Chapter Text
Isagi Yoichi carga con cuidado al majestuoso Azure en sus brazos de regreso a su dormitorio. No se preocupa por su compañero Itoshi Rin, ya que él está casi ausente en ese lugar y duda que se siente molesto ante la presencia del felino rubio.
Sus amigos lo esperan en el pasillo, vestidos con los uniformes de Hogwarts, con túnicas que van desde el azul, rojo y amarillo. Cuando Isagi se disculpa por la tardanza, sus amigos asienten comprensivamente, pero sus ojos se iluminan al ver al imponente gato en los brazos de Isagi.
—¡Wow, qué gato tan impresionante!— exclama Kurona, admirando la belleza natural del felino.—¿Es tuyo, Isagi?
—Desde cuando tienes mascota?—pregunta su fiel amigo Bachira, extrañado al igual que el resto.
Isagi asiente con una sonrisa, ajustando su agarre en Azure quién se queja.
—Sí, lo encontré en la sala común. Parece que necesita un poco de cuidado, así que me lo llevaré a mi habitación por ahora.—explica brevemente, recibiendo varias miradas de compresión y ternura de todos sus amigos.
Los demás se acercan con curiosidad, deseando acariciar al majestuoso gato. Sin embargo, Azure les lanza un gruñido amenazador y araña ligeramente el aire con sus garras de manera feroz y rápida, violenta. Todos lo comparan casi de inmediato con el estudiante Shidou Ryusei, quien pertenece a la misma casa que Isagi, el moreno desde segundo año ya tiene una reputación por su carácter impulsivo como violento y grandes habilidades en la magia como en el Quidditch.
Aunque el año pasado comenzaron los rumores sobre su para nada disimulado interés romántico con otro estudiante; Itoshi Sae.
Regresando al tema principal, el felino les recuerda su posición como un ser independiente y poderoso. Que no se deja hacer cariñitos, a excepción de por supuesto; El estudiante Isagi Yoichi.
Los demás retroceden, sorprendidos por la reacción del gato, pero continúan admirándolo desde una distancia segura.
—¡Vaya, ese gato tiene un temperamento fuerte!—comenta Kunigami, riendo entre dientes.
—Parece que ha adoptado a Isagi como su humano.—comenta Hiori, haciendo que todos rían por lo cierto de aquella afirmación.
Yoichi sonríe seguro y confiando, acariciando la suave cabeza de Azure.
—Sí, parece que sí. Pero no se preocupen, mañana les contaré cómo logré que se me acercara este pequeño gato.
Sus amigos están seguros de que ese gato es todo menos pequeño.
—Por cierto, tenemos un chisme recién salido del horno.—comenta Chigiri, a lo cual Yoichi solo lo mira curioso.—Es sobre el estudiante nuevo.
Las orejas del felino parecen reaccionar al escuchar lo que habla. Mira hacia la dirección de quien lo carga y luego hacia el resto de chicos.
—Ah, ¿qué hay de eso?—responde vago y con poco interés.
—Estuvo recorriendo los pasillos hace como media hora. Pero como varios estudiantes se pusieron como locos a seguirlo, de repente él desapareció.—explica brevemente burlón.—Yo fui uno de ellos.—admite avergonzado mientras los demás se ríen.
—¿Por qué lo seguían?—cuestiona Isagi extrañado.
—Para besarlo y follarlo, que se yo.—añade sin vergüenza el peli rosado, haciendo carcajear más a sus amigos y avergonzado a Yoichi por su lengua tan vulgar y despreocupada. Nervioso de que haya algún profesor cerca.—Somos adolescentes, Isagi, estamos en la flor de nuestra juventud y con las hormonas alborotadas, es completamente normal que todos quieran su atención.—añade emotivo y razonable.
El de Slytherin suspira sin remedio, tiene razón pero sigue siendo bochornoso hablarlo de manera tan natural y con varios alrededor.
Con despedidas rápidas, Isagi continúa su camino hacia su dormitorio, llevando consigo al imponente Azure. Sus amigos se quedan en el pasillo, aún impresionados por la apariencia y el tamaño del gran felino.
Al llegar a su dormitorio, tal como lo sospecho, su compañero Itoshi Rin ni siquiera se encuentra en la espaciosa habitación, por lo que juega un poco con el gato hasta llevarlo a su cama y quedarse profundamente dormido a lado del hermoso gato, quien lo mira fijamente con sus grandes pupilas rasgadas hasta estar seguro que el japonés no sentirá sus movimientos para así poder escapar de ahí.
[...]
Cuando Isagi Yoichi despierta entre babas y su cabello todo despeinado, se da cuenta que ya se le está haciendo tarde para su primera clase.
Con prisa se cambia su pijama a su uniforme, desesperado y sintiéndose frustrado por haberse quedado dormido, es algo que jamás en sus años de estudiar aquí, le ha sucedido. ¿Qué le sucedió?¿Por qué durmió tan bien esta noche? Incluso babeo como bebé, desde que entro a Hogwarts cuando tenia tan solo once años, jamás había vuelto a babear mientras dormía.
El Omega mira hacia la cama donde se supone, descansa su compañero. Quien ni siquiera se encuentra presente, pero está seguro de que si durmió está noche aquí, después de todo, con solo olfatear un poco las feromonas del Alpha se sienten rápidamente. El aroma a menta y granos de café es fuerte y encantador, propio de un pura sangre como el Itoshi.
Si no fuera tan misterioso y callado, así como alguien que desaparece mucho, probablemente se sentiría atraído por él.
—Maldito Itoshi Rin, ni siquiera tuvo la descencia de despertarme para la clase.—gruñe molesto, el Alpha ni siquiera tuvo la sutileza, la consideración de despertarlo.—¡Mierda!—se queja en voz alta.
El azabache quien se pone sus zapatos a toda prisa, recuerda un muy importante detalle, ahora que se da cuenta en medio de la prisa, ¿dónde esta su gato de hermoso pelaje?
—¿Azure?—nombra en voz alta, buscándolo con la mirada detenidamente. Es imposible no ver al enorme felino de apariencia extravagante.
Nada. No hay respuesta, busco debajo de las camas y en los roperos, pero no encontró nada.¿Se ha ido? Resignado y dolido, tuvo que marcharse rápidamente hacia su clase, con el punzante dolor en su pecho de no encontrar a su precioso gato de orbes azul claro como el cielo despejado.
Con suerte, considerando que los gatos suelen moverse mucho y no les gusta estar encerrados, tal vez ha ido a dar un paseo y más tarde regresara. Quizás incluso haya ido de caza, piensa Isagi para reconfortarse así mismo.
No todos los gatos son iguales, algunos prefieren estar en la comodidad del cuarto de su dueño, y otros prefieren esta afuera por varias horas. No debe perder las esperanzas.
[...]
Siempre que alguien llega tarde a clase, suele ser el centro de atención de todo el salón por unos instantes, luego es ignorado y para mañana se olvida.
Pero que el estudiante sobresaliente, no solo de su casa sino de entre las cuatro, llegue tarde, es algo jamás antes visto.
—Es inusual que usted llegue tarde, joven Isagi.—reprende la profesora de la clase de Encantamientos.
—Realmente lo siento, no se que sucedió, juro que no volverá a pasar.—se disculpa totalmente apenado, haciendo una pequeña reverencia y suplicando por no pasar más vergüenza.
Quiere ser el centro de atención pero nunca de esta forma.
—Está bien, puede tomar asiento y por ser la primera vez y considerando su historial de puntualidad y asistencia, solo se quedará en llamada de atención.—argumenta brevemente, comprensiva.
La profesora no es de las más divertidas pero tampoco es muy estricta, tiene consideración con aquellos que ya conoce su historial.
—Lo entiendo.
Yoichi se gira para sentarse con sus amigos, no obstante, la profesora lo detiene.
—Tome asiento en la primera fila, a lado de los nuevos estudiantes.—ordena calmada, para repetir las instrucciones de la tarea del día.
Isagi asiente sin quejarse, igual no hará ningún escándalo solo por no poder sentarse con sus amigos una ocasión. Debido a que esta más apenado por haber llegado tarde y sigue preocupado por su gato, poco le presta atención de quienes son sus compañeros de a lado.
Ni siquiera les miró a la cara, no hubo oportunidad alguna para que se perdiera en la mirada de aquel estudiante a su lado.
—¿Eres Isagi Yoichi?
El nombrado voltea levemente al escuchar su nombre, curioso y extrañado. Supone que cuando pasaron lista y repitieron su nombre varias veces al no decir "presente", se le habrá quedado su nombre.
—Uhm, si.
El japonés piensa que desde hace algunos años, Hogwarts ya no es tan estricta con la apariencia de sus estudiantes. En el pasado, el reglamento señala específicamente la prohibición de tatuajes, pelo teñido y aquellos estudiante que tengan el cabello largo deben traerlo amarrado en una coleta o chongo. Sin importar la casta que seas.
Pero el sujeto de enfrente tiene no solo su cabello largo y suelto, con un extraño corte y aparte teñido de azul, sino que su tatuaje es totalmente visible, es grande y llamativo. Un par de hermosas rosas azules grabadas en su grueso y largo cuello, que hasta cierto punto son lindas, pero aún así, debería ser prohibido que alguien menor de edad se tatue. Aunque tal vez las normas en el extranjero o de donde sea que venga, sean diferentes.
¿Aún asi, cómo Hogwarts puede permitir estudiantes así?
Es tan injusto. Él no puede maquillarse como quiere en la escuela, muchas veces esta desaliñado, los profesores son severos cuando les conviene.
Tiene la pequeña sospecha de que la única forma de que hayan aceptado a un alumno así, es que debe venir de una familia con mucho dinero y prestigio en el mundo mágico, las cuales no son muchas.
—Toma.—le entrega una envoltura que contiene un queso italiano dentro. Esta frío.
Isagi esta sin palabras, incrédulo.
"La primera impresión siempre es importante", le dijeron sus padres. ¿Éste es el mismo sujeto del que todos ayer hablaban?¿El guapo extranjero Alpha? Pensó que sería más caballeroso o al menos prudente, ¿Pero por qué carajo le dio un queso?¿Qué motivo tiene?
¿Acaso es un tipo de insulto de donde viene?¿Lo está retando a un duelo a muerte? Tantas incógnitas tiene Yoichi en su cabeza, esta confundido y mira de forma rara al rubio, pierde el tiempo en tan solo reflexionar.
—¿Un queso?¿Por qué me das esto?
Isagi no alzó la voz, hablo bajito, pero al estar hasta la fila de adelante justo enfrente del escritorio de su profesora, ésta lo escuchó sin problema.
—Guarden silencio y terminen sus deberes.
Yoichi se apena por la llamada de atención e irrita con el rubio a su lado, éste al parecer se ríe bajito y continúa haciendo su tarea.¿Acaso lo había hecho a propósito para quedar más expuesto con la profesora? Se siente avergonzado y humillado.
Lo peor de todo es que no está con sus amigos, al menos ellos le harían sentir relajado y distraído para no sentirse así.
Lo unico que le alivia un poco es saber del tema que están escribiendo: los Quintaped. Isagi lo resumen en tres puntos principales: bestias peligrosas, carnívoras y muestran predilección por la carne humana. Es algo que había estudiado justo la noche pasada, momentos antes de encontrar al pequeño Azure.
De solo pensar en el felino se ruboriza, después de todo lo extraña y le intriga saber donde se metió, tiene la esperanza de que al terminar las clases y al regresar a su dormitorio, éste de regreso o deberá buscarlo por todo el castillo de Hogwarts. Tendrá que usar algún encantamiento para localizarlo de ser extremadamente necesario.
Mientras sigue escribiendo sobre el papel de la hoja, su vista se desvía ligeramente hacia su compañero de a lado, el rubio que le regalo el queso. Observa su mano descansando en el pupitre, algo que le llamó su atención es que este porte un tatuaje también aquí. Debido a la túnica negra, solo puede ver una parte del tatuaje. Aquella corona con pequeños diamantes.¿Cuántos tatuajes tiene? Tiene interés por preguntar pero no quiere ser obvio, además que el rubio le está empezando a caer mal por tan solo un par de palabras que intercambiaron.
Yoichi alza su mirada hacia el rostro distraído del Alpha, su cabello natural es rubio claro pero lo tiene parcialmente teñido de azul. ¿Por qué le resulta tan familiar al verlo?
Aquellas largas pestañas rubias que se imponen para realzar el color azul de esos ojos claros, le resulta estremecedor y extraño, porque siente que ya lo ha visto en algún lado pero no recuerda donde.
Isagi se da cuenta tarde, pero no percibe ningún aroma sutil de parte del Alpha, lo cual es muy raro.
¿Habrá usado el hechizo para ocultar el aroma? Normalmente solo los Omegas utilizan, en un Alpha es extraño.
[...]
Yoichi puede suspirar aliviado al acabar la clase, por primera vez en su vida, se sintió una eternidad, de inmediato se reune con sus amigos que lo están esperado.
Tienen diez minutos para moverse a la siguiente clase; astronomía. Es de sus asignaturas favoritas, y de las pocas que comparten los magos con los muggles.
El sistema solar, las estrellas, las nebulosas, los planetas y las lunas son fascinantes para él, ya quiere estudiar próximamente los agujeros negros.
—¿Y qué te pareció?—pregunta Chigiri, codeando le sus costillas. Los Omegas y Betas en su grupo de amigos suelen frotarse mucho con él, son empalagosos.
Dicen que se les hace lindo "un Omega en Slytherin", que siempre son escasos cada año.
—Sí te refieres a la clase, estuvo bastante regular, un poco aburrida.—comenta encogido de hombros, notando la expresión rara de su amigo.—Si te refieres al regaño que el profesor me dio ante toda la clase, realmente fue vergonzoso, ahora, si me preguntas por la tarea es—,
—¡Me refiero al nuevo estudiante, Isagi!—interrumpe desesperado.
Si, a nadie le importa como estuvo la clase o si pasó vergüenza por unos segundos, todos quieren saber como estuvo su encuentro de escasos minutos con el nuevo estudiante. Si hablaron de algo interesante y que tan ardiente es tenerlo tan cerca.¡Debieron haber rozado sus codos al menos un par de veces!
Yoichi casi siente nauseas.
—Isagi estaba más concentrado en la clase que en el chico de a lado.—suelta divertido Hiori, esparciendo un poco de sus feromonas para calmar a sus amigos.
—¿Se refieren al estudiante rubio tatuado?—señala arrugando la nariz, visiblemente asqueado.
—Sí. Al guapo Alpha.—suspira embobado Chigiri.
—Ambos son alemanes.—agrega Kurona, no perdiendo el detalle de qué él se refiere a los dos estudiantes y no solo al rubio.
—Eso explica su peculiar acento al hablar.—recuerda Isagi.—Incluso con el hechizo lingua translator, se nota que es extranjero.—suspira cansado.
Dicho hechizo fue creado por el padre de Reo, esto con el afán de traducir cualquier idioma en el mundo, para que la gente que habla otras lengua pueda entenderse, que no haya problemas de comunicación. Solo tienes que apuntar suavemente tu varita y decir el hechizo firme y correctamente. Sentirás una pequeña vibración al inicio, casi como un zumbido de abeja, y poco después, entenderás lo que te dice la otra persona sin importa si habla en chino, español o inglés. Es un hechizo simple e inquebrantable.
El grupo de amigos sigue moviéndose a la siguiente clase la cual no queda lejos, y al llegar al aula y tomar sus asientos respectivos, cierto Alpha se dirige a Yoichi para hablar con él.
—Isagi, al final si llegaste a la anterior clase, aunque veinte minutos tarde.
El nombrado le mira enojado, sigue resentido porque su compañero de dormitorio no lo despertó.
—¡Estoy enfadado contigo!—exclama furioso, llamando la atención de todos aquellos alumnos alrededor, quienes guardaron silencio para poder escuchar el chisme mejor.
—¿Qué hice, Omega?—cuestiona un Rin sorprendido por la reacción del contrario, confundido.
Isagi lo toma de la muñeca y sale con él afuera del salón para poder hablar mejor.
—¿Te haces el sorprendido? Tenemos la primera clase juntos, y no tuviste la descencia de despertarme sabiendo que se me hacía tarde, eres realmente malo.—bufa indignado, cruzado de brazos.
Quizás no sean los mejores amigos, pero llevan compartiendo dormitorio desde el primer año, esperaría por lo menos más amabilidad de su parte. No son desconocidos o simples compañeros de clases, Yoichi pensó que al menos tendría consideración con él.
—Sí lo hice.—espeta serio y sin dudarlo. Sus orbes verdes son cuchillos que atraviesan el corazón de cualquiera. Es frío y penetrante. Es un joven hechicero imponente y atractivo.
A pesar de ser un año menor que el Omega, es más alto que él. Yoichi detesta el desarrollo abismal en la adolescencia de los Alphas.
—¿Qué?—expresa confundido.
—Sí te fui a levantar. Te llame dos veces, incluso te jale de los pies, pero no despertaste. Tienes el sueño muy pesado.—comenta con un leve tono divertido.
—¡Mentiroso!—acusa Yoichi, avergonzado. No puede creer que en serio Rin haya hecho todo eso.—Yo nunca he dormido tan profundamente como para no sentir que me jalan de los pies.
—Tal vez tuviste un agradable sueño y no querrías despertar de éste.—justifica encogido de hombros, para después darle pequeñas palmaditas al contrario.—Nos vemos luego, compañero de dormitorio.
—¿Un agradable sueño?—repite extrañado, entrando al salón junto al Itoshi, cada quien a su respectivo asiento. Pensativo, Yoichi piensa en aquellos hermosos ojos azules claro.—
Azure...
¿Qué fue lo que soñó exactamente?
—Sabes, sino fuera porque Rin es muy callado y no socializa, además que es muy inexpresivo, yo si me lo andaría cogiengo...—murmura Chigiri a Isagi, quien no evita sentirse avergonzado por tales comentarios.
—Por cierto, Isagi, ¿y tu gato?—pregunta Bachira, curioso por saber que fue de aquel enorme felino.
Todos lo recordaron de inmediato, intrigados. Grande, peludo, rubio con cascadas azules y sumamente adorable como agresivo.
—Sé escapó, supongo que prefiere pasar su tiempo afuera y recorrer el colegio.—comenta Yoichi forzando una pequeña sonrisa, para aparentar que no le duele ni que se siente ansioso.
—Es extraño, porque aparte de la noche pasada donde lo cargabas, nunca lo habíamos visto antes.—agrega Kunigami pensativo.
Raichi solo suelta un comentario con respecto a que ha mejorado en el Quidditch y pronto su casa ganará el campeonato interescolar, aunque han pasado décadas desde la última vez que los Hufflepuff ganaron, el Beta griton no pierde la esperanza junto a Bachira y Kunigami. Ellos harán que la casa amarilla vuelva a ganar. Y agregó al final que si encuentra ve al gato, le avisara.
—Además que su pelaje es muy exótico, diferente a cualquier especie de gato que haya visto. Y sabes que yo se mucho de esos temas.—añade Kurona pensativo, queriendo de igual forma, saber más de aquel felino hermoso, se le hace tan misterioso.
Un gato como aquel no pasaría de desapercibido por nadie, ¿Cómo es posible que haya desaparecido y nadie lo haya visto ni siquiera de lejos?
—Azure es único y especial, y es mío.—agrega en un tono posesivo Yoichi, haciendo reír a los demás por lo tierno que sonó.
Pero Isagi lo decía muy en serio.
[...]
Al llegar el miércoles y sin ningún rastro de Azure, Isagi se propone, al terminar su entrenamiento de Quidditch, usar algún hechizo de rastreo para encontrarlo. No cree que el felino haya ido demasiado lejos, ¿Verdad?
No es ninguna criatura fantástica o un ser sobrenatural, ¡es un gato!
Normalmente no hay entrenamiento los miércoles, pero lo citaron junto a los demás compañeros porque el capitán del equipo dijo que es muy importante que asistan por lo menos una hora, ya que les quiere presentar a unas personas.
Cuando Isagi llega al campo, sin tener mucha conversación con el resto del equipo ya que los únicos con los que se lleva bien son Itoshi y Shidou, quienes todavía no han llegado, prefieren mantener su distancia y esperar a seguir las instrucciones del capitán.
Por lo que es totalmente ajeno a la presencia de los nuevos estudiantes.
—¿Eres mi fan o algo así?
Isagi gira la cabeza al escuchar esa voz dirigirse a él. Estuvo pasando de él en todo el día que realmente le tomó por sorpresa.
—¿Ah?
El extranjero tuerce su sonrisa, mirando de pies a cabezas al Omega.
—Ayer y hoy me tope en casi todas las clases contigo.—responde encogido se hombros.
—La gran mayoría de los de séptimo año comparten varias clases.—menciona indiferente. Piensa si el rubio es un tonto, lo está acusando de ser un acosador o algo así.
—Hasta trajiste tu escoba para que te la autografíe, que lindo~—ríe con ternura. Si no fuera porque es irritante, Isagi afirmaría que es lindo.
—¡No soy tu fan ni vine a verte!
—Entonces ¿qué haces aquí?—pregunta extrañado y confundido. Todo este tiempo creyó que el Omega, al igual que sus admiradores, lo siguió.
Yoichi le miró ofendido, molesto y más irritado.
—Formo parte del equipo, idiota.
El alemán hizo un gesto incrédulo y de impacto, como si no terminara de creerlo. Pasaron segundos hasta que logro reaccionar.
—¿Tú formas parte del equipo?—menciona jadeante, como si acabará de tener la gran epifanía de su vida. Yoichi piensa que es un exagerado, mucho más que sus amigos Chigiri y Reo.—¿Un Omega forma parte del equipo?
¿Quién en su sano juicio podría gustarle a alguien como este patán?