Actions

Work Header

COME HOMBRES

Summary:

¿Por qué atarse a alguien cuando hay tanto placer para dar y recibir en todos lados? A Levi le gusta la diversión y el sexo sin compromisos, sus amantes no deben enamorarse de él, esa es la única regla. Su doloroso pasado lo ha hecho así, hasta que llega Eren... "Amigo, las personas no son fiables y siempre actúan de maneras inesperadas".

Fic de 5 capítulos/No puede más de lo cliché que es esto/Smut/R18/Ereri/Se sugiere Levi x otros/Alcohol/Dinero/Lujos/Se menciona EreMika - Fic producto del taller impartido por Lila Negra: "Termina tu fic en 5 capítulos"

Notes:

Hola, hola, Luna de Acero reportándose.

Aquí les traigo esta historia de capítulos cortos, demasiado cortos para mi gusto jajaja. Esto fue producto de un taller que se terminó ayer, lo dictó la grandiosa Lila Negra, se llamaba "Termina tu fic en 5 capítulos", por lo cual, este fic ya está terminado y tendrá 5 capítulos, se va a publicar cada jueves, no va a quedar abandonado ni nada porque como ya dije, está terminado, gracias a Lila.

Tal vez lo sientan un poco diferente a mis fics habituales, tuve que usar menos palabras y contar más historia, todo un desafío, aún así creo que les gustará, me encantaría saber qué opinan ustedes así que los leo.

Hasta el próximo jueves, mis amores!

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.

Advertencias: Aquí claramente vamos a hablar de infidelidad, acto que me parece detestable y no apoyo en absoluto, es ficción, así que leer con discreción, uso de lenguaje vulgar, impropios, exabruptos, abuso de alcohol, manipulación, ya están advertidos.

Chapter 1: PLANIFICACIÓN

Chapter Text

.

.

"La vida no es en sí ni un bien ni un mal, sino el lugar del bien o del mal,

según que el hombre practique lo uno o lo otro."

MICHEL EYQUEM DE MONTAIGNE

.

.

—Buenos días Nifa, Petra —saludo a mis dos secretarias que como siempre están impecables y no pueden más de lo lindas que son.

—Señor Ackerman —dicen ambas con una leve reverencia.

—¿Disfrutaron el fin de semana?

—Oh, sí, muchas gracias por los boletos para el concierto, fue alucinante —agradece Nifa con una emoción que le traspasa la mirada.

Sonrío levemente, tengo una debilidad con esto de complacer a mis empleados más cercanos y fieles, no es un problema, tengo muchas conexiones, puedo conseguir lo que quiera, cuando quiera, especialmente amantes, postulantes me sobran.

Ingreso a mi despacho que está pulcro y limpio. Disfruto mucho de mi oficina, la más grande de todo el piso. Soy gerente general del sector de comercio exterior de esta impresionante empresa financiera, la tercera más grande del país. Muchas decisiones y negociaciones importantes pasan por mis manos, y a veces por mis sábanas también, si el cliente es de mi agrado.

Disfruto el presente, me ha costado muchos años estar donde estoy, a fuerza de estudiar como loco, exigirme, desvelarme, y utilizar mis habilidades y competencias al máximo, me he ganado cada pulgada de esta impresionante oficina. Ahora mis comisiones y salario son lo suficientemente enormes como para vivir dándome todos los lujos que se me ocurran.

Además del dinero que me gano honradamente, la otra cosa que disfruto a más no poder, es el sexo, no me categorizaría como un adicto porque tengo autocontrol cuando se lo necesita, además a veces transcurren varias semanas en las que no lo hago con nadie, puedo satisfacerme solo. Verán, me gusta tomarme el tiempo de elegir mis amantes, es igual que seleccionar un plato de un costoso menú, necesitas tiempo para evaluar tu hambre, los ingredientes, lo novedoso, lo delicioso que será, y si vale la pena, pues bien, pagas el precio que corresponde. Soy generoso con todos ellos y ellas, los invito a restaurantes caros, a veces nos vamos de viajes, nos divertimos, vamos a un spa, jugamos al polo o al golf, asistimos a conciertos en palcos exclusivos, conciertos en primera fila, me gusta consentirlos, hacerles regalos destacables, por supuesto que espero que sean muy complacientes en retorno, de acuerdo con mi caprichosa manera de ser.

Nunca pasé más de dos o tres meses con ellos, no les digo mentiras, ni les inflo esperanzas en vano, soy honesto, varias veces han rechazado mis propuestas porque a muchos les gusta atarse en una relación, está bien, no espero que el cien por ciento de las veces todo salga como quiero, pero en vista de que soy transparente y directo, hasta rayar en lo cruel, esto me libra de problemas indeseados. Tal vez alguno, o alguna, lloró un poco, o me pidió que nos siguiéramos viendo, pero no hago excepciones, lo siento, fue lindo mientras duró, pero no me interesas más, te borraré de mis lista de contactos, te regalaré un bonito viaje, a lo mejor un reloj de lujo, incluso he regalado un auto una vez, como sea, tendrás una compensación de excelencia, y luego te desearé muy buena suerte. No soy un mal tipo, solo quiero disfrutar sin apegos innecesarios.

Suelen decirme que la vida me pateará el trasero alguna vez, no veo porqué debería, siempre los he tratado de la mejor manera, no juego con nadie, las reglas son claras. He escuchado eso de que le tengo miedo al amor y bla, bla, bla, no diré que es cierto, solo lo evito, las dos veces que he cedido a mis sentimientos me he hundido en infiernos horribles donde terminé con severas depresiones, nadie en su sano juicio quisiera pasar por eso otra vez, de manera que estoy cuidando de mi salud emocional y mental.

—Señor Ackerman —dice Nifa por el intercomunicador—, el nuevo responsable de la gestión de contratos ha llegado.

Me complace que sea puntual, siento una buena corazonada con este prospecto. Hange, uno de mis mejores amigos y también el director principal del sector de Recursos Humanos, me pidió colaboración para elegir uno de los cinco candidatos que habían pasado satisfactoriamente las cuatro entrevistas previas. Apenas vi su foto supe que sería él, joder, ya me estoy relamiendo de antemano. No suelo elegir amantes en el ambiente laboral, es una jodida mierda lidiar con problemas amorosos en el trabajo, no míos, claro, pero aunque les hables claro las personas suelen ceder a sus impulsos. Entonces ¿por qué? Bueno, qué les puedo decir, un poco de adrenalina me excita, además solo miren ese hombre, ¡que porte! Tengo un fetiche con los hombres más altos que yo, eso de que me levanten con facilidad, me empotren contra lo que sea y manejen mi cuerpo a su antojo es algo que me encanta, le veo mucho futuro a este "torito".

—Perfecto, hazlo pasar y que nos traigan el desayuno, gracias.

Oh, diablos… vaya que tengo muy buen ojo para elegir hombres. Este espécimen, dice llamarse Eren, tiene veintiocho años (ocho años menos que yo, aunque no aparento mi edad), es un semental en toda la expresión de la palabra. Alto, hombros anchos, mirada profunda de un verde océano de propaganda de turismo, tiene todo lo que me gusta, por lo general (hay excepciones, pero son las menos) la altura viene con un combo de un buen tamaño entre las piernas, sé de lo que hablo, finos dedos largos, manos grandes, labios carnosos, estoy babeando en todos los sentidos posibles.

Ya revisé su curriculum, está casado hace unos tres años, incluso ese detalle es genial, los tipos casados por lo general están ávidos de tener aventuras y luego desean volver a sus casitas de manera mansa, la culpa hace que parezcan verdaderas personas ejemplares, y además un plus, es mucho más fácil terminar con ellos, pues una vez que han cedido a sus instintos desean olvidar cuanto antes lo sucedido. Eren, querido, eres absolutamente perfecto para mis planes. Al inicio la conversación no fluye muy bien, está nervioso, me esquiva el contacto visual directo, lo intimido, lo sé, la empresa es mi territorio, como el macho alfa de la manada, siempre dejo en claro mi dominancia, puedo ser la cosita más sumisa en la cama, pero en la oficina: no jueguen conmigo, perras.

A pesar de los nervios, el chico sabe expresarse, se nota que no es un improvisado, es un experto en tecnología digital y ventas, hace mucho que mi función es formar equipos de ventas, detecto de inmediato que tiene buena madera, servirá para el puesto, y mis oscuros propósitos, claro. A medida que pasa el tiempo su postura rígida va cediendo, hay algunas expresiones simpáticas, aunque aún con timidez, ¡qué lindo! Le explico su puesto, lo que esperamos de él, está atento, sus respuestas son adecuadas, le daré un par de encargos tranquilos, quiero ver qué decide, como se desenvuelve y de acuerdo a su desempeño aumentaré su gestión. Estoy dispuesto a enseñarle mucho acerca de esta profesión, soy generoso en la medida que los empleados se ganen esa ventaja.

Lo llevo a su oficina, le muestro un par de pisos, las personas encargadas de cada tarea y de las que puede llegar a necesitar guía, y finalmente lo dejo, puedo sentir su mirada en mi nuca al alejarme, hemos empezado más que bien.

Los siguientes días estoy atento a su labor, suelo llamarlo entre dos o tres veces por día a mi despacho, para indagar sobre lo que ha estado haciendo, si está consiguiendo resultados al respecto, lo aconsejo sobre esto o aquello y lo felicito o lo corrijo en base a lo que cuenta. Algo que me gusta de un empleado es no tener que repetir muchas veces lo mismo, lo positivo de Eren es que escucha activamente, aprende y aplica de inmediato, es bueno estar motivado y con ganas de hacer las cosas bien.

Al cabo de una ardua semana le pido a Petra que les mande a todos un mensaje para invitarlos a cenar en el Four Seasons de la calle treinta y dos, un lujoso restaurante del que somos habitués, la atención es excelente y siempre nos reservan un salón privado donde podemos gritar y divertirnos a nuestra anchas.

Me alegra saber que Eren decide unirse, con seguridad el resto ya le ha dicho que no me gustan los desaires, además comida costosa gratis no es algo que cualquiera rechazaría. Ya le reservé un asiento a mi lado y se nota lo agradecido que está de que lo haya tenido en cuenta, no soy tan accesible en el trabajo, mis colaboradores aprecian el tiempo que les dedico a ellos, especialmente si no es algo laboral cómo esta oportunidad. Se desviven por acercarse, de manera que estoy seguro que Eren debe sentirse a gusto. Me permito intercambiar una que otra frase con él, llenamos las copas una y otra vez, me intriga ver como sus filtros se van cayendo a medida que el alcohol cobra protagonismo, sin embargo es prudente y resiste bastante. Es agradable que no sea un cabeza hueca que se deja llevar de la nariz.

Ya llevamos más de una hora de sobremesa, muchos sueltan la risa por cualquier idiotez y Eren está bastante callado, supongo que ya debe estar un tanto ebrio y no quiere meter la pata diciendo cosas indebidas, mi chico es tan lindo, por mi parte me siento animado, solo eso, no suelo emborracharme, me gusta disfrutar de la bebida pero con calma. Converso con alguno de los vendedores y mis secretarias, pero aunque puedo parecer atento al que me habla, soy bastante consciente de "mi alrededor", y las miradas de Eren las detecto con facilidad, a veces solo me hago el desentendido, pero este muchacho me mira bastante. Giro mi cabeza con rapidez y lo pesco en una de esas inspecciones, eleva las cejas y aprieta el vaso entre sus manos al verse atrapado, le lanzo una mirada que dice "sé lo que estás haciendo" y una sutil sonrisa en mis labios agrega un "pero te lo permito", y luego me giro de nuevo para responder alguna tontería que alguien ha preguntado.

—Eren, te acerco a tu casa, Petra, Nifa, ustedes también. El resto, pueden tomar un taxi, la compañía lo cobre, mañana presenten los comprobantes de viaje, no quiero que nadie maneje, han bebido mucho —anuncio cuando damos por finalizado el convivio.

—Y-yo, vivo en el extremo norte, es alejado, por eso... —dice con la voz bajita mientras me mira preocupado, ah, que ganas tengo de besarlo.

—Ya, ya, iremos rápido, tengo un convertible, a ese bebé le gusta salir de paseo.

—De acuerdo.

Si quieren que una operación sea exitosa, hay un paso previo que nadie debe saltarse: planificación, y esta cena, este viaje en mi auto y la noticia que anunciaré en unos minutos, son todos pequeños y sutiles pasos que voy cumpliendo de acuerdo a una detallada estrategia que creé de manera meticulosa. ¿Planificación para qué? Para seducir a Eren, no pregunten tonterías, tsk.

Dejo a Petra, luego a Nifa y después me tomo mi tiempo para llevar a Eren, él observa todo el interior del carro, está impresionado, pero no quiere decir nada para no quedar como un desubicado, aunque es notable.

—Algún día tu tendrás tu propia flota de convertibles, solo sigue como vas, aprende, escucha y toma la decisión correcta.

—¿Cómo se sabe cuál es la decisión correcta? —me pregunta intrigado.

—Fácil, la decisión correcta es aquella de la que nunca te vas a arrepentir, y si no sabes cuál es, solo pregúntame.

Eren sonríe, más tranquilo, más relajado, eso es. Nos acercamos al edificio donde vive, son condominios, es un lugar agradable, bastante promedio pero bonito.

—Muchas gracias por traerme.

—No hay problema, por cierto, Eren, ¿conoces Maldivas?

—Uh, no, nunca he ido.

—Bien, pronto las conocerás —lo miro y abre sus bonitos ojos con sorpresa—, irás conmigo a la reunión internacional el semestre entrante.

—¡¿Qué?! ¡¿Y-yo?!

Jah. Creo que hasta soy capaz de escuchar el golpeteo de su corazón, se le ha iluminado el rostro.

—Así es, solo te pido discreción, ya que mandaremos el parte informando los participantes oficiales la semana que viene recién, confío en que sabrás mantener el secreto —digo mientras le guiño un ojo.

—¡Sí, por supuesto! ¡Vaya, esto es, esto es increíble! ¡Gracias, muchas gracias!

Sonrío a modo de saludo antes de encender mi convertible para regresar a casa.

Fase uno, completa.

.

By Luna de Acero.-

Chapter 2: EJECUCIÓN

Notes:

Hola, hola, Luna de Acero reportándose.

Esta historia fue producto de un taller, lo dictó la grandiosa Lila Negra, se llamaba "Termina tu fic en 5 capítulos", por lo cual, este fic ya está terminado y tendrá 5 capítulos, se va a publicar cada jueves, no va a quedar abandonado ni nada porque como ya dije, está terminado, gracias a Lila. ¿Cómo hoy no es jueves? Ajio, ajio, ajio, me olvidé, pero el próximo jueves les traigo el tercer capítulo sin falta, ya me puse una alarma.

Hasta el próximo jueves, mis amores!

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.

Advertencias: Aquí claramente vamos a hablar de infidelidad, acto que me parece detestable y no apoyo en absoluto, es ficción, así que leer con discreción, uso de lenguaje vulgar, improperios, exabruptos, abuso de alcohol, manipulación, un personaje sin nada de escrúpulos.

Chapter Text

.

.

"El arte de la seducción siempre consiste en dar

con los puntos débiles de los seres humanos."

STIEG LARSSON

.

.

CAPÍTULO 2: EJECUCIÓN

Un buen predador sabe que debe acechar a su presa desde lejos, ir acercándose de a poco, tan lento y calculado que la misma no detecte su presencia, es un conocimiento básico y fundamental si quieres cazar algo jugoso.

—Eren...

—Señor Ackerman —responde de inmediato y se levanta de su silla como un resorte, estoy apoyado en el marco de su oficina desde hace unos segundos, estaba tan concentrado en una llamada que no se percató de mi presencia.

Sonrío con sutileza, el que me conoce sabe que estoy sonriendo, el que no me conoce ni siquiera se da cuenta.

—Ayer recibí el informe de productividad, tengo un par de dudas con estas operaciones —le informo con un tono firme pero medido, pongo la hoja sobre su escritorio, la agarra de inmediato y analiza.

—Oh, pued-

—Sí, quiero que me hagas un esquema sintético de cada una de las acciones que llevaste a cabo, la respuesta del cliente y demás cosas relevantes. Vamos a ver si podemos revivir alguna o simplemente no son tan interesantes como para darles un seguimiento.

—De hecho, aún estoy trabajando en estas dos.

—Entiendo, hazme una presentación acorde, porque verás, las palabras se las lleva el viento, yo prefiero las cosas por escrito.

Baja la vista e inspira suave, casi que no quiere hacer ruido, enarco una ceja dándole lugar a que se exprese.

—¿Hice algo mal, señor?

—No lo sé, ¿sientes que lo hiciste?

—No, estuve trabajando con dedicación absoluta —indica y corrige su postura para pararse firme cual soldado del ejército.

No dudo de su palabra, sin embargo debe entender que no se la voy a dejar tan fácil.

—Ya veo, prefiero que me mandes el esquema de cada uno y luego te haré las devoluciones pertinentes.

—Sí, señor.

—¿Cómo te sientes, Eren? ¿Ya te adaptaste? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

—Me siento muy cómodo, señor, la verdad todos han sido bastante amables, me han brindado soporte, pero yo también he sido de utilidad a otros sectores.

—Sí, estoy al tanto de eso —digo mientras camino alrededor de su escritorio—. Sabes que espero mucho de ti, ¿verdad? Vas por buen camino, pero creo que puedes dar más, y ya es hora de que lo hagas.

—Cuente con ello.

¿Si saben que me encanta ponerle nombres a las miradas, cierto? En este momento Eren tiene una mirada que le mojaría las bragas a la reina Isabel, maldito hombre tan ardiente, levanto el mentón y me retiro. Eren no es el único empleado del que debo encargarme, aunque es el que más disfruto de visitar.

Hace unos días lo anoté a un curso gratuito de tres meses para tener un certificado de Marketing Digital, he notado que tiene talento para moverse dentro de las redes sociales, será de utilidad en su curriculum, además los gastos son por parte de la empresa. Y aunque actualmente es mi consentido, no es el único al que le facilito educación de primera línea para incrementar el potencial profesional, solo para que sepan, hay otras cinco personas que también tendrán acceso a otros conocimientos similares.

—¿Ya le pusiste las garras encima? —suelta Hange, cuando esa mañana paso por su oficina que está dos pisos por debajo del mío.

Nos conocemos tanto que ni hace falta que aclaremos de a quién se refiere, me hago el desentendido.

—No me enviaste la planificación de vacaciones para el próximo trimestre, necesito saber con qué recursos cuento.

—No me evites, aunque estoy seguro ocho a diez que aun no te lo comes.

Me molesta mucho lo intuitivo que es, ¿tan fácil soy de leer? Nah, es solo que Hange es un monstruo marciano que tiene poderes telepáticos.

—Me tomo mi tiempo, ¿cuál es el apuro? La fruta no madura en una tarde, si la recolectas verde puedes coger un dolor de estómago.

—¿Por qué siempre tus comparaciones incluyen comida?

—Tú comenzaste preguntando si me lo había comido o no.

—Está casado.

—Perfecto, no lo quiero para esposo —indico mientras tomo uno de los veinte libros que reposan en su escritorio y que le dan un aspecto descuidado, estoy seguro que con lo ansioso que es no terminó de leer ni uno solo.

—Y es un empleado bajo tu mando.

—Ujú, lo trato bien, igual que al resto, está aprendiendo y desarrollando potencial, me lo agradecerá toda la vida, no todos los jefes son tan generosos como yo.

—Donde se trabaja, no se coge, eso decía mi padre, hasta que le dió demencia senil y se olvidó de todo.

—Han —digo en tono poco amable.

—Solo marco que teniendo tanto a disposición en el mercado de los amantes, con éste te estás cavando tu propia tumba, recuerda que yo le hice el test psicotécnico, es sumamente terco.

—Solo es un poco de sexo, por todos los cielos, luego él hará lo que todos, volverá de rodillas a su esposa sintiéndose culpable y queriendo complacerla. Además, para cuando termine el asunto se abrirá el sector de logística en el que estuviste trabajando tanto, ¿cierto?

Hange me mira y menea la cabeza.

—Eren es un recurso valioso, será de mucha ayuda allá en el último piso, tiene rasgos de liderazgo, y si hiciste bien tu trabajo al entrevistarlo sé que estarás de acuerdo.

—Por Dios, ni siquiera lo probaste, ¿y ya sabes cómo te desharás de él? Eres diabólico.

—Solo me aseguro de saber mover las piezas de mi tablero para que el juego siempre esté a mi favor —aseguro con sobrada seguridad.

—Amigo, un día el universo te va a escupir a tu linda carita de depravado, yo te apoyo, pero es mi obligación decirte que no siempre las cosas salen según los planes, porque a diferencia de un producto, estás hablando de personas, las personas nunca son fiables y siempre actúan de maneras inesperadas.

—Cállate, y mándame la programación de las vacaciones o lo reportaré al director —le digo mientras me dirijo a la salida.

Maldita sea, me gustaría decir que sus palabras no me afectan pero... en fin, apeguémosnos al plan, nunca ha fallado hasta ahora.

Las siguientes dos semanas me hago más cercano a Eren, ahora se siente cómodo cuando me pego a su costado y debatimos sobre proyectos, sobre cómo encarar un cliente difícil, atiende a mis consejos y aporta información valiosa de sus propios análisis, también tiene buen gusto en perfumes. Antes del viaje a Maldivias, en donde vamos a ir una comisión de cinco personas, ya dispuse todo para que Eren y yo compartamos habitaciones contiguas y conectadas por una puerta, los demás estarán distribuidos en otras habitaciones, bastante alejados de nosotros. Asi que, a modo de buen augurio, invité a todos a una cena en el Four Seasons previo al viaje.

Tendré a Eren una semana entera a mi disposición, acapararé toda su atención y juro que esta vez lo voy a devorar, como que me llamo Levi. Ya esperé lo suficiente, muero de hambre, mis colmillos están afilados.

Como siempre cenamos de lo mejor, Eren se ha vuelto más conversador, ha bebido más que la última vez, se lo nota contento, feliz, ha bajado la guardia completamente. Le pido que me acompañe a fumar afuera, hay un par de balcones que dan a un precioso patio, elijo el que está más alejado.

—Me sentí un poco mareado, pero no quería que los demás se dieran cuenta —le digo cómplice mientras saco un cigarro, sé que él no fuma.

—¿Quiere sentarse? Puedo traer una silla —¿no es lindo ver cómo se preocupa por mi? A menos que la silla sea tu pene, no, gracias.

—No hace falta, aún puedo estar en pie, ¿y tú?

—Bueno, bebí mucho también, je.

—¿Ya hiciste las valijas?

—Sí, tengo todo listo.

—Se te nota tenso, aunque es un viaje de negocios también vamos a tener tiempo para divertirnos. Así que aprovecha, relájate, créeme que mis mejores negocios los cerré teniendo la mente descansada y despejada.

—¡Qué bien! No sabía si iba a ser posible eso, es la primera vez que hago un viaje tan extenso por trabajo, además dicen que el lugar es un paraíso.

Suelto una bocanada de humo y lo miro con intensidad, me tambaleo y me apoyo en su brazo, Eren se agacha para ayudarme, cercanía que aprovecho para decir cerca de su oído con la voz más grave que me sale.

—Qué puedo decirte, Eren, será un viaje que jamás olvidarás en tu vida.

Al siguiente día, abordamos el avión y el trasbordo sin contratiempos de ninguna clase, oh, Eren estuvo sentado a mi lado, cosas del destino (no se crean, Nifa me consiguió los asientos y la distribución de acuerdo a lo que le solicité). ¡Ah, las expresiones de Eren son tan adorables! Cuando llegamos en un pequeño crucero a la isla, que son francamente hermosas, me hubiera gustado haberlas grabado con mi celular, pero... no estamos solos. Es un destino extraño como para ir a hacer negocios, lo sé, pero la gente en la playa se relaja y eso es justamente lo que estoy buscando, además de comerme a mi delicioso empleado.

El primer día hicimos un par de excursiones, todo muy lindo, no estoy muy impresionado ya que he venido aquí unas cinco veces antes, siempre es hermoso de todas formas. Además ver a Eren con ropa de verano, shorts y exhibiendo esa piel naturalmente uniforme y acaramelada, vale completamente el odioso calor que estamos atravesando, soy Winter Team, lidien con eso.

Por la tarde nos hemos retirado a descansar, tenemos un programa para encontrarnos en el restaurante del hotel a cenar, luego deberíamos volver a las habitaciones, ya que mañana temprano tenemos la primera reunión con los clientes. Lo lindo de las noches aquí, es que refresca, el clima es agradable, incluso de noche se puede ver el fondo de la costa, así de claras son sus aguas.

Una vez en las habitaciones toco la puerta que comunica mi habitación con la de Eren, tengo un vino local dulce y entrador en mis manos y dos vasos cortos, siento los pasos apurados de Eren y me lo imagino corriendo de un lado al otro acomodando su valija desastrosa hasta que finalmente carraspea y me abre.

—Señor...

—Ya, Eren, deja los honoríficos, después del horario laboral y en Maldivas solo somos dos seres humanos, ¿una bebida?

—¿Podemos? Es decir, como mañana... uh.

—Ya, si es demasiado para ti lo beberé yo, puedes tomar un agua mineral —digo entrando a su habitación con resolución—, solo que no me gusta beber solo, ¿me harías compañía?

Noten los primeros botones de mi camisa blanca de bambula casi transparente y algo ajustada, entreno mucho, me gusta mi cuerpo, es atractivo, cada detalle fue elegido cuidadosamente. Me acomodo en una hamaca de dos cuerpos en el balcón de la habitación que da justo sobre la playa, la luna planea serena y la vista es alucinante, noto que Eren duda en sentarse tan cerca de mi. Y luego Hange dice que las cosas no salen como uno las planea, jah.

—Ven, ven, no voy a morderte —le digo con una sonrisa notable.

Se acerca y se acomoda, recibe el vaso que le extiendo y me acompaña con el vino, parece a gusto, conversamos de tonterías, pero nada relacionado al trabajo, necesito que nos acerquemos de una manera más personal.

—Vine una vez a este lugar, pero era en plan de disfrute, se supone que iba a venir acompañado pero perdió el vuelo por llegar tarde al aeropuerto, lo siento por él, no iba a pagarle otro viaje.

Lanzo un comentario que parece descuidado, atento a sus reacciones, no parece alarmarse.

—¿Un n-novio? —pregunta con timidez, entonces si le llegó mi mensaje.

—No, yo no tengo novios o novias, Eren, yo solo tengo amantes.

Me mira de una manera que me cuesta descifrar, parece dudoso, pero interesado.

—Oh.

Espero que lleve el vaso a sus labios antes de lanzar el primer dardo, de todas maneras ya hemos consumido más de la mitad de la botella, deberíamos estar más relajados.

—¿Alguna vez tuviste sexo con un hombre, Eren?

Se ahoga, claro, es lo que esperaba, no puedo evitar reír un poco.

—Lo siento, me agarraste desprevenido —me dice abochornado, al menos dejó de tratarme de usted.

—Tranquilo, no te pongas nervioso.

—No, no lo estoy y n-no, tampoco, eh, no he tenido nada con otro hombre, bueno, tengo amigos, pero no tuve sexo con ellos.

—Pues, la verdad es una experiencia genial, si quieres mi opinión... se siente ajustado —lo último lo largo cuando vuelve a intentar tomar un trago, creo que me gusta verlo ahogarse—. Lo siento, te puse incómodo.

—No, está bien, es solo, bueno...

—Como sea, se hizo tarde, será mejor que vayamos a descansar, no quiero que mañana te duermas por mi culpa.

—Uh, yo estoy bien, soy de madrugar.

—¿Entonces quieres que me quede un rato más? —Eren no sabe cómo responder, por lo que agarro su vaso rozando sus bonitos dedos muy a propósito y le sirvo un poco más de vino, luego me sirvo yo el resto, maldita botella que no tiene más—. Brindemos, por este maravilloso paisaje, por ti, por mi, y porque tus futuros "ahogos" sean con algo mucho mejor que un vino cualquiera.

Chocamos los vasos y Eren sonríe tomándose a bien mi sugerencia, creo que no ha entendido la indirecta. Bebemos un sorbo, soltamos algunas tonterías acerca del clima y el lugar otra vez, espero que apoye sus labios en el cristal de nuevo y, es hora de lanzar un disparo directo, total luego podemos decir que fue culpa del alcohol, aunque yo no estoy borracho, sólo estoy actuando, porque he pensado muy bien cada palabra que diré.

—Por cierto, Eren... Aunque soy una persona que se adapta a las circunstancias... la verdad, prefiero que me den duro.

Esta vez se pone rojo hasta el cuello, mientras tose fuerte, me pongo de pie para retirarme mientras Eren se levanta y trata de dejar de escupir sus pulmones.

—Buenas noches, mañana a las siete en el lobby.

Ahí le he dado un par de cositas para que se imagine, si logré que mordiera el anzuelo, pues mañana estará más allanado el camino, cruzaré los dedos porque así sea

.

By Luna de Acero.-

Chapter 3: Objetivo Logrado

Notes:

Hola, hola, Luna de Acero reportándose.

Esta historia fue producto de un taller, lo dictó la grandiosa Lila Negra, se llamaba "Termina tu fic en 5 capítulos", por lo cual, este fic ya está terminado y tendrá 5 capítulos, se va a publicar cada semana.

Hasta la próxima actu, mis amores!

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.

Advertencias: Aquí claramente vamos a hablar de infidelidad, acto que me parece detestable y no apoyo en absoluto, es ficción, así que leer con discreción, uso de lenguaje vulgar, improperios, exabruptos, abuso de alcohol, manipulación, un personaje sin nada de escrúpulos. Contenido R18, lemon un poco breve pero efectivo (?), enjoy.

Chapter Text

.

.

"Los que son fieles sólo conocen el lado trivial del amor:

es el infiel quien sabe de sus tragedias."

OSCAR WILDE

.

.

CAPÍTULO 3: OBJETIVO LOGRADO

¿Cómo se puede saber si estamos cerca de lograr lo que nos hemos propuesto? Pues hay que hacer un chequeo, tan simple como eso. Si no vas controlando que los pasos que has realizado te hayan dejado en el lugar correcto, entonces debes regresar sobre el paso que te ha desviado, así de simple. Y justo estoy a punto de chequear el jugoso filete que vengo cocinando a fuego lento.

Ahora estamos celebrando con el equipo de trabajo, estamos los cinco bebiendo un delicioso whisky de primera línea, ¿qué celebramos? Bueno, no que me haya cogido a Eren, claramente, aunque tengo una corazonada con esto, no falta tanto, lo que celebramos es que la reunión de la mañana que se extendió hasta el almuerzo ha sido en verdad productiva. Los clientes están interesados y además hemos logrado que aspiren a hacer una inversión aún mayor a la inicial. Por supuesto, aún faltan papeles, firmas de contratos y un sinfín de detalles que ya iremos terminando, pero la primera reunión ha sido un gran éxito.

Me traje a los mejores ¿Eren?, claro que es uno de los mejores, aún le falta experiencia pero tiene buen instinto, ha sido atinado con las observaciones, con la presentación que hicimos y lo mejor de todo, ha estado muy atento a mi aprobación. He cenado liviano, planeo tener mucho trabajo físico en unas horas y prefiero no estar haciendo la digestión mientras.

Los hice beber bastante, los otros tres están muy cerca de la borrachera, mientras que Eren trata de mantener la compostura pero se nota que ya está cayendo. Los despido y les digo que vayan a dormir, de hecho teníamos programada otra reunión para el mediodía y quiero juntarme con ellos y ajustar algunas cosas antes. Sin embargo cuando entramos al hotel tomo de la muñeca a Eren.

—¿Estás muy cansado? —le digo en voz baja, solo para tenerlo más cerca.

—Uh, sí, un poco.

—Anda, se supone que eres la sangre joven de los dos. ¿Quieres venir a divertirte un rato conmigo? Conozco un lugar muy interesante, queda a menos de cinco minutos.

—Pues, creo que si no dormimos ahora, mucho me temo que no rendiré bien mañana.

Oh, miren eso, ¿no es tierno su intento de ser responsable? No crean que no pensé en ese detalle, no quiero a mi equipo cansado, así que yo ya había arreglado todo de antemano.

—Es cierto, pero verás, hablé con la secretaria de los Boucher —los clientes—, y acordamos que la reunión sería a las cuatro de la tarde, ya me encargaré de avisarle al resto. Así que, ¿qué dices? ¿Vamos?

Aprieto aún más el agarre y entrecierro los ojos, quiero que sienta la emoción "de escaparse" con su jefe, y no van a creerlo, lo logro.

—Está bien —responde con timidez, no sabe muy bien cómo comportarse, pero no quiere decepcionarme, eso es suficiente, hermoso.

Largo una risa aspirada, muy seductora a mi parecer.

—Entonces, nos vemos aquí en diez minutos.

—¿Eh?

—No irás vestido con la misma ropa que usaste todo el santo día, ¿cierto? Ponte más lindo y fresco, cómodo, conocerás la magia de Maldivas por la noche.

Dicho lo cual lo suelto y camino rápido a mi habitación, oh, si, esto es pan comido.

A la hora convenida nos encontramos, ha sido cauteloso con su ropa, pantalón negro de vestir y una camisa aguamarina con los primeros botones abiertos, zapatillas negras sin cordones, informal y lindo, es Eren Jaeger, maldita sea, no creo que haya vestimenta que pueda quedarle mal.

¿Se están preguntando por mi? Ya tenía el atuendo listo antes de hacer las valijas para este viaje, soy el puto dios de la planificación, no me subestimen. Estoy estrenando una remera de cuello ancho que es una belleza, es de alta costura, no tiene un color definido es como la piel de una serpiente entre dorada y negra, con el movimiento y la luz cambia su color y textura, un pantalón de cuero negro ajustado, unos zapatos negros simples, mi cabello revuelto y tirado desde atrás hacia adelante. Joder, que se cuiden todos, niñas y niños, agarren bien a sus parejas.

No siempre fui tan seguro de mí mismo, hasta me parece cómico cuando miro a mi pasado, esas veces que me arrastré y rogué por migajas de cariño a otras personas, ¡jah! Mírenme ahora, supliquen ustedes por mi, perras.

Le hago una seña a Eren con mis dedos para que me acompañe afuera, no tiene idea lo mucho que estoy disfrutando de cómo me está mirando, y este pantalón destaca mi precioso trasero de burbuja que hasta JLo moriría de la envidia por tenerlo.

Abordamos un auto contratado y nos dirigimos a un club cercano, saco mi paquete de cigarros y miro a Eren que aunque intenta disimular no deja de dirigir sus preciosos ojos a mi figura a cada rato.

—¿Fuego? —pido con "ese" tono, el que usaría una gata en celo.

—Oh, yo, eh, no, no fumo.

—¿Así que no fumas, uh? Entonces, ¿por qué tienes un encendedor en tu bolsillo derecho?

Eren parpadea y mete la mano para luego, con cara de asombro, sacar el encendedor que yo hábilmente dejé ahí segundos antes, mis dedos son rápidos como ven.

—Ahora, dame fuego —le ordeno en voz baja.

Pueden tildarme de fetichista, poco me importa, pero créanme, hay una química muy erótica en esto de que el objeto de tus bajos instintos te prenda el vicio, me refiero al cigarrillo, los otros ya me los ha prendido hace rato. Mira como me río de tus palabras Hange, todo está saliendo a pedir de boca.

Llegamos a un club Queer, así que hay de todo, me intriga ver las reacciones de mi bocadillo, me sigue como una sombra mientras intento llegar a la barra para pedir un trago, que no esté asustado a muerte ya es bueno. Elijo que nos sentemos justo al lado de un par de… individuos que se están devorando de una manera bastante explícita, sus ahogados gemidos nos salpican de tanto en tanto. Eren se sonroja, que lindo, es notable incluso con las luces bajas del lugar. Hay un estilo de música muy sugestiva, ideal para mis planes.

No quiero tener que arrastrarlo de borracho, así que después de la primera copa le digo que vayamos a la pista, Eren no me contradice, se deja guiar y bailamos muy cerca, este es mi momento, lo voy a seducir, no tengo otra intención, siento una que otra mano desconocida tratando de tirar de mi hombro o mi cintura y me pego más a Eren, ¿no ven que estoy ocupado? Un poco de respeto, joder.

El niño está algo sofocado, puedo notar su nerviosismo, no sabe si tocarme o no, está un poco incómodo pero a la vez fascinado, me alegra haberme "preparado", ya verán a lo que me refiero. Se sorprende cuando lo tomo de la nuca con firmeza para acercarlo a mi boca, pero es solo para hablarle.

—¿Cansado? —pregunto y busco su mirada, les apuesto lo que quieran que si hubiera estado bebiendo se hubiera atragantado.

—Oh, eh, un poco, pero aún aguanto.

Más te vale que vas a aguantar, mira todo lo que he invertido en ti, cariño. Luego de un par de canciones más, le digo que mejor volvamos. Ya hemos estado una hora en ese lugar, es suficiente.

Al regresar el ambiente es más distendido, lo entretengo con algunas anécdotas de negocios y clientes que siempre causan impacto, reímos y nos empujamos como dos adolescentes y volvemos al hotel. Esta vez lo dejo solo en su habitación, me quito los zapatos en la mía, vuelvo a revisar que mi trasero siga en condiciones y luego de asearme de nuevo, agarro otra botella de vino y dos vasos, toco la puerta. Si me abre, tendremos nuestro propio paraíso.

¿Adivinen qué sucede?

Camino a paso seguro pero tranquilo por su habitación alfombrada, le señalo la cama doble y me mira un poco desconcertado pero hace caso. Me encanta lo obediente que es. Nos quedamos sentados contra el respaldo de la cama, mientras bebemos y seguimos conversando. Voy conduciendo la charla al punto que me interesa, ni cuenta se ha dado cuando estamos hablando de preferencias sexuales.

—¿Sabes que es genial? Cuando te tragan hasta la base y puedes sentir que estás alojado casi en su garganta.

Momento de ponerse gráficos, diremos que terminó la hora de protección al menor, que los niños se vayan a dormir por favor y dejen que los adultos tengamos nuestra fiestita.

Eren me mira y se queda mudo.

—Me gustan las mujeres, pero sin desmerecerlas, las mejores mamadas me las han dado otros hombres.

—¡Wow! Eso, bueno, supongo que un hombre pu-puede entender a otro —suelta muy nervioso y bebe de su vaso.

—¿Tampoco te la ha mamado un hombre? —digo con fingido desinterés, mi hombro está tocando el suyo y mi rostro busca su mirada.

—¡No, cielos! No, eso…

—¿Eso qué? ¿No te da curiosidad?

No sabe qué responder, así que me giro y me quedo a cuatro patas entre sus largas piernas, tengo que tragarme las ganas de reír que me provoca su expresión, aferrado al vaso como si fuera un escudo y mirándome con los ojos desencajados. Me relamo de manera sugestiva y le sonrío.

—¿Quieres probar? Te haré sentir bien, Eren.

No puede decirme que sí, pero tampoco ha dicho que no, y, tomen nota, un silencio también es una respuesta. Me acerco y pongo mi mano sobre su cinto con cautela, su respiración es irregular y no quita los ojos de mi boca, así que vuelvo a relamerme mientras se lo desabrocho.

—Tranquilo, esto quedará entre nosotros, va a ser... estrictamente confidencial.

Está semi erecto, si eso no es una señal de que debo avanzar, pues no sé qué lo sea. Avanzaré hasta que me diga claramente que no quiere, aunque no creo que eso suceda. Me agacho sobre su entrepierna sin dejar de mirarlo, el gran cuello de mi remera le debe estar dando una buena vista a mis clavículas y pectorales, de seguro ha pensado mucho en lo que hablamos la noche anterior.

Mordisqueo por encima de su boxer y noto que comienza a inflamarse, muy bien, hora de trabajar.

Bajo la tela y tengo que tragar la saliva que se ha acumulado en mi boca, que hermoso trozo de carne, lamo toda su extensión y lo meto en mi boca sin demasiados preámbulos, con suerte haré que deje de pensar. Lo escucho contener un jadeo, los dientes apretados, pero sin rechazarme, mi cabeza sube y baja un par de veces y lo suelto unos segundos, un hilo de espesa saliva va de mi boca a su miembro, ya erecto del todo, y aquí mi siguiente orden.

—Folla mi boca tanto como quieras, Eren.

Lo devoro todo lo que puedo, aunque es bastante improbable que pueda tragarme todo eso por completo, haré lo que pueda. Está caliente y duro, una de sus manos cae sobre mi cabello, ¡joder, sí! Ahora los dos estamos compenetrados en el asunto, sale con fuerza y entra de manera ajustada hasta dejarme sin poder respirar, mis ojos se llenan de humedad por el atragantamiento, ¡mierda, es tan bueno! Puedo sentir sus caderas empujando. Los fluidos se escurren, chorrean por doquier, mi erección duele dentro de mis pantalones y Eren ha tirado al vaso en alguna parte ya que usa ambas manos para empujarme más y más profundo. ¿Que si me gusta mamar verga? ¿Realmente necesitan una respuesta?

Alterno con lamidas así puedo mirarlo, Eren hace unas expresiones que deberían ser prohibidas para la salud cardíaca, se los garantizo. Me incorporo apenas un instante para quitarme la remera, me hace calor, estoy ardiendo. Regreso a la tarea de inmediato, estoy tan entretenido, pero puedo escuchar perfectamente cuando dice:

—¡Mphg! ¡Voy a… a…!

Ya era hora, levanto la cabeza y asiento, mientras chupo la cabeza de su pene con fruición, dándole a entender que puede acabar si así quiere. Unas cabeceadas más y me empuja la cara justo en el momento en que gruñe y un par de chorros de espeso semen caen sobre mi rostro. Puedo sentir como comienza a deslizarse desde mi mejilla y parte de mi nariz hacia mi quijada. Sigo en cuatro, mi cara muy cerca de la suya, sus ojos aún nublados por el placer, le sonrío y saco la punta de mi lengua por un costado para probar su sabor. Me gusta.

De inmediato le quito su camisa con habilidad, aprovechando que aún está recuperándose de su reciente orgasmo y me limpio su corrida con ella, me pongo de pie y termino de desnudarme, tomo uno de los preservativos que tenía en uno de mis bolsillos y lo abro para tenerlo listo.

Cual pantera mi trepo sobre mi presa, le beso el palpitante cuello, el pecho, lamo, muerdo y refriego mi trasero por su pene que aún está flojo, pero ya me encargaré de ponerlo a tono, no se preocupen. Eren está dócil, aturdido, como una persona que ha sido atropellada y no pudo ver qué se lo llevó por delante.

Cuando siento que sus manos suben y me acarician las caderas y la espalda baja, vuelvo sobre su pene para chuparlo un rato hasta dejarlo en el punto justo, le coloco el preservativo y puedo ver que frunce el ceño, era raro que no tuviera duda alguna hasta ahora, pero no voy a dejar que se me escape.

Con la voz más ronca que puedo producir le hablo, mientras apunto su pene a mi entrada con una de mis manos.

—¿Recuerdas qué te dije de hacerlo con un hombre? —sonrío triunfal—. Apretado.

Y entonces me relajo cuando comienza a entrar en mi cuerpo. Mierda, me cuesta un poco, pero tramo a tramo logro acomodarlo apropiadamente, entonces sí, empiezo a cabalgarlo como me gusta, ya he pensado en su placer, ahora pensaré en el mío. Me llena tan bien, me acaricio el pecho y el cuello mientras tiro la cabeza atrás, mis piernas marcan el balanceo justo para que salga y entre, cada vez con mejor precisión. Eren coloca sus manos sobre mi cadera y empuja la suya hacia arriba, resopla y me mira de una manera muy animal. Si, cariño, sé que lo estás disfrutando también.

¡Joder, si! ¡Esto es, justo esto, maldita sea!

¿Acaso no les dije que lo iba a devorar? Siempre cumplo mis promesas.

Fase dos, completa.

Una vez que saboree mi plato hasta el hartazgo, será hora de decirle adiós, pero por ahora, vamos a disfrutar, acabo de desenvolver mi premio.

.

By Luna de Acero.-

Chapter 4: Conclusión y cierre

Notes:

Hola, hola, Luna de Acero reportándose.

Esta historia fue producto de un taller, lo dictó la grandiosa Lila Negra, se llamaba "Termina tu fic en 5 capítulos", por lo cual, este fic ya está terminado y tendrá 5 capítulos, se va a publicar cada semana.

Próximo capítulo es el final je, si quieren puedo hacer un epílogo, cualquier cosa me avisan.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.

Advertencias: Aquí claramente vamos a hablar de infidelidad, acto que me parece detestable y no apoyo en absoluto, es ficción, así que leer con discreción, uso de lenguaje vulgar, improperios, exabruptos, angustia, tristeza, un poquito de sad porque es como la sal, un poco realza el sabor de los demás ingredientes (?)

Chapter Text

.

.

"La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado

y saber que nunca lo podrás tener".

Gabriel García Márquez

.

.

CAPÍTULO 4: CONCLUSIÓN Y CIERRE

Caigo de espaldas en el colchón, agitado y aún aturdido por el placer reciente, hacía mucho que no me cansaba de este modo.

Tener sexo con Eren es el equivalente a correr una maratón de 42 kilómetros en una hora y media, o así se siente al menos. Las primeras veces la pasión te desborda y estás tan excitado que eres capaz de aguantar todo, pero ya llevamos más de dos meses en estas correrías y la verdad no hay cuerpo que resista, tuve que cancelar un par de veces con mi personal trainer, y yo nunca cancelo mis responsabilidades, tch.

Se acerca a mí y busca mi boca, joder, ¿nunca se agota?

—¿Dónde está el botón para apagarte? —digo con tono bromista, aunque la intención es que le llegue el mensaje—. ¿Tienes una barra de uranio por batería? ¡Carajo, eres insaciable!

Me pone su mejor cara de cachorro en apuros, lo siento, cariño, esas armas no funcionan en mí, soy inmune. Me levanto para alejarme, de verdad, no quiero otra ronda, ya ha sido suficiente. Me coloco la ropa interior, para que entienda que no volveré a desnudarme para tener más sexo, después me voy hasta la mesa de noche y tomo mis cigarrillos, enciendo uno y me apoyo contra el marco que da al balcón. Estamos en el décimo piso, en una habitación premium de uno de los mejores hoteles de la ciudad, el viento frío me estremece y a los pocos segundos Eren coloca una salida de baño sobre mis hombros, hay que aceptar que sus padres le han inculcado muy buenos modales.

Se acomoda frente a mí y me observa, mierda, no me gusta que me miren tanto, especialmente después de haber follado como conejo en celo, debo estar transpirado, rojo, despeinado, aunque noto que sus ojos brillan de esa forma que... oh... no.

—Me gustaría conocer tu casa —suelta casual, ni lo sueñes, mocoso.

—¿Para qué? Te aseguro que los hoteles son más lindos, mi casa no tiene nada de especial.

—Curiosidad, quiero saber cómo vives, husmear en tus cosas, aprender más de ti.

—Para ser honesto no estoy en casa casi nunca, más de la mitad de mi día vivo en la oficina, luego siempre ceno afuera, prácticamente la uso para dormir, ni siquiera tengo mascotas.

De ninguna manera dejaré que entres a mi santuario, bebé.

—Quiero saber todo sobre ti.

Mierda, ¿por qué? Íbamos tan bien, mocoso, ¿qué clase de persona eres? Vuelve con tu esposa, anda.

—Eren, mmm, creo que te he mencionado en algunas ocasiones que yo no estoy buscando una relación formal, ¿cierto? —odio tener que recordarle las reglas, pero el que avisa no traiciona—. Todo esto de conocernos más, no es lo mío, no me interesa. Lo que necesito saber, ya lo sé, eres bueno en el trabajo —y follando—, y no sé qué estás esperando para aceptar el ascenso que te han propuesto en el área de logística.

—Si me voy a otra área nos veremos menos, tal vez casi nunca.

—¿Cuál es el problema? ¿No nos vemos lo suficiente después? Además, Eren, por todos los cielos, es una gerencia, no dudes tanto.

—¿Tú tienes que ver con esa movida, cierto?

Ok, no estoy en posición de mentirle descaradamente, pero tampoco delataré toda la verdad. Me acerco de manera felina y arrojo el resto del cigarrillo al balcón, guindo mis brazos a su musculoso cuello y le beso la quijada, bueno, allí es lo máximo donde puedo llegar en puntas de pie.

—Escucha, mocoso, serás gerente, ¿entiendes eso? No está mal el puesto que tienes ahora, pero si fueras gerente, eso te pone en un nivel diferente, no sé si comprendes, acorta la brecha profesional entre nosotros.

—Supongo que eso me acercaría un poco más a tu estatus.

—Bueno, además de eso, que no es tan relevante, tendrás un ingreso mayor, vas a desarrollar otras cualidades, elevaría tu hoja de vida, ¿realmente necesitas una lista de los beneficios?

¿Por qué carajos se ve tan indeciso? ¡Vamos! Cualquiera sería capaz de matar a un hermano por tener una gerencia.

—Pero logística... no es un área que yo conozca tanto.

—Vas a tener la capacitación adecuada, recuerda que tenemos convenio con universidades por si necesitas alguna ayuda extra en formación, y no olvides que un gerente siempre tiene asistentes y gente a su disposición en caso de necesitar soporte con cualquier tarea. Si rechazas este puesto, quién sabe cuándo vayas a tener oportunidad de crecer en el futuro, en nuestro piso no hay muchas posibilidades.

—Sí, tienes razón, creo que… lo haré.

—Ese es mi muchacho —digo felicitándome internamente, lo siento, cariño, pero tienes que irte del sector, estarás mucho mejor allá, y yo también, claro.

—Levi —dice con un tono extraño, enarco una ceja y lo miro, está serio, rodea mi cintura con sus fuertes brazos, es bastante posesivo.

—¿Qué?

—Le pedí el divorcio a Mikasa, mi esposa.

Otra de las cosas que deben saber de mí, no es fácil dejarme sin palabras, y acaba de suceder. Ya debería haberme dado cuenta cuando me ponía esos ojos de borrego a medio morir, que las cosas se iban a poner turbias, ugh. Pero es que folla tan bien, aunque esto me pasa por no hacer caso a las señales.

Luego del shock inicial, mi cabeza trabaja rápidamente, muy bien, tengo que concentrarme en salir de este aprieto. Calma, Levi, calma, que no note tu pánico, tenemos que lograr que siga siendo obediente.

—Oh, mmm, ¿qué sucedió? —me alejo y trato de ser neutral, hay que andar con cuidado.

—Esto sucedió —dice y nos señala a ambos… creo que me falta información.

—Eren, te estás precipitando un poco, ¿no crees? ¿Hace cuánto que estás casado?

—Tres años.

—Sin contar el tiempo que de seguro tuvieron de novios, y además nosotros solo estamos teniendo una aventura, muy, muy, demasiado reciente.

—Sí, tal vez sea reciente, pero yo estoy enamorado de ti.

Me deja sin palabras por segunda vez y ahora creo que ya puedo entrar completamente en pánico, ¿qué sucede con él? De acuerdo, lo he consentido mucho (no más que mis amantes regulares), hemos ido a cenar a un par de lugares lujosos, corbatas de diseño, lindos hoteles, muy buen sexo, nada más, ¿en qué fallé? Nah, imposible, yo nunca fallo, aquí el error es de él.

—Bueno, creo que estamos en diferentes páginas, bonito. Desde un primer momento te aclaré que esto solo era algo temporal, juntarnos, divertirnos, no iba a tener futuro, así que, disculpa si me siento un tanto sorprendido con tu… confesión. No era mi intención arruinar ningún matrimonio, que eso quede claro.

—Sé perfectamente todo lo que dijiste, no me estoy desentendiendo o culpándote de algo. Pero incluso si has sido franco conmigo desde un inicio, hay cosas sobre las que uno no puede mandar, como el corazón, estoy enamorado de ti.

Me rio, intento que no suene a burla, aunque algo lo es y otro tanto de nervios. Luego me pongo más serio.

—Me parece que estás… confundido, digo, la química que tenemos es genial, salimos aquí, allá, nos divertimos, te ayudo en el trabajo, nos llevamos bien, pero de ahí a que te divorcies y digas que me amas, aunque acepto que es fácil enamorarse de alguien como yo, no exageremos. Siéntate, tómate un tiempo y piensa bien las cosas, Eren, te puedes arrepentir de tus decisiones.

—Ya lo hice, desde un inicio cuando me casé, no estaba muy seguro de que esa era la vida que quería, en un punto creo que lo hice para complacer más a mi familia y bueno, mi esposa es una mujer excepcional, es la compañera ideal, linda, inteligente, es… perfecta, pero no la amo, y ahora lo veo claramente. Merece algo mejor en su vida, y yo merezco estar con alguien por el que tenga verdaderos sentimientos, como mínimo.

Habla con tranquilidad, va y se sienta en la cama y me mira, tanta calma me pone nervioso, este chico está mal de la cabeza, definitivamente.

—Oye, ¿qué tal esto? ¿Por qué no hacen terapia de pareja? Yo me haré cargo de los gastos, conozco un lugar que es excelente.

—Ya lo hicimos, el año pasado, ayudó un poco, aunque creo que de todas maneras iba a tomar esta decisión, incluso sin una aventura de por medio.

Me acerco y me siento a su lado, voy a tener que ponerme más firme.

—Eren, eres un hombre hermoso y el sexo contigo es realmente fantástico, pero yo no tengo sentimientos por ti, para evitar mayores problemas vamos a dejar las cosas aquí, esta es la última vez que nos veremos fuera de la empresa sin que no sea una reunión estrictamente laboral, ¿está claro?

A los problemas, mejor cortarlos de raíz, yo sé lo que digo. Noto que a Eren no se le mueve un solo cabello de lugar, como si estuviera esperando esas palabras de mi boca entonces absolutamente todas mis alarmas internas se prenden al unísono, esto no está bien.

—Levi —dice con una expresión neutral que es tan extraña que da miedo—, tú eres mi jefe, la primera vez que estuvimos juntos… allá en Maldivas —habla en voz baja y pone su mano sobre la mía apretándola contra la cama—, tú me llevaste a mí que recién había ingresado, pediste que nuestras habitaciones estuvieran juntas, me llevaste a bailar y luego entraste a mi habitación, claro, yo te abrí la puerta, pero tú me diste muchas bebidas. Luego de eso, nos hemos enviado docenas de calientes mensajes, algunos con fotos, la mayoría son fotos tuyas muy eróticas, que adoro tener en mi galería, quiero recalcar. También me llevaste a restaurantes donde mucha gente nos ha visto juntos, ni hablar de los registros en estos fastuosos hoteles. Me dijiste cosas muy agradables, me llenaste de halagos, ¿cómo esperabas que no me enamorara de ti? Si hasta me has favorecido para obtener una gerencia sin haber movido un dedo, ni siquiera me postulé de manera voluntaria. Haz hecho tanto por mi.

No hay que ser un genio para darse cuenta de lo que está haciendo, es una clara amenaza, Eren tiene demasiada información, y yo siendo su jefe estoy en una posición de poder respecto a él, con lo cual todo esto suena a… acoso sexual. Esas dos palabritas, en un tribunal, pueden arruinar completamente mi carrera, por no decir mi vida, ¿lo subestimé? Totalmente, Eren no es ningún idiota.

Se acerca y me besa la quijada lentamente, luego mis labios y me mira directo a los ojos, puedo ver la satisfacción en ellos, me tiene en la palma de su mano. Maldito Hange y sus pronósticos acertados. Cuando estén es una situación de vida o muerte, con el peligro acechándoles y respirándoles sobre la nuca, hay una sola cosa que puede salvarles el trasero, ser frío, tratar de no dejarse llevar por las emociones y pensar, pensar claramente cuál sería la mejor salida. Eso haré. Trato de recuperar la calma.

Le sonrío tratando de ser lo más suave y agradable que me sale, porque lo cierto es que quisiera darle una paliza en estos momentos, maldito mocos que se atreve a hablarme de esa forma.

—De acuerdo, me hago responsable de seducirte, ¿qué puedo decir? Eres irresistible. Ahora, ¿qué es exactamente lo que quieres, Eren? Sé honesto conmigo, puedes dejar tu máscara de chico enamorado y decirme con qué número monetario vamos a arreglar esto.

—Levi, no me interesa el dinero, en verdad quiero que me des una oportunidad para ser tu pareja formal. Quiero que seamos exclusivos.

—Ya veo, si escuchaste cuando dije que no tenía sentimientos por ti, ¿cierto?

—Aún. Creo que te han lastimado tanto que estás renuente a abrirte con alguien, no digo que yo sea el indicado, pero, dame una oportunidad —ahora el ambiente cambia, trata de conmoverme, es de la clase de gente que cree que el amor todo lo puede—. Yo no quiero ser un amante más en tu vida, Levi, yo quiero todo el paquete completo.

Sin dudas le interesa mi dinero, aunque hasta ahora no me ha pedido nada y siempre lo he notado incómodo al recibir regalos de mi parte. Como sea, necesito ayuda, estoy en un lío bien gordo.

Después de soportar una conversación por demás incómoda, logró que aceptara darme un tiempo para pensarlo, aunque no tengo nada que pensar, necesito sacármelo de encima cuanto antes. Pero como dos cabezas trabajan mejor que una, decido ir donde Hange, el único que puede darme un buen consejo, aunque sea cruel, es objetivo y práctico, además confío en su criterio.

—¿No es obvio? Ponte de novio con el psicópata —me dice muy fresco mientras se bebe mi mejor whisky en la sala de estar de mi casa, bien acomodado en mi sillón favorito.

—¿Qué? Hange, ¿estás drogado o algo?

—No todavía, pero escucha, es lo más lógico. Veamos, el tipo te tiene agarrado de las bolas, con toda esa artillería que te mencionó, ir en contra de sus deseos es contraproducente. Acabarás tras las rejas, así que, solo síguele el juego y hazte el novio, no durarán nada de todas formas.

—¿Qué no duraremos, dices?

—No. Mira, yo te aprecio y te apoyo, porque eres mi amigo, pero seamos realistas, como pareja eres horrible.

—¿Disculpa? Que yo sepa nunca hemos salido.

—¿Te olvidas que tengo un doctorado en psicología y que te conozco hace más de diez años? El muchacho no te va a durar ni dos semanas. Eres caprichoso, egoísta, perverso, manipulador, narcisista, clasista, en fin, este es el mejor consejo que te puedo dar: Sé tú mismo. El niño se va a espantar, tal vez hasta renuncie y te ponga una orden de restricción.

Creo que Hange no es mi amigo. Como sea, decido confiar en su criterio y seguir su consejo.

Al día siguiente, llevo a Eren a cenar, me cuenta con entusiasmo que esa mañana firmó los papeles del divorcio y que se mudó temporalmente con sus padres hasta que pueda alquilar algo propio. Lo felicito y le digo que bueno, que voy a aceptar su extraño experimento de salir con él, que tal vez tiene razón, es justo darnos una oportunidad, UNA. Mi única condición es que antes debe aceptar la gerencia en logística, que iba a desgastarnos el vernos todo el tiempo, dentro y fuera de la empresa, cosa que acepta de inmediato.

Es la primera vez que llevo un ligue a mi casa, me propuse hacer lo único que podía: ser yo mismo, sin caretas, sin cordialidades, sin diplomacias, y por supuesto exagero algunas actitudes, después de todo quiero que se harte cuanto antes. Soy grosero en ciertas ocasiones, le pido masajes a cada rato, le exijo que me cocine la cena, que me consienta, les juro que utilizo todas las artimañas para sacarlo de quicio.

Pasa una semana, dos, tres, ¿y adivinen qué…? No funciona.

—¡Han!

—Uf, no grites tan temprano, anoche fumé mota en un cigarro grande como un puro y tengo el cerebro aún embotado.

—No funcionó, tu consejo de mierda.

—¡Carajo! ¿Ese chico aún te aguanta? Es un bicho raro, quédate con él, no creo que encuentres otro igual —me dice risueño.

—¿Te estás divirtiendo mucho, no? Ya veo.

No cuento con él, de manera que decido tomar el toro por las astas.

Cuando llegamos a la increíble cifra de tres meses desde que acepté esto (aguanté sus cursilerías y actos melosos durante noventa días), es momento de terminarlo de una buena vez.

Eren me ofrece llevarme a cenar a no sé donde, un nuevo lugar en la ciudad que es la sensación, pero le digo que estoy cansado y que me iré a dormir, necesito tenerlo lejos, insiste con venir a casa conmigo pero le digo que necesito mi espacio. Por un lado es cierto y por otro, he recibido una invitación a cenar de Historia Reiss, verán es una joven bellísima y de cuna de oro que siempre me ha atraído, pero aunque hemos coqueteado un par de veces, nunca quise aceptar debido a que su padre es un poderoso empresario vinculado a una mafia, no es gente que a uno le gustaría hacer enojar.

Como sea, solo será una cena para despejarme. Me pongo muy lindo, como siempre, y me la encuentro en un famoso restaurante. Ella está deslumbrante, la gente a su alrededor la sigue con la mirada, aunque es menuda y de estatura baja (más que yo incluso), sus ojos y su porte tienen un atractivo imposible de esquivar.

Tenemos una conversación agradable, ella me bate las pesadas pestañas, me envía claras señales de que quiere que la noche se prolongue una vez que terminemos de cenar. ¿Tengo ganas de seguir con esto? No, para nada, mal que me pese mis pensamientos se van hacia cierto chico desquiciante. En estos momentos estaría haciéndome ese rico masaje para pies que me gusta tanto, ¿qué estará haciendo?

Todo marcha más que bien hasta que de pronto noto por el rabillo del ojo que alguien se acerca a nuestra mesa, levanto la vista y siento que se me baja la presión. Es Eren, ¿qué carajos hace aquí? ¿Cómo supo...?

—Hola, cariño —dice muy fresco y yo estoy en shock, puedo sentir la ponzoña filtrándose por su tono de voz.

—Levi, ¿lo conoces? —pregunta Historia un poco desconcertada.

—Sí, soy su novio, quedamos en que pasaría a recogerlo, pero creo que vine demasiado temprano, ¿no estoy interrumpiendo algo importante, verdad? Amor, ya deja las cuestiones del trabajo, mira la hora.

—Oh, vaya, no sabía que Levi estaba en pareja, ¿por qué no lo mencionaste? —dice la preciosa mujer y me lanza dardos envenenados con la mirada.

Celos, sí, me gustan e inflan mi ego, pero ahora, hacerme quedar como un pendejo mete cuernos, no, cariño, eso no te lo permito.

—No tuvimos oportunidad, pero bueno, aclarado este punto…

Hay un incómodo silencio, un camarero se acerca y busca una silla para Eren, le coloca platos y cubierto y tenemos la cena más desagradable que yo recuerde. Todos nos sentimos aliviados cuando se termina, por supuesto Historia se va en su propio auto con chofer apenas puede y yo con Eren, lo llevo a casa de sus padres aunque él insiste en ir conmigo a mi casa.

Una vez que estaciono frente a la dirección indicada, apago el motor y hablo con él.

—Eren, terminamos.

—¿Qué?

—Dije, terminamos, no es una pregunta, te lo estoy informando.

—¿Tú eras el que iba a ser infiel y ahora tomas esta decisión? ¡No es justo, Levi!

No tengo idea como mierda supo dónde andaba yo, pero no me importa tampoco, ni lo que piense, ni las consecuencias.

—Dejando de lado que probablemente me estuviste siguiendo como un stalker, que me chantajeaste para que aceptara esta relación, que todo tiene que ser como tú quieres y de la forma que te pegue en gana, ya fue suficiente, no funcionará.

—No puedes hacerme esto.

—Lo siento, pero no me retractaré.

—Levi, vete a la mierda.

Baja del auto y da un portazo, en su voz puedo notar la tristeza y las lágrimas asomándose, tiene razón, soy una mierda. Y aunque mañana pueda acusarme y llevarme a un estrado para mostrarle al mundo lo mala persona que soy, no soporto que alguien ejerza tanto control sobre mi vida.

Hora de cerrar este libro y seguir adelante, la soledad nunca te traiciona, nunca te miente, nunca te falla, siempre ha sido así para mi.

.

By Luna de Acero.-

Chapter 5: REALIDAD VERSUS EXPECTATIVA

Notes:

Hola, hola, Luna de Acero reportándose.

Esta historia fue producto de un taller, lo dictó la grandiosa Lila Negra, se llamaba "Termina tu fic en 5 capítulos", por lo cual, este fic ya está terminado y tendrá 5 capítulos, se va a publicar cada semana.

Próximo capítulo es el final je, si quieren puedo hacer un epílogo, cualquier cosa me avisan.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Isayama Hajime, la historia si es de mi completa invención.

Advertencias: Aquí claramente vamos a hablar de infidelidad, acto que me parece detestable y no apoyo en absoluto, es ficción, así que leer con discreción, uso de lenguaje vulgar, improperios, exabruptos, escenas de violencia, acción, adrenalina, cierto también hay una dosis angustiosa, pero el final es bien dulce para sobrellevar esto. Disfruten!

Chapter Text

.

.

"La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado

y saber que nunca lo podrás tener".

Gabriel García Márquez

.

.

CAPÍTULO 5: REALIDAD VS EXPECTATIVA

Hago un bollito de papel luego de arrancar una hoja de mi agenda y lo arrojo al tacho de basura, cae fuera, ¡maldita sea! Últimamente es como si nada saliera bien.

Era sabido que Eren no me la pondría fácil, me ha llamado muchas veces, me espera fuera en el estacionamiento al salir, ha ido a casa, me ha enviado muchos regalos, desayunos, cajas de dulces artesanales, me ha mandado mensajes realmente conmovedores. Y… ya no puedo decir que no me afecta, no soy un puto robot al que le tocan unos botones y se olvida por completo de todo.

Me ha sorprendido, que después de lo desagradable que he intentado ser con él, solo recibiera cariño y calidez de su parte, incluso esa vez que me encontró en el restaurante con Historia, no se manejó un escándalo a pesar de que le dolió bastante.

Odio admitirlo, pero llegar a mi casa y volver a la soledad dejó de ser agradable. El cabrón hace masajes muy buenos, sus besos también lo son, y sus sonrisas y… mátenme, me he convertido en lo que juré nunca volver a ser. Pero no voy a ser extremista, no es el fin del mundo, aún estoy a tiempo de desintoxicarme, claro, esto es como ser adicto a una droga. El primer tiempo sufres el síndrome de abstinencia y luego ¡puf! Te recuperas y vuelves a ser el mismo de siempre.

Hace ya veintidós días que no hemos vuelto a salir, solo nos hemos cruzado tres veces en el ascensor y aunque pude sentir su mirada perforándome la nuca, no me he girado ni una sola vez. Ya no sé si soy un puto genio o un total imbécil por hacerle esto, y por hacérmelo también.

—Buenos días, querido —dice Hange en un tono alto que me lleva a mirarlo con molestia, ¿siquiera se hizo anunciar?

—Hola, ¿ha sucedido algo?

—No, vine a verte porque te andas escurriendo peor que rata que ha robado comida. Joder, tienes cara de haber caido de cara sobre una pila de mierda.

—No he dormido bien estos días —digo mientras fijo mis ojos en la pantalla de mi computador, es hora de activar y ponerme a hacer algo útil.

—¿A qué se debe?

—¿Quién puta sabe?

—Será que lo extrañas.

Lo miro con hastío, pero no confirmo ni niego.

—¿Cuál es el problema de salir con una sola persona, eh?

—Sé que tu platillo favorito es el bistec con huevos estrellados, pero si lo comieras todo el tiempo, todos los días, llegará el momento en que de solo olerlo vomitarás.

—Ok, primero, las personas no son bisteces, y segundo, admite que algo te pasa y tiene que ver con cierta persona cuyo nombre empieza con E. Ahora, deja las comparaciones con comida, empiezo a sentir escalofríos.

—¿Debería confiar en tus consejos de mierda? La última vez no funcionaron.

—¿No? Pensé que podrías reflexionar y a lo mejor… te gustaba eso de estar con alguien en plan más formal.

—Oh, ahora soy un puto conejillo de indias, no me jodas, Han.

—¿Estás completamente seguro que no quieres volver a intentarlo con Eren? Sé honesto.

—No —suelto por inercia, pero la verdad, no es del todo cierto.

—Genial, supongo que puedo contarte las novedades, entonces.

—¿Mmm?

—Eren está intentando volver con su esposa.

Miro a Hange con algún tipo de expresión que le sorprende, y se me ha caído el lapicero de las manos, ¿qué sucede conmigo? Era lo que quería, ¿verdad? Que volviera con su maldita mujer, yo debería estar feliz, debería estar contento, si después de todo lo único que hice todo este tiempo fue alejarlo. Vuelvo a la computadora intentando concentrarme en alguna cosa, mis dedos tiemblan.

—¿Estás bien? Te veo un poco pálido, amigo.

—Estoy bien —digo con tono automático, el aire está pesado para respirar.

—No lo estás.

—¡Ya, dame un respiro, maldita sea! De acuerdo, no estoy bien, es solo que… solo… me jode que vuelva con ella, y no porque no sea lo mejor para ellos, pero hasta hace dos días atrás lo tenía pegado a mi trasero suplicándome para que volviéramos, y ahora me dices esto. Menudo mentiroso de mierda.

Hange me observa con tranquilidad y eleva una ceja.

—¡Deja de analizarme, idiota! No puedes analizar a tus amigos, eso es, es contra el juramento hipocrático o lo que sea, no es profesional.

—No te estaba analizando, solo me divierte mucho ver tus reacciones, y que seas tan terco.

—Como sea, me importa un comino lo que haga Eren. Que vuelva con su esposa y se vuelva a casar, que tengan seis hijos, ¡no me jode! —lo último lo digo en un tono bastante alto, tanto que por el intercomunicador Petra me habla y me pregunta si todo está bien o si necesito algo.

—Claro, es notable lo poco que te importa. Tengo que ir a terminar de responder emails y hacer unos reportes, pero… te lo digo de verdad, Le, sé honesto contigo mismo, no tiene nada de malo enamorarse. Nos vemos más tarde.

Suspiro fuerte y me apoyo en el respaldo de mi silla, observo el techo como si me fuera a caer una solución del cielo. Ser honesto conmigo mismo… aunque ya es algo tarde para eso, si Eren ha decidido volver con su esposa, eso quiere decir que se ha rendido con nosotros. ¿Hubo un "nosotros" en primer lugar? ¿Por qué esta situación me jode tanto?

Agarro mi celular y busco la última vez que me ha escrito, ahora que lo pienso… no lo he bloqueado, bueno, es alguien de mi ambiente laboral, no tendría porqué… en realidad sí, podría haberlo hecho de todas maneras, no está en mi sector, ¿por qué no lo hice?

"Hola, ¿gustas unas buenas pastas italianas esta noche? corre por mi cuenta".

Golpeó mi frente contra la madera del escritorio. No. Está sucediendo de nuevo, me estoy comportando de manera estúpida e infantil, lo alejo y luego lo invito a comer, ¿qué diablos sucede conmigo? Quiero borrar lo enviado pero ya lo ha leído, mis ojos se quedan expectantes esperando una respuesta, está grabando un audio, me cuesta quedarme sentado hasta que finalmente me llega su respuesta, me siento inquieto. Escucho.

"Hola, Levi. No esperaba que me invitaras a comer, después de todos los rechazos en estos días yo pensé que me detestabas, no hice las cosas bien, lo sé", su voz se escucha desganada y triste, de alguna manera me transmite su estado anímico, cierro los ojos y puedo vislumbrar su silueta con sus bonitos ojos apagados hablándole al celular, "¿sabes? Antes de ayer me reuní con Armin, es un amigo que no veía hace bastante, es muy inteligente, un cerebrito, de seguro ustedes se llevarían bien si llegaras a conocerlo, en fin, el punto es… que Armin me hizo notar que todo estuvo mal desde el inicio, que yo estuve creando ilusiones y forjando esperanzas donde no las había. Me diste una oportunidad, sí, pero no pude hacer que el amor surgiera en tu corazón. Carajo, sueno tan cursi. Iré al punto, no voy a molestarte más, ¿ok? No te seguiré atosigando con llamadas, mensajes o regalos, nada de esto tiene sentido, es extraño, es incómodo y ninguna caja de chocolates va a arreglar esto. Aceptaré que tuvimos un buen momento y ya. A veces suelo ser terco y estúpido, pero ya soy un adulto, no tiene sentido exigir algo que no existe. Lo siento, espero de verdad puedas perdonarme por ser tan obstinado. Y… uh… nada, solo eso, espero que estés bien, Levi. Adiós".

Mierda.

Mis ojos están húmedos, ¿acaso no eran éstos los resultados que estaba buscando? Me siento miserable, y abandonado. Su foto de perfil desaparece, me ha bloqueado, maldita sea. De seguro ahora estará volviendo a su antigua casa, con su antigua y perfecta esposa. ¿No se supone que está enamorado de mí? ¿Me ha cambiado tan rápido como uno se cambia de calzones? Me molesta, me siento herido, pero ni siquiera puedo contestarle el puto audio.

¿Pero saben una cosa? No hay mal que dure cien años, tarde o temprano se me pasará, debo enfocarme en el trabajo, salir más, revivir alguno de mis amantes anteriores o buscar uno nuevo, un clavo saca otro clavo, así de sencillo.

A medida que pasan los días, tengo el efecto contrario a lo que espero, pero tal vez es porque la ruptura es reciente, es como un funeral, lleva un tiempo hacer el duelo. Resulta ser que Eren hacía unos muy buenos cafés batidos, después de un atareado día laboral, era agradable tirarme en mi sofá, escuchar su tranquila y pesada voz mientras refregaba mis pies con sus hábiles manos, había cierta magia relajante en ese simple acto. Sus abrazos eran tan reconfortantes, sus platillos (aunque a veces demasiado picantes) tenían su encanto, ese toque casero que no se consigue en los restaurantes. Pero fuera de todos estos detalles menores, algo que me cabrea es que mi lívido está muerta, completamente.

Estuve conversando con algunas personas, todas atractivas e interesantes, pero no siento deseo por ellos, no tengo ganas de aceptar sus invitaciones a pasar una noche apasionada. Basta tirarme de espaldas en mi cama, tocar mi vientre, cerrar mis ojos e invocar su rostro en mi mente para sentir que me enciendo instantáneamente, que mi piel reclama sus toques, que mi boca solo quiere su lengua, me siento tan frustrado, debo conformarme con un par de malas pajas y en todas las veces termino jadeando su nombre.

Patético.

Quiero llamarlo, quiero suplicarle que venga un momento conmigo, quiero rebajarme y humillarme de ser necesario, y lo haría, si supiera que hay manera de recuperarlo, pero no, y ese pensamiento me atormenta, me sigue lastimando profundo. Eren, te quiero aquí conmigo, por favor, te lo suplico. Me doy cuenta que parte de este comportamiento tan lamentable se debe a que he bebido casi una botella entera de whisky, llevo haciéndolo desde temprano a la tarde, miro la pantalla de mi celular, son más de las diez de la noche.

Ebrio, miserable y patético. Me rio de manera estúpida, si pudiera me patearía, al final las palabras que me dijo Eren en ese momento, sobre que no se podía mandar sobre el corazón han sido como una sentencia judicial que me han condenado, así lo siento.

Salto de la silla en la que estaba cuando el estridente timbre de mi casa suena largo y tendido. En vano trato de recordar si es que había quedado de acuerdo con Hange o con alguien en que vinieran a visitarme, pero la borrachera no me permite aclarar mis ideas. Miro las cámaras de la entrada y creo que estoy alucinando. Tomo otro sorbo enorme de whisky, como si con eso pudiera despabilarme y observo de nuevo, ¿Eren? No, creo que estoy soñando, pero ¿por qué en mi sueño seguimos separados?

Aprieto el botón del intercomunicador y trato de componer la voz.

—¿Hola? —pregunto.

—¿Levi? Oh, que bueno, creí que no estarías en casa, yo… siento haber venido así pero, ¿crees que pueda pasar un momento para que hablemos? Juro que solo serán unos minutos.

—Claro, pasa, pasa.

Eren intenta abrir la puerta pero no puede.

—Está cerrado.

Cierto. De alguna milagrosa manera logro coordinar los dedos para apretar los botones que me permiten abrirle a distancia, finalmente entra. No sé que más hacer, así que me quedo donde estoy, ni siquiera noto lo mal vestido que estoy, el aspecto a decadencia que me envuelve, solo soy consciente de mi corazón y lo rápido que late. ¡Eren está aquí!

Siento la puerta de ingreso ser abierta y sus pasos buscándome. Dejo la botella sobre una mesa y voy a su encuentro. ¡Ah! ¡Qué hermoso es!

—Hola —dice con timidez, me esquiva la mirada y yo solo quiero tirarme entre sus brazos.

—Hola, uh, va-vamos a los sillones —le digo porque no confío en la estabilidad de mis piernas.

Nos acomodamos allí y mejor dejo que él hable porque yo perdí toda mi capacidad, solo quiero mirarlo todo lo que me deje.

—Bueno, disculpa por venir así tan repentinamente, sin avisar, sé que eso no te gusta, y no sabía si tenías otros compromisos, pero… En realidad, no venía aquí, mi amigo Armin vive cerca y estábamos en su casa festejando su cumpleaños, luego recordé donde estaba tu casa y… solo quería verte un momento —siento que se me congelan las cuerdas vocales—. Sé que dije que no iba a molestarte, luego pensé… no sé si un audio tan frío e impersonal era la mejor manera de terminar todo, supongo que mejor es venir y hablarlo, ¿verdad?

Solo asiento como autómata, no puedo explicar la alegría que siento de que esté aquí de nuevo.

—Quería agradecerte, fuiste muy bueno y generoso conmigo, yo no olvidaré eso, ni los momentos lindos que pasamos. Te extraño, pienso mucho en ti, en tus regaños —dice con una sonrisa dulce—, y si alguna vez tu… no sé, quieres salir a alguna parte, yo voy a desbloquearte, así que, si hay algo en lo que pueda ayudarte, no sé…

—¿Volviste con tu esposa? —no sé porqué dije eso, culpen al alcohol.

Eren me mira desconcertado.

—¿Qué?

—Solo, quería saber, alguien en la empresa dijo, que estabas por volver con ella y yo solo, no es nada importante, pero ¿qué clase de cabrón me insiste en volver mientras está resolviendo las cosas con su esposa? Solo digo.

Está sorprendido, mucho.

—Uh, no sé quién te dijo una mentira tan grande, pero yo de ninguna manera pienso en regresar con Mikasa. Las cosas entre ella y yo están muy feas, no quería lastimarla, pero de todas maneras lo hice, nunca me lo voy a perdonar.

Lo agarro de la solapa de su campera y se asusta porque lo agarré con la guardia baja.

—¡A mi no me jodas, cabrón! ¡Júrame que no volviste con ella!

—Lo juro.

Inspiro fuerte y exhalo de una forma tan ruda que creo que se me fue una parte de mi alma, apoyo mi frente contra el pecho de Eren y siento un alivio enorme.

—¿Levi?

—Eren, escucha, yo en estos momentos estoy ebrio, ebrio como una maldita cosa ebria, y no puedo hablar en estas condiciones porque… ¿ves? Me pierdo, necesito recuperarme y una vez que lo haga, tu y yo vamos a conversar con seriedad, si aún, uh, si aún queda algo que podamos rescatar de esto —digo señalándolo a él y luego a mí—, maldita sea, ¡me interesa mucho!

Y lo abrazo, tanta tensión y tantos días de dormir mal me han roto en muchos sentidos, de manera que al fin puedo relajarme, literalmente quedo rendido sobre su pecho.

Al día siguiente me levanto con una fuerte resaca, arropado y caliente en mi cama, Eren durmiendo a mi lado y que me parta un rayo, me encanta volver a tenerlo conmigo. Pero tenemos que hablar, de manera que luego de un buen desayuno, una buena ducha y una pastilla para el dolor de cabeza, es momento de sincerarnos.

Tenemos una charla larga, pausada, sin apuros, sin presiones de ningún tipo. Creo que nunca he hablado tanto sobre mi vida personal como hoy, Eren me escucha, comparte sus impresiones, habla sobre él también y llegamos a un acuerdo. No vamos a forzar las cosas, es obvio que ambos nos deseamos, disfrutamos pasar tiempo juntos, pero no debemos apurar las cosas.

Yo aún no tengo la estabilidad emocional suficiente y Eren acaba de terminar con su matrimonio, así que vamos a ir de a poco, subiendo la intensidad de lo que necesitemos, dándonos espacios, conociéndonos mejor, fuera de los lujos y la diversión en los antros. Claro que será algo exclusivo, pero no le pondremos ninguna etiqueta, aún. Dejaremos que fluya y que sea lo que tenga que ser.

Por el momento estoy feliz de que estemos juntos, tal vez el amor, no se trata de mostrarse vulnerable y débil, sino de arriesgarse, potenciarse junto a otro, simplemente tener momentos de felicidad que hagan nuestra vida mejor.

Y aunque me gustaría decir que aquí se terminan los dramas y empieza lo bueno, nunca olviden que toda acción tiene su reacción.

...

Eren sale de mi despacho acomodándose el traje, no deberíamos estar haciendo travesuras en el trabajo, pero bueno, es mi debilidad, me cuesta decirle que no. Le tiro un beso volado cuando está en el marco de la puerta y me guiña un ojo en retorno. Solo espera que llegue la noche, te haré que te olvides hasta de tu nombre, cariño.

Vuelvo al trabajo y bebo un sorbo de mi taza de café, ya está frío, pediré otro, pasan unos cuantos minutos y estoy metido de lleno en mis tareas. De repente, noto cierto alboroto afuera del despacho, es extraño, me pongo de pie al escuchar algunos gritos y la puerta se abre con fuerza. ¿Qué carajos está pasando?

—¡Señor, señor, está desquiciada, desquiciada, llame a seguridad! —grita Petra con expresión aterrada.

—¿Desquiciada? ¿Quién, de qué hablas? —digo mientras camino hacia ella.

—¡La señora Mikasa, llame a los guardias yo no pude, Nifa la está deteniendo!

¿Mikasa? ¿Dónde escuché ese nombre antes?

—¡HIJO DE PUTAAAAA!

La visión de una mujer endemoniada se presenta en la oficina, juro que le puedo ver las llamas saliéndole por todas partes, lleva un bate de béisbol de aluminio en una mano y acaba de empujar a Petra para que salga de su camino. Oh, ya recordé quién es.

—¡Tú, maldito miserable, enano de porquería! —me dice señalándome con el bate—. ¡Tú sedujiste a mi marido, maldito puto! ¡Te mataré!

Hay momentos en que no vale la pena ser racional. Cuando se me viene encima como toro al torero hago lo primero que dicta mi instinto, correr. No crean que soy un cobarde, pero no pelearé con una mujer, menos con una armada con un aterrador bate de aluminio.

La enajenada fémina me persigue por todas partes, tal como Tom y Jerry, bambolea su arma de destrucción masiva y en dos golpes deja mi pobre computadora hecha añicos.

—¡¿Pero qué?! ¡Estás loca de remate! —le grito.

—¡Ahora siguen tus huevos!

El animal más rápido de la tierra dicen que es el Jaguar, y después vengo yo al imaginarme perfectamente lo que esta mujer es capaz de hacerme si llega a agarrarme. Me pisa los talones mientras va rompiendo todo a su paso, ventanales, jarrones, adornos, hasta el dispenser de agua ha recibido su furia. Diez minutos después, tres enormes guardias masculinos, y una femenina, logran doblegarla y llamar a una patrulla, hasta entonces Eren ha vuelto a nuestro piso y todos en la oficina nos miran con ojos acusadores, aunque dijo poco es más que obvio que todos ya sacaron sus conclusiones. No puede importarme menos, aún tengo mis huevos enteros.

Supongo que lo merezco, no podía salir indemne luego de hacer de las mías, aunque algo es seguro, esa chica está desequilibrada de verdad, no quiero ni calcular todo el daño y la fortuna que saldrá reponer lo que ha roto y malogrado.

Ya lo decía mi abuelita: el que mal anda, mal acaba. Lo bueno es que aún no han acabado conmigo, pero tengan por seguro que nunca, jamás en mi puta vida, volveré a meterme con alguien casado o con pareja, ¿cuánto cobra un escolta personal por hora? Creo que necesitaré uno.

Cuando la jornada termina, Eren viene conmigo a casa y al llegar me abraza, necesitaba eso. De acuerdo, está bien, lo admito, si tengo sentimientos por este hombre y es lindo que sea mutuo. No me pidan más, ya he cedido bastante.

No sé qué nos depara el futuro, solo espero no volver a cruzarme con Mikasa y su bate, creo que tendré pesadillas al respecto, lo que sí sé es que ya no me esconderé más, seguiré adelante aunque esté arriesgando mi corazón, esto es demasiado lindo y soy lo mejor que le ha pasado a Eren en su vida, modestia aparte. No se crean, solo estaba exagerando las cosas, él también ha sido lo más agradable que me ha sucedido en un buen tiempo, es la persona por la que vale la pena arriesgarse y ponerse serio, solo él, solo mi amado Eren.

Fin.

.

By Luna de Acero.-