Michael prefiere irse por esa vía tan arriesgada e intimidante. Prefiere usar la magia que hablarlo con razón.
—Las cosas cambiaron desde el momento en que me ocultaste las cosas, Isagi.—Añade serio y sombrío, su cabello regresa a su rubio natural con tonalidades azules.
Isagi suspira resignado, con un sabor amargo, distante y frustrado, decide hacerlo.
—Bien. Lo haré.
Si Kaiser no piensa detenerse, Yoichi tendrá que darle lo que quiere, pero no lo perdonara por orrillarlo a ésto.
—¿Sabes cómo se hace?
Aún tienes tiempo de recapacitar, por favor, Kaiser , no hagamos ésto.
—Por supuesto que lo sé.
Ambos se ponen de pie frente a frente, se hacen un corte en las palmas de sus manos con sus varitas y entrelazan sus manos mientras recitan el juramento.
Ya no habrá vuelta atrás , Michael.
—Lo juro.
Las gotas de sangre de sus palmas se juntan para crear una sola y alrededor de la gota de sangre se forma un frasco vial que encierra la sangre.
Nunca te lo perdonaré , Kaiser .
Isagi se siente descontento, enojado y triste, pequeñas lágrimas se deslizan por sus mejillas. El mayor lo intuye, pero se siente más seguro y aliviado de haber realizado el juramento y, aunque su enojo sigue presente, ahora puede calmarse un poco y darle la oportunidad a Isagi de volver a confiar en él.
—¿Estás satisfecho?—Cuestiona mientras se limpia sus lágrimas y con un enojo que se expande en él, aprieta sus nudillos con una furia contenida.
Ya no puede seguir ahí. Se siente tan molesto, tan decepcionado.
—Si.—suspira más relajado el mayor, pensando donde guardar el frasco vial.—Ahora puedo confiar que no dirás nada.—Añade suavizando ligeramente su expresión.
No le gusta que Isagi llore, pero tiene que entender que ha sido la única forma de hacerlo sentir seguro. Éste no ha sido un agradable día para él y ya no puede confiar en nadie...
—Bien. Entonces iré a empacar mis cosas.—Señala para dar media vuelta endureciendo sus gestos, dirigiéndose a las escaleras.
—¿Qué?
—Mis cosas, regresaré a casa en Japón.
Aquello sorprende al rubio por lo que decide seguir al menor lleno de intriga.
—¿Te vas tan pronto? Pero, aún quedan semanas programas para tu estadía aquí.—Le recuerda extrañado, ¿Yoichi acaso se enojo?
El Omega se detiene abruptamente, en un suspenso analítico, mira de reojo al rubio con una expresión difícil de describir.
—Oh no, no sólo me voy de tu casa.
Michael siente que esa expresión en Isagi la ha visto antes, al menos una vez. La forma en cómo le habla le recuerda a sus primeros días como extraños.
—¿Qué quieres decir?—Pregunta confundido, al mismo tiempo que se pone a pensar una forma de que Isagi comprenda el porqué de sus decisiones.
—Me voy de tu vida, Kaiser.
Michael abre los ojos de forma que muestra su asombro y perplejidad, por unos instantes su corazón se detiene y duele. ¿Acaso ha escuchado bien?
—¿Qué?
Isagi suspira frustrado, se da la vuelta para quedar frente al rubio. Está tan sólo a tres escalones por arriba del Alpha, lo mira como un ser inferior.
Oh, Kaiser ya recuerda donde vio esa mirada. Fue en un entrenamiento de Quidditch, Isagi se estaba peleando con ese otro jugador de Slytherin, aquel Alpha moreno de cabello rubio con delineado Egipto.
—Desde el momento en que decidiste hacer el pacto de sangre, me di cuenta que ya no existe confianza aquí y yo no puedo estar con alguien así.
El ceño de Kaiser se frunce y sube dos escalones más mirando al menor con duda, confusión e incredulidad, negando completamente lo que acaba de decir Isagi.
Intimidar.
Yoichi no sabe si es la intención de Michael o lo hace de forma natural e inconsciente, pero justo ahora, el mayor lo está intimidando con su postura y feromonas. Claro que el azabache no se deja, se mantiene firme y no desvía la mirada ni le da la espalda.
El japonés le dio su amor al alemán, y éste prefirió hacer un pacto de sangre.
—¿Estás bromeando?—Gruñe con molestia, no puede creer que Isagi hable en serio.
El Omega inhala y exhala, tiene sus pensamientos claros y decisivos, no puede tentar su corazón. Tiene que pensar con la mente fría. Le hirió totalmente que Michael haya propuesto y todavía llevado lejos hacer el pacto de sangre hasta el final, ¿cómo espera que se lo tome?¿cree que le hace feliz o le da igual haber hecho un conjuro tan complicado y poderoso que puede traer consecuencias graves si es roto?
Para Isagi es una total ofensa, le indigna totalmente.
Kaiser le sigue mirando como si quisiera ver a través de su alma, como si quisiera incluso ahorcarlo, pero Yoichi no se deja intimidar. Es una lucha de miradas y feromonas, es increíble que ninguno se haya ahogado por tal exposición de feromonas tan altas y agresivas.
Aquel aroma que resulta la perdición de Yoichi, ahora resulta un poco hostil y alarmante, amenazante.
Isagi se harta del silencio y de que el rubio solo se lo quede viendo que decide decir:
—Terminamos, Michael. No quiero volverte a ver.
Una vez dicho, se da la vuelta y sube los escalones con moderada velocidad. Tiene que ir a la habitación y empacar sus cosas. Sus manos hormigean ansiosas por lo que acaba de pasar, quiere llorar pero sabe que no puede desarmarse frente al alemán, seria demasiado humillante.
Él también tiene orgullo.
Debe mantenerse firme a su decisión.
A Kaiser no le importo herirlo con sus palabras y no aceptar sus más sinceras disculpas.
—¡No puedes irte!
El grito desesperado del Alpha llega a sus oídos, Isagi aprieta sus labios ahogando un chillido. Traga saliva duro y resiste cualquier tipo de arrepentimiento que tenga en su mente para decir con frialdad:
—¿Por qué?
No puede verlo. Si lo hace, caerá.
Desistir .
No puede. Si lo mira a los ojos, a esos ojos tan bonitos y preciosos con los que sueña todas las noches, que son las joyas más hermosas que ha visto se derrumba y regresara a los brazos del Alpha.
No puede. No debe.
La maldita debilidad de Isagi Yoichi es Michael Kaiser. Tiene que soportar y regresar a casa lejos de aquí.
—Yo soy quien se siente traicionado, engañado por ti. ¿Cómo puedes sentirte tú la víctima?—Exclama sin entender al contrario, furioso ante la idea de que Isagi se marche de su vida.
Podría aceptar que no lo quiera ver por un tiempo, ¿pero terminar su relación? Eso es ir demasiado lejos.
—Me disculpe y te roge perdón. Y aún así me llevaste a hacer un pacto de sangre cuando claramente no quería. Prefiero regresar a casa.—Expuso su pensamiento y rencor, manteniéndose firme.
Kaiser sigue sin poder creer lo que está escuchando. Él se enojo demasiado con Isagi y aún así nunca vio terminar la relación como una opción, cosa que Isagi si y eso le entristece demasiado.
Está claro que ninguno de ellos dos va a ceder por el otro. Ya sea por el orgullo, la dignidad o el rencor, éste día ha sido una gran mierda para ambos y no pueden pensar de otra forma para calmar la tensión entre los dos, sus feromonas ya no se toleran por mucho tiempo en un mismo lugar.
—Te vas arrepentir. No te perdonaré que me abandones de esta forma.
—¿O qué harás? Ya no me puedes hacer más daño del que me hiciste ahora.—Agrega con ironía, sin dudar en sus palabras y continuando su rumbo a la habitación.
Michael lo sigue de cerca hasta tomarlo fuertemente de la muñeca, haciendo que se detenga.
Isagi no lo ve, pero su cabello se vuelve de un color celeste por completo, eso refleja lo atacado, triste y frustrado que se siente Michael porque Yoichi realmente haya terminado con él y quiera dejarlo.
—Yoichi...—hace una breve pausa, llamándolo pero éste sigue sin girarse y le duele.—¿De verdad vas abandonarme? Todas esas palabras que me dijiste sobre formar una familia, ¿fueron todas mentiras?
Aquello hace que Isagi lo considere. Recuerda perfectamente las cosas que le dijo al Alpha, nada ha sido mentira. Le abrió su corazón, cometió errores y se disculpó, pero Michael no lo ve de esa manera y eso le molesta, que ya no confíe en él hasta el punto de necesitar la magia para asegurarse de que el Omega ya no revele su mayor secreto. Ha sentido eso un insulto, una gran falta de respeto en la relación. No puede seguir así, ya que el rubio no cedió a sus disculpas y lo llevo a hacer dicho conjuro, Isagi tampoco piensa ceder.
Toma aire y exhala, tratando de disipar el dolor alojado en su corazón.
—Te amo, Kaiser. Pero me orrillaste a hacer un pacto de sangre porque no confías lo suficiente en mi. No quiero verte.
El nombrado lo suelta, enfadado y más dolido, herido. Su rostro refleja como la tristeza se transforma en ira. Yoichi no regresara con él, se ve decidido. Entonces, ¿qué debe hacer?
Los Alphas no rogamos.
La voz de su madre retumban en su cabeza, está seguro que jamás escucho que ella le dijera aquello en la vida real, pero siente que se lo dijo tal vez en algún sueño o...
Su tatuaje duele. Comienza a sentir ansiedad de tan solo darse cuenta que Isagi realmente ya no quiere estar con él.
—¡Haz lo que quieras!
No te vayas.
No me dejes.
El enorme candelabro colgado que está encima de ellos, sus velas se empiezan a encender y formar una llama de color azul que en instantes se vuelve más intensa. Las ventanas a lo lejos se escuchan abrir y cerrar por sí solas y una moderada brisa viaja por las escaleras y los pasillos.
Cuando un brujo o bruja desata sus más fuertes emociones, se nota a su alrededor, en el ambiente. La magia se desborda por las yemas de sus dedos, como electricidad, y afecta el entorno.
Si ya de por sí Kaiser es realmente hábil haciendo magia sin su varita, estando tan enojado y dolido, no tiene control.
La brisa comienza aumentar de intensidad, Isagi se da cuenta al subir los escalones, es como si el aire lo empujará hacia atrás para que pierda el equilibrio y no pueda seguir más pero el nipón es más fuerte.
Al Omega le parece tan inmaduro que Kaiser no puede controlar sus emociones. Él igual está muy dolido y triste pero no hace un alboroto con su magia, aún. Se mantiene calmado, su autocontrol es de admirar.
El candelabro también se mueve que hasta te hace pensar que puede caerse.
Kaiser aprieta más los nudillos mientras sus largos cabellos se agitan con el movimiento de la intensa brisa, mirando con impotencia como su Omega se aleja de él.
Yoichi, ¿no te quedaras para siempre a mi lado?¿no íbamos a ser felices juntos?
El japonés suspira fastidiado y como última despedida antes de irse, sólo le dice en voz alta y firme:
—Supongo que al final no te importe lo suficiente.
Yoichi, ¿ cómo puedes abandonarme?
Sus caminos realmente se separaran.
[...]
—¿Ha sucedido algo de lo que deba preocuparme?
Su padre se acerca a su hijo, quien está sentado al borde de las escaleras, inquieto y frustrado por todo lo que acaba de pasar. Ya es de noche, se extrañó que ni su hijo ni el novio de éste hayan ido a cenar.
Justo cuando mueve algunas cosas para tener tiempo libre para cenar con su familia, lo dejan plantado. Noa suspira decepcionado, algo pasó y no sabe qué, y no quiere guiarse por completo de los rumores de la servidumbre.
—Nada que te importe.—Responde Kaiser con evidente enfado y fastidio.
De todas formas, no puedes ayudarme.
—Tu novio ha solicitado la limusina para regresar a su casa, al mundo muggle.—Explica con seriedad pero curioso, meditando sus próximas palabras.
—Lo sé.
—Sé que te encontraste con tu madre.—Comenta cambiando de tema.
Kaiser suspira harto, hablar de su madre no es buen momento cuando su novio lo acaba de terminar.
—¿Cómo puedes soportar la presencia de alguien a quien amaste pero te abandonó?—Pregunta con un tono irónico pero dolido.
Ahora que lo analiza mejor, parece como si estuviera repitiendo la historia de su padre.
Noa toma asiento a su lado, cosa tan rara para Michael debido a la repentina cercanía del hombre. Nunca imaginó al impecable y respetado Noel Noa sentarse en las escaleras.
Por unos instantes, el Alpha mayor parece relajarse y suavizar ligeramente sus expresiones.
—Ella escogió su bando. No pude simplemente encerrarla y quitarle su libertad. Los seres humanos tienen libre albedrío.
Tiene razón, no puedes obligar a alguien a quedarse a tu lado, por más que sepas que esa persona está mal o está equivocada. Por más que la ames, debes dejarla decidir su camino.
Aun tiene muchas dudas sobre su madre, las cuales no sabe si su padre realmente pueda resolverlas.
—¿Hay algo más que me estés ocultando que aún no sepa?—Pregunta con una sonrisa amarga y tensando los nudillos.
La magia que desbordó hace unos minutos parece apaciguar se.
Su padre lo mira de reojo y se encoge de hombros.
—Si.
—¿Qué es?
—No puedo decírtelo ahora, no es el momento.
—¿¡Y cuando se supone que es el momento adecuado!?
Kaiser se levanta más molesto. Creía que había un acercamiento con su padre, pero sigue portandose distante y misterioso, odia que sea así, sobre todo cuando lo único que le queda a su padre en la familia es él, su único hijo.
—Lo hago para protegerte, Michael. Si te lo digo ahora... podrías correr peligro. Es mejor que no lo sepas hasta que seas más grande.
—¿Aún más grande?—Repite incrédulo, su papá asiente y Kaiser no puede soportar que le sigan ocultando las cosas importantes. Lo odia tanto.—Está claro que no se puede confiar en nadie, ni en tu propia familia.
Hay un breve silencio incómodo, el cual se rompe cuando Noel Noa vuelve hablar para regresar el tema de inicio.
—Tu novio... Isagi, ¿volverá a fin de año para la navidad?—Expresa curioso. Él cree que su hijo y ese Omega han tenido una típica discusión de pareja joven, y que el coraje solo se les pasará.
—No volverá. Él y yo ya no somos pareja. Me abandonó.
—¿Lo hizo al enterarse de quien es tu madre?
—No. Él me engaño.
Noa no sabe cómo tomarse esa respuesta, por lo que prefiere asentir y suspirar reflexivo. Tiene que hacer los preparativos para regresar al japonés al mundo muggle.
[...]
Los padres se llenaron de sorpresa cuando su hijo Yoichi regreso del viaje antes de lo esperado, pero se preocuparon más ante su aura apagada y cuando, después de acomodar sus cosas de regreso a su habitación, se encerró por completo deseando no ver a nadie.
Las luces de la casa comenzaron a fallar, objetos se caían de su lugar y otros reventaron al azar. Claramente mostraron su desconcierto e intriga por saber que ha ocurrido, pero deben esperar hasta que su hijo se sienta listo para hablar con ellos.
Lo único de lo que pueden sospechar, es que el responsable del humor de su hijo es ese brujo alemán.
Está noche, Isagi Yoichi lloro aferrándose a una almohada, maldiciendo y repitiendo con dolor el nombre de su novio, cuestionandose porque las cosas tuvieron que terminar así y lo difícil que será superar a Kaiser.
El primer amor siempre será el más difícil de olvidar. No solo quería a Kaiser, realmente lo ama.
La ruptura del primer amor no es algo que pueda superarse en un día, ni al siguiente ni dentro de un mes. Tarda bastante tiempo en ser olvidado y superado, sobre todo porque Yoichi realmente se enamoró de Michael, lo ama tanto, anhelaba formar una familia, un hogar con el Alpha alemán.
Pero todo aquello no es más que una fantasía que con el paso de los días se irá desgastando.
Notes:
Palabras: 4,023
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 01 de febrero del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Omegaverse-Hogwarts
Nota del escritor:
Primera publicación del mes!
No sé cuanto me tarde en actualizar el siguiente capitulo, porque el 10 de febrero tengo servicio social, clases y aparte voy al gym, así que entre semana estaré muy saturado, además de que pues escribo otros fics.Advierto, pueden tomarlo como Spoiler:
En el próximo capítulo habrá escena subida de tono, ahora si pondré lo del salto tiempo, y cierto personaje que no diré quien, probablemente les caerá mal por lo que hará.Y estoy seguro que nadie esperara sus intenciones.
Nos vemos!
PD: En serio creyeron que todo sería feliz?
PD²: En serio creen que la traición que Kaiser sintió, será la única de la historia?
PD³: agarrense la verga porque se viene
Chapter 29: 28."Prodigio"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El rut de un Alpha es insoportable. Para Michael Kaiser quien no tiene un compañero a lado es un infierno.
—Yoichi...Hum...
Mastubarse no es algo que lo alivia por completo. Por suerte, es minimamente más llevadero ya que entre algunas de las cosas que Isagi dejó o se le olvidó más bien, ha sido una pijama ligera. La dejó en un canasto en el cuarto de lavado, pero después de la discusión la olvidó por completo y tampoco se molesto en revisar si habría dejado algo.
Huele a él, a su esencia. Las escasas feromonas de Omega que aun emana de la prenda lo tranquilizan, le hacen fantasear mientras su hombría se pone más dura y de la punta expulsa un líquido pegajoso.
—Yoichi, Omega, mi Omega...
Balbucear su nombre entre gemidos y jadeos mientras frota su polla en la almohada donde durmió el japonés tiempo atrás es un deleite. Kaiser sólo puede crear decenas de fantasías con Isagi, cada una de ellas terminando con los dos follando tan duro, tan salvaje.
Lo hubiera preñado.
¿Por qué no preñe a Yoichi?
Tal vez así no me hubiera abandonado.
Sonríe con amargura ante aquel pensamiento, sintiéndose enojado por unos instantes de solo recordar ese odioso día en que lo dejó. Ya han pasado más de dos meses, no hay día en que su bonito rostro no se le venga a la mente.
Todavía le molesta que Isagi no se haya quedado con él, pero jamás aceptara que tuvo la culpa.
Yoichi hubiera amado tener a mi bebé.
Su agujero apretado y caliente, tan húmedo aceptando mi polla .
Omega, solo mío.
Quiero embarazarlo.
Michael aumenta la velocidad hasta llegar al orgasmo donde abundantes tiras de semen salpican la prenda de ropa con la que se excito.
Que desperdicio .
Yoichi lo hubiera tomado todo.
Hubiera aceptado todo en su útero .
Si todavía siguieran juntos, Isagi lo ayudaría durante su rut. Eso le hace cuestionarse si el japonés sufrirá tanto cuando le toque pasar por su propio celo.
¿ Seguirá pensando en mí ?¿ Anhelandome ?
Podría ayudarlo.
Seguramente me dejaría llenarlo.
Suspira frustrado. Yoichi fue su primera vez en todo, la separación no ha sido sencilla de superarla, pero no puede deprimirse, tiene que seguir adelante por más que extrañe al japonés durmiendo en su cama, pronunciando su nombre o el delicioso aroma que tanto le gustaba.
¿El Omega lo habrá superado?
[...]
Isagi Yoichi canta victoria junto al equipo que lo acompaña, han ganado la copa mundial de Quidditch.
Después de ésta gran victoria, piensa regresar a casa con sus padres luego de haber regresado de un partido importante de Quidditch en el mundo mágico. Representando a su país junto a otros jugadores que son sus exs compañeros del colegio mágico Hogwarts, se siente genial y nostálgico volverlos a ver a todos, o al menos a la mayoría.
En Hogwarts, Isagi competía contra ellos ya que era el único del enorme grupo de sus amigos quien pertenecía a la casa de Slytherin. El resto pertenecía a Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw.
Pero ahora, luego de haberse graduado hace ya más de un año, todos juegan para el mismo equipo. El equipo de Quidditch de Japón.
De sus ex compañeros del colegio se encuentran: Chigiri, Kunigami, Barou, Bachira, Shidou, Itoshi Rin, Gagamaru, Kurona, Yukimiya y Nagi.
Reo fue arrastrado por sus padres a seguir con el negocio familiar por lo que no pudo seguir sus sueños en el deporte. Desconoce porque Hiori, el Omega con quien era tan cercano como con Chigiri, al final no terminó dedicándose al Quidditch si éste era su pasión. Ha escuchado rumores de que al parecer ha seguido el mismo camino que su madre, quien trabaja en el Ministerio de Magia, aquello le sorprende bastante ya que realmente pensó que se dedicaría al Quidditch como tanto decía cuando estudiaban juntos, y también se ha distanciado del grupo, aunque con cierta regularidad se habla con él por medio de cartas, le alegra no haber perdido comunicación por lo menos.
Tampoco está Itoshi Sae, quien llegó a jugar durante un breve periodo de tiempo al Quidditch profesional. Rin dice que sus padres le están obligando a dedicarse otra cosa, no quieren tener a dos hijos dedicándose al deporte, y como es el mayor, debe ceder para complacerlos, sobre todo si quieren que acepte su futuro compromiso con un mago mestizo.
Al despedirse de sus amigos luego del cansado partido que duró varias horas ya que los buscadores de ambos equipos no lograban atrapar la snitch dorada para acabar el partido, durando hasta días donde hubo reemplazos cada cierto tiempo, todos se despiden con un enorme abrazo, pero son Chigiri, Kurona y Bachira quienes se acercan preocupados y curiosos al oji azul.
—¿Cómo han ido las cosas?¿Has estado bien?—Pregunta el Omega de cabellos rosados y largos con interés y cierta tensión en su mirada.
Isagi les sonríe despreocupado, sabiendo a que se refiere.
—Ya ha pasado un año. Ya lo supere, chicos.—Admite encogido de hombros, pero sus amigos no dejan de estar inquietos, ansiosos.
—Terminar una relación nunca es fácil. Además en ustedes dos realmente se veía la química.
Chigiri le da un codazo al Beta, lo mira con enfado, luego se aclara la voz y observa a Isagi comprensivo.
—Lo que Bachira trata de decir, es que si necesitas hablar con alguien, puedes hacerlo.
—Estuviste un tiempo aislado de tus amigos, no nos contactabas hasta que te uniste hace siete meses al equipo oficial de Quidditch de Japón.—Agrega Kurona pensativo, cruzados de brazos analizando los gestos de Yoichi y un poco enfadado de que el Omega no les haya dicho nada en su momento.
—Nos preocupaste mucho, Isagi.—Admite Bachira.
Podrá no ser Omega pero Isagi fue su primer amigo en todo Hogwarts, el primero que lo comprendió y durante varios años realmente fueron cercanos.
—No sabemos aún porque rompieron, pero si algún día quieres hablar, cuentas con nosotros, o con cualquier otro miembro del equipo. Somos una familia.—Aclara Chigiri para abrazarlo con cariño y despeinar su cabello.
Yoichi asiente seguro, contento de tener tan buenos amigos que se preocupan por él y solo quieren que sea feliz.
Cuando pasó de lo Kaiser, se sentía tan mal que no le dijo nada al resto durante varios días, dejó de contestar mensajes y tampoco se reunían a las salidas grupales que con mucha frecuencia hacían en sus tiempos libres, y que, al ser brujos la distancia no era resultaba un problema.
—Se los agradezco. Y realmente, estoy bien. Al principio dolió mucho pero el sentimiento de dolor y tristeza se fue desgastando, así que ahora me siento bien. Me dedico a lo que me gusta y estoy con ustedes.
Tiene a sus padres y a sus amigos con él, ¿qué más puede pedir?
Tardo varios meses en superar a Kaiser, e incluso ahora, al recordarlo, solo siente amargura y un ligero toque de melancolía. Pero lo ha superado, no puede estancarse en el pasado, debe seguir proyectándose hacia el futuro.
Ni Isagi ni Kaiser se han vuelto a contactar ni han investigado uno del otro y así es mejor para ambos. Ninguno pidió perdón ni creyó estar dispuesto a escuchar más al otro.
Debido que en el campeonato mundial de Quidditch no les tocó jugar contra Alemania, no se lo topo. Pero si escuchó que quedó fuera al perder en semi finales contra el bestial equipo Francés.
Luego de aquella despedida con el equipo, sus padres le reciben felicitandonlo por su primera victoria desde que se unió al equipo.
Prepararon bocadillos y su madre cocino un enorme pastel de fresas y creme para celebrarlo.
Es navidad. Hace tanto frío en las calles y está nevando.
Todos hablan y comen sentados en la mesa, su padre lee el periódico traído desde el mundo mágico, donde están las noticias más recientes y...alarmantes.
—¡No puede ser!—Exclama el señor Isagi en un tono impactado y desesperado, sin despegar la vista de lo que lee en el periódico.
—¿Qué ocurre, querido?—Pregunta su esposa curiosa ante el repentino cambio de humor de su esposo, incluso hizo sacudir la mesa por unos instantes.
—¿Por qué tienes esa cara, papá?
El mayor tarda en responder, cierra el periódico y se frota los ojos asimilando lo que acaba de leer. Mira a su hijo con un sentimiento que es difícil de cifrar en estos momentos para su familia. Entre preocupación, alivio y miedo.
—Hijo, que bueno que viniste a casa a tiempo.
—Si, hace unas horas. ¿Qué sucede?
—Ya no es seguro volver al mundo mágico.—Dice luego de tragar saliva ansioso y buscando las palabras correctas mientras su expresión se vuelve más seria.
Tanto su esposa como su hijo se miran consternados, asombrados, como si no creyeran lo que acaban de escuchar. El ambiente alegre y despreocupado cambia drasticamente con aquellas palabras.
—¿Por qué?
—Los brujos...—suspira angustiado, ¿por dónde empezar?¿cómo decir lo poco que acaba de leer y asimilar en segundos?—
Hay una guerra.
—¿Una guerra?—Repite Yoichi confundido, extrañado.
Su madre pone su pecho en su corazón más preocupada, atenta a las palabras de su esposo. Un silencio se crea en el ambiente, lleno de incertidumbre y misterio.
El silencio se rompe cuando una lechuza de plumas blancas entra por la ventana, vuela por encima de ellos y deja caer una carta en medio de la mesa, la cual rápidamente agarra el padre de Yoichi.
—Te ha llegado una carta.
—¿De qué es?—Pregunta el menor de la familia ansioso por saber. El ave cae al suelo abruptamente luego de haber dejado la carta lo cual le asusta un poco. Se percata entonces de que luce cansado, y solo está durmiendo.
¿Por qué vino tan apurado?¿qué ha pasado?
—Del trabajo...del ministerio de magia.—contesta el mayor luego de leer por encima el sobre y después proseguir a abrirla. Lee su contenido y la sensación abrumadora va en aumento. Su familia se pone más ansiosa como nerviosa, esperando a que el padre termine de leerla.—La situación es alarmante. Están pidiendo que el hechicero mas experto de cada familia que esté viviendo en el mundo muggle, vaya a ayudar al mundo mágico.—Explica brevemente, apretando sus nudillos con frustración y gran preocupación.
El resto se alarma. Oír aquella noticia no es para menos, ¿pero que clase de guerra está ocurriendon en el mundo mágico?¿y por qué se puso tan alarmante en cuestión de horas?
—Y el hechicero con más experiencia en esta familia, soy yo...—Continúa con una sonrisa amarga, tratando de mantener la calma.
—¿¡Te iras a una guerra!?—Se exalta Yoichi alarmado, poniéndose de pie y acercándose a su padre. Su madre se queda inmóvil, asustada y dolida por lo que está escuchando.
—Oh no... pero, ¿Qué está pasando?
—No me dan muchos detalles pero dicen que la situación es alarmante y preocupante, un estado de alerta máxima. Un criminal y sus seguidores están acabando con el Ministerio de Magia luego de haber liberado a varios prisioneros de Azkaban, sometiendo a los brujos nacidos de muggles y a aquellos que van encontra de sus ideales.
—¿Criminal?
—No mencionan su nombre, solo que es altamente peligrosa y poderosa, una mujer.—Responde el mayor preocupado, su hijo solo puede darse una idea de a quien se refiere.
Alpha. Es la madre de Kaiser. Piensa Yoichi, bastante seguro de que es ella, encaja completamente con la descripción y está asombrado por el hecho de que esa mujer ha llegado tan lejos.
Se mantuvo oculta por mucho tiempo, desde el día en que terminó su relación con Kaiser, no se ha enterado por ningún otro medio sobre ella, hasta creía que se había ocultado nuevamente en las sombras.
—¿Realmemte es un desastre?—Pregunta el menor crítico y ansioso, su padre suspira estresado y asiente.
—Es un completo caos. El mundo mágico ya no es seguro, nos piden con urgencia ir ayudar de inmediato.
—¿Qué hay de nosotros?—Pregunta temblorosa la Omega, corriendo abrazar a su esposo para darle fuerzas.
La carta ha sido específica, al mago con más experiencia. Pero también le dan a entender que no hay ningún problema si vienen más magos con que sean mayores de edad.
—No les pediré que vengan.—habla decidido y firme, mirando con seriedad a su esposa e hijo, insistente.—Mejor quédense aquí.
Isagi tiene miedo, pero tampoco quiere que su padre vaya solo si es realmente peligroso como en la carta y el periódico del Profeta ha señalado.
—Pero, papá...
—Yoichi, quédate y cuida a tu madre.—le interrumpe poniéndose de pie, mientras limpia sus anteojos, agrega comprensivo:—Regresaré. En el mejor de los casos, esto acabara en un par de semanas.
—...¿Y en el peor de los casos?
No es ser pesimista, es ser realista y nunca descartar todas las vías que puedan existir, por más tristes y horribles que se escuchen, es mejor mentalizarse desde un principio para así buscar opciones o formas de evitar dicha vía.
—En el peor de los casos... cuida a tu madre.—Contesta severo, poniéndose sus anteojos y dándole unas palmadas en el hombro a Yoichi, quien endurece sus gestos y lo mira afligido, negándose a que suceda el peor de los casos.
El mayor va en busca de sus cosas, no es necesario llamar a su escoba ya que puede viajar por si mismo con su magia avanzada, prepara su varita, dos maletas, una con ropa y suministros, y otra con artefactos mágicos y un tanto viejos que pueden servirle.
Su mente es conocimiento, su brújula y defensa, quizás no sea tan ágil y rápido como hace diez años, pero aún tiene técnica y poder, mucho conocimiento y formas de ataque como de defensa. Esos años que estudio en Hogwarts de joven no han sido por nada.
—¡Iré contigo!
Su esposa ansiosa y reuniendo valor, se acerca a su marido en busca de estar con él. Él la mira con amor y adoración, agradecido por el apoyo, la mira y luego al anillo de casada que lleva puesto, suspira y la detiene.
—Amor, no puedo dejarte venir. Si algo nos pasará, ¿quién cuidará de nuestro hijo? Sé que es grande y ya tiene edad para cuidarse solo, y tiene a sus tios y primos lejanos, pero... uno de nosotros tiene que quedarse con él.
Rechaza la idea de que su Omega vaya con él, es impensable. No duda de sus habilidades, pero prefiere que no corra ningún tipo de peligro. El mundo mágico ahora es incierto, pueden pasar tantas cosas de las que uno no tiene control.
Es arriesgar tu vida.
—Tienes razón.
Ella abraza a su hijo, de tan solo imaginar que su Yoichi se quede solo, sin sus dos padres le rompe el corazón. Confía en que su esposo regresara con vida, con buenas noticias que alegrarán la casa, aunque tenga que esperar por un tiempo indefinido. Ora porque la situación no sea tan mala como parece.
—Papá, ¿no puedo ir yo?—pide con seriedad, pero la expresión de su padre no es positiva.—Soy joven y astuto, puedo ser de mucha ayuda y prometo estorbar.
No puede quedarse simplemente en casa y no hacer nada, ya no es un niño. Si bien no quiere dejar sola a mamá, quiere asegurarse de cómo están las cosas allá, quiere hacer algo también.
—No, no puedo perderte a ti también.—Afirma el mayor con melancolía para abrazarlo fuertemente.
¿También?¿De qué está hablando?
—¿A qué te refieres?—Cuestiona el menor confundido, mirando a sus dos padres con extrañes.
Su padre se da cuenta de lo que dijo, arrepentido, suspira resignado y le dedica una mirada a su esposa quien asiente lentamente con tristeza.
—Luego te lo explicaremos. Debo salir ya.
Con ayuda de la magia, organiza sus cosas en dos grandes maletas. Varios artefactos y ropa levitan hacia el interior de las maletas, formando así su equipaje.
Se dirige a la chimenea con sus dos maletas y decidido a viajar con ayuda de los polvos flu, de ahí deberá volar hasta el Ministerio de Magia. Al ser ya un adulto de avanzada edad, no necesita una escoba.
—¿Seguro que estarás bien?
—No seré el unico mago de familia que ira, además, por lo que leí en el periódico, Jinpachi Ego está defendiendo bastante bien pero necesita ayuda.
—¿Mi director?—Menciona con sorpresa Yoichi.
Sabe sobre la habilidad y el gran poder de aquel hombre, pero escuchar que está haciendo un gran trabajo fuera de Hogwarts o de la prisión de Blue Lock le asombra. Ese hombre tiene tanto trabajo que duerme muy pocas horas al día.
—Antes de ser director de Hogwarts también es un hechiciero muy fuerte y poderoso.—Le recuerda con aires de confianza, como si la mención de ese brujo que es más joven que él le reconfortara.
Su familia lo despide una última vez antes de que esté se marche. Yoichi está preocupado, pero tiene que tener confianza en que las cosas saldrán bien.
—Papá, cuídate.
—Lo haré, protege a mamá también.
[...]
Isagi se puso en contacto con sus amigos, al menos con aquellos que viven en el mundo muggle los cuales son la gran mayoría.
Ellos igual le compartieron la escasa información actualizada que saben de lo que está ocurriendo en el mundo mágico y la suerte que tuvieron de llegar a sus casas a salvo luego de haber terminado el partido de Quidditch.
Tal como imagino, es la madre de Kaiser, la criminal llamada Alpha quien está armando ese caos, no sólo tiene decenas de seguidores con ella como los Mortífagos, sino que también, hay diversas criaturas, desde Dementores hasta gigantes y hombres lobos, entre otras criaturas mágicas, algo que tomó desprevenido al bando contrario.
Tiene como objetivo acabar primero con aquellos que no se unan a su causa, a su perfecto ideal, después esclavizar a los sangre sucia o asesinarlos, y gobernar el mundo mágico a su antojo.
Aunque sus amigos muestren gran miedo y preocupación, están bastante seguros que el director Jinpachi Ego y fuerzas aliadas que participen en la guerra contra los brujos oscuros podrán vencerlos, solo es cuestión de tiempo. Los magos oscuros podrán tener a cientos de criaturas mágicas a su lado y una magia arrolladora, pero el bando bueno tiene a muchísimos más brujos de su lado, más magia y experiencia.
Aprovechando el tiempo de sobra, Isagi se dirige con su madre para pedir explicaciones y aclarar su duda.
Ella está en el sofá leyendo el periódico que su padre dejó hace dos horas, mientras que con magia a lado de ella se está tejiendo ropa, la tela levitando junto al hilo de lana.
—Mamá, ¿me puedes explicar lo que dijo papá?¿a qué se refería con "perderte a ti también"?
—Hijo...—suspira agotada y lo mira con tristeza, reflexiva. Yoichi ya tiene edad para saberlo, pero aún así le duele hablar del tema.—Esto es difícil para mi, para nosotros. En realidad, te lo íbamos a decir apenas te graduaras de Hogwarts pero no sabíamos como...
—¿Qué es?—Frunce el ceño extrañado, intrigado, cruzándose de brazos y mirando atento a su madre quien deja el periódico a un lado.
Ya ha pasado por muchas cosas éstos últimos años, ha descubierto tantos secretos y enfrentado tantas cosas que no cree que exista algo que le pueda sorprende más, ¿verdad?
—Yoichi, tú no eras hijo único.
—¿Qué?
—Tuviste una hermana menor. Teníamos una segunda hija.
La revelación lo impacta demasiado. No duda de las palabras de su madre, no con esa aura carga de seriedad, melancolía, dolor y tristeza. Tiene que admitir que la noticia le cae como un balde de agua helada.
—...¿Y que pasó?—Pregunta luego del breve silencio, inclinándose un poco, esperando lo peor.
¿Por qué razón nunca se lo dijeron?¿Acaso la dieron en adopción?Todo es tan raro y misterioso.
—Falleció.
—¿Cómo?¿Por qué?
—Era tres años menor que tú. Eran muy unidos. Murió cuando tú tenías tan solo diez años de edad, poco antes de recibir tu carta a Hogwarts.
Aquello lo inquieta demasiado. Si bien es cierto, es muy difícil recordar las cosas que uno hacía de niño, es imposible que a esa edad haya olvidado que tenía una hermana con la que además era tan cercano como su madre promete. Él recuerda perfectamente su vida antes de recibir la carta a Hogwarts. Lo que más le inquieta y preocupa, es que ni siquiera haya fotos de ésta familiar, ¿por qué sus padres le ocultaron que falleció?
¿Qué demonios está pasando?
—¿Cómo murió?—Intrigado, mira a su madre con más seriedad, ella parece meditarlo brevemente antes de confesar le la verdad, cohibida.
¿Tan doloroso es que le cuesta decírselo?
No tiene sentido.
Si tuve una hermana y murió , ¿por qué ocultar lo? No entiendo nada.
¿murió por una enfermedad ?¿un accidente de coche?¿ voló en escoba sin permiso y se cayó desde las alturas?
Pensar en ello le da escalofríos e igual le carcome la curiosidad, su madre se toma su tiempo en decirle. Incluso los bordes de sus ojos se ponen rojos, como si quisiera llorar pero resiste las ganas de hacerlo, quiere ser fuerte ante su hijo.
Yoichi la mira con expectación y confusión cuando ella alza la mirada para decir las primeras palabras de la verdad. Mantiene la calma lo mejor que puede.
—Estabas jugando ella, practicando hechizos en el sótano donde ningún muggle los viera...—traga saliva duro, deteniéndose por unos instantes antes de seguir, sus manos tiemblan ligeramente y toma aire antes de continuar.— Querías ser el mejor y lanzaste tu primer hechizo con varita... Como aún no tenías tu varita todavía, usaste la mía y al ser ajena, tu poder no se midió y no calculaste bien la dirección....
—¿Qué pasó?—Insiste en saber, no le está gustando el rumbo de la conversación.
—Por error la mataste.
Yoichi la mira desconcertado, sudando frío y con el corazón latiendo rápido, ahogando un gemido de agonía.
—¿Q-Qué?¿y-yo hice eso?—Balbucea incrédulo, sufrimiento de tan solo imaginar que él fue el responsable de la muerte de su hermana.
Su madre asiente deprimida.
—Lanzaste el conjuro confringo.
El menor sabe cuál es ése hechizo. Es muy útil en duelos, letal. Se le conoce como maldición explosiva. Pero, es un hechizo complicado, es imposible que su yo de diez años haya podido siquiera ejecutarlo bien.
—¿Cómo pude siquiera formularlo? Es un hechizo de complejidad y poder...—Suelta con desesperación, negándose a creer que haya sido capaz de tal atrocidad y que sus padres lo hayan ocultado por tanto tiempo.
Su voz se rompe en llanto de tan solo pensar que tuvo una pequeña hermana, y él la asesinó.
—Desde niño mostraste ser un prodigio, hijo...
Prodigio .
Nunca creyó que ser llamado así, en vez de alegrarle o hacerle sentir tan especial, en vez de sentirse orgulloso, le duele el alma. Su corazón le golpea y desesperado se entierra las uñas en su piel, haciéndose un leve daño mientras aguanta las lágrimas.
—No fue tu intención hijo.—la mayor se acerca hacia él para abrazarlo, consolarlo.—Apenas estabas aprendiendo, no mediste la dirección y ninguno supo cómo apagar lo. Y cuando tu padre y yo llegamos fue demasiado tarde.
—...¿Mate a mi hermana?
—No te culpamos jamás de eso. Eras un niño, los dos lo eran. Nosotros debimos estar ahí para supervisarlos, también tenemos gran culpa.—Responde afligida, insistiendo en que no debe sentirse tan mal por algo que cometió siendo apenas un crío.
Quizás por eso fui a Slytherin.
Yoichi ahoga los quejidos de lamento, odiandose por haber cometido tal acto a una inocente de su propia sangre. ¿Cómo puede ser llamado si quiera humano?
—No puede ser...¿por qué no recuerdo esto?—Cuestiona con desesperación, abrumado y dándose asco.
Ya no puede vivir con la conciencia tranquila ahora que sabe la verdad.
—Nadie debía saberlo. Tú papá tuvo que arreglar algunas cosas para que no te metieras en problemas, y además, decidimos borrarte ese fragmento de tu memoria para que no siguieras con el trauma.
Isagi está en shock por esas palabras, su respiración se acelera, lleno de ansiedad y agonía. Las lágrimas no paran, se siente terriblemente mal y definitivamente no quiere revivir un recuerdo que sus padres le quitaron por su bien.
—Sé que es difícil digerir una noticia como ésta, si quieres puedo darte espacio.
Yoichi esta pálido. Las lágrimas no dejan de salir y se siente un monstruo. Su madre lo consuela un poco más y le alienta a que nunca ha creído que es un mal hijo, que lo sigue queriendo a pesar de los sucesos del pasado,que su padre y ella lo aman más que nada en el mundo.
Pero el Omega no puede sentirse tranquilo con tal dolor en su corazón. Ahora mismo, si no hubiera pasado aquello, habría una integrante más en la familia.
[...]
"—Es raro que la hayas visto.
—¿Por qué ?
—El campo de Magia que cubría la rosa, es invisible para muggles y cualquier otro tipo mago. Excepto para aquellos que han visto la muerte.
—¿ Qué ?"
Isagi despierta durante la madrugada, entre el sudor y respiración agitada luego de aquel sueño, o más bien, recuerdo.
Jinpachi Ego se lo había dicho hace tanto tiempo. Él vio la muerte, es decir, vio a alguien morir frente a sus ojos y por eso dio con la ambrosía en ese entonces. A pesar de que sus padres la arrebataron ese traumatico recuerdo por su bien, su cuerpo y mente inconscientemente lo sabían.
Ahora tiene todo claro, todo tiene más sentido y eso le duele.
Él tenía una hermana. La asesino, la vio morir y el dolor lo persigue.
A pesar de que trata no mortificarse tanto por su muerte ya que fue un accidente y no tenía control sobre la magia en ese entonces, sigue sintiéndose tan culpable.
Sus preocupaciones se vuelven más pesadas, saber algo que ocurrió hace tantos años y no sabía de ello, y cargar con el hecho de que su padre no está porque fue al mundo mágico a una guerra le llena de tanto temor y preocupación.
Siempre le pedía a sus padres una hermana, definitivamente aquello debió ser un dolor para ellos, porque ya le habían dado una y sucedió lo lamentable...
Isagi sacude su mente tratando de no pensar demasiado en eso ahora. Lo que debe preocuparle más, es la guerra mágica.
¿Qué pasará con sus amigos y seres queridos que viven allá? Con la profesora Anri, con sus amigos Reo, Rin, Hiori, Sae y...
Kaiser.
Por más que las cosas terminaron muy mal, es inevitable que se preocupe, es humano y por supuesto, le dolería si algo le pasa.
De momento, debe mantener la esperanza y desear que la guerra acabe lo más pronto posible, que los ganadores sea el bando bueno donde está su padre y Ego.
Ha finalizado la II Parte:
"Luna creciente"
Notes:
Palabras: 4,482
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: lunes 03 de febrero del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
En este capítulo, Isagi Yoichi tiene 20 años apenas.Lo del personaje que dije que les caería mal se paso al siguiente capitulo, no pensé que me extendería tanto en éste para no alcanzar a ponerlo como se debe.
Actualice muy rápido porque: paso algo que no imagine que sucedería, me inspire duro. ¿Por qué?
Gracias a ustedes, lectores que dejan sus comentarios. Leer su sufrimiento me inspiró mucho. Me hicieron que en un un día entero terminará de escribir este capítulo, y el domingo solo me puse a editar correcciones.
Si quieren saber que pedo con la última escena donde Isagi tiene ese sueño, pueden ir al capítulo 18 donde está en la enfermería con Ego hablando, para los que no se acuerden, Ego si le dijo eso. Obviamente la conversación no es exacta a la de aquel recuerdo, porque pues han pasado los años y solo quise mencionarla brevemente. Pero desde el cap 18 daban esa pista sobre que Isagi al igual que Kaiser, presenciaron la muerte.
Este segundo arco (II) ya llegado a su fin. Contó con un total de tan solo 9 capítulos, la mitad del arco anterior.
Está segunda parte del fic nos refleja más de la relación de Isagi y Kaiser antes de llegar a su desenlace y como cada uno, su familia le ocultaban algunas cosas para protegerlos, y la diferencia de como cada uno superó y aceptó el dolor. Luna creciente se enfoca un poco más en los sentimientos de Isagi, y en cómo ha ido creciendo y madurando, aunque claro, aún le falta crecer más.
Terminando este segundo arco, da por comienzo el tercer y último arco de la historia.
Dato curioso: Antes yo escribía los pensamientos de los personajes entre comillas más la letra cursiva, ahora ya dejé las comillas y solo dejé la letra cursiva porque me gustó así nada más. Hubo un tiempo en que considere escribir las conversaciones usando comillas en vez de — largos, incluso lo llegue a escribir en borradores pero luego las elimine. Todo esto fue porque me leía muchos fics en inglés y ya sabemos que acá no hay éste signo (—).
Nos vemos!
PD: yo les dije que este fic tiene drama para largo.
PD²: si ustedes creen que ya nada podría salir mal o sorprenderlos, agárrense la verga.
Chapter 30: 29."Reencuentro"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La guerra en el mundo mágico se desató por el ataque de la criminal más peligrosa y poderosa de la época, aquella mujer de sublime belleza: Alpha.
Junto a su séquito de seguidores en los que se encuentran familias de sangre pura y uno que otro mago mestizo, su magia es desgarradora y no se tientan a destruir lo que deseen.
¿Su objetivo?
Reinar el mundo mágico, y por supuesto, invadir el mundo muggle.
Está guerra ha durado cinco años y continúa. Han habido altas y bajas, ningún bando parece ceder al poder brutal y abismal del otro.
¿Quién será el vencedor de ésta batalla?
[...]
Isagi Yoichi regresa de su cansado trabajo de tiempo completo. Debido a que nunca obtuvo un título de haberse graduado en alguna escuela muggle, no es tan sencillo conseguir un trabajo profesional que paguen bien, por lo que tuvo que usar la magia para falsificar ciertos documentos y lograr un trabajo en el que sea capaz de manejarse y le den una decente cantidad monetaria.
Ya que su padre no puede enviar dinero a casa por estar en la guerra, y de vez en cuando se contacta con ellos por medio de cartas, la situación para los Isagi ha sido un tanto complicada en términos económicos, después de todo, ellos dependían del dinero que el padre de familia traía de su trabajo.
Isagi Yoichi labora entre semana, trabaja duro como auxiliar de recursos humanos en una mediana empresa, se encuentra en el área de reclutamiento y capacitación. Nunca se imagino dedicarse a un trabajo que consiste en estar encerrado en un cubículo de oficina pegado a una computadora, leyendo decenas de correos al día y con apenas una hora de descanso. Es tan tedioso, le cansa la vista y es tan aburrido, definitivamente prefiere mil veces haber seguido como jugador de Quidditch profesional. Sus compañeros de trabajo o son tan monótonos y poco sociables, o son insoportables y se creen los mejores en su área, arrogantes y prepotentes. Además que no son muy accesibles con los permisos y te pagan muy poco por las horas extras. Lo único que apenas hace soportable el trabajo es la paga normal y que su jefa es bastante amable y comprensible con él, además de defender lo de cualquier tipo de hostigamiento o posible acoso que pueda sufrir en sus horas laborales. Es un trabajo que comienza desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde. Muchas veces hace horas extras para que su madre no se preocupe en conseguir trabajo ella también, no quiere que haga tantos esfuerzos sobre todo a su edad.
Los fines de semana trabaja en una florería que queda cerca de su casa, solo para ganar un poco más de dinero sin estar tan ocupado. Al ser sábado y domingo, las horas son un poco menos que en su trabajo en la empresa y solo te dan media hora de comida, o a veces más, depende de si hay muchos clientes o no.
En ocasiones suele ir a comprar algunos productos en alguna tienda de conveniencia antes de ir a casa, por lo que suele llegar a casa pasada las siete de la noche. Lo único que alegra su día es ver su madre.
—¿Para mí?
Esta vez y para su sorpresa, ella preparo un pequeño pero delicioso pastel de chocolate y café con un sutil aroma a vainilla. ¿Cuántos años han pasado desde la última vez que probó uno?
—Sé que vienes cansado del trabajo y estás ocupado... pero en su momento no pudimos celebrarse tu cumpleaños adecuadamente.—se lamenta, ambos se dirigen al comedor mientras el menor de los Omegas se quita sus ropas de trabajo con un sencillo hechizo. Se estira el cuello y bosteza, para luego sonreír agradecido. Su madre parte el pastel.—
Ya estás grande, ¡mira que alto estas!
Yoichi ríe enternecido, no es que haya crecido tanto en estos años. Pero definitivamente se nota que ya es todo un adulto.
—No crecí mucho realmente...
—Para mi siempre seras mi niño grande.
Yoichi prueba los primeros bocados, saboreando lo delicioso que se siente la textura del pastel contra su lengua. Su madre luce contenta de que le haya gustado tanto. En estos momentos, no se preocupara por el dinero.
—¿Te ha llegado alguna carta de papá?—Pregunta el menor, a lo que ella niega triste.
Yoichi sonríe amargamente. Ha pasado más de dos meses desde la última carta que recibieron de él, es preocupante.
[...]
Es sábado, hoy toca trabajar en la florería. Por lo general suele hacer arreglo de muchas flores. Los clientes regulares son aquellos que van a ver a alguien en su tumba o aquellas jóvenes parejas que les alcanza para pagar un arreglo pequeño pero decente.
En su hora de salida, decide ir a la cafetería que queda a dos cuadras a pie, bastante cerca y económica. Ahí siempre pide un café con crema, y unos bocadillos extras. Algo liviano para aguantar el hambre por todo el día hasta que llegue a casa en la noche.
Al estar un tanto distraído ya que no ha recibido noticias recientes de cómo es la situación en el mundo mágico, por accidente se derrama un poco de café en su ropa, lo cual le molesta y fastidia, está caliente.
—Mierda.
Mira a los lados para saber cuanta gente hay y si alguien lo mira, suspira agradecido y con un sencillo hechizo desaparece el líquido que ensucio su ropa.
Ni siquiera es necesario pronunciarlo, saca su varita que siempre lleva escondida en el interior de su bota, solo se concentra minimamente y ejecuta el conjuro.
Estos últimos años ha perfeccionado el uso de realizar magia sin pronunciarla, algo que casi ningún mago sabe hacer por el nivel de dificultad que es necesaria, sobre todo magos jóvenes como él es aun más imposible. Puede hacer tanto hechizos simples o básicos, como otros más elaborados. Tiene que practicar bastante los hechizos en duelo aunque también ya los maneja en gran porcentaje.
Tal como su madre le dijo hace años, es un prodigio.
—Hiciste magia.
La voz seria y llena de acusación de alguien ajeno lo paraliza, haciendo que casi se atragante con su café.
—¿Qué?—Parpadea atónito, tratando de mantener la calma.
¿De dónde carajos salió este tipo? Ya no importa, me vio.
¿Miento o me hago el tonto?
El sujeto toma asiento frente suyo, viste con un saco color café claro, usa un sombrero oscuro y unas gafas de sol que cubren parte de su rostro.
—Limpiaste la mancha de café.—Apunta hacia el lugar donde antes estaba.
Su voz es ligeramente grave, y le hace temblar, conversa con él con tanta naturalidad, como si fuesen amigos de toda la vida.
—D-Debe haber imaginado cosas. ¿Cómo podría yo hacer eso?—Se excusa Yoichi ligeramente nerviosl, tratando de desviar el tema.
Si el sujeto frente a él sigue insistiendo, tendrá que borrarle la memoria, no hay opción. Deberá llevarlo a un lugar más apartado.
El hombre ríe enternecido y se relaja, lo cual inquieta al Omega.
—No te tienes que alterar, Isagi. Ningún muggle te vio.—Dice despreocupado, desconcertando al contrario.
Oh , ¿ qué acaba de decir?
Yoichi huele las feromonas del contrario como una ráfaga de aire. Es un aroma fresco y que de alguna manera le resulta ligeramente familiar. Sea quien sea, es un Alpha, definitivamente.
—...¿Cómo sabes quien soy?¿Cómo sabes que son los muggles?—Pregunta lleno de desconfianza y la defensiva.
Pensó en múltiples opciones y hechizos. ¿Será uno de sus amigos haciéndole una broma? Quizás se disfrazo de un civil tomando la poción multijugos, tiene cierto sentido si es así.
—¿Qué acaso no me reconoces?
Yoichi niega sin desviar la mirada. El hombre se quita su sombrero, dejando ver su cabello suave, como hilos de seda de color celeste, luego, se quita las gafas oscuras y le sonríe amable al Omega.
—Tú... no, es imposible...—dice impactado, como si no pudiera creer lo que hay frente a él. Se siente conmocionado y confundido.—¿Hiori?
El contrario ensancha más su sonrisa, asintiendo lentamente.
—Un placer encontrarme contigo. Ha pasado mucho tiempo, ¿no?
—...
Isagi no sabe qué decir, está tan conmocionado. Había temido por la vida del chico, nadie de sus amigos tenía noticias sobre él y ahora que lo ve, se ve en muy buen estado pero al mismo tiempo diferente. Está claro que ya no es aquel chico joven, delgado, agraciado y un poco tímido, sus facciones han endurecido y aunque aún conserva esa belleza característica de él, es de una forma más madura y distinta.
Hiori Yo es un joven adulto apuesto. Cuando estudiaban juntos era tan solo un poco más alto que Isagi, pero ahora es aún más alto y prominente, le saca una cabeza entera al azabache, puede que poco más.
—¿Qué pasa?¿Por qué no dices nada?—Parpadea Yo extrañado por el largo silencio de Isagi, quien sigue expectante por lo que sus ojos presencian.
Nostalgia, amistad, alegría y alivio, pero también gran confusión y precaución, una conmoción difícil de medir.
—Hiori, ¿Me puedes explicar porque hueles a Alpha cuándo tú eres un Omega?—Pregunta reuniendo valor, con seriedad le mira esperando una respuesta clara y con sentido.
El mayor se sorprende por la seriedad y curiosidad del menor, suspira cansado para cambiar su expresión contenta a una más fría y reflexiva. Se pone de pie y le dice:
—Vayamos a un lugar más privado.
[...]
A pocas cuadras hay un enorme parque. Está casi en total silencio y no parece haber gente morodeando a los alrededores. Es perfecto para que dos viejos amigos que se han reencontrado puedan hablar tranquilamente sin interrupciones.
—A esta hora no debe haber casi nadie rondando por aquí. Pero si hacemos que las luces de los faroles se apaguen, será mucho más tenebroso y la gente muggle no vendrá.—Sonríe ligeramente al imaginarse el escenario, sacando su varita para conjurar un sencillo hechizo para apagar las luces de los altos faroles y quedar sólo con la luz de la luna sobre ellos.
La brisa de la noche es fuerte, aún más en esta época del año. Otoño, a nada de ser invierno.
Ambos jóvenes se sientan en una de las tantas bancas casi a oscuras, manteniendo una distancia prudente. Isagi se mantiene serio y pensativo, mientras que el de cabellos celestes mantiene una calma y relajación envidiable, observando de reojo a su acompañante, sonriendo levemente.
—Explícame, Hiori Yo. ¿Qué ha pasado? No supe nada de ti en cinco años, nadie sabe que sucedió contigo.
No hay miedo, solo preocupación y gran intriga por saber que ha sido del otro en todo éste tiempo. El más alto fue una de las personas más cercanas para Yoichi, le ayudó bastante durante el torneo de los tres magos, lo escuchaba y aconsejaba. Por lo que reencontrarse con él después de tantos años le llena de tanta emoción, alivio y... preocupación. Luce ciertamente diferente pero aún conserva su esencia que hace que pueda reconocerlo.
—Es una larga historia...—Se aclara la garganta, frotando sus dedos con impaciencia mirando hacia adelante.
La oscuridad da miedo. Los árboles crean formas extrañas, pero ellos dos que son magos no sienten miedo.
—¿Escapaste del mundo mágico?¿Está tan mal la situación allá?—Cuestiona el menor con curiosidad y alarmado, pensando en su padre más que nada.
Isagi lo mira con ansiedad y nervios, Hiori le sostiene la mirada suavizando sus gestos, comprensible y manteniendo una postura recta, le responde:
—Diría que la situación está bastante reñida en ambos bandos.
Aquello inquieta mucho a Isagi, quien, apunto de decir algo, Hiori se recuesta sobre su hombro, inclinándose para estar a su altura. La cercanía del ex estudiante de Ravenclaw le pone un poco nervioso pero enseguida le reconforta al sentir su calor. Extrañado por el gesto, trata de ignorarlo y solo observa sus cabellos, le hace un poco de cosquillas al tenerlo tan cerca.
Hiori se mantiene en silencio, disfrutando del contacto y el aroma no tan sutil del Omega azabache.
El silencio entre los dos es insólito, no incómodo. Hiori Yo luce cansado pero feliz de estar nuevamente con Isagi. Realmente lo ha extrañado demasiado, cierra sus párpados y respira profundamente.
—Hum...—aclara su garganta, buscando las palabras correctas para romper el silencio. Es agradable pero misterioso, y necesita más información, no puede mantener su corazón calmado, además que sigue con un montón de dudas. Su cuerpo se siente raro con la presencia del contrario, y las únicas veces que se ha sentido así son con cierto tipo de personas.— Hiori, mi cuerpo reacciona como si tuviera a un Alpha a lado mío. Dime, ¿qué te ha pasado?
El mencionado lo medita, abre sus ojos y regresa a su postura habitual, alejándose ligeramente del menor.
—Isagi, ¿Tú me quieres?—Pregunta serio, sonriendo con amargura. Aquello agarra desprevenido al menor, pero asiente eufórico.
—¡Por supuesto! Eres de mis mejores amigos. Me preocupe mucho por ti y...
Yoichi es interrumpido al sentir los labios ajenos del mayor posarse sobre los suyos. Aquello acelera los latidos de su corazón y lo hacen sentir tan extraño y enojado, alarmado, sobre todo cuando los labios de Hiori se mueven y desliza su lengua para saborear su boca, provocando le escalofríos. Lo despierta de su conmoción y lo empuja molesto. La humedad en sus labios es evidente y lo hacen sonrojar, desconcertado, le grita:
—¡¿Qué mierda te pasa?!
—Dijiste que me querías.
—Hiori, déjate de tonterías. ¿Por qué carajo me besaste en la boca?—Recrimina confundido, ¿qué le pasa a su mejor amigo? Él no era así. ¿Le lavaron el cerebro o algo así?
Hiori no luce como alguien que quiera hacerle daño. Quizás solo esté confundido.
Siente gran preocupación y confusión, pero Hiori luce tan calmado y un leve rubor en sus mejillas se extiende por su rostro. Como si estuviera avergonzado.
—¿Por qué te enojas tanto? No hay nada de malo si te beso.—se encoge de hombros, mirándolo con compasión. Yoichi se arrepiente un poco de haber sido duro con él, pero sabe que algo no está bien.—Ya nadie podría vernos mal, porque somos Alpha y Omega.
—¿De qué carajos me estas hablando ahora?—Frunce el ceño más enojado y confundido, poniéndose de pie al mismo tiempo que Hiori lo hace.
La diferencia de altura en ambos es tan notoria ahora.¿Por qué creció tanto? Los Omegas no crecen tanto incluso aunque lleguen a la adultez, es tan raro.
—Yoichi, nunca te diste cuenta, ¿verdad?—Suspira con una expresión triste y afligida, generando más incertidumbre en el menor.
—¿Cuenta de qué...?
El más alto lo medita un poco antes de hablar. Su mirada se vuelve más dura pero nostálgica. La remembranza de sus días de adolescencia son fugaces pero precisos.
—Cuando seguíamos estudiando en Hogwarts, en una ocasión estábamos en la biblioteca, fue durante la competencia del torneo de los tres magos, yo te dije que alguien me gustaba mucho.—explica con una mirada llena de emoción, estira sus largas piernas y mira a Isagi.—¿Lo recuerdas?
El menor parpadea un par de veces, haciendo memoria de algo que sucedió hace muchos años. Es un poco difícil, pero logra recordar la vez en que él y el más alto se encontraron en la biblioteca durante el último año.
—...Si, lo recuerdo ahora.—contesta pensativo, sin dejar de fruncir el ceño. No entiende que tiene que ver eso con que lo haya besado y se esté portando raro.—¿No te referías a Itoshi Rin?—Se rasca la nuca, un poco tembloroso.
Hiori no deja de mirarlo, con intensidad y apreciación. Yoichi se siente un poco incómodo, sobre todo porque el mayor lo tiene acorralado. Aún así, no siente miedo de su amigo.
—¿Todos creían eso?—suspira angustiado, negando con la cabeza y con incredulidad en su voz. Luego, endurece su expresión para sonar creíble.—Isagi, la persona que me gustaba y sigue gustando, eres tú. Siempre fuiste tú.
Yoichi se queda inmóvil, con los ojos tan abiertos al procesar la declaración de amor del más alto. Aturdido, trata de pensar en algo coherente y después procesarlo en palabras.
—¿Qué? Es absurdo, completamente... no tiene sentido.—enreda sus delgados dedos en su cabellera, ansioso.—¿Cómo podría yo gustarte si ambos somos...?
—¿Omegas? Lo sé.—le interrumpe frustrado, tomando a Yoichi de los hombros para acercarlo más a él. Sus pechos chocan e Isagi sigue sin entender a donde quiere llegar. Hiori ya no es solo delgadez, puede sentir a través de la ropa y por la cercanía, cierto grosor en su torso.—Por eso nunca me atreví a decirte la verdad. La gente miraría raro una relación entre Omegas... aún así, quise confesarte mi amor, pero cuando supe que ya estabas en una relación, tuve que callarme, he guardado estos sentimientos por tantos años.—Se sincera, mirando con tristeza al menor quien comienza a creer en la honestidad de Hiori.
—Yo... no sabía.
Jamás hubiera creído que uno de sus mejores amigos realmente sentía y siente tanto por él, nunca lo hubiera sospechado. Se siente tan incrédulo y sorprendido.
¿Qué debe decir?¿Disculparse por ser un tonto y nunca darse cuenta de lo que el contrario sufrió esos años en Hogwarts? Un amor en silencio y no correspondido.
¿Cuánto tiempo estuvo enamorado de él en Hogwarts? No fue tanto, ¿verdad? Pensar en ello le pone triste.
—Esa vez, te dije que la persona que me gusta ya tenía a alguien. Obviamente me refería a ti...
Yoichi ahora lo entiende, las palabras de Hiori de aquella vez, ¿cómo no se dio cuenta? Se dejó influenciar por los rumores y comentarios del resto de sus amigos y compañeros quienes igual decían con seguridad que se trataba del Alpha Itoshi.
—Yo... lo siento por no haberme dado cuenta. Pero te juro, Hiori, que yo jamás te hubiera discriminado si te hubieras confesado en ese entonces.—Le mira comprensivo, abrazando al mayor con fuerza para darle confianza y seguridad.
Verdaderamente le hubiera sorprendido, pero nunca lo hubiera apartado de su lado.
—¿Hubiese cambiado algo si te lo hubiera confesado en ése entonces?
Hiori le corresponde el abrazo, sus manos acarician su espalda haciendo sentir a Isagi ligeramente nervioso.
—Seguiríamos siendo buenos amigos, pero en ese momento, ya estaba en una relación.
El mayor suspira afligido, se apartan para mirarse a los ojos.
—Sé que terminaste con Kaiser hace muchos años. Antes de que estallará la guerra en el mundo mágico.
—Eso fue algo que ya supere. Él y yo tuvimos una discusión grave, la confianza se rompió y... la mejor solución fue terminar.—Le cuenta en brevedad, no queriendo entrar en detalles.
Cómo ya no piensa en él todos los días como antes si hacía, no es como que tenga tan presente una relación de hace tanto tiempo que le marco su corazón.
Hiori lo toma de su mentón y se acerca a su rostro, su tacto es estremecedor, Isagi no sabe cómo rechazarlo ahora.
—Yoichi, ¿me ves con otros ojos ahora que soy Alpha?
—Esto es... inesperado, no se qué decirte. Para empezar, ¿por qué eres Alpha si ya te habías manifestado cómo Omega? Es imposible cambiarse de casta, no existe ningún conjuro ni poción que te permita hacer eso....
Mentira, si hay. La maldición imperdonable que creo y uso la madre de Kaiser en ella misma.
La madre de Kaiser era Omega, pero se convirtió en Alpha .
Pero es imposible que Hiori sepa como se hace ese hechizo.
—¿Cómo cambiaste de casta?¿Alguien te lanzó un hechizo?—Insiste en saber, ignorando la forma en cómo Hiori lo mira.
—Eso no importa ahora.
—¡Claro que importa!
—Isagi, en este momento, solo quiero besarte y marcarte.
Hiori lo chupa su cuello y su mano desciende hasta su muslo, Yoichi se asquea y trata de sacar su varita, pero la fuerza y posesividad de Yo es mayor a la suya, haciéndolo desesperar.
—¡Aléjate de mi!
—¿Por qué?
—No quiero...
Un quejido se escapa de sus labios cuando el mayor consigue meter su mano debajo de su playera, tocando su pezon con fuerza. Yoichi lo mira con horror, pensando en algún hechizo para apartarlo de él sin varita. Apenas presta atención a las palabras del mayor.
—Estás soltero, ¿no? Podemos estar juntos por siempre, quiero estar contigo, Yoichi. Quiero hacerte el amor y que seas mío.
Isagi se rehúsa y no pierde la confianza, buscará el mejor momento para atacarlo.
—Aléjate de él.
La voz grave y fría de un tercero hace que Hiori deje de tocarlo, alejándose lentamente del Omega.
El aroma a menta y madera hace recobrar sus sentidos. Ese aroma tan potente sólo pertenece a dos personas en particular. A Itoshi Sae y...
—¿¡Itoshi Rin!?
¿¡Pero que carajos esta pasando!?
¿Por
qué
se
reencuentra
con dos ex
compañeros
de Hogwarts el mismo
día
?
Notes:
Palabras: 3,474
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Viernes 14 de febrero del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Omegaverse & Hogwarts
Nota del escritor:
No va a salir el lector que salga con su jalada de que ya sospechaba o sabía que a Hiori le gustaba Isagi.
VERGAS DAS. Literalmente todos comentaban que era Rin quien le gustaba, pura verga.El servicio social, las clases y el gym me consumen demasiado, nomas logré terminar este capítulo porque lo había avanzado desde hace 1 semana.
Chapter 31: 30."Invasión"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Shidou sale luego de una larga ducha en dirección a la sala de estar, enciende el televisor y con un movimiento preciso de mano, eleva un balón de fútbol a su dirección usando poca concentración.
El fútbol no es tan divertido y emocionante como el Quidditch, extraña demasiado jugarlo, pero desde la guerra que aconteció en el mundo mágico hace años, es imposible siquiera considerar en volver a jugar un partido oficial o reunir otros brujos que quieran jugarlo solo por diversión. Ha probado distintos deportes que llenen ese vacío en su interior: béisbol, baloncesto, voleibol, y al final, el fútbol es lo suficientemente complejo, bueno y emocionante para entretenerlo un poco, aunque todavía se sigue llenando de muchas faltas por su agresividad durante los partidos contra muggles.
En su chimenea que normalmente está apagada, un fuego verdoso aparece y deja ver un grupo de tres personas. En vez de asustarse o preocuparse, solo las mira con poca paciencia y el ceño fruncido. Como si su visita no fuese grata.
Las tres personas lucen agotadas, con polvo y cenizas en sus ropas y el pelo, además de que dos de ellas cargan con firmeza tambaleante a un hombre bastante mayor que está en medio de los dos más jóvenes.
—Afortunadamente, es la única chimenea que sigue conectada al mundo mágico.—Suspira el hombre de ante ojos, sin la posibilidad de poder caminar y apenas manteniéndose despierto. Hay sangre que se desliza desde su frente, unas visibles quemaduras en su cuello y manos.
Ellos tres se adentran al lugar, ignorando por unos instantes al Alpha de cabellera rubia y más concentrados como felices de haber llegado a salvo.
—Ha... es raro, pero un alivio.—Exhala exhausto el de cabellos morados, dejando al mayor en el sofá más cercano y secándose algunas gotas de sudor que escurren de la frente.
El pelirrojo toma asiento a lado del hombre de ante ojos, pensativo y adolorido, observa al Alpha moreno con intriga e ilusión. Sus labios están resecos y necesita dormir un poco para recuperar fuerzas, su corazón late cuando sus ojos verdes de encuentran los rosados de Shidou quien lo mira expectante y serio. Tarda unos segundos más en pensar que decirle, de su boca y una voz rasposa, solo sale un:
—Hola, Ryusei.
El nombrado se molesta más, aprieta los nudillos e ignorando a los otros dos, su mirada se enfoca más en el pelirrojo. Aquel que no he visto en mucho tiempo, aquel hombre que lo dejó de lado por su familia y luce tan cansado. Le duele verlo así de sucio y con sus labios secos, pero después de lo que le hizo no puede ir a correr a sus brazos.
—¿Por qué están aquí?
Frente al brujo de piel morena y cabello rubio, su corazón palpita furioso al verlo nuevamente.
Dos Omegas que no pertenecen aquí, cargando a un herido pero familiar brujo: Jinpachi Ego. El lente de los anteojos está roto, ¿por qué no los tira?
—Hemos escapado del otro lado... las cosas no han ido nada bien.—Contesta Reo, quien parece no distraerse por encuentros y emociones terceras.
Itoshi con su expresión seria y aparentemente calmada, se pone un tanto tenso por la mirada que Shidou le dedica, suspira y agrega:
—Necesitamos que el señor Jinpachi Ego descanse, mientras, debemos reunir a todos los magos y brujas que estén en el mundo muggle para que se preparen.
—Tarde o temprano, Alpha vendrá acá.—Añade Ego antes de cerrar los párpados y caer dormido en el sofá, sin importarle nada más.
Ryusei jamás hubiese imaginado ver al mismísimo Jinpachi Ego, director de Hogwarts y de la prisión más segura del mundo: Blue Lock, el mago más poderoso y fuerte de la era moderna, tumbado en uno de los sofás de su sala tan sucio y lastimado como un vagabundo. Se siente tan raro, tan fuera de lugar e increíble.
—¿Y qué les hace pensar que les permitire quedarse aquí?—Cuestiona Shidou, impaciente y desviando su mirada a Ego y a Mikage en pequeños intervalos.
No es que le interese saber como les ha ido, aunque puede hacer fáciles suposiciones, Shidou se mantiene ajeno a lo que respecta el mundo mágico, pero tener a Itoshi Sae así lo tiene nervioso, ansioso y muy enfadado. Como tu ex que te costó tanto superar y se encuentra contigo para pedir tu ayuda, ignorando la historia que tuvieron. Así de enojado se siente.
—Las cosas no han sido nada sencillas, no actúes como una mierda y las compliques más. ¿Entiendes lo grave de ésta situación?
Reo, enojado e irritado por la actitud de Shidou, le dice sus verdades en su cara, casi gruñendo. Preparado para cualquier ataque del moreno, después de todo lo conoce, el temperamental y agresivo como explosivo Alpha mestizo Ryusei, quien no le importa golpear a un Beta, Alpha u Omega, lo hará si así lo ve conveniente o es lo suficientemente provocado.
Aún recuerda los rumores que circularon durante sus años de estudio, de que Shidou e Isagi se pelearon en medio de un entrenamiento. Al Alpha no le importo si se trataba de un Omega.
Durante sus años de Hogwarts, se llevaba "bien" con él hasta cierto punto. Al menos nunca tuvieron roces y de vez en cuando admitía lo bueno que es en el Quidditch para ser un Omega. Palabras despreciables de un antiguo Ryusei antes de que conociera y se enamorara de Sae.
Shidou sonríe amargamente, dándole poca importancia a la situación de ellos tres. Con su mirada prácticamente dice "¿y eso a mi que me importa?", por lo que Mikage continúa hablando.
—Hemos huido, traicionamos a nuestras familias por este mundo, no es nada fácil, ayudamos y huimos junto al profesor Ego. Es cuestión de tiempo para que vengan por nosotros...
—Mikage, ¿por qué traicionaste a tu familia?—Aparentemente curioso e interesado, Shidou pregunta, arqueando una ceja pensativo.
El nombrado duda en contestar, pero decide ser honesto con él. A pesar de que su voz se escucha relajada, su expresión facial es seria. Sus feromonas se vuelven un poco más fuertes sin llegar a ser abrumadoras.
—No puedo vivir en un mundo donde no me permitan estar con quien realmente amo.
Sae medita aquellas palabras dichas por el Omega de ojos púrpura. Todos en ésta sala saben a quien se refiere, a la única persona que estuvo pegada a Reo durante sus años de estudio en Hogwarts.
—¿Y tú, Itoshi mayor?
La mirada intensa de Shidou se dirige a Sae, quien tarda un poco en responder. Si no fuera por lo cansado que se siente, correría a brazos de Ryusei y lo besaría. Pero en éste estado tan lamentable... sería vergonzoso.
—Ryusei, te debo una disculpa.—Admite con su vista hacia el suelo, incapaz de mantener o sostener la mirada del moreno.
—Ya es muy tarde para disculparte. Me terminaste por estar con ellos, ¿sabes acaso como me sentí todos estos años?
Sae sabe que lo arruinó, pero su posición no era nada sencilla. Sus padres no le dieron opciones, y las cosas empeoraron cuando empezó la guerra. Pero todo esté tiempo alejado de Shidou, se dio cuenta de cuánto lo ama y que no puede estar sin él. Su corazón solo late ferviente por Ryusei.
—Lo sé, y estoy arrepentido. Me doy cuenta de que estuve en el bando equivocado. Quiero estar contigo.
Shidou se acerca al Itoshi, con una mirada severa y de desconfianza. Sus feromonas revolotean en todo el lugar, densas y fuertes, Reo siente nauseas y le pide al moreno que dejé de hacer eso o lo golpeara. No sabe si es porque son hostigantes o porque se trata de otro Alpha que no es su Nagi, le resulta tan molesto.
El único que no reacciona mal ante dichas feromonas, es Sae. Porque Itoshi Sae es el único que adora todo de él.
—¿Qué hay de tu hermano?—pregunta intrigado, y antes de darle oportunidad a Sae de pensar, continúa.—Si llegamos a la situación en que tengas que decidir entre su vida y la mía, ¿qué harás?
El pelirrojo se queda en silencio, atónito ante aquella suposición tan arriesgada y dolorosa lanzada por Shidou.
Rin es su hermano, su adorado hermano, su sangre y lo quiere más de lo que puede demostrar. Pero tampoco se puede imaginar un mundo sin su amado Ryusei.
Prefiere matarse a él antes de que tener que elegir acabar con la vida de uno.
[...]
—Isagi, mucho tiempo sin verte.
Itoshi Rin luce como Yoichi lo recordaba. Sólo que es más alto, más coporulento y sus feromonas inundan su olfato de manera suave y persistente. Decir que su cuerpo no reacciona ante la presencia imponente y bella del Alpha de cabello oscuro y ojos verdes, sería una gran mentiría. Fugaces recuerdos se alojan en su mente, recordando la presencia del menor en sus días en Hogwarts. Le parece increíble creer que el hombre frente a él es el mismo quien lo invito a ser su pareja en el baile de navidad.
Está tan embobado que casi olvida lo que recién pasó con Hiori. Calma su mente y trata de mantenerse firme, lleno de dudas y emoción.
—Lo mismo digo.—Responde al reaccionar, traga saliva grueso y, tratando de controlar sus emociones, con leve desconcierto, pregunta:—¿Por qué estás aquí?
—¿No puedo estar aquí?
Los ojos de Rin son fríos, pero hay algo en ellos que mantienen hipnotizado al Omega que hace difícil dejar de mirarlo. Su mandíbula marcada, su cuello largo y sus largas pestañas oscuras lo hacen demasiado hermoso. Pensar que el menor alguna vez fue su compañero de cuarto en el pasado, le sorprende no haberse enamorado de él cuando eran más jóvenes.
Itoshi Rin siempre fue muy popular, no precisamente por ser alguien sociable o alguien tan bueno academicamente, sino por su atractivo natural como Alpha, una belleza dominante y solitaria, también por pertenecer a una familia de sangre pura y, por supuesto, ser un buen jugador de Quidditch.
—Me refiero a...—hace una pausa, reuniendo valor para decir:—Sé que tú familia está aliada con esa bruja.
La expresión seria y neutral de Rin es tan natural que Isagi no sabe si esta contento por éste reencuentro, molesto o simplemente le da igual.¿No lo extrañará?
Yoichi extraña a cada uno de sus compañeros de Hogwarts independientemente del camino que sus familias escogieron en la guerra.
—Tienes razón. Yo solo obedezco ordenes de mis padres, y aún así, me mantengo ajeno lo más que puedo al caos que hay en el mundo mágico.—admite con seriedad, no obstante, Isagi no sabe si creerle. El aroma a menta que desprende el mas alto nunca antes le había parecido tan exquisito, menta con chocolate, es una combinación explosiva y rara, pero fascinante.—Pero, si me vas a reprochar por estar del lado del bando 'malo', Hiori se merece tu odio.
Isagi entorna los ojos, confundido por las palabras del Itoshi, desviando su mirada hacia un lado donde está Hiori, quien se acerca más a ellos y se cruza de brazos.
—¿Qué?¿De qué hablas?
—Oh, ¿no te ha dicho nada todavía?¿Por qué crees que ahora es Alpha?
No hay respuesta de nadie. Rin suspira y endureciendo su gesto, continúa explicando.
—Vamos, Hiori, dile quien es el brujo más joven y fiel de Alpha, ¿quién ha sido su seguidor desde que se graduó de Hogwarts hace años?
Hiori Yo suspira molesto e irritado de que Rin haya abierto su boca. Lo mira intimidante, pero al Itoshi poco parece importarle la frustración y resentimiento con que el contrario lo mira. Para Rin, Hiori es un brujo más que solo se ha ganado el respeto de la líder por ser su lacayo más fiel desde hace tiempo. No es tan bueno en el combate y su magia no es definitivamente tan poderosa, pero si distintiva. Él es más un tipo de pociones que de crear y conjurar hechizos complicados como poderosos.
Yoichi aprieta los labios y frunce la frente, incrédulo al principio de lo que Rin señala, pero al darse cuenta que Hiori no parece siquiera negar lo, se da cuenta que no hay mentira en los señalamientos del azabache menor.
—¿De verdad has estado de parte de ella todo esté tiempo?
—Tú no entiendes...—entorna los ojos, le indigna que Isagi no lo comprenda.—Ella me dio una oportunidad.
—¿¡Cuál oportunidad!?—Exaltado, Isagi está tan molesto en saber que Hiori desde hace tiempo ha estado de parte de esa mujer, incluso es muy probable que desde mucho antes haya sabido que habría una guerra.
Para alguien como Yoichi quién su padre fue a la guerra hace años, y que no ha podido comunicarse correctamente con él en meses, le duele demasiado, le afecta y detesta que dos de sus compañeros mas queridos de Hogwarts estén de lado de esa bruja malvada quien ha causado tanto caos y muerte, sobre todo Hiori quien lo consideró tan cercano como Chigiri, Kurona y Bachira, como un hermano mayor y lindo.
El de cabellos celestes suspira y pasa sus dedos por su cabello, luego de meditarlo y suavizar un poco su gesto endurecido, le contesta:
—A pesar de ser mestizo y no un sangre pura, me aceptó como parte de sus seguidores, y me convirtió en Alpha.
Isagi no puede creer lo que escucha, le molesta y frustra la ceguera con la que Hiori ve a esa mujer.
—¿Te sientes maldita mente orgulloso de ser un Alpha arrogante?—Escupe fastidiado, sus feromonas se vuelven agrias, densas en el aire, delatando sus emociones fuertes y cargadas.
Hiori lo mira confundido, había creído que siendo Alpha, podría enamorar y ser la pareja de Yoichi, ¿pero por qué luce así?
—Si es para poder estar contigo, sí. Estoy orgulloso y feliz.
Hiori no parece arrepentido, infla el pecho de orgullo y eso es lo que más le indigna y molesta a Isagi.
—¡Yo ya te quería antes de ser así!
—¡Pero no de la misma manera en que yo te quiero!
Isagi suspira fastidiado, no tiene porque soportar esta charla.
—Yo ahora no estoy interesado en tener una relación romántica. Hay cosas más importantes en las que debo preocuparme y enfocarme.
Isagi no tiene tiempo ni está de humor para interesarse en alguien. Incluso ha rechazado algunos intentos de ligues románticos en su trabajo. Desde su ruptura con su ex novio, su corazón tardó en sanar, y aun así, no quiere volver a enamorarse, menos con la situación que lo rodea.
Hiori, molesto por esa respuesta y claramente indignado, cuestiona:
—¿Sigues pensando en ese estúpido alemán?
Yoichi en vez de ofenderse, se encoge de hombros y lo mira con calma. No tiene porqué molestarse ni saltar a defender lo porque terminaron.
—Ya lo superé. Sólo estoy diciendo que no quiero tener pareja de ningún tipo.
—De igual forma, no creo que sea bueno que hables así del hijo de ella.—Interrumpe Rin, recordando le a ambos el lazo que Kaiser guarda con la líder.
Hiori quiso decir algo, pero se callo. Maldecirlo no lo pondrá de mejor humor.
Isagi les pregunta a que vinieron ambos, ellos contestan que es una misión y qué se marcharán sin hacerle ningún daño, Yoichi, dudoso, pregunta el porque.
—A la líder no le gustaría que acabemos con magos sangre pura, no hay muchas familias así, y sinceramente, aunque no lo fueses, no te haríamos daño, porque eres tú, Yoichi.
El Omega pregunta también por la situación de Sae y Reo, comentando cuánto los extraña y como están.
—Isagi, todas las familias de sangre pura están de lado de Alpha, la única excepción que veo aquí, en el mundo muggle, eres tú.—Explica el Alpha de orbes azules, haciendo analizar a Isagi sobre ello.
Quizás no lo había pensado antes, pero el hecho de que su familia no se puso a las órdenes de esa mujer, le llena de orgullo. Pero hay algo que le inquieta demasiado, y es tanto Sae como Reo.
Shidou se alejó de todos sus exs compañeros—con los que tenía una relación más o menos decente con algunos pocos—, desde que Sae lo dejó hace años, y nunca dio más detalles del asunto. Con el joven Mikage sabe casi nada
—Pero, Reo y Nagi... ellos son pareja.
—Eran pareja. Nagi es sangre sucia, obviamente los señores Mikage no permitirán esa relación bajo ninguna circunstancia.—Agrega Rin con naturalidad, enfatizando el relación de ambos.
Isagi hace una mueca inconforme. Él sabe que Nagi podrá ser sangre sucia, pero era el mejor en Quidditch representando a su casa: Ravenclaw, astuto y hábil, incluso mejor que generaciones pasadas. En los duelos es muy poderoso y destructivo como la parca, su único defecto es que es un tanto perezoso y a veces pierde la motivación para realizar ciertas tareas.
—Mikage Reo podrá amarlo, pero sus padres no permitirán esa relación. Sus intereses son otros, emparejarlo con un Alpha de sangre pura, en el peor de los casos, un mestizo.—Continúa hablando el Itoshi, menospreciando ese otro rango sin importarle que Hiori esté ahí.
Isagi no puede creerlo. Para empezar, ¿Cuántas Alphas de sangre pura hay que no estén enlazados?¿qué no tengan ya una familia o estén casados?
Solo conoce a Rin y a...
—No hay Alphas sangre pura que estén solteros, además de ti, Itoshi.
—Ocurre lo mismo con los Omegas. Mis padres están pensando en comprometerme con Mikage Reo.
Cada vez más, con cada década, las familias sangre pura van disminuyendo. Es inevitable.
—Ugh... ustedes dos ni siquiera intercambiaron palabras en Hogwarts.
Isagi no puede recordar alguna sola ocasión en que Rin y Reo hayan intercambiado palabras, ¿quizás en clase de pociones?
Las familias de ambos ya están pensando en comprometerlos. Imaginar esta dinámica le causa escalofríos, y le enoja ya que sabe cuanto ama Reo a Nagi.
Hiori se aleja al escuchar a unas personas acercarse al parque. Tiene que encargarse de que no se acerquen lo suficiente para no interrumpir la charla.
El Itoshi aprovechando estar a solas con el mayor, toma de los hombros a Isagi, provocando que el más bajo se estremezca.
—Lo sé. Pero, me gustaría que fueras tú, Yoichi.
—¿Qué yo que?
Expectante, lo mira confundido. ¿Ahora de qué está hablando?
—Comprometerme contigo. Mis padres lo aceptarán. Quieren que dejé un buen legado.
¿Qué carajos está pasando? Isagi no puede entender en qué momento las cosas apuntaron a él.
¿Casarse?¿De qué mierda habla Rin?
—¿Vas hacer siempre lo que tus padres quieran?—Pregunta con poca paciencia. La cercanía del Alpha comienza a ponerlo nervioso.
—Pero, yo también lo quiero. Quiero estar contigo, siempre lo he querido
Isagi no sabe qué decir. ¿Por qué estos dos locos se le tienen que confesar?¿Qué parte de 'no quiere tener pareja de ningún tipo' no quedó claro? Su molestia es evidente, por eso Rin sube sus manos hasta su cuello haciéndolo temblar, uno de sus largos dedos acarician su mejilla hasta posarse sobre sus labios. El corazón de Yoichi se acelera y no puede apartar sus ojos de la mirada cargada de deseo de Rin.
—¿De verdad te gusta vivir aquí, rodeado de muggles con un trabajo aburrido?¿No quieres ser mi bonito esposo y darme bebés?
Las mejillas de Isagi se encienden en un rosa brillante ante aquella propuesta tan directa, incluso el tono de voz del Itoshi parece cambiar. No sabe en qué momento pero el rostro de Rin está más cerca, siente su aliento chocar contra sus labios y jura que en cualquier momento lo besara.
—¿Esposo?¿b-bebés?—Balbucea incómodo y nervioso, tratando de apartarse del menor quien mantiene firme su agarre en su cuello. Las feromonas de Rin se hacen más fuerte, como si buscarán provocarle su celo ahora mismo.
—Tus labios están secos.—señala, pasando su lengua sobre ellos, haciendo jadear a Isagi quien trata de mantenerse firme y en sus cinco sentidos, apretando sus labios para no permitir que la lengua del Alpha se meta en su interior.—Mi lengua puede empaparte tu boquita, puedo mojarte aquí o allí abajo.—Indica para referirse a su agujero carnoso y caliente.
Es increíble como un Alpha como Rin puede mojar a un Omega con tan solo decir unas palabras provocadoras y rociar sus feromonas en unos instantes.
—No, claro que no...
¿ Qué me está pasando?
Isagi no entiende porqué, a diferencia de Hiori, no puede apartarlo fácilmente. ¿Por qué que se siente caliente?¿Será por que es un sangre pura?¿Por qué su Omega quiere aparearse con él?
No puede creer que el aroma se Rin sea tan irresistible de adulto, cuando era más joven, solo le parecía agradable y tentador, para nada más. El único Alpha que de joven, su aroma le hacía perder la cordura y encender su cuerpo, fue Kaiser.
Debe ser aterrador encontrarse con él de adulto. Imaginarlo le provoca un total rechazo.
—Un Omega precioso como tú se vería tan hermoso cargando a mis bebés. ¿No crees?
Los únicos bebés que yo quería era con Kaiser .
Ante ese pensamiento, sacude su cabeza con fuerza tratando de borrar eso de su mente, empuja con rudeza al menor quien se desconcierta por el rechazo de Yoichi, quien parecía estar reaccionando a sus feromonas hasta ahora.
—Te diré lo mismo que le dije a Hiori. No estoy interesado en tener una relación. Y mucho menos con alguien que está del bando de ella.
El Itoshi analiza sus palabras, volviendo sus facciones un tanto hostiles. Toma aire y exhala.
—Bien, me marcharé. Pero te diré una cosa más... tarde o temprano, te darás cuenta que no puedes luchar contra nosotros, y no te quedara más opción que rendirte. Al ser sangre pura, no te mataran, eso sí, te obligarán a emparejarte con alguien de sangre pura, sea o no sea yo.—explica sin detenerse, sin lograr ningún efecto de miedo o gran preocupación en Isagi, quien lo observa con sus grandes ojos azules.—Así que es mejor que estés conmigo por las buenas.
Yoichi quiere decirle si acaso lo está amenazando, pero antes de que pueda, tanto Rin como Hiori quien recién regresa, ambos se van volando de ahí volviéndose una especie de humo gris que no se disuelve en el aire, alejándose de él, probablemente regresado al mundo mágico.
El Omega se queda pensativo, angustiado y un tanto preocupado. ¿Debe tomarse con gran seriedad las palabras del Itoshi? Se niega a creer que los buenos pierdan está guerra, son muchos años que llevan en guerra, definitivamente deben ganar o...
Sus ojos se nublan por pequeñas lágrimas al imaginarse lo peor, con estrés y cansancio, suspira frustrado, acordándose de que se le olvidó preguntarles lo que más le importaba.
—Ugh, que odioso. Mierda, se me olvidó averiguar si saben algo de papá.
[...]
Cuando Isagi regresa a casa lleno de tantas emociones por todo lo que ha pasado, no solo recibe la cálida bienvenida de su madre, sino de varios de sus amigos en su casa, sus exs compañeros de Hogwarts lo cual le extraña e inquieta.
Están todos sus compañeros, incluso el mismo Yukimiya que nunca le cayó bien, ahí está.
Pero ellos, más allá de estar felices y aliviados por verlo, en realidad, lucen llenos de ansiedad, preocupados e intrigados.
—¿Qué está pasando?
El primero que se le acerca es Bachira, quien le cuenta sobre qué la batalla en el mundo mágico, la han perdido.
Después, aparece Mikage Reo quien estaba detrás de Nagi, Isagi se sorprende al verlo, no evita correr para darle un cálido abrazo con fuerza, ya que no había sabido nada de él en años.
—Estamos en problemas, Isagi.
Las palabras del Omega de cabellos morados lo dejan asombrado, y con cierto miedo, pregunta:
—¿Qué?
—El profesor Ego está en casa de Shidou.
—¿Por qué?
¿Qué hace Jinpachi Ego en casa del Alpha moreno?
—Las cosas se pondrán muy feas.
Detrás de Reo está Nagi, quien abraza posesivamente a su Omega. Él sufrió mucho al no poder contactar con Reo en tanto tiempo, y ahora que está aquí, no puede apartarlo de su lado.
Isagi se tensa al oír las palabras de sus amigos, la explicación sobre la situación, de que el profesor Ego está muy herido descansando en la casa de Shidou y que Sae también se encuentra en el mundo muggle mientras su madre llora al fondo de la habitación, le aturde. Yoichi confiesa que se reencontró con dos personas también, dos personas muy importantes y sobre las palabras que ellos le advirtieron.
—Si es cierto lo que dicen, significa que estas en peligro, Isagi.—Menciona Chigiri con seriedad, el resto asiente de acuerdo con su suposición.
—¿Cómo puedo estar en peligro?
—Todo el mundo muggle está en peligro, vendrán a invadirlo, pero lo que trata de decir Chigiri es...—Menciona Kunigami, entendiendo claramente las palabras de su pareja.
—En realidad, no sólo tu, Sae y Reo... son los únicos Omegas de sangre pura que no están enlazados. Definitivamente vendrán por ustedes.—Explica Nagi, entrelazando sus dedos con los de Mikage.
Isagi esta decidido, sea cierto o no que vengan también por él, no permitirá que se acerquen a él. ¿Con qué derecho se creen para decidir sobre su vida?
—¿Hay algún plan?—Pregunta Yukimiya quien se había mantenido en silencio pero escuchando atentamente el intercambio de opiniones.
Él tiene los recursos suficientes para comprar cosas muggles que sean necesarias para lo que se aproxime, al ser de una familia adinerada en el mundo muggle, aparte de que trabaja como modelo, es bastante influyente en algunos medios.
—Prepararnos. Puede que sea mañana o no, pero vendrán a invendir este mundo y debemos defenderlo. Somos la última esperanza del mundo mágico.
Isagi se estremece ante esas palabras, y no es el único. Es una gran responsabilidad lo que se avecina.
[...]
Los Mortífagos se reúnen en el castillo de Hogwarts, destruido y con la mayoría de los profesores que alguna vez impartieron clases ahí: muertos.
Los pocos brujos de otras familias sobrevivientes están encerrados, aunque su principal rival se le escapó con ayuda externa, no está seguro de quien fue.
Ya han pasado tres semanas desde que la guerra en el mundo mágico ha sido ganada, desde que el hechicero Jinpachi Ego huyo al mundo muggle. Es hora de expandir su reinado.
—Es hora de invadir el mundo muggle.
Sus seguidores se preparan para el vuelo, para la invasión y el ataque. Alpha abre, partiendo el cielo en grandes grietas espacio-tiempo, enormes portales que conducen al mundo muggle, en diferentes partes del mundo: Inglaterra, Brasil, Alemania, Australia, Canadá, México, Japón...
Las armas de los muggles no se comparan con la magia devastadora de ellos. Podrán ser superados en números, pero ellos son más poderosos, inteligentes y resistentes.
Uno de sus seguidores, pasa a su lado a punto de seguir al resto quienes empiezan a adentrarse a los portales, meditando brevemente a que parte del mundo dirigirse. La líder con su expresión serena y satisfecha, lo detiene.
—¿Sabes que seria buena idea?—Menciona ella, sonriente, a lo que el más alto solo la observa expectante y serio, sin decir ni una sola palabra.
Pero su silencio es suficiente para que Alpha siga hablando.
—El bando de Ego nos sacaba ventaja por que tenían dragones de su lado. Pero con mucha dificultad, hemos acabado con todos los dragones adultos a su disposición, y los huevos de dragones tardarán mucho tiempo en abrirse, y aún así no me sirven bebés dragones...
—¿Entonces?—Su expresión se mantiene rigida aunque curiosa. Sus largas pestañas hacen que un sentimiento, tal vez empatía, despierte dentro de la mujer Alpha.
La forma en cómo ella lo mira genera en el contrario una sensación rara. A veces no sabe si la líder lo mira como un ser humano o como una herramienta poderosa.
Debido a que todavía hay varios Mortífagos alrededor, ella disfraza su orden.
—Trae un dragón y llévalo contigo, causa el caos. A los muggles se les volará la cabeza al ver una criatura que sólo veían como un mito.—Expone su idea, entusiasmada al imaginarse el terror de aquellos seres que no poseen magia.
El más alto se percata de la insinuación de la mayor. No necesita ser un genio para entender la indirecta considerando que hace poco ella confirmó que los dragones adultos están muertos—o al menos aquellos que estaban en disposición del otro bando—.
—¿No basta con los dementores, hombres lobos y gigantes?¿También quieres un dragón?
—Correcto. Alpha confía en que conseguirás uno.—Sus labios suaves y fríos forman una gran sonrisa.
El contrario suspira resignado, sin más opción, virando los ojos. La líder debe tener mucho más de cuarenta años, pero sigue hablando, en ocasiones, un poco infantil.
Tiene que esperar a que el resto de Mortífagos salgan al mundo muggle para poder ir el dragón.
—¿Te quedarás aquí?
—Alguien tiene que quedarse en el mundo mágico, vigilar a los rehenes y demostrar su soberanía a los pocos sobrevivientes.
Alpha se despide del Mortífago con el que recién mantuvo la conversación y se teletransporta a la Mansión donde vive, la cual siempre ha sido suya por derecho.
En la entrada, en el centro rodeado de extensos jardines que han perdido su vivo color, hay una estatua de hielo. Un hielo tan frío y duro que es casi imposible de romper, y se mantiene intacto, frío, gracias al clima que rodea a la Mansión.
Un clima nevado, nublado y de tan baja temperatura. El clima perfecto que Alpha impuso, que ella misma conjuro para que su hogar se mantenga igual que su estación favorita: el invierno.
Es nostálgico y un poco doloroso recordar que esa fue la época en que bailo en Hogwarts con su ex pareja.
La mujer de cabellera rubia y gran magia oscura se acerca a la estatua con seriedad apagando su sonrisa, mirándola fijamente. La expresión de la estatua es inerte, esconde dolor y acepta el cruel destino. No está precisamente muerto, sólo está ahí, congelado.
—No habrías terminado así, si tan solo hubieras estado de mi lado, Noel Noa.
Silencio. Ella suspira decepcionada y aprecia más de cerca la belleza del hombre con quien estuvo casada. Técnicamente, siguen casados, pero muchos creían que él era viudo porque tuvo que mentir con respecto a su muerte, pero no hay ningún papel o documento que diga que estén divorciados.
Alpha, quien tenía como nombre Alice en esos tiempos donde era Omega, recuerda como conoció a Noa. Durante el Torneo de los Tres Magos que se dio en sus años de escuela en Hogwarts. En ese tiempo, muchos estudiantes pedían ser su pareja para el baile, pero el único que consiguió el honor de ser su pareja, fue Noa.
—Éramos tan perfectos juntos. Es una
lástima que nunca me apoyaras en mis ideales de un mundo dominado por familias de sangre pura.
Ella sonríe con satisfacción, burlona y emocionada. No recibe respuesta alguna del hombre que está congelado, convertido en una estatua. Aún recuerda sus últimas palabras antes de acabar así, pidiéndole que dejara vivo a su hijo y que nunca le revelará ese secreto.
—No te preocupes por nuestro hijo...—suaviza su expresión, como una madre cariñosa quien le gusta presumir a su cachorro. Como si Noel Noa fuese capaz de escucharla.—Mande a Michael al mundo muggle, él será un digno sucesor, mi heredero, solo mío, él a diferencia de ti, entiende mis ideales, sabe lo que se siente cuando la persona que más amabas te traiciona...
La confianza es algo muy difícil de ganar, y una vez se pierde, ya nada es igual. Está al tanto de la situación amorosa que tuvo su hijo con aquel Omega de raíces japonesas, algo que lamentablemente terminó hace años y como le afecto a Kaiser.
—Está vez, nadie sera capaz de detenerme. Ni siquiera Jinpachi Ego, o tú...
No existe nada ni nadie que sea capaz de detenerme.
—Lo sabes más que nadie, ¿no?—mira fijamente a la estatua, como si fuese capaz de responder le.—Ya soy inmortal.
Ella es el único ser que no sólo ha hecho horrocrux, sino que también, ha adquirido la inmortalidad de la ambrosía. Es el único brujo que tiene ambas.
Incluso si llegasen a destruir sus tres horrocruxes, tiene la inmortalidad de la ambrosía, y muy pocos saben como acabar con una persona así, por lo que nunca debe preocuparse de morir. Será eterna, joven y hermosa por bastante tiempo.
La Nueva Era ha comenzado. Una donde sólo los brujos de familias puras dominarán el mundo mágico y el muggle.
Lo único que aún no logra de convencer a su hijo Kaiser es de ser inmortal como ella. Él todavía parece recio a querer ser eterno, piensa que es algo tan solitario y aburrido.
Su madre está segura que a Michael solo le hace falta motivación.
Notes:
Palabras: 5,476
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Viernes 28 de febrero del 2024
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
[Adveetencia, nota de autor extensa]
Bastante extenso este capítulo, pero fue necesario, porque si lo recortaba, iba a tardar más capítulos en que Isagi y Kaiser se reencontraran.La verdad si cambie algunas cosas a mi versión original de la historia. Por ejemplo: Shidou iba a ir al mundo mágico para la guerra y Sae se uniría a él así que jamás iban a romper.
Y lo otro, es que la revelación de que Kaiser se volvería malo iba a tardar más, al menos, un capitulo más y sería totalmente diferente a lo que mostré aquí. Se mostraría ya en la invasión del mundo muggle y no antes de.
Así que si, Spoiler: Ya en el próximo capítulo Kaiser e Isagi se reencontraran.
Imagínense, después de más de 5 años sin verse sin saber nada del otro.
Y créanme, la espera valió la pena.
Ah, aclaraciones importantes:
1. Actualmente en este capitulo: Isagi ya tiene 25 años. Kaiser 26.
2. Si, me tardaré mucho en actualizar el siguiente capitulo porque será tedioso escribir escenas de guerra. No me quiero centrar demasiado en ello porque lo mío no es escribir guerras, peleas de magia ni nada de eso, pero si debo escribir algo, lo que considere necesario para la trama pero no daré mucho detalle tampoco. También tardare porque estas semanas tengo proyectos de la Uní, en el bufete están llegando muchos casos (la gran mayoría es de pelea de terrenos), y por las tardes voy al gym, así que mucho tiempo libre realmente no tengo, y como también tengo que actualizar mi otro fic pendiente, pues ya se imaginarán.
Así que no se sorprendan si realmente me desaparezco por uno o dos meses, esperemos que no.
Nos vemos!
Chapter 32: 31."Protego Diabólica"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El mayor secreto mejor guardado para la gente muggle, es sobre la existencia de la magia. Sobre el mundo mágico, sobre los brujos y hechiceros como demás criaturas que creen solo son un mito e inexistentes.
Cuando la gente empieza ver portales abrirse, el miedo, la confusión y preocupación los alborota. Al principio, los gobiernos de cada país donde dichos portales se abren, empezaron a decir que se trataba de una invasión alienigena. Al ver que los seres que vienen de otro mundo, poseen forma humana y sólo usan máscaras, dijeron que puede ser un país enemigo con avanzada tecnología y trucos sucios que quieren invadir su territorio, aunque eso no explicó del todo las criaturas raras pero extrañamente familiares que los atacan.
Al cabo de un par de semanas, y con estos mismos seres, los Mortífagos, hablando su idioma y diciendo la verdad, es que aceptaron la existencia de la magia, aunque claro, todavía sigue habiendo mucha gente escéptica, sobre todo porque no permiten la invasión de su territorio, y en algunas casos, los gobiernos de cada país que han sido atacados buscan negociar con estos seres que, a pesar de ser pocos, su debastador poder y fuerza inexplicable los somete increíblemente.
Eventualmente, aquellos magos jóvenes que se quedaron en el mundo muggle, tuvieron que salir a defender este mundo reuniéndose con más de ellos.
Imagínate descubrir que tu vecino o algún primo que creías conocer bien, sale volando en una escoba y comienza a combatir con los malos, defendiendo la ciudad donde viven.
Para que estos jóvenes magos no sean confundidos con los Mortífagos, han ofrecido su ayuda públicamente al gobierno del respectivo país donde habitan, y tienen que usar un vestuario que los diferencie de los brujos malvados.
[...]
Para Alexis Ness, visitar a su familia en medio de una guerra no es algo sencillo, sobre todo si estás en el bando que atacó primero.
La razón por la que regreso después de años desaparecido, no fue precisamente para saludarlos y confesar cuanto los ha extrañado, sino para ir por su madre, la única que posee un gen mágico, ya que tanto su padre como sus otros dos hermanos mayores son completos muggles.
—No iré contigo, Alexis.
La voz de la madre es arisca, dura y cortante, transmite frialdad y rechazo a la petición de su hijo menor, actuando a la defensiva.
—¿Por qué? Te vengo a salvar. Si no vienes conmigo, el resto de Mortífagos destruirá la casa sino muestran absoluta obediencia. Los harán sus esclavos.
Alexis entra en desesperación, no puede entender porque su madre sigue necia a ir al mundo mágico, donde se crío cuando era tan pequeña y ahora, parece odiarlo. Él sólo quiere protegerla.
Ella lo mira vacilante y con líneas de tensión que aparecen en su frente, visiblemente fastidiada de la discusión.
—No puedo ir a un mundo donde mi familia no es aceptada.
Han sido sus palabras, cruzándose de brazos indignada a marcharse de ahí. El menor suspira irritado, acariciando su cien tratando de no gritarle a la necia de su madre.
Su padre murió hace un tiempo, su madre solo tiene a sus otros dos hijos.
—Recuerda que yo también soy tu familia, madre. Soy el único de tus hijos que heredó el gen mágico, el único que puede salvarte.
Que puede salvarte del caos .
En Alemania no hay muchos magos que protegan el país, por ello ha sido de los lugares más afectados e inestables que resultan de esta guerra y que los Mortífagos tienen su total control junto a media Europa y Norteamérica.
—...Nunca he sido realmente fan de la magia a pesar de que nací de dos magos. Soy más una mujer de ciencia.—Expresa ella con un gesto gélido, serio y guardando distancia.
La casa guarda una especie de bunker bajo tierra, su padre creía fielmente en un apocalipsis, así que tomó sus medidas para refugiarse junto a la familia.
—...Es probable que mueran. Los mortifagos odian a la gente que se sigue negando a creer en la existencia de magia y no se rinden ante su poder.
—Si muero, será con mi familia.
A Ness le parece absurdo toda esta situación. Su madre se niega a ir con él.
—¿Entonces, yo no importo?—Menciona con dolor e impaciencia, apretando los nudillos y la mandíbula tensa. Se siente herido de que su madre incluso en situaciones como ésta, sigue prefiriendo estar con ese lado de la familia muggle que con él, el único que puede entenderla y protegerla.
Ella suspira resignada para luego sonreír forzada, mirando fijamente a su hijo. Ya es más alto, y sin lugar a dudas, se parece demasiado a ella, en su cabello, en sus ojos y esa expresión que pone cuando se pone serio o fastidiado, es de ella.
—Cuando mis padres se dieron cuenta de que nunca pude hacer magia, me trataron tan diferente.—por primera vez en muchos años, se sincera y su expresión dura se suaviza ligeramente. Sus hombros se relajan y sus ojos se entristecen, como si recordara algo doloroso.—En el mundo muggle, me sentí más cómoda.—suspira, entrelazando sus manos y volviendo su vista hacia el frente, donde Ness no tiene palabras para consolarla.—Alexis, me recuerdas mucho a mis padres, probablemente, ellos estarían muy orgullosos de ti.
Porque el gen mágico aún sigue en la familia, aún sigue en ti, hijo.
Ella lo sabe, el legado mágico de sus padres sólo lo tiene él, Alexis. Ella ya no puede tener más hijos por su edad, y sus otros dos hijos no heredaron nada de magia.
—No estaré aquí cuando llegue el momento, pero... Consigue a alguien que te entienda y te ame por lo que eres.
Es la primera vez que su madre le dedica una sonrisa única, una maternal y nostálgica.
Esto es definitivamente, una despedida.
[...]
Isagi Yoichi y todos sus exs compañeros de Hogwarts llevan todo un mes defendiendo su país. Creando campos de fuerza enormes que cubra su tierra, luchando contra las criaturas que atacan, curando a los muggles heridos o a sus propios compañeros, haciendo largas guardias y turnandose diferentes áreas de Japón.
Es irónico que, Isagi quien antes en su trabajo en una oficina no era respetado o pasaba de desapercibido, ahora todo el país lo conoce con solo verlo. Ha salido en las noticias junto a sus amigos, su madre aunque no puede ir en persona a combatir por su edad, también ayuda bastante manteniendo el campo de fuerza y sanando a los heridos, como rompiendo maldiciones de objetos raros que se hayan infiltrado, lo que hacía de joven antes de que su hijo naciera.
Si bien es cierto que otros países como gran parte de Europa y todo el territorio de Norteamérica han caído por completo ante los Mortífagos, aún hay otra parte del mundo que sigue defendiéndose, ya sea porque los malos aún no llegan hasta ahí o por la gran defensa de los magos mestizos y sangre sucia que viven ahí.
[...]
Palacio del Gobierno de Alemania, Berlín.
El salón de conferencias es una obra maestra de arquitectura moderna, con una mesa ovalada de madera oscura donde los líderes más influyentes de Alemania están reunidos. Las cámaras de transmisión se ubican estratégicamente, transmitiendo en vivo a todo el mundo. Los muggles observan desde sus pantallas, con la esperanza de una negociación pacífica con estos seres que se hacen llamar Mortífagos.
Claro que, los políticos y gobernantes de Alemania no están solos, ya que cuentan con la protección de un grupo pequeño de magos solo por si las cosas se salen de control.
Los magos de la resistencia, se mantienen en tensión, listos para intervenir. Un Mortífago vendrá a negociar en nombre de la líder, ya que ella no está en éste mundo, dejó a alguien a cargo. Por lo que se espera ver a una persona de la tercera edad con apariencia oscura y malévola en el centro de la mesa de diálogo. Alguien con años de experiencia.
La atmósfera cambia drásticamente en cuanto él entra, en una capa de humo oscuro.
Michael Kaiser.
Un hombre que parece esculpido por los Dioses mismos.
Mide casi dos metros de altura, con un cuerpo poderoso y elegante, un físico que exuda control absoluto y peligro latente. Su cabello completamente rubio cae hasta la mitad de su espalda, liso y sedoso, moviéndose con cada paso como si el aire le rindiera pleitesía.
Viste un traje impecable de azul oscuro, ajustado perfectamente a su complexión atlética. Los músculos de su pecho y brazos se marcan a través de la tela cara, revelando la fuerza contenida en cada uno de sus movimientos. Su mandíbula firme, sus labios gruesos y sensuales, y esas cejas claras como su cabello le otorgan un aire de pureza peligrosa.
Pero lo más hipnotizante son aquellos profundos ojos, donde debajo de ellos descansa un delineado rojizo que parece permanente en su párpado inferior.
Sus ojos son de un azul tan claro como el hielo, tan profundo como el océano en invierno.
Entra con una postura erguida, la mirada tan serena como un depredador antes de atacar, y se sienta con calma frente a los líderes muggles. Frente a él, los políticos intentan mantener la compostura, aunque la presencia del hombre frente a ellos impone una presión insoportable.
En realidad, su apariencia es todo lo que menos se esperaban. Puede que sea de los Mortífagos más altos que han visto, aunque en cuanto a su rostro, el resto lleva máscaras, por lo que no pueden comparar mucho al respecto.
—Sehr geehrte Damen und Herren —saluda Kaiser con voz profunda, en un alemán perfectamente articulado.
El sonido de su voz es tan seductor como aterrador.
“Damas y caballeros.”
—Estamos aquí para discutir el futuro de Alemania.
Cada palabra es traducida en tiempo real en las transmisiones en vivo. Cada muggle, gobernante y civil alrededor del mundo los observa y escucha en su respectiva lengua: inglés, español, hindú, portugués, francés y demás idiomas.
—La guerra entre nuestras especies ha durado demasiado tiempo. Su sociedad está al borde del colapso. Su economía, su estabilidad… todo se ha visto afectado en cuestión de semanas.
Kaiser se inclina ligeramente hacia adelante, su mirada azulada perforando el alma de los gobernantes frente a él. Esboza una sonrisa cínica y arrogante mientras su voz se vuelve afilada, cargada de malicia y con una entonación que transmite amenaza, dice:
—La solución es simple. Ríndanse.
Un murmullo alarmante recorre la sala. Los muggles se miran indignados y ofendidos, forzando una sonrisa cortes y educada. Si bien es cierto que tienen miedo hacer el Mortífago alto y rubio frente a él, también sienten cierta seguridad y calma porque tienen al grupo de brujos protegiéndolos, los cuales son mucho más que un solo Mortífago y su compañero enmascarado que se mantiene distante.
—Si aceptan nuestro dominio, el caos cesará. No habrá más muertes, no más guerras. Nosotros, los verdaderos herederos de la magia, gobernaremos este mundo de manera eficiente.
Kaiser sólo repite las palabras que, seguramente, su madre diría en esta situación si estuviera aquí. La única diferencia entre él y ella, es que está siendo más paciente y amable, porque muy probablemente Alpha sería más agresiva y cruda con sus palabras. Ella no se abriría al diálogo o a la negociación.
Las cámaras que lo graban captan cada detalle de su expresión perfecta, de su postura impoluta y su seguridad sobrehumana. Su gesto se mantiene sereno y la sonrisa intacta, su postura transmite confianza y gran autoridad.
Los líderes se miran entre sí. Algunos muestran desconcierto, otros indignación.
Uno de los magos de la resistencia, un joven de cabello oscuro, frunce el ceño.
—¡Nosotros jamás nos someteremos a los Mortífagos! —Exclama, poniéndose de pie.
—Qué decepcionante.—Murmura Kaiser con fingida tristeza, apoyando la barbilla en su mano y suspirando con lástima.
Siete magos de la resistencia entran al círculo central, rodeándolo.
Uno de los políticos muggles se alarma.
—¡No hagan nada! ¡Este evento está siendo transmitido en vivo!
Pero los magos de la resistencia no lo escuchan porque están confiados en que pueden hacerse cargo de un Mortífago, su estatura y casta no los intimida, además, tres de estos magos son Alphas.
Kaiser está solo.
Y también ha entregado su varita a uno de los políticos sentados, como muestra de que no representaba una amenaza física. Por lo qué, no hay forma de que puedan perder contra el rubio. Sólo es él, el Mortífago que vino con él no se mueve desde donde está, no muestra preocupación alguna, y sin su varita, es un caso fácil de vencer.
Un gran error.
O al menos, eso pensaron.
Uno de los magos alza su varita mientras los muggles se corre hacia atrás tratando de no meterse en la pelea.
—¡Atáquenlo!
En ese instante, una llama azul intensa explota desde el suelo y la voz firme cargada de veneno, se escucha en la enorme habitación.
—Protego Diabólica.
Llamas intensas forman un círculo que rodea a Kaiser, pero ninguno parece intimidar se por lo que entran al anillo oscuro sin temor y con magia protectora.
Los siete magos son consumidos en el acto, incendiando los.
Sus gritos no llegan a completarse, porque en cuestión de segundos, sus cuerpos se desintegran en cenizas frente a los espectadores.
El fuego danzante ilumina la expresión de Kaiser, quien sonríe con un placer cruel. Eleva sus manos como si con las palmas de ésta controlará las llamas ardientes azules, y antes de que estas viajen hasta los muggles, decide detener el conjuro.
—Oh.—Su tono es teatral, burlón, cínico.
Se lleva una mano al pecho en fingida sorpresa. Su compañero Mortífago se encoge de hombros mientras admira en silencio el terror en la cara de los muggles presentes. Como supuso, no tuvo necesidad de ayudar, porque Michael se pudo encargar totalmente solo sin esfuerzo alguno de sus adversarios.
—Parece que eran los únicos magos de la resistencia que quedaban en Alemania.
Sus labios gruesos se curvan en una sonrisa maliciosa y burlona.
—Ahora ya no tienen a nadie que los proteja.
El silencio que sigue es sepulcral.
Los políticos muggles, los reporteros, los soldados presentes están horrorizados, en shock.
En los comentarios de la transmisión mundial, los internautas entran en pánico, llenos de confusión e intriga.
¿Qué fue eso?! ¿Cómo hizo un hechizo sin varita?!
¡¿Acaba de matar a siete magos con un sólo movimiento?!
Nosotros creíamos que los magos sin varita eran débiles… ¡pero esto es monstruoso!
Kaiser flexiona ligeramente las rodillas antes de caminar con elegancia, sacudiendo una inexistente mota de polvo de su saco azul.
—Alemania está ahora en nuestro control.
Sus ojos recorren la sala una última vez antes de levantar la mano.
La transmisión mundial se corta de inmediato.
Oscuridad.
Los televisores de cada país, las pantallas de los teléfonos, computadoras y tablets, todo queda en silencio.
Fin de la negociación.
[...]
Kaiser se gira lentamente hacia el Mortífago que lo espera detrás.
Alexis Ness.
Lo observa con respeto, admiración y ligera preocupación. Va hacia aquellos que tienen la varita de Kaiser y la recupera en instantes para entregársela al rubio.
—¿Estás bien?—Preguntó Ness, con voz baja, notando que Kaiser aún tiene la mirada fija en las cenizas de aquellos brujos que dejó.
Kaiser cierra los ojos por un momento, exhalando despacio.
—Estoy ansioso.
Ness arquea una ceja curioso.
—¿Por qué?
Kaiser sonríe con amargura, pasando los dedos por su cabello rubio, acomodándolo con un aire despreocupado.
—Mi cumpleaños es en unos días.
Ness parpadea, sorprendido por la respuesta.
—¿Tu cumpleaños?
Kaiser suelta una breve carcajada, una risa oscura y enigmática, antes de avanzar por el salón como si nada hubiera pasado e ignorando a los muggles que temen acercarse.
—Vamos, Ness. Hay mucho que hacer antes de que el mundo se arrodille ante nosotros.
El próximo país a invadir es uno que está tomando mucha resistencia y cuenta con muchos jóvenes brujos defendiendo y atacando, causando inconvenientes para invadirlo.
Japón.
[...]
El cielo sobre Japón está cubierto de un resplandor carmesí. El humo de los edificios incendiados oscurece la vista del atardecer, el aire está cargado de magia y desesperación. La guerra que había estallado en el mundo muggle, y Saitama, la ciudad natal de Isagi, hay áreas donde está en ruinas.
Los Mortífagos, liderados por Alpha; la madre de Kaiser, habían traspasado la barrera que separa a ambos mundos, trayendo consigo criaturas aterradoras a Japón: hombres lobos y gigantes que aplastan edificios con sus garras afiladas y sus cuerpos monstruosos, lanzando rugidos que resuenan como truenos en la noche.
Isagi se eleva en el aire en su escoba, con Bachira a su lado, mientras lanzan hechizos sin descanso.
—Bombarda Maxima.—Grita Isagi, dirigiendo su varita hacia un grupo de enemigos. El suelo tiembla cuando la explosión se lanza por los aires a varios gigantes, destruyendo una intersección entera.
Bachira lanza un Protego Totalum para bloquear una maldición asesina que viene hacia ellos más no encuentra a simple vista al responsable de dicho conjuro.
A lo lejos, ven cómo uno de los hombres lobo gigantes arranca la parte superior de un edificio, arrojándolo contra las calles llenas de muggles que intentan huir, otros civiles uniformados con armas de fuego disparan, pero los hombres lobos resisten mucho y se mueven más rápido antes de que alguna bala impacte contra ellos.
Bachira e Isagi son los encargados de proteger esté sector del país, ya que el resto de sus amigos están en otras ciudades haciendo su trabajo. Claro que, reciben ayuda de varios muggles militares y marinos, no podrán hacer magia pero pueden ayudar a la gente, resguardarla y detener por unos momentos a algunas criaturas con armas de fuego.
Los hombres lobos y gigantes son un poco más fáciles de lidiar para los muggles armados, mientras no haya dementores, no hay de qué alamarse. Pueden detenerlos temporalmente o alentar sus ataques.
—¡Concentrémonos en los hombres lobo! ¡No podemos dejar que avancen más!—Dice Isagi, descendiendo en picada para lanzar un Incendio a las patas de una de las bestias. El fuego mágico envuelve la criatura, que aulla de furia, pero no cae.
Su compañero se da cuenta que en ocasiones, Isagi lanza hechizos poderosos sin la necesidad de pronunciarlo, incluso aunque esté cerca de él, no escucha que los conjure, lo cual le asombra su dominio de la magia.
Éste tipo de habilidad es bastante útil en duelos o enfrentamientos mágicos, el oponente nunca sabrá con qué hechizo podría atacar Yoichi, y tardará más en pensar o en reaccionar a tiempo para contrarrestarlo. Definitivamente Isagi es alguien a quien temerle.
El Beta se gira de repente, sintiendo algo extraño en el aire donde maniobran con sus escobas.
—¿Lo sentiste? —Pregunta, con su varita en alto.
Isagi apenas tiene tiempo de reaccionar cuando un Mortífago invisible apareca detrás de ellos, moviéndose como una sombra y atacándolos con un Sectumsempra, un susurro que sus oídos apenas escucharon.
El hechizo corta el aire con un silbido mortal, golpeando a Isagi en el costado.
—¡Yoichi!—Grita alarmado Bachira al ver la sangre oscura empapar la túnica de su amigo y perder el equilibrio en el vuelo.
Habían creído que las únicas criaturas de las que debían preocuparse eran los hombres lobos y los gigantes, pero todo esté tiempo, hubo un Mortífago acechandolos más cerca de lo que pensaron.
Isagi cae al suelo con un impacto brutal, jadeando de dolor y agonizante. El Mortífago se hace visible, una figura alta y vestida con una túnica negra, con una sonrisa cruel en el rostro al quitarse su máscara y arrugas en la frente. No reconocen quien es, pero es bastante mayor.
Bachira reacciona de inmediato, lanzando un Expelliarmus para desarmarlo, pero el enemigo lo esquiva con facilidad y responde con un Crucio.
En el momento en que Bachira consigue esquivarlo y antes de que lance otro conjuro, con el Mortífago observándolo fijamente, un rugido salvaje rasga el aire.
Desde la oscuridad, una bestia emerge a una velocidad arrazadora, similar a la de una pantera.
Una hiena gigante; de un tamaño imposible para su especie, con un pelaje gris con manchas oscuras que brilla con una magia feroz. Sus ojos de un intenso rosado están llenos de furia, y sus colmillos, afilados como dagas, chorrean sangre.
El Mortífago no tiene oportunidad de reaccionar a tiempo antes de que la hiena salte sobre él con brutalidad, enterrando sus fauces en su hombro y sacudiéndolo como un muñeco de trapo.
Los gritos del Mortífago son ahogados por el sonido de huesos quebrándose, no es capaz de pronunciar ni un solo hechizo a pesar de que en su mente los tiene presentes. Su voz ahogada se quiebra y deja caer su varita.
Bachira siente un escalofrío recorrerle la espalda al ver dicha escena, mientras Isagi sigue retorciéndose de dolor entre jadeos y mirando de igual forma lo que está pasando a unos metros de él.
—¿Qué demonios…?
La hiena se gira con un gruñido gutural, sus ojos arden con una intensidad imposible, con un brillo dorado vibrante.
El Omega, aún en el suelo, apenas consciente por la pérdida de sangre y con el brazo derecho bastante adolorido hasta el punto de que no puede moverlo, mira a la bestia con los ojos entrecerrados.
El cuerpo del Mortífago quien parece que lidero el ataque de los hombres lobos y gigantes, muy seguramente logró partir el campo de fuerza para que entrarán, ahora ésta cubierto de mordidas profundas, su piel desgarrada por la brutalidad del ataque.
Bachira traga saliva nervioso, su varita temblando en su mano.
—No puede ser… —Murmura bastante impactado con lo que acaba de suceder.
Entonces, aparece Gagamaru y Kurona en sus escobas, quienes llegan para ayudar a controlar el ataque, pero se quedan helados al ver a la hiena.
Uno de ellos, con incredulidad al reconocer cierto rasgo inusual pero distintivo del feroz animal que no parece tener intenciones de atacarlos pero los observa con desconfianza, murmura el nombre:
—…¿Shidou?
La hiena gruñe, sus fauces aún goteando sangre. Y entonces, su forma comienza a distorsionarse.
Con un brillo mágico, su pelaje desaparece, sus huesos se reacomodaron, y la enorme hiena se transforma en un humano.
Shidou Ryusei está de pie frente a ellos, con una sonrisa salvaje y una expresión de puro frenesí. Su piel morena sucia por la sangre del enemigo y gotas de sudor se deslizan hasta su vientre.
Su cabello rubio está revuelto, su torso desnudo cubierto de cicatrices y sangre ajena. Sus ojos aún conservaban ese intenso rosa con un ligero brillo dorado, inhumano.
—¿Sorprendidos?—Ronronea con picardía, lamiéndose la sangre de los labios con una expresión de satisfacción, una mirada arrogante y las venas que se marcan en su cuello hace que los demás le teman por unos momentos.
Todos ahí están bastante sorprendidos.
Bachira, aún en guardia, apenas puede reaccionar, parpadea varias veces para darse cuenta que lo que vio no fue una ilusión.
—Eres un Animago.
Shidou se ríe, estirando los brazos como si acabara de despertar de un largo sueño.
En realidad, nadie se esperaba que él fuese uno. Es decir, de todos sus conocidos magos, de aquellos compañeros que asistieron al mismo colegio de magia, muy pocos lograron ser un animago. Por ejemplo: Itoshi Rin se puede convertir en un búho, Gagamaru en un enorme oso y Chigiri en un guepardo. Fuera de ellos tres, no se tiene ni idea de que hubiese alguien más capaz de ser un animago.
Ryusei jamás se lo dijo a nadie, y por supuesto, nadie nunca lo sospechó. Ser animago es algo muy complejo y tedioso, se necesita una paciencia y concentración que, alguien como Shidou, sería incapaz de tener.
Pero claro, el brujo de piel morena realmente les callo la boca a todos. Es más, nadie se esperó que estuviera aquí, se supone que debería estar en Tokio, llegó a Saitama demasiado rápido y justo en el momento adecuado.
—Nadie lo sabía, ¿verdad? Qué lástima. Pero bueno, no era el momento de seguir ocultándolo.
Isagi, débil y tambaleante, intenta hablar, pero el dolor ahoga su voz, ni siquiera puede mantenerse de pie. El resto estaba más concentrado en detener el caos a su alrededor y en el mismo Shidou que olvidaron a Yoichi por unos instantes.
Ryusei lo mira con una mezcla de burla y algo más… algo que ninguno pudo descifrar en ese instante. Definitivamente el Alpha de piel morena no parece sentir mucha empatía hacia el sufrimiento ajeno, quizás lo mira con pena y recelo.
—Tranquilo, Isagi. No voy a dejar que mueras antes de que termine la guerra.—Sonríe con arrogancia y burla, pero honesto.
El nombrado se asombra por la respuesta del Alpha, a pesar de los roces que tuvieron en el pasado y que claramente no se caen bien, aún así, vino a ayudar.
En Hogwarts, Shidou no sólo era uno de los estudiantes más poderosos, fuertes, rápidos y de magia destructiva de Slytherin, sino del todo colegio en general. Incluso algunos creían que, sino fuera porque es mestizo, probablemente sería peor y se hubiera vuelto un criminal.
Regresando al presente: la batalla aún ruge a su alrededor.
Shidou y Kurona se encargan de estabilizar las cosas en la ciudad tomando sus escobas para volar por los aires, dejando a Bachira, Gagamaru e Isagi con el Mortífago, quizás con la pequeña esperanza de que el sujeto esté vivo y sólo esté inconsistente para así llevárselo y sacarle información.
Está comenzando a anochecer
—Shidou se pasó, lo mató.—Suspira con frustración Bachira, casi quiere vomitar por lo desfigurado que el moreno lo dejó.
Aunque en el fondo debe admitir que Shidou siendo una hiena es asombroso e increíble, había visto muchos tipos de animagos, suelen ser aves, gatos, perros, guepardo, serpientes y hasta un oso, pero jamás vio una hiena que destaque tanto como la de Shidou.
—Ése hombre...—suspira Gagamaru cansado y rascándose la nuca, incrédulo ante lo que sus ojos ven.—Actuó como un verdadero animal.
—¿Cómo es que nadie sabía sobre qué es un animago?¿Desde hace cuánto lo es?
—Probablemente Sae ya lo sabía.
El comentario de Isagi hace que los tres lo miren conmocionados y conteniendo el aliento por unos instantes. Ahora sienten una gran curiosidad por saber si el Itoshi mayor ya lo sabía y porque Yoichi llegó a esa conclusión.
Mientras Gagamaru revisa el cadáver del tipo que, ahora es irreconocible por las severas mordidas que recibió, Bachira sostiene a Isagi de su lazo izquierdo para ayudarlo a mantenerlo de pie, aunque el brazo derecho es el más afectado, también tiene sus pies bastante adoloridos que poco se logran mantener firmes.
Un rugido que rasga el cielo de Saitama hace temblar hasta los escombros.
¿Ahora que demonios es?
Los muggles que estaban en el área han sido evacuados lejos de ahí, Shidou y Kurona deben haber alejado a los hombres lobos y terminando con algunos gigantes que aún sobraban por ahí. Por lo que están completamente solos.
Bachira apenas puede sostener a Isagi cuando esté pierde el equilibrio y cae inconsciente entre sus brazos.
—¡Yoichi! —Lo llama con urgencia, pero no obtiene respuesta.
Gagamaru, quien sigue revisando el cadáver del Mortífago asesinado por Shidou, se gira en cuanto siente una vibración en el suelo.
El rugido resuena otra vez, más fuerte, como si estuviera acercándose a ellos. Desde el cielo nocturno, entre las nubes de humo y el resplandor de los incendios, una sombra colosal desciende con una fuerza devastadora.
Es un dragón.
Notes:
Palabras: 4,579
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 01 de marzo del 2025
Au: Hogwarts & Omegaverse
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Al escribir el capítulo se me salieron las manos de control y el capitulo iba a quedar demasiado extenso, y como no quería sobre cargarlo, lo dividí.Las buenas noticias es que actualizaré o este martes o este miércoles. El capitulo ya lo tengo escrito, solo me falta editarlo, corregirlo y quizás agregarlo algo más.
Desde hace meses me dieron ganas de escribir tipo, como las novelas ligeras de los personajes de Blue Lock. Ya ven que el manga de Blue Lock el protagonista en sí es Isagi, pero el autor hizo novelas ligeras de otros personajes como Nagi y Rin. Weno, me dieron ganas de hacer lo mismo con esta misma historia con dos parejas en particular: NagiReo y el RyuSae, para saber su perspectiva y su propia historia de amor en Hogwarts hasta la guerra xd.
Descarte esa opción porque me iba a tomar mucho tiempo y luego se me van las ganas así que mejor ya no, pero si que lo pensé.
●Dato curioso:
Originalmente la escena de Kaiser en el palacio iba a ser su madre y no él, pero como decidí dejar a la madre en el mundo mágico pues ese fue su reemplazo.
Y por si las dudas, quien le enseñó hacer ese hechizo a Kaiser fue su madre.Y por si no notaron este detalle, el cabello de Kaiser es completamente rubio.
Nos vemos muy pronto.
Chapter 33: 32."Vainilla"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Un dragón.
No uno cualquiera.
Una bestia dorada de proporciones titánicas, con escamas que reflejan la luz de las llamas, como si su cuerpo estuviera forjado en oro líquido. Sus enormes alas, tan anchas como un campo de batalla, se extienden con un batir que levanta escombros y polvo por toda la calle.
Pero lo más aterrador es su aliento.
Un fuego azul, antinatural, ardiente como el mismísimo infierno, que desciende sobre ellos en una explosión abrasadora.
—¡Mierda, a volar!—Grita Gagamaru desesperado, lanzándose hacia su escoba mientras Bachira hace lo mismo con Isagi en brazos.
Las llamas azules golpean el suelo justo donde habían estado un segundo antes, derritiendo el asfalto como si fuera cera y con el ferviente calor acechando su espalda, es un milagro que la punta de su escoba no se haya alcanzando a incendiar.
—¡¿De dónde demonios salió ese dragón?!—Exclama Bachira visiblemente angustiado, aferrándose a Isagi con un brazo y controlando su escoba con el otro algo que no resulta muy sencillo de hacer.
Por suerte su habilidad en el Quidditch le ha dado experiencia y técnica para poder controlar la escoba con una sola mano y hacer una que otra maniobra en este tipo de situaciones sofocantes.
A pesar de que la temporada que cubre al país es invierno, debido a las explosiones y a las llamas calientes del dragón, el calor es abrazador.
—Los dragones adultos estaban del lado de Jinpachi Ego… pero Alpha los mató a todos.—Explica Gagamaru con el ceño fruncido y cierta confusión, esquivando otra ráfaga de fuego.
La velocidad a la que van a duras penas puede superar un poco a la bestia que los sigue a casi quince metros de distancia, pero que con cada aleteo parece que disminuye la distancia hacia ellos.
—Entonces, ¡¿por qué éste sigue vivo?! —Bachira gira bruscamente para evitar ser alcanzado por las garras del dragón, que intentaron derribarlos en pleno vuelo.
—¡No lo sé, pero parece furioso!
Los chicos zigzaguean entre los restos de edificios destruidos mientras el dragón los persigue, su enorme cuerpo arrastrando vientos huracanados con cada aleteo. Bachira tiene que sujetar fuertemente al Omega para que esté no caiga de su agarre, pero al mismo tiempo lo está lastimando por la fuerza que ejerce.
—¡No podemos seguir con Isagi en este estado! ¡Es demasiado peligroso! —Grita Bachira, a esté punto su voz se volverá rasposa y la garganta le dolerá de tanto gritar, con el rostro bañado en sudor trata de pensar en alguna solución.
Isagi sería muy bueno en ésto, él ya se ha enfrentado a dos dragones antes, es una desventaja que ahora éste inconsiente. Bachira nunca estudio algo relevante que le sirva contra un dragón.
Gagamaru mira a su alrededor y ve un callejón casi intacto y seguro, así como oscuro.
—¡Ahí! ¡Dejémoslo ahí y alejemos al dragón!
Aterrizan bruscamente en el callejón, invocando una densa niebla para que la bestia dorada no los vea, eso les dará un poco de tiempo. El cuerpo de Isagi apenas reacciona al contacto con el suelo sucio y húmedo.
—Lo siento, Yoichi —Murmura Bachira, acomodándolo de la mejor manera posible y dándole un pequeño y tierno beso en la frente. La sangre empapa su túnica, su brazo derecho está completamente destrozado, verlo así le duele pero no hay tiempo para sanarlo hasta que se quiten a esa bestia.
El dragón ruge de nuevo, alejando la niebla alrededor y preparándose para lanzar otra llamarada.
—¡Vamos! —Grita Gagamaru, y ambos salen disparados al cielo, lanzando hechizos contra la bestia para llamar su atención y que se alejé del callejón donde está Isagi.
Necesitan reencontrarse con Shidou y Kurona que no deben estar demasiado lejos, ellos posiblemente puedan ayudarlos a noquear a la bestia.
Matarlo no es una opción. A éste paso, podrían extinguir la especie, no es nada favorable.
El dragón dorado los sigue, su furia incontrolable.
Pero, ¿por qué ataca?
Gagamaru lo observa mejor y nota algo extraño en su comportamiento.
—¡Bachira, creo que está protegiendo algo!
—¡¿Cómo que algo?!
—¡Mira sus movimientos, no solo está atacando al azar… está tratando de alejarnos de un punto en específico!
Tuvieron clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Los dragones son seres incomprendidos y muy inteligentes, no atacan solo porque si. Éste comportamiento se debe cuando quieren proteger algo a toda costa. Y para estos jóvenes en escoba, en su lógica, lo que más protegen los dragones son sus propios huevos, a sus crías. Así que, ¿tal vez haya huevos de dragones cerca escondidos por ahí?
Quizás el Mortífago muerto los puso ahí, los escondió para que así el dragón los atacara eventualmente. Esa es la teoría más probable que explique el comportamiento errático del dragón.
—¡Eso no tiene sentido, no deberían quedar dragones adultos vivos!
Pero el dragón no desaparece.
Y mientras la bestia los persigue, supuestamente alejandolo más de donde se encuentra el Omega escondido y mal herido, en el callejón, Isagi despierta luego de un largo rato inconsiente.
El hedor es lo primero que lo golpea.
Basura, humedad, metal quemado.
Su cuerpo está adormecido por el dolor, su cabeza punzante y un zumbido en sus oídos que taladra sus sentidos. Intenta moverse, pero su brazo derecho no responde y el dolor agudo es horrible.
Gira la cabeza lentamente, ve la horrible masa de carne y hueso destrozado que solía ser su brazo, ahoga un grito de desesperación y dolor tratando de aguantar las ganas de llorar.
Quiere conjurar un hechizo de curación, pero su mente está demasiado nublada y su varita está tirada a un par de metros de él.
Es entonces que, entre un par de segundos pensando que hacer en medio de la oscuridad y donde solo la luna alumbra el despejado cielo, siente una presencia.
Estira su brazo izquierdo y hace levitar su varita hacia su mano 'buena', logrando lo a duras penas debido a que no es zurdo. Alza su varita con la poca fuerza que le queda, su cuerpo en alerta total mientras siente una opresión en el pecho con el temor de que se trate de alguna criatura maligna.
Una figura alta y elegante emergue de las sombras del callejón.
Viste de blanco, impecable, como si la destrucción a su alrededor no lo tocara.
Isagi contiene la respiración unos instantes, abre la boca incapaz de articular palabra alguna, mientras sus cejas se alzan débilmente, un jadeo corto escapa de sus labios cuando la sorpresa de verlo lo invade. Su cuerpo se queda inmóvil, como si el tiempo se hubiera detenido y gotas de sudor que reccorren su frente hasta sus pestañas nublan un poco su vista. Siente un latigazo de adrenalina recorrer su cuerpo y un escalofrío le subir su nuca.
Michael Kaiser.
Su silueta es inconfundible, sus feromonas que poseen una combinación única a canela y esencia de vainilla inundan sus sentidos hasta buscar adormecerlo, su cabello precioso de color rubio y largo iluminado por la tenue luz del fuego lejano le da una sensación de querer acariciarlo.
Sus ojos de un azul claro como el agua, profundos como el océano, fríos y analíticos, recorren el estado deplorable de Isagi, sus cejas se mueven con desdén y una mirada que le resulta imposible de descifrar lo observan.
Y entonces, con esa misma expresión indescifrable, da dos pasos adelante.
[...]
Isagi esta tan sorprendido. No sabe que hace Kaiser en éste lugar o como lo encontró y porque viste así, pero, casi quiere llorar de la conmoción por verlo ahí, olvidando por unos momentos el pasado y el porque terminaron hace años.
Su corazón da un vuelvo y luego comienza a latir rápidamente. Tarda un rato en procesar y pensar que decir. Respirar se le hace complicado en estos momentos, jadeante y sudoroso, no puede ni moverse y la dura mirada del rubio lo descoloca.
—¿Vienes a ayudar, Kaiser?
Suena adolorido y cansado, desgastado. El rubio se mantiene distante, observándolo frío. Desvía su atención hacia el brazo herido de Yoichi, quien se da cuenta y se lamenta verse así. Ni siquiera él sabe como aún sigue vivo luego de tanta sangre que ha perdido.
Kaiser lo mira en confusión, recordando que ambos no hablan el mismo idioma. Esa brecha los hace sentir distantes, pero Isagi, como último acto de esfuerzo y voluntad, decide conjurar después de mucho tiempo, el hechizo de traducción en ambos para que así puedan entenderse adecuadamente.
Quizás gasto todas sus energías en un sencillo y simple hechizo universal, sólo por Kaiser.
—Entiendo que no te quieras acercar, debo verme como un asco, ¿verdad?—Habla débil, su voz se escucha desgarrada y arrastrada acompañada de respiraciones irregulares, su mirada es vidriososa y desorbitada. Debido a que pasó por mucho calor, de sus fosas nasales salen mocos como líquido. No puede ni limpiarse.
El Alpha parece analizar la situación, sin saber que decir, sólo se acerca y se agacha hasta quedar a la altura del menor, hace una mueca de asco por el olor a basura y suciedad que hay en el callejón, además de lo metálico de la sangre.
El japonés lo contempla en silencio, cada facción cada gesto endurecido y varonil del alemán, no evita extender su brazo 'bueno' hasta que las yemas de sus dedos tocan la mejilla del rubio, quien se pone rígido ante su contacto más no se aparta. Yoichi lo acaricia, quizás creía que lo que ve es una alucinación por la pérdida de sangre y lo mal que se siente, pero al sentir el calor del Alpha, su piel carnosa y al hombre acercándose más, se da cuenta que realmente es Kaiser, no evita esbozar una sonrisa amistosa.
Está vivo. Es real.
Se emociona profundamente y unas lagrimas se escapan de sus ojos porque, después de tantos años sin saber de él, al fin lo vuelve a ver. Su respiración se vuelve pesada, y los ojos azules del alemán no dejan de mirarlo acompañado de su ceño fruncido.
Al tenerlo tan cerca, no puede contenerse y lo atrae hacia él para abrazarlo rodeándolo con el único brazo sano que tiene, sorprendiendo al más alto quien tarda un poco en reaccionar. Yoichi se aferra a él ocultando su polvoriento y sudado rostro en su pecho mientras gime de dolor.
Kaiser siente un nudo en el estómago, recordando el pasado, cuando Isagi terminó con él, como le ocultó cosas tan importantes y decidió irse de su vida sin más, sin importarle como lo mucho que le afectó su partida. Tarda un poco gestionar sus emociones. La respiración irregular del Omega choca contra su pecho, incluso siente el rostro del japonés arder en fiebre.
—¿Te duele?—Le pregunta inmutable y frío. Reprimiendo cualquier atisbo de sentimiento al hablar y con su mirada oscurecida.
Isagi se estremece al oír la voz de Kaiser, es tan diferente a lo que sus recuerdos grabaron. Definitivamente es más grave y gruesa a diferencia de hace seis años, afilada y con un tono cargado de firmeza que transmite amenaza o desprecio.
Las feromonas del rubio son algo hostiles, no le sorprenden, solo siente amargura con la forma de actuar del mayor.
—Duele demasiado...—jadea agitado, tiene tantas cosas que preguntarle, tanto que quiere saber de él pero el agotamiento y el dolor en todo su cuerpo lo fastidian para pensar con claridad.—¿Dónde has estado todo esté tiempo?
Kaiser se sorprende minusculamente, ¿Acaso Isagi no vio la transmisión que se hizo en Berlín?¿Cuántas horas lleva ocupado tratando de proteger está ciudad cómo para no ver algo tan importante?¿Cuál hubiera sido su reacción al verla?¿Le tendría terror y más desprecio?
—Muy ocupado...—Murmura en un tono apagado y carente de emoción, pero sincero.
Michael lo piensa con detenimiento y termina por abrazarlo débilmente pasando sus brazos alrededor de sus hombros, a pesar que le guarda gran resentimiento, no quiere lastimarlo.
Isagi reprime un gemido de dolor, apenas puede mantenerse despierto y no quiere que ésto se termine.
Desde que terminaron, lo único que había sabido del rubio es que se dedicó al Quidditch profesional, pero no duró más de un año porque, por alguna desconocida razón, comenzó a dedicarse otra cosa, algún tipo de trabajo en el Ministerio de Magia lo cual le extraño demasiado ya que Kaiser no es el tipo de persona que le guste un trabajo de oficina.
—¿Por qué no puedo odiarte luego de lo que hiciste?—su voz suena desgastada, sorbe su nariz y a esa altura como cercanía puede escuchar los latidos pausados del corazón del Alpha. El entorno que los rodea sigue siendo oscuro bajo el cielo estrellado, el aroma es desagradable y apenas es soportable por las mismas feromonas de Kaiser que se vuelven menos agresivas que antes.—
Debí haberte superado, pero verte después de todo esté tiempo... es demasiado doloroso para mi.—Confiesa con sentimiento, confundido por sentirse así de débil ante el mayor.
No hay brazos más cómodos en los que el japonés se sienta más calmado que en los de Michael, todavía no le perdona lo que le hizo hacer hace tanto tiempo, sigue detestando con todo su ser haber hecho ese pacto, pero su corazón late emocionado y cálido ante la presencia del Alpha alemán, ante su tacto y el aroma de sus feromonas.
Vainilla, vainilla, vainilla. Si no fuera por la fiebre, Isagi juraría que esta sonrosado.
Kaiser suspira, meditando que debe hacer ahora que tiene a Isagi en sus brazos y mal herido. Está seguro que muy pronto sus amigos regresaran por él y restauraran de inmediato la barrera mágica que protege a éste país. No obstante, quedarse por más tiempo aún no es una opción, se supone que debía infiltrarse para medir el tipo de oponente con él que se está enfrentando ya que el país asiático es uno de los países con los que mas reservas de magos cuenta, pero justo tuvo que encontrarse a Isagi Yoichi.
No ha sido una total coincidencia, él sabe perfectamente que la ciudad de Saitama es la ciudad natal de Yoichi, pero aún así, ¿por qué tener que involucrarse para salvar éste mundo siendo él un sangre pura?
Kaiser se relame los labios y una de sus manos se apoya en la cabeza del menor, acariciando suavemente.
—¿Quieres venir conmigo?
Isagi no es capaz de contestarle y se asombra tanto cuando le escucha decir eso que tiene que parpadear repetidas veces para confirmar que no está soñando. Balbucea una respuesta débil, su voz rasposa y los recuerdos de su ruptura lo atacan, dudando de seguir a Kaiser a pesar de que él sea quien inició el abrazo.
Michael se da cuenta del cuerpo del japonés estremeciendose bajo su tacto, rechazando su calor, por lo que decide aumentar sus feromonas y uno de sus dedos recorre la glándula Omega haciéndolo jadear, y, de inmediato, sus párpados se cierran cayendo dormido por el delicioso e irresistible aroma a vainilla que desprende Kaiser, intenso y fragante, un aroma que, en secreto, siempre ha sido el favorito de Isagi.
En sus brazos, Michael lo carga con suma delicadeza y firmeza, en silencio; observa las facciones tensas como cansadas del menor. Luce delgado y sin color, tiene bolsas en los ojos y definitivamente le cuesta respirar incluso mientras duerme. Debe ser una tortura para él seguir en éste estado.
La conclusión a la que llega el alemán es que Isagi estará seguro con él, debe protegerlo a toda costa, a pesar de que Yoichi le amenazó hace años en no acercarse a él.
El japonés necesita de sus cuidados y su calor, está seguro que si se lo lleva lejos de está guerra sangrienta y le prepara un nido, el Omega se lo agradecerá cuando despierte.
Con ese pensamiento en mente y puede que impulsivo, decide llevárselo, no sin antes, tomar su varita y resguardarla.
[...]
Bachira y Gagamaru deciden regresar al callejón donde dejaron a Isagi al darse cuenta que la criatura desapareció misteriosamente.
—Ya han pasado más de diez minutos. ¿Cómo pudimos perder a una criatura tan grande y llamativa?—Cuestiona el Beta más alto, suspirando estresado e incrédulo.
Ya no hay más criaturas atacando, el portal parece que se restauró hace unos momentos, los civiles están a salvo y regresaron al área silenciosa donde escondieron a Isagi.
—Es imposible, ¿en qué momento dejó de seguirnos?—Menciona confundido, cruzándose de brazos Bachira.
—No lo veo en ninguna parte.
El Beta de ojos ámbar con su varita crea una chispa de luz para iluminar mejor el lugar.
—Debemos avisar al resto de que los Mortífagos dejaron vivo a un dragón adulto y que quizás sus huevos estén por ahí...
El silencio abrupto que deja el menor es intrigante. Bachira desciende con su escoba en el callejón donde definitivamente dejó a Yoichi, y, al encontrarse nada, se queda inmóvil mientras una preocupación se eleva en todo su cuerpo. Frunce el entre cejo, con su compañero todavía volando unos metros más arriba revisando la zona, ajeno a lo que pasa.
—Gagamaru.
—¿Qué?
El rostro curioso y alegre de Bachira se oscurece, se vuelve helado y un escalofrío recorre al más alto.
—Isagi no está.
—¿Cómo?
—No está.—vuelve a repetir mientras su respiración se acelera, nervioso, vuelve a revisar el lugar y también los alrededores. Una desesperación inunda su pecho, ocasionando que el contrario también se preocupe y tense.—Y no hay rastro de sangre de que se haya ido por su cuenta. Su escoba sigue tirada, y es imposible que pueda teletransportarse con lo mal herido que está.—Señala el menor, angustiado mientras trata de rastrearlo por su cuenta sin éxito alguno.
—¿Quieres decir que se lo llevaron?
—...Sí.
—¿¡Pero quién!?
No hay respuesta a esa pregunta. Pero en el fondo, comienzan a temer que algún Mortífago se lo haya llevado aprovechando que lo dejaron solo por unos minutos.
¿Cómo es eso posible?
Detuvieron el ataque de los hombres lobos, los gigantes y el dragón, pero perdieron a Isagi Yoichi. ¿Qué clase de amigos son?
[...]
Yoichi despierta varias horas después en la suavidad y la fragancia a rosas como a lavanda de una amplia cama. Abre lentamente sus cansados párpados, acostumbrándose a la poca luz que se filtra, ya que el resto de la habitación por sus colores está casi a oscuras. A pesar de sentir que está cubierto por grandes y acolchonados adredones, sigue sintiendo un ligero frío por su cuello y frente, como si se colará a través de algún hueco pequeño entre las paredes de concreto y piedra.
Cuando por fin tiene los ojos bien abiertos, tarda un par de minutos en reaccionar y darse cuenta que el lugar donde está no le resulta para nada familiar. Es una habitación decorada y preciosa, digna del interior de alguna Mansión. Pero, ¿dónde carajos está y por qué el aroma y la comodidad de la cama lo envuelven tan bien hasta el punto de no querer despegarse de ella por un largo tiempo?
Tiene un dosel que no le permite ver el techo y cortinas que cubren el interior, como resguardando aún más el calor de la persona y dar privacidad. Del lado opuesto de la cabecera de la cama hay un enorme baúl decorado de manera elegante y al estilo gótico.
Es de esas camas que me hubiera encantado tener. Tan elegante, cómoda y sofisticada . Tan grande.
Le da pereza ponerse de pie pero, al recordar los últimos eventos antes de caer inconsiente, se alerta y se remueve hasta quedarse sentado, tirando un paño húmedo que estaba en su frente, quejándose del dolor por la brusquedad en la que se movió y recordando al instante el estado actual de su brazo derecho y lo adolorido que siente las plantas de sus pies y rodillas.
Entre más tiempo pasa ahí, observando a su alrededor, más se percata que desconoce por completo el lugar donde está y comienza a preocuparse como angustiarse.
La habitación es espaciosa y hermosa, los muebles son bonitos y el enorme estante de libros que está al otro lado de la habitación le llama la atención, así como una maceta donde florece un rosal azul precioso y único, mágico, que aromatiza toda la habitación y la vuelve más encantadora.
Estás flores en específico a diferencia de las del mundo muggle, resisten éste clima con sombra y frialdad.
Cerca de donde hay una enorme ventana que le permite admirar brevemente y en silencio el exterior que definitivamente, le llena de intriga y miedo. ¿Acaso está en un bosque nevado?¿sus amigos lo habrán encontrado y lo llevaron a un lugar así?
Pero, ¿ Qué no era Kaiser quién te cargo?
Maldice en silencio, recordar que fue exactamente lo que le pasó le da jaqueca. Se siente tan torpe e idiota, ¿por qué actuó tan dócil y suplicante frente al alemán? Se supone que sigue enojado, molesto e indignado con ése idiota.
Definitivamente agonizar en el dolor y la desesperación lo consumió hasta el punto de haber actuado así, no ha sido su culpa totalmente. Se siente avergonzado, ya no es un adolescente hormonal para actuar tan a la defensiva e infantil, ahora es un adulto que debe actuar como tal, con madurez y seriedad.
Antes de pensar en cualquier otra cosa, el Omega se queda en shock cuando por fin se da cuenta que está usando una ropa diferente que huele a licor y lavanda, así como también desprende sutilmente unas feromonas que claramente no son suyas.
Está no es mi ropa. Traga saliva nervioso y se da cuenta que su garganta se siente rara, como rasposa.
Lleva una bata rojiza de esas que se cierran con un listón, de algodón y con bordes blancos, las mangas son tan largas y anchas que le queda bastante holgada. Se examina debajo de está bata y el calor sube por sus mejillas.
No llevo nada debajo de esta cosa. ¿Qué mierda?¿Dónde está mi ropa interior?
No puede moverse mucho por lo adolorido que se siente, pero se da cuenta que, quien sea que lo haya tratado, su brazo está bien vendado y posiblemente le hayan aplicado algún hechizo para sanarlo más rápido. No está al cien, pero definitivamente está mucho mejor que antes y sólo quedan pequeñas secuelas como tener el brazo adormecido y sentir un ligero dolor punzante entre ratos.
Se queda pasmado, pensando durante un rato más que hacer. ¿Será prudente levantarse y examinar la habitación por su cuenta? Definitivamente no es seguro salir con el frío allá afuera, al menos necesita recuperarse y averiguar dónde está, encontrar a sus amigos. ¿Cuánto tiempo lleva dormido? Por cómo siente su cuerpo entumecido, parece que ha sido varias horas.
Su vientre ruge de hambre, percantandose que debe llevar al menos medio día o más sin comer algo. Cuando salió a defender la ciudad de Saitama, apenas había comido cereal con fruta, algo rápido, no fue un gran desayuno.
Se levanta y decide examinar la gran habitación. El suelo está frío por lo que debe caminar por las suaves y esponjosas alfombras, aún así no son muchas y no cubren todo el suelo.
Camina hasta el estante de libros y el aroma a roble como a hoja y tinta le estremece. Se pierde admirandolos y preguntándose donde podría estar. Durante el camino, siente algo de fresco pasar por sus desnudas piernas, dándose cuenta que, la bata que trae a pesar de ser grande y cómoda, solo cubre hasta sus rodillas.
A pesar de que su brazo está recuperándose y que la fiebre ha bajado, se siente pegajoso y polvoriento.
Un baño, necesito un baño.
Comienza a mirar por todos lados, la habitación es tan grande que tiene segundo piso y unas escaleras estilo caracol. Se da cuenta que está en el segundo piso y que el primero parece una pequeña sala de estar.
En el piso donde está, hay una puerta que seguramente guía al baño. Baja despacio al primer piso y ve otra gran ventana pero que está cubierta por una larga cortina oscura, con un telescopio a lado. También hay dos grandes armarios abajo, decide echar un vistazo y buscar algo más que usar para ponérselo.
La puerta se abre sin siquiera haber sido tocada de antemano, sorprendiendo y asustando a Yoichi, quien mira desconcertado al visitante.
La vestimenta del Alpha es de todo menos casual, a diferencia de aquella vez que estuvo de blanco, ahora viste completamente de negro con unos bordes verde oscuro. Su cabello suelto y completamente rubio hace que Isagi lo mire fijamente. No se había dado cuenta la primera vez, ¿por qué ahora lo lleva completamente al natural y no tiene ese tinte azul? Su expresión rígida y neutra es lo que le asusta un poco, no parece feliz por el reencuentro.
Pero lo que asombra a Isagi es que al hablar, se escucha interesado y puede que hasta preocupado. Sus pasos firmes y largos hace que llegue hasta al menor en poco tiempo quien está justo en el centro de la habitación.
Yoichi parpadea un par de veces expectante e incrédulo. Michael siempre ha sido un hombre mas alto que él, pero ahora que es todo un Alpha adulto, le saca más de una cabeza.
—¿Has despertado?¿te sientes mejor?
El japonés tarda unos instantes en reaccionar, asiente lentamente y con una expresión desconfiada como precavida, pregunta:
—¿Dónde estoy?
Su voz suena rasposa, no se había escuchado jamás así. Por eso la garganta la siente seca y duele, debe tener mucha sed y la sequedad de sus labios es notoria. Michael suspira frotando su sien y encogido de hombros, le contesta:
—Te traeré agua. Será mejor que descanses.
El Alpha le señala que regrese a la cama, al segundo piso. Parece que le molesta que se haya movido de ahí considerando su estado. ¿Cómo sabe Isagi que está molesto si siempre luce serio y con esa voz grave y afilada? Fácil, por la manera en cómo se tensa su mandíbula y las venas marcandose, la tensión en sus anchos hombros y la forma de sus cejas es una clara señal de que está molesto y fastidiado. Quizás no tenga mucha paciencia soportando su presencia ahí.
Entonces, ¿por qué me ayudo?
—Kaiser, ¿Tú trataste mi brazo?—Curioso, Isagi lo mira crítico. Deseando saber si ha sido él quien lo ha tratado.
El Alpha deforma sus labios en una mueca.
—...No exactamente. Le pedí ayuda a alguien más.
¿Hay más gente?
—Gracias, de todas formas.
Silencio, el alemán no sabe qué decir al respecto. Sólo lo observa con intensidad, sus ojos viajan desde el cabello desordenado del japonés hasta los pies descalzos de éste, causando que su frente se arrugue.
—...Tus pies.
—¿Qué?
Isagi mira confundido hacia bajo donde están sus pies, sin entender porque Kaiser los señaló con molestia. Tienen algunos moretones, posiblemente por la caída que sufrió en escoba desde muy alto.
¿Se está burlando de lo pequeño que son mis pies a comparación de los suyos o de lo mal cuidados que están?
Pensar en ello hace que se cohiba, pero la atención del rubio se dirige a otra cosa.
—Se te van a congelar.
Ah, ¿es eso? Suspira aliviado, realmente creyó que se estaba burlando cruelmente del estado de sus pies.
—Uh, no tengo nada que ponerme.
En realidad, no tiene su ropa ni calzado. Se siente indignado y avergonzado, ¿qué carajos hizo Kaiser con su ropa interior?¿la puso en la ropa sucia? Bueno, duda demasiado que el mismo Alpha lo haya cambiado por si solo, es obvio que uso algún hechizo, el alemán ya no tiene ese tipo de interés en él.
—Había pantuflas dentro del baúl pegado al pie de la cama.
Ah, no me di cuenta.
Pero si recuerda el baúl del que habla. Creía que estaba bajo cerradura.
—No revise...
—Será mejor que te las pongas si vas andar así. Quédate aquí, ya regreso.—Ordena con autoridad, para darse media vuelta y salir de ahí. Isagi se pierde en el grosor de su espalda y en los largos cabellos dorados que le llegan hasta media espalda. Por unos instantes, lo confunde con esa mujer y se asusta.
Parpadea varias veces y lo sigue con prisa, hasta donde puede permitirse correr.
—Pero, necesito saber dónde estoy...
Kaiser lo ignora y cierra la puerta frente a él, Isagi no es capaz de abrirla. Tampoco tiene muchas ganas de explorar más allá de la habitación, quizás en otro momento.
Se siente tan frustante no poder moverse con libertad. Adentro de la habitación, sobre todo en la cama donde despertó apenas resguarda calor, no quiere ni imaginarse como estará afuera, en los pasillos y en los salones.
Por ahora, regresa a la cama para admirar el paisaje a través de la ventana mientras trata de ignorar lo raro que se siente su cuerpo con la enorme bata de alguien más, que no tiene duda que es del Alpha alemán. La bata le queda como un vestido corto y voluptuoso.
[...]
Kaiser regresa no sólo con una jarra llena de agua, sino también con una gran bandeja con chocolate caliente y un plato de bombones derretidos previamente en fuego y formando un sándwich, donde la base en vez de ser pan son galletas de nuez y canela. Aquello abre el apetito de Isagi y deja atrás su timidez, recelo o desconfianza y prosigue a beber del agua primero para que refresque su garganta y luego sigue con el sándwich de malvavisco hasta dejar al final el chocolate caliente.
Michael lo observa en silencio, con una mirada intensa y analítica que incómoda a Isagi cuando se percata pero que decide ignorar, más tarde le lanzará sus preguntas que espera sean aclaradas.
Aun no sabe cuales son las verdaderas intenciones de Kaiser y donde está exactamente.
Notes:
Palabras: 4,949
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: lunes 03 de marzo del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
La razón principal de porque actualice 3 capítulos tan seguidos no fue precisamente por que estaba inspirado (aunque si, obviamente me inspire mucho al escribirlos), sino porque quería dejarle estos capítulos antes de desaparecer me.Como entre en un puente vacacional por el carnaval en mi ciudad, nos dieron varios días casi una semana de descanso, así que decidí aprovechar y me puse a escribir full para avanzar le al fic y actualizarlo porque sé que luego no tendría tiempo. Así que si, disfruten estos capítulos largos porque de aquí hasta quien sabe cuando volveré a actualizar.
Dato curioso del capitulo:
El reencuentro de Kaiser e Isagi tuvo 3 versiones distintas. Esta la "pacifista", la "dolorosa y verdadera", y está que es la "normal". Me iba a quedar con la segunda pero lo cambié por esta JAJAJA.
Chapter 34: 33."Invierno"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alice Müller desde que nació, sentía orgullo por el simple hecho de pertenecer a un legado de hechiceros sangre pura, a diferencia de su medio hermano mayor que era mestizo.
Aunque ella no quería, terminaron por ingresarla a Hogwarts en vez del Instituto Durmstrang, por el simple hecho de que su hermano mayor ya asistía a Hogwarts, ya que en ese tiempo el Instituto Durmstrang solo aceptaban estudiantes de sangre pura por lo que su hermano mayor al ser mestizo, no clasificaba ahí a pesar de los contactos que tuviera. Claro que esa política de "solo sangre pura" en Durmstrang con el paso de los años la quitaron debido a la gran disminución de jóvenes y niños puros.
Antes había un total de cincuenta familias de sangre pura, la mitad solían ser parientes con otras familias, primos lejanos. Pero cada veinte años reducía significativamente.
Su hermano que ya estaba en el penúltimo año de estudio del colegio; Diederich Müller, estaba en la casa de Ravenclaw. Cuando Alice quedó en Slytherin, ella no se entristeció por estar un poco lejos de su hermano mayor, hizo nuevos amigos y aprendió muchas cosas interesantes que la fueron guiando a sus futuros ideales.
En cuarto año, se manifestó como Omega, y se volvió el centro de atención de todo Hogwarts por su belleza natural y única, su gran inteligencia y el nivel de popularidad recorrió los pasillos de Hogwarts. Sin embargo, ningún estudiante de Hogwarts conquisto el corazón de la bella alemana.
Hasta que llegó el Torneo de los Tres Magos y conoció a Noel Noa, del instituto de Durmstrang. Un sangre pura que no venía de una familia adinerada, pero era tan enigmático, misterioso y romántico a su manera.
No todo en su vida escolar fueron estudios y amor adolescente, ella tuvo una mejor amiga por la que haría cualquier cosa: Anri.
No conoció a amiga más leal, linda y sincera que esa chica, a pesar de que ella fuese un par de años menor que Alice y fuese mestiza, pasaron mucho tiempo juntas.
Haría cualquier cosa por ella.
Hizo cualquier cosa por ella.
Por ella, creo la maldición imperdonable de cambio de casta.
Esos recuerdos del pasado, mientras se baña en agua tibia en una tina, hacen que Alpha se sienta nostálgica y sonría con amargura. Pensar que su mejor amiga del colegio se hizo la mano derecha su nemesis, le hierve la sangre de envidia y resentimiento.
Aun así, no fue capaz de matarla durante la guerra.
[...]
—¿Cómo está tu brazo?
El genuino interés y preocupación en la voz gruesa e imponente del Alpha rubio hace que Isagi tiemble ligeramente, le dan escalofríos que recorren de su espalda hasta la nuca. Suspira cansado, tratando de recuperar el aliento y mover suavemente los dedos.
Quien sea que haya tratado su brazo para que volviera a la "normalidad" y solo quedarán algunas cicatrices, es realmente bueno. Él no hubiera logrado tal hazaña, incluso ya se había imaginado su vida sin un brazo.
—¿Bien?—contesta dudoso, aclara su garganta y trata de hablar con un mejor humor para ignorar la incomodes de la situación.—Al menos ya no se me sale el hueso y no parece una masa aplastada. El hechizo de curación que usaron en mi realmente ha sido muy efectivo. Sólo lo siento adormecido y creo que dejará cicatriz.
Isagi sonríe por educación y cortesía, nada más. Sin embargo, no evita quedarse viendo fijamente la apariencia del Alpha frente suyo con más atención.
Kaiser es un hombre de rasgos imponentes y una presencia que irradia fuerza y atractivo. Su cabello es de un rubio claro y ligeramente ondeado, cae en mechones sueltos enmarcando su rostro con elegancia, otorgándole un aire varonil y precisamente cautivador. Su frente es amplia, y sus cejas gruesas, bien definidas, arqueadas con naturalidad, aportan intensidad a su mirada.
Sus ojos, de un azul cristalino, reflejan profundidad como un vacío infinito, con un brillo sutil que parece ocultar emociones complejas. Su nariz, recta y bien proporcionada, armoniza con el resto de su rostro, resaltando su masculinidad. Sus labios, carnosos y de un tono coral, poseen una forma naturalmente seductora, con una ligera curva que sugiere una expresión intrigante, entre seria y sugestiva.
Su mandíbula es fuerte y bien marcada se complementa con un cuello grueso y robusto, en el que la prominencia de su nuez se hace evidente, agregando un toque viril y maduro. Aquello hace que Isagi recuerde sus días en Hogwarts, cuando uno de sus mejores amigos: Chigiri, le resaltaba acerca de la manzana de adán de en ese entonces, su compañero Kaiser. Acordarse de ello le inquieta y ruboriza ligeramente.
Su piel es de un tono claro y con sutiles sombras que remarcan su estructura ósea, refuerza su aire de madurez y fortaleza.
Bajo la túnica oscura que lleva puesta, aunque oculta parcialmente su cuerpo, se puede percibir la anchura de sus hombros y la robustez de su torso. Es un hombre de proporciones poderosas, con un físico musculoso que, sin necesidad de exhibirse abiertamente, se adivina imponente.
Uno de los detalles más llamativos de su apariencia es el tatuaje de la rosa azul que adorna su cuello y se extiende con líneas elegantes por su clavícula. Es de las pocas cosas que no han cambiado del majestuoso hombre en años.
El contraste de la tinta azul con su piel clara crea un efecto visual fascinante, dándole un aire enigmático y singular.
—¿Qué es lo último que recuerdas?
Isagi apenas reacciona a tiempo cuando el rubio le hace la pregunta, sintiendo un leve estremecimiento que agita su corazón.
Que voz más profunda. Piensa para sus adentros, aunque el tono es molesto o intimidante, tan reservado y distante que le duele un poco. Apenas puede notar que Kaiser se preocupa (algo) por él.
—No se en que momento termine en un callejón, pero te recuerdo a ti acercándote a mi y cargandome...—se frota la sien con frustración. Recuerda haber caído en brazos de su mejor amigo Bachira, luego bastante ruido de fondo y el viento sobre su cara. Pero de ahí, ya no hay nada.—¿Cuánto tiempo llevo dormido?—Cuestiona con gran intriga.
Considerando que su cuerpo al despertar se siente bastante entumecido y que su garganta seca como el estómago vacío. Y los bombones derretidos como el chocolate caliente que le trajo Kaiser no le han llenado lo suficiente.
—Tres días.—Responde encogido de hombros, pasando sus largos dedos por su cabello hacia atrás.
Claro que Isagi no va a dejar las preguntas ahí, todavía tiene un montón de dudas. Trata de que la gran sorpresa al oír que lleva tres días dormido no le afecte.
—¿Dónde estamos?
—En un lugar seguro.
—¿Es en el mundo mágico?
—Si.
Yoichi se detiene brevemente, haciendo una mueca en sus labios como si pensara en que hacer mientras se debate que tan seguro es ése lugar y porque Kaiser no quiere decirle la ubicación exacta.
—¿Por qué me trajiste aquí y me curaste?
—No soporte verte sufriendo.
La forma en cómo lo dice y su expresión seria cambiar con ligereza, provoca que Isagi se sienta conmovido. Sólo un poco.
Michael podrá ser muchas cosas, pero a pesar de todo, nunca le mintió, no es un mentiroso así que puede puede estar seguro de que lo que dice es verdad, y oír que el alemán no soporta verlo sufrir y por ello lo salvo le hace que baje la guardia, o al menos no sea tan desconfiado por ahora.
—¿Dónde has estado todos estos años?—Lleno de intriga, lo mira con insistencia.
Nunca supo si estuvo de lado de la resistencia o tal como le dijo Itoshi Rin de que todas las familias puras están de lado de Alpha excepto la suya, Kaiser también lo estuvo.
—Cuando estalló la guerra mágica, me vi comprometido. Tuve que permanecer oculto de los medios, y cumplir con mis deberes.
¿Cuál deberes? Isagi se muerde el labio inferior pensativo, inquieto. No le va a gustar escuchar la respuesta, pero tiene que saberlo aprovechando lo dispuesto que esta el alemán en responder sus preguntas.
—¿Participaste activamente en la guerra?
—Si.
—¿De lado de quién?
Kaiser frunce el ceño y mira directo a los ojos a Isagi, como si quisiera ver a través de su alma. Entrecierra sus ojos y respira profundamente.
—¿Me odiaras si te lo digo?
Yoichi recuerda las palabras de Itoshi Rin cuando se reencontró con él hace varios días. Probablemente a Kaiser le pasa lo mismo, lo están forzando, y considerando que es el único hijo de esa criminal, debió estar acorralado. De momento, desiste de preguntar más acerca de ése tema.
—¿Recogiste mi varita cuando me trajiste aquí?
Michael titubea al principio, pero decide decirle la verdad.
—...En ese momento, solo pensé en protegerte. Aún así, resguarde tu varita.
No me puedo enfadar y desconfiar de él si lo dice con esa cara.
¿ Todavía se preocupa por mi?
—Aún no estas recuperado. Y no tienes escoba, debes quedarte aquí hasta que te mejores.
—No había pensando en eso, pero está bien. Además, con el clima de allá afuera, tampoco tengo muchas ganas de salir volando. Invierno es una época muy fría, así que esperare hasta que dejé de nevar y me iré.
Michael guarda silencio desviando la mirada, ocultando un detalle bastante importante del que Isagi no podría ni sospechar.
—Debo irme por unos asuntos personales. El baño está en esa puerta, no tengo ropa a la medida, pero te dejé algunos cambios similares a tu talla en los armarios.—Explica regresando a un tono duro y grave, dejando las indicaciones para que Isagi no se sienta desnudo.
—Gracias.
Kaiser es amable con él, a su manera.
[...]
Isagi Yoichi lleva tres días desaparecido, sin rastro de él, sus amigos y cercanos comienza a formular teorías de lo que pudo haber pasado esa vez, y también acerca del dragón dorado. ¿De dónde salió y cómo de repente se esfumó de la nada?
Todo resulta tan misterioso y raro.
Claro que la persona más afectada en todo ésto es la propia madre de Isagi, quien esta muy preocupada y angustiada de la desaparición de su hijo. Cuando fueron a darle la noticia, rompió en llanto y desesperación.
Mikage Reo se acercó a calmarla, con tacto y comprensión, diciendo una verdad que podría reconfortar la hasta cierto punto.
—Es un sangre pura, incluso si algún Mortífago lo secuestro, no lo matarán ni torturaran. Por ello, no debe preocuparse.
Palabras de aliento que solo servirán por un momento.
Las buenas noticias son que en todas estas semanas, Jinpachi Ego se ha recuperado y ha meditado, haciendo planes para defender al país y tácticas, así como sus teorías de lo que pudo haber pasado y quien secuestro a Isagi Yoichi.
—¿Michael Kaiser?
Aquel nombre del ex de Isagi hace que todos con miradas curiosas se detengan en sus quehaceres y quieran saber más.
—Solo es una hipótesis. Aunque siempre uso máscara y mantuvo su identidad cubierta por años, me acerque lo suficientemente a Alpha para averiguar qué su propio y único hijo la ayuda.—Explica Ego recreando con su magia los escenarios ocurridos en la guerra, como si fuese una especie de proyector usando polvos brillantes.
—¿No resultaba algo obvio?
—Cuando estalló la guerra mágica, Kaiser desapareció. Poco a poco se fue involucrando activamente en la guerra. La transmisión que hizo justo ese día en la palacio de Alemania solo hizo público su presencia de varios brujos que aún no sabían que él lidero el ataque a Alemania...—suspira mientras se ajusta sus anteojos, con una expresión oscura.—Fue el mismo día en que Isagi Yoichi desapareció, solo que diferente hora.
Bachira y Gagamaru se sienten tan culpables por haber dejado desprotegido a Isagi, por haberlo perdido.
—¿Dices qué secuestro a Isagi por ser sangre pura o por haber sido su ex?—Pregunta esta vez Kurona, cruzado de brazos y arrugando la frente.
—No se si realmente fue el responsable, sólo es una sospecha. También tengo varias teorías de como de repente un dragón apareció y se esfumó de la nada, sin señal alguna, considerando que Alpha asesino a todos los dragones adultos que estaban de nuestro lado, ese dragón no coincide con nada que haya visto antes.
—¿Entonces...?
—Sino fuera porque sé que los animagos no se pueden transformar en criaturas mágicas sino en animales normales, hubiera afirmado que ese dragón era el mismo Kaiser.
Todos asienten dándole la razón al mayor. Los animagos no se pueden transformar en criaturas mágicas como dragones.
Sin embargo, algo que omitió Ego en la conversación y prefirió guardarlo para si, es que sabe perfectamente que Kaiser desciende de un familiar metamorfomago y no muchos conocen esa información tan valiosa.
Jinpachi está seguro de que alguien que podría sacarle de dudas seria el mismo Isagi Yoichi, pero él ya no está disponible para preguntarle, y el padre de Kaiser está convertido en una estatua de hielo, que lástima.
[...]
Cuando Isagi despierta en la madrugada, se da cuenta de que está solo en la cama y no hay nadie en la enorme habitación.
¿ Qué esperaba?¿ qué viniera a dormir conmigo?
Se siente tan patético y avergonzado por si quiera haber considerado aquello. Es obvio que el Alpha no duerma ahí mismo con él. De seguro tiene otra habitación donde duerme, donde sea que se encuentre. ¿Están en una cabaña?
Un momento, ¿Es el hogar de Kaiser?
Luce un poco diferente a lo que alguna vez fue o recuerda. Aunque probablemente está no es la habitación del rubio y tan sólo sea un cuarto de invitados. Pero quiere creer que no está en 'La Mansión', sino en otro casa. Porque de estar en aquella gigantesca y solitaria mansión eso significaría que esa mujer Alpha, está por ahí... le da escalofríos de solo recordarla.
El rubio aparece al siguiente día por la tarde. Isagi se siente molesto con él por haberlo dejado tanto tiempo solo, y con poca comida. En su tiempo a solas se puso a leer varios libros de la estantería, y practico un poco de magia sin varita cosa que es realmente difícil.
En Hogwarts, Kaiser de vez en cuando le enseñaba a hacer magia sin varita, pero dejó de hacerlo, de practicarlo, se quito esa pequeña costumbre y por lo tanto, perdió sus avances y prefirió practicar como mejorar su técnica de hacer magia sin hablar. Así que tiene que empezar desde cero con la magia sin varita, de la cual, Kaiser ya debe ser todo un experto actualmente, o eso sospecha al menos.
No hubo gran conversación entre los dos magos de Slytherin, solo un breve y seco saludo, el alemán dejando bastante provisiones de comida en lata y ya preparada que podría durar al menos unos dos días más, y mucha fruta.
Yoichi ha estado practicando en "secreto", el vuelo sin escoba.
Es algo que no muchos magos o brujos pueden hacer, elevarse en vuelo sin la necesidad de escoba, volviéndose una clase de velo parecido al humo. La gran mayoría de magos que saben hacer esto son los propios Mortífagos. Fuera de ellos, Isagi sólo conoce a contados magos que saben volar sin escobar: Anri, Ego, sorprendentemente Shidou y, por supuesto, su padre. Así que, en caso de que Kaiser nunca le traiga una nueva escoba, al menos ya sabrá volar sin ella.
También está otro método pero es mucho más difícil y peligroso, la aparición. Teletransportarse es algo mucho más rápido que volar, pero definitivamente ni loco intentara practicar eso.
¿Cómo lo habrá traído Kaiser hasta el mundo mágico?¿Qué método habrá usado? Le gustaría saber más de él, que tanto ha hecho en su vida como mago, pero no cree que esté le cuenta fácilmente.
[...]
¿Cuánto se tarda en recuperar un brazo?
Con magia es más rápido, Yoichi ya lleva una semana entera ahí y puede mover su brazo con más libertad y facilidad, aunque el hechizo dejó algunas profundas cicatrices.
Durante estos días ha estado leyendo varios libros de la estantería de Kaiser, algunos ya los conocía porque estaban en la biblioteca de Hogwarts, pero otros tantos no.
Claro que, en éste tiempo se siente un tanto solo, todavía no se ha vuelto loco al no tener mucha convivencia humana debido a que Kaiser lo visita pero tampoco se queda más de una hora ahí. Su convivencia con él es tan incomoda y horrible, le impacienta de cierta forma.
Extraña demasiado a su madre.
Una tarde mientras practica magia sin varita, Kaiser llega, se queda unos segundos en la entrada en completo silencio y pensativo. Al parecer llega con una gran canasta de comida de afuera.
Isagi no se acerca ni baja a la primera planta, solo lo observa desde la recamara curioso. Kaiser lo observa con una mirada difícil de descifrar, es tan inquietante que Yoichi frunce el ceño confundido y con hambre, preguntándose porque el alemán se ha quedado en la entrada por bastante tiempo sin decir nada.
—Yoichi.
Ah, me ha llamado por mi nombre . Que sensación tan escalofriante y... nostálgica .
Isagi traga duro, ligeramente nervioso y decide bajar lentamente las escaleras.
—¿Sí?
—¿Por qué no me recibes?
—¿Qué?—Parpadea confundido, incrédulo. No entiende que le está tratando de decir. La mirada del rubio da la sensación de que está molesto.
—Cada que vengo, nunca me recibes. Siempre estás lejos de la entrada. ¿No me esperas con ansias?
No hay palabras que describan perfectamente lo que refleja el rostro confundido y sorprendido de Isagi, arruga su nariz y hace una mueca graciosa. Suena casi como si Kaiser le estuviera reprochando que no le da una 'bienvenida' adecuada.
—...Si, lo hago. Pero, ¿no crees que sería raro recibirte? Es decir, ¿qué clase de relación tenemos como para hacer eso?
—...
Michael guarda silencio, luce molesto, o más bien, inconforme. Es raro. Isagi quiere reírse, pero al mismo tiempo no. No sabe que es Kaiser para él en estos momentos, no se siente como si fuesen amigos, pero tampoco son completos extraños. Sólo son 'conocidos' que alguna vez fueron novios, fueron una pareja.
Su relación no fue efímera, realmente se amaron tanto y comprendían, hasta que pasó eso. El trato entre ambos no es difícil pero si complejo de tratar.
Que incomodo. Cambia de tema.
—Por cierto, quiero darte una queja.—Comenta luego de aclarar su garganta, desviando la atención en otro punto. Kaiser arruga el entre cejo y, confundido, arquea una ceja.
—¿Una queja?
—Estoy cansado de esperarte a que traigas comida. Odio depender así de las personas. La verdad, me gustaría cocinar mi propia comida.
No confío mucho en lo que me traes de afuera. Es lo que trata de decir, pero para no sonar tan mal, lo cambio por palabras más auténticas y amables.
Michael lo piensa detenidamente, sin verle el problema.
—Lo solucionare por la mañana.
Isagi asiente aliviado, aunque no sabe que hará exactamente Kaiser para solucionarlo.
¿Cuánto tarda el invierno? Se pregunta así mismo. No más de dos meses, por lo que sólo debe esperar un mes como mínimo hasta que afuera deje de hacer tanto frío.
—Kaiser.
Antes de que se retire como cada noche, llama su atención. Está un poco nervioso, aún así, se arma de valor.
Si sus cuentas son correctas, ya es el día.
—¿Hum?
—Feliz cumpleaños.
Notes:
Palabras: 3,216
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Viernes 14 de marzo del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts y Omegaverse
Nota del escritor:
La única cosa que voy a cambiar y no tiene congruencia con la historia será el cumpleaños de kaiser. Porque, si se acordarán, en su momento cuando nadie sabía este dato, había puesto en mi fic que su cumpleaños es en noviembre.
Yo y una amiga estábamos (en ese tiempo) debatiendo por cuando seria el cumpleaños de Kaiser y estábamos entre noviembre y diciembre, más diciembre. Incluso comentamos "imagínate lo cruel que sería que cumpliera en navidad jajaja", y meses después revelaron información oficial de que si, el cumpleaños de Kaiser es el 25 de diciembre! Juro por Dios, es la primera vez que le atinamos a algo así. Nos sentimos bien locos y esquizofrenicos JAJAJADato curioso:
En mis años escribiendo, solo he creado 2 fics que han tenido una duración larga capítulos. Uno de ellos duró 50 caps, y otro duró 44 más el epílogo y una extra especial.Éste sería el tercer fic que se está acercando o se va acercar a la cantidad de 40 caps, y aunque si tengo en mi mente como terminará la historia, no se cuantos capítulos se plasmará todo.
Hasta la próxima!
PD¹: quien sabe cuando vuelva a actualizar
Chapter 35: 34."Anhelar"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Isagi despierta al día siguiente, más temprano de lo usual y de inmediato se dirige al baño a hacer sus necesidades fisiológicas.
Al salir y lavarse su cara, se da cuenta de algo raro.
La habitación es más grande. La distancia entre su cama y el estante de libros son al menos diez pasos más de lo habitual, con intriga, baja a la primera planta del cuarto; jadea con asombro y abre bien los ojos al darse cuenta que en efecto, no sólo la habitación se ha hecho más grande lo que es, sino que ahora tiene una pequeña cocina, un horno de leña tradicional, con una alacena bonita y espaciosa junto varios productos llenándola así como utensilios básicos de cocina hechos tanto de madera y metal.
Claro, no hay microondas ni un horno convencional, tampoco un refrigerador ni tampoco otros electrodomésticos creados por muggles, pero lo que logra ver que hay al revisar es más que suficiente para hacerlo sentir feliz y emocionado, aunque también se siente como si estuviera en una novela de época histórica.
De todas formas, para eso está la magia, si hay algo que no pueda hacer por falta de algún electrodoméstico, como el refrigerio de las comidas o ciertos productos, la magia lo puede solucionar.
¿A ésto se refería Kaiser con que arreglaría las cosas?
Quiere hablar con él, sin embargo, éste no se encuentra en el cuarto así que debe esperar.
Por mientras, decide seguir investigando si algo más cambió en el enorme cuarto que ahora va pareciendo un departamento grande para dos personas.
Y en efecto, Kaiser no lo decepcionó. Hay una puerta extra en donde está la sala de estar. ¿Qué habrá ahí?
Esta abierto.
[...]
Decir que la relación con su madre es muy buena, no es el término correcto que buscaría. Kaiser no está seguro si realmente la quiere, apenas tiene un par de recuerdos de su niñez disfrutando pasar tiempo con la rubia antes de que está decidiera volverse mala. Estuvo bastante ausente en su adolescencia.
—¿Qué te impidió invadir Japón?
—Su defensa es muy buena.
Como es obvio, ella no le cree.
—Hijo, madre se siente decepcionada de que no le estés contando todo.—Suspira con lástima y fingiendo pesar en su corazón.
—¿Qué quieres saber?
Ella sonríe con malicia, jugando con su anillo de casada. Kaiser tiene conocimiento de que ése objeto es un horrocrux. Sabe que su madre hizo tres, más solo se tiene la ubicación o el paradero de dos de ellos.
—Sé que tienes a un Omega encerrado en tu habitación y la hechizaste para que no pueda entrar nadie más que tú.
Ah, realmente lo sabe.
—No quiero que nadie se acerque a él. No confío, éso es todo. Sólo lo estoy protegiendo.—hace una breve pausa, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. Su madre se da cuenta de la pequeña posesividad de su hijo de no querer que ningún otro Mortífago, ni si quiera ella que es su propia madre, se acerque al Omega que tiene en su habitación bajo un poderoso hechizo para que nadie entre. Como una burbuja.—¿Qué me delató?—Suelta curioso y pensativo.
—El sutil aroma de alguien más en ti, pero en realidad, es porque te vi cuando llegaste a la mansión. Cargandolo, escurriendo sangre y polvoriento. Tu mirada desesperada y temerosa de que pudiera morir, ¿era tu pareja, verdad?
Esa ocasión cuando lo trajo era de noche, incluso creo niebla temporal con un hechizo para que no fuese visto, ya que estos últimos meses la mansión es muy visitada por otros magos, pero al final, ella sí logró verlo.
—Tú lo has dicho, era mi pareja.
Alpha lo mira detenidamente. Kaiser ha perfeccionado que su apariencia no cambie por sus emociones o sentimientos. Ahora, no sabe exactamente cómo se siente él realmente ya que su cabello no cambia de color y usa un hechizo para controlar sus feromonas. Sin embargo, el tono de voz que ha usado casi lo delata.
Un tono frío y con resentimiento.
—Más tarde se llevará acabo una reunión con los Mortífagos.—Comenta la mayor para cambiar de tema, su hijo suspira y finge interés.
—¿Sobre qué?
—Matrimonio. Como sabrás, la sangre pura escasea cada vez más. Estamos haciendo una cuidadosa selección para que las familias emparejen a sus descendientes.
—A éste paso, en un futuro terminaremos casándonos entre primos.
Su madre forma una mueca en sus labios, su hijo luce despreocupado ante al tema.
—Esto es serio, Michael.
—Yo hable en serio.
La rubia suspira, irritada, continúa hablando.
—Sé que en algún futuro solo nos quedará emparejar a nuestros bisnietos con magos mestizos. Pero con la ambrosía en nuestro poder, será más fácil vivir por siglos o hasta milenios y nuestra sangre perdurará, nuestro legado, ya que no moriremos.
—¿Cuál es el punto?
—A Alpha no le gusta los matrimonios arreglados. Pero las elecciones son escasas. ¿Con qué familia prefieres emparentarte?
Kaiser le parece curioso y raro que su madre siga teniendo la manía de hablar en tercera persona, sobre todo a su edad. Y recordar que él cuando era niño también tenía esa manía pero fácilmente superó esa etapa después de los diez años. Se pregunta con intriga si acaso sus hijos también tendrán esa manía. Imaginar aquello le genera escalofríos.
—¿Cuáles opciones hay?
—Los Chevalier, Mikage e Itoshi. Estas familias tienen a su disposición a un Omega joven y soltero.
—¿Qué no los Omegas Mikage e Itoshi desaparecieron?—Recuerda con seriedad. No estuvo en el momento exacto en que pasó pero si había oído ese chisme y ya han pasado varias semanas de aquello.
—Seguimos en su busquedad, creemos que de alguna forma Jinpachi Ego se los llevó al mundo muggle bajo no se que amenaza.
—¿Y cómo sabes que no huyeron bajo su propia voluntad?—Sugiere con ironía, a lo que su madre entre cierra los ojos y oscurece su expresión.
—No tendrían porque huir.—Afirma segura de sus palabras, con un aura amenazante.
Kaiser no piensa igual que ella, pero prefiere no contra decirla por lo que le da la razón. Ella cambia de expresión a una más amable y sonriente.
—¿Ya decidiste con quién te gustaría casarte?
Michael no responde, porque ninguno de los Omegas que le dan a escoger le gusta. No quiere estar con ninguno de ellos, no quiere estar con alguien. No se siente con la capacidad de volver a enamorarse desde lo que le pasó.
Al bajar al gran salón donde se reúnen con los padres de las familias aliadas, todos felicitan a Michael por su cumpleaños número veintisiete, trayendo regalos para la ocasión, felicitandolo y deseándole una prospera como larga vida junto a una abundante familia.
Aquello no le provoca felicidad ni ánimo, no cuando recuerda con amargura a la única persona con quien había deseado, soñado tener una familia. Aquella que lo traicionó y le oculto cosas tan importantes, y luego, lo abandonó. Sigue preguntándose hasta el día de hoy si de verdad Isagi realmente lo amó, ¿qué siente ahora por él?
Por cortesía, sonríe con educación y hace un brindis agradeciendo las felicitaciones y los regalos, añadiendo un discurso donde afirma que el mundo muggle caerá mucho antes que el mundo mágico, y sólo es cuestión de meses o menos para que lo dominen.
Ya no tienen que ocultar quienes son, ellos son lo más fuertes y poderosos, y los débiles deben obedecerlos o si no morirán.
También agrega que desea con todo su corazón, muy pronto tener a alguien con quien enlazarse y que dé a luz a muchos de sus bebés.
Alguien perfecto para él.
[...]
Al entrar a la habitación, admira en silencio y de manera seria a Isagi comiendo. Al parecer preparó comida y huele delicioso. Tan casero y típico de su región.
—¿Y mi parte?—Cuestiona curioso el alemán, tomando asiento en la otra única silla libre.
A pesar de que le lleno de cubiertos uno de los cajones de la estantería, de alguna forma él mismo hizo unos palillos de madera iguales a los que se utilizan en su región.
—¿Ah?—Parpadea confundido.
—¿No me hiciste a mi también?
—No, sólo me hice a mi.—contesta encogido de hombros, para después darse cuenta que Kaiser le quita su plato de comida y se come lo que ha dejado.—¡no te comas mi comida!
—No es justo, ¿por qué no me cocinas a mi también?
—No tengo porque cocinarte.
En realidad, preparó suficiente comida para dos personas, pero Yoichi sólo tenía planeado ser el único que la consuma. Se aclara la garganta y retoma el uso de la palabra.
—Por cierto, gracias por el pequeño huerto que hiciste. Hay mucha variedad de frutas y verduras.
Aquella puerta desconocida y nueva en la habitación que encontró en la mañana, resultó ser una puerta a la entrada de un huerto. No sabe si ese huerto ya existía o de alguna forma Kaiser hizo uno nuevo en tan poco tiempo, pero realmente le entusiasmo.
—¿Sabes cómo cuidarlo?
—Saque excelentes notas en herbologia. Se tanto lo teórico como lo práctico.—presume con orgullo, inflando su pecho, para después recordar cierto detalle que lo tiene inquieto y necesita sacar.—Hay algo que me gustaría hablar contigo.
—¿Qué es?
—Es una duda que tengo. Hace años, cuando te acompañe al Ministerio de Magia el cual fue atacado por Dementores...—Comienza a contar, recordando los hechos de aquel día.
Le da escalofríos de tan solo imaginar volver a toparse con un Dementor.
—¿Esa vez que nos encontramos a mi madre?
—Si, esa vez.
—¿Qué tiene?
—Para alejar a los Dementores conjuraste un hechizo difícil. Ness me había comentando una vez, que ese hechizo se te complicaba demasiado porque tú no guardabas algún recuerdo feliz para poder conjurarlo.—Explica con esperanza de que Kaiser no se moleste al recordar algo de su pasado.
Mirando al rubio, éste luce tranquilo y serio, analizando la explicación de Isagi mientras sigue 'robandole' su comida.
—Correcto.
—Pero esa vez, lo lograste. Me gustaría saber, ¿en qué pensaste para poder conjurarlo?—Pregunta con gran intriga e interés genuino.
De hecho, quiso preguntárselo en su momento, pero justo Alpha hizo presencia esa vez, luego discutieron, después pasó lo del pacto y terminaron, por lo que Isagi jamás tuvo la oportunidad de preguntárselo y se quedó con la gran duda durante estos años.
Kaiser lo piensa detenidamente, mientras se llena de la deliciosa comida preparada por el japonés. Debe admitir que llegó a creer que Isagi no sabía cocinar, así que ya se había hecho a la idea en su momento que el mismo sería quien prepara sus comidas de entre los dos.
—Pasaron varios recuerdos en mi mente.—comienza a contar Michael, limpiándose con elegancia la comisura de sus labios con un pañuelo. Isagi lo observa con una expresión graciosa en su rostro.—Uno de ellos, para ser más especifico, fue aquella vez que Alexis, tú y yo encontramos el espejo de Oesed.
Yoichi lo recuerda perfectamente, casi se perdieron entre pasadizos secretos del colegio y dieron con dicho artefacto mágico. Éste espejo es particularmente especial porque refleja y muestra el más profundo deseo y anhelo de la persona que se mira en él.
Recuerda que Alexis dijo que lo que veía es que por fin su familia descubría la verdad sobre los brujos, magos y Hogwarts, y que también lo aceptaban tal cual, por fin lo querrían. Isagi en cambio, se vio ganando una copa mundial de Quidditch en un futuro no tan lejano. Y cuándo tocó el turno de Kaiser, éste al principio no quiso revelar lo que vio, posiblemente por pena, y días después luego de que Isagi insistiera tanto, confesó que veía lo mismo que Isagi, celebrando y ganando la copa del mundo mágico.
Pero, de ser cierto eso, ¿por qué le costó al principio decir eso? No tiene ningún sentido.
—Dijiste que habías visto que ganabas una copa del mundo del Quidditch. —Recuerda Isagi, haciéndose la sospecha que tal vez Kaiser pudo conjurar el Expecto Patronum porque recordó haberse visto en el espejo como el campeón mundial del Quidditch.
Pero para su sorpresa, el alemán lo niega, admitiendo:
—Mentí.
Isagi frunce la frente y forma una mueca en sus labios, confundido, pregunta:
—¿Qué viste en realidad?
—...
—Michael, dime que viste.
Kaiser duda en decirlo. No sé sabe porque. ¿Pena?¿miedo?¿preocupación? El mayor se rasca su cuello y lanza un profundo suspiro, desviando la mirada.
—Me vi contigo.
—¿Qué?
—Ésa vez, me vi junto a ti vestidos con trajes de boda.
—Oh, eso es...—Isagi balbucea sin saber que decir ni como reaccionar al respecto. Tal vez haber escuchado eso salir de los labios del rubio ha sido demasiado para él.
Posiblemente porque sabe que el espejo refleja el mayor deseo de la persona, su más grande anhelo. E Isagi de tan solo pensar que Kaiser se vio así mismo en ese espejo con él a su lado y casándose, lo llena de ternura y otro sentimiento difícil de explicar. Sus mejillas se sonrosan y sigue escuchando como el Alpha sigue expresándose.
—También tuve varios recuerdos de mis días contigo en Hogwarts, cuando me salvaste en el Torneo de los Tres Magos y me dijiste que yo era lo que más querías. O cuando fui a tu casa en Japón y volamos en escoba por la noche. Y cuando me dijiste que querías formar una familia conmigo para jamás sentirme sólo en la enorme mansión,—comienza a enumerar con completa naturalidad y una expresión tranquila en su rostro, todo lo contrario a Isagi quien se siente nervioso y confundido por sus propios sentimientos.— Todos esos recuerdos me hicieron tan feliz hasta el punto que pude conjurar el hechizo. Y hasta el día de hoy, los atesoro.
—...
Isagi está perplejo, se lleva una mano al pecho sintiendo un estremecimiento inesperado, un jadeo corto escapa de sus labios cuando es invadido por la sorpresa. Su corazón da un vuelco y luego empieza a latir más rápido. Sus ojos los mantiene tan abiertos que comienza a preocupar al mayor por su expresión y silencio.
—¿Estás bien?
No, no estoy bien.
Le duele hasta cierto punto haber escuchado lo que para Kaiser es la felicidad, aquello que le provoca alegría y en cada uno de esos recuerdos está él.
—Debo ir al baño.—Se excusa con torpeza, bajando la mirada para ocultar sus ojos con su largo flequillo, sus manos tiemblan de los nervios y no es capaz de mirar a Michael a los ojos.
Isagi esta perdido, totalmente perdido. Sus piernas flaquean en el camino y su corazón no dejar de latir con tanta fuerza que siente que se saldrá de su pecho. Sus mejillas calientes y rojas junto su respiración agitada lo está volviendo loco.
Al llegar al baño y encerrarse, se moja con el agua fría del lavamanos mientras piensa que debe hacer para calmarse.
Porque su corazón no deja de latir furiosamente, Kaiser lo volvió hacer y lo detesta por eso.
Creía haberlo superado, aún siente gran furia al recordar lo que pasó entre los dos.
Se supone que debe aborrecerlo luego de lo que le hizo hacer hace años, pero siente que si lo vuelve a ver los ojos, lo atacará ferozmente. Querrá besarlo hasta el cansancio, enredar sus manos en su grueso y largo cuello, luego deslizar sus dedos en su largo y suave cabello dorado para después hacer el amor con él.
Oh mierda .
Isagi se siente tan avergonzado, siente algo escurrir por su trasero, se baja los pantalones con pena y temor, al igual que la ropa interior y se da cuenta que está mojandose.
Su interior quema y su estómago hace cosquillas cada que recuerda el rostro de Michael durante la cena acompañado de esas deliciosas feromonas a esencia de vainilla. Verlo hacer ademanes cuando explica algo con esas enormes manos que le gustaría que encajara en su culo, le gustaría chupar esos dedos mientras se imagina que le está chupando otra cosa.
No puede entender porque se siente así cuando ni siquiera está en celo. No debería sentir esa clase de sentimientos por Michael Kaiser.
El primer amor siempre es el más difícil de superar.
¿Qué debería hacer Isagi Yoichi?¿Seguir negando estos sentimientos y tratar de olvidar lo o aceptar lo que siente y tomar la iniciativa de estar con él?
Notes:
Palabras: 2,725
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Viernes 21 de marzo del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
No se que tan cierto sea que hoy es el día del orgullo Slytherin. Así que desde el bufete donde estoy ahora ando actualizando aprovechando el tiempo libre que tengo.Nos vemos!
Chapter 36: 35."Disculpas"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Ambos se habían conocido en pleno vuelo en sus escobas, después de que hayan sido seleccionados los alumnos de las diferentes escuelas en el Torneo de los Tres Magos de aquella época.
Alice hablaba sobre como le enojaba que no la aceptaran en el equipo de Quidditch de la escuela solo por ser una Omega cuando es lo suficientemente capaz como cualquier otro Alpha o Beta, mientras que Noa escuchaba en silencio cada una de sus quejas, maravillado por la belleza y expresiones de la rubia. Por eso y más, no dudo en invitarla al baile de navidad como su pareja.
Ella acepto encantada y gustosa. Noel Noa es el único chico de su edad que ha llamado su atención bastante.
Esa noche uso un precioso vestido blanco pegado a su cuerpo para hacer resaltar sus atributos, a su edad tiene un cuerpo bastante desarrollado sin perder su toque juvenil, con un collar de perlas de su madre, joyería lujosa, pequeños diamantes incrustados en su vestido y zapatillas de cristal. El blanco en ella encajaba tan bien, lucia como si estuviera rodeada de nieve y su cabello ondulado le proporciona una belleza única que encanta a la gente a su alrededor.
La noche del baile llegó, todos prestaban suma atención a las parejas de los magos seleccionados en el torneo. La más llamativa, por supuesto, es la de Alice y Noel, dos estudiantes de escuelas diferentes pero ambos siendo de sangre pura con un futuro prometedor.
Esa noche, él le compuso una canción que hablaba sobre un pequeño tren y la emoción de volverlo a ver. Alice quedó perdidamente enamorada de la sinceridad del albino y su forma de amarla mientras se entregaban al baile de navidad, y le prometió que esa canción la cantaría con amor a sus futuros bebés.
—Si mis hijos no llevan tu apellido, entonces llevarán tu nombre.—Se confesaron al oído con adoración y fidelidad.
Alpha despierta de su pequeña ensoñación con cierta conmoción y vacío, sudoración fría. No puede creer que se haya perdido entre sus pensamientos en medio de su relajantw baño de agua tibia, recordando sus días de juventud. Ya estaba por olvidar porque se enamoró del padre de Michael en primer lugar, pero recordar como éste no la apoyo en sus ideales le enfurece.
Puedes amar con locura a una persona y ésta te puede corresponder hasta que haces algo que no le parece y te deja. Podrá seguir amándote, pero no lo suficiente para dejar el mundo por ti.
Pero todos estos sentimientos que sintió por él, por fin los ha desechado, ¿verdad?
[...]
El señor Issei Yoichi lleva alrededor de dos meses en el calabozo de la familia Kaiser junto a otros magos que no murieron en la guerra ni los Mortífagos los asesinaron en su momento, los tienen encerrados. Al ser un sangre pura, le hicieron la propuesta de unirse a ellos, pero éste obviamente se negó, así que lo encerraron.
Sin embargo, el trato con él es notoriamente diferente al resto de magos encerrados, tanto en agresiones como sus comidas, y no es precisamente por ser sangre pura o porque Alpha haya querido, sino por una orden directa que dio el mismo Michael Kaiser al recordar al amable señor que lo acogió en su casa y le permitió estar con su hijo en su momento.
No han tenido trato directo con él todavía, pero Kaiser ha dado instrucciones específicas de que no quiere que lo amencen, torturen y desea que coma saludable a diferencia de los otros magos encerrados.
Issei por supuesto ha notado el trato preferencial hacia su persona, pero no entiende el porqué son así con él. ¿Será por qué son un poco amables al ser una persona ya de la tercera edad? Podría ser, pero también hay uno que otro mago encerrado ahí que también tienen su edad y no son tan benévolos con ellos.
De todas formas, le gustaría comunicarse con su familia, aunque sea solo una carta. Hace varios días que no se comunica con ellos y no quiere que piensen que ha muerto.
Por otro lado, quien siempre ha sentido bastante curiosidad por saber el porqué su hijo está siendo tan amable como uno de los prisioneros, es la madre de Michael.
Antes de que su hijo regresara a su habitación que está hechizada para que nadie más pueda entrar que no sea él, éste se acerca a ella y le cuestiona:
—¿Tú sabes el secreto que padre me ocultaba?—Lleno de intriga, mira inquisitivo a su madre, quien sólo se encoge de hombros.
—¿Cuál de todos?
—Él decía que me protegía al guardarselo.
—Uhm, Alpha tratara de pensar a cual te refieres.—Hace una pequeña mueca en sus labios, haciendo memoria.
Noel Noa siempre fue un hombre misterioso lleno de secretos, analítico y feroz a su manera. Todo lo que hacía según era para proteger a su hijo de la maldad del mundo. O de ella.
—¿Puedo confiar en que sí me lo dirás y no te callaras?—Insiste Kaiser, a lo que Alpha esboza una sonrisa cínica y llena de diversión.
Kaiser toca inconsientemente su cuello, donde está su tatuaje de rosas, se rasca pensativo ante la atenta mirada de su madre, quien curiosa, se da cuenta que nunca le preguntó a su hijo el porqué se hizo un tatuaje tan grande y porque escogió específicamente ese diseño y esa zona de su cuerpo. Como si quisiera cubrir algo.
Ah, es verdad, desde niño yo le contaba sobre la ambrosía. Piensa incrédula.
—Yo no soy igual a a tu padre.—dice con firmeza y seria. Suspira y decide cambiar de tema.—Por cierto, escuché que fuiste al mundo muggle disfrazado para comprar unos dulces. ¿Por qué?
—No son para mí.
[...]
Isagi ha tardado un largo tiempo encerrado en el baño, Kaiser suspira y saca de su túnica los dulces que consiguió para el japonés, pensando en dejarlo en la mesita de noche cerca de la cama en el segundo piso de la habitación. A punto de marcharse, Isagi sale del baño con un rostro y cabello mojado, e intercepta al Alpha.
Kaiser percibe cierto cambio de olor en las feromonas del Omega cuando esté sale del baño. Son más dulces y fuertes, ligeramente picantes. Pero no un picor que delata enojo o amargura, sino, un picante de cuando alguien está excitado.
El Alpha sacude su cabeza con fuerza, regañandose así mismo por siquiera pensar en tal incoherencia. No tiene sentido que Isagi se haya encerrado en el baño por estar caliente, no hay motivo para que lo esté. No está en celo, aunque tampoco está seguro de cuando es su ciclo de calor.
—¿Ya te vas?
Isagi lo arrastra de regreso a la cama, tumbando lo, con una expresión seria y llena de determinación.
—Pensé que ya no querrías verme.
El azabache niega tímidamente, y antes de poder articular alguna sola palabra, se da cuenta de una pequeña bolsa blanca amarrada en un listón al costado de la recamara.
—¿Qué es ésto que dejaste en la mesita de noche?
—Kintsuba.
—¿Kintsuba?—Parpadea repetidas veces expectante, abriendo la bolsa y observando su contenido con ilusión que rápidamente se transforma en deseo.
—Son tus favoritos, ¿no?
—¿Todavía te acuerdas?—Pregunta con gran sorpresa, tomando un par de piezas y comiendo las. Disfrutando del sabor que invade su paladar. Casi quiere llorar, ha pasado al menos un año desde la última vez que comió kintsuba.
—Recuerdo que una vez en Hogwarts me dijiste que cada vez que yo te hiciera enojar, debería darte estos dulces.—Expresa con nostalgia, dejando pensativo al nipon quien se sienta a su lado.
Para conseguir kintsuba necesita ir a Japón. Pero Japón tiene un campo de protección mágico para proteger al país de los Mortífagos, e Isagi está seguro que Kaiser es uno de ellos siendo obligado por su propia madre, porque se niega a creer que el rubio se unió al bando de esa mujer por voluntad propia.
—¿Cómo los conseguiste?¿fuiste a Japón?
—Algo así.
El japonés frunce el ceño inseguro por esa respuesta. Recuerda de inmediato su pasado con Kaiser, los buenos y amargos momentos, pero sobre todo, la sangre que derramó por él.
—Cuando me hiciste obligaste a hacer ese pacto, me enoje mucho contigo.—admite con resentimiento. A pesar de que hace unos momentos sintió tanto deseo y amor por querer besar al Alpha, no puede olvidar fácilmente el porqué rompieron su relación hace tantos años. Todavía siente injusticia y dolor al recordar ese momento de tensión y desconfianza que le hizo pasar Kaiser.—¿Por qué no me diste kintsuba después de eso?¿por qué no intentaste reunirte conmigo otra vez y hablar las cosas?—Cuestiona herido y con tristeza.
El mayor no responde de inmediato, se queda pensando y luego contesta con un sincero:
—Lo siento.
—¿Qué?—Incrédulo, el japonés lo mira vacilante, observando con detalle la mirada del Alpha perdida.
Michael si pensó en más de una ocasión en seguir a Isagi, en buscarlo y rogar por su perdón. Pero entre el fuerte orgullo y las frías como amenazadoras palabras de Yoichi de "no te acerques más a mí" lo detuvieron. No quería hacer algo que el Omega aborrecía en esos momentos, y eso fue ir a buscarlo. Tuvo miedo de ganarse más su odio.
Aprieta sus nudillos, deja de contener la respiración y continúa hablando con seriedad.
—Perdóname, Yoichi.
—...
El nombrado está perplejo, debe admitir que jamás hubiese esperado unas disculpas por parte del alemán. Ni siquiera es capaz de seguir comiendo kintsuba por prestar atención a las palabras del mayor.
—No justifico mis acciones. Actúe impulsivo y egoísta, realmente fue muy inmaduro de mi parte. Sólo que saber que mi padre me engaño y mintió en muchas cosas, enterarme de la verdad de mi madre, sobre mis orígenes, todo fue demasiado para mí. Sentía que no podía confiar en nadie, solo en ti. No debí orrillarte a eso, de verdad, lo siento mucho.
Su confesión es sincera y cargada de tantos sentimientos. El arrepentimiento, la amargura, la nostalgia y la culpa. En su mirada, en aquellos preciosos ojos azules cristalinos, puede notar lo mal que se siente, sabe que cometió un error, que fue imprudente, impulsivo.
Aunque esas disculpas tardaron mucho en llegar, se entiende que hubo circunstancias que no les permitieron estar juntos pronto. Reencontrarse fue muy difícil desde que se desató la guerra en el mundo mágico, la distancia de ambos brujos ya que ambos viven en mundos diferentes, muchas cosas se complicaron para que los dos pudieran reunirse nuevamente.
Isagi se siente tan conmovido, y de inmediato una mezcla de alivio y comprensión lo invade. Porque para el Omega que seguía tan indeciso sobre que hacer con sus sentimientos, sobre ocultarlos o tomar la iniciativa, escuchar a Michael Kaiser disculparse de corazón, es todo lo que quería oír. Siente una sensación cálida recorrer su pecho y su corazón latir lentamente, aceptando las disculpas del Alpha.
—Yo también tengo la culpa, sino te hubiera ocultado algo tan importante, jamás hubieras reaccionado de esa forma.—Acepta con madurez Isagi, todavía embobado con la expresión del rubio.
—¿Aceptaras mis disculpas?
Antes de que Isagi pueda responder aquella pregunta, el Alpha cambia de forma y salta encima del Omega, haciendo que la túnica que usara parezca una simple manta, causando que esté tambalee fácilmente y caiga de espaldas a la cama.
Yoichi abre bien los ojos con gran sorpresa y adoración. Admira los largos bigotes del felino, su abundante y suave pelaje dorado, el aroma a vainilla inunda su olfato, el pelaje luce tan esponjoso y abrazarle que inunda su corazón de alegría y emoción. Michael se ha transformado en su gran debilidad y no evita sentirse en el cielo.
—Esto no es justo. Sabes que no me puedo negar en está forma tuya...—Admite con un ligero rubor en sus mejillas con fingida molestia, observando como las patitas delanteras del hermoso animal amasan su vientre de forma adorable.
Kaiser se ha convertido en su Azure. En su hermoso gato, hace tantos años que no lo ve en su forma de felino, la primera forma en que conoció al alemán fue en está, le llena de tantos recuerdos y nostalgia que hacen calentar su corazón.
El felino se acurruca en su pecho, acomoda suavemente su cabeza en su cuello, debajo de su barbilla. Está tan caliente que Isagi se derrite de amor y cariño.
—Kaiser, ¿todavía sientes algo por mi?—Le pregunta ligeramente adormecido.
Sólo recibe un largo ronroneo del felino, Yoichi no sabe como tomarse aquello, no habla idioma gato. Sólo sabe que el gato es enorme, lo aplasta pero tampoco es demasiado pesado, aun así, es adorable ver de nuevo a Azure. Todo un gato adulto.
—Quiero que vuelvas a tu forma original.—Pide el Omega, observando como el felino se aleja un poco de él más no se quita encima suyo, y en cuestión de segundos todo ese pelaje dorado se vuelve cabello y piel desnuda.
El nipon jadea con sorpresa al ver el cuerpo desnudo del Alpha. Se le había olvidado que, cuando el alemán se transforma en algún animal, no tiene ropa encima, así que cuando regresa a su forma original, obviamente estará desnudo.
Su torso, esbelto pero definido, sube y baja debido a su respiración agitada, como si la cercanía entre ambos cuerpos y el haberse transformado de regreso a un humano lo hubiese cansado un poco, sus pectorales y abdominales marcados con líneas precisas que se acentúan bajo la luz de la habitación.
Lo que captura la atención de los ojos del Omega es su mandíbula, firme y bien estructurada, delineada con la intensidad de su concentración. Sus labios, entreabiertos para tomar aire, apenas revelan la presión del esfuerzo, el japonés siente nervios de querer ver más abajo de la cintura del Alpha.
—¿Qué me quieres decir?—Pregunta Michael curioso con una expresión seria. Ignorando el hecho de que por la posición en la que está su hombría cuelga y su glande se presiona contra el ombligo de Yoichi.
Isagi sonrojado, rodea el largo cuello de Kaiser con timidez al principio, lo acerca hasta él para reducir el espacio hasta que sus respiraciones chocan, se inclina levemente hacia adelante para acortar la distancia entre ambos hombres, entre ambos magos de sangre pura. El rubio, incrédulo como bastante sorprendido por la iniciativa del japonés, mira con deseo los suaves y regordetes labios del Omega hasta que se unen con tantas ganas.
Mgh, tan bueno. Un gemido se ahoga en la boca del otro, desconociendose a quien pertenece realmente.
Kaiser saborea, chupa y succiona la lengua de Isagi, luego acaricia el interior de su mejilla y después continúa besándolo con tanto fervor que ambos se retuercen en el colchón de la cama, una mano del Alpha viaja hasta la cintura del azabache y la otra se posa sobre la mejilla del menor.
Yoichi está tan sonrosado por el beso, sus labios apenas pueden seguir el ritmo del demandante beso del mayor, saborear la lengua del Alpha, feroz y larga lo hace gemir, incluso siente un calor alojarse en su vientre y extenderse por sus extremedidades, su agujero comienza a hormiguear, caliente y pulsante. Sus dedos pasan desde la nuca del Alpha recorriendo su piel con una caricia suave y lenta, casi reverente hasta enredarse en sus largos cabellos rubios, lo desarregla para darle un aire salvaje y fresco al mayor. Deseando desgreñarlo y nunca soltarlo.
Cuando se separan después de un largo rato donde sus bocas y lenguas de exploraron, Isagi siente sus labios humedecidos e hinchados. Su respiración agitada, su corazón late con fuerza, acompañado de una sensación de plenitud, dicha y cariño, una calidez reconfortante se extiende por todo su pecho mientras sus pensamientos y deseos se centran en una sola persona.
Isagi se excita al ver al rubio sobre él, con sus gruesos labios entre abiertos, aquellos que recién beso y disfruto, sus ojos azules claros fijos en él con una mirada llena de emoción.
Gran recordatorio de que Kaiser no lleva ropa puesta, sólo los separa la pijama que lleva puesta el japonés.
—¿Te gusto el beso?—Pregunta insistente, desesperado por saberlo.
Kaiser suspira divertido e incrédulo. No esperaba que eso seria lo primero que saliera de la boca de Isagi luego de besarse con tanta intensidad.
—¿Por qué preguntas eso?
Yoichi frunce los labios inconforme, como si algo le molestara.
—No sé si te gustó, el color de tu cabello ya no cambia. ¿Cómo puedo saber que realmente fue bueno?
Isagi está confundido y frustrado, extraña cuando antes se besaban por el puente cubierto o escondidos en los árboles del patio de Hogwarts y el cabello de Kaiser cambiaba de rubio a un bonito e intenso color rosado. No está seguro de si realmente el alemán disfruto del contacto íntimo y húmedo de sus lenguas o sólo fue para pasar el rato.
—Aprendí a controlar mis emociones, o al menos a que mi cabello no delate fácilmente como me siento.—Explica brevemente, pero a Isagi no le gusta eso.
—Pero, a mi me encantaba mucho ver el color de tu cabello cambiarse cuando sentías algo sincero y fuerte.
—¿Cuánto te gustaba?
—Mucho.
—Sé más especifico.—Sonríe con interés, sin dejar de mirar los labios del Omega.
Yoichi lo piensa detenidamente, reúne valor y confiesa:
—Hasta el punto de que quería que nuestros hijos heredarán ése rasgo tuyo.
A Isagi no le hubiera molestado ni avergonzado que sus futuros cachorros con el Alpha hubieran heredado el gen de metamorfomago, los hubiera adorado tanto, porque hubieran sido una parte de Kaiser.
La sorpresa en los ojos de Michael es genuina y enorme al oír aquella inesperada confesión que delata el amor que sentía (o siente) Isagi, hasta el punto que el menor preocupado, se altera de que tal vez asusto a Kaiser por la honestidad de sus palabras, se siente nervioso y angustiado, ¿tal vez ha sido muy intenso con esa confesión?
La perplejidad en el rostro de Kaiser dura medio minuto, cambia a una sonrisa maravillada, relaja sus cejas vuelve a cortar la distancia entre ambos.
—Sigue besándome hasta que me hagas sentir tan amado, Yoichi.
Kaiser lo vuelve a tomar, su boca es un mar de sensaciones y gemidos llenos de deseo como de adoración, Isagi pasa las yemas de sus dedos por el torso desnudo del Alpha, acaricia sus bíceps, sus fuertes pechos y recorre su espalda, aferrándose a ella con tanta pasión.
Un hormigueo agradable recorre su piel con cada roce de Yoichi, cuando sus manos lo acarician con posesión. Kaiser no puede controlarlo más, desprende a Isagi de su pantalón con rapidez y desesperación. Entonces, observa un detalle encantador.
El Omega no usa ropa interior, y ha dejado su pantalón empapado de su lubricante.¿Acaso se mojo por solo besarse?¿por la acumulación de feromonas?
—¿Tanto te excite, Yoichi?—Pregunta con un tono de voz ronco, cargada de deseo y una excitacion creciente que se va acumulando en su miembro.
El nombrado se avergüenza un poco, pero está tan caliente como para echarse para atrás. Desafiante, le contesta al alemán:
—Compruébalo.
Dios, Kaiser está duro. Isagi se abre de piernas y deja que el rubio se acerque a él, a su intimidad. Puede ver su agujero mojado y palpitante, deseando que lo abran y lo tomen. Los pliegues de su anillo de carne se ven resbalosos y jugosos, es una vista que Michael no puede ignorar.
—Qué zorra, Yoichi, estás mojadito. ¿En que pensaste mientras te besaba?
Isagi lo desea, en sus ojos se puede ver cuanto desea que lo follen, que lo llenen hasta el cansancio. Está claro que quiere provocar al mayor.
—En tener tu nudo en mi.
Si, definitivamente Kaiser lo arruinará. Lo rellenera y eyaculara hasta que del culo de Isagi se desborde su semilla. ¿Cómo se atreve Yoichi a seducirlo de tal manera? Diciendo esas palabras, deseando cuanto imagino tener el nudo del Alpha mientras se besaban. La verga de Michael está lista para hundirse en su interior hasta golpear su útero.
—¿Me amas, Yoichi?—Pregunta jadeante el rubio, masajeando alrededor de la entrada del japonés. Sin perder de vista ni un solo gesto del menor.
—Si.
—¿Cuánto?
—Si mis cachorros no llevan tu apellido, entonces llevarán tu nombre.
Es tan perfecto.
Notes:
Palabras: 3,390
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 30 se marzo del 2025
Au: Hogwarts-Omegaverse
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Creo que no hace falta decirlo, pero es obvio que en el siguiente cap ya hay escena explícita de sexo.Nos vemos!
Chapter 37: 36."Basorexia"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Las feromonas de Isagi se vuelven más prominentes. Es cálido y dulce, una nota amaderada bastante intensa y exquisita acompañado del tenue olor a libro.
Yoichi sólo puede retorcerse de placer al sentir la lengua larga y húmeda de Kaiser frotándose en su anillo de carne, moviéndose con fuerza, mientras el japonés se sostiene de la cabecera de la cama con solidez, regrestregando con firmeza su trasero encima del rostro del Alpha quien con anterioridad le había dicho que no se esforzará demás al usar el brazo 'herido', quien con sus enormes y toscas manos los sostienen con vigor de sus suaves glúteos, abriéndolos para exponer su agujero palpitante y apretado, embistiendo con su lengua, saboreando el dulce néctar que sale de él, jugos resbalosos, transparentes y de una textura única que es similar a la saliva.
Isagi jadea y gime sin la posibilidad de contenerse, sus piernas a duras penas se mantienen firmes y sin evitarlo, chorrea sus jugos en grandes cantidades por la boca hasta que se derraman por toda la quijada del Alpha y descienden hasta su cuello como si fuesen sudor.
El japonés se detiene, alejándose de la boca de Kaiser antes de que esté lo lleve al orgasmo. Hace toda una maniobra para bajarse de la cara del rubio y sentarse encima de sus piernas, regulando su respiración antes de poder continuar. Claro que, para alguien como Kaiser quien luce desesperado de atención y con temor de que el Omega se haya arrepentido de llegar hasta el final, lo toma de sus brazos y lo atrae hacia él, abrazándolo y llenándolo de calidez, de sus feromonas.
El aroma a vainilla con el toque picante de canela es irresistible, el rostro de Yoichi se empapa del suave y erotico aroma a feromonas del mayor, lo embriagan, lo hacen sentir muy bien.
Su aroma es fuerte, es varonil.
Isagi se siente un poco perdido pero al mismo tiempo a gusto, disfrutando de la sensación de ser abrazado por el desnudo cuerpo caliente del Alpha, por oler su aroma tan cerca e íntimo.
Me excita tanto que me abrace así.
Que brazos tan largos, tan fuertes y musculosos, vigorosos rodeándolo de manera protectora, sus pupilan se dilatan ante la fuerte exposición de feromonas y el calor de los brazos del alemán, un rubor se extiende por sus mejillas mientras su respiración se vuelve lenta y pesada, como si hubiera corrido un maratón.
—Michael, por favor, besame.—Suplica Isagi, y casi de inmediato, el nombrado acepta su petición con emoción.
Un hormigueo se atraviesa por el vientre del Omega, siente ligeros espasmos recorrer desde su espalda hasta su cuello mientras su lengua se encuentra con la de Kaiser nuevamente. Sus bocas se toman posesivas como si antes no se hubieran tocado, sus lenguas se saborean y los dos disfrutan del placer que les provoca el solo acto de besarse así: con una emoción insaciable y exploradora, una intensidad apasionada, ardiente y desbordante, algo que se prolonga con persistencia, lleno de una pasión y un amor que no pudieron profesarse en tantos años y sus cuerpos tanto anhelaron, sus respiraciones ahogándose en el dulce beso de estos dos amantes.
Apenas sus bocas se separan, sus lenguas hormiguean extrañando el contacto recién, dejando un sabor profundo y vibrante que hace latir con furia sus corazones, un delgado hilo de saliva conecta sus labios como si fuese un indicio de algún crimen.
Isagi no lo resiste más, no puede dejar que Kaiser haga todo, así que decide inclinarse y bajar hasta la hombría del Alpha. Primero olfatea desde su torso hasta la pelvis, ignorando de manera sensual y tortuosa según el alemán, la enorme extensión venosa erecta que se hincha con cada pausada respiración que choca con su sensible piel, tan peligrosamente cerca.
Yoichi sin duda no puede esconder por más tiempo la sorpresa, el impacto y la emoción de ver el pene del rubio con más detalle. Definitivamente es diferente a la última vez que lo hicieron hace más de seis años, no solo en la longitud, sino también en el grosor, en la forma en sus venas se marcan y el fuerte aroma que emana.
Está semi erecto, aún le queda un camino por recorrer para que esté llegue a su máximo tamaño.
No duda en repartir un gentil e "inocente" beso en la glande, la cabeza del miembro viril parece un hongo, amplio y punzante, la cual esta desbordando un líquido baboso que aún no es semen, tentado, Yoichi desliza su lengua alrededor de ésta, saboreando el sabor de la carne al contacto con su lengua. Es salado, carnoso y definitivamente tiene un olor potente que es imposible de ignorar, Isagi lame alrededor de la piel, escupe tanta saliva para que está se deslicen en todo el tronco grueso para que se vuelva resbaloso. La polla del Alpha comienza a ponerse dura, rígida, su miembro levanta la cabeza dejando al descubierto sus gruesas venas, es tan larga que llega más allá del ombligo, su pulso es tan intenso que late con fuerza la columna de carne. Una poderosa ereccion que luce deliciosa y que el japonés con solo verla y saborearla, con sentirla tan pesada y dura hace que su ano palpite excitado, que su culo vuelva a mojarse mientras desea con tanta intensidad sentir la hombría de Kaiser enterrada tan profundamente en su vientre hasta ver las estrellas.
—¡Mgh!
Sus labios se expanden alrededor de la vigorosa polla, chupa, traga y succiona. Un pene tan grande y gordo abusa de su boca de manera casi violenta, Isagi aguanta las arcadas, siente el pene del Alpha golpear su garganta, los gemidos salen ahogados y Yoichi está tan concentrado en hacer una rica felacion que ni siquiera se da cuenta de la forma en cómo lo mira Kaiser.
El alemán está desfalleciendo, no evita mover sus caderas, embistiendo con cierta fuerza el interior pequeño y húmedo de Isagi, sin llegar a lastimarlo. Su polla está llena de leche, con ganas de inseminar un culo, un agujero mojado.
Ahhh
El japonés la esta tomando toda, incluso aquellos centímetros que no le caben en su boca, no deja ni un solo espacio de carne seco, todo lo empapa de su saliva, tan morboso, tan sucio haciendo unos sonidos tan sumisos que hacen que su enorme pene reaccione.
El Omega desciende su lengua hasta los testículos gordos y pesados del rubio, chupandolos con fuerza, como un masaje húmedo y con claras intenciones de que eyacule encima suyo.
—¿Tanto deseas que me corra, Yoichi?
Isagi no responde pero da entender con sus acciones y mirada cuanto lo quiere. Kaiser siente la tensión subir desde abajo, y sin poder aguantarlo más, potentes chorros de semen son expulsados, salpican y ensucian a su alrededor, la cara del menor se ve bañada de su semilla caliente y espesa.
Al contrario de lo que uno imaginaria, el miembro de Michael no se pone flácido, sigue vigoroso y lleno de energía, aún más con la vista que le ofrece Yoichi con el rostro bañado de la eyulacion del Alpha y la forma erotica en que esté saca su lengua para saborear la esencia del alemán, provocando lo.
¿Es posible ver tanta lujuria en un hombre?
[...]
Kaiser juega con los pezones del japonés, mientras su dura polla besa su agujero, resbalando y fallando en entrar al estrecho lugar, a propósito. Estimulando desde fuera esa zona tan privada, mientras chupa, lame, muerde y succiona las tetitas de su hombre quien no para de jadear.
Éste pene gordo y largo me esta besando mi agujero mojado, ¿por qué aún no lo mete?
Yoichi se siente un poco desesperado, no entiende porqué Michael está obsesionado con sus pezones. No recuerda que antes fuera así de primitivo.
El alemán saborea con su lengua alrededor de sus pezones, frota con su saliva, lame y mordisquea un poco mientras Isagi aún siente su pene pesado y caliente golpeando su culo, pero todavía sigue sin embestirlo. Mientras el Alpha se entretiene con uno, con el otro que no puede succionar y lamer, lo amasa con su propia mano. Lo aprieta con fuerza, luego es más gentil, después retuerce el pezon, lo jala como si fuese una goma, elástica e Isagi se siente un poco adolorido, sobre todo porque el rubio cuando termina de lamer y chupar uno sigue con el otro. Kaiser los lame tan salvaje, su lengua es larga y húmeda, cuando por fin se detiene, Yoichi apenas puede ver lo maltratados que ha dejado sus dos pezones, con marcas de mordiscos e hinchadas.
—Micha, métela.—Insiste el azabache, casi dando una orden. Kaiser quiere reír por la 'seriedad' en las palabras de Isagi, ¿Tanto necesita de su pene? Parece desesperado.
—¿Tan mojado estas? Aún no te he preparado bien.
—Estoy tan mojado y caliente, la quiero ya.
Kaiser ríe enternecido y divertido por la petición tan necesita de Isagi. Abre bien las piernas del Omega, acomoda la punta de su verga en el resbaloso agujero del japonés y lentamente se adentra en su interior, con lentitud, mete pulgada tras pulgada de su polla, sintiendo el calor abrazador, suave y apretado rodear toda su ereccion. Kaiser gime con fuerza, el interior de Yoichi es tan caliente, tan bueno que se siente desfallecer, apenas puede moverse. Se derrite por la suavidad y el calor, ¿cómo Yoichi es tan bueno?
Su interior se siente tan bien que ni siquiera puedo sacar mi
polla
.
Michael está sacando tanto pre-semen que su pene se ha puesto todo baboso, tanto sus líquidos como los fluidos de Yoichi hacen que sea más fácil embestirlo a pesar de la estrechez del azabache.
El japonés siente la textura de la verga de su Alpha, tan larga y gruesa, pesada y palpita en su interior de manera tan vívida que, aunque duele un poco al principio, su agujero se abre tan bien alrededor del grosor de la dura y venosa polla de Kaiser, Isagi tiene que llevar sus manos hasta sus muslos para abrirlos más, para que su anillo de carne se abra y tragarse todo el grosor del alemán.
La entrada de la vigorosa polla hace que calme el picor caliente que Isagi antes sentía en esa zona, quisiera poder ver como el pene del Alpha se mete en su interior pero debido a la posición es imposible.
—¿Te gusta sentirme, Yoichi?
¿Cómo puede responder a eso? Su mente se siente nublada, babea con cada movimiento lento que Michael comienza a hacer, las estocadas son pausadas pero toscas, certeras, siente como el rubio saca más de la mitad de su miembro y luego lo entierra por completo, puede sentir la pelvis dura del Alpha chocar fuerte contra sus empapados muslos.
Isagi gime entre cortado, con fuerza, se aferra a la amplia espalda de Kaiser, enterrando sus uñas y gime contra su oído perdido en medio del placer.
Ninguno quiere correrse aún, necesitan detenerse, darse un pequeño respiro, besarse y continuar, quieren disfrutar el momento lo más que puedan, quieren que el mundo se detenga solo por ellos dos.
[...]
El Omega se alza, sube y baja dando sentones a una velocidad baja que con cada minuto va acelerando el ritmo, con cada salto que da sus hinchados y duros pezones hacen un movimiento bastante caliente que es difícil de ignorar.
Lo que le asombra a Isagi no es solo el placer que hormiguea en su vientre, que recorre todo su delgado y largo pene desde la base hasta la glande, ese cosquilleo y la sensación de su agujero siendo llenado, ultrajado y su útero siendo deliciosamemte besado por el grueso pene del Alpha alemán, lo que le llena de satisfacción y un profundo alivio que le asombra, es ver los gestos de placer que hace Kaiser, su rostro ruborizado, sus ojos dilatados perdidos en el placer y su cabello rubio cambiando furiosamente a un color rosa brillante. Es tan estremecedor, tan caliente.
No solo está ordeñando su verga, exprimiendo cada gota del líquido del mayor, sino que también le saca sus jadeos y gemidos. El Omega se enamora cada vez más de las expresiones en el rostro de Kaiser, como si gozara de estar en su interior, lo toma de su cintura para marcar un ritmo, sentir los largos dedos del Alpha encajarse en su piel le hace sentirse de él.
—Tus gemidos son lo más lindo que he escuchado, Michael.—Confiesa lleno de ternura, entre gemidos dulces y apretando su interior con el estímulo que danza en su interior. Las feromonas de ambos se mezclan, un huracán de aromas que se mezclan en el aire y enriquece el interior de la habitación.
—Yoichi...Te amo tanto.
Antes de que el nombrado siquiera reaccione por tal confesión y le conteste algo, Kaiser une su boca con la suya en un apasionado beso lleno de deseo y amor, sus lenguas se saborean con placer y gusto, alentando el ritmo de las estocadas para poder disfrutar de su beso.
Isagi sabe ahora que están haciendo el amor, que no solo es sexo caliente, sus cuerpos se atraen pero sus almas se adoran, se buscan y sienten ese fuerte impulso de enlazarse sin preocuparse del mañana.
Sus lenguas se empapan del sabor del otro, es un sabor embriagante y penetrante, Isagi está seguro que las feromonas de Kaiser nublan un poco su campo de visión, apenas se separan y solo pueden jadear como dos animales que están procreando.
—Voy a reventarte esté lindo culo hasta dejarte todo lleno de mi, Yoichi
Las grandes manos del Alpha toman con fuerza cada muslo, sus dedos se entierran hasta rozar con su anillo de carne y abrirlo, para así dar embestidas erráticas, salvajes y profundas donde Yoichi babea de placer ante lo satisfactorio que es ser jodido por una buena polla que lo arruina, lo afloja y le hace ver las estrellas del mundo. Isagi jadea con la lengua de fuera como si fuese una zorra sedienta, salpicando gotas de su saliva por los movimientos tan bruscos, sus ojos se desorbitan mientras entre ratos dice "ah, que rico, Dios, que rico es que me arruines así", adorando la forma en cómo el pene del Alpha estira su agujero húmedo, imaginar lo hinchado que dejará su ano de tanto que lo embiste le provoca una sensación de satisfacción y placer, quiere verlo, quiere sentirlo.
Isagi experimenta lo que es sentir la verga dura de Kaiser tocar su punte dulce, sentir que se marca en su vientre, como besa con fuerza su útero el cual se estremece y envía corrientes de placer, teniendo un delicioso orgasmo anal que empapa todo hasta que, en cuestión de minutos siente la eyaculación tan esperada.
—Qué rico se siente, quiero que me llenes, Michael.—Dice entre balbuceos apenas entendibles, con la mirada perdida y su interior convulsionando.
Esas palabras son suficientes para que el Alpha anude en él, su vigorosa extensión de carne venosa se abotona a su útero, expulsando varios chorros de semen caliente que Isagi al sentirlo no tarda en ordeñarlo, en llegar a un segundo orgasmo y empapar toda la polla de Kaiser. Su agujero convulsiona, corriendo se haciendo un mar de jugos debajo suyo, mientras su útero es fertilizado, llenado de la semilla de un Alpha que no sale de su interior hasta dejarlo lleno y que el nudo baje.
—Tu agujero está tan caliente y aflojado, me aprietas tan rico que no quiero salir.
Pasa un largo rato hasta que el nudo baja, la sensación del grande y largo miembro del rubio salir de su interior es placentera y estremecedora. El agujero de Isagi se contrae, dilatado y lleno de fluidos, expulsa poco a poco el semen de Kaiser, largas y calientes tiras de su semilla salen disparadas de su culo que el Omega gime contra la almohada por el placer que siente. A pesar del frío, el calor del acto sexual y el calor del cuerpo del Alpha hace que sude, siente sus piernas, espalda y muslos empapados de sudor como de otros líquidos resbalosos.
—Duerme conmigo, Michael.
Ambos duermen abrazados, envueltos en una gran sábana, Isagi sobre el pecho de Kaiser y con sus piernas una sobre la otra. Sus respiraciones apenas se regulan, sus párpados pesan de cansancio y ninguno quiere separarse del otro.
—Nunca me dejes, Yoichi. Eres mi felicidad, mi mundo, mi ambrosía.
Ah, esas palabras se sienten tan dolorosas de alguna forma .
A Isagi le entra una duda que quizá antes nunca se la había planteado. ¿Qué paso con la ambrosía que la madre de Kaiser tomó en aquel entonces?¿aún la conserva?¿le dio a los demás Mortífagos parte de ésta?¿ahora el resto igual es inmortal? Puede ser que por eso ganaron la guerra, realmente no está seguro. Tiene muchas preguntas pero se siente tan cansado para volver hablar, además que tampoco quiere arruinar el momento o la atmósfera romántica entre los dos, así que esperará hasta mañana o hasta el día siguiente de mañana.
Isagi aún conserva el pétalo de la suya, lo tiene muy bien escondido en su casa, ni siquiera su madre podría encontrarlo, conservo el pétalo como un recuerdo, jamás la consumió por obvias razones.
Antes de caer completamente dormido, Kaiser deposita un sonoro beso en su frente, haciéndolo jadear de felicidad, porque Isagi le gusta que el rubio lo bese con tanto cariño y posesividad, que le de su amor.
—Está vez, no te voy a perder.
Como si fuese una promesa, Isagi graba aquellas palabras en su mente, sintiéndose cálido y reconfortante.
[...]
El japonés despierta alrededor de las seis de la mañana, aún con sueño pero decide levantarse al sentirse desorientado y adolorido del cuerpo en ciertas partes.
Siente una pesadez en su cuerpo indescriptible. Con dificultad, jala la sábana para descubrir ambos cuerpos y se da cuenta que Kaiser lo tiene completamente rodeado. Sus largas piernas están enredadas con las suyas, un brazo rodea su cintura y el otro descansa debajo de su cuello. Está posición puede no ser la más cómoda, pero le agrada sentirse tan querido y protegido, de sentir el calor corporal del Alpha,y que incluso algunos mechones largos y rebeldes del rubio invaden su espacio, se pegan a su frente y sobre su cabeza.
El alemán es encantador, su aroma le adormece y lo llena de una paz que aleja sus preocupaciones por el momento. Quiere estar ahí para siempre, a su lado. Desea vivir con él y darse amor todos los días.
¿Pero puede abandonar la vida que tiene en el mundo muggle para ser feliz con el amor de su vida?
Se acurruca junto a él debajo de su cuello, huele su pecho y pasa uno de sus brazos debajo de su axila hasta llegar a su espalda, acaricia haciendo círculos. No evita gemir de placer cuando Kaiser se levanta, con los ojos entre abiertos lo mira, se inclina un poco hasta besarlo en la boca, obsesivo y lleno de afecto, su lengua metiéndose en su interior y sacandole suspiros y gemidos de tanto placer, de tanto que desborda por sus cuerpos e Isagi se aferra más a Michael.
Si todas sus mañanas son así, quiere quedarse con él para siempre. Su rubor se extiende por sus mejillas hasta las orejas, su pecho se siente liviano y su corazón no deja de latir fuerte. Cuando dejan de besarse, Isagi jadea gustoso, sus ojos apunto de cerrarse por el cansancio, pero queriendo seguir lamiendo y devorando los labios gruesos de su Alpha. Kaiser insiste en que descanse, que es temprano y no pretende irse aún, estará mucho más tiempo con él en la cama, durmiendo y abrazándolo.
Isagi le cree, sintiendo como el rubio los vuelve a envolver a los dos con la sábana para cubrirlos del frío de la mañana. Antes de caer completamente dormido, el japonés murmura en un tono que Kaiser alcanza a escuchar:
—Quiero que me hagas una familia, Michael.
Yoichi no es capaz de alcanzar a ver la reacción de Kaiser ante su último comentario, solo duerme entre los brazos reconfortantes del rubio soñando plácidamente.
[...]
Kaiser llega al medio día con unos wafles y frutas recolectadas del invernadero, acompañado de un pequeño pay de queso y jugo de manzana, todo en una charola para llevárselo hasta la cama a un Isagi envuelto en la enorme sabana que lo cubre del frío que se cuela en la habitación. Apenas se levanta, sigue medio adormilado.
Después del desayuno, Isagi lo atrae hacia él para que se acueste a su lado, frotando con descaro su culo desnudo sobre su torso y llenándolo de feromonas.
—Tu culo está todo aflojado y dilatado, ¿Tanto quieres que te embarace que me pides que lo vuelva a meter, Yoichi?
No hay manera de que el nombrado le conteste tal pregunta, lo mira suplicante, con deseo y cariño, realmente es todo un Omega caliente que pide ser llenado por su Alpha nuevamente.
Así se pasan el día, en la cama con el roce de sus pieles, ensuciando más las sábanas y entregándose uno al otro. Es agradable saber que el agujero de Isagi ya se adapto al grosor del pene de Kaiser y lo toma con más facilidad, pero la estrechez de su interior no se pierde ni lo caliente de sus paredes.
[...]
Isagi ha perdido un poco la cuenta de cuantos días lleva ahí, encerrado en la habitación de Michael, sino fuera porque ha tomado apuntes específicos de la fecha en que llegó ahí. Aunque tampoco está seguro de si llamar ésto un encierro, es decir, él puede salir cuando quiera, ¿no? Simplemente no lo hacía por temor a toparse con un Mortífago allá afuera sin tener su varita, o peor aún, a la madre de Kaiser, a la líder de los Mortífagos y quien comenzó está horrible guerra.
Al principio, aseguró que se iría de ahí apenas acabara el invierno allá afuera. Pero según sus cuentas, desde el momento en que despertó hasta la fecha actual, contando los días que lleva teniendo relaciones sexuales con el alemán, ya ha pasado casi cuatro semanas. Además que, el cumpleaños de Kaiser ya pasó y antes de haber sido traído al mundo mágico ya era invierno, entonces, ¿Cuánto se supone que dura el invierno?
Deben ser un máximo de tres meses. Por lo que quizá, solo deba esperar un par de semanas más ahí y regresar a su mundo. Todavía no sabe volar sin escoba, ni teletransportarse o abrir increíbles portales entre mundos como la madre de Kaiser, los polvos fluu tampoco serán útiles en está ocasión así que el camino más viable aunque pesado y largo es volar con escoba, pero ni loco saldrá con ese clima allá afuera.
De repente, algo hace ruido en su mente, dándose cuenta de que hay una solución obvia que olvido por completo antes, se siente un tonto por no haberlo pensando antes. Algo bastante favorable sería usar un traslador, él mismo puede crear uno, viajar de un mundo a otro. Es más rápido. Sólo necesita escoger un objeto cualquiera, y...
Irse.
Pero, ¿Realmente puede hacerlo?
Claro que quiere estar con su madre, con todos sus amigos y proteger el mundo muggle de Alpha, pero no se atreve abandonar a Michael otra vez, no cuando le hizo una promesa, no cuando recuerda la mirada de Kaiser posada en él casi rogándole que no lo vuelva abandonar.
Debo de hablar con él.
No puede dejar pasar más tiempo, ya llevan más de una semana haciéndolo, su brazo está recuperado e incluso las cicatrices apenas son notables. Necesita pedirle que planeen algo para detener a Alpha, las cosas no pueden seguir así. Si ambos se unen, esta muy seguro que pueden acabar con ella, incluso aunque está tenga decenas de Mortífagos a su disposición y se presuma ser tan poderosa como el mismísimo Jinpachi Ego. Sólo necesitan idear un plan infalible.
Ella es inmortal por dos causas: la ambrosía y los horrocruxes. Es más difícil de vencerla pero no imposible. En caso de los horrocruxes es acabar con ellos, no deben ser muchos. Y en caso de la ambrosía...
¿Qué había dicho Jinpachi Ego al respecto?
《Sólo la persona que ame puede acabar con alguien que ha ingerido la ambrosía》
¿Y a quien ama la mamá de Kaiser?¿cuenta el amor maternal de una madre a su hijo? Debe pensarlo cuidadosamente. Está seguro de Ego ya habría destruido al menos uno o dos horrocruxes durante la guerra mágica. Está seguro que si acaba con ella, los demás Mortífagos se rendiran o perderán la noción y el orden.
¿Le vas a pedir a Michael luchar contra su propia madre?
Aquello inunda su mente con angustia y ansiedad. No debe ser algo incorrecto. Es decir, ella es malvada, una criminal que hace genocidios. Pero, sigue siendo la mujer que dio a luz a Michael, sino fuera por ella, Kaiser no existiría, es su sangre.
—¿En qué tanto piensas?
La voz del alemán lo despierta de su ensoñación, no lo escucho entrar a la habitación, subir las escaleras y acercarse hasta él, estuvo tan perdido en sus pensamientos que no presto tanta atención a su alrededor. Isagi sonríe con prudencia y cariño, ignorando la angustia que lo invade, admite:
—En que no quiero separarme de ti.
Michael se sorprende por su respuesta de inmediata, lo directo que es Isagi lo llena de alivio y le hace sonreír con satisfacción.
—Te tengo algo.
Saca de uno de sus bolsillos, una cajita larga de madera, se la entrega a Isagi y éste curioso, la abre. Por un segundo se asusta, pensando que tal vez es su cumpleaños, pero sería ridículo porque tampoco ha pasado demasiado tiempo y su cumpleaños es en primavera, todavía es invierno.
Al ver el contenido, se emociona.
—¡Mi varita!
En algún punto días atrás comenzó a dudar de porqué el rubio no se la había regresado, incluso tuvo sus pequeñas sospechas, pero ahora ya no puede desconfiar de él.
—¿Olvidaste que la tenía muy bien resguardada? Una disculpa por haberme tardado tanto tiempo en dártela.
—De todas formas, me sirvió para practicar magia sin varita.
Su varita es tan especial y única, echa de madera de un árbol de cerezo de sus tierras. Ahora se siente mucho mejor, la magia es más flexible y fácil de invocar, Kaiser se sorprende por la cantidad de hechizos que Isagi conjura en pocos segundos, pero sobre todo: que esté no dice una sola palabra. Hace magia sin pronunciarla, solo lo piensa, mueve su varita y sale disparado el hechizo con fuerza.
Yoichi es realmente un mago sorprendente, más increíble que un genio, es un prodigio. Lo demostró cuando se adaptó al campo de batalla en el Torneo de los Tres Magos, cuando soporto una maldición imperdonable sobre él, al luchar por sus ideales durante la guerra, al competir en torneos de Quidditch sin importar su casta, y sobre todo: ahora, al conjurar hechizos sin decirlos en voz alta, solo en su mente, aquella tan compleja y enigmática que atrae tanto al alemán.
Isagi es tan sorprendente y maravilloso.
—¿Has mejorado?
Isagi niega divertido, dejando descansar su varita en la mesita de noche a lado de la cama. Estas semanas que ha pasado he practicado diversos hechizos y limpiado los desastres que dejan, y aunque es cierto que ha podido ejecutar algunos cuantos a la perfección, siguen siendo hechizos tan sencillos y nada sorprendentes.
—No mucho en realidad, no sé como tú puedes hacerlo. Siento que la magia no fluye bien a través de mis dedos y manos...
—La varita es un instrumento muy útil para canalizar la magia a través de ella. Así tienes un mejor control de tu magia, no tiene nada de malo que no puedas dominar tu magia sin la varita, raros son los magos que no necesitan una varita.—Explica con facilidad, recordando su clase en el colegio de primer año: teórica.
Se puede decir que el primer hechizo que aprendes a hacer sin la varita que suele ser bastante simple y sencillo, es el de levantar tu escoba o atraer la hacia ti estando a una distancia considerable.
—Cómo Merlín.—nombra Isagi con entusiasmo mezclado con melancólica.—Mi madre me contaba historias del mago Merlín, el más poderoso de todos...
—¿Qué sucede?—Extrañado, Kaiser frunce el ceño por el repentino cambio de humor de Isagi. Un tanto decaído, apagado.
—Merlín en sus días de estudiante fue a la casa Slytherin.
—Correcto. El mismo Salazar Slytherin le dio clases. No se cuántos lustros tiene de aquello.
Isagi parece reflexionar acerca de su vida como estudiante. Extraña Hogwarts, pero por lo que sabe, el castillo donde estaba ubicado debe estar en malas condiciones por la guerra. Ya no hay colegio, ya no hay una escuela mágica donde pueda llevar a sus futuros cachorros, Hogwarts era perfecta en todos los sentidos.
La tristeza se refleja en su rostro, ocasionando que Kaiser se preocupe.
—Al principio aborrecía la idea de pertenecer a Slytherin, vengo de una familia de puros Ravenclaw y un tío que fue a Gryffindor, siempre escuché que la mayoría de los magos criminales salen de Slytherin, no podía entender porque el sombrero seleccionador me puso ahí, pero no fue hasta mucho tiempo después que descubrí que estar en Slytherin me dio una perspectiva diferente a la de mis compañeros en ciertas situaciones.
Yoichi se desahoga con el mayor, admitiendo su odio hacia la casa verde que poco a poco le fue tomando cariño y admirando ciertos detalles que lo caracterizan de pertenecer a la casa de la serpiente.
—Además, el mismísimo Merlín estuvo en esa casa, y por supuesto, pude conocerte, Kaiser.
No está seguro de si, de haber pertenecido a otra casa hubiera conocido a Michael, y de ser así, quizás hubiera sido en circunstancias diferentes. No sabe si se hubieran vuelto cercanos, no está seguro de si también se habrían enamorado.
—¿Aún recuerdas cómo nos conocimos?
—En la sala común de Slytherin, como Azure.—Asiente con orgullo, recuerda esa noche a la perfección. La primera vez que conoció a Kaiser sin saber que se trataba de él fue con el rubio transformado del enorme felino.
El mayor se recuesta en el regazo de Isagi, acomodándose de forma que sus largas piernas no cuelguen y satisfecho porque Yoichi lo dejé recostarse en sus piernas. Pensativo, dice:
—Hay algo que quiero preguntarte.
—¿Qué es?
—Es algo que ya tiene mucho tiempo, y no se si te acuerdes. Fue durante el torneo de los Tres Magos, en la primera prueba.
Isagi hace memoria, no es difícil para él recordar el primer reto que enfrentó en aquel torneo de vida o muerte. Salió con algunas quemaduras de grado menor.
—Dónde me enfrente a un dragón, si, lo recuerdo.
—Hubo un momento donde el dragón me atacó en mi forma de gato, aplastandome casi la mitad de mi cuerpo.
—¿Cómo es que saliste vivo de ahí?—Pregunta con intriga, recuerda que aquella vez realmente temió por la vida de Kaiser, incluso estuvo a punto de llorar... Se aterro ante la sola idea de creer que Michael murió.
—Cuando tome la forma de dragón, mis órganos y extremedidas de mi cuerpo se recompusieron.—responde con tranquilidad, percibiendo cierta tensión en el cuerpo de Isagi al recordar aquello.—Quiero saber, como tú no me podías ver por la niebla, ¿creíste que me había pasado algo?
Yoichi juega con sus largos cabellos rubios, acaricia sus raíces, frota alrededor de su melena relajando al Alpha quien lo mira desde su posición, disfrutando de las caricias del japonés.
—Si, realmente creí que el dragón te había matado. ¿Por qué?
—Yo recuerdo haber escuchado que estuviste a punto de conjurar un hechizo.
—Si.
—Era una maldición prohibida, ¿verdad?
Vacilante, Isagi decide contestar con la verdad, aunque el breve silencio que deja es inquietante. Evita el contacto visual y se rasca la nuca.
—...Si.
—¿Ibas a conjurar una maldición para acabar con el dragón?
—Realmente creí que te había matado. Sentí odio en ese momento, me sentí frustrado y,—
—Si terminabas de conjurar el hechizo, te hubieran mandado a prisión.—interrumpe Kaiser haciendo que Isagi sienta más culpa, el Alpha siente una mezcla de confusión, intriga y preocupación.—¿Por qué arriesgarte tanto por mi?
Es algo que en su momento se le olvidó preguntarle directamente, luego pasaron tantas cosas que no encontraba el momento de preguntarle y al final, se separaron. Michael vivió con esa gran duda en su corazón, ¿por qué Isagi estuvo a punto de lanzar la maldición imperdonable?¿quiso vengarse del dragón porque creyó que realmente había aplastado a Kaiser en su forma felina?
El amor de Isagi es... intenso.
El Omega no puede de cifrar si acaso Kaiser lo está regañando, reprochando o es simple curiosidad acompañado de una visible preocupación. Al principio se queda en silencio reflexionando, con ese sentimiento de culpa que se mezcla con la tensión del momento, luego recuerda cada sentimiento y emoción que enfrento en aquel reto.
Baja la mirada y sus grandes ojos azules se encuentran con los claros de Kaiser quien le sostiene la mirada lleno de intriga y un deseo de saber que está pensando el japonés. Los labios de Isagi tiemblan unos instantes mientras trata de calmar los latidos de su corazón.
El Alpha se levanta de su regazo con cuidado de no chocar con él, luego se pone a un costado suyo.
—Porqué te amo. Incluso en ese momento, no me hubiera perdonado que algo te pasara.—Confiesa con una mirada tierna y valiente, sonriendo con sinceridad.
Es valiente porque, incluso al Isagi de aquel entonces, aquel joven de diecisiete años realmente no le importaba ir a prisión sólo para matar a aquel dragón que aplastó y pudo haber matado a Kaiser. El Omega realmente pudo ser capaz de algo como ello, solo por amor, sólo porque se sentía tan mal de no haber protegido al Alpha en esos instantes.
Para Kaiser es algo tan increíble que no puede siquiera articular alguna palabra durante un par de minutos, se lleva la mano a su pecho sintiendo un estremecimiento inesperado, un jadeo corto se escapa de sus labios cuando la sorpresa lo invade. Su corazón da un vuelco y luego comienza a latir rápidamente cuando comprende las emociones, los sentimientos que florecen en su pecho. Aquella mirada incrédula, de sorpresa y crítica que tiene, cambia. Se transforma en otro tipo de mirada, una que se suaviza al posarse en Isagi Yoichi quien no deja de mirarlo con tanta expectación y cariño, Michael lo mira con ternura y una emoción genuina.
El Alpha sonríe sin darse cuenta, perdido en el momento. Se inclina levemente hacia a un lado, acortando la distancia entre ambos. Una calidez reconfortante se instala en su pecho, sus pensamientos se vuelven algo difusos centrados en el Omega que tiene junto a él, un hormigueo agradable recorre su piel con el simple roce de sus manos.
—Eres perfecto para mi, Yoichi. Yo no supe valorarte, pero ahora, te prometo que jamás dudare de ti ni de tu amor.—Sonríe con tanto cariño, afecto y un amor incondicional mientras abraza al Omega, repartiendo besos por toda la frente, las amasables mejillas, su fuerte quijada, los suaves pómulos y su respingona nariz. Un cosquilleo asciende desde su estómago hasta su garganta con solo sentir sus labios tocar la piel del menor.
Su cabello normalmente lacio se pone un tanto rizado, creando unos rulos hermosos y adorables, dando una textura esponjosa. Yoichi recuerda que significa aquello y lo llena de alegría como ternura que no evita acariciar la melena rubia con tanto cariño y amor. Piensa en lo encantador que luce Kaiser así.
Sin embargo, un pensamiento cruza por su mente al recordar algo importante de lo que quiere tratar.
Hay algo que tengo que hablar contigo.
—Por cierto, Michael, debo—,
—Te tengo que enseñar algo importante.
Otra vez es interrumpido, pero parece que Kaiser habla en serio, la atmósfera romántica disminuye, un aura seria lo rodea.
—¿Qué es?
—Debes seguirme.
Isagi se sorprende, reacciona incrédulo cuando luego de un breve rato, ve que Kaiser se para en el marco de la puerta de salida.
—¿Saldremos de la habitación?
Nunca había salido del cuarto en estas...¿tres casi cuatro semanas? Siente ansiedad y emoción de ver que hay más allá de estas cuatro paredes.
No es como si estuviese encerrado en su totalidad, solo que tampoco tuvo muchas ganas de salir. Pero en compañía de Kaiser y que esté le diga que es algo muy importante, debe ser realmente algo necesario. Claramente siente gran intriga por saber que está pasando. Le dio su varita, así que tiene más confianza, ¿quizás le consiguió una nueva escoba?
—Si. Es algo que necesitas ver.
[...]
Con Jinpachi Ego recuperado, el mundo muggle no ha estado desprotegido, al menos no lo que es el continente asiático que es bastante complicado que los Mortífagos invadan.
En estas semanas, solo han logrado invadir y dominar lo que es toda Europa y parte de África, como América del Norte y siguen en constante lucha con América del Sur.
El hombre apenas duerme un par de horas al día, pero la madre de Isagi lo alimenta bien con su comida casera. Dice que le recuerda a su hijo ciertas cualidades del ex profesor de Hogwarts.
Ha pasado un mes exacto desde la desaparición—por no decir secuestro— de Isagi Yoichi. A estas alturas, aunque hay decenas de teorías de su paradero y su estado, están bastantes seguros gracias a Ego, que por lo menos pueden creer que muerto, no está. Además, Isagi es fuerte y muy hábil con la magia, sabe defenderse así que también es imposible que esté siendo torturado donde sea que esté.
Ego siempre se encargo de que la señora Isagi no se angustiara demás, de recordarle constantemente que es imposible que su hijo haya terminado en los calabozos de esa gente y menos aún esté muerto, ya que al ser sangre pura, es imposible que lo hayan eliminado, y que muy probablemente Michael Kaiser lo esté protegiendo de alguna forma que desconoce.
—¿Kaiser?¿La ex pareja de mi hijo?—Menciona dudosa, teniendo en mente a un hombre alto y rubio con tatuaje.
—Afirmativo.
Ella no sabe si preocuparse más. Recuerda lo mal que la paso su hijo cuando esa relación terminó, nunca quiso entrar en detalles ni con ella ni con su padre, solo insistió en no tocar el tema. Las primeras semanas lloraba mucho, se deprimia con casi cualquier cosa y apenas salía de casa con un aura triste y herida. Pasaron varios meses para que consiguiera superarlo por completo con ayuda de sus amigos y en parte su sueño de ser jugador de Quidditch profesional.
No hay día que no extrañe a su retoño, suplica por su bienestar y de verlo pronto. Perdió a su hija, a su esposo, ya no quiero perder a su único hijo. No quiere morir sola, lejos de la familia que tanto ama.
Para estas alturas; Ego había dividido estrategicamente a los jóvenes magos para proteger sectores de toda Asia y no sólo a Japón, los Mortífagos son pocos y ellos están por todo el mundo así que tampoco se los enfrentan seguido, la cosa es: las otras criaturas que traen con ellos, son demasiados.
Siempre asigna a los magos en pareja, y si el asunto es alarmante, en trios.
Estos días ha notado cierta disminución de tensión, gran química y un acercamiento sospechoso en cierta pareja que antes no se podían ni ver, más que nada porque uno de ellos no deseaba ver al otro.
Shidou y Sae.
Definitivamente algo está pasando, no quiere entrometerse pero le inquieta que hagan algo más allá de lo debido considerado la situación actual del mundo. Y sus alertas se disparan tiempo después, cuando en una reunión privada y de importancia con Reo y Sae—quienes antes eran Mortífagos pero escaparon del mundo mágico junto a él, ayudándolo—, para que estén consientes que en algún punto puede tocarles enfrentarse a su propia familia, a sus padres o hermanos, Itoshi Sae se ve pésimo. Se marea un poco, luego recobra la compostura y al final sale de ahí con prisa al baño más cercano.
Reo y Ego se miran pálidos, entre confundidos, preocupados y sorprendidos. Sae está vomitando.
Notes:
Palabras: 6,719
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 13 de abril del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts y Omegaverse
Nota del escritor:
La verdad creí que me tardaría más en publicar este cap por que estas ultimas 2 semanas me ocupe demasiado por los casos que llegaban al bufete, y que a éste capítulo si le hice 3 ediciones completas, pero logré terminarlo hoy muy temprano.Esté debe ser el capítulo más largo que he escrito del fic.
Una cosa mas: la escena final de Ego hablando con Sae y Reo, digamos que transcurre 1 semana después de que Kaiser le haya dicho a Isagi que quiere mostrarle algo.
Por cierto, el 01 de abril que ya pasó, no solo fue el cumpleaños de isagi sino que también el aniversario de ésta historia! Este fic cumple UN AÑO desde su primera actualización, es increíble que ya lleve tanto tiempo.
En fin, no creo publicar pronto, la verdad no estoy seguro. Así que espero hayan disfrutado de este extenso capítulo, adiós!
PD¹: Basorexia es un deseo intenso u obsesivo de besar a alguien.
Chapter 38: 37."Escape"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Kaiser e Isagi salen de la habitación, caminan por un oscuro pasillo hasta que ven la luz. De ahí, traspasan una enorme pared que parece pertenecer a la decoración de la mansión. A dónde lo llevan es a unas escaleras en un lugar húmedo, oscuro y de un olor poco agradable. Ambos con sus propias varitas iluminan el camino, mientras van bajando las escaleras, Isagi se cuestiona a donde lo está llevando exactamente. Tiene toda la pinta de ser un calabozo, incluso jura escuchar al fondo unos gritos de desesperación y dolor, angustia. Decide ignorarlos, tomado de la mano de su pareja y con el corazón latiendo fuerte y pausado.
Mientras caminan, el rubio le hace una pregunta en un tono curioso:
—¿Extrañas el mundo muggle?
—Uh....si. Ahí está mamá, mis amigos, los vecinos con los que convivo casi todos los días... todos mis seres queridos viven allá.—Contesta algo distraído, acercándose más al cuerpo de su Alpha, no porque tenga miedo, sino porque le gusta sentirlo cerca de él.
—Ya veo...
Ante la mirada triste del Alpha, quien frunce el ceño, Isagi lo llena de sus propias feromonas para que no piense en cosas deprimentes.
—Pero cuando estaba allá, extrañaba mucho el mundo mágico.
—¿Sí?
—Extrañaba ir a las dulcerias o las tabernas con mis amigos. También Hogwarts, un lugar inmenso lleno de tanto conocimiento donde conocí a todo tipo de magos de diferentes familias y habilidades.—comienza a contar Isagi, recordando todos esos lugares increíbles y sus experiencias únicas, como cuando fue con sus padres a comprar su varita y los libros para el colegio. Luego, su mirada se suaviza al posarse en el rubio.—Pero, lo que más extrañaba del mundo mágico, era a ti, Kaiser.
—¿De verdad?
—Fuiste la persona más maravillosa que conocí en Hogwarts. Como un mundo propio que me enseñó que lo imposible es posible.—Esboza una sonrisa llena de cariño y nostalgia, observando con ternura como las mejillas del Alpha se ruborizan levemente.
El corazón del nipon se caliente y sus latidos se aceleran de solo ver al alemán avergonzado y con sus mejillas encendidas, se ve tan lindo y bonito que no puede controlar desearlo más.
—Eres tan lindo, Yoichi.
El rubio se inclina para depositar un suave y sonoro beso en la nariz del menor, esparciendo sus feromonas para que sea más cómodo para Isagi estar en ese lugar oscuro y húmedo. Da la sensación de estar en un pantano, pero curiosamente, es el lugar con más calor en toda la Mansión.
—Por cierto, ¿qué hacemos aquí?—Curioso y levantando una ceja, pregunta Isagi.
—Quiero que veas a alguien, pueden hablar todo lo que quieran. Regresaré en una hora.—Explica brevemente para seguir caminando por unos pasillos, hasta llegar a la celda correcta.
Le hace una señal al Omega para acercarse, éste duda unos segundos y después se acerca con intriga. ¿Acaso estará Noel Noa ahí?¿Jinpachi Ego o...?
—¿Papá?
La voz de Yoichi sale quebrada, ahogada y su estómago da un vuelco. Siente un pesar en sus hombros y sus ojos lagrimean, ¿Realmente es él y no una ilusión? Mira a Kaiser brevemente y éste asiente para afirmar que es él, Issei Isagi, el padre de Yoichi quien desde hace más de tres meses no ha sabido nada de él.
—¡Hijo!
A diferencia de otros presos, no se ve en tan malas condiciones. Sólo está un poco sucio y con bolsas en los ojos, pero no se ve deshidratado, delgado ni maltratado, y eso le alivia enormemente al joven azabache que no resiste y entra a la celda conjurando un hechizo para traspasar los barrotes.
Al principio creía que las celdas también tendrían algún otro tipo de hechizo para mantener a los encarcelados dentro, cómo algún escudo o un campo mágico, pero al parecer, o al menos la celda de su padre, no lo tiene. Así que ingresar dentro ha sido bastqnte fácil y abrazarlo también.
No le importa la suciedad y el sudor del hombre, es su papá y lo ha extrañado muchísimo. Tiene tanto que contarle, muchas cosas que preguntarle y tanto cariño que darle.
Kaiser confiando en Isagi, decide darle su espacio y regresar más tarde. Desaparece de ahí para encontrarse con los Mortífagos.
[...]
El reencuentro con su padre no ha sido tan largo como le hubiese gustado, pero al menos se abrazaron, hablaron de un montón de cosas, principalmente sobre la guerra, el estado de salud del señor Isagi y como Yoichi le aseguro que su madre está bien en el mundo muggle. El Omega tuvo que contar como llegó hasta ahí, omitiendo ciertos detalles de la relación actual que tiene con Kaiser pero de alguna forma teniendo que mencionarlo porque es necesario para explicar como llego ahí.
—¿Kaiser?¿Hablas de tu ex?
Para su padre no es nada difícil recordar al Alpha alemán que su hijo menciona. Quizá sólo lo vio y convivió en persona con él por algunos días cuando se quedó en Japón, pero lo tiene bien presente. Fue el primer novio de su hijo, el primer amor de su querido Yoichi, tiene bastante presente cuanto sufrió su hijo cuando terminaron y nunca le contó el porqué. Desde entonces, ha sentido un gran resentimiento por ese hombre.
—Es hijo de Alpha. ¿No sabias?
Claramente sorprendido, pero tampoco le parece tan descabellado. Llegó a tener frente a frente en contadas ocasiones a esa mujer, su rostro se veía un tanto similar al de Kaiser ahora que los compara con más claridad.
—La mayoría de Mortífagos usaban mascaras durante la guerra. Había escuchado por el señor Jinpachi Ego que el hijo de esa mujer estaba involucrado, pero nunca supe quien era...hasta ahora.—Explica lleno de expectación y asombro, soltando un suspiro cansado y rascándose la nuca.
—Él no es malo papá. Él no es como ella.—Defiende Yoichi, completamente seguro de lo que dice. Aunque su padre no está convencido.
—¿Cómo estás tan seguro?
El menor no tiene que pensarlo mucho. Por lo que su padre le contó y al ver su estado, no parece pasarla realmente mal. El único detalle es que está aislado, pero no ha sufrido ningún maltrato físico, lo han alimentado bien e incluso su celda parece ser cálida sin llegar a un calor insoportable y húmedo a diferencia del resto del lugar.
—Él te protegió y a mi también... además, hablaré con él para que me ayude a derrocar a esa mujer.
Su padre forma una mueca en sus labios, pensativo y notando como su hijo defiende demasiado al alemán, menciona:
—Es su propia madre, ¿Tú crees que sea capaz de pelear en contra de ella?
Issei no cree que Kaiser sea realmente un mago malvado con un corazón oscuro y lleno de ambición, pero tampoco lo ve capaz de pelear con su propia madre independientemente del bando en que ella esté.
—Si, estoy seguro que él no comparte esos ideales. Seguramente ella lo habrá manipulado o amenazado con algo, y Michael debió sentirse acorralado al ser su familia.—Excusa, tratando de encontrar alguna buena razón de porque Kaiser terminó uniéndose al bando de los malos.
Debe preguntarle el porqué, y una vez el Omega exprese lo que quiere hacer, unirse y revelarse con Alpha para así dividir nuevamente el mundo mágico del muggle. Ya que éste último no sólo está siendo atacado por los Mortífagos, sino que está demasiado expuesto a la magia, a objetos o árboles encantados, a las criaturas mágicas debido a tantos portales que se abren y cierran cada día.
—Hijo.—Con seriedad y gran preocupación, lo llama.
—¿Sí?
—¿De verdad estás bien?
—Claro que sí. Michael me ha mantenido a salvo estas últimas semanas. Él es bueno.
—¿Lo amas mucho?
El menor se avergüenza por aquella repentina pregunta y la manera tan directa y poco gentil de su padre de hacérsela. Sus mejillas se encienden y se pone un ligeramente nervioso, trata de calmar los latidos acelerados de su corazón.
Desvía la mirada y frunce el ceño. No puede mentirle, menos a su padre. ¿Cómo le dices a tu propio papá que amas tanto a una persona que incluso ya has pensando en un listado de nombre para tus futuros cachorros que deseas tener con esta?
Inhala y exhala, sus feromonas son un problema en estas situaciones.
—¿Por qué preguntas eso de repente?—Cuestiona, ahogando un jadeo de sorpresa y tratando de no balbucear tanto.
El entorno se pone silencioso e incómodo. Su padre pone una expresión más rígida y reflexiva, pero a la vez, comprensiva.
—Tengo miedo de que tu amor nuble tu juicio.
—Eso jamás pasará, papá. Incluso si Kaiser fuese realmente malo, jamás estaría con alguien como él. Pero yo sé que él es bueno.
[...]
Llena de intriga, esboza una sonrisa interesada al reencuentro de su único hijo.
—Nunca te había visto tan ansioso como ahora, hijo. ¿Qué pasa?
—Es privado.—Responde cortante y distraído, ignorando como su madre está preparando una poción en particular en su pequeño caldero.
—¿Tiene que ver con ése Omega?—Pregunta sin recibir respuesta inmediata, pero de reojo se da cuenta de la reacción de Kaiser. Éste tiene un ligero rubor en sus mejillas y sus cejas como mandíbula se relajan.—Es imposible no darse cuenta cuando hueles a sus feromonas, ni siquiera eres capaz de ocultarlo con un sencillo hechizo.
—¿Por qué?
—¿Qué?
—Me pregunto, ¿por qué decidiste cambiar tu rasgo de Omega a Alpha?—para sorpresa de su madre, Kaiser cambia de tema abruptamente.—¿por qué tuviste que matar a tu propio hermano y abandonar a papá?¿no eras feliz con la vida que Noel Noa nos daba?
Son preguntas que hace tiempo Michael se hacía. Pero la mujer sólo se encoge de hombros, no muy interesada en querer hablar de eso.
—Eso es una larga historia...
[...]
Isagi regresa con Kaiser a su habitación. El japonés está muy reflexivo sobre todo lo que conversó y discutió con su padre, como del estado de salud de los demás prisiones en el calabozo. Le hace recordar lo serio y horrible que es estar en guerra. Ver a su padre le inundó de melancolía y una profunda tristeza porque su familia quizá ya no vuelva a ser como antes.
Y qué no debe traer a un bebé en las condiciones actuales.
Por lo mismo, se dirigió al huerto donde hace una recolección de plantas para prepararlas con un té especial. Es muy efectivo para no tener bebés, es algo que recordó al leer hace no mucho en uno de los libros de la estantería de Kaiser, en un apartado especial sobre métodos anticonceptivos eficaces. También hay un hechizo pero ése ya no le es útil porque debió conjurarlo antes o durante el acto sexual, no semanas después. Por lo que el té es el único método efectivo que le queda y que debe funcionar le.
Por supuesto que le encantaría tener un bebé con Michael, pero si trae uno ahora en la situación actual del mundo mágico y muggle, ¿qué clase de mundo le está dejando a su cachorro? No quiere que vea o sufra por la situación que se está viviendo.
Si quiere formar una familia con su amado Alpha debe esperar hasta que las cosas mejoren, y eso no se sabe cuántos años tome. Además, tampoco sabe si Kaiser quiere tener un bebé, nunca se lo ha dicho explicitamente por lo que no quiere traer al mundo un hijo que quizá la otra parte no desee.
Al hablar con Kaiser esa misma tarde luego del reencuentro con su padre, aprovecho para hablar un poco con él antes de que esté saliera a una misión en el mundo muggle, sin que sea algo relacionado a hechizos o alguna técnica que haya mejorado.
—¿Revelarme contra mi madre?¿un golpe?—Menciona con incertidumbre ante la idea del japonés.
—Si. Debe haber alguna forma de derrocarla, ¿verdad? Si ella te está manipulando o amenazado con algo, puedes decírmelo.
Kaiser no da una respuesta inmediata, lo reflexiona por un rato con una mirada perdida. No es como que su madre tenga debilidades fáciles de obtener o saber, hasta donde tiene conocimiento, todas sus posibles debilidades ella misma se encargó de neutralizas. Derrotó a Jinpachi Ego y congeló a su padre, y en el pasado, asesinó a su medio hermano. Eran las únicas tres personas que tenían oportunidad de detenerla.
Entonces, la opción más viable es pensar en la debilidad de la ambrosía y no de los horrocruxes.
—... La única forma de vencerla es que el ser que más ama ella, la asesine por propia mano.
—Esa persona, ¿eres tú?
—Realmente no estoy seguro.—suspira pensativo y frotándose la sien.—Dame unos días para investigarlo, ¿de acuerdo?
Isagi quería preguntarle algo más, está vez acerca del clima del lugar, ¿cuándo terminara la temporada fría? Pero prefirió callarse al ver la expresión extraña de Kaiser en su rostro y como se marcha del lugar con prisa.
Apenas se despide de él con un corto pero profundo beso en los labios.
[...]
Con el paso del tiempo, cada día a la misma hora va a visitar a su padre en el calabozo en compañía de Michael quien los deja en su rato a solas. Isagi le lleva libros y le prepara pay y otros postres para que no siga con la insípida comida del calabozo. Yoichi le prometió: pedirle a Kaiser que cuando el invierno acabará, llevarlo de regreso al mundo muggle para estar con su madre.
—¿Tú no vendrás?—Cuestiona el Isagi mayor, a lo que Yoichi con una expresión triste niega lentamente.
—Debo quedarme aquí un poco más con Kaiser hasta encontrar la manera de derrocar a Alpha. Luego regresaré el mundo muggle para dar el golpe final.—Revela con discreción.
De regreso a su habitación, Yoichi se siente especialmente tranquilo y emocionado por como están yendo las cosas. Hasta el punto que no evita enredar sus piernas en la cintura de Kaiser y frotar su cuerpo contra el suyo, unir sus lenguas en un apasionado vaivén donde se escucha gemidos acalorados y la desesperación de sus cuerpos por sentirse más sin la ropa que estorba.
Tan concentrados y calientes están los dos, que cuando entran a la habitación y sin siquiera llegar a la cama, con la intención de hacerlo en la sala, la voz de alguien más los tensa y asusta, bajandoles el calor.
—Perdón por interrumpir su acalorado encuentro, pero necesito, Kaiser, que bajes de inmediato a la sala de reunión.
Isagi tiembla al oír la voz de esa persona, y más que vergüenza por que los vio apunto de follar de manera tan desesperada y necesitada, siente enojo y una tensión acumularse al recordar todo lo que esa persona ha ocasionado.
Por otro lado, Michael siente una profunda molestia, fastidio y confusión al ver a su madre en la habitación como si nada. Después de todo, el lugar sigue bajo el hechizo que puso para que nadie más que él e Isagi puedan entrar al lugar.
—¿Cómo carajos entraste aquí?—Escupe con gran enojo, cubriendo a su pareja que está detrás de él sin mucho ánimo de querer tener frente a frente a esa mujer.
No es que Isagi le tenga gran miedo, a pesar de que aún recuerda aquella primera vez que la conoció hace años y casi muere del frío. Aún tiene un pequeño trauma por el maldición que ella le lanzó esa vez y que estuvo a punto de borrarle la memoria, por supuesto que es normal que desconfíe de esa mujer. Además, ella es quien encerró a su papá en el calabozo.
—Soy tu madre. ¿Creíste que no podria romper el hechizo que rodea esta habitación con facilidad?—cuestiona levantando una ceja y riendo secamente, sin esperar una respuesta de su hijo, continúa hablando.— Si nunca lo hice antes fue porque no me interesaba ingresar aquí.
—¿Tan urgente es que yo esté en esa reunión?
—Por supuesto.—sonríe de manera superficial, luego observa al amante de su hijo escondido detrás de él. Con cierto tono amable y ligeramente burlón, expresa:—No sabía que tu Omega fuese tímido. Cuando termine la reunión pueden seguir haciendo lo que interrumpí. No tardes.
Ella se retira del lugar, teletransportandose de ahí. Isagi apenas puede respirar luego de toda esa tensión acumulada, Michael se da cuenta y lo envuelve en sus brazos de manera protectora y cariñosa, acariciando sus cabellos.
—Lo siento, Yoichi. Parece que tendré que irme.
—Está bien, esperare aquí.
Kaiser se marcha e Isagi se pregunta: Alpha rompió el hechizo de protección de la habitación que Michael conjuro, y éste acaba de salir sin volver a conjurarlo. Esto quiere decir, ¿qué puede salir del lugar también sin ayuda de Kaiser?
[...]
Yoichi piensa que será bueno darle un recorrido a la enorme casa. Si todos los Mortífagos estarán reunidos en un lugar específico de la mansión, sólo tiene que evitar ese punto. Isagi lleva consigo un enorme saco y aguantes para abrigarse, le queda un tanto grande debido a que son de Kaiser, pero las feromonas de éste le ayudan a sentirse reconfortado y cálido.
Confiado y con su varita en mano, decide salir de la habitación y recorrer los pasillos del enorme lugar sin preocupación por perderse.
Al encontrar el lugar donde están reunidos los Mortífagos que resulta ser el comedor, los espía a escondidas por un rato con la esperanza de averiguar qué están planeando. Sin embargo, escucha cosas de las cuales no está tan interesado.
Parece más bien una reunión donde los padres negocian con otros padres y el producto son sus propios hijos. Hablan de linaje, boda, sucesión y herencia. Lo que más le intrigó es que al parecer, los Omega Reo Mikage e Itoshi Sae no están con ellos, sino en el mundo muggle, en Japón. Que hace varios días, según palabras de sus propios padres, Jinpachi Ego los secuestro.
Alpha, quien encabeza la reunión, es la única persona que nota su presencia, escondido detrás de una de las estatuas de mármol. Su mirada le causa escalofríos a Isagi y le despierta una alerta. Si ella lo vio, ¿no dirá algo?¿no lo seguirá?
—Parece que tenemos un invitado extra.—Sonríe macabra, sin dejar de observarlo y causando que los presentes volteen a verlo.
Isagi se echa para atrás antes de ser visto por los demás Mortífagos que se notan confundidos, donde también está Kaiser.
Asustado, decide huir silenciosamente lejos de las escaleras, camina rápidamente por un largo pasillo hasta encontrar una ventana cerrada que da al exterior.
Tal vez es el impulso de huir o la curiosidad de ver afuera. Su plan no es escapar, su padre está ahí y definitivamente no puede dejarlo en el calabozo, además que le prometió a Kaiser no abandonarlo, simplemente quiere ver como está afuera a pesar del clima frío e insoportable para él. No quiere regresar a la habitación todavía, quiere explorar un poco más el lugar, está cansado de estar encerrado en un mismo espacio a pesar de que sea uno tanto grande y bonito, necesita explorar más.
Pensar que Alpha puede ir tras a él lo empuja a abrir la ventana y tirarse, cayendo en la nieve desde una altura considerable. Con el frío helando sus huesos pero aliviado de tener puesto el enorme y cálido saco de su Alpha que lo abriga, decide continuar caminando por la nieve algo desorientado y con su varita escondida en el interior del saco.
Camina y camina hasta llegar al centro de la mansión: la entrada. Donde antes había un verdoso y extenso jardín lleno de todo tipo de flores y árboles, y una hermosa fuente, ahora solo hay escarcha, el agua de la fuente congelada, mucha nieve y granizo en algunas partes como árboles secos, tiesos.
Pero lo que termina por perturbarlo, es la estatua de hielo de una persona que le resulta terriblemente familiar.
Notes:
Palabras: 3,313
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: sábado 03 de mayo del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Debí haber actualizado en mi segunda semana de vacaciones, pero me dio mucha flojera, me puse a descansar y escribir de otro fandom.Nos vemos!
PD: agarrense la verga porque en el próximo cap se viene.
Chapter 39: 38."Irreversible"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Isagi se queda paralizado, nervioso y su respiración se vuelve pesada al observar la estatua de hielo de Noel Noa al acercarse. Se queda estatetico, en shock por unos tres o cuatro minutos. No le es difícil llegar a la conclusión de quien ha sido capaz de convertirlo en estatua, pero la verdadera cuestión aquí es:
¿Es capaz de descongerlarlo?
Con su varita apuntando hacia la estatua, piensa en algún hechizo eficaz para hacerlo, la magia que usaron sobre el hombre de origen francés es antigua, por lo tanto, bastante poderosa. Toma aire y antes de recitar el conjuro, sus pensamientos son interrumpidos por la voz de alguien más.
—Si fuera tú, no haría eso.
La forma tan silenciosa acompañada de su sonrisa tétrica lo deja con la piel de gallina.¿Cómo puede tener a esta persona a unos centímetros detrás suyo y no se dio cuenta? La frialdad del clima del lugar lo está haciendo enloquecer.
Se da media vuelta y se hace para atrás apuntando hacia ella, como si en vez de una varita tuviera un cuchillo. Aunque su mano tiembla un poco, sigue aferrándose a su varita, mirando con gran desconfianza a aquella mujer de gran estatura.
—¡No te acerques a mi!
—Es de mala educación apuntar con la varita a tus mayores. Especialmente si estos son la madre de tu amante.
Encogida de hombros y con cero temor, mira fijamente al japonés con curiosidad, admirando el material del que está hecho su varita. Al tenerla cerca de ella, apuntándole, puede observar a detalle la buena calidad y lo exótica que es.
Isagi frunce el ceño, con una mueca inconforme y una expresión seria. Ahoga cualquier chillido de nervios, y con un tono amenazante, autoritario, dice:
—Serás la madre de Michael, pero jamás te tendré ningún tipo de respeto ni miedo.
Mentira. En el fondo, Isagi aún recuerda vividamemte cuando ella fue capaz de lanzar le una maldición imperdonable, la sensación fue horrible para él, traumatica. Sin embargo, no puede acobardarse, tiene que armarse de valor o al menos fingir que no le tiene miedo.
Alpha no luce intimidada o preocupada, confía demasiado en sus reflejos. ¿O no lo ve capaz de atacarla? Quien sabe que estará pasando por la mente de esa criminal, pero parece bastante calmada.
—Debes estar muy molesto por haber interrumpido su momento de intimidad, me disculpo.
—¡No hablo de eso! Deje a Michael en paz.
—¿Disculpa?—Confundida, ladea la cabeza y levanta una ceja, extrañada por aquel comentario del Omega.
Entre ratos, su mirada se desvía entre la estatua de hielo detrás de Isagi, y entre el propio joven frente a ella. No baja la guardia, pero tampoco tiene una varita a su disposición...
Es cierto, ella no necesita una varita. Ella hace magia sin una, como Kaiser. Piensa el japonés. Es tan aterrador y abismal la magia y control que posee Alpha hasta el punto que es capaz de hacer magia fluida, perfecta y poderosa sin una varita. Hasta donde recuerda, el antiguo mago Merlín era el único capaz de hacer algo como aquello, y aún así fue durante su vejez.
—No sé que tipo de manipulación ha usado, pero deje que tome sus propias decisiones. No lo siga obligando a seguir esta guerra, a luchar por usted, él no merece seguir sus órdenes, el merece ser feliz, no seguir sus pasos.—Explica Yoichi sin titubeos, sin dejar de apuntar con su varita a la rubia, decidido y mirando sus manos por si se le ocurre atacarlo.
No está seguro que clase de opinión tiene ella hacia él, ¿tiene sentimientos siquiera? Asesinó a su propio hermano, congeló a su esposo, y amenaza a su propio hijo, definitivamente no debe sentir empatía, así que no le debe sorprender que lo pueda atacar sin importarle que tipo de relación tiene con Kaiser.
—Te estás confundiendo.—Responde borrando su sonrisa y un ensamble más oscuro, crítico. Como si hablara con sinceridad pero al mismo tiempo, palabras llenas de veneno.
—No lo hago. Michael solo está de su lado porque lo tiene bajo amenaza...
—Alpha será muchas cosas, pero no una mentirosa. Yo nunca obligué a mi hijo a seguirme, él solo tomó la decisión.
Aprieta sus nudillos y se muerde ligeramente el labio inferior, enfurecido, exclama:
—¡Miente!¡Eso no es verdad!
No debo caer en su manipulación .
Isagi está convencido de que sólo quiere manipularlo, engañarlo, hacerlo dudar de Kaiser. Pero su corazón confía en el Alpha alemán, no aceptara que la persona que más ama esté de acuerdo voluntariamente en las acciones de esa criminal. Es imposible, Kaiser no es así.
—Él decidió unirse a mi bando desde el momento en que la guerra estalló. Yo le dí la opción de huir si no estaba de mi lado, pero prefirió quedarse conmigo que con su padre.
Cada palabra que sale de la boca de esa mujer es un dolor punzante en el corazón de Isagi, pero aún así, no le cree. Sólo quiere hacerlo dudar.
—No le creo...¿Por qué Michael haría algo así?
Incluso si odiaba realmente a Noel Noa, no sería suficiente motivo para irse con su madre, ¿verdad? Esa mujer sólo miente, siempre ha sido así. Cree que puede jugar con su mente, pero Isagi jamás permitirá caer en sus sucias palabras.
De repente, siente un vuelco en el estómago. Es como si tuviera mucha hambre, pero al mismo tiempo, es doloroso. No puede ser hambre, él comió bastante bien hace rato. ¿El frío del clima le está haciendo daño? Probablemente.
—Yo no lo obligué. Él simplemente comparte mi misma visión del mundo.—suspira sin dudarlo, luego esboza una sonrisa divertida y relajada, despreocupada.—Si no me crees, ¿por qué no se lo preguntas directamente?
Isagi baja lentamente su varita, pero sigue en posición de alerta. No despega su mirada en la mujer quien se acomoda su enorme abrigo de piel sobre sus hombros.
—Michael no puede ser así, él no puede estar de acuerdo con está guerra.
—Él es el que más me ha ayudado en la invasión al mundo muggle. Él tomó Alemania y media Europa. También estaba por ayudarme a tomar Asia, hasta que se encontró contigo...
Es verdad, ¿cómo pudo Kaiser llevarme con él si me encontraba en territorio japonés? Tuvo que infiltrarse. ¿Qué hacía ahí?
Isagi comienza a sudar frío, asustado, su respiración se vuelve agitada, su vista se nubla y un fuerte mareo le recorre, su estómago da otro vuelco y cree que el frío le está afectando así como las densas feromonas de esa mujer. O en realidad, lo que más le está afectando son sus palabras.
—¿Estás bien?
Para sorpresa del azabache, escucha la voz ligeramente preocupada y curiosa de la rubia preguntarle algo. Pero no puede contestarle cuando siente la pesadez en su párpados y la inconsciencia lo golpea hasta desmayarse.
[...]
Ella se acerca al menor, lo mira con cierta pena y confusión, tirado en la nieve y temblando. Parece que va a convulsionar, ¿o le dio alguna clase de ataque? No lo golpeó con sus feromonas así que culpa suya tampoco ha sido. Tal vez ya estaba enfermo, quizá sigue sin acostumbrarse a las bajas temperaturas del lugar a pesar de llevar encerrado alrededor de un mes, y a pesar de cargar con un saco enorme de su hijo, parece no ser suficiente.
Para su alivio, detrás de ella viene volando en su escoba Alexis Ness, el mejor amigo de Kaiser. Él joven de cabello magenta sabe volar sin escoba como el resto de Mortífagos, pero aún así le gusta usarla, según sus propias palabras es más tradicional y linda.
—¿¡Qué ha pasado!?¿¡Por qué está Isagi Yoichi aquí afuera!?—Exclama el Alpha más joven visiblemente preocupado y ansioso, examinando al Omega, tomándole el pulso y la temperatura.
Es todo un médico, es muy bueno en herbología, pociones y medicina, hechizos de curación y es más alguien defensivo que ofensivo en cuanto sus ataques mágicos.
—No hay necesidad de gritar, Alpha está cerca de ti.—Le regaña la rubia con una expresión neutra y pensativa.
—Perdón, Alpha.
—Él salió de la habitación de mi hijo. Luego de la mansión, camino por los jardines y llegó hasta la estatua de Noa.
—¿Y después que sucedió?—Intrigado, amerita saber más.
No parece ser nada grave, aun así es mejor que un especialista experimentado lo revise. Parece que le cuesta respirar, pero no está seguro si es un problema interno o sólo por el frío del clima.
—No se si ha sido el frío, o porque empezó a discutir conmigo, pero se desmayó. Será mejor que lo llevemos adentro y que lo revise un doctor.
—Por supuesto.
Ness se inclina y carga a Isagi en sus brazos, siente como éste apenas se mueve y se acurruca en su pecho necesitado de calor. El alemán comprende que debe tener mucho frío y miedo, así que lo llena de un poco de sus feromonas para calmarlo hasta que llegue Kaiser. Algo familiar y frutal que reconforte al japonés a sentirse seguro.
Sin más que pensar, sigue a la mujer Alpha hasta el interior de la mansión a una habitación en específico, evitando encontrarse con los demás Mortífagos.
[...]
Tiempo
atrás
.
Alice cargaba a su bebé recién nacido con alegría y emoción, observando como duerme plácidamente entre sus brazos. Tan pequeño y rellenito, con escaso cabello en su cabecita y de piel tan suavecita.
Su mejor amiga, quien fue dama de honor en su boda con Noel Noa, la visito poco después del nacimiento de su bebé. No la veía desde hace muchos meses, ella trabajaba en el mundo muggle de manera temporal en lo que esperaba una vacante en Hogwarts para ser profesora, interesada en dar materias como vuelo o defensa contra las artes oscuras. Pero se veía bastante demacrada, como si se hubiera caído de su escoba o alguien le hubiera robado la felicidad.
Luego de insistir, Anri le contó la verdad de su actual estado emocional y de salud que al parecer ya lleva varias semanas así.
La violaron.
Cuando Alice se enteró, se enfureció y de inmediato pidió saber si ha metido una denuncia y quien ha sido.
Anri le cuenta con dolor como fueron las cosas. Para sorpresa de la rubia, ha sido un mago que estudiaba en la misma escuela que ellas, en Hogwarts.
—¿Quién carajos es ése? No conozco su apellido.
Anri tiene la mirada perdida mientras Alice la consuela, es obvio que la alemana no recordaría quien es porque era un estudiante más del montón, alguien sin importancia. Aún así, trató de contarle más cosas de éste individuo para que la contraria pudiera reconocerlo aunque sea un poco, y cómo se aprovecho de ella.
—¿Es un sangre sucia?—Pregunta Alice al darse cuenta por la descripción de la contraria, su mirada se oscureció y su mandíbula se tensa.
Su magia se desborda por toda la habitación. El fuego de la chimenea va cambiando de color, el viento se hace más fuerte que golpea las ventanas y se escucha el sonido de la madera crujir. El ambiente se vuelve denso y misterioso.
—...No importa su linaje, solo—,Trata de explicar Anri, siendo interrumpida por la rubia.
—Por supuesto que no reconozco el apellido, es un maldito sangre sucia.—Escupe con rencor y odio, pero se siente tan frustrada y confundida. En sus días de estudiante, apenas toleraba a ese tipo de magos, y con lo que su mejor amiga le está contando, siente un profundo odio y rencor hacia ellos más que nunca.
Anri es muy buena defendiéndose usando magia, ¿cómo no pudo noquear o ganarle al hombre?¿es porqué estaban en el mundo muggle?¿acaso temía meterse en problemas con el Ministerio de Magia si algún muggle la veía haciendo magia? Pero, para eso están los magos encargados de borrarle la memoria.
¡Es absurdo!
Por lo que la contraria le va contando, nadie, ni siquiera un muggle la ayudó.
Ellos deberían reconocer su lugar en este mundo.
Claro que no lo hacen porque no saben de la existencia de los magos y hechiceros.
Pensar eso y más le desespera, apenas puede controlarse porque recuerda que las más afectada en todo ésto es su amiga.
—Sus padres son muggles, así que sí.
—¿Al menos lo mandaron a la cárcel?
—No, sólo pago una compensación económica y una disculpa en privado. Porque según él, lo hechizaron para que actuará así y le modificaron la memoria.—habla con un tono apagado y amargado, la mirada decaída y frunce el ceño.—Sé que está mintiendo, pero nadie me cree. No se porqué.—Su voz se ahoga al final, quebradiza y una sonrisa forzada, tratando de no llorar frente a su amiga.
Yo si te creo. Son los pensamientos firmes de Alice, mientras expresa con seriedad:
—La corte de magos últimamente son muy tibios con los sangre sucia para no discriminarlos, son una mierda.
—¿Qué no tu hermano es el Ministro?—Balbucea inquieta, limpiándose los ojos.
—Un completo idiota que no hace bien su trabajo. Ese maldito violador no puede quedar libre como si nada, es tan... agh.—Suspira frustrada ante la injusticia. Es tan furiosa que sus feromonas se vuelven picantes y eso despierta a su bebé en llanto.
—Es mi culpa, no me defendí a tiempo y—
—NUNCA DIGAS QUE ES TU CULPA.¡Esto no es tu culpa, Anri!—desesperada grita, dejando a su bebé en la cuna. Su exaltamiento y desespero hace que el bebé llore.—Ese abusador no sabe cómo se siente...—Aprieta sus nudillos, hablando un poco más bajo al final.
—¿Cómo? No quiero que te metas en problemas. Te conté ésto porque eres mi mejor amiga y necesitaba desahogarme, no para aprovecharme de tu posición y que me ayudes, lo digo en serio, Alice.
¿De qué sirve tener influencia y poder si no me dejas usarlo?
De igual forma no cree que su hermano le haga mucho caso al respecto, no entiende que paso por la cabeza del mayor para dejar libre a ese abusador solo dando una compensación monetaria y unas disculpas que ni siquiera fueron públicas.¡Protegió la imagen del abusador en vez de la de la víctima! Que sistema tan de mierda.
—Ésto no se quedará así. Alice hará que sepa que se siente ser dañado de tan horrible forma.
A lo que se dedica Alice es a la creación de hechizos. Un trabajo que si tiene buenos resultados puede dejar muchísimas ganancias, pero al mismo tiempo se considera altamente peligroso debido a los riesgos de crear magia desmedida y hechizos nuevos que aún no tienen límites.
[...]
Un año después: Alice buscó y buscó hasta encontrar al abusador de su amiga, y cuando lo encontró, lo sedujo para agarrarlo a solas en un lugar privado donde nadie les interrumpa.
Durante el forcejeo porque evidentemente ella no llegaría lejos con él, ambos sacan sus varitas y comienzan a atacarse, chocando hechizos y por un mal reflejo, la varita de la alemana sale volando lejos de ahí.
—Ja, parece que no tienes con que defenderte.
El hombre Beta se acerca hasta ella y con su varita le baja el escote de su vestido, sonríe con malicia al ver los enormes senos de la bella mujer rubia, ella lo mira con frialdad y le escupe con asco:
—No vuelvas a tocar a Alice, sangre sucia inmunda.
Y antes de que el hombre siquiera reaccionara de manera violenta, ella lo alza en el aire de manera abrupta. Provocando que el hombre sienta mareos y se quedé en shock por unos instantes.
Después de todo, ella no tiene varita, ¿cómo pudo hacer eso?
Alice sonríe cínica y pronuncia las siguientes palabras en alto:
—Ordinis mutationem.
[...]
—¿Esa fue la primera persona contra quien usaste el hechizo?—Pregunta Kaiser cruzado de brazos y visiblemente interesando, la mayor asiente lentamente con la mirada perdida.
Mientras esperan afuera de la habitación donde descansa Yoichi y la doctora lo revisa, su madre por fin accedió a contarle el origen de la maldición que creó.
Kaiser había investigado hace mucho tiempo, antes de saber que su madre Alice y la criminal que asesinó a su tío son la misma persona, sobre que hubo un testigo que presenció está cuarta maldición pero que tiempo después, murió. No sabía que el testigo también fue la víctima de su madre.
—Correcto. A las pocas horas sufrió su primer periodo de celo, uno bastante fuerte pese a la edad y lo llevé a un callejón en el mundo muggle, le quite su varita para que no pudiera defenderse contra los borrachos o drogadictos del lugar, quienes abusaron de él...
La mirada de la mujer Alpha le da escalofríos a Kaiser, porque en su mirada, no hay ningún tipo de arrepentimiento.
Lo que ocasionó su madre ha sido un acto completamente irreversible, sin marcha atrás. Un antes y un después en la historia del mundo mágico. Pero si lo piensa detenidamente, sino fuera por esa hechicera llamada Anri quien apenas la recuerda, a su madre jamás se le hubiera pasado por la cabeza crear dicha maldición, dicho conjuro, ¿verdad?
Su madre creo un hechizo que va en contra de la naturaleza, poderoso y definitivamente con gran grado de complejidad al conjurar, ni siquiera él está seguro de conjurar algo así. Hasta ahora, sólo quien lo creó sabe no sólo el hechizo en sí, sino que nivel de magia y control que se necesita para conjurarlo, y que debe pensar.
—Lo convertiste en un Omega.—Concluye Michael, imaginándose lo que pasó.
La primera vez que lo utilizo fue para cambiar de casta de un Beta a Omega, y después, contra ella misma, pasando de Omega a Alpha, cosa que también aplicó contra ese joven Mortífago de cabello celeste. ¿Qué tan poderoso es dicho conjuro y cómo logró hacerlo posible?¿qué otros tipos de mutaciones puede hacer?
"Recuerda hijo, lo imposible es posible."
Esas palabras que siempre le decía su madre de niño, antes de la muerte de su tío, antes de que se la llevarán a la cárcel ahora cobran más sentido y peso. Pero también se sienten tan complicadas.
—Tiempo después, no soporto el trauma de su mutación y la violación, por lo que se suicidó. Así cree la cuarta maldición imperdonable, y ése hombre, ése violador fue mi primer testigo.—explica con una expresión sombría en su rostro, un tono serio y los labios fruncidos. Nadie más que su víctima fue testigo de su creación, aún recuerda lo repugnante que fue mirarlo, pero lo satisfactorio que llego a ser castigarle.—A los pocos días, mi hermano sospechó de mí pero no dijo nada. Lo mantuvo en silencio por un largo tiempo. No sé si era porque no tenía las suficientes pruebas o porque Alpha es su familia...—Suspira reflexiva.
A diferencia de lo que se aparentaba y varios creían, ella y su hermano no tenían una buena relación. Esto se marcó más durante la adultez. Los pensamientos de él chocaba mucho con los de ella. Uno quería igualdad entre los magos y seguir protegiendo muggles, sacrificando y discriminando otras criaturas mágicas. Pero ella quería jerarquía, que los magos supieran su lugar y los muggles se enterarán su existencia, como la aceptación de criaturas mágicas. Quería y quiere que los muggles les tengan miedo y respeto.
—Esa mujer llamada Anri, ¿sabía lo que hiciste?—Pregunta intrigado su hijo, cruzándose de brazos.
Su madre relaja su rostro y esboza una sonrisa vacía.
—Se enteró que su abusador se suicidó, pero creo que nunca supo porqué. Se lo quería decir pero la veía siempre acompañada del director de la prisión japonesa Blue Lock, y último director de Hogwarts.
—Jinpachi Ego.
Antes de continuar con la conversación, la médica sale de la habitación y les hace una reverencia. Pide que pasen para poder hablar del estado del japonés, más que nada por respeto, como si estuvise frente a una emperatriz y su hijo. Michael de inmediato fue hasta el enorme y largo sillón de tres compartimientos donde descansa su amante, el cuál sigue dormido.
Cuando lo trajeron, se levantó y le vómito encima a Ness como así mismo, el Alpha se asqueo, amablemente lo dejó descansar y salió de ahí para lavarse y cambiarse, nuevamente Isagi se volvió a desmayar. No lleva ni una hora desde que lo trajeron adentro.
Kaiser quiere saber porqué Isagi decidió escaparse hasta afuera. No lo entiende, se siente confundido y no evita angustiarse, pero recuerda que ha decidido confiar en Yoichi y que esté lo ama, así que trata de calmarse y no alterarse.
—¿Cómo está el joven Omega?¿Sabe por qué se desmayó?—Pregunta con genuino interés Alpha y una extraña preocupación.
—La exposición al elevado frío fue una causa. Aunque parece que también sufrió alguna especie de shock, aún así, no es nada grave. No tardará en despertar.—Explica la mujer, mirando de reojo a Isagi, preparándose para lo siguiente a anunciar.
—Qué alivio.—Suspiran ambos rubios, a lo que la doctora ríe bajo por dicha coincidencia.
—Igual, hay algo más que deben saber.
[...]
Abre sus párpados lentamente acostumbrándose al cambio de luz, escuchando voces a lo lejos hablar, distorsionadas y bajas.
—Ya despertó.
La voz de una mujer habló, aquello sólo lo hace frotarse sus ojos y levantarse hasta quedar sentado. Kaiser quien parecía tener una expresión pensativa y seria, se suaviza significativamente al posarse en él, ansioso, se acerca hasta él inclinándose de rodillas y tomándolo de sus manos.
—Yoichi, ¿cómo te sientes?
—Bien, supongo...—contesta pensativo, recordando lo último que pasó antes de caer en la inconsciencia. Luego, rápidamente deshace su agarre con el rubio y busca en sus bolsillos, dándose cuenta que tiene otra ropa, y no sólo eso.—¿Dónde está mi...?
—Aquí tienes, tu varita.
Alpha se acerca hasta él y le entrega su varita con una expresión inusualmente amable y cariñosa, a lo que Isagi frunce el ceño y desconfía de dicha bondad.
Agarra su varita con desconfianza y verifica que sea suya y no esté dañada.
—Gracias...
—Lo que dijo la doctora,—aclara su garganta mientras llama con un chasquido de dedos a uno de los sirvientes elfos para que traigan de inmediato algo.—La causa de tu dolor estomacal y que te haya provocado vómito es por un té que ingeriste recientemente.
—Tomé un té de hierbas, anticonceptivo.—Añade encogido de hombros, aunque no entiende porqué lo vómito, pero al menos ya no le duele la panza.
—Ya veo.
—¿Qué más dijo?
En vez de responderle, el elfo regresa con algo en manos y Alpha lo toma para después acercarse a Isagi y entregárselo.
—Ten, come esto.—Insistente, sonríe de manera cariñosa lo cual se le hace aún más extraño al japonés quien mira a Kaiser como buscando respuestas.
Michael solo observa en silencio las acciones de su madre con los ojos entrecerrados, sin alejarse del Omega y llenándolo sutilmente de sus feromonas.
Lo que la madre de su pareja le está dando es alguna especie de postre que jamás había visto: una tortita ligeramente azucarada y desmenuzada. Por el aroma parece llevar almendras y trozos de manzana.
Isagi agarra el platillo y fuerza una sonrisa, no muy convencido de comerlo. ¿Y si tiene veneno?¿o algún tipo de poción?¿por qué Michael no dice algo? Algo le está dando mala espina...
—¿Qué es esto?—Cuestiona Yoichi visiblemente recio a probarlo, a pesar de que huele demasiado bien y tiene un fuerte deseo de probarlo ya que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que comió algún tipo de postre.
Y él adora las cosas dulces.
—En Alemania es bueno para las personas en tu estado.—Señala la mujer Alpha sin dejar de sonreír, con las cejas relajadas y una peculiar emoción contenida.
—Se llama Kaiserschmarrn.—Añade Michael como si nada, pasando su mano por el cabello de Isagi, acariciándolo enternecido. Yoichi no entiende porqué le mira así, debió verlo vomitarse como retorcerse de dolor y eso no es nada lindo.
Isagi abre bien los ojos por la impresión del nombre, pero antes de siquiera preguntar porque tiene un nombre similar al de Michael, se extraña más por lo que dijo la mujer rubia.
—¿Estado?¿qué estado?—Confundido, sigue preguntando totalmente desorientado. ¿Se refiere a sus raíces?¿es algo que tiene doble significado? No olvida que él viene de Asia y ellos de la parte europea.
—Felicidades, Omega. Estás embarazado.
Irreversible. Definitivamente, ya no hay marcha atrás, ¿cierto?
Notes:
Palabras: 4,071
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 15 de mayo del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse
Nota del escritor:
Tal vez me tarde en actualizar, estoy revisando un par de detalles y creo que voy a cambiar el final que ya le tenia a esta madre (otra vez), es la segunda vez que le cambio el final al fic.Si preguntan si eso es bueno o es malo, pues quien sabe.
Nos vemos!
PD: Ya estamos en la recta (arco) final de la historia.
Chapter 40: 39."¿Regreso?"
Notes:
Por cierto, no se asusten si ven que llego a tardar más de un mes sin actualizar, no se cómo pero de que termino este fanfic, lo hago.
De hecho, actualice antes de lo que quería, mis planes era actualizar hasta el domingo jajaja. Pero un amiga mía me estuvo chingue y chingue de que cuando actualizaba ambrosía, que me la paso actualizando otros fics y yo le dije "ya cálmate a la verga" y suspendí mi ida al gym para terminar de editar esta verga.Ojo: el capítulo ya lo tenía casi terminado hace casi una semana atrás, la cosa era acabarlo y editarlo. En fin..
Por cierto, a está amiga ya le he dado algunos pequeños spoilers de la historia. Cómo por ejemplo: del bebé de Isagi.
Puede ser su género, su apariencia, cuantos serán o si es solo uno, o si el bebé sobrevivirá:D jajajaja...
Si estas leyendo esto, no vayas a revelar en comentarios lo que te dije del bebé o me vengare.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
"Estás embarazado"
Al principio, con incredulidad, observaba a la madre de Kaiser darle la noticia de manera tan despreocupada y con una sonrisa extraña que delata alegría y emoción que no es capaz de confiar. Pero el hecho le parece algo imposible, ya que se bebió el té precisamente para evitar un embarazo, no porque no deseara tener un bebé con Michael, sino por las cosas que se viven, por el conflicto actual en el mundo.
Luego, al ver la expresión de Kaiser se da cuenta que no hay mentira alguna, y le recuerdan algo que pasó por alto.
Vomitaste .
No quiso creerlo pero, ¿Realmente rechazó el té y por ello no le hizo efecto? Al vomitarlo, perdió su esencia. Pero, ya tiene bastante rato que tomó el té, ¿cómo es ésto posible? Debe haber algo más de lo que no se está dando cuenta, pero tendrá que investigarlo después.
Ahora que lo inevitable está presente en su vida, más allá de la sorpresa e incredulidad que siente, poco a poco la negación va transformándose en algo que, genuinamente, sólo imagino sentir de forma tan intensa hacia tres personas. Sus dos padres y Kaiser.
El amor hacia alguien. Solo que este tipo de amor es diferente, más tierno y entusiasta hacia un pequeño ser que todavía no ha nacido. Inconsciente, sus labios se curvan a una pequeña sonrisa que trata de ocultar al cubrirse la boca con sus propias manos. Siente una calidez acaparar su pecho, es una sensación agradable y gratificante.
Una de sus manos se posa encima de su vientre, imaginando como será el bebé que crece en su interior. La idea de tener una niña le emociona más, y antes de seguir fantaseando, un beso tierno en la mejilla por parte de Kaiser lo despierta de su pequeña ensoñación.
—Podemos tener al bebé, ¿verdad?—Interroga el rubio con cautela y una expresión de aparente calma pero llena de intriga, dejando perplejo al japonés que apenas pestañea confundido.
—Uh, bueno, el asunto es que—, en medio de su explicación y balbuceos, es interrumpido por una voz más entonada, autoritaria. Por la madre de Michael.
—¿Qué son esas preguntas, hijo? Por supuesto que lo tendrá.
La forma de expresarse de la mujer alta y gran busto, le resulta tan arrogante y precipitada, sin considerar la opinión del Omega.
Isagi se muerde el interior de su mejilla, tratando de no buscar alguna discusión con esa mujer. Aún tiene cosas que procesar y exaltarse no es una buena opción. Siente las caricias suaves de su Alpha en su espalda, ganándose su atención.
—Yoichi, ¿hay algo que desees ahora mismo?
¿ Qué deseo?
Por supuesto que desea que la guerra acabe ahora mismo, que todo vuelva a como era antes. No más sangre derramada, no más jerarquía ni muertes. Quiere paz y orden. El desea regresar a casa con sus padres juntos, sus amigos en el mundo muggle y que Kaiser dejé de ser un Mortífago. Dios, odiar admitirlo, pero extraña un poco su aburrido y horrible trabajo en ese oficina donde ganaba apenas lo justo para sobrevivir.
Desea que el Quidditch regresé, las competiciones a nivel mundial con otros magos de otras partes del mundo. Desea ser el mejor jugador de dicho deporte.
El tener tantos deseos que sabe no se pueden cumplir, prefiere no decir nada de lo que está pensando.
A excepción de algo muy importante.
—Si. Quiero darle la noticia a papá, ¿se puede?—Extrañamente, su mirada suave y suplicante se dirige a la mujer Alpha, quien un poco sorprendida, asiente lentamente.
—Por supuesto. Tu padre debe saber la maravillosa noticia, que ahora somos familia y le darás su primer nieto.—Con bastante ánimo y satisfacción, esboza una sonrisa contenta.
Raro. Normalmente solo le pediría el permiso de Michael, pero ahora, también busca la aprobación de su madre cuando antes la confrontó con repudio y odio.
Isagi esconde sus verdaderas intenciones en una sonrisa familiar y de cortesía. Ninguno de los rubios se da cuenta que algo está tramando.
—Gracias.
Apenas la madre de Kaiser los deja a solas para hacer unos preparativos, el hijo aprovecha para darle un pequeño masaje en los hombros a su pareja y así aliviar un poco el estrés por tantas abrumadoras emociones. Un poco mas relajado, el alemán le cuestiona:
—Yoichi, ¿Tú quieres a éste bebé?
Su tono de voz y la mirada en que lo pregunta, le llena de ternura y conmoción al japonés. Es como si Kaiser creyera por unos instantes, que Isagi no quiere tener a su bebé. Una tristeza camuflada de seriedad e intriga.
Es natural, Yoichi realmente no quiere tener un bebé en estas circunstancias. Y le parece admirable y agradable que Kaiser pregunte su opinión, que quiera saber lo que su pareja desea antes que cualquier cosa en el mundo. Es lindo y honesto, porque a pesar de lo que su madre impuso, prioriza los sentimientos de Isagi Yoichi. Si no fuera porque hay una guerra, a Isagi no le importaría ni preocuparía tener un bebé a estas alturas, a está joven edad. Le hubiera gustado tener una vida tranquila y familiar con Kaiser en un mundo en paz, teniendo a su primer bebé y viendo como crece hasta llevarlo a Hogwarts.
La idea de tener un hijo le emociona en cierta medida, pero también le asusta y pone nervioso. Son muchas emociones y preocupaciones que tiene en la mente.
Pero, incluso en el hipotético caso en que no quisiera tenerlo para nada, no hay muchas opciones para deshacerse del bebé. No hay un hechizo (todavía) para aquello, tendría que irse por técnicas o medios muggles. Conoce el aborto y su procedimiento, y no es algo que le agrade mucho a Isagi experimentar. Otra opción sería darlo en adopción una vez nazca, pero, ¿a quien? El mundo muggle no es muy seguro y del mundo mágico mejor ni hablar.
—La noticia me conmocionó al principio, pero...—hace una breve pausa, pensativo. Kaiser le comienza a besar el cuello, lo hace sentir atendido y querido.— quiero tener a éste bebé tanto como te amo a ti.
Michael abre bien los ojos por la sorpresa, estos brillan y sus labios tiemblan ligeramente. Su corazón late de alegría al escuchar la respuesta del Omega.
—¿De verdad, Yoichi?
Su cabello se vuelve ligeramente rosado y unos rizos ondulan su larga melena. Sus mejillas se sonrosan e Isagi piensa lo bonito y adorable que se ve el Alpha cuando no puede controlar emociones tan intensas y el resto de su cuerpo lo delata. Tan expresivo y lindo.
—Si, quiero tener a éste bebé. Estoy seguro... sólo que hay algo que me preocupa.—Su expresión llena de confianza y amor se distorsiona a una de gran preocupación y sus hombros se ponen rígidos, sus labios se curvan en una mueca recta, reflexiva.
—¿Qué es? Puedes pedirme lo que quieras, Yoichi.
—Cuando crezca, no habrá una escuela a la cual asistir.—suspira con pena y desviando la mirada, formando puños en sus manos.—Hogwarts está destruida.
—... Puede aprender de nosotros.
Tras un largo silencio, Kaiser le responde. Pero Isagi levanta la voz y frunce el ceño un poco molesto e indignado, porque eso no es suficiente para él. Por supuesto que le enseñaría a su hijo como usar la magia, pero quiere que aprenda también de otros medios u experiencias.
—No es lo mismo. Quiero que viva la experiencia como nosotros. Ir a comprar sus libros, una varita mágica y su propia escoba. Que aborde el tren, que participe en torneos de Quidditch si así lo desea, que conviva con otros compañeros, que se esfuerce por sus notas, que sea espectador en el torneo de los tres magos. Me gustaría todo eso para el bebé...
Michael lo piensa, comprensivo, agrega:
—No te preocupes por ello, lo solucionare. No importa si tengo que reconstruir todo el castillo de Hogwarts o inagurar una nueva escuela, lo haré por ti. Buscaré profesores y eventualmente alumnos asistirán.
En el fondo, Isagi está satisfecho por el resultado, sabe de lo que Kaiser es capaz de hacer si se lo propone. Aún así, trata de no reflejar gran emoción en sus gestos. Como si todavía durará de la promesa del Alpha.
"Te has vuelto un manipulador, ¿eh?" Se dice para sus propios adentros. Ignora ese pensamiento y continúa hablando.
—¿Cómo lograrás hacerlo en plena guerra?
—Acabaré con la guerra lo más pronto posible.—Decidido, le da su palabra a su amado Isagi, quien puede ver esa mirada de determinación en su amado Kaiser.
—¿Cómo?
—Pensaré en una solución y la ejecutare.
—¿De verdad harás que Hogwarts regresé?
¿Puedo creerle? Piensa para si mismo. De todas formas, igual está viendo otras opciones para el futuro de su bebé. Aunque no se lo dice a Kaiser, Isagi no planea que su hijo conviva con Mortífagos. Aún recuerda vividamemte las palabras de Alpha antes de haberse desmayado en la nieve hace más de una hora atrás. Sigue sin estar seguro de si Kaiser realmente apoya firmemente a su madre, y de ser así, por más que lo ame, no se siente moralmente bien estar ahí. Siente que está traicionando a su familia, a sus amigos, a sus ideales.
"¿Y por qué no ser egoísta y unirte a Michael y a su madre? Eres un Slytherin después de todo, ¿no?"
Ante aquellos pensamientos se sacude la cabeza con desagrado. Reprochandose así mismo.
Entre traicionar a la gente que lo ama y ha apoyado todo este tiempo, a su familia y amigos, a traicionar al amor de su vida, a su destino, ¿qué se supone que deba elegir?
No importa que camino deba escoger, igualmente será criticado por terceros. ¿No hay forma de no traicionar a ningún bando? Debería haber una, pero todavía no encuentra la pieza faltante en su tablero de ajedrez.
—Si. Lo haré, por ti y nuestro hijo.—Le toma de sus manos suavemente y besa cada uno de sus nudillos con cariño.
Michael piensa en lo bonito que sería si se casan pronto, antes de que nazca el bebé.
[...]
La reacción del padre de Yoichi es conmocionada, lo felicita y en sus ojos se ve cierta alegría como sorpresa, sin embargo, no evita tensarse al imaginar quien es el padre. No necesita ser un genio o preguntarle directamente quién es el papá de ese bebé, le cuestiona cuanto tiempo lleva en estado y otros detalles que le alarman.
—¿Fue por tu propia voluntad, hijo?
—Claro que sí, padre.
Un suspiro aliviado suelta Issei, pero sigue bastante inseguro y ansioso. Su gesto se deforma y frunce el ceño, pero Yoichi, quien ya sospechaba de la reacción de su padre, se apresura a decir para calmarlo aunque sea un poco:
—Se que te preocupa la vida que le puedo dar a mi hijo, pero tengo un plan.
—¿Un plan?
—Estoy empezando a planear la forma de que está guerra acabe. Tal vez llegar a un acuerdo o...
—Es imposible.—interrumpe, cabizbajo. Suelta un suspiro con cierta resignación. Aún tiene fé de que los jóvenes magos que siguen defendiendo en el mundo muggle logren resistir y ganar la guerra, pero recordar el poder monstruoso de Alpha, le enfría la sangre. Su poder es tal, que sólo el mismísimo Merlín podría hacerle de frente. Pero él ya no está aquí...—Esa Mortífaga, la madre de Kaiser, quiere gobernar hasta el mundo muggle. Sólo matandola es posible acabar con todo esto, pero ella no sólo tiene un horrocrux, sino que también la ambrosía de su lado.—Agrega frotándose los nudillos.
Durante la guerra, Jinpachi Ego logró destruir dos de los tres horrocruxes de esa mujer. Uno era su anillo de casada y el segundo el bastón de su fallecido medio hermano.
Nunca se supo siquiera cual era el tercer horrocrux. Pero de saberlo y encontrarlo, de todas formas ella es inmortal por la ambrosía. Asesinarla es bastante difícil.
—Tendré un plan, no te preocupes.—abraza a su padre de manera protectora y comprensiva, dándole un beso en su arrugada frente, le da mucho sentimiento pensar que ha convertido en abuelo a su papá. En eso, su expresión se oscurece y añade:—Con o sin la ayuda de Kaiser.
Isagi Yoichi ya se ha dado cuenta, luego de varios días, que el invierno en éste lugar parece nunca llegar a su fin.
[...]
—¿Quieres ir al mundo muggle?
Michael frunce el ceño ante la petición de su Omega.
Ambos han terminado de cenar, está vez, en el gran comedor. Isagi ya es un poco más libre de andar por toda la mansión. A veces, solo. Ya no se pierde fácilmente como antes.
—Si, para ver a mi madre y darle la noticia junto a papá. ¿Puedo hacerlo, verdad?
—...
—¿Michael?
El silencio del alemán es inquietante. Isagi, casi enfadado, está a punto de preguntarle de forma irónica si acaso esta secuestrado como para no salir donde y cuando quiera de ahí. Pero decide mantenerse calmado.
—Necesito organizar un viaje seguro. No podemos teletransportarte y un viaje en escoba puede ser peligroso en tu estado con el clima del mundo mágico y lo turbulento que es el mundo muggle por la guerra.—explica con gran preocupación, pensativo.—Dame dos días y lo solucionare.
—¿Puedes mover a papá a una de las habitaciones? Algo más cómodo y cercano donde dormimos, aborrezco seguir viéndolo en ese calabozo.
Con una expresión seria pero una mirada comprensiva, responde:
—No se si pueda hacer eso. Tu padre es prisionero de mamá, no mío.
Isagi abre la boca para decir algo, pero la vuelve a cerrar, indeciso. Luego de reflexionar por un breve rato con una expresión impaciente y conflictiva, se da cuenta que tiene que sonar convincente, así qué argumenta en un tono lo mas calmado posible:
—No se preocupen si se escapa, él no lo hará. Ya hable con él, no intentará nada. Además, no tiene su varita.—aprieta los puños y tensa la mandíbula.—Él velará por mí seguridad, solo que ya no soportó verlo en esas condiciones. Si quieres, puedo pedírselo a tu mamá personalmente.
—No es necesario, confiaré en ti. Lo moveré a la habitación de a lado está misma noche para que esté cerca de ti.
Yoichi esboza una sonrisa aliviada y emocionada, con alegría, abraza al Alpha, depositando un cariñoso beso en su cuello y luego, se acurruca en su pecho.
—¡Gracias, Micha!
Kaiser sonríe y siente un rubor en sus mejillas. Le devuelve el abrazo un poco más fuerte, envolviendo al Omega con sus feromonas. No evita recordar el importante detalle de que está esperando a su bebé, y que Yoichi le dejó en claro su deseo de tenerlo. De sólo recordarlo, le pone muy feliz.
Yoichi me ama. Me ama tanto que está dispuesto a dar a luz a mi bebé.
Kaiser esta tan contento y emocionado que apenas puede contenerse, siente su corazón palpitar con fuerza y un calor agradable florecer en todo su pecho hasta las puntas de sus dedos. La idea de quedarse así por una eternidad con el japonés no suena nada mal.
Si los dos fuésemos eternos... sería tan feliz.
—No es nada, es familia, ¿no?
Isagi de queda en silencio por un breve rato, alza la mirada y con una leve sonrisa, responde:
—Si, es familia.
Yoichi jamás se cansará de empaparse de las feromonas de Michael. Incluso, empieza a sentir su agujero húmedo.
[...]
Esa misma noche, Isagi va a la cama antes que él. Sin embargo, no va a dormir, suele leer libros y practicar un poco más de magia.
Kaiser aprovecha para hablar a solas con su madre, quien parece un tanto frustrada por no lograr todavía el dominio total del mundo muggle. Debido a que Michael se la ha pasado gran parte parte del tiempo en la mansión para hacerle compañía a Isagi, no ha habido grandes avances como a Alpha le gustaría.
Los únicos Mortífagos que parecen estar a la altura de las expectativas de ella, son Itoshi Rin e Hiori Yo.
—Así que quiere ir al mundo muggle a ver a su madre.—repite la mayor, luego de haber escuchado pacientemente a su hijo explicarle la situación. Ella no luce convencida, arruga la frente y sus labios forman una línea recta.—Eso puede resultar contrapudecente.
—¿Lo crees asi?—Levanta una ceja, sosteniendo la mirada de su madre con seriedad, estirando su cuello haciendo aún más visible su hermoso tatuaje de las rosas azules. Como imponiéndose, haciéndose notar que Kaiser ha superado en altura a su mamá por mucho.
—Entiendo que quiera ver a su madre. Pero, ¿por qué ir al mundo muggle?¿no es mejor traerla acá?—Dice con desdén, desviando su atención al tatuaje de su hijo. El más joven se encoge de hombros.
—Tal vez sea cierto.
—Por cierto, ése tatuaje...
—¿Qué tiene? Tú me decías que así se ve la ambrosía cuando era un niño.
La rubia lo observa detenidamente; en todos estos años, nunca le había prestado la suficiente atención al tatuaje de su hijo. Quizá por andar más ocupada y pendiente en otras cosas.
—No me llama la atención el diseño del tatuaje... en realidad, es el lugar donde lo tienes.
¿Qué tiene de intrigante qué se lo haya hecho en su cuello?
Notes:
Palabras: 2,872
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse.
Nota del escritor:
Cambiando de tema, también quiero mostrar el arte que un amigo mio me hizo, aprecien esta belleza: (esto será visible solo para los que leen por wattpad o inkkit)
Inspirado en un diálogo de un capítulo pasado.
De hecho, lo subí al grupo de Facebook kiis que existe. Nomas que en anónimo porque no quiero que sepan quien soy, jajajaja. Aunque las Admin ya deben de saberlo porque mi nombre es visible para ellas cuando públicas en anónimo.
Nos vemos en la próxima actualización!
Chapter 41: 40."Horrocrux"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Michael frunce el ceño en señal de confusión, formando una línea recta en sus labios y mira a su madre dudoso. Ella entre cierra los ojos, aún observando su cuello y como tratando de recordar algo.
—¿Tienes curiosidad de por qué hice mi tatuaje en está zona del cuerpo?—Pregunta alzando una ceja, con un ensamble desinteresado.
—Si, Alpha tiene curiosidad.
Kaiser suspira y se frota la sien. Realmente no es como que haya un gran motivo y trasfondo de porque justo se hizo el tatuaje de las rosas en esa zona en específico. Pudo ser en la espalda, en una pierna o su adbomen, no fue nada especial.
Sin embargo, al tratar de hacer memoria de porque escogió ese lugar de su cuerpo, recuerda aquella conversación en Hogwarts que tuvo con Yoichi hace muchos años cuando le preguntó exactamente lo mismo.
—Es una espacio grande que da una gran impresión.—se encoge de hombros, con una expresión aburrida y pensativa.—Además, una pequeña parte de mí quiso cubrir la cicatriz visible en mi cuello en aquel entonces.
—¿Una cicatriz?—Repite ella, con cierta chispa de intriga en sus ojos azules.
Kaiser asiente sin mucho ánimo, y cuando piensa que las cosas se detendrán ahí, la mayor sigue insistente en ese tema.
—¿Recuerdas cómo te la hiciste?
Kaiser se detiene a pensarlo antes de contestar. Es algo tan poco relevante que tarda un par de segundos en recordar como se la hizo.
—Me caía de las escaleras.
—¿Qué?—Su frente se arruga y no parece verse muy convencida.
—Tendría yo unos ocho o nueve años, no lo sé. Me caí de las escaleras y uno de esos duros escalones hizo una cortadura horrible en mi cuello.
—¿Realmente aquello sucedió?—Extrañada, se cruza de brazos.
—No recuerdo bien que paso a esa edad, porque, si me permites recordarte, papá me extrajo los recuerdos de aquella noche en que asesinaste a mi tío enfrente mío.—Explica de manera seria. Antes de sus diez años, tiene ciertos recuerdos borrosos o alterados de alguna forma.
—Lo entiendo.
Alpha dibuja una sonrisa en su rostro y relaja su expresión, soltando una pequeña carcajada nostálgica. En su mente, la imagen de Kaiser siendo todavía un niño es tan adorable. Extraña varios de los momentos que pasó con él antes que la familia se destruyera.
Suspira. Quizá ya no vuelva a tener un hijo, pero tendrá la oportunidad de cargar a un bebé de su sangre. Su futuro nieto o nieta que le dará el japonés Isagi Yoichi. De sólo recordar aquel detalle le emociona. Se promete así mismo que será una buena abuela, más presente en la familia.
—¿Qué te parece tan gracioso?
La voz de Kaiser interrumpe sus fantasías, haciendo que regrese a la realidad. Al mirarlo, y de nuevo a ese tatuaje, el rostro de Noel Noa viene a su mente y su sonrisa se apaga. Luego, toma aire y lleva sus manos a la cintura, con el pecho en alto y una mirada profunda, le confiesa a su hijo:
—Ya sé cual es el secreto que tu padre nunca te contó.
La respiración de Michael se corta, traga saliva grueso y se inclina hacia ella con gran interés. Ha esperado tantos años para al fin saberlo.
—¿Cuál es?
—No tienes una memoria tan vívida de aquella noche en que mi hermano murió. ¿Verdad?
—Sólo se que tú lo mataste, luego vino más gente a detenerte y papá con ellos.
—¿No recuerdas que sucedió después de la muerte de tu tío pero antes de que ellos vinieran?—Cuestiona para estar segura de aquello.
Kaiser niega lentamente, recordando dicho suceso que le describe.
Ese recuerdo lo había visto con Isagi . Una laguna en la memoria, algo que dejó un hueco argumental.
Él lo recuerda perfectamente. Aquello que se considera prohibido.
—Estabas buscando un objeto para meter una parte de tu alma luego de que cobraste la vida de mi tío.
Ella asiente lentamente, y sonríe ligeramente, de manera retorcida.
—Exactamente. Y dime, ¿te acuerdas que objeto tomé esa vez?
No. Kaiser no recuerda eso, porque justamente su recuerdo fue alterado. Noa no le enseñó todo el recuerdo de su infancia. Quizá no quería que alguien tan joven viera como se hace un horrocrux.
Algo que estaba en esa habitación , en ese momento. Había un montón de cosas, pero, ¿qué podría ser? ¿ Algún libro, un cuadro de pintura , una reliquia de la familia o un simple cenicero?
—No... porque esa parte de mi memoria fue extraída también. Se borró.—Admite impaciente, el deseo de saber por fin aquella verdad que su padre le estuvo ocultando es casi tan grande como el amor que siente por Isagi Yoichi.
—Te lo diré, hijo.—hace una breve pausa, acercándose lentamente hacia él. Sus manos se posan sobre sus anchos hombros y su expresión se oscurece. Su mirada se desenfoca unos instantes, su cabeza mira hacia abajo y continúa hablando.—El objeto que tome esa vez, no es un algo, es un alguien.
—¿Qué?
Confundido, pestañea un par de veces sin entender a donde que quiere llegar.
—Y en éste momento, lo tengo enfrente mío.—Alza su cabeza y sostiene la mirada de su hijo. Él pone los ojos en blanco, y la empuja lejos de él sin ser tan brusco.
—No... eso es, ¡imposible!—suelta un jadeo desesperado. Cree que es una broma, pero la expresión de su madre no parece estar mintiendo.—¿¡Un horrocrux una persona!? ¡Solo pueden ser objetos, no personas! ¿Cómo es posible que tú hayas hecho algo como eso?
Sus nudillos se ponen blancos y su respiración se agita, al mismo tiempo siente un vuelco en su estómago y sus manos tiemblan. Suda frío y se niega a creer lo que sus oídos escuchan.
Entre más lo piensa, más irrazonable le parece.
—Es verdad, en ese momento no estaba segura de que funcionaria, pero solo alguien con mi habilidad y poder podría lograrlo.—admite sin dejar de verlo fijamente, alardeando un poco de su propia magia y técnica. Es y será la primera y tal vez la única bruja en hacer que un horrocrux sea una persona.—Y la gran ventaja que siempre tuve, es que jamás sospecharian de que un horrocrux podría estar en una persona.—Sonríe cínica. A veces cree lo estúpidos que son los del Ministerio de Magia.
Kaiser tiene que sostenerse de algo para no derrumbarse ahí mismos, sus ojos siguen tan abiertos que parece que saldrán de su cara. Sus uñas se entierran en el mueble de madera y aprieta la mandíbula, sus dientes sueltan un chirrido por la ira contenida, mezclada de incredulidad, miedo y desesperación. El aroma de sus feromonas que suelta es agrio, pesado y denso, incluso amenazador.
Su cabello cambia en diferentes colores: de naranja a rojo, de azul a gris. Las venas en sus brazos parecen marcarse más y el borde de su vista se vuelve borrosa por unos segundos.
—Meter tu propia alma en tu hijo...—escupe herido, decepcionado. El lugar parece temblar por la magia que desborda de su propio cuerpo, la ira y la decepción es inevitable. La mujer frente a ella no parece inmutarse, apenas siente algo de empatía por las emociones de su hijo en estos momentos.
Kaiser ni siquiera sabe si puede llorar en un momento así, no quiere verse vulnerable ante la persona más cruel en éste mundo que ha sido capaz de usarlo como una herramienta. Regula su respiración aunque el dolor en el pecho sigue ahí, persistente. Con un tono frío, pregunta:
—¿Papá de verdad siempre supo todo ésto?
—Él sabía que cuando el Ministerio de Magia urgara en tu mente, lo descubrirán y serias sacrificado sin pensarlo. Prefieren sacrificar a un inocente que al mundo de la magia. Entonces, ¿cómo protegerte, eh? Quitandote ése recuerdo y ocultandolo para siempre de todos.
Las únicas personas que sabían o saben que Michael Kaiser es un horrocrux, han sido sus propios padres. Uno, está congelado en la entrada a la mansión, y el otro, sigue con vida, causando caos en el mundo muggle.
—Noa, todo esté tiempo solamente trato de protegerme...
Y aun así , le di la espalda. Lo traicione.
"Eres un pésimo hijo"
"¿También serás un pésimo padre?"
Esos pensamientos intrusivos hace que se asuste más y más. ¿Qué tal si lo arruina todo con su Omega?
No quiere fallarle a Yoichi ni a sus cachorros. No quiere ser cómo su madre, que sólo utilizo a su propio hijo como una herramienta para su propio beneficio, su protección.
—Fue un buen padre, aunque no un buen esposo en mi opinión.—Admite con un suspiro decepcionante y de fingida preocupación.
—No puedo creerlo.
—No es tan difícil de aceptar. Piensa un poco, ¿nunca te dolía ése lugar?¿no tenías presentimientos extraños? Es porque yo estaba cerca o haciendo algo grande. ¿No tenías sueños de mi? Una parte de mi alma siempre estuvo en ti, naturalmente debiste sentir las señales.
Señales.
Kaiser sintió cada una de ellas pero jamás se hubiera imaginado que se trataba de su madre. Ambos estaban conectados, innegablemente. ¿Cuántas noches despertó en la madrugada sintiendo cómo se asfixiaba así mismo? Pesadillas y raros sueños de una figura peculiar cantando una canción.
—Durante el torneo de los tres magos en el último desafío, sentí que me asfixiaba. Me dolía mi tatuaje, creí que era porque presentía que Yoichi podría estar en peligro en ese laberinto y...
—No era por Yoichi, era porque yo estaba con vida, cerca de la ambrosía.—Le interrumpe sonriente.
—Cada que sentía un dolor en mi cuello hasta el punto de ahorcarme, todo esté tiempo... ¿fuiste tú?
—Así es.—le felicita, parece que por fin está aceptando la cruda realidad.—En conclusión, esa cicatriz que tienes aquí—apunta hacia su cuello, casi rozando su uña con la piel expuesta—, no es por una tonta caída de escaleras que tu padre se inventó para desviar la atención, es por mí.
—...
—Tú padre, a pesar de todo, quiso protegerte. Si la verdad de que eres un horrocrux hubiera salido a la luz desde pequeño, tu vida sería diferente. Quizá el Ministerio de Magia te hubiera tenido algo de compasión y no te hubieran matado al instante, pero seguramente hubieran esperado a que fueses mayor. Tú vida escolar pudo haber sido distinta.—Explica su madre, con una expresión difícil de descifrar.
Kaiser siguen en silencio, procesando toda la información. Su cabello naturalmente regresa a su tono rubio natural, pero hay algo que lo sigue manteniendo intranquilo y por supuesto, no puede dejar de sentirse ansioso ahora que sabe la verdad que todos estos años su padre estuvo ocultando.
—¿Puedo hacerte otra pregunta?
—Por supuesto.
—¿Quién es la persona a quien más amas?
Alpha entorna los ojos, su expresión se deforma y se pierde en sus pensamientos por unos instantes.
Por supuesto, está pregunta viene con doble intención.
—¿De verdad lo sigues dudando? Todos creen que no amo a nadie o le fui infiel a Noa, pero la verdad... es que nunca dejé de amarlo. Incluso cuando estalló está guerra, le di otra oportunidad para unirse a mi, pero nunca quiso aceptar a mi nueva yo.
La mujer se da la vuelta mostrandole la espalda, se baja esa parte de la túnica hasta su cintura dejando ver su espalda desnuda, al descubierto. Piel que debería ser blanca, ahora es oscura. Con un horrible y enorme moretón además de una herida que nunca cicatrizo, que parece llevar varios meses así. Es tan horrible que Kaiser apenas es capaz de mantener la mirada. ¿quién le hizo eso?
—¿Qué carajo es eso?
Extrañamente, ella le revela su secreto sin dudarlo mucho.
—Tú papá si me atacó. Rompió el hechizo de la ambrosía, digamos que "morí " por unos minutos. Cuando desperté, el seguía conmigo. Nunca llevo mi cuerpo con Jinpachi Ego o la resistencia. Y él sabía porque no morí.
Aun así, hay algo que siempre le ha parecido muy extraño a la alemana, y es que Noa pudo entregar su cuerpo muerto a Jinpachi Ego, la hubieran encerrado nuevamente o embrujado de alguna manera para retenerla. No podrían asesinarla, pero si contenerla. ¿Por qué no lo hizo?
Kaiser medito la respuesta. Si ella ya no tiene la ambrosía que la protege, entonces, quiere decir...
—Porqué aún tenías un pedazo de tu alma en un horrocrux.
En mí.
Alpha asiente sin dejar de sonreír. Tomando asiento en uno de los sofás individuales. Con un movimiento de mano preciso, hace que levite hacia ella su tablero de ajedrez. Uno que, a pesar de ser bastante antiguo, sigue viéndose hermoso. Hecho de cristales. Cada pieza perfectamente tallada según su rol en el juego.
—Él jamás sería capaz de sacrificarte, porque para acabar conmigo tendría que matarte a ti primero.—hace una breve pausa mientras observa las piezas de ajedrez moverse solas luego de soltar indicaciones en voz alta.—Ese peso sobre sus hombros y su conciencia me dio el tiempo suficiente para levantarme y atacarlo con un hechizo poderoso de petrificación.—levanta su mirada, observando a un Kaiser que parece que tendrá un colapso mental.—Todo gracias a ti, hijo. Eres tan importante para él que prefiere sacrificarse él mismo que acabar contigo.
—...Siempre se guardo ése secreto todos estos años para protegerme.
—Si el tomará la ambrosía, seguramente el único que sería capaz de acabar con él serias tú por el amor de padre a un hijo que tiene.—Agrega con una risa seca, regresando su vista al tablero de ajedrez, mientras que Kaiser sigue bajo su propia atmósfera de dolor y duelo.
—...
El largo silencio de su hijo hace que ella levante nuevamente el rostro para observarlo. Para su sorpresa, el cabello de su hijo cambia a un color que no recuerda haberlo visto antes, jamás.
—Tu cabello es completamente oscuro, hijo.—señala con evidente asombro. Al verlo con más detalle, se da cuenta que con ese tono de pelo le da un aire tan diferente.—Será mejor que descanses, si quieres mandar a tu Omega al mundo muggle, que sea dentro de una semana. Necesitas procesar la información y luego preparar las cosas para enviarlo, ya que tú no podrías entrar a Japón.
[...]
—¿Michael, estás bien?
El Alpha no sabe que decir, se encoge sobre si mismo y se desploma encima de la cama, agotado y con pensamientos que no lo dejan en paz, atormentandolo. El color de su cabello es un rubio cenizo que ligeramente cambia entre instantes a un tono gris.
Siente a su pareja acercarse y acariciarle la cabeza con cariño y paciencia, mimandolo. Unos labios se presionan detrás de su oreja y con una voz suave, le dice:
—Sé que no te lo digo seguido, pero muchas gracias por estar conmigo.
El alemán siente un peso encima suyo, las feromonas del japonés lo abrazan y hacen sentir protegido. A pesar de que no tiene ganas de ver a alguien o fingir una conversación, la presencia de Isagi es agradable, incluso en sus peores momentos, le gusta tener al Omega a su lado.
Ni siquiera es capaz de decirle lo que acaba de descubrir. Quiere desahogarse, porque Yoichi es la única persona en quien confía, pero también no se siente lo suficientemente animado para hablar.
Se siente tan vulnerable, en un estado tan débil que jamás le mostraría a alguien. Ni al resto de Mortífagos y mucho menos a sus enemigos.
Incluso en su estado de completo silencio, a diferencia de la última vez que Isagi y él terminaron, está vez, el japonés se queda ahí. Intrigado por saber que ocurre pero comprendiendo que quizá Michael debe estar tan cansado y estresado para no querer hablar lo.
Estando arriba suyo, descansando en su espalda, le abraza por encima de su cintura. Le da besos en su cuello, inhalando el aroma de su cabello y luego, besa su tatuaje.
Ese lugar donde está su cicatriz, donde Kaiser ya no lo ve igual que antes, esta siendo besado por Yoichi como si fuese lo más preciado para él. Porque cada parte de Michael es encantadora. Así es Isagi, adora demostrar cuánto ama a Kaiser, disfrutando cada minuto juntos.
—Ser papá no es fácil, pero que tú estés aquí conmigo, hace que todo sea mejor. El bebé será tan feliz de saber que tú eres su padre.
El corazón del Alpha late con fuerza, su pecho se siente caliente y sus mejillas se sonrosan. ¿Cómo puede Yoichi decir cosas tan lindas de él?
—¿Cómo lo sabes?
—Porqué eres Michael Kaiser. El mejor mago de estos tiempos, después de mí.—ríe enternecido. Besando su mejilla con fuerza y una adoración que Kaiser jamás había sentido antes. Yoichi es tan especial, le hace sentir tan amado que no se imagina a nadie más con quien compartir sus días.—Eres el mundo en el que quiero estar y amar, mi bonito Alpha.
¿Yoichi me seguirá amando incluso si se entera de lo que soy?
Kaiser por fin se da media vuelta para decir algo—haciendo que Isagi ahora esté encima de su torso—, con una expresión difícil de describir y una molestia en el pecho, tratando de eliminar cualquier rastro de duda en su corazón. Al momento de querer hablar, es interrumpido por unos suaves y regordetes labios que lo besan. Siente la lengua juguetona de Isagi juntarse con la suya, luego succiona y se saborean los labios. Gemidos y suspiros se ahogan en medio del beso, desesperado y caliente.
Se separan del beso jadeantes, Isagi lo mira con deseo y frotándose contra su cuerpo. Kaiser tiene una de sus manos descansando sobre el culo de su amante.
—Quizá ahora no tengo mucho para darte, ni dinero o un artefacto mágico.—hace una breve pausa, frotando su nariz de lado a lado con la del rubio en un gesto adorable e inesperado para Kaiser, quien se sonroja.—Pero puedo darte todo lo que soy, Michael.
La expresión de Isagi Yoichi es lo más etéreo y encantador que Kaiser ha visto. Sus ojos brillantes y llenos de deseo como de aprecio profundo, sus labios entre abiertos y humedecidos por el reciente beso, sus mejillas calientes que adquirieron un color rojo bellísimo y su cabello oscuro despeinado, como si acabara de despertar de un larga siesta.
Sino fuera porque se siente mal por las cosas que ha descubierto hoy, le gustaría hacerle el amor a Yoichi. Lamer su agujero hasta saborear sus jugos, chupar sus pezones hasta que se pongan duros y luego sentir lo caliente de sus paredes. Si Isagi no estuviera embarazado, se encargaría de preñarlo. El agujero de Yoichi debería estar lleno de él, lleno de su esencia.
—Qué me des una familia ya es suficiente para mí.—Contesta besando su mejilla y luego mordiendola.
Isagi se "queja" por la mordida, pero esboza una sonrisa contenta y llena de cariño.
—Gracias a ti por nacer.
—¿Nacer?
—Eres una persona maravillosa. Siempre estaré agradecido por conocerte. Te amo, Michael.
Me ama. Él me ama.
Su corazón no deja de latir fuerte, su mano pasa por la cabeza de Isagi y enreda sus dedos en los oscuros cabellos del nipón, acariciándolo con amor.
—Yoichi.
—¿Sí?
—¿Puedes abrazarme y nunca soltarme hasta que me duerma?
—Claro que sí, cariño.
Sin más que decir, ambos duermen abrazados, cómodos en el calor del otro. Añorando estar así por siempre y olvidando lo qué él mundo sufre allá afuera.
La eternidad e inmortalidad siempre tiene un alto precio a pagar.
Notes:
Palabras: 3,243
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: viernes 20 de junio del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Hogwarts & Omegaverse.
Nota del escritor:
Actualización nocturna!Ya comenzaba a preocuparme que nadie sospechara que Kaiser es un horrocrux, por eso en el capítulo anterior traté de hacerlo lo más evidente posible.
Una amiga me preguntó algo muy interesante. Como dije, no existen los personajes de la franquicia en este fic más que los fundadores de Hogwarts.
Sin embargo, si "existe" un Harry Potter en el fic o que tiene ciertas características similares a él. En éste caso, lo comparten ambos personajes: tanto Kaiser cómo Isagi.
En fin, nos vemos!!!
Chapter 42: 41."Ambición"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Yoichi apenas logra conciliar el sueño una noche antes de su partida al mundo muggle. La emoción, la ansiedad y los nervios hace que su corazón no dejé de latir descontrolado. Han pasado tantos días desde la última vez que vio a sus amigos, que abrazo a su madre, necesita urgentemente saber la situación actual de Japón.
Por la mañana, se despierta en brazos de su amante, de su Alpha. Incluso despierta un poco antes que él y se queda en silencio admirando su belleza. Sus pómulos definidos, su mandíbula fuerte y marcada, ese cuello grueso y largo que le dan ganas de besar hasta su manzana de adán. Acerca sus dedos para delinear cada contorno de su expresión relajada, desde sus finas cejas hasta sus gruesas pestañas.
Pensar que el bebé que lleva en el vientre puede ser igual o parecido a su papá Alpha le llena de ilusión y ternura. Uno de sus grandes anhelos es ver a Michael siendo papá a su lado. Un deseo que le cuesta admitir en voz alta, es demasiado cursi para él...
Pero sabe que no puede estar en completa paz y armonía hasta que la guerra termine. Hasta que Alpha caiga vencida y tiene un plan para ello. Después de que la noche anterior Kaiser le contó varias cosas, entendió que no será nada fácil asesinar a esa mujer, ni siquiera es una opción. Sin embargo, al igual que la ambrosía que estuvo varias décadas escondida y de alguna manera se retenía del mundo, puede hacer algo al respecto.
Solo necesita la opinión de su ex director de Hogwarts para poder llevar a cabo su plan. Un plan que de momento, Michael no tiene porque saber.
—Todo lo que haré será por nuestra familia.—Murmura para así mismo, lleno de determinación, orgullo y decisión. Una mirada cargada de intensidad que no será opacada por ningún tipo de oscuridad.
Y con esas últimas palabras, se acerca para besar a Kaiser mientras esté duerme, uno de sus dedos acaricia detrás de su oreja acomodando sus mechones rebeldes. Espera no arruinar sus lindos sueños.
[...]
Isagi pidió una semana para estar en el mundo muggle con sus conocidos. Argumentando que es el tiempo suficiente para hablar con ellos, ver como esta la situación allá y convencer al menos a su madre, de irse con él. Así que resignado y siendo un tiempo del que Kaiser no quiso pasar distanciado de su pareja, aceptó, luego de algunas quejas que soltó porque realmente no quería que fuese tanto tiempo que Yoichi pasara lejos de él.
Le preparo al japonés varias prendas llenas de sus feromonas, para que le durará algunos días. Así el bebé que su Omega está esperando sienta la presencia de su otro padre incluso estando tan lejos por dicho plazo de tiempo.
Isagi persuadio a Michael para que no lo acompañará hasta Japón—ya que no es bien recibido allá por lo mismo de que es un Mortifago—, solo que le consiguiera el medio para transportarse hasta allá.
[...]
—No ha pasado ni dos días y luces inquieto por la ausencia de tu Omega.—Señala como observación al ver a su hijo bastante ansioso.
No entiende como estuvo tantos años separado del japonés y apenas se reencuentran ya de adultos no lo quiere soltar y luce intranquilo por una separación temporal. Alpha no lo entiende, si se iba a poner así, ¿para qué aceptó entonces dejarlo ir?
—Hay algo que me gustaría preguntarte.
—¿Más preguntas para Alpha?—Sorprendida por el cambio de tema, arruga la frente y mira con curiosidad al contrario.
—Son dudas y también estoy considerando tomar una fuerte decisión.
—¿Qué tipo de decisión es?
Kaiser toma asiento frente a ella, se frota los nudillos y deja salir el aire. Con una mirada bastante seria y una mueca en sus labios vacilando si hablar de ésto con ella o no, le confiesa a su madre:
—Me aterra pensar en la muerte de Yoichi. El solo hecho de pensar que puede morir por algún accidente, algún peligro o incluso por algo como la vejez, no quiero que eso pase.
Angustia . Preocupación . Miedo . Abandono.
Kaiser no es que tenga un miedo a quedarse solo, a lo que realmente le teme, es que Isagi le pase algo.
—¿Quieres decir...?
En realidad, ella ya tiene la sospecha del rumbo al que quiere su hijo que gire la conversación. Porque esos mismos miedos que ha dicho también se le reflejó a ella hace mucho tiempo.
Cuando amas tanto a alguien, solo quieres estar junto a está persona para siempre y por siempre. Y aunque es cierto que los magos más poderosos o incluso el común tiene una mortalidad de vida superior a la de un muggle, permitiendo que lleguen a vivir doscientos años o hasta más, eso no los excluye de morir por vejez o alguna otra circunstancia.
Cuando ella le contó a Noel Noa sobre la inmortalidad, la eternidad y el poder, él no creyó en ella y tampoco la apoyo, porque decía que vivir tantos siglos debe ser una tortura, que el sentido de la vida existe porque en algún momento se tiene que acabar. Desde entonces es que comenzaron las discrepancias entre la pareja.
Ella quería una familia prospera y eterna, pero Noa no, él era mucho más sencillo y "humilde". Sólo era ambicioso cuando se trataba del Quidditch.
—He pensando en que ambos tomemos la ambrosía.
No duda, no bromea y su mirada es afilada. Tiene el pecho en alto y su cabello peinado hacia atrás de manera perfecta sin ningún mechón fuera de su lugar a diferencia de cuando despierta.
—¿De verdad?
—Si.
Su madre sabe que si Kaiser ha tomado una fuerte decisión de gran peso, es porque realmente ama tanto a Isagi Yoichi hasta el punto de querer que sean eternos. Sin embargo, hay cierto detalle que no puede pasarse desapercibido.
—¿Y tú crees que él quiera?
La pregunta ha sido lanzada sin más, generando intriga y expectación en el aire. Kaiser lo medita por un rato, y aunque conoce lo testarudo que a veces Isagi puede llegar a ser, confía en que sus argumentos son válidos. Y cómo Yoichi lo ama, eventualmente aceptará y comprenderá su postura.
—Puede dudar, pero sé que puedo lograr convencerlo. Sé lo propondré cuando regrese.
—¿Y cuáles son las dudas que te genera está decisión?
—No se que tan buena idea sea dársela durante el embarazo, o esperar primero hasta que de a luz a nuestro hijo.
—Así que ése es otro de tus miedos.—Alza una ceja y se frota el mentón pensativa.
Igual, no pasa gran cosa si Kaiser espera hasta que su Omega de a luz, solo es tener paciencia aunque él tiempo en medio de una guerra es bastante importante. Uno nunca sabe que cosas pueden pasar que arruine tus planes.
—Confío en que eres la persona que más sabe sobre el tema, todo lo relacionado a la ambrosía a pesar de ser una rareza mágica incluso entre nosotros los magos y brujos.
Su madre lo entiende, por eso Kaiser le comparte está información, sus miedos y dudas. No precisamente porque sea algo que un hijo quiera confiarle a su madre, sino porque ella debe saber mucho del tema.
—En el mundo entero, solo han existido o existen cuatros personas que tienen el conocimiento alto para ser considerados profesionales en el tema: Merlín, mi medio hermano ya fallecido, yo y por supuesto, el odioso de Jinpachi Ego.
—...¿Qué me recomiendas hacer?—Pregunta después de un breve silencio.
—Es un tema que nunca antes se ha pensado y menos probado, no estoy segura de las consecuencias si Isagi Yoichi toma la ambrosía estando embarazado.—explica de manera seria. Aunque a decir verdad, si ella hubiese encontrado la ambrosía antes de que naciera su hijo, probablemente la hubiese tomado debido a su, en ese entonces, gran obsesión a dicha planta.—Sin embargo, Alpha ve dos posibles sucesos que pueden pasar...
—¿Y esos son?
—El primero, que le afecte a él y dañe al bebé de tal manera que le ocasione un aborto.
—...
Por supuesto, la expresión de Kaiser se oscurece al oír aquella posibilidad. No había dimensionado la magnitud e intensidad que podría ocasionar ingerir la ambrosía, cuando su madre lo hizo hace bastante tiempo, explicó que la experiencia no era nada del otro mundo. No hubo grandes malestares y su cuerpo no cambió físicamente. Era algo más interno que externo, no hubo dolor, solo extraños espasmos. Como un gran sacudida en su cuerpo, la piel de gallina y sus ojos se tornan en blanco por segundos, y después, todo normal.
Ante el incómodo silencio de Kaiser, ella continúa explicando.
—La segunda es que no le ocasione un gran daño a su cuerpo ni al de su hijo. Pero que el bebé que lleve dentro, herede esa magia de la ambrosía sin siquiera consumirla. Es decir, ya nacera con la increíble habilidad de la inmortalidad y—,
—No puedo arriesgar a Yoichi ni al bebé en solo suposiciones.—Interrumpe a su madre de manera abrupta, siente una fuerte punzada en el pecho de tan solo imaginar el peor escenario. Como púas clavándose alrededor de su cuello con fuerza y algo oprimir su pecho.
No puede perder a su familia, añoro tener tanto un hogar y ahora que por fin Yoichi está con él, esperando a su primer bebé, tiene que protegerlos a toda costa.
Mientras que su madre; Alpha, está ya ha imaginado las posibilidades de esa maravillosa genética. Un bebé de sangre pura, con un linaje digno y poderoso, y sumándole el gen de la ambrosía, definitivamente sería imparable. Eso sin mencionar que puede heredar ese gen dominante pero muy escaso que tiene su hijo Kaiser:
Metamorfomago.
Pensar en las posibilidades, en el poder que tendría su nieto o nieta es algo que le hace temblar de la emoción, un brillo ambicioso tintinee en sus ojos y sus labios se curven en una sonrisa apenas. No obstante, se da cuenta que Kaiser sólo ve el lado pesimista de la situación.
Ambición .
Ambrosía.
Poder.
—Son riesgos que dependen en ti y en tu Omega si quieren o no tomar. De igual forma, viendo está segunda posibilidad, no sólo éste, incluso si tienen más hijos en el futuro, es muy probables que ellos nazcan con ese gen mágico y único.
—... lo pensaré mejor.—Responde cortante, estresado y con una expresión cargada de inseguridad. Nunca antes se había sentido tan tenso en tomar una decisión.—Esperare a que Yoichi regresé.
Solo son un par de días más. Se dice así mismo para calmarse. No ha pasado mucho tiempo y ya extraña su aroma, el calor de su piel y su voz suave hablándole con amor. Pensar en él hace que se calme un poco y se sienta mejor.
—Quiero hacerte una pregunta seria.
—¿Cuál es?
Es raro que su madre se ponga en ese modo, solo lo hacía cuando se hablaba de herederos o sobre algún plan en específico. En sus conversaciones triviales de madre e hijo, no suele tomar esa postura rígida.
—¿Realmente tu pareja está de nuestro lado? No siento que sea de gran confianza.—Admite la rubia, cruzada de brazos, con el ceño levemente fruncido, y una mirada cargada de duda.
—Él está de mi lado, no del tuyo.
Kaiser lo sabe, hacer que Isagi esté del lado de los Mortifagos es muy complicado, por no decir, imposible. Y aunque no le diga lo que piense todo el tiempo, él ya tiene ligeras sospechas de que su Omega le está ocultando cosas.
—Igual, Alpha no tiene de que preocuparse. Jamás me matarán, nadie más que tú y tú padre saben que eres un horrocrux y que la ambrosía ya no me protege.—Dibuja una sonrisa complacida en su rostro, despreocupada y hablando con arrogancia.
Kaiser guarda silencio y simplemente se retira, dedicándole una última mirada a su madre. Una extraña.
Si, nadie más que nosotros y Yoichi...
Porque Michael tuvo que decirle la verdad a su pareja, porque ya no podía seguir guardándose el sólo toda la oscura verdad. De todas formas, el confía en Yoichi y sabe que sería incapaz de hacerle daño, ¿verdad?
[...]
Alexis continúa con la revisión del diseño de los planos para la reconstrucción de Hogwarts que hace días su mejor amigo le pidió, mientras la da una hojeada a uno de los libros de la biblioteca sobre hechizos antiguos para que así al momento de construir el colegio sea rápido pero eficicaz, observa de reojo al rubio moverse de un rincón a otro en la espaciosa habitación.
Kaiser esta impaciente y muy, muy molesto como preocupado. Tanto es su descontrol que su cabello está completamente rojizo y la luz que emite la llama de las velas en la oficina parpadea. Para qué las emociones de Kaiser le estén afectando y se refleje en el color de su cabello como uñas, debe ser grave.
Ésa dichosa semana que Isagi estaría afuera se convirtió en tres, y después, se aplazó a un mes entero y ya no tiene ningún tipo de contacto con él. Dejó de recibir cartas de su Omega hace bastante días.
Está desesperado, totalmente molesto. También tiene miedo, ¿Yoichi realmente lo engañó?¿no va a regresar?
Imposible. Mi Yoichi jamás haría eso. Se convence, confiando en el amor de su Omega. Isagi le ha demostrado cuánto lo ama, y que jamás quiere volver a separarse de él por medio de la roptura. Debe haber algo más que esté pasando para que no haya podido regresar en tiempo.
¿Y si lo tienen secuestrado? Tal vez, no lo están dejando regresar. Tiene bastante sentido, los amigos de su pareja lo ven como el enemigo mortal.
—Kaiser, sé que no quieres oírlo de mi ni de nadie, pero debes controlarte.
La voz suave pero seria de Ness no lo hace sentir mejor.
—¿¡Cómo me puedes pedir algo así!?¡No es tu Omega quien está lejos de ti por tantos días!
El contrario suspira, dejando la pluma a un costado asegurándose que la tinta no se derrame y volteandose hacia el rubio.
—Tú mamá planificó otro ataque, ir a por todo contra Japón para recuperar a a Isagi y de una vez hacernos de ese territorio importante.
—¿Y si ya nunca más regresa?
Creía que todos sus traumas y desconfianzas del pasado habían sanado, pero en el fondo, la herida sigue ahí, palpitando y haciéndolo recordar como Yoichi terminó con él. Su cuerpo tiembla de tan solo recordar aquello, otra vez, como espinas que rodean su cuello, odia sentirse así, ya es un adulto pero le duele ser así de sensible.
Kaiser quien ha sido engañado por su propia familia, vivió el trauma de la muerte de su querido tío, su padre actuó de manera distante y fría durante gran parte de su adolescencia para luego ser convertido en una estatua de hielo por su propia madre quien parece más preocupada y ocupada en la dominación del mundo muggle que en él, lo único que siempre ha deseado es alguien que lo ame. Y está persona ya existe, pero ahora no está con él y le duele mucho pensar que no regresará.
Alexis lo piensa detenidamente, dándose cuenta de lo mal que lo está pasando su amigo, como empieza a hiperventilar de manera leve y sus ojos se mueven nerviosamente mientras su cabello cambia de color de manera exagerada. Es increíble el daño que deja la ausencia de alguien.
—Si eso te preocupa, puedo ayudarte.
—¿Cómo?
Alexis sacude sus hombros y lo ayuda a que respire lentamente, sus palabras hacen que la atención de Kaiser se centre en él.
—Puedo hacerte una poción de amor.
El rubio lo mira incrédulo, como si acabara de decir algún chiste. Pero al darse cuenta de la expresión seria de Ness, se da cuenta que no es ninguna broma. Su respiración se calma de manera significativa, pero está intranquilo por la respuesta del contrario.
—¿Qué?¿Hablas en serio? Sabes bien lo que pienso de esa poción de amor.—comenta con la frente arrugada y una mirada de recelo. Recuerda sus clases de poción, no era muy bueno en esa materia pero gracias a Alexis siempre sacaba notas de sobresaliente. Suspira cansado, encogido de hombros, llevándose la palma de su mano izquierda al pecho, para sentir los latidos de su corazón mas pausados.—Es un amor artificial, engañoso, no es real. Y además, ¿aún te acuerdas de cómo hacer una de esas?
Solo una vez la llegaron hacer los dos juntos, y ya tiene demasiado tiempo desde aquello. Ni siquiera Kaiser se acuerda de como es el proceso de elaborarla, solo de los ingredientes y el efecto que causa dicha poción de amor.
La amortentia.
—No es tan complicado. ¿Qué te preocupa?¿Qué salga mal?¿Dudas de mi capacidad?—pregunta con arrogancia y el pecho en alto. Fingiendo sentirse indignado porque su mejor amigo no confíe en sus capacidades, pero no es realmente eso. Kaiser sabe más que nadie que Alexis es alguien increíble con el tema de las pociones y otros encantamientos.—Si es para que seas feliz con Isagi, puedes confiar en mi. No es la primera vez que te ayudo para que estén juntos...
—¿Cuándo me has ayudado?—Menciona confundido, con gracia sonríe de medio lado.
Solo puede recordar la más reciente: Ness cargando a Isagi luego de que éste se haya desmayado fuera de la mansión, cubriéndolo de su calor por el frío. En el pasado cuando estudiaban en Hogwarts, no tiene algún recuerdo claro.
Alexis juguetea con sus dedos, como dudando si decirle o no. Su mirada hacia abajo le causa un mal presentimiento al rubio.
—Uhm, bueno, esa vez en Hogwarts en la noche del baile de navidad.
Kaiser lo mira más confundido, con intriga hace memoria de aquella noche. Sólo puede recordar a Yoichi luciendo tan bonito, hermoso y único. Ambos bailando tan cerca uno del otro y viéndose con cariño. Ese baile los hizo más unidos. Pero hasta donde recuerda, Alexis ni siquiera se encontraba tan cerca, estaba bailando con alguien más, en su propio mundo.
—¿Qué hiciste?
Ness se aclara la garganta ligeramente nervioso, sintiendo un hormigeo recorrer su cuello, y eleva un poco la mirada, pero sin cruzarse con los ojos claros de Michael.
—¿Recuerdas que la pareja de Isagi, un tal Itoshi nunca se presentó?
Itoshi Rin. Aún lo recuerda, sobre todo porque forma parte de los Mortifagos al igual que toda su familia, sangre de pura y también formaba parte del equipo de Quidditch en Hogwarts. Incluso ahora de adultos, sólo han intercambiado algunas palabras e indicaciones, no tiene un trato tan cercano hacia él. Pero no importa el presente, sino el pasado.
Ese Alpha iba a ser el compañero de Isagi en el baile de navidad. Un detalle que suele olvidar.
—Él que luego confesó que lo engañaron y le dieron galletas con poción para caer en un profundo sueño...—explica brevemente, recordando lo que Yoichi le contó aquella vez. Al mirar a Ness, se da cuenta que ha sido el responsable. Le da esa impresión de ser el responsable de aquella fechoría.—¿Fuiste tú todo éste tiempo, de verdad?
—¡Correcto!—aplaude y dibuja una sonrisa amistosa aún estando un poco nervioso, pero la expresión de Kaiser no es del todo agradable, así que se rasca la nuca incómodo. Kaiser lo reprocha en silencio.—No me mires así, al final lo hice por ustedes dos. Además, tuvieron su momento romántico, ¿si o no?
—Eres un gran idiota.
—¡Lo hice por la amistad que te tengo!—Se señala así mismo y luego a él, frunciendo la frente y formando una línea recta en sus labios.
Kaiser ignora esa opción, Isagi lo ama, esa poción no tiene razón de ser.
—Ah, no hagas nada de eso. Yoichi debe amarme, aunque no se porque sigue allá...—suspira, aun con el ceño fruncido pero su cabello cambiando a un color gris claro. Se siente tan confundido y ansioso, preocupado por el bienestar de su pareja y el del bebé.— ¿tal vez lo estén reteniendo contra su voluntad?
—Tiene bastante sentido en realidad.—Ness lo apoya, acomodándose su túnica y enrrollando los planos del castillo.
—Entonces, debo ir por él. ¿Cuándo dices que saldremos para atacar?
—En propias palabras de tu madre, nos ha dado cinco días para prepararnos. Romper esa barrera mágica que tienen en Japón realmente no es fácil.—Explica asegurándose que los planos no se arruguen tanto.
Pero Kaiser hace una mueca inconforme en su rostro, como si aquella respuesta no lo convenciera.
—No sé si pueda esperar tanto tiempo.
—Tienes qué. No seas impulsivo. Piensa con la cabeza fría como recuperar a tu Omega.
No solo es el Omega de Michael Kaiser, es su familia, su hogar.
La batalla final podría estar más cerca de lo que pensamos.
Notes:
Palabras: 3,474
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: jueves 31 de julio del 2025
Fandom: Blue Lock
Nota del escritor:
Disfruten todo lo que puedan porque este fanfic ya llega a su final en el próximo capítulo.Y ustedes dirán, ¿se podrá resolver todo en un solo capítulo?
Pues ahí lo leerán, igual esto tendrá epílogo.
El siguiente capítulo debería haber movida mágica pero no me quiero centrar demasiado en eso, si lo escribiré pero no será tan wow, recuerden que lo mío no es escribir escenas de acción y aja.
Así que es muy probable que sea un capítulo largo (tal vez). Así que no se sorprendan si tardo más de 2 meses en actualizarlo.
Se siente raro estar cerca de terminar un fic después de mucho tiempo actualizándolo. En fin, nos vemos y gracias por seguir al pendiente de esta historia!
PD¹: En el próximo capítulo sabremos más del bebé de Isagi. Habrá pequeños saltos en el tiempo.
PD²:¿Ustedes creen que Isagi acepte tomar la ambrosía?
PD³: agárrense la verga porque el siguiente capítulo o puede gustarles o puede que no, JAJAJA. Y tomen en cuenta que pase por un largo proceso de creación y corrección para cambiar el final.
Chapter 43: "Adaptabilidad"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Batalla Final, Parte I .
Kaiser está más informado de los horrocrux que de la ambrosía hasta cierto punto. Recuerda haber leído un libro particular que estaba en la sección prohibida de la biblioteca de Hogwarts. Por ejemplo: sabe que hacer un horrocrux puede corromperte, influenciar en tu personalidad. Entre más horrocruxs tengas, más te hace un ser vil.
Michael tiene algunos recuerdos sanos de su madre. Incluso había escuchado de su padre cuánto lo sobre protegia cuando aún era un bebé. Pero cuando estuvo interactuando estos años con ella, más que verlo como un hijo, como parte de una familia, lo ve como una herramienta útil casi imposible de reemplazar. En la sociedad, lo trata como si ella fuese una maestra y el su discípulo.
Así que, bajo estas observaciones, su madre ha cambiado por culpa de los horrocruxs, su ambición la ha cegado y ha hecho tomar decisiones cuestionables a la moral.
Quizá su madre lo siga queriendo y se preocupa por él a su extraña manera. Y él muy en el fondo, le tiene cariño a pesar de las cosas horribles que ha hecho, porque en sus memorias, aún guarda el afecto y amor que ella le daba cuando aún era un niño muy pequeño.
Además, los planes originales de ella era que todos los miembros de su familia consumieran la ambrosía para así vivir la eternidad.
Tiene mamá, solo que a veces no actúa como una madre normal.
Pero, ¿qué es normal?
Lo que la sociedad dice.
[...]
No hay momento en que su madre se separe de él, y a pesar de que se desconcertó al igual que todos sus conocidos sobre su estado actual, aún así, no lo juzgó, lo apoyo y abrazo.
Claro que en un principio sus amigos se preocuparon y angustiaron demasiado por él, ya que creían que Kaiser había abusado de él y lo había incitado con sus feromonas para provocarle el celo y así tener relaciones sexuales con el Alpha, pero Yoichi negó esa versión tan cruel que sus propios amigos han especulado. Argumentó que todo fue completamente consentido, y aunque está algo desactualizado de la situación actual del mundo muggle, está listo para pelear, para dar la cara y que está guerra que lleva tantos años, por fin finalice definitivamente a favor de los buenos. Estar embarazado no es una excusa o problema para no luchar también, tendrá cuidado y con su nivel de magia y combate está seguro que no tendrá tantos problemas para la batalla.
Las piezas de su rompecabezas está completo, y los demás quieran o no, él mismo forma parte esencial para el plan. Ego es el primero en estar de acuerdo con él e impulsar el plan, a pesar de sus dudas al principio, dijo que realmente podría ser el plan perfecto ya que sabe de la magia, el poder y la adaptabilidad de Isagi Yoichi, hasta donde puede alcanzar. A diferencia de los demás, Ego no lo juzgo realmente por estar embarazado, no le dijo que sería incapaz solo por ello, solo le comento que tendría que tener cuidado, recordar que tiene un bebé con él.
A pesar de que sus amigos siguen sin estar muy de acuerdo en que Isagi participe, de todas formas Yoichi lo haría sin importar qué.
—¿Qué hay de Itoshi Sae?
Isagi no tardó en saber gracias a Bachira y Chigiri sobre que Sae también está embarazado, y calculando las fechas, su embarazo está avanzado al del azabache solo por unas tres semanas. Al estar un poco más adelantado, tampoco se le permite un combate cuerpo a cuerpo, pero si estará ayudando bastante en ataques a distancia y vigilando grandes áreas de alguna ciudad, ya que aún puede manejar la escoba con gran habilidad.
Y antes de que ellos comenzarán el ataque, Alpha ya ha movido sus piezas y comenzó a darlo todo contra la barrera de protección mágica en el país asiático, poniendo alertas a todo el mundo y por supuesto, dando marcha al plan.
—¿Estas seguro de querer formar parte de esto, Isagi?
Jinpachi Ego a pesar de no reflejarlo en su mirada, su voz está cargada de preocupación. No duda de la habilidad de Yoichi incluso estando embarazado, pero el rol que tomará en está batalla será muy importante.
—Lo estoy. Solo así puede funcionar el plan.
—¿Qué hay del bebé?
—Sólo llevo diez semanas, no será un problema para mí. Puedo hacerlo, director.—Responde con una sonrisa sutil y acariciando su vientre plano. Aún no se nota el embarazo, aún no siente un gran diferencia y ya se ha tomado un buen té para calmar los mareos y vómito.
Agarra una escoba alta y oscura, igual a la de su profesor.
—Ya no soy más director, Hogwarts está destruida, y la prisión de Blue Lock está echa un caos.
Recordar algo como aquello entristece a Isagi, pero no se desanima. Si todo sale como lo planeo, y si Kaiser realmente cumple su promesa...
—Cuando ésto acabe, no importa cuantos años tarde, pero haré que Hogwarts regrese y usted pueda levantar su prisión.
Ego lo mira con una expresión más suave y pensativa, como admirando al menor de forma silenciosa.
Yoichi se prepara mentalmente para lo que vendrá, apretando el palo de su escoba con fuerza y haciendo memoria de todos los hechizos que usará. Nada debe salir mal, tiene que salir más que perfecto, un pequeño descuido podría matarlo.
La imagen de Kaiser durmiendo llega a su mente, siente que su vista se nubla y casi quiere llorar. Realmente lo extraña, lo añora tanto. ¿Qué estará haciendo ahora su Alpha? Posiblemente preocupado por él, tampoco le sorprendería qué forme parte del ataque que se está dando.
—¿Estás nervioso?
—Un poco, sí. Pero leyendo tantos libros por tantos días encerrado en esa mansión, descubrí muchas cosas.—Responde con honestidad, su corazón late con fuerza. Se avecina algo muy grande.
Ego le da pequeñas palmadas en la espalda, como tratando de reconfortarlo.
—Espero que la forma que me dijiste para vencer a Alpha, realmente funcione.
—Lo hará. No hay otro camino.
Ego suspira, adquiriendo un gesto más serio. Isagi le contó un par de cosas que pueden ser útiles.
—Tienes razón. Nunca descubrí cual es ése tercer horrocrux que la protege.
Isagi se queda en silencio, sin ver al mayor. Mantener el secreto de que Kaiser lo es lo mantiene aún más presionado y ansioso. Es un secreto que ha decidido llevárselo a la tumba, su Alpha confía en él.
Antes de que sus caminos se separen, Ego le entrega algo muy importante, para protegerlo.
—¡Isagi!
El llamado de alguien y la puerta azotandose despierta su curiosidad. La brisa de la primavera le llega hasta el rostro.
Es Kunigami. Luce alterado y angustiado.
—¿Qué pasa?
No tiene ni una hora que los ataques comenzaron y parece que lograron abrir una pequeña grieta de la barrera y algunos cuantos Mortifagos y hombres lobos ya han entrado.
—¡Te están buscando!
—¿Quién?
Al principio pensó que diría alguno de sus amigos, quieren mantenerlo cerca.
—Ese Mortifago...—hace una breve pausa, recordando el nombre del individuo.—¡Michael Kaiser!
El Omega tiembla al escuchar el nombre de su amado, por unos instantes, su deseo de verlo hace que su cuerpo casi caiga al suelo, como si el aire le faltara. Aprieta con fuerza sus labios, tratando de no guiarse por sus sentimientos.
Mi Alpha me está buscando.
Debo volver con él.
Ha sido más de un mes que se separaron, lo extraña tanto, quiere abrazarlo y besarlo, quiere que lo haga olvidar todo por lo que está pasando y dormir a su lado. Pero no puede, tiene que mantenerse firme, y aunque su corazón se encoge y busca el calor de su amado, Ego lo regresa a la cruda realidad con su voz autoritaria y firme.
—No hay tiempo que perder Isagi, es hora de hacerlo antes de que se den cuenta.
Sus ojos brillando por querer reunirse con él se apagan, parpadea un par de veces y asiente lentamente, decidido.
Yoichi suspira, sus manos tiemblan por momentos y su corazón golpea fuertemente contra su pecho. Realmente, él viene por su Omega. Y por más que desee correr a sus brazos, no puede hacerlo, tiene que esperar.
Hasta que la guerra termine.
[...]
Esquivar al enemigo es realmente sencillo para él. Él vuela sin necesidad de escoba, transformado en una especie de humo a gran velocidad. Gracias a su memoria, recuerda en que ciudad, en que calle y vecindario vive su amado.
O al menos, eso creía.
—¿¡Dónde esta Yoichi!?
La casa donde antes vivía ya no es la misma. Está desgastada y ni siquiera está habitada. El jardín hermoso y amplio que tanto cuidaba la madre de Yoichi está muerto.
Entonces, la voz de alguien sacude sus sentidos. Al mirarlo, apenas lo reconoce, es uno de los amigos con los que Isagi siempre se juntaba en Hogwarts. En realidad, observa a tres en sus escobas y apuntándole con sus varitas de manera calculada, esperando cualquier ataque de su parte.
—¿Para qué lo quieres?
Kaiser sólo los observa de manera fría, sin miedo. Discutiendo en su propia mente si debería matarlos o debería solo hacerles daño, dejarlos inconsciente. Son amigos de Yoichi, no quiere que esté lo odie por matar a sus amigos.
—Es mi Omega, ¡mi pareja!
—¿¡Crees que alguien cómo Isagi estaría contento de ver como su pareja se pelea con sus amigos!?—Suelta Kunigami, sonando a un reclamo. Está ansioso por lo que pueda pasar. No se caracteriza por ser especialmente rápido con la escoba a diferencia de Chigiri, pero al menos tiene potencial en el duelo.
—Isagi jamás estaría con alguien del bando malo por su propia voluntad.—Dice otro, el hombre de cabellos largos y rojizos.
—¡Ustedes no lo entienden!¡Él lleva a mi hijo en su vientre, solo quiero protegerlo!
La molestia y desesperación en Kaiser es bastante notoria. Aún así, trata de que sus emociones no lo afecten tanto hasta el punto de que su cabello cambie de color. Aunque a estas alturas, ya no le da tanta importancia a que el enemigo o incluso los mismos Mortifagos se enteren sobre sus raíces.
No es como si hicieran algo al respecto, no podrán pararlo aún sabiendo lo que es.
—¡Y nosotros queremos protegerlo de ti!
—¡No te le acerques a nuestro amigo!
Las voces de sus compañeros son firmes y testarudas, mostrando su gran rechazo hacia Kaiser. No pueden aceptar al Mortifago como la pareja de Isagi, aún no entienden o comprenden como el Omega pudo enamorarse de ese Alpha hasta concebir a un hijo, creen que fue manipulado o incluso le hicieron tomar una poción de amor.
Lo sabía , ellos jamás me aceptarán.
No importa que haga, jamás será aceptado dentro del círculo de amistad de Isagi Yoichi. Ellos los van a separar, entonces, tiene que matarlos antes que–
—¡Kaiser!
Otra voz hace que gire su cabeza hacia la dirección de donde proviene. Su corazón revolotea al verlo montado en una escoba a un par de metros del suelo.
Su furia y desesperación disminuye considerablemente, un ligero rubor cubre sus mejillas y la emoción hace que quiera acercarse.
Él está ahí, usando ropa grande que lo cubre por completo. Mirándolo como si apenas lo reconociera, pero no parece contento o emocionado por ver a su amado Alpha.
El rubio dirige su mirada hacia su vientre. Todavía no se nota que está embarazado, pero eso no quita que esté preocupado.
—Yoichi, cariño...
Necesita llevárselo lejos de está guerra. Se escuchan explosiones a lo lejos, civiles corriendo y edificios cayendo, el lugar es peligroso para Isagi.
Su mirada llena de amor y cariño se apaga cuando Yoichi dice lo siguiente:
—Estas siendo un obstáculo en mi camino.
—¿Ah?
Sus ojos no lo miran con ese amor que siempre manifestaba cada mañana a su lado, su ceño fruncido y su voz distante le causa desconcierto, algo no está bien.
—No quiero hacerte daño, así que será mejor que no te metas.—Agrega de manera firme, haciendo un gesto con la cabeza a sus amigos para que ellos se marchen y él pueda arreglar las cosas con el rubio.
Ellos se miran entre sí no muy seguros pero deciden confiar en su amigo.
El japonés mira al alemán como si fuesen dos viejos conocidos que ahora, son enemigos en guerra.
Kaiser no entiende porque se está portando así con él, seco y distante. Claramente hay muchas dudas, pero Isagi no parece estar disponible para responder cada una de ellas. Sin embargo, parece estar bastante atento a cada movimiento del alemán.
No alerta, ya que él sabe mejor que nadie que el Alpha sería incapaz de atacarlo, solo observa cauteloso sus movimientos. Porque la magia sin varita sigue siendo demasiado fascinante para él.
Michael traga saliva duro, da unos pasos para acercarse más, el Omega desciende un poco solo par estar unos centímetros por encima del suelo. No tiene intención de bajar de su escoba, su mirada analiza su entorno.
—Vine por ti.
—...Sé que no quieres hacerme daño, pero sabes que no puedo permitir que los Mortifagos como tú dominen Japón.—Comenta después de un incómodo silencio, mirando al rubio por el rabillo del ojo, le preocupa más que otros vengan hacia ellos.
Kaiser se acerca más pero Isagi vuela hacia atrás, manteniéndose alejado.
—No puedes estar en medio de una batalla, puede hacerte daño, a ti y al bebé–
La expresión de Yoichi se oscurece causando que Kaiser le hiele la sangre y se callé de repente, viéndolo como si fuese un estorbo, Kaiser no recuerda alguna vez haber visto ese tipo de mirada en Isagi...
Excepto por, tal vez, aquella vez en el Torneo de los Tres Magos... pero incluso esa vez, no fue una mirada dirigida hacia Kaiser.
Sin decir ni una palabra más, lanza una ráfaga eléctrica que le roza el cabello, apuntando hacia un hombre lobo detrás de Michael.
La sensación de sorpresa y miedo lo invade, por unos instantes creyó que le daría a él, incluso el sonido de la rafaga dejó un pequeño zumbido en su oído apenas soportable. El hecho de que Isagi haga magia sin decirla verbalmente es increíblemente aterrador.
Pero lo que le termina de hacerlo reaccionar, es que Yoichi parece no querer hablar más con él y se aleja volando de ahí de manera rápida y casi silenciosa, muy rápidamente.
¿Por qué está escapando de mi?
—¡Yoichi, espera!
Por favor , no me abandones.
Necesita estar cerca de él para apreciarlo mejor, frente a frente. Tiene que convencerlo de que éste lugar no es seguro.
Pero entre más trata de acercarse, el Omega lo evita. Hace un zigzag impresionante entre los edificios hasta que lo pierde de vista, causando que Michael se quede atónito por unos instantes y se desespere aún más.
En realidad no es el único que está buscado a Isagi, Hiori quien no tuvo oportunidad de volver a estar cerca de él también quiere volver hablar con el Omega, Itoshi Rin a pesar de que también quiere reunirse con Yoichi ya que descubrió que esté está embarazado del bebé de otro Alpha, tiene una misión muy importante que su superior le ha impuesto, y aparte sus padres: recuperar a su hermano a salvo.
Y no importa a quien tenga que matar para lograrlo.
Itoshi Rin en medio de su búsqueda, se topa con la persona que menos quiere ver, quien por supuesto, le dio la bienvenida con una explosión frente su cara que casi quema su rostro.
—Parece que esta será una batalla eh, cuñado.
Shidou esboza una sonrisa arrogante y siniestra, frunciendo ligeramente el ceño. Itoshi Rin lo mira con veneno, está vez no lo piensa soportar más, nunca más.
—Muérete.
Shidou no parece tan preocupado, pero si pensativo. Como si el hecho de acabar con la vida del hermano de su pareja: Sae, le hiciera ruido.
Rin, antes de lanzar le una maldición imperdonable, piensa en lo importante: Shidou debe saber donde está Sae.
—¿Dónde está mi hermano? Cucaracha mestiza.—Escupe lanzándole un enorme tronco de árbol contra él. El moreno lo esquiva sin problema ni gran esfuerzo.
Ryusei finge pensar en si decírselo o no.
—Seré sincero contigo, realmente no quiero matarte pero si estoy dispuesto a hacerte daño.
—¿Ah?
—Si te mato, seria muy triste y lamentable que mi hijo no conozca a su tío.
Rin lo mira incrédulo, confundido. Hasta caer en cuenta a que se refiere, abre tanto los ojos y la furia se inyecta en sus venas.
Ese sucio... ¿¡Tocó a su hermano!?¿le quito su pureza?¡definitivamente no lo acepta!
—¿¡SAE ESTÁ EMBARAZADO DE TI?!
Su rostro refleja una mezcla de asco y frustración, perplejidad y profundo rechazo a aceptarlo. Sin embargo, debe reconocer que si algo destaca en el rubio, es que nunca miente. No habría razón para que mienta.
—Bien, parece que realmente te hice enfadar a lo grande.
[...]
Ya ha pasado un largo rato desde que todos los Mortifagos han marchado hacia el mundo muggle, y ella, dará el golpe final.
Observa lo silencioso y solitario que ha quedado la mansión.
—Éste lugar realmente quedará totalmente solo.
Antes de marcharse al mundo muggle, admira en silencio una vez más la enorme casa. El tamaño de la propiedad, el respeto que impone y los materiales de la que está hecha es digna de ser su hogar.
Al estar perdida entre sus pensamientos, se da cuenta demasiado tarde que el enemigo está acechandola. Siente una fuerza mayor levantarla de los suelos y hacerla chocar contra una pared enorme de piedra. Suelta unos quejidos de dolor, ése ataque ha sido tan inesperado y silencioso. Para efectuarlo, debió entonar con fuerza un conjuro sencillo pero potente. Pero ella no escuchó nada, ¿qué tan lejos está el enemigo?
Nadie nunca la ha agarrado desprevenida, excepto por...
Se recupera casi al instante, ahora más precavida y alerta, observando a sus alrededor hasta dar con una silueta alta y delgada, una gabardina de un blanco puro que es imposible ver entre toda la nieve. Puede que incluso esté protegida o hecha con algún material mágico para que así sea más difícil atacarlo directamente. Es increíble, pero apenas le cubre a medias del terrible frío del lugar.
—¿Qué haces aquí?—Pregunta ella, un poco sorprendido de la presencia de él.
Jinpachi Ego. Su mayor enemigo. Para no pertenecer a una familia de sangre pura es odiosamente poderoso. Sus gafas parecen estar protegidas para no empañarse por el frío del lugar. Ella se acerca hasta estar a unos tres metros de distancia.
—Creí que habías muerto.—Asegura, soltando una risa nerviosa.
Jinpachi Ego es el único enemigo vivo que se puede tomar enserio en una guerra, a pesar de haberlo vencido ya una vez, le costó y tuvo ayuda de su hijo. Pero éste alcanzó a desaparecer de su vista antes de matarlo como se debe.
Silencio. Jinpachi solo se mueve, lanza ataques defensivos y esquiva los suyos como respuesta. No hay voz, y aun así, sus ataques son fuertes y peligrosos. Pero ninguno es tan mortal todavía.
—¿Acaso no hablas?
Es raro que Ego no lance sus comentarios insoportables o se encuentre presumiendo. Alpha no se queda atrás, repite los mismos hechizos:
Expelliarmus.
Avada kedavra
Stupefy
Petrificus totalus.
Ego contrarresta con encantamientos como Protego y hechizos de transformación para distraer la por un breve rato. El duelo es ella lanzando su magia solo usando movimientos con sus manos, contra él: haciendo movimientos rápidos con su varita, pero en silencio. No sabe cual será su próximo ataque, no le da mucho tiempo para pensarlo y eso siempre ha sido un gran problema para ella.
En medio del duelo, ambas figuras moviéndose dentro de la mansión y haciendo añicos algunos objetos como las fuentes del jardín y troncos casi congelados, la rubia casi tropieza con algo.
Hay una escoba tirada a un costado encima de toda la nieve, probablemente con la que Ego vino y la dejó ahí. Le extraña un poco, pero no le toma gran importancia.
Sin embargo, hay algo inquietante en la forma de atacar de Jinpachi Ego, es preciso y mide cada ataque como siempre, pero no los siente tan abrumadores, tan poderosos como al principio, parece desgastarse poco a poco. Eso le hace pensar que debe seguir débil de alguna forma.
Durante la batalla ambos cuerpos se mueven de un lugar a otro, pasan de volar encima del techo de la mansión hasta llegar a los jardines muertos y de ahí, la rodean por completo hasta llegar a la entrada de está, donde está la enorme estatua Noel Noa. Alpha sabe improvisar, dice sus hechizos en voz alta pero sin sonar desesperada y por supuesto, sin necesidad de su varita. Sólo con movimientos de manos rápidos y aferrados, la magia sale desde la punta de sus dedos.
Y, por primera vez, Ego pronuncia el siguiente encantamiento de manera firme y clara, por fin habla:
—¡Avada Kedavra!
La maldición es lanzada contra ella en un ligero descuido, y aunque hace que tiemble y su vista se nuble, se recompone en cuestión de minutos. Ella se burla de él, como si hubiese hecho el intento más tono.
—No importa cuantas veces me lances esa maldición, es incapaz de matarme.
Ella es invencible. El único que termina perdiendo aquí es Jinpachi.
Ego no parece desesperarse o desanimarse, ese ataque solo la ha acorralado justo donde la quería, y la ha desorientado por unos minutos.
—Mi intención no es matarte.
Esa voz...
Suena diferente. Es la voz de Ego, pero en un tono distinto. No es serio, técnico y venenoso, se escucha distinto.
—¿Ha? ¿Y qué piensas hacer entonces?¿negociar conmigo? No hagas reír a Alpha.
Ego sonríe de manera siniestra. Ella se extraña aún más, jamás había visto a Ego sonreír así, o si quiera sonreír. ¿Qué está tramando éste hombre?
Él se acerca con pasos firmes y cortos, mirándola fijamente.
—Primero tendría que matar a tu hijo para poder hacerte un verdadero daño, ¿no?
La sonrisa de Alpha se deforma. Su expresión se aturde e inquieta.
¿Ah?¿cómo mierda sabe eso?
Es totalmente imposible que Kaiser se lo haya revelado a Ego, eso no cuadra. ¿Cómo se entero entonces?¿Lo descubrió de alguna manera fríamente calculada?
—¿Quedaste muda, eh?
Una ráfaga de magia tan cortante como un rayo y resplandeciente como un relámpago sale de la palma de su mano en dirección a su adversario, quien a duras penas logra esquivarla pero logra dañar parte de su gabardina blanca. Su respiración se agita, luce cansado y al momento de exhalar el aire sale frío.
—¿¡Cómo sabes eso!?
Ego agarra firmemente su varita y levanta a la rubia haciendo que está choque fuertemente contra la dura estatua de hielo de Noel Noa la cual tambalea un poco, debe estar muy pegado al suelo. Después, acercándose a ella sin despegar su vista de la mujer, sin dejar de apuntarla con su varita, se quita sus gafas y las tiras lejos de él, como si no las necesitará.
—Pensé que eras más inteligente.
—No te tengo miedo.
En realidad, incluso aunque asesine a Jinpachi ahora mismo, le preocupa que, si Ego sabe que Kaiser es un horrocrux, es muy probable que se lo haya dicho a más magos. Se siente ansiosa y angustiada en cierta medida, hasta recordar que es Kaiser, su hijo jamás se dejaría asesinar. No es un objetivo nada fácil, así que por otro lado, se siente aliviada.
—Pelear contra ti no es sencillo. Fingir ser alguien más me cuesta.—Suspira acercándose un poco más a ella, su voz ha cambiado por completo.
Entonces, Alpha lo entiende todo. Dibuja una sonrisa incrédula y jadea sorprendida ante la revelación.
—¿No eres Ego, verdad?
Imposible. Aunque alguien más se haya disfrazado de Ego tomando la poción de multijugos, aún así, hay algo que nadie puede imitar. Y es la extraordinaria habilidad de Jinpachi de hacer magia sin pronunciarla, no existe ni un solo mago que ella conozca que pueda hacer eso.
¿Acaso su memoria se ha deteriorado?
—Tardaste en darte cuenta.
La imagen frente a ella se distorsiona. Ego comienza a encogerse, su rostro afilado y maduro se redondea como rejuvenece, las arrugas desaparecen, su cabello cambia y esos ojos negros como el carbón cambian a un azul rey bastante distintivo.
De todas las personas que pudieron estar ahí ocupando su lugar, ¿Por qué él?
Isagi no debería estar enfrentandola, completamente solo.
—... Si tú estas aquí, entonces, ¿dónde está Jinpachi Ego?
No entiende que hace ese chico ahí.
Él está esperando su nieto, sino fuera porque realmente ha sido muy hábil e inteligente al momento de esquivarla, podría haber muerto o perdido al bebé.
—Defendiendo a Japón. No importa cuantos Mortifagos hayas mandado, ninguno podría contra Jinpachi Ego.
—¿Viniste a enfrentarte hacia a mi estando en estado? Estas loco, completamente loco.—Ríe desquiciada, sin entender porque la pareja de su hijo haría algo tan estúpido como aquello.
Es o muy valiente o muy ingenuo por pelear contra ella.
—Soy un genio de la adaptabilidad, que te puedo decir.
Notes:
Palabras: 4,184
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: miércoles 06 de agosto del 2025
Fandom: Blue Lock.
Au: Omegaverse & Hogwarts
Nota del escritor:
Éste no es el último capítulo.La verdad tuve que dividirlo porque si me iba a quedar muy, muy extenso.
En fin, el siguiente capítulo que se supone, si todo sale bien, ya es el final, puedo publicarlo o dentro de una semana, o dentro de un mes. Conmigo quien sabe, todo depende que tan ocupado esté.
Como se habrán dado cuenta, si Isagi está con Alpha, entonces, ¿a quien está siguiendo Kaiser?
JajajajaDios, no saben las ganas que tengo de escribir del bebé kiis. Desde hace muchos meses que quiero que salga, jajaja.
Nos vemos! De verdad muchas gracias por seguir una historia de más de 40 capítulos, jajajaja, y ser tan pacientes conmigo.
Chapter 44: 43."Bebé"
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Batalla Final, Parte II.
El gobierno de Japón movilizó su propio ejército, al menos para encargarse de las criaturas mágicas y dejarle los Mortifagos a los magos y brujas de su lado.
Mientras que Michael logra hallar a Isagi después de un rato buscándolo, y también logra interceptarlo, teniendo cuidado de no lastimarlo. Con él, trae consigo algo muy importante. Algo que lleva varios días armando con ayuda de su madre, uno de los pocos momentos donde pasaron su tiempo como "madre e hijo" y no solo discutiendo planes para la guerra o la herencia.
Solo busca paz, quizá de manera diferente, pero vivir una vida "normal" donde Yoichi no esté pensando en cómo atacar a su madre. Antes de que se enterara de lo peligrosa que resultó ser ella, cuando aún seguía en Hogwarts e ilusamente creía que su madre estaba muerta, soñaba con tenerla con vida y que conociera a Yoichi. Que las dos personas que más amaba, tuvieran una buena relación.
Pero parece que ha fallado en eso, y se siente muy mal por ello.
Cuando logra tomarlo entre sus brazos, con desesperación e intriga la pregunta:
—¿Por qué escapas de mi?
—...
Solo hay silencio y una expresión molesta que hace que el Alpha sospeche más de él. La actitud que tuvo hacia él aleman no tiene sentido, a pesar de estar en bandos diferentes es imposible que Yoichi actúe así de frío e indiferente con él, y sobre todo, no lo llama por su nombre, sino por el apellido y sus maniobras en la escoba son peculiares. En al menos una ocasión juro ver que Isagi estuvo a punto de abandonarla como si no necesitará de la escoba para movilizarse en el aire.
Lo observa con mas detalle. Esos ojos azules, parece que han perdido su brillo, su emoción. Se acerca enterrando su nariz en su cuello, lo huele en busca de su calor y su perfume solo para confirmar sus ya grandes sospechas.
Reprime con fuerza un grito de frustración y decepción, aprieta tanto los nudillos que se ponen blanco.
—¿Dónde está?—Ataca, casi gruñe con una expresión oscura y a la defensiva, apretando con fuerza la muñeca del falso Isagi quien sigue haciéndose el desentendido.
La paciencia de Kaiser tiene un límite. Ni siquiera le importa continuar con los ataques hacia Japón, sólo quiere encontrar a su pareja.
—¿Quién?
—¿Dónde está Yoichi?
—¿Te diste cuenta tan rápido?—Tuerce sus labios en una sonrisa falsa, burlándose de él.
Kaiser ya no tiene que tener ninguna consideración con la persona frente a él, no es Isagi, así que no se mide empujándolo hasta tirarlo de la escoba a una gran altura. Pero, como no esperaba menos, éste se convierte en humo y vuela alrededor de él hasta pisar algo firme, como lo es el techo de un edificio muy cercano.
—Por eso te alejabas de mi. Si te tenía frente a frente, lo notaría fácilmente.
—Eres increíble, joven Kaiser.
—¿Dónde está?—Repite con veneno en su mirada, a punto de lanzar ráfagas de fuego y otros conjuros contra el falso Isagi, quien sigue con su actitud engreída y astuta.
En cuestión de segundos, el farsante vuelve a su forma original. Más alto y serio. Se acomoda sus gafas y saca su varita de su bolsillo.
—¿Qué estaría haciendo yo si no hubiera ocupado el lugar de Isagi?
Si se supone que Ego seria quien debería estar enfrentándose a su madre pero el verdadero Ego está aquí, eso quiere decir que...
De tan solo pensar en eso hace que su corazón se detenga por unos segundos, y tiemble pensando lo peor. Un nudo en el estómago se forma y un sudor frío lo recorre, apenas regulando su respiración.
—Pelear con madre y si ella no sabe que es Yoichi, lo matará. ¿¡Cómo pudiste dejar que fuera!?¿¡No era acaso uno de tus mejores alumnos!?—Escupe lleno de frustración y ahogando gemidos de tristeza, repitiéndose que no puede perder a su Omega.
Su cabello cambia a un color gris por la preocupación y desesperación, luego a uno rojizo por la gran ira acumulada. Ego se sorprende demasiado, ya que no es normal ni siquiera entre los propios magos cambiar el color de cabello de esa forma tan natural y rápida, espontánea. Los únicos que pueden hacer eso son...
Entonces, Jimpachi Ego recuerda quien era el tío de Kaiser, el anterior Ministro de la Magia ya fallecido hace casi dos décadas atrás. No tenía ni idea que Michael hubiese heredado su gen de metamorfomago, aunque ahora puede conectar mejor algunas cosas, y lo más increíble es que apenas se viene enterado. Entre la sorpresa y la conmoción, ver el genuino terror en los ojos del alemán y como realmente se preocupa como angustia por Isagi, hace que sienta compasión por él.
Solo un poco.
Kaiser mantiene la calma después de un breve rato, pensando en lo que hará. El viaje hasta la mansión es largo incluso abriendo un portal. La única solución que tiene en mente es arriesgada, pero tiene que hacerlo.
Ego también está preocupado por Yoichi, así que le dice fuerte y claro:
—En vez de perder tiempo conmigo y si tanto te preocupa, ve por él antes de que sea demasiado tarde.
Antes que terminará de decirlo, Michael ya no se encuentra ahí.
Simplemente desapareció y su escoba quedó suspendida al menos tres segundos hasta caer e impactar con fuerza al suelo, pero no se rompe. Eso quiere decir que la calidad de la escoba es realmente buena, por lo tanto, debió ser muy costosa.
Ego ríe nervioso e incrédulo por lo que acaban de ver sus ojos.
Michael Kaiser se acaba de teletransportar.
Y eso es admirable de ver, como muy peligroso, un conjuro complejo. Porque si no consigues hacer bien la teletransportación, te mueres.
¿Debería ir él también?
[...]
Ella sigue tan impactada que apenas puede formular algunas cuantas palabras. Mira las manos del japonés, como buscando algo, pero no está, así que sospecha que al final, su hijo no logró reunirse con Isagi en el mundo muggle, así que tampoco debe saber que está aquí
—Pero, es imposible que tú... ¿sabes hacer magia sin pronunciarla?
Isagi suspira, con el hechizo en mente le lanza una ráfaga electrizante a la rubia pero Alpha ni se inmuta. Apenas siente un dolor punzante y caliente que se desvanece de su pecho en segundos.
—No sé que me lanzaste, pero no funcionará.
Alpha no entiende porque Isagi se hizo pasar por Ego desde un principio, no tiene lógica. Pero se siente aliviada de que al menos esté se hiciera ver quien es en realidad antes de matarlo, jamás sería capaz de asesinar a la pareja de su hijo, menos si éste tiene un bebé.
—¿Eso crees?
—Ahora qué se que eres Isagi, entiendo porque sabes que Kaiser es un horrocrux. Sin embargo, también sé que jamás serias capaz de decirle a alguien.
—Tienes razón, no quiero que nadie se entere que Michael es un horrocrux.
Ella esboza una sonrisa y rápidamente se levanta, abrazando la estatua de su esposo para apoyarse en ella y burlarse un poco.
—Entonces la pelea es inútil, no tienen forma de asesinarme y–
—¿Quién hablo de asesinarte?—La interrumpe sin dejar su expresión seria y calculada, confundiendo a la mujer por su respuesta.
—¿Ah?
—Tienes razón, matarte es imposible. Jamás acabaría con la vida de Michael. Y, así como es imposible matarte, nunca logré descubrir la forma de que Noel Noa salga de éste hechizo que le lanzaste.—Explica con lástima y pesadez, mirando de reojo la estatua de hielo de la que ella se agarra. Como si el frío contra su piel no le afectará.
La rubia no sabe porque el ligero cambio de tema, pero no evita sonreír orgullosa y engreída. Se supone que ese seria el mismo destino de Jinpachi Ego, pero su marido se metió en medio del enfrentamiento para su dolor.
Realmente fue una total pena, pero no podía permitir arrepentirse.
—No es un hechizo cualquiera. Nadie es capaz de revertirlo.
Ni siquiera yo misma soy capaz de deshacer el hechizo todavía... Dice para sus adentros, fingiendo no estar molesta por ese hecho.
Pero lo que la desconcierta, son las palabras que suelta Isagi.
—Tienes razón, no soy capaz de revetirlo.—hace una breve pausa, mirando fijamente a Alpha, quien luce despreocupada y confiada, hasta que dice:—Pero si de replicarlo.
—¿Qué estas diciendo-
Ella mira hacia bajo y desde sus pies hasta sus piernas están inmóviles, congelandose a un ritmo terrorífico. Siente un nudo en el estómago y un escalofrío recorrer su nuca.
¿Éste fue su plan todo éste tiempo?
Por supuesto, el Omega le lanzó un hechizo, pero como no lo dijo verbalmente, no sabía exactamente cuál le lanzó y no se imagino que fuese el que uso contra Noel Noa hace mucho tiempo. De todas formas, ¿cómo consiguió Isagi replicarlo?
—No puedo acabar con tu vida, no puedo deshacer el hechizo de Noel Noa, pero no necesito matarte cuando puedo retenerte de forma indefinida.
Por primera vez en su vida, Alpha siente terror, desesperación. Incluso comienza a reír nerviosa y frustrada, no puede creer que así acabara todo ésto. Realmente subestimo al japonés.
—Eres una jodida...
Ella lanza hechizos contra Isagi de manera desesperada, pero él contraataca. Por supuesto que, uno de sus ataques sí logró rozarle en su brazo. Rasgando la tela y su piel, un corte no profundo en esa zona que hace que salga un poco de sangre.
Cuando menos se da cuenta, el hielo ya está cubriendo su pecho y rápidamente su cuello hasta extenderse por sus brazos y siéndole más difícil moverse o lanzar más conjuros. Decenas de pensamientos pasan por su mente, escenarios de su vida y las decisiones que ha tomado hasta llegar ahí.
Isagi la observa con satisfacción, dibujando una sonrisa confiada y calmada. Deja de apuntarle con su varita y se acerca lentamente hacia ella. Sus últimas palabras y su último aliento sólo son en presencia del Omega japonés, de la única persona junto a Jinpachi Ego que ha logrado sorprenderla y generarle la viva emoción del miedo.
—¿Qué pasa?¿Tú tampoco sabes como revetir tu propio hechizo?—pregunta con burla, aunque en el fondo, pensó que ella podría ser capaz de hacerlo. Se siente decepcionado que él haya tenido que darle fin a la madre de Kaiser porque nunca hubiese imaginado tener una pelea con algún familiar del alemán, pero al menos, todo ésto por fin acabará.—Es una verdadera lástima.
Sin más que hacer, aceptando su destino, ella se voltea hacia Noa, antes de que el resto de sus brazos y manos se congelen por completo y lleguen hasta todo su rostro, rodea el cuello del hombre y no mira a nadie más que a él.
En realidad, Isagi no estaba seguro de si ella sabría o no como revertirlo, solo tuvo una pequeña intuición de que la mujer no sabía como hacerlo, habia investigado de ella, su historial creando hechizos antes de volverse "mala", y una de las cosas que destacaba es que había algunos conjuros que luego no sabía como revertir y por eso fallaba. Al final, todo quedó a la suerte.
Alice, ya no Alpha, sino Alice, le dedica su último aliento de amor al mago que tiene a su lado. Lo único bueno de todo ésto, es que al menos, Isagi tuvo cierta compasión y consideración hacia ella para al menos congelarla en brazos de su único amor, de su amado esposo.
En un pestañeo termina completamente congelada. Sin voz, sin movimiento.
Isagi Yoichi suelta un suspiro doloroso y aliviado, sintiendo como la tensión en sus hombros disminuye, cayendo de rodillas entre la nieve, por fin, todo ha acabado. Se agarra su vientre aún plano, pero que sabe que ahí está su bebé.
Al menos, eso piensa. Espera no haber tenido algún tipo de accidente durante la batalla, el estrés acumulado ha sido elevado estos días. Quiere que todo salga bien y contarle a su hijo que papá es un héroe.
Quizá fueron tres o cinco minutos que se queda ahí pensando en todo lo que acaba de pasar. Tratando de regular su respiración y que el frío no lo abrume, ¿será capaz de llegar a la mansión entre toda esta nieve? Igual su escoba está en buen estado.
Sin Alpha en el camino, duda que los Mortifagos sigan sin su líder, y no cree que Kaiser siga con el legado de su madre.
Suelta un quejido, recordando la herida que tiene en el brazo, se la presiona con fuerza. No es grave, pero si muy molesta.
Escucha unos pasos en la nieve, y más que sentir miedo o preocupación, solo se asusta un poco y voltea rápidamente, descubriendo quién es.
...
—¿Yoichi?
El mayor trae consigo un enorme abrigo de piel. Porque como no lo encontró en el interior de la mansión, rápidamente atrajo consigo el abrigo y salió hacia afuera en cuestión de segundos, sobre todo luego de escuchar sonidos de ataque.
Isagi se deja abrigar por el rubio, aliviado y reconfortado de por fin reencontrarse con él. Siente las manos de su Alpha acariciar sus mejillas, sus dedos hacen circulos en sus pomulos para que entre en calor más rápido. Se miran con deseo y adoración, queriendo besarse.
—Michael, llegaste...
Isagi cierra sus ojos esperando que el alemán lo besé, y éste, antes de hacerlo, solo puede pensar en abrigarlo y llevarlo dentro.
—Te extrañe tanto y...—Kaiser se interrumpe así mismo al percatarse de que la estatua de su padre ya no es sólo de él. Se queda inmóvil al reconocer de inmediato a su madre. La dulzura que se reflejaba en sus ojos ahora ha desaparecido.—¿Qué fue lo que hiciste?
Isagi frunce el ceño molesto porque no recibió su beso, abre los ojos y se siente confundido cuando ve a un Kaiser agobiado, petrificado por lo que sus ojos ven. Como si no pudiera creer que su madre está congelada.
—Todo acabo. Alpha jamás regresará.
Una mezcla de miedo, ira y sorpresa lo invanden al oír esas palabras, un nudo en la garganta que le hace difícil de hablar, mientras siente un dolor punzante en su pecho.
Esta feliz de que Isagi no haya muerto o sufrido algún tipo de daño, confió en que si su madre lo reconoce, no le haría daño.
—¿Tú la congelaste?
El tono de su voz se eleva, frustrado y apretando sus hombros con fuerza. Quizá lo que más le indigna es que haya sido Isagi quien lo hiciera, pudo haber sido cualquier otro mago, ¿pero él?
Isagi no luce arrepentido, y tampoco entiende porque Kaiser reacciona así.
—Era la única forma de acabar con ella, o retenerla al menos. No soy capaz de matarla, no soy capaz de hacerte daño.—Le dice mientras se acurruca en su pecho, rodeándolo por debajo de sus brazos hasta su espalda alta.
Isagi le explica las cosas que sucedieron, como se enfrento a su madre y por supuesto, la molestia de Kaiser va en aumento, claro que escuchar como pudo haber salido gravemente afectado no ha sido grato de oír. El Omega está herido del brazo y apenas está consiente, soportando el frío del lugar.
—¿Hiciste la misma crueldad que ella hizo con mi padre?
Los ojos de Kaiser están inyectados de dolor y frustración, una especie de tristeza que también se refleja en lo largo de su cabello. Isagi jadea sorprendido, ¿por qué lo hace ver cómo si fuese el malo?
—¿Estás sintiendo compasión por ella después de todo lo que ha hecho?
Los ojos de Isagi se ponen vidriosos, mirándo al Alpha a los ojos, no porque sienta culpa, sino porque no le gusta que Kaiser le alce la voz y lo trate así, cuando el rubio se da cuenta de eso, suaviza el agarre que tiene sobre él en sus hombros, pero aun así, no evita sacar su furia y dolor en cada palabra.
—Sigue siendo mi madre. Mis dos padres ahora están congelados, es como si estuvieran muertos. No hay forma de revertir el hechizo, parte de mi familia ya no está...
—Sigo aquí, Kaiser. No estas solo. Ven a Japón conmigo y mis papás, podemos rehacer nuestra vida ahí.—dice con añoranza y limpiando sus ojitos, tomando el rostro de su amado en sus manos y siendo ahora él quien lo acaricia con suavidad y mucho cariño.—Serás bienvenido y–
—Yoichi.—le interrumpe con brusquedad y negación. Tomando las manos del Omega, le besa sus nudillos con ternura y compasión.—No soy bienvenido en el mundo muggle, no después de todo lo que hice. Acabo de venir de allá, tus amigos me odian, y tus padres prefieren no relacionarse conmigo.—esboza una sonrisa llena de amargura, decepción e ironía. Isagi realmente cree que sus padres lo aceptarán, solo es una bonita ilusión de cuento de hadas.—¿En qué aspecto soy bienvenido?
—... Puedo hallar una solución, siempre hay una solución. Si hablo bien con ellos y–
—No, no es sencillo. Nunca me van a perdonar. Todavía si fuese un Mortifago cualquiera podría haber una pequeña posibilidad, pero soy el hijo de Alpha. No me van a creer, no me van aceptar en su familia.—Añade con tristeza, desviando la mirada. Isagi se limpia sus ojos para no llorar y tratando de no desesperarse por la situación.
Kaiser lo abraza con moderada fuerza, descansando su mentón encima de la cabeza de Isagi, aplastando la raíz que sobre sale de su cabello.
—Michael... ¿y qué piensas que haga? No puedo quedarme de brazos cruzados.
La respuesta tarda en llegar. La verdad es dura, pero antes de decir cualquier otra cosa: Kaiser toma a Isagi, lo carga sin darle oportunidad de quedarse y lo lleva adentro de la mansión en largos pasos, sujetándolo con fuerza.
Una vez adentro, Michael conjura un sencillo hechizo para encender la chimenea y que el lugar se sienta un poco más el calor. Después, mira a Isagi quien se sienta en uno de los sofás, envuelto en su enorme abrigo de piel lo hace ver tan tierno.
Sin resistirlo más, lo suelta:
—Tomé la ambrosía.
—¿Qué?
—Cuando fui a buscarte al mundo muggle hace más de una hora, fui a tu vieja casa a localizarte. Encontré un pétalo de la ambrosía enterrada y guardada en un dije con una foto nuestra.
Isagi no tarda en recordar a cual se refiere, pero aun así se sorprende que el rubio la haya encontrado en poco tiempo. Aquel pétalo de ambrosía que escondió desde hace años, antes de que terminaran.
—¿Por qué la tomaste?
—Yoichi, quiero que tú también la tomes.—Insiste, mirándolo con urgencia y angustia. Añade de manera un poco más calmada:—No tiene que ser ahora, luego de que nazca el bebé...
Pero Isagi no puede aceptarlo.
—Yo no haré eso. ¿Quién quiere vivir eternamente?¿por qué hiciste eso?—Cuestiona lleno de angustia e incredulidad.
—Si algún día muero, será por tus manos.
—Yo jamas haría eso.
Kaiser suspira rendido, resignado. No puede convencer a Isagi de tomarla, al menos no ahora. Quizá necesite tiempo, debe estar abrumado por un montón de cosas de las que se ha enfrentado este día.
—La guerra acabara como tanto deseas. No regresaré al mundo muggle a tomar el lugar de mi madre... pero no dejaré que nadie entre al mundo mágico.
—¿Qué?¿Por qué harás eso?—Arruga la frente, confundido por lo que Kaiser explica.
—¿Tú crees que no me llevarán a la cárcel por mis crímenes? No pienso ir ahí. Si algunos mortifagos logran escapar antes de ser capturados, los dejaré volver al mundo mágico, pero nada más.—Agrega con la mirada clavada en la chimenea, serio y pensativo.
—¿No dejaras que ningún otro tipo de mago regrese al mundo mágico?—Cuestiona con sorpresa.
Después de todo, los Mortifagos sólo son de familias de sangre pura. Excepto porque pequeñas excepciones como Hiori y Ness, por mencionar a algunos, que son mestizos.
No le está gustado el rumbo que está tomando Kaiser. Sigue haciendo las mismas distinciones que su madre hacia con respecto a los magos de sangre pura con el resto. Y no logra entender porque.
—¿Por qué lo haría? Ellos no me quieren, entonces yo tampoco los deseo tener aquí.
Un silencio incómodo se instala en el lugar. Michael parece realmente recio a no ir al mundo muggle y quedarse en el mundo mágico prohibiendo la entrada a los magos y brujas que pelearon en el bando contrario. Isagi se siente desconcertado y triste, porque cree que cuidara a su cachorro sin su otro padre, que se separarán nuevamente.
Hasta que el rubio se arrodilla frente a él y le abre una cajita de tercio pelo, donde un anillo descansa en su interior con una piedra preciosa y grande, dejando a Isagi pasmado ante lo que sus ojos ven.
—Michael...
Ésto es aquello que Kaiser se llevó consigo y pensaba en proponer le a Isagi apenas lo encontrará en el mundo muggle. Esto es aquello con lo que su madre le ayudó en hace varios días atrás, y por lo que Alpha se quedó mirando su mano entre pequeños ratos durante la pelea con el Omega.
—Lo lleve conmigo todo éste tiempo hasta encontrarte.—hace una breve pausa, tomando con suavidad una de las manos del japonés y deslizando el anillo en el dedo indicado.
Isagi está tan conmocionado que no hay palabras que describan el momento, sólo puede observar a su Alpha mirándolo fijamente y besando sus nudillos. El Omega lo mira con deseo, esperando esas palabras que harán enloquecer su corazón.
A pesar de hace unos momentos estar tenso, preocupado, ansioso y enojado, ahora su expresión es más suave y relajada, como si el solo hecho de tener a su Omega ahí fuese suficiente para estar feliz. Tenerlo ahí, protegido y abrigado, recostado en el sofá y acariciando su vientre donde está el bebé, es una imagen muy tierna y encantadora.
—Cásate conmigo, Yoichi.
—Esto es...
Por supuesto que sí, quiere casarse con él. Es su mayor anhelo en estos momentos. Ser un guerrero valiente en está guerra y casarse con la persona que más ama. Sus labios tiemblan ligeramente y su corazón no deja de latir con fuerza.
—Te quiero pedir más que solo casarte conmigo. Quédate en el mundo mágico. Por favor, acepta vivir a mi lado, aquí.
Kaiser guía las pequeñas manos de su pareja hasta sus mejillas, donde estas acarician al Alpha con ternura y amor.
La pedida de mano es todo lo que anhelo. Vivir juntos, cuidando a su bebé, definitivamente lo quiere tanto. Pero si solo se queda en el mundo mágico, significa que...
—Toda mi familia y mis amigos estarán en el mundo muggle.
Michael lo sabe. Es una elección difícil, pero ya son adultos. Isagi tiene que hacer su vida con quien más lo desee.
—Por una vez en la vida, ¿puedes elegirme por encima de ellos? Por favor.—Le mira suplicante, y pare derretir más el corazón de Yoichi, un par de orejas peludas de algún felino, grandes y tiernas, se despliegan sobre su cabello de su mismo color.
Definitivamente Michael Kaiser es la gran debilidad de Isagi. Que sea metamorfomago es su perdición.
—Yo...—Aprieta sus labios, sin saber que elegir. Es una decisión muy complicada, y aunque es fácil elegir a su Alpha, también trae consigo consecuencias.
Quiere mucho a sus padres, a sus amigos que lo acompañaron tantos años en Hogwarts y lucharon con él en la guerra mágica, quienes siempre han velado por él. Incluso esos vecinos muggles, los amables abuelos de la florería donde trabajaba, los niños hijos de los vecinos que lo saludaban y lo invitaban a jugar fútbol, todo eso se quedará grabado en su mente.
—Quiero que el cachorro que llevas dentro conozca a su papá Alpha, por favor. No quiero que vivamos separados.
—...
Por supuesto que Isagi también desea que su bebé conozca a su otro papá, no quiere que Kaiser lo lleven a prisión. Quiere vivir sin preocupaciones, con una familia unida. Pero su silencio es tan largo, que Kaiser sigue insistiendo.
—No estarás siempre aquí, claro. Cuando sea el momento, podrás visitar a tu familia y a tus amigos, pero por favor, hasta que nos casemos y nuestro primer bebé nazca, no te separes de mi. ¿Si?
—¿Primer bebé?—Balbucea al momento que sus mejillas se tiñen de un rojo intenso hasta las orejas. Aunque viendo que si podrá visitar a sus papás y amigos en un futuro no tan lejano, se siente más cómodo y aliviado.
Kaiser no lo está privando de sus amistades y familia por completo, solo será temporal. Solo hasta que las cosas en ambos mundos se estabilicen.
—¿No quieres tener más hijos?
Ah, me está volviendo loco.
Todavía no nace el bebé que lleva en su vientre y Michael quiere otro. Y realmente la idea no le disgusta. Él que fue hijo único siempre quiso tener hermanos, especialmente una hermana mayor. Así que tener una familia numerosa no le parece mala idea.
—Si, sí quiero.
Kaiser dibuja una enorme sonrisa en su rostro que despierta una calidez y calma en el pecho de Isagi, quien observa con ternura como las orejas del Alpha se agitan contentas, luce tan bonito que quiere morderlas.
—Cumpliré mi promesa. Cuando reconstruya Hogwarts, dejaré que los estudiantes del mundo muggle, sean sangre sucia, pura o mestiza, ingresen. Pero no sus padres, ¿está bien?
Isagi lo medita en brevedad, no suena nada mal. Aunque aún no tiene ni idea de cómo hará Kaiser para que los papás accedan a que sus hijos vayan a éste nuevo Hogwarts donde él será el dueño, confiara en el proceso y lo apoyara en todo lo que pueda.
Será difícil, pero por primera vez, quiere demostrarle a Kaiser que realmente lo elige a él. Estará con el alemán hasta que la muerte los separe...
—Acepto.
—¿De verdad?
—Si, Michael.—se estira hasta rodear su cuello y abrazarlo, llenándolo de sus feromonas las cuales se mezclan con las del mayor. Es una combinación tan perfecta que es imposible imaginar que se separen.—Te amo mucho, tanto que me duele pensar en vivir lejos de ti.
Lo único que le duele y mortifica a Isagi es no haberse despedido una última vez de sus amigos y sus dos padres, ya que, hace más de un mes cuando fue al mundo muggle lo hizo acompañado de su papá quien después de mucho tiempo se pudo reunir con mamá. Así que, aunque sus padres están juntos de nuevo, ya no estará cerca de ellos. Se siente mal, pero a veces uno tiene que sacrificar momentos por otros.
Si es positivo, más adelante podrá ir a visitar el mundo muggle y sus papás conocerán a su nieto, sería bastante lindo y conmovedor.
Con convicción e ilusión, Isagi sabe lo que hará y que es lo que quiere ahora.
—Michael.
—¿Si?
—Quiero que me hagas la marca.
El Omega lo anhela, portar la mordida de su Alpha en su cuello y que ya nada los pueda separar. Quiere ser de él y que Michael también sea completamente suyo. Sentir su aliento caliente sobre su nuca, sus labios chupandolo y sus dientes ser encajados en su piel.
Estar enlazados por siempre... aunque pensar en que Kaiser ahora es inmortal lo pone triste. No quiere que se quedé solo por la eternidad.
[...]
Después de que ni Alpha ni Kaiser se reportarán o aparecieran, los Mortifagos y el resto de magos dieron por hecho que uno estaba muerto y no todos lograron regresar al mundo mágico ya que fueron noqueados, capturados y encerrados en una prisión especial hecha por Jinpachi Ego con algo de ayuda del gobierno japonés en el mundo muggle para los magos, ya que en el mundo mágico todas las posibles entradas que existían fueron totalmente bloqueadas.
Jinpachi Ego llego a la conclusión que estando Alpha neutralizada y su hijo no tomando su lugar, la guerra acabó. No todos los Mortifagos pudieron regresar al mundo mágico así que eventualmente en cuestión de días fueron derrotados y capturados. Llevando al mundo muggle a una victoria asegurada.
Pero lo que perturba a Ego y a los señores Isagi como los amigos de Yoichi, es que el Omega ya no regreso y nadie tiene el acceso de ir al mundo mágico para ir por él donde se supone debe estar. Todas las entradas están bloqueadas, además que dicen que un enorme dragón adulto custodia el lugar para que ningún extraño o persona indeseada pueda entrar. Los únicos que pueden abrir portales del cielo son la líder de los Mortifagos: Alpha—quien ya no está—, Kaiser y Ego, y éste último está demasiado débil para intentarlo pronto, ya que para abrir esos tipos de portales se necesita un gran poder y concentración. Eso sin mencionar que no quiere lidiar con Michael, y está seguro que ese hombre jamás le haría daño a Yoichi.
Todos asumieron y llegaron a una sola conclusión luego de que Jinpachi Ego revelará el plan del Omega japonés:
Isagi Yoichi es un héroe. Acabo con la guerra mágica, neutralizo a Alpha y seguramente fue quien cerró la brecha entre ambos mundos para que la oscuridad o lo que sea que está en el mundo mágico como ese dragón de escamas doradas no salga de ahí y ataque al mundo muggle.
Se sacrifico junto a su bebé, y nadie sabe por los horrores que debe estar pasando del otro lado...
Algunos piensan que tal vez por la influencia del embarazo, las hormonas y todo ésto es lo que lo hizo quedarse allá junto al padre de su bebé. Pero nadie puede confirmarlo a ciencia cierta.
Ahora qué los muggles saben de la existencia de los magos, criaturas mágicas y que hay un mundo que no pueden ver ni mucho menos visitar, hay un desorden mundial y caos político por querer apoderarse y que los magos de cada nación sean parte del ejército y protección de sus respectivos países o continentes.
El problema es que borrarle la memoria a los muggles para que olviden lo que ha pasado en los últimos años no es una tarea sencilla. La población es mucho más del cuádruple que los magos y brujos, es una tarea que le llevaría muchísimo tiempo y debe ser cuidadosa en no borrarle detalles de sus recuerdos de más que pueden afectar los en su día a día.
Tomaron la fuerte decisión de no borrarles la memoria, no por el momento.
Por supuesto que igual ellos se enteraron que les podían borrar la memoria, así que empezaron a ser marchas y visibilizar mensajes por medio de las redes sociales sobre sus derechos de "respetar su mente", ya que a algunos grupos extremistas no les termina de gustar la presencia de seres mágicos que van más allá de su entendimiento, que no son nombrados en su libro religioso, incluso los llama demonios o lacayos de satanás, a pesar de que estos mismos brujos los salvaron de no morir a manos de los Mortifagos.
El mundo muggle ya no volverá a ser como antes.
No ahora que saben que hay seres mágicos viviendo entre ellos, que tienen más ventaja y en cualquier momento, pueden revelarse.
Jinpachi Ego tuvo que dar la cara por todos los de su especie, promoviendo un mensaje de paz y alianza como futuras colaboraciones para un mundo mejor.
Ellos no son el enemigo de los muggles.
[...]
Otoño, la temporada de un tiempo que roza el frío.
Algunos huevos de dragón ya han roto la cáscara, aquellos que se quedaron en posesión de Alpha y dan sus primeros pasos.
El mundo mágico ha regresado con sus cuatro estaciones de siempre.
Gritos. Sudor. Gemidos y lágrimas.
La vista de Yoichi se nubla y ve completamente borroso entre ratos, ya sea por el cansancio, el esfuerzo físico o por la capa de sudor que empapa su frente y pestañas. Apenas puede caminar por sus pies hinchados y su enorme panza de ya nueve meses hace que la espalda le duela y no pueda ver ni por donde camina, bloquea completamente la vista de sus pies.
Yoichi se aferra con todas sus fuerzas a la mano de su esposo, sintiendo las contracciones más intensas y como un líquido de mal olor escurre entre sus piernas.
Después de un largo tiempo donde tuvieron que cedarlo para que pudieran hacerle la cesárea, al fin conoció a su bebé. A aquel pequeño ser que tuvo de su unión entre Kaiser y él hace varios meses atrás.
Por supuesto que ambos padres se llevaron la gran sorpresa en el nacimiento del cachorro.
Yoichi no sabe que decir y solo puede llorar de felicidad mientras reune fuerzas para poder cargar con ayuda de su esposo Michael, a los bebés.
No tuvo un bebé, ni dos, son tres cachorros los que cargaba en su panza y que eso explica en cuestión porque su vientre era tan grande considerando que era primerizo.
—¿Cómo pasó esto?
Michael besa su frente con cariño, viendo con adoración a los bebés envueltos como burritos, cachetones y siendo acogidos en los brazos del Omega que les ha dado la vida.
Isagi no puede contener la felicidad y emoción que es por fin conocerlos, y todavía le parece tan impactante, asombroso e increíble que haya tenido trillizos, jamás lo hubiese sospechado. Tres pequeños que serán la adoración de sus padres.
Aunque tiene mucho sentido si lo analiza cuidadosamente, realmente comía demasiado y su panza era enorme para ser solo un bebé.
—Mis genes son muy buenos, ¿no?—Ríe enternecido Michael, acariciando con suavidad la cabecita de sus tres cachorritos quienes tratan de dormir.
—Ah... esto es mucho para afrontar.
Isagi Yoichi tiene tres bebés. Dos niños y una niña. El mayor se parece bastante al Omega, con su cabello oscuro y sus rasgos nipones, mientras que el segundo niño y la niña son una copia idéntica de Kaiser.
Isagi no se resiste en tenerlos a los tres descansando a su lado, en la enorme cama y repartir besos en sus mejillas, estirando su brazo para abrazarlos, a pesar de que se siente agotado quiere seguir apreciandolos por un largo rato más.
—Los amo tanto, son nuestros bebés, Michael.
Ha finalizado la
III
Parte:
"
Eclipse Total"
Notes:
Palabras: 5,715
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: sábado 16 de agosto del 2025
Fandom: Blue Lock
Au: Harry Potter & Omegaverse
Nota del escritor:
Está última parte de esta larga historia que se dividió en 3, ha llegado por fin. Siendo titulada como "Eclipse", ya que por fin nuestros protagonistas de bandos diferentes, sol y luna, se han unido, mezclado y está vez será para ¿siempre?Esta tercera parte nos muestra la vida de ambos ya como adultos, la resolución de sus conflictos y como dan nueva vida con la llegada de sus bebés. Como por fin, después de todo lo que han pasado, estarán juntos.
Esta tercera parte contó con 15 capítulos, que parten desde el cap 29 hasta el 43. Es más larga que su antecesora, la segunda parte, pero menos corta que la primera parte donde los chicos estaban en Hogwarts.
Éste es el último capítulo de esta larga historia, sin embargo, aún queda el epílogo que tardaré en escribir y espero puedan leerlo como disfrutarlo.
Tratare de publicar a principios de septiembre, espero lograrlo.
Nos vemos la próxima y gracias por haber estado desde el principio de esta historia del 2024!
PD¹: El dato que le había dicho a mi amiga sobre el bebé del kaisagi, es que serian trillizos jajaja.
Chapter 45: 《Epílogo: Eternidad》
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El calor del verano es abrazador, pero es junto a la primavera, la estación favorita del Omega Yoichi. Porque es todo lo opuesto al invierno, la estación en donde estuvo varios días encerrado en la mansión sin saber que el fuerte invierno era por causa de un hechizo de su suegra.
Sin embargo, no puede cambiar el hecho que en esa época es el cumpleaños de su esposo y que también en dicha estación nacieron sus tres cachorritos.
—¡Papá!
La pequeña Rose, la hermana menor de los tres hijos del matrimonio entre el japonés y el alemán; sigue con entusiasmo al enorme gato de pelaje dorado y largos bigotes, observando con deslumbramiento y adoración como éste felino se transforma frente a sus ojitos en un enorme pájaro volando encima de ella y después, antes de que su hija se caiga e impacte contra el suelo tras tropezarse con la alfombra, volver a su formal normal y cargarla antes de que la pequeña choque contra el duro suelo.
Al tenerla entre sus brazos, le acaricia sus cabellos dorados y la acurruca contra su pecho, preocupado porque estuvo a punto de caerse, confortandola con su propio calor. Agradece tener muy buenos reflejos, actuar rápido y regresar a su forma humana en un parpadeo.
Pero su hija, en vez de asustarse por la situación, solo se ríe a carcajadas como si fuese una especie de juego divertido donde su papá la ha salvado.
—Esto no da risa, Rose. Casi te golpeas.—La regaña Kaiser, arrugando la frente y acomodando los mechones rubios que cubren la frente de la menor.
El enojo no le dura mucho tiempo ya que la menor estira sus pequeños brazos para rodear el cuello de su papá y abrazarlo llena de admiración y cariño, frotando su mejilla contra la cara del mayor. Ella quiere tanto a su papá que se le hace muy difícil a Kaiser no caer ante esa carita y los abrazos de su pequeña y adorable niña que no se asusta con facilidad.
—Pero Rose sabía que papá me atraparia, él siempre está ahí.—Señala dibujando una radiante sonrisa, llena de afecto y diversión.
Detrás de ellos aparece un cachorro de leopardo que está jugando con el mayor de los trillizos. Ambos varones se corretean hasta que el animal vuelva a su forma original: un niño rubio de siete años idéntico a ella.
—Rose también quiere transformarse en leopardo.
El cabello rubio y largo de la menor se vuelve naranja, frustrada por todavía no poder hacer transformaciones completas a diferencia de su hermano mayor Haruto.
—Todo a su ritmo. Yo tampoco logré dominar las transformaciones completas hasta los nueve años.—Explica Kaiser brevemente manteniendo la calma, enternecido cuando su hija se siente frustrada por no conseguir algo que eventualmente logrará.
—¿Y por qué él si puede?—Se cruza de brazos, indignada, observando a sus hermanos mayores discutir.
Michael piensa detenidamente como explicar a su hija que debe ser paciente, y que no todos tienen un rápido desarrollo para lograr ciertas cosas.
Kaiser deposita un pequeño beso en su frente, caminando hacia el gran salón donde la baja.
—Algunos nacen siendo genios... y otros prodigios.
Es la respuesta más acertada y que su hija todavía no llega a entender, pero que probablemente olvide que su padre se lo dijo.
El mayor de los tres hermanos: Elliot, de cabello oscuro y rasgos nipon, se acerca a su padre con intriga y confusión:
—¿Y yo por qué no puedo cambiar el color de mi pelo como mis hermanos?
Mientras que Rose y Haruto mostraron señales a temprana edad de tener el gen de su padre Alpha, con el mayor de los trillizos ha sido nada.
Se siente un poco triste no ser como ellos y su papá Alpha.
—No todos heredaron mi gen de metamorfomago...
Antes de que Elliot alcance a decir algo más, su papá Omega lo abraza desde atrás, apoyándose en su espalda, inclinándose y llenándolo de besos en su mejilla.
—No importa que no seas como ellos. Yo tampoco lo soy, pero aun así, sé brillar a mi manera. Si te esfuerzas, puedes aprender hacer magia sin varita o sin pronunciarla. Debes esforzarte, entrenar y estudiar muy duro. ¿Bien?—Alienta dibujando una enorme sonrisa en su rostro, acariciando el cabello de su hijo con cariño.
Se siente asombrado de lo rápido que crecen sus hijos.
No es sorpresa para los niños el saber que sus padres tienen cualidades increíbles y únicas que los diferencian entre el resto de magos.
Por supuesto, a pesar de no tener un conocimiento profundo sobre porque hay muy pocos magos viviendo en el mundo mágico y que su mayoría se encuentra en el mundo muggle, sus padres los han instruido para conocer sobre la historia de la magia—omitiendo todavía la parte de la guerra mágica mas reciente que hubo—, criaturas mágicas, que es y como era Hogwarts antes de ser nada.
—Está bien, papá Yoichi.
—Ve a jugar con tus hermanos.
Elliot asiente y va con Rose y Haruto a jugar afuera de casa, en el jardín. Dejando a ambos padres solos. Kaiser se acerca a su esposo para abrazarlo y besarlo, empieza desde el cuello y asciende hasta sus mejillas, pero Yoichi luce algo tenso, preocupado.
—Cada vez que veo a Rose, me recuerda a tu madre.—Admite sin poder evitar recordar a esa mujer que fue su mayor pesadilla.
Es normal que haya cierto parecido. Su hija es muy parecida a Kaiser a excepción por el tono azul de sus ojos. Y Kaiser, a su vez, se parece demasiado a su madre. Los genes son fuertes, están presentes.
—¿Lo dices por qué es una niña rubia?
—No es por eso.—niega lentamente, suspirando exhausto. Se encoge sobre sí mismo.—Ella tiene esa rara manía de hablar en tercera persona.
—¿Qué tiene? Yo también lo hacía hasta que a los diez se me quitó.
—Espero que cuando sea más grande, dejé de hacerlo.—Suelta inconforme, mirando a través de las ventanas a sus pequeños trillizos jugar.
Para que dejé de pensar en eso, Michael decide cambiar de tema.
—¿Y dónde está nuestra bebé?
Hace más de un año, Yoichi dio a luz a una bebé hermosa, idéntica a él. El Omega es muy apegado a ella, tal vez sea porque como es la más pequeña de la familia y tiene sus ojitos del mismo color castaño que su madre.
—Durmiendo, ya le di de tomar pecho, lo hice eructar y ahora debe estar dormida.—Responde sonriendo alegre y relajado por recordarla.
Sentir a la bebé en sus brazos es su adoración, cuando la pequeña se aferra a su pecho y babea es tan adorable.
Michael sonríe satisfecho y aliviado de que su pareja esté menos tensa y preocupada. Yoichi adora a sus hijos por igual, les tiene un amor profundo ya que los ve como el mejor regalo que Kaiser pudo darle. Solo que en ocasiones, ciertas casualidades o rasgos de ellos, especialmente en Rose, le hacen angustiarse o recordar eventos incómodos del pasado.
Pero nunca ha sido malo o especialmente estricto con ellos. Los educa para que se comporten bien, los alienta a estudiar y nunca desanimarse si no logran hacer algo al primer intento.
—Por cierto, Ness me ayudará a preparar las cartas. Ya sabes, para los estudiantes que quieran entrar a Hogwarts.
Apenas hace mencion del tema, Yoichi lo mira con mayor interés e intriga.
El proyecto de reconstruir Hogwarts empezó poco después de que nacieran los trillizos hace más de siete años, y no le tomó mucho tiempo con ayuda de la magia reconstruir el castillo. El gran dilema es: conseguir alumnos y profesores.
Empezarán de poco a poco, no pueden pedir una gran cantidad de alumnos, necesitan ganarse un reconocimiento y confianza sobre todo.
En todo éste tiempo, Yoichi ha mantenido un importante contacto con el mundo muggle, todos sus conocidos y familiares de allá se alegraron como emocionaron al saber noticias de él y que no la está pasando nada mal, pero es difícil convencerlos de que está casado y viviendo muy felizmente con Michael y sobre el proyecto del nuevo Hogwarts.
Los únicos que son capaces de comprenderlo, de no criticarlo y al menos escucharlo como confiar en él, son Ego, Sae y sus propios padres.
Es gracioso ver a Itoshi Sae convivir y familiarizarse en el mundo muggle, ya que no era su lugar favorito pero debido a las circunstancias que se dieron por la guerra, tuvo que aprender y tolerar estar entre muggles, todo para formar su propia familia con Ryusei, su hogar.
—Yo hable con Jinpachi Ego. Técnicamente tú eres el dueño del castillo, pero él será quien de la cara y dará clases también.—Cuenta con emoción al recordar la carta que hace días le llegó de parte de él.
—Mañana llevaras a los trillizos a conocer a tus padres, ¿no?
—Si.
—Te escoltara Ness.—Asegura con seriedad, Alexis es la persona en quien más confía para la seguridad de Yoichi y que esté regrese sin ningún contra tiempo o inconveniente.
Alexis sigue siendo bastante cercano a ellos, incluso sus hijos lo llaman el tío Ness, y siempre que quieren o muestran un poco de interés sobre plantas y pociones, le preguntan directamente a él.
—De acuerdo.—suspira decepcionado, desilusionado. Yoichi quiere que Michael sea quien lo acompañe pero tampoco puede obligarlo.—¿Seguro que no quieres venir?
—No quiero ir a un lugar donde no soy bienvenido.—responde acariciando la mejilla de su Omega, quien se frota contra la mano de su Alpha para sentir más su contacto.—Además, me quedare aquí a cuidar a la bebé.
Ella aun es muy joven para conocer a los abuelos. Pensar en ello llena a Kaiser de melancolía puesto en el fondo, le hubiese gustado que su madre conociera a sus hijos.
Es una lástima que las cosas hayan acabado así.
[...]
Los tres niños juegan en el jardín. Los menores aún no saben hacer magia o canalizarla correctamente, aunque en ciertas ocasiones expulsan un pequeño chispazo de está cuando las emociones son muy fuertes. Sus padres les prometieron que hasta que cumplan diez años, les darán sus primeras varitas.
Aunque tampoco se sienten especialmente apurados por saber hacer magia, a excepción del mayor, quien incluso ya ha estudiado y leído bastante acerca de la magia y un poco de pociones.
Como es costumbre cada que se surmergen en el jardín donde si o sí tienen que pasar por la enorme entrada de la mansión, se encuentran con la estatua de hielo de dos personas, una abrazando a la otra.
—Está estatua es increíble.—Opina Haruto admirandola.
Incluso en épocas cálidas como primavera y calurosas como verano, la estatua de hielo sigue intacta. No se derrite y desprende un aire frío si estas muy cerca de esta, resulta tan fascinante para ellos. Los menores concuerdan que es una estatua de hielo mágico y no están muy seguros que historia de trasfondo hay detrás de ella.
La estatua está rodeada de lo que parece ser un rosal de espinas de rosas azules. Claro, los pequeños no saben que esté rosal es la misma ambrosía, la cual está enterrada bajo la estatua pero con los años se extendió hasta cubrirla y abrazar la mitad de los cuerpos de las figuras de hielo, como si las rosas fueran cadenas que envuelven a la pareja hecha de hielo.
Sus papás le habían dicho a los trillizos que no se acerquen demasiado porque es tóxica, no acercarse siquiera a olerla y además las espinas también pueden lastimarlos.
—Pero, ¿quiénes son?—Cuestiona la niña con intriga. No es la primera vez que ve la estatua, al principio te intimida las dos enormes figuras a lado de ellos quienes son tan pequeños, pero después de un tiempo te acostumbras a su presencia.
Sus dos hermanos mayores la ven a ella y después a la mujer de hielo. A pesar de que están completamente teñidos de un azul frío, los rasgos son bastante familiares.
—Son nuestros abuelos.—Señala Haruto bastante convencido, generando curiosidad en sus hermanos quienes voltean a mirarlo con curiosidad y duda.
—¿Cómo sabes eso?
—Escuché a nuestros padres hablar de eso cuando creían que yo dormía en la sala.
Aquello no tiene mucho tiempo que sucedió, y aun lo recuerda a la perfección. En aquel entonces se había transformado en un pequeño conejo y se quedó dormido de tanto saltar y rebolotear por la mansión hasta caer cansado en un sofá de la sala.
—¿Nos escucharan estando congelados?—Pregunta esta vez Elliot bastante intrigado.
Ha visto en decenas de libros ilustraciones sobre estatuas. De mármol, de piedra y hasta de bronce, pero jamás de hielo.
Y lo que genera cierto miedo y asombro en los pequeños, es que Haruto haya escuchado decir de sus propios padres que esas dos siluetas de hielo son en realidad sus abuelos. ¿Cómo terminaron así?¿Habrá sido un accidente?
Y de ser así, ¿por qué no han regresado a su forma normal?
Elliot tiene la teoría de que quizá, en vez de pedir ser cremados o simplemente hacerles unas dignas tumbas, tal vez el último deseo de sus abuelos haya sido que los congelaran de tal forma: juntos.
Es un poco raro pero tiene bastante sentido en su joven mente. Pero algo que le llama la atención y que sus hermanos aún no han notado, es que para ser sus abuelos no lucen realmente viejos, o sea, que se congelaron a una edad joven y eso le genera muchas dudas.
—Quién sabe.—Suspira encogido de hombros el rubio, secándose su frente por el sudor que el calor le genera.
—Es tan romántico.—Admite Rose riendo con emoción, pero Haruto la mira con extrañes. Incrédulo.
—¿Qué tiene de romántico estar congelado?
Rose no sabe explicarlo exactamente, aún es muy joven para poder expresar adecuadamente lo que piensa y cree, siente que es algo torpe en ese ámbito y quizá por eso su papá Omega se esfuerza para que ella lea mucho y extienda su vocabulario. Eso hace que a veces se sienta triste por no llenar las expectativas de su papá Yoichi.
Es el mayor; Elliot, quien toma la palabra y expresa su pensamiento.
—Quizá sea el hecho de que a pesar de estar en esa situación, ella no deja de verlo a él. Como si fuese lo más preciado de su mundo. Aceptando que, si se quedará congelada para siempre, al menos durante la eternidad será viéndolo a él.
Silencio. Ambos niños rubios miran al mayor con gran sorpresa. Rose llena de admiración por la forma tan creativa, paciente y linda que su hermano tuvo explicar algo que ella también cree es correcto, pero Haruto lo mira como un bicho raro, frunciendo la frente y arrugando la nariz.
—... A veces das miedo.—Suelta más burlón que serio Haruto, haciendo una expresión chistosa para cambiar el ambiente y burlarse de Elliot.
En su pequeño rostro se forma el pico de un pato, haciendo reír a su hermana por lo gracioso que se ve. Elliot vira los ojos y bufa inconforme, pensando que el menor arruina momentos serios y de gran sentimiento.
—Quiero comer unos bocadillos.
—Papá dijo que mañana nos llevaría al mundo muggle a conocer a nuestros abuelos.
—¿Más abuelos?
—¡Si! Además dicen que podemos jugar con una niña de nuestra edad que igual es maga. ¿Creo que se se llama Itoshi algo...?—Menciona Rose, pensativa, no tiene tan buena memoria como Haruto y Elliot.
No se queja de que siempre juegan con sus padres y especialmente entre los tres, pero también piensa que sería mucho más divertido y diferente jugar con alguien diferente y de su edad. Así que se apresura a seguir a Haruto de regreso a la Mansión para ir por unos bocadillos en la cocina donde están los elfos, quienes se encargan de la cocina y el aseo de la casa.
Pero antes, Rose mira a Elliot quien sigue embobado con la estatua de hielo.
—¿Vienes ...?
Él observa la estatua, especialmente a aquella mujer que no despega su mirada del hombre, quien se supone es el abuelo. Si la mira fijamente por varios segundos, puede sentir que la pupila de ella se desvía y se clava en él por unos instantes que se sienten eternos.
Es imposible, piensa él, pero sigue siendo un poco aterrador como mágico al mismo tiempo. La voz de su hermana menor hace que regrese a la realidad, pestañea y por fin despega su mirada de la estatua.
—Ya voy...
—Hermano, estudiar tantos libros hace que digas cosas raras que muchas veces no comprendemos.—Comenta Haruto, con una extraña sensación de que alguien más los está observando.
Tal vez sean sus propios padres desde el interior de la mansión, o Ness que a veces se convierte en una lehuza para vigilarlos a cierta diatancia ya que es un animago.
Ellos no lo saben pero les espera una larga vida que afrontar. Al ser hermanos comparten un lazo inquebrantable que une sus caminos.
La historia de sus padres ha llegado a su final, pero la de ellos apenas está por comenzar.
Notes:
Palabras: 2,856
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: 01 de septiembre, lunes del 2025.
Fandom: Blue Lock
Au: Omegaverse & Hogwarts.
Notas de escritor:
Pude haber publicar este capítulo el lunes 25 de agosto que lo terminé pero quería esperarme hasta hoy porque el 01 de septiembre es el inicio de clases en Hogwarts.Dato interesante:
La hija de Sae y Ryusei se apellida Itoshi y no Shidou. Ya que el moreno entiende que para Sae es muy importante su legado, ya que nunca más se volvió a encontrar con Rin y no quería perder el apellido casándose con Ryusei.
Chapter 46: Curiosidades
Chapter Text
Después de tantísimo tiempo por fin Ambrosía ha llegado a su final. Muchas gracias de verdad por haberla leído y seguido. Aquí les traigo su sección especial de datos curiosos de la obra que será una parte muy extensa pero interesante.
1. Número.
Está es mi historia número °110 oficialmente terminada y número 15°
del shipp kaisagi que escribo y termino.
De hecho es el primer kiis del 2025 que finalizo, ya que el anterior fue a finales del diciembre del 2024 que fue el fic "primer amor"
En conclusión, no he escrito otro kiis nuevo. Ya que ambrosía es viejo puesto inicio desde abril del 2024.
2. AU
I. Harry Potter.
Originalmente, la primera idea que se me cruzo para crear esta historia no tenía absolutamente nada que ver con el universo de Harry Potter.
Si bien desde finales del 2023 tenía algo de ganas de escribir un fic kiis en el mundo de Hogwarts, nunca lo hice porque 1. No soy fan y; 2. En ese entonces no sabía lo necesario para crear la historia.
Lo que paso fue que me salió un bonito arte de kaiser gato siendo cargado por isagi, y me encanto tanto que me dieron muchas ganas de escribirlo.
Hice un pequeño borrador como de 600 palabras sobre esto. Era simple: kaiser se convierte en un gato y nadie sabe porque e isagi se encariña con él. Debía ser como un oneshot largo.
Sin embargo a pesar de que era ficción, no me gustaba del todo la idea. O sea, que no hubiese una explicación profunda y coherente de porqué Kaiser se hizo gato.
Y estuve así varios días buscando el cómo hacer coherente que Kaiser fuese un gato puesto en el mundo de Blue Lock no es posible, estuve pensando y pensando hasta que la idea más lógica en mi cabeza fue "que sea algo mágico".
Y cómo de vez en cuando me salian tiktoks de Harry Potter y uno que otro fan art de Blue Lock en este AU, me dije EXCELENTE. Y me entraron muchas ganas y empecé a poner manos a la obra.
Cabe recalcar que a principios del 2024 creo que nomas habían como 3 o 4 fan arts de este estilo, y 1 siendo kiis. El contenido en ese entonces era muy escaso, pero ya actualmente hay mucho más fanarts e historias en otros idiomas de kaisagi en Hogwarts.
Pero si, mi principal "motivación" fue que quería escribir a Kaiser siendo un gato enorme y peludo, la idea evolucionó hasta convertirse en está historia.
II. Omegaverse (decisión)
Como comenté en la parte 01 del fic y luego de decidir que sería un au de harry potter y además tener media trama del fic planeado, la historia no estaba prevista como un Omegaverse.
Por eso el "prefacio" no se menciona nada de las castas porque aún estaba pensando seriamente si hacerlo y pidiendo sus opiniones en la caja de comentarios. Leyendo muy buenos argumentos.
Sin embargo, lo que me hizo decidirme definitivamente para hacerlo Omegaverse, no fue el hecho de que kaiser x isagi tuviesen hijos, si fue una de las razones pero no la principal, hubo otro motivo más fuerte.
La trama de la madre de Kaiser.
Siendo o no Omegaverse la historia no pasaría por demasiados cambios, quizá solo sería más corta en cuantos capítulos. Pero la trama de la madre de kaiser que es una de las cosas que movió la historia, es bastante fundamental.
Si el fanfic no hubiese sido Omegaverse, la madre sólo sería mala por haber asesinado y ya. Al hacerla Omegaverse, metí la idea de que ella creo una cuarta maldición que es el cambio de casta, sobre la violación de su mejor amiga Anri, la venganza y como se hizo así mismo una Alpha.
La madre de Kaiser fue quien hizo que tomará la gran decisión de hacer el fanfic un Omegaverse.
Ustedes como lectores no la conocen formalmente hasta el cap 18-19 (sino mal recuerdo), pero desde varios capítulos antes ya la había mencionado porque los sueños de Kaiser eran de ella.
3. Inspiración.
Aparte de mi gran deseo de escribir a Kaiser siendo un gato, diría que fueron los pocos fanarts de Blue Lock que había en ese entonces que me animaron. Ni más, ni menos.
4. Título
Este se me hizo un poco difícil, o más bien, me llevó tiempo.
Tuve que elaborar más de la mitad de la trama cosa que me llevó un par de semanas para darme cuenta de lo importante que sería la "ambrosía" para la historia y por lo tanto, que fuese su título.
Ya que, fue gracias a Ambrosía y por honrar la muerte de su madre que Kaiser decidió cambiarse de escuela ya que, recordemos, éste estudiaba en otro colegio.
5. Metamorfomago.
Otro de los más grandes cambios que hice a lo largo de la historia y que me tomó un buen tiempo decidirlo.
En un principio Kaiser iba a ser un animago que se convertía en gato. No tenía duda. Que pasó que lo cambié?
Yo no había visto las películas de harry Potter (de grande, ya que de niño me las habían puesto) y había un montón de cosas que no sabia del AU o no recordaba. Así que, mientras preparaba el maratón de películas para verlo e inspirarme, le pregunté a un grupo de conocidos que aparte de verse las películas también han leído los libros (mis fuentes de confianza pues), sobre las dudas que tenía para que me ayudarán a desarrollar una mejor trama y serle lo más fiel posible al universo.
Les hablé de que Kaiser sería un estudiante de 18 años que es animago y así. Y una de estas personas me dijo que eso no se podía, que era imposible.
Y dije, a chinga, porqué?
Y me dijo que era muy joven. Que ser animago es algo que cuesta, que es muy difícil y que no concuerda, que ser animago es para alguien más adulto no alguien tan joven o eso me dio a entender. Yo confíe en su palabra y dije "bueno, entonces que hago?" Y me saco la palabra de metamorfomago que en ese entonces no conocía su término.
Y me explico en que consistía. Y yo dije "va, me gusta, me gusta". También investigue por mi propia cuenta y me gusto muchísimo la idea y lo que Kaiser podría hacer siendo metamorfomago.
Además que según, hasta donde sé, nisiquiera en los libros tienen muy explorado lo de ser metamorfomago, que hay escasa información de este tipo de mago. Así que gran parte de lo que escribí como Kaiser convirtiéndose en animales por completo fue completamente mano mía, digamos que fue "decisión creativa" que quizá se alejé de lo canon, no lo sé.
A pesar que seguía indeciso, si tomé la decisión de hacerlo metamorfomago, lo escribí y se publicó.
La cosa fue que alguien en comentarios en ese entonces me comentó en una parte que yo escribí lo difícil que era ser animago para un estudiante, imposible, y decía algo de que excepto para estos personajes. O sea, James Potter, etcétera.
Y dije: "ah caray". Le mande mensaje a la misma persona que me aconsejó para que me explicara esto y me dice: "ah, es verdad, excepto para ellos porque son super excepcionales" y no se que más.
No tienen idea de cuanto me enoje esa vez.
Porque literalmente no hice a Kaiser animago porque esta persona me dijo que era imposible porque era muy joven y yo en ese entonces no sabía sobre qué el papá de Harry y sus amigos lo habían hecho para acompañar a su amigo hombre lobo el Lupin, siendo apenas unos estudiantes muy jóvenes.
Si me frustre mucho la verdad, pero a la larga y de cierta forma, me gustó más que Kaiser fuese metamorfomago que un animago. Un animago es solo un animal, que sería gato, y un metamorfomago se explora mucho más, además que es hereditario. Naces, no te haces. Pero para que sepan que Kaiser estuvo a poco de ser un animago.
6. Casas / Escuela.
I. Slytherin
Otra de las grandes y difíciles decisiones que tuve fue a que casa poner a Isagi.
Mi primera opción fue Ravenclaw. Pero en aquel entonces nomas existían 4 fan arts de Blue Lock Hogwarts y 3 de ellos ponían a Isagi como Slytherin y 1 Ravenclaw, de hecho me sorprendí bastante de que muchos lo pusieran en la casa de la serpiente, incluso leyendo comentarios y debates de porque x personaje de blue lock pertenece a dicha casa.
Además, otra cuestión por la que no quería poner a Isagi en Slytherin:
Para inspirarme en la creación del fic me puse a leer muchos fics gays de algún fandom con temática de harry Potter. Y como gusto personal, me gusta cuando la pareja de la shipp está en diferentes casas, o sea que no pertenezcan a la misma.
Por eso como yo ya sabía que a Kaiser lo pondría en Slytherin, quería que Isagi fuese Ravenclaw para que estuvieran en diferentes casas.
Pero hay que tomar en cuenta esto: Kaiser e Isagi se conocieron en la sala común de Slytherin. Su primer encuentro que fue Kaiser Gato. Si Isagi fuese Ravenclaw jamás se hubiese topado con Kaiser hasta en una de sus clases, pero no se hubiera encariñado tan rápido y Kaiser no hubiera tenido interés en él porque conoció a Isagi siendo gato. Hubiese escrito otro tipo de encuentros para que se enamoraran? Si, pero que hayan sido ambos de Slytherin ayudó bastante al acercamiento.
Y gracias a Michael y Ness, Isagi aprendió a gustarle su propia casa.
¿Qué dicen ustedes?¿Les hubiese gustado leer a Isagi como Ravenclaw?
El guiño más obvio que hice de que Isagi si estaba destinado a ser Ravenclaw fue que sus padres lo habían sido.
II. Escuela.
Cuando me puse a investigar descubrí que Japón tiene su propia escuela de magia, pero como quise escribir a Isagi en Hogwarts junto a sus amigos me hice el ciego jajaja.
En un principio mi idea principal con Kaiser fue que conociera a Isagi de Ravenclaw en el torneo de los 3 magos, (como la historia Alice y Noel Noa). Kaiser vendría de la otra escuela: Durmstrang y se la pasaría coqueteando con Isagi pero sin transferirse a Hogwarts. Aquí no existiría una trama importante para "ambrosía".
Pero como yo de verdad quería escribir a Kaiser en Slytherin, pues me vi en la necesidad de hacer la trama de la ambrosía junto a la importancia de la madre de Kaiser.
PD: yo si quiero leer un fic de Kaiser siendo puramente de Durmstrang con ese uniforme y todo, necesito leer uno.
7. Reencuentros.
Acá viene lo perro gente.
Alguna vez comenté creo que fue en el cap 32 aproximadamente o 31, sobre que el reencuentro de Isagi x Kaiser de adultos eran distintos. Y qué cada reencuentro está ligado a 1 de los dos finales que está historia tuvo.
I. Reencuentro bueno.
Kaiser adulto se reencuentra con Isagi antes de desatarse la guerra. Aqui en la florería de medio tiempo en que el Omega trabajaba. Aquí es bastante sano el reencuentro y esta ligado al Final original que le tenía pensando al fanfic, o sea, su primer final.(1)
II. Reencuentro malo.
Aquí el reencuentro ya es en plena guerra, así que su reencuentro es en putazos, Isagi enfrentándose a Kaiser como dragón pero Kaiser lo reconoce y no le hace tanto daño. Este reencuentro se liga al segundo final que le pensé al fanfic (2)
III. Reencuentro normal.
Es con el reencuentro que me quedé, intermedio. Ni tan malo ni tan bueno. Kaiser ve a Isagi herido y se lo lleva. Esto se liga al segundo final del fanfic también (2).
8. Finales.
Aquí se viene lo intenso gente. Aquí me van agradecer que le cambie los finales originales que le tenía pensando al fanfic y les deje uno muy bueno.
I. Final Original (BadEnd)¹
Este fue el primer final que le pensé a la historia y que no pensé en cambiarlo hasta mucho después.
Luego de que publicará el capítulo 25 de Ambrosía, algunos pocos recordarán que me desaparecí por 6 meses. O sea, no actualicé para nada ambrosía, incluso di a entender que probablemente no lo seguiría mediante mis otros fics.
En realidad, a pesar de estar muy ocupado y mi falta de inspiración y ganas de seguirle, la verdadera razón por la que me tarde tanto en continuarle fue porque estaba pensando en otro final para el fanfic.
Este final, el original está ligado al reencuentro 1 (bueno), y aquí veríamos a un Kaiser super mega oscuro en el sentido de que será un villano muy cabron y manipulador, se llevaría a Isagi en contra de su voluntad y le provocaría el celo, tienen sexo (esto lo pueden tomar como un abuso) y éste se queda embarazado de él. Pero aquí habría mucho odio de por medio, luego de que nace el bebé Isagi lo deja al cuidado de sus padres y se va a por Kaiser ya que Kaiser tomó la ambrosía, y aquí ellos dos se enfrentarían.
Y ambos mueren. Aquí Isagi tanto Kaiser tienen un final muy parecido a Remus lupin x Nymphadora (metamorfomaga). Ambos padres, mueren y dejan a su hijo solo pero al cuidado de alguien.
En esta versión que planee originalmente iban a odiar mucho a Kaiser, porque aquí el wey sería una blackflag andante. Y lo hablé con una amiga de la universidad para cambiar el final, y por eso pase también varios meses desaparecido, pensando si cambiarlo y que final nuevo ponerle.
Sobre todo porque en este final los protagonistas mueren jajaja, pero Alpha no.
II. Final Agridulce.²
Este final si llegue a escribir un poco.
Decidí cambiarlo después de publicar el cap 37.
Kaiser se da cuenta que Isagi no lo aceptaría por pertenecer al bando bueno, y se le ocurre modificarle su memoria y borrarle algunos recuerdos.
¿Han visto o conocen la serie de Wanda x Visión? De Marvel, donde ella crea su mundo de fantasía. Bueno, sería un poco parecido a eso. Así Isagi lo ama porque lo deja con los buenos recuerdos de su adolescencia cuando aún estudiaban en Hogwarts, antes de que terminaran y le crea nuevos. No le oculta sobre la guerra, pero si le hace creer a Isagi que ellos son el bando correcto (los Mortifagos), le hace creer una fantasía que ellos están bien y que sus familiares y amigos están mal. Todo esto pasaría en su capítulo final.
Y el epílogo sería años después siendo los Mortifagos los ganadores, Isagi tendría un par de gemelos y 1 hija individual. Aquí uno de los niños se encuentra un frasco oculto de su padre donde están los recuerdos de Isagi.
La historia termina con que Isagi recuerda todo, y te da ese final abierto de que hará Isagi. Si seguirá con su vida como si nada fingiendo que no tiene buena memoria, o enfrentara a Kaiser o escapará con sus retoños cosa que no será muy fácil porque en este mundo, no hay escapatoria de los Mortifagos, menos para Kaiser quién ya lo había marcado y tiene control del mundo mágico y parte del muggle.
PD: aquí Isagi si se lleva bien con la suegra jajaja o al menos no le tiene miedo ni nada malo.
III. Final Bueno³ (El elegido)
Este Final lo cree mientras escribía el cap 40, o sea, el anterior final estuvo a punto de hacerse realidad para ustedes.
El final Bueno pues ya es el que conocen, con el que me quedé, el que ustedes ya leyeron así que no tengo mucho que comentar.
Algo que me convenció en hacer este final y dejarlo como el definitivo fue que me dije "Más de 40 caps en este fic merece un final abierto?", recuerdo que me tarde casi 2 meses en decidir y planearlo bien.
12. Mención honorífica:
El final según mi amiga.
A mi querida amiga le conté un par de cosas sobre esta historia, sin dar tampoco grandes spoilers. Ella me andaba chingando sobre si la historia terminaría en un final feliz, le dije que me hiciera sus teorías sobre el final de ambrosía. Y me gusto mucho su teoría así que se las quiero compartir:

La verdad si me gusto mucho ese final de que nunca logra descongelar a kaiser y muere a lado de la estatua JAJAJA. Bien harcord.
13. Poción.
La verdad dudaba si revelar dentro del mismo fanfic sobre quien había engañado a Itoshi Rin y quedara dormido, porque según yo era algo obvio quien fue. Pero para no dejar nada suelto, decidí revelarlo dentro de la misma historia en los últimos capítulos.
14. Horrocrux.
Recordatorio:
los horrocruxes son: anillo de casada, el bastón de su medio hermano y su hijo kaiser-
Esto es algo que ya no me acuerdo tan bien ya que tiene un montón de tiempo cuando lo pensé, y es el haber decidido que Kaiser sea un horrocrux.
Sé que tiene que ver con que el hecho de que quise representar a Harry Potter en Isagi y Kaiser, no físicamente sino en ciertas características o cosas que hizo.
Ejemplo: Escogí a Isagi para participar y ganar el torneo de los 3 magos como paso con harry potter.
Y en caso de Kaiser el hecho de ser un horrocrux como lo fue harry Potter.
15. Diferencia de sangre
Al igual que que los personajes siendo de casas diferentes, esto es otro gusto que me gusta. Y es a la pareja siendo de clase social/linaje diferente.
Isagi estaba pensando para ser sangre sucia. De hecho, aquí hubo una gran cambio con la trama:
Si hubiera escrito a Isagi siendo sangre sucia, digamos que aquí el villano sería más Noel Noa. En esta versión no estaría la madre de Kaiser.
Y si me tente demasiado, y cuando cambie de decisión tuve que rehacer el prefacio. Lo que me hizo cambiar de opinión es que no me quería ir al cliché o el drama de "no pueden ser novios o estar juntos porque es un sangre sucia" que le iban a imponer a Kaiser.
Además considerando que en Blue Lock el personaje que veo que menos sufre porque tiene total apoyo de sus padres y no es de clase baja, es Isagi xd. Así que lo refleje al ponerlo como sangre pura.
16. Terminación de la relación.
Esto tiene que ver con el punto anterior.
Inicialmente la forma en como Kaiser e Isagi terminaron iba a ser muy diferente a la que se quedó, menos dramática diría yo.
Porque Isagi escucharía una conversación (a escondidas) de Noel Noa preguntando a Kaiser sorprendido sobre su relación con él. Y en un mal entendido que habrá, se da a entender que Kaiser se hizo pareja de Isagi por ser sangre pura, o sea, como si le interesara más el tipo de linaje que tiene. Yoichi creería que Kaiser no lo ama y solo lo escogió porque no hay muchas opciones por lo mismo que hay pocos magos sangre pura.
Encontré una captura en mi bloc de notas donde escribí esto hace mucho tiempo jajajaa (ahí tienen la fecha)

Y por eso Isagi terminaría su relación con Kaiser.
En el reencuentro desmiente esto cuando descubre que si Kaiser hubiese querido estar con alguien de sangre pura tendría otras opciones como Reo y Sae, por mencionar algunos ejemplos.
17. Torneo de los 3 magos.
La verdad al principio no estaba seguro si poner a los protagonistas sobre todo a Isagi a competir en lo del torneo ese, más que nada por el hecho de escribirlo. Es más, en un principio esto sería totalmente omitido, no escribiría nada sobre el torneo porque no lo habría.
Lo que me hizo cambiar de opinión fueron:
1. La escena de Kaiser siendo dragón protegiendo a Isagi.
2. Que gracias a esto Isagi descubre a la ambrosía y conoce a la mamá de Kaiser (un poco influyente, sino fuera por el torneo de todas formas se me hubiera ocurrido otra forma de que Isagi descubriera ambrosía)
3. El baile de navidad.
Esto fue lo que más me animo a escribir los caps del torneo de los 3 magos, porque quise escribir la escena del baile de navidad kiis y ryusae.
También llegué a pensar un poco como sería si, en vez de Isagi, quien hubiera sido admitido para competir hubiese sido Kaiser. ¿Ustedes como creen que hubieran sido las cosas?
18. Shidou dragón
Otra de las grandes cosas que cambié.
En mi fic Shidou es un animago, se transforma en hiena, pero originalmente iba a ser en un dragón.
Mi idea era escribir una épica escena de Shidou x Kaiser peleándose en sus formas de dragones.
Y si lo cambié es porque descubri que según los animagos no pueden transformarse en animales mágicos, solo en "normales".
19. Pacto de sangre
En un principio le batalle entre hacer que kaiser e isagi hicieran un pacto de sangre o un juramento inquebrantable. Pero diría que el pacto de sangre no es tan intenso o grave como el juramento. En su momento algunos comentaron que consecuencias trae si se rompe el pacto de sangre, o sea, si Isagi hubiese revelado la verdad de Kaiser.
Y hasta donde tengo entendido, es esto:
El pacto de sangre es similar a un Juramento Inquebrantable, pero la diferencia es que no se sabe qué consecuencias trae romper el pacto de sangre, mientras que en el Juramento Inquebrantable el que lo rompe muere al instante.
Creo que en la franquicia de harry Potter nunca se nos reveló que pasa si rompes el pacto de sangre, se sabe que es algo que no debes romper pero no nos dicen que sucede.
20. Para inspirarme en el Kaiser de este fic me base en el signo zodiacal, Escorpio. En ese entonces todavía no habían revelado la fecha de cumpleaños de Kaiser y en mi fic al principio yo puse que cumple años el 2 de noviembre, aunque yo y una amiga teníamos la muy fuerte sospecha que sería entre noviembre y diciembre, y no erramos.
El resiliente
"El primer decanato de Escorpio va del 23 de octubre al 2 de noviembre. El primer decanato de Escorpio está regido por Plutón, el planeta de la transformación y la regeneración. Los Escorpio nacidos en este período son conocidos por su increíble capacidad de superar obstáculos y renacer de las cenizas. Estos Escorpio son poderosos. Tienen una mente aguda y una habilidad para investigar y descubrir la verdad. Su intensidad puede llevarlos a ser reservados y a veces obsesivos en su intensa búsqueda por respuestas."
Y bueno, en si esto es Kaiser de mi fic. Descubrir la verdad, encontrar ambrosía, bastante obsesivo con la ambrosía (por eso le afecto mucho que Isagi se lo haya ocultado) y mente aguda.
21. Extra
Habría un capítulo extra como de 2000 palabras pero la neta me dio paja terminarlo y mejor ya lo dejé hasta ahí.
En el extra sería con los trillizos teniendo 12 años y entrando al nuevo Hogwarts. Conociendo a los hijos de otras parejas como la hija del RyuSae, hijo del Nagireo, etcétera.
Los trillizos creerían que les tocaría la misma casa, pero no. Los menores se fueron a Ravenclaw (haciendo que Isagi se ponga muy feliz) y el mayor, Elliot se fue a Slytherin junto a la hija del Ryusae.
Y no solo esto, Elliot le dice a sus hermanos sobre no juntarse con cualquiera.
Sus hermanos le dicen que no sea tonto, ellos son de los pocos magos que quedan que son sangre pura, en el colegio de Hogwarts son los únicos ya que el resto es sangre mestiza y sucia.
En conclusión: Elliot el hijo mayor es el niño que si le importa mucho el linaje. Mira mal a los sangre sucia y se cree superior por ser sangre pura.
Pero Rose y Haruto no, ellos no tienen ese pensamientos discriminatorio.
22. Trillizos.
Lo voy a revelar ya que este fanfic no tendrá continuación ni nada.
Recordatorio de nombres y rasgos de los hermanos:
Mayor: Elliot (japonés)
Medio: Haruto (aleman) aunque su nombre está en japonés y significa resplandor del sol o vuelo del sol (elevarse)
Menor: Rose (aleman)
Haruto y Rose tienen el gen metamorfomago, Elliot no lo heredó. Pero cuando sea un adulto joven, tendrá las cualidades de sus dos padres. O sea, podrá hacer magia sin varita y sin pronunciarla, siendo altamente peligroso y poderoso. Y para los que los sospechan o pensaron, si, a él le empieza a interesar el tema de la estatua de hielo y que es esa extraña flor que la cubre, descubriendo que es ambrosía.
23. Secuela
Algo que a estas alturas jamás voy hacer pero se los quiero comentar como dato interesante. Si llegue a pensar en hacer una secuela, y lo descarte tanto por falta de tiempo y porque la secuela siento que se centraría más en los hijos del Kiis que en la propia pareja ya casada.
Sería de la vida escolar de los trillizos, sus amistades y amores, en quienes deben confiar y como descubren que mientras a Yoichi lo ven como un héroe que se sacrifico por el mundo magico (los papás de los otros niños) a Kaiser lo ven como un villano que secuestro a su pareja. Y por supuesto, como descubren lo que realmente le pasó a sus abuelos.
24. Cambio de casta.
Esto es un error que apenas me di cuenta checando mis apuntes al momento de escribir esta sección de curiosidades.
En el fic puse que el hechizo que hizo Alpha de cambio de castas, al pronunciarlo esta en latín, pero se supone que no debía ser así. Originalmente lo tenía pensando que lo dijera en alemán porque es su lengua y creación de ella, pero como este apunte lo tenía muy escondido en mi bloc de nota y no lo había revisado se me olvidó por completo e hice que lo dijera en latín.
25. Amorthentia.
En el capítulo 40 sino mal recuerdo, Ness le propuso a Kaiser hacerle la poción de amor y dársela a Isagi en caso de que éste no quisiera volver con él. Y aunque se explicó en el mismo capítulo porque Kaiser lo rechazó, en si yo como escritor rechace esta idea o posibilidad porque:
Voldemort es el claro ejemplo de que pasaría si tienes un hijo que nació porque uno de los padres estaba bajo los efectos de la poción. No se si esto es teoría del fandom o lo habrán mencionado en el libro, pero ya saben lo manipulador y casi carente de sentimientos y empatía que es Voldemort y quizá sea porque su propio padre estuvo bajo los efectos de ésta.
Nota final del escritor:
Estas han sido todas las curiosidades de esta historia (quiero creer).
La verdad pensé que el fic terminaría hasta noviembre o diciembre de este año porque muchas veces no actualizaba hasta cada 2 meses. Pero al fin, lo logré y me siento bastante satisfecho con el final.
Una amiga me esta chingue y chingue con escribir "el capítulo perdido" de ambrosía. Porque como le conté hace tiempo sobre el final Original del fic donde Kaiser sería muy oscuro y funable, le gustó tanto que me pide todos los días por semanas que lo escriba como un capítulo perdido y no se que mamada más.
Lo que a ella nunca le dije, es que ése final ambos protagonistas iban a morir dejando a su hijo con los papás de Isagi. Pero que la madre de Kaiser si estaría vivía y querría pelear por la custodia de su nieto.
En fin; espero les haya gustado esta larga historia kaisagi ambientada en Hogwarts. Duro 1 año y 5 meses actualizándose.
Es de los fanfics más largos que he escrito en cuanto capítulos y palabras, entrando en mi top 3 de fanfics más largos que he escrito, en general (o sea de otros fandoms tambien)
¿Escribiré más Kiis?
Hasta cuando tenga tiempo e inspiración jajajaja, de hecho tengo un oneshot de kaiser híbrido. Lleva más de 2 meses en borradores, es cortito pero nunca logró avanzar lo, terminarlo.
Nos vemos en otros fics!
De verdad, muchas gracias por tenerme paciencia y fe para acabarlo.
Me encanta mucho el kaisagi. No con todos los shipps de los que he escrito logró hacer una historia tan extensa como ésta, pocos shipps de éste y otros fandoms lo han logrado.
Pages Navigation
MaskedEyeOfGreed_Izean on Chapter 1 Tue 02 Apr 2024 01:23AM UTC
Comment Actions
Lummen on Chapter 1 Tue 04 Feb 2025 11:29AM UTC
Comment Actions
Cloudpinkie on Chapter 1 Sat 09 Aug 2025 06:48PM UTC
Comment Actions
Orphen on Chapter 1 Fri 15 Aug 2025 01:08PM UTC
Comment Actions
12_JJ on Chapter 1 Sun 17 Aug 2025 12:46AM UTC
Comment Actions
Random_with_wierd_fantasy on Chapter 3 Sat 06 Apr 2024 05:20PM UTC
Comment Actions
GearaZulu on Chapter 3 Tue 21 May 2024 02:59AM UTC
Comment Actions
Random_with_wierd_fantasy on Chapter 4 Mon 08 Apr 2024 03:27PM UTC
Comment Actions
Random_with_wierd_fantasy on Chapter 6 Fri 19 Apr 2024 02:12AM UTC
Comment Actions
Wertty_I on Chapter 6 Fri 19 Apr 2024 06:26AM UTC
Comment Actions
mark11s on Chapter 6 Fri 19 Apr 2024 04:52PM UTC
Comment Actions
Rote_1209 on Chapter 7 Sun 21 Apr 2024 07:20AM UTC
Comment Actions
Helpedtiee on Chapter 8 Mon 22 Apr 2024 07:29PM UTC
Comment Actions
JaquiiAleWorld on Chapter 8 Tue 23 Apr 2024 12:18AM UTC
Comment Actions
Helpedtiee on Chapter 8 Tue 23 Apr 2024 12:40AM UTC
Comment Actions
mark11s on Chapter 8 Tue 23 Apr 2024 02:16AM UTC
Comment Actions
Random_with_wierd_fantasy on Chapter 9 Fri 26 Apr 2024 03:43AM UTC
Comment Actions
Helpedtiee on Chapter 9 Fri 26 Apr 2024 04:15AM UTC
Comment Actions
Helpedtiee on Chapter 9 Fri 26 Apr 2024 04:16AM UTC
Comment Actions
prrrr26 on Chapter 12 Sun 05 May 2024 09:19PM UTC
Comment Actions
JaquiiAleWorld on Chapter 12 Mon 06 May 2024 03:57AM UTC
Comment Actions
ShadowMilulu04 on Chapter 12 Tue 07 May 2024 02:13AM UTC
Comment Actions
Helpedtiee on Chapter 13 Fri 10 May 2024 05:00PM UTC
Comment Actions
Pages Navigation