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Español
Series:
Part 2 of Hwasan Watching
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Novel's List of Books to Read, Characters react to their own series/movies, Fandoms React to Canon/Fanfictions, Characters Experience Canon, «ajx» Characters Explores Fandom, Good Reading books/Watching shows fics, Watch/Read The Series, Watching/Reading the Series, Any and all reading/watching the future/fanfiction fic, A_D_As_Library, Pleasure as food for thought, Indulgent feel-good fics
Stats:
Published:
2023-06-28
Updated:
2025-08-13
Words:
132,195
Chapters:
14/?
Comments:
221
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835
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121
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19,412

Ya no es sólo un privilegio

Summary:

La tapa se retiró con cuidado, exhibiendo el material en su interior. Los tomos de libros de pasta azul marino se ordenaron cuidadosamente en varias pilas. Cheong Mun sacó el contenido para que pudieran examinarlo cuidadosamente.

Todos ellos fueron etiquetados como 'El regreso de la Secta del Monte Hua', enumerados desde el primer volumen hasta el décimo quinto, sólo una nota se dejó en la primera página.

"¿Le gustaría al Abad comenzar a leer el primer volumen?" Ofreció Cheong Mun.

Notes:

Espero que mi spam de Watching de Hwasan finalmente inspire a alguien a hacer uno. NECESITO UNO. Incluso pueden agarrar cualquiera de los míos y continuarlo, pero simplemente necesito un fanfic de estos.

(See the end of the work for other works inspired by this one.)

Chapter 1: Epílogo del epílogo

Notes:

Espero que mi spam de Watching de Hwasan finalmente inspire a alguien a hacer uno. NECESITO UNO. Incluso pueden agarrar cualquiera de los míos y continuarlo, pero simplemente necesito un fanfic de estos.

Chapter Text

Los primeros en aparecer, junto a los jóvenes discípulos de tercera clase de diversas Sectas, fueron los estimados ancianos de la Secta del Monte Hua. No sabían cómo habían llegado a ese lugar, cuando previamente acababan de despedirse en el comedor para retirarse a sus aposentos, dándole la bienvenida a una buena noche de sueño.

 

El lugar en el que se encontraban fue una amplia habitación techada, con más de cien asientos que miraban directamente hacia el frente, donde un pequeño podio de madera se alzó impecable. Había una puerta cerca del podio que se deslizó cada cierto tiempo para darle la bienvenida a un nuevo visitante, todos ellos tan confundidos como el primero.

 

Los niños fueron guiados por los estimados ancianos hacia una charla agradable una vez que se presentaron. Después de esperar el tiempo suficiente para que el sol hubiera salido y vuelto a esconderse, todos habían tomado asiento eventualmente, atrayendo a sus desconfiados compañeros discípulos a su lado para que hicieran lo mismo.

 

Después de explorar durante ese tiempo, lo más interesante que encontraron fue el cofre cercano al podio. Sin embargo, la gruesa cerradura no cedió a sus esfuerzos, permanente tercamente inmóvil. Muchos de los nuevos invitados intentaron tomar su turno con el cofre, buscando respuestas en vano. El cofre ni siquiera sufrió un rasguño.

 

"Parece que estamos atrapados aquí," admitió el Líder del Clan Tang sin problemas. 

 

Tang Gunak fue de las últimas personas en llegar. Para él, que había visto desaparecer a varios de los niños de su Clan uno por uno, estar en esta habitación con la posibilidad de protegerlos era un alivio tanto como una fuente más de preocupación. Tang Zhan se sentó a su lado, reconfortado por la presencia abrumadora del Líder del Clan. 

 

Los discípulos más jóvenes que habían pasado horas adicionales sin saber lo que sucedía no podrían estar más agradecidos de tener a sus estimados ancianos junto a ellos. Fue el caso contrario para la Secta del Monte Hua, quienes tuvieron a sus mayores atrapados en esta habitación desde el principio, llegando los más jóvenes hacia el final.

 

Los discípulos de la Secta Borde del Sur, en cambio, pusieron un poco de distancia con su mayor Ki Mokseung. Ki Mokseung había decidido dormirse temprano, por lo que se encontraba vestido con su ropa de cama y sólo una túnica exterior prestada amablemente por uno de sus discípulos. Fue terriblemente indecoroso lucir de esta manera frente a una reunión con otras Sectas, sólo superado quizás por haber tenido que usar la prenda de otra persona. El mal humor fue expulsado a su alrededor como un aura oscura que impidió a otros comentar sobre su atuendo.

 

El sonido del toque incierto en la puerta resonó en la habitación ruidosa. Los invitados en el interior se habían acostumbrado a ver esta escena desde hace mucho tiempo. Casi al unisono, la multitud recibió a la nueva víctima dentro de la habitación. 

 

Baek Cheon se asomó indeciso al interior.

 

Varios discipulos del Monte Hua agitaron sus manos ansiosamente para recibir a Baek Cheon, señalando el lugar en el que habían tomado asiento, cerca del Clan Tang y el Palacio de las Bestias Nanman. Baek Cheon se acercó rápidamente para presentar sus respetos al Líder de la Secta, siendo informado sobre la situación.

 

"Entonces, ¿él todavía no está aquí?" Preguntó Jo Geol con imapciencia. No sé molestó en mirar a su alrededor. Si Cheong Myeong hubiera llegado antes, entonces habría hecho un escándalo que los habría alertado. "Debe de estar volviéndose loco ahora mismo..."

 

Baek Cheon asintió. "Parecía a punto de invadir la guarida del Culta Demoníaco antes de que terminara aquí."

 

Baek Cheon era el único ahí para detener a Cheong Myeong, ya que todos habían desaparecido sin previo aviso. Fue Cheong Myeong el que asaltó el dormitorio privado de Baek Cheon con pánico cuando sintió desaparecer la presencia de los discípulos poco a poco. Antes de llegar a este lugar, el Monte Hua parecía un lugar abandonado más apropiado para contar historias de terror.

 

"¿Qué es esto... ?" la voz frígifa de Jong Rigok, el Líder de la Secta Borde Sur, atrajo la atención de la sala. 

 

Otra persona había llegado a la habitación, con la misma expresión alerta que el resto de ellos tuvo, pero esta persona estaba usando el uniforme correspondiente al Líder de la Secta Borde Sur. Jong Rigok se puso de pie, acercándose al frente de la sala para encarar al hombre. Con el rostro rígido y las manos temblorosas, Jong Rigok dejó escapar una pregunta en voz baja.

 

"¿Líder de la Secta...?"

 

El hombre miró de arriba a abajo a Jong Rigok. 

 

"¿Rigok-ah?"

 

Parecía ser que el ex Líder de la Secta que recordaba en su infancia se había levantado de entre los muertos para entrar por esta misteriosa habitación. Jon Rigok, encontró esta imagen difícil de asimilar. Los estimados ancianos se la Secta del Borde Sur se acercaron para encarar a esta persona con un parecido asombroso a su ex Líder de la Secta. 

 

Poco después, más personas que vestían uniformes correspondientes a los Líderes de las Secta que ya se encontraban presentes continuaron entraron por la puerta. Cada Secta se aseguró de cuestionar personalmente a las personas que se hacían pasar por sus antepasados, pasando toda clase de prueba hasta que fue imposible dudar más de ellos excepto por la imposibilidad de la situación. Hyun Jong casi cayó sobre sus rodillas cuando un hombre mayor con el uniforme del Monte Hua se acercó a ellos con una sonrisa rígida. 

 

"¡Líder de la Secta!"

 

"¡Líder de la Secta, resista!"

 

Afortunadamente, los discípulos de primera clase lo sostuvieron firmemente en su lugar, permitiéndole mantener un poco de dignidad frente a su antepasado. El Líder de la Secta Cheong Mun pareció preocupado por su estado, decidiendo invitarlo a tomar asiento. Hyun Jong sintió que su alma estaba a punto de ascender, repentinamente inseguro de sí mismo. 

 

"Es un honor conocer al Líder de la Secta..." Tartamudeó Hyun Jong. 

 

Antes de que pudiera pronunciar un breve pero emocional discurso hacia su estimado antescesor, la puerta se abrió de golpe. El golpe fue súbito, resonando con más fuerza que el sonido combinado de la charla alrededor de la habitación. Una bota sobresalió a través del marco, haciéndolo fácilmente reconocible para casi todos los presentes.

 

"¡Cheong Myeong-ah! "

 

"¡Cheong Myeong, por aquí!"

 

"¡Bastardo loco, te estábamos esperando!"

 

"¡Cheong Myeong Sahyeong!"

 

"¡Es el dragón divino del Monte Hua!"

 

La sala se llenó de exclamaciones. El niño miró a su alrededor con curiosidad antes de que los ojos se notaran a la multitud de personas reunidas en la sala. Tang Gunak saludó amablemente a Cheong Myeong desde lu lugar, junto al recientemente reunido antepasado de su clan, Tang Bo. Los ojos de Cheong Myeong siguieron a los Líderes de las grandes Sectas antes de descansar sobre Cheong Mun por un momento. 

 

El líder de la Secta Hyun Jong se pudo de pie, listo para recibir al discipulo de tercera clase personalmente antes de ser arrollado por una orda de niños ansiosos. Cheong Mun observó a casi un centenar de personas correr para recibir a este niño que acababa de llegar como si dios hubiera descendido entre los mortales. Ni siquiera los Líderes de Secta pasados habían disfrutado de una bienvenida tan glamurosa. Debía de tratarse de una persona muy amada por sus compañeros.

 

Contrariamente a la lágrima que estaba a punto de derramar Cheong Mun, el estado de ánimo de Cheong Myeong era terrible, alzando los puños con furia hacia los niños que se reunieron a su alrededor.

 

"¡Bastardos...!" El humo fue expulsado de la boca de Cheong Myeong con cada palabra. "¿¡Cómo se atreven a morir antes que yo, ah!? Todo este tiempo que los entrené arduamente, ¿para qué fue?"

 

Cheong Myeong golpeó al discipulo más cercano a él, después se giró para apuntar a otro. La voz furiosa escondió un trasfondo de preocupación que sólo los discípulos del Monte Hua pudieron reconocer por lo que era. 

 

Baek Cheon sabía que era su momento para hablar. "¡Atrapenlo!"

 

La mirada temerosa en los niños se transformó en la voluntad de completar su rol o morir en el cumplimiento de su deber. Los niños se lanzaron hacia Cheong Myeong para atraparlo en un abrazo apretado que no le dejó espacio para moverse pese al forcejeo constante. Incluso Jo Geol se aferró obstinadamente a la pierna de Cheong Myeong.

 

"No, ¿estos bastardos?" Cheong Myeong golpeó las cabezas que se acercaron a su puño tentadoramente. "¡Déjenme ir ahora mismo!"

 

"¡No lo dejen escapar!" Baek Cheon ordenó mientras tomaba obstinadamente el brazo que se había aferrado a un puñado de su cabello, tirando dolorosamente de él.

 

Cheong Myeong dejó escapar un rugido de batalla. "Estos mocosos, ¿cómo se supone que voy a enfrentar mi Líder de la Secta Sahyeong cuando simplemente murieron de la nada? Ni siquiera hubo una pelea, simplemente se desvanecieron, ¿¡qué debía pensar!?"

 

Cheong Myeong se calmó poco a poco.

 

"Ya no había nadie más ahí. Si sólo quedaba yo, entonces a quién debía de..."

 

Yu Iseol dejó caer la palma de su mano sobre la cabeza agachada de Cheong Myeong. Lentamente, acarició el cabello desordenado que parecía haber sido alborotado anteriormente en un arranque de frustración. 

 

¿Cuan desesperada debió de haber sido la situación para Cheong Myeong, quien pudo sentirlos desaparecer uno a uno, completamente impotente?

 

"Todos estamos aquí," lo consoló Yoon Jong, la voz ahogada debajo de los cuerpos de sus hermanos marciales. 

 

"Y tu también lo estás," añadió Jo Geol. "Todos fuimos arrastrados aquí, incluidos algunos de nuestros difuntos antepasados."

 

Cheong Myeong palmeó la espalda de Baek Cheon, pidiéndole sin palabras que lo dejara ir. 

 

Baek Cheon ordenó en voz baja a su Sahyeongjae, quienes se retiraron con las túnicas alborotadas. El estado de ánimo para los discípulos del Monte Hua había sido restaurado por completo ahora que todos se encontraban presentes, aunque el humor de Cheong Myeong seguía encontrándose fuera de lo normal. Por otro lado, él nunca fue una persona que siguiera la norma, por lo que tampoco se preocuparon demasiado. 

 

Ahora que Cheong Myeong estaba con ellos, definitivamente encontrarían la solución. 

 

Cheong Myeong caminó lentamente hacia el Líder de la Secta Cheong Mun, encontrando sus ojos con una sonrisa melancólica, como si hubiera demasiadas palabras sin pronunciar que no podía elegir la primera. Incluso Hyun Jong no se atrevió a dar un paso adelante, dejando que Cheong Myeong tomara la iniciativa. No podía intervenir cuando esa expresión sólo la había visto una ocasión antes, en la sala de Shaolin, cuando no pudo hacer algo para reconfortarlo. Hyun Jong estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que Cheong Myeong deseara si eso resolvería el dolor que intentó dejar de lado.

 

Cheong Mun sonrió con amabilidad a este joven discipulo, gratamente complacido del Monte Hua con el que se había encontrado.

 

"Lider de la Secta Sahyeong," saludó Cheong Myeong en voz baja. 

 

Cheong Mun devolvió una sonrisa incierta. "¿Cuál es el nombre de este joven discípulo?"

 

Cheong Myeong se congeló en su lugar.

 

"¿Eh?"

 

En ese momento, otro golpe se escuchó desde la puerta. La puerta fue abierta con una patada, similar a la entrada de Cheong Myeong. 

 

"Pensar que habría dos personas así de groseras en el mundo," murmuró Yoon Jong en voz baja junto a un suspiro.

 

Con pasos seguros, el invitado entró con un ceño fruncido, luciendo el uniforme del Monte Hua con orgullo. "¿Quién se atrevió a...? ¡Líder de la Secta Sahyeong!"

 

"Cheong Myeong-ah," respondió Cheong Myeong, con una sonrisa tensa. "Ven aquí."

 

El tono fue cortante. 

 

"¡En seguida!"

 

El invitado, Cheong Myeong, se apresuró a pararse al lado de Cheong Mun. A medio camino, sin embargo, se dió la vuelta para cerrar la puerta de la habitación. Entonces volvió a emprender su camino hacia el lugar en el que la Secta del Monte Hua se reunió.

 

"¿No es ese...?"

 

Myung Do, uno de los discípulos del Monte Hua perteneciente a la antigua generación, sacó el pecho con orgullo.

 

"Ese es mi Sasuk, ¡el Santo de la Espada Flor de Ciruelo!"

 

Los jadeos resonaron por la habitación. 

 

Cheong Jin salió detrás del Líder de la Secta para recibir al Santo de la Espada Flor se Ciruelo que era más parecido a un rey de los bandidos. Cheong Jin se encargó de resumir la situación para su Sahyeong que acababa de llegar, así como para el joven discipulo de tercera clase que había entrado poco antes que él.

 

"Lo único en esta habitación, además de los asientos y el podio, es un cofre que no podemos abrir," concluyó Cheong Jin. 

 

El Santo de la Espada Flor se Ciruelo miró el cofre con la boca entreabierta formando un pequeño círculo. Dubitativo, palmeó su pecho hasta encontrar lo que buscaba, sacando una llave de metal con una cuerda larga atada en su extremo. 

 

"¿Quizás esto funcione?"

 

La multitud detrás del Santo de la Espada Flor se Ciruelo estalló en exclamaciones de alivio. 

 

¡Finalmente!

 

El Líder de la Secta Cheong Mun había tomado la iniciativa para tratar con el cofre. Los artistas marciales del pasado obedecieron sus órdenes, y los descendientes poco podían hacer para resistirse a los deseos de sus ancestros.

 

La cerradura chasqueó una vez que la llave fue girada. La tapa se retiró con cuidado, exhibiendo el material en su interior. Los tomos de libros de pasta azul marino se ordenaron cuidadosamente en varias pilas. Cheong Mun sacó el contenido para que pudieran examinarlo cuidadosamente. 

 

Todos ellos fueron etiquetados como 'El regreso de la Secta del Monte Hua', enumerados desde el primer volumen hasta el décimo quinto, sólo una nota se dejó en la primera página. 

 

El Líder de la Secta Shaolin del pasado instó al Líder de la Sexta Cheong Mun a que hablara en el podio frente a todos, dado que en el podio había un dispositivo novedoso que amplificada la voz de aquellos que se acercaban a él.

 

Cheong Mun se puso de pie detrás del podio, sosteniendo la nota sobre el libro etiquetado como el primer volumen.

 

"A todos los estimados cultivadores que se reúnen aquí," comenzó Cheong Mun. "Soy el Líder de la Secta del Monte Hua, Cheong Mun, de la décimo tercera generación de discipulado. Estoy seguro de que todos encuentran las circunstancias en que nos hemos reunido desconcertantes. Sin embargo, parece que la entidad que nos ha traído a este lugar ha dejado una pista para nosotros."

 

Cheong Mun alzó el libro y la nota entre sus manos.

 

"Lo leeré en voz alta para todos ustedes," Cheong Mun inhaló profundamente antes de leer en voz alta. "Estimados invitados, lamento traerlos a este lugar sin previo aviso, sin embargo, el conocimiento contenido en los tomos junto a este mensaje contienen información del futuro que ayudará a evitar la resurrección del Demonio Celestial cien años después de la guerra contra el Culto Demoníaco. Cuando todos hayan escuchado la información, serán devueltos al lugar en el que se encontraban previamente."

 

La sala cayó en silencio por un largo momento antes de que se volviera un desastre. 

 

Cheong Mun suspiró internamente, listo para detenerlos cuando el joven discipulo del Monte Hua que lo había saludado anteriormente caminó hacia su lado.

 

Con la boca cerca del dispositivo de amplificación de voz, Cheong Myeong dejó escapar una tos muy falsa.

 

"¡Ejem, ejem!"

 

La charla disminuyó notablemente.

 

"¿Acaban de escuchar las palabras del Líder de la Secta? En estos libros de habla del futuro. Si es verdad o no, no lo sabemos, pero ¿cómo podríamos saberlo si no lo hemos comprobado con nuestros propios ojos?" Cheong Myeong miró a la multitud con fuerza. "Sin embargo, sé que el Culto Demoníaco tiene planes para resucitar el Demonio Celestial en el Mar del Norte."

 

Cheong Myeong sacó la lengua para sí mismo. Bah, ya sabían que él Demonio Celestial había resucitado. Si era otro el que daba las noticias sería mejor. Con esto, Beop Jeong se puso se pie, acercándose al podio que parecía haber sido reclamado por los discípulos del Monte Hua.

 

"Amitahba, es como ha dicho el joven taoísta," confirmó brevemente. "Hemos enviado a varios de nuestros discipulos de Shaolin, y más recientemente, pedimos la cooperación del Monte Hua para explorar la situación en el Mar del Norte."

 

Cheong Myeong deslizó el micrófono de vuelta hacia él. 

 

"La última vez, el surgimiento del Demonio Celestial fue súbito, ¿quien podría haber adivinado a lo que nos enfrentaríamos?" Suspiró con dramatismo. "Esta vez tenemos la información, aunque cómo podríamos todos enterarnos si sólo hay quince libros tan pequeños..."

 

Beop Jeong sonrió suavemente. "Esa debe de ser la razón por la que un dispositivo de amplificación de voz se dispuso tan convenientemente para nosotros, ¿no es así?"

 

"¿Cómo podría saberlo?" Replicó Cheong Myeong. 

 

La sonrisa desapareció de su rostro cuando dió un paso atrás, lanzando una mirada anhelante en dirección al Líder de la Secta Cheong Mun, como si esperara que le dijera algo. Cheong Mun no se dió cuenta de las acciones inconscientes de cierto discípulo, ocupado hojeando el primer volumen de los libros que habían encontrado.

 

"¿Le gustaría al Abad comenzar a leer el primer volumen?" Ofreció Cheong Mun. 

 

La cantidad de palabras en el volumen era extensa, por lo que los monjes de Shaolin que recitaban largos sutras todos los días ciertamente tenían más experiencia en la narración. Beop Jeong aceptó la oferta con gratitud, aceptando su nuevo papel como cuentacuentos. Cheong Mun se reunió con los jóvenes discipulos de su Secta, alentandolos a volver a sus asientos.

 

Lo que Cheong Mun había leído en las primeras páginas... 

 

Sinceramente, sintió que necesitaría estar sentado para lo que vendría.

Chapter 2: Épilogo y Prólogo

Chapter Text

Beop Jeong se aclaró la garganta, alzando el libro frente a él con tapa abierta, la primera página lista para ser leída. 

 

El libro comenzó con una línea inconclusa.

 

"Esto…" 

 

La voz del abad resonó en la habitación silenciosa. Incluso los niños más jóvenes miraron hacia el frente, sin atraverse a codearse para hablar sobre esto y aquello cuando gente tan importante se reunió en un sólo lugar. Sólo las auras de los grandes maestros que llegaron al final eran suficiente para hacer que los más débiles se sintieran incómodos cuando el ambiente aún era ameno.

 

Los dientes apretados lo suficientemente fuerte como para romperse en cualquier momento.

 

Puños lo suficientemente apretados como para sacar sangre de color rojo oscuro.

 

Temblores y convulsiones que no se podían controlar.

 

Ira suficiente para volver blanco el cabello.

 

Rojo. Todo era rojo. Todo ante sus ojos estaba manchado de sangre escarlata.

 

El exuberante pico verde de la montaña estaba teñido de rojo sangre; su misma naturaleza fue barrida en un solo día.

 

Muerte. Todo lo que quedaba era la muerte.

 

¿Para qué sirvió todo este derramamiento de sangre?

 

El abad hizo una pausa breve, casi imperceptible.

 

Cheong Myeong arañó la empuñadura de la espada incrustada en su hombro, sacando la parte rota de la Espada Flor de Ciruelo.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se enderezó en su asiento, mirando atentamente hacia el podio. 

 

Su brazo izquierdo había desaparecido, solo los pedazos desgarrados de su manga ondeaban con el viento. Sus piernas no estaban heridas, pero apenas podía moverse. Su estómago se abrió con un agujero del tamaño de la cabeza de un bebé.

 

Cheong Myeong, el dragón divino del Monte Hua, parpadeó desde el primer volumen hasta el décimo quinto. 

 

Los discípulos del Monte Hua más cercanos a él se agitaron en sus asientos, torciendo sus cuerpos para alcanzarlo.

 

"¿Cheong Myeong-ah, no eres ...?"

 

Y, sin embargo, Cheong Myeong no podía sentir el dolor.

 

"Tonto, ese no soy yo."

 

La mirada de Cheong Myeong se dirigió hacia el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien apretó los puños con fuerza.

 

El dolor de su cuerpo no era nada comparado con la agitación de su corazón.

 

"... Líder de la Secta Sahyeong". Descubrió el cadáver desechado del Líder de la Secta del Monte Hua. 

 

"¡No puede ser!" Gruñó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo con los dientes apretados. 

 

Cheong Mun colocó la palma de su mano sobre el hombro tenso. Habia muchas palabras que quería decir para tranquilizarlo, pero su atención recayó en el abad, sin querer perder ni una sola palabra.

 

¿Por qué fue tan injusto? ¿Por qué los muertos ni siquiera podían cerrar los ojos?

 

“Sajae…” El cuerpo dividido en dos de Cheong Gong Sajae lo perseguía. “Sajils…” 

 

"Así que este es nuestro futuro," murmuró Cheong Gong, sombrío.

 

Cheong Jin negó con la cabeza tercamente. Él ciertamente habría huido con sus preciosos tomos si llegaran a la guerra.

 

Todos estaban muertos.

 

Todos los mejores y más brillantes de la Secta del Monte, que habían prometido escalar la montaña juntos, salvaguardar su territorio, difundir sus nombres por todas partes, se habían ido a un lugar del que no podían regresar.

 

Y sus Sajils los siguieron.

 

Cheong Myeong apretó los dientes.

 

El suyo fue un noble sacrificio. Su muerte fue justa y gloriosa.

 

Pero, ¿quién se atrevería a alabar sus muertes? ¿Quién se atrevería?

 

La mirada de Cheong Myeong se fijó en el perpetrador, el que había despertado su insondable rabia.

 

El Demonio Celestial, el Líder de la Secta del Culto al Demonios Celestial: Cheon Ma.

 

"¿Esto fue lo que sucedió hace cien años...?"

 

"Tiene que ser. Esta es la guerra contra el Demonio Celestial."

 

La vista de este despreciable hombre sentado con las piernas cruzadas en el mar de sangre evocó extrañas emociones en Cheong Myeong. Incluso en esta escena infernal, el Demonio Celestial parecía supremamente sereno.

 

No, la "serenidad" no le sentaba bien ahora. Docenas de espadas atravesaron su cuerpo y dos lanzas perforaron su estómago. Todos habían gastado sus vidas para derrocar a este Demonio.

 

La batalla entre el escuadrón final, que consistía solo en la élite de las sectas, y el Demonio Celestial terminó en la aniquilación.

 

¿Fue satisfactorio? ¿Descansarían los muertos en paz?

 

Ellos no lo harían.

 

"¿Cómo pudo haber seguido con vida después de eso?"

 

Los discípulos que nunca habían conocido la guerra, desde los jóvenes hasta los ancianos, espiaron a través del rabillo del ojo hacia sus antepasados. Aquellos que habían estado en la guerra, dieron la vida para derrotar al Demonio Celestial y ahora se encontraban una vez más junto a sus descendientes.

 

"No en vano fue llamado un Demonio."

 

Por alguna razón, los antepasados no parecían tan perturbados por las noticias sobre sus muertes inminentes. Parecía que estar en presencia de las personas que vivirían dentro de cien años les dió una perspectiva distinta sobre la vida. 

 

Incluso si lo hicieran, Cheong Myeong no podría. Necesitó todo lo que le quedaba para evitar que la rabia robara su racionalidad.

 

Los ojos pálidos y vacíos del Demonio Celestial se abrieron para mirar el cielo azul.

 

"...Secta del Monte Hua". Tres palabras brotaron de sus labios.

 

La mandíbula de Cheong Myeong se apretó con fuerza. Las líneas del pasado fluyeron en su mente como un arroyo. No quería recordar lo que el Demonio Celestial había dicho, ni había querido prestarle atención en el pasado. Levantó la vista para mirar a Cheong Mun, calmandose ante la familiar silueta firme de su Sahyeong.

 

Las palabras eternamente inscritas en el corazón de Cheong Myeong ahora surgieron de la boca del Demonio.

 

“Qué desafortunado, Discípulo de la Secta del Monte Hua. Si tan solo pudieras salir vivo de aquí, podrías presumir de tus logros”.

 

Maeng So golpeó el reposabrazos de su asiento con furia. 

 

"¡Sabía que el Santo de la Espada...!"

 

"¡Líder del Clan, va a romper el asiento... !" 

 

La ira impidió a Maeng So continuar, pero los discípulos del Monte Hua sabían lo que él quería decir.  

 

De todas las personas en esta sala, sólo el Palacio de Bestias Nanman había recordado las acciones del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, e incluso el Líder del Palacio sugirió que fue su antepasado quien acabó con el Demonio Celestial.

 

"...Cierra tu repugnante boca".

 

“Aún puedes estar orgulloso de tus acciones. Con la ayuda de innumerables personas, tu espada finalmente llegó a mi cuerpo”.

 

"¡Cállate!" El estómago de Cheong Myeong se revolvió al escuchar el nombre de su secta de esa boca miserable.

 

"Que desafortunado." El Demonio Celestial se estaba muriendo. Incluso como el Demonio más grande de todos los tiempos, no podía sobrevivir a la ruptura de su Dantian y la ruina de sus órganos.

 

Lucidez terminal: su apariencia no era más que sus últimos suspiros de vida.

 

¿Pero por qué? ¿¡Por qué un hombre moribundo parecía tan relajado!? Cheon Ma era incomprensible para Cheong Myeong.

 

“Si me dieran solo un día más, realmente me habría convertido en un ser digno del titulo 'Demonio Celestial'. Este es el destino también”.

 

"¿Qué tan fuerte puede ser un ser... ?"

 

"Está más allá de lo 'humano'"

 

"Entonces el Demonio Celestial muere en ese momento, luego resucita en cien años, ¿a eso se refería la nota?"

 

"Sólo escucha y lo sabremos."

 

El discípulo de Hainan miró a su alrededor incómodo. La presión proviniente de los grandes maestros, especialmente el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, se había intensificado considerablemenre desde que comenzó la lectura.

 

Cheong Myeong agarró la espada que había sacado de su hombro. La hoja afiladamente forjada cortó su palma.

 

Un paso.

 

Otro paso.

 

Al final de una larga y terrible guerra, Cheong Myeong cojeó hacia el Demonio Celestial.

 

"Recuerda esto, Discípulo de la Secta del Monte Hua". Los ojos de Cheon Ma parecían desprovistos de emoción, incluso cuando Cheong Myeong se acercó: "Este no es el fin. Los Demonios volverán. Y cuando eso suceda, el Mundo será conquistado por los Demonios. Los Demonios nunca podrán ser detenidos—”

 

"Así que hubo una advertencia", reconoció Baek Sang. "Pero nadie sobrevivió, por lo que no podríamos haberlo sabido."

 

La cabeza del Demonio Celestial cayó al suelo.

 

Cheong Myeong aplastó la cabeza del Demonio Celestial, con los ojos aún abiertos.

 

"…"

 

"Ja."

 

Cheong Myeong dejó escapar una sílaba antes de volver a quedarse mudo.

 

La guerra había terminado. El Mundo recordaría su victoria. Pero Cheong Myeong lo sabía: Aquí no había victoria. Nadie ganó esta guerra.

 

"Ja," repitió Maeng So. "Vaya que las planicies centrales lo recordaron."

 

Cheong Myeong resopló de acuerdo.

 

Finalmente, Cheong Myeong ya no tenía fuerzas para ponerse de pie. Se acercaba su inevitable muerte.

 

Los susurros que se habían mantenido en voz baja cesaron con esa línea. Este momento se sentía demasiado privado para que todos lo escucharan. Lo único que podían hacer era escuchar en silencio.

 

Cheong Myeong levantó la cabeza hacia el cielo. Incluso después de tal derramamiento de sangre, el cielo seguía siendo azul, como si fuera indiferente a los acontecimientos de la Tierra.

 

¿Qué pasará con la Secta del Mount Hua? Todos los que escalaron la montaña estaban muertos. Incluso si alguien hubiera sobrevivido, probablemente estaba en su último aliento. Ningún clan había sufrido tanto como la Secta del Monte Hua.

 

"Líder de la Secta Sahyeong.. te lo dije".

 

Cheong Mun apretó su agarre sobre el hombro del Santo de la Espada Flor de Ciruelo. 

 

"Sahyeong... Esto no es—"

 

"Lo sé". El Santo de la Espada Flor de Ciruelo cerró la boca, buscando los ojos de Cheong Mun. "Lo siento..."

 

“No des todo de ti en cada tarea” , había dicho. Ahora la Secta del Monte Hua estaría enterrada en esta montaña. Todos los Discípulos habían seguido a sus Maestros hasta la muerte. Todo lo que quedó fueron los niños, que no sabían nada sobre la Secta del Monte Hua.

 

Las siguientes palabras apuñalaron a Cheong Mun como dagas. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo apartó la mirada, arrepentido, pero igualmente satisfecho de que entonces Cheong Mun podría cambiar de opinión cuando vuelvan.

 

Porque no permitiría que nada de esto se volviera realidad bajo ninguna circunstancia.

 

Y… arrepentimiento. Fue arrepentimiento.

 

¿Hubo algún significado en lo que pasó? ¿Significó algo la sangre derramada de la Secta del Monte Hua?

 

“Ya no sé. Líder de la Secta Sahy…” Cheong Myeong cayó de lado.

 

Cheong Mun no podía soportar ver esta clase de vista discordante con la personalidad habitual de su Sajae. Durante décadas rezó para que su Sajae pudiera madurar un poco, pero ese gamberro seguía siendo fiel a sí mismo, todo con una sonrisa impenitente. 

 

Sólo la guerra había logrado que mostrara un nuevo lado de sí mismo.

 

Cheong Mun no quería descubrir esa faceta.

 

Por lo menos, no de esa manera.

 

Sus túnicas de color blanco puro, pintadas con una flor de ciruelo de cinco hojas, se extendían ante sus ojos.

 

Una muerte inocente.

 

Un final solitario, sin testigos. El gran Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo de la Secta del Monte Hua se estaba muriendo como un perro.

 

"...Pero tu muerte fue mejor que la mía". Porque había alguien que lloraba por ti. Cheong Myeong lloró por ellos.

 

Lo siento, Líder de la Secta Sahyeong.

 

"No hay necesidad de disculparse," aclaró Cheong Mun rápidamente.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo presionó sus labios juntos. 

 

"¿Por qué me lo dices a mi?" Replicó. "No es como si hubiera pensado cualquiera de esas cosas."

 

Cheong Myeong fingió no escuchar sigilosamente la conversación privada.

 

La visión de Cheong Myeong se desvaneció.

 

Si hubiera dedicado un poco más de su tiempo al entrenamiento, ¿habría podido salvar al menos a una persona?

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro sintieron sus músculos doler ante la mención del entrenamiento. Al mismo tiempo, se sintieron profundamente agradecidos por el régimen de entrenamiento infernal por el que habían pasado ahora que la amenaza se cernió sobre sus cabezas.

 

El entrenamiento es bueno, muy bueno.

 

Aunque un descanso de vez en cuando es mejor, bastardo.

 

¿Si hubiera escuchado a sus Maestros y sus regaños…?

 

¿Si realmente hubiera obtenido la Espada del Monte Hua en lugar de la Espada de la Flor de Ciruelo?

 

Sin arrepentimientos… Pero todo era arrepentimiento. Todo lo que le quedaba eran arrepentimientos.

 

Y preocupaciones por la Secta.

 

Hyun Jong se mordió el labio inferior, dudando en decir algo cuando fueron mencionados.

 

Quería decir que ahora se encontraban bien, pero tampoco sabía si debería de entrometerse aún.

 

Si la Secta del Monte Hua seguía siendo mencionada tal como esperaban, al menos deseó con fuerza para que fuera la Secta después de la llegada de Cheong Myeong, de lo contrario sería una vista lamentable.

 

¿Qué pensarían sus antepasados... ?

 

No, no importa.

 

Por lo menos Hyun Jong está orgulloso de lo que han logrado los niños hasta ahora.

 

Las Flores de Ciruelo estaban destinadas a caer, y después del frío invierno llegaría la primavera.

 

Monte Hua…

 

El Decimotercer Discípulo de la Gran Secta del Monte Hua, el Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo, Cheong Myeong, que mató al Demonio Celestial en la cima de las Cien Mil Montañas de la Secta del Demonio Celestial, se sumió en un sueño eterno.

 

Esta breve anécdota fue su único legado.

 

El abad hizo una pausa en su narración. 

 

"Fin del epílogo. A continuación, comienza el prólogo."

 

"¿Se supone que los prefacios son así de cortos?" Preguntó Jo Geol en voz alta. 

 

"Habían quince volúmenes en el cofre, no te preocupes por la falta de contenido", replicó Tang Soso. 

 

El Decimotercer Discípulo de la Secta del Monte Hua, uno de los mejores Espadachines de la tercera generación, el Santo de la Espada de la Flor del Ciruelo: Cheong Myeong. Después de derrotar al Demonio Celestial y poner fin a su reinado de caos, Cheong Myeong respiró por última vez en la cima de la montaña de la Secta del Demonio Celestial.

 

"El mejor, en realidad", dijo Cheong Myeong en voz alta.

 

Los discípulos del Monte Hua se quedaron en silencio para no demostrar arrogancia, pero en sus corazones apoyaron a Cheong Myeong. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo era uno de los pocos símbolos conocidos de los que podrían enorgullecerse hoy en día, por lo que el nombre se había quedado grabado en lo profundo de sus corazones.

 

"¡Por supuesto que es el más fuerte!" Exclamó Tang Bo desde algún lugar del fondo de la sala. "No he podido ganar ni una sola vez contra él, ni siquiera hacerle un rasguño, ¿qué tan fuerte es ese demonio?"

 

Tang Jopyeong estuvo de acuerdo, empujando a su Líder del Clan, Tang Gunak, cuando intentó hacer callar discretamente a Tang Bo.

 

Pasaron cientos de años y revivió como un niño.

 

"¿Disculpa?"

 

"¿Eh?

 

"¿Revivió como un niño?"

 

Cheong Myeong se tensó en su asiento. Sus labios se contrajeron en una sonrisa nerviosa. No podría ser que se fuera a revelar frente a la sala entera su gran secreto, ¿no es así?

 

"Creo que escuché mal", murmuró Jong Seohan. Lee Songbaek miró confundido hacia el abad, esperando las siguientes palabras.

 

"Pero… ¿Qué fue eso? ¿Ha caído la Secta del Monte Hua? ¡¿Qué clase de mier*a es esa?!"

 

Cheong Myeong comenzó a toser, atragantándose con su saliva.

 

Baek Cheon giró la cabeza, atraído por el sonido sólo para detenerse en su lugar. Si hablabas de la reencarnación del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, entonces tendría que ser una persona extremadamente talentosa que fuera leal al Monte Hua, ¿no es así?

 

Baek Cheon era el discípulo más fuerte del Monte Hua; ciertamente no era él. 

 

Sin embargo, había otra persona así. Una persona que parecía saber más que incluso los ancianos de su Secta, replicando técnicas que se suponía habían desaparecido hace mucho tiempo e incluso tomando el liderazgo de la Secta en unos pocos años.

 

Los discípulos estiraron los cuellos desde sus asientos sólo para que Cheong Myeong fuera capaz de ver sus expresiones perplejos. 

 

"Cheong Myeong-ah... ¿Podría ser que tú... ?"

 

De alguna manera... 

 

No era tan difícil de aceptar.

 

Si alguien debía de serlo, entonces sólo podían pensar en una persona. Sin embargo, saber que el alma de Cheong Myeong era la misma que la del Santo de la Espada Flor de Ciruelo era una desgracia, conociendo a ese gamberro, lo primero que hará será presumir a derecha e izquierda.

 

¿Se suponía que debía vivir su vida sabiendo eso?

 

"¿Caído? ¿Quien dijo eso? ¡Eso no importa!"

 

Sólo había que escuchar esa manera de hablar. Esa falta de modales y desprecio por el cuidado de su imagen propia. 

 

Incluso comenzaron a sentir la familiar sensación de vergüenza ajena que los inundaba al ver a Cheong Myeong, quien solía representar a su Secta, hablando como un bandido común.

 

Cheong Myeong-ah, parece que hemos encontrado a tu vida pasada.

 

¿Se han caído las Flores del Ciruelo? Después de un frío invierno, llega la primavera y los ciruelos vuelven a florecer por completo.

 

"Pero antes de que regrese la Secta del Monte Hua, ¡tengo que estar allí primero! Incluso si está en ruinas, tiene que quedar algo allí. ¡Uf, esas personas allí!"

 

Y así comenzó la lucha del Santo de la Espada de la Flor del Ciruelo, Cheong Myeong, para salvar a la caída Secta del Monte Hua.

 

Los discípulos del Monte Hua se detuvieron.

 

"Espera un momento, ¿recuerdas todo?"

 

Cheong Myeong se rió con torpeza.

 

"¿De qué hablas?"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se giró en su asiento, juzgando la imagen de Cheong Myeong. 

 

"Hmmm, no lo creo," concluyó sin problemas.

 

Cheong Mun, sin embargo, no pudo apartar su mirada.

 

"Cheong Myeong-ah, ¿eres tú?"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo miró a Cheong Mun con sorpresa. "¿No podrás creer que ese niño soy yo?"

 

"No, yo... " Cheong Myeong dejó las palabras en el aire, sin la capacidad para mentir a su Sahyeong. "Ja, ja..."

 

"No es él," declaró Baek Cheon, contradiciendo sus palabras anteriores. Rápidamente estiró su brazo para cubrir la línea de visión del Líder de la Secta Cheong Mun.

 

Yu Iseol ya se había puesto de pie, acercándose al lugar en donde se encontraba Cheong Myeong. Ella miró fijamente de Cheong Myeong al Líder de la Secta Cheong Mun. 

 

"Él es mi Sajil", declaró. 

 

Era a la vez una excusa y una advertencia.

 

Los discípulos del Monte Hua ya habían tenido experiencia con antepasados que venían a molestar a su familia. Ya no estaban dispuestos a quedarse callados, incluso si fuera por una razón legítima. 

 

Especialmente si intimidaban a su Sajil.

Chapter 3: Capítulo 1: ¿qué diablos es está situación?

Chapter Text

Cheong Mun no pudo evitar notar la reacción protectora de los niños con cierto orgullo.

 

"Ya veo, supongo que me equivoqué", admitió de manera poco sincera. "Me alegra de verte rodeado de personas que te aman y protegen."

 

Cheong Myeong tragó saliva, inclinándose en su asiento hacia Cheong Mun. Era una fila de distancia, simplemente el asiento frente a él. Aún así, la distancia se sintió infinita.

 

Baek Cheon bajó el brazo. Yu Iseol volvió a su asiento. La admisión trajo tranquilidad a ambas partes, pero la inclinación del cuerpo de Cheong Myeong les dijo todo lo que necesitaban saber para tratar a esta persona.

 

'Estos son los discípulos que he criado arduamente, Sahyeong.'

 

Cheong Myeong quería decir algo así, presentando a todos los discípulos del Monte Hua, señalando sus puntos fuertes, el potencial infinito para ser los mejores maestros en kangho y sus hábitos entrañables que había descubierto. 

 

El abad se aclaró la garganta. 

 

"Ese fue el final del prólogo. A continuación, comienza el capítulo primero."

 

Cheong Myeong tenía muchas cosas que quería decirle a su Sahyeong si tuviera la oportunidad, pero no de esta manera, no frente al mundo entero juzgando cada uno de sus movimientos. Cheong Myeong tenía gente a la cual quería proteger.

 

"El título es, ah," la sonrisa del Abad vaciló. "Disculpen mi rudeza. El título es: ¿qué diablos es está situación?"

 

Un sueño. No, no sabía si era un sueño o un recuerdo o una alucinación mientras bailaba al borde de la muerte. No sabía si ya estaba muerto, muriendo o aún vivo.

 

Todo lo que podía ver era el pasado.

 

Recuerdos de la infancia: su apariencia desde que ingresó por primera vez a la Secta del Monte Hua; las escenas de entrenamiento con Sahyeong; la vez que huyó de las estrictas reglas de la secta y se fue a ver el Mundo.

 

“Antes de un Guerrero, eres un practicante. Debes darte cuenta de que el poder sin ética es solo violencia”.

 

Yoon Jong asintió fervientemente. La implementación de algunas técnicas de entrenamiento deberían de hacerse con moderación.

 

Persistente.

 

Regaño constante.

 

Jo Geol enterró las lágrimas su corazón, completamente identificado con esas líneas. 

 

Los discípulos del Monte Hua quisieron señalar las líneas en la cara de Cheong Myeong, como si lo abofetearan con las escrituras sagradas para intentar darle algo de autoconsciencia.

 

Le aburría. Si bien fue Discípulo de la Secta del Monte Hua, no siguió completamente la enseñanza. A pesar de su talento natural, que le valió el título de 'Santo de la Espada de la Flor del Ciruelo', no era más que un mero principiante en la Secta del Monte Hua.

 

¿Por qué no se dio cuenta antes? Incluso cuando las enseñanzas no tenían sentido, incluso cuando se sentía fuera de lugar... todo lo que lo convertía en él se lo debía únicamente a la Secta del Monte Hua. Por eso admiraba tanto a la Secta.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo inclinó la cabeza. 

 

Sin embargo, el creyó firmemente que apreció la Secta más que nadie...

 

Quería verla crecer, protegerla para siempre con sus propias manos, para que nadie saliera herido. 

 

¿Cómo podría no apreciarla si él mismo hizo todo lo posible por ser su guardián?

 

Las escrituras, en cambio, podrían ser seguidas por las personas sabias como su Líder de la Secta Sahyeong o Cheong Jin.

 

Se dio cuenta demasiado tarde. En el momento en el que solo podía arrepentirse.

 

Los hombros de Yu Iseol cayeron un poco. Las palabras le recordaron a su padre, quien sólo pudo recordar todo lo que el Monte Hua había hecho una vez que era demasiado tarde, cuando sólo podía lamentar no haberlo apreciado correctamente.

 

Si solo hubiera prestado un poco más de atención a las enseñanzas, si solo hubiera sido un poco más fuerte, podría haber cambiado ese amargo final. Si tan solo él...

 

Cheong Mun intentó mantener el rostro serio, a pesar de que se marchitó lentamente con cada palabra. Esto fue todo lo que había temido que alguna vez Cheong Myeong llegaría a lamentar. 

 

"¿Te arrepientes de tus decisiones?" Cheong Myeong escuchó la suave voz de Líder de la Secta Sahyeong. Su padre, su hermano mayor, su familia: este hombre era el objetivo de Cheong Myeong. Quería seguirlo hasta el final, pero también era demasiado tarde para eso.

 

Cheong Mun sintió que sus ojos se cristalizaron.

 

"Cheong Myeong-ah", murmuró gentilmente, buscando la mirada del niño que crió todos estos años. 

 

"N-no, no es lo que parece", tartamudeó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. Apartó su rostro sonrojado, temblando de vergüenza y miedo a partes iguales. 

 

Incluso si eso era lo que pensaba, no había querido decirlo directamente. Si su Sahyeong no pensaba de la misma manera...

 

Cheong Mun atrajo a un reticente Cheong Myeong con un brazo sobre sus hombros. Cheong Myeong se relajó sobre el pecho de Cheong Mun, luciendo como un gato salvaje que luchaba duramente por no derretirse por las caricias de su dueño.

 

En voz baja, Cheong Mun susurró a su oído:

 

"Cheong Myeong-ah, te sostuve desde que eras un bebé cuando llegaste por primera vez a la Secta. Te di un nombre, te vi crecer y envejecimos juntos. Siempre has sido como un hermano menor para mí."

 

Sí, me arrepiento. Me arrepiento mucho, mucho, Sahyeong.

 

Ki Mokseung resopló, llevándose su puño a la boca para ocultar la sonrisa de satisfacción mientras se regodeaba de la desgracia de su gran enemigo. 

 

Era la clase de final miserable que había deseado con los dientes apretados cuando sufrió la humillación del Monte Hua en su punto más alto. Era lo que había sucedido, no podía cambiarse. Ki Mokseung sintió el nudo de su estómago causado por el Dragón divino del Monte Hua aflojarse un poco ante las buenas noticias.

 

"No hay necesidad de arrepentirse". Su voz emanaba calidez: "Después de todo, eres de la Secta del Monte Hua".

 

Cheong Myeong parpadeó furiosamente, evitando que las lágrimas se formaran por completo. Podía recordar esas palabras como si hubieras sido dichas ayer. No podía olvidar las palabras de su Sahyeong.

 

Cheong Mun levantó la cabeza, mirando a Cheong Myeong con determinación. 

 

"Pronto hablaremos", prometió.

 

Cheong Myeong asintió lentamente.

 

…Sahyeong. A Cheong Myeong le pareció que Sahyeong se estaba riendo. Siempre cálido y benévolo.

 

"Porque eres de la Secta del Monte Hua".

 

El Líder de la Secta Hyun Jong se secó las lágrimas con su manga, conteniendo un gemido lamentable sólo porque los Líderes de Secta y sus antepasados los estaban observando.

 

Hyun Young buscó un pañuelo en su túnica, dandoselo a Líder de la Secta mientras fingia que las palabras no lo habían conmovido a él también.

 

¡Tak!

 

Incluso entonces…

 

¡Tusk!

 

¿Eh? ¿Qué?

 

"¡Aggggggggggggghhh!” ¡Duele! ¡Mi cabeza! ¡No lo entiendo! ¿Qué clase de dolor es este? ¿Es esto lo que se siente cuando te cortan las extremidades?"

 

"¿D-Demonio Celestial?” ¿Ese bastardo no está muerto todavía? Cheong Myeong instintivamente levantó la mano para protegerse la cabeza. Si aún no estaba muerto, estos ataques acabarían con él para siempre".

 

La audiencia se puso alerta con la mención del Demonio Celestial. 

 

Si el Santo de la Espada Flor de Ciruelo había acabado encontrándose con el Demonio Celestial de alguna manera después de su muerte...

 

"¿Demonio Celestial?" Pero la voz que le respondió no era la del Demonio Celestial, sino una voz espesa y llorona que no reconoció.

 

"¿Eh?" Cuando abrió los ojos, la cara era igualmente desconocida.

 

¿Un mendigo? Mendigo. Un principiante, a juzgar por el nudo atado alrededor de su cintura, acababa de empezar. Un Mendigo entre Mendigos.

 

Yoon Jong abrió la boca, señalando con un dedo tembloroso al podio. 

 

"Sasuk, ese no era... Ya sabes, 'el mendigo' que... "

 

Baek Cheon apretó los puños cuando se dió cuenta.

 

"¡Ese maldito mendigo!" Luego bajó la voz, tosiendo. "Ejem, ese mendigo ... Fue su culpa... Todo este tiempo, nuestras cabezas, por este momento... "

 

Las palabras ni siquiera eran coherentes, pero los discípulos del Monte Hua lo entendieron. El dolor comenzó a resurgir en sus cabezas como si sólo las palabras pudieran traer de vuelta las sensaciones. Era esa clase de poderoso trauma el que los hizo encorvarse sosteniendo sus cabezas como si Cheong Myeong acabara de darles una paliza.

 

"Siempre la cabeza... "

 

"Fueron seis, pero sólo avisó cinco... "

 

"¿No era demasiado? Creo que casi me dió una conmocionado cerebal."

 

"Mi cráneo se ha vuelto más duro."

 

"Ese debe de ser un requisito para entrar a la Secta del Monte Hua, un cráneo duro."

 

Cheong Jin se dió la vuelta, preocupado.

 

"Líder de la Secta Sahyeong, ¿qué le sucedió a la Secta del Monte Hua con Cheong Myeong Sahyeong...?"

 

El Mendigo con la cara gruñona y desaliñada miró a Cheong Myeong.

 

¿Qué está pasando? No podía entender lo que estaba pasando.

 

Hong Daegwang estuvo a punto de golpear a uno de sus subordinados con molestia. Pero el culpable no se encontraba junto a ellos, desafortunadamente, sólo Gu Chil se sentó incómodo junto a él. Hong Daegwang no se atrevería a levantar la mano contra Gu Chil a menos que realmente quisiera morir de la manera más dolorosa y miserable posible. Si no es a manos del Dragón divino del Monte Hua, entonces por sus superiores.

 

“'Demonio Celestial' – ¡Sí, claro!” El rostro del Mendigo enrojeció de irritación: "¡Tú, holgazán, todavía hablas dormido! ¡Todos los demás se han ido a mendigar, pero tú todavía estás aquí durmiendo como si hubieras hecho algo grandioso! ¡Sí! ¿Crees que es gracioso?" El Mendigo levantó su vara de bambú.

 

Espera… ¿Este chico me está amenazando ahora mismo? Entonces así es como es.

 

"¿Eh?" El Mendigo se sobresaltó por la repentina sonrisa de Cheong Myeong.

 

"Míralo, pobrecito, no sabe el problema en el que se ha metido."

 

"¿Pobrecito? ¡Piensa en los problemas que nos ha traído!"

 

"Ufff, recordarlo hace que vuelva a enojarme, incluso si ya le dimos una paliza... Siento que no fue suficiente."

 

"Ese bastardo ya estaba lo suficientemente torcido pero tenía que ir y golpear su cabeza."

 

Era una situación extraña, pero no sentía que necesitaba molestarse con el contexto. ¿Quién era Cheong Myeong, después de todo? Se clasificó cómodamente entre los Tres Primeros de todos los numerosos Espadachines del Mundo. La gente elogió su estilo de espada como la verdadera esencia de la Secta del Monte Hua y lo apodaron el Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo: los otros dos grandes Espadachines no eran dignos de ser sus oponentes. Incluso el Demonio Celestial, en sus momentos finales, reconoció el Arte de la Espada de Cheong Myeong. Los Discípulos y los Líderes de Secta se inclinaron ante él.

 

¿Pero este Mendigo lo estaba amenazando? ¿a éeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel?

 

"¡Sólo escucha la manera en la que narra!"

 

¿Él está narrando?"

 

Yoon Jong hizo una pausa. 

 

"Eso parece."

 

"¿Eh? Ungh? ¿Te estás riendo ahora?"

 

"Mira aquí, niño".

 

"'¿Mira aquí?'"

 

“Estoy luchando por entender la situación, pero para empezar, puedes dejar eso”.

 

"En realidad, está siendo comprensivo", Jo Geol admitió. 

 

"No, tienes razón. ¿Reencarnar lo hizo más agresivo?"

 

"O salvaje."

 

"Como un perro rabioso."

 

"¿Es nuestro Monte Hua el problema?"

 

"¿Cómo podría serlo? Desde que llegó, ¡fue que la Secta taoísta se convirtió en una guarida de bandidos!"

 

Cheong Mun escuchó con un creciente dolor de estómago los comentarios aparentemente inocente de los niños.

 

Jo Geol agregó: "Pero fue el mayor Hyun Young el que intentó cambiar el nombre de la Secta del Monte Hua por La Montaña de Bandidos Hua."

 

Hyun Jong se giró rápidamente. "¿¡Que Hyun Young hizo qué cosa!?'

 

"Jej. Jajajajaja. ¡Jajajajajajajaja!” El Mendigo solo pudo reír.

 

Cheong Myeong frunció el ceño. ¿Cómo se atrevía a reaccionar así ante él?

 

Y luego el Mendigo golpeó a Cheong Myeong con su vara de bambú.

 

Eh. Cheong Myeong estaba estupefacto. ¿Cómo se atreve un simple Mendigo a hacer algo así, sabiendo quién era Cheong Myeong? Pase lo que pase, iba a arreglar la actitud de este Mendigo antes de que terminara el día.

 

Hong Daegwang se encogió en su lugar, agachando la cabeza como si hubiera sido culpable de los pecados.

 

No le extrañaba que El Dragón Divino del Monte Hua dijera que estaba a punto de destruir La Unión de Mendigos. 

 

Para el mejor guerrero del mundo ser golpeado por un mendigo...

 

¡Primero, tenía que detener ese bastón! Cheong Myeong levantó su brazo derecho...

 

…¿Qué?

 

¿Eh?

 

¿Lento? ¿Por qué sus brazos eran tan lentos?

 

El bastón era rápido, pero ¿por qué sus brazos lo alcanzaban tan lentamente? No tenía sentido, con su velocidad, ya debería estar sosteniendo ese palo.

 

¡Ay! ¿Quizás fue por sus heridas? Entonces todo lo que tenía que hacer era esquivarlo...

 

¿Oh? ¿Qué es eso? En el borde de su visión, vio aparecer una pequeña mano, moviéndose hacia el bastón a paso de tortuga.

 

Demasiado lento y…

 

…¿demasiado corto?

 

¿Eh? ¡Manos tan pequeñas no pudieron detenerlo! ¡Esto no iba a funcionar!

 

El palo aterrizó de lleno en la cabeza de Cheong Myeong.

 

Cheong Myeong se derrumbó en el suelo, convulsionando. Todos sus pensamientos fueron ahuyentados por el dolor desgarrador.

 

“¡Kuaaaaaa!” Cheong Myeong se agarró la cabeza y se dio la vuelta. ¡Incluso su brazo arrancado no le había dolido así!

 

"¿Está hablando en serio?"

 

Baek Cheon tosió. "Debe de ser por la energía espiritual acumulada en su antiguo cuerpo."

 

"Creí que era simplemente Cheong Myeong siendo dramático."

 

"Eso también es cierto."

 

Cheong Myeong miró a Baek Cheon con tristeza. 

 

Ya no era un secreto, pero ¿por qué nadie parecía respetarlo cuando supieron de su identidad?

 

"¡Bastardo!" El Mendigo se acostó con él en serio: "¿Situación? ¿Entiendes la situación? ¡Te haré entender! ¡Pero me aseguraré de que entiendas la situación primero! ¡Si te vuelves loco, te vuelves loco! ¡Bastardo estúpido! ¿El calor te ha podrido el cerebro? La medicina para el calor es recibir un golpe, ¡bastardo!"

 

“¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Mendigo loco! Detente ahora mismo, si no… ¡Ack!”

 

"¡Muere! ¡Muere!"

 

“¡Ah, duele! ¡Ack!” Los gritos de Cheong Myeong cambiaron poco a poco mientras lo golpeaban.

 

"-¡Bastardo! ¡No dejaré pasar esto! Me aseguraré de rasgarte…"

 

¡Pum!

 

"-¡Detente! ¡Detente ahora, por favor, idiota!”

 

¡Pum!

 

“—¡Ay! ¡Acckk! ¿Por qué me golpeas? ¡Ack!”

 

¡Pum!

 

“Tú, Mendigo, ¡ah, ack! ¡Lo siento!"

 

Los azotes continuaron sin remordimientos.

 

"...salvenm…"

 

¡Pum!

 

“¡Ayuda...!”

 

"Pffft," 

 

"N-no, no te rías ahora, mira cuánta gente hay aquí."

 

"¿No están todos conteniendo la risa? Mira a Bangjang, las comisuras de su boca no paran de contraerse."

 

Cheong Myeong se puso de pie de un salto. "No, estos bastardos, ¡acabo de morir para cortarle la cabeza al demonio celestial!"

 

Hye Yeon cantó una oración en voz alta.

 

Como para decirle que no había segundas oportunidades gratuitas, Cheong Myeong fue inmediatamente golpeado hasta convertirse en pulpa.

 

“Ack. Mi orgullo...”. Cheong Myeong sacó el trozo de tela que se había metido en la nariz.

 

"Por supuesto que fue lo que más le dolió."

 

"¿Cheong Mun Sahyeong...?"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo parecía traicionado.

 

"N-no, no es nada."

 

“Ah, ahhh”. En el momento en que vio las manchas rojas, la cara de Cheong Myeong cayó.

 

¡Una hemorragia nasal! ¡Ni siquiera una hemorragia nasal por heridas internas, sino una hemorragia nasal por haber sido golpeado! ¿Cómo tenía eso sentido? No era solo la hemorragia nasal, nada había tenido sentido desde que abrió los ojos.

 

Por no hablar de sus párpados magullados, parecía que ninguna parte de su cuerpo quedaba intacta; golpear a alguien tan a fondo tenía que ser todo un arte. Si alguien no lo hubiera detenido, ¡habría seguido golpeando!

 

"Mira quién habla."

 

"¿De ahí lo obtuvo?"

 

"Cállate, me estoy volviendo a enojar."

 

"Es imposible que todo lo haya aprendido de una paliza."

 

"Pero hay que ver cómo golpean los mendigos para aprender a golpear correctamente... "

 

¿Había sido golpeado así alguna vez en toda su vida? A pesar de todas las bromas que había hecho en la Secta del Monte Hua, famosa por ser muy estrica, nunca había sido golpeado tan salvajemente como ahora.

 

Cheong Mun asintió satisfecho, luego se preguntó a sí mismo, ¿era esta la solución a sus problemas?

 

Baek Cheon, la mayor víctima de Cheong Myeong, no estaba tan tranquilo.

 

"¡Sí, así se supone que debe de ser una Secta, bastardo! Mira cómo nos golpeas— Ugh, mi estómago..."

 

"Sa- Sasuk, ¿estás bien?"

 

Tang Soso rebuscó entre sus pertenencias. "Lo siento, no tengo medicina para el estómago."

 

¡Sufrir tal humillación por primera vez a manos de un Mendigo…!

 

"Lo voy a arruinar… ¡Ese bastardo! Lo derribaré". La ira y la irritación se agitaron dentro de él.

 

Cheong Myeong yacía en el suelo. Si actuaba por capricho, solo lastimaría su maltrecho cuerpo.

 

“No, en lugar de eso…” Cheong Myeong se levantó y miró hacia el río.

 

Un joven rostro desconocido lo saludó. Cuando Cheong Myeong torció su rostro, el joven también lo hizo; cuando Cheong Myeong suspiró, el joven también lo hizo.

 

"...¿Que está pasando?"

 

¿Por qué está la cara de un niño en el agua?

 

No, era una cara bonita. El cambio en su rostro no le molestó—después de todo, cuanto más joven mejor, ¿no? Pero era demasiado joven. Aunque, mejor jóvenes que mayores.

 

Yoon Jong lo regañó: "¿No te gustaría pensar un poco en el cuerpo de quién estás?"

 

Jo Geol se echó a reír.

 

"Imagina que reencarnara en un anciano."

 

Los discípulos del Monte Hua no pudieron contener las carcajadas.

 

"¿Es esto una comedia para ustedes ..?" Se preguntó Cheong Myeong en voz alta. "No, bastardos, ¿cómo es que resultaron ser tan torcidos?"

 

"¡Ten un poco de consciencia!" Regañó Cheong Mun desde el frente.

 

Cheong Myeong estaba a punto de responder cuando se congeló en su lugar.

 

Espera, esta vez no era la voz en su cabeza...

 

Además, no importaba cuánto los comparara, este rostro era mucho más encantador y hermoso que el del viejo Cheong Myeong. No tenía quejas sobre esta nueva cara.

 

Pero no estaba satisfecho con el hecho de que su cuerpo también era más joven.

 

"¡No estás satisfecho con nada!"

 

Cheong Myeong se dió la vuelta.

 

"Parece que se están divirtiendo, pero espero que recuerden que en cuanto salgamos de aquí tendremos una sesión de entrenamiento muuuuuy larga", pausó. "Sólo ustedes y yo."

 

Los niños se estremecieron.

 

Pequeño. Las extremidades eran cortas, no porque fuera naturalmente bajo o algo así, sino porque era un niño. Peor aún, era todo piel y huesos. Incluso ahora, estaba demasiado cansado y hambriento para levantar una mano.

 

¡Ay, lo que sea!

 

"Entonces…"

 

En resumen…

 

"Esto significa que estoy vivo".

 

Tal vez "estoy" no era apropiado. No importaba lo duro que mirara, este niño no se parecía en nada al Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo, Cheong Myeong. El Santo de la Espada se había ido: su Alma y todos sus recuerdos ahora residían en el cuerpo de un niño mendigo.

 

"Esto debe ser obra del diablo".

 

¿O tal vez fue la Reencarnación budista? Si hubiera sabido esto de antemano, se habría unido al Shaolin en lugar de a la Secta del Monte Hua.

 

Hye Yeon se animó, estirando el cuello para dirigir sus ojos brillantes a Cheong Myeong.

 

"Siju, tú..." Su tono se oscureció repentinamente. "No, por favor no lo hagas. No se puede acojer al demonio en un templo budista."

 

"Este maldito monje..."

 

"¡No puedes!" Exclamó Hyun Young, levantándose de su asiento. Luego cambió su tono a un discurso persuasivo. "En Shaolin el alcohol y la carne están prohibidos, ¡incluso tendrás que raparte!"

 

Cheong Myeong se estremeció.

 

"Nunca iría a Shaolin, puaj, no me convertiría en uno más de esos monjes calvos."

 

El abad se aclaró la garganta ruidosamente.

 

Se preguntó si el Demonio Celestial había usado algún tipo de magia repugnante en él. Pero si pudiera realizar tales hazañas, ya estaría gobernando el mundo entero.

 

"Entonces, ¿qué clase de poder fue el que trajo a Cheong Myeong dojang de vuelta a la vida...?" Se preguntó Lee SongBaek en voz alta. 

 

Cheong Myeong dejó escapar un suspiro. "No lo sé, pero no se puede mirar un caballo regalado en la boca."

 

"Debe de haber sido algún dios", supuso 

 

"O el diablo lo echó del infierno a patadas", se quejó en voz alta Baek Cheon. 

 

Los discípulos del Monte Hua asintieron junto a Baek Cheon, fingiendo no darse cuenta del ceño fruncido de Cheong Myeong.

 

A Cheong Myeong realmente no le importaba lo que había sucedido, pero tenía que admitir que todo lo que lo rodeaba era real. Esto no era ni un sueño ni una fantasía. Todo su cuerpo palpitaba de dolor; cuanto más pensaba en ello, más enojado se ponía.

 

"Nada cambiará si sigo sentado y pensando en ello. Primero, necesito averiguar qué está pasando y qué pasó exactamente. Cheong Myeong saltó y corrió hacia la tienda de los Mendigos".

 

O trató de correr, al menos.

 

“¡Kuk!” En un par de pasos, se cayó.

 

"¡Me golpeaste fuerte, bastardo!" Los ojos de Cheong Myeong rodaron con enojo: "Pase lo que pase, me aseguraré de devolverte el pago por esto".

 

La muerte no iba a arreglar su sucia personalidad.

 

"No digan nada."

 

"..."

 

"..."

 

"..."

 

"... Cheong Myeong-ah."

 

"¡Ni una palabra!"

Chapter 4: Capítulo 2: ¿Qué diablos es esta situación? (2)

Summary:

Chung Mun y Chung Myung finalmente tienen una conversación. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se interesa por los discípulos del futuro. Se lleva a cabo la lectura del segundo capítulo. Llegan más revelaciones.

Notes:

Me he visto en la obligación de seguir escribiendo está historia, porque lo que realmente deseo es ver a mis amados personajes siendo comprendidos, apreciados e incluso avergonzados por sus acciones pasadas, porque honestamente, ¡todos son tan ridículos!

Así que por lo menos tenía que llegar a la tan esperada charla con Chung Mun y presentar a los pollitos con el pasado Chung Myung. Ojalá la parte en la que los pollitos comienzan a imitar a Chung Myung llegara antes. De haber sabido que hacer un watching con los capítulos salteados era una opción, hace mucho que lo habría hecho así 🤧

...Especialmente para Chung Myung del futuro, quién muestra todos los signos de TEPT pero está haciendo todas las cosas correctas para mejorar, ¡y sin duda ha mejorado con su nueva red de apoyo!

Así como los discípulos del Monte Hua, quienes son sólo un montón de niños que todavía estarían estudiando una carrera universitaria pero ya tienen que decidir entre la vida y la muerte, pese a sentirse deficientes por tener que estar a la altura de un Chung Myung con casi un centenar de años de experiencia adicionales.

Puede que no sean perfectos… Pero hacen lo mejor que pueden; hacen más de lo que haríamos. Y todos ellos lo saben, se aprecian por ello. Es el amor de una familia que armaron con sus propias manos lo que los ha mantenido unidos a través de cientos de capítulos.

Me aseguraré de que esos sentimientos sean transmitidos en un escrito como este a pesar de mis escasas habilidades de escritura.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

El abad dejó escapar un suspiro cuando pasó la hoja. "Ese fue el final del capítulo primero."

 

Cheong Mun aprovechó la pausa para ponerse de pie, llamando la atención del abad y las personas sentadas en la sala.

 

"Me gustaría hacer una pausa para discutir la información que acabamos de obtener. No tomará mucho tiempo."

 

Las palabras fueron amables y educadas, pero el trasfondo dejaba en claro que no esperaba un rechazo ni una queja. El abad lo aceptó con un asentimiento cortés, cerrando el libro sobre el podio con el cordón de seda azul marcando la página en la que se había detenido. Algunos de estos inventos, como las sillas acolchadas, el dispositivo para amplificar la voz, la pasta protectora del libro y el cordón, ciertamente resultaron ser convenientes para la experiencia.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se dió la vuelta, trepando en su asiento para estirarse hacia el respaldo de su silla donde su mirada se encontró con la de Cheong Myeong, quien aparentemente era su yo del futuro. Fue extraño pensar que ambos debían tratarse de la misma persona, cuando de un sólo vistazo parecían ser fundamentalmente diferentes. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo apuntó a donde se encontraba su Líder de la Secta con la cabeza, transmitiendo sin palabras una orden silenciosa para que lo siguiera.

 

Cheong Myeong se puso de pie lentamente, su complexión delgada y ojos grandes con el más pequeño destello de vulnerabilidad lo hicieron parecer un gatito lamentable bajo la lluvia. Así que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se decidió a tomar el asunto con sus propias manos. Con un suspiro frustrado por su propia actitud, se aferró a la tela de la parte posterior del cuello de la túnica de Cheong Myeong, recogiéndolo para alzarlo sobre la fila de asientos y depositarlo frente al Líder de la Secta.

 

Los pies de Cheong Myeong encontraron el suelo con gracia, volviendo a enderezar la espalda en su postura perfecta de discípulo obediente.

 

¿A quién quería engañar?

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sacó la lengua, burlándose en silencio. Sahyeong ciertamente sabía mejor que creer en él para no causar problemas.

 

Cheong Mun, sin embargo, le sonrió a la versión más vieja pero más pequeña de su sajae. En su corazón, se arrepintió un poco cuando se dió cuenta de que anteriormente no había reconocido a Cheong Myeong cuando se acercó a saludarlo. No había manera de que pudiera haberlo sabido, las circunstancias como fueron, pero una parte dentro de él aún se decepcionó por no haber sido capaz de reconocer a esta persona que era como un hermano pequeño o un hijo.

 

"Cheong Myeong-ah, ¿podemos hablar un momento?"

 

"Si, Líder de la Secta."

 

Cheong Myeong trotó detrás de él, siguiéndolo hacia una esquina apartada en la amplia habitación. Quizás era porque no se habían visto en mucho tiempo, un subproducto de los años de experiencia acumulados para Cheong Myeong, o simplemente fue que Cheong Mun no estaba acostumbrado a verlo en otro cuerpo, pero sintió que el Cheong Myeong que vió ahora era un poco más tranquilo que en el pasado. Las piernas rectas dieron pasos confiados, mirando hacia adelante con una máscara estoica, sino un poco ansiosa.

 

Cuando se detuvieron, un poco más apartados de la multitud de personas, el sonido de la charla en el fondo aumentó en volumen para aprovechar la oportunidad que se les dió para compartir sus opiniones de manera extensa, sin temor a interrumpir la narración del abad. Cheong Mun colocó una mano sobre los hombros de este Cheong Myeong, dándose cuenta de que los hombros más pequeños se habían vuelto de alguna manera más firmes y rectos. Quizás fue la forma en que Cheong Myeong se sostuvo, lo que le dió la impresión de que estaba frente a otro Líder de secta en lugar de un discípulo revoltoso.

 

"... Has crecido," dijo Cheong Mun, después de mirarlo a los ojos durante un largo tiempo. Aunque Cheong Myeong había pasado de ser un niño en pañales a un adulto completamente desarrollado, por no decir un anciano con mechas grises en el cabello, esta fue la primera vez que escuchó palabras semejantes de la boca de su Sahyeong. Tal vez, todo este tiempo lo había seguido mirando como ese niño pequeño al que había tomado en brazos y nombró. 

 

Las comisuras de la boca de Cheong Myeong temblaron. "Sahyeong no ha cambiado en todo este tiempo…"

 

"Mocoso," resopló, sonriendo. "Hoy, al verte rodeado de los niños de nuestra secta, tuve la impresión de que parecías realmente feliz."

 

La expresión de Cheong Myeong finalmente logró relajarse de la tensión acumulada.

 

"Estoy solo, a veces es difícil sin ustedes," lo corrigió. "Pero no puedo sentirme sólo por mucho tiempo con esos pollitos traviesos siguiéndome a todos lados."

 

Cheong Mun se rió de él, tirando de su mejilla. "¿No te dije lo bueno que era criar algunos discípulos? Esto debe de ser el karma, viendo cómo conseguiste casi un centenar en el futuro."

 

"Debe ser el karma, no puedo creer que sean tan tercos e imprudentes. No puedo entender cómo fue que Sahyeong no me arrojó desde un acantilado en el pasado…"

 

Cheong Myeong suspiró, negando con la cabeza. Su corazón se sentía cálido y tierno al poder compartir estos sentimientos por primera vez con la persona que le enseñó todo sobre cómo cuidar a los niños dando el ejemplo él mismo. Sahyeong, sólo Sahyeong podría entender este sentimietno, y sólo quería decírselo a Sahyeong. 

 

"Honestamente, me pregunto de dónde tomaron esos rasgos los niños. Cuando los conocí eran como cachorros."

 

"Bastardo sin conciencia," replicó Cheong Mun. "Claramente te están imitando. Puedo ver, sólo en este corto tiempo, lo mucho que se preocupan por ti."

 

Y era tan adorable que Cheong Mun sólo quería consentir a esos niños del futuro. Ver a Cheong Myeong con discípulos fue una escena que había querido ver desde hace tiempo atrás, como un padre que espera ansiosamente a que su hijo le de nietos. Sólo podía lamentarse por no haber sido capaz de ver a Cheong Myeong tropezar con sus discípulos recién adquiridos, pidiéndole consejo a Cheong Mun sobre cómo enseñarles y todas las cosas que ni siquiera se había atrevido a pensar que podrían suceder. Si, su Cheong Myeong había crecido mucho.

 

Cheong Myeong se rascó la mejilla, avergonzado.

 

"Son unos lindos bastardos. Los niños tienen que ser así," se excusó. "Sahyeong, estoy realmente feliz de que Sahyeong esté aquí. Durante mucho tiempo había pensado que había muchas cosas que quería decir… Al principio pensé en darte un buen regaño por el estado de la secta, luego por tenerme poca fé al momento de juzgarme como maestro, y finalmente… Simplemente quería que miraras a esos niños. Estoy seguro de que te harán sentir orgulloso."

 

Cheong Mun miró el rostro joven de Cheong Myeong, que ahora lucía un poco más vivaz en comparación a cuando comenzaron la conversación.

 

"Estoy orgulloso."

 

Cheong Myeong sonrió.

 

"No sólo de los niños, estoy muy, muy orgulloso de ti, Cheong Myeong-ah."

 

El aliento de Cheong Myeong se detuvo. Cheong Mun siguió adelante, atrayendo el cuerpo de Cheong Myeong en un abrazo apretado, susurrando en su oído:

 

"Incluso si a veces estaba un poco molesto por las peleas en las que te involucraste, no hubo un sólo momento en que quisiera echarte de la montaña. Siempre he estado orgulloso de ti."

 

Uh, ¿no es esto extraño? Cheong Myeong podía sentir sus ojos arder como si un poco de polvo hubiera caído dentro. Sus hombros incluso comenzaron a temblar, sacudiendo su cuerpo mientras los débiles gemidos fueron ahogados en las túnicas de su Sahyeong.

 

"No tienes que ser más maduro, ni tampoco hacer las cosas a mi manera. Sólo quería que encontraras más personas para compartir tu felicidad," Cheong Mun hizo una pausa. "Cheong Myeong-ah, lo único que realmente deseo es verte sonreír."

 

Fue extraño. Después de tantos años, Cheong Myeong finalmente podía no sólo entender estas palabras, sino comprenderlas desde el fondo de su corazón. Fue porque eran las mismas palabras que había grabado en lo más profundo de sí mismo cuando se dió cuenta de lo mucho que amaba a las personas dentro del Monte Hua. Era un sentimiento abrasador que lo consumió todo, más allá de las penas y angustia. Fue infinitamente cálido, como el abrazo de su Sahyeong.

 

"Sahyeong."

 

Sólo poder pronunciar su nombre y saber que esas palabras alcanzaban a la otra persona se sintió como algo preciado en sí mismo.

 


 

Mientras que Baek Cheon quería dar un paso adelante para encontrarse con su renombrado antepasado, hubo una alarma de advertencia en su cabeza que mantuvo sus pies arraigados en su lugar. Fue el conocimiento de que este era Cheong Myeong, en cualquiera de sus formas, lo que lo hizo dudar más que cualquier otra cosa.

 

Antes no habría sido tan indulgente.

 

Esa era una queja común que habían escuchado de Cheong Myeong. 'Antes' debía de ser una referencia a su pasado oculto, ¿no es así?

 

Si ya es un maldito demonio actualmente, ¿qué tan malo era en el pasado? Sin embargo, todos tenían una innegable sed de curiosidad y sus sentidos de autoconservación habían sido embotados con el tiempo debido a la exposición prolongada a Cheong Myeong.

 

Más aún, el aura de peligro inminente que emanaba de Cheong Myeong, incluso como el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, de alguna manera les daba una sensación de familiaridad que los hacía sentir seguros a nivel subconsciente.

 

¿Sus cuerpos y mentes habían sido domesticados por Cheong Myeong? Ese parecía ser el caso. Fue una revelación preocupante.

 

"Así que…" El Santo de la Espada Flor de Ciruelo fue el primero en dirigirse a ellos, como si en vez de que tuvieran la oportunidad de cazar a un tigre, el tigre les tendiera una emboscada. "Ustedes son los niños que mi yo del futuro entrenó diligentemente, ¿eh?"

 

No lo habían dicho explícitamente, pero escuchó muchos comentarios de parte de los discípulos del Monte Hua, principalmente quejas y maldiciones. No los había asociado como insultos dirigidos a su persona, o dios los ayude, ya se habría puesto de pie en una vorágine furiosa con los puños en alto. En su lugar, se divirtió por la actitud que había adoptado su versión más vieja, como si no supiera si enojarse o dejarlo pasar porque estaba irremediablemente encariñado con estos mocosos.

 

Las advertencias a medias sólo exacerbaron su curiosidad por la relación que compartían en el futuro. Era un sentimiento extraño cuando tenía que asociarlo consigo mismo. No sabía que era capaz de ser indulgente en tal medida, ya que pensó que en su lugar adoptaría un enfoque militante, no esa clase de indulgencia que parecía adaptarse mejor a alguien como su Sahyeong.

 

Baek Cheon maldijo cuando sus condiscípulos dieron un paso atrás, ocultándose discretamente detrás de su figura, como si dijeran que estaban respetando la jerarquía para dejar que él fuera el portavoz, ¡pero en realidad sólo lo usaban como un escudo de carne humana!

 

Con una reverencia, Baek Cheon respondió: "Es un placer conocer a nuestro estimado antecesor, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. Hemos escuchado muchas cosas buenas sobre usted. Soy el discípulo de segunda clase, Baek Cheon."

 

Detrás de Baek Cheon, sus hermanos marciales replicaron la reverencia y presentaron sus saludos uno tras otro.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se rió en voz alta.

 

"Ay, ay, mira qué respetuosos. Casi podría pensar que las personas que maldijeron a mi futuro yo fueron los mocosos de Zhongnan."

 

Baek Cheon se sonrojó, sin esperar que el hombre señalase sus acciones directamente, a pesar de que se enfrentaba a Cheong Myeong.

 

Abrió la boca y luego volvió a cerrarla.

 

¿¡Cómo se suponía que debía de responder a eso sin pintarse bajo una mala luz pero sin culpar a Cheong Myeong!?

 

Parecía imposible.

 

“Es una relación complicada,” se excusó sin entusiasmo, luego cerró los ojos en señal de derrota. "Me disculpo profundamente por mis palabras y acciones…"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo lo dejó pasar. “Escuché algo sobre un entrenamiento. Entonces, ¿quiénes son los que entrenan bajo mi yo del futuro?”

 

Baek Cheon intercambió miradas entre sus hermanos condiscípulos. Un par de niños dieron un paso al frente a regañadientes, aquellos que habían tomado los asientos más próximos al lugar en el que Cheong Myeong se había sentado, notó el espadachín del futuro. Hye Yeon dudó, decidiendo dar un paso atrás discretamente en lugar de ponerse en la línea de fuego.

 

“Principalmente somos nosotros los que entrenamos junto a Cheong Myeong, probando sus más nuevos y cuestionables métodos de entrenamiento.”

 

Eso era principalmente cierto. A pesar de que al principio Cheong Myeong había manejado al grupo de discípulos de tercera clase y posteriormente absorbió a los discípulos de segunda clase, ahora procuraba dejar el entrenamiento bajo las manos capaces de los discípulos de primera clase. A veces, después de probar un nuevo método de entrenamiento, incluso ellos tuvieron la oportunidad de enseñarles a sus queridos hermanos marciales. En esas ocasiones, fueron Baek Cheon y Yoon Jong, como daeSahyeongs, los que se encargaron de que todos estuvieran avanzando al ritmo adecuado.

 

“No es de extrañar que sean los más fuertes aquí, más que algunos ancianos que conozco” se regodeó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Y pensar en lo rápido que mi Sahyeong se rindió en pedirme tomar discípulos, ¿no hice un excelente trabajo?”

 

‘Bastardo sin consciencia, ¿no ves cuánto nos hemos quejado al respecto?’ Maldijeron silenciosamente los futuros discípulos del Monte Hua.

 

"... Hemos aprendido mucho de usted," aceptó finalmente Baek Cheon, con la mirada en blanco.

 

No es que Cheong Myeong no fuera digno de elogios, ¡ha hecho mucho por el Monte Hua! Todos ellos lo sabían, por lo que se esforzaron hasta el punto de llegar a extremos ridículos sólo para seguir sus pasos. ¿Cuántas noches pasaron especulando sobre los secretos sin decir y la carga que llevaba en sus hombros? Sólo podían aceptarlo, apoyando a su hermano marcial a través de las dificultades hasta que estuviera listo para decirlo por sí mismo, decididos a mantenerlo tan feliz como pudieran hasta que olvidara sus penas.

 

Eso fue una cosa.

 

"¿El talento va junto a la belleza? Estos niños son especialmente bonitos en comparación con los demás… Bueno, si excluimos al que parece un bandido," meditó Cheong Myeong.

 

Jo Geol se sobresaltó, señalándose con incredulidad, como si cuestionara la veracidad de las palabras. Yoon Jong colocó una palma sobre su hombro, consolándolo. Las caras de Baek Sang, Jong Her y Baek Mu se agriaron.

 

"Luego, por supuesto, si tienen al hombre más guapo como maestro…"

 

Sin embargo, también había que recordar los momentos menos estelares de Cheong Myeong, los cuales habían sido grabados a fuego en su memoria. Mientras la cara sonriente se regodeaba de sus éxitos, no pudieron evitar pensar que, si pudiera salirse con la suya, ahora se encontraría bebiendo directamente de la botella de licor, desparramado en su asiento con una sonrisa francamente vergonzosa.

 

Luego, las imágenes simplemente destellaron en sus mentes. Las muecas, los ojos en blanco, los escupitajos, las mímicas, la forma en que los remedaba, cuando rascaba la cera de su oído y luego soplaba sobre su dedo, o cuando se rascaba la nariz con una expresión distraída.

 

N- no, no deberían de sentir vergüenza ajena al enfrentarse a sus antepasados…

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo era la versión más relajada que habían conocido de Cheong Myeong. Fue como tener todos sus defectos brillando con fuerza al punto de cegarlos, enterrando profundamente sus cualidades más apreciadas, toda la responsabilidad y madurez que había cultivado arduamente.

 

Entonces, sinceramente deberían de sentirse consternados por el Santo de la Espada Flor de Ciruelo.

 

"¿Cómo son sus flores de ciruelo? Tal vez si vamos al espacio del costado podríamos hacer una demostración. No nos vendría mal presumir un poco de mis futuros discípulos…"

 

Sin embargo, hace mucho tiempo que sus cerebros habían sido licuados bajo el arduo entrenamiento. Debe ser esa la razón por la que no pudieron para de sonreír y complacer a este ingenuo Cheong Myeong.

 

"Honestamente, los ciruelos de Yu-sago son los mejores," alardeó Tang Soso.

 

Jo Geol negó con la cabeza. "¿No deberían de ser los de Baek Cheon-sasuk? Incluso Cheong Myeong se centra más en el entrenamiento de sasuk."

 

"¡Cheong Myeong-Sahyeong también entrena personalmente a Yu-sago!"

 

Baek Cheon sonrió, incómodo. "No hay mejores y peores, en su lugar deberíamos de pensar en…"

 

Yu Iseol lo interrumpió. "Él no estaría de acuerdo."

 

Los ojos de Baek Cheon siguieron los de Yu Iseol, quién miraba hacia la sonrisa francamente espeluznante del Santo de la Espada Flor de Ciruelo.

 

"¿No crees que esto podría terminar mal…?"

 

Baek Cheon se giró hacia Yu Iseol, esperando complicidad. En cambio, encontró una chispa de desafío.

 

En ese momento, Baek Cheon se dió cuenta de que su fortaleza mental todavía era deficiente, porque el impulso infantil de presumir frente al Santo de la Espada Flor de Ciruelo fue tan ardiente que no dudó en aceptar lo que parecía ser una terrible idea.

 

Yoon Jong se rió. "Esos dos son los más afectados por Cheong Myeong, sin duda. Ya no tienen autoconservación, ¡autoconservación!"

 

Jo Geol inclinó la cabeza. "Sé que es tonto… No hay forma de que podamos ser tan fuertes como sasuk o sago. Pero Sahyeong, yo también quiero intentarlo."

 

Yoon Jong y Tang Soso lo entendían.

 

"Vamos."

 

Sin embargo, el impulso acumulado fue cortado cuando Cheong Myeong, el discípulo de la vigésima tercera generación, volvió hacia ellos con una sonrisa ligera.

 

Cheong Myeong preguntó, con una ceja alzada: "¿A dónde van?"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se detuvo, rascándose la cabeza con una expresión compleja.

 

"Voy a probar las habilidades de estos niños."

 

Cheong Mun negó con la cabeza. "Eso no es importante, habrá mucho tiempo en el futuro, ¿qué tal si continuamos con la lectura en su lugar?"

 

El abad, que estuvo esperando a que Cheong Mun y Cheong Myeong terminaran de hablar, se acercó a ellos para hablar sobre la continuación de la lectura. Parecía haber decidido continuar él mismo con los siguientes capítulos, después de lo cual había delegado a algunos de sus discípulos mayores para continuar con la tarea y así turnarse. Cheong Mun siguió al abad, atrayendo a Hyun Jong con él en el proceso, mientras dichos discípulos le eran presentados y se enfrascaban en otra conversación.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se dejó caer en su asiento, haciendo pucheros. "Espero que en la lectura hablen de las habilidades de artes marciales rápidamente, ¿saldrán ustedes pronto?"

 

Yoon Jong y Jo Geol se encogieron en su lugar, sabiendo que su primer encuentro había sido menos que ideal. Yoon Jong por lo menos podría decir que fue un cómplice pasivo, pero Jo Geol realmente le exigió a Cheong Myeong que se desnudara frente a la mayor parte de los discípulos de tercera clase.

 

Baek Cheon desvió la mirada, avergonzandose de sus acciones pasadas que lo hacían parecer sin lugar a dudas como un niño malcriado, incluso echando a perder la oportunidad de avance de su samae. De todos los momentos, ese era el que sería narrado para las diez grandes sectas del presente y pasado.

 

Yu Iseol inclinó la cabeza pero luego la sacudió. Su encuentro no había sido particularmente bueno o malo, por lo que estaba a salvó.

 

Tang Soso, por otro lado, recordó con un alto grado de mortificación las múltiples propuestas de matrimonio que había realizado, mientras lo perseguía tenazmente a través de los tejados. ¿Cuán horrible debió de haber sido para Cheong Myeong, que miró a una niña que podría haber sido su nieta proponiéndole matrimonio? Si hubiera un agujero para saltar en él y esconderse, lo haría de inmediato.

 

Hye Yeon agachó la cabeza, recordando la conversación que había tenido el abad junto al Líder de la secta del Monte Hua, sólo ahora entendiendo la gravedad del insulto que había sufrido el Monte Hua. Después de eso fue terriblemente golpeado y humillado frente a los espectadores de la competición, y ahora se repetiría frente a las generaciones pasadas y futuras. ¿Fue esta su penitencia por su participación en el crimen? Sólo podía consolarse sabiendo que entonces el sufrimiento del Monte Hua saldría a la luz para traer justicia.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se preguntó por qué los niños se habían vuelto repentinamente silenciosos, pero Cheong Myeong se encogió de hombros respondiendo antes de que pudiera hacer otra pregunta.

 

"No sé cómo avanzará la lectura, pero después de reencarnar fui al Monte Hua. Aunque me tomó casi un mes."

 

"¿¡Un mes!? Más vale que no tengamos que escuchar sobre cada día…"

 

La mirada del Santo de la Espada Flor de Ciruelo fue oscura.

 

"¿No podría saltar a las mejores partes?"

 

Pero Cheong Myeong negó con la cabeza. "¿Qué tal si entonces las condiciones para dejarnos salir no se cumplen?"

 

"Lo arreglaremos por la fuerza," señaló a su espada. "Es más fácil entendernos de esa forma. Todavía no he intentado derribar esos muros…"

 

Los discípulos del Monte Hua observaron la interacción de un lado a otro como un partido de espadas particularmente complejo. ¿Así se veía la consciencia de Cheong Myeong, cuando debía debatirse entre seguir a su corazón o a su cerebro? No, si esto seguía así, ¡Cheong Myeong finalmente entendería los sentimientos de los discípulos del Monte Hua que debían de evitar sus desastres en cada ocasión!

 

Esto es el verdadero Karma.

 

"Podemos intentarlo más tarde. Primero deberían de escuchar toda la información que puedan para cambiar el pasado…"

 

Baek Cheon asomó la cabeza con timidez. "Pero Cheong Myeong-ah, si cambiamos el pasado, ¿no debería cambiar el presente?"

 

Cheong Myeong se quedó sin palabras.

 

Yoon Jong agregó. "Si el presente debe de cambiar, ¿por qué no ha cambiado ahora?"

 

Jo Geol asintió. "Si no cambia ahora, ¿cuándo cambiaría? ¿Al salir de la sala? Entonces, ¿lo recordaremos?"

 

Baek Cheon frunció el ceño. "Tal vez deberíamos de salir primero para saber si algo ha cambiado o no. O quizás es porque nuestros antepasados no han salido, por lo que no han tenido la oportunidad de hacer algún cambio."

 

"Es el pasado," dijo Yu Iseol.

 

Tang Soso suspiró. "Si es el pasado, entonces no importa qué tanto esperemos, ¿no debería de haber sucedido ya…? Mejor dicho, ¿qué cambiaría? Si el Monte Hua sigue siendo la mejor secta, ¿siquiera seremos aceptados como discípulos?"

 

Baek Cheon se mordió el labio inferior. "¿Si eso pasara, me uniría a la secta...? No, Cheong Myeong-ah, ¿todavía reencarnarás? Entiendo si Cho Sam fue tu reencarnación, pero sin tus recuerdos…"

 

Yu Iseol se volvió sombría. "¿Naceremos?"

 

Cheong Myeong hizo una mueca, desconcertado. "No lo sé… Somos una secta taoísta, ¿esto siquiera es Tao?"

 

Fue una pregunta que se había hecho muchas veces. Si su reencarnación iba en contra de todo lo que era el Tao, ¿en qué lo convertiría? La pregunta rondó en su mente de vez en cuando, adquiriendo un significado completamente distinto cuando se aplicó a sus preciados hermanos marciales. Si todos los que estaban aquí no seguían las reglas del taoísmo, ¿qué les sucedería? Pensar en qué los convertiría no tenía sentido, porque seguirán siendo los preciados pollitos de Cheong Myeong, y ciertamente no dejaría que ningún daño recaiga sobre ellos.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se frotó el cabello con desesperación a su lado.

 

"¿¡Cómo podríamos saberlo!? Uff, ¡simplemente finjamos que somos de lugares separados! De todos modos, la nota decía que seríamos devueltos al lugar del que fuimos tomados, eso debería incluirnos a todos, incluso a mi yo del futuro."

 

Los discípulos relajaron sus hombros ante la declaración incierta aunque esperanzadora.

 

"Dos lugares separados… " Murmuró Yoon Jong.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo una mueca.

 

¿Por qué se sentía mal al ver a los niños angustiados? Quizás fue el aura ingenua que los rodeaba, acudiendo alrededor de su versión futura en masa como un montón de pollitos buscando refugio…

 

Después de pensarlo, un rubor tenue se extendió por sus mejillas.

 

Luego, después de una declaración ambigua sobre las leyes del universo, incluso se lo tomaron en serio, como si fuera una verdad absoluta. Era ridículo…

 

Cheong Mun se acercó a ellos poco después, pidiéndoles que volvieran a sus asientos ya que la narración continuaría.

 

Pronto, el abad se acercó al podio para continuar con la lectura. Aclarándose la garganta, narró:

 

No importa cómo lo mire, parece haberse vuelto loco. Gu Chil miró seriamente a Cheong Myeong. ¿Todos los golpes lo volvieron loco?

 

Recibió un golpe un poco más fuerte de lo habitual. Aunque Wang Cho solía ser un poco excesivo, había golpeado a Cheong Myeong como si estuviera tratando de darle una lección; incluso si un perro lo ataca, no lo arruinaría tanto. Las personas que normalmente intentaban detenerlo ni siquiera se molestaron hoy, al ver cómo Wang Cho había maltratado absolutamente a Cheong Myeong. Gu Chil no se sorprendió.

 

"Simplemente fue mala suerte…" Comentó Jo Geol.

 

Baek Sang negó con la cabeza. "Desde el punto de vista de los demás, realmente parecía que se lo estaba buscando a sí mismo."

 

"Así que lo que estás diciendo es... ¿soy un Mendigo?"

 

¿Fue golpeado en la cabeza o en el cuerpo? ¿Un Mendigo preguntando si era un Mendigo? ¿Qué locura era esta? Gu Chil estaba seguro... este tipo se había vuelto raro. No, se había vuelto horriblemente raro.

 

Normalmente holgazaneaba, por lo que Gu Chil sabía que algún día iba a recibir una verdadera paliza; era mala suerte que hoy fuera el día. Esa era la regla de hierro de la Unión de Mendigos: si no encuentras comida con tus propias manos, te mueres como un perro, te mueres de hambre o te golpean.

 

"Si realmente fue Cho Sam la reencarnación de Cheong Myeong antes de recuperar sus recuerdos," comenzó Jo Geol en voz alta. "¿Significa que él era el holgazán?"

 

"Geol-ah, por favor, cállate."

 

Cheong Myeong miró hacia arriba, preguntándose a sí mismo cómo es que sus pollitos resultaron ser así de torcidos…

 

No, probablemente fue su culpa.

 

Normalmente, la gente volvería a sus sentidos después de la paliza. Normalmente. En cambio, todo lo contrario estaba sucediendo frente a Gu Chil.

 

Tang Solo intervino. "¡Hay personas que se vuelven locas después de algunos golpes en la cabeza!"

 

Jong Hwe asintió. "Así es, como Baek Cheon Sasuk."

 

Yang Ho, otro discípulo de tercera clase del Monte Hua, agregó. "O como las cinco espadas del Monte Hua…"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo giró la cabeza. "¿Cinco espadas?"

 

Yang Ho se congeló bajo su mirada. "A-así es, antepasado, es el título para Cheong Myeong Sahyeong, Baek Cheon sasuk, Yu Iseol sago, Yoon Jong Sahyeong y Jo Geol Sahyeong."

 

Contando con sus dedos, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo asintió para sí mismo, satisfecho.

 

Aunque parecía que faltaba un niño en esa descripción…

 

"¿Es verdad? ¿Realmente estoy viviendo en un lugar como este? No puede ser verdad".

 

"...¿Estás ciego o qué?"

 

"¿Eh?"

 

"No debería ser difícil averiguarlo mirando lo que llevas puesto".

 

Cheong Myeong bajó los ojos; vio todo tipo de telas y trapos. Debería haber sido ropa normal, pero eran... harapos. Cualquier persona normal asentiría con la cabeza y volvería al trabajo, pero no Cheong Myeong.

 

Cheong Mun se frotó la cara con la palma de la mano.

 

Cheong Jin se giró hacia el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. "Hay un dicho. Dicen que se necesitan diez vidas como mendigo para volverse emperador, es decir, la buena suerte en una vida está correlacionada con tu suerte en una próxima vida."

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo inclinó la cabeza. "No fui emperador de ningún lugar, sólo un discípulo común y corriente."

 

"No, Sahyeong, que un huérfano fuera acogido por la secta mas prestigiosa desde el principio debió de haber consumido toda tu suerte. Para colmo acumulaste todo ese mal karma golpeando a otros…"

 

"¿No tengo un nombre o algo así?"

 

"¿Desde cuándo los mendigos tienen nombres?" Gu Chil suspiró. "Solo uno crudo. Eres Cho Sam".

 

Cheong Myeong se giró hacia Baek Cheon, sonriendo burlón.

 

"Ahora lo sabes, Dongryong-ah, Cho Sam es el nombre de ese niño, el mío es Cheong Myeong."

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se atragantó, casi rompiéndose el cuello cuando su cabeza se movió rápidamente para buscar la apariencia del sobresaliente discípulo de segunda clase.

 

Baek Cheon apretó los puños. "Mi. Nombre. Es. Baek. Cheon."

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se carcajeó en voz alta. "Dong, pfff, ¡Dongryong! Ya que tenía que ser un dragón, ¿no podía ser un dragón de oro?"

 

Baek Cheon inhaló profundamente. "Ese es mi hermano mayor, Jin Geumryong…"

 

"¡Ja, ja, ja, ja, ja! Entonces, ja, ja, ja, no me digas que también hay un dragón de plata…"

 

Baek Cheon exhaló lentamente.

 

"Ese es mi otro hermano mayor, Eunryong…"

 

"Díos mío, ya que ibas a tener una cara bonita, por lo menos el nombre debería de ser un poco menos…"

 

Cheong Myeong le dió palmaditas en la espalda con simpatía, fingiendo que las comisuras de su boca no se torcían hacia arriba incontrolablemente.

 

"No digas nada," suplicó Baek Cheon. "Sólo no digas nada."

 

Cheong Myeong, en un rato actk de misericordia, reprimió el impulso de responder: 'como digas, Dongryong'.

 

Afortunadamente, el lugar de Jin Chobaek estaba lo suficientemente lejos como para impedirle escuchar la conversación.

 

"...Suena como el nombre de un Mendigo". Mira, hasta su nombre era pobre: "Ser un Mendigo. Este tipo de Mendigo..."

 

"Así es, Cho Sam," murmuró Baek Cheon.

 

El otro Mendigo lo miró fijamente.

 

"Y la edad, ¿tengo alrededor de dieciséis?"

 

"¿Desde cuándo los Mendigos llevan la cuenta de su edad?"

 

Tang Soso dejó escapar un 'oh'.

 

"Cheong Myeong Sahyeong… ¿Cuántos años tenías en tu antigua vida?"

 

Abre esa pregunta, los ojos de todas las personas se giraron hacia Cheong Myeong, incluidos los discípulos de primera clase y los ancianos de la secta.

 

Cheong Myeong puso los dedos sobre su mentón. "¿Cuántos eran? Después de los sesenta se volvió difícil mantener la cuenta…"

 

Hyun Jong se ahogó. "¡Sesenta… !"

 

Cheong Myeong continúo. "Pero definitivamente fueron más de ochenta, recuerdo la celebración de los ochenta."

 

Hyun Yeong se agarró el pecho, como si le doliera físicamente. Un Am recogió su mandíbula del suelo, compartiendo una mirada temblorosa con Una Geom.

 

"Claro, ahora recuerdo, ¡fueron ochenta y dos!" Concluyó Cheong Myeong con una sonrisa, mirando a su alrededor.

 

Baek Cheon abrió y cerró la boca, como si la visión de su mundo se hubiera vuelto patas arriba. Yu Iseol abrió los ojos ampliamente, mirando sin parpadear el rostro juvenil de Cheong Myeong. Y los discípulos de tercera generación no estaban mejor.

 

Su discípulo más joven…

 

No, ¿más joven?

 

Actualmente podría ser más viejo que incluso el Líder de la Secta…

 

Como para comprobar esas palabras, Hyun Jong murmuró en estado de shock.

 

"Veinte años más que yo… "

 

¿No eran como un montón de niños a los ojos de Cheong Myeong? No era de extrañar que se extendiera con interminables sermones y se frotara la espalda baja con cansancio.

 

En realidad, si Hyun Jong todavía le parecía un niño ingenuo, ¿qué pensaría sobre los discípulos de segunda clase?

 

Podrían tener un tercio de su edad, aún con grasa en mejillas regordetas, como niños ingenuos que habían tomado la espada por primera vez.

 

Y los discípulos de tercera clase no eran mejores que niños dando sus primeros pasos…

 

Cheong Myeong se cruzó de brazos, esperando el momento en que los ojos de los niños brillarán con admiración, buscando sus años de experiencia.

 

En cambio, parecían volverse más sombríos.

 

"Ochenta años... " Repitió Jo Geol. "Sin embargo, Cheong Myeong…"

 

Yoon Jong asintió, de acuerdo. "Cheong Myeong-ah, aún así, tú…"

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza. "¿Yo?"

 

Baek Cheon lo señaló. "¡Eres el más inmaduro de nosotros!"

 

Cheong Myeong se congeló, como si una flecha le atravesara la conciencia.

 

N-no, ¿cómo pueden decir eso?

 

A lo lejos, pudo escuchar la risa de Cheong Mun, agravando la herida.

 

"Así es, Cheong Myeong Sahyeong, ¿no te da vergüenza comportarte como un niño pequeño?" Tang Soso lo regañó, negándo con la cabeza. "Pensar que yo, la más joven, tuve que sermonearte tantas veces…"

 

Yu Iseol agregó dos palabras: "Cada accidente…"

 

Baek Cheon se golpeó el pecho con el puño. "Pensar que tuvimos que abalanzarnos sobre ti, abrazando tus extremidades para que no destrozaras las cabezas de todas esas personas pero en realidad tú…"

 

Cheong Myeong se sintió indignado. "No, no, esto es una calumnia, ¡ustedes también se abalanzan para golpear las cabezas de otras personas y luego me culpan!"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo desvió la mirada, fingiendo que cada crítica no lo apuñaló directamente en la conciencia.

 

Vaya, ¿desde cuándo le importaba tanto la evaluación de un montón de niños?

 

Cheong Mun hizo contacto visual con el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, sonriendo a sabiendas.

 

"Eso tiene sentido."—A diferencia de todo lo demás. Todo en Cho Sam había cambiado, desde la forma en que hablaba hasta la forma en que se movía. Además de eso, no tenía idea de lo que estaba sucediendo a su alrededor. Era demasiado para ser causado por una conmoción cerebral.

 

"Entonces, ¿qué año es?"

 

"...Los Mendigos cuentan los días. ¿Alguna vez has visto a un Mendigo que contaba los años?"

 

"Suena como un verdadero Mendigo".

 

Gu Chil se frotó los ojos. La vida de un Mendigo siempre era cansada y estresante, pero esto era mucho peor de lo habitual.

 

"Entonces, tengo una pregunta más".

 

"...Has estado preguntando por un tiempo ahora".

 

"¿Sabes quién es el Demonio Celestial?"

 

"También estabas murmurando sobre el Demonio Celestial antes. ¿Por qué de repente lo buscas?"

 

"Contéstame primero".

 

"Por supuesto que lo conozco. Todo el Mundo lo sabe. Era el Líder del Culto al Demonio Celestial, que fue derrotado hace cien años".

 

"¿Qué?"

 

"Líder-"

 

Cho Sam se lanzó hacia adelante y agarró a Gu Chil por el cuello.

 

"¿Han pasado cien años desde que el Demonio Celestial fue asesinado? ¿CIEN AÑOS? ¿Eso realmente significa que ha pasado un siglo desde entonces? ¿Un siglooooo?"

 

"...Así es". Parece que Cho Sam recibió un golpe muy fuerte.

 

"Dime la verdad, ni siquiera pienses en mentir".

 

"¿Qué bien saldría de mentirte?" Gu Chil sacó a Cho Sam de encima. Pronto, las manos libres de Cho Sam estaban rascándose furiosamente la cabeza.

 

Se ha vuelto loco. No había otra explicación después de ver eso. No estaba confundido ni alterado por la paliza, simplemente había perdido la cabeza. Gu Chil nunca había visto la cara de alguien expresar tantos tonos de "nerviosismo".

 

"¿Cien años, dices?"

 

"¿Quieres que lo diga de nuevo?"

 

"...Necesito regresar".

 

Cheong Myeong levantó la cabeza hacia el cielo. Pensó que ver el cielo azul limpio le ofrecería algún tipo de consuelo, pero todo lo que podía ver era el techo negro de la tienda. Era tan oscuro como el estado de ánimo de Cheong Myeong.

 

"¿Han pasado cien años desde entonces?"

 

Gu Chil espetó.

 

"No es como si fueras viejo o algo así, ¿¡por qué sigues repitiendo lo mismo!? ¡Han pasado cien años! Las Sectas tuvieron una gran pelea contra el Demonio Celestial en la cima de las Cien Mil Montañas y le cortaron la cabeza. ¡Cierto! ¡Fue hace cien años!"

 

"Viendo la interacción que tuvieron, todavía no entiendo por qué Cheong Myeong favorece tanto a Gu Chil," murmuró Jo Geol. "No, entiendo que le explicó lo que sucedió, sin embargo, ¿no podría haberlo hecho cualquiera?"

 

Yoon Jong se encogió de hombros. "Siendo sólo un mendigo, es realmente un favor que se molesten en explicarte pacientemente esas cosas que parecen ser 'obvias', más aún cuando fueron exigidas con el temperamento de ese bast… Nuestro Cheong Myeong-ah."

 

"...Lo entiendo". Por eso estaba tan deprimido.

 

El tipo que derrotó a Cheong Myeong antes parecía tener un alto rango. En ese sentido, el tipo frente a él ahora también podría tener un rango más alto que Cho Sam.

 

"¿Ves? Se supone que es un rango más alto, y aún así…"

 

Jo Geol asintió. "Lo entiendo, Sahyeong."

 

En la Unión de Mendigos, ¿verdad? Desafortunadamente, no fue nada grandioso, era prácticamente imposible para la Unión de Mendigos alimentar y albergar a toda su gente. Se decía que la Unión aceptaba a todos los Mendigos, pero sus fondos eran limitados.

 

La mayoría de la Unión de Mendigos eran simples Mendigos callejeros. Los de arriba les daban números por nombres y sus ropas no tenían nudos. Deambulando por las calles, estos Mendigos tendrían una mejor idea de lo que pasaba en el Mundo de las Artes Marciales que cualquier practicante. Las palabras de Gu Chil fueron confiables.

 

"Eh. Loco. Cien años, eh". Todo habría cambiado, ahora solo era cuestión de aceptar que se había reencarnado en el cuerpo de otro niño.

 

Pero... ¿No podría haber renacido justo después de mi muerte? Después de cien años, todos los que conocieron a Cheong Myeong deben estar muertos. Aparte de eso, todas las personas que había conocido murieron en la cima de la horrible montaña.

 

Estaba completamente solo.

 

Cheong Mun cerró los ojos, sintiendo el corazón adolorido. Si bien Cheong Myeong no tenía a muchas personas cercanas, asesoró a cada uno de ellos como un tesoro invaluable, ¿cuánto debe de haberle dolido perderlos sin tener la oportunidad de despedirse adecuadamente? Aunque pasaba gran parte de su tiempo alejado de la mayoría de los discípulos del Monte Hua, aún se acercó a sus personas preciosas porque no le gustaba estar sólo.

 

Ese Cheong Myeong había renacido en un mundo completamente sólo, sólo con una conversación a medias con el Cheong Mun de ese momento, que podría haber sido cierto o no. Afortunadamente, parecía que de alguna manera se las había arreglado para acercarse a las personas que conformaban a su secta en el futuro, de la manera en que no había parecido poder conectar con otros discípulos de su tiempo. Ahora, incluso podían volver a reunirse y hacer una despedida adecuada.

 

A su pesar, hubo un pensamiento que no lo dejó descansar tranquilo. Si el Demonio Celestial realmente resucitó, como les detalló al comienzo, tendrían que ir a la guerra. Con Cheong Myeong siendo cercano a tantas personas, ¿qué tanto sufriría si volvía a perderlos? Su secta no era tan numerosa como en el pasado, y aunque amaba a cada uno de sus descendientes, sabía de manera objetiva que no eran tan fuertes como en el pasado. Incluso fue así para Cheong Myeong.

 

Las manos de Cheong Mun se apretaron sobre su regazo.

 

No importaba cuán retorcidas podían ponerse las cosas, esto era demasiado. Entonces, el Monte Hua—

 

"¡Ah! ¡Espera un momento, la Secta del Monte Hua...!?"

 

Cuando Cho Sam saltó del suelo y comenzó a gritarle, Gu Chil ya ni siquiera se sorprendió.

 

"¡Secta del Monte Hua! ¿Qué pasó con la Secta del Monte Hua?"

 

"¿Qué quieres decir?"

 

"¿¡Qué le pasó a la Secta del Monte Hua!?"

 

"¿Monte Hua?"

 

"¡Sí!"

 

"¿Qué es el Monte Hua?"

 

"...¿Eh?" Cheong Myeong se quedó atónito ante él. ¿Él no conocía el Monte Hua? ¿Un Mendigo no lo sabía?"

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro se quedaron tan anonadados como el Cheong Myeong de la narración. Incluso si es un mendigo, o si fuera un granjero de un pueblito escondido, ¿cómo podrían no conocer al Monte Hua? Incluso si no fueran tan fuertes en el pasado, ¿cómo podrían simplemente no saberlo?

 

"Vamos, no juegues conmigo. ¿Cuál es la situación actual de la Secta del Monte Hua?"

 

"¿Secta del Monte Hua?" Gu Chil inclinó la cabeza.

 

¿Él no sabía? ¿En serio? ¿Acerca de la Secta del Monte Hua?

 

"U-una de las Nueve Grandes Sectas... Secta del Monte Hua, ¿no lo sabes? Hah, tú..."

 

"¿Una de las Nueve Grandes Sectas? ¿Qué tonterías estás diciendo? No hay una Secta del Monte Hua en las Nueve Grandes Sectas".

 

"... ¿No lo hay?"

 

"Templo Shaolin, Clan Wudang, Secta Jongnam, Secta Qingcheng, Secta Kongtong, Secta dela Isla del Sur, Secta Emei, Secta Borde del Sur, Secta Kunlun y Unión de Mendigos. Ahora hay diez".

 

"¿Entonces, la Secta de la Isla del Sur? ¿Esos bastardos inútiles están en las Diez Grandes Sectas? Ah, no, eso no importa. ¿Entonces la Secta del Monte Hua no es una de ellas?"

 

Kwak HwanSo casi escupe sangre de la ira.

 

No pensó que llegaría el día en que tendría que aceptar los insultos descuidados de un mocoso, que en realidad era el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, debido a que sus malditos antepasados se encontraban presentes.

 

Los discípulos de la Secta de la Isla del Sur tenían sus propios motivos para resentir al Monte Hua después de la competencia organizada por Shaolin, pero también debían de soportar esto…

 

En el momento en que sus corazones se amargaron, como un bálsamo, alguien recordó la escena en la que golpearon a Cheong Myeong con una vara de bambú. Luego murmuró en voz alta el recordatorio para sus compañeros condiscípulos, quienes sonrieron brevemente ante el dulce recuerdo.

 

Gu Chil suspiró. Cho Sam solo escuchaba lo que quería, sin importar lo que dijera. La paciencia de Gu Chil se estaba agotando.

 

"¿La Se-Secta del Monte Hua no es parte de las Grandes Sectas? No, eso podría ser posible. Pero tú, ¿no conoces la Secta del Monte Hua? Incluso cuando un hombre rico se vuelve pobre, puede durar tres años con sus lujos! Pero tú, un simple Mendigo, ¿no sabes acerca de la Secta del Monte Hua?"

 

Llamarlo Mendigo realmente no captó las consecuencias de lo que dijo. Bueno, podría morirse de hambre.

 

"¿Eso tiene algún sentido?" Cheong Myeong sacudió a Gu Chil por los hombros: "¿Algún sentido en absoluto? ¿Realmente no conoces el Monte Hua? ¿El Monte Hua? ¿La Secta del Monte Hua?"

 

"...Monte Hua". Gu Chil podía sentir un dolor de cabeza.

 

"¡Correcto! ¡Monte Hua!"

 

"Ahora que lo pienso", Gu Chil inclinó la cabeza: "Recuerdo haber escuchado que había una Secta así en la provincia de Shaanxi".

 

"¡Sí! ¡Así es! ¡Monte Hua, en Shaanxi!" Los ojos de Cheong Myeong estaban muy abiertos.

 

"Por lo que sé, está condenado".

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo apretó los dientes. "¡Sólo digan de una vez qué le sucedió al Monte Hua!"

 

Rápidamente se volvió hacia el discípulo más cercano, que resultó ser Yoon Jong.

 

"¡Escúpelo ahora!"

 

Yoon Jong se sobresaltó. La misma pregunta había sido arrojada por Cheong Myeong en el pasado, ¿qué respondieron en ese entonces? Había sido debido a que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo le cortó la cabeza al Demonios Celestial que el Culto Demoníaco decidió vengarse, quemando lo que quedaba de la secta. No había manera de que pudiera decir las mismas palabras ahora.

 

"Fueron las secuelas de la guerra…" Respondió ambiguamente.

 

"Incluso si hay una guerra, es la secta más grande y rica, ¿cómo podría simplemente desaparecer en cien años?"

 

Cheong Myeong intervino, colocando su mano sobre el puño que se aferró a la túnica de Yoon Jong.

 

"Lo sabrás pronto. Los niños no tienen culpa alguna."

 

Fueron palabras similares a las que le había dicho al Maestro del Palacio de Bestias del Sur. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo apretó su agarre, arrugando la túnica pulcra, antes de dejarlo ir lentamente.

 

"Si no obtengo respuestas rápidamente… " Amenazó, mirando a su alrededor. "Las obtendré de alguna manera."

 

"¿Qué?" El corazón de Cheong Myeong se detuvo.

 

"No sé si hubo una Secta del Monte Hua en las Grandes Sectas o no, pero escuché historias sobre cómo sus Guerreros de élite fueron asesinados en la Guerra contra el Demonio Celestial. No estoy seguro, si quieres saber más, pregunta a los demás".

 

¿Qué significaba eso? ¿Ha caído la Secta del Monte Hua? ¿Monte Hua? ¿La Secta del Monte Hua?

 

"¡Este Mendigo, alimentándome con mentiras!"

 

Gu Chil volvió la mirada hacia arriba. Incluso cuando dijo la verdad, Cheong Myeong simplemente lo maldijo. Por eso Gu Chil odiaba ayudar a la gente.

 

Hong Daekwang le dió palmaditas en la cabeza a Gu Chil.

 

"Mi buen niño, sigue ayudando a los demás, nunca cambies."

 

Gu Chil asintió varias veces con la cabeza, un poco asustado por las revelaciones.

 

Rezó en su cabeza para que dejaran de mostrar sus pensamientos antes de que el Dragón Divino del Monte Hua o el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se sintieran insultados.

 

"¡No! ¡Ni hablar! ¡No puedo creer eso!" Cheong Myeong empujó a Gu Chil y se puso de pie de un salto: "¡Tengo que ir y verlo por mí mismo!"

 

"¡Ja!" Gu Chil gritó a su espalda: "¡Si no regresas para la cena por la noche, Wang Cho te matará de verdad esta vez! ¡No pierdas el tiempo con cosas innecesarias y vuelve al trabajo!"

 

Pero Cho Sam acababa de irse.

 

"... ¿Qué va a hacer ese bastardo ahora?" Gu Chil negó con la cabeza, absolutamente desconcertado por el cambio en su comportamiento.

 

"Parece que realmente se preocupaba por Cho Sam," dijo Jo Geol. "Sahyeong, tenías razón, Gu Chil es realmente amable."

 

Yoon Jong sonrió. "Creo que, por nuestra parte, ya hemos pagado su amabilidad."

 

Al aconsejarle que no se una a esta secta podrida.

 

"...Eh". ¿Era este el rostro de un comerciante que había perdido toda su fortuna? Así era ciertamente el rostro de Cheong Myeong.

 

Hyun Jong derramó una lágrima. Realmente, para Cheong Myeong, su secta era toda su fortuna. Ya era consciente de lo mucho que se niño apreciaba al Monte Hua, pero oírlo lo llenó de alegría. Esperó, con todo su corazón, que ahora igualmente pudiera encontrar a la secta como un tesoro.

 

— El Monte Hua es el Monte Hua.

 

Esas palabras que había dicho una vez debían de ser ciertas.

 

Cheong Myeong, que acababa de llegar a su secta después de mucho tiempo, sin nadie a quien conociera, ¿habría respondido lo mismo? O, en su lugar, ¿había podido responder así porque se había familiarizado con las nuevas generaciones?

 

Cuando pensó en ello, con todos los Discípulos del Monte Hua muertos en la batalla contra el Demonio Celestial, era inevitable una disminución del poder. Durante ese tiempo, podrían haber sido expulsados de las Grandes Sectas. Pero no importaba cuánto se devanara los sesos, ¿cómo podrían expulsar al Monte Hua y la Unión de Mendigos entrar en las Grandes Sectas en solo cien años? ¿Cómo tuvo sentido eso? ¿Cómo podrían ser incluidos los Mendigos, que no sabían nada de Artes Marciales…?

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo exclamó: "¡Así es! Incluso los mendigos ahora eran una secta, ¿en qué clase de mundo vivimos ahora?"

 

Cheong Mun suspiró. "Cheong Myeong-ah."

 

"¿Sí, Sahyeong?"

 

"Por favor, cállate."

 

"..."

 

Yoon Jong y Jo Geol tuvieron una sensación de deja vu.

 

De alguna manera, el Mendigo con el que habló no lo sabía, así que Cheong Myeong fue a preguntar. Pero no importaba a quién agarrara, el resultado era el mismo.

 

"¿Monte Hua? ¿Estás hablando de las montañas de allí? ¿Qué hay de eso?"

 

"¿Secta del Monte Hua? ¿El Monte Hua tenía una escuela de artes marciales?"

 

"Nunca he oído hablar de una secta así".

 

"¿Cómo se atreve un Mendigo a tocar mi manga? ¿Quieres que te corte los brazos? ¡Suelta mi manga en este instante!"

 

Ah, ese último no.

 

"Verlo de nuevo me enoja… " Murmuró Cheong Myeong. "Espero que no nos volvamos a cruzar, o realmente lo golpearé en la cabeza."

 

"Seis veces, pero avisarás cinco," asintió Tang Soso.

 

Baek Cheon suspiró frustrado. "¿Es porque nos falta entrenamiento? Pero cada vez que quiero aplicarlo, olvidó agregar el golpe final."

 

Los discípulos exclamaron su acuerdo enfáticamente, lamentándose en voz alta por su olvido.

 

Nadie sabía. Ni uno solo.

 

"¡Esto no tiene sentido!" ¿Cómo resultó de esta manera la Secta del Monte Hua? Siempre habría numerosas sectas famosas, pero ninguna sería tan famosa como la Secta del Monte Hua. Sería un poco exagerado decir que todos los Espadachines más famosos provienen del Monte Hua. Aún así, nadie estaría en desacuerdo en que el Monte Hua fue uno de los tres más famosos, junto con Wudang y Namgung".

 

Los discípulos de dichas sectas levantaron las cabezas cuando escucharon los nombres de sus sectas ser mencionados.

 

¿Pero la gente no sabía que existía?

 

"Argh..."

 

Hubo una respuesta positiva, al menos.

 

"¿Secta del Monte Hua? Creo que he oído hablar de ello. ¿No eran famosos en el pasado? Por lo que escuché, mataron al Demonio Celestial y luego se derrumbaron. ¿Todavía están allí?"

 

¿Se derrumbaron? ¿La Secta del Monte Hua?

 

"¿Qué clase de mier*a estaba soltando?" Sería más realista decir que el palacio imperial se quemó y el emperador huyó.

 

Los discípulos del Monte Hua cerraron los ojos, resignados antes la cantidad de improperios que comenzó a salir se la boca del las joven. No, del más viejo. Realmente no lo hace mejor.

 

Cheong Myeong-ah, por favor abatente de insultar al emperador...

 

¡La Secta del Monte Hua ha caído! ¡La Secta del Monte Hua!

 

Tal vez debería estar contento de ser yo quien resucitó. Cheong Myeong recordó la extraña expresión que el Líder de la secta sahyeong tenía en sus últimos momentos. Si estuviera vivo para escuchar esta noticia, habría vomitado sangre y muerto de nuevo.

 

Cheong Mun sostuvo su estómago que no dejó de retorcerse con incomodidad desde que comenzó la narración de la lectura. Ciertamente, si habría sido él quien llegó al pasado, ni siquiera sabría con qué cara enfrentar a sus descendientes. Además, aunque fuera egoísta, estaba feliz de que fuera Cheong Myeong ya que pudo encontrar a tantas personas nuevas en las cuales confiar.

 

"¡No no!" Cheong Myeong saltó de su asiento: "¡Necesito verlo con mis propios ojos!"

 

La Secta del Monte Hua había existido durante cientos de años, sin importar cuán horrible fuera el estado en el que se encontraba. Tenía que verlo.

 

"¡Me voy al Monte Hua!" Sus ojos azules brillaban con pasión.

 

"¡Gracias a dios por su imprudencia y terquedad!" Exclamó Baek Sang en voz alta. "¿Qué pasaría si nunca hubiera ido a revisar?"

 

Baek Cheon negó con la cabeza. "Eso es imposible, incluso yo, si escuchara que el Monte Hua ha caído, no podría creerlo hasta que lo comprobara con mis propios ojos."

 

En eso, los discípulos del Monte Hua del futuro estuvieron de acuerdo.

 

¿Fue porque habían sido entrenados por Cheong Myeong?

 

No estaban seguros, pero era cierto que todos ellos se habían vuelto especialmente tercos e inflexibles a la hora de darse por vencidos.

 

Como si las células cerebrales hubieran sido intercambiadas por músculos.

 

Este fue el momento en que el aleteo de las alas de una mariposa provocaron un tsunami.

 

"Eh, ¡esa es una buena frase!" Notó Cheong Jin. "Me agrada, voy a escribirla… Ah, no tengo papel más que…"

 

Sólo unos pergaminos que había traído consigo, ¿cómo podría atreverse a escribir sobre ellos? Prefería mantener la frase fresca en su memoria.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo inclinó la cabeza.

 

¿Qué se supone que significa eso?

Notes:

Tenía este borrador desde hace tiempo, pero hoy finalmente logré terminarlo (irónicamente, me faltó la parte de reaccionar al capítulo, ya que no quería hacer un capítulo sólo de conversaciones sin la parte de reaccionar). De alguna manera escribí 8k...

Quizás agregue unos capítulos más, pero advierto que actualizo lentamente, rara vez hago series por lo mismo. ¡Bajo advertencia no hay engaño!

Chapter 5: Capítulo 3 y 4: ¿Qué diablos es esta situación? (3 y 4)

Chapter Text

Gu Chil estaba seriamente preocupado. Cheong Myeong salió de la tienda gritando a todo pulmón y luego volvió a la tienda diciendo más tonterías.

 

"Voy al Monte Hua".

 

“¡Finalmente!” Exclamó un discípulo del Monte Hua del pasado. 

 

Mientras la generación del futuro se divertía escuchando los pensamientos de Cheong Myeong, a quien habían considerado un misterio indescifrable hasta hace poco, la generación pasada había conocido a Cheong Myeong toda su vida, por lo que sólo querían saber qué había sido del Monte Hua.

 

Gu Chil solo lo miró fijamente.

 

"Esto puede sonar absurdo, pero escúchame".

 

Gu Chil realmente quería escuchar lo absurdo que sería. Sin embargo, eso quedó impresionado por las siguientes palabras de Cho Sam.

 

"Simplemente podría haberme ido sin decir una palabra, pero volví para informarte porque sé que recibí información valiosa de ti".

 

Qué desastre.

 

Realmente no había una razón para que Gu Chill escuchara las tonterías de un loco, pero se quedó porque Cho Sam parecía muy serio y se sentía mal por él.

 

“Realmente es una buena persona”, comentó Jo Geol intercambiando una mirada comprensiva con Yoon Jong. “Incluso yo quiero darle algo bueno la próxima vez que nos encontremos con él.”

 

“Entiendo el sentimiento. Sin embargo, ya le hemos pagado con el mayor de los favores”, respondió enigmáticamente. 

 

Jo Geol frunció el ceño por un momento y luego sonrió.

 

Ah, claro, le habían advertido que no entrara al Monte Hua. ¿Qué podría haber sido mejor para Gu Chil? Ahora estaba en la rama de mendigos más cercana al Monte Hua, disfrutando de todos los privilegios que Hong Daekwang le dió por ser alguien a quien Cheong Myeong apreciaba, bien alimentado y sin necesidad de casi morir todos los días por el entrenamiento.

 

“Pagaré el doble de la bondad y diez veces el resentimiento. Llegará un día en que te devolveré el favor, así que recuerda el nombre Cheong Myeong de la Secta Monte Hua. Nos encontraremos de nuevo y te devolveré el favor que te debo.”

 

“Cheong Myeong-ah…” Cheong Mun se llevó una palma a la cara.”Es al revés. Al revés.”

 

“Puedo confirmar que no fue un error en la redacción ni una confusión al momento de hablar”, murmuró una de las muchas personas estafadas por Cheong Myeong, incluso las cinco espadas tuvieron un momento de dificultad para reconocer quién era, antes de darse cuenta de que era el bandido tigre-algo, que había sido golpeado por Cheong Myeong en el camino a Yunnan.

 

Lee Songbaek pensó: “Cheong Myeong-dojang puede sonar así, pero realmente devuelve la amabilidad varias veces”.

 

Sus palabras sonaban bien, al menos. Hubiera sido genial si Cho Sam no estuviera magullado de negro y azul y vestido como un Mendigo.

 

"...realmente estás loco".

 

La cara de Cheong Myeong cayó.

 

"Sé que suena extraño, pero recuerda mis palabras. Un día, cambiarán tu destino…"

 

Como para confirmar esa idea, varias personas asomaron la cabeza, comentando las cosas que Cheong Myeong había hecho por ellos. Entre ellos se encontraban Seol Sobaek, Tang Gunnak, Maeng So, Su Yuncan, Wei Sohaeng, Wei Lishan, Hye Yeon y Hyeon Yeong. Todos tenían razones distintas para estar agradecidos, algunos era por un favor que les salvó la vida y otros por sentirse afortunados de encontrarse con Cheong Myeong. 

 

Baek Cheon, Yu Iseol, Jo Geol, Yoon Jong y Tang Soso estaban felices de encontrar a tanta gente apoyando a Cheong Myeong, por lo que inmediatamente se inclinaron hacia él y lo codearon, dándole palmaditas y burlándose en voz baja. Cheong Myeong agitó su mano, apartándolo como moscas mientras se avergonzaba en secreto. No esperaba que la atención se dirigiera hacia él por algo así, más aún cuando de la mayoría de los tratos había conseguido algo a cambio, pero los niños tontos fueron y lo elogiaron. Se sentía bien.

 

Cheong Mun se burló del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien observó todo el asunto con los ojos bien abiertos, al no haber hecho algo remotamente similar antes.

 

“Wang Cho te está buscando. Estás muerto si te atrapa".

 

"¿En serio?" Se miraron a los ojos.

 

"Jejejeje". El mundo estaba lleno de todo tipo de personas. Alguien que de repente alcanzaba nuevas alturas no era tan bueno o extraño en el gran esquema de las cosas. Por supuesto, que sucediera de la noche a la mañana fue bastante extraño y aterrador.

 

“Bueno, ¡tengo que irme!”

 

"...Vuelve pronto. O realmente te golpeará hasta la muerte".

 

"¡Me voy! De todos modos, solo recuerda: 'Cheong Myeong del Monte Hua'. ¡Recuerda ese nombre!” Con eso, Cheong Myeong se alejó audazmente.

 

Gu Chil negó con la cabeza. La vida estaba llena de giros y vueltas, a veces buenas ya veces malas. Pero si atrapaban a Cho Sam, realmente estaba muerto.

 

"¿Qué se supone que debo decirle a Wang Cho...?"

 

De repente, la solapa de la tienda se abrió y Cheong Myeong volvió a entrar.

 

¿Qué? ¿Por qué estaba de vuelta otra vez? Pero Gu Chil no tuvo la oportunidad de preguntar.

 

"¡Sí!"

 

"¿Eh?"

 

"¿Cuál era el nombre de ese bastardo?"

 

"¿Quién?"

 

“El que me golpeó”.

 

“Ah… ¿Wang Cho? Wang Cho, su verdadero nombre es Jong Pal”.

 

"¿Jong Pal? Suena como el nombre de un Mendigo. Dile a ese bastardo: la próxima vez que nos veamos, no te dejaré ir".

 

“Pobre bastardo.”

 

“Se lo estaba buscando, ¿quién se mete con Cheong Myeong sasuk?”

 

Cheong Gong y Myeong Do intercambiaron comentarios de un lado a otro. 

 

“Apuesto a que la próxima vez que lo vea, lo dejará medio muerto.”

 

“No voy a aceptar una apuesta como esa.”

 

En opinión de Gu Chil, Wang Cho fue quien "no lo dejará ir".

 

"Ahora, realmente me voy". Cheong Myeong salió de la tienda, silbando.

 

Justo cuando Gu Chil pensó que todo estaba arreglado, Cheong Myeong volvió a entrar en la tienda.

 

“¡Ay! ¿Ahora que?"

 

"Sí".

 

"¿Qué? ¿Ahora qué? ¿Por qué otra vez?"

 

"¿Qué camino me lleva al Monte Hua de Shaanxi?"

 

Esta vez no sólo los discípulos del Monte Hua comentaron algo, sino que toda la sala se llenó de risitas. 

 

Cheong Myeong se hundió en su asiento.

 

¿Qué esperaban de alguien que acababa de reencarnar…? 

 

¡No es como si hubiera llegado con mapa incluido!

 

No importaba cómo lo cortes, este bastardo definitivamente estaba loco.

 

Cheong Myeong corrió y corrió. No había una sola persona en el mundo que llevaría a un pequeño mendigo con ellos hasta la provincia de Shaanxi.

 

Increíble... Sus dos piernas, que eran tan fuertes y confiables, se sentían cansadas. Incluso su corazón se sentía débil.

 

¿Cheong Myeong alguna vez montó un caballo o un carruaje? Nunca. Podía correr mucho más rápido de lo que podría hacerlo un caballo, y no estaba ni cerca de relajarse para reducir la velocidad a propósito. Si sumas toda la distancia que corrió en su vida anterior, podrías dar la vuelta a las llanuras centrales diez veces. Por eso había comenzado a correr sin pensarlo dos veces.

 

Baek Cheon dejó escapar una exhalación sorprendida. “Cheong Myeong-ah, eso significa que cuando salimos de la secta por primera vez, montando a carruaje, ¿también fue la primera vez que lo hiciste?”

 

“¡Ah, es cierto!” Jo Geol se abalanzó sobre Cheong Myeong con una sonrisa. “¿Qué te pareció? Hmm, no recuerdo muy bien qué expresión pusiste…”

 

“Relajado”, respondió Yu Iseol.

 

“¿Fue así? Ahora que lo recuerdo, Samae estaba alimentando a Cheong Myeong.”

 

Cheong Myeong reflexionó. “¿Cómo…? Creo que fue normal.”

 

Tang Soso hizo un puchero, habiéndose perdido la experiencia.

 

Yoon Jong negó con la cabeza. “Ahora se ha acostumbrado bien a los carruajes, sólo que no a los caballos.”

 

Los discípulos dejaron escapar un suspiro sin vida.

 

Pero ni siquiera había estirado realmente las piernas antes de estar en el suelo.

 

"¡Cortar a tajos! ¡Cortar a tajos! ¡Puaj! ¡Ay! ¡Oh Dios! ¡Voy a morir a este ritmo!”

 

Ni siquiera podría haber imaginado que existiera un cuerpo tan débil. Sus dos piernas se habían reducido de acero a palos y huesos, y su incansable corazón se había reducido a estremecimientos.

 

¿Qué tontería era esta? Parecía que el corazón se le saldría de la boca en cualquier momento.

 

Yang Ho se inclinó hacia Im Pyong. “Se siente extraño pensar que Cheong Myeong ha pasado por lo mismo que nosotros durante el entrenamiento…”

 

Im Pyong asintió, escuchando con incredulidad. Nunca antes había escuchado a Cheong Myeong quejarse, de todas las cosas, por el esfuerzo. Ni él ni nadie más.

 

“¡Ahhh! ¡¿Qué clase de cuerpo es este?!” ¡Solo saltó una vez! ¿Corrió durante una o dos horas? ¡No! Fueron solo un par de minutos, ¡pero ya estaba sin aliento! ¿Qué tan mal estaba el cuerpo de este joven Mendigo?

 

"Uf". Las respuestas estaban claramente expuestas ante él. Dejando a un lado su Energía Interna, solo su cuerpo estaba en un estado bastante bueno, literalmente piel y huesos, sin una onza de carne.

 

“¡Ahh, por supuesto!”

 

De repente, todo tuvo sentido. 

 

¿Y planeaba ir a la Provincia de Shaanxi?

 

¡Un sueño imposible! Se desplomaría de agotamiento antes de llegar al monte Hua.

 

Si alguna vez llegaba al más allá, sus conocidos lo ridiculizarían. "¿El Santo de la Espada de la Flor del Ciruelo, muerto de agotamiento?" preguntarían.

 

Cheong Gong dejó escapar una risita sin querer.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo miró en su dirección, molesto.

 

“... Lo siento.”

 

"¡Jajajaja!" Una risa burlona escapó de la boca de Cheong Myeong. No importaba lo mucho que lo intentara, ni siquiera podía mantenerse en pie.

 

El abad se aclaró la garganta después de esa frase, sintiéndose incómodo al leer las risas. Nadie comentó sobre sus esfuerzos ni se burló, sin embargo, sus mejillas aún se tiñeron de un imperceptible tono rosado.

 

Los Artistas Marciales tenían grandes cuerpos, pero este era simplemente horrible. ¡Cheong Myeong no sabía si colapsaría por trabajar demasiado o pensar demasiado o simplemente por hambre! Él no lo sabía, así que solo se rió.

 

"¡Si voy a la Provincia de Shaanxi, primero necesito arreglar este cuerpo débil!"

 

Pero, ¿cómo iba a cambiar su cuerpo? ¿Hacerlo saludable? Él ya sabía la respuesta.

 

"¡Bueno, solo necesito aprender Artes Marciales!"

 

“¿También podremos ver eso?”

 

Los ojos de Baek Cheon se iluminaron. 

 

Hace un momento, la mayor parte de la sala había mirado hacia el frente aburrida, comprometiéndose a escuchar por el bien de salir de ese lugar pronto, rezando para que saltara algunas partes y dejara de explicar otras. Ahora, todos los artistas marciales, sin importar el rango o la secta, se inclinaron sobre sus asientos, esperando con expectación a que la narración profundizara sobre el conocimiento en artes marciales del espadachín más fuerte del mundo en dos vidas.

 

“Ahora que lo pienso, aquí es donde formé inicialmente mi núcleo”, recordó Cheong Myeong.

 

Los maestros que tenían discípulos con núcleos recién formados, llamaron la atención de los niños, ordenándoles que pusieran atención como si sus vidas dependieran de ello.

 

Un nuevo comienzo. Otras personas ahora podrían darse cuenta de cuán increíble era esta oportunidad.

 

¿No se dice que aquellos que no logran llegar a la cima son los que más se arrepienten? Bueno, era cierto. Incluso aquellos que alcanzaban con éxito la cima tenían sus remordimientos.

 

¡Si tan solo hubiera hecho eso en ese momento!

 

¡Si tan solo me hubiera centrado en aprender lo básico!

 

¡Si tan solo hubiera practicado cuando el Maestro me agarró la oreja en vez de salir corriendo!

 

Si tan solo no me hubieran pillado robando del salón secreto del alcohol...

 

No, olvida eso último.

 

“Je, je”, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo dirigió su mirada en dirección opuesta a Cheong Mun y Cheong Jin. “Todos tienen lo suyo, ¿no?”

 

¡Bien!

 

“Puedo hacerlo todo de nuevo”. En el pasado, Cheong Myeong fue uno de los mejores espadachines de la tercera generación. Sin embargo, eso no significaba que estuviera satisfecho; más bien, a medida que se hizo más fuerte y su comprensión de las artes marciales se profundizaba, comprendía mejor que nadie cuán ineficientemente había practicado y cuán defectuosos eran sus cimientos (fundación).

 

Cheong Myeong se encontró con la mirada expectante de los discípulos del Monte Hua, a quienes había estado entrenando hasta el punto en que pudieron saludar a sus antepasados en el más allá varias veces.

 

“¿Vieron eso? Esa es la razón por la que deben de entrenar diligentemente. Diganlo honestamente, ¿creen que podrían haberse esforzado más si tuvieran la oportunidad?”

 

Los discípulos sacudieron la cabeza con fuerza.

 

“¡Preferiría morir!” Exclamó Yang Ho.

 

La sonrisa de Jo Geol se tambaleó. “No cambiaría nada, ni siquiera sabía cuál era el significado de dar lo mejor de mi hasta entonces.”

 

Baek Cheon asintió. “Sólo quiero continuar de esta manera.”

 

Yu Iseol agregó: “Nunca quise que fueras indulgente.”

 

Tang Soso levantó los puños. “¡Definitivamente no me rendiré! No cambiaría nada desde que llegué al Monte Hua.”

 

Cheong Myeong sonrió con orgullo.

 

“Bueno. Después no se quejen porque el entrenamiento es difícil.”

 

Fundación.

 

¡Esa maldita fundación le había costado su Sahyeong y Sajae!

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se estremeció.

 

“¿De qué habla?” Replicó Cheong Gong. “¿Cómo pueden las artes marciales de alguien costarle la vida de los demás? No es como si pudiera controlar la fuerza de los demás.”

 

“Si yo…”

 

Cheong Gong interrumpió al Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Sahyeong, la vida de todos nosotros no depende de ti sino de todos, por eso somos una secta, ¡no pienses demasiado bien de ti mismo!”

 

“No es así.” 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se quedó en silencio. Cheong Myeong, escuchando todo, agachó la cabeza. No obstante, Baek Cheon comentó solemnemente. 

 

“Así es, el Monte Hua no es un lugar que debas proteger, incluso si ahora no puedo demostrarlo como me gustaría.”

 

“Lo sé”, Cheong Myeong miró a los niños que lo habían seguido tenazmente todo este tiempo. “Están peleando a mi lado, ¿verdad?”

 

Cheong Mun observó de un lado a otro entre las dos versiones de su sajae.

 

Cheong Myeong odiaba las clases básicas, pero comprendió por qué era tan importante cuando se convirtió en discípulo. Después de todo, la base es lo que hace que un hombre se mantenga firme. Una torre alta necesita una base sólida. La altura de la torre depende de cómo se coloquen los cimientos. Pero el joven Cheong Myeong no lo sabía. No importaba cuánto le explicaran sus Maestros, él simplemente no entendía. Incluso cuando lo entendió, no pudo darlo todo.

 

¿Por qué?

 

Porque solo es humano. Si Cheong Myeong estaba ocupado cavando sus cimientos, ¿qué pasa con la persona a su lado que ya había construido tres pisos? ¿Quién no se daría prisa?

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro, quienes compitieron con dureza los unos con los otros, fingieron que no habían escuchado la última oración.

 

¡Además!

 

“Siempre me dijeron que me concentrara en la base y lo básico, pero cuando lo hice, simplemente elogiaron a los que estaban delante de mí”. ¡Maldita supremacía del poder!

 

Esta vez, no sólo los discípulos del Monte Hua del pasado, quienes habían presumido de sus discípulos más talentosos, se avergonzaron, sino que los maestros de las otras grandes sectas sintieron que fueron señalados directamente. 

 

Sin embargo, podía entenderlo. Los maestros también eran solo humanos.

 

Todos sabían que el gran éxito provenía de bases sólidas. Aún así, mientras los estudiantes luchaban con sus cimientos, los maestros estaban ocupados elogiando a los que tenían una excelente habilidad con la espada.

 

Eso fue soportable. El Monte Hua enseñó con paciencia para que los estudiantes fueran bastante buenos para contener sus emociones.

 

Sin embargo, los estudiantes y maestros tenían fiestas de bebida después de la práctica nocturna. ¿Qué pasa si alguien comienza a jactarse de su discípulo, incluso en la fiesta de bebida? Los borrachos comienzan a alardear de sus discípulos como si fueran únicos, y aquellos que no tienen nada de qué jactarse simplemente tienen que sentarse y aceptarlo.

 

Cheong Mun miró hacia adelante con la conciencia tranquila, no sólo porque nunca tuvo que pasar por algo así, sino porque el sajae que crió era el más fuerte así que realmente no entendía lo que era no tener de qué jactarse en cuanto a artes marciales, sólo pudo notar lo importante que era en su lugar el temperamento y la paciencia.

 

Eso es todo. No más paciencia.

 

A la mañana siguiente, descargan su frustración sobre sus Discípulos.

 

"¡El discípulo de mi sajae ya está haciendo la segunda Formación de la Espada de la Flor de Ciruelo!"

 

"¡El discípulo de ese hombre podrido aparentemente ya se aprovechó de una Energía Interna superior! ¡Ni una sola vez he perdido contra él! Pero ahora estoy perdiendo, ¿de quién crees que es la culpa? ¿Eh? ¡Respóndeme!"

 

"¡No hay suficiente poder! ¡Más poder!"

 

Con maestros así, ¿qué base se puede sentar? ¡Estaban demasiado ocupados tratando de presumir a sus Estudiantes! Era un círculo vicioso, donde las habilidades del Sajae se transmitían a los Discípulos.

 

Baek Sang se acercó a Un Geom. 


“Sasuk, gracias por enseñarnos a todos por igual, incluso cuando varias veces estuve a punto de quedarme atrás. Gracias a las enseñanzas de sasuk, pude mantener la calma y sentar una base sólida.”

 

El corazón de Un Geom se volvió cálido. “Lo más importante para mí es que todos ustedes puedan dar lo mejor de sí mismos y explorar su potencial, no importa si es lento o rápido. Sólo espero que estén felices con lo que consigan y puedan vivir sus vidas plenamente.”

 

“Sasuk…”

 

“¡Sasuk… Muchas gracias!”

 

“¡Gran sasuk!”

 

Las lágrimas fluyeron alrededor del maestro que les había enseñado pacientemente incluso cuando el Monte Hua no tenía esperanza.

 

"¡Sin embargo!" ¡El Cheong Myeong actual era diferente!

 

No había necesidad de apresurarse. No había ningún maestro incitándolo. Ahora que ya había visto el camino que tenía que subir, solo tenía que dar un paso a la vez.

 

¿Fundación? Otros cavarían en terreno llano, pero Cheong Myeong derribaría montañas. ¡Su torre se alzaría sobre un pico inexpugnable!

 

El primer paso siempre es importante. El Dantian y el Qi Interior. En cualquier cuerpo, el Dantian era débil. A medida que uno practicaba, se volvía más fuerte y mejor para retener el Qi hasta que pueda suministrar el Qi para sus Artes Marciales. Un Dantian bien entrenado podría ser el factor decisivo frente a otros Artistas Marciales.

 

En pocas palabras, es como hacer rodar una bola de nieve. Imagina hacer rodar una pequeña bola de nieve por la ladera de una montaña. Una bola del tamaño de una uña se vuelve del tamaño de un puño y crece exponencialmente a partir de ahí. Pronto, es una avalancha colosal que ningún poder humano puede detener.

 

Lo que Cheong Myeong necesitaba hacer era crear un Dantian sólido para sostener su Qi. Eso significaba que tenía que encontrar una montaña donde la bola de nieve nunca dejara de rodar.

 

“La verdad, no entiendo eso”, murmuró uno de los discípulos más jóvenes a su maestro.

 

“Luego te explico. Incluso si no lo entiendes, grábalo en tu memoria.”

 

"¡Bien entonces!" Cheong Myeong miró a su alrededor cuidadosamente antes de comenzar. Hacer un Dantian por primera vez fue arriesgado. Dejó la ciudad para buscar un lugar apartado, para evitar bajas. Era poco probable que alguien saliera lastimado, pero ¿por qué correr el riesgo?

 

“Sahyeong, ¿normalmente es así de peligroso?” Preguntó Jo Geol.

 

“No lo creo, Geol-ah. Al menos en nuestro caso.”

 

Tang Soso intervino. “Es porque Cheong Myeong sahyeong es un experto.”

 

“Aún así, creo que estuvo bien al final”, añadió Cheong Myeong. “Esperaba algo más.”

 

'Aquí está bien'. Cheong Myeong fue al bosque y se sentó con las piernas cruzadas bajo la sombra de un gran árbol.

 

“Ahora, ¿por dónde empiezo?” Había muchas cosas en su cabeza: Todas las enseñanzas del Monte Hua, más de una docena de métodos para aprovechar el Qi.

 

“El del Monte Hua, por supuesto”, respondió Cheong Jin.

 

Estaba el Qi de Autocuración.

 

“¡Sasuk!” Se quejó Myeong Do. “¡El del Monte Hua!”

 

El Método del Corazón de la Flor de Ciruelo, específico de la Espada de la Flor de Ciruelo.

 

Los discípulos del Monte Hua dejaron escapar una ovación.

 

El Qi Interno, que aumentaría el Qi de uno siete veces.

 

“Es cierto que suena genial, sin embargo… “ Baek Cheon le dirigió a Cheong Myeong una mirada de juicio. “¡Obviamente el del Monte Hua!”

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua. “¡Sí, ya lo sé! Monte Hua, ¡Monte Hua!”

 

El Qi Regulador, se dice que contiene todas las formas de Energía.

 

Tang Bo, desde el otro lado de la sala, exclamó. “¡El del Monte Hua, dosahyeong-nim!”

 

Cheong Myeong se pellizcó el puente de la nariz.

 

La cantidad de métodos en su cabeza sorprendería a la mayoría de las personas. Si decidiera no limitarse a las enseñanzas del Monte Hua, Cheong Myeong podría aprender mucho.

 

Sin embargo, Cheong Myeong ni siquiera pensó en ello. Sabía qué técnica tenía que aprender.

 

“Equilibrio de Seis”.

 

Por primera vez, la voz de Cheong Myeong era clara y segura.

 

“Ufff, ¿vieron? Sin dudas, decía sin siquiera pensar en ello. De todos modos ya lo sabían…” 

 

Baek Cheon sonrió alegremente. “Eso es porque fuiste tan dramático.”

 

El abad anunció: “Ese fue el fin del tercer capítulo, a continuación, leeré el cuarto.”




C4 - ¿Qué diablos es esta situación? (4)

 

“Equilibrio de Seis”—.

 

La unidad de la Tierra y el Cielo y los cuatro puntos cardinales: Este, Oeste, Norte y Sur. Seis.

 

El Equilibrio de Seis es el Mundo, y el mundo es el Equilibrio de Seis.

 

Seguro que sonaba bien.

 

Aunque era la técnica más básica en el mundo, la cual todos conocían sin importar el tipo de técnica que utilizaran, aún prestaron atención a la explicación.

 

Entonces, ¿qué significa eso exactamente en las Artes Marciales?

 

Es como uno de esos artículos sin valor que se tiran de las tiendas ilegales a cambio de monedas. No era barato, pero la gente lo consideraba barato. Era la Técnica de Artes Marciales más barata del Mundo, vendida a un precio que cualquiera podía pagar. En resumen: es barato.

 

“Sí, bueno, ya entendí que es barato”, resopló Cheong Gong. “Todavía es la técnica que usamos, ¿sabes? Trátala con más respeto.”

 

Se suponía que era lo primero que alguien debería comprar en la librería para aprender Artes Marciales. Aquellos que no lo sigan terminarían aprendiendo lo mismo por autoeducación.

 

“Si lo dices así, me da un poco de pena por la técnica”, murmuró Tang Soso. 

 

Cuando Cheong Myeong estaba muy activo, el Equilibrio de Seis, el Derecho de Deliberación y las Tres Espadas eran famosos. Cuando Cheong Myeong era conocido como uno de los mejores Espadachines de la Tercera Generación, las técnicas básicas de las Artes Marciales giraban en torno al Tai Chi.

 

Entonces, ¿por qué Cheong Myeong estaba aprendiendo este truco barato ahora?

 

Baek Sang se cubrió la cara con las manos. “Al menos va a decir una o dos palabras buenas ahora… Espero.”

 

Porque no es barato. El Equilibrio de Seis fue una de las técnicas introductorias de la Secta del Monte Hua. Todos los que entraron al Monte Hua fueron instruidos en el Equilibrio de Seis porque podía limpiar el cuerpo de cualquier persona de impurezas. Desafortunadamente, no fortaleció tu Qi Interno; simplemente te hizo más saludable. Aquellos que no entendieron esto lo despreciaron y lo maldijeron tanto que querían eliminarlo de las enseñanzas de la Secta del Monte Hua. Inevitablemente, los recién llegados a la Secta del Monte Hua terminaron odiando el Equilibrio de Seis.

 

Los discípulos de tercera clase del pasado se rieron en voz baja, haciendo expresiones de vergüenza y arrepentimiento.

 

Uno de ellos suspiró. “Sí… Si el maestro quiere, puede golpearme cuando regresemos.”

 

“Mientras dejes de quejarte de ahora en adelante.”

 

Mientras tanto, Jo Geol parpadeó. “Realmente no creo haber escuchado a nadie quejarse de las técnicas que aprendíamos en la secta, todos parecían tan felices de aprender más.”

 

“Bueno, Geol-ah, piénsalo un poco”, Yoon Jong se cruzó de brazos. “¿Un discípulo que fue al Monte Hua se quejaría de la falta de enseñanzas?”

 

Aunque parecía hablar de la confianza que tenían los niños en las técnicas de la secta, la realidad era mucho más cruda:  los niños que fueron a la secta sabían poco o nada sobre artes marciales, la mayoría provenían de familias acomodadas que buscaban un pasatiempo o huérfanos que habían sido recogidos por el Líder de la secta. 

 

Además, todos aprendieron juntos lo mismo y sólo habían conocido las artes marciales de Zhongnan, de las que no conocían sus fundamentos. 

 

Entonces, realmente era imposible quejarse.

 

Pero Cheong Myeong lo sabía mejor: esta no era una técnica sin valor. Si lo fuera, Cheong Myeong nunca habría llegado tan lejos como lo hizo hace cien años.

 

“Todo tiene un propósito”.

 

El Equilibrio de Seis no aumentó la Fuerza ni el Qi. Honestamente, al comparar la eficiencia de las técnicas de Qi Interno, el Equilibrio fue menos de una décima parte de la efectividad de otras técnicas.

 

Pero el Equilibrio de Seis fue increíble para lo que fue creado; el cuerpo del practicante estaría perfectamente purificado.

 

“No es de extrañar que el núcleo de Cheong Myeong sea tan puro”, dijo Tang Soso. “Es la técnica llevada a cabo en su máxima expresión.”

 

Cheong Myeong levantó la barbilla, sonriendo satisfecho.

 

“La base.”—para decirlo simplemente.

 

La Fundación. La base más importante.

 

Era la mejor Técnica de Artes Marciales para purificar el cuerpo, perfeccionar el Dantian y perfeccionar el cuerpo mismo. Sin embargo, los efectos nunca fueron visibles a simple vista, ya que las personas solo notaron su Dantian cuando usaban habilidades.

 

Al final, incluso el Monte Hua dejó de enseñar el Equilibrio de Seis. Solo lo enseñaban en la clase introductoria porque era tradición, e incluso entonces sólo cuando se les preguntaba.

 

Cheong Mun se rascó el cuello avergonzado.

 

“Cuando volvamos, será lo primero que cambie”, prometió. “De hecho, Cheong Myeong-ah, ¿no te gustaría dar clases?”

 

“¿Qué? ¡Ni loco!” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo retrocedió en su asiento. “Sahyeong, piénsalo bien, ¿cuántos discípulos de tercera clase hay ahí? Por lo menos son doscientos…”

 

Hyeon Jong pensó en silencio que ese era el número de discípulos que tenían actualmente si reunían a todas las generaciones.

 

“No tienen que ser todos, sólo unos pocos.”

 

Echando un vistazo hacia atrás, donde las cinco espadas observaron el intercambio con interés, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se mordió el labio. Su yo más viejo parecía feliz enseñando a los niños, pero no por eso significaba que él mismo lo sería, para empezar, eran personas completamente distintas a las que enseñaría. Ni siquiera sabía lo suficiente sobre la relación que llevaban todos. 

 

“Todavía es muy pronto para decidir”, replicó. “Continuemos mirando y lo pensaré.”

 

Que desastre. ¿De qué servía tratar de correr y volar, cuando solo eres capaz de gatear?

 

En su vida pasada, Cheong Myeong tampoco quería aferrarse a una técnica que no le daba resultados.

 

"Una pérdida cien veces mayor. ¡Maldición!" Era su mayor arrepentimiento. Si tan solo hubiera completado el Equilibrio de Seis en lugar de cambiar a una técnica diferente, Cheong Myeong podría haber sido el doble de fuerte.

 

Era imposible reconstruir sus cimientos una vez construida la torre. Pero, afortunadamente, tuvo la oportunidad de corregir sus errores. Esta vez, pudo completarlo con una meticulosa atención a cada detalle. Su nueva torre sería aún más grande y hermosa.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo suspiró. Sólo porque hablarían de su futuro, ¡no significaba que estaba bien criticar a su pasado abiertamente frente a los demás!

 

“No llegué al pico de mi potencial, pero aún era el más fuerte”, se justificó. “No había una razón para esforzarse al máximo hasta entonces.”

 

“A decir verdad, no creo que esté equivocado”. Baek Cheon inclinó la cabeza. “Después de que salimos de la secta, nos encontramos con oponentes más fuertes, sólo por eso fuimos capaces de esforzarnos y darnos cuenta de lo que nos faltaba.”

 

“Sólo me di cuenta de mi propia fuerza cuando competí en el torneo de Shaolin”, admitió Yang Ho. 

 

Baek Mu concordó. “Pude compararme con gente de mi edad y fui capaz de conocer a gente por encima de mi nivel. Sin eso, no sé si habría podido rendir de la misma manera.”

 

Im Pyong dijo. “Para empezar, creo que puedo continuar con mi entrenamiento porque todos tenemos que pasar por lo mismo, y puedo competir con mis sahyeongjae.”

 

Baek Cheon sonrió con tristeza. “¿Para qué ser más fuerte si no tienes con quién luchar? Mi mayor alegría como espadachín es la emoción de cruzar nuestras espadas y dar mi mejor esfuerzo.”

 

Cheong Mun estiró su brazo, rozando el de su sajae en un consuelo sin palabras.

 

"Hmph". Con una respiración profunda, Cheong Myeong cerró los ojos y recordó todo lo que sabía sobre el Equilibrio de Seis.

 

Cuando se calmó, su Qi se movió. Con cada respiración, el oxígeno llenaba su cuerpo y el Qi se movía. Los principiantes tardan alrededor de un mes en sentir el oxígeno moviéndose por su cuerpo, pero Cheong Myeong no necesitaba ese tiempo.

 

La Energía del aire fue guiada por el Equilibrio de Seis y se instaló en la parte inferior de su vientre.

 

Ahora comienza el verdadero trabajo. Cheong Myeong no tenía intención de holgazanear en el nivel básico de la técnica. Seguir el camino trazado no estaba mal, pero alguien que ya había recorrido el Camino de las Artes Marciales nunca podría estar satisfecho con un logro tan pequeño.

 

Un poco más. Enfocó su mente en filtrar las impurezas mezcladas con el Qi. Era como mirar cada uno de los hilos de un enorme rollo de tela y corregir suavemente cada hilo desalineado.

 

Fue perfecto.

 

Para Cheong Myeong, la cantidad de Qi reunido era irrelevante; lo que necesitaba era un Qi puro único en su clase.

 

Los discípulos tomaron nota desesperadamente, intentando recordar cada palabra como si su vida dependiera de ello. 

 

“Había notado que el Qi de Cheong Myeong-ah era poco, pero no sabía la razón”, señaló Jo Geol. “Así que es más puro.”

 

“Si sólo te concentras en la cantidad y no en la calidad, no llegarás a ningún lado.”

 

“¿Es por eso que es frío?”

 

Cheong Myeong señaló su núcleo. “Es sólo Qi sin impurezas.”

 

El Qi comenzó a desvanecerse; del tamaño de una semilla de mijo, se hizo cada vez más y más pequeño. Después de más de medio día, todo lo que quedaba era una fina astilla de energía. Cualquier otra persona se avergonzaría de llamar a esta Energía "Dantian".

 

“Phewwwww.” Cheong Myeong finalmente abrió los ojos.

 

Su rostro estaba bañado en sudor. Sus harapos estaban empapados de sudor y llenos de polvo. Ya estaba sucio, pero estaba en un nivel completamente nuevo.

 

“Espero que te hayas dado una ducha antes de ir con el Líder de la secta.”

 

Cheong Myeong le frunció el ceño a Baek Cheon.

 

“Por supuesto que sí.”

 

“Esta es la primera vez que lo hago con tanta concentración”. En lugar de difícil, Cheong Myeong lo encontró refrescante. Estaba muy satisfecho con los resultados, aunque llamarlo Dantian era bastante ambiguo.

 

Era débil: si buscabas en toda la historia de las Artes Marciales, no podrías encontrar un Dantian más débil que el de Cheong Myeong.

 

Pero Cheong Myeong lo sabía: había dado el primer paso hacia la base perfecta. Este pequeño Dantian fue la puerta de entrada a un mundo completamente nuevo. Esta mota de Qi puro rodaría como una bola de nieve y crearía un deslizamiento de tierra imparable.

 

Si. Al igual que…

 

…ese bastardo, el Demonio Celestial. 

 

Con esas dos palabras, los murmullos y las conversaciones que habían tenido lugar en toda la sala se callaron. Apenas se podía escuchar el sonido de la respiración puesto que muchos contuvieron el aliento. Este era quien había puesto en jaque al mundo.

 

El cuerpo de Cheong Myeong se tensó. Incluso pensar en él hizo que los escalofríos le recorrieran la espalda.

 

Ni siquiera era humano. Él era abrumador.

 

No, simplemente estaba más allá de las palabras.

 

Se reunió un grupo de la mayoría de la élite de todas las sectas. Ni siquiera estaban detrás de la Secta del Demonio Celestial; solo querían una persona: el mismísimo Demonio Celestial.

 

¿El resultado? Aniquilación total.

 

Este fue el momento en que los ancianos de las grandes sectas del pasado miraron hacia sus descendientes correctamente, evaluando el nivel de habilidad y los rostros de los discípulos del futuro.

 

El Líder de la secta Zhongnan del pasado habló: “Así que es por eso que la generación del futuro parecía un poco más débil.”

 

Era la verdad que nadie quería admitir. 

 

Desde que llegaron a la sala, dejaron de lado el sentimiento de inquietud y se consolaron pensando en que aún eran niños, o que este no podría ser el número total de discípulos de la secta por lo que no representaba toda su fuerza, no obstante, si la élite había sido aniquilada, difícilmente podrían transmitir sus habilidades a sus descendientes.

 

No fue una exageración decir que el Demonio Celestial había vencido sin ayuda a las Grandes Sectas.

 

Quizás... Quizás Cheong Myeong sería así esta vez si hiciera todo bien.

 

“Estás apuntando a un nivel aterrador”, Baek Cheon se mordió el labio inferior. Si Cheong Myeong quería ser así de fuerte, no podría quedarse atrás, era realmente como perseguir el cielo despejado y sus infinitas posibilidades.Tal vez no tendría fin tampoco. “Bastardo codicioso.”

 

“Je, si soy yo, es posible.”

 

No serás sólo tú ; Baek Cheon no se atrevió a decir palabras tan audaces en voz alta.

 

Porque aún era débil. 

 

“Está bien…” Cheong Myeong se puso de pie de un salto.

 

Se las arregló para pararse a mitad de camino antes de torcerse y caer de cara.

 

¿Cómo? ¿Se desmayó por el exceso de trabajo?

 

“¡Kuuk!” Se apoyó en sus brazos. O lo intentó, al menos. Sus brazos no se movían.

 

"¿Oh?" Sus brazos temblaron como si hubieran sido golpeados por un rayo. La vista de sus brazos desnudos temblando como ramitas lo hizo sentir patético.

 

"¿Por qué... ahora qué?" Esto no debería estar pasando. Cuando uno aprende el Qi Interno, el cuerpo debería tener mucha más energía.

 

"E-espera un momento". Cheong Myeong dirigió su mirada a la parte inferior de su abdomen.

 

Se reunió el Qi más puro del mundo, tan pequeño como un... ojo de hormiga.

 

Era lo suficientemente puro como para satisfacer incluso al Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo, y era... casi milagrosamente pequeño.

 

¿Qué significaba eso exactamente?

 

“¡No, maldita sea! ¡Eso no me va a ayudar a usar mi cuerpo ahora mismo! ¿Cómo podría olvidarlo?" Cheong Myeong se agarró la cabeza mientras se retorcía en el suelo.

 

Cheong Mun dejó escapar unas carcajadas cansadas. “Bueno, yo también lo había olvidado.”

 

¡Debería haberlo pensado antes de crearlo! ¡Piensa! ¡Piensa, Cheong Myeong, piensa! Su cerebro estaba en su cabeza, así que ¿por qué no pensó? ¿Por qué no lo hizo?

 

Podía escuchar la voz del Líder de la secta sahyeong amonestándolo.

 

"¡Por favor, piensa un poco! ¡Piensa! ¿Por qué no usas la cabeza cuando haces las cosas por primera vez? ¿Por qué? Tu cabeza no es un adorno, ¡piensa!"

 

“¿Oh?” Cheong Mun se dió la vuelta, parpadeando hacia el Santo de la Espada Flor de Ciruelo y luego a Cheong Myeong. “¿Así crees que yo…? Pfft.”

 

Cheong Myeong se avergonzó, sonrojándose hasta la punta de las orejas. “¡Qué! No es como si estuvieras ahí para quejarte, ¡puedo imaginar lo que quiera!”

 

La palma de la mano de Cheong Mun, pesada y cálida, cayó sobre la cabeza de Cheong Myeong, acariciando su cabello suavemente.

 

“Está bien, pero sé más amable.”

 

Si hubiera sabido que resultaría de esta manera, lo habría pensado un poco más.

 

"¿Necesito ir al Monte Hua con este cuerpo?"

 

¿A qué distancia estaba el Monte Hua? Aproximadamente…

 

“¿D-dos mil millas?” Parpadeó adormilado.

 

¿2000 millas? Cualquier persona común tendría dificultades para viajar 2000 millas. Pero un niño normal, no, ¿un mendigo sin nada que comer?

 

"¡Puaj!" Cheong Myeong se frotó la cara. “¡Ay! ¡Esta vida podrida!”

 

Pero, ¿qué se suponía que debía hacer? Ya había creado su Dantian, no era como si pudiera haber creado un Dantian más grande incluso si lo hubiera sabido. Sabía lo que venía de tomar atajos. ¡No más sacrificar el futuro por el bien del presente!

 

“Recuérdalo bien, Cheong Myeong-ah”, Baek Cheon empujó su costado con insistencia.

 

“Lo sé, lo sé”, Cheong Myeong rodó los ojos. “De todos modos Dongryong está ahí para correr en sentido opuesto al peligro cuando necesite el recordatorio.”

 

“¡Fue por el bien de la vida de todos! Y soy tu Sasuk, ¡trátame con respeto!”

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado se burlaron en voz baja de Baek Cheon, el pobre discípulo ingenuo que aún intentaba regañar a Cheong Myeong por sus modales, agudizando sus sentidos para escuchar cada conversación de los discípulos del futuro para averiguar lo que sucedió a partir de las pistas.

 

“Está bien, Sasuk”. Para sorpresa de los discípulos del pasado, Cheong Myeong se rió, aceptando la petición a medias. “No cambies.”

 

Uff, ¿por qué los discípulos del futuro obtuvieron el Cheong Myeong indulgente?

 

¡Ellos sólo fueron golpeados sin motivos de entrenamiento!

 

Fue todo un enigma.

 

“¡Kuuuk!” Cheong Myeong suspiró y se levantó del suelo. "...¿Qué demonios es esta vida?"

 

Todo lo que Cheong Myeong podía ver eran dificultades sin fin a la vista. ¡Pero las dificultades forjaron héroes!

 

“Ahora sé que no sólo son las dificultades.”

 

Los discípulos del Monte Hua, ya sea del futuro o del pasado, miraron a Cheong Myeong con atención, incitándolo a continuar.

 

“Sí, también es en gran parte el destino, aunque toda mi vida luché por volverme fuerte y finalmente recibí el título…” Cheong Myeong señaló a Baek Cheon. “Incluso cuando lo vi por primera vez, débil como un renacuajo, ya parecía un héroe sacado de una leyenda.”

 

Todos los ojos se volvieron hacia Baek Cheon, quien de manera automática sonrió como si se enfrentara a una reunión política. Internamente, maldijo a Cheong Myeong y se avergonzó por partes iguales.

 

“¿Ven a lo que me refiero? Esta cara que podría llamarse la más bonita de Shaanxi será el rostro del Monte Hua como futuro Líder de la secta.”

 

Los discípulos del pasado asintieron con miradas contemplativas.

 

“Cheong Myeong-ah, por favor”, Cheong Mun lo regañó. “La mayor cualidad de un futuro Líder de secta es la capacidad para liderar y mantener vivo el espíritu de la secta.”

 

Hyeon Jong estuvo de acuerdo. “Nuestro Baek Cheon es bueno por esas cualidades, Cheong Myeong-ah, no avergüences a tu Sasuk.”

 

“Líder de la secta, si bien estoy de acuerdo con usted, hay que reconocer que nuestro Cheong Myeong-ah tampoco se equivoca”, Hyeong Yeong se acomodó los anteojos. “No en vano le pedí que llevara a Baek Cheon con usted cuando visitaba a los comerciantes.”

 

“Así que fue por eso…”

 

Cheong Gong miró de Cheong Mun a Baek Cheon. “Bueno, incluso yo sentiría un poco de presión por darle lo que quiere, parece ventajoso al momento de cerrar tratos comerciales, Líder de la secta.”

 

Myeong Do agregó. “Y realmente parece el más guapo de Shaanxi.”

 

Jo Geol se pavoneó. “Por supuesto que sí. Nuestro Sasuk no perderá ante nadie en ese aspecto. Sólo necesitamos colocarlo al frente de la procesión cuando conocemos a los civiles y fácilmente obtendremos el favor de la población.”

 

“Geol-ah, no lo digas en voz alta, suena grosero.”

 

“Pero es verdad.”

 

Cheong Myeong se sentó de nuevo, como si hubiera hecho un punto y ahora estuviera satisfecho. 

 

“Bastardo…”

 

“Bueno, si Sasuk no quiere esta fama, más adelante se humillará a sí mismo de todos modos.”

 

“Olvídalo, yo estuve mal.”

 

"¡No hay nada que no puedas hacer con un poco de persistencia!"

 

Cheong Myeong apretó los dientes y se dirigió a la ciudad cojeando.

 

“Kuak…” Cheong Myeong se derrumbó en el suelo.

 

¡Hay cosas que tampoco se pueden hacer con persistencia! Y qué tiempo para darse cuenta.

 

Cheong Myeong se había dado cuenta de que había una fuerza que podía detenerlo. Le dolían las piernas, pero podía tolerar el dolor. Pero había una cosa que no podía tolerar.

 

Tengo hambre. Nada podía resolver el hambre que rabiaba en su estómago vacío.

 

Im Pyong puso una expresión seria. “Hay varias cosas para hacer. Por ejemplo, masticar raíces o hierba, buscar comida en el bosque o pescar en el río.”

 

Tang Soso añadió. “Es un principio similar a las píldoras durante el entrenamiento cerrado. Los materiales son ricos en hierbas nutritivas y energía espiritual. Si encuentras las hierbas correctas…”

 

Cheong Myeong no era ajeno al hambre, en realidad. La práctica a veces requiere disciplina. Comer era un acto de aceptar el Qi Externo, pero, naturalmente, la comida también podía contener Qi impuro. Por lo tanto, aquellos que buscaban Qi puro se prohibían comer. Hubo momentos en que Cheong Myeong pensó en abandonar su entrenamiento, pero era un verdadero discípulo del Monte Hua y era inmune al hambre.

 

“¿Las píldoras? Soso, sobrevivir de esa manera no es vivir, ¡necesitas carne!”

 

“Lo sabemos”, respondió Yu Iseol, sombría.

 

Bueno, eso fue lo que pensó. Cheong Myeong nunca había aprendido el enorme abismo entre elegir no hacer algo y no poder hacerlo: el hambre extrema no se podía superar con paciencia. Su estómago se sentía como si estuviera siendo atacado desde adentro.

 

“... Lo siento.”

 

Las cinco espadas se estremecieron al recibir la disculpa sincera.

 

Se las arregló para salir del bosque y llegar al pueblo, pero no pudo hacer nada más. Prácticamente se había arrastrado para salir del bosque.

 

¡La primera crisis de vida o muerte que experimentó después de renacer fue el hambre! Era un nivel completamente nuevo de absurdo para él. ¿Quién era Cheong Myeong? Uno de los mejores Espadachines de la Tercera Generación... Ah, estaba cansado. Y hambriento. Estaba convencido de que la muerte estaba a la vuelta de la esquina.

 

Hyeon Yeong golpeó su puño contra el reposabrazos.

 

“¡Nunca más tendrás que preocuparte del hambre ni tener algún antojo insatisfecho! Sólo di la palabra, traeré montañas de carne. dulces y alcohol!” 

 

Hyeon Jong intentó apaciguar a Hyeon Yeong. “Ciertamente no dejaremos que pase hambre, pero mencionar el alcohol aquí..”

 

“Líder de la secta, no finja ahora que no ha consumido alcohol como todos los niños aquí. Si va a hacer algo, entonce no se avergüence hasta el final, levante la cabeza y defienda a sus discípulos.”

 

Hyeon Jong recordó el vergonzoso incidente en Shaolin, donde recibió a sus invitados con una fuerte resaca y una apariencia desaliñada. Él lloró. “No digo que no lo hagan, ¿pero cómo no avergonzarme?”

 

Baek Cheon rebuscó en sus mangas. “Cheong Myeong-ah, aquí tengo un bocadillo.”

 

Cheong Myeong abrió la boca naturalmente para aceptar el dulce, masticando rápidamente 

con un suspiro complacido.

 

Cheong Jin levantó la mirada hacia el techo. ¿En qué se había convertido el Monte Hua? Parece que el Monte Hua del futuro fue teñido completamente con los colores de Cheong Myeong.

 

Trató de reunir Qi para convertirse en una bestia salvaje, pero en su lugar se convirtió en un gusano.

 

Maeng So se rió.

 

No, cuando pensaba en ello, su cuerpo estaba al borde de la inanición desde el principio. Solo se dio cuenta una vez que estuvo al borde de la muerte.

 

¿Qué hago ahora? Necesitaba dinero para conseguir comida, y necesitaba trabajar para conseguir dinero. 

 

“Vaya, Cheong Myeong-ah, ¿conseguiste un empleo en tu camino a la secta?” Yoon Jong se sorprendió.

 

“Ja, sahyeong, ¿ahora quién es el ingenuo?”

 

“... Tienes razón, fue mi culpa por preguntar.”

 

Pero trabajar en su estado actual era imposible.

 

En ese momento, un crujido vino de alguna parte.

 

“Fin del capítulo cuatro, a continuación, narraré el quinto”, anunció el abad. “El título de los próximos capítulos es: Dios mío, el Monte Hua realmente está en ruinas.”

 

Los discípulos del futuro se sobresaltaron.

 

Hyeon Jong suspiró con tristeza.

 

“Aquí viene.”

Chapter 6: Cap 5, 6, 7, 8 y 9: Dios mío, el Monte Hua realmente está en ruinas

Notes:

FINALMENTE TERMINÉ ESTE CAPÍTULO MUAJAJAAJAJAJ

No es que lo hubiera olvidado, ¡ja! ¿Pensaron que lo había abandonado? No hasta que salga mi queridísimo Baek Cheon y todos reaccionen ante él...

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

“El Monte Hua en ruinas…” 

 

Cheong Jin miró ansiosamente al podio.

 

¿Qué tan malo podría ser? Los comentarios descuidados de las generaciones futuras ya lo había puesto en guardia, sumado a su actitud evasiva sobre aquellos asuntos menos que ideales, y la corta conversación sobre la situación de su secta. 

 

Ni siquiera podía intentar engañarse porque los discípulos frente a sus ojos estaban bien entrenados, con las mejillas regordetas al ser bien alimentados y vistiendo su ropa para dormir de alta calidad. Ese fue el futuro, después de que Sahyeong llegara a la secta, ¿qué tanto podría cambiarlo? Cheong Jin sabía mejor que nadie que Cheong Myeong podría conseguir lo que sea si se lo propusiera. 

 

Ahora era momento de saber qué tan grande había sido ese impacto.

 

"¡Finalmente!" Cheong Myeong se apoyó en el palo que estaba usando como bastón. Finalmente, el magnífico Monte Hua yacía ante sus ojos.

 

"¡Finalmeeeeeeeeeeeeeeeente!" Las lágrimas fluyeron libremente. ¿Qué tan difícil fue llegar aquí? Había rozado los hombros con la muerte tantas veces y llegó usando el cuerpo de un niño, no diferente de un ordinario, no, menos que el cuerpo de una persona ordinaria.

 

Por supuesto, no era algo que la gente normalmente no enfrentara en sus viajes, principalmente hambre y agotamiento. Pero eso también era peligroso, ¿verdad?

 

Maeng So asintió varias veces junto a las personas de Nanmanyasugung.

 

“Esos tiempos difíciles… ¿Cuántos no han caído debido al hambre? Puede sonar algo simple, pero es así porque siempre se mantiene como una prioridad, de lo contrario no podríamos sobrevivir más de una semana.”

 

Incluso Seol Sobaek estuvo de acuerdo. “No importa cuántos preparativos se hayan hecho para la vivienda, las medicinas y la ropa, ¿cómo podemos sobrevivir si no hay suficiente carne hasta que termine el invierno?”

 

Y luego los discípulos del Monte Hua del futuro también hicieron sonidos de aprobación.

 

Yoon Jong, criado desde joven conviviendo con esa clase de dificultades, fue el menos afectado. Y aún así agregó su parte. “La falta de comida es una sensación horrible…”

 

“No creo que pueda volver a eso, Sahyeong”, lloró Yang Ho.

 

“Está bien, no volverá a suceder.”

 

“Y si no hay comida…” Yu Iseol colocó su mano sobre la empuñadura. “No volverá a suceder lo mismo”

 

Yoon Jong abrió la boca. “¿Yu Sago…?” 

 

Cheong Myeong se dió cuenta de que estaba rodeado de gente que había pasado por circunstancias realmente difíciles debido a la pobreza. Y que ahora usaban la violencia fácilmente, pero no se detuvo en esos detalles.

 

Tang Soso miró hacia el cielo, o bueno, el techo. 

 

Era en momentos como estos en que se daba cuenta de la diferencia entre los discípulos que habían vivido años en el Monte Hua y ella que había llegado más tarde, cuando las cosas habían mejorado significativamente.

 

…¡Después de sus terribles pruebas, Cheong Myeong finalmente había llegado al Monte Hua!

 

"...Finalmente." Si escribiera sus penurias, se convertiría en la epopeya de un héroe. O la epopeya de un mendigo.

 

Jo Geol no pudo evitarlo, se echó a reír. Los discípulos del Monte Hua lo siguieron rápidamente. Cheong Myeong los observó con una sonrisa.

 

Hong Daegwag se frotó las manos mientras se reía entre dientes. Si el Dragón divino del Monte Hua realmente escribía su propia epopeya, ¡se volvería rico! Y no sólo eso, ¡aumentaría la reputación de la Unión de mendigos! De manera gratuita, si no decidía extorsionarlos por dinero para escribir buenas cosas sobre ellos.

 

Eso no va a suceder, ¿verdad?

 

Por supuesto, Cheong Myeong no podía ignorar el desgaste de su cuerpo. Aunque había acumulado qi, la energía que debería haber usado para desarrollar su cuerpo la gastó caminando y corriendo. Su cuerpo no se había fortalecido en absoluto: el constante chirrido de sus huesos hizo que Cheong Myeong hiciera una mueca de dolor.

 

Incluso su ropa ya harapienta se había reducido a retazos en su cuerpo. ¿Y el polvo se les pegó?

 

Cheong Myeong plameó sus túnicas, quitando el polvo inexistente con una mueca.

 

“De todos modos, creo que ya estoy acostumbrado a vivir con una capa de polvo al rodar en el suelo por culpa del entrenamiento.”

 

“Geol, eso es asqueroso”, Baek Cheon hizo una mueca. “Báñate bien después de entrenar.”

 

“¡Pero lo hago!”

 

Los discípulos a su alrededor hicieron muecas de manera similar y Baek Cheon lo ignoró.

 

Pero eso no era importante. Cheong Myeong había llegado al Monte Hua.

 

Aplastaré la cabeza de cualquiera que diga que renacer le otorgaría una vida maravillosa. Cheong Myeong inconscientemente cerró los ojos con fuerza.

 

Cómo renaciste era importante. Si renacía como un mendigo sin padres ni templo que lo acogiera, prefería no renacer.

 

“Cheong Myeong-ah, incluso si hubieras renacido con tus recuerdos, ¡definitivamente nos habríamos encontrado!” 

 

Jo Geol levantó el pulgar con optimismo, cambiando de tema con facilidad.

 

“Tienes razón, sahyeong”, asintió. “Nos habríamos encontrado como mendigos después de que el Monte Hua hubiera sido embargado.”

 

“...” Sin palabras, Jo Geol sonrió. “Pero juntos, ¿eh? Ja, ja…”

 

Cheong Jin y Cheong Mun compartieron una mirada horrorizada. ¿Embargado? ¿El Monte Hua embargado? ¡Cómo podrían llegar hasta ese punto! Sabían que las cosas eran malas, pero para que en cien años la imponente montaña con negocios fructíferos a las faldas de esta produciendo ganancias fuera embargada…

 

¡Pero el sufrimiento termina ahora! ¡Finalmente había llegado al Monte Hua! Entonces, ahora vería con sus propios ojos: ¿qué diablos le pasó al Monte Hua?

 

"¡Vamos!" Cheong Myeong empujó vigorosamente su bastón y comenzó a escalar el Monte Hua.

 

Después de un tiempo…

 

"¡Huaaak! ¡Huaaak!" Cheong Myeong, aferrado a las laderas de los acantilados, jadeó como si sus pulmones fueran a estallar.

 

"¿Qué prueba es esta?" ¿En esta montaña? ¿En esta montaña tan importante? ¿Tenía sentido que el camino fuera así? Podía recordar los caminos de las Sectas Shaolin y Wudang rebosantes de incienso, pero no podía ver a una sola persona visitando el Monte Hua.

 

“Ahora hay demasiada gente”, se quejó Im Pyong. “Extraño los días aburridos.”

 

“Y tenemos que correr de un lado a otro atendiendo a los invitados, ¿verdad?” concordó Yang Ho. “Podría haber estado balanceando mi espada en ese tiempo.”

 

“Recuerden, niño”, Baek Sang alzó la voz, dirigiéndoles una mirada fría. “Más gente visitando el Monte Hua significa más ingresos económicos.”

 

“Diablos, ha sido corrupto por el élder Hyeon Yeong.”

 

“Es demasiado tarde para él…”

 

Im Pyong y Yang Ho negaron con la cabeza. Baek Cheon suspiró. Así que él no era el único que se había dado cuenta del cambio de actitud en su sajae. A veces extrañaba los tiempos más simples en los que Baek Sang lo apoyaba con una mano suave e indulgente. Ahora todo eran regaños y castigos con su mesada en juego.

 

Cheong Myeong miró tristemente hacia abajo. Acantilados interminables se extendían ante su vista. ¿Fue una exageración? Obviamente. Nada era interminable. ¡Pero él estaba por encima de las nubes! ¡Esta montaña loca era tan alta que habían pasado las nubes y todavía tenía que caminar!

 

Esto ya no era un camino. Si esto era un camino, entonces un gorrión era un fénix. ¿Puedes llamarlo un camino si no puedes plantar ambos pies en el suelo y tienes que arrastrarte hacia adelante sobre tus manos y rodillas?

 

“Líder de la secta”, llamó Cheong Myeong. Hyeon Jong y Cheong Mun voltearon al mismo tiempo. “Ah, Líder de la secta Hyeon Jong… Creo que deberíamos de arreglar un poco el camino, ¿no es demasiado salvaje?”

 

Cheong Mun dejó caer la cabeza con decepción. Hyeon Jong lo pensó por un momento y luego respondió. “Sin embargo, el camino que nuestros antepasados han transitado…”

 

Hyeon Yeong alzó la voz. “Debería cambiarse.”

 

“---Debería mantenerse”, el Líder de la secta Hyeon Jong hizo una pausa. “¿Eh?”

 

“Líder de la secta, piénselo por un momento: dos clases de personas llegan recurrentemente al Monte Hua, una son los artistas marciales y los otros son comerciantes”, alzó dos dedos. “Para los artistas marciales no importa si es un acantilado o una escalera recta, podrán subir con unos pasos. Sin embargo, ¿qué hay de los comerciantes? Los comerciantes son nuestra fuente de ingresos, ¿van a seguir viniendo si se sienten a un aliento de morir en cada visita?”

 

“Oh— Oh, tienes razón. En ese caso, veamos qué podemos hacer para facilitar el tránsito.”

 

“Gracias, Líder de la secta.”

 

Cheong Mun estuvo de acuerdo en silencio. Aunque también pensó que era divertido ver las filas de discípulos de distintas sectas aferrarse desesperadamente a los acantilados cada vez que visitaban debido a algún evento. Los ayudaba a mantener las filas ordenadas y evitar el apiñamiento. 

 

"¡Maldita sea! ¿En qué estaban pensando, construyendo la Secta en la cima de esta montaña?" Cheong Myeong quería correr e investigar tan pronto como llegara al Monte Hua, pero no parecía que tuviera la oportunidad.

 

"Sahyeong. ¿No es el Monte Hua un lugar tan auspicioso? ¿No es ese pico de allí con forma de espada? Parece que la Secta se estableció en un buen lugar".

 

"...Mierda. Maldita sea".

 

¿Qué? Picos como espadas? Muy parecido a una espada. Los caminos a la Secta cortaron sus pies como espadas.

 

Seol Sobaek murmuró. “Creo que a mi también me gustaría ver ese nuevo camino en nuestra primera visita.”

 

“No temas llevarte la experiencia completa”, se burló Cheong Myeong. “Además, no será tan malo con tus habilidades.”

 

“Aunque sólo estoy empezando…” Seol Sobaek se ruborizó. “Me encantaría conocer al Monte Hua en todas sus formas, tan pronto como sea posible.”

 

Incluso si ya lo habían acordado de antemano, aún quería decirlo.

 

Se decía que el Monte Hua era el más empinado de las cinco montañas. Fue solo cuando no pudo usar las artes marciales que Cheong Myeong realmente entendió.

 

"Realmente voy a morir". No era una broma, estaba completamente convencido de que su vida estaba en peligro. Sus extremidades ya estaban temblando, y tenía un largo camino por recorrer. Y al ver lo vacío que estaba, comprendió cuánto había sufrido el Monte Hua.

 

“Cheong Myeong-ah, toma un descanso antes de seguir adelante para recuperar tu fuerza…” Fue el amable consejo de Yoon Jong.

 

“No importa, sahyeong. Cuanto antes se escale, mejor.”

 

Baek Cheon asintió de acuerdo. “Admito que habría hecho lo mismo. De todos modos, ¿realmente morirá si cae a esa altura? Sólo serán unos rasguños. Como máximo tendrá que volver a escalar.”

 

“Este loco”, Yoon Jong se palmeó la cara. “El problema es que estos dos son como dos gotas de agua y se retroalimentan.”

 

“Yoon Jong, soy tu Sasuk.”

 

“... Lo siento, Sasuk, me dejé llevar.”

 

Cheong Myeong tosió. “Sí, me di cuenta. Lo estoy anotando mentalmente.”

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro se estremecieron. Hubieron algunos discípulos del pasado que no pudieron evitar sudar frío ante la amable advertencia. Aunque era menos asesina y amenazante de lo que estaban acostumbrados, sólo parecía prometer un nuevo nivel de dolor y venganza. Guau, Cheong Myeong había dominado la tortura prolongada también, verdaderamente impresionante.

 

"Ack". Cheong Myeong gimió y se apoyó contra la pared.

 

¡Pero no podía rendirse! ¿De qué servía si se rendía después de todo este camino? ¡Si hay una montaña, es trabajo de un hombre escalarla! ¡Levantándose de nuevo con persistencia y coraje!

 

…La verdad era que bajar era más peligroso.

 

…En serio.

 

Tang Soso se animó con ese comentario. “La verdad es que la primera vez que entré con mi sahyeongjae,¡ pensé algo similar! Mis brazos temblaban y mis piernas se sentían débiles, pero con una piedra pesada en mi espada, temí que caería mucho más rápido y dolorosamente que simplemente obligarme a terminar de escalar.”

 

Yang Ho suspiró. “Si caigo con la piedra sobre mi espalda, me aplastará; si caigo sobre la piedra, podría romperme la columna vertebral.”

 

“Ese es un peligro médico sobre el que medito frecuentemente.”

 

Cheong Gong tragó saliva, interviniendo en la conversación de la futura jóven generación. “¿Por qué harías esa clase de entrenamiento si es tan peligroso?”

 

El tono de Tang Soso se suavizó, hablando más respetuosamente cuando respondió. “Es el entrenamiento estándar para los discípulos del Monte Hua. Yo tampoco quería quedarme atrás, así que me uní en cuanto estuve lista para comenzar.”

 

“¿Estándar?” Sus ojos se desviaron hacia Cheong Myeong. “¿Convertiste eso en parte del entrenamiento estándar?”

 

Cheong Jin soltó una risita incrédula. “Sahyeong, ¿hiciste estándar el entrenamiento de los mayores para todos los discípulos?”

 

“Sí, bueno, ¿por qué no? De todos modos era fácil. Después de un rato se acostumbraron”. Cheong Myeong se encogió de hombros. “Los niños aprenden rápido.”

 

“Nunca pensé que te escucharía decir eso”, Cheong Mun parecía vagamente impresionado y alegre. “Antes creías que no se esforzaban lo suficiente o simplemente no valían la pena.”

 

“Viendo sus estándares puedo entender por qué”, agregó Cheong Jin.

 

“Entrenamiento para los mayores, eh”, Baek Cheon se sintió un poco más tranquilo al escuchar eso. “Realmente funcionó bien para los jóvenes discípulos. ¿También los carritos de metal lo eran? No, al menos eso no debería existir aún.”

 

Yoon Jong colocó su mano sobre el hombro de Baek Cheon. “Está bien, sasuk, no hay necesidad de asustar a nuestros antepasados.”

 

Aunque Choeng Mun, Cheong Jin y Cheong Gong ya temían por el futuro de la secta.

 

Una mano arañó la parte superior del borde del acantilado.

 

"¡Accckkkkkk!" Las yemas de sus dedos blancos y polvorientos eran frágiles, pero levantaron el resto de su cuerpo.

 

"¡Ahh! ¡Me voy a morir!" Cheong Myeong se dejó caer sobre su espalda, apenas había logrado levantar su cuerpo.

 

"¡Ja, ja, ja, ja! ¡Casi caigo!"

 

Podía ver las nubes que había puesto muy por debajo de él. Llegar tan lejos, como un niño, merecía un cumplido de sí mismo.

 

“Bien hecho”, dijo el Santo de la espada flor de ciruelo, aplaudiendo una vez.

 

“Eh, gracias…” 

 

Fue extraño, muy extraño, pero Cheong Myeong no iba a negarse un elogio. Se lo merecía.

 

No fue fácil. Realmente no fue fácil.

 

La buena noticia era que no tenía que bajar de la montaña. Todo lo que quedaba era encontrar la Secta.

 

Vamos a ver. Cheong Myeong luchó por ponerse de pie y miró a su alrededor. De esa manera, frente a él había un camino que conducía a la cima. Desde un pequeño trecho a lo largo del camino, podía ver el Monte Hua. Las pequeñas piernas de Cheong Myeong bombearon. Su corazón tembló. Después de cien años, finalmente regresó al Monte Hua.

 

"Por supuesto, solo ha pasado un mes desde que llegué aquí". Pero usemos cien años, porque suena mejor.

 

Cheong Mun se rió en voz baja. Siempre le había gustado este lado humorístico de su sajae, por lo que revolvió su cabello cariñosamente. El Santo de la espada flor de ciruelo sonrió suavemente.

 

Baek Cheon intercambió miradas silenciosas junto a Yu Iseol, Baek Sang, Yoon Jong, Jo Geol y Tang Soso. Aunque la preocupación no era visible en sus rostros, la forma en que se habían callado con los labios en una línea tensa delataba sus verdaderas emociones. Ellos se habían dado cuenta del significado más profundo: desde que Cheong Myeong entró a la secta, para él sólo había pasado un mes desde que perdió a todas las personas que más apreciaba.

 

Por un momento, pensaron en la forma en que Cheong Myeong se había ido suavizando con el paso de los años, cada vez menos irritable y un poco más melancólico. Parecía que el fuego en sus venas se había ido apaciguando. Aún ahora estaba en duelo. 

 

Ellos se habían convertido en su red de apoyo durante estos años. Cerraron los ojos para digerir la noticia, apreciando profundamente la confianza y el cariño implícitos en ello. Cheong Myeong rara vez demostraba abiertamente cuánto se preocupaba por ellos, usualmente ocultándose detrás de palabras afiladas, así que tener una prueba de ello fue abrumador. 

 

Subir la colina no fue nada difícil. Su cuerpo estaba completamente agotado, pero la idea de llegar al Monte Hua le dio fuerzas.

 

"Ahhh…" La vista de las tejas del techo de la puerta principal llenó sus ojos de sentimiento. El río y las montañas habían cambiado, pero estas tejas no; las suaves curvas aún capturaban el espíritu del Monte Hua.

 

Cierto, en esos viejos azulejos—

 

¿Eh?

 

¿Viejo?

 

¿Faltaba un azulejo?

 

Hyeon Jong se sostuvo el corazón con lágrimas en los ojos. Las puertas de la secta habían resultado dañadas en múltiples ocasiones. Por ejemplo, cuando el cultivo demoníaco había atacado a la secta después de que su líder fuera derrotado. 

 

Sin embargo, habían sido arregladas en cierta medida por sus antepasados, por lo que el daño provenía, en cambio, de los prestatarios que habían tocado las puertas con enojo para que se les devolviera el dinero y a los arrogantes discípulos de Jongnam que estaban desesperados por humillarlos.

 

Jin Geumryong miró hacia un punto distante, escuchando a medias con desinterés la historia del discípulo del Monte Hua. Aunque había sido interesante conocer al niño que parecía superarlo en talento bruto, todo tuvo sentido cuando se supo que era un antiguo maestro reencarnado, así que resolvió sus dudas y sólo quedó esperar hasta que la historia avanzara a algún punto interesante. A saber, hablar sobre secretos y técnicas de artes marciales del legendario Santo de la espada flor de ciruelo, o al menos mencionar las ominosas advertencias de guerra para su futuro. Cualquiera serviría.

 

Lee Songbaek sonrió suavemente, recordando la última vez que viajó al Monte Hua como si se adentrara al territorio de un poderoso dragón. No era una mala metáfora después de que el apodo le fue dado a Cheong Myeong. Y al saber su historia, se sintió aliviado de haberle mostrado respeto anteriormente. Pensar que incluso el Santo de la espada flor de ciruelo lo invitó a unirse a su secta…

 

Cheong Myeong se frotó los ojos.

 

¿Se equivocó?

 

No importaba cuánto frotara, el paisaje no cambiaba. Con cada paso más cerca, la puerta medio destruida se volvió más y más clara.

 

Cheong Myeong se detuvo.

 

La puerta principal fue lo primero que vieron los visitantes. Incluso si el interior estaba dañado, la puerta principal siempre se mantuvo elegante y ordenada.

 

Pero esta era la puerta del Monte Hua. Su construcción frugal y pragmática emanaba la atmósfera del Monte Hua. Y al menos se mantuvo limpio.

 

Pero…

 

¿Qué estoy mirando? Las baldosas estaban esparcidas aquí y allá y pintadas por todas partes. Necesitaban ser reemplazados, y con urgencia, ¡pero los pilares agrietados, ennegrecidos y sin pintar eran aún más horribles!

 

Mientras tanto, Ki Mokseung resopló, cruzando sus brazos sobre su pecho. Por supuesto, ahora sería la mejor parte, ¿no podrían mostrarle incluso a sus antepasados cuan bajo había caído el Monte Hua? Los azulejos serían el último de sus problemas. Jong Rigok tuvo una forma de pensar similar, dirigiendo una mirada hacia el antiguo Líder de la secta y mayores. Todos ellos parecían encontrarse aún vagamente sorprendidos, reclinándose en sus asientos para escuchar atentamente lo que había sucedido. 

 

T-Telarañas… Tenían que ser removidas con frecuencia, para que pudiera entender eso. Sin embargo, era imposible entender por qué los dejaron donde eran tan visibles.

 

Un Am agachó la cabeza con tristeza. Aunque había pasado todos los días cerca de la puerta a patrullar, nunca pensó en quitar las telarañas cuando sintió que habían problemas más apremiantes, pero mirando hacia atrás, era él quien carecía de disciplina. Si su yo más jóven hubiera sabido que esta escena habría sido vista por tanta gente importante… 

 

No, al menos debería haberlo hecho para mantener la dignidad de su secta.

 

Y el Punto del Dragón de Fuego…

 

"¿Adónde fue el letrero? El letrero, ¿adónde fue?" ¿No simbolizaba el letrero a la Secta misma? ¡¿Adónde diablos se fue?! ¡Esta puerta no decía "Gran Secta del Monte Hua"!

 

Cheong Myeong giró su cabeza hacia Hyeon Jong. “De hecho, es una buena pregunta. Líder de la secta, ¿a dónde fue el letrero?”

 

Hyeon Jong se tocó el cuello de la túnica con incomodidad. “Fue pedido como evidencia del préstamo…”

 

Ambos suspiraron como si dejaran escapar un pedazo de sus almas.

 

¡Ese era el letrero que Sahyeong limpiaba todas las mañanas! ¿A dónde se fué? ¿Dónde?

 

Cheong Mun sonrió levemente. En medio de la preocupación y a punto de volverse loco, esto aún fue en lo primero que pensó Cheong Myeong. Era dulce. Aunque lo sabía con la cabeza, le hizo darse cuenta de cuánto realmente se preocupaba por él ese niño que no podía socializar correctamente. 

 

El Santo de la espada flor de ciruelo se sorprendió gratamente cuando le dieron unas palmaditas en la cabeza, aceptándolo con una mirada de sospecha injustificada hacia Cheong Mun. Aigoo , ¿por qué era tan paranoico…? No es como si hubiera hecho alguna travesura, ¿verdad?

 

Las piernas de Cheong Myeong perdieron fuerza. Apenas se tambaleó hasta la puerta principal, pero no le quedaban palabras.

 

"Por lo que escuché, ¿está arruinado?"

 

"¿Secta del Monte Hua? Creo que he oído hablar de eso. ¿No eran famosos en el pasado? Por lo que escuché, mataron al Demonio Celestial y luego se derrumbaron. ¿Todavía están allí?"

 

Cheong Jin estaba a puto de arrancarse los cabellos de la frustración. ¡Muestren el Monte Hua de una vez! Está bien si está arruinado o lo que sea, pero necesita saber con qué están trabajando para ponerse manos a la obra y comenzar a pensar en un plan viable para su implementación. 

 

"...¿Arruinado?" ¿El Monte Hua? Los ojos de Cheong Myeong temblaron.

 

"No—¿Qué clase de mierda de perro es esta?" Otros pueden desesperarse, pero Cheong Myeong luchó por contener su creciente irritación.

 

¡Monte Hua, destruido! Maldita sea, no otra cosa, ¿pero el Monte Hua? ¿El Monte Hua?

 

"Oh, Dios mío. El Monte Hua está arruinado. El Monte Hua..." No importaba cuánto lo intentara, no podía negar la realidad. Cheong Myeong, maltratado y conmocionado, finalmente tuvo que admitirlo.

 

"¡Líder de la secta sahyeong! ¿Por qué sucedió esto? ¡Por qué! ¿Por qué sucedió esto? ¡Ah, maldita sea! ¡Ughhhhh!"

 

El Monte Hua en realidad podría ser destruido. No importaba lo que escuchó en el camino aquí, no escuchó nada sobre el Monte Hua. Ocasionalmente escuchó sobre la Secta Wudang, la Secta Shaolin, o incluso las Sectas más pequeñas, pero ni una sola palabra sobre el Monte Hua.

 

"Es por eso que te dije que actuaras con moderación, Sahyeong".

 

"Yah. Bastardo. El Monte Hua es una Secta. ¿Cuál es el significado de los Guerreros atrapados en las montañas que se embellecen y actúan como personas grandes? Aquellos que ignoran las dificultades de los demás no tienen derecho a hablar sobre sus problemas..."

 

Los ojos de Hyeon Jong se iluminaron. “Oh, eso suena como un verdadero taoísta.”

 

“Líder de la secta, somos una secta taoísta”, le recordó Hyeon Sang.

 

“A veces me olvido”, se lamentó.

 

"¡Incluso entonces, deberías haberte contenido!" Los ancianos, los discípulos e incluso los otros grandes discípulos murieron en esa batalla. Numerosas sectas dijeron que enviaron lo mejor de sí mismos, pero no había ninguna secta tan invertida como el Monte Hua.

 

Los Ancianos que se suponía que liderarían la secta murieron, y los discípulos que se suponía que los sucederían... también murieron. Todo lo que quedaba eran los discípulos más jóvenes, que tenían mucho que aprender y ni siquiera dominaban sus artes marciales. ¿Quién, entonces, se suponía que llevaría el nombre del Gran Monte Hua?

 

Jo Geol se estremeció. Entonces comentó en voz baja: “Sasuk, creo que Sasuk estaba en lo correcto en el Mar del Norte.”

 

“No creo que se me habría ocurrido hacer algo egoísta como a Sasuk”, agregó Yoon Jong. “¡No es un insulto! Sasuk, me gusta esa forma de hacer las cosas. Prefiero que antepongas a la secta.”

 

“Bueno…” Baek Cheon bajó el puño que estaba a punto de dirigirse a la cabeza de Yoon Jong. “Es como el Líder de la secta había dicho: mi principal prioridad era llevarlos a todos de vuelta a casa sanos y salvos. Aunque al final de todos modos tuvimos que intervenir.”

 

“Me alegra que hayas seguido mi consejo”, Hyeon Jong sonrió, aliviado. “Nunca cambiaría de opinión.”

 

“Gracias, Líder de la secta.”

 

“No está mal”, agregó Cheong Myeong, sonriendo levemente. “Realmente comenzaste a actuar como un líder. Aunque algo engreído, ese Dongryong.”

 

“¡No me digas Dongryong!”

 

"...Si". Podía sentir su esperanza hacerse añicos. Podía sentirlo desmoronarse como la puerta principal.

 

El Monte Hua fue destruido.

 

"¡Sahyeong, Sahyeong! ¡Es por eso que dije eso! ¿No te dije que no quedaría nada si siguiéramos ciegamente las reglas de la secta? ¿Ves lo que pasó? ¿Cómo puedes enfrentarte al resto de la Secta en el inframundo? ¡Ahhh! ¡Hombre frustrante!"

 

Cheong Mun se quedó quieto, sintiendo el frío inundar su cuerpo junto a una nauseabunda sensación lejana de horror y culpa. 

 

El resentimiento de Cheong Myeong hizo eco en la montaña vacía.

 

"Esto es una locura. De verdad".

 

Regresó a la vida después de cien años y encontró el Monte Hua arruinado. Luchó para proteger esto, pero... si este era el resultado, ¿por qué estaban peleando realmente?

 

Se preguntó, cada vez menos seguro de sí mismo, si lo que había creído que era lo justo hasta ahora era realmente lo correcto. ¿Era, como decía Cheong Myeong, realmente su culpa que la secta hubiera caído hasta ese punto? 

 

Aquellos que ignoran las dificultades de los demás no tienen derecho a hablar sobre sus problemas, había dicho su versión del pasado, pero entonces, ¿qué tan lejos debería de llegar por los demás hasta que sea suficiente? Quería afirmar que se conocía lo suficientemente bien a sí mismo como para decir qué acciones tomaría en el futuro, pero también habría supuesto que buscaría el bienestar de la secta y sus discípulos, así que ya no estaba tan seguro.

 

Exactamente, ¿qué fue lo que sucedió antes de que Cheong Myeong reencarnara?

 

Sintió que la desesperación se apoderaba de él.

 

Fue cuando...

 

"¿Quién está ahí?"

 

—Una voz tocó sus oídos.

 

El abad respiró hondo, cambiando de página. “Continúa la segunda parte.”

 

Un Am sonrió, recordando la escena demasiado bien en su propia mente. Un niño, pequeño y flaco, mirando hacia delante con los ojos abiertos como si tuviera miedo. Había sido una escena que lo había alentado a tratar al muchacho con amabilidad. 

 

Hasta que abrió la boca, de todos modos, pero el Cheong Myeong que acababa de entrar a la secta aún era tierno en sus recuerdos.

 

“Ah…” Cheong Myeong volvió la cabeza. ¡Hay gente! Después de un mes de viaje, esta era una buena noticia: alguien vivía en el Monte Hua supuestamente en ruinas.

 

“Sahyeong…”

 

Los discípulos se giraron hacia Tang Soso, quien llamó su atención, vacilante.

 

“¿Qué habrías hecho si no hubiera nadie en el Monte Hua?”

 

Cheong Myeong miró a Tang Soso con los ojos abiertos, como si no esperara la pregunta, y luego los entrecerró conforme le daba vueltas al asunto. Los discípulos del Monte Hua lo pensaron por sí mismos, lanzando sus teorías.

 

“¿No habría intentado reconstruirlo él mismo?” Sugirió Jo Geol. 

 

Yoon Jong estuvo de acuerdo. “Incluso si no fuéramos discípulos en ese momento, podría haberlos secuestrado de la calle para convertirnos en parte de la secta.”

 

Yu Iseol frunció el ceño como si se enfrentara a una imagen difícil de aceptar. “Habría sido el Líder de la secta.”

 

“¿Me habría dejado entrar en primer lugar…?” Dudó Baek Cheon. “Si desde el principio él supiera…”

 

Cheong Myeong finalmente se decidió. “No importa, nada de eso habría importado. No habría intentado criar discípulos ni reconstruir la secta. En su lugar, buscaría a los bastardos que jugaron un papel en la caída de la secta y les habría arrancado la cabeza de sus cuellos.”

 

Las sonrisas y risas de los discípulos murieron rápidamente. La expresión de Cheong Myeong lucía francamente asesina, como si fuera a rebanar los cuellos de los discípulos para hacer una amable demostración sin siquiera parpadear.

 

“Cheong Myeong-ah… Cómo decirlo… Me alegra que hayamos estado ahí…” Hyeon Jong se secó el sudor con nerviosismo.

 

La pesada y dañada puerta de madera chirrió al abrirse sobre sus maltrechos goznes. Un hombre con uniforme negro asomó la cabeza por la puerta entreabierta.

 

"¿Un niño?"

 

Cheong Myeong se convenció de inmediato de que este hombre era un artista marcial. En el último mes, casi nunca lo habían llamado niño.

 

"¿Qué, un mendigo?"

 

"¿Este mendigo?"

 

"¿El mendigo viaja solo?"

 

Es un mendigo.

 

A la gente no le importaba si un mendigo era viejo o joven. Eran mendigos de todos modos, pero este hombre ignoró su ropa andrajosa y sudor goteante y lo vio como un "niño".

 

Un Geom le dió unas palmaditas al brazo de Un Am. “Por eso estoy orgulloso de Sahyeong.”

 

“Aunque realmente no fue nada…”

 

“Has demostrado bondad sincera, eso no algo insignificante.”

 

Hyeon Jong estuvo de acuerdo con él.

 

“Lo hiciste bien, Un Am-ah.”

 

Los labios de Un Am se curvaron hacia arriba. “Gracias, Líder de la secta.”

 

"¿Viniste aquí solo?" El hombre de mediana edad miró a su alrededor, perplejo: "¿Cómo te las arreglaste para llegar aquí solo?"

 

“Uh… bueno…” Cheong Myeong tropezó con sus palabras.

 

¿Acabo de subir? Quería decir que nada era imposible con perseverancia, pero no parecía que eso fuera a caer bien en la situación actual. Con su cuerpo flaco, levantaría sospechas sin importar lo que dijera. No había necesidad de poner excusas, lo importante no era explicarse sino tomar la iniciativa en la conversación.

 

"Más importante aún, necesito preguntarte algo".

 

"¿Eh?" El hombre puso los ojos en blanco. Era absurdo que un niño viniera aquí solo y mucho menos empezara a hacer preguntas.

 

“Ese es Cheong Myeong-ah para ti”. Yoon Jong comentó, intentando disipar la tensión.

 

Tang Gunak sonrió, alzando la voz. “Puedo confirmarlo. Es extraño verlo en un niño pero sabiendo quién es… ¡Ja, ja, ja!”

 

Maeng So se pasó una mano por el cabello. “Todavía no lo creo. Todo este tiempo bebiendo y conversando casualmente con el Santo de la espada flor de ciruelo, ¡debería de haber hecho tres reverencias!”

 

Cheong Mun se quedó sin palabras. “Vaya… Sus compañeros son entusiastas.”

 

“Son nuestros amigos, Sahyeong”, corrigió Cheong Myeong. “¡Así que las reverencias no son necesarias!”

 

“¿Hiciste más amigos?”

 

“Nuestros. Del Monte Hua.”

 

Seol Sobaek saludó en su dirección, diciendo sin palabras que era parte de la extraña combinación.

 

"¿Eres un artista marcial del Monte Hua?"

 

"...¿Sabes sobre el Monte Hua?"

 

"¿Tengo razón?"

 

"Lo soy, por ahora..."

 

¡No es demasiado tarde! Cheong Myeong dejó escapar un suspiro de alivio. Debe estar al borde de las ruinas; podía decir eso con solo una mirada, pero no estaba completamente arruinado, y esa era la parte crítica.

 

De todos modos, el legado continúa. Cheong Myeong se resolvió a sí mismo. En primer lugar, el Monte Hua era—

 

"Entra por ahora".

 

"¿Eh?" Cheong Myeong se sorprendió por la amable sonrisa del hombre.

 

"El sol está bajando".

 

"...¿Oh?" Cierto, ya estaba oscureciendo.



Las noches eran frías en el Monte Hua. Ya ha tenido un día largo: si se arriesgaba a pasar la noche al aire libre, era probable que muriera congelado. Bajar la montaña en ese momento no era razonable.

 

"Este lugar no acepta invitados en este momento, pero no puedo dejar que alguien que conoce el Monte Hua regrese solo".

 

Los ojos de Cheong Myeong giraron. ¿No fue esto demasiado fácil?

 

Cheong Myeong se acarició la barbilla. “En el futuro tal vez debería advertirles sobre los peligros de invitar a extraños dentro de la secta con tanta facilidad.”

 

Baek Sang se encogió de hombros. “No era como si pudieran robarnos.”

 

“Oh”. Mirando hacia atrás, incluso si Cheong Myeong quisiera robarles, ni siquiera habría podido encontrar suficiente comida para llenar su estómago. Si no contaban con la caja fuerte que supuestamente nadie podía abrir. 

 

… Ahora que lo pienso, realmente no había razón para que Cheong Myeong desconfiara de él. ¿De qué necesitaría estar en guardia un frágil mendigo como él?

 

“Supongo que es cierto. Sin embargo, si algo así se repitiera ahora…”

 

“¿Quién querría robar mientras estás tú en la secta?” Respondió Baek Sang con el mismo tono.

 

“Bueno…”

 

Eso tampoco estaba mal. Terminarían siendo estafados y robados a fondo a final del día. Si no les iba peor. 

 

“Si nadie vino contigo y no tienes otros planes, entra. Escucharemos lo que tienes que decir más tarde”.

 

Cheong Myeong estaba un poco aturdido, como si algo se estuviera hinchando dentro de él.

 

Si. Eso es todo. ¿Cuál era el significado de hacerte un nombre con una espada? Incluso antes de que tomaran la espada, la Secta del Monte Hua era famosa. Apenas quedaban rastros del Monte Hua, pero los fuegos de la poderosa Secta aún no se habían extinto.

 

"Entonces te molestaré esta noche". Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

"Adelante". El hombre lo hizo pasar con una sonrisa.

 

"Sí. Antes de eso, yo…” Cheong Myeong hizo una pausa. ¿Cómo debe presentarse?

 

No sé. Él no lo cuestionaría, ¿verdad?

 

"Soy Cheong Myeong. Si no es demasiado grosero, ¿puedo saber el nombre del Señor?"

 

"Cheong Myeong, eh. Qué buen nombre. Soy Un Am".

 

Cheong Mun se rió a carcajadas. “Está bien, es mejor que vivas con tu propio nombre. No es como si fueras el único Cheong Myeong en el mundo.”

 

“Aunque sí denota cierta falta de sutileza”, añadió Cheong Jin.

 

Cheong Myeong se sonrojó ligeramente. “Pero no lo cuestionó, ¿verdad?”

 

La Familia Un. Los ojos de Cheong Myeong brillaron. ¿Quizás la familia cambió? Si es la Familia Un, ¿entonces este hombre debe ser el bisnieto?

 

La generación Cheong Myeong y Un del Monte Hua eran mutuamente excluyentes. Ninguna generación existiría simultáneamente; en un momento sería Cheong, y en otro momento serían los Uns. Y como ya tenían que haber pasado cuatro generaciones, esta tenía que ser la Familia Un.

 

“No sólo fueron cuatro generaciones”, añadió Jo Geol. “¿Cuántas fueron exactamente…? Al menos diez hasta la nuestra.”

 

Baek Sang hizo los cálculos rápidamente. “Si la decimotercera generación estaba liderando, hasta la generación de nuestro Líder de secta, la vigésima, fueron siete.”

 

Entonces nunca me habría visto. Los últimos discípulos del Monte Hua que vieron a Cheong Myeong eran de otras generaciones, por lo que este hombre llamado Un Am no sabía nada de él.

 

¿No es impresionante que una personalidad como la de Cheong Myeong pudiera ser borrada de la historia? Aunque los discípulos querían comentarlo ociosamente, no se atrevieron al pensar en la razón, que todos los que lo conocieron habían muerto.

 

Se sentía como si hubieran pasado tantos años desde que había atravesado estas puertas. Cheong Myeong había sido llevado al Monte Hua por Sahyeong cuando ni siquiera podía escalar la montaña por su cuenta, y ahora había regresado por su propia cuenta.

 

Yu Iseol se mordió el labio inferior, frunciendo las cejas mientras pensaba para sí misma qué tan difícil debió haber sido enfrentar la secta actual. Para Cheong Myeong, como había dicho antes, sólo había pasado un mes pero ahora tenía que enfrentar un hogar sin una familia que lo esperara. ¿Cuán doloroso debió haber sido? Al menos, espera, se sintió un poco menos solo al conocerlos.

 

Tuvo que respirar hondo. Teniendo en cuenta lo que habían dejado atrás en el Monte Hua y las circunstancias de su regreso, no era extraño que el Monte Hua estuviera desnudo. No, al contrario, se esperaba—y no fue culpa de la gente actual. No era su culpa que sus mayores hubieran sido eliminados cuando aún eran niños.

 

En otras palabras, Cheong Myeong no tenía derecho a dirigir su ira hacia estas personas. Debería arrepentirse, en todo caso. Si Cheong Myeong hubiera estado en la misma situación, ¿habría luchado para proteger el Monte Hua? Lo habría dejado atrás y se habría ido a la Secta Wudang. ¿No era eso sólo sentido común?

 

“Eso jamás habría sucedido”, se rió Baek Cheon. “¿Cheong Myeong yendo a otra secta? Imposible.”

 

El ceño fruncido de Yu Iseol se alivió. “Les habría roto la cabeza.”

 

Choeng Myeong sintió que los discípulos se habían vuelto insufribles. “Sólo era un ejemplo, Sasuk, Sago.” 

 

“Incluso yo sé que eso jamás sucedería”, afirmó Hye Yeon.

 

Cierto. ¿Con qué calificaciones puedo castigar a estos niños? Estaba avergonzado. Pase lo que pase, tenía que asumir la responsabilidad.

 

"Uf". Cheong Myeong finalmente entró.

 

Ahhh. Cheong Myeong había nutrido su espada en este vasto salón. El suelo agrietado, la piedra de color blanco azulado...

 

Los ojos de Jo Geol brillaron. “Me pregunto cómo se habrá visto la Secta del Monte Hua en el pasado.”

 

“No es tan…” Cheong Myeong cerró la boca. “Es bastante diferente.”

 

“Ojalá pudiéramos verla.”

 

Cheong Jin meditó. “Tal vez deberíamos de hacer algunas pinturas para las futuras generaciones.”

 

Aunque ellos se iban a asegurar de preservar su secta cuando volvieran a su tiempo, aún quería intentarlo por el bien de esos jóvenes descendientes, por si acaso.

 

"...¿Eh?" Se frotó los ojos. Blanco azulado... no, ¿adónde fue? ¿Por qué el suelo estaba cubierto de barro?

 

Sahyeong no estaba satisfecho con el suelo embarrado justo más allá de la puerta principal y lo decoró con costosas piedras azules. A pesar de estar dañado por su práctica constante, nunca lo retiró.

 

Entonces, ¿dónde desaparecieron todas esas piedras? ¿Era el actual líder de la secta más pragmático que Líder de la secta sahyeong?

 

Hyeon Yeong se dió la vuelta para buscar la opinión de Cheong Myeong. “¿Cómo se ve nuestro campo de entrenamiento actualmente?”


“No es tan brillante, pero es mucho mejor para el entrenamiento, de lo contrario tendríamos que reemplazar las losas todos los días y perder una fortuna.”

 

“Es verdad. Los niños son energéticos, después de todo.”

 

“Ughhh.” Podía sentir que le venía un dolor de cabeza.

 

'Mantengamos la calma. Tranquilo. Y más tranquilo. ¿De qué servía emocionarse con unas piedras azules?'

 

Cierto. Solo piedras. No importaba lo caros que fueran, no eran más que trozos de roca azul. Incluso si el Líder de la secta sahyeong acosó a los discípulos por marcarlo con una cicatriz, todavía era solo una piedra... Las personas nacen, y también las piedras; las piedras nacen, y también las personas... Ah, las personas y las piedras van y vienen.

 

Cheong Jin y Cheong Mun intercambiaron miradas llenas de diversión. Era gracioso porque hacía todo lo posible para mantener la calma, intentando razonar como todo un taoísta, sin embargo, ¿no sonaba un poco extraño? Era la manera única de expresarse de Cheong Myeong.

 

¡De todos modos!

 

Tal vez fue vendido. Era más importante para el Monte Hua sobrevivir que proteger las piedras. Sí, eso era más importante...

 

Vamos a calmarnos.

 

"Uf. Uf." Cheong Myeong respiró lenta y profundamente. Gracias a aquellos que mantuvieron vivo el nombre del Monte Hua al vender esas piedras—

 

¿A dónde fue el Palacio Dorado Celestial?

 

Ah, no puedo verlo. ¿Que demonios? El Palacio Dorado Celestial era un edificio, no un ser vivo. No podía simplemente huir, ¿verdad? Pero no importaba cuánto buscara, el Palacio Dorado Celestial fue reemplazado por un terreno baldío.

 

Cheong Mun decidió centrarse en los humorísticos comentarios de Cheong Myeong en lugar de la terrible situación de su secta. Sonrió levemente y empujó el hombro del Santo de la espada flor de ciruelo juguetonamente. 

 

“¿Sahyeong?”

 

“Eres bastante carismático sin querer.”

 

“Je, je. Sahyeong sabe que tengo muchas buenas cualidades.”

 

"...Oh."

 

"¿Hm?"

 

"A-allí". Cheong Myeong levantó su dedo tembloroso hacia donde debería haber estado el Palacio Dorado Celestial: "L-la tierra allí parece extraña... ¿Había algo allí?"

 

“Ah, parece que tienes buenos ojos. Originalmente había un palacio en ese espacio”.

 

¿Había? ¿A dónde se fué?

 

"Jaja. No es una historia que un joven como tú deba escuchar".

 

¡Dígame! ¡Conozco este lugar mejor que tú!

 

Los discípulos del Monte Hua se dieron cuenta, con cierto grado de sorpresa y conmoción, de que Cheong Myeong había vivido más tiempo allí que incluso los ancianos de la secta. 

 

Él era, verdaderamente, quien mejor conocía ese lugar…

 

“Supongo que es una herida de gloria. Es vergonzoso decirlo, como Artista Marcial”.

 

"...Gloria, mi trasero".

 

"¿Eh?"

 

"Nada".

 

“En ese momento, Gran Sasuk, yo….”

 

No se había dado cuenta de lo mucho que debieron de haber sufrido sus descendientes hasta tiempo después, todavía estaba demasiado confundido con el cambio de realidad que había experimentado, por lo que terminó insultando a las personas que mantuvieron al Monte Hua unido cuando todo se caía a pedazos.

 

“No importa, Cheong Myeong-ah, ahora lo entiendo. Y no será la última vez.”

 

Cheong Myeong cerró la boca, reprendido.

 

Vaya, era tan injusto que todos escucharan sus pensamientos, ¡estos estaban hechos para ser privados!

 

Aunque lo último realmente lo había dicho en voz alta.

 

“Además”, Un Am hizo una pausa. “¿No era un momento de crisis para ti también? Sé que lo pasaste difícil, así que entiendo que no puedes actuar perfectamente… No te preocupes por esos detalles. Está en el pasado.”

 

“Gran Sasuk…” 

 

¡Guau! Sonaba tan maduro y sabio. Después de todo, ser un discípulo de primera clase era distinto a los niños que entrenaba usualmente.

 

Cheong Myeong estaba perdido. Las piedras azules habían desaparecido, el letrero había desaparecido y el mejor lugar de la Secta había desaparecido. Dondequiera que soplaba el viento, encontraba polvo.

 

¿Este es el Monte Hua? ¿Este? Lo habría creído si le hubieran dicho que pertenecía a esos bastardos podridos del Culto Demoníaco.

 

“¡Oye, bastardo, no era tan malo!”

 

“Cuida tus palabras”

 

“¡Cheong Myeong, tus palabras, cuida tus palabras!”

 

“No, ¿así es como hablas del Monte Hua?”

 

“Sahyeong, tú…”

 

Baek Cheon, Yu Iseol, Yoon Jong, Jo Geol y Tang Soso se giraron hacia Cheong Myeong como uno solo. Desde que se habían enfrentado al Culto Demoníaco, habían quedado con una marca en su conciencia que los hizo estremecerse cada vez que se mencionaba, ¿cómo se podía poner en la misma frase que el Monte Hua? ¿Compararlos? Impensable.

 

“¿Qué puedo hacer si realmente se veía así?”

 

Era vergonzoso porque era verdad. 

 

“No, incluso si se ve así, no deberías decirlo…”

 

“¡Quién lo está diciendo!” Cheong Myeong saltó. “¿Lo dije? ¡No! Leyeron mis pensamientos, ¿te gustaría que pasemos a leer los tuyos, Sasuk? La sucia mente de Sasuk sería igual de divertida que la mía.”

 

Baek Cheon se aclaró la garganta. “Bueno, no vayamos tan lejos…”

 

Porque también le gustaría conservar algo de dignidad. Al menos Cheong Myeong era descaradamente desvergonzado y todo lo que decía se podía intuir en cierta medida, pero su corazón era amable, por lo que al final los sigue poniéndolos delante como una prioridad pese a las quejas. Se alegra sinceramente de su éxito.

 

Baek Cheon, en cambio, admitió en lo más profundo de su conciencia que había demasiados momentos donde no había actuado como el daesahyeong apropiado que debía ser para sus sajae y sajil. Incluso la primera vez que conoció a Cheong Myeong fue algo egoísta. No quería que escucharan sus pensamientos cuando sintió celos de los hermanos marciales que debía cuidar. 

 

Al final, agregó algunas palabras.

 

“Es una situación que nadie podría haber previsto, así que no importa lo que digas, no te culparé.”

 

“Recuérdalo bien, Sasuk.”

 

El tono solemne de Cheong Myeong le dió mala espina.

 

“Siento que ya estoy empezando a arrepentirme…”

 

"Ackkkkkkk".

 

"¿Estás bien?"

 

"Ah, no. No es nada. Nada en absoluto." Sin embargo, cada vez que inhalaba, parecía atrapar bocanadas de polvo.

 

Las mejillas de Un Am se colorearon de rojo. Sin embargo, no había nada que pudiera hacerse al respecto: el campo estaba hecho de tierra, por lo que si el viento soplaba, elevaría una fina capa de polvo. Un Geom compartió su expresión de sufrimiento.

 

No era la mejor de las escenas para mostrarles a sus antepasados, ¿no podrían saltar hacia el momento en que arreglaron un poco sus instalaciones?

 

"Es un poco…"

 

"¿Hm?"

 

"Parece un poco... desolado".

 

Un Am sonrió con tristeza, una expresión agridulce que hirió a Cheong Myeong.

 

Cierto... por supuesto que sería así. Las personas que protegieron el Monte Hua, como Un Am, fueron las que más sufrieron tras su derrumbe. Si tuvieran la habilidad, no habrían dejado que el Monte Hua declinara así; si no hubieran sido leales, ¿se habrían quedado incluso cuando cayó en ruinas?

 

Debes haber sufrido mucho. Solo pensar en eso pesaba mucho en su corazón. No importaba lo mucho que lo estuviera tomando Cheong Myeong, no era nada comparado con el dolor de quienes lo protegieron todo este tiempo.

 

“Hicieron un gran trabajo”, elogió Cheong Myeong en voz alta, para que todos los mayores y discípulos de primera clase pudieran escucharlo. “Mantuvieron el Monte Hua en pie durante todo este tiempo. Sin ustedes, ahora no existiría.”

 

Un Am parpadeó varias veces para apartar las lágrimas que intentaban formarse. Fue duro, fue muy duro. Por eso estaban felices de que su trabajo fuera reconocido. “Gracias.”

 

“Cheong Myeong-ah tiene razón”, agregó Cheong Mun. “Yo también les estoy agradecido por continuar con la voluntad del Monte Hua aunque los pusimos en aprietos.”

 

Los mayores se pusieron nerviosos, negando rápidamente con la cabeza. “Para nada, estamos orgullosos del legado de nuestros antepasados.”

 

Aunque algunas veces los habíamos maldecido en voz baja , pensó Hyeon Yeong, arrepentido.

 

"Ven aquí."

 

"...Sí."

 

"Cuando viene un invitado, es correcto darle un lugar para descansar. Sin embargo, el Monte Hua es una secta y hay una ley que los invitados deben seguir. Entiendo que quieras descansar, pero primero debes presentar tus respetos".

 

Cheong Myeong asintió obedientemente. Un Am lo llevó a un lugar similar a un santuario. Aunque había varios templos importantes en el Monte Hua, no sería una exageración decir que el Templo Okcheon era el más importante. Cheong Myeong no abandonó las enseñanzas del Monte Hua, por lo que era justo entrar y orar. En estos tiempos difíciles, estaba agradecido de que Un Am se lo hubiera propuesto.

 

Y, sin embargo, no estaba listo para ver el interior del templo. La totalidad del Monte Hua estaba en ruinas. ¿Podría el templo ser diferente?

 

No nos sorprendemos demasiado. Tomó un aliento vigorizante.

 

Junto a Cheong Myeong, los discípulos del Monte Hua del pasado se prepararon mentalmente para lo que venía. En sus mentes pasó una imagen con el templo Okcheon tal como lo conocían: fresco, tranquilo y brillante. Luego borraron rápidamente la imagen de sus cabezas.

 

No podría ser así, no hay que tener expectativas. Sólo se puede agradecer que una parte hubiera perdurado con el tiempo.

 

"Por aquí".

 

"Sí."

 

Cheong Myeong se recompuso y entró en el templo.

 

—Y luego se detuvo. Okcheon fue cortado. Todo lo que pudo ver fue un retrato, un quemador de incienso y algunos objetos pequeños.

 

Tan frugal. Frugal... Cheong Myeong gimió y tembló.

 

El Santo de la espada flor de ciruelo tomó una inhalación profunda. Está bien. No importa cuan mal se pongan las cosas para el Monte Hua en el futuro, ni lo mucho que se asemeje a las sectas más pobres, mantendrá la calma frente a sus descendientes. Habían pasado por suficiente, lo último que querían era avergonzarlos frente a las grandes sectas del pasado y futuro.

 

De todos modos, ahora debería de estar bien gracias a su yo del futuro, y para la secta de su propio tiempo, definitivamente se aseguraría de cambiarlo.

 

“D-dónde…” 

 

¿Dónde estaban los candelabros de oro regalados por el Emperador Jin? ¿Dónde estaban inscritos los pergaminos de oro con las palabras del Antepasado?

 

“Vaya, ¿había algo como eso?” Baek Sang se sorprendió.

 

“Sí, ¿puedes creerlo? Oro, ¡oro puro! Obtuvimos una pequeña fortuna de ahí”, murmuró Hyeon Yeong. “Era mejor venderlo que dejarlo acumulando polvo.”

 

“Si… Incluso ahora en nuestra secta no tenemos algo tan valioso. Honestamente, me dolería ver algo así.”

 

Baek Cheon recordó la satisfacción que había sentido cuando cambió su vieja taza de té rota por una nueva y brillante. “No importa, se volvería innecesariamente molesto estar cuidando esos tesoros que no tienen alguna utilidad en las artes marciales. En su lugar, si pudiéramos tener algo como la Espada de fragancia oscura…”

 

Como uno, los discípulos del Monte Hua giraron sus cabezas hacia Cheong Myeong.

 

“¿Qué…? ¡No les daré mi espada aunque muera!” Abrazó la Espada de fragancia oscura contra su pecho. “¡Me enterrarán sosteniendo esto!”

 

“Tsk, no seas tacaño, sajil…”

 

“De todos modos, Cheong Myeong”, Jo Geol hizo un gesto tranquilizador con ambas palmas de las manos al frente. “Ahora que la secta está bien y tenemos el dinero, ¿por qué no hemos recuperado los tesoros? No es que nosotros estemos muy apegados a ello, pero parecías bastante conmocionado en ese momento.”

 

“Ah, eso…” Cheong Myeong relajó su postura. “Bueno… Simplemente pensé que era importante porque todos —incluido sahyeong— le rendían respeto, ¿pero realmente era importante? Viendo hacia atrás, no creo que haya representado muy bien la esencia del Monte Hua. Si hay algo que lo representa y debería ser cuidado, son los discípulos, ¡así que mejor gastemos ese dinero en cosas más importantes!”

 

“Cómo la comida o los uniformes”, estuvo de acuerdo Baek Sang. “Metal para espadas y reparaciones para el campo de entrenamiento.”

 

“De todos modos, ¿para qué necesitamos algo que tenga la esencia del Monte Hua si vivimos en el Monte Hua?” Agregó Baek Cheon. “Así como los uniformes no nos hacen discípulos del Monte Hua… No necesitamos algunos tesoros para representar lo que ya somos.”

 

Cheong Mun pensó: realmente es cierto . E incluso parecía algo que diría un taoísta. Y, sin embargo, se frotó el pecho para aliviar el dolor persistente. Era demasiada conmoción para un viejo anciano.

 

Pero eso no fue lo que más sorprendió a Cheong Myeong.

 

"E... esto". De ningún modo. No. ¿A dónde fue?

 

Cheong Myeong apenas logró levantar su dedo tembloroso hacia el frente.

 

"¿Eh?"

 

"D-debería haber una flor, ¿verdad?"

 

"¿Una flor?"

 

"...Sí. ¡Una flor!"

 

"¿Cómo lo supiste?"

 

"E-estaba allí, ¿verdad? ¿Adónde se fue la flor?"

 

“¿La Flor de ciruelo blanca fragante?” Se dió cuenta Cheong Mun.

 

Baek Sang inclinó la cabeza, murmurando para sí mismo. “¿La qué?” 

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado escucharon la voz baja con sus agudos sentidos, aunque no comentaron algo al respecto. En sus corazones llenos de lágrimas comenzaron a prepararse para lo inevitable. Sí, no importa qué muestren, al menos deben intentar mantener la calma para darles cara a sus descendientes.

 

Un Am inclinó la cabeza con curiosidad. Había muchas cosas que quería preguntarle a este niño, pero su rostro contraído le rogaba que respondiera.

 

"Correcto, había uno allí. Una Flor de Ciruelo hecha de un extraño metal blanco".

 

"¡Sí! ¡Esa flor! ¿A dónde se fué?"

 

"Vendido".

 

"...¿Eh?"

 

“No fue particularmente útil y no encajaba bien con la atmósfera de la Secta, y había un comerciante que quería comprarlo. Así que lo vendimos a buen precio”.

 

"V-vendido..."

 

"Si. Pero tu-"

 

"¡Puaj! ¡Puaj! ¡¿Qué?!" Los ojos de Cheong Myeong rodaron locamente. "Puaj…"

 

La Flor de ciruelo blanca fragante, junto con la Espada divina del amanecer violeta, era uno de los dos objetos sagrados de la Secta. No brillaba como el oro ni brillaba como la plata, pero se decía que contenía la esencia misma del Monte Hua.

 

“¡La Espada divina del amanecer violeta!” Hyeon Jong sonrió alegremente. “Al menos esa reliquia fue devuelta a nuestra secta.”

 

“Más que devuelta diría que fue vendida”, se quejó Cheong Myeong. “Y para colmo no es más que un pedazo de chatarra que intenta lucir bonito.”

 

“Al menos se puede poner en un estante y disfrutar la vista”, sugirió Yoon Jong.

 

“De todos modos no teníamos mucho interés en la espada en sí”, agregó Hyeon Jong. 

 

Si era la espada de sus antepasados o tenía su propio pasado con la secta, todo eso ya no importaba. Fue sólo porque Cheong Myeong parecía inusualmente apegado al objeto que había decidido intentar conseguirlo. Ahora sabían el por qué. Si Hyeon Jon hubiera sabido en ese entonces la razón, probablemente habría insistido con más fuerza para obtenerla, ya que podría ser el único recuerdo de sus difuntos hermanos marciales que podría llorar. 

 

“Que lo tengamos ahora es razón suficiente para agradecer.”

 

Y estos locos lo vendieron...

 

“Esa no fue vendida”, corrigió Hyeon Yeong. “Me pregunto qué precio nos habrían dado por ella…”

 

“Yeong-ah…” El Líder de la secta Hyeon Jong le dirigió una mirada de desaprobación.

 

Sí, habrían intentado venderla, y no habrían sentido remordimientos por ello, ¡pero no era algo que se debería de comentar descaradamente frente a sus antepasados!

 

"¡H-hay otras cosas para vender! ¡Pero ustedes deciden vender eso! Idiotas…"

 

La combinación de conmoción y fatiga finalmente lo venció, haciendo que Cheong Myeong cayera al suelo.

 

Casi podía ver la figura aterrorizada del Líder de la secta sahyeong.

 

Cheong Mun derramó lágrimas, sosteniendo con fuerza los reposabrazos de su asiento. 

 

“Líder de la secta sahyeong… Vas a romperlo…”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo fue asaltado repentinamente por Cheong Mun, quien sostuvo su mano con fuerza como sustituto para el reposabrazos.

 

“¡Ay! ¡Ay, ay! Sahyeong, no, ¡Sahyeong! Eres mucho más fuerte de lo que crees, ¡controla tu energía interna! Tu energía interna, ¡ack!”

 

Arruinado. El Monte Hua estaba en ruinas. Completamente arruinado.

 

¡Sahyeonnngggg!

 

Cheong Myeong se desmayó.

 

“¿Eh? ¿Se desmayó?” Jo Geol miró incrédulo al abad que continuó narrando impasible. “¿Ese Cheong Myeong?”

 

Yoon Jong le dirigió una mirada extraña a Cheong Myeong. “¿Realmente te desmayaste…?”

 

“Fue una gran conmoción, ¿está bien? Si te parece exagerado, entonces muere y reencarna en cien años, ¡a ver qué te parece!”

 

Los niños lo pensaron detenidamente. “Eh, supongo que es cierto.”

 

No obstante, lo sorprendente no era desmayarse, ¿no se desmayaban todos? Lo que les llamó la atención fue el objeto directo, es decir, ¡la persona que se desmayó! 

 

El abad suspiró, fingiendo no escuchar los cuchicheos de la Secta del Monte Hua. De todos modos los libros parecían tratar principalmente sobre ellos y había revelaciones ciertamente impactantes. Aún así, la mayor parte de los comentarios fueron redundantes e inútiles. Parecían… Niños. No, será mejor no pensar en eso. “Continuaré con la tercera parte.”

 

El anciano Hyeon Jong de la Secta del Monte Hua miró a Un Am confundido.

 

"¿Quieres decir que vino aquí solo?"

 

"Sí."

 

"¿Y luego se desmayó dentro del templo de Okcheon?"

 

"Parece que ni siquiera podía comer adecuadamente, pero, dado que escaló el Monte Hua solo, es natural que esté exhausto".

 

"Supongo que sí." Hyeon Jong sonrió. La aspereza del Monte Hua lo hizo bastante difícil de escalar para un adulto. La tensión que supondría para un niño sería indescriptible.

 

“Así es, ¿no me esforcé lo suficiente? Acababa de renacer, dios mío.”

 

Sintiéndose reivindicado, Cheong Myeong se frotó los músculos de sus brazos, que en ese momento habían protestado por la tensión mientras un acantilado se cernía bajo sus pies esperando a que diera un paso en falso para tragarlo. Fue una experiencia aterradora y llena de adrenalina, ¿cómo podían los niños con un núcleo perfectamente sano quejarse de pasar por lo mismo que un niño mendigo sin entrenamiento? 

 

Dejando de lado la parte en que cargan enormes piedras sobre su espalda, por supuesto.

 

"¿Dónde está ese niño ahora?"

 

“Lo trasladé al Salón de la Flor de Ciruelo. También llamé a Un Jin para ver cómo estaba y me dijo que no había más problema que la fatiga”.

 

"Eso es bueno." Hyeon Jong asintió. Cualesquiera que fueran sus circunstancias, el niño ahora era un invitado del Monte Hua.

 

"Pero es extraño que un niño suba aquí solo. ¿No hay una historia detrás de esto?"

 

“Después de la visita a Okcheon, iba a preguntarle, pero, como sabe, se desmayó y no pude preguntar”.

 

"Ya veo".

 

"Pero…"

 

"¿Hm?"

 

Un Am frunció el ceño y le explicó la Flor de Ciruelo a Hyeon Jong.

 

“'¿Los vendiste?'” Hyeon Jong inclinó la cabeza con curiosidad.

 

"Sí".

 

"¿Él dijo eso y luego se desmayó? Mmm". El mayor se acarició la barba.

 

Hyeon Jong reflexionó. “En realidad, no has sido nada discreto desde que llegaste, Cheong Myeong-ah.”

 

“No había llegado con intención de ocultarme, Líder de la secta.”

 

De hecho, ni siquiera estaba seguro de que habría discípulos de la secta de los cuales ocultarse, dado el tipo de rumores que había escuchado en el camino.

 

“Ya veo.”

 

“Aún así…” Baek Cheon suspiró. “Teníamos muchas teorías sobre de dónde podrías haber llegado, pero nunca se nos ocurrió esto.”

 

“Es porque pensamos que el karma de siju no sería lo suficientemente bueno.”

 

“¿Cómo puede ser bueno?” Murmuró. “Reencarné como un mendigo que era todo piel y huesos.”

 

Tang Soso comentó. “Aunque fue uno bonito. Mientras Sahyeong se quede quieto y no haga muecas, puede llegar a parecer un noble.”

 

Cheong Myeong se acarició la barbilla. “Vaya, ¿es así?”

 

“¡Aunque no tan bonito como Sago!”

 

Ignorando a la niña obsesionada con su hermana marcial, Cheong Myeong sonrió para sus adentros. Así que tenía una cara bonita, eh. No tan guapo como en su vida anterior, por supuesto, pero era bueno saberlo.

 

Cheong Mun se unió a la conversación, sintiéndose divertido por las conversaciones triviales de los niños. “Oh, es verdad. Tu nueva apariencia es parecida a la de un noble. Si no hablas.”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo tiró de la manga de Cheong Mun, llamando su atención con un ceño fruncido. “¿Pero no soy más guapo ahora, sahyeong? Ya sabes, en mi cuerpo original…”

 

Cheong Mun le echó un vistazo a la figura grande y fornida del Santo de la espada Flor de ciruelo. Parecía que habían músculos en sus músculos, mientras que su rostro tenía facciones toscas como las de un bandido, aunque le dieron un aire imponente de fuerza y masculinidad. Mientras tanto, el Cheong Myeong del futuro tenía facciones finas como las de un noble y músculos magros que se ocultaron bien bajo el uniforme, pareciendo un grácil tallo de bambú. 

 

Para ser honesto, el Santo de la espada flor de ciruelo parecía un bandido de montaña que sólo se podía diferenciar de ellos por el uniforme de su secta, pero era la cara que Cheong Mun había aprendido a amar ya que lo vió desde que era un niño lindo. “Eres muy lindo”, felicitó Cheong Mun, pellizcando su mejilla como si tuviera cinco años. Donde normalmente el otro se quejaría, esta vez pareció decidir ser indulgente.

 

“Y guapo”, añadió Cheong Myeong, asintiendo.

 

Yoon Jong suspiró. Tang Soso asintió junto a él. Sin embargo, como su instinto de supervivencia era alto, no se atrevieron a decir lo que el Líder de la secta Cheong Mun debió de haber sabido de un vistazo. Él también se había quedado sabiamente en silencio. 

 

"Por supuesto, podría haberlo oído mal. Pero es una larga historia. Esa no fue la única cosa extraña, antes de que pudiera preguntarle algo, me preguntó si yo era un Artista Marcial del Monte Hua. ¿Eso no significa que vino a unirse?"

 

"Sí."

 

"Me pregunto qué estaba planeando..."

 

"¿Estás preocupado?" Hyeon Jong se rió de Un Am.

 

“No es así…”

 

“¿Qué tiene de extraño saber dónde está el Monte Hua? Esta Secta dejó su huella en la historia. No es de extrañar que la gente lo recuerde”.

 

"Cierto".

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro se secaron una lágrima. 

 

Bueno, ahora era cierto, pero la primera vez que salieron, incluso cuando desfilaron con sus uniformes después de haberse hecho un nombre algo famoso, todavía había gente que no podía reconocer el nombre de su secta. Uno pensaría que salvar el mundo sería lo suficientemente importante como para ser recordado un par de generaciones después, pero ellos no se hicieron ilusiones y simplemente lo aceptaron. La realidad podía ser así de cruel.

 

Incluso ahora, después de que había pasado el tiempo suficiente para que la mayoría conociera a las cinco espadas por su nombre, todavía se sonrojaron al ser señalados. 

 

"Y podría ser descendiente de un miembro del Monte Hua".

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza. 

 

Ay, siguiendo esta narración… ¿No dirán también sus planes sobre hacerse pasar por el descendiente de Cheong Jin?

 

“De hecho, eso fue lo que pensamos…” Admitió Jo Geol con una sonrisa avergonzada. “Que podrías haber sido un descendiente de un miembro del Monte Hua.”

 

“Lo opuesto”, dijo Yu Iseol. “Es nuestro ancestro.”

 

“Si lo dices así me hace sonar viejo…” Cheong Myeong frunció el ceño.

 

“Si, cómo podrías ser viejo a tus ciento noventa años, ¿eh? Estás en la flor de la juventud.”

 

“Este Dongryong, ¿qué haces sumando los años en el medio?”

 

Baek Cheon se rió. “Tu lo hiciste primero, ¿no dijiste que sonaba mejor?”

 

Cheong Mun sonrió, un poco resignado. ¿Por qué los niños alrededor de Cheong Myeong suenan tan similares? Este es el problema con los niños, ¡no elijan el modelo a seguir equivocado! Ahora sólo falta que beban alcohol y golpeen a la gente sin pensar. 

 

Oh, no, ¿no habían mencionado algo así previamente? La secta del futuro estaba loca. Ha sido corrupta.

 

“Ah…” Un Am asintió. Cuando fueron expulsados de las Grandes Sectas, muchas personas abandonaron el Monte Hua. Pocos habían quedado para compartir su destino hasta el final. Si este niño descendiera de uno de ellos, lo descubrirían.

 

"Si te preocupa que esté aquí para robar algo, ¿qué queda para robar?"

 

Cheong Myeong se rió en voz baja. 

 

Tal vez asaltó el dinero en la caja fuerte secreta del Líder de la secta, pero también debería de considerar los ingresos que había traído a la secta a partir de los negocios que había reestablecido, las alianzas formadas, tesoros encontrados y apuestas bien elegidas. 

 

Juntándolo todo, los había vuelto ricos, ¿qué quejas podrían tener?

 

No, puede que los discípulos del Monte Hua no se quejen, aún así, había una persona de la que debía de cuidarse: ¡Cheong Mun! Su sahyeong se tomó demasiado en serio la tarea de criarlo. 

 

"...Líder de Secta". El rostro de Un Am cayó. Sin embargo, Hyeon Jong no vio eso.

 

"Vendido." Hyeon Jong negó con la cabeza y sonrió: "Bien, bien. Tal vez descendió de un ex miembro ya que parece saber lo que solía ser el Templo Okcheon. Debe haber sido vergonzoso para el niño”.

 

"...Líder de Secta".

 

"Suficiente. Es cierto que lo vendimos. No hay nada de qué avergonzarse".

 

Quizá sea mejor no decírselo. Un Am tragó saliva. No le estaba contando todo lo que el chico había dicho.

 

"¡Pero ustedes lo vendieron! Idiotas…" Se preguntó cómo reaccionaría el Líder de Secta ante esas palabras.

 

Hyeon Jong sonrió. “Es muy propio de nuestro Cheong Myeong. No es que no pueda entender lo que debió de haber pensado.”

 

"Cierto. Tráemelo tan pronto como se despierte".

 

"Sí, Líder de Secta".

 

Hyeon Jong se perdió en sus pensamientos.

 

Vendido. Se sentía como sal siendo rociada sobre sus heridas. Los antepasados nunca me perdonarán.

 

“No hay necesidad de perdonar”, dijo Cheong Mun. “Porque hiciste lo correcto.”

 

“Gracias, Líder de la secta Cheong Mun…”

 

No importaba cuánto quisiera salvar el Monte Hua, ¿cómo podría enfrentarse a sus Antepasados después de vender la historia misma del Monte Hua? Dolía pensar en eso...

 

El nombre del Monte Hua no debe terminar en mi tiempo. El rostro de Hyeon Jong se oscureció. No sucedería, ni siquiera en sus sueños: trabajó día y noche para mantener a flote el Monte Hua. Pero con cada día, su esperanza se desvanecía.

 

“Y eso es gracias a ti, Cheong Myeong. No lo niegues, estábamos en una mala situación cuando llegaste.”

 

“No lo iba a negar, Líder de la secta, sin mi no habrían sobrevivido la semana”, corrigió. “De nada.”

 

“...”

 

Eso es cierto. Lo que dice no está mal. Incluso fue Hyeon Jong quien lo mencionó primero, entonces, ¿por qué quiere retractarse ahora mismo? 

 

Por eso las buenas acciones se realizan en silencio, eh.

 

Un Am se levantó en silencio.

 

"Me voy".

 

"Mmm".

 

“Ah…” Un Am se detuvo, justo cuando estaba a punto de irse. "Líder de Secta".

 

"¿Hm?"

 

"Si ese niño quiere unirse, ¿qué planeas hacer?"

 

“Únelo…” La Secta del Monte Hua ya no aceptaba Discípulos. Sin embargo, sería diferente si fueran descendientes de uno de los Discípulos.

 

“Así que por eso el Líder de la secta me aceptó tan fácilmente”, reflexionó Cheong Myeong.

 

“De todos modos te habría aceptado”, respondió Hyeon Jong. “Parecías muy decidido.”

 

Cheong Myeong se quedó sin palabras.

 

“¿No es bueno?” Añadió Cheong Gong. “Creo que me gusta esa forma de hacer las cosas del Monte Hua.”

 

“Es bueno, ciertamente es bueno…”

 

"No sucederá". Hyeon Jong asintió con firmeza.

 

"Entiendo."

 

"Espera".

 

"Sí, Líder de Secta".

 

"¿Cómo se llama ese niño?"

 

“Cheong Myeong. Es Cheong Myeong”.

 

"...Cheong Myeong". La expresión de Hyeon Jong se oscureció. "Está bien. Te puedes ir".

 

"Sí."

 

“Cheong Myeong…” Tenía el mismo nombre que uno de los Espadachines del Monte Hua.

 

El Santo de la espada flor de ciruelo se preguntó por un momento qué pensarían sus descendientes de él. 

 

Había hecho muchas cosas en su vida, siendo conocido por la mayor parte del mundo como un fuerte espadachín del Monte Hua, pero dentro de la secta era distante y conocido un poco, poquito, casi nada, por su implacable historial de violencia liberal. 

 

Entonces, ¿qué tipo de historias les fueron transmitidas?

 

Si hubiera expresado en voz alta su duda, tal vez alguien hubiera señalado que las personas que llevaron adelante al Monte Hua una vez que la mayor parte de los discípulos murieron fueron los niños recién llegados, quienes apenas habían podido vislumbrar la silueta del famoso guerrero con ojos de admiración. Así fue como la característica personalidad del Santo de la espada se perdió en el tiempo.

 

"Extraño." Definitivamente fue raro.

 

“Si tan solo estuviera vivo”. Si tan solo el famoso Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo hubiera sobrevivido a ese baño de sangre, el destino del Monte Hua sería muy diferente. Era un sueño sin sentido, pero Hyeon Jong no pudo evitarlo.

 

Cheong Myeong y el Santo de la espada flor de ciruelo se estremecieron.

 

El Santo de la espada flor de ciruelo apretó el puño. Esta vez sobrevivirá, sin importar lo que suceda: vivirá y volverá al Monte Hua. A su hogar.

 

Cheong Myeong, en cambio, no tenía un consuelo como ese. Los niños que habían vivido en la pobreza no terminaron en la vigésima generación, sino que hubo múltiples líneas durante los cien años anteriores a su reencarnación trabajando igual de duro para sobrevivir con lo poco que les quedaba. Lo único que podía hacer era ayudar a la generación actual y rezar por las anteriores.

 

"...Tanta deuda".

 

Hyeon Jong se sentía tan, tan solo.

 

Cheong Myeong bajó la mirada, recordando la solitaria espalda de Hyeon Jong cuando se lamentó frente a la puerta de la bóveda secreta. 

 

Pocas cosas quería ver menos que esto, mucho menos para que se revelara ante todos. No obstante, ya que se había vuelto inevitable, se aseguraría de decirle a Hyeon Jong que no había nada de lo que avergonzarse. 

 

No importa que otros lo vean o lo escuchen: debería sentirse orgulloso del esfuerzo que hizo por mantener la secta a flote. Si había alguien a quien culpar, deberían de maldecir a sus antepasados, que les dejaron poco para legar.

 

"Malditos bastardos". Cheong Myeong escupió maldiciones. "No tenían nada más, ¿así que lo vendieron?"

 

Fue enloquecedor. Incluso si se estaban muriendo de hambre, esas no eran cosas que deberían vender. No importaba lo mal que se vea, los discípulos... estaban muertos. Los niños pequeños no habrían... Sabido nada.

 

Cierto…

 

Pero incluso si el Monte Hua fuera destruido, esos no podrían venderse—

 

“Hay que dejar ir los apegos materiales”, le recordó Cheong Mun.

 

“Sahyeong, una secta no se mantiene a base de filosofía”, replicó Cheong Myeong, entonces se giró hacia las cinco espadas. “Niños, ¿qué es lo más importante para mantener a una secta?”

 

“Dinero.”

 

“Mucho dinero.”

 

“Ahorros.”

 

“Dinero.”

 

“Dinero e inversiones.”

 

“¡Dinero!”

 

Hubo algunas variaciones, pero en general, Baek Cheon, Baek Sang, Yu Iseol, Yoon Jong, Jo Geol y Tang Soso estuvieron de acuerdo. Dinero, por supuesto que era el dinero, ni siquiera Tang Soso pudo negarlo pese a no haber experimentado la difícil situación de su secta al principio.

 

“Amitabha, incluso este monje ha aprendido que lo más importante es el dinero.”

 

Cheong Mun parpadeó varias veces hacia los niños. “No quise decir que no era importante, sólo que no había que lamentarse por la pérdida de nuestros tesoros…”

 

Pero si lo expresaban de esa manera, sólo parecían bandidos codiciosos, maldita sea.

 

"No, esto es mejor que estar arruinado". Si los Antepasados hubieran visto a Cheong Myeong, lo habrían regañado. Ningún artista marcial debería estar obsesionado con las cosas materiales. Él sabía eso. Él lo sabía bien.

 

"Mierda". Cheong Myeong gimió.

 

Miró hacia la cordillera. Cada vez que se sentía frustrado, escalaba otra montaña y miraba el Monte Hua. Cuando vio los picos interminables que se elevaban a través de las nubes como espadas, su espíritu se elevaba. Pero ahora…

 

"Mierda". Todo estaba mal. Estaba todo al revés. Sentía como si su estómago se pudriera cada vez que veía que faltaba algo.

 

"La Secta ha declinado". Realmente, era más como "colapsado" que "rechazado".

 

“Se vendió cualquier cosa de valor”. Eso significaba prácticamente todo en el Monte Hua. Sin duda, Okcheon fue el último lugar que tocaron; después de ver el Templo de Okcheon, pudo entender por qué este lugar estaba tan deteriorado. Eran tan indigentes que arrancaron las piedras azules y las vendieron.

 

"...Si. ¡Entiendo todo! ¡Todo lo demás está bien, pero esto—!"

 

¡¿Por qué las Artes Marciales son tan torcidas?!

 

Cheong Myeong rodó por el suelo fuera del pasillo. Moriría si se cayera, pero Cheong Myeong no tuvo tiempo de pensar en eso.

 

"Ese viejo... ¿ni siquiera un Discípulo de tercera categoría?" Hablar del destino. En circunstancias normales, Cheong Myeong ni siquiera podría adivinar el nivel de Un Am. No importaba cuán fuerte solía ser, ahora no era más que un niño.

 

Sin embargo, Cheong Myeong podía ver claramente el nivel de Artes Marciales de Un Am. Sus sentidos no eran fuertes, Un Am era demasiado débil. Cuando Cheong Myeong estaba en su mejor momento, Un Am ni siquiera habría calificado como Estudiante.

 

"...¿Que se supone que haga?" Ni siquiera sabía por dónde empezar. Sabía que debía empezar desde abajo, pero era demasiado profundo para que Cheong Myeong lo viera.

 

¿Es este el Monte Hua?

 

¿Les digo que soy ese Cheong Myeong? Lo maldecirían, sin duda. Si tenía suerte, no lo golpearían antes de echarlo. Cheong Myeong tampoco creería si alguien viniera a su Secta y dijera ser un Antepasado de esta.

 

Las mandíbulas de los ancianos se aflojaron.

 

“No, Cheong Myeong-ah, nadie aquí haría eso…”

 

Hyeon Jong intercambió una mirada consternada con Hyeon Sang.

 

“Al contrario, probablemente te habríamos recibido con lo más parecido a un festín que hubiéramos podido conseguir.”

 

Antes de sacarte los secretos de los manuales de artes marciales de nuestros antepasados y obligarte a abrir la bóveda , pensaron los dos mientras fingían una sonrisa inocente.

 

“Líder de la secta, mayor…”

 

Baek Cheon giró la cabeza, con un atisbo de rosa en sus mejillas. “Yo también habría pensado que es un honor conocer al reconocido Santo de la espada flor de ciruelo…”

 

“No, sasuk, somos la misma persona, ¿no estás emocionado por conocerme?”

 

Las miradas en blanco que recibió fueron suficiente respuesta.

 

“Lo siento, Cheong Myeong-ah, a estas alturas es difícil conciliar ambas imágenes”, se disculpó Yoon Jong. “Todavía hay una sensación de irrealidad cuando lo mencionas.”

 

Pero digamos que le creyeron. Supongamos que el hombre fue infinitamente paciente y le pidió que lo probara con sus artes marciales.

 

No tengo la fuerza. Cheong Myeong era como un tesoro andante. Tenía todo el conocimiento para revivir la Secta pero no el poder para protegerse a sí mismo. Cheong Myeong sabía que no todos eran tan maravillosos como su Sahyeong. ¿Qué pasaría si a uno de ellos no le gustara Cheong Myeong y decidiera sacarlo? Su segunda vida sería robada, así como así.

 

Cheong Myeong se rió. “Como Sasuk.”

 

“¡Oye!” La cara de Baek Cheon se volvió completamente roja. “No habría hecho algo como eso, no, en ese momento no lo pensé bien pero… Uff, ¡realmente lo siento! ¡Lo siento! Ya me disculpé varias veces así que no lo menciones más…”

 

Yoon Jong y Jo Geol sonrieron a sabiendas de que algo había ocurrido para que Cheong Myeong le diera una paliza a Baek Cheon antes del torneo. El resto de los discípulos de segunda y tercera generación sólo pudieron mirar desconcertados el intercambio sin estar seguros de a qué se referían pero sospechando. Y luego los discípulos del pasado espiaron furtivamente para saber lo que sucedió.

 

“Está bien, Dongryong, no lo mencionaré.”

 

Baek Cheon sonrió débilmente, agradecido.

 

“Sólo esperaré a que lo narren frente a las diez grandes sectas del pasado y futuro.”

 

La sonrisa se desvaneció de su rostro pálido. “Ugh, mi estómago…”

 

Eso tampoco es bueno.

 

"Entonces tendré que revivir la secta sin revelar mi identidad". O al menos, ocultarlo hasta que tuviera los medios para protegerse.

 

“Ahora que miro hacia atrás, creo que habría sido mejor simplemente decir que era yo”, meditó en voz alta. “Entonces los mocosos habrían tenido que escucharme sin quejarse por su entrenamiento e incluso los mayores habrían tenido que entrenar desde antes.”

 

Los discípulos de primera generación e incluso los mayores se habían vuelto tensos.

 

Con la cara pálida, Hyeon Yeong murmuró. “Deja que los cuidemos desde las trastiendas, mis huesos ya están muy gastados para eso.”

 

Cheong Myeong se rió alegremente. “Ah, creo que todavía eres muy joven.”

 

"...Sería más fácil luchar contra el Culto Demoníaco". Escupió una carcajada. Tuvo que enseñar artes marciales para salvar al Monte Hua y a él mismo. Quería empezar a golpear a la gente, pero...

 

"...Si hubiera sabido que esto sucedería, no habría corrido hasta aquí".

 

Le debe al Monte Hua. La única razón por la que podía caminar diciendo que era el mejor espadachín del mundo era por el Monte Hua. Sin embargo, no le había devuelto nada al Monte Hua, solo el honor de derrotar al Demonio Celestial. Gracias a eso, el Monte Hua estaba al borde de la destrucción. ¿Cómo podría ignorar al Monte Hua? No pudo.

 

“Oh, Sahyeong…” Cheong Myeong sacudió la cabeza con pesar.

 

Arriba en el cielo azul, pudo ver al Líder de la secta sahyeong sonriéndole.

 

"Aún así, eres del Monte Hua".

 

"...Oh". Cheong Myeong se incorporó. Si no quería que Sahyeong lo asesinara en el más allá, tenía que ser útil para el Monte Hua.

 

Cheong Mun le dió unas palmaditas al hombro del Santo de la espada flor de ciruelo. “¿Y no resultó bien?” 

 

“¿Oh? Sahyeong, ¿no es aquí donde deberías negarlo?”

 

“¿Por qué?”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo se quedó sin palabras. 

 

Cheong Mun repitió. “´¿No resultó bien?”

 

“Sí…” 

 

"Maldita sea, ¿quién dijo que algo podría ser imposible en este mundo?" Cuando empezó a aprender artes marciales en el Monte Hua, ¿quién hubiera imaginado que se convertiría en un Gran Maestro? Todos habían pensado que tendrían suerte si no causaba problemas. Cheong Myeong superó sus ojos fríos y se hizo famoso en el Monte Hua: ¡Desafiar lo imposible era su especialidad!

 

“Me hubiera gustado ver a Cheong Myeong como un niño…” Comentó Jo Geol con una sonrisa melancólica. “¿Por qué no comenzamos en ese momento?”

 

Yu Iseol sonrió. “Sería tan pequeño.”

 

“Entonces tendríamos que quedarnos aquí leyendo una eternidad, ni siquiera habría un retrato o al sujeto en persona para saberlo correctamente”, Baek Sang suspiró. “Bien podríamos preguntarle a Cheong Myeong cuando regresemos.”

 

“No es que hubiera nada importante en ese entonces.”

 

“¡Por eso no le preguntamos a él!” Señaló Tang Soso. “Necesitamos el punto de vista de un tercero…”

 

“Entonces yo podría contarles más tarde”, sugirió Cheong Mun. “Si hay tiempo.”

 

Los ojos brillantes de los discípulos se dirigieron hacia Cheong Mun con toda su fuerza. “¡Gracias, Líder de la secta Cheong Mun!”

 

"¡Haré que sea el mejor en todo el Murim!" Los ojos de Cheong Myeong brillaron con pasión.

 

Todos en el Monte Hua se estremecerían.

 

Con la última línea, el abado hizo una pequeña pausa, respirando profundamente. Entonces anunció: “Continuamos con la cuarta parte.”

 

"¿A dónde fuiste?"

 

"Estaba mirando alrededor".

 

"...¿Mirando alrededor?" Un Am mira a Cheong Myeong con recelo. Sin embargo, Cheong Myeong cruzó las piernas y se giró para mirar al cielo como si no le importara en absoluto.

 

¿Este niño siempre fue así? La primera vez que vio al niño, parecía extremadamente educado. Ahora parecía que su comportamiento había cambiado.

 

“Pensándolo bien, Cheong Myeong-ah, creo que tu comportamiento no habría cambiado aunque nos hubieras podido decir tu identidad libremente.”

 

“No, de verdad me tuve que contener, ¿no ven lo educado que he sido?”

 

¿Cómo debería decirlo? ¿Estaba lleno de mala energía?

 

Bueno, debe serlo. A juzgar por su comportamiento, el niño debe haber sido un mendigo durante bastante tiempo. Esperar la inocencia de un mendigo en este mundo sería ingenuo.

 

Cheong Mun se cubrió la cara. “¡Es un taoísta! Un taoísta… Desde que era un bebé vivió y creció en el Monte Hua, ¿no debería de lucir como un taoísta en su lugar?”

 

Cheong Gong se rió, palmeando el hombro del Santo de la espada flor de ciruelo. “No, Líder de la secta, piénselo bien, ¿no se ve como si pudiera ser el Rey de los bandidos?”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo le dirigió una mirada glacial. “¿Quieres saber cómo soy cuando dejo ir mis principios taoístas?”

 

“No, lo siento.”

 

"¿Has comido?"

 

"No tengo hambre." Cheong Myeong estaba siendo sincero, irónicamente. La condición del Monte Hua le robó el apetito. ¿Cómo podría superar el vacío que sentía al mirar este lugar?

 

“Tan dramático”, dijo Tang Soso. “Si le hubieran puesto un pedazo de carne frente a él, se lo habría comido.”

 

Jo Geol asintió. “Nuestro Cheong Myeong-ah tiene buen apetito.”

 

"Entonces sígueme".

 

"¿Eh?"

 

"El Líder de Secta quiere verte".

 

"Ah, sí". Cheong Myeong asintió. Tenía que hacer esto eventualmente; mejor más temprano que tarde.

 

La puerta se abrió para revelar a un anciano sentado en silencio. Cheong Myeong estaba conmocionado.

 

Ciertamente merecía ser llamado "Líder de Secta"... La sensación de qi fue suficiente para convencerlo de que este hombre había dedicado toda su vida a este lugar. Pero…

 

Pero no parece tener el coraje de hablar primero. Como Líder de Secta, no le faltaba nada, pero le faltaba como guerrero del Monte Hua.

 

Hyeon Jong se cubrió la cara roja como un ciruelo con ambas manos. 

 

Hyeon Yeong lo regañó en susurros. “¡Vea, Líder de la secta! Le dije que debía de mantener la espalda recta y tomar la iniciativa de hablar para dirigir las conversaciones, ¿no le dije que eso daba una buena impresión? Si es así como lo ve un discípulo de nuestra secta, ¿qué tipo de presa fácil tuvo que haber sido para los comerciantes?”

 

La cabeza de Hyeon Jong se inclinó más con cada palabra. “No es que no haya querido hablar, no es eso…”

 

Hyeon Yeong suspiró, decidiendo dejar ir el asunto. Hyeon Jong había cambiado, eso estaba claro, sin embargo, era fácil caer en viejos patrones de discusiones. Más aún cuando tuvo que ver a una sala entera llena de enemigos viendo el lado más suave de su sahyeong.

 

"Saludos".

 

¿Hay algún lugar tan infeliz como este? Cheong Myeong suspiró. Después de todo lo que había pasado, este Líder de Secta parecía un niño pequeño en comparación con el Líder de Secta de su tiempo. Aquí estaba el Santo de la espada de la flor del ciruelo, ofreciendo sus saludos a un niño pequeño.

 

“Bueno, incluso si supieran tu verdadera identidad, te habrías tenido que inclinar, sahyeong”, le recordó Cheong Jin. “Incluso si es varias generaciones menor que tú, sigue siendo el Líder de la secta.”

 

Con esto, Cheong Jin hizo una leve reverencia hacia Hyeon Jong, recordándole que incluso los discípulos del pasado todavía lo respetaban. El Santo de la espada flor de ciruelo asintió a medias y Hyeon Jong les devolvió la reverencia.

 

No debí haber renacido. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Enfermar y morir?

 

Cheong Myeong no expresó ninguno de sus pensamientos y solo hizo una reverencia.

 

“¿Ves? Dije que había sido cortés”, señaló Cheong Myeong sin entusiasmo. La cortesía no tenía sentido cuando estaban leyendo sus pensamientos, pero que no se diga que había mantenido la boca cerrada sobre sus verdaderas opiniones frente a los mayores.

 

“No creo haber recibido esa cortesía nunca”, dijo Baek Cheon.

 

“Dongryong es sólo un Dongryong, ¿por qué hablas de cortesía?”

 

“¡No me llames Dongryong!”

 

Las comisuras de los labios del Santo de la espada flor de ciruelo se levantaron, recordando el hilarante nombre del joven discípulo del futuro. 

 

Pfft, ¿quién le pondría así a su hijo?

 

“Soy Cheong Myeong”.

 

“Soy Hyeon Jong”. El Líder de Secta sonrió y le devolvió un simple saludo: “Ha venido un invitado, pero no tenemos nada para tratarte. Espero que puedas entender nuestra situación actual”.

 

"Ah, sí."

 

Las cejas de Hyeon Jong se torcieron. Por lo general, responderías: "no te preocupes" o algo así como "¿cómo podría esperar tanto un invitado no invitado?". Pero la mirada en sus ojos y sus gestos indicaban que este niño no parecía esperar mucho de ellos en primer lugar.

 

Yu Iseol frunció el ceño a medias, sufriendo junto al tímido Líder de la secta. 

 

"Escuché que dijiste algo interesante en el Templo Okcheon".

 

"¿Hhn?"

 

"'¿Vendido?'"

 

"¿De qué estás hablando?" Cheong Myeong inclinó la cabeza. Hyeon Jong entrecerró los ojos, pero realmente parecía que no entendía lo que se le preguntaba.

 

“No, Cheong Myeong-ah, ¿cómo te diriges al Líder de la secta Hyeon Jong?” Cheong Mun negó con la cabeza. “¡Más adelante hablaremos de esto también!”

 

Cheong Myeong dejó escapar un gemido de sufrimiento.

 

¿Él realmente no lo sabe? Un niño no podía mentir tan bien.

 

Yoon Jong se encogió de hombros. “En realidad, es horrible mintiendo.”

 

Los discípulos de segunda y tercera generación corearon sus acuerdos.

 

¡No sirve de nada tratar de leerme, idiota! Cheong Myeong sonrió para sí mismo: ¡Era Cheong Myeong, uno de los mejores mentirosos del mundo! Incluso Sahyeong no vería a través de sus mentiras ni encontraría su alcohol... Bueno, lo segundo muy de vez en cuando.

 

Cheong Mun pensó para sí mismo: creo que es bueno no poder escuchar sus pensamientos normalmente. 

 

O no podría contener las ganas de dejarlo arrodillándose con los puños levantados mientras reflexionaba por los próximos cien años.

 

Hyeon Jong simplemente no pudo encontrar ninguna evidencia de que el niño estuviera mintiendo.

 

"¿No dijiste esas palabras?"

 

“No recuerdo bien. Lo único que recuerdo es que estaba tan cansado que me desmayé…”

 

"Mmm." Tuvo sentido. Había escalado el Monte Hua con su cuerpo joven, el niño debe haber llegado a sus límites. Sin embargo…

 

“Si estabas tan cansado, ¿por qué no dijiste nada?”

 

“Se dice que, al entrar por la puerta, es necesario rendir tributo a los Antepasados…”

 

Hyeon Jong levantó una ceja hacia Un Am.

 

¿El niño vino aquí solo y lo arrastraste para hacerlo orar? ¿Eh?

 

Un Am dejó escapar una exhalación pesada. 

 

¡Finalmente, ha sido rectificado! 

 

Él mismo había reflexionado durante semanas sobre sus acciones ese día. 

 

¿Realmente había sido lo suficientemente cruel como para dejar que un niño medio muerto de hambre y exhausto por el largo viaje caminara hasta Okcheon sin dejarle recuperar el aliento? Había dudado durante mucho tiempo y al final había decidido ser especialmente amable con Cheong Myeong en consecuencia. Ahora podía ver que no sólo el regaño había sido inmerecido sino que estuvieron siendo insultados todo ese tiempo en su cabeza. 

 

Un Am parpadeó.

 

¡No! ¡Estaba perfectamente bien! El niño estaba perfectamente bien hasta que entró por la puerta, ¿y luego se desmayó por el agotamiento? ¿Qué clase de historia loca es esa?

 

Un Am le lanzó a Cheong Myeong una mirada acusatoria, pero los ojos de Cheong Myeong estaban muy abiertos e inocentes.

 

"Mmm." Hyeon Jong asintió: "Eso suena razonable. Disculpas por nuestra falta de atención.”

 

Cheong Jin sonrió suavemente, con el corazón cálido. Sus descendientes eran simplemente maravillosos, ¿no es incluso el futuro Líder de la secta amable, generoso y humilde? Estaba orgulloso de ellos. Aunque le dolía el corazón por las disculpas inmerecidas hacia su sahyeong, ¡después de todo podía apostar lo que sea a que seguía criticandolos en su mente!

 

"Está bien."

 

"Cierto. Otra pregunta".

 

"¿Sí?"

 

“¿Por qué subiste todo el camino hasta esta montaña empinada? No digas que viniste aquí por capricho. El Monte Hua no es algo que la gente suba por la novedad, y mucho menos un niño”.

 

Una pregunta aguda. Pero Cheong Myeong tenía su respuesta preparada de antemano.

 

"Líder de Secta".

 

"Estoy escuchando."

 

"Quiero entrar en la Secta del Monte Hua".

 

"¿Quieres entrar?" Los ojos de Hyeon Jong se entrecerraron.

 

"Sí".

 

Hyeon Jong miró a Cheong Myeong, pero no pudo ver nada con sus ojos inocentes.

 

"¿Eso significa que subiste aquí con un propósito?"

 

"Sí".

 

"Mmm." Hyeon Jong asintió. El Monte Hua no era un lugar para turistas.

 

En el futuro, al menos parecía ser así. Cheong Gong se lamentó por la triste vista del Monte Hua. Antes de regresar, había tenido las manos ocupadas atendiendo a los visitantes que simplemente querían pasar a saludar para causar una buena impresión, así como aquellos que tenían un negocio con el Líder de la secta.

 

"Quieres entrar al Monte Hua. ¿Esto significa que conoces el Monte Hua?"

 

"Sí."

 

"Entrar..." Los ojos de Hyeon Jong se entrecerraron. Cheong Myeong se humedeció los labios.

 

Tiene sentido. Cheong Jin fue perseguido por la Secta Demoníaca y desapareció antes de la batalla final. Una persona desaparecida, no muerta. Cheong Jin se cayó de un precipicio. Un leñador lo encontró y lo ayudó a sanar; sin embargo, la lesión era demasiado grave para que él se recuperara por completo. Como agradecimiento, tomó al hombre como su discípulo y le enseñó las artes marciales del Monte Hua, ¡y Cheong Myeong es descendiente de ese leñador!

 

“Algo así era nuestra suposición sobre tu verdadera identidad”, murmuró Tang Soso. “Si luego nos hubieras dicho eso, creo que incluso yo habría estado convencida.”

 

Yu Iseol negó con la cabeza. “La actuación.”

 

“Es cierto, Sago. La manera en que lo hubiera dicho definitivamente lo habría delatado.”

 

Cheong Jin se quedó en silencio. ¿Era todo lo que decía Cheong Myeong una mentira o lo utilizaba porque había verdad en ello? Si tuviera que adivinar, diría que la parte de desaparecer en batalla fue cierto y el resto una mentira. Si fuera así, Cheong Jin no tenía medios para descubrir más sobre su muerte y cómo prevenirlo. La verdad había muerto con él.

 

Tendría que preguntarle directamente a la persona que lo sabía con certeza: Cheong Myeong. 

 

¡Magnífico! Un guión impecable. Lo mejor fue que Cheong Myeong tenía el control de todo lo que diría. Esta historia no tenía lagunas, y estaba garantizado que sería aceptado como miembro de la Secta.

 

“¿No tiene lagunas?” Cheong Jin se quedó boquiabierto. “¡Sobre mi cadáver dejaría que alguien fuera de la secta tocara los libros de artes marciales secretos! Ni hablar de enseñarles las técnicas de nuestra secta. Ya que me salvaron, ¿por qué no volví? ¿Eh? No sólo es improbable, ¡es absolutamente imposible!”

 

Cheong Myeong le dirigió una mirada plana. “Vamos, nadie iba a saber cómo eras, así que no habrían sospechado, ¿a quién le importa esos detalles?…” 

 

Incluso si no obtendré la misma fama que en el pasado. Al menos sería tratado bien, aunque no pensaran muy bien de él.

 

Ahora, pregúntame la razón. Y entonces desplegará su guión. Sería una brisa de-

 

"Muy bien, te acepto".

 

Hyeon Jong levantó un puño. “¡Ajá!”

 

El resto de los discípulos del Monte Hua del futuro celebraron con él. Hyeon Yeong se limpió una lágrima, relajándose en su asiento. “Líder de la secta, nunca creí que diría esto, pero me alegro que le guste recoger niños para criar en la secta.”

 

“En el fondo estabas de acuerdo en que lo hiciera, tonto, no creas que no conozco bien a mi sajae.”

 

"¿Sí? Por supuesto, la razón del porque quiero entrar es por... ¿qué? Cheong Myeong se quedó atónito con Hyeon Jong. Contrariamente a sus expectativas, el Líder de Secta solo asintió con la cabeza.

 

"Si quieres unirte, deberíamos dejarte".

 

"¿Eh?" No, espera. ¿Fue tan fácil entrar en este lugar? ¿Un niño totalmente desconocido?

 

"¡Líder de Secta!" Un Am estaba igualmente conmocionado: "¿Acaso se le olvidó que ya no aceptamos nuevos estudiantes?"

 

¡Sí, pregúntale!

 

"Cambié de opinión." Hyeong Jong sonrió: "A decir verdad, no estamos en condiciones de aceptar nuevos estudiantes, pero no podemos darle la espalda a un niño que vino hasta aquí sabiendo sobre el Monte Hua".

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado se rieron a carcajadas, burlándose del Santo de la espada flor de ciruelo con algunos codazos y guiños. El Santo de la espada flor de ciruelo golpeó en la cabeza a esos tozudos hermanos marciales, dejando que se tranquilizaran por la fuerza. Se lo merecían por avergonzarlo.

 

"Ja... pero..."

 

“Un Am”.

 

"Sí, Líder de Secta".

 

"Las cosas dan vueltas y vueltas. Sea lo que sea el niño, vino a nosotros por sus propios pies sabiendo del Monte Hua. ¿Vamos a echar a los que nos buscaron, solo porque no somos tan buenos como en el pasado?"

 

Cheong Mun le dió unas palmaditas en el hombro a Hyeon Jong. 

 

“Es por esto que la moral adecuada te traerá recompensas incluso si nunca supiste el peligro que pasaste inadvertidamente.”

 

Hyeon Jong sonrió tímidamente, aceptando el cumplido con el corazón contento. Era por algo sin importancia, pero que el famoso Líder de la secta Cheong Mun lo elogiara de esa manera era suficiente para celebrar internamente.

 

Si alguien más hubiera escuchado esto, podría haberse impresionado. Sin embargo, después de todos los preparativos de Cheong Myeong, solo se le puso la piel de gallina.

 

¿Qué es esto? ¿No se supone que deben sospechar de alguien que no conocen?

 

¿Cómo llegó a convertirse en Líder de Secta? No, debe haberse convertido en un Líder de Secta porque era así.

 

“Ah, no… Antes de eso, vivo…”

 

"Está bien." Hyeon Jong negó con la cabeza con firmeza: “No importa qué tipo de vida viviste antes de esto. Ya seas un pecador o un ladrón, en el momento en que subes al Monte Hua, tu pasado desaparece”.

 

“Cuando sea Líder de la secta”, dijo Baek Cheon en voz alta. “Me aseguraré de aceptar a los nuevos discípulos sin preguntar por su pasado. No quiero saberlo. No necesitamos saberlo. Que comiencen como discípulos de tercera clase.”

 

Cheong Myeong intentó hacer recapacitar a Baek Cheon. “No, Sasuk, sólo porque funcionó una vez… Hacer esto en realidad es muy irresponsable, ¿sabes?” 

 

Por supuesto que sí. Pero no podía ser tan simple…

 

"N-no..."

 

Cheong Myeong no había querido que su ‘pasado’ desapareciera. En ese momento habría dado cualquier cosa para que escucharan su historia de portada. El trato que hubiera recibido habría sido totalmente distinto, tal vez incluso le habrían dado el uniforme de alguna de las generaciones mayores aunque su cultivo apenas estuviera en su etapa inicial. De todos modos se puso al corriente con la suficiente rapidez.

 

Si tan sólo el Líder de la secta hubiera preguntado…

 

“Así que los cielos todavía tienen misericordia”, suspiró Baek Sang con la frente cubierta de sudor. 

 

¿Cuánto peor habrían sido sus destinos si Cheong Myeong tuviera una posición por encima de ellos capaz de anular su palabra?

 

¡Jamás los habría escuchado cuando le impedían cometer un accidente!

 

"Te dije que estaba bien".

 

¡Hombre! ¡No está bien! ¡Escúchame!

 

“Un Am.”

 

"¿Líder de Secta?"

 

“Dale a este niño un lugar para quedarse”.

 

"Sí."

 

"¿Tu nombre es Cheong Myeong?"

 

Cheong Myeong asintió.

 

“Un nombre muy bonito. Un muy buen nombre. Cheong Myeong de la Familia Cheong”. El Líder de Secta se rió entre dientes: “Esto también debe ser el destino. No es necesario que te cambies el nombre; puede que no lo sepas, pero tu nombre significa mucho en el Monte Hua”.

 

Los ojos de Hyeon Jong se entrecerraron.

 

¿Alguien sería lo suficientemente digno para ese nombre?

 

“No hay nadie más digno del nombre que yo.”

 

Los discípulos del futuro se dirigieron miradas preocupadas.

 

“En realidad, no conozco a ningún otro Cheong Myeong, es como si ese nombre le perteneciera…” Admitió Tang Soso.

 

Jo Geol lo pensó. “¿Te imaginas que nos encontremos con otro ‘Cheong Myeong’?”

 

Yoon Jong puso una mano sobre su boca. “¿Por qué dices cosas de mal augurio? Dejemos que uno sea suficiente.”

 

Tang Soso señaló al Santo de la espada flor de ciruelo. “O dos.”

 

"...Sí", respondió Cheong Myeong.

 

"Ya veré".

 

Cheong Myeong se puso rígido y Un Am lo acompañó con una expresión hosca.

 

"Por aquí".

 

Los paisajes del Monte Hua llamaron su atención cuando salió.

 

He entrado.

 

Entrado…

 

Un Am interrumpió sus pensamientos.

 

“La ceremonia de presentación no se ha llevado a cabo, pero a partir de este momento eres un discípulo del Monte Hua. Te convertirás en un recipiente para las artes marciales y en el discípulo más joven del Monte Hua”.

 

"...El más joven". Los ojos de Cheong Myeong temblaron. ¿El más joven? ¿Él? El Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo, Cheong Myeong, ¿el más joven?

 

Cheong Jin le sonrió a Cheong Myeong. “Todavía hay algo bueno, sahyeong. Incluso si en tu vida pasada había discípulos más jóvenes, eras el menor en edad, ¿no es bueno que ahora seas el mayor? Las cosas realmente cambian.”

 

Cheong Myeong suspiró. “No tiene nada de bueno, de verdad, ¿desde cuando has visto a un anciano recibiendo órdenes de un montón de niños?”

 

“Como si nos escucharas”, murmuró Yoon Jong con resignación.

 

"¡Jejejeje!" Cuando se filtró la diversión de Cheong Myeong, Un Am no pudo evitar sonreír.

 

"Pareces contento".

 

"Sí. Tan feliz. Jajajajaja”.

 

Pero ¿por qué las lágrimas caían?

 

…Mierda.

 

El abad dejó escapar un profundo suspiro. Aunque estaba acostumbrado a leer libros de escrituras sagradas, ahora no dejaba de maldecir mientras recitaba el contenido. Fue realmente desafortunado. “Continuamos con la quinta parte.”

 

"¿El niño?"

 

“Lo envié a los dormitorios. Creo que podemos proceder con la ceremonia de inmediato”.

 

"Ya veo".

 

Un Am se miró los pies. Hyeon Jong, al ver eso, sonrió suavemente.

 

"Parece que no te gusta esto".

 

"En lugar de no gustar..."

 

Un Am vaciló un poco y luego abrió los labios con un suspiro.

 

“Líder de Secta, simplemente no parezco entender el significado de tus acciones. ¿Por qué aceptó al niño? Ahora es el momento de que reduzcamos las bocas que necesitamos alimentar”.

 

"Sí. Eso es cierto".

 

"Y no es solo un niño, sino uno que ni siquiera tiene talento para las artes marciales".

 

Un Am tosió ruidosamente, repentinamente avergonzado por sus juicios apresurados. Dios mío, decir que el Santo de la espada flor de ciruelo no tenía talento para las artes marciales… Realmente estaba buscando la muerte.

 

Cheong Myeong le dirigió una sonrisa con los ojos curvados en medias lunas.

 

"Mmm".

 

"Sobre todo, no he sentido ni una sola mota de amabilidad de su parte. Ese niño no parece encajar en los estándares de nuestra Secta. Entonces, ¿por qué traer a un niño así a nuestro Monte Hua?"

 

La sonrisa de Cheong Myeong se intensificó.

 

Un Am agachó la cabeza. “Lo siento, Cheong Myeong-ah, me apresuré con mis juicios.”

 

“Oh, no hay problema, Gran Sasuk, ¿no dijiste que todo está en el pasado?”

 

“Sí…”

 

¿Por qué se siente como si Cheong Myeong lo estuviera disfrutando? Tal vez realmente era así, después de haber insultado a sus descendientes, antepasados y compañeros, finalmente había alguien más que mostraba sus defectos, por lo que se sintió rectificado.

 

En los puntos de Un Am, Hyeon Jong sonrió.

 

"¿Tú crees?"

 

"...Líder de Secta".

 

Un Am respiró hondo. A veces este anciano era confuso.

 

Nunca podré entenderlo.

 

Incluso después de ayudar a este hombre durante más de diez años, Un Am todavía no podía entenderlo. Los pensamientos de Hyeon Jong eran demasiado profundos para que los entendiera.

 

Hyeon Jong sonrió suavemente. “Me sobreestimas, Un Am.”

 

“Para nada, Líder de la secta. Lo que realmente admiro del Líder de la secta es su bondad natural.”

 

Los discípulos asintieron junto a Un Am enfáticamente.

 

“Como aceptar a un discípulo de una secta enemiga”, dijo Baek Cheon en voz baja.

 

“O adoptar a un huérfano de un discípulo que desertó”, murmuró Yu Iseol, apretando los puños pero sin desviar la mirada.

 

“Y recoger a un niño mendigo para darle un hogar”, dijo Yoon Jong.

 

“¿Cómo no podría?” Hyeon Jong sonrió con orgullo. “Si son tan buenos niños.”

 

Los discípulos se sonrojaron.

 

"Un Am-ah".

 

"Sí, Líder de Secta".

 

“A veces las relaciones llegan inesperadamente”.

 

Hyeon Jong sonrió brillantemente.

 

"¿Tal vez ese niño podría convertirse en una luz para el Monte Hua?"




"...ese niño es demasiado pequeño para ser la luz del Monte Hua".

 

"El podría serlo".

 

Cheong Myeong vió como las cabezas se giraban repentinamente en su dirección, con sonrisas orgullosas y felicidad. Recibió algunas palmaditas en la cabeza, los hombros, la espalda e incluso los brazos. Entonces los discípulos se dieron la vuelta, sin palabras, aunque ya habían demostrado su punto. Cheong Myeong suspiró con una sonrisa cariñosa.

 

Los niños eran demasiado sentimentales…

 

El rostro de Hyeon Jong se oscureció.

 

El estado actual del Monte Hua era similar a un carillón de viento. Sostenerse era difícil y nadie pestañearía si se cayera.

 

Esa fue la razón por la que Un Am no quería que Cheong Myeong se uniera.

 

¿Cuánta tristeza sentiría Cheong Myeong si lo dejaran solo justo después de unirse? ¿Cómo se sentiría sufrir tanto para llegar aquí solo para ser empujado de vuelta a las calles?

 

“Tu también lo dijiste pensando en lo mejor para el niño”, señaló Hyeon Jong. “Eso también es una forma de bondad.”

 

“Gracias, Líder de la secta.”

 

“Sé que la situación es difícil”.

 

Hyeon Jon abrió la boca.

 

“Pero Un Am-ah. La flor de ciruelo está obligada a florecer incluso en la nieve. Las flores de ciruelo en el frío intenso están destinadas a emitir un aroma más dulce que las flores de ciruelo que normalmente traen”.

 

“…”



“Si no plantamos semillas solo porque ha llegado el invierno, ¿no significará eso que la posibilidad de que los Ciruelos florezcan en la nieve desaparecerá?”

 

Esta vez fue el turno de Cheong Myeong de mirar a su alrededor, a los rostros de los mayores y los discípulos que lo habían aceptado en la secta, con quienes había formado un lugar al que tentativamente estaba aprendiendo a reconocer como si hogar. 

 

Las flores de ciruelo después del invierno realmente desprendían una dulce fragancia, más que cualquiera que hubiera conocido en el pasado, incluso.

 

"…Sí".

 

"Cierto. Así que ve y mira".

 

Mientras Un Am cerraba la puerta en silencio, sacudió la cabeza y suspiró.

 

Cada vez que hablaba con Hyeon Jong, sentía como si su corazón se abriera.

 

Sin embargo, a partir de hoy, incluso después de hablar con Hyeon Jong, su corazón no se sintió renovado. Ante las palabras de Hyeon Jong, sus pensamientos aún permanecían y su mente aún estaba confusa debido a la situación actual del Monte Hua.

 

El Monte Hua actual no se pudo salvar.

 

Cheong Mun dejó escapar el aliento que estaba conteniendo. 

 

La situación en el Monte Hua era mala, cada vez peor, incluso, pero al menos podía ver que la gente que vivía en él tenían lo más importante: la voluntad del Monte Hua. Fue lo único que continuó siendo transmitido como su legado sin problemas. 

 

Tal vez se convierta en la pieza clave que facilite a Cheong Myeong el ayudar a revivir la secta moribunda.

 

Hyeon Jong trabajó duro toda su vida, pero la situación seguía empeorando. Si las cosas seguían así, no durarían un año más.

 

Cada vez que pensaba que el Monte Hua, que tenía una historia tan valiosa, estaba llegando a su fin, le dolía el corazón.

 

'¿Hacia dónde se dirige nuestro Monte Hua?'

 

Un Am cerró los ojos.

 

Ni siquiera habían durado semanas, pensó Cheong Myeong con cinismo. Llegó en el momento justo, siendo tan afortunado para la secta como para él.

 

Si hubiera llegado un mes después y la secta hubiera sido desalojada… Cheong Myeong no sabría qué tan mal hubieran terminado las cosas.

 

Cheong Myeong inexpresivamente bajó la cabeza mirando la ropa que llevaba puesta.

 

Una túnica blanca que llamó su atención. Al mirar las Flores de Ciruelo de Cinco Pétalos grabadas cerca del pecho, se sintió extraño. Hizo cosquillas en todo su cuerpo...

 

"¡No, esto realmente me está picando!"

 

El material de la ropa era tan malo que cada vez que tocaba la piel, se sentía como si estuviera rozando su piel. Si no hubiera experimentado esos harapos antes, usar esto lo habría preocupado aún más. El mes de vivir como un mendigo parecía haberlo ayudado.

 

“Uno aprende humildad en los lugares más extraños”, decidió Cheong Myeong.

 

Yoon Jong lloró lágrimas de sangre. “No, ¿¡por qué comparas la ropa de la secta con los harapos de un mendigo!?”

 

“Bueno, ahora estamos mejor, antes realmente era…”

 

"Tch".

 

Cheong Myeong frunció el ceño.

 

Ha cambiado...

 

En el pasado, el Monte Hua no era un clan con un desbordamiento de dinero como la Secta Wudang o la Secta Shaolin, pero aún así tenía una enorme riqueza escondida.

 

Por supuesto, no podía gastar el dinero a su gusto debido a Sahyeong, cuya codicia por el dinero nunca permitió que nadie lo tocara. Como mínimo, vestiría a los discípulos de la Secta con ropa bonita y les daría de comer cosas buenas.

 

Cheong Mun estornudó. “¡Oye! No es que fuera tacaño, ¿no somos taoístas? Es natural ser frugal y ahorrar por si hay una emergencia.”

 

“Ahora lo entiendo bien, Líder de la secta sahyeong”, asintió Cheong Myeong. “Desde entonces comencé a ahorrar yo también.”

 

“Como un dragón anidando”, tosió Baek Cheon.

 

Baek Sang murmuró. “Con el dinero que estafaste de otros…” 

 

“Y lo que has robado”, señaló Tang Soso.

 

“No olviden las apuestas”, aportó Hye Yeon.

 

Cheong Myeong agitó las manos en su dirección. “Niños, no frente al Líder de la secta sahyeong…”

 

Hyeon Jong sonrió con tristeza. “¿Entonces no importa si yo lo escucho?” 

 

“Líder de la secta, usted ya lo permitió”, le recordó amablemente Hyeon Yeong. “No se retracte ahora ni intente lucir moralmente superior sólo porque estamos frente a nuestros antepasados.”

 

“Contigo sería imposible…”

 

Pero ahora la ropa estaba hecha jirones...

 

“¿Qué hizo esta gente con todo ese dinero?”

 

¡Debe haber montones de dinero en esa caja fuerte!

 

No, olvida la caja fuerte. Incluso vendieron los artículos históricamente importantes dentro de la Secta por dinero, entonces, ¿por qué vestían a los niños así?

 

No poder vestirlos apropiadamente, no poder enseñarles apropiadamente, ¿no significa esto que simplemente desperdiciaron todo el dinero que obtuvieron?

 

Con la columna vertebral repentinamente tensa, Cheong Myeong sintió su cara calentarse y las gotas de sudor comenzaron a formarse. 

 

Tal como estaban las cosas, ¿¡no hablarían sobre la caja fuerte!? Al menos deberían de haber algunas cosas que se mantengan en secreto, ¿no? ¡Ja! Ya se había revelado en múltiples ocasiones más de lo que todos deseaban, ¿qué secreto podrían guardar? 

 

Cheong Myeong sólo podía esperar que los discípulos recordaran todas las cosas buenas que había hecho por ellos y que Cheong Mun Sahyeong echara un vistazo a los discípulos que había criado antes de enfadarse.

 

Si tienes alguna queja, entonces vuelve a la vida, había dicho. ¿Y no estaban todos vivos para quejarse? No podía decir que fue injusto, pero habría preferido que comenzaran mostrando sus buenas acciones...

 

Cheong Myeong respiró hondo.

 

“No existe tal cosa como un camino recto para caminar”.

 

Ahhh. Cuanto más pensaba en ello, más le dolía la cabeza.

 

Las expectativas solo conducen a la decepción.

 

"De todos modos, ya estoy aquí".

 

Logró unirse.

 

Ocurrió el peor desastre, en el que terminó siendo el más joven del Monte Hua.

 

Esto no era lo que quería Cheong Myeong, pero al menos logró ingresar a la Secta.

 

Hay muchos problemas que tendrán que ser resueltos, pero ¿no es este sólo el primer paso en un camino de mil millas?

 

Por difícil que sea la tarea, no hay nada que no se pueda hacer si se aborda paso a paso. La mayoría de las cosas en el mundo se pueden resolver así...

 

Cheong Jin asintió con aprobación. “Bien dicho, Sahyeong.”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo sonrió. “¿Ahora te das cuenta de que soy un excelente taoísta?”

 

“Más de lo que creí. No imaginé que la forma de pensar de sahyeong sería de esta manera.”

 

"Pero, ¿dónde está este lugar?"

 

Ese era el problema.

 

Donde Cheong Myeong estaba ubicado ahora era un salón en el pasado. Sin embargo, mientras tanto, se cambió, la apariencia anterior del salón se convirtió en un dormitorio.

 

Si la memoria de Cheong Myeong no le hubiera fallado, no había ningún concepto de alojamiento en el Monte Hua. Los recién admitidos en la Secta comenzarían a vivir con su maestro.

 

Jo Geol se rió, imaginando a Cheong Myeong entrando a la secta sólo para terminar alojándose junto a Baek Cheon Sasuk o Yu Iseol Sago. 

 

Al menos con Yu Iseol a ambos les iría relativamente bien, viendo que están obsesionados con el entrenamiento y rara vez pelean, tal vez incluso se habría unido Tang Soso más tarde a ellos dos. Entonces Cheong Myeong se habría convertido en la envidia de los discípulos del Monte Hua al vivir con las discípulas más hermosas. 

 

No obstante, conociendo la suerte de esos dos, Cheong Myeong habría terminado viviendo con Baek Cheon. Y quien hubiera tenido que encargarse del otro como un fiel discípulo habría sido Baek Cheon, ¿no sería como si Cheong Myeong lo tomara como un discípulo? Teniendo en cuenta que él era el Santo de la espada flor de ciruelo bien podría ser el caso. Quizás de Yoon Jong Sahyeong y él mismo hubieran sido discípulos de Baek Cheon Sasuk desde antes, habrían podido suavizar las cosas.

 

Entonces, ¿qué estaba haciendo ahora?

 

'No puedo ver esto como un lugar donde permanecer antes de entrar en las alas de otro Maestro'.

 

No importaba cómo lo mirara, era un lugar hecho para que los humanos vivieran.

 

“Bueno, sigue siendo una secta, ¿se suponía que íbamos a vivir como bestias?” Los discípulos de Nanmanyasugung levantaron los oídos, lanzando miradas escépticas hasta que el discípulo se calló con una disculpa. “Lo siento, me expresé mal…”

 

'¿Soy el único aquí?'

 

Cheong Myeong salió de su habitación.

 

Las habitaciones estaban alineadas una al lado de la otra alrededor del estrecho pasillo. Era diferente de la apariencia del pasado.

 

Cheong Myeong abrió la puerta de la siguiente habitación. Y mostró ropa y otros artículos en él.

 

'¿Alguien se queda aquí?'

 

Jo Geol se puso de pie, horrorizado. “¡No!”

 

Cheong Myeong inclinó su cabeza: '¿Quién se atrevería a vivir en una habitación tan desordenada?'

 

"¿Quién eres tú?"

 

Cheong Myeong volvió la cabeza.

 

'¡Oh mi!'

 

Cheong Myeong jaló a Jo Geol devuelta hacia su asiento. “No te alteres, Sahyeong, lo hecho, hecho está. Ahora sólo queda vivir con la vergüenza y enfrentar la humillación pública.”

 

Jo Geol no se sintió mejor.

 

¡Ni siquiera se dio cuenta de que alguien se le acercaba! Él había cometido un error.

 

'Ah. Lo olvidé, no tengo artes marciales ahora'.

 

“Eso parece peligroso”, comentó Cheong Mun.

 

El Santo de la espada flor de ciruelo lo descartó con un gesto de la mano. “Se acostumbrará rápidamente.”

 

A pesar de que vino al Monte Hua, aún no aprendió artes marciales. Gracias a eso, solo su cuerpo se fortaleció después del cultivo de qi, que era la base...

 

Hablando de manera realista, lo único que podía hacer en este momento era reunir el qi Interno que era tan pequeño como una uña. Lo que significaba que era imposible estar cerca de donde estaba en el pasado.

 

"¿Quién eres, bastardo? ¿Un espía? ¿Un ladrón?"

 

Una boca áspera.

 

Un niño que parecía tener la misma edad que Cheong Myeong. Mientras el niño gritaba, más niños salieron corriendo.

 

Cheong Gong se rió a carcajadas, sin saber si sentir lástima por el desafortunado niño o simplemente disfrutar del espectáculo. Quién diría que el inalcanzable Cheong Myeong algún día tendría que sufrir este tipo de exhibición debido a un niño pequeño…

 

"¿Qué?"

 

"¡Jo Geol! ¿Qué pasa?"

 

El niño llamado Jo Geol señaló a Cheong Myeong.

 

"Este imbécil estaba espiando en mi habitación".

 

“¡Ay!” Jo Geol se sostuvo la cabeza, dándole una mirada traicionada a Cheong Myeong. “ya me habías golpeado antes por eso…”

 

“No, sahyeong, eso había sido por intentar desnudarme.”

 

“¿Disculpa?” Baek Cheon se quedó sin palabras. “¿Jo Geol?”

 

“Uff, Sasuk también intentó hacer algo, ¿no?”

 

Baek Cheon tosió, eligiendo quedarse en silencio como si nada hubiera pasado.

 

Un Geom suspiró. “Tal vez debería de haber sido más estricto en mi disciplina.”

 

Cheong Myeong le dirigió una sonrisa comprensiva. “No hay razón para preocuparse, Gran Sasuk, me he asegurado de ser muy estricto.”

 

“...”

 

"¿Quién es él?"

 

"¿Parece un recién llegado?"

 

Cheong Myeong miró al techo.

 

'¿Por qué tuve que volver con vida?'

 

¿Fue para presenciar una situación tan cruel?

 

Fue desgarrador ver a los jóvenes señalarlo con el dedo y llamarlo lo que sea. En términos de edad, Cheong Myeong era su bisabuelo.

 

“Es verdad, eran ochenta años…” Yoon Jong se sorprendió al recordarlo. Por alguna razón era fácil de olvidar. 

 

Jo Geol se mordió el labio, arrepentido. “Al Santo de la espada flor de ciruelo de ochenta años…”

 

Por supuesto, ellos no podían saber eso.

 

Pero, ¿cómo debía reconciliar a los mansos y disciplinados estudiantes del Monte Hua, con los actuales discípulos que usaban la boca como pandillas de barrio?

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado se rieron. 

 

En realidad, ellos mismos habían pensado que era sorprendente la personalidad de los discípulos del futuro. Especialmente la manera en que lograron interactuar fácilmente con Cheong Myeong como si fuera un igual o un hermano menor. No era algo que fácilmente podrían lograr. 

 

Myeong Do, el jóven discípulo más cercano al Santo de la espada flor de ciruelo, tuvo pensamientos similares. Al final, siempre hubo una línea que los terminó dividiendo, aunque no diría que fue debido al respeto, eso fue un desafortunado efecto secundario que los niños del futuro desarrollaron al pasar demasiado tiempo junto a Cheong Myeong.

 

Mientras abría la boca para hablarle al tipo con el cabello desordenado.

 

"¡Qué está pasando!"

 

"¡Puaj!"

 

"¡Maestro Un Geom!"

 

Ante la voz baja desde atrás, los niños comenzaron a moverse de izquierda a derecha. Y una persona enorme bajó las escaleras.

 

Torpeza que se reflejaba en su rostro y gestos. Y era evidente que este niño no lastimó a una sola persona hasta ahora.

 

“En general, Geol-ah es bastante inofensivo, como un cachorro.”

 

“Eso es porque todos ustedes no dejan de golpear y abusar de mí…”

 

Yoon Jong se rascó la oreja. “¿Alguien escuchó eso?”

 

“Bastardo sahyeong…”

 

Como lo llamaron, Un Geom miró a su alrededor con sus ojos afilados como espadas, acorde con su nombre.

 

"¿Por qué están haciendo tanto alboroto durante su tiempo de entrenamiento? ¿Quién dijo que estaba bien que hicieran esto?"

 

“No, no es así…. Mi uniforme estaba sucio, así que vine a cambiarme de ropa”.

 

"¡Cómo te atreves a darme excusas!"

 

"Pido disculpas".

 

Jo Geol se cubrió la cara con ambas manos. Esta iba a ser su primera impresión de él además de los comentarios durante la lectura. Un niño mal hablado al que regañaban frecuentemente…

 

Pensándolo bien, así es como lo han estado viendo durante la lectura, ¡pero era diferente!

 

Más aún porque estaba a punto de buscar una pelea con su antecesor.

 

Todos los niños asustados retrocedieron un paso. Mientras tanto, todos miraron a Cheong Myeong.

 

"¿Eres?"

 

"Cheong Myeong".

 

"Debes ser el nuevo miembro de la Pensión Flor de Ciruelo Blanco".

 

"¿Pensión Flor de Ciruelo Blanco?"

 

"Esta es la Pensión Flor de Ciruelo Blanco. Estos son los dormitorios donde viven los Discípulos del Monte Hua. ¿No te enteraste de eso?"

 

“¿… dormitorio?”

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado también se quedaron anonadados. ¿Dormitorio? ¿Qué quieren decir con un dormitorio? Se suponía que los discípulos que llegaban eran recibidos en la residencia de su maestro, ¿por qué habría un dormitorio? Sabían que las cosas eran distintas, pero ver que la estructura había cambiado era muy distinto a que las costumbres que parecían inamovibles desaparecieran por completo. 

 

Mientras tanto, los discípulos del futuro pensaron que no estaba nada mal. Ayudó a fomentar la unidad entre su generación y aunque las enseñanzas no eran personalizadas, les pareció innecesario cuando tenían a Cheong Myeong velando por todos ellos. 

 

Aunque dicho así, parecía que eran dos dormitorios para abarcar a todos los ‘discípulos’ que el Santo de la espada flor de ciruelo había adquirido inadvertidamente.

 

El hombre frunció el ceño.

 

"¿No sabes que debes hablar de una manera respetuosa?"

 

"Ah, sí. Pido disculpas".

 

Cheong Jin sonrió con tristeza. “Cheong Myeong Sahyeong realmente lo está intentando con fuerza.”

 

De hecho, nunca había visto a Cheong Myeong aceptar ser reprendido tan fácilmente por alguien además de Cheong Mun, ni se había esforzado tan duramente por ser respetuoso. ¿Cuánto tiempo podrá seguir así? Al menos parecía ser que había aprendido a desarrollar cierto nivel de habla respetuosa frente al futuro Líder de la secta y los dos ancianos que lo acompañaban, incluso si la respuesta variaba entre los demás discípulos.

 

Tranquilo... Tranquilo.

 

… maldición.

 

Una vez más, no lo pensó bien. Los niños que ni siquiera habían entrado en el Monte Hua durante su tiempo ahora serían maestros.

 

'Esto está así de mal'.

 

Para tener el puesto de maestro, este hombre debe ser realmente hábil. Estaba seguro de que se vería obligado a trabajar aquí para salvar su vida.

 

Cheong Myeong suspiró. “Bueno, al final resultó ser algo bueno que hubieran dormitorios, ¿se imaginan si hubiera tenido que seguir a un maestro?”

 

Los discípulos de segunda clase parpadearon como búhos. 

 

Baek Mu soltó: “¿No habría tenido que ser uno de nosotros quien te aceptara como discípulo?”

 

Jo Geol asintió varias veces. “Yo también lo pensé. Si entrara a la secta, la persona que lo habría tenido que tomar como su discípulo definitivamente habría sido…”

 

Como uno, las cabezas giraron hasta caer en Baek Cheon.

 

“No, ¡por qué siempre me ven en momentos como estos!” Se quejó en voz alta. “¿Creen que él lo habría aceptado amablemente y habría cumplido con sus deberes?”

 

“Cheong Myeong cocinando el desayuno y limpiando…” Baek Mu se rió en voz baja. 

 

“No lo creo”, dijo Yu Iseol.

Tang Soso negó con la cabeza. “¿Hasta qué punto piensan que está bien someter a Sasuk bajo ese estrés? Ahora necesita tomar medicamentos para el estómago pero si vivieran juntos, ¿no tendría una úlcera gástrica completa?”

 

La ceja de Cheong Myeong tembló. “Oye, yo también tuve un maestro en su momento…”

 

“El maestro…” Cheong Jin suspiró. “Solía morderse las uñas hasta que no quedó nada. Su cabello se puso gris pese a su alto nivel de artes marciales y no dejaba de caerse. Además, desarrolló una úlcera gástrica completa. Supongo que no es tan descabellado.”

 

Baek Cheon palideció. “Tal vez es mi fortaleza mental la que carece. Intentaré comenzar a meditar más tiempo…”

 

Cheong Myeong frunció el ceño. “¿En vez de entrenar? Sasuk, ¿estás loco?”

 

Baek Cheon inhaló profundamente, dejando escapar el aliento poco a poco. “No loco, sólo muy estresado.”

 

"Tú también, ven conmigo".

 

"¿Sí?"

 

“Ya sea que llegaste tarde o temprano, necesitas practicar. No haría ninguna diferencia. Es el trabajo de un discípulo nunca perder el tiempo en vano”.

 

Cheong Myeong no pudo evitar estar de acuerdo con la declaración.

 

Para cambiar la terrible situación, Cheong Myeong tuvo que fortalecerse incluso un día antes. Para eso, era necesario un entorno en el que pudiera concentrarse en el entrenamiento.

 

El problema era que lo que estaban tratando de enseñarle serían artes marciales básicas que eran inútiles para Cheong Myeong.

 

Un Geom sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. “No puedo creer que intenté enseñarle artes marciales básicas al Santo de la espada flor de ciruelo…”

 

Hyeon Yeong compartió una sonrisa de sufrimiento. “Y yo le pellizqué las mejillas mientras lo llamaba mi nieto.”

 

Un Geom se sintió un poco menos miserable. Había cosas peores, decidió. Al menos no hizo algo vergonzoso como un ritual de iniciación.

 

"Ven".

 

El hombre salió primero, los niños lo siguieron. Sin embargo, uno de ellos se volvió.

 

Era Jo Geol.

 

"Te veré esta noche."

 

“…”

 

Jo Geol se retorció en su lugar. “No lo hagas, ¡por favor!”

 

"Yo arreglaré esa cabeza tuya".

 

"…bien bien".

 

“¡Retráctate mientras puedes!” Estiró una mano hacia el podio, como si pudiera alcanzar a su yo más jóven.

 

"No te molestes en pensar en huir".

 

"Claro, no hay problema".

 

“Aghh, ¿por qué tenía que decir eso?”

 

Yoon Jong negó con la cabeza. “Ese sólo fue el comienzo.”

 

"¡Tu realmente…!"

 

"¿¡Qué están haciendo!?"

 

El niño, sorprendido por el grito de Un Geom, respondió.

 

"¡Ya voy, profesor!"

 

Cheong Myeong pareció comprensivo. “Incluso si no te hubieras equivocado entonces, lo habrías hecho eventualmente, Jo Geol Sahyeong…”

 

Al ver al niño correr adelante, Cheong Myeong suspiró.

 

“Necesito tratarlos bien”.

 

Todos eran descendientes de la Secta.

 

Por supuesto, la forma en que Cheong Myeong mostró favor a los niños sería diferente a la de los demás.

 

Los discípulos se estremecieron, dirigiendo miradas cautelosas hacia Cheong Myeong.

 

¿¡Esto era ser tratados bien!?

 

"Ellos lo merecen".

 

Cheong Myeong sonrió mientras se movía.

 

Cheong Mun se cepilló el cabello con desesperación. “No puede ser tan malo dado que son niños, ¿verdad?”

 

Cheong Jin intentó ser optimista. “Al menos todos siguen con sus extremidades intactas, Líder de la secta sahyeong.”

 

“No, ¿cómo creen que soy…?”

 

El Santo de la espada flor de ciruelo se quedó sin palabras.

Notes:

Si quieren que actualice, dejen comentarios, porque me recuerdan que esta historia existe así que siempre que leo uno voy y trabajo un poco en ella. Puede ser un "gracias", "actualiza rápido ptm" o "no lo olvidaste, ¿verdad?", con que me lo recuerde...

Chapter 7: Capítulo 10, 11 y 12: El colapso era inevitable, bastardos (1, 2 y 3)

Summary:

"¿Q— quitarlo?"

"Sí."

Jo Geol sonrió.

“Así es como normalmente nos conocemos. Vamos, quítatelo, baila y déjate golpear porque así mostramos nuestro amor a los nuevos”.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

El abad se aclaró la garganta una vez. Luego dos veces. Entonces tomó aire y anunció: “el siguiente capítulo se titula El colapso era inevitable, bastardos . Primera parte.”

 

“Ese es nuestro Cheong Myeong-ah narrando”. Jo Geol sonrió como si pensara: ‘ aigoo, ¿qué puedo hacer si nuestro sajae es así?’.  

 

"Pero..."

 

"¿Hm?"

 

Un Geom bajó la cabeza y miró al niño que caminaba a su lado.

 

Parece bastante feroz.

 

“Yo creo que se ve lindo en esta nueva forma”, Cheong Jin le echó un vistazo con ojo crítico. “Las mejillas son redondas, los ojos grandes y en general es tan pequeño… Me recuerda a la primera vez que conocí a sahyeong.”

 

“¿Oh?”

 

Los discípulos del futuro se inclinaron en sus asientos, acercándose al lugar de Cheong Jin, con los ojos brillantes y crecientes sonrisas en sus rostros.

 

Tang Soso llamó su atención tímidamente. “Disculpe, Cheong Jin Jinin, ¿cómo era Cheong Myeong Sahyeong cuando ustedes se conocieron?”

 

“La primera vez que nos conocimos fue toda una escena. Aunque era pequeño y lindo, el temperamento era el mismo”, se rió entre dientes. “No había nadie de nuestra generación o la siguiente que pudiera ganarle, incluso si se unieran, pese a llegar a la altura de nuestros pechos.”

 

Tang Soso levantó la barbilla, radiante de orgullo, como si Cheong Myeong se hubiera enfrentado a un grupo de discípulos de Jongnam y les hubiera dado una paliza. “Ja, suena como Sahyeong.”

 

Baek Cheon asintió, murmurando conspirativamente. “No podría creer si me dijeran que no había nacido siendo capaz de montar un tigre.”

 

Cheong Mun se ahogó con su saliva, tosiendo torpemente mientras reía.

 

Las personas colocadas en nuevos ambientes tienden a ser mansas. Es normal asustarse cuando se está en un lugar desconocido como el Monte Hua. Esto es especialmente cierto para alguien a una edad tan temprana, pero no pudo encontrar eso en este niño.

 

El paso rápido mostraba la molestia del niño, no el miedo.

 

Hyeon Jong suspiró, como si se hubiera vuelto un poco más viejo. “Me temo que no es así, al menos en el Monte Hua.”

 

“¿A qué se refiere el Líder de la secta?” Un Geom inclinó la cabeza, curioso.

 

“Bueno, no estuviste ahí para verlo, pero…” Hyeon Jong se inclinó hacia él, bajando la voz. “¿Recuerdas cuando fuimos al torneo de Shaolin?”

 

Baek Cheon sintió una gota de sudor recorrer la parte posterior de su cuello. Oh, ese torneo de Shaolin, donde el Monte Hua se convirtió en primicia cada día por algo nuevo. Y el primer día… Bueno, había culpado a Cheong Myeong de eso.

 

“Lo recuerdo bien”, dijo Cheong Myeong, para horror de Baek Cheon. “¡Fue una victoria aplastante!”

 

Baek Cheon dejó escapar un suspiro de alivio. Los discípulos del Monte Hua lanzaron risitas llenas de orgullo, intercambiando miradas brillantes entre sí. Hasta que Hye Yeon les devolvió una mirada muerta.

 

“Eso no fue justo, siju. Los reglamentos decían claramente que había una restricción de edad—”

 

“¡Alguien calle a este calvo!”

 

El abad les dirigió una mirada molesta antes de continuar.

 

Un Geom lo miró con ojos extraños. Cuando Cheong Myeong preguntó de repente.

 

"¿Cuándo nació ese lugar llamado Pensión de la Flor de Ciruelo Blanca?"

 

"¿De qué tienes curiosidad?"

 

"Escuché que la enseñanza se hace tomando a un discípulo bajo un maestro, así como también alojándose con ellos durante el proceso".

 

"Mmm".

 

“Fue un poco extraño ver a todos reunidos en un solo lugar”.

 

Un Geom frunció el ceño ante el comentario.

 

Está apuñalando un punto dolorido.

 

Tradicionalmente lo que el niño decía era correcto. Un niño recién presentado sería llevado bajo un maestro y ese hombre instruye al discípulo sobre el Monte Hua.

 

Es por eso que se sabía que el Monte Hua era la Secta más digna.

 

“En realidad”, dijo Yoon Jong. “No me molestaría continuar enseñando a los alumnos de la manera en que lo hacemos ahora. Creo que, aunque las tradiciones de respeto entre maestro y discípulo se han perdido un poco, hemos ganado una gran confianza y unidad.”

 

Cheong Myeong le dirigió una mirada sucia. “Así que Sahyeong no quiere ver al Monte Hua progresar, eh.”

 

Baek Cheon negó con la cabeza. “¿Crees que habrá alguien como Cheong Myeong que pueda enseñar a casi ochenta discípulos a la vez?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo dejó escapar una risita, luego golpeó el costado de Cheong Jin con el codo, llamando su atención para mostrarle su expresión con las cejas elevándose y bajando en repetidas ocasiones. Cheong Jin le dió una sonrisa cansada. 

’Bien, Sahyeong, ciertamente es impresionante que hayas podido manejar a ochenta discípulos después de que te hayamos dicho que no podrías tener ni uno… ¿Pero te das cuenta de que aún no lo has hecho y probablemente ahora no lo hagas nunca, verdad?’

 

“Bueno, si solo fuera una generación—”

 

“Mira a este bastardo, es tan terco, simplemente no puede aceptar que está equivocado”, agregó Cheong Myeong. 

 

La cara de Yoon Jong se volvió roja. Aunque si era por la humillación o la ira, Cheong Myeong no estaba seguro, simplemente sonrió con satisfacción por principio. ¿Estos mocosos creían que sería el único exhibido y burlado en este espacio? Cheong Myeong sacaría todos sus trapos sucios para que estuvieran a mano. Si él no iba a conservar su dignidad al salir de aquí, ¡nadie lo haría!

 

La razón por la que se rompió este método de enseñanza fue por la caída del Monte Hua.

 

"Simplemente pensamos que sería más eficiente”.

 

“Personalmente, no creo que sea tan malo”, comentó Hyeon Yeong, con una mirada contemplativa. “¿Tienen idea del dinero que hemos ahorrado y el espacio en la secta? Ni siquiera somos señores feudales, ¿para qué necesitamos que los discípulos menores limpien y cocinen si podemos contratar chefs que, de hecho, no queman la comida y desperdician ingredientes?”

 

Cheong Myeong parpadeó hacia Hyeon Yeong. “Bueno… Nunca me molestó porque no era yo quien cocinaba. Aún así… Prefiero comer en el comedor con todos y poder elegir.”

 

Cheong Jin frunció el ceño. “¿Tenías algún problema con mi cocina?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo respondió en su lugar. “No desde que dejaste de quemar la comida.”

 

“Bastardo malagradecido—”

 

“Si sirve de algo, me gustó tu comida, Jin-ah”, comentó Cheong Mun. “Es un poco mejor que la comida de Cheong Myeong-ah.”

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro se quedaron atónitos. 

 

“La comida de Cheong Myeong-ah…” 

 

“¿Cheong Myeong sahyeong cocinando?”

 

Jo Geol y Tang Soso intercambiaron miradas de ojos abiertos. Era un poco molesto porque parecían ser sinceros. Cheong Myeong se avergonzó. “¿Qué? La gente no puede vivir sin saber cocinar por lo menos arroz y carne, o no seremos diferentes a las bestias.”

 

“Que Cheong Myeong diga algo como eso…”

 

“¡Oh, cállense!”

 

"Entonces, ¿el maestro también se queda en la Pensión de la Flor de Ciruelo Blanca?"

 

"… No".

 

Cheong Myeong asintió con la cabeza a lo que Un Geom frunció el ceño.

 

Un niño extraño.

 

Tal respuesta no satisfaría la curiosidad de un niño. Sin embargo, este asintió con la cabeza como si entendiera… No, más bien, no le importaba.

 

Y Un Geom no estaba seguro de lo que estaba pensando el niño.

 

Baek Sang comentó en voz baja: “Ni siquiera ahora lo sé, aunque podemos leer sus pensamientos”. 

 

Varios discípulos asintieron.

 

Básicamente, todos los que ingresaban al Monte Hua eran enviados a los mismos dormitorios. En otras palabras, era para que los recién llegados estuvieran al tanto de las enseñanzas del Monte Hua bajo Un Geom, quien las manejó.

 

Había visto una gran variedad de niños, pero nunca un niño tan extraño. ¿Qué debía hacer? No podía simplemente explicarle la triste historia a un niño, ¿verdad?

 

Cheong Myeong se encogió de hombros. “Habría sido útil.”

 

‘¿Quién va contando esas cosas por ahí…?’, pensó Un Geom con un deje de cinismo. 

 

Parece que ha entrado un chico interesante.

 

Mientras Un Geom lo analizaba lentamente, Cheong Myeong tenía pensamientos diferentes.

 

'Huyeron'.

 

Apenas podía comprender esta situación.

 

Mirando a su alrededor a todo el Monte Hua, pudo ver de un vistazo cuán absurda era la situación de este lugar. Teniendo en cuenta cómo debería haber dejado al menos tres discípulos durante su tiempo.

 

Si solo tres personas se quedaran atrás, el Monte Hua no se habría convertido en esto...

 

'Esto significa que mucha gente abandonó el Monte Hua'.

 

‘No necesariamente huyeron’, se corrigió mentalmente Cheong Myeong. ‘No esperaba que el culto demoníaco fuera a tomar represalias incluso con su líder muerto. Uno no debe de subestimar qué tan locos están esos bastardos…’

 

El número de personas no podría haber disminuido en un instante.

 

Pero era un barco que se hundía. Y una vez que una persona se va, los demás pronto la seguirán.

 

Yu Iseol bajó la cabeza. Ella jamás haría algo así, pero aún sintió que necesitaba apartar la mirada cuando esas palabras golpearon en un lugar sensible. 

 

Asumiendo que está bien que aquellos maestros que no tienen discípulos de los que sean responsables se vayan. ¿Qué podrían hacer los discípulos sin ningún lugar adonde ir si sus maestros, que se suponía que debían enseñarles, abandonaban la Secta? Había un límite a lo que otro maestro podía manejar.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se masajeó los hombros con una expresión de cansancio. “Bueno, ¿qué puedo hacer si no todos son tan geniales como yo para tener casi ochenta discípulos, eh? Un niño por cada año, ja.”

 

“Cheong Myeong-ah, sé humilde… Aún eres un taoísta”, le recordó Cheong Mun. “Aunque, si estás tan ansioso por tomar alumnos, podemos arreglarlo una vez que volvamos.”

 

“No… ¿Si?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se quedó confundido. Realmente no sabía si quería negarse o aceptar el papel. Estar en presencia de ese montón de niños lindos le estaba afectando la cabeza. De mala manera.

 

‘¡No, piénsalo bien!’ ¿Cómo podría ir a beber alcohol lejos de la secta si lleva a un montón de niños sobre su espalda? Sin embargo, de alguna manera lo estaba manejando su futuro yo y parecía que le estaba yendo bien, ¿no? Tal vez usaba a los niños para esconder más alcohol en sus ropas o algo así…

 

Como resultado, surgiría una situación en la que no habría suficientes personas para enseñar.

 

"Tch".

 

Cheong Myeong perdió el apetito.

 

'¿Qué hacer?'

 

La situación actual no tiene nada que criticar. Cheong Myeong era un pragmático en el pasado y, a diferencia de ahora, había sido bastante cerrado. Entregar resultados era más importante que apegarse a la tradición.

 

“¿Y ya no lo eres?”

 

Cheong Myeong recibió un montón de miradas injustamente incrédulas, por lo que levantó las manos con una mueca de exasperación.

 

“¿Qué? ¿Creen que habría sido tan indulgente en el pasado?” Se señaló a sí mismo en la fila de enfrente. “Vayan y pregúntenle cómo vive su vida entonces.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo le dirigió una mirada ofendida, para diversión de los discípulos del Monte Hua del pasado.

 

Si estas personas hicieron que el Monte Hua sobreviviera al crear los nuevos dormitorios, entonces en general fue algo bueno. Se sintió un poco amargado, pero...

 

'Los corazones de los niños que tuvieron que hacer los nuevos dormitorios deben haber sido desgarrados'.

 

Era deprimente ya que podía adivinar exactamente cómo se habían sentido.

 

“Mis antepasados… Lo siento mucho”, Hyeon Jong, quien se había estado secando algunas lágrimas discretamente, no pudo evitar soltar la disculpa trémula que había estado conteniendo. “Me apena mucho que nos vean en este estado…”

 

“Líder de la secta Hyeon Jong, está bien, no fue responsabilidad de mis descendientes sino mía. me alegra ver que has protegido al Monte Hua todos estos años. Debió ser difícil.”

Hyeon Jong no pudo contener más las lágrimas después de las dulces palabras de Cheong Mun. Hyeon Sang agachó la cabeza, buscando un pañuelo para el Líder de la secta con torpeza ya que él también estaba conteniendo las lágrimas. Hyeon Yeong les entregó pañuelos y rápidamente apartó la cabeza, concentrándose en la lectura que tenían delante. Más tarde habría tiempo para pensar en las emociones y llorar un poco, ¡frente a sus antepasados no sería ese momento!

 

'No. No tengo tiempo para pensar así'.

 

Ya basta de deprimirse por los demás. Lo que Cheong Myeong tuvo que hacer fue no dejarse llevar por las emociones, sino volver a hacer del Monte Hua el mismo gran lugar que había sido en el pasado.

 

Tres pasillos se desplegaron frente a él. Un pedestal alto en la parte superior del gran lote baldío y niños pequeños tomando su lugar.

 

“Niños pequeños…” Yoon Jong le dirigió una mirada recriminatoria. “Cuando nos conocimos teníamos entre quince y diecinueve años.”

 

“¿Entonces?” 

 

“¡Que no somos- éramos niños!”

 

Cheong Myeong parpadeó y, por un segundo, creyó ver un niño pequeño agitando una sonaja con cara de enfado. 

 

“...Claro.”

 

La sonrisa en su rostro era la de un abuelo que complace a su nieto.

 

"¿Eh?"

 

Cheong Myeong inclinó su cabeza.

 

El número de discípulos fue mucho menor de lo esperado. En comparación con el pasado donde se llenó el suelo, solo un puñado de ellos estaban aquí.

 

"¡Espada!"

 

"¡Tahha!"

 

Con el comando, las espadas se usaron y apuntaron hacia adelante.

 

'¿Oh?'

 

Cheong Myeong, que lo miró, se preguntó. El Monte Hua era una secta liberal. Aunque había sido criticado por tener una fuerte naturaleza secular, no siguieron ciegamente las enseñanzas marciales. Fue porque no les gustaba considerar las artes marciales como algo para forzar y disciplinar a los niños.

 

Gracias a eso, la sala de entrenamiento nunca estuvo realmente llena de discípulos. Sin embargo, estaba constantemente rebosante de personas dispuestas.

 

'Esto es interesante'.

 

Sin duda fue interesante ver a más de cien personas aprendiendo el mismo manejo de la espada.

 

Incluso Cheong Myeong nunca había pasado por ese tipo de entrenamiento, excepto cuando Sahyeong le enseñó la Técnica de la Espada de Siete Estrellas.

 

Cheong Mun sintió un dolor de cabeza incipiente solo por el recuerdo. 

 

Esos días fueron tan horribles que sentía ganas de beber una copa sólo al recordarlos. 

 

No había una combinación más desastrosa que ‘Cheong Myeong aprendiendo un nuevo concepto’ y ‘Cheong Myeong trabajando con sus Sahyeongs’, especialmente cuando Cheong Myeong se frustró y los discípulos, que deberían ser mayores y más maduros, no pudieron evitar burlarse de Cheong Myeong por cada error (a veces incluso inventado), ¡no era de extrañar que la mayoría terminara en la enfermería!

 

"¡Al fondo!"

 

¡Slash!

 

Los sonidos de cien espadas moviéndose a la vez.

 

Al ver eso, Cheong Myeong exclamó.

 

"Guau…"

 

"¿No es agradable?"

 

“…”

 

Un Geom preguntó con una sonrisa.

 

“No hay necesidad de estar sorprendido. Si practicas duro, pronto serás como ellos”.

 

"… Sí".

 

La respuesta de Cheong Myeong fue bastante insípida considerando cómo exclamó hace un momento.

 

Por supuesto, el comentario de Cheong Myeong tenía un significado diferente al que asumió Un Geom.

 

'¿Qué están haciendo?'

 

Yoon Jong se llevó las manos a la cara, cubriendo su expresión. 

 

Si Cheong Myeong ya les criticaba hasta el alma… ¡Definitivamente no quería saber lo que pensaba sinceramente realmente sobre sus formas de espada!

 

¡Cancelen esta lectura!

 

¿¡Por qué los cielos los hacen pasar por estas tribulaciones!?

 

Cuanto más avanzaba el entrenamiento, más se entrecerraban sus ojos.

 

"¡Adelante!"

 

Los niños dieron un paso adelante y luego apuñalaron. No era el manejo de la espada lo que se debía enseñar a los niños.

 

"Que…"

 

"¿Eh?"

 

"¿Qué tipo de técnica de espada es?"

 

"¿Qué quieres decir?"

 

“Ah… La técnica de espada”.

 

“Sahyeong… Prepárate”, Cheong Myeong movió el asiento de la fila frente a la suya, llamando la atención de Cheong Mun. “No vayas a desviarte el qi aquí.”

 

“No podría ser tan malo…” 

 

‘¿ verdad ?’

 

Un Geom, que entendió la pregunta, asintió con la cabeza y respondió.

 

"La técnica de espada que están practicando ahora es la Espada del Equilibrio".

 

"¿Espada del Equilibrio?"

 

"Sí. Para ser preciso. Se llama Equilibrio de las Seis Espadas. Una técnica de espada que fue transmitida por los maestros de esgrima más fuertes del Monte Hua. Es la técnica de espada la que es la base de todo”.

 

“…”

 

“Puede que no sea fácil de aprender, pero si te esfuerzas seguramente verás resultados. Asegúrate de ir y pararte en la parte de atrás. Será incómodo para tu primera vez, pero piensa en ello como un período de aprendizaje y observación. Las instrucciones detalladas se darán dentro de una semana”.

 

Cheong Myeong caminó hacia la parte de atrás con una cara aburrida.

 

Debe de haber estado asustado.

 

Al ver eso, Un Geom frunció el ceño.

 

'Los niños no tienen ambición en estos días'.

 

Un Geom se sonrojó. ¿Eso era lo que había pensado? Viéndolo desde una perspectiva ajena, ¡sonaba demasiado crítico con un supuesto niño mendigo que acababa de llegar a su secta! 

 

Cierto…

 

Volvió a mirar al niño.

 

Era extraño que el niño no pareciera asustado por sostener una espada real. Incluso los niños intrépidos temblarían un poco cuando se vieran sosteniendo una espada real.

 

Sin embargo, Un Geom pensó que sería mejor no esperar demasiado de este niño.

 

Mientras tanto, Cheong Myeong, que estaba parado en la parte de atrás, tenía una línea de pensamientos completamente diferente.

 

'¿Qué diablos están haciendo estos locos?'

 

¿Practicando?

 

¿Aprendiendo esto?

 

¡Suspiro, esto es una mier*a hasta las rodillas!

 

¿Esta fue una introducción a las artes marciales?

 

La introducción está destinada a dar los conceptos básicos a los niños que no eran más que hojas de papel en blanco.

 

¿Qué pasaría si decidieran enseñar a unos niños tres mil caracteres en lugar de alfabetos básicos?

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro suspiraron, apartando la mirada con diferentes niveles de hartazgo, porque incluso si están completamente de acuerdo con esa evaluación (y seguramente no se cansarán de repetir a los futuros discípulos del Monte Hua cuando reciban a la próxima generación Myeong), ¡la han escuchado suficientes veces como para soñar con el mismo discurso con sólo pequeñas variaciones!

 

De verdad, ¡por qué esta tortura continúa aquí!

 

Mientras los discípulos del Monte Hua del futuro suspiraban y se quejaban para sí mismos… 

 

Los discípulos de las diferentes sectas, no, incluso los mayores de las demás sectas estaban prácticamente al borde de sus asientos escuchando cada palabra, consejo y metáfora que se le ocurría al famosísimo Santo de la Espada Flor de Ciruelo. ¡Y estaban tan celosos de la generación actual del Monte Hua! Si hubieran sabido que de unirse a una secta en ruinas que no negaría la entrada a los muchos talentos les daría como maestro al Santo de la Espada Flor de Ciruelo, ¿¡no habrían habido filas de personas dispuestas a unirse lo suficientemente largas como para dar la vuelta a Kangho!?

 

Claro, los niños podrían conocer los caracteres de memoria, pero ¿podrían entender el significado detrás de ellos? ¡Por supuesto que no!

 

Esto iba a arruinar a los niños.

 

¿De qué serviría esto?

 

Estas personas tenían prisa, así que usaron este método abreviado. Pero esto era demasiado ridículo. Lo que estos niños estaban haciendo no era tan bueno.

 

¡Pero!

 

"Es lo suficientemente plausible para enseñar".

 

"¿Eh?"

 

“¿Hmm?

 

Cheong Myeong dijo sus pensamientos en voz alta, haciendo que todos se giraran y lo miraran. Cheong Myeong, quien lo notó, sacudió rápidamente la cabeza, pero todos los niños aún lo miraban con sospecha.

 

“Míralo intentando pasar desapercibido”, se burló Tang Bo con una sonrisa. “No puede mantener el acto más de diez segundos.”

 

Tang Jopyeong le devolvió la sonrisa, amplia y brillante. “¿QUÉ DIJISTE?”

 

Tang Bo se frotó el oído izquierdo con sorpresa.

 

“DIJE QUE—”, entonces miró hacia el lado del Monte Hua, donde claramente podrían oírlo si hablaba a un volumen suficiente para que el anciano con demencia y sordera a su lado lo escuchara. “PONGAS ATENCIÓN, AH-PYEONG.”

 

“SI, MAYOR.”

 

Tang Gunak suspiró.

 

En ese momento, el Gran Discípulo que estaba en el podio gritó.

 

"Durante el entrenamiento, ¿¡por qué sus ojos miran hacia otra parte!?"

 

"¡Lo siento mucho!"

 

“¡Miren adelante niños!”

 

"Mier*a."

 

"Puaj."

 

Los niños hicieron ruidos enfermizos y recuperaron sus posturas, colocando sus espadas en pose nuevamente. Al ver que Cheong Myeong chasqueó la lengua.

 

Fue entonces cuando el Gran discípulo miró a Cheong Myeong.

 

"¿Tú?"

 

"¿Sí?"

 

"¿Por qué no lo haces?"

 

"¿Porque no lo sé?"

 

Cheong Myeong se rió en voz alta, señalando al discípulo desprevenido con burla.

 

“¡Todos tienen sus momentos!”

 

“…”

 

“…”

 

El Gran discípulo puso los ojos en blanco y asintió con la cabeza, volviendo a centrar su atención en el grupo de niños.

 

"Sigan. ¡Vamos!"

 

Y cayó el mando.

 

Cheong Myeong miró hacia el cielo mientras observaba todo esto. El cielo era azul.

 

Claro, sin una sola nube. Era como ver el futuro del Monte Hua... Nada.

 

“¡Oye!” 

 

“¿Cómo que nada?”

 

“Cheong Myeong—”

 

Las protestas llovieron sobre Cheong Myeong.

 

'¿Cómo puedo cambiar esto?'

 

Tenía un futuro profundo y largo por delante, donde tendrá que recorrer un camino increíblemente difícil. Un camino solo exacerbado por el hecho de que está solo.

 

Los discípulos del Monte Hua se callaron, dejando a las cinco espadas para ver con ojos de cachorro pateado bajo la lluvia hacia la figura de Cheong Myeong.

 

‘¿Por qué me miran así?... Bah, estos niños y sus cambios de humor’.

 

Tal fue también el futuro del Monte Hua.

 

Sin dinero. Nadie. Las artes marciales son un desastre. Cambiar el Monte Hua es más preocupante que cualquier otra cosa.

 

"Suspiro…"

 

Fue entonces cuando sonó una voz aguda.

 

"Oye."

 

"… ¿eh?"

 

"¿Nuevo aquí?"

 

Un grito ahogado resonó entre los discípulos del Monte Hua seguido de un golpe seco. Era Jo Geol, quien había golpeado su cabeza contra el asiento mientras intentaba dejarse inconsciente.

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado lo miraron con los ojos amplios, intercambiando miradas entre sí, como si preguntaran, ‘¿está realmente loco?’.

 

“…”

 

Para reconocer instantáneamente a un nuevo miembro, ¿qué tan débil era la Secta actual?

 

"¿Entonces?"

 

"Te veré más tarde. No te vayas".

 

Cheong Myeong perdió el apetito por segunda vez.

 

"Okey. Pero déjame preguntarte una cosa".

 

"¿Te has perdido? ¿No entiendes lo que estoy insinuando aquí?"

 

Jo Geol sacudió las piernas, pateando el suelo con desesperación, como si pudiera cubrir el sonido que salía de la boca del abad y enterrar sus actos pasados en el olvido.

 

“Lo siento, Sahyeong”, Cheong Myeong colocó una mano sobre su hombro, con una sonrisa comprensiva. “No estamos aquí sólo para verme a mí, ¿verdad? Hay que mostrar a nuestros preciados discípulos del Monte Hua.”

 

Con lágrimas en los ojos, movió sus labios en una súplica silenciosa: “ mátame .”

 

“¿Crees que te dejaré ir tan fácil?”

 

"Bien. Solo respóndeme y haré lo que quieras".

 

"¿Qué pasa?"

 

“¿Qué más estás aprendiendo aquí además de esto?”

 

"¿Esto?"

 

"Equilibrio de Seis o algo así".

 

“Después de aprender esto, será la Espada de los Siete Sabios. Después de eso, nos graduaremos de Flor de Ciruelo Blanca y aprenderemos la Técnica Espada Qing Menor".

 

"¿Espada Qing?"

 

"Sí. Después de eso, podremos aprender la técnica de espada Taiyi Flummox.”

 

"... ¿Técnica de espada Taiyi Flummox?"

 

"Si"

 

“¡Taiyi Flummox!”

 

Cheong Myeong se sorprendió.

 

Cheong Mun miró hacia adelante con una cara inexpresiva. Así que esto fue sobre lo que Cheong Myeong quería advertirle. No, si fuera una advertencia de Cheong Myeong tendría que haber algo más. Algo peor. 

 

No.

 

No puede ser.

 

¡De ningún modo!

 

"Oye. Una pregunta más".

 

"¿Qué?"

 

"¿Qué pasó con la Técnica de la Espada Veinticuatro Flores de Ciruelo?"

 

"… ¿Qué es eso?"

 

Cheong Mun dejó caer su mandíbula.

 

“¡La Técnica de la Espada Veinticuatro Flores de Ciruelo! ¡Es una Técnica del Monte Hua!”

 

El niño frunció el ceño mientras respondía.

 

"¿Qué es eso? El Monte Hua no tiene esa técnica de espada".

 

“Esto no puede haber sucedido realmente, ¿verdad, Sahyeong?” Cheong Jin señaló hacia el abad con incredulidad, pero Cheong Myeong simplemente se encogió de hombros.

 

“Así fue como pasó.”

 

Cheong Mun todavía no podía creerlo, si la Técnica de la Espada Veinticuatro Flores de Ciruelo ya no está, ¿¡que hay de la Técnica de amanecer violeta!? Entonces, ¿se quedaron sin ningún tipo de técnica de espada especial? ¿No sería ahora Wudang mejor que ellos en técnicas de espada, aunque Wudang fue establecido por un discípulo externo de la secta del Monte Hua?

 

En efecto, pudo sentir que su presión arterial aumentaba y su audición disminuía. Esto probablemente no era normal, estaba al borde de una desviación de qi…

 

"… ¿Eh?"

 

“Es la primera vez que escucho sobre eso”.

 

"P*ta Madre".

 

"¿Ninguna técnica llamada Técnica de la Espada Veinticuatro Flores de Ciruelo? ¿Y la gente necesita aprender esta?"

 

Los ojos de Cheong Myeong estaban floreciendo.

 

— Líder. Esta Espada Taiyi Flummox tiene un poder demasiado débil. En este punto, no creo que eliminarlo por completo de nuestras enseñanzas cause alguna ruptura. ¿Qué piensas?

 

— Es una técnica de espada que no se puede usar. Solo dejémoslo ir...

 

— Aún así, los Ancestros lo dejaron atrás por…

 

— ¿Les vamos a enseñar a los niños una Técnica que no usarían y que es una completa pérdida de tiempo?

 

— Hm... tienes razón. Vamos a tirarlo.

 

Hyeon Sang  se sorprendió. “¿Así? ¿Tan fácilmente? ¿Descartaron una técnica del Monte Hua?”

 

Como un hombre que había vivido de los restos de las técnicas del Monte Hua y las atesoró una a una como estrellas, ¡esto era inaceptable!

 

'¡Sahyeong!'

 

Estos niños estaban aprendiendo eso.

 

El Monte Hua estaba destinado a morir si continuaba así. Parece que se caería antes de que pudiera tener la oportunidad de reconstruirlo.

 

"¿¡Quién está hablando de nuevo!? ¡Tu! Ven aquí ahora mismo".

 

“Ah, siéntate. ¡Te veré más tarde! ¡Lo digo en serio!"

 

“…”

 

Una gran vena brotó en la frente de Cheong Myeong.

 

Jo Geol bajó las manos de su rostro lentamente. 

 

“Estoy tan muerto…”

 

Yoon Jong lo intentó consolar amablemente. “Está bien, Geol-ah. Siempre has tenido la boca floja y no has dejado de recibir palizas por ello, pero sigues recto como un roble, ¿crees que esto realmente te doblegará? El Jo Geol que conozco será capaz de sobrevivir a la experiencia y volver a cagarla en un par de minutos.”

 

Jo Geol, contrario a sus expectativas, derramó lágrimas. “... No quiero esta clase de consuelo.”

 

“Capítulo siguiente, segunda parte”, anunció el abad. 

 

“¡Morir es mejor! ¡Morir es mejor!”

 

La cara de Cheong Myeong cuando regresó a los dormitorios estaba completamente podrida. Nada iba bien.

 

La gente decía que incluso si un hombre rico fracasaba, viviría tres años en el lujo. A juzgar por la situación actual, parecía que 100 años era demasiado exagerado. No había forma de que la Secta del Monte Hua fuera mejor que una Secta de Tercera Clase.

 

‘Ah, bastardo, ¡deja de hablar mal de la secta del Monte Hua!’ Cheong Myeong frunció el ceño, como si se tratara de otra persona la que no dejara de quejarse. 

 

'¡No, incluso una Secta de Tercera Clase lo haría mejor!'

 

Esta Secta no tiene dinero, y los niños están en malas condiciones. Si eso no fuera suficientemente malo, estaban llenos de filosofía de mier*a que nadie entiende.

 

“¿... Filosofía que nadie entiende?” Murmuró Yu Iseol, confundida.

 

“Estoy segura de que se refiere al taoísmo, Sago”, respondió Tang Soso en voz baja. 

 

Baek Cheon se rió en voz baja. “No es como si alguna vez se hubiera terminado el Dao de Jing.”

 

“No, no me refería a eso…”

 

¡Cualquier otro lugar estaría bien, solo esto! ¡Esto!

 

¡Y eso también!

 

'¡¿Dónde tiraron las Veinticuatro Espadas de Flor de Ciruelo, bastardos?!'

 

Podía entender priorizar una técnica sobre otra debido a las dificultades de la Secta o las habilidades de enseñanza de los instructores restantes.

 

Pero hacer que una Técnica desaparezca por completo es algo completamente diferente.

 

Un Geom levantó las manos como si dijera ‘¿qué podemos hacer al respecto?’. 

 

¡Incluso dado el hecho de que la generación anterior fue aniquilada! Habían dejado dinero e historia atrás.

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado, los jóvenes que aún usaban el uniforme de tercera clase, estaban susurrando furiosamente entre ellos. Estaban preocupados, realmente preocupados… ¿¡Cómo se suponía que iban a mantener en pie una secta entera ellos solos en un par de años!? 

 

“¡Uhhhh!”

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza.

 

"¿Qué... por dónde debería empezar?"

 

En tales casos se utilizaría el término "caos total".

 

"Sahyeong, ¿puedo incluso salvar el Monte Hua?"

 

Cheong Mun le dió unas palmaditas juguetonas al Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Contamos contigo, Cheong Myeong-ah.”

 

“... Espero que no”, respondió. “Simplemente evitemos llegar tan lejos.”

 

Cuando levantó la cabeza y miró hacia arriba, parecía que ese anciano estaba sonriendo.

 

— ¿Salvar?

 

Cheong Myeong agarró un puñado de tierra y lo arrojó al cielo. Y volvió a sus dormitorios.

 

“¡Ay, mi cintura!” Dijo mientras le dolía la espalda.

 

Solo porque hablaron un poco durante el entrenamiento ese hombre los hizo entrenar extra. ¡Si Cheong Myeong fuera tan fuerte como en su vida anterior, podría ir y venir desde la cima hasta la base del Monte Hua con un mínimo esfuerzo!

 

Algunos discípulos del Monte Hua del futuro, como Yang Ho, Jong Hwe o Im Pyeong, quedaron desconcertados. 

 

“¿Escuchaste lo mismo que yo?”

 

“Cheong Myeong está sufriendo por el entrenamiento, ¡y se está quejando!…”

 

“No lo olvides. No volveremos a ver esto.”

 

Cheong Myeong les dirigió una mirada plana. ¿Eso era una queja? Apenas dijo algo y ya lo toman como un monólogo completo. Dios mío, ¡esos mocosos son los primeros en quejarse cuando aumenta la intensidad del entrenamiento!

 

Tengo que darme prisa.

 

Cheong Myeong perdió el apetito.

 

Al principio iba a tratar de averiguar cómo funcionaba el Monte Hua y pensar en arreglarlo, pero cuanto más averiguaba, más preocupado se sentía.

 

Habría sido más fácil si Cheong Myeong hubiera pasado al tiempo actual con su cuerpo y mente pasados.

 

“¿Cómo habría sido?” Se preguntó Baek Sang, atrayendo la atención de sus compañeros discípulos. “Si el Santo de la Espada Flor de Ciruelo hubiera aparecido un día en nuestra secta.”

 

‘Habría llorado y me arrodillaría ante mi antepasado’, pensó Hyeon Jong. ‘Y luego probablemente habría sido brutalmente criticado por Cheong Myeong, quien no tendría que actuar como un joven discípulo ni moderar sus palabras’.

 

“Habría sido un desastre”, Baek Cheon se llevó una mano al estómago, como si le doliera sólo con imaginarlo. “No podríamos detenerlo y él mismo no intentaría contenerse.”

 

Hye Yeon se estremeció. “El torneo de Shaolin…”

 

“Ni siquiera él podría entrar, monje”, intervino Yoon Jong. Luego su expresión se oscureció. “Y luego nos habría asesinado por perder contra ti.”

 

Jo Geol levantó la mano tímidamente. “¿No habríamos sido acusados de cultivo demoniaco? Probablemente habría sido mejor ocultarlo.”

 

“Sahyeong se ve joven, por lo que podría hacerse pasar por un discípulo de primera clase”, sugirió Tang Soso. “Tal vez incluso un discípulo de segunda clase.”

 

Los discípulos de segunda clase sintieron el terror de una amenaza apenas evitada. 

 

Baek Sang concluyó: “Me alegro de que sea nuestro Sajil…”

 

Sin embargo, en ese momento, Cheong Myeong no era más que el discípulo más joven, un mendigo sin embargo, lo que significaba el nivel más bajo.

 

¿Podría cambiar la posición del Monte Hua?

 

"Suspiro..." Podía dejar escapar un suspiro mientras pensaba.

 

Hyeon Jong sonrió. “De manera increíble, sí, si pudo.”

Una parte del crédito la llevaba Cheong Myeong. Y la otra parte eran los niños que lo seguían ferozmente. Incluso Cheong Myeong no podía traer de vuelta a una secta él solo, y eso lo sabían bien, por lo que crió con esmero a la futura generación. 

 

Ahora que sabe que Cheong Myeong tenía décadas de experiencia para respaldarse, pensó que tenía más sentido el por qué le dedicó tanto tiempo a enseñar a sus ‘torpes’ hermanos marciales.

 

Por supuesto, podía tomarse su tiempo y cambiarlo lentamente, sin embargo, el problema era que Cheong Myeong no era del tipo relajado. Cuanto más veía el Monte Hua actual, más apurado se sentía.

 

"Incluso la Secta Wudang debe estar desarrollándose en este momento".

 

“Ciertamente… Hemos entrenado como si recuperaramos el tiempo perdido”, suspiró Yang Hoe. 

 

“No veo el problema en ello”, replicó Baek Cheon. Las cinco espadas compartieorn reacciones similares, encogiéndose de hombros y luego volviendo a prestar atención al frente. Ah, esos bastardos locos estaban perdidos, habían sido Cheong Myeongificados. 

 

En general, las artes marciales se enfocan en la práctica y la repetición.

 

Sin embargo, Cheong Myeong tuvo una idea diferente.

 

El Mundo está en continua evolución. No importa cuántas personas en el pasado fueran genios, si continúan estudiando, incluso las nuevas generaciones se convertirán en genios. Al final, están obligados a superar el reino de esos antiguos genios.

 

En otras palabras, significa que las artes marciales eventualmente se desarrollarían con el paso del tiempo.

 

“Aunque en este caso ha sido al revés”, notó Cheong Myeong. “Debido a la guerra contra el Culto demoníaco, las artes marciales y los grandes maestros que las dominaban se perdieron, por lo que el nivel ha caído bastante a como era hace cien años.”

 

Los mayores de las diversas sectas ya lo deberían de haber notado. La reacción natural de un artista marcial al encontrarse con otro era el de evaluar su nivel de fuerza, seguramente con más esmero cuando se intententaba discernir cuánto había prosperado el legado de su propia secta con el que se suponía que trascendían en el mundo. No obstante, debieron de haberse llevado una gran decepción al encontrarse con muchos jóvenes llenos de talento desaprovechado. 

 

En efecto, la guerra había supuesto un gran peso no sólo al Monte Hua, sino a todo Kangho. Ese peso lo resentirán cuando el Demonio celestial vuelva, por lo que ahora debían de aprovechar todas sus herramientas para volverse más fuertes, como escuchar los consejos del mayor de otra secta en esta lectura en voz alta. Incluso si a Cheong Myeong no le gustaba la idea de regalar consejos a los odiosos discípulos de otras sectas, ¡y que se volvieran más fuertes cuando el Monte Hua todavía debía de competir por su posición! 

 

Al menos, si mejoraban su base, podrían usarse como carne de cañón, razonó.

 

Solo porque eran Shaolin, si no trataran constantemente de mejorar sus artes marciales existentes, esa Secta no sería tan floreciente ahora. A lo largo de los años, muchas más personas aparecerían y llenarían los vacíos de las artes marciales.

 

Bien, progreso...

 

“Otras personas están progresando en este momento, y estas se están olvidando de lo que tienen”.

 

¿Cómo podría no estar molesto?

 

Cheong Myeong respiró hondo.

 

Por ahora…

 

Gulp.

 

“…”

 

Cheong Myeong se miró el estómago.

 

"Tch".

 

Debido a que había estado viviendo como un Mendigo durante tanto tiempo, no pudo desarrollar su cuerpo adecuadamente.

 

No pude cenar.

 

Hyeon Yeong se sintió terriblemente decepcionado al no poder levantarse y traerle comida a su discípulo favorito. ¡Si tan sólo estuvieran fuera, para poder ordenar el mejor de los festines a su disposición!

 

“Cuando salgamos no te faltará nunca la comida”, se lamentó Hyeon Yeong. “De ahora en adelante llevaré comida conmigo para que esto no se repita.”

 

Después de que todos los demás terminaron de entrenar, quería comer, pero Cheong Myeong fue castigado para que no pudiera comer.

 

En el pasado y ahora, no había nada que odiara más que ayunar, las cosas se volvían más difíciles y molestas cuando tenía hambre.

 

Cheong Myeong agarró su estómago cuando entró a los dormitorios. Antes que nada, tenía que organizar algunas cosas…

 

“Ah, ¡todavía tengo dulces aquí!” Jo Geol sacó un panecillo frío que olía ligeramente a azúcar. 

 

Baek Sang se sorprendió. “¿Cómo tienes eso aún si ibas a dormir?”

 

“Vivo al lado de Cheong Myeong.”

 

“Ah… Lo siento por ti.”

 

Jo Geol dividió el panecillo por la mitad, y luego una vez más, entregándole un cuarto del panecillo a Cheong Myeong, quien lo aceptó con quejas.“Sahyeong, ¿por qué tan tacaño?”

 

“No sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, pero si llegara a suceder algo…” 

 

Es decir, si Cheong Myeong comenzara a enloquecer, Jo Geol blandiría el panecillo como a un arma. 

 

"Sí, él está aquí".

 

Al entrar, Cheong Myeong levantó levemente la mirada hacia quienes aparecían. Docenas de discípulos de la tercera generación estaban en la sala.

 

"¡Sí, novato!"

 

La mirada impotente de Cheong Myeong fue hacia ellos.

 

“Ah…”

 

Jo Geol perdió toda chispa de vida en sus ojos. Los discípulos de tercer clase estaban en una situación similar, comenzando a temblar y estremecerse, aunque no se sabía si eran remembranzas o anticipación al juicio de sus compañeros discípulos. 

 

Y todo el mundo de la cultivación también. 

 

Sin presión.

 

Al ver sus rostros, no parecía que estuvieran esperando con buenas intenciones.

 

Cheong Myeong respiró hondo, abrió la boca y le dijo a Jo Geol.

 

"¿Qué?"

 

La cara de Jo Geol se calentó en un instante.

 

“¡Este bastardo debe estar loco! ¡Llámame Jo Geol Sahyeong!”.

 

Jo Geol se lamentó en voz baja. ¡Le pidió al Santo de la Espada Flor de Ciruelo que lo llamara Sahyeong! ¡Que le hablara formalmente! ¡Y lo hizo! Ahora lo llama Sahyeong. Pero ahora, cada vez que escuche esa forma de dirigirse a él… Jo Geol sólo pudo estremecerse.

 

"¿Sahyeong...?"

 

Cheong Myeong miró al techo. Mirando el techo viejo y los edificios de madera, quiso llorar.

 

Ah... Ahora estaba en una posición en la que tenía que referirse a estos pequeños idiotas como Sahyeongs.

 

Pero ¿qué podía hacer? Debería haber hecho algo antes si no le gustaba eso.

 

“Si tan sólo el Líder de la secta hubiera preguntado por qué quería unirme… Todo habría dio diferente.”

 

“Y no hay nada de lo que me alegre más cada día”, respondió Hyeon Jong, con una sonrisa benigna. 

 

Los discípulos expresaron su gratitud al Líder de la secta en diversos tonos que variaban entre la alegría y el alivio.

 

“Sí, sí, Jo Geol Sahyeong. ¿Qué pasa?"

 

“Si eres nuevo, debes informar”.

 

"¿Eh?"

 

“No te preocupes, no será tan malo. Te ves demasiado débil, tengo miedo de que mueras si te golpeo un poco fuerte”.

 

La risa estalló desde los lados. Todos parecían disfrutar de la broma.

 

Cheong Myeong también se rió. “Si, ríanse mientras puedan.”

 

“Esas pobres almas”, se lamentó Cheong Jin, con una sonrisa apenas reprimida. “Están a punto de arrepentirse de todos sus errores.”

 

Bueno, entendía la situación.

 

Esta es la esencia de lo que son las vidas de los dormitorios. A través de este tipo de situaciones, los lazos entre las personas se fortalecen, aprenden y se conectan entre sí.

 

Casi todos se rieron.

 

'Sin embargo, no se siente bien'.

 

No estaba insatisfecho con esto, pero lo que odiaba era la actitud de estas personas. Actuando como si fuera su propia pandilla.

 

Baek Cheon miró a su alrededor y se detuvo en Cheong Myeong. ¿El problema realmente era que actuaran como si fuera una pandilla? No. Para este alborotador, que había convertido a la Secta del Monte Hua en los Bandidos del Monte Hua, era más bien una cuestión de dónde se encontraba en la cadena alimenticia. ¡No era bueno si Cheong Myeong no era a quien escuchaban!

 

Por supuesto, cuando Cheong Myeong ingresó por primera vez al Monte Hua, fue similar, pero al menos no actuaron como estos niños.

 

“Cheong Myeong-ah, cuando entraste al Monte Hua, eras sólo un bebé”, le recordó Cheong Mun. 

 

“Vamos, Sahyeong, no puedes decir honestamente que en ese entonces formaban pandillas como estas y actuaban como bandidos.”

 

“Bueno… Ah, eso es cierto.”

 

Jo Geol se mordió el labio, luciendo extremadamente avergonzado y arrepentido.

 

¿Eh? ¿Qué estaba diciendo este anciano?

 

Bueno, tenía más de ochenta años.

 

"Informe".

 

Cheong Myeong asintió con la cabeza. En primer lugar, será importante manejar a estas personas.

 

Le duele el estómago, pero ¿qué podía hacer? Estaba aquí para salvar el Monte Hua.

 

"Cierto. ¿Qué puedo hacer?"

 

"Gran Sahyeong". Jo Geol dijo mientras sonreía.

 

"Sí."

 

“¿Gran Sahyeong?”

 

Cheong Myeong volvió la cabeza y vio al llamado Gran Sahyeong. Un palmo más grande que el Jo Geol, y definitivamente más viejo.

 

Este tipo era otra persona bajo la tercera generación de discípulos.

 

"Haré esto".

 

"Sí."

 

En la cabeza de Cheong Myeong, el orden actual de las personas brilló en un instante.

 

'Ese tipo es más alto, pero Jo Geol toma la delantera'.

 

‘La inteligencia de este tipo brilla en momentos como estos’, se rió para sí mismo Cheong Jin. ‘Sólo hay que ponerlo en medio de una pelea y definitivamente sacará ventaja de ello de una manera u otra’.

 

En cuanto Cheong Mun o el maestro se acercaron con libros sobre estrategia, Cheong Myeong había salido corriendo en la dirección opuesta. Incluso al momento de reunir a la generación de ancianos Cheong, los comentarios de Cheong Myeong eran directos y poco realistas, escasos en detalles. Algunos se burlaron porque parecía que no estaba poniendo un esfuerzo adecuado o no podía pensar en una estrategia válida, pero Cheong Jin sabía que ese no era el problema. Para Cheong Myeong fue una estrategia válida porque podía hacerla realidad. 

 

Si él se acercaba y golpeaba a un montón de discípulos, realmente no habría quién podría detenerlo ni tampoco enfrentaría consecuencias debido a la politiquería entre sectas. Cheong Myeong lo sabía y sacó provecho de esto —a costa de la salud mental del Líder de la secta y Cheong Jin—. 

 

Si, en cambio, pusieran a Cheong Myeong como el encargado de procesar todo el papeleo resultante de sus peleas, cosa que jamás sucedería. definitivamente encontraría una estrategia más adecuada para lograr los mismos resultados sin causar más papeleo. Ojalá Cheong Myeong no fuera tan bueno huyendo, aunque eso en sí mismo era una estrategia para su propio beneficio.

 

La prueba de eso estaba frente a los ojos de Cheong Jin: la narración actual describía una Secta del Monte Hua viviendo en la pobreza, sin técnicas y con apenas un montón de discípulos; detrás de ellos tomaron asiento casi cien guerreros bien vestidos, con espadas de alta calidad y fuerza suficiente para convertirse en una secta que arrase el mediocampo cuando la segunda generación tome las riendas. Y todo eso sin revelar su identidad.

 

Cheong Myeong era un estratega nato.

 

Era lo mismo en su tiempo. Aunque Sahyeong siempre ayudaría a aclarar los problemas del Líder de Secta.

 

Si es así, entonces esta situación...

 

"Quítatelo".

 

"… ¿Eh?" La cabeza de Cheong Myeong se inclinó.

 

¿Escuchó algo mal?

 

"Dije que te lo quites".

 

“…”

 

Cheong Myeong miró a su alrededor. Miró a los niños dentro. Todos lo miraban como si se estuvieran divirtiendo.

 

El tren de pensamiento de Cheong Jin se detuvo. Las palabras que fluían como un arroyo se estancaron, dejando su mente en blanco sin poder procesar la narración actual.

 

¿Quitárselo?  

 

Este niño… ¿¡Realmente estaba intentando intimidar a Cheong Myeong sahyeong de esa manera!?

 

… Ah, jóven discípulo Jo Geol, fue un placer conocerte mientras viviste una vida buena y saludable. Adiós.

 

La mirada de Cheong Myeong se volvió hacia Jo Geol.

 

"...Siento que no entendí bien... no, creo que sí".

 

Cheong Myeong trató de sonreír.

 

'No te enojes'

 

'No nos enojemos'.

 

Si se enfadara, sería igual que estos niños.

 

Cheong Mun se cubrió la boca con la palma de la mano, ocultando sus risas silenciosas de sus acompañantes.

 

“Gracias por ser paciente con nuestros descendientes, Cheong Myeong-ah.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sonrió, aunque técnicamente las palabras no estaban dirigidas a él. “Sahyeong, yo siempre soy paciente.”

 

Tal vez más de lo que Cheong Mun se dió cuenta.

 

"¿Q— quitarlo?"

 

"Sí."

 

Jo Geol sonrió.

 

“Así es como normalmente nos conocemos. Vamos, quítatelo, baila y déjate golpear porque así mostramos nuestro amor a los nuevos”.

 

“Sabes..” Cheong Myeong estaba extrañamente tranquilo cuando se giró a hablar con Jo Geol. “Escucharlo me hace volver a enojarme.”

 

“Lo siento mucho…” Jo Geol ya ni siquiera parecía humano, sino un cascarón al que le habían extraído el alma. “Por ser irrespetuoso con mis mayores… Y Sajil…”

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua. Ni siquiera podía enojarse apropiadamente porque Jo Geol parecía el más resentido con su yo del pasado. Dios mío, está bien, tendría que ser el adulto entre los dos.

 

(Como se supone que debe ser).

 

Los labios de Jo Geol se convirtieron en una sonrisa.

 

"Ahora."

 

"¿Eh?"

 

"Ah, uh, me siento tímido".

 

“Tuvimos muchas oportunidades”, reflexionó Yoon Jong. “Los cielos eran tan indulgentes y bondadosos. Nosotros éramos demasiado ignorantes.”

 

Su pronunciación no era la correcta.

 

Cheong Myeong, quien tosió y luego trató de hablar.

 

"Entonces... ¿Sasuk Un Geom?"

 

“Estará practicando por la noche. Será mejor que deseches la idea de que él venga a ayudarte. En este momento, somos los únicos aquí”.

 

“Conozco esta forma de actuar”, dijo Cheong Gong. “Niños… Están perdidos.”

 

Los discípulos de tercera clase asintieron con tristeza. Al menos los discípulos de segunda clase no podían reírse, ¡pronto harían su entrada espectacular en la que intimidaron a sus Sajil!

 

"Ya veo".

 

Cheong Myeong asintió con la cabeza.

 

"E incluso si él estuviera aquí, estarías bien por hoy. Pero tendrás que vivir aquí de ahora en adelante, así que ¿realmente crees que podrás escapar?"

 

Cierto. Aquí será donde vivirá.

 

'Gracias'.

 

Su pensamiento había estado un poco equivocado hasta ahora.

 

"Entonces, ¿no hay otros Sasuk aquí?"

 

“Este bastardo sigue hablando. No puedo contenerme más. Vayamos directo a eso”.

 

Baek Cheon sonrió. “Fuiste realmente valiente, Geol.”

 

“Y valiente es otra palabra para estúpido”, agregó Baek Sang. “Así que sí, fuiste muy valiente.”

 

Jo Geol saltó de su asiento y agarró a Cheong Myeong por el cuello.

 

“Una vez que lo domines, me respetarás como el Sahyeong. No estoy haciendo esto porque te odio. Estamos usando esto para amarte y ponerte en el camino correcto. ¿Entiendes?"

 

“Sahyeong.”

 

"¿Qué? ¿Algo más que decir?"

 

“Aprieta los dientes”.

 

"¿Eh?"

 

En ese momento, el puño de Cheong Myeong golpeó la mandíbula inferior de Jo Geol.

 

¡Bang!

 

Con el sonido de algo explotando. El cuerpo de Jo Geol se elevó hasta el techo.

 

¡Creack!

 

Y rompió el techo viejo.

 

¡Creack!

 

El cuerpo de Jo Geol, que estaba clavado en el techo, tembló.

 

Todo quedó en silencio.

 

Los ojos de los otros discípulos se abrieron de par en par.

 

“…”

 

“…”

 

Cheong Myeong, echó un vistazo a Jo Geol, luego se dio la vuelta y caminó hacia la puerta.

 

"A— a dónde vas..."

 

¡Clang!

 

Cheong Myeong levantó el pestillo y cerró la puerta y se volvió con una brillante sonrisa en su rostro.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se rió entre dientes, intentando contenerse para no ser regañado por su Sahyeong, sin embargo, ¡esto era hilarante! 

 

¿Esos malditos mocosos realmente creían que podían salirse con la suya con esas tácticas de intimidación hacia el espadachín más fuerte del mundo? 

 

Estaban a punto de entender algunas realidades realmente divertidas.

 

“Mientras una persona viva...”

 

“…”

 

“Se preocupan por esto y aquello. Y entre ellos, pienso en una cosa más. Pero…"

 

“Se llama conciencia, y uno nunca debe de abandonar su conciencia como taoísta”, murmuró Myeong Do. “Aunque incluso yo quería golpear a esos mocosos…”

 

¡Creack! ¡Crack!

 

Aflojando la cabeza, continuó.

 

"Gracias a ti, mi forma de pensar se ha vuelto muy simple. Correcto, necesito comenzar con la organización de mi entorno".

 

Cheong Myeong levantó la pierna y pisó la silla junto a él y la destrozó. Agarrando la pata rota de la silla, sonrió.

 

"Jejejeje".

 

Hye Yeon estaba sin palabras. “No sabía que tenían un comienzo como este… Cómo decirlo… Siju, pareces un asura salido del mismísimo infierno.”

 

“¿De qué hablas?” Tang Soso lo hizo callar. “¡Vamos, Sahyeong! ¡Con la pata de la silla! ¡Cabeza, cabeza!”

 

Tang Gunak, que no estaba lo suficientemente lejos como para no escuchar las palabras de su hija, estaba consternado. 

 

“Es como tener un Cheong Myeong.”

 

“Cheong Myeongificación”, le corrigió Tang Bo. “Sucede a menudo.”

 

¿Quiere saber? No, pero con su suerte, lo terminaría experimentando de primera mano.

 

Y se acercó a uno de ellos.

 

"Crecí a mi manera, entonces, ¿tendría los modales para tratar correctamente a mis Mayores?"

 

Cheong Mun sacudió la cabeza. Él tampoco estaba seguro de cómo Cheong Myeong había terminado de esa manera. Cuando era niño era tan lindo…No, en realidad era igual, simplemente nunca cambió. Ah, ojalá esa apariencia nunca cambiara tampoco.

 

Entonces se giró hacia Cheong Myeong… 

 

Si, era pequeño y lindo, aunque sabía que era incluso mayor que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo (que parecía un niño a sus ojos). Sintió que podría dejar pasar cualquier desastre, no importa cuán grande fuera, si le hacía ojitos de cachorro. 

 

Probablemente fue culpa de Cheong Mun.

 

Una pequeña esperanza floreció en sus corazones, los había llamado Mayores.

 

Mayores…

 

"Ya que son Mayores, los molestaré. No griten en voz alta. Cualquier bastardo que grite recibirá el doble de la dosis".

 

Ah...

 

Eran los mayores.

 

"Vamos, golpeen y terminen con esto. ¡Sahyeong bastardos!"

 

Cheong Myeong, como si estuviera poseído, atacó a los discípulos.

 

“Bastardo sin conciencia.”

 

“Demonio.”

 

“No es humano.”

 

“¿Todavía es el mayor?”

 

Ante las quejas de los discípulos de la generación Cheong del pasado, Cheong Myeong se volvió hacia ellos con una mirada tranquila. 

 

“Niños”, miró hacia los discípulos de tercera generación que estaban a su lado y luego a la generación Cheong mayor. “¿Creen que mi respuesta fue exagerada?”

 

Jo Geol sacudió la cabeza frenéticamente. “¡Me lo merecía! ¡Me arrepiento muchísimo!”

 

Yoon Jon estuvo de acuerdo con él, y los otros discípulos dieron su rápida aceptación como si estuvieran desesperados. Sólo Tang Soso se mantuvo emocionada mientras apoyaba la violencia y lo alentó continuamente. Hye Yeon, por algún motivo, también dió su opinión, y aunque estuvo en desacuerdo, nadie le hizo caso porque era un monje.

 

“¿Ven?”

 

Cheong Gong resopló. “¡Están bajo amenaza!”

 

El abad suspiró. “Capítulo siguiente, tercera parte.”

 

Baek Sang frunció el ceño. “¿En qué capítulo vamos?” 

 

“El doce o trece”, respondió Baek Mu. “Creo que el Doce. No lo sé. Es un poco confuso.”

 

“Esos son menos de los que esperaba.”

 

“Sahyeong”.

 

"¡Sí, Sajae!"

 

"Esfuerzate".

 

"¡Sí! ¡Haré mi mejor esfuerzo!

 

La fuerza en las manos que estaban masajeando el hombro aumentó.

 

"¿Cuál es tu nombre?"

 

“Es Yoon Jong”.

 

Cuando la atención de las personas en la sala se dirigió hacia él, Yoon Jong fijó la vista al frente, intentando aparentar calma. 

 

Ya habían hecho estas cosas años atrás y habían sido castigados por ello, Cheong Myeong se tomó muy en serio el tomar la justicia por sus propias manos, y a partir de ese momento habían crecido como personas. Entonces, no debería avergonzarse por ello. 

 

Los errores eran naturales y debían aceptarse, no ser motivo de conflicto.

 

… Ignoró el creciente dolor en el estómago por el estrés y el sonrojo que bajó hacia su cuello.

 

“¿Y tú eres el Gran Sahyeong?”

 

"¡Sí, eso es correcto!"

 

Cheong Myeong giró ligeramente la cabeza cuando vio el rostro hinchado de Yoon Jong.

 

"Aún así, dado que eres el Gran Sahyeong, te trataré bien".

 

"¡Gracias!"

 

“Sigue presionando”.

 

"¡Sí!"

 

Yoon Jong volvió a frotarse mientras Cheong Myeong giraba la cabeza hacia atrás.

 

‘No es tan humillante pensar que fue al Santo de la Espada Flor de Ciruelo’, reflexionó Yoon Jong. ‘Si fuera él, definitivamente estaría furioso…’

 

No, esa forma de pensar probablemente surgió de Cheong Myeong, ¿no se suponía que debía actuar tranquilo y maduro con los niños?

 

Ah… Probablemente no haya nadie más en el Monte Hua que pueda actuar de esa manera.

 

Los otros Sahyeongs estaban todos en el suelo con la cabeza inclinada hacia el suelo.

 

"Ustedes, todos…"

 

Cuando Cheong Myeong abrió la boca, todos se estremecieron. Era un espectáculo extraño ver a niños mayores de su edad temblando en el suelo.

 

“…¿No deberían estar ayudando a vivir una vida tranquila? ¿No deberían? ¿Sahyeongs?”

 

"¡Sí!"

 

“¡Fuimos miopes!”

 

“¿En qué estás pensando, Sahyeong?”

 

Baek Cheon hizo una mueca, pareciendo estar en conflicto. Acercándose a Baek Sang, respondió. “¿No parece desde su punto de vista… Desde el punto de vista de Cheong Myeong… Que está siendo indulgente?”

 

Desde hace rato, Baek Cheon se sintió en conflicto.

 

Si sólo mirabas las acciones, Cheong Myeong había llegado a su secta, había insultado a sus mayores, criticado sus acciones sin conocer el trasfondo, se burló del Líder de la secta, fue grosero e intentó mentirle en la cara, y luego les dió una paliza a sus Sahyeong, los hizo arrodillarse, darle masajes y aún así… ¿¡Por qué parece que está siendo paciente!?

 

Baek Sang también frunció el ceño, y sus hermanos marciales más cercanos, Baek Mu y Yu Iseol, parecieron sombríos.

 

¿No se siente esto como un hombre autoritario siendo un abuelo indulgente con sus nietos…?

 

Cheong Myeong suspiró ante esas palabras.

 

¿Quién fue Cheong Myeong?

 

Fue uno de los tres grandes espadachines, y fue reconocido como el de más alto nivel entre los tres, ¡excepto por Cheon Ma!

 

¿No sería capaz de manejar fácilmente a estas personas?

 

No importaba cuán débil se haya vuelto, estas personas eran niños pequeños, y Cheong Myeong podía manejar fácilmente a 30 de estos niños.

 

“Dado que esta fue tu forma de aceptarme, lo dejaré pasar esta vez. Pero de ahora en adelante, tales cosas deberían suceder de una manera humana. Hay cosas que se pueden y no se pueden hacer”.

 

“Que sea Cheong Myeong quien le enseñe a otras personas a actuar como un humano…” Cheong Mun se frotó la cara. “Estos lindos niños salvajes son adecuados el uno para el otro.”

 

Cheong Jin se rió entre dientes. “¿No crees que son similares? Pensé que era el tiempo que habían convivido, sin embargo… Vaya, los dos se retroalimentan.”

 

“Qué cosas tan aterradoras dices.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo miró de un lado a otro con sospecha. “¿No están viendo que soy yo el adulto responsable? ¿No estoy haciendo un buen trabajo? Por qué se quejan tanto…”

 

Cheong Myeong le dirigió una mirada lastímera. “Con el tiempo me he dado cuenta que simplemente les gusta molestarnos.”

 

“¿Sahyeong…?” El Santo de la Espada hizo una expresión de traición. “Es difícil de aceptar, pero tiene sentido.”

 

“No lo digas como si fuera el que intimida a los débiles, Cheong Myeong-ah, ¿no tienes autoconciencia?”

 

Los dos ignoraron fácilmente las quejas de Cheong Mun con sus años de práctica.

 

Todos gimieron sin responder.

 

'¿Por qué estoy así?' uno de ellos pensó.

 

"Se siente como si un Sasuk me estuviera gritando".

 

No se sentía como si estuvieran al mismo nivel que Cheong Myeong, como si no fueran sus compañeros.

 

‘Estos niños son realmente perceptivos’, pensó Cheong Gong, aunque incluso él pensó que esta forma de actuar de Cheong Myeong parecían los inicios de su forma futura de madre gallina. Así es, lo dijo, el Cheong Myeong del futuro parecía una gallina con un grupo de pollitos detrás suyo. ‘Debe ser la forma en que los trata. Los niños son más perceptivos con la jerarquía’.

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua.

 

Tengo que ocuparme de ellos.

 

Cuanto más pensaba en ello, más ridícula se sentía la situación.

 

"Atención".

 

Tan pronto como sonó la palabra, los niños se levantaron.

 

"No importa cuán malo sea el estado actual del Monte Hua, los niños del Monte Hua más disciplinados no deberían ser así".

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua.

 

"¡Necesitan volver al estado inicial de la Secta!"

 

“…”

 

Los niños intercambiaron miradas.

 

'No lo entiendo, ¡cómo se metió este gusano!'

 

'¿Quién fue el bastardo que afirmó que este chico era un perdedor?'

 

¡Estamos arruinados! Ahora tenemos que vivir bajo su mando.

 

Si tan solo pudieran vivir con sus maestros, como la vieja tradición, podrían haber escapado de Cheong Myeong. Pero ahora todos vivían en un solo dormitorio. ¡Era como si hubieran arrojado a un tigre salvaje a una jaula de conejos!

 

“Me pregunto cómo hubiera sido así si en mi época hubiera habido dormitorios comunales”, reflexionó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, para horror de sus hermanos marciales. “Parece animado.”

 

“No, por favor no.”

 

“Ahora me doy cuenta de cuán afortunados fuimos.”

 

“Prefiero morir.”

 

Él suspiró. “Qué exagerados…”

 

Está empezando a preferir a los niños del futuro.

 

"Tch".

 

Cheong Myeong abrió los ojos.

 

"¡Recuerden!"

 

"¡Sí!"

 

"Ahora, ¿quién aquí está más consciente de la situación del Monte Hua, que levante la mano?"

 

Nadie dijo nada.

 

Pero todas sus miradas se volvieron hacia un lado.

 

Jo Geol finalmente se estaba recuperando, recostado dócilmente contra su asiento como si hubiera pasado por un entrenamiento arduo.

 

“Después de todo no se puede confiar en tus hermanos marciales”, decidió en voz baja, secándose el sudor que le cubrió el rostro. “Esta es sólo la primera de muchas.”

 

“Esos fueron tu culpa, Geol.”

 

“No, no todo…” Jo Geol entrecerró los ojos. Algunas veces parecía que Yoon Jong lo disfrutaba como una forma de desquitar el estrés.

 

“…”

 

Al ver las miradas de los demás dirigidas hacia él, los ojos de Jo Geol se abrieron como platos.

 

"Tú".

 

“…”

 

"¡Levantaste tu mano!"

 

La mano de Jo Geol se movió hacia arriba.

 

'¡Los veré luego, bastardos!'

 

Hacía muchos años que vivían juntos. ¿Cómo podrían vender los suyos? ¿No tenían conciencia?

 

“Incluso los bandidos saben mejor”, se quejó Jo Geol. “¿Qué pasó con la camaradería?”

 

Tang Soso se compadeció de él. “Sólo existe en situaciones de vida o muerte, mientras tanto, en el Monte Hua es la supervivencia del más apto. Eso es lo que he aprendido en los meses en que hemos estado juntos.”

 

Los discípulos de la pasada generación giraron sus cabezas con sorpresa. ¿¡Sólo unos meses y ya parecía un mini Cheong Myeong!? ¿De dónde consiguieron a esta niña y por qué parecía que se había adaptado demasiado bien…?

 

Jo Geol apretó los dientes y dio un paso adelante.

 

Con la cabeza rígida, miró a Cheong Myeong.

 

“Jo Geol sahyeong”.

 

"… Sí"

 

"Incluso si eres un Sahyeong, ¿no estás siendo demasiado rígido conmigo?"

 

"E-En absoluto".

 

Jo Geol se apresuró y se tocó el cuello.

 

“Sentía el cuello demasiado rígido, así que no podía moverlo como de costumbre”.

 

Los discípulos del pasado se rieron. Myeong Do, en especial, pareció encontrar a este discípulo en particular un poco tonto y lindo. “Estás haciendo un buen trabajo disimulando. La mayoría de nosotros estuvimos huyendo por un tiempo después de la primera paliza.”

 

Un discípulo de su misma generación le respondió rápidamente. “En ese entonces sus palizas no eran tan suaves.”

 

“….”

 

“….”

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua y se levantó.

 

“Sígueme a esta habitación.”

 

"… Sí."

 

“Los demás pueden descansar por hoy. Haremos lo que sea necesario para mañana”.

 

"Sí."

 

"Sahyeong, sígueme".

 

Cuando Cheong Myeong movió su mano, Jo Geol lo siguió como una vaca al matadero.

 

“Al menos no te fue tan mal”, dijo Baek Cheon, relajándose en su asiento. “Ya que intentaste desnudarlo, esperaba que hiciera algo peor.”

 

“Incluso el entrenamiento de hoy en día es peor”. Jo Geol se encogió de hombros. “¿Qué le hizo a Sasuk? Sólo supe que desapareció una noche, pero no podría haber estado tan enojado por regañarlo por algunas reglas, ¿verdad?”

 

Baek Cheon hizo una mueca. “Ojalá fuera tan simple…”

 

“¡Por eso a los niños hay que disciplinarlos con dureza mientras son jóvenes!” Cheong Myeong chasqueó la lengua al recordarlo. “Sasuk, ¿te atreverías a hacer algo así de nuevo hoy?”

 

Aunque negó con la cabeza frenéticamente, Cheong Myeong no pareció muy convencido. 

 

“El problema es que Sasuk es muy temperamental y celoso, así que no puedo tranquilizarme.”

 

Baek Cheon fingió no escuchar, aunque su postura se había vuelto incómoda. ¡No había necesidad de restregarle sus defectos cuando todas las sectas estaban a punto de escucharlos! 

 

Cheong Jin levantó una ceja. “¿Te acabas de describir?”

 

“Sasuk es peor”, señaló con descaro. “Yo no haría—”

 

“¡Cheong Myeong-ah! Escuchemos la narración, ¿si? Escuchemos tranquilamente .”

 

Tan pronto como los dos desaparecieron, los discípulos restantes corrieron hacia Yoon Jong.

 

"¡Gran Sahyeong! ¿Estás bien?"

 

"¿Me veo bien?"

 

"… No".

 

Yoon Jong acarició sus ojos hinchados. Lo triste era que sus ojos hinchados estarían bien mañana, así que ni siquiera podía quejarse.

 

'Si tan solo Sasuk estuviera en estos dormitorios, podría haberlo detenido'.

 

Los discípulos de tercera generación voltearon sus cabezas hacia Un Geom, ¡quien se reía sin culpa! 

 

¿Cómo pudieron en ese entonces confiar en que Un Geom Sasuk los salvaría? Prácticamente los había abandonado bajo las garras de Cheong Myeong, sin pensárselo dos veces, e hizo caso omiso de las quejas de los discípulos moribundos.

 

Al final fue para mejor, ¡pero aún así!

 

Con su orgullo no podía ir al hombre y mostrarle las heridas. Y mañana por la mañana todos estarían curados sin rastros del abuso sufrido hoy.

 

En otras palabras…

 

"Él planeó esto de antemano y cuando nos golpeó".

 

Cuanto más pensaba en ello, más aterrador se volvía el chico nuevo en su mente.

 

"¿Ahora que hacemos?"

 

"¿Hacer qué?"

 

"¿Deberíamos atacarlo una vez que se vaya a la cama?"

 

“¿Oh? ¿No son realmente osados?” 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo levantó una ceja, sintiendo su puño preparase para golpear a alguien. Ah, no, no debería de sumergurse hasta ese punto en la lectura, su yo del futuro lo manejaría.

 

"…¿Lo harás?" Él replicó.

 

“…”

 

Todos se quedaron en silencio ante esa pregunta, la imagen de Cheong Myeong corriendo salvajemente como un tigre vagaba por sus mentes.

 

'No. no deberíamos hacer eso'.

 

Moriremos si sale mal.

 

Yoon Jong negó con la cabeza. La imagen de Cheong Myeong hizo que su boca se secara.

 

"Pero..."

 

Alguien que estaba perdido en sus pensamientos preguntó.

 

"¿Por qué se llevó a Jo Geol?"

 

“…”

 

“…”

 

“Finalmente obtendremos algunas respuestas sobre lo que sucedió en estos cien años, ¿eh?” 

 

Cheong Jin se sintió algo aliviado, aunque tampoco tenía muchas esperanzas de que un discípulo de tercera generación estuviera bien informado sobre los hechos oscuros de su secta y la política detrás de ello, al menos sabrían algo más. 

 

“Ya era hora”, coincidió Cheong Gong. “No importa cuánto nos haya afectado la guerra, ¿cómo puede llegar la secta a este punto en sólo cien años?”

 

Después de pronunciar esas palabras, cerró la boca, avergonzado, dándose cuenta de que podá ser tomado como un insulto hacia el trabajo realizado por aquellos que se quedaron atrás. Ciertamente quería creer que los discípulos restantes hicieron todo lo que pudieron, aunque, ¿cómo podría arruinarse tanto si sólo fueran las circunstancias presentadas al principio? ¿Tal vez hubo una mala gestión por parte de los niños que se quedaron atrás? O tal vez hubo algo más, quiso creer.

 

"Siéntate cómodamente".

 

"... Me quedaré aquí".

 

"No te preocupes y siéntate, no te golpearé".

 

“No es por eso”.

 

Jo Geol vaciló y abrió la boca.

 

“Parece que no puedo doblar la espalda después de haber sido colgado del techo. Así que estar de pie está bien”.

 

“Este niño me cae bien”, se rió Myeong Do. “¡Me recuerda a mis primeras interacciones con Cheong Myeong sasuk!”

 

“...” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo entrecerró los ojos, pensando profundamente. “¿Cómo fueron nuestras primeras interacciones?”

 

Myeong Do lo miró en silencio, sorprendido. “¿Sasuk, no lo recuerdas?”

 

“Je, je…”

 

‘Maldito Sasuk sin corazón’, pensó Myeong Do. ‘La primera vez me enseñaste el camino correcto cuando me perdí, ¡la segunda vez me diste la peor paliza de mi vida por un malentendido!’

 

“…”

 

Cheong Myeong tosió.

 

"Entonces".

 

"Por qué me llamaste…"

 

"Habla cómodamente, Sahyeong".

 

"… ¿Sí?"

 

“Es extraño ver a un Sahyeong hablar con tanto respeto. Así que habla cómodamente".

 

"Sí."

 

"¿Listo?"

 

"Sí."

 

Cheong Myeong se rindió.

 

“Lo está intentando”, señaló Cheong Mun. “De hecho, es un poco sorprendente ver cómo se adapta tan rápido a su lugar como el más joven.”

 

“Te dije que soy paciente, Sahyeong.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo parecía presumido.

 

“No lo fuerces, Cheong Myeong-ah.”

 

Bueno, mientras vivan juntos, un día el niño se abrirá.

 

"Entonces, ¿por qué me llamaste?"

 

“Ah. Tengo algunas preguntas para ti. Primero, me gustaría que respondieras con tanto detalle como puedas”.

 

"Bien".

 

Cheong Myeong abrió la boca.

 

"Entonces, ¿los niños aquí son en su mayoría de familias de comerciantes?"

 

"Sí".

 

"Mmm."

 

Cheong Myeong se golpeó la barbilla con el dedo.

 

Comerciantes.

 

En el pasado había muchos hijos de comerciantes que querían entrar al Monte Hua. Sin embargo, el Monte Hua nunca aceptó a nadie de familias de comerciantes como discípulos.

 

Yoon Jong se inclinó hacia su compañero. “Geol-ah, si fuera el Monte Hua del pasado, parece que no habrías sido aceptado.”

 

“¡Sahyeong!” Escandalizado, frunció el ceño. “Me alegro que sea el Monte Hua actual… No es que el Monte Hua del pasado sea malo, ¡tampoco le deseaba que le fuera mal! No, a lo que me refiero es que—”

 

“Está bien, Geol-ah.”

 

“Gracias, Sahyeong.”

 

“De todos modos siempre sabes cómo decir las cosas equivocadas.”

 

¿Fue porque los comerciantes eran malos?

 

Por supuesto que no.

 

Podían aceptar mendigos en la secta, un comerciante no era gran cosa. El problema era que los hijos de los comerciantes no venían a ser discípulos. Vinieron solo para aprender las artes marciales del Monte Hua.

 

En el caso de los descendientes del Monte Hua vendrían aquí con la intención de quemar las enseñanzas del Monte Hua en sus huesos. Después de la iniciación, el entrenamiento y la orientación recibida, uno de ellos se convertiría en el Líder del Monte Hua y lideraría la Secta.

 

Sin embargo, aquellos que ingresaban de familias de comerciantes permanecían únicamente como discípulos de la secta y aprendían solo las artes marciales, después de lo cual regresaban a sus familias.

 

Incluso en el mundo, serían respetados por ser discípulos del Monte Hua, pero no era nada comparado con los que se quedaron atrás. Los discípulos que sumergieron la enseñanza de la Secta en sus vidas siempre fueron de apoyo y protegerían el Monte Hua.

 

'La mayoría de ellos se van...'

 

Lo que significaba que incluso la tercera generación de discípulos que estaban enseñando hoy, eventualmente abandonarían el Monte Hua.

 

“Líder de la secta Hyeon Jong”, Cheong Mun se dirigió respetuosamente hacia su compañero. “¿No habría sido eso un problema si los discípulos se fueran más tarde?”

 

Hyeon Jong negó con la cabeza, un poco triste y nostálgico. “Si hubieran tenido un lugar al cual volver si algo sucedía, no habría sido mejor. Tal vez incluso podrían llevarse a algunos hermanos marciales que no tenían a dónde volver.”

 

“Ya veo. El Líder de la secta lo pensó profundamente.”

 

Cheong Mun se dió cuenta de que Hyeon Jong no estaba viendo por el futuro de la secta como un ente sino por el futuro de cada uno de los discípulos, ya fuera que decidieran seguir las enseñanzas del Monte Hua o no. 

 

Para aquellos maestros taoístas del futuro que trascendieron transmitiendo sus enseñanzas a sus descendientes, debió de haber sido lamentable, y Hyeon Jong seguramente lo supo, ¿cuánto arrepentimiento debió provocarle? Y aún así priorizó a los niños bajo su mando. 

 

Cheong Mun estuvo de acuerdo en que fue lo mejor, aunque se sintió en conflicto. Al menos sabía que admiraba a Hyeon Jong por ello, ¿pero podría haber tomado la misma decisión? 

 

'¿Qué es esta situación?'

 

Si el número de discípulos disminuyera en el Monte Hua, entonces su nombre y reputación disminuirían a su vez.

 

"¿Pero los Sahyeongs están aquí?"

 

"¿Qué quieres decir?"

 

"Bueno, debería haber habido rumores, deberías haber sabido que el Monte Hua no está en buenas condiciones. ¿Por qué venir hasta aquí?"

 

“Ah, eso…”

 

Jo Geol se rascó la cabeza.

 

“En realidad, a mi padre originalmente no le gustó la idea de enviarme al Monte Hua. Sin embargo, no había muchas Sectas que me aceptaran. Aunque el Monte Hua se ha derrumbado, sigue siendo una de las muchas Sectas del mundo. Las conexiones que surgen de esto me darían una gran fuerza y ​​libertad”.

 

"Mmm."

 

Según Jo Geol, los hijos de los Comerciantes que venían aquí eran comunes. no estuvo mal. En última instancia, era para hacerse valorar.

 

Si tuvieran dinero o talento, no había forma de que niños como Jo Geol ingresaran al Monte Hua, habrían ido a otras Sectas mejores.

 

“... Es la verdad, pero dicho así, duele un poco”, admitió Yang Ho. Algunos otros discípulos, hijos de comerciantes, estuvieron de acuerdo, derramando lágrimas en su interior.

 

“No hay razón para sentirse mal”, Baek Cheon les dirigió una sonrisa confiada. “Puede que en ese entonces la evaluación de Cheong Myeogn no haya estado mal, pero ahora son irremplazables discípulos hechos y derechos del Monte Hua, nadie podría negar eso.”

 

“baek Cheon sasuk…”

 

“¡Sasuk…!”

 

'Lo que significa que incluso los antiguos discípulos del Monte Hua no tienen dinero. Lo que significa que todos alrededor del Monte Hua también están en un lío'.

 

Sus huesos se sentían doloridos.

 

Le recordó los viejos tiempos, con su Sahyeong sosteniendo un libro y atando su cabello. En ese momento, estaba obsesionado con hacer dinero y Sahyeong fue un genio en la recolección. Pensando en retrospectiva, el Monte Hua podría haber salido de la situación si tuvieran esos libros de contabilidad que tenía Sahyeong.

 

Cheong Mun asintió varias veces, alentador. “¡Así es, los libros de contabilidad! Me alegro de que realmente lo recordaras. Hmm, ¿tal vez debería de darte más deberes como anciano de la secta?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo tuvo un mal presentimiento. “No, ¿yo? No creo que lo pueda hacer bien, ja, ja… Déjale esas cosas a JIn-ah, son su especialidad.”

 

“Antes de esta lectura, habría pensado que sería una mala idea, pero creo que a Sahyeong le iría bien”, Cheong Jin comenzó a pensar en qué tipo de tareas le podrían dar a Cheong Myeong que fueran lo suficientemente difícil como para mantener su interés y lo suficientemente fácil como para que no pudiera arruinarlo en un ataque de ira.

 

La gente necesitaba dinero para vivir. El hecho de que uno sea un artista marcial no significaba que pueda vivir comiendo rocío.

 

El abad hizo una pausa. ‘Huh, así que de aquí fue de donde Hye Yeon lo aprendió…’

 

“Mmm. Entonces…"

 

"Sí."

 

"¿Estás planeando volver con tu familia después de aprender artes marciales?"

 

"Normalmente sí".

 

"¿Es por eso que este lugar parece tan sórdido?"

 

No había forma de que alguien pudiera amar este lugar cuando vinieron aquí para cumplir un objetivo temporal.

 

"Lo entiendo. Vete ahora."

 

"Entonces…"

 

"Un momento."

 

"¿Sí?"

 

"¿Cuándo comienza el entrenamiento de la mañana?"

 

“Comienza a las 7”.

 

“Dígales a todos que se preparen a las 5 y reúnanlos en el pasillo”.

 

"¿Sí?"

 

"5 de la mañana."

 

Myeong Do se atragantó. “¿¡Cinco de la mañana!?” 

 

“¿Sahyeong puede levantarse así de temprano?” Cheong Jin estaba en conflicto. “¿Es una especie de castigo?”

 

Cheong Myeong se rió de ellos. “Ahora nos levantamos todos los días a las cinco de la mañana para entrenar.”

 

Eso le ganó varias exclamaciones de sorpresa y admiración de parte de la generación del pasado. Cheong Myeong hinchó su pecho con orgullo. A veces era bueno enseñar sus nuevos logros a los impresionables discípulos del pasado. Y dice impresionables porque esto era solo el comienzo, ¡debería de ver el buen trabajo que hizo con estos niños y su desempeño en el torneo de Shaolin! 

 

Si lo hicieran… Cheong Myeong podría llorar de felicidad. 

 

Aunque primero los apuñalará a todos en los ojos para que no lo vean. 

 

"… Sí."

 

“Y haz que los Sahyeongs sepan lo que dije”.

 

"¿Para prepararnos para mañana por la mañana y reunirlos?"

 

"¿Qué, no te gusta?"

 

“¿Por qué no me iba a gustar? Confía en mí".

 

“Realmente se adaptaron rápido”, Baek Cheon quedó impresionado. “Es como ver a un bandido consiguiendo subordinados.”

 

“¿Sasuk no tiene vergüenza al decir cosas así?” Cheong Myeong lo regañó de inmediato. “Es como conseguir un maestro, ¡al menos di eso!”

 

"Si. Me gusta esa actitud”.

 

“…”

 

Después de un tiempo, Jo Geol salió de la habitación con una expresión sutil, ¡pero lamentablemente su habitación estaba justo al lado de Cheong Myeong!

 

“Eres realmente desafortunado, Geol-ah.”

 

“En realidad, creo que me he acostumbrado. No está mal.”

 

Al escuchar los pasos que se alejaban, Cheong Myeong se tumbó en la cama.

 

'Incluso mil millas comienzan con un solo paso'.

 

No recordaba quién dijo eso en primer lugar.

 

Cheong Mun apretó los puños. “¡Fue Laozi, bastardo! ¿¡Cuántas veces te lo he dicho!? ¿¡Cómo puedes olvidarte del fundador del taoísmo!?”

 

Ambos Cheong Myeong encogieron el cuello, mostrando expresiones gemelas de vergüenza y desgana.

 

¡A quién le importa lo que dijo un viejo hace mucho tiempo y siguen repitiendo!

 

¡Pero el camino que Cheong Myeong tuvo que tomar fue de mil millas con todo tipo de caminos en mal estado!

 

'Aún así, comenzará con un paso.'

 

Y ese paso sería con estos niños.

 

Cheong Mun suspiró, dejando escapar la tensión. “Está bien. Incluso si no lo sabes, está bien. Has hecho un buen trabajo.”

 

Cheong Myeong se animó de inmediato.

 

“Sí. Cuando regresemos—”, Cheong Mun se detuvo, dirigiendo una mirada a los discípulos alrededor de Cheong Myeong. “Cuando regresen, asegúrense de darle un montón de dulces y platos llenos de carne.”

 

Las pestañas de Cheong Myeong bajaron, mostrando una sonrisa melancólica. “Gracias, Sahyeong…” Realmente lo aprecio. “Pero ya tengo dulces, carne y alcohol todos los días, ¿no tienes algo mejor que ofrecer?”

 

“¿... Todavía vives en una secta taoísta?”

 

Los ancianos de la secta fingieron ver algo muy interesante en la pared, evitando por completo el rango de visión de Cheong Mun.

Notes:

Si quieren que el autor actualice, ¡comenten su parte favorita del capítulo!

Chapter 8: Capítulo 13 y 14: El colapso era inevitable, bastardos (4 y 5)

Summary:

Cuando tuvo la edad suficiente para aceptar un discípulo, preguntó Sahyeong.

— Cheong Myeong.

¿Sí, Sahyeong?

— Ahora es el momento de acoger a un discípulo. ¿Cómo planeas enseñar a tus discípulos?

Notes:

Se suponía que este debía ser un solo capítulo con el anterior pero no creí que fuera a terminarlo debido a otros asuntos. Al final tuve tiempo y me animaron sus comentarios, así que tomen, un capítulo más.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

“Capítulo siguiente, cuarta parte”, dijo el abad.

 

Al día siguiente al amanecer

 

Woong!

 

Cheong Myeong estiró su cuerpo.

 

Dantian.

 

Su dantian, que solía ser pequeño y débil, ahora estaba en un período de crecimiento notable. La energía que se acumuló había crecido hasta ser claramente reconocible.

 

Los discípulos de las distintas sectas, quienes habían estado esperando ansiosamente el momento en que Cheong Myeong meditara para tomar nota, soltaron distintos tipos de quejas, suspiros y gemidos de decepción. 

 

¿De verdad tenían que seguir escuchando sobre la Secta del Monte Hua esto, la Secta del Monte Hua aquello, pero ni siquiera podían escuchar las partes buenas como artista marcial del Santo de la Espada Flor de Ciruelo?

 

¡Solo se llevaron lo malo!

 

Incluso Lee Songbaek, quien mostró una sonrisa, parecía melancólico. ‘Ah, ojalá hubiera elegido al Monte Hua en su lugar cuando era un niño. Habría sido un honor ser discípulo de Cheong Myeong dojang, no, del Santo de la Espada Flor de Ciruelo’.

 

Woong!

 

Con cada respiración que tomaba, Cheong Myeong podía sentir su energía resonar y purificar su cuerpo.

 

Energía brillante y limpia.

 

Incluso Cheong Myeong se sorprendió; a pesar de haber vivido durante décadas, nunca antes había presenciado una energía tan limpia y transparente. Su dantian ahora estaba acumulando esta energía. Aunque el tamaño era limitado y ejercer una fuerza enorme sería difícil, con el tiempo, se acumularía más poder y podría alcanzar nuevas alturas que nunca antes había alcanzado.

 

“¡Es cierto! La energía de Cheong Myeong sahyeong es increíblemente pura”, exclamó Tang Soso, acercándose como si fuera a tomarle el pulso. “Siempre me pregunté cómo alguien tan temperamental pudo formar su dantian lenta y pacientemente, pero con tanta experiencia, supongo que no es de extrañar.”

 

“Si sólo me hubiera reencarnado unos años antes, me habría asegurado de que no salieran de la etapa de refinación se qi durante años hasta que pudieran formar un dantian tan puro como el mío”, suspiró Cheong Myeong. “Aunque también tiene sus desventajas, ¡mira cuán frío era el Mar del norte!”

 

“Aunque me hubiera gustado…” Baek Cheon miró a Cheong Myeong con ojos turbios. “Me alegra que ya hubiéramos formado un dantian.” 

 

Seol Sobaek frunció las cejas, con los ojos amplios brillando, parecía lamentable. “Sabía que Dojang tenía problemas con el frío, pero espero que eso no le impida visitarnos más seguido. De todos modos, ¡me aseguraré de visitar el Monte Hua con frecuencia para compensar!”

 

“Por eso eres un buen niño”, elogió Cheong Myeong, anticipando menos viajes. mientras que el padre adoptivo de Seol Sobaek intentaba convencerlo discretamente de retractarse mientras podía.

 

Myeong Do les dirigió una mirada curiosa. “Más tarde, ¿podría probar cómo es el núcleo de Cheong Myeong sasuk?”

 

Con eso, una multitud de discípulos del pasado que habían estado fingiendo no escuchar se dió la vuelta, esperando ver la reacción de Cheong Myeong.

 

“Como sea.”

 

“Ah, entonces yo también puedo—”

 

“Nosotros—”

 

Cheong Myeong se llevó una mano a la frente y suspiró.

 

"…¿Cuánto tiempo tardará?"

 

Después de cultivar, la cara de Cheong Myeong se distorsionó.

 

Para alcanzar su pico anterior e incluso superarlo, necesitaba tiempo. El Monte Hua se enfrentaba ahora a su destino; ¿esperaría a que él obtuviera el poder?

 

Los discípulos del Monte Hua pasaron de hablar de un lado a otro en voz baja como un montón de pollitos a quedarse en silencio. Cheong Myeong desvió la mirada brevemente para evaluar sus rostros. ¿Por qué parecían tan sombríos? ¡Les iba a enseñar su dantian!, ¿qué más querían?

 

Aunque con dudas, los dejó en paz y siguió prestando atención al frente.

 

Cheong Myeong se hizo a un lado y reprimió su ira mientras analizaba la situación.

 

Vamos a aclarar esto.

 

Los problemas en el Monte Hua eran innumerables. Si tuviera que elegir uno, Cheong Myeong no podría decidir cuál era el más importante. Sin embargo, había tres cosas que sabía.

 

"Sin dinero, sin artes marciales y sin talento".

 

“... Bueno, al menos podríamos decir que se han resuelto en su mayoría, ¿no?”

 

Yoon Jong intentó ser positivo. Todavía hacía falta tener más discípulos, alianzas estables, ancianos fuertes que los respalden en sus filas, y quizás también reconocimiento, pero en general, no era tan malo. Al menos no tanto como antes. Ahora estaban mejor. 

 

Ah, Cheong Myeong realmente lo ha tenido difícil, ¿no? Yoon Jong sintió pena por su hermano marcial, pero agradeció tener un anciano como él que los respalde, incluso si parecía un niño más. 

 

Entonces, ¿qué está mal?

 

Cualquiera de estos problemas era lo suficientemente malo, pero cuando todos estaban apilados uno encima del otro, podía sentir que su estómago se encogía sobre sí mismo.

 

Baek Cheon sostuvo su estómago. ¿Oh? Así que él también podía sentir una ansiedad como esa en su estómago. No, probablemente no esté a punto de evolucionar en una úlcera gástrica, como Tang Soso le había advertido en varias ocasiones.

 

¿Cuál fue el mayor problema?

 

'Jóvenes talentos'.

 

Cheong Myeong lo simplificó.

 

Se puede ganar dinero y tiene una gran cantidad de conocimientos de artes marciales que se pueden enseñar de forma natural.

 

'Entonces, ¿de dónde sacamos jóvenes talentosos?'

 

Los ojos llorosos de los discípulos del futuro se giraron hacia Cheong Myeong.

 

“No hay talentos…” Murmuró Jo Geol, devastado. “No tenemos jóvenes talentosos…”

 

Yoon Jong ya estaba apretando sus puños y Tang Soso sacó sus dagas, revisando el filo como si se preparara para ponerse a prueba mediante un duelo en cualquier momento. Yu Iseol, ¿por qué parecía que tenía una nube negra sobre su cabeza? ¡Y Baek Cheon, deja de verlo como un cachorro acosado!

 

Aigoo, ¿qué le pasa a estos niños dramáticos?

 

Cuando las miradas no se detuvieron, Cheong Myeong decidió decir algunas palabras de aliento.

 

“¿Qué? ¿Se deprimen por algo como esto? ¡Eran realmente débiles cuando los conocí! Los niños varios años más jóvenes que ustedes en otras sectas podían derrotarlos y trapear el piso con sus cuerpos, ¿pero querían una mejor evaluación?”

 

Los malhumorados discípulos del Monte Hua escucharon, cada vez más molestos y resignados. 

 

“...Sin embargo, supongo que no lo han hecho nada mal. De hecho, han superado mis expectativas.”

 

“¿En serio?”

 

“¡Cheong Myeong-ah!”

 

“¿¡Escucharon eso!?”

 

Cheong Myeong se cubrió los oídos, sonriendo discretamente cuando los discípulos comenzaron a festejar. “¡Son cien años demasiado jóvenes para emocionarse por algo como eso!”

 

Sus regaños no pudieron disminuir el júbilo en sus expresiones, por lo que simplemente se rindió. No estaba mal que tuvieran momentos como estos de vez en cuando, ¿verdad? Además, estaba de buen humor porque sus discípulos estaban siendo presentados a su sahyeongjae del pasado.

 

Cheong Mun pareció secarse los ojos discretamente. 

 

El talento no era algo en lo que Cheong Myeong pudiera influir.

 

No podía simplemente salir y secuestrar a niños talentosos para salvar el Monte Hua. Y descubrir quién tenía talento y quién no simplemente mirándolos era imposible.

 

De ser así, tendría que ir a por los hijos de familias prestigiosas.

 

'Entonces, necesito hacer uso de ellos'.

 

Cheong Myeong apretó los puños.

 

¿Qué cambiaría incluso si se culpaba a sí mismo? No tenía más remedio que sacar lo mejor de lo que estaba disponible para él.

 

Estaba claro que la gente aquí no era muy buena y había escasez de personal docente. Pero, si la gente aquí es deficiente, se les debe enseñar, y si están quebrantados, se les debe arreglar.

 

Baek Sang sonrió, orgulloso. “Esa forma de pensar es la que más admiro de mi Sajil. Sin importar qué… No se da por vencido con las personas.”

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado estuvieron de acuerdo con diferentes grados de vergüenza, recordando sus momentos más humillantes y todos los errores que habían cometido a lo largo de los años, y aún así, Cheong Myeong les enseñó pacientemente a través de palizas. Pero nunca intentó dejar de enseñarles ni sugirió que no podrían lograr algo por mucho que se esforzaran. 

 

Baek Sang, quien se había dado cuenta rápidamente de la brecha entre su potencial de crecimiento y el de otros discípulos, lo sintió con más fuerza. No sólo le enseñó un camino en el que podría destacar y ayudar al Monte Hua, sino que aún así lo animó a continuar entrenando.

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado, por otro lado, hicieron una mueca.

 

‘No rendirse con una persona, ¿eh?’

 

"Por supuesto, nunca tomé un discípulo".

 

Viejos recuerdos acudieron a su mente.

 

Cuando tuvo la edad suficiente para aceptar un discípulo, preguntó Sahyeong.

 

— Cheong Myeong.

 

¿Sí, Sahyeong?

 

— Ahora es el momento de acoger a un discípulo. ¿Cómo planeas enseñar a tus discípulos?

 

Cheong Myeong se echó a reír.

 

“Supongo que no estaba tan mal, ¿eh?”

 

Cheong Mun sacudió la cabeza, exasperado.

 

Los discípulos del futuro miraron con curiosidad, mientras que los discípulos del pasado, quienes habían escuchado esta anécdota cada vez que preguntaban ‘ ¿por qué Cheong Myeong sahyeong/sasuk no tiene discípulos? ’ intercambiaron miradas de ironía. ¿Quién pensaría que Cheong-Tabla-Myeong terminaría con toda la vigésima segunda y vigésima tercera generación de discipulado como discípulos propios?

 

¿Incluso necesitas preguntar?

 

— ¿Qué quieres decir?

 

Si no hacen bien el trabajo, hay tabla. Si cometen un error, hay tabla. Incluso los perros caminarán sobre sus patas traseras si están entrenados para hacerlo. Supongo que los humanos no pueden ser muy diferentes, ¿verdad?

 

Baek Cheon se llevó las manos a la cara. “¡No puedo creerlo! No, ¡definitivamente puedo creerlo! Pero este bastardo, ¡realmente lo hizo funcionar!”

 

Yu Iseol negó con la cabeza, exasperada. “Aunque se queja más por cometer un error.”

 

“Eso es verdad”, Baek Cheon bajó las manos, luciendo contemplativo. “Si no hacemos el trabajo nos golpea… No, creo que simplemente nos pone hacer más trabajo, no necesariamente nos golpea. Al principio sí pero… ¿Se ha vuelto más indulgente con las palizas? Solo sigue añadiendo entrenamiento sobre entrenamiento.”

 

“Eso es tortura suficiente”, respondió Tang Soso, masajeándose los hombros. “Llevamos un buen tiempo aquí y sigo con la espalda entumecida por el entrenamiento.”

 

Quejas similares de los discípulos comenzaron a surgir alrededor de Cheong Myeong, quien se rascó el oído como si nada sucediera.

 

— …hablamos de nuevo más tarde.

 

Después de eso, Sahyeong nunca volvió a mencionar el tema.

 

“Tal vez me faltaba visión”, admitió Cheong Mun. “O no estoy realmente seguro.”

 

Le preguntaría a los niños qué opinaban de los métodos de entrenamiento de Cheong Myeong y qué cambiarían, pero tampoco quería que fueran asesinados por Cheong Myeong en cuanto los dejara solos porque usaron su libertad de expresión en críticas constructivas. 

 

“A veces no estoy seguro de si es amor u odio, Siju.”

 

La primera vez que se conocieron, Hye Yeon recibió la paliza más brutal de su vida, pero eso no fue amor, ¿verdad? Era odio puro. Más tarde siguió recibiendo golpizas, pero eso era cariño, ¿no era extraño que fuera tan similar?

 

"Nunca esperé recibir tantos discípulos a la vez".

 

Los labios de Cheong Myeong se curvaron en una sonrisa. Si alguien hubiera visto eso, seguramente pensaría en ello como una sonrisa maliciosa.

 

“Ah, las expresiones de nuestro Cheong Myeong-ah…” Yoon Jong dejó escapar una risita. A veces parece aterrador, aunque no estaba planeando nada malo, y luego parecía inocente, que era cuando alguien estaba a punto de ser brutalmente golpeado y estafado. Era más sencillo cuando Cheong Myeong estaba enojado y era honesto al respecto con su lenguaje corporal.

 

"…Tengo sueño."

 

"¿Por qué tenemos que reunirnos al amanecer?"

 

"Gran Sahyeong. ¿No es esto demasiado?"

 

Yoon Jong cerró los ojos.

 

'¡Simplemente cállense, por favor! Ustedes, bastardos'.

 

“Sahyeong pasó por mucho al principio para hacerlos obedecer”, concedió Jo Geol. 

 

Yoon Jong se sintió mal por haber criticado previamente a Jo Geol con tanta dureza solo para ser defendido a cambio. ‘Geol-ah, la próxima vez definitivamente te defenderé’.

 

Las reglas del Monte Hua son relativamente estrictas, pero los niños aún no fueron obligados a renunciar a los asuntos mundanos. Son niños de familias que controlan sus propias regiones, incluso si no son de familias famosas. Como resultado, no soportan las molestias y no están acostumbrados a ser pacientes.

 

Hubo algunas risitas incómodas por parte de los discípulos de tercera generación del futuro.

 

A pesar de que solo había pasado medio día desde que habían sido golpeados, todavía soltaban sus quejas.

 

Yoon Jong levantó la cabeza y miró a Jo Geol. Al menos Jo Geol se mantuvo en silencio en esta situación.

 

Bien.

 

No era que los demás no entendieran la situación. A pesar de las quejas, todos vinieron aquí según lo solicitado.

 

Yoon Jong miró fijamente los dormitorios.

 

'¿De dónde vino ese monstruo?'

 

Cheong Myeong empuñó una pata de silla rota con apariencia de demonio, derrotando a más de 30 niños en un instante.

 

Brrrrr.

 

Cuando pensó en ello, escalofríos pasaron por su cuerpo.

 

"...Pero, ¿quién diablos es él?"

 

Eran palabras que expresaban los sentimientos de todos.

 

"Como si pudiera saberlo".

 

"Había más de 30 personas. ¿Es posible que los mayores controlen una multitud como esa?"

 

No sé.

 

Baek Cheon sacudió la cabeza con una expresión de vergüenza. Si ahora le pidieran luchar contra sus hermanos marciales menores, podría hacer algo al respecto, ¿pero en ese entonces? Baek Cheon podría haber sido abrumado pese a que se había esforzado arduamente en su entrenamiento.

 

¡Qué cosa tan vergonzosa como Sasuk!

 

Saliendo les daría una paliza a todos en el entrenamiento para compensar, decidió. Les haría bien recordar la jerarquía, y podrían aprender una cosa o dos al estilo Cheong Myeong.

 

Pero lo que era seguro era que incluso los Grandes discípulos no podrían imitar lo que hizo ese monstruo.

 

"Ese chico se unió a nosotros ayer. Debe haber aprendido artes marciales en algún otro lugar, ¿verdad?"

 

Cheong Myeong infló el pecho. “¡Sólo el Monte Hua!”

 

“Aunque estoy seguro de que habría triunfado como un demonio en cualquier otro lugar”, resopló Cheong Jin. “Imagina a Cheong Myeong sahyeong que no fue acogido en una secta taoísta sino en una secta malvada, o que terminara como el rey de los bandidos…”

 

Los discípulos alrededor tuvieron el mismo pensamiento: ‘¿por qué es tan fácil imaginarlo como parte de las sectas malvadas o el rey de los bandidos?

 

"Haaa, de todos modos. ¿Tiene sentido estar aquí sin siquiera tener algo para comer?"

 

Todos estaban confundidos.

 

Incluso Yoon Jong, que era mayor y vivió más tiempo en el Monte Hua, no podía entenderlo, pero sabía que algo estaba pasando.

 

"¿Va a golpearnos de nuevo?"

 

"..."

 

No se sabía quién lo dijo, pero todos se pusieron rígidos al escuchar esas palabras.

 

"¿Es eso posible?"

 

"Podría ser que quiere que recordemos la vergüenza de anoche..."

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo chasqueó la lengua. “Qué exagerados.” —Aunque se divirtió en silencio.

 

"¿Qué pasa si fallamos?"

 

"..."

 

La preocupación se extendió entre la multitud. Todos giraron la cabeza. Jo Geol, que estaba de pie allí, habló.

 

"Si no quieren que los golpeen de nuevo, quédense callados y sigan lo que dice".

 

"...Jo Geol Sahyeong"

 

Se sabía que Jo Geol tenía las mejores habilidades entre los discípulos, e incluso él estaba temblando.

 

'¡Loco!'

 

¿Qué?

 

¿Recibir un golpe de nuevo?

 

¿Recibir un golpe y terminar atrapado en el techo? Jo Geol confiaba en sus habilidades. Pero incluso él no podía compararse con este monstruo a pesar de ser llamado genio en el Monte Hua.

 

Al final, las artes marciales son algo que la gente aprende. Incluso sin suficiente enseñanza y buenas artes marciales, confiaba en que incluso podría enfrentarse cara a cara con los genios discípulos de las Sectas más prestigiosas.

 

“¿Confiabas en qué?” Cheong Myeong giró la cabeza rápidamente hacia Jo Geol. “¿El niño que no podía ganar en el torneo Hwajong estaba alardeando sobre sus fuerzas? ¿Ese niño?”

 

“¡Ahora sé la diferencia! ¡De verdad!”

 

“¡Dios mío! Por eso no los puedo dejar en paz, ¡mira cómo tienen un gran ego por tan pocos logros reales!”

 

Jo Geol echó la cabeza hacia atrás. “¿Cuándo llegará Sasuk para que sea su turno?”

 

Baek Cheon le dirigió una mirada furiosa.

 

Sin embargo, esa confianza se esfumó después de que un solo golpe le diera en la mandíbula.

 

"Entonces, ¿por qué nos pidieron que nos reuniéramos aquí?"

 

Los discípulos inclinaron la cabeza, mirando las extrañas herramientas que tenían delante.

 

"Bien, ¿cómo se usan estos?"

 

Varillas largas de madera y luego una bolsa resistente, lo suficientemente grande como para caber en la cabeza de una persona, llena de algo y...

 

"¿Por qué preparar guijarros y bolsas de arena?"

 

"¿Me veo como si lo supiera?"

 

Mientras todos gemían, la puerta se abrió.

 

"..."

 

Todas las bocas que clamaban se callaron a la vez y miraron a la persona. Cheong Myeong salió lentamente.

 

Pero en su rostro, la molestia era evidente.

 

'¿Por qué se ve molesto?'

 

'Si estás tan molesto, ¡no nos reúnas así!'

 

Los discípulos del futuro sacudieron la cabeza. ¡Incluso leyendo sus pensamientos y conociendo su pasado, Cheong Myeong sigue siendo impredecible! ¿Estaba enojado porque lo intimidaron, porque tenía muchas cosas por hacer o algo más? Ah, parecía que había mucho de donde escoger.

 

Cheong Myeong se detuvo y luego miró a su alrededor mientras preguntaba.

 

"¿Están todos aquí?"

 

"¡Sí!"

 

"Cállense o los Sasuks se despertarán".

 

"..."

 

Creack, crack.

 

Cheong Myeong estiró el cuello y luego dijo.

 

"Bueno, vamos a vivir juntos en el futuro previsible. Aunque no sé cómo resultará, tal vez terminemos pasando el resto de nuestras vidas juntos".

 

… Tal vez seguía enojado porque intentaron intimidarlo. Los discípulos de tercera clase ya ni siquiera intentaron culpar a Jo Geol, simplemente se resignaron a su destino, poniéndose cómodos en sus asientos.

 

¡Me iré a casa aunque eso signifique la muerte!

 

Bajaré. ¡Bajaré de la montaña cueste lo que cueste!

 

Incluso aquellos que habían decidido vivir y morir con la Secta del Monte Hua tuvieron dudas al escuchar esas palabras.

 

“¿Cómo puede su voluntad ser tan débil?” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo estaba disgustado. “¿No es este el momento en que deben decidir volverse más fuertes para tomar la revancha?”

 

Cheong Jin le dirigió una mirada de incredulidad. “¿Te parece que podrían tomar la revancha?”

 

‘No son estúpidos, ¡solo malcriados! ’ Pero decir eso sería grosero, por lo que se quedó callado.

 

"Pero en mi opinión..."

 

Cheong Myeong sonrió.

 

"Ustedes son demasiado débiles".

 

"..."

 

"..."

 

La palabra más insultante y vergonzosa para aquellos que recorren el camino de las artes marciales es "débil". Incluso si solo venían de familias de Comerciantes para hacerse un nombre, era doloroso recibir tal insulto en sus caras.

 

"Mier*a".

 

El problema era que no podían oponerse a ello.

 

Estas fueron las palabras de una persona que golpeó a 30 personas a la vez sin ser golpeado. Nadie podía negarlo.

 

"Bueno, incluso yo estoy de acuerdo en que las artes marciales no lo son todo en la vida. Pero, todos ustedes eligieron estudiar y aprender como miembros de la Secta del Monte Hua. Entonces, deben aspirar a ser tan fuertes como puedan, ¿verdad?"

 

"..."

 

"Entonces, a partir de hoy, practicarán conmigo todas las mañanas. Es agradable, ¿verdad?"

 

“No es un mal discurso”, Cheong Jin fue el primero en admitirlo. La mayoría de los discípulos estarían dispuestos a seguir las órdenes de Cheong Myeong al menos la primera sesión. ¿Dónde tenía esas habilidades de liderazgo ocultas en el Monte Hua del pasado? 

 

¿No parece que con ellos simplemente se aprovechó para ser un gorrón y dejar todas las responsabilidades a sus sahyeongs mientras él se iba de bar en bar como si fuera una peregrinación? 

 

¡Ah, esta vez no te salvarás, maldito Cheong Myeong sahyeong!

 

Cheong Jin se decidió a convertir a su irresponsable Sahyeong en un general hecho y derecho para la próxima guerra que podría ser respetado en todo el mediocampo.

 

¡Como si eso fuera bueno!

 

Alguien levantó la mano cuando vio la actitud desvergonzada de Cheong Myeong.

 

"¿Qué pasa?"

 

"¿Tenemos que hacer esto?"

 

Cheong Myeong miró al que hizo la pregunta con una mirada amarga y luego se volvió hacia Yoon Jong.

 

Yoon Jong, que miró a Cheong Myeong, se estremeció cuando dijo.

 

"Es... porque no todos estaban allí en ese momento..."

 

"Ah bien".

 

Hubo gente que no fue golpeada.

 

Yoon Jong murmuró: “Lo dice como si fuera algo malo.”

 

“Pensé”, Cheong Myeong miró a Yoon Jong, sin expresión. “Lo pensé, no lo dije.”

 

Algunos no participaron en ese acoso. Incluso si se hubiera corrido la voz de lo que sucedió, no muchos lo creerían y darían un paso atrás, ¿verdad?

 

"¿Tú tampoco quieres entonces?"

 

"Pareces un recién llegado, entonces, ¿por qué dices todas estas tonterías? No importa qué, al menos deberías cuidar tus modales".

 

Cheong Myeong asintió ante esas palabras.

 

"Sí. Una persona debe ser educada. En ese sentido, aquellos que no tienen intención de volverse fuertes o entrenar. ¡Levanten la mano!"

 

Si se reúnen cien personas, habrá al menos una o dos a las que no les importe, y cuando esas una o dos manos se levanten, otras comenzarán a levantarlas.

 

Aproximadamente una docena más o menos lo hizo ahora mismo.

 

"Bien, bien. Las artes marciales no lo son todo. Vamos, entremos".

 

"¿Podemos entrar?"

 

"Por supuesto."

 

Los rostros de Jo Geol y Yoon Jong palidecieron ante esas palabras.

 

'¡Idiotas! ¡'Vamos' es diferente de 'tú vas'!'

 

¡Están entrando en un infierno creado por ellos mismos!

 

Los niños, sin darse cuenta de su situación, sonrieron alegremente y entraron a los dormitorios. Y Cheong Myeong los siguió con una sonrisa.

 

¡Tak!

 

La puerta fue cuidadosamente cerrada detrás de ellos.

 

"..."

 

Nadie se atrevió a abrir la boca mientras miraban el dormitorio.

 

“¡Pero ni siquiera hicimos algo malo!”

 

“¿Por qué recibimos una paliza?”

 

“No es como si intentáramos desnudarlo y obligarlo a bailar, ¡a diferencia de alguien!”

 

Jo Geol frunció el ceño. “¡Son demasiado ruidosos, bastardos!

 

Por el contrario, tampoco hubo gritos.

 

Pero...

 

'Esto…'

 

Yoon Jong miró el dormitorio. Todo el edificio se balanceaba ligeramente y era obvio lo que estaba sucediendo dentro.

 

Pasó un corto tiempo.

 

Kiik!

 

La puerta se abrió.

 

Y desde adentro, los niños salieron corriendo con todas sus fuerzas como si hubieran visto un fantasma. Y luego se acercaron y tomaron sus posiciones.

 

"Tsk" .

 

Cheong Myeong, que salió, comenzó a hablar una vez más.

 

"¿Quién de ustedes no quiere practicar?"

 

"¡Todos queremos practicar!"

 

"¡Cállense! Otros se despertarán".

 

"Todos".

 

"Bien."

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo parecía presumido cuando se giró hacia Sahyeong. “¿Ves? Mi método funciona.”

 

‘¿Pero cuál fue el precio, Cheong Myeong-ah?’ Cheong Mun ni siquiera se molestó en corregirlo, ya habría tiempo para ello cuando salieran. ‘¿Cuántos traumas hubo en el medio?’

 

Cheong Myeong aplaudió una vez y comenzó a moverse.

 

"A mí, como instructor, me gusta fortalecer a las personas. ¡El futuro del Monte Hua es brillante! Haré todo lo que pueda para hacerlos más fuertes".

 

"..."

 

"Ahora, comencemos".

 

Ver salir el sol a lo lejos. Yoon Jong cerró los ojos con fuerza.

 

El futuro del Monte Hua era brillante, pero su futuro parecía sombrío.

 

“Oh… Parece que fue verdad”, Yoon Jong se rió, aunque parecía más triste que feliz. A veces, incluso teniendo la razón, se podía ser infeliz.

 

El abad continuó, sin conocer ni importarle las crisis de los discípulos. “Siguiente capítulo, quinta parte.”

 

“¿Hmm?”

 

Con el ceño fruncido ante la luz brillante que se asomaba por la ventana, Un Geom se despertó de mala gana de la cama.

 

Estos mocosos.

 

Las leyes del Monte Hua eran estrictas. En el pasado, cuando los estudiantes compartían la residencia de su maestro, el discípulo debía levantarse más temprano y despertar a su maestro y luego prepararle el desayuno.

 

Baek Cheon se inclinó, mirando a Cheong Myeong con curiosidad. “¿Alguna vez lo hiciste?”

 

Cheong Myeong se inclinó de hombros. “Realmente no. Al principio era muy joven, después tuve un sajil. Aunque Cheong Mun sahyeong hizo mucho la comida en ese entonces.”

 

Ah. Cheong Mun jinin, realmente llevabas más que solo el Monte Hua sobre tus hombros, eh. “¿Es porque era mucho mayor que tú?”

 

“No era una gran diferencia, solo diez años, pero yo era bastante joven. Después de quemarme varias veces y casi quemar la casa, Sahyeong se encargó de la cocina.”

 

¡Diez años! Baek Cheon miró entre Cheong Mun, quien parecía un adulto de unos cincuenta años bien mantenido, al Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien podría haber estado entre sus treinta o incluso menos si no fuera por sus canas.

 

¿Fue debido a la diferencia entre su fuerza? O, tal vez, de dió cuenta con horror, ¿debido al estrés prolongado de tener a Cheong Myeong bajo su total responsabilidad?

 

Aunque, los tiempos habían cambiado, y tales doctrinas habían caído de los estándares. Sin embargo, era costumbre que un discípulo viniera, los despertara y los saludara.

 

Pero hoy, nadie vino.

 

“Haaaa. Estos niños".

 

Déjalos ir por un tiempo, y se vuelven perezosos.

 

Un Geom frunció el ceño mientras se levantaba.

 

En cambio, el Un Geom de la sala se rió, las patas de gallo arrugándose para mostrar su evidente diversión por el destino de los niños.

 

Si alguno de los discípulos estaba despierto, deberían haber venido a despertarlo. Eso significa que todos los niños dentro de los Dormitorios (Pensión) de la Flor de Ciruelo Blanco aún estaban dormidos. No, solo porque no vinieron a despertarlo no significa que deben estar durmiendo.

 

'Ahora que lo pienso.'

 

Recordó a un niño nuevo que se unió al dormitorio ayer.

 

"¿Esos mocosos lo están haciendo de nuevo…?"

 

Él ya sabía que estos jóvenes discípulos suyos someterían a los nuevos reclutas a algún tipo de novatada y que estaban empeñados en llevarlo a cabo. Como maestro, sintió que debería ponerle fin, pero Un Geom estaba en conflicto porque también creía que los ayudaba a unirse.

 

Jo Geol podría llevarlo demasiado lejos pero, sabiendo que Yoon Jong estaba allí, confiaba en que no sería tan grave.

 

En ese momento, Yoon Jong miró de reojo a Un Geom y, desafortunadamente, cruzaron miradas. Un Geom pareció decepcionado, lo que entristeció a Yoon Jong. A veces era mejor dejar el pasado en el pasado, ¿por qué debían de entrar en tantos detalles sobre las cosas sin importancia? Estaba seguro de que a nadie le beneficiaría saber cómo intentaron golpear a su sajil el primer día en su batalla contra el culto demoníaco.

 

Sin embargo, el hecho de que nadie viniera a saludarlo y despertarlo significaba que las cosas se habían torcido ayer.

 

Un Geom frunció el ceño mientras se cambiaba rápidamente de ropa. Poniéndose la túnica y la espada a la cintura, salió.

 

'Primero, tendré que comprobar'.

 

Decidido, dio largos pasos hacia el Dormitorio de la Flor de Ciruelo Blanco

 

Pensando que tendría que despertar a los niños con un gran susto, sucedió en el momento en que dobló la esquina.

 

"Fuera…"

 

'¿Fuera?'



Un Geom, que estaba a punto de gritar, respiró hondo y ahogó sus palabras. Sus ojos se agrandaron ante lo que vio.

 

'¿Q— qué es esto?'

 

Se frotó los ojos con incredulidad ante la extraña vista que se desarrollaba ante él.

 

'¿Qué? ¿Estoy en el infierno?'

 

“¡A veces realmente lo parece!”

 

“El Infierno Hua…”

 

“No, ¿el Monte Infernal?”

 

Yang Ho e Im Pyeong discutieron de un lado a otro. 

 

Wei Sohaeng se alegró en silencio de no haber entrado al Monte Hua ni antes ni después de la llegada de Cheong Myeong. Entrenar con él de vez en cuando era bueno, ¡todo en su justa medida! Pero pasar por esas novatadas… ¡Y luego tener que vivir en el arduo infierno todos los días sin descanso!

 

No, dirigir una sub secta parece un mucho mejor plan a futuro.

 

Un pensamiento tan extraño pasó brevemente por su mente antes de que volviera a sus sentidos.

 

¡Este es el Monte Hua! La escena que se desarrollaba frente a él estaba sucediendo en el Monte Hua. Pero él no podía entender por qué estaba pasando esto.

 

¿Había delirado o estaba mirando algo mal?

 

Un Geom, que se encontró frotándose los ojos una vez más para aclarar su vista, miró lo que estaba sucediendo nuevamente. Sin embargo, nada cambió.

 

“Eh…”

 

Un coro desesperado resonó en sus oídos cuando Un Geom reprimió un gemido, sin saber cómo reaccionar.

 

“¡Uf!”

 

“Ah… voy a morir. ¡Puaj! ”

 

"Madre... llévame a casa".

 

Un Geom miró fijamente a los niños que gemían lastimosamente.

 

“…”

 

¿Eran estos los mismos jóvenes discípulos que él conocía?

 

Aunque su ignorancia a veces causaba ira, y su maldad los decepcionaba, los niños que él conocía seguían siendo niños inocentes. Siempre sintió el calor de ellos.

 

“¿...Un Geom Sasuk?”

 

Ante el inesperado juicio en los pensamientos internos de su siempre estricto pero amable Sasuk, los discípulos de tercera generación se giraron con dudas hacia Un Geom, quien evitó cuidadosamente sus miradas. 

 

¡No, hacia donde miras ahora!

 

Pero de los niños en este momento frente a él, no había calidez de vida.

 

¿Quiénes son estos niños harapientos?

 

“Despiadado”, murmuró Jin Wubo. 

 

Jo Geol asintió, boquiabierto. Si así eran sus pensamientos sobre ellos como generación. ¿qué pensaba de Jo Geol, quien en ese entonces era un matón certificado?

 

¿Eran estos los niños que conocía? No importaba lo que pensara, estos niños parecían mendigos agotados.

 

Un Geom miró alrededor.

 

“Kuaa”.

 

"Terminé... realmente voy a morir".

 

Un Geom miró los rostros de los niños que estaban esparcidos por el área.

 

'¿Son estos mis discípulos?'

 

Había un dicho: un padre podría reconocer a sus hijos sin importar su forma o apariencia. Y también había otro dicho: un maestro es como un padre. 

 

Pero en ese momento, ¡Un Geom sasuk parecía extremadamente poco confiable! 

 

‘Un Geom sasuk… ¿Acaso te tenemos harto?’

 

Incluso Cheong Myeong parecía incómodo.

 

Un poco áspero... no, su condición era horrible, pero aquellos que yacían en un estado de Mendigo eran de hecho sus discípulos.

 

'¿Qué han hecho?'

 

¿Por qué los niños que eran tan suaves ayer estaban en una condición tan terrible?

 

Como para deshacerse de la incomodidad y desconfianza que se había asentado entre ellos, Cheong Myeong se aclaró la garganta. “Bueno, se supone que los espadachines deben de lucir un poco maltratados.”

 

Esta vez los discípulos no tenían más fuerza para quejarse, simplemente asintieron, mansos.

 

Espadas de madera y bolsas extrañas yacían esparcidas alrededor de los niños harapientos.

 

Un Geom sabía lo que tenía que hacer. Había un límite a lo que su mente podía adivinar, y además, había más de cien bocas aquí que podían responder a sus preguntas.

 

"¿Qué diablos ha pasado aquí?"

 

Tan pronto como preguntó, los niños, que estaban tirados en el suelo gimiendo, lo miraron.

 

¡Los ojos de los discípulos medio muertos cobraron vida!

 

"¡Sasuk!"

 

"¡Señor Sasuk!"

 

“¡Oh, Señor Celestial!”

 

Todos hablaban de forma extraña, pero estaba claro que estos niños le estaban dando una cálida bienvenida. Incluso estaban derramando lágrimas.

 

Era inusual para él, cuya misión era mantener controlados a los jóvenes, verlos saludarlo con tanto entusiasmo. No, no era raro, pero esta era la primera vez que parecía tan genuino y sincero.

 

“¿Pero realmente apreciamos a Sasuk?”

 

Los discípulos de tercera generación quedaron desconcertados. ¡Por qué parecen mafiosos sin corazón! ¡Sasuk! ¡Explícanos! ¡No, mejor no hables!

 

“¡Coff! Sasuk!”

 

“¿Por qué están aquí tan tarde? ¡Por qué!"

 

"¡Extrañé tanto a Sasuk!"

 

¿Qué estaban diciendo?

 

Extrañamente, cada rincón de su corazón estaba orgulloso de mirar a estos niños que siempre fueron ignorantes, dándole la bienvenida con tanta ferocidad. Una emoción desconocida inundó.

 

“...¡Sasuuuuk!”

 

Los niños lloraron, extrañamente aliviados de que Un Geom sasuk, después de todo, realmente los quisiera. 

 

‘Por favor, ya no muestren los pensamientos de la gente’, Un Geom suspiró, cansado. ‘¿Cómo puedo dar una respuesta por lo que pensé? Ni siquiera recuerdo todo lo que he pensado.’

 

Que no vuelva a aparecer su punto de vista, por favor.

 

Pero Un Geom pronto negó con la cabeza y ordenó sus pensamientos.

 

'N— no.'

 

No era el momento para que él se impresionara así. Al examinar al joven que tenía delante, parecía que habían peleado una batalla feroz; estaban cubiertos de suciedad y sudor. A Un Geom le dolía el corazón al ver sus extremidades lastimosamente temblorosas y deseaba conocer la verdad de la situación.

 

"¿Qué pasó aquí?"

 

Los niños, que parecían a punto de llorar, dudaron y no dijeron nada cuando llegó la pregunta, solo miraron hacia atrás.

 

'¿Están preocupados por hablar?'

 

“Ojalá eso hubiera sucedido en mis tiempos”, se quejó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Estoy rodeado de bocazas.”

 

¡Todos siempre se apresuraban a ir hacia su Sahyeong para acusarlo!

 

“No, no es tan diferente a antes”, le respondió Cheong Myeong, palmeando su hombro. “Ahora simplemente lloran y se quejan con Baek Cheon sasuk o el Líder de la secta.”

 

“Preferiría que simplemente se quejaran ellos mismos”, murmuró Baek Cheon.

 

Los niños le respondieron como una ola.

 

“No va a suceder.”

 

“Soporta, que eres el Sasuk.”

 

“Suerte, Sasuk, no mueras en el intento.”

 

Apretando los puños, los fulminó con la mirada. ‘Estos malagradecidos Saji…’

 

La mirada de Un Geom siguió su línea de visión. Había otro niño que estaba trabajando duro.

 

"¿Jo Geol?"

 

"…No. El otro."

 

"¿Otro?"

 

De Jo Geol, miró aún más atrás.

 

"¿E— él es?"

 

Los ojos de Un Geom parecieron agrandarse más allá de sus límites ante lo que vio.

 

'¿El chico nuevo?'

 

¿Cuál era su nombre? ¿Cheong Myeong? ¿Qué está haciendo?

 

Un Geom inclinó la cabeza. Cheong Myeong estaba haciendo algo extraño. Tenía una vara de madera en su hombro con varias bolsas grandes colgando de cada lado.

 

"¿Qué hay en esas bolsas?"

 

“Esas son bolsas de basura”.

 

“…¿Por qué bolsas de basura?”

 

Preguntó a pesar de saber por qué.

 

Pesas.

 

Entre los antepasados ​​​​inigualables, había personas que hacían esto.

 

Cheong Myeong se inclinó sobre su asiento. “¡No! ¡Es algo que todos deberían de seguir haciendo! ¿Quién fue el idiota que les enseñó de manera diferente?”

 

Sin saber la respuesta, los discípulos se encogieron de hombros, decidiendo ignorar las quejas habituales.

 

“¡Sob!”

 

Un Geom, que estaba mirando, se dio cuenta de que el cuerpo del niño se estaba fortaleciendo.

 

A pesar de temblar como si fuera a desplomarse en cualquier momento, se ponía de pie, temblando hasta que recuperaba el equilibrio y volvía a ponerse en cuclillas.

 

Tuk! Tuk!

 

Gotas de sudor caían por su barbilla. Todo su cuerpo estaba empapado en sudor.

 

'¿Morirá así?'

 

Un Geom se preocupó por su condición mientras observaba la cara del niño, que se puso de un rojo ardiente con venas hinchadas y su expresión se retorció como un demonio recién escapado del infierno.

 

No había palabra más apropiada que "difícil" para describir a este chico, Cheong Myeong, mientras gruñía y continuaba haciendo ejercicio a pesar de la aparente presión que sentía.

 

'¡Morirás así, mocoso!'

 

Jo Geol se quedó en silencio.

 

Aunque ahora que habían soportado un entrenamiento infernal podía decir que Cheong Myeong no moriría, al hacer algo como eso definitivamente debía de sentir que estaba a punto de morir.

 

¿Cheong Myeogn entrenaba de la misma manera en el pasado? ¿Fue así como se ganó el título de Santo de la Espada Flor de Ciruelo?

 

Un Geom no era un hombre generoso. De hecho, creía firmemente que cuanto más riguroso era el entrenamiento, mejores eran los resultados. Al igual que un herrero golpeaba una espada para eliminar las impurezas, los diamantes solo podían emerger del carbón bajo presión. Esta mentalidad le permitía empujar a sus discípulos y fortalecer su voluntad junto con sus cuerpos.

 

Sin embargo, incluso él diría que el entrenamiento de Cheong Myeong fue duro más allá de los límites.

 

'Espera, ¿entonces la razón por la que estos niños están aquí...?'

 

¿Fue porque estaban entrenando juntos?

 

Un Geom se aclaró la garganta. “Eso fue admirable de su parte, niños.”

 

Los discípulos le devolvieron miradas sucias. Últimamente apreciaron a su Sasuk bajo una luz ligeramente distinta. Mira cuán descarado y desvergonzado podía llegar a ser.

 

"¡S— sasuk! ¡Sálvame!"

 

"¡Moriremos de esta manera!"

 

Los cuerpos de los niños estaban empapados de sudor. La ropa que tenían puesta estaba empapada y chorreando agua. A Un Geom se le puso la piel de gallina al pensar que todo esto era sudor.

 

'Entonces, ¿no estaban durmiendo?'

 

¿Eso significaba que los niños estaban entrenando desde el amanecer?

 

"...¿cuándo empezaron a entrenar?"

 

“Desde las cinco”.

 

¿Han estado haciendo esto durante más de una hora?

 

"… ¿Por qué?"

 

Una pregunta simple, pero nadie la respondió.

 

Moriremos si te lo contamos.

 

Los discípulos se rieron entre sí. 

 

¡Vaya! Tal vez su reacción fue un poco exagerada en ese momento. Si hubieran sabido cuán malo se pondría, ¿no lo habrían disfrutado como a un paseo por la montaña? Entrenar desde las cinco… A veces se levantaban incluso más temprano que eso porque estaban ansiosos por perfeccionar sus artes marciales.

 

Todos los presentes estaban haciendo una cara desesperada.

 

'¿De ningún modo?'

 

No, no puede ser. Como si eso pudiera pasar.

 

¿Eso tiene sentido?

 

Los niños allí eran los discípulos del Monte Hua. Incluso si la Secta no era lo que solía ser, todavía practicaban artes marciales. Entre ellos, algunos niños llevaban aquí más de cinco años.

 

¿Significaba eso que los jóvenes discípulos estaban sufriendo así porque no podían con el niño nuevo?

 

Bueno, ahora que sabían que dicho niño nuevo era en realidad la reencarnación del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, no se sintieron tan avergonzados por haber sido derrotados. En su lugar, un nuevo tipo de vergüenza había comenzado a atormentarlos, ¡la de actuar de manera inmadura frente a la persona que admiraban!

 

Si tan solo hubieran sabido de quién se trataba…

 

'E— espera'.

 

Jo Geol era conocido por sus habilidades sobresalientes entre los niños, pero incluso él estaba en el suelo luchando por recuperar el aliento.

 

'¿Qué pasa con Yoon Jong?'

 

Rápidamente escaneó el área en busca de Yoon Jong.

 

"Oh, mi…"

 

Yoon Jong estaba en el suelo.

 

'¿Por qué es así?'

 

Jo Geol estaba bien, pero Yoon Jong parecía como si su alma se hubiera escapado de su cuerpo. Yoon Jong estaba jadeando por aire con la cara en el suelo y las caderas ligeramente levantadas, y se podían ver lágrimas formándose en las esquinas de sus ojos mientras luchaba en el suelo.

 

Yoon Jong se sonrojó. ¡No había necesidad de enfocarse en los pequeños detalles, gracias! Y luego se preguntó si, en el futuro, alguien podría sacar a relucir esto cuando fuera Líder de la secta… Pensar que en un momento podría intentar criticar los métodos de una secta y que le recuerden esta humillación a cambio. 

 

Parecía que ni Baek Cheon ni Yoon Jong podrían levantar la cabeza adecuadamente como Líderes de la Secta del Monte Hua en el futuro.

 

Hoy ha sido un día lleno de lecciones de humildad.

 

"Que…"

 

Un Geom abrió la boca y volvió a cerrarla.

 

'No, el entrenamiento es bueno... pero'.

 

¿No estaba claro lo que pasó? Los niños deben haberse levantado temprano para hacer entrenamiento de fuerza.

 

Aunque el Monte Hua era una Secta que se enfocaba en la velocidad y la delicadeza, también se enseñaba entrenamiento básico de fuerza. Todas las artes marciales comienzan con el cuerpo como base.

 

'¿Pero qué diablos significa que solo una hora de entrenamiento hizo que todos estuvieran así?'

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo entrecerró los ojos, desconcertado. “¿No es lo normal? Si en una hora de entrenamiento no sudas, ¿siquiera es entrenamiento?”

 

Un Geom se secó el sudor frío de la frente.

 

Cuando miró hacia atrás, todos los niños lo miraban con ojos deslumbrantes, todos con la esperanza de que este hombre resolviera la situación.

 

No me mires con esos ojos.

 

Fue seriamente vergonzoso.

 

"Kuah".

 

Un Geom tosió cuando cambió de opinión y miró a Cheong Myeong. Primero, tenía que averiguar qué estaba pasando. Él determinaría cómo reaccionar una vez que supiera la situación.

 

Cheong Jin se rió. “Será divertido ver cómo se desarrolla esto.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo le devolvió la sonrisa. “¿Qué crees que pasará?”

 

“Bueno, por supuesto, Sahyeong se saldrá con la suya”, lo sabía sólo mirando a los discípulos del futuro. “Pero tampoco puede ser tan voluntarioso como siempre.”

 

‘¿Qué quiere decir con esas palabras refinadas? Es un insulto, ¿verdad?’

 

“Trae a ese niño”.

 

En ese momento, Un Geom había grabado firmemente el nombre de Cheong Myeong en su mente.

 

Un Geom no tenía idea de que ese sería el nombre más importante que aprendería en esta vida.

 

Asintiendo, Un Geom estuvo de acuerdo. Los discípulos del Monte Hua del futuro también sonrieron y se rieron entre ellos.

 

Cheong Myeong.

 

Realmente no podría haber un nombre más importante.

 

Dicha persona inclinó la cabeza. “¿Y ahora por qué se ríen? Aigoo, los niños y sus cambios de humor.”

Notes:

Si quieren que el autor actualice, ¡escriban su parte favorita del capítulo o la parte que más esperan!

Chapter 9: Capítulo 15, 16 y 17: ¿El Monte Hua es así por mi culpa? 1, 2 y 3

Summary:

[Por el honor del Monte Hua, entregó su vida para derrotar al Demonio Celestial; ¿y aún así nadie lo sabe?

¿Qué situación tan repugnante fue esta?]

Cheong Mun intentó decir algunas palabras para aligerar el estado de ánimo. “Al menos… Los discípulos del Monte Hua fueron protegidos al destruir la amenaza.”

[“De todos modos, en ese momento, el Demonio Celestial cayó, y las personas restantes del culto demoníaco se volvieron locas y trataron de presionar para vengarse. A pesar de recibir mucho daño, treparon y prendieron fuego al Monte Hua”.]

Cheong Mun cerró la boca.

Notes:

Gracias por sus comentarios, me han inspirado a continuar escribiendo y entregar un capítulo más pronto de lo que pensé que haría. ¡Recuerden seguir comentanto para apoyar esta historia!

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

El Abad cambió de página, se detuvo un momento, inclinando la cabeza con un deje de confusión y en voz alta pronunció el título. “¿El Monte Hua es así por mi culpa? Primera parte.”

 

Inmediatamente se escucharon los comentarios.

 

Baek Cheon se inclinó para hablar directamente con Cheong Myeong. “¿Por qué sería así?”

 

Yu Iseol al mismo tiempo dijo: “No es tu culpa”.

 

Y uno tras otro los discípulos del Monte Hua del futuro expresaron su disconformidad con el título.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo pareció confundido. “¿Por qué sería mi culpa? Ya morí después de cortarle la cabeza al Demonio Celestial, ¿qué podría haber hecho?”

 

Cheong Mun apretó su hombro de manera reconfortante, pareciendo un poco triste. “Claro que no es tu culpa, Cheong Myeong-ah.”

 

Cheong Myeong suspiró, mirando hacia arriba. Tenía una idea de hacia dónde se dirigía esto, así que se preguntó ociosamente si al final lo maldecirán o simplemente se quedarían callados en silencioso acuerdo. 

 

“¡ Ufff! ”

 

Los ojos de Un Geom comenzaron a brillar mientras miraba aturdido el cielo azul.

 

‘Ciertamente, al principio parecía un niño normal, ¿verdad?’

 

Pero este no era un caso común y corriente.

 

Las risas resonaron por aquí y por allá, reduciendo la tensión que había caído al pronunciar el título. 

 

'¿Estará bien?'

 

El grueso uniforme de Cheong Myeong estaba completamente empapado y, a medida que el sudor brotaba de su cuerpo, se podía ver que goteaba a través de su ropa. Con el rostro enrojecido por la sangre, parecía que su cabeza iba a estallar en cualquier momento. Luchó incluso para mantenerse firme porque le temblaban las piernas y se le podía ver mordiéndose con fuerza el labio para seguir moviéndose.

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado imaginaron la escena con expresiones complejas, puesto que nunca antes habían visto a Cheong Myeong esforzarse hasta ese punto, especialmente aquellos que lo acompañaron desde su infancia.

 

“Es bueno ver a Cheong Myeong sahyeong esforzarse de vez en cuando”, admitió uno de los discípulos. “De la manera normal .”

 

El Cheong Myeong de sus recuerdos parecía dormir en el entrenamiento, escabullirse para hacer travesuras, agitar la espada una vez antes de conseguir la técnica perfecta y luego proceder a utilizarla en sus sahyeongjae. 

 

Cheong Mun sacudió la cabeza. 

 

Aunque Cheong Myeong no se había esforzado tanto frente a otros, al grado de parecer el dios de la guerra encarnado, cuando era joven pasaba muchas horas entrenando en solitario con los ojos brillantes. Para él, usar la espada no era una herramienta para ser más fuerte, sino un fenómeno natural y maravilloso. 

 

Tal vez eran las flores de ciruelo más vívidas que había visto de cualquier discípulo del Monte Hua.

 

"¿Te gustaría sentarte?"

 

Un Geom, que considera firmemente que la cortesía y los modales son parte integral de la vida, sugirió sin saberlo

 

El niño.

 

No pudo evitarlo. No tenía sentido hacer que Cheong Myeong se pusiera de pie después del entrenamiento por el que había pasado. Ver el estado actual de Cheong Myeong evocaba una sensación similar a la de ver a un cachorro abandonado bajo la lluvia torrencial. Qué lástima.

 

“Ah, está bien. Preferiría un poco de agua…”

 

“¡Que alguien traiga agua! ¡Ahora!”

 

“Exactamente, Un Geom, así es como deberías de tratar a un niño tan bueno”, Hyeon Yeong expresó su aprobación en voz alta. “Me alegro de haberte criado tan bien. A diferencia de otros monos malagradecidos que no saben cómo tratar adecuadamente a sus salvadores”.

 

Aquí le dirigió una mirada mordaz al resto de los discípulos de su secta, quienes se encogieron en su lugar y desviaron las miradas. 

 

“¡Pero es Cheong Myeong!” 

 

“Anciano, puede decir eso porque se comporta lindo y obediente con usted, ¡pero mire cómo es con el resto de la gente!”

 

“El mayor claramente está cegado por el dinero…”

 

Hyeon Yeong gritó: “¡Son ruidosos!”

 

Incluso el Líder de la secta Hyeon Jong, que había agregado sus propias palabras junto a la multitud, se calló con el resto de los discípulos. 

 

Cheong Mun miró de un lado a otro. 

 

La dinámica del Monte Hua del futuro era interesante, por así decirlo. 

 

El Líder de la secta parecía estar a cargo, pero a veces un mayor como Hyeon Yeong tomaría el liderazgo, o incluso un discípulo de primer, segundo o tercer grado. En estas ocasiones, las voces de Cheong Myeong, Baek Cheon y Baek Sang habían sido particularmente apasionadas, y los demás los seguirían naturalmente. Al menos podía entender el caso de un mayor dirigiéndolos, viendo que sólo habían tres, lo que seguramente los hizo particularmente unidos y tuvieron que haberse repartido las responsabilidades, pero la forma en que cedieron el poder a sus discípulos menores fue inaudita, prácticamente una falta de respeto. 

 

Claramente no se lo tomaron a mal, ni tampoco los discípulos lo hicieron con intención de ser groseros, dado que trataban con mucho cariño a sus mayores (aunque escuchando las críticas era dudoso si también había respeto). Considerándolo todo, a Cheong Mun le recordó a las familias numerosas con más de tres generaciones que había visto en el campo, más que a una secta.

 

… ¿Eso estaba bien?

 

"¡Sí!"

 

Uno de los niños, que estaba observando desde el costado, corrió a buscar agua.

 

—Cierto. Esto…

 

Sin embargo, Un Geom rápidamente guardó silencio.

 

'¿Qué debo preguntar?'

 

Lo llamó para que viniera aquí, pero no sabía por dónde empezar. Era la primera vez que se encontraba en una situación tan absurda.

 

Yoon Jong simplemente sonrió. “Es la primera vez que nuestro Cheong Myeong hace de las suyas.”

 

“Esta escena se repetirá muchas veces en el futuro”, agregó Jo Geol con tono melancólico. “Al menos es más fácil una vez que te acostumbras al ritmo.”

 

“¿Qué está pasando aquí?”

 

Hizo la pregunta más obvia.

 

Cheong Myeong, quien recibió la pregunta, miró a su alrededor y abrió la boca con calma.

 

"No es gran cosa."

 

"…¿Qué?"

 

“Es que, a partir de hoy, todos hemos decidido hacer ejercicio juntos por las mañanas. Pero como era nuestra primera vez, puede que nos hayamos excedido un poco. Debe ser porque todos estábamos muy motivados”.

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza. “Tal vez me excedí un poco. No pensé que fueran tan débiles.”

 

Las palabras atravesaron a los jóvenes discípulos justo en sus corazones (y orgullo).

 

“¡Claro que no!”

 

“¡Podríamos haber seguido entrenando por horas!”

 

“Todo este descanso es extraño, ¿¡por qué no comenzamos a entrenar tan pronto como salgamos!?”

 

“... Apenas ibamos a dormir”, les recordó Cheong Myeong, extrañado. “Y de todos modos siguen siendo débiles, así que por supuesto que seguirán entrenando cuando salgan.”

 

Golpe crítico. Los discípulos del Monte Hua cayeron flácidos contra sus asientos, murmurando quejas y maldiciones. 

 

'¿Motivado?'

 

Un Geom miró a los niños que estaban detrás de Cheong Myeong. Agitaban las manos desesperadamente, pero mantenían la boca bien cerrada.

 

Sin embargo, sus manos cayeron rápidamente y se congelaron en el lugar cuando Cheong Myeong giró ligeramente la cabeza hacia ellos.

 

'¿Qué clase de acto es éste?'

 

Cheong Gong se echó a reír a carcajadas. 

 

“No sé cómo Cheong Myeong sahyeong lo logró tan rápido, ¿debería decir que es la práctica? Pero esta vez le tomó un día lo que en su tiempo le tomó algunos años.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo frunció el ceño. “Eso es porque luego corrían cobardemente a decirle a Sahyeong. Si no hubieran podido hacerlo, ¿no serían iguales?”

 

Cheong Gong se estremeció. 

 

¿En qué clase de mundo horrible, terrible y espeluznante no habría un Cheong Mun que sostuviera la cuerda del perro rabioso de su secta?

 

El Monte Hua realmente se habría convertido en la Montaña de Bandidos Hua, o habría pasado a ser el Culto del Monte Hua que podría rivalizar con el Culto Demoníaco.

 

Era absurdo. No estaba claro cómo se había llegado a esa situación, pero una cosa era cierta: todos los discípulos tenían miedo de ese nuevo niño.

 

Un Geom no era ningún tonto. Ya había tratado con niños y entrenado a discípulos jóvenes durante diez años. A menudo podía entender cómo se desarrollaba una situación simplemente observando a los niños.

 

No, sería más extraño si no se hubiera dado cuenta de lo que estaba sucediendo, incluso sin su experiencia.

 

'Los discípulos del monte Hua….'

 

¿Tienen miedo de un recién llegado?

 

“Nunca subestimen a los recién llegados, no se sabe qué antecedentes poseen”, Tang Bo chasqueó la lengua. 

 

Tang Zhan murmuró en voz baja. “No es como si hubieran podido saber que era el mejor espadachín del mundo reencarnado.”

 

“¿Se imaginan si hubiera reencarnado en el Clan Tang una vez más?”

 

Tang Gunak sintió que le podría doler la cabeza de tan solo imaginar al mayor Tang Bo, quien no había dejado de animar las palizas unilaterales contra los desafortunados discípulos de tercera clase, comenzar a comportarse como la segunda venida de Cheong Myeong mientras ponía al clan patas arriba y conspiraba en secreto con el Monte Hua, animando a Cheong Myeong a ser aún más imprudente de lo habitual.

 

‘No… Por favor, no’, suplicó internamente, como una oración. ‘Me alegro de que los niños que tenga a su lado al menos intenten detenerlo, incluso si a veces parece que se les zafaron algunos tornillos debido a los golpes en la cabeza’.

 

La cabeza de Un Geom se inclinó ligeramente hacia un lado en señal de confusión.

 

—No. No.

 

Pensándolo bien, las habilidades de estos niños no eran en absoluto débiles. La mayoría de los niños de la misma edad solo podían agachar la cabeza en comparación con los discípulos del Monte Hua.

 

Incluso aunque estuviera podrido, seguían siendo discípulos del gran Monte Hua.

 

No era que sus discípulos fueran débiles; era simplemente que este nuevo niño era extraño.

 

Cheong Myeong dejó escapar un “hmmmm” que no sonaba muy convencido, por lo que los discípulos del Monte Hua se tensaron instintivamente, listos para recibir una crítica, sin embargo, al final no dijo nada, y ellos sólo pudieron completar mentalmente las quejas.

 

En su mente, Cheong Myeong dejó caer algunas palabras como “un niño civil de cinco años podría haberlos vencido con los ojos vendados”, “¿no recuerdan qué paliza recibieron de los discípulos de Jongnam aunque parecían recién llegados?” o simplemente “aunque estaba en el cuerpo de un mendigo sin cultivo, músculos y desnutrido, pude barrer el piso con todos ustedes”.

 

“¿Dijiste ejercicio matutino?”

 

"Sí."

 

"Tú."

 

Un Geom habló con firmeza.

 

“El internado White Plum Blossom tiene sus propias reglas. ¿Quién te dijo que redujeras tu tiempo de dormir y practicaras a tu antojo?”

 

Uno de los jóvenes discípulos de la tercera generación Un del pasado inclinaron la cabeza, confundidos.

 

“¿Está mal practicar sin permiso?”

 

Su Sasuk, probablemente su mentor personal ya que estaba sentado a su lado, le respondió en voz baja: “Si eres un recién llegado, puedes practicar implementando las técnicas incorrectamente y aprender malos hábitos o lastimarte.”

 

“Entiendo, maestro.”

 

La expresión de Cheong Myeong permaneció sin cambios mientras hablaba como si no fuera una preocupación.

 

—Entonces no lo haré.

 

"… ¿eh?"

 

“Pensé que el entrenamiento sería útil, pero me dijiste que no, así que no lo haré”.

 

“…”

 

Uh... ¿ Qué fue eso?

 

Un Geom estaba perplejo. Esta reacción fue inesperada.

 

“¿Creías que ese entrenamiento sería útil?”

 

"Sí."

 

“¿Por qué pensaste eso?”

 

Cheong Myeong pensó que esta pregunta era extraña.

 

“¿Crees que no ayudará?”

 

“…”

 

“…”

 

Un aire incómodo pasó entre ellos.

 

' Puaj. '

 

Un Geom gimió para sí mismo. Entendió lo que decía el niño, pero Cheong Myeong habló primero.

 

“Sentí que sería suficiente aprender artes marciales de Sasuk, pero los discípulos también deben esforzarse a su manera. La esencia de las artes marciales proviene del cuerpo, por lo que creí que este entrenamiento de fuerza podría mejorar nuestros resultados generales”.

 

El maestro que había hablado antes carraspeó, incómodo. “Bueno, no está mal practicar por tu cuenta, pero solo con aquellas técnicas que ya están aprobadas, ¿entiendes?”

 

“Sí, maestro”, el discípulo asintió. “El mayor Cheong Myeong puede hacerlo porque es un mayor, ¿verdad?”

 

“Así es.”

 

Eso era verdad.

 

La teoría era correcta.

 

“Tus palabras son correctas.”

 

Un Geom lo reconoció fácilmente.

 

“Sin embargo, ¿puede usted decir que es correcto obligar a entrenar bajo amenaza de coerción?”

 

"¿Coerción?"

 

Cheong Myeong miró hacia atrás mientras continuaba.

 

“Ahhh , Sasuk. ¿Cómo podría obligar a mis Sahyeongs? Cuando les dije que iba a entrenar, ellos también querían unirse y me siguieron.”

 

Myeong Do hizo pucheros. “¿Por qué el Santo de la Espada Flor de Ciruelo no nos dejó ‘unirnos y seguirlo’ en su entrenamiento?”

 

“Los coercionó”, corrigió Cheong Jin.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo una expresión incómoda. “¿Por qué querría entrenarlos? Son un montón de mocosos molestos y malagradecidos que corren a esconderse en las faldas de Sahyeong.”

 

“¿¡Hace cuántos años fue eso, Sasuk!?” Myeong Do gimió, desesperado. “Te hemos estado rogando por décadas que nos enseñes.”

 

“Hmmmm”, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo echó un vistazo a su versión futura que estaba hablando en voz baja con los niños a su alrededor y luego volvió a ver a Myeong Do. A decir verdad, cuando los niños de la generación Myeong eran jóvenes, intentaron seguirlo hasta cierto punto, pero siempre terminaban llorando o huyendo. Ahora, al ver cómo interactuaba él mismo con los niños, creyó que podría haber sido un poquito duro, ¿tal vez si lo intentara de nuevo…? “Si insistes, podría enseñarte una o dos cosas cuando regresemos.”

 

Myeong Do se quedó boquiabierto. Señaló al Santo de la Espada Flor de Ciruelo y luego miró a la gente a su alrededor, como si comprobara que no fue sólo su imaginación. “¡Es una promesa, Sasuk! ¡Una promesa! Y definitivamente me esforzaré, ¡aprenderé bien!”

 

“Lo que sea”, agitó la mano, avergonzado.

 

Myeong Do lloró en silencio.

 

¡Qué tontería!

 

¡Una mentira descarada!

 

Pero si quería que dijera la verdad, Un Geom tendría que preguntarle: "¿No se unieron a ti sólo por miedo?"

 

Pero…

 

—No puedo preguntar eso.

 

Aplastaría el orgullo de sus discípulos.

 

“Ja…” Baek Cheon se rió con una expresión en blanco. “Ya no tenemos orgullo.”

 

Cheong Myeong inclinó su cuerpo para mirarlo críticamente con los brazos cruzados. “Para ser un Dongryong sin orgullo, se gusta presumir y hacer un drama.”

 

Baek Cheon se apresuró a hacerle gestos para que cerrara la boca. “¡Cheong Myeong!”

 

“¿Ves? Te molestas porque aún hay orgullo”, se encogió de hombros.

 

Baek Sang sacudió la cabeza. 

 

“Ahí está Sahyeong, abriendo la boca como Jo Geol.”

 

“¡Oye! Al nivel de Jo Geol es un poco..:”

 

Esta vez Jo Geol dejó escapar una exclamación, ofendido.

 

Ayer, los discípulos no pudieron con un nuevo joven y tuvieron que ser sacados temprano por la mañana para entrenar por miedo. Un Geom decidió no tocar ese tema tan delicado.

 

¿Y esta situación no convertiría a Cheong Myeong, el más joven, en un villano aterrador que abusa de sus propios Sahyeongs?

 

Cheong Myeong dejó escapar un par de carcajadas.

 

“¿Así me ven?”

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro, en aquél momento, no se habrían atrevido a estar de acuerdo, en su lugar, lo habrían negado desesperadamente. Los discípulos del futuro ahora eran inmunes a amenazas tan pequeñas, por lo que proclamaron apasionadamente su total y completo acuerdo con fuego en los ojos.

 

“¡Un demonio! ¡Yaksha!”

 

“¡Salido del mismísimo infierno!”

 

“¡Yuanzhi Tianzun lloraría al ver cómo te llamas a ti mismo taoísta!”

 

“¡Los asuras volverían al infierno con sus propios pies al verte!”

 

Cheong Myeong se sorprendió ante la repentina ola de rugidos, pero rápidamente se aplacaron cuando frunció el ceño.

 

“¡Oh, el infierno! ¿Creen que esto es el infierno? Estos niños solo saben quejarse”. Su puño voló más rápido de lo que podía ser visto, con la precisión de casi un siglo de experiencia, golpeando en la cabeza a los jóvenes que pronto fueron silenciados. “¡Sigan siendo ruidosos!”

 

Baek Cheon se frotó la cabeza con el ceño fruncido. “Yo ni siquiera dije nada…”

 

“Fue en la cabeza...” Yu Iseol tenía una expresión malhumorada similar. 

 

Eso también lastimaría a sus discípulos si se mencionara sin cuidado.

 

“El—”

 

Justo cuando Un Geom estaba a punto de decir algo, Cheong Myeong habló.

 

“Dame un mes. No permitiré que eso afecte nuestro entrenamiento habitual y en un mes te entregaré buenos resultados”.

 

Un Geom sonrió. Su apuesta había valido la pena. Definitivamente fue lo mejor para el Monte Hua. 

 

En realidad, podría decirse que fue la decisión de Hyeon Jong y Un Geeom la que permitió que la voluntad de Cheong Myeong se manifestara en el Monte Hua, al confiar tan plenamente en el joven discípulo que no tenía antecedentes para respaldar sus afirmaciones. 

 

Si hubiera sido otra persona la que estuviera en esa situación podría simplemente haberse negado e intentar imponer su voluntad sobre el niño nuevo, tal como los discípulos de tercera clase intentaron hacer (y aún no lo sabían, pero también fue el caso de los discípulos de segunda clase). Haber asfixiado esa voluntad de enseñar a los demás discípulos habría sido cortar el futuro del Monte Hua. 

 

'¿Oh?'

 

Aunque estaban discutiendo sobre entrenamiento, su intención oculta era ligeramente diferente.

 

Un mes.

 

Le pidió a Sasuk que ignorara esta situación durante un mes y que emitiera su juicio después de ver el resultado.

 

'¡Mira a este niño!'

 

No parecían las palabras de un niño, sino las palabras de un hombre fuerte y lleno de confianza.

 

“Un mes puede ser aceptable, pero esta formación no parece tan sencilla, ¿pueden los niños realmente…”

 

¿Soportarlo?

 

“Todos los Sahyeongs practicaron porque querían hacerlo y nadie se quejó de que fuera difícil”.

 

“¡Mentiras!”

 

“¡Quién creería eso!”

 

“¡Mentiroso!”

 

Sorprendentemente, no fueron los discípulos de tercera clase del futuro los que se quejaron, ¡sino los discípulos de la generación Cheong del pasado!

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo parpadeó, girando la cabeza a ambos lados. Bueno, ¿y ellos por qué opinan? “¡Oye! ¿Que acaso creen que todos son unos flojos que odian esforzarse como ustedes?”

 

Los ruidos de indignación que siguieron ni siquiera parecían humanos.

 

Cheong Mun lo regañó suavemente. “Mira cómo están a un suspiro de morir, ¿y todavía crees que fue voluntario?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se negó a dignificar eso con una respuesta, aunque sí frunció el ceño —hizo un puchero—, mostrando su desaprobación silenciosa. Cheong Mun quiso tirar de su mejilla.

 

Cheong Myeong habló con descaro mientras miraba a sus Sahyeongs, ninguno de los cuales se atrevió a abrir la boca para refutarlo. Como nadie dijo nada, debían estar bien con eso.

 

'¿De dónde salió este niño?'

 

Mientras Un Geom pensaba, Cheong Myeong giró la cabeza y preguntó.

 

“¿No es así, Sahyeongs?”

 

“…sí—sí, lo es.”

 

“Trabajaremos duro. Muy duro”.

 

“…También hoy hemos trabajado duro.”

 

Cheong Myeong se dio la vuelta.

 

Los discípulos del pasado señalaron hacia el podio como si intentaran dejar su punto en claro. 

 

“¡Mentiras!”

 

“¡No fue voluntario!”

 

“¡Coerción!”

 

Cheong Myeong gritó detrás de ellos. “¡Y ustedes son unos chismosos entrometidos!”

 

Los discípulos de la generación Cheong se sobresaltaron, sin esperar la repentina réplica del Cheong Myeong del futuro, ¡además de haberse encontrado fuera de su punto de vista durante la mayor parte de la experiencia! 

 

Al echar un vistazo rápido…

 

La visión de un niño de menos de veinte años (que prácticamente había aprendido a hablar, para los estándares de la generación que en promedio tenían ochenta y cinco años), con una cara de desaprobación les devolvió la mirada. 

 

… Sahyeong, te ves adorable mirando a otros como un maestro con esa carita que aún tiene grasa en las mejillas, ¿no es más lindo porque su actitud y su cuerpo genera un contraste obvio?

 

“Si, si, Sahyeong.”

 

Los discípulos del pasado le dieron la razón, cubriendo sus risitas discretamente y arrullando en voz baja. Para aquellos discípulos que se habían casado fue incluso mejor, ya que Cheong Myeong parecía tener la edad de sus bisnietos.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se molestó. ¿Por qué no dejaban de molestarlo pero a su yo del futuro le dieron la razón? Incluso si su punto era lo mismo. Giró la cabeza como el resto de ellos, y al encontrarse con Cheong Myeong, este sólo sacudió la cabeza como si dijera ‘estos sajae no tienen remedio’. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo estuvo de acuerdo.

 

“Sin una fuerte voluntad de crecer, ¿cómo podríamos esperar buenos resultados de nuestros esfuerzos?”

 

Los rostros de los niños detrás de él estaban conmocionados y llenos de cansancio.

 

Un Geom se quedó sin palabras mientras los niños eran completamente incapaces de hablar.

 

A pesar de que solo pasó un día, Cheong Myeong había tomado por completo el control de los discípulos. Además, está pidiendo que se le permita ignorar esto durante un mes para mostrarle a Un Geom los resultados de su control.

 

'Vamos.'

 

Cuanto más escuchaba, más absurdo le parecía. ¿De dónde había salido ese pequeño monstruo?

 

Pero…

 

"En realidad no es algo malo."

 

Cheong Mun inclinó la cabeza. “Supongo que fue posible hacer crecer la fuerza marcial del Monte Hua precisamente porque se creó el internado para los jóvenes discípulos.”

 

Hyeon Sang sonrió, avergonzado. En ese entonces les había dolido el corazón y también fue una fuente de vergüenza, pero poco sabían que sería lo que permitiría que su antepasado, el famoso Santo de la Espada Flor de Ciruelo, los entrenara a todos personalmente.

 

Cheong Jin agregó sus propias reflexiones.

 

“Antes creía que el talento de Cheong Myeong sahyeong era del tipo que difícilmente le permitiría tomar discípulos y enseñar a otros debido a que era un genio. Los genios difícilmente entienden con qué tienen problemas la gente normal. Así que me sorprende que haya logrado entrenar a dos generaciones completas y todos ellos muestran un nivel mucho más alto que el de cualquier discípulo de nuestra secta u otras sectas.”

 

“Por supuesto que fue difícil”. Cheong Myeong sonrió melancólicamente. “Pero pensar de esa forma sería ignorar que los niños pueden esforzarse por comprender las partes en que tienen dificultades y pedir consejo a otros.”

 

Cheong Jin parpadeó. Pedir consejos a otros… Era algo que normalmente no se hacía ya que era irrespetuoso para el maestro bajo el que estudiaban, como decir que no era lo suficientemente bueno, aunque eso se solía omitir cuando se trataba de alguien con una reputación muy grande. Que a Cheong Myeong no le importara, siendo él el espadachín más fuerte prácticamente de la historia habría sido inaudito y una fuente de confusión para su generación, pero confía en Cheong Myeong para tirar la tradición por la borda.

 

En realidad… Su forma de enseñanza era extrañamente mejor a la de la mayoría, si se excluía el entrenamiento infernal, al que excusó amablemente al decir que era preocupación por la inminente reencarnación del Demonio Celestial. Eso era obvio solo con ver cuán fuertes eran los niños que lo rodeaban, aunque lo que más le llamó la atención fue la forma en que interactuaron.

 

Incluso ahora, con solo unas pocas palabras que apenas podrían considerarse un elogio, los discípulos del futuro alzaron la cabeza con orgullo y un deje de vergüenza.

 

‘Dios mío, Sahyeong… Los tienes comiendo de la palma de tu mano. Aunque eras el menor de la generación’. 

 

Por alguna razón, Cheong Myeong tenía algo que atraía a la gente. Era una lástima que en su propia época haya ignorado a los niños más jóvenes que querían seguirlo. Al menos tenía la esperanza de que cambiara una vez que salieran de este lugar.

 

El internado White Plum Blossom tenía un problema importante a la hora de conseguir tiempo para la formación: en Mount Hua no había suficiente personal.

 

Y Un Geom no podía manejarlo solo. Se necesitaban al menos diez instructores. Pero ahora, sólo había tres personas que podían entrenar a los niños.

 

Como resultado, no tenían mucho tiempo para enseñar a los discípulos individualmente. La mayor parte del tiempo se dedicaba a mantener organizado al grupo, por lo que su crecimiento había comenzado a estancarse. Era evidente que sería de gran ayuda si este muchacho pudiera aliviar algunas de sus cargas.

 

—Te voy a preguntar una cosa más.

 

"Sí."

 

—Para ti tampoco será fácil, ¿por qué elegirías entrenar tan temprano en la mañana?

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

—No entiendo qué quieres decir, Sasuk.

 

" ¿Mmm? "

 

No había forma de que este niño de repente no pudiera entender.

 

“Entrar al Monte Hua significa aprender a usar la espada, pero simplemente unirse a la secta no significa necesariamente que nos volveremos más fuertes. Volverse más fuerte, entrenar diligentemente y esforzarse por alcanzar metas más elevadas es el deber de cualquier discípulo”.

 

Cheong Gong: “???”

 

Los demás discípulos tenían expresiones similares. 

 

¿¡Qué es este discurso de estudiante modelo!?

 

"Eso es correcto."

 

“Por supuesto, podemos volvernos más fuertes siguiendo las enseñanzas de Sasuk, pero si también podemos poner nuestro propio esfuerzo, el proceso puede acelerarse. Es natural que debamos sacrificar algo de sueño si eso significa trabajar más duro para alcanzar nuestras metas”.

 

“Ah…” Cheong Gong dejó escapar el aliento. “Aquí comienza a torcerse un poco.”

 

"… Bien."

 

Así fue. No hay ningún motivo en particular, solo pasión por entrenar.

 

‘El líder de la secta dijo que ya no aceptaríamos nuevos estudiantes. Me pregunté qué clase de niño recibiría una excepción. Tal vez, un nuevo viento está empezando a soplar en el Monte Hua’.

 

¿No valdría la pena criar a este niño?

 

Su talento aún no ha sido confirmado, pero debería ser capaz de lograr grandes cosas incluso sin él con tanta motivación. Incluso si no puede convertirse en un maestro, su actitud podría tener una buena influencia en los otros niños.

 

A Baek Sang le llamaron la atención esas palabras, como si fuera una referencia a la conversación que una vez tuvo con Cheong Myeong. Aún ahora había sido capaz de mantenerse al día de manera decente solo con trabajo duro. Y la mayoría de ellos no eran particularmente talentosos, pero lograron buenos resultados al ser motivados por Cheong Myeong. 

 

Tal vez era el mejor legado marcial que podrían dejar para las futuras generaciones del Monte Hua.

 

“…Parece que estás teniendo dificultades con tu entrenamiento”.

 

“Es porque es mi primer día”.

 

“Aun así, parece difícil”.

 

“Cuanto más hacemos, mejores resultados obtenemos”.

 

Los labios de Un Geom temblaron mientras luchaba por reprimir una sonrisa.

 

“Lo tiene en la bolsa.”

 

“Realmente le gusta ese tipo de respuesta.”

 

“Es tan obvio.”

 

Un Geom se sonrojó ante los comentarios de sus hermanos marciales de la misma generación. 

 

Un Am agregó: “Un Geom siempre ha sido débil ante los que trabajan duro.”

 

'Esto es todo.'

 

¿No encaja perfectamente este entrenamiento con su propia teoría? Podría estar bien llevar a los demás al límite si un niño así los lidera. Después de todo, en los viejos tiempos de la secta, los niños solían formar jerarquías que no estaban limitadas únicamente por la edad.

 

Los discípulos de la generación Cheong del pasado se movieron como uno solo para observar al Santo de la Espada Flor de Ciruelo. Este giró su cabeza también hacia Cheong Mun, que había estado cubierto por su figura voluminosa. Cheong Mun les devolvió la mirada con una sonrisa tranquila. 

 

En realidad, el Líder de la secta no era el mayor de ellos en edad, pero seguro que sí lo era en rango y jerarquía, explícita e implícita. 

 

Los discípulos del futuro habían volteado sus ojos hacia Cheong Myeong, y luego, dubitativamente, Tang Soso dijo: “En realidad, ¿no es Cheong Myeong sahyeong el mayor?”

 

“Ah…”

 

Era verdad.

 

… Todavía era difícil de aceptar. 

 

“¿Y qué es lo importante cuando se trata con Sahyeongs?”

 

“Sea cortés, muestre respeto y respete sus palabras”.

 

Su intención es mantener esta jerarquía mostrando el debido respeto a sus mayores sin despreciar ni menospreciar a los demás.

 

Un Geom miró a su alrededor y asintió. Incapaces de comprender lo que estaba sucediendo, los niños estaban todos preocupados.

 

“Nuestro Cheong Myeong realmente es respetuoso con sus mayores.”

 

La generación Un y Hyeon, que tuvieron el privilegio de ser respetados por Cheong Myeong, que vió el esfuerzo que hicieron por mantener a la secta en pie hasta que llegó, se conmovieron por el respeto de una figura tan importante.

 

Y la generación Baek expresó sus quejas inmediatamente.

 

Baek Cheon le reclamó de inmediato. “¿Por qué no veo ese respeto, aunque soy su Sasuk?”

 

Cheong Myeong le sacó la lengua. “Este Sasuk está descompuesto. Se comporta como si fuera un niño.”

 

“¡Mira quién habla! Al menos llámame Sasuk, ¡nada de Dongryong!”

 

Tang Soso suspiró. “Nadie estaba hablando de eso, Sasuk.”

 

" Bueno ."

 

Un Geom tosió mientras desviaba la mirada y abrió la boca.

 

“Es muy conmovedor que todos ustedes hayan estado entrenando 'voluntariamente' desde el amanecer hasta ahora”.

 

"¡¡Sasuk!!"

 

"¡Maestro!"

 

Gritos de confusión y conmoción, pero Un Geom lo ignoró todo y continuó.

 

“Si continúas entrenando así en el futuro, lograrás grandes resultados. Este niño parece saber mucho sobre entrenamiento, así que le permitiré continuar. Haz tu mejor esfuerzo”.

 

"Estamos jodidos."

 

—Vaya, nos está abandonando.

 

'¡Míralo evitando nuestra mirada!'

 

Un Geom disfrutó su sufrimiento mientras pensaba para sí mismo: “¿No fue bueno? A mi también me habría gustado recibir instrucciones del Santo de la Espada Flor de Ciruelo desde joven.”

 

Era realmente bueno, pero eran solo niños, ¿qué se le iba a hacer? Al menos se dieron cuenta de cuán importante era después de entrenar por un tiempo. En ese entonces eran realmente pequeños niños ingenuos.

 

Los jóvenes estaban en un estado de desesperación.

 

“Asegúrate de desayunar antes de que se haga tarde y salir a tiempo para la sesión de la mañana”.

 

Un Geom giró lentamente y de repente se detuvo.

 

“¡Ah, es cierto!”

 

Aún así, no podían creer que este hombre realmente los desechara tan fácilmente...

 

“Interferirá con tu entrenamiento, así que ya no tendrás que venir a despertarme por la mañana. Después de todo, el entrenamiento es lo primero. De acuerdo”.

 

“Qué considerado de tu parte”, le dijo Hyeon Sang, a lo que Un Geom le devolvió la sonrisa burlona, cómplice.

 

Un Geom sonrió y se dio la vuelta.

 

Los discípulos querían extender sus manos para atraparlo, pero él desapareció de la vista antes de que pudieran moverse.

 

“…”

 

Crack.

 

En ese momento se oyó un leve crujido.

 

Era Cheong Myeong, haciendo crujir sus nudillos; se volvió hacia ellos con una sonrisa.

 

Era una sonrisa, pero las venas de su frente estaban abultadas, dejando claro lo que sentía debajo de su sonrisa.

 

—Sasuk, ¿me ayudas, por favor?

 

“…”

 

“No es como si hubiera dicho que iba a matarte, ahora mis queridos Sahyeongs ¿qué tal si charlamos en la pensión antes de comer?”

 

“…”

 

“¡Bien podrías haberlo dicho!” Cheong Jin empujó el hombro del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien le dirigió una mirada dudosa, ya que no había sido él quien dijo eso. “Ah, ahora realmente quiero darte un discípulo.”

 

“Por favor, no.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo dirigió una mirada anhelante a los discípulos del futuro y luego juntó sus manos sobre su regazo.

 

¿El problema era la actitud, los discípulos o ambos?

 

“¡Muévete!”

 

"…Sí."

 

Fue en este momento que muchas esperanzas y sueños jóvenes desaparecieron del Monte Hua.

 

“Qué dramáticos”, comentó Cheong Myeong, vagamente molesto.

 

Beop Jeong interrumpió cualquier posible seguimiento al anunciar la segunda parte.

 

"¿Hablas en serio?"

 

—Sí, señor Sahyeong.

 

El rostro de Un Am comenzó a distorsionarse; Un Geom ladeó la cabeza ante la reacción inesperada.

 

“¿No lo sabías?”

 

“¿Cómo iba a saberlo?”

 

“… ¿Eh ? Pensé que el líder de la secta trajo a ese niño con algún propósito. Supongo que no fue así”.

 

“En la situación actual, apenas podemos permitirnos llegar a fin de mes. No podemos permitirnos gastos adicionales para intentar reclutar talentos ocultos; él es un niño tenaz que nos buscó por sí mismo.

 

Un Am sonrió tímidamente. Vaya, eso fue vergonzoso. Pensar que estaba hablando de manera tan grosera sobre el antepasado que había llegado para enseñarles artes marciales y que resolvió todas las deudas económicas del Monte Hua. Si estuviera más cerca de Cheong Myeong, se habría disculpado con el niño de inmediato.

 

“Y fue acogido por el líder de la secta…”

 

Un Geom se detuvo.

 

El líder de la secta aceptó a este niño, pero dijo que no aceptaría más discípulos. Por eso, pensó que debía haber alguna historia detrás. Pero, ¿el viento que trajo el cambio al Monte Hua no fue intencional?

 

“Tiene un corazón amable, Líder de la secta Hyeon Jong”, elogió Cheong Mun. “Cualquiera puede ser amable cuando tienen mucho, pero pocos pueden mostrar la misma gentileza en una situación difícil. Usted realmente es un buen ejemplo no sólo para los niños sino para nosotros.”

 

Hyeon Jong se sonrojó, con el corazón palpitando con fuerza ante el inesperado elogio, ¡y qué elogio!. Su voz tembló un poco, pero se aseguró de responder apropiadamente. “Gracias, Líder de la secta Cheong Mun. Sus palabras… Son realmente importantes para mí.”

 

A veces se había preguntado si sus antepasados se burlarían de él o criticarían sus elecciones, pero ahora mismo parecía que eran solo los demonios en su corazón los que hablaban. Por supuesto, sus antepasados tenían un corazón dorado que había permitido al Monte Hua albergar a gente como él, quien no tenía muchas habilidades marciales, pero aún pudo convertirse en Líder de la secta, y como Cheong Myeong, con un corazón lo suficientemente grande como para abarcar al Monte Hua en su totalidad.

 

Discretamente se limpió las lágrimas que brotaron. 

 

¡Realmente podría morir de felicidad si el Líder de la secta Cheong Mun seguía siendo tan amable con él!

 

Parecía que Un Am no sabía nada más.

 

“¿Hay algún secreto que sólo el líder de la secta conoce?”

 

—No. Ese chico realmente vino aquí por su cuenta.

 

“Qué curioso.”

 

Un Am dijo.

 

«Cuanto más lo pienso, más extraño me parece».

 

Un muchacho misterioso viajó solo desde lejos, afirmando querer ser discípulo del Monte Hua, y en un día, se apoderó de él y estaba tramando algún tipo de complot.

 

“Dicho así, suena malvado”, se quejó Cheong Myeong. “¿No fue sólo un poco de entrenamiento? ¡Qué dramáticos!”



«Quizás simplemente estoy pensando demasiado.»

 

Se preguntó si este chico era un espía enviado por otra secta para acelerar su ruina, pero le pareció innecesario.

 

Un Am se disculpó en voz alta. 

 

Parecía que Cheong Myeong, quien se había revelado como un discípulo de la decimotercera generación, ahora tenía la confianza para alzar su cabeza y criticar abiertamente a los mayores de la generación futura.

 

En primer lugar, el monte Hua ya se encontraba en un estado lamentable, al borde del colapso. En segundo lugar, incluso si existiera un plan de ese tipo, no tendría sentido enviar a un niño demasiado joven para desarrollar las habilidades necesarias.

 

Y si existiera un niño con semejante talento, la secta haría todo lo posible para criarlo y guiarlo en lugar de enviarlo a pudrirse aquí.

 

Esta vez fue el turno de Un Geom de burlarse de su sahyeong. “Parece que tienes una imaginación activa.”

 

“Ojalá nunca lo hubieran descubierto.”

 

“Si ese es el caso, ¿no sería mejor vigilarlo?”

 

"Dejémoslo en paz."

 

Un Geom le dió unas palmaditas. “Mira, Sahyeong. Ten un poco de confianza en ti mismo. Uno puede pensar muchas cosas, pero cómo actuamos es quiénes somos en realidad.”

 

“Gracias…”

 

—Pero Sahyeong.

 

“No lo detuviste porque creías que podía cumplir tus expectativas, ¿verdad?”

 

En lugar de responder, Un Geom bajó la cabeza.

 

“Estoy muy consciente de tu arduo trabajo. Es natural que guíes a los discípulos, pero ni siquiera tú puedes lograrlo todo por tu cuenta”.

 

Baek Sang se llevó una mano a la barbilla. En línea con lo que habían comentado ociosamente en el pasado sobre si las próximas generaciones que tomen serían entrenadas por un solo maestro o retomarían la jerarquía antigua, esta parecía una prueba más de que era mejor retomar el sistema del pasado. 

 

Un solo maestro no parecía dar abasto para tantos discípulos, especialmente con la secta volviéndose cada vez más grande. Sin embargo, si fueran todos los discípulos de la generación quienes vigilaran a todos los discípulos una generación por debajo, se preguntó, ¿no sería lo suficientemente bueno? Si eran tantos, seguramente podrían enseñar distintas cosas y se fijarían en distintos discípulos. Con suerte, todos podrían encontrar un maestro con quien encajaran mejor y más tarde pedir consejos personalizados.

 

Expresó sus ideas con los discípulos a su alrededor y rápidamente comenzaron a añadir sus propias aportaciones. 

 

Jo Geol, quien era especialmente perceptivo, añadió su propia sugerencia. “¿Y si es ambos? Que reciban entrenamiento en conjunto y entrenamiento individual.”

 

Cheong Myeong sonrió, secretamente orgulloso. ¿Sus pollitos entrenando a sus propios pollitos? Algo en su corazón se derritió al pensar en ello.

 

Ah, es viejo, muy viejo… No puede esperar a ver una escena como esa.

 

—No, Sahyeong, yo solo…

 

"Está bien."

 

Un Am rió suavemente.

 

“Es difícil para todos. No estoy seguro de lo que está pensando, pero si cree que beneficiará al Monte Hua, no hay razón para detenerlo”.

 

Un Geom levantó la cabeza y miró a Un Am.

 

“No estoy seguro. Ese niño…”

 

“Un Geom.”

 

—Sí, Sahyeong.

 

“Ese niño ahora es un discípulo del Monte Hua”

 

Cheong Myeong abrió los ojos, sorprendido. Sabía que su llegada había sido inesperada y que habían dudas entre los discípulos mayores, donde los jóvenes discípulos simplemente habían aceptado el mandato de sus superiores, pero no sabía que también había habido una aceptación intrínseca tan pronto en su llegada. 

 

De alguna manera, sintió que algo dentro de él dolía como una vieja herida que nunca terminó de sanar siendo tocada. 

 

Antes, en su primera vida, había luchado duramente para conseguir un lugar en el Monte Hua, donde nació. 

 

Entonces, ¿por qué parecía que había sido tan fácil esta vez?

 

Los ojos de Un Geom temblaron levemente.

 

“A veces, podemos tener prejuicios hacia un niño que llega primero. Sin embargo, incluso si llegó después, todos los niños que llegan al Monte Hua deben ser cuidados como nuestros discípulos”.

 

“… Fui miope.”

 

Un Geom inclinó la cabeza.

 

“Incluso si cruza la línea, no será demasiado tarde para detenerlo”.

 

“Una forma sabia de verlo”, concedió Cheong Mun. “Aprendieron bien de usted.”

 

El Líder de la secta Cheong Mun se había dirigido a Hyeon Jong, quien parecía que quería volverse uno con su asiento. 

 

Una voz trémula respondió. “Gracias, Líder de la secta Cheong Mun. Son las virtudes propias de mis discípulos.”

 

“No hay necesidad de ser tan humilde, ¿no aprenden los niños del ejemplo de los mayores?”

 

Hyeon Jong quería desaparecer. ‘¡Por favor, deténgase! ¡No sé qué responder si es tan amable!’

 

—Sí, Sahyeong.

 

Un Geom se puso de pie.

 

"Me despido."

 

"Seguro."

 

Un Am se sirvió una taza de té mientras Un Geom se alejaba.

 

"Qué chico más extraño."

 

De hecho, un niño inusual ha llegado a la secta.

 

Es un niño que no se molestó en intentar ocultar su presencia a pesar de provocar un cambio drástico. No se sabía si estos cambios serían una bendición o una maldición.

 

Sólo una cosa.

 

"El cambio es necesario."

 

Lo que el monte Hua necesitaba ahora era un nuevo viento. Flotar en mar abierto sin viento te dejaría perdido y hambriento. Incluso si el destino es desconocido, debes zarpar. Ya sea que la parada final sea el paraíso o una isla desolada, era mejor que morir, inmóvil, en mar abierto.

 

Un Am se llevó la taza de té a los labios.

 

Esperaba que Cheong Myeong pudiera ser el viento que moviera el monte Hua.

 

“Acaba de llegar, ¿pero no esperan todos mucho de él?” Cheong Jin se sorprendió. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo le sonrió juguetonamente. “¿Qué puedo decir? Me veo guapo y talentoso.”

 

“Y humilde, te faltó decir.”

 

Por supuesto, aún está por ver si podrá mantener la calma cuando el viento se convierta en tifón.

 

“Creo que voy a morir.”

 

“…Ya estoy muerto.”

 

Un coro de gemidos de dolor resonó por todos lados. Ahora, por supuesto, quienes hablaban al borde de la muerte eran los discípulos de tercera clase del Monte Hua.

 

"¿Qué nuevo infierno es éste? ¿Un nuevo tipo de tortura?"

 

Sabían que era un ejercicio para desarrollar músculos, pero no es que el Monte Hua descuidara el entrenamiento de fuerza. Un cuerpo sólido es la base de todas las artes marciales, e incluso la secta Shaolin tendría su propio régimen de entrenamiento riguroso.

 

Hye Yeon parecía un poco orgulloso.

 

“Es mi secta, a los recién llegados se les pide específicamente realizar entrenamientos de fuerza como ese.”

 

El abad hizo una pausa, sonriendo por su discípulo filial cuando los discípulos del Monte Hua se lanzaron a destrozar al monje.

 

Jo Geol fue el primero en criticar la inconsistencia, con su famosa boca veloz que a menudo lo metía en aprietos, “Vaya palabras del monje calvo que vive en el Monte Hua.”

 

Cheong Myeong agregó su propio comentario, “¿No le avergüenza a un monje falso decir algo como eso?”

 

Y Yoon Jong hizo una expresión similar a la de un demonio, exclamando con la voz más alta. “¡Aunque eres un bebedor y comes carne!”

 

“¡Siju, por favor, baja la voz!”

 

«Pero esto no es razonable».

 

Yoon Jong bajó la cabeza y miró la mesa.

 

Le sirvieron verduras salteadas como guarnición, pero sus manos temblaban tanto que no podía llevárselas a la boca con precisión y derramó comida por toda la mesa.

 

Myeong Do se quedó boquiabierto. 

 

“... Eso suena horrible.”

 

“Bueno, al menos tienen que hacer algo como eso para compensar el tiempo perdido”, le respondió Cheong Myeong, aún molesto por el monje calvo, ¡aunque solo era un monje calvo! Al regresar, definitivamente le daría una paliza por cada pequeño error.

 

“ Uf … ni siquiera puedo comer adecuadamente.”

 

“Tenemos entrenamiento de esgrima por la tarde. ¿Seré capaz de blandir mi espada con mis manos temblando así? Si fuera una espada real, ¿no volaría de mi mano y atravesaría el trasero de alguien?”

 

Ni quiera era la mitad del día y ya estaban así…

 

Myeong Do tragó saliva pero no se atrevió a quejarse más, en caso de que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo fuera a retractarse de su oferta sobre entrenarlo personalmente, simplemente recitó una oración por esos pobres niños y una por su propia alma una vez que salieran de este lugar.

 

“…Afortunadamente, no creo tener suficiente fuerza en mis brazos para golpear con tanta potencia”.

 

¿Estás realmente agradecido por eso?

 

Yoon Jong suspiró.

 

"Díselo a la cara. A la cara."

 

Si quieren quejarse, ¿no deberían hacerlo en su cara? ¿De qué sirve hablar a sus espaldas de esa manera?

 

“Sería bueno si todos pensaran así”, dijo Cheong Mun intencionalmente en voz alta.

 

Cheong Gong desvió la mirada, incómodo.

 

“No hay nada que pueda hacer.”

 

“¡Gran Sahyeong!”

 

Se escucharon gruñidos entre la multitud, pero Yoon Jong simplemente tomó en silencio las verduras salteadas.

 

¿Qué se puede hacer ahora que Un Geom se ha puesto del mismo lado que Cheong Myeong?

 

“¡Sahyeong! En tales situaciones, no importa si es Sahyeong o no…”

 

—Pero ¿no debería tener algún peso la opinión del Gran Sahyeong?

 

Yoon Jong suspiró y estaba a punto de hablar cuando se escuchó una voz aguda.

 

“Qué patético, qué conversación más podrida”.

 

La multitud de discípulos de tercera clase tenía sus miradas atraídas al unísono hacia aquel que hablaba.

 

—¿Jo Geol?

 

Jo Geol se rascó la nuca, avergonzado.

 

 En ese entonces era más brusco y solitario, por lo que no se tomó el tiempo de hablar apropiadamente con otros y simplemente los criticó abiertamente. Aunque estaba de acuerdo con la opinión de su yo pasado, todavía le pareció vergonzosa la manera en que se expresó.

 

“Tal vez debería de haberme expresado mejor.”

 

“No te preocupes, Geol-ah, ese siempre será tu defecto”. Jo Geol se detuvo, dirigiéndole una mirada podrida a Yoon Jong. Afortunadamente, este continuó. “Sin embargo, has crecido desde entonces.”

 

Hubo un momento de silencio antes de que Jo Geol, que estaba comiendo tranquilamente en un rincón, comenzara a hablar en un tono brusco.

 

“¿Crees que el Gran Sahyeong es tu chico de los recados? Cheong Myeong no se esconde de ti, si tienes algo que decir, puedes ir a decírselo tú mismo a la cara”.

 

“…No, estábamos…”

 

“Si no puedes hablar en persona, quédate callado y come. Si no comes, no podrás sobrevivir por la tarde”.

 

Nadie pudo abrir la boca para discutir después de escuchar lo que Jo Geol tenía que decir.

 

Los ojos de Yoon Jong se encontraron con la mirada de Jo Geol.

 

'Está actuando de forma extraña'

 

Si este fuera el Jo Geol habitual, sería el que más se quejaría de Cheong Myeong. Después de todo, era el más fuerte y el más expresivo entre los discípulos de tercera clase.

 

“Sahyeong no me tiene fe…”

“En una situación atípica como la de Cheong Myeong, realmente no puedo predecir nada relacionado con él.”

 

“Sahyeong también ha cambiado”, respondió Jo Geol, sonriendo maliciosamente. “Aunque no puedo decir que sea de buena manera, ¿no es más agresivo?”

 

“...”

 

Se volvió difícil para los demás abrir la boca y estar en desacuerdo cuando incluso Jo Geol se puso del lado de Cheong Myeong.

 

¡Tack!

 

Jo Geol dejó sus palillos y se acercó a Yoon Jong.

 

“Gran Sahyeong.”

 

" ¿Hmm? "

 

“¿Puedo verte un momento?”

 

"… seguro."

 

Yoon Jong dejó sus palillos y se puso de pie.

 

Los discípulos restantes inclinaron la cabeza mientras los veían irse.

 

“¿Estamos mirando algo de manera equivocada?”

 

Yoon Jong habló primero cuando llegaron a una zona desierta.

 

"Pareces bastante enojado."

 

Dirigiendo una mirada a Cheong Myeong, Jo Geol se preguntó cómo reaccionaría al escuchar esta conversación.

 

Jo Geol levantó la mano y se frotó la cara.

 

“¿Así es como me veo?”

 

“Tu cara es bastante fácil de leer”.

 

“Es la primera vez que escucho eso.”

 

Jo Geol se rió.

 

“Incluso después de todo ese entrenamiento, ¿puedes reír así?”

 

“….Sahyeong.”

 

" ¿Eh? "

 

“¿Qué opinas del Monte Hua?”

 

‘El Monte Hua es el Monte Hua’.

 

Hyeong Jong sonrió al recordar las palabras de Cheong Myeong, y se preguntó qué respondería Yoon Jong.

 

Yoon Jong se quedó en silencio ante la pregunta. Era un tema delicado que requería una reflexión cuidadosa.

 

“Es una pregunta difícil.”

 

“En un principio, tenía pensado volver a mi ciudad natal después de esto, pero ¿no piensas quedarte aquí?”

 

"Sí."

 

Yoon Jong asintió en silencio.

 

Ya había decidido quedarse allí. Los demás discípulos de tercera clase aún tenían que tomar su decisión, pero él se convertiría en un discípulo oficial del Monte Hua y viviría o moriría con la secta.

 

“¿Crees que al Monte Hua le queda algún futuro?”

 

“Cuidado con lo que dices, eso no es algo que puedas decir tan a la ligera”.

 

“No podía creer que todavía hubiera alguna esperanza”.

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado se quedaron en silencio, escuchando atentamente la conversación más honesta que se había intercambiado por el futuro del Monte Hua: donde admitían cuán desesperada era la situación y cuán improbable era que alguien se quedara más en su secta.

 

“…”

 

No es algo que se deba decir, pero Yoon Jong no podía condenar a Jo Geol. Había tenido pensamientos similares en el pasado con frecuencia.

 

—¿Quieres decir que has cambiado de opinión?

 

"… Un poco."

 

“¿Ha cambiado?”

 

Yoon Jong sonrió. En ese momento había estado aliviado de que Jo Geol, con quien mejor se había llevado y pasaba la mayor parte del tiempo, hubiera estado dispuesto a considerar quedarse en el Monte Hua.

 

“¿No es bueno que te hayas quedado?”

 

“Fue bueno, muy bueno.”

 

“Me obligaron a hacer este entrenamiento, pero me hizo darme cuenta de que nunca había hecho un entrenamiento que me llevara al límite absoluto hasta hace poco”.

 

Eso es verdad.

 

Yoon Jong asintió con la cabeza sin darse cuenta. Nunca había hecho ese tipo de entrenamiento. Siempre pensó que estaba esforzándose al máximo, pero nunca se esforzó hasta el límite donde su cuerpo temblara como ahora.

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro expresaron su acuerdo con exclamaciones energéticas, lo que hizo que los discípulos del Monte Hua se preguntaran si lo mismo pasaba con ellos. 

 

… Sus manos habían temblado tanto que ni siquiera podían sostener los palillos, ¿y era sólo la mitad del día? Si había que creerles, las cosas sólo se habían vuelto más difíciles desde entonces.

 

¿Los discípulos del Monte Hua del pasado podrían hacer algo así?

 

“Pero ese tipo no parecía cansado en absoluto, a pesar de que hizo el doble de lo que hicimos nosotros”.

 

¿El doble de lo que hicimos? Además de hacer el doble de repeticiones que los demás, Cheong Myeong también utilizó más bolsas de tierra. La intensidad era completamente diferente a la de los otros niños. Yoon Jong había comprobado las pesas él mismo y no podía creer lo que veía cuando vio a Cheong Myeong usando una pesa más pesada que su propio cuerpo.

 

“Él es fuerte. No solo es fuerte, sino que también es más joven que nosotros. No creo que haya nacido poderoso, así que debe haberse vuelto tan fuerte por sus propios esfuerzos, ¿no?”

 

Cheong Gong movió su pie, inquieto. 

 

Por supuesto, tenían razón, pero era un poco doloroso que lo mencionan como si la fuerza de Cheong Myeong estuviera directamente relacionada con su esfuerzo puro. ¿No habían visto ellos cuánto más entrenaron en comparación con Cheong Myeong sólo para ser derrotados por su abrumador talento y comprensión de las artes marciales innata?

 

"Tienes razón."

 

“Sahyeong, pensé que me sería imposible volverme fuerte en el Monte Hua. Pensé que me estancaría en un nivel mediocre y me iría; nunca pensé siquiera en convertirme en un maestro conocido en todo el mundo.”

 

—Jo Geol.

 

“Escucha hasta el final, Sahyeong”.

 

“…”

 

Jo Geol tragó saliva y continuó.

 

“Pero, al mirarlo, me di cuenta de que estaba equivocada. Quiero decir, ¿hay alguien de nuestra edad que pueda compararse con él?”

 

No me parece.

 

Nunca lo habrá.

 

Esta vez, con las mismas palabras, Yoon Jong sonrió suavemente.

 

‘Nunca lo habrá’.

 

‘Nunca habrá alguien como Cheong Myeong’.

 

Al levantar la cabeza y hacer contacto visual con Jo Geol quien sonreía con el mismo toque de gentileza, supo que estaban pensando lo mismo.

 

A pesar de ser el mayor, Yoon Jong no era el mejor entre los discípulos de tercera clase, pero aun así confiaba en sus habilidades. Estaba seguro de que incluso si tuviera que enfrentarse a un discípulo de una de las grandes sectas, aún sería capaz de acorralarlo.

 

Cheong Myeong frunció el ceño, luego se lanzó sobre el asiento, pasando sobre Baek Cheon (“¡Ack! ¿¡Cheong Myeong!?”) para llegar a Yoon Jong. Lo sujetó por los hombros y lo sacudió con fuerza.

 

“¿Tienes confianza? ¡Tienes confianza en enfrentarte a un discípulo de las grandes sectas! ¡Increíble! ¿Has perdido todo sentido de la realidad!” Cheong Myeong se echó a reír como si se hubiera vuelto loco.

 

“No, ese fue mi yo de hace como cinco años…”

 

“¡Seguro que tenías mucha confianza cuando recibían una paliza de un niño menor que tú de Jongnam cada año!”

 

“... No hay necesidad de mencionar a los bastardos de Jongnam.”

 

“¡Estoy tan enojado que me voy a volver loco!”

 

Mientras era sacudido, Yoon Jong sólo pudo pensar: ‘Cheong Myeong-ah, ya estás loco.’

 

Pero ese monstruo volteó a Yoon Jong boca abajo con un dedo y arrojó a Jo Geol, que era más fuerte, al techo.

 

¿Cómo podría existir otro monstruo como él?

 

"No importa qué arte marcial aprendas; lo importante es cómo lo aprendes. Pensé que era solo una frase vacía que sonaba bien para los oídos. Sin embargo, al verlo, me di cuenta de que eran palabras honestas. Sahyeong, quiero hacer lo mejor que pueda.

 

“…Siento lo mismo.”

 

Jo Geol asintió con la cabeza.

 

“Entonces, Sahyeong, por favor. Esta puede ser una oportunidad para que nuestra generación experimente un cambio enorme. Aunque sea un poco sarcástico y arrogante, sigámoslo por ahora”.

 

Yoon Jong miró a Jo Geol.

 

Jo Geol tenía excelentes habilidades; tenía la capacidad de captar el flujo de las cosas a su alrededor debido a sus experiencias en el mundo exterior. Si una persona así se convertía en comerciante, estaba destinado a tener éxito. Si una persona así hablaba así...

 

"Vamos a hacerlo."

 

“¡Sahyeong!”

 

“Tienes razón. A partir de ahora, nada importa. Soy alguien que decidió quedarse en el Monte Hua hasta el final. Haré todo lo que pueda para ayudar al Monte Hua”.

 

“Son buenos niños, ¿no crees?” Cheong Mun se inclinó hacia el santo de la Espada Flor de Ciruelo, ignorando el escándalo detrás de ellos. “¿Te gustaría tener discípulos?”

 

“Parecen bastante únicos”, respondió. “No creo haber visto a alguien responder así después de darle una paliza.”

 

“Tienes razón. Sin embargo, no se sabe hasta intentarlo.”

 

“Hmmm...”

 

Ante las palabras de Yoon Jong, Jo Geol asintió con la cabeza.

 

“Es curioso, pero todo esto es gracias al más joven que se unió a nosotros ayer”.

 

“Puede que sea el más joven, pero está lejos de ser normal”.

 

“Jeje , eso es cierto.”

 

Los dos sonrieron levemente y se dieron la vuelta; su conversación había terminado. No importaba lo infantiles que fueran, parecían sabios.

 

"Geol-ah."

 

—¿Sí, Sahyeong?

 

“¿Podemos realmente volvernos fuertes?”

 

“Una cosa es segura.”

 

" ¿Hmm? "

 

“Si no podemos volvernos más fuertes, siempre podemos entrenar más duro”.

 

Cheong Myeong dejó ir a Yoon Jong. 

 

“Estás perdonado de manera condicional.”

 

“Esos fueron mis pensamientos, ¿no deberíamos de hacer excepciones sobre no castigarnos sobre lo que pensamos?”

 

“Qué ingenuo, Sahyeong. ¿Estás diciendo que sinceramente crees que nadie guardará rencor por los pensamientos groseros de otras personas? Si, eso supuse.”

 

‘Aún así, ¡es injusto!’

 

Yoon Jong maldijo a su yo del pasado por ponerlo en una situación precaria y deseó con fuerza que no se volviera a mostrar su punto de vista.

 

“… Palabras tan reconfortantes.”

 

Los dos regresaron después de este breve intercambio y hasta el final no se dieron cuenta de que estaban siendo observados.

 

Jo Geol y Yoon Jong se sobresaltaron.

 

“No me digas…” 

 

“¡Eso…!”

 

Ambos miraron a Cheong Myeong, quien cruzó los brazos y simuló el porte de un viejo maestro sabio.

 

“Ja, cuando ustedes fueron, yo ya fui y vine diez veces.”

 

El abad hizo una pausa para aclarar. “Tercera parte.”

 

“Por ahora tengo dos buenos”.

 

Oculto en un árbol cercano, Cheong Myeong había espiado su conversación. Estaba recostado cómodamente con una bola de arroz a su lado.

 

Yoon Jong enterró su cara en las manos. 

 

—¡Kuak ! Nunca fui tan misericordioso.

 

Si entrara ahora al comedor, los Sahyeongs no podrían comer. Al menos debería dejarles comer como es debido. ¿No es eso lo más humano que se puede hacer?

 

Jo Geol esperaba que comenzara con una crítica, pero Cheong Myeong fue inesperadamente receptivo e incluso mostró su cuidado, por lo que sonrió tontamente y dirigió toda la fuerza de su alegría hacia un desprevenido Cheong Myeong, quien se cubrió los ojos como si estuviera avergonzado de él.

 

Cheong Myeong se dio una palmadita en el estómago y suspiró.

 

"Causé un desastre mayor del que pretendía".

 

Inicialmente, planeó pasar desapercibido, pero esos niños vinieron y le arrancaron el pelo de la nariz a un tigre dormido, por lo que no tuvo otra opción.

 

“Ah, ahí estaba la crítica”, Yoon Jong se relajó al ver que la situación anormal volvía a ser algo común.

 

¿Qué más se puede hacer? Hay cosas que se pueden tolerar, pero hay límites que no se pueden cruzar.

 

Tang Soso se rió. “Bueno, eso es porque querían intimidar a su Sajil, ¿no obtuvieron lo que se merecían? Al menos aprendieron una lección ya que fue diferente conmigo.”

 

“Probablemente hubiera sido diferente de todos modos”, respondió Jo Geol. ‘Los chicos estaban desesperados por tener una Samae después de vivir entre hombres durante tanto tiempo’.

 

“Soso es Soso”, asintió Cheong Myeong, sin conocer las verdaderas razones de los discípulos de la tercera generación.

 

“No hay forma de cambiar el pasado”.

 

Afortunadamente, es fácil comunicarse con Un Geom. Entendió perfectamente lo que Cheong Myeong intentaba decir cuando hablaban. Gracias a eso, las cosas fueron un poco más fáciles de lo que pensaba.

 

Por supuesto, había preparado contramedidas si Un Geom no entendía, pero eso habría sido más problemático.

 

Un Geom dejó escapar un suspiro de alivio. Definitivamente no quería saber cuáles eran esas contramedidas. Ni él ni nadie, especialmente al ver cómo trató con los discípulos de tercera y segunda clase, ahora viviendo bajo su yugo.

 

"Es más inteligente de lo que pensaba."

 

Elegante.

 

"… ¿Elegante?"

 

Ciertamente, Un Geom entendía claramente a Cheong Myeong. Sin embargo, como joven discípulo del Monte Hua, menospreciar a su superior solo para reevaluarlo como inteligente parecía una falta de respeto. Pero eso seguía siendo un cumplido, ¿verdad?

 

“Bueno, ahora realmente soy su mayor”, respiró aliviado Cheong Myeong. “Oh, no, espera. Acepté ser el discípulo de vigésima tercera generación, ¿así que sigo siendo el menor?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo le dirigió una sonrisa socarrona. “Ya aceptaste, así que no te retractes ahora.”

 

“ ¡Uf ! Esto es muy complicado”.

 

Parecía que llevaría más tiempo organizar todo. Su posición dentro del Monte Hua aún no estaba claramente definida.

 

Pero…

 

“Esos dos son definitivamente inteligentes”.

 

Los ojos de Chun Myeong siguieron a Yoon Jong y Jo Geol desde la distancia mientras entraban al comedor.

 

Cuando se reúne tanta gente, siempre habrá algunos que se destaquen. A los ojos de Cheong Myeong, estos dos podrían ser el núcleo de los discípulos de tercera clase.

 

Mientras Yoon Jong y Jo Geol sonreían como tontos, el resto de los discípulos de tercera clase se llenaron de quejas y argumentos sobre por qué también deberían de ser considerados como importantes.

 

Cheong Myeong se cubrió los oídos, pensando que eran demasiado ruidosos, pero al mismo tiempo se sintió mal por ellos al ser descartados tan fácilmente. Bueno, ¿qué se le podía hacer si era verdad? Fue precisamente problemático porque se trataba de su evaluación objetiva y había demostrado ser certera en la actualidad, por la manera en que ahora eran los únicos discípulos de tercera clase a los que entrenaba, excepto por Soso.

 

"Tengo una buena idea."

 

¿No son bastante únicos? Por lo general, estarían al borde de la muerte si los llevaran tan lejos. Las quejas no cesaban mientras agonizaban por el dolor. Pero estos dos no; deseaban más. Cheong Myeong encontró eso bastante admirable.

 

Especialmente Jo Geol.

 

A pesar de haber sido golpeado tan brutalmente por alguien más joven que él, no guardaba rencor. Es más, incluso lo motivó a trabajar más duro y le dio confianza de que podría volverse más fuerte siguiendo a Cheong Myeong. Si a Cheong Myeong le quedara algo de dinero, sin duda se lo regalaría a Jo Geol.

 

“¿Dinero?” Jo Geol quedó desconcertado. “¿Cheong Myeong me daría dinero?”

 

¿Aunque era tan tacaño que contó cada moneda de sus carritos en el camino de regreso de Shaolin?

 

¿¿Ese Cheong Myeong??

 

“Si lo crío bien, será de gran utilidad”.

 

Cheong Myeong sonrió y mordió la bola de arroz.

 

Descubrir talento era importante, pero la principal prioridad ahora era Cheong Myeong.

 

“Lo primero y más importante es el fortalecimiento del cuerpo”.

 

Se han sentado las bases. Aún queda un largo camino por recorrer, pero se puede decir que ya se ha superado la parte más peligrosa. Así que ahora puede aprender artes marciales en serio.

 

Entonces, ¿qué era lo que más necesitaba?

 

Un cuerpo perfecto.

 

Habiendo regresado a un cuerpo más joven con todo su conocimiento pasado, ¿no puede volverse más fuerte a través del cultivo?

 

Podría hacerlo. Sin embargo, una teoría es una teoría y la realidad es la realidad. No importa cuánto conocimiento de artes marciales tenga, si su cuerpo está demasiado débil para realizarlo, no podrá alcanzar su máximo potencial.

 

“Es con lo que debo lidiar todos los días”, se lamentó, pese a ser el talento más fuerte y talentoso de todo el mediocampo.

 

Afortunadamente, su voz quedó ahogada para la mayor parte de las sectas debido a la distancia entre estas y los asientos de los cientos de discípulos del Monte Hua que los separaban de Cheong Myeong. De lo contrario, probablemente habrían estado al borde de una desviación de qi, demasiado ocupados gritando sus argumentos para escuchar la lectura.

 

No se puede hacer un entrenamiento energético interno sólo con la mente. Sólo a través de la sangre, el sudor y las lágrimas se adaptará el cuerpo.

 

Para ello lo más necesario es desarrollar músculos fuertes.

 

¿No es la espada del monte Hua rápida y deslumbrante?

 

La técnica de espada del Monte Hua requiere que la blandas con la fuerza de cien brazos en uno solo. La espada es hermosa, no el cuerpo. Si el cuerpo es débil e incapaz de soportar la técnica, entonces la espada nunca será deslumbrante.

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro, que tenían cuerpos dignos de un grupo de bandidos de montaña, asintieron con alegría mientras los discípulos del futuro sintieron que perdían un pedazo de alma.

 

Técnicamente no está mal… Pero eso tampoco parece normal, ¿no es así?

 

Para que las flores del ciruelo florezcan, las raíces deben ser fuertes. La raíz de las artes marciales es el cuerpo.

 

"No puedo ver simplemente lo que quiero ver."

 

La gente se siente atraída por las magníficas artes con espadas del Monte Hua. Gracias a eso, no ven que hay gente que también blanden sus espadas para matarlos.

 

“Eso es sorprendentemente cierto”, Baek Cheon dio una sonrisa ambigua. “Es impresionante.”

 

“Las flores de ciruelo sorprenderían a cualquiera”, respondió Baek Sang.

 

“Eso no… Es impresionante la cantidad de enemigos que son experimentados en el Kangho pero aún bajan la guardia cuando ven las flores de ciruelo.”

 

Yu Iseol respondió. “Es lo mismo. Sorprenderían a cualquiera.”

 

“Supongo que sí.”

 

Incluso ellos, la primera vez que vieron las flores de ciruelo de Cheong Myeong, quedaron atónitos.

 

— ¡Ahh , maldita sea! ¿Por qué es esto tan complicado? ¿No puedo simplemente apuñalarlo?

 

¿Por qué tengo que golpearlo tres veces cuando podría simplemente apuñalarlo en la cara? ¡Me voy a romper la muñeca!

 

Como un cisne que nada con gracia sobre el agua, pero, bajo la superficie, sus patas se mueven desesperadamente. La espada debe ser grácil como el cisne, mientras que el cuerpo, como las patas del cisne, es el motor que lo impulsa hacia adelante.

 

“¡Pffft!”

 

La sala estalló en carcajadas, y esta vez no fueron solo los discípulos del Monte Hua, sino discípulos e incluso mayores de todas las sectas. Diablos, incluso los bastardos de Jongnam se rieron de la ridícula comparación.

 

Así que entrenas y entrenas otra vez.

 

Incluso si sólo digieren una cuarta parte del entrenamiento, después de tres años, habrán forjado los cuerpos más fuertes y habrán renacido.

 

Para entonces, el Monte Hua podría no ser el más hermoso del mundo, pero se convertiría en una secta capaz de derrotar a Shaolin.

 

El abad se detuvo, haciendo una mueca como si hubiera chupado un limón. Entonces se aclaró la garganta y retomó la lectura.

 

Cheong Myeong sonrió y se puso de pie.

 

“El problema no son los niños sino los mayores”.

 

Los niños lo seguirán y lo entenderán, pero no puede tratar a los mayores de la misma manera.

 

Cuando pensó en Un Geom, suspiró.

 

Un Geom realmente no quería saber los pensamientos de Cheong Myeong de ese momento, por favor. 

 

"No es tan malo."

 

‘¿ Oh ?’

 

Se podía sentir lo duro que trabajaba Un Geom por la presión emitida por su cuerpo.

 

No es fácil para una persona que no tiene un maestro adecuado llegar a este nivel. Si puede recibir la instrucción adecuada antes de que sea demasiado tarde, será un buen espadachín.

 

—Pero ¿cómo se lo doy?

 

Un Geom se pudo de pie. “¡Solo directamente está bien! ¿Crees que no te haría caso después de todo lo que he visto que has hecho?”

 

“Ah… Por supuesto. Ejem, cuando volvamos me aseguraré de supervisar tu entrenamiento.”

 

“Eso es difícil de decir, pero…” Un Am sonrió tímidamente. “¿Crees que podrías darnos algún consejo de vez en cuando? Simplemente decir si notas algo está bien, entiendo que te concentres en los niños.”

 

Cheong Myeogn les sonrió. “Definitivamente lo haré. Luego no se retracten si es duro.”

 

Un Geom volvió a su asiento, satisfecho con esa respuesta. Sinceramente, ¿quién se quejaría de que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo los entrenara?

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza.

 

Esto fue molesto.

 

Sería bueno si pudiera decirlo, pero eso causaría un desastre. No tenía la confianza para lidiar con eso. Entonces, pensó en formas de transmitir esta información de manera natural...

 

"Bueno…. "

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza.

 

Como no estaba acostumbrado a usar la cabeza y hacer planes, encontrar respuestas era difícil.

 

Cheong Myeong se palmeó la cara. 

 

¿Por qué sus propios pensamientos lo estaban traicionando de esta manera, eh?

 

“¿Debería regresar por ahora?”

 

Para encontrar la solución, necesitaba conocer la situación completa.

 

“Finalmente…” Suspiró Cheong Jin. “Aunque las pistas han sido informativas, será bueno tener una fuente directa.”

 

Debe saber qué técnicas se están practicando y si las artes marciales de la secta se están transfiriendo adecuadamente a través de cada generación.

 

Jo Geol tragó saliva mientras miraba a Cheong Myeong sentado con las piernas cruzadas.

 

Baek Mu inclinó la cabeza. “¿Hm? ¿No estaba Cheong Myeong sentado en el árbol hace un momento?”

 

"Quizás me equivoqué."

 

¿Hacerse más fuerte? ¿Entrenar?

 

Todo eso suena bien y le gustó.

 

Pero para hacer eso, tendría que vivir con ese tipo.

 

'¿Puedo manejar esto?'

 

Jo Geol se rió de su yo del pasado. ¿Pero quién podría culpar a Jo Geol cuando es el que vive al lado de Cheong Myeong? Solo él mismo pensó que fue ridículo.

 

Cuanto más dejaba volar sus pensamientos, más sentía que algo iba mal.

 

"Entonces…"

 

"¡Sí!"

 

"No hay necesidad de estar tenso, Sahyeong".

 

"… ¿eh? "

 

“¿Eso es todo?”

 

"Sí."

 

“Puedes hablar con naturalidad.”

 

"…sí."

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado, que no habían experimentado la difícil situación de Jo Geol, se rieron del niño. Intentaron ser discretos para no avergonzarlo, pero cuando decenas de personas se reían, el sonido inevitablemente hacía eco.

 

Cheong Myeong frunció el ceño mirando a Jo Geol retorciéndose incómodamente.

 

“¿Esto es realmente todo lo que tienes?”

 

"Si."

 

“En serio, puedes relaj... olvídalo, haz lo que quieras”.

 

Otra ola de risas sonó en la habitación. Jo Geol suspiró suavemente, sintiendo su cara volver a enrojecer. 

 

Al menos antes eran sólo las cinco espadas las que solían reírse de Jo Geol, pero ahora era toda la generación de antepasados…

 

Una vez que se sienta más cómodo con él, Jo Geol naturalmente podrá cambiar su forma de hablar.

 

“Vaya que cambió”, dijo Cheong Myeong, y ahora fue el turno de las cinco espadas de reírse de él. Al menos esto era lo habitual.

 

Cheong Myeong se agarró la cabeza y miró el papel.

 

“Entonces, ¿estas son todas las artes marciales que se enseñan?

 

Jo Geol asintió con la cabeza.

 

“ Jaja , me estoy volviendo loco.”

 

“…”

 

Cheong Myeong se movió un poco mientras estiraba su cuerpo.

 

'¿Qué está haciendo?'

 

De repente, llamó a Jo Geol y le pidió que escribiera una lista de todas las artes marciales que se enseñaban allí. Una vez que recibió la lista, Cheong Myeong pareció perder la cabeza.

 

“¿Esto es todo?”

 

Siguió recitando esa misma línea una y otra vez, como un loro.

 

“Ay, no…” Cheong Jin se sujetó el estómago, sintiéndose enfermo. “Las artes del Monte Hua… ¿Qué es tan malo? ¿!Por qué no simplemente lo dicen de una vez!?”

 

Los mayores a su lado parecieron estar de acuerdo, cansados del juego de adivinanzas y las frases inconclusas.

 

Sasuk le había enseñado previamente que hay que hacer sacrificios para volverse fuerte. Pero parecía que este niño incluso había tirado por la borda su cordura.

 

“Sahyeong.”

 

"¿Sí?"

 

“¿No hay nada más que esto? ¿Existe alguna restricción sobre lo que Sahyeong puede aprender?”

 

“No se nos permite leer las técnicas, pero con verlas está bien. Eso es todo”.

 

“Eso es… No importa”. Cheong Jin ni siquiera tenía energía para comentar sobre lo liberal que se había vuelto el Monte Hua con sus técnicas. ¿Siquiera tenían técnicas para esconder? ¡Por favor, hablen ya!

 

"… puaj. "

 

Cheong Myeong volvió a mirar el papel.

 

Lo había adivinado hasta cierto punto cuando escuchó que la secta ya no tenía sus técnicas de espada y las reemplazó por unas inútiles. Pero esto es demasiado serio.

 

—No, ¿de qué servirían estos?

 

Nada de lo que había en esa lista les serviría de ayuda. ¿Acaso esos ancianos estaban intentando deliberadamente destruir el monte Hua?

 

Hyeong Jong protestó de inmediato, levantándose escandalizado, pero rápidamente fue calmado por Hyeon Yeong, quien le recordó que Cheong Myeong es un poco Cheong Myeong, y ahora estaba bien.

 

“Puaj… Lo sé, Yeong-ah.”

 

Hyeon Yeong continuó tranquilizando al Líder de la secta con palmaditas en la espalda. 

 

“Entonces, ¿estás diciendo que ahora se está enseñando la Espada Taiyi Flummox?”

 

Cheong Mun hizo una mueca.

 

“Eso ya lo sabes.”

 

"… puaj. "

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza.

 

«Esto es más serio de lo que pensaba.»

 

Tener gente alrededor era, en efecto, más importante que los libros de artes marciales. Pero ¿eso es todo? ¿De qué sirve la gente si no sabe cómo usar sus armas cuando llegan los enemigos? Incluso si empuñaran espadas, estas personas serían golpeadas mientras que sus enemigos usarían ramas de árboles.

 

A Yoon Jong pareció dolerle la evaluación. “Eso es un poco…”

 

“No quiero escucharlo del tonto Sahyeong que hace un momento creyó que podría derrotar a un discípulo de las Grandes sectas.”

 

“¡Fue en el pasado!”

 

La espada Taiyi Flummox no cumplió con los estándares de Cheong Myeong.

 

'Si tan solo tuviéramos la Espada de los Siete Sabios.'

 

El monte Hua no sería así. Cuanto más pensaba, más preocupado se sentía.

 

Cheong Myeong intentó calmar su mente furiosa cuando de repente Jo Geol habló.

 

“Por lo que oí…”

 

" ¿Eh? "

 

Cheong Myeong ni siquiera preguntó, pero habló por su propia cuenta.

 

“Cuando el Culto Demoníaco atacó, el edificio oeste fue incendiado”.

 

Al Santo de la Espada Flor de Ciruelo le saltó una vena de la frente. “Mira a esos bastardos, ¿no son atrevidos?” 

 

“Un incendio en el edificio oeste, no, más bien, ¿el Culto Demoniaco invadió?”

 

¿Por qué el Culto Demoniaco atacó el Monte Hua? ¿No estaba muerto su Demonio Celestial?

 

Jo Geol le preguntó.

 

“¿Conoces al espadachín de la flor del ciruelo?”

 

“... Ah.”

 

Jo Geol recordó esta conversación con dolor. Tardíamente, se dió cuenta del porqué del título del capítulo. 

 

‘Maldita sea, yo y mi bocota’.

 

"Lo sé."

 

Él lo sabía muy bien, porque nadie lo conoce mejor que él mismo.

 

“Sasuk dijo que el espadachín de la flor del ciruelo ayudó a matar al demonio celestial”.

 

"… ¿Ayudó?"

 

¡Él decapitó a ese bastardo! No ayudó.

 

Cheong Mun frunció el ceño. ¿Cómo era posible que una información como esa no fuera de conocimiento público? Debería de ser un hecho innegable.

 

Ah… Si nadie había sobrevivido en las Diez mil montañas, nadie podría llevar la noticia, ¿no es así?

 

El rostro de Cheong Myeong se iluminó un poco cuando sus discípulos supieron de él.

 

Baek Cheon sonrió en secreto, divertido por este lado de Cheong Myeong que se alegraba de ser reconocido, incluso cuando los méritos fueron minimizados.

 

“Eso es lo que se dijo.”

 

“¿Qué? ¡El espadachín de la flor del ciruelo mató a ese demonio!”

 

“¿Eh? ¿Quién dijo eso?”

 

"¿Qué quieres decir con quién…?"

 

¿Oh?

 

Yu Iseol sonrió levemente. “Sajil es malo mintiendo.”

 

“Pero no me descubrieron, ¿verdad?”

 

Tang Soso suspiró exageradamente. “¡Todos sabíamos que ocultabas algo! Incluso Sasuk, que es más lento de lo que le gustaría pensar, hizo una reunión al respecto.”

 

“Espera, ¿cuándo sucedió eso?”

 

“Eso no importa. Lo importante es que no nos molestamos en buscar más o preguntar porque estábamos respetando tu espacio, ¡no porque mintieras bien!”

 

“Ah…” Cheong Myeong se sintió un poco conmovido. “Bueno, ¿se sorprendieron?”

 

“...”

 

Los discípulos se miraron entre sí.

 

“¿¡Quién no se habría sorprendido!?”

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

'Es—espera.'

 

“Es imposible decirlo, porque todos los que estaban en esa montaña habían muerto en ese momento. Nadie sabe quién mató al Demonio Celestial”.

 

“…”

 

Cierto. Todos murieron. Cheong Myeong fue el último antes de que finalmente le cortara la cabeza al Demonio Celestial.

 

Entonces, nadie vio… Sí, nadie sabía…

 

Inadvertidamente, algunos discípulos mayores, ancianos y Líderes de secta, hicieron una mueca o se llevaron una mano a la boca inconscientemente.

 

Parecía que en algún momento se había dado cuenta de que no era así, por la forma en que se comportó en el torneo de Shaolin, y ahora estaban bajo la mira vengativa de ese demonio.

 

Uno que no olvidaría y los perseguiría hasta el fin del mundo.

 

Cheong Myeong entendió.

 

—No, entonces…

 

Por el honor del Monte Hua, entregó su vida para derrotar al Demonio Celestial; ¿y aún así nadie lo sabe?

 

¿Qué situación tan repugnante fue esta?

 

Cheong Mun intentó decir algunas palabras para aligerar el estado de ánimo. “Al menos… Los discípulos del Monte Hua fueron protegidos al destruir la amenaza.”

 

“De todos modos, en ese momento, el Demonio Celestial cayó, y las personas restantes del culto demoníaco se volvieron locas y trataron de presionar para vengarse. A pesar de recibir mucho daño, treparon y prendieron fuego al Monte Hua”.

 

Cheong Mun cerró la boca.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo un gesto, señalando al abad, incrédulo. 

 

“¡Tienen que estar bromeando!”

 

“…”

 

Un sudor frío comenzó a fluir por el cuerpo de Cheong Myeong.

 

Sin embargo, Jo Geol no se dio cuenta y continuó con calma.

 

“Aunque no sepamos qué pasó, parecía que había un fuerte rencor contra el Monte Hua”.

 

“Uh… Hm , eso…”

 

Puede que Jo Geol no lo sepa, pero Cheong Myeong sí.

 

" Jajaja ."

 

Para resumirlo.

 

Después de eso el monte Hua fue destruido.

 

'¿Por mi culpa?'

 

¿Sí?

 

¿Todo por culpa de él?

 

Los discípulos del Monte Hua se apresuraron a negarlo.

 

Jo Geol lanzó las palabras que había estado guardando. “¿Cómo podría ser tu culpa lo que esos bastardos del Culto Demoniaco hicieran?”

 

Y Baek Cheon le siguió rápidamente: “Cheong Myeong-ah, no es tu culpa, ¡solo hiciste lo correcto!”

 

“Sajil no estuvo mal.”

 

“¡Fueron esos bastardos peores que los feos discípulos de Jongnam, Cheong Myeong sahyeong!”

 

Cheong Myeong hizo una cara incómoda. 

 

¿Cómo podría explicarles que el verdadero problema fue en realidad la venganza de Jongnam que fue incitada por su odio hacia Cheong Myeong debido a todas las palizas que les dió en su vida pasada?

 

“Jajajaja”

 

“¿Por qué te ríes de repente?”

 

“¡Jejejejejeje!”

 

'¡Oh, vida mía!'

 

“Jajaja. Jajaja.”

 

Cheong Mun, mientras tanto, sonrió al ver a los discípulos del futuro defender férreamente a Cheong Myeong e intentar animarlo incluso en una situación como esta.

 

El Cheong Myeong de la lectura parecía un poco loco, pero el que veía con sus propios ojos parecía estar bien, así que confiará un poco en el futuro.

 

Notes:

Si quieres que el autor actualice, pueden decir su parte favorita o sus propias reacciones de personajes que no reaccionaron a una escena en particular (¡que son muchos y no tienen oportunidad de salir!). Han habido tres actualizaciones este mes por sus comentarios, ¡así que si cuentan!

Chapter 10: Capítulo 18 y 19: ¿El Monte Hua es así por mi culpa? 4 y 5

Summary:

[“¡Líder de la secta! ¡Sal ahora mismo!”

“¡Ni se te ocurra pensar en huir!”

“¡Sé que estás ahí! ¡No voy a dejar que te salgas con la tuya hoy! ¡Sal!”]

Hyeon Jong se estremeció, e incluso Hyeon Yeong y Hyeon Sang parecían extremadamente incómodos. ¿Cómo podrían no estarlo? Habían escuchado durante años los mismos reclamos al punto de soñar con ellos en sus peores pesadillas: que la puerta fuera derribada, que los comerciantes entraran agitando un papel del gobierno y el Monte Hua fuera embargado en ese mismo instante, dejándolos en las calles con un montón de niños que no sabían qué tan mala era la situación. 

Notes:

Estoy en rachaaaaaaa

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

“Tercera parte”, dijo el abad, leyendo el título de la siguiente página.

 

Ahora tenía una idea aproximada de la situación.

 

La alianza que escaló las Diez mil montañas fue completamente aniquilada. Sin embargo, las Diez mil montañas es el hogar del Culto Demoniaco. No sería sorprendente que algunos de ellos sobrevivieran a la guerra.

 

Esos sobrevivientes de la Secta Demonio deben haber presenciado a Cheong Myeong matar al Demonio Celestial.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo una mueca. “No puedo creer que incluso hay que preocuparse por algo como eso.”

 

“Al menos esta vez sabemos que hay que tener cuidado”, respondió Cheong Jin con una sonrisa amarga. “Y ahora podremos coordinarnos antes.”

 

“¡Uf! ¡Maldita sea!”

 

Cheong Myeong tiró el papel que tenía en la mano.

 

Todas las personas que debían ser reconocidas estaban muertas y ni una sola persona que él conocía sobrevivió. Mientras tanto, sus enemigos sobrevivieron y vinieron en busca de venganza.

 

'¿¡Qué carajo es esto!?'

 

“Eso es…” Hyeon Jong cerró los ojos, sintiendo cómo estos se irritaron y tornaron rojos, como si estuviera a punto de llorar. “Realmente injusto.”

 

¿Qué tan doloroso e injusto se debió de haber sentido para Cheong Myeong? 

 

Ahora mismo sólo quería poder acariciarle la cabeza como a veces solía hacer, aunque no estaba seguro de qué tan bien recibido era ahora que sabía que Cheong Myeong era mayor que él. Aún así, simplemente quería expresar su consuelo de alguna forma.

 

Jo Geol sintió un escalofrío y dio un paso atrás.

 

“¿Por qué de repente estás enojado…?”

 

" ¡Qué vergüenza!"

 

Cheong Myeong se frotó la cara.

 

"Necesito calmarme."

 

No era algo por lo que debería enojarse frente a Jo Geol.

 

“Ah… Nuestro Cheong Myeong-ah tiene más autocontrol de lo que pensé.”

 

Cheong Jin y el Santo de la Espada Flor de Ciruelo: “???”

 

Cheong Mun parecía extrañamente orgulloso de la decencia básica que mostraba su Sajae. 

 

Normalmente sería el primero en corregir suavemente a Cheong Myeong por su comportamiento imprudente, pero escuchar sus pensamientos lo hizo darse cuenta de cuánto intentó moderarse y tomó en cuenta las cosas que Cheong Mun le señaló. 

 

Ah, los niños crecen tan rápido…

 

—Entonces, ¿esos bastardos irrumpieron y arrasaron el Monte Hua?

 

“No creo que los daños hayan sido tan grandes. También gastaron mucha energía para llegar hasta aquí, ya que pasaron por un camino difícil. Se quemaron bastantes edificios y perdimos muchas de nuestras artes marciales en el proceso”.

 

Era comprensible.

 

Por muy mal que estuviera este lugar, no habría caído hasta este punto sin que hubiera ocurrido algo así. Las artes marciales todavía se pueden aprender sin un maestro que te guíe; incluso si tienes que atravesar el infierno para triunfar, es cien veces mejor que nada.

 

Por otra parte, si incluso se perdieron las artes marciales, eso explica cómo el Monte Hua pudo derrumbarse tan rápidamente.

 

El rostro de Cheong Jin reflejaba seriedad y preocupación. “En realidad… Debería ser impresionante que el Monte Hua se haya mantenido por tanto tiempo como una secta marcial sin artes marciales. Aunque aún me pregunto por qué tuvieron que vender incluso los tesoros… Supongo que no hubo muchos visitantes a Huayin una vez que no hubieron razones para visitar la secta.”

 

Los ancianos Hyeon Jong, Hyeon Sang y Hyeon Yeong murmuraron un par de cosas en voz baja, intercambiando miradas y luego volviéndose a recostar en sus asientos como si dijeran: ‘¿realmente quieres ser tú quien le diga? simplemente deja que la lectura continúe…’.

 

“Puedo explicarlo…”

 

Ya se explicó pero ¿por qué es tan desgarrador?

 

“Está bien. Lo entiendo”.

 

Cheong Myeong se levantó de su asiento.

 

"¿Adónde vas?"

 

“…un paseo. Necesito despejarme un momento.”

 

“Sasuk vendrá pronto a ver cómo estamos. Puede que acabemos siendo regañados”.

 

—Está bien, está bien. Gracias.

 

Jo Geol, mirando a Cheong Myeong mientras se iba, negó con la cabeza, incapaz de comprender.

 

"Es un tipo muy extraño."

 

“Esto es una locura.”

 

Un fuego ardía dentro de su cuerpo.

 

Contrastando enormemente con su expresión facial, que exudaba un frío que parecía congelar el alma.

 

Arriesgó su vida, se sacrificó para matar a ese demonio, y los que estaban debajo de él destruyeron el Monte Hua.

 

“Esta vez definitivamente no dejaremos ni uno solo vivo”, prometió el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, apretando los puños con un aura emanando alrededor de su cuerpo. Los discípulos del Monte Hua del pasado expresaron su acuerdo, todos igualmente frustrados y molestos.

 

Entonces Cheong Myeong arrojó una frase: “Tal vez no sea de lo único que tengan que cuidarse. Por ejemplo… De la envidia.”

 

“¿Ah?”

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado estaban desconcertados pero rápidamente se hundieron en sus pensamientos, dándole sentido a las palabras en el contexto actual, en cómo su secta, la más grande y famosa, podría haber generado envidia y entonces eso afectarles.

 

Hye Yeon, quien sabía más de lo que querría saber, añadió. “Lo más importante es impedir que la gloria de los logros del Monte Hua pueda ser silenciada.”

 

Tenía que saberse, gritarse al mediocampo para que lo escuchara, ¡que nunca sea puesta en duda!

 

¿Cuánto le había dolido a él, un extraño, saber todo lo que el Monte Hua sacrificó sólo para que ese honor fuera pisoteado?

 

Si las Grandes sectas no iban a cambiar, si todos esos discípulos aún debían morir, entonces al menos… Sería bueno que el legado que dejaron atrás pudiera ser declarado con orgullo por las futuras generaciones: que sepan quién le cortó la cabeza al Demonio Celestial, quién lideró las fuerzas y quién fue el espadachín más fuerte del mundo. No más secretos.

 

Cheong Myeong respondió en voz baja. “Supongo que a veces sabes de lo que hablas, monje falso.”

 

Hye Yeon sonrió, tomando el cumplido con quizás más alegría de la que merecía, ¿pero desde cuándo Cheong Myeong decía palabras buenas para él? ¡Claro que iba a aprovecharlo!

 

¿Qué demonios son estos resultados? ¿No hay castigo en este mundo?

 

Su mente empezó a doler mientras sus pensamientos continuaban sin restricciones.

 

" Suspiro …"

 

Ahora, ni siquiera podía enojarse por el patético estado de los ancianos de la secta. Después de todo, estaba claro por qué sucedió esto.

 

“Hey…” Hyeon Sang se retorció en el lugar, avergonzado y un poco a la defensiva. Realmente no había mucho que pudieran hacer. Aunque tampoco sintió la confianza de replicar apropiadamente porque fue en su generación en la que el Monte Hua estuvo a punto de declararse en bancarrota y ser embargado.

 

“No lo entiendo; ¡qué clase de lealtad tenía esa gente!”

 

Si su Demonio Celestial había sido asesinado, deberían haber vivido acobardados y recluidos. En cambio, se apresuraron a vengarse.

 

Si el viaje al monte Hua no hubiera sido tan arduo, podría haber sido destruido hasta las raíces.

 

En ese momento, Cheong Myeong estaba terriblemente enojado, pero ahora pensó en la gente que se quedó atrás, cuidando lealmente al Monte Hua, y una sonrisa brotó de su rostro.

 

‘Ahora lo entiendo, Sahyeong’, pensó, y se dió cuenta de que podía decirlo en voz alta. 

 

“Sahyeong”, llamó la atención de Cheong Mun, quien se dió la vuelta con su sonrisa gentil y paciente. “Ahora entiendo lo que quisiste decir cuando hablaste de la trascendencia en el Monte Hua.”

 

La expresión en Cheong Myeong era la de un cachorro ansioso por ser elogiado, por lo que Cheong Mun hizo exactamente eso: lo elogió en voz alta y acarició su cabello con ternura, sintiendo cómo el cariño se desbordaba de su corazón.

 

“Sabía que lo entenderías, Cheong Myeong-ah.”

 

“Un poco tarde, ¿pero mejor que nunca?” Se rió el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. 

 

Donde la gente normalmente se molestaría por sus comentarios, Cheong Myeong se rió alegremente.

 

“Más te vale entenderlo antes, ¿qué tal si entrenas a un par de discípulos?”

 

“Uff”, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo giró su cabeza hacia donde las Cinco espadas observaban el intercambio intentando ser disimulados y luego se codeaban entre sí como niños emocionados. “¿Y si mejor me llevo uno de los tuyos?”

 

La sonrisa de Cheong Myeong se volvió afilada. “Ja… Ja… Qué buena broma…”

 

El problema fue que ambos sabían que Cheong Myeong no hacía bromas, simplemente decía sus pensamientos sin mucha reflexión, por lo que no tuvo más remedio que tomarse la amenaza en serio y estar francamente preocupado de que su yo del pasado quisiera secuestrar a uno de sus polluelos.

 

“No, Cheong Myeong-ah”, Cheong Mun tiró de su oreja. “No puedes llevarte a los niños. Si quieres tus propios discípulos debes de enseñarles apropiadamente desde el principio.”

 

“¿Deberíamos llamarnos afortunados o tuvimos mala suerte?”

 

Sólo unas pocas cosas resultaron dañadas.

 

" Suspiro. "

 

Aun así, sentarse solo en la azotea y observar la caída del sol a medida que se acercaba la noche ayudó a calmar su mente.

 

"Así es el mundo."

 

Baek Cheon se giró hacia las Cinco Espadas: “¿Por qué parece que se están peleando por una mascota?”

 

Las Cinco Espadas negaron con la cabeza, luciendo resignados por el comportamiento de Cheong Myeong. Al mismo tiempo, demostraron ser hipócritas, porque Tang Soso fue la primera en decir: “Si algo sucede, podemos ofrecer a Sasuk, ¿qué tal?”

 

“¡Oye, traidora!”

 

A Baek Cheon siempre lo trataban como a un igual, sin respeto ni jerarquía, arrojándolo a las situaciones más indeseables cuando estos bastardos no querían hacer algo, ¿pero esto no iba demasiado lejos? Ni siquiera estaba pidiendo que se sacrificaran a sí mismos, ¡simplemente permanecer en un frente unido!

 

Jo Geol le sacó la lengua. “Mejor a Soso, ¿no ayudará a la alianza con el Clan Tang y el Monte Hua?”

 

‘Gracias, Geol, sabía que al menos había una persona confiable en este Monte Hua podrido’. Baek Cheon se secó una lágrima del rabillo del ojo, sinceramente conmovido. ‘No lo olvidaré, ¡en el futuro definitivamente defenderé a Jo Geol!’ 

 

Después de hacer una promesa con un corazón desbordante, se olvidó del asunto como si no fuera importante.

 

Tang Soso señaló a Jo Geol. “¡Bueno, Jo Geol Sahyeong también haría un buen trabajo!”

 

Yu Iseol dió un paso atrás, sin querer ser señalada en el fuego cruzado, mientras Baek Sang se justificaba: “Yo ayudo con las cuentas, ¿quién tomaría mi lugar si no estuviera?”

 

Como nadie quería esa tarea, se desviaron. Baek Cheon sonrió amablemente. “Yoon Jong, ¿no querrías una atención personalizada?”

 

“Seré Líder de secta, así que paso, Sasuk. ¿Pero qué tal Yu Sago? A ella realmente le encantaría aprender del Santo de la Espada Flor de Ciruelo.”

 

Yu Iseol, quien no había hecho nada para merecer el ataque, lanzó una réplica de vuelta. “Podemos conseguir otro daesahyeong.”

 

“¡Así es, maldito Sahyeong! ¿Cómo te atreves?” Tang Soso levantó los puños, en la pose en que lanzaría agujas si las hubiera traído con ella, tal como estaba, revisó los pliegues de su pijama y se decepcionó cuando no encontró nada. “¿No podemos simplemente enviar a Cheong Myeong sahyeong a limpiar su propio desastre?”

 

Todos acordaron con un par de asentimientos antes de detenerse. Baek Cheon se rió por su propia tontería. “No… ¿Qué sentido tiene que Cheong Myeong se entrene a sí mismo?”

 

La verdadera razón por la que Cheong Myeong estaba angustiado no era lo que había ocurrido en el Monte Hua. Estaba enojado porque sus sucesores tuvieron que pagar el precio de sus acciones.

 

Si Cheong Myeong hubiera vivido después de matar al Demonio Celestial, podría haberlo detenido. Pero murió, y los jóvenes discípulos, que no sabían nada, tuvieron que enfrentar las consecuencias infernales. Como resultado, el Monte Hua terminó así.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se cruzó de brazos, hosco, y terriblemente molesto por toda la discusión. ¡Un ‘no, gracias’ habría funcionado también! No había necesidad de llegar a tales extremos. Bah, ¿quién quería entrenar a esos mocosos malagradecidos? ¡No el Santo de la Espada Flor de Ciruelo!

 

Cuando regrese, definitivamente le dará mucha atención personalizada a Myeong Do y se convertirá en su discípulo favorito de toda la maldita secta, ¡lo convertirá en el mejor espadachín del mundo justo después de él mismo!

 

“ Tch . ¿Qué puedo hacer?”

 

Nadie podría criticar a Cheong Myeong.

 

Se podría decir que un desastre le ocurrió a la secta porque mató al Demonio Celestial, pero si no lo hubiera matado, entonces toda la secta habría dejado de existir.

 

Cheong Myeong no tenía otra opción. Incluso si le pidieran que reviviera ese momento, Cheong Myeong no dudaría en cortarle la cabeza al Demonio Celestial.

 

Hyeong Jong suspiró con tristeza. 

 

Algunas veces había maldecido a sus antepasados por ponerlos en esa difícil situación, por ser tan justos y heróicos que el Monte Hua tuvo que sacrificarse hasta ese punto, por eso siempre le había inculcado a los niños que se cuidaran primero a ellos mismo y su regreso a salvo a casa. Aún así, ver cómo podrían no haber tenido otra opción, era difícil, y al mismo tiempo lo hizo sentir desagradecido con los amables antepasados que no habían hecho más que ser buenos con ellos.

 

Si Hyeon Jong se tuviera que enfrentar al Demonio Celestial, al Culto Demoníaco y no hubiera nada ni nadie más para hacerlo… Por supuesto que tendría miedo, tampoco querría hacerlo; si pudiera, envolvería a los niños en una manta, los montaría en una carreta de bueyes y huiría con ellos al otro lado del mundo. Era una tarea desagradable, ¿por qué los haría sufrir y sacrificarse innecesariamente? ¿Quién no lo odiaría?

 

‘Lo siento…’ Pensó, adolorido. ‘Espero que no tengan que escuchar ese lado feo de mí. Que mis palabras no los lastimen cuando no son culpables’.

 

Hyeon Jong se dió cuenta, una vez más, de que le quedaba un largo camino por recorrer.

 

Pero…

 

“Se siente desagradable.”

 

Cheong Myeong respiró profundamente.

 

“Bueno, el pasado es el pasado. Si está roto, ¡podemos reconstruirlo!”

 

Sea o no responsable, ¿no sigue siendo su objetivo el mismo? Debe revivir el Monte Hua y recuperar la antigua gloria de la secta.

 

“Preocuparse no cambiará nada. ¡Lo que importa son los resultados!”

 

Será suficiente si puede hacer que el Monte Hua sea más fuerte que antes. Puede que sea imposible para otros, pero no para Cheong Myeong.

 

‘Qué arrogante’, pensó Cheong Jin con una sonrisa orgullosa. ‘Pero no odio ese lado de Sahyeong. Realmente lo está logrando, eh...’

 

Aunque será un poco difícil.

 

No, habrá muchas dificultades.

 

Puede ser incluso más desafiante que cortar la cabeza del Demonio Celestial.

 

Cheong Myeong se masajeó los hombros tensos por el estrés y asintió a su afirmación. Aunque en ese momento pensó que lo más difícil sería conseguir discípulos y entrenarlos, ¡esa fue la parte más fácil! Lo verdaderamente difícil fue toda esa maldita política entre sectas. Puaj .

 

—Pero tengo prisa.

 

La impaciencia es veneno para una tarea. Hay una diferencia entre actuar con rapidez y tratar de apresurarse. Contemple el trabajo detenidamente y avance sin prisas.

 

“Muy bien, tomémoslo con calma.”

 

Primero, averigüemos todo lo que se ha perdido. La mejor manera sería simplemente preguntarle a alguien.

 

“Ojalá simplemente pudieras preguntar directamente”, suspiró Cheong Jin. “Esto es tan frustrante que podría morir.”

 

Cheong Gong lo empujó, bromeando. “Vamos, ni siquiera Cheong Myeong sahyeong está impaciente, ¿pero ya podrías morir?”

 

Cheong Jin agitó la mano como si espantara una mosca.

 

“¿Dónde está el líder de la secta? ¡Salid!”

 

Correcto. El líder de la secta es...

 

…¿Quién dijo eso?

 

Los discípulos de la secta del Monte Hua del pasado se enderezaron en su lugar, frunciendo el ceño como si estuvieran un poco confundidos y en gran parte molestos.

 

Eso era alguna clase de malentendido, ¿verdad?

 

De lo contrario… ¿¡Quién demonios se atrevería a hablarle así al Líder de la secta del Monte Hua!?

 

Los ojos de Cheong Myeong se abrieron mientras se giraba para ver de dónde venía la voz.

 

'¿La puerta principal?'

 

Se escuchó un ruido fuerte que venía de la puerta principal.

 

'¿A esta hora?'

 

El sol se estaba poniendo. ¿Por qué vendrían visitantes a esta hora?

 

“¡Líder de la secta, salga de aquí!”

 

Ah, cierto, el líder de la secta…

 

"¿Líder de la secta?"

 

Cheong Myeong se tocó las orejas con una expresión en blanco.

 

“¿Qué acabo de escuchar?”

 

¿Exigiendo al líder de la secta?

 

'¡Qué loco bastardo está diciendo eso!'

 

Baek Cheon y Yu Iseol extendieron las manos casi de manera automática como si quisieran detener a Cheong Myeong, aferrándose a su mano izquierda y derecha, respectivamente. Pero Cheong Myeong, quien estaba tranquilo porque ya había golpeado a esos bastardos, sintió como si dos garras se aferraran a sus manos con un agarre rompe huesos.

 

‘Hijos de ****… No necesitan más entrenamiento de agarre…’

 

Un vistazo a sus expresiones fue suficiente para hacer que no quisiera decir nada. Por supuesto, estaban molestos con justa razón, ellos no habían presenciado esta vergonzosa situación y era su amado Líder de la secta el que estaba en aprietos. Yu Iseol, quien solía permanecer tranquila, tenía la cara retorcida como un Yaksha, y Baek Cheon, quien normalmente hacía un escándalo, parecía inusualmente tranquilo y asesino.

 

“Ah…”

 

¡Qué insolencia! ¡Cómo se atreven a asaltar las puertas del Monte Hua y exigir la presencia del líder de la secta! En el pasado, semejantes acciones habrían sido inconcebibles sin enormes repercusiones.

 

“La muerte”, dijo Yu Iseol. “Que les corten la cabeza.”

 

“Memoricen sus nombres y rasgos”. Baek Cheon entrecerró los ojos, tirando de la mano de Cheong Myeong como si intentara desenvainar su espada. “No dejaremos escapar ni uno solo.”

 

Los discípulos de la secta del Monte Hua del futuro, quienes tuvieron que enfrentarse a esta clase de humillaciones en el pasado sin poder hacer nada, esta vez estaban ansiosos por poder dar una justa y merecida retribución. Asintieron de acuerdo con su Sago y escucharon atentamente las instrucciones maliciosas de su Sasuk. Casi parecía que la jerarquía estaba debidamente cuidada.

 

Antes de que pudiera terminar de hablar, un puño que le habría roto los dientes habría golpeado el rostro del hombre.

 

¡Esa gente de afuera no parecía desconfiar en absoluto del poder del Monte Hua!

 

¡Golpe! ¡Golpe!

 

Cheong Mun ni siquiera se atrevió a criticarlos, porque él mismo se encontraba apretando el reposabrazos con tanta fuerza que se habría roto si se tratara de cualquier otra silla común. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo había apretado la mandíbula, absorto en la lectura, hasta que escuchó un chasquido peligroso a su lado y se asomó para encontrarse con la expresión gélida de Cheong Mun.

 

‘Ah… Si no hay una muy buena explicación, alguien va a morir’, pensó, un poco preocupado y menos enojado, una vez que se dió cuenta de que su Sahyeong definitivamente destrozaría a esos tipos. 

 

Pero no dejaría que fuera indulgente, si osaba ser indulgente sólo porque los crímenes aún no acontecían, ¡Cheong Myeong se encargaría de darle la paliza de su vida a los ancestros de los perpetradores! 

 

Se oyó un golpe violento en la puerta. Al mismo tiempo, la puerta, que estaba en muy mal estado, empezó a vibrar y a romperse.

 

'¡No, no, no!'

 

¡Zas!

 

La puerta de entrada finalmente cedió y emitió un sonido extraño al moverse. La puerta se derrumbó y se hizo añicos mientras el polvo y los escombros se esparcían por el área.

 

‘Si alguien no se está muriendo, yo definitivamente me encargaré de que alguien muera’. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo ya había comenzado a tronarse el cuello, con la mandíbula fuertemente apretada y las ventas hinchadas a punto de estallar. 

 

Cheong Myeong miró fijamente la escena sin comprender, claramente aturdido.

 

'¿Rompieron la puerta?'

 

¿La puerta del monte Hua?

 

¿Que estaba pasando?

 

“Así que por eso hay una nueva puerta”, fueron las palabras murmuradas por Baek Sang, extrañamente frías y clínicas. 

 

“¡Vamos a entrar!”

 

Decenas de personas destrozaron la puerta y corrieron hacia el interior. Todos ellos corrieron hacia la residencia del líder de la secta. No parecía que fuera la primera vez que lo hacían.

 

Los demás ancianos de la secta salieron furiosos de sus residencias ante el ruido.

 

“¡E—espera!”

 

“¡No puedes hacer esto!”

 

Pero los oponentes fueron implacables.

 

“¡Quítate de mi camino ahora mismo! ¿No te moverás?”

 

“¡Dile que salga! ¡Líder de la secta!”

 

“ ¡Ah! ¿Acabas de tocarme el cuerpo?”

 

Los ojos de Cheong Myeong se pusieron en blanco por la sorpresa.

 

'¿Qué pasó con esta situación?'

 

Los intrusos entraron como si fueran dueños del lugar.

 

Cheong Myeong echó un vistazo a su expresión y luego al resto de los discípulos, quienes se habían quedado extrañamente en silencio, con expresiones odiosas. Algunos se estaban tronando el cuello, otros apretaban los puños y también estaban los que gruñían abiertamente como animales. Era un poco preocupante porque no había con quién desquitar su estado de ánimo, ¿no parecía que comenzarían una pelea en cualquier momento? Y luego estaba el agarre mortal de Sago y Sasuk que había cortado el flujo de sangre a las manos de Cheong Myeong desde un tiempo atrás.

 

Vaya, ni siquiera ser insultados en Shaolin por los mismos bastardos que les habían robado el puesto entre las Grandes sectas había causado tanto revuelo. Cuando regresen al Monte Hua, se va a derramar sangre, o peor aún, se van a arrojar sobre los bastardos de Jongnam en cualquier momento con todas las sectas como testigos. Tsk, hacer algo tan poco inteligente en vez de esperar a estar solos…

 

No, ¿por qué sus expresiones de molestia le parecían tan familiares?

 

Pero los ancianos parecían tener dificultades para bloquearlos; cada vez que uno avanzaba, los ancianos retrocedían como si hubieran sido atacados.

 

No era como si tuvieran fuerza.

 

¡No! Cheong Myeong podía sentir que los ancianos eran más fuertes.

 

“El—”

 

Antes de que Cheong Myeong pudiera comprender la situación, la gente irrumpió y llegó frente a la residencia.

 

“¡Líder de la secta! ¡Sal ahora mismo!”

 

“¡Ni se te ocurra pensar en huir!”

 

“¡Sé que estás ahí! ¡No voy a dejar que te salgas con la tuya hoy! ¡Sal!”

 

Hyeon Jong se estremeció, e incluso Hyeon Yeong y Hyeon Sang parecían extremadamente incómodos. ¿Cómo podrían no estarlo? Habían escuchado durante años los mismos reclamos al punto de soñar con ellos en sus peores pesadillas: que la puerta fuera derribada, que los comerciantes entraran agitando un papel del gobierno y el Monte Hua fuera embargado en ese mismo instante, dejándolos en las calles con un montón de niños que no sabían qué tan mala era la situación. 

 

A estas alturas, Hyeon Yeong todavía se sentía rencoroso con los dueños de las tiendas en Hua’Um cada vez que tenía que manejar asuntos relacionados con ellos, no podía soportar fácilmente la hipocresía de la gente que intentó aprovecharse de la mano que les dió de comer. 

 

No era algo digno de un taoísta, y era un rencor que creía podría olvidar con el paso de los años, pero aún tocaba algo en lo profundo de él cada vez que tenía que recordar todas esas veces que vió los ojos de los niños pequeños y les dijo que tendrían que buscar raíces para comer porque no tenían suficiente con qué alimentarlos. 

 

Por eso, al menos, estaba agradecido con el Gremio Eunha, quienes se encargaron de manejar la mayor parte de los tratos.

 

Cheong Myeong se sentía mareado.

 

'¿Qué estoy viendo?'

 

¿Dónde está este lugar?

 

No importaba lo horrible que fuera la caída, el Monte Hua no era un lugar donde tales cosas pudieran suceder.

 

“ ¡Guau! ”

 

Cheong Myeong sintió que algo golpeaba su frente mientras su ira comenzaba a desbordarse.

 

"¿Qué estás haciendo?"

 

“ ¿Eh? ”

 

Uno de los ancianos que contenía a los hombres violentos le preguntó a Cheong Myeong y lo reprendió.

 

“¡Entra ahora mismo! ¿Por qué un discípulo de tercera clase anda por ahí en este momento?”

 

Y así, tan fácilmente, la ira del Santo de la Espada Flor de Ciruelo fue cortada antes de que pudiera florecer en una pelea a puños.

 

Dicho anciano se avergonzó de haber sido quien le llamó la atención al Santo de la Espada Flor de Ciruelo , pero también se arrepintió de no haber prevenido esta situación y haberse llevado al ‘joven discípulo’ descarriado antes de que pudiera presenciar toda la escena. 

 

Qué cosa tan vergonzosa para presenciar. 

 

¿Por qué no podían comenzar a narrar desde el torneo de Jongnam o el de Shaolin? 

 

"… Oh. "

 

Cheong Myeong intentó pensar en una excusa.

 

Pensándolo bien, no había nadie más que él. A pesar de tanta conmoción, no había ni un solo discípulo.

 

¿Pasan este tipo de cosas a menudo?

 

Era parte de la naturaleza humana asomar la cabeza y espiar cuando había un alboroto. Sin embargo, el hecho de que nadie viniera significaba que ya se había establecido un código de conducta en esta situación.

 

Cheong Myeong, quien se unió recientemente, no tenía conocimiento de esto.

 

Tal vez, si los discípulos al lado de Cheong Myeong no estuvieran ocupados gruñendo, podrían explicarle que no había una regla en específico sino un acuerdo tácito. No obstante, esa información no pudo ser dicha y probablemente nunca lo sería. De todos modos, ya no importaba, ya le había dado una paliza a esos bastardos. 

 

‘¿Por qué estos mocosos siguen tan molestos si ya…? Oh, claro’.

 

Sólo Cheong Myeong había presenciado la justa retribución que los mayores les dieron a los dueños de los negocios en Hua’Um, incluso si los discípulos de tercera clase se habían enterado más tarde ya que tuvieron que administrar los negocios, y los discípulos de segunda clase fueron informados por los discípulos ignorantes.

 

Además, sólo Cheong Myeong sabía que había corrido tras los comerciantes y se quedó con todo su dinero.

 

‘Eh, probablemente sea malo que sepan eso, ¿no? Espera, ¿¡no dirán que me llevé el dinero de la caja fuerte también!?’

 

"¿¡Qué estás haciendo!?"

 

No, aun así, no era él de quien debían preocuparse, sino esa gente violenta.

 

“¡Líder de la secta! ¡Sal!”

 

“¡No voy a regresar así hoy! ¡Esconderse no sirve de nada! ¡Salid!”

 

“¿¡No tienes vergüenza!?”

 

La gente no dejaba de gritar frente a la residencia del líder de la secta.

 

Cheong Myeong apretó de vuelta las manos de Baek Cheon y Yu Iseol, dándole vueltas al pensamiento en su mente, tan fuerte que sin querer trajo a los discípulos de vuelta a la realidad con gemidos lastimeros. 

 

‘¿No fue por estos momentos donde fui a la caja fuerte y saqueé el contenido? En ese entonces de alguna manera sacaron una extraña explicación sobre el tao y el círculo de la vida, pero ahora… De todos modos, soy su ancestro, si quiero un poco de dinero, puedo tenerlo. Además, ¿no les di mucho más? (... Aunque mis riquezas personales exceden las del Monte Hua). No importa, ¡me lo merezco! He trabajado tan duro todo este tiempo, aigoo .’

 

Antes de reflexionar sobre sí mismo, Cheong Myeong, un experto en crear desastres, comenzó a justificarse y a buscar excusas. 

 

El cuello de Cheong Myeong comenzó a sentirse rígido.

 

Ocurrió entonces

 

¡Kiiiiik!

 

La puerta se abrió con un chirrido y salió Hyeon Jong, el líder de la secta del Monte Hua.

 

Cuando salió, los miembros del Monte Hua se inclinaron ante él.

 

“¿Qué estás haciendo aquí a estas horas?”

 

'En efecto.'

 

Mientras Cheong Myeong se enojaba por sus palabras, el líder de la secta respondió de una manera noble acorde con su estatus.

 

Una vez que no pudo refugiarse en la ira, Baek Cheon casi derramó lágrimas por Hyeon Jong.

 

‘Líder de la secta…’

 

¿No había recibido el Líder de la secta a Baek Cheon cuando era solo un niño que escapó de casa? Lo guió personalmente hacia donde se encontraba el Líder de la secta y más tarde se encargó de hacerlo sentir como si se encontrara en su propio hogar. Fue gracias a que tuvieron a un Líder de la secta como él que pudieron mantener un corazón amable incluso en la adversidad.

 

¿Por qué un hombre tan bueno y gentil tenía que pasar por tales humillaciones? 

 

Se sintió orgulloso al ver al hombre actuar con tanta dignidad a pesar de no tener a nadie que lo guiara adecuadamente.

 

Cada movimiento era refinado y sus palabras transmitían una energía fuerte pero estable, lo que hacía que el oyente se sintiera bien y Cheong Myeong se sintiera aún más relajado.

 

Realmente…

 

—¡¿Qué tonterías estás preguntando?!

 

“¡Baja! ¡Ahora mismo!”

 

“¿Por qué actúas tan tranquilo?”

 

Bueno, él está fingiendo estar tranquilo...

 

¡No!

 

El rostro de Hyeon Jong se puso rígido levemente mientras suspiró.

 

—No corrí ni me escondí. ¿Adónde iría si dejara el monte Hua? Así que, cálmate...

 

“¡Cállate esa boca tuya!”

 

Los ojos de Yu Iseol se pusieron rojos. 

 

Cuando su padre murió, fue Hyeon Jong el que acudió a donde se encontraba ella, le ayudó a darle un entierro digno y la trajo de vuelta al Monte Hua. Nunca la culpó por lo que su padre había hecho, en su lugar, se preocupó por ella y la vió de una manera en que ni siquiera su padre lo hizo. Si tuviera qué describir cómo se sentía tener una familia, habría pensado en el Líder de la secta y entonces la respuesta habría salido fácilmente. 

 

‘No tienes que quedarte en el Monte Hua. Aún eres joven. Piensa detenidamente en lo que quieres hacer en el futuro’.

 

El Líder de la secta era demasiado bueno. ¿Cómo podría querer ir a cualquier otro lugar cuando él se encontraba en el Monte Hua? Si el Líder de la secta hubiera dirigido el Culto Demoniaco, Yu Iseol habría tomado su espada y lo hubiera seguido. 

 

Ella no era la única huérfana que había sido acogida, y sin duda todos ellos sabían lo que era vivir sin esperanza deseando tener a alguien que se preocupara por ellos, así que por el Líder de la secta, quien les había dado un hogar…

 

Cheong Myeong estaba furioso.

 

Aunque les habló con respeto, estos locos ni siquiera se molestaron en escuchar.

 

Lo extraño fue que a pesar de eso, el líder de la secta no gritó y parecía nervioso.

 

¿Qué pecado cometió para actuar con tanta mansedumbre?

 

' ¿ Oh? '

 

Una palabra particular vino a la mente de Cheong Myeong.

 

Los discípulos de la secta del Monte Hua del pasado, quienes no pudieron imaginar la razón ni habían vivido una experiencia similar, gritaron en sus corazones para que Cheong Myeong explicara rápidamente la situación. 

 

No, ¿no es Cheong Myeong extrañamente perceptivo? ¡Explicale a los mortales, por favor!

 

Mientras tanto, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo entrecerró los ojos. ‘¿Mi yo del futuro ya lo sabe? ¿Pero yo aún no?’

 

“Líder de la secta.”

 

Una persona, que parecía representar a este grupo, señaló con el dedo y gritó.

 

“Ya hemos esperado bastante. ¡No podemos esperar más!”

 

“…”

 

La calma desapareció del rostro de Hyeon Jong.

 

'E—eso…'

 

¿Hablaba en serio?

 

“¿Cuándo nos devolverán el dinero? ¡La fecha de pago ya pasó hace mucho tiempo! ¡No podemos esperar más!”

 

Cheong Jin se derrumbó, llevando las palmas de las manos hacia su rostro y comenzando a frotarlo con fuerza.

 

¡Dinero!

 

No solo eran tan pobres que tuvieron que vender las losas del campo de entrenamiento, el palacio dorado y los tesoros sagrados de su secta. Aunque no tenían suficiente dinero para comprar tela de los uniformes de calidad, la puerta de la secta se encontraba agrietada, ya no tenían un cartel de entrada y la comida parecía un poco deficiente, al menos estaban viviendo, aunque fuera en la pobreza. 

 

No, la situación no podía ser tan amable, el colmo es que era una vida prestada a base de deudas.

 

¡Deudas! 

 

El Monte Hua es rico, por el amor de dios, ¿¡cómo es que tienen deudas!?

 

Cheong Jin podía sentir que se volvía loco intentando adivinar cómo es que la situación se había vuelto tan precaria.



Cheong Myeong miró a Hyeon Jong con ojos en blanco.

 

La apariencia virtuosa de Hyeon Jong desapareció cuando abrió la boca con una expresión incómoda.

 

“Si me puedes dar un poco más de tiempo…”

 

Cheong Myeong se agarró la nuca y miró hacia el cielo.

 

'Mierda.'

 

¿También hay deudas?

 

Lo único que queda es una secta en colapso, ¿y eso se debe a los cobradores de deudas?

 

'En realidad.'

 

A Cheong Myeong se le llenaron los ojos de lágrimas. Su mente se sentía tan nublada como el cielo nocturno.

 

—Realmente este lugar está lleno de gente loca.

 

“Sahyeong… Con todo esto, ¿cómo pudiste llegar hasta donde estás?”

 

El Cheong Myeong que había visto junto a los discípulos del futuro era uno que estaba bien vestido y alimentado —por supuesto, el pequeño gamberro no podría vivir si no fuera en una buena casa que lo alimentara hasta saciarse—,  usaba ropa para dormir de buena calidad y los discípulos a su alrededor parecían felices.

 

Seguramente la deuda no podía ser tan mala… Sin embargo, para que los cobradores de deudas llegaran a las puertas del Monte Hua y las hicieran pedazos…

 

Cheong Myeong dejó escapar un suspiro. “Bueno, supongo que le podemos agradecer a Cheong Mun sahyeong.”

 

Dicho hombre había pasado de parecer fúrico a vacío, con los ojos en blanco mirando a la nada, pero al escuchar su nombre se enderezó.

 

“¿Yo…? ¿Qué podría haber hecho?”

 

Abrió la boca y luego la cerró. “No importa, de todos modos lo van a decir pronto. Solo no te enojes y escucha pacientemente, ¿está bien?”

 

Cheong Mun cerró los ojos con cansancio, aceptando las palabras y volviendo a mirar al frente con calma. No sabía que las palabras de Cheong Myeong eran una petición para ser indulgente por su futuro comportamiento, por lo que lo tomó de manera literal. 

 

Cheong Jin miró con sospecha a Cheong Myeong, quien solo usaba ese tono cuando había hecho algo malo, pero volvió la vista al frente porque podrían haber muchas más razones para ello que haber metido la pata. 

 

El Monte Hua ya estaba así, ¿qué podría haber hecho mal cuando fue quien se encargó de levantarlo?

 

El abad hizo una pausa, tomando aire. Examinó las expresiones a su alrededor antes de volver a leer. “Cuarta parte.”

 

“¡Te hemos dado tiempo! ¿Cuánto tiempo más piensas tardar?”

 

“¡Un hombre sólo puede ser tan desvergonzado!”

 

“¡Ya hemos esperado bastante!”

 

La cara de Hyeon Jong estaba un poco rígida.

 

“Lo sé, pero…”

 

Hyeon Jong suspiró, sintiendo que su corazón estaba inesperadamente más tranquilo de los que pensó que estaría si volviera a enfrentarse a una situación similar.

 

‘Ten algo de confianza en ti mismo’, había dicho Cheong Myeong una vez, sonriendo con toda la confianza que a Hyeon Jong le faltaba. ‘Eres el único Líder de la secta que querríamos’.

 

En ese entonces, se había culpado por las malas decisiones que habían llevado al Monte Hua hasta ese punto, pero ahora que volvía a experimentar esa sensación… Sintió que realmente no era su culpa.

 

Como si una carga se aliviara en su corazón… Tocó el hombro de Hyeon Yeong, quien parecía más tranquilo de lo que pensó que estaría, y compartió una sonrisa. Tal vez no estaba solo en ese sentimiento.

 

En ese momento, un hombre que estaba de pie en silencio en la parte de atrás avanzó. Cuando dio un paso adelante, todos los que estaban a su alrededor guardaron silencio y dieron un paso atrás.

 

'¿Es él el que está a cargo?'

 

Los ojos de Cheong Myeong se iluminaron mientras miraba a la persona que tenía delante.

 

El hombre tenía la apariencia típica de un comerciante: un rostro ligeramente rechoncho, vestido con ropas finas hechas de seda muy cara y adornadas con patrones elaborados.

 

“En cambio, Jo Geol sahyeong no podría dar la vibra aunque quisiera”, comentó Cheong Myeong, intentando disipar la intención asesina antes de que escalara a una batalla campal contra Jongnam (¡no podían hacerlo con tantos testigos!).

 

Jo Geol, quien había recibido un golpe inesperado, giró la cabeza, aturdido. “¿Qué tiene de malo mi apariencia?”

 

Eso atrajo la atención del resto de los discípulos. Jo Geol frunció el ceño ante las miradas de arriba a abajo que lo examinaron con ojos críticos; parecía que lo habían encontrado deficiente.

 

Tang Soso fue la primera en hablar. “Para ser sincera, si no conociera a tu familia… Pensaría que eres el hijo de unos bandidos.”

 

"Parece que tiene mucho dinero."

 

Cheong Myeong decidió escuchar mientras la boca del hombre se abría para hablar.

 

“Líder de la secta, ¿estás bien?”

 

“No pensé que el dueño del pabellón, Kong, vendría aquí en persona”.

 

“Ay, ¡ese hijo de puta!”

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro se estremecieron, al no esperar que Cheong Myeong, quien había estado tranquilo y haciendo bromas hace un segundo, cambiara su actitud al siguiente momento.

 

Las Cinco Espadas, condicionadas a reaccionar al estado de ánimo de Cheong Myeong, ya se encontraban dirigiendo una mirada fulminante. No estaban seguros de qué hizo, ¡pero seguramente fue malo para el Monte Hua!

 

Una suave sonrisa se dibujó en el rostro del hombre llamado Kong.

 

“Me gustaría poder encontrarme con el líder de la secta en condiciones más favorables. Realmente no quería escalar el Monte Hua, pero espero que comprendas que hay demasiadas personas que me instan a hacer algo”.

 

“Y me disculpo.”

 

Hyeon Jong bajó un poco la cabeza y se inclinó. Entonces, el dueño Kong abrió la boca con una voz diferente a la anterior.

 

“Pero, líder de la secta, también debes tratar de comprender los sentimientos de los demás. La fecha de nuestro contrato ya pasó hace mucho tiempo”.

 

" Mmm. "

 

El llamado Kong inclinó los hombros hacia atrás. A ojos de Cheong Myeong, era un gesto arrogante.

 

“¡Cómo se atreve! ¡Voy a encontrarlo y a darle otra paliza!”

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro, acostumbrados a esta escena, se abalanzaron sobre Cheong Myeong por costumbre.

 

“No… Cheong Myeong-ah, no hay nadie aquí, baja el puño, por favor.”

 

“¡Cheong Myeong-ah, cuidado, cuidado, vas a golpear a nuestro ancestros!”

 

“¡Cheong Myeong-ah…!”

 

Los rostros nerviosos agitaron las manos a su alrededor, prácticamente cubriendo la visión del abad de Cheong Myeong.

 

Yoon Jong se echó para atrás, sospechoso. “Espera… ¿Otra?”

 

El recuerdo de Cheong Myeong saliendo por la noche con su traje de bandido le hizo llevarse la mano a la cara.

 

“Ya conocemos la difícil situación del Monte Hua y hemos mirado para otro lado en varias ocasiones. Sin embargo, si sigues faltando a tu palabra de esta manera, será difícil volver a pasarlo por alto”.

 

Hyeon Jong no pudo decir nada.

 

Aunque intentaba mantener una expresión tranquila, Cheong Myeong notó que el rostro del anciano se contraía sutilmente.

 

Fue una reacción natural.

 

Este hombre, el líder de la secta, cuidó del Monte Hua durante años y ahora sufría de deudas debido a lo que hizo el anterior líder de la secta.

 

“No, no…” El Líder de la secta Hyeon Jong agitó las manos, nervioso. “El anterior Líder de la secta, así como lo que lo precedieron, todos hicieron lo que pudieron durante los momentos difíciles.”

 

Hyeon Yeong tosió. “Unos tomando peores decisiones que otros.”

 

“Yeong-ah, por favor, cállate.”

 

“...”

 

“Según el contrato, podríamos exigir el pago por romper el contrato ahora mismo”.

 

El propietario Kong sonrió y negó con la cabeza.

 

“Nosotros también nos hemos beneficiado de las bendiciones del Monte Hua durante muchos años; por lo tanto, dudamos en tomar acciones tan duras”.

 

“¿Oh?” 

 

Cheong Myeong frunció el ceño, tomó una profunda bocanada de aire y luego se dejó caer contra su asiento.

 

“Algunas personas son realmente como perros.”

 

‘Dijo el que más parece un perro…’ Fueron los pensamientos desleales automáticos de los discípulos del futuro. No por nada poseía el título de ‘perro rabioso del Monte Hua’. 

 

“Ejem”, Baek Cheon murmuró tranquilamente, intentando parecer casual. “¿Qué querías decir con que le darías otra paliza? ¿Qué hiciste?”

 

Cheong Myeong le devolvió una cara plana. “¿Por qué preguntas lo obvio?”

 

“Ah..” Baek Cheon le acarició la cabeza. “Bien hecho. Nuestro Cheong Myeong-ah es muy eficiente.”

 

Cheong Mun y Cheong Jin intercambiaron una mirada que podía describirse en signos de interrogación. ¿No parece que está siendo tratado como una mascota? Y Cheong Myeong… ¿Por qué simplemente lo permite? ¿Realmente no se daba cuenta? Lo peor es que parecía funcionar. Cheong Myeong se sentó tranquilamente en su asiento, pareciendo haberse calmado.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo una mueca —puchero, a los ojos de Cheong Mun—, mientras le dirigía ojos de reproche a su Sahyeong. ¿Por qué a él no le daban palmaditas y elogios como a su versión futura, eh? Desafortunadamente, el mensaje telepático no llegó a la otra parte.

 

Cheong Mun lo malinterpretó, pensando que se ofendió por la forma en que trataban a su yo futuro. “Debes de haber cambiado tu punto de vista, seguramente lo entenderás en algún momento y dejará de importarte.”

 

¡No! ¡Definitivamente lo entendía ahora y le importaba la falta de palmaditas y elogios!

 

“¡Dueño Kong!”

 

“Ya hemos esperado…”

 

" Sí, claro. "

 

Los comerciantes que lo rodeaban protestaron, pero el hombre los silenció tosiendo.

 

“Si no conocemos la gracia, no somos más que animales. No os dejéis cegar por la mera bondad que les habéis demostrado. Es gracias a las gracias y bendiciones del Monte Hua que ahora podemos vivir tan cómodamente. No olvidéis el trabajo de vuestros predecesores”.

 

“De verdad, ¡qué desvergonzados!” Hyeon Yeong no se pudo contener más, incluso frente a sus ancestros. De todos modos, era solo la verdad y él actuaba con justicia. “Después de estafarnos se atreven a desfilar como si no tuvieran culpa alguna, fingiendo actuar con justicia y gratitud. ¡Incluso los cerdos son más nobles!”

 

 “Al menos no todos fueron así”, Hyeon Jong suspiró. “Aunque hubo un momento en que sus ancestros le dieron la espalda al Monte Hua… Sus descendientes no sabían nada. Algunos incluso confiaron en el Monte Hua.”

 

“Por unas pocas personas…” Hyeon Yeong refunfuñó pero aún así se tranquilizó. “En ese momento realmente no estaba de acuerdo con la forma de actuar del Líder de la secta…”

 

Hyeon Jong puso una mano en su brazo, sonriendo a sabiendas.

 

“Pero ahora pienso que quizás no fue tan malo.”

 

Hyeon Sang se unió a la conversación. “Yo también me alegro ahora de saber que hubo gente que estaba dispuesta a apoyar al Monte Hua aunque creyeron que les debíamos mucho.”

 

Al final, no sabían lo que sus ancestros habían hecho, ellos creyeron que había una deuda enorme… Y aún así hubo unos pocos que se quedaron del lado del Monte Hua, decidiendo no recibir el dinero solo para que este pudiera sobrevivir un poquito más. Si los hubieran expuesto a todos, sin darles siquiera esa oportunidad, se habrían sentido amargados por haber sido estafados, pensando que no había nadie en quién confiar.

 

"Mmm. "

 

"Bien."

 

Como todos entendieron, él sonrió.

 

“Entonces, vamos a considerarlo un poco más. Le daremos un plazo de siete días a partir de ahora. Si no paga el préstamo tomado en siete días, entonces cobraremos el precio según el contrato inicial”.

 

—Propietario Kong, espere un momento...

 

“Líder de la secta.”

 

El propietario Kong negó con la cabeza en silencio.

 

“No más. Necesitamos el dinero. Ya hemos sido lo más indulgentes que hemos podido. Si el dinero no está listo en siete días, confiscaremos el Monte Hua como prometimos”.

 

“¿¡Confiscar el Monte Hua!?” Cheong Mun se puso de pie, y luego volvió a caer en su asiento, sintiendo las rodillas débiles. “Confiscar.. Confiscar… Confiscar..”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo ni siquiera se molestó en recuperar el alma de su Sahyeong que parecía separarse de su cuerpo, ¡estaba muy ocupado saltando de su asiento para gritar por la injusticia de todo!

 

“¡Qué bastardos tan atrevidos! ¡Cómo van a confiscar el Monte Hua! ¡Una maldita montaña! ¿Cuántos años de historia creen que hay ahí?”

 

Incluso si faltaban edificios, el cartel sobre la puerta o toda la puerta, ¡aún era el Monte Hua!

 

“No… ¿Có-cómo pudieron llegar hasta este punto?” Cheong Jin tartamudeó. “¿Poner al Monte Hua como garantía para los préstamos?”

 

“ ¡Guau! ”

 

El dueño Kong giró la cabeza ante el sonido que salió de la nada y miró a Cheong Myeong tapándose la boca.

 

“Hemos mostrado algo desagradable delante de un niño”.

 

“Como si le importara”. Cheong Myeong resopló. “Estás a punto de arrepentirte por meterte con el Monte Hua.”

 

El propietario Kong dijo.

 

“Esto es todo por hoy, líder de la secta. Espero que podamos intercambiar bromas y sonreír juntos la próxima vez que nos encontremos. Hasta entonces, adiós”.

 

Cuando el hombre se dispuso a marcharse, los demás comerciantes lo siguieron. Hyeon Jong levantó la cabeza en silencio para verlos pasar; como si acabara de sobrevivir a un encuentro con un feroz depredador, dejó escapar un pequeño suspiro.

 

"… suspiro ."

 

Frustrado y débil, este suspiro parecía llevar una carga inmensa.

 

"Entonces…"

 

Cheong Myeong tenía las piernas cruzadas y apoyaba la barbilla en su mano.

 

“¿Un comerciante del pueblo de Hua?”

 

"Bien."

 

" Puaj. "

 

No sólo los discípulos del Monte Hua, ya sea del pasado o del futuro, estaban sin palabras por la indignación, sino que los aliados que se habían ganado arduamente estaban tan molestos como ellos.

 

En el Clan Tang, no faltaron los rostros enojados y las amenazas arrojadas como dagas. El Líder del clan tenía las venas del rostro hinchadas y el rostro colorado por la fuerza con la que estaba tensando los músculos de la mandíbula.

 

“Qué… ¡Desvergonzados! ¿Cómo puede el Dragón Divino soportar todo esto sin saltar a destrozar a esos bastardos?”

 

Ellos sabían que los negocios de Hua’Um pertenecían al Monte Hua, ya habían discutido sus finanzas anteriormente, ¿entonces cómo es que antes les debían y luego pasaron a pertenecerles? El astuto Líder del clan no tardó en darse cuenta y explicarle a sus hijos, quienes parecían igual de sorprendidos por la osadía de los civiles.

 

“¿Cómo es que lograron hacerlo sin que se dieran cuenta del cambio?”

 

Tang Jopeyong resopló. “Debió de haber sido después de que atacaran al Monte Hua.”

 

“¿¡Hace cien años!? Entonces… ¿Cómo se han mantenido todo este tiempo?”

 

Las cejas de Tang Bo se juntaron, luciendo preocupado. “Debe ser por eso que, aunque sólo han pasado cien años, el Monte Hua se deterioró y ahora está a punto de ser embargado…”

 

Cien años era poco tiempo si tenías dinero, ¿pero si la secta debía de mantener a cientos de niños que no trabajaban y todo eso sin dinero? 

 

La cabeza de Cheong Myeong se movía de un lado a otro mientras pensaba. Al ver eso, el otro chico se apartó.

 

—No sé si atacará, es mejor evitarlo.

 

La razón por la que le explicó esto a Cheong Myeong era muy simple.

 

Después de regresar a la pensión White Plum Blossom con gran enojo, convocó a todos los niños del distrito comercial que sabían sobre la condición del Monte Hua. Finalmente, el que respondió a sus preguntas fue este niño.

 

Como resultado, le explicó el estado del Monte Hua a Cheong Myeong.

 

“El pueblo de Hua es el que está justo debajo del monte Hua, ¿verdad?”

 

Jo Geol, que estaba escuchando desde un lado, preguntó.

 

—Sí, Sahyeong. Recuerdo haberlo visto cuando vendía productos con mi padre.

 

“¿La secta del Monte Hua tomó dinero prestado de los comerciantes de la aldea Hua?”

 

"No creo que eso sea..."

 

El niño se rascó la cabeza.

 

Aunque estaba en el Monte Hua, no había forma de que los discípulos de tercera clase supieran sobre las finanzas de la secta. En el mejor de los casos, podían adivinar lo que estaba sucediendo.

 

“Ese hombre, Kong, es el dueño del pabellón Tae Hua en la aldea Hua. Es el más grande de la aldea Hua, y escuché que está trabajando en varios negocios usándolo como base. Es el comerciante más exitoso de la aldea Hua”.

 

" Mmm. "

 

“Entonces, si Mount Hua necesitaba pedir dinero prestado, él era la mejor persona a la que pedirle dinero…”

 

Maeng So y Seol Sobaek, después de escuchar al Clan Tang, se habían unido en una discusión de quién podía insultar más a estos cobradores.

 

“¡El Santo de la Espada Flor de Ciruelo es el héroe que salvó al mundo! ¿Cómo pueden devolverle de esa manera el favor!”

 

“Cheong Myeong dojang es una persona tan amable que nos salvó sin esperar nada a cambio, ¿cómo pueden hacerle esto?”

 

“¡Por eso los del mediocampo son unos bastardos malagradecidos! Nosotros solo recibimos su gracia una vez y montamos un templo en su nombre al que le rendimos tributo todos los meses.”

 

“Después de que Dojang nos salvó, le ofrecimos cualquier tierra y bienes que quisiera, pero en vez de robarnos, ¡nos dijo que no necesitaba nada!” Seol Sobaek se limpió las lágrimas del rabillo de los ojos. “¡Todavía me aconsejó qué hacer como Líder del palacio! Un alma tan bondadosa… Todos en el Mar del Norte estamos agradecidos con él, ¡haríamos cualquier cosa!”

 

“Nosotros, en Nanmanyasugung, les hemos montado festines, ¡los civiles saben respetar el nombre del monte Hua! ¿Cómo pueden ser tan malagradecidos los civiles del pueblo a los pies de su montaña?”

 

Seol Sobaek frunció el ceño, que parecía más lindo que amenazador con su corta edad. “¡Si yo viviera junto a Cheong Myeong dojang…!”

 

“Ah, si pudiera vivir cerca del Santo de la Espada Flor de Ciruelo…”

 

Tang Gunak añadió: “Muy pronto recibirán lo que se merecen. Al menos el Dragón Divino es bueno para devolver el favor y aún mejor para devolver la desgracia.”

 

Los discípulos de la Secta del Monte Hua del pasado comenzaron a pensar: ‘¿qué les pasa a estos locos?, ¿les han lavado el cerebro?, ¿qué clase de culto es este?’

 

¡Crac!

 

"¿¡Eh!?"

 

Jo Geol giró la cabeza mientras el color de su rostro se tornó pálido y sombrío.

 

Cheong Myeong seguía haciendo crujir su cuello como si fuera una muñeca de madera rota.

 

—¡Sajae! ¡Tranquilízate! ¡Sajae!

 

—Tae…Tae Hua…

 

"¿Qué ocurre?"

 

Jo Geol se sintió aterrorizado al ver a Cheong Myeong aparentemente perdido en el shock.

 

Por supuesto, no podían entender la razón del extraño comportamiento de Cheong Myeong.

 

Paso.

 

Cheong Myeong, repentinamente lleno de vitalidad, saltó de su asiento y miró fijamente a los ojos del otro chico.

 

“ ¡¿Qué carajo?! ”

 

Corrió hacia la puerta a la velocidad del rayo, agarró al niño por el cuello y preguntó.

 

“¿Es cierto que él es el dueño de Tae Hua?”

 

“S—sí.”

 

“Entonces, ¿el dueño de Tae Hua le prestó dinero al Monte Hua y ahora está tratando de confiscar este lugar en ruinas?”

 

“¡C—cálmate!”

 

“¿Tranquilízate? ¿Me estás diciendo que me calme?”

 

¡Ese bastardo! ¿Tiene alguna idea de lo que estaba sintiendo Cheong Myeong?

 

Cheong Myeong soltó el cuello del niño y luego le rascó la cabeza salvajemente.

 

—¿Qué te pasa, Sajae?

 

Cheong Myeong no pudo responder a esa pregunta. La razón era simple.

 

No había manera de explicarlo.

 

¡Porque!

 

'¡Se supone que Tae Hua pertenece al monte Hua!'

 

El abad hizo una pausa, suspirando por la difícil situación del Monte Hua, realmente parecía que no podían tener un descanso. Aunque él mismo había ignorado su situación, no fue maldad sino egoísmo al elegir su propia secta sobre otra. Pero ver cómo seguían pateando a un perro muerto era simplemente lamentable. 

 

‘Por eso le advertí que tuviera cuidado, Líder de la secta’, pensó. ‘Al menos con el Santo de la Espada Flor de Ciruelo pudieron mejorar, ¿pero qué pasará cuando salgan de aquí?’

 

Ciertamente las sectas estarían en guardia contra el Monte Hua. Desde que ganaron el torneo lo estaban, pero el cuidado se convertiría en abierta hostilidad inmerecida. Ciertament eno harían algo como conspirar por el asesinato del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, no cuando se advierte de la llegada del Demonio Celestial y el único capaz de derrotarlo había sido y parecía que solo podía ser Cheong Myeong. ¿Pero no significaba que harían lo posible por ponerlos en aprietos para que salieran perdiendo?

 

Y Beop Jeong… Sabía esto y no haría nada al respecto, a menos que fuera para garantizar que Cheong Myeong sobreviviera hasta que tuviera que luchar contra el Demonio Celestial.

 

‘Tienen hasta que la lectura finalice para hacerlos cambiar de opinión’, juzgó. ‘Aunque, ¿qué podría hacerlos ver más allá de la envidia, los costos y beneficios, para cambiar de opinión?’

 

Ser un guerrero del Monte Hua no significa que todas las obsesiones mundanas se olvidarían y descuidarían. Cualquier secta sin dinero no podría perdurar independientemente de su fama. Sectas como la del Monte Hua necesitaban especialmente dinero para mantener su enorme tamaño.

 

“Amitabha”, Hye Yeon hizo una oración y luego se arrepintió, al pensar que era debido a las ganancias materiales. “Este pequeño monje le desea prosperidad y ganancias al Monte Hua”.

 

El abad le dirigió una mirada de reproche a Hye Yeon y luego suspiró, continuando la lectura.

 

En primer lugar, los espadachines de una secta se centraban únicamente en su crecimiento personal y en hacerse más fuertes. Para estas personas, cuyo único objetivo son las artes marciales, puede resultar complicado ganar dinero y mantener a sus familias.

 

Para alimentar a esta gente se necesita una enorme suma de dinero, por lo que Mount Hua contrató a varias empresas de la aldea de Hua para que trabajaran para ellos. Una de esas empresas era Tae Hua.

 

Pero ahora, ¿un negocio que pertenecía al Monte Hua estaba prestando dinero al Monte Hua y tratando de confiscar la secta por deudas?

 

Él no podía entenderlo.

 

Bien... si lo que él sabía no coincidía con lo que decían, entonces ¡algo debía haber salido mal!

 

“Me alegra que Sahyeong sepa algunas cosas”, dijo Cheong Jin. “Pero me preocupa que nunca le dimos la educación financiera adecuada… Líder de la secta, ¿sabe Cheong Myeong sahyeong donde se encuentran los libros de finanzas?”

 

Cheong Mun agachó la cabeza. “No… Si lo supiera, temía que robara el dinero y se lo gastara en alcohol.”

 

“¿Qué tipo de imagen tienen de mi?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo ignoró que había robado muchas cosas en el pasado —de todos modos creció en la Secta del Monte Hua, por lo que es su casa, es decir, ¡el dinero de la secta es suyo!—, y se alegró de que esta lectura rectificara su imagen. Mírenlo hacer cosas increíbles, ¡ja, en sus caras!

 

“... Jo Geol sahyeong.”

 

" ¿Eh? "

 

Cheong Myeong llamó sin moverse y Jo Geol se acercó a él con curiosidad y confusión en sus ojos.

 

Cheong Myeong susurró algo que sólo Jo Geol pudo oír, y Jo Geol abrió mucho los ojos y lo miró en estado de shock.

 

"¿Eso?"

 

"¿Puedes conseguirlo para mí?"

 

Jo Geol tartamudeó un poco.

 

—Ah, no, puedo, pero…

 

Jo Geol se rió. “Ah, esta parte…”

 

“Ya te has convertido en todo un secuaz aunque apenas se conocen”, se burló Baek Sang. 

 

“¿Puedes culparme?”

 

“No puedo.”

 

Ambos se rieron a sabiendas de cuán magnética era la presencia de Cheong Myeong.

 

“Entonces ve y tráemelo.”

 

"… ¿De verdad?"

 

“¿Pensaste que estaba bromeando, Sahyeong?”

 

“Yo… Yo lo traeré.”

 

Jo Geol salió de la habitación con cara nerviosa.

 

'¿Qué está intentando hacer?'

 

Yoon Jong observó la escena con curiosidad mientras inclinaba la cabeza; la reacción de Jo Geol fue extraña.

 

Antes de que pudiera pensar demasiado, Jo Geol ya estaba regresando cargando algo.

 

Con expresión sutil, le entregó el artículo a Cheong Myeong.

 

'¿Paño?'

 

—No, ¿ropa? ¿Pero por qué necesitaría algo así de repente?

 

“No, ¿de dónde lo sacaste tú?” Baek Cheon se inclinó hacia los discípulos de tercera clase, quienes se apresuraron a sacudir las cabezas.

 

Jo Geol señaló al culpable. “¡Cheong Myeong lo había traído con anticipación!”

 

Cheong Myeong, quien tomó la ropa que Jo Geol le dio, rápidamente arrojó a un lado las túnicas que llevaba puestas.

 

“ ¿Ah? ”

 

Estaba completamente vestido con ropa negra, que se ajustaba firmemente a su cuerpo.

 

“Mira, Sasuk, de lo contrario, ¿cómo le quedaría tan bien?, ¿y de dónde sacaría el Monte Hua dinero para financiarlo?”

 

“¿Q—qué planeas hacer?”

 

“Debería preguntar por ahí.”

 

" ¿Eh? "

 

Cheong Myeong respondió.

 

“Si le pregunto a los Sasuks, no me darán una respuesta adecuada y me dirán que un niño no tiene por qué saber esas cosas”.

 

¡Obviamente, porque esa es la respuesta correcta!

 

“Entonces iré y preguntaré”.

 

“¡E—espera!”

 

Un sudor frío se acumuló en la frente de Yoon Jong mientras comenzaba a comprender hacia dónde se dirigía esta situación.

 

Hasta ahora, todas las payasadas de Cheong Myeong se limitaban al Monte Hua. Por lo tanto, aunque había problemas, era posible remediarlos. Sin embargo, si bajaba de la montaña, ¿qué tipo de problemas podría causar?

 

Cheong Gong tenía miedo a preguntar, pero aún así lo hizo. “¿Por qué esa ropa los pone tan nerviosos?”

 

Nunca se imaginó que esa pregunta arrancara un suspiro colectivo de los labios de los discípulos del Monte Hua del futuro.

 

“Eso…” Baek Mu, el más cercano a él, fue elegido para responder. “No es sólo ropa normal de civil o el uniforme de la secta…”

 

“¿Entonces?”

 

“... Es ropa de bandido.”

 

“Yuanshi Tianzun…”

 

"H—hay que detenerlo."

 

Si tenía suerte, podría encontrar la información que buscaba, pero…

 

'¡Como si todo esto pudiera suceder tan fácilmente!'

 

Teniendo en cuenta el comportamiento descarado de Cheong Myeong, él preguntaría de inmediato sin tener en cuenta con quién está hablando. ¡Esto podría crear un problema aún mayor!

 

“¿No es Sahyeong demasiado desconfiado? Bueno, supongo que apenas nos conocíamos.”

 

“No, Cheong Myeong-ah, creo que mi reacción seguiría siendo la misma.”

 

“Les juro que nunca le enseñé algo así”, Cheong Mun parecía mortificado. “Ni hizo algo parecido en nuestro tiempo.”

 

“Bueno…” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo hizo una pausa, mirando nerviosamente a su alrededor. “Si fuera Sahyeong, no juraría.”

 

Si llegara a causar un incidente, las consecuencias de lo que ha hecho serían incontrolables.

 

Si no lo hubieran detenido en ese momento, Yoon Jong habría fallado en sus deberes. Si los adultos de la secta descubrieran que Cheong Myeong había causado un incidente, también responsabilizarían a Yoon Jong, el representante de los discípulos de tercera clase.

 

¿Pero cómo podría detener a Cheong Myeong?

 

Si le hubieran podido persuadir con palabras, ya le habrían convencido de lo contrario.

 

Yu Iseol dijo: “Carne.”

 

Baek Sang sonrió. “O dulces.”

 

“¡Un abrazo!” Jo Geol se unió. “Pero todos juntos o nos derribará.”

 

“Si tan solo lo hubiera sabido antes”, se lamentó Yoon Jong.

 

“¡O agujas!”

 

Una gota de sudor bajó por el cuello de Cheong Myeong. “No, eso no, Soso.”

 

Yoon Jong, empapado en sudor frío, abrió la boca.

 

“¿Q—qué vas a hacer?”

 

“Voy a preguntarles directamente”.

 

“¿Y si no contestan?”

 

“¿No lo harían?”

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

“Supongo que suele ser así. Aun así, estoy bastante seguro de que me darán una respuesta”.

 

¡Como si... basta, cabrón loco!

 

Yoon Jong se devanó los sesos intentando pensar en una solución mientras pensaba desesperadamente en cosas que le traerían una paliza si las decía en voz alta.

 

Hye Yeon ofreció una oración por Yoon Jong, quien ingenuamente creía que las palabras podrían detener a un Cheong Myeong que ya había tomado una decisión.

 

“Eres un discípulo, ¿verdad?”

 

"¿Eh? "

 

“¡Eres un discípulo del Monte Hua!”

 

Yoon Jong no sabía por qué, pero sentía que Cheong Myeong tenía un fuerte sentido de orgullo por ser un discípulo del Monte Hua, por lo que planeó usar eso.

 

“¡Un discípulo no debería hacer esas cosas! ¡No seremos diferentes de los grupos indisciplinados si lo haces!”

 

“Oh, en realidad no está mal”, Baek Sang se sorprendió. “Como se esperaba del futuro Líder de la secta.”

 

Yoon Jong se sonrojó, sonriendo tímidamente. “Vaya, gracias.”

 

‘Como si eso alguna vez lo hubiera detenido’, pensó Cheong Mun, temiendo lo que sucedería a continuación. 

 

En realidad, al ser la única figura con la autoridad para castigar apropiadamente a Cheong Myeong, nunca habría presenciado sus desastres de frente, sólo recibía las quejas más tarde y testimonios ambiguos, y ahora tendría la escena completa con pensamientos incluídos. Cheong Mun, con horror, se dió cuenta de algo muy importante:

 

‘Ahora no hay nada que lo detenga…’

 

Si Cheong Myeong quería poner al mundo patas arriba, realmente no había nadie que pudiera regañarlo y arrastrarlo de vuelta. 

 

‘Ah, rezo por las almas de los jóvenes y valientes discípulos del Monte Hua del futuro’.

 

Cheong Myeong asintió profundamente en señal de acuerdo.

 

“Tienes razón. Un discípulo no debería hacer eso”.

 

Claramente, parecía que había funcionado. El rostro de Yoon Jong se iluminó con un rayo de esperanza.

 

“¡C—cierto!”

 

—¡Pero Sahyeong! ¡Escucha!

 

" ¿Eh? "

 

“Hay un dicho budista: si te encuentras con un buda, mátalo; y si te encuentras con un antepasado, mátalo”.

 

“…!”

 

“¡Entonces! ¡Para ser un verdadero discípulo es necesario que comprendas esto!”

 

Se colocó la tela alrededor del rostro, ocultando sus rasgos, y luego gritó con orgullo.

 

“¡A veces es necesario saber cuándo infringir la ley!”

 

Hye Yeon exclamó de inmediato: “¡De eso no se trata! Habla de no hacer representaciones de buda porque no hay que tener preconcepciones. ¿¡Qué hace un taoísta hablando de dichos budistas!?”

 

Yoon Jong suspiró. “Cheong Myeong-ah, tu eres un ancestro.”

 

Cheong Myeong simplemente se rascó la nuca, impenitente. “Je, je.”

 

¿Qué estaba diciendo este loco?

 

“¡Me voy! ¡A ser un verdadero guerrero!”

 

“…”

 

Sólo entonces Yoon Jong se dio cuenta de que detener a este hombre, Cheong Myeong, era imposible desde el principio.

 

El abad hizo una pausa, cambiando de página con una expresión molesta.

 

“Todavía no lo entiendo”, admitió Baek Cheon. “¿No les conviene más seguir consiguiendo del Monte Hua en vez de embargarlo? ¿Para qué quieren una montaña con templos a punto de derrumbarse?”

 

Jo Geol chasqueó la lengua. “Por eso a Sasuk le falta visión. No es sólo una montaña cualquiera sino el Monte Hua. ¿Quiénes crees que querrían ir ahí?”

 

“¿Aquellos que quieran un lugar espiritual para cultivarse?”

 

“¡Mal!” Jo Geol lo señaló. “Si intentan poner una secta ahí, entonces el legado del Monte Hua los seguirá para siempre. Los que querrían estar ahí no serían lo que quieren el Monte Hua, porque entonces lo habrían apoyado o se habrían unido a la secta, sino aquellos que lo odian.”

 

“¿Oh? No me digas…”

 

La cara de Baek Cheon se oscureció.

 

Como para apoyar el punto de Jo Geol, el abad anunció: “El siguiente capítulo se titula: ¿Eres de la Secta Jongnam? Primera parte.”

 

“Me alegro de no ser un discípulo de Jongnam”, Baek Cheon frunció el ceño, irritado. “Nunca lo sería aunque me maten.”

 

Cheong Myeong acarició la cabeza del discípulo frustrado. “Así es, incluso si nuestro Dongryong nace ahí, lo odiará tanto que lo echarán de casa, ¿no es así?”

 

“¡Huí con mis propios pies!”

 

Notes:

¡Gracias por sus comentarios! Si les gusta esta historia, continuen apoyando la historia en los comentarios, ¡digan sus partes favoritas!. Todos queremos ver a Hyeon Jong en la escena de la caja fuerte, que Lee Songbaek aparezca y finalmente descubran a nuestro Dongryong siendo un matón. Todos van a ser avergonzados hasta la muerte...

Chapter 11: Capítulo 20, 21 y 22: ¿Eres de la Secta Jongnam? (1, 2 y 3)

Summary:

[Por supuesto, solo después de que obtuviera lo que necesitaba.

‘Si te pone triste o enojado, ¡entonces vuelve a la vida!’]

Cheong Mun sonrió. “Bueno, adivina qué.”

[«¡Jejejeje!»

Cheong Myeong sonrió triunfante.]

Cheong Myeong se rió nerviosamente, en contraparte con su yo en la narración.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

“Dejando a un lado esos asuntos”, Baek Cheon apartó la mano de Cheong Myeong suavemente. “¿La técnica de la flor de nieve…?”

 

“Sí, ahora veremos cómo lo descubrí”. Cheong Myeong bajó la voz hasta que sólo las personas más cercanas a él pudieron escucharlo con dificultad. “La profundidad de la podredumbre de Jongnam. Todos lo verán.”

 

Las ominosas palabras flotaron en el aire, llenando a los discípulos de tensión.

 

Pueblo Hua-Um.

 

Asentado bajo el Monte Hua, era uno de los pueblos más grandes de Shaanxi.

 

En el pasado, cuando el nombre del Monte Hua resonaba en todo el mundo, la aldea estaba llena de energía y la relación armoniosa con la Secta jugó un papel vital en eso. Los vendedores ambulantes continuaron haciendo fila para visitar la Aldea Hua-Um, y los que querían ver el Monte Hua llegaban sin cesar.

 

Gracias a eso, la Aldea Hua-Um nunca tuvo escasez de clientes para comprar sus productos, y se hizo un nombre al depender del Monte Hua.

 

Los ancianos de la secta del Monte Hua del futuro intercambiaron miradas y una sonrisa irónica. Qué se puede hacer. Una relación que comenzó armoniosamente no necesariamente se mantendría como tal con el paso de las generaciones.

 

Pero el tiempo hace tontos a todos los hombres.

 

El Monte Hua comenzó a declinar y su nombre se desvaneció de la memoria; como tal, la vida en la Aldea Hua-Um comenzó a desangrarse. Sin embargo, el Pabellón Tae-Hua, la base principal, aún se mantuvo firme. Y ahora, en el último piso de este estimado lugar, se reunieron docenas de Comerciantes.

 

«Jajaja».

 

Grandes sonrisas estallaron.

 

«El Líder de Secta parecía nervioso. ¿Viste esa cara suya?»

 

«Muy nervioso. Después de todo, finalmente hemos emitido un ultimátum».

 

Los jóvenes discípulos del futuro, quienes admiraban enormemente a su líder de la secta, pusieron caras inconformes y mostraron diversos grados de descontento. Está bien incluso si hay una deuda y van a reclamarlo siendo un poco groseros, ¿pero cómo podían disfrutar del sufrimiento del líder de la secta y burlarse de él de esa manera?

 

«¡Por ​​supuesto, fue demasiado! ¡Solo las monedas que tomaron fueron 100,000 nyang! Muchas Sectas se duplicarían ante tal riqueza; ¡sus operaciones deberían haber aumentado al menos dos veces! ¡Extendimos nuestras manos para ayudar debido a las relaciones de nuestros Antepasados, pero al menos deberían haber tenido algo de conciencia y devolverlo!»

 

“¿¡Cien mil nyang!?” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo fue el primero en levantarse para protestar. “¿Cuántas mesadas son eso? ¿Cuánto alcohol podría comprar con eso? No, es demasiado… ¿Cómo demonios llegaron a cien mil nyang…?”

 

Cheong Myeogn sacudió la cabeza con tristeza. “Tasas de interés.”

 

El Santos de la Espada frunció el ceño, sin saber a qué se refería, ¡pero si él no sabía, Cheong Myeong tampoco debió saberlo en ese entonces! Así que se guardó su duda para sí mismo y decidió continuar escuchando la lectura, fingiendo que sabía de lo que el otro hablaba. Sólo su yo del futuro sabía del engaño, pero no lo delataría; era un pacto de hermanos(?.

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro, quienes no sabían a cuánto ascendía la deuda anterior de la secta, ahora lloraban.

 

“¡Líder de la secta!”

 

“¡Sentimos no habernos dado cuenta, Líder de la secta!”

 

Baek Cheon los regañó rápidamente para que se callaran. “¡Tontos! El Líder de la secta siempre ha buscado lo mejor para nosotros. En vez de disculparse, deberían agradecerle.”

 

Hyeon Jong no estaba seguro de cómo reaccionar cuando una horda de discípulos le agradecieron con los rostros llorosos, pero decidió sonreír para ellos, sonriendo mientras pensaba en que había valido la pena y estaba feliz de que ya no tuvieran que preocuparse por no saber de dónde vendría su próxima comida.

 

«Cierto. Un hombre debe tener un sentido del decoro”.

 

El Dueño de Tae Hua, Kong Mun-Yeon, asintió mientras sonreía.

 

«Aunque soy un Comerciante aquí, debo admitir que fue desagradable tener que emitir tales órdenes en un lugar con profundas conexiones con mis Antepasados».

 

“Bah”, Cheong Myeong expresó su descontento en voz alta, e inmediatamente los jóvenes discípulos del futuro lanzaron sus propios insultos.

 

“¡Qué quieres decir, Dueño Kong! El Dueño Kong hizo todo lo que pudo. En primer lugar, a pesar de incumplir el contrato y no cumplir con la fecha de reembolso en varias ocasiones, todavía les ofreció varias prórrogas y oportunidades para pagar sus deudas”.

 

Hyeon Jong se removió en su asiento. No estaban precisamente equivocados , para muchos, el haber dado las prórrogas para el Monte Hua fue pura bondad, ya que realmente no sabían que el negocio pertenecía legítimamente al Monte Hua. Aún así, fue un crimen, y el mal tarde o temprano sería pagado, ni siquiera la ignorancia podría salvarlos de ello. 

 

«Cierto. Nadie puede culparte por eso. Deberíamos estar alabándote por la misericordia que mostraste”.

 

“Me alegra escuchar tal apoyo”.

 

El Propietario (Dueño) Kong se inclinó y bebió de su vaso. Pero por dentro, estaba ridiculizando a los que lo rodeaban.

 

Qué cómodo.

 

Bueno, afortunadamente, podía vivir una vida tan simple.

 

‘El Monte Hua está lleno de potencial’.

 

El verdadero poder del Monte Hua no provenía de su fuerza actual. Lo más importante del Monte Hua era la historia que tenía.

 

Yoon Jong hizo una pausa para evaluar a Jo Geol, quien había previsto de alguna manera esta situación. “Supongo que tú también tienes tus puntos fuertes.”

 

Jo Geol se giró, sorprendido, haciendo una cara de interrogación. “Pero Sahyeong, tengo muchos puntos fuertes.”

 

Yoon Jong le sonrió. “Claro.”

 

“...”

 

Cuando un clan de este tipo siguió existiendo durante cientos de años, hubo personas que entablarían relaciones con él, quisieran o no. Al menos en Shaanxi, era difícil encontrar personas que no tuvieran conexión con el Monte Hua.

 

El Monte Hua actual no era más que una mota en comparación con su antigua gloria; incluso si desaparece, a pocas personas les importaría un carajo.

 

Pero lo más importante era lo que sucedería después.

 

Una vez que la gente se dé cuenta de que el Monte Hua desapareció, más y más querrán saber ‘por qué’. Si la causa es injusta y no pueden mostrar un razonamiento adecuado, entonces esta Aldea Hua podría ser destruido instantáneamente.

 

“¿Es así?” Baek Cheon parecía el más desconcertado. “La mayoría ni siquiera recordaba que existíamos, ¿por qué harían todo esto?”

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua. “Presta atención, Sasuk, no puedes seguir siendo ingenuo ante las tácticas sucias cuando seas Líder de la secta.”

 

Baek Cheon frunció el ceño, inclinándose hacia adelante con el rostro fijo en el podio, concentrándose al máximo en la lectura en voz alta.

 

La mayoría de los relacionados con el Monte Hua eran personas de alto estatus.

 

“... ¿Pero no querían destruirnos con subterfugios?”

 

Cheong Myeong decidió educar rápidamente al futuro líder de la secta. “Por supuesto que quieren hacerlo, pero si más tarde el Monte Hua cae y no hacen nada, parecerán despiadados, ¿no es así? Es sólo un acto de encontrar un ‘culpable’ para sentirse bien y dar una buena imagen.”

 

“Realmente, todo esto es tan innecesario…” Baek Cheon dejó escapar un suspiro. “Sin embargo, supongo que también es una forma de protección.”

 

Si una secta desaparece y nadie hace algo al respecto, quién sabe cuál sería la siguiente, podría ser la tuya. Por eso, aún se preocupaban de que otros siguieran las normas, que investigaran lo que sucedió y dieran con un culpable al cual castigar, pero si ellos mismos no lo hacían serían señalados por otros que piensan de manera similar, por lo que también lo hicieron así. Al final, dió una apariencia de rectitud que enmascaraba la profunda sospecha y la falta de unidad real.

 

Si no fuera así, el Monte Hua podría haber desaparecido hace mucho tiempo, ya sea por estos comerciantes maliciosos o alguna otra persona con un profundo rencor por su secta.

 

‘Pero estará bien’.

 

Porque su plan era prolongado y eficaz. El Monte Hua ha llegado a hervir a fuego lento con el tiempo, como un pato cuya carne se podía desgarrar con meros palillos.

 

«Pero Dueño Kong».

 

«Sí.»

 

«¿Qué planeas hacer con el Monte Hua?»

 

“Hm”.

 

El Dueño Kong sonrió.

 

“El Monte Hua es más significativo de lo que piensas. Puede que sea viejo y esté caído, pero es un buen negocio”.

 

«No lo entiendo».

 

Qué idiotas.

 

La expresión del Propietario Kong estaba casi distorsionada, pero logró mantener una apariencia amistosa.

 

“No subestimes el poder que tiene el nombre del Monte Hua. Incluso si se utiliza como destino turístico, muchas personas querrán visitarlo”.

 

“Si el Monte Hua realmente hubiera caído, ¿sería usado como una atracción turística?” Baek Sang se quedó boquiabierto. “Ni siquiera querían visitarlo en ese entonces, ¿por qué lo harían cuando ellos fueran los dueños?”

 

Baek Cheon lo meditó. “Bueno, sería difícil visitar otra secta sin un motivo, pero si no es una secta sino un lugar con historia y un buen qi ambiental, sería una historia diferente, ¿no es así?”

 

“Deberíamos de haber cobrado por que visitaran nuestro Monte Hua.”

 

Hyeon Yeong aprobó el comentario de su querido sucesor.

 

«Pero…»

 

Yu Jong-San, que vendía seda, tenía una expresión arrugada mientras hablaba.

 

“¿Cuánto cuesta reconstruir el Monte Hua? ¿No sería mejor conseguir algo más?”

 

“No necesitamos nada más”.

 

“Mmmm”.

 

El Propietario Kong frunció los labios.

 

“No tienes que preocuparte mucho. No deseo revelarlo ahora, pero ciertamente hay un lugar que ofrecerá suficiente compensación por ese lugar, incluso si no queda nada de él.

 

“¿Tú crees eso? Para que el Monte Hua sea amado como…”

 

“Es al revés”.

 

“Ah…”

 

Yu Jong-San asintió como si entendiera.

 

Una Secta que quisiera borrar la presencia del Monte Hua lo compraría por un alto precio sólo para destruirlo. Y ya podían pensar en un par de Sectas.

 

“¡Ah! ¡Ese era su verdadero plan!”

 

Los discípulos del pasado y del futuro comenzaron a lanzar insultos furiosos entre ellos, condenando a los comerciantes de Hua-Um.

 

“Ya no creo que pueda ver de la misma manera a los comerciantes en Hua-Um”, admitió Tang Soso. “Aunque parecían tan amables...”

 

“Amitabha.”

 

“Ahora está bien”, los tranquilizó Jo Geol. “Por ahora. Y el gremio Eunha los está controlando activamente. Por ahora.”

 

Cheong Mun también parecía profundamente preocupado. Para que los discípulos del Monte Hua no supieran que los negocios les pertenecían, los dueños tendrían que haber aprovechado un momento de transición del liderazgo en el que se hubiera perdido información importante, hace suficiente tiempo como para haber acumulado una deuda tan grande. No era tan difícil adivinar qué fue lo que hicieron. El inicio de la podredumbre estaba en la generación de comerciantes que pertenecía a su tiempo. ¿Cómo podía evitar esto?

 

“Entonces, no te preocupes. Conseguiremos nuestro dinero”.

 

“¡Kuahaha! Como si estuviera preocupado. Siempre creímos en ti, Propietario Kong”.

 

«¡Por supuesto! ¡Los comerciantes siempre creímos y te seguimos!”

 

Kong Mun-Yeon asintió con una sonrisa.

 

Pero su corazón albergaba pensamientos diferentes.

 

‘Ya no puedo hacer negocios con esta gente’.

 

Esta era una tierra moribunda. Cuando el Monte Hua saltó a la fama en el Mundo, este lugar floreció, pero ya no quedó nada. Debido a sus profundas conexiones con el Monte Hua, se habían quedado, ahora eran cáscaras que se descomponían lentamente, pronto para ser cáscaras vacías de lo que eran antes.

 

En primer lugar, la Aldea Hua-Um no era la atracción principal aquí, por lo que ya no venía mucha gente. Sin embargo, la única razón por la que pudieron quedarse y vivir fue por el dinero que ganaron cuando floreció el Monte Hua.

 

Si el Monte Hua desapareciera por completo, este pueblo estaría muerto.

 

“Uno pensaría que eso los alentaría a ayudar”, suspiró el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Después de esta lectura, no creo que pueda volver a confiar en nadie.”

 

Cheong Myeong inconscientemente asintió de acuerdo pero rápidamente negó con la cabeza. “¡No! Incluso si todos parecen un poco dudosos, puedes confiar en los discípulos del Monte Hua. Mientras pertenezcan al Monte Hua, puedes golpearlos hasta que sean buenos o lo que sea necesario.”

 

Baek Cheon, Jo Geol y Yoon Jong se estremecieron, sintiendo cómo revivieron las viejas heridas en una sola frase. Sí, aquél momento de desarrollo de personalidad forzado por palizas (¿crecimiento post traumático?). 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo lanzó una mirada hacia atrás y, contemplativo, comentó. “¿... Pero por qué también hay un monje de Shaolin mezclado ahí?”

 

Cheong Myeong sacudió la cabeza. 

 

“He intentado deshacerme de él, aún así insiste…”

 

“¡Siju! ¡Por favor! Admiro profundamente las acciones pasadas y presentes del Monte Hua y sus discípulos, así que deseo aprender de ustedes. ¡Yo también le deseo lo mejor al Monte Hua!”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo asintió con una sonrisa. “Me cae bien.”

 

Cheong Myeong, en cambio, dejó escapar un suspiro de hartazgo. 

 

“¿Cómo puedes decir eso? ¿No te da vergüenza decirlo siendo discípulo de otra secta?”

 

“Esto y eso son cosas diferentes…”

 

‘Antes de que sea demasiado tarde, necesito organizarme e irme’.

 

Si puede tratar de obtener mucho dinero vendiendo el Monte Hua, podría mudarse y establecerse en otro lugar. Para hacer eso…

 

“¿Mmm?”

 

En ese momento, Kong Mun-Yeon volvió la cabeza.

 

«¿Quién es?»

 

Tan pronto como gritó, los guardias que estaban allí salieron corriendo.

 

«¿Quién está ahí?»

 

«¿Hay alguien?»

 

Kon Mun-Yeon no respondió y esperó a que regresaran los guardias.

 

Finalmente, los guardias regresaron.

 

«Nadie estuvo allí».

 

“…”

 

Cuando Kong Mun-Yeon no dijo nada, Yu Jong-San habló con una sonrisa.

 

«Propietario Kong. ¿No estamos en el último piso del Pabellón Tae Hua? ¿Quién podría siquiera venir aquí?»

 

Casi al unísono, las Cinco espadas se quejaron en voz alta, ‘aigoo’ esto, y ‘aigoo’ aquello. 

 

Como siempre, fue la boca floja de Jo Geol la que le permitió hacer una pregunta que los demás no harían fácilmente. “Ahora que sabemos tu verdadera identidad, quiero, no, necesito saber quién te enseñó a espiar a la gente con un traje de ladrón, golpear en los lugares que no se ven fácilmente y beber licor como un demonio.”

 

Conforme seguía enlistando cosas, Cheong Myeong agitó las manos, incitándolo a guardar silencio porque su Sahyeong estaba escuchando.

 

“No fue nadie”, respondió Cheong Mun con una sonrisa resignada. “Lo aprendió él mismo.”

 

Pero al Santo de la Espada Flor de Ciruelo esto no le sonó bien. “No, si lo piensas bien, ¿no fue Sahyeong quien me enseñó a hacerlo?”

 

Cheong Mun se quedó boquiabierto. “¿Cómo…?”

 

“Si, sí… Fue Cheong Mun sahyeong quien dijo ‘incluso si comes carne, ¡nunca deberías beber alcohol!’ cuando ni siquiera había pensado en probar una gota. Luego también me prohibió escuchar a escondidas las conversaciones importantes y leer la correspondencia secreta, antes de que siquiera tuviera curiosidad. Y más tarde, también me dijo que el uniforme taoísta era lo único que me distinguía de los ladrones, así que debería usarlo bien”, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo parecía bastante contento mientras narraba cada evento. “Así que, por supuesto, tenía que hacerlo para saber por qué querría hacerlo.”

 

Cheong Mun se llevó las palmas de la mano al rostro.

 

“Yuanshi Tianzun, ¡qué clase de lógica es esta!”

 

Yu Iseol, con la cara seria, le ofreció la respuesta. “La de un niño pequeño.”

 

“Ah…”

 

Mientras Cheong Mun sintió que era iluminado, Cheong Myeong protestó en voz alta por la falta de respeto de los niños de hoy en día (y se avergonzó un poco al escuchar su propia lógica de ese entonces, ¡qué infantil se escuchaba!).

 

«Cierto. Y si había alguien, lo habrían encontrado. ¿Dónde se esconderían aquí?»

 

Kong Mun-Yeon asintió con la cabeza.

 

‘¿Estaba siendo demasiado cauteloso?’

 

Cheong Jin sonrió ante las payasadas de ambas versiones de su Cheong Myeogn sahyeong, y referenciando tanto a la lectura como a la charla ociosa, comentó: “Ninguna cantidad de cautela habría sido suficiente para detener a Sahyeong.”

 

Baek Cheon se rió entre dientes. “Si hubiera sido Cheong Myeong, apuesto a que podría haber molido a golpes a un tigre desde el día en que nació.”

 

Cheong Myeong se señaló, desconcertado. “¿Qué clase de cosas locas piensan de mí?”

 

Podría ser. No tendría que esperar mucho más hasta que sus anhelados deseos se hicieran realidad.

 

“Parece que estoy cansado. Quiero disfrutarlo un poco más, pero creo que sería correcto terminar mi disfrute aquí”.

 

Todos estuvieron de acuerdo con esas palabras y se levantaron. Sin embargo, una vez que los nervios estaban furiosos, rara vez se calmaban fácilmente.

 

Parecía que necesitaba descansar.

 

“¡Uhhhh!”

 

Yu Jong-San se tambaleó mientras caminaba por la calle.

 

«¡Se siente tan bien!»

 

Parece que tomó demasiado alcohol por la noche. Y su emoción no había parado.

 

Cheong Myeong llamó la atención de los discípulos a su alrededor con una sonrisa. “Debe ser aquí. Está a punto de comenzar.”

 

Devolviendo la sonrisa, Tang Soso señaló su buen humor. “¿Ahora Sahyeong disfruta ser el centro de atención?”

 

Yoon Jong, tranquilo, añadió. “A nuestro Cheong Myeogn siempre le ha gustado la atención, ¿recuerdan el torneo de Shaolin?”

 

“Tonterías”, Cheong Myeong lo interrumpió. “Presten atención al diálogo.”

 

¿Por qué?

 

¡Tanto dinero está a punto de llegar!

 

El dinero que podrían obtener del Monte Hua es inmenso. El interés del préstamo que se les ha otorgado se ha ido acumulando durante tanto tiempo que el monto inicial es minúsculo en comparación.

 

Si solo eso pudiera recuperarse, nunca tendría que volver a trabajar y podría descansar y jugar por el resto de su vida.

 

Kong era una persona poco confiable, pero hablaba en serio cuando se trataba de asuntos de dinero. Independientemente de lo que planeó detrás de escena, lo que le importaba a Yu Jong-San era que le pagaran.

 

«La luna es brillante… ¿Qué? ¿No hay luna? Eh”.

 

A diferencia de Tang Gunak, quien fruncía el ceño y apretaba los puños con disgusto, Tang Bo se rió alegremente. “¡Qué tonto!”

 

Él no se refería al comentario sobre la luna, por supuesto, eso sólo era el delirio de un borracho, ¡hablaba de sus ambiciones para ganar dinero a costa del Monte Hua frente al espadachín más (diabólico) fuerte y ferozmente protector del Monte Hua!

 

“Futuro Líder del clan, no se preocupe por estos comerciantes, pronto serán barridos por la tormenta.”

 

“No me preocupa, Anciano”, Tang Gunak enderezó su expresión a penas, con el aplomo de un líder que había pasado años y años perfeccionando su fachada. “Sólo tengo algunos pensamientos desagradables sobre los traidores.”

 

Después de lanzar una explicación que podía considerarse una queja, Tang Gunak esperaba que Tang Bo estuviera de acuerdo con él y añadiera sus propios insultos condescendientes, ya que no se había mordido la lengua antes, pero en su lugar le dirigió una sonrisa ambigua. 

 

“No todos pueden ser niños filiales, eh.”

 

“¿...?”

 

“Líder del clan.”

 

Tang Gunak giró la cabeza una vez más, prestando atención al Santo oscuro, pero este no dijo nada durante mucho tiempo. Esperó pacientemente, sin querer apresurarlo, hasta que finalmente lanzó una línea que parecía no estar relacionada.

 

“Me alegra que el Clan Tang se haya vuelto tan cercano a la Secta Monte Hua.”

 

Tang Gunak sonrió, mucho más cálido que en cualquier momento anterior de la lectura. “Pensé que era extraño que se fijara en el Clan Tang. Supongo que el Anciano plantó las semillas para nuestra amistad con el Monte Hua.”

 

“Amistad”, repitió, sin entender del todo cómo funcionaba la relación que compartían su clan y el Monte Hua en el futuro, pero sabiendo que era algo bueno. “Parece que al final logré hacer algo por el clan mientras jugaba por ahí.”

 

Tang Jopyeong infló el pecho con orgullo. “Claro que sí, Santo Oscuro. La amistad que compartieron el Santo de la Espada Flor de Ciruelo y usted fue el legado de la nueva generación.”

 

Tang Bo acarició el cabello del niño que se había vuelto más viejo que él, sintiéndose satisfecho con esas palabras. 

 

Yu Jong-San sonrió y miró a su alrededor. En lugar de caminar por una calle ancha, se había tropezado, borracho, en un callejón lúgubre y solitario. Fue espeluznante.

 

Jaja.

 

No estaba pensando con claridad. Si viniera un ladrón ahora…

 

«Tú, espera allí».

 

“…”

 

Yu Jong-San cerró y abrió los ojos repetidamente.

 

Alguien estaba bloqueando el callejón oscuro. De la ropa negra a la máscara. Verdaderamente…

 

“Máscara…” Cheong Mun sintió vergüenza ajena al escuchar el ridículo espectáculo. “¿Realmente lleva una máscara de ladrón?”

 

“No se me había ocurrido”, admitió el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Pero no es mala idea— ¡ay! ¡Sahyeong!”

 

Como un ladrón.

 

Era bastante pequeño para ser un ladrón, no demasiado aterrador, pero sus intenciones eran claras. Aún así, ¿los ladrones suelen cometer robos con esa ropa? ¿No era demasiado obvio?

 

“¿Qué tiene de malo mi ropa?” Se quejó Cheong Myeong en un gemido. “De verdad, ¿incluso van a criticar el vestuario de los ladrones?”

 

Baek Cheon suspiró, sufriendo por la pena ajena tanto como Cheong Mun. “¡Porque es obvio que solo te intentas hacer pasar por un ladrón!”“Ya no creo que pueda ver de la misma manera a los comerciantes en Hua-Um”, admitió Tang Soso. “Aunque parecían tan amables.”

 

“Pero en mis tiempos, un buen ladrón—”

 

Tang Soso exclamó en el fondo. “¡Hace cuántos siglos fue eso!”

 

Cheong Myeong gruñó pero tampoco pudo refutarlo.

 

‘La ropa estaba gritando que es un ladrón.’

 

Yu Jong-sang sonrió y abrió la boca.

 

«¿Estoy siendo asaltado?»

 

«No me importa el dinero».

 

Baek Cheon señaló al podio, como diciendo, ‘¿ves? a eso me refiero’.

 

Agitando la mano, Cheong Myeong lo descartó. “De todos modos, el punto era ser irreconocible y lo conseguí”. Después de pronunciar las palabras, se encogió sobre sí mismo al recordar su interacción con la secta Wudang mientras usaba el mismo traje.

 

El ladrón dio un paso adelante.

 

«Si respondes a mis preguntas, te despediré amablemente».

 

“¿Ho-oh?”

 

Yu Jong-San se rió.

 

«No es que no quiera darte una respuesta, pero siento que sería un poco difícil».

 

Con esas palabras, levantó la cabeza.

 

“Ya veo, tengo mucha gente conmigo. Porque ya no es seguro andar solo”.

 

Myeong Do lo habría compadecido si no siguiera tenso por saber exactamente qué era lo que tramaba el propietario Kong y quién lo incitó, ¡este asunto no podía ser tan simple! 

 

Aún así, enfrentar a su Sasuk con violencia era la peor idea que podría haber tenido ese hombre. 

 

¡Task!

 

Un grupo de hombres que portaban espadas apareció con un leve sonido. Eran guardias que escoltaban en secreto al hombre.

 

«Me encantaría responder a tus preguntas, pero no creo que hacerlo haga feliz al Sindicato de Comerciantes».

 

El ladrón solo miró al hombre. Yu Jong-San, que se había recuperado, cerró la boca y esta vez, uno de sus escoltas habló.

 

«¿Qué tengo que hacer? ¿Matarlo?»

 

“Uhm”.

 

Yu Jong-San se acarició la barba.

 

«Si vino aquí con esa ropa oscura, ¿no significa eso que vino aquí con un propósito y no para robarme?»

 

«Eso creo».

 

«Entonces, necesitamos escuchar el propósito. Captúralo para mí para que pueda hacer que hable».

 

“¿No es bastante razonable?” Comentó Jong Hwe, a lo que Un Geom lo corrigió casi de inmediato. 

 

“Un supuesto bandido que no atenta contra ti por dinero sino por información debe de haber sido enviado por alguien, por lo que si no descubren quién es, tendrán que lidiar con un enemigo desconocido tarde o temprano. El propio bandido sería su mejor fuente de información en esta situación.”

 

Jong Hwe asintió varias veces. “Entendido, Sasuk.”

 

Mientras tanto Cheong Myeong negó con la cabeza. Dios mio, a los pollitos de ahora parece que les han pulverizado el cerebro con tantos golpes a la cabeza. Oh, ¿no debería de ser una reflexión para mejorar él mismo?

 

Tal vez debería de comenzar a apuntar a otras partes del cuerpo más que la cabeza…

 

«¡Sí!»

 

Con eso, las escoltas se precipitaron hacia adelante.

 

«¡Espera un momento!»

 

El ladrón mostró su palma para detenerlos.

 

“¿Eh?”

 

«Mira, si es posible, me gustaría no causar una escena. Entonces, si solo respondes lo que necesito saber, todo terminará bien. Entonces…»

 

“Así que esto es lo que haces cuando te vas como bandido”, Baek Cheon negó lentamente con la cabeza. “¿Cómo podrían simplemente obedecer?”

 

Cheong Myeong hizo una mueca. “Tsk, en mis días, no importaba lo que preguntara, incluso si me entrometía en temas personales, todos responderían fácilmente. No estaba de más intentarlo.”

 

“Eso definitivamente fue porque eras el Santo de la Espada Flor de Ciruelo y estaban demasiado asustados para no obedecer…” 

 

Echando un vistazo al cuerpo anterior de su sajil, un hombre con una figura musculosa y un rostro tosco, sólo pudo pensar en que, si este hombre usara su intención asesina, incluso Baek Cheon se hubiera rendido ante la posibilidad de luchar y en su lugar habría corrido en dirección opuesta.

 

“¿Era por eso?”

 

Curiosamente, la pregunta provino de Cheong Myeong y el Santo de la Espada Flor de Ciruelo al mismo tiempo. Esto generó algunas sonrisas en las personas alrededor, a quienes todavía le parecía curioso tener a la misma persona dos veces .

 

“¿Cuánto tiempo van a escuchar su mier*a? ¡Tráiganlo!»

 

«¡Sí!»

 

Yu Iseol lo consoló. “Cuando crezcas volverá a funcionar.”

 

“¿Entonces no es el cuerpo?” Cheong Myeong se miró a sí mismo. “Ah, es porque soy guapo, ¿verdad?”

 

Cheong Myeong lo habría pensado desde la primera vez que reencarnó: este cuerpo no estaba nada mal, especialmente la cara. Ja, incluso él siente la necesidad de golpear a un enemigo en la cara cuando es demasiado bonito, sólo hay que mirar a dónde fue a parar la familia Jin en sus enfrentamientos. Yu Iseol negó con la cabeza en silencio, pero él ya no estaba prestando atención. 

 

Los escoltas rodearon al ladrón en un instante.

 

‘Idiota.’

 

Al ver eso, Yu Jong-San volvió la cabeza porque se sentía incómodo al ver escenas violentas.

 

Tenían un contrato con una gran suma de dinero involucrada. Entonces, los escoltas que le dieron eran más capaces que el promedio. Esta vez, el ladrón tuvo mala suerte…

 

Kwang!

 

Bueno.

 

¡Boom!

 

Dios mío, pobre ladrón.

 

¡Kwak!

 

Yu Jong San frunció el ceño. Parecía demasiado violento que un hombre fuera golpeado tanto.

 

Yoon Jong observó a Jo Geol por un largo momento antes de suspirar. “Sí, así imagino a Jo Geol como un comerciante.”

 

“¡Oye! Él es practicamente un idiota arrogante, ¿cómp puedes compararnos?”

 

Pero el otro sólo se rió. “Me refiero a ser golpeado por Cheong Myeong después de meterte con él por accidente.”

 

‘Yo tampoco haría eso’, quiso decir, sin embargo, ¿no había empezado su relación de esa manera y justamente acababan de verlo? 

 

«¿No les dije que él necesita hablar?»

 

«¿Eh? ¿En serio?»

Cheong Mun sonrió, ocultando la expresión detrás de su mano, fingiendo encontrar contemplativo. Ah, al no tener que preocuparse por las consecuencias y simplemente poder disfrutar del espectáculo… 

 

A veces incluso encontraba a Cheong Myeong un poco gracioso, como cuando hacía algunas de sus travesuras cuando era solo un niño. Era lindo y un poco tonto.

 

«Si. Estoy seguro… ¿eh?»

 

¿Quién respondió eso?

 

Yu Jong-San miró hacia atrás.

 

“…”

 

Sus guardias de escolta estaban despatarrados ante él, echando espuma por la boca como cangrejos. El ladrón claramente los había aplastado y ahora se acercaba constantemente a él.

 

“El lenguaje es lo que separa a los hombres de los meros animales, pero cuando se te da la oportunidad de hablar, eliges demostrar que eres una bestia”.

 

Algunos discípulos del Monte Hua sonrieron y se rieron para sí mismos, mientras que otros maldijeron la hipocresía en sus palabras. Baek Cheon, mientras tanto, el único lo suficientemente imprudente y vengativo para pronunciar una frase así, lo repitió en silencio esperando poder ponerlo en práctica en el futuro. 

 

Sin que él lo supiera, las cinco espadas se encontraron grabando la frase en sus cabezas inconscientemente. Ellos eran los que más atentos estaban al comportamiento y frases de Cheong Myeong, esperando su momento para mostrar cuan bien habían aprendido.

 

“…”

 

El ladrón movió el dedo.

 

«Ven aquí, ven ahora».

 

“…”

 

Yu Jong-San se acercó en silencio al hombre enmascarado como si estuviera poseído.

 

“Una vez más, si respondes bien, no pasará nada. ¿Entendido?»

 

“No está mal, no está mal”, murmuró Cheong Jin. “Estoy pensando que no estaría mal enviar a Sahyeong a ciertas misiones fuera de la secta, sólo hay que elegir con cuidado.”

 

“Jin-ah, aún hay que mantener relaciones políticas favorables.”

 

“Por eso hay que elegir con cuidado.”

 

Cheong Mun tuvo un mal presentimiento.

 

No, en cierto modo parecía que Cheong Myeong tenía bastante paciencia antes de explotar, ¿pero debería llamar un talento al hecho de que fuera tan capaz de llevar a que la situación explote solo con sus provocativas palabras? Bueno, al menos este no era el caso (aún).

 

«¡Sí!»

 

La respuesta llegó de inmediato.

 

«Ahora bien».

 

“…¿eh?”

 

«Si hubieras respondido así en primer lugar, simplemente me habría ido, pero como intentaste pelear conmigo, necesitas ser castigado, ¿verdad?»

 

Cheong Mun suspiró. “Por supuesto, era mucho pedir.”

 

“Pero Sahyeong, él es el malo aquí”, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo señaló al podio con desconcierto.

 

“Ah, sí, eso no está mal. Hablaba de otra cosa.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo, por supuesto, no le creyó. Entrecerró los ojos, haciendo muecas con descontento como protesta silenciosa antes de dejar el asunto, solo porque era su Sahyeong.

 

“¿Eh?”

 

«No te preocupes. Me aseguraré de que puedas hablar.

 

“…”

 

Fue un día oscuro en la vida de Yu Jong-San.

 

El Abad, moviendo su mano para dar vuelta a la página, sacudió su manga de manera elegante, volviendo a su posición inicial para continuar leyendo. “Comenzamos con la segunda parte.”

 

“…chie… enchiendo…”

 

«Habla correctamente; suenas ridículo».

 

«… Entiendo.»

 

“Mmmm”.

 

El ladrón, Cheong Myeong, cruzó las piernas mientras pensaba.

 

Por supuesto, nadie se sorprendió ante la ‘revelación’, ni siquiera aquellos pertenecientes a otras sectas que no habían alcanzado a escuchar la conversación que estaba teniendo lugar del lado de la Secta del Monte Hua.

 

Seol Sobaek comentó de manera considerada: “Dojang realmente puede hacer cualquier cosa. Es impredecible.”

 

«Entonces.»

 

«Sí»

 

«¿Dices que el dinero que le prestaste al Monte Hua superó los 100,000 nyang?»

 

«… sí.»

 

«¿Cien mil?»

 

«Sí.»

 

«¿Cien mil?»

 

Yu Jong-San quería llorar.

 

‘¡Eso es lo que estoy diciendo, idiota!’

 

Si alguien tiene una queja, debe ser resuelta a través de la conversación. ¡Pero este hombre estaba intimidando y abusando de otros de esta manera!

 

Cheong Myeong frunció el ceño, apretando el puño. “Ahora creo que me quedé corto con la paliza.”

 

Los discípulos más cercanos se alejaron sutilmente de él, presionando sus cuerpos contra el reposabrazos de sus asientos. Realmente no querían que fuera su turno en esta experiencia de ‘mostrar sus pensamientos’. 

 

“¡Agh! ¡Yo fui el que propuso el diálogo primero pero él lo rechazó!”

 

Baek Sang levantó una ceja ante su indignación. ‘Sajil, fuiste con ropa de ladrón y admitiste que ibas a interrogarlo con intenciones impuras, ¿¡qué más esperabas!?’

 

«Oye.»

 

«¡Sí!»

 

“Incluso con varias empresas unidas, no parece que puedas pagar 1000 nyang. Sin embargo, ¿estás diciendo que le prestaste 100,000 nyang al Monte Hua?

 

“Ah, eso…”

 

Yu Jong-San, quien finalmente entendió por qué estaba confundido Cheong Myeong, respondió con una gran sonrisa.

 

“Ves, así es como funcionan las tasas de interés. Si presta dinero con una tasa de interés alta, el interés seguirá aumentando hasta que se pague el saldo del capital. Jeje, crece rápidamente y antes de que te des cuenta se convierte en—”

 

¡Hijo de p*rra!

 

Aunque fue Cheong Myeong quien lo pensó, los discípulos del Monte Hua rugieron sus propios insultos junto a él. 

 

“¡Esos imbéciles!”

 

“¡Bastardos! Cuando volvamos, definitivamente los voy a—”

 

“¿¡Cómo se atreven!?”

 

“¡Esto es una estafa! ¡Estafa!”

 

Algunos insultos ni siquiera pertenecían a los discípulos del Monte Hua, sino al clan Tang y los palacios exteriores. Maeng So fue particularmente ruidoso y de alguna manera se las arregló para agrietar su asiento, para sorpresa de su mano derecha, quien hizo lo posible por calmarlo antes de que terminara en un asiento roto que nadie podría arreglar.

 

“Kuak!”

 

Yu Jong-San agarró su cabeza que fue golpeada.

 

«Deja de estar orgulloso de eso, idiota».

 

“Uf”.

 

Cheong Myeong respiró hondo.

 

‘Bueno, no tiene sentido culparlo’.

 

Quizás esta deuda se ha ido acumulando durante mucho tiempo.

 

‘Cierto’.

 

No tiene sentido venir y pedir prestadas grandes sumas de dinero ahora. El momento en que el Monte Hua necesitó dinero habría sido cuando se estaba derrumbando. Hubieran requerido dinero para evitar que la gente se fuera y mantuviera su nombre.

 

«Por cierto».

 

«Sí.»

 

«¿Dijiste que eras el Comerciante de Seda de Hua-Um?»

 

«Sí.»

 

«¿Cuándo lo compraste?»

 

«¿Eh? ¿Qué quieres decir? Nuestra familia ha sido propietaria de esa tienda de telas durante generaciones».

 

Cheong Mun se dió la vuelta hacia Cheong Jin. “Te dije que era importante que nuestro Cheong Myeong-ah se involucrara en los negocios y las finanzas.”

 

“Uff”, Cheong Jin se dejó caer contra su respaldo. “Bien, el Líder de la secta sahyeong tenía razón.”

 

“Aunque insististe una y otra vez en que no tenía sentido.”

 

Cheong Jin frunció el ceño. “¿Cuántas veces no desaparecieron cosas casualmente cuando él estaba ‘encargándose de todo’?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo pisó el pie de Cheong Jin por ‘casualidad’ en ese momento.

 

«… propietario?»

 

«Sí. Hasta donde yo sé, fue mi bisabuelo quien hizo la tienda”.

 

Cheong Myeong sonrió amargamente.

 

‘¿Es posible?’

 

Esta tienda de telas fue una de las que inicialmente fueron propiedad del Monte Hua.

 

¿Entonces?

 

¿Tuvieron éxito todos los negocios originales en Hua-Um?

 

‘Sí.’

 

Tiene sentido. Al principio, esta aldea llamada Hua estaba llena de arrozales hasta que se estableció el Monte Hua.

 

A medida que el Monte Hua seguía creciendo y los visitantes aumentaban, el pueblo cambió y el Monte Hua usaría su propio dinero para desarrollar el pueblo y crear negocios.

 

“¿Oh?”

 

Los discípulos del Monte Hua, quienes conservaban poco de la historia del Monte Hua, se maravillaron con ese pequeño detalle.

 

“Cuando regresemos, los tendré a todos escribiendo absolutamente todo lo que recuerden de esta experiencia”, advirtió Baek Sang. “No perderemos ni un detalle si juntamos nuestros testimonios.”

 

Cheong Myeong hizo una mueca. 

 

¿Vio siquiera cuántos volúmenes estaban ahí? ¡Tendrían que escribir de todo eso! Si no fuera porque sonaba como una buena idea, ya se estaría quejando en voz alta, pero tal como estaban las cosas, lo aceptó en silencio para dar un buen ejemplo al resto de los niños.

 

Los negocios que florecieron en Hua-Um estaban todos bajo el Monte Hua.

 

¿Ahora que? ¿Esta tienda de telas fue heredada de su bisabuelo?

 

Teniendo en cuenta su edad, su bisabuelo probablemente tendría la edad de Cheong Myeong cuando estuvo aquí en el pasado. Incluso Cheong Myeong tenía recuerdos de ir a esta tienda en particular a comprar uniformes para otros Discípulos.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sonrió de lado. “Así que mi edad, justamente, eh.”

 

Crack, crack.

 

El sonido de los nudillos al ser tronados fue aterrador.

 

Algo huele a pescado.

 

Necesito algunas respuestas.

 

«…por favor pregunte cualquier cosa».

 

«Entonces, ¿quién es el dueño de la tienda de té del Monte Hua?»

 

«Ese es el Dueño Yu».

 

«¿Y también ha pertenecido a su familia durante varias generaciones?»

 

«Por lo que sé, sí».

 

«Por supuesto, las 5 principales empresas en Hua-Um son las mismas, ¿verdad?»

 

«Sí. Todos ellos también».

 

‘Quién diría que los pequeños negocios en Hua-Um actuarían de la misma manera que las Grandes sectas’, se burló Cheong Myeong para sí mismo. “Los humanos no son tan diferentes sin importar donde los encuentres… A excepción del Monte Hua, por supuesto.’ Quizás también el pronto a formarse Cheonumaeng será diferente.

 

Y, tal vez, así fue como originalmente comenzaron las Nueve grandes sectas y una unión.

 

Cheong Myeong le sonrió. No hay necesidad de preguntar más; él sabía lo que estaba pasando.

 

Una vez que el Monte Hua se hundió, estas personas deben haber cortado sus conexiones, ¿verdad?

 

No importa cuánto cambiara las cosas en el ‘ahora’, no había garantía para un legado que perdurara por siempre. Sin embargo, a Cheong Myeong eso le funcionó bien, porque sólo quería disfrutar de una buena vida junto a los discípulos del Monte Hua y los discípulos que eventualmente tomen. Lo demás, quizás esté bien que dependa de sus descendientes.

 

«Oh mi».

 

No importaba lo mucho que lo intentara, no pudo evitar que una expresión amarga se deslizara por su rostro.

 

Había dos razones por las que el Monte Hua no dirigía los negocios directamente y se los entregaba a agentes en los que confiaban.

 

La primera fue que no importaba cuán estimada fuera la reputación del Monte Hua, era principalmente una secta que guiaba a los Discípulos por el camino de las Artes Marciales. Si se supiera que dirige tiendas de seda, telas o té, seguramente habría críticas sobre sus prioridades y métodos.

 

En segundo lugar…

 

–Cheong Myeong. Lo que el Monte Hua quiere no es monopolizar la riqueza sino que todos vivamos bien juntos. ¿La gente de Hua-Um no es también gente que pertenece al Monte Hua? Si todos vivimos bien juntos, todos seremos felices; ¿Qué más podría querer alguien?

 

Cheong Mun reflejó la sonrisa amarga, reprochándose a sí mismo al mismo tiempo en que todavía se sentía en conflicto.

 

Si eso no fue lo correcto, ¿entonces qué debió de haber hecho?

 

Tal vez debería de pedirle consejos al futuro Líder de la secta Hyeon Jong, o al propio Cheong Myeong, quienes parecían haber resuelto dicho dilema.

 

‘Así es como somos los Humanos, Sahyeong!’

 

Solo hay una razón por la cual los antepasados ​​y las escrituras enfatizan que las personas deben aprender a devolver la bondad.

 

Fue porque los Humanos son seres que no buscan inherentemente devolver la amabilidad.

 

‘No es como si pudiéramos gobernar todo con puño de hierro’, pensó Cheong Mun. ‘Pero si confiar en las conexiones con otras personas no es lo correcto, ¿cómo puedo manejarlo?’

 

Escrituras .

 

Tal vez no estaba muy alejado de la respuesta.

 

No, en realidad, se alegró de que no lo devolvieran. Cualquiera apuñalaría a su benefactor por la espalda si los beneficios fueran lo suficientemente grandes.

 

Mientras tanto, Baek Cheon y Yoon Jong reflexionaron sobre la misma problemática que el Líder de la secta Cheong Mun. Para el jóven discípulo de segunda clase fue un poco más complicado, ya que estaría en la posición de líder de la secta antes que Yoon Jong, encargándose de asuntos para los que no tenía modelos a seguir más que Cheong Myeong. Al menos Yoon Jong podría observarlo a él antes de ser nombrado.

 

Por lo tanto, el jóven futuro líder de la secta se mordió las uñas con ansiedad, escuchando atentamente y formulando planes para posibles contingencias.

 

La Secta ayudó a estas personas a ganarse la vida, pero en lugar de pagarlo, aprovecharon la calamidad por la que atravesaba la Secta y se hicieron cargo de los negocios.

 

Y sabiendo que lo que hicieron estuvo mal, vivían felices. Poniendo toda la carga en el Monte Hua.

 

“Cómo puede una persona ser tan descarada”, refunfuñó Myeong Do. “Ver a las personas que te ayudaron hasta ahora desmoronándose y aún darles la espalda… Ya no son humanos. Son peores que las bestias.”

 

Tang Soso cruzó las piernas, escuchando con tristeza la lamentable situación de la Secta del Monte Hua antes de su llegada. 

 

Esta era una buena lección para cualquiera que se adentrara en la política. Ella lo sabía muy bien como hija de un líder del clan. No puedes confiar en que otros mantengan su parte del trato.

 

“Uf”.

 

¡Disk!

 

Cheong Myeong pateó a Yu Jong-San con todas sus fuerzas haciendo que el hombre rodara como una canica por el suelo.

 

Esta vez, no hubo nadie que criticara a Cheong Myeong por su uso de la violencia.

 

“¡Uf!”

 

Cheong Myeong lo miró y suspiró.

 

¿Qué voy a hacer con éste?

 

Había una buena posibilidad de que Yu Jong-San ni siquiera supiera lo que estaba haciendo. Realmente parecía pensar que el negocio de las telas era de su familia.

 

‘¿Qué debo hacer con esto?’

 

Cheong Myeong se sintió preocupado.

 

Cheong Myeong miró a su alrededor desganado, notando que los discípulos de todas las generaciones, pasado y futuro, se encontraban con la misma cara desanimada e impotente.

 

Aunque estaba ansioso por mostrar lo que Jongnam había hecho…

 

Si pudiera, al menos le hubiera gustado que los niños nunca tuvieran que ver una escena como esta, protegerlos como el adulto en la situación y mostrarles una sonrisa mientras encontraba una solución. Por eso podía admirar a los ancianos de la secta del futuro. Ahora solo pensaba que sería bueno si esta escena pasara rápidamente.

 

En cualquier otro momento, simplemente golpearía al hombre negro y azul, lo patearía y luego regresaría como si nada hubiera pasado, pero ahora no era tan simple.

 

El Monte Hua es una Secta prestigiosa.

 

Incluso ahora, aunque el nombre se había desvanecido, la imagen del Monte Hua en su tiempo permanece sin cambios para Cheong Myeong.

 

Tal vez las Fuerzas del Mal puedan agredir a las personas sin razón, pero las Sectas prestigiosas deben comportarse apropiadamente y defender su dignidad.

 

Una débil sonrisa adornó los labios de Cheong Mun antes de desaparecer con la misma rapidez. El Cheong Myeong que había criado había interiorizado la justicia y la rectitud apropiadamente. No quería admitirlo ya que era algo básico para cualquier discípulo, pero estaba orgulloso de presenciarlo en primera persona.

 

El día en que actúe sin restricciones sería el día en que cayó el Monte Hua.

 

“Entonces nunca sucederá”, le dijo Yu Iseol, palmeando la cabeza de Cheong Myeong para tranquilizarlo. “Vive bien.”

 

“Ya vive muy bien. Hoy mismo me robó la comida del plato y se fue muy contento a dormir”, replicó Baek Cheon sin ganas, pensando para sí mismo con horror: ‘¿Qué habría pasado si la Secta del Monte Hua hubiera ido a la quiebra antes de que Cheong Myeong recuperara sus recuerdos? ’’

 

Un vistazo a los discípulos a su alrededor confirmó que no era el único con un miedo similar.

 

Por cómo Cheong Myeong se habría perdido a sí mismo sin un propósito más que la venganza.

 

«¡Incluso si está torcido, está asquerosamente sucio!»

 

Podía ver lo que pasaba, pero encontrar la solución era complejo. Tenía que encontrar una manera de recuperar los negocios sin intimidarlos como un matón.

 

Hyeon Yeong respiró hondo, superando las emociones que habían brotado a la superficie con la triste narración para enderezarse con orgullo. Se dió la vuelta para enfrentar a Cheong Myeong.

 

“A pesar de las dificultades, lo hiciste muy bien”, con una sonrisa suave que se volvió más juguetona, añadió. “¡Si no quieres ser mi nieto, puedo ser tu nieto!”

 

Cheong Myeong no supo qué responder a eso, pero dejó que el anciano Hyeon Yeong le pellizcara las mejillas desde su posición un poco incómoda y le alborotara el cabello. 

 

Al final, terminó con la cara un poco sonrojada, una marca en cada mejilla y mechones sobre su cabeza apuntando en direcciones opuestas, pero se sintió un poco más ligero.

 

Hyeon Yeong apuntó a los discípulos junto a Cheong Myeong y añadió. “¡Aprendan muy bien de esta lectura!”

 

Un coro de ‘ Sí, anciano ’ le siguió.

 

¡Fácil de decir, difícil de hacer!

 

“¡Uf!”

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza y miró al hombre.

 

«Oye. Entonces…»

 

Fue cuando.

 

«¡Detente!»

 

“ ¿Eh? ”

 

Al escuchar la voz desde atrás, giró la cabeza.

 

“¿Eh? ¿Estás despierto?»

 

Uno de los escoltas de la guardia de Yu Jong-San, a quien había volado, parecía haber vuelto en sí y apuntó su espada a Cheong Myeong.

 

Definitivamente golpeó al hombre, pero tenía que ser más fuerte que los demás si recuperaba la conciencia tan rápido.

 

«¡Bastardo!»

 

El guardia se burló.

 

«¡Usando un cobarde ataque sorpresa!»

 

Los discípulos del Monte Hua del futuro saltaron en sus asientos, levantando los puños con fuego en los ojos como si fueran a seguir a Cheong Myeong del pasado y darle una paliza al escolta ellos mismos.

 

Jo Geol fue el primero en protestar. “¡Cómo puedes llamar a eso ataque sorpresa? ¿No le declaraste pelea primero?”

 

Yoon Jong apoyó su comentario con un: “¿Podrías decir lo mismo en una guerra? ¿Crees que así funciona una pelea?”

 

“¿Cobarde? ¿Llamas a eso cobarde?” Baek Cheon se rió, usando esa fachada de una sonrisa suave mientras las venas en su mandíbula se hinchaban por la tensión. “La próxima vez puedo traer a un árbitro para hacerte pedazos y no vuelvas a dar una excusa tan estúpida—”

 

La voz de Tang Soso cubrió la de Baek Cheon. “¡Bastardo! ¡Te golpearé en la cabeza hasta que cambies de opinión!”

 

Yu Iseol había dirigido su mano hacia su cintura, donde debería de estar su espada, pero en su lugar se encontró cerrando su mano alrededor del aire vació. Molesta, frunció el ceño y chasqueó la lengua. “Volveré.”

 

Cheong Myeong asintió a cada una de las palabras.

 

“Sahyeong… No quiero decir nada con esto, pero se nota que tu les enseñaste”, Cheong Jin se llevó una mano a la cara, sin poder tomarse en serio la lectura cuando podía escuchar las voces de los discípulos de su Sahyeong haciendo eco de sus frases más célebres con tanto ahínco. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo, que había pensado varias de las cosas que dijeron los niños (con muchas más groserías en el medio), estuvo extrañamente de acuerdo con Cheong Jin.

 

“Es natural”, defendió el Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Mira cómo esos bastardos hipócritas actúan, ¿quién no se enfadaría? Los demás discípulos de nuestra generación también están molestos.”

 

‘La cuestión es cómo expresan su molestia…’ Suspiró Cheong Jin, rindiéndose a expresar la última parte. ‘¿Ves a los demás agitando el puño, prometiendo ejercer la violencia y usando esas frases provocativas? ¿Eh? ¡Porque yo no!’

 

¿Ataque sorpresa?

 

¿Él?

 

Cheong Myeong miró a la escolta con expresión desconcertada.

 

«Oye, tú corriste hacia mí primero».

 

«¡Cobarde!»

 

«Uh , bien, bien, vamos con lo que dijiste».

 

No quería hablar mucho con este hombre.

 

Cheong Mun le dió una palmada en el hombro al Santo de la Espada Flor de Ciruelo. “Así es, Cheong Myeong. En el futuro, si alguien sigue diciendo tonterías, entonces no lo escuches, sólo aléjate.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo asintió obedientemente.

 

Era un buen consejo.

 

«¿Quién eres tú?»

 

“¿Eh?”

 

“Dadas tus habilidades, ciertamente no eres normal; revela tu identidad”.

 

El absurdo de la situación creció.

 

Si planeaba revelar su identidad, ¿llevaría una máscara?

 

Incluso los discípulos del futuro que pedían sangre se estaban desanimando con cada diálogo adicional.

 

“¿Es estúpido?”

 

“Tal vez ya lo golpearon en la cabeza en el pasado…”

 

Cheong Jin sintió su propia dosis de absurdez. 

 

‘¿¡Por qué la respuesta a todo es un golpe en la cabeza para ustedes!? Discípulos del futuro, ¿cuál es la obsesión? No, si son los discípulos del futuro, seguramente es algo que tiene que ver con Cheong Myeong. Sahyeong, ¿qué diablos les hiciste?’

 

«¿Qué harás cuando sepas mi identidad?»

 

«Necesito saber quién va a morir por mi espada».

 

«…Qué, yo fui el que te noqueó hace un momento».

 

Debería haber fingido estar muerto; ¿por qué se molestaría en levantarse y hablar como un idiota? Ahora se ha ganado otra paliza.

 

‘¿Todos los niños se volvieron estúpidos después de mi reencarnación?’

 

Hubo algunas protestas poco entusiastas de los discípulos del futuro, pero no pudieron hacer mucho porque eran parte de ‘los niños estúpidos’ que habían intentado intimidarlo, o aquellos que pronto lo harían.

 

… Tal vez la respuesta sea ‘sí’.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo resopló. “Oye, ¿cuántas décadas tiene ese niño?”

 

“Cuándo llegas a mi edad…” se quejó Cheong Myeong, fingiendo frotar su espalda, a lo que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo le replicó rápidamente:

 

“¡Tu cuerpo es más jóven y sano que el mío!”

 

«Si estuviera en alerta, eso no hubiera pasado, he sido guardia durante bastante tiempo y no puedo quedarme quieto después de recibir tanta humillación. ¿Sabes quién soy?»

 

«Soy Jung Bin. Incluso si no sabes mucho, debes haber oído hablar de mi nombre».

 

«Oh, lo siento. No estoy tan bien informado como crees».

 

Baek Cheon sonrió con malicia. “Incluso si sé quién es la otra persona, comenzaré a usar esta frase.”

 

Yoon Jong suspiró con tristeza. “Y aquí está Sasuk, resurgiendo como la copia idéntica de Cheong Myeong…”

 

“¿Yo...? ¿De qué hablas?”

 

“…”

 

Jung Bin abrió mucho los ojos.

 

Aunque estaba aquí para escoltar por dinero, su nombre estaba muy extendido en Shaanxi. ¿Pero esta misteriosa figura no había oído hablar de su nombre?

 

Los discípulos de la Secta del Monte Hua, no, discípulos de varias sectas se encogieron de hombros, intercambiando miradas confusas a su alrededor preguntándose si alguien más conocía ese nombre solo para encontrarse con un reflejo de su desconcierto. 

 

¿Quién diablos es este tipo? — Fue el sentimiento generalizado en la habitación.

 

«Bastardo descarado».

 

Jung Bin agarró su espada y apuntó a Cheong Myeong.

 

“Te estoy dando la oportunidad de nombrarte a ti mismo antes de morir”.

 

Incluso Cheong Mun ya estaba comenzando a enfadarse por el comportamiento arrogante de la otra parte. Recordó las veces en que Cheong Myeong se excusaba a sí mismo diciendo ‘pero Sahyeong, ¡ellos siguieron buscando pelea conmigo aunque no hice nada!’, y por primera vez pensó que podría haber estado completamente justificado.

 

“Haa…”

 

Cheong Myeong suspiró profundamente.

 

¿Por qué había tantos idiotas en el mundo actual?

 

«Oye, pero no creo que tus acciones actuales realmente se ajusten a la descripción del trabajo de una escolta, ¿verdad? No importa cómo lo mires, incluso yo parezco más un guardia que tú».

 

Seol Sobaek sonrió alegremente. “Dojang es bueno en lo que se proponga. Fue un excelente guardia cuando me acompañó y un ejemplar taoísta.”

 

Cheong Jin se preocupó un poco por el niño al que parecían haberle lavado el cerebro.

 

“Soy un buen escolta”.

 

Ah, cierto, lo siento.

 

Una persona impetuosa sin cerebro.

 

«¡Prepárate!»

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua cuando Jung Bin desató su espada y corrió hacia él.

 

Su físico era claramente más increíble que el de Cheong Myeong. Su fuerza, velocidad y energía interna eran incomparables. Según los estándares generales, Jung Bin es mucho más fuerte que incluso compararlos sería un insulto para él.

 

Entonces, ¿Cheong Myeong era más débil?

 

¡Como si eso fuera posible!

 

Fuerza, velocidad y energía Interna.

 

Si bien puede juzgar a la gente común según estos estándares, no es suficiente aplicar a Cheong Myeong.

 

“Ah, así que este es el diálogo interno de Cheong Myeong sahyeong”, murmuró Cheong Gong. “Es exactamente lo que esperaba…”

 

Después de todo, ¿no tiene toda una vida de experiencia empuñando la espada y sus recuerdos como el Santo de la Espada de la Flor del Ciruelo también?

 

“Ah”.

 

La espada de Cheong Myeong se movió lentamente. Comparado con el corte feroz de Jung Bin, parecía impotente, como si tuviera dificultades para alcanzar incluso un objetivo estacionario.

 

¡Chak!

 

Sin embargo, esa espada muy impotente se movió hacia la espada de Jung Bin.

 

«¿Eh?»

 

En ese momento, Jung Bin se sintió conmocionado.

 

Incluso aquellas personas que habían pasado la lectura mostrándose distantes e indiferentes no pudieron evitar mostrar emoción en ese momento. El abad, sea consciente o inconscientemente, igualó su tono y ritmo para adecuarse al enfrentamiento. 

 

Tan pronto como la espada lenta de Cheong Myeong se acercó, una fuerza tremenda de repente fue empujada a través de su brazo.

 

“Kuak!”

 

Como su cuerpo no podía soportar la fuerza, Jung Bin se elevó hacia el cielo.

 

“Aprende a fondo y vuelve”.

 

Baek Cheon sonrió, profundamente satisfecho por la paliza hacia Jung Bin, y anotó mentalmente una frase más.

 

La espada espléndidamente brillante de Cheong Myeong no era vívida como la Flor de Ciruelo sino borrosa como los botones florales.

 

Esta vez, los discípulos del Monte Hua del futuro sonrieron suavemente, recordando la primera vez que vieron florecer la técnica de su secta por la mano de Cheong Myeong. No eran flores sorprendentes por su nitidez como sabían que podían llegar a ser, sólo un montón de manchas rojas que asemejaban pétalos, y sólo eso fue suficiente para conmocionarlos hasta la médula; para conmover su corazón con el paisaje más hermoso que habían visto en su vida. 

 

Un recuerdo impregnado con el sutil aroma a flores de ciruelo les hizo cosquillas en el corazón.

 

¡Thud!

 

El cuerpo de Jung Bin se derrumbó en el suelo como un árbol podrido.

 

“Tch”.

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua y fue a recoger la espada.

 

Usando la fuerza del oponente contra ellos, un niño que ni siquiera puede manejar esto no era rival para Cheong Myeong.

 

“Aprende—”

 

Fue cuando.

 

“¡Ci-Ciertamente!”

 

“¿Eh?”

 

Cuando se volvió, Yu Jong-San lo miraba fijamente, boquiabierto y claramente aturdido.

 

‘¡Ah, mier*a!’

 

En ese momento, Cheong Myeong se dio cuenta del error que había cometido.

 

Yu Jong-San había estado viviendo aquí toda su vida. No sería sorprendente para él reconocer el Manejo de la Espada de Cheong Myeong, que hace nacer pétalos de flores. Por supuesto, dado que vivió aquí, puede reconocer que es una técnica nativa del Monte Hua. Sin embargo, la evidencia es circunstancial.

 

“Como era de esperar, eres de una Secta prestigiosa. ¡Lo esperaba pero…!”

 

El rostro de Cheong Myeong en la máscara se había distorsionado.

 

‘¿Se dio cuenta?’

 

Cheong Jin sintió que no dejaba de enfrentar una crisis tras otra, conforme las revelaciones se acumularon frente a él. 

 

“Sí, Sahyeong. Si usas la técnica clásica de tu secta, la gente tiende a reconocer a qué secta perteneces”, regañó, con el tono que usaría con un jóven discípulo que apenas aprendía a usar la espada y ya quería hacer las técnicas complejas.

 

Cheong Myeong, en cambio, se rió por la ironía.

 

O tal vez tendría que asegurarse de que este hombre nunca abriera la boca.

 

“¡No, Cheong Myeong!”

 

“¡Cheong Myeong, alto!”

 

“¡Espera, Cheong Myeong!”

 

Las cinco espadas se arrojaron de sus asientos hacia Cheong Myeong, apilándose sobre él como cachorros, ahogando al pobre discípulo desprevenido.

 

“¡Eso ya pasó! ¿Por qué intentan detenerme?”

 

“Ah…”

 

Uno por uno, los discípulos volvieron a sus asientos, disculpándose en voz baja.

 

Jo Geol se frotó el cuello, sin tener la decencia de al menos lucir vagamente avergonzado. “Lo siento, es la costumbre.”

 

“¡Esa espada limpia y espléndida! ¡Artes Marciales de alto nivel! Y sobre todo, un suave sentimiento de bondad…”

 

¿Qué? ¿Amabilidad?

 

Ni una sola persona perteneciente al Monte Hua pudo estar de acuerdo con esas palabras. 

 

Cheong Mun frunció el ceño, señalando sutilmente al podio de manera irrespetuosa como si dijera ‘¿está loco?’. 

 

¿Quién más que un loco llamaría ‘bondad’ a Cheong Myeong dándole una paliza tras otra con toda la frustración acumulada del momento?

 

Algo estaba mal.

 

Cheong Myeong dudó sobre cómo lidiar con esta situación; mientras esperaba que el hombre continuara, Yu Jong-San le gritó con confianza.

 

«¡Y a una edad tan temprana, solo había un lugar que podía fomentar tales habilidades! ¡Es…!»

 

Cheong Jin negó con la cabeza, resignado.

 

«Oh no…»

 

“¡La Secta Jongnam!”

 

“…”

 

“¡Qué!”

 

“¿No acaba de ver los pétalos él mismo?”

 

“¡Estos tipos son realmente estúpidos!”

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado estaban tan hartos como los del futuro, lanzando sus propias quejas.

 

Cheong Myeong miró al hombre con los ojos en blanco.

 

¿Secta Jongnam? ¿Por qué serían ellos?

 

«¿Oh?»

 

«¿Eres de la Secta Jongnam?»

 

«… ¿Eh?»

 

Solo tuvo que pensar por un momento antes de responder rápidamente.

 

«¡S-Sí!»

 

Los discípulos de Jongnam giraron sus cabezas lentamente en su lugar hacia Cheong Myeong con una mirada de gélida acusación que podría haber congelado el fuego.

 

‘Sólo no me atrevo a insultar porque están mis antepasados a mi lado’, Ki Mokseung se mordió la lengua. ‘¡Si sólo pudiera…! No, ese todavía es el Santo de la Espada Flor de Ciruelo…’

 

Él había sabido desde el principio, con un solo vistazo, del potencial infinito que poseía el discípulo. Por eso quería terminar con su vida prematuramente. Si tan sólo lo hubiera logrado…

 

Rápidamente se le escapó la sangre del rostro.

 

‘¿También verán eso?’

 

«Lo sabía.»

 

Yu Jong-San se inclinó.

 

«Pregúntame. Responderé cualquier cosa».

 

«… Gracias.»

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo frunció el ceño. “Va a hacer lo que quería, entonces, ¿por qué sigo queriendo darle una paliza?”

 

Cheong Mun lo consoló con una mano en el hombro.

 

Entendía el sentimiento.

 

¡Muchas gracias!

 

Oh dios.

 

Jajajaja!

 

El abad anunció la tercera parte, pasando al siguiente párrafo sin pausa, ya acostumbrado al ritmo de los capítulos fragmentados. 

 

«¿Por qué llega tan tarde?»

 

Jo Geol miró a su alrededor con nerviosismo.

 

Baek Sang sonrió a Jo Geol, compadeciéndose de él. “Debió ser difícil para ti, Sajil.”

 

Con lágrimas en los ojos, Jo Geol, ex-delincuente reformado, asintió como un cachorro pateado.

 

Cheong Myeong sacudió la cabeza, pensando que los niños de hoy en día también eran terriblemente dramáticos y quejumbrosos.

 

El amanecer se acercó mientras el sol salía en la distancia, pero aún no había señales del regreso de Cheong Myeong. Si Cheong Myeong no llegaba antes de la mañana, los Mayores descubrirían su desaparición.

 

Y entonces habría un motín.

 

Los Discípulos del Monte Hua tienen prohibido salir sin permiso. ¿Qué pasa si descubren que Cheong Myeong se escapó mientras vestía un traje negro sospechoso de cuerpo completo?

 

Jo Geol se rió de la perspectiva. Claro, si lo descubrían… ¡También podrían darle permiso expreso y dejarlo ir con algunas palabras de suerte!

 

A estas alturas, las Cinco espadas simplemente se quejaron y cerraron la ventana de las habitaciones para que no pudiera entrar de vuelta como una pequeña forma de protesta, ¡se lo merecía!

 

(Lo bueno fue que no expresaron ese pensamiento en voz alta, o Cheong Myeong, quien había sufrido terriblemente en el Mar del Norte, los habría golpeado una vez más sólo por recordar el frío de ese momento.)

 

Será un infierno…

 

Esperaba no tener que ver eso nunca.

 

«Cálmate».

 

«Pero Sahyeong».

 

Yoon Jong negó con la cabeza.

 

«Él no es tan estúpido. Volverá antes de que sea demasiado tarde, siempre que no haya habido ningún accidente».

 

Baek Cheon no pudo evitar sentir lo mismo que la primera vez que interrogó a Yoon Jong sobre Cheong Myeong: esos tres habían formado un lazo inesperadamente fuerte en el poco tiempo que se conocían.

 

Y no importaba cuánto pensara, no parecía que nada pudiera pasarle a ese monstruo. En el peor de los casos, llegaría un poco tarde.

 

“Ah…” Baek Cheon borró sus pensamientos anteriores. Olvídalo. Al menos con Yu Iseol samae realmente había sido así. Ignoró estratégicamente que él mismo era un caso similar.

 

«Aún así, ¿no sabe que la gente lo está esperando aquí?»

 

«Cierto».

 

Cheong Myeong hizo una mueca. “Parecen niños ansiosos esperando a que su padre vuelva del trabajo, ¿no tienen nada mejor que hacer?”

 

Jo Geol y Yoon Jong le devolvieron miradas asesinas.

 

Eh, antes eran niños tan dóciles, ¿por qué su primera reacción ahora es la violencia?

 

Si es él.

 

Tan pronto como Jo Geol expresó sus preocupaciones, la puerta se abrió.

 

“Tch”.

 

Jo Geol y Yoon Jong se dieron la vuelta rápidamente.

 

“¡Sajae!”

 

Cheong Myeong abrió la puerta y entró en la habitación.

 

Cheong Myeong, que llevaba su máscara de tela en una mano, comenzó a quitarse su ropa misteriosa tan pronto como cerró la puerta, cambiándose rápidamente al uniforme del Monte Hua.

 

“¡Guau! ¡Tan practicado!” 

 

Myeong Do aplaudió con una sonrisa burlona, a lo que un zapato salió volando para golpearlo en la cabeza. El zapato cayó al suelo después de golpearlo con un golpe seco. Conmocionado, Myeong Do se agachó para recoger el zapato y miró en la dirección que vino el objeto volador solo para ver al Santo de la Espada Flor de Ciruelo fingiendo no tener nada que ver, ¡pero con un pie sin zapato!

 

“Sasuk, esto es injusto”, lloró en voz baja. “Otros se han burlado más, ¿pero por qué a mí?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo le sonrió con exasperación. “Tu, un Sajil, burlándose de su Sasuk?”

 

Myeong Do se había olvidado del hecho de que, en el futuro, todos superaban en rango a su Sahyeong, mientras que en el presente, quienes se burlaban eran los discípulos de la misma generación que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, Cheong Jin y Cheong Mun. Los demás se mantuvieron callados lo más que pudieron e hicieron burlas con el volumen del zumbido de un mosquito. 

 

¡Esta era sólo la primera burla! 

 

Al menos hubiera sido buena una advertencia antes, aún así, Myeong Do fue quien cruzó la línea primero, por lo que devolvió el arma (zapato) obedientemente.

 

«No pasó nada, ¿verdad?»

 

«Eso es lo que iba a preguntar. ¿Pasó algo?»

 

«¿Qué pasaría?»

 

Cheong Myeong tenía una sonrisa traviesa.

 

“Me trataron bien e incluso trataron bien a los demás también”.

 

«¿Q-quién?»

 

«¿Cual era su nombre? Yu… lo que sea, fue el dueño de la tienda de telas».

 

“Por supuesto, no entendimos nada”, comentó Yoon Jong. “¿Cómo se puede resumir la escena anterior sólo con esas palabras?”

 

“Aunque si ahora Cheong Myeong dijera que ‘lo trataron bien’ o ‘pasó un buen rato’ preguntaría a quién golpeó, robó, estafó o chantajeó.”

 

“...Eso no suena muy bien pero es cierto. Es triste porque es cierto.”

 

Yoon Jong no quería adentrarse demasiado en esa línea de pensamiento.

 

“¿Eh?”

 

Jo Geol y Yoon Jong se sorprendieron por sus palabras. Al ver su reacción, Cheong Myeong recordó lo que había sucedido hace un tiempo.

 

‘No fue divertido, en serio’.

 

Yu Jong-San, quien creía erróneamente que Cheong Myeong venía de Jongnam para limpiar los restos del Monte Hua, dio a conocer voluntariamente toda la información que tenía.

 

Estaba haciendo todo lo posible para dejar una buena impresión y ganarse el favor.

 

‘Eh’.

 

Era bueno que todo saliera tan fácilmente, pero al mismo tiempo, se sentía amargado.

 

“Es cierto”, suspiró Cheong Jin. “Artes marciales pedidas. Bien. No debería olvidarlo. ¿Cómo podrían reconocerlo?”

 

Aún así, en el fondo, se preguntaba cómo era algo que alguien podría olvidar.

 

Flores, ¡flores!

 

El estilo de Jongnam ni siquiera se parecía, ¿cómo podían confundirlo?

 

Aunque ya no estaba entre las Grandes Sectas, el Monte Hua todavía tenía una historia formidable; sin embargo, Yu Jong-San claramente no lo respetaba. Incluso después de presenciar las Artes con la Espada de Cheong Myeong, el nombre del Monte Hua nunca cruzó por su mente.

 

Independientemente de si la Técnica de la Espada de la Flor de Ciruelo se perdió en los últimos años, todavía era un símbolo icónico del Monte Hua. ¿Pero vivió en Hua-Um toda su vida y no pudo reconocerlo?

 

‘Así es, es particularmente difícil de creer porque es residente de Hua-Um’, Cheong Mun entrecerró los ojos. ‘Es como había dicho Cheong Myeong. ¿Qué tan lejos llegó la podredumbre? ¿Hasta dónde llegaron a hundir al Monte Hua para ocultar sus pecados?’

 

Teniendo en cuenta la historia reciente del Monte Hua, nadie podría siquiera recordarlo; sin embargo, la amargura en su corazón no desapareció.

 

‘Bueno, algo amargo siempre seguirá siendo amargo, y me ayuda a ver las cosas con claridad’.

 

Se alegró de no exponer su identidad.

 

“No por falta de esfuerzos”, dijo Jo Geol, a lo que fue golpeado en represalia casi de inmediato.

 

Cheong Myeong refunfuñó. “No hay mejor actor que yo para esto. Nadie lo había descubierto hasta ahora, ¿no es así?”

 

Incluso Yu Iseol negó con la cabeza ante esto.

 

Yoon Jong añadió amablemente. “Sabíamos que ocultabas tu pasado, pero decidimos activamente no pensar en ello para respetar tu privacidad.”

 

“Excusas, no podrían haberlo sabido aunque quisieran.”

 

«¿Qué pasó?»

 

“ …tch”.

 

Ante la pregunta de Jo Geol, Cheong Myeong chasqueó la lengua.

 

“No es algo que los niños deban saber”.

 

«…tú también eres un niño».

 

“Cheong Myeong-ah…” Yoon Jong compartió una mirada de lástima con sus hermanos marciales antes de dirigirse de nuevo a su Sajae. “Incluso Sasuk hizo una reunión de emergencia sobre cuán raro actuabas.”

 

“¿Realmente hicieron una reunión?”

 

Baek Cheon abrió los ojos, traicionado, e intentó fingir inocencia. Cuando se dió cuenta de que no funcionaba, dejó caer los hombros y admitió. “Después hablé con el Líder de la secta, a lo que me dijo que también sabía que había algo que no encajaba, pero era mejor respetar tu privacidad. Desde entonces me he asegurado de que nadie pregunte algo indiscreto, ja…”

 

“Bueno, gracias…” Cheong Myeong sintió que esa era la respuesta correcta, aunque una parte de él se encontró desolada. 

 

«Sí, sí. Solo ve a reunir a todos. Necesitamos entrenar”.

 

«¿Hoy también?»

 

Cheong Myeong puso los ojos en blanco.

 

Cheong Mun se rió de los niños, benditas sean sus pobres e inocentes almas. 

 

Imaginó a su Cheong Myeong, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, enfrentándose a los niños pequeños que le llegaban a la cintura, repitiendo el mismo diálogo y los ojos en blanco, ¡fue tan hilarante que no pudo contener las carcajadas.

 

Los discípulos de tercera clase del futuro, quienes escucharon las carcajadas, se sonrojaron en sus lugares. 

 

¡El Líder de la secta Cheong Mun se rió de ellos!

 

«Escucha. Sahyeong”.

 

«¿Sí?»

 

«Ya sea lluvia torrencial, nieve helada o vientos violentos. Empezando hoy. ¡No nos perderemos ni un solo día de entrenamiento! ¡Nevadas intensas o vientos fríos! ¡No descansaremos ni un solo día, incluso si el Monte Hua se derrumba a nuestro alrededor!»

 

Tang Soso se estremeció cuando un terrible recuerdo la golpeó repentinamente. “Sahyeongs, Sasuks, Sago… ¿Recuerdan el día libre que nos dió Sahyeong?”

 

Con solo pronunciar esas palabras, los discípulos a su alrededor comenzaron a hacer muecas y a retorcerse en sus lugares.

 

“Tal vez sea bueno que el entrenamiento continúe aunque haya lluvia torrencial, nieve helada o vientos violentos…” Murmuró Yang Hoe como si estuviera poseído. “No entrenar es tan raro… No quiero volver a pasar por eso.”

 

Cheong Jin no pudo evitar juzgar a su Sahyeong del futuro. ¿¡Qué demonios le está haciendo a esos niños!? Cheong Mun, en cambio, envió una oración a los cielos, sin esperanza, para que los cielos los protejan en ese futuro en el que no está.

 

Jo Geol asintió con la cara rígida.

 

¡Está decidido!

 

Después de todo, fue su decisión seguir y ayudar a Cheong Myeong, ¿verdad? Si puede volverse fuerte a través del entrenamiento, entonces lo haría. A decir verdad, entrenar sin descanso era lo que esperaba.

 

“Me gusta la determinación de Jo Geol sahyeong”, Cheong Myeong asintió, satisfecho.

 

Jo Geol sonrió como un tonto.

 

«Reuniremos a todos. Entonces, como será el-«

 

«Oh, no iré».

 

“¿Eh?”

 

Cheong Myeong miró a Yoon Jong y continuó.

 

«Sabes cómo entrenar, ¿verdad?»

 

«…Sí».

 

«Entonces hazlo bien».

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado dejaron escapar algunas risitas.

 

«¿Entonces tú?»

 

Tengo otro trabajo que hacer.

 

Yoon Jong suspiró cuando Cheong Myeong agitó su mano.

 

«Cierto. Hoy iremos y practicaremos nosotros mismos. Pero solo están exentos por hoy».

 

Cheong Mun, en específico, hizo una anotación mental para asegurarse de que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo no fuera a abandonar a sus futuros discípulos (¡porque ahora que sabía de lo que era capaz sin duda le daría algunos!) con un par de instrucciones antes de irse a conseguir alcohol (ya que su Cheong Myeong tampoco era muy propenso a cumplir con alguna responsabilidad real en la secta).

 

Sin embargo, era gracioso y entrañable cómo los ‘discípulos’ regañaron tan fácilmente a Cheong Myeong para que los entrenara. Desafortunadamente, no parece muy probable que sea una dinámica que se pueda desarrollar en su tiempo.

 

Yoon Jong tenía una cara un poco seria.

 

«No olviden que este entrenamiento es posible gracias a usted. Si no planea terminarlo a la mitad, entonces debe dar el ejemplo y unirse”.

 

«Lo entiendo».

 

Los Discípulos de Tercera Clase de los Dormitorio de la Flor de Ciruelo Blanco estaban entrenando sin quejarse debido a su miedo a Cheong Myeong. Aunque Yoon Jong era el Daesahyeong, había un límite en lo que podía hacer si Cheong Myeong estaba ausente.

 

Los discípulos de tercera clase del futuro se avergonzaron un poco de la facilidad con la que estaban dispuestos a arrojar el entrenamiento por la borda después de una sola sesión real, y una tan sencilla al ser introductoria.

 

‘Ya no sería así’, quiso excusarse Jin Wubo, sin embargo, sabía que en realidad no importaba.

 

«Por supuesto».

 

Cheong Myeong yacía en la cama mientras los dos salían de la habitación.

 

«¿Ahora que hago?»

 

Su cabeza palpitaba y dolía.

 

“Tu primer dolor de cabeza por el estrés…” Cheong Mun se secó una lágrima en silencio.

 

Cheong Myeong se quedó estupefacto.

 

‘¡Sahyeong, lo haces sonar como si nunca hubiera hecho nada en su vida!’

 

Bueno, para ser justos, esta versión de su Sahyeong no sabía nada sobre la guerra, ¡aún así!

 

Estaba estupefacto.

 

No sería difícil simplemente eliminar a los enemigos, pero cualquiera que lo supiera lo vincularía naturalmente con el Monte Hua.

 

Si solo estuviera en juego la reputación de Cheong Myeong, entonces no habría razón para dudar, pero él era un Discípulo del Monte Hua.

 

Y si lo intentara de todos modos, la gente diría que es imposible que un niño como Cheong Myeong actúe solo. La Secta recibiría toda la culpa y cargaría con el delito de obligar a los niños a realizar actos indescriptibles.

 

Hyeon Jong se llevó una mano al corazón, sintiendo que por poco se libró de un terrible problema que lo habría enviado directamente al cielo de un infarto.

 

Cheong Myeong quería un resultado mejor que ese. Necesitaba justificación.

 

«Razón… Una razón… Ugh».

 

Cheong Myeong se tiró del cabello con frustración.

 

«¿Algo de esto tiene sentido? ¡Maldición!»

 

Todos esos negocios pertenecían al Monte Hua. ¿Pero ahora estaban tratando de hacer que el Monte Hua les pagara? Su estómago estaba hirviendo de rabia.

 

Tenía que probar que los negocios pertenecían al Monte Hua y que los comerciantes intentaron robárselos manipulando los libros de contabilidad.

 

Cheong Mun asintió. Así es, los libros de contabilidad. Alguien, por favor, ¡saque los libros de contabilidad! Yuanzhi Tianzun, ¿qué está haciendo el gobierno dejando que los comerciantes manejen el negocio bajo otro nombre?

 

En ese caso, ¿qué pasa con los 100.000 nyang? Se podría devolver.

 

No, el Monte Hua ni siquiera tendría que pagar porque todos los nyang originalmente les pertenecían de todos modos. Ellos eran los dueños que hacían y usaban el dinero; ¿quién les pediría que pagaran?

 

Entonces, todo lo que tendría que hacer sería probar que los negocios pertenecían al Monte Hua. Entonces todo se resolvería…

 

“Si fuera fácil, no estaría aquí”.

 

Si el Monte Hua todavía tuviera sus libros de contabilidad comerciales, ahora no habría sufrimiento.

 

Si hubiera pruebas, alguien las habría encontrado; los discípulos del Monte Hua no son tontos; más bien, son bastante inteligentes.

 

Mirando la situación, cuando la Secta Demoníaca atacó, los libros de contabilidad y todo debe haber sido destruido…

 

“¡Imposible!” Soltó Cheong Mun. 

 

Negó con la cabeza, decidiendo centrarse en el Santo de la Espada Flor de Ciruelo y Cheong Myeong.

 

“Cheong Myeong-ah… No sé cómo decirlo, sin embargo”, los ojos grandes y brillantes de estos dos niños que había criado le hicieron darse cuenta de que aún era ingenuo en más de un sentido. “Pensar que todo fue tu culpa, que podrías haberlo cambiado todo porque estaba bajo tu poder, es arrogante.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo procesó las palabras lentamente, reflexionando sobre ellas tentativamente, mientras que su contraparte del futuro pareció haber sido abofeteado.

 

«¿Esto también es por mí?»

 

“Intentar controlarlo todo es lo opuesto al tao. Incluso si pudieras haber hecho algo, si la decisión estaba en tus manos, no significa que puedas sostenerlo tú solo”. Por ellos, agregó un poco más. “Mira el panorama completo antes de saltar a conclusiones. Tal vez, desde el principio, era algo que estaba dispuesto para que sucediera de esa manera. Nada es eterno.”

 

Duele. Le dolía el estómago.

 

Mientras el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se sacudió las palabras de encima tan pronto como terminó el sermón, Cheong Myeong cerró los ojos con las manos temblorosas aferrándose a los reposabrazos.

 

Cheong Myeong se dio la vuelta en su cama.

 

«¡No! Sahyeong siempre guardaba las cosas más importantes en un lugar seguro. ¡Sin peligro!»

 

«¡Dinero y libros de contabilidad! Un lugar…»

 

“¿Eh?”

 

Cheong Myeong saltó de su cama.

 

¿Lugar?

 

¿Lugaaaaaaaar?

 

‘¿Podría ser?’

 

Cheong Mun sonrió.

 

De alguna manera, estaba empezando a pensar que Cheong Myeong era extremadamente confiable, especialmente en este tipo de situaciones.

 

¿Sahyeong alguna vez guardaría sus libros en un lugar que pudiera ser fácilmente atacado?

 

‘Así es, Cheong Myeong-ah’, le calentó el corazón ver cuán bien lo conocía su Sajae. ‘Piensa detenidamente.’

 

‘Trata de recordar’.

 

Cheong Myeong no estaba realmente interesado en los asuntos de su Sahyeong. Sabía que se necesitaba dinero para dirigir un clan, pero pensó que un guerrero no debería apegarse a esas cosas.

 

Hye Yeon negó con la cabeza lentamente.

 

‘Dinero’.

 

El dinero lo es todo para un clan, secta o monasterio. 

 

Sin dinero, no se podía alimentar a los discípulos, vestidos ni darles un alojamiento apropiado. Cheong Myeong, quien aprendió esto en su segunda vida, se lo enseñó a Hye Yeon de manera práctica, ¡jamás podría olvidarlo! Así es, la vida de las personas dependía del dinero.

 

Pero al ver a estos niños en el Monte Hua luchando por sobrevivir, se sintió mal al pensar en cómo se había comportado en su vida pasada.

 

Como Cheong Myeong no estaba interesado en ese asunto, su Sahyeong nunca le había mostrado ningún libro. 

 

Cheong Mun carraspeó. Bueno, incluso si hubiera estado interesado, Cheong Mun probablemente se habría negado educadamente porque temía que ese gobio se lo gastara todo en alcohol. 

 

De hecho, cada vez que organizaba, a menudo le pedía a Cheong Myeong que se fuera antes de comenzar.

 

«…¿Irme?»

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo frunció el ceño. 

 

“Oye, no me digas…”

 

Recuerdos borrosos comenzaron a resurgir.

 

A lo sumo, no había más de tres libros de contabilidad en la habitación de Sahyeong. Debe haber habido docenas de libros de contabilidad para una Secta del tamaño del Monte Hua. Entonces, ¿dónde estaban almacenados los demás?

 

‘¡Hay otro lugar!’

 

No había lugar para guardarlo en la habitación de Sahyeong.

 

Hyeon Jong sonrió, aliviado. Si hubiera sabido antes que su antepasado buscaba la caja fuerte, ¡se la habría enseñado en un santiamén! Aunque está sorprendido de que Cheong Myeong la haya podido abrir tan pronto como llegó ya que requería técnicas avanzadas, era el Santo de la Espada Flor de Ciruelo de quien hablaba, así que por supuesto que pudo hacerlo, ¿verdad?

 

Oh, en realidad, ¿no parecía haber tenido problemas de salud justo después? ¿Con su energía interna?

 

Ah…

 

A Hyeon Jong le dolió el corazón no haber podido ayudar a Cheong Myeong entonces, no por maldad, sino porque sinceramente no habría tenido forma de conseguir una píldora medicinal…

 

‘Por cierto, ¿cómo se curó?’

 

Aunque era el Gran Anciano y Líder de Secta, su habitación estaba extrañamente vacía; Cheong Myeong recordó eso. No había estantería ni siquiera para guardar libros.

 

Además, guardaría los libros en una caja, y en esa habitación solo había tres. Entonces, ¿dónde estaban los otros libros de contabilidad?

 

«Entonces, ¿es verdad?»

 

El rumor era que había un almacén secreto que solo los Líderes de Secta conocían. Era un rumor famoso.

 

Normalmente, Cheong Myeong habría investigado ese rumor para saber la verdad, pero no lo comprobó porque no le interesaba.

 

“Cheong Myeong-ah”, Cheong Mun se dirigió a su problemático discípulo que ya tenía los ojos con una forma sospechosamente similar a las monedas. “Cuando volvamos, te enseñaré todo sobre contabilidad, pero si falta una sola moneda, ¡te haré trabajar como mesero hasta que lo pagues todo!”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo dejó escapar un suspiro, frustrado. “Sahyeong, ¿por qué un taoísta como yo haría algo como eso? Esas acusaciones me hieren.”

 

‘Y arruinan mis planes por adelantado’.

 

‘Espera, tal vez…’

 

El Monte Hua solía ser una Secta prestigiosa en Shaanxi y, a veces, cosas extrañas llegaban a la puerta. Por ejemplo, artes marciales prohibidas, que nadie debe aprender, o secretos que solo conocen los Mayores de la Secta. Ocasionalmente, se obtuvieron espadas y tesoros legendarios.

 

Entonces, ¿a dónde fueron todos?

 

Si esos artículos estuvieran aquí, Cheong Myeong no los habría pasado por alto.

 

“Bueno, no hubo nada de eso”, Hyeon Sang pensó en voz alta. “¿Tal vez realmente fueron a otro lugar?”

 

Hyeon Yeong hizo una mueca. Conociendo el temperamento de Cheong Myeong, probablemente lo embolsó para sí mismo e hizo lo que quiso, pero él no sería quien lo delate, más bien ya se estaba preparando para defenderlo.

 

Y no se vendieron. Algunas cosas en esta Secta podrían causar una tormenta si se liberan. Si el actual Líder de Secta los vendiera, la noticia se habría extendido ampliamente.

 

Baek Cheon anotó mentalmente: guardar las cosas que no se pueden vender para hacerlo dentro de cien años. Cien años parecía una cantidad de tiempo apropiada. Si podían olvidar una secta, ¿recordarían los tesoros que habían donado? Así que cien años.

 

¿Y qué?

 

¡Tiene que haberlo!

 

Un almacén secreto donde se guardan libros y tesoros.

 

No puede estar lejos de aquí.

 

El almacén no se colocaría a la intemperie. Entonces, tenía que ser en el Monte Hua. Un almacén que nadie conocía.

 

Pero, ¿podría ser eso posible?

 

¿Cómo construirías un almacén secreto en una Secta donde los artistas marciales pululaban por todas partes como hormigas?

 

Cheong Myeong cerró la puerta y salió furioso.

 

Sólo podía haber un lugar.

 

Hyeon Jong suspiró. “La parte buena es que ya no hay un almacén secreto.”

 

Cheong Mun hizo una mueca.

 

“Cuando regresemos, pronto dejará de existir un almacén secreto.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se rió. “Claro, ahora será sólo un almacén, porque ya no es secreto.”

 

El Cheong Myeong de la lectura procedió a narrar con lujo de detalles las coordenadas de la caja fuerte más secreta de la secta.

 

Primero, la entrada tenía que estar cerca de la residencia del Líder de Secta. Si la entrada estaba fuera, no podía pasar desapercibida.

 

Nadie podía entrar sin el permiso del Líder de Secta, por lo que tenía que estar allí.

 

‘La residencia del Líder de Secta no ha cambiado en absoluto con respecto al pasado’.

 

Entonces, ¿es eso?

 

Cheong Myeong, que salió corriendo, abrió mucho los ojos.

 

Hay una suave cresta detrás de la residencia del Líder de Secta.

 

‘Si hubiera que construir un almacén, se habría destacado a los ojos de la gente’.

 

Sin embargo, hay una manera de evitar los ojos de los demás.

 

Un almacén subterráneo.

 

Si hubieran excavado un almacén subterráneo cerca de las viviendas, los artistas marciales con sentidos agudos podrían haberlo descubierto. Sin embargo, ¿y si hubieran hecho un pasaje desde aquí y construido el almacén debajo de la montaña?

 

Cheong Mun enterró la cara en las palmas de las manos. Adiós, almacén secreto. Fue bueno mientras exististe desde la fundación de nuestra secta. 

 

“Así que ahí estaba”, murmuró Cheong Jin. “Supongo que construir otro atraerá demasiada atención y todos lo sabrán, ¿no?”

 

«Aparte de un fantasma, nadie lo sabría».

 

“Bueeeeno”, Cheong Myeong movió el pie con torpeza. “Ahora podemos sumar a las Grandes sectas, los Cinco clanes y los Palacios externos, ¿eh?”

 

Las Cinco espadas parecían estar sufriendo tanto como Cheong Mun, pero al menos no tenían que preocuparse porque todas las sectas de cultivo les robaran dado que no tenían muchos tesoros, por lo que simplemente pasaron a discutir cuándo construir una nueva caja fuerte secreta y cómo no decirle a Cheong Myeong, ya que era propenso a que sus recuerdos se exhibieran frente a multitudes desconocidas. 

 

Aunque Cheong Myeong protestó en el fondo, lo ignoraron cuidadosamente.

 

Cheong Myeong sonrió.

 

‘Cierto’.

 

Cuando pensaba en ello, era extraño.

 

Por lo general, en otras Sectas, el Líder de Secta viviría en el área más central.

 

¿No sería extraño si el palacio del emperador estuviera colocado en una esquina?

 

Sin embargo, la residencia del Líder de Secta del Monte Hua estaba en ese lugar. Y no hay nada después de eso.

 

¡Eso es todo lo que hay!

 

Al ver el pequeño jardín detrás de la residencia del Líder de Secta, Cheong Myeong sonrió.

 

«Parece que esta búsqueda del tesoro no será demasiado complicada».

 

Sintió como si pudiera ver a su Sahyeong mordiéndose el labio y apretando el puño desde el más allá.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo miró de reojo a su Sahyeong por capricho y luego se echó a reír cuando notó que la reacción era exactamente la misma, ¡y la cara de su Sahyeong cuando se dió cuenta de lo precisa que fue la adivinación de Cheong Myeong!

 

«Por favor entiende. ¡Mi querido Sahyeong! ¿No debería ser nuestra principal prioridad salvar el Monte Hua? Si es posible, le entregaré este tesoro al actual Líder de Secta sin tocarlo”.

 

“¿Si es posible?” Repitió Cheong Mun, en coro con las cinco espadas. 

 

Si es posible… Si es posible.

 

Baek Cheon suspiró. “No quiero saber qué era ese círculo en la caja fuerte… Porque ahora tengo la sensación de que no representaba al tao en lo absoluto.”

 

Cheong Myeong silbó para sí mismo y luego se calló cuando se dió cuenta de que sólo atrajo miradas acusadoras.

 

“¿Qué? ¿No merezco una parte?”

 

Baek Sang temió preguntar de qué tamaño era ‘su parte’.

 

Por supuesto, solo después de que obtuviera lo que necesitaba.

 

‘Si te pone triste o enojado, ¡entonces vuelve a la vida!’

 

Cheong Mun sonrió. “Bueno, adivina qué.”

 

«¡Jejejeje!»

 

Cheong Myeong sonrió triunfante.

 

Cheong Myeong se rió nerviosamente, en contraparte con su yo en la narración.

 

“Por supuesto, fue sólo una broma. Una broma, Sahyeong…”

 

Cheong Mun todavía lo miró como si quisiera arrancarle la cabeza, ¡la misma cara que ponía antes de obligarlo a arrodillarse y escuchar un sermón! Sorprendentemente, él sólo negó con la cabeza.

 

“Ya veremos qué hiciste. Y si debe de haber un castigo, no es mi lugar para impartirlo”, hizo un gesto con la palma de la mano hacia arriba para señalar al Líder de la secta Hyeon Jong. “Sino a tu actual Líder de la secta.”

 

Hyeon Jong se puso nervioso bajo el repentino escrutinio. Aún así, negó con la cabeza con firmeza. “Aunque no me gusta fomentar ese comportamiento en mis discípulos, hemos recibido mucho de nuestro Cheong Myeong, así que no puedo evitar estar de acuerdo en que ‘merece una parte’. Dicho esto, preferiría que me lo dijeras la próxima vez, Cheong Myeong-ah.”

 

Cheong Myeong, por alguna razón, se sintió más avergonzado que si lo hubieran regañado. Se quedó en silencio, asintiendo con la cara ligeramente sonrojada, y agradeció al abad por interrumpir con el anuncio de la próxima parte.

Notes:

Estas actualizaciones son gracias a los lectores que comentan, ¡un aplauso para todos ellos! Lograron que este capítulo llegara incluso antes de lo que esperaba, aunque estaba ocupada con el trabajo:)

Chapter 12: Capítulo 23 y 24: ¿Eres de la Secta Jongnam? (4 y 5)

Summary:

[Cheong Myeong, que lo miró, se tragó las palabras. Pequeño. Débil. La espalda del Líder del Gran Monte Hua siempre debe ser ancha y cálida. Pero ahora, la espalda de este hombre estaba doblada como la de un jefe de aldea sobrecargado por sus obligaciones. Una pequeña espalda que no fue vista por nadie más, solo dentro de este corredor puede mostrar su debilidad; afuera, se niega a permitir que nadie más vea su ser manso]

“Uff, uf…”

Un sentimiento similar debió de haber surgido, porque los discípulos a su alrededor se frotaron los ojos con fuerza hasta que quedaron rojos y resoplaron tan silenciosamente como les fue posible. ¿Cómo no podían conmoverse cuando esta era la persona que les dio refugio cuando no tenía nada y aún así se mantuvo firme contra las adversidades, manteniendo una fachada tranquila frente a los niños a los que cuidaba?

Baek Cheon frunció el ceño con fuerza para evitar llorar, aunque ya podía sentir que el rabillo de los ojos le picaba con las lágrimas contenidas. No podía mostrar estos sentimientos a Hyeon Jong, quien seguramente no querría mostrarles esta apariencia. No había razón para llorar.

Notes:

Si quieren terminar el capítulo con una buena nota, recomiendo reproducir el OST de Avatar: la leyenda de Aang - "Safe return". https://www.youtube.com/watch?v=V9vQuF8a9jU

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

“Uf”.

 

Cheong Myeong se sentó en el suelo.

 

«…Siento que voy a morir».

 

No fue una tarea fácil. Aunque el jardín era pequeño, todavía estaba en una montaña. Y Hurgar en un lugar así estaba lejos de ser fácil.

 

“En ese entonces la seguridad no era muy estricta”, pensó Un Geom. “Pensar que podría haber habido un intruso paseándose por el patio del Líder de la secta…. Bueno, en realidad es alguien tan experimentado como el Santo de la Espada Flor de Ciruelo.”

 

Además, se sintió como si estuviera robando porque estaba aprovechando la oscuridad de la noche para evitar los ojos de los Sasuks.

 

¡Maldito sea este cuerpo!

 

“No es que nunca antes lo hayas hecho”, murmuró Cheong Jin con ironía. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se agarró el pecho, como si se enfrentara a la mayor indignación. “¿Crees que le robaría a mis antepasados?”

 

Cheong Jin señaló al abad. “Por favor, ¡prácticamente acabas de admitirlo!”

 

Con una sonrisa descarada, replicó. "No, no, por esto eres mi sajae. Mira, ese Cheong Myeong es el 'vigésimo tercer discípulo', ¿te parece que es de una generación mayor que la vigésima? ¿Crees que tiene mayor jerarquía que los ancianos?"

 

“...Sólo dices esas cosas cuando te conviene.”

 

Cheong Myeong, desde la parte de atrás, agregó: “He vivido así durante cinco años, ¿te parece que es sólo cuando me conviene?”

 

Cheong Jin no pudo responder a eso, las circunstancias de Cheong Myeong eran demasiado especiales, y ciertamente había mantenido por algún milagro el secreto hasta ahora, ¡así que tenía razón! Cerró la boca como una almeja y se negó a añadir más comentarios.

 

No pudo adaptarse a eso. En el pasado, no perdía el aliento incluso si trabajaba continuamente durante tres días y tres noches. ¡Sin embargo, este cuerpo débil y frágil constantemente jadeaba por aire!

 

Lo mismo sucedió cuando bajó a interrogar al Comerciante. ¡Subir y bajar era diez veces más difícil que lidiar con esa escolta de guardia!

 

Además, con su cuerpo actual, esta tarea no era fácil.

 

“¡Uf!”

 

Cheong Myeong respiró hondo y empujó su energía interna hacia el suelo con las manos en el suelo.

 

“Es lo mismo que hiciste para encontrar los cristales de hielo…” Murmuró Baek Cheon, tomando nota del proceso. 

 

Incluso tan débil como estaba Cheong Myeong con un cuerpo que no podía llamarse entrenador había podido utilizar dicha técnica. Tal vez deben agregar otros tipos de entrenamiento además de sólo los que ayudan a la fuerza física para desarrollar un control similar de su energía interna.

 

El discípulo al que le habían lavado el cerebro para sólo pensar en entrenamiento se mantuvo atento a nuevas ideas.

 

¿Qué estaba haciendo en medio de la noche?

 

«¡Jaja, maldita mar!»

 

El almacén estaba allí abajo en alguna parte. Pero el problema era que no sabía dónde.

 

Solo había una manera. Tenía que revisar cada lugar individualmente así.

 

Gracias a eso, Cheong Myeong se arrastraba constantemente por el jardín bombeando energía, buscando un espacio vacío para encontrar ese almacén.

 

Algo mucho más fácil decirlo que hacerlo.

 

Encontrarlo fue difícil…

 

“¡Esto es como encontrar una aguja en un pajar!”

 

Cheong Myeong suspiró profundamente.

 

“Me siento mal sabiendo que ese lugar será revelado”, Hyeon Jong dejó escapar un suspiro demasiado triste. “Aunque el perjuicio es para nuestros antepasados.”

 

“Será mejor que cambiemos el lugar de la residencia del Líder de la secta. No sería bueno tener intrusos husmeando tan cerca”, señaló Hyeon Yeong, con el ceño fruncido como si ya pudiera ver a los ladrones rodeando al indefenso Líder de la secta.

 

“N- No, cualquier cosa menos eso… La residencia que ha pasado de generación en generación…”

 

Hyeon Jong derramó lágrimas en silencio mientras Hyeon Sang y Heon Yeong hablaban de la nueva localización de la residencia del Líder de la secta.

 

En el pasado, podía revisar instantáneamente una pequeña montaña entera con una sola mano. Sin embargo, su límite actual requería que ambas manos dispararan solo una pequeña cantidad de energía.

 

Las cinco espadas lanzaron miradas de asombro disimuladamente hacia el lugar en el que se encontraba Cheong Myeong de brazos cruzados, como si no hubiera nada especial en ello.

 

¿¡Una pequeña montaña con una sola mano instantáneamente!?

 

Aunque el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se relaje perezosamente contra su asiento y se comporte como un niño cuando se encuentra hablando con los miembros de su secta, estas sutiles alusiones a sus habilidades eran aterradoras. El pensamiento había sido proclamado casualmente, como si fuera un hecho de la vida el cual daba por sentado. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo era un monstruo terriblemente poderoso que podía acabar con todos los integrantes en esta sala si así lo deseaba en menos de diez minutos, incluido su futuro yo. A veces era bueno recordarlo.

 

Era el nivel de fuera al que Baek Cheon, Yu Iseol, Yoon Jong, Jo Geol y Tang Soso aspiraban a llegar.

 

“¡Uf! ¡Realmente me estoy muriendo!”

 

Además, no era posible usar constantemente tanta energía. Su Dantian era demasiado pequeño para siquiera llamarlo uno, y se agotaría rápidamente. Tendría que sentarse y cultivarse nuevamente cada vez que eso sucediera.

 

‘¿Y si el almacén no existe? ¿Estoy haciendo algo estúpido?’

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo chasqueó la lengua. “No, definitivamente va en la dirección correcta. Está tan cerca que puedo oler los taels de plata…”

 

Cheong Mun le dirigió una mirada de reproche antes de suspirar. Definitivamente no podía dejar que el lugar seguro siguiera siendo el mismo, eso era obvio, el problema seria encontrar un lugar al cual trasladarlo todo sin que Cheong Myeong se enterara de cuál era ese lugar.

 

Su cuerpo estaba cansado, por lo que no podía mantener su mente alejada de esos pensamientos. Cheong Myeong sacudió la cabeza para disipar el desorden de su mente.

 

Donde hay voluntad hay un camino.

 

Baek Cheon asintió, guardando una frase más en su corazón.

 

Yoon Jong le dirigió una mirada de preocupación. Baek Cheon ya se parecía lo suficiente a Cheong Myeong como para que ahora analizara incluso su forma de pensar para aprender de él. A este paso bien podrían comenzar a llamarlo el ‘pequeño perro rabioso del Monte Hua’.

 

Tan preocupado estaba Yoon Jong por las obvias expresiones de Baek Cheon que no se dio cuenta de la mirada penetrante de Yu Iseol asimilando cada palabra.

 

Y Cheong Myeong simplemente se sentó entre ellos sin ninguna preocupación por el caos que traerían sus estudiantes más diligentes.

 

«¡Debe estar aquí!»

 

Teniendo en cuenta la naturaleza de su Sahyeong, junto con todo lo demás, los libros de contabilidad deben estar sanos y salvos. Y sólo había una manera de encontrarlo.

 

“Vamos, Sahyeong…” Cheong Jin tamborileó la punta de sus dedos en el reposabrazos de su asiento. “Sólo un poco más lejos…”

 

Cheong Gong resopló. 

 

“Es Cheong Myeong sahyeong de quien hablas. No dudes por un segundo en que encontrará el tesoro secreto del Líder de la secta ya que se lo propuso”. Hizo una pausa. “También se gastará una buena parte, pero al menos tendrán los libros de contabilidad.”

 

“... Si, probablemente lo hará”, admitió Cheong Jin. “Pero a este punto ya no me importa si quiere gastar un poco.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo infló el pecho, ya pudiendo saborear el dinero que no se había ganado.

 

Parecía peinar el desierto para encontrar un diamante. Sin embargo, esto era más como buscar una roca en una playa. Este pensamiento esperanzador fue suficiente para seguir adelante. ¿Cómo podría no encontrarlo?

 

¡Una vez más!

 

“¡Uf!”

 

¡Una vez más!

 

«¡Estoy muerto!»

 

¡Una vez más!

 

«¿Vacío? Bueno, no es asunto mío.»

 

Una vez más-

 

“¡Espera! ¿¡Vacío!?”

 

“¡Vacío!”

 

“Dijo vacío,  ¡lo escuché!”

 

Los discípulos se volvieron locos on unas pocas palabras, prácticamente saltando de sus asientos para sostener los hombros de sus hermanos marciales, esperando impacientemente por las siguientes palabras que podrían confirmarlo o negarlo.

 

No. Espera un momento.

 

«¿Vacío?»

 

Los ojos de Cheong Myeong se abrieron. Para confirmarlo, exprimió aún más energía.

 

‘¡Sob!’

 

Sintió algo inusual. Un espacio vacío debajo de él. No fue posible determinar si este espacio era el almacén o se creó naturalmente, como una madriguera, ya que su energía interna era débil.

 

“Que puedas hacer eso ya es lo suficientemente impresionante, demonio”, murmuró Hyeon Sang con una sonrisa, aunque nadie le prestó atención, demasiado absortos en la lectura.

 

Pero estaba seguro de que estaba vacío.

 

¿Entonces?

 

«¡Huk!»

 

Cheong Myeong escupió en el suelo y se puso de pie. Y luego agarró un pico que estaba a su lado.

 

«¡Necesito verlo con mis propios ojos para estar seguro!»

 

¡Ahora todo se reduce a una batalla de agallas!

 

“ Kuak! ”

 

Una excavación

 

“ Kuaaaak! ”

 

Dos excavaciones

 

“ ¡Ackkkkkkk! ”

 

Tres excavaciones

 

Abajo.

 

“Cheong Myeong-ah… ¿Eso no fue poco después de que llegaras? ¿Estarás bien?” Jo Geol llamó su atención suavemente.

 

Tang Soso se encogió de hombros, respondiendo por él.  “Es una locura pero no está tan alejado del esfuerzo que pone en el entrenamiento. Mientras no use su energía innata estará bien.”

 

Cheong Myeong se encogió ligeramente, teniendo un mal presentimiento sobre la reacción que tendrían los siguientes capítulos.

 

“Hmm… Recuerdo que Cheong Myeong se veía mal un tiempo después de eso.”

 

Los jóvenes discípulos ignoraron a Jo Geol, sin saber lo suficiente como para preocuparse, aunque pensando vagamente en que usar tanta energía desde el principio podria haber agotado incluso a alguien como Cheong Myeong. Cheong Mun, en cambio, se llenó de ansiedad.

 

“Solo si usa su energía innata, eh…” Cerró los ojos. Si Cheong Myeong se miraba mal después de encontrar la caja fuerte, como dijo el joven discípulo, Cheong Mun temía saber la razón de su malestar. 

 

Solo cavar cinco veces fue suficiente para que sus brazos y piernas temblaran. También le dolía la espalda.

 

Cualquiera que aprenda artes marciales estaría acostumbrado al sufrimiento.

 

Varios suspiros y quejas se escucharon en la sala, haciendo eco del sentimiento compartido.

 

Sin embargo, el dolor causado por el entrenamiento duro y las heridas de batalla difiere del dolor del trabajo de parto sólido. Desafortunadamente, Cheong Myeong no estaba muy acostumbrado al dolor del parto.

 

Cheong Myeong hizo una mueca. Definitivamente fue difícil y una experiencia desagradable que preferiría evitar. En el pasado había nacido en la secta, por lo que sus habilidades se adquirieron paulatinamente conforme creció, lo que evitó muchos de esos pequeños dolores que se experimentan al inciar con las artes marciales. No habría estado mal si el cuerpo de Cho Sam hubiera sido al menos el de un mendigo más activo.

 

Incluso si estaba acostumbrado, ¡no era algo que pudiera hacer con el cuerpo de un niño!

 

Excavar en tierra sana es difícil incluso para un hombre adulto sano. Además, no hay trucos que puedas emplear. Esto era algo que podía hacerse únicamente con fuerza y ​​perseverancia.

 

“¡Huk!”

 

Cheong Myeong escupió la suciedad que entró en su boca.

 

«Ven ahora. ¡Ya sea tu victoria o la mía! ¡Vamos a ver!»

 

¡Sin embargo, mancillaría el nombre del Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo!

 

“Uf!”

 

Cheong Myeong comenzó vigorosamente a afilar el pico nuevamente. ¡Si hubiera espacio ahí abajo, lo encontraría!

 

¡Cava! ¡Cava! ¡Cava!

 

«¡Está bien-ay-ay-ay!»

 

“¿Eh?”

 

¿Tak?

 

Cheong Myeong rápidamente se bajó al suelo. Luego comenzó a pelar la tierra con las manos. Después de desenterrar la tierra, sintió algo debajo de sus manos.

 

‘¿Ladrillo?’

 

Mientras los discípulos de la Secta del Monte Hua se inclinaron en sus asientos, pendientes de cada palabra, mientras que los clanes y sectas aliados escucharon con interés sobre la secta natal de sus amigos. Las cinco espadas intercambiaron sonrisas al saber que Cheong Myeong pronto volvería a quejarse de su suerte cuando se diera cuenta del material del que estaba hecha la caja fuerte.

 

“Parece que la respuesta no estaba ahí”, meditó Baek Cheon. “Cheong Myeong no podría abrir la caja fuerte aunque la encontrara en su estado actual. Entonces, ¿de dónde sacó los libros de cuentas?”

 

“Te equivocas, Sasuk”, respondió Jo Geol casi de inmediato. “¿No es Cheong Myeong quien siempre encuentra una manera? Y les dije que después de encontrar los libros parecía bastante enfermo…”

 

Baek Cheon no era muy brillante, pero después de que los hechos se expusieron frente a él se dio cuenta rápidamente de a qué tipo de estrategia debió de haber recurrido su Sajil. 

 

“Cheong Myeong-ah…” No estaba seguro sobre si debería regalarlo por ponerse en peligro o no decir algo porque él habría hecho lo mismo considerando la precaria situación del Monte Hua. Al final, no pudo decidirse y simplemente comentó: “Has trabajado duro… Bien hecho.”

 

Cheong Myeong sonrió, sin prestar atención a la tensión debajo de esas palabras.

 

El rostro de Cheong Myeong se contrajo. Se sentía extraño en su mano, y podía ver una grieta en el medio; parecía un ladrillo.

 

Sería una buena vista que hubiera un ladrillo debajo de este lugar porque eso significaba que se había creado algo.

 

Sin embargo, Cheong Myeong tuvo una idea diferente.

 

Yoon Jong frunció el ceño. “¿No es bueno haberlo encontrado?”

 

Si este lugar fuera el almacén del Monte Hua, no debería estar tan mal construido con ladrillos comunes.

 

“Lo bueno es que no fue lo único”. Yoon Jong frunció el ceño, contemplativo. “Aunque es una Secta de artes marciales y esa es su propia forma de protección… ¿Quién más imaginaria que habría un método como ese?”

 

Cheong Myeong le devolvió una sonrisa ladeada. “Si te enfrentas a artistas marciales, tal vez sea una de las pocas formas en que realmente es posible, Sahyeong.”

 

No todos podrán hacer algo tan grandioso como la tumba de Yakseon. El Líder de la secta que creó la caja fuerte fue bastante ingenioso. Seguramente cada Secta tenía su propia manera.

 

Un ladrillo…

 

‘Por ahora, debo seguir adelante’.

 

Cheong Myeong reprimió su decepción. No estaría seguro hasta que lo viera. Lo más importante era verlo con sus propios ojos.

 

¡Sha!

 

Cuando se retiró la tierra, se reveló que los ladrillos formaban un patrón claro. Era de noche, por lo que no podía verlo bien, pero podía decir que había algo debajo.

 

‘Vamos a ver.’

 

Cheong Myeong agarró con cuidado uno de los ladrillos.

 

Como habían pasado muchos años, los ladrillos estaban firmemente unidos entre sí. Tiró del ladrillo con fuerza, pero tuvo cuidado de no romperlo.

 

Hnng!

 

Y el ladrillo se separó lentamente de los demás.

 

‘¡Genial!’

 

Cheong Myeong sacó con cuidado el ladrillo y metió la cara en el agujero que había creado.

 

‘Está bien, aquí está…’

 

Cheong Myeong levantó la cabeza y frunció el ceño.

 

Abajo no había nada. Todo lo que podía ver era…

 

‘De ninguna manera… ¡ah! ¿Un pasillo?’

 

¡Con fuerza, apretó los puños!

 

No estaba equivocado. Buscó correctamente y encontró algo. El lugar que encontró no fue el almacén sino el camino que conducía a él. Debido a su falta de energía interna, no podía distinguir entre un almacén o un pasillo.

 

¡Pero encontrar este lugar significaba que encontró el camino al almacén!

 

‘¡Genial!’

 

En el momento en que Cheong Myeong levantó la cabeza y trató de quitar más ladrillos…

 

Tap_

 

Un sonido bajo de pasos desde abajo.

 

Hyeon Jong se irguió en su asiento con sobresalto, abriendo los ojos ampliamente y su tez se volvió pálida. Aunque el corazón latía temblorosamente golpeando su caja torácica con desespero, él no pudo hacer más que aferrarse a los reposabrazos de su asiento sin decir palabra alguna. Este era el secreto que planeaba llevarse a la tumba, su momento más bajo de angustia y único momento de desahogo que no se atrevía a compartir con otros debido a su posición. 

 

‘Por favor, cualquier cosa excepto esto…’

 

Deja que sea un discípulo qué se escabullo a ese lugar o un pequeño animal que encontró su camino abajo de alguna manera.

 

‘No dejes que los niños vean esto…’

 

‘ ¡Sob!’

 

Cheong Myeong casi gritó en estado de shock cuando alguien caminaba por el pasillo.

 

‘¿Líder de Secta?’

 

Inclinó la cabeza hacia atrás y rápidamente cubrió el ladrillo que sacó. Pero había un problema mayor.

 

‘¡Mier*a!’

 

Un poco de luz se filtraba a través de las grietas creadas al quitar los ladrillos. Cheong Myeong, presa del pánico, cubrió rápidamente los ladrillos y luego colocó su cuerpo sobre ellos mientras ahogaba su respiración.

 

Algunas risitas se escucharon por aquí y por allá, no obstante, la mayoría se encontraba demasiado absorta en la narración.

 

‘¡Por qué ahora de todos los tiempos!’

 

Podría quedar atrapado. ¿Qué le diría al líder de la secta si le preguntara cómo este niño encontró este lugar?

 

No podía dejarse atrapar.

 

¡Tap! ¡Tap!

 

El sonido de pasos que caminaban por el oscuro pasillo se hizo cada vez más cercano.

 

‘¡Tiene que ser el Líder de Secta!’

 

Su aparición se hizo visible en el pasillo oscuro mientras continuaba con su ritmo casual.

 

Afortunadamente, el líder de la secta pasó por donde estaba escondido Cheong Myeong. Pero no hubo ningún suspiro de alivio. El líder de la secta se detuvo a poca distancia.

 

‘¿Una pared?’

 

A medida que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, pudo ver lo que había dentro a través del agujero. Se podía ver un gran muro donde el líder de la secta se había detenido.

 

No. No es una pared.

 

Puede parecer así, pero no era una pared. Al final del largo pasillo había una puerta. El Líder de Secta se quedó quieto mientras lo miraba.

 

‘Él sabía sobre esto después de todo’.

 

Tang Bo frunció el ceño, tamborileando lo dedos sobre el reposabrazos distraídamente. Si el Líder de la secta sabía sobre la ubicación de la caja fuerte, ¿eso significaba que los libros de contabilidad no estaban ahí? Sin embargo,  el razonamiento de Cheong Myeong con respecto a su hermano Líder de la secta no parecía equivocado. 

 

Acaso… ¿Incluso la caja fuerte fue saqueado? Si los discípulos del pasado, solo los niños que quedaron atrás como se había dicho en la narración, quizás confiaron en la persona equivocada… Quizás ya no quedaban escrituras y los negocios eran, por todos los medios incorrectos, ‘legitimamente’ de los actuales propietarios de los negocios de Hua'um.

 

Tang Bo no estaba convencido con sus propias teorías, por lo que las dejó a un lado para escuchar atentamente en su lugar, sin expresar su opinión en voz alta. Los miembros de su clan parecían ser igualmente reticentes, aunque lo suyo parecía provenir del respeto por las difíciles circunstancias que había afrontado la secta en el futuro.

 

Cheong Myeong esperaba que él lo supiera.

 

Aparte del Líder de Secta, no había forma de que nadie más supiera sobre este lugar. Probablemente, este era un lugar secreto transmitido de generación en generación de un Líder de Secta al siguiente; o tal vez simplemente lo descubrió mientras vivía en su residencia a lo largo del tiempo.

 

Más bien, ¿qué tan extraño sería si el Líder de Secta no supiera que existe este almacén?

 

Cheong Myeong dejó escapar un suave suspiro. “Con todo lo que sucedió,  ya no me extrañaría que ese hubiera sido el caso…”

 

Hyeon Jong también suspiró, aunque sus motivos eran muy diferentes.

 

Aquí debe haber sido donde se guardaban los libros y los tesoros, ¿verdad?

 

Fue cuando…

 

El Líder de Secta levantó la mano en silencio y tocó la puerta. Trazó la puerta con las yemas de los dedos como si sintiera algo precioso.

 

‘¿Que esta haciendo?’

 

Una acción sin sentido.

 

Sin embargo, un aire sombrío alrededor del Líder de Secta hizo sentir como si esta acción sin sentido tuviera algún propósito.

 

Mientras buscaba a tientas la puerta, bajó lentamente la cabeza y permaneció en esa posición durante un tiempo.

 

Solo entonces Cheong Myeong se dio cuenta.

 

No era que estuviera haciendo algo.

 

Era que no podía hacer nada.

 

“Líder de la secta…” Las palabras casi inaudibles de Yu Iseol abandonaron sus labios involuntariamente. Quería levantarse, dar un paso adelante y alcanzar a su líder de la secta, pero ella sabía que poco podía hacer. 

 

Cheong Myeong, que lo miró, se tragó las palabras.

 

Pequeño.

 

Débil.

 

La espalda del Líder del Gran Monte Hua siempre debe ser ancha y cálida. Pero ahora, la espalda de este hombre estaba doblada como la de un jefe de aldea sobrecargado por sus obligaciones.

 

Una pequeña espalda que no fue vista por nadie más, solo dentro de este corredor puede mostrar su debilidad; afuera, se niega a permitir que nadie más vea su ser manso.

 

“Uff, uf…”

 

Un sentimiento similar debió de haber surgido, porque los discípulos a su alrededor se frotaron los ojos con fuerza hasta que quedaron rojos y resoplaron tan silenciosamente como les fue posible. ¿Cómo no podían conmoverse cuando esta era la persona que les dio refugio cuando no tenía nada y aún así se mantuvo firme contra las adversidades, manteniendo una fachada tranquila frente a los niños a los que cuidaba?

 

Baek Cheon frunció el ceño con fuerza para evitar llorar, aunque ya podía sentir que el rabillo de los ojos le picaba con las lágrimas contenidas. No podía mostrar estos sentimientos a Hyeon Jong, quien seguramente no querría mostrarles esta apariencia. No había razón para llorar.

 

Cheong Myeong podía sentir el temblor del anciano.

 

‘Ah…’

 

Ahora entendió.

 

No puede abrirlo.

 

Cheong Myeong se mordió el labio.

 

Le duele la espalda. Es frío y doloroso.

 

A este punto, Jo Geol estaba derramando un río de lágrimas mientras se mordía los labios para evitar hacer ruido, cubriendo su boca con ambas manos. Yoon Jong se limpió las lágrimas qué continuaron cayendo, escuchando impotente aunque sólo quería cubrir sus oídos para no escuchar lo que obviamente no debería de ser revelado.

 

El Monte Hua se estaba derrumbando.

 

Su nombre estaba manchado y sus riquezas se habían perdido. Los que solían estar debajo de ellos ahora los estaban arrinconando y exigiendo lo poco que les quedaba. Cada día tenían más hambre y sus hojas se afilaban.

 

¿Cuán desesperado habría estado todo este tiempo?

 

¿Qué tan miserable habría sido para este líder de la secta que no pudo hacer nada más que ver el colapso del Monte Hua en su vida?

 

Soso, quien no conocía las dificultades del Líder de la secta ni la magnitud de las tribulaciones que había enfrentado la secta en primera persona, parecía devastada de ver a quienes ahora eran su familia pasando por un momento así. En silencio, sus hombros se encogieron, sintiendo que era demasiado pequeña para la sala, y que las personas que la rodeaban, quienes normalmente eran como sólidos árboles de ciruelos plantados al borde de un acantilado para nunca caer, parecían las frágiles ramas que se agitaban con el viento. 

 

Hye Yeon dejó escapar una oración en voz queda, sin querer interrumpir el momento de sus compañeros discípulos. Estaba devastado al observar el sufrimiento de a quienes conoció como amigos resilientes, siempre sonrientes incluso cuando se enfrentaban al mundo. Hye Yeon sintió que era su deber no perderse ni un momento, grabar esta escena en su corazón para nunca desviarse del camino recto, para aprender del camino de la Secta del Monte Hua y no dejar nunca más que sus acciones sean invisibilizadas. 

 

Aun así, no podía hablar de ello con nadie. Porque él es el Líder de Secta, de quien dependía la gente. Él no era alguien que pudiera poner sus cargas sobre ellos.

 

Incluso si todo se derrumbaba, tenía que ser firme y apoyar a los demás como un árbol enorme que hundía sus raíces firmemente en la tierra.

 

Entonces…

 

Estaba en este lugar, buscando consuelo solo en medio del dolor y la tristeza.

 

Hyeon Jong dejó escapar un trémulo suspiro con el que pareció dejar salir su tristeza. Ya está.  Este era el sufrimiento que había estado soportando en silencio y que poco a poco había logrado sanar con cada logro de sus niños, con cada sonrisa y con cada día en que los veía comer entre risas después de un fructífero día de entrenamiento en el que hacían florecer las flores de ciruelo. 

 

En un raro momento de consuelo, Hyeon Yeong extendió la mano y la colocó sobre el antebrazo de Hyeon Jong. Al mirar a su joven hermano marcial notó su desgana ante una muestra de afecto tan evidente, pero también había comprensión.  De su otro lado, Hyeon Sang colocó una mano sobre su hombro, sonriendo alentadoramente a los dos.

 

“¿No hemos cambiado desde entonces?”, les preguntó. 

 

Hyeon Jong sonrió suavemente. “Parece que si…”

 

Hyeln Yeong resopló.  “No necesitamos más sentimentalismos.”

 

Ambas manos que sostuvieron a Hyeon Jong eran tan confiables como lo habían sido desde su juventud, cuando sostuvieron al Monte Hua junto a él. 

 

“Tienes razón”, concedió el Líder de la secta, sabiendo que más tarde los invitaría a beber el té en su habitación mientras los tres presumían los logros de los jóvenes discípulos como si los otros dos no lo supieran y se enorgullecieran a diario por ello, pero aún escucharían,  porque nunca se cansarían de oírlo.

 

Agarrando la puerta que albergaba sus esperanzas pero que se negaba a abrir.

 

Cheong Myeong miró la espalda del Líder de Secta. Como si tratara de grabar esa imagen en sus ojos.

 

El Líder de Secta, que no se había movido por un tiempo, levantó la cabeza.

 

Miró intensamente la puerta, respiró hondo y luego se dio la vuelta. Lentamente haciendo su camino de regreso fuera del pasillo.

 

Cheong Mun dejó caer los párpados, sintiéndose terriblemente triste pero sin poder mostrarlo. No era su lugar y ciertamente sería incómodo para su joven descendiente. Así que soportó el tormento en silencio. 

 

Hyeon Jong… Era un líder de la secta admirable. Ahora entendía cómo es que los discípulos en el futuro parecían comportarse como lo hacían. Las piezas encajaron como un rompecabezas. Un Líder de la secta compasivo y protector, un instructor firme y estricto pero terriblemente preocupado por el futuro de sus aprendices, y un joven antepasado que les mostraba el camino a la grandeza con una sonrisa confiada que parecía decirles que no sólo era posible sino que era natural.

 

Estaba tan orgulloso pero no podía hacer nada, por lo que simplemente acarició la cabeza del Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien recibió los elogios con agrado después de ser burlado varias veces a lo largo de la lectura.

 

Cheong Myeong contuvo la respiración hasta que la presencia del Líder de Secta desapareció por completo. Y luego levantó el ladrillo y saltó lentamente.

 

“…tch”.

 

Dio testimonio de algo que no quería ver.

 

‘La culpa es mía’.

 

No solo él; incluso los otros durante su tiempo tuvieron la culpa. El futuro del mundo era importante, pero el futuro de la Secta, esta Secta del Monte Hua, también era importante. Era importante ir tras el monstruo que surgió, pero deberían haber pensado en los niños que estaban dejando atrás.

 

Cheong Myeong,  quien escuchó su propio razonamiento, frunció el ceño por un momento.

 

‘Lo intenté…’ Pensó. ‘Pero no conocía el camino correcto. El camino…’

 

Sus ojos se desviaron a los discípulos que lo miraban con el ceño fruncido, volteándose para susurrar furiosamente entre ellos antes de volver a mirarlo.

 

‘No… ¿De qué demonios están hablando?’

 

«No es demasiado tarde ahora».

 

Si había un error, podía rectificarlo. A partir de ahora, Cheong Myeong le ayudaría a devolverle los años perdidos.

 

Hyeon Jong sonrió suavemente. 

 

La primavera llegó. 

 

«Bien entonces…»

 

Volvió la cabeza.

 

«¿Deberíamos abrir esta maldita puerta primero?»

 

Beop Jeong anunció la quinta parte antes de continuar. Barriendo con la mirada a la multitud que lo escuchaba, notó que la mayoría prestaba más atención que hace rato, ahora que pensaban que podrían obtener el método para entrar a la caja fuerte de la Secta del Monte Hua. Les deseó suerte a los discípulos con un suspiro inaudible antes de volver a la lectura.

 

‘Antes de eso, revisaré primero los alrededores’.

 

Cheong Myeong negó con la cabeza y se alejó. Tenía que asegurarse de estar listo para evitar cualquier trampa que pudiera activarse cuando abriera la puerta.

 

Conociendo a su Sahyeong, estaba seguro de que el anciano tendría trampas si alguien que no fuera él intentara entrar. Ese hombre era un bastardo cuidadoso.

 

Cheong Mun sacudió la cabeza con exasperación. El diálogo interno de su Sajil era irrespetuoso y frecuentemente grosero, pero todos estos eran los pensamientos privados que no había expresado en voz alta, por lo que se decidió a no reprenderlo por ello. Aun así…

 

Con un suspiro, Cheong Mun se resignó a seguir adelante.

 

‘Si es Cheong Myeong,  pronto se dará cuenta…’

 

No veo nada extraño.

 

La mirada de Cheong Myeong fue atraída hacia un agujero en la parte superior del corredor; parecía confirmar que faltaba algún dispositivo que debería haber estado allí.

 

Era un agujero lo suficientemente grande como para caber en el puño de un niño. Y no fue sólo uno; había docenas de estos agujeros separados por una distancia fija unos de otros a intervalos regulares.

 

«Tch».

 

Originalmente, debe haber habido luces colocadas allí. Este pasillo debería haber sido brillante, no un pasillo oscuro como ahora.

 

Cada vez que la Secta se quedaba sin dinero, deben haber tomado y vendido otra linterna para cubrir sus crecientes deudas. El pasillo se oscurecía constantemente y perdía su luz con cada desafío que enfrentaban.

 

Hong Daegwang se dió cuenta, con un sobresalto, de que la razón por la que el Dragón Divino del Monte Hua había sido tan audaz como para extraer las bolas de luz de la Tumba de Espadas era porque había un precedente como este. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo que creció en una secta rica seguramente nunca habría pensado en arrancar las luces del techo. Fue un entendimiento que surgió en un pasillo que se había extinto lentamente para extender la vida de la secta.

 

¿Qué estaba pensando el Líder de Secta mientras miraba el pasillo oscuro cada vez que entraba? ¿Se desvanecía la esperanza del Monte Hua con cada luz vendida? ¿Sintió que a medida que la luz de este corredor se desvanecía gradualmente, se cortaría otro camino para el renacimiento del Monte Hua?

 

Yu Iseol dejó escapar una corta exhalación llena de tristeza. Cheong Myeong tenía una percepción muy acertada sobre otras personas, quizás por su experiencia en la vida, por lo que sus descripciones parecían reflejar vívidamente los sentimientos del líder de la secta. Quería hacer algo; no podía hacer nada. Le hizo doler el corazón pese a saber que ahora se encontraban en una situación mejor.

 

“Uf”.

 

Cheong Myeong se rascó la cabeza.

 

“Hubiera sido mejor no ver esto”.

 

Pesado. Muy pesado.

 

Él lo sabía. Porque no era tonto.

 

Aunque el Líder de Secta y los Sasuks nunca dejaron ver el peso de sus cargas, Cheong Myeong aún podía adivinar cómo se sentían. Es probable que todos tuvieran problemas incluso para dormir bien; el peso del nombre en declive del Monte Hua que se podría gradualmente durante su generación pesaba mucho en sus mentes.

 

Y deben haber estado bajo este tipo de presión toda su vida.

 

Un Geom sonrió con tristeza. 

 

Si Cheong Myeong decía que no dejaban ver el peso de sus cargas, entonces se alegraba, porque no era algo que quisiera imponer a los discípulos más jóvenes, incluso si algunos de ellos como Jo Geol eran lo suficientemente perspicaces como para hacer un balance bastante realista de su situación actual.

 

‘Ahora estamos mejor’, se repitió. ‘Los niños tienen cobijas suaves para cubrirse por la noche, los edificios son estables, las comidas abundantes, el ambiente animado e incluso reciben una mesada para gastar como prefieran. Ahora pueden disfrutar de lo que cualquier niño podría querer’.

 

Un Am, quien siempre había podido leer el estado de ánimo de Un Gem, se giró con una sonrisa tranquilizadora y le dijo: “Valió la pena”.

 

“Si”. La confirmación salió fácilmente de sus labios, sin dudas ni arrepentimientos. “Valió la pena.”

 

Hyeon Jong los escuchó débilmente, pero eso fue suficiente para sanar una herida en su corazón que no había que seguía doliendo. Parpadeó rápidamente antes de que las lágrimas brotaran de sus ojos. 

 

‘Es injusto’.

 

No sería suficiente hacer algo solo. De hecho, era cierto que solo Cheong Myeong había levantado el nombre y la reputación del Monte Hua cuando era conocido como el Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo; pero incluso entonces, la gloria del Monte Hua había resonado en los oídos de la gente mucho antes de la época de Cheong Myeong.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo no pudo evitar sentirse incómodo con esas palabras.

 

¿Realmente había hecho un esfuerzo significativo por el Monte Hua?

 

Al ver los verdaderos intereses de su secta, aquellas que no surgían desde una proposición privilegiada, sino aquellos nacidos desde la necesidad, sintió que sus esfuerzos se habían quedado cortos en protegerlos. 

 

… ¿Solo tener la fuerza marcial ayudó a su secta de alguna manera?

 

Cerrando los ojos, se preguntó: ¿de qué manera la había estado empleando? 

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua y se dirigió a la puerta.

 

Ya había terminado de sentarse a quejarse; ahora era el momento de intentar abrir la puerta.

 

“Pero… ¿cómo abro esto?”

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

No había manija para la puerta. La larga línea divisoria en el medio fue lo que le hizo adivinar que era una puerta; sin esa línea, sería simplemente una pared.

 

“¿Y qué son estas líneas?”

 

Una larga hendidura en el centro era una señal de que la puerta estaba trabada. Entonces, ¿qué pasa con esas líneas horizontales y verticales confusas? Parecía como si alguien hubiera usado la pared para practicar su manejo de la espada.

 

«… ¿Esto es realmente una puerta?»

 

Cheong Myeong, quien colocó su mano en la pared o puerta desconocida, infundió silenciosamente su energía en ella. Pero pronto lo soltó y retrocedió.

 

«Loco.»

 

La energía no entraba. Con una pared ordinaria, tal cosa no podría suceder. Lo que significaba que había algo detrás de esta puerta.

 

Hierro frío milenario.

 

Tang Gunak frunció el ceño, procesando las palabras en su mente durante unos segundos antes de darse cuenta: ¡de ahí era el lugar del que Cheong Myeong consiguió el hierro frío milenario para hacer las espadas de todos los discípulos!

 

“Loco bastardo… ¿Desmantelaste la caja fuerte?” Se rió de buena gana. No era de extrañar que no pareciera preocuparse porque todos supieran el lugar en que se encontraba la caja fuerte de la secta, a diferencia de los discípulos de la Secta del Monte Hua del pasada, quienes se pusieron nervioso e incómodos. 

 

Tang Bo inclinó la cabeza, acercándose para inquirir. “¿A qué te refieres con desmantelar la caja fuerte? ¿Qué podría hacer con esa cantidad de hierro frío milenario?”

 

¿Qué uso podría ser mejor que el de guardar los mejores tesoros de su secta de los mejores artistas marciales mientras se encontraban desprotegidos, ahora y por cientos de generaciones?

 

Tang Gunak sonrió con sorna, sabiendo que estaba a punto de ver una reacción que no tendría precio. “¿Ves a todos los discípulos apiñados alrededor del Dragón Divino?”

 

Tang Bo, quien se había familiarizado con el nuevo título al escuchar los comentarios alrededor de la sala, asintió.

 

Bajando la voz, le dijo. “Pidió una espada para cada uno de ellos hecho de una aleación de metal frío milenario”.

 

“¿¡Qué!?” Con los ojos amplios y las manos temblorosas, Tang Bo giró la cabeza rápidamente para vislumbrar la silueta de espaldas de Cheong Myeong, quien parecía convivir tranquilamente con los discípulos del Monte Hua. No, con sus discípulos. “Pensar que llegaría hasta ese punto…”

 

Entendiendo el sentimiento del líder del clan del futuro, Tang Bo repitió en voz baja. “Ese loco bastardo…”

 

Realmente estaba haciendo todo lo posible para mantener ferozmente protegidos a los discípulos del futuro. Incluso el Santo de la Espada Flor de Ciruelo no había llegado a tales extremos, aunque tampoco se había enfrentado a tanta presión, no le cabía duda de que ni siquiera se le habría ocurrido la idea. 

 

“Realmente te encariñaste con los niños, Dosahyeong-nim…” Tang Bo esbozó una sonrisa incierta. “Quién diría que serías tan buen maestro.”

 

¿Él mismo debería haber intentado tomar a un discípulo o dos?

 

Al menos una pulgada de espesor también.

 

«…Todo el dinero debe haber ido a esto».

 

Hyeon Yeong se lamentó. “Si hubiéramos podido cortar ese hierro en pedacitos, lo habríamos vendido también. Era tan caro…”

 

Hyeon Jong le dió una palmadita en la mano, la misma que tocaba su antebrazo izquierdo. “Los niños necesitarían ese hierro en el futuro, no tiene caso pensar en ello.”

 

“Si es por los niños…” Inesperadamente, Hyeon Yeong fue convencido rápidamente.

 

Debe haber sido increíblemente costoso traer esa preciosa pieza de hierro y usarla como puerta de almacén.

 

Cheong Mun sonrió. ‘Lo más difícil fue que Cheong Myeong no se enterara’.

 

Afortunadamente, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo parecía convencerse con cualquier argumento que Cheong Mun le daba ya sea para excusar su ausencia o para alejarlo mientras accedía a la caja fuerte.

 

«Es por eso que el Líder de Secta ni siquiera pudo pensar en abrirlo».

 

Este era el mejor metal del mundo. Una espada forjada con este mineral sería una espada preciada; una armadura hecha de este material se convertiría en una prenda invaluable con una defensa impenetrable.

 

Tang Bo se rió en voz baja, prácticamente arrullando ante los pensamientos de Cheong Myeong.

 

A su lado, Tang Gunak dejó escapar un suspiro triste, lamentándose. “Todo ese metal y sólo logré conseguir un par de agujas…”

 

‘Hmm, ¿no parece que todos están recibiendo buenos regalos excepto yo?’ Reflexionó. ‘¿Por qué los niños del futuro están recibiendo toda la generosidad?’

 

Sin saberlo, los discípulos de la Secta del Monte Hua del pasado estaban teniendo pensamientos similares…

 

En otras palabras, ¡estaban terriblemente celosos!

 

Myeong Do hizo pucheros, porque había sido el discípulo de la generación por debajo de el Santo de la Espada Flor de Ciruelo que más lealmente lo siguió, ¡y aún así no recibió tan buen trato! (Los discípulos del Monte Hua del futuro se lanzarían a luchar contra ellos si escucharan semejante calumnia cuando han sido abusados diariamente con la excusa del entrenamiento.) Solo regaños, críticas y comentarios condescendientes. Los discípulos de su misma generación se reunieron a su alrededor, compartiendo sus opiniones.

 

“¿Es porque los entrenó personalmente?”

 

“Quiero desafiarlo a un duelo, seguramente no podrán ganar, ¿verdad? Entonces Cheong Myeong sasuk…”

 

Myeong Do suspiró. “¿No es eso intimidar a niños de dos generaciones por debajo de nosotros? No… Diez generaciones…”

 

“¡Pero Sahyeong…!”

 

Era un tesoro raro que tenía mucho más valor que el oro con el mismo peso. Entonces, ¿cómo se hizo un almacén de tal material?

 

«Huhuhu».

 

Dependiendo de lo que pienses, puede parecer una tontería. Sin embargo, solo con este acto, puedes contemplar la personalidad del Líder de Secta. Usar un metal tan caro como este.

 

Pero Cheong Myeong podía entender por qué el Líder de Secta no podía abrir este lugar; el Hierro Frío Milenario era el metal más rígido del Mundo. Incluso Cheong Myeong no sería capaz de cortarlo.

 

Si ese metal tuviera una pulgada de espesor, Cheong Myeong necesitaría su apogeo en el pasado utilizando todas sus técnicas para cortarlo todo. Entonces, si quería cortar esto ahora, tendría que ser el mejor Espadachín del Mundo o traer a alguien igualmente fuerte.

 

Pero, ¿abriría tan amablemente ese experto la puerta de la tesorería y se iría sin tocar el contenido del interior?

 

‘Absolutamente no’.

 

Un Monte Hua desdentado sería fácil de explotar. Y aquellos con poder se llevarían lo que quieran sin ninguna consideración por el Monte Hua.

 

Baek Cheon suspiró. “¿Por qué es tan difícil…?”

 

Asintiendo, Cheong Myeong le dió una palmada en el hombro. “Pronto tendrás que hacer esto.”

 

“...” Un poco más tenso que antes, Baek Cheon se enfocó en el razonamiento de Cheong Myeong. ‘Es realmente sencillo de entender. Lo explica muy bien… Sería bueno si dijera estas cosas en voz alta más seguido’.

 

Antes no podía hacerlo porque intentaba ocultar su identidad de alguna manera, pese a ser malo mintiendo, ¿tal vez ahora sería más abierto con sus verdaderos sentimientos y pensamientos?

 

El Monte Hua podría enfrentarse a la destrucción absoluta si se pidiera torpemente ayuda a los ladrones y forasteros.

 

‘La elección del Líder de Secta no estuvo mal. Llamar a un maestro para evitar la caída inmediata sería como llamar a un tigre para evitar al lobo’.

 

Lo que hay dentro del almacén es esencial, pero incluso el material del que está hecho podría atraer la calamidad. Los artículos que podrían generar miles de oro incitarían al robo si la información se hiciera pública.

 

Tang Gunak dió un asentimiento firme. Antes de formar una amistad con el Monte Hua, él habría sido uno de los primeros en asaltar la caja fuerte de metal frío milenario usando cualquier método que fuera necesario. ¿No era una oferta demasiado buena?

 

Seol Sobaek, por otro lado, dejó escapar una exclamación en voz baja sobre lo injusto que era, y Maeng So, a su lado, fue mucho más ruidoso en sus quejas sobre la injusticia y deshonestidad.

 

Cheong Mun sonrió. “El Monte Hua tendrá buenos aliados en el futuro”.

 

Los miembros de dichas sectas le devolvieron la sonrisa y mostraron su respeto por el líder de la secta de diversas maneras, pero al final todos quedaron satisfechos con la corta interacción.

 

El Líder del Clan de las Bestias del pasado se preguntó si esta vez podrían formar una alianza mucho antes, sabiendo que ambas partes eran de fiar gracias al conocimiento del futuro.

 

«El problema es que ni siquiera yo puedo cortarlo…»

 

El rostro de Cheong Myeong se distorsionó ligeramente.

 

Si fuera él del pasado, incluso podría abrirlo con sus propias manos. ¡Alcanzó el pico de la espada en el pasado!

 

Baek Cheon frunció el ceño y luego su rostro se aclaró con una risa brillante. “¡Cheong Myeong! ¿No acabas de decir que necesitarías estar en tu apogeo como el Santo de la Espada Flor de Ciruelo y utilizar todas sus técnicas para cortarlo? Pero ahora dices que podrías lograrlo con las manos desnudas...”

 

“¿Hm?” ¡Cheong Myeong fue atacado por la espalda por su propio aliado! Sin querer, sus mejillas se sonrojaron ligeramente mientras sus ojos vagaban hacia otro lado, avergonzado. “¡Cállate! Sólo eres un Dongryong, ¿qué haces opinando sobre las evaluaciones de un experto?”

 

“Soy tu Sasuk, Cheong Myeong—”

 

“Dongryong sasuk—”

 

“¡Cho Sam sajil—”

 

“¡Eso ni siquiera cuenta ahora!”

 

Cheong Jin se rió en voz baja. La amistad que Cheong Myeong mantenía con Tang Bo de alguna manera parecía más madura, ¿cómo es que el comportamiento de Cheong Myeong se convirtió en esto cuando se enfrentó a su descendiente? Se supone que cuando un adulto habla con un niño debería estar en control de sí mismo debido a la diferencia de experiencia, pero aquí ocurría el caso contrario. 

 

“Dos niños peleando, eh…”

 

Cheong Mun se rió alegremente de su comentario. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo estaba menos contento. A decir verdad, se sintió un poco vergonzoso escuchar esos argumentos cuando venían de otras personas, ¡especialmente cuando te mirabas a ti mismo hacerlo! Y otra parte de él estaba un poco, solo un poquito celoso.

 

‘Se ve divertido…’ Hizo un puchero. Tang Bo era normalmente quien rompía con todas las tradiciones de su clan, pero cuando comenzaron a leer, se sentó obedientemente junto a los demás miembros con túnicas verdes como si fuera un discípulo respetuoso de las normas. ‘¿Por qué ese idiota del Clan Tang tiene que seguir las reglas ahora?’

 

«¡No importa!»

 

Dejó a un lado todos los pensamientos de su vida pasada.

 

Cheong Myeong miró los patrones en la pared. Esta era una puerta, y como su Sahyeong podía entrar y salir, tenía que haber una forma de abrirla.

 

Su Sahyeong no era más fuerte que Cheong Myeong. Entonces, su método sería…

 

Inesperadamente, las técnicas de Cheong Mun fueron atacadas en un comentario casual.

 

«¿Oh? ¿Esto es?»

 

¿Técnica de la Espada de las Veinticuatro Flores de Ciruelo?

 

¡El patrón en la pared! ¡No! ¡Era de una espada!

 

Algunos de los patrones se parecían a la Técnica de la Espada de las Veinticuatro Flores de Ciruelo. Y una vez que se encontraba una pista, también se podían reconocer los otros patrones.

 

«Esta es la Técnica de la Espada del Equilibrio, y esta también es la Espada de la Flor de Ciruelo».

 

Había líneas desde cortes superficiales hasta marcas profundas.

 

Grabadas en esta puerta estaban las técnicas exclusivas de los discípulos del Monte Hua.

 

“Es un excelente método”, Tang Jopyeong aplaudió la ingeniería de la caja fuerte. A decir verdad, ya se le había olvidado más del ochenta por ciento de lo que se había dicho, ¡pero aún tenía la mente fresca lista para escuchar cada frase! “Ojalá pudiera verla con mis propios ojos ahora mismo… No importa, intentaré crear algo similar por mi mismo, ¡ese será un verdadero desafío!”

 

‘Es por eso que el Líder de Secta no pudo abrirlo’.

 

Porque la Espada Flor de Ciruelo requiere la Técnica de la Espada de las Veinticuatro Flores de Ciruelo, que se había perdido de la Secta. Aunque es posible reconocer una Técnica de Espada por los patrones que deja, el Líder de Secta no podía aprender y comprender la técnica solo por estas marcas.

 

“Esta profundidad…”

 

Cheong Myeong dejó escapar un suspiro.

 

Las marcas comenzaron con la Técnica de la Espada del Equilibrio y Hoja de Bambú, seguidas de la Técnica de la Espada de las Veinticuatro Flores de Ciruelo.

 

Esa fue la manera de abrir esta puerta.

 

Si la técnica se extendiera con precisión a lo largo del camino, haría que la puerta se abriera por sí sola. Cheong Myeong no podía entender cómo se creó tal cosa.

 

“Creo que lo estoy resolviendo…” Murmuró Tang Jopyeong. Tang Bo acarició su cabeza como si fuera un niño pequeño, repentinamente orgulloso de este discípulo que había llegado tan lejos desde que era solo un niño que se aferraba a su pierna queriendo aprender el arte de las dagas.

 

Pero el problema fue resuelto.

 

Ahora, solo quedaba un problema.

 

“…¿Cómo se supone que debo hacer esto?”

 

Si fuera el pasado, no habría ningún problema. No solo él, sino cualquier discípulo del Monte Hua en el pasado podría abrir esta puerta sin muchos problemas. Sin embargo, el actual Cheong Myeong era un niño que no aprendió correctamente la técnica de la espada.

 

Todavía podía seguir las líneas de la espada. Sin embargo, le fue imposible poner la energía necesaria para desplegarlo de una vez.

 

«Uf.»

 

Cheong Myeong suspiró profundamente.

 

‘¡Nada es imposible!’

 

Las caras de los discípulos del Monte Hua del futuro se oscurecieron, apretando los puños hasta que los nudillos se volvieron blancos y sus venas sobresalieron.

 

‘Cheong Myeong…’

 

Si era imposible, ¡hazlo posible! No había problemas en el mundo que no pudieran ser resueltos.

 

Cheong Myeong apretó los dientes y juntó las manos sobre su dantian.

 

«…Realmente no quería hacer esto».

 

No quería recurrir a esto. No quería exagerar. Pero este era el único método que le quedaba en el que podía pensar.

 

“Si solo hubiera un poco más…” 

 

Tiempo. Les faltaba tiempo. 

 

Baek Cheon frunció el ceño. Sabía que la situación del Monte Hua era apremiante, pero aún no le gustaba. Ya se había hecho, pero aún quería intentar ayudar. Odiaba ese sentimiento de impotencia.

 

‘Si tan sólo pudiéramos acelerar el entrenamiento un poco más’. Pero francamente, era imposible. Ya estaban siendo presionados hasta el límite una y otra vez. Si ponían más esfuerzo, simplemente colapsarían, teniendo que gastar más de su precioso tiempo limitado para recuperarse, y correrían el riesgo de terminar con secuelas. ‘Qué frustrante’.

 

Aunque lo sabía con la cabeza, aún pensó que podría esforzarse un poco más cuando volvieran.

 

“Creo que terminaré recuperándome durante aproximadamente un mes”.

 

Tang Soso frunció el ceño, lanzando miradas ardientes en dirección a Cheong Myeong y volviendo a mirar al frente en repetidas ocasiones.

 

Una gota de sudor recorrió la mejilla de Cheong Myeong. 

 

‘¿No va a sacar sus agujas ahora, verdad? No, no las lleva consigo… Probablemente.’

 

Cheong Myeong pensó y luego usó su fuerza para aprovechar el qi innato, ubicado en la parte más profunda del dantian.

 

El verdadero Qi Interno.

 

El poder que todo ser humano tiene desde su nacimiento.

 

Era diferente de la energía interna entrenada a través del cultivo. Incluso si tu energía se agota o desaparece, la persona no moriría. Aunque sentirían una gran sensación de impotencia y debilidad, no interferiría con su vida. Esto se debe a que esta energía es cultivada artificialmente por humanos.

 

Sin embargo, el verdadero Qi Interno es diferente.

 

Los humanos que pierden su verdadero Qi Interno ya no pueden sostener la vida. En otras palabras, se puede decir que el verdadero Qi Interno es vital para la vida humana.

 

Aquellos que han alcanzado la cima de las artes marciales pueden usar el verdadero qi interno como su propia fuerza. Sin embargo, el verdadero qi interno existe para sustentar la vida; se debe pagar un precio para utilizar su poder.

 

“Algo que no deberías hacer a menos que sea una situación de vida o muerte”, lo regañó Cheong Mun. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo agachó la cabeza, sintiéndose regañado. ‘De todos modos viviré más que Sahyeong y el resto de los discípulos Myeong, ¿qué importa si uso un poco?’

 

No se atrevió a expresarlo en voz alta por miedo al regaño que ya podía ver venir.

 

El consumo excesivo de la misma daría lugar a la muerte.

 

Incluso si se consume con cautela, la energía se dañará significativamente y uno no podrá llevar una vida normal durante varios meses.

 

Cheong Myeong escuchó atentamente a su Sahyeong, y luego desvió la mirada hacia donde sus pollitos escuchaban concentrados su monólogo. Parecía que estaban aprendiendo de su ejemplo. Un poco temeroso, decidió decir algunas palabras en voz alta.

 

“Sahyeong tiene razón. Uno no debería usar su Qi Innato bajo ninguna circunstancia a menos que sea de vida o muerte. Esta vez yo estaba mal”. Recibió varias miradas de sospecha y algunas otras que parecían satisfechas, lo que interpretó como que estaba teniendo una buena recepción con su público, por lo que continuó. “No pueden usar ni siquiera un poquito si es en cualquier otra circunstancia, aunque estén en un enfrentamiento. Si requieren usarlo para ganar, ¡entonces retírense primero y luego vuelvan por la revancha!”

 

Una persona muerta no podía tener una revancha, pero sí una persona viva. 

 

Después de dejar su sabiduría, se cruzó de brazos y sacó el pecho, mirando hacia el frente con orgullo. 

 

‘El que se atreva a intentar usar su Qi Innato, ¡lo voy a matar con mis propias manos!’

 

‘Solo voy a usar un poco. Correcto, sólo un poco’.

 

¿No tendría sentido si Cheong Myeong muriera antes de salvar el Monte Hua?

 

A este punto, incluso sabiendo el resultado, algunos discípulos se mordieron las uñas, los labios o se removieron inquietos en sus asientos.

 

En este momento, Cheong Myeong era probablemente la figura más crucial escondida dentro del Monte Hua.

 

Tap.

 

Estimular el verdadero Qi Interno. Asegúrate de no resaltar demasiado. ¡Solo lo suficiente para usar! ¡Solo lo suficiente para usar!

 

El verdadero qi interno, despertado de su sueño, comenzó a rugir. Luego fue empujado hacia el Dantian.

 

Es un poco más de lo que pensaba.

 

Cheong Myeong alejó sus pensamientos y agarró la espada.

 

¿Es posible?

 

¡Vamos!

 

Se creó un poder magnífico al mezclar el Qi Interno con la Energía Interna y dejar que fluya por todo su cuerpo. Cuando esta energía comenzó a fluir a través de su cuerpo desconocido, todo su ser se estremeció.

 

“Kuak!”

 

Un gemido escapó de detrás de sus labios. Un dolor terrible que hizo que Cheong Myeong dudara de su mente.

 

‘¡Sólo una vez! ¡Tengo que hacerlo solo una vez!’

 

Hyeong Jong hizo una expresión de dolor. Esta era la caja que siempre había querido abrir, y finalmente lo lograron, pero ¿a qué precio? La salud de sus discípulos.

 

‘Cheong Myeong-ah…’

 

Quería acariciar la cabeza del jóven —demasiado viejo, pero aún jóven— discípulo y decirle que lo había hecho bien, pero estaba atrapado en su asiento.

 

‘Cuando regresemos…’ No le cabía duda alguna de que todos se abalanzarían sobre Cheong Myeong para cuidarlo y se preocuparían excesivamente por él, mirando todos sus movimientos sin un segundo de respiro. Esa imagen finalmente logró sacarle una sonrisa. ‘Ahora lo sabemos’.

 

Un color negro púrpura comenzó a formarse en la punta de sus dedos.

 

No aprendió artes marciales en esta vida. No era más que una torpe imitación de lo que recordaba del pasado, y se sentía aún más extraño debido al cuerpo de niño.

 

Cheong Myeong se sintió un poco incómodo con la descripción. Después de finalmente tener a su familia reunida en un solo lugar, esto era lo que veían de él. ‘¿Por qué no pueden enseñar las escenas donde me va bien? Algo sobre cuando fui el Santo de la Espada Flor de Ciruelo… No, será mejor que los niños no vean eso. Tal vez el torneo de Shaolin… No, no quiero mostrarle a Sahyeong mis flores de ciruelo en ese momento, aunque quiero que vea la de los niños… Entonces la Tumba de Espadas… No, si las demás sectas lo miraran, a menos que sea hasta el momento en que salimos vivos…’

 

La mano de Cheong Myeong atravesó el aire como un rayo de luz.

 

Un vívido rastro de luz púrpura ilusoria atravesó la pared.

 

Kuak!

 

El sonido de arañar la pared resonó en el pasillo vacío. Era una puerta que tenía que abrirse de una vez ya que Cheong Myeong no podía soportar hacerlo otra vez, pero incluso su imitación fue lenta, gracias a la condición de su cuerpo.

 

“¡KUAK!”

 

Cada vez que se movía, dolía.

 

Pero Cheong Myeong no se detuvo y siguió moviendo su mano. A medida que continuaban los movimientos excesivos, podía sentir que sus músculos se desgarraban como si fueran a romperse en cualquier momento; y su rostro estaba sonrojado y ardiendo como si fuera a explotar en cualquier momento.

 

La respiración agitada a su lado llamó la atención de Cheong Myeong. Los discípulos a su alrededor tenían expresiones desgarradoras.

 

‘Niños tontos… Eso es algo que ya pasó y salió bien, ¿no lo pueden ver?’

 

El camino de las artes marciales estaba lleno de sufrimiento, ¿qué era esto en comparación al largo camino adornado en sangre y cuerpos sin vida sobre el que tendrían que caminar?

 

‘¡Soy el Santo de la Espada de la Flor de Ciruelo!’

 

Si no tuviera la habilidad, ¡entonces movería su cuerpo solo por orgullo!

 

Mordiéndose el labio para impulsar su conciencia hacia adelante. Cheong Myeong desató su lucha final.

 

Tuk!

 

Su mano se detuvo en el aire.

 

‘¿Hecho?’

 

Sus piernas temblaban y su corazón latía erráticamente como si tratara desesperadamente de mantener su cuerpo unido, pero no tenía tiempo para prestar atención a su condición actual. Si la puerta aún no se abría después de esto, realmente estaría enfrentando un desastre.

 

Fue cuando.

 

¡Kikik!

 

¡Él pensó que escuchó un extraño sonido chirriante! El sonido de algo abriéndose.

 

Y, la enorme puerta de adelante se movió.

 

Una mano cayó sobre la cabeza de Cheong Myeong, revolviendo su cabello con suavidad.

 

“Bien hecho.” La voz suave de Yu Iseol se escuchó desde su lado.

 

Cheong Myeong sonrió, un poco exasperado y un poco cariñoso. ‘Es igual que el Líder de la secta.’

 

«¡Ay!»

 

¡Se abrió!

 

Pensó que la puerta se abriría por completo, pero solo parecía haberse abierto la cerradura.

 

Pero fue…

 

“¡Aaaaghhhhhh!”

 

De repente, Cheong Myeong se acurrucó hacia adelante, agarrando su estómago.

 

La sangre brotó de su pequeña boca. Salió con una fuerza que no pudo ser tragada.

 

La mano de Yu Iseol que lo acariciaba gentilmente se tensó y bajó hacia su hombro, como si quisiera protegerlo.

 

“¡Cheong Myeong-ah!”

 

“¡Cheong Myeong sahyeong!”

 

“Me había olvidado de esto…” Murmuró Cheong Myeong, para la creciente preocupación de los discípulos del futuro.

 

“Uf”.

 

Se secó los labios con la manga.

 

Parecía que su cuerpo estaba más herido de lo que pensaba.

 

De ser así, tendría que tomarse al menos dos meses de descanso para que se recuperen sus lesiones internas.

 

«Haaa … Revivir el Monte Hua es terriblemente difícil».

 

Cheong Myeong escupió la sangre que le quedaba en la boca y lastimosamente empujó la puerta para abrirla de una manera vergonzosa usando la poca fuerza que le quedaba.

 

¡Kiiik!

 

La puerta, sellada durante mucho tiempo, finalmente se abrió de par en par de lado a lado.

 

«Ahora, ¿verifico lo que estaba escondiendo Sahyeong?»

 

Con una sonrisa astuta, Cheong Myeong entró con confianza al almacén.

 

Jo Geol se sostuvo el corazón con la mano, luciendo terriblemente asustado. Con una sonrisa rígida, se dirigió hacia su Sajae. “¡No me asustes así! En el futuro tienes prohibido hacer algo tan peligroso solo, ¡lo digo como tu Sahyeong!”

 

Cheong Myeong no se lo tomó en serio. Se rió de él.

 

“Eso es porque era débil, Sahyeong.”

 

Baek Sang detuvo a Jo Geol. “No te preocupes, Geol-ah, eso no volverá a ocurrir, ¿no lo dijo Cheong Myeong?” Una mirada penetrante lo sostuvo en su lugar en ese momento. “No deberíamos de usar nuestro Qi Innato a menos que sea de vida o muerte.”

 

Con un asentimiento decidido, Baek Cheon añadió. “Y en situaciones de vida o muerte estaremos a tu lado.”

 

‘¿Qué debo hacer, Sahyeong?’, pensó Cheong Myeong con una sonrisa impotente. ‘Ah , está a mi lado.’

 

Desviando su mirada hacia Cheong Mun, este lo recibió con una sonrisa cálida y gentil. Cheong Jin parecía reírse de él, con los ojos entrecerrados y las patas de gallo alrededor arrugandose alegremente. 

 

Cheong Myeong se rió, y para sus propios oídos parecía más cariñoso de lo que pensó que podría sonar. 

 

“Si, si, no se preocupen… Si pasa algo estaremos juntos, protegiendo al Monte Hua, ¿no?”

 

Esta vez, los discípulos le devolvieron sonrisas genuinas.

 

Su yo del pasado, quien parecía triste y desolado en sus propios recuerdos, le devolvió la mirada expectante, como si le preguntara ‘¿qué vas a hacer?’, con una expectativa genuina que le dió esperanza. La decisión estaba en las manos de Cheon Myeong. Él sabía la respuesta sobre el camino que quería trazar, y las personas que lo amaban lo estaban apoyando.

 

“Juntos”, repitió, pellizcando la mejilla del discípulo más cercano. “Ya lo dije, así que no hagan un escándalo en el próximo capítulo, ¿de acuerdo? No importa lo que vean, ya pasó y aprendí de ello.”

 

Baek Cheon salvó al joven discípulo del presionado con un manotazo acertado, y fácilmente le respondió. "Ya no nos preocuparemos. Después de esto es cuando salimos y comenzamos a entrenar juntos, ¿no es así?"

 

“Sí, pronto todos verán a Dongryong hacer el ridículo como Yoon Jong sahyeong y Jo Geol sahyeong”.

 

“Uff… Está bien”, un poco reacio, pero no parecía un mal precio a pagar. Quería regañarlo un poco más pero no servía de nada, así que simplemente suspir. “Esperamos que no hagas más cosas imprudentes”.

 

Cheong Myeong dejó escapar una risita nerviosa que puso a todos en guardia. 

 

“¡Espera! Dijeron que ya no se preocuparían.”

 

Baek Cheon suspir, sosteniendo su estmago. “Yuanzhi Tianzun… Contigo las preocupaciones son infinitas.”

 

Cheong Myeong se cubrió los oídos, haciendo una mueca. “No quiero escuchar nada, ¡ya lo prometieron!”

 

Con una risita, Cheong Mun le recordó: “Yo no prometí nada”.

 

Y los ecos de los discípulos de la Secta del Monte Hua se escucharon junto a los amigos que hicieron en el futuro. 

Notes:

Eh, eh, es menos triste de lo que pensé que sería... Pero al mismo tiempo está bien porque necesitaban decirlo para sacarlo de su pecho y recordarse que están en el presente. Aunque con Cheong Myeogn las preocupaciones sólo van a aumentar cuando vaya de visita de negocios a su antigua guarida de dragón.

Chapter 13: Capítulo 25 y 26: El Monte Hua gana una fortuna (1 y 2)

Summary:

[Solo había un pergamino enrollado.

"¿Qué es esto?"

Sin dudarlo, Cheong Myeong extendió la mano, lo abrió e inmediatamente comenzó a leerlo.

"Del Líder de Secta (Sahyeong)"]

Notes:

Por alguna razón los comentarios me motivaron a escribir otro capítulo. Ha pasado muy poco desde que publiqué el anterior, lo que es extraño, pero aquí está. Espero que lo disfruten.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Un suave suspiro escapó de los labios del abad. El área de la Secta del Monte Hua era inusualmente ruidosa, aunque era esperable que hubiera al menos un poco de charla debido a que eran los principales protagonistas de la narración y se habían revelado algunos secretos importantes, ¡simplemente no se callaban!

 

Miren allá, a la Secta del Borde Sur, quienes estaban en su mayor parte silenciosos, luciendo como el epítome del estoicismo con sus espaldas rectas y posturas firmes. Entonces damos la vuelta hacia Wudang y encontrarán a los discípulos manteniendo una compostura firme y madura, comentando en voz baja acerca de algunas técnicas descritas. Sus propios discípulos, los de Shaolin, escucharon como si Beop Jeong recitara las escrituras sagradas. Y luego estaba la Secta del Monte Hua.

 

Intentando ignorar las voces risueñas y las pequeñas peleas, el abad anunció el siguiente título: “El Monte Hua gana una fortuna, primera parte.”

 

El lado del Monte Hua se animó, como si el oro hubiera botado directamente hacia sus pies, tintineando agradablemente.

 

El lugar era más estrecho de lo esperado.

 

Era natural. Habría dejado un gran agujero en las finanzas del Monte Hua si hubieran creado un almacén masivo de Hierro Frío Milenario; nunca habrían durado tanto.

 

“Así que Sahyeong al menos tenía algunas reservas… “ Murmuró el Santo de la Espada Flor de Ciruelo.

 

“¿Qué quieres decir con eso?”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se encogió de hombros, sin embargo, la siguiente línea delató sus pensamientos.

 

“…Seguía quejándose todos los días de que no tenía dinero. Sin embargo, siguió gastándolo para hacer cosas como esta”.

 

Cheong Mun frunció el ceño. “¡No tengo dinero para gastar en alcohol! ¡En salidas a restaurantes! ¡Es dinero para la secta!”

 

Cheong Myeong sintió una oleada de ira, pero ¿qué podía hacer? No podía hacer nada con una persona muerta.

 

Ante esas palabras, la ira de Cheong Mun se desvaneció rápidamente, recordándole por qué podía escuchar esa clase de líneas de su hermano menor. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo ya se había alejado en su asiento lo más que pudo, esperando que tirara de su oreja cual niño regañado, pero cuando nada ocurrió, giró la cabeza lentamente, dándole una mirada reticente a Cheong Mun como si preguntara ‘¿qué esperas?’. Cheong Mun simplemente dejó escapar el aliento que estaba conteniendo.

 

“¿...?”

 

Cheong Myeong, quien los observaba desde la parte de atrás, ya se había vuelto uno con el respaldo de su asiento, sintiendo los regaños en primera persona. Incluso temió que su Sahyeong se diera la vuelta para regañarlo, ya que acababan de intercambiar algunas palabras, pero si quería guardar el sermón para su yo más jóven, ¿quién era él para detenerlo? Su versión más jóven todavía no aprendía las mismas lecciones de vida que el sabio y maduro Cheong Myeong, ¡claramente necesita el regaño!

 

—Preparó tal discurso en su mente por si Cheong Mun se daba la vuelta y al final se desplomó en su asiento, mitad aliviado y mitad inconforme. Recibió algunas palmaditas de Yu Iseol como si lo consolara, o quizás se divirtiera de su difícil situación.

 

Cheong Myeong entró y miró a su alrededor.

 

Había muchas cosas almacenadas aquí. ¿Qué debería comprobar primero?

 

Los ojos de Hong Daegwang se iluminaron. ¿No sería bueno tener un tesoro oculto debajo de su pequeña choza macilenta y deteriorada? Solo imaginar tantos tesoros a su alrededor que no sabía por cuál comenzar le hacía salivar la boca. Probablemente se convertiría en un buen sueño cuando volviera, si es que tenía algún tiempo para dormir considerando lo ocupado que estaría transmitiendo toda la información vista en esta sala.

 

"¡Dinero!"

 

Cheong Myeong parpadeó y examinó la habitación.

 

¡Tenía que ser aquí! ¡Los fondos para sobornos que Sahyeong estaba ahorrando! ¡Una brillante pieza de oro! ¡Riquezas que brillan intensamente…!

 

Debe estar aquí.

 

Cheong Myeong continuó inspeccionando la habitación.

 

¿Por qué? ¿Por qué no podía verlos?

 

Cheong Myeong una vez más registró el interior del almacén. Sin embargo, sin importar cuántas veces se frotó los ojos, no pudo encontrar nada brillante, y mucho menos tesoros.

 

Cheong Mun se rió entre dientes. “He de admitir que esta pequeña parte fue específicamente para ti, Cheong Myeong.”

 

“¿¡Qué!?” Cheong Myeong saltó de su asiento. “Líder de la secta sahyeong, ¿cómo puedes pensar que haría algo así?”

 

Aunque su tono era lastimero, Cheong Mun no se dejó engañar. “Cuando envío a los discípulos a transportar algunos objetos valiosos, todos llegan intactos, pero sólo cuando tú estás es que desaparecen. No me puedes culpar por ser precavido.”

 

Sin parecer un poco nervioso al ser señalado, su boca comenzó a moverse rápidamente. “¡Cómo podría pasar algo así! Este Cheong Myeong es un discípulo íntegro y honesto, ¡claramente es una calumnia!”

 

Los ojos brillantes de Cheong Myeong y su tono apasionado sólo logró hacer reír a los jóvenes discípulos del futuro, quienes supieron sólo por ello que se trataba de una completa mentira, ¡incluso si no conocieran su retorcida personalidad!

 

No debería ser así.

 

"N-No".

 

¡Con lo frugal que era su Sahyeong, debe haber acumulado mucho más dinero que cualquier otro líder de secta!

 

Sería de sentido común para él planificar y reservar una cierta cantidad de riqueza para preparar el Monte Hua para cualquier escenario inesperado.

 

“¡Pero no hay dinero!”

 

Cheong Mun sonrió, paciente. “Cheong Myeong-ah, puedo leer tus pensamientos ahora.”

 

Cheong Myeong se estremeció —ese había sido un miedo real cuando era un niño— porque pronto sus estafas serían expuestas, por lo que cambió su táctica. 

 

“Sólo me preocupo por el estado económico de la secta, eh, eh… Incluso si me llevara un poco, ¿qué tiene de malo? Si hubieran traído a un profesional a hacer lo mismo, ¿no habrían tenido que pagarle por sus esfuerzos?”

 

Cheong Mun negó con la cabeza.

 

“El problema es cuánto te llevaste, ¡cuánto!”

 

Una gran sensación de derrota se apoderó de él.

 

Haaa , maldito bastardo. ¿No tenía fondos para sobornos?

 

Cheong Myeong se frotó la cara.

 

Si hubiera habido una reserva de dinero de emergencia, podría haberlos usado para cualquier número de esquemas.

 

Por el renacimiento del Monte Hua, por comprar tragos, y por comprar más tragos…

 

Hyeon Yeong, apenas unos asientos a un lado, tuvo el presentimiento de que el cofre con lingotes de oro que Cheong Myeong les había presentado era una fracción muy pequeña de la suma real que había en esa caja fuerte.

 

‘¿Cuánto dinero tiene ahorrado una secta del tamaño del Monte Hua normalmente?’ Con los ojos distantes, continuó haciendo cálculos. ‘Descontando el dinero que debió de haber gastado para comprar las espadas que venían junto al cofre y otras cosas… No podría haberse acercado a la cantidad real’.

 

¿Cuánto de ese dinero se destinó en alcohol…? Hyeon Yeong ya destinó una buena cantidad a rellenar los almacenes, ¿cuánto más podía caber en ese pequeño cuerpecito?

 

No importaba. La ignorancia era felicidad, felicidad. Por favor, que no sea dicha la cantidad exacta.

 

O a Hyeon Yeong podría darle una desviación de qi al escuchar la suma sin importar que hubiera dado la cantidad que fuera voluntariamente a Cheong Myeong.

 

“¡Ay no! ¡Estoy puramente enfocado en el renacimiento del Monte Hua!”

 

“¡Ehh!”

 

Cheong Myeong abandonó sus deseos persistentes y volvió la cabeza. Había cosas más importantes que la riqueza.

 

“Bien hecho, siju”, elogió Hye Yeon. “Dejar a un lado los deseos materiales para centrarse en el bienestar del prójimo.. Suena como un verdadero taoísta.”

 

Cheong Myeong alzó la voz. “¡Alguien que abofetee la calva del monje, por favor! ¡Es ruidoso!”

 

Una bofetada resonó en la quietud de la habitación, desatando una pequeña riña entre los discípulos de tercera clase y el monje. 

 

“Cheong Myeong-ah…”

 

El susodicho ignoró la llamada de Cheong Mun, quien tuvo un pequeño momento de crisis al notar cómo nadie protestaba cuando Cheong Myeong daba una orden injusta. En realidad, parecían tomarlo como si fuera natural y en su lugar se apresuraron a obedecer.

 

“Bastardo, ¿cómo los entrenaste para que fueran así?”

 

Esto era como domesticar bestias, un entrenamiento brutal que domesticó el espíritu de los discípulos que no sabían nada mejor y los volvió un poco… Un poco como Cheong Myeong.

 

Con la misma cara despreocupada que parecía un poco engreída.

 

"¡Eso es todo!"

 

Libros alineados uno tras otro en una estantería en una pared.

 

Cheong Myeong tragó saliva y caminó hacia él.

 

"Esto tiene que ser."

 

Sacó un libro del medio y examinó el contenido. Mientras leía cada línea, una brillante sonrisa apareció lentamente.

 

"¡Cierto!"

 

¡No puede haber otra manera!

 

Como era de esperar, los libros que se muestran en el primer estante eran libros del Monte Hua, que guardaba Sahyeong. En general, se suponía que estos documentos debían almacenarse en la casa del Líder de Secta, pero parecía que se hacían copias y se almacenaban aquí en caso de emergencia.

 

Y no solo había libros de contabilidad de la época de Cheong Myeong, sino también de generaciones anteriores. Con solo esta información, sería capaz de abofetear a esos idiotas podridos en la parte posterior de la cabeza.

 

Los labios de Hyeon Jong se curvaron en una sonrisa suave y brillante. “Aquí es donde estaban almacenados los volumenes de artes marciales escritos por el Santo de la Espada Flor de Ciruelo.”

 

Un Geom se rió. “Debió ser extraño encontrar los libros que nuestro Cheong Myeong escribió hace cien años permanecer guardados todo ese tiempo en la caja fuerte.”

 

Cheong Jin y Cheong Mun fruncieron el ceño al mismo tiempo.

 

¿Cheong Myeong escribiendo?

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sacó la lengua, contemplativo. “¿Sahyeong me obligará a hacer una tarea tan engorrosa…? Debería irme por un tiempo… De todos modos puedo transmitir el conocimiento en persona…”

 

“No asumamos que volverás a reencarnar”, le reprendió Cheong Jin. “No está fijado en piedra. Quién sabe, quizás esta vez no recuerdes nada sobre tu vida pasada y termines siendo un mendigo por el resto de tu vida.”

 

“¡Tonterías! Por supuesto que sería un discípulo de la Secta del Monte Hua, ¿qué más podría hacer?”

 

Aunque fuera en otra vida y no tuviera recuerdos, ¿cómo podría conformarse con la patética vida de mendigo sin objetivos y aspiraciones? El Santo de la Espada Flor de Ciruelo tenía el talento de lograr cualquier cosa que se propusiera, ¿por qué viviría en la miseria entonces? Si un cachorro de tigre naciera en una selva o en un desierto, ¿no seguiría siendo un tigre con garras y colmillos a fin de cuentas?

 

Negó con la cabeza. Si ‘Cho Sam’ hubiera vivido un poco más, ¡seguramente habría llegado lejos!

 

"¡Esos bastardos están tan muertos!"

 

Estos libros de contabilidad valieron la pena el arduo esfuerzo que hizo para abrir la puerta.

 

Y en el segundo estante...

 

"¡Oh!"

 

¡De ningún modo!

 

Cheong Myeong casi gritó sin darse cuenta.

 

Las auténticas Artes Secretas del Monte Hua están aquí…

 

“¿Eh?”

 

Cheong Myeong inclinó la cabeza.

 

"¿Son estos el verdadero negocio?"

 

Cheong Myeong frunció el ceño. Estas cosas eran un poco diferentes de las Artes Marciales que estudió. ¡En el Monte Hua, las Artes Secretas, que estaban casi muertas, se reunieron allí!

 

"Mmm."

 

Cheong Myeong se rascó la mejilla.

 

Cheong Mun se estremeció. 

 

“Ah… Eso…”

 

"Esos viejos tontos bastardos".

 

Toda la vergüenza de Cheong Mun murió con esa línea. Sus puños se apretaron, las venas sobresalieron de su mandíbula tensa y su sonrisa se torció de manera extraña. “... Necesitamos repasar algunos modales cuando volvamos.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sintió un escalofrío recorrer su cuello. “No… No he hecho nada aún, ¿lo sabes? Allá está el que dijo eso.”

 

Señaló a Cheong Myeong, quien había girado la cabeza como si escuchara con toda su atención al abad.

 

“Tendremos los tres una charla más tarde.”

 

Cheong Myeong suspiró ruidosamente.

 

Se había decidido no transmitirlos a los futuros discípulos, pero estaba claro que no los abandonaron. Parecía que Sahyeong estaba reacio a tirarlos por completo.

 

Tal vez pensó que afectaría negativamente el futuro del Monte Hua si fueran abandonados, por lo que los mantuvo aquí.

 

Si el primer estante lleno de libros de contabilidad mostraba las obligaciones y responsabilidades del antiguo Líder de Secta hacia la Secta, este segundo estante representaba su compasión y dedicación.

 

Cuando Cheong Mun se calmó con la siguiente línea, Cheong Jin agregó. “Quizás la forma de expresar tus sentimientos no sea la más adecuada para transmitirlos, Sahyeong.”

 

“No quería transmitirlos a nadie porque, ya saben, ¡son mis pensamientos privados!”

 

Regañados, Cheong Jin y Cheong Mun dejaron caer el tema.

 

"...Sahyeong".

 

Cheong Myeong sintió una creciente oleada de lágrimas en sus ojos.

 

El lado de la Secta del Monte Hua cayó en silencio con unas pocas palabras. Los discípulos, inmóviles, escucharon con cuidado al abad.

 

"No te preocupes. Definitivamente reviviré el Monte Hua a su estado original”.

 

No, lo haría más próspero que en el pasado.

 

Cheong Mun se ablandó como un fideo cocido, acomodándose en su lugar para girar su cuerpo lo más que pudo hacia Cheong Myeong.

 

“Oye, Cheong Myeong-ah.”

 

La mirada tímida de Cheong Myeong, que parecía recordarle a cuando era un niño, lo hizo sonreír de inmediato.

 

“-Sahyeong puede ignorar eso”. Aunque su boca decía eso, el cuerpo de Cheong Myeong se inclinó naturalmente hacia él.

 

“No digas eso y ven acá.” 

 

La cabeza de Cheong Myeong se acercó a un más, tocando la palma de la mano de Cheong Mun. El toque en su cabeza era cálido y pesado. Las cicatrices y callos de la mano rasposa de su Sahyeong se enredaron con el cabello fino de su cuerpo joven, pero el ligero tirón fue reconfortante.

 

Cuando la muestra de afecto parecía a punto de terminar, Hyeon Yeong se puso de pie, estirándose en su lugar. “Uff, creo que mi cuello no podrá soportar más si sigo mirando al abad desde mi asiento. Cheong Myeong-ah, ¿podrías intercambiar conmigo?”

 

La petición sonaba como una orden. Cheong Myeong no se atrevió a desobedecer, aunque cuando parecía que el anciano estaría en problemas haciendo algunos malabares para pasar a la fila trasera, el Santo de la Espada Flor de Ciruelo intervino. “No importa, yo también quería conocer a mis queridos descendientes.”

 

Hyeon Yeong asintió, sonriendo.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se dejó caer a su nuevo asiento con un salto, sorprendiendo a los discípulos que quedaron a su lado, Yu Iseol y Baek Cheon. Ellos parecían un poco tensos por su presencia imponente, pero rápidamente lo aceptaron e incluso pudieron ignorarlo cuando su atención volvió a los movimientos de Cheong Myeong.

 

Dios mío, ¿¡cuánto más se pueden preocupar por su versión futura!?

 

Cheong Myeong recuperó su ambición y se volvió.

 

No había prisa, y estará bien. Después de todo, lo importante era que Cheong Myeong sabía cómo usar todas las técnicas. Era molesto escribirlo para los demás, pero tampoco planeaba mantener la información en secreto.

 

Y finalmente…

 

Prácticamente no había nada en el tercer estante.

 

Así, ambos Cheong Myeong intercambiaron sus asientos, con el más viejo —y joven en apariencia— recargándose contra el reposabrazos del lado del Líder de la secta Cheong Mun como una flor absorbiendo el calor del sol. Cheong Mun se rió con cariño, sin hacer comentarios al respecto pero dándole la bienvenida a Cheong Myeong en su abrazo, con un brazo sobre sus hombros. La mejilla redonda se presionó contra su pecho y eso fue todo. Cheong Myeong prácticamente se derritió en su lugar como si sus cargas se desvanecieran temporalmente. 

 

Los discípulos del futuro estaban felices por su hermano marcial más jóven, ¿cómo podrían no estarlo? No obstante, quizás también estaban un poco deprimidos porque Cheong Myeong volvería a extrañar a Cheong Mun cuando volvieran y nadie podría tener el mismo efecto tranquilizador que el hombre que prácticamente lo crió desde que era un niño.

 

Yu Iseol supo mejor que nadie que sería doloroso, pero también era quien mejor entendía cómo una amistad podía ayudar a encontrar un nuevo tipo de felicidad. A veces era cálido, otras veces lo extrañaba tanto que dolía, sin embargo, pese a ello, existía el sentimiento de que estaba bien incluso si dolía porque sus hermanos marciales estaban con ella. Solo con eso fue suficiente. Esperaba que Cheong Myeong pudiera encontrar una paz similar al tener tiempo para despedirse de sus seres queridos.

 

Solo había un pergamino enrollado.

 

"¿Qué es esto?"

 

Sin dudarlo, Cheong Myeong extendió la mano, lo abrió e inmediatamente comenzó a leerlo.

 

[Del Líder de Secta (Sahyeong)]

 

El brazo de Cheong Mun se apretó alrededor de Cheong Myeong. La cabeza pequeña se enterró en sus túnicas, sin parecer afectado por la narración tanto como por el hecho de poder estar junto a él una vez más. 

 

“Un momento más…” Murmuró Cheong Myeong.

 

“Toma tiempo que necesites.”

 

Si alguien está leyendo esto, significa que se ha decidido el Líder de Secta de la próxima generación. A veces, una sola línea de escritura transmite más de cien palabras, por lo que dejo mi significado en esta humilde forma.

 

La posición de Líder de Secta dentro del Monte Hua no es una posición para liderar.

 

Hyeon Jong tomó las palabras como una revelación divina, escuchando atentamente para analizar su vida desde que se convirtió en líder de la secta para ver si se ajustaba a los criterios de su antepasado. Baek Cheon y Yoon Jong parecieron más rígidos y atentos, listos para recibir cada gramo de conocimiento que pudiera ayudarlos en el futuro. 

 

‘No es una posición para liderar…’ Baek Cheon consideró las palabras lentamente. 

 

Anteriormente Cheong Myeong le había dicho a Baek Cheon que estaba destinado a liderar al Monte Hua en su próxima era de gloria, y no había tenido ninguna duda de que ese sería su papel, entonces, ¿cómo se suponía que debía liderar si esa no era la posición del líder de la secta? 

 

Como cualquiera que se convierta en el próximo Líder de Secta, naturalmente llegará a saber, los que lideran el Monte Hua son los preciosos Discípulos, y ellos son los que traen crecimiento al Monte Hua. El papel de un Líder de Secta es protegerlos y apoyarlos para que lleven a cabo su propia voluntad sin restricciones.

 

Ahora que eres el Líder de Secta, espero que dejes de lado tu propia impaciencia y trabajes por el bien de la Secta. El Monte Hua es simplemente el Monte Hua. Ninguna persona puede dirigirlo o manejarlo.

 

Los ojos de Baek Cheon se oscurecieron. ‘Parece que otra vez he tomado la palabra de Cheong Myeong, siguiendo sus planes, sin poder pensar en lo que necesita—, como un igual debería hacer’.

 

En su perspectiva, Cheong Mun parecía un líder confiable que había sido honorable hasta el final, un pilar sólido y confiable en el que Cheong Myeong se pudo apoyar, de quien aún ahora buscaba consuelo. No quería admitirlo, no importa cuánto supiera que era un hombre celoso, pero envidiaba al antiguo líder de la secta.

 

‘Yo también quiero que confíe en mí’.

 

Recuerda esto cuando estés cansado de las dificultades de la vida y de la pesada carga sobre tus hombros; El Monte Hua no caerá.

 

El Monte Hua es el monte Hua. Ya sea que decaiga o florezca, permanecerá como el Monte Hua. Como Líderes de Secta, simplemente protegemos el espíritu de la Secta en nuestra generación.

Yoon Jong se tomó un momento para asimilarlo. En el fondo, al igual que vió su casa caerse a pedazos y su familia desmoronarse hasta que llegó a la Secta del Monte Hua, y entonces la vió declinar lentamente hacia su inevitable final, siempre pensó que tarde o temprano el Monte Hua caería, estuviera Cheong Myeong para intervenir o no, sin que nadie pudiera evitarlo.

 

‘El Monte Hua es el Monte Hua’.

 

No es como si pudieran tirar la montaña entera, ¿verdad?

 

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

 

Hyeon Jong reconoció la frase con cariño. ‘El Monte Hua es el Monte Hua’, y echó un vistazo al niño que abrazaba tristemente a su hermano mayor perdido. ‘Tal vez extrañaba otra versión del Monte Hua, aún así, me alegra que haya encontrado un hogar en el actual Monte Hua’.

 

Como pensaba, la sabiduría del antiguo líder de la secta era infinita.

 

Ore para que la voluntad del Monte Hua, que nuestros antepasados ​​protegieron, se transmita a las generaciones futuras. Y nutrir a nuestros Descendientes para que continúen nuestra voluntad para que permanezcamos eternos.

 

Y tal vez, Hyeon Jong se sintió un poco más tranquilo al escuchar que los mayores y él habían estado haciendo un buen trabajo hasta ahora siguiendo la voluntad de sus antepasados.

 

Te dejo una pesada carga como Líder de Secta de la generación anterior.

 

El décimo tercer Líder de la Gran Secta del Monte Hua, Cheong Mun.

 

[Fin]

 

“…”

 

Cheong Myeong miró el pergamino en silencio.

 

Él lo sabía.

 

Sabía que esta no era una carta escrita por su Sahyeong para él, pero, extrañamente, él era la persona que necesitaba leer esto más que los demás.

 

"Cierto... ese hombre realmente fastidió mucho".

 

Cheong Myeong suspiró y guardó el pergamino en sus manos.

 

Las otras cosas serán devueltas al Monte Hua, pero no este rollo.

 

Cheong Mun apretó su hombro. “No esperaba que esas palabras llegaran a ti, pero quizás no lo necesitabas tanto… Cheong Myeong, has seguido mi voluntad mejor que nadie. Has criado a unos excelentes discípulos.”

 

“¿Verdad que sí?” Cheong Myeong finalmente se alejó de su abrazo. Dejó escapar un suspiro antes de sonreír más brillantemente que antes. “Ah, me siento más ligero que antes. Bien, bien, pongamos atención a esa lectura.”

 

Girando la cabeza, le dió una sonrisa emocionada a Cheong Jin, a quien también había extrañado fuertemente, y con un poco de dolor, también echó un vistazo de Tang Bo. Bien, están aquí, todos están aquí, eso es bueno. Muy bueno. Mejor que nunca.

 

"Bien entonces…"

 

Cheong Myeong se dio la vuelta con una sonrisa.

 

"No había mucho, pero esto debería ser suficiente".

 

Primero, tenía los libros de contabilidad, que eran los artículos más esenciales. Si los tuviera, los negocios podrían recuperarse. Entonces el Monte Hua podría salir de la deuda.

 

Por lo que entonces…

 

Cheong Myeong, que estaba a punto de salir, dejó de caminar.

 

'Espera un minuto'.

 

Fue extraño...

 

'¿Por qué se siente como si algo estuviera mal?'

 

No podía precisar qué era tan extraño, pero sintió que algo andaba mal.

 

¿Por qué se sentía de esa manera?

 

Los discípulos del Monte Hua del pasado, quienes ni siquiera sabían dónde estaba la caja fuerte —aunque ciertamente sabían que había una, a diferencia de Cheong Myeong—, se animaron ante esto. ¿Había más? ¿Qué tan precavido era el Líder de la secta Cheong Mun?

 

"¡Espera!"

 

¿Tercer estante?

 

Cheong Myeong volvió la cabeza.

 

Líder de Secta, su Sahyeong.

 

Cheong Mun fue el décimo tercer Líder de Secta el Monte Hua; ese hombre había estado obsesionado con organizar las cosas ordenadamente.

 

“¿Te parece?” Cheong Mun parpadeó sorprendido hacia su izquierda. Tanto Cheong Myeong como Cheong Jin le devolvieron la mirada plana.

 

“¡Si!”

 

“Claro que sí, Sahyeong.”

 

No era solo la limpieza. Incluso si los muebles de su habitación estuvieran ligeramente inclinados, no podría soportarlo.

 

“No es que sea una mentira…” Cheong Mun no parecía estar muy convencido.

 

Pero...

 

¿Dos estantes llenos y un estante vacío?

 

"No. No. Ese hombre se habría vuelto loco".

 

Cheong Mun asintió distraídamente y luego negó con la cabeza. “No, yo lo puse así en primer lugar”, se estremeció. “Puedo soportarlo.”

 

“La gente normal no tiene que ‘soportarlo’”, le informó amablemente Cheong Jin.

 

Lo sabía porque había estado con ese hombre durante mucho tiempo.

 

Cheong Myeong corrió hacia el estante vacío.

 

¡Algo tiene que estar aquí!

 

¡Seguramente!

 

Cheong Mun suspiró. “Tal vez tengo algo.”

 

Nuevamente, sus Sajae respondieron coordinados: “Sí”, “Definitivamente”.

 

Ese estante vacío seguía molestándolo. ¿No es incómodo usar una estantería completa para un solo pergamino? El Sahyeong que conocía no era ese tipo de persona.

 

Si el que vino aquí no fuera Cheong Myeong sino alguien más, no le habrían dado mucha importancia. Pero ahora Cheong Myeong estaba allí.

 

Agarró el estante sin dudarlo y lo movió a un lado.

 

No hay nada más alrededor.

 

No había nada detrás del estante excepto la fría pared de hierro. Pero, ¿y abajo?

 

Podría ser. El piso parecía estar cubierto de hierro. ¿Pero?

 

Cheong Myeong, quien movió el estante, puso su mano en el suelo y pronto la infundió con energía.

 

'Si fue el anciano que conocí, ¡entonces debe estar aquí!'

 

Cheong Mun sonrió, empujando amistosamente a Cheong Myeong. “¿No me conoces bien?”

 

“He prestado atención”, replicó, devolviéndole la sonrisa.

 

Si hay un lugar sospechoso, entonces algo debe estar allí.

 

¡Wooong!

 

No pasó nada. Se preguntó si su energía interna no era lo suficientemente fuerte, no podía sentir nada.

 

"¿Tal vez yo estoy equivocado?"

 

Fue el momento en que se puso nervioso y pensó en darse por vencido.

 

Tuk!

 

“…!”

 

¡Cierto!

 

“¡Ahhhhhhhh!”

 

Cuando Cheong Myeong sintió que lo succionaban debajo de donde alguna vez estuvo el piso, algo cedió.

 

¡Retumbar!

 

Eventualmente, con la repentina sensación de que algo se caía, Cheong Myeong perdió el equilibrio y se derrumbó hacia atrás, alejándose de donde estaba antes.

 

"¡Ay!"

 

Después de golpearse la cabeza varias veces, sintió que las estrellas de la noche destellaban frente a él.

 

Ante la mención de golpes en la cabeza, los discípulos del Monte Hua del futuro se estremecieron como si sintieran un dolor punzante en la zona. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo ya se había dado cuenta de este extraño hábito, ¿o debería llamarlo trauma?, pero observarlo de tan cerca era fascinante.

 

'¿No fue demasiado fuerte?'

 

Instintivamente se volvió hacia la entrada. Sin embargo, no parecía que nadie lo notara. Aunque estaba conectado, no parecía que pudiera escucharse debido al largo pasillo.

 

Cheong Jin sonrió. “Es un fallo en la seguridad, pero no creo que importe más.”

 

“La próxima vez lo tendremos en cuenta”, respondió Cheong Mun. 

 

Cheong Myeong se rió. “Si necesitan ideas pueden preguntarme. Aunque pasaron cien años todavía no encuentran mi pequeña ‘caja fuerte’”.

 

Los ojos de los discípulos del Monte Hua del pasado se llenaron de sospecha. ¿Caja fuerte? Aunque un anciano, Cheong Myeong no tenía ingresos propios, por lo que su riqueza provenía de la mesada que la secta le otorgaba, aunque él la gastó generosamente en licor y comida. 

 

¿De dónde podría haber conseguido el dinero para hacer una ‘caja fuerte’ y qué tipo de cosas había en ella?

 

Era preocupante, profundamente preocupante.

 

“Si… Me gustaría escuchar las sugerencias de Sahyeong”. Cheong Jin se frotó el puente de la nariz. ‘Pensándolo bien, Cheong Myeong a menudo bebía valiéndose del dinero de otros, así que bien podría tener un ‘guardadito’”

 

Cheong Myeong se pavoneó en su asiento, listo para salir a una conferencia de los mejores lugares mientras el Santo de la Espada Flor de Ciruelo ponía una cara reacia. 

 

¡El escondite todavía era funcional para él, maldición!

 

¡Más que eso!

 

Cheong Myeong saltó y corrió hacia adelante.

 

Seguro que algo se abrió.

 

Cheong Myeong corrió a observar el agujero que se había formado.

 

“Estoy teniendo muchas dudas”, murmuró Hyeon Jong, “de que realmente hubiera una representación del tao en esa caja fuerte.”

 

Ante esas palabras, parecía que a las cinco espadas les había caído un rayo encima.

 

‘El tao…’

 

‘Si no es el tao…’

 

‘Cheong Myeong estuvo ahí antes…’

 

Las miradas se conectaron de un lado a otro, transmitiendo el mismo sentimiento.

 

En un afán de entender el pasado, ¡habían malinterpretado la situación!

 

Cheong Myeong, ese descarado ladrón, ¡se había embolsado todo lo que estaba en el escondite!

 

"¿Entonces?"

 

¡Sahyeong!

 

"¡Realmente eres un bastardo desagradable!"

 

Se hizo un doble piso oculto en caso de que alguien que no fuera el Líder de Secta hubiera entrado.

 

Después de todo el arduo trabajo que se necesita para encontrar y abrir este lugar, nadie hubiera imaginado que había otro secreto escondido aquí. Incluso Cheong Myeong no lo habría sabido si no hubiera entendido tan profundamente a su Sahyeong.

 

Seol Sobaek se inclinó hacia sus subalternos. “Me he dado cuenta de algo… Parece que si quieres saber dónde esconde la gente sus tesoros, lo más importante es entender a la persona que lo esconde.”

 

Ante esto, hubo un coro de acuerdos en voz baja, elogiando la perspicacia del joven líder. 

 

Yu Iseol, quien escuchó la conversación con sus agudos sentidos, estuvo de acuerdo en silencio. ‘Lo mismo ocurrió en la tumba de espadas’.

 

La luz brillaba desde la entrada.

 

¡Luz!

 

Parecía que la luz estaba hecha para mostrar el camino a Cheong Myeong.

 

Sin dudarlo, se arrojó por la abertura. La entrada era pequeña, incluso para el cuerpo de un niño. Mientras bajaba por la entrada, encontró un espacio tan pequeño que le resultó difícil enderezar la espalda.

 

“Sería divertido ver a Sahyeong pasar por ahí”, comentó ociosamente el Santo de la Espada Flor de Ciruelo.

 

En ese lugar…

 

Cheong Myeong extendió su mano y decidió cerrar la puerta que se abrió.

 

"Lentamente. Lentamente."

 

Se aseguró de que no saliera ningún sonido.

 

Y…

 

Los ojos de Cheong Myeong se abrieron de par en par. Su respiración se aceleró y su corazón empezó a latir con fuerza. La sangre se apresuró a su rostro mientras la emoción coloreaba su visión.

 

“¡Jajajajaja!”

 

Se moría de alegría ~

 

Cheong Mun suspiró, dándole unas palmaditas suaves a Cheong Myeong como si lo regañara, pero este sólo se rió descaradamente.

 

Había felicidad justo en frente de él.

 

Los lingotes de oro estaban cuidadosamente apilados en un lado.

 

Baek Cheon se regañó a sí mismo: “¿Por qué aún conociendo a Cheong Myeong sigo sin darme cuenta de sus acciones? ¿No debería haberlo sabido ya?”

 

Yoon Jong se talló la cara con la palma de la mano, exasperado. “Sabía que era sospechoso, simplemente le resté importancia inconscientemente…”

 

“Estaba tan emocionado”, se lamentó Jo Geol.

 

Yu Iseol agachó la cabeza, sombría. “En ese entonces también dijo algunas cosas extrañas.”

 

“Lo dijo, ¿verdad?” Respondió Baek Cheon, resignado. “¿Podría ser que en realidad no somos tan inteligentes?”

 

Nadie pudo refutar sus palabras considerando cuánto Cheong Myeong, siendo tan malo mintiendo y manipulando, había logrado ocultarles a todos sus acciones.

 

Jo Geol fue el primero en aceptar la realidad. “Heh… Tal vez.”

 

Tang Soso, en cambio, se defendió como pudo. “Bueno, ¿cómo íbamos a adivinar que había una situación así?”

 

“Incluso si no sabemos que es el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, ¿cómo no supimos que era obra suya?”

 

Los discípulos volvieron a caer en silencio.

 

Y varios otros tesoros dispuestos en otro lado.

 

Y…

 

“¿Es esta mi tumba?”

 

¡Incluso había gemas desconocidas allí!

 

“¡Jejejejejeje!”

 

La risa seguía saliendo. Incluso cuando trató de no reírse, no pudo controlarlo.

 

“¡Ujajajajaja!”

 

Bien, ¡cálmate! ¡cálmate!

 

"¡Por fin soy rico, hijos de p*ta!"

 

Ante esto, un coro de protestas comenzó a salir de las bocas de los jóvenes discípulos de segunda y tercera generación del futuro.

 

Tang Soso lo señaló directamente. “¡Así que de ahí sacaste tu dinero!”

 

Parecía que Baek Cheon se iba a arrancar los cabellos. “¡Y así tuviste el descaro de dejar a los discípulos cuidado de tus carritos de oro mientras los amenazabas con la muerte si faltaba una sola moneda!”

 

Y Jo Geol incluso estiró el brazo para tomar el respaldo del asiento de Cheong Myeong, inclinándolo un poco hacia atrás. “Cheong Myeong-ah, ¿no estaba esa sección completamente vacía? ¿Qué demonios hiciste con todo eso?”

 

La situación que el décimo tercer Líder de Secta, Cheong Mun, trató de evitar desesperadamente tomando medidas extremas para proteger esta riqueza.

 

Este fue el momento en el que el destino y la fortuna del Monte Hua pasaron firmemente a manos de la única persona que no debería tenerla en absoluto.

 

Cheong Myeong se encogió de hombros. “Sólo tomé un diezmo (para la secta). ¿No vieron el dinero en el cofre?”

 

Yoon Jong apoyó a Jo Geol desde su lugar. “Puedo escuchar eso que murmuraste, ¡la letra pequeña del contrato!”

 

El abad anunció la segunda parte, pasando la página con una expresión que no podía llamarse neutral, más bien rayaba en el juicio extremo.

 

"Mmm."

 

Hyeon Jong suspiró suavemente mientras miraba la luz del sol asomándose por la ventana.

 

Para algunos, esa luz del sol podía ser el comienzo de un día agradable. Pero para aquellos que vivían en un tiempo ominoso, no había nada más resentido que la luz del sol que trae otro día.

 

'Es de mañana otra vez'.

 

Hyeon Sang parecía un poco preocupado. “Líder de la secta…”

 

El líder de la secta Hyeon Jong suspiró. “Lo sé. No pude evitarlo. Sin embargo, ¿no estamos un poco mejor?”

 

‘Gracias a ese niño. No, gracias a Cheong Myeong.’

 

Una vez más, un nuevo día ha comenzado.

 

Ya han pasado dos días. Y quedaban cinco días más para pagar la enorme deuda.

 

Cinco. Sólo cinco días más.

 

Hyeon Jong cerró los ojos en silencio.

 

'Cinco días'.

 

Si no podía preparar 100.000 nyang en este corto período, el Monte Hua caería en sus manos.

 

Baek Sang se mordió el labio inferior, sintiendo el inminente estrés de las cuentas sin pagar y las cosas que tendrían que hacer para ganar dinero. No fue fácil, nunca fue fácil. Realmente estaba agradecido con ese pequeño dios de la fortuna, Cheong Myeong, o de lo contrario realmente podrían haber sido embargados.

 

Sabía que su Sajil se había llevado una cantidad de dinero obscena, prácticamente los había estafado, pero también fue consciente de que si no los hubiera ayudado la Secta del Monte Hua ya no existiría. 

 

A cualquier discípulo se le exigiría que actuara con honor y reciprocidad al devolver el favor a la secta que lo crió desde que era un huérfano. Baek Sang ni siquiera pensó en ello. 

 

‘Estar vivo y bien alimentado es lo suficientemente bueno. Si quiere un poco, que lo tome’.

 

Al menos ya no se molestaba en tomar más dinero desde aquél momento. Cheong Myeong hizo sus inversiones de manera inteligente, encontrando una oportunidad para las ganancias incluso en el torneo Shaolin. En el futuro tampoco lo necesitaría, seguramente. Y tenía la premonición de que todos lo apoyarían si lo pedía a los ancianos.

 

Había tres cosas esenciales en la vida: comida, ropa y, finalmente, hogar.

 

Aunque podrían vivir incluso si perdieran su hogar, aquellos que se quedaran en el Monte Hua tendrían que intentar encontrar una forma diferente de llevar sus vidas. El Monte Hua ya no podía llamarse Monte Hua.

 

Puede haber algunos que deseen llevar su nombre y suceder la voluntad del Monte Hua. Durante muchos años, el Monte Hua fue considerado una Secta prestigiosa; seguramente, algunos desearían aferrarse a él.

 

Baek Cheon, Yu Iseol y Yoon Jong, los niños que habían sido acogidos por el Líder de la secta y los ancianos, sonrieron débilmente ante esto. Por supuesto, incluso si la secta era embargada, tenían que vivir comiendo raíces y haciendo trabajo manual en la calle, seguirían llevando al Monte Hua en sus corazones.

 

No importa de qué manera, se esforzarían para devolver a la ‘Secta del Monte Hua’ a la existencia, aunque ahora que habían aprendido de Cheong Myeong parecía que habría sido una meta realmente imposible con sus conocimientos. Aún si lo hubieran sabido, no se habrían rendido.

 

Porque era el Monte Hua.

 

Si una Secta imponente con miles de Discípulos se desmorona un día y solo puede albergar a unas pocas docenas de estudiantes, y si luego pierde su hogar y es exiliada, ¿no podemos decir que ha sido completamente destruida?

 

Yoon Jong negó con la cabeza.

 

“Mientras la voluntad de la Secta del Monte Hua viva, definitivamente regresará”, afirmó.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo alzó una ceja. “Es increíble cómo se atreven a alzar el cuello y decir algo así cuando no tenían dinero, habilidades ni talento. ¿Cómo planean tomar discípulos si ni siquiera tienen eso?”

 

“De alguna manera… Haría un camino…” Vino la débil voz del discípulo, un poco menos firme pero sin cambiar de opinión.

 

Aquellos que no puedan quedarse aquí no tendrían más remedio que dispersarse. Habrá personas que lo sigan por un tiempo, pero a medida que sus vidas se vuelvan más difíciles, ¿no buscarían simplemente otro trabajo?

 

Algunos discípulos que eran los hijos de comerciantes pequeños ya se encontraban desviando las cabezas con franca vergüenza.

 

‘Si Cheong Myeong no hubiera llegado…’

 

Habrían sido los primeros en abandonar el barco, volviendo a sus cómodas vidas de lujo, esto era así incluso para Jo Geol, pese a ser ahora parte de las cinco espadas, prácticamente una pieza del núcleo de la secta.

 

‘Si Cheong Myeong no hubiera llegado, no habría perdurado la voluntad del Monte Hua por mucho tiempo’.

 

Aunque Baek Cheon, Yu Iseol y Yoon Jong eran ferozmente leales, e incluso tenía algo de esperanza de Yu Iseol, sabía que habían estado bastante descarrilados del rumbo correcto. Prácticamente caminaban en sentido contrario. Las artes marciales eran débiles y llenas de aberturas, no tenían un sentido de la realidad dado que crecieron aislados en una montaña y tendrían que haber pasado la mayor parte de sus vidas trabajando duro solo para vivir al día.

 

‘Y yo tampoco habría podido hacer nada aunque tuviera dinero’.

 

Porque no era sólo su dinero, sino el de su familia. E incluso si fuera suyo, no estaba seguro de qué habría hecho.

 

‘Ahora me alegro de ser parte del Monte Hua’.

 

Al menos, podía decir que las cosas salieron bien.

 

Y poco a poco...

 

'No'.

 

Hyeon Jong negó con la cabeza violentamente.

 

Este no era el momento de pensar tan débilmente.

 

Todavía le quedaban cinco días. Podría proteger el Monte Hua si encontraba alguna forma de recaudar la cantidad necesaria.

 

Él era el Líder de Secta. Y no se rendiría hasta el día en que desaparezca el Monte Hua. Todos los demás tienen el lujo de darse por vencidos, pero él no podía fallar.

 

Hyeon Jong levantó la mano y se frotó la cara.

 

Tal vez podría llegar a todos los que tenían una relación mínima con el Monte Hua. Las historias del declive del Monte Hua habían circulado por todo el mundo. Solo necesitaba encontrar una persona capaz que estuviera dispuesta a ayudarlos.

 

Solo una persona…

 

Jin Geumryong prácticamente estaba torciendo los ojos ante la ingenuidad del Líder de la Secta del Monte Hua. Ni siquiera podían resistir por su cuenta y en su lugar se aferraron patéticamente a las sobras mendigando por migajas, ¿en qué se diferenciaban de la Unión de Mendigos? 

 

Su hermano menor era un idiota por haberse quedado en un lugar como ese durante tanto tiempo. La peor parte es que ese tonto seguramente no sabía de la difícil situación por la que estaba pasando su secta pero aún daba grandes discursos sobre cómo lograrían alzarse en el futuro. Patético. Tuvo que haber una intervención quasi divina para salvar a la secta de su estado.

 

‘¿Cuánto más hay que ver esto?’

 

La Secta del Monte Hua esto y la Secta del Monte Hua lo otro. Estaba cansado de ver esta ridiculez. Simplemente deberían saltar al momento en que el Culto Demoníaco llega y comenzar desde ahí. Eso sí sería una reunión productiva.

 

Hyeon Jong se rió suavemente con burla.

 

'¿Ayudarnos?'

 

Si alguien quisiera ayudar, ya lo habría hecho. Incluso cuando el Monte Hua tenía mayores esperanzas que ahora, nadie los ayudó.

 

Y ahora, ¿quién vendría y prestaría la gran suma de 100.000 nyang a una Secta arruinada?

 

Tang Bo abucheó en voz baja. “Si tan solo el Clan Tang se hubiera mantenido junto a la Secta del Monte Hua en ese entonces… Dios mío.”

 

“El Clan Tang debió tener sus propios problemas”, respondió el Líder del Clan Tang del pasado. “Si una secta tan prestigiosa ha llegado a ese punto, ¿cómo crees que nos fue?”

 

“Aún así…”

 

Tang Jopyeong no dijo nada, sin embargo, se veía devastado.

 

'Es tan agobiante'.

 

No podía ser evitado o ignorado. Pero Hyeon Jong tuvo que sentir el peso cada día a medida que crecía sobre él.

 

El miedo siempre presente de que la vida del Monte Hua se trunque con su generación. Rezó y rezó para que el sol no saliera cada mañana mientras luchaba por pasar otra noche sin dormir.

 

Fue cuando...

 

"¡Líder de Secta!"

 

Hyeon Jong ajustó su expresión. No importaba cuán deprimido estaba, no podía mostrárselo a sus discípulos. Incluso si el Monte Hua se derrumbaba mañana, debía ser recordado como el noble Líder de Secta que cargó con los males de sus Estudiantes mientras estaba a su lado.

 

‘Tal vez debería de haber dejado una copia del pergamino del Líder de la secta sahyeong para el Líder de la secta’, se dió cuenta Cheong Myeong. ‘No me habría gustado que tomaran mi letra por la suya, aún así… Necesitaba escuchar esas palabras’.

 

El Líder de la secta también necesitaba escuchar que ‘lo hizo bien’ después de haberse esforzado e invertido su vida en la secta. Tal vez era el mismo caso para Hyeon Yeong y Hyeon Sang, quienes prácticamente eran los Líderes de la secta junto a Hyeon Jong.

 

"¿Qué pasa?"

 

"Creo que necesitas salir y ver".

 

“¿Mmm?”

 

Hyeon Jong inclinó la cabeza.

 

Se movió de inmediato y salió. Justo afuera, Un Geom estaba allí esperando con el rostro en blanco.

 

“¿Un Geom?”

 

Hyeon Jong frunció el ceño.

 

No era Un Am sino Un Geom. ¿No estaba Un Geom a cargo del Dormitorio de la Flor de Ciruelo Blanco? Si vino aquí, significaba que algo había sucedido en los dormitorios.

 

Cheong Myeong se rió con travesura. 

 

“Una pequeña sorpresa”, presentó. “Y un regalo desde el pasado.”

 

Cheong Mun sonrió. “Gracias por entregarlo. Que sepan que viene de parte de todos los miembros de la secta bajo mi mandato aquí reunidos.”

 

Hyeon Jong inclinó la cabeza con gratitud. “Ha sido recibido con el mayor de los honores, antepasados.”

 

Los tranquilos intercambios los hicieron sentirse cada vez más cómodos interactuando con los discípulos de otro tiempo.

 

Pero, ¿qué podría pasar en los dormitorios que requiriera la atención directa del Líder de Secta?

 

¿No es todavía tan temprano en la mañana?

 

"¿Qué pasó?"

 

"Líder de Secta".

 

Un Geom tenía una cara extraña. Parecía sorprendido, pero también un poco exhausto.

 

'¿Qué podría haber pasado?'

 

Sabía que reunir niños y disciplinarlos era agotador y requería paciencia. Al ser elegido para esta tarea, Un Geom era generalmente una persona muy tranquila y serena.

 

“Incluso pudo manejar a Cheong Myeong”, comentó Un Am. “Realmente fue la elección perfecta para instruir a los discípulos.”

 

Un Geom se sonrojó ante los elogios.

 

“Más que manejarlo… Diría que llegamos a un acuerdo mutuamente beneficioso, ¿no es bueno si los niños entrenan más?”

 

Algunos gemidos lastimeros se escucharon en el fondo.

 

Sin embargo, si incluso Un Geom luchó por mantener la compostura, no pudo entender lo que sucedió.

 

“Esa es la sensación que deja Cheong Myeong sahyeong”, Cheong Gong señaló vagamente hacia el podio. “Como un huracán que arriba.”

 

“Te contaré los detalles en el camino. ¡Líder de Secta! ¡Tienes que ver esto por ti mismo!”

 

"…Guíame".

 

Hyeon Jong lo siguió sin dudar.

 

Tenía curiosidad; sin embargo, dado que Un Geom preguntó de manera tan seria, decidió simplemente seguirlo primero.

 

"¡Sí, Líder de Secta!"

 

Un Geom se movió rápidamente y Hyeon Jong lo siguió sin demora.

 

'¿A dónde vamos?'

 

Hyeon Jong frunció el ceño mientras miraba a su alrededor. El lugar al que se dirigían no eran los dormitorios. Era un lugar detrás de los dormitorios, Lotus Peak.

 

¿Por qué allí?

 

Sin embargo, Un Geom siguió subiendo con todas sus fuerzas sin decir una palabra.

 

Hyeon Jong se frotó las manos, repentinamente avergonzado por la forma en que sus pensamientos daban vueltas como una corriente turbulenta. Pese a ser el líder de la secta y haber estudiado el tao con todo su corazón, parecía que no podía encarnarlo de la manera en que prefería, dejando espacio para que la ansiedad lo consumiera. 

 

‘Qué vergonzoso mostrar este lado a la sala. Tal vez sea mejor pasar el liderazgo al joven Un Am en el acto. Al menos no ha hecho el ridículo frente a todos. Pensarán que soy un líder débil, y entonces los niños…’

 

Aunque acababa de regañarse a sí mismo por el hábito, se encontró repitiéndolo inconscientemente.

 

'Lo sabré una vez que lo vea'.

 

A mitad de camino con Un Geom, vio a discípulos de tercera clase sentados, dispersos, a un lado.

 

' ¿Eh? '

 

¿Por qué estaban esos niños aquí? ¿Y por qué estaban por todos lados…?

 

Los ojos de Hyeon Jong se abrieron.

 

Los niños estaban acostados a izquierda y derecha mientras seguían subiendo. A pesar de que llegó el líder de su secta, ni siquiera podían levantar la cabeza para saludarlo y seguían jadeando por aire tirados en el suelo.

 

"¿Q-qué es esto?"

 

Un Geom, que se dio cuenta, gritó.

 

"¡Qué pasa! El Líder de Secta está aquí; ¡No pueden mostrar modales!”

 

Cheong Mun dejó escapar una risita incrédula sin darse cuenta.

 

‘Este niño Un Geom… ¡Es tan malo como Cheong Myeong!’

 

Claramente los discípulos estaban siendo sobreexplotados bajo un régimen de entrenamiento cruel que nunca antes habían conocido, a pesar de ello, no hubo ni un poco de holgura en cuanto a modales.

 

‘No puedo decir que vaya a ser lo mismo en el futuro dado el comportamiento actual de los discípulos’, lo cual fue grosero para pensar, no es que importara, ya que sus pensamientos aquí seguramente no serían narrados como los de los niños en la pantalla. 

 

"Déjalos en paz".

 

"¡Pero Líder de Secta!"

 

"Más bien, ¿por qué los niños están en esta condición?"

 

Cheong Jin asintió. “El Líder de la secta Hyeon Jong es sabio y considerado.”

 

Lo que fue otra manera de decir ‘pobres niños, gracias por tener un ápice de compasión’.

 

Hyeon Jong sonrió un poco, recuperando el estado de ánimo.

 

"Que…"

 

Un Geom miró a su alrededor y luego preguntó.

 

"¡Cheong Myeong! ¿Dónde está Cheong Myeong?"

 

¿Cheong Myeong? ¿Por qué salió ese nombre aquí?

 

Hyeon Jong miró a Un Geom con una cara que decía que no podía entender nada. Cheong Myeong se refirió al niño que recientemente ingresó a la Secta, entonces, ¿por qué lo llamaron?

 

Algunos discípulos, principalmente aquellos del pasado, dejaron escapar risitas que pronto acallaron.

 

Hyeon Jong se burló de su yo del pasado. “¡Tiene que ver con todo!”

 

"Estoy por aquí".

 

La respuesta llegó antes de que sus preguntas fueran contestadas.

 

Los ojos de Hyeon Jong se abrieron cuando se giró para ver de dónde venía la voz.

 

"Tú, ¿por qué? ¿Eh?"

 

Un niño extraño, casi grotesco, salió de detrás de un árbol.

 

“¿Oh?” Cheong Myeong levantó ambas sectas, confundido sobre la extraña descripción. “Sólo porque me veo más sabio para mi edad física…”

 

Cara más blanca que una hoja de papel en blanco con labios azulados como un cadáver. Las sombras debajo de sus ojos parecían extenderse hasta su barbilla.

 

“Ah”, Cheong Myeong dejó escapar una risita torpe. “Entonces está bien.”

 

Cheong Jin se burló de él. “Al menos no notó tu sabiduría.”

 

“Un poco difícil ya que hay mucha pero soy así de bueno actuando.”

 

Las cinco espadas se rieron de él desde atrás, lo que hizo a Cheong Myeong refunfuñar en voz baja sobre la juventud de hoy en día y los modales.

 

No parecía un humano.

 

No parecería extraño que ese niño colapsara y muriera en el acto.

 

"¿Qué pasó?"

 

"Ah, lo siento. Entrené demasiado...''

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo estaba un poco sorprendido por el aparente mal estado de su contraparte. “Se suponía que sólo iba a agarrar un poquito… ¿Cómo salió tan mal?”

 

¿Era realmente tan malo controlando el qi innato?

 

Tal vez debería tener más cuidado en el futuro.

 

¿Qué fue eso?

 

Si una persona pudiera asumir tal apariencia simplemente entrenando, ¡ningún discípulo habría sobrevivido hasta ahora! El entrenamiento debe hacerte más fuerte, no más débil. ¡Pon excusas que sean creíbles!

 

Algunos discípulos de la Secta del Monte Hua del futuro derramaron lágrimas, y varias quejas se escucharon. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo salió de sus pensamientos para evaluar a los chicos a su alrededor.

 

“¿Están locos?” Murmuró para sí mismo. No obstante, los niños más cercanos a él, Baek Cheon y Yu Iseol, parecían encontrarse perfectamente bien. 

 

En ese momento, Un Geom habló.

 

"Ese no es el punto en este momento".

 

Hyeon Jong parpadeó por un momento.

 

¿No era eso?

 

"¡De qué estás hablando!"

 

¡El hombre a cargo de cuidar a los niños dijo una cosa tan ridícula!

 

El corazón de Myeong Do se ablandó con los pensamientos de Hyeon Jong. El Líder de la secta del futuro parecía ser un hombre bondadoso que se preocupaba profundamente por los niños a los que cuidaba, lo que hizo que fuera fácil empatizar con él y sentirse conmovido por sus acciones. 

 

‘Si algo le pasa a este Líder de la secta, voy a derramar sangre’, pensó, limpiándose una pequeña lágrima. ‘Voy a volver como fantasma para llegar a su generación si es necesario’.

 

Hyeon Jong y Cheong Myeong estarían muy perturbados si lo escucharan.

 

El Dormitorio de la Flor del Ciruelo Blanco era el futuro del Monte Hua. ¿No eran ellos los discípulos que guiarían al Monte Hua hacia un nuevo futuro? ¿Cómo podría alguien que estaba entrenando a los niños decir eso...?

 

"Necesitas ver esto. Este, Cheong Myeong, ha encontrado algo extraño".

 

"¿Extraño?"

 

"D-Date prisa, Señor".

 

Un Geom parecía serio.

 

'Qué…'

 

Si hubiera sido otra persona mostrando esa actitud, Hyeon Jong los habría gritado y maldecido de inmediato, pero tenía un profundo conocimiento del carácter de Un Geom. Si un individuo tan tranquilo se comportaba de esta manera, debe ser grave.

 

“La confianza en sus discípulos es loable”, notó Cheong Jin. “Esa confianza…”

 

Qué extraño. Parecía que los discípulos de la Secta del Monte Hua del futuro compartían un vínculo inusualmente estrecho. No era que en el pasado fueran distantes entre sí, por el contrario, entre las demás sectas siempre fueron reconocidos por sus fuertes valores de piedad filial. Aún así, esta clase de permisividad dejaba un poco de lado la jerarquía para centrarse en el lazo entre las personas. 

 

‘No es algo de lo que podamos presumir…’

 

No importa cuánto fueran ‘como familia’, seguía siendo ‘como’, una semejanza, y no una ‘familia’. Para Cheong Myeong, quien creció en la secta desde su nacimiento, probablemente no sea una distinción que pueda hacer porque no tenía punto de comparación, pero para Cheong Mun existía un profundo vínculo entre ellos y, quizás aún más importante, un rol y jerarquía entre hermanos marciales.

 

‘Tal vez encontró un buen lugar para conocer a una familia en el Monte Hua del futuro’.

 

Hyeon Jong finalmente siguió a Cheong Myeong y Un Geom y se adentró en el bosque.

 

"¿Qué demonios está…?"

 

Hyeon Jong no pudo continuar.

 

Una pequeña sección de la tierra apareció ante su vista; había sido excavado y contenía una caja vieja dentro. La caja estaba medio abierta.

 

“Excavado, eh…” 

 

Cheong Mun se rió de la estrategia. No había mejor manera considerando las circunstancias especiales. De todos modos, se reservó el derecho a reír por las travesuras de su Sajil, quien usaba su astucia para el beneficio de la secta por primera vez en mucho tiempo.

 

Los ojos de Hyeon Jong casi se salieron de sus órbitas.

 

Podía verlo.

 

Dentro de la caja había una luz dorada brillante. Y solo había un metal que podía emitir una luz tan dorada.

 

Pero no fue simplemente el oro lo que llamó su atención. Eran los libros junto al oro.

 

El título de los libros pareció sacarle el alma del cuerpo.

 

[Libros de la Aldea Hua-Um del Gran Monte Hua]

 

Un título largo.

 

"Esto, esto, ¿esto…?"

 

Los ancianos se rieron entre ellos, con Hyeon Yeong burlándose del líder de la secta por su estado obviamente alterado y Hyeon Sang se carcajeó de buena gana con las noticias. 

 

‘Si, a partir de aquí es donde las cosas mejoran’.

 

Hyeon Jong no podía volver a sus sentidos. ¿De dónde vino? ¿Por qué estaba el oro aquí?

 

Estaba demasiado asustado para acercarse a esta increíble realidad. Tenía miedo de que los artículos desaparecieran como un espejismo si extendía la mano para agarrarlos.

 

"¿C-cómo los encontraste?"

 

“Ese niño los encontró”

 

"¿Niño?"

 

Hyeon Jong volvió la cabeza hacia la figura cadavérica. Con una cara medio moribunda, Cheong Myeong abrió la boca.

 

Cheong Mun se llevó una mano a la cara. No era de extrañar que los ancianos del Monte Hua defendieran a capa y espada a Cheong Myeong, sin importar todas las travesuras que hiciera. Para ellos, era un auténtico salvador enviado por los cielos. 

 

El Monte Hua estaba en ruinas, sin artes marciales, dinero ni talento.

 

Entonces Cheong Myeong llegó, puso a los discípulos a trabajar, consiguiendo talento, descubrió un cofre con los preciados libros de cuentas que salvaron las deudas de la secta y en algún momento también traería las técnicas marciales perdidas.

 

En realidad, ¿qué clase de dios envió a este chico que encajó tan bien en la secta? 

 

“Y-yo estaba… entrenando al amanecer…”

 

"¿Qué?

 

Al escuchar la voz de mosquito, Hyeon Jong inclinó la cabeza. Un Geom decidió ayudarlo.

 

"Parece haber venido al Pico del Loto al amanecer para entrenar".

 

"¿Entrenar al amanecer? ¿Cuándo empezaste con eso?"

 

"Lo empezamos hace un tiempo. Desde el día que entró ese niño".

 

“Mmmm”.

 

¿Desde el día que entró el niño?

 

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se unió?

 

Sniff, sniff.

 

Myeong Do olfateó ruidosamente, conteniendo las lágrimas. ‘Ahh, el Líder de la secta Hyeon Jong es tan amable incluso en un momento como este…’

 

Estaba frente a lo que más había querido y necesitado todo este tiempo, pero aún prefirió concentrarse en la salud del discípulo que apenas llevaba unos meses como máximo. 

 

'Ah, no. No debería estar pensando en una cosa así ahora'.

 

Podría pedir los detalles más tarde.

 

"Entonces, ¿quieres decir que encontraste esto mientras escalabas el Pico del Loto para el entrenamiento matutino?"

 

“Para ser precisos, estaba demasiado cansado y decidí descansar entre los arbustos, pero el lugar en el que me senté era extrañamente duro, y cuando miré más intensamente, algo sobresalía. Entonces, lo desenterré por si acaso…”

 

“Tienes un talento para crear historias”, Cheong Jin iba a darle un codazo a su Sahyeong, pero cuando se dió cuenta de que el golpe le llegaría al hombro en lugar del costado, rápidamente se arrepintió. Era tan pequeño y lindo, ¿cómo podría? “Tal vez deberías ser escritor en su lugar.”

 

Cheong Myeong lo miró como si estuviera loco.

 

“¿No tendría que sentarme a escribir por el resto de mi vida? ¿Por qué haría eso si puedo blandir la espada?”

 

Cheong Jin suspiró. ¡Este chico no entendía nada sobre el arte! “Me gustaban tus escritos cuando eras un niño”.

 

Un gemido ahogado resonó desde la boca de Cheong Myeong. “No me recuerdes eso…”

 

"¡Oh mi!"

 

"Pero… las cosas adentro eran tan…. inusual, así que pensé que tenía que informar a los Mayores... en lugar de comprobarlo yo mismo".

 

"T-tómate tu tiempo. ¿Qué tipo de niño entrena tan duro que apenas puede hablar?"

 

“El Entrenamiento… es la raíz…”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo no pudo evitar reírse de sí mismo. “Es un poco tonto… No, quiero decir… Parece confiable.”

 

"Yo lo entiendo. Deberías volver y descansar. Lo comprobaré yo mismo".

 

Hyeon Jong tragó saliva seca mientras se acercaba a la caja. Temblando, puso su mano sobre la caja. Sin embargo, lo que tocó no fue el oro, sino los libros a su lado.

 

“Libros de Contabilidad de la Aldea Hua-Um del Gran Monte Hua”.

 

Hyeon Jong murmuró para sí mismo como si hubiera perdido la cabeza mientras sacaba los libros uno a la vez. Sus manos temblorosas hablaban claramente del estado de su mente turbulenta.

 

“Recuerdo el momento en que lo vimos por primera vez”. Hyeon Yeong se acomodó las gafas como un hábito nervioso, pero cuando la mano empujó el marco, se dió cuenta de que estas también temblaban. “Ja, ja… Pensar que los libros pueden cambiar la vida de una persona de tal manera.”

 

Ni siquiera abrió los libros. Estaba aterrorizado de que si abría el libro torpemente, se desmoronaría ante sus ojos.

 

A Myeong Do le dolió el corazón. Quería darle unas palmaditas en la espalda a esta persona. ‘Vamos, ¡ábrelo! No desaparecerá. Finalmente podrán tener de vuelta lo que es suyo por derecho.’

 

"Registros del Gran Monte Hua".

 

Era un libro que trataba sobre la historia del Monte Hua. Aunque podía que no desempeñe un papel funcional, sigue siendo significativo.

 

Hyeon Jong dejó cuidadosamente los libros y miró cada uno de sus títulos.

 

“SS-Señ…”

 

Sus ojos se contrajeron.

 

"Espada de los Siete Sabios..."

 

Todo su cuerpo tembló.

 

“Esto es, es, es…. Esto…."

 

Hyeon Jong sonrió, esta vez más cálido. “Han sido buenos tiempos desde entonces.”

 

“¿Cómo no iban a serlo? Con dinero puedes hacer cualquier cosa”, respondió Hyeon Yeong. “Aquí finalmente pudimos tener una vida digna”.

 

‘Una vida en la que podemos poner comida caliente sobre el plato de los niños y darles ropa cómoda’.

 

"¡Líder de Secta!"

 

“¡Uf!”

 

Hyeon Jong sintió que perdía el conocimiento.

 

"¡Líder de Secta!"

 

"¡Líder de Secta, cálmate!"

 

Al escuchar que la gente lo llamaba, Hyeon Jong sonrió mientras cerraba los ojos.

 

Lo que salió de la caja no fue solo riqueza y libros.

 

Era la esperanza.

 

Ante el recuerdo de una fortuna redescubierta, los ancianos de la generación Hyeon fueron los que más se alegraron.



Notes:

Nunca creí que llegaría tan lejos en el watching pero aquí sigo escribiendo para llegar a la escena de Baek Cheon. Estúpido y sensual Sasuk (inserta meme).

Chapter 14: Capítulo 27, 28 y 29: El Monte Hua Gana Una Fortuna (3, 4 y 5)

Summary:

[“Llama a los Comerciantes. ¡Mueve la caja a mi residencia! Y haz que los Discípulos mayores vigilen el perímetro”.

"¡Sí! ¡Líder de Secta!”

"¡No, no! ¡Lo moveré yo mismo! ¡Ahora mismo!"]

Cheong Mun esbozó una sonrisa ante el comportamiento del Líder de la secta del futuro. Estaba feliz de verlos obtener cosas buenas, como se merecían después de soportar tanto sufrimiento, sin embargo, una parte de él también estaba un poco triste por la reacción al recibir algo que se da por sentado en el Monte Hua de Cheong Mun.

Notes:

¡Hola! En una nota feliz, esta historia ahora cuenta con una prometedora traducción al inglés por Hannah287montana287. Muchos de ustedes mencionaron que les gustaría poder leerla en un idioma más accesible para ustedes, así que espero que la traducción les ayude a tener una lectura más amena, ¡los invito a leer la traducción!

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

El abad anunció la tercera parte. aunque para la audiencia el anuncio pasó desapercibido. Las líneas fluyeron rápidamente conforme se desarrollaba el drama en el corazón de la Secta del Monte Hua.

 

"¡Líder de Secta!"

 

“¡Líder de Secta! ¡Abra los ojos!"

 

Hyeon Jong abrió los ojos en estado de shock.

 

'¿Un sueño?'

 

Se levantó y vio que la caja aún estaba frente a él. Afortunadamente, no era un sueño.

 

Hyeon Yeong suspiró. “No creo que me haya atrevido a tener un sueño tan descabellado.”

 

“Si después de vivir eso me hubiera despertado para darme cuenta de que fue un sueño…” Hyeon Jong suspiró con tristeza. 

 

Habría estado desconsolado, sí, pero también resignado. Era demasiado bueno para ser verdad. Sólo hay que mirar que un miembro de la secta tuvo que reencarnar con sus memorias —el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, nadie menos— para que se hiciera realidad. ¿Cuáles eran las probabilidades de que sucediera?

 

Incluso ahora mismo se preguntaba si todo esto era un sueño extraño. Estaban en una sala surrealista, sentados junto a las Nueve Grandes Sectas y Una Unión, y sus antepasados, todos charlando amistosamente conforme narraban la historia de lo que le sucedió a la Secta del Monte Hua, incluyendo los pensamientos que tuvieron en ese momento.

 

De verdad, ¿qué clase de lugar era el mundo para que sucediera algo así?

 

“¡Un–Un Geom!”

 

"¡Sí! ¡Líder de Secta!”

 

“Llama a los Comerciantes. ¡Mueve la caja a mi residencia! Y haz que los Discípulos mayores vigilen el perímetro”.

 

"¡Sí! ¡Líder de Secta!”

 

"¡No, no! ¡Lo moveré yo mismo! ¡Ahora mismo!"

 

Cheong Mun esbozó una sonrisa ante el comportamiento del Líder de la secta del futuro. Estaba feliz de verlos obtener cosas buenas, como se merecían después de soportar tanto sufrimiento, sin embargo, una parte de él también estaba un poco triste por la reacción al recibir algo que se da por sentado en el Monte Hua de Cheong Mun.

 

Cheong Myeong recibió unas palmaditas en la cabeza, a lo que giró la cabeza con los ojos abiertos hacia su Sahyeong. 

 

“Bien hecho.”

 

Ah, así que ese hombre tacaño sí sabía dar algunos elogios, eh. Parecía que había decidido dejar de lado el pequeño robo de Cheong Myeong a favor de mirar los beneficios que le había traído a la secta. Cheong Myeong le dirigió una sonrisa ladeada, un poco presumido, escuchando mucho más alegre la narración que sus compañeros. Después de todo, él se había encargado de alimentar bien a esos polluelos hasta que se convirtieron en unos jabalís salvajes, incluso al Líder de la secta. 

 

Hyeon Jong respiró hondo y se calmó.

 

Nada era seguro todavía. Para comprender con precisión la situación, primero tendría que verificar todo y ver si los artículos eran genuinos.

 

Pero...

 

'¡Deben ser genuinos!'

 

Si estas cosas estaban enterradas aquí, junto con una riqueza tan enorme, tenían que ser genuinas.

 

Hyeon Jong se llevó las palmas de la mano a la cara, frotando las mejillas acaloradas. Se dejó llevar por la riqueza tan rápido que ni siquiera se puso a sospechar sobre el lugar en el que se encontraron enterradas tales pertenencias en el patio de sus secta. Ni siquiera tenía sentido alguno.

 

'¡No, no, no! Aun así, necesito estar seguro'.

 

La esperanza y la ansiedad lucharon entre sí mientras sus emociones surgían. ¿Se ha sentido así alguna vez en las últimas décadas?

 

“¡Un Geom!”

 

"¡Sí! Líder de Secta”.

 

“Trae tus cosas y baja de la montaña”.

 

"¡Sí!"

 

Hyeon Jong saltó y de repente miró a Cheong Myeong.

 

"¡Cheong Myeong!"

 

"Sí. Líder de Secta”.

 

"Has trabajado duro. Hablaremos de esto más tarde”.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sonrió suavemente. 

 

‘Así que lo recordó’.

 

Era una secta en ruinas, a punto de quebrar por la falta de dinero, cuando repentinamente tuvieron en sus manos un cofre lleno de dinero y otras posesiones igualmente valiosas. No obstante, el Líder de la secta aún recordó al jóven discípulo que había hecho el descubrimiento y se tomó el tiempo para felicitarlo. Parecía un acto nimio, pero para alguien en su posición que debía estar pasando por un gran conflicto, fue una muestra de su carácter honesto y amable.

 

El mismo pensamiento pasó por la cabeza de Cheong Mun, quien escuchaba atentamente cada vez que el futuro Líder de la secta era mencionado, así como de Cheong Jin, tan perspicaz que no dejaría pasar algo así, y varios discípulos del pasado que estaban atentos a cualquier pista de los miembros de su secta del futuro. 

 

Era una lástima que los discípulos del Monte Hua del futuro hubieran degenerado en la falta de modales total como para darse cuenta de esas cosas, ¡estaban demasiado ocupados comentando sobre el cofre, la organización para proteger un tesoro y toda clase de cosas excepto aquella hazaña excepcional que había impresionado a sus antepasados!

 

O tal vez, para ellos resultaba tan natural que ni siquiera se pararon a pensar en ello como algo particularmente especial o admirable.

 

"Sí".

 

Cuando Cheong Myeong retrocedió sin decir una palabra, Hyeong Jong rápidamente levantó toda la caja. Luego, le hizo una petición a Cheong Myeong.

 

"Toma a los otros niños y regresa al dormitorio".

 

"Listo".

 

"¡Bien!"

 

Con eso, Hyeon Jong se dirigió hacia la cima. Y Un Geom lo siguió con los otros objetos de valor. Los niños que estaban allí los miraron con los ojos en blanco.

 

"¿Qué fue eso?"

 

“…¿Eh?”

 

En medio de los niños confundidos, Cheong Myeong sonrió.

 

'Esto debería ser suficiente por ahora.'

 

Cheong Myeong hizo una mueca. Esperaba que no dijera nada incriminatorio que le valiera una reprimenda de su Sahyeong, ¡especialmente ahora que acababa de ganarse unas palmaditas!

 

‘No es que haya hecho algo malo’, razonó, ‘dejé los demás tesoros por su propio bien, ¿no? Y tal vez un poco mío, pero Sahyeong lo entenderá, ¿verdad?’

 

Miró fijamente al abad como si lo incitara a omitir cualquier pensamiento indebido a la sala.

 

La riqueza y los suministros contenidos en la caja eran solo una parte de lo que había en el almacén.

 

¿Por qué solo dio una porción?

 

No es del Monte Hua, es de Cheong Myeong…

 

“¡Cheong Myeong!” 

 

Cheong Myeong suspiró cuando su Sahyeong se escandalizó a su lado. ¡Justo cuando acababa de pedir a los cielos que no se dijera una frase así! Bien sabía ahora que podían escuchar sus pensamientos, pero ni siquiera así le concederían un pequeño favor. Si se entera de cómo alcanzar a los bastardos que podían leer sus pensamientos y aún así no le concedieron tan pequeña misericordia, ¡el mismo se vengaría con sus propios puños!

 

Tal vez sea un poco indulgente porque le permitieron estar con su Sahyeong… 

 

 No, ciertamente no es por eso.

 

Con una sonrisa, Cheong Myeong señaló al abad, parpadeando con presunta inocencia. “Hay que escuchar hasta el final para evitar malentendidos, Sahyeong.”

 

“Como si fuera a creerte…” 

 

Sorprendentemente, las palabras no salieron de Cheong Mun, sino de Yoon Jong, quien los escuchaba desde atrás. Cheong Mun asintió, frotándose las sienes. Parecía que ambos, como sahyeongs a cargo del ser llamado ‘Cheong Myeong’, fueron forzados a compartir algunas similitudes.

 

'Es porque el primer bocado se desvanecía rápido'.

 

Si le daba una bofetada a un moribundo, era posible que su cuerpo no pueda soportarlo y desperdicie lo que se le había dado. En lugar de sobrealimentarlo, debes darle lo suficiente para saciar su hambre para que ya no se muera de hambre.

 

No es necesariamente bueno darle a alguien más de lo que necesita.

 

“Ese razonamiento no está mal…” Admitió Baek Cheon. “Pero Cheong Myeong-ah, me parece que más tarde ya no vi más dinero volver al Monte Hua.”

 

Cheong Myeong se encogió de hombros. “¿No es porque ahora tienen tanto que no se dan cuenta de si aumenta un poco más?”

 

Baek Cheon no pareció muy convencido. A esto, Baek Sang agregó. “Te puedo asegurar que el dinero está muy bien contado, si faltara o sobrara una sola moneda, el Mayor Hyeon Yeong sería el primero en saberlo.”

 

“¿Y de dónde sacó un mendigo dinero para apostar en el torneo de Shaolin?”

 

Cheong Jin miró a los discípulos del futuro con un mal presentimiento. ‘¿Que no están las apuestas prohibidas en Shaolin?’

 

Hyeon Yeong desestimó todo el asunto. “¡Bah! Me parece recordar en algún lugar que se añadieron unas monedas, ¿pero quién se quejaría de ello? Simplemente se agregan a la cuenta y se da por hecho.”

 

“¡Si, Mayor!” 

 

Cheong Myeong agitó una mano alegremente hacia Hyeon Yeong, quien sonrió como si mirara un adorable cachorro mover la cola. 

 

Cheong Myeong juzgó que el Monte Hua actual no podía soportar la carga de una gran suma de riqueza. No era razonable que se les entregara una enorme suma de dinero a la vez. Todo lo que la Secta necesitaba hacer era empezar de nuevo.

 

En su mente, Baek Sang agregó: ‘aunque era una frase acertada para la mayoría de las personas, los mayores son excepcionalmente buenos administrando el dinero y se han vuelto muy cautelosos, por lo que no lo gastarían imprudentemente, especialmente cuando su prioridad son los discípulos’. De esto, Baek Sang estaba seguro. Ni una sola moneda de tesorería había sido usada con imprudencia —con excepción de aquellas que se destinaron al alcohol de Cheong Myeong, por insistencia de Hyeon Yeong—, todas las inversiones eran para el funcionamiento interno de la secta que no sería extraño encontrar en cualquier otra, bueno, si se excluye la carne en el menú diario.

 

Por supuesto, este era un juicio para la Secta, pero no lo era para Cheong Myeong.

 

Cheong Mun se sintió un poco aliviado al ver las interacciones a su alrededor, aunque fingió no verlo por el bien de la dinámica de las generaciones futuras. Era agradable saber que Cheong Myeong estaba siendo tratado con tanto cariño. En el fondo, siempre se preocupó por lo que pasaría con Cheong Myeong una vez que Cheong Mun falleciera, ya que era claro que sus esperanzas diferían bastante, y nunca esperó que realmente se llevara tan bien con los jóvenes discípulos. 

 

Está tan aliviado que está dispuesto a dejar pasar cualquier travesura con una queja suave que no podía ser llamada reprimenda, incluso cuando se siente un poco consternado por la mentalidad infantil de su sajae. 

 

Yoon Jong se le acercó.

 

“Sajae”.

 

“¿Eh?”

 

"Nos pidieron que bajáramos; ¿no deberíamos regresar al dormitorio?"

 

Cheong Myeong asintió con la cabeza.

 

"Deberíamos".

 

“Pero, ¿por qué Sajae se ve así?”

 

“Uf , algo pasó”.

 

Cheong Myeong agitó la mano y descartó la preocupación.

 

Yoon Jong suspiró. 

 

Podía entender por qué se desestimó su pregunta, sin embargo, aún le preocupaba cómo aquí empezó la forma en que los apartaba de sus problemas. No podía decirlo, ni siquiera había una razón que pudiera dar que se acercara a la realidad sin parecer una locura. Y eso sólo empeoraría a través del tiempo.

 

Al menos ahora lo sabían.

 

‘¿Si ahora le preguntara por lo que está pensando…?’

 

¿Qué diría?

 

Sé lo que está preguntando.

 

Gracias al uso de su Qi Innato, la condición de su cuerpo se deterioró.

 

'Debería haber sido más cuidadoso'.

 

“Al menos lo sabes”, Tang Soso apretó los puños en su regazo con una cara que podría haber sido una mueca de enfado o impotencia. 

 

Esto no habría sucedido en el pasado, pero ahora ni siquiera estaba en un cuerpo estable. Entonces, todo cambió cuando trató de esforzarse demasiado con un cuerpo de niño.

 

Era una tontería pensar que podía controlarlo perfectamente usando este cuerpo nuevo e inexperto. Era natural que terminara usando más de su verdadero qi interno de lo que pretendía.

 

Sin saberlo, el antepasado de Tang Soso, Tang Bo, se enfurruñó varias filas más lejos de ella. “Claro que es una tontería, míralo yendo por la vida sin cuidarse en lo absoluto, ¡cree que es inmortal aunque está en el cuerpo de un mendigo!”

 

Ambos lo entendían—.

 

Por ello, no se dirigieron hacia Cheong Myeong, esas quejas se quedaron para ellos mismos.

 

Aunque lo entendían, no tenía por qué gustarles esa elección.

 

"Parece que vas a morir".

 

"No moriré".

 

"¿En serio?"

 

“… ¿Preferirías que muera?”

 

Yoon Jong se llevó la mano a la cabeza. ¡Tan sospechoso! Tal vez algunas palabras similares habían sido dichas como una maldición, ¡pero sólo estaba preocupado!

 

Yoon Jong volteó la cabeza sin responder.

 

¿Eh?

 

¿No respondes? ¿Realmente quería que Cheong Myeong muriera? ¡Qué bastardo!

 

“Ah…” Yoon Jong se sonrojó. “Estoy seguro de que es un malentendido.”

 

No, tal vez su yo más jóven no lo sabía mejor. Eso es todo. Pero sería lo mejor si pensaran que era un malentendido. 

 

Cheong Mun dejó escapar una risa baja que hizo que las cejas de Cheong Myeong se alzaran.

 

‘¿Sahyeong? ¿Por qué estás riendo de la traición de su nuevo discípulo? ¡Ambos son unos traidores sin corazón!’

 

"No vas a morir de todos modos, así que ¿por qué esperabas que dijera que espero que no mueras?"

 

Yoon Jong dejó escapar un suspiro de alivio. Era difícil no sentirse nervioso por esta narración, especialmente cuando no recordaba lo que había dicho en ese entonces. 

 

Jo Geol empujó su costado juguetonamente, burlándose en silencio de su desgracia.

 

"¡Supón! Espera, ¿qué? Khuem”.

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua ante eso.

 

'Realmente podría estar en la cama por un mes o dos'.

 

No era fácil recuperarse de esas cosas. Incluso si Cheong Myeong intentara vivir con cuidado, solo podría luchar hasta que su cuerpo volviera a la normalidad a menos que pudiera encontrar algunas píldoras medicinales.

 

Hyeon Sang inclinó la cabeza. “Pero encontró una forma, ¿no es así?”

 

Tal vez había otra manera, pero para ser sincero, un daño interno de ese tipo difícilmente podría curarse con algo más que una píldora medicinal. Cheong Myeong, en cambio, no había salido de la secta hasta donde sabían para cuando se recuperó. Por otro lado, no le sorprendería saber que se escapó un par de veces más de las que sabía y de alguna manera se hizo con una píldora medicinal.

 

Yuanzhi Tianzun, ¿estaban a punto de ver cómo Cheong Myeong le robaba a alguien en el Kangho frente a todo el Kangho ?

 

‘Por favor, que sea de una secta pequeña que no esté presente’.

 

Porque con su suerte, será Jongnam…

 

"Por cierto, ¿cómo encontraste eso? No parecía algo normal, especialmente viendo lo sorprendido que estaba el Líder de Secta".

 

“Vive una buena vida, y los cielos cuidarán de ti. Así que sé un buen chico de ahora en adelante”.

 

“…”

 

Si alguien como Cheong Myeong fue bendecido por Dios, entonces los otros niños ya deberían tener garantizada una vida bendecida. Sin embargo, nadie replicó.

 

“Pfft.”

 

Las carcajadas estallaron desde la zona de los discípulos del pasado de la Secta del Monte Hua. 

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo les dirigió una mirada plana. ‘¿Por qué se divierten tanto con estos niños irrespetuosos?’

 

Claramente era que el corazón de esos chicos, los discípulos del pasado, también estaban podridos.

 

Cheong Myeong miró hacia abajo y observó al Líder de Secta que descendía de la montaña.

 

'Si le han dado tanto, debería ser capaz de manejarlo; las cosas irán bien'.

 

Si no es estúpido.

 

Cheong Myeong se encogió en su lugar. Ahora le parecía un poco grosero la forma en que se dirigía al Líder de la secta en sus pensamientos, incluso si en ese momento pensaba más como el antepasado de la secta que como el discípulo de tercera generación. Si fuera cualquier otra persona, ya estaría recibiendo una paliza del propio Cheong Myeong.

 

‘Por esto Sahyeong decía que tenías que ser respetuoso con tus mayores, ¿eh? No sea más tarde que todos vayan a leer tus pensamientos, o algo así’.

 

“Me alegra no ser estúpido”, murmuró Hyeon Jong con humildad. De haber sido otra situación, quizás el dinero podría no haber sido usado con tanta sabiduría. Afortunadamente, tenía a sus consejeros y amigos de la infancia, Hyeon Sang y Hyeon Yeong, para apoyarlo a través del proceso. 

 

"Vamos, bajemos".

 

"Cierto. Pero... ¿adónde vas?"

 

"¿Qué?"

 

"Para bajar, ¿no deberíamos bajar por aquí?"

 

Yoon Jong señaló el camino que bajaba.

 

"¿En serio estás preguntando algo tan obvio?"

 

Los discípulos de la Secta del Monte Hua, especialmente aquellos que convivieron menos con Cheong Myeong, es decir, pequeños discípulos inocentes, parpadearon confundidos ante el ir y venir de Cheong Myeong que parecía no tener sentido.

 

Los maestros de dichos discípulos inocentes, por otro lado, dejaron escapar suspiros de hartazgo.

 

"Entonces, ¿por qué estás caminando?"

 

“Tsk, tsk, tsk”.

 

Cheong Myeong chasqueó la lengua ante la pregunta de Yoon Jong.

 

“Sahyeong.”

 

“… ¿eh?”

 

“Para ser un guerrero, necesitas tener una forma de pensar flexible. No creas que solo hay un camino hacia abajo. Subiendo a la cima y descendiendo por el otro lado, hay muchas maneras de bajar”.

 

'¿Qué clase de mier*a está diciendo? ¡Ese idiota!'

 

Ahora los maestros de los discípulos inocentes se quedaron boquiabiertos ante las palabras que nunca se atrevieron a pronunciar y, temerosos, giraron el cuello hacia donde Cheong Myeong se encontraba sentado. No aquél de su época, quien no conocía al discípulo Yoon Jong, quien parecía igual de sorprendido que ellos, sino al pequeño Cheong Myeong del futuro.

 

Ahí estaba, frunciendo el ceño con las mejillas redondas como bollos de carne al vapor, pareciendo un inocente niño pequeño. 

 

¡Seguro que alguien iba a obtener una paliza después de eso! No sólo eso, ¡diría cosas ridículas que harían hervir la sangre! O eso pensaron, no obstante, al echar un vistazo más de cerca, realmente no parecía enojado.

 

Aún así… 

 

‘Ugh, ¿por qué se ve tan lindo?‘

 

Cheong Myeong sacudió la cabeza, un poco divertido y molesto ante las payasadas del pequeño sahyeong. ‘Así que esto es lo que piensan esos mocosos’.

 

Aunque ahora no dijera mucho al respecto, estaba guardando cada palabra con cuidado para citarla durante el entrenamiento mientras les rompía la cabeza. Eso sí que sería divertido.

 

“Kekekeke”, una risa malvada surgió de Cheong Myeong, poniendo en guardia a todos lo que la oyeron. Ni siquiera parecía humana. Hye Yeon pronunció una oración en voz baja por si acaso, aunque sabía que no era una posesión, sino la encarnación de un demonio.

 

“Vamos, el Líder de Secta y los demás se han ido, pero todavía tenemos que entrenar. Las últimas diez personas no recibirán sus comidas hoy. ¡Corran!"

 

“Cheong Myeong.”

 

Ahí estaba otra vez el regaño de Cheong Mun.

 

Cheong Myeong lo extrañaba muchísimo, de verdad que sí, pero estaba empezando a arrepentirse de haber cambiado de lugar con su otra versión. Al menos entonces quien terminaba siendo regañado era el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, ¡no él! Con un puchero, Cheong Myeong dejó caer la cabeza contra el hombro de Cheong Mun, refunfuñando en voz baja. 

 

“Lo sé, Sahyeong. Me disculpo. Aunque eso ya pasó y ya lo sé mejor. Y no es un castigo grave. Al final terminaron comiendo un poco de lo que sus hermanos marciales guardaron para ellos y ni siquiera dije nada…”

 

Cheong Mun lo encontró un poco lindo. Ah, ¿no es tan pequeño y adorable? El pequeño monstruito que había criado se veía tan joven e inofensivo que no pudo evitar dejar de lado sus quejas y fingir que no vió nada. Incluso cuando tenía el cuerpo tosco y fornido parecido a un bandido Santo de la Espada Flor de Ciruelo, no pudo resistirse ante los ojos tristes y desamparados, pero ahora…  Sólo esperaba que no se de cuenta de cuán efectivo era el chantaje contra Cheong Mun.

 

Los pies de Yoon Jong comenzaron a moverse mientras corría rápidamente hacia la cima, incluso antes de que tuviera la oportunidad de expresar su descontento. Los otros niños lo siguieron, corriendo hacia la cima en pánico.

 

“Mira ese entrenamiento”, Cheong Gong se rió. “Su cuerpo actuó antes que la mente, eh.”

 

'¡Ese bastardo diabólico!'

 

'¡Maldita mier*a! ¡No creo que pueda alcanzarlo!'

 

Jo Geol también se rió, recordando ese momento en que vió a su Sahyeong tomar la delantera tan rápido que no tuvo tiempo para procesar la situación antes de que sus pies salieran disparados para perseguirlo, dejando una visible nube de polvo detrás suyo.

 

Al ver a los niños correr con todas sus fuerzas, Cheong Myeong sonrió.

 

"Le daré un regalo a quien termine primero".

 

Cheong Jin sonrió. ‘Eso fue inesperado…’

 

Sintiendo el orgullo florecer en su pecho, Cheong Mun esbozó una sonrisa ligera.

 

¿Qué debe preparar para la próxima vez?

 

Los artículos que colocó en esa caja y le dio a la secta eran solo un poco de lo que tenía. La riqueza sacada fue menos de una décima parte de la riqueza en el almacén.

 

Hyeon Jong se quedó boquiabierto. ‘¡Maldito bastardo! ¿No dijiste que sólo tomaste un poco? ¿¡Qué parte de eso parece sólo un poco!?’

 

No iba a decirlo frente a sus antepasados… ¡Pero cuando volvieran a la secta…! Probablemente tampoco lo regañará, ¡pero está furioso! ¡Indignado!

 

Cheong Myeong miró hacia el cielo. Se sentía como si su Sahyeong lo mirara con una cara distorsionada.

 

"Ehh. No me digas, ¿crees que me lo voy a comer solo?"

 

Solo lo suficiente, con moderación. Bien, ¡moderación!

 

“¡Jejeje!”

 

Cheong Myeong sonrió mientras se movía.

 

Baek Sang miró al cielo, luego volvió la vista a Cheong Myeong. ‘Bien, después de todo, trajo mucho más. Lo que sea que había en el almacén no puede ser más de lo que producen los negocios en Huayin’.

 

"Estoy hablando en serio".

‘Sería mejor si dejara de hablar’, suspiró Baek Sang. ‘Solo dilo a la cara de una vez, Cheong Myeong-ah’.

 

Podía sentir su corazón latiendo. Por supuesto, se esperaba esta respuesta, pero el impacto no disminuyó a pesar de que se esperaba.

 

Preguntó Hyeon Jong, incapaz de ocultar su temblor.

 

"¿Estás seguro?"

 

"Sí. Estoy seguro. Los libros de contabilidad son genuinos y también aseguramos la escritura que se encuentra debajo del oro. Líder de Secta".

 

“¡Huhuh! Huhuhu”.

 

El abad hizo una pausa, aclarándose la garganta, un poco incómodo con el ritmo de los diálogos. 

 

Quería hablar, pero las palabras no le salían. No pudo evitar reírse con voz ronca.

 

"C-Cómo hizo esto..."

 

"¡Lo tenemos! ¡Líder de Secta!"

 

“Huh… huhuhuhu”.

 

Por mucho que lo intentara, no podía dejar de sonreír.

 

Cheong Jin sonrió, no obstante, aunque las comisuras de sus labios se alzaron, por alguna razón su corazón se sentía terriblemente triste y desolado.

 

‘Ahora están bien’, pensó, reafirmando el hecho con sus propios ojos. ‘Sahyeong… Es extrañamente confiable en esto. Ha cuidado de ellos.’

 

Se decía que nadie sabía lo que sucedería en la vida, pero ¿realmente suceden cosas tan preciosas?

 

¿Qué pasaría si esto se descubriera con una semana de retraso?

 

Ni siquiera quería pensar en ello.

 

'¡Los cielos no nos han abandonado!'

 

Mientras que el lado de la Secta del Monte Hua celebraba alegremente, en otras sectas el ambiente era solemne. 

 

Heo Dojin. Líder de la secta Wudang, entrelazó sus manos sobre su regazo con los ojos entrecerrados mientras escuchaba atentamente. La narración no estaba muy lejos de la realidad: ¿cómo más se le iba a llamar al poder que trajo de vuelta a una de las pocas almas capaces de de traer de vuelta la gloria pasada del Monte Hua y derrotar al Demonio Celestial por segunda vez sino la voluntad de los cielos? 

 

Era vergonzoso pensar que tenían frente a sus ojos las pruebas de que la Secta del Monte Hua florecerá una vez más en su punto álgido sin que pudieran hacer algo al respecto, no sin perjudicarse a sí mismos al detenerlo, no sin arriesgarlo todo.

 

No pudo evitar lamentarse por su enfoque al dirigirse a la Secta del Monte Hua del pasado, durante la competencia dirigida por Shaolin. Si en ese momento hubiera sabido que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo se encontraba entre ellos no habría intentado fingir que el pasado no existió. Aunque le doliera, se habría disculpado por los errores del pasado sólo para tener la oportunidad de formar una alianza positiva por el bien de las generaciones futuras. 

 

Qué desastre.

 

Aunque ahora se acerque, no había forma de que sus disculpas fueran aceptadas con buenos ojos; tampoco podía no disculparse. No le quedó más remedio que humillarse por las acciones de sus antepasados.

 

No, no son los cielos, sino los Ancestros del Monte Hua, quienes siguieron cuidándolos y ayudándolos.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo asintió con una sonrisa vulpina, dándose palmaditas en el pecho, sintiendo todos los logros del futuro como si fueran propios y enorgulleciéndose por ellos. 

 

Hyeon Jong cerró los ojos, incapaz de ocultar su ardiente pasión.

 

"Entonces, ¿podemos probar el contenido en el libro mayor?"

 

"¡Estos certificados fueron emitidos por la nación! ¡Claro que podemos demostrarlo! Podemos traer los negocios de Hua'Um bajo nosotros una vez más e incluso el Pabellón Tae-Hua también".

 

"Bien. Eso es bueno".

 

Es un milagro.

 

En apenas unos días, los Discípulos del Monte Hua habrían sido arrojados a vivir a la calle. Pero con estos libros, no solo podrían proteger su hogar, sino que incluso podrían recuperar los negocios que perdieron hace tanto tiempo.

 

¡Un premio gordo!

 

El Jefe de Asuntos Financieros, Hyeon Yeong, se rió.

 

“Es improbable, pero aunque sean falsos, podemos superar la crisis inmediata. Incluso si estos libros de contabilidad no funcionan, la riqueza en la caja vale más de 100.000 nyang. Es más que suficiente para devolverlo”.

 

Cheong Jin aplaudió en silencio a su Sahyeong por la maniobra. ‘Así que lo calculó para que funcionara como un plan de contingencia por si acaso’.

 

"Gracias a Dios. Es un alivio".

 

“Con este dinero, podemos resolver todos los problemas financieros del Monte Hua a la vez. Y si podemos recuperar los negocios, nunca más tendremos que preocuparnos por el dinero”.

 

Sólo escucharlo hizo sentir a los discípulos del Monte Hua del futuro como si estuvieran reviviendo los sentimientos de aquél entonces, e incluso algunos tuvieron que secarse las lágrimas discretamente.

 

Podía escuchar palabras tan dulces fluyendo sin parar. Para Hyeon Jong, sonaba como la sinfonía más hermosa.

 

"Eso no es todo".

 

Hyeon Sang, el Director de Artes Marciales, sonrió y dijo:

 

“Esta Espada de los Siete Sabios es real. Tendré que examinarlo más adelante, pero no hubo un solo error escrito en este libro”.

 

"¡Ay, ay!"

 

“También es alentador que la Espada de la Flor Caída sea correcta. Aunque no está al mismo nivel que las otras, es perfecta para aprender junto con la Espada de los Siete Sabios. Servirá como un paso intermedio hacia las Artes más avanzadas”.

 

"C-correcto".

 

"La Espada de Hoja de Bambú también parece ser legítima".

 

Cheong Mun frunció el ceño, un poco confundido. ‘¿Guardamos esas técnicas en la caja fuerte?’

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo no sospechó nada, simplemente aplaudió la precaución de Cheong Mun, ¡con razón siempre hablaba sobre ser cauteloso y tener planes de respaldo!

 

Se estaba volviendo loco.

 

Hyeon Jong no pudo seguir el ritmo. Si hablaba ahora, solo lo haría parecer estúpido.

 

“Es un sentimiento indescriptible; la Espada de los Siete Sabios ha vuelto a caer en nuestras manos. En el pasado, se practicaba como base para todas las Artes Marciales del Monte Hua. Finalmente, será como era en el pasado”.

 

"No fue así para nosotros, ¿verdad?"

 

"Sí, Líder de Secta".

 

"Este es el tesoro del Monte Hua".

 

Los discípulos de segunda y tercera clase ya estaban murmurando sobre las técnicas, y lo que había comenzado como una charla amistosa sobre qué parte estaban trabajando actualmente se volvió una discusión cuando las cinco espadas intervinieron, intentando enseñar lo que habían aprendido en el Mar de Hielo del Norte —de lo que poco podían transmitir—, frustrándose al no ser comprendidos y pronto pasando a los insultos.

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo los escuchó con atención, acordando en unas partes con los discípulos del futuro, las cinco espadas, y estando en desacuerdo con otras. 

 

Algunos discípulos del pasado no pudieron evitar que ‘ah, realmente eran como pequeños Cheong Myeongs’.

 

El Líder de Secta notó que Hyeon Sang había abierto la boca para decir algo y luego la cerró, pero Hyeon Jong no se lo perdió.

 

"¿Hay algún problema?"

 

"N-No. No fue nada".

 

"¿Se trata de las Artes Marciales?"

 

"Para nada. son genuinos. Puedo garantizar eso".

 

"Me alegro."

 

Mientras el Líder de Secta asentía, Hyeon Sang habló.

 

"¿No se dijo que un Discípulo de Tercera Clase los encontró?"

 

Cheong Jin asintió. ‘Cierto, ¿no es sospechoso? Así que probablemente le pregunten algunas cosas, ¿qué hará Sahyeong para despistarlos?’

 

"Cierto. Un niño llamado Cheong Myeong que se unió recientemente”.

 

“Él necesita ser recompensado”.

 

Cheong Jin levantó ambas cejas. ‘¿Esas son las prioridades?’

 

No estaba mal… Era solo que… ¿No estaba siendo demasiado confiado?

 

“Deberíamos darle algo. Gracias a ese niño, el Monte Hua…”

 

"No quise decir eso, Líder de Secta".

 

Hyeon Yeong interrumpió las palabras de Hyeon Jong.

 

"Es un niño que acaba de ingresar al Monte Hua. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que vimos a alguien con tanto corazón por el Monte Hua?"

 

"…Correcto".

 

“Incluso si ese niño no supiera el valor de los libros, reconocería claramente el valor del oro y las joyas. Si fuera yo, en el momento en que se abrió la caja, habría tomado algunos artículos y los habría escondido en otro lugar. Si no, enterraría la caja y la escondería de los demás”.

 

Cheong Jin no esperaba la crudeza de sus palabras, sin embargo, estuvo de acuerdo. 

 

Hubo palabras horribles. Pero lo que dijo Hyeon Yeong era la verdad.

 

Mientras tanto, los discípulos del Monte Hua del futuro, quienes ni siquiera pensaron que algo así podría ocurrir, se horrorizaron. ¡Claro que entregarían la caja sin dudarlo! ¡Ni siquiera se les ocurriría robar! O, al menos, ellos actualmente no lo harían. 

 

Con un poco de duda, se preguntaron si en aquél entonces, antes de la llegada de Cheong Myeong, cuando no sentían tanto apego por la secta, ¿qué habrían hecho?

 

"Cierto. No pensé en eso".

 

“Un niño único, verdaderamente extraño y único. Esa es una riqueza que podría sacudir el corazón de cualquier hombre en el Monte Hua. Si lo hubiera visto, no habría hablado de ello de inmediato…”.

 

Baek Cheon se preocupó un poco por que esta persona fuera precisamente quien manejaba las finanzas de la secta pero pronto sacudió la cabeza, ¡el mayor ha hecho un excelente trabajo hasta ahora! Las acciones eran más importantes que las palabras.

 

"Recordaré eso."

 

"...¿Líder de Secta?"

 

Hyeon Yeong estaba un poco nervioso, a lo que dijo Hyeon Jong.

 

Hyeon Jong sacudió un poco la cabeza, divertido. No, en ese momento fue preocupante, pero ahora podía reírse porque estaban en una buena situación y Hyeon Yeong había hecho un excelente trabajo, sin esconder o robar dinero. 

 

Era un poco injusto para Hyeon Yeong, quien repentinamente sintió las miradas de sospecha a su alrededor, pero había terminado bien. 

 

Uff, por eso la gente no podía ser honesta.

 

"Es maravilloso. Pero el Monte Hua recibió una bendición”.

 

Hyeon Jong sonrió.

 

Aunque fue una coincidencia, estaba realmente agradecido de que esta caja fuera descubierta en el momento adecuado. Pensó que cambiar de opinión y traer al mendigo fue la decisión correcta, ya que salvaría el Monte Hua.

 

"Hyeon Yeong".

 

"Sí. Líder de Secta”

 

"¿Son reales los libros de contabilidad?"

 

“Pondré mi cuello en la línea”.

 

"Ya veo, entonces hay personas a las que debemos llamar de inmediato".

 

Los ojos de Hyeon Jong estaban serios.

 

Ahora era el momento de castigar a aquellos que intentaron apuntar sus flechas al Monte Hua.

 

"Todos los involucrados, llévenlos al Monte Hua".

 

Hyeon Jong, el Líder de Secta, finalmente pudo mantenerse erguido.

 

Las sonrisas se intercambiaron rápidamente alrededor de la sala. 

 

Lo sorprendente fue que no sólo los discípulos del Monte Hua estaban contentos con los próximos eventos, sino que el Clan Tang, el Palacio de las Bestias, el Palacio del Mar del Norte y algunas personas de otras sectas, como Hye Yeon, Lee Songbaek, Hong Daegwang, Gu Chil e incluso Mu Jin y Jin Mu, se alegraron junto a ellos.

 

Incluso se pudieron ver algunos hombros caer aliviados entre la multitud de personas que no guardaban relación con los discípulos de la Secta del Monte Hua, quizá porque la traición era el pan de cada día en el Kangho, por lo que les causaba cierto grado de satisfacción sino es que por lo menos servía de entretenimiento el ver cómo la pobre secta finalmente era capaz de devolver el golpe. 

 

“Pasamos al capítulo veintiocho, cuarta parte”, con la línea enunciativa del abad algunos comentaron sobre lo lento que fue el avance, especialmente con lo pequeño que parecía el lado del libro con las hojas ya leídas en comparación a los imponentes tomos aún en el cofre que esperaban ser leídos.

 

"Oh, esto es difícil".

 

Yu Jong-San, claramente sufriendo, gimió en voz alta.

 

La montaña que conducía al Monte Hua era tan empinada que incluso las personas que vivían en el pueblo de abajo no podían escalarla con facilidad.

 

Afortunadamente, tenían escoltas para ayudarlos a escalar la montaña; pero la gente común no se atrevería.

 

El hecho de que estuvieran escalando la montaña nuevamente menos de una semana después de su última caminata lo estaba poniendo incómodo tanto física como mentalmente.

 

“Uf”.

 

"Dueño Yu. ¡Sé fuerte!"

 

“¡Estoy tratando de ser fuerte!”

 

Hyeon Sang no pudo evitar la forma en que la comisura de su boca se torció hacia arriba. Aunque la propuesta de Hyeon Yeong había sido bastante inteligente —el arreglar los caminos que conducían hacia la cima para facilitar el tránsito de civiles—, había que admitir que era satisfactorio ver a las personas que no estaban familiarizadas con el Monte Hua tener que pasar por el arduo camino, especialmente aquellos invitados no bienvenidos.

 

‘Tal vez no estaría de más dejarlo así… De todos modos la gente sigue viniendo…’ Aunque sus pensamientos giraban en torno a esa clase de bromas, sabía que de ninguna manera se opondría al desarrollo de la secta y el aumento de ingresos, pues habían sufrido durante demasiado tiempo luchando en la pobreza para atreverse a rechazar ese tipo de oportunidades que le facilitarán la vida a las siguientes generaciones.

 

Yu Jong-San estaba molesto. A pesar de que los escoltas lo alentaron, luchó mucho para subir cada escalón. Se le pidió que escalara un acantilado escarpado, por el que ninguna persona común podría pasar, apoyándose en una cuerda vieja y desgastada. ¡Por eso no se desarrolló el Monte Hua!

 

“¿No nos desarrollamos? ¿De qué está hablando este tipo? ¿Es idiota?” El Santo de la Espada Flor de Ciruelo señaló hacia el abad con incredulidad. En su mente, añadió. ‘¿... Realmente nadie recuerda a la que fue la secta más grande e influyente durante décadas?’

 

Era increíble. 

 

Estas personas que estaban escalando los escarpados acantilados de la secta habían vivido toda su vida al pie de la montaña, ¿cómo podrían no conocer la historia de la secta que vivía en la cima? ¿Era tan fácil ignorar que el pueblo fue hecho posible sólo gracias a la gente que venía a visitar la secta?

 

De verdad, ¿cómo es que siglos de historia de su secta y miles de personas que habían formado parte de ella podían ser borrados por unas pocas personas en sólo cien años? 

 

Incluso este tipo de cosas eran posibles. El Santo de la Espada Flor de Ciruelo se sintió un poco indefenso ante la perspectiva. Con lástima, le dirigió una mirada rápida a su yo más viejo y pequeño. 

 

‘Lo has tenido difícil, eh’.

 

'Una vez que recupere el dinero, nunca volveré a este lugar'.

 

Porque no quería volver a ver el Monte Hua nunca más.

 

Cheong Myeong resopló. 

 

“Me gustaría darle una paliza, pero al final no es una mala persona.”

 

Mientras que los discípulos del pasado tomaban las palabras de Cheong Myeong con una seriedad inusual —puesto que normalmente tenían el sano hábito de poner en duda sus consejos—, los discípulos del futuro no pudieron creer esas palabras fácilmente.

 

Baek Cheon se lamentó en voz alta. 

 

“Todo este tiempo habíamos estado hablando con los dueños de los negocios de Hua'Um como si nada hubiera pasado, pero eran este tipo de persona…”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo, quien recién se estaba familiarizando con este nivel de podredumbre, le dió una palmadita en el hombro en conmiseración. No obstante, Cheong Myeong no fue tan empático, simplemente le señaló la moraleja con pragmatismo. “Será mejor que Sasuk se acostumbre. En el futuro, tendrás que lidiar con este tipo de gente todo el tiempo.”

 

Mientras subían el acantilado, un área lisa y plana los recibió. El Propietario Kong, quien confirmó que todos habían subido, abrió la boca.

 

"Tomaremos un descanso aquí".

 

"Oh mi. Dueño Kong. Es una buena idea. Me tiemblan las piernas…”.

 

"El Propietario Yu necesita hacer ejercicio con más frecuencia".

 

“Huhuhu. No soy ajeno al ejercicio, pero no creo que mi cuerpo se acostumbre nunca a escalar esta montaña”.

 

"No es tan malo".

 

El Propietario Yu negó con la cabeza y se sentó en una roca.

 

"Pero el Dueño Kong".

 

El Propietario Pang se acercó al Propietario Kong.

 

"¿Qué pasa?"

 

"¿Por qué el Líder de Secta de repente nos pide que vayamos al Monte Hua?"

 

Todos los que se frotaban las piernas doloridas volvieron su atención hacia el hombre.

 

Yoon Jong cerró los ojos, irritado. Aunque solía ser paciente, debía admitir que no quería tener que escuchar escenas innecesarias sobre estas personas que se habían burlado de su Líder de la secta. Quería creer que eran momentos que tendrían algún propósito, sin embargo, la razón se diluyó poco a poco con cada nueva interacción. Creyó que Jo Geol pensaría algo similar que él, por lo que su siguiente comentario lo tomó desprevenido.

 

“Yu Jong-San sigue trabajando en Hua'Um.”

 

“...¿Es así?”

 

Jo Geol asintió.

 

“Ni el mencionado Kong Mun-Yeong ni varias otras caras familiares que solían ostentar puestos similares se encuentran ahí más desde que la secta retomó el control de los puestos… Pero Yu Jong-San sigue ahí.”

 

“Ya veo”, Yoon Jong asintió. “Cheong Myeong dijo que no era tan malo”, recordó.

 

“Aunque sus pensamientos son así, al final debe haber hecho algo para ayudar a la secta.”

 

Yoon Jong sonrió levemente. “O de lo contrario Cheong Myeong se habría encargado de él.”

 

Jo Geol también sonrió ante eso.

 

"¿Tal vez consiguió el dinero?"

 

El Propietario Kong sonrió suavemente.

 

"¿Es eso posible? Cien mil no es una cantidad pequeña".

 

El Propietario Kong habló sin rodeos.

 

“Pero si es prestado…”

 

“No hay nadie en el mundo que esté dispuesto a prestar cien mil a una Secta moribunda. Una persona con un corazón tan bondadoso nunca podría volverse rica”.

 

"Seguramente…"

 

Yu Jong-San se encogió de hombros.

 

"Entonces, ¿qué piensa el Propietario Kong? ¿Por qué crees que el Líder de Secta nos ha llamado?"

 

"Para rendirse".

 

"¿Rendirse?"

 

El Propietario Kong miró hacia la cima, donde se encontraba el monte Hua.

 

“Probablemente, debe haber tratado de buscar ayuda y se le ha negado en todo momento. Sería desagradable alargar el sufrimiento hasta el último momento, por lo que nos llamó antes de tiempo para conceder”.

 

"Eh".

 

Yu Jong-San chasqueó la lengua.

 

"Esta es la primera vez que escucho de alguien que llama a sus cobradores de deudas a su puerta, sin nada que pagar, sólo para deshacerse de ellos más rápido. Qué deudor más rígido".

 

"Bueno, él está en una situación difícil por la deuda. Aún así, es el Líder de Secta del Monte Hua; no hables demasiado precipitadamente de él".

 

Yu Iseol apretó los puños sobre su regazo, sin atreverse a sostener los reposabrazos por temor a que estos se rompieran bajo la fuerza de su agarre. Estaba molesta, claro que lo estaba, no sólo molesta sino fúrica. No soportaba escuchar a esta gente faltarle el respeto a su Líder de la secta y era aún más horrible cuanto esas personas fingían defenderlo como si tuvieran alguna clase de horror. 

 

¡Esos negocios fueron robados! 

 

Fue tan desgarrador que quiso poder volver a ese momento para desgarrarlos con su espada, aunque no era un problema que pudiera solucionarse de tal manera, simplemente quería desahogarse de la manera ‘Cheong Myeong-esque’.

 

"El Propietario Kong es una persona tan bondadosa. ¿Cómo puedes pensar tan bien en alguien que pidió dinero prestado y no lo ha devuelto en décadas?"

 

El Propietario Kong sonrió.

 

"Lo que quise decir fue que mantuviéramos nuestros modales. El nombre del Monte Hua pronto desaparecerá; ¿Por qué hacerlo más doloroso para ellos de lo necesario?"

 

"Todo el mundo debería saber de la benevolencia del Propietario Kong".

 

La boca del Santo de la Espada Flor de Ciruelo se torció con una clara mueca de desagrado, y rezongó con fuerza. “Este maldito imbécil necesita romperse la cabeza una o dos veces.”

 

“Sí, si”. Baek Cheon estaba de acuerdo, de hecho, hasta hace un momento estaba apretando los dientes, sin embargo, no pudo evitar suspirar al ver al Santo de la Espada Flor de Ciruelo siendo tan Cheong Myeong , por lo que rompió un trocito del pastelillo que guardaban celosamente para cuando tuvieran que calmar a Cheong Myeong y se lo tendió como una ofrenda con una explicación corta. “Dulce.”

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo sostuvo el panecillo crujiente entre sus dedos. Parecía algo que se le podría atorar entre las muelas por lo pequeño que era para su cuerpo mucho más grande que el de cualquiera aquí —fácilmente podría comerse un pastel de luna en dos mordidas—, y para colmo, el panecillo estaba un poco caliente por la temperatura corporal de otra persona, por lo que no parecía muy apetitoso. No obstante, miró las caritas expectantes de los discípulos del Monte Hua del futuro que se asomaron para presenciar esa interacción y, por alguna razón, se sintió presionado a llevarse el dulce a la boca. 

 

Estos eran sus lindos descendientes quienes le daban una muestra de buena voluntad… 

 

Bien, sólo tenía que comerse la muestra de buena voluntad…

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo masticó el panecillo con el ceño fruncido y un corazón atribulado, sólo para detenerse al tragar, lamiéndose las migajas de los labios. ‘En realidad sí estaba bueno…’

 

Con un suspiro, echó vistazo al rostro de los niños a su alrededor, quienes soltaron risitas e intercambiaron sonrisas presumidas al verlo disfrutar del postre, como si dijeran ‘¿ven?, lo sabíamos’, con sólo su lenguaje corporal. Por lo menos había ayudado a disolver la tensión en sus hombros y a relajar las caras angustiadas de los discípulos que tuvieron que soportar presenciar el sufrimiento que su Líder de la secta les había ocultado a manera de protección. A veces se tenían que hacer sacrificios por la nueva generación, supuso.

 

‘Aigoo. Lo que hago por el bien de los niños’.

 

“Tenemos actitudes tan diferentes”.

 

"No fue nada".

 

Al ver eso, Yu Jong-San chasqueó la lengua y pensó para sí mismo.

 

'Escupir bromas mientras está sentado sin hacer nada'.

 

Estaban planeando confiscar la Secta y echarlos de sus hogares; ¿a quién le importaría tu cortesía?

 

‘Al menos es un bastardo directo’, pensó Cheong Myeong. Con el tiempo se había dado cuenta de que era el tipo de basura con la que era más fácil lidiar. Los malditos complotistas eran un dolor, aunque era un juego que Cheong Myeong estaba aprendiendo a dominar por pura necesidad. En comparación con ellos, Cheong Myeong prefería a ese tipo de bastardos que preferían faltarte al respeto directamente o pasar a los puñetazos.

 

'Pero…'

 

Yu Jong-San miró hacia la cumbre.

 

¿Conseguiremos realmente el dinero?

 

Siempre le preocupaba si la Secta se vendería a un precio razonable. De hecho, el Propietario Kong habló con bastante confianza, pero cualquier comerciante se preocuparía cuando hubiera dinero en juego.

 

Pero Yu Jong-San no estaba preocupado por eso.

 

'Si un miembro de la Secta del Borde del Sur viniera aquí, ¿no significa eso que está interesado en esto?'

 

En el pasado, todo el mundo sabía qué tipo de relación existía entre el Monte Hua y la Secta del Borde del Sur.

 

Ahora era una historia desvanecida ya que el nombre del Monte Hua desapareció y la Secta del Borde del Sur ascendió demasiado alto para que los demás la alcanzaran.

 

Sin embargo, los Líderes de Secta del Borde Sur ciertamente recordarían su rivalidad con el Monte Hua, ¿verdad? Si continuaban aferrándose a su resentimiento, entonces era evidente que no querrían que quedara ni un fragmento del Monte Hua en el Mundo.

 

'El Propietario Kong debe estar pensando en venderlo a la Secta del Borde del Sur'.

 

De la deuda total de 100.000 nyang, Yu Jong-San debía recibir 5.000 nyang.

 

¿Cuánto eran 5000 nyang? Incluso si el dinero se derrochaba y se gastaba frívolamente, era una suma enorme que aún sería suficiente para que la próxima generación viviera cómodamente.

 

“Así que lo sabían hasta ese punto…” Murmuró Hye Yeon con desaliento. 

 

Aún sabiendo que el dinero era importante y los comerciantes estaban preocupados por recibir su parte, se decepcionó al descubrir que sabían cuáles serían las consecuencias para el Monte Hua para que pudieran recibir dicho dinero y aún así no les importó. 

 

Por eso la obsesión con el dinero era considerada una obsesión. 

 

Mientras que los discípulos del Monte Hua hicieron un espectáculo vergonzoso en las calles para conseguir discípulos por el dinero de sus matrículas, a fin de cuentas era un trabajo honrado que realizaban para mantener a sus discípulos bien alimentados. Esto, en cambio, era simplemente cruel. Los comerciantes ni siquiera estaban viviendo en la pobreza. No les importaba de qué manera lo conseguían o a quién pisoteaban en el camino, ni siquiera se detuvieron a pensar en las personas que en el pasado los ayudaron a erigir el pueblo de Hua'Um, simplemente querían su parte del dinero.

 

El largo tira y afloja finalmente está llegando a su fin. El corazón de Yu Jong-San comenzó a palpitar ante la idea de finalmente tener en sus manos tanta riqueza.

 

'Me pregunto cómo sería la cara del Líder de Secta'.

 

La idea de ver el rostro solemne de ese anciano distorsionado hizo que Yu Jong-San se sintiera un poco amargado, pero rápidamente reprimió los crecientes sentimientos de simpatía. Después de todo, ¿no es cierto que no hay amigos ni familiares cuando se trata de dinero?

 

Hyeon Jong sintió un poco de lástima por Yu Jong-San. Él no sabía sobre el robo que habían cometido sus ancestros a la Secta del Monte Hua y, sinceramente, creía que le debían quinientos nyang. Fue una de las personas que les prestó dinero en momentos de dificultades y al principio realmente los había ayudado con amabilidad, no obstante, las dudas sobre las crecientes deudas tensaron su relación y agriaron el buen ánimo del comerciante. 

 

Sabía que no había necesidad de empatizar sólo por ello, pero pensar que pese a ello Yu Jong-San estaba dispuesto a nunca recibir ese dinero para ayudarlos, aún creyendo que por derecho era suyo…

 

Sintió un poco de calidez hacia las personas que vivían en Hua’Um. Como si todo lo que hubieran hecho sus antepasados no hubiera quedado sin recompensa, incluso si fuera por un detalle tan pequeño, era la amabilidad de los anteriores discípulos del Monte Hua y sus acciones lo que le dió pie a su existencia.

 

"Empecemos a escalar ahora".

 

"Sí."

 

Todos se levantaron de un empujón, a pesar de pasarlo mal, no dijeron nada.

 

Con los ojos cegados por el dinero, comenzaron a subir de nuevo.

 

“Cada vez que lo veo, se siente extraño”.

 

Alguien en la multitud expresó sus pensamientos.

 

“Es solo un edificio que apenas se mantiene unido”.

 

Cheong Mun hizo mueca ante la descripción. Era realmente lastimoso cuán bajo había caído la Secta. Aunque sentía apego más por sus discípulos que por los propios edificios, la situación le generó tristeza al reflexionar sobre el lugar donde se tuvieron que criar dichos discípulos del futuro, tan diferente de lo que Cheong Mun quería dejarles.

 

Se podía escuchar una sensación de desgana en la voz.

 

Edificios y paredes cayendo y la puerta principal donde la puerta ya había sido atravesada.

 

Una secta obviamente arruinada apareció ante ellos, ya sea destruida por otra persona o descuidada durante años debido a la bancarrota. Aun así, había algo cautivador al respecto.

 

El peso del Monte Hua protegió a Shaanxi durante años.

 

A pesar de no decir una palabra, todos compartían sentimientos similares.

 

Ahora, estaban aquí para sofocar el último aliento del Monte Hua. Hoy, el líder de la secta finalmente se rendiría.

 

El Monte Hua, que protegió esta tierra durante cientos de años, finalmente estaba llegando a su fin.

 

“¡Khuem!”

 

“¡Eh!”

 

¿Todos sintieron el peso de sus acciones? Todos tosieron en silencio.

 

No tenían intención de alejarse de tanto dinero, pero aun así, eran personas nacidas en la Aldea Hua'Um. Entonces, no pudieron evitar sentirse mal por haber matado a sus guardianes con sus propias manos.

 

Baek Sang chasqueó la lengua. “¿Para qué se sienten mal mientras dan el último golpe? Qué cosa tan sin sentido.”

 

Asintiendo en silencio, Baek Cheon frunció el ceño ligeramente. No era de los que mostraban su furia abiertamente sin sentido —excepto cuando se trataba de ese bastardo loco de Cheong Myeong—, en su lugar tragó la ira y dejó que se asentara, esperando con venganza al momento en que se volviera a cruzar con esas personas para darles una pequeña muestra de su agradecimiento por haberlos ‘cuidado’ todo este tiempo.

 

‘Eso si Cheong Myeong dejó algo para el resto de nosotros’, porque si de algo estaba seguro es que no saldrían impunes y no de los ancianos, sino del perro rabioso del Monte Hua.

 

"Entremos".

 

Solo el dueño Kong parecía estar bien. Cuando tomó la delantera, todos dudaron y luego lo siguieron.

 

"¿Están todos aquí?"

 

Al entrar, Un Am los saludó.

 

“Anciano Un Am. Me alegro de verte".

 

“Todavía no soy lo suficientemente bueno para ser llamado Anciano. Por favor, llámame Un Am”.

 

"Como desees".

 

Un Am sonrió y habló.

 

"El Líder de Secta está esperando. Por aquí".

 

“Hm”.

 

El Propietario Kong frunció el ceño.

 

'¿Realmente serán capaces de devolverlo?'

 

Cuando llegaron el otro día, los demás los detuvieron. Pero ahora, les estaban pidiendo que entraran con expresiones casuales.

 

Incluso si el Líder de Secta les hubiera informado que estos comerciantes vendrían, ¿no era extraño cuánto había cambiado su actitud?

 

El Propietario Kong miró con cautela la espalda de Un Am y lo siguió.

 

Lo sabremos muy pronto. Tal vez esta sea la verdadera naturaleza del Monte Hua.

 

Tal vez, reconocieron su destino y decidieron encontrar el final en paz. En lugar de parecer cobardes pidiendo más tiempo, han elegido morir de pie con la frente en alto.

 

Hyeon Yeong resopló. “Eso quisieran.”

 

A decir verdad, pensaban aferrarse con uñas y dientes a esa montaña durante el mayor tiempo posible, de lo contrario, sería realmente difícil volver alguna vez. ¿Qué se suponía que iban a hacer con todos esos huérfanos que el Líder de la secta seguía acogiendo como perros callejeros? Necesitaban un hogar.

 

Aunque al final podrían haber terminado en la calle mendigando y haciendo uso de alguna cabaña abandonada… Hyeon Yeong habría preferido que reconocieran al Monte Hua como su hogar, tal como ellos y las generaciones anteriores lo habían hecho.

 

'Me siento preocupado'.

 

Tal vez, fue porque el momento que había esperado tanto tiempo finalmente se estaba haciendo realidad. La gente común tiende a bajar la guardia tan pronto como su objetivo está a la vista, pero Kong Mun-Yeon es un hombre astuto que se pone más nervioso en esos momentos.

 

Mientras caminaban en silencio, llegaron a la residencia del líder de la secta. Parado frente a él estaba Hyeon Jong esperándolos.

 

"Saludamos al Líder de Secta".

 

Cuando el Dueño Kong emitió sus saludos, los demás lo siguieron.

 

Era el último paso; quería ser lo más educado posible.

 

La expresión de Hyeon Jong se enfrió. Nunca pensó que sería capaz de conocer tan íntimamente los pensamientos de sus enemigos, ni siquiera había pensado que la malicia existiría hacia una secta tan aparentemente insignificante hasta que entendió lo que los libros de cuenta explicaban. Era verdaderamente repugnante. 

 

Y no era la única persona en esta sala que pensaba de manera similar, ahondando junto a él los secretos mejor guardados de la Secta del Monte Hua, cada vez más cerca de descubrir todos los tesoros que guardan.

 

‘Yuanzhi Tianzun, por favor no muestres la existencia de la píldora primordial’.

 

Sólo podía orar.

 

"Bienvenidos. Debes haber pasado por muchas cosas mientras subías aquí".

 

Hyeon Jong sonrió suavemente y saludó a todos.

 

“Lamento tomar su tiempo. Espero que entiendan que tuve que pedirles que vinieran aquí en lugar de que yo bajara para reunirme con todos ustedes”.

 

“No es un problema en absoluto. Estamos ocupados pero no más ocupados que el Líder de Secta. Entonces, es obvio que debemos venir”.

 

El Propietario Kong respondió con una sonrisa.

 

"En lugar de eso, ¿qué...?"

 

"Jaja. ¿Tanta prisa? Debes haber tenido dificultades para escalar la montaña, así que tal vez una taza de té…"

 

"Líder de Secta".

 

El Propietario Kong interrumpió las palabras del Líder de Secta con un tono decidido.

 

“Es bueno tomar una taza de té y hablar. Pero somos comerciantes, por lo que nos gustaría discutir los asuntos comerciales primero”.

 

"Mmmm".

 

“Los Comerciantes somos personas que primero lidiamos con los problemas y después comemos o bebemos. Espero que el Líder de Secta lo entienda".

 

"Por supuesto. Veo que solo estaba pensando en mí".

 

Cheong Gong se sintió insatisfecho con la humildad excesiva del futuro Líder de la secta. ‘No es que haya crecido en una gran secta para tener confianza y hasta hace poco le pedía dinero a estas personas, pero aún así….’

 

De todos modos, no lo expresaría en voz alta. Intentó ignorarlo.

 

Hyeon Jong sonrió y luego dijo.

 

"Entonces, vayamos al grano sin perder el tiempo".

 

"Gracias".

 

El Propietario Kong sonrió.

 

"Los he traído a todos aquí hoy para transmitir la posición del Monte Hua".

 

"¿Posición del Monte Hua?"

 

Hyeon Jong miró al propietario Kong.

 

El propietario Kong ya estaba pensando en la situación.

 

“He probado todos los métodos disponibles, pero no he podido encontrar a nadie dispuesto a prestar dinero al Monte Hua. En otras palabras, no parece que pueda devolver el dinero dentro de la fecha dada”.

 

Cheong Jin se enderezó en su asiento. 

 

“Había por lo menos dos formas de devolver el dinero que Cheong Myeong Sahyeong dejó, entonces…” Con una sonrisa, adivinó. “¿Se trata de una prueba?”

 

Cheong Mun apoyó esa teoría. 

 

“Al fin y al cabo muchos no eran conscientes de los pecados de sus antecesores, y si despedimos a todos nos quedaríamos con un montón de negocios que no sabemos dirigir”, explicó Hyeon Jong. Lo que no dijo fue: ‘los empleados terminaron renunciando al ser parientes directos de los propietarios como una forma de sabotaje por lo que el problema terminó surgiendo de todos modos’.

 

“Entiendo el razonamiento”, Cheong Jin inclinó la cabeza. Aún era ingenuo, pero parecía bien pensado si consideraba que no tenían experiencia con esas situaciones. Al menos tenían a Cheong Myeong, quien probablemente tendría algunas nociones básicas de administración gracias a su influencia y la de Cheong Mun. De lo contrario, no estaba seguro de cómo podrían manejar tantos negocios sin hundirse en el proceso en tan poco tiempo.

 

“Mmmm”.

 

El Propietario Kong frunció el ceño ante esas palabras.

 

“Líder de Secta. Te hemos dado suficiente tiempo. También necesitamos ganar lo suficiente para ganarnos la vida. No podemos extender más su fecha límite”.

 

"Por eso estoy diciendo esto".

 

Hyeon Jong hizo contacto visual con cada persona.

 

"Sé que no se puede demorar más. Pero es imposible que el Monte Hua realice el pago completo antes de la fecha de vencimiento. Por favor entiende".

 

Cheong Jin y Cheong Mun esperaron expectantes el desenlace de las voluntades de los comerciantes que habían subido con ojos codiciosos enfrentándose a la sinceridad del futuro Líder de la secta.

 

Hyeon Jong hizo una reverencia.

 

“No puedo devolver todo ese dinero, pero puedo pagar una parte. Por lo tanto, si alguien aquí estaría de acuerdo con retrasar personalmente su fecha de pago, nos sería de gran ayuda.

 

Cuando el Líder de Secta bajó la cabeza hacia ellos, todos estaban conmocionados y avergonzados.

 

Una atmósfera extraña comenzó a fluir entre la multitud.

 

‘Ojalá el Líder de la secta no recurriera a esto, pero ¿qué es el honor comparado a la oportunidad de encontrar quién es un verdadero aliado?’ Cheong Gong suspiró con tristeza. Sólo tener que razonar consigo mismo le hizo sentirse miserable. ‘No volveré a ver a los comerciantes de Hua’Um de la misma manera’.

 

El abad anunció el siguiente capítulo, sorprendiendo a algunos discípulos que se encontraban inmersos en la disputa entre los comerciantes y los ancianos de la Secta del Monte Hua. El capítulo había fluido con rapidez, dejándolos intrigados y ansiando conocer lo que sucedería a continuación con la mayor prontitud posible.

 

“¿Mmm?”

 

Cheong Myeong, descansando en el alero de un edificio desde la distancia, parecía estar divirtiéndose mientras espiaba al Líder de Secta y a los comerciantes.

 

Cheong Mun se sintió un poco más ligero al localizar a Cheong Myeong en la lectura una vez más. 

 

‘Así que ahí estaba, espiando desde una esquina como de costumbre’.

 

"Entonces, ¿así es como planea atacar?"

 

Los ojos de Cheong Myeong, que miraban al Líder de Secta, brillaron.

 

Hyeon Jong parpadeó. 

 

“¿Nos estaba viendo?” Se avergonzó al darse cuenta de todos los momentos en que el reencarnado Santo de la Espada Flor de Ciruelo lo estuvo observando atentamente sin su conocimiento. ‘Primero esa escena en la caja fuerte y ahora esto…’

 

Esperaba no parecer demasiado lamentable a los ojos de ese niño. Aunque fuera un poco, quería parecer lo suficientemente confiable como para sostener un poquito del peso que llevaba sobre sus hombros, no importaba que técnicamente fuera más jóven o de menor rango que el Santo de la Espada Flor de Ciruelo, porque Cheong Myeong era un discípulo de la vigésima tercera generación que estaba bajo su cuidado. O al menos intentaba que fuera así.

 

‘Al menos los niños lo están cuidando’.

 

Un lazo entre maestro y discípulo a veces era así. Aunque por fuera parecía que el discípulo se beneficiaba más con los cuidados del maestro, era el maestro quien terminaba siendo cuidado por sus discípulos. Cheong Myeong inadvertidamente había encontrado ese tipo de lazo también.

 

Él no lo sabía.

 

¿Estaba el Líder de Secta tratando de empujarlos al fuego del infierno, o les estaba dando una última oportunidad de redención?

 

Podría interpretarse de cualquier manera.

 

Sin embargo, una cosa era cierta, Hyeon Jong, el Líder de Secta del Monte Hua, no era un hombre tan simple como parecía.

 

'Así es como debería ser'.

 

¿No lo vio?

 

La figura del Líder de Secta, encorvada y temblando de tristeza dentro del oscuro corredor, aferrándose a la puerta que no podía abrir.

 

Él fue quien mantuvo el Monte Hua, incluso cuando la carga crecía y el dolor lo desgarraba de adentro hacia afuera. Cargó a la Secta colapsada sobre su frágil espalda sin sacrificar su gentileza o dignidad.

 

Hyeon Jong creyó que se encogería en su asiento al escuchar a Cheong Myeong mencionar ese incidente, no obstante, de alguna manera se encontró mucho más tranquilo de lo esperado.

 

‘Gracias, Cheong Myeong-ah’.

 

Sintió sus ojos irritarse como si fuera a llorar, pero se contuvo valientemente.

 

Cheong Myeong entrecerró los ojos.

 

'Pero eso no debería ser todo'.

 

Demostró su paciencia. Sin embargo, ese no era el único rasgo que debería poseer un Líder de Secta.

 

Por supuesto, eso también era importante. Pero el Monte Hua... no, había ciertas cualidades esenciales para ser un Líder de Secta exitoso en cualquier fuerza.

 

Para mantener la cabeza fría y la compostura.

 

Así es como debe ser un Líder de Secta.

 

Baek Cheon escuchó atentamente cada palabra, asimilando la perspectiva de Cheong Myeong y tallándola en su alma. Rara vez recibía una guía tan directa sobre cómo ser líder de la secta más que un ‘mira y aprende’ de Cheong Myeong, puesto que parecía querer dejarle el cómo actuar en esas situaciones a su propio criterio. Sin embargo, Baek Cheon pensó, ‘¡se contiene demasiado cuando debe hablar y es demasiado bocazas cuando debería callarse!’. 

 

Era el tipo de consejo que estaba ansioso por escuchar del estimado anciano de su secta que había vivido en el momento cúspide de su secta.

 

No sólo era Baek Cheon. Un Am, Yoon Jong e incluso el propio Hyeon Jong se encontraron escuchando atentamente los comentarios de Cheong Myeong.

 

Aunque una Secta es donde nacen los artistas marciales, la esencia de la disciplina era mantener la calma y mantener la cabeza fría.

 

Independientemente de su personalidad original, un Líder de Secta debe tener este rasgo. Por el bien del Monte Hua, debía poder confiar en sus decisiones con toda su mente y cuerpo, tomando decisiones mientras pensaba racionalmente en su curso de acción.

 

Cheong Mun se dió cuenta de que Cheong Myeong se basó un poco demasiado en su carácter para hablar sobre las cualidades adecuadas para un buen líder de secta, lo que lo halagó casi tanto como le hizo sentirse cariñosamente exasperado. 

 

‘Es un buen rasgo, sin embargo, incluso si no está presente hay maneras de equilibrarlo’.

 

Creía que incluso si Hyeon Jong no poseía dicho rasgo, tenía algo importante con lo que podía compensarlo: los lazos de confianza inquebrantable con los compañeros discípulos. Mientras mantuviera una buena comunicación con los ancianos, podrían compartir sus perspectivas y elegir la mejor opción para la secta del Monte Hua después de una cuidadosa deliberación.

 

Entonces, ¿Hyeon Jong tenía el corazón de un Líder de Secta?

 

Cheong Myeong, acostado, apoyó la barbilla en sus manos y levantó ligeramente su cuerpo.

 

¡Creack!

 

El sonido de huesos rompiéndose en su espalda.

 

“Ack…”

 

Inmediatamente agarró su cintura y volvió a caer a su posición original.

 

'Voy a morir'.

 

No había una sola parte de su cuerpo que se sintiera bien, probablemente porque su cuerpo no estaba entrenado adecuadamente. A pesar de que estaba practicando constantemente, su cuerpo no se recuperaba lo suficientemente rápido.

 

Tang Bo sintió que un pedacito de él moría por dentro al leer esa frase. 

 

Ese maldito demonio… ¡Había seguido practicando aún cuando su cuerpo era el de una ramita aplastada!

 

¿Creía que la reencarnación era algo que podía hacer más de una vez? ¡Porque seguro que lo parecía con la forma en que se arriesgaba a un daño mortal con cada decisión que tomaba!

 

Había calculado que sería posible restaurar su cuerpo en uno o dos meses, pero el problema era que tendría que soportar este dolor durante esos meses. Resucitó en el cuerpo de un niño pequeño y débil y estaba constantemente exhausto hasta el punto de morir, y ahora ni siquiera podía levantar su cuerpo.

 

"Uf... necesito hacer algo al respecto".

 

Cheong Myeong respiró hondo y sacudió la cabeza.

 

La condición de su cuerpo podría tratarse más tarde; primero, tenía que ver cómo se resolvía esta situación.

 

“Cheong Myeong-ah…” Jo Geol se secó una lágrima del rabillo del ojo, profundamente conmovido y preocupado. “Espero que te mejores pronto como sé que lo harás.”

 

El susodicho ni siquiera tuvo la decencia de dedicarle una mirada.

 

"¿Nos pidió que retrasáramos su pago?"

 

El Propietario Kong frunció el ceño sutilmente.

 

Esto era algo que no esperaba. Nunca subestimó el poder del Monte Hua. Decenas de Sectas surgen y desaparecen todos los días. Entonces, sabía que una Secta que funcionaba durante cientos de años no sería un objetivo fácil.

 

Aunque la situación no era buena para el Monte Hua, todavía era una Secta con una larga historia.

 

Pero…

 

'¿Esto es todo lo que queda de ellos?'

 

Quería reírse.

 

Cualquier sentimentalismo que había surgido de Jo Geol murió con esa frase. “¡Maldito bastardo! ¡Necesita que le rompan la cabeza!”

 

Un segundo demasiado tarde se volvió consciente de que no sólo lo había pensado, sino que lo había dicho en voz alta. Lejos de ser reprendido, sus compañeros discípulos lo apoyaron con fervor.

 

“¡Vamos a romperles las cabezas!”

 

Baek Sang, Baek Mu y Yang Ho corearon en voz baja algo que sonaba sospechosamente como “vamos a romperles las cabezas a esos bastardos”.

 

Yu Iseol, sombría, murmuró. “Arrojémoslo por un acantilado. Nadie encontrará sus cuerpos.”

 

Y Baek Cheon, en vez de detenerlos, dijo con sabiduría: “recuerden golpearlos seis veces y anunciarlo cinco.”

 

La generación del pasado se giró lentamente para mirar a Cheong Myeong con ojos triangulares.

 

‘Desgraciado… ¿Qué les has estado enseñando a nuestros lindos descendientes?’

 

‘El Monte Hua de las siguientes generaciones va a ser un nido de Cheong Myeongs.’

 

‘¿Qué le espera al futuro del Monte Hua?’

 

'¿Sobreestimé el Monte Hua?'

 

Si tuvieran potencial, no habrían llegado a una situación tan desesperada en absoluto.

 

“Líder de Secta. Te dije claramente antes que no hay forma de que podamos retrasar el pago por más tiempo”.

 

“No me malinterpretes. No le estoy preguntando al Propietario Kong en este momento”.

 

“…¿Eh?”

 

Hyeon Jong miró al dueño Kong y habló.

 

“Soy muy consciente de la posición de Hua'Um. Es por eso que les estoy preguntando a todos ustedes directamente ahora. Incluso si son 100,000 nyang, ¿no tienen cada uno de ustedes una cantidad diferente para recibir?”

 

"Eso es verdad".

 

“Entonces, personalmente estoy preguntando si hay alguien de acuerdo con que se le pague más tarde”.

 

Cheong Jin asintió, interesado. Era una lástima que no pudieran hacer algo similar en su tiempo, puesto que todos sabían que el Monte Hua era grande e influyente, así que hicieron lo posible para congraciarse con ellos. Era tan insincero que le hizo replantearse el despedir a todos los principales gerentes por algunos discípulos externos de confianza.

 

El Propietario Kong frunció el ceño.

 

No entendía lo que el hombre quería decir.

 

"Entonces, ¿estás diciendo que puedes devolverles el dinero a aquellos que no pueden permitirse el lujo de demorarse más?"

 

"Así es".

 

"¿Lo siento?"

 

Los ojos del propietario Kong se abrieron.

 

“Incluso si el Monte Hua no es lo que solía ser, todavía hay quienes están dispuestos a ayudarnos. No conseguimos los 100.000 nyang completos, pero es posible que podamos devolverles el dinero a algunos de ustedes. Con su ayuda, el Monte Hua no perderá su nombre. Así que por favor. A aquellos que muestren misericordia en la situación actual del Monte Hua, en el nombre del Monte Hua, juro que les pagaré”.

 

El Líder de Secta juró de nuevo, pero ahora tenía una expresión de confianza.

 

Al ver eso, el Propietario Kong tenía una cara amarga.

 

"Qué absurdo-"

 

"Entonces".

 

En ese momento, Yu Jong-San, que estaba mirando desde un lado, interrumpió las palabras del Propietario Kong. No fue intencional, pero el Propietario Kong dejó de hablar y frunció el ceño.

 

"Entonces, si retrasamos la fecha de pago, ¿todavía obtendremos el dinero?"

 

"Sí".

 

Ki Mokseung puso los ojos en blanco. ‘¿De verdad existe un idiota que aceptaría esa clase de oferta de una secta que a penas pudo mantenerse a flote al bajar la cabeza durante todos esos años?’

 

No, la verdad era que no. 

 

Pensar que alguien haría algo como eso era demasiado idealista. El Líder de la secta estaba haciendo estas tonterías en vano, simplemente rebajándose una vez más en vano, sin preocuparse por la cara de la secta. 

 

Era patético. 

 

"Líder de Secta, seamos honestos ahora".

 

Yu Jong-San continuó.

 

"Todos sabemos que el Monte Hua muy bien podría derrumbarse mañana; la condición de la Secta no es un secreto, ni es desconocida para ninguno de nosotros, incluso el Líder de Secta debería entender. Si confiamos en lo que dijiste y posponemos la fecha de pago, ¿no significa eso que también existe el riesgo de que tu Secta se derrumbe y no recibamos nada?"

 

"…eso es correcto".

 

“¿Eso tiene algún sentido?”

 

El Propietario Kong se calmó. Era cierto que Yu Jong-San cortó sus palabras, pero estaba haciendo un buen trabajo al arrinconar al anciano.

 

Normalmente, el Dueño Kong habría calmado la situación, pero no lo hizo esta vez. Quería empujar al Líder de Secta un poco más lejos.

 

'Finalmente está hecho'.

 

La larga historia del Monte Hua está llegando a su fin.

 

Puede parecer amargo que la otrora Gran Secta Mount Hua finalmente haya sido aplastada por el poder del dinero, pero fue más significativo para el Propietario Kong, que tenía mucho que ganar con esto.

 

"Dueño Yu".

 

"Sí. Líder de Secta”.

 

"¿Qué debo ofrecerte?"

 

“…¿eh?”

 

Hyeon Jong se encogió de hombros. Un viento tranquilo sopló desde algún lugar y él sonrió.

 

“No queda nada del Monte Hua. Ahora, todo lo que queda del Monte Hua es el honor de apoyar a Hua'Um abajo durante muchos años. Todo lo que tengo para ofrecer es el nombre del Monte Hua”.

 

‘Eso debería de haber sido suficiente’, pensó el Santo de la Espada Flor de Ciruelo con rencor. ‘Más que suficiente, y aún así siguen pidiendo más’.

 

"Que…"

 

"Si preguntas sobre el riesgo y en qué confiar, entonces esta es mi respuesta. El nombre del Monte Hua. La historia del Monte Hua. ¿No sería eso suficiente?"

 

Yu Jong-San se quedó en silencio.

 

El nombre del Monte Hua.

 

La historia del Monte Hua.

 

Cierto. Palabras tan significativas. Pero las personas reunidas aquí eran comerciantes. Los comerciantes no tenían motivos para preocuparse por el nombre o la historia, solo por el dinero. ¿Haría dinero o perdería dinero?

 

¿Pero pedirle a los Comerciantes que le den tiempo ofreciendo su nombre e historia como garantía?

 

"Jaja".

 

Yu Jong-San no pudo evitar reírse.

 

"Líder de Secta, ¿no estás siendo demasiado terco?"

 

El Santo de la Espada Flor de Ciruelo rió con amargura. ‘¿Realmente no significó nada el Monte Hua para ellos?’

 

¿... Era esto parte de lo que quería proteger?

 

Él no era el único molesto. Sus compañeros discípulos tenían las caras enrojecidas y los ceños fruncidos al presenciar las consecuencias de la traición de los gerentes con los que interactuaban prácticamente a diario. 

 

"¿Era mucho pedir?"

 

Hyeon Jong solo preguntó en voz baja. Ante las fuertes emociones contenidas en sus ojos, Yu Jong-San dejó de reír.

 

“Podría ser demasiado”.

 

Pero a diferencia de sus ojos serios y pesados, la voz que salió de su boca era suave.

 

“Pero me gustaría pedir al menos esto. Creo en el nombre del Monte Hua, que ha estado protegiendo a Shaanxi y a la Aldea Hua'Um durante cientos de años, y sé que no ha sido en vano”.

 

‘Líder de la secta…’ Cheong Mun cerró los ojos brevemente antes de volver a abrirlos, luciendo más claros. ‘No sé si habría podido tener tanta paciencia en su situación. No obstante, esas palabras también tocan mi corazón... ¿Serán suficientes?’

 

“…”

 

"Déjame preguntar al revés. ¿Qué significa el Monte Hua para ti? ¿Sientes que no hay un valor real en el nombre o la historia del Monte Hua?"

 

Nadie pudo responder.

 

Monte Hua.

 

¿Quién se atrevería a decir el nombre a la ligera? ¿Quién se atrevería a decir que su historia no tenía sentido?

 

Ahora, solo quedaban algunos rastros del pasado, pero nadie tomaría el nombre tan a la ligera. Además, lo será aún más para aquellos que vivieron sus vidas al pie del Monte Hua.

 

Entonces, nadie estaba dispuesto a continuar la conversación excepto una persona.

 

‘¿Todavía queda un poco de conciencia?’ Se preguntó Hye Yeon. No sabía si era un consuelo o la cereza en el pastel de toda la situación.

 

“Siento que nuestra discusión se ha desviado un poco del tema”.

 

El Propietario Kong habló. Miró a Hyeon Jong. A diferencia de los ojos de Hyeon Jong, sus ojos eran agudos.

 

“En resumen, aquellos que deseen retrasar personalmente la fecha de pago serán reembolsados ​​más tarde, y aquellos que no lo hagan recibirán el pago ahora”.

 

"Sí"

 

"Bien".

 

El Propietario Kong asintió.

 

“Por lo general, esto es algo a lo que debería oponerme en nombre de la Asociación de Comerciantes de Hua'Um, pero soy un hombre con un sentido de la propiedad, así que lo permitiré. Cualquiera que lo desee puede retrasar personalmente su reembolso. ¡Pero!"

 

“Es una suerte que su idiotez sirva a beneficio de los planes del Líder de la secta Hyeon Jong”, comentó Cheong Jin ociosamente. “Aún así debe tener algo más preparado, viendo los arreglos que hizo anteriormente para llevar al Monte Hua hasta este punto.”

 

Miró hacia atrás y habló.

 

“Debes asumir la responsabilidad de tus propias acciones. La Asociación de Comerciantes no brindará ayuda ni protección alguna a quienes retrasen la fecha de reembolso. Incluso si pierden su dinero”.

 

Una presión sutil.

 

“Ahí está”, murmuró Cheong JIn. Kong Mun-Yeon estaba manipulando a los demás con sus palabras para dar la apariencia de libertad, aunque no era relevante, si fuera lo único que tenía preparado podría terminar siendo insuficiente.

 

"Puedes elegir. Aquellos a los que se les pagará ahora, párense aquí, y aquellos que estén bien con el pago retrasado, vayan para allá”.

 

El Propietario Kong señaló hacia el otro lado.

 

"¿Eso es todo? ¿Líder de Secta?"

 

"Sí."

 

“Aunque no estoy de acuerdo, respetaré los pensamientos del Líder de Secta hasta el final. Aunque al Monte Hua no le queda mucho tiempo, todavía es digno de al menos este respeto".

 

Hyeon Jong asintió con la cabeza.

 

"Gracias por esto".

 

El Propietario Kong frunció el ceño sin darse cuenta. A pesar de su provocación, Hyeon Jong no cambió.

 

'Romperé esa compostura tuya'.

 

Cheong Myeong sonrió suavemente, con orgullo.

 

Hyeon Jong, quien pasó por todas esas adversidades era admirable a su manera, aunque no se pareciera en nada a Cheong Mun. Era, por derecho propio, un respetable y preciado Líder de la secta.

 

No estaba seguro sobre la opinión que se estaban formando los discípulos del pasado sobre el Líder de la secta del futuro ni si entendían plenamente lo respetable que era Hyeon Jong, ya que el propio Cheong Myeong tuvo que pasar por mucho antes de comenzar a apreciarlo.

 

En secreto, tenía la esperanza de que a los discípulos del pasado también les gustaran los discípulos del futuro con quienes Cheong Myeong se había encariñado profundamente.

 

El Propietario Kong, que pensó eso, dijo.

 

"¿Cómo es? Desafortunadamente, ¿no parece haber nadie que pueda retrasar su pago?

 

“…”

 

"Veamos".

 

El Propietario Kong señaló hacia atrás. Hyeon Jong miró para ver a los comerciantes. Todos aquellos que se encontraron con los ojos de Hyeon Jong giraron la cabeza y miraron hacia abajo para evitar su mirada.

 

"¿Necesitas más tiempo?"

 

Hyeon Jong no respondió y cerró los ojos.

 

"No importa cuánto tiempo esperes, nada cambiará. Nadie renunciará a tanto dinero por el nombre del Monte Hua, que se desvaneció hace mucho tiempo. Entonces, detengamos a este Líder de Secta. Baja ahora. ya has hecho suficiente".

 

El Propietario Kong estaba intoxicado con la sensación de victoria.

 

“Ahora, con esto…”

 

“Tch”.

 

Fue en ese momento.

 

Podía escuchar pasos detrás de él. Sin saberlo, se volvió y miró.

 

"... ¿Propietario Yu?"

 

Yu Jong-San caminaba hacia el otro lado con una expresión amarga.

 

Se colocó solo en la zona designada para los multados por recibir pagos atrasados.

 

Jo Geol sonrió, un poco aliviado y muy feliz. Tal vez no debería estar tan feliz por algo como esto, pero como hijo de comerciantes, sabía lo significativo que era el gesto de Yu Jong-San. 

 

‘Gracias’.

 

"Que demonios…."

 

Al ver la expresión absurda del Propietario Kong, Yu Jong-San suspiró.

 

"…Dueño Yu, tú... ¡¿En qué estás pensando?!"

 

El bramido furioso de Kong Mun-Yeon se extendió bruscamente en todas las direcciones.



“Ja.”

 

Las burlas se extendieron en murmullos alrededor de los discípulos, contentos con la desgracia de Kong Mun-Yeon y un poco más relajados con el inesperado apoyo de Yu Jong-San.

 

La conclusión para este conflicto parecía cada vez más esperanzadora.

Notes:

De antemano me disculpo por la nota larga, pero si se quedan al final menciono a Tang Bo del que me han comentado que quieren ver más.

Cuando veo comentarios alentadores, me alegro y por impulso se los cuento a mi familia y amigos, al punto de que sienten un profundo cariño por la comunidad de lectores. Ahora, cada vez que me olvido de mis historias, vienen a decirme "oye, recuerda actualizar, ¿no te dan pena esos lectores que quieren saber qué pasa después?" y "¿ya actualizaste? ¿aún no? entonces ponte a escribir ahorita que tienes tiempo libre", así que me pongo manos a la obra...

Últimamente no sé si tendré tiempo libre (soy un poco masoquista, me gusta tomar más trabajo del que puedo hacer, así que ahora hago dos carreras universitarias al mismo tiempo), pero lo intentaré de todos modos, a mi también me gusta escribir. Ja, ja.

En fin. Dato curioso: el título viene de la canción de Sparkle por RADWIMPS, la línea "ya no es sólo un privilegio, lo considero un deber", y no sólo expresa el sentimiento de los discípulos del Monte Hua del futuro por compartir el peso de Cheong Myeong sino la forma en que se rompe la barrera que Cheong Myeong ha mantenido con los demás para dar ese último paso que los unirá por completo. Después de todo, con la familia se puede ser un poco irrazonable y extralimitarte por ayudarlos (todo de forma sana, eh).

Por último. Me han pedido mucho que escriba más interacciones sobre Tang Bo y, bueno, no lo veo muy posible hasta el arco del clan Tang. Más que todo por las normas sociales implícitas sobre lo que deben y no deben hacer en esa clase de situaciones y el sentido común, con todo el Kangho observando, obedecen implícitamente a sus Líderes de la secta. Es lealtad hacia su secta/clan. Además, está esperando su propia presentación porque ahora es el arco del Monte Hua del futuro (que Tang Bo también respeta para darle espacio a la secta). Esa es la versión resumida.

Y, más sinceramente, simplemente no quería que los shippearan porque los veo como hermanos (precisamente porque en otros fics de watching es incómodo ver ships que no sigo es que hice este sin emparejamientos aunque si siguen mis historias ya saben cuál amo ja, ja) al grado en que me planteé reducir su presencia bastante más para evitarlo, así que, ¿qué les parece llegar a un compromiso? Cuando llegue su arco prometo escribir muchas interacciones entre ellos si no mencionan el ship, ¿trato?

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